A Contraluz - Fundación Instituto de la Mujer
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A Contraluz - Fundación Instituto de la Mujer
A CONTRALUZ Memoria de la Fundación Instituto de la Mujer 1987-2014 Inscripción Nº ISBN: Fotografías Edición de textos: Adriana Gómez Todas las fotografías forman parte del Archivo Fotográfico Fundación Instituto de la Mujer, excepto cuando se indique lo contrario. Diseño y diagramación: Paulina Manzur Morales Impresión: Andros Impresores Fundación Instituto de la Mujer Compañía 1068, oficina 506, Santiago [email protected] www.insmujer.cl Santiago de Chile, julio 2015 Archivo fotográfico personal de Natacha Molina, páginas 20 y 21. Kena Lorenzini, páginas 5 y 35. Osvaldo Briceño, páginas 123 y 124. Adriana Gómez, página 122. Jesús Inostroza, página 55. Gisela Parisaca, página 128. Marco Ugarte, páginas 31, 33, 34, 40 y 42. Movimiento por la Defensa de la Anticoncepción, página 122. Rodrigo Sáez Molina, página 22. Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe, RSMLAC, página 45. Memoria de la Fundación Instituto de la Mujer 1987 – 2014 Nuria Núñez R. Carmen Torres E. y la colaboración de María Angélica Benavides A. Autoras Nuria Núñez Rius Carmen Torres Escudero Socióloga con estudios en Psicología, Literatura y Ciencias Políticas en la Freie Universität Berlin, Alemania. Estudios de Desarrollo, Planificación y Políticas Públicas en ILPES, CEPAL. Diploma en Mediación Familiar del Instituto Chileno de Terapia Familiar y estudios de postítulo en Mediación Social de Conflictos en la Universidad de Chile. Facilitadora en Programas de reeducación para hombres agresores, Canadá. Periodista, comunicadora, feminista e investigadora, con amplia experiencia en estudios y artículos relativos a la condición y situación de las mujeres chilenas y latinoamericanas. Realizó parte de sus estudios de periodismo en la Universidad de Chile (1970-1973) y los terminó en la Université du Québec à Montréal (1986), Canadá, entidad en la que también obtuvo su Magister en Comunicaciones (1994). Exdirectora de la Fundación Instituto de la Mujer (noviembre 1986-marzo 2014). Se ha especializado en género, migración, violencia de género, entre otros asuntos. Feminista y cofundadora del Instituto de la Mujer, actualmente es presidenta de la Fundación Instituto de la Mujer. Se ha especializado en temas de pobreza, género, participación política de las mujeres, violencia de género, familia, entre otros. Colaboradora María Angélica Benavides Andrades Doctora y Magister en Psicología Social (Beca CONICYT y Fundación Ford) en Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Psicóloga Universidad Santo Tomás, Santiago, Chile. Investigadora Grupo Violencia en la Pareja y en el Trabajo (UAB), España. Líneas de investigación: violencia política, memoria, género. Se desempeña en docencia e investigación en temáticas sociales, comunitarias y psicosociojurídicas en el Departamento de Psicología, Universidad de Concepción y Departamento Psicología, Área Socio-jurídica, Universidad Andrés Bello, Concepción. • Fotografía página siguiente: Manifestación de 25.000 mujeres contra la dictadura. 8 de marzo de 1988. Estadio Santa Laura. Fotografía de Kena Lorenzini, gentileza de la autora.• Agradecimientos E sta Memoria tiene su génesis en los múltiples documentos de trabajo, proyectos, informes de actividades, publicaciones, trípticos, cartillas, afiches y en el archivo fotográfico de la Fundación Instituto de la Mujer, pero se apoya especialmente en la memoria personal y colectiva de las autoras, así como también en la de todas las personas que han colaborado con este propósito. La Memoria no es exhaustiva y puede contener errores o imprecisiones que son de exclusiva responsabilidad de las autoras. Los aciertos, en cambio, se deben a la gran y desinteresada ayuda de muchas personas, a las que queremos agradecer. Al actual Directorio de la Fundación Instituto de la Mujer, Lidia Casas, Roberto Garretón, Claudio González y Margarita Romero, al que se sumó Regina Rodríguez, por su firme decisión de entregarnos la tarea de elaborar esta Memoria. Sin su apoyo e impulso difícilmente la hubiésemos sacado adelante. A quienes, con sus comentarios, opiniones, aportes, materiales y sugerencias han contribuido a la elaboración de la misma. A todas las mujeres que trabajaron tanto en el Instituto de la Mujer como en la Fundación Instituto de la Mujer, por sus ideas, creatividad, inteligencia y la pasión puesta al servicio de las luchas emblemáticas de las mujeres. Todas han dejado una huella indeleble en nuestra historia, son parte de ella. A las numerosas mujeres que trabajaron en el Instituto en diferentes etapas y que colaboraron con entrevistas, opiniones y comentarios, ayudando también en la valiosa y ardua tarea de reconocer rostros, nombres y actividades entre las miles de fotografías de archivo. A las mujeres que, sin formar parte de nuestra organización, estuvieron generosamente dispuestas a entregar sus comentarios sobre el quehacer de la institución. •7 • A Emma de Ramón, Directora Nacional de Archivos (DIBAM) y Curadora del Fondo Mujeres y Géneros del Archivo Nacional, y Marcela Morales, profesional de apoyo del mismo Fondo, quienes nos alentaron y alimentaron con sus comentarios e ideas, sobre todo en momentos en que nos embargaban dudas respecto de cómo continuar. A todas aquellas que nos han ayudado a recopilar y analizar cientos de materiales, declaraciones, folletos, recortes de prensa, entrevistas, en fin, toda la riquísima documentación disponible y a identificar cada fotografía, cada momento. Gracias por su constante y preciso trabajo. Especial reconocimiento a las mujeres con las que nos articulamos en redes, grupos, coordinaciones y plataformas, y a las organizaciones no gubernamentales de mujeres. Juntas crecimos y nos hicimos más fuertes y visibles, unimos voces para denunciar la discriminación contra las mujeres, juntas construimos discursos y propuestas. Gracias amigas por habernos apoyado. A todas las Agencias de Cooperación al Desarrollo que desde el primer minuto creyeron en nuestra apuesta y se atrevieron a acompañar nuestro recorrido, apoyando el quehacer del Instituto en sus distintos momentos y proyectos. Gracias por su confianza y por compartir un mismo propósito. A las muchas mujeres y hombres inmigrantes que vieron en el IMU un espacio de confianza y legitimidad, gracias por darnos la posibilidad de unirnos y de trabajar juntos. Especialmente, y con mucho cariño, recordamos a Francisca Toledo, joven chilena que fue rostro del afiche “Con la integración, todas y todos ganamos”, quien falleció en julio de 2010, pocos meses después del lanzamiento de la tercera campaña sobre las mujeres inmigrantes. Y a Jesús Yataco, de nacionalidad peruana, presidente de la Red Social Migrantes Entre-Culturas Chile, gran colaborador y aliado, fallecido en febrero de 2014. Ambos fueron grandes amigos del Instituto y siempre apoyaron decidida e incondicionalmente las distintas actividades desarrolladas en el tema de inmigración. •8 • También queremos recordar a Carla Vidal, psicóloga, y Guadalupe Santa Cruz, reconocida escritora, profesionales del IMU durante varios años, fallecidas en 2012 y 2015, respectivamente, por sus importantes aportes a los derechos de las mujeres y por haber plasmado en sus escritos algunas de las experiencias más enriquecedoras para las mujeres y para nuestra institución, los derechos reproductivos y el liderazgo. A Kena Lorenzini, Osvaldo Briceño, Adriana Gómez, Jesús Inostroza, Rodrigo Sáez, Gisela Parisaca y especialmente a Marco Ugarte, por autorizarnos a reproducir algunas de sus fotografías. A Héctor Noguera (actor), Liliana García (actriz), Amaro Gómez-Pablos (periodista) y Juanita Parra (música), quienes con sus experimentadas voces dieron vida a los spots radiales de la campaña por la visibilidad e integración de las inmigrantes. Nuestro especial agradecimiento a Angélica Benavides, quien inició la difícil tarea de compilar, leer y seleccionar textos e imágenes de la historia del Instituto. A Adriana Gómez, editora, y a Paulina Manzur, diseñadora y diagramadora, por su paciencia, sus importantes aportes y la energía con que nos apoyaron en esta travesía. Seguramente muchas mujeres y feministas chilenas y extranjeras, que fueron parte y acompañaron nuestros pasos en una u otra etapa, se sentirán reflejadas en esta historia y recordarán, con alegría y nostalgia, los momentos compartidos. Un saludo también a ellas por haber estado ahí cuando fue necesario. Nuria Núñez Rius Carmen Torres Escudero Julio 2015 •9 • ÍNDICE 13 Natacha, todas las otras, las demás, nosotras y el Instituto de la Mujer 19 Recordando a Natacha 23 Trazos de una historia feminista 33 I. El Instituto de la Mujer: Feminismo y posicionamiento político en dictadura (1987-1990) 36 Los inicios 38 Democracia, ciudadanía y política 42 Desarrollo económico, pobreza y trabajo 44 Cultura, familia y sexualidad Violencia doméstica 53 II. La democracia: Desafíos y oportunidades para la agenda de género (1991-2005) 54 El fortalecimiento 56 Participación política Modernización del Estado e igualdad de oportunidades Escuela de Formación de Líderes Mujeres 65 Familia y derechos humanos de las mujeres Violencia intrafamiliar Violencia sexual contra las mujeres Igualdad de hijas e hijos ante la ley Ley de divorcio Tribunales de Derechos de las Mujeres Chilenas Las mujeres víctimas de violencia sexual como tortura durante la represión política en Chile, 1973-1990: un secreto a voces 90 Desarrollo económico y empleo Juventud y trabajo • 11 • 95 Derechos sexuales y reproductivos Prevención de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) y SIDA Aborto terapéutico 100 Extensión, articulaciones, redes y plataformas Actividades de extensión Articulaciones, redes y plataformas Agendas internacionales de género Informes Sombra 111 III. Temas pendientes, temas emergentes: Voces y acciones de las mujeres (2006-2013) 112 Agenda pendiente, nuevos rostros, nuevos desafíos 114 Participación y representación política de las mujeres Nuevas lideresas Políticas de género: Estudios de análisis sobre los gobiernos de Michelle Bachelet y de Sebastián Piñera 119 Derechos humanos y derechos de las mujeres Violencia contra las mujeres Previsión social y derechos laborales El pildorazo 125 Globalización, modelo de desarrollo y ciudadanía Inmigración femenina Acompañamiento psicosocial a mujeres inmigrantes Ciudadanía y protección de los derechos humanos de la población inmigrante en Chile Campañas y guías informativas Informes Sombra relativos a inmigración Impacto y reconocimientos 143 Caminos por andar 146 Bibliografía 151 Publicaciones del Instituto de la Mujer • 12 • Natacha, todas las otras, las demás, nosotras y el Instituto de la Mujer Emma de Ramón Acevedo1 U na gran feminista de la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas (ANAMURI), Francisca Rodríguez, señaló en una entrevista que la izquierda chilena tiene una gran deuda con las mujeres2. Este aserto tiene, desgraciadamente, gran parte de verdad. Porque, más allá de los reconocimientos institucionales y jurídicos que ha realizado el Estado y los partidos, como la creación del Servicio Nacional de la Mujer (SERNAM), y más recientemente del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, o la validación de algunos de sus derechos humanos fundamentales como la, también reciente, participación política más igualitaria a través de la ley que reforma el sistema binominal, otros aspectos del desarrollo social aún muestran la desigualdad de la situación de las mujeres respecto de los hombres en nuestro país. Durante los años medianeros del siglo veinte y antes del golpe militar, las mujeres habíamos conseguido formular una suerte de carta de navegación respecto de nuestra situación de menoscabo frente a los hombres en los ámbitos público y privado y habíamos logrado ingresar a la vida política a través del derecho a estudiar, a votar y a ser elegidas. No obstante, la cultura abiertamente patriarcal y machista en la que estábamos inmersas e inmersos continuaba relegándonos a un segundo plano en cuanto a participación política, acceso al trabajo, igualdad salarial, derechos sexuales y reproductivos y derecho a vivir sin violencia, entre otros. En efecto, desde tiempos tan tempranos como el inicio de las luchas sufragistas dirigidas por grandes lideresas como Elena Caffarena, Olga Poblete, Graciela Mandujano y Marta Vergara, entre otras, el legendario Movimiento Pro Emancipación de la Mujer Chilena (MEMCH) supo establecer una ruta de reivindicaciones que continuaron vigentes durante los años cincuenta, sesenta y principios de los setenta del siglo pasado: el 1. Doctora en Historia; Directora Nacional de Archivos, DIBAM, Chile; Conservadora del Archivo Nacional; Curadora del Fondo Mujeres y Géneros, Archivo Nacional de Chile. 2. Entrevista a Francisca Rodríguez (2013). Archivo Mujeres y Géneros, Fondo Audiovisual. Archivo Nacional de Chile. • 13 • derecho al sufragio universal era uno de esos derechos elementales, pero no el único. También estaban los asuntos laborales que incluían desde la protección al hijo/hija por nacer mediante licencias pre y postmaternales, el cuidado de los hijos/hijas durante las jornadas laborales de las mujeres en jardines infantiles, y la igualdad salarial respecto de trabajos equivalentes. Desde luego, también estaban los aspectos familiares que en el caso de las mujeres se cruzan e intersectan con los del trabajo: uno de ellos, la regulación de la fertilidad mediante el conocimiento de sus ciclos fértiles y, la utilización de métodos anticonceptivos como los dispositivos intrauterinos (DIU) desarrollados en Chile por médicos chilenos, o la pastilla anticonceptiva a partir de la década de 1960. Por supuesto, el aborto libre era otra de las reivindicaciones que las memchistas enarbolaban, en momentos tan tempranos como mediados de la década de 1930. Al leer la revista La mujer nueva, órgano oficial de esta agrupación, es sorprendente la claridad del diagnóstico respecto de los nudos críticos en los que se sostenía y sostiene la desigualdad de los géneros en Chile: la violencia contra las mujeres, la precariedad de los hogares encabezados por mujeres, las condiciones en las que se realizaba el aborto clandestino y el peligro de estos para las mujeres más pobres, entre otras cuestiones. Al hojearla, muchas veces, podríamos pensar que estamos leyendo una revista actual y no de hace ochenta años3. Pero por más que existieran estos centros feministas que clamaban por la igualdad, por más convenciones internacionales y publicaciones reivindicatorias, su discurso no logró permear las directivas o las bases de los partidos políticos de izquierda hasta 1973 ni tampoco después del golpe de Estado y de la dictadura. Como hemos escuchado decir a muchas militantes de esos partidos –por no decir a todas–, las secciones femeninas eran especies de “hueseras” que las cúpulas masculinas creaban para silenciar a muchas de las militantes 3. Fondo Elena Caffarena. Archivo Mujeres y Géneros, Documentos. Archivo Nacional de Chile. • 14 • más inteligentes, emprendedoras y empoderadas. Recuerdo el relato de Carmen Gloria Aguayo –emblemática fundadora del MAPU y primera ministra del que hoy es el Ministerio de Desarrollo Social–, referente a la campaña de Salvador Allende en la que le tocó dirigir el área femenina. Contaba que poco antes de las elecciones, ante la nula respuesta a sus solicitudes de financiamiento y oportunidades para destacar el discurso de las mujeres dentro del trabajo de difusión de la comisión central de la campaña, abrumada por la impaciencia irrumpió una tarde en una reunión de dicha comisión. La habitación de la sede central estaba oscura, iluminada apenas por una lámpara colgante al centro: ocupaba la mayor parte de la sala de reuniones una mesa redonda rodeada de hombres cuyas siluetas se perdían detrás de una nube de humo de cigarrillos, sin dejar distinguir si aquello era un juego de póquer o una reunión política4. El espacio político y público era de los hombres y en él las mujeres éramos extranjeras tratando de hacernos un lugar en lo que no nos pertenecía. Para ellos, carecíamos de las aptitudes, conocimientos y experiencia; además, irrumpíamos en este ámbito dejando de lado lo que sí estaba “en nuestra naturaleza”: cuidar a los hijos, la casa, el marido y alguna otra persona que nos necesitara (nuestros padres, alguna hermana enferma, por ejemplo). Es más, participar en estos entornos “naturalmente” masculinos era indicativo del abandono en el que las mujeres tenían su hogar, y señal manifiesta de un “marido débil y permisivo”. Este “ser para otros” no tenía un papel claro en estas organizaciones, por lo que las oficinas “de la mujer” en los partidos se ubicaban siempre al fondo del edificio, en habitaciones mal tenidas o mal equipadas; sus voces eran poco escuchadas por las directivas –si es que lo eran alguna vez–, sus reivindicaciones eran consideradas de mal gusto por ser demasiado íntimas y cotidianas y sus liderazgos ensombrecidos antes de 4. Entrevista a Carmen Gloria Aguayo (2015). Archivo Mujeres y Géneros, Fondo Audiovisual. Archivo Nacional de Chile. emerger, como ocurrió con María de la Cruz y con tantas otras que intentaron seguir su camino. Como nos señaló Lily Rivas, lideresa del Instituto de la Mujer de Concepción, las mujeres servían para las actividades domésticas dentro de la organización, es decir, hacer el aseo y servir el café, tareas que explícitamente se les solicitaban. Todos los documentos que hemos podido consultar de los años de la Unidad Popular dan cuenta de una ardorosa labor femenina en terreno, construyendo, manifestándose, haciendo capacitación siempre al lado de los compañeros, pero con nula o escasa presencia en las actividades de representación5. Como dice María Isabel Matamala, las jóvenes revolucionarias de entonces estaban seguras que cuando triunfara la revolución, el nuevo estado de cosas permitiría de suyo la igualdad entre hombres y mujeres sin comprender que la discriminación de género es mucho más profunda que la discriminación social6. Durante la dictadura, y dada la persecución que sufrían las cúpulas políticas, los militantes y dirigentes de partidos de izquierda, así como la muerte o desaparición forzosa de muchos hombres comprometidos con la recuperación de la democracia, fueron las mujeres populares quienes iniciaron la resistencia civil a través de las organizaciones de familiares de detenidos desaparecidos, de las ollas comunes ante la cesantía y crisis económicas sucesivas, y otras formas de rebelión popular. En otras palabras, llegó un momento en que las mesas o comités centrales de los partidos de izquierda estaban en manos de mujeres. Fueron ellas también las que iniciaron acciones de oposición al régimen militar, como las huelgas de hambre, las barricadas en las poblaciones, las protestas cacerola en mano, la creación de comités de autodefensa frente a la represión y otras destinadas a desestabilizar el gobierno de facto. Otras mujeres, particularmente aquellas que volvieron del exilio para reencontrarse con su patria durante los primeros años de la década de 1980, intelectuales y profesionales chilenas formadas en Chile o fuera del país en estudios de pre y postgrado, también tuvieron un importante espacio en esta tarea. Durante esos años de oposición a la dictadura, algunas feministas activistas por los derechos de las mujeres iniciaron la organización de pequeños centros de reflexión y acción feminista en universidades o en lugares propios. Así, las reivindicaciones de las mujeres se hacían parte de las demandas amplias por recuperar un sistema político democrático. De esos tiempos provienen instituciones como el Círculo de la Mujer, la Casa de la Mujer “La Morada” y el Centro de Desarrollo de la Mujer (CEDEM), primeros ensayos para la elaboración de un discurso propiamente feminista chileno, independiente de la lucha antidictatorial, pero a la vez profundamente comprometido con ella. Vemos así a estas primeras activistas levantando el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, como una jornada por la libertad de todas y todos7 o voceando el famoso lema de Julieta Kirkwood “democracia en el país y en la casa”, que tanto ha animado las marchas y acciones de las mujeres durante estos años. Una experiencia similar ocurrió con las exiliadas: muchas de ellas al salir fuera de Chile, después de ser perseguidas, detenidas, atrozmente vejadas y torturadas, se encontraron con teóricas feministas europeas en las cátedras universitarias a las que concurrían a estudiar. Ello, unido a la crisis de los gobiernos comunistas de la Europa del Este, cristalizó en un movimiento potente de mujeres retornadas al país desde mediados de la década de 1980, 5. Véase Colección Fotográfica de Amy Conger de la Población Nueva La Habana (1973). Archivo Mujeres y Géneros, Fondo Fotográfico. Archivo Nacional de Chile. 6. Entrevista a María Isabel Matamala (2014). Archivo Mujeres y Géneros, Fondo Audiovisual. Archivo Nacional de Chile. 7. Detención de Julieta Kirkwood (1982) Fondo Mujeres y Géneros, Colección de fotografías de Eliana Largo. Archivo Nacional de Chile. • 15 • quienes, sin esperar la aprobación de nadie, comenzaron a tomarse la palabra y la acción. En este sentido colaboraron activamente con la resistencia al régimen de Pinochet y generaron una amplia producción intelectual, integrando de paso a jóvenes discípulas que se incorporaban a estos grupos para consolidar su formación. Lo paradójico fue, retomando la idea que expresamos en el primer párrafo, que la invisibilización de este aporte femenino a la lucha contra la dictadura fue completa. Las mujeres, algunas grandes luchadoras, incansables y propositivas, como Sola Sierra, fueron absolutamente ignoradas en los cargos de poder del primer gobierno de transición. Asimismo, el naciente SERNAM (1991), con su directora Soledad Alvear, fue instalado en el último lugar de la jerarquía de los ministerios por ser solo un “Servicio”. Seguía entonces la tendencia a relegar a las mujeres al cuarto del fondo, a limitar sus acciones al ámbito de lo privado y la familia, como si nunca hubiera pasado nada de lo que había ocurrido durante los 17 años de la dictadura militar. Era el advenimiento de la democracia, pero no para las mujeres que seguían –y en gran medida seguimos– experimentando la tiranía sobre nuestros cuerpos por parte de los hombres (marido, padre, ginecólogo), la marginación del poder político, la violencia sexista, la doble y triple jornada de trabajo, y el peso de las labores del hogar, desde luego no remuneradas y no reconocidas. Las organizaciones no gubernamentales como el Instituto de la Mujer se incorporaron de inmediato a la lucha por los derechos de la mujer en este nuevo escenario que se abría con el retorno a la democracia: consiguieron financiamiento, organizaron foros, investigaron, realizaron talleres para nuevas lideresas, formaron centros de documentación, editaron periódicos, salieron a las calles para protestar por estas nuevas marginaciones y, naturalmente, fueron acercándose a la consolidación de algunas de sus reivindicaciones históricas. La creación del SERNAM y de la Fundación para la Promoción y Desarrollo de la Mujer, PRODEMU, como importantes instituciones de coordinación de las políticas públicas referidas a mujeres en el ámbito social; diversas leyes como • 16 • la igualación de los derechos sucesorios de los hijos legítimos e ilegítimos; la incorporación de los acuerdos internacionales sobre mujer y familia a las políticas públicas nacionales; la formación de los Tribunales de Familia; la instalación y tipificación del concepto de femicidio; el análisis de la situación laboral de las trabajadoras, son parte del enorme aporte que el Instituto entregó al país en estos últimos años. A través de la actividad incansable de sus áreas de trabajo, desde 1987 el Instituto de la Mujer ha contribuido de manera sustantiva al movimiento de mujeres y a mejorar la condición de la población femenina en su amplia diversidad. Durante sus casi treinta años de desarrollo, el Instituto ha puesto atención primordial en cuatro grandes áreas: en primer lugar, la participación política de las mujeres, resaltando la tensión que instala en la sociedad chilena la presencia minoritaria de las mujeres en la vida pública y en el poder. Desde sus inicios, el Instituto supo precisar muy bien que sin un cambio profundo de las condiciones que el patriarcado imponía –e impone– en la delegación del poder político, las mujeres tendrían pocas posibilidades de obtener la anhelada igualdad de género. De allí surgen ideas como los talleres de formación de lideresas que, en el mediano plazo, logró que muchas de las líderes locales capacitadas asumieran mayores responsabilidades de representación en sindicatos, juntas de vecinos, concejos municipales y partidos políticos. En segundo lugar, analizaron la familia como institución que, en muchos casos, marca el destino de las mujeres: así, los temas de violencia contra la mujer, ley de divorcio, igualdad de los hijos e hijas ante la ley –es decir, el término a la discriminación entre hijos legítimos y naturales-ilegítimos–, el concepto de jefa de hogar, el doble trabajo de las mujeres e incluso el tema de la violencia de Estado contra las mujeres en tiempos de dictadura fueron problemáticas ampliamente abordadas, permitiendo que unos años después de iniciado su trabajo se impusieran en las agendas gubernamentales. En tercer lugar, esta mirada global también se dirigió a la temática de trabajo y desarrollo económico. Fue así como el Instituto abordó el área de pobreza y mujer, demostrando con sus estudios que las jefas de hogar constituían una población vulnerada y que su protección era un eje primordial en toda agenda de desarrollo social. Se profundizó, por ejemplo, sobre las diferencias salariales entre hombres y mujeres, la falta de representación de mujeres en las áreas de decisión y de mayor responsabilidad en las empresas, el acoso laboral, entre otros. Por último, no han quedado fuera de sus intereses las materias de salud sexual y reproductiva de las mujeres, el aspecto más complejo de poner en la agenda en un país donde las élites políticas mantienen una mirada ultraconservadora y represiva. Efectivamente, la prevención del embarazo, el derecho al aborto y la prevención de las infecciones de transmisión sexual han sido también parte de sus áreas de desarrollo. A mi juicio, el gran mérito del Instituto de la Mujer fue sensibilizar a los movimientos sociales en torno a los problemas de las familias y de las mujeres, mostrando la necesidad urgente de políticas públicas sensibles al género e integradas a estrategias sociales vinculadas al desarrollo humano sustentable del país. El Instituto de la Mujer hizo, así, la traducción de esos reclamos dispersos en el movimiento social de las mujeres, hacia el mundo político. Fue el nexo que se requería en ese momento para la incorporación de demandas largamente defendidas en las calles, los periódicos y las aulas, al discurso político nacional. Con sus investigaciones, agendas temáticas, trabajo con comisiones parlamentarias, de su red de influencias políticas y sociales, llenó de contenidos –de estudios, cifras, conceptos–, las consignas que otras organizaciones lanzaban a la arena política. De esa manera y gracias a ese trabajo –pocas veces reconocido y muchas veces olvidado– asuntos como la violencia contra las mujeres, el embarazo adolescente, la ley de divorcio, la ausencia femenina en la representación política, las vulneraciones a los derechos de las inmigrantes, la igualdad de género, entre otros, se tradujeron en leyes y políticas públicas que han permitido llevar adelante desde los servicios públicos esas exigencias ciudadanas. Sin esa bisagra, habría sido muy difícil avanzar en los objetivos del movimiento de mujeres en esta etapa. Y esta es la experiencia del Instituto de la Mujer cuya Memoria presentamos en estas breves palabras. Los últimos años de la lucha contra la dictadura y los de la transición a la democracia conforman la base del singular recorrido durante el cual, desde su lucha como mujeres y como feministas, el Instituto logró retomar un camino trazado por otras mujeres cincuenta o sesenta años antes, actualizarla y reponerla en la agenda gubernamental y parlamentaria. Gran parte de los logros políticos y culturales de las mujeres chilenas actuales se deben a su trabajo permanente. Temo nombrar a unas y olvidar a otras; perdónenme pero prefiero recordarlas a todas en torno a la figura de su gran ausente, Natacha Molina, quien fuera fundadora y por largos años directora del Instituto de la Mujer. Conocí a Natacha demasiado tarde: su amor por el Instituto saltó a sus ojos apenas comenzó a hablarme de los documentos de la organización buscando la posibilidad de dejarlos en el Archivo Nacional, último deseo que se cumplió poco después de su fallecimiento. Cuando la conocí, yo no sabía que estaba enferma de muerte, supe solo que le costaba caminar y que el cigarrillo había sido su compañero siempre. Vi en ese momento a una mujer valiente y decidida a toda prueba, consciente y lúcida como pocas respecto del camino recorrido, sabiendo el valor que tenía lo realizado para la memoria de las mujeres y tejiendo complicidades con otras (la famosa metodología de la “sororidad”), hablando de los hijos, de las experiencias por las que había pasado, la gente que había conocido. Un poco distanciada de la vida, es cierto, mirando con esperanza el futuro que le prometía el Archivo Mujeres y Géneros para perpetuación de su legado mediante los “papeles viejos” que, finalmente, arribaron al Archivo Nacional reduciendo a unas cajas la experiencia descomunal de treinta años de trabajo. Qué ganas • 17 • me dieron de sentarme a conversar con ella en un café, algún atardecer, y que me contara esa experiencia, a ver si podíamos prolongarla por unos años en mis propios recuerdos. Una nueva reunión nos congregó por una segunda y última vez. La recuerdo sonriente, fumando asomada a la ventana para no invadirnos de humo, tomando un café, todas hablando al mismo tiempo de esta misma memoria que se escribiría para cerrar esta etapa, jamás para dejar de pelear por nuestros derechos. Pensé que podría entrevistarla para nuestro Fondo Audiovisual, creí que nos contaría algo de su vida, de su militancia, de su familia, de su exilio, y de su paso por el SERNAM: quise que nos quedara el recuerdo de su hermosa mirada llena de ilusión a pesar de los años, frente a una cámara que pudiera legar una imagen al futuro, palabras dichas por su boca. Todo fue demasiado tarde, pocas semanas después supe que había partido de esta vida, que no pudo continuar con su lucha contra el cáncer que la aquejaba y que tendríamos que ayudar a reconstruir parte de su vida con este libro que espera ser fiel a la enorme labor que ella y sus compañeras hicieron y hacen en pro de los derechos de las mujeres. Santiago de Chile, julio 2015 • 18 • Recordando a Natacha Molina Mujer, si te han crecido las ideas de ti van a decir cosas muy feas que no eres buena, que si tal cosa que cuando callas te ves mucho más hermosa. “Mujer”, Gloria Martín. N atacha nos dejó demasiado temprano, cuando aún la necesitamos para continuar abriendo caminos que profundicen la democracia y reivindiquen la igualdad de género; cuando aún las mujeres chilenas y sus organizaciones alzan voces enérgicas y valientes para manifestarse contra la desigualdad y la discriminación. Aliada fiel del movimiento feminista, el progresismo y la democracia, vivió un largo exilio en Costa Rica y México. Fue en estos países de acogida donde esta joven socióloga chilena continuó su desarrollo profesional. Natacha, mujer libre, madre y esposa, prosiguió estudios, se perfeccionó y se desarrolló. También fue allí, al compás de la lucha contra la dictadura militar chilena, donde se empapó del feminismo y abrazó su causa. Tempranamente puso su afán en vincular el pensamiento y acción política con el feminismo. Estos dos quehaceres constituyeron una de las improntas más significativas de las reflexiones de Natacha, acompañándola a lo largo de su vida. En el exilio se une a las demandas de las mujeres costarricenses y mexicanas, aprende de ellas, destacándose por sus análisis preliminares sobre el papel de las mujeres en las sociedades latinoamericanas. A mediados de los años ochenta, producto de la fuerza que adquiere el movimiento social contra la dictadura chilena, se dispone al retorno acompañada de su familia. Vuelve a sumarse a las fuerzas democráticas para construir un mejor país y, sobre todo, a unirse a otras para construir un espacio político feminista. La acogen centros de reflexión y estudio, se integra al movimiento social y al movimiento de mujeres. En 1983 participa en el Segundo Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, realizado en Lima, Perú, donde comparte con otras feministas. En ese foro se reúne con chilenas, conoce de cerca lo que ocurre en el país, crea vínculos y complicidades, participa en conversaciones que la nutren y la llevan a un pensamiento y decisión que la comprometerán para siempre. En 1987 funda, junto a otras cuatro mujeres, el Instituto de la Mujer, organización feminista dirigida a la defensa de los derechos de las humanas y la democracia. • 19 • Al iniciarse un proceso de transición hacia la democracia, la pregunta por las aspiraciones de la población y las propuestas políticas para satisfacerlas se hace en un contexto de desconocimiento generalizado. Los años de represión han inhibido y reprimido toda alternativa de interlocución y diálogo entre partidos y movimientos sociales. • Comisión Interamericana de Mujeres (OEA), 1998. Fotografía de Archivo personal Natacha Molina. • Natacha se dedica con ahínco al estudio de este y otros asuntos; se destaca por sus análisis, hipótesis y escritos. Constata que los grupos de mujeres y el movimiento de mujeres tienen mucho más claro que los partidos políticos sus demandas y propuestas. Las organizaciones políticas de la época carecen de políticas hacia la población femenina y solo presentan precarias interpretaciones sobre su situación y el rol protagónico al que ellas aspiran. Las mujeres, como sujetos políticos, son simplemente invisibles. Estudiosa del comportamiento político de las mujeres, Natacha pone su foco en temas relativamente nuevos para la época, sobre los cuales el movimiento social tiende a tener un discurso y planteamientos más estructurales que los clásicos actores políticos. Busca encontrar una articulación positiva entre mujeres y democracia, pensándolas como parte constitutiva de una fuerza social de cambio, con perfil y reivindicaciones propias, exigiendo representatividad y protagonismo en instancias de decisión política y de poder. • Instituto Socialista, Buenos Aires, 2000. Fotografía de Archivo personal Natacha Molina. • Observa con dedicación los distintos cambios que se van presentando en el escenario político nacional e internacional, siempre atenta al desarrollo de la participación política de las mujeres, de las nuevas protagonistas, de sus demandas, de la construcción de articulaciones, de las emergentes reflexiones y propuestas. Era el momento de preguntarse si las mujeres se constituían o no en agentes de cambio, si su participación era vista como una necesidad para la mantención del orden y los valores tradicionales o si, efectivamente, eran expresión de una voluntad política de transformación o un mecanismo de acceso y poder en el proceso de toma de decisiones. Natacha conoció las dificultades que significaban para las mujeres participar activamente en política contingente. En varios de sus escritos denuncia que la política se ha ejercido en Chile con criterios excluyentes y con un alto sesgo concentrador en actores masculinos y urbanos, excluyendo la diversidad y, por ende, marginando a las mujeres del poder político. Sin embargo, reivindica el ejercicio de la política como una actividad legítima y necesaria para el país, que requiere ser democratizada, esto es, exige promover un acercamiento de la política a la gente y a sus problemáticas cotidianas. Hoy no podríamos estar más de acuerdo con esta aseveración. • Día Internacional de la Mujer, 1997. Fotografía de Archivo personal Natacha Molina. • • 20 • • Seminario Mercosur, São Paulo, Brasil, 1998. Fotografía de Archivo personal Natacha Molina. • La articulación entre el Estado, las políticas públicas, las organizaciones políticas y sindicales y el enfoque de género constituyeron un nudo central en sus pensamientos. Para ella el dilema central fue cómo construir un sistema político que incorporara en igualdad de condiciones a las mujeres y las considerara en propiedad como sujetos políticos, con poder y protagonismo. A lo largo de sus múltiples escritos plantea que ejercer poder implica desarrollar capacidad de interlocución, negociación y de establecer alianzas con otros actores sociales y políticos que podrían, desde sus intereses, entender los planteamientos favorables a un mayor posicionamiento de las mujeres, articular o promover la convergencia de intereses distintos, en aras de un objetivo común. Aquí, el vínculo de la igualdad de género con la democracia y los temas de la agenda política resulta indispensable. La herramienta imprescindible para el ejercicio del poder es la organización y su capacidad propositiva para tener voz e incidencia, una cuestión muy vinculada a los recursos para el desarrollo autónomo de esas organizaciones. En este contexto, y luego de largas disquisiciones colectivas, nace el proyecto emblemático del Instituto de la Mujer y del que Natacha fue su creadora: la Escuela de Formación de Líderes Mujeres (1992). Su fin era apoyarlas, entregarles herramientas para ejercer sus liderazgos y su poder de transformación en sus organizaciones y en la sociedad en general; en resumen, apoyar su empoderamiento. Su foco estuvo siempre en los temas de género y poder; con frecuencia exploró distintos ámbitos en los que esas variables se manifestaban. De esta manera, no le fueron ajenos la educación y género, los derechos reproductivos, la familia y la vida cotidiana, la incorporación femenina al mundo laboral, la participación sindical, los derechos humanos universales, en especial los derechos de las humanas, las relaciones internacionales, la situación de las mujeres en otros países y latitudes. El enfoque de género que proponía con ímpetu planteaba la necesidad de modernizar los contenidos de la educación para hacerlos coherentes con las transformaciones de nuestras sociedades, producto de la globalización, de la emergencia de nuevos agentes socializadores, como los medios de comunicación y la tecnología. En ese marco, es evidente la necesidad de que la educación dé cuenta de la actual realidad de las mujeres en Chile y en el mundo. Esa realidad nos dice que las mujeres de esta época diversifican sus proyectos de vida y buscan opciones de desarrollo que les permitan compatibilizar la vida familiar con otros quehaceres. Mujeres que, en número creciente, incursionan en el mundo del trabajo, de las ciencias, del deporte y del arte. Mujeres que disponen de una mayor libertad para regular su maternidad y que se atreven con distintas formas de hacer familia. Mujeres más autónomas o deseosas de serlo, que se tornan cada vez más exigentes de sus derechos en su vida privada y pública. En fin, mujeres para las cuales la educación basada en roles tradicionales se convierte en una barrera para sus expectativas. • Natacha en Instituto de la Mujer, Claudio Arrau 0211, 1987. Fotografía de Archivo personal Natacha Molina. • Natacha fue, además, una internacionalista notablemente comprometida con los movimientos feministas y de mujeres a nivel global. Tuvo la oportunidad de hacer escuchar su voz y participar en distintos foros internacionales, como la Conferencia Latinoamericana de Mar del Plata (1994), en el marco del proceso preparatorio de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing, China, en 1995, a la cual también asistió como parte de la delegación oficial invitada por el gobierno chileno. Sus aportes se reflejan en los distintos comités de redacción de las propuestas del movimiento feminista a nivel nacional e internacional, reflexiones que nutrieron los diversos informes, plataformas, planes de acción y declaraciones de la época. Ella era una de aquellas mujeres que no podía faltar en esos espacios, era una presencia necesaria, muy querida, validada y reconocida por otras. • Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, Beijing, 1995. Fotografía de Archivo personal Natacha Molina. • • 21 • Feminista apasionada con la política y su devenir, más de una vez ejerció de puente entre el movimiento de mujeres y la institucionalidad política. Natacha Molina García (1948-2013) En 1992 el Presidente Patricio Aylwin la convoca a formar parte de la Comisión de la Familia para estudiar la nueva situación de las familias chilenas, con el objeto de definir más acertadamente este núcleo fundamental de nuestra sociedad y focalizar de mejor manera las políticas públicas relacionadas. Cinco años después, en 1997, es nombrada subdirectora del Servicio Nacional de la Mujer, donde había colaborado desde sus comienzos cuando, junto a otras mujeres y feministas, desarrolló la propuesta conceptual que dio origen a ese servicio, hoy Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género. A lo largo de su trayectoria, Natacha ocupó diversos cargos públicos de importancia, en todos ganó amigas y amigos y colaboradores entrañables, en todos ellos dejó su huella. Pero fue el Instituto de la Mujer, como ámbito de la sociedad civil y de las mujeres, el que identificó y reconoció como su casa. Aunque su desarrollo profesional la llevó a otros lugares, nunca estuvo ajena al quehacer institucional. Fue su punto de referencia, un rico espacio de discusión, análisis y controversia, de alianzas y complicidades, de elaboración de propuestas colectivas. Nunca quiso ni pudo estar lejos de las acciones y demandas del movimiento feminista y de mujeres. • Natacha en su casa, Santiago de Chile, mayo 2013. Fotografía de Rodrigo Sáez Molina, gentileza del autor. • Hoy, al elaborar esta Memoria institucional, la recordamos con emoción y cariño. Profesional brillante y preclara, fue una de nuestras fundadoras. Deseamos agradecerle sus múltiples escritos, todo lo que entregó al movimiento de mujeres chilenas y al Instituto de la Mujer. Comenzamos a conversar con ella esta publicación, formó parte de las reuniones y reflexiones previas, lamentablemente su salud no le permitió acompañar y finalizar el proceso. Sin embargo, en cada etapa, en cada relato de la historia del Instituto, su presencia se hace nítida. No sería posible pensar el Instituto de la Mujer sin su enorme e importante aporte. Con su temprana partida hemos perdido una amiga, una compañera de ruta, pero por sobre todo hemos perdido a una mujer imprescindible. Gracias Natacha por tus rebeldías, gracias por haber sido una de nosotras. • 22 • Trazos de una historia feminista E ste libro es una invitación. Queremos rememorar la historia del Instituto de la Mujer y les invitamos a formar parte de este recorrido. Surgimos en 1987 y desde entonces hasta hoy hemos elegido transitar caminos difíciles, desafiantes, pero al mismo tiempo enriquecedores, buscando aportar a la construcción de un mundo mejor, más justo y con derechos plenos para todas las mujeres. Estas páginas reflejan gran parte de lo que ha sido este caminar de 27 años, iniciado en medio de profundas transformaciones políticas, económicas, sociales y culturales en el país y el mundo. Como Instituto hemos estado inmersas en este devenir histórico, navegando en las aguas de los cambios, alentando procesos libertarios e impulsando propuestas feministas para el país, surgidas de las mismas mujeres convertidas en actoras de la escena nacional. Esta Memoria surge, por ende, de los deseos de compartir esta, nuestra biografía institucional, y contribuir al mismo tiempo a hacer memoria de las mujeres. Queremos confrontar la invisibilidad tan común alrededor de las mujeres y sus organizaciones, aquella a la que la cultura patriarcal nos ha acostumbrado cuando el reconocimiento social llega a otros actores, usualmente masculinos, mientras que los aportes femeninos quedan subsumidos, subvalorados, ignorados. Podríamos incluso recurrir al nombre de uno de nuestros proyectos emblemáticos, “Rompiendo Silencios”, para expresar el propósito de este libro: un esfuerzo honesto de sistematización y difusión del quehacer del Instituto de la Mujer en estas décadas clave de la historia del país. 1987 1988 1989 1990 1991 • 23 • Destacamos en estas páginas los hitos más importantes y recordamos momentos emblemáticos de nuestra institución feminista, estrechamente unida al movimiento de mujeres desde la lucha por la democracia y los derechos humanos, la búsqueda de iguales oportunidades para mujeres y hombres, y la instalación de una agenda de género. Sin duda, hablar del Instituto es hablar del movimiento de mujeres y feminista. Muchos de los momentos que se recogen en esta Memoria son momentos construidos en conjunto, entrelazados en la acción y en el discurso. Nuestros haberes Desde nuestros inicios, en plena dictadura militar, nos propusimos fortalecer la capacidad propositiva del movimiento de mujeres para que sus demandas fuesen escuchadas e incorporadas a las propuestas políticas que empezaban a desarrollar los sectores democráticos de entonces. Las reflexiones, la energía y voluntad institucional las colocamos, con fuerza y pasión, en contribuir a la construcción del sujeto político mujer desde una mirada feminista, laica y libertaria. Tarea no fácil en esos tiempos, aunque, sin duda, anticipatoria para la época. Desde los primeros momentos se hizo evidente la necesidad de abordar con integralidad las problemáticas de las mujeres, ya que la condición femenina, en sus urgencias e interconexiones, exige una mirada holística. Comprobar las profundas raíces en que se asienta la discriminación de las mujeres, junto con identificar los campos en donde participan en condiciones de desigualdad y subordinación (familia, mercado laboral, comunidad y Estado), determinaron que nuestro trabajo institucional se desplegara con simultaneidad en temas diversos, como derechos reproductivos, familia, trabajo, participación política y derechos de las mujeres. Esta sintonía para reconocer los ámbitos más sentidos nos permitieron instalar en el debate público asuntos sensibles y mayormente silenciados en la sociedad: aborto, divorcio, comercio sexual, 1992 • 24 • 1993 1994 1995 1996 violencia contra las mujeres, discriminación en el mercado laboral, entre otros. Es decir, ejes temáticos que han formado parte del quehacer institucional a lo largo de toda nuestra existencia, siendo renombrados y readecuados su abordaje a partir de la evolución del debate nacional y mundial. En efecto, constatar la falta de construcción política alrededor de las problemáticas que afectan diferencialmente a las mujeres fue un impulso para desarrollar nuestro trabajo en estrecha relación con las temáticas de interés nacional en cada coyuntura. La contingencia, la sintonía con la agenda pública imponen una importante exigencia y marcan un estilo de trabajo que pasa a formar parte del perfil del Instituto de la Mujer. En este avanzar construimos una relación directa y permanente con el movimiento de mujeres. La articulación y el actuar en conjunto se fueron convirtiendo en un imperativo para trabajar en propósitos comunes, aun reconociendo que nuestra tarea no es idéntica ni tampoco reemplazamos al movimiento. Aspirábamos a convertirnos en un agente de desarrollo y de transformación social, lo que nos significó actuar con y hacia las mujeres con propuestas propias, aunque sin perder la identidad. Esta complicidad persiste, enriqueciéndonos mutuamente. También nos interesó, desde nuestros inicios, ser puente de diálogo entre los referentes de mujeres y el mundo público para lograr remover estructuras arcaicas y discriminatorias. Con el restablecimiento de la democracia, el Instituto priorizó la tarea de fortalecer la participación política femenina para terminar con su exclusión de la institucionalidad política emergente y de la construcción de sus agendas. Se reforzaron los programas de capacitación y apoyo en la Escuela de Formación de Líderes Mujeres y se desarrollaron proyectos específicos en torno a la prevención de la violencia doméstica, situación de la mujer en el mercado laboral, educación sexual, derechos humanos y salud reproductiva. El propósito fue hacer propuestas de políticas públicas para presionar al Estado a incorporar temas del movimiento de mujeres en esa naciente agenda pública, lo que significó, además, concebir la gestión del Estado desde una perspectiva feminista y laica. Esto fue y es clave, en tanto la democracia no se puede concebir de otra forma. 1997 1998 1999 2000 2001 • 25 • Recordamos momentos intensos en la vida institucional, múltiples reuniones y muchas discusiones; nos acompañaba la pasión por pensar la política desde ese otro ámbito, impensado, cual es el espacio de la autonomía de las mujeres, de su afirmación como ciudadanas y actoras sociales, y sobre todo como sujetas libres y plenas de derecho. El nuevo escenario político ofrecía algunos espacios; en esos y en todos queríamos estar con voz propia. Fueron importantes los proyectos de evaluación de políticas sociales y el desarrollo de iniciativas para impulsar la ley sobre violencia intrafamiliar. También implementamos actividades de capacitación y asesoría con entidades públicas e incluso extendimos nuestro trabajo a otras regiones del país. Y trabajamos en apoyar y promover estrategias para la igualdad de oportunidades en distintas instancias, tanto de la sociedad civil (gremios, sindicatos, organizaciones sociales) como del Estado (municipios, servicios públicos, Parlamento, administración de justicia). En una perspectiva articuladora, las actividades y propósitos del Instituto se fueron vinculando, asimismo, a las herramientas clave del sistema jurídico internacional: la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo, de El Cairo, la Plataforma de Acción de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, de Beijing, entre muchas otras, y a instancias nacionales, como los Planes de Igualdad de Oportunidades para Mujeres y Hombres, impulsados por el Servicio Nacional de la Mujer. Estos instrumentos constituyen referentes importantes para la elaboración de estrategias de seguimiento de los acuerdos internacionales y planes gubernamentales, otorgando un marco propicio para la formulación de agendas propias y elementos de negociación política del movimiento de mujeres. En este marco nacional e internacional nos comprometimos como Instituto con la formación de redes y coordinaciones de organizaciones sociales y de mujeres, abriendo espacios de acción conjunta para avanzar en los principales reclamos de derechos humanos de las mujeres. Estas plataformas han sido una oportunidad para que el Instituto de la Mujer haya estado presente en distintos foros nacionales e internacionales, en la elaboración de Informes Sombra ante diferentes Comités 2002 • 26 • 2003 2004 2005 2006 de Naciones Unidas, en la organización de Tribunales de Derechos de las Mujeres Chilenas, en acciones de control y monitoreo ciudadano. Igualmente, la investigación y construcción de conocimiento, la elaboración de publicaciones, la participación en espacios de discusión interdisciplinarios constituyen parte importante de nuestro quehacer. Nuestros hitos Hemos estructurado esta Memoria en tres grandes capítulos que corresponden a períodos clave que marcan nuestra existencia institucional. El primero de ellos, El Instituto de la Mujer: Feminismo y posicionamiento político en dictadura (1987-1990), abarca los primeros años, identificados por una inclaudicable lucha por la defensa de la vida y la recuperación de la democracia. Estos fueron los primeros pasos de una identidad en construcción, de estrechos vínculos con el movimiento antidictatorial, de búsqueda de lenguajes propios y de articulación colectiva. Fueron momentos de reflexión, de discusión, de instalación de temas silenciados y el comienzo de los lineamientos de una agenda de género. El segundo capítulo, La Democracia: Desafíos y oportunidades para la agenda de género (1991-2005), da cuenta de un periodo igualmente creativo, de crecimiento y consolidación. Instalada la naciente democracia, se abrieron oportunidades para llevar la agenda de género al ámbito público, las mujeres luchaban por su protagonismo de tal forma que el sujeto político mujer se fue articulando en autonomía y con propuestas propias. Queríamos más mujeres con poder para construir una mejor democracia. Es una etapa en la que se avanzó en temas que, culturalmente, habían sido muy difíciles de instalar en la política pública: divorcio, penalización de la violencia contra las mujeres, igualdad de las hijas e hijos ante la ley, entre otros. Fueron años de importantes articulaciones dentro del movimiento de mujeres y feminista, con la participación en foros nacionales e internacionales para levantar la voz alrededor de demandas urgentes. La lucha por la defensa de los derechos humanos de las mujeres y niñas acompañó cada acción. 2007 2008 2009 2010 2011 • 27 • El tercer y último capítulo, Temas pendientes y temas emergentes: Voces y acciones de las mujeres (20062014), aborda el tema cada vez más urgente de la “nueva inmigración” de mujeres a Chile. A partir de esta realidad se decidió priorizar el trabajo directo con mujeres inmigrantes no solo en la Región Metropolitana, sino también en el norte del país, zona fronteriza con fuerte presencia de inmigrantes. La inmigración femenina es así uno de los asuntos que se instaló para quedarse en el quehacer institutano como línea de trabajo permanente. A partir de ello se han impulsado campañas de formación de opinión pública, publicación de materiales informativos, trabajo en conjunto con otras organizaciones y apoyo a la articulación y opinión propia de las mujeres inmigrantes. No obstante, es necesario reconocer que a pesar de que han transcurrido más de veinte años de gobiernos democráticos, que el movimiento de mujeres y feminista presiona e incide con su discurso y agenda, y que la sociedad chilena es cada vez más sensible a las temáticas de género, persisten problemáticas que marcan negativamente la condición de las mujeres. Entre ellas, la violencia de género que las afecta gravemente en todos los ámbitos, ya sea en las familias o en el mundo público; la precariedad de sus derechos laborales y previsionales; su escasa presencia en los ámbitos de toma de decisiones; la permanente negación de su autonomía y derecho a decidir en la sexualidad y reproducción. En pleno tercer milenio, el conservadurismo cultural, político y religioso sigue colocando freno a los plenos derechos de las mujeres. Este es un reto para todas las organizaciones de mujeres y para la sociedad en general. Llega por último el momento de los reconocimientos por el trabajo realizado. En el tema migratorio, la Fundación Instituto de la Mujer ha recibido dos importantes premios que nos llenan de orgullo y nos ayudan a continuar el trabajo en pro de los derechos de las humanas. Por ello, reiteramos que el habla para abordar esta Memoria no ha sido sino nuestra propia construcción de ideario, el lugar de nuestras luchas, nuestras pasiones, y la idea de libertad y democracia que son parte de nosotras mismas. 2012 • 28 • 2013 2014 Esta publicación no es una Memoria exhaustiva, se ha ido hilando sobre la base de imágenes, trazos y retazos de la historia institucional. Hemos tratado de ser lo más fieles posible a aquello que documentos e imágenes nos muestran y relatan, pero sin duda algunos momentos pueden haber quedado en el camino. Sin embargo, la paciente labor y el esfuerzo en recuperar la memoria ha sido en sí mismo un proceso enormemente reconfortante. Sea también esta Memoria un incentivo para el movimiento de mujeres y feminista para reconocer su propia historia, y de reflexión al momento de emprender nuevas rutas y nuevas discusiones. Hoy la ponemos a disposición de ustedes, la compartimos seguras de que ya no es solo nuestra, nos pertenece a todas y a todos. Nuria Núñez R. Cofundadora Presidenta del Directorio Fundación Instituto de la Mujer • 29 • • Fotografía página siguiente: Manifestación por los derechos humanos. Tribunales de Justicia, 1983. Fotografía de Marco Ugarte, gentileza del autor. • I. El Instituto de la Mujer: Feminismo y posicionamiento político en dictadura (1987-1990) E l Instituto de la Mujer (IMU)1 surge durante los últimos años de la dictadura militar chilena2 en un contexto de represión y luchas antidictatoriales en las que las mujeres juegan un importante rol. Las primeras que se manifiestan en el espacio público pertenecen a la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, creada a fines de 1974, con reivindicaciones urgentes. No serán las únicas, para las mujeres se abre un camino sin retorno. Desde sus inicios, en febrero de 1987, el Instituto tiene la capacidad de anticiparse y dar impulso a temas que preocupan a las mujeres organizadas. En efecto, en la década de 1980 las chilenas comienzan a hablar, cada vez más abiertamente, sobre la necesidad de recuperar la democracia en el país; pero también reflexionan sobre su identidad, los desafíos de ser mujer, los silencios ancestrales que les han sido impuestos por la cultura imperante, exacerbados en el período dictatorial. Se van conformando grupos y colectivos, se realizan seminarios e investigaciones, se van haciendo visibles las mujeres que crean movimiento y se escuchan sus voces. Destacan, entre otros, el Movimiento Feminista (MF), el Movimiento Pro Emancipación de la Mujer Chilena (MEMCH’83), el Movimiento de Mujeres por la Vida, el Movimiento de Mujeres por el Socialismo. • Mujeres familiares de detenidos desaparecidos, Plaza de Armas, 1983. Fotografía de Marco Ugarte, gentileza del autor.• 1. En esta Memoria, el Instituto de la Mujer será nombrado indistintamente como IMU, Instituto o Fundación Instituto de la Mujer. 2. La dictadura militar fue instaurada por un golpe de Estado en septiembre de 1973, y se extendió hasta marzo de 1990. • 33 • Una investigación de Natacha Molina (Molina, 1986) busca, precisamente, hacer un diagnóstico de los cambios y transformaciones que van ocurriendo en la identidad femenina, la que comienza a cristalizarse como comportamiento político. Fenómeno que permite ir abriendo espacios a una participación masiva y un protagonismo distinto de las mujeres en el proceso de transición a la democracia. En ese período, las potencialidades democráticas y las trayectorias de las demandas de las mujeres, tanto en Chile como en América Latina y el Caribe, salen a la luz y se difunden mediante artículos, reflexiones y construcción de conocimiento. En su artículo “Propuestas políticas y orientaciones de cambio en la situación de la mujer”, Natacha Molina analiza estos posicionamientos (Molina, 1989:35): • Manifestación de mujeres contra la mordaza, 1983. Fotografía de Marco Ugarte, gentileza del autor.• “Pienso en la dictadura como un momento histórico que, en su brutal ruptura con la cultura institucional y la democracia, generó una fuerza inédita para pensar los verdaderos fundamentos de convivencia en que queríamos vivir, entre ellos los de género. La dictadura nos mostraba la cara más oscura del patriarcado en su autoritarismo, su falta de voluntad democrática, su intolerancia, sus atropellos y violencias. Pienso en la importancia, el legado y la función de objetivos compartidos en el trabajo con mujeres. Trabajamos para constituirnos en sujetos públicos y privados, en ciudadanas de derechos plenos, con conciencia de género y con voluntad de poder”. Raquel Olea Doctora en Literatura • 34 • La autora sostiene que las demandas de las mujeres, cualquiera sea su origen y fines, todas apuntan a la urgencia de un cambio en la forma en que ellas se insertan en la sociedad, lo que implica en sí mismo un desafío al orden vigente. Sin embargo, agrega, las potencialidades democráticas y de transformación que emergen de las demandas femeninas son, en cierta forma, ambivalentes. Así, una vertiente da cuenta del proceso vivido por las mujeres que genera condiciones favorables para redefinir su propio rol en la familia y la sociedad, lo que a su vez favorece la redefinición de la democracia misma como sistema político y de organización social. Esto conjuga varios elementos: expresión de nuevas actorías sociales, ruptura del esquema tradicional de familia, cuestionamiento al sexismo y la discriminación de género, y protagonismo de las mujeres en la defensa de la vida y en la sobrevivencia económica, asociado a una lucha intransable por el retorno democrático. La otra vertiente identificada por Molina establece que, al proyectar esas tendencias al conjunto de las mujeres en el país, surgen dudas respecto de su conservadurismo y repercusiones autoritarias. ¿A qué alude esto? Al hecho de que la potencialidad de cambio de las reivindicaciones de las mujeres es una probabilidad, no una certeza, idea que se sustenta en las siguientes observaciones históricas: ha existido desinformación e incluso desinterés de las mujeres en su vivencia de la política, hay ejemplos de apoyo femenino a la defensa de “la tradición y el orden”, subyacen divergencias y contradicciones en las demandas que expresan las mujeres frente al autoritarismo de la época. Todo ello mientras se observa un reforzamiento activo del rol tradicional de la mujer que surge desde las políticas y del entramado ideológico del régimen militar. “Desde su creación año 1987, el Instituto Fundación mostró la vocación de sus fundadoras: abrir espacios para las mujeres en la lucha contra la dictadura de Pinochet”. Haydée Moreno Expresidenta del Directorio de la Fundación Instituto de la Mujer. No obstante, la autora reconoce que hay indicadores que muestran que las mujeres, como colectivo social, sí exigen mayor participación en igualdad de condiciones que los hombres, buscan constituirse en una fuerza social de cambio, y reclaman mayor representatividad en las decisiones políticas de un país convulsionado. Esto se observa en sus movilizaciones sociales, en la constitución de organizaciones específicas de mujeres, y en el desarrollo de reflexión y construcción de conocimiento de investigadoras, tanto en temas de democracia y sociedad como en materias específicas de género. América Latina y el Caribe es, como región, un torbellino de acciones feministas en los años ochenta. Durante el Segundo Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, realizado en Lima, Perú, en 1983, cinco chilenas intentan dar cuerpo y coherencia a una incipiente propuesta de trabajo político feminista, grupo que se constituiría más tarde en el Instituto de la Mujer. Ellas son Soledad Larraín, Natacha Molina, Adriana Muñoz, Nuria Núñez y Catalina Palma. • Actividad pública del Movimiento Feminista, 1983 Fotografía de Kena Lorenzini, gentileza de la autora.• • 35 • Los inicios • Proyecto Instituto de la Mujer (1991-1992), Instituto de la Mujer, 1991, pág. 3.• Los textos e imágenes seleccionados de estos tres primeros años de vida del IMU dan cuenta de investigaciones y acciones que abordan aspectos mayormente invisibilizados e ignorados en la sociedad chilena, pero que al momento del retorno al régimen democrático adquieren relevancia. Entre otros, la plena igualdad de derechos entre mujeres y hombres como demanda intransable, urgente y necesaria. De esta forma el Instituto, al promover una mayor visibilización de los temas de género ante la sociedad civil y sectores políticos, comienza a adquirir una legitimación cada vez más amplia al interior del movimiento de mujeres. • Casa del Instituto de la Mujer, calle Claudio Arrau 0211, en 1989, y cuatro de sus cinco fundadoras: Catalina Palma, Soledad Larraín, Natacha Molina, Adriana Muñoz, 1987.• • 36 • No obstante, estos avances conceptuales y políticos, con su potencialidad rupturista, no pasan inadvertidos para el aparato represor de la dictadura (Central Nacional de Informaciones, CNI), como lo muestra este rayado en el frontis de la casa del Instituto, en la calle Claudio Arrau, en 1989. Las acciones El Instituto de la Mujer inicia su trayectoria con tres principales áreas de trabajo: 1 Democracia, ciudadanía y política Analiza la escasa presencia de mujeres en el ámbito político. 2 Desarrollo económico, pobreza y trabajo de la mujer Examina las desigualdades económicas, la invisibilidad del trabajo doméstico y la discriminación en el trabajo remunerado femenino. 3 Cultura, familia y sexualidad Aborda las brechas en el ejercicio de los derechos civiles y penales de las mujeres: patria potestad, patrimonio, abuso y violencia, divorcio, doble moral de la vida sexual, reproducción de imágenes estereotipadas de los sexos, entre otros aspectos. • Uno de los primeros folletos del Instituto de la Mujer, 1989.• • 37 • Democracia, ciudadanía y política Una de las primeras investigaciones del Instituto, Las mujeres chilenas frente a la política (Molina y Serrano, 1988), ofrece un pensamiento pionero sobre la supuesta apoliticidad de las mujeres, argumento esgrimido por sectores políticos tradicionales y las autoridades militares. Esta afirmación es refutada por las autoras, al destacar numerosas acciones de las mujeres durante el régimen militar, formando grupos y organizaciones que van dando cuerpo al Movimiento de Mujeres de oposición, con gran capacidad de convocatoria e identificación con luchas históricas y actuales. Coexistían organizaciones políticas de mujeres militantes; colectivos feministas; grupos de subsistencia, autoayuda y autoconocimiento en las poblaciones; trabajadoras y estudiantes. Esto da cuenta del paulatino desarrollo de la actoría política femenina. • Claudia Serrano y Natacha Molina, autoras de Las mujeres chilenas frente a la política, 1988.• La investigación, realizada antes del plebiscito de 1988, plantea preguntas cruciales respecto de las posibles respuestas de las mujeres ante la alternativa de continuar con el régimen militar o convocar a elecciones libres. ¿Cuál será la opción de las mujeres al momento de votar? ¿Con base en qué criterios construyen sus preferencias políticas? ¿Son distintas a las de los hombres? ¿En qué reside la diferencia, si la hay? El Instituto, a partir de estudios y encuestas y de su conocimiento directo del trabajo de las mujeres, llega a la conclusión siguiente: • Las mujeres chilenas frente a la política, 1988:21.• • 38 • Comprometido con la lucha contra la dictadura, el Instituto comienza a elaborar propuestas para preparar al electorado femenino frente al plebiscito y reflexiona acerca del lugar de las mujeres en un gobierno de transición. También es importante destacar el documento “Mujeres de sectores medios: de la tradición a la modernidad” (Castillo et al., 1988), en el IMU expone los resultados de un estudio psicosocial relativo a motivaciones, percepciones y valoraciones de las mujeres de sectores medios urbanos frente a la política. En sus conclusiones, pone de relieve los deseos y expectativas de este segmento, como “tranquilidad, no violencia, estabilidad laboral, satisfacciones personales, derecho a opinar”, entre otros (Castillo et al., 1988:15). De esta forma, el IMU plantea diferentes miradas de la posición y papel de las mujeres en la sociedad chilena, en especial como resultado del cambio social que acontece en esa época. Efectivamente, se insertan en forma activa y creativa para aportar a la construcción de una nueva realidad, fenómeno analizado en el documento Cambio social, transición y políticas públicas hacia la mujer (Mires et al., 1989). • Cambio social, transición y políticas públicas hacia la mujer, 1989:1.• El cambio social se vislumbra, pero surge una interrogante: ¿Qué opinión tienen las mujeres? ¿Cómo les afecta? ¿Cómo vivir estas transformaciones en lo cotidiano, en lo individual, en lo colectivo? • Campaña del Plebiscito, 1988.• • 39 • • Cambio social, transición y políticas públicas hacia la mujer, 1989:1. • Lograr una articulación amplia del movimiento de mujeres y feminista desde lo conceptual y político antes del retorno democrático se identifica como uno de los desafíos más urgentes. La investigadora Natacha Molina lo expresa así en su artículo “La desafiada sabiduría de las mujeres” (Molina, 1989a:24): • Toma de terrenos, campamento popular Cardenal Silva Henríquez, 1983. Fotografía de Marco Ugarte, gentileza del autor. • • La desafiada sabiduría de las mujeres”, Molina, 1989a:24. • • 40 • Se pregunta, por ejemplo: ¿Qué es, en estas condiciones, lo que un gobierno puede ofrecer para mejorar la situación de la mujer chilena? ¿Igualdad de derechos? ¿Mejoramiento de la calidad de vida? ¿Planificación familiar? ¿Participación? ¿Un Ministerio de la Mujer? Las respuestas no son fáciles. Junto a una clase política predominantemente masculina, contrastan las voces de mujeres expresando inéditas reivindicaciones, conformando un nuevo movimiento social, contestatario y exigente. En este periodo, el Instituto comienza a trabajar estrechamente con colectivos de mujeres, organizaciones no gubernamentales (ONG) y feministas en diversos asuntos, como participación política, derechos laborales, violencia contra las mujeres, entre otros, con el fin de establecer alianzas que posibiliten los cambios que las mujeres requieren para mejorar su condición. Algunas de esas organizaciones son el Movimiento Pro Emancipación de la Mujer Chilena (MEMCH), Isis Internacional, el Centro de Estudios de la Mujer (CEM), el Centro de Estudios para el Desarrollo de la Mujer (CEDEM) y la Corporación de Desarrollo de la Mujer “La Morada”. • Encuentro “Cooperación y Democracia”. ONG Chilenas y Agencias de Cooperación, 8 y 9 de marzo 1990. De izquierda a derecha: Natacha Molina, Nuria Núñez, ambas del IMU, y Beatriz Lorenzo, de la Oficina Técnica de Cooperación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo.• • Reunión de trabajo de ONG chilenas: Entre otras, aparecen Ximena Valdés, del CEDEM; Ximena Charnes y Soledad Weinstein, de Isis Internacional; Eugenia Hola, del CEM, y Nuria Núñez, del IMU, 1990.• • 41 • Desarrollo económico, pobreza y trabajo La crisis económica generada en el periodo dictatorial deja en evidencia la dramática pobreza que afecta a un gran número de mujeres y sus familias. Muchas se ven obligadas a incorporarse al mercado laboral en condiciones de discriminación y precariedad. Frente a esta situación, el Instituto impulsa acciones y proyectos de desarrollo social y comunitario focalizados en mujeres de escasos recursos y en sus organizaciones, con el objetivo de contribuir a fortalecerlas y apoyarlas mediante capacitación laboral. Se constituye así en un espacio solidario de acogida y apoyo técnico, y es reconocido como organización que trabaja en terreno. En la comuna de La Florida, el Instituto apoya y trabaja con grupos de mujeres que, para enfrentar la pobreza, organizan ollas comunes, amasanderías y huertos familiares como forma de paliar en conjunto las necesidades básicas de alimentación. • Olla común, Lo Hermida 1982. Fotografía de Marco Ugarte, gentileza del autor.• • 42 • • Equipo de mujeres de la Amasandería y Huerto Familiar, Villa O’Higgins, comuna de La Florida, 1990.• • Estrella Díaz, profesional del IMU y Encargada de proyecto, junto a mujeres participantes, 1990.• Con el objetivo de fomentar la solidaridad colectiva y el desarrollo comunitario, en 1990 el Instituto funda la Casa Comunal de la Mujer en Conchalí, donde se realizan actividades de fortalecimiento de las organizaciones y programas de capacitación a pobladoras. Uno de los hitos que marca este período es el Seminario Internacional “Políticas de empleo para mujeres: Una estrategia para el cambio”, realizado en Santiago en noviembre de 1990. Participan diputadas, la futura Ministra del Servicio Nacional de la Mujer (SERNAM)3; autoridades del ámbito laboral; expositoras nacionales y extranjeras de renombre, como Ángela Coyle, directora del Programa Mujer y Trabajo del Politécnico de Coventry, Inglaterra, y Olga Mella, consejera del Instituto de la Mujer de España. Su propósito es analizar los problemas que enfrentan las mujeres en el mercado laboral, entre otros, bajas remuneraciones, doble jornada de trabajo, pocas oportunidades de capacitación y formación. Durante dos días se discuten antecedentes y cifras acerca del trabajo remunerado femenino, dando especial relevancia a aspectos cualitativos y cuantitativos. Asimismo, se identifican las potenciales contribuciones de actores gubernamentales, empresariales y sindicales para enfrentar dichas problemáticas. El evento culmina con la formulación de propuestas concretas en relación con el tema central del Seminario, como promoción a reformas laborales no discriminatorias, mayor fiscalización en el cumplimiento de las leyes, desarrollo de programas de capacitación y formación profesional, entre otras. • Catalina Palma. directora de la Casa Comunal de la Mujer de Conchalí, Natacha Molina y Nuria Núñez, directora y subdirectora del IMU, respectivamente, 1990.• • Isabel Cárcamo, profesional del Instituto (segunda de izquierda a derecha), en la Casa Comunal de la Mujer de Conchalí, junto a Clotilde Silva y Marina Valdés, dirigentas del Movimiento de Mujeres Pobladoras (MOMUPO), y otras mujeres, 1990.• • Soledad Alvear, Directora del SERNAM; moderadora; Joe Ramos, representante del Ministerio del Trabajo; y Rosa Bravo, investigadora del CELADE, en la inauguración del Seminario, 1990.• • Natacha Molina, directora del IMU; moderadora; Ángela Coyle, directora del Programa Mujer y Trabajo del Politécnico de Coventry, Inglaterra; Estrella Díaz, socióloga del IMU; Mojka Novak, representante del Programa Regional de Empleo en América Latina (PREALC); y Thelma Gálvez, del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).• 3. Soledad Alvear fue nombrada Ministra Directora del SERNAM en enero de 1991, tras la creación de este organismo público según la Ley Nº 19.023. • 43 • Cultura, familia y sexualidad Otras materias relevantes llaman la atención de las profesionales del IMU. En la década de 1980, la extrema pobreza de un sector de la población chilena determina que menores de edad se encuentren atrapadas en redes de explotación sexual como un medio de sobrevivencia. La preocupación por este flagelo determina que en 1988 se impulse un estudio piloto con adolescentes involucradas en el comercio sexual (Vidal, 1987). Un año después se elabora un completo catastro de las organizaciones, redes y coordinaciones que trabajan en temáticas de sexualidad, titulado “Guía de instituciones y proyectos en educación sexual reproductiva adolescente en Santiago” (Silva, 1988). Su objetivo es facilitar el encuentro e intercambio entre personas y organizaciones que prestan apoyo en educación sexual y salud reproductiva a adolescentes residentes en el área metropolitana. Indicadores tales como aumento del embarazo adolescente, incremento de las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y ausencia de programas de educación sexual son un impulso para iniciar, en 1988, cursos de salud sexual y reproductiva para adolescentes de ambos sexos en establecimientos educacionales, iniciativa que continuará en el primer quinquenio de la década de 1990. La finalidad del Programa Preferencial para el Adolescente en Salud y Derechos Reproductivos, realizado en colegios, es crear instancias de aprendizaje y reflexión para adolescentes sobre sexualidad; fomentar una actitud positiva hacia la sexualidad, incluida la propia; cuestionar los estereotipos relacionados con adolescencia y sexualidad; sensibilizar respecto los riesgos potenciales de la actividad sexual desinformada (embarazo no deseado, enfermedades transmitidas sexualmente, entre otros). Paralelamente, se entrega información alusiva y orientación a apoderadas, apoderados y profesorado de los colegios que forman parte del proyecto. Entre 1988 y 1990 participan 700 adolescentes y 640 adultos (apoderados, apoderadas y docentes) (Alfaro et al., 1990). • Adolescentes en talleres sobre sexualidad, 1989.• • 44 • En esta misma área se desarrolla una investigación acerca de políticas de planificación familiar en el país en el período 1930-1989 (Silva, 1989). Entre otros aspectos, se analizan los cambios impuestos por la dictadura militar, entre ellos, la eliminación de las políticas que regían en este ámbito desde 1967. En efecto, el régimen militar impone una represión directa sobre la sexualidad de las mujeres proscribiendo, en muchos consultorios de salud y hospitales públicos, la entrega del dispositivo intrauterino (DIU), el que es incluso retirado sin el consentimiento de las usuarias que lo utilizaban, con el evidente riesgo de embarazos no planificados. Ello, con el fin de imponer una política pronatalista afín a sus intereses. Finalmente, en septiembre de 1989, la dictadura prohíbe y penaliza el aborto en cualquier cincunstancia, derogando el artículo 119 del Código Sanitario, vigente desde 1931. La salud mental de las mujeres es otra preocupación de las institutanas. Soledad Larraín, sicóloga y directora del IMU, en 1988, impulsa y da forma a un trabajo colectivo de psiquiatras y sicólogas que buscan poner en común aspectos que afectan a las mujeres en su salud mental. A partir de estas discusiones se decide organizar el Seminario “Mujer y Salud Mental”, que se transforma en un evento pionero para la época. Profesionales chilenas y argentinas abordan la construcción de la identidad femenina, la importancia del rol maternal, el malestar psicológico de las mujeres vinculado a su proceso de socialización, y el rol de las terapeutas mujeres en el abordaje de estos aspectos. Los diversos artículos son compilados en uno de los primeros libros impresos del Instituto: Reflexiones Iniciales sobre Mujer y Salud Mental (Larraín, 1988). • La dictadura prohíbe le entrega del DIU en consultorios y hospitales del país. Fotografía gentileza de la RSMLAC. • • Seminario “Mujer y Salud Mental”, 1988. De izquierda a derecha, Rosario Domínguez, Soledad Larraín y Sofía Salamovich.• • Asistentes al Seminario “Mujer y Salud Mental”, 1988.• • 45 • Violencia doméstica La violencia doméstica4 contra las mujeres es una problemática a la cual el Instituto se aboca desde mediados de 1988, entregando asesoría legal gratuita a mujeres. Ya en los primeros meses de su implementación, el equipo constata que la gran mayoría de quienes recurren a ella lo hace porque sufre violencia por parte de su pareja. El IMU decide, entonces, desarrollar un trabajo de sensibilización pública para visibilizar el maltrato hacia las mujeres en sus hogares. La primera de las acciones es el Panel “La mujer golpeada, ¿La sociedad es cómplice?”, efectuado en 1988. “E l Instituto de la Mujer contribuyó desde sus inicios a colocar en el debate público la, hasta esa época, silenciada y oculta violencia doméstica. Aportó, desde una perspectiva feminista y de género, acogiendo y asesorando víctimas, sensibilizando a diversas audiencias respecto de su existencia, mitos y efectos, capacitando a multiplicidad de actores/as sobre la recepción y atención de mujeres agredidas por sus parejas. Además, hizo lobby para la aprobación de la primera ley en Chile en la materia, en conjunto con muchas otras instituciones y mujeres que, luego, se transformaron en una gran red nacional”. • Participantes Panel “La mujer golpeada. ¿La sociedad es cómplice?”,1988.• Luz Rioseco Abogada • Foro “Violencia contra la Mujer”, 1989. Elías Escaff Silva, psicólogo de la Policía de Investigaciones; Lisa Luger, representante de Frauen Anstiftung (Alemania).• • Convocatoria hecha a mano al Foro “Violencia contra la Mujer”, 1989.• 4. La “violencia doméstica” es una de las primeras acepciones para referirse a la violencia que se ejerce contra las mujeres al interior de la familia. En Chile, esta denominación se convertirá en “violencia intrafamiliar”, basándose en la ley homónima de 1994 (Ley Nº 19.325). El movimiento feminista latinoamericano y caribeño la modificará luego para denominarla “violencia contra las mujeres”, con el fin de particularizar el maltrato hacia las mujeres, de cualquier tipo y en cualquier ámbito. • 46 • También se realizan diversos seminarios, entre los cuales destaca el Foro “Violencia contra la Mujer”, en 1989. Se invita a participar, por primera vez, a funcionarios de la Policía de Investigaciones quienes, en ese momento, desarrollan una campaña sobre prevención de la violencia focalizándola más en la restricción de los espacios y libertades de las mujeres que en el accionar de los agresores. Es decir, responsabilizando a las mismas mujeres de la violencia ejercida en su contra. Otra acción destacada es el “Primer Encuentro Internacional Mujer y Violencia Doméstica”, en 1990, organizado conjuntamente por el IMU, la Corporación de Desarrollo de la Mujer “La Morada”, el Colectivo Mujeres de Chile y Canadá, y la Oficina Legal de la Mujer de la Municipalidad de Conchalí, comuna donde tiene lugar. En el evento se presentan experiencias de trabajo de Canadá, Argentina y Chile relativos a violencia contra las mujeres. Se exponen cifras hasta ese momento silenciadas que aluden a la situación de las mujeres agredidas. El Encuentro concluye con el compromiso de elaborar un proyecto de ley para ser presentado al SERNAM que contemple como delito –y no como simple falta– la violencia doméstica contra las mujeres. • Nuria Núñez, subdirectora del IMU, Soledad Larraín, subdirectora del SERNAM y Ruth Álvarez, integrante de la Corporación de Desarrollo de la Mujer “La Morada”, 1990.• • Presentación de experiencias, 1990.• • Más de 400 personas asisten al evento, 1990.• • 47 • Las campañas de sensibilización incluyen ferias informativas y movilizaciones de las institutanas en alianza con otras mujeres y con organizaciones del movimiento feminista y social, con el objetivo de denunciar la violencia contra las mujeres y defender sus derechos. En una columna de opinión, la subdirectora del Instituto, Nuria Núñez (1990), subraya: “La gravedad de la violencia reside en la naturalidad con que se asume, haciéndola para muchos inexistente (…). Las relaciones de pareja están teñidas por la desigualdad y sometimiento, configurando una base sólida, sutilmente oculta por sus contenidos de afectividad, de una forma específica de poder: el poder contra el género femenino”. • “Violencia y mujer”. Suplemento Alondra. Revista Análisis, 1990. • “Fuimos parte de un proceso muy importante en el país y el mundo que, poco a poco, fue develando la existencia de esta violencia y los costos de la misma, tanto para las mujeres víctimas y sus familias como para los propios países, colocando en el discurso su carácter de problema de derechos humanos, de salud pública y de obstáculo al desarrollo”. • Actividad informativa sobre violencia hacia las mujeres, Plaza Ñuñoa, 1989.• • 48 • • Uno de los primeros rayados callejeros para sensibilizar sobre la violencia contra las mujeres, 1989. • Luz Rioseco Abogada Desde su nacimiento en 1987, el Instituto de la Mujer, junto al movimiento de mujeres y feminista, es un actor más de las luchas constantes, incansables, para restituir la democracia en el país. Las mujeres tienen un rol preponderante durante toda la dictadura, puesto que son las primeras en organizarse en búsqueda de sus familiares detenidos o desaparecidos. Relegadas históricamente al ámbito privado, se incorporan a lo público, denuncian las violaciones de los derechos humanos, buscan formas colectivas de sobrevivencia e inician un proceso de búsqueda de identidad desde su ser mujer y de reivindicación de sus derechos. En estos primeros años (1987-1990), el Instituto, a través de su trabajo, fortalece a las mujeres para ejercer sus derechos como actoras políticas, debate y reflexiona acerca del rol que pueden desempeñar con la llegada del primer gobierno democrático, denuncia las condiciones de discriminación y de violencia que las afectan. Realiza investigaciones, foros y seminarios, así como diversas acciones públicas sobre los temas más sentidos por las mujeres. Se convierte, así, en un referente e instala temáticas que son cruciales para el mundo social, político y académico, y para las políticas públicas del nuevo gobierno democrático. • En la calle, integrantes del Movimiento Feminista denuncian la violencia contra las mujeres, 1988. • • 49 • • Juana Candia, con una de sus hijas, durante el Segundo Tribunal de Derechos de las Mujeres Chilenas, IMU, 1999. • II.La democracia: Desafíos y oportunidades para la agenda de género (1991-2005) E l nuevo escenario político crea expectativas en el movimiento de mujeres. La lucha antidictatorial también ha despertado conciencia sobre la discriminación, desigualdad y exclusión históricas de las cuales las mujeres han sido objeto por su condición de género. La consigna concebida durante la dictadura, “democracia en el país y en la casa”, sigue plenamente vigente. En los primeros tres años del retorno democrático, el IMU reflexiona respecto del protagonismo de las mujeres organizadas en la nueva institucionalidad y celebra la creación, en 1991, del Servicio Nacional de la Mujer (SERNAM). En su Informe del primer semestre de 1993, dirigido a la agencia de cooperación holandesa para el desarrollo HIVOS, señala (IMU, 1993:2): El equipo del Instituto se consolida con mujeres profesionales con vasta experiencia en participación tanto a nivel político como social. Igualmente, se enriquece con aquellas que regresan del obligado y largo exilio, aportando ideas y nuevos temas. El IMU es un espacio no solo de reflexión y acción, sino también de acogida y reinserción social y laboral para muchas. El período que cubre este segundo capítulo, 1991-2005, es una época que define el perfil del IMU, asumiendo una identidad feminista-política que se mantiene en el transcurso de los años. Hay confrontación de ideas, diseño de estrategias y construcción de conocimiento. Se busca incidir en los debates nacionales; se elaboran propuestas de políticas públicas para visibilizar a las mujeres como ciudadanas, actoras y protagonistas en la nueva institucionalidad y en la sociedad. • Equipo del IMU en casa de la calle Claudio Arrau, 1991.• • 53 • El fortalecimiento Las áreas temáticas y acciones del IMU se entrelazan, potencian y profundizan, formando un rico entramado que da cuenta del trabajo priorizado. Uno de sus objetivos principales es hacer visible la articulación entre lo público y lo privado, propuesta fundamental tomando en cuenta la tradicional brecha que separa estos ámbitos. Con decisión, el Instituto busca contribuir a la construcción política y sociocultural del país desde las mujeres y de cara a la sociedad y al Estado, aportando nuevas miradas, nuevos temas. • Parte del equipo de trabajo del IMU (Prevención de VIH/SIDA/ETS en mujeres adultas que ejercen comercio sexual). Esther Fuentes, Paulina Vidal y Mariela Cortés, 1992. • “Traigo a la memoria del Instituto de la Mujer el compromiso en la conquista de la equidad de género en la esfera del poder, porque es justamente allí –en el cruce de la problemática de género y el huidizo poder político– donde reside su mayor aporte, tanto en la acción como en la reflexión”. • Perfil Instituto de la Mujer, IMU, 1992:6. • El Instituto de la Mujer, inmerso en el accionar social, político, económico y cultural del retorno a la democracia, construye sus áreas de intervención de acuerdo a ejes clave que definen de manera importante la vida de las mujeres. Las áreas estratégicas del periodo 1991-2005 son una continuación del anterior1. No obstante, son redefinidas y agrupadas de manera diferente a partir de las prioridades del movimiento de mujeres y de los cambios que vive el país. María Elena Hermosilla Comunicadora 1. Las áreas del periodo 1987-1990 fueron: 1. Democracia, ciudadanía y política; 2. Desarrollo económico, pobreza y trabajo de la mujer; 3. Cultura, familia y sexualidad. Ver Capítulo I. • 54 • Dichas áreas y sus correspondientes objetivos son los siguientes: 1 Participación política Fortalecer la participación política de mujeres y jóvenes en el proceso de toma de decisiones, mejorando su calidad de intervención pública y estrategias de acción política. Posicionar en la opinión pública argumentos y demandas a favor de la igualdad entre los géneros. Profundizar el conocimiento acerca de los procesos y mecanismos que determinan la exclusión política de mujeres y jóvenes. 5 2 Familia y derechos humanos de las mujeres Contribuir a la construcción de un derecho igualitario entre mujeres y hombres. Aportar al desarrollo de una cultura de no violencia entre los géneros. Incrementar el control ciudadano respecto de las transgresiones que afectan los derechos humanos de las mujeres. Extensión, articulaciones, redes, plataformas y agendas de género internacionales 3 Desarrollo económico y empleo 4 Derechos sexuales y reproductivos Desarrollar estrategias para el empoderamiento y el protagonismo de las mujeres trabajadoras y de las y los jóvenes. Posicionar en el debate público argumentos favorables para el reconocimiento de derechos en el ámbito sexual y reproductivo. • Folletos, guías y cartillas informativas del periodo 1991-2005. Fotografía deJesús Inostroza.• Otorgar mayor relevancia al trabajo articulado con otras organizaciones nacionales e internacionales, con el objetivo de incidir conjuntamente en las agendas de género. • 55 • Participación política Uno de los aspectos más débiles en la instalación democrática postdictadura es la participación de la sociedad civil. Aunque afecta a hombres y mujeres, es más notorio en el caso de estas, pues se produce en un marco de relaciones desiguales entre los géneros, donde las mujeres tienen, efectivamente, menos derechos garantizados. • Movimiento de mujeres en la conmemoración del 8 de marzo, Estación Mapocho, 1991.• “El Instituto de la Mujer tuvo como eje central promover las capacidades de organización y liderazgo de las mujeres, entre pares y en beligerancia con el sistema instituido de exclusiones múltiples. El espacio público fue el lugar privilegiado para hacer oír las voces críticas de las mujeres en la lucha simbólica y desde sus prácticas de resistencia propositivas. La importancia del empoderamiento discursivo, de la conciencia en la significancia del posicionamiento corporal en las escenas de debate público, fueron elementos de gran connotación en el trabajo político de las mujeres a través de la labor del Instituto de la Mujer”. Respecto del ejercicio de sus derechos como ciudadanas, se advierte en las mujeres un profundo desconocimiento acerca de cuáles son esos derechos y los mecanismos para ejercerlos. Un análisis del IMU señala al respecto: “Mientras esta situación (…) no se revierta, difícilmente nuestro país podrá avanzar hacia un cambio democrático en las relaciones entre los géneros, ya que como se ha visto, se requerirían de fuertes presiones ciudadanas que solo pueden realizarse si se logra crear una comunidad de intereses alrededor de la igualdad y no discriminación” (IMU, 1996:16). La baja representatividad femenina en cargos de elección popular y en puestos de toma de decisión es otro tema que preocupa al equipo del Instituto. Si bien en ese momento existe un discurso de mayor apertura respecto del protagonismo femenino, este coexiste con prácticas patriarcales extraordinariamente resistentes al ejercicio del poder de las mujeres en el ámbito público. Es así como el Instituto centra sus esfuerzos en promover las demandas de las mujeres desde un enfoque en igualdad, y busca fortalecer las agendas de género de las organizaciones que integran, impulsándolas a iniciar una participación ciudadana. De esta forma, se intenta contribuir a la creación de espacios autónomos con la necesaria fuerza política para influir en las decisiones públicas. En ese contexto, se configura en Chile una agenda gubernamental de igualdad y no discriminación en base al primer Plan de Igualdad de Oportunidades para las Mujeres 1994-19992 y la Plataforma de Acción Olga Grau Académica e investigadora de la Universidad de Chile • 56 • 2. El Plan de Igualdad de Oportunidades para las Mujeres 1994-1999, elaborado por el Servicio Nacional de la Mujer, tiene como objetivo incorporar la igualdad de género en el conjunto de las políticas públicas. de Beijing (1995)3. Esta, si bien se considera un logro del feminismo y del movimiento internacional de mujeres, no es percibida como propia por la mayoría de las chilenas, pues no la vincula con sus necesidades y problemas cotidianos. El Instituto de la Mujer, al finalizar los cuatro años del primer gobierno democrático postdictadura4, evalúa y hace planteamientos de cara al año 2000, demandando al Estado la profundización de la democracia, la elaboración y ejecución de planes de igualdad de oportunidades y una mayor representatividad de las mujeres en puestos de decisión. Entre sus propuestas generales plantea: • ¿Cómo les ha ido a las mujeres chilenas en la democracia? Balance y propuestas mirando al 2000, Instituto de la Mujer, 1993. • •¿Cómo les ha ido a las mujeres chilenas en la democracia?, IMU, 1993:21.• Con motivo de la presentación de este documento, al que son convocadas diferentes organizaciones de mujeres y de la sociedad civil, se comparten análisis y reflexiones respecto de lo que se esperaba del primer gobierno democrático y las nuevas demandas feministas que comienzan a adquirir fuerza. 3. La Plataforma de Acción, emanada de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer (Beijing, 1995), es un programa encaminado a crear las condiciones necesarias para potenciar el papel de la mujer en la sociedad. Su objetivo es acelerar la aplicación de las Estrategias de Nairobi (1985) y eliminar todos los obstáculos que dificultan la participación activa de la mujer en todas las esferas de la vida pública y privada (Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, 1995). 4. Gobierno de la Coalición de Partidos por la Democracia, más conocida como Concertación, que fue presidido por Patricio Aylwin en los años 1990-1994. • Seminario “¿Cómo les ha ido a las mujeres en la democracia? Actas desde la civilidad”, 1993. En la primera fotografía aparecen Teresa Valdés (FLACSO) y Raquel Olea (Corporación de Desarrollo de la Mujer “La Morada”). En la segunda y tercera fotografía, parte de la asistencia.• • 57 • Modernización del Estado e igualdad de oportunidades La participación ciudadana, la descentralización y la modernización del Estado son temas abordados por el equipo del IMU. La investigadora Patricia Provoste afirma que un Estado moderno y democrático debe realizar una gestión más cercana a la gente y abierta al control ciudadano (Provoste, 1993). El Instituto postula una noción de ciudadanía centrada en dos dimensiones: ser ciudadana plena es tener y ejercer derechos sobre la gestión de los asuntos públicos, y participar en diferentes niveles y utilizar diversos mecanismos en las decisiones relevantes en materias de competencia pública (Provoste, 1992). • Seminario “Más mujeres, mejores municipios”, 1996. De izquierda a derecha, Patricia Provoste y Nuria Núñez (IMU); Sara Campos, concejala de la Municipalidad de La Reina; Margarita Percovich, edila de la ciudad de Montevideo, Uruguay; Nelda Panicucci, candidata a alcaldesa de la Municipalidad de Punta Arenas.• Alrededor de estas áreas se realizan investigaciones, materiales educativos, campañas de sensibilización pública y seminarios para fortalecer la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, así como también para promover el protagonismo de las mujeres como ciudadanas a nivel local, regional y nacional. El Seminario “Más mujeres, mejores municipios”, realizado en 1996, está orientado a motivar a las mujeres a presentarse como candidatas a puestos de alcaldesas, concejalas y dirigencia partidaria. En estas iniciativas, el Instituto promueve la creación de redes entre mujeres para trabajar en la construcción de argumentos a favor de la no discriminación e incluirlos en sus campañas y en el desempeño de su trabajo en el ámbito local, terreno extremadamente fértil en interacciones y tramas de participación ciudadana. • Folleto del Seminario “Más mujeres, mejores municipios”, 1996. • • 58 • Los diagnósticos que el Instituto realiza a nivel local (comunas de Pudahuel, Copiapó, Huechuraba, entre otras) dan cuenta de las necesidades y demandas sobre participación y derechos de las mujeres. El objetivo es promover la transformación de esas demandas en una agenda propia que les permita establecer alianzas con otras organizaciones, trabajar en redes para avanzar hacia la igualdad de oportunidades y ejercer una ciudadanía activa. Una forma concreta para enfrentar y promover la igualdad de oportunidades en el ámbito local es la elaboración y distribución de una cartilla y una guía práctica para instituciones, con el fin de mejorar los mecanismos de participación laboral en el empleo municipal (Provoste y Guerrero, 1995). Presentación de la cartilla Igualdad de oportunidades en el empleo municipal, IMU, 1995. Otra línea de trabajo del IMU es la producción de agendas de género dirigidas a diversos colectivos de mujeres a lo largo del país. En el marco de la Plataforma de Acción de Beijing, el apoyo consiste en promover la transformación de sus reivindicaciones en una agenda de trabajo, y en la creación de espacios colectivos de articulación entre distintas organizaciones de mujeres y de interacción con otros actores sociales y políticos. El trabajo se orienta, básicamente, a apoyar el establecimiento de redes, coordinaciones a nivel nacional, y a la producción y circulación de argumentos a favor de la no discriminación. • Josefina Bilbao, Ministra Directora del SERNAM• • Natacha Molina, Subdirectora del SERNAM • • Igualdad de oportunidades en el empleo municipal, 1995.• • Democracia e igualdad de oportunidades: Una propuesta municipal, 1994. • • Patricia Provoste y Elizabeth Guerrero, profesionales del IMU y autoras del documento.• • 59 • Escuela de Formación de Líderes Mujeres • Victoria Hurtado et al., “Presentación”, en A contramano. Estudio evaluativo del impacto de la Escuela de Formación de Líderes Mujeres, IMU, 1997:7. • • Inauguración de la Escuela de Líderes, 1992.• • 60 • Las destinatarias de este proyecto son dirigentas de variados espacios e instancias del mundo sindical, poblacional, juvenil, gremial, estudiantil, feministas y de partidos políticos. Esta diversidad de perfiles políticos, sociales y culturales constituye un desafío para el equipo del IMU, y le exige dar un enfoque particular al liderazgo femenino y a la metodología de trabajo. No obstante, las participantes comparten los deseos de acceder al poder, el ejercicio del liderazgo en sus territorios de acción, el reconocimiento de otras y otros en sus espacios y la voluntad de transformar la condición de las mujeres. Esto genera un lugar de diferenciación que les permite enriquecerse mutuamente y confrontar distintas posiciones políticas, de clase y de intereses. La Escuela se convierte, así, en un espacio de reflexión y acción de mujeres que cuestiona y confronta la uniformidad de los discursos y modelos tradicionales sobre las mujeres, y que, al mismo tiempo, promueve la construcción de estilos propios de liderazgo. La Escuela de Formación de Líderes Mujeres (más conocida como Escuela de Líderes) busca potenciar en las participantes procesos de individuación para que se reconozcan a sí mismas como personas con singularidad e identidad propia; fomentar la capacidad propositiva de sus demandas como colectivo, con una visión crítica de género; fortalecer la visibilidad de su trayectoria en sus espacios de acción; desarrollar la capacidad de identificar su propio poder, así como el de otros actores/as y, finalmente, aprender a enfrentar los conflictos, desarrollando herramientas de negociación (Hurtado et al., 1995). En su diseño, la Escuela de Líderes establece tres etapas de formación: Jornadas de Introducción, Taller Intensivo, y Seminario de Profundización. Entre los temas abordados destacan liderazgo, poderes y conflictos; identidad sexual, modelos y relaciones de poder en la familia; división sexual del trabajo y mercado; sociedad civil y Estado; y nuevos bagajes. La Escuela de Líderes se implementa entre 1992 y 1996 en diversas regiones y en la capital, con una participación de 1.500 mujeres. Sus edades van de los 20 a los 60 años, y el mayor rango etario es de 40-49. Las evaluaciones, sistematizaciones, informes de los talleres y seminarios de este crucial proyecto –dirigido a que las mujeres se atrevan a “cruzar las veredas” de lo privado a lo público– recogen numerosos testimonios de las participantes. Guadalupe Santa Cruz, autora de “El ‘olvidado parlamento’ de las mujeres”, señala: “Los talleres han sido el escenario para presenciar de qué manera el lenguaje organiza a los actores y cómo pone a prueba, una y otra vez, la búsqueda de igualdad de género que manifiestan las participantes. Esta se escabulle, a pesar de los propósitos explícitos, cuando en las ecuaciones entre mujeres y hombres se ‘olvida’ uno de los términos de la articulación frente a una temática determinada. Esta se evade cuando es confundida con la homogeneidad, cuando se trueca la propia identidad por el derecho a ser escuchada” (Santa Cruz,1997: 95-96). • Segunda Jornada Líderes Mujeres, 1992.• • 61 • El Programa de Formación de Líderes, cuyo objetivo es formar agentes educativos para replicar la experiencia acumulada por la Escuela de Líderes del IMU, organiza talleres de traspaso metodológico en varias ciudades. Uno de ellos, titulado “Mujeres, género y liderazgo”, se efectúa en mayo de 1998 en Puerto Montt, destinado a educadoras de las regiones ubicadas entre Maule y Magallanes. • Natacha Molina en taller Escuela de Líderes, 1993.• Actividades de la Escuela de Formación de Líderes Mujeres en regiones y en la casa del Instituto, 1992-1998. • Participante de Escuela de Líderes, 1993.• • Participantes en Taller de Traspaso Metodológico en Puerto Montt.• • Actividad lúdica de la Escuela de Líderes en Concepción. Aparece la profesional del IMU, Isabel Cárcamo.• • Seminario “Líderes Mujeres para la Democracia”, 1996. De izquierda a derecha, Isabel Cárcamo, Guadalupe Santa Cruz y Alejandra Valdés.• • Victoria Hurtado y Alejandra Valdés, impartiendo uno de los cursos de la Escuela de Líderes, en la casa del Instituto, calle Viña del Mar, Santiago.• • Natacha Molina, Guadalupe Santa Cruz, participante de la Escuela de Líderes, y Carmen Rojas.• • 62 • VOCES DE MUJERES LÍDERES Las dificultades: • Mi zona errada es hablar en público. Cuando estoy adelante se me olvida el parlamento. • Yo me chupo. Me falta una manera, no sé cómo defenderla. • Soy hormonal, me quiebro. • Es terrible luchar todos los días para poder tener un lugar, un espacio y que no te atropellen, que no te pasen a llevar porque eres mujer, porque tu opinión “no vale”. Tu opinión es casi absurda. Lo que yo puedo decir como persona es casi nulo o no sirve para nada. Yo peleo todos los días por un espacio para nosotras, las mujeres. Los aprendizajes: • Mientras yo moví gente, formé grupos y comités, e hice todo para llevar gente y ganar votos para el candidato para el que estaba trabajando, me tuvieron “así”. Pero cuando dije “quiero participar políticamente”, me botaron. • Hubo peleas con mi marido y con todo el mundo, porque a mí ya no me gustó estar atrás. • Falta una motivación más medular, un conocimiento más cabal. Todo lo que tú haces desde que tú naces y te ponen un nombre. Tú naces en un lugar X y de ahí partes siendo un ente político, porque estás siguiendo la ley. Tú compras, tú vendes, tú haces tu vida dentro de un ente político y lo que la gente no entiende es que no participar políticamente es no emitir su opinión. • Las veredas, hay que cruzarlas. • La Escuela de Líderes me permitió darme cuenta de los valores femeninos para adquirir poder y los he seguido usando. Por ejemplo, darme cuenta que yo podía manejar poder, ser presidenta, tesorera. Siempre he manejado cosas y sigo manejando poderes. De eso me di cuenta con el curso. • Si nos preparamos, ocuparemos espacios que se nos están abriendo. • Si mis problemas son al interior de la familia, yo no transo. Ni con él ni con nadie…; mi posición y lo que yo quiero, lo que yo siento y a mí me gusta no lo transo con nadie. • Se adquieren conocimientos para poder enfrentarse con la gente, uno adquiere una base, un fundamento para poder pararse frente a la gente. • A mí me sirvió en la parte más profesional. A mí me toca dar entrevistas y ya tengo anunciado a la Radio Portales, la Radio Minería, el Diario, y van y me entrevistan. Entonces, te ponen la grabadora y yo al principio me asustaba, pero después de las últimas etapas del curso, como que ya me liberé un poco. Fuentes: Guadalupe Santa Cruz, “El ‘olvidado parlamento’ de las mujeres”, en Guadalupe Santa Cruz (ed.) Veredas por cruzar. 10 años/Instituto de la Mujer, IMU, 1997, pp. 85-97. Victoria Hurtado, Lorena Núñez, Guadalupe Santa Cruz y Alejandra Valdés, “Ya no me gustó estar atrás”. Estudio evaluativo del impacto de la Escuela de Formación de Líderes, documento de trabajo, Instituto de la Mujer, 1996. • 63 • Asimismo, y como estrategia política y complemento del trabajo de talleres, de formación y capacitación, de realización de seminarios, encuentros y jornadas nacionales e internacionales, el Instituto lanza campañas públicas de sensibilización en temas clave sobre la condición femenina. El área de Participación Política desarrolla varias de estas campañas, entre las que destacan las referidas a igualdad de derechos y participación política de las mujeres: “Piensa mujer... vota mujer”, “Las mujeres deciden la elección”, entre otras. Para ello se utilizan diferentes medios o soportes, como cuñas radiales, propaganda callejera y folletos. • La ciudadanía está en campaña, 1999.• • Campaña sobre participación política, 1999.• • Campaña “Piensa mujer… vota mujer”, 2001.• • Campaña “Las mujeres deciden la elección”, 1999.• • 64 • Familia y derechos humanos de las mujeres En el ámbito doméstico, las mujeres sufren fuertes limitaciones a sus derechos por la permanencia de leyes e instituciones basadas en una concepción arcaica de la familia del siglo XIX, que establece como norma la subordinación femenina. Tal concepción aún tiene enorme arraigo en la cultura chilena y en sus instituciones, pese a los avances modernizadores de la sociedad. Esta ideología acerca de la familia refleja una concepción rígida y excluyente que valida solo las uniones legales y heterosexuales. Esta estructura de familia tradicional se asienta en una ideología patriarcal que refuerza la desigualdad de los roles, entregando todo el poder a los varones, los que se sienten dueños de los cuerpos y de las decisiones de las mujeres. Por su parte, el ordenamiento jurídico chileno reproduce y valida esta desigualdad. En respuesta, el IMU decide focalizar parte importante del trabajo del área hacia el fortalecimiento de los derechos ciudadanos. Para ello, desarrolla acciones de asistencia legal y talleres de formación a monitoras en derechos de las mujeres a lo largo del país, muchas veces en asociación con organizaciones locales. • Taller sobre derechos de las mujeres, 1991.• • Entrega de diploma a participante con su familia, 1991.• • Angélica Pino, abogada IMU, con diplomada, 1991.• • 65 • También se publican diversas cartillas sobre los derechos de las mujeres, por ejemplo, respecto de juicios de alimentos y bienes en el matrimonio, las que se difunden a nivel nacional (Rioseco y Fuentes, 1991). • Cartilla Nº 1 Juicio de Alimentos, 1991. Cartilla N° 2 ¿Qué pasa con los bienes en el matrimonio?, 1991.• Posteriormente, en 1996, en el marco del proyecto “Argumentos para la civilidad. Una estrategia de intervención de las mujeres en el espacio público”, se elaboran dos cartillas, una relativa al derecho de alimento y otra concerniente a derechos, ruptura y divorcio5. El objetivo es potenciar las voces de las mujeres en el debate público, fortaleciendo su protagonismo como ciudadanas y actoras sociales que conocen y exigen sus derechos, recogiendo los principales problemas y demandas femeninas ante la legislación y justicia, ubicadas mayoritariamente en el ámbito familiar. • Cartillas II y III sobre derechos de la mujer, 1996.• 5. Ambas cartillas son de autoría de Patricia Provoste, profesional del IMU. • 66 • Violencia intrafamiliar La violencia contra las mujeres se aborda, desde hace décadas, como una violación a sus derechos humanos en el plano de los derechos socioeconómicos, civiles y sexuales. La invisibilidad y el silencio de esta violencia forman parte de los mecanismos de defensa culturales, simbólicos y psicosociales que, desde el sistema social patriarcal, operan para mantener la discriminación y la desigualdad del género femenino (Cáceres, 1996). A partir de 1988, el Instituto de la Mujer entrega asesoría legal gratuita a mujeres. Y en 1990 nace el proyecto “Rompiendo Silencios, una prevención contra la violencia”. Durante su implementación se da prioridad a la introducción de reformas legales que, posteriormente, contribuyen a los contenidos del proyecto de ley sobre “Violencia Doméstica”. El IMU y la Red Chilena contra la Violencia Doméstica y Sexual desempeñan una labor activa para apoyar la aprobación de esa ley, conocida como “Ley de Violencia Intrafamiliar” o “Ley VIF”6. Esta primera ley marcó un hito en el país al visibilizar y judicializar la violencia que se ejerce al interior de las • Guía de autoapoyo. Rompiendo silencios, 1994.• familias, antes considerada como “problema privado”, a pesar de que era y sigue siendo una práctica muy extendida. En especial, esta ley adopta medidas para sancionar la violencia en las relaciones de pareja, la que se ejerce contra niñas y niños, y hacia las personas adultas mayores. La Ley Nº 20.066, de 2005, que reemplaza a la de 1994, perfecciona la respuesta legal del Estado chileno ante estas conductas en el contexto de la nueva justicia de familia y penal. Entre las principales acciones que impulsa el Instituto respecto de la violencia contra las mujeres destacan: elaboración de cartillas, capacitación de monitoras, realización de estudios, sistematizaciones y campañas públicas, así como talleres para mujeres y organizaciones. • Formación de monitoras VIF en Copiapó, 1993. Del equipo IMU aparecen Ana Cáceres, Luz Rioseco y Betsabé Padín.• 6. Ley Nº 19.325, aprobada en 1994, que “Establece normas sobre procedimiento y sanciones relativos a los actos de violencia intrafamiliar”. Fue presentada como moción en la Cámara de Diputados en 1991, por los parlamentarios Adriana Muñoz y Sergio Aguiló. • 67 • El Instituto de la Mujer también realiza talleres de prevención de VIF a jóvenes de ambos sexos. Uno de ellos es el “Taller entre todos, prevención de la violencia doméstica”, efectuado en agosto de 1993 en Huechuraba. Otra acción es la publicación del documento Relatos, rupturas y saberes. Taller historias de vida (Padín, 2001) que da cuenta de los resultados de uno de los talleres de prevención de VIF dirigido a mujeres maltratadas. También se efectúan diversos talleres de capacitación dirigidos a funcionariado público, de hospitales, de municipalidades, de educación y a quienes están involucrados en la resolución y prevención de VIF. Un ejemplo es el taller “Violencia familiar, una problemática social” (IMU, 1996). Relevante es la primera capacitación concerniente a prevención de violencia intrafamiliar que se entrega en 1991 a 400 carabineros de la Zona Norte de Santiago, en convenio con el SERNAM y la Municipalidad de Conchalí. El objetivo es entregar elementos teóricos sobre VIF y reforzar en el personal de unidades policiales una actitud de acogida positiva para la recepción de las denuncias de mujeres maltratadas por sus parejas. • Invitación a taller de formación-prevención de VIF, 1999.• “E l proyecto ‘Rompiendo Silencios’, tuvo altos costos personales para las integrantes del equipo porque había demasiado qué hacer, pocos recursos y escasa conciencia, en esa época, del autocuidado. Pero hoy, en esta mirada retrospectiva, vemos con claridad que también nos enriqueció como personas y como profesionales, lo que no puede sino ponernos muy contentas porque el esfuerzo y el coraje valieron la pena ya que, junto a otras, sembramos muchas semillas que hoy han germinado”. Luz Rioseco Abogada • 68 • • Relatos, rupturas y saberes. Taller Historias de vida, 2001.• • Violencia en el pololeo, Guía de autoapoyo para jóvenes, 1996.• También se desarrollan actividades de sensibilización, prevención y denuncia en espacios públicos. • Campaña nacional “No más violencia contra la mujer”, 1993.• • Actividades sobre prevención de la violencia doméstica en la Región de Atacama, 1993.• • 69 • • Capacitación a funcionariado público en Osorno, 1993.• • Manifestación ante el Congreso, Valparaíso, 1993.• • Capacitación a funcionariado público en Puerto Montt, en conjunto con el SERNAM, 1993.• A nivel internacional, el Instituto participa en el Primer Encuentro de la Red Feminista Latinoamericana y del Caribe contra la Violencia Doméstica y Sexual, realizado en Brasil, en 1992. Asisten Ana Cáceres, coordinadora del Proyecto “Rompiendo Silencios” e integrantes de la Red Chilena contra la Violencia Doméstica y Sexual. “Rompiendo Silencios: Fueron años intensos de trabajo en torno a la violencia doméstica y violencia sexual. Incluyó estrategias con otras mujeres del movimiento y feministas: campañas, recolección de firmas para aprobar la ley ‘VIF’; investigaciones, como el rol del tratamiento de la violencia en los medios, sensibilización pública, especialmente el 25 de noviembre, tributando a las hermanas Mirabal, atención a mujeres víctimas, a través de atenciones individuales y grupos de autoayuda, integrando lo psicosocial y lo jurídico”. Ana Cáceres Psicóloga y poeta • 70 • • Primer Encuentro de la Red Feminista Latinoamericana y del Caribe contra la Violencia Doméstica y Sexual, 1992. Al centro, Ana Cáceres, profesional del IMU.• Convenio con Correos de Chile En 2002, el Instituto de la Mujer firma un acuerdo con Correos de Chile para la emisión de un sello postal alusivo al Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres, el que se conmemora cada 25 de noviembre. Por primera vez un sello postal nacional incorpora el tema de la violencia contra las mujeres de manera explícita en su diseño. La distribución y venta pública de las estampillas es realizada por Correos de Chile a nivel nacional. • Firma convenio con Correos de Chile: Adriana del Piano, Ministra directora del SERNAM, Adriana Muñoz, presidenta de la Cámara de Diputados, y Ximena Zavala, directora del IMU, 2002.• • Sello postal Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres, 2002.• • 71 • Violencia sexual contra las mujeres La violencia sexual es una de las agresiones contra las mujeres más soterrada y probablemente la más tabú, incluso para las mismas afectadas. Se refiere al acto de forzar a la mujer a tener cualquier actividad sexual mediante la coacción y las amenazas implícitas o explícitas (Baloian, 1993). Este tipo de violencia se ejerce en el hogar por el hombre contra su pareja y en otros espacios por conocidos o extraños. Lo mismo sucede en el caso de niñas y niños. • Cartilla Cero Tolerancia a la violencia sexual contra las mujeres, 1998.• Como una forma de visibilizar este atentado contra los derechos humanos de las mujeres, el Instituto impulsa acciones orientadas a sensibilizar a la opinión pública, como la publicación de cartillas, acciones de denuncias en las calles, plazas y ferias. Una de ellas es la elaboración de la cartilla Cero Tolerancia a la violencia sexual contra las mujeres (Provoste y Salvo, 1998). En 1998 el Instituto de la Mujer propone al Ejecutivo un proyecto de ley que incluye normas para proteger los derechos y la dignidad de las mujeres en este ámbito, de las cuales un número significativo son incorporadas al anteproyecto de ley finalmente presentado ante el Congreso. El proyecto es discutido en las comisiones parlamentarias y en 1999 se aprueba como Ley Nº19.617 que “Modifica el Código Penal, el Código de Procedimiento Penal y otros cuerpos legales, en materias relativas al delito de violación”. Entre los principales cambios que se logran con la ley, es importante destacar la tipificación de la violación entre cónyuges, la eliminación de la norma que permitía la impunidad del violador si se casaba con la mujer violada, la facilitación de los medios de evidencia para probar la agresión sexual. Asimismo, se amplía el concepto de delito de violación para incluir la penetración no deseada, ya sea por vía vaginal, anal o bucal7. Se despenaliza la sodomía y se establecen medidas de protección a favor de las víctimas de un atentado sexual, entre otras materias. • Marfull, Paulina (1998). “Mujeres, no más violencia”. En: Suplemento de Mujer a Mujer. Santiago, Diario La Tercera, 1 de agosto.• • 72 • 7. Antes de la aprobación de esta ley, el delito de violación consideraba solo la penetración vaginal. Trata de mujeres con fines de explotación sexual La trata de mujeres8 con fines de explotación sexual es otra de las preocupaciones del Instituto de la Mujer. En 2003 y 2004, el Instituto y la Corporación de Desarrollo de la Mujer “La Morada” realizan una investigación-diagnóstico sobre este tema “con plena conciencia de que la ausencia de información y de soporte legal constituyen un obstáculo a superar para la elaboración e implementación de políticas y estrategias nacionales” (IMU y Corporación de Desarrollo de la Mujer “La Morada”, 2004:4). Para llevar a cabo este diagnóstico se consideró relevante la existencia del Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, especialmente mujeres y niños (aprobado por Naciones Unidas en el año 2000), que complementa la Convención Internacional contra la Delincuencia Organizada Transnacional, la que sanciona con especificidad la trata de mujeres con fines de explotación sexual. Uno de los objetivos de este estudio fue sensibilizar a organismos de gobierno como SERNAM, Departamento de Extranjería y Migración del Ministerio del Interior, Dirección de Derechos Humanos del Ministerio de Relaciones Exteriores, Dirección de Seguridad Pública e Informaciones, Consejo de Defensa del Estado, y Corporación de Asistencia Judicial, acerca de la necesidad de prevenir y erradicar este tipo de violencia contra las mujeres. En el año 2004 se dan a conocer públicamente los resultados de la investigación. • Conferencia sobre Trata de Mujeres, 2004. De izquierda a derecha: María Eugenia Ruiz-Tagle, del IMU; Patsilí Toledo y Lorena Fries, de la Corporación de Desarrollo de la Mujer “La Morada”; Ximena Zavala, Directora del IMU, y Philip Lederman, abogado de la Oficina para la Observación y Combate de la Trata de Personas de Estados Unidos.• Entre las conclusiones del diagnóstico se señala: “Al nivel de los organismos políticos del Gobierno se percibe el tráfico como un tema ‘emergente’ y, por lo tanto, no prioritario en las agendas respectivas. Si bien han habido pronunciamientos formales sobre la gravedad del fenómeno y la manifestación de compromisos concretos, por ejemplo en materia de registro y estadística de estos casos, en la práctica tales compromisos –originados en momentos de coyuntura comunicacional por casos de conocimiento público– se han diluido por carecer de un sustrato de trabajo previo en el tema y, en definitiva, de prioridad política” (IMU y Corporación de Desarrollo de la Mujer “La Morada”, 2004:37). Hoy este problema adquiere relevancia mundial por el aumento del número de personas víctimas de trata9. 8. En los años 2003 y 2004, a la trata de personas se le llamaba “tráfico de personas”, por una errónea traducción de la palabra “trafficking”. Actualmente, se establecen importantes diferencias entre los términos tráfico y trata. Ver: “Trata y tráfico de personas”, en http://www.acnur.org/t3/que-hace/proteccion/trata-y-trafico-de-personas/ • Asistentes a la Conferencia sobre Trata de Mujeres, 2004.• 9. Chile aprobó en el año 2011 la Ley Nº 20.507, que “Tipifica los delitos de tráfico ilícito de migrantes y trata de personas y establece normas para su prevención y más efectiva persecución criminal”. • 73 • Igualdad de hijas e hijos ante la ley Otro hito importante es la campaña por una ley de igualdad que entregue los mismos derechos a hijas e hijos nacidos dentro o fuera del matrimonio, puesto que la normativa jurídica de la época establecía una discriminación entre hijos “naturales” y “legítimos” (Pino y Rioseco, 1993). Al igual que en otros temas, el Instituto realiza campañas públicas y ejerce lobby parlamentario con el fin de apoyar una iniciativa legal que termine con esta situación. • Reunión con parlamentarios por Campaña Filiación, 1996. Aparecen en la imagen Ignacio Balbontín (DC), María Antonieta Saa (PPD), Patricia Provoste (IMU), Jaime Gazmuri (PS) y Carlos Ominami (PS).• • Recolección de firmas para apoyar Ley de Filiación, 1995. En la imagen de la izquierda, Natacha Molina con la representante de la agencia de cooperación holandesa HIVOS. En primer plano aparece Nuria Núñez. En la fotografía de la derecha, Teresa Donoso, Marcia Gómez y Natacha Molina, del IMU.• • Campaña Filiación, reunión con la Ministra de Justicia, Soledad Alvear, 1996. A la izquierda, se ve a Natacha Molina.• • 74 • El IMU participa en la elaboración del anteproyecto de ley de igualdad de hijas e hijos. Presentado en la Cámara de Diputados en 1991 y aprobado en 1998, otorga plena igualdad de derechos, entre ellos, los relativos a la herencia, sin hacer distinción entre nacidos dentro o fuera del matrimonio. En síntesis, los hijos “naturales” y los “legítimos” pasan a tener los mismos derechos10. 10. Ley N° 19.585 que “Modifica el Código Civil y Otros Cuerpos Legales en Materia de Filiación”, más conocida como “Ley de Filiación”. Ley de divorcio Hasta el año 2004, uno de los problemas pendientes en el ámbito de la familia era la no regulación de las rupturas matrimoniales. De hecho, Chile era el único país occidental que no admitía el divorcio vincular. Esta situación llevó desde sus inicios al Instituto y a diversas organizaciones de mujeres, aunadas en el Grupo Iniciativa Mujeres11, a emprender acciones de presión y denuncia, elaboración de propuestas, estudios y encuestas, planteando el divorcio como un derecho y como una ley indispensable para fortalecer a la familia. Durante varios años se desarrollan campañas de carácter nacional con el objetivo de sensibilizar a la opinión pública y a la clase política. Finalmente, en 2004 se logra la aprobación de la ley que regula el término del contrato matrimonial12. • Campaña por el derecho al divorcio, GIM,1999.• 11. Conformado por el Centro de Estudios para el Desarrollo de la Mujer (CEDEM), Centro de Estudios de la Mujer (CEM), Corporación Domos, Fempress, FLACSO, Fundación Ideas, Instituto de la Mujer, Isis Internacional, Corporación de Desarrollo de la Mujer “La Morada”, Movimiento Pro Emancipación de la Mujer Chilena (MEMCH) y Corporación Programa de Acción con Mujeres (PROSAM). • Campaña por el derecho al divorcio, 1998.• 12. Ley N° 19.947, conocida como “Nueva Ley de Matrimonio Civil”. El proyecto de ley fue presentado por las diputadas y diputados Isabel Allende, Mariana Aylwin, Carlos Cantero, Sergio Elgueta, Víctor Barrueto, Arturo Longton, Eugenio Munizaga, María Antonieta Saa, José Antonio Viera-Gallo e Ignacio Walker. • 75 • Tribunales de Derechos de las Mujeres Chilenas “Uno de los aportes de relevancia del Instituto de la Mujer fue la generación de espacios más inclusivos que, hasta finales de los años noventa, no estaban presentes en el quehacer del movimiento feminista. Los Tribunales de los Derechos de las Mujeres Chilenas permitieron recrear juicios orales a partir de casos reales de violaciones a los derechos de las mujeres. La experiencia hizo visibles las violaciones en la vida de mujeres como la de Juana Candia, condenada a 10 años de presidio por la muerte en legítima defensa de su violador y posterior cónyuge. Este caso mostró la discriminación de género estructural sumado a condiciones sociales de extrema inequidad: analfabetismo, pobreza, ruralidad. Reveló las omisiones del Estado al no proteger a Juana, y permitió un trabajo mancomunado con trabajadoras de Almacenes Paris, quienes se movilizaron junto al Instituto para obtener su indulto”. Lidia Casas En el decenio de los años noventa, la mayoría de los Tribunales de Derechos de las Mujeres se realizan durante las conferencias mundiales de Naciones Unidas. El objetivo de estos tribunales simbólicos es visibilizar las violaciones de los derechos humanos de las mujeres y poner en evidencia la impunidad de estos actos. Este proceso se inicia en la Conferencia Mundial sobre Derechos Humanos en Viena (1993), y se consolida en el Foro de Organizaciones No Gubernamentales, en Huairou13, en el marco de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing, China (1995). Uno de los principales efectos de estas experiencias es evidenciar y nombrar las violaciones a los derechos de las mujeres. Estas fueron experiencias detonantes para el desarrollo de los primeros eventos en América Latina y el Caribe (Casas y Molina, 2003)14. En Chile, la Fundación Instituto de la Mujer, inspirada en estas experiencias internacionales, realiza cuatro Tribunales de Derechos de las Mujeres Chilenas en la sede del ex Congreso Nacional (1997, 1999, 2001 y 2003). Los principales objetivos establecidos por el IMU en la realización de estos eventos se relacionan con visibilizar ante la opinión pública la discriminación de género; sensibilizar a las autoridades correspondientes para que dicten sentencias en armonía con el Derecho Internacional de los derechos humanos; e incidir en las propuestas de reformas legislativas y de políticas públicas (Casas y Molina, 2003). “Estos tribunales, a pesar de ser simbólicos, han mantenido un formato eminentemente jurídico. Primero, en ellos solo se exponen casos conocidos y sentenciados por los tribunales de justicia con fallos adversos para las mujeres. Segundo, han adoptado la modalidad de un juicio oral, público y acusatorio, cuyos principales protagonistas son, simbólicamente, los mismos que participan en instancias reales: relatoría, jurado, abogados litigantes y audiencia pública. La diferencia está en que el análisis jurídico con perspectiva de género, aplicado a casos ya judicializados, deja en evidencia el carácter discriminatorio de las sentencias judiciales” (Casas y Molina, 2003:15). Abogada e investigadora de la Universidad Diego Portales 13. Se presentaron 22 testimonios dramáticos de mujeres pertenecientes a diversos países del mundo en cuatro temáticas: violencia contra mujer (doméstica y en conflictos armados); discriminación económica o nuevas formas de explotación; violación a la salud y a la integridad corporal; y persecución política, siguiendo lineamientos que venían desarrollándose desde Viena. 14. La primera iniciativa en el continente se presenta en el VI Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, en El Salvador, y posteriormente en Costa Rica. • 76 • Primer Tribunal de Derechos de las Mujeres Chilenas Realizado en diciembre de 1997, este Tribunal expone cuatro casos graves de discriminación y violencia que afectan a mujeres de distintas edades y condición social sobre el derecho a la educación, a la salud, al aborto terapéutico y a la vida. La maternidad cruza los tres primeros casos, mostrando la incongruencia entre el discurso público que la enaltece y la práctica social que hace del embarazo un factor de discriminación y violencia. • Actas Primer Tribunal de Derechos de las Mujeres Chilenas, IMU,1998:12.• • Primer Tribunal de Derechos de las Mujeres Chilenas, 1997.• • Apertura Primer Tribunal de los Derechos de las Mujeres Chilenas, discurso Nuria Núñez R., 1997.• • 77 • El caso emblemático de este Primer Tribunal es el de Juana Candia, joven campesina condenada como autora del delito de parricidio en contra de su cónyuge, quien la violó cuando ella tenía 15 años. Obligada por su familia a casarse con su victimario, Juana sufre una brutal y sistemática violencia conyugal y sexual durante los 19 años de convivencia. El 24 de diciembre de 1994, tras sucesivos intentos de recurrir a la justicia y frente a una nueva agresión, Juana –en defensa propia y de sus cuatro hijas e hijos– apuñala a su esposo, por lo que es condenada a 10 años y un día en su pena máxima (IMU, 1998). El jurado del Primer Tribunal llega a la conclusión de que “la acusada debe ser exculpada porque actuó por miedo insuperable. No aceptarlo, en opinión del Tribunal, importaría exigir a Juana una resistencia inhumana que ninguno de nosotros estaría dispuesto a realizar” y que “el juez [que la condenó] no atendió suficientemente a las características de la violencia intrafamiliar” (IMU, 1998:12). Por tanto, sostiene que Juana Candia debe ser indultada. • Jurado del Primer Tribunal: Enrique Silva Cimma, senador y profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile; José Galiano, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad ARCIS; Carlos Peña, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Diego Portales; Paulina Veloso, profesora de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile; Gladys Acosta, jurista y socióloga, integrante del Centro de Mujeres Flora Tristán, Perú, e investigadora de ILSA, Colombia; Jaime Castillo Velasco (de perfil), presidente de la Comisión Chilena de Derechos Humanos.• Meses antes de la realización de este Tribunal, el caso de Juana es presentado en un programa de alta audiencia en Televisión Nacional15. Un grupo de trabajadoras de la casa comercial Almacenes París ve el programa y decide apoyarla. Envían sendas cartas a la Primera Dama, Marta Larraechea, y al SERNAM pidiendo el indulto para Juana. El SERNAM las contacta con el Instituto de la Mujer, que decide hacerse parte del caso y ofrece al “Grupo de apoyo a Juana Candia” presentarlo ante el Primer Tribunal de Derechos de las Mujeres Chilenas. • Parte del jurado del Primer Tribunal: José Galiano, Paulina Veloso, En el Tribunal, la agrupación de mujeres Carlos Peña y Gladys Acosta. • trabajadoras se compromete –desde el día en que Juana recobre su libertad y por el plazo de un año– a proporcionarle a ella y a sus cuatro hijas e hijos, el sustento, consistente en alimentación, vestuario y útiles escolares para facilitar su reinserción en la sociedad (IMU, 1998:34). 15. “Mea Culpa”, dirigido por Carlos Pinto, Programa de Televisión Nacional de Chile, difundido el 3 de agosto de 1997. • 78 • La petición de indulto presidencial es apoyada por el IMU con asesoría jurídica e intervenciones ante autoridades del Ministerio de Justicia. También la Red Chilena contra la Violencia Doméstica y Sexual se une a estos esfuerzos. El conjunto de estas acciones permite que Juana Candia reciba el indulto presidencial en enero de1998, durante el mandato de Eduardo Frei Ruiz-Tagle. Tras el indulto, Juana Candia es invitada de honor a la presentación de las Actas del Primer Tribunal de las Mujeres Chilenas (IMU, 1998), libro que incluye el desarrollo completo de este Primer Tribunal. En el epílogo del libro, el Instituto señala: • Juana Candia en la presentación de las Actas del Primer Tribunal, junto a Raquel Sánchez, integrante del Grupo de Apoyo a Juana Candia, 1998.• • Actas del Primer Tribunal de Derechos de las Mujeres Chilenas (IMU, 1998:154).• • Presentación de las Actas del Primer Tribunal de Derechos de las Mujeres Chilenas, IMU, 1998.• • 79 • Segundo Tribunal de Derechos de las Mujeres Chilenas En octubre de 1999, el Instituto de la Mujer realiza el Segundo Tribunal para juzgar tres casos en los que los derechos de las mujeres no han sido plenamente garantizados por la ley. Se refieren a acoso sexual, discriminación gremial y desprotección legal. La revisión de los casos se da a partir de instrumentos legales, tanto nacionales como internacionales, los que garantizan y protegen los derechos humanos de las personas pero que, con frecuencia, no son respetados cuando se trata de las mujeres. “La fuerza de este Segundo • Juana Candia, con una de sus hijas, durante el Segundo Tribunal de Derechos de las Mujeres Chilenas, IMU, 1999.• Tribunal radica en que es una iniciativa profundamente democrática y de ejercicio ciudadano, realizado por y desde la sociedad civil. Su fuerza reside en la justicia, en el valor universal, la confiabilidad y la fuerza moral de sus recomendaciones”. Leyenda contratapa Actas Segundo Tribunal de Derechos de las Mujeres Chilenas, 2000. El caso emblemático de este Tribunal es el de Juana Manzano, a quien la Asociación de Fútbol Amateur de Copiapó le impide ejercer como árbitro de fútbol en partidos de hombres, aduciendo su condición de mujer. • José Bengoa, Rector Universidad Academia de Humanismo Cristiano y presidente de la Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Minorías de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas; Nuria Núñez, directora de la Fundación Instituto de la Mujer; y Ximena Zavala, subdirectora de la Fundación Instituto de la Mujer.• • 80 • La presentadora por parte de la sociedad civil, la periodista Deborah Bailey, expone que Juana Manzano es árbitro de fútbol desde 1991. Su trabajo no ha estado exento de hostigamientos, malos tratos y agresiones por parte de integrantes de clubes deportivos de Copiapó y de los delegados de la Asociación Olímpica de la misma ciudad. En 1996, Juana se registra en la Asociación Nacional de Árbitros de Chile, mientras que la Asociación Gremial de Fútbol de Copiapó, por intermedio de su presidente, certifica que “su conducta como árbitro es de una excelente responsabilidad y cumplimiento” (Bailey, 2000:57). El abogado que representa a Juana, Diego López Fernández, solicita que “se acoja denuncia contra el Estado chileno por incumplimiento de su deber de proteger el principio de igualdad de trato para todas las personas, dejando en completa indefensión a una ciudadana frente a prácticas discriminatorias que la afectan” (López, 2000:67). A la luz de estos antecedentes, el jurado del Segundo Tribunal concluye, en veredicto unánime, que “la conducta observada por la Asociación de Fútbol recurrida en el caso de esta protección constituyó un acto evidentemente arbitrario, un acto discriminatorio de claro menoscabo para una persona que, como la recurrente, está calificada para dirigir partidos de fútbol, puesto que no solo tiene la preparación para ello, sino que se encuentra afiliada a una asociación de árbitros en la que es tratada en igualdad de condiciones que el resto de sus colegas” (IMU, 2000:133-134). • Abogados/as del Segundo Tribunal: Diego López, Patricia Chotzen y Héctor Salazar, 1999.• • Jurado del Segundo Tribunal, 1999. Luis Bates, abogado, expresidente del Consejo de Defensa del Estado; Nancy de la Fuente, abogada, exjueza, notaria pública y profesora de la Universidad Diego Portales; Cecilia Medina, PhD., abogada, presidenta del Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas y docente de la Universidad de Chile; Paulina Veloso, abogada, profesora del Departamento de Derecho Privado de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, exsubdirectora del SERNAM; Agustín Squella, PhD., abogado, profesor de Derecho y exdecano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Valparaíso.• • Imágenes del Segundo Tribunal de Derechos de las Mujeres Chilenas, 1999.• • 81 • Tercer Tribunal de Derechos de las Mujeres Chilenas El Tercer Tribunal, efectuado en diciembre de 2001, analiza y juzga tres casos discriminatorios contra las mujeres: la expulsión de Carabineros de una oficial de esa institución por haber denunciado a su pareja por violencia doméstica; la discriminación que ejercen las autoridades de una escuela secundaria ante el embarazo y posterior maternidad de una de sus alumnas; y la negativa de la Corte de Apelaciones de Santiago a escuchar los argumentos de organizaciones no gubernamentales en favor de la anticoncepción de emergencia. El caso más emblemático de este Tribunal es, con certeza, el de Marcela Valdés, Teniente de Carabineros de la ciudad de Valdivia, quien tras denunciar ante las autoridades ser víctima de violencia intrafamiliar por parte de su cónyuge, también oficial de la institución, es expulsada de Carabineros. Esto surge de una investigación interna que resta importancia a los episodios de violencia contra Marcela y concluye que esta conducta se justifica por un “supuesto comportamiento liberal” de Marcela Valdés (IMU, 2001:42). Marcela recurrió a los Tribunales de Justicia mediante un recurso de protección que fue rechazado por la Corte de Apelaciones de Valdivia, resolución confirmada por la Corte Suprema. Finalmente, fue llamada a retiro en octubre de 1999. En la presentación del caso, Gloria Ponce, en tanto representante de las esposas de Carabineros exonerados, señala las principales discriminaciones de esta institución en contra de Marcela Valdés: “Lo sucedido demuestra que a la ex funcionaria de Carabineros se le exigió un determinado comportamiento por ser mujer y pertenecer a una institución que permite la discriminación e imposición de estereotipos, prejuicios y menosprecio de las conductas femeninas ante los comportamientos de los hombres. Carabineros de Chile consideró que una supuesta amistad profunda con un compañero de labores es causa suficiente para ameritar el llamado a retiro de Marcela Valdés y justificar los actos de violencia” (Ponce, 2002:47). • Imágenes del Tercer Tribunal de Derechos de las Mujeres Chilenas, 2001. • • 82 • • Marcela Valdés, 1999 (Fotografía publicada en entreosos.blogspot.com, 2008).• El veredicto entregado por el jurado del Tribunal señala cuatro principales consideraciones para este caso: no se observaron las garantías propias del debido proceso en la investigación administrativa realizada por la institución para aplicar medidas disciplinarias a Marcela Valdés; se infringió el respeto a la vida privada y a la inviolabilidad de las comunicaciones, al incorporar en la investigación como elemento probatorio de su “amistad profunda” con otro oficial, comunicaciones cursadas entre ambos; la investigación dio lugar a una indebida intrusión institucional en la vida privada de la expareja, dando una interpretación sesgada y unilateral de los motivos que generaron la violencia del marido contra la mujer (IMU, 2002:186). En consecuencia, el jurado determina que “el Estado de Chile, tanto a través de Carabineros como de los tribunales superiores de justicia, vulneró las garantías constitucionales de los números 2°, 3°, 4° y 5° del artículo 19 de la Constitución Política de la República, así como el artículo 8° del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y el artículo 25 de la Convención Americana de Derechos Humanos” (IMU, 2002:186). Teniendo en consideración este veredicto, el año 2000 el Instituto de la Mujer presenta el caso de Marcela Valdés ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), instancia que lo declara admisible. Finalmente, en 2008, el Estado de Chile llega a un acuerdo con Marcela Valdés y le entrega una reparación monetaria “por el daño material e inmaterial” que ha sufrido (CIDH, 2009). Sin embargo, Marcela no es reincorporada a la institución. • Abogados/as del Tercer Tribunal: Francisco Cox, Lidia Casas, Daniel Martorell, 2001.• La publicación que sistematiza los tres casos presentados ante el Tercer Tribunal de las Mujeres Chilenas señala que este espacio de control ciudadano no solo pone de relieve la discriminación hacia las mujeres. También deja en evidencia las preocupantes omisiones de los Tribunales de Justicia respecto de la aplicación de resoluciones y normas de derechos humanos incluidas en los tratados internacionales ratificados por Chile (IMU, 2002:11-12). • Presentación de las Actas del Tercer Tribunal de Derechos de las Mujeres Chilenas, 2002. • • 83 • Cuarto Tribunal de Derechos de las Mujeres Chilenas El Cuarto Tribunal de Derechos de las Mujeres Chilenas, realizado a fines de 2003, coincide con la conmemoración de los 30 años “del quiebre institucional más importante sufrido por nuestra tradición republicana”, es decir, el golpe de Estado de 1973 (IMU, 2004:11). Este hito histórico marca al Cuarto Tribunal, el que se constituye en un homenaje a todas las mujeres que sufrieron violencia durante la dictadura militar, y determina los casos a tratar: • Actas Cuarto Tribunal de Derechos de las Mujeres Chilenas (IMU, 2004:11).• • Imágenes del Cuarto Tribunal de Derechos de las Mujeres Chilenas, 2003.• • 84 • Los casos seleccionados representan las violaciones a los derechos humanos que sufren las mujeres en situaciones de conflictos armados, específicamente la violencia sexual. Como casos emblemáticos se aborda el de Gloria Lagos Nilsson, detenida por el agente Osvaldo Romo16 cuando estaba embarazada de tres meses17, y cuyo rastro se pierde en el recinto de tortura Cuatro Álamos, en 1974. El segundo caso es el de cuatro adolescentes que en el periodo 19741975, y en distintas circunstancias, son abordadas por militares y violadas. Sus casos fueron denunciados y retomados por la justicia militar, la que sobreseyó a los responsables. “Quiero rescatar la fortaleza y valentía de • Mujeres embarazadas que fueron detenidas y “desaparecidas”. Arriba, de izquierda a derecha, Reinalda Pereira, Elizabeth Rekas, Jacqueline Drouille, Cecilia Bojanic y Malvia Mena. Abajo, de izquierda a derecha, María Cecilia Labrín, Gloria Lagos, Michelle Peña, Ximena Delard y Diana Aron.• la Fundación al denunciar tempranamente la violencia sexual como forma de tortura a mujeres prisioneras políticas durante la dictadura. Este importante y difícil trabajo ha sido un referente para muchas de las organizaciones de derechos humanos que continúan exigiendo verdad y justicia sobre estos crímenes, hoy reconocidos como tales en los tratados internacionales”. Margarita Romero Médica ginecóloga, expresidenta de la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi El jurado, compuesto por siete destacados juristas nacionales, tuvo la misión de examinar en conciencia y emitir el fallo fundado en cada uno de los casos. Un hito importante de este Cuarto Tribunal es la labor activa y la participación de abogadas/os, tanto defensoras/es como acusadoras/es, trabajo asumido por las Clínicas Jurídicas de las Facultades de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Universidad de Chile y Universidad Diego Portales. Cada una de estas clínicas jurídicas estuvo a cargo de un profesor o profesora guía, lo que da cuenta del carácter pedagógico de estos Tribunales. 16. Agente de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), policía secreta de la dictadura militar. 17. Gloria Lagos Nilsson es una de las 10 detenidas desaparecidas embarazadas durante la dictadura militar. Las otras mujeres en la misma situación son: Reinalda Pereira, Elizabeth Rekas, Jacqueline Drouille, Cecilia Bojanic, Malvia Mena, María Cecilia Labrín, Michelle Peña, Diana Aron y Ximena Delard. • Jurado del Cuarto Tribunal, 2003. Ángela Vivanco, abogada, académica de la Universidad Católica de Chile; Cecilia Medina, abogada, jueza de la CIDH y codirectora del Centro de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile; Carmen Domínguez, abogada, académica de la Universidad Católica de Chile; Lorena Fries, abogada, académica del Área Ciudadanía y Derechos Humanos de la Corporación de Desarrollo de la Mujer “La Morada”; Miguel Otero, abogado y exsenador; Paulina Veloso, abogada y académica de la Universidad de Chile; Roberto Garretón, abogado y representante regional del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas e integrante del Directorio del IMU.• • 85 • En este Cuarto Tribunal destaca la clase magistral de Rhonda Copelon18 acerca de la violencia sexual contra las mujeres. En su intervención afirma que durante la dictadura en Chile las mujeres fueron sometidas a una gran diversidad de torturas, entre las que la violación y otras formas de violencia sexual eran las más graves y perniciosas: “Estos crímenes han sido considerados como tales desde hace mucho tiempo, tanto a nivel internacional como nacional. Sin embargo, debido a motivos fuertemente enraizados en la discriminación contra la mujer, estos delitos fueron ignorados en gran medida durante la década de 1970 y 1980, solo por el hecho de que las víctimas eran mujeres. Cuando ellos salieron a la luz pública, el gobierno negó su ocurrencia o bien declaró que estos eran casos de delitos personales realizados por oficiales individuales, por lo cual el gobierno no tenía ninguna responsabilidad” (Copelon, 2004:27). • Integrantes de la Clínica Jurídica de la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile en el Cuarto Tribunal, 2003.• La autora asevera que “un agente del Estado es responsable si ha consentido o permitido que un subalterno o un particular cometa tortura”. Recomienda al Gobierno de Chile adoptar medidas para reparar la discriminación a la cual fueron sometidas las mujeres víctimas de tortura e incluirlas en los programas y planes de reparación, así como evitar que estos hechos vuelvan a ocurrir, a través del reconocimiento público de las violaciones y entrenar a los agentes del Estado en la prevención de las violaciones (Idem:41). • Rhonda Copelon (Fotografía: www.solidarity-us.org).• En el caso de la detención y posterior “desaparición” de Gloria Lagos Nilsson, el jurado acoge la demanda interpuesta por la Clínica Jurídica de la Facultad de Derecho de la Universidad Diego Portales. En su veredicto, toma en cuenta las siguientes consideraciones: La detención de Gloria Lagos de forma arbitraria e ilegal y su encierro forzado, sin que fuera llevada ante un juez competente, infringió su derecho a la libertad personal, consagrado en la Constitución Política; su desaparición forzada implicó una violación a su integridad personal, además de constituir un trato cruel, inhumano y degradante; también se infringió su derecho a la vida, derecho esencial de toda persona humana, indispensable para garantizar cualquier otro derecho (IMU, 2004:185-186). • Carola Salamanca, en representación del IMU, presenta el caso de Gloria Lagos Nilsson (Ilustración de Christian Lungenstrass).• • 86 • 18. Jurista feminista, profesora de Derecho de la Facultad de Derecho de la University City of New York, cofundadora del Caucus de Mujeres por una Justicia de Género, y especialista en el tema de violencia contra las mujeres en conflictos armados. Rhonda Copelon murió en 2010, a los 65 años de edad. Estos hechos, concluye el jurado, muestran la posición en que se encontraban las mujeres durante el régimen militar, puesto que Gloria Lagos “fue usada como rehén para conseguir la aprehensión de su pareja, situación que se da frecuentemente en los conflictos armados” (IMU, 2004:188). El jurado llega a la conclusión de que el Estado de Chile tiene responsabilidad en los hechos, tanto a la luz del derecho interno como internacional, responsabilidad que se ve configurada desde un triple aspecto: secuestro, muerte de la víctima y falta de justicia. En la publicación de las Actas del Cuarto Tribunal de los Derechos de las Mujeres Chilenas19, se señala esta importante afirmación: • Claudio González, integrante del Directorio del IMU, durante el Cuarto Tribunal de Derechos de las Mujeres Chilenas, 2003. • • Actas Cuarto Tribunal de los Derechos de las Mujeres Chilenas (IMU, 2004:17).• Como corolario, los cuatro Tribunales de Derechos de las Mujeres Chilenas ponen en evidencia la discriminación y negligencia que vulneran los derechos de las mujeres en Chile. Los Tribunales surgen como parte de una estrategia de los movimientos de mujeres, impulsando acciones de interés público a favor de la no discriminación de género para que la legislación reconozca explícitamente el acceso a la justicia por parte de los sectores tradicionalmente marginados; sensibilice a los operadores de justicia respecto de los instrumentos de derecho internacional de los derechos humanos; y genere conocimientos acerca del impacto del género en los procesos sociales, económicos y políticos que transcurren en las sociedades contemporáneas. 19. Recién en noviembre de 2014, la Corte de Apelaciones de Santiago dictó sentencia en la investigación por el secuestro calificado de Gloria Lagos Nilsson. En fallo unánime, la Séptima Sala del tribunal de alzada ratificó la sentencia de primera instancia que condenó a Manuel Contreras Sepúlveda, Miguel Krasnoff Martchenko, Basclay Zapata Reyes y Orlando Manzo Durán a la pena de 10 años y un día de presidio a cada uno, por su responsabilidad en el secuestro de Gloria Lagos. • 87 • Las mujeres víctimas de violencia sexual como tortura durante la represión política en Chile, 1973-1990: un secreto a voces Inspirándose en el Cuarto Tribunal de los Derechos de las Mujeres Chilenas, la Fundación Instituto de la Mujer realiza en 2003 y 2004, en conjunto con la Corporación de Desarrollo de la Mujer “La Morada”20, una investigación sobre las mujeres víctimas de violencia sexual en el periodo de la dictadura militar. Ambas organizaciones subrayan que se trata de una investigación, “pero también (…) un acto político que pone en su centro la experiencia largamente obscurecida y silenciada de las mujeres que sobrevivieron a la tortura (IMU y Corporación de Desarrollo de la Mujer “La Morada”, 2004:2). Este estudio contribuye a develar la violencia sexual contra mujeres, violencia constitutiva del crimen de tortura, fortaleciendo un proceso de reconocimiento y de reparación a quienes sufrieron esta violación de sus derechos humanos. Se realizan 20 entrevistas en profundidad a mujeres víctimas de violencia sexual de los siguientes centros de detención: Villa Grimaldi; Cuatro Álamos; Tres Álamos; Comisarías; Escuela Militar; Estadio Nacional; Investigaciones; Fiscalía Militar; Cárcel de hombres de San Miguel; Casa Correccional de mujeres Buen Pastor; Recinto en Buzeta (CNI); 38ª Comisaría de Mujeres, Centro de Orientación Femenino; Plaza de la Constitución; Londres 38; Escuela de suboficiales; Academia de la Fuerza Aérea; Regimiento Tucapel; Cuartel Borgoño; Cárcel Villa el Devoto en Argentina21; Isla Quiriquina; Universidad de Chile y Ministerio de Defensa (IMU y Corporación de Desarrollo de la Mujer “La Morada”, 2004:7). Ambas instituciones comienzan entonces una reflexión respecto del tipo de represión que sufren las mujeres opositoras al régimen militar: “Queríamos saber si estas mujeres, militantes ellas mismas, hermanas, hijas o esposas de militantes, habían sufrido –como es habitual en todo conflicto armado– violencia sexual como forma de tortura” (IMU y Corporación Humanas, 2005:10). • Presentación de Las mujeres víctimas de violencia sexual como tortura durante la represión política en Chile, 1973-1990: un secreto a voces, 2004. En la imagen inferior, Margarita Romero y Roberto Garretón, integrantes del Directorio del IMU.• • 88 • 20. Parte del equipo de esta área fundó en junio de 2004 la Corporación Humanas. 21. También conocida como Cárcel Devoto. En septiembre de 2003, las dos instancias llaman a un coloquio al que invitan a investigadoras e investigadores a presentar sus reflexiones sobre la violencia sexual hacia las mujeres en el periodo de la dictadura militar22. La sicóloga Margarita Díaz23 afirma que hablar de las experiencias de tortura ha sido y sigue siendo difícil, y en el caso de las mujeres, “el silencio es reforzado por el temor, la vergüenza, la humillación, la sensación de impotencia y de vulnerabilidad frente a la arbitrariedad absoluta” (Díaz, 2003:18), sobre todo cuando el silencio ha sido impuesto por el Estado a través del miedo y la amenaza constante. Tras el retorno de la democracia, gran parte de la sociedad chilena tampoco quiere escuchar los horrores cometidos por las fuerzas militares contra las mujeres, a pesar de las evidentes pruebas y los efectos del daño individual y social ocasionado. Para Margarita Díaz, la reparación que necesitan las mujeres torturadas no se puede lograr “si no existen espacios sociales en los cuales se puedan compartir las experiencias, a partir de lo cual se recupere la memoria colectiva, central en el logro de nuestra identidad” (Díaz: 2003:23). La investigación concluye con la publicación y lanzamiento de las Memorias de Ocupación, Violencia contra mujeres detenidas durante la dictadura, en un seminario realizado en noviembre de 2005. Sus contenidos incluyen el análisis de las entrevistas a mujeres que sufrieron violencia sexual, las ponencias presentadas en el coloquio de septiembre de 2003 ya mencionado, y las experiencias de Perú y Argentina referentes al mismo tema (IMU y Corporación Humanas, 2005:5). Las dos organizaciones feministas dedican el libro a todas las mujeres víctimas de la dictadura militar, en particular a “aquellas que han narrado su dolorosa experiencia y han hecho posible que forme parte de nuestra historia común”. 22. Coloquio “Las mujeres víctimas de violencia sexual como tortura durante la represión política chilena (1973-1990): un secreto a voces”, realizado el 26 de septiembre de 2003 en la Biblioteca Nacional. 23. Sicóloga del Instituto de Salud Mental y Derechos Humanos (ILAS). • 89 • Desarrollo económico y empleo Los primeros años postdictadura se caracterizan por la continuación de las políticas económicas de libre mercado con impactos negativos en la calidad del empleo y en el medio ambiente. Se acentúa una marcada inequidad social y la pobreza alcanza en 1994 al 28,5% de la población. Esto afecta de manera especial a las mujeres de escasos recursos, quienes experimentan un mayor deterioro económico que los hombres de su misma condición social. Igualmente, el movimiento sindical se encuentra debilitado y sin capacidad de presión efectiva. Y las mujeres, dentro de los sindicatos, tienen escasa presencia y bajo protagonismo. En este ámbito, el papel del IMU es favorecer e intencionar los procesos de desarrollo de autonomía y liderazgo de las mujeres trabajadoras, para que sus demandas de igualdad y desarrollo sean consideradas. • Participantes en capacitación de buceo, 1991.• • Hijas de pescadores artesanales con sus diplomas, 1991.• • 90 • La estrategia se dirige a lograr una mayor influencia de la perspectiva de género en el ámbito laboral, especialmente en lo que se refiere a las políticas públicas de empleo, al liderazgo sindical femenino, así como a apoyar la capacitación y habilitación laboral de mujeres excluidas socialmente, sobre todo en regiones. • Participantes en talleres de capacitación, 1991.• En 1991,el IMU, mediante un convenio con el Instituto de Estudios Pesqueros “Zipter”, facilita el acceso a la formación como técnicas pesqueras a hijas de pescadores artesanales de San Antonio. El objetivo es capacitar a 15 jóvenes y darles formación integral para que se constituyan en profesionales de mando medio y puedan insertarse en el mercado laboral del sector, con conocimiento de sus necesidades específicas de género. El Instituto continúa su trabajo en este sector laboral entre 1992 y 1994, capacitando a obreras pesqueras de varias regiones del país con el fin de formarlas técnica e integralmente desde una perspectiva de género, para que tengan acceso a un nivel superior de calificación. Las profesionales del IMU fundamentan esta formación en las características y condiciones de la industria pesquera: empleo altamente feminizado, pagos por producción o por rendimiento a trato, con jornadas laborales extensas e irregulares, y precarias condiciones laborales, las que son peores en los trabajos que no necesitan especialización (Díaz, 1997:79). En las regiones de Valparaíso y Puerto Montt, el IMU capacita a mujeres algueras y manipuladoras de alimentos. Asimismo, el trabajo se extiende a la Región de Atacama en apoyo a las mujeres trabajadoras de parronales, capacitándolas sobre sus derechos laborales. • Mujeres trabajadoras algueras, Valparaíso,1992.• El Instituto también impulsa diversas iniciativas y proyectos de apoyo a la acción sindical de las trabajadoras con el objetivo de potenciar su participación en puestos de poder y liderazgo. Uno de ellos es el curso-taller “Sindicalismo y Liderazgo Femenino”, enfocado a dirigentas sindicales cuyas organizaciones están afiliadas a la Confederación • Mujeres trabajadoras de parronales, Región de Atacama, 1992.• Nacional de Sindicatos de Trabajadores del sector privado de Chile (CEPCH). El objetivo es aportar conocimientos e información para fortalecer los liderazgos de las dirigentas sindicales y, a través de ellas, a sus organizaciones. En estas actividades se avanza en la elaboración de una agenda sindical de género que recoge sus demandas y prioridades. • Manipuladoras de la industria pesquera, Puerto Montt, 1992.• • 91 • Es así como durante 1996 dirigentas de diferentes organizaciones sindicales (centrales, confederaciones, federaciones y sindicatos), con el apoyo del Instituto, forman un grupo de trabajo sobre la temática “sindicalismo y género”. En este espacio reflexionan respecto de las exigencias comunes de las trabajadoras para construir una agenda de género y plan de acción para el mundo sindical. A inicios de 1997, el Instituto realiza la jornada “Sindicalismo en femenino”, a la que asisten las integrantes de dicho grupo de trabajo con el fin de plantear de manera concreta esas prioridades. Los puntos centrales para construir una Plataforma de Acción de las Trabajadoras son: ampliación de los derechos laborales; lucha contra la feminización de la pobreza; reconocimiento de los derechos reproductivos; y fortalecimiento de la participación sindical de las mujeres (Díaz, 1997a). • Las trabajadoras por un sistema de seguridad social más justo, 1997.• El trabajo con mujeres sindicalistas, liderado por la profesional del IMU Estrella Díaz, continúa a través de la realización de 30 entrevistas para conocer sus demandas de género. Los resultados muestran las siguientes reivindicaciones en el ámbito laboral: igualdad de salario para mujeres y hombres por un mismo cargo; más cupos para mujeres en puestos importantes; mecanismos legales para denunciar el acoso sexual; capacitación y difusión de los derechos de las mujeres; y prohibición de la exigencia del test de embarazo para acceder a un empleo. En el espacio sindical, exigen mayor reconocimiento a su gestión, promoción de mecanismos para incentivar la presencia de dirigentas, y la incorporación de la temática de género en la gestión sindical (Díaz, 1997b). Estos proyectos se realizan en Santiago y en diversas regiones del país en convenio con organizaciones sindicales. Uno de los resultados es la formación de la coordinación Foro de Mujeres Sindicalistas, instancia que en el documento Las trabajadoras por un sistema de seguridad social más justo recoge una síntesis del proceso de discusión y análisis acerca de la seguridad social de las trabajadoras (IMU y Foro de Mujeres Sindicalistas, 1997). Se elaboran varias cartillas relativas a los derechos laborales de las mujeres y se lanza una campaña de rayados callejeros por la igualdad en el trabajo. • Serie de Cartillas Derechos Laborales de las Trabajadoras, 1994.• • Igualdad en el trabajo, campaña pública 1999.• • 92 • Juventud y trabajo Especial relevancia adquiere, entre 1995 y 1997, el proyecto “De niña a mujer”, dirigido a mujeres jóvenes de entre 14 y 25 años residentes o que trabajan en la comuna de Huechuraba. Su objetivo central es promover el desarrollo de los procesos de identidad y participación social, entregándoles herramientas que contribuyan a la superación de sus condiciones de pobreza y su incorporación al mercado laboral (IMU, 1996:21). En la evaluación del primer año de ejecución el Instituto señala que este proyecto ha contribuido a facilitar a las jóvenes su integración al trabajo remunerado. Algunos testimonios de las jóvenes madres enfatizan que esta iniciativa ha sido una valiosa experiencia: “Me gusta mucho participar. He conocido mucha gente buena; he aprendido mucho. Los primeros talleres que se hicieron de sexualidad y desarrollo personal me ayudaron a tener más paciencia con los niños y también en mi relación con mi pareja porque se conversaron muchas cosas que eran de la rutina, cosas que para mí no tenían solución, pero que, conversando con otras personas aprendí a solucionarlas” (Joana, participante del proyecto “De niña a mujer”, madre a los 14 años), (Concha, 1996:20). Preocupado por la invisibilidad del trabajo infantil, especialmente de las niñas, y comprometido no solo con los derechos de las mujeres sino también con los derechos de la infancia, el IMU impulsa en 1998 una investigación pionera sobre las niñas trabajadoras. Esta aborda la realidad del trabajo infantil, propone políticas públicas tendientes a su eliminación y una legislación protectora de los derechos de niñas y niños. En esta problemática se da especial atención a la explotación sexual infantojuvenil, planteando interrogantes pertinentes a su especificidad, la incidencia de la pobreza y del maltrato en su génesis, así como los vacíos que presenta la legislación vigente. El estudio es publicado en 1998 con el título Niñas chilenas, una infancia interrumpida. Un estudio sobre la realidad ignorada de niñas trabajadoras en Chile (Díaz et al., 1998). • Adolescentes preparando su presentación, 1996.• • Jóvenes en proceso de discusión, 1996.• • Niñas chilenas, una infancia interrumpida, Diaz et al., 1998.• • 93 • La habilitación social y laboral de jóvenes pobres de ambos sexos es otra de las preocupaciones del Instituto de la Mujer. En la comuna de Huechuraba desarrolla un proyecto para capacitar a más de 160 jóvenes en su primer año de ejecución. Las actividades son apoyadas con materiales educativos que entregan herramientas a las y los jóvenes para enfrentar el mundo laboral. Uno de ellos es la cartilla Juventud y trabajo. Consejos para tener en cuenta (IMU, s/f), que sistematiza diversos materiales informativos que les orientan en su búsqueda de empleo. • Cartilla para jóvenes, IMU, 1997.• Más tarde, este trabajo continúa con el proyecto “Pobreza y protagonismo juvenil”, exitosa experiencia que se realiza en la misma comuna de Huechuraba entre 1998 y 2001. Sus objetivos son promover capacidades individuales y colectivas en jóvenes para adquirir autonomía y ser protagonistas en las soluciones de sus problemas y los de su comunidad; conocer habilidades prelaborales y sociales para integrarse al mercado laboral; y promover la articulación de los esfuerzos públicos y privados en el diseño de políticas y programas de capacitación y empleo a favor de las y los jóvenes. La metodología de trabajo incluye la presentación de proyectos colectivos por parte de organizaciones juveniles, formales e informales, que entreguen beneficios a la comunidad y permitan a las y los jóvenes lograr habilidades de empleabilidad y autoempleo. Para estos efectos se crea un Fondo Concursable que permite dar vida a innovadores proyectos propuestos por estos grupos. • Participantes comparten opiniones, 1999.• • Exposición del proyecto, 2000.• • 94 • • Participantes del proyecto “Pobreza y protagonismo juvenil”, 1998-2001.• Derechos sexuales y reproductivos La cultura chilena, influida fuertemente por la iglesia católica, ha focalizado de manera negativa la sexualidad y la sanciona como pecaminosa, aun cuando ella es intrínseca a todo ser humano y forma parte de su desarrollo. En específico, adolescentes y jóvenes viven la sexualidad con sentimientos ambivalentes, e incluso contradictorios, que alimentan la doble moral sexual (abierta para los hombres y controlada para las mujeres). En el discurso sobre sexualidad predominan “valores tradicionales que sancionan la sexualidad juvenil, especialmente aquella de las mujeres, sobre todo cuando se da fuera del matrimonio” (Vidal, 1997:69). • Alumnos Instituto Nacional, 1991.• El IMU continúa el desarrollo del Programa Preferencial para el Adolescente en Salud y Derechos Reproductivos, iniciado en 198824. El objetivo es abrir una alternativa de orientación a jóvenes de ambos sexos de 12 a 19 años acerca de los distintos aspectos relacionados con la sexualidad y salud reproductiva. El programa se imparte en escuelas de las comunas de Conchalí, Quilicura, Santiago Centro, Peñalolén, Estación Central y Providencia. Por medio de los talleres se llega a 2.300 personas (adolescentes, apoderados/as y profesorado). Tanto los talleres como los materiales educativos referente a sexualidad y afectividad subrayan la relación sexual como una actividad legítima y humana. • Magaly Inostroza y Cecilia Bustos, profesionales del IMU, en uno de los talleres, 1991.• “La fuerza del Instituto de la Mujer está en haber llevado a las mujeres chilenas a reflexionar sobre todos aquellos aspectos en los cuales las mujeres estábamos sufriendo discriminación y abuso. Entre ellos destaco la defensa de los derechos reproductivos, que hasta hoy continúan siendo violentados en Chile”. Margarita Romero Médica ginecóloga y expresidenta de la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi • Talleres sobre sexualidad para jóvenes, 1991.• 24. Ver área Cultura, familia y sexualidad, en Capítulo I. • 95 • A partir de esta experiencia se elabora Ayudándote a Crecer: Manual de Educación Sexual para Educadores/as, como una manera de compartir con educadoras/es, profesionales de la salud y de las ciencias sociales, y con adolescentes interesados en el tema, diversas metodologías y contenidos relativos a sexualidad con perspectiva de género (Inostroza, 1994). • Ayudándote a Crecer. Manual de educación sexual para educadores/as, 1994.• • Talleres de sexualidad para adolescentes, 1992.• Prevención de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) y SIDA • Hablemos de nuestra sexualidad. Cartilla elaborada en el marco del proyecto “De niña a mujer”, s/f.• La tarea de prevención de las ETS y SIDA es otra de las actividades que se lleva a cabo en esta área, desarrollando talleres destinados a jóvenes y niños/as en las escuelas. Se elabora material didáctico, como fotonovelas (Mi garantía de vivir25, entre ellas), caricaturas, historietas y videos de fácil comprensión y entretenidos para el público joven. • Fotonovela Mi garantía de vivir, 1997.• 25. El texto original de esta cartilla es elaborado en 1993 por Paulina Vidal, Carla Vidal, Esther Fuentes, Georgina de la Fuente y Cornelia Piekarski. La edición de 1997 es revisada y adaptada por Mariela Cortés y Betsabé Padín. • 96 • También se capacita a trabajadoras sexuales26 y a funcionarios policiales. En particular, entre 1990 y 1997, se implementan programas de capacitación a mujeres que ejercen el comercio sexual en calles y locales para formarlas como monitoras que repliquen los conocimientos adquiridos sus pares. El Programa “Prevención de VIH/SIDA/ETS en mujeres adultas que ejercen comercio sexual” se realiza en tres regiones del país que presentan las tasas más altas de VIH/SIDA, y que concentran un elevado número de personas involucradas en el comercio sexual: Región Metropolitana (Santiago y Melipilla), V Región (Valparaíso y San Antonio) y II Región (Antofagasta, Calama y Mejillones). La metodología que se utiliza es la modalidad de talleres en los que se incentiva a las participantes a reflexionar sobre temáticas que, por la fuerte presencia que tienen en sus vidas cotidianas en el ejercicio del comercio sexual, condicionan en gran medida la ausencia o la adopción de conductas preventivas frente al VIH/SIDA/ETS (Cortés et al., 1997). La publicación Formación de monitoras en prevención de VIH/SIDA/ETS, Guía de actividades complementarias (Cortés et al., 1997) surge como producto de las actividades realizadas en este programa. Su intención es apoyar el proceso educativo realizado por agentes multiplicadores (formadoras/es) en la capacitación como monitoras en prevención de VIH/SIDA/ETS dirigida a mujeres que ejercen comercio sexual. También se realizan actividades públicas, muchas de las cuales se efectúan con otras organizaciones y redes. 26. En esta Memoria se usará los términos trabajo sexual y comercio sexual como equivalentes, más allá de la discusión relativa a la denominación de esta actividad que prosigue hasta hoy. • Super Condón, historieta dirigida a adolescentes, 1997.• • Entrega de certificados a monitoras en prevención de VIH/SIDA/ETS, 1996.• • 97 • Otro público objetivo de la prevención de ETS y SIDA son las mujeres heterosexuales con pareja estable y en edad reproductiva. Se desarrollan actividades educativas tendientes a identificar los mitos, prejuicios y actitudes de mujeres, en general casadas, la mayoría de ellas dueñas de casa que desconocen la conducta sexual de sus parejas fuera del hogar. Se elaboran materiales educativos, cuyos resultados se plasman en manuales y cartillas, entre los que destacan Mujer, sexualidad y SIDA (Bascuñán, 1995) y Nosotras y el SIDA (Bascuñán y Guerrero, 1996). • Mujer, sexualidad y SIDA, 1995.• • Nosotras y el SIDA, 1996.• Lanzamiento público del manual Mujer, sexualidad y SIDA, 1995. • Capacitación a funcionarios policiales, 1992.• • Nuria Núñez, directora del IMU, felicita a la autora del manual, Ana Cecilia Bascuñán.• • 98 • • De izquierda a derecha: Ana Cecilia Bascuñán, Raquel Child, de CONASIDA, Natacha Molina, subdirectora del IMU, y Sergio Zorrilla, de la USACH.• Aborto terapéutico El aborto constituye un grave problema de salud pública en Chile, especialmente para las mujeres de escasos recursos que recurren a abortos clandestinos en condiciones de riesgo. El artículo 119 del Código Sanitario, vigente entre 1931 y 1989, permitía el aborto terapéutico, definido como la “interrupción del embarazo en los casos en los cuales se pone en riesgo la vida de la madre” (Acuña, citada en Salazar, 1993). En el periodo de la dictadura cívico-militar, sin embargo, el procedimiento es restringido paulatinamente en los servicios de salud públicos hasta que en septiembre de 1989 es derogado. Desde entonces, el aborto inducido es sancionado como delito en cualquier circunstancia. Reposicionar el aborto terapéutico se convierte, entonces, en uno de los asuntos prioritarios tanto para el Instituto de la Mujer como para otras organizaciones feministas. En la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (El Cairo, 1994), se aprueba un Programa de Acción que incluye una recomendación respecto del trato humanizado a las mujeres que recurren a abortos clandestinos. Igualmente, en la Plataforma de Acción de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer de Naciones Unidas (Beijing, 1995) se acuerda que los Estados revisen las leyes penalizadoras del aborto. Aunque no son acuerdos vinculantes, tienen el respaldo mayoritario de la comunidad internacional. Para el IMU el principio básico es que las mujeres tienen el derecho de determinar libremente cuándo procrear y en qué circunstancias. • Argumentos favorables al aborto terapéutico. 1993.• Las reflexiones y propuestas del IMU se plasman en diversos textos y documentos que contribuyen al debate sobre el derecho al aborto y que aún hoy es un tema pendiente y no resuelto de los derechos humanos de las mujeres. Los argumentos en contra de restablecer este derecho hacen hincapié en los avances tecnológicos del campo médico, ya que minimizarían, supuestamente, el peligro de muerte de la mujer con un embarazo de riesgo. Ante esas conjeturas, el Instituto sostiene que hay casos en los que la vida y/o la salud de la mujer embarazada corren diversos riesgos, los que no tienen tratamiento inocuo para la salud de la mujer del embrión o feto (Salazar, 1993). Igualmente, afirma que “la normativa existente tiene un carácter profundamente castigador para las mujeres, que, a nuestro juicio, no se relaciona con la defensa de la vida, sino con un esquema ideológico, en el cual las mujeres no deben decidir sobre su sexualidad y reproducción” (Casas y Núñez, 1998:26). Al igual que en otras temáticas, el Instituto realiza campañas públicas de sensibilización. • Aborto: Argumentos para una discusión necesaria, 1998.• • Campaña por el derecho al aborto, 1999.• • 99 • Extensión, articulaciones, redes y plataformas Actividades de extensión Estudios de género El Instituto también se preocupa de estimular la creación de conocimientos e impulsar la especialización en temas de género en el ámbito nacional, teniendo en perspectiva los necesarios cambios culturales y la promoción de nuevas generaciones interesadas en estas temáticas. Para ello, se impulsa un trabajo conjunto entre el Instituto de la Mujer, el Centro de Estudios de la Mujer (CEM), el Centro de Desarrollo de la Mujer (CEDEM), la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y la Universidad Academia de Humanismo Cristiano (UAHC) para crear un Programa de Estudios de Género en esta casa de estudios. La iniciativa comienza en 1997, se implementa a partir de 1998 como diplomado en Estudios de Género, y en 1999 se transforma en Programa Académico. • Diploma en estudios de género y sociedad, 1998.• • 100 • El propósito es intencionar la inclusión de los temas de género de manera transversal en el currículo de las distintas carreras universitarias que la UAHC imparte, contribuyendo a la formación de nuevas generaciones de profesionales. Además, este espacio académico se enriquece, a través de mecanismos de intercambio académico internacional, con la visita de varias docentes de importantes universidades europeas –de Bélgica, Alemania y España, entre otras–, que contribuyen a exponer temas internacionales y compartir reflexiones con profesionales y alumnado nacionales. Hoy, el tema género forma parte del currículo de esa universidad. Articulaciones, redes y plataformas La persistente discriminación de las mujeres hace necesario realizar un esfuerzo para fortalecer sus voces en el espacio público. Esto lleva al Instituto a establecer alianzas con otras organizaciones con el fin de diseñar estrategias y desarrollar acciones comunes que permitan una mayor visibilidad e impacto público de las demandas de las mujeres. No solo los temas más relevantes del debate público hacen necesaria la acción colectiva, sino también aquellos silenciados que exigen una voz propia, una voz desde las mujeres. Las redes, articulaciones y plataformas colectivas detonan un intenso debate en cada uno de los asuntos de interés. Estas experiencias conjuntas de trabajo, entre organizaciones de mujeres y feministas, constituyen un desafío que pone a prueba la solidez de los argumentos y la capacidad de negociación. Las acciones demuestran la fuerza y la importancia de sumar esfuerzos en pos de objetivos comunes. El Instituto de la Mujer se impone, desde sus inicios, el desafío de participar y colaborar en esas redes, coordinaciones y plataformas, para potenciar el trabajo y contribuir a generar un mayor impacto político de los temas de género y democracia, tanto a nivel nacional como internacional. En este período, las redes más relevantes en las que participa el Instituto de la Mujer en el ámbito nacional son el Grupo Iniciativa, el Foro de Salud y Derechos Sexuales y Reproductivos, la Red Chilena contra la Violencia Doméstica y Sexual. En el campo internacional la presencia del Instituto de la Mujer es sostenida y fructífera. Múltiples son los foros, conferencias, seminarios, encuentros, intercambios –realizados tanto por Naciones Unidas, la Unión Europea, agencias de cooperación internacional, como por organizaciones feministas, agrupaciones políticas, universidades y redes de mujeres– en los que el Instituto expone la situación de las mujeres en Chile y sobre su visión acerca del feminismo. Esto abre una ventana al mundo a las profesionales del IMU, permitiendo conocer otras realidades y enriqueciendo su quehacer. • Feria de la Mujer en Estación Mapocho, Foro de Salud y Derechos Sexuales y Reproductivos, 8 marzo 1991.• • 101 • Una de las coordinaciones donde participa activamente es el Programa Mujer y Democracia en el Mercosur. Su creación en 1999 es iniciativa de la Fundación Heinrich Böll de Alemania con el objetivo de reforzar la participación política de las mujeres y sus organizaciones a nivel nacional y regional (Rodenberg, 2002), y permite establecer encuentros periódicos y realizar investigaciones conjuntas relativas a género entre seis organizaciones de tres países: Argentina, Chile y Uruguay27. En el marco de este Programa, el Instituto participa en varias investigaciones que se plasman en las publicaciones Mundos paralelos. Agenda de género y movimientos sociales en Argentina, Chile y Uruguay (Programa Mujer y Democracia en el Mercosur, 2002), Género y movimientos sociales en Chile (Araujo, 2002). Agendas internacionales de género • Género y movimientos sociales, 2002.• El propósito de incidir en las agendas regionales de toda América Latina y el Caribe exigen al Instituto mirar la región como un espacio para difundir los planteamientos de las mujeres. Así nacen diversas coordinaciones, plataformas y encuentros cuyo punto culminante es el proceso en torno a la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer. Los instrumentos internacionales sobre los derechos de las mujeres y la igualdad entre los géneros son el marco referencial desde donde el Instituto organiza sus enfoques temáticos y acciones anuales. El más destacado es, sin duda, la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por su sigla en inglés), aprobada por Naciones Unidas en 1979 y ratificada por Chile en 1989. Posteriormente, se suman la Conferencia Mundial sobre Derechos Humanos de Viena (1993), en la que por primera vez se reconoce que “los derechos humanos de la mujer y de la niña son parte inalienable, integrante e indivisible de los derechos humanos universales” (Art. 18); y la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo de El Cairo (1994), entre otras. A nivel continental se aprueba la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, más conocida como “Convención de Belém do Pará” (OEA, 1994). • Mundos paralelos, 2002.• • 102 • 27. Integrantes: Centro de Encuentros Cultura y Mujer, CECYM, de Argentina; Fundación Instituto de la Mujer, Isis Internacional y Movimiento Pro-Emancipación de la Mujer Chilena, MEMCH, de Chile; Cotidiano Mujer y Red de Educación Popular entre Mujeres, REPEM, ambas de Uruguay. Sin embargo, es la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer de Beijing (1995), la que pone la discriminación de las mujeres en el debate mundial, recogiendo la vasta experiencia de las organizaciones de mujeres en la defensa de sus derechos. Su Plataforma de Acción Mundial enfatiza que se debe “prestar atención cabal, igual y sostenida a los derechos humanos de la mujer en el ejercicio de sus mandatos para promover el respeto universal de todos los derechos humanos, a saber, los derechos civiles, culturales, económicos, políticos y sociales, incluido el derecho al desarrollo, y la protección de esos derechos” (Art. 231, a). En 1993, y con miras a la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, se constituye en Santiago de Chile el Grupo Iniciativa hacia Beijing-Chile, más conocido como Grupo Iniciativa28 con el propósito de promover un amplio diálogo y una masiva participación en las actividades preparatorias del Foro No Gubernamental para esa conferencia. Esta oportunidad de influir en las políticas a favor de las mujeres hace que el Instituto de la Mujer tome un activo papel en esta instancia y asuma la tarea de coordinar y organizar un debate nacional sobre la situación de la mujer en Chile, para lo cual se planifican y se realizan 13 encuentros nacionales. • Foro Mundial de Organizaciones No Gubernamentales en Huairou, China, 1995.• En tanto, a nivel de la región latinoamericana y caribeña, también se efectúan reuniones para discutir y planificar acciones conjuntas destinadas a aunar voces ante los gobiernos participantes en la Cuarta Conferencia. Uno de ellos es la Reunión Preparatoria Regional de ONG de América Latina y el Caribe en mayo de 1993 en Quito, Ecuador. Pero el más destacado es, sin duda, el Foro de ONG de América Latina y el Caribe, celebrado en Mar del Plata, Argentina, en septiembre de 1994. Los instrumentos internacionales nombrados fueron referentes importantes para elaborar estrategias de seguimiento de los acuerdos mundiales y de los planes gubernamentales desde la sociedad civil. Al mismo tiempo, constituyeron un marco propicio para formular agendas propias e instrumentos de negociación política del movimiento de mujeres, incorporando nuevos temas para la igualdad en la agenda pública. • Carpa de la Diversidad, Huairou, China, 1995.• • Plataforma Beijing 95: un instrumento de acción para las mujeres.• 28. Conformado por el Centro de Estudios para el Desarrollo de la Mujer (CEDEM), Centro de Estudios de la Mujer (CEM), Corporación Domos, Fempress, FLACSO, Fundación Ideas, Instituto de la Mujer, Isis Internacional, Corporación de Desarrollo de la Mujer “La Morada”, Movimiento Pro-Emancipación de la Mujer Chilena (MEMCH) y Corporación Programa de Acción con Mujeres (PROSAM). • Nuria Núñez, en stand del IMU, Huairou, China, 1995.• • 103 • Con posterioridad a la realización de la Conferencia, el Grupo Iniciativa convoca a diversas reuniones para analizar los acuerdos adoptados en Beijing. En ese marco, el Instituto se compromete a: • Primera jornada post Beijing, agosto 1996, en la casa del IMU, calle Viña del Mar, Santiago.• • Contribuir a que las mujeres, en toda su diversidad, se apropien de la Plataforma de Acción Mundial (Beijing 1995) como un instrumento de acción política. • Incentivar y apoyar iniciativas de control ciudadano, con claro protagonismo de las mujeres, que den seguimiento a estos acuerdos y exijan su cumplimiento. • Apoyar un debate, dentro del movimiento de mujeres, que dé cuenta de la construcción de una agenda propia, que reformule temas e incorpore otros nuevos que, por el proceso político vivido, se han ido desdibujando o han pasado, con otros énfasis, a la agenda gubernamental. También se organizan foros, jornadas, asambleas, tanto a nivel metropolitano como en regiones con el fin de revisar los acuerdos de la Cuarta Conferencia y proponer temas de cara al año 2000. • Foro ONG Beijing, 1996. De izquierda a derecha, Teresa Rodríguez, de Isis Internacional, Natacha Molina, subdirectora del IMU, Teresa Valdés, de FLACSO, Paulina Weber, del MEMCH, y Rosalba Todaro, del CEM.• • 104 • • Encuentros y propuestas para la elaboración de la Agenda de Género post Beijing.• Informes Sombra El compromiso asumido por el Estado chileno al firmar y ratificar la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, CEDAW, y otras convenciones e instrumentos internacionales29 lo obliga a presentar informes periódicos al respectivo Comité de Naciones Unidas para dar cuenta de los avances relativos a los derechos humanos de las mujeres, en su amplia diversidad. La sociedad civil, por su parte, puede presentar ante esos Comités “Informes Sombra”, es decir, informes alternativos que incorporan las experiencias y opiniones de las organizaciones que trabajan en pro de los derechos de las personas. En general, estos difieren y contrastan significativamente de los entregados por los Estados proporcionando a los Comités de Naciones Unidas información valiosa que les ayuda a comprender la situación integral de cada país y establecer las recomendaciones que estimen pertinentes. En enero de 1999, el Instituto de la Mujer y la Corporación de Salud y Políticas Sociales, CORSAPS, elaboran y envían un informe al Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas acerca de las discriminaciones hacia las mujeres en Chile en diferentes aspectos: negación del aborto terapéutico, ausencia de políticas públicas que garanticen la anticoncepción de emergencia, abusos de las aseguradoras de salud privadas al no permitir la afiliación de embarazadas, desigualdades entre mujeres y hombres en el sistema privado de pensiones, entre otras (Casas y Zavala, 1999). El mismo año, el IMU y CORSAPS redactan el reporte Estado del cumplimiento de la CEDAW. Este documento hace hincapié en la ausencia de una ley específica sobre violencia contra las mujeres, la escasa 29. Entre otros, la Convención Internacional sobre la Eliminación de toda forma de Discriminación Racial (1966); el Pacto Internacional sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales (1972); la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos y Degradantes (1988); la Convención sobre los Derechos del Niño (1990); la Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migrantes y de sus familias (2005); la Convención Internacional para la protección de personas de la desaparición forzada (2009). • 105 • representación política femenina, la expulsión de adolescentes embarazadas de sus colegios o liceos, las dificultades de las mujeres que trabajan remuneradamente para asegurar el cuidado de sus hijas e hijos. También se enfatiza la desmedrada situación de las mujeres rurales respecto de la seguridad social, el acceso a la tierra y los obstáculos que enfrentan, al no ser “casadas” ante la ley (Casas et al., 1999). Los derechos de las niñas y niños indígenas es otro asunto en el cual el Instituto de la Mujer se involucra. Para ello elabora un diagnóstico sobre el Estado de la infancia mapuche en La Araucanía, Análisis según la Convención sobre los Derechos de los Niños y Niñas Indígenas (Herborn, 2001), con miras a presentar un Informe Sombra al Comité de Derechos de los Niños de Naciones Unidas en el año 2002. El Informe Sombra del IMU, titulado Estado de cumplimiento de la Convención de los Derechos del Niño por el Estado Chileno (Fajardo et al., 2002), aborda la violencia, abuso y explotación sexual de niñas y niños; la discriminación contra niñas y niños mapuche por su etnia; y la violencia política y el secuestro de menores y mujeres embarazadas durante la dictadura militar. Acerca de este último asunto, el IMU señala: “Nos pareció importante dar a conocer al Comité esta realidad que, a pesar de la recuperación democrática, aún desconoce el destino de niños y niñas secuestrados, al igual que los niños por nacer de las mujeres embarazadas, detenidas y desaparecidas” (Fajardo et al., 2002:4). • Violencia estatal en Chile, (OMCT et al., 2004).• La CEDAW vuelve a ser motivo de atención para las organizaciones de mujeres chilenas en 2003 –año en que el Estado chileno debe presentar su informe periódico ante Naciones Unidas–, y prepara su Informe Sombra. Sin embargo, el Estado chileno envía su reporte tardíamente, por lo que el documento de la sociedad civil es actualizado para el periodo 2003-2006. El Instituto de la Mujer contribuye con dos importantes capítulos: “Participación y representación política de las mujeres en Chile” (Hernández, 2006), y “Migración” (Zavala y Ossandón, 2006). El Informe aborda los temas relacionados con las recomendaciones hechas al Estado chileno por el Comité de la CEDAW en 1999 en salud, trabajo, violencia, familia, participación, mujeres rurales e indígenas. Así como otros asuntos emergentes tales como migración, mecanismos de protección de los derechos humanos, y ratificación de convenciones internacionales que tienen impacto en la vigencia de los derechos de las mujeres. En 2004, la Organización Mundial contra la Tortura (OMCT) solicita la colaboración de diversas organizaciones chilenas para elaborar un reporte que contribuya a que el Comité contra la Tortura y el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas disponga de antecedentes de la sociedad civil sobre la acción implementada por el Estado chileno para erradicar la tortura y otros tratos o castigos crueles, inhumanos o degradantes y otras violaciones de los derechos humanos. El Instituto de la Mujer es una de las organizaciones que colaboran en el informe Violencia estatal en Chile, como parte de su compromiso y trabajo por los derechos humanos (OMCT et al., 2004). • 106 • Esta década y media (1991-2005) constituye, sin lugar a dudas, una etapa crucial en la vida del Instituto de la Mujer. Su perfil se consolida como una institución feminista con sentido político. Son años en los que se levantan nuevas ideas, se desarrollan propuestas y se abordan importantes problemáticas. Se innova en metodologías, puesto que los temas que surgen hacen necesario otros abordajes. Por otra parte, en el país las mujeres exigen más y mejores derechos y el Instituto sabe recoger y plasmar esas demandas en sintonía con el movimiento social de mujeres. Se establecen alianzas clave, son los momentos del debate público, de la creación de conocimientos, de la elaboración de políticas públicas de género, de la presencia nacional e internacional. Y es cuando la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer de Beijing con su Plataforma de Acción marca, nítidamente, un antes y un después en las luchas y reivindicaciones de las mujeres diversas, tanto en Chile como en el mundo. En consonancia con ello, el IMU desarrolla importantes campañas que contribuyen a posicionar el tema de género en la agenda pública y a lograr la presencia de más mujeres en puestos de poder y de toma de decisiones. El Instituto es vocero de sus propias demandas y, a la vez, un articulador entre las organizaciones de mujeres y el Estado, en un contexto en el que la ciudadanía activa de las mujeres comienza a plasmarse en todos los ámbitos del acontecer nacional e internacional. Es la energía que va transformándose en fuerza de cambios sustantivos que ocurrirán en el país. • 107 • • Participante en charla informativa para población inmigrante, Arica, IMU, 2010. • III. Temas pendientes, temas emergentes: Voces y acciones de las mujeres (2006-2014) E n el periodo 2006-2014, la sociedad chilena y sus instituciones se modernizan aceleradamente y se atisban cambios culturales importantes. En 2006 y por primera vez en la historia, una mujer, Michelle Bachelet, es elegida presidenta del país. En primera instancia, su candidatura no es bien recibida por los sectores que integran la Concertación de Partidos por la Democracia, pero la ciudadanía le entrega un gran respaldo y logra sortear las estructuras partidarias patriarcales. Sin embargo, esto no se replica en las candidaturas parlamentarias de mujeres. En las elecciones de 2005 se mantiene la histórica baja representación femenina y solo son electas 18 diputadas, un 15% del total de la Cámara Baja, y dos senadoras, el 9,5% del total de la Cámara Alta (FIMU, 2006). A pesar de que la Presidenta Bachelet termina su mandato con un sólido respaldo ciudadano del 84%, su gobierno es el último de la Concertación, y en el año 2010 asume la presidencia Sebastián Piñera, representante de la derecha tradicional. Pero cumplido su periodo, paradójicamente, Piñera entrega el mando a la misma mujer de quien lo recibió, ya que Bachelet es reelegida como Presidenta de Chile (20142018) con el apoyo de la naciente Nueva Mayoría. No obstante, en el curso de estos vaivenes políticos no se logra avanzar efectivamente hacia la igualdad de género y al pleno respeto de los derechos de las mujeres. La violencia contra las mujeres es un fenómeno que las afecta cotidianamente; su expresión más brutal, los femicidios, es decir, los asesinatos de mujeres por parte de sus parejas o exparejas, tienen un ritmo ascendente. Su número sería incluso mayor si se reconociera como tales los asesinatos de mujeres cometidos por extraños por razones de género. Asimismo, los derechos sexuales y reproductivos son impugnados cada vez que el movimiento de mujeres los pone en el debate público, y no logran ser incorporados en las agendas gubernamentales y legislaciones, lo que impide su exigibilidad. Junto a ello, la representación política de las mujeres en cargos de elección popular sigue siendo escasa, revelando la persistencia de una discriminación de género en este ámbito. • Las mujeres celebran la llegada de Michelle Bachelet al gobierno. En la fotografía aparece Margarita Loncon y Regina Rodríguez, integrante del Directorio del IMU. Fotografía de Revista Análisis, diciembre 2007. • Por otra parte, el dinamismo de la sociedad, los procesos de globalización política y económica, el rápido desarrollo de las redes virtuales de información y comunicación, y la emergencia de fuertes movimientos sociales contribuyen decisivamente a la aparición y visibilidad de nuevos fenómenos que interpelan al país entero. Uno de ellos, la inmigración. • 111 • Agenda pendiente, nuevos rostros, nuevos desafíos Esta situación da origen a una readecuación de los ejes temáticos del Instituto de la Mujer, con miras a dar cuenta de mejor manera de esta nueva realidad y proponer estrategias para abordarla. El IMU continúa proyectándose como un agente activo de cambio en las relaciones entre los géneros y un referente importante para las mujeres en la defensa de sus derechos. En lo estratégico se intencionan procesos de empoderamiento individual y colectivo para fortalecer la expresión de intereses, demandas y voces de las mujeres en el espacio público. Estas prioridades dan origen a tres ejes temáticos, entendidos como las principales áreas de intervención del Instituto en este periodo y a sus correspondientes objetivos. 1 Participación y representación política de las mujeres Fortalecer la participación política de las mujeres en el proceso de toma de decisiones, mejorando su calidad de intervención política y estrategias de acción pública. Posicionar en la opinión pública argumentos y demandas a favor de la igualdad entre los géneros. Profundizar el conocimiento de procesos y mecanismos que determinan la exclusión política y pública de las mujeres. • 112 • 2 Derechos humanos y derechos de las mujeres Contribuir a la construcción de un derecho igualitario. Visibilizar las transgresiones en contra de los derechos humanos de las mujeres e incrementar el control ciudadano en la aplicación de justicia. 3 Globalización, modelo de desarrollo y ciudadanía Visibilizar los efectos diferenciales que la globalización tiene en mujeres y hombres, en las esferas económica, social, política y cultural. Generar propuestas y estrategias, desde la perspectiva de género, orientadas a la construcción de un modelo de desarrollo sustentable en lo económico, social, cultural y político. Estos ejes temáticos abordan aquellos ámbitos donde se perpetúa el sexismo, la discriminación y la subordinación social de la mujer. Son, por consiguiente, áreas estratégicas, articuladas en torno al empoderamiento y la ciudadanía de las mujeres, que buscan identificar e impulsar procesos integrales de cambio. Parte del equipo de trabajo 2006-2014 • Rita Bórquez, Mireya Silva y Silvia Morales.• • Directorio del Instituto en inauguración de la casa de Ricardo Matte Pérez, 2007. De izquierda a derecha: Roberto Garretón, secretario; Margarita Romero, tesorera; Claudio González, director; Natacha Molina, directora; Alessandra Burotto, directora; Carmen Torres, directora ejecutiva; Nuria Núñez, presidenta; y Lidia Casas, vicepresidenta.• • Esther Fuentes.• • Carmen Strehl y Daniela Marín.• • Verónica Torres y Valentina Álvarez.• • Marcela Otárola.• • Loreto Ossandón.• • Ana María Gutiérrez.• • Freddy Segura, Rita Bórquez, María José Moreno, María Paz Causa y Carmen Torres.• • 113 • Participación y representación política de las mujeres Nuevas lideresas • Escuela de Liderazgo, Huasco, 2014. Participantes con Gloria Leal, directora del IMU.• La baja representación de las mujeres en cargos de elección popular sigue siendo un tema pendiente en la sociedad chilena. Con su vasta experiencia en formación de lideresas, la Fundación realiza en 2009 siete Escuelas de Formación Ciudadana y de Liderazgo para las mujeres en las regiones de Arica, Tarapacá, Antofagasta, Atacama y Coquimbo1. Las 185 participantes son mujeres que han formado parte de las mesas de Programas Regionales de Igualdad de Oportunidades y de los Cabildos Regionales, además de dirigentas sociales y sindicales. El objetivo es fortalecer la ciudadanía, el liderazgo y las vocerías de las mujeres, desarrollando competencias que contribuyan a mejorar su desempeño organizacional e individual, su capacidad de interlocución con la institucionalidad pública y, sobre todo, a estar preparadas para ser nombradas candidatas en sus comunas y regiones2. Los contenidos principales de las Escuelas son la historia de los movimientos feminista y de mujeres y sus logros; desarrollo de argumentos que apoyen las derechos de las mujeres en el ámbito público y privado; las formas de participación ciudadana y la entrega de herramientas comunicacionales para incidir en sus entornos y ejercer el liderazgo; aplicación de los aprendizajes en ejercicios prácticos grupales. La metodología utilizada es la modalidad de taller, intervención educativa que permite interrelacionar las experiencias y habilidades de las participantes. En 2014, el Instituto realiza otras veinte Escuelas de Liderazgo con la participación de alrededor de 400 mujeres de las regiones de Atacama, Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana, O’Higgins y Maule (también financiadas por SERNAM). Sus contenidos son similares a los de 2009, agrupados esta vez en tres grandes áreas: género y derechos humanos; democracia y ciudadanía; herramientas para la acción. En varias de las Escuelas impartidas en 2014, las participantes deciden formar organizaciones locales de mujeres, cuyo ejemplo más contundente es el naciente “Movimiento Feminista Olga Poblete”, formado por mujeres de Vallenar y al que se unen participantes de la Escuela de Huasco (ambas de la Región de Atacama). El nuevo grupo se ha propuesto, como una de sus primeras tareas, preparar la conmemoración del 8 de marzo feminista en la región. • Entrega de certificados Escuela de Liderazgo, Vallenar 2014. Aparecen de pie, Gloria Leal, directora del IMU; Alexandra Núñez, Gobernadora Provincia de Huasco; Rosa Robles, participante; Katherine González, directora SERNAM Atacama.• • Dinámica grupal en Escuela de Liderazgo, Vallenar, 2014.• • 114 • 1. Financiadas por SERNAM. 2. Propuesta Ejecución de Escuelas de formación ciudadana y de liderazgo para mujeres en las Regiones de Arica, Tarapacá, Antofagasta, Atacama, Coquimbo. Fundación Instituto de la Mujer, 2009. Políticas de Género: Estudios de análisis sobre los gobiernos de Michelle Bachelet y de Sebastián Piñera En este período, marcado por dos gobiernos de coaliciones ideológica y valóricamente contrarias, el Instituto analiza críticamente el impacto de ambas administraciones en las políticas públicas hacia las mujeres. Michelle Bachelet (2006-2010) Con el proyecto “Implicancias simbólicas, políticas y sociales de la figura de Michelle Bachelet para la ciudadanía de género”, el Instituto invita a siete mujeres de distintas disciplinas a conformar un Círculo de Reflexión (CR)3, con el fin de analizar desde una mirada feminista lo que significa la figura de la Presidenta Bachelet en materia de justicia de género. Las ricas conversaciones del Círculo dan origen a siete artículos que se plasman en la publicación Y votamos por ella. Michelle Bachelet: miradas feministas (Burotto y Torres, eds., 2010), presentado en julio de 2010 ante unas 150 feministas. Las autoras destacan la mayor presencia de mujeres en la política, el nombramiento de un gabinete paritario, el reconocimiento público y político de los problemas que enfrentan las mujeres, despojándolos de su carácter “natural” y privado. Sin embargo, también expresan una fuerte crítica a su gestión, tal como lo expresa María Isabel Matamala: • Portada del libro Y votamos por ella. Michelle Bachelet: miradas feministas, 2010.• “Su autoridad relacional sucumbió a las presiones del poder patriarcal porque, a pesar de la apariencia, estaba instalada en la cancha de este. Entonces, las políticas en esos ámbitos volvieron por sus cauces habituales, dejando de inquietar a quienes digitan con dedos neoliberales y eclesiásticos el teclado. La presidenta no pudo, o no se atrevió, a hacer cirugía mayor (…). ¿A dónde irá a parar ahora la igualdad de género?” (Matamala, 2010:165). 3. Este Círculo estuvo formado por Raquel Olea, Teresa Cáceres, Uca Silva, Kemy Oyarzún, Tamara Vidaurrázaga, Gloria Maira y María Isabel Matamala. • 115 • Sonia Montaño y Olga Grau4 son las encargadas de comentar el libro. La primera enfatiza la proyección internacional de la elección de Michelle Bachelet: “Bachelet no es una figura providencial sino un punto de inflexión. Ella es un punto de llegada de algo que ya se había gestado y, al mismo tiempo, es el punto de inicio de algo que puede o no puede continuar bajo distintas formas, es decir, la Presidenta Bachelet encarna un momento histórico donde convergen un conjunto de fuerzas políticas que hacen posible que se vote por ella y que otras elites políticas, en otros países, lo integren como parte del panorama posible” (Montaño, 2010:60). Olga Grau, por su parte, tras comentar cada uno de los artículos, concluye: • Presentación del libro Y votamos por ella. Michelle Bachelet: miradas feministas, 2010. De izquierda a derecha, Sonia Montaño, CEPAL; Carmen Torres, IMU; Regine Walch, Fundación Heinrich Böll; Olga Grau, académica de la Universidad de Chile.• “El libro puede contribuir al desarrollo de mejores estrategias discursivas y comunicacionales, en la medida que nos entrega algunas piezas muy preciosas para alertarnos sobre la posible repetición de lo mismo. Pueden también concurrir estas elaboraciones discursivas a ‘plasmarse en propuestas públicas que vivan de la tensión entre conflicto y afinidad’ entre las distintas perspectivas feministas activadas en estos desarrollos conceptuales. No temer al conflicto entre feministas posicionándonos en nuestras diferencias, puede conllevar a un enriquecimiento y a una posible nueva articulación de las feministas en sus diferencias” (Grau, 2010:73-74). Y votamos por ella… es un documento relevante tanto para el Instituto como para la historia de las mujeres en Chile, un libro que podrá ser revisitado en diez o quince años como fuente de consulta importante para dimensionar el impacto de la Presidenta Michelle Bachelet en la sociedad chilena. • Seminario “Pensar la política, hacer feminismo”, julio 2010. De izquierda a derecha, Toli Hernández, Claudia Pascual (moderadora), Gloria Maira* y María Ignacia Banda. *En 2014 Claudia Pascual y Gloria Maira son nombradas Ministra y Subdirectora, respectivamente, del SERNAM.• El mismo día del lanzamiento del libro el IMU realiza el seminario “Pensar la política, hacer feminismo”, evento que aborda los desafíos de la política feminista a partir de las huellas del gobierno de Michelle Bachelet. Las panelistas, Toli Hernández, Gloria Maira y María Ignacia Banda5, abordan tres ámbitos de preocupación: diversidades sexuales, incidencia feminista y lo que significa el feminismo chileno actual. 4. Sonia Montaño, directora de la División de Asuntos de Género de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL. Olga Grau, académica e investigadora del Centro de Estudios de Género y Cultura en América Latina de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile. 5. Pertenecientes a las organizaciones Ideas sin Género, Articulación Feminista por la Libertad de Decidir y Feministas Tramando, respectivamente. • 116 • Luego de la presentación se produce un enriquecedor debate acerca de la heterogeneidad del movimiento de mujeres y feminista, los caminos institucionalizados y autónomos de las organizaciones de mujeres, el devenir y los desafíos del feminismo en el contexto del inicio de un gobierno de derecha. • Debate del Seminario, julio 2010. En la fotografía de la izquierda, Soledad Acevedo, Patricia Olea y Ana María Órdenes, integrantes de organizaciones feministas. En la fotografía de la derecha, Kena Lorenzini, fotógrafa feminista acompañada por otras participantes.• “Pienso en los importantes llamados del Instituto para analizar el gobierno de Michelle Bachellet, primera Presidenta de Chile, y el de Sebastián Piñera, primer gobierno de derecha postdictadura. En ambas situaciones, el Instituto propició un espacio de reflexión de mujeres amplio, productivo y donde, desde distintas posiciones, pensamos las maneras de mirar y hablar esas experiencias sociales fuera de las disciplinas y fuera de las lógicas del poder. En ambas ocasiones fueron espacios de producción de mujeres pensando la historia desde el saber feminista acumulado en los años de práctica fuerte de trabajo movimientista y de experiencia feminista”. Raquel Olea Doctora en Literatura • 117 • Sebastián Piñera (2010-2014) “Ciudadanía de Género: seguimiento de los dispositivos comunicacionales y narrativos del primer año de gobierno de Sebastián Piñera”, es el nombre del segundo proyecto en el que el Instituto de la Mujer se apoya en el Círculo de Reflexión ya mencionado6, esta vez para analizar los dispositivos comunicacionales y narrativos respecto de los discursos, acciones, omisiones y realizaciones del primer año de gobierno de Sebastián Piñera. En este periodo se comprueban los temores del movimiento de mujeres y feminista respecto de las políticas públicas de género: “La actual administración, en vez de considerar a las mujeres como sujetos de derechos, ha puesto como eje fundamental de su política, tanto en sus discursos como acciones, a la ‘familia homogénea’ (…) una imagen discordante con las múltiples formas concretas de familia que se viven hoy en Chile. Una abierta contradicción con lo que el modelo político económico fomenta y lo que exige en el discurso” (Walch, 2010:7). Este proyecto retoma una práctica del feminismo chileno de los años ochenta, los “conversatorios”, a los que se invita a mujeres de organizaciones sociales, no gubernamentales, feministas y de mujeres, con visión o una historia importante dentro de las luchas de las mujeres en el país, para intercambiar ideas respecto de los hechos que marcan el primer año de gobierno de Sebastián Piñera. Estos conversatorios contribuyen al enriquecimiento de las discusiones dentro del Círculo de Reflexión, incorporando muchas de las ideas en los artículos de sus integrantes (Palestro, 2011). • Portada de Miradas y reflexiones feministas: Sebastián Piñera, año uno: conmociones y exigencias sociales, 2011.• Las autoras analizan las estrategias de la nueva administración sobre el proyecto que aumenta la cobertura del postnatal para las trabajadoras (no todas), su ausencia de discurso ante los casos de pedofilia y de abusos sexuales cometidos por miembros del clero católico, el despliegue comunicacional nacional e internacional a propósito del rescate de 33 trabajadores atrapados en la compañía minera “San Lorenzo”, el discurso sobre la familia, y los conflictos de Aysén7 y los referidos a la comunidad mapuche. Para la Fundación Instituto de la Mujer, el trabajo de reflexión y análisis acerca de los gobiernos de Michelle Bachelet y de Sebastián Piñera se inscriben en la meta de largo plazo de ampliar la ciudadanía de género, en el contexto de la historia de las luchas del movimiento de mujeres y feminista por la promoción y ejercicio de los derechos humanos en general, y de los derechos de las humanas en particular. 6. Conformado esta vez por Guadalupe Santa Cruz, Teresa Cáceres, Uca Silva, Kemy Oyarzún, Gloria Maira y María Isabel Matamala. 7. En la región de Aysén, parte de su población realizó manifestaciones en contra de la construcción y operación de dos centrales hidroeléctricas en el río Baker y otras tres en el río Pascua. • 118 • Derechos humanos y derechos de las mujeres Violencia contra las mujeres Los femicidios8 son los asesinatos de mujeres por parte de sus parejas o exparejas o por personas que las ultiman en razón de su género. y constituyen una realidad que muestra descarnadamente la desigual relación de poder entre hombres y mujeres. Desde su creación en 1987, el IMU impulsa variadas iniciativas para visibilizar, denunciar y prevenir la violencia contra las mujeres en sus distintas expresiones, mediante talleres, orientación psicológica y legal, formación de monitoras/es, acciones de denuncias. Las organizaciones feministas y de mujeres trabajan activamente en esa dirección, mientras se logra la aprobación de dos leyes nacionales para prevenir y sancionar este tipo de maltrato9. Además, el Estado chileno adquiere compromisos internacionales frente a la comunidad mundial para proteger y preservar la vida de las mujeres. Sin embargo, pese a todo ello, la violencia contra las mujeres en el ámbito familiar y en el espacio público sigue siendo un tema relevante en el país y una violación flagrante del derecho a vivir una vida libre de violencia10. En este contexto, el Instituto desarrolla en 2007 el proyecto “Actor@s por una vida sin violencia: Ley VIF para una ciudadanía activa”11. El objetivo es generar conciencia y una ciudadanía activa ante la violencia intrafamiliar, sobre todo en jóvenes, mujeres, personas mayores y dirigentas/es sociales que residen en las comunas de El Bosque y San Ramón, las que se caracterizan por su alta densidad poblacional y precarias condiciones de vida. 8. El término femicidio (femicide) fue acuñado por primera vez por Diana Russel en 1976, en el Tribunal Internacional sobre Crímenes contra las Mujeres, en Bruselas. Russel define el femicidio como el asesinato de mujeres “por el hecho de ser tales”, es decir, por su condición de mujeres (Maturana y Maira, 2004). 9. Leyes Nº 19.325, de 1994, y Nº 20.006, de 2005. Ver Capítulo II. 10. En Chile, el número de denuncias por violencia causada por una pareja en mujeres mayores de 15 años en el año 2004 era de 79.497, mientras que en 2007 había aumentado a 83.005 (OEGS, 2013:27). La mayoría de los estudios relativos a violencia señala que en el país una de cada cuatro mujeres sufre violencia o la ha vivido alguna vez por parte de su pareja (FIMU, 2007:1). 11. Financiado por la División de Organizaciones Sociales (DOS), Gobierno de Chile. Participantes de los talleres “Actor@s por una vida sin violencia: Ley VIF para una ciudadanía activa”, en las comunas de El Bosque y San Ramón, 2007. • 119 • En ambas comunas se realizan talleres, utilizando una metodología participativa que motiva a las mujeres y hombres participantes a compartir experiencias desde sus historias de vida. Con esta información, el Instituto elabora una guía informativa sobre tipos de violencia, factores de riesgo, mitos que prevalecen e información sobre la Ley de Violencia Intrafamiliar N° 20.066 y de cómo utilizarla. • Sin violencia se vive mejor. Guía para actuar frente a la violencia intrafamiliar, 2007.• • Ceremonia de entrega de diplomas proyecto “Actor@s por una vida sin violencia”, 2007.• • Valentina Álvarez y Ana María Gutiérrez, profesionales del IMU, entregan diploma a Ana Olivares (al centro), 2007.• • Ana María Palma, presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de la comuna de El Bosque, instancia socia del proyecto, y Carmen Torres, directora del IMU, 2007.• • 120 • • Marcela Otárola, profesional del IMU, en performance sobre VIF, 2007.• Previsión social y derechos laborales La Reforma Previsional (Ley N° 20.255), aprobada en 2008, que modifica el sistema de jubilación, es una legislación de alto impacto social que beneficia especialmente a las mujeres de escasos recursos económicos, creando expectativas, pero también confusión. En ese contexto, el Instituto capacita a 60 mujeres de las comunas de tres regiones: San Antonio, Navidad y San Ramón12, con el fin de que repliquen los conocimientos adquiridos, en tanto monitoras, a otras mujeres y organizaciones acerca de los beneficios y alcances de la Reforma, así como los derechos laborales de las mujeres. El proyecto da origen a un díptico y un Manual explicativo relativo a la reforma previsional y los derechos laborales de las mujeres (Bórquez y Causa, 2008), que se difunde ampliamente en las tres comunas y da lugar a encuentros con autoridades locales. • Trabajo de grupo, Reforma Previsional y Derechos Laborales, 2008.• • Promoción díptico sobre Reforma Previsional y Derechos Laborales, San Ramón, 2008.• • Jornada de celebración de participantes, 2008.• • Participantes de las tres comunas en encuentro en San Antonio, 2008.• 12. Proyecto “Promoción y Formación en Reforma Previsional y Derechos laborales en Organizaciones de Mujeres y sus Comunidades”, financiado por la División de Organizaciones Sociales, 2008, dirigido a mujeres de la Federación de Sindicatos de Mujeres de la Pesca Artesanal, de San Antonio, V Región; a mujeres rurales de Navidad, VI Región; y a mujeres organizadas de San Ramón (RM). • 121 • El pildorazo • Carmen Torres, directora del Instituto, en manifestación ante el Tribunal Constitucional, 2008. Fotografía de Adriana Gómez, gentileza de la autora.• • Adriana Gómez, periodista de la RSMLAC, junto a Patricia Zamora, del Colectivo Mujeres Públicas, 2008. Fotografía del Movimiento por la Defensa de la Anticoncepción.• Otro gran tema pendiente de la sociedad y del Estado chileno es la negación de la libertad de decisión de las mujeres frente a un embarazo no deseado, entendida como autonomía reproductiva. Tras la derogación en las postrimerías del régimen militar13 del artículo 119 del Código Sanitario que permitía el aborto terapéutico, la reposición de este derecho no se constituye en una prioridad política para los gobiernos de la Concertación. No obstante, en 2001, la entonces Ministra de Salud, Michelle Bachelet, autoriza la comercialización de la píldora de anticoncepción de emergencia, PAE, y defiende su uso sobre la base de la equidad en el acceso entre mujeres pobres y mujeres con mayores recursos económicos, haciendo frente al discurso conservador liderado por la jerarquía católica. También argumenta a partir del efecto preventivo y no abortivo de la PAE, mientras que las organizaciones de mujeres y feministas insisten en el derecho a decidir como principio rector. La mayor embestida conservadora se produce en febrero de 2007, luego que la Presidenta Bachelet promulga las Normas Nacionales de Regulación de la Fertilidad14 que abordan una amplia gama de aspectos en salud reproductiva, entre ellos, el uso de la PAE. El articulado señala que la PAE podrá distribuirse gratuitamente en todos los servicios públicos de salud del país a mujeres mayores de 14 años que la soliciten, sin tener que contar con la autorización de su madre y padre. En marzo del mismo año, 36 parlamentarios y parlamentarias de derecha15 impugnan la normativa ante el Tribunal Constitucional (TC)16 del país, aludiendo no solo a la utilización de la PAE, sino también a los dispositivos intrauterinos y los anticonceptivos orales. Para las organizaciones feministas17 “(…) la coyuntura demandaba la participación del movimiento feminista y de mujeres en su conjunto y de la ciudadanía, que desconocía lo que se estaba jugando, a puerta 13. Ver capítulo II, 4.2 Aborto terapéutico. 14. Decreto Supremo Nº 48, del Ministerio de Salud. 15. De la Unión Demócrata Independiente (UDI) y de Renovación Nacional (RN). 16. Órgano del Estado de Chile que debe velar por la constitucionalidad de toda norma o ley y cuyas resoluciones son inapelables. 17. Foro Red de Salud y Derechos Sexuales y Reproductivos, RSMLAC, MEMCH, Red Chilena contra la Violencia Doméstica y Sexual, Fundación Instituto de la Mujer, EPES, SOL, Con-spirando, Colectivo de Mujeres Públicas y Católicas por el Derecho a Decidir, entre otras, junto a Prosalud, APROFA e ICMER (Maira, 2010: 132). • 122 • cerrada, en el Tribunal Constitucional” (Maira, 2010:132). En noviembre de 2007 comienzan las movilizaciones frente a la sede del Tribunal Constitucional, se publican declaraciones en los medios y en marzo de 2008 se conforma, en las oficinas del Instituto de la Mujer, el Movimiento por la Defensa de la Anticoncepción18, que aglutina a una gran diversidad de grupos, colectivos, organizaciones de mujeres, feministas, estudiantes, profesionales de la salud, etc. El Movimiento lidera las acciones públicas en defensa de la anticoncepción de emergencia, en lo particular, y en general, de la libertad de decidir, restringida por una dictadura moral conservadora. La “saga de la anticoncepción”, como muchos medios llamaron a este proceso, tuvo su punto cúlmine en abril de 2008, fecha en que el TC acoge el recurso de inconstitucionalidad de las Normas, prohibiendo o restringiendo la distribución de la “píldora del día después” a las mujeres en los servicios públicos de salud. Pero la saga no había terminado. Las organizaciones feministas y de mujeres convocan a la ciudadanía a protestar ante la decisión del TC, llamado al que responden jóvenes, mujeres y hombres del mundo académico, político, artístico, estudiantado, profesionales de la salud, trabajadores, personas de diversas creencias y edades, cuyo punto común es la defensa del derecho de cada mujer y de cada hombre a decidir libremente sobre su cuerpo y su vida, sin ser objeto de imposiciones ni violencias. “Que nadie decida por ti”, es una de las muchas consignas que distinguen la marcha. El 22 de abril de 2008 se realiza, así, una de las demostraciones más importantes en defensa de los derechos de las mujeres y sus derechos reproductivos. Más de veinte mil personas se pliegan a la convocatoria del Movimiento por la Defensa de la Anticoncepción, el que “respondió exitosamente ante una coyuntura política compleja y contraria a los derechos de las personas, específicamente de las mujeres, para acceder a la PAE (…) y logró colocar la demanda de la libertad de decidir en el lenguaje y en el pensamiento de la ciudadanía. Se instaló como tema de derechos humanos” (Gómez, 2009). Esta marcha tuvo lugar en Santiago, y paralelamente en otras ciudades del país. Esta masiva movilización no logra, sin embargo, revertir el fallo del TC, aunque da pie a que la Presidenta de la República envíe al Congreso, en 2009, un acotado proyecto de ley cuyo fin es reponer la entrega de 18. Este movimiento dio origen a la colectiva Articulación Feminista por la Libertad de Decidir, AFLD, en la que participa activamente el Instituto de la Mujer. • Arriba: Manifestación por la libertad de decidir de las mujeres, 2008. Abajo: Las jóvenes exigen sus derechos, 2008. Fotografías de Osvaldo Briceño, gentileza del autor.• • 123 • la PAE en el sector público de salud, aunque no avanza en la demanda histórica de los derechos sexuales y reproductivos reconocidos como derechos humanos. El proyecto se aprueba en el Parlamento y la Ley Nº 20.418 que Fija Normas sobre Información, Orientación y Prestaciones en Materia de Regulación de la Fertilidad se promulga en enero de 2010, dos meses antes de que Michelle Bachelet termine su primer mandato presidencial. Fotografía de Osvaldo Briceño, gentileza del autor. • 124 • Globalización, modelo de desarrollo y ciudadanía La globalización económica implica procesos que acontecen en una unidad de tiempo real a escala planetaria y que están cargados de tensiones y contradicciones. La pregunta clave para las profesionales del Instituto es saber cuáles son los efectos, negativos y positivos, de la globalización en la vida de las mujeres y cómo implementar acciones estratégicas para avanzar en el mantenimiento, conquista y consolidación de sus derechos en tanto ciudadanas. Inmigración femenina Dentro de la multiplicidad de fenómenos que se asocian a los procesos de globalización, la Fundación Instituto de la Mujer decide reforzar el trabajo que venía realizando con mujeres inmigrantes. • Portada documento Conferencia Ciudadana contra el Racismo.• En el año 2000, en el contexto de la Conferencia Preparatoria de las Américas contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia, de Naciones Unidas,19 el Instituto participa activamente en este evento continental, dando cuenta de los diagnósticos preliminares que muestran el progresivo aumento de inmigración hacia Chile, sobre todo proveniente de Perú y Bolivia. Esta constatación da lugar a un estudio diagnóstico acerca de la situación y características de las mujeres inmigrantes peruanas, Migrantes Andinas en Chile. El caso de la migración peruana (Araujo et al., 2000)20. Entre los años 2003 y 2005 se realizan talleres, escuelas de liderazgo, capacitación y seminarios con inmigrantes peruanas, bolivianas, ecuatorianas, e incluso argentinas (que llegan, sobre todo, después del “corralito argentino” de 200121). 19. Realizada en Santiago de Chile en diciembre del año 2000. 20. Investigación pionera acerca de la “nueva inmigración”, segunda edición en 2002 (Araujo et al., 2002). • Migrantes andinas en Chile. El caso de la migración peruana, 2002.• 21. El término “corralito argentino” se refiere a la restricción de la libre disposición de dinero en efectivo, de plazos fijos, cuentas corrientes y cajas de ahorros que se impuso a la población argentina en el gobierno de Fernando de la Rúa, en diciembre de 2001, y cuyo objetivo era restringir la salida de dinero del sistema bancario para evitar su colapso. • 125 • • Silvia Morales, secretaria del IMU, recibe a las participantes del Seminario “Mujeres Inmigrantes en Chile”, 2005.• • Diploma de una de las participantes de la Escuela de Liderazgo para Mujeres Inmigrantes, apoyado por Unifem, 2004-2005.• • “Mujeres Inmigrantes en Chile”, 2005.• El estudio Globalización, procesos migratorios y Estado en Chile, 2003-2005 (Zavala et al., 2005), es un importante trabajo que incluye reflexiones relativas a los procesos migratorios de las mujeres y que entrega propuestas al Estado chileno acerca del tema. Esta investigación se vincula con otra similar realizada en Argentina22 y cuyo producto final es el libro Migraciones, globalización y género en Argentina y Chile (Chejter et al., 2005). En este periodo, el trabajo del Instituto permite develar, con claridad, las especificidades de la inmigración de las mujeres. Por una parte, emigran solas, tomando distancia de procesos migratorios anteriores en los que acompañaban a sus parejas. Asimismo, son mujeres solteras o separadas que llegan a Chile con sus hijas e hijos o los dejan al cuidado de una persona de la familia, generalmente la abuela, la tía o sus hermanas/os en su país de origen. El motivo que las mueve a emigrar es la búsqueda de fuentes de trabajo para mejorar su calidad de vida y la de sus familias, es decir, una inmigración socioeconómica. Sin embargo, la inmigración tiene un alto costo para las mujeres. Los empleos precarios e informales las someten a condiciones de vida inestables y son altamente vulnerables a la transgresión de sus derechos humanos básicos. En general, se ven atrapadas en una lógica de sobrevivencia, sin poder reconocerse a sí mismas como sujetas de derechos. • Migraciones, globalización y género en Argentina y Chile, 2005.• • 126 • 22. En el contexto del Programa Mujeres y Movimientos Sociales, en el marco de los procesos de integración regional en América Latina, apoyado por la Fundación Heinrich Böll. Desde el punto de vista de las políticas públicas, esta inmigración es para Chile un proceso nuevo frente al cual los servicios e instituciones del Estado no están preparados. El Instituto constata inequidades de género en el acceso a la salud –incluida la salud sexual y reproductiva, así como la materno-infantil–, en las relaciones laborales y en el acceso a la previsión social. Las mujeres inmigrantes también enfrentan dificultades para que sus hijas e hijos se incorporen al sistema educacional y para obtener subsidios de vivienda. La irregularidad documentaria de muchas de ellas da pie a una mayor desprotección, lo que se agudiza cuando a la condición migratoria y de género se agregan otras variables, como la pobreza o la pertenencia étnica (Torres, 2007). En el año 2006, considerando que la mayoría de las mujeres peruanas que llegan a Chile están en edad reproductiva, la Fundación realiza un proyecto de investigación-acción para conocer el tipo de acceso y la calidad de atención en salud sexual y reproductiva que se les brinda en los consultorios de atención primaria de la Zona Norte de la Región Metropolitana de Chile23. Producto de este trabajo se elabora el documento: Mujeres migrantes peruanas y salud reproductiva. Usuarias de consultorios de salud de la zona norte de la Región Metropolitana (Núñez y Torres, 2007). “Desde que conocí a la Fundación en el año 2004, se me abrió una nueva ventana, una nueva forma de ver el tema inmigratorio desde la organización y participación a partir del autoconocimiento, reconocimiento y empoderamiento de derechos y deberes, un camino difícil de recorrer pero no imposible de caminar. La Fundación, con una nueva mirada, ha sabido canalizar un verdadero proceso de aceptación y reconocimiento del otro “extranjero” como un igual en derechos y oportunidades en los diversos ámbitos, salud, vivienda, derechos sexuales y reproductivos, participación política, etc.”. Miriam Tarazona Inmigrante peruana, integrante del Colectivo Abriendo Puertas para la Integración Las principales recomendaciones apuntan a la adopción de políticas y prácticas de salud por parte del Estado chileno que permitan eliminar los obstáculos administrativos para que las inmigrantes, sobre todo las más vulnerables económicamente –cualquiera sea su estatuto migratorio– accedan a mejores servicios de salud; para que se avance en la incorporación del enfoque de género en esas políticas; se potencie la participación de las mujeres y organizaciones de inmigrantes en la definición de los programas y políticas; y se refuercen los servicios y la atención en salud reproductiva y sexual para las mujeres inmigrantes. • Marly Pérez, Narcisa Sifuentes y Virginia Acosta, inmigrantes peruanas en el IMU, 2007.• 23. Zona en la que reside un porcentaje importante de la población inmigrante de los países andinos. • 127 • Acompañamiento psicosocial a mujeres inmigrantes En 2007, el IMU, motivado por Miriam Tarazona24, impulsa una experiencia piloto de acompañamiento psicosocial para mujeres inmigrantes. El objetivo es contribuir al empoderamiento de mujeres inmigrantes de origen latinoamericano, mediante el rescate de sus capacidades y potencialidades que favorezcan su bienestar psicosocial e integración a la sociedad chilena. Esta experiencia piloto, la primera realizada en el país con perspectiva de género, es valorada y luego apoyada por la Organización Internacional de Migraciones (OIM), lo que permite dar continuidad al trabajo realizado. Un hito relevante en estas actividades es la elaboración y publicación de la Guía Acompañamiento Psicosocial para Mujeres Inmigrantes en Chile (Tarazona et al., 2008), documento que entrega importantes estrategias acerca de autoayuda, diseñada con la participación de mujeres inmigrantes. En 2008 y 2009 la Fundación continúa su trabajo de difusión respecto de los derechos de las mujeres inmigrantes, realizando talleres de derechos laborales, salud sexual y reproductiva, prevención de violencia intrafamiliar, entre otros temas. Hacia fines del año 2009, más de 250 mujeres inmigrantes han participado exitosamente de estos talleres y el IMU se constituye en un referente en Chile en el tema migración y género. • Portada Guía Acompañamiento Psicosocial para Mujeres Inmigrantes en Chile, 2008.• • Mujeres inmigrantes participantes del primer Taller de Acompañamiento Psicosocial, 2007 Fotografía de Gisela Parisaca.• • Trabajo de talleres Acompañamiento Psicosocial a Mujeres Migrantes, 2007.• • 128 • 24. Miriam Tarazona es una de las diplomadas de la Escuela de Liderazgo para Mujeres Inmigrantes 2004-2005, y fundadora del “Colectivo Abriendo Puertas por la Integración”. • Asistentes a la presentación de la Guía, 2008.• • Miriam Tarazona, Carmen Torres, Verónica Torres, Sònia Lahoz, del equipo del IMU, en la presentación de la Guía, enero 2008.• Ciudadanía y protección de los derechos humanos de la población inmigrante en Chile • Participantes y monitoras en talleres Acompañamiento Psicosocial a Mujeres Migrantes, 2007.• En la línea de protección de los derechos humanos de las y los inmigrantes, el año 2010 el Instituto lleva a cabo el proyecto “Ciudadanía y protección de los derechos humanos de la población inmigrante en Chile” en conjunto con otras organizaciones25. La diferencia con iniciativas anteriores es su alcance territorial: Santiago (Región Metropolitana), Arica (Región de Arica-Parinacota), Iquique (Región de Tarapacá) y Antofagasta (Región de Antofagasta), ciudades del país que cuentan con un gran número de inmigrantes. Otra diferencia es la población a la que va dirigido: no solo mujeres sino también hombres inmigrantes latinoamericanos que viven en Chile, así como funcionarios estatales y de la sociedad civil que atienden a esta población. El propósito es contribuir a la protección y garantía de los derechos humanos y a la integración de la población inmigrante. 25. Programa Género y Equidad de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), Centro de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad Diego Portales, Instituto Católico Chileno de Migración (INCAMI) y Casa de Encuentro de la Mujer de Arica (CEDEMU). El proyecto fue cofinanciado por la Unión Europea-Chile. • Parte del equipo del proyecto: Helena Olea y Víctor Hugo Lagos (Centro de Derechos Humanos de la Universidad Diego Portales), Melanie Robinson (pasante del Programa de American University) y Flavio Debique, del Instituto Católico Chileno de Migración, 2010.• • 129 • Este proyecto tuvo cuatro principales componentes: •Escuelas de Ciudadanía y Liderazgo (ECL) para mujeres y hombres inmigrantes. •Charlas informativas sobre derechos para población inmigrante. •Orientación Jurídica a inmigrantes. •Escuelas de Formación para Agentes Estatales y de la Sociedad Civil (EFAEC). Para dar a conocer el proyecto y sus resultados, se celebran dos seminarios, a los que asisten mujeres • y hombres inmigrantes, funcionarias y funcionarios públicos y representantes de organizaciones de inmigrantes. • Parte del equipo del proyecto: Cristina Benavente y Claudia Dides (Programa Género y Equidad de la FLACSO), Karina Ahumada y Julio César Díaz, pasantes de la Academia de Humanismo Cristiano y de la Universidad ARCIS, respectivamente, 2010.• Además, y con el objeto de sensibilizar a estudiantes y académicos en temas migratorios y aspectos vinculados, el proyecto lanza el concurso Tesis sobre Migración Latinoamericana en Chile. La cobertura de estas Escuelas, las Charlas Informativas y la Atención Jurídica alcanza a más de 1.600 personas, en su mayoría mujeres, superando el 80% en esas tres actividades. Al finalizar el proyecto se elabora y publica la Sistematización Proyecto Ciudadanía y Protección de los Derechos Humanos de la Población Inmigrante en Chile, que incluye las actividades, hallazgos y problemas detectados en la vida cotidiana de las mujeres y hombres inmigrantes al tratar de acceder a servicios públicos. En los años 2011, 2012 y 2013 el Instituto de la Mujer continúa la realización de talleres informativos hacia la población inmigrante, focalizando su trabajo en diversas comunas de la Región Metropolitana, especialmente Independencia, Quilicura y Santiago. • Soy Migrante, Tengo Derechos Sistematización Proyecto Ciudadanía y Protección de los Derechos Humanos de la Población Inmigrante en Chile, 2011.• • 130 • • Dinámica de liderazgo, ECL, Arica, 2010.• • Trabajo grupal, ECL, Antofagasta, 2010.• • ECL en Iquique, 2010.• • ECL en Santiago, 2010.• • Alessandra Burotto, del IMU, Iris Espinoza, diplomada de ECL, Flavio Debique, del INCAMI, y Helena Olea, del Centro de DDHH de la UDP.• • Óscar Patricio Rojas, Helena Olea y Víctor Hugo Lagos, del Centro de DDHH de la UDP, junto a participantes de ECL en Antofagasta, 2010.• • Charla en Arica, realizada por la abogada Helena Olea, 2010.• • Charla sobre Derechos Laborales en Iquique, 2010.• • Orientación Jurídica en Arica, 2010.• • 131 • • EFAEC en Santiago. En primer plano, Reginaldo Flores, del DEM.• • EFAEC en Arica, 2010.• • Seminario junio 2010. Flavio Debique, del INCAMI, y Claudia Dides, de FLACSO.• • Seminario junio 2010. Jesús Yataco, participante y presidente de la Red Social Migrantes Entre-Culturas Chile.• • Susana Agüero, Oficial de Proyecto UE Chile, en presentación de seminario de noviembre 2010.• • Carolina Stefoni, de la Universidad Alberto Hurtado, comenta los resultados del proyecto en el Seminario de noviembre 2010.• • Público asistente Seminario noviembre 2010. En primer lugar, la diputada María Antonieta Saa y la profesional de FLACSO, Claudia Dides.• • Claudia Dides, FLACSO, y Katherine Páez, Primer Premio Tesis, 2010.• • Delio Cubides, de INCAMI, y Karina Guerrero, primer premio Contribución de Inmigrantes latinoamericanos, 2010.• • 132 • “Gracias al Instituto de la Mujer, conformado por un gran equipo de profesionales, hoy ‘soy una mujer con derechos’. Nos dieron mucha ayuda psicológica e información acerca de nuestros derechos laborales y de salud”. Sofía Bustos Participante de talleres de Acompañamiento Psicosocial a Mujeres Migrantes, 2007-2008. • Evaluación del proyecto “Ciudadanía y protección de los derechos humanos de la población inmigrante en Chile”, enero 2011.• “Recuerdo el día que llegué al Instituto débil, con poco valor por mantenerme como persona, como si estuviese en un pozo profundo y sin luz. Me dieron la mano para sacarme de ahí y lo hicieron de corazón. Me sentí empoderada como persona y mujer. Gracias por proyectar esa energía, a todo el equipo. ¡Mil gracias!”. Gisela Parisaca Participante de talleres de Acompañamiento Psicosocial a Mujeres Migrantes, 2007-2008. “El empoderamiento que lograron las mujeres inmigrantes en los talleres de acompañamiento psicosocial, a través del fortalecimiento de sus habilidades y de su autoestima, se constituyó en una herramienta vital para ser protagonista de su propia vida”. Verónica Torres Sicóloga • Entrega de diplomas a inmigrantes en talleres realizados en la comuna de Independencia, en convenio con la Agrupación de Peruanos Residentes en Chile, APERCHI, 2013.• • 133 • Campañas y guías informativas El Instituto de la Mujer, constatando la escasa o nula información que las y los inmigrantes tienen al llegar a Chile, así como también los estereotipos de la opinión pública respecto de la población inmigrante, implementa campañas de sensibilización y guías informativas, las que se realizan entre 2007 y 2012. Las cuatro campañas tienen una suerte de crescendo: visibilización, conocimiento de derechos, integración y ejercicio de derechos. La primera acción, la “Campaña por la no discriminación y la valoración del aporte de las migrantes”, se realiza a fines de 2007. Se elaboran y difunden spots radiales y dossiers de prensa, se lleva a cabo el “Seminario Migración, género y medios de comunicación”, y se elaboran y difunden más de 3.500 afiches en las calles de Santiago. La primera campaña, “Mujeres migrantes, Mujeres de Chile”, tiene el propósito explícito de visibilizar la diversidad de mujeres inmigrantes, valorar su aporte y mostrarlas como parte de la sociedad chilena. • Mujeres migrantes, mujeres de Chile, afiche campaña 2007.• • Seminario “Migración, Género y Medios de Comunicación”, 2007. Carmen Torres, directora del IMU; Francisco Vidal, presidente de Televisión Nacional de Chile; Marcela Castillo, abogada de la OIM; Rita Bórquez, profesional del IMU y Viviana Mellado, profesional de la OIM.• • 134 • Durante 2008 se implementa la segunda campaña de sensibilización pública. A los spots radiales y los dossiers de prensa de la campaña anterior, se suma la Guía de Apoyo Mujeres Migrantes, Mujeres con Derechos (Burotto, 2008), la que se caracteriza por su gran calidad de contenidos y diseño. Esta Guía se destina exclusivamente a mujeres inmigrantes con el propósito de entregarles información relevante acerca de sus derechos relativos a los trámites migratorios, derechos laborales, acceso a la salud y a la educación. También incluye un capítulo referido a violencia intrafamiliar y autocuidado, además de un listado de los servicios públicos y privados a los cuales pueden concurrir en busca de información o de apoyo. • Guía de Apoyo Mujeres Migrantes, Mujeres con Derechos, 2008.• Acompaña a esta Guía un afiche que es distribuido en la Región Metropolitana y enviado a autoridades regionales de la zona norte del país (intendencias, municipalidades, servicios de salud, entre otros)26. En 2009, el Instituto realiza la tercera campaña comunicacional. Esta vez se pone el acento en promover lazos que permitan fomentar una buena convivencia y contribuir a la plena integración de las mujeres inmigrantes a la sociedad chilena. La cuarta campaña comunicacional en 201027 se enfoca en el ejercicio pleno de los derechos de las y los inmigrantes. De allí el eslogan seleccionado para el afiche y la nueva Guía de Apoyo: Soy migrante, tengo derechos28. Finalmente, a fines de 2011, el Instituto, junto a la Asociación de Damas Peruanas y el Centro de Derechos Humanos de la Universidad Diego Portales, elabora y publica la Guía de Apoyo Soy migrante, tengo derechos, versión 2012. Esta tercera edición se reactualiza completamente, con nueva información en temas de autoempleo y emprendimiento, vivienda, justicia, entre otros. • Afiche campaña 2008.• • Seminario “Migración, Género y Medios de Comunicación”, 2007. Gabriela Rodríguez, Jefa de la Misión en Chile de la OIM, María Antonieta Saa, diputada y Rita Bórquez, profesional del IMU.• • Difusión en las calles de Santiago, 2008.• 26. Esta campaña es apoyada por la OIM y por Oxfam (Oxford Committee for Famine Relief), organizaciones con las cuales el Instituto realiza el lanzamiento oficial en septiembre de 2008. 27. La campaña se enmarca dentro del Proyecto “Ciudadanía y protección de los derechos humanos de la población inmigrante en Chile”, cofinanciado por la Unión Europea-Chile. • Parte del público asistente al Seminario.• 28. Un impacto no previsto fue la reedición de la Guía de Apoyo Soy Migrante, Tengo Derechos, con el apoyo de la Universidad Alberto Hurtado, mediante el proyecto “Iniciativas para avanzar en los derechos de las migrantes: Los casos de Chile, Argentina, Costa Rica, México y la República Dominicana”, financiado por IDRC (Canadá). La reedición fue de 2.000 ejemplares, que se suman a los 2.000 ya impresos por el proyecto. • 135 • • Verónica Torres, profesional del IMU, junto a mujeres inmigrantes en el lanzamiento de la campaña de sensibilización 2008.• • Lanzamiento de la campaña “Mujeres Migrantes, Mujeres con Derechos”. De izquierda a derecha, Gabriela Rodríguez, Jefa de Misión en Chile de la OIM, Carmen Torres, directora del IMU, y Mónica Maureira, representante de Oxfam Chile, 2008.• • Afiche y folleto campaña 2009. A la izquierda, Francisca Toledo, joven chilena y Delsi Torrejón, joven peruana.• • Entrega de flores para las inmigrantes asistentes, 2009.• • Encabezado blog “Soy migrante, tengo derechos”, campaña 2010.• • 136 • • Afiche campaña 2010.• • Lanzamiento de la tercera campaña de sensibilización, 2009.• Informes Sombra relativos a inmigración En 2011, el Instituto de la Mujer participa en la elaboración de dos informes alternativos que son enviados al Comité de Protección de los Derechos de todos los trabajadores migratorios de Naciones Unidas. El primero es la Sistematización del proyecto Ciudadanía y Protección de los Derechos Humanos de la población Inmigrante en Chile (Torres, coord., 2011). El objetivo de este informe es que el Comité considere la información recolectada en ese proyecto, realizado en 201029, y las recomendaciones que se hacen al Estado chileno para cumplir con sus obligaciones al ratificar la Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares en el año 2005. El segundo es el Informe Alternativo Chile30, en el que se plantea que algunos de los derechos de las personas inmigrantes en Chile son vulnerados. La causa principal de esta situación es la ausencia de una política nacional integral que garantice a todas las personas un pacto social común, independiente del lugar de nacimiento y país de residencia. • Resumen ejecutivo Informe alternativo para el examen del Estado de Chile ante el Comité Cedaw en su 53º sesión, septiembre 2012.• En el año 2012, el Instituto participa en la revisión del capítulo referido a mujeres inmigrantes del Informe Alternativo para el examen del Estado de Chile ante el Comité CEDAW en su 53º sesión (quinto y sexto Informe Periódico combinado)31. Para la misma ocasión, el Instituto participa en la elaboración del Informe Alternativo de la Articulación Feminista por la Libertad de Decidir, instancia de la cual forma parte, especialmente en lo relativo a los derechos de las mujeres inmigrantes que residen en Chile. 29. Descrito en páginas anteriores de este capítulo. 30. Elaborado en conjunto con la Red Chilena de Migración e Interculturalidad (RedMI), formada por una veintena de instituciones de la sociedad civil. Entre junio y diciembre de 2011, la Coordinación general de esta Red estuvo a cargo del Instituto de la Mujer. • Informe a la Cedaw, AFLD, 2012.• 31. Este informe se elaboró en conjunto con otras organizaciones de la sociedad civil, coordinado por Corporación Humanas, • 137 • Impacto y reconocimientos El permanente trabajo del Instituto en el acompañamiento y entrega de información a las mujeres inmigrantes latinoamericanas tiene impacto en distintos ámbitos. El primero, sin duda, es el conocimiento que han adquirido sobre sus derechos y el ejercicio de los mismos en Chile. El segundo es en el ámbito educativo: dos de sus campañas comunicacionales a favor de los derechos de las mujeres inmigrantes son destacados por la Editorial Santillana32 en su material de educación básica. En efecto, esta editorial reproduce, en 2008 y 2011, los afiches 2007 y 2010 relativos a los derechos de la población inmigrante. Junto a esto, el trabajo del Instituto en la temática migratoria recibe dos importantes distinciones que constituyen un reconocimiento y refuerzan su compromiso con la agenda de trabajo trazada. Ellas son las siguientes. • Editorial Santillana, 2008, reproducción del afiche 2007.• • Editorial Santillana, 2011, reproducción afiche 2010 sobre derechos de la población inmigrante.• 32. Editorial especializada en la elaboración de textos educativos. • 138 • Premio nacional En diciembre de 2008, el IMU recibe el segundo premio en el IV Concurso de Buenas Prácticas “Chile somos tod@s 2008”, que organiza anualmente la División de Organizaciones Sociales (DOS) del Ministerio Secretaría General de Gobierno. El objetivo del concurso es visibilizar y premiar las buenas prácticas que promueven el respeto y la inclusión de las personas y grupos vulnerados por la discriminación y la intolerancia en nuestra sociedad. El reconocimiento se otorga al proyecto “Acompañamiento psicosocial a mujeres migrantes” –descrito en páginas anteriores–, por su aporte a la diversidad y la no discriminación. “Esta amplia visión de los derechos y deberes de las mujeres en su quehacer político, económico y social permiten a la Fundación Instituto de la Mujer mantenerse en el tiempo y continuar vigente hasta hoy”. Haydée Moreno Expresidenta del Directorio de la Fundación Instituto de la Mujer • Galvano recibido por el segundo • Francisco Estévez, director de la DOS, entrega el premio a Carmen Torres, directora ejecutiva del IMU, premio, diciembre 2008. • diciembre 2008. • • 139 • Premio internacional La Fundación Vidanta, con la colaboración de la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Secretaría General Iberoamericana, en su concurso 2012 “Contribuciones a la reducción de la desigualdad y la pobreza en América Latina y el Caribe”, adjudica el Primer Premio33 a la Fundación Instituto de la Mujer34, reconociéndole “su eficaz y meritorio trabajo a favor de los derechos de las mujeres inmigrantes en Chile, mediante el acompañamiento psicosocial y la capacitación en temas de ciudadanía”35. En su discurso de agradecimiento, la directora ejecutiva del IMU señala que las inmigrantes “son mujeres fuertes y con un tremendo potencial. Que vengan de Perú, Ecuador, Colombia o Bolivia, por nombrar a algunos de los países de los cuales provienen, su objetivo común es buscar mejores oportunidades de trabajo, tener una mejor vida para ellas y sus familias. Y para eso trabajan, ahorran, envían remesas a sus familias a las que han dejado atrás con tristeza. Son mujeres que quieren una vida digna, que sus hijas e hijos tengan una mejor educación y proyectos de vida para que se realicen como personas. En definitiva, buscan una oportunidad para vivir en paz y ser felices”. • Entrega del primer premio al IMU, México, 2012. Roberto Russell, presidente de la Fundación Vidanta, Carmen Torres y Nuria Núñez, directora y presidenta del Directorio, respectivamente, del IMU y Ricardo Lagos, Ex Presidente de Chile. Fotografía de Fundación Vidanta.• La directora del IMU agrega: “Recibimos este reconocimiento reforzando nuestro compromiso de contribuir a eliminar toda forma de discriminación y desigualdad en nuestra sociedad. Hablar de inmigración es hablar también sobre nosotras mismas. Miles de mujeres chilenas, muchas de nosotras, vivimos la dureza del exilio y la extradición. Hoy, este Premio, nos permite retribuir, aunque sea solo en parte, el apoyo y la solidaridad que recibimos en esos momentos difíciles. Gracias nuevamente por darnos esta inyección de energía y tan magnífico respaldo”. 33. El Premio Fundación Vidanta es una iniciativa que asocia a la Organización de los Estados Americanos (OEA), a la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) y a la Fundación Vidanta. Su finalidad es reconocer y apoyar trabajos sobresalientes y originales que se realizan en América Latina y el Caribe para reducir la pobreza, la desigualdad y combatir la discriminación. 34. Fundación Vidanta: www.fundaciónvidanta.org. Para ver video de la entrega de premios 2012: http://www.fundacionvidanta.org/ awards/read?id=prem_edicion2012_es Para ver video sobre el trabajo que el IMU realiza en pro del conocimiento y ejercicio de los derechos de las mujeres y familias inmigrantes, ver: http://www.fundacionvidanta.org/awards/read?id=prem_edicion2013_es • Discurso del IMU en México, 2012, a cargo de su directora ejecutiva, Carmen Torres. Fotografía de Fundación Vidanta. • • 140 • 35. Premio Fundación Vidanta 2012. Certificación de resultados, San José del Cabo, Baja California Sur, México, 27 de agosto de 2012. El jurado estuvo integrado por el ex Presidente de Uruguay, Julio María Sanguinetti; el abogado y diplomático español Carmelo Angulo; el economista argentino y exsecretario Ejecutivo de la CEPAL, José Luis Machinea; y el académico y diplomático chileno Luis Maira. Los últimos años abordados en este último capítulo ofrecen la imagen de un país diferente, más moderno, en el que se aprecia una mayor apertura al mundo; la ciudadanía está cada día más consciente de sus derechos, los movimientos sociales adquieren voz propia y reclaman protagonismo, se respiran aires democráticos. Es también un periodo en el cual las mujeres adquieren mayor presencia pública. Imágenes femeninas se entremezclan en situaciones antes típicamente dominadas por hombres, se oye hablar de “las y los” en los discursos. Un mayor número de mujeres participa en la vida pública, el país tiene, por segunda vez, una presidenta de la República, una presidenta del Senado (marzo 2014-marzo 2015), diputadas jóvenes, ministras, dirigentas estudiantiles, la Central Unitaria de Trabajadores es liderada por una mujer. Aun así, los avances son lentos, la igualdad de género sigue estando pendiente. Pese a la celeridad en que se mueve el mundo y la consolidación de redes sociales a nivel mundial, el cambio cultural camina a paso cansino, las reticencias religiosas y conservadoras continúan unidas en contra de los derechos de las mujeres. La violencia de género, los derechos reproductivos, el derecho al aborto, la anticoncepción de emergencia siguen estando en el tapete de la discusión por la porfía de las mujeres que los ponen en permanente vigencia. La sociedad chilena es cada vez más pluricultural, se escuchan otros tonos de voz, se incorporan otros ritos, otras sensaciones, otros olores y sabores, Chile se enriquece con la llegada de personas inmigrantes. Sin embargo, son las mujeres inmigrantes las menos favorecidas, son ellas con las que el Instituto compromete su trabajo, une esfuerzos y contribuye a poner el tema en la agenda pública. La inmigración no es solo un asunto, se trata de personas, mujeres, hombres, niñas y niños que buscan una vida mejor y más digna y que comparten el día a día con nosotras y nosotros. • 141 • Caminos por andar E l quehacer del Instituto de la Mujer ha abarcado múltiples acciones públicas, aportes a la creación de conocimiento y propuestas de políticas para mejorar la vida y condición social de las mujeres en su más amplia diversidad. Instalar y promover los derechos humanos de las mujeres como derechos legítimos e impostergables ha sido un camino largo y desafiante. Desde el punto de vista institucional, los avances alcanzados obedecen, en primer lugar, a una mirada integral para abordar las problemáticas que viven las mujeres. Efectivamente, identificar las raíces históricas en que se asienta la discriminación de las mujeres, así como también los ámbitos en los que participan en condiciones de desigualdad y subordinación, ha sido un factor determinante para lograr dichos avances. Esta estrategia ha permitido un desarrollo interdisciplinario del quehacer institucional y un enfoque holístico de los procesos que perpetúan el sexismo y refuerzan la posición subvalorada de las mujeres en nuestra sociedad, tanto en lo político como en lo económico, cultural y social. Así, el Instituto ha desplegado un trabajo simultáneo en diversas áreas, tales como salud y derechos reproductivos, familia, trabajo y participación política. Paralelamente, el sentido de oportunidad y sintonía respecto de la coyuntura sociopolítica del país contribuyó a que las demandas de las mujeres no fueran percibidas como atemporales o ajenas al momento que el país vivía. Otro factor destacado fue mantener la autonomía respecto del movimiento social, los partidos políticos y el Estado. Una autonomía que ha permitido establecer puentes de diálogo entre las demandas propias y las del movimiento de mujeres con la institucionalidad política del momento, vinculando temas de la agenda de género con asuntos álgidos del debate nacional: pobreza, salud reproductiva, igualdad de oportunidades, trabajo, régimen matrimonial, entre otros. Articulando saberes y poderes, el Instituto ha contribuido así al cambio cultural, a la búsqueda de una sociedad más democrática, más libre, más plural, más abierta a la diversidad, una sociedad que poco a poco ha ido rompiendo estereotipos y convencionalismos. • 143 • El restablecimiento de la democracia y la creciente importancia del movimiento social y político han abierto espacios de diálogo e instalado cambios en el posicionamiento social, político, cultural y económico de las mujeres. A partir de ello, el escenario donde hoy transitan niñas, jóvenes y mujeres es uno que, sin ser el óptimo, paulatinamente las reconoce como ciudadanas más plenas, protagonistas de su propia historia, con mejores herramientas para hacer valer sus derechos. El panorama mundial se ha ido transformando de manera vertiginosa y la participación de las mujeres le imprime una nueva fisonomía. Al igual que en otros continentes, en América Latina y el Caribe ha aumentado sustantivamente el número de mujeres que inciden en la toma de decisiones, que dirigen el rumbo de sus países. Y esta presencia tendrá un efecto cada vez mayor en cómo se desenvuelven y progresan las sociedades. También en Chile es cada vez más significativa la participación femenina en el mundo público y el mercado laboral se abre, progresivamente, al trabajo de las mujeres aunque todavía con discriminaciones inaceptables. Asimismo, hoy se constata un creciente número de mujeres en lugares de toma de decisión, en ámbitos significativos de la vida pública, en la política. En 2014, una mujer, Michelle Bachelet, es elegida Presidenta de la República por un segundo período, el Senado es presidido por una mujer (marzo 2014-marzo 2015), la principal central sindical también, las federaciones estudiantiles muestran el empuje de las mujeres jóvenes. Y los medios de comunicación destacan este fenómeno. Así pareciera que hoy la sociedad chilena está más madura para enfrentar importantes discusiones postergadas por años, una de ellas, la ciudadanía plena de las mujeres. Recientemente, se aprobó un relevante cambio al sistema político, el término del sistema electoral binominal, el que propiciará una mayor participación de mujeres en la política, garantizándoles a lo menos el 40% de las candidaturas en las elecciones parlamentarias y municipales. Importante es, también, la presentación por parte de la Presidenta Bachelet del proyecto de ley para despenalizar la interrupción voluntaria del embarazo por tres causales1. La discusión en el Parlamento ha comenzado, pero desde antes se conocen públicamente diversas voces a favor, mujeres que se atreven a compartir dolorosas historias de vida, profesionales de la salud que conocen por experiencia esta situación, partidos políticos progresistas que entienden que llegó el momento no solo de pronunciarse a favor de los derechos de las mujeres, sino de hacerlos realidad en la cotidianidad. Al mismo tiempo, el fundamentalismo 1. Riesgo vital de la mujer, embrión o feto incompatible con la vida extrauterina, y embarazo como resultado de una violación. • 144 • religioso despliega sus argumentos con inusitada fuerza y uso de recursos para oponerse a este proyecto de ley. Esto implica una transgresión a la laicidad del Estado chileno y pone de manifiesto su fin último: el control férreo de los derechos, la sexualidad y la reproducción de las mujeres. Aún queda mucho por hacer. Junto a los avances, observamos estancamientos. Vivimos en una sociedad en la que la violencia contra las mujeres en sus distintas expresiones es naturalizada, normalizada, a partir de rígidos roles patriarcales que tácitamente validan la dominación masculina y subordinación femenina. Junto a ello, la falta de autonomía de las mujeres para decidir respecto de sus derechos reproductivos son indicadores que evidencian que la lucha por la igualdad de género está lejos de terminar. Igualmente, siguen pendientes temas significativos: plena participación social y política de todas las mujeres, sin discriminación; derecho a trabajo digno y de calidad, sin desigualdades salariales, con pleno respeto a leyes laborales; apoyo integral a la maternidad y cuidado infantil; derecho a jubilación digna; derecho a descanso y ocio; total paridad en la corresponsabilidad doméstica y familiar entre mujeres y hombres, entre otros. Enfrentadas a la escasa capacidad de las instituciones para proteger los derechos de las personas y el derecho a una vida sin violencia ni discriminación, especialmente de niñas, jóvenes y mujeres, las organizaciones de mujeres y feministas debemos redoblar nuestros esfuerzos para enfrentar este reto ineludible que nos interpela en pleno siglo veintiuno. Abrir caminos para que las mujeres se constituyan en sujetas políticas en igualdad de condiciones respecto de los hombres es una tarea que continúa en construcción. La nueva realidad de los años por venir habrá que seguir construyéndola sobre los avances ya logrados; es el momento de que utilicemos nuestro poder y demos rienda suelta a nuestra creatividad. Han transcurrido 27 años de nuestra creación y la misión del Instituto de la Mujer, Promover la participación y la ciudadanía activa de las mujeres con el objetivo de alcanzar la igualdad entre los géneros y profundice la democracia, sigue vigente. Julio 2015 • 145 • Bibliografía Capítulo I Alfaro, Roxana; Lilian Inostroza; Magaly Inostroza; Cecilia Bustos; Ana María Silva (1990). Sistematización de una experiencia para adolescentes en salud y derecho reproductivo. Documento de trabajo. Santiago: IMU. Castillo, María Isabel; Soledad Larraín; Natacha Molina; Claudia Serrano; Clarisa Hardy (1988). “Mujeres de sectores medios: de la tradición a la modernidad”. Parte del proyecto Aproximación al comportamiento político femenino en las capas medias urbanas. Documento de trabajo. Santiago: IMU. 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Santiago: FIMU, Programa de Género y Equidad de Flacso-Chile, Centro de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad Diego Portales, Instituto Católico Chileno de Migración, Casa de Encuentro de la Mujer, Unión Europea, 97 p. • Guía de apoyo: soy migrante tengo derechos. (2011). Santiago: FIMU, Programa de Género y Equidad de Flacso-Chile, Centro de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad Diego Portales, Instituto Católico Chileno de Migración, Casa de Encuentro de la Mujer, Unión Europea, Universidad Alberto Hurtado, International Development Research Centre (Canadá) [2ed.], 97 p. • Y votamos por ella. Michelle Bachelet: Miradas feministas. (2010). Alessandra Burotto y Carmen Torres (eds.). Santiago: FIMU, Heinrich Böll Stiftung, 174 p. • Miradas y reflexiones feministas: Sebastián Piñera, año uno: conmociones y exigencias sociales (2011). Carmen Torres E. (coord.). Santiago: FIMU, Heinrich Böll Stiftung, 174 p. • Soy migrante, tengo derechos. Sistematización proyecto. Ciudadanía y protección de los derechos humanos de la población inmigrante en Chile. (2011). Santiago: FIMU, Clínica Jurídica del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Diego Portales, Programa de Género y Equidad de Flacso-Chile, Instituto Católico Chileno de Migración, Casa de Encuentro de la Mujer, 80 p. 2008 • Guía de apoyo. Mujeres migrantes, mujeres con derechos. (2008). Alessandra Burotto (coord.). Santiago: FIMU, Oxfam, 76 p. 2006 • Sociedad civil y nueva Constitución: hacia un pacto ciudadano para la constitución que queremos. (2006). Felipe Viveros (ed.). Santiago: FIMU, Movimiento Pro Emancipación de la Mujer Chilena, 108 p. • 151 • 2005 • Memorias de ocupación: violencia sexual contra mujeres detenidas durante la dictadura. Instituto de la Mujer. (2005). Paulina Gutiérrez (ed.). Santiago: FIMU, Corporación Humanas, 134 p. • Migraciones, globalización y género en Argentina y Chile. (2005). Silvia Chejter et al. 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Gloria Salazar. IMU. • Estudio actitudinal frente al SIDA y otras ETS de las mujeres que ejercen el comercio sexual callejero en Santiago. (1993). Esther Fuentes. IMU. • Investigación-acción sobre el aborto inducido mediante el apoyo integral a la mujer post-abortante. (1993). Gloria Salazar. IMU. • La mujer y la salud laboral: El caso de las digitadoras de computación del sector financiero. Informe final. (1993). Estrella Díaz, Jaime Sepúlveda y Orielle Solar. IMU. • Las trabajadoras de la industria pesquera de Valparaíso. Un estudio de casos. (1993). Patricia Vera, Neva Kliwadenko e Isabel Cárcamo. IMU. • 157 • • Modelos de intervención. Programa prevención ETS-SIDA en prostitutas. (1993). Paulina Vidal. IMU. • Programa de prevención de SIDA en prostitutas adultas. Comuna de Valparaíso. (1993). Vinka Montero de la Fuente, Carmen González y Patricia Castañeda. IMU. • Prostitución femenina. Ponencia presentada en el Seminario “Violencia intrafamiliar y delitos sexuales”. (1993). 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Estrategias de poder local. (1992). Catalina Palma. IMU. • Perfil Instituto de la Mujer. (1992). Natacha Molina, Catalina Palma, Nuria Núñez y Estrella Díaz. IMU. • Políticas gubernamentales relativas a la mujer en Chile. La disyuntiva entre equidad social y equidad de género. Ponencia presentada en el Seminario “Las familias. las mujeres y los niños”, organizado por IIED-AL y CIEDUR, Montevideo, septiembre 1992. (1992). Natacha Molina. IMU. • Políticas públicas y violencia de género. (1992). Ana Cáceres.IMU. • Prostitución, marginalidad y discriminación. (1992). Esther Fuentes. IMU. • Reflexiones acerca del desarrollo local y el género. Elementos para la construcción de un marco teórico. (1992). Clara Bustos, Karin Molt, Catalina Palma, Mónica Fernández, Alicia Bórquez y Cecilia Aguayo. IMU. • Violencia intrafamiliar. Instituto de la Mujer, “Rompiendo silencios”. (1992). IMU. 1992____________________________________________________________ • Algunas reflexiones sobre la prostitución. (1992). Paulina Vidal. IMU. • Columnas Radio Tierra. 1992). Guadalupe Santa Cruz, Alejandra Valdés, Estrella Díaz y Angélica Pino. IMU. • Curso de formación “Mujer y Trabajo”. (1992). Paulina Vidal y Cecilia Bascuñán. IMU. • Desarrollo local y mujer en Chile. (1992). Patricia Provoste. IMU. • “Violencia intrafamiliar, una problemática social”. Apuntes para seminario de capacitación a funcionarios públicos. Programa “Rompiendo silencios”. (1992). Ana Cáceres, Luz, Rioseco, Betsabé Padín e Ignacio Balolian. IMU. 1991____________________________________________________________ • Antecedentes para la discusión de la interrupción del embarazo con fines terapéuticos. (1991). Ana María Silva. IMU. • Descripción de programas estatales aplicados a nivel comunal. (1992). IMU. • Aspectos psicosociales que influyen en la percepción del SIDA. (1991). Georgina De la Fuente. IMU. • El sector pesquero y la participación de la fuerza de trabajo femenina en las plantas elaboradoras de productos del mar. (1992). Estrella Díaz e Isabel Miranda. IMU. • “Interrupción del embarazo”. Series manuales informativos. (1991). Cecilia Bustos, Magaly Inostroza y Lilian Inostroza. IMU. • Hacia una propuesta de un derecho igualitario. (1992). Luz Rioseco. IMU. • Investigación cualitativa. “Actitudes hacia el SIDA de un grupo de adultos jóvenes”. (1992). Georgina De la Fuente. IMU. • La participación femenina de cara al municipio. (1992). Natacha Molina. IMU. • Liderazgo femenino y municipio. (1992). Natacha Molina. IMU. • 158 • • La acción de las mujeres de cara al desarrollo. (1991). Natacha Molina. IMU. • La prostitución en Chile y sus consecuencias en el plano de la salud. (1991). Paulina Vidal. IMU. • La situación actual de la educación popular entre mujeres. (1991). Alejandra Valdés. IMU. • Modelos teóricos y metodológicos de intervención en violencia doméstica y sexual. (1991). Ana Cáceres, Valentina Martínez y Diana Rivera. IMU. • Programa de prevención de SIDA en prostitutas adultas. (1991). Paulina Vidal y Carla Vidal. IMU. 1990____________________________________________________________ • Diagnóstico de Conchalí. Una aproximación a la realidad de las mujeres. (1990). Patricia Provoste. IMU. • La mujer de la comuna de Pudahuel. (1990). IMU. • La prostitución infantil y juvenil en Santiago. (1990). Paulina Vidal. IMU. • Sistematización de una experiencia para adolescentes en salud y derecho reproductivo. (1990). Roxana Alfaro, Lilian Inostroza, Magaly Inostroza, Cecilia Bustos y Ana María Silva. IMU. • Situación de la problemática de VIH y SIDA en Chile-1990. (1990). Magaly Inostroza y Cecilia Bustos. IMU. • Tendencias generales de la fecundidad en Chile. 1960-1987. (1990). Ana María Silva. IMU. 1988____________________________________________________________ • Guía de instituciones y proyectos de educación sexual y salud reproductiva adolescente en Santiago. (1988). Ana María Silva. IMU. • Las mujeres chilenas frente a la política. (1988). Natacha Molina y Claudia Serrano. IMU. • Mujeres de sectores medios: de la tradición a la modernidad. Parte del proyecto: aproximación al comportamiento político femenino en las capas medias urbanas. (1988). María Isabel Castillo. IMU. • Reflexiones iniciales sobre mujer y salud mental. (1988). Soledad Larraín. IMU. 1987____________________________________________________________ • La prostitución infantil y juvenil como medio de sobrevivencia en Chile. (1988). Paulina Vidal y Carla Vidal. IMU. 1989____________________________________________________________ • Cambio social, transición y políticas públicas hacia la mujer. Ponencia presentada en Seminario “Cambio social, transición y políticas públicas hacia la mujer”, 9 y 10 de octubre 1989, organizado por el Instituto de la Mujer. (1989). Lilian Mires, Natacha Molina y María Elena Valenzuela. IMU. • Las políticas de planificación familiar en Chile. Resumen. (1989). Ana María Silva. IMU. • 159 • • 160 •