Dr. Jekill y Mr. Hyde

Transcripción

Dr. Jekill y Mr. Hyde
EPÓNIMOS MÉDICOS
PÁGINA 24
Thomas Hodgkin
Prof. Dr. Alfredo E. Buzzi
Año 5 - Nro. 17
Diciembre de 2011
ARTE & MEDICINA
PÁGINA 42
Saturnalia: historias... y grupo escultórico
Publicación y divulgación de
Diagnóstico Médico
Dr. Eduardo José Albesi
Dr. Luis Alposta
YO RECOMIENDO
Dr. Jekill y Mr. Hyde
En su novela "El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde", Stevenson nos muestra a un honorable
médico de la era victoriana que, en su afán moral y científico, se da a la tarea de crear una fórmula
química que permita, al que la ingiera, sacar y desterrar todo el mal que pueda tener dentro de sí.
Página 52.
EL CLUB OSLER DE BS. AS.
Biógrafo e historiador
de la medicina
PÁGINA 32
MÉDICOS ARTISTAS
PÁGINA 54
ETIMOLOGÍA & MEDICINA
Dra. Clara Farías
Bazo, esplénico y esplín
Dr. Sergio Gianni
Dr. Alberto Marangoni
Prof. Dr. Alfredo Buzzi
Revista DM MD, Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico
PÁGINA 66
2
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
LLEGÓ A
LA MEJOR DEFINICIÓN
DIAGNÓSTICA PARA
MAMOGRAFÍAS DIGITALES
LA MAYOR INNOVACIÓN A NIVEL MUNDIAL
Tecnología de avanzada para nuestras pacientes.
Diseñado y Pensado en el confort y la eficiencia.
Su diseño ergonómico reduce el disconfort de la mujer
Tiene Pixels de 50 micrones, lo que da una definición superior a
los equipos digitales de plaza.
Sus imágenes de alta calidad permiten una mejor visualización
del tejido mamario y mayor detalle de la áreas anormales
Flujo de trabajo optimizado y rápido
Exploración de examen: 1,2 ó 4 imágenes
simultáneamente
Densidad y contraste pueden ajustarse en imágenes
Workstation integrada
MENOR RADIACIÓN - MAYOR SEGURIDAD
MEJOR RESOLUCIÓN - MAYOR RAPIDEZ
Trayectoria y evolución al servicio de su salud.
DM Diagnóstico Médico
Dirección Junín 1023 - C1113AAE - Ciudad de Buenos Aires
Teléfonos 4827.6300 - 4821.6900/9800 - Fax 4821.1155
Email [email protected] - Web www.diagnosticomedico.com
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
3
EDITORIAL
4
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
Por Prof. Dr. Alfredo E. Buzzi
El sueño de
JoHn Lennon
A dream you dream alone is just a dream.
A dream you dream together is a reality. 01
John Lennon (1940-1980)
01. Un sueño que sueñas solo es sólo un sueño. Un sueño
que sueñas con alguien es una realidad
H
ay canciones eternas, que ya son
de todos y que por sí mismas son
un mensaje. Una de ellas es "Imagine", que John Lennon editó en 1971. Es
difícil que alguien que esté leyendo esto no
la conozca. Es considerada una de las mejores canciones de todos los tiempos.
A pesar de su popularidad, "Imagine" ha
recibido numerosas críticas a lo largo de
los años, algunas de ellas por la percepción
negativa de su letra. El mismo Lennon dijo
que la canción era "antireligiosa, antinacionalista, anticonvencional, anticapitalista, pero aceptada por su dulzura”.
Pero hay una estrofa que es un himno a la
cooperación:
You may say I'm a dreamer
But I'm not the only one
I hope someday you'll join us
And the world will be as one
En español sería algo así:
Puedes decir que soy un soñador
pero no soy el único
espero que algún día te unas a nosotros
y el mundo vivirá como uno.
La propuesta es sumarse para trabajar juntos en forma organizada para alcanzar una
meta común. Eso se llama cooperación. La
cooperación es un tema al que Lennon recurrió frecuentemente, muchas veces asociada a los sueños. La cita que subtitula estas líneas lo demuestran: “Un sueño que
sueñas solo es sólo un sueño. Un sueño que
sueñas con alguien es una realidad.”
La cooperación consiste en el trabajo en común llevado a cabo por parte de un grupo
de personas hacia un objetivo compartido,
en lugar de trabajar de forma separada, o
en competición.
de lo que soñamos es absoluta: el escritor
El hecho de que ese objetivo sea representado por un sueño le confiere un carácter
especial. Por empezar, lo asocia al deseo y
hay pocas cosas más poderosas que un deseo: “dame veneno para morir, o un sueño para vivir”. Casi le otorga vida propia: se
puede matar a un soñador, pero no al sueño. Además, la sensación de pertenencia
siento dueño no es de la vida que vivo. Es de
argentino Luis Cane decía: “Si de algo me
mi sueño.” Pero con soñar no basta: si queremos que
nuestros sueños se hagan realidad debemos despertarnos y cooperar.
La cooperación faculta a los individuos a
moverse juntos hacia adelante, a moverse
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
en la misma dirección en lugar de deambular en diferentes direcciones.
Si bien es cierto que el propio interés puede
no favorecer la cooperación, se ha demostrado, curiosamente, que el ser humano
tiende a actuar de forma más cooperativa
de lo que dictaría el simple interés personal. No hay mejor prueba del progreso de
la civilización que el progreso del poder de
cooperación. Yo solo puedo, pero ayudado
puedo antes y mejor. El resultado obtenido
en cooperación es mucho mejor que el obtenido en soledad o en competencia.
Hay cuatro condiciones esenciales que
tienden a ser necesarias para que surja un
comportamiento cooperativo: 1) Una superposición de deseos: el sueño debe compartirse, 2) Una probabilidad de futuros
encuentros con el mismo individuo: el trabajo debe ser en conjunto, 3) Recuerdos positivos de anteriores encuentros con ese individuo: la cooperación empezará a surgir
cuando el grupo se conoce y se estima y se
tiene confianza a pesar de las dificultades
y 4) Un valor asociado con futuros resultados: el sueño debe ser importante.
Mientras hablábamos de estas cosas, mi
mujer me acercó un poema de la poetisa polaca Wislawa Szymborska, que en un
fragmento dice:
La vida en la tierra sale bastante barata.
Por los sueños, por ejemplo, no se paga ni
un céntimo.
Por las ilusiones, sólo cuando se pierden.
Por poseer un cuerpo, se paga con el cuerpo.
Es cierto: los sueños son gratis. Pero la cooperación no. Para lograr cooperación debemos primero dar cooperación. Así, todos
podremos soñar el sueño de Lennon.
Puedes decir que soy un soñador
pero no soy el único
espero que algún día te unas a nosotros
y el mundo vivirá como uno.
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
5
6
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
STAFF
Directores
Prof. Dr. Alfredo E. Buzzi
Dr. H. Cesar Gotta
Dr. Eduardo Eyheremendy
editorial
El sueño de JoHn Lennon
LITERATURA & MEDICINA
Editor Responsable
Prof. Dr. Alfredo E. Buzzi
Hay canciones eternas que ya son de todos y que
por sí mismas son un mensaje. Una de ellas es
"Imagine", editada por John lennon en 1971.
Por Prof. Dr. Alfredo E. Buzzi
El PARkinson. CuAndo lA VidA sE
VuElVE PRoToColo.
Consejo Editorial
Prof. Emérito Dr. Alfredo P. Buzzi
Prof. Dr. Arturo Heidenreich
Prof. Dr. Roberto Iérmoli
Prof. Dr. Domingo Liotta
Prof. Dr. Federico Pérgola
Prof. Dr. Gustavo Piantoni
Prof. Dr. Florentino Sanguinetti
Coordinación General
Paola Isturiz Guedes
Virginia Prado Quintás
MÉDICOS QUE FUERON OTRA COSA
pág. 15
sAlVAdoR dAlÍ
Salvador Domingo Felipe Jacinto Dalí y Doménech nació en Figueras (Girona) el 11 de mayo de
1904 en el seno de una familia burguesa. Su padre, Salvador Dalí y Cusí, era un abogado librepensador y republicano...
Por Dr. Juan Cruz de Pablo Pardo
MOSAICOS PORTEÑOS
pág. 20
Acerca del alcohol y la droga. En los títulos
de algunos tangos
AEcerca del achaque
Acerca de los wawanco
Por Dr. Luis Alposta
GALERIA DE PREMIOS NOBEL DE
MEDICINA
Por Dr Eduardo José Albesi
MÉDICOS EN LAS CALLES
DE BUENOS AIRES
Calle dR. RAMón CARRillo
Denominada en 1989 por ordenanza Municipal
44120, se extiende en línea recta desde Amancio
Alcorta hasta la Avenida Suárez.
Por Dr. Arturo Heidenreich
YO RECOMIENDO
pág. 52
ACERCA DEL EXTRAÑO CASO DEL
dR. JECkyll y MR. HydE
El novelista, poeta y ensayista Robert Louis Stevenson nació el 13 de noviembre de 1850...
Por Dr. Luis Alposta
MÉDICOS ARTISTAS
pág. 22
pág. 47
pág. 54
dRA. ClARA FARÍAs
En esta oportunidad, Médicos Artistas ofrece a sus
lectores la entrevista a la Dra. Clara Farías , médica especialista en Diagnóstico por Imágenes...
Este año, la mitad del Premio Nobel de Medicina
ha sido concedida a los científicos Bruce A. Beutler y Jules A. Hoffmann...
Por Dr. Sergio Gianni
Por Dr. Juan Enrique Perea
TAllER dE TRAuMAToloGÍA
HuMAnisMo MédiCo En El HosPiTAl PEnnA
EPÓNIMOS MÉDICOS
DMMD Año 5 - Nro. 15
pág. 42
La escultura "Saturnalia", realizada por el italiano Ernesto Biondi en 1909, está en el Jardín Botánico de Buenos Aires desde 1984.
lA ACTiVACión dE nuEsTRo
sisTEMA inMunE
DMMD Año 5 - Nro. 15
ARTE & MEDICINA
Hijo único de Ferdinand A. Destouches, empleado de una compañía de seguros, y de Marguerite
L. Céline Guilloux, una bordadora inválida, durante su infancia y adolescencia vivió en una pobreza extrema.
Por Dr. Juan Enrique Perea
Diseño
Soulbranding Marketing Studio
DMMD Año 4 - Nro. 14
" Elena Sabe ", de Claudia Piñeiro.
Por Lic. Isabel Del Valle
sATuRnAliA: HisToRiAs...
y GRuPo EsCulTÓRiCo
ENFERMOS FAMOSOs
DMMD Año 4 - Nro. 13
pág. 8
pág. 38
Docteur Destouches
y Monsieur Céline
Colaboran en este número
Prof. Dr. Alfredo E. Buzzi
Dr. Juan Enrique Perea
Dr. Juan Cruz de Pablo Pardo
Dr. Luis Alposta
Dr. Adrián Gaser
Lic. Isabel Del Valle
Prof. Emérito Dr. Alfredo P. Buzzi
Dr. Arturo Heidenreich
Dr. Sergio Gianni
Virginia Prado Quintás
Dr. Eduardo Alfonso Benedetto
Prof. Dr. Federico Pérgola
Dr. Martin Valdez
Dr. H. Cesar Gotta
Dr Eduardo José Albesi
Dr. Alberto Marangoni
Dr. Fernando Guerzobich
Números anteriores del año 2010 - 2011
pág. 4
pág. 24
AMBITO MÉDICO & EMPRESA
pág. 57
dM En El X ConGREso ARGEnTino dE MAsToloGÍA
THoMAs HodGkin
TAllER Gi-RAds En El HosPiTAl ÁlVAREz
En 1801, el francés François Xavier Bichat (17711802) lanzó el "programa anátomo-clínico".
Por Prof. Dr. Alfredo E. Buzzi
TAllER dE TRAuMAToloGÍA En El HosPiTAl
RAMos MEJÍA
EnCuEnTRo soBRE CÁnCER GinEColóGiCo
HuMAnisMo MédiCo En El HosPiTAl PEnnA
EL CLUB OSLER DE BUENOS AIRES
dM En El ConGREso ARGEnTino dE CARdioloGÍA
EnCuEnTRo soBRE dETECCión TEMPRAnA dE
CÁnCER dE MAMA.
HuMAnisMo MédiCo En El HosPiTAl PEnnA
pág. 32
CoMo BióGRAFo E HisToRiAdoR dE
lA MEdiCinA
La educación superior tan necesaria hoy en día no
se brinda en la escuela, sino que debe ser forjada
por cada uno de nosotros para sí mismo...
Por Prof. Dr. Alfredo Buzzi
dM En El ConGREso inTERnACionAl dE ClÍniCA
MédiCA
dM En El XX ConGREso dE onColoGÍA.
HuMAnisMo MédiCo
dM En El 48 ConGREso ARGEnTino dE oRToPEdiA
y TRAuMAToloGÍA.
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
7
sumario
DMMD es una publicación de Diagnóstico Médico,
Institución afiliada a la Facultad de Medicina de la
Universidad de Buenos Aires.
Prohibida su reproducción total o parcial sin consentimiento de los titulares.
Diagnóstico Médico
Junín 1023 C1113.
Buenos Aires, Argentina.
Tel.: 4821-6900/9800 4827-6300
www.diagnosticomedico.com
[email protected]
[email protected]
Suscríbase gratis a nuestra newsletter:
[email protected]
MÉDICOS EN TIEMPO LIBRE
pág. 62
dR. dAniEl MARCo
Traumatólogo y luthier,quien a la hora de tomar
la decisión del a carrera a seguir, fue coherente:
eligiólas dos.
Por Virginia Prado Quintas
ETIMOLOGÍA & MEDICINA
pág. 66
Museo Houssay
pág. 75
los HERVidoREs AuToClAVEs
EsTERilizAdoREs dE JusTo y
REPETTo En El MusEo RisolÍA
Llamará la atención del lector un nombre tan
rimbombante para aquello que, como se ve en la
fotografía...
Por Prof. Dr. Federico Pérgola
BAzo, EsPléniCo y EsPlÍn
En la Antigüedad, el hígado era objeto de gran especulación y durante muchos siglos su función fue
muy debatida.
Por Dr. Alberto Marangoni
Historia de los Hospitales
pág. 70
El insTiTuTo dE onColoGÍA AnGEl H.
RoFFo
VIDRIERA FOTOGRÁFICA
pág. 78
ViEnA
Hacia la época del nacimiento de Cristo, los romanos construyeron un campamento militar, llamado Vindobona...
Texto: Dr. Fernando Guerzobich
Fotos: Dr. Martín Valdez
COLECCIÓN DE FOTOS
pág. 82
En la pared frontal del aula de Radiología del Instituto de Medicina Experimental (hoy conocido
como Instituto de Oncología “Angel H. Roffo”),
exactamente sobre el pizarrón desplazable...
Las inundaciones en la Boca eran un problema
frecuente. Bastaba que el Rio de la Plata creciera y
el agua entraba en la ciudad...
Por Dr. Sergio Gianni
Por Dr. H. César Gotta
inundACión dE lA BoCA
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
8
MÉDICOS QUE FUERON
OTRA COSA
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
Por Dr. Juan Enrique Perea
Docteur
Destouches y
Monsieur Céline
Dr. Juan Enrique Perea
Director Médico de Laboratorio
Diagnostico médico
Primera parte : Docteur Destouches
“No es que empezara demasiado bien (…)
nací, repito, en Courbevoie, Sena”, escribió Louis Ferdinand Auguste Destouches
sobre su llegada al mundo (27 de mayo de
1894). Hijo único de Ferdinand A. Destouches, empleado de una compañía de seguros, y de Marguerite L. Céline Guilloux,
una bordadora inválida, durante su infancia y adolescencia vivió en una pobreza extrema. “Toda mi vida comí fideos hervidos.
Mi madre los preparaba por fuentes. En la
escuela todos eran como yo, chicos picados por las pulgas. Siempre me han dolido
los pies. Nuestros zapatos eran demasiado
chicos, y nosotros crecíamos. Todos los recados los hacía a pie”, contó en una oportunidad Destouches.
A pesar de la penuria familiar, sus padres
-imaginándolo un futuro comerciante- lo
enviaron a Alemania e Inglaterra para que
estudiara idiomas. En 1912, se alistó en el
20º Regimiento de Caballería y participó
en la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, en el frente belga, una herida de gravedad le dejó una parálisis radial del miembro superior derecho, acúfenos y dolor de
cabeza; por lo que se le concedió la medalla militar y una pensión por una incapacidad del 75%.
Su periplo continuó en Londres, donde fue
asignado a la oficina de pasaportes franceses. Allí, frecuentó los bajos fondos de
la ciudad y, en 1915, se casó con Suzanne
Nebout (de la se divorciaría al poco tiempo). En 1916, contrajo malaria y disentería
en un viaje a Camerún y, enfermo, regresó a Francia.
Cuatro años después de su primer matrimonio, se casó con Edith Follet. Para ese
entonces, Destouches tenía veinticinco
años y recién comenzaba a estudiar Medi-
Louis-Ferdinand Destouches, durante la Primera Guerra Mundial.
cina en la Universidad de Rennes (se graduó en la Universidad de París a los treinta). Sobre estos años, él mismo cuenta: “Yo
empecé con la medicina y quería la medicina, y sin duda no la literatura. [En la infancia] tenía una enorme admiración por los
médicos. Me parecían extraordinarios. La
medicina era mi pasión. [En el médico] yo
veía a un tipo milagroso, que curaba, que le
hacía cosas sorprendentes a un cuerpo que
no tenía ganas de funcionar. Eso me parecía maravilloso (…) me resultaba absolutamente mágico”.
La tesis de doctorado
En 1924, Destouches publicó “La vida y
la obra de Philippe Ignace Semmelweis
(1818-1865)”, su tesis doctoral sobre el médico húngaro que había deducido la causa
de la fiebre puerperal y se había converti-
do en el precursor de la antisepsia. Escrita a los treinta y un años de edad, este ensayo anticipa la formidable fuerza que iba
a tener la escritura de Céline e introduce un
motivo reiterado en la mayor parte de sus
novelas: la inútil crueldad de la guerra. Así,
en su tesis se puede leer: “Cien ejércitos invocaron al mismo tiempo cien razones para
ser salvajes. Fronteras desfiguradas, fundadas en un inmenso reino de Frenesí, hombres
que querían progreso y un progreso que quería hombres, he aquí las inmensas bodas que
se celebraban. La humanidad se aburría, quemó algunos Dioses, cambió vestuario y pagó
a la Historia con unas cuantas glorias nuevas. Veinte razas se precipitaron a un horrible
delirio. Sostenidos por frases, poseídos por la
muerte, conquistaron cada día un reino inútil
que otros perderían al día siguiente”.
Para demostrar la trascendencia de la labor científica de Semmelweis, Destouches
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
la contrapone a la inservible enormidad de
la guerra. Recuerda que, durante Austerlitz, Jean-Nicolas Corvisart, el médico del
Emperador, se abstrajo de sus funciones
para traducir Inventum Novum, el libro sobre percusión de Josef Leopold Auenbrugger. Medida por sus consecuencias, la verdadera epopeya de Corvisart, más que sus
actos en batalla, fue dar a conocer a la comunidad médica una obra fundamental de
la Semiología.
A lo largo de la tesis, Destouches cuenta
que Semmelweis a los diecinueve años viajó
a Viena para estudiar Derecho, pero que un
día, tras escuchar una clase de Josef Skoda
-clínico y maestro de la Semiología-, decidió estudiar Medicina. Su tesis doctoral,
“La vida de las plantas”, escrita en 1844, no
iba a tener ninguna relación con su futuro
campo de interés: la infección puerperal.
Como narra Destouches, en aquel entonces
(antes de Pasteur) nueve de cada diez operaciones terminaban con la muerte o infección del paciente. “El juego del talento consistía en explicar la muerte en función del
‘pus bien ligado’, del ‘pus de buena naturaleza’, del ‘pus laudable’. En el fondo ecos de
la impotencia. Las muertes se suceden con
total simplicidad. Semmelweis no sabe aún
por dónde va a emprender una grandiosa
reforma de esta cirugía maldita, pero es el
hombre para esta misión”, narra en la tesis.
En efecto, en febrero de 1846, Semmelweis
fue nombrado asistente del profesor Klin,
director de uno de los pabellones de maternidad del Hospicio General de Viena.
Allí, comprobó que en su sector el riesgo
de muerte por fiebre puerperal era mucho
mayor que en el otro (a cargo del profesor
Bartch): cada mes fallecía hasta el 33% de
las mujeres internadas. En mayo, la mortalidad llegó al 96%, por lo que se convocó a
una Comisión Imperial.
Frente a esta realidad, Destouches examina
el curso del pensamiento de Semmelweis:
éste creía que el destino lo había elegido
para descubrir las medidas decisivas que
evitaran tanta muerte. Su punto de partida para resolver la tragedia era una única
certeza entre tanta confusión y oscuridad:
había más decesos en el pabellón de Klin
que en el de Bartch. A partir de este dato,
Semmelweis, entonces, elaboró deducciones prácticas: en el pabellón Bartch el tacto era practicado por alumnas de comadro-
9
nas, mientras que en el pabellón Klin era
hecho por alumnos de medicina. Así, las
comadronas de Bartch fueron intercambiadas por los estudiantes de Klin y Semmelweis pudo comprobar que la muerte seguía a los discípulos de Klin: las estadísticas
de Bartch empezaron a ser tan angustiantes que los estudiantes fueron devueltos a
su pabellón original. De esta manera, llegó
a su segunda comprobación: los estudiantes jugaban un papel de primera importancia en este desastre.
Klin empezó a sostener que eran los practicantes extranjeros los que propagaban la
fiebre puerperal y los terminó expulsando.
Sin estar de acuerdo con la decisión, Semmelweis decidió volver sobre el único hecho
demostrado para investigar por qué morían
más mujeres de fiebre puerperal dentro del
hospital que en la ciudad, más en el pabellón de Klin que en otras clínicas de Viena. En efecto, él había notado que las mujeres que daban a luz en la calle y no iban
al pabellón de Klin hasta más tarde se salvaban casi siempre (incluso en temporadas
de epidemia). Así, advertía: “La causa que
busco está en nuestra clínica y en ninguna
otra parte”.
Mientras Klin dejó de hablarle, buscando la oportunidad para revocarle el cargo
de asistente, Semmelweis, que había estudiado con Karl von Rokitansky, recordó los
cortes a menudo mortales que sufrían los
alumnos durante las disecciones. La verdad
estaba más cerca: los estudiantes debían lavarse las manos antes de entrar en contacto con mujeres embarazadas. No obstante,
Klin se negó a tomar este recaudo y el 20 de
octubre de 1846, luego de una discusión, lo
destituyó.
A partir de una sugerencia de Skoda, Semmelweis viajó a Venecia en compañía de
su mejor amigo, el cirujano Lajos Markusovszky. Dos meses después, al regresar
a Viena, se enteró que el 13 de marzo de
1847 había muerto su profesor de anatomía, Jakob Kolletchka, como consecuencia
de una herida que se había hecho durante
una disección. Kolletchka era profesor de
Medicina Forense del Hospital General de
Viena y realizaba autopsias con propósitos
legales en compañía de estudiantes. Luego
de lastimarse, había desarrollado linfangitis y flebitis del miembro superior con un
cuadro idéntico al de la infección puerpe-
Louis-Ferdinand Céline abatido, en 1945, con 51 años.
ral: pleuritis bilateral, pericarditis, peritonitis y meningitis.
Puesto que Kolletchka había muerto como
resultado de una incisión cadavérica,
Semmelweis culpaba a las secreciones de
los cadáveres del contagio. Él razonaba:
“Son los dedos de los estudiantes, ensuciados en el curso de las disecciones, los que
llevan las partículas cadavéricas fatales a
los órganos genitales de las mujeres embarazadas, sobre todo a la altura del cuello
uterino. Todo el problema reside en limpiar
las manos”.
Por solicitud de Skoda, Bartch terminó aceptando al médico en su maternidad
como asistente. En mayo de 1847, Semmel
weis hizo preparar una solución de cloruro de calcio y pidió que todos los estudiantes que hubiesen practicado disecciones
-el mismo día o el día anterior- se lavasen las manos antes de efectuar cualquier
exploración en una mujer embarazada. Al
mes siguiente de la aplicación de esta medida, la mortalidad había caído a un 12%.
Sin embargo, a Semmelweis no le parecía suficiente y ordenó que cualquier persona, hubiese practicado o no disecciones,
se sometiera a una cuidadosa desinfección
de las manos con la solución de cloruro de
calcio antes de explorar a una mujer embarazada. En el curso del próximo mes, la
mortalidad por fiebre puerperal bajaría al
0,23%.
Semmelweis había triunfado sobre la fiebre puerperal, pero víctima de la envidia y
las rencillas no logró la aprobación que esperaba. Unos sostenían que las cifras eran
erróneas, otros aclamaban que las cifras
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
10 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
Agotado, rotos todos los caminos de
la razón y perdidos todos los apoyos,
Semmelweis cayó en la melancolía y la alienación; se dejaba dominar por las alucinaciones y una tarde corrió hasta las aulas de
anatomía de la facultad, se apoderó de un
escalpelo, cortó los tejidos putrefactos de
un cadáver y se hizo un corte profundo. Estaba infectado mortalmente.
Louis-Ferdinand Céline a los 60 años.
eran falsas. Ningún centro médico de Europa reconocía el hallazgo y el personal de
los hospitales se oponía al lavado de manos por considerarlo inútil. Sólo cinco médicos apoyaban a Semmelweis: Rokitansky,
Hébra, Heller, Helm y Skoda; el resto de los
colegas, estudiantes y enfermeros lo llenaban de injurias. Para colmo, el ministerio lo
destituyó por segunda vez el 20 de marzo
de 1849, y le ordenó que abandonara Viena.
Refugiado en Budapest, Semmelweis pasó
hambre y apenas podía ejercer la medicina.
Además, en un plazo de pocos días, se fracturó un brazo y una pierna, y quedó inmovilizado en cama. Su amigo Lajos Markusovszky lo encontró solo, hambriento y
enfermo. “Está tan envejecido que apenas
he podido reconocerle. Hay una gran melancolía grabada en sus rasgos, temo que
para siempre”, escribió su compañero en
aquella ocasión.
Afortunadamente, un tiempo después fue
admitido en la maternidad San Roque (de
Budapest) donde comenzó la redacción de
su libro capital, La etiología de la fiebre puerperal. Para 1856, el Dr. Birley, director de
la institución, había muerto y Semmelweis
lo sucedió. Sin embargo, luego de escribir
una carta abierta a todos los profesores de
Obstetricia (en la que calificaba de asesinos a los detractores de las reglas prescriptas para evitar la fiebre puerperal), comenzó a sufrir las mismas hostilidades que en
Viena.
Por esa época, su único amigo, el Dr. Arneth, en marzo de 1858 viajó a París con el
manuscrito de Semmelweis para participar de las sesiones consagradas a la fiebre
puerperal de la Academia. Allí, sólo recibió
más oposición a la aplicación del método de
Semmelweis.
Skoda, advertido de la situación de su discípulo, viajó a Budapest y trasladó a Semmelweis a Viena. El 22 de junio de 1865 fue
internado en un manicomio. Sin embargo, al poco tiempo, desarrolló linfagitis,
pleuresía, peritonitis y meningitis, y tras
una agonía de tres semanas, murió el 16 de
agosto de 1865 a los cuarenta y siete años de
edad. Su obra, aunque fue ignorada por su
época, será eterna.
En el final de la tesis de Destouches, el que
escribe ya es Céline: “Veinte veces descendió la noche sobre esta habitación, antes
de que la muerte se llevara a quien le había
infligido una afrenta precisa, inolvidable.
Apenas era un hombre lo que iba a llevarse
con ella de nuevo, era una forma delirante,
corrompida, cuyos contornos se iban borrando bajo una purulencia progresiva. Por
lo demás, ¿qué victoria podía esperar ella,
la Muerte, en un lugar tan degradado como
aquél? ¿Acaso había alguien que le disputara por los pasillos del Asilo esas larvas humanas, esos extraños seres burlones, esas
torvas sonrisas que rondan el límite de la
nada? Prisión para los instintos, asilo para
locos. El hombre termina donde comienza
el loco!”
Su tesis es una exaltación a la labor del médico que, empujado por una ardiente compasión por la miseria física de sus enfermos, hace frente a la fatalidad y al destino.
“El mundo sólo pervive gracias a la generosa ebriedad de la salud”, decía Destouches.
Para él, el pensamiento médico constituía
el único verdaderamente humano y, en este
sentido, Semmelweis le resultaba un ejemplo iluminador. Éste creía que la medicina
era una piedad más activa que las demás y,
de hecho, una vez el propio médico le confesó a un amigo: “Mi vida ha sido infernal.
La idea de la muerte de mis pacientes me ha
resultado siempre insoportable, sobre todo
cuando se cuela entre las dos grandes alegrías de la existencia, la de ser joven y la de
dar vida”.
Un año después de publicar este ensayo,
Destouches abandonó su práctica médica,
a su esposa e hija, y se integró en la Sociedad de las Naciones en el área de higiene.
Allí, según sus propias palabras, vio la luz:
notó “que el mundo estaba gobernado por
Mammon [la avaricia] implacablemente”.
Luego, durante tres años, viajó por Suiza, Nigeria, Senegal, Cuba, Canadá y Estados Unidos. En Detroit estudió los problemas de la medicina social en la fábrica Ford
y escribió el estudio sociológico “Le medicine chez Ford”. En 1928 regresó a París y
abrió su consultorio médico en un suburbio
de París. En 1931, además, fue contratado
por una clínica municipal de Clichy.
Segunda parte: Monsieur Céline
En 1932, mientras trabajaba en Clichy,
Destouches publica -bajo el seudónimo de
Céline (apellido de la madre)- su primera novela: Viaje al fin de la noche, una obra
maestra de la literatura francesa del siglo
veinte en la que reproduce magistralmente la oralidad. Con una dedicatoria a Elizabeth Craig, su amante desde 1926, Céline reconstruye en la ficción un período de
su propia biografía: al igual que él, su personaje, Ferdinand Bardamu, es herido en la
Primera Guerra Mundial, sobrevive en las
colonias francesas de África, viaja a Nueva
York, trabaja en Detroit, se enamora y, de
regreso en Francia, concluye los estudios de
medicina y trabaja como médico.
La ferocidad de la naturaleza humana es
una obsesión en toda la obra celineana. El
autor calificaba a la guerra como una “rabia tremenda que impulsa a la mitad de los
seres humanos a enviar a la otra mitad al
matadero” y, en sintonía, Bardamu dice:
“Sentía como un deseo de intentar comprender su brutalidad. Somos vírgenes del
horror. Yo acababa de descubrir de un golpe
la guerra. Hay que estar casi solo ante ella,
para verla bien, a esa puta, de frente y de
perfil. La noche encerraba voluntades homicidas enormes e innumerables. Ya no se
podría ver otra cosa: nuestra muerte. Desde
entonces sé lo que deben sentir los conejos
en un coto de caza. Brutos delante, al lado y
detrás. De los hombres es de quien hay que
tener miedo, siempre”.
A lo largo de las páginas de Viaje al fin de
la noche, la bestialidad cae sobre el cuerpo
del personaje y lo agobia: “Un mes de sue-
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 11
ño en cada párpado, ésa era la carga que llevábamos, además de unos cuantos kilos de
chatarra”. Así, parece que hasta los caballos tienen más suerte que los hombres, ya
que nadie les pide que aparenten creer en la
guerra. Sin embargo, el entusiasmo de vivir, al menos unas horas más, por desgracia es sólo de los ser humanos. Como dice
Bardamu, “una sola hora en un mundo en
que todo se ha reducido al crimen es ya algo
extraordinario”.
Pero además, el valor de la vida en la guerra, como se nota en la novela, es enorme y
es nada. Al respecto, el personaje reflexiona: “¡El día! ¡Uno más! Habría que intentar
pasar a través de aquél como de los demás,
convertidos en algo así como aros cada vez
más estrechos, los días, atestados de metralla. Destino de asesinado con sentencia
en suspenso”. A su vez, la avaricia es el motor y la mentira, una condición diaria: “No
hay amor que valga en este mundo, mientras haya cinco francos de por medio (…) Se
mentía con ganas, todo lo que tocabas estaba falsificado, hasta los traidores eran falsos”.
Es que el mundo está al revés: “Preguntar
por qué te asesinan es estar loco”, explica el personaje, quien termina enfermando enloquecido por el miedo. Luego, logra
ser internado y enviado a París, pues, como
él mismo dice: “lo mejor que puedes hacer
cuando estás en este mundo es salir de él,
loco o no”.
Allí, comprueba que “la palma seductora
se la llevaban sin duda los argentinos” por
el comercio de la carne congelada; y finalmente se embarca hacia las colonias francesas de África en compañía de una chusma
a la que “el treponema les limaba las arterias, el alcohol les roía el hígado, el sol les
resquebrajaba los riñones, las ladillas se les
pegaban a los pelos, el eczema a la piel del
vientre, y la luz cegadora acabaría achicharrándoles la retina”. Ya en la colonia Bambola-Bragamance, se contagia de paludismo. Sin embargo, vive su enfermedad de
un modo muy particular: “Cualquier cosa,
en materia de vanidad, es mejor que nada.
Una de las distracciones del grupo era organizar concursos de fiebre. Nos comparábamos los termómetros. (…) ‘¡Transpiro
tanto que ya no puedo mear!’, observaba el
campeón de la febrilidad”.
Así, en el incesante horror que vive Barda-
Louis Ferdinand Céline – Docteur L. F. Destouches (1894-1961).
mu, Céline también relata la brutalidad a la
que se reducía a los hombres en las colonias
africanas francesas de comienzos del siglo
veinte. Sus vidas estaban signadas por el
abandono, el bismuto, el arsénico, la quinina en mermelada, el prurito del “corocoro”, la explotación del indígena, el asma,
la codicia, la diarrea, los gusanos, el calor,
la fiebre amarilla, los escalofríos, el embotamiento de las largas siestas palúdicas, la
delgadez, la fatiga sin límite, el trópico, la
condición de subhombre, la sífilis, el aire
repugnante y viscoso, el bambú, las tribus
enmohecidas, el agua de pozo, la práctica del crédito en lugar del salario, las hormigas rojas, las serpientes y los escorpiones, el azote, la ingenuidad, el canibalismo,
la peste, el infierno africano de Bikobimbo, los días de viaje por un río, el alcohol, el
ruido insoportable de la noche, las niguas
penetrantes en los pies, el hedor de las orugas aplastadas, los insectos y los sapos, el
calor, la apoplejía, el olor desprendido del
desastre del mundo, las alucinaciones.
En la novela, Bardamu embarca en el puerto de San Tapeta con rumbo a Nueva York.
Si en África había encontrado la soledad
brutal, en América encontrará la disolución
total. Broadway es descrito como “una herida triste, que no acababa nunca” y en las
vidrieras de la Gran Manzana descubre que
el suplicio estético del pobre es interminable y más tenaz que su hambre. A su vez,
queda impresionado por un baño público,
del que dice: “En aquel subterráneo iban a
hacer sus necesidades. Se instalaban en la
caverna fecal. Cuando el sonido de una cadena anunciaba una vacante, redoblaban
los clamores en torno al alvéolo libre. Tremenda familiaridad intestinal. Alegre co-
munismo de la caca”; también le llaman la
atención los restaurantes económicos donde, como relata, “te ponen una bandeja en
la mano y vas a ocupar tu sitio en la fila. Las
dependientes, estilo enfermeras, [se encuentran] tras las pastas y el arroz. Andas a
pacitos cortos con tu bandeja en equilibrio
como por una sala de operaciones”.
Como un modo de evitar la desesperación,
Bardamu se aferra al cine con fervor desesperado, pero, tal como señala, lo que tiene
que hacer es aprender “a reconocer nuevos
rostros, otras formas de hablar y mentir.
La trivialidad de la nueva farsa”. Para él,
su exilio es eso: una “inexorable observación de la existencia, durante largas horas
lúcidas”.
Finalmente, de Nueva York se va Detroit,
donde -al igual que el autor- trabaja en la
fábrica Ford. Allí, el obrero es casi un objeto, ya que, parafraseando a Bardamu,
más que imaginativos, quieren chimpancés. A pesar de la situación que padece en
la empresa, es en un burdel clandestino de
esa ciudad donde, por primera vez, lo tratan sin brutalidad e incluso con amabilidad. En ese mismo lugar, conoce a Molly y
se enamora. “¡Ah, si hubiera conocido antes a Molly! Pero era demasiado tarde para
rehacer la juventud. Yo la amaba, pero más
amaba mi deseo de huir de todas partes”,
expresa Bardamu en esa oportunidad.
De regreso en París, Ferdinand Bardamu
reanuda los estudios y se gradúa de médico. Atiende enfermos con dolor abdominal,
metrorragia, enfermedades profesionales,
shock hipovolémico, tos por smog, hipertensión arterial, muerte puerperal, fiebre
tifoidea, neumonía, cáncer, hemorragia
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
12 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
digestiva, insuficiencia renal, heridas, insuficiencia cardíaca, enfermos ancianos,
enfermos avaros, enfermos que le pegan
pulgas, enfermos alienados, enfermos suicidas, niños enfermos. Conoce la derrota,
el simulacro profesional, un dispensario
para tuberculosos, un manicomio, el olor a
muerte, el cansancio, la resignación, la miseria, el altruismo, un asesinato. Asimismo, descubre que “ser viejo es no encontrar
ya un papel vehemente que desempeñar;
que la vida es un cabo de luz que acaba en la
noche; que un loco no es sino las ideas corrientes de un hombre encerradas en la cabeza (…) y que la gran fatiga de la existencia tal vez no sea sino ese enorme esfuerzo
que realizamos para seguir siendo razonables, para no ser atroces”.
En 1936, cuatro años después de haber publicado su obra cumbre, Céline conoció a su
tercera esposa, Lucette Almanzor, y publicó su segunda novela, Muerte a crédito, en la
que narra especialmente la infancia de Ferdinand Bardamu. Allí, nos enteramos de
que el famoso personaje es hijo de un padre
violento y una madre que ha sufrido polio.
Monsieur Céline lapida al Docteur Destouches
En 1937, Céline publicó dos panfletos: el
primero, “Mea Culpa”, es fruto de su viaje
a la Unión Soviética y de su posterior desencanto con el sistema comunista; el segundo “Bagatelles pour un massacre” es
marcadamente antisemita (no sólo argumenta, con un supuesto objeto pacifista,
que una conspiración judía internacional
lucha para iniciar una nueva guerra, sino
que, además, personifica lo demoníaco en
el judío).
Simpatizante de Hitler y colaborador de la
República de Vichy, Céline emigró de Francia a Alemania en 1944 junto con Lucette
Almanzor y su gato Bebert. Al año siguiente, se instaló en Dinamarca, pero en Copenhague fue arrestado y encarcelado por
petición del gobierno francés que lo acusaba de colaboracionismo. Bajo el nombre de
Dr. Louis-Ferdinand Destouches, Céline
fue recluido el 17 de diciembre de 1945 en
la cárcel de Vestre Faengsel de Copenhague
y fue liberado el 24 de junio de 1947. La lectura de las cartas que envió desde la cárcel
a su abogado y a su esposa Lucette permiten reconstruir la historia clínica del médico y prisionero Destouches durante aque-
llos dieciocho meses.
Destouches y la pelagra del prisionero
Si el destino de la fiebre puerperal había estado en manos de un húngaro Philippe Ignace Semmelweis, el destino de la pelagra
estuvo ligado a otro húngaro: Joseph Goldberger.
Goldberger se había mudado con su familia a Nueva York en 1874. Allí, estudió medicina en la escuela del Hospital Bellevue
hasta su graduación en 1895. Dado que su
condición de judío le impidió ingresar en la
U.S. Navy Medical Corps, en 1899 entró en
el Servicio de Salud Pública. Por esos años,
se casó Mary Humphreys Farrar en Nueva Orleans. Como médico del Laboratorio
de Higiene del Servicio de Salud Pública,
Goldberger viajó por las zonas más pobres
del sur de Estados Unidos. En 1902 contrajo fiebre amarilla; en 1907, dengue; y en
1910, fiebre tifoidea. No obstante, el mayor problema de salud en los estados sureños era la pelagra (moría uno de cada tres
enfermos) y, como la teoría extendida del
momento era que la enfermedad se producía por algún germen, el Servicio de Salud
Pública le encomendó a Goldberger la búsqueda del agente patógeno.
La pelagra (pelle: piel, agra: áspera) se destaca por los cambios en la piel: eritema,
prurito, piel rugosa, dura y agrietada, formación de ampollas y costras, y sensibilidad a la luz del sol. A su vez, el paciente sufre otros síntomas progresivos como
irritabilidad, depresión, insomnio, vértigo,
dificultad en la marcha, anemia y psicosis. En su investigación, Goldberger observó que en las cárceles los presos padecían
la enfermedad, mientras que los carceleros
no se contagiaban. A partir de esta evidencia, postuló que la causa era la mala nutrición y, para descartar la teoría bacteriana,
él, su mujer y catorce voluntarios fueron
inyectados con sangre “contaminada” sin
desarrollar ninguna enfermedad. (Joseph
Goldberger murió en 1929. Un año después
de su muerte se identificó al déficit de vitamina B3 –niacina- como la causa de la enfermedad).
Durante los dieciocho meses de cárcel, el
Dr. Louis-Ferdinand Destouches describió involuntariamente en sus cartas el desarrollo de una enfermedad que no reconocía. En su evolución, presentaba pérdida de
peso, dermatitis, irritabilidad, depresión y
vértigo. Así, en su correspondencia se lee
que:
-Del 17 de diciembre de 1945 al 28 de febrero de 1946 el prisionero aún lucha por su libertad. Recuerda las heridas que sufrió en
la Primera Guerra Mundial. Estima que se
encuentra incapacitado en un 75%. Narra
que desde hace treinta años sufre dolores
fuertísimos de día y de noche que le impiden dormir. Su salud declina rápidamente. Se siente débil y con dificultad para caminar. Adelgaza. En enero es internado en
el hospital de la cárcel. Sufre dolor en brazo, cabeza y oído, acúfenos, vértigo y gran
debilidad. Toma medicamentos para el dolor de cabeza cuatro veces por día y es tratado con parafina y semillas de lino. Camina al aire libre apenas veinticinco minutos
por día.
-Del 1° de marzo al 30 de abril de 1946, sus
cartas son aún largos e intensos alegatos de
defensa. El prisionero continúa su lucha.
Se identifica como francés, médico y escritor. Narra que por un estallido de obús en
la Primera Guerra sufre vértigo de Ménière.
Le aconsejan una operación del oído interno. Se queja de enteritis crónica manifiesta
por constipación que adjudica a la disentería que sufrió en Camerún entre 1916 y 1917.
Cree que está enfermo del corazón y le gustaría que lo examinen. Sufre intenso dolor
en todo el cuerpo. Narra que los días sin sol
son terribles y sin sueño. Anuncia que sólo
le queda un 15% de validez. “Para un médico no hay engaño. Hay una enorme voluntad y ánimo, pero nunca reposo ni relajación. Resisto gracias a la voluntad. El
estreñimiento es total. Sin ayuda moriría
de obstrucción intestinal”, escribe. No obstante, para el 28 de marzo declara sentirse
ya sin fuerzas y el 4 de abril dice ser víctima
del reumatismo, la enfermedad de la sombra y de las cárceles, con dolor en hombros
y brazos. Al respecto, se puede leer: “Mi
osamenta cae en ruinas. Ya no tengo salud para soportar todo esto. Estoy deshecho
por todos lados”. El médico le receta purgantes. Describe la inmovilidad como “el
pisoteo de las propias piernas”. El 9 de abril
es internado en el hospital con diagnóstico de vértigo de Ménière, parálisis del brazo derecho por neuroma, enteritis crónica,
reumatismo articular y astenia. Por el dolor, no puede alzar los brazos ni para afeitarse. Es tratado con morfina. El 17 de abril
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 13
señala que ha adelgazado 20 kilos y declara
que está enfermo del corazón, con una frecuencia cardíaca de 120 latidos por minuto. El 30 de abril presenta fiebre (38,5º C).
Sufre insomnio. Cree que su última y remota posibilidad es ir a España o a la República Argentina. -Del 1° de mayo al 30 de junio
de 1946. Permanece internado en el hospital. Se siente abatido por el aburrimiento.
Continúa con taquicardia (120 latidos por
minuto) y escribe que su corazón, su amigo palpitante, “corre en torno al pecho: ésa
es su cárcel”. El médico le indica que debe
permanecer sentado unas horas por día.
Continúa con fiebre (39º C). El dolor articular ha empeorado, y asegura padecer angina. Adelgaza, perdiendo hasta dos kilos
de peso por semana. Se siente enfermo e
inválido. Intenta caminar por el jardín todas las tardes apoyándose en las paredes. El
12 de junio dice que está pasando una grave crisis de depresión. “Siento que sobro en
la Tierra”, declara. En cartas extensas aún
formula argumentos de defensa.
-Del 1° de julio al 31 de agosto de 1946. Internado en el hospital, escribe que su oficio de médico y escritor consiste en conocer a todo el mundo. Ha perdido ya 40 kilos.
Sufre anemia. Abatido y deprimido anuncia su deseo de abandonar la lucha, y asevera que ha perdido el interés por la vida.
“He perdido mi medicina, mis novelas, mi
lengua”, reflexiona. Dice que sufre accesos
y períodos de una depresión atroz. Define
la depresión como un eclipse y a la esperanza como una “piadosa mentira”. Se siente
agobiado por una nueva enfermedad: el 17
de julio escribe que le ha aparecido eczema.
Describe que la enfermedad de la piel se extiende. El 15 de agosto es dado de alta del
hospital y vuelve a la celda. Es atendido por
un médico y una enfermera. De la dieta, no
tolera ni el queso ni el jamón. Sólo tolera los
dulces. Sufre dolor de cabeza e insomnio.
-Del 1° de septiembre al 31 de octubre de
1946. El 5 de septiembre escribe: “Ya no
me queda salud ni fe suficiente para soportar la cárcel. Me vuelven los reumatismos,
la mano derecha se me ha puesto del doble de volumen, estoy rojo de eczema”. La
dermatitis ha empeorado. Se siente demasiado enfermo. Lo tortura la enteritis y sufre dolor abdominal. Continúa con vértigo
y acúfenos. No puede ni subir una escalera.
Dice tener el corazón afectado por el reumatismo. Es sometido a una visita médica
de urgencia en la que se le realiza un electrocardiograma, en el que se comprueba
una frecuencia cardíaca de 120 latidos por
minuto. Sólo puede comer caramelos y a la
carne no la tolera. A pesar de todo quiere
seguir luchando. “Hay que luchar contra la
desgracia con la misma rabia que ella para
cansarla”, escribe. Necesita con urgencia
un dentista.
- Del 1° de noviembre al 31 de diciembre
de 1946. Es internado en el Hospital Sundby, donde es atendido y tratado por el jefe
de servicio Profesor H. C. Gram del Hospital Universitario de Copenhague. El 10 de
noviembre le realizan un examen médico
a fondo y días después le anuncian que sufre pelagra, avitaminosis, enfermedad de la
miseria y de los presos por falta de ciertos
elementos de la harina. Al respecto, cuenta: “Van a someterme a un tratamiento a
base de inyecciones de vitaminas. La pelagra era el espanto de los presos en la Guerra Americana de Secesión, cuando encerraban a los cautivos durante meses en los
pontones. ¡Temo provocar un escándalo
en la Vestre! La pelagra no la honra precisamente. He perdido treinta y cinco kilos.
Padezco un estado de debilidad e insomnio crónico sin interrupción, y zumbidos
intensos que nada calma. Mi corazón late a
120 pulsaciones por minuto. La pelagra es
el triste balance de una espantosa prueba
impuesta a un organismo. Ya no reconozco ni mi cuerpo ni mi cabeza”. Por el dolor
de cabeza es tratado con fenobarbital y aspirina. Recuerda que desde una herida que
sufrió en la guerra de 1914 sufre una parálisis radial típica del miembro superior derecho, con impotencia casi total de brazo y
mano. Por insuficiencia cardíaca, sufre taquicardia y disnea al subir escaleras y es
tratado con digital (digitalis purpurea). Dice
que por falta de calcio todos sus dientes se
le han empezado a caer. Hacia mediados de
diciembre y en pleno tratamiento con vitaminas, la depresión desaparece y hace planes literarios.
-Del 1° de enero al 28 de febrero de 1947.
A fines de enero es enviado a la cárcel. Ha
cambiado su humor. Se muestra indignado, aunque con gran capacidad de lucha.
Declara: “¡Nada de debilidad! ¡Nada de indulgencia comprensiva! Tengo prisa por
encontrarme ante acusadores visibles, reales”.
-Del 1° de marzo al 24 de junio de 1947.
Ninguna mención a su estado de salud. Su
encierro concluye el 24 de junio de 1947.
Tercera parte: Destouches-Céline
Louis-Ferdinand-Auguste-DestouchesCéline vivió varios años en el puerto de
Korsør, sobre el mar Báltico. Tras ser amnistiado en 1951, regresó a Francia y se instaló en un suburbio de París. Fue un escritor
innovador y el autor de una obra maestra,
pero sus ideas políticas aberrantes fueron
un obstáculo definitivo para su reconocimiento. Si bien escribió y publicó otras novelas en las que también domina el tema de
los horrores de la guerra (como De un castillo a otro y Normance), nunca pudo superar
al Céline de Viaje al fin de la noche y Muerte a crédito.
Destouches trabajó como médico hasta el
1º de julio de 1961, día en que murió como
consecuencia de un accidente cerebro vascular.
En el año 2011 se cumplen cincuenta años
de su muerte, pero el gobierno francés ha
evitado todo recordatorio. Según Fernando
Savater, aunque sea humanamente imposible rendirle homenaje a Céline, literariamente resulta difícil no hacerlo, ya que su
obra es única e insustituible en la literatura
del siglo XX. Para Mario Vargas Llosa, este
escritor fue probablemente el más importante dentro de Francia después de Proust.
Lisiado de guerra, médico de pobres, escritor maldito, condenado a muerte, prosista rabioso y visceral, presidiario enfermo,
misántropo, viajero, antibélico obsesivo,
escoria política, cronista del infierno, extraordinario novelista, todo eso fue LouisFerdinand Auguste Destouches-Céline en
su propio viaje al fin de su noche. •
Bibliografía
1. Céline LF. Semmelweis. Marbot, Barcelona, 2009.
2. Céline LF. Cartas de la cárcel. Lumen, Barcelona, 2006.
3. Céline LF. Viaje al fin de la noche. Edhasa, Buenos Aires,
2006.
4. Céline LF. Normance. Fantasía para otra ocasión II. Lumen, Barcelona, 2000.
5. Céline LF. Guignol’s band. Lumen, Barcelona, 2006.
6. Céline LF. De un Castillo a otro. RBA, Barcelona, 2010.
7. Russo E. Confesiones de escritores narradores 1. El Ateneo,
Buenos Aires, 1996.
8. Savater F. “Céline, intratable”, El País. España 28 de junio de 2011.
9. Vargas Llosa M. “Los réprobos”. El País. España, 30 de enero de 2011.
10. Vargas Llosa M. “La larga noche de los réprobos”, La Nación. Argentina, 5 de febrero de 2011.
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
14 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
ENFERMOS FAMOSOS
Año
Año55--Nro.
Nro.17
17 [Diciembre
[Diciembre2011]
2011] 15
Por Dr. Juan Cruz de Pablo Pardo
Dr. Juan Cruz de Pablo Pardo
Médico de Planta
Diagnóstico Médico
SALVADOR DALÍ
Salvador Domingo Felipe Jacinto Dalí y Doménech nació en Figueras (Girona)
el 11 de mayo de 1904 en el seno de una familia burguesa. Su padre, Salvador
Dalí y Cusí, era un abogado librepensador y republicano, y su madre, Felipa
Doménech, una católica ferviente. Ella sería quien alentaría los intereses
artísticos de su hijo.
Revista
Revista
DMDM
MDMD
- Ciencia
- Ciencia
y Cultura
y Cultura
Médica
Médica
- Diagnóstico
- Diagnóstico
Médico
Médico
- www.diagnosticomedico.com
- www.diagnosticomedico.com
16 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
C
on grandes recursos para el escándalo, este genio egocéntrico, extravagante y contradictorio nos ha
dejado cuadros increíbles, joyas y todo un
mundo personal.
Salvador Domingo Felipe Jacinto Dalí y
Doménech nació en Figueras (Girona) el 11
de mayo de 1904 en el seno de una familia
burguesa. Su padre, Salvador Dalí y Cusí,
era un abogado librepensador y republicano, y su madre, Felipa Doménech, una católica ferviente. Ella sería quien alentaría
los intereses artísticos de su hijo.
Al igual que otros genios del arte, como
Ludwig van Beethoven o Vincent van Gogh,
Salvador llevaba el nombre de su hermano
mayor, muerto prematuramente en agosto de 1903. Esta circunstancia no sólo marcó su infancia, sino también su comportamiento ulterior: sus padres comparaban en
todo momento al Salvador vivo con el ausente y esto implicó un gran desafío para
él. “Yo nací doble, con un hermano de más,
que tuve que matar para ocupar mi propio
lugar, para obtener mi propio derecho a mi
propia muerte”, dijo en una ocasión Dalí.
Pero además, hubo otro hecho determinante en la vida del artista: su padre creía
que la muerte del primer hijo era consecuencia de alguna enfermedad contraída durante sus aventuras de soltero, por
lo que tuvo la ocurrencia de dejar al alcance del niño un libro sobre patología médica
con unas aterradoras fotografías que mostraban las devastadoras secuelas de las enfermedades venéreas. Así, intentaba prevenir al pequeño Salvador de los peligros que
conllevaban las relaciones sexuales. Esto
explicaría su impotencia, la frenética entrega al onanismo sustitutivo, la proliferación de formas flácidas y muletas en sus
obras, y el impulso a autorretratarse como
El gran masturbador.
Salvador Dalí
en Un perro andaluz (1929) y La edad de oro
(1930), dos películas fundacionales para el
cine surrealista cuyos guiones fueron escritos por el propio Dalí y el director aragonés
Luis Buñuel.
Es por esta época cuando Salvador empieza a forjar su verdadera personalidad, payasa y conflictiva, digna para quien quiera
perder su tiempo en un severo estudio psicoanalítico. Sus rasgos se vuelven estrambóticos y no acepta regla alguna: quiere ser
el centro de atracción.
Siguiendo los consejos de Ramón Pichot,
su padre lo envía a clases de pintura con el
maestro Juan Núñez y, al año siguiente, expone sus dibujos al carboncillo en la casa
familiar.
En 1922, su padre contrae matrimonio con
la hermana de su difunta esposa y Salvador
abandona su Cataluña natal. Se traslada a
Madrid para instalarse en la célebre Residencia de Estudiantes. Allí, ya vivían los
que serían sus mejores amigos: Pepín Bello, Luis Buñuel y Federico García Lorca. Su
extraordinaria apariencia, su pelo largo, la
capa que arrastraba hasta los pies, la corbata desproporcionadamente grande y las
polainas al estilo de los artistas victorianos
hicieron que el grupo lo adoptara, en un
principio, casi como una mascota.
Ya establecido en la capital española, ingresa a la Real Academia de Bellas Artes de San
Fernando, pero en 1923 se lo acusa de ser el
cabecilla de una protesta estudiantil y termina siendo expulsado por un año. Si bien
reanuda su formación académica, en 1926
la termina abruptamente: antes de sus exámenes finales, afirma que en la Academia
no hay nadie en condiciones de evaluarlo y
lo echan.
Salvado
Por deseos de su padre (a quien no le gustaba la enseñanza religiosa), Dalí fue a la escuela pública del maestro Traiter. Allí, tuvo
una experiencia desastrosa y continuó sus
estudios en el Colegio Hispano-Francés de
la Inmaculada Concepción. Sin embargo,
en esta institución sus compañeros lo convirtieron en el eje de las burlas.
Su educación secundaria en el Colegio de
los Maristas tampoco fue mejor. De hecho,
esa orden religiosa fue objeto de escarnio
El 6 de febrero de 1921 el joven Dalí recibe
un duro revés: su madre muere de un cáncer de mama. “Fue el golpe más fuerte que
he recibido en mi vida. Su pérdida la sentí como un desafío y resolví vengarme del
destino esforzándome en ser inmortal”,
dijo en una oportunidad.
Para ese año, Dalí ya había realizado su
primera exposición personal en la Gale-
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 17
ría Dalmau de Barcelona y tanto Picasso
como Miró habían empezado a interesarse
por sus trabajos. Liberado de la educación
formal, Salvador decide realizar su primer
viaje a París, donde conocerá en persona a
Pablo Picasso.
En 1928 se instala en la capital francesa y
entra en contacto, a través de Joan Miró,
con el grupo que lidera el poeta André Breton. Su trabajo no sólo fue fundamental para el desarrollo del surrealismo, sino
que, además, es considerado el creador del
método paranoico – crítico (Dalí, bajo los
fundamentos de Freud, pensaba que él tenía una forma de paranoia "crítica", voluntaria y controlada). Sin embargo, a pesar de
ser una figura clave dentro del movimiento,
el propio Breton, años más tarde, lo termina expulsando del grupo bajo la acusación
de coquetear con los fascismos, hacer gala
de un catolicismo delirante y sentir una pasión desmedida e irrefrenable por el dinero.
El gran masturbador.
Para finales de los años 20, Dalí padecía
frecuentes ataques de risa histérica que lo
llevaban al borde de la locura. No obstante,
en el verano de 1929, en Cadaqués, conoce
a Gala (Helena Diakonoff) y a su marido, el
poeta Paul Éluard. Desde ese momento, la
relación entre Salvador y ella se hizo inquebrantable. Gala no sólo se convirtió en la
amante, amiga, musa y modelo, sino también en una persona decisiva para la salud
psíquica y el equilibrio personal del pintor.
“No me he vuelto loco porque ella ha asumido
mi locura”, decía Dalí.
Su padre se oponía al romance con Gala y
condenaba los vínculos de su hijo con los
artistas surrealista por considerarlos, como
buena parte de la opinión pública, elementos tendientes a la degeneración moral.
Esta tensión no hizo más que aumentar y
sólo culminó con un enfrentamiento personal. En París, Dalí expuso un lienzo con
la representación del Sagrado Corazón de
Jesucristo y la siguiente inscripción: “En
ocasiones, escupo en el retrato de mi madre para entretenerme”. Su padre, al verlo, lo instó a retractarse públicamente, pero
él se negó, aludiendo que era un deber iniciático surrealista renegar de su familia, su
tierra y todas sus creencias. Ante esta situación, el padre terminó desheredándolo y le
prohibió regresar a Cadaqués.
Salvador y Gala.
quebrajamiento en la relación con García Lorca y Buñuel. La mayor tensión con
el poeta español se produjo en el verano de
1929 cuando, con toda probabilidad, existió un intento de posesión física por parte
de éste. Al respecto, Dalí escribiría: “Él era
pederasta, como es bien sabido, y estaba locamente enamorado de mí”. En el caso de
Buñuel, el conflicto se desencadenó a partir
de una disputa por los créditos de Un perro
andaluz y La edad de oro.
or Dalí
A la ruptura familiar, le sobrevino un re-
Ya en la década del 30, Dalí era un personaje famoso. Pese a las bravatas de Breton,
Salvador, más que un marginado del movimiento, se consideraba el único y más ge-
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Castillo de Pubol.
18 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
nuino exponente. De hecho, en el ’31 expuso una de sus obras más célebres, “La
persistencia de la memoria”, y la revista
Time le dedicó su portada el 14 de diciembre de 1936.
En 1938, conoce a Sigmund Freud, el gran
inspirador de la estética surrealista. Tras el
encuentro, el padre del psicoanálisis anotó en su diario: "Hasta entonces me sentía tentado de considerar a los surrealistas,
que aparentemente me han elegido como
santo patrón, como locos integrales (digamos al 95%, como el alcohol puro). Aquel
joven español, con sus espléndidos ojos de
fanático e innegable dominio técnico, me
movió a reconsiderar mi opinión".
Desde 1940 a 1948, movilizado por la Segunda Guerra Mundial, Dalí vive en los
Estados Unidos junto a Gala. Allí, da conferencias, diseña joyas y trabaja para los
estudios de Hollywood, donde conoce a
los hermanos Marx, a Alfred Hitchcock y
a Walt Disney. Con ellos planea diferentes
proyectos; pero además, en su estadía, realiza campañas publicitarias para prestigiosas revistas como Vogue (una de las grandes
promotoras de la integración entre surrealismo y cultura de masas).
Casa de Dalí Portlligat.
Salvador Dalí.
En 1948, Dalí regresa a España y se instala en Port Lligat, en la Costa Azul. Allí,
sorprendiendo de nuevo a todo el mundo,
se declara no sólo profundamente católico, sino también partidario del régimen de
Francisco Franco.
Para finales de la década de 1940, empieza
su etapa mística y nuclear, influida quizás
por la conmoción causada por la bomba de
Hiroshima. Ésta se caracteriza por el tratamiento de temas religiosos y un especial interés por los progresos relacionados con la
fusión nuclear y los avances científicos de la
época. En 1951, pone en circulación el “Manifiesto Místico”, un documento oscuro y
confuso (como casi todo lo suyo), que viene a confirmar el distanciamiento del surrealismo que se venía dando en su pintura. Esta publicación, además, coincide con
la presentación de su famoso cuadro: “El
Cristo de San Juan de la Cruz”.
En 1964 publica Diario de un genio, en el que
da testimonios sobre el átomo, la estructura del ADN y las nuevas tendencias geométricas y matemáticas. En un fragmento de
su autobiografía, dice: "Este libro va destinado a probar que la vida cotidiana de un
genio, su sueño, su digestión, sus éxtasis,
sus uñas, sus resfriados, su sangre, su vida
y su muerte son esencialmente diferentes
a los del resto de la humanidad. Este libro
único es, pues, el primer diario escrito por
un genio".
En las décadas de 1960 y 1970, Dalí aumenta su inclinación por la historia, la ciencia
y la holografía. Ésta le ofrece nuevas perspectivas en su constante búsqueda del dominio de las imágenes tridimensionales.
A su vez, en los años setenta, Salvador crea
e inaugura el Teatro-Museo Dalí de Figueras, donde se encuentra expuesta una importante colección de su obra. La muestra
abarca desde los inicios y las creaciones su-
Chupa Chups.
rrealistas hasta los cuadros de su última
etapa.
Durante este tiempo, el artista español se
sometió a un tratamiento por un cáncer de
piel. Al parecer, los honorarios del médico
dermatólogo Edmund Klein eran pagados
con dibujos que Dalí hacía especialmente
para él. Hace poco, en el 2009, estos originales se encontraron en una caja de seguridad.
Salvado
La enorme popularidad que logró el pintor en su madurez se nota en sus otras actividades “extra-artísticas”. En 1968, grabó
un anuncio televisivo para la marca de chocolate Lanvin y, un año después, rediseñó
el logo del clásico chupetín español Chupa Chups. Además, trabajó como respon-
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 19
La Persistencia de la memoria.
Salvador Dalí.
Ballerina in a deaths head (Dalí).
sable creativo de la campaña publicitaria
de Eurovisión y también fue, por esos años,
cuando se le concedió la máxima distinción
española: la Gran Cruz de Isabel la Católica.
Para la década del 80, el estado de Dalí era
lamentable. Los constantes temblores que
sufría en su mano evidenciaban un probable progreso de la enfermedad de Parkinson. A esto, se sumó la muerte de Gala el 10
de junio de 1982. Con su fallecimiento, el
artista perdió cualquier entusiasmo por la
vida y se refugió en el castillo medieval de
Púbol que le había regalado a su musa. Ese
mismo año el rey Juan Carlos I le concedió
el título de Marqués de Púbol.
quemaduras. Parece que las enfermeras,
cansadas de que el anciano las llamara "putas", desconectaron la alarma y no escucharon sus pedidos de auxilio. De casualidad,
Robert Descharmes, su secretario privado,
había pasado la noche en el castillo y pudo
rescatarlo. Luego de ser operado y pasar
siete semanas de internación, Dalí se mudó
a su museo en Figueras.
en el Hospital Comarcal de Figueras como
consecuencia de una insuficiencia cardíaca
asociada a una neumonía.
"El payaso no soy yo, sino esta sociedad
monstruosamente cínica y tan puerilmente inconsciente, que juega al juego de la seriedad para disimular su locura. No lo repetiré bastante: yo no estoy loco. Mi lucidez
ha alcanzado un nivel de calidad y de concentración que no existe en este siglo. Ninguna otra personalidad más heroica y más
prodigiosa; excluyendo a Nietzsche (y repito, murió preso de la locura), no se encuentra un equivalente en los otros. Mi pintura es testimonio de ello", dijo Dalí sobre sí
mismo. •
or Dalí
Pero además, en 1984 un incendio fortuito en su dormitorio le provocó una serie de
En 1986 aceptó ser fotografiado para la revista Vanity Fair llevando la Gran Cruz de
Isabel, una virgen y el tubo nasal por el que
fue alimentado durante cuatro años. Al año
siguiente, sin embargo, cayó en una extrema depresión de la que nunca más salió.
Salvador Dalí murió a los 84 años, un lunes 23 de 1989, a las 10.15 de la mañana
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
MOSAICOS PORTEÑOS
20 Año 5 - Nro. 16 [Septiembre 2011]
Por Dr. Luis Alposta
Acerca del alcohol y la droga. En los títulos de algunos tangos
E
ntre las muchas historias sobre drogas y drogadictos que ha habido en el mundo, está la que
nos cuenta que, en la tarde de un lluvioso domingo, un joven entró en una botica de la londinense calle Oxford y adquirió un frasquito de tintura de opio para calmar su dolor de muelas. Fue así como comenzó para Thomas De Quincey un hábito que habría de atormentarlo la mayor parte de su vida.
El uso prolongado de la droga traería consigo otros efectos: lóbregas visiones, horribles pesadillas
y períodos de postración física y mental. De tales experiencias, De Quincey extrajo su obra clásica,
Confesiones de un opiómano inglés.
Entre nosotros, Mario Tesler, alguien que ya nos tiene acostumbrados a la hondura y seriedad de sus
trabajos, sin tener que pasar por igual trance escribió un diccionario referente al mundo del alcohol
y las drogas que no deja lunfardismo a cuento sin registro.
Y alcohol y drogas no sólo han generado patologías, marginalidad, miserias, dólares y delitos, sino
también palabras, modismos y hasta títulos de memorables tangos. Entre otros, recordemos “Whisky” de Marcó, “El encopado” de Dizeo, “La cocaína” de Alcázar, “Morfina” de López García, “Metele
morfina” de Belloc, “El opio” de Canaro y “Los dopados” o “Los mareados” de Cobián y Cadícamo. •
Acerca del achaque
E
l lenguaje médico, como tantos otros, ha tenido sus oscilaciones a través del tiempo. Hubo una época en que se usaba
el griego y otra en la que gobernó el latín. Pero en el pueblo
(y con el lunfardo de por medio) hay palabras que nacen con la espontaneidad de un estornudo y que, dentro de una aparente sinonimia, nos
ofrecen diferentes matices que el médico debe saber interpretar. Por
ejemplo, no es lo mismo el paciente que dice estar “palmado” o que tiene “una palma bárbara” -refiriéndose en general a lo que el médico conoce por astenia o cansancio- que aquel otro que se siente “chacado” o “achacado” – aludiendo a que se siente realmente enfermo-. Y
no hablemos del que está “fundido” porque, en este caso, el diálogo sería entre familiares.
Y en este punto es donde reparo en las reales sinonimias: “chacado” o
“achacado” también significa asaltado, robado, afanado; “fundido”,
en su primera acepción, quiere decir insolvente, el que lo ha perdido todo; y “palmado” es lisa y llanamente el que no tiene un mango y está “en la palmera”.
A todo esto, me pregunto por qué los médicos ahora estudian tanta estadística, investigación operativa y cuadros de insumo-producto, mientras que los economistas, afanándose y ufanándose, siguen sin percatarse de que los únicos que cuentan son, precisamente, los
achacados, los fundidos y los que están en la palmera. Y el que así no lo crea, que arroje la primera moneda.•
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 21
Acerca de Los Wawancó
Año 1955.
Las universidades argentinas albergaban a cientos de estudiantes que llegaban de toda América Latina.
A Carlos Cabrera y a Mario Castellón los conocí en el bar Los Estudiantes, de la calle Córdoba 2234. Al
lado estaba el kiosco de Mario, “el librero” que nos vendía libros y “apuntes”. Estudiábamos Medicina.
Preparar los exámenes en el café era entonces algo común.
Fueron los días en que nacieron Los Wawancó.
El grupo original, un sexteto con requinto, guitarras, percusión y voces, estaba integrado por Carlos
Cabrera, de Perú; Enrique Salazar, Rafael Aedo y Hernán Rojas, de Colombia; Sergio Soler, de Chile; y
Mario Castellón, de Costa Rica.
Todos estudiantes. El único que se recibió fue el chileno.
En el patio de mi casa de Villa Urquiza tocaron más de una vez. En cumpleaños (uno de ellos fue el de
mi madre) y en algún que otro “asalto” al que se sumaban los vecinos.
Después llegó el debut en el restaurante bailable Tom y Jerry, en Vicente López.
Con Carlos Cabrera preparábamos
Anatomía Patológica (1958).
Durante la primera noche, en la que estuve presente, sólo cuatro parejas se animaron al baile. Al mes, el local estaba lleno y su dueño,
Francisco Trimboli, un ex integrante de la selección argentina de waterpolo y graduado en Química en la Universidad de La Plata, estaba
feliz porque le quitaba la clientela a Las Brujas, el bar que estaba enfrente y en el que tocaban orquestas de tango y jazz.
Hoy los evoco y, gracias a la magia del disco, vuelvo a escuchar la voz de Hernán Rojas, “el máximo”, cantando “El pescador”.
EL EXTRANJERO
Libros y Cine del Mundo
Olleros 4128 - 4554-8999
elextranjerolibrerí[email protected]
www.librosycine.com
Martes a Sábado de 12 a 19 horas
Servicio de entrega a domicilio dentro de Capital Federal
Envíos al interior por Correo Argentino
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
22 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
GALERÍA DE PREMIOS NOBEL
DE MEDICINA
Por Dr. Juan Enrique Perea
La activación de
nuestro sistema
inmune
E
ste año, la mitad del Premio Nobel
de Medicina ha sido concedida a los
científicos Bruce A. Beutler y Jules
A. Hoffmann por sus hallazgos sobre la activación de la inmunidad innata y la otra
mitad fue otorgada al científico Ralph M.
Steinman por el descubrimiento de la célula dendrítica y su rol en la adaptación inmunitaria. Sus estudios han aportado un
conocimiento crítico sobre la respuesta inmunológica que desarrollan los hombres y
los animales al ser atacados por microorganismos.
Mientras Beutler (Fig. 1) y Hoffmann (Fig.
2) encontraron un receptor que puede reconocer a los microorganismos y activar el
sistema inmune innato, Ralph M. Steinman (Fig. 3) descubrió las células dendríticas del sistema inmune y su capacidad
para activar y regular la inmunidad adaptativa (última etapa del sistema durante la
cual los microorganismos son separados
del cuerpo). Ambos hallazgos no sólo han
revelado cómo se activan las fases innatas
y adaptativas de la respuesta inmune, sino
que, además, han abierto nuevas oportunidades epistemológicas en la prevención y
tratamiento del cáncer y las enfermedades
infecciosas e inflamatorias.
Si bien vivimos en un mundo peligroso en el que somos continuamente atacados por bacterias, virus, hongos y parásitos, afortunadamente estamos equipados
con un complejo y efectivo sistema de defensa constituido por dos líneas. La primera es la inmunidad innata, que bloquea el
asalto inicial del microorganismo mediante su destrucción y el desarrollo de la inflamación. Si el microorganismo atraviesa esta primera línea de defensa, se pone en
acción la segunda: la inmunidad adaptativa. En ésta, actúan las células T y B, produciendo anticuerpos capaces de matar a las
células que han sido infectadas por el mi-
croorganismo. Finalizado con éxito el combate contra el asalto infeccioso, el sistema
inmune adaptativo mantiene una memoria
inmunológica que asegura una respuesta
más rápida y poderosa ante un nuevo ataque del microorganismo. De todos modos,
aunque nos protegen de la agresión externa, las dos líneas encierran un riesgo: si
moléculas endógenas activan inadecuadamente el sistema, se desarrolla una enfermedad inflamatoria.
Los sensores de la inmunidad innata
En 1966 Hoffmann y sus colaboradores,
trabajando en Estrasburgo, publicaron en
la revista Cell el mecanismo mediante el
cual la mosca de la fruta combate las infecciones. El objeto de su estudio fueron moscas que presentaban mutaciones de diferentes genes, incluyendo un gen llamado
Toll. Ellos comprobaron que, cuando estos insectos con mutación del gen Toll eran
puestos en contacto con bacterias y hongos,
morían sin poder defenderse de la agresión
de los microorganismos. Así, concluyeron
que el producto de este gen estaba involucrado en el reconocimiento de microorganismos patógenos y que la activación Toll
era necesaria para una defensa efectiva
(Fig. 4).
Por su parte, en el Southwestern Medical
Center de Dallas, Beutler investigó el receptor que podía unirse a la lipopolisacaridasa bacteriana (LPS) y causar un shock
séptico (condición en la que existe sobreestimulación del sistema inmune). En 1998,
él y sus colaboradores descubrieron que
un ratón resistente a la LPS tenía una mutación muy similar al gen Toll de la mosca
de la fruta. Así, el receptor Toll resultó ser
el receptor LPS: cuando el receptor Toll se
une a LPS, se activa el sistema que causa inflamación y, si las dosis de LPS son excesi-
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Fig. 1: Prof. Bruce A. Beutler.
Fig. 2: Dr. Jules A. Hoffmann.
Fig. 3: Dr. Ralph M. Steinman.
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 23
Los trabajos de Steinman (quien falleció
pocos días antes del anuncio del Premio
Nobel) han permitido a otros científicos
estudiar cómo el sistema inmune adaptativo decide si debe o no ser activado cuando toma contacto con una u otra sustancia.
Se ha demostrado que señales que comienzan en la respuesta inmune innata y que
son censadas por las células dendríticas
controlan la activación de células T. Así, la
combinación de ambos sistemas hace posible que el sistema inmune reaccione contra
microorganismos patógenos, mientras evita atacar a las propias moléculas.
Fig. 4: La imagen publicada por Jules A. Hoffman muestra una Drosophila muerta que sucumbió a la infección por A.
Fumigatus, cubierta de hifas (Cell. 1996; 86:973-83).
Fig. 5: Trabajo original de Ralph M. Steinman. Fotografías de células dendríticas
(The Journal of Experimental Medicine. 1973; 137:1142-62).
vas, se produce un shock séptico. Estos hallazgos demostraron que los mamíferos y la
mosca de la fruta utilizan moléculas similares para activar el sistema inmune innato
ante microorganismos patógenos. ¡Por fin
se habían descubierto los sensores de la inmunidad innata!
Tanto los descubrimientos de Hoffman
como los de Beutler han hecho posible abrir
múltiples vías de investigación sobre la inmunidad innata. Se han identificado varios
receptores Toll, cada uno de los cuales reconoce diferentes moléculas de los microorganismos. Las mutaciones de los genes que
codifican los receptores Toll pueden incre-
La célula dendrítica y su rol en la adaptación inmunitaria
En 1973, en la Rockefeller University de
Nueva York, el canadiense Ralph M. Steinman descubrió en el tejido linfático periférico un nuevo tipo de célula a la que llamó
dendrítica. Creyendo que podía ser importante para el sistema inmune, comenzó a
estudiar su posible acción activadora sobre
los linfocitos T (células que ejercen un rol
central en la inmunidad adaptativa) y demostró que la presencia de células dendríticas produce una viva respuesta de las células T a distintos tipos de sustancias. Esto
es, que su función es la activación de las células T (Fig. 5).
Gracias a esta serie de descubrimientos hoy
sabemos cómo se dispara la activación del
sistema inmune y de qué manera se comunican los sistemas innatos y adaptativos. A
su vez, estos conocimientos no sólo promoverán el desarrollo de nuevas vacunas contra infecciones, también contribuirán a encontrar la forma de estimular al sistema
inmune para que ataque a las células tumorales. Además, nos ayudarán a comprender cómo nuestro sistema inmune puede
atacar a nuestros propios tejidos y colaborarán en la evolución de nuevos tratamientos para diversas enfermedades inflamatorias. •
Tanto los
descubrimientos de
Hoffman como los
de Beutler han hecho
posible abrir múltiples
vías de investigación
sobre la inmunidad
innata.
Se han identificado
varios receptores Toll,
cada uno de los cuales
reconoce diferentes
moléculas de los
microorganismos.
mentar el riesgo a padecer infecciones o
enfermedades inflamatorias crónicas.
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
EPÓNIMOS MÉDICOS
24 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
Por Prof. Dr. Alfredo E. Buzzi
Thomas Hodgkin
En 1801, el francés François Xavier Bichat (1771-1802) lanzó el "programa
anátomo-clínico". Según él, la medicina alcanzaría rigurosidad científica cuando
se estableciera una relación entre la observación clínica de los enfermos y
las lesiones anatómicas descubiertas en la autopsia. Los síntomas debían
subordinarse a las lesiones, que eran el fundamento de la ciencia y práctica
médicas. Éste era el comienzo de una fecunda "escuela anátomo-clínica" en
Francia que tendría como representantes a Jean N. Corvisart (1755-1821),
René T. Laënnec (1781-1826), Pierre A. Louis (1787-1872) y Jean Marie Charcot
(1852-1893). La mentalidad anatomoclínica se introdujo en Inglaterra en
el Hospital St. Guy’s y Thomas Hodgkin fue uno de sus impulsores junto a
Richard Bright (1789 - 1858) y Thomas Addison (1793-1860).
Epónimos asociados:
Enfermedad de Hodgkin: una forma maligna del linfoma.
Paragranuloma de Hodgkin: una forma más benigna de la enfermedad de Hodgkin.
Sarcoma de Hodgkin: una forma más invasiva de la enfermedad de Hodgkin
Sonido de Hodgkin-Key: un fenómeno auscultatorio típico de la insuficiencia valvular aórtica.
Su vida
T
homas Hodgkin nació el 17 de agosto de 1798 en Pentonville, un pueblo
al norte de Londres. Fue el tercer
hijo de John y Elizabeth Hodgkin (17681833) y, como bebé prematuro, requirió
cuidados permanentes de sus padres.
Si bien nunca fue físicamente robusto y
mostraba síntomas ocasionales de una enfermedad intestinal (que lo acompañaría
toda su vida), llegó a ser un hombre de actividad infatigable y con una energía aparentemente sin límites.
La familia de Hodgkin era cuáquera. Es decir, pertenecían a una comunidad religiosa
disidente: la Sociedad Religiosa de los Amigos, fundada en Inglaterra por George Fox
(1624–1691). Aunque ellos mismos se denominaban “amigos”, el pueblo les decía
“quakers” o “tembladores” (quake significa
temblor en inglés), ya que en sus reuniones era común que temblaran en silencio.
De todos modos, este estremecimiento era
interno y casi imperceptible a los ojos.
Su infancia quedó fuertemente marcada
por la fe y el estilo de vida de los cuáqueros. El baile y la lectura de novelas estaban
prohibidos y los niños eran criados para
desarrollar sus actividades en silencio. No
obstante, Thomas y su prima coetánea, Sarah Adler, compartieron aquellos primeros
años y enseguida se enamoraron. A pesar
de que su amor duró 35 años, nunca pudieron casarse porque su credo prohibía el
matrimonio entre primos.
De adulto, Hodgkin mantuvo el estilo de
vida de su niñez: vestía de negro con un pañuelo blanco en banda en el cuello, sin corbata ni botones de colores, y su hablar era
directo y extremadamente respetuoso.
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Thomas Hodgkin (1798-1866).
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 25
Estudió con profesores particulares y su
padre le enseñó inglés (composición y caligrafía), matemáticas y griego. Un instructor galo, a su vez, colaboró con el latín y el
francés. Más tarde, en sus viajes, aprendería italiano y alemán.
En 1816 se enroló como aprendiz de boticario y, al año siguiente, escribió un documento de 100 páginas, titulado “Ensayo
sobre la promoción de la civilización”, en
el que apoyaba la protección de los pueblos
indígenas en todos los continentes y promovía sus derechos, una mejor calidad de
vida y la defensa de su cultura y educación
para facilitar el progreso. Estas ideas resultarían muy importantes en el desarrollo futuro de su carrera académica.
En 1819 se incorporó como pupilo de médico al Guy's Hospital de Londres y, un año
después, se transformó en estudiante perpetuo. Esto le otorgaba el privilegio de regresar por instrucción en cualquier momento. Si bien los alumnos de este hospital
eran reconocidos por su conducta desordenada, es poco probable que Hodgkin participara de estas actitudes.
El Guy’s Hospital fue construido por Thomas de Guy entre 1720 y 1724 detrás del
St. Thomas Hospital (hoy ambos hospitales
constituyen una misma unidad administrativa). La buena reputación de esta institución, en cuanto a la educación médica,
se debía a la Sociedad de Informe Clínico
(Clinical Report Society), ya que allí los estudiantes repasaban las lecciones aprendidas
en la investigación práctica y cerca de la enfermedad, junto a la cama del paciente. La
fama radicaba en el concepto (por entonces
novedoso) de que el cuidado de los pacientes y la enseñanza de la medicina eran inseparables.
En 1820, Hodgkin continuó su educación
médica en Edinburgo. Por aquella época,
esta institución era la mejor escuela de medicina de Gran Bretaña, con profesores de
renombre que habían desarrollado nuevas
técnicas de enseñanza basadas en la observación, experimentación y práctica. Allí,
nació la idea de asociar una escuela de medicina con un hospital. En Edinburgo, la
integración de la instrucción clínica junto
al enfermo y la enseñanza de las disciplinas
básicas (como anatomía, química, botánica, patología y fisiología) eran comparativamente más sencillas de implementar que
en Oxford o Cambridge, donde el sistema
impedía tales innovaciones. En estas últimas, la enseñanza era fundamentalmente teórica con una fuerte tendencia a la discusión filosófica de textos antiguos griegos
y latinos. Las clases eran pasivas y no había
enseñanza clínica. De hecho, muchos estudiantes ingleses migraban a otras escuelas
de medicina como Leyden, Padua, Montpellier o Bologna.
No obstante, en las cartas a sus padres,
Hodgkin calificaba de aburridas e impuntuales a la mayoría de las conferencias a las
que asistía en Edinburgo.
George Fox (1624–1691), fundador de la
Sociedad Religiosa de Amigos.
Sus miembros son conocidos como cuáqueros.
En 1821 viajó a París, donde estuvo casi un
año, para conseguir experiencia adicional.
Los médicos franceses no observaban a los
pacientes, sino que hacían un examen físico (percusión y auscultación) y estudiaban
la anatomía patológica y la estadística. Los
estudiantes acompañaban a los médicos y
cirujanos de la sala al auditorio e intentaban correlacionar los hallazgos clínicos con
lo que se encontrarían en la autopsia.
Uno de sus maestros en París fue René
Laënnec (1781-1826), el inventor del estetoscopio. Dado que muchos estudiantes no
entendían el francés, el maestro les hablaba en latín. Laënnec menciona a Hodgkin
en el prefacio de la segunda edición de su
Traité de la auscultation médiate por haberse destacado en el seguimiento de sus enseñanzas sobre el estudio del estetoscopio
(por entonces de madera).
Efectivamente, al regresar a Inglaterra, en
1822, Hodgkin presentó su trabajo sobre el
uso del estetoscopio en la Guy's Physical Society, pero el instrumento fue recibido con
escepticismo. A él, se le atribuye la introducción de este instrumento en Londres y
el resto de Inglaterra, y fue su amigo William Stroud (1789-1858) quien desarrolló
el estetoscopio flexible en 1832.
El Guy’s Hospital de Londres. Arriba,
en tiempos de Hodgkin.
Estetoscopio del tipo de Laënnec,
usado por Hodgkin.
Hodgkin se graduó de médico en 1823. Su
tesis, escrita en latín y titulada “De absorbendi functione”, contenía observaciones
originales sobre los mecanismos de la función absortiva de la sangre y la linfa.
Después de su recibimiento, viajó por
Francia e Italia. Allí, conoció a una familia
rica judía llamada Montefiore. Uno de sus
miembros era Sir Moses Montefiore (17841885), un famoso filántropo que se dedicó a
defender los derechos de sus hermanos ju-
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Manuscrito del trabajo “On mediate
auscultation” (Hodgkin, 1822).
26 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
díos del mundo y a proporcionarles asistencia y apoyo. Con él, Hodgkin hizo varios
viajes por el Mediterráneo.
En 1825, de vuelta en Londres, trabajó voluntariamente en el Guy's Hospital y fue
elegido miembro del Royal College of Physicians.
The Morbid Anatomy of Serous and Mucous Membranes
(Hodgkin, 1829).
Con el apoyo de Sir Astley Cooper (18681941), un gran clínico y cirujano interesado en la patología, fue nombrado en 1825
Conferencista en Anatomía Patológica y
Curador del Museo de Patología. Fue aquí
donde comenzó su carrera como patólogo, la cual ejerció con gran entusiasmo y
originalidad. Para 1829, Hodgkin ya había
publicado un catálogo de 1677 preparados
patológicos del Museo y, en poco tiempo,
ganó reputación como “el principal patólogo de su tiempo”.
Ese año también publicó, en dos volúmenes, The morbid anatomy of serous and mucous membranes. Este libro fue su mayor
contribución a la enseñanza de la especialidad y se convirtió en un clásico de la patología moderna.
Benjamin Guy Babington (1794-1866).
En 1832 describió la enfermedad que hoy
lleva su nombre. El trabajo, titulado "On
some morbid appearances of the absorbent
glands and spleen", fue presentado a la Sociedad Médica y Quirúrgica en dos sesiones separadas, el 10 y 24 de enero de 1832,
y luego se publicó en Medico-Chirurgical
Transactions.
A comienzos de 1837 sucedieron varios hechos funestos en la vida de Hodgkin. Todo
empezó con su rechazo a la invitación para
incorporarse como fellow al Royal College
of Physicians. Su negativa se debió a que no
estaba de acuerdo con el reglamento de la
corporación.
Preparado patológico de Hodgkin (ca. 1835).
Pero además, un año antes se había creado la Universidad de Londres, de carácter liberal, y Hodgkin había sido uno de los
primeros miembros del consejo de la nueva institución (lugar que mantuvo hasta
su muerte). Ésta era la primera universidad que proporcionaba educación médicoquirúrgica integrada y tenía independencia
académica; algo que no fue bien recibido por las autoridades del Guy's. Paralelamente, en el hospital apareció una vacante
como Médico Asistente y Hodgkin se postuló. Obtener ese lugar significaba ser el
sucesor de Thomas Addison, dar clases re-
muneradas, tener más pacientes, dejar un
poco la patología para realizar más actividad clínica y obtener una posición social
más respetable.
A pesar de contar con antecedentes médicos y científicos insuperables, el comité
juzgó que Hodgkin traía consigo una carga inadecuada. Algo de esto tenía que ver
con su condición de cuáquero, su compromiso con la Universidad de Londres (que
competía con el Guy's por los estudiantes
de Medicina) y sus clases de higiene a trabajadores y pobres (algo considerado más
bien radical). Hodgkin era visto también
como un mal docente, puesto que atraía
pocos alumnos a sus clases (Patología no
era un tema muy popular y el curso era optativo). Pero además, tenía experiencia clínica limitada y su hábito de cobrar poco o
nada a sus pacientes enardecía a sus colegas. Su hábito cuáquero de decir las cosas
por su nombre, sin pelos en la lengua y criticar abiertamente a los colegas, tampoco
lo favorecía. Para colmo, había rehusado la
invitación del Royal College of Physicians.
El 6 de septiembre de 1837 el comité decidió nombrar como Médico Asistente a Benjamin Guy Babington (1794-1866). Hodgkin, entonces, renunció a su cargo de
Curador del Museo de Patología. Esta decisión puso fin, en gran medida, a su producción científica importante: la Parte I del
segundo volumen de sus Lecciones la publicó tres años después de su dimisión, pero
el material incluido era anterior a 1837. La
Parte II nunca llegó a publicarse.
Benjamin Guy Babington era un excelente
médico. No sólo fue el primero en describir la telangiectasia hemorrágica familiar
(enfermedad de Osler o síndrome de RenduOsler-Weber-Dimitri), sino que además inventó el “glotiscopio”, rebautizado "laringoscopio" (speculum laringis) por consejo
de Hodgkin. Si bien lo usó algunos años, lo
abandonó sin dejar registros; pero, Manuel
García, cantante de ópera y profesor de
canto español, lo redescubrió años después
y Babington fue reconocido como su inventor. El desarrollo y la utilización de este elemento en la práctica médica se deben, en
gran parte, al médico alemán Johann Czermak (1728-1873), considerado uno de los
fundadores de la otorrinolaringología.
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 27
Babington terminaría renunciando al
Guy’s Hospital, años después, tras un desacuerdo con el administrador. Paradójicamente, murió 4 días después que Hodgkin
y ambos obituarios salieron juntos en The
Lancet y en el British Medical Journal.
Por su parte, Hodgkin, después de su renuncia y los episodios subsiguientes, cayó
en una depresión y se dedicó a la práctica
privada. No obstante, ésta nunca fue muy
exitosa. Era tan reacio a cobrarle a los pacientes que sus amigos casi nunca lo llamaban en consulta. Una vez, después de haber estado toda la noche con un paciente
adinerado, recibió un cheque en blanco y
lo completó con la suma de 10 libras. Añadiendo más leña al fuego, dijo que el paciente no parecía ser capaz de pagar más. El
paciente nunca lo llamó de nuevo.
En junio de 1840 participó como perito en
el caso de intento de asesinato de la reina
Victoria (1819-1901). El culpable, Edward
Oxford, un chico de 18 años, fue declarado insano.
Dos años después, comenzó a trabajar como docente en el St. Thomas Hospital como Curador del Museo y Profesor de
Teoría y Práctica de la Medicina. También
daba lecciones sobre Anatomía Patológica.
En el corto tiempo que estuvo allí (un año)
aumentó el número de piezas del Museo y
creó la Sociedad de Observación Clínica y
Práctica con grupos vespertinos de discusión. Esto fue muy bien recibido, especialmente por los alumnos, pero finalmente él
y otros profesores fueron despedidos sin
mayores explicaciones. Esta situación le resultó aún más humillante que la del Guy's.
En 1850, al cumplir los 52, se casó con la ex
esposa de uno de sus pacientes: Mrs. Sarah
Scaife née Callow (1804-1875), una viuda
de Nottingham con dos hijos mayores.
En los años subsiguientes, escribió un trabajo sobre la diabetes y otro sobre la caquexia. Ambos trabajos, sus últimos aportes científicos, fueron presentados en la
Harveian Society.
Cargado de decepciones personales, Hodgkin se fue retirando de la medicina y se dedicó cada vez más a los estudios filosóficos,
geográficos y etnográficos. No sólo se ocupó en la Real Sociedad Geográfica; también
desempeñó un papel importante en la creación de la Sociedad Etnológica.
Placa conmemorativa en la casa de Hodgkin. Allí también vivió Thomas Wakley, fundador de la famosa publicación The Lancet.
En 1857, acompañó a Tierra Santa, como
médico de viaje, a su antiguo conocido Sir
Moses Montefiore. Éste fue el primero de
otros viajes en los que intentó ayudar a las
poblaciones desplazadas.
En 1866, viajó a Alejandría, vía París y Marsella, y de ahí se fueron a Jaffa. Hodgkin llegó enfermo y, el 4 de abril a las 17.15 horas,
murió de disentería a sus 68 años. Fue enterrado en el cementerio inglés de esa ciudad, donde aún hoy puede visitarse su tumThomas Hodgkin en sus últimos años.
Hospital
En 1843 estudió algunos tumores en el microscopio y desarrolló un concepto de metástasis muy cercano al actual (en el sentido de colonización de células en sitios
distantes). Un año después, se incorporó como consultor a una institución dedicada a enfermedades de la piel (Dispensary
for Skin Diseases), a la que perteneció hasta su muerte. Fue, en ese tiempo, que escribió los trabajos: "On the tapeworm as prevalent in Abyssinia", "On the staure of the
Guanchos, the extinct inhabitants of the
Canary Islands" y "On the dog as the associate of man".
Moses Montefiore (1784-1885).
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
28 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
ba. Sir Moses Montefiore construyó en el
lugar un obelisco con la inscripción: "Aquí
yace el cuerpo de Thomas Hodgkin MD de
Bedford Square, Londres. Un hombre distinguido tanto por sus logros científicos como por
sus habilidades médicas y su abnegada filantropía".
Tumba de Hodgkin en Jaffa, Israel.
Acuarela original del paciente presentado por Robert
Carswell a Thomas Hodgkin en 1828.
Una nueva enfermedad
una relación entre los ganglios linfáticos y
el bazo sólo por el aspecto anatómico macroscópico en una época en que nada o muy
poco se sabía de la función y estructura celular de estos órganos. Hoy en día, esta enfermedad se diagnostica por sus caracteres
histológicos microscópicos, pero hasta el
siglo pasado muy pocas enfermedades tenían una descripción clara, completa y definitiva.
De 1826 a 1836, Hodgkin realizó aproximadamente 100 autopsias anuales. Los médicos clínicos que trabajaron con él fueron
nada menos que Richard Bright y Thomas
Addison. Tanto las enfermedades descritas por Bright (enfermedad renal con albuminuria) como por Addison (insuficiencia
suprarrenal) corresponden a una estricta
correlación entre las alteraciones fisiológicas detectadas clínicamente y los hallazgos
anatómicos en la autopsia.
Hodgkin descubrió y describió una enfermedad en una época en que la patología
estaba recién consolidándose y no existía
el estudio microscópico. Si bien se conocía la existencia de las células vegetales, no
había un estudio acabado sobre las células
animales. De hecho, la teoría celular ni siquiera se había esbozado (la propuso Rudolf Virchow en 1858) y también se desconocía que los tejidos estaban constituidos
por células.
La enfermedad descrita por Hodgkin surge exclusivamente de los hallazgos anatómicos en la autopsia. Demostró, además de
condiciones patológicas de los ganglios linfáticos y del bazo separadamente, una condición con agrandamiento de las "glándulas absorbentes" visible en varias regiones
(especialmente en el cuello), pero mucho
más extensa en la autopsia, con compromiso concomitante del bazo, aunque sin signos de inflamación. Por otra parte, sugirió
A su vez, describió siete casos caracterizados por adenopatías y esplenomegalia (estudios ulteriores han demostrado que sólo
cuatro eran efectivamente lo que hoy se
denomina "enfermedad de Hodgkin"). Su
amigo Robert Carswell (1793-1857), que
había estado en París, le mostró unos dibujos de casos de autopsia y Hodgkin, al
ver en uno de ellos la misma condición, lo
sumó a su casuística con el número 7. Si
bien los bocetos tenían una calidad artística insuperable, él pudo reconocer la entidad con sólo mirarlos. (En el libro Pathological Anatomy. Illustrations of the elementary
forms of disease, publicado en 1838 por Carswell, se puede apreciar su nivel artístico en
44 dibujos sobre distintas entidades patológicas).
El trabajo de Hodgkin se tituló “Sobre algunos aspectos mórbidos de las glándulas
absorbentes y el bazo” ("On some morbid appearances of the absorbent glands and spleen")
y fue presentado en la Sociedad Médica y
Quirúrgica en dos sesiones separadas, el 10
y 24 de enero de 1832. Luego se publicó en
Transactions. Como en ese momento él todavía no era miembro, su trabajo fue leído por el secretario Robert Lee. A la Sociedad recién se incorporó en 1840 y fue parte
del consejo (1842 -1843), revisor de trabajos (1854- 1855) y vicepresidente de sesiones (1862- 1864).
El compromiso de los ganglios linfáticos se acompañaba de alteraciones en el
Robert Carswell (1793-1857), artista y patólogo.
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 29
bazo, pero, como estas formaciones esplénicas eran más pequeñas y menos conformadas, Hodgkin razonó que el compromiso esplénico probablemente era un efecto
posterior. Su presentación menciona otras
lesiones del bazo, especialmente un bazo
cicatrizal que atribuyó a un traumatismo
previo. Estaba de acuerdo con otros patólogos, que lo llamaron "apoplejía del bazo", y
es probable que correspondiera a un infarto esplénico.
Hodgkin notó y reconoció caracteres anatómicos similares acumulados por años y
tuvo la experiencia y habilidad para darse cuenta de que eran diferentes de cualquier entidad descrita previamente. Sin
embargo, no reclamó para sí esta primera descripción de una nueva enfermedad y,
de hecho, en su trabajo comienza diciendo:
"Las alteraciones patológicas que voy a describir son probablemente familiares para
muchos patólogos".
Efectivamente, Hodgkin estaba en lo correcto al creer que esta enfermedad debía haber sido observada por otros. Después de leer su trabajo, un amigo le envío
una nota en la que citaba un fragmento de
De viscerum structura, publicado en 1666 por
Marcello Malpighi (1628-1694). En la cita,
se describía a una niña con un bazo enfermo y adenomegalias generalizadas que se
parecían a los casos de Hodgkin. El resumen en latín luego fue incluido en su publicación, pero las ilustraciones de la anatomía patológica del caso 7, que se habían
mostrado en la lectura, quedaron afuera en
la versión impresa. Éstas habían sido prestadas para la ocasión por su amigo Robert
Carswell (1793-1857), profesor de Anatomía Patológica en el University College
Hospital de Londres.
Si bien es posible que antes que él otros ya
hubieran visto esta enfermedad, nadie la
describió con tanto detalle, correlación clínica y correlación al compromiso esplénico. El concepto de cáncer o neoplasia no estaba suficientemente desarrollado en 1832
y la terminología no se utilizaba en el sentido actual. Dado que no había signos inflamatorios, Hodgkin estaba convencido de
que se trataba de una enfermedad primaria
y no secundaria como respuesta a una inflamación desconocida. La segunda parte
de su trabajo está dedicada a siete casos de
infarto esplénico.
Hodgkin no siguió con el estudio de esta
enfermedad ni publicó nada más referente a este tema. El trabajo tampoco cautivó
la atención del ambiente médico y sólo seis
años después, en 1838, Bright lo mencionó
al pasar en una comunicación en el Guy’s
Hospital. Él la reconocía como una nueva
enfermedad de naturaleza maligna: "Hay
otra forma de enfermedad, que parece ser
de carácter maligno, aunque es distinta de
las formas más habituales de enfermedad
maligna, y que ha sido especialmente señalada por el Dr. Hodgkin como relacionada
con enfermedad extensa de las glándulas
absorbentes, en particular las que acompañan a los vasos sanguíneos". Al no citar
la referencia, poco contribuyó a difundir el
trabajo de Hodgkin. Veinticuatro años después, en 1856,
Samuel Wilks (1824-1911), que tenía en ese
momento el mismo cargo que había tenido Hodgkin, es decir, Curador del Museo y
Profesor de Patología en la Escuela de Medicina, publicó un artículo titulado: “Casos
de un peculiar agrandamiento de las glándulas linfáticas asociado frecuentemente
con enfermedad del bazo”. En este trabajo
presentó 10 casos, cuatro de los cuales eran
del museo y resultaron ser casos de Hodgkin no identificados claramente en el catálogo como de su autoría. Wilks estaba convencido de que era una entidad no descrita
hasta que leyó el artículo de Bright y luego revisó el trabajo de Hodgkin. Ahí, se dio
cuenta de que había redescubierto la enfermedad descrita en 1832. De esta manera, al
final de su trabajo, agregó: “Si hubiera sabido esto antes hubiera modificado muchas
expresiones que he usado con respecto a
cualquier originalidad de mi parte. Es sólo
de lamentar que el doctor Hodgkin haya
puesto un nombre distinto a esta enfermedad, ya que, de haberlo hecho, yo no habría
experimentado tanto tiempo la ignorancia
de una clase muy notable de casos”.
Este trabajo de Wilks tampoco contribuyó
especialmente al reconocimiento de Hodgkin. Él escribió otro caso en 1859 y luego,
en 1865, un tercero con el título: “Casos de
agrandamiento de los ganglios linfáticos y
el bazo (enfermedad de Hodgkin) con observaciones”. En este artículo sí estableció
definitivamente que la enfermedad había
sido descrita por primera vez por Hodgkin
y la planteaba como una entidad clínica definida y distintiva.
La primera descripción del linfoma
(Hodgkin, 1832).
Ganglios linfáticos abdominales del caso original N° 2
de Hodgkin (Gordon Museum, King's college).
Aspecto histológico del caso original de Hodgkin Nº2
(Gordon Museum, King's college).
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
30 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
Así, el término “enfermedad de Hodgkin” fue
utilizado por primera vez por Samuel Wilks, 33 años después de su descripción original. Si bien describió más casos, estos no
contaban con estudio microscópico. Se ha
establecido que tampoco todos sus casos
eran lo que hoy conocemos como enfermedad de Hodgkin. Otros autores comenzaron a publicar casos similares con distintos
nombres, como linfadenoma, linfogranuloma, linfoblastoma, linfomatosis granulomatosa y granuloma maligno. En 1866
apareció en alemán un trabajo con el epónimo "Hodgkins Krankheit".
Cabe señalar que Wilks realizó otras importantes contribuciones a la medicina en
el Guy’s Hospital, como la descripción de la
trichorrhexis nodosa (1852), la identificación de la colitis ulcerosa (1859), la caracterización de los síntomas mentales del alcoholismo crónico (1868) -ahora conocido
como síndrome de Korsakoff- y la descripción moderna de la myasthenia gravis (1877).
Samuel Wilks (1824-1911).
Artículo original de Samuel Wilks en el que,
por primera vez, aparece el epónimo
“Enfermedad de Hodgkin” (1865).
En la década de 1860, numerosos autores
en Francia, Alemania e Inglaterra describieron al microscopio 1 ó 2 células grandes
en pacientes con linfadenopatías y esplenomegalia sin leucemia. W. S. Greenfield
en 1878 reconoció células gigantes multinucleadas y las dibujó. Sin embargo, la descripción histopatológica definitiva fue hecha por Dorothy Reed (1874-1964) y Carl
Sternberg (1872-1935).
En 1926, los primeros estudios modernos
de Herbert Fox sobre los casos originales de
Hodgkin mostraron que los casos 2, 4, 6 y 7
eran linfoma de Hodgkin, mientras que el
caso 1 era tuberculosis, el caso 3 sífilis y el
caso 5 leucemia.
En 1970 los estudios citogenéticos señalaron que la célula de Reed-Sternberg era
aneuploide y de origen clonal. En cuanto a
la causa, desde el 1700, se pensaba que muchas enfermedades eran infecciosas, pero
esto no podía probarse. Así como Sternberg
veía que muchos casos de enfermedad de
Hodgkin coexistían con tuberculosis y creía
que ésta que era una variante de tuberculosis, Dorothy Reed pensaba que se trataba de
un proceso inflamatorio crónico.
En 1915, Buntings retomó la teoría infecciosa, suponiendo que el origen estaba vinculado a la Brucella o a bacterias productoras de gas. Por su parte, años después,
Jackson y Parker, en su libro Hodgkin’s Disease and Allied Disorders, acuñaron términos como “granuloma” y “sarcoma de Hodgkin” tras encontrar diferentes grados de
compromiso celular en muestras recogidas
durante más de veinte años. Casi dos décadas más tarde, Lukes y Butler (1966) informaron sobre la presencia de una variedad
especial de granuloma a la que llamaron
esclerosis nodular, instaurando una nueva
clasificación (en la actualidad se mantiene
con algunas variaciones).
Pese a la confusión de nomenclaturas y clasificaciones, la enfermedad de Hodgkin ha
permanecido como entidad clínico-patológica. Aún hoy existen problemas de clasificación y diagnóstico diferencial.
Los preparados originales de Hodgkin todavía se conservan en el Guy`s Hospital.
Otras contribuciones de Hodgkin
Otras actividades médicas de Hodgkin son
poco conocidas, así como también su participación en la reforma de los movimientos
sociales y humanitarios de su tiempo o sus
contribuciones en las exploraciones geográficas, la antropología y la etnología.
Ilustración de Dorothy Reed sobre las características células gigantes.
Hodgkin fue el primero en describir la insuficiencia aórtica, conocida ahora como
“enfermedad de Corrigan” en honor al médi-
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 31
co irlandés Dominic John Corrigan (18021880). Su trabajo, presentado a la Hunterian Society el 21 de febrero de 1827 bajo la
denominación de "retroversión de la válvulas de la aorta", fue publicado dos años después.
Charles Aston Key (1798-1849), uno de los
cirujanos más destacados del siglo XIX y
que también trabajaba en el Guy’s Hospital, fue quien llamó la atención de Hodgkin sobre el problema de la insuficiencia
aórtica. En ese momento, la aortitis sifilítica era la principal causa de insuficiencia
aórtica y provocaba la dilatación de la aorta ascendente, el anillo de la válvula aórtica
y, en ocasiones, la retroversión de esta válvula. Hodgkin correlacionó este soplo con
el producido por la retroversión de las valvas de la válvula aórtica vistos post mortem.
El soplo de Hodgkin-Key es un fenómeno
auscultatorio típico de la insuficiencia aórtica con destrucción de la válvula. Se trata
de un fuerte sonido diastólico que, a veces,
puede oírse a distancia y que ha sido relacionado con al ruido que produce una sierra al cortar madera o con el chillido de una
gaviota. Por este motivo, también se lo conoce como "grito de gaviota".
Hodgkin describió las características clínicas y post mortem de esta lesión, pero probablemente el hecho de haber publicado el
trabajo en dos partes y dos años después de
la descripción original minimizó su impacto. Este artículo también fue redescubierto por Wilks en 1871, pero la enfermedad ya
había sido atribuida a Corrigan en 1860 por
el francés Armand Trousseau (1801-1867).
Joseph Jackson Lister (1786-1869) -padre de Joseph Lister (1827-1912), el introductor de la antisepsia- había diseñado en
1826 el microscopio óptico más importante jamás hecho hasta entonces. Hodgkin y
Lister trabajaron juntos en el perfeccionamiento del microscopio compuesto y juntos observaron las células animales. No
sólo describieron por primera vez los eritrocitos y su forma bicóncava, sino que,
también, describieron la crenación, la tumefacción osmótica y la formación de rouleaux. Su descripción de los eritrocitos fue
la mejor hasta ese momento. Además, describieron la estructura fibrilar y estriada del
músculo esquelético y del músculo cardíaco, y la ausencia de estrías en el músculo
Joseph Jackson Lister (1786-1869)
estudió junto a Hodgkin los eritrocitos y el tejido
muscular liso y estriado.
Charles Aston Key (1798-1849) estudió con
Hodgkin la insuficiencia aórtica.
visceral (músculo liso).
En 1836 se fundó la publicación del Guy's
Hospital Reports bajo la atenta crítica de The
Lancet. En el primer número, Hodgkin publicó cuatro trabajos y durante ese año también editó el primer volumen de Lectures on
Morbid Anatomy.
Asimismo, Hodgkin fue uno de los primeros defensores de la medicina preventiva: en 1841 publicó su libro On the Means
of Promoting and Preserving Health. Para ese
entonces ya había fundado la Sociedad de
Protección de los Aborígenes para resguardar la salud, el bienestar y los derechos soberanos, legales y religiosos de los pueblos
indígenas sometidos por las potencias coloniales; y también, había participado en
diversos proyectos sobre salud pública (cólera, desnutrición), educación médica (reforma de la enseñanza de la medicina) y temas religiosos (colonización americana).
El reconocimiento a Hodgkin llegó recién
en 1966 cuando se realizó un simposio en
su memoria y un número conmemorativo del Guy's Hospital Reports. En noviembre de 1980 también se le dio el nombre de
Hodgkin a una sala de seminario en la Escuela de Medicina del Guy's Hospital en Londres.
Su hermano John lo describió como “el
campeón de todo tipo de causas perdidas, que
podría inflamarse en ira cuando se enteraba de
actos de opresión en sus protegidos y no ahorraba censura fuerte a los transgresores”. •
Bibliografía
• Abbondanzo SL. Thomas Hodgkin. Ann Diagn Pathol 2003;
7:333-4.
• Bright R. Observations on abdominal tumors and intumescence: illustrated cases of diseases of the spleen. With remarks on the general pathology of that viscus. Guy's Hospital
Reports 1838; 3:401-61.
• Cardona A, Reveiz L, Ospina E, Ramos P. Ilustraciones de la
familia Hodgkin. Revista Colombiana de Cancerología 2004;
8:55-8.
• Emerson Crosby K. Thomas Hodgkin. Medical Classics, The
Williams & Wilkins Company, Baltimore, 1937.
• James DG. Hodgkin’s tomb in Jaffa. J Med Biogr 2009;
17:122.
• González Bombardiere S. Historia de la enfermedad de
Hodgkin. Ars Medica 2001; 3: 73-84.
• Dawson P. The original illustrations of Hodgkin's disease.
Arch Intern Med 1968; 121:288-90.
• Evans A. Benjamin Guy Babington: founding president of
the London Epidemiological Society. Int J Epidemiol 2001;
30:226-30.
• Evans A. Let's not forget B. G. Babington. Lancet 2000;
356:1870.
• Hilton C. The Hodgkin family papers. Med Hist 1996;40:90–
104.
• Kass AM. Dr Thomas Hodgkin, Dr Martin Delany, and the
"return to Africa". Med Hist 1983; 7: 3–393.
• Kass EH, Carey AB, Kass AM. Thomas Hodgkin and Benjamin Harrison: crisis and promotion in academia. Med Hist
1980; 24:197–208.
• Nuland SB. The lymphatic contiguity of Hodgkin's disease: a
historical study. Bull N Y Acad Med 1981; 57:776–86.
• Rosenfeld L. Thomas Hodgkin and Benjamin Guy Babington: friendly rivals and career parallels. Bull N Y Acad Med
1986; 62:910–7.
• Rosenfeld L. Thomas Hodgkin (1798-1866): morbid anatomist and social activist. Bull N Y Acad Med 1986; 62:193–205.
• Rosenfeld L. Thomas Hodgkin and 1832: cholera, colonization, and child labor. Bull N Y Acad Med 1988; 64:184–99.
• Sakula A. Dr Thomas Hodgkin and Sir Moses Montefiore
Bart--the friendship of two remarkable men. J R Soc Med,
1979; 72:382–7.
• Sherldon P, Doe J. The development of the stethoscope. An
exhibition showing the work of Laennec and his successors.
Bull N Y Acad Med 1935; 11: 608-26.
• Stern ES. Dr. Hodgkin's relationship with his distinguished
friend and patient, Sir Moses Montefiore, Bt., F.R.S. Med Hist
1967; 11:182–5.
• Stone MJ. Thomas Hodgkin: medical immortal and uncompromising idealist. Proc (Bayl Univ Med Cent), 2005;
18:368–75.
• University College London. Art for medicine's sake. The
restoration of the drawings of Sir Robert Carswell. Disponible en: http://www.ucl.ac.uk/Library/special-coll/carswellrest.shtml (Accedido: 28 de agosto de 2011).
• Wilks S. Cases of enlargement of the lymphatic glands and
spleen (Hodgkin's disease) with remarks. Guy's Hospital Reports 1865; 11:56-67.
• Zantinga AR, Coppes MJ. Thomas Hodgkin (1798-1866):
pathologist, social scientist, and philanthropist. Med Pediatr Oncol 1996; 27:122-7.
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
32 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
EL CLUB OSLER DE
BUENOS AIRES
Por Prof. Dr. Alfredo Buzzi
WILLIAM OSLER
BIÓGRAFO E HISTORIADOR
DE LA MEDICINA
1
Prof. Dr. Alfredo Buzzi
Profesor Emérito y Decano
de la Facultad de Medicina
de la Universidad de Buenos Aires
William Osler es justamente reconocido como uno de los más grandes clínicos
de habla inglesa. Realizó descripciones originales de entidades clínicas, ahora
asociadas a su nombre, como la policitemia vera (enfermedad de VaquezOsler), la telangiectasia hemorrágica hereditaria (enfermedad de Rendu-Osler)
y los nódulos digitales de la endocarditis bacteriana (nódulos de Osler), entre
otras.
S
in embargo, sus contribuciones a la
historia de la medicina y la biografía médica son menos conocidas en
nuestro medio.
En mi caso, entré en contacto con los escritos de Osler a mediados del siglo pasado,
cuando adquirí en una librería de segunda
mano un ejemplar de Aequanimitas (Fig. 1)
traducido al castellano y publicado en los
EE.UU., en 1942, por la Editorial Blakiston
(1,2). De inmediato, a través de los ensayos
que componen este libro, caí bajo el influjo de Osler y sus altos ideales transmitidos
a los jóvenes estudiantes con un estilo encantador e inimitable.
A partir de ese hallazgo, me dediqué a la
búsqueda de todos los escritos de Osler y
de todas las publicaciones que hiciesen referencia a sus trabajos y personalidad. Así,
encontré la traducción en español de Principles and Practice of Medicine (16ª edición),
escrita por Henry Christian y publicada en
tres volúmenes por la editorial nacional
Kraft en 1948 (Fig. 2). A su vez, en un viaje a
Boston, en 1957, pude adquirir un ejemplar
de la 9ª edición escrita en inglés por Thomas McCrae en 1923 y, a mi regreso a Buenos Aires, encontré la primera edición original publicada en Edimburgo y Londres
en 1892 por Young y Pentland (Fig. 3). Una
de las publicaciones más valiosas entre sus
más importantes contribuciones originales fue publicada en 1939 por Kelly Emerson Crosby en su colección Medical Classics
1. Conferencia pronunciada el 14 de julio de
2011en el Club Osler de Londres, en la sede del
Royal College of Physicians.
Fig. 1: Aequanimitas (W. Osler, 1942) 2.
Fig. 2: Patología Médica Fundamental y Práctica
(edición argentina de Principles and Practice of
Medicine. Osler, 1948) 4.
Fig. 3: Principles and Practice of Medicine
5
(W. Osler, 1892 -1ª edición-) .
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 33
(Fig. 4). Ahí, se incluían sus descripciones
sobre las plaquetas sanguíneas (1886), la
litiasis cobedociona “en válvula” (1897), la
epistaxis recurrente familiar asociada a telanguiectasis múltiples de la piel y mucosas (1901) y la policitemia con esplenomegalia (1903).
La mejor introducción a la vocación por
la historia de la medicina y el humanismo
médico está basada en el primer libro que
Osler adquirió: Religio Medici, de Thomas
Browne (Fig. 5). Él estaba convencido de
que la historia biográfica de la medicina no
sólo ampliaba la visión cultural de quien se
interesaba en ella, sino que además, como
lo expresa en el prefacio de su libro An Alabama Student and other Biographical Essays
(Fig. 6), tenía un valor positivo en la educación médica.
De acuerdo a su punto de vista, William
Harvey (1578-1657) se había convertido en
el mentor del retorno a Galeno (130-200)
para corregir, después, sus errores anatómicos y fisiológicos; pero Thomas Sydenham (1624-1689) había sido el encargado
de volver a Hipócrates (460-377 a.C.). En
este sentido, no es casual que se lo llame el
“Hipócrates inglés”.
En lo que respecta a Osler, sería apropiado nombrarlo el “Hipócrates canadiense”.
Pero, ¿cuándo se despertó su intenso interés por la historia de la medicina? Todo indica que, al regresar de su primer viaje de
estudios por Europa, comenzó a coleccionar revistas médicas canadienses (que finalmente llegaron a la biblioteca de la Facultad de Medicina de McGill). Por esa
época, él describe, con sus propias palabras, la inclinación que sentía por las humanidades y la bibliofilia: “Sin llegar a ser
un bibliógrafo experto, sino más bien un
representante del grupo de amantes de los
libros, he tratado de realizar estudios históricos, en el medio de mi vida dedicada a
la práctica profesional y hospitalaria, para
coleccionar dos hechos: las biografías de
los grandes hombres de la ciencia y la influencia de sus libros en la promoción del
progreso del conocimiento”.
Su primer trabajo histórico, publicado y
presentado en el John Hopkins Historical Club en enero de 1895, fue “An Alabama Student” (éste fue editado, junto a otros
ensayos biográficos, en 1908 por la Oxford
University Press). En él, Osler descubre la
Fig. 4: Medical Classic (Emerson C. Kelly, 1939) 8.
Fig. 5: Religio Medici (Thomas Browne, 1682) 21.
Fig. 6: An Alabama Student and other Biographical Essays (W. Osler, 1908) 1.
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
34 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
vida del Dr. John Basset, un médico desconocido que vivió a mediados del siglo XIX
en el sur de los Estados Unidos y que, con
el propósito de perfeccionarse, se embarcó para Inglaterra en enero de 1836. Este
médico, luego de visitar Manchester, York,
Edimburgo, Londres y París, estudió en la
capital de Francia, en la Charité, con Alfred
Velpeau (1795-1867), escuchando las clases y practicando como externo. Al año de
su partida, regresó a Alabama (falleció en
1851 de tuberculosis a los 46 años). Lo destacable de este ensayo de Osler es que termina transmitiendo un mensaje: “Haber
luchado, haber hecho un esfuerzo, haber
sido fiel a ciertos ideales, eso solo justifica
el esfuerzo”.
Fig. 7: Thomas Linacre (1460-1524).
Otro de sus trabajos es sobre Thomas Linacre (1460-1524). Éste fue presentado en
mayo de 1908 y publicado como libro por
la Cambridge University Press en el mismo
año. Allí, Osler resume la vida del médico
de esta manera: “Canterbury lo vio nacer y
Oxford le brindó la educación, en 1484 fue
elegido Fellow of All Souls. Hasta que Grecia
no renació de entre los muertos, la vida y la
libertad no pudieron llegar a la mente del
hombre y constituye la gloria especial de
Linacre haber sido el restaurador del conocimiento en Inglaterra”.
De acuerdo a Osler, este hombre había sido
uno de los más distinguidos humanistas
médicos. No sólo había contribuido a erradicar la influencia de la medicina árabe,
sino que además había promovido el espíritu de Hipócrates, Galeno, Platón y Aristóteles. Linacre (Fig. 7) estudió latín y griego en Roma, pero en 1493 se inscribió en la
Facultad de Medicina de la Universidad de
Padua, donde obtuvo el título de Doctor en
Medicina (1506). Al volver a Londres, fue
llamado por la Corte para ser el tutor del
príncipe Arturo (1486-1502) y, luego, también ofició de médico del rey Enrique VIII
(1491-1547). Según el Arzobispo de Canterbury, se ordenó como sacerdote para disponer del tiempo necesario para sus trabajos literarios.
Fig. 8: John Locke (1632-1704).
Fig. 9: The Evolution of Modern Medicine
(W. Osler, 1921)12.
Asimismo, Osler presentó en el Guy’s Hospital un ensayo sobre Thomas Browne.
Este escritor influyó de forma decisiva en
su pensamiento, ya que, además de ser un
gran hombre, fue para él una inspiración
permanente. Al igual que Pensamientos de
Marco Aurelio y Enchiridion de Epictetus,
Religio Medici está colmado de consejos de
perfección que pueden moldear a la mente juvenil. Estudiado con cuidado, el libro
transmite influencias sutiles que brindan
estabilidad al carácter y ayudan al médico a
tener un equilibrado punto de vista frente a
los complejos problemas de la vida.
Osler también se ocupó de John Locke
(1632-1704). En su ensayo, describe al famoso filósofo, pero también rescata un aspecto mayormente olvidado de este gran
hombre: sus estudios y trabajos médicos.
Locke (Fig. 8) fue discípulo de Thomas Sydenham, y las anotaciones y comentarios del
maestro (escritos con su propia mano en
algunos de los textos de Locke) dan cuenta
de una sólida amistad entre ambos. Su vínculo duró veinte años y sólo terminó con la
muerte de Sydenham en 1689.
Como médico, estudió el caso de Lord
Shaftesbury y la afección, una hidatidosis
hepática, se diagnosticó punzando la tumoración con un tubo de plata (el carácter
del material expulsado -innumerables vesículas- no deja dudas sobre la naturaleza del proceso). A su vez, Locke se encargó
de describir el “tic doloroso”, padecido por
Lady Northumberland, y también escribió
Ars Medica (una introducción a la filosofía
de la medicina), Anatomia (un texto sobre
el funcionamiento del cuerpo), Respirationis Usus (una obra sobre la función pulmonar) y Tussis (un ensayo sobre la tos). Desde
esta perspectiva, Osler afirma que, además
de ser uno de los más grandes filósofos ingleses, resulta un ornamento brillante para
nuestra profesión.
En su libro de 233 páginas, titulado The
Evolution of Modern Medicine (Fig. 9) -publicado en forma póstuma en 1921 y reimpreso
en 1923-, William Osler presentó un panorama histórico de la medicina, vista a vuelo
de pájaro, que va desde sus orígenes remotos hasta fines del siglo XIX. El libro constituye, en realidad, la impresión de una serie
de clases, las “Silliman lectures”, presentadas en la Universidad de Yale en 1913. Su
discípulo Fielding Garrison (1870-1935),
un notable historiador médico norteamericano, escribió en el prefacio del libro: “Estas lecciones son una de las más características producciones del mejor equipado y
mejor balanceado, el más sagaz y más querible de todos los médicos modernos”.
En sus descripciones sobre las más nota-
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 35
bles personalidades médicas de la historia, William Osler demuestra su habilidad
para sintetizar en unos pocos párrafos los
atributos personales y las principales contribuciones científicas de los grandes especialistas del pasado.
Así, refiriéndose a Imothep (ca. 2690-2610
a.C.), la primera figura de médico que se
destaca entre las tinieblas de la Antigüedad,
Osler resalta que, después de más de veinticinco siglos de su muerte, éste se transformó en un dios de la Medicina (Fig. 10).
Los griegos reconocieron en él a su propio
Asclepios y los romanos a su Esculapio (Fig.
11). Hoy, esto se mantiene en nuestro santo
patrón: el emblemático dios de la Curación,
cuya imagen, junto al báculo y la serpiente,
todavía aparece en nuestros sellos.
También destaca que Hipócrates (460-377
a.C.) fue el primero en concebir a la medicina como un arte basado en la observación exacta y como una parte integral
de la ciencia del hombre (Fig. 12); y agrega que, después de éste, la figura más grande en la medicina griega fue la de Galeno
(130-200). Nacido en Pérgamo, este médico supo ser observador, experimentador y
filósofo (Fig. 13). A su vez, recuerda a Avicena (980-1037), un fenómeno intelectual
con una actividad tan extraña como infatigable. En la historia, nunca se ha visto un
intelecto tan precoz, tan rápido y tan amplio como él (Fig. 14).
Otras figuras destacadas son Mondinus
de Luzzi (1270-1326), el primer estudiante moderno de anatomía (Fig. 15) y el hombre más influyente en el estudio de la medicina en Bolonia, y John Caius (1510-1573),
un profundo conocedor del griego y un estudiante ardiente de la historia natural. De
hecho, Caius fue el cofundador de uno de
los colegios más importantes de Cambridge (Fig. 16).
Fig. 10: Imothep
(ca. 2690-2610 a.C.)12.
Fig. 11: Esculapio12.
Fig. 12: Hipócrates (460-377
a.C.)12.
Fig. 13: Galeno (130-200)12.
Fig. 14: Avicena (980-1037)12.
Fig. 15: Mondinus de Luzzi (1270-1326)12.
Fig. 16: John Caius (1510-1573)12.
Conrad Gesner (1516-1565), a su vez, es
distinguido como el más grande de todos
los humanistas: no sólo fue médico, botánico, geólogo y químico, sino que, además, fue el primer gran bibliógrafo moderno (Fig. 17).
Por su parte, Paracelso (1493-1541) es considerado el Lutero de la medicina, la verdadera encarnación del espíritu revolucionario y el primero de los modernos
iatroquímicos (Fig. 18), ya que, a través de
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
36 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
él, se dio un gran estímulo al estudio de la
química y la farmacia.
Osler también escribe sobre Vesalio (15141564). Conocedor de todos los saberes griegos y árabes, éste concibió un punto cardinal: planteó que, para conocer la máquina
del cuerpo humano y su funcionamiento,
era necesario dominar el significado de sus
partes, su fábrica (Fig. 19). En este sentido, se destaca a Fabrizio (1533-1619). Digno sucesor de Vesalio (Fig. 20), demostró
las válvulas de las venas y las denominó pequeñas puertas -“ostiola”-.
12
Fig. 17: Conrad Gesner (1516-1565) .
12
Fig. 18: Paracelso (1493-1541) .
12
Fig. 19: Vesalio (1514-1564) .
En 1628, William Harvey (1578-1657) pasó
a la historia con un pequeño volumen de 74
páginas publicado en Frankfurt: De Motu
Cordis. La exactitud y realismo de su descripción del movimiento del corazón ha
sido apreciado por generaciones de fisiólogos (Fig. 21). Además, si Sydenham (Fig.
22) fue quien guió a los médicos hacia Hipócrates, Harvey marcó el camino hacia
Galeno.
Desde una perspectiva diferente, otro de
los grandes libros de nuestra literatura médica es De sedibus et causis morborum per
anatomen indagatis. Su autor, Giovanni Battista Morgagni (1682-1771), tiene el mérito de ser el hombre que nos enseñó a pensar
las enfermedades en términos anatómicos
(Fig. 23).
Fig. 20: Fabrizio (1533-1619)12.
Fig. 21: William Harvey (1578-1657)12.
Una personalidad renombrada, conocida
como el “Hipócrates holandés”, fue Thomas Hermann Boerhaave (1668-1738). A
él, puede considerárselo como el más famoso de los grandes maestros clínicos que
surgieron hacia el final del siglo XVII (Fig.
24).
También John Hunter (1728-1793) tiene su
reconocimiento en los textos de Osler. No
sólo combinó en su personalidad extraordinaria las cualidades de Vesalio, Harvey y
Morgagni (Fig. 25), sino que, con su ejemplo, su prodigiosa capacidad de trabajo y
sus sugestivos experimentos, guió nuevamente a los médicos por los antiguos caminos de Aristóteles, Galeno y Harvey.
Fig. 22: Thomas Sydenham
(1624-1689)12.
Fig. 23: Giovanni Battista Morgagni
(1682-1771)12.
Fig. 24: Hermann Boerhaave
(1668-1738)12.
Dentro de la galería de la historia, fue René
Téophile Laënnec (1781-1826) quien sentó los fundamentos de la medicina clínica
moderna. Él combinó la exactitud del estudio de los enfermos en las salas de internación con las investigaciones anatómicas
en la autopsia. La publicación de su libro,
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 37
De l’auscultation médiate (1819) marcó una
época en el estudio de la medicina (Fig. 26).
En el caso de Louis Pasteur (1822-1895), su
ambición fue dar con las causas de las enfermedades contagiosas y pútridas (Fig.
27). La historia del brillante éxito que siguió a los años de aplicación del problema
de la enfermedad de los gusanos de cera
será leída con interés por todo estudioso de
la ciencia.
Como punto de partida para un nuevo método de investigación en el origen de las enfermedades infecciosas, se destaca un trabajo sobre la “Etiología del Ántrax” escrito
por un médico alemán de la localidad de
Wölstein, Roberto Koch (1843-1910). Él
fue, en realidad, nuestro Galileo médico, ya
que su tarea fue introducirnos en un mundo nuevo (Fig. 28).
Fig. 28: Roberto Koch (1843-1910)12.
Joseph Lister (1827-1912), por otra parte, aplicó los principios experimentales de Pasteur en el tratamiento de las heridas (Fig. 29), haciendo surgir, en estos
comienzos, a la cirugía moderna. Hoy, el
tema de la infección de las heridas constituye uno de los capítulos más brillantes en
la historia de la medicina preventiva.
Estas figuras de renombre son sólo algunas
de las que destaca Osler. Dado que existen
más de un centenar de ensayos biográficos e históricos de su autoría (incluyendo
Evolución de la Medicina Moderna), he considerado únicamente los textos que mejor
ilustran su perspectiva histórica. Según se
ha señalado, Osler siempre trató de hacer
que sus sujetos tuvieran vida para humanizarlos de nuevo. Sólo un hombre como él,
con simpatías eminentemente humanas y
un juicio bien fundamentado, pudo realizar esta obra. •
Fig. 27: Louis Pasteur (1822-1895)12.
Fig. 29: Joseph Lister (1827-1912)12.
Bibliografía
Fig. 25: John Hunter (1728-1793)12.
Fig. 26: René Téophile Laënnec (1781-1826)12.
1- Osler W. An Alabama Student and other Biographical Essays. Oxford University Press, London, 1929.
2- Osler W. Aequanimitas. Con otros discursos pronunciados
ante estudiantes de medicina, enfermeras y médicos recibidos, 3ª ed., The Blakiston Company, Filadelfia, 1942.
3- Osler W. Aequanimitas. With other addresses to medical
students, nurse and practitioners of medicine. H.K.LEWIS &
Co. Ltd., London, 1948.
4- Christian HA. Patología médica fundamental y práctica.
Escrita originariamente por Sir William Osler. Editorial Guillermo Kraft, Buenos Aires, 1948.
5- Osler W, McCrae Th. The principles and practice of medicine. 9th ed., D. Appleton and Company, New York & London, 1923.
6- Osler W. The principles and practice of medicine. Young J.
Pentland, Edinburgh & London, 1892.
7- McGehhe Harvey A, McKusick VA. Osler’s textbook revisited. Appleton- Century- Crofts, New York, 1967.
8- Emerson Crosby K (comp.). Medical Classics. Selections
from the writings of Sir William Osler. The Williams & Wilkins Company, Baltimore, 1939.
9- Osler W. A way of life and other selected writings. Dover
publications, New York, 1958.
10- Bean WB. Sir William Osler, aphorisms from his bedside teachings and writingas. Henry Schuman Inc., New York,
1950.
11- Verney RE. The student life. The philosophy of Sir William
Osler. E. & S. Livingstone Ltd, Edinburgh and London, 1960.
12- Osler W. The evolution of modern medicine. Yale University Press, New Haven, 1923.
13- Cushing H. The life of Sir William Osler. One volume.
Oxford University Press, London, 1940.
14- Reid EG. The great physician. A short life of Sir William
Osler. Oxford University Press, London, 1931.
15- Bean WB (ed.). Sir William Osler aphorisms. From his
bedside teachings and writings. H. Schuman Inc., New York,
1950.
16- Silverman ME, Murray J, Bryan CS. The Quotable Osler.
American College of Physicians, Philadelphia, 2003.
17- Bryan CS. Osler. Inspirations from a great physician.
Oxford University Press, New York, 1997.
18- Bliss M. William Osler. A life in medicine. Oxford University Press, New York, 1999.
19- Osler W. A way of life. Ch. C Thomas, Springfield, 1969.
20- Oslerian Anniversary. Incorporating the Fitzpatrick lectures for 1975. Printed for the Osler Club of London, 1976.
21- Browne T. Religio Medici. London, 1682.
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
LITERATURA & MEDICINA
38 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
Por Lic. Isabel Del Valle
El
Parkinson
Cuando la vida se vuelve protocolo.
Reflexiones a partir de Elena sabe,
de Claudia Piñeiro.
Lic. Isabel del Valle
Licenciada en Lzetras
C
uando menos lo pensaba, cuando imaginaba transitar sus últimos
años en el sosiego del ambiente familiar, Elena fue expuesta a uno de los mayores desafíos a los que la vida puede someter a un ser humano: enfrentar la muerte de
su hija única. Rita fue encontrada muerta,
ahorcada, en el campanario de una iglesia.
La investigación nunca avanzó como ella
hubiera esperado. Es más, quisieron pasar el caso como un suicidio y cerrar, así, la
causa.
Inaceptable, pero vaya uno a saber qué querría ocultar la policía.
Era imposible, Rita nunca se hubiera suicidado. Nunca, tan religiosa como era la pobre. Además, ella jamás salía de la casa los
días de lluvia y el día de su muerte llovía a
cántaros.
No bien Elena enjuagó las pocas lágrimas
que se había permitido soltar en ese apelmazado pañuelo al que se aferraba como a
una manija, tomó la única decisión que podría devolverle a una madre desconsolada
alguna sensación de paz: encarar ella misma la investigación.
No solamente era el único familiar directo que se echaba al hombro semejante misión, sino que esa investigación estaría exclusivamente en sus manos. En sus manos
temblorosas, imprecisas y agarrotadas.
En las manos de una mujer sin cuerpo o,
tal vez peor, en una mujer encerrada en un
cuerpo.
Desde hacía ya un tiempo, el Parkinson le
venía enyesando los miembros, los movimientos y la expresión, pero no todavía su
fortaleza de espíritu.
Como en toda enfermedad, tuvo que empezar a conocer a ese intruso con el que debía
convivir. El Parkinson por más que tiembla, no tiembla de miedo, es despiadado
con su elegido y, aunque a veces no se sepa
bien quién hace temblar a quién, a Elena le
quedó claro que él era quien mandaba de
ahí en más:
“Pero su cuello se puso rígido, duro como
una piedra y la somete. Acepta la condena
que Ella, su enfermedad, le impuso. Ella le
muestra quién manda y quién obedece. El
cuerpo de Elena responde a Ella que la obli-
ga a bajar la mirada como si estuviera en
falta, como si tuviera vergüenza”.
Cada enfermedad tiene sus propias manías, arbitrarios caprichos de verdugo ensañado con su víctima, a la que no le queda
más remedio que, tras un tiempo de pataleo, mirar al enemigo a los ojos y sentarse
a negociar.
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 39
….su madre tiene un tipo de Parkinson que nosotros llamamos Plus, (…) ¿plus?, preguntó EleLa enfermedad, por su cuenta, se encarga
na (…)
algo más
undistintos
Parkinson
común y corriente, dijo Benegas (…) Un plus, repitió Rita
de hacernos
sentir, que
en algo,
a los
demás. En el caso de Elena, desde un pri(…) ¿plus
quiereeldecir
más?,
mer momento,
Parkinson
le dejó¿es
muy que hay más, doctor?, ¿a usted le parece poco con lo que teneclaro las consignas a seguir: calibrar el
mos?,en
¿hay
más?, ¿más que babearse, que hacerse pis encima, más que no poder dar un paso
tiempo, medir palmo a palmo el espacio,
calcular la curvatura
de losarrastrar
brazos para po-los pies, más que los únicos pasos que pueda dar sean gracias a
a voluntad,
más que
der vestirse, contar los pasos, estimar la altura de los zócalos,
evitar
los bancos
en los doctor?, ¿más que pararse sólo con ayuda, más que no poder
la levodopa?,
¿hay
más
todavía,
días de pago a los jubilados…
cortarse
las uñas de los pies ni calzarse, ni ponerse las medias, es que hay más?, ¿más que deCuando hay salud, el cuerpo no es pensado,
a la par de nuestra
voluntad
conel
el aire no pasa y tener la sensación de morirse ahogado, que inglutirmarcha
con dificultad,
sentir
que
silencio de un aliado; pero, en la enfermese emancipa,
hace tema,
se vuelve
tentardad,cien
veces setragar
una
pastilla?, ¿hay más, doctor?, ¿es que, usted, dice que todavía hay
objeto de atención y pensamiento. Sentirmás?seRita,
por
favor,
la invito
enfermo,
antes
que estarlo,
es un pro-a que… no me invite a nada, yo lo invito a usted a que mire, si
ceso que va de la absoluta irreflexión a la
puede,reflexividad
esos ojos
vacíos, esa cara sin expresión, esa sonrisa hueca, ese gesto de asombro desasommáxima. Cuando asoma el doaquello que en uno nunca tuvo registro
perdieron
su condición
objetiva
para qué más me pide a mí? (…) Rita
brado,lor,
¿a
esta pobre mujer, usted, lepacio
pide
más?,
¿y a mí,
qué,
consciente pasa a ser objeto de atención y
empezar a correr al pulso que su enfermeeso queahasta
entonces y
sólolo
se miró
expresaba
a
se acercó
Benegas
fijo,
¿ydictaminaba.
qué solución
hay?y lasNinguna,
le respondió. Rita se lo quedad
Los metros
horas
nivel de vivencia personal llega a convertirempezaron a ser números irrelevantes, rese en una durasíentidad
dó mirando,
hay científica.
solución, una,ferencias
si unovanas
no para
quiere
más,que¿atuvo
qué se refiere, Rita? Uno puede eleun cuerpo
A Elena le dolía el cuello y las mejillas, no que instaurar su propia lógica:
gir, doctor…
Rita, mientras uno está vivo hay esperanza, sí pero yo no estoy hablando de mi
los nombres con que los médicos habían “Elena suele entretener su mente recitando
bautizado su sentir. Así, la novela refleja la las calles que debe recorrer en orden alfamadre…
brecha entre la vivencia del que sufre y el bético, de adelante para atrás, de atrás para
científico.
….su objetivismo
madre tiene
un tipo de Parkinson
que
nosotros
adelante,
tal vez,
porque enllamamos
la imaginación Plus, (…) ¿plus?, preguntó Elees
la
única
forma
en
que
puede
recorrerlas
“Le duelen los músculos de las mejillas y
na (…)
algo
más
que
un
Parkinson
común
y
corriente,
dijo leBenegas
(…)cómo
Unel plus,
repitió
Rita
lenta y pensar
engranaje
seco de su
con
agilidad,
algo
que
su
cuerpo
nunca
de las cejas, si es que se trata de músculos
cuerpo podía reproducirlos.
porque Elena no sabe en verdad si se trata podría dar”.
(…) ¿plus
quiere
decir
más?,
¿es
que
hay
más,
doctor?,
¿a
usted
le parece poco con lo que tenede músculos lo que le duele. Nunca antes “Su espera, ese tiempo que se mide sin “Se trata de levantar el pie derecho, apequé clase de
cosa sonque
las mejinas unosque
centímetros
del suelo,
cinco
o seis
mos?,se preguntó
¿hay más?,
¿más
babearse,
quetiempo
hacerse
piscompleta
encima,
no poder
dar
un
paso
agujas, ese
que ella
con más
llas ni pensó en ellas. Ni en su cuello. Mús- el pensamiento de las calles que esperan, no más, moverlo en el aire hacia adelante,
a voluntad,
que arrastrar loslaspies,
más que
los
únicos
pasoscomoqueparapueda
dar apenas
seanelgracias
culos, carne,más
piel, esternocleidomastoideo
que sobrepase
izquier- a
irregularidades
de las
veredas
que amele dicen, pero a ella sólo le importa que le nazan, los semáforos que cada vez pare- do, y a esa distancia, la que sea, mucha o
la levodopa?,
¿hay
¿más que pararse sólo con ayuda, más que no poder
duele. Nunca supo
de lomás
que setodavía,
trataba, ni doctor?,
cen más breves, los escalones, la gente toda poca, hacerlo bajar sin torcerlo. Apenas de
siquiera su nombre conocía. Pero le duele más alta que ella. El taxi se mueve y Elena eso se trata, piensa Elena. Pero ella piensa
cortarse
las uñas de los pies ni calzarse, ni ponerse las medias, es que hay más?, ¿más que deel movimiento que la enfermedad le obliga agradece que alguien lo haga por ella. Se y a pesar de que su cerebro da la orden de
hacer para burlarla. Porque ni sueñe que deja llevar”.
moverse,
el pie derecho
no se mueve. que
No se inglutiraellacon
dificultad, sentir que el aire no pasa y tener la sensación
de morirse
ahogado,
se va a resignar a mirar el suelo hasta
eleva. No avanza en el aire. No vuelve a baA manera de modista de barrio, se confecse muera”.
jar”. usted, dice que todavía hay
tentarquecien
veces tragar una pastilla?,
¿hay más, doctor?, ¿es que,
cionó a sí misma como una imaginaria mamañana, el enfermo, con la concien- rioneta que, manejada por hilos de racio- El Parkinson pone en consideración toda la
más?Cada
Rita,
por favor, la invito a que… no me invite a nada, yo lo invito a usted a que mire, si
cia atenta del explorador, tantea la propia nalidad y estrategia, trataba de andar por la plataforma de lanzamiento para el desplierecovecosesa
y alerta
sobre
la vida,de
y a ella
la obligó a racionalicomo mejor podía.
puede,carne,
esoshusmea
ojossusvacíos,
cara
sinvida
expresión,
esa sonrisa hueca, gue
esedegesto
asombro
desasomcualquier nuevo dolor o síntoma a estrenar.
zar hasta lo obvio...
La racionalización del día a día fue, para
brado,Estar¿aenfermo
esta pobre
mujer,
pide más?, ¿y a mí, qué, qué más me pide a mí? (…) Rita
es un cotidiano
actousted,
de re- le
Elena, el mayor recordatorio del pasaje en- Elena sabe que debe contar los pasos, las
conocimiento y Elena tuvo que celebrar el tre la salud y la enfermedad. Cada uno de cuadras, las esquinas, los botones de la bluse acercó
a Benegas y lo miró fijo, ¿y qué solución hay? Ninguna, le respondió. Rita se lo quepropio. Su enfermedad violentó algo tan los actos que todo mortal realiza, desde sa para que no le quede torcida; que debe
elemental como
los consabidos
postulael horario
estricto
de lospuede
trenes yeleun ojono
hastaquiere
cerrarlo,más,
debía ahora
dó mirando,
sí hay
solución,
una,abrir
si uno
¿a ser
qué conocer
se refiere,
Rita?
Uno
dos del tiempo y el espacio. Las cuadras, las pasado por el tamiz de una lógica estraté- calcular con precisión de relojero suizo las
manzanas, las
horas,mientras
los días… se convirque estoy
destrabarán
las compuertas
gica.vivo
Elena desmenuzaba
analíticamente
gir, doctor…
Rita,
uno está
hay esperanza,
sí peropastillas
yo no
hablando
de mi
tieron en categorías arbitrarias que ya poco cada hecho, lo disgregaba en miles de par- de sus piernas. Sabe todo lo que tiene que
madre…
representaban para ella. Así, tiempo y es- tículas para poder observarlo en cámara saber para, recién, poder empezar a poner
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
40 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
marcha sutiene
vida: un tipo de Parkinson
sus marchas,
ya no era.preguntó
Sin embargo,Eletirse, la que
calculaba las salidas
en fun- Plus,
….suenmadre
quenonosotros
llamamos
(…)ése,¿plus?,
ción de la levodopa que corría por su san- le pertenecía a la hora de las frustraciones,
“Ya había calculado la noche anterior las
na (…)
algo más que un Parkinson
(…)
Un plus,
repitió Rita
los médicos,
las angustias
y la vergüenza…
gre…común y corriente, dijo Benegas
pastillas que necesitaría para el día. Se trataba de llevar
el cálculo
los recorridos
quedarse
en la calle.
Es que,
“El tiempo
de Elena doctor?,
no es como el¿a
tiempo
(…) ¿plus
quiere
decirdemás?,
¿es que
hay más,
usted“No
le quiere
parece
pocosolacon
lo que
tenepor hacer, y de acuerdo con eso, calcular la de los trenes que van. Es el tiempo de las ¿se puede ser algo sin cuerpo que obedezca?
cantidad”.
avanza dar
arrastrando
pastillas que
en la cartera”.
mos?,
¿hay más?, ¿más que babearse,
quelleva
hacerse
pis encima, Elena
máspiensa
quemientras
no poder
un paso
sus pies a la parada, ¿qué es uno cuando su
La novela, así, ilumina la experiencia de la “Pero su tiempo, el tiempo de Elena se dea voluntad,
más que arrastrar los pies, más que los únicos pasos
que
darponerse
seanla campegracias a
brazo
no sepueda
mueve para
enfermedad, encarnada en un cuerpo y en tuvo. Ya no hay rastro de levodopa que la
ra, ni su pierna se eleva para dar un paso,
a moverse.
Elenaque
sabe. pararse
Sabe que vie-sólo con ayuda, más que no poder
una vida. Muestra
esa tarea
privada,
silen- ayude
la levodopa?,
¿hay
más
todavía,
doctor?,
¿más
ni su cuello se yergue para mirar al otro?,
ciosa y esmerada, que cada enfermo des- ne la espera, hasta que le toque la próxima
¿qué uno si no tiene un rostro para mirar
toma, y luego
tiempo necesario
para que
pliegalas
de puertas
en elpies
afán de
cortarse
uñasadentro
de los
nires-calzarse,
ni elponerse
las medias,
es que hay más?, ¿más que deal otro?, ¿qué es?, ¿uno es el cerebro que no
tablecer alguna posible nueva forma de recorra su cuerpo y le haga efecto. Pero el
puede mandar al otro pero sigue pensanglutircotidianeidad.
con dificultad, sentir que el aire
no
pasase detuvo.
y tener
de morirse ahogado, que intiempo
de Elena
Ya nola
haysensación
rastro
do?”
de levodopa que la ayude a moverse. EleLa enfermedad
la obligó
a canjear
tentar
cien veces
tragar
unaimpropastilla?,
doctor?,
¿es que,
dice que
todavía
Tal vezusted,
sería lo último
que hiciera
en su hay
na sabe. ¿hay
Sabe quemás,
viene la espera,
hasta que
visación y espontaneidad por planificación
toque la próxima toma, y luego el tiem- vida, pero llegaría a la verdad sobre la
y reflexión
más?y cálculo.
Rita, Lentitud
por favor,
la comenzainvito a lepo
que…
no me invite a nada, yo lo invito a usted a que mire, si
necesario para que recorra su cuerpo y muerte de Rita. Seguramente sería lo últiron a marcar el ritmo externo e interno de
que le llevaría todo su tiempo reshaga efecto”.
puede,
esos ojos vacíos, esa cara sinle expresión,
esa sonrisa hueca,mo,
eseyagesto
de asombro desasomsu vida.
tante de vida…
Las oraciones se repiten iguales, cortantes
Elena
piensa.mujer,
La vida seusted,
con- le pide más?, ¿y a mí, qué, qué más me pide a mí? (…) Rita
brado,
¿asabe.
estaElenapobre
y secas como se repiten iguales, cortantes Su estrategia principal no pasaba por el rasvirtió en un manual de procedimientos,
y secos los obstinados y frustrados intentos trillaje de datos ni las pruebas de testigos,
una guía
para fijo,
la
se acercó
a pormenorizada
Benegas ydelopautas
miró
¿y qué solución hay? Ninguna,
le respondió. Rita se lo quesino por programar la barroca arquitectura
de Elena por dar un paso.
“puesta en marcha” de la vida.
movimientos. Un complejo engradó mirando,
sí hay solución, una,Consi launo
no quiere
más,la¿a
quéde
sesusrefiere,
Rita? Uno puede eleenfermedad,
Elena conoció
purePensar, medir, calcular. La racionalidad es
naje de dosis-pasos-dosis, celoso al meza de las ganas, lo genuino de la voluntad.
su herramienta
clave.mientras
Nada puede estar
ya está vivo hay esperanza, sí pero
nor desajuste.
de que el tiempo
gir, doctor…
Rita,
uno
yo no Nadie
estoydudahablando
de mi
Desde entonces, Elena era casi toda prolibrado al azar. El Parkinson no le perdonaen salud y en enfermedad corren distintos,
pósito e intención. Una permanente latenría la menor improvisación.
madre…
pero para Elena la marcha del tiempo paucia, una pulsión agazapada. La inmaterialitaba el ritmo de sus pasos.
meditada, calibrada, dosificada, la en- dad del anhelo sepultada en la materia más
….suAsí,
madre
tiene
un
tipo
de
Parkinson
que
nosotros
llamamos
Plus,
(…) ¿plus?, preguntó Elefermedad se le tornó más conocida, más gravosa.
“Tiene que tomar el tren para Capital a las
habitable. Elena convive con la imagina10 de la mañana; el de las 11 ya no le sirna (…)
algo más que un Parkinson
y decorriente,
dijoqueBenegas
(…) Un plus, repitió Rita
En lacomún
planificación
su vida, a la vida
ria ilusión de tener maniatado, al menos
ve por que la pastilla la tomó a las nuenunca llegaba, el cuerpo se le quedaba ahí
un poco, quiere
a ese maldito
monstruo
que le¿es
ata que hay más, doctor?, ¿a ustedvele
-piensaque con
tiene que
el
(…) ¿plus
decir
más?,
parecey sabe
poco
lo tomar
que teneclavado, cementado a las baldosas de la comanos y pies.
de las 10, poco después que la medicación
cina, de la vereda o del andén; y por más
haya hecho
y logre que
su cuerpo
mos?,
¿hay más?, ¿más que babearse,
que hacerse pis encima, yamás
que efecto
no poder
dar
un paso
“La luz del día es para ella el anuncio de la que le hablara, le rogara, le prometiera o lo
cumpla con la orden de su cerebro. El de las
lucha que tiene por delante, desde el mo- amenazara, las piernas no se movían. Igual
a voluntad,
más que arrastrar los pies, más que los únicos pasos
que
pueda
darhabrá
sean
gracias
a
11 no,
porque
ya el efecto
declinado
y
mento en que trate de levantarse de la que cuando Rita, de niña, se encaprichaba
ella estará igual que ahora, pero sin la escama, de despegar
la espalda
de con
algo y no quería
ella debía ti-sólo con ayuda, más que no poder
la levodopa?,
¿hay
más muerta
todavía,
doctor?,
¿másavanzar
que ypararse
peranza de que la levodopa actúe. Por eso
las sábanas tirando de las sogas, apoyar los ronearla y tironearla del brazo para que caespera sentada en la cocina. Sólo tiene que
pies en
la baldosa
enviónni
para
minara. Eso
Elena conlas
su cuerpo:
ticortarse
las
uñasfría,
de tomar
los pies
calzarse,
nihacía
ponerse
medias,
es que hay más?, ¿más que deesperar, no puede hacer nada más. Sólo eslevantarse, arrastrar los pies en dirección ronearlo y tironearlo desde adentro con
pera que
tiempo pase,
la pastilla seque
di- inglutiral baño
condonde
dificultad,
sentirvestirse,
que el aire
noypasa
tener la
sensación
de elmorirse
ahogado,
tratará de sentarse,
sus ganas
su furia;yprovocarlo
hasta
malsuelva y circule por su cuerpo hasta los pies
sin que se arrolle la ropa y todo eso antes de decirlo. Sin embargo, a diferencia de Rita,
para que
cuando dice
estos se
enteren,
se pon- hay
tentar
cienel día.
veces
tragar
una
pastilla?,
¿hay más, doctor?, ¿es que,
usted,
que
todavía
empezar
Y así sería
todo (…)
Ya había
éste no le hacía caso. Se había convertido
gan en marcha”.
noche anterior las pastillas que en un irreverente bloque de mármol que la
más?calculado
Rita,lapor
favor, la invito a que… no me invite a nada, yo lo invito a usted a que mire, si
necesitaría para el día. Se trataba de llevar abrazaba sin quererla y que decidía por ella La enfermedad convirtió sus movimientos
el cálculo
los recorridos
y, desin
intentos
El Parkinsondesasomcondesobre
su agenda, sus
tiempos,
sus compropuede,
esos deojos
vacíos,poresahacer
cara
expresión,
esa
sonrisa
hueca,enese
gestoindignos.
de asombro
acuerdo con eso, calcular la cantidad”.
nó a Elena a vivir adentro de un bloque de
misos y sus espacios.
mármol.
en el cuerpo,
brado,
¿a esta pobre mujer, usted, le¿Cómo
pideexplicarle
más?,
¿y a mí, qué, qué
másTrabada
me pide
a mí?encerrada
(…) Rita
Seguramente Elena anhela volver a la ignoque necesitaba disponer
en sus cavilaciones y cálculos; todo en ella
rancia, volver a ser la “Elena que no sabe”, de sus piernas, de sus brazos, de su cuello
se acercó
a Benegas y lo miró fijo, ¿y qué solución hay? Ninguna,
le respondió. Rita se lo queolía a encierro.
la que vivía la vida sin pensarla, la que im- para iniciar la investigación? ¿Quién poprovisaba y nosíplanificaba,
la que saludaBenegasRita?
le dio el diagnóstico,
Ele- eleuna causa
policial
dó mirando,
hay solución,
una,díasillevar
unoadelante
no quiere
más,
¿aconquéCuando
se refiere,
Uno puede
ba con cualquier mano, la que doblaba en la los miembros congelados y la cabeza ga- na no sabía bien de qué se trataba. Los diagnósticos
la ponían
nerviosa, nomesquina que quería,
que no pensaba uno
hasta está
cha? Sentía
ése yaesperanza,
no era su cuerpo;
gir, doctor…
Rita,lamientras
vivoquehay
síelpero
yo siempre
no estoy
hablando
de mi
dónde debía torcer el brazo para poder ves- que por años la había acompañado en todas bres raros, difíciles de repetir, que ya de por
madre…
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 41
sonaban temibles,
perotipo
a lo largo
de sus
….su símadre
tiene un
de Parkinson
que nosotros llamamos Plus, (…) ¿plus?, preguntó Eleaños ella había escuchado muchos. Nomna (…)
mássonidos
que un
Parkinson
común y corriente, dijo Benegas (…) Un plus, repitió Rita
bres,algo
a distancia,
o palabras
huecas como las de esos carteles que anuncian
(…) ¿plus
quiere
decir“Parkinson”,
más?, nunca
¿es que hay más, doctor?, ¿a usted le parece poco con lo que teneproductos.
Al escuchar
lo que significaría esa palabra
mos?,imaginó
¿haytodomás?,
¿más que babearse, que hacerse pis encima, más que no poder dar un paso
en su vida, en la vida de Elena.
a voluntad,
más
Y menos aún,
lo queque
sería arrastrar
la vida de Elenalos pies, más que los únicos pasos que pueda dar sean gracias a
con Parkinson.
la levodopa?,
¿hay más todavía, doctor?, ¿más que pararse sólo con ayuda, más que no poder
Allí, recién descubrió la enorme brecha que
cortarse
las lauñas
demédica
los pies
niéstacalzarse, ni ponerse las medias, es que hay más?, ¿más que dehay entre
palabra
y lo que
una vez que se ha instalado en su
glutirsignifica
con sacrificial.
dificultad,
sentir que el aire no pasa y tener la sensación de morirse ahogado, que invíctima
“Por que hasta hace poco, la enfermedad que… no me invite a nada, yo lo invito a usted a que
mire, dice
si puede,
ojos vacíos,hay
secreto entre
Rita,doctor?,
ella y el Dr. BetentarPorcien
veces
tragar
una
pastilla?,
más,
¿es que,
usted,
queesostodavía
eso, pensó que más que llamarse “Mal era un ¿hay
esa
cara
sin
expresión,
esa
sonrisa
huenegas.
Permaneció
oculta
como
un
amande Parkinson” debería llamarse “Mal de
más?Elena”.
Rita, por favor, la invito a que…
no lame
invite
a nada,
loeseinvito
a usteddesasombrado,
a que mire,
gesto de asombro
¿a si
te. ‘Si tenés
suerte
de no temblar,
¿parayoca,
qué andar contando?, ¿para dar lástima? esta pobre mujer, usted, le pide más?, ¿y a
información
no es cara
más que
puede,La esos
ojos diagnóstica
vacíos, esa
sinSiexpresión,
sonrisa
esequé,gesto
demeasombro
desasomqué más
pide a mí? (…)
Rita se
la gente no te veesa
temblar,
nadie vahueca,
a de- mí,
un acto de nominación teórica que, a veces,
cir ´ah…Parkinson´, mientras más tarde en acercó a Benegas y lo miró fijo, ¿y qué solubrado,poco¿atieneesta
usted, leponerle
pideel más?,
¿y a mí, qué, quéciónmás
me pide a mí? (…) Rita
que pobre
ver con elmujer,
sentirse y reconohay? Ninguna, le respondió. Rita se lo
nombre, mejor’, decía Rita”.
cerse enfermo. El diagnóstico nos enviste
quedó mirando, sí hay solución, una, si uno
se acercó
Benegas
lo miró
fijo,Pero
¿y aqué
hay?
le respondió. Rita se lo quepesarsolución
de la vergüenza,
de laNinguna,
rigidez
de unaanueva
identidadysocial
y nos otorno quiere más, ¿a qué se refiere, Rita? Uno
ga una suerte de libreto que cada uno inter- del cuello, de no ver a la gente más que del puede elegir, doctor… Rita, mientras uno
dó mirando,
sí hay solución, una,escote
si uno
más,
¿a qué
para no
abajoquiere
y de babearse
bastante,
a se refiere, Rita? Uno puede elepreta a su manera.
está vivo hay esperanza, sí pero yo no estoy
pesar de ese cuerpo maltrecho y de la hija
de mi
madre…”
gir, doctor…
Rita,
mientras
uno
está
vivo
hay
esperanza,
sí
pero
yo no
estoy
hablando de mi
“Ud. no tiene ni idea, muchas cosas se di- muerta, Elena quería vivir. Ni ella ni Rita hablando
cen pero uno solo sabe lo que son ciertas si- hubieran querido morir. Si a ella en su con- En Elena resonaba aún la voz de Rita, su fumadre…
tuaciones recién cuando le pasan, míreme, dición ni se le ocurría, menos a su hija que ria, su desesperación, su desconsuelo. No
veces yo oí hablar de Parkinson, era tan joven y creyente.
sabía entonces que en ese llanto desgarra….su muchas
madre
tiene un tipo de Parkinson que nosotros llamamos Plus,
(…) ¿plus?, preguntó Elecon palabras, precisas, estadísticas, propado se encontraba el fin de su investigación
En ese cofre de piedra en el que habitaba
gandas,
sólo conocí
cuando
policial. (…) Un plus, repitió Rita
na (…)
algoperomás
que launverdad
Parkinson
común
dijo Benegas
Elena,
el eco de y
las corriente,
palabras se incrustaba
esta maldita enfermedad se me metió en el
la memoria. De ahí que aún pudiera es- Ahí le vino por primera vez a la cabeza la
cuerpo. Uno
desdedecir
afuera no
puede imagi(…) ¿plus
quiere
más?,
¿es queen
hay más, doctor?, ¿a usted le parece poco con lo que tenecuchar la reacción de Rita cuando el Dr. Be- idea de que a veces uno puede terminar hanarse la culpa, la humillación, el dolor, la
ciendo aquello que nunca imaginó que senegas dio el diagnóstico:
mos?,vergüenza,
¿hay hay
más?,
¿más
que babearse,
que hacerse pis encima, más
que no poder dar un paso
cosas que
no se imaginan,
ría capaz de hacer. Tal vez, a Rita, algo po“….su madre tiene un tipo de Parkinson que
sólo se viven”.
haberla
asustado
másgracias
que las a
a voluntad, más que arrastrar losnosotros
pies, más
quePlus,los(…)únicos
pasosdría
que
pueda
darmucho
sean
llamamos
¿plus?, pretormentas...
El diagnóstico no deja de ser un acto de teguntó Elena (…) algo más que un Parkinla levodopa?,
másinvoluntaria
todavía, doctor?,
¿más que pararse sólo con ayuda, más que no poder
nencia forzosa,¿hay
una atribución
son común y corriente, dijo Benegas (…) A veces, el cuerpo del otro puede llegar a
de algo de lo que, desde ese momento, de- Un plus, repitió Rita (…) ¿plus quiere de- producir espanto, aunque se trate del cuercortarse
lashacernos
uñas cargo,
de los¡como
piessi ella
ni al-calzarse,
ni ponerse las medias, es que hay más?, ¿más que deberemos
cir más?, ¿es que hay más, doctor?, ¿a us- po de la propia madre.
hubiera expresado la menor vo- ted le parece poco con lo que tenemos?,
glutirguna
convezdificultad,
sentir que el aire no pasa y tener la sensación
deenmorirse
Elena,
ese instante, ahogado,
supo que fue suque
pro- inluntad de apropiarse de algo así!
¿hay más?, ¿más que babearse, que hacerse
pio cuerpo, con ese temblor congelado, lo
pis encima,
más más,
que no poder
dar un paso
tentar“Tengo
cienParkinson,
veces tragar
unaa Isabel
pastilla?,
¿hay
doctor?,
¿es que,
usted,
dice
que todavía
le dice Elena
que puso
a Rita en
sus límites,
lo que la hizohay
a
voluntad,
más
que
arrastrar
los
pies,
más
y se pregunta por qué dice ‘tengo’ si ella
saber que no podía ni podría, que de ningumás?(…)
favor,
la sería
invito
mepasos
invite
a nada,
que los no
únicos
que pueda
dar seanyo lo invito a usted a que mire, si
noRita,
lo tiene,por
lo último
que haría
tener-a que…
na manera ella llegaría a pasar por eso, que
lo. Ella lo padece, lo sufre, lo maldice, pero gracias a la levodopa?, ¿hay más todavía, no se permitiría nunca en la vida convertirpuede,tenerlo
esosno,ojos
vacíos, esa cara sin expresión, esa sonrisa hueca, ese gesto de asombro desasomtener implica voluntad de aga- doctor?, ¿más que pararse sólo con ayu- se en algo así: un muñeco troquelado, bada, más que no poder cortarse las uñas de
algo,
de sostener,
apropiarse,
y ella le pide más?, ¿y a mí, qué, qué
beante,
brado,rrar¿a
esta
pobredemujer,
usted,
másde gesto
meencerado.
pide a mí? (…) Rita
los pies ni calzarse, ni ponerse las medias,
no, eso sí que no”.
Elena
ahora
sabe.
Sabe que, a pesar del hoque hay más?, ¿más que deglutir con dise acercó
a Benegas y lo miró fijo,es¿y
qué solución hay? Ninguna, le respondió.
Rita se lo quePero lo tiene. Hay cosas que a uno le toca te- ficultad, sentir que el aire no pasa y tener rror de la lluvia, su hija había tomado la decisión impulsiva y arrebatada de quitarse
nerlas sin quererlas
y otras
que se quieren
lasisensación
de morirse
ahogado,
que
indó mirando,
sí
hay
solución,
una,
uno
no
quiere
más,
¿a
qué
se refiere, Rita? Uno puede elesin tenerlas. Esta que le tocó la avergüenza tentar cien veces tragar una pastilla?, ¿hay la vida. Impulsiva y arrebatada como ella
•
y si no fueraRita,
porque semientras
nota, la habríauno
pade- está
más,vivo
doctor?,hay
¿es que,
usted, dice quesítogir, doctor…
esperanza,
peronunca
yopodría
no ser.
estoy
hablando de mi
cido en la más oscura clandestinidad.
davía hay más? Rita, por favor, la invito a
madre…
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Arte & Medicina
42 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
Por Dr Eduardo José Albesi
Saturnalia:
Historias... y Grupo EscultÓrico
Dr Eduardo José Albesi
La escultura "Saturnalia", realizada por el italiano
Ernesto Biondi en 1909, está en el Jardín Botánico
de Buenos Aires desde 1984. La interpretación de
su simbolismo, la historia de su peregrinaje y la
descripción de los daños que la aquejan pueden
describirnos como sociedad.
Fig. 1: Ernesto Biondi (1855-1917).
E
n el Jardín Botánico de Buenos Aires, detrás de la casa principal, que
fue el domicilio del paisajista y botánico Carlos Thays (1849-1934), se encuentra un grupo escultórico muy grande,
de 6,50 m. de ancho por l,80 m. de alto que
fue bautizado por su autor, el escultor italiano Ernesto Biondi (1855-1917) (fig.1),
con el título de “Saturnalia” (fig. 2). Está
compuesto por diez figuras que el autor
agrupó y que conforman una metáfora de la
decadencia de la República romana, tema
histórico que interesó a filósofos, escritores y ensayistas como entre ellos al Barón
de Montesquieu (5). La obra está hecha en
bronce, de estilo clásico pero realístico, con
una adecuada representación de los cuerpos y caras de los distintos personajes, que
ponen en evidencia su psicología.
Analizando la misma y desglosándola sacaremos muchas enseñanzas. Primeramente
¿qué era la saturnalia?. Los romanos como
los griegos eran politeístas, pero si bien sus
dioses terminaron confundiéndose entre
ambas civilizaciones, los primitivos romanos tenían dioses privados y otros pertenecientes al Estado.
Entre estos últimos se encuentra Saturno,
protector de los cultivos, Júpiter protector
por excelencia del Estado y Quirino. Estos
dioses son auténticamente romanos. Para
rendirles culto, se celebraban fiestas en
determinados días del año. Eran muy estrictos en el cumplimiento de las mismas,
con un rito muy reglado. Muchas llegaron a
ser famosas como las Lupercalias en honor
del dios Fauno o Lupercus a fin de proteger
el ganado contra los lobos, las Bacanales,
en honor al dios Baco. Muchas veces el senado se opuso a estas últimas, por temor a
que sirvieran con fines políticos. En las Lupercalias, a mediados de febrero, jóvenes
desnudos llamados luperci corrían alocadamente a las mujeres estériles azotándolas con la februa (tiras de piel de macho cabrío). Era una especie de estupro ritual. Era
un rito de fecundación y propiciación.
En Roma se celebraban muchas fiestas, que
eran muy frecuentes. El investigador Dumezil(2) calculó que 61 días al año se dedicaban a las mismas.
Tenían todas un carácter sagrado y su falta
era una profanación.
Las Saturnalias se hacían entre el 17 y 23 de
diciembre, en honor a Saturno, con ritos de
carácter agrario y tendientes a favorecer los
cultivos y las lluvias. Esta fiesta culminaba las tareas agrícolas y duraba siete días.
Se bebía y comía, se hacían regalos y entre todos había gran camaradería, llegando a mezclarse el patricio con el hombre de
la plebe y con los esclavos. Bajo el efecto del
alcohol se producían excesos de todo tipo,
era una orgía romana. Según algunos autores la Saturnalia es el antecedente del carnaval.
Precisamente esta fiesta es la que representa el escultor italiano. Es de notar que a los
romanos sus bromas, sus cantos y licencias
sensuales, las comilonas, les sirven para
disimular las angustias, el temor de origen
mágico arcaico. El año termina, se muere y nada le asegura al hombre que renacerá. Hay que tratar de recuperar el Kosmos
(orden) que tiene necesidad de ser recreado periódicamente, (pensemos en el Carnaval de Río por ejemplo). Así lo intepreta
Mircea Eliade (4). Para los romanos habían
días Fasti (de Fas gr= voluntad divina) son
aquellos en que la acción profana del hombre tiene una base mística y probabilidad de
éxito, y los contrarios, los Nefasti sin éxito. El vocablo Feriae se refiere al período
en que el hombre renuncia a toda actividad
profana, en un período que se reserva a los
dioses. En consecuencia los Dies Festi están
atribuídos a los dioses y los Profesti, son los
días para cualquier otra actividad profana
como negocios, viajes. (2)
Hecha esta introducción, iremos desglosando el grupo escultórico. Como dijimos
está formado por diez personajes que analizaremos de derecha a izquierda. El pri-
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 43
mero de ellos es un hombre echado, calvo, evidentemente borracho por su actitud
y posición (fig. 3). A través de sus ropas se
ve un abdomen prominente, un obeso, comilón y bebedor que nos recuerda al famoso personaje que describe Petronio (9) en su
obra “Satiricón”, llamado Trimalción, un
romano enriquecido glotón y ostentoso que
da un famoso banquete en el que se muestran las costumbres alimentarias en Roma.
Sabemos que gustaban de alimentos exóticos y comían recostados en el Triclinio. Así
describe Petronio el episodio en el párrafo
XXXII: “Disfrutábamos de tanta suculencia,
cuando a los acordes de una orquesta apareció
el propio Trimalción, a hombros de esclavos
que con mucha suavidad le arrellanaron en un
lecho guarnecido de almohadones repletos a
punto de estallar. Al encararnos de pronto con
su ridícula facha no pudimos contener la risa.
Imaginaos un manto escarlata por entre el cual
salía su cabezota toda calva y el cuello también
completamente envuelto, y por sobre todo ello
un velo de seda profusamente bordado de rojo
y adornado de flecos que caían a un lado y a
otro. De propina, llevaba en el meñique de la
mano izquierda un sortijón dorado y en la última falange del anular, una sortija más pequeña, de oro puro, al menos, tal me pareció, pero
incrustada de algo como estrellitas de hierro.
Aún y para deslumbrarnos con nuevas riquezas, descubrió su brazo derecho adornado de
un brazalete de oro y una pulsera de marfil cerrada por un broche de esmalte.”
El lujo de influencia oriental, se convirtió
en una característica de este período de la
historia romana. En las termas, los ricos
iban acompañados por sus esclavos, haciendo ostentación de poder en su persona
y vestimenta.
El patricio de la derecha arrastra a un sacerdote que va con la cabeza cubierta e intenta levantar del piso al ebrio (fig. 4). En
esta parte de la composición tres son los
borrachos. El más anciano y dos sacerdotes
obesos y flojos. El que está todavía en pie levanta la mano llena de anillos y se dirige a
una dama romana que retrocediendo algo,
ríe ante su obscena reclamación (fig. 5). La
vestimenta de estos personajes, bien representada por el artista muestra lo siguiente:
el vestido oficial de los romanos era la toga
(6).
Debajo de la toga se llevaban una vestidura sencilla llamada subligar ó subliguculum
Fig. 2: “Saturnalia” (E. Biondi, 1909) (Foto Dr. Albesi)
destinada a cubrir el bajo vientre. Posteriormente fue reemplazada por la túnica.
Fue mantenida por los obreros, o cuando
hacían gimnasia. Sobre la toga, cuando hacía frío, usaban distintos mantos más gruesos de lana (laena, lacerna, abolla).
La toga era de tela gruesa de lana blanca, de
una pieza cortada en forma de elipse. Era
difícil de poner y llevar y poco práctica. Los
ricos tenían un esclavo llamado vestiplicus,
encargado de prepararla y vestir al amo.
En la guerra se usaban el sagun militare, salvo para actos religiosos en que se vestía la
toga, y se cubrían la cabeza. Era sin ornamentos. La de los niños tenía una guarnición púrpura y se llamaba pretexta, y también la usaban algunos magistrados y
sacerdotes.
Fig. 3 (Foto Jimena Candido)
Durante el triunfo de un general victorioso se ponían la toga picta. Durante el Imperio, la toga fue sustituida por vestidos más
prácticos. Durante las saturnalias no se llevaba la toga. Gruesos mantos con capuchón
eran el cucullus, el birrus, y el caracalla.
Un elegante jubón muy ajustado y finamente guarnecido era la synthesis que se
vestía durante los banquetes y en las saturnalias. También había un manto grueso para protegerse de la lluvia o después de
ejercicios que se llamaba endromide.
Fig. 4 (Foto Jimena Candido)
En la mujer se describe una túnica inferior
o camisa que iba sobre la piel (interula).
Debajo o sobre la camisa una fascia pectoralis ó mamillare ó también en griego strophium ó tenia, para sostener el busto. Du-
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Fig. 5 (Foto Jimena Candido)
44 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
usaba este tipo de zapato. Los campesinos
usaban unos zuecos llamados sculponea.
Los esclavos iban descalzos, o usaban estos
últimos suecos.
No había mayor diferencia entre los zapatos del hombre y la mujer. Los femeninos
eran más blandos y de color rojo o dorado
y más ornamentados (con perlas, marfil,
plata). Por cierto que esto era para las ricas.
Durante las Saturnalias usaban la synthesis, elegante y atildada, y era común el uso
de un gorro (pileus) que llevaban hasta los
patricios. En otros días llevar el gorro era
ser un esclavo liberto.
Fig. 6 (Foto Jimena Candido)
rante el baño la mujer usaba el subligar,
manto cuadrado que cubría el cuerpo y la
cabeza.
Al principio la toga la llevaba tanto el hombre como la mujer. Luego éstas usaron la
stola, vestido amplio con pliegues, que disimulaba las formas y siempre con cinturón y
una guarnición púrpura.
El uso del cinturón no era bien visto.
En cuanto al calzado sus tipos se pueden
reducir tres:
1) las sandalias (soleae) que se sujetaba con
tirillas de cuero (habenae) que se hacían pasar entre los dedos. No se usaban en público.
Fig. 7 (Foto Jimena Candido)
En este caso se usaban los calcei. A su vez
éstos no se podían usar en casa de los demás. Por ello ante una invitación, antes de
entrar al Triclinio, un esclavo llevaba las
soleae para usar en ese momento.
2) Los suecos (solci).
Fig. 8 (Foto Jimena Candido)
3) Los calcei, el calzado del ciudadano romano, que acompañaba a la toga. Se distinguian el calceús patricius, y el calceus senatorius. Se ataban con cuatro tiras de cuero y
cerrado (corrigia) por una lengüeta de piel
(lígula) adornado con una hebilla de marfil (lunula). El calceus patricio en color rojo,
y el senatorios, en negro. Otro tipo de calzado era el pero de piel no adobada, que se
utilizaba envuelto alrededor del pie. La caliga era una sandalia militar. El Emperador
Calígula fue llamado así porque siempre
Las muchachas iban con la cabeza descubierta y las señoras solo se cubrían con
la orilla de la palla para estar en público.
También usaban bolsitas, abanicos (flabellum) y sombrilla (umbella). Estos aditamentos eran llevados por los esclavos. Respecto a la mujer, debemos recordar que en
Roma tuvieron mayor libertad que en Grecia, donde vivían recluídas en el gineceo.
Era común el uso de anillos en el dedo anular izquierdo. Solo lo llevaban los hombres
libres. Para el romano el anillo era su firma
y se cuenta que Petronio cuando se suicidó
hizo romper su anillo.
La mujer usaba sortijas de todo tipo, hebillas, horquillas, collares (monilia) brazaletes, gargantillas, y pulseras en el tobillo,
cintas ornadas para el cabello y las jóvenes
una redecilla. Oro por todos lados. Según
un escritor romano eran verdaderas joyerías ambulantes. Usaban pendientes en las
orejas, muy trabajados y algunos sonaban
al moverse (crotalia).
Con respecto a los cabellos y la barba, los
hombres usaban según las épocas, largas
o afeitadas. Los esclavos siempre estaban
afeitados.
En cuanto a las mujeres, no tenía aceptación el pelo corto. Las jóvenes se recogían
el cabello en la nuca o usaban trenzas que
rodeaban la cabeza. Las casadas sí usaban
peinados complicados. La moda de juntar los cabellos en la coronilla es de origen
etrusco, mediante una cinta (tutullus).
Pero eran famosos los complicados peinados de las matronas romanas, como el de la
figura femenina de esta obra, para usar el
cabello en varios pisos usaban agujas (acue)
y también se ponían rellenos para aumen-
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 45
tar el volumen.
Era común el uso de postizos, y redecillas.
Se pintaban el cabello con ungüentos de color, y no sólo las mujeres sino también los
hombres para disimular las canas. Para la
mujer el color preferido era el rubio y usaron también postizos sobre todo con pelo
de los esclavos nórdicos, que eran rubios.
Llegó a haber un activo comercio de estas
melenas. “Nada nuevo bajo el sol”.
Estos abundantes detalles sobre el vestido,
calzado, ornamentos y peinados son importantes para entender lo que el escultor
Biondi representó en su obra.
Siguiendo con la descripción de los personajes, la dama romana retrocede algo
asombrada y se acerca a un gladiador de
torso desnudo, que se presenta erguido, y
que con cara seria mira a los ebrios (fig. 6).
Hay un niño, al parecer hijo de la dama patricia, también riendo. El hombre tiene su
mano derecha sobre el hombro de una meretriz que con descaro acompaña al grupo
(fig. 7), con sus senos descubiertos y riendo en forma tonta (fig. 8). La siguiente figura, que es la más adelantada del grupo, es
un esclavo con la cabeza rapada, ropa muy
rústica y descalzo (fig. 9). Tiene el aspecto
de un cretino hipotiroideo, y teniendo en
cuenta que en la época de Biondi estaba en
auge la teoría del degenerado lombrosiano, según nos cuenta José Ingenieros que
concurrió al Congreso Mundial de Psicología
que se hizo en Roma en 1905, este personaje muestra a un tosco ser primitivo. Más
a la derecha está la imagen de un gladiador
decadente: está riendo, cantando y mirando hacia arriba, con facies de alcoholista
crónico, rudo, con su uniforme descuidado
y su casco con 2 ó 3 plumas viejas (fig. 10).
Por último, el décimo personaje es una joven de pueblo (no tiene peinado importante) y muestra sus dos brazos estirados hacia
delante. Es un flaustista, tocando una flauta doble (fig. 11). En la actualidad, por circunstancias a las que luego me referiré, no
tiene flautas, y sí quedan los dos orificios
donde estaban las embocaduras.
to detrás como a los costados y en latín
máximas de San Jerónimo y de Juvenal. Estas máximas fueron traducidas por el presbítero Alberto Valdivia. La ubicada en la parte posterior del plinto es de San Jerónimo:
“Lloró la muerte en todo el mundo, el Imperio
Romano desaparece”. La de la derecha, de
Juvenal, dice: “Ha hecho más vencidos la lujuria que las armas crueles”. La de la izquierda, también de Juvenal, dice: “Conviene
estar fuerte ante los Emperadores y si la adversidad se cae bajo la presión de ellos, no conviene dirigirse a Roma”.
Todo este grupo escultórico no sólo representa una orgía romana como fue considerado, sino que es una alegoría de la decadencia de una civilización.
El grupo escultórico hecho en bronce patinado fue fundido en los talleres “A. Nelly y
C” de Roma en 1909. Actualmente está en
el Museo de Arte Moderno de dicha ciudad.
Abona esta interpretación el hecho de que
en el plinto de la obra el escultor grabó tan-
En esa época la obra se expuso en París,
donde fue muy admirada y premiada, pues
Fig. 9 (Foto Jimena Candido)
Fig. 10 (Foto Jimena Candido)
Biondi completó su obra colocando en la
parte anterior y abajo y a la derecha, un
fragmento de su arquitrabe roto, donde se
lee, también deteriorada, la escritura res
publica. Una alusión a la decadencia.
Hasta aquí la explicación del grupo escultórico. Titulé esta nota como Historias…. en
plural. Pues entonces pasaré a contar algunas historias en relación con la obra
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Fig. 11 (Foto Jimena Candido)
46 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
Fig. 12
Cuando falleció Cullen Ayerza (1957), la sucesión Moreira de Ayerza la entregó en donación al Museo Nacional de Bellas Artes. El
Director en ese momento era Don Jorge Romero Brest y decidió transferirla a la Municipalidad (Expediente 75420/57).
En agosto de 1957 de acuerdo con lo autorizado por el entonces Secretario de Obras
Públicas Ing. José Rabuffo se procedió al
traslado de la obra desde la residencia de
Esmeralda hasta los antiguos depósitos
municipales de Av. Dorrego 3651.
Más adelante, y a requerimiento del entonces Secretario General de la Dirección de Paseos Dr. Héctor Tulio Monti, se procedió a
su emplazamiento en el Club Ciudad de Buenos Aires, lo que se hizo el 31 de octubre de
1963.
Fig. 13
el tema de los romanos estaba de moda.
Había impresionado mucho una pintura
de un francés que se llamaba “Las luminarias de Nerón”, que representaba a los cristianos perseguidos, transformados en teas
humanas. También había aparecido la novela histórica del polaco Henryk Sienkiewicz “Quo Vadis” que trataba sobre la vida en
Roma. Estando en Italia, el abogado y diplomático argentino Hernan Cullen Ayerza le encargó a Biondi una copia de su obra
para enviarla a Buenos Aires con motivo del
Centenario. La obra llegó al país en el vapor Indiana el 14 de febrero d 1910, pero no
pudo ser retirada de la Aduana hasta 1912.
Como no se la ubicaba en ninguna parte,
Hernán Cullen Ayerza la instaló en su domicilio, de la calle Esmeralda 1275.
Luego, según se lee en documentos oficiales (Expediente 67272/78), la obra fue trasladada nuevamente a un depósito. En forma eufemística los documentos hablan “de
una inquietud” hacia la obra, así entre comillas. Dicha inquietud no es más que una especie de censura hecha por autoridades del
proceso militar, que a su criterio consideraban a este grupo escultórico como “no
conveniente” u “obsceno” para ser mostrado
a los argentinos.
Así, estuvo escondida en un depósito -que
también era una caballeriza- hasta que,
al llegar la Democracia y por expediente
31425/84, fue trasladada nuevamente, esta
vez al Jardín Botánico, su actual emplazamiento. Además se obtiene por parte de su
apoderado, el Museo Nacional de Bellas Artes, ampliación del préstamo, por tiempo
indeterminado a la Municipalidad de Buenos
Aires, hoy Ciudad Autónoma. Es de señalar,
según refiere Parise (8), que hubo que restaurarla y limpiarla pues en el depósito se
cubrió de estiércol de caballo.
Como vemos este grupo escultórico padeció y caminó mucho en nuestro país. Un
agregado más: como señalé antes, la última figura de la izquierda representa una
joven que toca una flauta doble. No sé si
por los sucesivos traslados, o por la acción
de vándalos, la figura no tiene las flautas y
se la ve en una postura ridícula con los brazos extendidos y levantados hacia delante.
Hay otros daños: faltan el dedo mayor de
la mano derecha del flautista (fig. 12), y la
pierna derecha del niño (fig. 13).
Hasta ahora (octubre 2011) no ha sido restaurada. •
Bibliografía
1)Carcopino J. La vida cotidiana en Roma en el apogeo del Imperio. Hachette, Madrid, 1984.
2)Cardini F. Días Sagrados. Argos Vergara, Barcelona, 1984.
3)Carelli F. Roma, le Grande Civietá. Arnoldo Mondadori, 1971.
4)Eliade M. Lo sagrado y lo profano. Guadarrama, Madrid,
1981.
5)Montesquieu. Grandeza y Decadencia de los romanos. Austral, España, 1962.
6)Paoli UE. La vida en la Roma Antigua. Iberia, Barcelona,
1973.
7) Parise S. Storia Della Prehistoria al IX Secolo Dopo Cristo.
Zanichelli, Bologna, 1991.
8)Parise E. Diario Clarín, Buenos Aires, 29/12/2010.
Marúa TC y cols. Monumentos y obras de arte en el espacio
público de la Ciudad de Buenos Aires. Comisión de Preservación del Patrimonio Histórico Cultural de la Ciudad de Buenos Aires, 2001.
9) Petroni SATIRICON El Club Internacional del Libro Madrid 1998.
10) Toto Carlos Marúa y col Monumentos y Obras de Arte en
el Espacio Público de la Ciudad de Buenos Aires.
Comisión de Preservación del Patrimonio Histórico Culturas
de la Ciudad de Bs. As.
11)Trevisan y Sinland. Historia de Roma y Edad MEdia. Librería del Colegio Bs. As., buenos Aires, 1945.
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
MÉDICOS EN LAS CALLES
DE BUENOS AIRES
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 47
Mauricio González Catán
(Cuadro en el decanato de la
Facultad de Medicina UBA)
Por Dr. Arturo Heidenreich
Calle
Dr. Ramón Carrillo
La calle Dr. Ramón Carrillo, denominada así en
1989 por la ordenanza municipal 44210, se extiende en línea recta desde
Amancio Alcorta hasta la Avenida Suárez. Con sus siete cuadras, bordea los
paredones de los Hospitales Rawson, Borda y Moyano (Fig. 1).
Dr. Arturo Heidenreich
Profesor titular consulto de la UBA
A
partir de la Av. Suárez retoma su
antiguo nombre: Juan Hipólito
Vieytes (1762-1815) (Fig. 2). Éste
era un comerciante y militar argentino que
logró acceder al grado de Capitán por su
participación en la Reconquista de Buenos
Aires durante las Invasiones Inglesas. En
los años siguientes, Vieytes formó parte del
carlotismo, un partido que pretendía coronar a Carlota Joaquina de Borbón (17751830) como regente del Virreinato del Río
de la Plata, en nombre del rey Fernando VII
(1784-1830). Para 1809, la fábrica que tenía
con Nicolás Rodríguez Peña (1775-1853),
ubicada en la esquina de las actuales Tacuarí y Venezuela y conocida como la “jabonería de Vieytes”, era una de las sedes más
concurridas por los patriotas, que se juntaban a debatir las ideas que darían inicio
a la revolución. De hecho, en 1810, él apoyó la Revolución de Mayo y asistió al Cabildo Abierto del día 22, donde votó con entusiasmo por la deposición del virrey Baltasar
Hidalgo de Cisneros (1755-1829). Tras estos sucesos, fue designado Auditor de Guerra, cargo del que terminó siendo separado
por negarse a fusilar a Santiago de Liniers
(1753-1810) y a los demás conspiradores
de Córdoba. En su reemplazo, nombraron
a Juan José Castelli (1764-1812), quien ordenó la ejecución de inmediato. Vieytes,
además, luego del fallecimiento de Mariano Moreno (1778-1811), fue secretario de
la Primera Junta y representó a Buenos Aires en la Asamblea General Constituyente de 1813 (donde presentó un proyecto de
Constitución). En 1815, por apoyar al general destituido Carlos María de Alvear
(1789-1853), fue obligado al destierro. Sin
embargo, debido a su enfermedad, Ignacio Álvarez Thomas (1787-1857) suspendió la sentencia. Vieytes moriría a los pocos meses.
Fig. 1: Recorrido de la calle Dr. Ramón Carrillo.
Fig. 2: Juan Hipólito Vieytes (1762-1815).
Fig. 3: Vista aérea del Hospital Dr. Guillermo Rawson.
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
48 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
Fig. 4: Dr. Guillermo Rawson (1821-1890).
Fig. 5: Dr. Andrés Francisco Llobet (1861-1907).
Fig.6: Dr. David Feliciano Prando (1867-1949).
Sobre la calle Dr. Ramón Carillo nos encontramos con el Hospital Dr. Guillermo
Rawson (Fig. 3), actual Hogar de Ancianos desde que fue desactivado como Hospital de Agudos en 1978 por el intendente
y brigadier R. Osvaldo Cacciatore (19242007). Sus orígenes se remontan a la época de la Guerra de la Triple Alianza (18651871): como consecuencia de la contienda,
la ciudad estaba sobresaturada de heridos
y mutilados que no podían ser asistidos por
la deficiente organización sanitaria, por lo
que un grupo de ciudadanos, encabezado por José Clemente Paz (1842-1912) -futuro fundador del diario La Prensa-, instó
a construir un establecimiento apropiado
para albergar a los heridos de la guerra. Así,
en 1867, el Gobierno de Buenos Aires destinó un solar para la obra y, al año siguiente, don Adolfo Alsina (1829-1877) colocó la
piedra fundamental del Hospicio de los Inválidos (nombre original del hospital y primer monumento que el pueblo argentino
dedicó a su ejército). Sin embargo, luego de
20 años de labor asistencial y con una mayor envergadura edilicia, el inmueble fue
destinado a tratar afecciones agudas -con
la condición de que siguiera albergando a
los lisiados-. Si bien en un inicio cambió su
nombre por el de Hospital Mixto de Inválidos, en 1892 en homenaje al ilustre médico
y ministro del Interior del general Bartolomé Mitre (1821-1906) se lo denomina Hospital Doctor Guillermo Rawson.
El Dr. Guillermo Rawson (1821-1890) (Fig.
4), hijo de un médico norteamericano ra-
dicado en San Juan, el Dr. Aman Rawson
y de María Jacinta Rojo, se había trasladado a Buenos Aires en 1837 para realizar sus
cursos preuniversitarios con los sacerdotes
jesuitas. Alumno excelente de la Escuela de
Medicina, terminó sus estudios y se volvió
a su provincia para ejercer la profesión. En
ese tiempo, además, fue miembro de la Legislatura hasta que terminó siendo encarcelado por orden del gobernador, el general Nazario Benavides (1805-1858). Tras el
desagradable suceso, se radicó en Buenos
Aires, en donde no sólo fue senador provincial y nacional, sino también ministro
del Interior de Mitre. Su desempeño en este
último cargo fue muy fecundo (entre otras
cosas, impulsó el tendido de telégrafos y de
algunas líneas férreas, como la de Rosario
a Córdoba). En 1873, organizó la cátedra
de Higiene de la UBA y aprovechó su experiencia sobre la epidemia de la fiebre amarilla de 1871 para planear la mejora sanitaria de la ciudad. Enfermo y cansado, viajó a
París; allí, el 2 de febrero de 1890 falleció,
luego de una operación quirúrgica.
Dentro del Hospital Rawson, se encuentra la Escuela Quirúrgica. Ésta nació de
la mano del Dr. Andrés Francisco Llobet
(1861-1907) (Fig. 5), un cirujano muy hábil
que -en 1887- llegó a ser jefe de la Sala de
Cirugía del Hospital Mixto. Tras realizar un
viaje a Europa en 1889, Llobet lanzó, junto a Juan B. Justo (1865-1928) y Alejandro
Castro (1861-1902), la revolucionaria cirugía aséptica. Su obra fue continuada por un
discípulo de Ignacio Pirovano (1844-1895):
el joven David Feliciano Prando (Fig. 5).
A cargo del Servicio durante 30 años, este
médico fue el iniciador de la cirugía abdominal minuciosa y prudente, y el responsable de la formación de una pléyade de destacados especialistas, como Oscar Copello,
Rodolfo Pasman, Marcelo Vernengo y Federico Christmann. Su sucesor, Enrique Finochietto (1881-1948), creó con su hermano Ricardo (1888-1962) (Fig. 7) la Escuela
Quirúrgica Municipal para Graduados, la
fuente de docencia más abierta y productiva del país. Entre los dos, además de formar a miles de asistentes en las sesiones
quirúrgicas de los miércoles, editaron el
monumental Tratado de Técnica Quirúrgica.
Retomando el recorrido de la calle Dr. Ramón Carrillo, nos encontramos con el Hospital Interdisciplinario Psicoasistencial
Dr. José Tiburcio Borda (Fig. 8). Éste y el
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 49
Hospital Dr. Braulio Aurelio Moyano (Fig.
9) constituyen la sede central de la escuela neurobiológica argentino-germana, crecida al abrigo del psiquiatra alemán Christfried Jakob (1866-1956).
El Borda fue fundado en 1865 con el nombre de Hospicio de San Buenaventura, pero
en 1888 fue rebautizado como Hospicio de
las Mercedes. Luego, hacia 1949, se lo designó Hospital Nacional Neuropsiquiátrico de Hombres y en 1967 recibió su denominación actual: Hospital Nacional José
T. Borda. Si bien para fines de la Primera
Guerra Mundial tuvo un pico poblacional
de 6000 internos, hoy aloja alrededor de
800 y cuenta con consultorios externos de
Psiquiatría y Neurología (creados en 1831
a pedido de la Liga Argentina de Higiene
Mental). Además, dentro sus instalaciones
funciona la emisora de LT22 Radio La Colifata, gestionada por los propios pacientes y
sin apoyo institucional.
Yo mismo, en 1952, cursé la especialidad de
Psiquiatría en el Borda. Dado que era frecuente ver a algún interno ahorcado colgando de un árbol, me daba miedo entrar
solo y siempre esperaba en la puerta la llegada de algunos compañeros. En una ocasión en la que fui a dar examen (después
de haber conseguido, sobornando al Cabo,
que un enfermo esquizofrénico me relatara su historia clínica con lujo de detalles a
cambio de un paquete de cigarrillos), nos
avisaron que el profesor titular Dr. Gonzalo Bosch llegaría recién a las 11 de la mañana, por lo que la joven Dra. Jacinta Lauría nos invitó a ver cómo se aplicaba el
electroshock. Al respecto, sólo puedo decir que la experiencia de tener que sostener a los pacientes durante sus convulsiones para que no se golpearan no fue nada
agradable.
Pero volviendo a la Historia, resta contar,
al menos someramente, quién fue el médico que da nombre al Hospital. José Tiburcio Borda (1869-1936) (Fig. 10), oriundo de
Goya (Corrientes), conoció a Cristofredo
Jakob en el Hospicio de las Mercedes y fue
durante 11 años su discípulo. En 1891, se recibió de médico en la Facultad de Medicina de la UBA y, entre los 1922 y 1930, ocupó
el cargo de Titular en la cátedra de Psiquiatría. Una de sus “leyes” memorables era:
“La curación de una enfermedad mental se
halla en razón inversa de su duración”.
Por su parte, el Hospital Moyano tiene su
prehistoria en el Hospital para Mujeres
Dementes. Su primer asiento estaba ubicado en una zona denominada “Convalecencia”. En ésta, se encontraba el principal
polo de comercialización de ganado en pie
que abastecía a la Capital y, en su origen,
los terrenos habían sido parte de una quinta, propiedad de Ignacio Zevallos, situada
al oeste del camino principal del Sur, que
unía a la Capital con el puerto de la Boca.
En 1734, Zevallos había donado a los jesuitas una manzana (en lo que hoy es San Telmo) y una chacra para construir una casa
auxiliadora: la Residencia de Belén (que, en
realidad, se llamaría Chacra de Belén). Con
la expulsión de los ignacianos hacia 1767,
los predios pasaron a manos de los betlemitas: una orden que utiliza la residencia
como hospital de convalecientes, incurables, locos y contagiosos; dándole, así, el
nombre de “Convalecencia” a la zona. Si
bien en 1812 el director de los betlemitas,
fray José de las Ánimas, y el jefe del Partido
Español de Buenos Aires, Martín de Álzaga
(1755-1812), son ajusticiados (o mejor dicho, ahorcados) por dirigir el movimiento
contrarrevolucionario; estas propiedades
recién son estatizadas durante la presidencia de Bernardino Rivadavia (1780-1845).
A su vez, por esos mismos años, se forma la Sociedad de Damas de la Beneficencia (1823), que empieza a asumir el cuidado de los niños y mujeres. Ellas son la que
piden, en 1852, instalar en el sitio (ocupado en la época de Rosas por mataderos y un
cuartel de mazorqueros) la Casa de Mujeres
Dementes. Sus actividades no cesan hasta
1946, cuando la Institución y sus bienes son
intervenidos por rechazar la designación
de María Eva Duarte de Perón (1919-1952)
como Presidenta Honoraria.
Este hospital debe su nombre a Braulio Aurelio Moyano (1906-1959) (Fig. 11): un trabajador incansable y muy versado en histopatología que nació en Mercedes, San Luis.
Sucesor y continuador de la labor de Jakob
en Buenos Aires, vivió en el Hospital Nacional de Alienadas (que hoy lleva su nombre), dedicándose por completo a la investigación. Desde sus años de estudiante fue
íntimo amigo de Ramón Carrillo y, cuando
éste asumió como Ministro de Salud Pública, él lo acompañó como vice. Sin embargo,
luego de un tiempo en el cargo, Moyano renunció, aduciendo que no servía para tra-
Fig. 7: Dres. Enrique (1881-1948)
y Ricardo Finochietto (1888-1962) en 1939.
Fig. 8: Hospital Dr. José Tiburcio Borda.
Fig. 9: Hospital Dr. Braulio Aurelio Moyano.
Fig.10: Dr. José Tiburcio Borda (1869-1936).
Fig.11: Dr. Braulio Aurelio
Moyano (1906-1959).
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Fig.12: Dr. Cristofredo
Jakob (1842-1902).
50 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
El Dr. Ramón Carrillo (1906-1956) (Fig.
13), el mayor entre once hermanos, nació en el seno de una familia con tradición
en la provincia. De su madre, María Salomé Gómez, heredó el fervor por la fe católica y de su padre, el profesor Ramón Carrillo (docente egresado de la Escuela Normal
de Paraná), el ideario radical. Sus estudios
primarios los cursó en la Escuela Manuel
Belgrano, mientras que, en la secundaria,
asistió al Colegio Nacional de Santiago del
Estero, donde obtuvo su título de Bachiller
con medalla de oro.
En 1924, viajó a Buenos Aires para estudiar en la Facultad de Ciencias Médicas y,
tres años después, ingresó por concurso de
calificaciones como practicante externo del
Hospital de Clínicas. Allí conoció al director
Dr. José Arce (1881-1968), su primer maestro de cirugía, y también entró en contacto con el Dr. Manuel Balado (1897-1942),
fundador de la Neurocirugía en nuestro
país. Sin descuidar la política, otra de sus
pasiones, asumió la dirección de la Revista
del Círculo Médica Argentino y formó parte
de la Comisión Directiva del Centro de Estudiantes de Medicina.
Fig. 13: Juan Domingo Perón (1895-1974) y el Dr. Ramón Carrillo (1906-1956).
bajar en tan altas funciones.
Como vimos, Christofredo Jakob (Fig. 12)
-nativo de Wernitz-Ostheim, Baviera, Alemania ( 1866 – 1956 ).- fue maestro de Borda y Moyano. Contratado por el ministro de
Relaciones Exteriores de la República Argentina, Amancio Mariano Alcorta Palacio
(1842-1902), no sólo fue el responsable de
organizar el laboratorio de Neurobiología
en el Hospicio de las Mercedes, sino que,
además, fue el encargado de difundir en la
disciplina psiquiátrica el rigor científico y
la importancia de relacionar la clínica con
la anatomía patológica del encéfalo para
explicar las enfermedades mentales. Entre otros de los grandes aportes de Jakob, se
encuentra la monumental Folia Neurobioló-
gica Argentina, una publicación periódica
que aún subsiste.
Antes de continuar con la biografía de Dr.
Carrillo, es necesario aclarar que, en el
2010, el Congreso de la Nación aprobó una
ley que establecía el cierre de todos los manicomios del país e indicaba que los pacientes con desórdenes mentales debían
ser atendidos en forma ambulatoria o en
las subdivisiones psiquiátricas de los Hospitales Públicos Generales.
Dado que ya hemos hecho alusión a las instituciones y personalidades que se vinculan
a la calle Carrillo, ahora toca ocuparnos de
este gran médico, oriundo de Santiago del
Estero.
En 1929, Carrillo se recibió con medalla de
oro e inmediatamente ganó una beca de la
UBA para perfeccionarse en Europa (Holanda, Francia y Alemania). Allí, durante tres años, además de experimentar los
cambios políticos que se estaban produciendo en el Viejo Mundo, pudo ampliar
sus conocimientos neuroquirúrgicos. En
Ámsterdam, tuvo la oportunidad de trabajar junto al titular de Anatomía del Sistema Nervioso, Cornelius Ubbo Ariëns Kappers (1877-1942), y realizó investigaciones
sobre neuropatología con el profesor R.
Brouwer. También concurrió, a lo largo de
dos años, al Servicio de Neurocirugía donde operaba el profesor Oljenick y, en París,
estuvo con Georges Guillain (1876-1961).
Una vez en Berlín, se relacionó con Oskar
Vogt (1870-1959), probablemente uno de
los más destacados neurólogos de la época.
Al regresar a Buenos Aires, en 1933, complementó su educación científica con nuevas ideas políticas y una formación cultural:
estrechó vínculos con hombres distinguidos, como José Bartolomé Pedroni Fantino (1899- 1968), Leopoldo Lugones (18741938), Arturo M. Jauretche (1901-1974),
Raúl Scalabrini Ortiz (1898-1959), Enrique
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 51
Santos Discépolo (1901-1951) y Horacio S.
Quiroga (1878-1937). A su vez, continuó la
amistad con su compañero de estudios primarios, Homero Nicolás Manzione Prestera (Homero Manzi, 1907-1951), el inolvidable letrista del tango “Sur”; y ese mismo
año también conoció a Juan Domingo Perón (1895-1974). Con él, trabajaría en un
proyecto sobre educación y salud pública.
En esos años (1933-1936), Carrillo trabajó
full time en el laboratorio de Neuropatología del Instituto de Clínica Quirúrgica del
Hospital de Clínicas y nunca abandonó sus
investigaciones sobre las células de neuroglia del sistema nervioso central, las hernias cisternales y los síndromes posconmocionales. Sin embargo, en 1937 contrajo
una enfermedad aguda con fiebre elevada
de la que sobrevivió por la dedicación clínica de su amigo de toda la vida, Salomón
Chichilnisky (1898-1971). Aunque salió del
episodio, las secuelas fueron hipertensión
arterial y cefaleas progresivamente más intensas.
Ya a cargo del Servicio de Neurocirugía del
Hospital Militar Central (1939) comprobó los altos porcentajes de afecciones físicas que padecían los aspirantes al Servicio
Militar provenientes de provincias pobres.
Este hecho estimularía su interés por los
cuidados sanitarios.
En 1941, pese a la inesperada oposición (al
parecer por temas políticos) de su maestro
Manuel Balado, Carrillo accedió a la cátedra de Neurocirugía como Profesor Adjunto. Sin embargo, ocupó poco tiempo ese
lugar, ya que el titular (que era el mismo
Balado) falleció un año después de su nombramiento y él obtuvo por concurso el cargo.
Finalmente, en 1946, Perón lo designa Secretario de Salud Pública. Frente a la falta de camas y hospitales, el poco personal técnico, los bajos sueldos, el déficit de
abastecimiento de rubros elementales, la
ausencia de un sistema administrativo y
la inexistencia de seguros sociales, Carrillo impuso el plan sanitario mejor diseñado y ejecutado del país. Éste estaba dividido
en tres ejes: 1. medicina asistencial (binomio: médico-enfermo), 2. medicina sanitaria (trinomio: enfermo-médico-Estado),
3. medicina social (tetranomio: enfermomédico-Estado-comunidad).
Durante sus ocho años de gestión, creó 234
hospitales, ampliando la capacidad hospitalaria de 66.000 a 132.000 camas; realizó campañas para erradicar enfermedades
endémicas como el paludismo (que redujo de 300.000 casos -1946- a 137 -1950-);
consiguió que la tuberculosis descendiera su nivel de mortalidad de 130 a 36 por
100.000 (una cifra equiparable a la de los
países más desarrollados); redujo el índice de mortalidad infantil de 90 a 56/1000;
terminó con epidemias como la de tifus y
brucelosis; e hizo desaparecer prácticamente a la sífilis y a las enfermedades venéreas.
Según él, tres eran los factores que condicionaban la salud de un pueblo: el más
importante era el social y económico; el
segundo, la ignorancia; y el tercero, la efectividad de los servicios médicos.
En una ocasión, uno de sus destacados discípulos, el Dr. Raúl Matera (1915-1994), lo
definió como un gran científico, un maestro que hizo escuela y un político y ministro
que “creó casi de la nada las instituciones y
las estructuras para la salud, de las que luego la República se enorgullecería”. Además, como anécdota personal, debo referir
que, ante la imposición del luto obligatorio por la muerte de Evita en 1952 para todos los obreros, empleados y profesionales
que dependiesen del Estado, los practicantes del Hospital de Clínicas (en su mayoría
no afectos al peronismo) entrevistamos al
Dr. Carrillo -por entonces ministro de Salud Pública y director del pabellón Costa
Buero-. Él no sólo se mostró amable y comprensivo, sino que además nos aseguró que
él se hacía responsable de que no usáramos
el crespón.
Ciertamente, sus ideas fueron el legado
más importante. “Sólo sirven las conquistas
científicas sobre la salud si éstas son accesibles
al pueblo”; “Frente a las enfermedades que engendra la miseria, frente a la tristeza, la angustia y el infortunio social de los pueblos, los
microbios como causas de enfermedad, son
unas pobres causas”; o “Mientras los médicos sigamos viendo enfermedades y olvidemos al enfermo como unidad psicológica y social, seremos simples zapateros remendones de
la personalidad humana”, son algunas de las
frases memorables que nos dejó.
La salud de Carrillo comenzó a deteriorarse
definitivamente a partir de 1951 como con-
secuencia de una hipertensión arterial maligna. En ese año, además, la consagración
del contralmirante Alberto Teisaire (18911962)1 como vicepresidente del segundo
mandato de Perón lo margina del entorno
presidencial. Sus adversarios decían por lo
bajo que Carrillo era más fiel a la Iglesia que
al peronismo, y finalmente en 1954, meses
antes del derrocamiento de Perón, termina
renunciando a su cartera.
Para octubre de ese año, junto a su esposa Isabel Susana Pomar y sus cuatro hijos,
viaja a Nueva York en la motonave “Evita” para someterse a un intenso tratamiento médico. Si bien obtiene algunas mejorías
transitorias, la vida en la Gran Manzana se
le hace demasiado onerosa y se va a Brasil.
Allí, más precisamente en Belem Do Para
(una ciudad del norte), consigue un empleo
en una empresa minera estadounidense, la
Hanna Mineralization & Co. Según relata el
periodista Segundo Ponzio Godoy, Carrillo en esa época vive en la mayor pobreza,
la mayor que nadie pueda imaginar, y sobrevive gracias a la caridad de su amigo Salomón Chichilnisky que le envía dinero por
correo.
Durante su estadía en el país vecino, allanan sus dos propiedades y secuestran sus
cuadros y libros bajo la acusación de “enriquecimiento sin causa”. En su defensa,
la hermana de Carrillo se presenta ante la
Junta Nacional de Recuperación Patrimonial, demostrando la legitimidad de sus
bienes.
El 20 de diciembre de 1956, pobre, enfermo
y exiliado, fallece con sólo 50 años por un
accidente cerebro-vascular. Su última voluntad, ser enterrado en Santiago del Estero, su ciudad natal, demorará 16 años debido a la negativa política de las autoridades
de la época a repatriarlo. El deseo del gran
sanitarista argentino se cumplirá recién en
diciembre de 1972. •
1. El contralmirante Tesaire no sólo fue el autor intelectual de la quema de iglesias en junio de 1955, sino que,
además, fue acusado de traidor por sus pares peronistas cuando, luego de la Revolución Libertadora, prestó
declaraciones contra Perón en las comisiones investigadoras y lo inculpó de ser “el causante de todos los males
del país”. En 1962, un equipo comando peronista lo asesinó, mientras almorzaba con su secretaria y un escolta
(también acribillados en el acto).
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
yo recomiendo
52 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
Por Dr. Luis Alposta
ACERCA DEL EXTRAÑO CASO DEL
DR. JECKYLL Y MR. HYDE
E
l novelista, poeta y ensayista Robert Louis Stevenson nació el 13 de
noviembre de 1850 en Edimburgo (Escocia) y murió el 3 de diciembre 1894
en Vailima, cerca de Apia, capital de Samoa. Hijo de un ingeniero, se licenció en
Derecho en la Universidad de Edimburgo,
aunque nunca ejerció la abogacía. Por su
tuberculosis se vio obligado a viajar continuamente en busca de climas apropiados
para su delicado estado de salud y sus primeros libros son descripciones de algunos
de esos viajes (Viaje en burro por las Cévennes).
En California conoció a Fanny Osbourne,
una dama estadounidense divorciada, diez
años mayor que él, con la contrajo matrimonio en 1879. Por entonces, se dio a conocer como novelista con La isla del tesoro
(1883).
En 1884, luego de pasar una temporada en
Suiza y en la Riviera francesa, regresó al
Reino Unido. La estancia en su patria, que se
prolongó hasta 1887, coincidió con la publicación de dos de sus novelas de aventuras más populares, La flecha negra y Raptado, y con la impresión de El extraño caso del
Dr. Jekyll y Mr. Hyde (1886), una obra maestra del terror fantástico.
En 1888, junto a su esposa, inició un crucero por el sur del Pacífico hasta las islas Samoa. Allí, donde él mismo adoptó el nombre de “Tusitala, el contador de historias”,
vivió hasta su muerte, venerado por los nativos. Entre sus últimas obras están: El señor de Ballantrae, El náufrago, Cariona y la
novela póstuma e inacabada El dique de Hermiston.
Robert Louis Stevenson.
Dejó una vasta obra con títulos inolvidables.
En su novela El extraño caso del Dr. Jekyll y
Mr. Hyde, Stevenson nos muestra a un honorable médico de la era victoriana que, en
su afán moral y científico, se da a la tarea de
crear una fórmula química que permita, al
que la ingiera, sacar y desterrar todo el mal
Stevenson retratado por John Singer Sargent.
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 53
que pueda tener dentro de sí (aun cuando
está convencido de que el hombre es, esencialmente, bueno).
Así, comienza a experimentar con su propio cuerpo y surge, producto de lo que podría llamarse un desdoblamiento de la
personalidad, Mr. Hyde. Su otro yo es un
hombre malvado y desagradable, capaz de
las más perversas acciones y proclive a cometer todo tipo de crímenes y faltas a las
normativas sociales. Con el paso del tiempo, este ser se irá haciendo cada vez más
fuerte y Dr. Jekyll no podrá controlar sus
transformaciones en Mr. Hyde. La agonía
sólo termina con su suicidio.
Este relato resulta apasionante, ya que se
estudia la dualidad humana y las posibles
consecuencias que puede acarrear el dejar
totalmente libre nuestro lado más salvaje
e irracional. Además, hay en esta obra una
clara ejemplificación de cómo se debate el
alma entre las luces y las sombras, entre el
bien y el mal. Una permanente lucha entre
el justo y el pecador que llevamos dentro.
Precisamente ahí radica la atracción de este
libro. Cada uno de nosotros es Dr. Jeckyll y,
también, cada uno de nosotros es Mr. Hyde.
Stevenson en Samoa, con su esposa y amigos.
La lectura de esta novela, hace ya algunos
años, me inspiró el siguiente soneto que fue
musicalizado y grabado por Daniel Melingo en diciembre de 2004, en París:
EL EXTRAÑO CASO...
Entre alambiques juntó experiencia
y halló el brebaje del bien y el mal.
Hoy a babuchas de su conciencia
va el homo sapiens y el animal.
Ya no es el mismo su consultorio.
Ya no hay pacientes que visitar.
Ahora es adicto al laboratorio
y hay un cadáver en el placard.
Su yo y su sombra se han separado.
Es el galeno o el depravado.
Son los dos puntos que lleva adentro
sin darse bola y ese es el guay.
Y en la constante del desencuentro
va el doctor Jekyll con míster Hyde.
Stevenson (en el centro, sentado) con su família y nativos de Samoa.
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
médicos artistas
54 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
Por Dr. Sergio Gianni
Dra. Clara Farías
En esta oportunidad, Médicos Artistas ofrece a sus lectores la
entrevista a la Dra. Clara Farías, médica especialista en Diagnóstico
por Imágenes quien, como nos cuenta, desde que tiene memoria
sintió esta inclinación. Durante toda su vida la medicina y el arte
convivieron en total armonía.
Dr. Sergio Gianni
Médico Ginecólogo
Hospital Roffo
Dra. Clara Farías
Médica de planta del Departamento de Diagnóstico Mamario de DM.
¿A qué edad y porqué comenzó su inquietud por la pintura? ¿Hay antecedentes artísticos en su familia?
Desde que tengo memoria me recuerdo con
un lápiz o con cualquier elemento que escribiera, dibujando en cualquier sitio libre (papel, piso, paredes). Mi adolescencia
transcurrió entre libros de la escuela y bocetos de diseños de moda.
Además de la pintura, ¿tiene otras inquietudes artísticas?
Me gusta la arquitectura antigua, contemplar y pensar cómo con tan pocos elementos se podían diseñar y construir tantas
maravillas arquitectónicas. También la fotografía me genera interés, plasmar en un
segundo sucesos habituales de la gente y
sus costumbres, lo cotidiano, lo que veo en
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Esperanza
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 55
¿A qué pintores admira?
un viaje, en un paseo, etc.
¿Cómo se inició en la pintura? ¿Tomó clases o lo hace actualmente?
En tercer año de la secundaria decidí que
iba a estudiar Bellas Artes, pero no lo pude
concretar. Mi profesora de plástica fue mi
mecenas, ya que ella me dio mi primer trabajo. Pintaba telas infantiles para cunas de
bebés. Paralelamente, seguía haciendo mis
diseños de moda, pensando que algún día
se verían modelados en una pasarela.
He concurrido a algunos talleres para tomar clases de orientación, pero no en forma constante…quizá por falta de tiempo o
porque aún no encontré lo que estoy buscando. Actualmente me interesa más la colorimetría que las formas.
Mis gustos son variados, desde el renacentismo (Rafael y Miguel Ángel), pasando por
el impresionismo de Monet o Paul Cézanne
hasta la abstracción de Kandinsky.
¿Expone o es un gusto personal?
Es algo personal. Me queda pendiente perfeccionarme, tomarlo en serio algún día y,
ahí, por qué no, exponer.
¿Cree que entre la medicina y el arte existen
puntos en común?
No sé si hay un punto en común, sí creo que
todos los que a diario nos enfrentamos a
cosas feas, como la enfermedad o la muerte, necesitamos encontrar una veta de luz,
ya sea plasmando los sentimientos a través
¿Qué técnicas emplea?
Me gusta la pintura al óleo, pero como soy
muy ansiosa cuando empiezo una obra a
veces empleo acrílico porque es más rápido. También, agrego otros materiales como
enduídos para texturizar el lienzo. Mis últimos cuadros están más basados en el color
y las manchas.
¿Considera a la pintura un pasatiempo, una
forma de relajarse o siente la necesidad de
expresar su interior a través de ella? Dicho
de otra forma, ¿pinta por placer, por necesidad interior o por ambas?
Pinto por placer y por necesidad interior,
creo que es mi verdadera esencia aún no
explotada.
¿Cuánto tiempo le dedica?
Últimamente ninguno. Es como la dieta
(risas), todos los días me repito “mañana
empiezo”.
¿Necesita alguna inspiración para pintar
(un lugar, un horario, un estado)?
El crepúsculo y buena música de fondo.
Nessun dorma (un aria del acto final de la
ópera Turandot, de Giacomo Puccini) para
empezar, después cualquier clásico.
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
56 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
de las artes o reflejándolos en alguna actividad. Es maravilloso poder expresar sentidos en un cuadro, una melodía o en una
obra de cualquier índole. Yo, por ejemplo,
en mi paleta de colores siempre uso tonos
cálidos; así es como veo la vida, a pesar de
las dificultades a las que nos enfrentamos a
diario, como una luz brillante que día a día
hay que seguir celebrando.
¿Cree Ud. que un médico debe dedicarse
por completo a su profesión sin actividades
que lo distraigan de sus tareas o considera
que una actividad artística contribuye a su
mejor desempeño como médico?
En mi caso, creo que poder encontrar un
cable a tierra que me conecte con la vida me
hace mejor profesional y, sobre todo, mejor persona. Me genera una adrenalina diferente y varía el enganche de la rutina haciendo la vida más llevadera.
Es maravilloso
poder
expresar
sentidos en
un cuadro,
una melodía
o en una obra
de cualquier
índole.
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Ámbito médico
& empresa
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 57
Agosto 2011
Taller de Traumatología
El 25 de agosto se realizó en el Hospital Ramos Mejía el taller sobre Diagnóstico por Imágenes en Ortopedia y Traumatología. Esta vez el
tema fue “Resonancia de Columna Vertebral”. La dirección estuvo a cargo del Dr. Sebastián Ballester (Jefe de Diagnóstico Médico). Participaron 30 médicos traumatólogos del hospital que, antes de la charla, pudieron disfrutar de un rico desayuno.
Humanismo Médico en el Hospital Penna
El 25 de agosto se llevó a cabo en el Hospital Penna el tercer encuentro sobre Humanismo Médico el tema tratado fue ¿Por qué sufre el paciente? ¿Qué genera sufrimiento en el médico? Factores de sufrimiento -emocionales, subjetivos, sociales y culturales. La charla estuvo a
cargo de la Licenciada Isabel del Valle.
DM en el X Congreso Argentino de Mastología
Del 28 al 30 de agosto, en el Hotel Sheraton de Buenos Aires, se realizó el X Congreso de Mastología. Asistieron más de 1500 profesionales y Diagnóstico Médico participó en calidad de expositor.
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
58 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
Septiembre 2011
Taller GI-RADS en el Hospital Álvarez
El 9 de septiembre se realizó para todos los profesionales del Servicio de Ginecología del Hospital Álvarez un nuevo taller sobre GI-RADS
(aplicación de una nueva clasificación para el informe ecográfico de las imágenes anexiales). La disertante fue la Dra. Claudia Vicente.
Taller de Traumatología en el Hospital Ramos Mejía
El 15 de septiembre en el Hospital Ramos Mejía se hizo el segundo taller de Diagnóstico por Imágenes en Ortopedia y Traumatología. El
tema, esta vez, fue: “Resonancia de rodilla y cadera”. La dirección estuvo a cargo del Dr. Sebastián Ballester.
Encuentro sobre cáncer ginecológico
El miércoles 28 de septiembre, continuando con el ciclo “Charlas gratuitas de
prevención a la comunidad”, se realizó en Diagnóstico Médico el encuentro “Cáncer ginecológico, lo que la mujer debe saber”. Se trabajó sobre la prevención del
cáncer de cuello de útero, el rol del HPV y las vacunas. En esta ocasión el disertante fue el Dr. Sergio Gianni, médico ginecológico del Hospital Ángel H. Roffo.
La charla contó con una concurrida asistencia, quien manisfestó satisfacción por
lo aprendido.
Humanismo Médico en el Hospital Penna
El 29 de septiembre en el Hospital Penna se llevó a cabo el cuarto encuentro sobre Humanismo Médico. El tema tratado fue: "¿Puede fracasar la gestión" médica por incomprensión cultural? Las diferencias culturales en la relación médico paciente como factor decisivo del
fracaso de gestión. La charla estuvo a cargo de la Licenciada Isabel del Valle.
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 59
Octubre 2011
DM en el Congreso Argentino de Cardiología
Del 2 al 4 de octubre se llevó a cabo, en el Hotel Sheraton de Buenos Aires, el Congreso de Cardiología. Con la presencia de más de 3000
profesionales, Diagnóstico Médico participó como expositor.
Encuentro sobre Detección temprana de Cáncer de mama
El 25 de octubre en el “Mes del Cáncer de mamas” se realizó en Diagnóstico Médico, la charla gratuita abierta a la comunidad. En este caso
el tema fue “El diagnóstico temprano salva vidas”. Se buscó concientizar a las invitadas sobre la importancia de la detección temprana del
cáncer de mamas. Los disertantes fueron la Dra. Sunny Cambarieri y el Dr. Fernando Guerzovich, médicos de planta del Departamento
de Diagnóstico Mamario de DM. La charla tuvo una gran aceptación entre la concurrida asistencia.
Humanismo Médico en el Hospital Penna
El jueves 27 de octubre se realizó en el Hospital Penna, el 5º encuentro de Humanismo
Médico destinado a todo su cuerpo profesional. En este caso el tema tratado fue: "¿Escuchamos a nuestros pacientes?" La voz oprimida del enfermo cuando ingresa a la institución médica. Dificultades y limitaciones del lenguaje.
Dicho encuentro estuvo a cargo de la Licenciada Isabel del Valle.
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
60 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
Noviembre 2011
DM en el Congreso Internacional de Clínica Médica
Del 1º al 4 de noviembre se realizó en la Universidad Católica de Puerto Madero el Congreso Internacional de Clínica Médica. Participaron más de 5000 profesionales.
DM en el XX Congreso de Oncología
Del 9 al 11 de noviembre se llevó a cabo en el Hotel Provincial de la ciudad de Mar del Plata el XX congreso de oncología. Contó con la presencia de 1500 profesionales.
Humanismo Médico
El 24 de noviembre se realizó en el Hospital Penna el 5º encuentro de Humanismo Médico destinado a todo su cuerpo profesional. El tema tratado fue: “El médico
como paciente. El médico ante el colega enfermo”.
DM en el 48º Congreso Argentino de Ortopedia y Traumatología.
Del 27 de noviembre al 2 de diciembre se realizó el Hotel Hilton de Buenos Aires (Argentina) el 48º Congreso Argentino de Ortopedia y
Traumatología, contó con más de 5000 profesionales. Una vez más DM participó en carácter de expositor.
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
loperoxidasa
Ac Anti PR3
Anti Tiroglobulina US
LABORATORIO
CLÍNICO
Proteína C Reactiva-US
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 61
Test de Avidez
Anti ENA
Factor V de
Anti Transglutaminasa
IgA
Acido Gangliósidos
IgG Protrombina 20210
Acido Fólico H1N1
Anti Mieloperoxidasa
Anti
Tiroglobulina
US
Lamotrigina
PAI Ac Anti PR3
PSA libre
Test de Avidez
MTHFR
Proteína C Reactiva-US
CA MTHFR
ECA Anti HBC I
MTHFR
Topiramato
Anti ENA
Factor V de Leiden
Anti Transglutaminasa IgA
Anti
Transglutamin
Acido
Fólico H1N1
Carga Viral
Hepatitis
B PCR
Transmucónico Lamotrigina
PAI
PSA libre
MTHFR
Insulinemia
ANCA
HBC IgM
nti Transglutaminasa
MTHFR IgA
Topiramato
Reporte
accesible
por internetECA
paraAnti
el paciente
EBNA
PSA Anti
Transglutaminasa IgA
Acido
Transmucónico
B PCR
y el
profesional Carga Viral Hepatitis
nticardiolipina
IgM
Insulinemia
VCA IgG
Anti Transglutaminasa
IgA
EBNA IgM
PSA
Rápida
respuesta
Vit
D3-25
OH
Ac Anticardiolipina IgM
VCA IgG
Lipoproteína A
ANCA
Vit
D3-25
OH
ANCA
Lipoproteína A
Renina
Tecnología
aplicadaPTH
al genoma
ANCA
Renina PTH
Ac
Anti
Péptidos
citrulin
Ac
Anti
Péptidos
citrulinados
27 HLA
B27
Inmunoensayos
de ultra sensibilidad
PCR-US
Carbamazepina
PCR-US
Carbamazepina
IgM VCA
IgM
CD-4
VCA
IgM
Apo AVCA
Valproato
Laboratorio
deCD-3
autoinmunidad
CD-4
Dímero D Valproato
VCA IgM
Ac anti MAG-SPGP IgM
Dímero DTroponina I
CD-3 Testosterona biodisponoble
Dosaje
de
fármacos
Ac anti MAG-SPG
HBS Ag
Troponina
I Ac Antigliadina
Testosterona
biodisponoble
Ac Anticardiolipina
IgG
Apo800
B determinaciones
Más
de
CD-8
g Troponina TAc AntigliadinaAc Anti endomisio IgA
Ac anti-CCP
Ac Carga
Anticardiolipina
Ig
TSH-US
Viral HIV PCR
Apo
B
Anti
HAV
IgM
Directores: Dr. Eduardo
- Dr. H. Cesar Gotta
CD-8Eyheremendy
a T Anti
Piridinolina
Macroprolactina
HAV Médico
IgG Laboratorio clínico: Dr.Ac
Director
Juan Enrique
Perea
AntiViral
endomisio
IgA
Carga
ViralClínico:
HIV PCR
Carga
Hepatitis C PCR
Director
Técnico
Laboratorio
Dr.
Pedro
Maccarone
Ac Anti
anti-CCP
HBS Anti Coagulante Lúpico
Homocisteína
TSH-US
Carga Viral HIV P
Oxcarbazepina Herpes Simple 1 y 2 Genoma
Anti HAV IgM
Piridinolina
Péptido
C
Macroprolactina
Anti
HBC
IgG
HAV IgG
Carga Viral HIV PCR Carga Viral Hepatitis
HBS Anti Coagulante
DM Diagnóstico
Médico
Lúpico
Dirección Junín 1023 - C1113AAE - Ciudad de Buenos Aires
Homocisteína
Teléfonos 4827.6300 - 4821.6900/9800 - Fax
4821.1155
[email protected] - Web www.diagnosticomedico.com
rbazepina Email
Herpes
Simple 1 y 2 Genoma
EL LABORATORIO ONLINE
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
médicos en tiempo libre
62 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
Por Virginia Prado Quintás
Dr. Daniel Marco
Médicos en tiempo libre entrevista en esta oportunidad al Dr. Daniel Marco, traumatólogo
y luthier, quien a la hora de tomar la decisión de la carrera a seguir fue coherente: eligió las
dos.
El Dr. Marco se siente protagonista de la medicina y parte activa de la música. Ambas
pasiones conviven en él. Puede descubrir en las formas de los huesos nuevas figuras a
desarrollar. Es capaz de aliviar a sus pacientes, componiendo sus males como si arreglase
Virginia Prado Quintas
un instrumento, o de crear nuevos sonidos, partiendo de un Ciprés, un Fresno o un
Gerencia de Marketing
Diagnóstico Médico
Jacarandá. Demora años en la construcción de cada pieza , ya que busca la perfección y
también porque le cuesta desprenderse de aquello que nace de la naturaleza y que cobra una forma única en sus
manos. Para el artista, su obra tiene vida propia y confiesa que como si se tratase de un hijo, le cuesta dejarlo en
libertad.
Esencialmente, el Dr. Daniel Marco ama lo que hace y logra articular una vida intensa en dos mundos,
destacándose en ambos.
cia, me alejé un poco de la música; después
volví a retomarla. Junto a otros colegas armamos una banda, Diga 33, con la cual sacamos dos discos. El segundo LP silencio,
hospital tuvo bastante éxito. En esa etapa
aparecíamos en la televisión.
Ex residente del Hospital Argerich, ex médico
de planta del Hospital de Clínicas y desde 1988
coordinador del Servicio de Traumatología y
Ortopedia del Sanatorio Trinidad.
¿En qué consiste el trabajo de luthier?
Los luthiers se dedican a construir instrumentos musicales; algunos se especializan
en los de viento y otros en pianos. Sin embargo, el luthier tradicional es el que arma
instrumentos de cuerdas. Yo soy uno de
ellos, y si bien he probado hacer bandolinas
o violines, me dedico fundamentalmente a
las guitarras, tanto eléctricas como acústicas. También fabrico bajos (que era el instrumento que yo tocaba y el que me introdujo en el oficio).
¿Cuándo comenzaste a fabricar o a modificar instrumentos?
Concretamente en 1991, ahí hice mi primer
bajo. Desde la escuela secundaria, me gustaba la música. De hecho, en el momento de
elegir una profesión dudé entre ser médico o músico y decidí hacer las dos cosas. Sin
embargo, durante la carrera y la residen-
Para principios de los ‘90, yo ya no tocaba,
pero todavía tenía un bajo Fender de 1969 al
que le había cambiado el mango (porque en
ese momento no tocaba con trastes). Cada
vez que miraba el original de Fender con
trastes, me decía: “Tengo que hacer algo
con este instrumento, no puede estar ese
mango ahí parado”.
Así, fue que empecé a buscar un luthier
para que le hiciera una caja. Sin embargo,
todos los que conocía eran personas que tocaban de oído. Yo había leído mucho sobre el tema y sabía perfectamente cómo era
y cómo estaba construido un bajo Fender.
Además, quería algo original. Finalmente, tuve la suerte de conocer a Ricardo Miranda, un luthier y un gran artista (bastante reconocido hoy en día). A él le encargué
que me hiciera el cuerpo, pero lo terminamos haciendo juntos. Hicimos un experimento con una madera extraña (ese instrumento hoy existe) y después diseñamos un
mango bien distinto con una madera muy
rara. El instrumento quedó lindo.
¿Los hacés desde cero o utilizás piezas prefabricadas?
Para mí, lo más importante e interesante
es el proceso y no tanto el instrumento ter-
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 63
¿Cuál es el toque personal que caracteriza a
tus trabajos?
No tengo ninguno en particular. Trato de
hacer mi trabajo lo mejor posible y que todos los instrumentos sean bien distintos
entre sí, tal vez ése sea mi toque personal:
que ninguno se parece a otro.
¿Cuáles son las reacciones de los clientes
cuando les fabricás o restaurás algún instrumento?
En realidad, no tengo clientes. A todos los
que les he hecho algo son amigos relacionados con el ambiente de la música y cada
uno reacciona de acuerdo a su personalidad. Sin embargo, algo que todos preguntan es por qué tardo tanto. Yo puedo estar
tres o cuatro años haciendo una guitarra,
me lleva lo que me lleva. Si no me da placer,
no tiene sentido.
A un amigo mío, Carlos Riganti -que fue
baterista de mi banda y de Alas (un grupo
muy famoso de los ’70) y ahora es jefe de
Alergia de la Casa Cuna- le prometí un bajo
para su sala hace cuatro años y todavía estamos en eso.
¿Te resulta difícil desprenderte de tus
obras?
¡Muchísimo! Cada instrumento que hago
tiene tantas cosas mías que es como si me
sacaran un hijo. De todos modos, a los hijos también hay que dejarlos ir por la vida.
¿Cuál es la pieza que más te gustó?
minado. Justamente lo que me da placer es
construir desde la nada, las piezas ya hechas no tienen gracia. Por eso, compro el
rollo de madera cortado y los tablones sin
cepillar para ir del bruto total al producto
consumado.
¿Qué tipos de maderas o materiales utilizás?
Los más nobles posibles y, en el caso de que
quiera reproducir algo, los clásicos. Por
ejemplo: si quiero hacer una guitarra de
flamenco, voy a utilizar Ciprés; si es una de
concierto, trato de usar Jacarandá de Bahía;
y si el objetivo es armar una Fender Stratocaster de los ’50, voy a usar Fresno Liviano.
De todos modos, cuando diseño mis propios experimentos, siempre busco maderas
difíciles de conseguir. A veces termino rastreándolas por todo el mundo.
Tengo varios, pero mi preferido es el primer bajo que hice. Hace muy poco le armé
un mango en una sola pieza de Palo rosa de
la India sin tensor, o sea, que es un instrumento que terminé después de 20 años.
¿Tocás algún instrumento?
Sí, muchos: toco un poco el piano y la batería, pero principalmente la guitarra y el
bajo. Durante bastante tiempo, toqué con
Aníbal Fischietti (guitarrista de Dino Saluzzi y gran compositor). Llegué a acompañarlo en uno de sus discos y, además, participé como bajista. Hoy no estoy en ninguna
banda, aunque sigo grabándome cuando
practico. Para mí la música es una pasión,
constituye mi esencia como individuo. De
hecho, yo no me considero “un fanático de
la música”; más bien, soy parte de ella. Escucho cualquier cosa que tenga sentimiento, desde composiciones clásicas y folklore
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
64 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
hasta tango y rock. Lo único que detesto son
las canciones comerciales de pésima calidad compuestas para ser un mero producto
de consumo. En ese sentido, creo la música
hoy en día está muy bastardeada.
¿Dónde tocabas cuando tenías la banda?
Nos presentábamos en lugares grandes y
chicos: boliches, cafés o teatritos. También
tuvimos la posibilidad de tocar en algunos
congresos médicos. La banda sonaba muy
bien y lo bueno era que estaba formada por
médicos que, además, eran músicos. Las
letras de las canciones hablaban de las problemáticas vinculadas a la profesión y eso
era divertido.
¿Cómo está compuesta tu familia?
Somos cuatro: mis tres hijos y yo. De mi
mujer, estoy separado. Ella era la cantante
de Diga 33. En casa todos respiramos música: los chicos tienen buen oído y también
hacen algo de ruido. De hecho, ¡mi hija más
grande aprendió a cantar antes que a hablar!
¿Cuánto tiempo le dedicás a esta actividad?
Todo el tiempo que sea necesario, mientras
me de placer.
¿Cómo se lleva tu profesión con la luthería?
Maravillosamente bien. Yo aprendo mucho sobre escultura en madera a través de
los huesos de mis pacientes, pero es verdad
que la medicina es totalmente absorbente.
Si dejara llevarme por la profesión, no tendría ni familia. Por suerte, mi personalidad necesita de cierta emotividad. Yo ejerzo
desde el afecto, así como también le pongo
cariño a las cosas que construyo o a la música que toco.
¿A qué músico te gustaría o te hubiese gustado hacerle algún instrumento?
De la Argentina, me encantaría hacerle
algo al flaco Spinetta. Después a cualquier
otro músico que sea amigo, que me guste su
onda o que lo vea sensible porque yo a los
instrumentos los construyo así y son para
ser tocados de esa manera. Para mí, tienen
algo de vida. Por ejemplo, yo tengo una colección de guitarras y todas son diferentes;
cuando las presto, se enojan. A mí se me
ponen blandas, pero tienen un mala relación con otros.
¿Qué te gusta más? ¿Hacer instrumentos o
tocarlos?
Depende de la época. Hay etapas en las que
me quedo tocando música todo el día y hay
momentos en los que sólo tengo ganas de
construir. Ahora estoy más con la luthería.
¿Tenés algún otro hobbie?
Tengo una lista enorme. En la actualidad,
mi otra pasión (que me ocupa muchísimo
tiempo) es volar aviones. Hace poco me recibí de piloto, pero eso lo podríamos dejar
para una próxima entrevista.
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 65
Fundador: Félix Luna
Directora: María Sáenz Quesada
Editora: Felicitas Luna
TODOS LOS MESES
EN SU QUIOSCO
Visite nuestra web:
todoeshistoria.com.ar
AGRADECEMOS A DIAGNÓSTICO MÉDICO SU APOYO A LA CULTURA
REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN: Viamonte 773 3º B - CP 1053 CABA
Tel./Fax 4322-4703/4803/4903
email: [email protected] - web: todoeshistoria.com.ar
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
ETIMOLOGÍA & MEDICINA
66 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
Por Dr. Alberto Marangoni
Bazo, esplénico
y esplín
Dr. Alberto Marangoni
Servicio de Diagnóstico por Imágenes
Sanatorio Allende
En la Antigüedad, el hígado era objeto de gran especulación y durante muchos
siglos su función fue muy debatida. Si bien era considerado uno de los tres
órganos principales del cuerpo junto con el corazón y el cerebro, no había
acuerdo sobre la importancia de cada uno de ellos.
L
a búsqueda etimológica de nuestro lenguaje científico resulta profundamente atractiva e interesante.
En la investigación de los cimientos de esas
palabras, identificadas con elementos anatómicos, funciones y relaciones entre órganos, no sólo hallamos su alcance y significado médico; también trascendemos el
campo de la especialidad para sumergimos
en el contexto histórico, romántico y mitológico, y en la poesía.
Algunas estructuras anatómicas tienen
más de un término que las designa y muchas veces éstas encuentran su origen en el
griego o el latín. En lo que respecta al bazo,
hay dos posibilidades para analizar: una es
el vocablo “bazo” y la otra es la palabra “esplénico”.
Durante muchos años, el bazo (Fig. 1) fue
un órgano prácticamente ignorado por la
medicina. Tal es así que, en el Barttlets Book
of Anecdotes, hay una anécdota curiosa que
grafica el bajo grado de conocimiento que
se tenía sobre este órgano: “Durante un
examen a varios candidatos a médicos, Joseph Hyrtl se acercó a uno de ellos y le preguntó: ‘¿Qué puede decirnos sobre la función del bazo?’. El candidato enrojeció,
empezó a ponerse nervioso, movió la cabeza y, tartamudeando, dijo: ‘Profesor, sabía
exactamente la respuesta hace un minuto,
pero se me ha olvidado’. Hyrtl le replicó:
‘¡Criatura miserable! Eres la única persona
en el mundo que sabía la función del bazo ¡y
se te ha olvidado!’”. La cita es muy ilustrativa, sobre todo, si tenemos en cuenta que Joseph Hyrtl (1810-1894), oriundo de Hungría, era un prestigioso médico anatomista,
profesor en la Universidad de Praga y Viena, y autor del primer tratado de Anatomía
Topográfica que se conoce (Fig. 2).
Hasta principios del siglo XX, poco se conocía acerca del papel fisiológico del bazo.
Mientras Hipócrates había planteado que
este órgano "drenaba la parte acuosa de la
comida del estómago", Aristóteles había
establecido que no tenía función vital. Galeno, directamente, lo describía como "el
órgano del misterio". Luego, se creyó que
éste era la fuente de la melancolía (una teoría, por cierto, que persistió por más de mil
años).
Fig. 1: El bazo (Gray 1918).
Por el contrario, para los babilonios y antiguos judíos, el órgano tenía un papel en
la risa, ya que creían que ésta respondía a
un proceso purificador. De hecho, aunque
una relación anterior con la medicina de los
humores no está descartada, en el Talmud
(tractate Berachoth 61b) se nombra al bazo
como un órgano vinculado al reír.
Más allá de las diferentes interpretaciones,
el concepto global acerca bazo era que no
pertenecía a los órganos esenciales del ser
humano y que podía ser removido sin efectos adversos. Casi dos milenios más tarde,
a finales del siglo XIX, un famoso fisiólogo
francés anotó: “Ahora llegamos al bazo; de
él no sabemos nada”.
Este órgano estaba incluido en la famosa división de humores que clasificaba las
características y comportamientos de los
seres humanos. En efecto, en la época de
Hipócrates (Fig. 3), los griegos habían desarrollado un sistema interpretativo del
mecanismo de producción de las enfer-
Fig. 2: Josef Hyrtl (1810-1894).
Fig. 3: Hipócrates (460 aC-370 a.C.).
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 67
medades basado en la teoría de los cuatro
humores orgánicos. El camino que llevó a
los helemos a adoptar este sistema médico
puede reconstruirse claramente, si se tiene en cuenta la idea de que el universo estaba formado por cuatro elementos básicos (agua, fuego, aire y tierra), cada uno de
ellos con una cualidad específica (humedad, calor, sequedad y frío), y la teoría de
los contrarios (con especial hincapié en el
número cuatro) que sostenía que entre los
elementos opuestos debía existir un equilibrio para mantener la armonía del cosmos
y la salud en el microcosmos (es decir, en
el hombre).
Así, de acuerdo con los cuatro humores conocidos en esa época (flema, sangre, bilis amarilla y bilis negra), se clasificó a los
temperamentos: el flemático, en el que
predominaba la flema y que provenía de la
cabeza; el sanguíneo, que procedía del corazón; el colérico, en el que preponderaba
la bilis amarilla y que procedía de la vesícula; y el melancólico, que tenía predominio
de bilis negra y se originaba en el bazo (Fig.
4). Esta categorización, también usada más
tarde por Galeno (Fig. 5), interpretaba que
la melancolía (como tristeza extrema) estaba relacionada con un exceso de bilis negra
producida por el bazo. De ahí, que la palabra “melancolía” (del griego melankholía)
derive de mélas, que significa negro u oscuro, y kholé, que significa bilis o hiel.
La palabra “bazo” aparece en el español,
como adjetivo, hacia comienzos del siglo
XIV con el significado de “moreno tirando a
amarillo”. Probablemente surge a partir de
la voz latina badius (rojo), usada para designar a este órgano (por su color). De este
vocablo, a su vez, deriva el adjetivo “bayo”,
que significa “amarillo”.
La palabra badius también es usada para
denominar diferentes especies del mundo
vegetal y animal que tienen una coloración
rojiza. Por ejemplo: el Boletus Xerocomus badius (Fig. 6), conocido comúnmente como
Boleto Bayo, es un hongo comestible que se
encuentra principalmente en los bosques
de coníferas; y el Procolobus Badius, cuyo
nombre vulgar es Colobo Rojo Herrumbroso, es un tipo de mono que habita en África (Fig. 7).
Por otra parte, entre los términos “bazo” y
“esplénico” existe una interesante conexión:
en la Antigüedad, aquellos que sufrían
Fig. 4: Los cuatro humores.
molestias en el bazo se ponían una especie de faja para mitigar el dolor. De ahí que
la palabra que significa “venda” en griego (splēn) sea un derivado de la que significa “bazo”. Además, ya en la época moderna, por las semejanzas en sus formas,
se usó también la palabra griega splēn para
dar nombre a un músculo plano y alargado
del cuello y del dorso superior: el esplenio.
La palabra latina splen, splenos (proveniente del griego splenikós) dio nombre al bazo y
en el español ha dejado sus derivados “esplénico” (relativo al bazo) y “esplenomegalia” (agrandamiento del bazo), entre otros.
Además, este lexema helénico forma parte
de otra palabra: splakhno, que significa “entrañas”. Ésta también sirvió en algunos lugares para designar al bazo.
Fig. 5: Galeno (130-200).
Antiguamente, esta “entraña” era usada por
algunas religiones de Europa como ofrenda
sacrificial para los dioses; por ello, constituía un tabú y un órgano intocable. Esto explicaría, en parte, el poco conocimiento que
se tuvo sobre la víscera a lo largo de la historia de la medicina.
A su vez, la palabra latina sobrevivió también en el inglés, donde al bazo se lo llama
spleen. En este sentido, sin querer agotar
las derivaciones del término, vale mencionar que la forma inglesa se incorporó al
castellano a través de otra palabra: “esplín”
(que denota “melancolía”). Así, como vemos, en el significado de este vocablo subyace la teoría de los humores anteriormente explicada.
El esplín del español tiene su correlato francés. En la lengua gala, se denomina spleen a
un estado de melancolía sin causa definida o a una angustia vital. Si bien el término fue popularizado por el poeta Charles P.
Baudelaire (1821-1867), éste ya había sido
utilizado en la literatura por el Romanticismo a principios del siglo XIX. De esta manera, la conexión entre spleen (bazo) y me-
Fig. 6: Boletus Xerocomus badius, hongo conocido comúnmente como Boleto Bayo.
Fig. 7: Procolobus Badius, un tipo de mono
que habita en África.
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
68 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
lancolía propuesta por los griegos, aunque
ha sido rebatida, todavía hoy permanece en
el imaginario colectivo.
En el caso del alemán, al bazo se le dice milz
(parecido a milte, nombre que recibía el órgano en el inglés antiguo) y el spleen se refiere a alguien continuamente irritado. En
el siglo XIX, cuando las mujeres estaban de
mal humor, decían estar afectadas por el
spleen. En el inglés moderno “to vent one's
spleen”, de hecho, significa “expresar su
ira”.
En “Elogium del Tedium Vitae”, de Dulce María Zúñiga, se profundizan algunos conceptos que hemos venido señalando. Al respecto, dice: “La palabra spleen era
ya conocida y usada en Francia desde el siglo XVIII (aunque no aparece definida en
la Enciclopedia de Diderot). Sin embargo,
para el lector actual, está estrechamente ligada con el romanticismo del siglo XIX y los
poetas contemporáneos Baudelaire y Verlaine: se habla frecuentemente del spleen
baudeleriano o del spleen verlainiano. Baudelaire, sin embargo, no lo emplea ni una
sola vez en el interior de un verso, sólo en el
título de cuatro poemas y del primer apartado de sus Fleurs du Mal, ‘Spleen et idéal’.
Para un francés del siglo XIX, el término
spleen tenía dos orígenes: uno etimológico y otro geográfico. Proviene de la palabra griega splenikos, que en anatomía designaba al bazo y que, más tarde, en el siglo
XVI, en la terminología de la medicina de
los humores, indicaba una especie de desorden orgánico, llamado melancolia splenica, porque se creía que en el bazo se acumulaban todos los líquidos que provocaban
la melancolía o hipocondría. Pero ¿quién podría afirmar que en Francia, los usuarios de
la palabra hacia 1830 conocían su principio
etimológico? Por otra parte, el origen geográfico no se ha olvidado. A lo largo del siglo XIX y hasta nuestros días, la palabra es
usualmente acompañada por su adjetivo
calificativo que recuerda su origen geográfico y su singularidad. En la poesía, al igual
que en el imaginario cotidiano, se habla del
spleen inglés, envuelto en una atmósfera
grisácea. Esto puede leerse en el poema de
Théophile Gautier de ‘Après le bal’:
‘O Temps! Que nous voulons tuer
Et qui nous tues,
Vieux porte-faux, pourquoi vas-tu traînant
le pied
D’un pas lourd et boiteux,
Comme vont les tourtues
Quand sur nos fronts blêmis
Le spleen anglais s’asied?’
(¡Oh tiempo! Que queremos matar y que
nos mata, viejo hombre de la guadaña ¿por
qué vas arrastrando los pies con un paso
pesado y cojo como van las tortugas, cuando sobre nuestras frentes pálidas el esplín
inglés se asienta?)”.
También, en la novela Les miserables (1862)
de Víctor Hugo (1802-1885) se utiliza varias veces la palabra –y concepto– spleen. El
personaje Gantaire exclama irritado: “¡Oh,
j’ai le spleen, compliqué de mélancolie,
avec la nostalgie, plus l’hypocondrie, et je
bisque, et je rage, et je bâille, et je m’ennuie,
et je m’assomme, et je m’embête!”. (¡Oh, yo
tengo esplín, complicado por melancolía
con nostalgia, más hipocondría, y yo lloro,
grito, bostezo, me aburro y me ensombrezco y me molesto!).
En nuestra lengua, el término “esplín”
aparece por primera vez en 1843 definido
como un “humor tétrico que produce tedio
de la vida”. En la versión de 1970 del Diccionario de la Real Academia se lo describe
escuetamente como: “Melancolía, tedio de
la vida”. Este significado es el que se consigna aún hoy.
Si bien no es una palabra muy usada en
nuestro léxico habitual, el término “esplín”
aparece en algunas poesías y letras de música. Por ejemplo, en “Reír llorando”, del
escritor mexicano Juan de Dios Peza, se narra: “Víctimas del esplín, los altos lores en
sus noches más negras y pesadas, iban a ver
al rey de los actores y cambiaban su esplín
en carcajadas. Una vez, ante un médico famoso, llegóse un hombre de mirar sombrío: sufro -le dijo- un mal tan espantoso
como esta palidez del rostro mío. Nada me
causa encanto ni atractivo; no me importan
mi nombre ni mi suerte; en un eterno esplín muriendo vivo y es mi única pasión la
de la muerte”.
A su vez, hay muchos tangos que han incorporado la palabra “esplín” a sus letras para
denotar melancolía. “Mi noche triste” (Fig.
8), escrito por Pascual Contursi y llevado a
la fama por Carlos Gardel, es un ejemplo.
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Fig. 8: “Mi noche triste”.
Fig. 9: “Maleza”.
Fig. 10: “Te llama mi violín”.
Fig. 11: “Melodía oriental”.
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 69
Si bien en muchas adaptaciones de la letra
“esplín” fue reemplazada por “espina”, en
el original figura así:
“Percanta que me amuraste
en lo mejor de mi vida
dejándome el alma herida
y esplín en el corazón...!”
También en “Maleza” (Fig. 9), de Cátulo
Castillo y E. J. Munne, leemos:
"Si la ausencia me cerró tu portón
con cerrojos de olvidos y está mudo tu aldabón
juguetón, ya no sé por qué he venido,
la maleza del jardín y las ruinas del balcón
me lastiman con su esplín."
Y en “Te llama mi violín” (Fig. 10), de Elvino Bardaro y Cátulo Castillo, se dice:
“Yo sé que todo aquello sólo fue una cadencia de minué y que el soñar tiene despertar mas sé que también no te olvidé y
en los silencios del esplín está sonando mi
violín tal vez llamándote.”
En el caso de “Melodía Oriental” (Fig. 11),
de Roberto Zerrillo, J. C. Howars y Enrique
Cadícamo, la expresiva versificación evoca
y nos cuenta:
“Tú con tu fragancia de mujer
vuelves a mi alma como ayer
igual, igual….
Hoy al escuchar ese violín surge el esplín.
La melodía dice hoy con acento
cruel que ya
ya nunca más te encontraré,
ya nunca más te veré,….amor, amor….”.
El término también aparece en “Tedio”, de
Miguel Bucino:
“Bajo el tedio que borda la lluvia
con sus rotas agujas de esplín
te adivino romántica y rubia
bajo el viejo dolor del jardín”.
Homero Manzi, por su parte, lo introdujo
en “Viejo ciego” (Fig. 12):
“Pareces el verso del loco Carriego
Pareces el alma del mismo violín
Puntual parroquiano tan viejo y tan ciego
Tan lleno de pena, tan lleno de esplín.”
Y en la letra de “Araca que perra vida”, dedicada al Dr. Julio Malbrán y escrita por
Manuel Romero con música de Arturo de
Bassi, se puede leer:
“Mina comadrona
Flor de barrio
Yo manyaba en tu mirada
Que cachabas el esplín
Y harta ya de mishiadura
Pegaste al fin la espantada
Y no volviste al bulín.”
En 1967, Horacio Ferrer escribió la letra de
“La ultima grela” (la música la compuso
Astor Piazzola en 1969). En el tango todavía el esplín se deja leer:
“Despedirán su hastío, su voz, su melodrama, las pálidas rubionas del cuento de Tuñón, y atrás de los portales, sin sueño, las
madamas, de trágicas melenas dirán su
extremaunción.
Y un sordo carraspeo de esplín y de macanas tangueándole en el alma le quemará la
voz, y muda y de rodillas se venderá sin ganas, sin vida y por dos pesos, a la bondad
de Dios.”
Fig. 12: “Viejo ciego”.
Otro de los temas en el que este tedio se
hace presente es en “Balada para mi muerte” (Fig. 13), compuesto por Ferrer y Piazzola en 1968. Este clásico del tango contemporáneo empieza así:
“Moriré en Buenos Aires, será de madrugada, guardaré mansamente las cosas de
vivir, mi pequeña poesía de adioses y de
balas, mi tabaco, mi tango, mi puñado de
esplín.”
De esta manera, vemos cómo el término “esplín” fue recurrentemente utilizado
por nuestros tangueros. Porteñismo derivado del spleen inglés, en un sola palabra
se condensa la tristeza, melancolía, hastío
y hartazgo de la vida. Su significado remite
al “blue” de los norteamericanos y al “saudades” de los brasileños.
Tal vez, por culpa de tanto esplín, fue que
Borges, tildándolo de lacrimógeno y cobarde, terminó dudando del carácter macho
del tango.
Fig. 13: “Balada para mi muerte”.
Bibliografía
1. Brock AJ. Greek Medicine, Being Extracts Illustrative of
Medical Writers from Hippocrates to Galen. London, Dent,
1929.
2. Contursi P. “Mi Noche Triste”. Disponible en: http://www.
tango-tour.com.ar
3. Depalma DA. Tango y medicina: spleen/esplin. Médicos y
Medicina en la Historia 2002; 2: 5-8.
4. Fadiman C, Bernard A. Bartlett’s Book of Anecdotes. New
York, Editorial Hachette Book Group US, 2001.
5. Herreros AM. El tango y su mundo · historias tangueras.
Disponible en:
http://tangueros.mforos.com/1031969/4882630-esplin/
(Accedido: 30 de septiembre de 2011).
6. Lyons A, Petrucelli R. Historia de la Medicina (Edición Especial Argus, N° 7 y 8). A.P. Americana de Publicaciones, Buenos Aires. Lab. Glaxo 1980.
7. Marangoni A. Etimologías relacionadas con el bazo. Revista Argentina de Radiología 2008; 72: 405-8.
8. Olalla P. Atlas de mitología de Grecia. Editorial ROAD, Atenas, 2001.
9. Peza J. Reír llorando. Disponible en: www.geocities.com
10. Robinson W. Some fundamental characteristics of the
spleen and their relation to function. Ann Surg 1928; 88(3):
333-4.
11. Scott Littleton C. Mitología: Antología ilustrada de mitos y
leyendas del mundo. Editorial Blume, Barcelona, 2004.
12. Todo tango: la biblioteca. Disponible en: http://www.todotango.com
13. Zúñiga DM. Elogium del Tedium Vitae. Tedium Vitae, Nº
6, 2007. Disponible en: http://www.tediumvitae.com
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
70 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
Historia de los Hospitales
de Buenos Aires
(primera parte)
Por Dr. Sergio Gianni
EL INSTITUTO DE ONCOLOGÍA
ANGEL H. ROFFO
Introducción
E
n la pared frontal del aula de Radiología del Instituto de Medicina
Experimental (hoy conocido como
Instituto de Oncología “Ángel H. Roffo”),
exactamente arriba del pizarrón desplazable que domina casi toda el ancho de la sala,
se puede leer, en letra gótica, una frase atribuida a Platón: “La vida que no se consagra a
la investigación no merece la pena ser vivida”.
Esta sentencia, que quizás pueda sonar demasiado severa 24 siglos después de escrita, seguramente fue elegida por un hombre
que transcurrió su existencia terrenal bajo
el signo de esta máxima. Me refiero a quien
fuera el organizador y director por 22 años
del Instituto de Medicina Experimental, el
Profesor Ángel Honorio Roffo, pionero en
la investigación experimental del cáncer a
nivel mundial y padre de la Oncología argentina y latinoamericana.
Investigador incansable, su obra fue ampliamente reconocida no sólo en nuestro
país, sino también en el mundo: científicos de la talla de Curie, Roussy, Hartmann,
Haberland, Ewing o Henkel -entre muchos otros- admiraban su obra y lo consideraban un par. Sin embargo, una paradoja
poco frecuente caracteriza la figura del Dr.
Roffo: la historia no le concedió tantos honores como sí lo hicieron sus contemporáneos. Más aún, ésta parece haber olvidado
la importancia que tuvo este gran médico argentino para la ciencia mundial. Basta decir, a modo de ejemplo, que su triple
nominación para el Premio Nobel de Medicina (en una ocasión llegó a competir con
Bernardo Houssay) es un hecho que se ha
difundido muy poco en nuestro medio. Todavía resulta más lamentable que, en la actualidad, haya médicos jóvenes -y no tanto- que desconozcan por completo no ya su
obra sino también su nombre.
A través de esta reseña histórica, seguramente incompleta, se busca divulgar la
gran labor científica de este médico insig-
ne. La investigación biográfica está mayormente basada en documentos originales de
la época -obtenidos de la biblioteca del Instituto Roffo-, aunque también se han empleado fuentes más actuales, algunas de
ellas no publicadas aún.
Es mi anhelo que el lector, al finalizar la
lectura del artículo (que aparecerá en tres
entregas), adquiera una verdadera dimensión de la importancia de la obra del Dr.
Roffo. Quizás el mejor homenaje que podamos rendirle sea reconocer que una vida
dedicada a la investigación bien vale la
pena ser vivida.
Fig 1: Angel Roffo
Los comienzos: se perfila el genio
Ángel Honorio Roffo (Fig. 1) nació en la
Ciudad de Buenos Aires el 30 de diciembre de 1882. Hijo de Juan Roffo y Antonia
Gazzo, ambos inmigrantes italianos, realizó sus estudios primarios con orientación
mercantil, probablemente inducido por su
padre, un modesto comerciante. Durante la escuela secundaria, fue al Colegio Nacional de Buenos Aires (Fig. 2), creado en
1863 por Bartolomé Mitre en el lugar donde
se habían asentado los jesuitas (Manzana
de las Luces). Éste, luego de la expulsión de
la orden, fue conocido bajo sucesivos nombres: Real Colegio de San Carlos (Virrey
Vértiz, 1767), Colegio Unión del Sud (Juan
M. de Pueyrredón, 1818) y Colegio de Ciencias Morales (Bernardino Rivadavia, 1823).
Roffo se egresó con el título de Bachiller en
el año 1901 y nada se sabe sobre el origen de
su vocación por la medicina, pero lo cierto
es que en 1902 inició la carrera en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (Fig. 3) y ya desde el comienzo fue
un estudiante singular: entre 1903 y 1907 se
desempeñó como ayudante del Instituto de
Anatomía Patológica (Fig. 4), donde recibió
la influencia de uno de sus futuros mentores, el Dr. Telémaco Susini (1856-1934),
un discípulo de Luis Pasteur y Robert Koch
Fig 2: El antiguo Colegio Nacional de Buenos Aires
Fig 3: La antiguo Facultad de medicina de la UBA (hoy,
Facultad de Ciencias Económicas)
1 Médico Ginecólogo del Hospital Roffo
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 71
(Fig. 5). A su vez, fue miembro del comité de redacción de la revista del Centro de
Estudiantes de Medicina, secretario general del Círculo Médico Argentino y secretario de la Comisión investigadora de vacunas (1906). Sus primeras prácticas médicas
las llevó a cabo en el Hospital San Roque
(Fig. 6) -hoy Hospital Ramos Mejía- entre
los años 1905 y 1907. Ese año se presentó y
ganó el concurso para completar sus prácticas de pregrado en el Hospital Nacional
de Clínicas (Fig. 7), las cuales realizó entre
1908 y 1909. Paralelamente a esta actividad, ejerció como prosector del Instituto de
Anatomía Patológica y ayudante de Laboratorio en el Hospital Español (Fig. 8).
Todavía como estudiante, publicó 8 trabajos científicos. El primero, “Las nuevas
ideas sobre las células nerviosas. Su ameboísmo”, editado en la Revista de la Universidad en 1905, mereció el siguiente comentario del editor, el Dr. Rivarola: “Este
trabajo es el resultado de investigaciones
hechas pacientemente en el Instituto de
Anatomía Patológica de nuestra Facultad
de Ciencias Médicas por el autor, un joven
estudiante de cuarto año de la misma Facultad. Tratándose del trabajo de un alumno, el Director de esta Revista, a falta de
competencia profesional para juzgar si era
digno de su publicidad, lo consultó con el
Señor Decano, Dr. Uballes, de quien recibió
una respuesta afirmativa (…) Junto al mérito científico debe mirarse en él, el fruto de
un ambiente en que domina la seriedad de
los estudios, y esta Dirección se complace
en hacerlo notar”.
Su último trabajo científico como estudiante de medicina y tesis doctoral, “El cáncer.
Contribución a su estudio”, fue un verdadero hito en la historia de la cancerología
latinoamericana (Fig. 9). Se trata de un trabajo de anatomía patológica y experimentación en animales de laboratorio con 173
microfotografías de preparados originales, 12 fotografías y planchas coloreadas,
cuya impresión fue costeada por la propia
Facultad por decisión del Consejo Directivo. En una carta para el decano de Medicina Dr. Eliseo Cantón, fechada el 30 de enero de 1910 y firmada por A. C. Gandolfo,
se hace saber que: “La comisión examinadora de la tesis del ex alumno D. Ángel H.
Roffo, compuesta por los señores profesores Viñas, Marotta, Salvador, Badía y el que
suscribe como presidente, ha resuelto por
Fig.4: Dibujo a lápiz del Dr. Angel Roffo (el primero de la izquierda) como Jefe de trabajos prácticos del Instituto de
Anatomía Patológica de la Facultad de Medicina. Año 1917.
Fig 6: Hospital San Roque
(desde 1914, Hospital Ramos Mejía)
Fig 5: Telemaco Susini (1856-1936)
unanimidad darle la más alta calificación
en vista de su brillante examen. Pero teniendo en cuenta, la Comisión, que el trabajo presentado (…) tiene gran mérito (…),
ha resuelto, también por unanimidad, que
me dirija al Sr. Decano y solicite su apoyo
para que la Facultad contribuya a la publicación de la tesis, cuyo costo es muy elevado
en vista del gran número de grabados que
acompaña”.
Este ensayo, hoy un clásico en la historia de
la oncología, fue distinguido con el Premio
“Facultad de Ciencias Médicas”. A su vez,
en 1911 recibió la medalla de oro en el Congreso Internacional de Medicina e Higiene
de Roma y, ese mismo año, fue presentado en la Academia de Medicina de París por
el Prof. Lucas Championniere. En el trabajo, Roffo arribaba a cuatro conclusiones
que, aún en la actualidad, siguen vigentes
y son la base de la oncología moderna: 1) El
cáncer no puede tener una sola causa etiológica, 2) la causa inmediata es la que pro-
Fig 7: Antiguo Hospital de Clínicas
Fig 8: El Hospital Español de Buenos Aires en 1910.
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
72 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
Fig 12: El Dr. Angel H. Roffo (centro)
recientemente egresado de la Facultad de Medicina junto a algunos compañeros de promoción
Fig 13: Hospital Muñiz (1900)
ñero (Fisiología), Anastasio Quiroga (Química biológica) y Juan Bautista Señorans
(Fisiología). Sin embargo, como estudiante ejemplar, tampoco careció de vida social: en 1904, conoció a la que sería su mujer, Helena Larroque (1882-1924), una
entrerriana también estudiante de medicina (Fig. 10). Si bien por problemas de salud
ella tuvo que dejar la carrera cuando estaba en el último año, acompañó a su marido
hasta su prematura muerte, haciendo honor al axioma que dice que “detrás de cada
gran hombre hay una gran mujer”. Incluso, en 1921, fue una de las encargadas de
promover la fundación de la Liga Argentina de Lucha Contra El Cáncer (LALCEC) y
en 1923 dirigió sus esfuerzos en la creación
de la Escuela de Enfermería para optimizar
el cuidado integral del enfermo de cáncer.
Helena y Ángel se casaron en 1910 y tuvieron un único hijo, Ángel Eduardo. Ese mismo año, él egresó de la Facultad de Medicina con diploma de honor (Fig. 11) e
inmediatamente fue designado Director
Interino del Laboratorio del Hospital Muñiz (Fig. 12), Jefe de Laboratorio de Anatomía Patológica del Hospital Español y Jefe
de Trabajos Prácticos de la cátedra de Vías
Urinarias en la Facultad de Medicina, cargos que desempeñó hasta 1918.
Fig 9: Helena Larroque de Roffo (1882-1924)
Sus primeros años como médico: se perfila
el investigador sobresaliente
Fig 14: Daniel Cranwell (1870-1953)
Fig 10: Angel Roffo con su esposa Helena Larroque de
Roffo y otros colaboradores
Fig 11: Uniforme de las Enfermeras del Instituto
de Medicina Experimental
duce la multiplicación celular, 3) la causa
del poder vegetativo de estos tumores está
en las condiciones mismas de la alteración
primera de la célula, que la convierte en un
elemento parasitario del organismo, y 4)
las condiciones experimentales especiales de estas células determinan los mismos
procesos que las células de tejido de especie extraña, o sea, formación de anticuerpos y también de sustancias que favorecen
su desarrollo.
A lo largo de su formación universitaria,
Roffo trató con grandes personalidades
del ámbito médico, como el ya mencionado Profesor Susini (Patología), Horacio Pi-
Egresado con honores, el flamante médico se vio forzado por razones económicas
a mantener las múltiples actividades institucionales que habían caracterizado su vida
de estudiante. Sin embargo, más allá de sus
numerosas responsabilidades, su afán de
investigador no mermó; y entre 1911 y 1915
publicó 22 trabajos sobre diversos temas:
“Meningitis postraumática”, “La distomasis humana, primer caso observado en el
país”, “El granuloma venéreo”, “La tuberculosis de la mama”, “Parálisis general y
treponema”, “La gruta sepulcral” (estudio
anatomopatológico de huesos precolombinos) y varias investigaciones en cáncer,
fueron sólo algunos.
Una de sus publicaciones que merece especial atención es “Cáncer experimental”,
presentada en la Academia Nacional de
Medicina el 5 de octubre de 1912 por el Prof.
Daniel Cranwell (Fig. 13). En ésta, a través
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 73
del uso de animales de experimentación,
Roffo obtenía 3 conclusiones a nivel de patología comparada: la reproducción por injerto del tumor, la inmunidad provocada
contra la enfermedad y la eficaz acción de
sustancias de afinidad electiva o quimiotrópicas. La impresión que generaron estos
resultados fue tan grande que, en la misma sesión de lectura y por iniciativa del Dr.
Domingo Cabred (Fig. 14) con voto unánime de los presentes, se decidió la creación
de un instituto de medicina especial para
el estudio y tratamiento del cáncer. En esta
moción, se encuentra el germen de lo que
10 años más tarde sería el Instituto de Medicina Experimental (hoy conocido como
Instituto de Oncología “Ángel H. Roffo”).
gran creador del cáncer experimental en
América Latina, para felicitarnos también
nosotros como americanos, porque estudiosos de esta naturaleza honran al continente que los produce (…) La Argentina
con Roffo nos da el toque de llamada, rodeemos a ese gran país y todos en conjunto procederemos a hacer el estudio del cáncer en la América (…) Propongo, pues, Sr.
Presidente, la siguiente orden del día: ‘Los
delegados del V Congreso Médico Latinoamericano queden nombrados miembros del Comité para el estudio del cáncer
en la América, procediendo de acuerdo con
el Comité Central de la Argentina’”. Así,
nuestro médico comenzaba a trascender
las fronteras científicas del país.
“Cáncer experimental” fue publicado en
1914 y los costos de edición fueron afrontados por la Academia de Medicina. Roffo no
sólo recibió el Premio “Facultad de Medicina” a la mejor publicación en 1913-1914 y el
Premio Nacional de Ciencias, sino que además, por sus trabajos sobre cáncer obtuvo
la medalla de oro y el Diploma de Honor en
el Congreso Internacional de Higiene celebrado en Roma en 1912.
Al año siguiente, Roffo solicitó a la Universidad un apoyo financiero para realizar un
viaje de estudios a Europa junto a su esposa
(una prueba de que su posición económica no era en absoluto acomodada). Sin embargo, con el estallido de la Primera Guerra Mundial, se vio obligado a postergarlo
hasta 1919. Entre estas dos fechas (19141919) -además de ocupar los ya mencionados cargos de jefe de Laboratorio de Anatomía Patológica del Hospital Español (hasta
1918), jefe de trabajos prácticos de la cátedra de Vías Urinarias (hasta 1918), médico de autopsias del Hospital Muñiz (hasta 1917) y encargado del estudio del Cáncer
por el Departamento Nacional de Higiene
(hasta 1918)- se desempeña como: profesor
suplente (hoy adjunto) de Anatomía Patológica de la Facultad de Medicina, profe-
Otro hito importante en su carrera fue la
presentación de las comunicaciones “Cáncer experimental. Estudio sobre transmisión y tratamiento” y “Sobre la vulgarización de los conocimientos de cáncer y
diagnóstico precoz” en el V Congreso Médico Latinoamericano y el VI Panamericano, organizado en Lima en 1913. Acompañado por su esposa como representante del
Gobierno argentino, su primera charla fue
motivo de una conferencia en sesión plenaria y contó con la presencia de los presidentes de las delegaciones extranjeras. El impacto entre los oyentes fue de tal magnitud
que el profesor de Anatomía Patológica de
Lima, el Dr. Osvaldo Hercelles, hizo la siguiente moción: “Séame permitido Sr. Presidente hacer uso de la palabra para felicitar calurosamente al Sr. Dr. Roffo, a ese
Fig 15: Domingo Cabred (1859- 1929)
Fig 16: José Penna (1855- 1919)
2 . Este laboratorio estaba dirigido por José Badía, profesor suplente de Anatomía Patológica y compañero de
Roffo en esa cátedra. Aun con limitaciones, en este laboratorio
Roffo pudo ampliar los trabajos sobre el cáncer iniciados
en la Facultad de Ciencias
Médicas y llegó a practicar unas 3000 autopsias a ratas
en la búsqueda de tumores espontáneos.
Fig. 17. El primer pabellón del Instituto de Medicina Experimental, cuya piedra fundamental se colocara el 15 de noviembre de 1914 y se habilitara al público el 19 de abril de 1922. Primero nominado como Pabellón de Servicios Clínicos y Dispensario, luego como Pabellón de Hombres y finalmente re-bautizado como Pabellón Helena Larroque de Roffo.
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
74 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
Fig 19: El terreno triangular ocupado por el Instituto Roffo.
sor de Ciencias Naturales en la Escuela Nacional de Comercio (cargo que ocupa hasta
1932) y profesor libre de Anatomía Patológica del Colegio Médico Argentino y del
Centro de Estudiantes de Medicina (1912 1918). Durante este período, también dicta 10 cursos (de los cuales 5 son sobre cáncer) y desarrolla una prolífica actividad de
investigación que lo lleva a publicar 44 trabajos científicos (de los cuales tres salen en
revistas extranjeras y uno -“Nueva contribución al estudio del cáncer experimental”- recibe, en 1916, la medalla de oro de la
Academia de Medicina -Premio Centenario de la Independencia Argentina al mejor
trabajo inédito-). A su vez, en 1915, el entonces director del Departamento Nacional
de Higiene, Dr. José Penna (Fig. 15) crea el
Instituto Bacteriológico Nacional (hoy Instituto Malbrán) y mientras designa para su
dirección al prestigioso bacteriólogo berlinés Rudolf Krauss, nombra a Roffo Jefe de
la Sección Cáncer.
Fig 18: Eufemio Uballes (1848- 1933)
Fig. 20. Plano del Instituto de Medicina Experimental
circa 1927/28. Los cuatro edificios fundacionales.
Finalmente, una vez concluida la guerra,
nuestro médico es comisionado por la Academia de Medicina para estudiar la organización de los institutos de cáncer experimental en Francia, Inglaterra y Alemania
(un dato interesante es que la Academia
gestionó y consiguió que Roffo continuara
percibiendo su sueldo como miembro del
Instituto Bacteriológico Nacional durante
su ausencia). Su designación como delegado estaba en consonancia con el nuevo impulso que había cobrado la construcción del
Instituto de Medicina Experimental y demuestra que, en 1919, él era considerado el
candidato natural para ocuparse de su organización y dirección.
Si bien el plan de viaje, como se señala en
su solicitud de licencia, incluía una visita los Estados Unidos, su estadía en el país
del norte nunca se concretó; por lo que, en
1921, luego de terminar su itinerario por
el Viejo Mundo, publicó en el Boletín de la
Academia de Medicina el “Informe sobre los
institutos del cáncer en Europa”. En los últimos tramos de este compendio de experiencias, Roffo dice textualmente: “Deseoso de cooperar con la más pronta realización
del Instituto del Cáncer de la Academia de Medicina (…) ofrezco a tal fin mi desinteresado
concurso, hasta tanto el honorable Congreso apruebe el presupuesto de sostenimiento del
Instituto. A este fin proporcionaré todas las informaciones y datos adquiridos en mis visitas
a los distintos institutos similares que he visitado por encargo de esta honorable Academia, en Francia, Alemania, Inglaterra, Bélgica e Italia”.
La piedra fundamental del nuevo instituto (Fig. 16) fue colocada el 15 de noviembre de 1914 (en cumplimiento a lo resuelto
aquel 5 de octubre por la Academia Nacional de Medicina) en una fracción de terreno, perteneciente a la Facultad de Agronomía y Veterinaria, en los barrios Villa del
Parque y Devoto. El área -cedida para tal fin
por una resolución del entonces rector de
la Universidad de Buenos Aires, Dr. Eufemio Uballes, (Fig. 17) y el decano de la Facultad, Dr. Schatz- abarcaba una superficie
triangular de 5 hectáreas aproximadamente, delimitada por las avenidas San Martín,
Tres Cruces (hoy Francisco Beiró) y Nazca (Fig. 18). Los planos del nuevo instituto (Fig. 19) fueron trazados por el arquitecto Gino Aloisi (Fig. 20), quien se inspiró en
el Instituto Nacional del Cáncer de Heidelberg (Samarithernhaus). •
Fig 21: El arquitecto Gino Aloisi (1864-1924)
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Museo Houssay
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 75
Por Prof. Dr. Federico Pérgola
Los hervidores autoclaves
esterilizadores de Justo y
Repetto en el Museo Risolía
Dr. Federico Pérgola
Director Instituto de historia de la
medicina (Facultad de medicina UBA)
L
lamará la atención del lector un
nombre tan rimbombante para
aquello que, como se ve en la fotografía, es sólo el inicio de su denominación:
un simple hervidor. También nos apuramos en señalar que los dos cirujanos argentinos, Juan Bautista Justo (1865-1928) y
Nicolás Repetto (1871-1965), no fueron sus
inventores, sino que ellos únicamente eran
los dueños de esos aparatos. De hecho, fue
Repetto quien donó los dos artefactos a la
facultad que lo vio nacer como médico y que
lo tuvo como profesor de cirugía.
El principal innovador en la revolución
quirúrgica de las últimas décadas del siglo XIX fue Joseph Lister (1827-1912) con
el método antiséptico. Él empleaba calor o
sustancias químicas para desembarazarse
de los agentes microbianos durante los actos operatorios. Si bien prefería la segunda técnica citada, no dejó de usar las altas
temperaturas para resolver el problema del
material utilizado en las intervenciones.
Juan B. Justo
Los hervidores para esterilizar los elementos quirúrgicos no parecen haber arribado a
la Argentina de una sola mano, sino de varias. En ese sentido, a Justo y a Repetto les
cupo una labor pionera. Sin embargo, como
ha sostenido Avelino Gutiérrez (otro prócer de la cirugía de nuestro país), es probable que por orden cronológico el precursor
haya sido Justo.
Más allá de estas hipótesis, en el Museo de
Historia de la Medicina y de la Cirugía “Vicente Risolía” se exponen los dos hervidores autoclaves esterilizadores traídos de
Europa por los dos profesores de Cirugía de
la Facultad de Ciencias Médicas. La simpleza de ambos aparatos tiene cierta similitud
con un ejemplo aumentado de las cajas que
se usaron para hervir las jeringas de vidrio
hasta mediados del siglo pasado (antes de
la aparición del material plástico).
Tanto Justo como Repetto abandonaron la
profesión para participar en el Partido So-
Estas autoclaves llegaron al país en 1898. El agua calentada desprendía, a través de uno de los orificios, vapores que
empapaban a los instrumentos envueltos en gasa. Así, quedaban esterilizados.
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
76 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
Autoclaves J. B. Justo.
cialista. En el caso del primero, son pocas las figuras (incluso en el ámbito mundial) que lograron trascender los límites de
su profesión y proyectarse con tal magnitud en el campo político, sociológico y filosófico. Como médico, Justo tuvo una labor
descollante. En 1882, ingresó en la Facultad de Ciencias Médicas de Buenos Aires y
para costear sus estudios trabajó como cronista parlamentario y reportero del diario
La Prensa. Cuatro años después, dejó el periodismo para desempeñarse como practicante del Hospital de Clínicas hasta su
graduación. Su tesis “Aneurismas arteriales
quirúrgicos” no sólo estuvo inspirada y apadrinada por su maestro Ignacio Pirovano,
sino que además fue premiada con medalla de oro.
Recién recibido, realizó su primer viaje a
Europa, donde visitó las principales clínicas de Austria, Francia, Suiza y Alemania.
Allí, además, se encontró con un hallazgo: la asepsia en las intervenciones quirúrgicas; e inmediatamente envió una correspondencia que fue publicada –por su
enorme importancia– en los Anales del
Círculo Médico Argentino.
Ya de regreso en Buenos Aires, da una conferencia, “La práctica de la cirugía antiséptica”, con la que abre un camino insospechado para el avance de la especialidad.
Dos años después, también se presenta
para el Premio Manuel Augusto Montes de
Oca con un trabajo muy audaz: “Resección
parietal y temporal de la bóveda del cráneo”. Ahí, comunica dos pacientes operados por él (uno con sobrevida). ¡Toda una
hazaña para la época!
En 1890, es designado Profesor Suplente de
Clínica Quirúrgica (la titularidad la alcanzará en 1904) y, tres años después, realiza
–por primera vez en el país– la incisión y
drenaje del seno lateral por tromboflebitis
de origen ótico.
En 1905, es expulsado del claustro de profesores -junto a Repetto- por encabezar un
movimiento precursor a la Reforma Universitaria (ésta recién se consolidará años
después con la Universidad de Córdoba a
la cabeza).
En realidad, la separación entre el médico
y el político no fue neta ni terminante, ya
que Justo tuvo siempre actividad partidaria. En 1890, fue miembro de la Comisión
Directiva de la Unión Cívica de la Juventud y, dos años después, publicó los primeros artículos y notas sobre el socialismo en
el periódico El Obrero. También fundó -el 7
de abril de 1894- La Vanguardia y encabezó,
dos años después, la lista de diputados por
la Capital (primera presentación socialista a elecciones argentinas). Intervino, además, en el Consejo Constituyente del partido y, en 1898, publicó la traducción del
primer tomo de El Capital de Karl Marx. Al
año siguiente, entre muchas otras actividades políticas y sociales, editó con Nicolás
Repetto y Julio Arraga El Diario del Pueblo.
El punto que marca el abismo entre ambas
vocaciones es 1905 y su decisión de abandonar la práctica activa de la medicina fue
tomada junto a su amigo Nicolás Repetto.
Ellos habían estudiado intensamente en
Europa y, al regresar, se habían abocado a
una significativa tarea profesional; pero,
poco tiempo después, consideraron que la
cuestión sanitaria excedía superlativamente al ámbito médico-paciente. Para ellos, la
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 77
Nicolás Repetto.
Autoclave de Nicolás Repetto.
solución de tan amplio problema se asentaba en las diferencias sociales: lo que había
que modificar era la esfera político-social.
Así, decidieron fundar el Partido Socialista Argentino y, desde su seno, intentaron
la superación de la cuestión sanitaria integral. De hecho, Justo ocupó varios cargos
legislativos en el plano nacional.
hospitales San Roque (hoy Ramos Mejía) e
Italiano, fue profesor suplente (hoy Adjunto) de Medicina Operatoria y Cirugía en la
facultad donde se había graduado. Entre
sus trabajos médicos podemos citar: “Hernias del diafragma a través del seno costodiafragmático”, “La punción lumbar” y “Lecciones sobre cirugía craneana”.
Cuando todavía tenía mucho que aportar
a la Argentina, murió de un paro cardíaco.
Su segunda mujer, la médica Alicia Moreau
(también famosa por su actividad política),
tuvo una vida centenaria.
Como anunciaba el diario La Prensa, donde
aparecía la fotografía de un joven Repetto
con los clásicos bigotes de la época, el profesor de Clínica Quirúrgica atendía gratuitamente el consultorio médico-quirúrgico
los días martes de 3 a 5 h.
Por su parte, Repetto siguió los pasos de su
amigo, colega y cuñado (estaban casados
con las hermanas Chertcoff -en el caso de
Justo en primeras nupcias-). Él también
cumplió con un doble designio vocacional.
Se recibió de bachiller a los 16 años de edad
y poco después ingresó en la Facultad de
Ciencias Médicas local. Recibió su título de
médico en 1894, se especializó en cirugía
y durante tres años efectuó cursos de perfeccionamiento en Francia, Suiza y Alemania. Mientras trabajaba como médico en los
Poco después de conocer a Juan B. Justo, en
1901, se afilió al Partido Socialista y, al año
siguiente, dirigió el periódico partidario La
Vanguardia. En 1905, junto a su amigo Justo y a Alfredo Palacios, fue cofundador de El
Hogar Obrero, una cooperativa destinada a
la ayuda de los necesitados.
En 1930, al morir Justo, asumió el liderazgo del partido. Compartió -como vice- la
fórmula presidencial con Lisandro de la Torre en 1932 y, entre 1913 y 1942, fue elegido
ocho veces diputado por la Capital Federal.
Era ya una figura consagrada por todos los
argentinos (más allá de los sectores sociales
y filiaciones políticas), cuando le fue otorgado, en 1963, el Premio Alberdi-Sarmiento, con el que La Prensa distinguía a las figuras beneméritas de la patria.
Entre sus obras autobiográficas y políticas
se encuentran: Problemas de la guerra, Labor parlamentaria, Tiempos difíciles, Lecciones sobre cooperación, Granos de arena, Biografía de Juan B. Justo, Por la senda escabrosa,
Azúcar y carne, Política, Los socialistas y el
ejército, Mi paso por la medicina, Mi paso por
la agricultura y Mi paso por la política (que se
divide en dos tomos: De Roca a Yrigoyen y
De Uriburu a Perón).
Falleció en Vicente López (pcia. de Buenos
Aires), en una casa propiedad de Sara Justo e Ismael Iñigo Carrera. Sus cenizas fueron esparcidas en un campo de Los Cardales, partido bonaerense de Exaltación de la
Cruz. •
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
vidriera fotográfica
78 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
Texto: Dr. Fernando Guerzobich
Fotos: Dr. Martín Valdez
VIENA :
CIUDAD IMPERIAL (Y SEDE DEL CONGRESO
EUROPEO DE RADIOLOGÍA -ECR-)
Dr. Fernando Guerzobich
Médico de planta de Diagnóstico Médico.
Dr. Martín Valdez
Jefe Residentes
Diagnóstico Médico
Vista exterior del complejo Museumquartier, uno de los centros culturales más grandes del mundo. Como se puede
ver en la foto, allí frecuentemente se montan instalaciones artísticas de los más variados estilos contemporáneos.
Viena en el pasado y el presente
Y
a en el paleolítico se documenta la
existencia de habitantes en el valle del Danubio, pero son los celtas
quienes, más tarde, se establecen en esta
región y fundan una población, allí, donde
el río Viena desemboca en el canal del Danubio.
Hacia la época del nacimiento de Cristo,
los romanos construyeron un campamento
militar, llamado Vindobona, en el sitio donde hoy se encuentra la ciudad antigua. Éste
fue parte de un sistema de fortificaciones,
denominado “limes” (límites), que se construía para defender al Imperio de las tribus
germanas.
Estos asentamientos militares, distribuidos a lo largo del Danubio, fueron destruidos durante la primera migración de los
pueblos hacia el siglo V. Luego, tribus germanas, eslavas y razas de las estepas asiáticas (hunos y avaros) se establecieron en la
región.
Desde el año 976, la administración estuvo a cargo de la familia Babemberg, una
dinastía que gobernó Austria durante 270
años. Fue el duque Enrique II quien decidió trasladar definitivamente su residencia a Viena en 1156 (año en el que se eleva la
Marca del Ducado).
En 1246, la dinastía Babemberg llega a su
fin, cuando Federico el Belicoso cae en una
batalla contra los húngaros. El ducado fue
tomado por Ottokar II, rey de Bohemia; sin
embargo, éste lo pierde, años después, en
las guerras de 1276-78 contra el rey de Alemania, Rodolfo I de Habsburgo. Este monarca será quien enfeude el conquistado
ducado a sus hijos, sentando las bases para
una soberanía que perdurará hasta 1918.
Aunque sin éxito, Viena fue asediada dos
veces (en 1529 y 1683) por los turcos. Con la
derrota de las tropas otomanas en las puertas de la ciudad en 1683, se inició una serie de exitosas campañas para los ejércitos
imperiales en los Balcanes. El triunfo sobre
los turcos, la victoria de la Contrarreforma
y la alegría del pueblo después de las terri-
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011] 79
Vista invernal del Palacio Belvedere y sus majestuosos jardines.
bles epidemias de la peste encontraron su
expresión arquitectónica en el barroco.
una metrópoli de gran importancia. Las reformas introducidas durante su reinado en
la educación, la justicia, la organización de
la armada y el desarrollo de las artes hicieron de este período uno de los más prósperos (y de ella una de las personalidades más
destacadas de Austria). El pueblo también
la admiraba por su cariño maternal y por su
feliz matrimonio con Francisco de Lorena
(con el cual tuvo 16 hijos).
Durante las Guerras Napoleónicas, el Emperador francés tomó dos veces la ciudad,
alojándose como huésped no invitado en
Schönbrunn (1805 y 1809). Por esos años,
fue también cuando Francisco II proclama
el Imperio Austríaco (1804) y declara la disolución del Sacro Imperio Romano Germánico (1806).
Viena
Por estos años, en Viena comenzó a planificarse el primer gran desarrollo urbanístico
integral: no sólo la Casa Imperial y la aristocracia mandaron a construir sus grandes palacios, sino que, además, la burguesía edificó grandes mansiones barrocas.
De hecho, para competir con Versalles, los
Habsburgo idearon la construcción del Palacio de Schönbrunn (1694 – 1765). También, en esta época, se construyó el Palacio de Belvedere para el príncipe Eugenio
de Savoya. Él se había distinguido como
uno de los comandantes más hábiles de la
monarquía danubiana, luego de participar
en las guerras contra los turcos y luchar, en
Bélgica e Italia, contra los franceses durante la Guerra de Sucesión Española.
A través de sus éxitos militares, Carlos VI
logró que el Imperio Habsburgo alcanzara
su mayor expansión territorial en el continente. Sin embargo, su hija María Teresa, al
acceder al trono en 1740, tuvo que enfrentar
a muchos enemigos. Tras un largo período
de guerras, ella, con su enérgica personalidad, no sólo logró que el Imperio no fuese dividido, sino que, además, estableció
en Viena la administración central de todos
sus dominios, convirtiendo a la ciudad en
Tras la muerte de su esposo, María Teresa
nombra corregente y sucesor a su hijo José
II. Él profundizó las reformas iniciadas
por su madre de una manera más enérgica y radical. Entre alguna de sus decisiones,
se encuentra la introducción de un gravamen tributario a la familias nobles y la consecuente secularización de muchos monasterios convertidos en escuelas u hospitales.
A su vez, José II donó al pueblo el Praterauen, un bosque en la rivera del Danubio
que servía hasta ese momento como parque
de cacería imperial. A partir de ese entonces, con la visita de muchos vieneses se desarrolló allí un gran parque de diversiones:
el Prater. Su símbolo es la famosa rueda de
la fortuna. Ésta gira lentamente y desde su
punto más alto se puede gozar de un magnífico paisaje urbano.
A mediados del siglo XIX, Francisco José,
con sólo 18, años es coronado Rey. Su matrimonio con la hermosa princesa Elizabeth (conocida como Sissi) será uno de los
más famosos de la historia.
Durante su gobierno (1848-1916), el Emperador ordenó la demolición de las ya
obsoletas murallas citadinas y en su lugar construyó la gran avenida Ringstrasse (“anillo de ciudad”). En sus alrededores,
como muestra de la grandeza del Imperio,
se erigieron con un estilo renacentista edificios monumentales con amplios jardines,
la Ópera y Museo de Historia del Arte.
El Imperio, conformado por 57 millones de
habitantes de diferentes grupos étnicos, se
desintegró hacia fines de la Primera Guerra
Mundial. Viena, que contaba entonces con
2,2 millones de residentes, pasó a ser la capital de la República.
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
80 Año 5 - Nro. 17 [Diciembre 2011]
Viena
Luego de atravesar numerosas crisis políticas y económicas durante esta primera época, Austria cayó, en 1938, en manos
del Tercer Reich. Para finales de la Segunda Guerra Mundial, los bombardeos aéreos
y los combates armados habían dejado a la
ciudad destruida en un 13%.
Con el fin del enfrentamiento bélico, el país
fue dividido en cuatro zonas y Viena (como
Berlín) en cuatro sectores. Los años siguientes sirvieron para restablecer el orden
económico del devastado país.
Recién con el Tratado de Estado, firmado
en el castillo de Belvedere en 1955, Austria
recobró su independencia y se convirtió en
una nación libre y soberana. Hoy es una República Federal, políticamente neutral e independiente.
En la actualidad, la ciudad capital tiene una
extensión de 414 km2 y una población cercana a los 1,7 millones de habitantes. Se
encuentra dividida en 23 distritos urbanos
para la administración (el número del distrito se puede leer en cada esquina en las
placas azules donde figura el nombre de la
calle). La catedral de San Esteban, sede del
arzobispado, se encuentra a 170 m sobre el
nivel del mar.
Además, desde 1957 Viena es sede de la
Agencia Internacional de Energía Atómica y cuenta con el Centro Internacional de
Viena. Éste fue inaugurado en 1979 y constituye un gran beneficio para las Naciones
Unidas. Cerca de allí, también se levanta la
Torre del Danubio. Con sus restaurantes
giratorios a 165 m de altura, se ofrece una
vista bellísima de la metrópoli.
A partir del 2001, el centro histórico de Viena es parte del patrimonio mundial de la
Unesco.
Imagen de un barrio vienés de clase media ubicado en las inmediaciones del Modenapark
Revista DM MD - Ciencia y Cultura Médica - Diagnóstico Médico - www.diagnosticomedico.com
LIT & MED NATIONAL PROGRAM
(EEUU., MAINE, 1997)
Primer programa internacional de lectura y discusión de textos literarios, destinado a profesionales de la salud, que destaca los temas centrales del cuidado de la
persona y los aspectos humanísticos de la práctica médica la literatura conecta el
campo de la medicina con la experiencia de vida de quien padece y permite comprender la enfermedad desde una perspectiva humanística.
“El gran desafío de la medicina actual es devolver el lugar a la persona ”
(en el proceso de atención de la salud)
Eric Cassell
No hay buen cuidado sin una comprensión del sufrimiento del otro.
Con este compromiso, Diagnóstico Médico ha adherido a la propuesta de Literatura & Medicine ofreciendo la actividad a su cuerpo profesional.
Y Otras instituciones adheridas:
- Sanatorio San José
- Sanatorio de la Trinidad
- Clinica Bazterrica
- Sanatorio Santa Isabel
- Clinica del Sol
- Hospital Penna
- Hospital Durand
- Hospital Udaondo
- Hospital Erill (Escobar)
Lic. Isabel Del Valle (Disertante)
Maine Humanities Council Argentina
colección de fotos
Año55--Nro.
Nro.17
17[Diciembre
[Diciembre2011]
2011]
82 Año
Por Dr. H. César Gotta
inundación de La Boca
Fotógrafo: Samuel Boote. Año 1884.
Dr. H. César Gotta
Director
Diagnóstico Médico
Inundación de la Boca
Inundación en la Boca.
Las inundaciones en la Boca eran un problema frecuente.
Bastaba que el Río de la Plata creciera y el agua entraba en la
ciudad provocando grandes daños.
La población de la Boca soportaba las circunstancias con
estoicismo. Muchas veces ha habido víctimas fatales debido a la
gran velocidad que se producían.
En la foto vemos las típicas casas de madera y un bote flotando
en el medio de una avenida.
Próxima Edición
¿Me quiere doña?
Revista
Revista
DMDM
MDMD
- Ciencia
- Ciencia
y Cultura
y Cultura
Médica
Médica
- Diagnóstico
- Diagnóstico
Médico
Médico
- www.diagnosticomedico.com
- www.diagnosticomedico.com
Que cada momento, cada día,
cada semana, cada mes,
nos traiga mucho más.
Por un 2012 lleno de proyectos,
¡lleno de sueños!
Con nuestros mejores deseos.
Diagnóstico Médico
Trayectoria y evolución al servicio de su salud.
Dirección Junín 1023 - C1113AAE - Ciudad de Buenos Aires
Teléfonos 4827.6300 - 4821.6900/9800 - Fax 4821.1155
Email [email protected] - Web www.diagnosticomedico.com

Documentos relacionados