A Contraluz - Fundación Instituto de la Mujer

Transcripción

A Contraluz - Fundación Instituto de la Mujer
A CONTRALUZ
Memoria de la Fundación Instituto de la Mujer 1987-2014
Inscripción Nº
ISBN:
Fotografías
Edición de textos: Adriana Gómez
Todas las fotografías forman parte del Archivo Fotográfico Fundación Instituto de la
Mujer, excepto cuando se indique lo contrario.
Diseño y diagramación: Paulina Manzur Morales
Impresión: Andros Impresores
Fundación Instituto de la Mujer
Compañía 1068, oficina 506, Santiago
[email protected]
www.insmujer.cl
Santiago de Chile, julio 2015
Archivo fotográfico personal de Natacha Molina, páginas 20 y 21.
Kena Lorenzini, páginas 5 y 35.
Osvaldo Briceño, páginas 123 y 124.
Adriana Gómez, página 122.
Jesús Inostroza, página 55.
Gisela Parisaca, página 128.
Marco Ugarte, páginas 31, 33, 34, 40 y 42.
Movimiento por la Defensa de la Anticoncepción, página 122.
Rodrigo Sáez Molina, página 22.
Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe, RSMLAC, página 45.
Memoria de la Fundación Instituto de la Mujer
1987 – 2014
Nuria Núñez R.
Carmen Torres E.
y la colaboración de María Angélica Benavides A.
Autoras
Nuria Núñez Rius
Carmen Torres Escudero
Socióloga con estudios en Psicología, Literatura
y Ciencias Políticas en la Freie Universität Berlin,
Alemania. Estudios de Desarrollo, Planificación y
Políticas Públicas en ILPES, CEPAL. Diploma en
Mediación Familiar del Instituto Chileno de Terapia
Familiar y estudios de postítulo en Mediación
Social de Conflictos en la Universidad de Chile.
Facilitadora en Programas de reeducación para
hombres agresores, Canadá.
Periodista, comunicadora, feminista e investigadora,
con amplia experiencia en estudios y artículos
relativos a la condición y situación de las mujeres
chilenas y latinoamericanas. Realizó parte de sus
estudios de periodismo en la Universidad de Chile
(1970-1973) y los terminó en la Université du
Québec à Montréal (1986), Canadá, entidad en la
que también obtuvo su Magister en Comunicaciones
(1994). Exdirectora de la Fundación Instituto de
la Mujer (noviembre 1986-marzo 2014). Se ha
especializado en género, migración, violencia de
género, entre otros asuntos.
Feminista y cofundadora del Instituto de la Mujer,
actualmente es presidenta de la Fundación
Instituto de la Mujer. Se ha especializado en temas
de pobreza, género, participación política de las
mujeres, violencia de género, familia, entre otros.
Colaboradora
María Angélica Benavides Andrades
Doctora y Magister en Psicología Social (Beca CONICYT y Fundación Ford) en Universidad Autónoma de
Barcelona (UAB). Psicóloga Universidad Santo Tomás, Santiago, Chile. Investigadora Grupo Violencia en
la Pareja y en el Trabajo (UAB), España. Líneas de investigación: violencia política, memoria, género. Se
desempeña en docencia e investigación en temáticas sociales, comunitarias y psicosociojurídicas en el
Departamento de Psicología, Universidad de Concepción y Departamento Psicología, Área Socio-jurídica,
Universidad Andrés Bello, Concepción.
• Fotografía página siguiente:
Manifestación de 25.000
mujeres contra la dictadura.
8 de marzo de 1988. Estadio
Santa Laura.
Fotografía de Kena Lorenzini,
gentileza de la autora.•
Agradecimientos
E
sta Memoria tiene su génesis en los múltiples documentos de trabajo, proyectos, informes de
actividades, publicaciones, trípticos, cartillas, afiches y en el archivo fotográfico de la Fundación
Instituto de la Mujer, pero se apoya especialmente en la memoria personal y colectiva de las autoras,
así como también en la de todas las personas que han colaborado con este propósito.
La Memoria no es exhaustiva y puede contener errores o imprecisiones que son de exclusiva
responsabilidad de las autoras. Los aciertos, en cambio, se deben a la gran y desinteresada ayuda
de muchas personas, a las que queremos agradecer.
Al actual Directorio de la Fundación Instituto de la Mujer, Lidia Casas, Roberto Garretón, Claudio
González y Margarita Romero, al que se sumó Regina Rodríguez, por su firme decisión de
entregarnos la tarea de elaborar esta Memoria. Sin su apoyo e impulso difícilmente la hubiésemos
sacado adelante.
A quienes, con sus comentarios, opiniones, aportes, materiales y sugerencias han contribuido a la
elaboración de la misma.
A todas las mujeres que trabajaron tanto en el Instituto de la Mujer como en la Fundación Instituto
de la Mujer, por sus ideas, creatividad, inteligencia y la pasión puesta al servicio de las luchas
emblemáticas de las mujeres. Todas han dejado una huella indeleble en nuestra historia, son parte
de ella.
A las numerosas mujeres que trabajaron en el Instituto en diferentes etapas y que colaboraron con
entrevistas, opiniones y comentarios, ayudando también en la valiosa y ardua tarea de reconocer
rostros, nombres y actividades entre las miles de fotografías de archivo.
A las mujeres que, sin formar parte de nuestra organización, estuvieron generosamente dispuestas
a entregar sus comentarios sobre el quehacer de la institución.
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A Emma de Ramón, Directora Nacional de Archivos (DIBAM) y Curadora del Fondo Mujeres
y Géneros del Archivo Nacional, y Marcela Morales, profesional de apoyo del mismo Fondo,
quienes nos alentaron y alimentaron con sus comentarios e ideas, sobre todo en momentos
en que nos embargaban dudas respecto de cómo continuar.
A todas aquellas que nos han ayudado a recopilar y analizar cientos de materiales, declaraciones,
folletos, recortes de prensa, entrevistas, en fin, toda la riquísima documentación disponible
y a identificar cada fotografía, cada momento. Gracias por su constante y preciso trabajo.
Especial reconocimiento a las mujeres con las que nos articulamos en redes, grupos,
coordinaciones y plataformas, y a las organizaciones no gubernamentales de mujeres. Juntas
crecimos y nos hicimos más fuertes y visibles, unimos voces para denunciar la discriminación
contra las mujeres, juntas construimos discursos y propuestas. Gracias amigas por habernos
apoyado.
A todas las Agencias de Cooperación al Desarrollo que desde el primer minuto creyeron en
nuestra apuesta y se atrevieron a acompañar nuestro recorrido, apoyando el quehacer del
Instituto en sus distintos momentos y proyectos. Gracias por su confianza y por compartir un
mismo propósito.
A las muchas mujeres y hombres inmigrantes que vieron en el IMU un espacio de confianza y
legitimidad, gracias por darnos la posibilidad de unirnos y de trabajar juntos.
Especialmente, y con mucho cariño, recordamos a Francisca Toledo, joven chilena que
fue rostro del afiche “Con la integración, todas y todos ganamos”, quien falleció en julio
de 2010, pocos meses después del lanzamiento de la tercera campaña sobre las mujeres
inmigrantes. Y a Jesús Yataco, de nacionalidad peruana, presidente de la Red Social Migrantes
Entre-Culturas Chile, gran colaborador y aliado, fallecido en febrero de 2014. Ambos fueron
grandes amigos del Instituto y siempre apoyaron decidida e incondicionalmente las distintas
actividades desarrolladas en el tema de inmigración.
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También queremos recordar a Carla Vidal, psicóloga, y Guadalupe Santa Cruz, reconocida
escritora, profesionales del IMU durante varios años, fallecidas en 2012 y 2015,
respectivamente, por sus importantes aportes a los derechos de las mujeres y por haber
plasmado en sus escritos algunas de las experiencias más enriquecedoras para las mujeres
y para nuestra institución, los derechos reproductivos y el liderazgo.
A Kena Lorenzini, Osvaldo Briceño, Adriana Gómez, Jesús Inostroza, Rodrigo Sáez, Gisela
Parisaca y especialmente a Marco Ugarte, por autorizarnos a reproducir algunas de sus
fotografías.
A Héctor Noguera (actor), Liliana García (actriz), Amaro Gómez-Pablos (periodista) y Juanita
Parra (música), quienes con sus experimentadas voces dieron vida a los spots radiales de la
campaña por la visibilidad e integración de las inmigrantes.
Nuestro especial agradecimiento a Angélica Benavides, quien inició la difícil tarea de compilar,
leer y seleccionar textos e imágenes de la historia del Instituto. A Adriana Gómez, editora, y
a Paulina Manzur, diseñadora y diagramadora, por su paciencia, sus importantes aportes y la
energía con que nos apoyaron en esta travesía.
Seguramente muchas mujeres y feministas chilenas y extranjeras, que fueron parte y
acompañaron nuestros pasos en una u otra etapa, se sentirán reflejadas en esta historia y
recordarán, con alegría y nostalgia, los momentos compartidos. Un saludo también a ellas
por haber estado ahí cuando fue necesario.
Nuria Núñez Rius
Carmen Torres Escudero
Julio 2015
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ÍNDICE
13 Natacha, todas las otras, las demás, nosotras y el Instituto de la Mujer
19 Recordando a Natacha
23 Trazos de una historia feminista
33 I. El Instituto de la Mujer: Feminismo y posicionamiento político en dictadura (1987-1990)
36 Los inicios
38 Democracia, ciudadanía y política
42 Desarrollo económico, pobreza y trabajo
44 Cultura, familia y sexualidad
Violencia doméstica
53 II. La democracia: Desafíos y oportunidades para la agenda de género (1991-2005)
54 El fortalecimiento
56 Participación política
Modernización del Estado e igualdad de oportunidades
Escuela de Formación de Líderes Mujeres
65 Familia y derechos humanos de las mujeres
Violencia intrafamiliar
Violencia sexual contra las mujeres
Igualdad de hijas e hijos ante la ley
Ley de divorcio
Tribunales de Derechos de las Mujeres Chilenas
Las mujeres víctimas de violencia sexual como tortura durante la represión política en
Chile, 1973-1990: un secreto a voces
90 Desarrollo económico y empleo
Juventud y trabajo
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95 Derechos sexuales y reproductivos
Prevención de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) y SIDA
Aborto terapéutico
100 Extensión, articulaciones, redes y plataformas
Actividades de extensión
Articulaciones, redes y plataformas
Agendas internacionales de género
Informes Sombra
111 III. Temas pendientes, temas emergentes: Voces y acciones de las mujeres (2006-2013)
112 Agenda pendiente, nuevos rostros, nuevos desafíos
114 Participación y representación política de las mujeres
Nuevas lideresas
Políticas de género: Estudios de análisis sobre los gobiernos de Michelle Bachelet y de
Sebastián Piñera
119 Derechos humanos y derechos de las mujeres
Violencia contra las mujeres
Previsión social y derechos laborales
El pildorazo
125 Globalización, modelo de desarrollo y ciudadanía
Inmigración femenina
Acompañamiento psicosocial a mujeres inmigrantes
Ciudadanía y protección de los derechos humanos de la población inmigrante en Chile
Campañas y guías informativas
Informes Sombra relativos a inmigración
Impacto y reconocimientos
143 Caminos por andar
146 Bibliografía
151 Publicaciones del Instituto de la Mujer
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Natacha, todas las otras, las demás, nosotras y el
Instituto de la Mujer
Emma de Ramón Acevedo1
U
na gran feminista de la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas (ANAMURI), Francisca
Rodríguez, señaló en una entrevista que la izquierda chilena tiene una gran deuda con las mujeres2.
Este aserto tiene, desgraciadamente, gran parte de verdad. Porque, más allá de los reconocimientos
institucionales y jurídicos que ha realizado el Estado y los partidos, como la creación del Servicio Nacional
de la Mujer (SERNAM), y más recientemente del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, o la
validación de algunos de sus derechos humanos fundamentales como la, también reciente, participación
política más igualitaria a través de la ley que reforma el sistema binominal, otros aspectos del desarrollo
social aún muestran la desigualdad de la situación de las mujeres respecto de los hombres en nuestro país.
Durante los años medianeros del siglo veinte y antes del golpe militar, las mujeres habíamos conseguido
formular una suerte de carta de navegación respecto de nuestra situación de menoscabo frente a los
hombres en los ámbitos público y privado y habíamos logrado ingresar a la vida política a través del
derecho a estudiar, a votar y a ser elegidas. No obstante, la cultura abiertamente patriarcal y machista
en la que estábamos inmersas e inmersos continuaba relegándonos a un segundo plano en cuanto a
participación política, acceso al trabajo, igualdad salarial, derechos sexuales y reproductivos y derecho a
vivir sin violencia, entre otros.
En efecto, desde tiempos tan tempranos como el inicio de las luchas sufragistas dirigidas por grandes
lideresas como Elena Caffarena, Olga Poblete, Graciela Mandujano y Marta Vergara, entre otras, el legendario
Movimiento Pro Emancipación de la Mujer Chilena (MEMCH) supo establecer una ruta de reivindicaciones
que continuaron vigentes durante los años cincuenta, sesenta y principios de los setenta del siglo pasado: el
1. Doctora en Historia; Directora Nacional de Archivos, DIBAM, Chile; Conservadora del Archivo Nacional; Curadora del Fondo Mujeres y
Géneros, Archivo Nacional de Chile.
2. Entrevista a Francisca Rodríguez (2013). Archivo Mujeres y Géneros, Fondo Audiovisual. Archivo Nacional de Chile.
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derecho al sufragio universal era uno de esos derechos elementales, pero no el
único. También estaban los asuntos laborales que incluían desde la protección
al hijo/hija por nacer mediante licencias pre y postmaternales, el cuidado de los
hijos/hijas durante las jornadas laborales de las mujeres en jardines infantiles,
y la igualdad salarial respecto de trabajos equivalentes. Desde luego, también
estaban los aspectos familiares que en el caso de las mujeres se cruzan e
intersectan con los del trabajo: uno de ellos, la regulación de la fertilidad
mediante el conocimiento de sus ciclos fértiles y, la utilización de métodos
anticonceptivos como los dispositivos intrauterinos (DIU) desarrollados en Chile
por médicos chilenos, o la pastilla anticonceptiva a partir de la década de 1960.
Por supuesto, el aborto libre era otra de las reivindicaciones que las memchistas
enarbolaban, en momentos tan tempranos como mediados de la década de
1930. Al leer la revista La mujer nueva, órgano oficial de esta agrupación, es
sorprendente la claridad del diagnóstico respecto de los nudos críticos en los
que se sostenía y sostiene la desigualdad de los géneros en Chile: la violencia
contra las mujeres, la precariedad de los hogares encabezados por mujeres,
las condiciones en las que se realizaba el aborto clandestino y el peligro de
estos para las mujeres más pobres, entre otras cuestiones. Al hojearla, muchas
veces, podríamos pensar que estamos leyendo una revista actual y no de hace
ochenta años3.
Pero por más que existieran estos centros feministas que clamaban por la
igualdad, por más convenciones internacionales y publicaciones reivindicatorias,
su discurso no logró permear las directivas o las bases de los partidos políticos
de izquierda hasta 1973 ni tampoco después del golpe de Estado y de la
dictadura. Como hemos escuchado decir a muchas militantes de esos partidos
–por no decir a todas–, las secciones femeninas eran especies de “hueseras”
que las cúpulas masculinas creaban para silenciar a muchas de las militantes
3. Fondo Elena Caffarena. Archivo Mujeres y Géneros, Documentos. Archivo Nacional de Chile.
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más inteligentes, emprendedoras y empoderadas. Recuerdo el relato de Carmen
Gloria Aguayo –emblemática fundadora del MAPU y primera ministra del que
hoy es el Ministerio de Desarrollo Social–, referente a la campaña de Salvador
Allende en la que le tocó dirigir el área femenina. Contaba que poco antes de
las elecciones, ante la nula respuesta a sus solicitudes de financiamiento y
oportunidades para destacar el discurso de las mujeres dentro del trabajo de
difusión de la comisión central de la campaña, abrumada por la impaciencia
irrumpió una tarde en una reunión de dicha comisión. La habitación de la sede
central estaba oscura, iluminada apenas por una lámpara colgante al centro:
ocupaba la mayor parte de la sala de reuniones una mesa redonda rodeada de
hombres cuyas siluetas se perdían detrás de una nube de humo de cigarrillos,
sin dejar distinguir si aquello era un juego de póquer o una reunión política4.
El espacio político y público era de los hombres y en él las mujeres éramos
extranjeras tratando de hacernos un lugar en lo que no nos pertenecía. Para
ellos, carecíamos de las aptitudes, conocimientos y experiencia; además,
irrumpíamos en este ámbito dejando de lado lo que sí estaba “en nuestra
naturaleza”: cuidar a los hijos, la casa, el marido y alguna otra persona que
nos necesitara (nuestros padres, alguna hermana enferma, por ejemplo). Es
más, participar en estos entornos “naturalmente” masculinos era indicativo
del abandono en el que las mujeres tenían su hogar, y señal manifiesta de
un “marido débil y permisivo”. Este “ser para otros” no tenía un papel claro
en estas organizaciones, por lo que las oficinas “de la mujer” en los partidos
se ubicaban siempre al fondo del edificio, en habitaciones mal tenidas o mal
equipadas; sus voces eran poco escuchadas por las directivas –si es que lo
eran alguna vez–, sus reivindicaciones eran consideradas de mal gusto por
ser demasiado íntimas y cotidianas y sus liderazgos ensombrecidos antes de
4. Entrevista a Carmen Gloria Aguayo (2015). Archivo Mujeres y Géneros, Fondo Audiovisual. Archivo
Nacional de Chile.
emerger, como ocurrió con María de la Cruz y con tantas otras que intentaron
seguir su camino. Como nos señaló Lily Rivas, lideresa del Instituto de la Mujer
de Concepción, las mujeres servían para las actividades domésticas dentro de
la organización, es decir, hacer el aseo y servir el café, tareas que explícitamente
se les solicitaban.
Todos los documentos que hemos podido consultar de los años de la Unidad
Popular dan cuenta de una ardorosa labor femenina en terreno, construyendo,
manifestándose, haciendo capacitación siempre al lado de los compañeros,
pero con nula o escasa presencia en las actividades de representación5.
Como dice María Isabel Matamala, las jóvenes revolucionarias de entonces
estaban seguras que cuando triunfara la revolución, el nuevo estado de cosas
permitiría de suyo la igualdad entre hombres y mujeres sin comprender que la
discriminación de género es mucho más profunda que la discriminación social6.
Durante la dictadura, y dada la persecución que sufrían las cúpulas políticas,
los militantes y dirigentes de partidos de izquierda, así como la muerte o
desaparición forzosa de muchos hombres comprometidos con la recuperación
de la democracia, fueron las mujeres populares quienes iniciaron la resistencia
civil a través de las organizaciones de familiares de detenidos desaparecidos,
de las ollas comunes ante la cesantía y crisis económicas sucesivas, y otras
formas de rebelión popular. En otras palabras, llegó un momento en que las
mesas o comités centrales de los partidos de izquierda estaban en manos
de mujeres. Fueron ellas también las que iniciaron acciones de oposición al
régimen militar, como las huelgas de hambre, las barricadas en las poblaciones,
las protestas cacerola en mano, la creación de comités de autodefensa frente a
la represión y otras destinadas a desestabilizar el gobierno de facto.
Otras mujeres, particularmente aquellas que volvieron del exilio para reencontrarse
con su patria durante los primeros años de la década de 1980, intelectuales y
profesionales chilenas formadas en Chile o fuera del país en estudios de pre y
postgrado, también tuvieron un importante espacio en esta tarea. Durante esos
años de oposición a la dictadura, algunas feministas activistas por los derechos
de las mujeres iniciaron la organización de pequeños centros de reflexión y
acción feminista en universidades o en lugares propios. Así, las reivindicaciones
de las mujeres se hacían parte de las demandas amplias por recuperar un
sistema político democrático. De esos tiempos provienen instituciones como el
Círculo de la Mujer, la Casa de la Mujer “La Morada” y el Centro de Desarrollo
de la Mujer (CEDEM), primeros ensayos para la elaboración de un discurso
propiamente feminista chileno, independiente de la lucha antidictatorial, pero
a la vez profundamente comprometido con ella. Vemos así a estas primeras
activistas levantando el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, como una
jornada por la libertad de todas y todos7 o voceando el famoso lema de Julieta
Kirkwood “democracia en el país y en la casa”, que tanto ha animado las
marchas y acciones de las mujeres durante estos años.
Una experiencia similar ocurrió con las exiliadas: muchas de ellas al salir
fuera de Chile, después de ser perseguidas, detenidas, atrozmente vejadas y
torturadas, se encontraron con teóricas feministas europeas en las cátedras
universitarias a las que concurrían a estudiar. Ello, unido a la crisis de los
gobiernos comunistas de la Europa del Este, cristalizó en un movimiento
potente de mujeres retornadas al país desde mediados de la década de 1980,
5. Véase Colección Fotográfica de Amy Conger de la Población Nueva La Habana (1973). Archivo
Mujeres y Géneros, Fondo Fotográfico. Archivo Nacional de Chile.
6. Entrevista a María Isabel Matamala (2014). Archivo Mujeres y Géneros, Fondo Audiovisual. Archivo
Nacional de Chile.
7. Detención de Julieta Kirkwood (1982) Fondo Mujeres y Géneros, Colección de fotografías de Eliana
Largo. Archivo Nacional de Chile.
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quienes, sin esperar la aprobación de nadie, comenzaron a tomarse la palabra y
la acción. En este sentido colaboraron activamente con la resistencia al régimen
de Pinochet y generaron una amplia producción intelectual, integrando de paso
a jóvenes discípulas que se incorporaban a estos grupos para consolidar su
formación. Lo paradójico fue, retomando la idea que expresamos en el primer
párrafo, que la invisibilización de este aporte femenino a la lucha contra la
dictadura fue completa. Las mujeres, algunas grandes luchadoras, incansables
y propositivas, como Sola Sierra, fueron absolutamente ignoradas en los cargos
de poder del primer gobierno de transición. Asimismo, el naciente SERNAM
(1991), con su directora Soledad Alvear, fue instalado en el último lugar de
la jerarquía de los ministerios por ser solo un “Servicio”. Seguía entonces la
tendencia a relegar a las mujeres al cuarto del fondo, a limitar sus acciones al
ámbito de lo privado y la familia, como si nunca hubiera pasado nada de lo que
había ocurrido durante los 17 años de la dictadura militar. Era el advenimiento
de la democracia, pero no para las mujeres que seguían –y en gran medida
seguimos– experimentando la tiranía sobre nuestros cuerpos por parte de
los hombres (marido, padre, ginecólogo), la marginación del poder político, la
violencia sexista, la doble y triple jornada de trabajo, y el peso de las labores
del hogar, desde luego no remuneradas y no reconocidas.
Las organizaciones no gubernamentales como el Instituto de la Mujer se
incorporaron de inmediato a la lucha por los derechos de la mujer en este
nuevo escenario que se abría con el retorno a la democracia: consiguieron
financiamiento, organizaron foros, investigaron, realizaron talleres para nuevas
lideresas, formaron centros de documentación, editaron periódicos, salieron a
las calles para protestar por estas nuevas marginaciones y, naturalmente, fueron
acercándose a la consolidación de algunas de sus reivindicaciones históricas.
La creación del SERNAM y de la Fundación para la Promoción y Desarrollo de
la Mujer, PRODEMU, como importantes instituciones de coordinación de las
políticas públicas referidas a mujeres en el ámbito social; diversas leyes como
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la igualación de los derechos sucesorios de los hijos legítimos e ilegítimos; la
incorporación de los acuerdos internacionales sobre mujer y familia a las políticas
públicas nacionales; la formación de los Tribunales de Familia; la instalación y
tipificación del concepto de femicidio; el análisis de la situación laboral de las
trabajadoras, son parte del enorme aporte que el Instituto entregó al país en
estos últimos años. A través de la actividad incansable de sus áreas de trabajo,
desde 1987 el Instituto de la Mujer ha contribuido de manera sustantiva al
movimiento de mujeres y a mejorar la condición de la población femenina en su
amplia diversidad.
Durante sus casi treinta años de desarrollo, el Instituto ha puesto atención
primordial en cuatro grandes áreas: en primer lugar, la participación política de
las mujeres, resaltando la tensión que instala en la sociedad chilena la presencia
minoritaria de las mujeres en la vida pública y en el poder. Desde sus inicios, el
Instituto supo precisar muy bien que sin un cambio profundo de las condiciones
que el patriarcado imponía –e impone– en la delegación del poder político,
las mujeres tendrían pocas posibilidades de obtener la anhelada igualdad de
género. De allí surgen ideas como los talleres de formación de lideresas que,
en el mediano plazo, logró que muchas de las líderes locales capacitadas
asumieran mayores responsabilidades de representación en sindicatos, juntas
de vecinos, concejos municipales y partidos políticos.
En segundo lugar, analizaron la familia como institución que, en muchos casos,
marca el destino de las mujeres: así, los temas de violencia contra la mujer,
ley de divorcio, igualdad de los hijos e hijas ante la ley –es decir, el término a
la discriminación entre hijos legítimos y naturales-ilegítimos–, el concepto de
jefa de hogar, el doble trabajo de las mujeres e incluso el tema de la violencia
de Estado contra las mujeres en tiempos de dictadura fueron problemáticas
ampliamente abordadas, permitiendo que unos años después de iniciado su
trabajo se impusieran en las agendas gubernamentales.
En tercer lugar, esta mirada global también se dirigió a la temática de trabajo
y desarrollo económico. Fue así como el Instituto abordó el área de pobreza y
mujer, demostrando con sus estudios que las jefas de hogar constituían una
población vulnerada y que su protección era un eje primordial en toda agenda
de desarrollo social. Se profundizó, por ejemplo, sobre las diferencias salariales
entre hombres y mujeres, la falta de representación de mujeres en las áreas de
decisión y de mayor responsabilidad en las empresas, el acoso laboral, entre
otros.
Por último, no han quedado fuera de sus intereses las materias de salud sexual
y reproductiva de las mujeres, el aspecto más complejo de poner en la agenda
en un país donde las élites políticas mantienen una mirada ultraconservadora y
represiva. Efectivamente, la prevención del embarazo, el derecho al aborto y la
prevención de las infecciones de transmisión sexual han sido también parte de
sus áreas de desarrollo.
A mi juicio, el gran mérito del Instituto de la Mujer fue sensibilizar a los
movimientos sociales en torno a los problemas de las familias y de las mujeres,
mostrando la necesidad urgente de políticas públicas sensibles al género e
integradas a estrategias sociales vinculadas al desarrollo humano sustentable
del país. El Instituto de la Mujer hizo, así, la traducción de esos reclamos
dispersos en el movimiento social de las mujeres, hacia el mundo político. Fue
el nexo que se requería en ese momento para la incorporación de demandas
largamente defendidas en las calles, los periódicos y las aulas, al discurso
político nacional. Con sus investigaciones, agendas temáticas, trabajo con
comisiones parlamentarias, de su red de influencias políticas y sociales, llenó
de contenidos –de estudios, cifras, conceptos–, las consignas que otras
organizaciones lanzaban a la arena política. De esa manera y gracias a ese
trabajo –pocas veces reconocido y muchas veces olvidado– asuntos como
la violencia contra las mujeres, el embarazo adolescente, la ley de divorcio, la
ausencia femenina en la representación política, las vulneraciones a los derechos
de las inmigrantes, la igualdad de género, entre otros, se tradujeron en leyes y
políticas públicas que han permitido llevar adelante desde los servicios públicos
esas exigencias ciudadanas. Sin esa bisagra, habría sido muy difícil avanzar en
los objetivos del movimiento de mujeres en esta etapa.
Y esta es la experiencia del Instituto de la Mujer cuya Memoria presentamos
en estas breves palabras. Los últimos años de la lucha contra la dictadura y
los de la transición a la democracia conforman la base del singular recorrido
durante el cual, desde su lucha como mujeres y como feministas, el Instituto
logró retomar un camino trazado por otras mujeres cincuenta o sesenta años
antes, actualizarla y reponerla en la agenda gubernamental y parlamentaria.
Gran parte de los logros políticos y culturales de las mujeres chilenas actuales
se deben a su trabajo permanente.
Temo nombrar a unas y olvidar a otras; perdónenme pero prefiero recordarlas
a todas en torno a la figura de su gran ausente, Natacha Molina, quien fuera
fundadora y por largos años directora del Instituto de la Mujer. Conocí a Natacha
demasiado tarde: su amor por el Instituto saltó a sus ojos apenas comenzó a
hablarme de los documentos de la organización buscando la posibilidad de
dejarlos en el Archivo Nacional, último deseo que se cumplió poco después de
su fallecimiento. Cuando la conocí, yo no sabía que estaba enferma de muerte,
supe solo que le costaba caminar y que el cigarrillo había sido su compañero
siempre. Vi en ese momento a una mujer valiente y decidida a toda prueba,
consciente y lúcida como pocas respecto del camino recorrido, sabiendo el valor
que tenía lo realizado para la memoria de las mujeres y tejiendo complicidades
con otras (la famosa metodología de la “sororidad”), hablando de los hijos, de
las experiencias por las que había pasado, la gente que había conocido. Un
poco distanciada de la vida, es cierto, mirando con esperanza el futuro que le
prometía el Archivo Mujeres y Géneros para perpetuación de su legado mediante
los “papeles viejos” que, finalmente, arribaron al Archivo Nacional reduciendo
a unas cajas la experiencia descomunal de treinta años de trabajo. Qué ganas
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me dieron de sentarme a conversar con ella en un café, algún atardecer, y que
me contara esa experiencia, a ver si podíamos prolongarla por unos años en
mis propios recuerdos. Una nueva reunión nos congregó por una segunda y
última vez. La recuerdo sonriente, fumando asomada a la ventana para no
invadirnos de humo, tomando un café, todas hablando al mismo tiempo de
esta misma memoria que se escribiría para cerrar esta etapa, jamás para dejar
de pelear por nuestros derechos. Pensé que podría entrevistarla para nuestro
Fondo Audiovisual, creí que nos contaría algo de su vida, de su militancia, de
su familia, de su exilio, y de su paso por el SERNAM: quise que nos quedara
el recuerdo de su hermosa mirada llena de ilusión a pesar de los años, frente
a una cámara que pudiera legar una imagen al futuro, palabras dichas por su
boca. Todo fue demasiado tarde, pocas semanas después supe que había
partido de esta vida, que no pudo continuar con su lucha contra el cáncer
que la aquejaba y que tendríamos que ayudar a reconstruir parte de su vida
con este libro que espera ser fiel a la enorme labor que ella y sus compañeras
hicieron y hacen en pro de los derechos de las mujeres.
Santiago de Chile, julio 2015
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Recordando a Natacha Molina
Mujer, si te han crecido las ideas
de ti van a decir cosas muy feas
que no eres buena, que si tal cosa
que cuando callas te ves mucho más hermosa.
“Mujer”, Gloria Martín.
N
atacha nos dejó demasiado temprano, cuando aún la necesitamos para continuar abriendo caminos
que profundicen la democracia y reivindiquen la igualdad de género; cuando aún las mujeres chilenas y sus
organizaciones alzan voces enérgicas y valientes para manifestarse contra la desigualdad y la discriminación.
Aliada fiel del movimiento feminista, el progresismo y la democracia, vivió un largo exilio en Costa Rica
y México. Fue en estos países de acogida donde esta joven socióloga chilena continuó su desarrollo
profesional. Natacha, mujer libre, madre y esposa, prosiguió estudios, se perfeccionó y se desarrolló.
También fue allí, al compás de la lucha contra la dictadura militar chilena, donde se empapó del feminismo
y abrazó su causa. Tempranamente puso su afán en vincular el pensamiento y acción política con el
feminismo. Estos dos quehaceres constituyeron una de las improntas más significativas de las reflexiones
de Natacha, acompañándola a lo largo de su vida.
En el exilio se une a las demandas de las mujeres costarricenses y mexicanas, aprende de ellas, destacándose
por sus análisis preliminares sobre el papel de las mujeres en las sociedades latinoamericanas.
A mediados de los años ochenta, producto de la fuerza que adquiere el movimiento social contra la dictadura
chilena, se dispone al retorno acompañada de su familia. Vuelve a sumarse a las fuerzas democráticas para
construir un mejor país y, sobre todo, a unirse a otras para construir un espacio político feminista.
La acogen centros de reflexión y estudio, se integra al movimiento social y al movimiento de mujeres.
En 1983 participa en el Segundo Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, realizado en Lima,
Perú, donde comparte con otras feministas. En ese foro se reúne con chilenas, conoce de cerca lo que
ocurre en el país, crea vínculos y complicidades, participa en conversaciones que la nutren y la llevan a un
pensamiento y decisión que la comprometerán para siempre.
En 1987 funda, junto a otras cuatro mujeres, el Instituto de la Mujer, organización feminista dirigida a la
defensa de los derechos de las humanas y la democracia.
• 19 •
Al iniciarse un proceso de transición hacia la democracia, la pregunta por las aspiraciones de la población
y las propuestas políticas para satisfacerlas se hace en un contexto de desconocimiento generalizado.
Los años de represión han inhibido y reprimido toda alternativa de interlocución y diálogo entre partidos y
movimientos sociales.
• Comisión Interamericana
de Mujeres (OEA), 1998.
Fotografía de Archivo
personal Natacha Molina. •
Natacha se dedica con ahínco al estudio de este y otros asuntos; se destaca por sus análisis, hipótesis
y escritos. Constata que los grupos de mujeres y el movimiento de mujeres tienen mucho más claro que
los partidos políticos sus demandas y propuestas. Las organizaciones políticas de la época carecen de
políticas hacia la población femenina y solo presentan precarias interpretaciones sobre su situación y el rol
protagónico al que ellas aspiran. Las mujeres, como sujetos políticos, son simplemente invisibles.
Estudiosa del comportamiento político de las mujeres, Natacha pone su foco en temas relativamente
nuevos para la época, sobre los cuales el movimiento social tiende a tener un discurso y planteamientos
más estructurales que los clásicos actores políticos. Busca encontrar una articulación positiva entre
mujeres y democracia, pensándolas como parte constitutiva de una fuerza social de cambio, con perfil y
reivindicaciones propias, exigiendo representatividad y protagonismo en instancias de decisión política y
de poder.
• Instituto Socialista,
Buenos Aires, 2000.
Fotografía de Archivo
personal Natacha Molina. •
Observa con dedicación los distintos cambios que se van presentando en el escenario político nacional
e internacional, siempre atenta al desarrollo de la participación política de las mujeres, de las nuevas
protagonistas, de sus demandas, de la construcción de articulaciones, de las emergentes reflexiones y
propuestas. Era el momento de preguntarse si las mujeres se constituían o no en agentes de cambio, si
su participación era vista como una necesidad para la mantención del orden y los valores tradicionales o
si, efectivamente, eran expresión de una voluntad política de transformación o un mecanismo de acceso y
poder en el proceso de toma de decisiones.
Natacha conoció las dificultades que significaban para las mujeres participar activamente en política
contingente. En varios de sus escritos denuncia que la política se ha ejercido en Chile con criterios
excluyentes y con un alto sesgo concentrador en actores masculinos y urbanos, excluyendo la diversidad
y, por ende, marginando a las mujeres del poder político. Sin embargo, reivindica el ejercicio de la política
como una actividad legítima y necesaria para el país, que requiere ser democratizada, esto es, exige
promover un acercamiento de la política a la gente y a sus problemáticas cotidianas. Hoy no podríamos
estar más de acuerdo con esta aseveración.
• Día Internacional de la Mujer, 1997.
Fotografía de Archivo personal Natacha
Molina. •
• 20 •
• Seminario Mercosur,
São Paulo, Brasil, 1998.
Fotografía de Archivo
personal Natacha Molina. •
La articulación entre el Estado, las políticas públicas, las organizaciones políticas y sindicales y el enfoque
de género constituyeron un nudo central en sus pensamientos. Para ella el dilema central fue cómo
construir un sistema político que incorporara en igualdad de condiciones a las mujeres y las considerara en
propiedad como sujetos políticos, con poder y protagonismo.
A lo largo de sus múltiples escritos plantea que ejercer poder implica desarrollar capacidad de interlocución,
negociación y de establecer alianzas con otros actores sociales y políticos que podrían, desde sus intereses,
entender los planteamientos favorables a un mayor posicionamiento de las mujeres, articular o promover la
convergencia de intereses distintos, en aras de un objetivo común. Aquí, el vínculo de la igualdad de género
con la democracia y los temas de la agenda política resulta indispensable. La herramienta imprescindible
para el ejercicio del poder es la organización y su capacidad propositiva para tener voz e incidencia, una
cuestión muy vinculada a los recursos para el desarrollo autónomo de esas organizaciones.
En este contexto, y luego de largas disquisiciones colectivas, nace el proyecto emblemático del Instituto
de la Mujer y del que Natacha fue su creadora: la Escuela de Formación de Líderes Mujeres (1992). Su fin
era apoyarlas, entregarles herramientas para ejercer sus liderazgos y su poder de transformación en sus
organizaciones y en la sociedad en general; en resumen, apoyar su empoderamiento.
Su foco estuvo siempre en los temas de género y poder; con frecuencia exploró distintos ámbitos en
los que esas variables se manifestaban. De esta manera, no le fueron ajenos la educación y género,
los derechos reproductivos, la familia y la vida cotidiana, la incorporación femenina al mundo laboral, la
participación sindical, los derechos humanos universales, en especial los derechos de las humanas, las
relaciones internacionales, la situación de las mujeres en otros países y latitudes.
El enfoque de género que proponía con ímpetu planteaba la necesidad de modernizar los contenidos de
la educación para hacerlos coherentes con las transformaciones de nuestras sociedades, producto de la
globalización, de la emergencia de nuevos agentes socializadores, como los medios de comunicación y la
tecnología. En ese marco, es evidente la necesidad de que la educación dé cuenta de la actual realidad de
las mujeres en Chile y en el mundo. Esa realidad nos dice que las mujeres de esta época diversifican sus
proyectos de vida y buscan opciones de desarrollo que les permitan compatibilizar la vida familiar con otros
quehaceres. Mujeres que, en número creciente, incursionan en el mundo del trabajo, de las ciencias, del
deporte y del arte. Mujeres que disponen de una mayor libertad para regular su maternidad y que se atreven
con distintas formas de hacer familia. Mujeres más autónomas o deseosas de serlo, que se tornan cada vez
más exigentes de sus derechos en su vida privada y pública. En fin, mujeres para las cuales la educación
basada en roles tradicionales se convierte en una barrera para sus expectativas.
• Natacha en Instituto de la Mujer, Claudio Arrau 0211, 1987.
Fotografía de Archivo personal Natacha Molina. •
Natacha fue, además, una internacionalista notablemente comprometida con los movimientos feministas
y de mujeres a nivel global. Tuvo la oportunidad de hacer escuchar su voz y participar en distintos foros
internacionales, como la Conferencia Latinoamericana de Mar del Plata (1994), en el marco del proceso
preparatorio de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing, China, en 1995, a la
cual también asistió como parte de la delegación oficial invitada por el gobierno chileno.
Sus aportes se reflejan en los distintos comités de redacción de las propuestas del movimiento feminista a
nivel nacional e internacional, reflexiones que nutrieron los diversos informes, plataformas, planes de acción
y declaraciones de la época. Ella era una de aquellas mujeres que no podía faltar en esos espacios, era una
presencia necesaria, muy querida, validada y reconocida por otras.
• Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, Beijing, 1995.
Fotografía de Archivo personal Natacha Molina. •
• 21 •
Feminista apasionada con la política y su devenir, más de una vez ejerció de puente entre el movimiento de
mujeres y la institucionalidad política.
Natacha Molina García (1948-2013)
En 1992 el Presidente Patricio Aylwin la convoca a formar parte de la Comisión de la Familia para estudiar
la nueva situación de las familias chilenas, con el objeto de definir más acertadamente este núcleo
fundamental de nuestra sociedad y focalizar de mejor manera las políticas públicas relacionadas.
Cinco años después, en 1997, es nombrada subdirectora del Servicio Nacional de la Mujer, donde
había colaborado desde sus comienzos cuando, junto a otras mujeres y feministas, desarrolló la
propuesta conceptual que dio origen a ese servicio, hoy Ministerio de la Mujer y la Equidad de
Género.
A lo largo de su trayectoria, Natacha ocupó diversos cargos públicos de importancia, en todos
ganó amigas y amigos y colaboradores entrañables, en todos ellos dejó su huella.
Pero fue el Instituto de la Mujer, como ámbito de la sociedad civil y de las mujeres, el que identificó
y reconoció como su casa. Aunque su desarrollo profesional la llevó a otros lugares, nunca estuvo
ajena al quehacer institucional. Fue su punto de referencia, un rico espacio de discusión, análisis y
controversia, de alianzas y complicidades, de elaboración de propuestas colectivas. Nunca quiso
ni pudo estar lejos de las acciones y demandas del movimiento feminista y de mujeres.
• Natacha en su casa, Santiago de Chile, mayo 2013.
Fotografía de Rodrigo Sáez Molina, gentileza del autor. •
Hoy, al elaborar esta Memoria institucional, la recordamos con emoción y cariño. Profesional
brillante y preclara, fue una de nuestras fundadoras. Deseamos agradecerle sus múltiples escritos, todo
lo que entregó al movimiento de mujeres chilenas y al Instituto de la Mujer. Comenzamos a conversar con
ella esta publicación, formó parte de las reuniones y reflexiones previas, lamentablemente su salud no le
permitió acompañar y finalizar el proceso. Sin embargo, en cada etapa, en cada relato de la historia del
Instituto, su presencia se hace nítida.
No sería posible pensar el Instituto de la Mujer sin su enorme e importante aporte. Con su temprana partida
hemos perdido una amiga, una compañera de ruta, pero por sobre todo hemos perdido a una mujer
imprescindible.
Gracias Natacha por tus rebeldías, gracias por haber sido una de nosotras.
• 22 •
Trazos de una historia feminista
E
ste libro es una invitación. Queremos rememorar la historia del Instituto de la Mujer y les invitamos
a formar parte de este recorrido. Surgimos en 1987 y desde entonces hasta hoy hemos elegido transitar
caminos difíciles, desafiantes, pero al mismo tiempo enriquecedores, buscando aportar a la construcción
de un mundo mejor, más justo y con derechos plenos para todas las mujeres.
Estas páginas reflejan gran parte de lo que ha sido este caminar de 27 años, iniciado en medio de profundas
transformaciones políticas, económicas, sociales y culturales en el país y el mundo. Como Instituto hemos
estado inmersas en este devenir histórico, navegando en las aguas de los cambios, alentando procesos
libertarios e impulsando propuestas feministas para el país, surgidas de las mismas mujeres convertidas
en actoras de la escena nacional.
Esta Memoria surge, por ende, de los deseos de compartir esta, nuestra biografía institucional, y contribuir
al mismo tiempo a hacer memoria de las mujeres. Queremos confrontar la invisibilidad tan común alrededor
de las mujeres y sus organizaciones, aquella a la que la cultura patriarcal nos ha acostumbrado cuando el
reconocimiento social llega a otros actores, usualmente masculinos, mientras que los aportes femeninos
quedan subsumidos, subvalorados, ignorados. Podríamos incluso recurrir al nombre de uno de nuestros
proyectos emblemáticos, “Rompiendo Silencios”, para expresar el propósito de este libro: un esfuerzo
honesto de sistematización y difusión del quehacer del Instituto de la Mujer en estas décadas clave de la
historia del país.
1987
1988
1989
1990
1991
• 23 •
Destacamos en estas páginas los hitos más importantes y recordamos momentos emblemáticos de nuestra
institución feminista, estrechamente unida al movimiento de mujeres desde la lucha por la democracia y los
derechos humanos, la búsqueda de iguales oportunidades para mujeres y hombres, y la instalación de una
agenda de género. Sin duda, hablar del Instituto es hablar del movimiento de mujeres y feminista. Muchos
de los momentos que se recogen en esta Memoria son momentos construidos en conjunto, entrelazados
en la acción y en el discurso.
Nuestros haberes
Desde nuestros inicios, en plena dictadura militar, nos propusimos fortalecer la capacidad propositiva
del movimiento de mujeres para que sus demandas fuesen escuchadas e incorporadas a las propuestas
políticas que empezaban a desarrollar los sectores democráticos de entonces. Las reflexiones, la energía y
voluntad institucional las colocamos, con fuerza y pasión, en contribuir a la construcción del sujeto político
mujer desde una mirada feminista, laica y libertaria. Tarea no fácil en esos tiempos, aunque, sin duda,
anticipatoria para la época.
Desde los primeros momentos se hizo evidente la necesidad de abordar con integralidad las problemáticas
de las mujeres, ya que la condición femenina, en sus urgencias e interconexiones, exige una mirada holística.
Comprobar las profundas raíces en que se asienta la discriminación de las mujeres, junto con identificar
los campos en donde participan en condiciones de desigualdad y subordinación (familia, mercado laboral,
comunidad y Estado), determinaron que nuestro trabajo institucional se desplegara con simultaneidad
en temas diversos, como derechos reproductivos, familia, trabajo, participación política y derechos de
las mujeres. Esta sintonía para reconocer los ámbitos más sentidos nos permitieron instalar en el debate
público asuntos sensibles y mayormente silenciados en la sociedad: aborto, divorcio, comercio sexual,
1992
• 24 •
1993
1994
1995
1996
violencia contra las mujeres, discriminación en el mercado laboral, entre otros. Es decir, ejes temáticos que
han formado parte del quehacer institucional a lo largo de toda nuestra existencia, siendo renombrados y
readecuados su abordaje a partir de la evolución del debate nacional y mundial.
En efecto, constatar la falta de construcción política alrededor de las problemáticas que afectan
diferencialmente a las mujeres fue un impulso para desarrollar nuestro trabajo en estrecha relación con
las temáticas de interés nacional en cada coyuntura. La contingencia, la sintonía con la agenda pública
imponen una importante exigencia y marcan un estilo de trabajo que pasa a formar parte del perfil del
Instituto de la Mujer.
En este avanzar construimos una relación directa y permanente con el movimiento de mujeres. La
articulación y el actuar en conjunto se fueron convirtiendo en un imperativo para trabajar en propósitos
comunes, aun reconociendo que nuestra tarea no es idéntica ni tampoco reemplazamos al movimiento.
Aspirábamos a convertirnos en un agente de desarrollo y de transformación social, lo que nos significó
actuar con y hacia las mujeres con propuestas propias, aunque sin perder la identidad. Esta complicidad
persiste, enriqueciéndonos mutuamente.
También nos interesó, desde nuestros inicios, ser puente de diálogo entre los referentes de mujeres y el
mundo público para lograr remover estructuras arcaicas y discriminatorias. Con el restablecimiento de la
democracia, el Instituto priorizó la tarea de fortalecer la participación política femenina para terminar con
su exclusión de la institucionalidad política emergente y de la construcción de sus agendas. Se reforzaron
los programas de capacitación y apoyo en la Escuela de Formación de Líderes Mujeres y se desarrollaron
proyectos específicos en torno a la prevención de la violencia doméstica, situación de la mujer en el mercado
laboral, educación sexual, derechos humanos y salud reproductiva. El propósito fue hacer propuestas de
políticas públicas para presionar al Estado a incorporar temas del movimiento de mujeres en esa naciente
agenda pública, lo que significó, además, concebir la gestión del Estado desde una perspectiva feminista
y laica. Esto fue y es clave, en tanto la democracia no se puede concebir de otra forma.
1997
1998
1999
2000
2001
• 25 •
Recordamos momentos intensos en la vida institucional, múltiples reuniones y muchas discusiones; nos
acompañaba la pasión por pensar la política desde ese otro ámbito, impensado, cual es el espacio de
la autonomía de las mujeres, de su afirmación como ciudadanas y actoras sociales, y sobre todo como
sujetas libres y plenas de derecho. El nuevo escenario político ofrecía algunos espacios; en esos y en todos
queríamos estar con voz propia.
Fueron importantes los proyectos de evaluación de políticas sociales y el desarrollo de iniciativas para
impulsar la ley sobre violencia intrafamiliar. También implementamos actividades de capacitación y asesoría
con entidades públicas e incluso extendimos nuestro trabajo a otras regiones del país. Y trabajamos
en apoyar y promover estrategias para la igualdad de oportunidades en distintas instancias, tanto de
la sociedad civil (gremios, sindicatos, organizaciones sociales) como del Estado (municipios, servicios
públicos, Parlamento, administración de justicia).
En una perspectiva articuladora, las actividades y propósitos del Instituto se fueron vinculando, asimismo,
a las herramientas clave del sistema jurídico internacional: la Convención sobre la Eliminación de Todas
las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), el Programa de Acción de la Conferencia
Internacional sobre Población y Desarrollo, de El Cairo, la Plataforma de Acción de la Cuarta Conferencia
Mundial sobre la Mujer, de Beijing, entre muchas otras, y a instancias nacionales, como los Planes de
Igualdad de Oportunidades para Mujeres y Hombres, impulsados por el Servicio Nacional de la Mujer. Estos
instrumentos constituyen referentes importantes para la elaboración de estrategias de seguimiento de los
acuerdos internacionales y planes gubernamentales, otorgando un marco propicio para la formulación
de agendas propias y elementos de negociación política del movimiento de mujeres. En este marco
nacional e internacional nos comprometimos como Instituto con la formación de redes y coordinaciones de
organizaciones sociales y de mujeres, abriendo espacios de acción conjunta para avanzar en los principales
reclamos de derechos humanos de las mujeres.
Estas plataformas han sido una oportunidad para que el Instituto de la Mujer haya estado presente en
distintos foros nacionales e internacionales, en la elaboración de Informes Sombra ante diferentes Comités
2002
• 26 •
2003
2004
2005
2006
de Naciones Unidas, en la organización de Tribunales de Derechos de las Mujeres Chilenas, en acciones de
control y monitoreo ciudadano. Igualmente, la investigación y construcción de conocimiento, la elaboración
de publicaciones, la participación en espacios de discusión interdisciplinarios constituyen parte importante
de nuestro quehacer.
Nuestros hitos
Hemos estructurado esta Memoria en tres grandes capítulos que corresponden a períodos clave que marcan
nuestra existencia institucional. El primero de ellos, El Instituto de la Mujer: Feminismo y posicionamiento
político en dictadura (1987-1990), abarca los primeros años, identificados por una inclaudicable lucha por la
defensa de la vida y la recuperación de la democracia. Estos fueron los primeros pasos de una identidad en
construcción, de estrechos vínculos con el movimiento antidictatorial, de búsqueda de lenguajes propios y
de articulación colectiva. Fueron momentos de reflexión, de discusión, de instalación de temas silenciados
y el comienzo de los lineamientos de una agenda de género.
El segundo capítulo, La Democracia: Desafíos y oportunidades para la agenda de género (1991-2005), da
cuenta de un periodo igualmente creativo, de crecimiento y consolidación. Instalada la naciente democracia,
se abrieron oportunidades para llevar la agenda de género al ámbito público, las mujeres luchaban por su
protagonismo de tal forma que el sujeto político mujer se fue articulando en autonomía y con propuestas
propias. Queríamos más mujeres con poder para construir una mejor democracia. Es una etapa en la que
se avanzó en temas que, culturalmente, habían sido muy difíciles de instalar en la política pública: divorcio,
penalización de la violencia contra las mujeres, igualdad de las hijas e hijos ante la ley, entre otros.
Fueron años de importantes articulaciones dentro del movimiento de mujeres y feminista, con la participación
en foros nacionales e internacionales para levantar la voz alrededor de demandas urgentes. La lucha por la
defensa de los derechos humanos de las mujeres y niñas acompañó cada acción.
2007
2008
2009
2010
2011
• 27 •
El tercer y último capítulo, Temas pendientes y temas emergentes: Voces y acciones de las mujeres (20062014), aborda el tema cada vez más urgente de la “nueva inmigración” de mujeres a Chile. A partir de esta
realidad se decidió priorizar el trabajo directo con mujeres inmigrantes no solo en la Región Metropolitana,
sino también en el norte del país, zona fronteriza con fuerte presencia de inmigrantes. La inmigración femenina
es así uno de los asuntos que se instaló para quedarse en el quehacer institutano como línea de trabajo
permanente. A partir de ello se han impulsado campañas de formación de opinión pública, publicación de
materiales informativos, trabajo en conjunto con otras organizaciones y apoyo a la articulación y opinión
propia de las mujeres inmigrantes.
No obstante, es necesario reconocer que a pesar de que han transcurrido más de veinte años de gobiernos
democráticos, que el movimiento de mujeres y feminista presiona e incide con su discurso y agenda, y que la
sociedad chilena es cada vez más sensible a las temáticas de género, persisten problemáticas que marcan
negativamente la condición de las mujeres. Entre ellas, la violencia de género que las afecta gravemente en
todos los ámbitos, ya sea en las familias o en el mundo público; la precariedad de sus derechos laborales
y previsionales; su escasa presencia en los ámbitos de toma de decisiones; la permanente negación de su
autonomía y derecho a decidir en la sexualidad y reproducción. En pleno tercer milenio, el conservadurismo
cultural, político y religioso sigue colocando freno a los plenos derechos de las mujeres. Este es un reto
para todas las organizaciones de mujeres y para la sociedad en general.
Llega por último el momento de los reconocimientos por el trabajo realizado. En el tema migratorio, la
Fundación Instituto de la Mujer ha recibido dos importantes premios que nos llenan de orgullo y nos ayudan
a continuar el trabajo en pro de los derechos de las humanas. Por ello, reiteramos que el habla para abordar
esta Memoria no ha sido sino nuestra propia construcción de ideario, el lugar de nuestras luchas, nuestras
pasiones, y la idea de libertad y democracia que son parte de nosotras mismas.
2012
• 28 •
2013
2014
Esta publicación no es una Memoria exhaustiva, se ha ido hilando sobre la base de imágenes, trazos y
retazos de la historia institucional. Hemos tratado de ser lo más fieles posible a aquello que documentos e
imágenes nos muestran y relatan, pero sin duda algunos momentos pueden haber quedado en el camino.
Sin embargo, la paciente labor y el esfuerzo en recuperar la memoria ha sido en sí mismo un proceso
enormemente reconfortante.
Sea también esta Memoria un incentivo para el movimiento de mujeres y feminista para reconocer su propia
historia, y de reflexión al momento de emprender nuevas rutas y nuevas discusiones.
Hoy la ponemos a disposición de ustedes, la compartimos seguras de que ya no es solo nuestra, nos
pertenece a todas y a todos.
Nuria Núñez R.
Cofundadora
Presidenta del Directorio Fundación Instituto de la Mujer
• 29 •
• Fotografía página siguiente:
Manifestación por los
derechos humanos. Tribunales
de Justicia, 1983.
Fotografía de Marco Ugarte,
gentileza del autor. •
I. El Instituto de la Mujer:
Feminismo y posicionamiento político en dictadura (1987-1990)
E
l Instituto de la Mujer (IMU)1 surge durante los últimos años de la dictadura
militar chilena2 en un contexto de represión y luchas antidictatoriales en las
que las mujeres juegan un importante rol. Las primeras que se manifiestan
en el espacio público pertenecen a la Agrupación de Familiares de Detenidos
Desaparecidos, creada a fines de 1974, con reivindicaciones urgentes. No
serán las únicas, para las mujeres se abre un camino sin retorno.
Desde sus inicios, en febrero de 1987, el Instituto tiene la capacidad de
anticiparse y dar impulso a temas que preocupan a las mujeres organizadas.
En efecto, en la década de 1980 las chilenas comienzan a hablar, cada vez más
abiertamente, sobre la necesidad de recuperar la democracia en el país; pero
también reflexionan sobre su identidad, los desafíos de ser mujer, los silencios
ancestrales que les han sido impuestos por la cultura imperante, exacerbados
en el período dictatorial. Se van conformando grupos y colectivos, se realizan
seminarios e investigaciones, se van haciendo visibles las mujeres que crean
movimiento y se escuchan sus voces. Destacan, entre otros, el Movimiento
Feminista (MF), el Movimiento Pro Emancipación de la Mujer Chilena
(MEMCH’83), el Movimiento de Mujeres por la Vida, el Movimiento de Mujeres
por el Socialismo.
• Mujeres familiares de detenidos desaparecidos, Plaza de Armas, 1983.
Fotografía de Marco Ugarte, gentileza del autor.•
1. En esta Memoria, el Instituto de la Mujer será nombrado indistintamente como IMU, Instituto o
Fundación Instituto de la Mujer.
2. La dictadura militar fue instaurada por un golpe de Estado en septiembre de 1973, y se extendió
hasta marzo de 1990.
• 33 •
Una investigación de Natacha Molina (Molina, 1986) busca, precisamente,
hacer un diagnóstico de los cambios y transformaciones que van ocurriendo en
la identidad femenina, la que comienza a cristalizarse como comportamiento
político. Fenómeno que permite ir abriendo espacios a una participación masiva
y un protagonismo distinto de las mujeres en el proceso de transición a la
democracia.
En ese período, las potencialidades democráticas y las trayectorias de las
demandas de las mujeres, tanto en Chile como en América Latina y el Caribe,
salen a la luz y se difunden mediante artículos, reflexiones y construcción de
conocimiento. En su artículo “Propuestas políticas y orientaciones de cambio
en la situación de la mujer”, Natacha Molina analiza estos posicionamientos
(Molina, 1989:35):
• Manifestación de mujeres contra la mordaza, 1983.
Fotografía de Marco Ugarte, gentileza del autor.•
“Pienso en la dictadura como un momento histórico que, en su
brutal ruptura con la cultura institucional y la democracia, generó una
fuerza inédita para pensar los verdaderos fundamentos de convivencia
en que queríamos vivir, entre ellos los de género. La dictadura nos
mostraba la cara más oscura del patriarcado en su autoritarismo,
su falta de voluntad democrática, su intolerancia, sus atropellos y
violencias. Pienso en la importancia, el legado y la función de objetivos
compartidos en el trabajo con mujeres. Trabajamos para constituirnos
en sujetos públicos y privados, en ciudadanas de derechos plenos,
con conciencia de género y con voluntad de poder”.
Raquel Olea
Doctora en Literatura
• 34 •
La autora sostiene que las demandas de las mujeres, cualquiera sea su origen
y fines, todas apuntan a la urgencia de un cambio en la forma en que ellas se
insertan en la sociedad, lo que implica en sí mismo un desafío al orden vigente.
Sin embargo, agrega, las potencialidades democráticas y de transformación que emergen de las demandas
femeninas son, en cierta forma, ambivalentes.
Así, una vertiente da cuenta del proceso vivido por las mujeres que genera condiciones favorables para
redefinir su propio rol en la familia y la sociedad, lo que a su vez favorece la redefinición de la democracia
misma como sistema político y de organización social. Esto conjuga varios elementos: expresión de nuevas
actorías sociales, ruptura del esquema tradicional de familia, cuestionamiento al sexismo y la discriminación
de género, y protagonismo de las mujeres en la defensa de la vida y en la sobrevivencia económica,
asociado a una lucha intransable por el retorno democrático.
La otra vertiente identificada por Molina establece que, al proyectar esas tendencias al conjunto de las
mujeres en el país, surgen dudas respecto de su conservadurismo y repercusiones autoritarias. ¿A qué
alude esto? Al hecho de que la potencialidad de cambio de las reivindicaciones de las mujeres es una
probabilidad, no una certeza, idea que se sustenta en las siguientes observaciones históricas: ha existido
desinformación e incluso desinterés de las mujeres en su vivencia de la política,
hay ejemplos de apoyo femenino a la defensa de “la tradición y el orden”,
subyacen divergencias y contradicciones en las demandas que expresan las
mujeres frente al autoritarismo de la época. Todo ello mientras se observa un
reforzamiento activo del rol tradicional de la mujer que surge desde las políticas
y del entramado ideológico del régimen militar.
“Desde su creación año 1987, el
Instituto Fundación mostró la vocación de
sus fundadoras: abrir espacios para las
mujeres en la lucha contra la dictadura de
Pinochet”.
Haydée Moreno
Expresidenta del Directorio de la Fundación
Instituto de la Mujer.
No obstante, la autora reconoce que hay indicadores que muestran que las
mujeres, como colectivo social, sí exigen mayor participación en igualdad de
condiciones que los hombres, buscan constituirse en una fuerza social de
cambio, y reclaman mayor representatividad en las decisiones políticas de
un país convulsionado. Esto se observa en sus movilizaciones sociales, en la
constitución de organizaciones específicas de mujeres, y en el desarrollo de
reflexión y construcción de conocimiento de investigadoras, tanto en temas de
democracia y sociedad como en materias específicas de género.
América Latina y el Caribe es, como región, un torbellino de acciones feministas
en los años ochenta. Durante el Segundo Encuentro Feminista Latinoamericano
y del Caribe, realizado en Lima, Perú, en 1983, cinco chilenas intentan dar
cuerpo y coherencia a una incipiente propuesta de trabajo político feminista,
grupo que se constituiría más tarde en el Instituto de la Mujer. Ellas son Soledad
Larraín, Natacha Molina, Adriana Muñoz, Nuria Núñez y Catalina Palma.
• Actividad pública del Movimiento Feminista, 1983
Fotografía de Kena Lorenzini, gentileza de la autora.•
• 35 •
Los inicios
• Proyecto Instituto de la Mujer (1991-1992), Instituto de la Mujer, 1991, pág. 3.•
Los textos e imágenes seleccionados de estos tres primeros años de vida del IMU dan cuenta de
investigaciones y acciones que abordan aspectos mayormente invisibilizados e ignorados en la sociedad
chilena, pero que al momento del retorno al régimen democrático adquieren relevancia. Entre otros, la
plena igualdad de derechos entre mujeres y hombres como demanda intransable, urgente y necesaria. De
esta forma el Instituto, al promover una mayor visibilización de los temas de género ante la sociedad civil
y sectores políticos, comienza a adquirir una legitimación cada vez más amplia al interior del movimiento
de mujeres.
• Casa del Instituto de la Mujer, calle Claudio Arrau 0211, en 1989, y
cuatro de sus cinco fundadoras: Catalina Palma, Soledad Larraín,
Natacha Molina, Adriana Muñoz, 1987.•
• 36 •
No obstante, estos avances conceptuales y políticos, con su potencialidad
rupturista, no pasan inadvertidos para el
aparato represor de la dictadura (Central
Nacional de Informaciones, CNI), como
lo muestra este rayado en el frontis de
la casa del Instituto, en la calle Claudio
Arrau, en 1989.
Las acciones
El Instituto de la Mujer inicia su trayectoria con tres principales áreas de trabajo:
1
Democracia,
ciudadanía y
política
Analiza la escasa presencia
de mujeres en el ámbito
político.
2
Desarrollo
económico,
pobreza y
trabajo de la
mujer
Examina las desigualdades
económicas, la invisibilidad
del trabajo doméstico y la
discriminación en el trabajo
remunerado femenino.
3
Cultura,
familia y
sexualidad
Aborda las brechas en el
ejercicio de los derechos
civiles y penales de las
mujeres: patria potestad,
patrimonio, abuso y
violencia, divorcio,
doble moral de la vida
sexual, reproducción de
imágenes estereotipadas
de los sexos, entre otros
aspectos.
• Uno de los primeros folletos del Instituto de la Mujer, 1989.•
• 37 •
Democracia, ciudadanía y política
Una de las primeras investigaciones del Instituto, Las mujeres chilenas frente a la política (Molina y
Serrano, 1988), ofrece un pensamiento pionero sobre la supuesta apoliticidad de las mujeres, argumento
esgrimido por sectores políticos tradicionales y las autoridades militares. Esta afirmación es refutada por
las autoras, al destacar numerosas acciones de las mujeres durante el régimen militar, formando grupos
y organizaciones que van dando cuerpo al Movimiento de Mujeres de oposición, con gran capacidad
de convocatoria e identificación con luchas históricas y actuales. Coexistían organizaciones políticas de
mujeres militantes; colectivos feministas; grupos de subsistencia, autoayuda y autoconocimiento en las
poblaciones; trabajadoras y estudiantes. Esto da cuenta del paulatino desarrollo de la actoría política
femenina.
• Claudia Serrano y Natacha Molina, autoras de Las mujeres
chilenas frente a la política, 1988.•
La investigación, realizada antes del plebiscito de 1988, plantea preguntas cruciales respecto de las posibles
respuestas de las mujeres ante la alternativa de continuar con el régimen militar o convocar a elecciones
libres. ¿Cuál será la opción de las mujeres al momento de votar? ¿Con base en qué criterios construyen
sus preferencias políticas? ¿Son distintas a las de los hombres? ¿En qué reside la diferencia, si la hay? El
Instituto, a partir de estudios y encuestas y de su conocimiento directo del trabajo de las mujeres, llega a
la conclusión siguiente:
• Las mujeres chilenas frente a la política, 1988:21.•
• 38 •
Comprometido con la lucha contra la dictadura, el Instituto comienza a elaborar propuestas para preparar
al electorado femenino frente al plebiscito y reflexiona acerca del lugar de las mujeres en un gobierno de
transición. También es importante destacar el documento “Mujeres de sectores medios: de la tradición a
la modernidad” (Castillo et al., 1988), en el IMU expone los resultados de un estudio psicosocial relativo a
motivaciones, percepciones y valoraciones de las mujeres de sectores medios urbanos frente a la política.
En sus conclusiones, pone de relieve los deseos y expectativas de este segmento, como “tranquilidad,
no violencia, estabilidad laboral, satisfacciones personales, derecho a opinar”, entre otros (Castillo et al.,
1988:15).
De esta forma, el IMU plantea diferentes miradas de la posición y papel de las mujeres en la sociedad chilena,
en especial como resultado del cambio social que acontece en esa época. Efectivamente, se insertan en
forma activa y creativa para aportar a la construcción de una nueva realidad, fenómeno analizado en el
documento Cambio social, transición y políticas públicas hacia la mujer (Mires et al., 1989).
• Cambio social, transición y políticas públicas hacia la mujer, 1989:1.•
El cambio social se vislumbra, pero surge una interrogante: ¿Qué opinión tienen las mujeres? ¿Cómo les
afecta? ¿Cómo vivir estas transformaciones en lo cotidiano, en lo individual, en lo colectivo?
• Campaña del Plebiscito, 1988.•
• 39 •
• Cambio social, transición y políticas públicas hacia la mujer, 1989:1. •
Lograr una articulación amplia del movimiento de mujeres y feminista desde lo conceptual y político antes
del retorno democrático se identifica como uno de los desafíos más urgentes. La investigadora Natacha
Molina lo expresa así en su artículo “La desafiada sabiduría de las mujeres” (Molina, 1989a:24):
• Toma de terrenos, campamento popular Cardenal Silva
Henríquez, 1983.
Fotografía de Marco Ugarte, gentileza del autor. •
• La desafiada sabiduría de las mujeres”, Molina, 1989a:24. •
• 40 •
Se pregunta, por ejemplo: ¿Qué es, en estas condiciones, lo que un gobierno puede ofrecer para mejorar la
situación de la mujer chilena? ¿Igualdad de derechos? ¿Mejoramiento de la calidad de vida? ¿Planificación
familiar? ¿Participación? ¿Un Ministerio de la Mujer?
Las respuestas no son fáciles. Junto a una clase política predominantemente masculina, contrastan
las voces de mujeres expresando inéditas reivindicaciones, conformando un nuevo movimiento social,
contestatario y exigente.
En este periodo, el Instituto comienza a trabajar estrechamente con colectivos de mujeres, organizaciones
no gubernamentales (ONG) y feministas en diversos asuntos, como participación política, derechos
laborales, violencia contra las mujeres, entre otros, con el fin de establecer alianzas que posibiliten los
cambios que las mujeres requieren para mejorar su condición. Algunas de esas organizaciones son el
Movimiento Pro Emancipación de la Mujer Chilena (MEMCH), Isis Internacional, el Centro de Estudios de la
Mujer (CEM), el Centro de Estudios para el Desarrollo de la Mujer (CEDEM) y la Corporación de Desarrollo
de la Mujer “La Morada”.
• Encuentro “Cooperación y Democracia”. ONG Chilenas y Agencias de Cooperación, 8 y 9 de marzo
1990. De izquierda a derecha: Natacha Molina, Nuria Núñez, ambas del IMU, y Beatriz Lorenzo, de la
Oficina Técnica de Cooperación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo.•
• Reunión de trabajo de ONG chilenas: Entre otras, aparecen Ximena Valdés, del CEDEM; Ximena Charnes
y Soledad Weinstein, de Isis Internacional; Eugenia Hola, del CEM, y Nuria Núñez, del IMU, 1990.•
• 41 •
Desarrollo económico, pobreza y trabajo
La crisis económica generada en el periodo dictatorial deja en evidencia la dramática pobreza que afecta
a un gran número de mujeres y sus familias. Muchas se ven obligadas a incorporarse al mercado laboral
en condiciones de discriminación y precariedad. Frente a esta situación, el Instituto impulsa acciones
y proyectos de desarrollo social y comunitario focalizados en mujeres de escasos recursos y en sus
organizaciones, con el objetivo de contribuir a fortalecerlas y apoyarlas mediante capacitación laboral. Se
constituye así en un espacio solidario de acogida y apoyo técnico, y es reconocido como organización que
trabaja en terreno.
En la comuna de La Florida, el Instituto apoya y trabaja con grupos de mujeres que, para enfrentar la
pobreza, organizan ollas comunes, amasanderías y huertos familiares como forma de paliar en conjunto las
necesidades básicas de alimentación.
• Olla común, Lo Hermida 1982.
Fotografía de Marco Ugarte, gentileza del autor.•
• 42 •
• Equipo de mujeres de la Amasandería y Huerto Familiar, Villa
O’Higgins, comuna de La Florida, 1990.•
• Estrella Díaz, profesional del IMU y
Encargada de proyecto, junto a mujeres participantes, 1990.•
Con el objetivo de fomentar la solidaridad colectiva y el desarrollo comunitario, en 1990 el Instituto
funda la Casa Comunal de la Mujer en Conchalí, donde se realizan actividades de fortalecimiento de las
organizaciones y programas de capacitación a pobladoras.
Uno de los hitos que marca este período es el Seminario Internacional “Políticas de empleo para mujeres:
Una estrategia para el cambio”, realizado en Santiago en noviembre de 1990. Participan diputadas, la
futura Ministra del Servicio Nacional de la Mujer (SERNAM)3; autoridades del ámbito laboral; expositoras
nacionales y extranjeras de renombre, como Ángela Coyle, directora del Programa Mujer y Trabajo
del Politécnico de Coventry, Inglaterra, y Olga Mella, consejera del Instituto de la Mujer de España. Su
propósito es analizar los problemas que enfrentan las mujeres en el mercado laboral, entre otros, bajas
remuneraciones, doble jornada de trabajo, pocas oportunidades de capacitación y formación. Durante dos
días se discuten antecedentes y cifras acerca del trabajo remunerado femenino, dando especial relevancia
a aspectos cualitativos y cuantitativos. Asimismo, se identifican las potenciales contribuciones de actores
gubernamentales, empresariales y sindicales para enfrentar dichas problemáticas.
El evento culmina con la formulación de propuestas concretas en relación con el tema central del Seminario,
como promoción a reformas laborales no discriminatorias, mayor fiscalización en el cumplimiento de las
leyes, desarrollo de programas de capacitación y formación profesional, entre otras.
• Catalina Palma. directora de la Casa Comunal de la Mujer de
Conchalí, Natacha Molina y Nuria Núñez, directora y subdirectora del
IMU, respectivamente, 1990.•
• Isabel Cárcamo, profesional del Instituto (segunda de izquierda
a derecha), en la Casa Comunal de la Mujer de Conchalí, junto a
Clotilde Silva y Marina Valdés, dirigentas del Movimiento de Mujeres
Pobladoras (MOMUPO), y otras mujeres, 1990.•
• Soledad Alvear, Directora del SERNAM; moderadora; Joe Ramos,
representante del Ministerio del Trabajo; y Rosa Bravo, investigadora
del CELADE, en la inauguración del Seminario, 1990.•
• Natacha Molina, directora del IMU; moderadora; Ángela Coyle,
directora del Programa Mujer y Trabajo del Politécnico de
Coventry, Inglaterra; Estrella Díaz, socióloga del IMU; Mojka Novak,
representante del Programa Regional de Empleo en América Latina
(PREALC); y Thelma Gálvez, del Instituto Nacional de Estadísticas
(INE).•
3. Soledad Alvear fue nombrada Ministra Directora del SERNAM en enero de 1991, tras la creación de este organismo público según la
Ley Nº 19.023.
• 43 •
Cultura, familia y sexualidad
Otras materias relevantes llaman la atención de las profesionales del IMU. En la década
de 1980, la extrema pobreza de un sector de la población chilena determina que
menores de edad se encuentren atrapadas en redes de explotación sexual como un
medio de sobrevivencia. La preocupación por este flagelo determina que en 1988 se
impulse un estudio piloto con adolescentes involucradas en el comercio sexual (Vidal,
1987). Un año después se elabora un completo catastro de las organizaciones,
redes y coordinaciones que trabajan en temáticas de sexualidad, titulado “Guía de
instituciones y proyectos en educación sexual reproductiva adolescente en Santiago”
(Silva, 1988). Su objetivo es facilitar el encuentro e intercambio entre personas y organizaciones que
prestan apoyo en educación sexual y salud reproductiva a adolescentes residentes en el área metropolitana.
Indicadores tales como aumento del embarazo adolescente, incremento de las enfermedades de transmisión
sexual (ETS) y ausencia de programas de educación sexual son un impulso para iniciar, en 1988, cursos
de salud sexual y reproductiva para adolescentes de ambos sexos en establecimientos educacionales,
iniciativa que continuará en el primer quinquenio de la década de 1990.
La finalidad del Programa Preferencial para el Adolescente en Salud y
Derechos Reproductivos, realizado en colegios, es crear instancias de
aprendizaje y reflexión para adolescentes sobre sexualidad; fomentar
una actitud positiva hacia la sexualidad, incluida la propia; cuestionar
los estereotipos relacionados con adolescencia y sexualidad; sensibilizar
respecto los riesgos potenciales de la actividad sexual desinformada
(embarazo no deseado, enfermedades transmitidas sexualmente, entre
otros). Paralelamente, se entrega información alusiva y orientación a
apoderadas, apoderados y profesorado de los colegios que forman parte
del proyecto. Entre 1988 y 1990 participan 700 adolescentes y 640 adultos
(apoderados, apoderadas y docentes) (Alfaro et al., 1990).
• Adolescentes en talleres sobre sexualidad, 1989.•
• 44 •
En esta misma área se desarrolla una investigación acerca de políticas de planificación familiar en el país
en el período 1930-1989 (Silva, 1989). Entre otros aspectos, se analizan los cambios impuestos por la
dictadura militar, entre ellos, la eliminación de las políticas que regían en este ámbito desde 1967. En
efecto, el régimen militar impone una represión directa sobre la sexualidad de las mujeres proscribiendo, en
muchos consultorios de salud y hospitales públicos, la entrega del dispositivo intrauterino (DIU), el que es
incluso retirado sin el consentimiento de las usuarias que lo utilizaban, con el evidente riesgo de embarazos
no planificados. Ello, con el fin de imponer una política pronatalista afín a sus intereses. Finalmente, en
septiembre de 1989, la dictadura prohíbe y penaliza el aborto en cualquier cincunstancia, derogando el
artículo 119 del Código Sanitario, vigente desde 1931.
La salud mental de las mujeres es otra preocupación de las institutanas. Soledad Larraín, sicóloga y directora
del IMU, en 1988, impulsa y da forma a un trabajo colectivo de psiquiatras y sicólogas que buscan poner
en común aspectos que afectan a las mujeres en su salud mental. A partir de estas discusiones se decide
organizar el Seminario “Mujer y Salud Mental”, que se transforma en un evento pionero para la época.
Profesionales chilenas y argentinas abordan la construcción de la identidad femenina, la importancia del
rol maternal, el malestar psicológico de las mujeres vinculado a su proceso de socialización, y el rol de las
terapeutas mujeres en el abordaje de estos aspectos. Los diversos artículos son compilados en uno de
los primeros libros impresos del Instituto: Reflexiones Iniciales sobre Mujer y Salud Mental (Larraín, 1988).
• La dictadura prohíbe
le entrega del DIU
en consultorios y
hospitales del país.
Fotografía gentileza de
la RSMLAC. •
• Seminario “Mujer y Salud Mental”, 1988. De izquierda a
derecha, Rosario Domínguez, Soledad Larraín y Sofía Salamovich.•
• Asistentes al Seminario “Mujer y Salud Mental”, 1988.•
• 45 •
Violencia doméstica
La violencia doméstica4 contra las mujeres es una problemática a la cual el
Instituto se aboca desde mediados de 1988, entregando asesoría legal gratuita
a mujeres. Ya en los primeros meses de su implementación, el equipo constata
que la gran mayoría de quienes recurren a ella lo hace porque sufre violencia
por parte de su pareja. El IMU decide, entonces, desarrollar un trabajo de
sensibilización pública para visibilizar el maltrato hacia las mujeres en sus
hogares. La primera de las acciones es el Panel “La mujer golpeada, ¿La
sociedad es cómplice?”, efectuado en 1988.
“E
l Instituto de la Mujer contribuyó desde sus inicios a colocar en
el debate público la, hasta esa época, silenciada y oculta violencia
doméstica. Aportó, desde una perspectiva feminista y de género,
acogiendo y asesorando víctimas, sensibilizando a diversas audiencias
respecto de su existencia, mitos y efectos, capacitando a multiplicidad
de actores/as sobre la recepción y atención de mujeres agredidas por
sus parejas. Además, hizo lobby para la aprobación de la primera ley
en Chile en la materia, en conjunto con muchas otras instituciones y
mujeres que, luego, se transformaron en una gran red nacional”.
• Participantes Panel “La mujer golpeada. ¿La sociedad es
cómplice?”,1988.•
Luz Rioseco
Abogada
• Foro “Violencia contra la Mujer”, 1989. Elías Escaff
Silva, psicólogo de la Policía de Investigaciones; Lisa
Luger, representante de Frauen Anstiftung (Alemania).•
• Convocatoria hecha a mano al Foro
“Violencia contra la Mujer”, 1989.•
4. La “violencia doméstica” es una de las primeras acepciones para referirse a la violencia que se ejerce
contra las mujeres al interior de la familia. En Chile, esta denominación se convertirá en “violencia
intrafamiliar”, basándose en la ley homónima de 1994 (Ley Nº 19.325). El movimiento feminista
latinoamericano y caribeño la modificará luego para denominarla “violencia contra las mujeres”, con
el fin de particularizar el maltrato hacia las mujeres, de cualquier tipo y en cualquier ámbito.
• 46 •
También se realizan diversos seminarios, entre los cuales destaca el Foro “Violencia contra la Mujer”, en
1989. Se invita a participar, por primera vez, a funcionarios de la Policía de Investigaciones quienes, en ese
momento, desarrollan una campaña sobre prevención de la violencia focalizándola más en la restricción de
los espacios y libertades de las mujeres que en el accionar de los agresores. Es decir, responsabilizando a
las mismas mujeres de la violencia ejercida en su contra.
Otra acción destacada es el “Primer Encuentro Internacional Mujer y Violencia Doméstica”, en 1990,
organizado conjuntamente por el IMU, la Corporación de Desarrollo de la Mujer “La Morada”, el Colectivo
Mujeres de Chile y Canadá, y la Oficina Legal de la Mujer de la Municipalidad de Conchalí, comuna donde
tiene lugar. En el evento se presentan experiencias de trabajo de Canadá, Argentina y Chile relativos a
violencia contra las mujeres. Se exponen cifras hasta ese momento silenciadas que aluden a la situación
de las mujeres agredidas. El Encuentro concluye con el compromiso de elaborar un proyecto de ley para
ser presentado al SERNAM que contemple como delito –y no como simple falta– la violencia doméstica
contra las mujeres.
• Nuria Núñez, subdirectora del IMU, Soledad Larraín, subdirectora
del SERNAM y Ruth Álvarez, integrante de la Corporación de
Desarrollo de la Mujer “La Morada”, 1990.•
• Presentación de experiencias, 1990.•
• Más de 400 personas asisten al evento, 1990.•
• 47 •
Las campañas de sensibilización incluyen ferias informativas y movilizaciones de las institutanas en
alianza con otras mujeres y con organizaciones del movimiento feminista y social, con el objetivo de
denunciar la violencia contra las mujeres y defender sus derechos.
En una columna de opinión, la subdirectora del Instituto, Nuria Núñez (1990), subraya:
“La gravedad de la violencia
reside en la naturalidad con
que se asume, haciéndola
para muchos inexistente (…).
Las relaciones de pareja están
teñidas por la desigualdad y
sometimiento, configurando
una base sólida, sutilmente
oculta por sus contenidos de
afectividad, de una forma
específica de poder: el poder
contra el género femenino”.
• “Violencia y mujer”. Suplemento Alondra.
Revista Análisis, 1990. •
“Fuimos parte de un proceso muy
importante en el país y el mundo que, poco
a poco, fue develando la existencia de esta
violencia y los costos de la misma, tanto
para las mujeres víctimas y sus familias como
para los propios países, colocando en el
discurso su carácter de problema de derechos
humanos, de salud pública y de obstáculo al
desarrollo”.
• Actividad informativa sobre violencia hacia las mujeres, Plaza
Ñuñoa, 1989.•
• 48 •
• Uno de los primeros rayados callejeros para sensibilizar
sobre la violencia contra las mujeres, 1989. •
Luz Rioseco
Abogada
Desde su nacimiento en 1987, el Instituto de la Mujer, junto al movimiento de mujeres y feminista, es un
actor más de las luchas constantes, incansables, para restituir la democracia en el país. Las mujeres tienen
un rol preponderante durante toda la dictadura, puesto que son las primeras en organizarse en búsqueda
de sus familiares detenidos o desaparecidos. Relegadas históricamente al ámbito privado, se incorporan a
lo público, denuncian las violaciones de los derechos humanos, buscan formas colectivas de sobrevivencia
e inician un proceso de búsqueda de identidad desde su ser mujer y de reivindicación de sus derechos.
En estos primeros años (1987-1990), el Instituto, a través de su trabajo, fortalece a las mujeres para ejercer
sus derechos como actoras políticas, debate y reflexiona acerca del rol que pueden desempeñar con la
llegada del primer gobierno democrático, denuncia las condiciones de discriminación y de violencia que las
afectan. Realiza investigaciones, foros y seminarios, así como diversas acciones públicas sobre los temas
más sentidos por las mujeres. Se convierte, así, en un referente e instala temáticas que son cruciales para
el mundo social, político y académico, y para las políticas públicas del nuevo gobierno democrático.
• En la calle, integrantes del Movimiento Feminista denuncian la violencia contra las mujeres, 1988. •
• 49 •
• Juana Candia, con una de
sus hijas, durante el Segundo
Tribunal de Derechos de las
Mujeres Chilenas, IMU, 1999. •
II.La democracia:
Desafíos y oportunidades para la agenda de género (1991-2005)
E
l nuevo escenario político crea expectativas en el movimiento de mujeres. La lucha antidictatorial
también ha despertado conciencia sobre la discriminación, desigualdad y exclusión históricas de las cuales
las mujeres han sido objeto por su condición de género. La consigna concebida durante la dictadura,
“democracia en el país y en la casa”, sigue plenamente vigente. En los primeros tres años del retorno
democrático, el IMU reflexiona respecto del protagonismo de las mujeres organizadas en la nueva
institucionalidad y celebra la creación, en 1991, del Servicio Nacional de la Mujer (SERNAM). En su Informe
del primer semestre de 1993, dirigido a la agencia de cooperación holandesa para el desarrollo HIVOS,
señala (IMU, 1993:2):
El equipo del Instituto se consolida con mujeres profesionales con vasta experiencia en participación tanto
a nivel político como social. Igualmente, se enriquece con aquellas que regresan del obligado y largo exilio,
aportando ideas y nuevos temas. El IMU es un espacio no solo de reflexión y acción, sino también de
acogida y reinserción social y laboral para muchas.
El período que cubre este segundo capítulo, 1991-2005, es una época que define el perfil del IMU,
asumiendo una identidad feminista-política que se mantiene en el transcurso de los años. Hay confrontación
de ideas, diseño de estrategias y construcción de conocimiento. Se busca incidir en los debates nacionales;
se elaboran propuestas de políticas públicas para visibilizar a las mujeres como ciudadanas, actoras y
protagonistas en la nueva institucionalidad y en la sociedad.
• Equipo del IMU en casa de la calle Claudio Arrau, 1991.•
• 53 •
El fortalecimiento
Las áreas temáticas y acciones del IMU se entrelazan, potencian y profundizan, formando un rico entramado
que da cuenta del trabajo priorizado. Uno de sus objetivos principales es hacer visible la articulación entre
lo público y lo privado, propuesta fundamental tomando en cuenta la tradicional brecha que separa estos
ámbitos. Con decisión, el Instituto busca contribuir a la construcción política y sociocultural del país desde
las mujeres y de cara a la sociedad y al Estado, aportando nuevas miradas, nuevos temas.
• Parte del equipo de trabajo del IMU (Prevención de VIH/SIDA/ETS
en mujeres adultas que ejercen comercio sexual). Esther Fuentes,
Paulina Vidal y Mariela Cortés, 1992. •
“Traigo a la memoria del Instituto de la
Mujer el compromiso en la conquista de la
equidad de género en la esfera del poder,
porque es justamente allí –en el cruce de la
problemática de género y el huidizo poder
político– donde reside su mayor aporte,
tanto en la acción como en la reflexión”.
• Perfil Instituto de la Mujer, IMU, 1992:6. •
El Instituto de la Mujer, inmerso en el accionar social, político, económico y cultural del retorno a la
democracia, construye sus áreas de intervención de acuerdo a ejes clave que definen de manera importante
la vida de las mujeres.
Las áreas estratégicas del periodo 1991-2005 son una continuación del anterior1. No obstante, son
redefinidas y agrupadas de manera diferente a partir de las prioridades del movimiento de mujeres y de los
cambios que vive el país.
María Elena Hermosilla
Comunicadora
1. Las áreas del periodo 1987-1990 fueron: 1. Democracia, ciudadanía y política; 2. Desarrollo económico, pobreza y trabajo de la mujer;
3. Cultura, familia y sexualidad. Ver Capítulo I.
• 54 •
Dichas áreas y sus correspondientes objetivos son los siguientes:
1
Participación
política
Fortalecer la participación
política de mujeres y
jóvenes en el proceso
de toma de decisiones,
mejorando su calidad
de intervención pública
y estrategias de acción
política.
Posicionar en la opinión
pública argumentos y
demandas a favor de la
igualdad entre los géneros.
Profundizar el conocimiento
acerca de los procesos
y mecanismos que
determinan la exclusión
política de mujeres y
jóvenes.
5
2
Familia y
derechos
humanos de
las mujeres
Contribuir a la construcción
de un derecho igualitario
entre mujeres y hombres.
Aportar al desarrollo de
una cultura de no violencia
entre los géneros.
Incrementar el control
ciudadano respecto de las
transgresiones que afectan
los derechos humanos de
las mujeres.
Extensión, articulaciones,
redes, plataformas
y agendas de género
internacionales
3
Desarrollo
económico y
empleo
4
Derechos
sexuales y
reproductivos
Desarrollar estrategias
para el empoderamiento
y el protagonismo de las
mujeres trabajadoras y de
las y los jóvenes.
Posicionar en el debate
público argumentos
favorables para el
reconocimiento de
derechos en el ámbito
sexual y reproductivo.
• Folletos, guías y cartillas informativas del periodo 1991-2005.
Fotografía deJesús Inostroza.•
Otorgar mayor relevancia al trabajo articulado
con otras organizaciones nacionales e
internacionales, con el objetivo de incidir
conjuntamente en las agendas de género.
• 55 •
Participación política
Uno de los aspectos más débiles en la instalación democrática postdictadura es la participación de la
sociedad civil. Aunque afecta a hombres y mujeres, es más notorio en el caso de estas, pues se produce
en un marco de relaciones desiguales entre los géneros, donde las mujeres tienen, efectivamente, menos
derechos garantizados.
• Movimiento de mujeres en la conmemoración del 8 de marzo,
Estación Mapocho, 1991.•
“El Instituto de la Mujer tuvo como
eje central promover las capacidades de
organización y liderazgo de las mujeres,
entre pares y en beligerancia con el sistema
instituido de exclusiones múltiples. El
espacio público fue el lugar privilegiado para
hacer oír las voces críticas de las mujeres en
la lucha simbólica y desde sus prácticas de
resistencia propositivas.
La importancia del empoderamiento
discursivo, de la conciencia en la
significancia del posicionamiento corporal
en las escenas de debate público, fueron
elementos de gran connotación en el trabajo
político de las mujeres a través de la labor
del Instituto de la Mujer”.
Respecto del ejercicio de sus derechos como ciudadanas, se advierte en las mujeres un profundo
desconocimiento acerca de cuáles son esos derechos y los mecanismos para ejercerlos. Un análisis del
IMU señala al respecto: “Mientras esta situación (…) no se revierta, difícilmente nuestro país podrá avanzar
hacia un cambio democrático en las relaciones entre los géneros, ya que como se ha visto, se requerirían
de fuertes presiones ciudadanas que solo pueden realizarse si se logra crear una comunidad de intereses
alrededor de la igualdad y no discriminación” (IMU, 1996:16).
La baja representatividad femenina en cargos de elección popular y en puestos de toma de decisión es
otro tema que preocupa al equipo del Instituto. Si bien en ese momento existe un discurso de mayor
apertura respecto del protagonismo femenino, este coexiste con prácticas patriarcales extraordinariamente
resistentes al ejercicio del poder de las mujeres en el ámbito público.
Es así como el Instituto centra sus esfuerzos en promover las demandas de las mujeres desde un enfoque
en igualdad, y busca fortalecer las agendas de género de las organizaciones que integran, impulsándolas a
iniciar una participación ciudadana. De esta forma, se intenta contribuir a la creación de espacios autónomos
con la necesaria fuerza política para influir en las decisiones públicas.
En ese contexto, se configura en Chile una agenda gubernamental de igualdad y no discriminación en
base al primer Plan de Igualdad de Oportunidades para las Mujeres 1994-19992 y la Plataforma de Acción
Olga Grau
Académica e investigadora de la
Universidad de Chile
• 56 •
2. El Plan de Igualdad de Oportunidades para las Mujeres 1994-1999, elaborado por el Servicio Nacional de la Mujer, tiene como objetivo
incorporar la igualdad de género en el conjunto de las políticas públicas.
de Beijing (1995)3. Esta, si bien se considera un logro del feminismo y del
movimiento internacional de mujeres, no es percibida como propia por la
mayoría de las chilenas, pues no la vincula con sus necesidades y problemas
cotidianos.
El Instituto de la Mujer, al finalizar los cuatro años del primer gobierno democrático
postdictadura4, evalúa y hace planteamientos de cara al año 2000, demandando
al Estado la profundización de la democracia, la elaboración y ejecución de
planes de igualdad de oportunidades y una mayor representatividad de las
mujeres en puestos de decisión. Entre sus propuestas generales plantea:
• ¿Cómo les ha ido a las
mujeres chilenas en la
democracia? Balance y
propuestas mirando al 2000,
Instituto de la Mujer, 1993. •
•¿Cómo les ha ido a las mujeres chilenas en la democracia?, IMU, 1993:21.•
Con motivo de la presentación de este documento, al que son convocadas
diferentes organizaciones de mujeres y de la sociedad civil, se comparten análisis
y reflexiones respecto de lo que se esperaba del primer gobierno democrático y
las nuevas demandas feministas que comienzan a adquirir fuerza.
3. La Plataforma de Acción, emanada de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer (Beijing, 1995),
es un programa encaminado a crear las condiciones necesarias para potenciar el papel de la mujer
en la sociedad. Su objetivo es acelerar la aplicación de las Estrategias de Nairobi (1985) y eliminar
todos los obstáculos que dificultan la participación activa de la mujer en todas las esferas de la vida
pública y privada (Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, 1995).
4. Gobierno de la Coalición de Partidos por la Democracia, más conocida como Concertación, que fue
presidido por Patricio Aylwin en los años 1990-1994.
• Seminario “¿Cómo les
ha ido a las mujeres en la
democracia? Actas desde la
civilidad”, 1993. En la primera
fotografía aparecen Teresa
Valdés (FLACSO) y Raquel Olea
(Corporación de Desarrollo de
la Mujer “La Morada”). En la
segunda y tercera fotografía,
parte de la asistencia.•
• 57 •
Modernización del Estado e
igualdad de oportunidades
La participación ciudadana, la descentralización y la modernización del Estado
son temas abordados por el equipo del IMU. La investigadora Patricia Provoste
afirma que un Estado moderno y democrático debe realizar una gestión más
cercana a la gente y abierta al control ciudadano (Provoste, 1993).
El Instituto postula una noción de ciudadanía centrada en dos dimensiones: ser
ciudadana plena es tener y ejercer derechos sobre la gestión de los asuntos
públicos, y participar en diferentes niveles y utilizar diversos mecanismos en las
decisiones relevantes en materias de competencia pública (Provoste, 1992).
• Seminario “Más mujeres, mejores municipios”, 1996. De izquierda
a derecha, Patricia Provoste y Nuria Núñez (IMU); Sara Campos,
concejala de la Municipalidad de La Reina; Margarita Percovich, edila
de la ciudad de Montevideo, Uruguay; Nelda Panicucci, candidata a
alcaldesa de la Municipalidad de Punta Arenas.•
Alrededor de estas áreas se realizan investigaciones, materiales educativos,
campañas de sensibilización pública y seminarios para fortalecer la igualdad de
oportunidades entre hombres y mujeres, así como también para promover el
protagonismo de las mujeres como ciudadanas a nivel local, regional y nacional.
El Seminario “Más mujeres, mejores municipios”, realizado en 1996, está
orientado a motivar a las mujeres a presentarse como candidatas a puestos de
alcaldesas, concejalas y dirigencia partidaria.
En estas iniciativas, el Instituto promueve la creación de redes entre mujeres
para trabajar en la construcción de argumentos a favor de la no discriminación
e incluirlos en sus campañas y en el desempeño de su trabajo en el ámbito
local, terreno extremadamente fértil en interacciones y tramas de participación
ciudadana.
• Folleto del Seminario “Más mujeres, mejores
municipios”, 1996. •
• 58 •
Los diagnósticos que el Instituto realiza a nivel local (comunas de Pudahuel,
Copiapó, Huechuraba, entre otras) dan cuenta de las necesidades y demandas
sobre participación y derechos de las mujeres. El objetivo es promover la
transformación de esas demandas en una agenda propia que les permita
establecer alianzas con otras organizaciones, trabajar en redes para avanzar
hacia la igualdad de oportunidades y ejercer una ciudadanía activa.
Una forma concreta para enfrentar y promover la igualdad de oportunidades en el ámbito local es la
elaboración y distribución de una cartilla y una guía práctica para instituciones, con el fin de mejorar los
mecanismos de participación laboral en el empleo municipal (Provoste y Guerrero, 1995).
Presentación de la cartilla
Igualdad de oportunidades en el empleo municipal,
IMU, 1995.
Otra línea de trabajo del IMU es la producción de agendas de género dirigidas a diversos colectivos de
mujeres a lo largo del país. En el marco de la Plataforma de Acción de Beijing, el apoyo consiste en promover
la transformación de sus reivindicaciones en una agenda de trabajo, y en la creación de espacios colectivos
de articulación entre distintas organizaciones de mujeres y de interacción con otros actores sociales y
políticos. El trabajo se orienta, básicamente, a apoyar el establecimiento de redes, coordinaciones a nivel
nacional, y a la producción y circulación de argumentos a favor de la no discriminación.
• Josefina Bilbao,
Ministra Directora del
SERNAM•
• Natacha Molina,
Subdirectora del SERNAM •
• Igualdad de oportunidades en el
empleo municipal, 1995.•
• Democracia e igualdad de oportunidades:
Una propuesta municipal, 1994. •
• Patricia Provoste y Elizabeth Guerrero, profesionales del IMU y
autoras del documento.•
• 59 •
Escuela de Formación de Líderes
Mujeres
• Victoria Hurtado et al., “Presentación”, en A contramano. Estudio evaluativo del impacto de la Escuela
de Formación de Líderes Mujeres, IMU, 1997:7. •
• Inauguración de la Escuela de Líderes, 1992.•
• 60 •
Las destinatarias de este proyecto son dirigentas de variados espacios
e instancias del mundo sindical, poblacional, juvenil, gremial, estudiantil,
feministas y de partidos políticos. Esta diversidad de perfiles políticos, sociales y
culturales constituye un desafío para el equipo del IMU, y le exige dar un enfoque
particular al liderazgo femenino y a la metodología de trabajo. No obstante,
las participantes comparten los deseos de acceder al poder, el ejercicio del
liderazgo en sus territorios de acción, el reconocimiento de otras y otros en
sus espacios y la voluntad de transformar la condición de las mujeres. Esto
genera un lugar de diferenciación que les permite enriquecerse mutuamente y
confrontar distintas posiciones políticas, de clase y de intereses. La Escuela se
convierte, así, en un espacio de reflexión y acción de mujeres que cuestiona
y confronta la uniformidad de los discursos y modelos tradicionales sobre las
mujeres, y que, al mismo tiempo, promueve la construcción de estilos propios
de liderazgo.
La Escuela de Formación de Líderes Mujeres (más conocida como Escuela de
Líderes) busca potenciar en las participantes procesos de individuación para
que se reconozcan a sí mismas como personas con singularidad e identidad
propia; fomentar la capacidad propositiva de sus demandas como colectivo,
con una visión crítica de género; fortalecer la visibilidad de su trayectoria en sus
espacios de acción; desarrollar la capacidad de identificar su propio poder, así
como el de otros actores/as y, finalmente, aprender a enfrentar los conflictos,
desarrollando herramientas de negociación (Hurtado et al., 1995).
En su diseño, la Escuela de Líderes establece tres etapas de formación:
Jornadas de Introducción, Taller Intensivo, y Seminario de Profundización.
Entre los temas abordados destacan liderazgo, poderes y conflictos; identidad
sexual, modelos y relaciones de poder en la familia; división sexual del trabajo
y mercado; sociedad civil y Estado; y nuevos bagajes.
La Escuela de Líderes se implementa entre 1992 y 1996 en diversas regiones
y en la capital, con una participación de 1.500 mujeres. Sus edades van de los
20 a los 60 años, y el mayor rango etario es de 40-49.
Las evaluaciones, sistematizaciones, informes de los talleres y seminarios
de este crucial proyecto –dirigido a que las mujeres se atrevan a “cruzar las
veredas” de lo privado a lo público– recogen numerosos testimonios de las
participantes. Guadalupe Santa Cruz, autora de “El ‘olvidado parlamento’ de
las mujeres”, señala:
“Los talleres han sido el escenario para presenciar de qué manera el
lenguaje organiza a los actores y cómo pone a prueba, una y otra vez,
la búsqueda de igualdad de género que manifiestan las participantes.
Esta se escabulle, a pesar de los propósitos explícitos, cuando en las
ecuaciones entre mujeres y hombres se ‘olvida’ uno de los términos
de la articulación frente a una temática determinada. Esta se evade
cuando es confundida con la homogeneidad, cuando se trueca la
propia identidad por el derecho a ser escuchada” (Santa Cruz,1997:
95-96).
• Segunda Jornada Líderes Mujeres, 1992.•
• 61 •
El Programa de Formación de Líderes, cuyo objetivo es formar agentes educativos para replicar la
experiencia acumulada por la Escuela de Líderes del IMU, organiza talleres de traspaso metodológico en
varias ciudades. Uno de ellos, titulado “Mujeres, género y liderazgo”, se efectúa en mayo de 1998 en Puerto
Montt, destinado a educadoras de las regiones ubicadas entre Maule y Magallanes.
• Natacha Molina en taller Escuela de Líderes, 1993.•
Actividades de la Escuela de Formación de Líderes Mujeres en regiones y en la casa
del Instituto, 1992-1998.
• Participante de Escuela de Líderes, 1993.•
• Participantes en Taller de Traspaso Metodológico en
Puerto Montt.•
• Actividad lúdica de la Escuela de Líderes en Concepción.
Aparece la profesional del IMU, Isabel Cárcamo.•
• Seminario “Líderes Mujeres para la Democracia”, 1996. De
izquierda a derecha, Isabel Cárcamo, Guadalupe Santa Cruz y
Alejandra Valdés.•
• Victoria Hurtado y Alejandra Valdés, impartiendo uno
de los cursos de la Escuela de Líderes, en la casa del
Instituto, calle Viña del Mar, Santiago.•
• Natacha Molina, Guadalupe Santa Cruz, participante de
la Escuela de Líderes, y Carmen Rojas.•
• 62 •
VOCES DE MUJERES LÍDERES
Las dificultades:
• Mi zona errada es hablar en
público. Cuando estoy adelante
se me olvida el parlamento.
• Yo me chupo. Me falta una
manera, no sé cómo defenderla.
• Soy hormonal, me quiebro.
• Es terrible luchar todos los días
para poder tener un lugar, un
espacio y que no te atropellen,
que no te pasen a llevar porque
eres mujer, porque tu opinión “no
vale”. Tu opinión es casi absurda.
Lo que yo puedo decir como
persona es casi nulo o no sirve
para nada. Yo peleo todos los días
por un espacio para nosotras, las
mujeres.
Los aprendizajes:
• Mientras yo moví gente, formé
grupos y comités, e hice todo para
llevar gente y ganar votos para
el candidato para el que estaba
trabajando, me tuvieron “así”.
Pero cuando dije “quiero participar
políticamente”, me botaron.
• Hubo peleas con mi marido y con
todo el mundo, porque a mí ya no
me gustó estar atrás.
• Falta una motivación más medular,
un conocimiento más cabal.
Todo lo que tú haces desde que
tú naces y te ponen un nombre.
Tú naces en un lugar X y de ahí
partes siendo un ente político,
porque estás siguiendo la ley. Tú
compras, tú vendes, tú haces tu
vida dentro de un ente político y
lo que la gente no entiende es que
no participar políticamente es no
emitir su opinión.
• Las veredas, hay que cruzarlas.
• La Escuela de Líderes me permitió
darme cuenta de los valores
femeninos para adquirir poder y los
he seguido usando. Por ejemplo,
darme cuenta que yo podía
manejar poder, ser presidenta,
tesorera. Siempre he manejado
cosas y sigo manejando poderes.
De eso me di cuenta con el curso.
• Si nos preparamos, ocuparemos
espacios que se nos están
abriendo.
• Si mis problemas son al interior de
la familia, yo no transo. Ni con él ni
con nadie…; mi posición y lo que
yo quiero, lo que yo siento y a mí
me gusta no lo transo con nadie.
• Se
adquieren
conocimientos
para poder enfrentarse con la
gente, uno adquiere una base, un
fundamento para poder pararse
frente a la gente.
• A mí me sirvió en la parte más
profesional. A mí me toca dar
entrevistas y ya tengo anunciado
a la Radio Portales, la Radio
Minería, el Diario, y van y me
entrevistan. Entonces, te ponen
la grabadora y yo al principio
me asustaba, pero después de
las últimas etapas del curso,
como que ya me liberé un poco.
Fuentes: Guadalupe Santa Cruz, “El ‘olvidado parlamento’ de las mujeres”, en Guadalupe Santa Cruz (ed.)
Veredas por cruzar. 10 años/Instituto de la Mujer, IMU, 1997, pp. 85-97. Victoria Hurtado, Lorena Núñez,
Guadalupe Santa Cruz y Alejandra Valdés, “Ya no me gustó estar atrás”. Estudio evaluativo del impacto de
la Escuela de Formación de Líderes, documento de trabajo, Instituto de la Mujer, 1996.
• 63 •
Asimismo, y como estrategia política y complemento del trabajo de talleres, de formación y capacitación,
de realización de seminarios, encuentros y jornadas nacionales e internacionales, el Instituto lanza
campañas públicas de sensibilización en temas clave sobre la condición femenina. El área de Participación
Política desarrolla varias de estas campañas, entre las que destacan las referidas a igualdad de derechos
y participación política de las mujeres: “Piensa mujer... vota mujer”, “Las mujeres deciden la elección”,
entre otras. Para ello se utilizan diferentes medios o soportes, como cuñas radiales, propaganda callejera
y folletos.
• La ciudadanía está en
campaña, 1999.•
• Campaña sobre participación
política, 1999.•
• Campaña “Piensa mujer… vota mujer”, 2001.•
• Campaña “Las mujeres deciden la elección”, 1999.•
• 64 •
Familia y derechos humanos de las mujeres
En el ámbito doméstico, las mujeres sufren fuertes limitaciones a sus derechos por la permanencia de
leyes e instituciones basadas en una concepción arcaica de la familia del siglo XIX, que establece como
norma la subordinación femenina. Tal concepción aún tiene enorme arraigo en la cultura chilena y en sus
instituciones, pese a los avances modernizadores de la sociedad. Esta ideología acerca de la familia refleja
una concepción rígida y excluyente que valida solo las uniones legales y heterosexuales.
Esta estructura de familia tradicional se asienta en una ideología patriarcal que refuerza la desigualdad de los
roles, entregando todo el poder a los varones, los que se sienten dueños de los cuerpos y de las decisiones
de las mujeres. Por su parte, el ordenamiento jurídico chileno reproduce y valida esta desigualdad.
En respuesta, el IMU decide focalizar parte importante del trabajo del área hacia el fortalecimiento de los
derechos ciudadanos. Para ello, desarrolla acciones de asistencia legal y talleres de formación a monitoras
en derechos de las mujeres a lo largo del país, muchas veces en asociación con organizaciones locales.
• Taller sobre derechos de las mujeres, 1991.•
• Entrega de diploma a participante con su familia, 1991.•
• Angélica Pino, abogada IMU, con diplomada, 1991.•
• 65 •
También se publican diversas cartillas sobre los derechos de las mujeres, por
ejemplo, respecto de juicios de alimentos y bienes en el matrimonio, las que se
difunden a nivel nacional (Rioseco y Fuentes, 1991).
• Cartilla Nº 1 Juicio
de Alimentos, 1991.
Cartilla N° 2 ¿Qué pasa
con los bienes en el
matrimonio?, 1991.•
Posteriormente, en 1996, en el marco del proyecto “Argumentos para
la civilidad. Una estrategia de intervención de las mujeres en el espacio
público”, se elaboran dos cartillas, una relativa al derecho de alimento y otra
concerniente a derechos, ruptura y divorcio5. El objetivo es potenciar las voces
de las mujeres en el debate público, fortaleciendo su protagonismo como
ciudadanas y actoras sociales que conocen y exigen sus derechos, recogiendo
los principales problemas y demandas femeninas ante la legislación y justicia,
ubicadas mayoritariamente en el ámbito familiar.
• Cartillas II y III sobre
derechos de la mujer,
1996.•
5. Ambas cartillas son de autoría de Patricia Provoste, profesional del IMU.
• 66 •
Violencia intrafamiliar
La violencia contra las mujeres se aborda, desde hace décadas, como una violación a sus derechos
humanos en el plano de los derechos socioeconómicos, civiles y sexuales. La invisibilidad y el silencio
de esta violencia forman parte de los mecanismos de defensa culturales, simbólicos y psicosociales que,
desde el sistema social patriarcal, operan para mantener la discriminación y la desigualdad del género
femenino (Cáceres, 1996).
A partir de 1988, el Instituto de la Mujer entrega asesoría legal gratuita a mujeres. Y en 1990 nace el proyecto
“Rompiendo Silencios, una prevención contra la violencia”. Durante su implementación se da prioridad a
la introducción de reformas legales que, posteriormente, contribuyen a los contenidos del proyecto de ley
sobre “Violencia Doméstica”. El IMU y la Red Chilena contra la Violencia Doméstica y Sexual desempeñan
una labor activa para apoyar la aprobación de esa ley, conocida como “Ley de Violencia Intrafamiliar” o
“Ley VIF”6.
Esta primera ley marcó un hito en el país al visibilizar y judicializar la violencia que se ejerce al interior de las
• Guía de autoapoyo.
Rompiendo silencios, 1994.•
familias, antes considerada como “problema privado”, a pesar de que era y sigue siendo una práctica muy
extendida. En especial, esta ley adopta medidas para sancionar la violencia en las relaciones de pareja, la
que se ejerce contra niñas y niños, y hacia las personas adultas mayores.
La Ley Nº 20.066, de 2005, que reemplaza a la de 1994, perfecciona la respuesta legal del Estado chileno
ante estas conductas en el contexto de la nueva justicia de familia y penal.
Entre las principales acciones que impulsa el Instituto respecto de la violencia contra las mujeres destacan:
elaboración de cartillas, capacitación de monitoras, realización de estudios, sistematizaciones y campañas
públicas, así como talleres para mujeres y organizaciones.
• Formación de monitoras VIF en Copiapó, 1993. Del equipo IMU
aparecen Ana Cáceres, Luz Rioseco y Betsabé Padín.•
6. Ley Nº 19.325, aprobada en 1994, que “Establece normas sobre procedimiento y sanciones relativos a los actos de violencia
intrafamiliar”. Fue presentada como moción en la Cámara de Diputados en 1991, por los parlamentarios Adriana Muñoz y Sergio Aguiló.
• 67 •
El Instituto de la Mujer también realiza talleres de prevención de VIF a jóvenes de ambos sexos. Uno de
ellos es el “Taller entre todos, prevención de la violencia doméstica”, efectuado en agosto de 1993 en
Huechuraba.
Otra acción es la publicación del documento Relatos, rupturas y saberes. Taller historias de vida (Padín,
2001) que da cuenta de los resultados de uno de los talleres de prevención de VIF dirigido a mujeres
maltratadas.
También se efectúan diversos talleres de capacitación dirigidos a funcionariado público, de hospitales, de
municipalidades, de educación y a quienes están involucrados en la resolución y prevención de VIF. Un
ejemplo es el taller “Violencia familiar, una problemática social” (IMU, 1996).
Relevante es la primera capacitación concerniente a prevención de violencia intrafamiliar que se entrega
en 1991 a 400 carabineros de la Zona Norte de Santiago, en convenio con el SERNAM y la Municipalidad
de Conchalí. El objetivo es entregar elementos teóricos sobre VIF y reforzar en el personal de unidades
policiales una actitud de acogida positiva para la recepción de las denuncias de mujeres maltratadas por
sus parejas.
• Invitación a taller de formación-prevención de VIF, 1999.•
“E
l proyecto ‘Rompiendo Silencios’, tuvo
altos costos personales para las integrantes
del equipo porque había demasiado qué hacer,
pocos recursos y escasa conciencia, en esa
época, del autocuidado. Pero hoy, en esta mirada
retrospectiva, vemos con claridad que también nos
enriqueció como personas y como profesionales, lo
que no puede sino ponernos muy contentas porque
el esfuerzo y el coraje valieron la pena ya que, junto
a otras, sembramos muchas semillas que hoy han
germinado”.
Luz Rioseco
Abogada
• 68 •
• Relatos, rupturas y saberes.
Taller Historias de vida, 2001.•
• Violencia en el pololeo, Guía de
autoapoyo para jóvenes, 1996.•
También se desarrollan actividades de sensibilización, prevención y denuncia en espacios públicos.
• Campaña nacional “No más
violencia contra la mujer”, 1993.•
• Actividades sobre prevención
de la violencia doméstica en la
Región de Atacama, 1993.•
• 69 •
• Capacitación a funcionariado público en Osorno, 1993.•
• Manifestación ante el Congreso, Valparaíso, 1993.•
• Capacitación a funcionariado público en Puerto Montt, en conjunto
con el SERNAM, 1993.•
A nivel internacional, el Instituto participa en el Primer Encuentro de la Red Feminista Latinoamericana
y del Caribe contra la Violencia Doméstica y Sexual, realizado en Brasil, en 1992. Asisten Ana Cáceres,
coordinadora del Proyecto “Rompiendo Silencios” e integrantes de la Red Chilena contra la Violencia
Doméstica y Sexual.
“Rompiendo Silencios: Fueron años intensos
de trabajo en torno a la violencia doméstica
y violencia sexual. Incluyó estrategias con
otras mujeres del movimiento y feministas:
campañas, recolección de firmas para aprobar
la ley ‘VIF’; investigaciones, como el rol del
tratamiento de la violencia en los medios,
sensibilización pública, especialmente el 25 de
noviembre, tributando a las hermanas Mirabal,
atención a mujeres víctimas, a través de
atenciones individuales y grupos de autoayuda,
integrando lo psicosocial y lo jurídico”.
Ana Cáceres
Psicóloga y poeta
• 70 •
• Primer Encuentro de la Red Feminista Latinoamericana y del Caribe contra la Violencia Doméstica y
Sexual, 1992. Al centro, Ana Cáceres, profesional del IMU.•
Convenio con Correos de Chile
En 2002, el Instituto de la Mujer firma un acuerdo con Correos de Chile para la emisión de un sello
postal alusivo al Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres, el que se conmemora cada 25 de
noviembre. Por primera vez un sello postal nacional incorpora el tema de la violencia contra las mujeres de
manera explícita en su diseño. La distribución y venta pública de las estampillas es realizada por Correos
de Chile a nivel nacional.
• Firma convenio con Correos de Chile: Adriana del Piano, Ministra directora del SERNAM, Adriana Muñoz, presidenta de la Cámara de
Diputados, y Ximena Zavala, directora del IMU, 2002.•
• Sello postal Día Internacional contra la Violencia hacia las
Mujeres, 2002.•
• 71 •
Violencia sexual contra las mujeres
La violencia sexual es una de las agresiones contra las mujeres más soterrada y
probablemente la más tabú, incluso para las mismas afectadas. Se refiere al acto de
forzar a la mujer a tener cualquier actividad sexual mediante la coacción y las amenazas
implícitas o explícitas (Baloian, 1993). Este tipo de violencia se ejerce en el hogar por
el hombre contra su pareja y en otros espacios por conocidos o extraños. Lo mismo
sucede en el caso de niñas y niños.
• Cartilla Cero
Tolerancia a la
violencia sexual
contra las
mujeres, 1998.•
Como una forma de visibilizar este atentado contra los derechos humanos de las mujeres, el
Instituto impulsa acciones orientadas a sensibilizar a la opinión pública, como la publicación
de cartillas, acciones de denuncias en las calles, plazas y ferias. Una de ellas es la elaboración
de la cartilla Cero Tolerancia a la violencia sexual contra las mujeres (Provoste y Salvo, 1998).
En 1998 el Instituto de la Mujer propone al Ejecutivo un proyecto de ley que incluye normas
para proteger los derechos y la dignidad de las mujeres en este ámbito, de las cuales un número
significativo son incorporadas al anteproyecto de ley finalmente presentado ante el Congreso. El
proyecto es discutido en las comisiones parlamentarias y en 1999 se aprueba como Ley Nº19.617
que “Modifica el Código Penal, el Código de Procedimiento Penal y otros cuerpos legales, en materias
relativas al delito de violación”.
Entre los principales cambios que se logran con la ley, es importante destacar la tipificación de la violación
entre cónyuges, la eliminación de la norma que permitía la impunidad del violador si se casaba con la mujer
violada, la facilitación de los medios de evidencia para probar la agresión sexual. Asimismo, se amplía el
concepto de delito de violación para incluir la penetración no deseada, ya sea por vía vaginal, anal o bucal7.
Se despenaliza la sodomía y se establecen medidas de protección a favor de las víctimas de un atentado
sexual, entre otras materias.
• Marfull, Paulina (1998). “Mujeres,
no más violencia”. En: Suplemento de
Mujer a Mujer. Santiago, Diario
La Tercera, 1 de agosto.•
• 72 •
7. Antes de la aprobación de esta ley, el delito de violación consideraba solo la penetración vaginal.
Trata de mujeres con fines de explotación sexual
La trata de mujeres8 con fines de explotación sexual es otra de las preocupaciones del Instituto de la
Mujer. En 2003 y 2004, el Instituto y la Corporación de Desarrollo de la Mujer “La Morada” realizan una
investigación-diagnóstico sobre este tema “con plena conciencia de que la ausencia de información y
de soporte legal constituyen un obstáculo a superar para la elaboración e implementación de políticas y
estrategias nacionales” (IMU y Corporación de Desarrollo de la Mujer “La Morada”, 2004:4).
Para llevar a cabo este diagnóstico se consideró relevante la existencia del Protocolo para Prevenir, Reprimir
y Sancionar la Trata de Personas, especialmente mujeres y niños (aprobado por Naciones Unidas en el año
2000), que complementa la Convención Internacional contra la Delincuencia Organizada Transnacional, la
que sanciona con especificidad la trata de mujeres con fines de explotación sexual.
Uno de los objetivos de este estudio fue sensibilizar a organismos de gobierno como SERNAM, Departamento
de Extranjería y Migración del Ministerio del Interior, Dirección de Derechos Humanos del Ministerio de
Relaciones Exteriores, Dirección de Seguridad Pública e Informaciones, Consejo de Defensa del Estado,
y Corporación de Asistencia Judicial, acerca de la necesidad de prevenir y erradicar este tipo de violencia
contra las mujeres. En el año 2004 se dan a conocer públicamente los resultados de la investigación.
• Conferencia sobre Trata de Mujeres, 2004.
De izquierda a derecha: María Eugenia Ruiz-Tagle, del IMU; Patsilí
Toledo y Lorena Fries, de la Corporación de Desarrollo de la Mujer
“La Morada”; Ximena Zavala, Directora del IMU, y Philip Lederman,
abogado de la Oficina para la Observación y Combate de la Trata de
Personas de Estados Unidos.•
Entre las conclusiones del diagnóstico se señala:
“Al nivel de los organismos políticos del Gobierno se percibe el tráfico como un tema ‘emergente’
y, por lo tanto, no prioritario en las agendas respectivas. Si bien han habido pronunciamientos
formales sobre la gravedad del fenómeno y la manifestación de compromisos concretos, por
ejemplo en materia de registro y estadística de estos casos, en la práctica tales compromisos
–originados en momentos de coyuntura comunicacional por casos de conocimiento público–
se han diluido por carecer de un sustrato de trabajo previo en el tema y, en definitiva, de
prioridad política” (IMU y Corporación de Desarrollo de la Mujer “La Morada”, 2004:37).
Hoy este problema adquiere relevancia mundial por el aumento del número de personas víctimas de trata9.
8. En los años 2003 y 2004, a la trata de personas se le llamaba “tráfico de personas”, por una errónea traducción de la palabra
“trafficking”. Actualmente, se establecen importantes diferencias entre los términos tráfico y trata. Ver: “Trata y tráfico de personas”, en
http://www.acnur.org/t3/que-hace/proteccion/trata-y-trafico-de-personas/
• Asistentes a la Conferencia sobre Trata de Mujeres, 2004.•
9. Chile aprobó en el año 2011 la Ley Nº 20.507, que “Tipifica los delitos de tráfico ilícito de migrantes y trata de personas y establece
normas para su prevención y más efectiva persecución criminal”.
• 73 •
Igualdad de hijas e hijos ante la ley
Otro hito importante es la campaña por una ley de igualdad que entregue los mismos derechos a hijas e
hijos nacidos dentro o fuera del matrimonio, puesto que la normativa jurídica de la época establecía una
discriminación entre hijos “naturales” y “legítimos” (Pino y Rioseco, 1993). Al igual que en otros temas, el
Instituto realiza campañas públicas y ejerce lobby parlamentario con el fin de apoyar una iniciativa legal que
termine con esta situación.
• Reunión con parlamentarios por Campaña
Filiación, 1996. Aparecen en la imagen Ignacio
Balbontín (DC), María Antonieta Saa (PPD), Patricia
Provoste (IMU), Jaime Gazmuri (PS) y Carlos
Ominami (PS).•
• Recolección de firmas para apoyar Ley de Filiación, 1995. En la imagen de la izquierda, Natacha Molina con la representante de la agencia
de cooperación holandesa HIVOS. En primer plano aparece Nuria Núñez. En la fotografía de la derecha, Teresa Donoso, Marcia Gómez y
Natacha Molina, del IMU.•
• Campaña
Filiación, reunión
con la Ministra de
Justicia, Soledad
Alvear, 1996. A la
izquierda, se ve a
Natacha Molina.•
• 74 •
El IMU participa en la elaboración del anteproyecto de ley de igualdad de hijas
e hijos. Presentado en la Cámara de Diputados en 1991 y aprobado en 1998,
otorga plena igualdad de derechos, entre ellos, los relativos a la herencia, sin
hacer distinción entre nacidos dentro o fuera del matrimonio. En síntesis, los
hijos “naturales” y los “legítimos” pasan a tener los mismos derechos10.
10. Ley N° 19.585 que “Modifica el Código Civil y Otros Cuerpos Legales en Materia de Filiación”, más
conocida como “Ley de Filiación”.
Ley de divorcio
Hasta el año 2004, uno de los problemas pendientes en el ámbito de la familia era la no regulación de las
rupturas matrimoniales. De hecho, Chile era el único país occidental que no admitía el divorcio vincular. Esta
situación llevó desde sus inicios al Instituto y a diversas organizaciones de mujeres, aunadas en el Grupo
Iniciativa Mujeres11, a emprender acciones de presión y denuncia, elaboración de propuestas, estudios
y encuestas, planteando el divorcio como un derecho y como una ley indispensable para fortalecer a la
familia.
Durante varios años se desarrollan campañas de carácter nacional con el objetivo de sensibilizar a la
opinión pública y a la clase política. Finalmente, en 2004 se logra la aprobación de la ley que regula el
término del contrato matrimonial12.
• Campaña por el derecho al divorcio, GIM,1999.•
11. Conformado por el Centro de Estudios para el Desarrollo de la Mujer (CEDEM), Centro de Estudios de la Mujer (CEM), Corporación
Domos, Fempress, FLACSO, Fundación Ideas, Instituto de la Mujer, Isis Internacional, Corporación de Desarrollo de la Mujer “La
Morada”, Movimiento Pro Emancipación de la Mujer Chilena (MEMCH) y Corporación Programa de Acción con Mujeres (PROSAM).
• Campaña por el derecho al divorcio, 1998.•
12. Ley N° 19.947, conocida como “Nueva Ley de Matrimonio Civil”. El proyecto de ley fue presentado por las diputadas y diputados Isabel
Allende, Mariana Aylwin, Carlos Cantero, Sergio Elgueta, Víctor Barrueto, Arturo Longton, Eugenio Munizaga, María Antonieta Saa, José
Antonio Viera-Gallo e Ignacio Walker.
• 75 •
Tribunales de Derechos de las Mujeres Chilenas
“Uno de los aportes de relevancia del
Instituto de la Mujer fue la generación
de espacios más inclusivos que, hasta
finales de los años noventa, no estaban
presentes en el quehacer del movimiento
feminista. Los Tribunales de los Derechos
de las Mujeres Chilenas permitieron recrear
juicios orales a partir de casos reales de
violaciones a los derechos de las mujeres.
La experiencia hizo visibles las violaciones
en la vida de mujeres como la de Juana
Candia, condenada a 10 años de presidio
por la muerte en legítima defensa de
su violador y posterior cónyuge. Este
caso mostró la discriminación de género
estructural sumado a condiciones sociales
de extrema inequidad: analfabetismo,
pobreza, ruralidad. Reveló las omisiones del
Estado al no proteger a Juana, y permitió
un trabajo mancomunado con trabajadoras
de Almacenes Paris, quienes se movilizaron
junto al Instituto para obtener su indulto”.
Lidia Casas
En el decenio de los años noventa, la mayoría de los Tribunales de Derechos de las Mujeres se realizan
durante las conferencias mundiales de Naciones Unidas. El objetivo de estos tribunales simbólicos es
visibilizar las violaciones de los derechos humanos de las mujeres y poner en evidencia la impunidad
de estos actos. Este proceso se inicia en la Conferencia Mundial sobre Derechos Humanos en Viena
(1993), y se consolida en el Foro de Organizaciones No Gubernamentales, en Huairou13, en el marco de
la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing, China (1995). Uno de los principales efectos de
estas experiencias es evidenciar y nombrar las violaciones a los derechos de las mujeres. Estas fueron
experiencias detonantes para el desarrollo de los primeros eventos en América Latina y el Caribe (Casas y
Molina, 2003)14.
En Chile, la Fundación Instituto de la Mujer, inspirada en estas experiencias internacionales, realiza cuatro
Tribunales de Derechos de las Mujeres Chilenas en la sede del ex Congreso Nacional (1997, 1999, 2001 y
2003).
Los principales objetivos establecidos por el IMU en la realización de estos eventos se relacionan con
visibilizar ante la opinión pública la discriminación de género; sensibilizar a las autoridades correspondientes
para que dicten sentencias en armonía con el Derecho Internacional de los derechos humanos; e incidir en
las propuestas de reformas legislativas y de políticas públicas (Casas y Molina, 2003).
“Estos tribunales, a pesar de ser simbólicos, han mantenido un formato eminentemente jurídico.
Primero, en ellos solo se exponen casos conocidos y sentenciados por los tribunales de
justicia con fallos adversos para las mujeres. Segundo, han adoptado la modalidad de
un juicio oral, público y acusatorio, cuyos principales protagonistas son, simbólicamente, los
mismos que participan en instancias reales: relatoría, jurado, abogados litigantes y audiencia
pública. La diferencia está en que el análisis jurídico con perspectiva de género, aplicado
a casos ya judicializados, deja en evidencia el carácter discriminatorio de las sentencias
judiciales” (Casas y Molina, 2003:15).
Abogada e investigadora de la
Universidad Diego Portales
13. Se presentaron 22 testimonios dramáticos de mujeres pertenecientes a diversos países del mundo en cuatro temáticas: violencia
contra mujer (doméstica y en conflictos armados); discriminación económica o nuevas formas de explotación; violación a la salud y a la
integridad corporal; y persecución política, siguiendo lineamientos que venían desarrollándose desde Viena.
14. La primera iniciativa en el continente se presenta en el VI Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, en El Salvador, y
posteriormente en Costa Rica.
• 76 •
Primer Tribunal de Derechos de las Mujeres Chilenas
Realizado en diciembre de 1997, este Tribunal expone cuatro casos graves de discriminación y violencia
que afectan a mujeres de distintas edades y condición social sobre el derecho a la educación, a la salud, al
aborto terapéutico y a la vida. La maternidad cruza los tres primeros casos, mostrando la incongruencia entre
el discurso público que la enaltece y la práctica social que hace del embarazo un factor de discriminación
y violencia.
• Actas Primer Tribunal de Derechos de las Mujeres Chilenas, IMU,1998:12.•
• Primer Tribunal de Derechos de las Mujeres Chilenas, 1997.•
• Apertura Primer Tribunal de los
Derechos de las Mujeres Chilenas,
discurso Nuria Núñez R., 1997.•
• 77 •
El caso emblemático de este Primer Tribunal es el de Juana Candia, joven campesina condenada como
autora del delito de parricidio en contra de su cónyuge, quien la violó cuando ella tenía 15 años. Obligada
por su familia a casarse con su victimario, Juana sufre una brutal y sistemática violencia conyugal y sexual
durante los 19 años de convivencia. El 24 de diciembre de 1994, tras sucesivos intentos de recurrir a la
justicia y frente a una nueva agresión, Juana –en defensa propia y de sus cuatro hijas e hijos– apuñala a su
esposo, por lo que es condenada a 10 años y un día en su pena máxima (IMU, 1998).
El jurado del Primer Tribunal llega a la conclusión de que “la acusada debe ser exculpada porque actuó
por miedo insuperable. No aceptarlo, en opinión del Tribunal, importaría exigir a Juana una resistencia
inhumana que ninguno de nosotros estaría dispuesto a realizar” y que “el juez [que la condenó] no atendió
suficientemente a las características de la violencia intrafamiliar” (IMU, 1998:12). Por tanto, sostiene que
Juana Candia debe ser indultada.
• Jurado del Primer Tribunal:
Enrique Silva Cimma, senador y profesor de la Facultad de Derecho
de la Universidad de Chile; José Galiano, profesor de la Facultad
de Derecho de la Universidad ARCIS; Carlos Peña, decano de la
Facultad de Derecho de la Universidad Diego Portales; Paulina
Veloso, profesora de la Facultad de Derecho de la Universidad de
Chile; Gladys Acosta, jurista y socióloga, integrante del Centro de
Mujeres Flora Tristán, Perú, e investigadora de ILSA, Colombia;
Jaime Castillo Velasco (de perfil), presidente de la Comisión Chilena
de Derechos Humanos.•
Meses antes de la realización de este Tribunal, el
caso de Juana es presentado en un programa de
alta audiencia en Televisión Nacional15. Un grupo de
trabajadoras de la casa comercial Almacenes París
ve el programa y decide apoyarla. Envían sendas
cartas a la Primera Dama, Marta Larraechea, y al
SERNAM pidiendo el indulto para Juana. El SERNAM
las contacta con el Instituto de la Mujer, que decide
hacerse parte del caso y ofrece al “Grupo de apoyo
a Juana Candia” presentarlo ante el Primer Tribunal
de Derechos de las Mujeres Chilenas.
• Parte del jurado del Primer Tribunal: José Galiano, Paulina Veloso,
En el Tribunal, la agrupación de mujeres
Carlos Peña y Gladys Acosta. •
trabajadoras se compromete –desde el día en que
Juana recobre su libertad y por el plazo de un año–
a proporcionarle a ella y a sus cuatro hijas e hijos, el sustento, consistente en alimentación, vestuario y
útiles escolares para facilitar su reinserción en la sociedad (IMU, 1998:34).
15. “Mea Culpa”, dirigido por Carlos Pinto, Programa de Televisión Nacional de Chile, difundido el 3 de agosto de 1997.
• 78 •
La petición de indulto presidencial es apoyada por el IMU con asesoría jurídica e intervenciones ante
autoridades del Ministerio de Justicia. También la Red Chilena contra la Violencia Doméstica y Sexual se une
a estos esfuerzos. El conjunto de estas acciones permite que Juana Candia reciba el indulto presidencial en
enero de1998, durante el mandato de Eduardo Frei Ruiz-Tagle.
Tras el indulto, Juana Candia es invitada de honor a la presentación de las Actas del Primer Tribunal de las
Mujeres Chilenas (IMU, 1998), libro que incluye el desarrollo completo de este Primer Tribunal.
En el epílogo del libro, el Instituto señala:
• Juana Candia en la presentación de las Actas del Primer Tribunal,
junto a Raquel Sánchez, integrante del Grupo de Apoyo a Juana
Candia, 1998.•
• Actas del Primer Tribunal de Derechos de las Mujeres Chilenas (IMU, 1998:154).•
• Presentación de las Actas del Primer Tribunal de Derechos de las Mujeres Chilenas, IMU, 1998.•
• 79 •
Segundo Tribunal de Derechos de las Mujeres Chilenas
En octubre de 1999, el Instituto de la Mujer realiza el Segundo Tribunal para
juzgar tres casos en los que los derechos de las mujeres no han sido plenamente
garantizados por la ley. Se refieren a acoso sexual, discriminación gremial y
desprotección legal. La revisión de los casos se da a partir de instrumentos
legales, tanto nacionales como internacionales, los que garantizan y protegen
los derechos humanos de las personas pero que, con frecuencia, no son
respetados cuando se trata de las mujeres.
“La fuerza de este Segundo
• Juana Candia, con una de sus hijas, durante el Segundo Tribunal de Derechos de las Mujeres
Chilenas, IMU, 1999.•
Tribunal radica en que es una iniciativa
profundamente democrática y de ejercicio
ciudadano, realizado por y desde la
sociedad civil. Su fuerza reside en la justicia,
en el valor universal, la confiabilidad y la
fuerza moral de sus recomendaciones”.
Leyenda contratapa
Actas Segundo Tribunal de Derechos de las Mujeres Chilenas, 2000.
El caso emblemático de este Tribunal es el de Juana Manzano, a quien la
Asociación de Fútbol Amateur de Copiapó le impide ejercer como árbitro de
fútbol en partidos de hombres, aduciendo su condición de mujer.
• José Bengoa, Rector Universidad Academia de Humanismo Cristiano y presidente
de la Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Minorías de la Comisión
de Derechos Humanos de Naciones Unidas; Nuria Núñez, directora de la Fundación
Instituto de la Mujer; y Ximena Zavala, subdirectora de la Fundación Instituto de la
Mujer.•
• 80 •
La presentadora por parte de la sociedad civil, la periodista Deborah Bailey,
expone que Juana Manzano es árbitro de fútbol desde 1991. Su trabajo no
ha estado exento de hostigamientos, malos tratos y agresiones por parte de
integrantes de clubes deportivos de Copiapó y de los delegados de la Asociación
Olímpica de la misma ciudad. En 1996, Juana se registra en la Asociación
Nacional de Árbitros de Chile, mientras que la Asociación Gremial de Fútbol
de Copiapó, por intermedio de su presidente, certifica que “su conducta como
árbitro es de una excelente responsabilidad y cumplimiento” (Bailey, 2000:57).
El abogado que representa a Juana, Diego López Fernández, solicita que “se acoja denuncia contra el
Estado chileno por incumplimiento de su deber de proteger el principio de igualdad de trato para todas
las personas, dejando en completa indefensión a una ciudadana frente a prácticas discriminatorias que la
afectan” (López, 2000:67).
A la luz de estos antecedentes, el
jurado del Segundo Tribunal concluye,
en veredicto unánime, que “la conducta
observada por la Asociación de Fútbol
recurrida en el caso de esta protección
constituyó un acto evidentemente
arbitrario, un acto discriminatorio de
claro menoscabo para una persona
que, como la recurrente, está calificada
para dirigir partidos de fútbol, puesto
que no solo tiene la preparación para
ello, sino que se encuentra afiliada a
una asociación de árbitros en la que
es tratada en igualdad de condiciones
que el resto de sus colegas” (IMU,
2000:133-134).
• Abogados/as del Segundo Tribunal:
Diego López, Patricia Chotzen y Héctor Salazar, 1999.•
• Jurado del Segundo Tribunal, 1999.
Luis Bates, abogado, expresidente del Consejo de Defensa del Estado; Nancy de la Fuente, abogada, exjueza, notaria pública y profesora
de la Universidad Diego Portales; Cecilia Medina, PhD., abogada, presidenta del Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas y
docente de la Universidad de Chile; Paulina Veloso, abogada, profesora del Departamento de Derecho Privado de la Facultad de Derecho
de la Universidad de Chile, exsubdirectora del SERNAM; Agustín Squella, PhD., abogado, profesor de Derecho y exdecano de la Facultad de
Derecho de la Universidad de Valparaíso.•
• Imágenes del Segundo Tribunal de Derechos de las Mujeres
Chilenas, 1999.•
• 81 •
Tercer Tribunal de Derechos de las Mujeres Chilenas
El Tercer Tribunal, efectuado en diciembre de 2001, analiza y juzga tres casos discriminatorios contra las
mujeres: la expulsión de Carabineros de una oficial de esa institución por haber denunciado a su pareja
por violencia doméstica; la discriminación que ejercen las autoridades de una escuela secundaria ante
el embarazo y posterior maternidad de una de sus alumnas; y la negativa de la Corte de Apelaciones de
Santiago a escuchar los argumentos de organizaciones no gubernamentales en favor de la anticoncepción
de emergencia.
El caso más emblemático de este Tribunal es, con certeza, el de Marcela Valdés, Teniente de Carabineros
de la ciudad de Valdivia, quien tras denunciar ante las autoridades ser víctima de violencia intrafamiliar por
parte de su cónyuge, también oficial de la institución, es expulsada de Carabineros. Esto surge de una
investigación interna que resta importancia a los episodios de violencia contra Marcela y concluye que esta
conducta se justifica por un “supuesto comportamiento liberal” de Marcela Valdés (IMU, 2001:42).
Marcela recurrió a los Tribunales de Justicia mediante un recurso de protección que fue rechazado por la
Corte de Apelaciones de Valdivia, resolución confirmada por la Corte Suprema. Finalmente, fue llamada a
retiro en octubre de 1999.
En la presentación del caso, Gloria Ponce, en tanto representante de las esposas de Carabineros exonerados,
señala las principales discriminaciones de esta institución en contra de Marcela Valdés:
“Lo sucedido demuestra que a la ex funcionaria de Carabineros se le exigió
un determinado comportamiento por ser mujer y pertenecer a una institución
que permite la discriminación e imposición de estereotipos, prejuicios y
menosprecio de las conductas femeninas ante los comportamientos de
los hombres. Carabineros de Chile consideró que una supuesta amistad
profunda con un compañero de labores es causa suficiente para ameritar
el llamado a retiro de Marcela Valdés y justificar los actos de violencia”
(Ponce, 2002:47).
• Imágenes del Tercer Tribunal de Derechos
de las Mujeres Chilenas, 2001. •
• 82 •
• Marcela Valdés, 1999
(Fotografía publicada en
entreosos.blogspot.com,
2008).•
El veredicto entregado por el jurado del Tribunal señala cuatro principales
consideraciones para este caso: no se observaron las garantías propias del
debido proceso en la investigación administrativa realizada por la institución
para aplicar medidas disciplinarias a Marcela Valdés; se infringió el respeto a
la vida privada y a la inviolabilidad de las comunicaciones, al incorporar en la
investigación como elemento probatorio de su “amistad profunda” con otro
oficial, comunicaciones cursadas entre ambos; la investigación dio lugar a una
indebida intrusión institucional en la vida privada de la expareja, dando una
interpretación sesgada y unilateral de los motivos que generaron la violencia del
marido contra la mujer (IMU, 2002:186).
En consecuencia, el jurado determina que “el Estado de Chile, tanto a través de
Carabineros como de los tribunales superiores de justicia, vulneró las garantías
constitucionales de los números 2°, 3°, 4° y 5° del artículo 19 de la Constitución
Política de la República, así como el artículo 8° del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, y el artículo 25 de la Convención Americana de
Derechos Humanos” (IMU, 2002:186).
Teniendo en consideración este veredicto, el año 2000 el Instituto de la Mujer
presenta el caso de Marcela Valdés ante la Corte Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH), instancia que lo declara admisible. Finalmente, en 2008,
el Estado de Chile llega a un acuerdo con Marcela Valdés y le entrega una
reparación monetaria “por el daño material e inmaterial” que ha sufrido (CIDH,
2009). Sin embargo, Marcela no es reincorporada a la institución.
• Abogados/as del Tercer Tribunal: Francisco Cox, Lidia Casas, Daniel Martorell, 2001.•
La publicación que sistematiza los tres casos presentados ante el Tercer
Tribunal de las Mujeres Chilenas señala que este espacio de control ciudadano
no solo pone de relieve la discriminación hacia las mujeres. También deja en
evidencia las preocupantes omisiones de los Tribunales de Justicia respecto de
la aplicación de resoluciones y normas de derechos humanos incluidas en los
tratados internacionales ratificados por Chile (IMU, 2002:11-12).
• Presentación de las Actas del Tercer
Tribunal de Derechos de las Mujeres
Chilenas, 2002. •
• 83 •
Cuarto Tribunal de Derechos de las Mujeres Chilenas
El Cuarto Tribunal de Derechos de las Mujeres Chilenas, realizado a fines de 2003, coincide con la
conmemoración de los 30 años “del quiebre institucional más importante sufrido por nuestra tradición
republicana”, es decir, el golpe de Estado de 1973 (IMU, 2004:11). Este hito histórico marca al Cuarto
Tribunal, el que se constituye en un homenaje a todas las mujeres que sufrieron violencia durante la dictadura
militar, y determina los casos a tratar:
• Actas Cuarto Tribunal de Derechos de las Mujeres Chilenas (IMU, 2004:11).•
• Imágenes del Cuarto Tribunal de
Derechos de las Mujeres Chilenas,
2003.•
• 84 •
Los casos seleccionados representan las violaciones a los derechos humanos
que sufren las mujeres en situaciones de conflictos armados, específicamente
la violencia sexual. Como casos emblemáticos se aborda el de Gloria Lagos
Nilsson, detenida por el agente Osvaldo Romo16 cuando estaba embarazada
de tres meses17, y cuyo rastro se pierde en el recinto de tortura Cuatro Álamos,
en 1974. El segundo caso es el de cuatro adolescentes que en el periodo 19741975, y en distintas circunstancias, son abordadas por militares y violadas. Sus
casos fueron denunciados y retomados por la justicia militar, la que sobreseyó
a los responsables.
“Quiero rescatar la fortaleza y valentía de
• Mujeres embarazadas
que fueron detenidas y
“desaparecidas”. Arriba,
de izquierda a derecha,
Reinalda Pereira, Elizabeth
Rekas, Jacqueline Drouille,
Cecilia Bojanic y Malvia
Mena. Abajo, de izquierda
a derecha, María Cecilia
Labrín, Gloria Lagos,
Michelle Peña, Ximena
Delard y Diana Aron.•
la Fundación al denunciar tempranamente
la violencia sexual como forma de tortura
a mujeres prisioneras políticas durante la
dictadura. Este importante y difícil trabajo
ha sido un referente para muchas de las
organizaciones de derechos humanos que
continúan exigiendo verdad y justicia sobre
estos crímenes, hoy reconocidos como
tales en los tratados internacionales”.
Margarita Romero
Médica ginecóloga, expresidenta de la
Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi
El jurado, compuesto por siete destacados juristas nacionales, tuvo la misión
de examinar en conciencia y emitir el fallo fundado en cada uno de los casos.
Un hito importante de este Cuarto Tribunal es la labor activa y la participación de
abogadas/os, tanto defensoras/es como acusadoras/es, trabajo asumido por
las Clínicas Jurídicas de las Facultades de Derecho de la Pontificia Universidad
Católica de Chile, Universidad de Chile y Universidad Diego Portales. Cada una
de estas clínicas jurídicas estuvo a cargo de un profesor o profesora guía, lo
que da cuenta del carácter pedagógico de estos Tribunales.
16. Agente de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), policía secreta de la dictadura militar.
17. Gloria Lagos Nilsson es una de las 10 detenidas desaparecidas embarazadas durante la dictadura
militar. Las otras mujeres en la misma situación son: Reinalda Pereira, Elizabeth Rekas, Jacqueline
Drouille, Cecilia Bojanic, Malvia Mena, María Cecilia Labrín, Michelle Peña, Diana Aron y Ximena
Delard.
• Jurado del Cuarto Tribunal, 2003.
Ángela Vivanco, abogada, académica de la Universidad Católica de Chile; Cecilia Medina, abogada, jueza
de la CIDH y codirectora del Centro de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad
de Chile; Carmen Domínguez, abogada, académica de la Universidad Católica de Chile; Lorena Fries,
abogada, académica del Área Ciudadanía y Derechos Humanos de la Corporación de Desarrollo de la
Mujer “La Morada”; Miguel Otero, abogado y exsenador; Paulina Veloso, abogada y académica de la
Universidad de Chile; Roberto Garretón, abogado y representante regional del Alto Comisionado para los
Derechos Humanos de las Naciones Unidas e integrante del Directorio del IMU.•
• 85 •
En este Cuarto Tribunal destaca la clase magistral de Rhonda Copelon18 acerca de la violencia sexual contra
las mujeres. En su intervención afirma que durante la dictadura en Chile las mujeres fueron sometidas a
una gran diversidad de torturas, entre las que la violación y otras formas de violencia sexual eran las más
graves y perniciosas:
“Estos crímenes han sido considerados como tales desde hace mucho tiempo, tanto a nivel
internacional como nacional. Sin embargo, debido a motivos fuertemente enraizados en la
discriminación contra la mujer, estos delitos fueron ignorados en gran medida durante la
década de 1970 y 1980, solo por el hecho de que las víctimas eran mujeres. Cuando ellos
salieron a la luz pública, el gobierno negó su ocurrencia o bien declaró que estos eran casos de
delitos personales realizados por oficiales individuales, por lo cual el gobierno no tenía ninguna
responsabilidad” (Copelon, 2004:27).
• Integrantes de la Clínica Jurídica de la Escuela de Derecho de la
Universidad de Chile en el Cuarto Tribunal, 2003.•
La autora asevera que “un agente del Estado es responsable si ha
consentido o permitido que un subalterno o un particular cometa
tortura”. Recomienda al Gobierno de Chile adoptar medidas para
reparar la discriminación a la cual fueron sometidas las mujeres
víctimas de tortura e incluirlas en los programas y planes de
reparación, así como evitar que estos hechos vuelvan a ocurrir, a
través del reconocimiento público de las violaciones y entrenar a los
agentes del Estado en la prevención de las violaciones (Idem:41).
• Rhonda Copelon
(Fotografía: www.solidarity-us.org).•
En el caso de la detención y posterior “desaparición” de Gloria Lagos
Nilsson, el jurado acoge la demanda interpuesta por la Clínica Jurídica de la Facultad de Derecho de la
Universidad Diego Portales. En su veredicto, toma en cuenta las siguientes consideraciones:
La detención de Gloria Lagos de forma arbitraria e ilegal y su encierro forzado, sin que fuera llevada ante
un juez competente, infringió su derecho a la libertad personal, consagrado en la Constitución Política; su
desaparición forzada implicó una violación a su integridad personal, además de constituir un trato cruel,
inhumano y degradante; también se infringió su derecho a la vida, derecho esencial de toda persona
humana, indispensable para garantizar cualquier otro derecho (IMU, 2004:185-186).
• Carola Salamanca, en representación del IMU, presenta el caso de
Gloria Lagos Nilsson (Ilustración de Christian Lungenstrass).•
• 86 •
18. Jurista feminista, profesora de Derecho de la Facultad de Derecho de la University City of New York, cofundadora del Caucus de
Mujeres por una Justicia de Género, y especialista en el tema de violencia contra las mujeres en conflictos armados. Rhonda Copelon
murió en 2010, a los 65 años de edad.
Estos hechos, concluye el jurado, muestran la posición en que se encontraban las mujeres durante el
régimen militar, puesto que Gloria Lagos “fue usada como rehén para conseguir la aprehensión de su
pareja, situación que se da frecuentemente en los conflictos armados” (IMU, 2004:188). El jurado llega a la
conclusión de que el Estado de Chile tiene responsabilidad en los hechos, tanto a la luz del derecho interno
como internacional, responsabilidad que se ve configurada desde un triple aspecto: secuestro, muerte de
la víctima y falta de justicia.
En la publicación de las Actas del Cuarto Tribunal de los Derechos de las Mujeres Chilenas19, se señala esta
importante afirmación:
• Claudio González, integrante del Directorio del IMU, durante el
Cuarto Tribunal de Derechos de las Mujeres Chilenas, 2003. •
• Actas Cuarto Tribunal de los Derechos de las Mujeres Chilenas (IMU, 2004:17).•
Como corolario, los cuatro Tribunales de Derechos de las Mujeres Chilenas ponen en evidencia la
discriminación y negligencia que vulneran los derechos de las mujeres en Chile. Los Tribunales surgen
como parte de una estrategia de los movimientos de mujeres, impulsando acciones de interés público a
favor de la no discriminación de género para que la legislación reconozca explícitamente el acceso a la
justicia por parte de los sectores tradicionalmente marginados; sensibilice a los operadores de justicia
respecto de los instrumentos de derecho internacional de los derechos humanos; y genere conocimientos
acerca del impacto del género en los procesos sociales, económicos y políticos que transcurren en las
sociedades contemporáneas.
19. Recién en noviembre de 2014, la Corte de Apelaciones de Santiago dictó sentencia en la investigación por el secuestro calificado de
Gloria Lagos Nilsson. En fallo unánime, la Séptima Sala del tribunal de alzada ratificó la sentencia de primera instancia que condenó a
Manuel Contreras Sepúlveda, Miguel Krasnoff Martchenko, Basclay Zapata Reyes y Orlando Manzo Durán a la pena de 10 años y un
día de presidio a cada uno, por su responsabilidad en el secuestro de Gloria Lagos.
• 87 •
Las mujeres víctimas de violencia sexual como
tortura durante la represión política en Chile,
1973-1990: un secreto a voces
Inspirándose en el Cuarto Tribunal de los Derechos de las Mujeres Chilenas, la Fundación Instituto de la
Mujer realiza en 2003 y 2004, en conjunto con la Corporación de Desarrollo de la Mujer “La Morada”20, una
investigación sobre las mujeres víctimas de violencia sexual en el periodo de la dictadura militar. Ambas
organizaciones subrayan que se trata de una investigación, “pero también (…) un acto político que pone en
su centro la experiencia largamente obscurecida y silenciada de las mujeres que sobrevivieron a la tortura
(IMU y Corporación de Desarrollo de la Mujer “La Morada”, 2004:2).
Este estudio contribuye a develar la violencia sexual contra mujeres, violencia constitutiva del crimen de
tortura, fortaleciendo un proceso de reconocimiento y de reparación a quienes sufrieron esta violación de
sus derechos humanos. Se realizan 20 entrevistas en profundidad a mujeres víctimas de violencia sexual
de los siguientes centros de detención:
Villa Grimaldi; Cuatro Álamos; Tres Álamos; Comisarías; Escuela Militar; Estadio Nacional;
Investigaciones; Fiscalía Militar; Cárcel de hombres de San Miguel; Casa Correccional de
mujeres Buen Pastor; Recinto en Buzeta (CNI); 38ª Comisaría de Mujeres, Centro de Orientación
Femenino; Plaza de la Constitución; Londres 38; Escuela de suboficiales; Academia de la
Fuerza Aérea; Regimiento Tucapel; Cuartel Borgoño; Cárcel Villa el Devoto en Argentina21; Isla
Quiriquina; Universidad de Chile y Ministerio de Defensa (IMU y Corporación de Desarrollo de
la Mujer “La Morada”, 2004:7).
Ambas instituciones comienzan entonces una reflexión respecto del tipo de represión que sufren las mujeres
opositoras al régimen militar: “Queríamos saber si estas mujeres, militantes ellas mismas, hermanas, hijas o
esposas de militantes, habían sufrido –como es habitual en todo conflicto armado– violencia sexual como
forma de tortura” (IMU y Corporación Humanas, 2005:10).
• Presentación de Las mujeres víctimas de violencia sexual como
tortura durante la represión política en Chile, 1973-1990: un secreto
a voces, 2004. En la imagen inferior, Margarita Romero y Roberto
Garretón, integrantes del Directorio del IMU.•
• 88 •
20. Parte del equipo de esta área fundó en junio de 2004 la Corporación Humanas.
21. También conocida como Cárcel Devoto.
En septiembre de 2003, las dos instancias llaman a un coloquio al que invitan a investigadoras e investigadores
a presentar sus reflexiones sobre la violencia sexual hacia las mujeres en el periodo de la dictadura militar22.
La sicóloga Margarita Díaz23 afirma que hablar de las experiencias de tortura ha sido y sigue siendo difícil,
y en el caso de las mujeres, “el silencio es reforzado por el temor, la vergüenza, la humillación, la sensación
de impotencia y de vulnerabilidad frente a la arbitrariedad absoluta” (Díaz, 2003:18), sobre todo cuando el
silencio ha sido impuesto por el Estado a través del miedo y la amenaza constante.
Tras el retorno de la democracia, gran parte de la sociedad chilena tampoco quiere escuchar los horrores
cometidos por las fuerzas militares contra las mujeres, a pesar de las evidentes pruebas y los efectos del
daño individual y social ocasionado. Para Margarita Díaz, la reparación que necesitan las mujeres torturadas
no se puede lograr “si no existen espacios sociales en los cuales se puedan compartir las experiencias, a
partir de lo cual se recupere la memoria colectiva, central en el logro de nuestra identidad” (Díaz: 2003:23).
La investigación concluye con la publicación y lanzamiento de las Memorias de Ocupación, Violencia contra
mujeres detenidas durante la dictadura, en un seminario realizado en noviembre de 2005. Sus contenidos
incluyen el análisis de las entrevistas a mujeres que sufrieron violencia sexual, las ponencias presentadas
en el coloquio de septiembre de 2003 ya mencionado, y las experiencias de Perú y Argentina referentes al
mismo tema (IMU y Corporación Humanas, 2005:5).
Las dos organizaciones feministas dedican
el libro a todas las mujeres víctimas de la
dictadura militar, en particular a “aquellas que
han narrado su dolorosa experiencia y han
hecho posible que forme parte de nuestra
historia común”.
22. Coloquio “Las mujeres víctimas de violencia sexual como tortura durante la represión política chilena (1973-1990): un secreto a voces”,
realizado el 26 de septiembre de 2003 en la Biblioteca Nacional.
23. Sicóloga del Instituto de Salud Mental y Derechos Humanos (ILAS).
• 89 •
Desarrollo económico y empleo
Los primeros años postdictadura se caracterizan por la continuación de las
políticas económicas de libre mercado con impactos negativos en la calidad
del empleo y en el medio ambiente. Se acentúa una marcada inequidad social
y la pobreza alcanza en 1994 al 28,5% de la población. Esto afecta de manera
especial a las mujeres de escasos recursos, quienes experimentan un mayor
deterioro económico que los hombres de su misma condición social.
Igualmente, el movimiento sindical se encuentra debilitado y sin capacidad
de presión efectiva. Y las mujeres, dentro de los sindicatos, tienen escasa
presencia y bajo protagonismo.
En este ámbito, el papel del IMU es favorecer e intencionar los procesos de
desarrollo de autonomía y liderazgo de las mujeres trabajadoras, para que sus
demandas de igualdad y desarrollo sean consideradas.
• Participantes en capacitación de buceo, 1991.•
• Hijas de pescadores artesanales con sus diplomas, 1991.•
• 90 •
La estrategia se dirige a lograr una mayor influencia de la perspectiva de género
en el ámbito laboral, especialmente en lo que se refiere a las políticas públicas
de empleo, al liderazgo sindical femenino, así como a apoyar la capacitación y
habilitación laboral de mujeres excluidas socialmente, sobre todo en regiones.
• Participantes en talleres de capacitación, 1991.•
En 1991,el IMU, mediante un convenio con el Instituto de Estudios Pesqueros “Zipter”, facilita el acceso a
la formación como técnicas pesqueras a hijas de pescadores artesanales de San Antonio. El objetivo es
capacitar a 15 jóvenes y darles formación integral para que se constituyan en profesionales de mando medio
y puedan insertarse en el mercado laboral del sector, con conocimiento de sus necesidades específicas
de género.
El Instituto continúa su trabajo en este sector laboral entre 1992 y 1994, capacitando a obreras pesqueras
de varias regiones del país con el fin de formarlas técnica e integralmente desde una perspectiva de género,
para que tengan acceso a un nivel superior de calificación. Las profesionales del IMU fundamentan esta
formación en las características y condiciones de la industria pesquera: empleo altamente feminizado,
pagos por producción o por rendimiento a trato, con jornadas laborales extensas e irregulares, y precarias
condiciones laborales, las que son peores en los trabajos que no necesitan especialización (Díaz, 1997:79).
En las regiones de Valparaíso y Puerto Montt, el IMU capacita a mujeres algueras y manipuladoras de
alimentos.
Asimismo, el trabajo se extiende a la Región de
Atacama en apoyo a las mujeres trabajadoras de
parronales, capacitándolas sobre sus derechos
laborales.
• Mujeres trabajadoras algueras, Valparaíso,1992.•
El Instituto también impulsa diversas iniciativas
y proyectos de apoyo a la acción sindical de las
trabajadoras con el objetivo de potenciar su
participación en puestos de poder y liderazgo. Uno
de ellos es el curso-taller “Sindicalismo y Liderazgo
Femenino”, enfocado a dirigentas sindicales cuyas
organizaciones están afiliadas a la Confederación
• Mujeres trabajadoras de parronales, Región de Atacama, 1992.•
Nacional de Sindicatos de Trabajadores del sector
privado de Chile (CEPCH). El objetivo es aportar conocimientos e información para fortalecer los liderazgos
de las dirigentas sindicales y, a través de ellas, a sus organizaciones.
En estas actividades se avanza en la elaboración de una agenda sindical de género que recoge sus
demandas y prioridades.
• Manipuladoras de la industria pesquera, Puerto Montt, 1992.•
• 91 •
Es así como durante 1996 dirigentas de diferentes organizaciones sindicales (centrales, confederaciones,
federaciones y sindicatos), con el apoyo del Instituto, forman un grupo de trabajo sobre la temática
“sindicalismo y género”. En este espacio reflexionan respecto de las exigencias comunes de las trabajadoras
para construir una agenda de género y plan de acción para el mundo sindical. A inicios de 1997, el Instituto
realiza la jornada “Sindicalismo en femenino”, a la que asisten las integrantes de dicho grupo de trabajo con
el fin de plantear de manera concreta esas prioridades.
Los puntos centrales para construir una Plataforma de Acción de las Trabajadoras son: ampliación de
los derechos laborales; lucha contra la feminización de la pobreza; reconocimiento de los derechos
reproductivos; y fortalecimiento de la participación sindical de las mujeres (Díaz, 1997a).
• Las trabajadoras por un sistema de
seguridad social más justo, 1997.•
El trabajo con mujeres sindicalistas, liderado por la profesional del IMU Estrella Díaz, continúa a través
de la realización de 30 entrevistas para conocer sus demandas de género. Los resultados muestran las
siguientes reivindicaciones en el ámbito laboral: igualdad de salario para mujeres y hombres por un mismo
cargo; más cupos para mujeres en puestos importantes; mecanismos legales para denunciar el acoso
sexual; capacitación y difusión de los derechos de las mujeres; y prohibición de la exigencia del test de
embarazo para acceder a un empleo. En el espacio sindical, exigen mayor reconocimiento a su gestión,
promoción de mecanismos para incentivar la presencia de dirigentas, y la incorporación de la temática de
género en la gestión sindical (Díaz, 1997b).
Estos proyectos se realizan en Santiago y en diversas regiones del país en convenio con
organizaciones sindicales. Uno de los resultados es la formación de la coordinación Foro de
Mujeres Sindicalistas, instancia que en el documento Las trabajadoras por un sistema de
seguridad social más justo recoge una síntesis del proceso de discusión y análisis acerca de
la seguridad social de las trabajadoras (IMU y Foro de Mujeres Sindicalistas, 1997).
Se elaboran varias cartillas
relativas a los derechos
laborales de las mujeres y
se lanza una campaña de
rayados callejeros por la
igualdad en el trabajo.
• Serie de Cartillas Derechos
Laborales de las Trabajadoras,
1994.•
• Igualdad en el trabajo, campaña pública 1999.•
• 92 •
Juventud y trabajo
Especial relevancia adquiere, entre 1995 y 1997, el proyecto “De niña a mujer”, dirigido a mujeres jóvenes
de entre 14 y 25 años residentes o que trabajan en la comuna de Huechuraba. Su objetivo central es
promover el desarrollo de los procesos de identidad y participación social, entregándoles herramientas que
contribuyan a la superación de sus condiciones de pobreza y su incorporación al mercado laboral (IMU,
1996:21).
En la evaluación del primer año de ejecución el Instituto señala que este proyecto ha contribuido a facilitar
a las jóvenes su integración al trabajo remunerado. Algunos testimonios de las jóvenes madres enfatizan
que esta iniciativa ha sido una valiosa experiencia:
“Me gusta mucho participar. He conocido mucha gente buena; he aprendido mucho. Los
primeros talleres que se hicieron de sexualidad y desarrollo personal me ayudaron a tener más
paciencia con los niños y también en mi relación con mi pareja porque se conversaron muchas
cosas que eran de la rutina, cosas que para mí no tenían solución, pero que, conversando con
otras personas aprendí a solucionarlas” (Joana, participante del
proyecto “De niña a mujer”, madre a los 14 años), (Concha, 1996:20).
Preocupado por la invisibilidad del trabajo infantil, especialmente de las
niñas, y comprometido no solo con los derechos de las mujeres sino
también con los derechos de la infancia, el IMU impulsa en 1998 una
investigación pionera sobre las niñas trabajadoras. Esta aborda la
realidad del trabajo infantil, propone políticas públicas tendientes a su
eliminación y una legislación protectora de los derechos de niñas y
niños. En esta problemática se da especial atención a la explotación
sexual infantojuvenil, planteando interrogantes pertinentes a su
especificidad, la incidencia de la pobreza y del maltrato en su
génesis, así como los vacíos que presenta la legislación vigente.
El estudio es publicado en 1998 con el título Niñas chilenas, una
infancia interrumpida. Un estudio sobre la realidad ignorada de
niñas trabajadoras en Chile (Díaz et al., 1998).
• Adolescentes preparando su presentación, 1996.•
• Jóvenes en proceso de discusión, 1996.•
• Niñas chilenas, una
infancia interrumpida,
Diaz et al., 1998.•
• 93 •
La habilitación social y laboral de jóvenes pobres de ambos sexos es otra de las preocupaciones del Instituto
de la Mujer. En la comuna de Huechuraba desarrolla un proyecto para capacitar a más de 160 jóvenes
en su primer año de ejecución. Las actividades son apoyadas con materiales educativos que entregan
herramientas a las y los jóvenes para enfrentar el mundo laboral. Uno de ellos es la cartilla Juventud y
trabajo. Consejos para tener en cuenta (IMU, s/f), que sistematiza diversos materiales informativos que les
orientan en su búsqueda de empleo.
• Cartilla para jóvenes,
IMU, 1997.•
Más tarde, este trabajo continúa con el proyecto “Pobreza y protagonismo juvenil”, exitosa experiencia que
se realiza en la misma comuna de Huechuraba entre 1998 y 2001. Sus objetivos son promover capacidades
individuales y colectivas en jóvenes para adquirir autonomía y ser protagonistas en las soluciones de sus
problemas y los de su comunidad; conocer habilidades prelaborales y sociales para integrarse al mercado
laboral; y promover la articulación de los esfuerzos públicos y privados en el diseño de políticas y programas
de capacitación y empleo a favor de las y los jóvenes.
La metodología de trabajo incluye la presentación de proyectos colectivos por parte de organizaciones
juveniles, formales e informales, que entreguen beneficios a la comunidad y permitan a las y los jóvenes
lograr habilidades de empleabilidad y autoempleo. Para estos efectos se crea un Fondo Concursable que
permite dar vida a innovadores proyectos propuestos por estos grupos.
• Participantes comparten opiniones, 1999.•
• Exposición del proyecto, 2000.•
• 94 •
• Participantes del proyecto “Pobreza y protagonismo juvenil”, 1998-2001.•
Derechos sexuales y reproductivos
La cultura chilena, influida fuertemente por la iglesia católica, ha focalizado de manera negativa la sexualidad
y la sanciona como pecaminosa, aun cuando ella es intrínseca a todo ser humano y forma parte de
su desarrollo. En específico, adolescentes y jóvenes viven la sexualidad con sentimientos ambivalentes,
e incluso contradictorios, que alimentan la doble moral sexual (abierta para los hombres y controlada
para las mujeres). En el discurso sobre sexualidad predominan “valores tradicionales que sancionan la
sexualidad juvenil, especialmente aquella de las mujeres, sobre todo cuando se da fuera del matrimonio”
(Vidal, 1997:69).
• Alumnos Instituto Nacional, 1991.•
El IMU continúa el desarrollo del Programa Preferencial para el Adolescente en Salud y Derechos
Reproductivos, iniciado en 198824. El objetivo es abrir una alternativa de orientación a jóvenes de ambos
sexos de 12 a 19 años acerca de los distintos aspectos relacionados con la sexualidad y salud reproductiva.
El programa se imparte en escuelas de las comunas de Conchalí, Quilicura, Santiago Centro, Peñalolén,
Estación Central y Providencia. Por medio de los talleres se llega a 2.300 personas (adolescentes,
apoderados/as y profesorado).
Tanto los talleres como los materiales educativos referente a sexualidad y afectividad subrayan la relación
sexual como una actividad legítima y humana.
• Magaly Inostroza y Cecilia Bustos, profesionales del IMU,
en uno de los talleres, 1991.•
“La fuerza del Instituto de la Mujer está en haber llevado a las mujeres
chilenas a reflexionar sobre todos aquellos aspectos en los cuales las
mujeres estábamos sufriendo discriminación y abuso. Entre ellos destaco
la defensa de los derechos reproductivos, que hasta hoy continúan
siendo violentados en Chile”.
Margarita Romero
Médica ginecóloga y expresidenta de la
Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi
• Talleres sobre sexualidad para jóvenes, 1991.•
24. Ver área Cultura, familia y sexualidad, en Capítulo I.
• 95 •
A partir de esta experiencia se elabora Ayudándote a Crecer: Manual de Educación Sexual para
Educadores/as, como una manera de compartir con educadoras/es, profesionales de la salud y de las
ciencias sociales, y con adolescentes interesados en el tema, diversas metodologías y contenidos relativos
a sexualidad con perspectiva de género (Inostroza, 1994).
• Ayudándote a Crecer.
Manual de educación
sexual para
educadores/as, 1994.•
• Talleres de sexualidad para adolescentes, 1992.•
Prevención de Enfermedades de
Transmisión Sexual (ETS) y SIDA
• Hablemos de nuestra sexualidad.
Cartilla elaborada en el marco del proyecto “De niña a mujer”,
s/f.•
La tarea de prevención de las ETS y SIDA es otra de las actividades
que se lleva a cabo en esta área, desarrollando talleres destinados
a jóvenes y niños/as en las escuelas. Se elabora material didáctico,
como fotonovelas (Mi garantía de vivir25, entre ellas), caricaturas,
historietas y videos de fácil comprensión y entretenidos para el
público joven.
• Fotonovela Mi garantía de vivir, 1997.•
25. El texto original de esta cartilla es elaborado en 1993 por Paulina Vidal, Carla Vidal,
Esther Fuentes, Georgina de la Fuente y Cornelia Piekarski. La edición de 1997 es revisada
y adaptada por Mariela Cortés y Betsabé Padín.
• 96 •
También se capacita a trabajadoras sexuales26 y a funcionarios policiales. En particular, entre 1990 y 1997,
se implementan programas de capacitación a mujeres que ejercen el comercio sexual en calles y locales para
formarlas como monitoras que repliquen los conocimientos adquiridos sus pares. El Programa “Prevención
de VIH/SIDA/ETS en mujeres adultas que ejercen comercio sexual” se realiza en tres regiones del país
que presentan las tasas más altas de VIH/SIDA, y que concentran un elevado número de personas
involucradas en el comercio sexual: Región Metropolitana (Santiago y Melipilla), V
Región (Valparaíso y San Antonio) y II Región (Antofagasta, Calama y Mejillones).
La metodología que se utiliza es la modalidad de talleres en los que se incentiva
a las participantes a reflexionar sobre temáticas que, por la fuerte presencia que
tienen en sus vidas cotidianas en el ejercicio del comercio sexual, condicionan
en gran medida la ausencia o la adopción de conductas preventivas frente al
VIH/SIDA/ETS (Cortés et al., 1997).
La publicación Formación de monitoras en prevención de VIH/SIDA/ETS, Guía
de actividades complementarias (Cortés et al., 1997) surge como producto
de las actividades realizadas en este programa. Su intención es apoyar el
proceso educativo realizado por agentes multiplicadores (formadoras/es)
en la capacitación como monitoras en prevención de VIH/SIDA/ETS dirigida a
mujeres que ejercen
comercio sexual.
También se realizan actividades
públicas, muchas de las cuales se
efectúan con otras organizaciones y
redes.
26. En esta Memoria se usará los términos trabajo sexual y comercio sexual como equivalentes,
más allá de la discusión relativa a la denominación de esta actividad que prosigue hasta hoy.
• Super Condón, historieta dirigida a adolescentes, 1997.•
• Entrega de certificados a
monitoras en prevención de
VIH/SIDA/ETS, 1996.•
• 97 •
Otro público objetivo de la prevención de ETS y
SIDA son las mujeres heterosexuales con pareja
estable y en edad reproductiva. Se desarrollan
actividades educativas tendientes a identificar
los mitos, prejuicios y actitudes de mujeres, en
general casadas, la mayoría de ellas dueñas
de casa que desconocen la conducta sexual
de sus parejas fuera del hogar. Se elaboran
materiales educativos, cuyos resultados
se plasman en manuales y cartillas, entre
los que destacan Mujer, sexualidad y
SIDA (Bascuñán, 1995) y Nosotras y el SIDA
(Bascuñán y Guerrero, 1996).
• Mujer, sexualidad y SIDA, 1995.•
• Nosotras y el SIDA, 1996.•
Lanzamiento público del manual Mujer, sexualidad y SIDA, 1995.
• Capacitación a funcionarios policiales, 1992.•
• Nuria Núñez, directora del IMU, felicita a la autora del manual, Ana
Cecilia Bascuñán.•
• 98 •
• De izquierda a derecha: Ana Cecilia Bascuñán, Raquel Child, de
CONASIDA, Natacha Molina, subdirectora del IMU, y Sergio Zorrilla,
de la USACH.•
Aborto terapéutico
El aborto constituye un grave problema de salud pública en Chile, especialmente para las mujeres de
escasos recursos que recurren a abortos clandestinos en condiciones de riesgo. El artículo 119 del Código
Sanitario, vigente entre 1931 y 1989, permitía el aborto terapéutico, definido como la “interrupción del
embarazo en los casos en los cuales se pone en riesgo la vida de la madre” (Acuña, citada en Salazar, 1993).
En el periodo de la dictadura cívico-militar, sin embargo, el procedimiento es restringido paulatinamente en
los servicios de salud públicos hasta que en septiembre de 1989 es derogado. Desde entonces, el aborto
inducido es sancionado como delito en cualquier circunstancia.
Reposicionar el aborto terapéutico se convierte, entonces, en uno de los asuntos prioritarios tanto para
el Instituto de la Mujer como para otras organizaciones feministas. En la Conferencia Internacional sobre
Población y Desarrollo (El Cairo, 1994), se aprueba un Programa de Acción que incluye una recomendación
respecto del trato humanizado a las mujeres que recurren a abortos clandestinos. Igualmente, en la
Plataforma de Acción de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer de Naciones Unidas (Beijing, 1995)
se acuerda que los Estados revisen las leyes penalizadoras del aborto. Aunque no son acuerdos vinculantes,
tienen el respaldo mayoritario de la comunidad internacional. Para el IMU el principio básico es que las
mujeres tienen el derecho de determinar libremente cuándo procrear y en qué circunstancias.
• Argumentos favorables al aborto terapéutico. 1993.•
Las reflexiones y propuestas del IMU se plasman en diversos textos y documentos que contribuyen al
debate sobre el derecho al aborto y que aún hoy es un tema pendiente y no resuelto de los derechos
humanos de las mujeres.
Los argumentos en contra de restablecer este derecho hacen hincapié en los avances tecnológicos del
campo médico, ya que minimizarían, supuestamente, el peligro de muerte de la mujer con un embarazo
de riesgo. Ante esas conjeturas, el Instituto sostiene que hay casos en los que la vida y/o la salud de la
mujer embarazada corren diversos riesgos, los que no tienen
tratamiento inocuo para la salud de la mujer del embrión o feto
(Salazar, 1993). Igualmente, afirma que “la normativa existente
tiene un carácter profundamente castigador para las mujeres,
que, a nuestro juicio, no se relaciona con la defensa de la vida,
sino con un esquema ideológico, en el cual las mujeres no
deben decidir sobre su sexualidad y reproducción” (Casas y
Núñez, 1998:26).
Al igual que en otras temáticas, el Instituto realiza campañas
públicas de sensibilización.
• Aborto: Argumentos
para una discusión
necesaria, 1998.•
• Campaña por el derecho al
aborto, 1999.•
• 99 •
Extensión, articulaciones, redes y plataformas
Actividades de extensión
Estudios de género
El Instituto también se preocupa de estimular la creación de conocimientos e impulsar la especialización
en temas de género en el ámbito nacional, teniendo en perspectiva los necesarios cambios culturales y la
promoción de nuevas generaciones interesadas en estas temáticas.
Para ello, se impulsa un trabajo conjunto entre el Instituto de la Mujer, el Centro de Estudios de la Mujer
(CEM), el Centro de Desarrollo de la Mujer (CEDEM), la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales
(FLACSO) y la Universidad Academia de Humanismo Cristiano (UAHC) para crear un Programa de Estudios
de Género en esta casa de estudios. La iniciativa comienza en 1997, se implementa a partir de 1998 como
diplomado en Estudios de Género, y en 1999 se transforma en Programa Académico.
• Diploma en estudios de
género y sociedad, 1998.•
• 100 •
El propósito es intencionar la inclusión de los temas de género de manera transversal en el currículo de las
distintas carreras universitarias que la UAHC imparte, contribuyendo a la formación de nuevas generaciones
de profesionales. Además, este espacio académico se enriquece, a través de mecanismos de intercambio
académico internacional, con la visita de varias docentes de importantes universidades europeas –de
Bélgica, Alemania y España, entre otras–, que contribuyen a exponer temas internacionales y compartir
reflexiones con profesionales y alumnado nacionales. Hoy, el tema género forma parte del currículo de esa
universidad.
Articulaciones, redes y plataformas
La persistente discriminación de las mujeres hace necesario realizar un esfuerzo para fortalecer sus voces
en el espacio público. Esto lleva al Instituto a establecer alianzas con otras organizaciones con el fin de
diseñar estrategias y desarrollar acciones comunes que permitan una mayor visibilidad e impacto público
de las demandas de las mujeres.
No solo los temas más relevantes del debate público hacen necesaria la acción colectiva, sino también
aquellos silenciados que exigen una voz propia, una voz desde las mujeres.
Las redes, articulaciones y plataformas colectivas detonan un intenso debate en cada uno de los asuntos de
interés. Estas experiencias conjuntas de trabajo, entre organizaciones de mujeres y feministas, constituyen
un desafío que pone a prueba la solidez de los argumentos y la capacidad de negociación. Las acciones
demuestran la fuerza y la importancia de sumar esfuerzos en pos de objetivos comunes.
El Instituto de la Mujer se impone, desde sus inicios, el desafío de participar y colaborar en esas redes,
coordinaciones y plataformas, para potenciar el trabajo y contribuir a generar un mayor impacto político de
los temas de género y democracia, tanto a nivel nacional como internacional.
En este período, las redes más relevantes en las que participa el Instituto
de la Mujer en el ámbito nacional son el Grupo Iniciativa, el Foro de Salud
y Derechos Sexuales y Reproductivos, la Red Chilena contra la Violencia
Doméstica y Sexual.
En el campo internacional la presencia del Instituto de la Mujer
es sostenida y fructífera. Múltiples son los foros, conferencias,
seminarios, encuentros, intercambios –realizados tanto por
Naciones Unidas, la Unión Europea, agencias de cooperación
internacional, como por organizaciones feministas, agrupaciones
políticas, universidades y redes de mujeres– en los que el Instituto
expone la situación de las mujeres en Chile y sobre su visión acerca
del feminismo. Esto abre una ventana al mundo a las profesionales
del IMU, permitiendo conocer otras realidades y enriqueciendo su
quehacer.
• Feria de la Mujer en Estación Mapocho, Foro de Salud y Derechos
Sexuales y Reproductivos, 8 marzo 1991.•
• 101 •
Una de las coordinaciones donde participa activamente es el Programa Mujer y Democracia en el Mercosur.
Su creación en 1999 es iniciativa de la Fundación Heinrich Böll de Alemania con el objetivo de reforzar la
participación política de las mujeres y sus organizaciones a nivel nacional y regional (Rodenberg, 2002), y
permite establecer encuentros periódicos y realizar investigaciones conjuntas relativas a género entre seis
organizaciones de tres países: Argentina, Chile y Uruguay27.
En el marco de este Programa, el Instituto participa en varias investigaciones que se plasman en las
publicaciones Mundos paralelos. Agenda de género y movimientos sociales en Argentina, Chile y Uruguay
(Programa Mujer y Democracia en el Mercosur, 2002), Género y movimientos sociales en Chile (Araujo,
2002).
Agendas internacionales de género
• Género y
movimientos
sociales, 2002.•
El propósito de incidir en las agendas regionales de toda América Latina y el Caribe exigen al Instituto mirar la
región como un espacio para difundir los planteamientos de las mujeres. Así nacen diversas coordinaciones,
plataformas y encuentros cuyo punto culminante es el proceso en torno a la Cuarta Conferencia Mundial
sobre la Mujer.
Los instrumentos internacionales sobre los derechos de las mujeres y la igualdad entre los géneros son el
marco referencial desde donde el Instituto organiza sus enfoques temáticos y acciones anuales. El más
destacado es, sin duda, la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra
la Mujer (CEDAW, por su sigla en inglés), aprobada por Naciones Unidas en 1979 y ratificada por Chile en
1989.
Posteriormente, se suman la Conferencia Mundial sobre Derechos Humanos de Viena (1993), en la que
por primera vez se reconoce que “los derechos humanos de la mujer y de la niña son parte inalienable,
integrante e indivisible de los derechos humanos universales” (Art. 18); y la Conferencia Internacional
sobre Población y Desarrollo de El Cairo (1994), entre otras. A nivel continental se aprueba la Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, más conocida como
“Convención de Belém do Pará” (OEA, 1994).
• Mundos
paralelos, 2002.•
• 102 •
27. Integrantes: Centro de Encuentros Cultura y Mujer, CECYM, de Argentina; Fundación Instituto de la Mujer, Isis Internacional y
Movimiento Pro-Emancipación de la Mujer Chilena, MEMCH, de Chile; Cotidiano Mujer y Red de Educación Popular entre Mujeres,
REPEM, ambas de Uruguay.
Sin embargo, es la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer de Beijing (1995), la que pone la discriminación
de las mujeres en el debate mundial, recogiendo la vasta experiencia de las organizaciones de mujeres
en la defensa de sus derechos. Su Plataforma de Acción Mundial enfatiza que se debe “prestar atención
cabal, igual y sostenida a los derechos humanos de la mujer en el ejercicio de sus mandatos para promover
el respeto universal de todos los derechos humanos, a saber, los derechos civiles, culturales, económicos,
políticos y sociales, incluido el derecho al desarrollo, y la protección de esos derechos” (Art. 231, a).
En 1993, y con miras a la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, se constituye en Santiago de Chile el
Grupo Iniciativa hacia Beijing-Chile, más conocido como Grupo Iniciativa28 con el propósito de promover un
amplio diálogo y una masiva participación en las actividades preparatorias del Foro No Gubernamental para
esa conferencia. Esta oportunidad de influir en las políticas a favor de las mujeres hace que el Instituto de la
Mujer tome un activo papel en esta instancia y asuma la tarea de coordinar y organizar un debate nacional
sobre la situación de la mujer en Chile, para lo cual se planifican y se realizan 13 encuentros nacionales.
• Foro Mundial de Organizaciones No Gubernamentales en Huairou,
China, 1995.•
En tanto, a nivel de la región latinoamericana y caribeña, también se efectúan
reuniones para discutir y planificar acciones conjuntas destinadas a aunar
voces ante los gobiernos participantes en la Cuarta Conferencia. Uno de
ellos es la Reunión Preparatoria Regional de ONG de América Latina y el
Caribe en mayo de 1993 en Quito, Ecuador. Pero el más destacado es,
sin duda, el Foro de ONG de América Latina y el Caribe, celebrado en
Mar del Plata, Argentina, en septiembre de 1994.
Los instrumentos internacionales nombrados fueron referentes
importantes para elaborar estrategias de seguimiento de los
acuerdos mundiales y de los planes gubernamentales desde la
sociedad civil. Al mismo tiempo, constituyeron un marco propicio
para formular agendas propias e instrumentos de negociación
política del movimiento de mujeres, incorporando nuevos temas
para la igualdad en la agenda pública.
• Carpa de la Diversidad, Huairou, China, 1995.•
• Plataforma Beijing 95: un instrumento de
acción para las mujeres.•
28. Conformado por el Centro de Estudios para el Desarrollo de la Mujer (CEDEM), Centro de Estudios de la Mujer (CEM), Corporación
Domos, Fempress, FLACSO, Fundación Ideas, Instituto de la Mujer, Isis Internacional, Corporación de Desarrollo de la Mujer “La
Morada”, Movimiento Pro-Emancipación de la Mujer Chilena (MEMCH) y Corporación Programa de Acción con Mujeres (PROSAM).
• Nuria Núñez, en stand del
IMU, Huairou, China, 1995.•
• 103 •
Con posterioridad a la realización de la Conferencia, el Grupo Iniciativa convoca a diversas reuniones para
analizar los acuerdos adoptados en Beijing. En ese marco, el Instituto se compromete a:
• Primera jornada post Beijing, agosto 1996, en la casa del IMU,
calle Viña del Mar, Santiago.•
•
Contribuir a que las mujeres, en toda su diversidad, se apropien de la Plataforma
de Acción Mundial (Beijing 1995) como un instrumento de acción política.
•
Incentivar y apoyar iniciativas de control ciudadano, con claro protagonismo de
las mujeres, que den seguimiento a estos acuerdos y exijan su cumplimiento.
•
Apoyar un debate, dentro del movimiento de mujeres, que dé cuenta de la
construcción de una agenda propia, que reformule temas e incorpore otros nuevos
que, por el proceso político vivido, se han ido desdibujando o han pasado, con
otros énfasis, a la agenda gubernamental.
También se organizan foros, jornadas, asambleas, tanto a nivel metropolitano como en regiones con el fin
de revisar los acuerdos de la Cuarta Conferencia y proponer temas de cara al año 2000.
• Foro ONG Beijing, 1996. De izquierda a derecha, Teresa Rodríguez, de Isis Internacional,
Natacha Molina, subdirectora del IMU, Teresa Valdés, de FLACSO, Paulina Weber, del MEMCH,
y Rosalba Todaro, del CEM.•
• 104 •
• Encuentros y propuestas para la elaboración de la Agenda de Género post Beijing.•
Informes Sombra
El compromiso asumido por el Estado chileno al firmar y ratificar la
Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación
contra la Mujer, CEDAW, y otras convenciones e instrumentos
internacionales29 lo obliga a presentar informes periódicos al respectivo
Comité de Naciones Unidas para dar cuenta de los avances relativos a
los derechos humanos de las mujeres, en su amplia diversidad.
La sociedad civil, por su parte, puede presentar ante esos Comités
“Informes Sombra”, es decir, informes alternativos que incorporan las
experiencias y opiniones de las organizaciones que trabajan en pro de
los derechos de las personas. En general, estos difieren y contrastan
significativamente de los entregados por los Estados proporcionando
a los Comités de Naciones Unidas información valiosa que les ayuda
a comprender la situación integral de cada país y establecer las
recomendaciones que estimen pertinentes.
En enero de 1999, el Instituto de la Mujer y la Corporación de Salud y
Políticas Sociales, CORSAPS, elaboran y envían un informe al Comité de
Derechos Humanos de Naciones Unidas acerca de las discriminaciones
hacia las mujeres en Chile en diferentes aspectos: negación del
aborto terapéutico, ausencia de políticas públicas que garanticen la
anticoncepción de emergencia, abusos de las aseguradoras de salud privadas al no permitir la afiliación
de embarazadas, desigualdades entre mujeres y hombres en el sistema privado de pensiones, entre otras
(Casas y Zavala, 1999).
El mismo año, el IMU y CORSAPS redactan el reporte Estado del cumplimiento de la CEDAW. Este
documento hace hincapié en la ausencia de una ley específica sobre violencia contra las mujeres, la escasa
29. Entre otros, la Convención Internacional sobre la Eliminación de toda forma de Discriminación Racial (1966); el Pacto Internacional
sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales (1972); la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos
y Degradantes (1988); la Convención sobre los Derechos del Niño (1990); la Convención Internacional sobre la protección de los
derechos de todos los trabajadores migrantes y de sus familias (2005); la Convención Internacional para la protección de personas de
la desaparición forzada (2009).
• 105 •
representación política femenina, la expulsión de adolescentes embarazadas de sus colegios o liceos, las
dificultades de las mujeres que trabajan remuneradamente para asegurar el cuidado de sus hijas e hijos.
También se enfatiza la desmedrada situación de las mujeres rurales respecto de la seguridad social, el
acceso a la tierra y los obstáculos que enfrentan, al no ser “casadas” ante la ley (Casas et al., 1999).
Los derechos de las niñas y niños indígenas es otro asunto en el cual el Instituto de la Mujer se involucra.
Para ello elabora un diagnóstico sobre el Estado de la infancia mapuche en La Araucanía, Análisis según la
Convención sobre los Derechos de los Niños y Niñas Indígenas (Herborn, 2001), con miras a presentar un
Informe Sombra al Comité de Derechos de los Niños de Naciones Unidas en el año 2002.
El Informe Sombra del IMU, titulado Estado de cumplimiento de la Convención de los Derechos del Niño
por el Estado Chileno (Fajardo et al., 2002), aborda la violencia, abuso y explotación sexual de niñas y
niños; la discriminación contra niñas y niños mapuche por su etnia; y la violencia política y el secuestro
de menores y mujeres embarazadas durante la dictadura militar. Acerca de este último asunto, el IMU
señala: “Nos pareció importante dar a conocer al Comité esta realidad que, a pesar de la recuperación
democrática, aún desconoce el destino de niños y niñas secuestrados, al igual que los niños por nacer de
las mujeres embarazadas, detenidas y desaparecidas” (Fajardo et al., 2002:4).
• Violencia estatal en Chile, (OMCT et al., 2004).•
La CEDAW vuelve a ser motivo de atención para las organizaciones de mujeres chilenas en 2003 –año
en que el Estado chileno debe presentar su informe periódico ante Naciones Unidas–, y prepara su
Informe Sombra. Sin embargo, el Estado chileno envía su reporte tardíamente, por lo que el documento
de la sociedad civil es actualizado para el periodo 2003-2006. El Instituto de la Mujer contribuye con
dos importantes capítulos: “Participación y representación política de las mujeres en Chile” (Hernández,
2006), y “Migración” (Zavala y Ossandón, 2006). El Informe aborda los temas relacionados con las
recomendaciones hechas al Estado chileno por el Comité de la CEDAW en 1999 en salud, trabajo,
violencia, familia, participación, mujeres rurales e indígenas. Así como otros asuntos emergentes
tales como migración, mecanismos de protección de los derechos humanos, y ratificación de
convenciones internacionales que tienen impacto en la vigencia de los derechos de las mujeres.
En 2004, la Organización Mundial contra la Tortura (OMCT) solicita la colaboración de diversas
organizaciones chilenas para elaborar un reporte que contribuya a que el Comité contra la Tortura y el
Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas disponga de antecedentes de la sociedad civil sobre
la acción implementada por el Estado chileno para erradicar la tortura y otros tratos o castigos crueles,
inhumanos o degradantes y otras violaciones de los derechos humanos. El Instituto de la Mujer es una de
las organizaciones que colaboran en el informe Violencia estatal en Chile, como parte de su compromiso y
trabajo por los derechos humanos (OMCT et al., 2004).
• 106 •
Esta década y media (1991-2005) constituye, sin lugar a dudas, una etapa crucial en la vida del Instituto
de la Mujer.
Su perfil se consolida como una institución feminista con sentido político. Son años en los que se
levantan nuevas ideas, se desarrollan propuestas y se abordan importantes problemáticas. Se innova en
metodologías, puesto que los temas que surgen hacen necesario otros abordajes. Por otra parte, en el país
las mujeres exigen más y mejores derechos y el Instituto sabe recoger y plasmar esas demandas en sintonía
con el movimiento social de mujeres.
Se establecen alianzas clave, son los momentos del debate público, de la creación de conocimientos, de la
elaboración de políticas públicas de género, de la presencia nacional e internacional. Y es cuando la Cuarta
Conferencia Mundial sobre la Mujer de Beijing con su Plataforma de Acción marca, nítidamente, un antes
y un después en las luchas y reivindicaciones de las mujeres diversas, tanto en Chile como en el mundo.
En consonancia con ello, el IMU desarrolla importantes campañas que contribuyen a posicionar el tema
de género en la agenda pública y a lograr la presencia de más mujeres en puestos de poder y de toma de
decisiones.
El Instituto es vocero de sus propias demandas y, a la vez, un articulador entre las organizaciones de
mujeres y el Estado, en un contexto en el que la ciudadanía activa de las mujeres comienza a plasmarse en
todos los ámbitos del acontecer nacional e internacional. Es la energía que va transformándose en fuerza
de cambios sustantivos que ocurrirán en el país.
• 107 •
• Participante en charla
informativa para población
inmigrante, Arica, IMU, 2010. •
III. Temas pendientes, temas emergentes:
Voces y acciones de las mujeres (2006-2014)
E
n el periodo 2006-2014, la sociedad chilena y sus instituciones se modernizan aceleradamente y
se atisban cambios culturales importantes. En 2006 y por primera vez en la historia, una mujer, Michelle
Bachelet, es elegida presidenta del país. En primera instancia, su candidatura no es bien recibida por
los sectores que integran la Concertación de Partidos por la Democracia, pero la ciudadanía le entrega
un gran respaldo y logra sortear las estructuras partidarias patriarcales. Sin embargo, esto no se replica
en las candidaturas parlamentarias de mujeres. En las elecciones de 2005 se mantiene la histórica baja
representación femenina y solo son electas 18 diputadas, un 15% del total de la Cámara Baja, y dos
senadoras, el 9,5% del total de la Cámara Alta (FIMU, 2006).
A pesar de que la Presidenta Bachelet termina su mandato con un sólido respaldo ciudadano del 84%,
su gobierno es el último de la Concertación, y en el año 2010 asume la presidencia Sebastián Piñera,
representante de la derecha tradicional. Pero cumplido su periodo, paradójicamente, Piñera entrega el
mando a la misma mujer de quien lo recibió, ya que Bachelet es reelegida como Presidenta de Chile (20142018) con el apoyo de la naciente Nueva Mayoría.
No obstante, en el curso de estos vaivenes políticos no se logra avanzar efectivamente hacia la igualdad de
género y al pleno respeto de los derechos de las mujeres. La violencia contra las mujeres es un fenómeno
que las afecta cotidianamente; su expresión más brutal, los femicidios, es decir, los asesinatos de mujeres
por parte de sus parejas o exparejas, tienen un ritmo ascendente. Su número sería incluso mayor si se
reconociera como tales los asesinatos de mujeres cometidos por extraños por razones de género.
Asimismo, los derechos sexuales y reproductivos son impugnados cada vez que el movimiento de mujeres
los pone en el debate público, y no logran ser incorporados en las agendas gubernamentales y legislaciones,
lo que impide su exigibilidad. Junto a ello, la representación política de las mujeres en cargos de elección
popular sigue siendo escasa, revelando la persistencia de una discriminación de género en este ámbito.
• Las mujeres celebran la llegada de Michelle Bachelet al gobierno.
En la fotografía aparece Margarita Loncon y Regina Rodríguez,
integrante del Directorio del IMU.
Fotografía de Revista Análisis, diciembre 2007. •
Por otra parte, el dinamismo de la sociedad, los procesos de globalización política y económica, el rápido
desarrollo de las redes virtuales de información y comunicación, y la emergencia de fuertes movimientos
sociales contribuyen decisivamente a la aparición y visibilidad de nuevos fenómenos que interpelan al país
entero. Uno de ellos, la inmigración.
• 111 •
Agenda pendiente, nuevos rostros, nuevos
desafíos
Esta situación da origen a una readecuación de los ejes temáticos del Instituto de la Mujer, con miras a dar
cuenta de mejor manera de esta nueva realidad y proponer estrategias para abordarla. El IMU continúa
proyectándose como un agente activo de cambio en las relaciones entre los géneros y un referente
importante para las mujeres en la defensa de sus derechos. En lo estratégico se intencionan procesos de
empoderamiento individual y colectivo para fortalecer la expresión de intereses, demandas y voces de las
mujeres en el espacio público.
Estas prioridades dan origen a tres ejes temáticos, entendidos como las principales áreas de intervención
del Instituto en este periodo y a sus correspondientes objetivos.
1
Participación y
representación política de
las mujeres
Fortalecer la participación política de
las mujeres en el proceso de toma de
decisiones, mejorando su calidad de
intervención política y estrategias de acción
pública.
Posicionar en la opinión pública argumentos
y demandas a favor de la igualdad entre los
géneros.
Profundizar el conocimiento de procesos y
mecanismos que determinan la exclusión
política y pública de las mujeres.
• 112 •
2
Derechos humanos y
derechos de las mujeres
Contribuir a la construcción de un derecho
igualitario.
Visibilizar las transgresiones en contra de
los derechos humanos de las mujeres e
incrementar el control ciudadano en la
aplicación de justicia.
3
Globalización, modelo de
desarrollo y ciudadanía
Visibilizar los efectos diferenciales que la
globalización tiene en mujeres y hombres,
en las esferas económica, social, política y
cultural.
Generar propuestas y estrategias, desde
la perspectiva de género, orientadas a la
construcción de un modelo de desarrollo
sustentable en lo económico, social,
cultural y político.
Estos ejes temáticos abordan aquellos ámbitos donde se perpetúa el sexismo,
la discriminación y la subordinación social de la mujer. Son, por consiguiente,
áreas estratégicas, articuladas en torno al empoderamiento y la ciudadanía de
las mujeres, que buscan identificar e impulsar procesos integrales de cambio.
Parte del equipo de trabajo 2006-2014
• Rita Bórquez, Mireya Silva y Silvia Morales.•
• Directorio del Instituto en inauguración de la casa de Ricardo Matte Pérez, 2007. De izquierda a derecha:
Roberto Garretón, secretario; Margarita Romero, tesorera; Claudio González, director; Natacha Molina,
directora; Alessandra Burotto, directora; Carmen Torres, directora ejecutiva; Nuria Núñez, presidenta; y
Lidia Casas, vicepresidenta.•
• Esther Fuentes.•
• Carmen Strehl y
Daniela Marín.•
• Verónica Torres y Valentina Álvarez.•
• Marcela Otárola.•
• Loreto Ossandón.•
• Ana María Gutiérrez.•
• Freddy Segura, Rita Bórquez, María José
Moreno, María Paz Causa y Carmen Torres.•
• 113 •
Participación y representación política
de las mujeres
Nuevas lideresas
• Escuela de Liderazgo, Huasco, 2014. Participantes con Gloria
Leal, directora del IMU.•
La baja representación de las mujeres en cargos de elección popular sigue siendo un tema pendiente en la sociedad
chilena. Con su vasta experiencia en formación de lideresas, la Fundación realiza en 2009 siete Escuelas de
Formación Ciudadana y de Liderazgo para las mujeres en las regiones de Arica, Tarapacá, Antofagasta, Atacama
y Coquimbo1. Las 185 participantes son mujeres que han formado parte de las mesas de Programas Regionales
de Igualdad de Oportunidades y de los Cabildos Regionales, además de dirigentas sociales y sindicales. El
objetivo es fortalecer la ciudadanía, el liderazgo y las vocerías de las mujeres, desarrollando competencias
que contribuyan a mejorar su desempeño organizacional e individual, su capacidad de interlocución con la
institucionalidad pública y, sobre todo, a estar preparadas para ser nombradas candidatas en sus comunas y
regiones2.
Los contenidos principales de las Escuelas son la historia de los movimientos feminista y de mujeres y sus logros;
desarrollo de argumentos que apoyen las derechos de las mujeres en el ámbito público y privado; las formas de
participación ciudadana y la entrega de herramientas comunicacionales para incidir en sus entornos y ejercer el
liderazgo; aplicación de los aprendizajes en ejercicios prácticos grupales. La metodología utilizada es la modalidad
de taller, intervención educativa que permite interrelacionar las experiencias y habilidades de las participantes.
En 2014, el Instituto realiza otras veinte Escuelas de Liderazgo con la participación de alrededor de 400 mujeres
de las regiones de Atacama, Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana, O’Higgins y Maule (también financiadas por
SERNAM). Sus contenidos son similares a los de 2009, agrupados esta vez en tres grandes áreas: género y
derechos humanos; democracia y ciudadanía; herramientas para la acción. En varias de las Escuelas impartidas
en 2014, las participantes deciden formar organizaciones locales de mujeres, cuyo ejemplo más contundente es
el naciente “Movimiento Feminista Olga Poblete”, formado por mujeres de Vallenar y al que se unen participantes
de la Escuela de Huasco (ambas de la Región de Atacama). El nuevo grupo se ha propuesto, como una de sus
primeras tareas, preparar la conmemoración del 8 de marzo feminista en la región.
• Entrega de certificados Escuela de Liderazgo,
Vallenar 2014. Aparecen de pie, Gloria Leal,
directora del IMU; Alexandra Núñez, Gobernadora
Provincia de Huasco; Rosa Robles, participante;
Katherine González, directora SERNAM Atacama.•
• Dinámica
grupal en
Escuela de
Liderazgo,
Vallenar, 2014.•
• 114 •
1. Financiadas por SERNAM.
2. Propuesta Ejecución de Escuelas de formación ciudadana y de liderazgo para mujeres en las Regiones de Arica, Tarapacá, Antofagasta,
Atacama, Coquimbo. Fundación Instituto de la Mujer, 2009.
Políticas de Género: Estudios de análisis sobre los
gobiernos de Michelle Bachelet y de Sebastián Piñera
En este período, marcado por dos gobiernos de coaliciones ideológica y valóricamente contrarias, el
Instituto analiza críticamente el impacto de ambas administraciones en las políticas públicas hacia las
mujeres.
Michelle Bachelet (2006-2010)
Con el proyecto “Implicancias simbólicas, políticas y sociales de la figura de Michelle Bachelet para la
ciudadanía de género”, el Instituto invita a siete mujeres de distintas disciplinas a conformar un Círculo de
Reflexión (CR)3, con el fin de analizar desde una mirada feminista lo que significa la figura de la Presidenta
Bachelet en materia de justicia de género. Las ricas conversaciones del Círculo dan origen a siete artículos
que se plasman en la publicación Y votamos por ella. Michelle Bachelet: miradas feministas (Burotto y
Torres, eds., 2010), presentado en julio de 2010 ante unas 150 feministas.
Las autoras destacan la mayor presencia de mujeres en la política, el nombramiento de un gabinete
paritario, el reconocimiento público y político de los problemas que enfrentan las mujeres, despojándolos
de su carácter “natural” y privado. Sin embargo, también expresan una fuerte crítica a su gestión, tal como
lo expresa María Isabel Matamala:
• Portada del libro Y votamos por ella.
Michelle Bachelet: miradas feministas,
2010.•
“Su autoridad relacional sucumbió a las presiones del poder patriarcal porque, a pesar de la
apariencia, estaba instalada en la cancha de este. Entonces, las políticas en esos ámbitos
volvieron por sus cauces habituales, dejando de inquietar a quienes digitan con dedos
neoliberales y eclesiásticos el teclado. La presidenta no pudo, o no se atrevió, a hacer cirugía
mayor (…). ¿A dónde irá a parar ahora la igualdad de género?” (Matamala, 2010:165).
3. Este Círculo estuvo formado por Raquel Olea, Teresa Cáceres, Uca Silva, Kemy Oyarzún, Tamara Vidaurrázaga, Gloria Maira y
María Isabel Matamala.
• 115 •
Sonia Montaño y Olga Grau4 son las encargadas de comentar el libro. La primera enfatiza la proyección
internacional de la elección de Michelle Bachelet:
“Bachelet no es una figura providencial sino un punto de inflexión. Ella es un punto de llegada
de algo que ya se había gestado y, al mismo tiempo, es el punto de inicio de algo que puede o
no puede continuar bajo distintas formas, es decir, la Presidenta Bachelet encarna un momento
histórico donde convergen un conjunto de fuerzas políticas que hacen posible que se vote por
ella y que otras elites políticas, en otros países, lo integren como parte del panorama posible”
(Montaño, 2010:60).
Olga Grau, por su parte, tras comentar cada uno de los artículos, concluye:
• Presentación del libro Y votamos por ella. Michelle Bachelet:
miradas feministas, 2010. De izquierda a derecha, Sonia Montaño,
CEPAL; Carmen Torres, IMU; Regine Walch, Fundación Heinrich Böll;
Olga Grau, académica de la Universidad de Chile.•
“El libro puede contribuir al desarrollo de mejores estrategias discursivas y comunicacionales,
en la medida que nos entrega algunas piezas muy preciosas para alertarnos sobre la posible
repetición de lo mismo. Pueden también concurrir estas elaboraciones discursivas a ‘plasmarse
en propuestas públicas que vivan de la tensión entre conflicto y afinidad’ entre las distintas
perspectivas feministas activadas en estos desarrollos conceptuales. No temer al conflicto entre
feministas posicionándonos en nuestras diferencias, puede conllevar a un enriquecimiento y a
una posible nueva articulación de las feministas en sus diferencias” (Grau, 2010:73-74).
Y votamos por ella… es un documento relevante tanto para el Instituto como para la historia de las mujeres
en Chile, un libro que podrá ser revisitado en diez o quince años como fuente de consulta importante para
dimensionar el impacto de la Presidenta Michelle Bachelet en la sociedad chilena.
• Seminario “Pensar la política, hacer feminismo”, julio 2010. De
izquierda a derecha, Toli Hernández, Claudia Pascual (moderadora),
Gloria Maira* y María Ignacia Banda.
*En 2014 Claudia Pascual y Gloria Maira son nombradas Ministra y
Subdirectora, respectivamente, del SERNAM.•
El mismo día del lanzamiento del libro el IMU realiza el seminario “Pensar la política, hacer feminismo”,
evento que aborda los desafíos de la política feminista a partir de las huellas del gobierno de Michelle
Bachelet. Las panelistas, Toli Hernández, Gloria Maira y María Ignacia Banda5, abordan tres ámbitos de
preocupación: diversidades sexuales, incidencia feminista y lo que significa el feminismo chileno actual.
4. Sonia Montaño, directora de la División de Asuntos de Género de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL.
Olga Grau, académica e investigadora del Centro de Estudios de Género y Cultura en América Latina de la Facultad de Filosofía y
Humanidades de la Universidad de Chile.
5. Pertenecientes a las organizaciones Ideas sin Género, Articulación Feminista por la Libertad de Decidir y Feministas Tramando,
respectivamente.
• 116 •
Luego de la presentación se produce un enriquecedor debate acerca de la heterogeneidad del movimiento
de mujeres y feminista, los caminos institucionalizados y autónomos de las organizaciones de mujeres, el
devenir y los desafíos del feminismo en el contexto del inicio de un gobierno de derecha.
• Debate del Seminario, julio 2010. En la fotografía de la izquierda, Soledad Acevedo, Patricia Olea y Ana María Órdenes, integrantes de
organizaciones feministas. En la fotografía de la derecha, Kena Lorenzini, fotógrafa feminista acompañada por otras participantes.•
“Pienso en los importantes llamados del Instituto
para analizar el gobierno de Michelle Bachellet, primera
Presidenta de Chile, y el de Sebastián Piñera, primer
gobierno de derecha postdictadura. En ambas situaciones,
el Instituto propició un espacio de reflexión de mujeres
amplio, productivo y donde, desde distintas posiciones,
pensamos las maneras de mirar y hablar esas experiencias
sociales fuera de las disciplinas y fuera de las lógicas del
poder. En ambas ocasiones fueron espacios de producción
de mujeres pensando la historia desde el saber feminista
acumulado en los años de práctica fuerte de trabajo
movimientista y de experiencia feminista”.
Raquel Olea
Doctora en Literatura
• 117 •
Sebastián Piñera (2010-2014)
“Ciudadanía de Género: seguimiento de los dispositivos comunicacionales y narrativos del primer año de
gobierno de Sebastián Piñera”, es el nombre del segundo proyecto en el que el Instituto de la Mujer se
apoya en el Círculo de Reflexión ya mencionado6, esta vez para analizar los dispositivos comunicacionales
y narrativos respecto de los discursos, acciones, omisiones y realizaciones del primer año de gobierno
de Sebastián Piñera. En este periodo se comprueban los temores del movimiento de mujeres y feminista
respecto de las políticas públicas de género:
“La actual administración, en vez de considerar a las mujeres como sujetos de derechos,
ha puesto como eje fundamental de su política, tanto en sus discursos como acciones, a la
‘familia homogénea’ (…) una imagen discordante con las múltiples formas concretas de familia
que se viven hoy en Chile. Una abierta contradicción con lo que el modelo político económico
fomenta y lo que exige en el discurso” (Walch, 2010:7).
Este proyecto retoma una práctica del feminismo chileno de los años ochenta, los “conversatorios”, a los
que se invita a mujeres de organizaciones sociales, no gubernamentales, feministas y de mujeres, con
visión o una historia importante dentro de las luchas de las mujeres en el país, para intercambiar ideas
respecto de los hechos que marcan el primer año de gobierno de Sebastián Piñera. Estos conversatorios
contribuyen al enriquecimiento de las discusiones dentro del Círculo de Reflexión, incorporando muchas de
las ideas en los artículos de sus integrantes (Palestro, 2011).
• Portada de Miradas y
reflexiones feministas:
Sebastián Piñera, año uno:
conmociones y exigencias
sociales, 2011.•
Las autoras analizan las estrategias de la nueva administración sobre el proyecto que aumenta la cobertura
del postnatal para las trabajadoras (no todas), su ausencia de discurso ante los casos de pedofilia y de
abusos sexuales cometidos por miembros del clero católico, el despliegue comunicacional nacional e
internacional a propósito del rescate de 33 trabajadores atrapados en la compañía minera “San Lorenzo”,
el discurso sobre la familia, y los conflictos de Aysén7 y los referidos a la comunidad mapuche.
Para la Fundación Instituto de la Mujer, el trabajo de reflexión y análisis acerca de los gobiernos de Michelle
Bachelet y de Sebastián Piñera se inscriben en la meta de largo plazo de ampliar la ciudadanía de género,
en el contexto de la historia de las luchas del movimiento de mujeres y feminista por la promoción y ejercicio
de los derechos humanos en general, y de los derechos de las humanas en particular.
6. Conformado esta vez por Guadalupe Santa Cruz, Teresa Cáceres, Uca Silva, Kemy Oyarzún, Gloria Maira y María Isabel Matamala.
7. En la región de Aysén, parte de su población realizó manifestaciones en contra de la construcción y operación de dos centrales
hidroeléctricas en el río Baker y otras tres en el río Pascua.
• 118 •
Derechos humanos y derechos de las mujeres
Violencia contra las mujeres
Los femicidios8 son los asesinatos de mujeres por parte de sus parejas o exparejas o por personas que
las ultiman en razón de su género. y constituyen una realidad que muestra descarnadamente la desigual
relación de poder entre hombres y mujeres.
Desde su creación en 1987, el IMU impulsa variadas iniciativas para visibilizar, denunciar y prevenir la
violencia contra las mujeres en sus distintas expresiones, mediante talleres, orientación psicológica y legal,
formación de monitoras/es, acciones de denuncias. Las organizaciones feministas y de mujeres trabajan
activamente en esa dirección, mientras se logra la aprobación de dos leyes nacionales para prevenir y
sancionar este tipo de maltrato9. Además, el Estado chileno adquiere compromisos internacionales frente
a la comunidad mundial para proteger y preservar la vida de las mujeres. Sin embargo, pese a todo ello, la
violencia contra las mujeres en el ámbito familiar y en el espacio público sigue siendo un tema relevante en
el país y una violación flagrante del derecho a vivir una vida libre de violencia10.
En este contexto, el Instituto desarrolla en 2007 el proyecto “Actor@s por una vida sin violencia: Ley VIF
para una ciudadanía activa”11. El objetivo es generar conciencia y una ciudadanía activa ante la violencia
intrafamiliar, sobre todo en jóvenes, mujeres, personas mayores y dirigentas/es sociales que residen en las
comunas de El Bosque y San Ramón, las que se caracterizan por su alta densidad poblacional y precarias
condiciones de vida.
8. El término femicidio (femicide) fue acuñado por primera vez por Diana Russel en 1976, en el Tribunal Internacional sobre Crímenes
contra las Mujeres, en Bruselas. Russel define el femicidio como el asesinato de mujeres “por el hecho de ser tales”, es decir, por su
condición de mujeres (Maturana y Maira, 2004).
9. Leyes Nº 19.325, de 1994, y Nº 20.006, de 2005. Ver Capítulo II.
10. En Chile, el número de denuncias por violencia causada por una pareja en mujeres mayores de 15 años en el año 2004 era de 79.497,
mientras que en 2007 había aumentado a 83.005 (OEGS, 2013:27). La mayoría de los estudios relativos a violencia señala que en el
país una de cada cuatro mujeres sufre violencia o la ha vivido alguna vez por parte de su pareja (FIMU, 2007:1).
11. Financiado por la División de Organizaciones Sociales (DOS), Gobierno de Chile.
Participantes de los talleres “Actor@s por una vida sin violencia: Ley
VIF para una ciudadanía activa”, en las comunas de El Bosque y San
Ramón, 2007.
• 119 •
En ambas comunas se realizan talleres, utilizando una metodología participativa que motiva a las mujeres
y hombres participantes a compartir experiencias desde sus historias de vida. Con esta información, el
Instituto elabora una guía informativa sobre tipos de violencia, factores de riesgo, mitos que prevalecen e
información sobre la Ley de Violencia Intrafamiliar N° 20.066 y de cómo utilizarla.
• Sin violencia se vive mejor.
Guía para actuar frente a la
violencia intrafamiliar, 2007.•
• Ceremonia de entrega de diplomas proyecto “Actor@s por una
vida sin violencia”, 2007.•
• Valentina Álvarez y Ana María Gutiérrez, profesionales del IMU,
entregan diploma a Ana Olivares (al centro), 2007.•
• Ana María Palma, presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de la
comuna de El Bosque, instancia socia del proyecto, y Carmen Torres, directora del
IMU, 2007.•
• 120 •
• Marcela Otárola, profesional del IMU,
en performance sobre VIF, 2007.•
Previsión social y derechos laborales
La Reforma Previsional (Ley N° 20.255), aprobada en 2008, que modifica el sistema de jubilación, es
una legislación de alto impacto social que beneficia especialmente a las mujeres de escasos recursos
económicos, creando expectativas, pero también confusión. En ese contexto, el Instituto capacita a 60
mujeres de las comunas de tres regiones: San Antonio, Navidad y San Ramón12, con el fin de que repliquen
los conocimientos adquiridos, en tanto monitoras, a otras mujeres y organizaciones acerca de los beneficios
y alcances de la Reforma, así como los derechos laborales de las mujeres.
El proyecto da origen a un díptico y un Manual explicativo relativo a la reforma previsional y los derechos
laborales de las mujeres (Bórquez y Causa, 2008), que se difunde ampliamente en las tres comunas y da
lugar a encuentros con autoridades locales.
• Trabajo de grupo, Reforma Previsional y Derechos Laborales,
2008.•
• Promoción díptico sobre
Reforma Previsional y
Derechos Laborales, San
Ramón, 2008.•
• Jornada de celebración de participantes, 2008.•
• Participantes de las tres comunas en encuentro en San Antonio, 2008.•
12. Proyecto “Promoción y Formación en Reforma Previsional y Derechos laborales en Organizaciones de Mujeres y sus Comunidades”,
financiado por la División de Organizaciones Sociales, 2008, dirigido a mujeres de la Federación de Sindicatos de Mujeres de la Pesca
Artesanal, de San Antonio, V Región; a mujeres rurales de Navidad, VI Región; y a mujeres organizadas de San Ramón (RM).
• 121 •
El pildorazo
• Carmen Torres, directora del Instituto, en manifestación ante
el Tribunal Constitucional, 2008. Fotografía de Adriana Gómez,
gentileza de la autora.•
• Adriana Gómez, periodista de la RSMLAC, junto a Patricia Zamora,
del Colectivo Mujeres Públicas, 2008. Fotografía del Movimiento
por la Defensa de la Anticoncepción.•
Otro gran tema pendiente de la sociedad y del Estado chileno es la negación de la libertad de decisión de
las mujeres frente a un embarazo no deseado, entendida como autonomía reproductiva. Tras la derogación
en las postrimerías del régimen militar13 del artículo 119 del Código Sanitario que permitía el aborto
terapéutico, la reposición de este derecho no se constituye en una prioridad política para los gobiernos
de la Concertación. No obstante, en 2001, la entonces Ministra de Salud, Michelle Bachelet, autoriza la
comercialización de la píldora de anticoncepción de emergencia, PAE, y defiende su uso sobre la base de la
equidad en el acceso entre mujeres pobres y mujeres con mayores recursos económicos, haciendo frente
al discurso conservador liderado por la jerarquía católica. También argumenta a partir del efecto preventivo
y no abortivo de la PAE, mientras que las organizaciones de mujeres y feministas insisten en el derecho a
decidir como principio rector.
La mayor embestida conservadora se produce en febrero de 2007, luego que la Presidenta Bachelet
promulga las Normas Nacionales de Regulación de la Fertilidad14 que abordan una amplia gama de
aspectos en salud reproductiva, entre ellos, el uso de la PAE. El articulado señala que la PAE podrá
distribuirse gratuitamente en todos los servicios públicos de salud del país a mujeres mayores de 14 años
que la soliciten, sin tener que contar con la autorización de su madre y padre. En marzo del mismo año,
36 parlamentarios y parlamentarias de derecha15 impugnan la normativa ante el Tribunal Constitucional
(TC)16 del país, aludiendo no solo a la utilización de la PAE, sino también a los dispositivos intrauterinos y
los anticonceptivos orales.
Para las organizaciones feministas17 “(…) la coyuntura demandaba la participación del movimiento feminista
y de mujeres en su conjunto y de la ciudadanía, que desconocía lo que se estaba jugando, a puerta
13. Ver capítulo II, 4.2 Aborto terapéutico.
14. Decreto Supremo Nº 48, del Ministerio de Salud.
15. De la Unión Demócrata Independiente (UDI) y de Renovación Nacional (RN).
16. Órgano del Estado de Chile que debe velar por la constitucionalidad de toda norma o ley y cuyas resoluciones son inapelables.
17. Foro Red de Salud y Derechos Sexuales y Reproductivos, RSMLAC, MEMCH, Red Chilena contra la Violencia Doméstica y Sexual,
Fundación Instituto de la Mujer, EPES, SOL, Con-spirando, Colectivo de Mujeres Públicas y Católicas por el Derecho a Decidir, entre
otras, junto a Prosalud, APROFA e ICMER (Maira, 2010: 132).
• 122 •
cerrada, en el Tribunal Constitucional” (Maira, 2010:132). En noviembre de
2007 comienzan las movilizaciones frente a la sede del Tribunal Constitucional,
se publican declaraciones en los medios y en marzo de 2008 se conforma,
en las oficinas del Instituto de la Mujer, el Movimiento por la Defensa de la
Anticoncepción18, que aglutina a una gran diversidad de grupos, colectivos,
organizaciones de mujeres, feministas, estudiantes, profesionales de la salud,
etc. El Movimiento lidera las acciones públicas en defensa de la anticoncepción
de emergencia, en lo particular, y en general, de la libertad de decidir, restringida
por una dictadura moral conservadora.
La “saga de la anticoncepción”, como muchos medios llamaron a este proceso,
tuvo su punto cúlmine en abril de 2008, fecha en que el TC acoge el recurso de
inconstitucionalidad de las Normas, prohibiendo o restringiendo la distribución
de la “píldora del día después” a las mujeres en los servicios públicos de salud.
Pero la saga no había terminado. Las organizaciones feministas y de mujeres
convocan a la ciudadanía a protestar ante la decisión del TC, llamado al
que responden jóvenes, mujeres y hombres del mundo académico, político,
artístico, estudiantado, profesionales de la salud, trabajadores, personas de
diversas creencias y edades, cuyo punto común es la defensa del derecho de
cada mujer y de cada hombre a decidir libremente sobre su cuerpo y su vida, sin ser objeto de imposiciones
ni violencias. “Que nadie decida por ti”, es una de las muchas consignas que distinguen la marcha.
El 22 de abril de 2008 se realiza, así, una de las demostraciones más importantes en defensa de los derechos
de las mujeres y sus derechos reproductivos. Más de veinte mil personas se pliegan a la convocatoria del
Movimiento por la Defensa de la Anticoncepción, el que “respondió exitosamente ante una coyuntura
política compleja y contraria a los derechos de las personas, específicamente de las mujeres, para acceder
a la PAE (…) y logró colocar la demanda de la libertad de decidir en el lenguaje y en el pensamiento de
la ciudadanía. Se instaló como tema de derechos humanos” (Gómez, 2009). Esta marcha tuvo lugar en
Santiago, y paralelamente en otras ciudades del país.
Esta masiva movilización no logra, sin embargo, revertir el fallo del TC, aunque da pie a que la Presidenta
de la República envíe al Congreso, en 2009, un acotado proyecto de ley cuyo fin es reponer la entrega de
18. Este movimiento dio origen a la colectiva Articulación Feminista por la Libertad de Decidir, AFLD, en la que participa activamente el
Instituto de la Mujer.
• Arriba: Manifestación por la libertad de decidir de las mujeres, 2008.
Abajo: Las jóvenes exigen sus derechos, 2008.
Fotografías de Osvaldo Briceño, gentileza del autor.•
• 123 •
la PAE en el sector público de salud, aunque no avanza en la demanda histórica de los derechos sexuales
y reproductivos reconocidos como derechos humanos. El proyecto se aprueba en el Parlamento y la Ley
Nº 20.418 que Fija Normas sobre Información, Orientación y Prestaciones en Materia de Regulación de
la Fertilidad se promulga en enero de 2010, dos meses antes de que Michelle Bachelet termine su primer
mandato presidencial.
Fotografía de Osvaldo Briceño, gentileza del autor.
• 124 •
Globalización, modelo de desarrollo
y ciudadanía
La globalización económica implica procesos que acontecen en una unidad de tiempo real a escala planetaria
y que están cargados de tensiones y contradicciones. La pregunta clave para las profesionales del Instituto
es saber cuáles son los efectos, negativos y positivos, de la globalización en la vida de las mujeres y cómo
implementar acciones estratégicas para avanzar en el mantenimiento, conquista y consolidación de sus
derechos en tanto ciudadanas.
Inmigración femenina
Dentro de la multiplicidad de fenómenos que se asocian a los procesos de globalización, la Fundación
Instituto de la Mujer decide reforzar el trabajo que venía realizando con mujeres inmigrantes.
• Portada documento
Conferencia Ciudadana contra
el Racismo.•
En el año 2000, en el contexto de la Conferencia Preparatoria de las Américas contra el Racismo, la
Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia, de Naciones Unidas,19 el Instituto
participa activamente en este evento continental, dando cuenta de los diagnósticos preliminares que
muestran el progresivo aumento de inmigración hacia Chile, sobre todo proveniente de Perú y Bolivia.
Esta constatación da lugar a un estudio diagnóstico acerca de la situación y características de las mujeres
inmigrantes peruanas, Migrantes Andinas en Chile. El caso de la migración peruana (Araujo et al., 2000)20.
Entre los años 2003 y 2005 se realizan talleres, escuelas de liderazgo, capacitación y seminarios con
inmigrantes peruanas, bolivianas, ecuatorianas, e incluso argentinas (que llegan, sobre todo, después del
“corralito argentino” de 200121).
19. Realizada en Santiago de Chile en diciembre del año 2000.
20. Investigación pionera acerca de la “nueva inmigración”, segunda edición en 2002 (Araujo et al., 2002).
• Migrantes andinas en Chile.
El caso de la migración
peruana, 2002.•
21. El término “corralito argentino” se refiere a la restricción de la libre disposición de dinero en efectivo, de plazos fijos, cuentas corrientes y
cajas de ahorros que se impuso a la población argentina en el gobierno de Fernando de la Rúa, en diciembre de 2001, y cuyo objetivo
era restringir la salida de dinero del sistema bancario para evitar su colapso.
• 125 •
• Silvia Morales, secretaria del IMU, recibe a las
participantes del Seminario “Mujeres Inmigrantes en
Chile”, 2005.•
• Diploma de una de las participantes de la Escuela de Liderazgo
para Mujeres Inmigrantes, apoyado por Unifem, 2004-2005.•
• “Mujeres Inmigrantes en Chile”, 2005.•
El estudio Globalización, procesos migratorios y Estado en Chile, 2003-2005 (Zavala et al., 2005), es un
importante trabajo que incluye reflexiones relativas a los procesos migratorios de las mujeres y que entrega
propuestas al Estado chileno acerca del tema. Esta investigación se vincula con otra similar realizada
en Argentina22 y cuyo producto final es el libro Migraciones, globalización y género en Argentina y Chile
(Chejter et al., 2005).
En este periodo, el trabajo del Instituto permite develar, con claridad, las especificidades de la inmigración
de las mujeres. Por una parte, emigran solas, tomando distancia de procesos migratorios anteriores en
los que acompañaban a sus parejas. Asimismo, son mujeres solteras o separadas que llegan a Chile con
sus hijas e hijos o los dejan al cuidado de una persona de la familia, generalmente la abuela, la tía o sus
hermanas/os en su país de origen. El motivo que las mueve a emigrar es la búsqueda de fuentes de trabajo
para mejorar su calidad de vida y la de sus familias, es decir, una inmigración socioeconómica.
Sin embargo, la inmigración tiene un alto costo para las mujeres. Los empleos precarios e informales las
someten a condiciones de vida inestables y son altamente vulnerables a la transgresión de sus derechos
humanos básicos. En general, se ven atrapadas en una lógica de sobrevivencia, sin poder reconocerse a
sí mismas como sujetas de derechos.
• Migraciones, globalización y
género en Argentina y Chile, 2005.•
• 126 •
22. En el contexto del Programa Mujeres y Movimientos Sociales, en el marco de los procesos de integración regional en América Latina,
apoyado por la Fundación Heinrich Böll.
Desde el punto de vista de las políticas públicas, esta inmigración es para Chile
un proceso nuevo frente al cual los servicios e instituciones del Estado no están
preparados. El Instituto constata inequidades de género en el acceso a la salud
–incluida la salud sexual y reproductiva, así como la materno-infantil–, en las
relaciones laborales y en el acceso a la previsión social. Las mujeres inmigrantes
también enfrentan dificultades para que sus hijas e hijos se incorporen al
sistema educacional y para obtener subsidios de vivienda. La irregularidad
documentaria de muchas de ellas da pie a una mayor desprotección, lo que
se agudiza cuando a la condición migratoria y de género se agregan otras
variables, como la pobreza o la pertenencia étnica (Torres, 2007).
En el año 2006, considerando que la mayoría de las mujeres peruanas que
llegan a Chile están en edad reproductiva, la Fundación realiza un proyecto de
investigación-acción para conocer el tipo de acceso y la calidad de atención en
salud sexual y reproductiva que se les brinda en los consultorios de atención
primaria de la Zona Norte de la Región Metropolitana de Chile23. Producto de
este trabajo se elabora el documento: Mujeres migrantes peruanas y salud
reproductiva. Usuarias de consultorios de salud de la zona norte de la Región
Metropolitana (Núñez y Torres, 2007).
“Desde que conocí a la Fundación en el año 2004, se me
abrió una nueva ventana, una nueva forma de ver el tema
inmigratorio desde la organización y participación a partir
del autoconocimiento, reconocimiento y empoderamiento
de derechos y deberes, un camino difícil de recorrer pero
no imposible de caminar.
La Fundación, con una nueva mirada, ha sabido canalizar un
verdadero proceso de aceptación y reconocimiento del otro
“extranjero” como un igual en derechos y oportunidades en
los diversos ámbitos, salud, vivienda, derechos sexuales y
reproductivos, participación política, etc.”.
Miriam Tarazona
Inmigrante peruana, integrante del
Colectivo Abriendo Puertas para la Integración
Las principales recomendaciones apuntan a la adopción de políticas y prácticas
de salud por parte del Estado chileno que permitan eliminar los obstáculos
administrativos para que las inmigrantes, sobre todo las más vulnerables
económicamente –cualquiera sea su estatuto migratorio– accedan a mejores
servicios de salud; para que se avance en la incorporación del enfoque de
género en esas políticas; se potencie la participación de las mujeres y
organizaciones de inmigrantes en la definición de los programas y políticas; y
se refuercen los servicios y la atención en salud reproductiva y sexual para las
mujeres inmigrantes.
• Marly Pérez, Narcisa Sifuentes y Virginia Acosta,
inmigrantes peruanas en el IMU, 2007.•
23. Zona en la que reside un porcentaje importante de la población inmigrante de los países andinos.
• 127 •
Acompañamiento psicosocial a mujeres inmigrantes
En 2007, el IMU, motivado por Miriam Tarazona24, impulsa una experiencia piloto de acompañamiento
psicosocial para mujeres inmigrantes. El objetivo es contribuir al empoderamiento de mujeres inmigrantes
de origen latinoamericano, mediante el rescate de sus capacidades y potencialidades que favorezcan su
bienestar psicosocial e integración a la sociedad chilena.
Esta experiencia piloto, la primera realizada en el país con perspectiva de género, es valorada y luego
apoyada por la Organización Internacional de Migraciones (OIM), lo que permite dar continuidad al trabajo
realizado.
Un hito relevante en estas actividades es la elaboración y publicación de la Guía Acompañamiento
Psicosocial para Mujeres Inmigrantes en Chile (Tarazona et al., 2008), documento que entrega importantes
estrategias acerca de autoayuda, diseñada con la participación de mujeres inmigrantes.
En 2008 y 2009 la Fundación continúa su trabajo de difusión respecto de los derechos de las mujeres
inmigrantes, realizando talleres de derechos laborales, salud sexual y reproductiva, prevención de violencia
intrafamiliar, entre otros temas. Hacia fines del año 2009, más de 250 mujeres inmigrantes han participado
exitosamente de estos talleres y el IMU se constituye en un referente en Chile en el tema migración y género.
• Portada Guía
Acompañamiento Psicosocial
para Mujeres Inmigrantes en
Chile, 2008.•
• Mujeres inmigrantes participantes
del primer Taller de Acompañamiento
Psicosocial, 2007
Fotografía de Gisela Parisaca.•
• Trabajo de talleres Acompañamiento Psicosocial a Mujeres
Migrantes, 2007.•
• 128 •
24. Miriam Tarazona es una de las diplomadas de la Escuela de Liderazgo para Mujeres Inmigrantes 2004-2005, y fundadora del “Colectivo
Abriendo Puertas por la Integración”.
• Asistentes a la presentación de la Guía, 2008.•
• Miriam Tarazona, Carmen Torres, Verónica Torres, Sònia Lahoz, del
equipo del IMU, en la presentación de la Guía, enero 2008.•
Ciudadanía y protección de los derechos humanos de
la población inmigrante en Chile
• Participantes y monitoras en talleres Acompañamiento Psicosocial
a Mujeres Migrantes, 2007.•
En la línea de protección de los derechos humanos de las y los inmigrantes, el año 2010 el Instituto lleva a
cabo el proyecto “Ciudadanía y protección de los derechos humanos de la población inmigrante en Chile”
en conjunto con otras organizaciones25. La diferencia con iniciativas anteriores es su alcance territorial:
Santiago (Región Metropolitana), Arica (Región de Arica-Parinacota), Iquique (Región de Tarapacá) y
Antofagasta (Región de Antofagasta), ciudades del país que cuentan con un gran número de inmigrantes.
Otra diferencia es la población a la que va dirigido: no solo mujeres sino también hombres inmigrantes
latinoamericanos que viven en Chile, así como funcionarios estatales y de la sociedad civil que atienden
a esta población. El propósito es contribuir a la protección y garantía de los derechos humanos y a la
integración de la población inmigrante.
25. Programa Género y Equidad de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), Centro de Derechos Humanos de la
Facultad de Derecho de la Universidad Diego Portales, Instituto Católico Chileno de Migración (INCAMI) y Casa de Encuentro de la
Mujer de Arica (CEDEMU). El proyecto fue cofinanciado por la Unión Europea-Chile.
• Parte del equipo del proyecto: Helena Olea y Víctor Hugo Lagos
(Centro de Derechos Humanos de la Universidad Diego Portales),
Melanie Robinson (pasante del Programa de American University) y
Flavio Debique, del Instituto Católico Chileno de Migración, 2010.•
• 129 •
Este proyecto tuvo cuatro principales componentes:
•Escuelas de Ciudadanía y Liderazgo (ECL) para mujeres y hombres inmigrantes.
•Charlas informativas sobre derechos para población inmigrante.
•Orientación Jurídica a inmigrantes.
•Escuelas de Formación para Agentes Estatales y de la Sociedad Civil (EFAEC).
Para dar a conocer el proyecto y sus resultados, se celebran dos seminarios, a los que asisten mujeres
•
y hombres inmigrantes, funcionarias y funcionarios públicos y representantes de organizaciones de
inmigrantes.
• Parte del equipo del proyecto: Cristina Benavente y Claudia Dides
(Programa Género y Equidad de la FLACSO), Karina Ahumada y Julio
César Díaz, pasantes de la Academia de Humanismo Cristiano y de
la Universidad ARCIS, respectivamente, 2010.•
Además, y con el objeto de sensibilizar a estudiantes y académicos en temas migratorios y aspectos
vinculados, el proyecto lanza el concurso Tesis sobre Migración Latinoamericana en Chile.
La cobertura de estas Escuelas, las Charlas Informativas y la Atención Jurídica alcanza a más de 1.600
personas, en su mayoría mujeres, superando el 80% en esas tres actividades.
Al finalizar el proyecto se elabora y publica la Sistematización Proyecto Ciudadanía y Protección de
los Derechos Humanos de la Población Inmigrante en Chile, que incluye las actividades, hallazgos y
problemas detectados en la vida cotidiana de las mujeres y hombres inmigrantes al tratar de acceder
a servicios públicos.
En los años 2011, 2012 y 2013 el Instituto de la Mujer continúa la realización de talleres
informativos hacia la población inmigrante, focalizando su trabajo en diversas comunas de la
Región Metropolitana, especialmente Independencia, Quilicura y Santiago.
• Soy Migrante, Tengo Derechos
Sistematización Proyecto Ciudadanía y Protección de los Derechos
Humanos de la Población Inmigrante en Chile, 2011.•
• 130 •
• Dinámica de liderazgo, ECL, Arica, 2010.•
• Trabajo grupal, ECL, Antofagasta, 2010.•
• ECL en Iquique, 2010.•
• ECL en Santiago, 2010.•
• Alessandra Burotto, del IMU, Iris Espinoza, diplomada de ECL,
Flavio Debique, del INCAMI, y Helena Olea, del Centro de DDHH de
la UDP.•
• Óscar Patricio Rojas, Helena Olea y Víctor Hugo Lagos, del Centro
de DDHH de la UDP, junto a participantes de ECL en Antofagasta,
2010.•
• Charla en Arica, realizada por la abogada Helena Olea, 2010.•
• Charla sobre Derechos Laborales en Iquique, 2010.•
• Orientación Jurídica en Arica, 2010.•
• 131 •
• EFAEC en Santiago. En primer plano, Reginaldo Flores, del DEM.•
• EFAEC en Arica, 2010.•
• Seminario junio 2010. Flavio Debique, del INCAMI, y Claudia
Dides, de FLACSO.•
• Seminario junio 2010. Jesús Yataco, participante y presidente de
la Red Social Migrantes Entre-Culturas Chile.•
• Susana Agüero, Oficial de Proyecto UE Chile, en presentación de
seminario de noviembre 2010.•
• Carolina Stefoni, de la Universidad Alberto Hurtado, comenta los
resultados del proyecto en el Seminario de noviembre 2010.•
• Público asistente Seminario noviembre 2010. En primer lugar, la
diputada María Antonieta Saa y la profesional de FLACSO, Claudia
Dides.•
• Claudia Dides, FLACSO, y Katherine Páez, Primer Premio Tesis,
2010.•
• Delio Cubides, de INCAMI, y Karina Guerrero, primer premio
Contribución de Inmigrantes latinoamericanos, 2010.•
• 132 •
“Gracias
al Instituto
de la Mujer,
conformado por un gran equipo de
profesionales, hoy ‘soy una mujer con
derechos’. Nos dieron mucha ayuda
psicológica e información acerca de
nuestros derechos laborales y de salud”.
Sofía Bustos
Participante de talleres de Acompañamiento
Psicosocial a Mujeres Migrantes, 2007-2008.
• Evaluación del proyecto “Ciudadanía y protección de los
derechos humanos de la población inmigrante en Chile”,
enero 2011.•
“Recuerdo el día que llegué al Instituto
débil, con poco valor por mantenerme
como persona, como si estuviese en un
pozo profundo y sin luz. Me dieron la
mano para sacarme de ahí y lo hicieron
de corazón. Me sentí empoderada como
persona y mujer. Gracias por proyectar esa
energía, a todo el equipo. ¡Mil gracias!”.
Gisela Parisaca
Participante de talleres de Acompañamiento
Psicosocial a Mujeres Migrantes, 2007-2008.
“El empoderamiento que lograron las
mujeres inmigrantes en los talleres de
acompañamiento psicosocial, a través
del fortalecimiento de sus habilidades y
de su autoestima, se constituyó en una
herramienta vital para ser protagonista
de su propia vida”.
Verónica Torres
Sicóloga
• Entrega de diplomas a inmigrantes en talleres realizados en la comuna de Independencia, en convenio con la Agrupación de Peruanos
Residentes en Chile, APERCHI, 2013.•
• 133 •
Campañas y guías informativas
El Instituto de la Mujer, constatando la escasa o nula información que las y los
inmigrantes tienen al llegar a Chile, así como también los estereotipos de la
opinión pública respecto de la población inmigrante, implementa campañas de
sensibilización y guías informativas, las que se realizan entre 2007 y 2012. Las
cuatro campañas tienen una suerte de crescendo: visibilización, conocimiento
de derechos, integración y ejercicio de derechos.
La primera acción, la “Campaña por la no discriminación y la valoración del
aporte de las migrantes”, se realiza a fines de 2007. Se elaboran y difunden
spots radiales y dossiers de prensa, se lleva a cabo el “Seminario Migración,
género y medios de comunicación”, y se elaboran y difunden más de 3.500
afiches en las calles de Santiago.
La primera campaña, “Mujeres migrantes, Mujeres de Chile”, tiene el propósito
explícito de visibilizar la diversidad de mujeres inmigrantes, valorar su aporte y
mostrarlas como parte de la sociedad chilena.
• Mujeres migrantes, mujeres de Chile, afiche campaña 2007.•
• Seminario “Migración, Género y Medios de Comunicación”, 2007. Carmen Torres, directora del IMU;
Francisco Vidal, presidente de Televisión Nacional de Chile; Marcela Castillo, abogada de la OIM; Rita
Bórquez, profesional del IMU y Viviana Mellado, profesional de la OIM.•
• 134 •
Durante 2008 se implementa la segunda campaña de sensibilización pública.
A los spots radiales y los dossiers de prensa de la campaña anterior, se suma
la Guía de Apoyo Mujeres Migrantes, Mujeres con Derechos (Burotto, 2008),
la que se caracteriza por su gran calidad de contenidos y diseño. Esta Guía se
destina exclusivamente a mujeres inmigrantes con el propósito de entregarles
información relevante acerca de sus derechos
relativos a los trámites migratorios, derechos
laborales, acceso a la salud y a la educación.
También incluye un capítulo referido a violencia
intrafamiliar y autocuidado, además de un listado
de los servicios públicos y privados a los cuales
pueden concurrir en busca de información o
de apoyo.
• Guía de Apoyo Mujeres Migrantes,
Mujeres con Derechos, 2008.•
Acompaña a esta Guía un afiche que es distribuido en la Región Metropolitana y enviado a autoridades
regionales de la zona norte del país (intendencias, municipalidades, servicios de salud, entre otros)26.
En 2009, el Instituto realiza la tercera campaña comunicacional. Esta vez se pone el acento en promover
lazos que permitan fomentar una buena convivencia y contribuir a la plena integración de las mujeres
inmigrantes a la sociedad chilena.
La cuarta campaña comunicacional en 201027 se enfoca en el ejercicio pleno de los derechos de las y los
inmigrantes. De allí el eslogan seleccionado para el afiche y la nueva Guía de Apoyo: Soy migrante, tengo
derechos28.
Finalmente, a fines de 2011, el Instituto, junto a la Asociación de Damas Peruanas y el Centro de Derechos
Humanos de la Universidad Diego Portales, elabora y publica la Guía de Apoyo Soy migrante, tengo
derechos, versión 2012. Esta tercera edición se reactualiza completamente, con nueva información en
temas de autoempleo y emprendimiento, vivienda, justicia, entre otros.
• Afiche campaña 2008.•
• Seminario “Migración, Género y Medios de Comunicación”, 2007.
Gabriela Rodríguez, Jefa de la Misión en Chile de la OIM, María
Antonieta Saa, diputada y Rita Bórquez, profesional del IMU.•
• Difusión en las calles de
Santiago, 2008.•
26. Esta campaña es apoyada por la OIM y por Oxfam (Oxford Committee for Famine Relief), organizaciones con las cuales el Instituto
realiza el lanzamiento oficial en septiembre de 2008.
27. La campaña se enmarca dentro del Proyecto “Ciudadanía y protección de los derechos humanos de la población inmigrante en Chile”,
cofinanciado por la Unión Europea-Chile.
• Parte del público asistente al Seminario.•
28. Un impacto no previsto fue la reedición de la Guía de Apoyo Soy Migrante, Tengo Derechos, con el apoyo de la Universidad Alberto
Hurtado, mediante el proyecto “Iniciativas para avanzar en los derechos de las migrantes: Los casos de Chile, Argentina, Costa Rica,
México y la República Dominicana”, financiado por IDRC (Canadá). La reedición fue de 2.000 ejemplares, que se suman a los 2.000 ya
impresos por el proyecto.
• 135 •
• Verónica Torres, profesional del
IMU, junto a mujeres inmigrantes
en el lanzamiento de la campaña de
sensibilización 2008.•
• Lanzamiento de la campaña “Mujeres Migrantes, Mujeres con
Derechos”. De izquierda a derecha, Gabriela Rodríguez, Jefa de
Misión en Chile de la OIM, Carmen Torres, directora del IMU, y
Mónica Maureira, representante de Oxfam Chile, 2008.•
• Afiche y folleto campaña 2009.
A la izquierda, Francisca Toledo,
joven chilena y Delsi Torrejón, joven
peruana.•
• Entrega de flores para las inmigrantes asistentes, 2009.•
• Encabezado blog “Soy migrante,
tengo derechos”, campaña 2010.•
• 136 •
• Afiche campaña 2010.•
• Lanzamiento de la tercera campaña de sensibilización, 2009.•
Informes Sombra relativos a inmigración
En 2011, el Instituto de la Mujer participa en la elaboración de dos informes alternativos que son enviados
al Comité de Protección de los Derechos de todos los trabajadores migratorios de Naciones Unidas.
El primero es la Sistematización del proyecto Ciudadanía y Protección de los Derechos Humanos de la
población Inmigrante en Chile (Torres, coord., 2011). El objetivo de este informe es que el Comité considere
la información recolectada en ese proyecto, realizado en 201029, y las recomendaciones que se hacen al
Estado chileno para cumplir con sus obligaciones al ratificar la Convención Internacional sobre la Protección
de los Derechos de todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares en el año 2005.
El segundo es el Informe Alternativo Chile30, en el que se plantea que algunos de los derechos de las
personas inmigrantes en Chile son vulnerados. La causa principal de esta situación es la ausencia de una
política nacional integral que garantice a todas las personas un pacto social común, independiente del lugar
de nacimiento y país de residencia.
• Resumen ejecutivo Informe alternativo para el examen del Estado
de Chile ante el Comité Cedaw en su 53º sesión, septiembre
2012.•
En el año 2012, el Instituto participa en la revisión del capítulo referido a mujeres inmigrantes del Informe
Alternativo para el examen del Estado de Chile ante el Comité CEDAW en su 53º sesión (quinto y sexto
Informe Periódico combinado)31.
Para la misma ocasión, el Instituto participa en la elaboración del Informe Alternativo de la Articulación
Feminista por la Libertad de Decidir, instancia de la cual forma parte, especialmente en lo relativo a los
derechos de las mujeres inmigrantes que residen en Chile.
29. Descrito en páginas anteriores de este capítulo.
30. Elaborado en conjunto con la Red Chilena de Migración e Interculturalidad (RedMI), formada por una veintena de instituciones de la
sociedad civil. Entre junio y diciembre de 2011, la Coordinación general de esta Red estuvo a cargo del Instituto de la Mujer.
• Informe a la Cedaw, AFLD, 2012.•
31. Este informe se elaboró en conjunto con otras organizaciones de la sociedad civil, coordinado por Corporación Humanas,
• 137 •
Impacto y reconocimientos
El permanente trabajo del Instituto en el acompañamiento y entrega de información a las mujeres
inmigrantes latinoamericanas tiene impacto en distintos ámbitos. El primero, sin duda, es el conocimiento
que han adquirido sobre sus derechos y el ejercicio de los mismos en Chile. El segundo es en el ámbito
educativo: dos de sus campañas comunicacionales a favor de los derechos de las mujeres inmigrantes
son destacados por la Editorial Santillana32 en su material de educación básica. En efecto, esta editorial
reproduce, en 2008 y 2011, los afiches 2007 y 2010 relativos
a los derechos de la población inmigrante.
Junto a esto, el trabajo del Instituto en la temática migratoria
recibe dos importantes distinciones que constituyen un
reconocimiento y refuerzan su compromiso con la agenda
de trabajo trazada. Ellas son las siguientes.
• Editorial Santillana, 2008,
reproducción del afiche 2007.•
• Editorial Santillana, 2011,
reproducción afiche 2010 sobre
derechos de la población inmigrante.•
32. Editorial especializada en la elaboración de textos educativos.
• 138 •
Premio nacional
En diciembre de 2008, el IMU recibe el segundo premio en el IV Concurso de Buenas Prácticas “Chile
somos tod@s 2008”, que organiza anualmente la División de Organizaciones Sociales (DOS) del Ministerio
Secretaría General de Gobierno. El objetivo del concurso es visibilizar y premiar las buenas prácticas
que promueven el respeto y la inclusión de las personas y grupos vulnerados por la discriminación y la
intolerancia en nuestra sociedad.
El reconocimiento se otorga al proyecto “Acompañamiento psicosocial a mujeres migrantes” –descrito en
páginas anteriores–, por su aporte a la diversidad y la no discriminación.
“Esta amplia visión de los derechos y
deberes de las mujeres en su quehacer
político, económico y social permiten a la
Fundación Instituto de la Mujer mantenerse
en el tiempo y continuar vigente hasta hoy”.
Haydée Moreno
Expresidenta del Directorio de la Fundación
Instituto de la Mujer
• Galvano recibido por el segundo
• Francisco Estévez, director de la DOS, entrega el premio a Carmen Torres, directora ejecutiva del IMU,
premio, diciembre 2008. •
diciembre 2008. •
• 139 •
Premio internacional
La Fundación Vidanta, con la colaboración de la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Secretaría
General Iberoamericana, en su concurso 2012 “Contribuciones a la reducción de la desigualdad y la
pobreza en América Latina y el Caribe”, adjudica el Primer Premio33 a la Fundación Instituto de la Mujer34,
reconociéndole “su eficaz y meritorio trabajo a favor de los derechos de las mujeres inmigrantes en Chile,
mediante el acompañamiento psicosocial y la capacitación en temas de ciudadanía”35.
En su discurso de agradecimiento, la directora ejecutiva del IMU señala que las inmigrantes “son mujeres
fuertes y con un tremendo potencial. Que vengan de Perú, Ecuador, Colombia o Bolivia, por nombrar a
algunos de los países de los cuales provienen, su objetivo común es buscar mejores oportunidades de
trabajo, tener una mejor vida para ellas y sus familias. Y para eso trabajan, ahorran, envían remesas a sus
familias a las que han dejado atrás con tristeza. Son mujeres que quieren una
vida digna, que sus hijas e hijos tengan una mejor educación y proyectos de vida
para que se realicen como personas. En definitiva, buscan una oportunidad
para vivir en paz y ser felices”.
• Entrega del primer premio al IMU, México, 2012. Roberto
Russell, presidente de la Fundación Vidanta, Carmen
Torres y Nuria Núñez, directora y presidenta del Directorio,
respectivamente, del IMU y Ricardo Lagos, Ex Presidente de Chile.
Fotografía de Fundación Vidanta.•
La directora del IMU agrega: “Recibimos este reconocimiento reforzando
nuestro compromiso de contribuir a eliminar toda forma de discriminación
y desigualdad en nuestra sociedad. Hablar de inmigración es hablar
también sobre nosotras mismas. Miles de mujeres chilenas, muchas de
nosotras, vivimos la dureza del exilio y la extradición. Hoy, este Premio,
nos permite retribuir, aunque sea solo en parte, el apoyo y la solidaridad
que recibimos en esos momentos difíciles. Gracias nuevamente por
darnos esta inyección de energía y tan magnífico respaldo”.
33. El Premio Fundación Vidanta es una iniciativa que asocia a la Organización de los Estados Americanos (OEA), a la Secretaría General
Iberoamericana (SEGIB) y a la Fundación Vidanta. Su finalidad es reconocer y apoyar trabajos sobresalientes y originales que se realizan
en América Latina y el Caribe para reducir la pobreza, la desigualdad y combatir la discriminación.
34. Fundación Vidanta: www.fundaciónvidanta.org. Para ver video de la entrega de premios 2012: http://www.fundacionvidanta.org/
awards/read?id=prem_edicion2012_es Para ver video sobre el trabajo que el IMU realiza en pro del conocimiento y ejercicio de los
derechos de las mujeres y familias inmigrantes, ver: http://www.fundacionvidanta.org/awards/read?id=prem_edicion2013_es
• Discurso del IMU en México, 2012, a cargo de su directora
ejecutiva, Carmen Torres. Fotografía de Fundación Vidanta. •
• 140 •
35. Premio Fundación Vidanta 2012. Certificación de resultados, San José del Cabo, Baja California Sur, México, 27 de agosto de 2012. El
jurado estuvo integrado por el ex Presidente de Uruguay, Julio María Sanguinetti; el abogado y diplomático español Carmelo Angulo; el
economista argentino y exsecretario Ejecutivo de la CEPAL, José Luis Machinea; y el académico y diplomático chileno Luis Maira.
Los últimos años abordados en este último capítulo ofrecen la imagen de un país diferente, más moderno,
en el que se aprecia una mayor apertura al mundo; la ciudadanía está cada día más consciente de sus
derechos, los movimientos sociales adquieren voz propia y reclaman protagonismo, se respiran aires
democráticos. Es también un periodo en el cual las mujeres adquieren mayor presencia pública. Imágenes
femeninas se entremezclan en situaciones antes típicamente dominadas por hombres, se oye hablar de
“las y los” en los discursos.
Un mayor número de mujeres participa en la vida pública, el país tiene, por segunda vez, una presidenta de
la República, una presidenta del Senado (marzo 2014-marzo 2015), diputadas jóvenes, ministras, dirigentas
estudiantiles, la Central Unitaria de Trabajadores es liderada por una mujer.
Aun así, los avances son lentos, la igualdad de género sigue estando pendiente. Pese a la celeridad en
que se mueve el mundo y la consolidación de redes sociales a nivel mundial, el cambio cultural camina a
paso cansino, las reticencias religiosas y conservadoras continúan unidas en contra de los derechos de
las mujeres. La violencia de género, los derechos reproductivos, el derecho al aborto, la anticoncepción
de emergencia siguen estando en el tapete de la discusión por la porfía de las mujeres que los ponen en
permanente vigencia.
La sociedad chilena es cada vez más pluricultural, se escuchan otros tonos de voz, se incorporan otros ritos,
otras sensaciones, otros olores y sabores, Chile se enriquece con la llegada de personas inmigrantes. Sin
embargo, son las mujeres inmigrantes las menos favorecidas, son ellas con las que el Instituto compromete
su trabajo, une esfuerzos y contribuye a poner el tema en la agenda pública. La inmigración no es solo un
asunto, se trata de personas, mujeres, hombres, niñas y niños que buscan una vida mejor y más digna y
que comparten el día a día con nosotras y nosotros.
• 141 •
Caminos por andar
E
l quehacer del Instituto de la Mujer ha abarcado múltiples acciones públicas, aportes a la creación de
conocimiento y propuestas de políticas para mejorar la vida y condición social de las mujeres en su más
amplia diversidad. Instalar y promover los derechos humanos de las mujeres como derechos legítimos e
impostergables ha sido un camino largo y desafiante.
Desde el punto de vista institucional, los avances alcanzados obedecen, en primer lugar, a una mirada
integral para abordar las problemáticas que viven las mujeres.
Efectivamente, identificar las raíces históricas en que se asienta la discriminación de las mujeres, así como
también los ámbitos en los que participan en condiciones de desigualdad y subordinación, ha sido un
factor determinante para lograr dichos avances. Esta estrategia ha permitido un desarrollo interdisciplinario
del quehacer institucional y un enfoque holístico de los procesos que perpetúan el sexismo y refuerzan
la posición subvalorada de las mujeres en nuestra sociedad, tanto en lo político como en lo económico,
cultural y social. Así, el Instituto ha desplegado un trabajo simultáneo en diversas áreas, tales como salud
y derechos reproductivos, familia, trabajo y participación política.
Paralelamente, el sentido de oportunidad y sintonía respecto de la coyuntura sociopolítica del país
contribuyó a que las demandas de las mujeres no fueran percibidas como atemporales o ajenas al momento
que el país vivía.
Otro factor destacado fue mantener la autonomía respecto del movimiento social, los partidos políticos y el
Estado. Una autonomía que ha permitido establecer puentes de diálogo entre las demandas propias y las
del movimiento de mujeres con la institucionalidad política del momento, vinculando temas de la agenda de
género con asuntos álgidos del debate nacional: pobreza, salud reproductiva, igualdad de oportunidades,
trabajo, régimen matrimonial, entre otros.
Articulando saberes y poderes, el Instituto ha contribuido así al cambio cultural, a la búsqueda de una
sociedad más democrática, más libre, más plural, más abierta a la diversidad, una sociedad que poco a
poco ha ido rompiendo estereotipos y convencionalismos.
• 143 •
El restablecimiento de la democracia y la creciente importancia del movimiento social y político han abierto
espacios de diálogo e instalado cambios en el posicionamiento social, político, cultural y económico de las
mujeres. A partir de ello, el escenario donde hoy transitan niñas, jóvenes y mujeres es uno que, sin ser el
óptimo, paulatinamente las reconoce como ciudadanas más plenas, protagonistas de su propia historia,
con mejores herramientas para hacer valer sus derechos.
El panorama mundial se ha ido transformando de manera vertiginosa y la participación de las mujeres
le imprime una nueva fisonomía. Al igual que en otros continentes, en América Latina y el Caribe ha
aumentado sustantivamente el número de mujeres que inciden en la toma de decisiones, que dirigen
el rumbo de sus países. Y esta presencia tendrá un efecto cada vez mayor en cómo se desenvuelven y
progresan las sociedades.
También en Chile es cada vez más significativa la participación femenina en el mundo público y el
mercado laboral se abre, progresivamente, al trabajo de las mujeres aunque todavía con discriminaciones
inaceptables. Asimismo, hoy se constata un creciente número de mujeres en lugares de toma de decisión,
en ámbitos significativos de la vida pública, en la política.
En 2014, una mujer, Michelle Bachelet, es elegida Presidenta de la República por un segundo período,
el Senado es presidido por una mujer (marzo 2014-marzo 2015), la principal central sindical también, las
federaciones estudiantiles muestran el empuje de las mujeres jóvenes. Y los medios de comunicación
destacan este fenómeno. Así pareciera que hoy la sociedad chilena está más madura para enfrentar
importantes discusiones postergadas por años, una de ellas, la ciudadanía plena de las mujeres.
Recientemente, se aprobó un relevante cambio al sistema político, el término del sistema electoral binominal,
el que propiciará una mayor participación de mujeres en la política, garantizándoles a lo menos el 40% de
las candidaturas en las elecciones parlamentarias y municipales.
Importante es, también, la presentación por parte de la Presidenta Bachelet del proyecto de ley para
despenalizar la interrupción voluntaria del embarazo por tres causales1. La discusión en el Parlamento ha
comenzado, pero desde antes se conocen públicamente diversas voces a favor, mujeres que se atreven a
compartir dolorosas historias de vida, profesionales de la salud que conocen por experiencia esta situación,
partidos políticos progresistas que entienden que llegó el momento no solo de pronunciarse a favor de los
derechos de las mujeres, sino de hacerlos realidad en la cotidianidad. Al mismo tiempo, el fundamentalismo
1. Riesgo vital de la mujer, embrión o feto incompatible con la vida extrauterina, y embarazo como resultado de una violación.
• 144 •
religioso despliega sus argumentos con inusitada fuerza y uso de recursos para oponerse a este proyecto
de ley. Esto implica una transgresión a la laicidad del Estado chileno y pone de manifiesto su fin último: el
control férreo de los derechos, la sexualidad y la reproducción de las mujeres.
Aún queda mucho por hacer.
Junto a los avances, observamos estancamientos. Vivimos en una sociedad en la que la violencia contra las
mujeres en sus distintas expresiones es naturalizada, normalizada, a partir de rígidos roles patriarcales que
tácitamente validan la dominación masculina y subordinación femenina. Junto a ello, la falta de autonomía
de las mujeres para decidir respecto de sus derechos reproductivos son indicadores que evidencian que la
lucha por la igualdad de género está lejos de terminar.
Igualmente, siguen pendientes temas significativos: plena participación social y política de todas las
mujeres, sin discriminación; derecho a trabajo digno y de calidad, sin desigualdades salariales, con pleno
respeto a leyes laborales; apoyo integral a la maternidad y cuidado infantil; derecho a jubilación digna;
derecho a descanso y ocio; total paridad en la corresponsabilidad doméstica y familiar entre mujeres y
hombres, entre otros.
Enfrentadas a la escasa capacidad de las instituciones para proteger los derechos de las personas y
el derecho a una vida sin violencia ni discriminación, especialmente de niñas, jóvenes y mujeres, las
organizaciones de mujeres y feministas debemos redoblar nuestros esfuerzos para enfrentar este reto
ineludible que nos interpela en pleno siglo veintiuno. Abrir caminos para que las mujeres se constituyan
en sujetas políticas en igualdad de condiciones respecto de los hombres es una tarea que continúa en
construcción. La nueva realidad de los años por venir habrá que seguir construyéndola sobre los avances
ya logrados; es el momento de que utilicemos nuestro poder y demos rienda suelta a nuestra creatividad.
Han transcurrido 27 años de nuestra creación y la misión del Instituto de la Mujer, Promover la participación
y la ciudadanía activa de las mujeres con el objetivo de alcanzar la igualdad entre los géneros y profundice
la democracia, sigue vigente.
Julio 2015
• 145 •
Bibliografía
Capítulo I
Alfaro, Roxana; Lilian Inostroza; Magaly Inostroza; Cecilia
Bustos; Ana María Silva (1990). Sistematización
de una experiencia para adolescentes en
salud y derecho reproductivo. Documento de
trabajo. Santiago: IMU.
Castillo, María Isabel; Soledad Larraín; Natacha Molina;
Claudia Serrano; Clarisa Hardy (1988).
“Mujeres de sectores medios: de la tradición
a la modernidad”. Parte del proyecto
Aproximación al comportamiento político
femenino en las capas medias urbanas.
Documento de trabajo. Santiago: IMU.
Instituto de la Mujer (IMU) (1991). Proyecto Instituto de la
Mujer. Documento de trabajo. Santiago: IMU.
Larraín, Soledad et al., (1988). Reflexiones iniciales sobre
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Salud Mental”, organizado por el Instituto de
la Mujer, agosto 1988. Santiago: IMU.
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(1989). Cambio social, transición y políticas
públicas hacia la mujer. Ponencia presentada
en el Seminario Internacional homónimo,
organizado por el Instituto de la Mujer, octubre
1989. Santiago: IMU.
Molina, Natacha (1986). “Lo femenino y lo democrático
en el Chile de hoy. Movimiento de Mujeres
en Chile (1983-1986). Desafíos y problemas
en la constitución de una nueva identidad
política femenina”. Documento elaborado
para la Comisión de Investigaciones Sociales
del Consejo Latinoamericano de Ciencias
Sociales (CLACSO) y presentado en el
• 146 •
Capítulo II
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Publicaciones del Instituto de la Mujer
Libros
El Instituto de la Mujer ha donado la totalidad de los libros siguientes al Fondo
Mujeres y Géneros, del Archivo Nacional.
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• Y votamos por ella. Michelle Bachelet: Miradas feministas. (2010). Alessandra
Burotto y Carmen Torres (eds.). Santiago: FIMU, Heinrich Böll Stiftung, 174 p.
• Miradas y reflexiones feministas: Sebastián Piñera, año uno: conmociones y
exigencias sociales (2011). Carmen Torres E. (coord.). Santiago: FIMU, Heinrich
Böll Stiftung, 174 p.
• Soy migrante, tengo derechos. Sistematización proyecto. Ciudadanía y protección
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Portales, Programa de Género y Equidad de Flacso-Chile, Instituto Católico
Chileno de Migración, Casa de Encuentro de la Mujer, 80 p.
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• Pobreza y protagonismo juvenil: estrategias para la intervención comunitaria.
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• Mundos paralelos. Agenda de género y movimientos sociales en Argentina, Chile
y Uruguay. (2000). Programa Mujeres y Movimientos Sociales en el marco de los
procesos de integración regional en América Latina, apoyado por la Fundación
Heinrich Böll. Centro de Encuentros Cultura y Mujer, CECYM, Argentina,
Fundación Instituto de la Mujer, Chile, Isis Internacional, Chile, Movimiento Pro
Emancipación de la Mujer, MEMCH, Chile, Cotidiano Mujer, Uruguay, Red de
Educación Popular entre Mujeres, REPEM, Uruguay. Santiago: FIMU, 168 p.
• Silencios y susurros: ciudadanía y género en las campañas presidenciales de
Argentina, Chile y Uruguay. (2000). Programa Mujer y Democracia en el Mercosur,
apoyado por la Fundación Heinrich Böll. Santiago: Centro de Encuentros Cultura
y Mujer, CECYM, Argentina, · Fundación Instituto de la Mujer, Chile, Movimiento
Pro Emancipación de la Mujer, MEMCH, Chile, Cotidiano Mujer, Uruguay, 152 p.
1998
• Actas del Primer Tribunal de Derechos de las Mujeres Chilenas. Instituto de la
Mujer. (1998). Santiago: IMU, 160 p.
• Niñas chilenas una infancia interrumpida. Un estudio sobre la realidad ignorada
de niñas trabajadoras en Chile. (1998) Estrella Díaz, Luz Rioseco, Fernando
Salas, Betsabé Padín, Mariela Cortés. Santiago: IMU, 170 p.
1997
• A contramano. Estudio evaluativo del impacto de la escuela formación de líderes.
(1997) Victoria Hurtado, Lorena Núñez, Guadalupe Santa Cruz, Alejandra Valdés.
Santiago: IMU, 92 p.
• Veredas por cruzar. 10 años. Instituto de la Mujer. (1997). Guadalupe Santa Cruz
(ed.). Instituto de la Mujer. Santiago: IMU, 276 p.
1995
• La construcción de las mujeres en la política social. (1995) Patricia Provoste.
Santiago: IMU, 96 p.
• Un indecente deseo. Escuela de formación de líderes mujeres. Metodología.
(1995). Victoria Hurtado, Guadalupe Santa Cruz y Alejandra Valdés. Santiago:
IMU, 194 p.
1994
• Dar en la tecla. Condiciones de trabajo y salud laboral. Digitadoras del sector
financiero. (1994). Estrella Díaz. Santiago: IMU, 106 p.
• Espacios e imagen de la mujer en la prensa. (1994). Esther Fuentes y Christa
Widmaier. Santiago: IMU, 90 p.
• Mujer y legalidad en Chile. Una propuesta de cambio. (1994). Claudia Iriarte.
Santiago: IMU, 74 p.
1993
• Modelos teóricos y metodológicos de intervención en violencia doméstica
y sexual. (1994). Santiago: Casa de la Mujer La Morada, Instituto de la Mujer,
Servicio Evangélico para el Desarrollo, SEPADE, 126 p.
1991
• Mujer y violencia doméstica. (1991). Isabel Cárcamo y Cecilia Moltedo (ed.).
Santiago: IMU y Colectivo mujeres de Chile y Canadá, 126 p.
1996
• Samaritanas, mediadoras y guardianas: poder y ciudadanía de las mujeres en la
salud. Seminario taller. (1996). Guadalupe Santa Cruz y Victoria Hurtado (comp.).
Santiago: IMU, 74 p.
• Violencia intrafamiliar: perspectiva psicosocial y jurídica. (1996). Luz Rioseco y
Ana Cáceres. Santiago: IMU y SERNAM, 54 p.
• 153 •
Documentos de trabajo
El Instituto de la Mujer ha donado la totalidad de los documentos siguientes al
Fondo Mujeres y Géneros, del Archivo Nacional.
2011____________________________________________________________
• Miradas y reflexiones feministas: Sebastián Piñera, año uno: conmociones y
exigencias sociales. Talleres/conversatorios. (2005). Sandra Palestro (ed.). IMU.
2010____________________________________________________________
• Ponencias presentadas en el Seminario “Pensar la política, hacer feminismo” y
presentación de libro “Y votamos por ella. Michelle Bachelet: miradas feministas”.
(2010). Teresa Cáceres (ed.). IMU.
2007____________________________________________________________
• Mujeres migrantes andinas y salud reproductiva. Usuarias de consultorios de
salud de la zona norte de la Región Metropolitana. (2007). Nuria Núñez y Carmen
Torres. IMU y UNFPA.
2005____________________________________________________________
• Hacia un plan Chile contra el racismo, la xenofobia, la tolerancia y la discriminación.
(2005). IMU.
• La abstenida presencia del horror. La violencia sexual como tortura política.
(2005). Paulina Gutiérrez, Olga Ruiz y Pilar Lampert. IMU.
2004____________________________________________________________
• Género, consumo y ciudadanía. Estrategias de la sociedad civil frente a los
desafíos de la globalización. (2004). Rita Bórquez. IMU.
• 154 •
• La experiencia de las mujeres en los procesos de nominación de las candidaturas
al interior de los partidos políticos chilenos: Los casos del Partido Socialista y Por
la Democracia”. (2004). Mónica Salinero y Katerin Barrales. IMU.
• Las mujeres víctimas de violencia sexual como tortura durante la represión política
en Chile. 1973-1990: un secreto a voces. Informe de investigación. (2004). IMU
y Corporación de Desarrollo de la Mujer “La Morada”.
• Primera jornada de discusión sociedad civil “Sensibilización de la opinión pública”.
(2004). Proyecto Representación y participación política de las mujeres, impulso
para la implementación de medidas de acción positiva, octubre 2004. IMU.
• Primera mesa sindical “Sensibilización de la opinión pública”. (2004). Proyecto
Representación y participación política de las mujeres, impulso para la
implementación de medidas de acción positiva, julio 2003. IMU.
• Proyecto Representación y participación política de las mujeres, impulso para
la implementación de medidas de acción positiva. (2004). Documento de
sistematización. Mesa técnico-política, noviembre 2003. IMU.
• Proyecto Representación y participación política de las mujeres, impulso para
la implementación de medidas de acción positiva. (2004). Documento de
sistematización. Asamblea con mujeres bases partidarias. Región Metropolitana,
noviembre 2003. IMU.
2003____________________________________________________________
• Derechos humanos de las mujeres. Víctimas de la represión política. (2003). IMU
y Corporación de Desarrollo de la Mujer “La Morada”.
• Guía de Tribunales de los Derechos de las Mujeres. (2003). Lidia Casas y Natacha
Molina. Documento preparado para el Seminario Interamericano sobre Género y
Justicia, noviembre de 2003, organizado por GTZ y CEJA.
• Mujeres y procesos de globalización. Estrategias de sobrevivencia y representación
en la región. Conceptos y propuestas de acción a partir de documentación e
información empírica (2003). IMU y Centro de Encuentros Cultura y Mujer.
2002____________________________________________________________
• Los DESC y la situación de las mujeres chilenas. (2002). Ximena Zavala y María
Paz Aedo. IMU.
2001____________________________________________________________
• Agenda de género y movimientos sociales. (2001). Kathya Araujo, Tatiana
Hernández y Loreto Ossandón. Programa Mujer y Democracia en el Mercosur.
IMU.
• Estado de la infancia mapuche en La Araucanía. Análisis según la Convención
sobre los Derechos de los Niños y Niñas Indígenas. (2001). Constanza Herborn.
IMU.
• Mapa de la participación política de las mujeres en Chile durante el período de
reconstrucción democrática 1989-2001. (2001). María Paz Aedo y Rita Bórquez.
IMU.
• Partidos políticos y oportunidades para las mujeres en el escenario electoral.
(2001). Kathya Araujo. IMU.
• Votantes y candidatas. Mujeres en el escenario electoral. (2001). Kathya Araujo.
IMU.
2000____________________________________________________________
1999____________________________________________________________
• Análisis del empleo juvenil en Chile. (1999). Consuelo Silva y Tatiana Cárdenas.
IMU.
• Jóvenes. Rompiendo silencios. (1999). Betsabé Padín. IMU.
• Juventud de Huechuraba: Ser protagonista en la construcción del espacio social.
Catastro de agrupaciones juveniles. Comuna de Huechuraba. (1999). Julio
Reyes. IMU.
• Los jóvenes y el trabajo. Diagnóstico de la situación laboral de los jóvenes de la
comuna de Huechuraba. (1999). Maira Arraigada y Paula Astudillo. IMU.
• ¿Movimiento de mujeres 1990-1997? (1999). María Graciela Cáceres. IMU.
• Organizaciones de mujeres. Región Metropolitana. Catastro. (1999). IMU.
• Presentación sobre Chile al Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
(1999). Lidia Casas y Ximena Zavala. IMU.
1998____________________________________________________________
• Argumentos para la revisión de leyes punitivas en contra del aborto. (1998). Lidia
Casas y Nuria Núñez. IMU.
• Ciudadanía, control ciudadano y desobediencia civil. (1998). Alejandra Valdés.
IMU.
• Componentes de las demandas de las trabajadoras en los sectores de
agroindustria (hortícola y frutícola), industria manufacturera y pesca. (1998). IMU.
• Experiencias de participación de las mujeres en los partidos políticos 1990-1998.
(1998). Cecilia Moltedo. IMU.
• Consideraciones teóricas. Proyecto pobreza y protagonismo juvenil. (2000).
Tatiana Cárdenas. IMU.
• Las mujeres chilenas frente a la política. (1998). Natacha Molina y Claudia
Serrano. IMU.
• Discursos. estrategias y agendas. Elecciones presidenciales 1999-2000. (2000).
Kathya Araujo y Daniel Zegers. IMU.
• No más tolerancia a la violencia sexual contra las mujeres. Versión preliminar.
(1998). Patricia y Paula Salvo. IMU.
• Divorcio. (2000). Marcela Fajardo. IMU.
• Sistema de indicadores de desempeño e impacto considerando el género (1998).
Thelma Gálvez. Corporación de Desarrollo de la Mujer “La Morada”, Instituto de
la Mujer, Instituto de la Mujer (Concepción), CEM, DOMOS, PROSAM, CEDEM.
• Mujeres, democracia e integración regional en la campaña electoral chilena
1999-2000. (2000). Kathya Araujo y Daniel Zegers. IMU.
• 155 •
1997____________________________________________________________
1996____________________________________________________________
• Acciones de interés público por la no discriminación de género. (1997). Patricia
Provoste y Patricia Silva. IMU.
• Análisis sobre los derechos conyugales y parentales de las mujeres en el Derecho
chileno. (1996). Patricia Silva. IMU.
• Análisis diferencial de género en el diseño y evaluación de programas y proyectos
sociales. (1997). Fernando Salamanca y Patricia Provoste. IMU.
• El protagonismo de las mujeres en la construcción de la igualdad y ciudadanía en
América Latina. (1996). Natacha Molina. IMU.
• Evaluación de la Ley de violencia intrafamiliar Nº 19.325 y una propuesta para su
modificación. (1997). Luz Rioseco. IMU.
• Informe de seguimiento a mujeres jóvenes, postulantes al programa de
capacitación laboral “Chile Joven”. (1996). Estrella Díaz y Érica Viera. IMU.
• Fund Raising. Recaudación de fondos para instituciones sin fines de lucro.
(1997). IMU.
• La desocupación juvenil. Tratamiento del tema en la prensa escrita. (1996).
Estrella Díaz. IMU.
• Información elecciones parlamentarias 1989-1993. (1997). IMU.
• La pensión de alimentos. Desigualdad y ruptura en la familia. (1996). Patricia
Provoste. IMU.
• Investigación diagnóstica. Prostitución juvenil femenina en Santiago. (1997).
Daniela Cerva, Mariela Cortés, Nicolás Talloni, Paulina Vidal, Paulina Soto y
Andrea Opazo. IMU.
• La participación de las mujeres jóvenes en los espacios públicos y su acceso a
los procesos en la toma de decisiones. (1997). Christian Matus, Natacha Molina
y Soledad Muñoz. IMU.
• Marco legal y modelo de intervención jurídica en violencia doméstica. (1997). Luz
Rioseco. IMU.
• Memoria de Jornada “La seguridad social chilena de una mirada de género:
avanzando en la construcción de propuestas de acción”. (1997). IMU.
• Niñas trabajadoras: realidad ignorada. (1997). Estrella Díaz. IMU.
• Niñas y niños que trabajan en Chile a la conquista de sus derechos. (1997). Luz
Rioseco y Fernando Salas. IMU.
• Memoria “Jornada de Diagnóstico y Reflexión: Compartiendo Identidades
Juveniles”. (1996). IMU.
• Modernización de la gestión pública: Igualdad de oportunidades. II Seminariotaller. (1996). Marcela Noé y Patricia Provoste. IMU.
• Talleres de autoapoyo en violencia doméstica. (1996). Luz María Olguín. IMU.
• Un modelo de intervención comunitario en la promoción de los derechos sexuales
y reproductivos. (1996). IMU.
• Violencia en el pololeo. Apuntes para programa de sensibilización y prevención
con estudiantes de educación media, padres y profesores. (1996). Haydée
Huenulef y Magaly Silva. IMU.
1995____________________________________________________________
• Prostitución y violencia. (1997). Betsabé Padín y Mariela Cortés. IMU.
• Proyecto de ley sobre delitos sexuales. Propuesta de un texto definitivo. (1997).
Leonardo Estradé. IMU.
• Antecedentes sociodemográficos y económicos de una localidad pobre y de su
población juvenil. Comuna de Huechuraba. (1995). Estrella Díaz. IMU.
• Sindicalismo en femenino: Mirada desde las dirigentas. (1997). Estrella Díaz. IMU.
• Divorcio. Derecho individual. (1995). Betsabé Padín. IMU.
• Sindicalismo en femenino: Diagnóstico de demandas de género. (1997). Estrella
Díaz. IMU.
• Experiencia de vida de tres mujeres jóvenes. Comuna de Huechuraba. (1995).
Estrella Díaz. IMU.
• Sindicalismo en femenino: Memoria. Jornada de trabajo de dirigentas sindicales.
(1997). Estrella Díaz. IMU.
• Igualdad de oportunidades para las mujeres. Una oportunidad para la democracia.
(1995). Natacha Molina y Patricia Provoste. IMU.
• Seguimiento de la ley de Violencia Intrafamiliar. Información estadística mensual.
Compendio I. (1995). IMU.
• Seguimiento de la ley de Violencia Intrafamiliar”. Información estadística mensual.
Compendio II. (1995). IMU.
• 156 •
• Sistematización y comparación de propuestas estratégicas de desarrollo regional
de SERNAM en las trece regiones. (1995). Patricia Provoste. IMU.
• “Las miradas que duelen”. Una aproximación psicosocial al mundo de la
prostitución. (1994). Esther Fuentes. IMU.
• “Ya no me gustó estar atrás”. Estudio evaluativo del impacto de la Escuela de
Formación de Líderes. (1995). Victoria Hurtado, Lorena Núñez, Guadalupe Santa
Cruz y Alejandra Valdés. IMU.
• Marco jurídico para la igualdad de oportunidades en el ámbito municipal: Normas
comentadas y propuestas. (1994). Luz Rioseco. IMU.
1994____________________________________________________________
• Bases para la igualdad de oportunidades en la Municipalidad de Santiago: I. Las
trabajadoras municipales. Diagnóstico y propuestas preliminares. (1994). Patricia
Provoste, Clara Bustos, Luz Rioseco, y Elizabeth Guerrero. IMU.
• Participación social. (1994). Ximena George-Nascimento y Ximena Lara. IMU.
• Perfil sociodemográfico e índices de morbilidad de las mujeres que asisten a los
Centros de ETS de la Región Metropolitana. Valparaíso y Antofagasta. Estudio
acerca de la prostitución. (1994). Esther Fuentes. IMU.
• Prevención de SIDA en mujeres heterosexuales con pareja estable. (1994).
Ximena Castillo y María Isabel Castillo. IMU.
• Cómo llegan las políticas sociales a las mujeres. (1994). Patricia Provoste. IMU.
• Terapeutas mujeres-pacientes mujeres. Encuentro de psicoterapeutas mujeres, 7
y 8 de octubre 1994. (1994). Ana Cáceres. IMU.
• Demandas al Estado desde las mujeres populares. (1994). Patricia Provoste.
IMU.
• Violencia doméstica: Apuntes de capacitación. (1994). Ana Cáceres, Luz Rioseco,
Betsabé Padín y Christa Widmaier. IMU.
• Diagnóstico. Prevención de SIDA en mujeres heterosexuales con pareja estable.
(1994). Ximena Castillo y María Isabel Castillo. IMU.
• Violencia doméstica. Apuntes para capacitación. Versión preliminar. (1994). Ana
Cáceres. IMU.
• El Instituto de la Mujer en el debate para la elaboración del Plan de Acción de
América Latina y el Caribe. (1994). IMU.
• Violencia sexual en Chile. (1994). Christa Widmaier. IMU.
• Escuela de formación de líderes mujeres. (1994). Victoria Hurtado, Guadalupe
Santa Cruz y Alejandra Valdés. IMU.
• Espacios e imagen de la mujer en la prensa. (1994). Esther Fuentes y Christa
Widmaier. IMU.
• Estudio acerca de la prostitución controlada en los centros de ETS. (1994).
Esther Fuentes. IMU.
• Estudio de la opinión pública sobre aborto inducido y sus matices. (1994). Ana
María Silva y Gloria Salazar. IMU.
• Estudio sobre la percepción que tienen las mujeres heterosexuales con pareja
estable del riesgo de contraer SIDA. (1994). Cecilia Bascuñán y Elizabeth
Guerrero. IMU.
• Género y pobreza. Consideraciones y propuestas para la elaboración de políticas
sociales. (1994). Estrella Díaz. IMU.
• Impactos del modelo económico sobre las mujeres trabajadoras. El caso de
Chile. (1994). Encuentro de contrapartes de Terre des Hommes, Región Andina.
Cochabamba, agosto 1994. Estrella Díaz. IMU.
• La explotación sexual en Chile y sus consecuencias psicosociales. Ponencia
presentada en el Seminario-taller “Explotación sexual y tráfico de mujeres y niñas
latinoamericanas”, enero 1994. (1994). Paulina Vidal. IMU.
1993____________________________________________________________
• Capacitación de monitoras de prevención de ETS y SIDA. (1993). Carla Vidal.
IMU.
• Contra la violencia de género. El caso de Chile. (1993). Ana Cáceres. IMU.
• Destinatarias de programas sociales: Percepciones y expectativas. Resultados
preliminares de encuesta en: Conchalí, La Florida y Santiago. (1993). IMU.
• El aborto en chile: La situación actual. Nuestras estrategias. (1993). Gloria
Salazar. IMU.
• Estudio actitudinal frente al SIDA y otras ETS de las mujeres que ejercen el
comercio sexual callejero en Santiago. (1993). Esther Fuentes. IMU.
• Investigación-acción sobre el aborto inducido mediante el apoyo integral a la
mujer post-abortante. (1993). Gloria Salazar. IMU.
• La mujer y la salud laboral: El caso de las digitadoras de computación del sector
financiero. Informe final. (1993). Estrella Díaz, Jaime Sepúlveda y Orielle Solar.
IMU.
• Las trabajadoras de la industria pesquera de Valparaíso. Un estudio de casos.
(1993). Patricia Vera, Neva Kliwadenko e Isabel Cárcamo. IMU.
• 157 •
• Modelos de intervención. Programa prevención ETS-SIDA en prostitutas. (1993).
Paulina Vidal. IMU.
• Programa de prevención de SIDA en prostitutas adultas. Comuna de Valparaíso.
(1993). Vinka Montero de la Fuente, Carmen González y Patricia Castañeda. IMU.
• Prostitución femenina. Ponencia presentada en el Seminario “Violencia intrafamiliar
y delitos sexuales”. (1993). Esther Fuentes.
• Resumen de las iniciativas parlamentarias en materia de mujer y familia (19901993). (1993). Angélica Pino y Luz Rioseco. IMU.
• Salud. derechos sexuales y reproductivos. Diagnóstico. Instituto de la Mujer.
(1993). IMU.
• Seminario “Violencia contra las mujeres”. (1993). Claudia Iriarte. IMU.
• Sondeo sobre necesidades de capacitación y formación de las operarias de la
industria pesquera chilena. (1993). Neva Kliwadenko. IMU.
• Un estado más cerca de la gente. Chile. (1993). Patricia Provoste. IMU.
• Una revisión de las repercusiones psicológicas del aborto desde una perspectiva
psicosocial y de género. (1993). Gloria Salazar. IMU.
• Mujer y desarrollo en Chile. Ponencia presentada en el Seminario “Chile 2000”,
auspiciado por la Junta de Extremadura y la Embajada de Chile en España,
efectuado en Cáceres, 27 y 29 de octubre 1992. (1992). Natacha Molina. IMU.
• Mujer y dictadura en Chile. (1992). Alejandra Valdés. IMU.
• Mujer y participación. Estrategias de poder local. (1992). Catalina Palma. IMU.
• Perfil Instituto de la Mujer. (1992). Natacha Molina, Catalina Palma, Nuria Núñez
y Estrella Díaz. IMU.
• Políticas gubernamentales relativas a la mujer en Chile. La disyuntiva entre
equidad social y equidad de género. Ponencia presentada en el Seminario “Las
familias. las mujeres y los niños”, organizado por IIED-AL y CIEDUR, Montevideo,
septiembre 1992. (1992). Natacha Molina. IMU.
• Políticas públicas y violencia de género. (1992). Ana Cáceres.IMU.
• Prostitución, marginalidad y discriminación. (1992). Esther Fuentes. IMU.
• Reflexiones acerca del desarrollo local y el género. Elementos para la construcción
de un marco teórico. (1992). Clara Bustos, Karin Molt, Catalina Palma, Mónica
Fernández, Alicia Bórquez y Cecilia Aguayo. IMU.
• Violencia intrafamiliar. Instituto de la Mujer, “Rompiendo silencios”. (1992). IMU.
1992____________________________________________________________
• Algunas reflexiones sobre la prostitución. (1992). Paulina Vidal. IMU.
• Columnas Radio Tierra. 1992). Guadalupe Santa Cruz, Alejandra Valdés, Estrella
Díaz y Angélica Pino. IMU.
• Curso de formación “Mujer y Trabajo”. (1992). Paulina Vidal y Cecilia Bascuñán.
IMU.
• Desarrollo local y mujer en Chile. (1992). Patricia Provoste. IMU.
• “Violencia intrafamiliar, una problemática social”. Apuntes para seminario de
capacitación a funcionarios públicos. Programa “Rompiendo silencios”. (1992).
Ana Cáceres, Luz, Rioseco, Betsabé Padín e Ignacio Balolian. IMU.
1991____________________________________________________________
• Antecedentes para la discusión de la interrupción del embarazo con fines
terapéuticos. (1991). Ana María Silva. IMU.
• Descripción de programas estatales aplicados a nivel comunal. (1992). IMU.
• Aspectos psicosociales que influyen en la percepción del SIDA. (1991). Georgina
De la Fuente. IMU.
• El sector pesquero y la participación de la fuerza de trabajo femenina en las
plantas elaboradoras de productos del mar. (1992). Estrella Díaz e Isabel Miranda.
IMU.
• “Interrupción del embarazo”. Series manuales informativos. (1991). Cecilia
Bustos, Magaly Inostroza y Lilian Inostroza. IMU.
• Hacia una propuesta de un derecho igualitario. (1992). Luz Rioseco. IMU.
• Investigación cualitativa. “Actitudes hacia el SIDA de un grupo de adultos
jóvenes”. (1992). Georgina De la Fuente. IMU.
• La participación femenina de cara al municipio. (1992). Natacha Molina. IMU.
• Liderazgo femenino y municipio. (1992). Natacha Molina. IMU.
• 158 •
• La acción de las mujeres de cara al desarrollo. (1991). Natacha Molina. IMU.
• La prostitución en Chile y sus consecuencias en el plano de la salud. (1991).
Paulina Vidal. IMU.
• La situación actual de la educación popular entre mujeres. (1991). Alejandra
Valdés. IMU.
• Modelos teóricos y metodológicos de intervención en violencia doméstica y
sexual. (1991). Ana Cáceres, Valentina Martínez y Diana Rivera. IMU.
• Programa de prevención de SIDA en prostitutas adultas. (1991). Paulina Vidal y
Carla Vidal. IMU.
1990____________________________________________________________
• Diagnóstico de Conchalí. Una aproximación a la realidad de las mujeres. (1990).
Patricia Provoste. IMU.
• La mujer de la comuna de Pudahuel. (1990). IMU.
• La prostitución infantil y juvenil en Santiago. (1990). Paulina Vidal. IMU.
• Sistematización de una experiencia para adolescentes en salud y derecho
reproductivo. (1990). Roxana Alfaro, Lilian Inostroza, Magaly Inostroza, Cecilia
Bustos y Ana María Silva. IMU.
• Situación de la problemática de VIH y SIDA en Chile-1990. (1990). Magaly
Inostroza y Cecilia Bustos. IMU.
• Tendencias generales de la fecundidad en Chile. 1960-1987. (1990). Ana María
Silva. IMU.
1988____________________________________________________________
• Guía de instituciones y proyectos de educación sexual y salud reproductiva
adolescente en Santiago. (1988). Ana María Silva. IMU.
• Las mujeres chilenas frente a la política. (1988). Natacha Molina y Claudia
Serrano. IMU.
• Mujeres de sectores medios: de la tradición a la modernidad. Parte del proyecto:
aproximación al comportamiento político femenino en las capas medias urbanas.
(1988). María Isabel Castillo. IMU.
• Reflexiones iniciales sobre mujer y salud mental. (1988). Soledad Larraín. IMU.
1987____________________________________________________________
• La prostitución infantil y juvenil como medio de sobrevivencia en Chile. (1988).
Paulina Vidal y Carla Vidal. IMU.
1989____________________________________________________________
• Cambio social, transición y políticas públicas hacia la mujer. Ponencia presentada
en Seminario “Cambio social, transición y políticas públicas hacia la mujer”, 9 y
10 de octubre 1989, organizado por el Instituto de la Mujer. (1989). Lilian Mires,
Natacha Molina y María Elena Valenzuela. IMU.
• Las políticas de planificación familiar en Chile. Resumen. (1989). Ana María Silva.
IMU.
• 159 •
• 160 •

Documentos relacionados