LA PASANTÍA: UNA GRATA EXPERIENCIA

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LA PASANTÍA: UNA GRATA EXPERIENCIA
LA PASANTÍA: UNA GRATA EXPERIENCIA !
Permítanme tomar prestadas las palabras que plasmara la magistrada Mary Laine Collado Tactuck, contenidas en las memorias de la Escuela Nacional de la Judicatura, que rezan: “En la Universidad te dan cátedras, en la Escuela formación. Te enseñan a repensar el derecho, pues estudias la carrera nuevamente pero desde la perspectiva del juez”.
Ciertamente, la pasantía es una etapa donde el programa de estudios se complementa, permitiéndonos desarrollar nuestros conocimientos adquiridos de manera teórica, ya en el marco de la práctica, fungiendo como jueces suplentes, así como diversas funciones que desde un plano previamente organizado debemos agotar en cada uno de los tribunales que visitamos.
Considero que en esta etapa, conjuntamente y de la mano con los tutores quienes nos sirven de guía y orientadores, podemos visualizar de manera integral como ejerceremos nuestra función cuando pasemos a la etapa de suplencia, donde nos corresponde la responsabilidad no sólo de administrar justicia sino de ser verdaderos gerentes y supervisores del tribunal donde nos encontremos y realizar de manera pragmática, la visión, misión y valores del Poder Judicial.
Sin lugar a dudas, la Gerencia de la Pasantía realizó una excelente labor; por eso, Silvia, Luznel, Ricardito y demás, merecen no sólo el reconocimiento de nosotros los pasantes, sino de la Escuela misma, que al seleccionarlos para esa función se lleva el mérito de haber realizado también una excelente elección; respuestas atinadas, trato diligente, fases organizadas, fueron algunas de las habilidades que pudo lucir este equipo de trabajo.
Con respecto a la labor docente­dicente, en lo particular tuve la oportunidad de encontrarme con muy buenos tutores que estuvieron pendiente y me dieron seguimiento en cada una de las actividades que me correspondía desempeñar.
En lo que concierne a los talleres realizados por la Escuela, los considero muy importantes, pues permiten fortalecernos en aquellas áreas que más necesitamos.
Finalmente, puedo esbozar que entre nostalgia, dificultades económicas, lluvias, tapones, huelgas en dos de los pueblos en que me encontré, carencia de material gastable en los tribunales, entre otras vicisitudes, pude vivir la experiencia de la realidad de nuestros tribunales, resultando satisfactoria la pasantía a mi modo de ver, por lo que le otorgo un cinco (5) siendo este número la más alta de la puntuación.
Atentamente, Farida Altagracia Abud Peña

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