cuaderno de cuaresma – pascua 2016

Transcripción

cuaderno de cuaresma – pascua 2016
C U A R E S M A - P A S C U A
2 0 1 6
Cuaresma-Pascua
Cáliz de la Misericordia
Cuaderno Pastoral · 2016
© Arzobispado de Valencia
Edita:
Arzobispado de Valencia
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Medianil Comunicación
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n
d
i
c
e
Mensaje del Santo Padre ..................................................................................................................................................... 04
Presentación ................................................................................................................................................................................ 10
CUARESMA 2016 ...................................................................................................................................................................... 13
Miércoles de Ceniza ........................................................................................................................................................ 18
Primer domingo de Cuaresma C ............................................................................................................................ 21
Segundo domingo de Cuaresma C ....................................................................................................................... 25
Tercer domingo de Cuaresma C .............................................................................................................................. 29
Cuarto domingo de Cuaresma “Laetare” C ...................................................................................................... 33
Quinto domingo de Cuaresma C ............................................................................................................................ 37
Domingo de Ramos en la Pasión del Señor C ................................................................................................ 40
Lunes y Martes Santo ................................................................................................................................................... 44
Miércoles Santo ................................................................................................................................................................ 45
Jueves Santo en el Año del Cáliz de la Misericordia .................................................................................. 45
Viernes Santo y la mayor expresión de la Misericordia .......................................................................... 47
Sábado Santo en el silencio de Dios .................................................................................................................... 49
Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor .. .................................................................................... 51
C. D. de Espiritualidad .................................................................................................................................................. 54
C. D. de Catequesis .......................................................................................................................................................... 66
COV (Centro de Orientación Vocacional “Juan Pablo II”). Catequesis para niños ........................ 72
COV (Centro de Orientación Vocacional “Juan Pablo II”). Catequesis para jóvenes ................... 82
C. D. para los Mayores y Laicos. Via Crucis ..................................................................................................... 96
C. D. de Familia y Vida ................................................................................................................................................. 116
C. D. de Infancia y Juventud ..................................................................................................................................... 132
C. D. de Pastoral Penitenciaria ................................................................................................................................ 142
PASCUA 2016 .............................................................................................................................................................................. 145
Primer domingo de Pascua C. El gran día de Pascua ............................................................................... 147
Segundo domingo de Pascua C. La Divina Misericordia del Resucitado ...................................... 150
Tercer domingo de Pascua C. El tiempo de las apariciones .................................................................. 153
Cuarto domingo de Pascua C. Jesucristo, Cordero y Pastor ................................................................. 156
Quinto domingo de Pascua C. El “Mandamiento Nuevo” del Buen Pastor .................................. 159
Sexto domingo de Pascua C. El tiempo del Espíritu ................................................................................... 162
Séptimo domingo de Pascua C. La Ascensión del Señor ......................................................................... 165
Pentecostés C. El don Pascual del Espíritu ...................................................................................................... 168
C. D. de Espiritualidad .................................................................................................................................................. 172
C. D. de Espiritualidad. Via Lucis ............................................................................................................................ 182
C.D. de Misiones ............................................................................................................................................................... 204
C. D. para los Mayores y Laicos. Via Lucis ........................................................................................................ 212
C. D. de Familia y Vida ................................................................................................................................................. 230
PROPUESTA DE CANTOS ..................................................................................................................................................... 245
APP REZAMOS HOY ................................................................................................................................................................ 250
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
Mensaje del
Santo Padre
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Mensaje del Santo Padre
“Misericordia quiero y no sacrificio”
(Mt 9,13).
Las obras de misericordia
en el camino jubilar
1. María, icono de una Iglesia que evangeliza porque es evangelizada
En la Bula de convocación del Jubileo invité a que “la Cuaresma de este
Año Jubilar sea vivida con mayor intensidad, como momento fuerte para
celebrar y experimentar la misericordia de Dios” (Misericordiae vultus, 17).
Con la invitación a escuchar la Palabra de Dios y a participar en la iniciativa
“24 horas para el Señor” quise hacer hincapié en la primacía de la escucha
orante de la Palabra, especialmente de la palabra profética. La misericordia
de Dios, en efecto, es un anuncio al mundo: pero cada cristiano está llamado
a experimentar en primera persona ese anuncio. Por eso, en el tiempo de la
Cuaresma enviaré a los Misioneros de la Misericordia, a fin de que sean para
todos un signo concreto de la cercanía y del perdón de Dios.
María, después de haber acogido la Buena Noticia que le dirige el arcángel
Gabriel, canta proféticamente en el Magnificat la misericordia con la que
Dios la ha elegido. La Virgen de Nazaret, prometida con José, se convierte así
en el icono perfecto de la Iglesia que evangeliza, porque fue y sigue siendo
evangelizada por obra del Espíritu Santo, que hizo fecundo su vientre virginal. En la tradición profética, en su etimología, la misericordia está estrechamente vinculada, precisamente con las entrañas maternas (rahamim) y con
una bondad generosa, fiel y compasiva (hesed) que se tiene en el seno de las
relaciones conyugales y parentales.
2. La alianza de Dios con los hombres: una historia de misericordia
El misterio de la misericordia divina se revela a lo largo de la historia de la
alianza entre Dios y su pueblo Israel. Dios, en efecto, se muestra siempre rico
en misericordia, dispuesto a derramar en su pueblo, en cada circunstancia,
una ternura y una compasión visceral, especialmente en los momentos más
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Cáliz de la Misericordia
dramáticos, cuando la infidelidad rompe el vínculo del Pacto y es preciso
ratificar la alianza de modo más estable en la justicia y la verdad. Aquí estamos frente a un auténtico drama de amor, en el cual Dios desempeña el
papel de padre y de marido traicionado, mientras que Israel el de hijo/hija
y el de esposa infiel. Son justamente las imágenes familiares —como en el
caso de Oseas (cf. Os 1-2)— las que expresan hasta qué punto Dios desea
unirse a su pueblo.
Este drama de amor alcanza su culmen en el Hijo hecho hombre. En él Dios
derrama su ilimitada misericordia hasta tal punto que hace de él la “Misericordia encarnada” (Misericordiae vultus, 8). En efecto, como hombre, Jesús
de Nazaret es hijo de Israel a todos los efectos. Y lo es hasta tal punto que encarna la escucha perfecta de Dios que el Shemà requiere a todo judío, y que
todavía hoy es el corazón de la alianza de Dios con Israel: “Escucha, Israel: El
Señor es nuestro Dios, el Señor es uno solo. Amarás, pues, al Señor, tu Dios,
con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas” (Dt 6,4-5). El
Hijo de Dios es el Esposo que hace cualquier cosa por ganarse el amor de su
Esposa, con quien está unido con un amor incondicional, que se hace visible
en las nupcias eternas con ella.
Es éste el corazón del kerygma apostólico, en el cual la misericordia divina
ocupa un lugar central y fundamental. Es “la belleza del amor salvífico de
Dios manifestado en Jesucristo muerto y resucitado” (Exh. ap. Evangelii
gaudium, 36), el primer anuncio que “siempre hay que volver a escuchar
de diversas maneras y siempre hay que volver a anunciar de una forma
o de otra a lo largo de la catequesis” (ibíd., 164). La Misericordia entonces
“expresa el comportamiento de Dios hacia el pecador, ofreciéndole una
ulterior posibilidad para examinarse, convertirse y creer” (Misericordiae
vultus, 21), restableciendo de ese modo la relación con él. Y, en Jesús crucificado, Dios quiere alcanzar al pecador incluso en su lejanía más extrema, justamente allí donde se perdió y se alejó de Él. Y esto lo hace con la
esperanza de poder así, finalmente, enternecer el corazón endurecido de su
Esposa.
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Mensaje del Santo Padre
3. Las obras de misericordia
La misericordia de Dios transforma el corazón del hombre haciéndole experimentar un amor fiel, y lo hace a su vez capaz de misericordia. Es siempre un milagro el que la misericordia divina se irradie en la vida de cada
uno de nosotros, impulsándonos a amar al prójimo y animándonos a vivir
lo que la tradición de la Iglesia llama las obras de misericordia corporales
y espirituales. Ellas nos recuerdan que nuestra fe se traduce en gestos concretos y cotidianos, destinados a ayudar a nuestro prójimo en el cuerpo y
en el espíritu, y sobre los que seremos juzgados: nutrirlo, visitarlo, consolarlo y educarlo. Por eso, expresé mi deseo de que “el pueblo cristiano reflexione durante el Jubileo sobre las obras de misericordia corporales y espirituales. Será un modo para despertar nuestra conciencia, muchas veces
aletargada ante el drama de la pobreza, y para entrar todavía más en el
corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina” (ibíd., 15). En el pobre, en efecto, la carne de Cristo “se hace
de nuevo visible como cuerpo martirizado, llagado, flagelado, desnutrido,
en fuga... para que nosotros lo reconozcamos, lo toquemos y lo asistamos
con cuidado” (ibíd.). Misterio inaudito y escandaloso la continuación en
la historia del sufrimiento del Cordero Inocente, zarza ardiente de amor
gratuito ante el cual, como Moisés, sólo podemos quitarnos las sandalias
(cf. Éx 3,5); más aún cuando el pobre es el hermano o la hermana en Cristo
que sufren a causa de su fe.
Ante este amor fuerte como la muerte (cf. Ct 8,6), el pobre más miserable es
quien no acepta reconocerse como tal. Cree que es rico, pero en realidad es
el más pobre de los pobres. Esto es así porque es esclavo del pecado, que lo
empuja a utilizar la riqueza y el poder no para servir a Dios y a los demás,
sino parar sofocar dentro de sí la íntima convicción de que tampoco él es
más que un pobre mendigo. Y cuanto mayor es el poder y la riqueza a su
disposición, tanto mayor puede llegar a ser este engañoso ofuscamiento.
Llega hasta tal punto que ni siquiera ve al pobre Lázaro, que mendiga a la
puerta de su casa (cf. Lc 16,20-21), y que es figura de Cristo que en los pobres
mendiga nuestra conversión. Lázaro es la posibilidad de conversión que Dios
nos ofrece y que quizá no vemos. Y este ofuscamiento va acompañado de
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
un soberbio delirio de omnipotencia, en el cual resuena siniestramente el
demoníaco “seréis como Dios” (Gn 3,5) que es la raíz de todo pecado. Ese
delirio también puede asumir formas sociales y políticas, como han mostrado los totalitarismos del siglo XX, y como muestran hoy las ideologías
del pensamiento único y de la tecnociencia, que pretenden hacer que Dios
sea irrelevante y que el hombre se reduzca a una masa para utilizar. Y actualmente también pueden mostrarlo las estructuras de pecado vinculadas
a un modelo falso de desarrollo, basado en la idolatría del dinero, como
consecuencia del cual las personas y las sociedades más ricas se vuelven
indiferentes al destino de los pobres, a quienes cierran sus puertas, negándose incluso a mirarlos.
La Cuaresma de este Año Jubilar, pues, es para todos un tiempo favorable
para salir por fin de nuestra alienación existencial gracias a la escucha de
la Palabra y a las obras de misericordia. Mediante las corporales tocamos
la carne de Cristo en los hermanos y hermanas que necesitan ser nutridos,
vestidos, alojados, visitados, mientras que las espirituales tocan más directamente nuestra condición de pecadores: aconsejar, enseñar, perdonar,
amonestar, rezar. Por tanto, nunca hay que separar las obras corporales de
las espirituales. Precisamente tocando en el mísero la carne de Jesús crucificado el pecador podrá recibir como don la conciencia de que él mismo
es un pobre mendigo. A través de este camino también los “soberbios”, los
“poderosos” y los “ricos” de los que habla el Magnificat, tienen la posibilidad
de darse cuenta de que son inmerecidamente amados por Cristo crucificado,
muerto y resucitado por ellos. Sólo en este amor está la respuesta a la sed
de felicidad y de amor infinitos que el hombre —engañándose— cree poder
colmar con los ídolos del saber, del poder y del poseer. Sin embargo, siempre
queda el peligro de que, a causa de un cerrarse cada vez más herméticamente a Cristo, que en el pobre sigue llamando a la puerta de su corazón,
los soberbios, los ricos y los poderosos acaben por condenarse a sí mismos
a caer en el eterno abismo de soledad que es el infierno. He aquí, pues, que
resuenan de nuevo para ellos, al igual que para todos nosotros, las lacerantes palabras de Abrahán: “Tienen a Moisés y los Profetas; que los escuchen”
(Lc 16,29). Esta escucha activa nos preparará del mejor modo posible para
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Mensaje del Santo Padre
celebrar la victoria definitiva sobre el pecado y sobre la muerte del Esposo
ya resucitado, que desea purificar a su Esposa prometida, a la espera de su
venida.
No perdamos este tiempo de Cuaresma favorable para la conversión. Lo
pedimos por la intercesión materna de la Virgen María, que fue la primera
que, frente a la grandeza de la misericordia divina que recibió gratuitamente, confesó su propia pequeñez (cf. Lc 1,48), reconociéndose como la humilde
esclava del Señor (cf. Lc 1,38).
Vaticano, 4 de octubre de 2015
Fiesta de San Francisco de Assis
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
Presentación
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Presentación
La celebración del Jubileo extraordinario de la Misericordia y del Año Santo
Eucarístico, nos va a dar la oportunidad en nuestra Diócesis, en la tarea de
cada día, de centrar nuestra atención en dos de los elementos esenciales de la
vida cristiana. Aquello que parece ser un “suplemento de trabajo”, “una carga más”, se convierte en un don, en una oportunidad. Si, en un reto, en una
constante pregunta: ¿Cómo anunciar el Evangelio, la Buena Noticia de Jesús
hoy a los hombres y mujeres de hoy? ¿Cómo ayudar a vivir la Cuaresma y la
Pascua en el marco de estos acontecimientos? ¿Cómo aprovecharnos de estos
acontecimientos para vivir con más profundidad la Cuaresma y la Pascua?
Es una pregunta que no tiene fácil respuesta. Es una pregunta, clave en el
momento concreto en el que vivimos, que nos ha de hacer mirar, con una
mirada distinta y nueva las cosas, las personas y los acontecimientos que
nos rodean. Por eso, ninguno de los dos acontecimiento que se nos regalan
son un obstáculo, sino todo los contrario: son los medios que Dios mismo
nos hace descubrir para ir, siquiera esbozando, las respuestas, los modos de
presencia, necesarios en este momento de la historia, apasionante, en los
que Dios ha querido que viviéramos y le anunciáramos.
Por una parte la Misericordia, “viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia” (MV, 10). Nada fuera del ámbito de la Misericordia. La acción de Jesús en
el Evangelio, las parábolas, el modo en el que Dios nos mira y se conmueve,
son el único modo de acercarnos a este mundo. La Misericordia es el modo
de acercarse Dios a nosotros: son muchas las expresiones que, de este modo
de actuar de Dios, encontramos en la Escritura: “Él perdona tus culpas, y
cura todas tus dolencias” (Sal 103). Dios se nos muestra como “paciente y
misericordioso”. Todo su obrar está movido por la misericordia que siente
hacia nosotros. El mismo Jesús es el “rostro de la Misericordia del Padre”.
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
Por otra parte, nuestra Diócesis vive este año un Año Eucarístico. Custodiamos
desde 1437, en el relicario de la S.I. Catedral, la reliquia más preciada de la Última Cena: el Santo Cáliz que tuvo en su interior la “Sangre de la alianza nueva
y eterna… derramada… para el perdón de los pecados”. La Eucaristía marca
de un modo singular la vida de nuestras Parroquias, de la misma Diócesis. La
Celebración, cuidada y sencilla: la adoración, silenciosa y orante; las diversas
advocaciones eucarísticas; los santos que han mostrado, con su vida, predicación y testimonio, el valor y la necesidad de la Eucaristía en la vida cristiana.
Así, estos dos acontecimientos nos muestran cómo ha de ser muestra mirada
al mundo y cómo ha de ser nuestro obrar. Mirar al mundo con ojos de misericordia, actuar desde una mirada nueva, distinta y sorprendente. Pero para ello,
antes hemos de dejarnos mirar por el mismo Dios en la Eucaristía. Antes de ser
misericordiosos hemos de experimentar la mirada, el abrazo misericordioso del
mismo Dios.
Ver, sentir que se conmueven nuestras entrañas y poner manos a la obra, son
los tres momentos de este tiempo de conversión, de búsqueda de respuestas, de
salida de nuestros modelos preconcebidos, algunos antiguos y otros no tanto,
pero que no sirven ya para dar respuestas, las respuestas a las preguntas que
se nos plantean. Ésta es la experiencia que encontramos en la parábola del
buen Samaritano, o en la del Padre. Dios ve nuestra situación, escucha nuestras
preguntas y las responde porque se conmueven sus entrañas, porque no le da
igual lo que nos pueda pasar, porque le interesa cada uno de nosotros. Y después se pone a trabajar dándonos de lo suyo: su vino, su aceite, su cabalgadura,
sus monedas… Este año nos dará la oportunidad de centrar nuestra vida en lo
esencial: Misericordia y Eucaristía. Lo demás, se nos dará por añadidura.
Desde esta perspectiva hemos preparado, en las Vicarías de Evangelización y
de Acción Caritativa y Social, estos materiales. Esperamos sean útiles para vivir, desde la Misericordia y la Eucaristía, el tiempo de Cuaresma y Pascua.
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CUARESMA
Cuaresma
2016
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
El itinerario
hacia la Pascua
de nuestra fe,
creída y confesada
Tiempo de
misericordia
El plan de este itinerario
Miércoles de Ceniza
La purificación de nuestra vida
en el tiempo de la misericordia.
1er Domingo de Cuaresma
Venimos de la fe de nuestro Padres
en el Dios clemente y misericordioso.
2º Domingo de Cuaresma
Vamos al encuentro de Jesucristo,
iluminados por la fe y la esperanza
en su ejemplo de misericordia
3er Domingo de Cuaresma
Dios nos llama una y otra vez,
con paciencia y misericordia
4º Domingo de Cuaresma
Confiamos en un Padre que nos aguarda,
reconciliados al volver a casa
5º Domingo de Cuaresma
Un Padre que, cuando caemos en el camino,
nos perdona por Jesucristo
y nos salva de la muerte
Domingo de Pasión
En Jerusalén:
“Este es el día del Señor,
este es el tiempo de la misericordia”
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CUARESMA
Introducción general.
Lo que dice la Historia
La Cuaresma se hizo, fue creciendo, poco a poco durante seis
siglos. En su formación se juntaron tres itinerarios litúrgicosacramentales: la preparación inmediata de los catecúmenos a los sacramentos de Iniciación, la penitencia pública y la
participación de la comunidad cristiana en los dos anteriores
como preparación para la Pascua. El programa litúrgico se
completó con san Gregorio Magno a finales del siglo VI y llegó prácticamente intacto hasta la renovación postconciliar
que buscó responder a lo pedido por el Concilio Vaticano II:
“Puesto que el tiempo cuaresmal prepara a los fieles, entregados más intensamente a oír la palabra
de Dios y a la oración, para que celebran el misterio
pascual, sobre todo mediante el recuerdo o la preparación del bautismo y mediante la penitencia, dese
particular relieve en la Liturgia y en la catequesis litúrgica al doble carácter de dicho tiempo”.
Respondiendo a lo deseado por el Concilio, los tres ciclos
dominicales de la Cuaresma, A, B y C, sin dejar de mantener la unidad de este tiempo, ofrecen tres secuencias
diferentes de cinco etapas de la Historia de la Salvación
en el Antiguo Testamento (fundamental en la instrucción
catecumenal antigua) y están de alguna manera especializados en cada una de sus finalidades: catecumenal,
prepascual y penitencial. Este año 2016 corresponde el
ciclo C, cuyos tres últimos evangelios dominicales forman el “tríptico penitencial” que luego comentaremos.
La reforma era conveniente, porque, desaparecida la institución del catecumenado y sustituida la reconciliación
pública por la penitencia secreta a partir del siglo VII, la
Cuaresma quedó configurada como un tiempo casi exclusivamente penitencial y ascético. La ceniza se empezó
a imponer a todos los fieles en el siglo IX, cuando había
decaído la práctica de la penitencia pública. Por otra parte, la devoción a la Pasión de Cristo y a la Virgen Dolorosa invadió también las últimas semanas de la Cuaresma
sobre todo a partir de la Baja Edad Media.
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
1 La Cuaresma en
el “Año de la Misericordia”
Leemos en la Carta Apostólica “Misericordiae vultus” del
papa Francisco, en la que convoca el “Año Santo de la
Misericordia” (n. 17):
“La Cuaresma de este Año Jubilar sea vivida con mayor intensidad, como momento fuerte para celebrar y
experimentar la misericordia de Dios. ¡Cuántas páginas de la Sagrada Escritura pueden ser meditadas en
las semanas de Cuaresma para redescubrir el rostro
misericordioso del Padre! Con las palabras del profeta Miqueas también nosotros podemos repetir: Tú, oh
Señor, eres un Dios que cancelas la iniquidad y perdonas el pecado, que no mantienes para siempre tu
cólera, pues amas la misericordia. Tú, Señor, volverás
a compadecerte de nosotros y a tener piedad de tu
pueblo. Destruirás nuestras culpas y arrojarás en el
fondo del mar todos nuestros pecados (cfr 7,18-19)”.
Y, providencialmente, el presente ciclo C de lecturas, se caracteriza, entre otros motivos, en la misericordia de Dios
proclamada por Jesucristo, de modo que se nos invita a
centrarnos en el conocimiento y la vivencia del Misterio
Pascual de Cristo, que tiene como momentos celebrativos
principales la Pascua y la celebración de la Penitencia, con
los que personalizaremos cada uno nuestra propia iniciación cristiana como inserción en el Cuerpo glorioso de Cristo
e insistiremos en la necesidad de una “segunda conversión”,
después de la más o menos lejana renovación bautismal.
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2La exposición y vivencia de la
historia de la salvación en el
A. Testamento según el año C:
La fe en Dios misericordioso,
confesada y celebrada
En este año C debemos evocar nuestro camino de fe hacia
Cristo. Cada uno de nosotros era el “arameo errante” a quien
Dios convirtió en un pueblo que camina hacia un término
(Deut 26,4-10, Primera lectura, 1º Domingo de Cuaresma).
El ciclo C aglutina las lecturas del Antiguo Testamento alrededor del tema del acontecimiento pascual, que se realiza por la acción de Dios y la respuesta de la fe del hombre.
Haciendo memorial del acontecimiento de la Pascua, éste
llega a las generaciones actuales a través de la liturgia y de
la profesión de fe. “La fe confesada y celebrada en Israel y su
carácter profético para el culto cristiano”, éste podría ser el
tema de este año en la historia de nuestra salvación a través
de los pasajes que nos lo recuerdan sucesivamente.
3Las lecturas apostólicas:
Aplicación y vivencia del
misterio pascual
La palabra de Dios se dirige a la comunidad presente, pues no
se trata de historias del pasado sino que, por ella, Dios sigue
hablando a su pueblo. Para resaltar este principio, las lecturas
apostólicas se relacionan ya con la primera ya con el Evangelio, a modo de reflexión teológica sobre los acontecimientos
proclamados. Ellas expresan el “Hoy” en el que hemos de escuchar y volver a Dios. Lo iremos precisando cada domingo.
CUARESMA
4Los tres domingos “temáticos”.
El Evangelio de la misericordia
5 El comienzo de la Cuaresma:
Anuncio del tiempo especial
de misericordia
Los cinco domingos de cuaresma —en cuanto a las lecturas evangélicas— pueden dividirse en dos grupos. Los
dos primeros serían los “sinópticos”, pues en ellos se repiten cada año los episodios del desierto y de la Transfiguración. Los tres últimos se pueden llamar “temáticos”
pues desarrollan tres argumentos diferentes que corresponden a las tres finalidades de la Cuaresma: catecumenal, pre-pascual y penitencial.
La relación temática de los evangelios de los domingos 3º,
4º y 5º de este año C, dentro del conjunto de esta Cuaresma,
presentada como un itinerario hacia la Pascua a la luz de la
misericordia divina, podría ser: ¿Cómo es Dios en quien creemos? ¿Cómo podemos participar de la vida que nos ofrece
una y otra vez y de la que nos apartamos por el pecado?
La remisión de los pecados nace del amor misericordioso
de Dios, exige un movimiento de nuestra parte y pide un
signo visible que la ratifique: la absolución sacramental.
Cuando estamos en puertas de la santa Cuaresma proponemos estos temas como base de una sólida catequesis
sobre la Penitencia y su celebración litúrgica como preparación para la Pascua.
Podemos reforzar la vivencia del mensaje de estos domingos, utilizando las plegarias eucarísticas de la reconciliación, así como el prefacio de la penitencia, que se encuentran en el Misal Romano, como se indicará en cada ocasión.
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
Miércoles
de Ceniza
10 de febrero de 2016
“Ahora es el tiempo favorable,
ahora es el día de la salvación”
Historia de esta celebración
Desde tiempos de san Gregorio Magno (siglo VI), inaugura este día en Roma la santa cuarentena; antes comenzaba la Cuaresma el primer domingo, pero se extendió
al miércoles anterior para que hubiese cuarenta días de
ayuno hasta la Pascua, descontando los domingos. En el
siglo XI, habiendo caído en desuso la penitencia pública,
el Papa Urbano II recomendó la imposición de la ceniza a
todos los fieles como signo distintivo de la inauguración
de la Cuaresma.
Moniciones a las lecturas
Primera lectura.
Joel 2, 12-18
El profeta Joel describe la liturgia penitencial del “Día de la
expiación” en el antiguo Israel, y pide al pueblo de Dios que
rasgue su corazón y no los vestidos. La penitencia tiene su
pleno sentido cuando se convierten las voluntades de las
personas. Convertirse es volver a Dios con ánimo firme y sincero. Contestaremos a la palabra de Dios con el salmo penitencial por excelencia: “Misericordia, Señor, hemos pecado”.
Segunda lectura.
2 Corintios 5, 20-6. 2
San Pablo considera la conversión auténtica como una
tarea permanente cuando dice: “Dejaos reconciliar con
Dios” porque nuestro tiempo es breve, y la Cuaresma es
tiempo de gracia y salvación. La reconciliación consiste
en recomponer la relación rota o debilitada entre nosotros y Dios, entre nosotros y los hermanos.
Evangelio de Mateo 6, 1-6. 16-18
Jesús enseña a sus discípulos cómo tiene que ser su estilo
de vida y describe tres dimensiones de la misma: la oración, relación con Dios; la limosna, relación con el prójimo, y el ayuno, relación con uno mismo. La oración es
imprescindible para el discípulo de Cristo; la limosna es
expresión de sincera caridad y el ayuno muestra la conversión a Dios.
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CUARESMA
Para la homilía
Lo que nos dice ahora este día:
Tiempo favorable, tiempo de misericordia
Cuando iniciamos el itinerario hacia la Pascua en el “Año
de la misericordia”, este “Día de salvación” nos invita a
preparar este camino preguntándonos en qué idea nos
hacemos de este camino ¿cómo nos vamos a preparar?
¿qué nos espera? y, en última instancia ¿en qué y cómo
creemos?
Este amor se ha hecho ahora visible y tangible en toda la
vida de Jesús. Su persona no es otra cosa sino amor. Un
amor que se dona gratuitamente. Sus relaciones con las
personas que se le acercan dejan ver algo único e irrepetible. Los signos que realiza, sobre todo hacia los pecadores, hacia las personas pobres, excluidas, enfermas y
sufrientes llevan consigo el distintivo de la misericordia.
En Él todo habla de misericordia. Nada en Él es falto de
compasión” (Misericordiae vultus 8).
Cuando recibamos la ceniza, junto a la advertencia de
que, si nos quedamos solos, estamos destinados a ser
polvo muerto, escucharemos una palabra de esperanza: “Arrepentíos, convertíos, y creed la Buena Noticia,
el Evangelio”. Jesús, en el evangelio de hoy, no nos invita a la tristeza, sino a mostrarnos alegres ¿Por qué no
hacemos que nuestras “mortificaciones” cuaresmales
sean “vivificaciones”? ¿No estamos ya algunos bastante
“muertos y tristes”?
El mensaje de la Cuaresma es positivo, porque nos invita a aprovechar la misericordia de Dios, como escribe el
papa Francisco: “Con la mirada fija en Jesús y en su rostro
misericordioso podemos percibir el amor de la Santísima
Trinidad. La misión que Jesús ha recibido del Padre ha
sido la de revelar el misterio del amor divino en plenitud.
“Dios es amor” (1 Jn 4,8.16), afirma por la primera y única vez en toda la Sagrada Escritura el evangelista Juan.
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
LOS DOMINGOS
DE LA CUARESMA 2016
Oración de los fieles
Al comenzar la Cuaresma, pidamos a Dios, nuestro Padre, que escuche las oraciones de su pueblo penitente.
-Para que el rito de la ceniza nos recuerde a todos que
formamos parte de la Iglesia, santa pero siempre necesitada de penitencia. Roguemos al Señor.
-Para que todos los hombres se detengan a reconocer
la exigencia de renovarse en la mentalidad y en las
obras, y sepan reaccionar con firmeza contra la falta
de compromiso moral y social. Roguemos al Señor.
-Para que los gobernantes de las naciones trabajen
siempre por la paz, la fraternidad, la justicia y el progreso de todos los pueblos. Roguemos al Señor.
-Para que los miembros de nuestra comunidad enfermos y
los que sufren se sientan, más que nunca, en el centro de la
comunidad que ora y lucha contra el mal, y se encamina
por la esperanza a la victoria pascual. Roguemos al Señor.
-Para que los discípulos del Señor, iluminados por la Sagrada Escritura, purificados por la penitencia y fortalecidos por la Eucaristía, sepan vivir y trasmitir la misericordia como alegría y paz en el Espíritu. Roguemos al Señor.
Dios Padre nuestro, que no quieres la muerte del pecador,
sino que se convierta y viva, danos tu perdón y tu gracia,
para que cuantos con amor observamos las penitencias
cuaresmales, obtengamos la paz y la misericordia. Por
Jesucristo nuestro Señor. Amén.
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
CUARESMA
1er Domingo
de Cuaresma C
14 de febrero de 2016
Venimos de la fe de nuestros Padres
en el Dios clemente y misericordioso
Moniciones a las lecturas
Está escrito: “Al Señor tu Dios adorarás
y a él sólo darás culto” (Lc 4, 8)
Primera lectura.
Deuteronomio 26, 4-10
En el comienzo de la Cuaresma, la primera etapa de la historia de la salvación es la de los orígenes del pueblo de Dios,
evocados por la confesión de fe que cada israelita debía hacer al presentar las primicias de la cosecha.
Segunda lectura.
Romanos 10, 8-13
Cuando recorremos las etapas de la historia de la salvación, es para que apliquemos esa experiencia en nuestras
propias vidas en la etapa final que inauguró Jesucristo.
Por ello, la confesión de fe del pueblo cristiano se refiere
al misterio pascual de nuestro Redentor, en donde está el
origen de nuestra salvación.
Evangelio de Lucas 4, 1-13
El ayuno de Jesús en el desierto y su victoria sobre las
tentaciones son un ejemplo para los cristianos en la renovación de su catecumenado en vistas a la renovación
pascual.
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
Ideas para la homilía
La historia de la salvación.
La profesión de fe del pueblo de Israel
La fe no comienza en cada cual como una experiencia
personal única. Profesamos la fe de nuestros padres, en
la Iglesia y en el hogar; ellos nos transmitieron su contenido y ayudaron a que no se perdiera la gracia bautismal
de la fe como capacidad para confesarla. Cuando vamos
al encuentro de Dios en este primer domingo de Cuaresma, lo primero que hemos de hacer es considerar de
dónde venimos, y no considerar nuestra salvación como
algo perfectamente natural. Hay una historia de salvación que prepara el momento actual; es la historia de las
intervenciones de Dios a lo largo del tiempo. Cada uno de
nosotros erraría como un nómada por la vida (1ª Lectura) si Dios no nos hubiera llamado, a la mayor parte de
nosotros al comienzo de nuestra existencia, para formar
parte de su pueblo.
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Ahora, en nuestro propio itinerario vital
Nuestra profesión de fe ha dado un gran paso adelante
respecto a la del pueblo israelita. Como enseña san Pablo
en la segunda lectura: Si tus labios profesan que Jesús es
el Señor, y tu corazón cree que Dios lo resucitó de entre
los muertos, te salvarás (Romanos 10,9). Se trata de la fe
que se confiesa en el Bautismo gracias a la luz y la fuerza
del Espíritu Santo y que ahora renovamos al recomenzar
el camino de conversión que es la Cuaresma. Nuestros
padres y padrinos confesaron a Jesús en nuestro nombre,
y ahora debemos personalizar esta fe en forma de compromiso.
Todo ello no es fácil. La Iglesia lo sabe, y por eso evoca
cada año el ayuno de Jesús, quien de este modo: Inauguró la penitencia cuaresmal, y al rechazar las tentaciones
del enemigo, nos enseñó a sofocar la fuerza del pecado
(Prefacio).
CUARESMA
El ejemplo de Jesucristo:
Buscar lo esencial para ser libres y servir a Dios
Jesús vuelve a vivir, en el espacio de su vida humana,
toda la historia del pueblo de Dios. Todas aquellas etapas de salvación, a su vez, habían preparado el camino
para que el mundo lo pudiera reconocer y comprender:
Eran una historia profética para Cristo y lo siguen siendo
para nosotros.
Como Israel, Jesús tuvo que refugiarse en Egipto, y también como Israel tuvo que hacer su propia “travesía del
desierto” antes de empezar su Éxodo hasta la patria celeste, inaugurando la Nueva Alianza por el sacrificio de
la cruz. La meta es única: el Padre y llevar con él a todos sus hijos; pero la tentación intenta desviar a Cristo
—y ahora a nosotros— de lo esencial.
Jesús es nuestro modelo cuando purificamos nuestra fe
y nuestro compromiso cristiano, al revivir una vez más el
catecumenado en la Cuaresma. Escuchar a Dios, prestar
oído a su Palabra, sólo es posible si creemos que No sólo
de pan vive el hombre (Lucas 4, 4). El ayuno y la abstinencia cuaresmales —sobre todo en la abstinencia de vicios
y pecados— es un ejercicio saludable que debe favorecer nuestra renovación, incluso física; como dijimos antes
(Miércoles de Ceniza) es una “vivificación” más que una
“mortificación”, pero es sobre todo una forma de decirle a
Dios que no tenemos bastante con los alimentos terrenos,
sino que necesitamos alimentarnos de su Palabra.
También a Jesús, como al primer Adán, le propone el diablo usar de unos poderes sobrenaturales que le permitirían rivalizar con Dios, sin tener necesidad de fe, de amor
ni de obediencia. Son miserables tentaciones en las que
el diablo llega a pervertir el sentido de una palabra de
la Biblia, pero que Cristo rechaza con una sola frase, con
una Palabra de Dios pura, como Dios lo quiere. Son tentaciones que anuncian la de la Cruz, cuando se le ofrece
la conversión del mundo si baja de la cruz, demostrando
así que es el Hijo de Dios.
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
Oración de los fieles
Se abre ante nosotros el camino de la Cuaresma con sus
etapas, sus normas y sus metas. Es un gran compromiso
para todos. Pidámosle al Señor que nos haga dóciles a
su palabra para llegar completamente trasformados a la
Pascua.
-Por la Iglesia: para que, fortalecida con el pan de la
Palabra de Dios, renuncie a la tentación de confiar en
poderes y medios extraños a su misión en el mundo.
Roguemos al Señor.
-Para que redescubramos el domingo como un día distinto de los demás: el día del Señor, el día de la comunidad, el día de la reconciliación y de la amistad
abierta a todos los hermanos. Roguemos al Señor.
-Para que en cada uno de estos cuarenta días encontremos lugar y tiempo para dedicarnos a la oración
y a la meditación de la palabra, para conocer lo que
Dios quiere de nosotros y saber renunciar a todo lo
que nos impide realizarlo en nuestra vida. Roguemos
al Señor.
-Para que todas las familias descubran la dimensión
doméstica de la Cuaresma, abran el libro de los Evangelios, creen ocasiones de oración común y hagan de
cada hogar un lugar de misericordia y acogida fraterna. Roguemos al Señor.
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
-Para que el Señor, que al que podemos encontrar cada
día en su Palabra viviente, nos conceda comprenderla
y discernir en ella un camino de esperanza y de vida.
Roguemos al Señor.
Señor Jesucristo, que en el desierto fuiste tentado por el
maligno, y en la cruz lo derrotaste para siempre; escucha
nuestras oraciones, y haz que este tiempo de conversión
y penitencia nos fortalezca para superar las pruebas y
nos una más a ti. Que vives y reinas por los siglos de los
siglos. Amén.
CUARESMA
2º Domingo
de Cuaresma C
21 de febrero de 2016
Vamos al encuentro de Jesucristo,
iluminados por la fe y la esperanza
en su ejemplo de misericordia
Moniciones a las lecturas
Este es mi Hijo, el escogido,
escuchadle” (Lc 9, 35)
Primera lectura.
Génesis 15,5-12.17-18
Llegamos a la segunda etapa de la historia de la salvación, la de Abrahán. El santo patriarca es modelo para
nuestra experiencia catecumenal, pues él escuchó la palabra de Dios, salió de su tierra y consagró la alianza con
el Señor, como nosotros renovamos todo ello en el Bautismo y en la Eucaristía.
Segunda lectura.
Filipenses 3,17 - 4,1
San Pablo nos promete la aplicación del misterio de la
transfiguración de Cristo si permanecemos fieles imitadores suyos y amigos de la cruz del Señor. En la iniciación
cristiana iniciamos un camino que nos debe llevar a la
ciudad eterna del cielo..
Evangelio de Lucas 9,28b-36
El Evangelio de la Transfiguración, propio de este domingo segundo, es un anuncio de la muerte y resurrección de
Cristo, a cuya celebración nos preparamos en la Cuaresma, entendidas según san Lucas como un “éxodo” pascual.
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
Ideas para la homilía
El domingo de la Transfiguración
El pasaje de la Transfiguración, que se lee en este domingo, según los tres evangelistas sinópticos, está centrado
en la profecía de la muerte del Señor, expuesta bajo la
imagen del “Éxodo”, la salida de este mundo. Por ello las
otras dos lecturas han sido elegidas en relación con estos temas de la transfiguración y del éxodo pascual de
Cristo. Así este importante pasaje anuncia la muerte y la
resurrección de Cristo que será el motivo culminante de
la Pascua.
La historia de la salvación
La primera lectura nos sitúa en la etapa correspondiente a Abrahán, segunda etapa de la historia de la salvación, el patriarca que cree en Dios y se le cuenta en “su
haber”. El padre de los creyentes se encuentra con Dios,
que le hizo salir de Ur de los Caldeos y que se compromete con él mediante unos ritos que certifican y sellan
la alianza.
Aparecen los temas de la fe de Abrahán, la salida, el camino, la alianza mediante unos ritos que son profecía
de la nueva y definitiva alianza sellada en la sangre de
Cristo. Es una etapa que el cristiano-catecúmeno personaliza en su propia historia que comenzó en el bautismo,
entendiendo este sacramento como un salir de la lejanía
de Dios para ir a la tierra prometida de la Iglesia.
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
La confianza en la promesa de Dios, ratificada en la nueva alianza, no hace decir con el salmo responsorial 26:
“El Señor es mi luz y mi salvación. Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida”.
La glorificación del cristiano, ciudadano del cielo
San Pablo nos anuncia la aplicación del misterio pascual de Cristo a sus discípulos fieles. Nuestra ciudadanía
está en el cielo, de modo que nuestra muerte, como la de
Cristo, será un éxodo pascual hacia el cielo, mediante la
espiritualización, glorificación o transfiguración de nuestra condición material y mortal. Como el viejo Abrahán,
los cristianos no tienen su patria verdadera en el lugar
donde nacieron, sino que son caminantes hacia la ciudad
definitiva a la que han sido llamados.
La gloria de Jesucristo
Jesús sube a la montaña orando, como subirá al monte
de los olivos, al Calvario y, por último, al monte de la
Ascensión; y allí recibe el anuncio de su tránsito pascual,
pues ése es el contenido del diálogo con los misteriosos
personajes gloriosos: “Hablaban de su muerte (“éxodo”
en el texto original, término exclusivo de Lucas en este
pasaje) que iba a consumarse en Jerusalén” (Lucas 9, 31).
La predicación de la buena noticia de la salvación por
medio de Cristo muerto y resucitado vendrá de la fuerza
del Espíritu, al cumplirse los días de Pentecostés.
CUARESMA
El rostro de la misericordia
El catecumenado cuaresmal: Aprender a escuchar
“Con la mirada fija en Jesús y en su rostro misericordioso podemos percibir el amor de la Santísima Trinidad.
La misión que Jesús ha recibido del Padre ha sido la de
revelar el misterio del amor divino en plenitud. “Dios es
amor” (1 Jn 4,8.16), afirma por la primera y única vez en
toda la Sagrada Escritura el evangelista Juan. Este amor
se ha hecho ahora visible y tangible en toda la vida de
Jesús. Su persona no es otra cosa sino amor. Un amor que
se dona gratuitamente. Sus relaciones con las personas
que se le acercan dejan ver algo único e irrepetible. Los
signos que realiza, sobre todo hacia los pecadores, hacia las personas pobres, excluidas, enfermas y sufrientes
llevan consigo el distintivo de la misericordia. En Él todo
habla de misericordia. Nada en Él es falto de compasión”
(Misericordiae vultus 8).
Ante este impresionante conjunto de lecturas, debemos
seguir en actitud catecumenal, la cual nos pide en primer
lugar que escuchemos a la Palabra de Dios (“Catecúmeno” = “Oyente”), y luego, que mantengamos la esperanza
en la vida con Cristo. Estas son las virtudes que los cristianos debemos despertar especialmente en la Cuaresma.
Nosotros, finalmente, al contrario que los testigos del
monte Tabor, estamos ya en el tiempo del Evangelio, y
hemos de proclamar a Jesucristo Dios y hombre verdadero, mostrando con nuestro ejemplo que somos ciudadanos del cielo, no como aquellos que sólo aspiran a cosas terrenas, porque andan como enemigos de la cruz de
Cristo (Filipenses 3, 19). En la Cuaresma hemos de aprender a amar la cruz de Cristo, árbol de la Vida, guión de
la marcha a través del desierto de este mundo y llave de
ciudad eterna.
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
Oración de los fieles
Oremos al Señor, nuestro Dios, que nos ha elegido en Jesucristo, su Hijo, para que seamos hijos suyos, ciudadanos de su reino.
-Por la Iglesia, unida al papa Francisco: que por la oración y la cercanía a los hombres sepa escuchar, para
encontrar la voluntad de Dios y anunciarla con claridad. Roguemos al Señor.
-Por los que hemos recibido el don de la fe, por los que
presiden las comunidades, por los que buscan la verdad: que el resplandor de la gloria de Cristo nos haga
testigos creíbles del Evangelio capaces de trasmitir la
fe a nuestros hermanos. Roguemos al Señor.
-Por los pensadores, los poetas, los artistas, los educadores, los científicos, los técnicos, los legisladores,
los gobernantes, y por todos los que colaboran en
trasfigurar este mundo; para que el común esfuerzo
de todos fructifique e una sociedad mejor, según el
proyecto de Dios. Roguemos al Señor.
-Por los más pobres de nuestro mundo, por los que
más sufres: para que vean aliviado su dolor con nuestra solidaridad y encuentren, un día, la gloria de Jesucristo, que les ama. Roguemos al Señor.
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
-Por todos nosotros, que hemos venido a celebrar la
muerte y la resurrección del Señor: para que esta Eucaristía ayude a nuestra conversión para escuchar y
seguir más de verdad a Jesús. Roguemos al Señor.
Escucha, Padre, las oraciones de tus hijos, que buscan tu
rostro y esperan gozar de tu misericordia en el país de la
vida. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
CUARESMA
3er Domingo
de Cuaresma C
28 de febrero de 2016
Dios nos llama una y otra vez,
con paciencia y misericordia
Moniciones a las lecturas
Primera lectura.
Éxodo 3, 1-8a.13-15
La tercera etapa de la historia de la salvación está vinculada a la historia de Moisés y al éxodo de Israel hacia la
tierra prometida. El Dios de los patriarcas revela su nombre, toma la iniciativa de liberar a su pueblo y llama a
Moisés como instrumento de esta hazaña.
Segunda lectura.
1 Coríntios 10, 1-6.10-12
La reflexión de Apóstol sirve de unión entre las otras lecturas. Esta exhortación subraya la seriedad con que debe
escucharse la Palabra de Dios, que sigue resonando en
la Iglesia y en el mundo, sacando de ella consecuencias
para la vida.
Evangelio de Lucas 13, 1-9
Jesús nos enseña que los acontecimientos más trágicos
de la vida deben ser interpretados como una llamada de
Dios a la conversión. En el origen de nuestra penitencia
está la paciencia de Dios y la función intercesora de Cristo en favor nuestro.
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
Ideas para la homilía
El domingo de Moisés
El tríptico penitencial
Llegamos este domingo a la tercera etapa de la historia
de la salvación (Moisés-Éxodo), con la importantísima
lectura del Éxodo 3, 1-8a. 13-15, que tiene como centro la
revelación del nombre del Dios libertador de la esclavitud de Egipto. Dios revela su nombre a Moisés y le envía
a anunciar la liberación a su pueblo. Dios no es sólo una
idea lejana, es una presencia que acontece y que se impone. A lo largo de toda la historia de la salvación, “Él ha
sido”, Él ha aparecido actuando en medio de su pueblo, y
lo sigue haciendo por medio de Jesucristo.
Comienza hoy la segunda parte de la Cuaresma, con los
tres domingos que forman lo que podríamos llamar el
“tríptico penitencial”, con los temas de la llamada a la
conversión y la paciencia de Dios, la vuelta del hijo pródigo y el perdón de la mujer adúltera. Todos tenemos asumido que la Cuaresma es un tiempo penitencial, para pedir el perdón de los pecados, pero ¿qué es la penitencia?
¿Cómo la expone el Evangelio? Tenemos tres domingos
para comprenderlo un poco mejor y prepararnos así para
la Pascua.
La llamada a la conversión
La lectura de san Pablo nos ayuda a la personalización
de los acontecimientos del Éxodo, pues “Todo esto les
sucedía como un ejemplo” (1 Cor 10, 11). Ahora, en esta
“edad” o etapa cuaresmal, el creyente-catecúmeno reconoce a Aquél en quien ha confiado y que le ha acompañado en su historia de caídas y liberaciones del pecado.
Ahora, en esta etapa final de la humanidad, la llamada a
la conversión que hace Jesús no puede caer en saco roto.
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Hemos de aprovechar que estos pasajes evangélicos se
proclamen en el “Año de la misericordia”, pues, como
escribió el papa Francisco: “En las parábolas dedicadas a la misericordia, Jesús revela la naturaleza de Dios
como la de un Padre que jamás se da por vencido hasta
tanto no haya disuelto el pecado y superado el rechazo con la compasión y la misericordia. Conocemos estas
parábolas; tres en particular: la de la oveja perdida y
de la moneda extraviada, y la del padre y los dos hijos
(cfr Lc 15,1-32). En estas parábolas, Dios es presentado
siempre lleno de alegría, sobre todo cuando perdona. En
ellas encontramos el núcleo del Evangelio y de nuestra
fe, porque la misericordia se muestra como la fuerza que
todo vence, que llena de amor el corazón y que consuela
con el perdón” (Misericordiae vultus 9).
CUARESMA
La penitencia puede concebirse como “conversión”, es decir: como un cambio radical de dirección en la vida, volviéndonos hacia Dios y la salvación; también se describe
como “cambio de mentalidad” o de modo de ver y juzgar
las cosas, pasando del egoísmo al amor, y de lo mundano a lo sobrenatural. Por ello, el primer paso a dar es
el “examen de conciencia”, para discernir cuál es nuestra
situación y aquello más importante en lo que debemos
cambiar.
La ofrenda de nuestra pobreza
Vamos al encuentro de Dios con un poco de pan, de vino
y de agua, nada más… y es don suyo que le devolvemos,
porque en nosotros no hay más que dureza y sequedad.
El Señor nos hará revivir y dar fruto si nos ponemos en
sus manos confiando plenamente en au misericordia.
Pero esta conversión sólo es posible porque Dios tiene
mucha paciencia. Este es el sentido de la parábola del viñador que forma la segunda parte del evangelio de este
domingo: El amo de la viña llevaba tres años esperando
en vano el fruto de una higuera; tres es el número de la
desesperanza, es inútil esperar más, y la higuera representaba al pueblo de Israel. Pero entra en escena el viñador que pide al amo una nueva oportunidad; éste es
Jesús, nuestro abogado ante el Padre. Nuestro Salvador
se interpone entre Dios y los hombres, como lo hicieron
antes Abrahán y Moisés, para que tengamos un espacio
tiempo favorable, de oportunidad para cambiar. El labró
la dureza de nuestros corazones con el madero de la cruz
y regó nuestra tierra con su sangre. Pero el hecho de que
Dios no castigue las faltas inmediatamente no significa
que les podamos quitar importancia.
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
Oración de los fieles
La plegaria eucarística
Con humildad y gratitud, acerquémonos a Dios, que es
compasivo y misericordioso, y supliquémosle que escuche los gemidos de su pueblo y manifieste su salvación.
Se sugiere para este domingo la Plegaria Eucarística de
la reconciliación II, que tiene como tema “La reconciliación con Dios, fundamento de la concordia humana”.
-Por la Iglesia, Pueblo de Dios, que peregrina en la Cuaresma hacia la Pascua: que sepa responder a la llamada de Dios en todo lo que sucede. Roguemos al Señor.
-Por el Papa, los Obispos, ministros y fieles todos: que
cimentados en Jesucristo aprendamos a ofrecernos
enteramente a Dios viviendo conforme a nuestra vocación. Roguemos al Señor.
-Por todos los que sufren hambre, guerra o marginación;
que se les manifieste la compasión y la misericordia de
Dios, a través de los gestos solidarios de sus hermanos
que gozan de bienestar y de paz. Roguemos al Señor.
-Por los difuntos: que gocen de la Pascua eterna que
Cristo nos mereció. Roguemos al Señor.
-Por nosotros, a quienes ha tocado vivir la última de
las edades: para que no nos creamos seguros, sepamos comprender los signos de Dios y no se endurezca
nuestro corazón. Roguemos al Señor.
Padre misericordioso, tú que ves las necesidades de tu
pueblo y conoces su deseo de salvación, escucha nuestras oraciones y manifiesta tu poder en cuanto con fe te
hemos pedido. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
CUARESMA
4º Domingo
de Cuaresma “Laetare” C
6 de marzo de 2016
Confiamos en un Padre que nos
aguarda, reconciliados al volver a casa Moniciones a las lecturas
Primera lectura.
Josué 5, 9a.10-12
La cuarta etapa de la historia de la salvación se inicia con
la entrada del pueblo de Dios en la tierra prometida. Allí
vuelven a celebrar la Pascua, como memorial perpetuo
de la salvación.
Segunda lectura.
2 Coríntios 5, 17-21
Uno de los objetivos de la Cuaresma es la reconciliación
con Dios. El Apóstol nos dice que este beneficio arranca
de Dios, que nos ha reconciliado consigo en Cristo.
Evangelio de Lucas 15, 1-3.11-32
La parte central del “Tríptico penitencial” de esta Cuaresma es la parábola del hijo pródigo. Dios nos aguarda,
pero nosotros hemos de responderle abandonando la situación de pecado.
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
Ideas para la homilía
El domingo de la tierra prometida
La alegría de la salvación
El cuarto domingo de Cuaresma nos hace llegar a una
nueva etapa de la historia de la salvación, aquella que
se desarrolla en la tierra prometida (Josué 5, 9a. 10-12).
En este momento, los cristianos reconocemos que estamos ya en la tierra prometida que es la Iglesia, pero nos
falta acabar la liberación de nuestra vida del poder del
pecado, hasta entrar en la Pascua eterna. Disfrutamos
de la alegría de quien está, como se dice, “en el ya, pero
todavía no”. Celebramos la victoria de Cristo, pero todavía falta que este triunfo se consume en nuestra propias
vidas.
La alegría de la salvación que se desprende este año de
la primera lectura, entona perfectamente con el canto
procesional con el que la Iglesia de Roma se dirige hoy
a celebrar la “estación” en la basílica de la Santa Cruz
de Jerusalén: “Alégrate, Jerusalén (Laetare, Ierusalem),
gozad con ella todos los que la amáis, alegráos de su
alegría, los que por ella llevasteis luto; mamaréis de sus
pechos y os saciaréis de sus consuelos” (Isaías 66,10-11),
con el salmo 121: “Qué alegría cuando me dijeron: “Vamos a la casa del Señor, ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén”.
Ya está cerca la fiesta de Pascua, las primeras flores de
la primavera adornan el altar, los ornamentos morados
son sustituidos por los rosados y, excepcionalmente en
este tiempo, suena brillantemente el órgano ¿Ha terminado ya la Cuaresma? No, porque estamos en su mitad.
Pero esta fiesta anticipada de la Cruz, y el presentimiento
de Jerusalén son como una transfiguración cuando falta
todavía llegar al Calvario.
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
CUARESMA
El amor del Padre: La vuelta a casa
En este ambiente prepascual, la lectura apostólica y el
Evangelio nos anuncian la segunda fase del “Tríptico penitencial”, el arrepentimiento del pecador y su reconciliación con el Padre y con la Iglesia. Como dice san Pablo
en la segunda lectura “Todo esto viene de Dios, que por
medio de Cristo nos reconcilió consigo y nos encargo el
servicio de reconciliar” (2 Cor 5,18).
Para obtener el perdón de los pecados, no basta con la fe
en la paciencia de Dios y en la mediación de Jesucristo
(domingo pasado), es menester experimentar la lejanía
del Padre y reconocerse en la mísera condición del hijo
pródigo, en tierra extraña, despojado de toda dignidad.
Entonces hay que colaborar con la misericordia y la gracia de Dios, mediante un movimiento humano que implica el dejar la esclavitud del mal y estar dispuesto a
cambiar, tal como lo expresa magníficamente el Evangelio: “Me levantaré, me pondré en camino adonde está mi
padre, y le diré: ‘Padre, he pecado contra el cielo y contra
ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo’” (Lucas 15, 18-19).
de su familia que es la Iglesia. Al término del proceso penitencial está la vuelta a la primitiva dignidad de hijo de
Dios, porque el sacramento de la penitencia es también
una donación de gracia, y el banquete eucarístico de los
comensales reconciliados con el Padre.
Debemos personalizar esta parábola, hacerla nuestra;
“parábola del Padre misericordioso” y “parábola del hijo
pródigo”, y en ella todos nos hemos de reconocer en el
hijo reconciliado antes que en el hermano celoso y resentido. En el banquete eucarístico, don gratuito del Padre,
nos hemos de encontrar todos los reconciliados, con la
misma gratitud y unidos en la misma caridad. Lo que hemos de procurar es que ningún hijo se quede fuera, que
no escuche la invitación, o que le llegue mal expresada, o
que piense que es un caso perdido. Eso también depende
en parte de todos nosotros.
Por todo ello, si el domingo pasado destacábamos la importancia del examen de conciencia, en éste comprenderemos el sentido del dolor de los pecados (la contrición),
del propósito de la enmienda de vida y de la confesión de
los pecados al sacerdote como representante de Dios y
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
Oración de los fieles
Dispuestos a volver, como el Hijo pródigo, a la casa del
Padre, presentémosle nuestra oración. Él escucha al afligido que lo invoca, y lo salva de sus angustias.
-Por la Iglesia, que ha recibido de Cristo la misión de
reconciliar, para que, en medio de las tensiones y las
actitudes agresivas, sea fermento de unidad y de paz.
Roguemos al Señor.
-Por nuestro mundo, dividido por el odio, la guerra, la
segregación; en ricos y pobres, dominadores y dominados, vencedores y vencidos: par que sea posible la
paz, fruto de la justicia y del amor fraterno. Roguemos
al Señor.
-Por los que se indignan, como el hijo mayor de la parábola, contar los que perdonan y son perdonados:
para que depongan su actitud intransigente e imiten
la misericordia del Padre. Roguemos al Señor.
-Por nosotros, que debemos hacer nuestra la actitud
de conversión del hijo menor de la parábola y acogernos a la misericordia y el perdón de Dios: para que nos
decidamos a volver a él, por el sacramento de la reconciliación, y nos preparemos para celebrar nuestra
reconciliación en Cristo. Roguemos al Señor.
-Para que los padres que lloran el pecado de sus hijos,
puedan un día celebrar con ellos el retorno a una vida
nueva. Roguemos al Señor.
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Dios de las misericordias y Padre de bondad, mira las
oraciones con confianza te hemos presentado, vuelve
nuestros pasos hacia ti, y haznos testigos de tu amor incondicional. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
La Plegaria Eucarística
Se pude utilizar este domingo la Plegaria Eucarística sobre la reconciliación II, que tiene como tema “La reconciliación como retorno al Padre”.
CUARESMA
5º Domingo
de Cuaresma C
13 de marzo de 2016
Un Padre que, cuando caemos
en el camino, nos perdona por
Jesucristo y nos salva de la muerte
Moniciones a las lecturas
Primera lectura.
Isaías 43,16-2
Llegando a la quinta etapa de la historia de la salvación,
el profeta Isaías nos anuncia la liberación del exilio de
Babilonia y el retorno a Israel, como un nuevo Éxodo
hacia la tierra prometida. Está ocurriendo algo nuevo:
el agua que brota en el desierto para apagar la sed de
los caminantes es promesa de la realidad de los sacramentos de iniciación que celebraremos y reviviremos en
la Pascua.
Segunda lectura.
Filipenses 3,8-14
El Apóstol hace una síntesis del misterio pascual de Jesucristo en cuanto que es vivido personalmente por cada
cristiano, muriendo su misma muerte, para llegar un día
a la resurrección de entre los muertos.
Evangelio de Juan 8,1-11
El tríptico penitencial se cierra con la absolución de Cristo
a la mujer adúltera. Así perdona Dios nuestros pecados
en el sacramento de la reconciliación, con un don generoso de su gracia, y nos anima a no volver a pecar.
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
Ideas para la homilía
La historia de la salvación: Los profetas
El tríptico penitencial: El perdón de la mujer adúltera
El quinto domingo de Cuaresma, el de los profetas, nos
lleva hasta la etapa de aquellos hombres inspirados por
el Espíritu que prepararon la venida del Redentor. El profeta Isaías anunció la liberación del exilio de Babilonia y
el retorno a Israel, como un nuevo Éxodo hacia la tierra
prometida. El Señor actuó a favor de su pueblo mediante
el signo del agua, como lo hace ahora en el Bautismo.
Nos queda una etapa, la última oportunidad para purificamos con la penitencia y beber el agua que representa
al Espíritu Santo.
Volviendo ahora al tema específico de esta Cuaresma C,
habremos ido tomando conciencia de lo que es hacer penitencia, así nos lo ha ido anunciando el “Tríptico penitencial”: Si no hacéis penitencia, todos pereceréis (Lucas
13,5, 3er Domingo), Este hermano tuyo estaba muerto y
ha revivido (Lucas 15,32, 4°Domingo). y hoy, en la tercera escena de este tríptico, Jesús encuentra a la mujer
adúltera, muerta ya jurídicamente, a la que reintegra a
la vida absolviéndola de la culpa. Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más (Juan 8,11, 5°
Domingo). Perdón transformante, gratuito e inmerecido,
misterio de gracia.
La segunda lectura proclama magníficamente la finalidad de este camino de fe: Para conocerlo a Él, y la fuerza
de su resurrección, y la comunión con sus padecimientos,
muriendo su misma muerte, para llegar un día a la resurrección de entre los muertos (Filipenses 3,10). Un día
comenzamos este camino con la regeneración bautismal,
cuando nos incorporaron a Cristo, pero nuestra historia
de pecado hace necesario que renovemos aquella primera gracia con el sacramento de la Penitencia.
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Este proceso no se puede confundir con el arrepentimiento humano que depende sólo de la persona que, en el
mejor de los casos, se da cuenta de las malas consecuencias de sus pecados; Todo esto viene de Dios (2 Cor 5, 18),
escuchábamos el pasado domingo. Por ello se precisa
aquella cuádruple reconciliación que repara las cuatro
fracturas fundamentales: reconciliación del hombre con
Dios, consigo mismo, con los hermanos, con todo lo creado.
CUARESMA
Oración de los fieles
El “misterio” transformante
de la absolución. Misterio de amor
Pero ¿quién puede perdonar los pecados sino Dios? Mucho
menos podemos los hombres juzgar o condenar —”El que
esté sin pecado, que le tire la primera piedra”— ¿Porqué
hemos de confesamos con el sacerdote? y ¿qué añade su
absolución a nuestro arrepentimiento? Como en el altar
donde celebra la Eucaristía y como en cada uno de los sacramentos, el sacerdote, ministro de la Penitencia, actúa “en
la persona de Cristo”. Cristo, a quien él hace presente, y por
su medio realiza el misterio de la remisión de los pecados,
es el que aparece como hermano del hombre (Rom 8,29),
pontífice misericordioso, fiel y compasivo (Heb 2,17,.4,15).
La aplicación de la misericordia
El sacramento de la penitencia no puede alinearse junto con
las muchas formas de ayuda psicológica. Es preciso que descubramos la Penitencia como misterio de salvación, es decir,
como acción de Cristo que nos transforma, regenerándonos
para presenta al padre como una criatura nueva, regenerada por la fuerza del Espíritu. La palabra de los profetas, la
Buena Noticia de Cristo anunciada ahora por la Iglesia que
repite las palabras del Apóstol: Dejáos reconciliar con Dios
(2 Cor 5, 20), se hacen realidad cuando el más humilde sacerdote asume el “YO” soberano y redentor de Jesús, porque se
le ha concedido el ministerio de la reconciliación.
Oremos al Señor nuestro Dios, que no quiere la muerte
del pecador, sino que se convierta y viva.
-Para que la Iglesia, bajo la guía del Papa y de los Obispos, dispense con generosidad el perdón que viene de
Dios y trasmita esperanza a todos. Roguemos al Señor.
-Para que nuestra sociedad, injusta e hipócrita, que
busca lo que la escandaliza y fomenta lo que luego
condena, sea capaz de reconocer a Jesucristo, para
ver y compartir las angustias y esperanzas de todo
hombre. Roguemos al Señor.
-Para que los delincuentes y marginados encuentren
en todos la ayuda fraterna para salir de su postración.
Roguemos al Señor.
-Por las mujeres que son explotadas y por aquellos que
las juzgan y condenan sin misericordia: para que Jesús se
les manifieste y les dé su salvación. Roguemos al Señor.
-Para que no nos creamos sin pecado ni nos erijamos
en jueces de los demás, como los acusadores de la
mujer adúltera, y aprendamos de Cristo a ser comprensivos. Roguemos al Señor.
Perdona, Padre, los pecados de tu pueblo, danos tu misericordia, y haz que unidos a tu Hijo, que dio su vida por nuestra salvación, nos dejemos trasformar para vivir como testigos de su luz. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
SEMANA SANTA
Domingo de Ramos
en la Pasión del Señor C
20 de marzo de 2016
La Plegaria Eucarística
Hoy sería conveniente recitar el prefacio de la Penitencia
“El sacramento de la reconciliación en el Espíritu” (que se
puede decir en tiempo de Cuaresma) unido a la plegaria
eucarística I, II o III, que se relacionaría con la absolución
de Jesús a la mujer adúltera y culminaría perfectamente
el “Tríptico penitencial”.
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
En Jerusalén:
“Este es el día del Señor,
este es el tiempo de la misericordia”
CUARESMA
Moniciones a las lecturas
En la bendición de las palmas.
Evangelio de Lucas 19, 28-40
Pasión de nuestro Señor Jesucristo
según san Lucas 22,14-23,56
Corresponde este año leer el relato de san Lucas correspondiente a la entrada de Jesús en Jerusalén. Como hicieron entonces los discípulos, aclamaremos al Señor
diciendo “Paz en el cielo y gloria en lo alto”.
Según la intención propia de este evangelista, todo el relato de la pasión según san Marcos se desarrolla a la luz
de las dos grandes líneas directoras de este Evangelio,
que son la proclamación de la misericordia de Dios y la
acción del Espíritu, que Jesús devuelve al Padre al morir
en la cruz.
MISA DE PASIÓN
Primera lectura.
Isaías 50, 4-7
El tercer cántico del Siervo del Señor anuncia la pasión
del Mesías, presentándola como una muestra suprema
de obediencia a la palabra y la voluntad de Dios, al someterse al poder del pecado del mundo y padecer por
ello mansamente. Gran importancia tiene la recitación
del Salmo responsorial 21, mencionado por Cristo en la
cruz: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
Segunda lectura.
Filipenses 2, 6-11
San Pablo proclama la unidad del misterio pascual de
Jesucristo, humillado hasta la muerte de cruz como el
Siervo de Yawéh y glorificado como Hijo de Dios en la
resurrección.
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
Ideas para la homilía
El pórtico de la Pascua de Jesús
El sacrificio del Siervo de Dios
Para los que no asisten a la liturgia del Viernes Santo,
hoy es el encuentro con Cristo paciente, en contraste con
su manifestación gloriosa en el próximo domingo, día de
Pascua. La procesión inicial imita la que se hacía en Jerusalén desde el siglo V. En todas las misas se debe resaltar
hoy el rito de entrada, al menos con una monición y un
canto apropiado, pero cuando se hace con los ramos y
palmas se proclama el relato de la entrada triunfal de
Jesús, este año —C— según san Lucas.
Las dos primeras lecturas constituyen el marco de la Pasión del Señor: Jesús no retrocede, se somete a todos los
ultrajes de los hombres. Es precisamente esto, su entrega
y abnegación hasta la muerte en cruz en medio de la historia, lo que hace de él el Señor de la historia —porque la
pasión no es un “mito” intemporal, sino que ocurrió realmente “bajo el poder de Poncio Pilato”—, es la muestra
de lo que ocurre desde principio a fin de la tragedia de la
humanidad: En Jesús, Dios es golpeado, cubierto de insultos y salivazos, mientras él, por nosotros y para tomar
sobre sí nuestros pecados, se rebaja hasta el extremo,
hasta someterse incluso a la muerte.
En la Misa las primeras lecturas se leen todos los años.
El tercer cántico del Siervo de Yahwéh, el salmo 21 que,
leído en su integridad, no es un grito desesperado sino
una súplica llena de esperanza, y el gran himno de Filipenses en el que se ensalza la humildad de Cristo y la
autenticidad de su encarnación cuando se rebajó hasta
la muerte; también se proclama su exaltación a la gloria
como respuesta del Padre a su obediencia.
Toca así mismo leer este año la Pasión según san Lucas,
en la que se proclama de modo preferente la dignidad de
Jesucristo, Hijo de Dios y Salvador de la humanidad y su
misericordia, que alcanza a un crucificado junto a él. La
celebración del sacrificio eucarístico manifiesta la unidad
del Misterio Pascual de Jesucristo, muerto por nuestros
pecados y resucitado para nuestra justificación.
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
En el Jubileo del Santo Cáliz de la misericordia
En la muerte de Cristo se cumple con toda su real crudeza
lo anunciado sacramentalmente en la última cena: “Esta
copa es la Nueva Alianza sellada con mi sangre, que se
derrama por vosotros (Lc 22, 20). El misterio pascual, renovado perennemente en la Eucaristía y celebrado de modo
especial en la Semana Santa, abre el camino de la salvación tanto a los descendientes carnales de Abrahán como
a los pueblos que son hijos de Dios por la fe. Celebramos
este domingo con el deseo de celebrar plenamente la Pascua con Jesús, en su muerte y gloriosa resurrección.
CUARESMA
Oración de los fieles
Siguiendo a Jesucristo, que viene a nosotros humilde y
pacificador, para dar su vida por la nuestra, pidamos a
Dios misericordioso por la salvación de todos los hombres.
Padre, escucha nuestras oraciones y haz que nunca nos
apartemos del camino que nos lleva a la Jerusalén celestial donde tu Hijo nos precede. Que vive y reina por los
siglos de los siglos. Amén.
-Para que la Iglesia, esposa de Cristo, se purifique más
plenamente, por la sangre de Cristo, y vaya a su encuentro en este tiempo santo de Pasión. Roguemos al
Señor.
-Para que imitando al Buen Ladrón, veamos en la
muerte redentora de Cristo el signo de la gloria y la
misericordia divinas. Roguemos al Señor.
-Para que los enfermos, los que sufren hambre, injusticia o discriminación, experimenten junto a ellos la
presencia del siervo obediente que, muriendo en la
Cruz, trajo la paz al mundo. Roguemos al Señor.
-Para que reine la paz en nuestro mundo, cesen los
odios y violencias, y todos los hombres nos comprometamos a construir una ciudad justa, fraterna y solidaria en la que la victoria de Cristo se manifieste con
todo su esplendor. Roguemos al Señor.
-Para que todos nosotros, por la pasión y muerte de
Cristo, lleguemos a la gloria de su resurrección. Roguemos al Señor.
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
Lunes y Martes Santos
21 y 22 de marzo de 2016
Como ocurría en Jerusalén, en estos días previos a la
Pascua se siguen dos caminos paralelos; por una parte
está el itinerario de los candidatos al Bautismo, a los que
se presta una atención especial, y por otra, los cristianos veteranos, que siguen la historia de Jesús en aquellos últimos días leyendo en el Evangelio el conmovedor
episodio cargado de presagios de la unción de Jesús en
Betania (lunes) y la preparación de la Cena de Pascua
con la traición de Judas (martes y miércoles). Como primera lectura se va desgranando la majestuosa serie de
cánticos del Siervo de Yahwé en los que el segundo Isaías
anuncia el sufrimiento redentor del Salvador.
Son días de penitencia en los que todos debemos rehacer
el camino catecumenal, renunciando una vez más al pecado y a las situaciones que nos llevan a él:
Está claro en los Evangelios que la misión de Jesús consiste en inaugurar el Reino de Dios. “Vino Jesús a Galilea
proclamando el evangelio de Dios y diciendo: Se ha cumplido el tiempo y se ha acercado el Reino de Dios; arrepentíos y creed en el evangelio” (Mc 1,14-15). El objetivo
de Jesús es reordenar el cosmos en torno a su centro vital,
que es Dios. Esto significa reconducir la humanidad, y por
ella a toda la creación, a la reconciliación. A la paz. Porque la creación es el marco donde se manifiesta la gloria
de Dios, de la que es partícipe el hombre.
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Si el hombre se aleja de Dios, la creación entera queda
oscurecida. El rescate de cada hombre y mujer significa
la renovación de todo lo creado. Así se comprende que
Jesús, el nuevo Adán, asocia a su persona y a su misión,
discípulos que llegarán a ser “pescadores” de hombres
(cf. Mc 1,17). En la medida en que los hombres son rescatados, el cosmos entero es redimido, salvado.
CUARESMA
Miércoles Santo
23 de marzo de 2016
En la S.I. Catedral Metropolitana, a las 11 h.: MISA CRISMAL, con la renovación de las promesas sacerdotales,
presidida por el señor Arzobispo.
Se bendicen los santos óleos de los enfermos y de los
catecúmenos y el santo crisma que se utilizan en la
celebración de los sacramentos de la unción de enfermos, bautismo, confirmación, ordenación presbiteral
y episcopal y en la dedicación de iglesias y altares.
Hasta la reciente reforma litúrgica, la Misa Crismal se celebraba en la mañana del Jueves Santo, con una reducida asamblea en la que rodeaban al Obispo siete presbíteros, siete diáconos y siete subdiáconos. Algo de este ritual
ha pasado a la forma actual de la concelebración. Pero
ahora esta celebración ha ganado en esplendor y concurrencia, porque se puede trasladar a uno de los días anteriores, habiéndose incorporado además —por voluntad
expresa de Pablo VI— la renovación de las promesas que
se hacen en la ordenación sacerdotal.
La Misa Crismal es una magnífica imagen del misterio de
la Iglesia, en la que se expresa el fluir de la gracia de los
sacramentos desde el sacerdocio de Cristo y por medio
de sus ministros que la hacen presente en todas las comunidades.
Jueves Santo
en el Año del Cáliz de la Misericordia
24 de marzo de 2016
Triduo Pascual
El Santo Triduo Pascual de Jesucristo, muerto, sepultado
y resucitado abarca desde la Misa en la Cena del Señor
hasta las segundas Vísperas del día de Pascua. Durante
los primeros siglos, todos estos momentos del Misterio
Pascual se celebraban un una sola acción sagrada que
era la Vigilia Pascual, en la noche del sábado al domingo. Los dos días anteriores estaban consagrados al ayuno general prepascual y a la preparación inmediata de
los catecúmenos que concluían en la “redditio symboli”.
Sin embargo, el ejemplo de Jerusalén fue imitado en las
demás Iglesias, dando un significado histórico a estos
días y siguiendo los pasos del Señor. De todos modos, la
unidad del Misterio Pascual no se puede romper y se hace
presente en cada una de estas celebraciones. En estos
días podemos recibir en varias ocasiones la indulgencia
plenaria: velando ante el sagrario durante media hora,
en el Via Crucis, en la adoración de la cruz y en la Vigilia
Pascual; es una forma de renovar la pureza bautismal
cuando hacemos memoria de nuestra propia muerte al
pecado y resurrección a la vida eterna que se nos concedió en la iniciación cristiana.
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
Misa “En la Cena Del Señor”
Se conmemora la institución de la eucaristía y del sacerdocio, y se recuerda el supremo mandamiento del amor.
Es el “Día del amor fraterno”.
Todas las iglesias son este día un gran cenáculo. El rito
del lavatorio de los pies, que antes se hacía aparte, en
la sala capitular de las catedrales y monasterios, se ha
situado ahora después del Evangelio, como una dramatización de la lectura y se hace en todas las iglesias. Es
un día en que se siente de modo especial la presencia del
Señor: Jesús se muestra a sí mismo diciendo: Yo soy el
Camino, y la Verdad y la Vida (Jn 14, 6). El contexto en el
que Jesús pronuncia estas palabras no es otro que la noche del Jueves Santo, después de la Cena, antes de morir
en la cruz. En esa impresionante ocasión, Jesús revela a
sus discípulos que va hacia el Padre. Este ir al Padre constituye el culmen de la salvación. Todo el que siga a Jesús
irá a donde Él va.
Antes de la Pasión Jesús oró con este Salmo de la misericòrdia: (“Dad gracias al Señor porque es Bueno”). Lo atestigua el evangelista Mateo cuando dice que “después de
haber cantado el himno” (26,30), Jesús con sus discípulos
salieron hacia el Monte de los Olivos. Mientras instituía la
Eucaristía, como memorial perenne de Él y de su Pascua,
puso simbólicamente este acto supremo de la Revelación
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
a la luz de la misericordia. En este mismo horizonte de la
misericordia, Jesús vivió su pasión y muerte, consciente
del gran misterio del amor de Dios que se habría de cumplir en la cruz. Saber que Jesús mismo hizo oración con
este Salmo, lo hace para nosotros los cristianos aún más
importante y nos compromete a incorporar este estribillo
en nuestra oración de alabanza cotidiana: “Eterna es su
misericordia” (Misericordiae vultus 7).
El día siguiente es “alitúrgico”, no se celebra la Eucaristía,
y se resalta con una procesión el traslado de las formas
consagradas hasta el sagrario. Se abre así un tiempo de
vigilia y oración ante el Santísimo en el que respondemos
a las palabras de Jesús en el monte de los Olivos: Velad y
orad para no caer en la tentación (Mt 26, 41).
CUARESMA
Viernes Santo
y la mayor expresión de la Misericordia
25 de marzo de 2016
Turnos de oración ante el sagrario
hasta la celebración vespertina de la Pasión
En la oración ante el santísimo sacramento, conservado en el “Monumento”, acompañamos al Señor en
la soledad de su Pasión y le damos gracias porque ha
querido permanecer sacramentalmente en medio de
nosotros.
En la Edad Media se comenzó a llamar “monumentum”,
palabra latina que significa “sepulcro” al lugar donde se
conservaba una sola forma consagrada para la comunión del sacerdote en la celebración del Viernes Santo;
por ello se hacían ritos como sellar la puerta del sagrario.
Ahora deberíamos ir olvidando este sentido fúnebre para
valorar la inmensa gracia de la presencia eucarística,
memorial permanente de la entrega sacrificial de Cristo,
e iniciando también a los niños y jóvenes en esta práctica
piadosa. Adoramos al Señor en el sagrario de todos los
días, especialmente si se halla en una capilla especial,
adornado con grato fervor y buen gusto. Adorando el
Santísimo al menos durante media hora se puede obtener la indulgencia plenaria.
Oficio de lecturas y Laudes
En la noche del jueves y en la mañana del viernes, nada
mejor podemos hacer ante el sagrario que celebrar la Liturgia de las Horas. De este modo nos unimos a la oración
de toda la Iglesia, esposa y cuerpo de Cristo que eleva sus
preces y alabanzas al Padre, haciendo suyo todo el sufrimiento de la humanidad para convertirlo en sacrificio
redentor.
Via Crucis
De nuevo parece que nos traslademos a la ciudad santa
de Jerusalén, recorriendo con Jesús la vía dolorosa. En
este ejercicio puede obtenerse la indulgencia plenaria.
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
Celebración de la Pasión del Señor
Este acto vespertino comienza con la liturgia de la palabra en la que se leen dos lecturas y la Pasión según san
Juan, a la que sigue la homilía y la oración universal;
concluye esta liturgia con la adoración de la Cruz y la
comunión con la Eucaristía consagrada en la Misa de la
Cena del Señor. Quienes participan en la adoración de la
Cruz pueden ganar la indulgencia plenaria.
En esta tarde, la desnudez del altar y la austeridad de la ceremonia nos traslada al patio del Gólgota, en el magnífico
conjunto de monumentos que contemplaban los peregrinos
de los siglos IV, V y VI, antes de la invasión islámica. Allí,
al aire libre, delante de la colina del calvario, revestida de
mármoles preciosos y sobre la que se alzaba una gran cruz
de madera, se leía la pasión y se pasaba a besar la reliquia
de la cruz, la Vera Crux que encontró santa Elena.
Es un acto de profunda seriedad, pero alumbrado por la
gloria del madero en el que estuvo clavada la salvación
del mundo. La sencilla cruz de madera, sin la imagen del
crucificado, que cruza la iglesia hasta el altar para allí
ser adorada: el trofeo de la Pasión ante el que deberemos
hacer genuflexión siempre que pasemos ante él, hasta
que comience la Vigilia Pascual.
Tarde de misterio en que tocamos lo más profundo del
acto redentor:
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Jesucristo es el paradigma, el relato de la historia de
Dios-con-nosotros y de nosotros-con-Dios. El Hijo de Dios
no ha venido para quitar el sufrimiento, sino más bien
para sufrir con nosotros. No ha venido para suprimir la
cruz, sino para extender sus brazos en ella. El Hijo está en
medio de nuestro pecado. El Padre se compadece del Hijo
y lo resucita. En la resurrección del Hijo, el Padre recobra
al Verbo y todo lo que el Verbo abraza y significa. El Padre
reconoce a su Hijo entre nosotros y en nosotros. Este es,
desde luego, un gran misterio que nos hace estremecer.
CUARESMA
Sábado Santo
en el silencio de Dios
26 de marzo de 2016
Oficio de lecturas y Laudes
Durante este día la Iglesia permanece junto al sepulcro del Señor meditando su pasión y muerte y aquel
descenso al lugar de los muertos en la que su alma se
unió a restantes almas de los justos del Antiguo Testamento y los redimió de su cautiverio. Con este abajamiento a lo más profundo de la muerte, el Señor inicia
su victoria sobre la misma.
La mañana de este Sábado Santo debería ocuparse en la
oración y en la preparación de la gran Vigilia, al menos
por el grupo más responsable de la comunidad. El Oficio de Lecturas contiene una de las lecturas más impresionantes de esta semana: el diálogo de Jesús con Adán
en el reino de la muerte que el Señor va a descerrajar y
anular para siempre. Es un día en que se nos invita a continuar el ayuno del Viernes Santo, siguiendo la primitiva
tradición del ayuno prepascual que se rompe en la comunión de la Vigilia.
por la muerte. Convertirse quiere decir dirigir nuestros pasos hacia Dios por el camino de Jesucristo: la humanidad
doliente que ha de ser reconciliada. Cada hombre y mujer
es el camino que Jesús emprende y, necesariamente, es
la ruta que el seguimiento de Jesús ha de tomar para ir
a donde Cristo va. Como creyentes, hemos de abrirnos a
una existencia que se distinga por la “gratuidad”, entregándonos a nosotros mismos, sin reservas, a Dios y al
próximo.
El Señor Jesús vivió la experiencia de la muerte en toda
su realidad. San Agustín escribió: “Si el Verbo no se hubiese hecho carne y hubiese habitado entre nosotros, habríamos podido creer que estabas lejos del contacto con
el hombre y nos habríamos desesperado”.
El camino que Jesús recorre para volver al Padre no es
otro que la humanidad pecadora, doliente y amenazada
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
En la Noche Santa, solemne Vigilia Pascual
El Misterio Pascual de Cristo, crucificado, sepultado
y resucitado, tiene en esta liturgia nocturna “Madre
de todas las demás vigilias”, su celebración culminante. Esta es una noche de vela en honor del Señor,
como lo hizo el pueblo elegido desde el comienzo del
Éxodo en Egipto. La vigilia comienza en el exterior del
templo con la liturgia de la luz y se ilumina la iglesia
como signo de la resurrección del Señor. La liturgia
de la palabra proclama las maravillas de Dios en la
historia de la salvación, desde la creación del mundo al Misterio Pascual de Jesucristo; luego viene la
liturgia bautismal, con la renovación de las promesas
que se hicieron en la iniciación cristiana, y luego la
asamblea es invitada a la mesa que el Señor, por medio de su muerte y resurrección, ha preparado para su
pueblo (cuarta parte de la vigilia, liturgia eucarística).
Quienes participan en la Vigilia Pascual pueden ganar
la indulgencia plenaria y también comulgar de nuevo
en otra Misa del día de Pascua.
No se trata de una memoria histórica, Jesús asocia a los
nuevos cristianos en su muerte y resurrección por medio
del Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía. Es la noche
de la maternidad de la Iglesia. También en los cristianos
veteranos revive la gracia de la Iniciación Cristiana cuando renovamos las promesas bautismales y nos llenamos
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
del Espíritu al ser consagrados con el pan y el vino en la
Eucaristía; iniciación que vuelve a culminar en la comunión en Cristo, compartiendo sus padecimientos, muriendo su misma muerte, para llegar a resucitar con Él.
El cristiano no cree en una trascendencia anónima, sino
en un Dios que es Padre, Abba. Como dice el Santo Padre,
Jesucristo por medio del Espíritu Santo, Él renueva nuestra vida y nos hace partícipes de esa misma vida divina
que nos introduce en la intimidad de Dios y nos hace experimentar su amor por nosotros. Este trato de intimidad llega hasta el punto de hacerse vida de la vida del hombre.
En el día santo que comienza con esta vigilia y en toda la
cincuentena pascual se celebra el cumplimiento de las
profecías antiguas que hemos escuchado en los últimos
domingos de esta Cuaresma y se llega al punto de origen
del perdón de los pecados que ha sido proclamados en
los últimos evangelios de la Cuaresma C, porque ahora se sabe que la muerte de Cristo, con su perfecta obediencia, reparó nuestras culpas ante el Padre, y que su
resurrección fue la respuesta del Padre a nuestro crimen,
abriéndonos la puerta de la gracia de la justificación.
CUARESMA
Domingo de Pascua
de la Resurrección del Señor.
La respuesta misericordiosa del Padre
27 de marzo de 2016
Misa solemne
Los cincuenta días que van desde este domingo de
Resurrección hasta el de Pentecostés han de ser celebrados con alegría y exultación como si se tratase de
un solo y único día festivo, más aún, como un “gran
domingo”, tal como lo proclama el himno israelita
propio de estas fechas que los cristianos aplicamos al
Misterio Pascual: “Este es el día en que actuó el Señor;
sea nuestra alegría y nuestro gozo” (Salmo 117, 24).
“Eterna es su misericordia”: “Es el estribillo que acompaña cada verso del Salmo 136 mientras se narra la historia de la revelación de Dios. En razón de la misericordia, todas las vicisitudes del Antiguo Testamento están
cargadas de un profundo valor salvífico. La misericordia
hace de la historia de Dios con Israel una historia de salvación. Repetir continuamente ‘Eterna es su misericordia’,
como lo hace el Salmo, parece un intento por romper el
círculo del espacio y del tiempo para introducirlo todo en
el misterio eterno del amor. Es como si se quisiera decir
que no solo en la historia, sino por toda la eternidad el
hombre estará siempre bajo la mirada misericordiosa del
Padre. No es casual que el pueblo de Israel haya querido
integrar este Salmo, el grande Hallel como es conocido,
en las fiestas litúrgicas más importantes” (Misericordiae
vultus,7).
La Eucaristía en el día de Pascua
La lectura de san Pablo nos sitúa en el centro del Misterio Pascual y nos revela lo que significa este misterio
para cada uno de nosotros: Ya que habéis resucitado con
Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo… Porque habéis muerto y vuestra vida está con Cristo
escondida en Dios (Col 3, 1 y 4).
Así pues, en nuestra iniciación cristiana, cada cristiano
ha sido incorporado, injertado en Cristo, de modo que su
muerte y resurrección no son sólo un hecho del paso o
una obra maravillosa de Dios, sino también un misterio
de salvación que celebramos todos a partir del Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía, y que renovamos
constantemente, ya sea cuando lavamos nuestra conciencia en la Confesión como cuando participamos en la
Comunión. En todos estos momentos la efusión del Espíritu Santo nos aplica las gracias y la vivencia del Misterio
Pascual.
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
Todo ello tiene una consecuencia moral para nuestras vidas, insinuada en la lectura mencionada y más expresa
en la otra lectura opcional para este día: Ha sido inmolada nuestra víctima pascual: Cristo. Así, pues, celebremos la Pascua, no con levadura vieja (de corrupción y de
maldad), sino con los panes ácimos de la sinceridad y la
verdad (1 Cor 5, 7-8).
Buscar los bienes del cielo, purificar nuestra conducta,
es decir, organizar nuestra personalidad y nuestra vida
según el modelo de Jesucristo. Es lo que intentamos con
la penitencia cuaresmal y que ahora se nos ofrece como
una gracia de la Pascua del Señor si estamos preparados
para recibirla.
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Segundas Vísperas. Conclusión del Triduo Pascual
Es un acto que podríamos ir recuperando. Son la celebración del encuentro vespertino de Jesús con los caminantes de Emaús y con los discípulos en el cenáculo. Se abre
el tiempo de alegría de la Cincuentena, la semana de semanas que es el santo Pentecostés.
CUARESMA
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
Cuaresma 2016
Comisión
Diocesana de
Espiritualidad
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CUARESMA
Presentación
En este tiempo de Cuaresma-Pascua del “Año Eucarístico
del Santo Cáliz en el Jubileo Extraordinario de la Misericordia”, y haciéndonos eco del lema del segundo ciclo
del IDE “Convertíos y creed en el Evangelio”, os ofrecemos unos materiales de reflexión espiritual y de ayuda
para crear espacios de vivencia de misericordia y comunión en vuestras comunidades cristianas.
Los materiales son los siguientes:
A) Lectura espiritual para el tiempo de Cuaresma (p. 54)
B) Lectura espiritual para el tiempo de Pascua (p. 172)
C) Via Lucis, según san Lucas (p. 182)
A lo largo de las catorce estaciones seguiremos la historia de la misericordia de Dios, como nos la narra San Lucas —el evangelista del Ciclo C—, en su doble escrito: el
Evangelio y Hechos de los Apóstoles, dado que la salvación de Dios misericordioso, en la perspectiva lucana, no se
encuentra sólo en la muerte y resurrección de Cristo, sino
también en los acontecimientos posteriores: en la Ascensión de Cristo a los cielos y en la evangelización (cfr. Hch.
13, 47; 28, 28). En efecto, en Hch. se ve como la salvación
de “El Señor, Dios clemente y compasivo, lento a la ira, rico
en misericordia y en fidelidad” (Éxodo 34, 6).se completa
con la venida del Espíritu Santo, cuyo impulso hace que se
difunda el evangelio de la misericordia por el mundo.
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
Textos de los
Santos Padres
para reflexión
Miércoles de Ceniza
La caridad atrae la misericordia divina
“Tanto se complace Dios en nuestros actos de bondad
para con los demás, que ofrece su misericordia solamente a quienes son misericordiosos” (San Hilario , en Catena
Aurea, volt 1, p. 248).
“Vea Dios Todopoderoso nuestra caridad con el prójimo,
para que tenga piedad y compasión por nuestros pecados. Recordad las palabras que se nos han dicho: Perdonad y se os perdonará” (Lc 6, 37) (San Gregorio Magno,
Hom. 27 sobre los Evang.).
El corazón arrepentido es la mejor ofrenda a Dios
“Yo reconozco mi culpa, dice el salmista. Si yo la reconozco, dígnate tú perdonarla. No nos vanagloriemos en
modo alguno como si viviéramos rectamente y sin pecado. Lo que atestigua a favor de nuestra vida es el reconocimiento de nuestras culpas. Las personas sin remedio
son aquellas que dejan de atender a sus propios pecados
para fijarse en los de las demás. No buscan lo que hay
que corregir, sino en qué pueden morder. Y, al no poderse
excusar a sí mismos, están siempre dispuestos a acusar
a los demás. No es así cómo nos enseña el salmo a orar
y dar a Dios satisfacción, ya que dice: Pues yo reconozco mi culpa, tengo presente mi pecado. El que así ora no
atiende a los pecados ajenos, sino que se examina a sí
mismo, y no de manera superficial, como quien toca por
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
encima, sino profundizando en su interior. No se perdona
a sí mismo, y por esto precisamente puede atreverse a
pedir perdón.
¿Quieres lograr el favor de Dios? Conoce lo que has de hacer contigo mismo para que Dios te sea favorable. Atiende a lo que dice el mismo salmo: Los sacrificios no te satisfacen, si te ofreciera un holocausto, no lo querrías. Por
tanto, ¿es que has de dejar de lado el sacrificio? ¿Significa
esto que podrás aplacar a Dios sin ninguna oblación?
¿Qué dice el salmo? Los sacrificios no te satisfacen, si te
ofreciera un holocausto, no lo querrías. Pero continúa y
verás que dice: Mi sacrificio es un espíritu quebrantado,
un corazón quebrantado y humillado tú no lo desprecias” (San Agustín, De los Sermones. Sermón 19, 2).
CUARESMA
1er Domingo
Cinco caminos de penitencia
¿Quieren que les recuerde los diversos caminos de penitencia? Hay ciertamente muchos, distintos y diferentes, y
todos ellos conducen al cielo.
El primer camino de penitencia consiste en la acusación
de los pecados: Confiesa primero tus pecados, y serás justificado. Por eso dice el profeta: Propuse: “Confesaré al
Señor mi culpa”, y tú perdonaste mi culpa y mi pecado.
Condena, pues, tú mismo, aquello en lo que pecaste, y
esta confesión te obtendrá el perdón ante el Señor, pues,
quien condena aquello en lo que faltó, con más dificultad
volverá a cometerlo; haz que tu conciencia esté siempre
despierta y sea como tu acusador doméstico, y así no
tendrás quien te acuse ante el tribunal de Dios.
Si deseas que te hable aún de un cuarto camino, te diré
que lo tienes en la limosna: ella posee un grande y extraordinario poder.
También, si eres humilde y obras con modestia, en este
proceder encontrarás, no menos que en cuanto hemos
dicho hasta aquí, un modo de destruir el pecado: De ello
tienes un ejemplo en aquel publicano, que, si bien no
pudo recordar ante Dios su buena conducta, en lugar de
buenas obras presentó su humildad y se vio descargado
del gran peso de sus muchos pecados” (San Juan Crisóstomo, Homilías. Homilía 2 Sobre el diablo tentador, 6:
PG 49, 263-264).
… Hay también otro, no inferior al primero, que consiste en
perdonar las ofensas que hemos recibido de nuestros enemigos, de tal forma que, poniendo a raya nuestra ira, olvidemos
las faltas de nuestros hermanos; obrando así, obtendremos
que Dios perdone aquellas deudas que ante él hemos contraído; he aquí, pues, un segundo modo de expiar nuestras culpas
Porque si ustedes perdonan al prójimo sus faltas —dice el Señor—, también su Padre celestial perdonará las de ustedes.
¿Quieres conocer un tercer camino de penitencia? Lo tienes en la oración ferviente y continuada, que brota de lo
íntimo del corazón.
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
2º Domingo
Convertíos a mí y encontraréis misericordia
“Pues el Señor es compasivo y misericordioso, lento a la
cólera y rico en piedad; él no se complace en la muerte del malvado, sino en que el malvado cambie de conducta y viva; él no es impaciente como el hombre, sino
que espera sin prisas nuestra conversión y sabe retirar su
malicia de nosotros, de manera que, si nos convertimos
de nuestros pecados, él retira de nosotros sus castigos y
aparta de nosotros sus amenazas, cambiando ante nuestro cambio. Cuando aquí el profeta dice que el Señor sabe
retirar su malicia, por malicia no debemos entender lo
que es contrario a la virtud, sino las desgracias con que
nuestra vida está amenazada, según aquello que leemos
en otro lugar: Bástale a cada día su desgracia.
Pero, como sea que no podemos conocer hasta dónde llega el abismo de las riquezas y sabiduría de Dios, prefiero
ser discreto en mis afirmaciones y decir sin presunción:
Quizá se arrepienta y nos perdone. Al decir quizá, ya está
indicando que se trata de algo o bien imposible o por lo
menos muy difícil.
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Habla luego el profeta de ofrenda y brindis para nuestro Dios: con ello, quiere significar que, después de habernos dado su bendición y perdonado nuestro pecado,
nosotros debemos ofrecer a Dios nuestros dones” (San
Jerónimo. Del comentario sobre el libro del profeta Joel,
Jl 2, 12-17).
CUARESMA
3er Domingo
Te deseo, Dios mío y busco tu rostro
”Deja un momento tus ocupaciones habituales, contempla tu pequeñez, entra un instante en ti mismo, apartándote del tumulto de tus pensamientos. Arroja lejos
de ti las preocupaciones agobiantes y aparta de ti las
inquietudes que te oprimen. Reposa en Dios un momento, descansa siquiera un momento en él. Entra en lo más
profundo de tu alma, aparta de ti todo, excepto Dios y lo
que puede ayudarte a alcanzarlo; cierra la puerta de tu
habitación y búscalo en el silencio. Di con todas tus fuerzas, di al Señor: “Busco tu rostro; tu rostro busco, Señor”.
trabajos y de los esfuerzos que hacemos por llegar hasta
ti, ya que sin ti nada podemos.
Enséñame a buscarte, muéstrame tu rostro, porque si tú
no me lo enseñas no puedo buscarte. No puedo encontrarte si tú no te haces presente. Te buscaré deseándote,
te desearé buscándote; amándote te encontraré, encontrándote te amaré” (San Anselmo, Del libro Proslogion.
Cap. 1: Opera omnia, edición Schmitt, Seckau 1938, 1, 97-100 ).
Y ahora, Señor y Dios mío, enséñame dónde y cómo tengo que buscarte, dónde y cómo te encontraré. Si no estás
en mí, Señor, si estás ausente, ¿dónde te buscaré? Si estás
en todas partes, ¿por qué no te veo aquí presente? …
Señor, tú eres mi Dios, tú eres mi Señor y nunca te he visto. Tú me creaste y me redimiste, tú me has dado todos
los bienes que poseo, y aún no te conozco. He sido creado
para verte, y todavía no he podido alcanzar el fin para el
cual fui creado.
… ¿Cuándo iluminarás nuestros ojos y nos mostrarás tu
rostro? ¿Cuándo harás caso a nuestros deseos? Míranos,
Señor, escúchanos, ilumínanos, muéstrate a nosotros.
Llena a plenitud nuestros deseos y seremos felices; sin ti
todo es aburrimiento y tristeza. Ten piedad de nuestros
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
4º Domingo
El Señor tendrá misericordia con quien es misericordioso
“Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán
misericordia. Dulce es el nombre de misericordia [...]. Todos los hombres la desean, mas, por desgracia, no todos
obran de manera que se hagan dignos de ella; todos desean alcanzar misericordia, pero son pocos los que quieren practicarla” (San Cesáreo de Arlés, Sermón 25).
“Tanto se complace Dios en nuestros actos de bondad
para con los demás, que ofrece su misericordia solamente a quienes son misericordiosos” (San Hilario, en
Catena Aurea, val. I, p. 248).
“Oh, hombre, ¿cómo te atreves a pedir, si tú te resistes a
dar? Quien desee alcanzar misericordia en el cielo debe
él practicarla en este mundo. Y por esto, ya que todos
deseamos la misericordia, actuemos de manera que ella
llegue a ser nuestro abogado en este mundo, para que
nos libre después en el futuro. Hay en el cielo una misericordia, a la cual se llega a través de la misericordia
terrena” (San Cesáreo de Arlés , Sermón 25).
“Quizá existan algunos ricos que, aunque no suelen ayudar a los más necesitados de la Iglesia, sin embargo,
guardan otros mandamientos divinos y estiman que
ante sus diversos méritos de virtud y probidad es leve
que les falte la misericordia. Pero ésta es de tanta importancia que sin ella las demás, aunque existan, para
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
nada sirven. Pues aunque uno sea fiel, casto, sobrio y
esté adornado de otras virtudes principales e insignes,
sin embargo, si no es misericordioso, no merecerá la
misericordia. Bienaventurados —dice el Señor— los
misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia”
(Mt 5, 7) (San León Magno, Sermón 10).
CUARESMA
5º Domingo
Dios no deja de ser bueno al ejercer la justicia ni se muestra inmisericorde al ser justo
“.... Error consistió en arrancar al Padre el juicio y el castigo, pensando que ese poder es impropio de Dios. Por eso
imaginaron haber encontrado a un Dios “bueno y sin ira”,
así como a otro Dios “cuyo oficio es juzgar” y “otro para
salvar”. Esos pobres no se dieron cuenta de que a uno y a
otro lo privan de la sabiduría y de la justicia. Pues, si el juez
no fuera al mismo tiempo bueno, ¿cómo daría al premio a
quienes lo merecen y reprenderá a quienes lo necesitan?
Un juez de este tipo no sería ni sabio ni justo. Y si fuese un
Dios bueno y únicamente bueno, pero sin juicio para juzgar quiénes merecen esa bondad, un tal Dios no sería ni
justo ni bueno, pues su bondad sería impotente; ni podría
ser salvador universal si carece de discernimiento. Marción
por su parte, al partir a Dios en dos, a los cuales llamó al
primero “bueno” y al segundo “justo”, acabó matando a
Dios desde las dos partes. Porque si el Dios “justo” no es a
la vez “bueno”, tampoco puede ser Dios aquel a quien le
falta la bondad; y por otra parte, si es “bueno” pero no “justo”, del mismo modo sufriría que le arrebataran el ser Dios.
¿Y cómo pueden decir que el Padre universal es sabio, si al
mismo tiempo no es juez? Pues si es sabio, puede discernir.
la sabiduría. […] Es Señor, juez, justo y soberano sobre
todas las cosas. Pero también es misericordioso, bueno y
paciente para salvar a quienes conviene. No deja de ser
bueno al ejercer la justicia, ni se disminuye su sabiduría.
Salva a quienes debe salvar, y juzga con justo juicio a
quienes son dignos. Ni se muestra inmisericorde al ser
justo, porque lo previene y precede su bondad. El Dios
benigno “hace salir su sol sobre todos y llueve sobre justos y pecadores” (Mt 5, 45). Juzgará por igual a cuantos
recibieron su bondad, mas no se comportaron de manera
semejante según la dignidad del don recibido, sino que se
entregaron a placeres y pasiones carnales en contra de
su benevolencia, muchas veces hasta llegar a blasfemar
contra aquel que los hizo objeto de tantos beneficios”
(San Ireneo de Lyon. Contra los herejes, L. III, 25, 3; 25, 4).
Ahora bien, discernir supone juzgar, y de juzgar se sigue
el juicio con discernimiento justo; pues la justicia lleva al
juicio, y cuando un juicio se hace con justicia, remite a
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
Domingo de Ramos
“Por misericordia se entiende aquí no sólo la que se practica a través de las limosnas, sino la que produce el pecado del hermano, ayudando así unos a otros a llevar
la carga” (San Jerónimo, en Catena Aurea, vol. l, p. 248).
“(Se llama misericordia a) cierta compasión de la miseria
ajena nacida en nuestro corazón, que nos impulsa a socorrerla si podemos” (San Agustín. La Ciudad de Dios, 9).
Sobre las etapas del camino hacia Dios
“Refugiémonos en Cristo, nuestra fortaleza, y aferrémonos con todas nuestras fuerzas al Señor, la roca sólida y
siempre firme, y podremos decir con el profeta, como está
escrito: Afianzó mis pies en la roca y aseguró mis pasos.
Consolidados así y afianzados podremos contemplar y
escuchar lo que él nos diga y sabremos cómo responder
cuando él nos reprenda.
El primer grado de esta contemplación, amados hermanos, consiste en considerar atentamente cuál sea la voluntad del Señor y qué es lo aceptable a sus ojos. Y, como
todos pecamos con frecuencia y nuestro orgullo ofende
muchas veces su santísima voluntad y no se apega ni
conforma a lo que el Señor desea, es necesario que nos
humillemos bajo la poderosa mano del Dios altísimo y
procuremos con empeño presentarnos ante él con espíritu humilde… ya que en su voluntad está la vida, no podemos dudar lo más mínimo de que nada encontraremos
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
que nos sea más útil y provechoso que aquello que concuerda con el querer divino. Por tanto, si en verdad queremos conservar la vida de nuestra alma, procuremos con
solicitud no desviarnos en lo más mínimo de la voluntad
de Dios” (San Bernardo, Sermones).
CUARESMA
Semana Santa
“Se llama misericordioso al que [...] considera la desgracia
de otro como propia, y se duele del mal de otro como si
fuera suyo” (San Remigio, en Catena Aurea, val. 1, p. 248).
“Quien practique la misericordia—dice el Apóstol—, que
lo haga con alegría: esta prontitud y diligencia duplicarán el premio de tu dádiva. Pues lo que se of rece de mala
gana y por fuerza no resulta en modo alguno agradable
ni hermoso” (San Gregorio Nacianceno, Disert. 14 sobre
amor a los pobres).
Dios nos llama con su amor
“Al ver al mundo oprimido por el temor, Dios procura
continuamente llamarlo con amor; lo invita con su gracia, lo atrae con su caridad, lo abraza con su afecto.
Por eso lava con las aguas del diluvio a la tierra que se
había pervertido y constituye a Noé padre de la nueva
generación, le brinda su amistad, le habla amablemente,
le indica lo que debe hacer y lo consuela, prometiéndole
su favor para el futuro.
Por eso llama también luego a Abrahán de entre los paganos, engrandece su nombre, lo hace padre de la fe, lo acompaña en el camino, lo cuida durante su permanencia en un
país extranjero, lo enriquece con toda clase de bienes…
extraordinario combate; para que terminara amando, no
temiendo, al autor de ese combate.
Por eso llama a Moisés, revelándose como el Dios de
sus antepasados, le habla con amor de padre y lo urge
a que libere a su pueblo de la opresión de Egipto. Ahora
bien, por todo lo que acabamos de evocar que manifiesta
cómo la llama de la divina caridad encendió los corazones de los hombres y cómo Dios derramó en sus sentidos
la abundancia de su amor, los hombres, que estaban privados de la visión de Dios a causa del pecado, comenzaron a desear ver su rostro...
Pero la mirada del hombre, tan limitada, ¿cómo podría
abarcar a Dios, a quien el mundo no puede contener?
La fuerza del amor no mide las posibilidades, ignora las
fronteras. El amor no discierne, no reflexiona, no conoce
razones. El amor no se resigna ante la imposibilidad, no se
amedrenta ante ninguna dificultad. Si el amor no alcanza
el objeto de sus deseos, llega hasta a ocasionar la muerte
del amante; va, por lo tanto, hacia donde es impulsado,
no hacia donde parece lógico que deba de ir” (San Pedro
Crisólogo, Sermones Sermón 147: PL 52, 594-595).
Por eso consuela en sueños a Jacob durante su huida, y
a su regreso lo motiva a luchar y a trabarse con él en
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
Las Sagradas Escrituras nos manifiestan
los misterios de Dios
“Hay un único Dios, hermanos, que sólo puede ser conocido a través de las Escrituras santas. Por ello debemos esforzarnos por penetrar en todas las cosas que nos
anuncian las divinas Escrituras y procurar profundizar
en lo que nos enseñan. Debemos conocer al Padre como
él desea ser conocido, debemos glorificar al Hijo como
el Padre desea que lo glorifiquemos, debemos recibir al
Espíritu Santo como el Padre desea dárnoslo. En todo
debemos proceder no según nuestro capricho ni según
nuestros propios sentimientos ni haciendo violencia a los
deseos de Dios, sino según los caminos que el mismo Señor nos ha dado a conocer en las santas Escrituras.
Cuando sólo existía Dios y nada había aún que existiera
con él, el Señor quiso crear el mundo. Lo creó por su inteligencia, por su voluntad y por su palabra; y el mundo
llegó a la existencia tal como él lo quiso y cuando él lo
quiso. Nos basta, por tanto, saber que, al principio, nada
existía junto a Dios, nada había fuera de él. Pero Dios,
siendo único, era también múltiple. Porque con él estaba
su sabiduría, su razón, su poder y su consejo; todo esto
estaba en él, y él era todas estas cosas. Y, cuando quiso y
como quiso, y en el tiempo por él mismo fijado de antemano, manifestó al mundo su Palabra, por quien fueron
hechas todas las cosas.
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Y como Dios contenía en sí mismo a la Palabra, aunque
ella fuera invisible para el mundo creado, cuando Dios
hizo oír su voz, la Palabra se hizo entonces visible; así,
de la luz que es el Padre salió la luz que es el Hijo, y la
imagen del Señor fue como reproducida en el ser de la
criatura; de esta manera el que al principio era sólo visible para el Padre empezó a ser visible también para el
mundo, para que éste, al contemplarlo, pudiera alcanzar
la salvación” (San Hipólito, Tratado Contra la herejía de
Noeto. Caps. 9-12: PG 10, 815-819).
Cáliz de la Misericordia
Cuaresma 2016
Comisión
Diocesana de
Catequesis
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
CUARESMA
Celebración comunitaria
del Sacramento
de la Reconciliación
Ritos iniciales
Canto de entrada
Caminaré en presencia del Señor.
Saludo
La gracia y la paz de Dios Padre y de Jesucristo,
el Señor, que se entregó a sí mismo a la muerte,
por nuestros pecados, esté con vosotros.
R/. Y con tu espíritu.
Oración
Oremos, hermanos, para que Dios,
que nos llama a la conversión,
nos conceda la gracia de una verdadera y
fructuosa penitencia. (Pausa)
Escucha, Señor, nuestras súplicas humildes y
perdona los pecados
de quienes nos confesamos culpables para que así
podamos recibir tu perdón y tu paz.
Por Jesucristo nuestro Señor.
R/. Amén.
Cáliz de la Misericordia
67
Cáliz de la Misericordia
Liturgia de la Palabra
Primera Lectura.
Ez 18, 21-28
Salmo responsorial.
Sal 129, 1-2. 3-4. 5-7A. 7BC-8
Segunda lectura.
Jn 2, 3-11
Evangelio de Mateo 4, 12-17. 23-25
Homilía
Confesión general
Hermanos: confesad vuestros pecados y orad unos
por otros para que os salvéis. Digamos juntos…
Yo confieso ante Dios todopoderoso…
Pidamos, hermanos, al Dios omnipotente y misericordioso, que no se complace en la muerte del pecador, sino en que se convierta y viva, que quienes hoy
lloramos nuestros pecados no sintamos en el futuro
sus defectos, y que no volvamos a caer en lo mismo
de lo que hoy nos arrepentimos.
R/. Perdona, Señor, perdona a tu pueblo.
-Para que, poniendo nuestra confianza únicamente en
tu misericordia, nos admitas al sacramento de la reconciliación. R/.
-Para que colaboremos sinceramente a nuestra conversión y a la de nuestros hermanos, con la caridad,
el ejemplo y la oración. R/.
-Para que, reconciliados contigo y con los hermanos,
hagas de nosotros un signo vivo de tu amor en el
mundo. R/.
-Para que ilumines con tu luz nuestras tinieblas y nos
conduzcas por el camino de la verdad. R/.
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
CUARESMA
Rito de Conclusión
-Para que nos veamos misericordiosamente liberados
del mal que experimentamos por nuestros pecados. R/.
S/. El Señor dirija vuestros corazones
en la caridad de Dios y en la esperanza de Cristo.
-Para que, quienes hemos abandonado tus caminos,
volvamos a la senda de la justicia, el amor y la paz. R/.
R/. Amén.
-Para que, al destruir nuestras antiguas culpas, nos
preparemos para la vida futura. R/.
Ahora, como el mismo Cristo nos mandó, oremos juntos al
Padre, para que perdonándonos las ofensas unos a
otros, nos perdone él nuestros pecados: Padre nuestro…
Oh Dios, que has dispuesto los auxilios que necesita
nuestra debilidad: concédenos recibir con alegría y
mantener con una vida santa los frutos de tu perdón.
Por Jesucristo nuestro Señor.
R/. Amén.
S/.Para que podáis caminar con una vida nueva
y agradar a Dios en todas las cosas.
R/. Amén.
S/. Y que os bendiga Dios todopoderoso.
Padre, Hijo y Espíritu Santo.
R/. Amén.
S/.El Señor ha perdonado vuestros pecados. Podéis ir en paz.
R/. Demos gracias a Dios.
Confesión y absolución individual
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
Examen de conciencia:
Custodia el corazón. Papa Francisco
En relación a Dios
En relación al prójimo
¿Sólo me dirijo a Dios en caso de necesidad? ¿Participo regularmente en la Misa los domingos y días de fiesta? ¿Comienzo y termino mi jornada con la oración? ¿Blasfemo
en vano el nombre de Dios, de la Virgen, de los santos?
¿Me he avergonzado de manifestarme como católico?
¿Qué hago para crecer espiritualmente, cómo lo hago,
cuándo lo hago? ¿Me revelo contra los designios de Dios?
¿Pretendo que Él haga mi voluntad?
¿Sé perdonar, tengo comprensión, ayudo a mi prójimo?
¿Juzgo sin piedad tanto de pensamiento como con palabras? ¿He calumniado, robado, despreciado a los humildes y a los indefensos? ¿Soy envidioso, colérico o parcial?
¿Me avergüenzo de la carne de mis hermanos, me preocupo de los pobres y de los enfermos?
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
¿Soy honesto y justo con todos o alimento la cultura
del descarte? ¿Incito a otros a hacer el mal? ¿Observo la
moral conyugal y familiar enseñada por el Evangelio?
¿Cómo cumplo mi responsabilidad de la educación de
mis hijos? ¿Honoro a mis padres? ¿He rechazado la vida
recién concebida? ¿He colaborado a hacerlo? ¿Respeto el
medio ambiente?
CUARESMA
En relación a mí mismo
¿Soy un poco mundano y un poco creyente? ¿Como, bebo,
fumo o me divierto en exceso? ¿Me preocupo demasiado
de mi salud física, de mis bienes? ¿Cómo utilizo mi tiempo? ¿Soy perezoso? ¿Me gusta ser servido? ¿Amo y cultivo
la pureza de corazón, de pensamientos, de acciones? ¿Nutro venganzas, alimento rencores? ¿Soy misericordioso,
humilde y constructor de paz?
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
Cuaresma 2016
COV
Centro de
Orientación
Vocacional
“Juan Pablo II”
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Catequesis
para niños
CUARESMA
LAS BODAS DE CANAAN
“Haced lo que Él os diga”
(Jn 2, 1-11)
Introducción (para los catequistas)
Entramos en un tiempo de sobreabundancia de la gracia.
Somos el Cuerpo de Cristo que, formando Comunidad, es
Iglesia, la esposa que espera anhelante el encuentro definitivo con el esposo, porque sin esta unión vive vacía,
buscando la vida y perdiéndola a la vez.
Es por ello que, en estos cuarenta días de camino hacia la Pascua, nuestra madre la Iglesia nos engendra de
nuevo, nos va a iluminar para que podamos descender a
lo más profundo de nuestra realidad y ahí, poder tener el
encuentro que transforme nuestra vida. El encuentro con
aquel que vive más profundamente en nosotros que nosotros mismos. Jesús. Es esta la vida que desea nuestra
alma y hasta que ésta no la alcance no podrá descansar.
Partimos del versículo que conduce este segundo ciclo del
IDE. Convertíos y creed en el Evangelio (Mc 1, 5). Puede
parecer a primera vista un mandato, una imposición ante
la cual nuestra voluntad herida no está frecuentemente
capacitada para responder con prontitud. Es sin embargo
una LLAMADA urgente del esposo que desea que al escucharle, volvamos nuestra mirada hacia él. Nos invita al
banquete de bodas. Esto no es posible si esta llamada al
AMOR no procede en primer lugar de Él. Está sediento de
cada uno de nosotros, desea derramarse sobreabundantemente, infinitamente en nosotros. Él también encuentra
su descanso en sus criaturas, especialmente por vernos
Cáliz de la Misericordia
73
Cáliz de la Misericordia
Oratorio
tan pequeños y tan rotos tantas veces, andando desesperados buscándole donde no está.
No tengamos miedo de nuestra pequeñez. Es ahí donde
se crea la alianza de amor que es más fuerte que la muerte. Esa alianza que cura, que transforma y nos lanza a
una aventura que jamás podríamos haber imaginado.
Vamos a comenzar este camino con María. Ella nos ayuda a HACER LO QUE ÉL NOS DIGA, a través de la ESCUCHA CONFIADA, que hace fácil el cumplimiento de aquello que se escucha, pudiendo así llegar a la obediencia
de la FE, como respuesta a la llamada llena de amor que
Jesús nos hace.
Es difícil confiar en quien no se conoce. Cuando en nuestra vida encontramos una amistad verdadera, confiamos
en lo que nos dice, en lo que nos aconseja; sentimos que
nos quieren porque sí, y escuchamos con una atención
diferente. Aún cuando hay disensiones, aparece con facilidad el perdón y la reconciliación, fortaleciendo y probando esa amistad.
En este tiempo, Jesús va a darse a conocer con más profundidad porque sabe lo que necesitamos; quiere llevarnos a una verdadera UNIÓN con Él. Es para lo que nos ha
creado.
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Introducción
El encuentro de los niños con Jesús en este tiempo de cuaresma es un momento fundamental. Jesús pasa con fuerza y dirigir la oración a que su corazón se abra a la ESCUCHA, es obra del Espíritu Santo. Ellos son los que llevan
la catequesis. Nuestra ayuda es humilde pero profunda.
Jesús nos prepara permaneciendo cerca de esta PALABRA
que se va a proclamar. Pidiéndole que nos ayude a entrar
dentro de ELLA, que se haga carne en nosotros, para que
los mismos niños entren con nosotros en el corazón de Jesús, dejando espacio al Espíritu y a las intervenciones que
éste hará en el corazón de cada uno de ellos. Aunque a
veces parezca, aparentemente, que un niño responde otra
cosa o que no ha escuchado muy bien, es fundamental dirigir su respuesta con preguntas, para que él mismo llegue
a conocer lo que Jesús le dice al corazón.
Estas orientaciones nacen de la contemplación de la Palabra de las Bodas de Caná. Como su nombre indica, son
orientaciones que pueden ayudar a que los niños descubran cuánto les ama Jesús. Él está deseando derramarse
en sus corazones siendo ese VINO NUEVO.
Como podréis observar, tratamos de que, desde el principio, los niños entren en la PALABRA; de que sean protagonistas de la escritura, ya que su historia está escrita en
ella. En el LIBRO DE LA VIDA.
CUARESMA
Las orientaciones previas a la proclamación de la Palabra, son una preparación, a modo de preguntas, mensajes que les hace relacionar su vida con la vida de Jesús.
El objetivo es que se identifiquen con los discípulos, a los
que Jesús llama y con los que, a los pocos días va a acudir a un BANQUETE DE BODAS.
Que se identifiquen, descubriendo que ellos, al igual que
los discípulos, tienen hambre de esa VIDA que nunca
se acaba, de esa VIDA ETERNA. Por eso están aquí. No
importa cómo vengan, ni si quieren o no escuchar. Jesús
está impaciente por recibirlos y sabe por qué están así.
Sabe que en su corazón hay una necesidad muy grande
de ser amados.
Antes de entrar en el oratorio
-A cada niño se le nombra por su nombre y se le recibe
con alegría. Es importante que cada uno de ellos se
sienta especial.
-Se les dice que sin cada uno de ellos no sería posible
que hubiera un banquete muy especial al que hoy vamos a entrar.
-Pero antes, se le pregunta a cada uno de ellos si ha
recibido la invitación (la invitación es que alguien les
ha comunicado que vengan a esta convivencia o a
este retiro).
-Se les pregunta si tienen la contraseña para entrar.
Ellos, lógicamente, dirán que no.
-Se les dice que sin esa contraseña no es posible entrar. Imposible. Podéis ir a casa. Os habéis equivocado de lugar.
-Aparece el maestresala (monitor) diciendo que esperen. Que en su ipad tiene registrados los nombres
de los que están inscritos en ese banquete. Dice que
en la web llamada www.librodelavida está toda la
información. Cada niño deberá decir su nombre, seguido de [email protected] y él lo comprobará. Por ejemplo: [email protected] y
el maestresala pulsando la contraseña, comprobará
que en efecto, está registrado.
Cáliz de la Misericordia
75
Cáliz de la Misericordia
-Irán nombrando su contraseña uno a uno y el maestresala les acompañará uno a uno a su silla (en la
que estará escrito su nombre). Es importante que cada
niño vea que en ese banquete, tiene un lugar muy especial, un lugar concreto.
Dentro del Oratorio
Una vez todos han entrado, el catequista preguntará a
los niños:
-Hoy tienes un lugar reservado para ti, ¿sabes por qué?
(se ayudará, a través de las respuestas de los niños a
darse cuenta de que, aunque algunos habrían elegido
otro lugar para sentarse, Jesús les reserva siempre el
mejor, porque han sido elegidos para una misión muy
especial)
-Y... ¿qué vamos a comer en este banquete? Yo no veo
nada para comer, ¿alguno lo sabe? (se les ayudará a
descubrir que vamos a alimentarnos de un alimento
que no tiene fecha de caducidad, de la PALABRA DE
DIOS).
-Continuaremos, situándolos en una comparación con
la realidad para que entiendan, preguntándoles: ¿si te
invitan a comer y estás enfermo del estómago, o no
tienes hambre, irías al banquete? (unos dirán que no
y otros que sí, pero que no comerían, o bien comerían
algo que les sentara bien y en pequeña cantidad, es
decir, A MEDIAS).
-Un día, Jesús te habló especialmente al corazón, por
eso estás aquí... pero no sabes por qué, a veces ya no
puedes sentir lo mismo, e incluso pierdes las ganas de
escucharle, de obedecerle, de hacer su voluntad. Que
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
CUARESMA
en tu casa te cuidan y se preocupan por ti y te quejas,
y te cuesta obedecer. Uf!, ¡qué lío!
-Libremente se invita a que, si algún niño quiere expresar que esto le está pasando, y si puede poner algún
ejemplo de su vida, nos ayudaría a todos.
-Es importante conducir sus respuestas siempre positivamente, para que el niño se sienta aceptado. Vienen
con problemas afectivos. El niño de hoy vive una realidad muy confusa y frecuentemente, con problemas
familiares serios.
-Entonces llegamos a la conclusión de que, a veces,
no tenemos hambre de Jesús. Es entonces cuando les
decimos que, por eso hemos venido a este banquete.
Puede parecerles extraño, pero Jesús es así, su forma
de querernos no la podemos entender hasta que de
verdad, podemos comer de Él.
-Se les pregunta: ¿Qué ocurre cuando comemos muchas
proteínas, por ejemplo? pues que desarrollamos mucho
los músculos. ¿Y qué ocurre si comemos mucha verdura?, pues que crecemos y nos desarrollamos muy bien.
¿Y si sólo comiéramos de un alimento?, pues que enfermaríamos. Necesitamos comer de todo para estar bien.
a través de SU PALABRA, DE LOS SACRAMENTOS, DE
LA ORACIÓN y especialmente de la EUCARISTÍA. Sin
este ALIMENTO, todos los demás alimentos no sirven
para nada. Morimos por dentro. Este alimento nos da
una energía, vitalidad y alegría plenas, además de ser
PARA SIEMRE. Nada puede arrebatarnos estos efectos si permanecemos cerca de nuestra Madre (lo verán después en el evangelio) y, si en algún momento
creemos que desaparecen, no tengamos miedo. Es que
Jesús y María nos están preparando un alimento cada
vez MEJOR, conforme nuestra ALMA VA CRECIENDO.
Ellos saben lo que necesitamos. ¿Vale la pena tomar
de ÉL?
-Jesús no quiere que comamos A MEDIAS cuando venimos a su banquete. A veces no podemos escucharle
porque estamos enfermos. Pero esta enfermedad viene de nuestro corazón y escuchándole podemos volver a la salud. ÉL es el verdadero médico. Sólo tienes
que mostrarle tus heridas, tus sufrimientos, no tengas
miedo pues este banquete es para ti. ¡Escucha!
-Se les ayuda a descubrir a modo de preguntas, que
HAY UN ALIMENTO para nuestra ALMA Y PARA NUESTRO CUERPO que es JESÚS. La Iglesia nos lo regala
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
Actividad
Proclamación de la Palabra
Las bodas de Caná (Jn 2, 1-11)
“Tres días después se celebraba una boda en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús. Fueron invitados
también a la boda Jesús y sus discípulos. Al quedarse sin
vino, por haberse acabado el de la boda, le dijo a Jesús
su madre: ‘No tienen vino’. Jesús le respondió: ‘¿Qué tengo
yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora’. Pero
su madre dijo a los sirvientes: ‘Haced lo que él os diga’.
Había allí seis tinajas de piedra, destinadas a las purificaciones de los judíos, de dos o tres medidas cada una.
Jesús les dijo: ‘Llenad las tinajas de agua’. Ellos las llenaron hasta arriba. ‘Sacadlo ahora —les dijo— y llevadlo
al maestresala’. Ellos lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, como ignoraba de
dónde era (los sirvientes, los que habían sacado el agua,
sí que lo sabían), llamó al novio y le dijo: ‘Todos sirven
primero el vino bueno, y cuando ya están bebidos, el inferior. Tú, en cambio, has reservado el vino bueno hasta
ahora’.
Éste fue el comienzo de los signos que realizó Jesús, en
Caná de Galilea; así manifestó su gloria y creyeron en él
sus discípulos. Después bajó a Cafarnaún con su madre,
sus hermanos y sus discípulos, pero no se quedaron allí
muchos días”.
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Objetivos
-Descubrir que ellos son esas 6 tinajas de piedra, vacías.
Donde el agua no cabe porque están llenas de suciedad, de objetos, de alimentos que acaban pudriéndose
y estropeando la tinaja y que impiden la entrada del
agua, pues si intentaran depositarla dentro de ella, inmediatamente no habría sitio y saldría por el borde de
las mismas. Por mucho que la intenten llenar de sus
alimentos preferidos, cada vez huele peor.
-Descubrir que sólo hay una manera de llenarse de
agua y es, sacando todos los enseres perecederos
de la misma; es decir, de lo que más se alimentan:
Por ejemplo los videojuegos, la televisión, el ordenador, el whatssap, la ropa, pasando por los que no se
ven, porque están super adheridos a la piedra como
son: la envidia, el orgullo, la mentira, la desobediencia, las palabrotas, y que sólo un POTENTE DETERGENTE podría desincrustar.
-Es decir, para llenar el agua hay que poder ver y presentar a Jesús todo lo que hay en nuestra tinaja. Él lo
limpiará y nos dará el VERDADERO ALIMENTO que es
su propia vida.
-A Jesús no le importa cuán llena esté nuestra tinaja
de miserias. Sólo quiere que necesitemos de ÉL. Está
deseoso de limpiarnos y hacernos felices.
CUARESMA
-Una vez experimentado esto, podremos escuchar las
palabras de MARÍA: HACED LO QUE ÉL OS DIGA.
-Conoceremos la misión a la que estamos llamados. La
de ayudar a llenar las tinajas de los hombres de agua,
para que Jesús la transforme en VINO NUEVO. Para
que toda la tierra conozca cuánto nos ama.
Elementos y material
-Pondremos 6 tinajas (o lo más parecido que encontremos) en un extremo del lugar donde nos encontremos. Cada una estará llena 10 papeles, donde figurará escrito el nombre de los alimentos que tomamos y
que no nos dejan llenarnos de agua.
-En el otro extremo pondremos lo más parecido a un
río. Podemos hacerlo con papel de aluminio, de forma
sencilla. Encima del agua que simbolizada en el aluminio, colocaremos 60 papeles donde estará escrito
10 LITROS DE AGUA en cada uno de ellos.(Las tinajas
para la purificación de los judíos tenían una capacidad aproximada de 100 litros cada una).
-Con pequeñas ramas o palillos largos (los venden en
cualquier tienda), construiremos 6 sencillas cañas de
pescar con un cordel atado en un extremo a la rama,
y en el otro extremo se le atará una pequeña bola de
plastilina untada con pegamento de barra. También
se puede hacer con pequeñas bolas de corcho.
-Nos proveeremos de 6 pañuelos para tapar los ojos de
cada niño que tenga que ir a sacar de la tinaja uno de
los papeles.
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
Procedimiento
-Se les anuncia que, a pesar de ser unas tinajas de piedra y vacías de agua, hay una esperanza para ellos.
Para ello tendrán que sacar todo lo que ensucia esa tinaja. Lo harán distribuyéndose en 6 grupos. Cada grupo tendrá asignada una tinaja.
-Por cada papel que pesquen con los ojos vendados,
deberán tirarlo a un cubo de basura y dirigirse lo más
rápido posible al río, para volver corriendo a llenar
con 10 litros de agua la tinaja. Se les dirá que AHORA
ES EL MOMENTO (Kairós). Que no podemos entretenernos y que hay que actuar con decisión.
-Cada grupo acabará llenando los 100 litros de agua
en cada tinaja.
-Para que cada grupo vaya a pescar, deberá pasar por
pruebas, reflejadas en juegos eliminatorios. El primer
niño que la supera, irá con los ojos vendados con todo
su grupo (que le ayudará sin tocarlo. Sólo dirigiéndole con la voz). a pescar el papel de la tinaja. El juego
durará hasta que los 6 grupos hayan ido a pescar.
-Son juegos rápidos como el de la SILLA, el de UN-DOSTRES POLLITO INGLÉS (se puede hacer con animales,
danzas...), el juego de las PELÍCULAS (los monitores
representarán con mimo cada escena), el juego NIN80
Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
JA, ADIVINANZAS, PRUEBAS DE HABILIDAD (encestar). Esta parte ha de ser muy dinámica para que el
juego no se paralice.
-Conforme vayan llenando las tinajas de agua se les
dará la enhorabuena y se les preguntará si quieren entrar en el banquete, porque ya están preparados para
poder comer de él.
-Se les dará una chuche o algún dulce como símbolo
que les ayude a relacionar lo que han hecho con lo
que han escuchado.
CUARESMA
Símbolos
Creemos pueden ayudar a la hora de realizar la actividad
para que los monitores interactúen con los niños.
-Una boda. Unión íntima de Jesús con su pueblo.
-La referencia a la hora. Jesús acontece en un momento concreto. Jesús pasa —el tiempo oportuno— Kairós (Mc 1, 15): “El tiempo se ha cumplido y el Reino de
Dios está cerca; convertíos y creed en el evangelio”.
-El tercer día. Vemos cómo encaja dentro de toda la HISTORIA DE SALVACIÓN. Muerte y resurrección. Pascua.
-Seis tinajas de piedra, para la purificación de los judíos —Seis significa imperfección— Ley de piedra, que
está ya vacía.
-Agua. Sentido purificador (Bautismo de Juan) (en
tiempo mesiánico —Bautismo en Espíritu Santo—
transformador-CONVERSIÓN).
ca lo nuevo. Acto de FE (No sería fácil llenar unos 600
litros de agua).
-La presencia de la Madre de Jesús. María va a hacer
de puente entre lo antiguo y lo nuevo. Sus palabras:
“HACED LO QUE ÉL OS DIGA” abren el corazón de los
discípulos a la obediencia de la Fe, no como una ley,
sino como un acto de amor confiado a su Hijo y a su
madre. María les engendra. (Anticipo de su maternidad universal a los pies de la Cruz).
-Llamamiento de Jesús: “LLENAD LAS TINAJAS DE
AGUA”... y, a continuación... “SACAD AHORA Y LLEVÁDSELO AL MAYORDOMO”. Jesús les pide lo único
que sabe que pueden poner. Su pobre humanidad herida, llena de debilidades y limitaciones, pero anhelante de esa VIDA NUEVA.
Oración final
-La carencia de vino —Abandono de los ideales de los
Santos del AT— Ley que necesita la verdadera plenitud, pues se ha quedado en una serie de normas y preceptos.
-La acción de llenar de agua hasta arriba las tinajas
vacías- Ya ni siquiera hay agua en las tinajas, por lo
que hay que llenarlas hasta arriba para que acontezCáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
Cuaresma 2016
COV
Centro de
Orientación
Vocacional
“Juan Pablo II”
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Catequesis
para jóvenes
CUARESMA
LAS BODAS DE CANAAN
“Haced lo que Él os diga”
(Jn 2, 1-11)
1. Presentación de la actividad (15’)
Introducción
1. Presentación de la actividad (15’)
2. Lectura de la Palabra (5’)
3. Catequesis (20’)
4. Tiempo de desierto (15’)
5. Puesta en común (15’)
6. Peticiones (5’)
7. Oración final (todos juntos)
Entramos en un tiempo de sobreabundancia de la gracia.
Somos el Cuerpo de Cristo que, formando Comunidad, es
Iglesia, la esposa que espera anhelante el encuentro definitivo con el esposo, porque sin esta unión vive vacía,
buscando la vida y perdiéndola a la vez.
Es por ello que, en estos cuarenta días de camino hacia la Pascua, nuestra madre la Iglesia nos engendra
de nuevo, nos va a iluminar para que podamos descender a lo más profundo de nuestra realidad y ahí, poder
tener el encuentro que transforme nuestra vida. El encuentro con aquel que vive más profundamente en nosotros que nosotros mismos. Jesús. Es esta la vida que
desea nuestra alma y hasta que ésta no la alcance no
podrá descansar.
Partimos del versículo que conduce este segundo ciclo del
IDE. Convertíos y creed en el Evangelio (Mc 1, 5). Puede
parecer a primera vista un mandato, una imposición ante
la cual nuestra voluntad herida no está frecuentemente
capacitada para responder con prontitud. Es sin embargo
una LLAMADA urgente del esposo que desea que al escucharle, volvamos nuestra mirada hacia él. Nos invita al
banquete de bodas. Esto no es posible si esta llamada al
AMOR no procede en primer lugar de Él. Está sediento de
cada uno de nosotros, desea derramarse sobreabundantemente, infinitamente en nosotros. Él también encuentra
su descanso en sus criaturas, especialmente por vernos
83
Cáliz de la Misericordia
tan pequeños y tan rotos tantas veces, andando desesperados buscándole donde no está.
No tengamos miedo de nuestra pequeñez. Es ahí donde
se crea la alianza de amor que es más fuerte que la muerte. Esa alianza que cura, que transforma y nos lanza a
una aventura que jamás podríamos haber imaginado.
Vamos a comenzar este camino con María. Ella nos ayuda a HACER LO QUE ÉL NOS DIGA, a través de la ESCUCHA CONFIADA, que hace fácil el cumplimiento de aquello que se escucha, pudiendo así llegar a la obediencia
de la FE, como respuesta a la llamada llena de amor que
Jesús nos hace.
Es difícil confiar en quien no se conoce. Cuando en nuestra vida encontramos una amistad verdadera, confiamos
en lo que nos dice, en lo que nos aconseja; sentimos que
nos quieren porque sí, y escuchamos con una atención
diferente. Aún cuando hay disensiones, aparece con facilidad el perdón y la reconciliación, fortaleciendo y probando esa amistad.
En este tiempo, Jesús va a darse a conocer con más profundidad porque sabe lo que necesitamos; quiere llevarnos a una verdadera UNIÓN con Él. Es para lo que nos ha
creado.
El plazo se ha cumplido. Ahora es el momento. La llamada es AHORA.
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Nos vendría bien en este sentido, hacer referencia a un
Santo que, a veces, es conocido más por los favores que
hace en quien le invoca, que por la historia profunda de
su vida. San Expedito, fue un joven militar, comandante
del ejército romano en el siglo IV, en tiempos del emperador Diocleciano. Pagano, y esclavo del prestigio, de su
carrera como militar, perseguía a los cristianos por orden
del emperador. Pero un día, en un momento concreto, fue
testigo de cómo Dios dio la victoria a su ejército ante sus
enemigos cuando todo, aparentemente, estaba perdido.
Ocurrió que todos los soldados, uno por uno, alzaron las
manos implorando la ayuda del Señor, recordando lo que
hacían los cristianos cuando iban a ser martirizados. Vio
con sus propios ojos cómo el ejército enemigo huía contrariado por lo que estaba ocurriendo, mientras se desataba
un gran vendaval y se oscurecían las nubes del cielo.
Tras este acontecimiento, muchos soldados comenzaron
a convertirse al cristianismo recibiendo por ello, la corona de la muerte y del martirio. Expedito quería responder
a Dios pero aún no podía, a pesar de que Jesús ya se le
había dado a conocer y su corazón estaba traspasado
por haber presenciado tal milagro en la vida de sus compañeros y en la suya propia.
No se decidía entre los apegos a las glorias humanas, a
su carrera militar y el llamado que, tan claramente, recibía desde lo alto.
CUARESMA
Sin duda había una gran lucha en su interior, como la
que podemos tener nosotros tantas veces. Había también
en él un gran sufrimiento. Probablemente se sentía miserable por ser tan débil, comparándose con la valentía de
sus compañeros.
En ese sufrimiento, en esa pequeñez, hay un gran deseo
de cambiar su vida, de responder a Dios aún sin ser merecedor de su misericordia. Es en ese descendimiento a
su realidad donde Dios un día, en un momento concreto,
se le da a conocer en amor y misericordia. Es un conocimiento incomprensible para nuestro corazón y nuestra
mente, pero cierto y claro como el día.
Vemos como la vocación de San Expedito tiene dos momentos. En el primero éste ve la acción del poder de Dios
y en el segundo, mucho más profundo, conoce el AMOR
y la MISERICORDIA en su propio ser. Este sello es imborrable y por mucho que intentásemos olvidarlo, más sufriríamos buscando otros amores.
Este episodio cambió para siempre su vida, convirtiéndose inmediatamente al cristianismo.
Pero aparece la tentación, que siempre se manifiesta ante
nuestras heridas más profundas. Se le apareció el espíritu
del mal en forma de cuervo. El cuervo le gritaba ¡cras!...
¡cras!... palabra latina que quiere decir ¡mañana!... !mañana!, incitándole de nuevo a postergar su conversión
para más tarde.
Pero ya no había marcha atrás. El encuentro de Expedito con Dios le había fortalecido de tal manera que reaccionó enérgicamente aplastando al cuervo con su pie
derecho, exclamando ¡Hoy! ¡Hoy!... a partir de hoy seré
cristiano.
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
Objetivos
-Ayudar al joven a recordar su historia personal con
Cristo, identificándose con lo expuesto en la presentación.
sabe llevarnos por él. Ella conoce que, en la respuesta
libre y abierta a lo nuevo, su Hijo hace los mayores
milagros.
-Avivar el deseo de comenzar ese camino de descendimiento a su débil realidad, para experimentar cómo
Dios lo hace todo nuevo.
-Descubrir que, en este proceso de relación creciente
con María, podremos escuchar con más claridad la
voluntad de nuestro Padre y así responder confiadamente.
-Este camino comienza con la palabra que Jesús proclama sobre nosotros (Mc 1, 15): “El tiempo se ha
cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y
creed en el evangelio”. Es una llamada apremiante de
Jesús (el esposo), deseoso de derramarse en nuestros
corazones para hacernos felices, siendo uno con nosotros (banquete de bodas).
-Poder descubrir que en nuestras roturas y debilidades es precisamente donde Dios establece su alianza,
curándonos, transformándonos y lanzándonos a una
aventura maravillosa, declarando así su elección sobre nosotros.
-Profundizar en nuestra relación con María, criatura elegida para inaugurar la nueva creación; ella, escondida
y solícita a la vez, es la que nos prepara para el salto
hacia la FE, a través de la cual, TODO ES POSIBLE.
-Entender la necesidad de estar atentos a la escucha
confiada de las palabras de María: HACED LO QUE ÉL
OS DIGA (Jn 2, 5). Ella ya ha recorrido el camino y
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
-Reconocer que el miedo a lo desconocido, a lo nuevo, a abandonar nuestras seguridades, posterga la
respuesta a la llamada que incesantemente nos hace
Jesús
-En ese reconocimiento, identificarse con un Santo, en
este caso San Expedito (alguien concreto), les ayudará a recordar que la elección de Dios hacia nosotros
no es por nuestros méritos, sino por nuestra pequeñez.
-Situar su vida en los dos momentos descritos de encuentro entre el Señor y S. Expedito.
-Descubrir que Dios se va dando a conocer a nosotros
de manera cada vez más profunda y en esa creciente relación de AMOR, encontraremos las armas y la
fuerza para vencer las tentaciones y responder con
determinación a su llamada y así, vivir en plenitud.
CUARESMA
2. Lectura de la Palabra (5’)
Introducción a la Palabra
“Haced lo que Él os diga” (Jn 2, 1-11)
Este evangelio nos muestra la manera en la que Jesús
nos ama. Es el primer milagro de la vida pública de Jesús.
Se nos invita a un banquete de bodas que va a transformar nuestra vida; ¿con qué?, con un VINO NUEVO. Como
hemos señalado al comienzo, entramos en un tiempo de
gracia desbordante que es la CUARESMA y vamos a comenzarlo con las bodas de Caná, porque es allí donde
nuestro Padre se desborda en AMOR hacia su pueblo,
llevándoles hacia la Pascua, hacia la VERDADERA VIDA.
Porque viendo, no vemos; oyendo, no oímos ni entendemos (Mt 13,13). NO TENEMOS VINO. Podemos vivir, pero
estar sin vida. Nos vamos desgastando. Buscando la vida
donde no está, la perdemos. Jesús sabe que es apremiante mostrar el camino para llenar nuestra vasija vacía,
hueca, de piedra. CONVERTÍOS Y CREED EN EL EVANGELIO- SHEMÁ ISRAEL, ESCUCHA ISRAEL. Es un camino de
retorno, de recuperar la memoria de quienes somos.
VIDA en Cristo, del cual ya, en estos tiempos que nos dirigen a la Parusía, podemos gustar de tal manera, que Él
es el propio banquete que se nos ofrece con todos los dones del Espíritu, los Sacramentos y, especialmente, como
Cuerpo y Sangre en el banquete de la Eucaristía. El novio
se nos entrega hasta el punto de ser Él, carne y sangre
que nos alimenta. Él es todo en todos.
El plazo está cumplido: Convertíos y creed en el Evangelio. Haced lo que Él os diga. La presencia de María es
crucial. Como criatura escogida para dar comienzo a la
nueva creación y así, dar paso al tiempo mesiánico, donde todo lo antiguo es nuevo, donde la gracia se desborda,
ella se convierte en el eje sobre el cual podemos girar,
podemos volver nuestra mirada a Dios y poderle escuchar. Con ella podemos CONVERTIRNOS, volver nuestra
voluntad a la de nuestro Padre. Por ello, cuando les dice
a los discípulos “Haced lo que Él os diga”, abre el corazón
de los discípulos a la obediencia de la FE a su Hijo.
Somos imagen viva de Dios y obra preciosa de sus manos, pensados y amados desde toda la eternidad. De esta
manera podremos escuchar de nuevo quienes somos;
quien es nuestro Padre y así, poder regresar a nuestra
verdadera casa, al verdadero reposo que tanto necesita
nuestra alma y así, sentarnos en la mesa del BANQUETE
DE BODAS y participar del festín de la verdadera VIDA. La
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
3. Catequesis (20’)
Lectura de la Palabra
Introducción
Las bodas de Caná (Jn 2, 1-11)
Vemos como es en Galilea, pueblo gentil, (Is 9, 1-5 “El
pueblo que caminaba en las tinieblas...”) donde Dios elige comenzar a hacer llegar la salvación a los hombres.
En los márgenes, en lo inesperado, en lo que parece inverosímil (Jn 1, 46: ¿De Nazaret puede salir algo bueno?).
“Tres días después se celebraba una boda en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús. Fueron invitados
también a la boda Jesús y sus discípulos. Al quedarse sin
vino, por haberse acabado el de la boda, le dijo a Jesús
su madre: ‘No tienen vino’. Jesús le respondió: ‘¿Qué tengo
yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora’. Pero
su madre dijo a los sirvientes: ‘Haced lo que él os diga’.
Había allí seis tinajas de piedra, destinadas a las purificaciones de los judíos, de dos o tres medidas cada una.
Jesús les dijo: ‘Llenad las tinajas de agua’. Ellos las llenaron hasta arriba. ‘Sacadlo ahora —les dijo— y llevadlo
al maestresala’. Ellos lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, como ignoraba de
dónde era (los sirvientes, los que habían sacado el agua,
sí que lo sabían), llamó al novio y le dijo: ‘Todos sirven
primero el vino bueno, y cuando ya están bebidos, el inferior. Tú, en cambio, has reservado el vino bueno hasta
ahora’. Éste fue el comienzo de los signos que realizó Jesús, en Caná de Galilea; así manifestó su gloria y creyeron en él sus discípulos. Después bajó a Cafarnaún con su
madre, sus hermanos y sus discípulos, pero no se quedaron allí muchos días”.
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Sí, Jesús nos elige, sabiendo lo que somos sin Él. Justamente por eso lo hace. Nos encontramos en este pasaje,
con una rica simbología que une Antiguo y Nuevo Testamentos de manera sorprendente, donde se nos muestra
claramente la HISTORIA DE SALVACIÓN de la humanidad, como una unidad llena de sentido, una historia que
ninguna mente humana hubiera podido inventar, pues
sólo Dios es capaz de dirigir de manera tan prodigiosa los
acontecimientos, dejando libre al hombre.
Esto nos ayuda a profundizar en nuestra vida y poco a
poco ver como todo lo ocurrido en ella va formando una
preciosa historia de salvación y de VOCACIÓN, pues descubrir esta última, es la que da sentido a todo lo anterior.
Esto es a lo que son invitados los discípulos y a lo que
todos estamos invitados. Precisamente los discípulos son
elegidos entre muchas personas a las que Jesús podría
encontrar cada día. Jesús ve en ellos que esperan ALGO
MÁS, que su vida no les llena, que en su rostro se percibe
el desgaste que llevan a cuestas y el deseo de plenitud.
Jesús ve lo que hay dentro de cada uno de ellos. No mira
CUARESMA
Datos importantes del relato de Juan
su grado de perfección. Al contrario, percibe sus debilidades, por ello sabe que están llamados a una VIDA NUEVA.
Van con Él y con María a un banquete de bodas y es en
esta invitación, donde descubren para qué han sido elegidos. Este acontecimiento les unirá estrechamente a Jesús.
Vemos como este primer milagro se realiza en Comunidad. Jesús no hace nada sólo porque Él mismo es el
AMOR y el AMOR, no se puede manifestar si no es junto a la presencia del otro. Por eso, antes de comenzar
su misión, elige a sus discípulos, sabe que todos somos
partícipes de su misma misión, formando un solo cuerpo.
Entonces se da el milagro.
-Una boda: Unión íntima de Jesús con su pueblo
-La referencia a la hora: Jesús acontece en un momento concreto. Jesús pasa —el tiempo oportuno Kairós—
(Mc 1, 15): “El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios
está cerca; convertíos y creed en el evangelio”.
-El tercer día: Vemos cómo encaja dentro de toda la
HISTORIA DE SALVACIÓN.
SINAÍ
CANÁ
PASCUA
El tercer día
Yahvé reveló su
gloria a Moisés
El tercer día Jesús
reveló su gloria
El tercer día Jesús
reveló su gloria
y el pueblo creyó
también en él
(Éx 19.11.9).
y sus discípulos
creyeron en él
(Jn 2, 1.11).21).
y sus discípulos
creyeron en él
(Jn 2, 19-20; 20-21)
-Seis tinajas de piedra, para la purificación de los judíos —Seis significa imperfección— Ley de piedra, que
está ya vacía.
-Agua- Sentido purificador (Bautismo de Juan) (en tiempo mesiánico —Bautismo en Espíritu Santo-transformador— CONVERSIÓN)
-La carencia de vino —Abandono de los ideales de los
Santos del AT— Ley que necesita la verdadera plenitud,
pues se ha quedado en una serie de normas y preceptos.
-La acción de llenar de agua hasta arriba las tinajas
vacías. Ya ni siquiera hay agua en las tinajas, por lo
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Cáliz de la Misericordia
Aproximación bíblica
que hay que llenarlas hasta arriba para que acontezca lo nuevo. Acto de FE (No sería fácil llenar unos 600
litros de agua).
-La presencia de la Madre de Jesús. María va a hacer
de puente entre lo antiguo y lo nuevo. Sus palabras:
“HACED LO QUE ÉL OS DIGA” abren el corazón de los
discípulos a la obediencia de la Fe, no como una ley,
sino como un acto de amor confiado a su Hijo y a su
madre. María les engendra (anticipo de su maternidad universal a los pies de la Cruz).
-Llamamiento de Jesús: “LLENAD LAS TINAJAS DE
AGUA”... y, a continuación... “SACAD AHORA Y LLEVÁDSELO AL MAYORDOMO“. Jesús les pide lo único
que sabe que pueden poner. Su pobre humanidad herida, llena de debilidades y limitaciones, pero anhelante de esa VIDA NUEVA.
Salmo 41, 2
Como busca la cierva las corrientes de agua
Jn 7, 37-39
El último día de la fiesta, el más solemne, Jesús puesto en pie, gritó: “Si alguno tiene sed, que venga a mí y
beba. El que crea en mí”, como dice la escritura, “de su
seno correrán ríos de agua viva”.
Jn 2, 1-2
Tres días después se celebraba una boda en Caná de
Galilea, y estaba allí la madre de Jesús. Fueron invitados también a la boda Jesús y sus discípulos
Con estas citas bíblicas que evocan la relación esponsal
del festín y el anhelo del encuentro con el amado, comenzamos a ver cómo Jesús elige a sus discípulos y es invitado con ellos a una boda. Su madre se encuentra allí.
El lugar que Dios elige es en Caná de Galilea, un pueblecito a unos 15 km al norte de Nazaret. Jesús que se
encuentra en Betania, al otro lado del Jordán, decide ir
a Galilea. Galilea era una región con mala fama entre
los judíos por su rebeldía contra el régimen imperante de
Jerusalén, y por su mezcla de población primitiva con
elementos paganos.
Jesús sabe donde hay sequía, sabe que es necesario acudir a aquel lugar, al igual que sabe que sus discípulos
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
CUARESMA
necesitan conocerle más profundamente para poder saciarles, como a esa cierva que anhela las corrientes de
agua. Sabe que bebemos de tantas fuentes que nos provocan más y más sed, que desea ardientemente mostrarnos cuánto nos ama y así, apagar la sed de tantos falsos
amores que nos llevan a una vida que no es vida. Que nos
vacía por dentro como esas tinajas de piedra.
No es casualidad que el comienzo de la lectura esté enmarcada de esta manera. Como hemos citado, el tercer
día es muy significativo. Quiere llevarnos de la muerte
a la vida, no le importa si hemos pecado más o menos,
si hemos renunciado una y otra vez a su llamada, tampoco si servimos o no para una misión. Sólo le importa
que VIVAMOS de VERDAD, que toda nuestra realidad sea
transformada por la unión con Él, en ese banquete, donde quiere donarse, entregarnos su vida, su propio ser.
Salmo 129,7
Aguarde Israel al Señor, como el centinela la aurora
Desde lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica.
Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón,
y así infundes respeto.
Mi alma espera en el Señor,
espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor,
más que el centinela la aurora.
Aguarde Israel al Señor,
como el centinela la aurora;
porque del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa;
y él redimirá a Israel
de todos sus delitos.
Cáliz de la Misericordia
91
Cáliz de la Misericordia
Jn 2, 3-4
Al quedarse sin vino, por haberse acabado el de la
boda, le dijo a Jesús su madre: “No tienen vino.” Jesús
le respondió: “¿Qué tengo yo contigo, mujer? Todavía
no ha llegado mi hora”.
Con este salmo 129, haciendo referencia a los versículos
3 y 4 de Juan, nos encontramos con la actuación de María, como madre vigilante; madre que espera el momento
para la redención del pueblo de Israel, la redención de
todos sus hijos.
M. Thurian se une a la voz de los padres con las siguientes frases: “En su acto de fe y en su plegaria, María aparece como representante de la humanidad en apuros y del
judaísmo en su esperanza mesiánica; ella es la figura de
la humanidad y de Israel que aguardan una liberación,
misteriosa para la humanidad, mesiánica pero demasiado humana todavía para Israel” (María, madre del Señor,
figura de la Iglesia, 150).
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Mt 13, 13
... porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden.
Israel está bajo una Ley que necesita la verdadera plenitud, pues se ha quedado en una serie de normas y preceptos. Está vacía, y endurecidos los corazones.
Por ello, dejémonos mirar por María, no tengamos miedo a lo desconocido. Ella ve nuestra necesidad. Estamos
endurecidos por las heridas que, muchas veces queremos
curar a nuestra manera, con remiendos que producen
cada vez mayor rotura en nuestro interior y nos dirigen
como una peonza sin rumbo hacia satisfacciones que terminan invadiéndonos de una profunda insatisfacción.
Su SÍ ha abierto las puertas a la nueva humanidad. Su SÍ
es el SÍ de todos los que nacemos a una vida nueva.
CUARESMA
Jn 2, 4
Jesús le respondió: “¿Qué tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora”.
Jesús está viendo en ese momento que lo que le pide su
madre forma parte del final de su misión, cuando su gloria se manifiesta en el amor hasta el extremo en la cruz.
No rechaza su petición, sino que la aclara para acceder a
anticipar esa hora como un comienzo de la plenitud que
un día llegará a su fin.
Estamos en el momento del SÍ de María. La relación con
su Hijo la lleva a una total confianza en lo que Él decida.
Esto es lo que nos invita a vivir Jesús. Confiamos en algo
cuando lo entendemos, cuando lo conocemos y es lógico.
Conocemos que Él ha dado su vida por nosotros para que
tengamos VIDA y aún así desconfiamos, continuamos
dudando de que su voluntad sea la mejor para nuestra
vida, por eso huimos, refugiándonos en justificaciones a
nuestras decisiones. Nuestro YO es muy fuerte y nos sugiere todo tipo de buenos propósitos para no dar el salto
de la FE, pero con María, podemos.
Jn 2,5-6
Pero su madre dijo a los sirvientes: “Haced lo que él os
diga”. Había allí seis tinajas de piedra, destinadas a
las purificaciones de los judíos, de dos o tres medidas
cada una.
El SÍ de María, conforma su voluntad totalmente a la
de su Hijo en este momento. No acaba de entender, pero
sabe que en la obediencia amorosa a su voluntad, Dios
hará lo que convenga.
Recordar este momento de la relación entre madre e hijo,
nos ayudará a iluminar nuestra realidad, cuando tantas
veces cerramos la puerta a la obra de Dios sobre nosotros, porque todavía tenemos miedo a abandonarnos en
Él. Jesús sabe todo lo que nos pasa por dentro, por ello
decide cumplir con la petición de su madre y lo sigue haciendo en cada momento cuando nos encomendamos a
ella.
Sabe que somos esas tinajas de piedra, vacías de VIDA y
endurecidas por dentro; en esa realidad, en ese descendimiento a nuestra miseria es donde se va a producir el
milagro. Se nos puede abrir la puerta del Cielo ya aquí
en la tierra.
Cáliz de la Misericordia
93
Cáliz de la Misericordia
Jn 2, 7-8
Jesús les dijo: “Llenad las tinajas de agua”. Ellos las
llenaron hasta arriba. “Sacadlo ahora —les dijo— y
llevadlo al maestresala”. Ellos lo llevaron.
Indudablemente los discípulos han visto la actitud confiada y dócil de María hacia su hijo. Es ahora cuando Jesús les va a revelar la misión que Dios tiene preparada
para ellos.
Este es el comienzo de algo Nuevo, que inaugura María
con su intercesión. Los discípulos dan el paso hacia la FE,
entrando en la obediencia sin entender.
Ante las palabras de Jesús “Llenad la tinajas de agua”,
ellos las llenaron hasta arriba. En cada tinaja cabían
alrededor de 100 litros e imaginamos que no sería nada
fácil el llenarlas. Después les pide que la saquen y la lleven al maestresala. Ellos fueron a por el agua. Sabían
de donde sacarla porque habían sido traspasados por el
amor de Dios, manifestado en su hijo Jesucristo.
Esa agua es su humanidad entera, vacía y endurecida,
pero deseosa de recibir una VIDA NUEVA. En ese ofrecimiento se produce el milagro.
“Sacadlo ahora —les dijo— y llevadlo al maestresala”.
Ante la obediencia de los discípulos a su voluntad y ante la
propuesta de dar a otros de esa agua, se produce el milagro.
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Es por ello que, poner nuestra vida en manos de nuestra
madre y de su Hijo, da frutos de vida eterna. Nos lleva a
la verdadera Pascua. Los discípulos fortalecieron el seguimiento a su llamada. Experimentaron con fuerza el
paso de una vida a medias a una VIDA MÁS PLENA.
Nosotros estamos llamados a la misma vida. A veces las
circunstancias pueden borrar de nuestra memoria las hazañas del Señor en nuestra historia, llevándonos a conformarnos con la mediocridad, con lo que todo el mundo hace. Vamos pasando la vida sin vivirla y acabamos
agarrándonos a cualquier sustitutivo, a cualquier baratija afectiva o esclavitud material. Esta palabra viene
AHORA, en este momento y no en otro. No temáis, Jesús
siempre guarda el vino nuevo para el final. Sabe esperar
porque nos conoce. Aventuremos la vida. En el salto de la
FE hay un vacío donde siempre nos esperan los brazos de
nuestra madre que nos presenta a su Hijo y que intercede
constantemente por nosotros.
CUARESMA
4. Tiempo de desierto (15’)
5. Puesta en común (15’)
Es un encuentro personal donde Dios habla al corazón, para
lo cual se necesita de silencio y de un lugar para estar a solas con Él. Se les entregará una propuesta de guión que les
ayude a profundizar, aunque es importante dejar que el Espíritu vaya dirigiendo ese pequeño tiempo de soledad.
6. Peticiones (5’)
7. Oración final (todos juntos)
Material a entregar:
-Cita del evangelio de Jn 2, 1-11
-Frases para la meditación:
·Estoy aquí, Señor. Quiero aprender a amarte.
·Conoces mis heridas (Recuerda en qué momento de tu vida sentiste la necesidad de buscar algo
más, en qué momento nada podía llenar tu necesidad de amar y ser amado).
·Recuerda cómo te has sentido perdonado y vuelto
a nacer cuando has tocado fondo.
·Quiero entrar contigo en el banquete pero, a veces,
tengo miedo de abandonar mis seguridades (Enumerar tus seguridades).
·Soy la tinaja vacía y de piedra, pero sé que así me
lo haces ver para que entre contigo y pueda beber
del Vino de la vida.
·Sé que ya me has dado a gustar un poco de ese vino
y que tu voluntad sobre mí es que lo dé a los demás.
·Ayúdame a escuchar las palabras de María: HACED LO QUE ÉL OS DIGA.
Padre, me pongo en tus manos,
haz de mí lo que quieras,
sea lo que sea, te doy las gracias.
Estoy dispuesto a todo,
lo acepto todo,
con tal que tu voluntad se cumpla en mí,
y en todas tus criaturas.
No deseo nada más, Padre.
Te confío mi alma,
te la doy con todo el amor
de que soy capaz,
porque te amo.
Y necesito darme,
ponerme en tus manos sin medida,
con una infinita confianza,
porque Tú eres mi Padre.
Autor: Charles de Foucauld
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
Cuaresma 2016
Comisión
Diocesana para
los Mayores
y Laicos
96
Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Via Crucis
CUARESMA
Introducción
Desde muy antiguo, el Via Crucis es un momento privilegiado de la tradicional piedad del pueblo de Dios, expresión popular del amor del Padre, revelado en el sacrificio
del Hijo por amor a la humanidad. Ejercicio especialmente querido por las personas mayores, del mismo modo
que es seguido con fervorosa devoción por todos los fieles
creyentes, en el tiempo de la Cuaresma y especialmente
en la Semana Santa. Momento de oración guiada por la
Palabra de Dios, en el que, a través de las tradicionales
estaciones, contemplamos las etapas del camino que siguió Cristo hasta su muerte en la Cruz.
En este Año Jubilar de la Misericordia, es muy oportuno
cuidar el piadoso ejercicio del Via Crucis, viendo en su caminar una manifestación de la divina misericordia. En él,
en efecto, confluyen varias expresiones características de
la espiritualidad cristiana: la concepción de la vida como
camino o peregrinación; como paso, a través del misterio
de la Cruz, del exilio terreno a la patria celestial; así como
el deseo de conformarse profundamente a la Pasión de
Cristo; o las exigencias del seguimiento de Cristo, por el
que el discípulo debe caminar tras el Maestro llevando
cada día su propia cruz.
porales y las siete espirituales— teniendo como fondo la
Resurrección de Cristo desde la que podemos contemplar
y meditar con serena alegría los misterios de la Pasión de
nuestro Señor.
El Via Crucis es un excelente instrumento para ayudar
a todos nuestros fieles —laicos, religiosos y sacerdotes;
mayores y jóvenes; padres e hijos, abuelos y nietos— a
que tomen conciencia de su pertenencia activa al pueblo
de Dios y a la importancia de participar con alegría en el
misterio de la divina misericordia.
Sugerimos que este santo ejercicio sea realizado de manera comunitaria en nuestras parroquias, en nuestras calles y plazas, en los viacrucis de nuestros pueblos, en las
residencias de ancianos; así como de manera particular
por cualquier fiel; y especialmente los ancianos y los enfermos en sus casas, que uniéndose a la Cruz de Cristo,
desean participar ofreciendo sus dolores y sufrimientos
por la Iglesia.
Proponemos seguir, en el presente año, este camino teniendo muy presente en sus catorce estaciones, las tradicionales catorce obras de misericordia —las siete corCáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
Monición inicial
En el nombre del Padre , y del Hijo,
y del Espíritu Santo.
R/. Amén.
El papa Francisco, en la Bula de Convocación del Jubileo Extraordinario de la Misericordia Misericordiae
Vultus, nos recuerda que “Jesucristo es el rostro de
la misericordia del Padre; él, con su palabra, con sus
gestos y con toda su persona revela la misericordia de
Dios, vía que nos une con Él a cada uno de nosotros”.
Hay momentos en los que de un modo mucho más
intenso estamos llamados a tener la mirada fija en la
misericordia divina para poder ser también nosotros
mismos signo eficaz del obrar del Padre, como es el
tiempo de la Cuaresma y la Semana Santa.
Por ello, hemos venido hoy aquí para acompañar a Jesús a lo largo de su camino de dolor y de amor, el camino de la Cruz. Nunca estamos solos en este camino. Con
nosotros siempre está Jesús que tanto nos amó, que quiso morir por nosotros. Un amor tan grande que entra en
nuestro pecado y lo perdona; entra en nuestro sufrimiento y nos da fuerza para soportarlo; entra también en la
muerte para vencerla y salvarnos. En la Cruz de Cristo
está todo el amor de Dios, está su infinita misericordia.
De este modo, en este Via Crucis vamos a recorrer las
catorce estaciones de la Pasión de nuestro Señor, con98
Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
templando, a la vez, cada una de las catorce obras
de misericordia, que la tradición nos ha legado, tanto
las siete corporales, como las siete espirituales, relacionando cada estación con una de ellas y teniendo
siempre presente la Resurrección de Cristo, que ilumina y da sentido a la divina misericordia que se contiene en los misterios de su Pasión.
Sólo en Cristo muerto y resucitado encontramos la
salvación y la redención. Con Él, el mal, el sufrimiento
y la muerte no tienen la última palabra, porque Él nos
da la esperanza y la vida: ha transformado la Cruz,
que ha pasado de ser un instrumento de odio, de derrota y de muerte, a ser un signo de amor, de victoria,
de triunfo y de vida.
La Cruz nos invita también a dejarnos contagiar por
esta misericordia, nos enseña así a mirar siempre al
otro con amor y con esa misma misericordia; especialmente al que sufre, al que tiene necesidad de ayuda,
al que espera una palabra o un gesto, al que no tiene
esperanza, al que no conoce el amor.
La Cruz nos invita a salir de nosotros mismos para ir
al encuentro del prójimo y tenderle la mano, anunciándole que siempre hay esperanza en Dios misericordioso.
CUARESMA
Acto de Contrición
¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío;
por ser Vos quien sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme
con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia,
propongo firmemente nunca más pecar,
confesarme y cumplir la penitencia
que me fuere impuesta.
Amén.
Cáliz de la Misericordia
99
Cáliz de la Misericordia
PRIMERA ESTACIÓN
Jesús es condenado a muerte
Meditaremos la Obra de Misericordia
espiritual: Sufrir con paciencia
los defectos del prójimo
V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R/. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Del Evangelio según San Mateo (26,59-60.63-66)
Los sumos sacerdotes y el Sanedrín en pleno buscaban un falso testimonio contra Jesús para condenarlo
a muerte y no lo encontraban, a pesar de los muchos
falsos testigos que comparecían. El sumo sacerdote se
puso en pie y le dijo: “Te conjuro por el Dios vivo a que
nos digas si tú eres el Mesías, el Hijo de Dios” Jesús
le respondió: “Tú lo has dicho. Más aún, yo os digo:
desde ahora veréis al Hijo del hombre sentado a la
derecha del Poder y que viene sobre las nubes del cielo”. Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras
diciendo: “Ha blasfemado. ¿Qué necesidad tenemos
ya de testigos? Acabáis de oír la blasfemia. ¿Qué decidís?”. Y ellos contestaron: “Es reo de muerte”.
Meditación
Señor, tú que tienes infinita paciencia con todos los hombres, tú que “eres clemente y misericordioso, lento a la ira
y rico en piedad y leal”, tú que todo lo soportaste, incluso
a los que te condenaron injustamente, concédenos a todos nosotros el don de la paciencia para que sepamos
amar a nuestros enemigos y sufrir sus defectos. Aumenta
nuestra capacidad para padecer y soportar los vicios y
debilidades del prójimo sin alterarnos, sabiendo esperar
100 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
a que el Señor les ayude a convertirse a tu amor. Pues
bien sabemos que la paciencia es uno de los frutos del
Espíritu Santo, que madura cada día al practicarla y que
trae esa constancia y esperanza en ti, que no defrauda
jamás. Nosotros, además, especialmente los más avanzados en edad y en los sufrimientos de la vida diaria, tenemos muy viva la experiencia de que los otros también
han de soportar con esa misma paciencia nuestras muchas debilidades, que todos tenemos, y que del mismo
modo son molestas para los que están con nosotros, e
incluso para nosotros mismos. ¡Que el Señor nos conceda
ser buenos y comprensivos, perdonándonos unos a otros
como Dios nos perdonó en Cristo!
Padre nuestro
Canto (CLN 526)
A ti levanto mis ojos,
a ti que habitas en el cielo;
a ti levanto mis ojos,
porque espero tu misericordia.
CUARESMA
SEGUNDA ESTACIÓN
Jesús con la Cruz a cuestas
Meditaremos la Obra
de Misericordia espiritual:
Dar buen consejo al que lo necesita
V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R/. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Del Evangelio según San Marcos (8,34-36)
Jesús, llamando a la gente y a sus discípulos les dijo:
“El que quiera venir en pos de mí, que se niegue a sí
mismo, que cargue con su cruz y me siga. Porque
quien quiera salvar su vida, la perderá; pero el que
pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará.
Pues, ¿de qué le sirve a un hombre ganar el mundo
entero si pierde su vida?”.
Meditación
¡Pidamos al Señor que ilumine siempre nuestros pasos
para que, con nuestro buen consejo, nuestro hermano
siga el camino de la verdad, que es el amor!.
Padre nuestro
Canto (CLN 103)
Ved la Cruz de la Salvación
donde Dios nos dio la vida;
precio de la Redención
de la humanidad caída.
Cruz de Cristo Vencedor,
te adoramos, sálvanos.
Señor, puesto que Jesús es quien mejor nos conoce, es
también el único que, de verdad, nos puede dar un buen
consejo, el mejor consejo: el que nos indica el camino que
hemos de seguir para alcanzar la vida eterna, el camino
para ser feliz, que no es otro sino la Cruz y el anuncio gozoso de la Buena Noticia, del Evangelio. Pero en nuestra
vida diaria, también nos encontramos muchas veces con
dudas sobre el camino concreto que debemos seguir. Es
ahí donde, iluminados por Cristo, podemos dar un buen
consejo a nuestro hermano que lo necesita. Las personas
mayores sabemos, por la experiencia que nos da la vida,
que el mejor consejo es el que hace reflexionar al otro
sobre el sentido de la vida y del futuro, para que desde su
propia conciencia alcance la verdad, que sólo es Cristo.
Cáliz de la Misericordia
101
Cáliz de la Misericordia
TERCERA ESTACIÓN
Jesús cae por primera vez
Meditaremos la Obra de Misericordia
corporal: Visitar a los presos
V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R/. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Del libro del profeta Isaías (53,4-7)
Él soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros
dolores; nosotros lo estimamos leproso, herido de
Dios y humillado, traspasado por nuestras rebeliones,
triturado por nuestros crímenes. Nuestro castigo saludable cayó sobre él, sus cicatrices nos curaron. Todos
errábamos como ovejas, cada uno siguiendo su camino, y el Señor cargó sobre él todos nuestros crímenes.
Maltratado, voluntariamente se humillaba y no abría
la boca como cordero llevado al matadero.
Meditación
Señor, tú bien sabes de aguantar sufrimientos y humillaciones. Bien sabes lo que es no disfrutar de la libertad de
movimientos. Es cierto que hay muchos hermanos nuestros en las cárceles, que están sufriendo el alejamiento de
sus seres queridos porque la sociedad los ha confinado
allí. Siempre nos hemos de acordar de ellos en nuestras
oraciones y, si es posible, visitarlos. Pero en el mundo hay
también otras muchas prisiones en cuya puerta no aparece ese nombre. Muchos hermanos nuestros viven de la
misma manera recluidos en las residencias de ancianos
o en sus propios domicilios, de los que salen bien poco
porque no hay nadie que los acompañe o porque física102
Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
mente no les es posible. Cuántos ancianos no salen prácticamente de sus hogares, esperando que algún familiar,
algún amigo, alguna persona de buena voluntad les
alegre con su visita. Y todos conocemos muchos de estos
mayores que nos esperan y esperan… mientras nosotros
estamos muy ocupados en cosas más urgentes. Mientras
nuestros hermanos siguen esperando una voz amiga que
los conforte, una mano dulce que los abrace, un corazón
que arda de amor por los que ya no cuentan en la sociedad. ¡Señor, danos un corazón misericordioso para ir a
visitar, a acompañar, a alegrar a nuestros hermanos que
viven recluidos, allí donde se encuentren!
Padre nuestro
Canto (CLN 107)
Sí, me levantaré.
- Volveré junto a mi Padre.
A ti, Señor, elevo mi alma,
- Tú eres mi Dios y mi Salvador.
Sí, me levantaré.
- Volveré junto a mi Padre.
CUARESMA
CUARTA ESTACIÓN
Jesús se encuentra con su Madre
Meditaremos la Obra de Misericordia
espiritual: Enseñar al que no sabe
V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R/. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Del Evangelio según San Lucas (2,34-35.51)
Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: “Mira, éste
está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará
el alma”. Su madre conservaba todo esto en su corazón.
Meditación
Señor, del mismo modo que María siempre estuvo junto a Jesús, especialmente en los momentos más difíciles,
al pie de la Cruz, ella siempre nos lleva a su Hijo y nos
muestra al que nos trae la verdad, el único que, definitivamente, enseña al que no sabe: Jesús. Él es quien verdaderamente nos revela todo lo que el Padre desea de
nosotros. Por ello, todos los cristianos, ancianos y jóvenes, tenemos el deber de enseñar al que no sabe, es decir,
como María, llevar a nuestros hermanos a quien es el auténtico Maestro: nuestro Señor Jesucristo; transmitiendo
la alegría de la fe y la belleza del amor de Dios que nos
salva en Cristo muerto y resucitado. ¡Corramos a anunciar al Dios que nos ama, saliendo de nosotros mismos
para buscar el bien de todos y el encuentro personal de
cada hombre con Dios Amor!.
Padre nuestro
Canto (MD 398)
Mientras recorres la vida,
tú nunca solo estás,
contigo por el camino
Santa María va.
¡Ven con nosotros al caminar,
Santa María, ven!
¡Ven con nosotros al caminar,
Santa María, ven!
Cáliz de la Misericordia
103
Cáliz de la Misericordia
QUINTA ESTACIÓN
El Cireneo ayuda a Jesús
a llevar la Cruz
Meditaremos la Obra de Misericordia
corporal: Dar de comer al hambriento
V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R/. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Del Evangelio según San Marcos (15,21)
Pasaba uno que volvía del campo, Simón de Cirene, el
padre de Alejandro y de Rufo, y le obligaron a llevar
la Cruz de Jesús.
Meditación
Señor, nosotros deseamos compartir nuestra vida con la
gente y entregarnos generosamente en la ayuda al prójimo,
como lo hizo Simón de Cirene llevando la Cruz de Jesús, especialmente ahora que hay tantos hermanos nuestros que
pasan verdadera necesidad de pan, de comida, de casa, de
trabajo, de un sueldo o pensión digna. En muchos hogares,
la pensión de los mayores jubilados se ha convertido en el
pan de cada día de tantos jóvenes que no encuentran trabajo, de tantas familias que pasan penuria… ¡Gracias a la
generosidad de los abuelos comen los nietos! Cuánta hambre hay en el mundo, cuánta necesidad se ve en nuestras
Cáritas…, que toda ayuda material es poca. Pero es que
además del hambre del pan material, también hay mucha
hambre del pan celestial, de Dios. Y sólo Jesús puede saciar
este hambre, porque él es el verdadero “pan de vida”. ¡Ayúdanos, Señor, a compartir nuestros bienes, tanto materiales
como espirituales, con los que menos tienen, y a saciar el
hambre de Dios, que tantos hermanos nuestros padecen!
104 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Padre nuestro
Canto
Un mandamiento nuevo
nos dio el Señor:
que nos amáramos todos
como Él nos amó.
La señal de los cristianos
es amarse como hermanos.
CUARESMA
SEXTA ESTACIÓN
La Verónica enjuga el rostro de Jesús
Meditaremos la Obra de Misericordia
corporal: Visitar a los enfermos
V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R/. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Del libro del profeta Isaías (53,2-3)
No tenía figura ni belleza. Lo vimos sin aspecto atrayente, despreciado y evitado por los hombres, como
un hombre de dolores, acostumbrado a sufrimientos,
ante el cual se ocultan los rostros; despreciado y desestimado.
Meditación
cuidado, nuestra compañía. ¡Acudamos presurosos a aliviar a Cristo que sufre y que nos espera postrado en el
lecho del dolor y de la soledad!
Padre nuestro
Canto (CLN 105)
Perdón, oh Dios mío,
perdón, indulgencia,
perdón y clemencia,
perdón y piedad.
Señor, lo mismo que la Verónica tuvo piedad de tu sufrimiento y de tu rostro malherido, aliviándote en lo que
pudo, así también nosotros tenemos piedad del dolor y
del sufrimiento de tantos hermanos nuestros que están
sumidos en la enfermedad, en la ancianidad, en la dependencia... Nuestros hospitales, residencias de ancianos
y nuestras casas son otros tantos sitios en los que la debilidad, por enfermedad o vejez, ha sumido en el sufrimiento y en la soledad. Cuántos hermanos hay que esperan
un gesto de afecto, de amor, de misericordia. A cuántos
podríamos llevar el consuelo de una visita, una palabra de compasión, de cariño, de piedad. Qué maravilla
es tender una mano que se deshace en ternura al coger
amorosamente la mano de un enfermo…, la de Cristo enfermo. El mismo Cristo nos espera en la persona de cada
necesitado para que le llevemos nuestro amor, nuestro
Cáliz de la Misericordia
105
Cáliz de la Misericordia
SÉPTIMA ESTACIÓN
Jesús cae por segunda vez
Meditaremos la Obra de Misericordia
corporal: Dar de beber al sediento
V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R/. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Del libro de los Salmos (69,17-22)
Respóndeme, Señor, por tu bondad y tu amor; por tu
gran compasión, vuélvete hacia mí; no escondas tu
rostro a tu siervo: respóndeme pronto, porque estoy
en peligro. Acércate a mí, rescátame, líbrame de mis
enemigos. Estás viendo mi afrenta, mi vergüenza y mi
deshonra; todos mis enemigos están ante ti. La afrenta me destroza el corazón y desfallezco. Espero compasión, y no la hay; consoladores, y no los encuentro.
En mi comida me echaron hiel, para mi sed me dieron
vinagre.
Meditación
Señor, como tú al pie de la Cruz, numerosos sedientos
existen en el mundo: los hay sedientos del agua natural,
pero muchos más yacen sedientos de ti. Incontables son
los hermanos que, sin sufrir la tortura de la sed de agua,
padecen el tormento de una vida sin sentido: buscan y no
encuentran esa otra agua, la única que puede saciar el
deseo más profundo del corazón, la única que da el último significado a nuestras vidas, que da la vida verdadera y eterna, y cuya fuente es el costado de Cristo abierto
en la Cruz. Sólo Jesús es capaz de colmar nuestra sed de
eternidad, de una vida realizada plenamente en el amor.
106 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
¡Señor Jesús, haznos anunciadores de tu amor y de la esperanza para todos los hombres, déjanos saciar la sed de
nuestros hermanos con el verdadero agua que da la vida
y que eres Tú!
Padre nuestro
Canto (CLN 702)
Cerca de ti, Señor, yo quiero estar;
tu grande eterno amor quiero gozar.
Llena mi pobre ser, limpia mi corazón;
hazme tu rostro ver en la aflicción.
CUARESMA
OCTAVA ESTACIÓN
Jesús encuentra
a las mujeres de Jerusalén
Meditaremos la Obra de Misericordia
espiritual: Corregir al que se equivoca
V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R/. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Del Evangelio según San Lucas (23,28-31)
Jesús se volvió hacia ellas y les dijo: “Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, llorad por vosotras y por vuestros hijos, porque mirad que vienen días en los que dirán: ‘bienaventuradas las estériles y los vientres que
no han dado a luz y los pechos que no han criado’.
Entonces empezarán a decirles a los montes: ‘Caed
sobre nosotros’, y a las colinas: ‘Cubridnos’; porque,
si esto hacen al leño verde, ¿qué harán con el seco?”.
sin tener nosotros mismos la experiencia de la corrección
por los demás. ¡Señor Jesús, infunde tu amor en nuestros corazones para que nos dejemos corregir y seamos
instrumentos tuyos para rectificar con amor y cariño a
nuestros hermanos!
Padre nuestro
Canto (CLN 403)
Juntos, como hermanos,
miembros de una Iglesia,
vamos caminando
al encuentro del Señor.
Meditación
Señor, todos nosotros, especialmente los mayores, tenemos la experiencia de que nos equivocamos muchas
veces y de que luego hemos de llorar y lamentarnos por
nuestros errores y desvíos. Por ello, siempre es de agradecer una voz amiga como la de Jesús, que comprendiendo
nuestros actos, nos ayude a volver al buen camino, que
nos corrija cuando nos desviamos. Tomemos el gran modelo de cómo lo hace continuamente Cristo con nosotros,
es decir: con cariño, con respeto, con afecto, incluso dejándonos libres y siempre sin juicios ni condenas, porque
el amor es la medida de toda corrección. A veces también
nosotros estamos llamados a corregir fraternalmente a
nuestro hermano… pero nunca amonestemos al prójimo
Cáliz de la Misericordia
107
Cáliz de la Misericordia
NOVENA ESTACIÓN
Jesús cae por tercera vez
Meditaremos la Obra de Misericordia
corporal: Dar posada al peregrino
V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R/. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Del Evangelio según san Mateo (11,28-30)
Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados,
y yo os aliviaré. Tomad mi yugo y aprended de mí,
que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis
descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.
Meditación
Señor, todos nosotros somos peregrinos, pues caminamos por este mundo hacia nuestra verdadera patria, que
es el Cielo. Pero algunos lo son aún más, pues han tenido que dejar su familia, su casa, su tierra, su lengua, su
cultura, en búsqueda de mejores condiciones para vivir,
o sencillamente subsistir. Muchos de nosotros también
hemos sufrido, en nuestra larga o corta vida, esta experiencia de ser, de un modo u otro, forasteros y peregrinos.
Ayúdanos, Señor, a acoger a los refugiados y migrantes
como verdaderos hermanos que son, a abrir nuestras
puertas a Jesucristo, presente en cada uno de ellos y que
de sus labios escuchemos en el Día Final: “Venid vosotros,
benditos de mi Padre… porque fui forastero y me hospedasteis”. ¡Señor, ayúdanos a hospedarte en cada hermano nuestro que peregrina por el mundo!
108 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Padre nuestro
Canto (CLN 519)
Alma mía, recobra tu calma,
que el Señor fue bueno contigo.
Alma mía, recobra tu calma,
que el Señor escucha tu voz.
CUARESMA
DÉCIMA ESTACIÓN
Jesús es despojado de sus vestiduras
Meditaremos la Obra de Misericordia
corporal: Vestir al desnudo
V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R/. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Del Evangelio según San Juan (19,23-24)
Los soldados, cuando crucificaron a Jesús, cogieron
su ropa, haciendo cuatro partes, una para cada soldado, y apartaron la túnica. Era una túnica sin costuras,
tejida toda de una pieza de arriba abajo. Y se dijeron:
“No la rasguemos, sino echémosla a suertes, a ver a
quién le toca”. Así se cumplió la Escritura: “Se repartieron mis ropas y echaron a suerte mi túnica”.
Padre nuestro
Canto (CLN 104)
Perdona a tu pueblo, Señor,
perdona a tu pueblo, perdónale, Señor.
Por los tres clavos que te clavaron
y las espinas que te punzaron,
perdónale, Señor.
Meditación
Señor, hay muchas formas de vestir al desnudo, además
de proporcionarle la necesaria ropa, que cubra, proteja
y caliente su cuerpo. A veces, sentimos la tentación de
ser cristianos manteniendo una prudente distancia de las
llagas del Señor. Pero Jesús quiere que toquemos la miseria humana, que palpemos la carne desnuda y sufriente del prójimo, que no nos mantengamos a distancia del
sufrimiento de cada hombre, sino que, muy al contrario,
la cubramos con el vestido del afecto y de la ternura, con
la vestidura de la cercanía y el cariño, con la ropa de la
amistad y del amor. ¡Vistamos al que sufre con el mismo
traje blanco con el que nos reviste Cristo de su amor!
Cáliz de la Misericordia
109
Cáliz de la Misericordia
UNDÉCIMA ESTACIÓN
Jesús clavado en la Cruz
Meditaremos la Obra de Misericordia
espiritual: Perdonar al que nos ofende
V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R/. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Del Evangelio según San Lucas (23,33-34)
Y cuando llegaron al lugar llamado “La Calavera”, lo
crucificaron allí, a él y a los malhechores, uno a la
derecha y otro a la izquierda. Jesús, decía: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”.
Meditación
Señor, en la Cruz, tú llevaste a su plenitud y a su más
absoluta perfección, el mandato del amor a los enemigos, precepto que es el signo distintivo de la vida y de la
conducta de nosotros, los cristianos. El amor extremo de
Dios se manifestó en Jesús, el cual “habiendo amado a
los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo”. Cristo, en la Cruz, perdonó todas nuestras ofensas
por su amor infinito a todos los hombres. Ciertamente, el
amor a los enemigos expresa lo más propio de nuestro
ser cristiano, a lo que estamos llamados. Y, aunque humanamente estemos muy lejos de cumplirlo, le pedimos,
con fe y esperanza al Señor, que nos conceda poder amar
al que nos ofende, a nuestro prójimo, en esa misma medida. ¡Ayúdanos, Señor, a perdonar a nuestros enemigos
con tu mismo amor!
110
Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Padre nuestro
Canto (CLN 106)
¡Victoria! ¡Tú reinarás!
¡Oh Cruz, tú nos salvarás!
El Verbo en ti clavado,
muriendo nos rescató.
De ti, madero santo,
nos viene la redención.
¡Victoria! ¡Tú reinarás!
¡Oh Cruz, tú nos salvarás!
CUARESMA
DUODÉCIMA ESTACIÓN
Jesús muere en la Cruz
Meditaremos la Obra de Misericordia
espiritual: Rezar a Dios por los vivos
y los difuntos
V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R/. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Del Evangelio según San Mateo (27,45-50.54)
Desde el mediodía hasta la media tarde vinieron tinieblas sobre toda aquella región. A media tarde Jesús gritó: “Elí, Elí lamá sabaktaní”, es decir: “Dios mío,
Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” Jesús, dio
otro grito fuerte y exhaló el espíritu. El centurión y sus
hombres, que custodiaban a Jesús, al ver el terremoto y lo que pasaba dijeron aterrorizados: “Realmente
éste era Hijo de Dios”.
Meditación
Señor, tu Hijo Jesucristo, a lo largo de toda su vida y
hasta su muerte en la Cruz, nos dio ejemplo de oración
continua y perseverante, aun medio de las mayores dificultades. Tú quieres que oremos continuamente por los
que aún peregrinamos por este mundo, para que a todos
los hombres alcance tu amor misericordioso y tu divina
providencia, sosteniéndonos así en el camino de la vida
hasta que lleguemos a nuestra casa celestial, aceptando y cumpliendo tu santa voluntad, como lo hizo Jesús.
Tú siempre nos escuchas y nos ayudas, por eso también
te pedimos por nuestros hermanos difuntos, en la serena
certeza y esperanza de que tú quieres que ellos estén contigo, pues la muerte terrena no es la última palabra, sino
sólo una puerta que nos lleva a ti. Concede, oh Dios, a las
benditas ánimas del Purgatorio la gracia de entrar en tu
Reino celestial, donde sólo existe el amor. ¡Ayúdanos, Señor, y sostennos en la fe en la resurrección, que nos trae
la alegría de tu amor que no tiene fin!
Padre nuestro
Canto (CLN 117)
Dios es fiel: guarda siempre su Alianza;
libra al pueblo de toda esclavitud.
Su Palabra resuena en los profetas,
reclamando el bien y la virtud.
Y Jesús nos dará en el Calvario
su lección: “Hágase tu voluntad”.
Y su sangre, vertida por nosotros,
será el precio de nuestra libertad.
Cáliz de la Misericordia
111
Cáliz de la Misericordia
DECIMOTERCERA ESTACIÓN
Jesús es bajado de la Cruz
y entregado a su Madre
Meditaremos la Obra de Misericordia
espiritual: Consolar al triste
V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R/. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Del Evangelio según San Mateo (27,55-59)
Había allí muchas mujeres que miraban desde lejos,
aquellas que habían seguido a Jesús desde Galilea
para servirlo; entre ellas, María la Magdalena y María, la madre de Santiago y José, y la madre de los
hijos de Zebedeo. Al anochecer, llegó un hombre rico
de Arimatea, llamado José, que era también discípulo
de Jesús. Éste acudió a Pilato a pedirle el cuerpo de
Jesús. Y Pilato mandó que se lo entregaran. José, tomando el cuerpo de Jesús, lo envolvió en una sábana
limpia.
Meditación
Señor, al pie de la Cruz, en la hora suprema del dolor y de
la tristeza, tú llenaste de consuelo a tu madre María, que
sostuvo tu santísimo Cuerpo entre sus inmaculados brazos, que un día te cubrieron de ternura y caricias. Y desde entonces ella nos sigue transmitiendo tu consuelo a
nosotros, que nos seguimos refugiando bajo su amparo.
Tú, oh Dios, eres el Consolador amoroso que derramas incesantemente tus bienaventuranzas sobre todos los que
lloran, pues tú no quieres que vivamos en la tristeza ni en
la angustia, sino en la alegría de la esperanza. Como dice
San Pablo: “¡Bendito sea Dios y Padre de nuestro Señor
112
Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Jesucristo, Padre de la misericordia y Dios de todo consuelo, que nos consuela en cualquier tribulación hasta el
punto de poder consolar nosotros a los demás, mediante
el consuelo con que nosotros mismos somos consolados
por Dios!”. ¡Consuélanos, Señor, para que llevemos tu
consuelo a todos los tristes y afligidos!
Padre nuestro
Canto (CLN 316)
Estrella y camino, prodigio de amor,
de tu mano, Madre, hallamos a Dios.
Tú nos lo diste en Belén, en pobre portal
en tu regazo le ven el rey y el zagal.
Tú nos lo diste en la Cruz, altar de dolor,
muerto en tus brazos está un Dios Redentor.
CUARESMA
DECIMOCUARTA ESTACIÓN
Jesús es puesto en el sepulcro
Meditaremos la Obra de Misericordia
corporal: Enterrar a los difuntos
V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R/. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Del Evangelio según San Lucas (23,50-56)
Había un hombre, llamado José, que era miembro del
Sanedrín, hombre bueno y justo; era natural de Arimatea y aguardaba el Reino de Dios. Este acudió a
Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Después de bajarlo
de la cruz, lo envolvió en una sábana y lo colocó en
un sepulcro excavado en la roca, donde nadie había
sido puesto todavía. Era el día de la Preparación y estaba para empezar el sábado. Las mujeres que lo habían acompañado desde Galilea lo siguieron, y vieron
el sepulcro y cómo había sido colocado su cuerpo. Al
regresar prepararon aromas y mirra. Y el sábado descansaron de acuerdo con el precepto.
Meditación
Señor, del mismo modo que el cuerpo de tu Hijo fue colocado en el sepulcro, así también nosotros llevamos al
sepulcro a nuestros hermanos difuntos con la firme esperanza de que resucitarán en el Último Día. Nuestros padres, hermanos e hijos, familiares y amigos, conocidos y
aún desconocidos, duermen el sueño eterno de la paz. La
esperanza en la resurrección nos sostiene en nuestro peregrinar por este mundo, pues bien conocemos que sin ella
no podemos vivir, ya que la vida sin esperanza se vuelve
insoportable. Pero sabemos que Cristo ha triunfado sobre
el pecado y la muerte y que está lleno de poder. Jesucristo verdaderamente vive. Su resurrección no es algo del
pasado; entraña una fuerza de vida que da nuevo sentido
a nuestra vida y al mundo. Cristo resucitado y glorioso es
la fuente profunda de nuestra espera en Dios. ¡Nunca nos
faltará la ayuda de Dios para cumplir la misión a la que
nos llama: transmitir la alegría de la fe, del amor y de la
esperanza, a todos los hombres!
Padre nuestro
Canto (CLN 151)
Ubi cáritas est vera,
Deus ibi est.
Congregávit nos in unum Christi amor.
Exsultémus et in ipso iucundémur.
Timeámus et amémus Deum vivum.
Et ex corde diligámus nos sincéro.
Ubi cáritas est vera,
Deus ibi est.
Cáliz de la Misericordia
113
Cáliz de la Misericordia
Oración final
Oración para el Año de la Misericordia
Señor Jesucristo,
tú nos has enseñado a ser misericordiosos
como el Padre del cielo, y nos has dicho
que quien te ve, lo ve también a Él.
Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación.
Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo y a Mateo
de la esclavitud del dinero;
a la adúltera y a la Magdalena de buscar la felicidad
solamente en una creatura;
hizo llorar a Pedro luego de la traición,
y aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido.
Haz que cada uno de nosotros escuche
como propia la palabra que dijiste a la samaritana:
¡Si conocieras el don de Dios!
Tú eres el rostro visible del Padre invisible,
del Dios que manifiesta su omnipotencia
sobre todo con el perdón y la misericordia: haz que,
en el mundo, la Iglesia sea el rostro visible de Ti,
su Señor, resucitado y glorioso.
114
Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Tú has querido que también tus ministros
fueran revestidos de debilidad
para que sientan sincera compasión
por los que se encuentran en la ignorancia
o en el error: haz que quien se acerque a uno de ellos
se sienta esperado, amado y perdonado por Dios.
Manda tu Espíritu y conságranos a todos
con su unción para que el Jubileo de la Misericordia
sea un año de gracia del Señor y tu Iglesia pueda,
con renovado entusiasmo, llevar la Buena Nueva
a los pobres proclamar la libertad a los prisioneros
y oprimidos y restituir la vista a los ciegos.
Te lo pedimos por intercesión de María,
Madre de la Misericordia, a ti que vives
y reinas con el Padre y el Espíritu Santo
por los siglos de los siglos.
Amén.
CUARESMA
Cáliz de la Misericordia
115
Cáliz de la Misericordia
Cuaresma 2016
Comisión
Diocesana de
Familia
y Vida
116
Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
CUARESMA
Introducción
Querida familia:
Este año os ofrecemos un material más elaborado. Con
vuestras parroquias queremos colaborar con vosotras,
amadas familias, en la tarea preciosa de la educación en
la fe de vuestros hijos. Los tiempos litúrgicos fuertes son
una ocasión muy propicia. Sois una “pequeña iglesia doméstica”, llamada a invocar a Dios en la oración familiar
en perfecta sintonía con la vida eclesial que nos marca
la liturgia.
Pedimos al Señor que estos tiempos de gracia que son
la Cuaresma y la Pascua os ayuden a vivir más intensamente la vocación eclesial propia de cada familia cristiana.
Cordialmente:
Presidente de la Comisión de Familia
y Defensa de la Vida
Cada semana desde la primera de Cuaresma hasta el día de
Pentecostés tenéis una lectura de la Palabra de Dios y unas
sugerencias para realizar una sencilla catequesis familiar y,
sobre todo, la ORACIÓN para BENDECIR LA MESA. También
os sugerimos una actividad que suponga un ejercicio de
caridad en el compartir o en la fraternidad, especialmente
indicado en este año Jubilar de la Misericordia.
Todo tendrá más sentido si va acompañado de la participación en familia en la eucaristía dominical con vuestra
comunidad eclesial.
No quiero dejar pasar la ocasión de agradecer públicamente a D. Enrique Masiá, párroco de Santa Catalina de
Alzira, y al equipo que desde hace años lidera, de diversas parroquias de nuestra archidiócesis su generosa colaboración para que estos materiales puedan estar hoy
a vuestro alcance.
Cáliz de la Misericordia
117
Cáliz de la Misericordia
Propuesta:
Bendición de la mesa en el domingo
Actividad: un signo que puede acompañar la mesa familiar esta Cuaresma puede ser la elaboración de un servilletero sencillo para cada miembro de la familia, hecho
de cuerda, lazo, lana de colores (preferentemente morado) trenzada... en el que se harán cinco nudos, uno por
cada domingo de Cuaresma.
Cada domingo desharemos juntos un nudo al terminar la
bendición de mesa; durante la Pascua, deshechos todos:
nudos, ataremos la servilleta con un lazo simbolizando el
abrazo de Dios y el hombre en la Pasión, muerte y Resurrección de Cristo.
118
Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
CUARESMA
1er Domingo de Cuaresma
14 de febrero de 2016
Contemplamos su amor...
en el desierto
Leer la Palabra
En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y durante cuarenta días, el Espíritu lo
fue llevando por el desierto, mientras era tentado por
el diablo.
Todo aquel tiempo estuvo sin comer, y al final, sintió
hambre.
Entonces, el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, dile a
esta piedra que se convierta en pan.
Jesús le contestó: Está escrito: “No sólo de pan vive el
hombre”.
Después, llevándole a lo alto, el diablo le mostró, en
un instante, todos los reinos del mundo y le dijo: te
daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mí me
lo han dado y yo lo doy a quien quiero. Si tú te arrodillas delante de mí, todo será tuyo.
Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso
en el alero del templo y le dijo: Si eres Hijo de Dios,
tírate de aquí abajo, porque está escrito: “Encargará
a los ángeles que cuiden de ti”, y también: “Te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las
piedras”.
Jesús le contestó: está mandado: “No tentarás al Señor tu Dios”.
Completadas las tentaciones, el demonio se marchó
hasta otra ocasión.
Palabra de Señor.
Lucas 4,1-13
Jesús le contestó: Está escrito: “Al Señor tu Dios adorarás y a él solo darás culto”.
Cáliz de la Misericordia
119
Cáliz de la Misericordia
Comprender
Compromisos de la familia
para esta semana
(Catequesis en familia, los padres comentan...)
Propuesta Cuaresmal de Cáritas
¿Qué significan las tentaciones de Jesús?
Llamados a un nuevo estilo de vivir en Cuaresma.
En nuestra vida concreta y en nuestra familia ¿existen
también tentaciones. p.e.: ser mejor considerado sin
esfuerzo?
5 Semanas - 5 Sentidos para el compromiso
Explicar el significado de la frase de Jesús: “NO SÓLO DE
PAN VIVE EL HOMBRE” en relación con el alimento que
para nosotros supone la Palabra de Dios y la Eucaristía.
Bendición de la mesa
“Señor hoy queremos acompañarte hasta el desierto:
allí Moisés se encontró con Dios y allí fuiste tentado en
nuestras hambres de poder, de fama y de riqueza. Hoy
deshacemos el primer nudo (en silencio esperamos a
que todos hayan deshecho el nudo) en recuerdo de
las tres esclavitudes que venciste ¡concédenos vencer
las nuestras! Bendito seas porque TÚ sacias siempre
nuestra hambre ¡Y danos más hambre de Ti en esta
Cuaresma a los que hoy compartimos esta mesa!”.
AMÉN.
120
Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Queremos invitar a vivir el compromiso solidario, el compromiso cristiano, con los cinco sentidos. Una semana de
Cuaresma para cada sentido solidario. Estas son las propuestas a hacer a la comunidad parroquial cada domingo de Cuaresma tras la eucaristía:
La semana de la MIRADA
Otro estilo de vivir es posible. En este mundo con tantas prisas y tanta superficialidad, te proponemos desde Cáritas que, durante esta semana, mires con mayor profundidad y detenimiento a las personas con
las que convives cada día, con las que te encuentras y
tratas cotidianamente.
Fíjate en las cosas buenas que tienen, en sus cualidades, en todo lo bueno que ves en ellas, y DÍSELO. Haz
que se sientan valoradas y apreciadas por ti. Te pedimos que hagas esto con ocho personas a lo largo
de esta semana, y verás lo bien que sienta apreciar la
diversidad de cada uno.
CUARESMA
2º Domingo de Cuaresma
21 de febrero de 2016
Contemplamos su amor...
en la oración
Leer la Palabra
Ocho días después de este discurso se llevó a Pedro, a
Juan y a Santiago y subió al monte a orar.
Mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió y sus
vestidos refulgían de blancos.
En esto, se presentaron dos hombres que conversaban
con él: eran Moisés y Elías, que se habían aparecido
resplandecientes y hablaban de su éxodo, que iba a
completar en Jerusalén.
Pedro y sus compañeros estaban amodorrados por el
sueño, pero se espabilaron y vieron su gloria y a los
dos hombres que estaban con él.
No sabía lo que decía. Mientras hablaba, se formó
una nube y los fue cubriendo con su sombra. Al entrar
en la nube se asustaron.
Y hubo una voz de la nube que decía: Éste es mi Hijo,
el Elegido. Escuchadlo.
Al producirse la voz, Jesús estaba solo. Ellos guardaron el secreto y, por el momento, no contaron a nadie
nada de lo que habían visto.
Palabra de Señor.
Lucas 9, 28b-36
Mientras éstos se alejaban, dijo Pedro a Jesús: Señor,
!Que bien estamos aquí; podríamos hacer tres chozas:
una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
Cáliz de la Misericordia
121
Cáliz de la Misericordia
Comprender
Compromisos de la familia
para esta semana
(Catequesis en familia, los padres comentan...)
Propuesta Cuaresmal de Cáritas
¿Qué significan las tentaciones de Jesús?
Llamados a un nuevo estilo de vivir en Cuaresma.
La experiencia del Monte Tabor apenas fue comprendida por
Pedro, Santiago y Juan pero se convirtió en un signo de lo que
los cristianos esperamos y anhelamos: ver la Gloria de Dios.
5 Semanas - 5 Sentidos para el compromiso
¿Qué experiencias de Tabor existen en nuestra vida que
nos animan a seguir adelante: en la vida familia, en la
vida eclesial...?
¿Es la oración en familia una experiencia de Tabor? ¿Podría serlo?
Bendición de la mesa
Comenzamos sentados cada uno en su sitio.
“Hoy deshacemos un segundo nudo: queremos deshacernos de tantos ruidos en nuestra vida que nos impiden
orar como tú. Señor, tu rostro se transfiguró cuando orabas al Padre ¡muéstranos tu rostro! Enséñanos a rezar
con la confianza de Abraham, tu amigo, abiertos a tu
Presencia en nuestra familia, agradecidos por tanto don
que hemos recibido representado en la abundancia de
alimentos con la que llenas nuestra mesa cada día.”
AMÉN.
122
Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
La semana del GUSTAR y SABOREAR
Otro estilo de vivir es posible. En este mundo con tanto
egoísmo y tanto individualismo, te proponemos desde
Cáritas que, durante esta semana, gustes y saborees
el ayudar a los que te rodean cuando veas que tengan
alguna necesidad, problema, apuro o contratiempo,
por pequeño que sea. En concreto te pedimos que
hagas ocho favores a personas que puedan necesitar
de ti a lo largo de esta semana. Si así lo haces, podrás
saborear lo bien que sienta a todos la gratuidad.
CUARESMA
3er Domingo de Cuaresma
28 de febrero de 2016
Contemplamos su amor...
en la conversión
Leer la Palabra
En aquella ocasión, se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos, cuya sangre vertió Pilato con la de los sacrificios que ofrecían.
Jesús les contestó: ¿Pensáis que esos galileos eran
más pecadores que los demás galileos, porque acabaron así? Os digo que no; y si no os convertís, todos pereceréis lo mismo. Y aquellos dieciocho que murieron
aplastados por una torre de Siloé, ¿pensáis que eran
más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no. Y si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera.
Pero el viñador contestó: “Señor, déjala todavía este
año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si
da fruto. Si no, el año que viene la cortarás”.
Palabra de Señor.
Lucas 13, 1-9
Y les dijo esta parábola: Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo
encontró.
Dijo entonces al viñador: “Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a ocupar terreno en balde?”.
Cáliz de la Misericordia
123
Cáliz de la Misericordia
Comprender
Compromisos de la familia
para esta semana
(Catequesis en familia, los padres comentan...)
Propuesta Cuaresmal de Cáritas
Los acontecimientos de la vida son, a veces, crueles y terribles y nos cuesta explicar su sentido (un accidente, una
enfermedad, una desgracia...). Hay circunstancias que no
dependen de nosotros y que sólo podemos soportar.
Llamados a un nuevo estilo de vivir en Cuaresma.
Hay otras cosas que sí dependen de nuestra voluntad:
dar fruto de buenas obras en nuestra vida depende de
nosotros.
¿Somos como la higuera estéril? ¿Cuáles son nuestros frutos en el trabajo, en el colegio, en la vida familiar, en la
parroquia, en la vida social...? Comentar si son suficientes
o podríamos dar más.
Bendición de la mesa
“Señor hoy invitas a esta familia a dejarnos cambiar
el corazón para que nos parezcamos más a ti y sepamos amarnos mejor y cuidar a los demás.
Ya nos has ayudado a deshacer tres nudos, por eso
bendecimos el pan con el que nos alimentas y nos
mantienes juntos entre nosotros y muy unidos a ti”
(deshacemos el tercer nudo).
AMÉN.
124
Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
5 Semanas - 5 Sentidos para el compromiso
La semana del OLFATO
Otro estilo de vivir es posible. En este mundo con
tantas injusticias que provocan tanta pobreza y
tanto sufrimiento, te proponemos desde Cáritas que,
durante esta semana, denuncies públicamente lo que
“huele” mal en este mundo: la injusta distribución
de las riquezas, y la falta de voluntad política de
los gobiernos para erradicar la pobreza, el hambre
y la miseria en el mundo. Te invitamos a unirte a la
Campaña de Pobreza Cero, y que a lo largo de esta
semana lleves siempre un lazo blanco en tu ropa
(símbolo de esta campaña), o cuelgues de tu balcón
o ventana una tela o cartel blanco donde se lea:
¡POBREZA CERO YA!
Durante esta semana te invitamos también a no
ser consumista y que hagas un consumo más
responsable. Si así lo haces, en lo que depende de ti,
el aroma de este mundo será un poco mejor, no estará
tan contaminado...
CUARESMA
4º Domingo de Cuaresma
6 de marzo de 2016
Contemplamos su amor...
en la reconciliación
Leer la Palabra
Todos los publicanos y pecadores se acercaban a Jesús para escucharlo. Los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: “Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos”.
Jesús les dijo entonces esta parábola: “Un hombre tenía dos hijos. El menor de ellos dijo a su padre: “Padre,
dame la parte de herencia que me corresponde”. Y el
padre les repartió sus bienes.
Pocos días después, el hijo menor recogió todo lo que tenía y se fue a un país lejano, donde malgastó sus bienes
en una vida licenciosa. Ya había gastado todo, cuando
sobrevino mucha miseria en aquel país, y comenzó a sufrir privaciones. Entonces se puso al servicio de uno de los
habitantes de esa región, que lo envió a su campo para
cuidar cerdos. Él hubiera deseado calmar su hambre con
las bellotas que comían los cerdos, pero nadie se las daba.
Entonces recapacitó y dijo: “¡Cuántos jornaleros de mi
padre tienen pan en abundancia, y yo estoy aquí muriéndome de hambre! Ahora mismo iré a la casa de mi padre
y le diré: Padre, pequé contra el Cielo y contra ti; ya no
merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus
jornaleros”. Entonces partió y volvió a la casa de su padre.
Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió profundamente; corrió a su encuentro, lo abrazó y lo besó.
El joven le dijo: “Padre, pequé contra el Cielo y contra ti;
no merezco ser llamado hijo tuyo”. Pero el padre dijo a sus
servidores: “Traigan en seguida la mejor ropa y vístanlo,
pónganle un anillo en el dedo y sandalias en los pies. Traigan el ternero engordado y mátenlo. Comamos y festejemos, porque mi hijo estaba muerto y ha vuelto a la vida,
estaba perdido y fue encontrado”. Y comenzó la fiesta.
El hijo mayor estaba en el campo. Al volver, ya cerca de la
casa, oyó la música y los coros que acompañaban la danza. Y llamando a uno de los sirvientes, le preguntó qué significaba eso. Él le respondió: “Tu hermano ha regresado,
y tu padre hizo matar el ternero engordado, porque lo ha
recobrado sano y salvo”. Él se enojó y no quiso entrar. Su
padre salió para rogarle que entrara, pero él le respondió:
“Hace tantos años que te sirvo, sin haber desobedecido jamás ni una sola de tus órdenes, y nunca me diste un cabrito para hacer una fiesta con mis amigos. ¡Y ahora que ese
hijo tuyo ha vuelto, después de haber gastado tus bienes
con mujeres, haces matar para él el ternero engordado!”
Pero el padre le dijo: “Hijo mío, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo. Es justo que haya fiesta y
alegría, porque tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido encontrado”.
Palabra del Señor
Lucas 15, 1-3.11-32
Cáliz de la Misericordia
125
Cáliz de la Misericordia
Comprender
Compromisos de la familia
para esta semana
(Catequesis en familia, los padres comentan...)
Propuesta Cuaresmal de Cáritas
¡Qué precioso poder comentar en familia esta parábola
identificando la postura del padre y los hijos, con situaciones concretas que se dan en la vida familiar!.
Llamados a un nuevo estilo de vivir en Cuaresma.
5 Semanas - 5 Sentidos para el compromiso
La semana del OÍDO
Bendición de la mesa
“Señor tú deshaces nuestros nudos poniéndonos en el
camino que nos devuelve al amor inmenso del buen
Padre Dios ¡ya queda menos para que tú hagas nuevo
todo! Su abrazo de Padre se hace pan en la Eucaristía,
y nos convierte en familia a todos los que nos alimentamos de El” (Ponemos nuestros servilleteros sobre la
mesa rodeando el pan y rezamos el Padrenuestro cogidos de la mano alrededor de la mesa).
AMÉN.
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Otro estilo de vivir es posible. En este mundo donde
tantas personas sufren soledad y falta de comunicación, te proponemos desde Cáritas que, durante esta
semana, afines el oído y te reserves un tiempo especial para dedicarlo a escuchar sin prisa, y hablar con
tranquilidad con las personas con las que convives
cada día, o con aquellas que hace tiempo que no hablas o no sabes de ellas.
Apaga el televisor, deja internet, quítate los auriculares, y escucha cómo están los que te rodean, los que
se encuentran contigo cada día, pregúntales cómo se
encuentran, qué talles va, etc,... y simplemente escucha. Te pedimos que hagas esto con ocho personas a
lo largo de esta semana, y podrás sentir cuánto bien
se puede hacer con tan poco.
CUARESMA
5º Domingo de Cuaresma
13 de marzo de 2016
Contemplamos su amor...
en la mirada de misericordia
Leer la Palabra
En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos.
Al amanecer se presentó de nuevo en el templo y todo
el pueblo acudía a él, y, sentándose, les enseñaba.
Los letrados y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio, y, colocándola en medio, le dijeron:
Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante
adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las
adúlteras: tú, ¿qué dices?
Jesús se incorporó y le preguntó: Mujer, ¿dónde están
tus acusadores?, ¿ninguno te ha condenado?
Ella contestó: Ninguno, Señor.
Jesús dijo: Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más.
Palabra del Señor
Juan 8,1-11
Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en
el suelo. Como insistían en preguntarle, se incorporó y
les dijo: El que esté sin pecado, que le tire la primera
piedra.
E, inclinándose otra vez, siguió escribiendo. Ellos, al
oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando
por los más viejos, hasta el último. Y quedó solo Jesús,
y la mujer en medio, de pie.
Cáliz de la Misericordia
127
Cáliz de la Misericordia
Comprender
Compromisos de la familia
para esta semana
(Catequesis en familia, los padres comentan...)
Propuesta Cuaresmal de Cáritas
¡Qué fácil es condenar a los demás con la ley en la mano!
Jesús no ha venido a condenar, eso ya lo hacía la ley,
sino a salvar.
Llamados a un nuevo estilo de vivir en Cuaresma.
¡Cuantas veces condenamos en los demás lo que nosotros no cumplimos! ¿Qué escribiría Jesús en el suelo para
que los acusadores se fueran escabullendo?
El perdón y la misericordia es la medicina de Jesús ante
el pecador.
Usamos nosotros también esta medicina en la vida familiar o ¿siempre condenamos?.
Bendición de la mesa
“Señor hoy deshacemos el Último nudo de nuestro camino de Cuaresma: te bendecimos porque Tú nos regalas la
capacidad de mirar nuestros nudos, nuestras esclavitudes y debilidades, con misericordia.
Concédenos que cada vez que nos sentemos alrededor
de la mesa recordemos este signo que nos muestra la
fuerza de tu amor apagando nuestra sed” (Cada uno coloca su servilletero alrededor de la jarra de agua).
AMÉN.
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
5 Semanas - 5 Sentidos para el compromiso
La semana del TACTO
Otro estilo de vivir es posible. En este mundo tan insensible y poco comprometido en la lucha contra la
pobreza, te proponemos desde Cáritas que, durante
esta semana, toques a la puerta de Cáritas para conocerla mejor, para saber todo lo que hace en tu barrio
o en tu ciudad, para consultar su página web, para
saber qué necesidades tiene y en qué se puede colaborar.
Te invitamos a tomar contacto con algún voluntario
de Cáritas para que te cuente su experiencia de voluntariado, lo que hace y lo que le aporta a su vida, cómo
se siente y cómo w las realidades de pobreza que está
tocando.
Muévete esta semana y conoce, toca, otras Ongs,
otras experiencias de voluntariado. Déjate tocar el corazón por las realidades de pobreza y sufrimiento que
hay en tu mundo. plantéate este interrogante: ¿qué
puedo hacer yo?
CUARESMA
Domingo de Ramos
20 de marzo de 2016
Contemplamos su amor...
en el deseo de hacer Pascua con Él
Leer la Palabra
Iba Jesús delante subiendo a Jerusalén.
Entonces algunos de los fariseos de entre la multitud
Y aconteció que llegando cerca de Betfagé y de Betania, al monte que se llama de los Olivos, envió dos
de sus discípulos, diciendo: Id a la aldea de enfrente,
y al entrar en ella hallaréis un pollino atado, en el
cual ningún hombre ha montado jamás; desatadlo, y
traedlo.
le dijeron: Maestro, reprende a tus discípulos.
Y si alguien os preguntare: ¿Por qué lo desatáis? le responderéis así: Porque el Señor lo necesita.
El, respondiendo, les dijo: Os digo que si éstos callaran, las piedras clamarían.
Palabra del Señor.
Lucas 19,28-40
Fueron los que habían sido enviados, y hallaron como
les dijo.
Y cuando desataban el pollino, sus dueños les dijeron:
¿Por qué desatáis el pollino?
Ellos dijeron: Porque el Señor lo necesita.
Y lo trajeron a Jesús; y habiendo echado sus mantos
sobre el pollino, subieron a Jesús encima.
Y a su paso tendían sus mantos por el camino.
Cuando llegaban ya cerca de la bajada del monte de
los Olivos, toda la multitud de los discípulos, gozándose, comenzó a alabar a Dios a grandes voces por
todas las maravillas que habían visto, diciendo: ¡Bendito el rey que viene en el nombre del Señor; paz en el
cielo, y gloria en las alturas!
Cáliz de la Misericordia
129
Cáliz de la Misericordia
Comprender
(Catequesis en familia, los padres comentan...)
La familia es un don que hemos recibido de Dios y hemos de
estar agradecidos por ello. La familia es la estructura más
natural e importante de la vida social, de nuestra vida.
Cada familia es una pequeña iglesia, o mejor: una “iglesia
doméstica donde hay una presencia viva del Dios del Amor.
Bendición de la mesa
(Adornamos la mesa con los ramos de olivo que hemos traído a casa, y cada uno aparte; una pequeña ramita que permanecerá anudada en el servilletero durante toda la Pascua
hasta Pentecostés. El ya ha deshecho todos los nudos y este
Último nudo que ahora; hacemos sujeta la rama de olivo
como signo de la Alianza que estableció desde Noé)
“Señor, nuestra familia quiere hacer Pascua contigo. Te
acompañaremos en los buenos momentos y en la soledad: hoy te hemos aclamado con las ramas de olivo
que adornar nuestra mesa, y te seguiremos hasta la cruz
aguardando tu Resurrección. Te bendecimos anudando
esta pequeña ramita de olivo, símbolo del abrazo maravilloso que es tu Alianza con nosotros y que alimentas con
la oración, la Eucaristía y el pan de cada día”.
AMÉN.
130 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Compromisos de la familia
para esta semana
Participa en las celebraciones de la Semana Santa en la
parroquia. Ofrécete para colaborar en alguna de las tareas propias de estos días: lector, monaguillo, cantor...
Si durante la Cuaresma habéis hecho en la familia algún
gesto de COMPARTIR, ahorrando algún dinero para los
pobres, podéis depositarlo en la colecta del Jueves Santo
que se destina a las necesidad de los pobres a través de
CÁRITAS.
Cáliz de la Misericordia
Cuaresma 2016
Comisión
Diocesana de
Infancia
y Juventud
132
Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
CUARESMA
Introducción
Durante la primera parte del curso, hemos vivido intensamente el Encuentro Europeo de Jóvenes que la Comunidad de Taizé nos proponía como parte de la Peregrinación
de Confianza a través de la Tierra. Durante esta Cuaresma, tiempo especial para la oración, la reflexión y la conversión, proponemos continuar con estas oraciones que
tanto bien nos están haciendo. Para ello, desde la Comisión Diocesana para la Infancia y la Juventud de Valencia
[email protected] y el Equipo de la Acogida
Taizé Valencia [email protected] os hacemos llegar estos materiales que os ayudarán a preparar estas oraciones. Feliz Cuaresma!!!
Cáliz de la Misericordia
133
Cáliz de la Misericordia
Para preparar un momento de oración
¿Cómo podemos continuar rezando junto con otros? Esta
pregunta surge a menudo después de una semana en
Taizé o después de haber participado en un encuentro de
Taizé en cualquier parte del mundo. A continuación, algunos de los elementos más importantes para preparar
un tiempo de oración meditativa “sin comienzo ni fin”.
Para entrar en la oración, escoger uno o dos cantos de
alabanza.
Salmo
Jesús rezaba estas antiguas oraciones de su pueblo. Desde siempre los cristianos han encontrado en ellos una
fuente. Los salmos nos sitúan dentro de la gran comunión
de los creyentes. Nuestras alegrías y nuestras tristezas,
nuestra confianza en Dios, nuestra sed e incluso nuestras
angustias encuentran una expresión en los salmos.
Una o dos personas leen o cantan en solo los versículos de un salmo. Todos responden con un aleluya u otra
aclamación cantada después de cada versículo. Si los
versículos son cantados, sostenidos eventualmente por
un gorgorito (melodía improvisada sobre el acorde final
de la aclamación mantenida por la asamblea), éstos deben ser cortos, dos líneas generalmente; los versículos, si
son leídos, pueden ser más largos. Se ha hecho una selección de versículos accesibles para cada oración. Si se
utiliza otros salmos no se dude en escoger sólo algunos
134
Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
versículos, los más asequibles. No es necesario leer todo
el salmo.
Lectura
Leer la Escritura significa acercarse “a la fuente inagotable que dispensa el propio Dios a los hombres sedientos”
(Orígenes, siglo III). La escritura es una “carta de Dios a
su criatura” que hace “descubrir el corazón de Dios en las
palabras de Dios” (Gregorio el Grande, siglo VI).
Para una oración regular se acostumbra a hacer una
lectura continua de los libros bíblicos. Para una oración
semanal o mensual escoger mejor textos mayores que
no necesiten explicaciones. Cada lectura se introduce
con “lectura de...” o “del Evangelio según san...”. Si hay
dos lecturas la primera puede ser escogida del Antiguo Testamento, de las Epístolas, de los Hechos de los
Apóstoles o del Apocalipsis; la segunda es siempre la
del Evangelio. Entre las dos lecturas se inserta un canto
meditativo.
Antes o después de la lectura será bueno escoger un canto que celebre la luz de Cristo. Durante este canto algunos
jóvenes o niños se acercan con una vela en la mano para
encender una lámpara o velón. Dicho símbolo recuerda
que, incluso si la noche se vuelve densa, en la vida personal o en la vida de la humanidad, el amor de Cristo es un
fuego que nunca se apaga.
CUARESMA
Canto
Oración de intercesión u oración de alabanza
Silencio
Una oración hecha de peticiones o aclamaciones breves, sostenidas por un gorgorito y cadenciadas por una
respuesta cantada por todos puede constituir como una
“columna de fuego” en el corazón de la oración común.
Por medio de las intercesiones nuestra oración se ensancha a las dimensiones de toda la familia humana: confiamos a Dios las alegrías y las esperanzas, las tristezas
y las angustias de los humanos, de los pobres y de todos
aquellos que sufren. Por medio de la oración de alabanza
celebramos todo lo que Dios es para nosotros.
Cuando intentamos expresar la comunión con Dios a
través de palabras, la inteligencia encontrarse desprevenida. Pero, en las profundidades de la persona humana,
por el Espíritu Santo, Cristo ora más de lo que podemos
imaginar.
La voz de Dios no se calla, pero no Dios nunca quiere imponerse, a menudo su voz se oye como en un susurro, en
un soplo de silencio. Mantenerse en silencio en su presencia, para acoger su Espíritu, ya es orar.
No buscar un método para obtener un silencio interior a
toda costa, provocando en sí mismo como un vacío, sino
dejar, en el silencio, que Cristo ore en uno con la confianza de un niño, y un día descubrimos que las profundidades de la persona humana están habitadas.
En una oración común será conveniente tener un solo
momento largo de silencio —de cinco a diez minutos—
mejor que varios momentos cortos. Si aquellos que participan en la oración no están acostumbrados a un silencio
así, será importante anunciarlo al final del canto que lo
precede: “Continuaremos ahora la oración permaneciendo un momento en silencio”.
Una o dos personas alternativamente expresan las peticiones o las aclamaciones de la oración, la cual estará
introducida y marcada por un canto: Kyrie eleison, Gospodi pomilui (Señor, ten compasión); Te alabamos, Señor.
Una vez terminadas todas las peticiones o aclamaciones
escritas será bueno ofrecer a los participantes la posibilidad de una expresión espontánea para algunas oraciones que surgen de su corazón. Se estará atento a que sean
breves y que se dirijan a Dios: no deberán ser transformadas en un diálogo horizontal en el que, creyendo hablar
a Dios, se desea en realidad transmitir sus propias ideas a
los demás. Se concluye cada una de las oraciones espontáneas con la misma respuesta cantada por todos.
Cáliz de la Misericordia
135
Cáliz de la Misericordia
Padrenuestro
Oración de conclusión
Cantos
Al final la oración puede prolongarse a través del canto.
Para apoyar el canto un pequeño grupo permanece con
los que desean continuar rezando.
Los demás pueden ser invitados a un momento para
compartir en pequeños grupos, en un lugar vecino, por
ejemplo sobre un texto bíblico, con la ayuda de las “horas
joánicas”. En la Carta de Taizé, se proponen “horas joánicas” cada mes, es decir, un tiempo de silencio y para
compartir a partir de un texto bíblico.
136
Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
ES Estos cantos están bajo © Ateliers et Presses
de Taizé. Podéis copiar esta hoja únicamente en el
contexto de la preparación del Encuentro Europeo
en Valencia, bajo la condición que esta sea reproducida enteramente, sin modificaciones. Para todo
otro tipo de utilización es importante contactar con
Ateliers et Presses de Taizé.
(Para más información acerca de copyright, ver
http://www.taize.fr/es_article1679.html)
EN These songs are copyright © Ateliers et Presses
de Taizé. You may copy this song sheet, only for the
preparation of the European Meeting in Strasbourg,
on condition that the whole sheet is reproduced,
without any modifications. For any other use, it is
important to contact Ateliers et Presses de Taizé.
(For more information about copyright, see http://
www.taize.fr/en_article114.html)
CUARESMA
Cantos para la oración
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
CUARESMA
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
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[email protected]
●●●
tel. +34 512 703 081
140 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
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Cáliz de la Misericordia
Cuaresma 2016
Comisión
Diocesana de
Pastoral
Penitenciaria
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
CUARESMA
La Puerta Santa
Voluntarios de Pastoral
Penitenciaria, vínculo de los privados
de Libertad hacia La Puerta Santa
El Papa abrió una puerta en Roma para comenzar este
año dedicado especialmente a la Misericordia.
A Jesús se le cerraron las puertas de las casas de Belén
cuando nació y tuvo que nacer en un pesebre sin puertas,
un pesebre cuyo horizonte era el firmamento y donde los
pobres pastores no tuvieron que llamar.
A Jesús durante su vida pública se le cerraron muchas
puertas:
- Cuando Jesús cura a los enfermos, toca a los leprosos,
levanta a los muertos, se convierte en una persona
impura. Entonces le cierran las puertas de las ciudades de Galilea, no le dejan entrar.
- Cuando Jesús celebra sus comidas se le cierran puertas de los “religiosos” pues come con los pecadores.
Hasta les hubiese gustado cerrarle la puerta a aquella
mujer que derrama perfume y llora a los pies de Jesús.
- Cuando quieren condenar a Jesús, cierran la puerta
del Sanedrín para que los pobres, los enfermos, los
marginados, que Jesús acarició, no sepan lo que quieren hacer con Él.
Pero Él abre toda puerta que le coloquemos. Cuando muere
en la cruz, la cortina del Templo se rasga. Nunca más podremos cerrarle la puerta a Jesús, nunca más podremos cerrarle la puerta a la Misericordia, el corazón de los pobres.
Cáliz de la Misericordia
143
Cáliz de la Misericordia
Esa Misericordia, como aquella cortina del Templo, se
rasga en la multitud inmensa de voluntarios/as que de
una manera gratuita se les revienta el corazón por los
que han perdido la libertad.
En la cárcel todos tenemos la experiencia que las puertas
se abren para dejarnos entrar, pero acto seguido se cierran para que nadie salga. Nosotros tenemos que pedir
permiso para salir, aunque nuestros hermanos y hermanas ni permiso pueden solicitar.
Entramos para aliviar, para cerrar la puerta al dolor; entramos para escuchar, para cerrar la puerta al escucharme; entramos para dar esperanza, para cerrar la puerta a
lo que nos lleve a la muerte, hasta y sobretodo, nuestro
mayor fracaso, el suicidio.
No podemos, con nuestras pocas fuerzas y sencillez, conseguir que salgan a besar y abrazar a sus seres queridos,
pero con nuestras caricias, nuestras pequeñas palabras a
veces suplimos esos abrazos y besos.
144 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Y con esa puerta que somos, con esa cortina rasgada
mostramos a un Dios que se ha vuelto loco de amor por
esos hermanos y hermanas. Nosotros ya tenemos esa
experiencia de amor y queremos que ellos y ellas experimenten esa locura de Dios que nunca estará encerrado
para ellos.
Gracias a todos porque sois imagen y semejanza del corazón de Jesús que le revientan el corazón con una lanza
para que sea el corazón vuestro y de los que han perdido
la libertad.
PASCUA
Pascua
2016
Cáliz de la Misericordia
145
Cáliz de la Misericordia
LOS DOMINGOS
DE LA CINCUENTENA
PASCUAL
146 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
PASCUA
1er Domingo de Pascua C
El gran día de Pascua
27 de marzo de 2016
Contemplamos su misericordia
en el Resucitado
En este día concluye el Triduo pascual y comienza el santo
Pentecostés, la Cincuentena pascual que no es sino un único día en el “Hoy” divino de la salvación. Como proclama
el salmo pascual por excelencia, el 117, que fue cantado
por Jesús y sus discípulos al acabar la última Cena: Este es
el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro
gozo. En este segundo año pre-jubilar debemos acentuar
todavía más lo que es propio de todos los años: la presencia y la acción del Espíritu Santo en el misterio pascual de
Jesucristo. La Pascua es, ante todo, el tiempo del Espíritu.
La mirada de misericordia de Jesús es la misma que la del
Padre, que levanta de la noche al Hijo hecho hombre hasta lo más profundo de la muerte, enviándolo de nuevo al
mundo para infundir el espíritu de amor.
Durante la Cuaresma el Espíritu Santo iluminó nuestra fe
cuando fuimos recorriendo las cinco primeras etapas de la
historia de la salvación, conforme al Antiguo Testamento,
y ahora comenzamos la sexta de las edades del mundo:
la era de la Iglesia; por ello en este tiempo se lee siempre
como primera lectura el libro de los Hechos de los Apóstoles. Del mismo modo, la lectura en este año C del libro
del Apocalipsis como segunda lectura dominical nos sitúa
ante séptima y última de las etapas, en el reino de Dios.
La Cuaresma fue un tiempo de catecumenado, en vistas a
la celebración de la Pascua, y ahora comenzamos el tiempo de la mistagogia, para profundizan en el conocimiento
y la vivencia de los santos misterios por los que fuimos
incorporados a Cristo muerto y resucitado. En la Pascua, el
mismo Espíritu que guía a la Iglesia desde que la hace nacer en las aguas primordiales del Bautismo, nos consagra
con su unción en cada Eucaristía y nos guía como mistagogo y maestro interior para que avancemos en nuestra
Confirmación una vez que hemos sido unidos más plenamente a Cristo y a su cuerpo que es la Iglesia, para que
demos en el mundo un testimonio valiente y eficaz.
En este día de Pascua, las oraciones insisten en pedir la participación plena en las gracias de Cristo que son la renovación por el Espíritu y la resurrección final. La primera lectura es el kerigma o solemne proclamación del anuncio de la
resurrección de Jesús y hecho por Pedro ante los primeros
gentiles convertidos al cristianismo, en casa del Romano
Cornelio. En aquella ocasión el Espíritu Santo rompió las
fronteras del antiguo pueblo de Dios y fue por delante de
los apóstoles. Cada una de las segundas lecturas que se
pueden elegir hoy se refiere al misterio de la Pascua, que
ha de ser vivido en la Iglesia por medio de la iniciación cristiana y la novedad de conducta consiguiente. Finalmente,
junto con María Magdalena, Pedro y Juan nos acercaremos
al sepulcro vacío y sintiendo el frescor de aquellas brumas
matinales del día primero, veremos y creeremos, como el
discípulo amado (Cf. Jn 20, 8), porque nos guía el mismo
Espíritu de amor que a ellos les abrió los ojos.
Cáliz de la Misericordia
147
Cáliz de la Misericordia
Moniciones: La Palabra de Dios hoy
Este es el mismo Espíritu de amor creador y regenerador
que glorificó la humanidad de Jesucristo y que ahora lo
hace presente en su Iglesia por medio de los sacramentos.
En esta Pascua hemos de contemplar de un modo especial la obra del Espíritu en la liturgia, porque él convierte al celebrante en icono del resucitado, al lector en voz
del Señor, al pan y al vino en su Cuerpo y Sangre, y a la
asamblea reunida en su cuerpo místico que es consagrado y ofrecido como una ofrenda permanente (Cf. Plegaria
eucarística III).
Volvamos una vez más la vista atrás, hacia esta Cuaresma que nos ha llevado a la celebración del perdón con el
anuncio del Evangelio de la misericordia. Ahora se abre
el tiempo de la vida nueva, para que aquel perdón que
produjo la imposición de manos con el don del Espíritu se
prolongue en una vida nueva, dejando atrás las obras de
las tinieblas: Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad
los bienes de allá arriba... no los de la tierra (Col 3, 1; Segunda lectura).
Primera lectura.
Hechos de los Apóstoles 10, 34ª 37-43
El mensaje central de la predicación de los apóstoles se
resume en la proclamación de la muerte y la resurrección de Jesús. Así la primera lectura de este día de Pascua anuncia el misterio pascual de Cristo, que vive para
salvarnos a todos los redimidos por su sangre. Responderemos a esta lectura cantando el salmo pascual por
excelencia, el 117: “Este es el día en que actuó el Señor”.
Segunda lectura.
Colosenses 3, 1-4
El misterio pascual no se reduce a la pasión y gloria de
Jesucristo, sino que se aplica en el tiempo a los cristianos
que participamos de él por medio de los sacramentos.
Nuestra vida gloriosa esta ahora escondida con Cristo en
Dios.
(También se puede leer 1 Cor 5, 6b-8)
Evangelio de Juan 20, 1-9
Los primeros testigos de la resurrección de Jesús comenzaron a creer y a madurar su fe cuando vieron el sepulcro
vacío. Ahora el Señor es creído por todos los cristianos
como presente en medio de su Iglesia.
(También puede leerse el evangelio de la Vigilia:
Lc 21, 1-12 o, en la misa vespertina, Lc 24, 13-35)
148 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
PASCUA
Oración de los fieles
La alegría de esta mañana (de este día), se hace eterna
en cada domingo. Presentemos al Padre por medio de su
Hijo Jesucristo nuestras oraciones.
-Por el Papa, los obispos sacerdotes y el pueblo fiel;
para que la alegría de este día que se alargará durante la Pascua, sea fermento para convertir su vida a
Dios, oremos al Señor.
Padre misericordioso, que has resucitado a tu Hijo, haznos dóciles a su voz, para que así podamos también un
día resucitar con Él a la vida que no acaba. Te lo pedimos
por Jesucristo nuestro Señor.
-Por las naciones de la tierra; para que reciban la alegría y llegue a todos la paz y la reconciliación de los
pueblos, oremos al Señor.
-Por los enfermos, necesitados, oprimidos; para que
Cristo abra sus vidas y recobren la salud y la alegría
de la Resurrección, oremos al Señor.
-Por las familias; para que la celebración de la Resurrección de Cristo cada domingo revierta en una mayor santidad de sus miembros y una armonía en el
hogar, oremos al Señor.
-Por todos los que en este tiempo de Pascua recibirán
los sacramentos de la iniciación cristiana; para que
permanezcan fieles a la gracia que se les dará, oremos
al Señor.
-Por todos nosotros para que vivamos cada día iluminados por la presencia de Jesucristo resucitado, oremos al Señor.
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
2º Domingo de Pascua C
La Divina Misericordia del Resucitado
3 de abril de 2016
Contemplamos su amor misericordioso
en el don de la paz y del Espíritu
Los tiempos de la cincuentena pascual
El domingo de la Octava
Los ocho domingos de Pascua están organizados en varios grupos temáticos que conviene tener en cuenta; así
el primero de estos es el “tiempo de las apariciones” (domingos 1º, 2º y 3º), luego sigue el “tiempo de Cristo Pastor de la Iglesia” (domingos 4º y 5º), para terminar en el
“tiempo del don del Espíritu” (domingos 6º, 7º–Ascensión
y 8º–Pentecostés). Esto sobre todo en lo que se refiere a
los evangelios, porque las otras dos lecturas siguen un
orden independiente, que ocasionalmente se enlaza con
el Evangelio, como iremos precisando en cada caso.
La importancia de la lectura de las dos apariciones que
vienen a fundar el nuevo “día del Señor” es tanta que este
pasaje evangélico se lee todos los años. Reforzando esta
idea, la lectura del Apocalipsis comienza con la visión del
Rey de los tiempos: el Viviente que fue muerto —Jesucristo
resucitado— se hace presente a los creyentes, como gran
sacerdote para siempre del culto definitivo. Eso sucede en el
“día del Señor”, el domingo. Es una estupenda forma de enseñarnos el significado de la asamblea dominical, tan amenazada actualmente entre nosotros por la costumbre del
“fin de semana”, cuando éste se plantea como un espacio
en el que cabe todo, hasta las compras en domingo, menos
el tiempo para formar la asamblea que convoca el Señor.
La sagrada liturgia, por obra del Espíritu Santo, es toda
ella un misterio de presencia. Así como no hay ninguna
aparición del Resucitado en que los discípulos lo hayan
“buscado y encontrado”, sino que siempre es Él quien ha
tomado la iniciativa, así en la asamblea dominical Él sigue siendo el convocador. Podemos descubrir ahora el
sentido que tiene la norma litúrgica que pide que la reserva eucarística esté en una capilla diferente al lugar de la
celebración solemne; la razón está en que no se debe comenzar adorando al Señor presente en la Eucaristía, porque Él se hace presente a su Iglesia de una manera diná-
150 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
PASCUA
mica y progresiva a lo largo de las diferentes etapas de la
Misa. La celebración forma un todo coherente, animado
por un dinamismo vivo que se desarrolla desde la entrada del celebrante hasta la despedida. Esta acción parte
de la presencia de Cristo en medio de los reunidos en su
nombre, se extiende a la Palabra de Dios mismo que, mediante la proclamación de las Escrituras, sigue hablando
a su Iglesia, y culmina en la liturgia eucarística. La modalidad eucarística de esa misma y única presencia de
Cristo a lo largo de la celebración es como la concreción
en la que viene a “tomar cuerpo” Cristo glorificado que
preside la asamblea y la alimenta con su Palabra.
El domingo es también un día de fe. El Espíritu nos capacita para que podamos renovar cada semana la profesión de con la que entramos en la Iglesia. No somos
ya como Tomás, que no podía creer, ya que no estaba
cuando fue exhalado el Espíritu. Con alegría escuchamos
hoy la última bienaventuranza pronunciada por Cristo y
dirigida a los cristianos de todos los tiempos: Dichosos
los que crean sin haber visto (Juan 20,29).
El Espíritu de paz y amor, don del Resucitado
En su primera aparición a los discípulos, Jesús exhaló
su aliento sobre ellos y les dijo: Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos
(Jn 20, 22-23). Para eso murió el Hijo de Dios hecho hombre,
para llegar junto al Padre y volver a traer a los hombres el Espíritu de la vida sobrenatural que perdieron los primeros padres en el comienza de la historia. Muchas veces parece que
Jesús vino para arreglar las cosas del mundo, para que cesasen las penas y las injusticias en una nueva era paradisíaca;
en otras ocasiones el Señor es imaginado como un maestro
de virtud que tiene consejos y recetas para todo lo que lleva a
la felicidad. Sin embargo todo ello no deja de ser consecuencias de la gracia fundamental, que es el nuevo comienzo.
La regeneración por obra del Espíritu sólo fue posible cuando el sacrificio de Cristo restableció la alianza entre Dios y
la humanidad. Nadie puede sentirse defraudado porque
las primeras palabras del resucitado sean el saludo de paz
y el don del Espíritu; aquella sólo es posible gracias a éste.
Quien se siente en paz con Dios, la comunidad que se reúne
reconciliada en la paz de Dios, quien se conoce a sí mismo amado de Dios porque aspira el aroma de la unción
del Espíritu, no tiene temor a nada de este mundo; será un
apóstol activo o un mártir silencioso que difundirá el testimonio del Salvador, individualmente o en comunidad.
Cáliz de la Misericordia
151
Cáliz de la Misericordia
Moniciones: La Palabra de Dios hoy
Oración de los fieles
Primera lectura.
Hechos de los Apóstoles 5,12-15
Presentemos a Jesús Resucitado, Señor de la misericordia, nuestras oraciones con toda confianza, diciendo: Escucha, Señor y ten piedad.
Las primeras lecturas del tiempo pascual nos van anunciando la sexta y penúltima etapa de la historia de la
salvación, la del Espíritu y la Iglesia, aquella en la que
estamos y que se inauguró con Jesucristo. Hoy se nos
describe el maravilloso crecimiento de la primitiva comunidad de los creyentes, con palabras que se han considerado siempre como un ideal de vida apostólica para
la Iglesia de todos los tiempos.
Segunda lectura.
Apocalipsis 1,9-11a, 12-13,17-19
Durante los domingos de Pascua de este año C leeremos
el libro del Apocalipsis. Es una visión de la Iglesia desde
la gloria. Hoy, en el “día del Señor”, Cristo resucitado se
hace presente a los creyentes como el gran sacerdote del
culto definitivo.
Evangelio de Juan 20,19-31
Todos los años leemos en este domingo el mismo pasaje
del Evangelio que nos muestra el significado del domingo cristiano: El Resucitado establece el ritmo semanal
del nuevo “día del Señor”, “a los ocho días”, para actualizar el misterio de su muerte y de su gloria, confirmar
nuestra fe, y entregarnos su don más precioso que es el
Espíritu Santo.
152
Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
-Por la Iglesia extendida por toda la tierra, para que
siga esparciendo la buena nueva de la resurrección
del Señor. Oremos.
-Por el papa Francisco, por nuestros evangelizadores,
pastores y laicos, para que sigan evangelizando al
mundo con la alegría de la Pascua. Oremos.
-Por los gobernantes, para que también sean sembradores de paz, de fraternidad y de justicia en nuestros
pueblos. Oremos.
-Por aquellos que, en la Iglesia y en la sociedad, hoy
más que nunca necesitamos de la misericordia divina,
para que la experimentemos con abundancia, en Cristo muerto y Resucitado. Oremos.
-Por todos nosotros, que hemos venido a celebrar la Eucaristía, para que pongamos en las manos del Señor misericordioso, nuestras necesidades y sufrimientos. Oremos.
-Por los que recibirán durante este tiempo de Pascua, los
sacramentos de la iniciación cristiana, para que se identifiquen plenamente con Jesucristo Resucitado. Oremos.
Celebrante: Escucha, Señor, las plegarias que tu pueblo te presenta. A ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
PASCUA
3er Domingo de Pascua C
El tiempo de las apariciones.
El memorial del sacrificio Pascual
10 de abril de 2016
Reconocemos su misericordia
al perdonar a Pedro
En este tercer domingo termina la primera parte de la
Cincuentena pascual, a la que llamamos el “tiempo de
las apariciones”. Cada año leemos hoy una aparición de
Jesús a los discípulos, y aquellas terminan siempre compartiendo una comida con el signo de partir el pan: en el
camino de Emaús (año A), en el cenáculo (año B) y, este
año C, en la orilla del lago de Galilea. Ahora estaremos
ya ambientados en el programa de lecturas de este año,
vamos siguiendo los primeros pasos de la etapa de la historia de la salvación —la de la Iglesia— en que nos ha
sido dado vivir, y hemos podido admirar la valentía de
los apóstoles, una vez que recibieron el Don pascual del
Espíritu Santo: “Hay que obedecer a Dios antes que a los
hombres” “Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu
Santo, que Dios da a los que le obedecen” (Hechos 5,29
y 32).
Vamos también familiarizándonos con la proclamación
del misterio pascual que se hace cada domingo según el
libro del Apocalipsis, en esas maravillosas escenas de la
liturgia del cielo que en realidad son como la realidad
de nuestra liturgia terrena, velada por nuestra realidad
carnal.
Pero es la lectura del Evangelio lo que da mayor personalidad a este domingo. Es una larga página que comienza entre las brumas del amanecer, en las orillas del
lago donde había comenzado todo. Allí Simón Pedro y
los demás discípulos parecen despertar de un sueño, olvidar que dejó las barcas y las redes para seguir a Jesús
y volver a lo de siempre, al trabajo normal: “Me voy a
pescar.” Ellos contestaban: “Vamos también nosotros
contigo”. Salieron y se embarcaron; y aquella noche no
cogieron nada (Juan 21, 3). Allí estaba Jesús, para recordarles que sólo tendrían éxito si seguían sus instrucciones
y volvía a ser pescadores de hombres y pastores de su
rebaño. Junto al Señor no puede faltar el fuego, el ardor
del Espíritu que prepara el convite del Resucitado.
Muchas cosas destacan en este evangelio: que Jesús es
reconocido a través del amor, que su ayuda hace posible
una pesca tan increíble como la respuesta de los pueblos
a la predicación de los apóstoles, que es el Señor quien
nos prepara su banquete pascual, la Eucaristía... Tantas
cosas que se refieren ahora a nosotros como creyentes
relacionados personalmente con Jesús, como el discípulo
amado.
Grandísima importancia tiene asimismo la segunda parte de la lectura. Jesús reclama por tres veces la confesión
de amor de aquel Pedro que lo había negado el mismo
número de veces. Seguimos en el ambiente de misterio
tan propio del cuarto Evangelio. Ahora seguimos siendo
pastoreados por el sucesor de Pedro, Obispo de “la Iglesia
Cáliz de la Misericordia
153
Cáliz de la Misericordia
Moniciones: La Palabra de Dios hoy
que preside a las demás en el amor”, como llamaba San
Ignacio de Antioquía a la comunidad romana en el siglo
II. El mismo Espíritu de amor que movió entonces a Pedro
es el que ahora asiste a su sucesor en la Sede romana
para que confirme a sus hermanos en la integridad de la
fe apostólica.
La Misa dominical nos lleva a experimentar cada día del
Señor todo el proceso de la actuación de Cristo descrita
en las lecturas, y a realizar lo que hacen aquellos que le
rodean. Es la descripción simbólica de lo que quiere decir
“participar”. Le escuchamos, le reconocemos cuando se
nos entrega al partir el pan, nos fortalecemos para dar
testimonio con él con toda nuestra vida, incluso compartiendo los sufrimientos... Le proclamamos Señor y Salvador, anunciamos su muerte y su resurrección haciendo su
memorial, nos unimos a su ofrecimiento, y lo ofrecemos
a él, uniéndonos a la alabanza celestial y de todas las
creaturas (plegaria eucarística). Con fe y emoción nos
acercamos a comer su pan, conscientes de que es el Señor
a quien recibimos. Y cuando ha terminado este momento
inefable de la asamblea dominical, volvemos otra vez a
la “pesca”, al trabajo de cada día, procurando seguir las
instrucciones de Jesús para que sea fructuosa.
154 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Primera lectura.
Hechos de los Apóstoles 5,27b-32,40b-41
La predicación apostólica es la manifestación del Don
del Espíritu Santo. Todo es fruto de la gracia de Cristo:
los apóstoles fueron escogidos y enviados por el Señor,
y el Espíritu ha sido otorgado por el Resucitado. Con esta
doble acción —la de los apóstoles y la del Espíritu— se
construye la Iglesia.
Segunda lectura.
Apocalipsis 5,11-14
El Cordero pascual está en el centro de este himno de alabanza que constituye la liturgia de la gloria, la cual es el
centro de la liturgia de la Iglesia. En ella, los cánticos de
alabanza, y sobre todo la plegaria eucarística, son el eco
de la aclamación al Cordero inmolado, Cristo, que ha sufrido la muerte, pero que ahora está presente, victorioso,
a la derecha del padre y en el altar de la Iglesia.
Evangelio de Juan 21,1-19
Todavía este domingo se anuncia una última aparición
del Resucitado, que invita a comer a los discípulos. Es
una imagen magnífica de lo que es la Eucaristía, el banquete del Espíritu, preparado y ofrecido por el Resucitado
en medio de las dificultades de la vida presente.
PASCUA
Oración de los fieles
Oremos confiadamente al Padre, que levantó a su Hijo de
la muerte con la fuerza del Espíritu:
-Por la santa Iglesia de Dios, Pueblo de Dios; para que
muestre a todos con su testimonio de palabra y de
obra, el mismo amor de Cristo, roguemos al Señor.
-Por los que sufren la violencia, la ira y el odio; para
que Dios cambie el corazón de sus opresores y puedan
descubrir el gozo de la paz y el amor al prójimo, roguemos al Señor.
-Por los catequistas que ayudan a comprender la Palabra de Dios a los niños, los jóvenes y los adultos que
se preparan para ser cristianos, roguemos al Señor.
-Por nosotros, reunidos en la mesa del Señor; que comprendamos la urgencia de vivir la misericordia de Dios
manifestada en Cristo y cumplamos con alegría el
mandamiento de amar igualmente al prójimo, roguemos al Señor.
Escucha, Padre, nuestras oraciones, y nunca dejes que se
rompa la unidad de quienes compartimos el mismo Pan.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Cáliz de la Misericordia
155
Cáliz de la Misericordia
4º Domingo de Pascua C
Jesucristo, Cordero y Pastor
17 de abril de 2016
Reconocemos su misericordia
como Buen Pastor
Los domingos 4º y 5º de Pascua forman lo que podríamos
llamar el “Tiempo del Pastor”. Ha terminado el “tiempo
de las apariciones”, y Jesucristo se presenta como el Buen
Pastor y Maestro de la Iglesia, a la que guía con amor,
por la que se entrega en sacrificio y a la que enseña con
su doctrina. En este año C se destacan preferentemente
tres mensajes.
La universalidad de la redención
El Espíritu Santo reveló a los apóstoles y profetas del
Nuevo Testamento que la salvación del Cristo era igual
para todos los hombres, pero esa apertura no fue cosa de
un día; así en la primera lectura escuchamos cómo san
Pablo abandonó la misión evangelizadora dirigida hasta
entonces en primer lugar a los israelitas, para dedicarse
totalmente a los gentiles. En su discurso, el Apóstol cita
el texto fundamental de Isaías 49,6: Yo te haré luz de los
gentiles, para que lleves la salvación hasta el extremo de
la tierra. Nosotros somos los descendientes de la Iglesia
de los gentiles y, por ello, cantamos el salmo 39, enlazando con el tema del Evangelio: Aclama al Señor tierra
entera. Somos su pueblo y ovejas de su rebaño.
Siguiendo la lectura del Apocalipsis, llegamos a la liturgia celeste en honor del Cordero y Pastor que es Cristo
resucitado. Todas las naciones, pueblos, razas y lenguas,
purificados por la sangre del sacrificio pascual de Jesucristo alaban a su redentor. Del mismo modo, en el Evangelio, Jesús dice que su nuevo pueblo estará formado por
los que escuchen su voz. Estos son los que han respondido a la gracia del Padre y por ello le han sido entregados
para su custodia, para la vida eterna. Es la Iglesia virgen
y madre, fecundada por el Espíritu, que da a luz incesantemente los nuevos hijos del nuevo pueblo de Dios.
156
Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
PASCUA
El amor sacrificado del Buen Pastor
Como está en posesión del Espíritu de amor creador y
vivificante, Jesucristo promete la vida eterna a los que
creen en él. No se trata de una supervivencia del alma,
debida a su naturaleza espiritual, como especula la filosofía, sino que es una acción salvadora de Dios Padre en
la que coopera el Hijo de modo determinante: Yo doy la
vida eterna a mis ovejas. No perecerán para siempre y
nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las
ha dado, supera a todos y nadie —la muerte, Satanás,
las persecuciones— puede arrebatarlas de la mano de
mi Padre. Entre las ovejas y el Pastor existe una relación
de “conocimiento”. Se trata de la idea bíblica del conocer, que indica a la vez una experiencia compleja de amor
que impregna toda la existencia, como en la relación matrimonial. Por ello los cristianos formamos en la Iglesia
una comunidad de escucha de la voz de Jesús, que se
vive en la obediencia a su palabra; tanto que lo seguimos
a donde quiera que vaya, como proclama el Apocalipsis.
Jesús y el Padre son uno en el amor
personal que es el Espíritu Santo
Jesús fundamenta y garantiza la salvación eterna que
él dispensa a sus ovejas con una tremenda afirmación:
Yo y el padre somos uno. Estamos ante uno de los textos fundamentales del Nuevo Testamento, junto con el
versículo 38 de este mismo capítulo: El Padre está en mí
y yo en el Padre. Esta declaración separó y sigue separando de modo irremediable a Jesucristo y a los creyentes del Antiguo Testamento y, por añadidura, del Islam.
Ahí está la causa de la condena a muerte del Señor. Las
otras religiones monoteístas no quieren aceptar a estas
dos personas que son una única realidad, o sustancia o
esencia. Se alude aquí al misterio supremo y adorable de
la Trinidad. No es explicitado. Jesús deja esta tarea a los
discípulos. Y para esto, precisamente, le da el Espíritu del
Padre y suyo, Espíritu de sabiduría y de revelación, que
en la santa Cena será prometido como Maestro interior
de la comunidad de los fieles, las amadas ovejas.
Cáliz de la Misericordia
157
Cáliz de la Misericordia
Moniciones: La Palabra de Dios hoy
Oración de los fieles
Primera lectura.
Hechos de los Apóstoles 13, 14. 43-52
Oremos a Dios nuestro Padre, pastor y guardián de nuestras vidas.
Este año, la historia de los primeros tiempos de la Iglesia
recoge preferentemente la misión de san Pablo, el cual
dio un cambio radical a su apostolado, dirigiéndose en
adelante a los gentiles, después de ser rechazado repetidamente por los israelitas. Con el Salmo responsorial
99 proclamamos que todos los pueblos reciben la revelación del Buen Pastor y le aclaman diciendo: “Somos su
pueblo y ovejas de su rebaño”.
Segunda lectura.
Apocalipsis 7,9.14b-17
Los redimidos de todas las naciones aclaman a Jesucristo resucitado, víctima pascual y Pastor de los cristianos.
Evangelio de Juan 10, 27-30
En esta breve conclusión del discurso del Buen Pastor,
Jesús proclama su misión salvadora universal dando su
vida por la humanidad, sus ovejas, y su unidad con el
Padre en el amor.
158
Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
-Por el papa Francisco, por nuestro Arzobispo Antonio
y por todos los pastores de la Iglesia; que vivan su ministerio siendo imágenes vivas de Cristo Buen Pastor,
roguemos al Señor.
-Por los responsables del gobierno de las naciones;
que guíen a sus ciudadanos por caminos de justicia,
de paz y de solidaridad con los más necesitados, roguemos al Señor.
-Por las vocaciones al ministerio sacerdotal; que no
falten jóvenes que se consagren al servicio de Dios y
de los hermanos partiendo el pan de la Palabra y el
de la Eucaristía, roguemos al Señor.
-Por nosotros, miembros del Pueblo de Dios que tiene
a Cristo por guía y pastor; que nos dejemos conducir
por los caminos del amor, el perdón y la fraternidad,
roguemos al Señor.
Padre lleno de amor, ayúdanos a permanecer unidos
en Cristo, para que no dejemos su senda y lo tengamos
siempre como nuestro Buen Pastor. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
PASCUA
5º Domingo de Pascua C
El “Mandamiento Nuevo”
del Buen Pastor
24 de abril de 2016
Contemplamos su amor
en el mandamiento que nos dio
El domingo siguiente al del Buen Pastor forma una cierta
unidad con él, pues cada año nos trae una enseñanza que
Jesús, Maestro y Guía de la Iglesia, dirige a ésta a la manera de un mensaje fundamental, como un testamento
espiritual que la deberá orientar en su porvenir.
El pasaje evangélico de hoy está situado al comienzo del
discurso de despedida del Señor en la última Cena; es
una acomodación que la liturgia hace para situar las palabras de Jesús dentro del marco pascual propio de san
Lucas. De este modo, en los próximos domingos, escucharemos las palabras de adiós de Jesús como preparación
a la Ascensión y a Pentecostés. En la liturgia evocamos
esos días durante los cuales, según san Lucas, Jesús estuvo hablando con los discípulos acerca del reino de Dios
(Hechos 1,3). Hoy Jesús comienza anunciando su próxima glorificación; con ello se trata de la crucifixión, que
para san Juan señala la exaltación del Hijo del Hombre,
su gloria final, formando un acontecimiento único con la
resurrección, la marcha hacia el Padre y el don del Espíritu.
Cuando el Señor se despide, deja a sus discípulos un
“mandamiento nuevo” que resume toda su enseñanza: el precepto del amor mutuo; un amor de dilección y
de amistad. Es la forma de amarse de los hermanos de
modo desinteresado, amarse incluso y sobre todo si no
lo merecen, si no tienen derecho a ese cariño. Este amor
se fundamenta en el Espíritu que une al Hijo con el Padre
y que vuelca a Jesús hacia sus discípulos: Yo doy mi vida
por mis ovejas (Juan 10,15), por ello entrega este mandamiento al final de una Cena que está toda ella bajo el
signo del amor hasta la muerte. Habiendo amado a los
suyos, que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo (Jn 13,1).
Pero el amor del Señor tiene una finalidad directa: que
los discípulos se amen recíprocamente (cf. Jn 13,34). Si
fallase este fin, fracasaría la misión de Jesús entre los
hombres. Por eso el amor se convierte en el signo de la
santidad del nuevo Israel, en la circuncisión espiritual: La
señal por la que conocerán que sois discípulos míos, será
que os amáis unos a otros (Jn 13, 35); doblemente espiritual porque es del Espíritu y se marca en nuestro espíritu.
Este signo de reconocimiento contrasta con lo que se usa
en las religiones y en los grupos sociales. Cuando empieza un nuevo grupo, sus miembros desean identificarse
entre ellos y diferenciarse de los demás por medio de algún signo al que se aferran totalmente; puede tratarse de
alguna señal física, de alguna ceremonia exclusiva de los
iniciados... Pero Jesús no quiere nada de eso. La religión
espiritual tiene signos espirituales, personales, como el
del amor, a imitación del de Cristo.
Cáliz de la Misericordia
159
Cáliz de la Misericordia
Moniciones: La Palabra de Dios hoy
Tal como proclama la segunda lectura, esta religión espiritual se desarrolla en una nueva edad del tiempo, la
que se inauguró con la glorificación del Hijo. Estamos en
la última de las etapas terrenas de la historia de la salvación, que se desarrolla a partir de la nueva Jerusalén,
don de Dios, que es la Iglesia celeste y terrestre. Esta es la
nueva morada de Dios con los hombres, como la proclama hoy el Apocalipsis. Por ello los cristianos somos parte
de la novedad de la creación definitiva; en ella hay una
nueva ciudad y unas nuevas leyes, un “mandamiento
nuevo” que es la norma y el distintivo del nuevo pueblo
de Dios.
Llenos del Espíritu Santo, san Pablo y sus colaboradores
fueron especialmente los mensajeros del nuevo Israel,
una vez que se dedicaron totalmente a los gentiles. Ellos
tampoco iban vendiendo una nueva religión como las
demás: Exhortaban a los discípulos a perseverar en la fe,
diciéndoles que hay que pasar mucho para entrar en el
reino de Dios (Hechos 14,22).
Sería mucho más sencillo hacerse un tatuaje, o seguir
un ritual o un código de alimentos propios; pero el nuevo Israel lo tiene más difícil; se trata de ostentar un signo que hay que configurar en cada momento. Para ello
necesitamos del estímulo que nos viene del sacramento
eucarístico, signo y portador del Espíritu del amor de
Cristo.
160 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Primera lectura.
Hechos de los Apóstoles 14,21b-27
Continuamos la lectura de los “Hechos de Pablo”. Siguiendo los pasos de san Pablo en su primer viaje apostólico entre los gentiles, cuando era guiado por el Espíritu,
conocemos la esencia de su mensaje y el sentido eclesial
de su misión.
Segunda lectura.
Apocalipsis 21,1-5a
El cristianismo se desarrolla en el ámbito de la nueva
creación que comenzó en la resurrección de Jesucristo
y en el don del Espíritu. En la nueva Jerusalén el Señor
enjugará las lágrimas de los suyos, que se lamentaban
por su muerte y por los sufrimientos que acarrea el dar
testimonio de Cristo.
Evangelio de Juan 13,31-33a.34-35
Comenzamos la lectura del discurso de despedida de Jesús, al final de la última Cena. Hoy el Señor promulga el
mandato nuevo del amor fraterno, como señal distintiva
de los cristianos.
PASCUA
Oración de los fieles
Invoquemos con fe al Señor, que desea ser el centro de
nuestras vidas.
-Por todos los fieles cristianos, los religiosos y religiosas, los diáconos, sacerdotes, obispos y el papa Francisco. Que unidos firmemente a Cristo demos todos
frutos de vida cristiana que den testimonio del Señor
ante el mundo, roguemos al Señor.
-Por el fin de toda forma de guerra y de violencia, especialmente aquella que pretende justificarse en la
religión, roguemos al Señor.
-Por los fieles comprometidos en el “Itinerario Diocesano de Evangelización”; para que su mensaje alcance a
todos los miembros de nuestra comunidad parroquial
y ciudadana, roguemos al Señor.
-Por los niños y jóvenes que en estos días reciben los
sacramentos de la iniciación cristiana: bautismo, confirmación y Eucaristía. Que crezcan unidos íntimamente a Cristo Jesús, roguemos al Señor.
-Por nosotros, reunidos en torno a Cristo. Que la Eucaristía que celebramos nos una más íntimamente a
Cristo y demos los frutos de amor y misericordia que
Dios espera, roguemos al Señor.
Te pedimos, Padre, que tu Espíritu de caridad nos mantenga
unidos como los sarmientos a la vid que es tu Hijo Jesucristo, que vive y reina contigo por los siglos de los siglos. Amén.
Cáliz de la Misericordia
161
Cáliz de la Misericordia
6º Domingo de Pascua C
El tiempo del Espíritu
1 de mayo de 2016
Contemplamos su misericordia
cuando no nos abandona
Comenzamos la última etapa de la Cincuentena Pascual.
En los próximos tres domingos están centrados temáticamente en el don o gracia pascual del Espíritu Santo, que
Jesucristo envía desde el Padre, luego de ser exaltado en
la gloria (Solemnidad de la Ascensión, próximo domingo).
162
Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
El Concilio de Jerusalén
La primera lectura de este domingo muestra cómo caían
bajo la acción del Espíritu Santo, en esta sexta etapa de
la historia de la salvación, las seculares fronteras del antiguo Pueblo de Dios. El Espíritu, en efecto, no sólo perfeccionó la iniciación cristiana de los samaritanos (año A),
sino que incluso se adelanta al bautismo, cuando Pedro
vacilaba en admitir a los paganos en la Iglesia (año B).
Este año leemos como en la primera asamblea general
de la Iglesia, en el llamado Concilio de Jerusalén, se
rompió definitivamente con las normas rituales de la
antigua Ley de Moisés, haciendo posible a los gentiles el
libre acceso a la vida cristiana sin necesidad de convertirse antes en israelitas por medio de la circuncisión, como
pedían algunos cristianos procedentes del judaísmo, que
decían: Hay que circuncidar a los gentiles y obligarles a
observar la ley de Moisés (Hechos 15,5). Aquella asamblea era bien consciente de actuar con la asistencia del
Espíritu Santo, el cual garantiza a través de los tiempos
la infalibilidad del magisterio solemne de la Iglesia: Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros, no imponeros más cargas que las indispensables (Hechos 15,28). La
Iglesia apostólica tomó entonces una decisión de enorme
importancia, tanto para la propagación de la fe como
para la cultura universal; pues, en el caso de una opción
contraria, junto con la evangelización se hubiera tenido
PASCUA
que difundir al mismo tiempo, y de modo exclusivista, la
secular cultura hebrea. Una medida tan importante tuvo
que contar, además, como lo sugiere el texto, con un “empujón” o inspiración del Espíritu santo, el cual se valió especialmente de la voz profética y de la práctica misionera
de san Pablo para impulsar a la Iglesia primitiva en favor
de este cambio.
La Jerusalén del cielo
La nueva ciudad de Dios que muestra el Apocalipsis, se
está construyendo ya en la Iglesia, edificada sobre el
fundamento de los apóstoles, siendo toda ella un templo
iluminado por la gloria de Cristo sacrificado y resucitado,
el Cordero de Dios (2ª lectura). Los primeros cristianos tuvieron durante los primeros años la referencia de la antigua Jerusalén como “Iglesia madre”, pero la destrucción
de esta urbe les llevó a considerar a la Iglesia, presente en
cualquier lugar del mundo, como la nueva Jerusalén espiritual, imagen de la Jerusalén celeste, que es nuestra
madre, como dice el ritual de la dedicación de iglesias.
El Señor no nos abandona
En el Evangelio continuamos leyendo el discurso de despedida de Jesús en la última cena. Cristo se despide de los
suyos antes de iniciar su Éxodo por medio de la Pasión y
la Ascensión, pero es para volver con el don pascual del
Espíritu y permanecer así en la Iglesia.
Jesús continúa declarando en el Evangelio lo que ha de
ser la realidad profunda de la Iglesia, la cual será una
realidad divina y humana a la vez, cuya actividad estará animada por el Espíritu Paráclito. Este es un término
griego que significa literalmente “llamado en auxilio” y,
por ello mismo, abogado, defensor, intercesor y consolador. En un pasaje importantísimo, Jesús promete la inspiración del Espíritu Santo a la comunidad apostólica, para
que desarrolle la enseñanza del Maestro y consolide las
instituciones de la Iglesia. Una vez acabada la etapa
apostólica, el Espíritu Santo sigue asistiendo a la Iglesia
para que no pueda caer en el error y enseñe siempre la
verdad en las cosas que se refieren a la salvación.
La lectura evangélica concluye con otra idea sumamente
importante: Al seguir la ley del amor, que el Señor promulgaba el domingo pasado, se establece una relación
personal con la santísima Trinidad y de amistad íntima
con Cristo, que alcanza a ser una verdadera inhabitación
de Dios en el cristiano. Podemos fijarnos también en la
frase referente a la paz que Cristo nos da: La paz os dejo,
mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo
(Jn 14, 27), la cual es repetida todos los días dentro de la
celebración eucarística, en la oración del rito de la paz.
Cáliz de la Misericordia
163
Cáliz de la Misericordia
Moniciones: La Palabra de Dios hoy
Oración de los fieles
Primera lectura.
Hechos de los Apóstoles 15,1-2.22-29
Por la Iglesia, Pueblo de Dios y comunidad de hermanos en Cristo; que no se canse de anunciar con alegría el
amor al prójimo como base del proyecto de Dios para la
humanidad, roguemos al Señor.
El Espíritu Santo inspiró a la Iglesia primitiva para que
rompiera las seculares barreras del antiguo pueblo de
Dios y se abriera a todas las naciones. Un momento decisivo para este cambio fue el llamado “Concilio de Jerusalén”.
Segunda lectura.
Apocalipsis 21,10-14.22-23
-Por Cáritas Diocesana y las demás instituciones cristianas que se dedican a manifestar el rostro caritativo de la Iglesia; que el Señor bendiga sus esfuerzos y
los fieles correspondan a sus esfuerzos en favor de los
más necesitados, roguemos al Señor.
La revelación del Nuevo Testamento nos habla de la gloria de la nueva Jerusalén, que es el reino de Dios y la Iglesia inaugurada por Jesucristo.
-Por todas las familias cristianas, por su amor y entrega; que los padres sean ejemplo de fe y de caridad
para sus hijos, roguemos al Señor.
Evangelio de Juan 14,23-29
-Por los acosados por causa de la justicia o por permanecer en la fe; para que sus perseguidores descubran
la fuerza sanadora del amor y cesen en su violencia,
roguemos al Señor.
Jesús continúa el discurso de despedida, consolando a
los discípulos y prometiéndoles el don del Espíritu Santo.
-Por nosotros, reunidos en torno al amor de Cristo; que
seamos cada día más amigos de Dios unidos en un
mismo amor mutuo, roguemos al Señor.
Concédenos, Padre, compartir y entregar nuestras vidas
con un amor semejante al de tu Hijo Jesucristo, nuestro
Señor. Amén.
164 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
PASCUA
7º Domingo de Pascua C
La Ascensión del Señor
8 de mayo de 2016
Contemplamos su amor misericordioso
cuando nos mira desde el cielo
El acontecimiento
En esta festividad y en este año C, tanto la primera lectura como el Evangelio pertenecen al mismo autor. En efecto, san Lucas compuso un Evangelio de Jesucristo; pero
también un Evangelio-Historia de la Iglesia, los Hechos;
de una Iglesia que tiene como ejemplo a su Señor, nacido,
bautizado, conducido por el Espíritu a predicar el Evangelio, a aceptar la cruz y a subir al Padre. O sea, a toda
la misión comprendida en el plan divino de salvación. La
Iglesia comenzó cuando Jesús comenzó a actuar y a enseñar, mediante las palabras del Señor a los apóstoles
elegidos por él. Entonces puede ya ser elevado, asunto,
por el Padre. Entones el Resucitado, el Hijo del hombre
glorioso (Daniel 7, 13-14) es como raptado por la nube de
la gloria divina, el Espíritu Santo que lo generó bajo su
sombra en la santísima Virgen, que lo había puesto bajo
la protección divina en la transfiguración y que el mismo
Señor había anunciado en su discurso despedida. Esta es
la Gloria del Padre que asume para sí al Hijo.
plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que os ha
dejado para subir al cielo, volverá como le habéis visto
marcharse (Hechos 1,11). En un exceso de amor semejante al que le llevó al sacrificio, el Señor volverá para
tomar a los suyos y para estar con ellos para siempre;
y se mostrará como imagen perfecta de Dios, como icono transformante por obra del Espíritu, para volvernos semejantes a él, para contemplarlo tal como él es
(1 Juan 3,1-12). Contemplando en la liturgia el icono del
Señor —sobre todo en la Eucaristía— intuimos el rostro
de Dios tal como es y como lo veremos eternamente. Y lo
invocamos para que venga ahora y siempre.
Los discípulos quedaron asombrados, porque no entendían las Escrituras antes del don del Espíritu, y miran hacia lo alto. Intervienen dos hombres vestidos de blanco,
es una teofanía, la misma de los dos hombres que Lucas
describe en el sepulcro (24,4). Las palabras de los dos
mensajeros son fundamentales: Galileos, ¿qué hacéis ahí
Cáliz de la Misericordia
165
Cáliz de la Misericordia
El misterio
La vida cristiana
Las dos lecturas apostólicas que propone la Iglesia a
nuestra elección (Efesios y Hebreos) interpretan perfectamente el acontecimiento de la Ascensión del Señor, adentrándonos en el misterio del ingreso del resucitado en el
santuario celeste. Ahora podemos decir con el canto del
Santo que los cielos y la tierra están llenos de la gloria de
Dios (En Isaías 6,3 sólo se nombraba a la tierra). Ahora,
con la asunción de la humanidad del Hijo de Dios, sobre
la que reposa la gloria del Padre, adorada por los ángeles, también nosotros somos unidos por la gracia a esta
alabanza eterna, en el cielo y en la tierra.
Las oraciones de esta solemnidad piden que permanezcamos fieles a la doble condición de la vida cristiana, orientada simultáneamente a las realidades temporales y a
las eternas. Esta es la vida en la Iglesia, comprometida en
la acción y constante en la contemplación.
166
Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
PASCUA
Moniciones: La Palabra de Dios hoy
Oración de los fieles
Primera lectura y Evangelio
Hechos 1, 1-11 y Lucas 24, 46-53
Cuando estamos celebrando la Ascensión de nuestro Señor a los cielos, oremos unidos en la misma esperanza de
participar en su misma gloria.
La primera lectura y el Evangelio proclaman el mismo
acontecimiento de la Ascensión del Señor a los cielos que
se celebra en esta festividad.
Segunda lectura.
Efesios 1,17-23 o Hebreos 9, 24-28; 10, 19-23
La lectura apostólica nos anuncia el sentido profundo y
actual que tiene la Ascensión del Señor para la Iglesia y
para cada cristiano.
-Por la Iglesia, llamada a continuar la obra de Cristo
en el mundo; para que se deje animar por su presencia
viva en medio del Pueblo de Dios, roguemos al Señor.
-Por todos los que viven sin esperanza en su vida a causa de la pobreza, la enfermedad o la falta de cariño;
que puedan descubrir en el Señor la alegría que necesitan en sus vidas, roguemos al Señor.
-Por los cristianos que están viviendo la experiencia
del Itinerario de Evangelización; para que sean cada
vez más plenamente conscientes de su pertenencia al
Pueblo de Dios y del testimonio de Cristo que están
llamados a dar a los demás, roguemos al Señor.
-Por nuestros hermanos difuntos; que puedan participar de la gran fiesta del Reino de los Cielos, roguemos
al Señor.
Mira, Dios todopoderoso, a tu Iglesia en oración, y envía
sobre ella tu Espíritu, para que anuncie con humildad
y valor la salvación que nos entregó tu Hijo Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.
Cáliz de la Misericordia
167
Cáliz de la Misericordia
Pentecostés C
El don Pascual del Espíritu
15 de mayo de 2016
El acontecimiento
El día final de la cincuentena pascual, al llegar el día
festivo de Pentecostés, cuando en el templo de Jerusalén aún subía el humo del sacrificio de la mañana, y las
calles se iban llenando de fieles y peregrinos que celebraban la entrega de la Ley de Moisés en el Sinaí, los escasos
seguidores del Maestro de Nazaret, el crucificado, estaban reunidos en oración junto con María, la Madre de Jesús. Y allí reciben el don prometido por el Resucitado: la
nueva Ley y el alma de la nueva Iglesia, el Espíritu Santo.
Con la memoria y celebración de este evento salvador
concluye la grande y única jornada del Pentecostés pascual, la cincuentena que se inició con la resurrección del
Señor.
En el Cenáculo movido por un extremo de amor, Jesús se
dio en la Eucaristía y en ese mismo lugar del sacramento
del amor, un nuevo “exceso” de amor de Cristo lo convierte en el lugar del Espíritu. La comunidad reunida en oración constante es el objeto de la efusión divina. El Espíritu
viene, como fuerza irresistible, que sopla donde quiere
(Juan 3,8); se siente, pero no se sabe cómo actuará. Ahora viene del cielo, de Dios. Llena la casa, la convierte en
un nuevo Sinaí, en su Templo. Es fuego único y se reparte
sin disminuir y sin dividirse. Excitador de la alabanza del
Dios Altísimo, el Único, el Viviente. Los apóstoles, cuando fueron bautizados con el Espíritu Santo, proclamaban
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
las maravillas de Dios en varias lenguas. Fuego y Palabra irresistibles. A partir de aquí es creada la Iglesia Una,
santa y católica. Aquí comienza el anuncio del Evangelio,
junto con la celebración del Resucitado y las obras nuevas del Reino.
El misterio
El discurso de san Pedro en este mismo día nos da la clave para comprender el misterio (designio divino) contenido en el acontecimiento de Pentecostés: A este Jesús lo
resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.
Exaltado a la diestra de Dios y recibida del Padre la promesa del Espíritu Santo, le derramó según vosotros veis
y oís (Hechos 2,32-33).
Pentecostés manifiesta a Cristo Resucitado en el ejercicio
pleno de su sacerdocio único, lo que es la finalidad de toda
su vida a partir de la Encarnación histórica: obtener primero para sí, y después para los discípulos el Espíritu Santo,
Espíritu del Padre y del Hijo en la coeternidad bienaventurada, alegría y amor divinos y transformantes.
No podemos separar a Cristo del Espíritu. Sólo el Espíritu, don del Padre, revela a Cristo resucitado —sólo Cristo
revela al Padre— y sólo él con el Espíritu lleva al Padre.
El centro de esta revelación es la resurrección como obra
del Espíritu (Rom 1,1-4 y 1 Cor 15,45). Y como Cristo, también nosotros (Rom 8,1-10).
PASCUA
Moniciones: La Palabra de Dios hoy
La vida cristiana
Al recibir el aliento del Resucitado (Juan 20,22), los discípulos son creados de nuevo (Cf. Génesis 2,7). Son bautizados, confirmados, consagrados sacerdotalmente, iniciados pues en todo el Misterio divino. Son constituidos
en portadores del Espíritu a los hombres, con la misión de
difundir el fruto de la cruz, reunir la familia de Dios como
morada de la Trinidad, conducir hacia el banquete de la
redención, hacer de los hombres pecadores y dispersos el
Cuerpo de su Jefe, el Resucitado. Y así hasta nosotros, que
seguimos clamando: Ven, Señor Jesús” (Ap 22.17).
Primera lectura.
Hechos 2,1-11
Esta lectura proclama el acontecimiento de la venida del
Espíritu Santo sobre los apóstoles, cuando se cumplió la
Cincuentena Pascual o “Pentecostés”.
Segunda lectura.
1 Cor 12. 3b-7.12-13
El Espíritu Santo es el alma de la Iglesia; Él hace posible
la confesión de fe y nos une en un solo cuerpo.
O bien, en este año C. Romanos 8,8-17
El Espíritu que resucitó a Jesús nos hace hijos adoptivos
de Dios; Él es también quien vivificará nuestros cuerpos
en la resurrección.
Evangelio de Juan 20,19-23
En el día de Pascua, Jesús envía a los apóstoles y les comunica su Espíritu. Toda la Cincuentena es un gran día de
fiesta, el día que hizo el Señor.
O bien, en este año C. Juan 14, 15-16.23b-26
El Señor, en la última Cena, promete el don del Espíritu,
que envió desde el Padre, después de su resurrección.
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
Oración de los fieles
Cuando terminan los días de la Cincuentena Pascual, en
esta solemnidad de Pentecostés, oremos unidos al Padre,
para que nunca a nos falte el don de su Santo Espíritu.
-Por el papa Francisco, nuestro Arzobispo Antonio, los
presbíteros, diáconos, religiosos, religiosas y fieles
cristianos laicos; que unidos por un mismo Espíritu
demos los frutos de vida cristiana que el Señor espera
de nosotros, roguemos al Señor.
-Por la unidad de todas las Iglesias y comunidades
cristianas; que quienes hemos recibido un mismo Espíritu en el Bautismo podamos un día celebrar una
única Eucaristía, roguemos al Señor.
-Por los no creyentes y los que son indiferentes ante
la fe; que puedan descubrir la presencia de Dios en su
vida, roguemos al Señor.
-Por los que padecen por causa de la pobreza, la ignorancia o la falta de trabajo; para que encuentren
remedio gracias al afán de justicia y caridad de los
cristianos, roguemos al Señor.
-Por nosotros, miembros del Cuerpo de Cristo; que el
Espíritu Santo anime nuestro testimonio audaz del
Evangelio en nuestros ambientes, roguemos al Señor.
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Derrama sin cesar, Padre, sobre tu pueblo, el don de tu
Espíritu, para que se mantenga unido en la paz y anuncie
con fuerza y alegría la Buena Noticia de tu Hijo Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Cáliz de la Misericordia
Pascua 2016
Comisión
Diocesana de
Espiritualidad
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
PASCUA
Textos de los
Santos Padres
para reflexión
Domingo de Pascua
Cristo es el cumplimiento de las promesas de Dios
“Dios estableció el tiempo de sus promesas y la época de
su cumplimiento. El periodo de las promesas abarcó desde el tiempo de los profetas hasta Juan Bautista; desde
éste hasta el fin es el tiempo de su cumplimiento.
… Prometió la salvación eterna, la vida bienaventurada
y sin fin en compañía de los ángeles, la herencia imperecedera, la gloria eterna, la dulzura de la contemplación
de su rostro, su templo santo en los cielos y, como consecuencia de la resurrección, la ausencia total del miedo
a la muerte.
a la derecha del Padre y cumplir todas sus promesas en
favor de las naciones. Y, después del cumplimiento de estas promesas, cumplirá también la promesa de venir otra
vez para pedir cuentas de sus dones…
Todo esto debió ser profetizado y anunciado de antemano
para que no atemorizara a nadie si acontecía de repente,
sino que, siendo objeto de nuestra fe, lo fuese también de
una ardiente esperanza” (San Agustín, Comentarios sobre
los salmos. Salmo 109, 1-3).
… Prometió la divinidad a los hombres, la inmortalidad a
los mortales, la justificación a los pecadores, la glorificación a criaturas despreciables… Sin embargo, hermanos,
como a los hombres les parecía increíble la promesa de
Dios de sacarlos de su condición mortal —de corrupción,
bajeza, debilidad, polvo y ceniza— para asemejarlos a
los ángeles, no sólo firmó una alianza con los hombres
para moverlos a creer, sino que también estableció un
mediador como garante de su fidelidad; y no estableció
como mediador a cualquier príncipe o a un ángel o arcángel, sino a su Hijo único.
… Por tanto, el Hijo único de Dios tenía que venir a los
hombres, tenía que hacerse hombre y, en su condición de
hombre, tenía que morir, resucitar, subir al cielo, sentarse
Cáliz de la Misericordia
173
Cáliz de la Misericordia
2º Domingo de Pascua
Jesucristo es la Palabra viva del Padre
“Escuchad, amados hermanos, mis palabras; escúchenlas bien, como si se tratara de algo que les es muy necesario; vengan a saciar su sed con el agua de la fuente
divina de la que les voy a hablar; deseen este agua y no
dejen que su sed se acabe; beban y no se crean nunca
saciados; nos está llamando el que es fuente viva, el que
es la fuente misma de la vida nos dice: El que tenga sed
que venga a mí, y que beba.
Entended bien de qué bebida se trata: escuchen lo que,
por medio de Jeremías, les dice aquel que es la misma
fuente: Me han abandonado a mí, la fuente de aguas vivas —oráculo del Señor—. El mismo Señor, nuestro Dios
Jesucristo, es la fuente de la vida, por ello nos invita a sí
como a una fuente para que bebamos de él. Bebe de él
quien lo ama, bebe de él quien se alimenta con su palabra, quien lo ama debidamente, quien sinceramente lo
desea, bebe de él quien se inflama en el amor de la sabiduría.
Considerad de dónde brota esta fuente: brota de aquel
mismo lugar de donde descendió nuestro pan; porque
uno mismo es nuestro pan y nuestra fuente, el Hijo único, nuestro Dios, Cristo el Señor, de quien estamos siempre hambrientos. Aunque nos alimentemos de él por el
amor, aunque lo devoremos por el deseo, continuemos
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
hambrientos deseándolo” (San Columbano, abad. Libro
de las Instrucciones. Instrucción 13, Sobre Cristo fuente
de vida, 1-2).
PASCUA
3er Domingo de Pascua
¡Ved cuánto nos ama Jesús!. Presencia eucarística
Vino, pues, el que tenía que venir, vino el Santo de Israel,
apareció en la tierra hecho hombre. Enseñó al mundo el
sendero de la vida y, cumplida la misión por la que había venido, subió al cielo, donde ahora está sentado a la
derecha de Dios.
Antes de subir al cielo y para que los discípulos y los
demás fieles que vendrían después, privados de su presencia corporal, no desconfiasen y desesperasen de su
ayuda, los consoló diciendo: Y sabed que yo estoy con
vosotros, hasta el fin del mundo. Luego nuestro Jesús
está con nosotros. ¿Por qué no habría de llamarle nuestro
si está con nosotros? Un hijo se nos ha dado. No sin razón
reivindicaba a Jesús como suyo, el que dijo: Yo exultaré
con el Señor, me gloriaré en Dios, mi Jesús.
Este nuestro Jesús, con el cual Dios nos lo dio todo, no sabe
estar lejos de nosotros. Y nos ama tanto que él mismo, que
es la sabiduría del Padre, dice: Me gozaba con los hijos de
los hombres. Estuvo con nosotros en la carne, antes de morir por nosotros; estuvo con nosotros también en la muerte,
con la presencia del cuerpo todavía no retirado de la tierra;
estuvo con nosotros después de la muerte apareciéndose a
los discípulos de muchas maneras; está con nosotros también ahora, hasta el fin del mundo, hasta que nosotros estemos con él: y así estaremos siempre con el Señor.
¡Ved cuánto nos ama Jesús! Ni la muerte ni la vida pueden separarle de nosotros: ¡tanto es el amor con que nos
ama! Por lo tanto, ni la muerte ni la vida deben separarnos de su amor. ¿Qué criatura es digna de ser amada, si él
no lo es? Más aún: ¿quién puede sernos tan amable como
él? Pues a menos de ser ingratos y perversos, debería bastarnos para amarlo —aparte de otras razones—, que él
nos ama. Al que ama, lo menos que puede dársele es una
respuesta de amor, pues el que ama desea ser amado. Lo
cual es perfectamente justo. Ahora bien: quien desea ser
amado, sin amar, dudo que pueda justificarse ni ante su
propia conciencia de la acusación de inicuo. En un juicio
justo quien no devuelve amor por amor, es indigno de ser
amado.
Por tanto, quien no ama a Jesús, corre un grandísimo
riesgo, pues se hace acreedor de la execración y maldición del Apóstol, que dice: El que no quiere al Señor,
fuera con él. Ven, Señor (Balduino de Cantorbery, Tratado sobre el santísimo sacramento de la Eucaristía
(PL 204, 405-406)).
Cáliz de la Misericordia
175
Cáliz de la Misericordia
4º Domingo de Pascua
¡Tarde te amé, Hermosura tan antigua y tan nueva!
“Señor, ¿dónde te hallé para conocerte (porque ciertamente no estabas en mi memoria antes que te conociese),
dónde te hallé, pues, para conocerte, sino en ti mismo, lo
cual estaba muy por encima de mis fuerzas? Pero esto fue
independientemente de todo lugar, pues nos apartamos
y nos acercamos, y, no obstante, esto se lleva a cabo sin
importar el lugar. ¡Oh Verdad!, tú presides en todas partes
a todos los que te consultan y, a un mismo tiempo, respondes a todos los que te interrogan sobre las cosas más
diversas. Tú respondes claramente, pero no todos te escuchan con claridad. Todos te consultan sobre lo que quieren, mas no todos oyen siempre lo que quieren. Excelente
servidor tuyo es el que no atiende tanto a oír de ti lo que
él quisiera, cuanto a querer aquello que de ti escuchare.
¡Tarde te amé, Hermosura tan antigua y tan nueva, tarde
te amé! Y tú estabas dentro de mí y yo afuera, y así por
fuera te buscaba; y, deforme como era, me lanzaba sobre
estas cosas hermosas que tú creaste. Tú estabas conmigo, mas yo no estaba contigo.
… ¡Ay de mí, Señor! ¡Ten misericordia de mí! Están en lucha
también mis tristezas malas con mis gozos buenos: y no sé a
quién se ha de inclinar el triunfo. ¡Ay de mí, Señor! ¡Ten misericordia de mí! Yo no te oculto mis llagas. Tú eres médico, y yo
estoy enfermo; tú eres misericordioso, y yo estoy necesitado.
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
… Pero toda mi esperanza descansa sólo en tu muy grande misericordia. ¡Dame lo que me pides y pídeme lo que
quieras!” (San Agustín, De las Confesiones Libro 7,10.18,27).
PASCUA
5º Domingo de Pascua
La misericordia de Dios se mostró en Jesucristo
Nadie jamás ha visto ni ha conocido a Dios, pero él ha
querido manifestarse a sí mismo. Se manifestó a través
de la fe, que es la única a la que se le concede ver a Dios.
Porque Dios, Señor y Creador de todas las cosas, que
todo lo hizo y todo lo dispuso con orden, no sólo amó
a los hombres, sino que también fue paciente con ellos.
Siempre lo fue, lo es y lo será: bueno, benigno, exento de
toda ira, veraz; más aún: él es el único bueno. Después
de haber concebido un designio grande, incapaz de ser
expresado con palabras humanas, se lo comunicó a su
único Hijo.
ni al prójimo y somos malos, ¿en quién hubiéramos podido ser justificados sino únicamente en el Hijo de Dios?
¡Oh admirable intercambio, mediación incomprensible,
beneficios inesperados: que la impiedad de muchos sea
encubierta por un solo justo y que la justicia de un solo
hombre justifique a tantos impíos!” (De la Carta a Diogneto. Cap. 8, 5-9, 6).
Mientras mantenía oculto su sabio designio y lo reservaba para sí, parecía abandonarnos y olvidarse de nosotros. Pero, cuando lo reveló por medio de su amado Hijo
y manifestó lo que había establecido desde el principio,
nos dio juntamente todas las cosas: participar de sus beneficios y ver y comprender sus designios. ¿Quién de nosotros hubiera esperado jamás tanta generosidad?
… Nos dio a su propio Hijo como precio de nuestra redención: entregó al que es santo para redimir a los impíos,
al inocente por los malos, al justo por los injustos, al incorruptible por los corruptibles, al inmortal por los mortales. Y ¿qué otra cosa hubiera podido encubrir nuestros
pecados sino su justicia? Nosotros que no amamos a Dios
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
6º Domingo de Pascua
Si alguno me ama, observará mi doctrina,
y mi Padre le amará, y vendremos a él
1. Con las preguntas de los discípulos y las respuestas de
Jesús, su Maestro, aprendemos nosotros juntamente con
ellos cuando leemos o escuchamos el santo evangelio.
Como el Señor había dicho: Un poco de tiempo más, y el
mundo ya no me ve, pero vosotros me veréis, le preguntó
sobre esto Judas, no aquel traidor que se apodaba Iscariote, sino aquel cuya epístola es leída entre las Escrituras
canónicas: Señor, ¿qué motivos hay para que te manifiestes a nosotros y no al mundo? Seamos también nosotros
como discípulos, que con ellos interrogan, y escuchemos
a la vez nosotros al Maestro común a todos. Judas el
santo, no el perverso; el seguidor, no el perseguidor, preguntó por qué motivo se había de manifestar Jesús a los
suyos y no al mundo; por qué después de poco tiempo no
le vería el mundo, y ellos le verían.
2. Jesús le respondió diciendo: Si alguno me ama, observará mi doctrina, y mi Padre le amará, y vendremos a él,
y haremos mansión dentro de él. El que no me ama, no
practica mi doctrina. Ahí tenéis la causa de manifestarse
a los suyos y no a los extraños, incluidos bajo el nombre
de mundo, y la causa de que unos amen y otros no amen.
Es el mismo motivo que declara el Salmo, que dice: Júzgame, Señor, y separa mi causa de la gente perversa. Los
que aman son elegidos porque aman; pero los que no
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
aman, aunque hablen los idiomas de los hombres y de
los ángeles, son como un alambre, que suena, y como un
címbalo, que tañe; y aunque tengan el don de profecía,
conozcan todos los secretos y posean todas las ciencias
y tengan tanta fe que puedan trasladar las montañas,
nada son; y aunque distribuyan toda su hacienda a los
pobres y entreguen sus cuerpos al fuego, no les será de
ningún provecho. El amor distingue del mundo a los santos y hace que vivan juntos con una sola alma en la casa.
Y a esta casa la convierten en su mansión el Padre y el
Hijo, que infunden este amor a quienes han de conceder
en el fin del mundo su manifestación, acerca de la cual
el discípulo interrogó al Maestro para que todos pudiésemos llegar al conocimiento de estas cosas, aleccionados
directamente por su boca los que le escuchaban, y nosotros por medio del Evangelio. Preguntó él por la manifestación de Cristo, y Cristo habló acerca del amor y de su
mansión. Existe, pues, una interior manifestación de Dios,
que los impíos desconocen absolutamente, y para ellos
no hay manifestación del Padre y del Espíritu Santo, aunque pudieron ver la del Hijo, pero solamente en carne,
que no es como aquella otra, ni pueden tenerla siempre
sino por corto tiempo y para su condenación y tormento,
no para ser su alegría y su premio. (San Agustín Tratado
76 Jn 14, 23-24).
PASCUA
La Ascensión
Deseas que venga; ¡ojalá te encuentre preparado!
1. En este día solemne exhortemos a quienes conocen su
significado e instruyamos a los negligentes. Hoy celebramos solemnemente la ascensión del Señor al cielo. En
efecto, el Señor, nuestro Salvador, después de despojarse
del cuerpo y de haberlo tomado de nuevo al resucitar de
entre los muertos, se manifestó vivo a sus discípulos, que,
al verle morir, habían perdido toda esperanza. Luego se
prestó para que lo vieran con los ojos y lo tocaran con
las manos, edificando su fe y mostrándoles la realidad
del cuerpo. Era poco para la fragilidad humana y para la
debilidad temblorosa el que tan gran milagro se les mostrase un solo día, sustrayéndose luego a sus ojos; por eso
—como hemos escuchado en la lectura de los Hechos de
los Apóstoles— los acompañó en la tierra durante cuarenta días, entrando y saliendo, comiendo y bebiendo; no
porque sintiera necesidad, sino para demostrar la verdad
de su cuerpo. A los cuarenta días precisos, viéndolo y siguiéndolo ellos con la mirada, subió al cielo. Es lo que
hoy celebramos.
2. Después que, llenos de asombro, le vieron ascender y
se alegraron de que subiera a lo alto —el que la cabeza
vaya delante es garantía para los miembros—, escucharon también la voz de los ángeles: Varones de Galilea,
¿por qué estáis plantados mirando al cielo? Este mismo
Jesús vendrá así, como lo habéis visto subir al cielo. ¿Qué
significa: Vendrá así? Vendrá en la misma forma, para
que se cumpla lo que está escrito: Verán al que traspasaron. Vendrá así. Vendrá a los hombres, vendrá como
hombre, pero como hombre Dios. Vendrá como verdadero Dios y como verdadero hombre, para divinizar al hombre. Ascendió el juez del cielo; sonó el pregonero celeste.
Sea buena nuestra causa, para no temer el juicio futuro.
Subió ciertamente; quienes nos lo anunciaron lo presenciaron; quienes no fueron testigos lo creyeron; otros, al
no darle fe, lo convirtieron en objeto de irrisión. Pues no
todos tienen la fe. Y puesto que no todos tienen la fe y conoce el Señor a los que son de él, ¿a qué discutir sobre la
ascensión de Dios a los cielos? Maravillémonos, más bien,
de que Dios bajara a los infiernos. Maravillémonos de la
muerte de Cristo; en cambio, su resurrección sea objeto de
alabanza más que de extrañeza. Nuestro pecado es nuestra perdición, y la sangre de Cristo el precio pagado por
nosotros. La resurrección de Cristo es nuestra esperanza;
su segunda venida, la realidad de lo esperado. Hay que
esperar, hasta que venga, al que está sentado a la derecha del Padre. Diga nuestra alma sedienta de él: “¿Cuándo vendrá?”, y: Mi alma tiene sed del Dios vivo.”¿Cuándo
vendrá? Ciertamente vendrá; pero ¿cuándo?” Deseas que
venga; ¡ojalá te encuentre preparado! (De los Sermones
de San Agustín, sermón 265/1.2. La Ascensión del Señor).
Cáliz de la Misericordia
179
Cáliz de la Misericordia
Pentecostés
Reconoce el mal que has hecho y recibe el Espíritu Santo
“Si hay aquí alguno que esté esclavizado por el pecado, que se disponga por la fe al nuevo nacimiento que
nos hace hijos adoptivos y libres; y así, liberado de la
pésima esclavitud del pecado y sometido a la dichosa
esclavitud del Señor, será digno de poseer la herencia
celestial.
Despójense, por la confesión de sus pecados, del hombre
viejo, viciado por engañosos y desordenados deseos, y
vístanse del hombre nuevo que se va renovando según
el conocimiento de su creador. Adquieran, mediante su
fe, las prendas del Espíritu Santo, para que puedan ser
recibidos en la mansión eterna. Acérquense a recibir el sello sacramental (del bautismo), para que puedan ser reconocidos favorablemente por aquel que es el dueño de
ustedes. Agréguense al santo y sensato rebaño de Cristo,
para que un día, separados a su derecha, posean en herencia la vida que les está preparada.
… Limpia tu recipiente, para que sea capaz de una gracia
más abundante, porque el perdón de los pecados se da a
todos por igual, pero el don del Espíritu Santo se concede a
proporción de la fe de cada uno. Si te esfuerzas poco, recibirás poco, si trabajas mucho, mucha será tu recompensa.
Corres en provecho propio; mira, pues, tu conveniencia. Si
tienes algo contra alguien, perdónalo. Vienes para alcan180 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
zar el perdón de los pecados: es necesario que tú también
perdones al que te ha ofendido” (San Cirilo de Jerusalén,
De las Catequesis 1,2-3. 5-6: PG 33, 371, 375-378).
PASCUA
Corpus Christi
La Eucaristía es don de vida eterna
“Si no fuese verdad que nuestra carne es salvada, tampoco lo sería que el Señor nos redimió con su sangre, ni que
el cáliz eucarístico es comunión de su sangre y el pan que
partimos es comunión de su cuerpo. La sangre, en efecto,
procede de las venas y de la carne y de todo lo demás
que pertenece a la condición real del hombre, condición
que el Verbo de Dios asumió en toda su realidad para redimirnos con su sangre, como afirma el Apóstol: Por este
Hijo, por su sangre, hemos recibido la redención, el perdón de los pecados.
mentada con la sangre y el cuerpo de Cristo, del cual es
miembro?” (San Ireneo, Tratado contra las herejías. Libro
5, 2, 2-3: SC 153, 30-38).
Y, porque somos sus miembros, nos sirven de alimento
los bienes de la creación; pero él, que es quien nos da estos bienes creados, haciendo salir el sol y haciendo llover
según le place, afirmó que aquel cáliz, fruto de la creación, era su sangre, con la cual da nuevo vigor a nuestra sangre, y aseveró que aquel pan, fruto también de la
creación, era su cuerpo, con el cual da vigor a nuestro
cuerpo.
Por tanto, si el cáliz y el pan, cuando sobre ellos se pronuncian las palabras sacramentales, se convierten en la
sangre y el cuerpo eucarísticos del Señor, con los cuales nuestra parte corporal recibe un nuevo incremento y
consistencia, ¿cómo podrá negarse que la carne es capaz
de recibir el don de Dios, que es la vida eterna, si es aliCáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
Pascua 2016
Comisión
Diocesana de
Espiritualidad
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Via Lucis
PASCUA
Año Eucarístico
del Santo Cáliz en el
Jubileo Extraordinario
de la Misericordia
Misericordiosos como el Padre
La noche de la Vigilia Pascual en que la Iglesia celebra el
triunfo de Jesús sobre la muerte, todos cantamos junto al
salmista “dad gracias al Señor porque es bueno, porque
es eterna su misericordia” (salmo 117). Estos versos invitan a todo el pueblo de Dios, junto a la casa de Israel y de
Aarón, a gritad y exultad con júbilo la misericordia infinita del Dios. Si Jesús es el rostro de la misericordia de Dios,
la Misericordia tiene especial predominancia durante el
tiempo pascual, lo proclamamos en los salmos de los
domingos de pascua y los evangelios, en cada aparición
del Señor Resucitado a sus discípulos, no hacen más que
hablar de la misericordia de Dios.
El Evangelio de san Lucas conocido como el Evangelio de
la misericordia, tiene como objetivo presentar la ternura
de Dios para con todos los pecadores y necesitados.
San Lucas intentó responder a la situación que vivía su
comunidad cristiana, amenazada por la rutina y la tentación de aferrarse a los bienes de este mundo. Invita a
la conversión, y para ello nada mejor que recordar las
palabras y la vida de Jesús, tanto en su vida terrenal,
como en los acontecimientos posteriores a su muerte y
resurrección.
Son los hechos que presentamos en los textos de este Via
Lucis.
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
Cómo rezar el Via Lucis
La celebración del Via Lucis es propio del Domingo, día en
que resucitó Jesús al amanecer, y también el miércoles,
en que tradicionalmente se meditan los misterios gloriosos de salvación. Según las circunstancias puede buscarse el día o momento más conveniente para celebrarlo. La
mejor forma es comunitariamente, pero también puede
hacerse de forma personal. Las mismas oraciones y reflexiones expresaran la comunión con los hermanos en
la fe.
B) Esquema general:
1. Canto: que sea conocido
y expresivo de la alegría pascual
2.Monitor: En el nombre del Padre
y del Hijo y del Espíritu Santo
Todos: Amén
3.Oración inicial
4.Expresión breve de lo que recordamos
y celebramos
Sugerimos brevemente algunos aspectos a tener en
cuenta en la celebración del Via Lucis, en que compartimos con toda la Iglesia la alegría de la Resurrección,
proponemos lo siguiente:
5.Enunciado de la estación
A) Ambientación:
7. Reflexión
El lugar donde se va a celebrar el Via Lucis debe mostrar
signos de alegría. Se prepara el cirio pascual encendido,
el Evangelio abierto en los relatos de la Resurrección, una
sencilla composición de flores, agua bendita, un cartel
con una inscripción alusiva a la resurrección, a la Vida
Nueva que nos regala Cristo. Sería conveniente colocar,
algunas o todas de las imágenes de las distintas estaciones con imágenes alusivas a cada texto.
8.Oración
184 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
6.Texto evangélico
9.Canto. Entre cada estación se puede cantar, estrofas
de cantos de pascua, así como al principio y al final
PASCUA
LAS ESTACIONES DEL VIA LUCIS
El camino
de la Pascua
Monitor: En el nombre del Padre , y del Hijo,
y del Espíritu Santo.
Todos: Amén.
pasión por los que se encuentran en la ignorancia o
en el error: haz que quien se acerque a uno de ellos se
sienta esperado, amado y perdonado por Dios.
Oración inicial
(Proponemos la oración del papa Francisco
para el Jubileo de la Misericordia)
Manda tu Espíritu y conságranos a todos con su unción para que el Jubileo de la Misericordia sea un año
de gracia del Señor y tu Iglesia pueda, con renovado
entusiasmo, llevar la Buena Nueva a los pobres proclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos y restituir la vista a los ciegos.
Señor Jesucristo, tú nos has enseñado a ser misericordiosos como el Padre del cielo, y nos has dicho que
quien te ve, lo ve también a Él. Muéstranos tu rostro y
obtendremos la salvación.
Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo y a Mateo de
la esclavitud del dinero; a la adúltera y a la Magdalena de buscar la felicidad solamente en una creatura;
hizo llorar a Pedro luego de la traición, y aseguró el
Paraíso al ladrón arrepentido.
Haz que cada uno de nosotros escuche como propia
la palabra que dijiste a la samaritana: ¡Si conocieras
el don de Dios! Tú eres el rostro visible del Padre invisible, del Dios que manifiesta su omnipotencia sobre
todo con el perdón y la misericordia: haz que, en el
mundo, la Iglesia sea el rostro visible de Ti, su Señor,
resucitado y glorioso.
Te lo pedimos por intercesión de María, Madre de la
Misericordia, a ti que vives y reinas con el Padre y el
Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.
V/. Verdaderamente ha resucitado el
Señor. Aleluya. Aleluya.
R/. Como anunciaron las Escrituras. Aleluya.
V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R/. Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Canto
Tú has querido que también tus ministros fueran revestidos de debilidad para que sientan sincera comCáliz de la Misericordia
185
Cáliz de la Misericordia
PRIMERA ESTACIÓN
¡Cristo Vive!
¡Ha Resucitado!
Monitor: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
Todos: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo.
Lector
“El primer día de la semana, al amanecer, las mujeres
fueron al sepulcro con los perfumes que habían preparado.
Ellas encontraron removida la piedra del sepulcro y
entraron, pero no hallaron el cuerpo del Señor Jesús.
Mientras estaban desconcertadas a causa de esto, se
les aparecieron dos hombres con vestiduras deslumbrantes.
Como las mujeres, llenas de temor, no se atrevían
a levantar la vista del suelo, ellos les preguntaron:
‘¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo?
No está aquí, ha resucitado. Recordar lo que él os decía cuando aún estaba en Galilea: Es necesario que el
Hijo del Hombre sea entregado en manos de los pecadores, que sea crucificado y que resucite al tercer día’.
Y las mujeres recordaron sus palabras”.
Lucas, 24,1-8
186
Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Reflexión
Jesús el crucificado ha resucitado. Este es el grito que nos
llena de paz y alegría. Ya no es posible tener miedo. Dios
se ha mostrado generoso con el hijo. Lo sucedido a Jesús
constituye la base de nuestra esperanza.
La Pascua de Jesús lo cambia todo: los hombres y las cosas, su vida, su historia... Nunca hubo cambio tan radical
como el de la Resurrección de Jesús.
Y es que la Resurrección es el triunfo de la vida sobre la
muerte. La Pascua es, ante todo, la fiesta de la Vida.
Jesús mismo había dicho que Él era la resurrección y la
vida, y esa profecía la hemos visto cumplida. ¡¡Dios lo ha
resucitado!!
PASCUA
SEGUNDA ESTACIÓN
Las mujeres testimonian
la Resurrección
Oración
Te damos gracias, Señor, porque con tu resurrección,
has vencido al pecado y a la muerte.
Señor llena nuestras vidas de tu presencia de resucitado y danos “ojos de Fe” para que sepamos descubrir
esa presencia en nuestra vida cada día.
Aumenta también nuestra Fe, para que te descubramos en los signos de los tiempos que nos hablan de tu
presencia resucitada.
Danos constancia para desde una “espiritualidad de
comunión” compartamos con las personas y grupos
que viven tu misma vida y aman con tu mismo amor.
Amén.
V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R/. Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Monitor: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
Todos: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo.
Lector
“Regresando del sepulcro, anunciaron todas estas cosas a los Once y a todos los demás. Las que decían
estas cosas a los apóstoles eran María Magdalena,
Juana y María la de Santiago y las demás que estaban con ellas”.
Lucas, 9-10
Reflexión
Las mujeres se ven desbordadas por los hechos: el sepulcro está vacío y un ángel les anuncia que Cristo vive.
Y les hace un encargo: anunciadlo a los apóstoles.
Canto
Cáliz de la Misericordia
187
Cáliz de la Misericordia
TERCERA ESTACIÓN
El sepulcro
vacío
Oración
Te damos gracias, Padre, porque la piedra desechada
por los hombres, es ahora piedra donde fundamentar
nuestra fe: Cristo resucitado.
Señor como las mujeres que fueron al sepulcro, danos
fortaleza para que te mostremos vivo.
Ayúdanos como cristianos a ser conscientes que tenemos una misión: dar testimonio de tu Resurrección.
Esto es amar, defender, extender y vivir la vida.
¡Que seamos siempre “iconos de tu misericordia”, para
el mundo. Amén.
V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R/. Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Canto
188 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Monitor: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
Todos: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo.
Lector
“Pero todas estas palabras les parecían como desatinos y no les creían. Pedro se levantó y corrió al sepulcro. Se inclinó, pero sólo vio las vendas y se volvió a
su casa, asombrado por lo sucedido”.
Lucas 24, 11-12
Reflexión
Una tumba vacía se convierte en noticia de todo lo acontecido con Jesús. Su pasión y su muerte, su vida y su mensaje han de ser comprendidos desde el sepulcro vacío. Es
la única forma de entender; la única forma de ver y creer.
PASCUA
CUARTA ESTACIÓN
En el camino
de Emaús
Oración
Señor Jesús, danos la limpieza de corazón y la claridad de mente para reconocer la verdad. Que nunca
negociemos con ella para ocultar nuestras flaquezas,
nuestra falta de entrega. Que nunca nos sirvamos de
la mentira para sacar adelante nuestros intereses.
Ayúdanos a que te reconozcamos siempre, a pesar de
las oscuridades y dudas en el peregrinar de nuestra
vida. Amén.
V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R/. Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Canto
Monitor: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
Todos: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo.
Lector
“Aquel mismo día iban dos de ellos a un pueblo llamado Emaús, que distaba sesenta estadios de Jerusalén, y
conversaban entre sí sobre todo lo que había pasado. Y
sucedió que, mientras ellos conversaban y discutían, el
mismo Jesús se acercó y siguió con ellos; pero sus ojos
estaban retenidos para que no le conocieran. Él les dijo:
‘¿De qué discutís entre vosotros mientras vais andando?’. Ellos se pararon con aire entristecido.
... Él les dijo: ‘¡Oh insensatos y tardos de corazón para
creer todo lo que dijeron los profetas! ¿No era necesario que el Cristo padeciera eso y entrara así en su
gloria?’. Y, empezando por Moisés y continuando por
todos los profetas, les explicó lo que había sobre él en
todas las Escrituras”.
Lucas 24, 13-17.25-27
Reflexión
Los de Emaús se iban tristes y desesperanzados: como
tantos hombres y mujeres que ven con perplejidad cómo
las cosas no salen según habían previsto. No acaban de
confiar en el Señor. Sin embargo Cristo “se viste de caminante” para iluminar sus pasos decepcionados, para
Cáliz de la Misericordia
189
Cáliz de la Misericordia
QUINTA ESTACIÓN
El resucitado
se revela al partir el pan
recuperar su esperanza. Y mientras les explica las Escrituras, su corazón, sin terminar de entender, se llena de luz,
“arde” de fe, alegría y amor. Hasta que, puestos a la mesa,
Jesús parte el pan y se les abren la mente y el corazón. Y
descubren que era el Señor. Nosotros comprendemos con
ellos que Jesús nos va acompañando en nuestro camino
diario para revelarnos su infinita misericordia.
Oración
Señor te pedimos que nos acompañes en los caminos
de nuestra vida. No dejes que caminemos solos por la
vida.
Te pedimos que abras nuestros ojos, a la luz de tu Pascua y Resurrección. para reconocerte como a los discípulos cuando te acercaste a la orilla de su vida.
Señor como los dos discípulos decepcionados seamos
ser fortalecidos para .que seamos evangelizadores y
te mostremos vivo, siendo misericordiosos.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R/. Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Canto
190 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Monitor: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
Todos: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo.
Lector
“Al acercarse al pueblo a donde iban, él hizo ademán de
seguir adelante. Pero ellos le forzaron diciéndole: ‘Quédate con nosotros, porque atardece y el día ya ha declinado’. Y entró a quedarse con ellos. Y sucedió que, cuando se puso a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció
la bendición, lo partió y se lo iba dandoY sucedió que,
cuando se puso a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. Entonces
se les abrieron los ojos y le reconocieron, pero él desapareció de su lado. Se dijeron uno a otro: ‘¿No estaba ardiendo nuestro corazón dentro de nosotros cuando nos
hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?’. Y,
levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén y
encontraron reunidos a los Once y a los que estaban con
ellos, que decían: ‘¡Es verdad! ¡El Señor ha resucitado y
se ha aparecido a Simón!’. Ellos, por su parte, contaron
lo que había pasado en el camino y cómo le habían conocido en la fracción del pan”.
Lucas 24, 28-35
PASCUA
Reflexión
Oración
Él es quien nos quiere acompañar por los caminos de la
vida, y nos invita a saciar toda nuestra hambre de felicidad; Él mismo prepara el alimento y nos dice: “Venid”.
Te pedimos Señor, Jesús que el domingo nos sintamos
cerca de Ti de una manera especial. Que entendamos
lo que nos hablas, nos enseñas,
Para reconocer a Jesús es necesario que él tome la iniciativa, que venga a caminar con nosotros. En el momento
de más intimidad, con el Señor repartiendo el pan, se nos
abren los ojos y descubrimos al Señor.
Señor que nosotros te ayudemos evangelizando a
ayudar a la gente que tienes que bendecir, a las vidas
que tienes que transformar, a los corazones que tienes
que animar.
Señor ayúdanos para ser discípulos listos para seguirle y deseosos de guiar a otros hacia una relación más
plena con Dios.
Gracias, Señor, porque nos has ofrecido este tiempo
de gracia en el Año Eucarístico del Santo Cáliz en el
Jubileo de la Misericordia. Amén.
V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R/. Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Canto
Cáliz de la Misericordia
191
Cáliz de la Misericordia
SEXTA ESTACIÓN
Jesús se hace presente
con el don de la paz
Monitor: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
Todos: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo.
Lector
“Estaban hablando de estas cosas, cuando él se presentó en medio de ellos y les dijo: ‘La paz con vosotros’. Sobresaltados y asustados, creían ver un espíritu. Pero él les dijo: ‘¿Por qué os turbáis, y por qué se
suscitan dudas en vuestro corazón? Mirad mis manos
y mis pies; soy yo mismo. Palpadme y ved que un espíritu no tiene carne y huesos como véis que yo tengo’.
Y, diciendo esto, les mostró las manos y los pies
Como ellos no acabasen de creerlo a causa de la alegría y estuviesen asombrados, les dijo: ‘¿Tenéis aquí
algo de comer?’. Ellos le ofrecieron parte de un pez
asado. Lo tomó y comió delante de ellos”.
Lucas 24, 36-43
Reflexión
En la comunidad reunida se hace presente el Señor resucitado. Y se hace presente para conceder la paz, su paz,
el don necesario para no dudar, para reconocer en él a
Jesús que había fracasado a los ojos de los hombres.
Oración
¡Señor, haz de mí un instrumento de tu paz!
Que allí donde haya odio, ponga yo amor;
donde haya ofensa, ponga yo perdón;
donde haya discordia, ponga yo unión;
donde haya error, ponga yo verdad;
donde haya duda, ponga yo fe;
donde haya desesperación, ponga yo esperanza;
donde haya tinieblas, ponga yo luz;
donde haya tristeza, ponga yo alegría.
¡Oh, Maestro!, que no busque yo tanto
ser consolado como consolar;
ser comprendido, como comprender;
ser amado, como amar.
Porque dando es como se recibe;
olvidando, como se encuentra;
perdonando, como se es perdonado;
muriendo, como se resucita a la vida eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R/. Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Canto
192
Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
PASCUA
SÉPTIMA ESTACIÓN
Jesús les anuncia que serán
revestidos de la fuerza de lo alto
Monitor: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
Todos: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo.
Lector
Después les dijo: “Estas son aquellas palabras mías
que os hablé cuando todavía estaba con vosotros: ‘Es
necesario que se cumpla todo lo que está escrito en la
Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos acerca
de mí’”.
Y, entonces, abrió sus inteligencias para que comprendieran las Escrituras, les dijo: “Así está escrito que el
Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al
tercer día y se predicara en su nombre la conversión
para perdón de los pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén. Vosotros sois testigos de estas cosas.
Reflexión
Los discípulos no estarán en capacidad de llevar adelante la misión, la inmensa tarea de la evangelización que
hace presente el “perdón”, si no son “revestidos de poder
desde lo alto”. Este “poder” es la fuerza del Espíritu Santo
que ungió a Jesús y lo impulsó en su misión de misericordia. El Espíritu “dota” de fuerza y “sostiene” la valentía y
la convicción con que se da el testimonio. Se trata de la
promesa del Padre, cuya realización une más al creyente con Dios, poniendo en evidencia su comunión con Él.
Puesto que detrás de toda la misión de Jesús estaba el
Padre, por el don del Espíritu se entra en contacto con la
raíz misma de todo lo que sucedió en la persona de Jesús.
Mirad, y voy a enviar sobre vosotros la Promesa de
mi Padre. Por vuestra parte permaneced en la ciudad
hasta que seáis revestidos de poder desde lo alto”.
Lucas 24, 44-49
Cáliz de la Misericordia
193
Cáliz de la Misericordia
OCTAVA ESTACIÓN
María y los discípulos esperan en
oración la venida del Espíritu Santo
Oración
Te pedimos que sepamos serte fieles en
todo aquello que esperas de nosotros.
Mantennos en la garantía de que todo está
ya completo y un día nosotros también reinaremos con contigo en tu Reino.
Alimenta cada día la promesa, de que te has ido
“a preparar un lugar para nosotros” de que vendrás
otra vez, para que estemos donde Tu ya, estás.
Ayúdanos a vivir una “Espiritualidad de comunión”,
que fundamente nuestro evangelizar. Que tu Iglesia
Señor, sea través nuestro testimonio, descubierta
como “comunidad de amor entre hermanos”.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R/. Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Canto
194
Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Monitor: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
Todos: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo.
Lector
“Estando ellos mirando fijamente al cielo mientras se
iba, se les aparecieron dos hombres vestidos de blanco que les dijeron: ‘Galileos, ¿qué hacéis ahí mirando
al cielo? Este que os ha sido llevado, este mismo Jesús, vendrá así tal como le habéis visto subir al cielo’. Entonces se volvieron a Jerusalén desde el monte
llamado de los Olivos, que dista poco de Jerusalén,
el espacio de un camino sabático. Y cuando llegaron
subieron a la estancia superior, donde vivían, Pedro,
Juan, Santiago y Andrés; Felipe y Tomás; Bartolomé y
Mateo; Santiago de Alfeo, Simón el Zelotes y Judas de
Santiago. Todos ellos perseveraban en la oración, con
un mismo espíritu en compañía de algunas mujeres,
de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos”.
Hechos de los Apóstoles 1, 12-14
PASCUA
Reflexión
A María y los discípulos, les une la experiencia del encuentro con Jesús resucitado. La fe congrega a los amigos del Maestro para comenzar un camino nuevo.
La fraternidad recién estrenada supone, para ellos, el reunirse para orar, para compartir la fe común.
María, presente en el momento de la cruz, está en medio
de la comunidad naciente.
Oración
“¡Recordando la fidelidad de María, Madre de misericordia, hagamos nuestro El “Magníficat”.
Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu
se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque
él miró con bondad la pequeñez de su servidora.
En adelante todas las generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso ha hecho
en mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo! Su
misericordia se extiende de generación en generación sobre aquellos que lo temen.
Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los
soberbios de corazón. Derribó a los poderosos de sus tronos, y elevó a los humildes.
Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías.
Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su
misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y de su descendencia para siempre” (Lucas 1, 46-55 ). Amén.
V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R/. Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Canto
Cáliz de la Misericordia
195
Cáliz de la Misericordia
NOVENA ESTACIÓN
El Espiritu Santo
ilumina y da fuerza
Monitor: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
Todos: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo.
Lector
“Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. De repente vino del cielo un
ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que
llenó toda la casa en la que se encontraban. Se les
aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a
hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse. Había en Jerusalén hombres piadosos,
que allí residían, venidos de todas las naciones que
hay bajo el cielo. Al producirse aquel ruido la gente se
congregó y se llenó de estupor al oírles hablar cada
uno en su propia lengua. Estupefactos y admirados
decían: ‘¿Es que no son galileos todos estos que están
hablando?. Pues ¿cómo cada uno de nosotros les oímos en nuestra propia lengua nativa?. ...todos les oímos hablar en nuestra lengua las maravillas de Dios’.
Todos estaban estupefactos y perplejos y se decían
unos a otros: ‘¿Qué significa esto?’. Otros en cambio
decían riéndose: ‘¡Están llenos de mosto’”.
Hechos de los Apóstoles 2, 1-13
196
Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Reflexión
En este siglo XXI, somos nosotros, creyentes en la muerte
y resurrección de Cristo, los llamados a ser los testigos
del Resucitado en una Nueva Evangelización.
El acto de Fe, es la actitud con la cual “el hombre se entrega entera y libremente a Dios, le ofrece el homenaje
total de su entendimiento y voluntad, asintiendo libremente a lo que Dios revela” (Const. dogm. Dei Verbum, 5).
PASCUA
DÉCIMA ESTACIÓN
El Resucitado envia
testigos y misioneros
Oración
Que el Espíritu derramada en Pentecostés y presente en la Iglesia nos haga crecer en una autentica
espiritualidad de la comunión y que en ella cada uno
de nosotros cumplamos tus palabras:: “Que todos
sean uno; como Tú, Padre, en mí y yo en Ti” (Jn 17,21).
“Envía Señor, tu Espíritu para que seamos Iglesia viva, fermento y luz del mundo. Que cada
uno de nosotros se comprometa activamente,
en la construcción de la Iglesia que tú quieres, en este año jubilar, dedicado especialmente a la Eucaristía y a la misericordia”.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R/. Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Monitor: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
Todos: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo.
Lector
“En una ocasión, mientras estaba comiendo con ellos,
les recomendó que no se alejaran de Jerusalén y esperaran la promesa del Padre: ‘La promesa, les dijo, que
yo os he anunciado. Porque Juan bautizó con agua,
pero vosotros seréis bautizados en el Espíritu Santo,
dentro de pocos días’. Los que estaban reunidos le preguntaron: ‘Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el
reino de Israel?’. El les respondió: ‘No os corresponde a
vosotros conocer el tiempo y el momento que el Padre
ha establecido con su propia autoridad. Pero recibiréis
la fuerza del Espíritu Santo que descenderá sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Sanaría, y hasta los confines de la tierra’”.
Hechos de los Apóstoles 1, 4-8
Canto
Cáliz de la Misericordia
197
Cáliz de la Misericordia
Reflexión
Como el Padre me ha enviado, os envío yo también La
fuente de nuestra alegría es el Señor resucitado. Alegría
que debe ser esparcida por el mundo entero. Somos enviados para hacer que el mensaje de amor del Padre llegue a todos los hombres. Cristo, el testigo fiel, así nos lo
exige.
Oración
Señor, ¡gracias por habernos dado esta fe!
Te pedimos que seas vida nueva
en todas nuestras actividades,
en la familia, con los amigos,
en el trabajo, en todas partes.
Jesús resucitado,
¡fija tu mirada en todo lo que hacemos!
¡Ilumínanos con tu fuerza pacificadora!
Llena de amor nuestras decisiones, nuestras palabras ¡y nuestra capacidad de escuchar al otro!
¡Marca nuestra alegría, Señor,
con la sonrisa de la generosidad!
¡Haz que resucitemos contigo, Jesús,
renovados con el agua
del Bautismo que nos permitió ser hijos de Dios!
Señor acrecienta, nuestro afán misionero, para que
trabajemos siempre a fin de que tu palabra
llegue a todos los hombres.
Tú que vives y reinas por los siglos de siglos. Amén.
V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R/. Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Canto
198
Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
PASCUA
DECIMOPRIMERA ESTACIÓN
Discípulos desde una
“Espiritualidad de comunión”
Monitor: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
Todos: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo.
Lector
En el grupo de los creyentes todos pensaban y sentían
lo mismo: lo poseían todo en común y nadie llamaba
suyo propio nada de lo que tenía.
Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del
Señor con mucho valor. Todos eran muy bien vistos.
Ninguno pasaba necesidad, pues los que poseían tierras o casas las vendían, traían el dinero y lo ponían a
disposición de los apóstoles; luego se distribuía según
lo que necesitaba cada uno.
Hechos de los Apóstoles 4,32-35
Reflexión
Han pasado muchos siglos desde los orígenes de la Iglesia. Hoy nosotros estamos en la misma llamada inicia de
ser testigos de la Resurrección y vivir una “espiritualidad
de comunión”. No hemos visto ni tocado el cuerpo glorioso de Jesús resucitado. Pero contamos con el testimonio
de los que nos han precedido en la fe. Vivir desde la Fe
supone también hoy dar testimonio de la resurrección de
Jesús, para poder llamarlo “Cristo”, Señor y Salvador.
Oración
Señor, fortalece nuestra fe, para que confiemos
en tu Palabra transmitida por tu Iglesia.
¡Ayúdanos a buscarte y a verte en todas las
situaciones que se nos presentan cada día!.
Danos el amor para hacer presente tu resurrección
entre quienes no te conocen, entre los que piden
signos evidentes o espectaculares, entre aquellas
personas que sufren y están abrumadas
¡por la decepción de tener una vida difícil!
¡Pon luz allí donde las carencias materiales
y espirituales desafían o comprometen
la creencia en tu triunfo sobre la muerte!
¡Gracias por la vida que nos das cuando sales del
sepulcro y recuperas la fuerza humana!
¡Gracias por la fe!.
Envíanos, buen Dios, a predicar tu paz y manifestara
tu misericordia a todas las personas que se cruzan
con nosotros en nuestro recorrido por la vida!
Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R/. Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Canto
Cáliz de la Misericordia
199
Cáliz de la Misericordia
DECIMOSEGUNDA ESTACIÓN
La comunidad
vive en actitud orante
Monitor: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
Todos: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo.
Lector
Pedro, pues, era guardado en la cárcel; pero en la Iglesia se hacía continua oración a Dios en favor de él.
... En esto se presentó un ángel del Señor, y una luz
resplandeció en la celda, y, golpeando a Pedro en el
costado, lo despertó y le dijo: “Levántate en seguida”.
Y se le cayeron las cadenas de las manos. Y el ángel
le dijo: “Ponte el cinturón y átate las sandalias”. El lo
hizo así. Y le dijo el ángel: “Cúbrete con el manto y
sígueme”. Y saliendo, le seguía,... Atravesaron la primera y la segunda guardia, y llegaron a la puerta de
hierro que daba a la ciudad, la cual espontáneamente
se les abrió; saliendo, recorrieron un trozo de calle, y
al instante el ángel se apartó de él. Vuelto en sí Pedro,
dijo: “Ahora realmente caigo en la cuenta de que ha
enviado el Señor su ángel y me ha librado de la mano
de Herodes y de toda la expectación del pueblo judío”.
Y recapacitando, se encaminó a la casa de María, la
madre de Juan, por sobrenombre Marcos, donde estaban muchos congregados y en oración.
Hechos de los Apóstoles 12,5-12
Reflexión
Decir comunidad es común-unidad de criterios verdaderos (los del Evangelio) de opciones valientes (las de Jesús) de desafíos audaces (los del Reino en marcha).
Decir comunidad es el encuentro de muchos que animados y alentado por el Espíritu, buscan clamar a Dios,
¡Abba!
Oración
Señor, tú nos llamas a vivir una vida en comunión.
Ayúdanos para que edifiquemos
la realidad comunitaria.
Ilumina nuestra mente para que veamos
Que la comunidad es
—fuerte si espera,
—es verdadera si ama, es santa si cada uno es santo.
Danos fortaleza para vivir y encontrarnos
con los otros. Orar con ellos.
Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R/. Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Canto
200 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
PASCUA
DECIMOTERCERA ESTACIÓN
El primer mártir,
testigo de la Resurección
Monitor: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
Todos: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo.
Lector
¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos!
Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros.
¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres? Y mataron a los que anunciaron de antemano la
venida del Justo, de quien vosotros ahora habéis sido
entregadores y matadores; vosotros que recibisteis la
ley por disposición de ángeles, y no la guardasteis.
Oyendo estas cosas, se enfurecían en sus corazones,
y crujían los dientes contra él. Pero Esteban, lleno del
Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios,
y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del
Hombre que está a la diestra de Dios.
Entonces ellos, dando grandes voces, se taparon los
oídos, y arremetieron a una contra él.
... Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y
decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu. Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta
este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió.
Hechos de los Apóstoles 7,51-60
Reflexión
El tiempo de la Iglesia es tiempo de martirio. Encontramos en San esteban la realidad de muchos contemporáneos nuestros.”El que pierda la vida por Mí la ganará”,
sabiendo que así alcanzamos la misericordia de nuestro
Padre Dios. Podríamos decir que la misericordia tiene un
componente martirial ya que el que se identifica con las
actitudes de Cristo, corre también la suerte que él mismo
corrió...
Oración
Señor te pedimos que sostengas la fe de tantos hermanos y hermanas que sufren,
a causa de su condición de seguidores tuyos.
Te pedimos que conviertas nuestros corazones,
para pasar de la indiferencia a la compasión.
Te pedimos llenarnos de tu misericordia en este Año Eucarístico del Santo Cáliz en el Jubileo de la Misericordia.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R/. Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Canto
Cáliz de la Misericordia
201
Cáliz de la Misericordia
DECIMOCUARTA ESTACIÓN
La Fe
en el Resucitado
Monitor: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
Todos: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo.
Lector
“Entonces Pablo, levantándose, hecha señal de silencio con la mano, dijo:... los habitantes de Jerusalén y
sus gobernantes, no conociendo a Jesús, ni las palabras de los profetas que se leen todos los días de reposo, las cumplieron al condenarle.
Y sin hallar en él causa digna de muerte, pidieron a
Pilato que se le matase.
Y habiendo cumplido todas las cosas que de él estaban escritas, quitándolo del madero, lo pusieron en el
sepulcro.
Mas Dios le levantó de los muertos.
Y él se apareció durante muchos días a los que habían
subido juntamente con él de Galilea a Jerusalén, los
cuales ahora son sus testigos ante el pueblo.
Sabed, pues, esto, varones hermanos: que por medio
de él se os anuncia perdón de pecados, y que de todo
aquello de que por la ley de Moisés no pudisteis ser
justificados, en él es justificado todo aquel que cree”.
Hechos de los Apóstoles 13,16.30.37-39
202 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Reflexión
Mientras nos esforzamos en medio del mar de la vida,
tenemos puesta nuestra mirada en Jesús resucitado, Él es
la piedra angular,
La Iglesia viva, la comunidad cristiana es desde los Apóstoles Pedro y Pablo, “edificio espiritual”, construido por
Dios con las ‘piedras vivas’ que son los cristianos, sobre
el único fundamento que es Jesucristo.
PASCUA
Oración final
Oración
Te pedimos, Señor Resucitado, por la paz
en el mundo, porque no siga ni la guerra, ni el terrorismo. Que el diálogo sustituya a las armas y el amor a la violencia.
Señor Jesús, que por la Fe vivamos los frutos de
la Resurrección no como una utopía, sino como
una victoria definitiva sobre el pecado y la muerte que destruye todo lo bello de la creación..
Te pedimos, Jesús Resucitado, por este mundo loco
de la economía y de las finanzas en el que la avaricia de unos pocos nos ha traído uno de los mayores
conflictos de la historia, sin, al parecer, resolución
inmediata y que está acrecentando la pobreza, la
opresión económica y la desigualdad. Que la vivencia de la misericordia sustituya la avaricia.
Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R/. Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Canto
Señor y Dios nuestro,
fuente de alegría y de esperanza,
hemos vivido con tu Hijo
los acontecimientos de su Resurrección y Ascensión
hasta la venida del Espíritu Santo;
haz que la contemplación de estos misterios
nos llene de tu gracia y nos capacite
para dar testimonio de Jesucristo
en medio del mundo.
Te pedimos por tu Santa Iglesia:
para que viva en plenitud el Jubileo de la Misericordia,
que sea fiel reflejo
de las huellas de Cristo en la historia
quien no vino para juzgar al mundo,
sino para salvarlo desde tu eterna e infinita misericordia
y que, llena del Espíritu Santo, manifieste al mundo
los tesoros de tu amor misericordioso,
santifique a tus fieles con los sacramentos
y haga partícipes a todos los hombres
de la resurrección eterna.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén ¡Aleluya!
(Concluimos como al comenzar con las expresiones de lo
que hemos recordado y celebrado, a lo largo del Via Lucis)
V/. Verdaderamente ha resucitado el Señor. Aleluya.
R/. Como anunciaron las Escrituras. Aleluya.
V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R/. Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
(Puede acabarse el Via Lucis con un canto expresivo de
la Resurrección)
Cáliz de la Misericordia
203
Pascua 2016
Comisión
Diocesana de
Misiones
204 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
PASCUA
Vigilia misionera
de oración
I parte: Liturgia de la luz
Cristo Luz de las Gentes
CANTO DE ENTRADA Canto para entrar en presencia de Dios
SALUDO DEL CELEBRANTE.
PRESENTACIÓN DE LOS CINCO CONTINENTES
A) Las maravillas del plan de Dios en los Continentes.
(Cada Continente, representado por una persona que
lleva una lámpara, se coloca delante del altar. Un lector proclama el texto correspondiente al representante
del Continente).
Las maravillas del plan de Dios en Asia. La Iglesia en Asia
canta las alabanzas del “Dios de la salvación” (Sal 68
(67), 20) que ha elegido comenzar su plan de redención
en su suelo. Es en este Continente donde Dios, desde el
comienzo, reveló y llevó a cumplimiento su proyecto de
salvación. Jesús ha nacido, ha vivido, ha muerto y ha
resucitado en Tierra Santa, pequeña porción del Asia
Occidental, convertida en tierra de promesa y esperanza para todo el género humano. Jesús conoció y amó
aquella tierra, haciendo suyas la historia, los sufrimientos y las esperanzas de su pueblo. Desde esta tierra, mediante la predicación del Evangelio, la Iglesia llegó a
todas partes para “hacer discípulos a todos los pueblos”
(cfr. Mt 28, 19). Al inicio del tercer milenio la Iglesia entera
espera recoger una gran cosecha de fe en este continente
tan extenso y vivo. Exultante por la bondad de los pueblos del Continente, por las culturas y la vitalidad reliCáliz de la Misericordia
205
Cáliz de la Misericordia
giosa, y consciente, al mismo tiempo, de la unicidad del
don de la fe recibida para el bien de todos, la Iglesia en
Asia no cesa de proclamar: “Cantad al Señor porque es
bueno, porque es eterna su misericordia” (Sal 118 (117), 1).
Las maravillas del plan de Dios en América. La Iglesia
en América, llena de alegría por la fe recibida y agradecida a Cristo por este inmenso don, ha celebrado hace
poco el quinto centenario del inicio de la predicación del
Evangelio en su territorio. Este aniversario especialmente
evocador del amor de Cristo suscita en sus hijos, junto
al reconocimiento, la necesidad de “anunciar las maravillas de Dios”, la necesidad de evangelizar. Con el apóstol Pablo, hoy la Iglesia repite con fuerza y generosidad:
“Predicar el Evangelio no es para mí ningún motivo de
gloria; es más bien un deber que me incumbe. Y ¡ay de mí
si no predicara el Evangelio” (1 Cor 9, 16). Consciente de
la grandeza de los dones recibidos, la Iglesia peregrina en
América desea hacer partícipe de la riqueza de la fe y de
la comunión en Cristo a toda la sociedad y a cada uno de
los hombres y mujeres que la habitan.
Las maravillas del plan de Dios en Europa. Desde que el
Señor, en la ciudad de Filipos, abrió el corazón a Lidia
para adherirse a las palabras del apóstol Pablo, muchas
vicisitudes han llevado progresivamente a identificar
Europa como el Continente cristiano. En efecto, durante
2000 años, a pesar de los errores no siempre inevitables,
206 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
el anuncio del Evangelio ha grabado en las culturas de
los pueblos europeos experiencias profundas de fe y caridad vividas, llegando a modelar no sólo los comportamientos religiosos, sino todo el devenir social y cultural.
Al inicio de un nuevo milenio, las Iglesias de este Continente saben que no pueden contentarse con su historia
y sus conquistas. Su compromiso hoy es el de la nueva
evangelización. En una época que atraviesa un recodo
histórico, mientras se transforma el rostro del mundo,
la Iglesia en Europa se siente llamada a intensificar “ad
intra” y “ad extra” el esfuerzo de evangelización, convirtiéndose en Iglesia misionera, enviada, para esparcir por
todas partes la semilla de la Palabra de Dios. No faltan
motivos para la confianza y la esperanza: el renacimiento de la fe allí donde parecía desaparecida, testimonios
ejemplares de caridad, apertura creciente de los pueblos,
experiencias de reconciliación entre naciones, regalos e
intercambios entre las Iglesias... todavía hoy, en Europa,
después de dos mil años está siempre y sólo Jesucristo,
Resucitado y Viviente en la Iglesia, el alegre anuncio de
la salvación.
Las maravillas del plan de Dios en África. La Iglesia en
África celebra con alegría y esperanza su fe en Cristo resucitado. Al mismo tiempo en que hoy tantas situaciones
humanas y padecimientos sufridos por pueblos enteros
parecen empujar a este Continente a descorazonarse y a
PASCUA
la desesperación, la Iglesia reconoce el momento presente como un momento de gracia: el Señor sigue visitando
a su pueblo. ¡Dios quiere salvar África! Su plan para la
salvación de este Continente encuentra sus inicios en los
tiempos apostólicos. En sucesivas fases, una serie innumerable de santos, mártires, confesores y vírgenes, han
dado vida al espléndido crecimiento de esta Iglesia. En
tiempos recientes muchos logros se han debido en gran
parte a la heroica y desinteresada dedicación de generaciones de misioneros. La Iglesia en África ha sido siempre
Iglesia misionera y de misión. Hoy invoca la efusión del
Espíritu Santo para que siga haciendo de esta Iglesia una
Iglesia-Familia, Familia del Padre, comienzo en la tierra
de aquel Reino eterno que tendrá su plenitud en la Ciudad
de justicia, de amor y de paz cuyo constructor es Dios.
XVI, el primer impulso misionero no se realizó hasta el
siguiente siglo. Gracias al sudor y, en ocasiones, a la sangre de los misioneros, la Iglesia en Oceanía cuenta hoy
con 8 millones de católicos. En medio de muchos desafíos, la iglesia de este continente experimenta alegrías
y cansancios, conoce los tiempos heroicos de la fe, vive
de un laicado celoso, afronta con confianza las dificultades debidas al aislamiento, a la falta de personal y de
medios. Sobre todo, se siente llamada a la misión, y está
dispuesta a continuar la obra de Jesucristo con la fuerza
del Espíritu: “Como el Padre me envió, también os envío
yo” (Jn 20, 21). La certeza que la anima es que sólo en Él
está la respuesta verdadera a todo lo que los hombres y
mujeres de este vasto Continente buscan.
Las maravillas del plan de Dios en Oceanía, ¡Oceanía!
Hay quien la llama “continente de agua”, o “continente
fluctuante”. Distancias enormes, poblaciones de muchas
razas, muchas religiones, muchas confesiones. Pero sus
28 millones de habitantes son todos hijos del único Padre
celeste. Jesucristo, Hijo de Dios hecho hombre, ha venido
por todos y ha derramado su sangre por todos, también
por aquellos que están desperdigados en la pequeñas
islitas y atolones del inmenso Océano Pacífico. La Iglesia de este Continente es todavía una Iglesia joven. Si el
primer contacto con el cristianismo se remonta al siglo
Cáliz de la Misericordia
207
Cáliz de la Misericordia
SILENCIO y CANTO Alma Misionera
B) Encendido de las lámparas de cada continente (por
parte del Celebrante).
Celebrante: Dice el Señor: “Mía es Asia, inmensa y populosa, humilde y contemplativa, capaz de sufrir y de esperar (el representante de Asia se acerca al Celebrante que
le enciende la lámpara) Asia: Soy Asia, Señor: alimento
el fuego de la misión con la luz de la oración, de mi sed de
silencio, de verdad, de contemplación, de absoluto.
Celebrante: Dice el Señor: “Mía es América del Norte, rica
y puritana, dominadora y compleja. Mía es América Latina, pobre pero consciente, humillada y en revuelta. Mía
es América Central y el Caribe, la fiesta de sus pueblos
y la espera de un tiempos nuevo” (El representante de
América se acerca al celebrante que le enciende la lámpara). América: Soy América, Señor: alimento el fuego de
la misión con mi sentido de Ti y de la búsqueda. Mi disponibilidad a la acogida, mi esperanza de fe es vivida en
las comunidades eclesiales de base, en la confrontación
constante de la realidad con tu Palabra, en la fuerza para
soportar, en la humillación y en la explotación, en la dignidad serena de las mujeres, con la alegría y la sonrisa de
los niños, en las obstinadas ganas de vivir de mi pueblo.
Celebrante: Dice el Señor: “Mía es Europa, laboriosa y dividida, genial y conservadora, creyente y rebelde”. (El re208 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
presentante de Europa se acerca al celebrante que le enciende la lámpara). Europa: Soy Europa, Señor: alimento
el fuego de la misión con la luz de mi antigua tradición,
con mi caer y levantarme, con el deseo de dejarme reevangelizar y transformar. Acepta el entusiasmo de tantos jóvenes que son capaces todavía de enamorarse de
Ti y de trabajar para el Reino. Acoge el esfuerzo de tantos hombres y mujeres que se fatigan, se gastan y rezan
para que el cristianismo vuelva a sus raíces, para que el
hombre se deje reconducir a Cristo, única respuesta a su
búsqueda existencial, a su soledad, a su sed de bien.
Celebrante: Dice el Señor: “Mía es África, de alma de muchacha; en lucha, pero desbordante de vida, adolescente, prometida del futuro”. (El representante de África se
acerca al celebrante que le enciende la lámpara). África:
Heme aquí, Señor, soy África. Alimento el fuego de la misión con mi luz, con mi sentido de la vida, con mis ganas
de nacer y renacer, con la experiencia práctica y viva del
catecumenado, con el sentido de Iglesia-familia, con el
deseo de nueva danza al ritmo del Espíritu para ser anuncio de comunión. Canto de aclamación: Oh luz radiante,
eterno esplendor del Padre, Cristo, Señor inmortal.
Celebrante: Dice el Señor: “Mía es Oceanía, esparcida en
mil islas, desahogada rica de culturas, indiferente pero en
espera de la luz”. (El representante de Oceanía se acerca
al celebrante que le enciende la lámpara) Oceanía: Soy
PASCUA
II parte: Liturgia de la Palabra
Todos los pueblos han visto tu salvación
Oceanía, Señor. Acepta la luz de mi sentido de armonía
con el cosmos, de mi vivir de cosas simples y verdaderas,
de mi maravillarme, asombrarme aún y siempre por la
belleza de la existencia.
LECTURA DE LA PALABRA DE DIOS
ASIA
Lectura: Salmo 87
“Su fundación sobre los santos montes; ama Yahvé
las puertas de Sión más que todas las moradas de Jacob. Glorias se dicen de ti, ciudad de Dios. ‘Yo cuento
a Ráhab y Babel entre los que me conocen. Tiro, Filistea y Etiopía, fulano nació allí’. Pero de Sión se ha de
decir: ‘Todos han nacido en ella’, y quien la funda es
el propio Altísimo. Yahvé a los pueblos inscribe en el
registro: ‘Fulano nació allí’, y los príncipes, lo mismo
que los hijos, todos ponen su mansión en ti”.
AMÉRICA
Lectura del Evangelio según Lucas (10, 1-2)
“Después de esto, designó el Señor a otros 72, y los
envió de dos en dos delante de sí, a todas las ciudades
y sitios a donde él había de ir. Y les dijo: ‘La mies es
mucha, y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de
la mies que envíe obreros a su mies. Id...’”.
Cáliz de la Misericordia
209
Cáliz de la Misericordia
EUROPA
HOMILIA
Lectura del Evangelio según Mateo (Mt 28, 19-20)
PROFESIÓN DE FE
“Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo
os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros
todos los días hasta el fin del mundo”.
ÁFRICA
Lectura de los Hechos de los Apóstoles (Act 1, 8)
“Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá
sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en
toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra”.
OCEANÍA
Lectura del Evangelio según Juan (Jn 12, 31-32)
“Buscad más bien su Reino, y esas cosas se os darán
por añadidura. No temas, pequeño rebaño, porque a
vuestro Padre le ha parecido bien daros a vosotros el
Reino”.
210 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Celebrante: El camino de la misión no es siempre fácil y
comprensible, sin embargo, el misionero debe ser el hombre
de la fe, debe creer en el misterio que anuncia, en la bondad
del hombre, en los caminos siempre nuevos de la misión.
Lector: CREO EN DIOS UNIDAD TRINITARIA, amor vivo y
fontal que da amor y comunión, inicio de la vida y meta
de todo camino, plenitud de toda vocación.
Asamblea: CREO.
Lector: CREO EN LA IGLESIA, signo portador de la salvación de Dios en medio de los hombres, comunidad que
posee y vive los valores que anticipan el reino, sierva de
la humanidad en su camino de conversión al plano de
salvación, Misionera de Cristo en la fuerza del Espíritu.
Asamblea: CREO.
Lector: CREO QUE EL HOMBRE es hijo de Dios, hermano
en Cristo de todos los demás hombres. Creo que el hombre, con la gracia de Dios, es capaz de amor, de justicia,
de fraternidad y de paz, constructor del mundo y protagonista de la historia. Creo en el hombre, que es capaz de
convertirse del mal, de la idolatría, de los falsos proyectos de salvación y, en la superación de toda casta, regla,
raza y poder, capaz de adherirse al proyecto de Dios.
PASCUA
Asamblea: CREO.
Asamblea: CREO.
Lector: CREO QUE EL MUNDO es una casa buena que el
Creador ha confiado al hombre para que lo lleve a la plenitud de la creación. Creo que este mundo es el don de
Dios para todos los hombres y para cada hombre según
sus necesidades, lugar de vida, de paz, de fraternidad y
para compartir.
Lector: CREO EN LA COMUNIÓN como lugar en el que vivir la fe y como proyecto al que convertirse. Creo en la
comunión como espacio de la diversidad en la unidad.
Creo en la Eucaristía como raíz y meta de la comunión.
Asamblea: CREO.
Lector: CREO QUE EL AMOR como ley de la vida dada
por Dios, amor que se hace don, amor que pasa por la
cruz, amor que pierde la vida para reencontrarla; amor
que desmonta toda lógica de enemistad; amor que es
confianza en el hombre y fuerza transformadora del universo.
Asamblea: CREO.
Lector: CREO QUE TODO HOMBRE ES MISIÓN, mandado
por Dios a trabajar en el mundo y a construirlo según
la medida del Reino, este hombre en Cristo tiene una misión todavía más específica: ser instrumento de salvación
para todos.
Asamblea: CREO.
Asamblea: CREO.
Lector: CREO EN EL REINO DE DIOS, en los cielos y en la
tierra nueva, meta última del camino de toda la humanidad y de todo el universo. Creo en el reino de Dios ya
presente en medio de los hombres. Creo en el reino como
plenitud de toda aspiración de vida, de justicia y de paz.
Asamblea: CREO.
Celebrante: Con un gesto que quiere ser expresión sincera
de comunión con los que están cerca y con los que están lejos, especialmente con los más pobres, démonos la
mano, recitemos la oración más verdadera y más fuerte
del cristiano y del hombre, la que Jesús nos ha enseñado:
Padre nuestro...
Bendición Final
CANTO SALIENTE: Canto a María, Reina de las Misiones.
Lector: CREO EN LA ALEGRÍA como modo de ser de los
creyentes, porque han descubierto en Jesús, su libertad,
su verdadera riqueza y la verdadera sabiduría.
Cáliz de la Misericordia
211
Pascua 2016
Comisión
Diocesana para
los Mayores
y Laicos
212
Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Via Lucis
PASCUA
Ya es habitual en muchos lugares, realizar en este tiempo
de Pascua, el ejercicio de piedad denominado Via Lucis.
En él, de modo semejante al Via Crucis, los fieles, recorriendo un camino, meditan, a lo largo de catorce estaciones, las diversas apariciones en las que Jesús, desde
la Resurrección a la Ascensión, manifestó su gloria a los
discípulos, en espera del Espíritu Santo que les había prometido, y así recuerdan el acontecimiento central de la fe:
la Resurrección de Cristo.
El Via Lucis es un hermoso elemento que contribuye a
ayudar a que todos nuestros fieles —nuestros mayores,
nuestros ancianos, nuestros jóvenes—, tomando conciencia del profundo significado de la alegría pascual,
refuercen su pertenencia activa en el Pueblo de Dios y la
importancia de participar con gozo en la acción misionera y evangelizadora de la Iglesia.
de la Luz que es Cristo resucitado, o bien, permaneciendo
sentados en sus sitios.
Sugerimos que este ejercicio sea realizado en nuestras
parroquias, así como en las residencias de ancianos, durante el tiempo de Pascua (de modo similar al Via Crucis
en el tiempo cuaresmal), así como de manera particular
por cualquier fiel y especialmente los ancianos y los enfermos en sus hogares, para que experimenten el consuelo pascual que Dios, en su infinita misericordia, quiere
hacer llegar a todos los que sufren.
En este Año Jubilar de la Misericordia, de modo semejante a como ya lo hemos practicado en el Via Crucis, es
muy adecuado que contemplemos estos misterios pascuales desde la óptica de la divina misericordia, viendo
cómo ésta se manifiesta a través de este peregrinar por
los acontecimientos gloriosos de nuestra fe.
El modo de realizar el Via Lucis es muy semejante al del
Via Crucis, pudiendo los fieles recorrer las XIV estaciones
tras una persona que porta un cirio encendido, símbolo
Cáliz de la Misericordia
213
Cáliz de la Misericordia
Monición inicial
En el nombre del Padre , y del Hijo,
y del Espíritu Santo.
R/. Amén.
El papa Francisco nos ha convocado a todos nosotros a celebrar este año el Jubileo Extraordinario de
la Misericordia, ya que “siempre tenemos necesidad
de contemplar el misterio de la misericordia. Es fuente
de alegría, de serenidad y de paz. Es condición para
nuestra salvación. Misericordia: es la palabra que revela el misterio de la Santísima Trinidad. Misericordia:
es el acto último y supremo con el cual Dios viene a
nuestro encuentro. Misericordia: es la ley fundamental que habita en el corazón de cada persona cuando
mira con ojos sinceros al hermano que encuentra en el
camino de la vida. Misericordia: es la vía que une Dios
y el hombre, porque abre el corazón a la esperanza
de ser amados para siempre no obstante el límite de
nuestro pecado”, como nos dice en la Bula Misericordiae Vultus.
Contemplaremos en este Via Lucis las catorce estaciones gloriosas con una mirada abierta a la divina
misericordia, que quiere llenar nuestras almas con su
amor infinito y que desea que nosotros mismos nos
transformemos en misioneros de la misericordia.
214 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Acto de Contrición
¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío;
por ser Vos quien sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme
con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia,
propongo firmemente nunca más pecar,
confesarme y cumplir la penitencia
que me fuere impuesta.
Amén.
PASCUA
PRIMERA ESTACIÓN
Jesús resucita
y conquista la vida verdadera
V/. Éste es el día en que actuó el Señor. Aleluya.
R/. Sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya.
Del Evangelio según san Mateo (28,5-6)
El ángel habló a las mujeres: “Vosotras no temáis, ya sé
que buscáis a Jesús el crucificado. No está aquí: ¡ha resucitado!, como había dicho. Venid a ver el sitio donde
yacía e id aprisa a decir a sus discípulos: ‘Ha resucitado
de entre los muertos y va por delante de vosotros a Galilea. Allí lo veréis’. Mirad, os lo he anunciado”.
Meditación
Señor, te damos gracias porque tu Hijo Jesucristo, en obediencia plena a tu eterna voluntad misericordiosa, quiso
llevar a su plenitud la misión que Tú le encomendaste, y
así recorrió hasta el extremo, el camino de la salvación
para el mundo: su pasión y muerte es modelo y enseñanza para todos nosotros. Sabemos que Jesús vino a servir
y a entregar su vida en rescate por muchos y aun a pesar
de que las gentes rechazaron su mensaje de misericordia
y de amor, Él quiso recorrer en lugar de todos nosotros
el camino del sufrimiento como última y suprema oferta divina de misericordia. Sólo podemos ser salvados del
pecado y de la muerte si Dios, que es el Señor de la vida y
de la muerte, en su amorosa misericordia nos salva, pues
Él no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta
y viva. Ninguna persona puede sacarnos de la muerte:
solamente Dios es capaz de hacerlo. Y lo hizo resucitando
a su Hijo Jesucristo. ¡Por tu infinita misericordia, oh Dios,
aumenta nuestra esperanza de que también nosotros resucitaremos en el Último Día!
Padre nuestro
Canto (CLN 208)
¡Resucitó! ¡Resucitó! ¡Resucitó!
¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya!
¡Resucitó!
La muerte, ¿dónde está la muerte?
¿Dónde está mi muerte? ¿Dónde su victoria?
¡Resucitó! ¡Resucitó! ¡Resucitó!
¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya!
¡Resucitó!
Cáliz de la Misericordia
215
Cáliz de la Misericordia
SEGUNDA ESTACIÓN
Los discípulos de Jesús
encuentran su sepulcro vacío
V/. Éste es el día en que actuó el Señor. Aleluya.
R/. Sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya.
Del Evangelio según san Juan (20,3-4.6-8)
Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro.
Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría
más que Pedro. Llegó también Simón Pedro detrás de
él y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el
sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con
los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces
entró también el otro discípulo, el que había llegado
primero al sepulcro; vio y creyó.
Meditación
Señor, reconocemos en tu sepulcro vacío el signo incontrastable de tu resurrección gloriosa. Gracias a la resurrección, la Cruz se ha convertido en signo de victoria y
fundamento de la fe, en signo de que el amor vence al
odio, la vida derrota a la muerte, y la misericordia triunfa
sobre el juicio. En Cristo resucitado, la justicia divina nos
trae el perdón de nuestros pecados y esa misma justicia
nos justifica, es decir, nos hace justos. La misericordia de
Dios suscita en nosotros la esperanza contra toda esperanza. ¡Ayúdanos para que la resurrección de Cristo se
convierta en una fuente viva de fe, de ardiente amor y de
inquebrantable esperanza, en la certeza de que un día los
que ahora creemos en ti, te veremos en tu reino celestial!
216 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Padre nuestro
Canto (CLN 202)
Acuérdate de Jesucristo,
resucitado de entre los muertos.
Él es nuestra salvación,
nuestra gloria para siempre.
Si con él morimos, viviremos con él.
Si con él sufrimos, reinaremos con él.
Acuérdate de Jesucristo,
resucitado de entre los muertos.
Él es nuestra salvación,
nuestra gloria para siempre.
PASCUA
TERCERA ESTACIÓN
Jesús resucitado se aparece
a María la Magdalena
V/. Éste es el día en que actuó el Señor. Aleluya.
R/. Sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya.
Del Evangelio según san Juan (20,14.16-18)
María la Magdalena se vuelve y ve a Jesús, de pie, pero
no sabía que era Jesús. Jesús le dice: “¡María!”. Ella se
vuelve y le dice: “¡Rabboni!”, que significa: “¡Maestro!”.
Jesús le dice: “No me retengas, que todavía no he subido al Padre. Pero, anda, ve a mis hermanos y diles:
‘Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios
vuestro’”. María la Magdalena fue y anunció a los discípulos: “He visto al Señor y ha dicho esto”.
Padre nuestro
Canto (CLN 522)
Éste es el día en que actuó el Señor:
sea nuestra alegría y nuestro gozo.
Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
¡Aleluya, aleluya!
Meditación
Señor, María la Magdalena fue la primera, de entre todos
tus discípulos, que te vio resucitado en la mañana gloriosa, porque su corazón estaba penetrado de ese amor que
tú derramaste sobre su alma, con tu misericordia y perdón. Ella vivió y gozó, en su profunda experiencia vital,
de que la justicia de Dios es su misericordia, y la misericordia divina es su justicia; y así, con ella, nosotros somos
liberados de todo miedo y temor, trasladándonos a una
nueva existencia, a una nueva esperanza: a una vida que
nace del amor y es para el amor. Como esta santa mujer,
también nosotros queremos vivir en tu misericordia amorosa. ¡Ayúdanos a anunciar a nuestros hermanos que tu
justicia misericordia es amor!
Cáliz de la Misericordia
217
Cáliz de la Misericordia
CUARTA ESTACIÓN
Jesús se aparece
en el camino a Emaús
V/. Éste es el día en que actuó el Señor. Aleluya.
R/. Sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya.
Del Evangelio según san Lucas (24,13-14.25-27)
Aquel mismo día, dos de ellos iban caminando a una
aldea llamada Emaús; iban conversando entre ellos
de todo lo que había sucedido. Mientras conversaban
y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a
caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de
reconocerlo. Entonces él les dijo: “¡Qué necios y torpes
sois para creer lo que dijeron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto y entrara así en
su gloria?”. Y, comenzando por Moisés y siguiendo por
todos los profetas, les explicó lo que se refería a él en
todas las Escrituras.
Meditación
Señor, te damos gracias porque tú vienes en nuestra ayuda cuando no comprendemos tu mensaje de amor y de
perdón, lo que tú continuamente nos indicas en las Escrituras; ni lo que nos acontece en nuestra vida, especialmente en el momento del dolor y de la prueba. Muchas
veces no entendemos que tu misericordia se manifiesta
muriendo en la Cruz y sufriendo en su perfecta obediencia a la voluntad del Padre. Por ello, la misericordia es
una continua llamada a la conversión, a responder con
fe firme y con esperanza cierta a tu mensaje de salvación.
218 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
¡Ábrenos, Señor, los ojos de nuestra fe, para que podamos
contemplar tus maravillas y nos alegremos así gozando
de tu misericordia!
Padre nuestro
Canto (CLN 411)
Por los caminos sedientos de luz,
levantándose antes que el sol,
hacia los campos que lejos están,
muy temprano se va el viñador.
No le detiene en su caminar,
no le asusta la sed ni el calor.
Hay una viña que quiere cuidar,
una viña que es todo su amor.
Dios es tu amigo, el viñador,
el que te cuida de sol a sol.
Dios es tu amigo, el viñador,
el que te pide frutos de amor.
PASCUA
QUINTA ESTACIÓN
Reconocen a Jesús
resucitado al partir el pan
V/. Éste es el día en que actuó el Señor. Aleluya.
R/. Sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya.
el pan Eucarístico y con el pan de tu Palabra, sácianos de
tu misericordia!
Del Evangelio según san Lucas (24,30-35)
Padre nuestro
Jesús, sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. A ellos
se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció de su vista. Y se dijeron el uno al otro: “¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?”. Y, levantándose
en aquel momento, se volvieron a Jerusalén, donde
encontraron reunidos a los Once con sus compañeros,
que estaban diciendo: “Era verdad, ha resucitado el
Señor y se ha aparecido a Simón”. Y ellos contaron lo
que les había pasado por el camino y cómo lo habían
reconocido al partir el pan.
Canto (CLN O 25)
Andando por el camino, te tropezamos, Señor,
te hiciste el encontradizo, nos diste conversación,
tenían tus palabras fuerza de vida y amor,
ponían esperanza y fuego en el corazón.
Te conocimos Señor, al partir el pan,
tú nos conoces, Señor, al partir el pan.
Te conocimos Señor, al partir el pan,
tú nos conoces, Señor, al partir el pan.
Meditación
Señor, en el sacramento de la Eucaristía, tu misericordia
se hace comida y bebida nuestra, en el Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor Jesucristo. Esa misma misericordia
de la que hablan las Escrituras y que llena nuestro corazón de la llama ardiente de su amor, se convierte en el
alimento que nos fortifica y robustece interiormente a los
cristianos para que seamos capaces de llevar esa misma
misericordia a nuestra vida diaria, transformándonos nosotros mismos en misericordia. ¡Aliméntanos, Señor, con
Cáliz de la Misericordia
219
Cáliz de la Misericordia
SEXTA ESTACIÓN
Jesús resucitado se aparece
a los discípulos en Jerusalén
V/. Éste es el día en que actuó el Señor. Aleluya.
R/. Sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya.
Del Evangelio según san Lucas (24,36-39)
Estaban hablando de estas cosas, cuando él se presentó en medio de ellos y les dice: “Paz a vosotros”.
Pero ellos, aterrorizados y llenos de miedo, creían ver
un espíritu. Y él les dijo: “¿Por qué os alarmáis? ¿Por
qué surgen dudas en vuestro corazón? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona”.
Meditación
Señor, te damos gracias porque con tu resurrección, tú
nos liberas del miedo a la muerte, del pánico al sufrimiento. Tu misericordia es tan inmensa que nos quieres
hacer partícipes de tu nueva vida de resucitado, liberándonos de nuestras esclavitudes y debilidades, haciéndonos nuevas creaturas en ti. Tú nos traes la verdadera paz,
esa paz que es confiado descanso en tu amor. Y aunque a
veces dudamos y tenemos miedo —pues no nos acabamos de fiar, ya que nuestra fe es débil—, Tú, en cambio,
Señor, vienes a nuestro encuentro y nos liberas de nuestros miedos y preocupaciones para que así descansemos
en ti. ¡Aumenta, Señor, nuestra poca fe; robustece nuestra
esperanza; haznos fuertes en el amor!
220 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Padre nuestro
Canto (CLN 216)
Jesús, nuestra Pascua, por todos murió.
Cantemos alegres, que resucitó.
Cantemos alegres, que resucitó.
Pascua sagrada, oh fuente de alegría,
despierta tú que duermes, que el Señor resucitó.
despierta tú que duermes, que el Señor resucitó.
Pascua sagrada, oh Pascua siempre nueva,
dejad al hombre viejo, revestíos del Señor.
dejad al hombre viejo, revestíos del Señor.
PASCUA
SÉPTIMA ESTACIÓN
Jesús resucitado da su paz
a los discípulos y el poder
de perdonar pecados
V/. Éste es el día en que actuó el Señor. Aleluya.
R/. Sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya.
Del Evangelio según san Juan (20,19-23)
Al anochecer de aquel día, el primero de la semana,
estaban los discípulos en una casa, con las puertas
cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: “Paz a vosotros”. Y,
diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los
discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús
repitió: “Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo”. Y, dicho esto, sopló sobre
ellos y les dijo: “Recibid el Espíritu Santo; a quienes
les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a
quienes se los retengáis, les quedan retenidos”.
Meditación
Señor, Cristo resucitado nos dejó el gran regalo pascual,
de la autoridad que Él dio a la Iglesia para perdonar nuestros pecados: el sacramento de la Penitencia —el gran
refugio de los pecadores, que lo somos todos—. Este es el
verdadero sacramento de la misericordia de Dios, quien
reiteradamente nos perdona y continuamente nos concede una nueva oportunidad: la posibilidad de un nuevo
comienzo. Él nos permite levantar la cabeza y volver a
empezar, con una ternura que nunca nos desilusiona y
que siempre puede devolvernos la alegría. ¡Nunca huya-
mos de la resurrección de Jesús, nunca nos declaremos
muertos; pase lo que pase, acudamos siempre al sacramento de su misericordia, que nos lanza hacia adelante!
Padre nuestro
Canto (CLN 409)
Sois la semilla que ha de crecer,
sois estrella que ha de brillar.
Sois levadura, sois grano de sal,
antorcha que ha de alumbrar.
Sois la mañana que vuelve a nacer,
sois espiga que empieza a granar.
Sois aguijón y caricia a la vez,
testigos que voy a enviar.
Id, amigos, por el mundo anunciando el amor,
mensajeros de la vida, de la paz y el perdón.
Sed, amigos, los testigos de mi Resurrección,
id llevando mi presencia, con vosotros estoy.
Cáliz de la Misericordia
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Cáliz de la Misericordia
OCTAVA ESTACIÓN
Jesús resucitado,
refuerza la fe de Tomás
V/. Éste es el día en que actuó el Señor. Aleluya.
R/. Sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya.
Del Evangelio según san Juan (20,24-29)
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba
con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le
decían: “Hemos visto al Señor”. Pero él les contestó:
“Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no
meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto
la mano en su costado, no lo creo”. A los ocho días,
estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con
ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se
puso en medio y dijo: “Paz a vosotros”. Luego dijo a
Tomás: “Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu
mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo,
sino creyente”. Contestó Tomás: “¡Señor mío y Dios
mío!”. Jesús le dijo: “¿Porque me has visto has creído?
Bienaventurados lo crean sin haber visto”.
Meditación
Señor, sabemos que el amor de Dios —que por pura misericordia nos ha elegido y nos ha llamado a la vida, y en
virtud del cual Jesucristo se ha entregado por nosotros a
la muerte en la Cruz— es definitivo y no puede acabarse
sin más en la muerte. Pero requiere que, en nuestra libertad, creamos en él; exige que demos una respuesta positiva a la oferta del amor divino, que desea y pide ser co222 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
rrespondido. Ante el ofrecimiento misericordioso de Dios,
nunca dudemos de él, al contrario, creamos firmemente
en nuestro Dios que es Amor. ¡Señor, cuando nuestra fe titubee, ayúdanos a no tener miedo, aumenta en nosotros
nuestra débil fe!
Padre nuestro
Canto (CLN 720)
Donde reina la verdad,
donde existe libertad,
donde hay paz, está presente el Señor.
Porque Dios es la verdad,
porque Dios es libertad,
porque Dios es justicia y amor.
PASCUA
NOVENA ESTACIÓN
Jesús se aparece
en el mar de Tiberíades
V/. Éste es el día en que actuó el Señor. Aleluya.
R/. Sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya.
Del Evangelio según san Juan (21,1.3-7.12-14)
Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al
lago de Tiberíades. Simón Pedro les dice: “Me voy a
pescar”. Ellos contestan: “Vamos también nosotros
contigo”. Salieron y se embarcaron; y aquella noche
no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos
no sabían que era Jesús. Jesús les dice: “Muchachos,
¿tenéis pescado?”. Ellos contestaron: “No”. Él les dice:
“Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis”.
La echaron, y no podían sacarla, por la multitud de
peces. Y aquel discípulo a quien Jesús amaba le dice
a Pedro: “Es el Señor”. Jesús les dice: “Vamos, almorzad”. Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor.
Jesús se acerca, toma el pan se lo da y se lo da, y lo
mismo el pescado. Ésta fue la tercera vez que Jesús se
apareció a los discípulos después de resucitar de entre
los muertos.
Meditación
eternidad en Jesucristo, “que todos los hombres se salven
y lleguen al conocimiento de la verdad”. Por ello deseas
que tu mensaje de salvación llegue a toda la humanidad,
para que cada uno de los que Tú has creado por amor,
reciba la invitación a confiar en tu divina misericordia
y convirtiéndose a ti, pueda disfrutar plenamente de la
misma. Dios mismo nos llama a colaborar con Él en esta
gran labor y nos impulsa con la fuerza de su Espíritu a la
evangelización. Esta convicción nos permite permanecer
alegres en medio de una tarea tan exigente y desafiante que conquista nuestra vida por completo. ¡Él nos pide
todo, pero, al mismo tiempo, nos ofrece todo!
Padre nuestro
Canto (CLN 407)
Tú has venido a la orilla,
no has buscado ni a sabios ni a ricos,
tan sólo quieres que yo te siga.
Señor, me has mirado a los ojos,
sonriendo, has dicho mi nombre,
en la arena he dejado mi barca,
junto a ti buscaré otro mar.
Señor, la primera tarea de la Iglesia es el anuncio del gozoso mensaje de tu sublime misericordia. Sabemos que
Dios, movido por su misericordia, quiere, desde toda la
Cáliz de la Misericordia
223
Cáliz de la Misericordia
DÉCIMA ESTACIÓN
San Pedro le reitera
su amor a Jesús
V/. Éste es el día en que actuó el Señor. Aleluya.
R/. Sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya.
Del Evangelio según san Juan (21,15-19)
Después de comer, dice Jesús a Simón Pedro: “Simón,
hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?”. Él le contestó: “Sí, Señor, tú sabes que te quiero”. Jesús le dice:
“Apacienta mis corderos”. Por segunda vez le pregunta: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas?”. Él le contesta:
“Sí, Señor, tú sabes que te quiero”. Él le dice: “Pastorea
mis ovejas”. Por tercera le pregunta: “Simón, hijo de
Juan, ¿me quieres?”. Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez: “¿Me quieres?” y le contestó:
“Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero”. Jesús
le dice: “Apacienta mis ovejas. En verdad, en verdad
te digo: cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas
adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás
las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras”. Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar
gloria a Dios. Dicho esto, añadió: “Sígueme”.
Meditación
Señor, todos nosotros somos profundamente amados por
Dios, y sintiéndonos amados sin medida, le devolvemos
nuestro amor a Él y a Él en nuestro prójimo. El mandamiento del amor es el signo distintivo del cristiano: “Os
doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros
224 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
como yo os he amado, amaos así unos a otros. En esto
conocerán todos que sois mis discípulos, en que os amáis
unos a otros”. El amor manifestado en Jesús es la fuente
de toda misericordia: “Este es mi mandamiento: que os
améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene
amor más grande que el que da la vida por sus amigos.
Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando”.
Este mismo amor de Jesús que hemos recibido, nos mueve a amarlo cada vez más y nos impulsa a la evangelización, para que todos los hombres disfruten de su mismo
amor misericordioso. ¡No hay nada mejor para transmitir
a los demás, que el amor de Dios!
Padre nuestro
Canto
Un mandamiento nuevo
nos dio el Señor:
que nos amáramos todos
como Él nos amó.
La señal de los cristianos
es amarse como hermanos.
PASCUA
UNDÉCIMA ESTACIÓN
Jesús resucitado
envía a los discípulos
V/. Éste es el día en que actuó el Señor. Aleluya.
R/. Sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya.
Del Evangelio según san Mateo (28,19-20)
Jesús les dijo: “Id, pues, y haced discípulos a todos
los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y
del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar
todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con
vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos”.
Meditación
Padre nuestro
Canto (CLN 402)
Anunciaremos tu Reino, Señor,
tu Reino, Señor, tu Reino.
Reino de paz y justicia,
Reino de vida y verdad.
Tu Reino, Señor, tu Reino.
Anunciaremos tu Reino, Señor,
tu Reino, Señor, tu Reino.
Señor, en tu infinita misericordia quieres que todos nosotros participemos en la acción evangelizadora de la
Iglesia, testimoniando la compasión divina por todos los
hombres, haciendo llegar la voz del Dios misericordioso
a cada rincón del mundo. De esta manera, todos nosotros nos sentimos llamados a evangelizar, a transmitir
el amor misericordioso de Dios, obedeciendo al mandato
misionero de Jesús, sabiendo que Cristo siempre estará
con nosotros. ¡Envíanos, Señor, a ser siempre testigos alegres de tu amor! ¡Envíanos, Señor, a ser misioneros de tu
divina misericordia!
Cáliz de la Misericordia
225
Cáliz de la Misericordia
DUODÉCIMA ESTACIÓN
La Ascensión
de Jesús
V/. Éste es el día en que actuó el Señor. Aleluya.
R/. Sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya.
Del Evangelio según san Lucas (24,48.50-53)
Jesús les dijo: “Vosotros sois testigos de esto”. Y los
sacó hasta cerca de Betania y, levantando sus manos, los bendijo. Y mientras los bendecía, se separó de
ellos, y fue llevado hacia el cielo. Ellos se postraron
ante él y se volvieron a Jerusalén con gran alegría; y
estaban siempre en el templo bendiciendo a Dios.
Meditación
Señor, te damos gracias porque en tu eterna misericordia
siempre nos llenas de tus bendiciones y desde el Cielo sigues derramando tu inagotable misericordia sobre todos
los hombres, a la vez que nos haces a nosotros testigos
tuyos. Una vez cumplido todo lo que el Padre te mandó
—tu mensaje de amor, tu vida en obediencia, tu muerte
en la Cruz para el perdón de nuestros pecados, tu resurrección que nos da la vida…—, hasta el Cielo fuiste llevado. Y al Cielo también nosotros queremos ser llevados,
pues a donde Tú estás, Tú quieres que también vayamos
nosotros, y allí igualmente nosotros deseamos ir. ¡Llévanos contigo, oh Señor, llévanos al Cielo!
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Padre nuestro
Canto (CLN 728)
Vienen con alegría, Señor,
cantando vienen con alegría, Señor,
los que caminan por la vida, Señor,
sembrando tu paz y amor. (bis)
PASCUA
DECIMOTERCERA ESTACIÓN
María y los discípulos esperan
en oración la venida del Espíritu Santo
V/. Éste es el día en que actuó el Señor. Aleluya.
R/. Sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya.
Del Libro de los Hechos de los Apóstoles (1,12-14)
Entonces se volvieron a Jerusalén, desde el monte
que llaman de los olivos, que dista de Jerusalén lo
que se permite caminar en sábado. Cuando llegaron,
subieron a la sala superior, donde se alojaban. Todos
ellos perseveraban unánimes en la oración junto con
algunas mujeres y María, la madre de Jesús, y con sus
hermanos.
Padre nuestro
Canto (CLN 252)
Oh Señor, envía a tu Espíritu
que renueve la faz de la tierra.
Oh Señor, que mi alma te bendiga,
oh Dios, Tú eres grande;
vestido de esplendor y belleza.
Oh Señor, envía a tu Espíritu
que renueve la faz de la tierra.
Meditación
Señor, tu madre, María, siempre estuvo unida a ti. Ya
desde su concepción inmaculada, triunfó la misericordia
divina sobre el pecado e hizo espacio para la Vida. María es el más puro y perfecto icono en las creaturas de la
misericordia divina y muestra el esplendor y la belleza
de cómo la gratuita misericordia de Dios tiene poder para
transformarnos a nosotros y al mundo. Unida a ti en el
sufrimiento, especialmente al pie de la Cruz, donde nos la
diste a todos nosotros como madre nuestra, María forma
parte para siempre del Evangelio de la misericordia divina en Jesucristo, que es lo mejor que se nos puede decir,
lo más bello que se puede escuchar, lo más maravilloso
que puede existir. ¡María, Madre de Misericordia, intercede por la Iglesia y por todos tus hijos!
Cáliz de la Misericordia
227
Cáliz de la Misericordia
DECIMOCUARTA ESTACIÓN
Pentecostés:
la venida del Espíritu Santo
V/. Éste es el día en que actuó el Señor. Aleluya.
R/. Sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya.
Del Libro de los Hechos de los Apóstoles (2,1-4.11)
Al cumplirse el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. De repente, se produjo desde el
cielo un estruendo, como de viento que soplaba fuertemente, y llenó toda la casa donde se encontraban
sentados. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se dividían, posándose encima de cada uno
de ellos. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les
concedía manifestarse. Y cada uno los oímos hablar
de las grandezas de Dios en nuestra propia lengua.
Meditación
Señor, te damos gracias, porque en tu eterno designio misericordioso has querido que el Espíritu Santo habite en nuestros corazones, tenga un lugar desde el que siga derramando tu entrañable amor misericordioso, que transforma todo
nuestro ser, que nos hace valientes testigos del amor de Dios
y que nos impulsa a llevar el alegre mensaje de la misericordia divina a todos los hombres, para que a todos alcance
esa misma e inagotable fuente de salvación. ¡Derrama tu
Espíritu Santo, Señor, sobre todos nosotros y haznos mensajeros de tu divina misericordia, para que en toda nuestra
vida seamos signo vivo de tu amor que no tiene medida!
228 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Padre nuestro
Canto (CLN 253)
Danos, Señor, un corazón nuevo.
Derrama en nosotros un Espíritu nuevo.
He aquí que vienen días, palabra del Señor,
en que yo sellaré con la casa de Israel
una Alianza nueva.
Danos, Señor, un corazón nuevo.
Derrama en nosotros un Espíritu nuevo.
PASCUA
Oración final
Oración para el Año de la Misericordia
Virgen y Madre María,
Señor Jesucristo,
tú nos has enseñado
a ser misericordiosos como el Padre del cielo,
y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él.
Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación.
Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo y a Mateo
de la esclavitud del dinero; a la adúltera
y a la Magdalena de buscar la felicidad solamente
en una creatura; hizo llorar a Pedro luego de la
traición, y aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido.
Haz que cada uno de nosotros escuche
como propia la palabra que dijiste a la
samaritana: ¡Si conocieras el don de Dios!
Tú eres el rostro visible del Padre invisible,
del Dios que manifiesta su omnipotencia
sobre todo con el perdón y la misericordia:
haz que, en el mundo, la Iglesia sea el rostro
visible de Ti, su Señor, resucitado y glorioso.
Tú has querido que también tus ministros
fueran revestidos de debilidad para que sientan
sincera compasión por los que se encuentran
en la ignorancia o en el error:
haz que quien se acerque a uno de ellos se sienta
esperado, amado y perdonado por Dios.
Manda tu Espíritu y conságranos a todos
con su unción para que el Jubileo de la Misericordia
sea un año de gracia del Señor y tu Iglesia pueda,
con renovado entusiasmo, llevar la Buena Nueva
a los pobres proclamar la libertad a los prisioneros
y oprimidos y restituir la vista a los ciegos.
Te lo pedimos por intercesión de María,
Madre de la Misericordia,
a ti que vives y reinas con el Padre y el
Espíritu Santo por los siglos de los siglos.
Amén.
Cáliz de la Misericordia
229
Cáliz de la Misericordia
Pascua 2016
Comisión
Diocesana de
Familia
y Vida
230 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
PASCUA
Domingo de Pascua
27 de marzo de 2016
Contemplamos su amor...
en el Resucitado
Leer la Palabra
Comprender
El primer día de la semana, María Magdalena fue al
sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y
vio la losa quitada del sepulcro. Echó a correr y fue
donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien
tanto quería Jesús, y les dijo:
Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos
dónde lo han puesto.
Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría
más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo; pero
no entró.
Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el
sepulcro: vio las vendas en el suelo y el sudario con
que le habían cubierto la cabeza, no por el suelo con
las vendas, sino enrollado en un sitio aparte.
(Catequesis en familia, los padres explican...)
Explicar con palabras sencillas a los hijos el sentido de la
Resurrección del Señor (Captar los argumentos de la homilía de la Noche de Pascua).
Comunicar a los hijos la convicción de que nuestra vida
tiene sentido porque Cristo ha resucitado.
Analizar las consecuencias de la resurrección de Cristo se
han de manifestar en nuestra vida a través de la alegría,
del compartir, de la defensa de la vida, del respeto a la
naturaleza... “todo es posible porque Cristo ha resucitado”.
Durante el tiempo pascual nosotros vamos recorriendo
como los primeros discípulos el camino de pasar de
la decepción a la fe auténtica y bien fundada en la
Resurrección del Señor.
Entonces entró también el otro discípulo, el que había
llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta
entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.
Palabra de Señor.
Juan 20,1-9
Cáliz de la Misericordia
231
Cáliz de la Misericordia
Bendición de la mesa
El sábado por la mañana habremos comprado o recogido flores. Preparamos una tarjetita con el nombre de
cada miembro de la familia y la palabra ¡RESUCITÓ!
La perforamos y la sujetamos al servilletero por el lado
contrario que sostiene la ramita de olivo, de modo que al
hacer el lazo quede el signo de la Alianza sobre la tarjeta. Los mayores ayudan a los más pequeños. Ponemos
la mesa con el mejor mantel y os mejores servicios, las
flores y los servilleteros extendidos
Señor, bendice la mesa familiar que hace fiesta por
tu Pascua, celebrando este gran abrazo que nos das
a cada uno de nosotros y que simbolizamos haciendo este lazo con nuestro servilletero (hacemos el lazo
rodeando la servilleta) Señor tu amor por nosotros es
más fuerte que la muerte ¡has resucitado! ¡estamos
alegres! AMÉN.
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Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Compromisos de la familia
para esta semana
Salir al campo para contemplar la naturaleza, obra de
Dios... La Pascua es la Nueva Creación.
Enviar mensajes de móvil o correo electrónico para felicitar la Pascua a los amigos.
Colocar en lugar visible una hermosa flor blanca signo
de la victoria de Cristo.
Durante la semana visitar a un anciano o enfermo para
alegrar su vida.
PASCUA
2º Domingo de Pascua
3 de abril de 2016
Contemplamos su amor...
en el don de la paz y del Espíritu
Leer la Palabra
Al anochecer de aquel día, el primero de la semana,
estaban los discípulos en una casa, con las puertas
cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús,
se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros.
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y
los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor.
Jesús repitió: Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.
Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo:
Recibid el Espíritu Santo, a quienes les perdonéis los
pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.
Contestó Tomás: Señor mío y Dios mío.
Jesús le dijo: ¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto.
Muchos otros signos, que no están escritos en este
libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Éstos se
han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el
Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su
nombre.
Palabra de Señor.
Juan 20,19-31
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba
con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le
decían: Hemos visto al Señor.
Pero él les contestó: Si no veo en sus manos la señal
de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los
clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo.
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos
y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las
puertas, se puso en medio y dijo: Paz a vosotros.
Luego dijo a Tomás: Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas
incrédulo, sino creyente.
Cáliz de la Misericordia
233
Cáliz de la Misericordia
Comprender
(Catequesis en familia, los padres explican...)
“Paz a vosotros” es el saludo pascual de Cristo. Haced
una catequesis sobre la no-violencia y el trabajo por la
paz. Poned ejemplos de la vida familiar, experiencias vividas en uno u otro sentido.
Bendición de la mesa
“Señor”, tú nos traes la Paz.
Tú eres nuestra Paz.
Te bendecimos por poder sentarnos a esta mesa y ser,
en medio de los nuestros, signos vivos de tu paz.
Aleja de nosotros las dudas y temores. AMÉN.
Te damos gracias, Señor por el don de tu Paz
que llena nuestros corazones
y nuestras vidas de tu amor y tu alegría.
Te damos gracias por compartir con nosotros
esta mesa, esta familia, estos amigos.
Te damos gracias porque suscitas
y acrecientas nuestra fe. AMÉN.
234 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Compromisos de la familia
para esta semana
Volver al campo para estar más cerca de la naturaleza
y realizar alguna obra en su favor: limpiar papeles del
suelo, recoger basuras y echarlas al contenedor...
Realizar algún gesto de reconciliación y de perdón dentro
de la familia como signo del compromiso de renovación
pascual.
Colocar una llave en lugar visible con una etiqueta que
diga: “nuestra fe abre todas las puertas”.
Visitar a algún familiar al que tenemos algo olvidado y
renovar los lazos familiares.
Hablar sobre San Vicente Ferrer que es el Patrón de Valencia.
PASCUA
3er Domingo de Pascua
10 de abril de 2016
Contemplamos su amor...
al partir el pan
Leer la Palabra
En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta
manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás apodado
el Mellizo, Natanael el de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos suyos.
Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado
puesto encima y pan. Jesús les dice: Traed de los peces
que acabáis de coger.
Simón Pedro les dice: Me voy a pescar.
Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y
tres. Y, aunque eran tantos, no se rompió la red.
Ellos contestan: Vamos también nosotros contigo.
Jesús les dice: Vamos, almorzad.
Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron
nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó
en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús.
Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle
quién era, porque sabían bien que era el Señor.
Jesús les dice: Muchachos, ¿tenéis pescado?
Ellos contestaron: No.
Él les dice: Echad la red a la derecha de la barca y
encontraréis.
La echaron, y no tenían fuerzas para sacarla, por la
multitud de peces.
Jesús se acerca, toma el pan y se lo da; y lo mismo el
pescado.
Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos.
Palabra de Señor.
Juan 21,1-19
Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro: Es el Señor.
Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás
discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos cien metros, remolcando
la red de los peces.
Cáliz de la Misericordia
235
Cáliz de la Misericordia
Comprender
(Catequesis en familia, los padres explican...)
Reflexionad sobre el valor de la Eucaristía. Los discípulos
reconocieron a Jesús “al darles el pan”. La Eucaristía nos
une a Cristo Resucitado. Sin el alimento de la Eucaristía
no tenemos fuerzas para vivir, con la dignidad del cristiano. Cada Eucaristía en un encuentro con Cristo Resucitado. Cada domingo es Pascua si celebramos la Eucaristía.
Bendición de la mesa
Te bendecimos, Señor, por el pan que partimos.
Te bendecimos, Señor, por las manos que lo parten
y lo reparten entre nosotros.
Te bendecimos porque has querido quedarte
entre nosotros. Que esta comida sea para
gloria tuya y a nosotros nos sirva para
reconocerte en el pan de la Eucaristía. AMÉN.
Te damos gracias, Señor, porque te has partido
para nosotros, porque te has acercado a nuestras vidas y
nos has llenado de bendiciones y alegría.
Te damos gracias por el don de la Eucaristía y por el don
de la vida que haces crecer en nosotros.
Te damos gracias porque suscitas acrecientas nuestra fe.
AMÉN.
236
Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Compromisos de la familia
para esta semana
Participar en la Eucaristía prestando mucha atención a la
Palabra de Dios para luego comentarla en familia.
Colocar un pan que significa el COMPARTIR en un lugar
visible. Hagamos la “semana del compartir” todo lo que
somos y tenemos: las preocupaciones, las tareas, las alegrías, la economía...
Tengamos un gesto de compartir con los más pobres a
través de Cáritas de la parroquia.
PASCUA
4º Domingo de Pascua
17 de abril de 2016
Contemplamos su amor...
como Buen Pastor
Leer la Palabra
Bendición de la mesa
En aquel tiempo, dijo Jesús: Mis ovejas escuchan mi voz,
y yo las conozco y ellas me siguen, y yo les doy la vida
eterna; no perecerán para siempre y nadie las arrebatará
de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos y nadie puede arrebatarlas de la mano de mi Padre.
Yo y el Padre somos uno.
Palabra de Señor.
Juan 10,27-30
Comprender
(Catequesis en familia, los padres explican...)
Jesús es el Buen Pastor que cuida de nosotros, sus ovejas.
Nosotros hemos de escuchar su voz y obedecerle porque
nos interesa, y en ello va nuestra vida.
Comentar: ¿Sabemos escuchar la voz de Jesús, el “Buen
Pastor? ¿Qué consideración tenemos hacia quienes en la
Iglesia han recibido el encargo de guiar e imitar a Cristo
como Pastor: el Papa, los obispos, los sacerdotes, las religiosas, los maestros, los padres y catequistas?
Durante esta semana agradeceremos a alguien que nos
habla en nombre de Cristo, el “Buen Pastor” su labor y le
animaremos a seguir realizando este servicio.
Te bendecimos, Señor, porque eres nuestro Pastor
y nos conduces a prados y fuentes frescas.
Los alimentos que compartimos
son dones que de ti recibimos.
Tú eres nuestro Pastor, que nos guía y acompaña.
Te bendecimos por los que,
en tu nombre nos guían y acompañan. AMÉN.
Te damos gracias, Señor. Tú eres nuestro buen Pastor.
Tú nos conduces y nos guías, tú das tu vida por nosotros.
Te damos gracias porque siempre nos
acompañas, porque nunca nos abandonas.
Te damos gracias porque sabemos, que sólo a tu
lado, podremos dar testimonio de tu amor. AMÉN.
Compromisos de la familia
para esta semana
Participar en la Eucaristía prestando mucha atención a la
Palabra de Dios para luego comentarla en familia.
Hacer el esfuerzo de buscar nuevos amigos.
Comentar sobre la vocación sacerdotal. El papel del sacerdote se parece y debe imitar al de Jesús que es el “Buen Pastor”.
Colocar un signo en la casa que nos recuerde que Jesús es
el Buen Pastor y nosotros ovejas de su rebaño.
Cáliz de la Misericordia
237
Cáliz de la Misericordia
5º Domingo de Pascua
24 de abril de 2016
Contemplamos su amor...
en el mandamiento que nos dio
Leer la Palabra
Comprender
Cuando salió, dice Jesús: “Ahora ha sido glorificado el
Hijo del hombre y Dios ha sido glorificado en él.
Si Dios ha sido glorificado en él, Dios también le glorificará en sí mismo y le glorificará pronto”.
“Hijos míos, ya poco tiempo voy a estar con vosotros. Os
doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los
otros. Que, como yo os he amado, así os améis también
vosotros los unos a los otros.
En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os
tenéis amor los unos a los otros”.
Palabra de Señor.
Juan 13,31-33a. 34-35
(Catequesis en familia, los padres explican...)
El mandamiento “nuevo” de Jesús supera todos los demás mandamientos y los incluye.
Comentar con los hijos la fuerza de nuestra fe que tiene
como mandamiento principal el amor.
Distinguir entre el amor que no hace nada “sólo de palabra” y el amor que es un signo distintivo (se tiene que ver)
del cristiano.
Poned ejemplo en la vida familiar de vivir en el amor.
Bendición de la mesa
Nuestra bendición, Señor, es vivir unidos a ti.
Tú eres la vid, nosotros los sarmientos.
Te bendecimos porque podemos dar fruto
que permanezca y dure.
Te bendecimos por los alimentos y las personas que
nos han hecho conocerte y unirnos a ti. AMÉN.
Te demos gracias, Señor,
porque no permites que nos separemos de ti.
Porque tu amor es tan grande que no nos dejas nunca y
confirmas con tu presencia la fuerza de nuestra palabra
que anuncia tu Buena NotiCia al mundo entero. AMÉN.
238
Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
PASCUA
6º Domingo de Pascua
1 de mayo de 2016
Contemplamos su amor...
cuando no nos abandona
Compromisos de la familia
para esta semana
Salir al campo para recordar las vivencias de los primeros domingos de Pascua.
Participar en la Eucaristía prestando mucha atención a la
Palabra de Dios para luego comentarla en familia.
Realizar un gesto de amor (ayuda, perdón, atención,
acompañamiento... ) a alguien de la familia. Revisar después si nos hemos dado cuenta del gesto que han realizado con nosotros.
Hacer un esfuerzo económico de ahorro durante la semana para compartir con Cáritas que se encarga de hacer
efectivo el Amor hacia los más pobres.
Leer la Palabra
Jesús le respondió: Si alguno me ama, guardará mi
Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él.
El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que escucháis no es mía, sino del Padre que me
ha enviado.
Os he dicho estas cosas estando entre vosotros.
Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará
todo lo que yo os he dicho.
Os dejo la paz, mi paz os doy; no os la doy como la da
el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se acobarde.
Habéis oído que os he dicho: “Me voy y volveré a vosotros.” Si me amarais, os alegraríais de que me fuera
al Padre, porque el Padre es más grande que yo.
Y os lo digo ahora, antes de que suceda, para que
cuando suceda creáis.
Palabra de Señor.
Juan 14,23-29.34-35
Cáliz de la Misericordia
239
Cáliz de la Misericordia
Comprender
(Catequesis en familia, los padres explican...)
“Si alguno me ama, guardará mi palabra” nos dice Jesús.
Es un modo de decirnos que imitemos su amor, que no se
nos olvide; que mantengamos viva la llama del amor.
En la historia de la Iglesia ha habido muchas personas,
los santos, que han conseguido este objetivo. Analizad
con vuestros hijos la vida de los santos más cercanos: los
del nombre de cada uno. El santo patrón del pueblo o
la parroquia, o los santos famosos más recientes: Madre
Teresa, Maximiliano Kolbe...
Bendición de la mesa
Sabernos amados por ti, nos da la fuerza
necesaria para caminar en el mundo
llevando la misión que nos encargas.
Te bendecimos por el don de la comida, por el don
de la amistad, por el don de la familia. AMÉN.
Nada ni nadie podrá apartarnos nunca de tu amor.
Nuestra unidad en el amor, es signo de tu Amor.
Te agradecemos, Señor, tu amor incondicional,
tu entrega generosa.
Haz que seamos capaces de permanecer en
tu amor, de permanecer en ti. AMÉN.
240 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Compromisos de la familia
para esta semana
Participar en la Eucaristía prestando mucha atención a la
Palabra de Dios para luego comentarla en familia.
Hoy se celebra el Día de la Pascua del Enfermo. Facilitar la participación de algún enfermo en la Misa de la
parroquia (avisándole de la hora de la celebración, ofreciéndoos a transportarlo en el coche propio, acompañándole... )
Visitar a un amigo que esté enfermo y hacerle compañía.
Colocar una Biblia abierta en el mueble de entrada a
nuestra casa como signo de acogida del dón del Espíritu
que llega a nosotros a través de la Palabra de Dios.
PASCUA
Ascensión del Señor
8 de mayo de 2016
Contemplamos su amor...
cuando nos mira desde el cielo
Leer la Palabra
Comprender
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
(Catequesis en familia, los padres explican...)
“Estaba escrito que el Mesías tenía que padecer y resucitar de entre los muertos al tercer día, y que en su nombre
se anunciaría a todas las naciones, comenzando desde
Jerusalén, la conversión y el perdón de los pecados. Vosotros sois testigos de estas cosas.
Explicar el significado de la Ascensión del Señor (para
ello fijaos en la homilía de la misa).
Por mi parte, os voy a enviar el don prometido por mi
Padre. Vosotros quedaos en la ciudad hasta que seáis revestidos de la fuerza que viene de lo alto”.
Después los llevó fuera de la ciudad hasta un lugar
cercano a Betania y, alzando las manos, los bendijo. Y
mientras los bendecía se separó de ellos y fue llevado
al cielo.
Ellos, después de postrarse ante él, regresaron a Jerusalén con gran alegría. Y estaban continuamente en el
templo bendiciendo a Dios.
Palabra de Señor.
Lucas 24, 46-53
¿Qué significa que Jesús se va, pero no nos abandona?
Bendición de la mesa
“Nos has enviado al mundo, Señor,
para mostrarle tu amor, para proclamar a todos
tu Buena Noticia, tu Evangelio.
Nos has enviado a anunciar la salvación y la paz.
Nos has llamado a colaborar contigo en esta misión.
Te bendecimos por la oportunidad de gastar nuestras
vidas a favor de nuestros hermanos. AMÉN.
Te damos gracias, Señor, por el mundo en el que vivimos.
En él nos has puesto para anunciar tu salvadón,
para confortar a los débiles y hacer participes
de tu alegría a todos.
Al darte gracias por los alimentos que hemos
compartido te pedimos que no olvidemos que
has dado tu vida por este mundo, al que hemos
de querer como tú lo quieres. AMÉN.
Cáliz de la Misericordia
241
Cáliz de la Misericordia
Compromisos de la familia
para esta semana
REFLEXIONAR SOBRE LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR
Jesús no nos abandona. Él marcha al cielo y nos encarga
transformar este mundo según su ejemplo. Ahora somos
los cristianos los encargados de que el mundo conozca
el amor de Dios. ¿Aceptamos este compromiso? ¿Estamos
trabajando para que el mundo crea? Haced una catequesis
sobre el testimonio cristiano de cada día, en las pequeñas
acciones que manifiestan nuestra confianza en el Señor y
han de ser un testimonio para los demás.
242
Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
PASCUA
Pentecostés
15 de mayo de 2016
Contemplamos su amor...
en su Espíritu Señor y dador de vida
Leer la Palabra
Comprender
Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas
cerradas, por miedo a los judíos. En esto entró Jesús, se
puso en medio y les dijo: Paz a vosotros.
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los
discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor.
Jesús repitió: Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.
Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados,
les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les
quedan retenidos.
Palabra de Señor.
(Catequesis en familia, los padres explican...)
Explicar el significado de PENTECOSTÉS (para ello fijaos
en la homilía de la misa)
¿Qué significa que Jesús nos envía su Espíritu?
¿Qué hizo el Espíritu cuando bajó sobre los apóstoles y
María, reunidos en oración?
¿Para qué necesitamos la fuerza del Espíritu Santo?
¿Donde se recibe el Espíritu Santo?
Si hay niños o jóvenes en edad de confirmación valdría la
pena aclararles el valor de este sacramento y animarles
a que lo reciban para completar la “iniciación cristiana” y
ser miembros de pleno derecho dentro de la Iglesia.
Juan 20,19-23
Cáliz de la Misericordia
243
Cáliz de la Misericordia
Bendición de la mesa
“Te bendecimos, Señor, por el don del
Espíritu Santo, por el don de tu presencia
en nuestras vidas y en nuestras cosas.
Te bendecimos por los alimentos, por la
oportunidad de dar testimonio de tu amor
y tu alegría con nuestras vidas.
Te bendecimos por aquellos que nos
precedieron con el signo de la fe.
Te bendecimos porque nos has hecho, con la fuerza
de tu Espíritu, testigos de te resurrección. AMÉN.
Te damos gracias, Señor, porque tu Espíritu
acompaña y anima nuestro caminar.
Repuestas nuestras fuerzas con esta comida y por la
acción de tu Espíritu, podremos ser, en medio de nuestro
mundo, testigos creíbles de tu Palabra. AMÉN.
244 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
Compromisos de la familia
para esta semana
Acoger el Espíritu Santo es el único modo de poder realizar
en nuestra vida las acciones de Cristo. Ese espíritu viene
a través de la oración, de la Eucaristía... siempre que
nosotros lo acojamos.
Las obras del Espíritu manifiestan, a través de nuestra
vida, el poder y amor de Dios.
Durante esta semana podemos comentar la presencia de
Dios en nuestra familia a través de su Espíritu Santo.
Podemos evaluar (valorar) el modo como hemos vivido
durante la Cuaresma y la Pascua nuestro ser “Iglesia
doméstica”.
Cuaresma
Pascua ‘16
Propuesta
de CANTOS
Los cantos que proponemos se pueden encontrar en:
– Cantoral Litúrgico Nacional (Coeditores Litúrgicos).
Secretariado Nacional de Liturgia. Madrid (CLN).
– Cantoral de Misa Dominical (Centre de Pastoral Litúrgica).
Barcelona (MD).
– Cantate Domino (Parròquia Sant Jaume Apòstol).
Algemesí (Valencia) (CD).
El Animador puede elegir el canto que considere más
apropiado. Téngase en cuenta que en el criterio de la selección debe tenerse en consideración el texto del canto (o
cantos), más que la música.
Si no se conoce la música se puede buscar la partitura:
los tres cancioneros que proponemos tienen edición de
sólo letra y también de partitura y texto. El Cantoral MD
en edición musical va acompañado de un CD, con sólo
acompañamiento, que puede ayudar a cantar.
Como último recurso se puede utilizar el texto del canto
elegido sin cantar, a modo de oración común.
245
Cáliz de la Misericordia
Cantos para la Cuaresma
A Ti levanto mis ojos
Camina, pueblo de Dios
¿Cómo le cantaré al Señor?
Compadiu–vos de mi, Déu meu – Salm 50
Cristo, por nosotros, se sometió / Crist es féu per nosaltres
Dios es fiel
El camí que féu Jesús
El Señor es mi fuerza
El Señor es mi luz y mi salvación – Salmo 26
En Dios pongo mi esperanza
Éste es el tiempo en que llegas
Excelso Creador del universo
Levanto mis ojos a los montes – Salmo 120
Llorando los pecados
Nosaltres hem de gloriar-nos / Nosotros hemos de gloriarnos
Nos has llamado al desierto
Perdona a tu Pueblo, Señor
Piedad, Señor, hemos pecado – Salmo 50
Pequeñas aclaraciones / Cuando el pobre nada tiene
Con vosotros está / ¿Le conocéis?
Pueblo de reyes
Senyor, no ens deixes / Grande es tu ternura
Sí, me levantaré
Donde hay caridad y amor
Vell pelegrí / Errante voy, soy peregrino
246 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
CD:
CD:
CD:
CD:
CD:
CD:
CD:
31
47
66
67
76
93
99
CLN: D35
CLN: 117
MD: 128
MD: 337-1
MD: 47
CD:
CD:
CD:
CD:
CD:
CD:
CD:
CD:
CD:
CD:
CD:
104
110
115
121
160
168
177
178
198
200
78
CD:
CD:
CD:
CD:
CD:
204
229
240
95
274
CLN: 505
MD: 104
CLN: 657
CLN: 524
CLN: 110
CLN: 104
CLN: 725
CLN: 723
CLN: 401
CLN: 107
CLN: 715
MD:
MD:
MD:
MD:
MD:
240
339-2
343
332-1
339-1
MD:
MD:
MD:
MD:
MD:
MD:
MD:
45
43
12
341-1
321-1
179
38
Propuesta de CANTOS
Cantos para la Cuaresma
¡Victoria! ¡Tú reinarás!
Vós sou, Senyor, la llum del meu cor
¡Oh rostro ensangrentado! ¡Oh testa lacerada!
Por valles y aldeas
Ved la Cruz de salvación
Perdón, oh Dios mío
Ten piedad de mí
Dame tu perdón / Ten piedad, Dios mío
Acuérdate, Señor
Ten piedad, Señor
Te pedimos perdón
El mandato / Os doy un mandato nuevo
Os doy un nuevo mandato
Pueblo mío
A la hora de nona / Por nuestro amor murió el Señor
Oh cruz, te adoramos
Me invocará y lo escucharé
Hosanna al Hijo de David
Perdónanos nuestras culpas
Oh Cruz fiel y venerable
Sube el Nazareno
Os doy un nuevo mandato
Cristo nos da la libertad
Vienen con alegría, Señor
CD: 284
CD: 287
CD: 188
CLN: 106
MD: 334
CLN: 102
MD:
MD:
MD:
MD:
CLN:
CLN:
CLN:
CLN:
CLN:
CLN:
CLN:
CLN:
CLN:
CLN:
CLN:
CLN:
103
105
108
111
113
114
116
152
153
154
155
156
CLN: 115
CLN: 728
338
17-1
335-1
332-2
MD: 346
MD:
MD:
MD:
MD:
MD:
MD:
MD:
MD:
347-1
331-1
333
341-2
347-2
349
350
94
MD: 65
Cáliz de la Misericordia
247
Cáliz de la Misericordia
Cantos para la Pascua
Acuérdate de Jesucristo
Alegre la mañana que nos habla de Ti
Alegrémonos, hermanos
Alegría, alegría, alegría
Alegrémonos, hermanos
¡Aleluya, aleluya! Es la fiesta del Señor
¡Aleluya! Mujeres santas
Canta aleluya al Señor
Canta con júbilo / Éste es el día esperado
Cantad al Señor
Como el grano de trigo
Cristo, alegría del mundo
Cristo resucitó
Cristo resucitó
Danos, Señor, un corazón nuevo / La alianza nueva
El Señor os dará su Espíritu Santo
El Señor resucitó
El Señor resucitó
El Señor vive
En la mañana de Resurrección
Envía, Señor, tu Espíritu / Envía tu Espíritu
Éste es el día en que actuó el Señor – Salmo 117
Gloria, Aleluya
Hacia ti, morada santa
Jerusalem, glorifica el Senyor – Salm 147
248 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6
CD:
CD:
3
14
CD:
15
CD:
CLN: 202
MD: 352-1
MD: 99
MD: 360
CLN: 215
MD: 360
18
MD: 354-1
CD:
49
CLN: 219
CD:
CD:
65
79
CLN: 212
CLN: 654
CLN: 218
CLN: 253
MD: 369
MD: 365
MD:
MD:
MD:
MD:
MD:
MD:
MD:
MD:
370
351-1
368
371
375-1
354-2
356-1
357-1
MD:
MD:
MD:
MD:
373
224
56
49-1
CD: 112
CD: 114
CD: 133
CD: 142
CLN:
CLN:
CLN:
CLN:
254
522
716
O16
Propuesta de CANTOS
Cantos para la Pascua
Jesús, nuestra Pascua
La fiesta del Señor
La Vida venció a la muerte
L’Esperit de Déu ompli l’univers
L’Espérit del Senyor vindrá a volsaltres
Nosaltres hem de gloriar-nos / Nosotros hemos de gloriarnos
Nuestra Pascua inmolada
¡Oh luz gozosa!
Oh, Señor, envía tu Espíritu
Pueblo de reyes
Pueblos todos, batid palmas
Regína Caeli, laetáre
Resucitó el Señor
¡Resucitó, resucitó!
Resurrección
Se despertó la vida
Señor, Dios nuestro, ¡Qué admirable es tu nombre! – Salmo 8
Señor, Tú has vencido a la muerte
Te conocimos al partir el pan
Una nueva vida, tu misma vida
Un cántico nuevo
Un solo Señor
¡Victoria! ¡Tú reinarás!
Vive con nosotros
Yo soy el pan de vida
CD: 144
CD:
CD:
CD:
CD:
CD:
CD:
CD:
CD:
CD:
158
159
177
179
183
186
204
205
215
CLN: 216
CLN:
CLN:
CLN:
CLN:
203
653
252
401
CLN: 303
CD: 217
CLN: 208
CD:
CD:
CD:
CD:
233
236
248
266
CLN: 501
CD: 271
CD: 284
CLN: 708
CLN: 106
CLN: O25
CLN: 426
MD: 367
MD: 362-2
MD: 364
MD:
MD:
MD:
MD:
MD:
343
351-2
8-1
372
12
MD:
MD:
MD:
MD:
MD:
MD:
392
353-2
362-1
358
353-1
211
MD:
MD:
MD:
MD:
MD:
MD:
178
21
357-2
5-1
334
356-2
CD: 288
Cáliz de la Misericordia
249
App
Rezamos Hoy
250
Propuesta de CANTOS
El Arzobispado de Valencia, a través de la comisión diocesana de Catequesis y en colaboración con la Vicaría de
Evangelización, ha creado una App para smartphones y
tablets, con materiales, oraciones, actividades y audios
para los más jóvenes, para todos los días del calendario
litúrgico.
La aplicación REZAMOS HOY, gratuita para sistemas iOS
y Android, pretende posibilitar de forma fácil y accesible
un seguimiento diario del Año litúrgico y de los momentos más significativos como, por ejemplo, de la Cuaresma
y la Pascua. Por otro lado, la aplicación incluye textos
para la reflexión sobre la misericordia con motivo del
Año de la Misericordia, convocado por el papa Francisco.
La App ofrece al usuario el Evangelio del día y el santoral
y entorno a ambos contenidos también dispone de una
reflexión sobre la Palabra de Dios del día desde las enseñanzas del Catecismo de la Iglesia.
La aplicación contiene materiales dirigidos a los niños
con oraciones escritas especialmente para ellos. El material se completa con una sección de oración personal
en formato mp3. La aplicación que es actualizada permanentemente, estará también disponible en inglés a lo
largo de este año.
Cáliz de la Misericordia
251

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