El arte de derrapar

Transcripción

El arte de derrapar
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derrapar
Drift o drifting: técnica de conducción originaria de Japón
que consiste en hacer derrapar el vehículo para gestionar
mejor las carreteras más reviradas. Hasta aquí la teoría.
La práctica es que este estilo es una auténtica locura, un
subidón de adrenalina. Para conocer un poco más sobre
esta nueva tendencia hemos acompañado a un piloto de
drift en una ‘jornada de trabajo’. Y este es el resultado…
JOSÉ LUIS CANO
reportaje
DIEGO G. SOUTO
DRIFT
15
M
Miércoles, 9:30 de la mañana. Nos hemos desplazado a
Humanes, en Madrid, para conocer al protagonista de
nuestro reportaje. Se llama Fran Bolaños tiene 38 años
y será el encargado de enseñarnos cómo funciona esto
del drift o drifting (como prefieras llamarlo). A él le hemos elegido porque apunta maneras. Lleva sólo tres
años compitiendo y ya es uno de los campeones amateurs que acaba de dar el salto al mundo profesional.
Una vez allí, en la acera y junto al taller Lavirueda, descansa su inseparable compañero. Se trata de un Nissan
200SX, también conocido como Silvia. Un coche reconocible por las pegatinas ‘Drift Experience’ y por su llamativo color azul pitufo. Y junto a él, como si se tratara de Rocinante, este particular Don Quijote del asfalto. Hechas las presentaciones, Fran nos detalla el plan
del día. Viajaremos hasta el circuito de Arenas de San
Juan (Ciudad Real) para vivir una intensa jornada de
drift. Por el camino, además, experimentaremos la sensación de desplazarnos en este llamativo coche.
Toda una experiencia
Viajar en el Nissan 200SX es algo que no ocurre todos
los días. Primero, no existen muchas unidades en
España. Y segundo, montar en él es toda una experiencia. Y es que, a pesar de ser un coche de competición,
con él podremos viajar por una carretera convencional.
“Está matriculado y tiene las inspecciones técnicas superadas”, señala. “Al principio me paraba más la Guardia
Civil porque no se podían creer que un coche así estuviera en regla. Hoy ya no lo hacen. Se ponen detrás, me
leen la matrícula y, como todo está informatizado, comprueban que el coche está en regla”, afirma.
Mientras recorremos los primeros kilómetros nos vamos fijando en algunos detalles del coche. Y lo primero que nos llama la atención es que está casi hueco en
su interior. De hecho, es como si se hubiera vaciado todo el habitáculo y el maletero para después colocar únicamente dos asientos bacquet. “Es para que la mayor
parte del peso esté en la parte delantera y la trasera quede suelta”, comenta. “¿Y esos relojes?”, le preguntamos
señalando las tres esferas situadas en el montante delantero izquierdo. “Marcan la presión del aceite, el soplado del turbo y la mezcla de gasolina y aire”, explica. “Y...
¿este otro dispositivo situado en el volante?”, le volvemos a preguntar. “Es el turbotimer. Se encarga de mantener el motor encendido durante un período corto de
tiempo para no dañar el turbo”, afirma.
No obstante, a lo que Fran le presta una atención especial es a la controladora del turbo, situada en el centro
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detalles
NISSAN 200SX
(Nissan Silvia en otros países)
• Año de fabricación: 2000• Motor: Delantero, cuatro cilindros • Cilindrada: 1.998 c.c. • Potencia: 200 CV a 6.400
rpm • Par máximo: 265 Nm • Transmisión: manual de cinco velocidades • Tracción: posterior MEDIDAS: •
Largo/Ancho/Alto: : 4.440 / 1.695 / 1.290 mm • Batalla:
2.525 mm • Peso: 1.260 kg • Neumáticos: 205/55 R16 •
Velocidad: 235 km/h • Aceleración de 0 a 100: 7,5 s.
FRAN
BOLAÑOS
Edad: 38 años; Madrid; 3 años de experiencia
como piloto de drift. Trabaja en una empresa de
telefonía móvil ya que, de momento, no puede vivir
de esta especialidad. También ha creado la empresa
Drift Experience (http://www.driftexperience.es) que
ofrece experiencias y cursos de conducción para
dominar la técnica del derrapaje.
derrapar
Un piloto que también hace de mecánico
Aunque a Fran lo que le gusta es hacer unos derrapajes increíbles, este piloto también tiene muchos conocimientos de mecánica. Además, no le queda otra, ya que tiene que estar continuamente revisando el vehículo junto
con los mecánicos. Y aunque en este coche de drift suele fallar casi de todo, uno de los dispositivos más delicados es la controladora del turbo.
¿Cuánto
cuesta ser un
piloto de drift?
DRIFT
El arte de
Coche preparado de segunda mano
12.000 
Mejoras realizadas (suspensiones,
6.000 
brazos de suspensión, tirantes de dirección,
dirección nueva, barra de torsión)
Elementos de desgaste: ruedas, aceites… 3.000 /año
Gastos de mano de obra en el taller
6.000 /año
Licencia
135 
Total
27.130 
de la consola. “Es lo que da mayor potencia al coche”, señala. Este dispositivo regula electrónicamente la presión a la que trabaja el turbo para poder exprimir el motor. “De serie, la controladora está en 0,6 -que es alrededor de 200/220 CV-“, afirma. “En algún momento la
he puesto a 1.4, que pueden ser unos 350 CV”, afirma.
“Pero hay que tener cuidado y no pasarse (más de 1.8)
porque podríamos romper el motor o el turbo”, señala.
Aun así, nuestro mayor asombro viene cuando Fran
nos comenta que el espacio donde está situada la palanca del cambio está hueco. “Si quitáramos el plástico
que lo recubre podríamos ver el suelo”, señala. “Por eso
tenemos que ir con las ventanillas un poco abiertas, ya
que parte de los gases que genera el escape suben para
arriba y entran en el habitáculo”, nos dice con una
tranquilidad pasmosa.
Pues bien, a pesar de que vamos con las ventanillas algo bajadas, que los bramidos del motor están bien presentes en el habitáculo y que el coche es una auténtica tabla, el confort es más o menos razonable. De ahí
Este coche es una obra de artesanía. De hecho, son innumerables las horas que pasa dentro del
taller. Para viajar al circuito, echa
las ruedas en la parte trasera.
reportaje 63
DRIFT
El arte de
derrapar
El drift está de moda
Aunque hoy el drift es una especialidad que aún no está
al 100% reconocida por la federación de automovilismo,
su auge ha obligado a este organismo a trabajar en su
regulación. En la actualidad, hay unos 100 pilotos en
España que, como Fran, disfrutan de esta práctica
aceites (motor y cambio). Otros 3.000 euros al año. En
total, la suma puede ascender a unos 27.000 euros”, señala. “Así que soy el mejor cliente que tiene este taller”,
dice entre risas.
que aproveche el viaje para preguntarle por sus inicios.
“Todo comenzó -afirma- cuando fui a una exhibición y
conseguí que un piloto me diera una vuelta. Y tras la
experiencia, ni corto ni perezoso, le dije: esto también
lo sé hacer yo”. Así que a los pocos días ya estaba mirando coches de drift en venta.
“¿Y este vicio es barato?”, le preguntamos. “Me temo que
no”, contesta. “Primero gasté unos 12.000 euros en el
coche. Tenía 160.000 kilómetros y su antiguo propietario lo había preparado para hacer drift”, señala. “Traía
inyectores específicos, un intercooler, una bomba de gasolina Walbro, manguetas de competición, bacquet,
barras antivuelco y diferencial autoblocante”, recuerda.
No obstante, a Fran todo esto no le tuvo que parecer suficiente. Al poco tiempo ya estaba introduciendo nuevas piezas: “Suspensiones especiales para hacer drift,
brazos de suspensión con tirantes de competición, una
nueva dirección, barras de torsión...” En total, otros
6.000 euros adicionales. “Y a eso hay que añadir la mano de obra. Que sólo el año pasado fueron otros 6.000
euros más”, afirma. “El último desembolso son los elementos de desgaste”, dice. “Se trata de las ruedas y los
Ser una estrella del drift es caro. Y no sólo por el coche, las piezas y la mano de obra que conlleva. También por los neumáticos. Y es que estos deportivos son ‘máquinas de quemar rueda’.
Fran, por ejemplo, en todo un día de entrenamientos puede gastar entre 18 y 20 neumáticos.
Cifra que aumenta hasta los 700, si contamos desde que empezó como piloto hace tres años.
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Unas derrapadas increíbles
Por fin llega la hora de la verdad. Tras quitar las placas
de matrícula con un simple destornillador y comprobar la presión de los neumáticos, Fran entra en el circuito para hacer su particular exhibición. ¡Increíble!
Derrapadas hacia un lado, hacia otro, cruzadas enlazando curvas, derrapajes a altísima velocidad, ‘donuts’
desde parado que dejan una humareda que se puede
ver desde lejos... A nosotros nos ha dejado perplejos.
Ahora, para hacer la foto que ilustra la apertura del reportaje, le pedimos que siga a nuestro coche y que
continúe derrapando. De nuevo la sensación es indescriptible. Imagínate tener un ‘tío’ detrás, con el coche
completamente de lado y alta velocidad, a escasos centímetros de nosotros (sobre todo de Diego -el fotógrafo- que va atado en el maletero) y con un chirriar de
neumáticos ensordecedor...
A la hora de preguntarle por la técnica, Fran nos deja claro que casi todas sus maniobras las realiza a base de dar
gas. “Aunque se puede tirar de freno de mano, dar un ‘volantazo’ para transferir las masas, reducir bruscamente
la marcha o incluso girar hacia el interior de la curva y
pisar el freno... yo prefiero usar el acelerador para cruzar
el coche”, afirma. Lo que no cuenta después es que, además, hay que tener muchas ‘manos’ (que, traducido, significa miles de horas de práctica) para controlar con total seguridad las derrapadas. O para luchar contra otros
‘gladiadores’, que es así como llama a sus rivales.
En cuestión de un par de horas en el circuito, Fran ya se
ha ‘cepillado’ cuatro neumáticos. Y él mismo es el encargado de coger el gato hidráulico y cambiar estas ruedas
-que tienen los alambres colgando- por otras ‘nuevas’. La
jornada es tan emocionante que “esto del drift nos está
enganchando mucho”, le decimos. “Pues es fácil”, responde. “Por menos de 200 euros puedes hacer un curso de iniciación y en un par de horas estarás haciendo derrapadas”. Así que Fran... ¡te tomamos la palabra!.
en
ORBYT.es
Aquí los lectores de Marca motor en Orbyt pueden ver a Fran Bolaños
haciendo unas increíbles derrapadas en el circuito de Arenas de San Juan.
Derrapajes ‘de cine’ en la gran pantalla
El séptimo arte también se ha hecho eco del drift. Un buen ejemplo de ello es
‘Fast & Furious’. De esta saga, protagonizada por el malogrado Paul Walker,
ya se han estrenado seis entregas y hay preparada una séptima película para 2015. Mención especial merece “The Fast and the Furious: Tokyo Drift”,
en la que hay un guiño especial a Japón y a esta especialidad de conducción.
Ken Block y sus increíbles ‘gymkanas’
Otro que ha sacado mucho partido al drift es el piloto Ken Block. Basta poner
su nombre y la palabra ‘gymkana’ en el buscador de YouTube para descubrir
algunos de sus vídeos de acrobacias que ya cuentan con más de 100 millones
de reproducciones. No obstante, fuera de las ‘gymkanas’, las participaciones
de Block en los campeonatos internacionales de rallies han sido discretas.
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