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LA CIUDAD DE SAN CRISTÓBAL
DE LAS CASAS, A SUS 476 AÑOS:
UNA MIRADA DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES
Dolores Camacho Velázquez
Arturo Lomelí González
Paulino Hernández Aguilar
Mtro. Alfredo Palacios Espinosa
DIRECTOR GENERAL
COORDINADORES
Lic. Óscar Herrán Salvatti
COORDINADOR OPERATIVO TÉCNICO
Lic. Carlos Gutiérrez Villanueva
DIRECTOR DE PUBLICACIONES
LA CIUDAD DE SAN CRISTÓBAL
DE LAS CASAS, A SUS 476 AÑOS:
UNA MIRADA DESDE LAS
©
DOLORES CAMACHO VELÁZQUEZ
CIENCIAS SOCIALES
ARTURO LOMELÍ GONZÁLEZ
PAULINO HERNÁNDEZ AGUILAR
CUIDADO EDITORIAL
Dirección de Publicaciones
DISEÑO
Mónica Trujillo Ley
CORRECCIÓN DE ESTILO
Roberto Rico Chong
FORMACIÓN ELECTRÓNICA
Mario Alberto Palacios Álvarez
D.R. © 2007 Consejo Estatal para las Culturas y
las Artes de Chiapas, Boulevard Ángel Albino
Corzo No. 2151, fracc. San Roque, Tuxtla
Gutiérrez, Chiapas. C.P. 29040.
ISBN 970-697-205-6
HECHO EN MÉXICO
GOBIERNO
2 0 0 7
ESTADO
DEL
DE
C H I A PA S
SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS
San Cristóbal de Las Casas es el nombre de
mi tierra, de mi pueblo natal.
San Cristóbal es el santo patrono de este
lugar, ubicado en Los Altos de Chiapas.
La leyenda católica cuenta que era un
gigante que cruzó un río, que un niño le
pidió que lo llevara a cuestas. Iba a medio
camino cuando se percató de que el niño
pesaba tanto como el mundo. El niño era Dios.
Las Casas, apellido de mi pueblo, es el apellido del primer obispo de Chiapas, un fraile dominico, a quien también se le llama
Padre de los indios.
JAVIER MOLINA
El lugar de los hechos
CONTENIDO
PRESENTACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .13
Recordar juntos, construir unidos
Leobardo de Jesús Cancino Bermúdez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .21
HISTORIA E HISTORIAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .27
Historia crítica de los barrios de Ciudad Real.
Juan Pedro Viqueira . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .29
El cabildo de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas. (1876-1911).
Julio Contreras Utrera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .60
Vecinos y gobierno tras la inundación de 1921 en San
Cristóbal de Las Casas. Miguel Lisbona Guillén . . . . . . . . . . . . . . . . . .72
Bosquejo de la historia de la fotografía en San Cristóbal
de Las Casas, Chiapas. Justus Fenner . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .95
Remembranzas históricas sancristobalenses.
Irma Contreras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .116
San Cristóbal de Las Casas a través de los libros.
Octavio Gordillo y Ortiz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .128
Del aeródromo al aeropuerto: larga batalla por abrirse
al mundo. Luz Olivia Pineda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .165
DE SU MEDIO AMBIENTE, DE LA SALUD Y DE LA ECONOMÍA . . . . . . . . . . .191
Diagnóstico de la situación ambiental en el municipio de
San Cristóbal de Las Casas. Jorge Mayorga Ochoa . . . . . . . . . . . . . . .193
La producción de carbón vegetal y sus implicaciones
económicas y ecológicas en San Cristóbal de Las Casas,
Chiapas. Manuel Ramos Martínez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .224
Ecología urbana en San Cristóbal. La sociología de la
conservación. Miguel Ángel Vásquez Sánchez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .233
La nutrición de los niños preescolares de San Cristóbal de Las
Casas: una comparación de dos encuestas de 30 y 22 barrios:
en 1986 y 1996. Pablo González Casanova Henríquez et al. . . . . . . . . . . .243
Impacto de la educación formal en la fecundidad de los
contextos urbano-rural de San Cristóbal de Las Casas,
Chiapas. Olga Lidia López González, Catarino Ancheyta Rosales y
Benito Salvatierra Izaba . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .256
Rezago y perspectivas en la oferta social e institucional de los
servicios de salud hospitalarios y de salubridad pública en San
Cristóbal de Las Casas. Francisco Millán Velasco. . . . . . . . . . . . . . . . .273
San Cristóbal de Las Casas: una economía diversa.
Federico Morales Barragán, Victoria Jiménez Cruz . . . . . . . . . . . . . . . . .294
La educación superior pública y privada en San Cristóbal de
Las Casas. Guadalupe Culebro Lessieur . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .362
SOCIEDAD, DEMOCRACIA Y CIUDADANÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .375
Marginalidad urbana en San Cristóbal de Las Casas,
Chiapas. Paulino Hernández Aguilar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .377
Gestión pública municipal: Consolidación institucional de los
servicios públicos municipales en San Cristóbal de Las Casas,
durante la década de los ochenta. Álvaro Cotoc Canel . . . . . . . . . . . .388
Cambios estructurales en el sistema de transporte de San
Cristóbal de Las Casas. Isabel del R. García de León . . . . . . . . . . . . . .408
Procesos democráticos y de ciudadanización en San Cristóbal
de Las Casas. Dolores Camacho Velázquez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .428
Entre la ciudad y el campo, Organismos civiles en San Cristóbal
de Las Casas. Gerardo A. González Figueroa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .441
Los cybercafé en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas.
Socorro Fonseca Córdoba, Leocadio Édgar Sulca Báez . . . . . . . . . . . . . .304
El papel de los medios de comunicación en la construcción de la
democracia y la ciudadanía.
Heriberto Velasco . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .460
DE SU IDENTIDAD Y DE SU CULTURA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .319
Los medios de comunicación y el sueño de la democracia.
René Genaro Mandujano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .462
¿Celebrar 475 años de la Villa Real de los españoles? ¿Son
los coletos un pueblo o etnia maya? ¿Son parte o derivación
directa de las culturas mayas, en particular la tsotsil y tseltal?
(Ocho argumentos científicos y uno filosófico con
esperanzas). Pablo González Casanova Henríquez . . . . . . . . . . . . . . . .321
Lenguas en el Valle de Jobel”
Arturo Lomelí González . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .337
La cultura del caos y el caos como cultura en San Cristóbal
de Las Casas. José Antonio Reyes Matamoros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .350
El papel de los medios en la constitución de la democracia
y de la ciudadanía. Hugo Isaac Robles Guillén. . . . . . . . . . . . . . . . . . .464
PRESENTACIÓN
Dolores Camacho
Arturo Lomelí González
Paulino Hernández Aguilar
LA CIUDAD DE SAN Cristóbal
de Las Casas ha sido estudiada y analizada desde diferentes perspectivas; en opiniones vertidas en
diversos espacios de discusión y en textos publicados podemos
observar la diversidad de enfoques utilizados para su estudio.
Ello depende de los intereses y los objetivos que animan a las
personas que han participado en este esfuerzo. Haciendo una
síntesis de los temas que se han escrito o se han discutido,
encontramos que se ha privilegiado hablar sobre el significado
de la ciudad, su importancia en aspectos económicos y políticos
a lo largo de la historia chiapaneca, su arquitectura, su población; y actualmente, cuando se trata de caracterizar la ciudad y
su problemática, nos encontramos con dos posturas diferentes.
Una está compuesta por aquellos que ven en la ciudad una joya
histórica por lo que representó en un momento crucial de la
conquista española. La llamada Ciudad Real, fundada por don
Diego de Mazariegos en 1528, y convertida en asentamiento de
españoles pero rodeada de indios.
Este grupo de escritores y actores locales buscan y valoran
estas características por encima de otras. Parten de una visión
idealista y clasista, por lo que consideran fundamentales las raíces mestizas, les interesa por sobre todo redimensionar la sangre española que corre por las venas de sus habitantes originarios, poniendo como muestra de ello la existencia de las caracte13
rísticas de la cultura española en la construcción y diseño de la
ciudad, en los apellidos y rasgos culturales como la alimentación
y fundamentalmente la lengua. Ellos tratan de demostrar que el
decaimiento de la ciudad es debido a la importante presencia
indígena no sólo en las orillas sino en prácticamente toda la ciudad, lo que ocasiona gran impacto en la estructura económica,
social y política.
Por otro lado, hay otros que partiendo de criticar la visión idealista, tratan de identificar un problema de identidad, es decir,
resaltan en sus análisis la existencia de rechazo a la sangre indígena que corre por las venas de los “coletos”. Estos últimos se
han enfocado en demostrar que los habitantes originarios de la
ciudad eran indígenas, y que los mestizos, que hoy son mayoría,
provienen de esa combinación existente en las colonias españolas. Por lo tanto, a pesar de mantener los apellidos y de vivir en
construcciones de arquitectura española, mantienen características culturales provenientes de las raíces indígenas, observables
en la alimentación, las costumbres y en el fenotipo, es decir, es
una cuestión física e intelectual. Estos últimos rescatan y
demuestran esa parte de la población.
Comentarios van y vienen en medio de estas dos posturas
opuestas, es importante decirlo porque en otras ciudades del
estado, esta discusión prácticamente no existe. En buena medida ello se debe a que ninguna otra tiene los elementos históricos
para que la discusión se dé, como la importancia que San
Cristóbal tuvo en la época colonial y posrevolucionaria. En buena
parte este debate explica el surgimiento de problemas de intolerancia entre diversos sectores sociales que habitan la ciudad.
Hay que recordar los graves acontecimientos surgidos aquí en
1994, con la aparición pública del Ejército Zapatista de Liberación
Nacional, donde la disputa entre “auténticos coletos” y “los
otros” fue conocida en todo el mundo. En este acontecimiento
salieron a la luz resentimientos guardados durante mucho tiempo por actores que se sentían invadidos no sólo por la gran cantidad de indios que habitan la ciudad, sino también por los
“otros”, los que no nacieron en San Cristóbal o que sus raíces no
son sancristobalenses. Esto llevó a discutir en diversos foros qué
es ser coleto, coleto auténtico o sancristobalense, y por lo tanto,
qué era ser extraño. Aquí surgieron las referencias al pasado
español de los habitantes considerándose privilegiados por contar con esas raíces.
No podemos dejar de reconocer la importancia económica,
política y social de esta ciudad en las diversas etapas de la historia chiapaneca, ello independientemente de la postura que cada
quien tenga. En la división que se ha hecho en la historia mexicana, entre conservadores y liberales, a San Cristóbal se le ha
considerado como parte de la región conservadora, al igual que
Comitán, contraponiéndose a la liberal Tuxtla y Chiapa de Corzo, por hablar de ciudades importantes. Los acontecimientos y el
momento histórico obligaron a realizar esa división, tanto por
las posturas políticas como por las prácticas sociales y económicas que tenían los habitantes de cada una de estas ciudades; sin
embargo, ello no es tan sencillo en el terreno de los hechos
actuales. Siempre será necesario recordar que la ciudad de San
Cristóbal ha sido uno de los esenarios centrales de la vida de
Chiapas, no sólo por haber sido capital de la provincia en la
época colonial y capital del estado hasta 1912, sino porque ha
sido asiento del nudo social de lo indio y lo mestizo.
Por otro lado, o quizá como parte del mismo proceso, se hace
constante referencia a la importancia cultural de San Cristóbal,
denominándola, no sólo por la gente “común” sino por los
medios e intelectuales, como la cuna cultural de Chiapas, porque
aquí se desarrollaron procesos históricos importantes, por la
gran presencia de los sacerdotes que en la época colonial eran
los intelectuales existentes, los que escribían, los que hablaban
diversas lenguas. Posteriormente, en la primera mitad del siglo
XX florecieron aquí los diversos escritores sancristobalenses que
resaltaban la importancia de la literatura, construyéndose así un
importante grupo de literatos que describía la vida cotidiana en
diversas publicaciones, o que procuraba y resaltaba la importancia de la educación entre los habitantes (Flavio A. Paniagua y
Adelina Flores, entre otros).
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También porque en las primeras etapas de la política de integración de los pueblos indios al Estado nacional, San Cristóbal
se convirtió en el centro rector, como le llamó Gonzalo Aguirre
Beltrán, es decir, era la ciudad que estaba rodeada por pueblos
indios, y a la que llegaban todos los caminos. Aquí era el centro
mercantil donde los indios venían a comprar y vender sus productos, también tenían que llegar aquí para realizar trámites o
realizar estudios, hasta que las escuelas después de la segunda
mitad del siglo XX llegaron a sus comunidades.
En esta etapa integracionista y con la llegada del Instituto
Nacional Indigenista (INI) a Chiapas, llegó a San Cristóbal una
importante cantidad de antropólogos, algunos para desarrollar
la política indigenista del INI, y otros para estudiar a los pueblos
indios o las dos cosas. A partir de este momento San Cristóbal
dio cobijo a intelectuales y académicos atraídos por su objeto de
estudio: “los indios”.
Actualmente se ha criticado el hecho de llamar la capital cultural de Chiapas a San Cristóbal, pero lo cierto es que es un lugar
donde existe gran cantidad de universidades públicas y privadas
que ofrecen diversas carreras, tanto dentro de las ciencias sociales y las humanidades como de la administración y el derecho.
San Cristóbal tiene el mayor índice per cápita en Chiapas en la
oferta de educación superior e investigadores, es el lugar donde
se desarrollan la mayor cantidad de investigaciones y de eventos
académicos al año, aunque no sean sobre la ciudad. También en
San Cristóbal hay una variedad de asociaciones civiles u organizaciones dedicadas al estudio y fomento de la cultura; sólo por
mencionar algunas, están el Seminario de Cultura Mexicana, el
Espacio Cultural Jaime Sabines, la Sociedad Mexicana de Geografía, la Sociedad de Escritores Sancristobalenses, y otras de
índole oficial; por lo que hay estudios sobre la historia de la ciudad, la construcción de los barrios, las estructuras de población,
las actividades económicas, las formas de vida, temas que aún se
investigan y se discuten cuando se habla de la ciudad.
Hay trabajos escritos que han sido publicados, como por
ejemplo los libros de Juan Benito Artigas y David Markman,
sobre la arquitectura de San Cristóbal, que con fotos maravillosas y explicaciones sencillas nos presenta un recorrido sobre las
principales edificaciones de la ciudad, ello es importante para
conocer diferentes aspectos sobre la historia monumental de
San Cristóbal. También se publicó el libro colectivo promovido
por el Banco Internacional, en donde se hace un recuento de la
situación económica y social de la región de Los Altos y en particular de San Cristóbal como centro regional.
Pero indudablemente en la actualidad los trabajos que más
interés han despertado son los escritos por Jan de Vos y Andrés
Aubry, indiscutibles historiadores de Chiapas, pero que han mostrado un gran interés por San Cristóbal, no sólo porque la han
acogido como su ciudad para vivir, sino por descubrir y revelarnos lo que ha sido la trayectoria de sus habitantes y la ciudad. En
sus publicaciones y sus charlas hemos todos aprendido y valorado mucho de la historia de San Cristóbal. De Vos le dedica varios
trabajos a la ciudad, destacando temas que van de los avatares de
su fundación a pasajes de diversos personajes históricos.
Por su parte, Aubry, con el trabajo de rescate y ordenamiento
del Archivo Histórico Diocesano, ha descrito la vida de la ciudad
en el periodo colonial, y ha dado a conocer documentos importantes para el conocimiento histórico de la ciudad y la vida diocesana, a través de personajes y estructuras religiosas como los
obispos, los conventos, sus relaciones con el poder político, vidas
y trayectorias que afectaron definitivamente la vida de la ciudad.
Todos estos aspectos y discusiones motivaron la edición del
libro que tiene ahora usted en sus manos, el cual es un esfuerzo
colectivo de investigadores y profesores universitarios de diversas instituciones locales y nacionales con presencia en San
Cristóbal de Las Casas, quienes nos reunimos para desarrollar un
evento académico que denominamos “La ciudad de San
Cristóbal de Las Casas, a sus 476 años: una mirada desde las
Ciencias Sociales” con el fin de aportar al conocimiento e interpretación de los problemas que aquejan a la ciudad que todos
vivimos, en un momento en que se discute cuál es el papel de las
Ciencias Sociales actuales y cuál su responsabilidad social. Este
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evento tuvo lugar en la “Casa Mazariegos”en el Centro Histórico
de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, los días 19, 20 y 21 de
mayo de 2004.
La idea surgió porque nos preguntábamos constantemente por
qué si en San Cristóbal de Las Casas vivimos muchos investigadores y profesores universitarios, son pocas las investigaciones en
proceso que tiene por objeto la ciudad. La Universidad Autónoma
de Chiapas tiene aquí dos planteles y también identificamos a
diez universidades privadas. Se localizan diversos centros de
investigaciones en ciencias sociales y en recursos naturales.
Así decidimos organizar este evento, con un objetivo principal: crear un espacio donde desde diversas perspectivas analíticas se discutiera, analizara y reflexionara sobre problemas y procesos sociales que viven la ciudad de San Cristóbal y sus actores.
Nos interesaba crear un espacio donde pudiéramos los interesados presentar escritos que fueran dados a conocer a un público abierto, es decir, no sólo académicos. También creíamos que
debíamos ser incluyentes; así que hicimos extensiva la invitación
a los medios, pues consideramos que es de suma importancia en
la actualidad el papel que ellos desempeñan. Este evento se convirtió en un espacio en el que confluyeron distintos actores de la
ciudad, que por diversas perspectivas analíticas utilizadas, dio
lugar a realizar discusiones y reflexiones sobre los problemas y
procesos sociales que viven San Cristóbal y sus habitantes.
Debido a los temas presentados dividimos el programa en
seis mesas diferentes: Medio ambiente y procesos económicos;
Salud y nutrición; Identidad, educación y cultura; Urbanismo y
migración; Historia e historias, y Democracia y procesos de ciudadanización, en las cuales se presentaron 40 trabajos. Hubo
polémica, lo que dejó ánimos para continuar creando y participando en estos espacios para la reflexión. Con la intervención de
periodistas y comunicadores de medios locales y estatales, se
concluyó el evento de forma exitosa, por haber alcanzado el primer objetivo planteado.
No fue fácil la organización, requería de mucho esfuerzo para
poder reunir personajes tan diversos en un mismo espacio,
donde se abordaran temáticas también diversas con miradas a
veces contradictorias; sin embargo, ese fue precisamente el éxito
del evento. Los participantes no tenemos como espacio de estudio la ciudad, pero la vivimos, y preparamos, de acuerdo a nuestras temáticas de investigación, un trabajo para ese evento.
El éxito en gran parte se debe al respaldo y financiamiento que
otorgaron el Programa de Investigaciones Multidisciplinarias de
Mesoamérica y el Sureste del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, el
Sindicato del Personal Académico de la Universidad Autónoma
de Chiapas, así como al apoyo de la Universidad Autónoma de
Chiapas a través de sus diversos departamentos y específicamente de la Secretaría General. Otras instituciones alentaron y apoyaron, como el Centro Estatal de Lenguas, Arte y Literatura
Indígenas, el Espacio Cultural Jaime Sabines y el Seminario de
Cultura Mexicana.
Nos planteamos como una meta que los trabajos fueran escritos de rigurosa forma para ser publicados en un libro. Los artículos por lo tanto, fueron dictaminados para lograr un material de
mejor calidad y ponerlo a la disposición del público en general,
pero también de académicos, es decir, con la doble función de la
investigación. Esperamos haber cumplido con ello.
Algunos trabajos ya no alcanzaron a construirse para cumplir
con el requisito de ser publicados, por lo que no están incluidos
en el libro; aunque es importante que se difundan, consideramos
que debíamos cumplir con los requisitos que todos decidimos
aceptar al momento de participar en esta experiencia.
Este libro consta de treinta ensayos que fueron presentados
en las seis mesas de trabajo, que van desde algunos puntos de la
historia de la ciudad, su fundación, la inundación de 1974, la constitución de los ayuntamientos, la fotografía, composición lingüística, hasta las condiciones actuales de la población en salud,
educación, nutrición, salud pública, comportamiento económico, medio ambiente y recursos naturales, y finalmente sus conflictos sociales y la construcción de la democracia. De manera
excepcional incluimos en este libro un trabajo que no fue pre19
sentado en el evento, acerca del aeropuerto de la ciudad, de Luz
Olivia Pineda, quien ya no habita en San Cristóbal y siempre
tuvo el interés de participar. Debido a que complementa los trabajos presentados, y a que es importante que un libro sobre la
ciudad lo contenga, decidimos los coordinadores del libro incluir
su texto.
Los textos fueron revisados y dictaminados, a algunos se les
hicieron sugerencias para poder ser incluidos, con la finalidad de
homologar las formas de presentación, mas no de contenido,
por lo que cada autor es responsable de sus afirmaciones.
Esperamos haber cumplido con nuestro propósito y que este
material aquí presentado sea de utilidad a quienes les interese
esta ciudad que hemos hecho nuestra todos los que la habitamos, ya sea por nacimiento o por elección.
Finalmente agradecemos a la Dirección de Publicaciones del
Coneculta-Chiapas, por el interés que ha mostrado para que la
presente publicación sea un hecho.
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RECORDAR JUNTOS, CONSTRUIR UNIDOS
Leobardo de Jesús Cancino Bermúdez
desarrollo de sociedades nos percatamos que el
presente está condicionado por el pasado, de la misma manera
que el futuro no se hará a partir de la nada. Del pasado colectivo no se puede renegar. Se debe aprender. Igual ocurre con la
historia: no se puede cambiar, pero sí puede servir para preparar
un mundo mejor.
Los sancristobalenses y quienes hemos fincado residencia en
esta hermosa cuenca venimos edificando el proceso histórico de
la ciudad y tenemos una concepción no excluyente del pasado,
ni tampoco del presente; por ello el futuro debe ser compartido.
Ahora, cuando San Cristóbal de Las Casas se labra día a día el
porvenir con el aporte físico e intelectual de quienes nos cobijamos en su suelo, debemos pedir que nos perdone, con su nobleza, una mirada al pasado desde la realidad del presente.
Los 476 años no deben servir como un hecho histórico con
mentalidad acartonada en la vieja idea de que cualquier tiempo
pasado fue mejor. Pero tampoco se debe pretender establecer
una odiosa comparación entre el tiempo de ayer y de hoy, para
condenar a uno e idealizar a otro.
Esta tierra ha sufrido durante muchos siglos un penoso olvido
que se ha traducido en un evidente retraso, sobre todo económico y cultural, respecto a la mayoría de las regiones de la República.
Este retraso sigue golpeándonos cuando se publican estadísticas
referidas a rubros socioeconómicos que evidencian lo mucho que
resta por hacer y el poco espacio que queda para el triunfalismo.
Frente a tal realidad y no obstante que San Cristóbal de Las
Casas es sede de varias instituciones de educación superior e
investigación, son pocos los estudios que tiene por espacio de
análisis y discusión la ciudad.
Lo anterior nos motivó, en la primavera de 2004, a un grupo de
académicos e investigadores universitarios, tanto de la UniverA 476
AÑOS DEL
21
sidad Autónoma de Chiapas como de la Universidad Nacional
Autónoma de México, a organizar un evento que venturosamente denominamos:“La ciudad de San Cristóbal de Las Casas, a sus
476 años: una mirada desde las ciencias sociales”, en el que al
cabo de una jornada triduana confluyeron diversas perspectivas
críticas, donde la encomiable participación de ponentes, moderadores, relatores y concurrentes propició la discusión, análisis,
reflexión y, sobre todo, las propuestas acerca de los serios fenómenos y procesos que viven la ciudad y sus actores sociales.
Este trabajo obra ya como un diagnóstico a las perspectivas
del medio ambiente, procesos económicos, salud, nutrición,
identidad, educación, cultura, urbanismo, migración, historia,
democracia y procesos de ciudadanización.
Anteponiendo que la historia es la madre del ser de las cosas,
vale echar una mirada a través del inexorable tiempo; en un
movimiento simultáneo de retrospección y prospección, un volver atrás y un ir más allá, una renovación crítica en un mundo de
la prosecución y en pleno ejercicio de libertad.
Así pues, repasar la historia de esta tierra es un ejercicio doloroso las más de las veces. Oportunidades perdidas, decisiones
políticas injustas, largas y ruinosas calamidades, escasa preocupación de los gobernantes por la educación, duras condiciones
de trabajo, emigración. Todo ello ha hecho muy trabajoso el progreso social y también la promoción personal de quienes,
teniendo talento, no han podido desarrollarlo en su tierra.
En esta mirada desde la óptica de las ciencias sociales, no
estamos presos de ningún prejuicio, pues nos sabemos herederos del mejor legado de la Ilustración, que a mi modo de ver es
el espíritu crítico, la conciencia de que nadie tiene toda la verdad, de que la moderación intelectual es el camino que conduce
a la verdad y de que nos respetamos aun cuando no pensemos
lo mismo, como hicieron los ilustrados al alcanzar la dignidad
humana justo a través del respeto a la diversidad.
Estoy convencido de que la ciudad posee una riqueza cultural, histórica, artística y científica que bien merece ser integrada
y ordenada bajo un proyecto colectivo que impulse y logre la
promoción y difusión en el orbe de dichas riquezas y valores, e
incremente la afluencia turística para beneficio de la población.
El fruto del encuentro fue advertir un diagnóstico donde nos
queda claro que un pueblo que se fragmenta y confronta, que
destruye su paisaje, que contamina sus ríos, que destruye su
orgullosa ciudad y que se mantiene en altos índices de marginación, está en inminente riesgo de empobrecerse aún más y de
destruir la base de su sustento.
La ciudad ha vivido una historia y por ello mismo la perspectiva
de las ciencias sociales busca hallar la explicación de su desarrollo.
Luego entonces, Spencer vio al desarrollo social como un proceso evolutivo que, lo mismo que la evolución orgánica, es proceso de crecimiento, de complejidad cada vez mayor, de creciente diferenciación de estructuras y funciones y de una interdependencia cada vez mayor entre las partes diferenciadas.
Comte consideraba al mundo social como un proceso de evolución y progreso con la determinación de las uniformidades
que rigen ese progreso.
Oswald Spengler opina que lo social está expuesto a una serie
interminable de vaivenes, los núcleos sociales aparecen, llegan a
grandes alturas y después desaparecen a la vez que emergen
otros nuevos.
Arnold Toynbee refiere que los pueblos nacen a través de una
respuesta victoriosa a un reto. Crece cuando cada respuesta venturosa a un reto provoca un reto nuevo que, a su vez, encuentra
un respuesta adecuada.
Marx apunta que el avance de la sociedad se realiza mediante conflictos dialécticos, donde una clase subordinada derriba a
la clase gobernante.
Max Weber acota que los cambios sociales se dan en dos vertientes: la teoría cíclica del desarrollo social y la teoría lineal del
desarrollo de la cultura.
Y así, a los padres de la sociología les interesó la tendencia
general de la historia de los pueblos y su significado, buscando
la explicación del desarrollo de los núcleos sociales, y a veces trataron de predecir su futuro en términos de un modelo definido.
22
23
San Cristóbal de Las Casas no sólo es la referencia de una ciudad colonial, sino el punto donde se refresca la conciencia de
nuestra diversidad cultural, la presencia de lo invisible, de lo que
no se escucha, de lo que se resiste a morir. En sus recovecos
resuenan las voces del pasado colectivo recordándonos su
vigencia, su volumen comedido y perentorio como lenguas de
un mismo pueblo por construir unidos.
San Cristóbal de Las Casas es la ventana por donde nos asomamos al presente indígena, a su pluralidad y a la ingente deuda
que la democracia tiene con estos núcleos sociales agraviados y
expoliados de sus derechos.
Esta tierra que alude en su nombre a fray Bartolomé de las
Casas, es un permanente recordatorio de que aún están por
cumplirse muchos compromisos. La ciudad debe renacer en el
horizonte del reencuentro donde todos sus habitantes descifremos su realidad e interpretemos los signos y los símbolos que
conforman sus contextos.
La perenne pregunta de por qué estamos sujetos a la iniquidad, al atraso, a la dependencia, se responde en gran medida por
la razón de que aún no nos incorporamos plenamente al sector
informado y consumidor de productos culturales; sólo nos
queda la cuna de una cultura que se ha ido difuminando en la
noche de los tiempos por la indolencia de actitudes personales e
institucionales. Por ello resulta encomiable el esfuerzo que se
comparte con el sector académico e investigador al materializar
lo que en el encuentro se expresó.
Pensar la ciudad es pensarnos a nosotros mismos, en lo individual y en lo colectivo, imaginarnos en el porvenir, tomar conciencia de nuestro derecho al futuro promisorio.
La memoria está en este libro; son las voces críticas, reflexivas
y propositivas sobre la historia y sus realidades, sus anhelos, sus
compromisos y quehaceres.
Así las cosas, estas memorias del encuentro“La ciudad de San
Cristóbal de Las Casas, a sus 476 años: una mirada desde las
ciencias sociales”nos advierten en los dinteles del siglo XXI, que
los actuales científicos sociales debemos renunciar en gran parte
a la adopción de tipos generales y de causas “últimas” de los
cambios sociales de la ciudad.
No debemos evitar el estudio de la historia en latu sensu, la
investigación de los cambios que se han gestado, no sólo partiendo de sus 476 años de fundada, sino que urge considerar su
presencia anterior como núcleo regional indígena y llegar a
tomar en serio los cambios sociales en momentos como los que
nos tocan vivir en el parteaguas actual.
Fío que los conceptos y los instrumentos contenidos en el
presente trabajo, servirán de sillares para una teoría nueva del
cambio que sea no sólo grande, sino también comprobable y que
al ser sometida a prueba resulte verdadera.
En este tenor, vaya la convocatoria a reflexionar acerca de la
riqueza y tensiones de la situación actual y posible futuro; para
elaborar un programa social que recoja lo mejor de nuestras
potencialidades sustentadas en el análisis de los retos para el
desarrollo de esta tierra, recogiendo el diagnóstico de su situación actual y, sobretodo, avizorando los escenarios posibles, ideales y alternativos para promover un desarrollo fundamentado
en la educación y la cultura desde una perspectiva social, artística, intelectual, económica, turística; todo en plena armonía con
el medio ambiente.
Es enteramente inadmisible adoptar actitudes de integración
ciudadana con visiones localistas y fraccionadas de la realidad.
Cabe cuestionarnos qué tan dispuestos estamos para enfrentar
unidos los retos; cumplir compromisos y conjuntar esfuerzos:
¿Qué proyecto de ciudad tenemos? ¿Qué estamos dispuestos a
hacer? ¿Existen planes y programas sobre planificación urbana y
regional a mediano y largo plazos donde se satisfagan las necesidades humanas y a la vez se frenen y reviertan los procesos de
deterioro de los recursos naturales? ¿Se ha considerado el papel
económico, social, político y cultural de la ciudad en su calidad
de centro rector de la región alteña y del estado mismo?
Se ha dicho que el decurso histórico ha venido consolidando
aspectos que singularizan y definen a la ciudad como un núcleo
social que recibió un fuerte impacto de su pasado prehispánico
24
25
y colonial y desde allí se avizora la perspectiva de una proyección
al futuro como conglomerado.
Al interior del núcleo social sancristobalense se dan gradaciones y particularidades; diferencias entre unos y otros que inciden
en la vida práctica y subjetiva. Empero, a nivel colectivo se comparten rasgos e intereses comunes que se cohesionan a través de
la edificación de representaciones llenas de simbolismo.
Así las cosas, la ciudad se halla conformada por sociedades
acordes al sistema económico y social imperante que genera una
dinámica interna donde se profundiza el mestizaje cultural y
biológico, implicando una reestructuración de los componentes
de la colectividad.
Finalmente, vale aludir el pensamiento de san Alberto Magno
por lo que hace a las tres plenitudes que bien pueden ser adjudicadas al horizonte promisorio de la ciudad: “La del vaso, que
tiene agua y la retiene, no la da; la del canal, que tiene agua y la
hace correr para regar las tierras sedientas; y la de la fuente que
genera agua, la hace correr y permite que llegue, lo mismo al
hombre sediento que a las tierras.”Luego entonces, es compromiso indefectible servir a San Cristóbal de Las Casas como plena
fuente de conocimiento, de formación y, en definitiva, de progreso colectivo.
HISTORIA E HISTORIAS
EL AUTOR
LEOBARDO DE JESÚS CANCINO BERMÚDEZ es originario de San Cristóbal de Las Casas,
estudió la licenciatura en la Escuela de Derecho de la UNACH, tiene estudios de
posgrado y actualmente es profesor en la Facultad de Derecho de la UNACH.
26
27
HISTORIA CRÍTICA DE LOS BARRIOS
DE CIUDAD REAL
Juan Pedro Viqueira
INTRODUCCIÓN
décadas el crecimiento acelerado de San
Cristóbal de Las Casas ha desdibujado en algo la antigua división en barrios, no cabe duda de que ésta sigue jugando un
papel importante en la vida social de la ciudad. La especialización de cada barrio en la producción de ciertas artesanías, que
llamó la atención de varios antropólogos, ha tendido, sin duda,
a desaparecer con la llegada masiva de productos industriales,
con la proliferación de tiendas y con el auge de hoteles y restaurantes en una ciudad que depende cada día más del turismo
para su subsistencia económica. Sin embargo, las fiestas religiosas organizadas por los distintos comités de barrio mantienen su
vigor. A través de los crecidos gastos en cohetes, fuegos artificiales y música de las celebraciones religiosas, no es difícil percibir
la permanente competencia entre barrios por organizar la mejor,
las más concurrida y la más alegre fiesta del año. En las conversaciones de todos los días, se siguen manejando estereotipos
diversos relativos a cada barrio –en El Cerrillo abundan los
borrachos, los de Cuxtitali son cerrados y hostiles hacia los de
fuera, etcétera–. Para los habitantes de San Cristóbal de Las
Casas, la identidad ligada a su barrio de origen sigue teniendo
su importancia. La antropóloga Diana Rus ha narrado la angustia y el dolor de una de sus amigas que tuvo mudarse de su casa
en el barrio de El Cerrillo a otra, distante tan sólo de trescientos
metros, pero ubicada en el barrio de Mexicanos: Esta sancristobalense temía sentirse como extranjera en su nuevo domicilio ya
que no conocía las costumbres del vecino barrio.1
AUNQUE
1
EN LAS ÚLTIMAS
D. Rus, Mujeres
de tierra fría, pp. 16-17.
29
No debe sorprendernos, entonces, que varios investigadores
se hayan interesado en el origen de estos barrios y hayan publicado notables trabajos al respecto.2 Sin embargo, aun en las
mejores de estas indagaciones históricas se han deslizado algunas imprecisiones o incluso afirmaciones poco fundadas, cuando no francamente erróneas.
No carece por lo tanto de interés intentar aquí una apretada
síntesis de lo que se sabe sobre el origen de los primeros barrios,
intentando siempre que sea posible remontarse a las fuentes
históricas originales a las que han acudido los historiadores que
nos han precedido y añadiendo la información de varios documentos coloniales que no habían sido trabajados, con el fin de
sustentar con más transparencia y rigor –y en algunos casos
corregir– las afirmaciones que se han hecho sobre los orígenes
históricos de los primeros barrios de Ciudad Real, ahora San
Cristóbal de Las Casas.
Pero antes, conviene recordar brevemente la historia de la
fundación de esta ciudad.
CONQUISTA Y FUNDACIÓN DE VILLA REAL
Los primeros conquistadores españoles que llegaron al Valle de
Jovel, el 29 de marzo de 1524, provenían de la villa de Espíritu
Santo (ahora Coatzacoalcos) y estaban bajo el mando de Luis
Marín.3 Unos días antes habían derrotado a los temidos y poderosos chiapanecas, después de lo cual los indios principales de
varios señoríos –Zinacantán, Chamula, Huixtán, Copanaguastla
y Pinola– habían acudido a Chiapa en son de paz a dar obediencia al rey de España. Sin embargo, tras sufrir los primeros abusos de los conquistadores, los chamulas y los huixtecos se habían
sublevado. Para poner fin a este alzamiento, los conquistadores,
guiados por los zinacantecos, penetraron en el Valle de Jovel y
sentaron sus reales en el mismo sitio en el que años más tarde
se levantaría Ciudad Real, ahora San Cristóbal de Las Casas. A
pesar de que los españoles lograron vencer a los chamulas y a
los huixtecos después de dos arduas batallas, optaron por regresar a Coatzacoalcos, tomando en cuenta que resultaba muy difícil para ellos sujetar a una población india tan numerosa y que
podía, en cualquier momento, volver a refugiarse en sus fortalezas y peñones, inaccesibles para la caballería española.4
A pesar de este repliegue estratégico, los indios de Chiapas
parecen haber abandonado, por lo menos momentáneamente, su
actitud belicosa contra los españoles. Así, varios comerciantes hispanos empezaron a transitar por el valle del Río Grande de Chiapa
para ir de Nueva España a Guatemala.5 Los conquistadores de
Espíritu Santo acudían de cuando en cuando a cobrar tributos a los
indios y a proveerse de esclavos, recurriendo a menudo a métodos
violentos, en una extensa área que incluía los pueblos de
Ostuacán, Quechula, Tapalapa, Solistahuacán, Zinacantán y Tila.6
En el año 1527, otros grupos de españoles se interesaron en el
territorio que más adelante habría de conformar la alcaldía
mayor de Chiapas. Ese año Pedro de Alvarado, que había viajado a España a defender sus intereses, consiguió que el rey lo
hiciera gobernador de “la dicha tierra y provincia de Guatemala
que son la ciudad de Guatemala que se dice ahora de Santiago,
con la tierra de Chiapa y de Zinacantán y Tecpan Puyumatlán y
de Acalá y de Cuxtepeques con las a ellas anexo pertenecientes”.7 Aunque esta concesión real no fue conocida en América
4
Citemos entre otros a A. Aubry, San Cristóbal de Las Casas; E. Flores Ruiz,
Investigaciones históricas sobre Chiapas y Libro de oro de San Cristóbal de Las Casas; y
J. de Vos, San Cristóbal, Ciudad Colonial.
3
D. Godoy,“Relación hecha por… a Hernando Cortés”, p. 465.
B. Díaz del Castillo, Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, cap. CLXVI,
pp. 425-427; y D. Godoy,“Relación hecha por… a Hernando Cortés”, pp. 465-466.
5
G. Lenkersdorf, Génesis histórica de Chiapas, pp. 98-99.
6
J. de Vos, Los enredos de Remesal, pp. 100-101 y 197 y G. Lenkersdorf, Génesis histórica de Chiapas, p. 178.
7
Ibid, p. 148. Según la autora Tecpán Puyumatlán podría haber estado asentado en
el valle de Ocosingo. Acalá se encontraba en la región conocida hoy en día como
Marqués de Comillas en la Selva Lacandona: Ibid, pp. 108-112.
30
31
2
sino varios años después, Jorge de Alvarado, teniente de gobernador de Guatemala, envió a fines de ese año a don Pedro de
Portocarrero a conquistar y poblar el oriente del valle del Río
Grande de Chiapa y del Macizo Central que escapaban al dominio de Coatzacoalcos. En poco tiempo Pedro de Portocarrero
fundó, cerca de Comitán, la villa de San Cristóbal de Los Llanos
y sometió un vasto territorio, que se extendía por lo menos hasta
Tenango y Ostuta, y en el que quedaban incluidos los pueblos de
Huixtán, Macuilocotlán (cerca del actual Teopisca) y tal vez también Copanaguastla.8
Por otra parte, también en 1527, en México-Tenochtitlán, el
tesorero Alonso de Estrada, máxima autoridad política de la
Nueva España en ese momento, ordenó la fundación de una
ciudad española en Chiapas para limitar el poder de sus enemigos los conquistadores viejos de Espíritu Santo.9
Para cumplir con ese objetivo, el tesorero envió a su primo
Diego de Mazariegos al frente de una tropa compuesta por
españoles y auxiliares indios, con el título de capitán y teniente
de gobernador. Mazariegos hizo su entrada a Chiapas, viniendo
del Istmo de Tehuantepec, en febrero de 1528. Los zinacantecos
lo recibieron en Jiquipilas y lo acompañaron hasta Chiapa en
donde los españoles fundaron la Villa Real de Chiapa en los primeros días del mes de marzo. Fue ahí donde Mazariegos se
enteró de la presencia de las tropas de don Pedro de
Portocarrero.10
Después de una primera entrevista entre los jefes rivales que
tuvo lugar en Huixtán y en la que acordaron pedir a México que
resolviera quién debía poblar la región, Mazariegos decidió trasladar, al Valle de Jovel, la Villa Real que acababa de fundar junto
a Chiapa, con el fin de estar en mejores condiciones de disputar
el control de la región a su rival venido de Guatemala.11 El traslado se llevó a cabo el 31 de marzo.12
Gracias al decidido apoyo que recibió desde México por parte
de Alonso de Estrada, Mazariegos logró que Portocarrero regresara a Guatemala y despoblara la villa de San Cristóbal de Los
Llanos. A cambio de lo cual, accedió a que algunos de sus hombres venidos de Guatemala se uniesen a sus tropas.13 Así, en el
mes de agosto, tras el regreso de Portocarrero a Guatemala,
Mazariegos repartió solares en la Villa Real entre sus hombres y
entre algunos soldados que habían venido con su infortunado
rival y que habían decidido quedarse a vivir en la región.14
La presencia permanente de población española en Chiapas
no supuso el fin de la resistencia india. Por el contrario, en cuanto Mazariegos repartió los pueblos entre los vecinos de la nueva
villa, se produjo un alzamiento generalizado. Muchos pueblos se
negaron a pagar los tributos y a prestar los servicios personales
que se les habían impuesto. Sus habitantes se refugiaron en
lugares de difícil acceso y resistieron con las armas en la mano
los ataques de los conquistadores. Sólo después de varios años
15
de lucha los españoles lograrían pacificar realmente la región.
En 1529, Diego de Mazariegos fue sustituido en su cargo por
Juan Enríquez de Guzmán. Este gobernante, que había sido
nombrado por la primera audiencia de México, para desmarcarse de su antecesor, procedió a rebautizar el asentamiento espa-
G. Lenkersdorf,“La conquista del sureste de Chiapas”y Génesis histórica de Chiapas,
pp. 151-164.
9
M. H. Ruz, Los linderos del agua, p. 16.
10
J. de Vos, Los enredos de Remesal, pp. 90-103 y 195-199 y G. Lenkersdorf, Génesis histórica de Chiapas, pp. 170-178. Los autores discrepan sobre si Mazariegos fundó la
villa antes de saber de la existencia del grupo de Portocarrero o si lo hizo después.
11
Ibid, pp. 183-186. J. de Vos, Los enredos de Remesal, pp. 124-129 y 198-200, piensa que
Mazariegos tomó la decisión de trasladar Villa Real al Valle de Jovel antes de la
entrevista que tuvo con Portocarrero, aunque el traslado mismo se efectuó después
de dicha entrevista.
12
Fr. A. Remesal, Historia general de las Indias Occidentales…, libro V, cap. XIV, vol. I,
pp. 414-419.
13
J. de Vos, Los enredos de Remesal, pp. 112-121 y G. Lenkersdorf, Génesis histórica de
Chiapas, p. 191.
14
Fr. A. Remesal, Historia general de las Indias Occidentales…, libro V, cap. XIV, vol. I,
pp. 418-419; J. de Vos, Los enredos de Remesal, pp. 131-132 y 201-203; y G. Lenkersdorf,
Génesis histórica de Chiapas, pp. 190-196.
15
Ibid, pp. 203-210.
32
33
8
ñol del Valle de Jovel, dándole el nombre de Villaviciosa, en
recuerdo de su ciudad natal.16
En 1531, Pedro de Alvarado logró hacer valer sus derechos
sobre Chiapas y administró esta provincia a través de un teniente de gobernador. En recuerdo a la efímera villa fundada por
Pedro de Portocarrero en las inmediaciones de Comitán, el asentamiento del Valle de Jovel recibió un nuevo nombre, el de San
Cristóbal de Los Llanos de Chiapa. Finalmente, tomó el de
Ciudad Real, el 7 de julio de 1536, en virtud de una real cédula del
emperador Carlos V.17
La decisión de trasladar y dejar la ciudad española, sede de los
poderes civiles y eclesiásticos de Chiapas, en el Valle de Jovel
afectó de manera importante los equilibrios regionales que habían existido en los tiempos prehispánicos. Antes de la llegada
de los españoles, la Depresión Central ocupaba una posición
privilegiada en el conjunto regional. Ahí se encontraban los
principales asentamientos humanos –Chiapa y Copanaguastla–.
Sus fértiles tierras irrigadas por el río Grijalva le permitían mantener una numerosa población y el camino que unía Los Altos
de Guatemala con las llanuras costeras del Golfo de México y
con el Altiplano Central cruzaba a todo su largo. Los Altos de
Chiapas, en cambio, parecen haber jugado en aquel entonces un
papel marginal. Poco poblados y carentes de tierras de calidad,
gravitaban en torno a la Depresión Central o a las llanuras costeras tabasqueñas.18
Parecía lógico, pues, que los españoles hubiesen asentado su
capital en algún sitio de la Depresión Central. El hecho de fundar originalmente la Villa Real en las inmediaciones de Chiapa
16
D. Juarros, Compendio de la historia del reino de Guatemala. 1500-1800, tratado I, cap.
II, p. 14; y J. de Vos, San Cristóbal, Ciudad colonial, p. 69.
17
D. Juarros, Compendio de la historia del reino de Guatemala. 1500-1800, tratado I, cap.
II, p. 14; y J. de Vos, San Cristóbal, Ciudad colonial, p. 69.
18
R. M. Adams,“Patrones de cambio de la organización territorial”; D. F. McVicker,
“Cambio cultural y ecología en el Chiapas central prehispánico”; T. A. Lee, “La
arqueología de Los Altos de Chiapas”, y E. E. Calnek,“Highland Chiapas Before The
Spanish Conquest”.
34
era una decisión muy racional, que además continuaba la práctica habitual de los conquistadores de erigir sus ciudades en los
principales centros de poder prehispánicos.
Sin embargo, la ambición de Diego de Mazariegos por ocupar
un mayor territorio, la belleza del Valle de Jovel y su clima templado –tan grato a los españoles tras los agobiantes calores de
Chiapa en temporada de secas– motivaron el traslado de Villa
Real a Los Altos de Chiapas. Los conquistadores no lograron
percatarse de los serios inconvenientes que tenía el nuevo sitio,
tales como la poca fertilidad de sus tierras, la ausencia de productos agrícolas de alto valor comercial (como el cacao o el algodón), su alejamiento de las principales rutas de comercio y de los
grandes centros de población india y, finalmente, las inundaciones que asolaban periódicamente el valle.19
Esto explica que Chiapa, que contaba con buenas tierras,
cómodos caminos y abundante población, siguiera siendo el
principal centro económico de la alcaldía mayor, al menos durante los dos primeros siglos del periodo colonial. En cambio,
Ciudad Real estuvo condenada desde un principio a ser una ciudad parásita que habría de vivir de despojar a los indios parte de
su producción, sin ofrecerles nada a cambio, y de utilizar su
poder político y religioso para imponer sus reglas de juego a las
otras regiones, sustrayéndoles en provecho propio parte de sus
riquezas.
De hecho, la presencia de esta ciudad española en Los Altos
provocó una mortandad entre los indios de la región todavía
mayor que en otras áreas de Chiapas. En efecto, Ciudad Real
requirió de grandes cantidades de trabajadores indios para la
construcción y el mantenimiento de sus iglesias, conventos, edificios públicos y acueducto, trabajadores que provenían de los
pueblos vecinos, principalmente de aquellos que formaban parte
19
Véase, al respecto, el acertado diagnóstico de Fr. A. Remesal, Historia general de las
Indias Occidentales…, libro VII, cap. XVI, vol. II, pp. 86-88, sobre las causas del estancamiento de Ciudad Real, y las observaciones de J. de Vos, Los enredos de Remesal, pp.
128-129.
35
de la provincia de Coronas y Chinampas. Además, a lo largo de
todo el periodo colonial, estos pueblos tuvieron que proporcionar periódicamente peones, zacateros y molenderas para el servicio de los vecinos más connotados de la ciudad. Todo ello favoreció las hambrunas y epidemias que diezmaron los pueblos
indios cercanos a Ciudad Real.
LOS BARRIOS DE CIUDAD REAL
Junto con la traza española se fundaron, en 1528, al noroeste de
ésta, los barrios de Mexicanos y Tlaxcala –a veces considerados
como un solo barrio– en el que se asentaron varios de los indios
mexicas, tlaxcaltecas y tal vez también de otras regiones de
Mesoamérica central que habían venido como auxiliares de las
tropas españolas, tanto la de Mazariegos, como la de Portocarrero.20 En 1529, el Cabildo solicitó que de “la tierra de
20
En H. López Sánchez, Apuntes históricos de San Cristóbal de Las Casas, vol. I, pp. 7071, 82-84, 88-89 y 142, se reproducen algunos fragmentos de declaraciones realizadas
en las décadas de 1560, 1570 y 1600 por indios mexicanos y tlaxcaltecas que habían
México” se trajeran hasta 200 indios con sus mujeres para que
poblasen la villa recién fundada, aunque se ignora qué suerte
corrió esta petición.21
En 1549, el juez real, Gonzalo Hidalgo de Montemayor, basándose en las Leyes Nuevas, ordenó la liberación de todos los
indios esclavos que poseían los vecinos españoles de Ciudad
Real. Algunos de estos indios manumisos regresaron a sus lugares de origen, pero otros prefirieron quedarse en Ciudad Real y
fundar el barrio de El Cerrillo (originalmente denominado de
Santo Domingo Chichiltictali), al norte de la traza española, en
una pequeña loma, a espaldas del convento de los frailes predicadores, quienes en un principio los resguardaron de los abusos
de los españoles.22 En 1555, los dominicos pidieron que se
ampliara el sitio que les había sido asignado a estos indios hasta
las orillas del río Amarillo, pero el Cabildo de Ciudad Real rechazó esta solicitud.23 Durante casi todo el periodo colonial este
barrio, al igual que los de Mexicanos y Tlaxcala, estuvo administrado por los frailes predicadores.
Al oeste del Valle de Jovel, a unos cinco kilómetros de Ciudad
Real, se creó el pueblo de San Felipe Ecatepec. Es probable que
participado en la conquista de Chiapas y que residían en Ciudad Real.
Por alguna razón desconocida, poco después de la fundación de Ciudad Real, los
vecinos españoles quemaron las casas de los indios auxiliares para que se “fuesen y
despoblasen la tierra”, pero Francisco de Montejo les dio tierras de su propiedad
para que las poblasen e hiciesen sus labranzas: J. de Vos, Vivir en frontera, p. 202.
Por lo general, se piensa que sólo con las tropas de Mazariegos venían indios de
Mesoamérica central, pero en una probanza de 1573 (AGI, Contaduría, 4802), publicada
parcialmente en Tlaxcala. Textos de su historia, vol. 6, pp. 513-526, queda claramente
asentado que algunos de los indios “mexicanos y tlaxcaltecas y mixtecas y de Cholula
y de las demás naciones que dice la pregunta” que participaron en la conquista de
Guatemala fueron luego a la de Chiapas, acompañando las tropas de Pedro de Portocarrero, y que algunos de ellos, incluso, se quedaron a vivir en Ciudad Real (Véanse,
en especial, las pp. 523-524).
Además en 1543 se expidió una real cédula “para que no paguen tributo los indios
mexicanos, tlaxcaltecas y xochimilcas que ayudaron en la conquista de Guatemala y
Nicaragua”, que incluía a los indios de los barrios de Ciudad Real: L. Reyes García,
“Movimientos demográficos en la población indígena de Chiapas durante la época
colonial”, p. 31.
La mención a los indios xochimilcas es especialmente importante porque Pedro de
Alvarado, a cuyo mando estaba Pedro de Portocarrero, fue encomendero de Xochi-
milco a partir del año 1522: J. M. Pérez Zevallos, “El gobierno indígena colonial en
Xochimilco”, p. 450.
Todavía en 1719, los indios de los barrios de Mexicanos y Tlaxcala explicaban que
el tributo“que se paga en el dicho su barrio sólo es el servicio del tostón por ser descendientes de conquistadores”: AGI, Escribanía, 356 A, exp. 1 (1), ff. 214v-215. Declaración de los indios del barrio de Mexicanos y Tlaxcaltecas. Ciudad Real, 24 de
noviembre 1719.
21
Fr. A. Remesal, Historia general de las Indias Occidentales…, libro V, cap. XVII, vol. I,
pp. 431-432. M. I. Nájera Coronado, La formación de la oligarquía criolla en Ciudad Real
de Chiapa, pp. 24-25, da como fecha del viaje de Francisco Ortés y Andrés de Tovilla
como procuradores a la ciudad de México para solicitar entre otras cosas la venida
de los 200 indios el año 1529.
22
Fr. A. Remesal, Historia general de las Indias Occidentales…, libro VIII, cap. XXIII, vol.
II, p. 236; y Fr. F. Ximénez, Historia de la provincia de San Vicente de Chiapa y
Guatemala… (1977), libro II, cap. LXXIV, p. 512.
El nombre original de El Cerrillo aparece en L. Reyes García, “Movimientos
demográficos en la población indígena de Chiapas durante la época colonial”, p. 31.
23
Fr. A. Remesal, Historia general de las Indias Occidentales…, libro IX, cap. I, vol. II,
pp. 265-266.
36
37
este asentamiento fuese resultado de la política de congregaciones puesta en marcha por los dominicos a partir de fines de la
década de 1540 y que en él se haya juntado a los indios tzotziles
que poblaban el valle.24 En 1577, a la llegada de los frailes franciscanos, el obispo fray Pedro de Feria les dio este pueblo para que
lo administraran. En un principio los indios de San Felipe, seguramente azuzados por los dominicos, se opusieron a este cambio, aunque finalmente terminaron por aceptar la tutela religiosa de la Orden de San Francisco.25 Por este pueblo pasaba el
camino que comunicaba Ciudad Real con las Barrancas y
Lomeríos de Acala, región que proporcionaba una parte importante del maíz que consumía la capital de la alcaldía mayor. Este
hecho, y sobre todo la importancia del tráfico comercial de la
cercana Ciudad Real, propiciaron que San Felipe se especializara en proporcionar mulas, arrieros y tamemes a los viajeros y a
los mercaderes.26
Los frailes franciscanos también quedaron a cargo, en 1577, de
dos barrios –que a partir del siglo XVII serían conocidos con los
nombres de San Antonio y San Diego– en los que vivían “unos
pocos indios mexicanos de los que fueron con los españoles
cuando la conquista” y que se encontraban al sur de la ciudad
española.27 Lo curioso del caso es que a pesar de que los docu-
mentos de la época reiteran que sus habitantes eran “mexicanos”, es decir originarios de México-Tenochtitlán –o por lo
menos, hablantes de náhuatl–, en un principio el barrio de San
Antonio se denominó “Mixtecos” y el otro, San Diego, tras ser
conocido como “Molino”, recibía en 1611 el apelativo de
“Utatán”, que es el nombre nahua tanto de un pueblo de la
cuenca del Balsas como el de la ciudad de Gumarcaaj, rebautizada como Santa Cruz del Quiché por los españoles.28
Existen varios testimonios de que en el momento de la fundación de Villa Real en
había indios que vivían y tenían sus siembras en el Valle: H. López Sánchez,
Apuntes históricos de San Cristóbal de Las Casas, vol. I, pp. 230-231. Cuando los dominicos erigieron su convento a orillas de Ciudad Real en el año 1547, consideraron
que la principal virtud del sitio elegido era que “está en comarca de los indios del
valle, y así finalmente acuden todos allí a misa”: Fr. F. Ximénez, Historia de la provincia de San Vicente de Chiapa y Guatemala… (1977), libro II, cap. LXIII, pp. 460.
25
M. H. Ruz, Chiapas colonial: Dos esbozos documentales, p. 42.
26
Véase, por ejemplo, AGI, Escribanía, 349 C, exp. 1 (4), ff. 218-219. Declaración del
pueblo de San Felipe. Ciudad Real, 1º de noviembre de 1691; y Guatemala, 294, exp.
23, ff. 223v-230. Carta [de Pedro Gutiérrez a Toribio de Cosío]. Ciudad real, 16 de
diciembre 1712; y 390, exp. 3, ff. 45v-46. [Real cédula al fiscal de la audiencia de
Guatemala]. ¿Puerto de Santa María?, 27 de septiembre 1729.
27
La cita está tomada de A. de Ciudad Real, Tratado curioso y docto…, vol II, cap. LXII,
p. 40. Fray Pedro de Feria escribió al rey diciendo que había dado a los franciscanos
“dos barrios de indios mexicanos de esta ciudad”: M. H. Ruz, Chiapas colonial: Dos
esbozos documentales, p. 42.
En 1719, los naturales de estos dos barrios tributaban tan sólo el tostón real al
igual que los de Mexicanos y Tlaxcala, lo que hace suponer que ellos también eran
descendientes de conquistadores, aunque en esa ocasión no lo hubiesen dicho en
forma explícita: AGI, Escribanía, 356 A, exp. 1 (1), ff. 211-213v. Declaración de los
indios del barrio de San Diego, extramuros de esta ciudad. Ciudad Real, 24 de
noviembre 1719; y ff. 213v-214v. Declaración de los indios del barrio de San Antonio,
extramuros de esta ciudad. Ciudad Real, 24 de noviembre 1719.
E. Flores Ruiz, Investigaciones históricas sobre Chiapas, pp. 140-141, afirma que
existen unos libros de cofradías de 1560 y 1584 de los barrios de San Diego y San
Antonio que tenían una capilla en el templo de San Francisco.
28
AGI, Guatemala, 161, exp. 13 (2), 2 ff. Memoria de los pueblos y beneficios que hay
en el obispado de Chiapas y lo que tienen los clérigos y frailes; y México, 3102, exp.
1, ff. 40-47. [Informe de don Fructus Gómez, deán de la catedral de Chiapas]. Ciudad
Real, 1 de octubre 1611.
E. Flores Ruiz, Libro de oro de San Cristóbal de Las Casas, p. 20, sin citar fuentes
afirma que colonias zapotecas y mixtecas conformaban respectivamente los barrios
del Molino (San Diego) y de San Antonio. Es posible que el autor haya llegado a
esa conclusión por el nombre de Mixtecos dado originalmente a San Antonio y por
el hecho de que en el año 1638, un indígena zapoteca nacido en el barrio de San
Diego donó el cerro del Gato y el terreno adyacente para fundar la iglesia del barrio:
E. Flores Ruiz, Libro de oro de San Cristóbal de Las Casas, p. 53. De ser estos los únicos testimonios con los que contaba, sus afirmaciones resultarían bastante endebles
ante el hecho de que en varias fuentes confiables del siglo XVI (AGI, Justicia, 966.
Relación del obispo de Chiapas, don fray Pedro de Feria, sobre lo que ha hecho con
los religiosos de San Francisco que vinieron a poblar a la dicha ciudad [en el] año
de [15]77. Chiapa, 26 de enero de 1579 –citada en M. H. Ruz, Chiapas colonial: Dos esbozos documentales, p. 42–; y A. de Ciudad Real, Tratado curioso y docto…, vol II, cap.
LXII, p. 40), se afirma que estos dos barrios estaban poblados por indios mexicanos.
Parece lógico que San Antonio haya sido fundado originalmente por mixtecos –de
ahí su nombre original de Mixtecos–, pero el grupo de los primeros poblados parece haberse fundido rápidamente con los hablantes de náhuatl de los demás barrios
de Ciudad Real.
38
39
24
1528,
El último barrio de Ciudad Real en haber surgido en el siglo
parece ser el de Cuxtitali, que estaba asentado en las faldas
de unos cerros, al noreste de la traza española, un poco más retirado de ésta que los demás barrios.29 Una tradición local atribuye su fundación a unos indios quichés llegados de Guatemala.
De hecho, en un documento de 1799, Cuxtitali aparece mencionado con el nombre de “barrio de quichés”.30 Algunos historiadores han aventurado la hipótesis de que sus habitantes
habrían llegado al Valle de Jovel con las tropas de Pedro de
Portocarrero, pero ahora sabemos a ciencia cierta que no descendían de los indios auxiliares que acompañaban a los conquistadores. Además, dado que la fundación del barrio es bastante
tardía, todo hace suponer que se trató de una migración muy
posterior a la fundación de la ciudad.31 Los indios de Cuxtitali se
dedicaban al comercio, en particular al de cerdos y al de sus derivados, como la manteca, entre Ciudad Real y los pueblos de Los
Zendales.32 Su administración religiosa quedó a cargo de la
orden dominica hasta la segunda mitad del siglo XVIII.
A pesar de que se ha afirmado repetidamente que entre los
indios del Valle de Jovel se hablaba una gran variedad de lenguas
indias –náhuatl en Mexicanos y Tlaxcala, diversas lenguas de
Chiapas en El Cerrillo, tzotzil en San Felipe, mixteco en San
Antonio, zapoteco en San Diego y quiché en Cuxtitali–, las fuentes primarias del siglo XVI a las que hemos tenido acceso mencionan exclusivamente el náhuatl y el tzotzil.33 Ello no quiere
decir que la ciudad no atrajese en forma temporal o definitiva a
un buen número de indios hablantes de otras lenguas prove-
Sobre el Utlatlán de la cuenca del río Balsas, véase P. Gerhard, Geografía histórica de la Nueva España, pp. 300-301. Sobre Utatlán-Gumarcaaj-Santa Cruz del
Quiché: J. Piel, Sajcabajá, pp. 29-35.
29
En 1599, al medirse las tierras de la finca El Molino de los dominicos, se hace referencia a un barrio denominado “Suchimlico” –nombre que muy probablemente
haya que leer como Xochimilco– que se encontraba junto al barrio de Tlaxcala: “De
la Villarreal a la ciudad de San Cristóbal de Las Casas”, p. 16. Sin embargo ninguna
otra fuente, ni siquiera las relaciones de pueblos de 1595 y 1611 hacen mención de
este barrio.
Resulta lógico suponer que este barrio estaba poblado por indios xochimilcas
que llegaron como tropas auxiliares de las huestes de Pedro de Portocarrero, ya que
Xochimilco era encomienda de Pedro de Alvarado.
E. Flores Ruiz, Investigaciones históricas sobre Chiapas, pp. 140-141, basándose
seguramente en este mismo documento, habla de la existencia de indios viviendo
en tierras de Sintantepec –actualmente Cerro de la Fuente u Ojo de Agua– cerca del
molino de Santo Domingo, pero sin mencionar el nombre de “Suchimlico”.
30
Universidad de Tulane, Colección Latinoamericana, Chiapas, caja 2, carpeta 1, ff.
15-17. Agradezco a la Dra. Dorothy Tanck de Estrada el haberme proporcionado una
copia mecanuscrita con la información que contiene este documento, cuyos datos
resumidos aparecen en su libro Pueblos de indios y educación en el México colonial,
1750-1821, pp. 281-284.
31
J. de Vos, Vivir en frontera, p. 81, avanza la hipótesis de que podría tratarse de indios
venidos con las tropas de Pedro de Portocarrero. Sin embargo, esto resulta muy
poco probable ya que los indios de Cuxtitali eran los únicos, junto con los de El
Cerrillo, que además del medio tostón tenían que entregar como parte del tributo
algunas fanegas de maíz (AGI, Guatemala, 312, exp. 12, ff. 175-177v. Remate de los tri-
butos del año 1692. Ciudad Real, 9 de marzo, 1693; y exp. 13, ff. 33-41. [Auto de Felipe
de Lugo]. Ciudad Real, 27 de febrero 1721), señal inequívoca de que no eran indios
descendientes de los auxiliares de los conquistadores.
Además, los macehuales de Cuxtitali pagaban cada uno de ellos 7 reales de tributo, cosa que tampoco hacían los descendientes de “indios conquistadores”: AGI,
Escribanía, 356 A, exp. 1 (1), ff. 216v-217v. Declaración de los indios del barrio de San
Sebastián Custistán [Cuxtitali] de esta ciudad. Ciudad Real, 24 de noviembre, 1719.
32
AGI, Guatemala, 221, exp. 1, ff. 13-16v. 3er. Capítulo: Negociaciones.
En 1712, un indio de Cuxtitali fue hecho prisionero por los rebeldes de Cancuc después de haber comprado cerdos y manteca en Chilón y Yajalón “para traer a vender
a esta ciudad que es en lo que se ejercitan todos los naturales de su barrio”: AGI,
Guatemala, 296, exp. 9, ff. 112v-116v. Declaración de Diego de Santi Esteban de 24
años. Ciudad Real, 16 de septiembre, 1712.
33
Además de las citadas anteriormente, véase, Fr. F. Ximénez, Historia de la provincia de San Vicente de Chiapa y Guatemala… (1977), libro II, cap. XL, p. 362; cap. XLII, p.
368; y cap. LXIV, pp. 463-464.
El origen de la afirmación de que en Ciudad Real se hablaban muchas lenguas
parece ser los trabajos de E. Flores Ruiz, Investigaciones históricas sobre Chiapas, pp.
86, 140-141 y 201; y Libro de oro de San Cristóbal de Las Casas, pp. 20 y 53. Monseñor
Flores estuvo durante muchos años a cargo del Archivo Histórico Diocesano de San
Cristóbal de Las Casas, de tal forma que tenía acceso a una gran masa de documentos originales, pero en sus trabajos por lo general nunca citaba sus fuentes. Además,
en varias ocasiones, cambió de parecer en cuanto al orden y a las fechas de fundación de los barrios de Ciudad Real.
Esta afirmación ha sido retomada por A. Aubry, San Cristóbal de Las Casas, pp.
24; y J. de Vos, Vivir en frontera, pp. 81 y 103, nota 4.
40
41
XVI
nientes del resto de la alcaldía mayor o de otros lugares más o
menos distantes de Mesoamérica. De lo que estamos seguros es
de que, con el tiempo, el náhuatl y el castellano llegaron a ser las
lenguas predominantes entre los indios de los seis barrios extramuros de la ciudad, mientras que los naturales de San Felipe
siguieron hablando el tzotzil, hasta fechas muy recientes.34
Todos los indios del Valle de Jovel se veían compelidos a trabajar en las obras públicas de Ciudad Real, tales como la constante reparación del acueducto que surtía de agua a la urbe, y en
las labores de los españoles.35 Además tenían que servir en sus
casas como molenderas, leñateros y zacateros por el irrisorio
salario de tres reales a la semana, los hombres, y ocho reales al
mes, las mujeres.36 Finalmente, también, tenían que proporcionar avío a los viandantes.37
Los barrios extramuros, al igual que el pueblo de San Felipe,
gozaban de un cierto margen de autonomía frente a las autoridades españolas de Ciudad Real ya que cada uno tenía su propio Cabildo –formado por alcaldes y regidores y en ocasiones
también por un gobernador– que impartía justicia en los conflictos internos de poca monta.38
En algún momento que no hemos logrado precisar, pero que
podría ser finales del siglo XVII o principios del XVIII, la traza
española se extendió hacia el oeste hasta llegar al convento de
los mercedarios, dando lugar al barrio de La Merced –a veces
denominado simplemente “El Barrio”– que formaba parte del
curato de la catedral, atendido por seculares.39 El Barrio estuvo
poblado principalmente por sirvientes indios, mestizos y mulatos que trabajaban para los españoles del centro, o “Recinto”, de
la ciudad.40 Este barrio habría de ser el último de los fundados en
el periodo colonial.
M. García Vargas y Rivera, Relaciones de los pueblos del obispado de Chiapas, p. 13.
AGI, Escribanía, 369 B, exp. 1, ff. 157-158. [Certificación del pueblo de San Felipe y
los barrios de San Diego y San Antonio]. San Felipe, 5 de octubre 1715; y exp. 4, ff.
1-2. Auto [de Pedro Gutiérrez]. Ciudad Real, 25 de noviembre 1716; y Guatemala, 294,
exp. 23, ff. 597-607. Ordenanza sobre varios puntos para el buen gobierno de los
indios de la provincia de Chiapas. Ciudad Real, 15 de marzo, 1713; y J. de Vos, Vivir
en frontera, p. 235.
36
AGI, Escribanía, 369 B, exp. 1, ff. 34v-44. Carta [de Pedro Gutiérrez a Toribio de
Cosío]. Ciudad Real, 6 de julio, 1716.
En 1580, el salario de los indios parece haber sido ligeramente superior: cuatro
reales a la semana, véase J. de Vos, Vivir en frontera, p. 213.
37
AGI, Escribanía, 369 C, exp. 8, 154 ff.
38
M. García Vargas y Rivera, Relaciones de los pueblos del obispado de Chiapas, p. 13.
En AGI, Escribanía, 356 A, exp. 1 (1), ff. 211-213v. Declaración de los indios del barrio
de San Diego, extramuros de esta ciudad. Ciudad Real, 24 de noviembre 1719; ff. 213v214v. Declaración de los indios del barrio de San Antonio, extramuros de esta ciudad.
Ciudad Real, 24 de noviembre 1719; ff. 214v-215. Declaración de los indios del barrio
de Mexicanos y Tlaxcaltecas. Ciudad Real, 24 de noviembre 1719; ff. 215v-216v.
Declaración de los indios de El Cerrillo de esta ciudad. Ciudad Real, 24 de noviembre 1719; ff. 216v-217v. Declaración de los indios del barrio de San Sebastián Custistán
[Cuxtitali] de esta ciudad. Ciudad Real, 24 de noviembre 1719, se dan los nombres de
aquellos indios que fueron alcaldes y regidores en los años de 1712 a 1718.
En 1576, los indios de El Cerrillo protestaron ante la Audiencia de Guatemala por
la intervención del Cabildo de Ciudad Real en los asuntos internos del barrio: J. de
Vos, Vivir en frontera, p. 212.
39
En una probanza de 1571, se hace también referencia a El Barrio, pero es muy probable que se trate en este caso del barrio de Mexicanos y Tlaxcala: H. López
Sánchez, Apuntes históricos de San Cristóbal de Las Casas, vol. I, p 88.
En 1712, el obispo Juan Bautista Álvarez de Toledo adquirió unas casas de techo
de teja en la calle de La Merced para construir una casa de recogidas, para “mujeres de mal vivir”, lo que hace suponer que para esas fechas la zona ya estaba urbanizada: AGI, Guatemala, 363, exp. 1 (3a), 2 ff. [Carta del obispo Álvarez de Toledo al
rey]. Ciudad Real, 13 de junio 1712; y exp. 1 (3b), 2 ff. [Testimonio de la fundación de
la casa de recogidas]. Ciudad Real, 10 de junio, 1712.
En 1748, ya existía la ermita de El Calvario que se encuentra en el barrio de La
Merced: E. Flores Ruiz,“Secuela parroquial de Chiapas”, p. 22.
En 1774, M. García Vargas y Rivera, Relaciones de los pueblos del obispado de
Chiapas, p. 13, menciona la existencia de “El Barrio”.
En 1805, ya se menciona por su nombre al barrio de La Merced: AHDSC, exp. 10,
ff. 12v-13. [Nombramiento del intérprete]. Ciudad Real, 22 de diciembre 1805.
40
En 1774, M. García Vargas y Rivera, Relaciones de los pueblos del obispado de Chiapas,
p. 13, dice que el curato de la catedral –que no incluía a los seis barrios de indios–
tenía 1,877 personas.“Entre ellas hay como 60 de la nación española, entre solteros
y casados entrando en éstos los pocos que son de distinción y los más mestizos,
indios y mulatos avecindados en El Barrio”. Véase también J. de Vos, San Cristóbal,
Ciudad colonial, p. 25.
42
43
34
35
REFLEXIONES FINALES
Aunque se ha insistido a menudo en el carácter dual que tuvo
Ciudad Real durante el periodo colonial, lo cierto es que por lo
menos desde 1611 las castas –mestizos, pardos, negros y mulatos– parecen constituir la mayoría de la población.41
Este hecho demuestra en forma fehaciente los límites del proyecto urbanístico original de Ciudad Real, a través del cual se
pretendía mantener una rígida separación espacial entre los
españoles, a quienes estaba reservado el centro (traza o recinto)
de la ciudad, y los indios, que debían quedar confinados en alguno de los barrios extramuros, según su origen o lugar de procedencia. Este modelo social, que se quiso plasmar en el diseño de
gran parte de los centros de población española en América,
mostró rápidamente su ineficacia en Ciudad Real,42 al igual que
en muchos otros lugares del Imperio.43 Para empezar, los primeros colonos españoles trajeron consigo algunos esclavos negros,
cuya simple presencia minaba el modelo dual inicial.44 Por otra
parte, un buen número de sirvientes indios vivía en las casas de
41
En AGI, México, 3102, exp. 1, ff. 40-47. [Informe de don Fructus Gómez, deán de la
catedral de Chiapas]. Ciudad Real, 1 de octubre, 1611, se afirma que en Ciudad Real
había 475 vecinos (españoles e indios tributarios) y que los españoles tenían“de servicio de esclavos negros, mulatos, indios a 726 personas”.
En 1778, fecha para la cual tenemos un censo especialmente confiable, el grupo de
castizos, mestizos, mulatos y negros representaba el 56% de total de la población de
Ciudad Real: AHDSC, exp. 19. [Año de 1778. Borrador del censo de 1778 del obispo
Francisco Polanco].
42
En 1642, se llamó la atención a las autoridades civiles de Ciudad Real por el hecho
de que había españoles, negros y mestizos viviendo en los barrios de indios: S. D.
Markman, Arquitectura y urbanización en el Chiapas colonial, p. 46.
43
Este fallido modelo de ciudad dual no es de ninguna manera exclusivo de Ciudad
Real; por el contrario, fue prácticamente la norma en todas las ciudades españolas.
Véase por ejemplo el caso de la ciudad de México: “Sobre los inconvenientes de
vivir los indios en el centro de la ciudad”; y E. O. Gorman,“Reflexiones sobre la distribución urbana colonial de la ciudad de México”.
44
En las ordenanzas de Ciudad Real elaboradas en 1537 ya se hace referencia a los
negros que la habitaban: Fr. A. Remesal, Historia general de las Indias Occidentales…,
libro V, cap. XVIII, vol. I, p. 434.
44
sus patrones, es decir al interior del Recinto español. Pero lo que
socavó de raíz el proyecto de separación entre españoles e indios
fue el mestizaje biológico que se produjo en Ciudad Real entre
ambos grupos humanos. En efecto, los conquistadores llegaron
a Chiapas sin mujeres, y aunque en la década de 1530 se ordenó
a los encomenderos casados que hicieran venir a sus esposas de
España y a los solteros que contrajeran matrimonio para poder
conservar el disfrute de sus rentas, esta disposición parece haber
tenido un impacto bastante limitado.45 Tampoco hay que olvidar
que constantemente llegaban de España funcionarios y aventureros que rara vez traían consigo a sus esposas, con lo cual el
déficit de mujeres españolas se mantenía de generación en
generación. Por otra parte parecen ser sumamente escasos los
españoles, solteros y casados, que resistieron la tentación de
usar su poder para obtener los favores sexuales tanto de sus sirvientas indias, mestizas y mulatas como de otras mujeres de
condición social inferior a la suya.46
Otro elemento que vino a perturbar la separación espacial entre
indios y españoles fue la decisión de algunos de estos últimos de
abandonar la traza para instalarse en los barrios extramuros.47
Los negros también contribuyeron a este proceso de mestizaje
biológico y cultural. En efecto, a pesar de su condición de esclavos,
muchos de ellos gozaban de la confianza de sus amos, quienes les
encargaban las tareas de supervisión de los trabajadores agrícolas
indios o de la servidumbre doméstica.48 Este poder, que distaba
mucho de ser insignificante, les permitía doblegar o conquistar la
45
S. D. Markman, Arquitectura
y urbanización en el Chiapas colonial, p. 108.
El gran número de hijos de padre desconocido o incluso abandonados por sus
madres que aparecen en los registros de bautizo de Ciudad Real (en AHDSC) da
cuenta de lo generalizada que estuvo esta práctica.
47 Véase, por ejemplo, AGI, Guatemala, 296, exp. 9, ff. 32v-34. [Declaración de Juan de
Figueroa, vecino de Ciudad Real]. Ciudad Real, 18 de agosto, 1712.
E. Flores Ruiz, Investigaciones históricas sobre Chiapas, p. 140, señala que en los libros
de difuntos del siglo XVII aparecen con frecuencia partidas de españoles que vivían
en El Cerrillo.
48
Véase al respecto J. I. Israel, Razas, clases sociales y vida política en el México colonial,
pp. 80-81.
46
45
voluntad de una que otra mujer. No hay que olvidar, además, que
la condición social de los hijos nacidos de los matrimonios, e
incluso de las uniones no sancionadas por la Iglesia, entre negros
e indias –a los que se les denominaba pardos, zambos, o incluso
mulatos–49, era siempre superior a la de sus progenitores, lo que
constituía un acicate para la formación de este tipo de parejas. En
efecto, dado que los hijos no eran producto de un vientre esclavo,
nacían como hombres libres.50 Por otra parte, aunque por ley los
negros y los mulatos –y por ende los pardos– debían pagar un tri51
52
buto, de hecho, en Chiapas, estaban libres de esta carga.
49
El término de pardos perdió en muchas partes su sentido original de descendiente de negro e india, para convertirse en sinónimo de castas, es decir de cualquier
individuo de sangre mezclada: J. Lafaye, “La sociedad de castas en la Nueva
España”, p. 30. Sin embargo, en Chiapas, sí parece haber mantenido su sentido original, véase por ejemplo, AGI, Escribanía, 356 A, exp. 1 (1), ff. 199-207. Testigo el capitán Domingo Pérez Vega de edad de 56 años. Ciudad Real, 23 de noviembre 1719; y
Guatemala, 293, exp. 12, ff. 197-201. Otra [confesión de Margarita Jiménez, india ladina de Tila]. Tumbalá, 21 de enero, 1712.
Es más que probable que cuando en algunos documentos se da el número de
mulatos, se incluya entre ellos a los pardos.
El término de zambo era relativamente poco utilizado fuera de los famosos cuadros de castas: Véase, por ejemplo, T. Castelló Yturbide,“La indumentaria de las castas del mestizaje”, p. 79. Hasta ahora, no lo hemos encontrado mencionado en ningún documento sobre Chiapas.
50
Por esta razón, la Corona intentó, sin éxito, oponerse a los matrimonios de negros
con mujeres libres: M. Mörner, Estado, razas y cambio social en Hispanoamérica colonial, pp. 26-27, 28 y 43-47.
Para el caso de Chiapas, véase S. Soriano Hernández, Los esclavos africanos y su
mestizaje en la provincia de Chiapa, pp. 15-21.
51
A. de León Pinelo, Recopilación de las Indias, Libro IV, Título XVIII, 3 y 4, vol. II, pp.
1251-1252.
52
La mejor prueba de ello es que la Real Hacienda no tenía un padrón de ellos. Así,
en 1611, el deán de la catedral tuvo que mandar a hacer un padrón especial de los
vecinos españoles, sus hijos y criados, y de negros y mulatos, ya que ninguno de
estos grupos aparecía en los padrones del repartimiento del tostón: AGI, México,
3102, exp. 1, ff. 40-47. [Informe de don Fructus Gómez, deán de la catedral de
Chiapas.] Ciudad Real, 1 de octubre, 1611.
En 1683, el teniente de oficiales reales tuvo que conformarse con dar una cifra
aproximada de los mulatos que había en Chiapas: AGI, Contaduría, 815, exp. 1, ff.
11v-16v. [Relación de las ciudades, barrios y pueblos, vecinos y tributarios de
Chiapas.] Ciudad Real, 20 de mayo, 1683.
46
Los barrios indios no se mantuvieron al margen de este proceso general de mestizaje biológico. Para empezar, los auxiliares
mexicanos, tlaxcaltecas y otros que acompañaban a los conquistadores, también llegaron a Ciudad Real sin sus mujeres. No
sabemos si la solicitud de que vinieran doscientas familias de
indios de las tierras de México junto con sus familias a poblar el
nuevo asentamiento obtuvo una respuesta favorable.53 Pero de
cualquier forma, es más que probable que por lo menos una
parte de estos indios del Altiplano de México se haya casado o
arrejuntado con mujeres indias de la región. Además sus descendientes no siempre siguieron viviendo en el barrio que supuestamente les correspondía. Así, por ejemplo, en 1672, un
indio cuyos antepasados habían colaborado en la conquista de
Chiapas vivía en El Cerrillo, barrio fundado originalmente para
los naturales manumitidos en 1549.54
Por otra parte, muchos de los indios de los barrios guardaban
estrechas relaciones con el entorno geográfico de Ciudad Real.
Algunos de ellos, por ejemplo, se ganaban la vida como arrieros.55 Otros se dedicaban al comercio en pequeña escala entre
Ciudad Real y los pueblos de la alcaldía mayor, especialmente
con aquellos que formaban parte de la provincia de Los
Zendales.56 De igual forma no faltaban naturales que, cansados
de las difíciles condiciones de vida en sus comunidades, optaban
por establecer su residencia en uno u otro de los barrios de
En 1748, un celoso funcionario empadronó por primera vez a los indios laboríos
y a los mulatos que vivían en las haciendas del Valle de Jiquipilas, aunque no se sabe
si realmente se logró –y por cuánto tiempo– cobrarles el tributo: M. H. Ruz,
“Desfiguro de naturaleza”, pp. 422-431.
53
Fr. A. Remesal, Historia general de las Indias Occidentales …, libro V, cap. XVII, vol.
I, pp. 431-432.
54
AGI, Guatemala, 397, exp. 2, ff. 296v-297v. Real cédula. Madrid, 28 de mayo 1672.
55
AGI, Escribanía, 369 B, exp. 3, ff. 6v-7v. Declaración de Domingo Román, indio tributario de 36 años. Guatemala, 6 de enero 1717.
56
Véase por ejemplo el caso de los 12 indios, ocho de Cuxtitali y cuatro de El Cerrillo
que fueron apresados por los rebeldes de Cancuc: AGI, Guatemala, 296, exp. 9, ff. 6869v. Declaración [de Nicolás Hernández, indio de Cuxtitali]. [Ciudad Real, 28 de
agosto, 1712.]
47
Ciudad Real y contraían matrimonio con alguna vecina india del
lugar.57 Otros combinaban con gran ingenio el trabajo en la ciudad como sirvientes con el cultivo de su parcela en su más o
menos cercana comunidad de origen.58
No faltaban, tampoco, aquellos que, aunque vivían la mayor
parte del tiempo fuera de Ciudad Real,“mantenían”casa y mujer
en esta urbe. Ese era el caso de Jacinto Pérez, indio originario de
Bachajón, casado con una mulata de El Cerrillo.59
No tiene, pues, mucho de sorprendente que a menudo en los
documentos se mencione a indios laboríos que vivían en los
barrios de Ciudad Real y que pagaban un tributo más elevado
que el resto de sus vecinos que gozaban de algún tipo de exención por ser descendientes de los auxiliares que colaboraron en
la conquista de Chiapas.60
De vez en vez, también llegaban a residir a Ciudad Real,
indios de otros lugares de Mesoamérica, en ocasiones de lugares
muy distantes. Así, en 1719, el alcaide de la cárcel, Juan Antonio
de Andrade, era un indio “ladino en lengua castellana y de toda
razón”, nacido en la ciudad de Tlaxcala, pero que se había casado y avecinado en Ciudad Real.61
La estrecha convivencia en Ciudad Real entre españoles,
mestizos, negros, mulatos, pardos e indios de Chiapas y de otras
regiones de Mesoamérica y la multiplicación de las uniones
“mixtas”, legales e ilegales, no podían más que propiciar un in57
Este era el caso de Pedro Supún, originario de Teopisca, y casado con una india de
El Cerrillo: AGI, Guatemala, 296, exp. 9, ff. 238-239v. Declaración de Pedro Supún de
48 años. Ciudad Real, 7 de octubre, 1712.
58
AGI, Guatemala, 296, exp. 9, ff. 102-103v. Declaración de Juan de Luna de 54 años.
Ciudad Real, 7 de septiembre, 1712.
59
AGI, Guatemala, 296, exp. 9, ff. 181-183v. Declaración y ratificación de Jacinto Pérez
de 50 años. Ciudad Real, 3 de octubre 1712; y ff. 215-215v. Auto [de Pedro Gutiérrez].
Ciudad Real, 3 de octubre, 1712.
60
Véase, por ejemplo, AGI, Escribanía, 356 A, exp. 1 (2), ff. 83v-84v. Declaración de
Pablo Antonio García, laborío de edad de 28 años, citado por Zavaleta. Ciudad Real,
30 de septiembre 1719; y ff. 84v-85. Declaración de Sebastián de la Cruz, laborío de
edad de 40 años, citado por Zavaleta. Ciudad Real, 31 de septiembre, 1719.
61
AGI, Escribanía, 356 A, exp. 1 (1), ff. 282-282v. Notificación al alcaide de carcelero de
la cárcel. Respuesta. Ciudad Real, 7 de diciembre, 1719.
48
tenso mestizaje cultural de una sorprendente diversidad. No es
extraño, pues, que muchos indios para poder comunicarse con
sus vecinos, o incluso con su cónyuge, hayan aprendido el náhuatl, que al principio era la lengua dominante en los barrios.
Con el paso del tiempo, sin embargo, el uso del español se fue
generalizando. De tal forma que para principios del siglo XVIII,
todos los indios que formaban parte de los Cabildos de los
barrios lo entendían y lo hablaban.62
La complejidad racial, social y cultural que imperaba en
Ciudad Real no podía más que facilitar que un buen número de
indios, diestros en el manejo del español y conocedores de la
cultura mestiza de Ciudad Real, buscasen esconder sus orígenes
para adquirir un estatus superior al suyo y evitar así, entre otras
cosas, el pago del tributo.
La situación de este abigarrado conjunto de negros, mulatos,
mestizos, indios“conquistadores”e indios de Chiapas más o menos
desarraigados distaba mucho de ser clara. Todos ellos, unos más
que otros, participaban de por lo menos dos culturas bien diferenciadas entre las cuales hacían a menudo las veces de intermediarios, aunque rara vez lograban armonizar con éxito sus tendencias
contrapuestas. Compartían con los indios de los pueblos vecinos
muchas de sus creencias y prácticas de origen mesoamericano, que
habían logrado infiltrarse incluso entre los mestizos, negros y mulatos. Además tenían que sufrir los malos tratos, las vejaciones y las
humillaciones que a diario les infligían los españoles. Pero, por otro
lado, no podían más que sentirse atraídos por la cultura hispánica,
que legitimaba el poder y la riqueza de sus poseedores. Finalmente
sus deseos de ascenso social y su voluntad por preservar sus pequeños privilegios ante la gran masa de los indios del campo los lleva62
AGI, Escribanía, 356 A, exp. 1 (1), ff. 211-213v. Declaración de los indios del barrio de
San Diego, extramuros de esta ciudad. Ciudad Real, 24 de noviembre, 1719; ff. 214v215. Declaración de los indios del barrio de Mexicanos y Tlaxcaltecas. Ciudad Real,
24 de noviembre, 1719; ff. 215v-216v. Declaración de los indios de El Cerrillo de esta
ciudad. Ciudad Real, 24 de noviembre, 1719; y ff. 216v-217v. Declaración de los indios
del barrio de San Sebastián Custistán [Cuxtitali] de esta ciudad. Ciudad Real, 24 de
noviembre, 1719.
49
ba necesariamente a diferenciarse de ellos. Eran, pues, la pequeña
y frágil vanguardia de un difícil –y a menudo vergonzoso, por ilegítimo– mestizaje en una región, Los Altos de Chiapas, totalmente
dominada por la dualidad indio-español, que organizaba y sustentaba la inmensa mayoría de las prácticas sociales.
Ahora que San Cristóbal, a raíz de la llegada de un muy numeroso contingente de indígenas de Los Altos que han sido expulsados de sus comunidades por problemas religiosos y políticos o
que vienen en busca de mejores trabajos y condiciones de vida,
conoce un nuevo proceso de mestizaje y de convivencia entre
indígenas y ladinos, no está de más recordar e interrogarse sobre
los pocos éxitos y los muchos fracasos del modelo urbanístico que
ordenó las relaciones sociales durante todo el periodo colonial.
AGI, Contaduría, 815. Relación de los ramos de la Real Hacienda,
valores de ella, cargas y obligaciones: noticias tocantes a la población:
tribunales, ministros y empleados, así en todo el reino, como en las
islas Filipinas: desde 1682 a 1754.
AGI, Contaduría, 815, exp. 1. Guatemala, [1683-1684]. Razón de
las ciudades, villas y lugares, vecindarios y tributarios de que se
componen las provincias del distrito de esta Audiencia [186 ff.].
AGI, Escribanía, 349 C. Residencias de Guatemala, 6 (C).
AGI, Escribanía, 349 C, exp. 1 (4). Año de […]. Tercer cuaderno
de autos hechos […] residencia del capitán don Martín […]danís
del tiempo que fue alcalde […] de la Ciudad Real de Chiapa y
sus […] cabildo, justicias y regimiento […] que es juez, sucesor
en dicho oficio […] el capitán don Manuel de Maisterra […]
caballero del orden de Santiago […] mayor por el rey, nuestro
señor, de dich[…] y teniente de capitán general […] [320 ff.].
AGI, Escribanía, 356 A. Residencias de Guatemala, 13 (A). AGI,
Escribanía, 356 A, exp. 1 (1). Año de 1719. Autos de residencia que,
con comisión de los señores presidente y oidores de la Real
Audiencia de Guatemala, sindicó el secretario Pedro Pereira, escribano de cámara, propietario de dicha Real Audiencia, mayor de
gobierno y guerra en las provincias de este reino, al sargento mayor
don Pedro Gutiérrez de Mier y Terán, caballero del orden de
Santiago, del tiempo que fue alcalde mayor y teniente de capitán
general de la provincia de Chiapas, y a sus tenientes y ministros, y
al cabildo, justicia y regimiento, y demás oficiales de república que
en dicho tiempo lo fueron. Acumulóse a esta residencia, testimonio de la información reservada sobre averiguar los fraudes cometidos por los alcaldes mayores en los remates de maíces, chile y frijol que pagan los indios por sus tributos [442 ff.].
AGI, Escribanía, 356 A, exp. 1 (2). Año de 1719. Testimonio de la
información recibida de oficio, así en la ciudad de Guatemala,
como en ésta de Ciudad Real de Chiapas, sobre averiguar los excesos y fraudes cometidos por los alcaldes mayores que han sido de
esta provincia de Chiapas en los remates de chile, maíz y frijol que
pagan por sus tributos, los indios de ella, en virtud de real cédula
de su majestad de 24 de febrero de 1715 y comisión conferida por el
gobierno superior de este reino a Pedro Pereira, escribano de su
majestad y de cámara, propietario de la Real Audiencia de la ciudad de Guatemala, mayor de gobernación y guerra en las provincias de su distrito. Mandado acumular por la citada comisión a la
50
51
DOCUMENTOS CITADOS
Archivo Histórico Diocesano de San Cristóbal de Las Casas
(AHDSC)
AHDSC, exp. 10. Año de 1805. Diligencias instruidas acerca del
incesto cometido por el indio Pedro Díaz, natural del pueblo de
San Andrés [Iztacostoc], partido de Las Coronas [Triple incesto].
Secretaría episcopal. [20 ff.]. [Anotación actual: San Cristóbal.
San Andrés. 1812. Actas y correspondencia en el juicio de incesto de dos indígenas del pueblo de San Andrés. Por fin absueltos
después de penitencia pública (cárcel).]
AHDSC, exp. 19. [Año de 1778. Borrador del censo de 1778 del
obispo Francisco Polanco.] [Anotación actual: Padrones s.f. 1778.]
ARCHIVO GENERAL DE INDIAS (AGI)
residencia del sargento mayor don Pedro Gutiérrez de Mier y
Terán, caballero del orden de Santiago, del tiempo que fue alcalde
mayor y teniente de capitán general de estas provincias [118 ff.].
AGI, Escribanía, 369 B. Comisiones de Guatemala, 6 (B).
AGI, Escribanía, 369 B, exp. 1. Año de 1715. 1er. cuaderno.
Testimonio de los autos hechos en virtud de real cédula de su
majestad en que manda se proceda contra los alcaldes mayores de
la provincia de Chiapas y demás de este reino a la averiguación de
los excesos y fraudes que hubieren cometido en los remates de los
tributos y frutos de maíz, chile y frijol que pagan los indios de sus
jurisdicciones [234 ff.].
AGI, Escribanía, 369 B, exp. 3. Año de 1717. 3er cuaderno.
Testimonio de los autos hechos sobre la inducción de testigos que
el sargento mayor don Pedro de Zavaleta representó haber hecho
don Santiago Sánchez Zapata, vecino de Ciudad Real de Chiapas
y declaraciones recibidas sobre lo referido [27 ff.].
AGI, Escribanía, 369 B, exp. 4. Año de 1717. 4º cuaderno testimonio de los autos hechos por el sargento mayor don Pedro
Gutiérrez Mier y Terán del orden de Santiago, alcalde mayor por
su majestad de la provincia de Chiapas sobre los pregones y
remate de las especies y frutos de los tributos de los pueblos de
aquella provincia pertenecientes al año de 1716 los cuales se remitieron por el susodicho a los oficiales reales de Guatemala para
que diesen providencia sobre dicho remate [46 fojas].
AGI, Escribanía, 369 C. Comisiones de Guatemala, 6 (C).
AGI, Escribanía, 369 C, exp. 8. Año de 1719. Pieza 14. Autos hechos
en virtud de comisión del gobierno superior de este reino que va
por cabeza de ellos y real cédula de 16 de julio del año pasado de
1718 contra el sargento mayor don Pedro de Zavaleta, vecino de
Ciudad Real de Chiapas sobre diferentes delitos y excesos cometidos por el susodicho en esta provincia en agravio de los indios
de algunos pueblos de ella y por la fuga que hizo de la prisión en
que se halla en la ciudad de Guatemala y otros malos procederes
de dicho sargento mayor. Juez para la sentencia y determinación
el señor doctor don Felipe de Lugo del Consejo de su majestad,
su oidor y alcalde de corte de la Real Audiencia de Guatemala,
justicia mayor y teniente de gobernador y capitán general en estas
provincias de Chiapas Vna [?], habiendo sido comisario nombrado para la averiguación y substanciación el secretario Pedro
Pereira, escribano de cámara de la Real Audiencia, mayor de
gobierno y guerra de Guatemala [154 ff.].
AGI, Guatemala, 161. Cartas y expedientes de los obispos de
Chiapas. 1541-1699.
AGI, Guatemala, 161, exp. 13 (2). Memoria de los pueblos y
beneficios que hay en el obispado de Chiapas y lo que tienen los
clérigos. [2 ff.]
AGI, Guatemala, 221. Expedientes del presidente y oidores de la
Audiencia de Guatemala. 1710-1712.
AGI, Guatemala, 221, exp. 1. Año de 1708. Testimonio del escrito
presentado por don Clemente de Ochoa y Velasco y don Manuel
de Morales, vecinos de Ciudad Real de Chiapas en que capitulan
a su alcalde mayor, don Martín González de Vergara [27 ff].
AGI, Guatemala, 293. Expediente sobre la sublevación y pacificación
de 32 pueblos de la provincia de Chiapas. Años de 1712-1721.
AGI, Guatemala, 293, exp. 12. Superior gobierno, año de 1712. 2o.
Cuaderno. Testimonio de los autos hechos en virtud del mandamiento del excelentísimo señor Duque de Linares sobre la sublevación de los indios de Las Chiapas. Escribano, don José Morán [451 ff.].
AGI, Guatemala, 294. Expediente sobre la sublevación y pacificación de
32 pueblos de la provincia de Chiapas. Año de 1712 a 1721. Legajo 2o.
AGI, Guatemala, 294, exp. 23. Ciudad Real, años de 1712 y 1713.
Cuaderno 1º. Testimonio de los autos hechos sobre la sublevación de treinta y dos pueblos de indios de los partidos de Los
Zendales, Coronas y Chinampas, y Guardianía de Huitiupán de la
provincia de Chiapas por el señor don Toribio de Cosío, caballero
de la orden de Calatrava, del Consejo de su majestad, gobernador
y capitán general de este reino, y presidente de la Real Audiencia
de Guatemala, con asistencia de Diego Antonio de Oviedo y
Baños, del Consejo de su majestad, oidor de dicha Real Audiencia,
y electo del Real y Supremo de las Indias, y auditor general de
guerra, por ante Isidro de Espinosa, secretario de cámara y mayor
de gobierno y guerra. Contiene todo lo que diariamente se obró
52
53
por dicho señor presidente desde el día seis de octubre de dicho
año de 712 en que resolvió pasar personalmente con asistencia de
dicho señor oidor a la pacificación y castigo de dichos pueblos
sublevados hasta que conseguida felizmente en el todo tan ardua
empresa se restituyó a la ciudad de Guatemala, que fue el día 9 de
abril del año siguiente de 1713, y providencias que después se han
ido continuando para el entero sosiego de aquella provincia y
seguridad en lo venidero [871 ff.].
AGI, Guatemala, 296. Expediente sobre la sublevación y pacificación
de 32 pueblos de la provincia de Chiapas. Años de 1712 a 1721. Legajo
4o y último.
AGI, Guatemala, 296, exp. 9. Ciudad Real, año de 1712. Cuaderno
7º Testimonios de los autos que se hicieron por la justicia ordinaria y alcalde mayor de Chiapas desde que comenzó la sublevación
de los treinta y dos pueblos de los partidos de Los Zendales,
Coronas, Chinampas y Guardianía de Huitiupán, hasta que llegó
a Ciudad Real a entender personalmente en su pacificación el
señor don Toribio de Cosío…[272 ff.].
AGI, Guatemala, 312. Expediente sobre la averiguación de los fraudes cometidos por los alcaldes mayores de Chiapas en los remates de
maíz y otros tributos. 1718-1724.
AGI, Guatemala, 312, exp. 12. Año de 1719. Cuaderno segundo de
autos hechos en virtud de real cédula de 24 de febrero de 1715 y
comisión del superior gobierno de este reino sobre averiguar los
fraudes cometidos por los alcaldes mayores de la provincia de
Chiapas en los remates de maíces, chile y frijol que pagan los indios
de ella por sus tributos. Comisario para la averiguación: el secretario Pedro Pereira, escribano de cámara propietario de la Real
Audiencia de Guatemala y gobierno de esta ciudad. Juez: el señor
presidente de la Real Audiencia de Guatemala y por subdelegación
suya el doctor don Felipe de Lugo del Consejo de su majestad y su
oidor de dicha real audiencia, justicia mayor y teniente de gobernador y capitán general de las provincias de Chiapas. [220 ff.].
AGI, Guatemala, 312, exp. 13. Año de 1721. Cuaderno 3o. Autos
hechos en virtud de reales cédulas de su majestad sobre extirpar
los fraudes cometidos por los alcaldes mayores de la provincia de
Chiapas en los remates del maíz, chile y frijol y otras especies de
tributos sentenciados a foja 33 de este cuaderno por el señor doctor don Felipe de Lugo del consejo de su majestad, oidor de la real
audiencia de Guatemala, justicia mayor y teniente de gobierno y
capitán general de dicha provincia de Chiapa por comisión especial puesta a foja 1va. que para ello tuvo del superior gobierno de
dicho reino de Guatemala. A foja 24 está una real provisión de
remisión de tributos por incobrables y encargo a dicho oidor para
que discurra y practique medios para ponerlos corrientes desde el
año de 720 en adelante. A foja 50 un auto que expresa tenerlos
corrientes y haberlos cobrado y remitido a la caja real de
Guatemala, desde el año de 719 de cuya remesa la importancia
consta a foja 51 vuelta y siguientes.Y a f 41 vuelta una última liquidación del estado y grande aumento en que dichos tributos que
dan desde el año de 720 en adelante [53 ff.].
AGI, Guatemala, 363. Cartas y Expedientes de los obispos de
Chiapas y Comayagua. Años de 1677 a 1760.
AGI, Guatemala, 363, exp. 1 (3a). [Ciudad Real, 13 de junio 1712].
El obispo da cuenta a vuestra majestad de haber erigido en Ciudad
Real una casa de recogidas para recluir en él mujeres escandalosas
y de mal vivir habiéndola reedificado, y que a esta se ha puesto una
congrua para que se sustenten y mantengan que no es casa de religiosas ni beaterio en que se haya de vivir en comunidad, sino una
casa particular con una mujer seglar por madre de ellas que cuida
de las recogidas mientras se remedian [2 ff.].
AGI, Guatemala, 397. Registro de partes. Reales órdenes dirigidas
a las autoridades, corporaciones y particulares del distrito. Años 1649
a 1687.
AGI, Guatemala, 397, exp. 2. Guatemala. Registro de partes
desde 14 de mayo de 1659 hasta 19 de julio de 1672 [303 ff.].
AGI, México, 3102. 1774.Yucatán. Expediente sobre la agregación de
la provincia de Tabasco en el obispado de Yucatán a la de Ciudad Real
de Chiapas.
AGI, México, 3102, exp. 1. Ciudad Real, 1º de octubre 1611.
[Informe de don Fructus Gómez Casillas de Velasco, deán de la
catedral de Chiapas]. [8 ff.]
54
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58
EL AUTOR
Originario de la ciudad de México, es doctor en Historia por
El Colegio de México, en donde actualmente es investigador. Ha vivido diferentes temporadas en San Cristóbal y se ha especializado en la historia de
Chiapas.
JUAN PEDRO VIQUEIRA.
59
EL CABILDO DE SAN CRISTÓBAL
DE LAS CASAS, CHIAPAS (1876-1911)
Julio Contreras Utrera
AYUNTAMIENTO HA TENIDO una gran relevancia en la historia de
México. Durante el siglo XIX, e inclusive antes, esta institución se
convirtió en la plataforma política para los grupos dominantes
integrados por comerciantes, empresarios, propietarios y hacendados. En la época colonial, a través de los cabildos estos sectores sociales obtuvieron concesiones y exenciones de impuestos
para abastecer de carne y productos agrícolas a las poblaciones,
para emprender alguna mejora material o bien para recolectar la
basura o los impuestos municipales.
El ayuntamiento sirvió también a los grupos dominantes para
ejercer el control de las ciudades por medio del monopolio de
los cargos municipales y de la implementación de las políticas
económicas del gobierno federal. A través de esta institución,
comerciantes, propietarios y empresarios diseñaron un tipo de
ciudad acorde con los preceptos de la “modernidad”impulsados
por el gobierno liberal de finales de la centuria decimonónica.
En este contexto, el presente trabajo tiene como objetivo hacer
una descripción del ayuntamiento de San Cristóbal de Las Casas. Esto es con el fin de reconstruir la estructura de esta institución para demostrar cómo los cargos públicos respondieron a los
cambios promovidos por el ejecutivo federal, quien buscó modernizar los centros urbanos para incorporarlos a la “era del
progreso”. Paralelamente, el monopolio de los cargos públicos
permitirá dibujar la élite sancristobalense, así como ver el interés
de hacer de San Cristóbal de Las Casas un centro “moderno”.
Ahora bien, de acuerdo con el archivo municipal de la ciudad
de San Cristóbal de Las Casas, el ayuntamiento de esta localidad
se rigió durante gran parte de la segunda mitad del siglo XIX con
las ordenanzas municipales del 8 de enero de 1841. Con base en
ello, el cabildo contaba con un presidente municipal, doce regi-
EL
60
dores, dos síndicos y cuatro alcaldes. Las comisiones del ayuntamiento eran las siguientes: agricultura, comercio e industria;
policía; instrucción pública; abasto; beneficencia y salubridad
pública; alumbrado público; bestias; correccionales y carnicerías.
En 1891 se dio un cambio en la estructura del cabildo. El 7 de
enero de este año, el gobernador del estado, Manuel Carrascosa,
emitió el decreto número 8 en el que declaraba que los ayuntamientos eran corporaciones administrativas que no podían
“tener injerencia alguna en los asuntos que atañen a la política”.1 Estas instituciones debían procurar el bienestar y el progreso moral y material de la localidad.
Los cambios en torno a las funciones del ayuntamiento chiapaneco2 formaron parte de una política más amplia impulsada
por el gobierno federal y que hizo eco en distintas regiones del
país. Podemos decir que no sólo los ayuntamientos de Chiapas
quedaron con funciones puramente administrativas y perdieron
su poder político y económico. Los ayuntamientos de las ciudades de Puebla, México y Xalapa, por mencionar sólo algunos
casos, entraron en esta misma dinámica.3 En el estudio de la
hacienda municipal de Puebla, Téllez y Brito describen bien esta
situación que se venía dando desde finales del siglo XVIII. En
palabras de estos autores
…En la disputa política del siglo XIX la soberanía fue un tópico
recurrente: se reclamaba para las municipalidades, para los estados y para la nación una soberanía dentro de otra. El resultado
fue el progresivo deterioro de las autonomías locales a favor de
los poderes regionales y de la consolidación centralista nacional.
El método consistió en sustraer facultades municipales y dividir
las tareas públicas entre las tres soberanías para producir una
pirámide en cuya base encontraran los ayuntamientos subordi1
Memoria, 1891, p. Documento No. 36.
Esta frase contempla a todos los ayuntamientos del estado de Chiapas.
3
Para el caso de Puebla véase Contreras Cruz, 1986; Contreras Cruz y Téllez, 1994;
Téllez y Brito, 1998; para México Rodríguez Kuri, 1996 y para Xalapa, Contreras
Utrera, 2000.
2
61
nados a los prefectos y gobernadores. La división de las tareas
públicas implicó una clasificación de los recursos fiscales explotables, de los cuales a los municipios le correspondieron los
menos productivos. Por su ubicación en la jerarquía financiera,
los municipios resultaron ser, al final del siglo, corporaciones
4
pobres y con el papel de meros órganos de gestión.
De acuerdo con los cambios impulsados por el gobierno de
Carrascosa, a partir de 1891, el ayuntamiento sancristobalense
quedó integrado por un presidente municipal, doce regidores y
dos síndicos. Ahora los ramos del cabildo eran los que estipulaba
la nueva ordenanza municipal, es decir, gobernación; hacienda;
instrucción pública, seguridad; salubridad; comercio y abasto;
rastros; policía; ornato, paseos y obras públicas; alumbrado público; tierras y montes; aguas; cárceles; fomento; festividades cívicas, diversiones públicas; y registro y cotejo de marcas o fierros.5
El presidente era la máxima autoridad municipal. A él correspondía hacer cumplir los acuerdos del ayuntamiento y las órdenes
dictadas por el jefe político del departamento y por el gobernador
del estado; presidía las sesiones; cuidaba que los regidores cumplieran con sus comisiones; otorgaba licencias de ausencia de
algún edil; extendía los permisos para la celebración de espectáculos o establecimiento de juegos prohibidos, o bien para el sacrificio
de animales para el consumo de la población. Debía proponer a los
integrantes del cabildo todo lo que fuera conveniente en favor de
los intereses del ayuntamiento. Procuraba además la conservación
de los caminos del municipio, de los edificios públicos y líneas telegráficas avisando a la autoridad correspondiente el deterioro de algunos de estos inmuebles.
En materia económica, el alcalde municipal integraba la comisión de hacienda junto con el regidor del ramo y con uno de los
síndicos.Vigilaba la recaudación de las rentas municipales y cuidaba que éstas fueran invertidas en las obras públicas u otro
4
5
Téllez y Brito, 1998, p. 234.
Memoria, 1891, p. Documento No. 36.
62
ramo en el que se requiriera; tenía la facultad de imponer multas a los evasores del fisco municipal y para establecer medidas
económico-coactivas a los deudores morosos. Autorizaba al secretario del ayuntamiento el corte de caja mensual ordinario que
se remitía a la jefatura política del departamento.
El concejal encargado del ramo de gobernación tenía la función de publicar y hacer cumplir las leyes y disposiciones del
gobernador del estado y del ejecutivo federal, así como hacer
efectivo el cumplimiento del reglamento municipal; formaba los
padrones del municipio con el auxilio de los jefes de las secciones en que se dividía la ciudad y de los agentes municipales.
El regidor de hacienda se encargaba de formar el presupuesto
general de ingresos y egresos del año siguiente. En los primeros
ocho días del mes de noviembre de cada año, dicho presupuesto
debía remitirse al gobierno del estado para su aprobación o modificación. En el mes de enero de cada año, el edil de hacienda en
unión con el presidente municipal y el síndico, quienes integraban en conjunto la comisión de hacienda municipal, debían formar la cuenta general de los fondos municipales para enviarse a
la Sección de Glosa del estado por medio del jefe político del
departamento.
Durante los primeros ocho días de cada mes, el regidor de
hacienda debía aprobar o rechazar el corte de caja mensual presentado por el tesorero municipal. Una vez que tenía el visto
bueno, dicho corte se enviaba al jefe político, quien lo revisaba y
lo remitía a la Secretaría General de Gobierno para publicarse en
el órgano oficial.
Paralelamente, el concejal de hacienda procuraba la eficaz
recaudación de los fondos municipales y su inversión. Sobre este
punto es importante hacer un paréntesis para decir que debieron enfrentarse grandes problemas para obtener esos recursos.
Prueba de ello lo constituyen los variados expedientes depositados en el archivo municipal que dan fe de las quejas y oposición
de los contribuyentes fiscales para pagar impuestos como el de
introducción de mercancías (alcabalas), capitación, giro mercantil o de patente y de la propiedad urbana y rural.
63
Para hacer posible la recaudación de los gravámenes municipales, el regidor de hacienda contaba con la ayuda de las Juntas
revisoras y cuotizadoras. Los miembros de éstas eran nombrados
por el seno del ayuntamiento. Para el caso del cobro de los gravámenes a los establecimientos mercantiles e industriales, la
junta se integraba por comerciantes y empresarios reconocidos
en la localidad, y para la percepción del impuesto derivado de las
propiedades rústicas y urbanas, se conformaba por propietarios
urbanos y rurales también reconocidos en la sociedad
sancristobalense.
Por otra parte, el regidor comisionado en el ramo de comercio
y abasto se desempeñaba como inspector de los establecimientos mercantiles y mercados de la ciudad. Su atribución era vigilar que en los mercados hubiera suficientes artículos de primera
necesidad para el consumo de la población. En época de escasez
de alimentos, tenía el compromiso de abastecer a la población;
para ello establecería expendios en los que los productos mercantiles estuvieran a un precio módico y evitaría el monopolio
de mercancías por parte de los vendedores y revendedores.
Paralelamente, con el fin de preservar la salud pública, la cual
era uno de los cánones para alcanzar la modernidad de finales
del siglo XIX, el concejal de comercio y abasto prohibía la venta
de toda clase de bebida, droga, medicina y alimentos adulterados o en estado de descomposición. Para llevar a cabo esta función practicaba visitas a estos expendios con objeto de realizar
un examen a dichos artículos.
Por otra parte, el edil de comercio y abasto tenía la obligación
de visitar cada seis meses los distintos establecimientos comerciales en los que se usaran pesas y medidas. El objeto era “examinar si éstas [eran] iguales entre sí y si [estaban] de acuerdo
con la ley respectiva”.6 En caso contrario, estaba facultado para
imponer una multa de $5.00 a $25.00 al dueño del establecimiento mercantil, así como recoger los aparatos para destruirlos.
Como parte complementaria para cuidar la salud pública de la
población de San Cristóbal de Las Casas, estaba el regidor de salubridad. A éste le tocaba cuidar que las calles de la ciudad se
encontraran limpias, es decir, que no hubiera basura en ellas o sustancias susceptibles de putrefacción. Procuraba el aseo de los jardines y paseos públicos evitando la putrefacción de las sustancias
vegetales y minerales. Se encargó, además, de promover el desecamiento de los pantanos como el que existió en el barrio de San
Diego. Prohibía el establecimiento de fábricas, establos y cualquier
tipo de industria “que proporcione descomposición de materias”
en el centro de la localidad.
El concejal de salubridad estaba también autorizado para prohibir el abuso de los propietarios de boticas, expendios de medicinas y drogas, así como para vigilar que los boticarios, médicos
y parteros ejercieran su profesión con ética. Cuidaba que los productos expendidos en los mercados públicos o en cualquier otro
lugar estuvieran en buen estado.
Bajo el concepto de que la pureza del aire era de gran importancia para la salud pública, el edil de salubridad vigilaba que las
inhumaciones se verificaran en los cementerios “con todas las
precauciones de la higiene cuidando que las sepulturas tengan
la conveniente profundidad y espesor de muros”.7 En el caso de
las personas que fallecían por causa de alguna enfermedad epidémica, el edil ordenaba que se construyeran “campos mortuorios especiales.”8
En torno al problema de las epidemias, el edil de salubridad
contaba con la vacuna para aplicarla a los habitantes que la
requerían. Avisaba al gobierno del estado cuando existía alguna
enfermedad contagiosa en el municipio y proponía las medidas
necesarias para evitar su propagación.
El edil comisionado en los ramos de policía y seguridad pública se encargaba también de cuidar que las calles, plazas y luga-
7
6
Memoria, 1891, p. Documento No. 36.
8
64
Ídem.
Ib.
65
res de recreo público, fueran aseados y que su construcción estuviera en buen estado. El objetivo de este concejal era tomar
medidas que pudieran hacer de San Cristóbal de Las Casas un
lugar bello y funcional como los centros urbanos modernos del
interior y exterior del país. Con el fin de evitar el mal aspecto de
la ciudad y algún accidente a la población transeúnte, el regidor
tenía la autoridad para ordenar a los propietarios de los edificios
particulares que repararan sus inmuebles en caso de estar deteriorados. En caso de que algún edificio particular o público amenazara la seguridad del transeúnte o diera un aspecto desagradable a la ciudad, el concejal podía mandar a demolerlo.
Paralelamente el edil de policía y seguridad se encargó de
ordenar a los propietarios de edificios públicos que la construcción de las cornisas y bardas de sus casas o terrenos se alineara
con las banquetas, con el fin de contar con una ciudad funcional
y “bella”. Como era de suponerse, hubo personas que no estuvieron de acuerdo con esta providencia, situación que llevó a
establecer conflictos con las autoridades municipales.
En el mismo interés por brindar seguridad a la población sancristobalense y evitar el mal aspecto de la ciudad, el concejal de
policía consignaba a la jefatura política del departamento a los
mendigos, vagos y a “todos los ebrios escandalosos y mal entretenidos”; prohibía que el ganado transitara por el centro de la
ciudad y que los animales anduvieran por las calles principales.
Respecto a esto, hubo constantes quejas de la ciudadanía de San
Cristóbal por la presencia de perros en las calles principales. Para
ello, el ayuntamiento propuso el sacrificio de estos animales.
Paralelamente el edil de policía y seguridad pública se encargaba de vigilar la construcción, reparación y limpieza de las atarjeas, acueductos y fuentes públicas que suministraban agua
potable a los habitantes de San Cristóbal. Exigía, además, a los
propietarios de las fincas urbanas que sus inmuebles contaran
con fácil desagüe.
Complementarias a las tareas de los ediles que hemos mencionado, estuvieron las de los regidores de los ramos de ornato
y paseos; de alumbrado público y de obras públicas. El primer
concejal procuraba la conservación, nivelación y aseo de las
calles, plazas, empedrados, banquetas, lugares de paseo y edificios públicos, con el fin de que hubiera libre paso por las calles,
aceras y caminos de la ciudad de San Cristóbal. Para ejercer estas
funciones, el munícipe de ornato estaba autorizado por el cuerpo municipal para nombrar la Junta Directiva de Mejoras
Materiales que tendría por objeto promover las obras materiales
que redundaran en beneficio del interés público.
Como parte del progreso impulsado por los gobiernos liberales, la instrucción pública no quedó al margen del ayuntamiento sancristobalense. El concejal de instrucción pública cuidaba
que los establecimientos de educación primaria y secundaria del
municipio se encontraran en buen estado y que contaran con el
material didáctico indispensable para la educación. Vigilaba la
conducta de los preceptores, mismos que debían apegarse al
reglamento de educación establecido por el municipio. Tenía el
derecho de exigir a los profesores cada seis meses un reporte de
los alumnos que ingresaron y egresaron de las escuelas municipales. En este reporte se debía informar el adelanto del educando, los motivos que ocasionaron su baja, así como “la moralidad
de los alumnos y el progreso o decadencia en el que se hallen”.9
Debía formar una comisión de su seno integrada por tres individuos para presenciar los exámenes aplicados en las escuelas;
tenía la función de formar el padrón general de los alumnos de
ambos sexos que debían asistir a las escuelas públicas del municipio. Para realizar este censo se apoyaba con los jefes de sección
de la ciudad y con los agentes municipales para obtener los
datos necesarios al respecto.
A través de los jefes de sección y los agentes municipales, el
regidor de instrucción pública “invitaba” a los padres de familia
para que mandaran a sus hijos a las escuelas del municipio. En
torno a este asunto, sería importante realizar un estudio en el
que se demuestre cómo repercutieron en el municipio sancristobalense las políticas de educación promovidas por el régimen de
66
67
9
Ibidem.
Porfirio Díaz. El archivo municipal conserva varias quejas de los
regidores del ramo por la deserción e inasistencia de alumnos a
las escuelas. Inclusive se mencionan providencias que se establecieron para que los padres de familia inscribieran a sus hijos
en las escuelas municipales.
El regidor del ramo de tierras, montes, aguas y rastro tuvo también una gran participación en el ayuntamiento sancristobalense.
Se encargó de establecer y defender los linderos del municipio de
San Cristóbal. Cuidaba que los montes no se incendiaran. Esta
medida era importante, pues así se cuidaban los mantos acuíferos
del municipio. Igualmente, junto con el presidente municipal,
procuraba que los caminos que comunicaron a San Cristóbal con
las poblaciones aledañas se encontraran en buen estado.
Para cubrir las necesidades sobre el consumo de agua potable
por parte de la población de San Cristóbal, el regidor de este ramo
procuró llevar a cabo la entubación y limpieza de los acueductos,
así como conservar en buen estado y limpios los manantiales y
fuentes públicas. Para ello dictaba medidas cuyo propósito era evitar que los hacendados de la región se robaran el agua, como solió
suceder, o bien para cuidar que los manantiales y acueductos no
fueran utilizados como abrevaderos de animales, o para baño de
personas o lavado de trastes.
En torno al rastro, el concejal de este ramo tenía como obligación conservar en buen estado ese lugar. Debía cuidar su aseo y
vigilar la conducción y expendio de las carnes para evitar alguna
contaminación.
Las cárceles, fomento, festividades cívicas y diversiones públicas fueron otros de los ramos del ayuntamiento. El munícipe
encargado de las cárceles de hombres y mujeres de la ciudad
debía conservar el aseo de estos edificios públicos, así como estar
atento para que los presos contaran con alimento y limpieza. Para
realizar su labor, el regidor de cárceles contaría con la ayuda de los
alcaides.
Respecto a la comisión de fomento, el edil de este ramo se
encargaba de promover el desarrollo de la industria, la agricultura, las ciencias, artes y oficios.
Los regidores de los ramos de festividades cívicas y diversiones públicas se ocuparon de la promoción de “todo lo que [condujera] a la solemnidad y lucimiento de las festividades”,10 así
como de la publicación de bandos municipales. Establecían el
orden público en los espectáculos y dictaban medidas contra
aquellos actos que atacaran “la moral, las buenas costumbres, la
vida privada, las instituciones y el respeto a las autoridades”.11
El registro y cotejo de marcas o fierros fue otro más de los ramos
municipales. El edil de este ramo registraba en un libro las marcas
o fierros de cada uno de los propietarios de ganado del municipio.
Cotejaba dichas marcas cuando algún particular lo solicitaba. Cada
tres meses remitía un informe al jefe político del departamento de
los individuos que habían registrado sus marcas o fierros.
Por último, los síndicos eran básicamente licenciados. Defendían los intereses del municipio ante cualquier instancia. Representaban al ayuntamiento en la celebración de contratos para
obras públicas, abasto de agua y cobros de impuestos. Como
hemos dicho, formaban parte de la comisión de hacienda municipal junto con el presidente de la corporación y el regidor del ramo.
Además de estos funcionarios, el ayuntamiento contaba con
un secretario, un tesorero y los demás empleados que se necesitaban para el buen servicio de la administración. El tesorero llevaba la cuenta de los ingresos y egresos municipales. Para este
efecto contaba con dos libros: diario y mayor. Estos libros debían
tener foliadas y rubricadas las fojas por el jefe político del
departamento.
El tesorero debía fechar, numerar y comprobar todas las partidas de cargo y data. Se obligaba a presentar al ayuntamiento,
cada año,“una memoria de los fondos municipales, su estado, su
aumento o decadencia y las medidas que [convenían] adoptarse
para el aumento”12 de los ingresos.
68
69
10
Ibidem.
Ibidem.
12
Memoria, 1891, p. Documento No. 36
11
Con excepción de los puestos de secretario y tesorero, los
demás cargos municipales eran de elección popular. Cada mes
de diciembre, la población de San Cristóbal votaba por su candidato idóneo. Y cada 1 de enero el presidente municipal y
concejales tomaban posesión y rendían protesta frente al jefe
político del departamento. En este mismo día, los ediles recibían
las comisiones permanentes que debían desempeñar a lo largo
del año. Así, se observa en las fuentes municipales cómo en
varias comisiones había dos o tres concejales, mientras que otras
estaban a cargo de un solo concejal.
La reelección en los puestos públicos municipales era permitida. De esta manera hubo sujetos que se reeligieron por varios
años en el mismo cargo o bien cambiando a otra comisión. Los
cuadros 1 y 2 en el anexo de este trabajo dan fe del monopolio
que se ejerció sobre los puestos públicos municipales. Aunque
no conocemos a todos los sujetos podemos decir de manera
hipotética que fueron comerciantes, empresarios y hacendados
los que tuvieron el control del ayuntamiento y de la ciudad de
San Cristóbal de Las Casas hacia finales del siglo XIX. Podemos
decir como conclusión que a través de las distintas funciones del
ayuntamiento, el sector dominante de la localidad pudo emprender los cambios materiales y sociales para alcanzar la “modernidad” de San Cristóbal de Las Casas. De esta manera, los
puestos públicos de la corporación municipal respondieron a los
cambios y transformaciones que impulsaron los gobiernos liberales de finales del siglo XIX, bajo la idea de incorporar a los distintos centros urbanos a la era del progreso, así como para llevar
a cabo la centralización del poder político y económico.
y Francisco Téllez Guerrero, “Proyectos y realidades: la urbanización y sus gastos en la ciudad de Puebla, 18801909”, en Siglo XIX. Revista de Historia, Instituto José María Luis
Mora, Universidad Autónoma de Nuevo León, Universidad
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CONTRERAS UTRERA,
Julio, La élite y el ayuntamiento de Xalapa en la
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GOBIERNO
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México: política y gobierno, 1876-1912, El Colegio de México, México,
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Antonio y Luis Jáuregui (coordinadores), Las finanzas públicas en
los siglos XVIII y XIX, El Colegio de Michoacán, Instituto de
Investigaciones Dr. José María Luis Mora, El Colegio de México,
México, 1998.
EL AUTOR
Carlos, La ciudad de Puebla. Estancamiento y
modernidad de un perfil urbano en el siglo XIX, Cuaderno de la Casa
Presno, Universidad Autónoma de Puebla, Puebla, 1986.
JULIO CONTRERAS UTRERA es originario de Xalapa, Veracruz. Maestro en Historia por
El Colegio de Michoacán. Actualmente es docente de la Facultad de Ciencias
Sociales de la Universidad Autónoma de Chiapas. Ha trabajado los problemas
del abasto de agua en Chiapas de finales del siglo XIX, y primera mitad del siglo
XX y el sistema de comunicaciones en Chiapas durante la primera mitad del
siglo XIX.
70
71
BIBLIOGRAFÍA
CONTRERAS CRUZ,
VECINOS Y GOBIERNO TRAS LA INUNDACIÓN DE
1921 EN SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS
Miguel Lisbona Guillén
INTRODUCCIÓN
HABLAR DE INUNDACIONES EN Chiapas, o hacerlo de algún lugar concre-
to de su geografía, no comporta ninguna novedad para los habitantes de este territorio, puesto que de manera secular conocen
el rigor de estos desastres naturales, acrecentados, en buena medida, por la ubicación de poblados en zonas de alto riesgo o por
la falta de infraestructura apropiada para diluir la furia de los
fenómenos climatológicos. Sin embargo, este tema, aunque vivido frecuentemente en tierras chiapanecas, no ha despertado el
interés de los académicos. La reciente área de estudio denominada antropología de los desastres, donde se refleja la acción y percepción de los involucrados en este tipo de fenómenos, es buena
muestra de ello, aunque, repito, no tenga un reflejo entre los
estudios de interés sobre Chiapas.
Las siguientes páginas no tienen la pretensión de incorporarse a ninguna perspectiva teórica o de mostrar su metodología;
por el contrario, su contenido debe entenderse como un esbozo
o un intento de aportar información sobre una de las inundaciones que ocurrieron durante el siglo pasado en la actual San Cristóbal de Las Casas.1 Inundación que, como muchas otras, tuvo
como protagonistas a los involucrados de forma directa o indirecta en el desastre, a la vez que paulatinamente se incorporan
al escenario las instituciones de gobierno encabezadas por sus
funcionarios. De los datos que distintas fuentes de archivo ofrecen surge el presente artículo como un aporte histórico al trata-
miento de estas situaciones por parte de las instituciones gubernamentales, al mismo tiempo que se ejemplifican ciertas formas
de organización y protesta que algunos vecinos de la ciudad,
concretamente los del barrio de Guadalupe, tuvieron al considerar afectados sus intereses personales y barriales.
Hace casi cincuenta años Manuel B. Trens, en uno de sus libros, bautizó un capítulo del mismo con el nombre de “La
Espada de Damocles”. Las loas a la ciudad de San Cristóbal de
Las Casas que el autor no escatima, ni a su privilegiada ubicación en el Valle de Jovel, no le impidieron recordar que la espada a la que se refería era las inundaciones recurrentes y las dificultades para desaguar la ciudad mediante los sumideros existentes. Los comentarios de los cronistas, así como su propia
experiencia personal, le sirven para recordar algunas fechas fatídicas, pero también para alegar contra los gobiernos que, hasta
entonces, no habían solventado el problema que azotaba a los
habitantes de la localidad alteña.2
Justus Fenner y Francisco Pérez tuvieron más suerte hace una
década cuando publicaron en forma de folleto un texto titulado
¡Aguas…! o cómo entubaron la ira de Chac (1992). Suerte, puesto
que ya vieron realizadas las obras, como señalan en su texto, que
evitaron las pertinaces inundaciones. El contenido y estructura
de su escrito, de carácter divulgativo y accesible para cualquier
interesado, no impidió que incluyeran información valiosa, en
muchos casos desconocida, sobre el proceso seguido para entubar el agua de las torrenciales lluvias del trópico húmedo. El año
1921 fue, al parecer, fundamental en este proceso, aunque final-
2
1
En el presente texto se escribirá el nombre de la ciudad tal como era utilizado por
las fuentes que aparezcan mencionadas.
“En distintas épocas se han practicado reconocimientos y levantado planos para el
desagüe de la ciudad, se han hecho estudios y se han formulado conclusiones; pero
todo no pasa de las satinadas cartulinas, de los abultados cartapacios, ni se ha procurado pasar de la teoría a la práctica. ¿Por qué? Pues sencillamente porque la obra
es costosa, demanda varios millones de pesos, diez, doce o más, y el presupuesto
no da para tanto, para un desembolso tan crecido, se dice, se afirma, y las cosas
siguen igual”, Manuel B. Trens, Bosquejos Históricos de San Cristóbal de Las Casas,
Patronato Fray Bartolomé de las Casas, México, 2ª edición, s.f. (1957, 1ª edición), pp.
231-239.
72
73
mente no se constituyera en definitivo. Las fotos del desastre
que ilustran el citado folleto permiten comprender que las autoridades mexicanas, en aquel entonces encabezadas por la Comisión
Hidráulica de México, enviaran a ingenieros para intentar solventar un problema que se había convertido en preocupación nacional, como quedó reflejado en la Cámara de Diputados años
más tarde.3
Los análisis y las propuestas de solución, expuestos en informes, no tuvieron una nítida respuesta hasta el mandato del presidente Luis Echeverría, quien al presenciar la inundación sufrida por la ciudad en 1973 giró las instrucciones pertinentes para la
realización de una obra, en forma de túnel, que permitiera el
desalojo de las aguas fuera del Valle de Jovel (Fenner y Pérez,
1992: 6-7). A más de cuarenta años de la inundación de 1921, y
después de muchos más años desde que San Cristóbal de Las
Casas contara con una lancha oficial con tripulación pagada por
la administración local, como ocurrió en 1879 para actuar en las
inundaciones de ese año (Ibid.: 8), la ciudad se libraba en buena
medida de este azote y abría espacios para el crecimiento urbano, impensables hasta entonces.
Recordar el año 1921 es el propósito de las siguientes páginas,
en espera de que los documentos de archivos locales ofrezcan
un mayor número de informes, quejas o ejemplos de la actuación de vecinos y gobiernos en éste y en otros casos similares.
Álvaro Obregón, así como al gobernador del estado de Chiapas y
al diputado José Manuel Velasco; en ellos no sólo les hacía partícipes de las inundaciones,4 sino que informaba de la magnitud de
las lluvias que habían derrumbado casas dejando a muchos de sus
habitantes sin hogar,5 aunque hasta el momento de su envío no se
lamentaban desgracias personales.6 Otro telegrama, del mismo
tenor, amplió la primera información para identificar los barrios
que habían sido afectados de manera más evidente, aunque dejaba abierta la posibilidad de que otras partes de la ciudad también
hubieran sufrido daños. En él se indicaba que San Ramón, San
Antonio, San Diego y “gran parte de la Merced y Santa Lucía”
eran los que registraban las mayores pérdidas.7
Las conocidas y reiteradas inundaciones de la ciudad alteña
no debieron sorprender al gobernador del estado ni a sus colaboradores. Por ello, el mismo día en que recibió los telegramas
del presidente municipal los contestó indicando, por una parte,
y tras lamentar la catástrofe, que se gestionaban desde ese mismo momento las ayudas por parte del gobierno central en forma
de subsidio y,8 por otra, que junto a las ayudas recibidas se establecían “suscripciones” dentro de la administración pública, así
como también se abría esa misma forma de solidaridad a “parti-
Véase Diario de Debates de la H. Cámara de Diputados, n. 41, Legislatura XXX, año
legislativo I, periodo ordinario, 27 de octubre de 1922, p. 7 y Diario de Debates de la H.
Cámara de Diputados, n. 47, Legislatura XXXII, año legislativo I, periodo ordinario, 28
de diciembre de 1926, pp. 16-17.
4
Un día antes, el presidente municipal de San Cristóbal Las Casas, Gregorio
Culebro, mediante telefonema solicitaba a los presidentes municipales de Zinacantán, Chamula y demás pueblos indígenas de los alrededores la presencia de
veinticinco hombres de cada pueblo para “la limpieza de los sumideros de esta
Ciudad”. Para ello les indicaba que se dirigieran “directamente a los sumideros en
donde ya se encuentran las policías y gente de esta población y San Felipe”, Véase
J. Fenner y F. Pérez, ¡Aguas…! o Cómo Entubaron la Ira de Chac, Instituto Chiapaneco
de Cultura, San Cristóbal de Las Casas, 1992, p. 32.
5
“La inundación de 1921 dejó sólo los techos de las casas fuera del agua”, Ibid., p. 11.
6
AHE, Sección Gobernación 1921, Tomo XV, Exp. 255, Gregorio Culebro, Presidente
Municipal de San Cristóbal Las Casas a Tiburcio Fernández, Gobernador del Estado
de Chiapas, San Cristóbal Las Casas, 7 de octubre de 1921.
7
AHE, Sección Gobernación 1921, Tomo XV, Exp. 255, Ibid.
8
AHE, Sección Gobernación 1921, Tomo XV, Exp. 255, Tiburcio Fernández,
Gobernador del Estado a Gregorio Culebro, Presidente Municipal de San Cristóbal
Las Casas, Tuxtla Gutiérrez, 7 de octubre de 1921.
74
75
I
El día 7 de octubre de 1921 el presidente municipal de la entonces
llamada San Cristóbal Las Casas, Gregorio Culebro, se dirigió, en
sendos telegramas, a la máxima autoridad nacional, el general
3
culares todos Municipios, a más de que Gobierno Estado, prestará ayuda efectiva dentro posibilidades”.9
La actividad de ese día, al menos en cuanto a la correspondencia, fue frenética, seguramente porque las noticias que llegaban a
la capital, Tuxtla Gutiérrez, desde Los Altos de Chiapas, eran alarmantes. El gobernador Tiburcio Fernández se comunicó en forma
de telegrama con el ministro de Gobernación y con el general en
jefe del 3er. Sector, Regino González. Al primero le describe los
barrios inundados y los daños materiales causados, para que en
consecuencia y “en virtud críticas condiciones suplícase superioridad ayuda respectiva”.10 Al segundo le agradece su participación
en la ayuda y rescate de los damnificados en la ciudad inundada.11
No fueron éstos los únicos mensajes que salieron del gobierno
local. Concretamente, el secretario general de gobierno se dirigió
al presidente municipal de San Cristóbal Las Casas para recordarle que una de las primeras medidas que debía tomar ante la catástrofe era evitar que los acaparadores acumularan productos de
primera necesidad y subieran los precios en dicho momento,
cuando la población tenía necesidades básicas que cubrir.
La situación en San Cristóbal Las Casas debía ser sumamente difícil cuando el 12 de octubre, es decir, cinco días después de
que el presidente municipal escribiera solicitando ayuda, ya la
Junta de Socorro de la ciudad, encabezada por el Dr. Arturo
Aguilar Ruiz, insistía en las ayudas a recibir. Se sabe de tal
demanda porque el secretario general de gobierno respondió un
telegrama enviado por Arturo Aguilar, en el que se solicitaban
los recursos necesarios para las ayudas prometidas a los damnificados.12 Curiosamente, el 8 de octubre el gobernador recibió
noticias de un subsidio de cinco mil pesos acordado por el
gobierno de la nación.13
Los documentos indican que la actividad en la búsqueda de
recursos para solventar la situación de precariedad en la que
quedaron las personas que perdieron hogar y pertenencias no
cesó.14 El mismo día 12 de octubre, el gobernador Tiburcio Fernández se dirigió a los gobernadores de los estados y distritos de
la República para reproducirles un telegrama que el día anterior
le había enviado el presidente municipal de San Cristóbal Las
Casas. En él se leía lo siguiente:
Continúan lluvias torrenciales. Inundación avanza rápidamente.
Carécese granos primera necesidad, a pesar providencias posibles para abastecimiento. Sírvase ordenar Chiapa de Corzo y
poblaciones circunvecinas remítanme maíz mayor cantidad posible y también ruégole situación auxilio pecuniario ofrecióme
para damnificados y socorrer proletariado hambriento. Subsidio
Gobierno Federal aún no llega.– Atentamente”.Y tengo la honra
de transcribirlo a usted para su conocimiento, suplicándole encarecidamente en nombre de los habitantes de aquella ciudad,
se sirva ese Gobierno de su digno cargo, dictar medidas conducentes a la colecta de fondos para auxiliar a los damnificados por
dicha inundación.15
AHE, Sección Gobernación 1921, Tomo XV, Exp. 255; Ibid.
AHE, Sección Gobernación 1921, Tomo XV, Exp. 255, Tiburcio Fernández al Ministro
de Gobernación, Tuxtla Gutiérrez, 7 de octubre de 1921.
11
AHE, Sección Gobernación 1921, Tomo XV, Exp. 255, Tiburcio Fernández al General
en Jefe del 3er. Sector, Regino González, Tuxtla Gutiérrez, 7 de octubre de 1921.
12
“Suyo 10 actual, Acuerdo Superior ya danse subsidios necesarios”. AHE, Sección
Gobernación 1921, Tomo XV, Exp. 255, El Secretario General de Gobierno al presi-
dente de la Junta de Socorro, Dr. Arturo Aguilar Ruiz, Tuxtla Gutiérrez, 12 de octubre de 1921.
13
“El C. Presidente de la República ha tenido a bien acordar subsidio cinco mil pesos
a ese Gobierno para atenciones damnificados. Atte.”. AHE, Sección Gobernación
1921, Tomo XV, Exp. 255, El Subsecretario de la Secretaría de Gobernación, José Lugo,
a Tiburcio Fernández, México, 8 de octubre de 1921.
14
Para solventar el problema del alojamiento, el secretario general de Gobierno giró
instrucciones al presidente municipal para que personas que habían perdido su
hogar fueran instaladas en la“parte desocupada antigua universidad”. AHE, Sección
Gobernación 1921, Tomo XV, Exp. 255, Tuxtla Gutiérrez, 10 de octubre de 1921.
15
AHE, Sección Gobernación 1921, Tomo XV, Exp. 255, Tiburcio Fernández a los
Gobernadores de los Estados y Distritos de la República, Tuxtla Gutiérrez, 12 de
octubre de 1921.
76
77
9
10
El documento muestra tres elementos que son reiterativos en el
auxilio de los damnificados. En primer lugar, la solicitud de ayuda tanto institucional como privada; en segundo, la preocupación por el abasto de alimentos, en este caso granos básicos, y el
peligro de especulación que podría producirse, y, por último, la
tardanza en el arribo de los recursos en forma de subsidios
nacionales o estatales, como recuerda el presidente municipal.
Sin embargo, un día después, el 13 de octubre, y a más de una
semana de que iniciaran las lluvias, el presidente de la República, Álvaro Obregón, confirmó la ayuda pecuniaria;16 misma
que es aprobada por la Cámara de Diputados.17 En ese tenor
también los diputados decidieron crear una comisión que velara
por el cumplimiento de los acuerdos.18 Lo ofrecido por la federación permitirá que el gobernador Tiburcio Fernández se muestre
dispuesto a llevarlo a los damnificados y a observar,“personal-
mente”, su distribución;19 disposición que cumplió como se
apreciará a continuación.20
Además de las cantidades ya señaladas y otorgadas como
subsidios, se tiene constancia de algunos donativos y colectas que
realizaron municipios de Chiapas,21 como es el caso de Comitán,22
Pichucalco y Osumacinta. En el segundo, a finales de noviembre
se habían recaudado cuarenta y tres pesos,23 mientras que en el
tercero la cantidad era de dieciséis pesos y noventa y siete centavos.24 Con seguridad estas cantidades aumentaron, así como el
número de municipios solidarios con los damnificados, pero la
ausencia de documentación pertinente impide tener noticia de
todas estas muestras de solidaridad, aunque algunas de ellas
“En acuerdo número 9045 fecha 10 del actual, firmado por el C. Presidente de la
República, se dijo a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público lo siguiente:
Confirmando mi telegrama de hoy, mereceré a esa Secretaría se sirva librar las órdenes correspondientes a efecto de que por conducto de la Jefatura de Hacienda del
Estado de Chiapas, se sitúe desde luego al honorable Ayuntamiento de San
Cristóbal Las Casas, de la propia Entidad, la cantidad de $ 5 000.00 pesos oro nacional, con que el Gobierno Federal ha acordado contribuir a fin de que se imparta la
ayuda indispensable a las familias que hayan quedado en condiciones difíciles con
motivo de la inundación que sufrieron recientemente algunos barrios de la
Municipalidad de referencia.
Lo que inserto a usted únicamente para su conocimiento; reiterándole las seguridades de mi atenta consideración”. AHE, Sección Gobernación 1921, Tomo XV, Exp.
255, El Secretario Particular por ausencia del Presidente de la República a Tiburcio
Fernández, Palacio Nacional, 13 de octubre de 1921.
17
El diputado chiapaneco J.M. Velasco solicita a la Cámara de Diputados la aprobación de la ayuda, por 50 000.00 pesos, a los damnificados de San Cristóbal Las Casas,
solicitud que es apoyada por los también diputados chiapanecos, César A. Lara, A.
Castillo, Luis Espinosa, José Castañón y Jaime A. Solís, Diario de Debates de la H.
Cámara de Diputados, n. 22, Legislatura XXIX, año legislativo II, periodo ordinario, 13
de octubre de 1921, p. 16-17.
18
Diario de Debates de la H. Cámara de Diputados, n. 23, Legislatura XXIX, año legislativo II, periodo ordinario, 14 de octubre de 1921, p. 2.
19
AHE, Sección Gobernación 1921, Tomo XV, Exp. 255, Tiburcio Fernández a Álvaro
Obregón, Tuxtla Gutiérrez, 16 de diciembre de 1921.
20
En el Informe de Gobierno que presentó el General Tiburcio Fernández en su
segundo año de mandato, coincidente con el año de la inundación, señala que además del subsidio de 5 000.00 pesos otorgado por el Presidente de la República, el
gobierno estatal también concedió como ayuda 1,000.00 pesos más, AHE, Fondo
Fernando Castañón Gamboa, Informe que rinde el C. Gobernador Constitucional del
Estado, General de División Tiburcio Fernández Ruiz, Imprenta del Gobierno, Tuxtla
Gutiérrez, 1921, p. 5.
21
No sólo fueron colectas, también hubo entrega de alimentos, como las 15 fanegas
de maíz que el municipio de Chiapa de Corzo donó a los damnificados, según mensaje recibido por el Presidente Municipal de San Cristóbal Las Casas, véase J.
Fenner y F. Pérez, opus cit., p. 34.
22
El 17 de octubre de 1921 el Presidente de la Junta de Socorros de Comitán se dirige al Presidente Municipal de San Cristóbal Las Casas para indicarle que puede
recoger “trescientos pesos oro nacional”en la oficina telegráfica, Ibid.
23
“La atenta nota de esa Superioridad Número 3712, del 14 de los corrientes, me deja
enterado de la dirigida por el Sr. Presidente Municipal de Pichucalco, relativa a que
se están recolectando fondos en aquella localidad para los damnificados en la inundación habida en esta Ciudad.
Sobre el particular de que se trata, me permito informar a Ud que el dicho Sr.
Presidente Municipal de Pichucalco, me ha enviado ya la cantidad de cuarenta y
tres pesos, para el objeto indicado, suma que desde luego puse a disposición del
Tesorero Gral. de Socorros a efecto de que sea distribuida en su oportunidad. (…)”,
AHE, Sección Gobernación 1921, Tomo XV, Exp. 255, Gregorio Culebro al Secretario
General de Gobierno, San Cristóbal Las Casas, 23 de noviembre de 1921.
24
AHE, Sección Gobernación 1921, Tomo XV, Exp. 255, Gregorio Culebro al Secretario
General de Gobierno, San Cristóbal Las Casas, 23 de noviembre de 1921.
78
79
16
están expuestas en un informe rendido por el presidente municipal de la ciudad a finales de diciembre de 1921.25
La visita del gobernador para supervisar la distribución de los
recursos no se produjo hasta el año siguiente, concretamente
hasta el día 7 de enero de 1922. Un informe que el general Tiburcio Fernández rinde al presidente de la República aporta dichos
datos. Además de reunirse con las Juntas de Socorro que habían
cargado con el peso de los primeros auxilios y con la distribución
de los recursos obtenidos por las suscripciones locales, el gobernador, según sus propias palabras, participó con ellas y con personalidades reconocidas de la ciudad en un recorrido por los
barrios afectados, escuchando las quejas y solicitudes de sus
vecinos, así como las necesidades consecuentes tras las pérdidas
sufridas por la inundación. Según lo expresado por los afectados
y en consonancia con el carácter de su propiedad, número de familiares y valor de las pérdidas
…se fijaba provisionalmente el tanto% que en relación al
importe de las pérdidas, era acreedor cada quien de los visitados. En esta tarea, (…), empleamos más de quince días. Además
se hizo una convocatoria general para que todos los que hubieran sufrido pérdidas por la inundación lo manifestaran a la Junta
que presidía, expresando el barrio de su habitación, objetos perdidos y valor estimativo de ellos. Con la lista formada como
resultado de nuestra inspección material y con las manifestaciones presentadas en virtud de la convocatoria, la junta dio prin-
cipio a sus trabajos de calificación definitiva, dividiéndolos para
la mayor equidad y justificación de sus actos en las siguientes
Series: Primera: “Fincas Urbanas Catastradas”. Segunda: “Fincas
Urbanas no Catastradas”. Tercera: “Inquilinos” y Cuarta:
“Propiedades rústicas”.26
Tomando en cuenta esta división se estableció el valor catastral
de la propiedad damnificada y, además, se añadió a esta valoración la observación ocular de los daños y pérdidas materiales
sufridos. Aunque el informe también señala que se procuró
igualar las compensaciones sin privilegiar a los que contaran con
mayor valor catastral.27 El resultado de esta labor resalta que no
se superó la cantidad de cuarenta y cinco mil pesos destinada al
socorro de los damnificados, por lo que se realizó el reparto conforme a las listas establecidas y se aseguró el control del pago
mediante la recepción de un recibo firmado ante el gobernador,
el presidente municipal y un notario público.28
El dinero sobrante, concretamente 11,072.90 pesos, se puso a
disposición del gobierno municipal, si hacemos caso de nuevo al
informe gubernamental. Su objetivo no era convertirse en un
26
“Una vez más y por medio de este folleto, envío al Gobierno Federal y del Estado,
a los Municipios, Cámara Nacional de Comercio de esta Ciudad y demás donantes,
el más sincero y expresivo voto de gracias por su altruismo y atenta deferencia a las
gestiones relativas; y en nombre de los agraciados y de la ciudad en general, puedo
asegurarles que no olvidarán jamás el nombre de sus favorecedores, y que, en las
páginas de la historia local se consignará un loor ferviente por su manifisencia
(sic)”, AHE, Fondo Fernando Castañón Gamboa, Informe rendido por el Cno Presidente
Municipal Don Gregorio Culebro de la primera distribución de fondos efectuada a los
damnificados por la inundación habida en esta ciudad en Octubre último, San Cristóbal
Las Casas, Tipografía Flores, Diciembre 31 de 1921, p. 8.
AHE, Sección Gobernación 1922, Tomo XVII, Exp. 491, Informe del Gobernador del
Estado de Chiapas, Tiburcio Fernández al Presidente de la República, Álvaro
Obregón, Tuxtla Gutiérrez, 18 de marzo de 1922.
27
“Fijado este tanto% y habiéndose observado que por la irregularidad de los valores catastrales resultaron algunos que, siendo menores sus pérdidas, pero sí más
alto el valor catastral de la finca, les correspondía más que a los que con valor catastral menor eran mayores sus perjuicios y les correspondía menos; para nivelar esta
desigualdad la Junta optó por aumentarles desde un cincuenta hasta un diez%,
sobre lo que a base de catastro resultara corresponder, según las circunstancias y
condiciones especiales de cada quien”, AHE, Sección Gobernación 1922, Tomo XVII,
Exp. 491, Ibid.
28
Dos actas notariales hacen constar lo recaudado y la forma en que se distribuyeron los recursos por parte de la Presidencia Municipal de San Cristóbal Las Casas
antes de que acabara el año 1921, AHE, Fondo Fernando Castañón Gamboa, Informe
rendido por el Cno Presidente Municipal Don Gregorio Culebro de la primera distribución
de fondos efectuada a los damnificados por la inundación habida en esta ciudad en Octubre
último, San Cristóbal Las Casas, Tipografía Flores, Diciembre 31 de 1921, p. 1-3.
80
81
25
remanente para posibles irregularidades en el reparto de las
ayudas, o quedar a la espera de nuevas inundaciones de la magnitud de la sufrida, sino que sería invertido “en las obras del desagüe, en la forma preventiva indicada por los Ingenieros”. Es
decir, el gobernador se hacía eco de las peticiones locales para
subsanar de manera definitiva el problema de las inundaciones
en la ciudad alteña, aunque ello no podría llevarse a cabo hasta
que la comisión de ingenieros enviados por la Secretaría de
Comunicaciones y Obras Públicas, quienes ya estaban trabajando para esas fechas,29 aportara soluciones al finalizar su labor.Ya
se informó líneas antes que tal solución no llegó hasta la década
de los setenta del siglo pasado, pero la inversión se dedicó a la
limpieza de los sumideros, que se encontraban “obstruidos unos
y bastante azolvados otros”.30 Para encargarse de esas actividades el gobernador dejó en funcionamiento una “junta especial”,
supervisada y dirigida por la presidencia municipal de San
Cristóbal Las Casas, e integrada por un experto ingeniero de la
localidad y otras personas designadas entre los mismos damnificados, a fin de que dicha Junta inspeccione y atienda la obra
con el interés que merece, pues de otra suerte, dado el estado de
obstrucción que guardan los sumideros, es infalible, como llevo
dicho antes, la repetición de la catástrofe.31
29
II
Como era de esperarse, no todos los afectados por las inundaciones quedaron conformes con la evaluación y posterior
indemnización. Los casos que aparecen en la documentación de
la Sección Gobernación del Archivo Histórico del Estado son
pocos; sin embargo, ello tiene lógica ya que las quejas se canalizaban a las juntas de San Cristóbal Las Casas, encargadas de
atender a los vecinos que habían sufrido algún tipo de pérdida
en la inundación.32
No poseer esa información impide establecer algún tipo de
denominador común de las quejas o conocer su jerarquización
barrial; sólo se cuenta con alguna de ellas, como por ejemplo la
presentada por Eloísa Paniagua, viuda de Mijangos, quien tras
agradecer los 50.00 pesos con los que fue compensada por los
daños en la casa de su propiedad, también afirma que sufrió
diversas pérdidas no compensadas en comparación con otras
personas; pérdidas y agravios que enumera secundada por los
testigos Margarita Éboli de Domínguez y Rosendo A. Urbina:
adobes, un horno que se derrumbó, ladrillo y teja que tenía
en la tejería y galera, y otros objetos de valor, que importan más
de $500 inclusive un buey de mi propiedad que se ahogó, como
puede justificarse con la información de los señores que subscriben al calce del presente; y por otra parte, personas que menos
perjuicios sufrieron se les ha protejido (sic) con mayor cantidad
de la que se me asignó por la ruina de mi casa, para compensar
en algo mi pérdida.33
2 000
“En acuerdo 9654 fecha de ayer, firmado por el C. Presidente de la República, se
dijo a la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, lo siguiente: Mereceré a
esa Secretaría se sirva comisionar desde luego a un experto que marche a San
Cristóbal Las Casas, Chiapas, a estudiar la forma más práctica de desaguar aquella
ciudad y evitar que se repitan casos de inundación como el que en la actualidad ha
venido sufriendo. Lo que transcribo a usted para su debido conocimiento y como
resultado de las gestiones hechas por el C. Lic y Diputado J.M. Velasco; (…)”. AHE,
Sección Gobernación 1921, Tomo XV, Exp. 255, El Secretario particular del Presidente
de la República a Tiburcio Fernández, Palacio Nacional, 9 de noviembre de 1921.
30
AHE, Sección Gobernación 1922, Tomo XVII, Exp. 491, Informe del Gobernador del
Estado de Chiapas, Tiburcio Fernández, al Presidente de la República, Álvaro
Obregón, Tuxtla Gutiérrez, 18 de marzo de 1922.
31
Ibid.
32
La respuesta del Secretario General de Gobierno a una queja de la Sra. Eloísa
Paniagua así lo demuestra, puesto que le manifiesta “por acuerdo del propio Primer
Magistrado, que lo que solicita usted debe hacerlo ante la Junta respectiva de ese
lugar”, AHE, Sección Gobernación 1922, Tomo XVII, Exp. 497, Tuxtla Gutiérrez, 10 de
marzo de 1922.
33
AHE, Sección Gobernación 1922, Tomo XVII, Exp. 497, Eloísa Paniagua a Tiburcio
Fernández, San Cristóbal Las Casas, 10 de febrero de 1922.
82
83
Como era de esperarse, después de esta descripción no le resta
más que solicitar al gobernador del estado “la cantidad que
como viuda, de notoria pobreza, al cuidado de tres hijos, necesito para recuperar el perjuicio que me originó la inundación…”.34
El fenómeno natural también propició que otros intereses se
pusieran en juego, como es el caso que María Emma Ramírez,
viuda de Armendáriz, expone al gobernador del estado. En concreto, ella no solicita ningún tipo de ayuda especial por pérdidas
directas, sino que refiere cómo el temporal de lluvias que provocó
la inundación de 1921 afectó una barda divisoria entre su propiedad y una cárcel que anteriormente, según su exposición, había
sido convento de dominicos. La caída de la barda haría peligrar
su propiedad e incluso su integridad física, por lo que solicita al
gobierno que éste le venda una parte del terreno donde se encuentran los escombros de la barda,35 pues afirma que “en la actualidad no será fácil al Gobierno mandar a construir de nuevo la
indicada pared para darme garantías a mi hogar y a mí me interesa corregir cuanto antes ese desperfecto…”.36
La contestación gubernamental fue, por supuesto, denegar la
venta,37 pero la insistencia de la solicitante para que se reconstruyera la pared o, en su defecto, para obtener unos metros de
terreno, si ella se hacía cargo de tal reconstrucción,38 obligaron al
gobierno a pedir un informe al presidente municipal,39 quien,
desde su perspectiva, describe los orígenes del problema.40 No se
conoce, al menos por la documentación, cómo acabó el incidente, pero otros más ilustran con mayor detalle el papel que jugaron los vecinos y la conflictividad que la inundación y el tratamiento institucional propiciaron.
En concreto me refiero a dos situaciones disímiles pero que
tienen un mismo origen: la inundación, y una semejante expresión: la protesta. En el primer caso desconocemos si la protesta
fue organizada o surgió de manera espontánea, ambos aspectos
posibles en estos casos; mientras que en el segundo tenemos la
certeza de que los vecinos asumieron su responsabilidad en la
coordinación de los reclamos.
Veamos el primer caso. Éste se refiere a una manifestación en
contra del presidente municipal de San Cristóbal Las Casas,
Gregorio Culebro, ocurrida el 14 de octubre de 1921. Se tiene
constancia de ella por dos vías; en la primera un inspector de
telégrafos informa al gobierno lo siguiente:
Hónrome comunicarle como novedades ocurridas esta Ciudad.
Ayer tarde pueblo en imponente manifestación dirigiose Palacio
Mpal pidiendo renuncia inmediata C. Presidente Mpal. D. Gregorio Culebro, haciéndole graves cargos calamidades graves está atravezando (sic) Ciudad resultando entre manifestantes tres
heridos por haber hecho fuego policía sobre ellos. Según noticias hoy celébrase sesión extraordinaria para resolver lo que
convenga. Pueblo estará presente.41
34
Ibid.
No parece que dichos escombros fueran los únicos de la ciudad; si hacemos caso
al informe del gobernador Tiburcio Fernández, edificios de presencia y utilidad en
la ciudad, como el Hospital Civil, se encontraban en ruina también, por lo que se
gastó la cantidad de 753.00 “oro nacional” en repararlo, AHE, Fondo Fernando
Castañón Gamboa, Informe que rinde el C. Gobernador Constitucional del Estado,
General de División Tiburcio Fernández Ruiz, Imprenta del Gobierno, Tuxtla Gutiérrez,
1921, p. 13.
36
AHE, Sección Gobernación 1922, Tomo XVII, Exp. 497, María Emma Ramírez a
Tiburcio Fernández, San Cristóbal Las Casas, 1 de noviembre de 1921.
37
AHE, Sección Gobernación 1922, Tomo XVII, Exp. 497, el Secretario General de
Gobierno a María Emma Ramírez, Tuxtla Gutiérrez, 12 de noviembre de 1921.
38
AHE, Sección Gobernación 1922, Tomo XVII, Exp. 497, María Emma Ramírez a
Tiburcio Fernández, San Cristóbal Las Casas, 27 de diciembre de 1921.
AHE, Sección Gobernación 1922,Tomo XVII, Exp. 497,Tiburcio Fernández al Presidente
Municipal de San Cristóbal Las Casas, Tuxtla Gutiérrez, 3 de enero de 1922.
40
AHE, Sección Gobernación 1922, Tomo XVII, Exp. 497, el Presidente Municipal de
San Cristóbal Las Casas a Tiburcio Fernández, San Cristóbal Las Casas, 2 de febrero de 1922.
41
AHE, Sección Gobernación 1921, Tomo XV, Exp. 255, El Inspector General de
Telégrafos, Francisco Coutiño al Secretario General de Gobierno, 15 de octubre de
1921.
84
85
35
39
Por supuesto, la segunda surge cuando el gobierno estatal,
tras recibir esta información turnada como urgente, solicita al
presidente municipal, mediante telefonema, un informe sobre
“existencia heridos por policía a consecuencia manifestación
ayer; acuerdo superior sírvase Ud informar inmediatamente con
detalles”.42 Requerimiento al que el presidente municipal contestó el mismo día, también vía telegrama, para señalar que ayer
tarde un grupo de sediciosos en estado de ebriedad encabezado
por Carmen Urbina y Ramón Zepeda presentose ofna esta presidencia con carácter hostil exigiendo renuncia mía y ediles
agresivamente a balasos (sic). De mi parte no tuve de pronto
más auxilio que policía con quien defenderme resultando tres
heridos continuo fuerte en mi puesto y suplicole procurar se me
presten auxilios pues que de lo contrario no podría hacerse respetar principio autoridad.43
Sin poner en duda lo verídico de las afirmaciones del presidente
municipal, es lógico pensar que su alegato servía para defender
su puesto y la validez de sus acciones de gobierno, estas últimas
ratificadas, en buena medida, por la correspondencia establecida con las instancias del poder estatal,44 aunque éstas no dejaran
de solicitar la intervención de la procuraduría general de justicia
para iniciar una averiguación,45 señal inequívoca de que se pretendía, al menos formalmente, corroborar la veracidad de las
informaciones recibidas.
El segundo caso transcurre en el lapso de poco más de dos
meses, los comprendidos entre el 13 de octubre y el 27 de diciembre de 1921, fechas entre las cuales contamos con fuentes escritas que corroboran el inicio y finalización del problema de la
inhumación de las personas fallecidas tras la inundación. La
imposibilidad de hacerla en el panteón municipal obligó, desde
la perspectiva de la presidencia municipal, a trasladarla al antiguo panteón del Cerro Guadalupe, como es decidido en sesión
ordinaria del ayuntamiento celebrada el 7 de octubre.46 Medida
que será ratificada por el gobierno estatal una semana después.47
Lo que me interesa resaltar de este hecho es el papel jugado por
los vecinos del barrio de Guadalupe, del lugar donde se iban a
llevar a cabo los enterramientos durante el periodo en que durara la alteración causada por el fenómeno natural. Digo papel
jugado porque ya desde el 10 de octubre protestan por la decisión, aunque la información documental citada corresponda al
día 20. Es decir, siete días después de que el gobierno sancionara la medida municipal, los vecinos de Guadalupe, con más de
cuarenta firmas, envían una carta al gobernador del estado,
acompañada de un mapa a colores, en la que protestan por la
decisión y expresan sus motivos de queja (véase mapa 1).
Aunque la carta es un poco extensa, vale la pena reproducirla en
su contenido primordial:
46
42
AHE, Sección Gobernación 1921, Tomo XV, Exp. 255, el Secretario General de
Gobierno al Presidente Municipal de San Cristóbal Las Casas, Tuxtla Gutiérrez, 15
de octubre de 1921.
43
AHE, Sección Gobernación 1921, Tomo XV, Exp. 255, el Presidente Municipal a
Tiburcio Fernández, San Cristóbal Las Casas, 15 de octubre de 1921.
44
AHE, Sección Gobernación 1921, Tomo XV, Exp. 255, el Secretario General de
Gobierno al Presidente Municipal de San Cristóbal Las Casas, Tuxtla Gutiérrez, 17
de octubre de 1921.
45
AHE, Sección Gobernación 1921, Tomo XV, Exp. 255, Abel Lazos, Procurador
General de Justicia al Secretario General de Gobierno, Tuxtla Gutiérrez, 18 de octubre de 1921.
“…en vista de que se inundó contorno Panteón Mpal y sin poder llegan a él para
inhumar cadáveres siendo de urgente necesidad dictar providencias tuvo a bien
designar provisionalmente Panteón antiguo Guadalupe, único lugar que puede
hacerse inhumación… puesto que continúan dificultades en Panteón autorizado,
conforme acuerdo dictado póngolo en conocimiento Sr Gobernador para que se
sirva sancionar procedimiento con la indicación de que no hay otro lugar, por hoy
que puede dedicarse provisionalmente al objeto indicado”, AHE, Sección
Gobernación 1921, Tomo XV, Exp. 255, El Presidente Municipal al Secretario General
de Gobierno, San Cristóbal Las Casas, 13 de octubre de 1921.
47
“Sus telefonemas relativos enteran Sr. Gobernador, causas inhúmanse cadáveres
Panteón antiguo Cerro Guadalupe, lo cual permitirá únicamente mientras dure
inundación, cuidando obsérvense precauciones necesarias, para evitar perjuicios
vecindario”, AHE, Sección Gobernación 1921, Tomo XV, Exp. 255, El Secretario
General de Gobierno al Presidente Municipal de San Cristóbal Las Casas, 14 de
octubre de 1921.
86
87
…vecinos de la sección segunda-barrio de Guadalupe, de esta
ciudad, en acción popular, por tratarse de un asunto de interés
público, ante Ud., con todo respeto esponemos (sic):
El diez del actual, los dos primeros signatarios tuvimos el
honor de dirigir a Ud., el telegrama que copiamos: “Con motivo
inundación esta ciudad, inhumaciones están haciéndose sobre
serro (sic) Guadalupe, con grabe (sic) perjuicio vecinos. Rogámosle
respetuosamente ordene a señor Presidente Municipal que inhumaciones se hagan sobre terreno correspondiente Ezequiel
Penagos, que está despoblado”– El catorce se sirvió Ud., contestarnos por conducto del señor Secretario General, lo siguiente:
Imperiosa necesidad obligó Ayuntamiento permitir inhumaciones
antiguo panteón Guadalupe, lo cual será únicamente mientras
dure inundación, haviéndose (sic) recomendado a Presidente toda
clase precauciones para hevitar (sic) perjuicio vecindario.
Sin duda por falta de informes completos, se sirvió Ud., acordar
negatibamente (sic) a nuestra solicitud, que hoy empleamos con
datos y consideraciones exactos, para que con este fundamento se
sirba (sic) reconciderar (sic) el referido acuerdo de 14 del actual.
Durante la inundación ocurrida en esta ciudad, desde la última
decena de septiembre a la última de noviembre del año de 1879,
por orden legal se hicieron inhumaciones en el serro de
Guadalupe, en ese tiempo despoblado, sin protesta alguna, no
obstante que a 40 metros al norte, principiaba la población, donde
por haberce (sic) hecho las inhumaciones en terreno, como es hoy
alto, exesivamente (sic) filtravle (sic) y barrancoso, fue el foco
donde principió la epidemia del tifo desde enero del siguiente año
de 1880, según consta en el archivo de este juzgado del estado Civil.
Como quince años después de aquellos hechos fueron practicadas las hecsumaciones (sic), y este H. Ayuntamiento acordó y
llebo (sic) acavo (sic), hace más de 20 años, la urbanización del
mensionado serro de Guadalupe, cuyas constancias estan en el
archivo de este R. Ayuntamiento, las que pudieron bazar (sic) el
informe rendido últimamente ante Ud, el cerro de Guadalupe a
permanecido urvanisado (sic) con todas las condiciones de ley, y
es parte integrante de esta población. No hay por consiguiente en
88
el referido cerro ninguna estencion (sic), de terreno que fundadamente pudiera estimarce (sic) como dedicable a panteón provisional, pues lo que no es solar o casa es calle Nacional de ocho o diez
metros de ancho. Esto sin contar con que la secretaría de
Hacienda tiene aprobado el plano que prollecta (sic) el ensanche
del templo de Guadalupe y construcción de la sacristía en los costados Este y Sur del mismo edificio público federal.
El croquix (sic) adjunto, con que ilustramos este memorial
muestra a escala exacta y en detalle la iglesia y sus dependencias federales, inclusive las calles y avenidas, la urbanización
permanente de hace más de 20 años.
Continuar inumando (sic) dentro de la población, en el cerro
de Guadalupe parte de la sección segunda de esta ciudad como
se viene haciendo por disposición del superior Gobierno (sic)
que es merecido cargo de Ud, daría los más desastrosos resultados en la salubridad pública de esta ciudad, pues, resumiendo,
el cerro mencionado, esta ocupado por parte de esta población
en el lado Oriente, siendo á qui (sic) el viento dominante el del
Este que al saturarce (sic) en miazmas (sic) pútridas bañan, con
sus infectos microbios toda la población, sircunstancia (sic) que
ha querido evitar la actual ley de panteones.
Por los fundamentos espuestos (sic), que rogamos a Ud, señor
Gobernador, los tome en consideración; respetuosamente le
pedimos se sirba (sic) rebocar (sic) el acuerdo inserto del 14 del
actual, ordenando a este Ylustrado ayuntamiento suspenda desde luego sus ordenes de inhumaciones en el cerro de Guadalupe
de esta ciudad y que proponga para ese objeto un lugar que
reuna las devidas (sic) condiciones de higiene y saluvridad (sic)
públicas, como lo dispone la ley de panteones pues en el valle de
esta ciudad hay muchos lugares despoblados y adabtables (sic) al
objeto en referencia comunicándonos si havien (sic) lo tienen por
mía mas rápida su superior acuerdo (…).48
48
AHE, Sección Gobernación 1921, Tomo XV, Exp. 255, José Cordero Zúñiga, Flavio
Penagos y demás signatarios a Tiburcio Fernández, San Cristóbal Las Casas, 20 de
octubre de 1921.
89
No cabe duda, dado el número de firmas y la celeridad con la cual
se dibujó el plano que se adjunta en forma de mapa en este texto,
que los vecinos se organizaron muy rápidamente, tanto como con
la firmeza que actuaron dirigiéndose al mandatario estatal.
Además de este aspecto de asociacionismo circunstancial, pero
efectivo, alejado de los clásicos predicamentos sobre los barrios
coletos y las seculares instituciones religiosas, festivas o familiares
que los caracterizan, hay tres aspectos de la carta que presentan al
gobernador que deseo resaltar. El primero es un interrogante referido a la composición sociológica de la sección del barrio de
Guadalupe señalada como la afectada. Me cuestiono lo anterior
porque el escrito cuenta, para la época en que está redactado, con
un sinnúmero de faltas de ortografía, superior a las existentes en
los ocursos signados por particulares que recibía el gobierno en los
mismos años. Es decir, o los firmantes, junto con los que redactaron la carta, contaban con una preparación educativa muy precaria, achacable no de manera automática a su condición socioeconómica, o de lo contrario el mito de San Cristóbal de Las Casas
como la ciudad culta, desde prácticamente su fundación, debería
revisarse a profundidad, como la mayoría de los investigadores
especialistas en la localidad advierten sin necesidad de nombrarlo.
El segundo argumento corresponde a la utilización de la historia que hacen los firmantes para respaldar sus aseveraciones.
Lo ocurrido en otras inundaciones, concretamente del siglo XIX,
les permite establecer una comparación ejemplificada con la
extensión del tifus en 1880 a consecuencia de los enterramientos
realizados en 1879 en el mismo lugar. En consecuencia, el pasado, aunque no se cuente con certezas demostrables, se convierte en un arma científica de protesta, y es científica porque los
hechos empíricos así lo demuestran, según los afectados del barrio de Guadalupe.
Por último, el tercero se refiere al papel de la ley en su alegato. La urbanización por más de 20 años del cerro de Guadalupe
no es argumento suficiente si no está amparado en las constancias que lo acreditan, así como en el respeto a las condiciones
establecidas por la legalidad vigente. De esta manera, el cumpli-
miento de la legislación está, a la hora de construir su discurso,
por encima de la misma realidad existente del asentamiento
humano. En definitiva, parece ser que su argumentación es más
humana al acatar lo estipulado por decreto.
¿Cuál fue el resultado de la protesta ejercida por los habitantes de este barrio tan característico, al menos en la actualidad, de
la ciudad de San Cristóbal Las Casas? Pues no parece que tuviera ninguno, ya que hasta un mes después, concretamente el 14
de diciembre, el secretario general de gobierno transcribía la
carta de los vecinos al presidente municipal de la ciudad.49 Es
posible que los habitantes del barrio continuaran enviando telegramas a las autoridades estatales, hecho que no consta en la
documentación consultada, pero parece sintomático el retraso
en el envío del documento a la autoridad municipal; síntoma
que se puede leer como la imposibilidad por parte del gobierno
de encontrar una mejor solución hasta que las aguas volvieran a
su cauce, sin que en este caso la frase sea leída como metáfora.
Antes de finalizar el año, el día 27 de diciembre, el presidente
municipal informaba al gobierno de la vuelta a la normalidad, del
retorno de las inhumaciones al panteón municipal.50 Sin embargo, llama la atención que en su oficio se refiera a la protesta de
los vecinos del barrio de Guadalupe y al cambio de lugar debido
a su reclamo. Específicamente señala que al tomarse en cuenta la
queja se utilizó “el cerro de San Cristóbal, que, aun no apropiado
al caso, podía suplir mientras el siniestro pasaba. De esto también se dio cuenta a ese Superior Gobierno, e igualmente apro-
49
AHE, Sección Gobernación 1921, Tomo XV, Exp. 255, el Secretario General de
Gobierno al Presidente Municipal de San Cristóbal Las Casas, Tuxtla Gutiérrez, 14
de diciembre de 1921.
50
En el Informe del Gobernador de ese año se indica que se otorgaron 1,500.00 pesos
para la realización de una “calzada que conduzca al Panteón Municipal” de San
Cristóbal Las Casas, aunque no se indica si fue antes o después de las inundaciones, AHE, Fondo Fernando Castañón Gamboa, Informe que rinde el C. Gobernador
Constitucional del Estado, General de División Tiburcio Fernández Ruiz, Imprenta del
Gobierno, Tuxtla Gutiérrez, 1921, p. 18.
90
91
bó el paso”.51 La documentación, como se advirtió antes, no indica ningún cambio al respecto, y es sintomático que, menos de
quince días antes de este oficio del presidente municipal, el
secretario general de gobierno solicitara información sobre la
carta de los vecinos del barrio de Guadalupe.52 En espera de alguna información que aclare cuánto tiempo permaneció como panteón provisional el cerro de Guadalupe y cuánto el de San
Cristóbal, si es que llegó a funcionar como tal este último, queda
como dato de interés constatar la rápida reacción de los vecinos
ante lo que consideraban una agresión hacia sus intereses barriales y personales, al igual que su preocupación por la posible
expansión de enfermedades a toda la ciudad si en sus terrenos se
ubicaba, aun temporalmente, el panteón de la ciudad.
ellos tan claramente marcados como los establecidos en las
escuelas, debían modificarse para sobrellevar la catástrofe.54
A lo anterior hay que aunar, en el caso de 1921, la precaria situación económica de la entidad chiapaneca, establecida por la previa
confrontación entre constitucionalistas y mapachistas, todo ello en
un panorama nacional en recuperación de los rigores de la conflagración revolucionaria. Un ejemplo de esta precariedad lo
demuestra un oficio que, dirigido al gobernador, envía un diputado en funciones por el distrito de San Cristóbal Las Casas, reclamando una cantidad de dinero prestado en 1922 al primer mandatario por el municipio de referencia por gastos de representación:
Que según comprobantes que adjunto la Tesorería Municipal de la
Ciudad de San Cristóbal L.C., facilitó en calidad de préstamo a
pronto reintegro, al Sr. Francisco del P. Zendrero, Cajero de la
Tesorería Gral del Estado, la cantidad de $600.00 […], misma que se
destinó al baile de despedida que el propio C. Gobernador ofreció
a la sociedad de aquella población. Encontrándose el Municipio en
penosas circunstancias pecuniarias, mucho había de agradecer a
Ud se sirva ordenar el reintegro de la cantidad de referencia.55
CONSIDERACIONES FINALES
Las inundaciones dejaban un rastro de destrucción en vidas y
bienes materiales, como lo continúan haciendo en la actualidad
en muchos lugares del estado de Chiapas. Alteraban la vida de
los habitantes afectados al grado de destruir las vías de comunicación, impidiendo la entrada o salida segura de personas y
mercancías.53 Al mismo tiempo que los ritmos vitales, algunos de
Reclamo al que rápidamente se responde con la reparación de la
deuda, como consta en la documentación de archivo.56
51
AHE, Sección Gobernación 1921, Tomo XV, Exp. 255, el Presidente Municipal al
Secretario General de Gobierno, San Cristóbal Las Casas, 27 de diciembre de 1921.
52
“Es cuanto puedo informar a esa Superioridad sobre el particular de que se trata,
de todo lo que se desprende la improcedencia por hoy de la solicitud transcrita,
pues que muy pocas inhumaciones se hicieron en el lugar de Guadalupe, suspendiéndose a continuación en virtud de que se tuvo en cuenta algunas de las razones
que los peticionarios alegaron en aquella ocasión, verbalmente ante esta
Presidencia”, Ibid.
53
Véase el debate que se suscitó en la Cámara de Diputados nacional por la solicitud de licencia presentada por el magistrado Suárez, quien alega que no puede
regresar a la capital de México por las inundaciones ocurridas en San Cristóbal de
Las Casas, inundaciones que cortaron vías de comunicación fundamentales para su
desplazamiento, Diario de Debates de la H. Cámara de Diputados, n. 38, Legislatura
XXIX, año legislativo II, periodo ordinario, 8 de noviembre de 1921, p. 11-12.
Los exámenes de fin de curso de las escuelas municipales se suspendieron y se
transladaron al día 30 de noviembre para llevarlos a cabo, AHE, Fondo Fernando
Castañón Gamboa, Informe que rinde el C. Gobernador Constitucional del Estado,
General de División Tiburcio Fernández Ruiz, Imprenta del Gobierno, Tuxtla Gutiérrez,
1921, p. 26.
55
AHE, Sección Gobernación 1922, Tomo XVII, Exp. 494, Alberto Rojas al Gobernador
del Estado, Tuxtla Gutiérrez, 25 de julio de 1922.
56
“Con cargo a la partida 90 de Presupuesto de Egresos vigente, sírvase mandar a
pagar en el próximo trimestre del corriente año, a la Tesorería Municipal de San
Cristóbal Las Casas […] que fue proporcionada al suscrito Gobernador en calidad
de préstamo a pronto reintegro en su estancia en aquella ciudad”, AHE, Sección
Gobernación 1922, Tomo XVII, Exp. 494, el Gobernador del Estado al Tesorero
General, Tuxtla Gutiérrez, 25 de julio de 1922.
92
93
54
Las dificultades expresadas, tanto económicas como personales,
causadas por la inundación son referencia inequívoca de estos fenómenos naturales, como de alguna u otra manera queda reflejado en
estas páginas; sin embargo, también se pretendió resaltar en ellas
que en situaciones como las vividas los seres humanos crean, construyen, organización. Es decir, en medio de lo que puede observarse como desolación y caos la organización para la ayuda, o para el
reclamo y la defensa de intereses de grupo, emerge de forma espontánea, en muchas ocasiones con contornos poco nítidos, pero en
buena medida eficientes para solventar necesidades, como se intentó demostrar en el caso de los vecinos del barrio de Guadalupe.
En espera de que informaciones históricas sobre estos desastres
naturales, y sobre la respuesta que los chiapanecos han tenido al
sufrirlos, emerjan de los archivos históricos locales o nacionales a
través del interés de los investigadores, estas páginas son un primer acercamiento personal al fenómeno de las inundaciones.
ABREVIATURAS
AHE
Archivo Histórico del Estado
EL AUTOR
MIGUEL LISBONA GUILLÉN es originario de Cataluña, España, tiene 15 años viviendo en
San Cristóbal. Es doctor en Ciencias Antropológicas por la UAM-I. Actualmente
es investigador de tiempo completo del PROIMMSE-IIA-UNAM. Sus investigaciones
giran alrededor de la historia y antropología de la religión y actualmente está
interesado en el anticlericalismo en Chiapas de la Revolución Mexicana. Tiene
diversas publicaciones en libros y revistas sobre sus temas de interés.
94
BOSQUEJO DE LA HISTORIA DE LA FOTOGRAFÍA
EN SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, CHIAPAS
Justus Fenner
No existiendo para el estado de Chiapas una historia de la fotografía, este ensayo no resulta más que un primer intento, que
sólo pretende reunir las informaciones al respecto con las cuales
me he topado casualmente en los últimos quince años de mis
investigaciones. No abarca ni siquiera el estado, sino que sólo
incluye la información encontrada en la ciudad de San Cristóbal.1 El terreno de historia fotográfica en este estado sigue estando virgen y a la espera de un investigador.
Contrario a lo que mucha gente piensa, la historia de la fotografía en la provincia mexicana está llena de ricos e inesperados
hallazgos, como por ejemplo el siguiente:
Hace ahora veinte años el conocido muralista y escritor Carlos
Jurado, quien vivió durante varios años en San Cristóbal, escribió un artículo con el título“El arte de la aprehensión de las imágenes y el unicornio”. Es un texto muy ameno que nos lleva a
través del mítico unicornio hacia un invento que hizo cambiar la
percepción del mundo por parte del ser humano. Jurado explica
la utilidad del cuerno de unicornio para hacer las perforaciones
para las cámaras oscuras, antecesoras de las cámaras fotográficas. Y cuando su relato llega al siglo XIX, él cita al entonces
historiador local Prudencio Esponda, quien describe los experimentos de un tal Enrique Martínez realizados en el año 1805:
1
De manera introductoria para los que les interesa la historia de la fotografía en
México, aquí las referencias de algunas obras generales: Casanova, Rosa, ”Ingenioso descubrimiento. Apuntes sobre los primeros años de la fotografía en México”,
en: Alquimia, Mayo-Ago, 1999, Año 2, N. 6. México, D.F.; Casanova, Rosa; Debroise,
Oliver, Sobre la superficie bruñida de un espejo. Fotógrafos del siglo XIX, Fondo de
Cultura Económica, México, D.F., 1989; Debroise, Olivier, Fuga mexicana. Un recorrido por la fotografía en México, Lecturas Mexicanas. Cuarta Serie, CONACULTA,
México, D.F., 1998.
95
El sabio profesor Martínez con su misteriosa caja oscura, ha logrado
retener sobre una plancha de metal impregnado de productos químicos de su invención, una réplica similar a un dibujo de gran preciosismo de la facha principal del templo de Santo Domingo. Cuando
hubo sacado en la oscuridad dicha réplica, de la caja mencionada, la
frotó con un compuesto de zumo de limón y otros jugos vegetales, de
este modo, la imagen perduró por unos días durante los cuales los
vecinos más importantes de la localidad pudieron admirarla.
Que este invento no se conociera de inmediato lo atribuye el
autor al hecho de “…que la lejana provincia donde vivía estaba
totalmente aislada de los centros culturales de importancia”.2
Una segunda publicación, esta vez del Archivo Histórico
Diocesano de esta ciudad, en la entonces alcaldía de Chiapas, da
cierto sustento a este hallazgo de Jurado, respecto a la historia de
los primeros pasos de la fotografía. El boletín del archivo menciona que el obispo de San Cristóbal había mandado en 1812 a
un sobrino suyo en La Habana su retrato fotográfico.3
¿Entonces obligan estas dos publicaciones a los historiadores
a rescribir la historia de la fotografía? ¿El famoso invento paralelo de la fotografía en Francia e Inglaterra en 1839 tiene entonces sus verdaderos antecedentes aquí en la antigua Ciudad Real,
en la ex capital de Chiapas, este lugar olvidado de los confines
del entonces imperio colonial español? ¿Será entonces el mismo
caso que el de Brasil, que reclama desde hace años que un inventor de este país haya sido el primero –en el mismo año de
1839– en lograr imágenes fotográficas de una manera permanente?, ¿podría ahora Chiapas reclamar este invento para sí con una
anterioridad de más de veinte años?
Antes de que nos metamos un poco en la historia de este interesante invento y para no dejar lugar a dudas, quisiera primero
aclarar el término técnico principal de esta ponencia:“Fotografía”.
Fotografía es el resultado de la combinación de dos procesos:
uno óptico de la luz y el segundo químico. Básicamente, una imagen fotográfica es el resultado de la reacción química de sales
metálicas a la exposición de luz. Es decir, hablamos de un efecto
combinado entre la luz y unas sales metálicas, estas últimas artificialmente aplicadas a una superficie plana (metal, papel), dispuestas a reaccionar bajo el efecto de la misma, formando una
reproducción de objetos. Pero antes de que los genios inventores del siglo XIX lograran encontrar esta solución a su anhelado
sueño de reproducir la realidad sin lápiz y sin la mano del dibujante, sus antecesores experimentaron muchos siglos con un
invento igualmente genial, pero que aún no lograba producir
imágenes permanentes: La cámara obscura.
ANTECEDENTES
Jurado, Carlos, “El arte de la aprehensión de las imágenes y el unicornio. Dos
pequeñas historias acerca de la cámara fotográfica”, en: Casa del Tiempo, Revista de
la UAM, México, D.F., No. 87, 1989, p. 21.
3
Boletín del Archivo Histórico Diocesano, Los Insurgentes y el Obispo de Chiapas,
1810-1815, Vol. 4-5, Spt. 1996, San Cristóbal L.C., p. 4.
La cámara obscura consiste en un cuarto oscuro con una perforación pequeña en la pared, la cual actuaba como una lente rústica, proyectando imágenes del exterior sobre un fondo blanco
en el interior.
Utilizando esta misma técnica de la cámara obscura, el francés
Joseph Nicéphore Nièpce logró en 1826 o 1827 la primera imagen
semipermanente colocando, una superficie sensible a la luz, una
llamada heliografía, consistiendo ésta en una vista desde una
ventana cerca de Chalon-sur-Saône. Para realizar esta imagen
Nièpce dejó abierta la lente aproximadamente diez horas.
Como inventor que era no tuvo la suerte que buscaba, así que
tuvo que asociarse en 1829 con el exitoso pintor de dioramas Luis
Jacques Daguerre, quien en los últimos años de la década de los
treintas del siglo XIX hizo innovaciones al invento de Nièpce,
logrando con placas metálicas cubiertas con una capa de nitrato
de plata y después expuesto a un baño de mercurio, la anhelada
96
97
2
después a segundos. Pero a pesar de su gran aceptación, el
daguerrotipo tenía una desventaja que finalmente lo llevó a ser
sustituido por nuevas técnicas: cada daguerrotipo era una obra
única, sin posibilidad de ser reproducido. En cuanto nuevos
inventos permitieron que la imagen fuera reproducida las veces
deseadas y además a menor costo, el daguerrotipo desapareció,
pero no sin dejar una considerable cantidad de imágenes preciosas e irrepetibles, las cuales aun hoy en día no han perdido su
capacidad de fascinar al espectador.
Una vez que bajaron los costos de la imagen y con la posibilidad de hacer la cantidad deseada de reproducciones en papel,
utilizando negativos, la fotografía se popularizó. Ahora también
Cámara obscura según A. Kirchner, Ars nena lucis et umbral, Amsterdam, 1671.
meta de poder fijar imágenes de manera permanente. La cámara Daguerre, que en lo básico siguió siendo una cámara obscura,
pero que permitió proyectar la imagen exterior sobre esta placa
sensible a la luz, fue el invento que dominó la atención de los
aficionados por lo menos durante los siguientes 15 años. A cambio, el invento del inglés Henry Fox Talbot, quien en el mismo
año 1839 logró fijar imágenes permanentes sobre un soporte de
papel salado, no tuvo el mismo éxito que los daguerrotipos,
nombre aplicado al invento de Daguerre.
A pocos meses de haber sido presentada la primera cámara
Daguerre, un ejemplar llegó en 1840 al puerto de Veracruz, capturando la fascinación de los pudientes de la época.Y desde este
puerto, pasando por Puebla, llegando a la capital, inició su lenta
pero exitosa conquista de las principales ciudades del joven
México. Tomarse la foto se volvió rápidamente una moda entre
hombres y mujeres que hicieron fila para pasar la tortura que
significaba, durante los primeros años, dejarse retratar. Hasta
veinte minutos tuvieron que estar absolutamente sin movimiento, con la cabeza fijada por un apoyo metálico. Pero en poco
tiempo las lentes y los químicos reactivos fueron mejorados y el
tiempo de exposición se redujo así, primero a pocos minutos y
Daguerrotipo de un sacerdote desconocido, probablemente miembro de la familia Flores Circa, 1850.
Archivo fotográfico de la ciudad de San Cristóbal de
Las Casas, colección Flores-Morales.
98
99
la gente de la clase media estaba en condiciones de adquirir una
imagen fiel y demostrar que también para ellos las modas y estilos europeos eran las más anheladas. Pero además les permitió
participar en el nuevo juego social: el intercambio de retratos,
con dedicatorias al reverso o sobre la misma imagen dirigidas a
la novia, a los padres, hijos, a los amigos de la familia; a todos
aquellos que debían tomar nota de que bien les iba. Es la temporada en que nacen los famosos álbumes familiares de fotografía.
Ya en los años sesentas, durante el imperio francés, había tarjetas de presentación que fueron divulgadas en toda la república y por muchos guardadas como reliquias. Probablemente la
primera, y a la vez la más divulgada imagen, ha sido la de la
emperatriz Carlota.
Mientras que en la capital cada vez abundaron más los estudios de fotógrafos retratistas, una nueva generación de fotógrafos, empacó sus cámaras a lomo de caballo y se fue a conquistar
la provincia como fotógrafos ambulantes. Y contrario a muchos
otros viajeros de la época que consideraban el viaje a una ciudad
como San Cristóbal como demasiado cansado por la inexistencia o mala calidad de los caminos, los fotógrafos de la época no
escatimaron este esfuerzo.
Ya en 1865 aparecieron los anuncios en los periódicos locales
ofreciendo los buenos servicios del fotógrafo o la venta de
implementos materiales y químicos requeridos por ellos.
En 1875 se publicó el siguiente anuncio:
Don J.P. Cornelis: Acaba de llegar a esta ciudad con el objeto de establecer un taller de fotografía. Son muy conocidas las ameritadas
obras de este distinguido fotógrafo, que los más exagerados encomios
no aumentarían nada la justa reputación de que gozan.
Esperamos que los aficionados aprovecharán esta oportunidad
pues sabemos que el Sr. Cornelis piensa permanecer poco tiempo en
esta población.
A retratarse, señores, a retratarse”4
¿Cómo debemos imaginarnos la llegada de un fotógrafo como J.
P. Cornelis a un lugar tan apartado como San Cristóbal? No
había trenes que comunicaran a Chiapas con el centro de la
república o con Guatemala. No había carreteras donde pudieran
pasar con facilidad por lo menos las carretas de bueyes. Todo lo
que llegaba tenía que llegar a lomo de mula, a lomo de los indios
tamemes (cargadores) o a lomo del propio interesado, es decir
cargado por el fotógrafo. Él no podía contar con encontrar un
laboratorio, ni los químicos, ni mucho menos algún repuesto
para su cámara. Todo tenía que haberse mandado de antemano
o él tenía que traerlo consigo. Las placas de vidrio no sólo tenían
Retrato de la emperatriz Carlota, circa 1864. Fotógrafo Julio Richard.
Esta tarjeta circuló por todo México. Archivo fotográfico de la
ciudad de San Cristóbal de Las Casas, colección Flores-Morales.
100
4
Tomado de: El Espíritu del Siglo, San Cristóbal L.C., # 9, 31.3.1875, p. 4.
101
un enorme peso, sino que a la vez corrían constantemente el
riesgo de romperse en el trayecto.
Durante años los fotógrafos de la época emplearon trenes de
mulas, y sólo cuando unos años después los implementos se
habían reducido en tamaño, esto permitió que los fotógrafos
ambulantes se trasladaran a los pueblos con cámara, laboratorio
y una selección de placas, todo empacado en una tosca y pesada mochila. Pero aun entonces, las placas de vidrio, mandadas
por adelante con mulas o cargadores, eran el gran dolor de cabeza de los retratistas. De su transporte seguro dependía el éxito o
fracaso del negocio.
Pero quiénes eran estos fotógrafos que llegaron, a pesar de
todos los contratiempos mencionados, a este apartado lugar de la
república mexicana. Aparte de los retratistas profesionales, que
Fotógrafo ambulante. Segunda mitad
del siglo XIX. Anónimo.
102
iban de ciudad en ciudad y de feria en feria, debemos mencionar
a los viajeros, exploradores provenientes de países como Inglaterra, Francia, Austria y Alemania, para los que estas tierras del
sureste mexicano eran tierras incógnitas. Al igual que los demás
fotógrafos de la época en otros continentes, ellos iban en búsqueda de vestigios de las culturas antiguas. Para esto se desplazaron
hasta los lugares más remotos del estado. Se adentraron en la
selva Lacandona, recorrieron a pie o a caballo toda la zona de Los
Altos, y cruzaron el estado yendo y viniendo de Guatemala.
Probablemente los primeros que trajeron una cámara Daguerre hasta Chiapas fueron el norteamericano John Lloyd Stephens
y su acompañante artístico, el arquitecto inglés Frederick Catherwood. Todavía en su primer viaje en 1839 Catherwood usaba la
“cámara lucida”, un implemento en uso por los retratistas que
permitía imágenes relativamente fieles. Ya en su segundo viaje,
en 1841, Catherwood traía una cámara Daguerre. No se han conservado los originales de sus tomas, únicamente las litografías
publicadas que fueron grabadas basándose en ellas.5
Cuando, diecisiete años más tarde, llegó el explorador francés
Desirée Charnay a Chiapas, el uso de la cámara ya era costumbre entre los viajeros científicos. Pero aun así, Charnay no logró
realizar gran cantidad de tomas en Chiapas. En primer lugar
sufrió de escasez de material.Ya se le habían acabado sus placas
de vidrio y tuvo que trabajar con papel albuminado, que en aquel
entonces todavía requería de una exposición prolongada a la luz,
sin poder garantizar la calidad del resultado. Pocos de sus negativos sobre cristal, realizados en Chiapas, sobrevivieron el transporte, otros simplemente no fueron bien logrados.
Para ilustrar lo que significó para Charnay viajar como fotógrafo a finales de los años sesenta del siglo XIX, sirve el siguiente dato: Sólo su equipaje fotográfico pesaba 180 kg, es decir entre
tres y cuatro quintales, cuidadosamente empacado y transportado a lomo de mula. Pero, aun así, muchas de las placas no aguan5
Stephens, John Lloyd, Incidents of Travel in Central America, Chiapas and Yucatan, 2
tomos, London, J. Murray, 1842.
103
taron el constante golpeteo.6 Hoy la mayor parte de su archivo
está resguardado en el Museé du l´homme.7
Varias fotografías realizadas en este viaje, entre ellas dos de
Palenque, fueron utilizadas para su publicación en México, y se
cuentan entre las primeras ilustraciones8 en la historia mexicana.
En 1877, diez años después de Charnay, vino otro explorador:
el ex militar y futuro descubridor de un sinfín de ruinas mayas:
Teobert Maler.
Como alemán nacionalizado austriaco, Maler llegó a México
con las tropas de Maximiliano, y permaneció en el país después
del fracaso del imperio, para dedicarse a viajar. En junio de 1877,
después de pasar por el istmo de Tehuantepec, llegó a San
Cristóbal, en aquel entonces una pequeña ciudad provinciana
marcada todavía por la secuelas de la Guerra de Intervención.
Para el 17 de junio en su diario anota la toma panorámica hecha
del centro de la ciudad de San Cristóbal. Esta imagen, cuyo original se encuentra en el Instituto Iberoamericano de Berlín, no
sólo es importante por ser probablemente la primera imagen
panorámica tomada de la ciudad, sino también porque logró
captar un momento en la historia urbanística de este lugar, que
nos hace resurgir la antigua ciudad, antes de los grandes cambios que definieron su conjunto arquitectónico en las décadas
Desirée Charnay cruzando el estado de Chiapas.
Tomado de la obra de Charnay. Anciennes Villes
de Nouveau Ronde. París, 1885.
6
Charnay, Desirée, Le Mexique. 1858-1861. Souvenirs et impresions de voyage.
Commenté para Pascal Mongne, editions Du Griot, La Chapelle Montligeon, 1987,
p. 252-253.
7
Ibid, p. Anexxe, Tableau 2, p. 319-320.
8
Charnay, Desirée, Álbum fotográfico mexicano, México, 1860; ídem, Cités et ruines
américaines, México-París, 1863.
Vista panorámica de la ciudad de San Cristóbal de Las Casas,
Teobert Maler, 1877. Instituto Iberoamericano de Berlín, Alemania.
104
105
Fusilamiento de Ignacio Fernández de Galindo en la plaza de
San Cristóbal, 1869. Autor: Pedro Martínez. Colección Moscoso-Pohlenz.
posteriores.9 Aparte de ser probablemente la toma panorámica
de San Cristóbal más antigua, nos permite hacer una comparación con un cuadro realizado poco antes, verificando la exactitud
de pintor.
Aparte del zócalo, donde puede uno todavía apreciar la antigua fuente (frente a la cual fueron fusilados pocos años antes
Ignacio Galindo y Benigno Trejo, acusados de ser los instigadores de la guerra de castas), destacan los puestos improvisados de
los indígenas, enmarcados por los cajones mercantiles de los
ladinos, y las ruinas y sitios quemados por los bandos imperialistas catorce años antes. Igualmente aparece en esta imagen
una iglesia que poco después de la visita de Maler fue demolida:
San Juan de Dios, junto al antiguo hospital del mismo nombre.
Según su diario, Maler también tomó una foto de la ominosa
granada de plata de la catedral que desapareció en la invasión de
los carrancistas en 1914. Pero esta imagen hasta ahora no ha
aparecido.
La herencia fotográfica de Maler está repartida en todo el
mundo, gracias al hecho de que fueron realizadas un sinfín de
copias de sus placas para venta y/o publicación.
A partir de los años ochentas del siglo XIX las visitas a San
Cristóbal por parte de extranjeros fueron más frecuentes, incluso
tenía la ciudad ya una pequeña colonia de extranjeros asentados
en ella. De los viajeros que pasaron y tomaron fotografías, es conveniente mencionar en este contexto por lo menos a Cecilia SelerSachs,10 quien estuvo en San Cristóbal en el año 1897, a Wilhelm
Bauer-Thoma11 quien visitó la ciudad en 1914, y tal vez el más conocido: Bruno Traven, el misterioso autor de toda una serie de
novelas históricas sobre Chiapas, quien en 1925 realizó una larga
estancia en el estado y en San Cristóbal, publicando varias de sus
fotos en su diario, dado a conocer después de su muerte con el
título de “Land des Frühlings”(“País de la primavera”).12
A partir de los años ochentas del siglo XIX contamos con vestigios de los primeros fotógrafos sancristobalenses: los hermanos Buenaventura y Manuel Zepeda. Ellos dos aparecen en el
censo de la ciudad de 1890. Solamente sobrevivieron algunos
retratos realizados por Manuel Zepeda de personajes de las zonas de Yajalón, Simojovel y Palenque, incluidos en el archivo
fotográfico de la familia Moscoso Pohlenz.
El auge de la fotografía local inició en 1895, cuando Guadalupe
Martínez Rojas, miembro de una destacada familia de abogados
10
9
Tagebuchaufzeichnungen des Jahres 1877 von Teobert Maler, Fototeca del Hamburger
Museum für Völkerkunde (Museo de Etnología de Hamburgo), Alemania.
Cecilia Seler Sachs viajó con su esposo Eduardo Seler por el estado de Chiapas.
De sus exploraciones en México y Centroamérica resultó un extenso fondo fotográfico en el Instituto Iberoamericano de Berlín; véase también: Caecilia Seler-Sachs,
Auf alten Wegen in Mexiko und Guatemala. Reiseerinnerungen aus den Jahren 1895-1897,
nueva edición, Viena, 1992.
11
Bauer-Thoma, Wilhelm, “San Cristóbal Las Casas, die alte Metropole Südmexikos”, en: Über Land und Meer, Stuttgart, 1914, Nr.3, p. 73-75.
12
Traven, Bruno, Land des Frühlings, Büchergilde Gutenberg, Berlín, 1928.
106
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y políticos de la ciudad, estableció el primer estudio fotográfico
formal con el nombre de “Fotografía Eléctrica”.13 Su estudio ya
contaba con todos los requisitos indispensables para un buen
retratista: trasfondos de tela, muebles, columnas, decoraciones…
en fin, todo lo que podía hacer lucir mejor y más distinguida a la
persona retratada. Junto con él trabajó el pintor Leopoldo Pineda para los retoques a color. De esta época sobrevivieron algunos preciosos retratos coloreados.
Durante muchos años la especialidad de Martínez Rojas eran
las bodas, las comuniones y los retratos de los muertos. Pero instigado por los acontecimientos políticos y sociales antes de la
revolución en Chiapas, él no dudó en llevar su cámara portátil
también a la calle. De allí nacieron las tomas de los preparativos
de la guerra de Pajarito en 1911, al igual que las imágenes de la
Feria de la Paz, que se celebraba en el parque Vicente Espinosa,
la llegada de la planta de luz a San Cristóbal en 1908 y, al año
siguiente, la llegada de la estatua de fray Bartolomé de las Casas,
mandada a hacer en Italia. Sus tomas panorámicas y de detalles
de la ciudad nos la muestran en los últimos años del porfiriato.
Pocos años antes de su muerte, Martínez Rojas no había perdido su espíritu innovador. Tal vez sus mejores retratos, que merecidamente deben ser calificados como retratos artísticos, los realizó a finales de la segunda década del siglo XX.
Después de su muerte el archivo fue recogido por el representante de la Kodak, quien se lo llevó para cubrir deudas de Martínez
Rojas con la compañía. Pero su vasta obra tiene su reflejo permanente en los múltiples archivos fotográficos familiares. La mayoría
son fácilmente identificables aunque no llevan su firma o sello.
Durante los casi cuarenta años de actividad él sólo cambió una vez
su trasfondo telar, de tal manera que la mayoría de las tomas realizadas en el estudio presentan uno de los dos trasfondos.
Sello del estudio de Guadalupe
Martínez Rojas.“Fotografía eléctrica”.
Retrato artístico. Guadalupe
Martínez Rojas, circa 1925. Archivo
fotográfico de la ciudad de San
Cristóbal de Las Casas.
Fotografía eléctrica se refiere a que el polvo para el flash se enciende por medio
de un impulso eléctrico. Después de la separación de Leopoldo Pineda del negocio
en 1905, Martínez-Rojas cambia el nombre a “Fotografía Artística”.
A finales de los años veinte aparece un nuevo fotógrafo en la
ciudad, el comiteco José Antonio Crocker. Después de la muerte
de Guadalupe Martínez Rojas, él ocupa el lugar de fotógrafo de
sociedad. En los treinta años de su actividad como fotógrafo, centenares de sancristobalenses pasaron por su estudio y se dejaron
retratar junto con sus ya famosos muebles de mimbre. Siendo hijo
del tambien fotógrafo Benjamín Crocker, José Antonio ejerció su
profesión con una seguridad y calidad pocas veces vista en provincia. Aún más que Martínez Rojas, él salía para su trabajo a la
calle, volviéndose documentalista de la vida cotidiana de la ciudad. En 1934 logró una toma nocturna de la bienvenida al candidato de la presidencia de la República, el general Lázaro Cárdenas; tres años más tarde, en 1937, está presente en medio de las
manifestaciones callejeras en pro de la apertura de los templos.
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13
Bienvenida nocturna al general Lázaro Cárdenas en San Cristóbal
de Las Casas, 1934. Archivo fotográfico de la ciudad de San
Cristóbal de Las Casas. Colección Alonzo-Urbina.
imágenes documentando los trabajos de desazolve de los sumideros y otra de las festividades religiosas en el marco de la coronación de la virgen de Guadalupe. Pero los trabajos iniciados por
él no le dieron el sustento económico que buscaba, terminando
trabajos por productor en serie de retratos de los enganchados
indígenas, que es parte de un empleo en la oficina del enganchador alemán Andrés Fahr. Gracias a Flores Gómez, contamos hoy
en día con un registro de alrededor de 15 mil retratos de gente
indígena de Los Altos.
Ya en los años veintes las cámaras profesionales se redujeron a
tamaño de bolsillo. Con los precios a la baja y el material disponible con mayor facilidad, la toma de fotografías de parte de particulares se volvió moda entre la “gente bien”. A partir de estos años
casi todas las familias del centro de la ciudad contaban con una
cámara, enriqueciendo así enormemente las colecciones familiares. Algunos como Cristóbal Trujillo Flores, corresponsal del diario
Excélsior en la ciudad, tomaron con entusiasmo el nuevo pasatiempo, llegando a resultados verdaderamente sorprendentes. Trujillo
Flores, del barrio de La Merced, durante varios años fue el fotocronista del barrio y de algunos eventos sobresalientes de la ciudad.
Sus documentaciones de los preparativos para las fiestas de barrio,
los anuncios, bailes de moros y aztecas en la plazuela de La
Merced son únicos y demuestran una parte de la vida cultural de
la ciudad, hoy desaparecida. Las fotografías de la llegada del primer avión en 1929 y las de la recepción de Lázaro Cárdenas en San
Cristóbal en 1934 le dan un toque especial a este archivo fotográfico particular.
Ya en los años treintas aparecieron las primeras cámaras filmográficas. El antropólogo Sol Tax trajo su propio equipo de filmación,
con el cual documentó precisamente los bailes de La Merced.
Familias como los Pedrero y los Flores Morales experimentaron
rodando las primeras películas de la vida familiar sancristobalense.
Después de la violenta muerte de José Antonio Crocker en 1958,
San Cristóbal quedó varios años sin un fotógrafo profesional que
llamara la atención. A su vez nacieron varios pequeños estudios
que se dedicaron a retratar a los cumpleañeros, a las quinceañeras
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De ahí en adelante Crocker no pierde ninguna oportunidad de
captar imágenes con su pequeña cámara portátil en todos los
eventos de importancia. Gracias a él tenemos excelentes fotografías de las elecciones en el parque, de las manifestaciones pro
Cárdenas, del sindicato de los transportistas, de las obras importantes de infraestructura, de los veleros sobre el lago María Eugenia, de la llegada de la carretera a San Cristóbal, aparte de los
miles de retratos de estudio que aún circulan en esta ciudad.
En forma paralela a Crocker trabajó el fotógrafo Emilio Flores
Gómez durante casi veinte años. Siendo dominado el mercado
por el virtuoso Crocker, Flores Gómez se especializa. Después de
sesenta años de ausencia de fotógrafos científicos, él por primera
vez reinicia esta labor, documentando por ejemplo la gran variedad de orquídeas existentes en las faldas del Huitepec. Gracias a
él contamos hoy con series muy completas sobre las dos inundaciones graves que azotaron a la ciudad en 1921 y 1932; una serie de
y a las bodas, siendo el grueso de su negocio cada vez más la producción de los retratos para algún documento oficial.
Es precisamente en estos años cuando Vicente Kramsky descubrió su gusto por la fotografía. Lo que primero inició como un
hobby, pronto se volvió negocio, retomando Vicente Kramsky la
doble función de sus antecesores en el ramo: de fotógrafo social
y a la vez de documentalista de la vida cotidiana de la ciudad.
Allí nace, por ejemplo, una serie de los artesanos locales. Viviendo en un estado que en esa época ya contaba con mejores
comunicaciones, Kramsky aprovechó para viajar por todos los
rincones de la entidad, documentando todo lo que a él le interesaba. De estos viajes nació posteriormente una parte de su
negocio: preciosas series de tarjetas postales que han dado la
vuelta al mundo, siendo desde entonces la mejor propaganda
para el estado, en su afán de atraer el turismo nacional e internacional a las bellezas naturales del sureste mexicano.
Con esta rama de su negocio bien establecido, Kramsky experimentaba durante años con las posibilidades de las cámaras,
enriqueciendo su enorme acervo fotográfico con una serie de
tomas hechas con filtro infrarrojo y con fotomontajes.
Aun antes de la llegada de los zapatistas, la ciudad ya se había
llenado de fotógrafos de renombre: Gertrudy Duby y Frans
Blom, Nancy Wood, Antonio Turok, Carlos Martínez, José Antonio Rodríguez,Víctor Recinos, por mencionar algunos. Pero desde el primero de enero de 1994 la ciudad, junto con el estado, se
volvió el El dorado de los fotógrafos profesionales y aficionados
nacionales e internacionales.
Hoy la fotografía es algo tan común y cotidiano, que todo el
mundo trae cámara. El arte de tomar las imágenes se ha vuelto un
simple click de botón, siendo todo lo demás automático. El arte
del revelado se ha reducido a“bajar”imágenes digitalizadas de un
microchip a la memoria de la computadora. Pero aun con todos
estos adelantos tecnológicos, muy pocas imágenes de hoy alcanzan la belleza y el encanto de las imágenes antiguas, producto de
largas experiencias, de muchas horas de trabajo y siempre expuestas a muchas posibles fallas. Son estos aspectos los que, apar-
te de su carácter documental, las convierten en pequeñas joyas y
muestras de un arte que, según Carlos Jurado, tuvo su desconocido inicio en esta misma ciudad de San Cristóbal.
Volvemos al inicio. ¿Será cierto lo que nos insinúan las dos
fuentes mencionadas al inicio? ¿Ha sido esta ciudad, hoy famosa entre los fotógrafos por sus calidades de luz y sombra, y por
muchos chiapanecos considerada desde hace muchos años
como la cuna de la cultura del sureste, también el laboratorio
donde después de siglos de experimentos en todo el mundo
occidental, se logró uno de los sueños de los alquimistas? El
sueño de producir la primera imagen fiel de un objeto sin intervención de lápiz y pinceles.
Antes de hacer una aseveración de esta magnitud, veamos
entonces más de cerca las fuentes.
El artículo de Carlos Jurado es un artículo ingenioso, tan bien
hecho que hasta los historiadores e investigadores caímos en la
trampa. Es una parodia, un cuento fantástico realizado en forma
de un artículo científico, con citas y fuentes anotadas –nada más
con el único pequeño inconveniente de que éstas nacieron en la
cabeza del autor. Es una excelente parodia acerca del quehacer
científico, cuyo efecto descansa precisamente en esta actitud nuestra de no dudar de la palabra escrita, y menos aún cuando ésta se
sustenta con citas y fuentes aparentemente verídicas.
Pero aun sin haber intervenido algún genio de esta ciudad en
el invento de la aprehensión de las imágenes, una investigación
a fondo de las fotografías de esta ciudad rescatadas del olvido,
sacadas de los viejos baúles y cajas de zapatos, bajados de los
tapancos, nos revelaría una riqueza artística e informativa
impresionante. Contribuiría a entender mejor el pasado de esta
ciudad y de su gente, colocando a San Cristóbal a la altura de
otros grandes centros nacionales, donde en los últimos dos
siglos ha florecido el arte de aprehender las imágenes.
¿Dónde encontramos todos estos archivos y colecciones de la
fotografía antigua de la ciudad? En buena parte en la ciudad
misma. Tenemos una riqueza fotográfica igualada por pocas ciudades comparables con San Cristóbal. Casi todas las familias de
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renombre en esta ciudad cuentan con su archivo fotográfico
familiar. Sería una labor interminable intentar enlistarlos. Pero
también contamos en la ciudad con archivos fotográficos, los
cuales no son públicos en el estricto sentido de la palabra, y el
acceso a ellos depende de la anuencia de los dueños o custodios,
pero al fin de cuentas sí son consultables. Entre ellos cuentan el
ya famoso archivo del Na-Bolom, la colección de fotografías de
la familia Moscoso Pohlenz, el Archivo Histórico de la Ciudad…
Todos ellos cuentan con varios miles de fotografías de las más
variadas temáticas.
También deben ser mencionados el archivo fotográfico del
INI, el archivo particular de la familia Kramsky, el de la familia
Trujillo Flores y, no en último lugar, todas las colecciones de los
investigadores, antropólogos, historiadores, sociólogos y lingüistas que han vivido largas temporadas de su vida en esta ciudad.
Colecciones que no han sido exploradas ni superficialmente por
los interesados en las imágenes.
Igualmente encontramos archivos fotográficos fuera de la ciudad, fuera del estado y aun fuera de México que contienen imágenes fotográficas de la ciudad y de su gente. El archivo fotográfico del Centro Universitario de Información y Documentación
de la UNICACH, la colección de Fernando Castañón Gamboa en
Tuxtla, la fototeca del Archivo General de la Nación en el D.F., la
Fototeca Nacional en Pachuca, Hidalgo. En el extranjero deben
ser mencionadas todas las instituciones donde los exploradores
del Chiapas decimonónico han dejado buena parte de sus producciones fotográficas, como son el Smithsonian Institute en
Estados Unidos, o los grandes museos etnológicos de ciudades
como París, Berlín, Londres, Hamburgo y Viena. Sin olvidar
instituciones de creación en el siglo XX, como es el Instituto Iberoamericano de Berlín, que conserva incalculables joyas fotográficas de México.
No quisiera terminar sin haber mencionado un esfuerzo novedoso que se desarrolla desde hace ya varios años en el CIESAS
Sureste: El Archivo Fotográfico Indígena. Este proyecto no se
enfoca solamente en la colección y conservación, sino igualmen-
te en la formación de fotógrafos pertenecientes a diez diferentes
etnias indígenas, y en la divulgación de una ya vasta obra acumulada por ellos y otros doscientos colaboradores. Este archivo
está abierto al público en las instalaciones del propio CIESAS
Sureste.
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EL AUTOR
es originario de Alemania, pero tiene 25 años viviendo en San
Cristóbal. Maestro en Ciencias por la Universidad de Hamburgo, Alemania,
actualmente es investigador de tiempo completo del PROIMMSE-IIA-UNAM. Su
línea de investigación es la Historia de Chiapas, siglos XIX y XX, y sus temas de
interés son los archivos públicos y privados; el sistema de enganche; los alemanes en México/Chiapas, y compañías deslindadoras. Como resultado de sus
investigaciones tiene diversas publicaciones en libros y revistas.
JUSTUS FENNER
cimientos pasados, sucesos ocurridos en el ayer, que hoy forman
parte de la historia. Precisamente evocaremos algunos hechos
sucedidos en Ciudad Real, la actual San Cristóbal de Las Casas,
que han quedado en el olvido.
Para los habitantes de Ciudad Real fueron felices aquellos días
del pasado religioso, por las numerosas fiestas que cotidianamente celebraban, dado el fervor y la devoción que se respiraba
en el ambiente. Durante aquel siglo XVI, acostumbraban recogerse a temprana hora y cuando sonaba el toque de ánimas, rezaban
el Santo Rosario frente a pequeños altares que instalaban en el
interior de las casas y ante los santos de su devoción, colocados
dentro de un nicho o un capelo, adornados con ramilletes de flores elaboradas por las mujeres del hogar.Terminado el rezo, esperaban el toque de queda y después surgía un profundo silencio,
sólo perturbado por los pasos de algún trasnochador o el tañir de
pequeñas campanas que anunciaban los maitines en los conventos. Despertaba el día con el toque del Ángelus y después de asistir a la misa matinal, cada quien se ocupaba de su trabajo; sólo las
personas acomodadas iban a Catedral a las ocho de la mañana.
Esta vida diaria se cubría de alegría cuando había procesiones
con motivo de las fiestas del Corpus o se llenaba de tristeza por
las impresionantes festividades como las del Santo Entierro, en
las que intervenían todos los habitantes de Ciudad Real. La celebración de la Semana Santa se llevó al cabo por primera vez en
Catedral hacia 1545 por el obispo fray Bartolomé de las Casas y los
dominicos la efectuaron en 1547 en su convento (Trens, 1957:107).
Hoy en día el fervor religioso ha disminuido y la Iglesia ha perdido dominio sobre la población.
Interesante es recordar que cuando llegó a Chiapas fray Bartolomé de las Casas trajo consigo dos relojes grandes que se sal-
varon del naufragio sufrido por los dominicos en el lugar que
hoy se conoce como isla del Carmen. Cuando el venerable fraile se fue a la ciudad de México en 1546, dejó los relojes en
Zinacantán para el convento de los frailes; el más grande fue
colocado en la celda del sacristán del monasterio provisional de
Ciudad Real. Fue el primer reloj público que hubo en esta
naciente ciudad. Remesal dice al respecto: “Y el reloj y campana
del convento daban concierto a toda la ciudad para repartir el
tiempo por sus horas”(Trens, 1957:57). Actualmente se desconoce el paradero de estos históricos relojes.
Thomas Gage relata el siguiente suceso escalofriante que vivió
durante su estancia en Ciudad Real, allá por el año 1625, siendo el
obispo don Bernardino de Salazar y Frías, quien había llegado de
España a Chiapas para servir como obispo; los prelados lo recibieron con especial cuidado y celebró su primera misa pontificial, el
16 de octubre de 1622 en el convento de Santo Domingo. Al llegar
Thomas Gage, el obispo solicitó su compañía para visitar villas y
lugares de las inmediaciones de Ciudad Real, visita que duraría un
mes, y le pidió que se encargara de llevar la bandeja donde españoles e indígenas colocaban sus ofrendas según la costumbre,
mientras él realizaba las confirmaciones. Gage dice que al término del mes había recogido mil seiscientos ducados solamente de
ofrendas, sin contar los derechos de visita a las cofradías que en
aquellas tierras eran muy ricas y daban buenos pesos a los obispos en sus respectivas diócesis (Gage, 1946:46). En su relato nos
dice que el obispo Bernardino de Salazar, como todos los prelados
que llegaban a las Indias, era interesado, pero varón de buenas
costumbres, y no permitía que se cometieran abusos en la iglesia;
en este punto me permití copiar textualmente lo que le sucedió al
citado obispo Salazar y Frías con las aguerridas y voluntariosas
mujeres de Ciudad Real, cuyo suceso le costó la vida; también los
describe el sacerdote Vicente de Paul Andrade en su obra titulada:
Noticias biográficas de los Ilmos. Señores obispos de Chiapas, donde a
la letra dice: “Las mujeres de esa ciudad se quejan constantemente de una debilidad de estómago tan grande, que no podían acabar de oír una misa rezada y mucho menos la mayor y el sermón,
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REMEMBRANZAS HISTÓRICAS SANCRISTOBALENSES
Irma Contreras García
REMEMBRANZA SIGNIFICA RECUERDO, EVOCACIÓN, traer a la memoria aconte-
sin tomar una jícara de chocolate muy caliente, y alguna tacilla de
conserva ó almíbar para fortalecerse. Con ese fin sus criadas acostumbraban llevarles el chocolate á la iglesia á la mitad de la Misa
ó del Sermón, lo que se verificaba sin causar confusión y sin que
los sacerdotes ó los predicadores fuesen interrumpidos. El obispo
queriendo corregir tal abuso por medios suaves, les exhortó varias
veces, y aún les rogó que se abstuviesen de semejante costumbre;
pero como vio que sus advertencias de nada servían y al contrario
seguían con igual desorden, menospreciando sus consejos y
exhortaciones, mandó fijar una excomunión en la puerta de la
iglesia contra todas las personas que se atrevieran á comer ó beber
en el templo de Dios durante los divinos oficios” (Andrade,
1998:58-59).“La excomunión desagradó sobre manera á las mujeres, con especialidad á las jóvenes que dijeron á voz en cuello que
si no las dejaban comer y beber en la iglesia, no podrían tampoco
ellas seguir yendo. Las principales señoras que sabían la amistad
que el Obispo tenía con el Prior y conmigo [continúa diciendo
Gage] nos suplicaron con las instancias más eficaces hiciéramos
cuanto estuviese en nuestra mano á fin de que su Ilma. levantase
la excomunión. En efecto, tanto el Prior como yo probamos de
cuantos modos pudimos, vencer la severidad del Prelado y reducirle á la indulgencia, alegando en favor la costumbre del país, la
debilidad de las mujeres y de sus estómagos, manifestándole la
aversión que le tomarían y el peligro de que tanto rigor causaría
sediciones y tumultos en la iglesia y en la ciudad, temores que se
fundaban en lo que habíamos oído decir á muchas personas”
(Andrade, 1998:60). La negativa habría de costarle la vida. Las
mujeres enojadas lo veían con desprecio y se burlaban de él y de
la excomunión, dedicándose a tomar más chocolate: “que agua
beben los peces en el mar”. Esto provocó gran alboroto en la
Catedral entre los canónigos y capellanes que iban en defensa del
obispo, arrebatándoles a las criadas las jícaras con el chocolate.
Entonces las mujeres decidieron oír misa en las iglesias de los frailes mercedarios, dominicos y franciscanos, ya que ellos permitían
que continuaran con sus costumbres, lo cual les valió obsequios y
más limosnas. El obispo Salazar y Frías se indignó tanto con esta
actitud de los religiosos, que mandó publicar otra excomunión
para los que no asistieran al oficio divino que se celebraba en la
Catedral. Las mujeres decidieron no asistir ni a las iglesias de los
conventos ni a Catedral. Con todo esto el obispo cayó enfermo de
gravedad y se retiró al convento de Santo Domingo. Los médicos
que lo asistieron afirmaron que había sido envenenado; el obispo
antes de morir lo reconoció y rogó a Dios que perdonara a las
autoras de su muerte. La enfermedad no duró más de ocho días.
Finalmente, cuenta Tomas Gage que en la ciudad había una
señorita que tenía demasiada confianza con uno de los pajes de
Salazar y Frías y que ella misma decía que por medio del citado
paje, había sido la autora del “jicarazo”envenenado, muerte que
nadie había sentido y que “como tantos gestos hacía al chocolate que se tomaba en la iglesia, el que tomó de su casa no le sentó
bien”. Después de todo esto, Gage decidió no volver a tomar
chocolate de Chiapas, si no estaba seguro “del aprecio de toda la
familia”. Rara costumbre que afortunadamente no trascendió en
el tiempo.
Otro acontecimiento digno de mencionar es el relacionado
con los viajes, durante la época colonial. Para realizarlos, sufrían
serios contratiempos ya que presentaban grandes peligros, dificultades y sobresaltos; viajes que sólo se llevaban al cabo por la
urgente necesidad de trasladarse de Ciudad Real a la Muy Noble, Insigne, Muy Leal e Imperial ciudad de México; a la lejana
Antequera, hoy Oaxaca; a la ciudad de los Caballeros de Guatemala; de Yucatán a la isla del Carmen; a Campeche y a Tabasco.
Los viajeros se exponían a perder el camino y a extraviarse; a
morir de hambre y sed; a ser devorados por las fieras o a sufrir
el acecho de las víboras venenosas y a padecer las fiebres tropicales. No existían las carreteras, los caminos eran escarpados,
con precipicios, barrancos y profundas hondonadas, en ocasiones con bosques frondosos y caudalosos ríos que interrumpían
el camino; a veces el viajero se veía obligado a pernoctar en sitios
completamente solitarios. Los indígenas ayudaban a los viajeros
en tales travesías, cargándolos a cuestas con su bordón en mano,
o llevando en hamacas y en sillas de manos con improvisados
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pedales a nobles pasajeros, ya fueran niños, mujeres, hombres o
personas enfermas. Por aquellos improvisados caminos, cuántas
veces pasaron los frailes vestidos con toscos sayales acompañados de sus breviarios y su rústico bordón. Años después, por los
caminos de Chiapas comenzaron a transitar las carretas; este
interesante y eficaz medio de transporte, según la tradición, fue
introducido a la Nueva España por el lego español Sebastián de
Aparicio.
Con todo lo anotado anteriormente, para viajar “era preciso
arreglar los asuntos pendientes, hacer una confesión general de
culpas y pecados, restituir lo mal habido; pedir perdón por las
ofensas hechas al prójimo; pagar novenarios y misas a los santos de la devoción del viajero; hacer testamento, dar un banquete de despedida a los parientes y amigos y encargar un toque
general de rogativas para el momento de la partida” (Trens,
1957:224-229).
A mediados del siglo XVII el obispo de Chiapas, el fraile mercedario José Vital de Moctezuma y Tovar, nieto lejano del Tlacatecutli Moctezuma Xocoyotzin, obsequió 144 kilos de plata con la
finalidad de que se elaborara una bella obra de arte, que sirviera
de ornato a la Catedral, fundada en 1539 por Bula del papa Paulo
III. Después de discutir cuál sería esa obra, el extraordinario artista sancristobalense y notable platero Norberto Ballinas Farfán
decidió hacer una flor de granada, considerando que dicha flor
es símbolo de eternidad.
La Granada de Plata, nombre con el que se le conoció, pesaba 100 kilos y estaba formada por un conjunto de ocho hojas:
cada una medía 1.40 metros de alto por 30 centímetros de ancho.
Un ingenioso mecanismo permitía que las hojas se separaran y
ahí se colocaba al Santísimo; el mismo mecanismo hacía que se
juntaran las hojas, cuando se deseaba que la granada volviera a
su forma inicial de flor (Moscoso Pastrana, 1978:91-94). El suceso
que mencionaré aconteció un 23 de septiembre de 1914, cuando
los jefes de las fuerzas constitucionalistas hicieron su entrada
triunfal en San Cristóbal de Las Casas y de inmediato se enteraron de la hermosa joya resguardada en la Catedral, conocida
como la “Granada de Plata”; entonces un grupo de señoras y
señoritas escondieron tan preciada joya, pero los constitucionalistas las obligaron a entregarla “bajo muy duras amenazas cuando las tenían en prisión”. Así fue como la Granada fue desarmada
y conducida a los bajos del Palacio Municipal, la cual fue entregada al capitán primero Epifanio Morales, quien con un grupo de
soldados escoltó la carreta en que fue conducida la joya colonial
a la ciudad de Tuxtla Gutiérrez. Después, nos dice el que fuera
primer cronista oficial de la ciudad, don Prudencio Moscoso Pastrana,“por órdenes superiores la Granada fue fundida y convertida en barras, mismas que, días después, fueron conducidas a la
ciudad de México y entregadas a las oficinas de la Secretaría de
Hacienda. Afortunadamente se salvaron dos hojas que podemos
admirar en el museo del Centro Cultural de Los Altos de Chiapas,
en el ex convento de Santo Domingo, y nos permiten imaginar
tan hábil como original y notable mecanismo.
Desde el año de gracia de 1563 las fuertes tempestades que
asolaban a Ciudad Real, acompañadas de intensos aguaceros y
violentas descargas eléctricas, tenían preocupados notablemente a sus moradores. Una ocasión, un rayo cayó sobre la iglesia de
Santo Domingo quebrando un escalón del altar; además, nos
cuenta el médico e historiador tabasqueño Manuel Bartolomé
Trens que el citado rayo “desencuadernó la guarnición del retablo, chamuscó el Sagrario, hizo pedazos el ara y descoció el frontal”. A lo largo del tiempo, también la Santa Iglesia Catedral había sufrido descargas eléctricas, así como algunas casas y plazas
de la ciudad. Esto dio lugar a que los prebendados, en atención
a las repetidas desgracias, reunidos en Cabildo celebrado el 5 de
agosto de 1775, trataran de resolver este asunto con la debida
extensión y después de observar los beneficios obtenidos por la
devoción a la Santísima Virgen María bajo el renombre de
Nuestra Señora de Nieva, acordaron con el Alcalde mayor don
Cristóbal Avilés, establecer el culto y devoción por la citada virgen. Congregaron al clero, a las sagradas comunidades con sus
respectivos prelados y vecinos de Ciudad Real y organizaron una
procesión dentro de la Catedral. El señor Arcediano, en lugar del
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Deán, el cual se encontraba gravemente enfermo, se dirigió al
Altar Mayor y volteando hacia el pueblo presente, puso la mano
sobre los Santos Evangelios, juró en nombre de ambos cleros, el
secular y el regular, considerar y venerar en esta ciudad y obispado, como Patrona y peculiar abogada de Rayos y Centellas, a
Nuestra Señora de Nieva. Inmediatamente el señor Alcalde
Mayor subió al altar, y de rodillas hizo la señal de la cruz sobre
los Santos Evangelios y “en nombre y como cabeza de todos los
habitadores de esta ciudad y sus provincias, hizo el mismo juramento”(Trens, 1957:212-213). Concluido el acto, el señor Arcediano cantó la misa solemne en el Altar Mayor. Así fue como el
Deán y Cabildo ordenaron que cada año, en la misma fecha, o
sea el 5 de agosto, se cantase una misa solemne en honor de
Nuestra Señora de Nieva, actual Virgen del Rayo. Trens añade
que,“por escasez pecuniaria”, dejó de celebrarse la citada misa a
partir del año 1871. Veneración que perduró 96 años.
La feria en honor del Señor de la Humildad o Señor del Sótano
fue establecida por decreto del 13 de marzo de 1849. Posteriormente, por decretos del 6 de enero de 1868 y 15 de enero de 1876, se
le llamó Feria de la Paz, cuya duración era del domingo de Pascua
al de Cuasimodo. En esta Feria estaban exentos de pagar derechos
los comerciantes que con anticipación llegaban a vender sus productos a San Cristóbal de Las Casas. En aquel tiempo eran más
favorecidos los indios, quienes traían a vender los metates de San
Juan Chamula y Tenejapa; las mantas conocidas con el nombre de
enagua azul; los famosos petates tejidos por los indígenas; los
bordados y los pintados de Chiapa de Corzo; la sal de Ixtapa y
Zinacantán; los chamarros, cotones y chujes de lana, gamuzas,
zaleas, hierbas medicinales, las variadas y sabrosas frutas de las
huertas de San Lucas; las hortalizas, cal, leña y canastos. Guitarras,
arpas, violines, redes de pita, sombreros de palma, frutas de San
Felipe Ecatepec; la panela, las cajuelas con dulces, los quesos de
bola o de ladrillo, simples o enchilados; jamones y embutidos de
lomo. También llegaban compañías de cómicos, maromeros y grupos de teatro, quienes llevaban a escena buenas obras dramáticas.
Años más tarde llegaron otros espectáculos populares como corri-
das de toros, peleas de gallos y encuentros deportivos, etcétera,
pero se ha ido perdiendo la venta de los productos indígenas, por
lo que ya no son beneficiados, y las mercancías han sido sustituidas por otros productos provenientes de varios lugares del país; lo
que predomina en esta tradicional feria son los juegos mecánicos.
Por supuesto, ya nadie se acuerda del Señor del Sótano.
Las famosas serenatas se llevaban al cabo durante los días de la
Feria de la Paz y la celebración de aniversarios cívicos. En el parque Vicente Espinosa, hoy Dr. Manuel Velasco Suárez, circulaban
las familias de mayor rango social y por las calles adyacentes las
personas que ocupaban un lugar no distinguido dentro de la
sociedad de aquel entonces. No había ninguna disposición escrita al respecto, pero jamás los de las calles circundantes a la plaza
se atrevían a “subir” al mismo parque. Cuando se creía que esta
diferencia había desaparecido, se dio el caso de unas señoritas que
trataron de romper con esta costumbre e inmediatamente las
autoridades municipales las llamaron al orden. Las damas se indignaron alegando que eran personas honorables. A esto, nos
refiere el profesor Moscoso Pastrana que tal costumbre tan infundada, era general en todo el país, pero que por la falta de comunicaciones, es probable que en esta ciudad haya perdurado por
más tiempo (Moscoso Pastrana, 1978:80-82). Posteriormente las
jóvenes daban vueltas y vueltas alrededor del jardín del parque;
los caballeros circulaban en sentido contrario para admirar a las
damas y después de discretos coqueteos les arrojaban serpentinas
y en ocasiones confeti. En las orillas del parque paseaban los esposos o jóvenes parejas. Esta peculiar y tradicional costumbre
provinciana sólo ha quedado en el recuerdo.
En la época de don Porfirio Díaz, solamente los jóvenes de
cierta clase social podían llevarle serenata a la novia o a la joven
que trataban de conquistar. Lo primero que hacían era enviarle
una pequeña cartulina del tamaño de una fotografía grande,
adornada con una discreta guirnalda de flores colocada en el
ángulo superior izquierdo y la foto de la señorita homenajeada,
quien con gran emoción leía los nombres de las piezas musicales con sus respectivos autores, escritas en la dedicatoria. Para la
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serenata tenían que pedir permiso a la autoridad local, la cual
enviaba policías para cuidar el orden y evitar molestias al vecindario. A la vez se colocaba un alumbrado especial poco antes de
la serenata, así como la tradicional juncia frente a la casa de la
joven y banqueta bajo el balcón; a la vez se instalaba el servicio
de cantina, el cual consistía en un mostrador pequeño y estantes con licores finos, para el enamorado y sus invitados. Después
de las doce de la noche se iniciaba la música teniendo como
marco el más profundo silencio y con todo respeto, la orquesta
o marimba interpretaba de siete a ocho piezas. También se acostumbraba llevar serenata o “gallo”con piano; para tal fin, conseguían una carreta tirada por bueyes, con los ejes debidamente
engrasados para evitar los chirridos correspondientes. Cuando el
novio no conseguía la carreta, el enamorado y sus amigos cargaban el piano. La noche anterior al Jueves de Corpus era la indicada para llevar serenatas. Después del “gallo”, los músicos eran
invitados a cenar, donde no faltaba el delicioso caldo para los
trasnochados. Al siguiente día, o sea el Jueves de Corpus, el novio enviaba a la novia un hermoso ramo de flores y una caja de
chocolates, regalos que desde luego eran muy bien recibidos.
Todos estos gastos, que en ocasiones dieron lugar a que el novio
empeñara alguna alhaja o hiciera algún préstamo, para los pobres
constituía un detalle de honor con el que había que cumplir
(Moscoso, 1978:80). Esta curiosa y esperada serenata que emocionó a varias generaciones de damas se ha perdido.
Los nombres que ha tenido el Parque Central de San Cristóbal
de Las Casas, o simplemente El Parque, como dice el maestro en
ciencias Justus Fenner, son: Plaza Mayor, Plaza Principal, Plaza del
Mercado, Parque Benito Juárez, Parque de la Federación, Parque
Vicente Espinosa, Parque 31 de Marzo y hoy Parque Dr. Manuel
Velasco Suárez.
En la traza de la ciudad, allá por 1528, año de la fundación de
Ciudad Real de Chiapa, se contempló el establecimiento de
“tiendas o cajones para comerciar, y en otras partes de la ciudad
se deberían reservar lugares para plazas menores, iglesias parroquiales, ermitas y monasterios”(Fenner, 1993:3).
El mercado público de la ciudad, permaneció en la plaza principal hasta 1890, la cual lucía una fuente reconstruida en 1827 por
el alcalde José Madrigal, en cuyo alrededor se construyeron 24
cajones mercantiles distribuidos así: cinco en ambos lados del
oriente y poniente, siete sobre el lado norte y sur contando con
su portalillo.“El comercio ambulante se acomodó en los espacios
en medio de los cajones o sobre el lado norte de la plaza entre
la Casa Consistorial, Cajones y Catedral. Cada cajón costaba 600
pesos que equivalía más del valor de muchas casas. El 4 de noviembre de 1883 se inició la reestructuración del centro de la ciudad.
El Ayuntamiento autorizó la destrucción de los cajones al presidente municipal de entonces, Lic. José H. Ruiz quien a la vez firmó
un convenio con el gobernador Manuel Carrascosa para efectuar
el cambio del mercado a la plazuela de San Francisco. Afortunadamente existen fotografías en la Mapoteca Manuel Orozco y
Berra, cuando los cajones o puestos del mercado no habían sido
demolidos para construir el parque con el kiosko que actualmente conocemos (Artigas, 1999:52).
Ya sin los cajones, los comerciantes se negaban a salir del centro de la ciudad y a recibir indemnizaciones que consistían en
lotes en el nuevo mercado. Buscaron acomodo en los portales
con los dueños de las casas aledañas a la plaza, y los pequeños
comerciantes colocaron sus mercancías sobre las banquetas alrededor del nuevo parque. Juan Espinosa Torres, uno de los principales comerciantes, propuso construir, a su costa, un nuevo
mercado, pero el Ayuntamiento no lo aceptó, por considerar que
las condiciones presentadas por él eran inaceptables. Años más
tarde los comerciantes se establecieron en la plazuela de La
Merced donde funcionó durante varios años. En lo personal me
hubiera gustado conocer la histórica plaza principal con los cajones y la fuente donde inicialmente estuvo el mercado.
Entre los esparcimientos familiares y sociales se encuentran los
paseos que realizaban las familias a los alrededores de San Cristóbal de Las Casas, a partir de 1930. Buscaban el contacto con la
naturaleza y gozaban admirando los manantiales de aguas cristalinas. Los días de campo eran en La Almolonga, El Peje de Oro,
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Moxviquil, la Milpoleta y Cuxtitali en la parte cercana al río
Amarillo; este último barrio, famoso en aquel entonces por la
calidad de sus manzanas, cerezas, nueces, chabacanos, duraznos,
peras, etcétera. En La Cañada, en cuyo fondo corre un arroyo que
va a dar al Arcotete; cerca de ahí hay grutas revestidas de estalactitas y estalagmitas; Corral de Piedra, situado a orillas de la carretera hacia Comitán; el lago María Eugenia, nombre sugerido por
los habitantes de San Cristóbal de Las Casas por ser el de la primogénita del entonces presidente municipal, Lic. Evaristo Bonifaz Gómez, a quien se debe la construcción de tan hermoso lago;
además consiguió que donara el general Francisco Múgica canoas
y lanchas de vela para grato esparcimiento de las familias sancristobalenses. Posteriormente el lago fue deseado debido a intereses
mezquinos. Cabe mencionar que María Eugenia Bonifaz Sáez es
la primera novelista nacida en San Cristóbal de Las Casas, por ser
autora de la monumental novela histórica titulada Días de hierro y
malaquita, dada a conocer el año 2003. Esta inolvidable costumbre
de los paseos campestres que proporcionaban alegría y unión
entre las familias se ha perdido, únicamente ha quedado en el
recuerdo y en viejas fotografías.
Estas peculiares remembranzas nos han permitido revivir breves pasajes de la vida cotidiana sancristobalense, las cuales, ya
forman parte de su historia.
FENNER, Justus. Entre palacios y portales. Historia del centro de la ciudad (1800-1993). San Cristóbal de Las Casas: H. Ayuntamiento
de San Cristóbal de Las Casas, Instituto Chiapaneco de Cultura,
Archivo Histórico del Estado, Programa de Rescate y Archivos
Municipales, 1993. 38 p. : il.
GAGE, Thomas. Nueva relación que contiene los viajes de Tomas Gage
en la Nueva España. Guatemala, C. A.: Sociedad de Geografía e
Historia, 1946. 331 p. (Biblioteca Goathemala).
MOSCOSO PASTRANA, Prudencio.“Panorama de San Cristóbal de ayer.
(Semblanza histórica)” en Ensayos San Cristóbal de Las Casas
(antigua Ciudad Real). 450 aniversario de su fundación. San
Cristóbal de Las Casas, Chis. : Patronato Fray Bartolomé de las
Casas, 1978:78-110.
TRENS,
Manuel B. Bosquejos históricos de San Cristóbal Las Casas.
México: [s. i.], 1957. 274, 11 p. : il.
LA AUTORA
BIBLIOGRAFÍA
ANDRADE,Vicente de P. Noticias biográficas de los Ilmos. Sres. Obispos
de Chiapas por… canónigo decano de la Basílica Guadalupana,
individuo de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística,
etcétera. 2 ed. México: Imprenta Guadalupana, 1907. 198 p.
, Juan B. La arquitectura de San Cristóbal de Las Casas.
México: Universidad Nacional Autónoma de México, Gobierno
del Estado de Chiapas, 1999. 150 p. : il.
ARTIGAS
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IRMA CONTRERAS GARCÍA es
originaria de la ciudad de México y radica desde hace más
de 30 años en San Cristóbal. Maestra en Letras Hispánicas por la Facultad de
Filosofía y Letras de la UNAM. Actualmente es investigadora de tiempo completo
en el IIB de la UNAM. Fue directora interina de la Biblioteca Nacional de México en
varias ocasiones. Ha impartido cátedras en la Facultad de Filosofía y Letras de la
UNAM y talleres de creación literaria en la Universidad Autónoma de Chiapas y la
Universidad Pedagógica Nacional. Pertenece a la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, al Seminario de Cultura Mexicana y a la Academia Nacional
de Historia y Geografía, Capítulo Chiapas. Por su trayectoria académica obtuvo la
Medalla y el Reconocimiento Sor Juana Inés de la Cruz otorgados por la UNAM en
el año 2004. Autora de varios estudios de carácter biobibliográfico y literario publicados en los boletines del Instituto de Investigaciones Bibliográficas (IIB).
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EL LIBRO, SINGULAR TESTIMONIO del pensamiento humano, ha sido a través de los años el medio indispensable para registrar juicios,
investigaciones, estudios y creaciones literarias de todos los
tiempos. Así, San Cristóbal de Las Casas, la ciudad que interesó
a los primeros frailes-cronistas e historiadores en los inicios de la
Colonia para escribir sus testimonios; seguidos por viajeros y
estudiosos que nos han dejado sus ensayos y crónicas, ya en el
campo de la antropología, etnología, lingüística, sociología e historia, sin faltar la narrativa y la poesía. Obras que integran la
bibliografía de San Cristóbal de Las Casas, la antigua Ciudad
Real, fundada en el siglo XVI y surgida como población dual,
donde conviven indios y ladinos, nuestro mundo cotidiano desde entonces, para sobresalir entre las ciudades más singulares
del México actual. Ciudad que tuvo varios nombres a través del
tiempo, cuya sociedad formó su vida diaria, tradiciones, cultura y
un profundo catolicismo; así como sus grupos artesanales, comercio y sobre todo su arquitectura peculiar. Frailes como el
dominico Tomás de la Torre, el franciscano Antonio de Ciudad
Real y Juan de Pineda estuvieron durante el mismo siglo de la
fundación llevada al cabo por Mazariegos. Tomás de la Torre,
compañero de viaje del obispo fray Bartolomé de las Casas y de
cuarenta y seis frailes, entre ellos fray Domingo de Ara, autor del
Vocabulario de lengua tzeldal según el orden de Copanaguastla. De la
Torre escribió la historia titulada: Desde Salamanca, España hasta
Ciudad Real, Chiapas. Diario de viaje 1544-1545, en la cual describe
los sucesos acaecidos durante la travesía transcurrida de enero
de 1544 a marzo de 1545, precisamente el 12 de marzo, día en que
los sobrevivientes hicieron su arribo, al señalar: “Partidos de allí
fuimos camino de la ciudad a vista de la cual hallamos en un
arroyo muchos mejicanos en una ramada, que nos tenían allí
muchos melones de Castilla. Desde allí se volvieron todas las
hamacas y los religiosos fueron todos a pie acompañados por
algunos indios principales, excepto los que de ninguna manera
podían caminar que fueron a caballo hasta un río que se pasa
junto a la ciudad, desde donde entraron a pie todos y algunos
cayéndose con la calentura” (Torre, s.a.:188). Interesante relato
por ser uno de los primeros con relación a la antigua ciudad de
San Cristóbal de Las Casas. Seguido por el de fray Antonio de
Ciudad Real, quien al lado de Alonso de San Juan escribió la crónica sobre el viaje del franciscano fray Alonso Ponce, obra publicada por primera vez en Madrid el año de 1872 en la Colección de
Documentos Inéditos para la Historia de España y posteriormente por el Instituto de Investigaciones Históricas de la
Universidad Nacional Autónoma de México, editada en dos
volúmenes bajo el título: Tratado curioso y docto de las grandezas
de la Nueva España: relación breve y verdadera de algunas cosas de
las muchas que sucedieron al padre fray Alonso Ponce en las provincias de la Nueva España, siendo comisario general de aquellas partes.
Historia que nos proporciona las primeras noticias sobre el desagüe del Valle de Jovel y por lo tanto de la recién establecida villa:
“… cibdad fundada en un valle muy grande, cercado casi por
todas partes de cerros, de suerte que el río sobredicho y un arroyo que está antes dél y otros que se le juntan de la otra parte de
la cibdad no tienen por dónde salir, pero proveyó Dios de un
sumidero no lejos de allí, en el cual se hunde toda aquella agua,
y tienen todos los vecinos cuidado de que esté limpio para que
no se haga alguna laguna, con que se hunda la cibdad, la cual
tenía como ciento cincuenta vecinos españoles, gente honrada y
noble, aunque pobre; las casas son de árboles cubiertas de teja:
allí que tiene su silla el obispo de Chiapa, y sin la iglesia catedral
hay un convento de Santo Domingo y otro de nuestra orden, que
ha pocos años se fundó; íbase haciendo de adobes y cubierto de
paja que aún no estaba acabado; su vocación es de San Antonio”
(Ciudad Real, 1999:43-44). A finales del siglo XVI, Juan de Pineda
visitó a Chiapas y Guatemala con la finalidad de informar a la
Audiencia de Guatemala acerca de las riquezas de estos vastos
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SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS
A TRAVÉS DE LOS LIBROS
Octavio Gordillo y Ortiz
territorios y poder fijar los tributos; escribió una relación en donde proporciona brevísimos datos de la villa fundada en 1528 y dados a conocer por el historiador Francisco Santiago Cruz, sobresaliente sancristobalense, al señalar: “La Ciudad Real de Chiapa
está desta de Guatemala casi ochenta leguas; está asentada en
un llano; es tierra muy fría, más que la de Guatemala; está aquí
la yglesia catedral y la silla del obispo desta provincia; tendrá
como doscientos [sic] vecinos”. (Santiago, 1981:16).Viajeros como
los jesuitas Florian de Ayerve y Joaquín Antonio de Villalobos que
dejaron testimonios relacionados con la ciudad y también dados
a conocer por Santiago Cruz debido a sus acuciosas investigaciones realizadas durante varias décadas. Villalobos, quien fuera
comisionado para escribir la historia del colegio jesuita de San
Francisco Javier, fue autor de la Historia Breve de la Fundación del
Colegio de la Compañía de Jesús de Ciudad Real de Chiapas, manuscrito publicado por Santiago Cruz en 1977 y en donde Villalobos
nos transmite sus comentarios: “Es la Ciudad Real de Chiapa la
segunda en dignidad y grandeza del reino de Guatemala, cabecera de cuatro dilatadísimas provincias de los Llanos. Soques,
Sendales y Chiapa, que como cuatro partes de este pequeño
mundo son suficiente esfera para un extendido obispado, y para
una de las más dilatadas y pingües alcaldías mayores que reparte Su Majestad”(Santiago, 1977:22).
Importante obra para el pasado histórico de Chiapas y desde
luego para Ciudad Real es la Historia de la Provincia de San
Vicente de Chiapas y Guatemala del dominico fray Antonio de
Remesal, publicada en Madrid por el impresor Francisco Abarca
de Angulo en el año 1619; libro en donde encontramos esenciales descripciones y datos curiosos que a continuación transcribimos: “… que mudaban e mudaron el asiento de la dicha
Villareal, que así está poblada en la dicha provincia de Chiapa, a
este dicho campo de Gueyzacatlán, a donde el dicho señor capitán está con la gente de su ejército e vecinos e pobladores de la
dicha villa e tiene trazado la plaza e calles de la dicha villa, e la
iglesia de Nuestra Señora, e la casa de cabildo … E así mismo las
casas de los señores capitán e de algunos vecinos de la dicha
villa: e mandaron poner en la dicha plaza a un lado de ella la
picota, donde se han de ejercitar las cosas de justicia”(Remesal,
t.1, 1988:417) Datos interesantes como es el caso de proporcionar
el nombre de las primeras calles al señalar: “Desde este día hasta
un viernes veinticuatro de abril de este año de veintiocho, así el
capitán Diego de Mazariegos, como la gente de su ejército, vecinos de la nueva Villareal, se ocuparon en distribuir el sitio que
habían escogido por su morada en forma de pueblo por barrios,
cuadras y calles, a las cuales dieron sus nombres para ser conocidas: calle del Sol; calle de la Luna; calle de la Fuente; calle de
Comitlán; calle de Santiago; calle del Río; calle de Cinacantlán;
calle del Peñol; calle de la Carrera; calle Nueva; calle de la
Laguna; calle de la Ciénaga y si había otra alguna.”(Remesal, t.
1, 1988:418). Libro que sobresale en la bibliografía chiapaneca por
su contenido histórico del siglo XVI.
Thomas Gage, inglés de la Orden de Santo Domingo y comisionado para las misiones de Filipinas; a su paso por la Nueva
España en 1627 escapó hacia Chiapas y estuvo en Ciudad Real a
la que dedicó varios comentarios como la siguiente descripción:
“La ciudad de Chiapas la Real es una de las mejores de América;
porque su vecindario se reduce a unas cuatrocientas familias de
españoles y como cien casas de naturales, unidas a la ciudad con
el nombre de arrabal de los indios y con una capilla particular.
En la ciudad no hay más iglesia parroquial que la catedral que
sirve para todos los habitantes. También hay tres conventos, uno
de religiosos de la orden de Santo Domingo y otro de la de San
Francisco, y un pobre convento de monjas, bien gravoso para
toda la población.”(Gage, 1980:109). Asimismo dejó escrito entre
sus testimonios la curiosa costumbre de las señoras de Ciudad
Real de ingerir chocolate durante las misas celebradas en Catedral en tiempos del obispo Bernardino de Salazar y Frías, datos
que también mencionan el padre Vicente de Paula Andrade,
monseñor Eduardo Flores Ruiz, el historiador Andrés Aubry y
comentados por la investigadora Irma Contreras García en su
ponencia titulada: “Remembranzas históricas sancristobalenses”. Refiriéndose a los juicios de Gage, monseñor Flores escri-
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bió el artículo: “La leyenda negra de Ciudad Real”publicado por
primera vez en la segunda edición del libro titulado: Investigaciones históricas sobre Chiapas, debido a la acuciosa investigación del etnólogo Víctor M. Esponda Jimeno y a la obra divulgadora del capellán e historiador José Herrera Alcalá de la diócesis
de San Cristóbal de Las Casas.
El padre Vicente de Paula Andrade visitó Chiapas como acompañante oficial del recién nombrado obispo de la diócesis chiapaneca, Maximino Ruiz y Flores, y escribió sus impresiones con
el título: Mi excursión a Chiapas, obra en la que además de los
testimonios para la historia del clero, la política y las genealogías
de algunas familias, cuenta con un interesante apéndice de
fuentes bibliográficas sobre la historia estatal. Asimismo nos
transmite datos de interés para el investigador y estudioso acerca de San Cristóbal, donde permaneció doce días, como es el
caso de la descripción que hace del Palacio Episcopal, destruido
décadas más tarde debido a la indiferencia de las autoridades
municipales. El padre Andrade nos entrega con detalles la siguiente reseña: “Frente a la Catedral está el Palacio Episcopal
que comenzó a fabricar el Ilmo. Sr. Colina y lo terminó el Ilmo.
Sr. Villalbaso, pues sus antecesores habitaron casas alquiladas.
Ocupa otra manzana, es de un piso, al frente tiene un jardín, el
patio principal con magnífica arquería, las habitaciones del Sr.
Obispo están a la derecha y al fondo, en el centro jardín y un
pozo; a la izquierda está el Seminario con su patio, dormitorios,
refectorio, biblioteca y tres segundos patios para el establecimiento y para la casa episcopal. El oratorio, de estilo gótico, lo
hizo el Ilmo. Sr. Moreno, se levanta a la derecha de la entrada
principal del Palacio y a la izquierda la Secretaría del Obispado”
(Andrade, 2001:24). Destacamos de nuevo el interés de Víctor
Manuel Esponda Jimeno por difundir la cultura sancristobalense, pues con el apoyo de la Fundación Cultural Bios, A. C. se publicó la segunda edición de esta valiosa obra de la bibliografía
chiapaneca. El padre Andrade también escribió el libro: Noticias
biográficas de los Ilmos. Sres. Obispos de Chiapas, obra que en 1907
ya había alcanzado la segunda edición, misma que ha sido pu-
blicada en edición facsimilar por la diócesis de San Cristóbal de
Las Casas en 1998 debido a la labor del citado sacerdote Herrera
Alcalá. Libro de gran significado para la historia de la entonces
Diócesis de Chiapas, erigida por el papa Paulo III en 1539 en esta
vetusta ciudad de San Cristóbal, la cual a través de 476 años de
profundos contrastes ha tenido una peculiar historia entre cuyos
protagonistas sobresalen desde luego el fraile dominico Bartolomé de las Casas; el agustino fray Juan de Zapata y Sandoval;
el obispo Francisco Martínez Polanco López de Lorena; el mercedario fray Luis García Guillén y los obispos Francisco Orozco
y Jiménez, editor de la Colección de documentos inéditos relativos a
la iglesia de Chiapas, y Samuel Ruiz García, autor de los libros: Mi
trabajo pastoral en la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas.
Principios teológicos y Cómo me convirtieron los indígenas, este último con la colaboración de Carles Torner, libro impreso por
Editorial Sal Terrae, Santander. España.
Libro fundamental para la historia de San Cristóbal es el
Bosquejo histórico de San Cristóbal Las Casas del médico e historiador tabasqueño Manuel B. Trens Marentes, prolijo autor de
obras de interés para la historia de Chiapas y la antigua Ciudad
Real como: Historia de Chiapas, desde los tiempos más remotos
hasta el gobierno del general Carlos A.Vidal; Reseña geográfica e histórica del Estado de Chiapas, y Bosquejo histórico de San Cristóbal
Las Casas, libro en el cual nos ofrece un panorama general de la
historia de los primeros siglos, sobresaliendo los temas relacionados con la fundación de la propia Villa Real de Chiapa y de la
Diócesis de Chiapas fundada en 1539; con la historia de los colegios y seminarios, la celebración de la Semana Santa y el establecimiento de hospitales, entre otros capítulos. Además ofrece
datos curiosos como las andanzas del franciscano Antonio Margil de Jesús en Chiapas y sobre su estancia en la entonces Ciudad Real a finales del siglo XVII; acerca del primer reloj que hubo
en la ciudad y lo relacionado con las ferias populares de los
barrios de El Cerrillo y La Merced, etcétera. Un capítulo de gran
interés para la historia de la iglesia en Chiapas cuando se refiere al establecimiento de la Orden de Santo Domingo hasta la
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creación de la Provincia de San José de Chiapa, erección que
gestionó el dominico, filósofo, orador y escritor fray Matías de
Córdova a principios del siglo XIX. Historia apoyada en fuentes
primordiales como la escrita por Tomás de la Torre, Antonio de
Remesal, Francisco Ximénez entre otros autores no menos
importantes. Una historia que convida su lectura ya que a través
de 274 páginas encontramos una rica información para todos los
interesados en la ciudad; un libro que debe reeditarse puesto
que se trata de una joya bibliográfica.
Una importante investigación para conocer el aspecto económico y social, no solamente de San Cristóbal de Las Casas, sino
también de Chiapas, es el libro de Martha IIía Nájera Coronado
titulado: La formación de la oligarquía criolla en Ciudad Real de
Chiapa. El caso Ortés de Velasco, editado en 1993, en el cual la autora nos ofrece un panorama general de las condiciones políticas,
económicas y sociales de la entonces Provincia de Chiapa como
parte integrante de la Audiencia de Guatemala; asimismo se
refiere a la formación de la oligarquía criolla en la antigua Ciudad
Real de Chiapa durante el siglo XVI y principios de la siguiente
centuria, representada en la familia Ortés de Velasco.
En la bibliografía de San Cristóbal de Las Casas figuran varios
sancristobalenses que nos han dejado sus testimonios escritos;
entre ellos, el ingeniero Carlos Z. Flores, sobresaliente arquitecto
que implantó el estilo neoclásico en la arquitectura de la ciudad
siguiendo los cánones establecidos en el siglo XVI por el italiano
Vignola, y autor de una breve monografía del entonces Departamento de Las Casas en la que nos proporciona datos precisos al
señalar: “… hay en San Cristóbal Las Casas: 285 manzanas, 12 plazuelas, los Parques Benito Juárez, Utrilla, el de Cuxtitali y el de la
Merced; dos hipódromos en construcción en los campos de San
Diego y San Felipe; la Escuela Preparatoria y Profesional del
Estado en dos espaciosos edificios: el hospital Civil en el ex convento de monjas de la Encarnación; el Hospital de Caridad sostenido desde hace 3 años por algunos particulares; el Palacio llamado de Gobierno de un piso con buena fachada arquitectónica que
inclina al orden dórico en muchas de sus partes y es residencia del
Ayuntamiento …el Palacio Episcopal frente a Catedral, amplio y de
resistente construcción…”(Flores, 1909:19). El ingeniero Flores prosigue en su descripción mencionando colegios, templos, puentes y
otros lugares de interés de la ciudad de finales del siglo XIX.
Don Ángel Pola, nacido también en San Cristóbal, nos dejó
una original descripción del templo de Santo Domingo, el monumento más importante de la Colonia en Chiapas; no obstante en la actualidad se encuentra olvidado y en total abandono
por parte de las autoridades que sustentan el poder para su conservación y mantenimiento. El célebre periodista y editor de
varias obras de carácter histórico señala: “Mi hermano Herminio
me conducía de la mano. Luego que nos acogimos al sol contemplamos la parroquia de Santo Domingo, cerca de la Caridad.
La iglesia aparecía infundiendo majestad; el atrio rodeado de
trincheras picadas de claraboyas; un baluarte ostentaba su
esqueleto de pino en la esquina del Cerrillo; sobre la pared del
convento hacia Mexicanos y el Molino los durazneros, los membrillos y las higueras sacaban sus brazos descarnados y se inclinaban como enfermos en las copas de los saúcos, de las malvas
y las maravillas que crecían en la calle por la ditada ausencia de
los habitantes… El templo abierto y abandonado exhibía su desnudez: cuarteadas las bóvedas, solos los altares, corridas las cortinas de los nichos, profanados los santos, secas las pilas de agua
bendita, hecho trizas el órgano del coro … Y cuando uno daba
las espaldas a todos aquellos despojos sagrados, las pisadas y la
voz se repercutían y una atmósfera de tristeza oprimía el alma
haciendo callar y pensar”(Ríos, 1890: 107).
Jesús A. Morales Pineda, periodista y político, partidario de
Madero y participante en la toma de Ciudad Juárez, luchó para
que San Cristóbal recuperara el poder político, económico y
social; debido al traslado de la capital a Tuxtla Gutiérrez por
decreto del gobernador Emilio Rabasa en el año 1892. Escribió el
folleto titulado La ciudad de San Cristóbal Las Casas debe ser la
capital de Chiapas.
Hermilo López Sánchez, abogado, político y ministro de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación de 1943 a 1952, escribió
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Apuntes históricos de San Cristóbal de Las Casas, obra editada en
la ciudad de México en dos volúmenes por el propio autor, quien
aporta interesantes documentos e impresos para la historia de
Chiapas y su ciudad natal, época colonial, historia decimonónica y del siglo XX. Obra fundamental para el pasado de San Cristóbal, principalmente del periodo colonial.
Sobresale también monseñor Eduardo Flores Ruiz, quien fuera rector y maestro de varias generaciones en el Seminario Conciliar de Chiapas. Escribió varios artículos de carácter histórico
sobre su ciudad, dados a conocer en el Boletín de la Sociedad
Científica, Literaria y Artística de San Cristóbal de Las Casas, posteriormente publicados en el libro: Investigaciones históricas sobre
Chiapas, editado por el entonces Patronato Fray Bartolomé de las
Casas en 1973 y en la edición corregida y aumentada debido al
interés del ya mencionado sacerdote Herrera Alcalá. Tomo que
contiene varios artículos cuyos títulos citaremos: “Ciudad Real.
Su principio y evolución”,“Sociología histórica de Ciudad Real.
(Ensayo histórico crítico)”, “Autoridades civiles de Chiapas
durante la Colonia”,“El primer hospital de Chiapas”,“Rincones
de historia. La Calle de las Monjas en Ciudad Real”,“El Arco del
Carmen”,“La Virgen de Caridad. Breve noticia histórica”,“Panorámica de Ciudad Real a través de 87 lustros”y “La leyenda negra
de Ciudad Real”. Autor también de los volúmenes: Libro de oro
de San Cristóbal de Las Casas y La Catedral de San Cristóbal de Las
Casas, Chiapas, 1528-1978, en el primero de los cuales el lector
encuentra 120 biografías entre sancristobalenses y avecinados en
la ciudad que se distinguieron ya en el campo de las ciencias,
humanidades, artes, filantropía, etcétera. En el segundo de los
libros nos presenta una completa y bien documentada historia
sobre la barroca catedral de San Cristóbal del siglo XVIII.
Don Prudencio Moscoso Pastrana, primer cronista oficial de la
ciudad, historiador por vocación, investigador acucioso y autor
de innumerables artículos dedicados a su ciudad natal, a la que
describió y entregó los pormenores de su historia.“Fundación de
San Cristóbal”,“San Cristóbal de Las Casas”,“Espigando sucesos históricos”,“El Templo dominico de San Cristóbal de Las Ca-
sas” y “Viajes de San Cristóbal a las fincas” son breves artículos
que integran Acuarela de Jovel (crónicas de San Cristóbal de Las
Casas) y Leyendas de San Cristóbal, donde evoca las narraciones
coletas de “El jicalpestle”, “El misal olvidado”, “Leyenda de la
Virgen de la Merced”y “La extraña misa del Carmen”, entre otras.
Son testimonios del apego que tuvo por conservar las historias
fantásticas y antiguas consejas de la ciudad. Fue autor de varios
libros sobre la historia y cultura chiapaneca; escribió una Historia
de las bibliotecas en Chiapas, en la cual con pasión reseña el nacimiento de esa cultura, precisamente en Ciudad Real hacia el
siglo XVII, donde se fundaron dos instituciones de estudios superiores, poseedoras de acervos bibliográficos que llegaron a constituir las primeras bibliotecas habidas en tierras chiapanecas.
Varios de sus artículos aparecen en los volúmenes colectivos
titulados: Ensayos. San Cristóbal de Las Casas. (Antigua Ciudad
Real) 450 aniversario de su fundación; San Cristóbal y sus alrededores, y San Cristóbal de Las Casas. Ciudad Real de las Chiapas.
Nacido también en San Cristóbal de Las Casas fue don Francisco Santiago Cruz, ingeniero e historiador egresado del Instituto Politécnico Nacional y de la Facultad de Filosofía y Letras de
la UNAM. Autor de varios libros de carácter biográfico e histórico
publicados en su mayoría en las colecciones: “Figuras y Episodios de la Historia de México” y “Colección México Heróico” de
la Editorial Jus. Sus investigaciones dedicadas a su ciudad natal
la integran los opúsculos siguientes: Ciudad Real de Chiapas en la
historia de fray Antonio de Remesal, edición que contiene la reproducción facsimilar del libro quinto, capítulo XIII al XVIII de la
Historia General de Chiapas y Guatemala, publicada en Madrid en
1619; seguido por un estudio preliminar a los Estatutos de la Universidad Literaria y Pontificia de Chiapas, en el año de su fundación
de 1826, impreso en la Editorial Tradición en 1976 y la Breve historia del Colegio de la Compañía de Jesús de Ciudad Real de Chiapas
1681-1767 escrita por el padre Joaquín Antonio de Villalobos en
1698; manuscrito hallado en el Archivo General de la Nación
después de una minuciosa investigación realizada durante varios años. Asimismo, su interés por la ciudad lo llevó a escribir
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las plaquetas tituladas: San Cristóbal de Las Casas en el relato de
sus historiadores y Epigrafía de San Cristóbal de Las Casas, publicadas en 1981 y 1986, respectivamente. Interesante para la historia
son las transcripciones publicadas en su plaqueta: San Cristóbal
de Las Casas en el relato de sus historiadores, donde encontramos
las primeras descripciones de la antigua Ciudad Real escritas por
autores como Antonio de Remesal, Antonio de Ciudad Real, Juan de Pineda, Thomas Gage, Florián de Ayerve y Joaquín Antonio de Villalobos. Historia en la cual su autor nos ofrece un
panorama general de San Cristóbal de las primeras décadas del
periodo colonial, ciudad poseedora de varias iglesias y casas cuya arquitectura ha sido estudiada por el norteamericano Sydney
David Markman y el español Juan Benito Artigas Hernández.
Una bella descripción sobre San Cristóbal y bajo el rubro titulado: “Y el sol por lo inclinado de la teja” nos ha dejado Santiago
Cruz, al señalar: ”Vista a ojo de pájaro, nuestra ciudad presenta
una perspectiva uniforme. Tan sólo sobresalen las espadañas, los
campanarios de los templos, las enormes frondas de los árboles
en donde tarde a tarde se dan cita las aves viajeras. Ciudad hecha de ladrillo, adobe, teja roja de barro y madera. Poco se emplearon la cantera y el hierro que tanta nobleza dan a ciudades
como Zacatecas, por ejemplo. Para el barroco de las fachadas de
los templos se usó la argamasa o sea la mezcla de cal, arena y
agua … San Cristóbal presentaba cierta uniformidad, con los
aleros de sus techos cubriendo la mitad de sus aceras. Sus calles
en su mayoría estaban empedradas… La población adquirió un
tono arquitectónico único, singular; su mismo aislamiento le impidió recibir influencias extrañas”(Santiago Cruz, 1981:27-28).
Jorge Paniagua Herrera, maestro, poeta y segundo Cronista
Oficial de la ciudad. Autor de varios libros de creación poética,
ensayos y crónica. Su plaqueta titulada Palabra de ciudad está
dedicada a San Cristóbal de Las Casas, donde se combina el
mudéjar, el barroco y el neoclásico logrando una peculiar arquitectura y típica traza urbana saturada de historia, paisajes y
marginación. Crónica integrada por recuerdos del autor, remembranzas infantiles y comentarios donde desfilan personajes y des-
cripciones de ceremonias religiosas, ya en la iglesia de San Nicolás, lugar de oración de negros y mulatos, o en Catedral elevada
a dicho rango en 1539, monumento barroco estudiado por los
citados: monseñor Flores Ruiz, el arquitecto Artigas y el historiador Markman, entre otros. El autor con su singular estilo de escribir se refiere a otras iglesias de la ciudad: Santo Domingo, San
Francisco, La Merced, El Carmen y Santa Lucía, advirtiendo sus
retablos barrocos y de estilo art-nouveau; algunas pinturas e
imágenes de bellos estofados. Nos entrega datos sobre la vida
cotidiana de los indios, quienes han sufrido explotación, injusticias, desigualdades y el olvido de siglos. Los indios sumisos y
desvalidos que describió Rosario Castellanos en los cuentos de
Ciudad Real. Especial descripción ocupa la neoclásica iglesia de
Santa Lucía, obra monumental del ingeniero Carlos Z. Flores,
quien implantó tardíamente el estilo vignoles en la ciudad. Datos recientes contiene la plaqueta, como es el caso del lamentable incendio ocurrido el 23 de marzo de 1993 en la iglesia de El
Carmen, perdiéndose valiosas pinturas y esculturas, patrimonio
artístico descrito décadas antes por los historiadores Salvador
Toscano y Francisco de la Maza. El primero de ellos, refiriéndose a los tesoros de la iglesia, señala:“El interior del templo encierra un gran interés por conservar magníficas esculturas estofadas
y policromadas de los siglos XVII y XVIII. Mencionaremos entre
ellas un Cristo en la Cruz, muy probablemente de la escuela
guatemalteca; otra, la preciosa y muy fina Santa Ana y la Virgen
niña, obra del siglo XVIII; y por último, el San Sebastián, notable
por la belleza y el realismo con que está tratado el desnudo humano, así como por la fuerza dramática de la actitud del Santo…”
(Toscano, 1982:26).
La bibliografía sancristobalense cuenta con los libros colectivos titulados: Ensayos San Cristóbal de Las Casas (Antigua Ciudad
Real). 450 aniversario de su fundación, publicado por el Patronato
Fray Bartolomé de las Casas en 1978; San Cristóbal y sus alrededores, editado por el gobierno del estado en 1984, y el tomo San
Cristóbal de Las Casas. Ciudad Real de las Chiapas, dado a conocer por el Banco Internacional en 1991. En los citados volúmenes
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1
Artículo reeditado en el tomo colectivo: San Cristóbal de Las Casas. Ciudad Real de
las Chiapas, con el título: “San Cristóbal de ayer. Semblanzas de la vida cotidiana”,
1991.
las órdenes religiosas establecidas, sobre la población española e
indígena, y principalmente acerca de la distribución de monumentos dentro del plano urbanístico de la antigua Ciudad Real.
Obra publicada por la Escuela de Estudios Hispano-Americanos
de Sevilla en 1963, con traducción al español de Isabel Tejera
Quijano, que lleva la tercera edición cumpliendo su propósito de
divulgar la historia arquitectónica de esta ciudad chiapaneca.
Posterior a este estudio sobresale la magnífica obra titulada:
Architecture and Urbanization in Colonial Chiapas, Mexico, dada a
conocer por la American Philosophical Society en 1984 y traducida al español por Annabella Muñoa Rincón para la edición del
gobierno de Chiapas en 1993. Libro dividido en nueve partes que
forman cuarenta y siete breves capítulos, en los que su autor
presenta valioso panorama sobre la arquitectura y la urbanización del Chiapas colonial, sobresaliendo Ciudad Real como
único pueblo fundado para los españoles y, por lo tanto, el asentamiento más importante en cuanto a arquitectura. La obra
consta de 604 páginas y constituye una excelente historia para el
estudioso e interesado de la época que Markman complementa
con un sucinto capítulo sobre las iglesias y edificaciones poscoloniales. Además cuenta con ilustraciones integradas por mapas,
planos y fotografías de las principales construcciones estudiadas, archivo fotográfico que el historiador norteamericano donó
a la Biblioteca Latinoamericana de la Universidad de Tulane.
Sobre la arquitectura de San Cristóbal de Las Casas nos proporciona una excelente información de sus monumentos e iglesias,
en donde destacan la plateresca Casa de las Sirenas del siglo XVI,
conocida también como la Casa del conquistador Andrés de la
Tovilla; la iglesia de El Carmen, vetusta edificación fundada bajo
la advocación de la Encarnación, cuya sólida y magnífica torre
construida durante la década de los setentas del siglo XVII es
“…uno de los monumentos más notables y singulares del
Nuevo Mundo” (Markman, 1987:81). La iglesia de Santo
Domingo con su majestuosa fachada-retablo, cuya “…decoración en estuco que cubre totalmente las superficies planas de la
fachada, es digna de mención. Sus numerosos motivos varían de
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se compilan artículos relacionados con la ciudad y breves ensayos de carácter histórico, geográfico y literario principalmente;
como: “La aventura de descubrir el Templo de Santo Domingo”,
del fraile dominico Jesús H. Álvarez; “El marco de San Cristóbal
Las Casas”, de monseñor Eduardo Flores Ruiz;“San Cristóbal de
Las Casas. El encanto de sus muros centenarios”, del historiador
Francisco Santiago Cruz, y “Panorama del San Cristóbal de ayer”,
una semblanza escrita por el profesor Prudencio Moscoso Pastrana en cuanto al primer volumen;1 seguido por los estudios del
español Juan B. Artigas y el norteamericano Thomas A. Lee titulados: “San Cristóbal de Las Casas. Esbozo de su arquitectura”y
“El asentamiento humano precolombino del valle de Hueyzacatlán”, respectivamente; además del artículo de carácter bibliográfico de Roberto Thompson y Ma. de Lourdes Poo R. titulado:
“San Cristóbal y su entorno. Bibliografía”, editados en el segundo de los libros; y en el tercero sobresalen los artículos siguientes: “San Cristóbal de Las Casas, ciudad de arte”, del citado Juan
B. Artigas; “Donde alto crece el zacate”, de Jan de Vos, y “Ciudad
Real en la poesía y en la ficción”, de la poeta Elva Macías, entre
otros trabajos no menos importantes.
También en la bibliografía sancristobalense sobresalen las
obras y los artículos de los ya mencionados historiadores, el norteamericano Sydney David Markman y el español Juan B. Artigas. Markman es autor del libro titulado: San Cristóbal de Las
Casas, su primera obra dedicada a Chiapas, la tierra que visitó en
varias ocasiones para estudiar sus pueblos y monumentos, con
la finalidad de ofrecernos detalles de su arquitectura. En el caso
de San Cristóbal, se refiere a las principales iglesias y construcciones coloniales, así como sus analogías con edificaciones españolas y guatemaltecas. A la vez proporciona datos históricos de
un panel a otro casi sin repetirse los dibujos. Esto, juntamente
con el diseño imaginativo y variado de los fustes de las columnas, hacen de esta fachada una de las más ornamentadas de
toda América Central”(Markman, 1987:70). La propia Catedral, la
ex iglesia de San Agustín con su mezcla de detalles neomedievales y barrocos, las iglesias de La Caridad, San Francisco y La
Merced, sobresalen entre otras construcciones la antigua Ciudad
Real, principal asentamiento de españoles de la época colonial
en Chiapas. El historiador norteamericano describió así a San
Cristóbal de Las Casas: “La ciudad ha permanecido estática y
tranquila sin que ocurrieran en su larga historia acontecimientos
extraordinarios para señalar el transcurso del tiempo. A mediados del siglo XVIII, San Cristóbal de Las Casas era el único lugar
que tenía rango de ‘ciudad’ en el que también estaba incluido el
Soconusco”(Markman, 1963:17).
Juan Benito Artigas, arquitecto e historiador nacido en Madrid
y que siendo aún adolescente pasó a México, donde cursó los
estudios superiores y obtuvo el doctorado en arquitectura por la
UNAM. A partir de 1973 estuvo en la ciudad para dictaminar obras
de restauración de monumentos sancristobalenses como la barroca iglesia de Santo Domingo, la torre múdejar de El Carmen y
el antiguo puente del Peje de Oro. Cabe señalar que en esta década de los años setentas realizó obras en Chiapa de Corzo, Mitontic, Oxchuc, Tecpatán, Zinacantán y de nuevo en San Cristóbal
de Las Casas como asesor en los proyectos de la plazuela de El
Cerrillo, la Plaza Catedral y el Centro de Convenciones del Carmen. Autor del ensayo titulado: “San Cristóbal de Las Casas: esbozo de su arquitectura”, interesante estudio precursor del libro
La arquitectura de San Cristóbal de Las Casas, publicado por la
UNAM y el gobierno del estado de Chiapas en 1991; ocho años
más tarde la propia UNAM y el gobierno chiapaneco a través del
Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Chiapas editaron
esta fundamental obra de la bibliografía chiapaneca, la cual constituye un verdadero tesoro para San Cristóbal ya que contiene
una detallada y valiosa investigación sobre la peculiar arquitectura de San Cristóbal; la reimpresión contiene nuevos planos y
fotografías de antiguos monumentos. Describe en nueve capítulos varias iglesias de valor arquitectónico, pero sin dejar de admirar el cielo, que presenta un papel importante porque San
Cristóbal“siempre está presente“, con su color azul intenso, profundo, transparente. A la vez contiene una minuciosa información sobre la fundación de la Villa Real de Chiapa, además de su
dilatada historia del siglo XVI cuando alcanzó la categoría de ciudad y fue fundado el obispado de Chiapas. La conjunción de
arquitectura y naturaleza, belleza del paisaje, conforma una de las
peculiaridades más hermosas de San Cristóbal de Las Casas,
señala el historiador español. Lugar donde se mezclan el múdejar de la Torre del Carmen, el barroco de catedral e iglesia de
Santo Domingo, con el neoclásico de las iglesias de Santa Lucía y
la Virgen de la Asunción en el barrio de Mexicanos, entre otras
iglesias de la ciudad.
Se distingue en este repertorio bibliográfico el historiador
francés Andrés Aubry, estudioso y conocedor de la historia chiapaneca y en particular de San Cristóbal, la cual ha difundido en
varios artículos dados a conocer en la colección Apuntes de
Lectura del entonces Instituto de Asesoría Antropológica para la
Región Maya, A. C. y, desde luego, en el libro titulado San Cristóbal de Las Casas. Su historia urbana, demográfica y monumental.
1528-1990, obra publicada en 1991, donde encontramos importantes datos provenientes del Archivo Histórico Diocesano. Como
su autor lo señala, esta investigación fue realizada al lado de Angélica Inda, quien fungió como directora del citado Archivo durante varios años. Don Andrés nos entrega una historia de San
Cristóbal, su crónica urbana y patrimonio monumental de los
siglo XVI al XX. Asimismo, fundamentales cronologías sobre la
historia, arquitectura, demografía, etcétera. Especiales descripciones acerca de la Catedral, las iglesias de Santo Domingo, San
Nicolás, La Caridad y San Agustín. A la vez encontramos el interesante capítulo titulado: “Una guerra artística: Neoclásico vs.
Barroco”, donde el autor nos transmite la triste historia de la
destrucción de obras de arte no solamente de San Cristóbal sino
de otras ciudades chiapanecas. Un total de 23 capítulos forman
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el libro para ofrecernos la historia urbana, demográfica y monumental, como su título lo indica. Un catálogo del patrimonio
monumental de la ciudad complementa esta investigación de un
conocedor de la historia sancristobalense. Un folleto más, titulado La restauración de la iglesia de San Nicolás en San Cristóbal de
Las Casas, Chiapas, considerado el monumento más antiguo de
la ciudad debido a que se conserva sin modificaciones desde su
construcción en el siglo XVII, integra la bibliografía sobre San
Cristóbal escrita por el historiador francés, quien nos ofrece interesante dato: “Esta arquería soporta un coro que alberga un
órgano construido en San Cristóbal en 1907. Está firmado y
fechado (23 de junio) por su fabricante Francisco Torres García;
tiene cuatro juegos (bourdon, mixtura triple, flauta y contrabajes). Es un recuerdo del afán del obispo Francisco Orozco y
Jiménez por crear empleos en la ciudad y dar lustre a sus templos”(Aubry, 1992:17).
Jan de Vos, historiador belga, es autor de varias obras principalmente sobre la etapa de la dominación española en Chiapas,
entre las cuales está la breve historia titulada San Cristóbal, Ciudad colonial, plaqueta que lleva dos ediciones y en la cual su autor
con inteligencia y sapiencia describe el entorno geográfico del
Valle de Jovel, las principales construcciones coloniales y los seis
primitivos barrios indios de la ciudad. Un anexo documental de
gran interés para el pasado histórico de San Cristóbal como el
traslado del asiento de Villa Real al Valle de Jovel; el otorgamiento de escudo de armas hecho por Carlos V en marzo de 1535; así
como la elevación de la Villa de San Cristóbal de Los Llanos al
rango de ciudad con el nombre de Ciudad Real. Complementan
el anexo: el documento en el cual autoridades y pueblo de
Ciudad Real se declaran independientes del imperio español; el
calendario de las fiestas patronales, los diez nombres de la ciudad en sus 476 años, la leyenda de San Cristóbal, patrono, y su
población según el censo dado a conocer por el obispo Francisco
Polanco en el siglo XVIII. De Vos es autor de un artículo publicado en el volumen colectivo San Cristóbal de Las Casas. Ciudad
Real de las Chiapas; lleva como título “Donde alto crece el zaca-
te”, y ahí su autor nos relata la historia de la fundación hecha
por Mazariegos y los primeros tiempos de conquista y de explotación, para afirmar lo siguiente: “La pequeña villa, fundada en
1528, haría historia, como Ciudad Real primero, como San Cristóbal después”(De Vos, 1991:55).Y qué historia tan singular ha tenido la ciudad a partir de los primeros años de la dominación
española a las postrimerías del siglo XXI. El historiador belga
hace una original comparación: la ciudad ha tenido a través de
los siglos dolores de parto, la infancia, la niñez y mocedades.
Una breve historia plasmada de datos fundamentales, un trabajo de reflexión para todos los habitantes de esta ciudad. “Los
tiempos modernos sin duda le trajeron mayor bienestar, pero
también afectaron negativamente su figura, su manera de vestir,
su mentalidad”(De Vos, 1991:78).
Otros estudiosos e investigadores se distinguen en este repaso bibliográfico, como la norteamericana Susana Francis, autora
del libro Habla y literatura popular en la antigua capital chiapaneca, publicación que lleva dos ediciones, la primera en el año 1960
y la segunda en 1992, con prólogos de Rosario Castellanos y Noé
Gutiérrez, respectivamente. De Gutiérrez, lingüista y escritor nacido en Yajalón, transcribimos la siguiente opinión: “Si el panorama de la dialectología en México es incipiente, en Chiapas es
desolador. El trabajo de Susana Francis resulta un hecho sorprendente, no se reduce a la recopilación de datos fonéticos, sintácticos y léxicos; por el texto discurren las referencias filológicas,
sociológicas, económicas, políticas y culturales; abundan las
observaciones, vale la pena destacarlo, sobre el uso de la lengua
y los procesos comunicativos de los habitantes”(Francis, 1992:5).
Además figura la norteamericana Diana Rus, autora del libro:
Mujeres de tierra fría. Conversaciones con las coletas, obra en la que
ofrece una serie de entrevistas realizadas en San Cristóbal para
conocer el mundo de las mujeres a través de conversaciones en las
cuales sobresale el modo de pensar, su filiación religiosa, escolaridad y ocupaciones, en fin, su posición social dentro del marco del
centro y los barrios de la ciudad. Investigación editada por la
Universidad de Ciencias y Artes del Estado de Chiapas en 1997.
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Entre los autores provenientes del extranjero se distingue
también el maestro en ciencias e investigador alemán Justus
Fenner, quien al lado del antropólogo Francisco Pérez escribió el
folleto: ¡Aguas…! O cómo entubaron la ira de Chac, la historia de
las inundaciones que en varias ocasiones amenazaron a la ciudad. Este folleto contiene una serie de históricos documentos de
los siglos XVII al XX, además de fotografías de este último siglo
relacionadas con el fenómeno natural, dándonos una visión del
grave problema sufrido a través de varios siglos. A la vez Fenner
escribe la plaqueta titulada Entre palacios y portales. Historia del
centro de la ciudad (1800-1923), interesante investigación donde el
lector encontrará un panorama general de las construcciones
que rodean la plaza central de la ciudad con el nombre de sus
diversos propietarios, así como los negocios instalados y las
modificaciones arquitectónicas realizadas, entre otros datos no
menos importantes para la historia de esta añosa ciudad, la cual
ha sido visitada y elogiada por visitantes nacionales y extranjeros como Teober Maler, arqueólogo y fotógrafo austriaco por
adopción, quien estuvo en la ciudad en 1877 tomando las primeras fotografías que se conocen. Adolfo Dollero, viajero italiano
que visitó la ciudad en la primera década del siglo pasado, nos
dejó breves descripciones de esta antigua Ciudad Real. No debemos olvidar a don Antonio Pompa y Pompa, autor del libro: Espejo de provincia. (Geografía del paisaje mexicano), una bella descripción del paisaje sancristobalense.
Entre las publicaciones posteriores están las plaquetas de la
arqueóloga potosina Fabiola Sánchez Balderas: Las figuras de
cera en el arte popular de San Cristóbal de Las Casas y Cruces de hierro forjado. Arte popular de San Cristóbal de Las Casas, dos importantes trabajos acerca de las artesanías sancristobalenses, en
donde la autora registra una singular tradición artística de mujeres y hombres que se remonta a la época colonial. La elaboración
de figuras de cera, un bello trabajo que poco a poco se está perdiendo, no así en cuanto a la herrería, arte que enseñaron los
frailes dominicos a los indios del barrio de El Cerrillo, oficio que
afortunadamente podemos admirar a través de cruces de diver-
sos diseños. Además sobresale la investigación titulada Rumbo a
la calle… El trabajo infantil, una estrategia de sobrevivencia, coordinada por Patricia Figueroa Fuentes, con la autoría de María
Judith Herrera Jácome, María Cristina Manca, Abelarda Hernández Cervantes, Óscar Sánchez Carrillo, Juan López Intzin y la
propia Figueroa Fuentes. Se trata de un interesante estudio en el
que se conocen las condiciones de vida de las familias indias
expulsadas de sus comunidades, principalmente de niños y niñas migrantes en San Cristóbal, donde viven una dramática realidad bajo explotación, analfabetismo, carencias, etcétera. Ma.
Cristina Manca, autora del prólogo, señala: “Esta investigación
nos brinda abundantes elementos de reflexión, fructuosas preguntas y pautas para seguir estudiando la migración indígena
hacia San Cristóbal, las consecuencias de ésta hacia la población
infantil y algunas propuestas de cómo se podría este fenómeno
de los niños en la calle prevenir”(Rumbo… 2000:6).
Una publicación reciente es la titulada: Ciudad Real, España,
San Cristóbal de Las Casas, Chiapas 1528-2003, edición conmemorativa del 475 aniversario de su fundación y dada a conocer por
el Seminario de Cultura Mexicana, corresponsalía San Cristóbal
de Las Casas. Opúsculo integrado por breves ensayos de María
Teresa Aguirre Moreno, Rafael Romero Cárdenas,Víctor Manuel
Esponda Jimeno, Martha Azucena Morales Constantino, Jorge
Paniagua Herrera y Octavio Gordillo y Ortiz. Dolores Palomo
Infante, investigadora española y autora del prólogo respectivo,
señala: “Los trabajos que contiene el libro son algunas muestras
de los derroteros que siguieron ambas ciudades. De San
Cristóbal, son testimonios de aquellos tiempos en los que entre
inquietudes, se acomodaba una sociedad marcada por las diferencias entre los hombres; diferencias étnicas y de género, pero
que en su devenir forjaba la identidad de la Ciudad Real de
Chiapa. Nos hablan de los hombres que marcaron con sus actos
la historia de la región; de las mujeres que aún en su andar callado, en su cotidianeidad, mostraron su rostro aguerrido, fuerte,
tomando las riendas, a veces, en la carrera de la historia”(Ciudad
Real…2004:11).
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Como ciudad de paisajes naturales y humanos, tradiciones e
historia, varios autores nos han dejado sus testimonios en la
prosa o en la creación poética. Novelas como Una rosa y dos espinas, Lágrimas del corazón, Florinda, La Cruz de San Andrés y Salvador Guzmán, del abogado y escritor sancristobalense Flavio
Antonio Paniagua Ruiz, son obras donde la ficción y la realidad
están presentes y la antigua Ciudad Real sobresale como principal escenario de los sucesos descritos en sus narraciones para
convertirse en el introductor de la novela histórica en las letras
chiapanecas. Así, Paniagua nos ha dejado narraciones de la vida
cotidiana de esta añosa ciudad, en las cuales entremezcla acontecimientos de la vida política con historias amorosas; descripciones de la ciudad con antiguas costumbres, como es el caso de
la celebración de la Semana Santa. Recordemos el siguiente
fragmento de su novela Salvador Guzmán, algo de esta arraigada
tradición sancristobalense. “El Jueves Santo, día clásico para el
cristianismo, se verificaba la procesión del Lignum crucis, que
estaba en el templo de Franciscanos. Día festivo y nacional como
era, el lujo oriental reinaba dentro de todos los templos, en los
que se hacía estaciones, rezando en alta voz por las calles; cada
iglesia levantaba su monumento, adornado con flores y frutas; y
las gentes andaban por las avenidas, como enjambre de abejas,
llevando velas, incienso, arrayán, laurel, etcétera.” (Paniagua,
1988:35). Otro ejemplo de su interesante narrativa para la historia
es el párrafo del capítulo VIII titulado: “San Cristóbal a vista de
pájaro”, de su novela Lágrimas del corazón, en la cual don Flavio
nos proporciona imágenes urbanas de la ciudad, datos arquitectónicos de sus iglesias y conventos; así como referencias de sus
obras de arte e historia. Transcribimos los siguientes fragmentos:
“El barrio de Las Mercedes se presenta a continuación encerrado en un ángulo casi recto que se extiende del oriente al poniente, con sus casas informes, masas cubiertas de teja, con sus calles
todas largas y sin simetría. Con sus árboles y con sus dos únicos
templos, El Calvario y el convento de Las Mercedes”(Paniagua,
1990:124).“En el centro de San Cristóbal se encuentra la catedral,
cuya torre es pequeña y no guarda proporción con lo demás del
edificio, que se extiende de oriente a poniente, teniendo tres
cuerpos o naves, formados por dos órdenes de columnas dóricas
que se mantienen cubiertas con damasco rojo. En el centro de la
iglesia se ve la única crujía dorada que hay en los templos del
estado, y en su presbiterio, sobre una plataforma, se eleva el ciprés de madera que tiene en su primer cuerpo una granada trabajada por don Norberto Ballinas… El exterior del templo es
hermoso, pues se encuentra pintado de rojo y dividido por columnas cuadrangulares… Su campanario se encuentra a un
lado, sin que comprendamos esta excepción de un templo católico que siempre está coronado por aquél.” (Paniagua, 1990:129).
“Caminando hacia el sur se encuentra a muy corta distancia del
convento de Santo Domingo la capilla de La Caridad, monumento que edificó la piedad religiosa de los hijos de San Cristóbal
por el triunfo adquirido sobre los tzendales, que a principios del
siglo pasado se levantaron contra ellos. Una real cédula de 24 de
febrero de 1715 ordenó la construcción de la referida capilla, porque tres años antes, el 21 de noviembre, se dio una gran derrota
a los treinta y dos pueblos de tzendales rebelados.” (Paniagua,
1990:126).
Para fortuna nuestra, otro distinguido sancristobalense, Domingo Armando Paniagua Bermúdez, quien fuera miembro de la
Sociedad de Geografía y Estadística de París y de Londres, de la
Sociedad Nacional de Geografía de Washington, del Círculo Porthenopeo de Roma, y miembro asociado del National Press Club
de Washington, ha dejado un original testimonio sobre las tradiciones coletas al señalar: “Al terminar la Semana Santa, el Domingo de Pascua se comenzaba a celebrar la ‘Feria de la Paz’,
para amenizarla se importaba de México una compañía cómica
o de zarzuela,‘de la legua’ con su prima donna, cuyos contornos
eran más severamente analizados que su voz, y su obligado
primo donno, tenor, bajo, coristas, etc.” (Paniagua, 1932) Relato
que me recuerda las originales crónicas teatrales del periodista y
poeta Manuel Gutiérrez Nájera.
Otra novela sobresaliente por su contenido histórico-político
es la titulada El señor alcalde de Evaristo Bonifaz Gómez, san-
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cristobalense, abogado y político, presidente de su ciudad natal
durante la década de los años treinta, que nos entrega las memorias de su administración dándole un carácter novelado, en
las cuales aborda la historia sancristobalense del bienio 19351936, época difícil para Chiapas puesto que se vivía la persecución religiosa, la campaña anticlerical y desfanatizadora llevada
al cabo por el coronel Victórico Grajales, siguiendo el ejemplo de
Tomás Garrido Canabal, ex gobernador de Tabasco.“Se clausuraron los templos, se persiguió a sacerdotes y monjas, se prohibió la celebración de actos religiosos en cualquier parte y hasta
se cambiaron los nombres de algunos pueblos que llevaban
nombres de santos.” (Bonifaz, 2004:108). Así, don Evaristo narra
los sucesos de aquellos años y la realidad histórica de Los Altos
de Chiapas, cuyo centro rector es San Cristóbal, la Villa Vieja en
la novela que comentamos: “Villa Vieja se encuentra rodeada por
los cuatro puntos cardinales por una serie de poblados indígenas, reacios a modificar su sistema ancestral de vida. Los poblados tienen dos tipos de autoridades: La que eligen los aborígenes entre ellos y cuyo símbolo es un bastón negro con puño de
plata, y la que les designa el gobierno del estado.” (Bonifaz,
2004:89). La novela lleva su cuarta edición con prólogo del etnólogo sancristobalense Víctor Manuel Esponda Jimeno y una
completa biografía del autor, escrita por su hija María Eugenia
Bonifaz Sáez, quien figura en las letras chiapanecas como la primera novelista nacida en San Cristóbal, autora de la novela histórica: Días de hierro y malaquita. Y ya que nos referimos a don
Evaristo, recordemos que fue autor del opúsculo Lunares y verrugas. Semblanzas lugareñas, en el cual nos transmite un conjunto
de narraciones evocadoras de San Cristóbal a través de pintorescos personajes como “Chicario”, “El Chaca”, “El loco poeta”,
“Don Goyito”y “Pepe eterno”, entre otros que han dejado huella y dieron calor al ambiente sancristobalense de aquellos años.
Protagonistas de una época que años más tarde el cronista adjunto de la ciudad, don Manuel Burguete Estrada, da a conocer
con prosa ligera plasmada con agudeza y gracia en su humorístico libro titulado Nueva picaresca chiapaneca…
Margarita Rojas Nandayapa, psicóloga sancristobalense, y
autores de las plaquetas Guerra en Los Altos. Puro cuento y Niñas de
Ciudad Real, donde presenta originales relatos inspirados en los
primeros días de 1994 transcurridos en San Cristóbal, en cuanto a
la primera plaqueta, y en la segunda presenta un ramillete de
treinta fantasías literarias en cuya prosa abundan vivencias y pasajes de la vida real con fecunda imaginación y bellas imágenes.
Desde luego sobresale Rosario Castellanos con su novela
Oficio de tinieblas y los cuentos de Ciudad Real, obras en las cuales describe la vida y costumbres, mitos y leyendas de tzotziles, la
relación indígena-ladino, el estado económico-social de los habitantes de San Cristóbal de Las Casas, lugar al que describe así:
“¡Qué frías son las mañanas en Ciudad Real! La neblina lo cubre
todo. De puntos invisibles surgen las campanadas de la misa primera, los chirridos de portones que se abren, el jadeo de molinos
que empiezan a trabajar”(Castellanos, 1986:65). En Oficio de tinieblas entrelaza la historia de la rebelión chamula de 1868, conocida
como “La guerra de castas”, con el movimiento agrarista del presidente Lázaro Cárdenas; el sincretismo religioso como la crucifixión del niño chamula Domingo Gómez Checheb con la explotación del indio. Presenta una denuncia por el trato inhumano
dado al indio por parte de la sociedad mestiza de aquellos años.
Los acontecimientos sucedidos entre la gente de Díaz Cuscat y el
jefe político de la antigua Ciudad Real llevaron a los primeros a
sublevarse y a amenazar la tranquilidad de San Cristóbal de Las
Casas, apoyados en el crucifijo propio para igualarse a los ladinos.
Por lo tanto, la novelista, tomando en cuenta esa seguridad del
tzotzil frente a su explotador debido a su fanatismo e ignorancia,
nos relata con su estilo personal el sincretismo que aún persiste:
“Ahora nosotros también tenemos un Cristo. No ha nacido en
vano ni ha agonizado ni ha muerto en vano. Su nacimiento, su
agonía y su muerte sirven para nivelar al tzotzil, al chamula, al
indio con el ladino. Por eso, si el ladino nos amenaza tenemos
que hacerle frente y no huir. Si nos persigue hay que darle la
cara” (Castellanos, 1962:325). Los cuentos de Ciudad Real tienen
como escenario el ambiente indígena de Los Altos de Chiapas,
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las calles de San Cristóbal y la convivencia del indio con el
mundo mestizo. La explotación, el fanatismo, las costumbres, la
superstición, la miseria y la condición inferior del chamula frente
a una sociedad que los hostiliza, como lo captamos en sus relatos, son temas persistentes en estos cuentos. En 1960 obtuvo el
premio Xavier Villaurrutia por sus cuentos de Ciudad Real y dos
años más tarde la distinción Sor Juana Inés de la Cruz en reconocimiento por la novela Oficio de tinieblas.
Se distingue también Heberto Morales Constantino por su
novela histórica Jovel. Serenata a la gente menuda, en la cual nos
presenta Ciudad Real en las llanuras de La Mancha y a Ciudad
Real de Chiapa, saturada de pasajes cotidianos de su historia y
tradiciones; nombres de parajes, comunidades y del paisaje de
Los Altos de Chiapas donde se localiza la añosa Jovel; así como
escenas de la vida religiosa y de la feligresía tan arraigada desde
entonces. Evoquemos el siguiente pasaje: “Se acercaba la Semana Santa. A la fiesta que los hermanos de San Francisco celebraban en el gran atrio de su doctrina en San Felipe llegaban indios
de todos los parajes. Allí los comerciantes de Ciudad Real les
vendían velas y pan y, sin que los hermanos se dieran cuenta,
posh del bueno, del que distribuía en sus caxones de la plaza
doña Clara de Pedraza, tan generosa para las obras de Nuestro
Señor”(Morales, 1992:427).
Viene a mi memoria otra descripción de San Cristóbal escrita
por María Luisa Armendáriz en su libro Amores de selva y sombra: “Pero más adelante, al pasar frente al templo de Santo
Domingo, los temores de Nicolás se esfumaron a medida que la
ciudad iba tomando señorío: primero el convento, después la
iglesia, y por último una plaza pequeña, descampada, con la
iglesia de Caridad, que en aquellos tiempos parecía mucho más
grande por no tener árboles ni kiosco enfrente; hacia atrás, continuaba el horizonte hasta los cerros… Entraron a la ciudad con
el sonar de las campanas, cuyo insistente repicar para llamar a
misa parecía un juego de competición. Siguieron un trecho a una
procesión de frailes dominicos que marchaban silenciosos
rezando los maitines en latín.”(Armendáriz, 1997:35-36).
No solamente escritores sancristobalenses y nacidos en otras
ciudades del país, sino también extranjeros han dejado sus testimonios, como el inglés Graham Greene, autor de varios libros
entre los que destacan Caminos sin ley y El poder y la gloria, obras
donde nos entrega un panorama del México de los años treintas
y sus impresiones recibidas durante su estancia en Tabasco y
Chiapas, cuando en este último estado se vivía una despiadada
persecución religiosa impuesta por el ya citado gobernador Victórico Grajales. Greene en Caminos sin ley nos relata su arribo a
Ciudad de Las Casas, refiriéndose principalmente a la vida social
y religiosa, la cual pasaba por momentos difíciles; no obstante,
nos transmite el sincretismo observado en la añosa iglesia: “Fui a
Santo Domingo. Un indio y su mujer se acercaron a encender sus
cirios ante el Cristo postrado y crucificado. Traían ramitos verdes,
ramas y hojas de limonero. Primero observaron los pies de Cristo,
luego rezaron en voz alta, en un dúo quejumbroso, y luego al final el hombre encendió las velas…”(Greene, 1996:206).
También dentro de la bibliografía sancristobalense mencionamos a Eduardo García Aguilar y Marcela Serrano. El primero de
ellos, periodista colombiano que estuvo entre nosotros en 1994 y
escribió el libro titulado: Delirio de San Cristóbal: Manifiesto para
una generación desencantada, una original crónica-ensayo sobre el
ambiente que se vivía en San Cristóbal a finales del citado año y
principios del siguiente; se trata de un testimonio de los muchos
sucesos ocurridos en esos días, de los cuales fuimos testigos presenciales y participantes en varios eventos de carácter literario.
Marcela Serrano, autora chilena de varias novelas y de un libro de
relatos, figura entre las mejores narradoras contemporáneas de
América Latina, ha escrito la novela titulada Lo que está en mi corazón, en la que nos transmite sus impresiones sobre San Cristóbal,
ciudad a la que admira por sus paisajes y tradiciones, la ciudad dual
de la que tanto nos ha platicado Andrés Aubry, el lugar de días
transparentes, de colorido y de contrastes; de sincretismos religiosos y conflictos; de impunidades e historias ancestrales. La autora
se despide de San Cristóbal poéticamente “… al mirarla por vez
última la vi blanca, descansando en el valle, como si los cerros fue-
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ran a mecerla, como si una bendición se extendiera en forma de
luz. Así dejé atrás esa tierra de metáforas y símbolos, de carencias,
incomprensión y apatía, esa tierra también de heroísmo.”(Serrano,
2001:257). La ciudad donde conviven los personajes de la novela, los
que se distinguen por ser protagonistas de la historia misma; como
Tatik, Samuel Ruiz García, a quien la autora considera “… alma
misma de la histórica y colonial San Cristóbal.”(Serrano, 2001:30).
Durante su estancia conoce la situación indígena de Chiapas, su
historia y antiguas costumbres; miserias y el racismo sufrido en
cuatro siglos, narraciones donde cita al dominico fray Bartolomé de
las Casas y su obra sobre la destrucción de las Indias; en fin, la
novelista descubre esta dramática realidad para decirnos: “… el
tiempo se detuvo en Chiapas y Dios siguió de largo su camino.”
(Serrano, 2001:103). Todas esas narraciones respecto al paisaje urbano nos confirman que la autora capta extraordinariamente el
medio ambiente, el entorno sancristobalense de mañanas frías y
olorosas a montaña.
Varios poetas atraídos por la magia y la peculiaridad de la ciudad han ofrecido sus creaciones poéticas con imágenes y metáforas dedicadas a San Cristóbal, a partir de las primeras décadas del
siglo XX; autores como el médico Rodolfo A. Navarro, el sacerdote
Lino Morales, el también médico Gilberto Yáñez, Francisco J. Lara,
los abogados Humberto Culebro Robles y Fausto Cruz Padrón;
Romeo J. Moscoso, entre otros cuya obra poética ha sido compilada por el sancristobalense Tancredo Rossette Velasco en Cantos a mi
tierra con prólogo del poeta Galileo Cruz Robles y editada en la
ciudad de México en 1950. Cabe señalar que algunos de los poemas
publicados fueron musicalizados por compositores de la talla de
Abel Domínguez, Rafael de Paz y Guillermo Domínguez. Años
más tarde Manuel Burguete Estrada escribe “Diario semanario de
la ciudad”, un bello canto dedicado a la que llama“Mi ciudad milagro”. “Viernes: Ciudad inquieta, triste, atormentada, nostálgica,
cotidiana./ Hoy debías estar alegre y sin embargo lloras./ ¿Te preocupan tus días mutilados que se refugian/ bajo tus aleros esperando que broten de sus recodos/ el miedo y las leyendas?”
(Burguete, 1992:15-21). Efraín Bartolomé, autor de varios libros de
poesía, escribe Oro de siglos, excelente plaqueta donde su creación
poética saturada de bellas metáforas, recuerdos infantiles, imágenes urbanas y pasajes cotidianos están presentes cuando describe
a San Cristóbal durante un lírico retorno. Una vez más Efraín
Bartolomé muestra su talento poético. Evoquemos un fragmento
de Oro de siglos: “De Guadalupe a San Cristóbal, del/ Cerrillo a la
cumbre del verde Santa Cruz con una herida como/ un precipicio,
está vagando un niño que me mira tres décadas/ después, contemplándolo, viéndolo caminar por la ciudad/ con un balón de cuero
mientras ensaya versos elementales… Ahí estoy./ Me/ miro entre
las casas, ejerzo los oficios cotidianos. Ahí estoy:/ vine nadando la
memoria con la mirada clara./ Mis manos se/ pintaron de negro
tiñendo telas en una casa textil de Mexicanos… Ahora lo recuerdo:
lo veo con claridad: moví los fuelles/ en un taller herrero de El
Cerrillo. Preparé lanzas, candados,/ cerraduras y llaves, balcones
exquisitos.Y cruces, muchas/ cruces… Lo cierto es que aquí estoy.
Viendo la escalinata/ de piedra que escalé paso a paso, los vendedores de carbón, sus/ caballos minúsculos entre las bellas casas de
tejados dormidos.” (Bartolomé, 1998:7-11). Recientemente el joven
poeta Arbey Rivera Utrilla escribió un original poema donde la historia está presente: “Jovel valle del tiempo,/ lago de sueños cristalinos,/ última parada para llegar al cielo/ de los dioses antiguos./
Sos un recuerdo eterno del hombre de maíz/ que posó sus semillas en las grietas del aire,/ de la lluvia, de la tierra sedienta./ Ciudad
Real lugar donde se unieron ambos mundos./ Cuna de las leyendas que hoy deambulan por tus casas antiguas./ Ecos de cadenas y
torturas giran en la memoria/ que dejaste enredada en el tiempo./
Sos una historia triste y dolorida./ San Cristóbal decir tu nombre es
invocar historia,/ es inhalar la brisa matutina/ de la niebla que desciende del alma de todas las montañas…”(Inédito).
En este repertorio sobre San Cristóbal de Las Casas hemos ofrecido un panorama bibliográfico de autores surgidos desde el siglo
mismo de la fundación hecha por Diego de Mazariegos. La histórica ciudad figura entre las más antiguas de América, su singularidad ha despertado el interés, como hemos señalado antes, de
viajeros y estudiosos no solamente provenientes de países extran-
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jeros, sino también de otros estados de la República y del propio
Chiapas, nacidos en la antigua Ciudad Real, quienes atraídos por
su historia, condiciones políticas, económicas y sociales, demografía, su entorno natural, arte, tradiciones, artesanías, arquitectura,
sincretismos y paisajes cotidianos, han escrito obras de variados
temas, ensayos, crónicas, relatos, novelas y creaciones poéticas.
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DEL AERÓDROMO AL AEROPUERTO:
LARGA BATALLA POR ABRIRSE AL MUNDO
Luz Olivia Pineda
INTRODUCCIÓN
LA HISTORIA, PERO TAMBIÉN la geografía, ha determinado, en gran medi-
historiador y escritor chiapaneco egresado de la Facultad
de Filosofía y Letras de la UNAM, donde cursó la licenciatura y la maestría en
Historia de México. Ha ocupado los cargos de jefe en los Departamentos de
Información y del Fondo Reservado de la Biblioteca Nacional de México e
investigador en el Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución
Mexicana. Pertenece al personal académico del Instituto de Investigaciones
Bibliográficas de la UNAM. Conferenciante en varias ciudades del país, ha participado en congresos nacionales e internacionales, programas de radio y televisión. Tiene diversas publicaciones sobre la bibliohemerografía en Chiapas.
da, el destino de Chiapas. La difícil orografía de la entidad ha
contribuido para complicar la construcción de vías de comunicación que resultan vitales para la integración no sólo nacional sino
incluso regionalmente. Durante el siglo pasado, las comunicaciones terrestres se desarrollaron muy lentamente; lo mismo sucedió con las vías aéreas que pudieran haber sido una alternativa.
En pleno fin de milenio, e inmersos en la era de la globalización,
grandes núcleos de población permanecen incomunicados. Resulta extremadamente paradójico que a más de un siglo de inventado el teléfono (1876), sea hasta hoy cuando la telefonía rural
constituya un asunto de importancia en los planes del gobierno
federal hacia Chiapas.
Esta situación puede ser explicada al analizar el proceso de
desarrollo que ha estado orientado a dar prioridad al centro y
norte del país, así como por la existencia de un agobiante centralismo político. Por un lado, su lejanía de los grandes centros
urbanos y de consumo explican la ausencia de comunicaciones
que den soporte a los principales flujos comerciales. Por otro
lado, ha prevalecido una visión política del centro sobre la entidad como si constituyera una reserva de recursos naturales para
el desarrollo del resto del país. Situación característica hasta el
final del siglo XX, evidenciando enormes y dolorosos contrastes
sociales y regionales que tuvieron expresión violenta en 1994.
En efecto, mientras en el mundo finalizaba la segunda guerra
mundial y se iniciaba el impresionante desarrollo de las modernas telecomunicaciones, en México el gobierno de Manuel Ávila
Camacho apenas impulsaba, y debido a compromisos internacio-
164
165
EL AUTOR
OCTAVIO GORDILLO Y ORTIZ
nales, la construcción de una vía terrestre que uniría al norte con
el sur de México y a éste con el resto del Continente Americano.
La carretera Panamericana era esa vía neurálgica de comunicación
que da inicio en Ciudad Juárez y termina en Ciudad Cuauhtémoc. El tan esperado tramo de la Panamericana que comunicó a
San Cristóbal con Chiapa, Tuxtla y Cintalapa (después seguiría
hacia Comitán y Ciudad Cuauhtémoc) fue inaugurado en 1946.1
Esto constituyó un gran evento para la región, acuñándose la
frase de que “San Cristóbal se abría al mundo”.
Durante mucho tiempo, esta carretera fue la comunicación más
importante de la entidad chiapaneca con el resto de la república y
la única para la región. La segunda vía de comunicación para Los
Altos fue la llamada carretera Peninsular, del centro hacia el oriente. Ésta tardaría más de otros 20 años en realizarse, no obstante
que el acuerdo presidencial para su construcción data de 19432 y no
sería hasta 1969 cuando dio inicio realmente con la apertura de la
carretera a Ocosingo y que en 1976 continuó, enlazando a Huixtán,
Chanal, Oxchuc, Ocosingo, Chilón, Tila, Sabanilla, Tumbalá y Palenque, para alcanzar Villahermosa y salir a Veracruz.
1
Cabe recordar que el trazo mismo de esta carretera fue motivo de forcejeos con el
centro debido a que inicialmente el proyecto de la Secretaría de Comunicaciones y
Obras Públicas excluía el tramo que pasaba por Tuxtla, Chiapa, San Cristóbal y
Comitán y en su lugar planeaba que desde Agua Bendita siguiera por la Frailesca
hasta Guatemala. Por la causa tuxtleca abogaba Pascacio Gamboa; en el caso de San
Cristóbal, se movilizó la Canaco local dirigida por Mariano Trujillo, Pedro Molina,
entre otros, así como coletos radicados en el DF, destacando Hermilo López Sánchez,
Ministro de la Suprema Corte, y la entonces famosa Lira de San Cristóbal que estuvo actuando gratis durante una hora semanal en la XEW para apoyar la construcción
de la obra con el trazo que conocemos. Finalmente éste fue aprobado por Ávila
Camacho en 1943 e inaugurado en 1946. (Datos corroborados por don Leopoldo
Velasco Robles en entrevista personal, San Cristóbal de Las Casas, julio de 1999.)
2
Esta carretera cuyo acuerdo data de 1943 quedó en el olvido. Posteriormente se
formó el Patronato Pro-Carretera Las Casas-Yajalón encabezado por el Gral. Alberto
Pineda Ogarrio, Adolfo C. López, Mariano S. Trujillo R., Francisco Pineda A.,
Leopoldo Velasco Robles y Gustavo Domínguez U. La inició el gobernador León
Brindis construyendo terracería hasta Chanal; siguió Castillo Tielemans que la llevó
hasta Ocosingo y después Velasco Suárez hasta Palenque (Ibidem).
166
De igual manera sucedió con el transporte aéreo que hubiera
podido ser una alternativa para impulsar el desarrollo de la entidad y que fue prácticamente ignorado, hasta que en los últimos
años está siendo replanteado. Al contrario de los países europeos y norteamericanos cuyas flotas de aviones iban creciendo
en función de su propio mercado, en México se hizo al revés: se
dejó de lado la aviación regional, para adquirir grandes aviones
que solamente podían ser rentables si servían a los más grandes
centros urbanos del país. Siguiendo esa lógica, en Chiapas se
dejó de impulsar la red de pequeñas pistas que se habían creado a lo largo del territorio chiapaneco y se optó por atraer el flujo
de pasajeros mediante los grandes y modernos jets.
El primer aeropuerto construido en Chiapas fue el de Tapachula cuyos antecedentes datan de 1929; más adelante y dentro
del marco de la segunda guerra mundial, fue ampliado en 1942;
finalmente, se construyó uno mucho más moderno en la década
de los setenta. Desde entonces ha operado sin mayor problema
y es el único de Chiapas con carácter internacional siendo adquirido por el Grupo Aeropuertos del Sureste en 1999.
En cuanto al aeropuerto de Tuxtla, en 1948 se inauguró el antiguo “Francisco Sarabia” de Terán (ahora de carácter militar), el
cual pretendió ser sustituido por“Ignacio López Rayón”de Llano
San Juan, localizado cerca de Ocozocoautla. Este aeropuerto,
desde su origen, tuvo graves errores de planeación y constituyó
un problema de seguridad para los pasajeros y fue cancelado. El
gobierno actual (2003) anunció la creación de un tercer aeropuerto para esa ciudad.
Finalmente, el de San Cristóbal Las Casas que fue pre inaugurado en 1997 por el presidente Ernesto Zedillo, aún no concluye por completo y constituye el objeto del presente trabajo.
ANTECEDENTES DE LA AVIACIÓN EN CHIAPAS
Según Fernando Castañón, en Chiapas se conoció el avión en
1924 por razones militares, cuando el secretario de Guerra y
167
Marina, Gral. Francisco R. Serrano, auxilia al Gral. Donato Bravo
Izquierdo en la campaña del Istmo contra los delahuertistas. El
30 de marzo de ese año, Bravo Izquierdo emprende la campaña
en Chiapas concentrando varios regimientos en Arriaga así
como un escuadrón aéreo bajo las órdenes del mayor Montero.
El 20 de abril, desde su campo de aterrizaje en la finca San
Antolín, cerca de Tonalá, despegaron rumbo a Tuxtla dos aparatos, dándose a conocer entre la población.
“El 24, los aviadores Montero y Bieler, con los ametralladoristas mayor Landero y Corl. Pedro Moctezuma, cooperaron con las
fuerzas de infantería en Ixtapa, bombardeando posesiones del
enemigo. Después volaron sobre Zinacantán y San Cristóbal,
dejando caer algunas bombas que decapitaron a un gallo”.3
Pocos años después, el gran aviador civil conocido internacionalmente, Francisco Sarabia escoge al estado de Chiapas, el más
apartado e inaccesible de todos, para iniciar el transporte de
carga aérea. Su experiencia anterior transportando tabaco, café y
otros productos4 lo había convencido de que, por este medio,
una región puede vencer los obstáculos de la naturaleza y desarrollar su economía. Sarabia había conocido a Manuel
Caballero Touranzas, un español radicado en San Cristóbal
desde 1910 y dedicado al transporte (en mulas) de mercancías.
Caballero, que llegaría a ser compadre de Sarabia, fue quien lo
familiarizó con la zona demostrando que lo que tardaba tres días
en llegar, con el pequeño avión se reducía a minutos.5
Sarabia tuvo todo el apoyo del entonces gobernador de
Chiapas, Raymundo E. Enríquez, para obtener las concesiones
de las rutas interiores del estado. Así, el 1º. de julio de 1932 se
3
Castañón Gamboa, Fernando, “Panorama histórico de las comunicaciones en
Chiapas”, Lecturas Chiapanecas, núm. 2, Gob. del Estado-M. A. Porrúa, Tuxtla Gutiérrez, 1989, p. 310.
4
Con anterioridad había transportado esos productos de Yajalón a Tabasco y de la
finca Mumunil, Sabanilla y el Rosarito a Macuspana, Ibidem, p. 311.
5
Entrevista personal con la señora Teresa Caballero de Navarro, hija de Manuel
Caballero T., y con el señor Vicente Yannini Martínez, México, D.F., mayo 1999.
168
Familia Caballero esperando a Sarabia
estableció una nueva empresa mexicana con dos aparatos: un
Bellanca de 300 H.P. y otro marca Waco de 125 H.P. Al finalizar ese
año, Sarabia había efectuado 114 vuelos, recorrido 10 745 km, y
transportado 295 pasajeros y 3 394 kg de equipaje”.6
Poco después, el 25 de mayo de 1933, obtuvo la concesión
número 25 para operar la ruta: Arriaga-Tuxtla-San Cristóbal; el 29
de noviembre, obtiene la de Tuxtla-Pichucalco. Con el apoyo del
Gral. Lázaro Cárdenas, en 1936 funda la Compañía de Transportes
Aéreos de Chiapas, S.A. que extiende sus rutas por los estados de
Tabasco, Campeche, Quintana Roo y Yucatán. De octubre de 1938
a abril de 1939 se le otorgan las concesiones 61 y 64 de la ruta: San
Cristóbal-Comitán-Tapachula; así como la de México-OaxacaTuxtla-Tapachula. En ese mismo año obtiene otras dos concesiones, la 66 y 67 para operar las rutas: Hopelchén-Nohsayab-PetoSanta Rosa-Los Lirios-Poulinkin-Mérida y la de ChetumalMérida-Valladolid-Cozumel-Tulum-Carrillo Puerto-Chetumal.7
En pocos años, Sarabia había motivado la construcción de una red
6
Castañón, op. cit.
Villela G., José, Breve historia de la aviación en México, Ed. de autor, México, 1971, p.
356.
7
169
de pequeñas aeropistas que cubrían buena parte del territorio
chiapaneco y lo enlazaba al sureste mexicano.
Sarabia no solamente se circunscribió al ámbito comercial sino
que fundó la escuela de pilotos y mecánicos de la empresa de
donde surgieron los nombres de Jorge Masson Penagos, Miguel
Torruco, Javier Rovelo Castellanos, Manuel Pineda Zebadúa, Calixto López, Quico Cano, José Antonio Saavedra, Carlos León, José Cardona, Gustavo y Arturo Castellanos, Iván Orantes, Alfredo
D’Argence, Miguel Castellanos, Reyes Estrada, entre otros, que se
constituyeron en pilares de la aviación en Chiapas.
Sarabia planeaba realizar un proyecto ambicioso que ya no
pudo concretar debido a trágicas circunstancias. Pensaba prolongar la ruta México-Oaxaca-Tuxtla Gutiérrez-Tapachula-Canal de
Panamá, así como la de México-Nueva York, a fin de ampliar las
principales rutas aéreas del país. A bordo del “Conquistador del
Cielo”, el 2 de diciembre de 1938, bate el récord de velocidad
entre Los Ángeles y México, DF. Un año más tarde realiza el
vuelo México-Nueva York en un tiempo récord de 10 h 47 min 5
seg, y en el vuelo de regreso se estrella a orillas del río Potomac
y fallece.8
A la muerte de Sarabia, en Chiapas su empresa se transforma
en Compañía Aeronáutica Francisco Sarabia que en 1943 se cierra en
forma definitiva. Poco después, en 1948, se abrió la transportación
de pasajeros en el aeropuerto de Terán, en Tuxtla Gutiérrez, que
operó regularmente hasta la construcción del aeropuerto de
Llano San Juan que fue cancelado por su mala planeación.
Francisco Sarabia Tinoco fue el verdadero impulsor de la aviación comercial en Chiapas contemplando situar a la entidad en
el flujo de los mercados nacionales e internacionales.
Él fue quien abrió las rutas del sureste de la república uniendo los estados de Tabasco, Chiapas, Campeche y Yucatán dando
impulso al comercio regional. Hoy, a más de 50 años de aquella
época y cuando el acceso al comercio mundial es el signo de los
8
tiempos se puede comprender el enorme alcance de visión que
tenía este gran piloto-empresario mexicano.
EL CAMPO DE AVIACIÓN MUNICIPAL FRANCISCO SARABIA
El antecedente del aeropuerto de San Cristóbal se remonta al
Campo de Aviación Municipal que estuvo ubicado al sur de la
ciudad y fue creado a iniciativa de Sarabia en la década de 1930.
Para dar una idea de la raquítica actividad económica de San
Cristóbal por esa época, baste recordar que según el censo de 1930
la población local era de 21 894 y que para 1940 las cifras muestran
16 337, señalando un descenso poblacional durante la década. Se
debe recordar también que fue la década posterior a la revolución, que había dejado en la ruina económica a la entidad, según
se desprende de la descripción siguiente:
“La agricultura se halla en situación ruinosa, pues con motivo de los cambios de estructura social que la revolución tuvo
necesidad de implantar, han desaparecido las haciendas donde se
obtenían grandes cantidades de maíz, trigo, arroz, frijol, tabaco,
cacao, café, añil, caña de azúcar, algodón, hule, henequén, madera
de muchas clases y ganado, que en gran cantidad eran exportados a Centro América.9
Fue también una época considerada de éxodo para varias
generaciones de sancristobalenses que se vieron obligados a emigrar para buscar alternativas productivas o bien oportunidades de
empleo y de educación, ya hasta la Escuela Preparatoria (la antigua universidad) había sido clausurada arbitrariamente por el
gobernador Enríquez y que así se mantuvo con Victórico Grajales
hasta que Rafael Pascacio Gamboa la reabrió en la década de 1940.
En 1933 la gran obra de gobierno en San Cristóbal fue el
empedrado completo de la Avenida Álvaro Obregón (hoy In-
9
López Sánchez, Hermilo, Apuntes históricos de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas,
México, Tomo II, edición del autor, 1960, p. 1205.
Ibidem
170
171
surgentes, en su primera parte) a cuya inauguración asistieron el
gobernador y sus altos funcionarios. Por esas fechas se construyeron los antiguos puentes de San Diego y Santa Rosa y se reparó el acueducto del parque central.10
La comunicación de San Cristóbal hacia el centro de la república era una carretera de herradura que pasaba por ZinacantánLas Salinitas-El Burrero-Punta del Llano-Ixtapa-La Era-Chiapapuente colgante-Tuxtla. Para llegar a Tuxtla, la duración del viaje,
en carro, era de un día completo y a caballo, de dos jornadas (es
decir, dos días).
Por entonces se anunciaba la Sociedad Cooperativa de
Autotransportes Las Casas, S.G.L. ubicada en la Plaza 31 de
Marzo cuya ruta era: Tuxtla-San Cristóbal-Comitán. Saliendo
diariamente a las 7:30 a.m., ofrecía un servicio de primera clase
en camionetas “debidamente equipadas y confortables”. Época
en que hicieron su aparición los primeros Dodge, Ford y Packard
que, muy probablemente, sustituyeron a los viejos guayines que
había llevado el obispo Orozco y Jiménez a principios de siglo.
En junio de 1933 el entonces presidente municipal de San
Cristóbal, Ciro Domínguez Carrascosa, decretó la expropiación
de 152 366 m2 de terreno para la construcción del llamado Campo
de Aviación Municipal. Considerándose una obra de utilidad
pública, exigió la expropiación (o venta forzosa) de varias fracciones de terreno, propiedad de los señores Carmen González,
Pomposo Aguilar, Manuel Domínguez Lara, Felipe y Mariano
Ramos, habiendo también necesidad de retirar “a una distancia
de 100 metros al oriente, la línea telegráfica que va a Comitán”.
El terreno mencionado colindaba con la colonia Los Pinitos11 así
como con el rancho Los Pinitos, actual Deportivo San Cristóbal.
Terrenos que, al ser clausurado el Campo de Aviación, se destinaron para la construcción de la actual unidad administrativa,
Merposur, las oficinas de la Procuraduría, un centro de salud, la
plaza de toros e instalaciones de la feria.
El Campo de Aviación Municipal llevó el nombre de Francisco
Sarabia (aunque los aeropuertos de Tapachula y Tuxtla también
adoptaron su nombre) en reconocimiento a la labor de don Pancho que volaba a San Cristóbal casi a diario, transportando
diversas mercancías y hasta osados pasajeros sentados sobre los
bultos. La pista apenas alcanzaba 1 km de longitud y contaba
con una pequeña oficina que fue administrada por don Pilo
Nájera durante mucho tiempo.12 Muy cerca de esa construcción,
sobre la Av. Insurgentes, aún se conservan cuatro viejas bancas
rojas y un modesto obelisco a la memoria de aquel gran aviador.
Francisco Sarabia con sancristobalenses. Entre ellos:
Ciro Domínguez, Rodolfo Navarro y Luis Franco Galina.
10
Ver el Informe del C. Ciro Domínguez C., Presidente del Ayuntamiento
Constitucional de San Cristóbal Las Casas, Chiapas, 1° de enero de 1934.
11
Colonia fundada en la Administración 1956-58 y ampliada en la 1959-61 y en la
1962-64. Ver Tercer Informe del C. Jesús G. Ruiz Blanco, Presidente Municipal
Constitucional, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas (1962-1964).
172
12
Entrevista personal con el C.P.A. José B. Flores, México, D.F., julio, 1999.
173
Obelisco en el Campo de Aviación.
El cielo azul de Los Altos vio surcar las naves de muchos pilotos que seguirían el camino de Sarabia. De gratos recuerdos para
los sancristobalenses están: Jorge Luna, Jesús Ortega, Francisco
Talango, Cap. Urquidi, Arturo Villanueva, Cap. Messner, así como
a muchos otros que continuaron: Alfonso Sáenz, Hugo Orantes,
Rogelio Martínez, Pepe Martínez, Jaime Coello Éboli, Antonio
Martínez, Alfonso Vega…
Entre los accidentes que conmocionaron a la comunidad sancristobalense está el que sufrieron Talango y el “Chaparro”
Villanueva en las inmediaciones de los sumideros en 1963; el de
Rodrigo Astudillo cerca de Tenejapa y la tragedia que le costara
la vida a Pepe Martínez en plena pista de aterrizaje el 3 de
noviembre de 1977.13
A la muerte de Sarabia, decreció el impulso a la aviación
comercial en San Cristóbal, aunque operaron algunas pequeñas
compañías como Servicios Aéreos de Yajalón y anexas en la década
de 1950. En 1960 operaba la Compañía Impulsora de Aviación, S.A.
(CIDASA) con servicio de pasaje express y carga para Ocosingo,
Yajalón, Salto de Agua y otros puntos del estado. En la década de
1970, el Cap. José Martínez fundó la Compañía AeroChiapas, S.A.
con recorridos turísticos, operando cinco aviones pequeños (tres
monomotores Cessna 185 y dos bimotores Islander).
El Campo de Aviación Municipal dio servicio para transporte
de carga y escasos pasajeros hasta 1988, cuando fue clausurado,
debido, entre otros factores, al crecimiento de la ciudad que ya
se había transformado.
A partir de la apertura de aquella pista aérea habrían de
transcurrir 40 años en que muchos acontecimientos irían modificando a la vieja ciudad. Aquel mundo aparentemente cerrado,
de bellas calles empedradas, con una estructura productiva
artesanal que fue característica de los viejos barrios, comenzó a
cambiar. Velerías, coheterías, herrerías, peleterías, jugueterías,
ladrilleras, entre otras pequeñas industrias familiares fueron
perdiendo importancia económica. Los viejos molinos de trigo
que rodeaban a la ciudad sucumbieron ante la harina industrializada. Comenzaron a hacer su aparición los viajeros y antropólogos nacionales y extranjeros para estudiar las comunidades
indígenas. Se creó el Centro Coordinador Tzeltal-Tzotzil que
puso en práctica “la acción experimental de antropología aplicada más importante en el mundo”. Durante el periodo que va de
1930 a 1970 la población pasó de 23 054 habitantes en 1950; a 27 198
en 1960 y 32 833, en 1970.14 Es decir, hubo un crecimiento moderado pero constante que permitía un equilibrio ecológico (áreas
verdes, agua, poca basura, etc.). Durante ese periodo aparecieron los productos industriales, los electrodomésticos, la televisión comercial, el turismo y las nuevas ideas. San Cristóbal y
Los Altos se asomaron a la “modernidad”y ésta planteó nuevos
problemas.
13
Entrevista personal con el C.P.A. Antonio Martínez, San Cristóbal de Las Casas,
julio, 1999.
174
14
Censos de población y vivienda 1950, 1960, 1970.
175
LA CIUDAD SE TRANSFORMA (1970-2000)
A partir de 1970 y durante los 30 años que siguieron, San Cristóbal
experimentó un altísimo crecimiento poblacional que transformó
su perfil urbano y que ahora poco tiene que ver con aquel mundo
descrito por los antropólogos de los años sesenta. En sólo diez
años la población se duplicó al registrar 60 550 en 1980; para 1990,
se había triplicado con 89 335, y para 1995 el censo registró 116 729
con tendencias similares.15 En pocas palabras, con una tasa de
crecimiento poblacional muy por arriba del promedio nacional
(5.3%) fue considerada entre las de más alto índice de crecimiento de la república.
Este crecimiento se expandió rápidamente transformando el
área urbana y cubriendo el área rural. La ciudad se convirtió en
un polo de inmigración masiva en busca de empleo, de forma
temporal o permanente, que tuvo diversos orígenes. Primero, por
un éxodo constante de indios circunvecinos a la ciudad en la que
encontraron acomodo como pudieron; especialmente está el caso
de los expulsados chamulas que, por una mezcla de razones religiosas, económicas y políticas, llegaron en forma masiva en 1974 y
así siguieron hasta la actualidad, calculándose que 35 000 habitan
la zona norte. Segundo, por un desarrollo del turismo cultural
que reorientó la principal fuente económica de la región creando hoteles, posadas, agencias de viajes, bares y demás servicios
en torno a esa actividad que ya es la principal fuente de ingresos
de la región. Tercero, por la creación de escuelas de niveles
medios, dependencias de gobierno y centros de investigación
social, así como de numerosas fundaciones sociales y civiles y
una multiplicidad de organizaciones no gubernamentales antes
y después de 1994.
Durante este periodo arribó también un segmento de población vinculada a los cultos religiosos y sus actividades en la
región (católicos, evangélicos, mormones, testigos, adventistas,
etc. y hasta hace poco, musulmanes). Otro grupo son los militares que se establecieron en la zona de Rancho Nuevo alrededor
de 1978, así como numerosas familias de otras partes de la república o del DF que buscaban nuevos horizontes para vivir.
Debido al impacto de este crecimiento, el abandono de políticas públicas para el medio rural y la limitada capacidad de absorción de la economía local, el valle creció de una manera anárquica y con gran conflictiva social, como lo demuestra la creciente
aparición de asentamientos irregulares. Éstos, en 1989 eran 18,
además de 40 comunidades rurales; al año siguiente, la cifra subió
a 21. Para 1991, se contabilizaban 18 barrios tradicionales y 17 colonias populares, 52 comunidades rurales y 44 rancherías. El
problema se agudizó a partir de 1994, cuando el valle recibió una
invasión de miles de indios por diversas causas, incluida la manipulación política con fines de lucro para la compraventa de terrenos, aun en las áreas forestales protegidas. De esta manera, desde
1998 se registran 58 asentamientos irregulares16 que demandan
servicios públicos (agua, drenaje, luz, escuelas, trabajo, salud,
etc.). En esa misma proporción se multiplicaron los cinturones de
miseria y el ambulantaje, así como se agudizaron los problemas
de deforestación, extracción de arena, falta de agua, incremento
de basura, desorden generalizado.
En la actualidad, la vieja ciudad se ha convertido en el centro
histórico del municipio habitado por unas 200 000 personas. Desde
el punto de vista económico es el eje cultural, comercial y de
servicios de Los Altos, que se complementa con Chamula, Zinacantán, Tenejapa, Huixtán, Oxchuc, Teopisca y Ocosingo, enlazando a una veintena de municipios y una población cercana a los 700
000 habitantes. De esta población, alrededor del 90% habita en
localidades menores a 500 habitantes que se dedican a labores
agrícolas de autoconsumo, venta de hortalizas y artesanías que
siguen siendo insuficientes para cubrir sus necesidades básicas.
15
Datos de 1980, 1990 y 1995, en INEGI, Cuaderno Estadístico Municipal, 1996; y Región
Altos de Chiapas. Perfil sociodemográfico, 1994.
176
16
Ver los informes de los presidentes municipales de 1989, 1990, 1991, 1994 y 1998.
177
En tanto, en las zonas más urbanas predominan maestros,
micro comerciantes, empleados de dependencias federales, centros de investigación, ejército, pequeños y medianos empresarios,
así como inmigrantes nacionales y extranjeros que encuentran
acomodo “como pueden”. Hablar del tráfico, comercialización y
consumo de drogas es un asunto que ya se tiene que considerar
como un factor importante vinculado a la economía regional.
En términos culturales, la región ofrece una diversidad que
resulta atractiva a finales del milenio. Un universo vivo en el que
confluyen las expresiones de viejas y nuevas generaciones de
sancristobalenses, de tseltales y tsotsiles mayoritariamente, de
tojolabales, ch’oles y lacandones en menor grado; así como las
de numerosos residentes de origen nacional, centroamericano y
de muchas otras partes del mundo, principalmente europeos.
No obstante, como resultado de este fenómeno sociodemográfico se ha creado un conglomerado humano con diferencias
muchas veces encontradas, tanto por sus referencias históricas,
educativas y culturales, usos y costumbres y hasta expectativas de
futuro, que no dejan de presentar grados de conflicto en cuanto
a la preservación de la cultura a la que se pertenece, así como a
la disposición para fortalecer los intereses en común que permitan una mejor convivencia social y humana.
De cualquier manera, el punto de encuentro de esa diversidad
cultural sigue siendo San Cristóbal de Las Casas, con su
ambiente provinciano y cosmopolita, cuya arquitectura y entorno natural son dignos de ser mejor conservados. Ciudad que a
partir de los acontecimientos de 1994, se significa a nivel internacional por la exposición de la problemática indígena nacional,
convirtiéndola de inmediato en un espacio políticamente crítico,
que ha significado su propia renovación.
incremento de necesidades sociales que las autoridades locales
y estatales no solamente no atendieron, sino que al contrario,
actuaron con indiferencia, ineptitud o corrupción; había que buscar alternativas de desarrollo para San Cristóbal y la zona de Los
Altos que ya presentaba enorme conflictiva social. Dentro de ese
contexto se inscribe la búsqueda de la sociedad civil para impulsar el reordenamiento económico-territorial del explosivo valle,
mediante la construcción de un sistema de mercados y nuevas
vías de comunicación. Comienza a librarse nueva batalla por la
sobrevivencia de la región que da inicio desde el momento en
que es clausurado el antiguo aeródromo y no se ofrece más que
la promesa de construir una carretera que todavía no termina.
Batalla que implica años de lucha constante ante un desfile de
gobernadores que van y vienen con más pena que gloria, y que
en pleno 2006 más bien vamos para atrás.
En efecto, los costos sociales y económicos para la entidad
que comenzaron con el rompimiento de la continuidad institucional del gobierno estatal en 1977, han sido sumamente altos.
Uno de ellos es la falta de planeación a largo plazo y una inexistente continuidad de las grandes obras de infraestructura que,
en una entidad carente de industria fuerte, significa casi el único
motor del desarrollo. En sólo doce años (los sexenios federales
de 1988-1994 y 1994-2000) Chiapas tuvo seis gobernadores, lo que
pone de manifiesto la profunda descomposición política local.
Por sí mismas se explican las zigzagueantes decisiones en torno
a la construcción y puesta en marcha del aeropuerto de San
Cristóbal (y las de todo Chiapas, incluidos puertos, aeropuertos,
carreteras y puentes).
El impulso a las obras del aeropuerto de San Cristóbal se inició con el rescate de un proyecto elaborado en 1973 por la SCT,
con la intervención de la Arq.Valeria Prieto, a solicitud de Carlos
Gutiérrez Liévano.17 Alrededor de 1988 se difundió la idea y fue
SOCIEDAD CIVIL Y DESFILE DE GOBERNADORES
Como hemos visto, ante la ausencia de políticas públicas para la
región, el explosivo crecimiento de la población y un fuerte
178
17
Entrevista con el Arq. Carlos Gutiérrez Liévano, San Cristóbal L. C., julio, 1999.
179
acogida ampliamente por la comunidad local. Muchísimas fueron las peticiones y las colaboraciones de ciudadanos, de organizaciones civiles y comerciales, de prestadores de servicios turísticos, de constructoras locales, de medios de comunicación,
proponiendo, impulsando y apoyando su realización.18
Teniendo el proyecto como base y el apoyo de la sociedad
civil, el entonces presidente municipal, Ing. Carlos Rodríguez,
dio el primer paso con la construcción de una barda de acceso al
aeropuerto, erogando $2 602 500.00.19 Con ese mismo fin, ese
ayuntamiento adquirió 150 ha en la ranchería Corazón de María.
La aportación de ciudadanos y empresas locales en esas fechas
fue por un total de $45 438.00. El costo total de los terrenos
(incluidas 8 ha para MERCALTOS) fue de $550 000 000.00.20 Este
espacio garantizaba una pista de 2 100 m, mientras se gestionaba la adquisición de otras 50 ha colindantes para una pista de 3
100 m. Asimismo, el Ing. Rodríguez logró que PEMEX aportara
recursos para que PACSA hiciera estudios de ingeniería especializada, de costos y de meteorología.21
Carlos Rodríguez presentó al entonces gobernador Patrocinio
González un proyecto de planeación urbana y comercial para
enfrentar la problemática del valle. Este ambicioso proyecto contemplaba la construcción de una unidad de servicios regionales,
en 18 ha. El proyecto original abarcaba un centro comercial, terminales de transporte en todas sus variantes, oficinas de telégrafos, correos, etcétera, así como la construcción de 9.5 km de via-
18
Existe una relación de ciudadanos y de 18 organizaciones civiles y clubes de servicio que a través de la Canaco, presidida sucesivamente por Socorro Zebadúa Celorio,
Sixto González Rovelo y Gilberto Morales Bermúdez, dieron sus aportaciones en
tiempo, dinero y en especie; las constructoras locales y foráneas ofrecieron 49 máquinas y su operador, comprometiéndose a aportar gratuitamente 200 horas/máquinas;
las gasolineras ofrecieron dar el combustible y las organizaciones de camioneros la
arena; otros enviaron cartas a las autoridades apoyando la petición.
19
Carlos Rodríguez Morales, Segundo informe de gobierno, San Cristóbal L. C., 1990,
pp. 30-31.
20
Carlos Rodríguez Morales, Ibídem, 1990, pp. 30-31.
21
Carlos Rodríguez Morales, Tercer informe de gobierno, San Cristóbal L. C., 1991, p. 10.
180
lidad amplia y moderna que facilitara el tránsito en todo el sector sur. Esta gran central de abasto y comercialización regional
pretendía, por un lado, concentrar las actividades económicas
adyacentes al mercado, reordenando el espacio. Por otro, pretendía darle salida ampliando la insuficiente infraestructura en
comunicaciones; ésta implicaba contar con otra carretera (o
ampliarla) y un nuevo aeropuerto.22
Sin embargo, poco después de presentarse el proyecto ante el
gobernador y lograr su apoyo, en 1993 Patrocinio es nombrado
secretario de Gobernación, pide licencia al cargo y deja como
gobernador interino a Elmar Setzer. Tanto González como Setzer
simplemente congelaron el proyecto del aeropuerto; en cuanto a
MERCALTOS, Setzer lo acomodó a conveniencia con sus socios y la
idea original quedó inconclusa sin resolver el problema de saturación que existía, además de provocar una serie de problemas
financieros que no concluyen hasta la fecha.
Los acontecimientos de enero de 1994 provocaron la caída de
Setzer y el Congreso nombró a Javier López Moreno como
gobernador sustituto para un periodo de 11 meses. Durante este
breve periodo, pero con renovado entusiasmo, López Moreno
aportó recursos extraordinarios para iniciar las obras del aeropuerto. Con estos recursos el Ayuntamiento presidido por Jorge
M. Lescieur dio inicio a los trabajos de la pista dejando construidos los primeros 1 500 m a nivel de sello, así como el camino de
acceso El Chivero-Aeródromo Corazón de María,23 que más
tarde sería pavimentado por la SCT. A su salida, López Moreno
anunció públicamente en San Cristóbal que dejaba un fondo de
siete millones de pesos más para la continuación de la obra.
Al iniciar un nuevo periodo constitucional en diciembre de
1994, toma posesión como presidente de la República Ernesto
22
Entrevista con el Arq. Ernesto Pineda Sánchez; ver además: Carlos Rodríguez
Morales, Segundo informe de gobierno, San Cristóbal L.C., 1990, p. 34.
23
Javier López Moreno, Humanizar el poder, Discursos, 1994, p. 301, y Jorge M.
Lescieur Talavera, Tercer informe de gobierno municipal, San Cristóbal L.C., 1994, p. 32.
181
Zedillo y como gobernador de Chiapas, Eduardo Robledo Rincón. Éste ocupó el cargo durante dos meses y solicitó licencia,
tiempo suficiente para que no sólo cancelara rotunda e inexplicablemente las obras del aeropuerto, sino que el dinero aportado
en su momento por López Moreno se destinara a otros fines que
nunca explicó. A la salida de Robledo, le siguió un periodo de
doble interinato de Julio César Ruiz Ferro que transcurrió de 1995
a principios de 1998. Durante el gobierno de Ruiz Ferro se construyeron los aeropuertos de Palenque, San Cristóbal y Comitán.
En cuanto al de San Cristóbal, el gobierno del estado restituyó
cinco millones para la obra y gestionó los recursos ante las secretarías de Comunicaciones, de Hacienda, de la Defensa y demás
instancias para lograr construir las instalaciones en un 99%, alcanzando una inversión total de 18 millones hasta esas fechas. La
gran impulsora del proyecto fue Mercedes Cerdio de Gutiérrez,
secretaria de Turismo de Chiapas en ese tiempo, junto con el Ing.
Juan Antonio Bargés Mestres, director general de Aeronáutica
Civil, quien puso especial empeño en sacarlo adelante.
Para impulsar la terminación de la obra, en 1997 se creó la
Fundación para el Desarrollo de Los Altos de Chiapas24 que apoyó
directamente la ejecución de los trabajos. Entre muchas otras
actividades de gestión, promoción, etc., organizó la rifa de un
automóvil BMW Roadster/Vers.2 para la obtención de fondos adicionales. Se contó también con la colaboración de la Asociación
Sancristobalense en el D.F.,25 y el apoyo de la Fraternidad Coleta en
Tuxtla,26 entre otras organizaciones civiles.
LAS INSTALACIONES ACTUALES
En pleno Corazón de María, en una ranchería ubicada a casi 20
km al sureste de San Cristóbal, sobre la carretera a Ocosingo y a
una altitud de 2 370 msnm se localizan las instalaciones del aeropuerto. Inicialmente se construyó una pista de 2 100 m de longitud por 30 m de ancho, para la operación de aviones F-27 o ATR42-500 de 48 pasajeros; posteriormente se amplió a 2 700 m por 75
m, adecuada para los DC-9-15 de 90 y 120 pasajeros. Su plataforma de operaciones es de 100 m de longitud por 60 m de ancho y
cuenta con un equipo VOR de radio ayuda. 27
El edificio de la terminal fue proyecto de Ernesto Pineda
Sánchez, en tanto que su construcción corrió a cargo de
Arquitectos Integrados del Sureste, S.A. de C.V. El proyecto, considerado como ecológico, se diseñó para integrarse en armonía con
el entorno de lomas suaves, bosques de pinos y caseríos indígenas. Se utilizó mano de obra y materiales de la región: tejas rojas
de barro en la techumbre, cuya estructura está hecha con postería de teléfonos en desuso, muros de piedra, ladrillo rojo recocido,
repellado con lodo y pisos de barro con incrustaciones de azulejos
hechos a mano; la decoración general combinó la madera de pino
azuelada de uso tradicional, con el equipamiento moderno y
colorido que provee ASA.28
El área de construcción es de 1 240 m2, sin incluir las áreas de
vialidad y servicios como el CREI (Cuerpo de Rescate y Equipo
contra Incendios) y la estación de combustibles y hangares.
Contempla la movilización de 80 pasajeros simultáneos y cuenta con estacionamiento, 4 locales comerciales, cafetería de usos
múltiples, mostradores para renta de hoteles y transportes.
Posteriormente, ASA construyó la torre de control oficinas administrativas, entre otras instalaciones.
24
Integrada por Miguel Zepeda, Carlos Gutiérrez C., Ricardo Díaz, Víctor Ramos y
Óscar Sánchez.
25
Representada por Vicente Yannini, Rafael Rovelo, Luz Olivia Pineda, Beatriz
Guzmán y otros.
26
Encabezada por Aurora Sarmiento, Juan José Zepeda, Gloria Luna, entre muchos
otros.
182
27
Datos proporcionados por la Dirección General de Aeronáutica Civil, S.C.T.,
septiembre, 1999.
28
Entrevista con el Arq. Ernesto Pineda Sánchez, San Cristóbal L. C., julio, 1999.
183
La puesta en marcha regular del aeropuerto, que significaría una
bocanada de aire para la región, se creía inminente; inclusive se
realizó una pre inauguración el 1 de octubre de 1997 con la presencia del presidente Zedillo, causando el regocijo generalizado
de la población. Ese día, además del aterrizaje del avión presidencial (que fue prueba contundente para comprobar la seguridad de las instalaciones) llegó el primer vuelo de pasajeros de la
compañía Aeromar con un ATR/500 de 48 plazas. A bordo iban
funcionarios de la SCT, de las líneas aéreas Aerocaribe, Aviacsa y
Aeromar, así como sancristobalenses radicados en el DF.
A los dos meses siguientes de realizarse la “pre inauguración”
y de anunciar el inicio de vuelos regulares, ocurre un nuevo
cambio en el gobierno estatal. Debido a los graves acontecimientos de Acteal, en diciembre de 1997, Ruiz Ferro se vio obligado a renunciar y en su lugar fue nombrado, en enero de 1998,
Roberto Albores Guillén como gobernador sustituto, para cubrir
el periodo constitucional que finalizó en el año 2000.
Este último cambio de gobierno ocurrió en momentos decisivos para definir el destino de los aeropuertos de Chiapas. Con
una total falta de visión de largo plazo, Albores opta por vender
únicamente el de Tapachula, que fue adquirido por el Grupo
Aeropuertos del Sureste, cuyo eje nodal es el aeropuerto de
Cancún. De esa manera, deja fuera del esquema de su rentabilidad inmediata a los aeropuertos de Tuxtla, Palenque, San
Cristóbal y Comitán, y son entregados a ASA para su administración. Al mismo tiempo, firma un convenio con la línea aérea para
subsidiar el vuelo a Comitán. Mientras tanto, el vuelo a San
Cristóbal se mantuvo a través de cierto apoyo del Ayuntamiento
y de los prestadores de servicios locales, al crear un fondo tripartita que garantizó la operación inicial de Aeromar.
En esas nuevas condiciones, el 28 de septiembre de 1999 se
realizó el viaje inaugural de la ruta México-San Cristóbal-
Edificio de la terminal
Interiores
184
185
EL PRIMER VUELO COMERCIAL
México de Aeromar28, que inició operaciones regulares con un
vuelo diario a la Ciudad de México a partir del 4 de octubre de
1999. Aeromar utilizó aviones turbohélice de 48 pasajeros, adecuados para transportación regional (para distancias medias y
cortas), que combinan flexibilidad operacional y protección al
medio ambiente.
La errónea decisión de Albores, así como la falta total de
impulso a la comunicación para Los Altos por parte del gobierno, y en particular el del ayuntamiento constitucional que se
encuentra sin pies ni cabeza, así como las altas tarifas de la compañía ante la competencia de las líneas más grandes que operan
en el estado, era de esperarse que el único vuelo logrado para la
región fuera cancelado el 30 de abril de 2004, dejando incomunicada a una región que necesita con urgencia de diversas e inmediatas opciones y que solamente en los huecos discursos es
atendida.
Como invitados asistieron: el gobernador del estado, el presidente del Congreso,
el presidente municipal de San Cristóbal, el director general de Aeronáutica Civil,
el director general de Aeromar, el secretario de Turismo-Chiapas, entre otras personalidades del medio turístico y comercial. Entre los sancristobalenses estaban
integrantes de la Fundación para el Desarrollo de Los Altos y de la Asociación
Sancristobalense en el DF.
limitó a repartir una y otra vez las tierras disponibles, sin instrumentar sistemas de crédito accesibles, ni apoyos técnicos y de
capacitación de manera consistente. En realidad, lo que ocurrió en
Chiapas con el movimiento armado de 1910 fue que la vieja élite
chiapaneca regional sucumbió ante la élite centralista emanada
del porfiriato impuesta militarmente. Desde entonces, el territorio
chiapaneco constituyó “tierra de experimentación” para los proyectos visualizados desde la capital del país (y en función del
beneficio de la misma) y considerándola zona de reserva de recursos naturales. Es también la época en que se rematan grandes
extensiones de tierra a favor de compañías extranjeras.
Por otro lado, la política económica de los gobiernos post
revolucionarios, en especial la de industrialización, puso énfasis
en el desarrollo de las grandes ciudades y se olvidó del campo y
de las comunidades rurales, mucho menos que pudiera atender
cabalmente sus necesidades. En ese sentido, San Cristóbal y Los
Altos quedaron al margen del desarrollo. El ejemplo de las batallas ciudadanas, en distintas épocas, por contar con carreteras y
otros medios de comunicación para abrirse a otras opciones,
ponen de manifiesto la poca importancia económica, y desde
luego política, que la región representa en la toma de decisiones,
incluso actualmente.
Durante gran parte del siglo que terminó, se creó un círculo económico y político perverso del que ahora se padecen las consecuencias. Desde la entidad se dio un proceso de transferencia de
enormes recursos para financiar el desarrollo del país (petróleo,
agua, electricidad, etc.) que muy poco benefició a los chiapanecos.
Por otro lado, tampoco se optó por diversificar y promover las
inversiones (ya fueran públicas o privadas), las cuales necesitan de
una política pública con visión de largo plazo, que dé certidumbre
y seguridad. Al contrario, a mediados de los setenta, se destruyó la
posibilidad de consolidar las incipientes industrias que existían,
como fueron la forestal o la del aguardiente, logrando sobrevivir la
ganadera que fue casi rematada en 1994. En Los Altos, los programas de desarrollo rural como el PRODESCH fueron cancelados por
los gobiernos siguientes sin instrumentar proyectos sustitutos de
186
187
COMENTARIOS FINALES
Como puede verse en el caso de San Cristóbal, la batalla de sus
habitantes por sobrevivir en un medio carente de opciones económicas que no fuera la agricultura de subsistencia fue la tónica permanente del siglo pasado. Muchos sostienen con total ignorancia
que la revolución no llegó a Chiapas (¿en dónde sí llegó?). Para
Chiapas fue peor (y obliga a una relectura de las versiones oficialistas) porque acabó de un tajo con la producción de las haciendas, pero fue incapaz de crear otro sistema productivo eficiente,
suficiente y con justicia social, como lo demuestra la realidad. Se
28
largo plazo o por lo menos de seis años completos. En cuanto al
turismo, en realidad tuvo origen “espontáneo” y hasta ahora está
siendo impulsado por quienes dependen de esa actividad, muchas
veces a contracorriente de los gobiernos en turno.
En otras palabras, no hubo interés ni capacidad gubernamental para impulsar un desarrollo amplio desde Chiapas y que
beneficiara realmente a sus habitantes, dejando todo en el olvido, en la improvisación o también buscando el interés particular
e inmediato de ciertos grupos que alcanzaron niveles de corrupción escandalosos. Esta visión política cortoplacista de los gobernantes estatales y federales, frenó brutalmente a la entidad, hasta
ubicarla en la contradicción económica de constituir un territorio potencialmente rico y habitado por miles de pobres en términos de bienestar.
El caso de Chiapas es muestra evidente del fracaso del Estado
en términos de bienestar, de justicia y de democracia. Más que
intentar el desarrollo de la entidad, elevando sus potencialidades
en beneficio de sus habitantes, se ha limitado a conducir el destino de los chiapanecos en función de la dinámica que impone
la visión de los grandes intereses originados desde el centro.
Para ello, Chiapas ha sido manejado políticamente a través de un
sistema de gobernadores “golondrinos” que, muchos de ellos,
cuando les tocó gobernar ni siquiera conocían el estado, ni a su
gente, ni sus necesidades. En consecuencia, los términos políticos en que se expresó el centralismo determinó que los gobernadores fueran de un servilismo vergonzoso. Es cuestión de
analizar dónde realizaron sus carreras políticas, sus principales
obras en la entidad, dónde radicaron y, sobre todo, a qué se
dedicaron al término de su gestión. Está por demás referirse a
los presidentes municipales que, con escasas excepciones, se
fueron convirtiendo en simples marionetas o cómplices de los
primeros, agravando con ello la situación local.
En plena globalización y en la actual transformación política
que vive el país, existe la posibilidad, hasta cierto punto, de transformar el proceso antes descrito. No solamente Chiapas, sino el
país entero, deberá hacer frente a los nuevos desafíos del siglo
188
XXI,
relacionados con el crecimiento explosivo de población, el
creciente nivel de pobreza, el deterioro de los recursos naturales
y la amenaza de múltiples conflictos étnico-religiosos. En consecuencia, con la magnitud de problemas sociales que presenta la
región en su conjunto, por un lado, y reconociendo la mutua
interdependencia con los municipios indígenas vecinos, San
Cristóbal se encuentra obligado a propugnar por la reorientación de la política estatal en aras de un nuevo y mejor futuro en
beneficio de todos sus habitantes.
LA AUTORA
es originaria de San Cristóbal de Las Casas, aunque tiene varios
años viviendo en la Ciudad de México. Es socióloga y ha escrito diversos artículos y libros sobre Chiapas. Actualmente es presidenta de la Asociación
Sancristobalense en el DF.
LUZ OLIVIA PINEDA
189
DE SU MEDIO AMBIENTE,
DE LA SALUD Y DE LA ECONOMÍA
191
DIAGNÓSTICO DE LA SITUACIÓN AMBIENTAL EN EL
MUNICIPIO DE SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS
Jorge Mayorga Ochoa
INTRODUCCIÓN
Características físicas de Los Altos de Chiapas
Considero necesario empezar haciendo un breve recuento de
las características físicas de Los Altos de Chiapas y especialmente de San Cristóbal de Las Casas, con la finalidad de que al
exponer los principales problemas ambientales que vive esta
ciudad, puedan ser entendidos en el contexto de dichas
condiciones.
Geografía
Los Altos de Chiapas es una región que se encuentra ubicada en
un altiplano extendido, con dirección de longitud y 50 km de
ancho, en su parte más estrecha, teniendo en su parte más ancha,
120 km.
Las montañas tienen altitudes que varían, yendo desde los 1 200 a
1 400 msnm; el clima en esta región es templado subhúmedo, con
lluvias torrenciales en temporada y heladas en los meses invernales.
Geología
En áreas específicas de la región de Los Altos existe material volcánico, apareciendo en la mayor parte de la región afloramientos
de estratos marinos formados de rocas calizas, habiéndose formado series de cerros y valles de distintos tamaños que, cuando
se unen, forman pequeños valles intermontaños.
El material volcánico existente, aunado a las rocas sedimentarias, provoca la disparidad del paisaje, con plegamientos poco
notorios y abruptos, con picos volcánicos, como el cerro Huitepec, que tiene una altitud de 2 760 msnm y el volcán Tzonte’witz,
con 2 876 msnm.
193
Superficial
El drenaje superficial es de dos tipos:
El radial, localizado en las áreas volcánicas donde la cantidad de
lluvia recibida por la precipitación drena alrededor de corrientes
intermitentes de baja profundidad y poca amplitud; el caudal aumenta en épocas de lluvia.
El segundo tipo de drenaje está relacionado de alguna forma
con el subterráneo, porque el agua almacenada por las rocas
calizas al encontrar una capa impermeable constituida principalmente por lutitas, se distribuye a lo largo de esta capa y aflora en
áreas donde no existen rocas porosas que la absorban.
Las biólogas Mera Ovando (1989) y Burguete Cal y Mayor
(1998) definen en Los Altos de Chiapas cinco sistemas terrestres,
como sigue:
1) Carts Chamula, 2) falla escalonada Apa-Acala, Zinacantán,
3) pliegues fallados, Huixtán, Larráinzar, 4) conos cineríticos,
Tzonte’ witz-Huitepec, parte de Zinacantán, Chamula, 5) poljes,
San Cristóbal de Las Casas, Teopisca.
Las aguas del río Grijalva entran por la llanura de Tabasco y
en la vertiente sur nacen fuentes y arroyos que escurren todo el
año a Chamula descendiendo a San Cristóbal de Las Casas. Estas son aguas intermitentes y arroyos perennes que, en el caso
de San Cristóbal, son los ríos llamados Fogótico, Amarillo,
Chamula.
Después de San Cristóbal de Las Casas, quienes tienen mayor
cobertura de agua son Tenejapa y Teopisca, ya que se han favorecido con la irrigación descendente de la parte oriental del
Tzonte’witz.
Cabe decir que, tanto Chamula como sus comunidades asentadas en la parte occidental del Tzonte’witz, no tienen escurrimientos de ese lado, siendo las aguas superficiales muy escasas.
Por ello los Chamanes le llaman a Chamula “chamwo o chamo”,
que en tzotzil significa“agua que murió”, ya que, aseguran, anteriormente existía un gran lago que fue secado por el santo patrono san Juan para que se asentase la cabecera del municipio.
Otro volcán, el Huitepec, ubicado dentro del valle de San
Cristóbal, lleva agua a una parte de Chamula, lográndose así que
los habitantes cuenten con agua suficiente y permanente. Este
es el sistema independiente de San Cristóbal de Las Casas, “el
sistema Alcanfores”. Según los pobladores de esta zona, cuidan
mucho los árboles y no permiten que se corte más de dos árboles por familia.
194
195
Estas conformaciones geomorfológicas, junto con las características del clima, son las que definen las condiciones hidrológicas.
El patrón natural de desagüe (drenado) determina la conformación de los suelos y la estructura vegetal.
La formación sedimentaria de la región de Los Altos está
constituida primordialmente de calizas del cretácico inferior y
cretácico superior, de lutitas, andesita, aluviones y areniscas del
terciario y material ígneo del terciario inferior.
Los materiales geológicos expuestos bajo la acción del clima y
los diferentes procesos geomorfológicos a los que han sido sometidos, permiten diferenciar cinco unidades fisiográficas, las
cuales se denominan sistemas terrestres. Cada una de ellas está
en función del clima de la región, subhúmedo o templado húmedo, y del relieve, suelos, flora, fauna e hidrología.
Se han identificado distintos tipos de suelos: cambisoles,
andasoles, litosoles y rendzinas, y por las condiciones geomorfológicas de la región se comprueban dos tipos de drenajes naturales: los subterráneos y los superficiales.
Subterráneo
El drenaje subterráneo se localiza en las cársticas, donde el agua
se filtra a través de las rocas calizas o por las grietas que se presentan en el terreno (boca de sumidero). Esta condición permeable es la que permite que entre los cerros cercanos se formen
cuerpos de agua, que los pobladores aprovechan.
El drenado por lo regular no es uniforme, hay zonas con mayor permeabilidad y otras donde ni se presenta. (Navenchauc,
2003: desaparece la laguna.) Por ello cuando se quita la tierra
(bancos de arena) se afecta el drenado.
Como se dijo, los suelos se clasifican en: andasoles derivados
de cenizas volcánicas y caracterizados por encontrarse a poca
profundidad de treinta a cincuenta cm y de textura limo-arenosa o limo arcillosa.
El valle está localizado en un polje, que es formación típica del
karst, presentando dos cambios de nivel por el cerro de Las
Calaveras y el cerrito de San Cristóbal. Antes de la obras del
túnel de avenamiento era una zona muy inundable y en sus orillas se formaban permanentes pantanos con depósitos aluviales
y palustres.
Después de terminado el túnel, el crecimiento urbano de la
ciudad se extendió a estas zonas por el ya bajo riesgo de inundación, pero sigue el problema porque siempre fueron humedales y
son las partes más bajas, por lo tanto son propensos a sufrir inundaciones, por tormentas o por las constantes lluvias torrenciales.
Los asentamientos irregulares al no tener infraestructura
sanitaria adecuada, descargan sus aguas negras (residuales) en
los ríos, contaminándolos y afectando en gran medida el polje,
ya que los suelos del valle son: luvisoles, gleisoles y suelos jóvenes de tipo vertisoles y fluvisoles, por lo que presentan una permeabilidad muy baja, haciendo vulnerables las zonas de humedales para inundarse.
También existe el riesgo de inundaciones debido a la brutal
deforestación del valle, un proceso que continúa y sólo existe
pequeñas zonas boscosas de pino-encino, en las pendientes más
abruptas de los cerros que rodean el valle, las cuales peligran si
continúa la explotación desmedida de bancos de arena.
Generalidades
Los problemas ambientales que nuestro municipio enfrenta hoy
en día, son por lo general, los mismos que afectan al resto de los
municipios de la entidad. A continuación se menciona cada uno
de ellos englobados en tres grandes áreas:
• Aguas residuales (descargas a ríos)
• Residuos sólidos municipales (basura)
• Suelos (erosión–deforestación desecación de humedales y
sobreexplotación de bancos de arena)
Aguas residuales
La contaminación se extiende en la actualidad a una buena parte
de nuestras redes hidrográficas, así como a numerosos lagos.
Ello es consecuencia, ante todo, de la multiplicación y crecimiento de los establecimientos industriales a lo largo de los ríos,
así como de la expansión extremadamente rápida de las áreas
urbanas que vierten necesariamente sus aguas residuales, depuradas o no, en la red pluvial. En consecuencia, la contaminación
no sólo se acentúa en los sitios donde ya existe, sino que va
ganando zonas hasta ahora protegidas.
Por lo anterior, el conocimiento de la naturaleza de las características físicas, químicas y biológicas de las aguas residuales es
esencial para el proyecto y funcionamiento de las instalaciones
para su recogida, tratamiento, evacuación y disposición sanitaria. La finalidad ideal sería lograr regresar, el agua usada a la naturaleza, ya tratada, por supuesto.
Biodiversidad en el valle de San Cristóbal de Las Casas
En el último inventario de flora y fauna reportan la existencia de 692
especies de aves, registradas para Chiapas, de las cuales 220 aproximadamente existen en el valle de San Cristóbal, se han colectado
dos especies de anfibios y siete de reptiles endémicas de México.
En peces existe el ya conocido Profundulus hildebrandi o popoyote, especie endémica y lamentablemente en vías de extinción
(flor nett, 1999).
Sistema de tratamiento de las aguas residuales
En términos generales los sistemas de tratamiento de aguas residuales se pueden distinguir en dos tipos: los que emplean procesos físico-químicos y los que se sustentan en procesos biológicos. Los procesos biológicos se distinguen a su vez en procesos aerobios y anaerobios, dependiendo de si requieren en su
operación suministro de aire o no.
196
197
Problemática en el municipio
Referente a aguas residuales –es del conocimiento general–,
todos los impactos adversos que se originan en los puntos de
descarga y sus alrededores, cuando a éstas no se les proporciona
un tratamiento previo. San Cristóbal de Las Casas no es la excepción. Se requiere la habilitación del colector que para este objeto
fue construido, y revisar el funcionamiento adecuado del túnel y
los sumideros, que es el destino final de los residuos junto con el
agua de los ríos que atraviesan la ciudad con altos rangos de contaminación, no aportando ningún beneficio a la población cuando de todos es sabido que toda esta agua contaminada, sirve de
riego en la siembra de hortalizas donde el túnel finaliza.
Biodigestores ecológicos
La depuración de aguas residuales se lleva a cabo con tecnologías que requieren inversiones cuantiosas ya que implica gastos
desde el diseño de construcción (obra civil), operación, mantenimiento. Infraestructura electromecánica, de magnitud importante que impacta el entorno ecológico con lodos residuales,
olores desagradables y plagas, además de que el nivel donde se
construiría esta planta está por debajo del nivel del túnel que
sería el avenamiento, requiriendo bombearla. Como mínimo se
requieren de ocho a 10 hectáreas y una inversión de 80 a 100
millones de pesos.
Tomando en consideración que San Cristóbal de Las Casas
tiene un bello entorno ecológico, que es el hábitat natural del
Profundulos hildebrandi o popoyote, único en el mundo, endémico de San Cristóbal y lamentablemente en vías de extinción, es
necesaria la alternativa de limpiar las aguas negras que se descargan en los ríos que cruzan la ciudad (Fogótico, Amarillo) y
desembocan en los sumideros y el túnel, usando biodigestores
ecológicos cuyo sistema de procesamiento es similar a la naturaleza para la depuración de contaminantes; haciendo posible
además la reutilización sustentable del agua para riego, ganadería, etcétera. El destino final es regresarla a la naturaleza, pero
limpia.
198
Entre sus bondades están las siguientes:
• No se usan bombas ni motores (ahorrando en gastos de
operación y mantenimiento).
• Evita la construcción de enormes plantas estabilizadoras,
conteniendo en su infraestructura procesos electromecánicos, consumo de energía eléctrica, operación y mantenimiento.
• Evita la producción de lodos (fabricación de lechos de
secado, etcétera), el uso de filtros, prensa y espacio donde
disponerlos (composteo, etcétera).
Con los biodigestores ecológicos se abaten costos porque no
requieren grandes obras de infraestructura. En su diseño autogeneran áreas verdes, porque la flora (superficie vegetal de árboles, arbustos y pasto) está integrada al proceso mismo de la
depuración del agua. En un inicio requieren ser activados temporalmente para la formación de biomasa bacteriana; en un
tiempo de tres a cuatro meses no requieren compuestos químicos. La construcción es económica, no se requiere gran espacio
(superficie en m2), los gastos de operación y mantenimiento son
bajos. La construcción se lleva a cabo in situ (lugar), o pueden ser
preconstruidos, e instalados en tiempos muy cortos, el crecimiento modular (carbón activado, silicio, etcétera) es paulatino
conforme se vaya requiriendo, siempre en estricto apego a la
norma oficial mexicana en aguas y bienes nacionales que establece los límites máximos permisibles de contaminantes en las
descargas de aguas residuales, con objeto de proteger la calidad
y posibilitar los usos, siendo de observancia obligatoria para
todos los responsables de dichas descargas (NOM-001-ECOL-1996,
publicada en el Diario Oficial de la Federación, en 1997).
Los desechos sólidos (basura). Definición
Comprenden todos los residuos que provienen de actividades
animales y humanas, que normalmente son sólidos y que son
desechados como inútiles o superfluos; el término residuo sóli199
do comprende tanto la masa heterogénea de los desechos de la
comunidad urbana, como la acumulación más homogénea de
los residuos agrícolas, industriales y mineros.
Antecedentes
El manejo de los residuos sólidos es un problema que se presenta
en todas las comunidades actuales y cuya magnitud está directamente relacionada con las cantidades de residuos producidos; a
mayor generación, mayor complejidad del problema. La generación de residuos sólidos urbanos depende de la población y del
proceso de urbanización. En América Latina, en 1975, la población
urbana ascendía a 196 000 000 (61%) y en 1995 a 358 000 000 (75%). En
20 años la población que requiere servicios de limpieza urbana creció mas de 80% en este aspecto, México no es la excepción. La
población que habita zonas urbanas es para 1995 el 73% de la población total, por lo que se requiere de esquemas para dotar a la población de servicios apropiados de limpieza urbana, dentro de los
cuales la recolección, tratamiento y disposición de sus residuos sólidos ocupan un lugar preponderante.
La generación ascendente de residuos es consecuencia del
crecimiento demográfico acelerado, de los cambios de hábito de
consumo, de un mejor nivel de vida, así como de un desarrollo
industrial. Hasta hace 30 años la generación de residuos por
persona era de 200 a 500 gr/hab/día mientras que hoy se estima
entre 500 y 1 000 gr/hab/día. Lo anterior deja en claro que las
tasas de producción de desechos se incrementaron sustancialmente en el último siglo, y más aún en las últimas décadas, en
las que el consumismo ha implantado la falsa cultura del “úsese
y tírese”. Pero el problema no radica solamente en la cantidad,
sino también en la calidad o composición, que pasó de ser
densa y casi completamente orgánica a voluminosa, menos biodegradable y con porcentajes ascendentes de materiales tóxicos. Todo ello ha contribuido a una contaminación creciente del
medio ambiente y al deterioro de los recursos naturales.
El efecto ambiental más obvio del manejo inadecuado de los
residuos sólidos es el deterioro del lugar y paisajes naturales. Estos
200
sitios representan un ambiente propicio para la proliferación de
fauna nociva (patógenos, roedores, moscas, etc.), lo que crea focos
de infección que afectan a la salud pública y contaminan cuerpos
de agua, suelo y aire (lixiviados), h.a. (Nájera Aguilar, 2000).
Problemática en el municipio
De lo anterior se desprende la necesidad de implantar sistemas
de manejo que reduzcan los impactos antes citados. Este manejo involucra seis etapas (generación, almacenamiento, recolección, transporte, tratamiento o transferencia, y disposición final),
pero, indudablemente, las de recolección y de disposición final
son las que mayor atención demandan y desafortunadamente
son las que se han dejado en el olvido por la falta de cultura en
estos tópicos, minimizando la importancia que esto reviste. Para
la etapa de recolección es importante optimizar las rutas de
recorrido acorde a la demanda, número de unidades, cuadrillas,
etcétera, a través de la aplicación de metodologías y procesos de
recolección que optimicen el servicio a la ciudadanía, y que además reduzcan costos al municipio. Esto implica la participación
ciudadana mediante campañas sobre la cultura en el manejo y
separación de desechos domiciliarios (orgánicos e inorgánicos),
es decir reciclables y no reciclables.
Las actividades de recolección, transporte y disposición final
son cubiertas por las autoridades municipales. Los expertos en
la materia mencionan que no existe presupuesto gubernamental
que sea suficiente para solucionar el problema de la basura en el
mundo, si no participa la sociedad en forma activa para crear
una nueva cultura ambiental y ecológica.
Separación en la fuente (participación ciudadana)
En lo que respecta a nuestro estado, y específicamente a nuestra
ciudad, se generan alrededor de 180 toneladas de basura diariamente, y la gran mayoría se deposita en tiraderos a cielo abierto.
Esta cantidad podría ser reducida sustancialmente si la ciudadanía
sancristobalense contara con la educación ambiental más elemental (separación de desechos, compuestos, acopio, reutilización y
201
reciclaje de desechos domésticos) hasta acciones encaminadas a
recuperar recursos de los desechos que se rescaten.
La labor no es sencilla porque el secreto está en un cambio de
actitud, en modificar nuestros hábitos, incluso regresar a viejas
tradiciones que nos permitan prescindir de los empaques desechables, uno de los principales elementos que conforman la
basura inorgánica, para disminuir primero la cantidad de basura
y después la cantidad de material reciclable.
El investigador Massieu, toda una autoridad en la materia
(Parra, 2000), menciona lo siguiente: “es obligación de las autoridades recolectar la basura, pero es obligación de los ciudadanos
no producirla”. Aquí, gran parte de la función de los ciudadanos
estriba en proporcionar un manejo adecuado a los residuos que
se generan en las casas, mediante la separación de los mismos
en orgánicos (desperdicios de cocina, desechos de jardín, etc.) e
inorgánicos (plásticos, vidrio, metales, etcétera).
Si las actividades de diferenciación y separación de residuos
en la fuente de generación (casa habitación) lograra alcanzarse
en la ciudadanía sancristobalense, daría, definitivamente, un
gran paso en la reducción de la basura producida y del problema mismo, al disminuirse afectaciones al entorno y riesgos a la
salud, amén de incrementarse la vida útil del sitio de disposición
final (relleno sanitario).
Sistemas de tratamiento de los desechos sólidos (basura)
El tratamiento en el manejo de los desechos sólidos tiene como
objetivos principales disminuir el riesgo de producir contaminación y proteger la salud; entre los más empleados tenemos:
• Incineración
• Composteo
• Reciclaje
• Recuperación
Aunque son sistemas de tratamiento, ninguno es considerado
como método de disposición ambientalmente aceptado; el único
es el relleno sanitario.
202
Relleno sanitario
Es una obra de ingeniería que sirve como sistema de disposición
final de los residuos sólidos urbanos, diseñada, construida y operada en forma eficiente para minimizar los impactos ambientales.
Existen dos maneras de construirlos:
• Rellenos por el método de área
• Rellenos por el método de trinchera o zanja
Como se mencionó anteriormente, para la disposición final de la
basura el método ambientalmente aceptado a nivel mundial es el
conocido como “relleno sanitario”, el cual puede definirse como
el conjunto de instalaciones utilizadas para la evacuación segura
y fiable, a largo plazo, de los residuos sólidos municipales (basura); se trata de instalaciones diseñadas, construidas y operadas
con el fin de minimizar los impactos ambientales y efectos negativos que ésta pudiera tener sobre la salud pública y no causar
problemas ni peligros para el medio ambiente, evitando la contaminación de ríos y mantos freáticos por la generación de sustancias sumamente tóxicas, “lixiviados”, así como los posibles
impactos hacia el aire por la emanación de gases.
En un relleno sanitario se utilizan principios de ingeniería
para lograr el confinamiento de los residuos sólidos (basura),
pero dista mucho de la realidad en que vivimos la mayoría de los
municipios, creyendo que los tiraderos actuales cumplen con la
normatividad existente en la materia; con esto queda claro que
no es lo mismo un “entierro sanitario”, carente de principios y
técnicas de ingeniería, donde simplemente se sepulta la basura,
que un relleno sanitario que cumple con todas las especificaciones de ingeniería y garantiza el mínimo impacto hacia el medio
ambiente que la ley contempla.
Los humedales de San Cristóbal de Las Casas
Con objeto de rescatar los humedales que existen en el valle de
San Cristóbal de Las Casas para su preservación, se creó un colectivo ciudadano e institucional integrado por líderes de organiza203
ciones sociales, ECOSUR, PRONATURA, Centro Comunitario La
Albarrada (CEDECO), XEWM, la Dirección de Desarrollo de Obras
Públicas y Ecología, SAPAM, para la elaboración de un plan estratégico de cuatro líneas de acción divididas en:
1) Tenencia de la tierra para deslindar jurídicamente los predios que
poseen las características de uso de suelo de tipo pecuario, agropecuario y áreas verdes de preservación, para cambiarlo a zonas
protegidas y de reserva, como son los casos de las zonas:
• Humedal ex lago María Eugenia (tres hectáreas).
• Humedal Real del Monte El Campanario.
• Parque urbano al costado norte y oriente del Teatro de la
Ciudad. En este terreno amortiguan las aguas pluviales
procedentes del drenado zona poniente, ubicación CBTIS y
Coca Cola (se construyó tienda de autoservicio), KISST y
Real del Monte.
y la del miércoles 6 de marzo de 2002 NOM-059-ECOL-2001,
donde decreta la protección ambiental de especies de flora y
fauna nativas de México con categorías en riesgo de extinción.
Incluyen al pez endémico Profundulus hildebrandi, escamudo
de San Cristóbal o popoyote, endémico de esta ciudad, que
está en vías de desaparición.
4) Educación ambiental permanente, que implica informar de la
importancia que reviste el rescate y conservación de estos humedales (educación continua de la UNACH, de Extensión Universitaria, La Albarrada y Espacio Municipal del Agua de SAPAM).
1994
Total:
• 10 zonas de uso pecuario.
• 5 zonas de parques urbanos y 2 zonas consideradas como
reserva ecológica, según la Carta Urbana 1997.
2) Asuntos socioeconómicos para promover obras de infraestructura hidráulica sanitaria que aminoren la contaminación
de los humedales, en caso de que existan zonas contempladas
para construir infraestructura hotelera, comercial o educacional; cerca o sobre humedales:
Recomendar y observar que los estudios de impacto ambiental
sean realizados por personal o institución calificada; apegarse
estrictamente a las leyes que prevén y controlan la contaminación
del suelo (federal), como la Ley General de Equilibrio y Protección al Ambiente, promulgada en 1988 y modificada en 1996.
Reglamentaciones y normas oficiales mexicanas.
3) Asuntos ambientales donde se tengan los diagnósticos de las
zonas de estudios para la recuperación de los ecosistemas
(especies-hábitat), Norma Oficial Mexicana NOM-059-ECOL-
En San Cristóbal de Las Casas existen seis manantiales. El
(Sistema de Agua Potable y Alcantarillado Municipal) es
el encargado de suministrar agua a los habitantes de la ciudad,
con una cobertura de abasto de 94%; el 6% restante lo cubren tres
sistemas independientes. Estos cuerpos superficiales de agua
dependen en gran medida de la vertiente perenne del Tzonte’witz, así como los acuíferos que se recargan a través de humedales alimentados por los escurrimientos de esta cuenca. La
convención RAMSAR aprobó, el 2 de febrero de 1971, un tratado
intergubernamental elaborado en la ciudad iraní de Ramsar,
situada en la costa meridional del mar Caspio. Allí emiten la
definición de humedal como sigue:
“Los humedales son ecosistemas tanto naturales como artificiales que se caracterizan por estar permanente o temporalmente inundados, ya sea por aguas dulces estuarinas (salobres) o
salinas, las cuales pueden estar estancadas, o corrientes e incluyen las regiones ribereñas costeras y marinas que no excedan los
6 metros de profundidad con respecto al nivel medio de las mareas bajas”.
Controlan el medio y la vida vegetal y animal. Se dan en los
lugares donde la capa freática se halla cerca o en la superficie de
la tierra; está cubierta de agua poco profunda.
La mayoría de los humedales están caracterizados por los
niveles fluctuantes de agua y por los tipos de suelos que son
muy distintos de aquellos en ambientes terrestres, son zonas de
204
205
SAPAM
transición o ecotonos entre los ambientes meramente terrestres
y los de agua profunda.
México posee el 0.6% de los humedales de todo el mundo,
aproximadamente 3 318 500 hectáreas. Los humedales, por sus
características ecológicas, se consideran como fuentes de vertedero y transformadores de múltiples materiales biológicos y genéticos; a estos biofiltros se les considera como los “riñones” de
la tierra debido a su capacidad para filtrar y absorber ciertos contaminantes dentro de los ciclos químicos e hidrológicos, así
como receptores de aguas naturales o artificiales.
Como ejemplo, un costado del Teatro de la Ciudad de San
Cristóbal de Las Casas, donde se construyó un centro comercial
muy grande (Plaza San Cristóbal), fue considerado parque urbano
(tres hectáreas) y zona de amortiguamiento de aguas fluviales procedentes de la zona del periférico poniente. Para construir se sube
hasta un metro el nivel del suelo y se desvía, dando continuidad al
dren para descargar frente a otros humedales situados atrás del
teatro. Esto se realizó siguiendo las normas de ingeniería: concreto armado, tubos de polietileno de alta densidad y PVC de diámetros grandes, un dren pluvial para descargar las aguas al río.
A los humedales también se les llama “trampas de carbono”por
acumular gran cantidad de materia orgánica bajo ciertas condiciones, como acidez, falta de oxígeno, bajas temperaturas y nutrientes.
En México se han regionalizado los humedales, identificándose a 65; existen 33 prioritarios por contener algunas características representativas como diversidad de especies de flora y
fauna silvestres raras o en peligro de extinción, endémicas, y por
el tipo de alteraciones antropogénicas.
Existen humedales donde se han determinado aspectos ecológicos y divididos en provincias fisiográficas o cuencas hidrológicas.
En Chiapas existe el humedal prioritario con una superficie de
80 000 hectáreas denominado La Encrucijada, en la región de la
cordillera centroamericana.
La explotación irracional de los recursos naturales y la contaminación ambiental han impactado gravemente en forma negativa
los ecosistemas del mundo. En San Cristóbal de Las Casas el dete-
rioro ha ido avanzando por falta de estrategias de conservación;
por un lado tenemos la sobreexplotación de bancos de arena y por
otro la desecación paulatina, por el crecimiento urbano y demográfico, de humedales, dejando de observar que en estos terrenos
de reserva ecológica existen especies endémicas de flora y fauna
que enfrentan ya peligros de extinción, según la Norma Ecológica
NOM-059-ECOL-2001.
En San Cristóbal de Las Casas tenemos especies de anfibios y
reptiles endémicos de las tierras altas, que dependen de estos humedales como sitio de forrajeo, tal es el caso de la zona considerada
como humedal y reserva de agua “El Tular”, ubicado dentro de las
cinco hectáreas donde está ubicado el manantial más importante de
la ciudad denominado la Kisst, que abastece de agua a más de 62 000
habitantes y a 16 comunidades del otro lado del túnel; a este humedal arriban especies de aves migratorias como el pato canadiense y
la garza, y otras especies utilizan como forrajeo estas zonas; tal es el
caso de la culebra de agua Tamnophis cirtopsis, y otros que desarrollan parte de sus ciclos reproductivos en estos humedales, como:
206
207
• Los anuros Hypopachus barberi
• Hyla walkeri
• Rana maculata y Bufo bocourti
Estos remanentes de humedad presentan todavía el hábitat
principal para algunas especies de aves residentes como la
Tachybaptus dominicus. Y constituyen importantes sitios para la
invernación de numerosas especies de aves migratorias, como:
• Acitis macularia.
• Anas discors.
• Charadrius vociferus.
• Egretta caerulea.
• Fulica americana.
• Gallinula chloropus.
• Jacana spinosa.
• Larius atricilla.
• Podiceps nigricollis.
• Rallus limicola, entre otras
Además se introdujeron al humedal tres especies de vertebrados
como:
• La carpa (Cyprenos carpeo vars comunis y especularas).
• La lobina (Micropterus salmoides).
• La rana toro (Rana catesbianan).
Los causales del deterioro de nuestro entorno ecológico y que
hacen peligrar a estas especies son: la desecación para los desarrollos urbanos dentro del valle, la sobreexplotación de ojos de
agua y manantiales utilizados para consumo humano sin cuidar
los biofiltros para recarga (humedales) y la modificación natural
de los cerros deforestados o destruidos por explotación de los
bancos de arena.
El vertimiento de contaminantes (basura, jabones y detergentes; aceites, grasas, desechos de chapopoteras y asfalteras), así
como escombro o ripio de construcción que son tirados junto a
ríos y ojos de agua.
La contaminación bacteriológica derivada del vertimiento de
aguas negras, cadáveres de animales y la actividad ganadera, en
estas áreas. Cabe destacar que toda esta descarga es utilizada del
otro lado del túnel por los productores de hortalizas de todas las
comunidades de esa zona; cosecha que luego traen para consumo de los sancristobalenses.
Reducción de la cobertura forestal que evita que la erosión
continúe, mermando por lo tanto la captación pluvial.
Abatimiento de mantos freáticos derivado de la erosión provocada por la deforestación irracional y la explotación sin un
plan sustentable de bancos de arena.
endémicas que para la cuenca del Grijalva-Usumacinta en los
noventas era del 36%.
Actualmente tenemos registradas nueve especies de peces
endémicas de Chiapas y son:
• Cichlasoma grammodes
• Cochlasoma hartwegi
• Poecilia sulphuraria
• Poeciliopsis hnilickai
• Xiphophorus alvarezi
• Gambusia eurystoma
• Astyanax armandoi
• Profundulus candalarius
• Profundulus hildebrandi
Este último es endémico del Valle de Jovel de San Cristóbal de
Las Casas y es una de las especies del género Profundulus conocido como popoyote; las cinco especies son:
• Profundulus punctatus
• Profundulus guatemalensis
• Profundulus labialis
• Profundulus candalarius
• Profundulus hildebrandi o popoyote
Introducción de especies exóticas
En conclusión, la rica fauna íctica, representada por 135 especies
en 72 géneros y más de 38 familias, en su mayoría son especies
Son endémicos y habitan en los arroyos de montañas de América Central, siendo más abundantes en altitudes de entre 1 000 y
2 300 metros sobre el nivel del mar y en altitudes mayores, son
los únicos nativos distribuyéndose en las vertientes, desde Acapulco y río Papagayo, hasta el oeste de Honduras.
En la vertiente de Pacífico y desde el istmo de Tehuantepec
hasta el río Motagua, Guatemala, en la vertiente del Atlántico.
La extinción del Profundulus hildebrandi se debe a varios aspectos, uno de los cuales es por el crecimiento de la ciudad, lo cual
reduce el hábitat de estos peces haciéndolos vulnerables a las
actividades humanas, alterando su hábitat natural, por ejemplo,
208
209
Bancos de arena
En Chiapas y Tabasco se encuentra el 33% de la reserva nacional
de bosques, selvas y agua. La explotación de materiales pétreos
representa una importante actividad socioeconómica en Chiapas
y específicamente en San Cristóbal de Las Casas, donde la actividad es importante y necesaria; el problema es que se ha realiza-
do, desde que inició –no más de 10 años–, sin planeación ni control, lo que conlleva un detrimento del medio ambiente, afectando negativamente a varios de sus componentes, principalmente
el suelo. Esto ha generado efectos ambientales negativos e irreversibles, por lo cual es necesario detener o al menos controlar
esta actividad. Por otro lado, deben preverse acciones de restauración que promuevan y fomenten el desarrollo sustentable.
En el amplio conjunto de normatividades existentes en la materia de extracción pétrea, se regula la ubicación de los yacimientos
hasta el posible impacto que puede tener en el entorno natural.
Con respecto a la ubicación de las minas, debe ser a una distancia mayor a dos kilómetros de cualquier asentamiento humano. La colonia Cascajal, ubicada en la parte alta del cerro, y la
colonia Juan Sabines Gutiérrez están consideradas como zona
habitacional de alto riesgo, en virtud de que la superficie total
explotada abarca cuatro hectáreas, dejando la pared y altura del
banco a 90 grados, y el límite de esta peña con respecto a las
viviendas es de escasamente tres metros.
Otra norma es la ubicación; estas minas deben ubicarse a una
distancia no mayor a 150 metros de carreteras pavimentadas, con
transporte continuo de paso y de vías ferroviarias, así como una
distancia mayor a 50 metros de caminos secundarios. Frente a
esta zona que abarca en total 36.5 hectáreas, de las cuales en 2002
habían sido arrasadas 21 hectáreas, tenemos la carretera Internacional San Cristóbal-Comitán, y frente a Salsipuedes tenemos
uno de los humedales más importantes de la ciudad.
Con respecto a cuerpos de agua, deberá ubicarse a una distancia mayor de 300 metros de cuerpos de agua superficiales, así
como de zonas de inundación. Frente a estas minas se encuentran dos manantiales que son explotados por SAPAM, denominados Navajuelos y San Juan de los Lagos (Almolonguilla), sobre
el humedal ex lago María Eugenia; ubicamos otro biofiltro o
humedal importante donde se encuentra el manantial Real del
Monte El Campanario.
No deberán ubicarse en zonas que presenten fallas o hundimientos del terreno por sobreexplotación de agua subterránea y
210
211
se rellenan las zonas donde vivían, se desecan las áreas con relleno, se nivelan y se ponen planchas de concreto, levantando vastas zonas habitacionales, muchas de ellas se construyen en forma
arbitraria, sin apegarse a un plan de desarrollo y crecimiento
urbano; por ello cuando llueve torrencialmente se inundan.
En el SAPAM existe preocupación por toda esta situación debido a que este organismo es el responsable del suministro del
vital líquido (agua) a esta ciudad, satisfaciendo a más de 150 000
habitantes; por lo tanto, si el agua no se cuida pronto habrá problemas con el abasto. Las tres principales amenazas de contaminación son: desechos sólidos (basura), aguas residuales (aguas
negras) y suelos (deforestación, bancos de arena y desecación de
humedales).
Si continúan estas amenazas no podremos garantizar un abasto satisfactorio a esta ciudad, teniendo que buscar fuentes alternas de abastecimiento, como puede ser la perforación de pozos
profundos o la utilización del agua del río Amarillo, río Chamula
y río Fogótico.
Cabe destacar que para lograr la conservación del entorno
ecológico y medio ambiente, debemos regular de manera sustentable todas las actividades que impactan actualmente a nuestros ecosistemas; que cuando se hagan obras de infraestructura
turística (hoteles, servicios, “macro tiendas”, etc.) siempre se
observen estrictamente los lineamientos, instrumentos regulatorios y normas ecológicas. Deben diferenciarse humedal, zona
de amortiguamiento pluvial, drenes pluviales, sistemas de canales, etcétera, con la finalidad de declarar zonas protegidas o cambios de uso de suelo, es decir, debe continuarse con el desarrollo de la ciudad pero de forma regulada.
predios considerados de alta producción agrícola y forestal. San
Cristóbal de Las Casas es un valle cerrado originado por una
fosa tectónica o groven de orientación wnw-ese. En las paredes
acantiladas que limitan el valle por el norte y sur de la población,
se localizan, las fallas normales del groven, una de las cuales fue
el conducto de salida de las lavas andesíticas que construyeron
el volcán situado al noroeste (Huitepec). Las sierras de caliza tienen una gran cantidad de resumideros y algunos de ellos han
afectado los depósitos que rellenan el valle (San Cristóbal es un
polje de suelo cárstico).
Estudio de impacto ambiental
Todos los interesados en extraer material, o propietarios de bancos de materiales, deberán elaborar, por sí mismos o por cuenta
de una empresa consultora con registro y reconocimiento por
escrito del Instituto de Ecología, un estudio de impacto ambiental en su modalidad de informe del desarrollo de actividades de
explotación, extracción y procesamiento de materiales pétreos
(bancos de material), de acuerdo con la guía específica que proporciona el instituto.
Queda estrictamente prohibido cualquier tipo de aplicación
del proyecto sin la correspondiente autorización previa del
Instituto de Ecología.
En la ciudad de San Cristóbal de Las Casas existen los siguientes bancos de material, según datos de 2000, los cuales son
explotados sin permisos ni estudios ambientales:
• Cerro Santa Cruz, dos hectáreas, (explotada una).
• Colonia 10 de Abril, 16 hectáreas, (explotadas 10).
• Comaleras, 14 hectáreas, (explotadas 12.5).
• Salsipuedes, 36 hectáreas, (explotadas 21).
• Cascajal, cuatro hectáreas, (explotadas 4).
• Las Peras, 9.5 hectáreas, (explotadas 6).
• La Conejera, 4 hectáreas, (explotadas 2.5).
• El Aguaje, 20 hectáreas, (explotadas 15).
• La Garita, 2.5 hectáreas, (explotada 1.5).
212
Flora y fauna
La manifestación de impacto ambiental deberá incluir:
a) Estudio detallado de las comunidades florísticas y faunísticas de la zona del proyecto, basado en estudios de campo
y bibliográficos; éste también deberá incluir un listado
completo de las especies vegetales y animales presentes,
dando su nombre científico y común.
b) Estudio de caracterización de la vegetación dentro de la
zona del proyecto, proponiendo sitios de preservación de
especies vegetales y zonas de amortiguamiento.
c) Programa de protección de la flora y fauna silvestre, considerando que en el área del proyecto existan especies animales
y vegetales que deben ser protegidas desde el inicio de obras.
Cuerpos de agua
a) Queda prohibido modificar o afectar las condiciones naturales de las cuencas hidrológicas, cauces naturales de ríos,
arroyos o manantiales, riberas y vasos de agua existentes, así
como verter o descargar materiales o residuos líquidos o sólidos en el suelo, subsuelo y en cualquier clase de corriente
o depósito de agua, y desarrollar actividades contaminantes
para lo mismo.
b) Se deberá formar una barrera física que impida el arrastre
de material particulado hacia el cauce o lecho del cuerpo
de agua, la cual deberá construirse con materiales diferentes a la arena, grava, tepojal, tezontle o tepetate, pudiéndose emplear para tal fin cualquier tipo de rocas de gran
tamaño, o inclusive utilizando especies vegetales.
c) Se construirán canales exteriores e interiores de desagüe
en el predio en explotación para que el agua de lluvia no
arrastre materiales pétreos particulados hacia el cauce o
lecho del cuerpo de agua.
d) Se realizará una reforestacion en las márgenes de los cuerpos de agua o se reforzará la vegetación existente.
213
e) Los canales de desagüe del banco de materiales que desemboquen hacia un cuerpo de agua contarán con desarenador o trampa de sólidos antes de su descarga.
f) No se permitirán explotaciones de materiales en zonas
cuyo manto freático se encuentre a menos de 30 metros de
profundidad.
También se requieren:
• Estudio geológico
• Estudio geofísico
• Estudio geohidrológico
• Estudio topográfico
• Georreferencia del predio
• Vida útil del proyecto
• Diseño de explotación del banco de material pétreo
Con base en el análisis de los estudios se elaborará el diseño del
banco de explotación y zona de protección:
• Diseño de restauración de la zona afectada
• Conservación del suelo fértil
• Programa de recuperación y restauración ecológica del
área impactada
• Restitución del suelo
• Plan de abandono del sitio
• Usos del predio al término de la explotación
• Regeneración ambiental
En San Cristóbal existe el proyecto ecoturístico “Salsipuedes”,
presentado para su análisis y posteriormente desarrollado en la
zona de Salsipuedes.
Uno de los objetivos del proyecto es reforestar las áreas afectadas por la extracción de materiales pétreos. Como proyecto de
ingeniería civil para construir infraestructura turística es muy
importante, ya que esta ciudad vive del turismo y de los servi214
cios. Este proyecto se haría con tecnología y materiales modernos, sin romper con el perfil arquitectónico colonial de la ciudad.
Se podrán construir centros comerciales para dar apertura a
capitales que vengan a invertir, generar fuentes de empleo y
satisfacer las necesidades de los sancristobalenses. Es muy conveniente modernizar esta ciudad con servicios de primer nivel;
sin embargo, este proyecto se plantea para una zona donde la
explotación no ha sido suspendida y se hace sin cumplir con las
normas, y por ello difícilmente podrá imponerse el respeto a
éstas ante la negativa de los explotadores de la zona.
Instalaciones que contiene el proyecto:
1.2.3.-
Control de acceso.
Plaza de acceso.
Plazas aterrizadas con servicio de restaurante, venta de
artesanías, mirador, asadores.
4.- Mariposario.
5.- Universidad ecológica.
6.- Foro al aire libre.
7.- Área deportiva.
8.- Pista de patinaje.
9.- Área de juegos infantiles.
10.- Campo de golf.
11.- Gimnasio y saunas.
12.- Instructores y renta de equipo.
13.- Renta de sanitarios.
14.- Invernadero.
15.- Vivero.
16.- Venta de flores y artesanías.
17.- Práctica de deportes extremos.
18.- Estacionamiento.
19.- Zona comercial.
20.- Hotel ecoturístico.
21.- Restaurante.
22.- Lago artificial.
215
Además, para ser desarrollado este proyecto se requiere de la
aprobación de los gobiernos estatal y municipal, empresarios y la
población sancristobalense, pero aún está siendo analizado por
especialistas; dicho proyecto fue presentado el 15 de octubre de 2003.
Se desconoce el soporte técnico correspondiente de los resultados de los estudios de impacto ambiental.
Es un hecho que la sobreexplotación irracional de los bancos
de arena, en la última década y específicamente en el trienio
2000-2003, ha acentuado el problema de desplazamiento de suelo
(modificando los escurrimientos naturales de los cerros), desafortunadamente.
No podemos negar que las actividades relacionadas con la
extracción de estos materiales son fuentes de trabajo, de las cuales dependen muchas familias, pero tampoco puede negarse que
los recursos naturales como flora, fauna y mantos acuíferos
estén siendo impactados por el descontrol con que es realizada
esta actividad. Este problema se acentuará aún más si se permite la construcción de un entierro sanitario en esa zona.
Por ello es necesario que de manera urgente se regule la ejecución de esta explotación; no debemos olvidar que “desarrollo
sustentable” es aprovechar nuestros recursos de forma óptima,
pero bajo un esquema que armonice con la protección y conservación de nuestro ambiente, del cual, indiscutiblemente, dependemos para vivir o sobrevivir.
Para hacer compatible la realización de diversos proyectos con
el entorno socioambiental, se necesita, antes que nada, elaborar
un diagnóstico acerca de las condiciones actuales en las que se
encuentran las áreas afectadas y su entorno inmediato, para que
con ello, y apoyado con los estudios ambientales correspondientes, se puedan proponer las medidas de mitigación o atenuación
para reducir los impactos ya hechos en esos sitios, y proponer
también las acciones que envuelven estas actividades bajo una
planeación adecuada, donde realmente pueda aplicarse el término y política de “desarrollo sustentable”.
En la ciudad de San Cristóbal ha habido diversas manifestaciones, tanto sociales como de las autoridades, a favor de solucionar la
problemática ambiental, pero fundamentalmente para resolver el
problema de la extracción de materiales pétreos. En el 2001, 2002 y
2003, hubo diversos intentos de tomar acuerdos entre ciudadanos,
autoridades y trabajadores de las minas, con el fin de establecer
medidas que satisfagan a todos. Este proceso fue seguido por diversos medios de comunicación local. Se registraron reuniones diversas e incluso se llegó a supuestos acuerdos, como la cancelación de
estas actividades hasta no contar con los permisos correspondientes; sin embargo, ello no tuvo buen fin, puesto que los trabajadores
de las minas se presentaron en el palacio municipal exigiendo respeto a su fuente de trabajo, lo cual propició el apoyo de diversos
partidos políticos como PAN, PRD, PRI, PAS y PVEM, al reconocer que
están con los trabajadores de pico y pala, pues saben bien que con
esa herramienta no hacen tanto daño al medio ambiente.
Según la Carta Urbana, sólo cinco bancos de arena que hay en
la ciudad pueden extraer material pétreo, pero sería conveniente que el ayuntamiento norme y regule la cantidad de bancos de
arena y volumen de extracción, aclarando que es responsabilidad del municipio el uso y destino del suelo, así como es responsabilidad del Instituto de Historia Natural y Ecología el estudio
del impacto ambiental y su correspondiente autorización.
216
217
Bancos de arena explotados y plan de abandono del sitio
Al terminar la explotación de un banco de arena el responsable
en esta fase, antes de abandonar el sitio, debe implementar un
plan de restauración para que a largo plazo puedan recuperarse
los terrenos, buscando acelerar la recuperación natural de los
ecosistemas de las zonas dañadas por estas actividades, por lo
cual deben observarse como mínimo los siguientes aspectos:
1.- Estabilización de superficies sin consolidar.
2.- Actividades para amortiguar el impacto paisajístico.
3.- Programa de reforestación.
4.- Remodelación de terrenos y de taludes.
5.- Retirada, acopio y mantenimiento del horizonte fértil.
6.- Mejoras edáficas.
7.- Modelado del paisaje vegetal a desarrollar.
8.- Selección de especies vegetales y densidad.
9.- Método y época de ejecución de las plantaciones y siembra.
10.-
Otras medidas complementarias, demoliciones, obras de
drenaje, etcétera.
En la página 15 de la evaluación de la extracción de materiales
pétreos del cerro Salsipuedes en San Cristóbal de Las Casas,
Chiapas, IHNE-2002, se especifican los usos del predio al término
de la explotación:
• Concluida la explotación de materiales pétreos y la restauración, se procederá a la reforestación total, de acuerdo
con lo propuesto en el programa de recuperación y restauración del área impactada, acorde a la vegetación de la
región, etcétera.
• A otros usos de interés social que pudiesen ser factibles,
dependiendo de las características físicas, mecánicas y de
relieve del sitio como:
1.- Zonas recreativas o campos deportivos,
2.- Cuerpos de agua o embalses para proyectos de acuicultura (pág. 16 INHE, 2002).
Regeneración ambiental
La regeneración ambiental de bancos de materiales pétreos,
tiene como objetivo mitigar los efectos negativos al entorno,
ocasionados por la explotación de material pétreo, para lo cual
se deberán observar las siguientes acciones:
• Se prohíben estrictamente los cortes a contratalud de los
bancos.
• Se prohíbe estrictamente usarlos como entierro sanitario.
• El terreno deberá tener una geometría final que no suponga un riesgo potencial de daños a personas y animales.
• El conjunto deberá tener una integración acorde con las
218
características del paisaje natural circundante.
• En la etapa de abandono se deberá estudiar el diseño de
los taludes que garanticen máxima estabilidad, estructura
a largo plazo del depósito y óptimo ángulo de inclinación,
para que se promueva la retención de material terroso y se
propicie el crecimiento de especies vegetales.
Acciones para el plan de restauración
Cuando se terminen los trabajos de explotación de materiales
pétreos, se comunicará al Instituto de Historia Natural y Ecología
para que proceda a inspeccionar el yacimiento con objeto de
supervisar los trabajos necesarios de terracería, mejoramiento
ecológico y obras complementarias que aseguren la estabilidad de
los cortes y terraplenes para evitar erosiones, facilitar el drenaje,
mejorar accesos, reforestar el terreno donde se ubica el banco y
demás obras que señale el estudio de impacto ambiental, que aseguren la utilidad racional del terreno conforme a las especificaciones anotadas contra posibles daños a las personas, bienes o
servicios de propiedad privada o pública, ubicados tanto en el yacimiento como en zonas aledañas y a los ecosistemas entre sí.
• La ejecución de estos trabajos y obras de mejoramiento en
el terreno que ocupa el yacimiento son responsabilidad del
titular del proyecto, y en caso de no realizarlos en un plazo
perentorio fijado por la autoridad competente del Instituto
de Historia Natural y Ecología, se harán efectivas las sanciones a que alude el artículo 109 y demás relativos a la Ley
de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente del
Estado de Chiapas.
• Para el diseño de la restauración del banco de material se
deberán considerar los siguientes conceptos:
a) Conservación del suelo fértil.
b) Recuperación y restauración ecológica del área impactada.
c) Proyectos de rescate ecológico y trasplante de especies
vegetales.
219
Datos que posee el Instituto de Historia Natural y Ecología
del estado, con respecto a esta problemática
en San Cristóbal de Las Casas
d) Restitución del suelo.
e) Desmonte y limpieza.
f) Despalmo.
g) Desechos.
h) Ruido.
Lugar
(Tomado de la evaluación de la extracción de materiales pétreos
del cerro Salsipuedes de San Cristóbal de Las Casas, pág. 17, 2002.)
En una reunión realizada en el Centro de Convenciones El
Carmen el 23 de junio de 2003 a las 16:00 horas, para discutir la
situación del programa, organizada por el H. ayuntamiento municipal, consejos vecinales y organizaciones sociales, se destacó la
participación de Alianza Cívica Chiapaneca, quienes previamente
habían hecho 12 plantamientos sobre el medio ambiente en la
localidad y la problemática de SAPAM. Supuestamente habrían de
instalarse 12 mesas de trabajo; aunque realmente no se realizaron
los trabajos de las mesas de análisis, sí se acordó la conformación
del Consejo Consultivo social para SAPAM, el cual sería apoyado
por los grupos colegiados de profesionales para brindar asesorías.
Dicho Consejo Consultivo sería instalado y ratificado por la autoridad municipal, y estaría integrado por los presidentes de consejos vecinales, figura jurídica que en la ley municipal está reconocida desde el 20 de agosto del mismo año.
Como ya dijimos, uno de los problemas más serios en esta ciudad es la extracción de los materiales pétreos, debido a que los daños ambientales que ocasiona a los ecosistemas son irreversibles.
Según la Carta Urbana, los cerros Salsipuedes y Santa Cruz
están considerados como zonas para la industria extractiva; existen en total 38 bancos, y únicamente 11 se encuentran en esta
zona y 27 están fuera de la Carta Urbana.
CONCLUSIONES
Propuesta para la regulación y control de los problemas ambientales en el municipio de San Cristóbal de Las Casas.
220
Cerro Santa
Cruz
Col. 10 de
Abril
Comaleras
El Aguaje
El Cascajal
La Conejera
La Garita
Las Peras
Salsipuedes
Totales
Sin autorización IHNE
Superficie
total
hectáreas
Sub-total Sub-explotada
1
2
1
1
16
10
8
16.6
10
1
20
15
Autorizado con
maquinaria
Autorizado
con pico
y pala
4
4
1
4
2.5
2 (?)
3
2.16
1.035
7
14
7
6
36.5
21
3 (?)
5 (?)
28
115.26
71.535
5
5
• Desarrollar un plan integral municipal de protección al
ambiente, en donde se determinen las acciones a tomar
para la prevención y el control de la contaminación.
• Elaborar el reglamento municipal de equilibrio ecológico y
protección al ambiente, para que el municipio ejerza la
facultad reglamentaria que le consagra la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, para normar las
distintas actividades que dan vida y sustento a su
progreso.
• La realización de un proyecto de reglamento de aseo urbano y manejo de los residuos sólidos no peligrosos y peligrosos del municipio de San Cristóbal de Las Casas.
221
Resumen de la situación de los bancos de arena
Zona de
extracción
Zonas de
extracción
con métodos
mecánicos
(maquinaria)
Zonas de extracción manual
Zonas de
extracción con
explosivos
Bancos de
extracción con
autorización
Bancos de
extracción sin
permisos
Observaciones
Plan de aprovechamiento
Tipo de maquinaria
Vida útil del banco
Estrategia de abandono de sitio
5
5
1
13
13
Plan de aprovechamiento.
Vida útil del banco.
Estrategia de abandono de sitio.
Sin permiso de uso del suelo
Sin permiso del IHNE
Sin permiso de Sedena para
uso de explosivos
2
Zonas de asentaAlto riesgo de derrumbes,
mientos humanos 2
5
escurrimientos e inundaciones
Comaleras parte Cascajal,
en áreas urbanas, siendo necesaalta Salsipuedes Salsipuedes, ria la reubicación,“latentes las
col. 10 de abril, condiciones de inseguridad,
col. Juan Sabi- consideradas de alto riesgo”.
nes Gutiérrez
Acuíferos
en riesgo
Afectación del acuífero de La
Almolonga, Navajuelos Almolonguilla o San Juan de los Lagos, y afloramiento del acuífero
en Salsipuedes, El Peje de Oro y
La Hormiga por deforestación.
222
• Realización de los estudios preliminares que sirven de
base en el diseño, construcción y operación del relleno
sanitario para la disposición final de residuos sólidos
municipales no peligrosos (basura).
• Realizar el diseño del relleno sanitario de la ciudad de San
Cristóbal de Las Casas (con todas las especificaciones de
ingeniería).
• Diseñar rutas de recolección (micro rutas y macro rutas)
para la optimización del servicio de limpia, adecuándose a
la capacidad y al número de vehículos con que cuenta el
municipio, empleando para el diseño métodos heurísticos
para la maximización de los tiempos de recolección.
La problemática ecológica del país ha pasado del discurso político y de una legislación considerada muerta, a ser un reclamo
de la sociedad, por lo que si el municipio no cuenta con la capacidad para optimizar el manejo de los desechos, lo puede concesionar a una empresa responsable que garantice esfuerzo y
capacidad en colaboración con los gobiernos municipales, en el
mejoramiento de la calidad de vida de los ciudadanos, y en general en la protección y conservación de nuestro medio ambiente, del cual indiscutiblemente dependemos.
EL AUTOR
JORGE MAYORGA OCHOA originario del DF, tiene más de veinte años viviendo en San
Cristóbal. Es técnico en Recursos Hidráulicos, escribió el artículo “Crónicas de la
masonería y el agua en San Cristóbal”y trabaja en el Sistema de Agua Potable y
Alcantarillado Municipal.
223
LA PRODUCCIÓN DE CARBÓN VEGETAL Y SUS
IMPLICACIONES ECONÓMICAS Y ECOLÓGICAS EN
SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, CHIAPAS1
Manuel Ramos M.
INTRODUCCIÓN
Los Altos de Chiapas,2 los esquemas de aprovechamiento forestal, por parte de diversos núcleos de población,
han llegado a reducir considerables áreas boscosas de vital
importancia, ocasionando con ello disturbios en los ecosistemas
que repercutirán en sus rendimientos agrícolas. La extracción de
leña y elaboración de carbón se realizan en primera instancia
para el abastecimiento de combustible doméstico, utilizado fundamentalmente para cocinar y como medio de calefacción, además de su comercialización.
En este contexto, el presente trabajo tiene como finalidad dar
a conocer brevemente algunos de los aspectos más relevantes
respecto a la producción del carbón vegetal3 y de los problemas
económicos y ecológicos que ésta ocasiona en San Cristóbal de
Las Casas, Chiapas.
EN
LA REGIÓN DE
1
La información contenida en el presente forma parte de los resultados obtenidos
de un estudio realizado en 1997 en cinco comunidades representativas de actividad
carbonera: San Isidro Chichihuistán y Betania, pertenecientes al municipio de Teopisca; Zacualpa, San Antonio El Pinar y El Corralito, del municipio de San Cristóbal
de Las Casas y el centro urbano del mismo nombre. Los criterios de selección fueron: Tradición en la producción, número de productores, disponibilidad de áreas
con bosque de encino, facilidad en las vías de acceso y accesibilidad de los productores para llevar a cabo el trabajo (Ramos, 1999).
2
Los Altos forma parte de las ocho regiones agrícolas que conforman el estado de
Chiapas (Mauricio et al., 1982), y con base en factores naturales, de uso del suelo y
de condiciones socioeconómicas, se divide en tres grandes subregiones: Ixtapa, Comitán y San Cristóbal de Las Casas (Parra et al., 1985).
3
El carbón vegetal, comparado con los combustibles fósiles como el petróleo y el
carbón mineral, es relativamente barato y se obtiene de una fuente renovable; ade-
224
Al respecto, se puede señalar que la mayoría de los campesinos
indígenas del municipio de San Cristóbal viven en condiciones
socioeconómicas desfavorables, ya que una de sus actividades
predominantes es la agricultura tradicional, basada fundamentalmente en la siembra de maíz y frijol destinada al autoconsumo.
De ahí la necesidad de diversificar su producción mediante la
aplicación simultánea de varios procesos productivos: forestal,
hortícola, frutícola, ovino, textil y artesanal (Parra, 1993). En relación con el subsistema carbón, éste se interrelaciona con dichos
sistemas mediante la obtención de un ingreso monetario derivado de su comercialización, que le permite al productor adquirir
insumos tales como: semillas, abonos, fertilizantes e insecticidas,
entre otros, los cuales incorpora a la producción agrícola y, desde
luego, a la compra de árboles que le servirán como materia prima
para la elaboración de carbón vegetal.
En este sentido, la importancia del subsistema forestal carbonero radica en su contribución al ingreso total de las unidades de
producción campesina; por ello, su uso desmedido y descontrolado en temporadas de mayor demanda ocasiona deforestación
y modificación de considerables áreas con cubierta vegetal, provocando erosión de suelos y desequilibrio hidrológico. Estos aspectos, en el mediano plazo, tendrán implicaciones productivas
y consecuencias económicas para los productores.
Desde mediados de los años ochenta del siglo XX, el deterioro ecológico se ha venido agudizando, debido principalmente al
aumento de la población urbana y de establecimientos comerciales que requieren del uso del carbón, los cuales ejercen una
fuerte demanda del producto (principalmente en los meses de
octubre a febrero), provocando una presión hacia los productores carboneros en cuanto al uso intensificado de los bosques,
principalmente de encino. Sin embargo, esta situación no premás, por su bajo contenido de azufre, puede considerarse como un combustible
limpio, no contaminante, aunque libera bióxido de carbono durante la combustión,
lo cual contribuye al efecto invernadero (Patiño y Pezet, 1993). El uso del carbón
como fuente energética en la región de Los Altos continúa siendo una de las principales alternativas de la población rural.
225
senta una mejora significativa en las condiciones de vida de los
productores de carbón y sus familias.
PROCESO PRODUCTIVO DEL CARBÓN
Y LA SITUACIÓN ECONÓMICA DE LOS PRODUCTORES
En el municipio de San Cristóbal, al igual que en otras zonas de
clima templado-frío del país,4 la producción de carbón vegetal se
realiza mediante el sistema tradicional de hornos rústicos construidos de tierra y cuyas dimensiones oscilan de uno a 2.5 m3 , los cuales son preferidos por los productores debido a su fácil operación y
muy bajo costo. Una de las formas para su construcción consiste en
cubrir con hierbas, ramas, juncia seca (follaje de árboles de pino) y
tierra, un montículo de leña trozada y apilada en determinada posición sobre la superficie del suelo, se procura sellar bien cualquier
orificio que no sean los dos laterales que sirven de respiradero, esto
para evitar la entrada y salida de aire que propicie la combustión
total de la leña, lo que provocaría la pérdida parcial o total de la
producción de carbón. Las especies utilizadas en esta zona son del
género Quercus: Laurina, Rugosa, Crassifolia, Crispipilis, y en menor medida, Candicans. Aunque algunos carboneros suelen usar,
en ocasiones, otras especies como el Arbutus xalapensis, comúnmente conocido como Madrón o Madroño.
El proceso productivo es realizado con implementos de trabajo rústicos (hacha, pala, pico y azadón), y los tiempos de elaboración requeridos varían dependiendo del tamaño del horno, del
diámetro del árbol, de las condiciones climatológicas y del número de individuos empleados. En la quema de una hornada por
4
En México, la producción de carbón vegetal es una actividad que se viene realizando con métodos rudimentarios desde antes de la Colonia, desarrollada principalmente en regiones de clima templado-frío. Actualmente se han desarrollado
métodos más eficientes con hornos construidos de ladrillos, piedras o láminas de
acero, cuyas características estriban en obtener un mejor control del proceso y un
mayor rendimiento (Patiño y Pezet, 1989).
226
productor y la comercialización del producto, se requieren aproximadamente 24 días de trabajo. Generalmente, en una hornada
de 1.5 m3 se utilizan en promedio dos árboles de 9 m de alto por
26 cm de diámetro, cuyo rendimiento es de 40 bolsas de carbón
con un peso aproximado de 14 kilogramos cada una, o sea 560 kilogramos en total. Si consideramos que en la temporada de
mayor producción, realizan tres hornadas a la semana, tendrían
un rendimiento de 120 bolsas. Cabe aclarar que esta cantidad es
variable, ya que existen varios factores que influyen al respecto:
dimensiones del árbol (diámetro y altura), especie, grado de humedad y condiciones climatológicas, entre otras. Por ejemplo, hay
productores que utilizan dos tareas5 de leña y obtienen 20 bolsas,
o sea 280 kilogramos de carbón, aproximadamente.
De acuerdo con los datos obtenidos, se hizo una estimación
respecto al volumen de carbón vegetal obtenido anualmente
(Cuadro 1).
Si consideramos estos datos y tomamos en cuenta que una
hectárea de bosque con mayor densidad tiene aproximadamente
190 árboles de encino de diferentes especies y tamaños, se estima
que anualmente se deforestan 58 hectáreas a causa de la producción de carbón vegetal. En ese sentido, el 48% de los productores
compra el derecho de usufructo a los dueños del recurso forestal,
mientras que el 18% produce en áreas comunales y sólo el 34%
realiza la deforestación en terrenos de su propiedad.
El precio de un árbol que el productor compra al dueño o
poseedor del terreno, es variable; si éste se compra por unidad,
el costo oscila entre los 40 y 100 pesos y, si es por hectárea, entre
seis y 10 pesos; en algunos casos, el pago se realiza cuando el
productor lo transforma en carbón y lo vende.
Referente a los costos de producción, se considera que son
altos en relación con las ventas, sobre todo porque implica el
empleo de fuerza de trabajo asalariada y de muchos jornales del
5
Una tarea es un montículo de leña cortada que mide un metro de ancho por uno
de alto por 60 cm de fondo.
227
Cuadro 1. Volúmenes de carbón vegetal obtenidos anualmente por una unidad familiar campesina en un horno rústico de tierra. San Cristóbal, 1997
Cuadro 2. Costos de producción para la elaboración de carbón
vegetal, por hornada. San Cristóbal de Las Casas, 1997
UNIDAD FAMILIAR CAMPESINA
Periodo
Número
Número
Rendimiento
de quemas de árboles (No. de bolsas)
Valor de la producción / precio
($8.00 / bolsa)
Periodo de mayor producción (nov-dic-ene-feb)
Mensual
Cuatro meses
12
48
48
240
192
960
1,920.00
7,680.00
Periodo de menor producción (mar-abr-may-jun-jul-ago-sep-oct)
Mensual
2
8
40
320.00
Ocho meses
16
64
320
2,560.00
Total anual
Doce meses
64
256
1,280
10,240.00
Insumos requeridos
Renta de monte (por árbol)
Fuerza de trabajo asalariada
Renta de motosierra
Renta de animales
Compra de bolsas
Gastos menores
(lazo, hilo, cerillos)
Flete por bolsa
Pasajes
Comida
Jornales (del carbonero en el
proceso de producción)
Total
Zona San Cristóbal
Cantidad
Precio unitario
(Pesos)
Sub-total
4
40.00
160.00
1
15.00
15.00
2
5.00
10.00
20
2.00
40.00
1
5.00
5.00
6
25.00
150.00*
380.00
Fuente: Ramos, 1999.
Nota: Estos datos se estimaron bajo el supuesto de que el proceso productivo
se realiza con una tecnología invariable; que existe un nivel de demanda constante a precios constantes.
Fuente: Ramos, 1999. * Este rubro no es incorporado
al precio del producto en el mercado.
Precios y medidas
El precio del carbón se estipula con base en la demanda que
existe en el mercado, y es fijado por los intermediarios, de manera que los productores tienen que apegarse al margen estableci-
do por éstos. Por lo regular, el precio no presenta variaciones significativas, ya que a mediados de 1996, el carbón se cotizó en el
mercado local a un precio promedio de $12.40 por bolsa y de
$18.80 por carga (equivalente a dos bolsas más pequeñas); en 1997
el precio fue de $16.00 y de $20.00, para el año 2000 fue de $20.00 y
$35.00 respectivamente. Nótese que en un periodo de cuatro
años, el aumento fue de tan sólo $7.60 por bolsa.
Es importante señalar que el precio de venta está considerado por debajo de su valor real; aún más, se ve disminuido (sobre
todo en temporadas de menor demanda), cuando los carboneros ambulantes (que por lo regular son los mismos productores),
no logran vender el producto a un precio preestablecido; incluso,
al ofrecerlo durante un tiempo considerable (10 horas cargándolo
en la espalda) y no conseguir realizar la venta, se ven obligados a
rebajar el precio hasta un 25%, ya que el regresar el producto a su
228
229
productor no remunerados, los cuales son utilizados tanto en la
producción como en la comercialización (Cuadro 2).
Es importante señalar que el deterioro de los recursos forestales
en ningún momento se considera inmerso en el circuito mercantil,
y por ende, no se incorpora al precio de mercado. En la actividad
carbonera, este valor ecológico es difícil de recuperar, debido a la
prolongada regeneración natural del bosque de encino (20-30 años)
y a la pérdida de biodiversidad, lo que es realmente lamentable.
lugar de origen implicaría un gasto extraordinario en el transporte o en su almacenamiento.
En la zona de San Cristóbal, el 90% de los productores vende
el carbón directamente al consumidor, debido a que las comunidades productoras aledañas tienen la ventaja de que se encuentran relativamente cerca de los lugares de venta y los carboneros
pueden transportar el producto cargándolo ellos mismos, o bien,
con bestias de carga. Llama la atención que en los casos en que
el productor no puede vender directamente al consumidor,
vende su producción al intermediario, obteniendo éste una
ganancia del 150% únicamente por transportar el producto hacia
los centros de acopio y comercialización. Por otra parte, cuando
el carbón es vendido directamente al consumidor, se realiza con
base en diversas medidas: el costal o bolsa de azúcar con capacidad de 25 kg; la bolsa de harina de 10 kg (utilizada en las cargas) y la cubeta de plástico o galvanizada con capacidad de cuatro litros, las que se llenan de carbón hasta sobrepasar su nivel y
cuyo precio es de $2.50 (en 1996) y de $4.00 (en el 2000).
El cuadro 3 ilustra acerca del nivel de rentabilidad en la actividad carbonera, a través de un ejercicio en donde se toma como
parámetro un horno chico del que se obtienen en promedio 20
bolsas de carbón, a un precio de venta de $16.00 cada una.
Como se puede observar, los productores de carbón cubren
sus costos de producción, puesto que solamente obtienen una
ganancia mínima de $6.00 por hornada, lo que implica una gran
cantidad de trabajo y tiempo (24 días) no incorporado al precio
final. Es evidente que la actividad carbonera se encuentra en
una situación de reproducción limitada, que resulta beneficiosa
en tanto que es una actividad complementaria a otras predominantes.
Es común que los carboneros tengan altos costos de producción; por ende, sus ganancias son mínimas a las percibidas por
los intermediarios, quienes generalmente pagan el producto a
precios muy bajos. El mercado del carbón no se encuentra suficientemente desarrollado a nivel local, y por lo general, no existe una organización de carboneros que acopie el producto para
230
Cuadro 3. Estimación de la rentabilidad del carbón vegetal,
por hornada. San Cristóbal de Las Casas, 1997
Insumos
requeridos
Egresos
Concepto
Cantidad Costo Subtotal
Unitario
Producción
Renta de monte
$164.00
Compra de árboles (10m X 30m)
4
6.50
26.00
Fuerza de trabajo
(asalariada)
1
15.00
15.00
Renta de motosier
Renta de animales
Compra de bolsas 20
2.00
40.00
Gastos menores
(lazo, hilo, cerillos,
otros)
1
5.00
5.00
Transporte
Por viaje
Por bolsa
20
40.00
800.00
Pasajes
4
1.50
6.00
Alimentos
4
8.00
32.00
Jornales
6
25.00
150*
Ingresos Comercialización Bolsas de carbón
20
16
320 $320.00
Diferencia
Supuesta ganancia
$156.00
Menos jornales no considerados* $150.00
Ganancia real $6.00
Fuente: Ramos, 1999.
*Valor agregado a partir de un excedente incorporado a la mercancía, el cual
no es remunerado al momento de la venta.
asegurar la venta a mejores precios; por ello, en muchas ocasiones termina malbaratando el carbón.
Finalmente, para mitigar esta tendencia, han surgido iniciativas
que tienen como objetivo orientar a los productores hacia el manejo adecuado de los bosques para evitar mayores consecuencias
en el futuro. Sin embargo, aunque la actividad carbonera tiene un
impacto hacia estos recursos, son los productores privados, las
empresas madereras y los dueños de los bosques, quienes contribuyen aún más a su deterioro, dado los fines de lucro o rentabili231
dad económica con las que operan, sin considerar el valor ecológico. Por tanto, se propone aumentar la producción de carbón
vegetal, pero al mismo tiempo preservar los recursos forestales,
descartando los métodos de producción poco eficientes.
ECOLOGÍA URBANA EN SAN CRISTÓBAL.
LA SOCIOLOGÍA DE LA CONSERVACIÓN
Miguel Ángel Vásquez Sánchez
BIBLIOGRAFÍA
INTRODUCCIÓN
MAURICIO L., J. M; Héctor García Juárez; Rubén Valladares Arjona,
1982. La producción agrícola en Chiapas. Centro de Investigaciones
Ecológicas del Sureste (CIES). Serie Documentos No. 8. San
MANUEL RAMOS MARTÍNEZ es originario de la ciudad de México, con más de 30 años
viviendo en San Cristóbal. Es economista y maestro en Ciencias en Desarrollo
Rural Regional por la Universidad Autónoma Chapingo, sus trabajos de investigación han estado relacionados con el uso y aprovechamiento de recursos forestales en la región de Los Altos de Chiapas. Actualmente participa con equipos de
investigación multidisciplinaria del Área de Conservación de la Biodiversidad de
El Colegio de la Frontera Sur y de la Universidad Autónoma de Chiapas.
ha sido abordado de manera preponderante
por las disciplinas biológicas, destacando su interés en un mundo natural sin influencia humana, por lo que los complejos procesos sociales o culturales que coevolucionan con el mundo
natural, no son incluidos en estos sus modelos de investigación.
En el presente trabajo se señala la necesidad de integrar el estudio de los procesos sociales al ocurrir la apropiación del territorio y las consecuencias ambientales por los asentamientos
humanos. En otro sentido y debido a la situación de que la mayoría de la población a nivel mundial y nacional se ubica en
ciudades, ha existido un interés creciente por analizar estos procesos a nivel urbano.
La grave problemática ambiental a nivel mundial, motivó que
en la década de los setenta emergiera el planteamiento de políticas de conservación de procesos ecológicos, recursos genéticos
y manejo sostenido de especies y ecosistemas en diversos espacios incluidos los urbanos (UICN, 1980, 1991). En 1975 en el seno de
la UNESCO bajo el Programa del Hombre y la Biosfera (MAB), se
plantea el enfoque de las interacciones sociedad-naturaleza
dentro del proyecto 11, con especial énfasis en utilización de
energía (UNESCO, 1979). Los estudios de ecología urbana por lo
tanto han sido relativamente incipientes, si bien las investigaciones sobre urbanización y biodiversidad han sido abordados
desde la misma década de los setenta en Europa y los de ecología humana desde inicios del siglo XX (López Moreno, 1998;
Young, 1983).
La transferencia de las teorías, conceptos y métodos de la ecología a los ecosistemas urbanos ha sido cuestionada, siendo
232
233
Cristóbal de Las Casas, Chiapas.
PARRA VÁZQUEZ, M. R.; S. Trinidad Alemán Santillán; José Nahed Toral;
Antonio López Meza, A. 1985. El subdesarrollo de la producción silvoagropecuaria en Los Altos de Chiapas. Centro de Investigaciones
Ecológicas del Sureste (CIES).
PARRA VÁZQUEZ, M. 1993.“La producción silvoagropecuaria de los indígenas de Los Altos de Chiapas”. Centro de Investigaciones
Ecológicas del Sureste CIES. En: Cultura y manejo sustentable de los
recursos naturales. Vol. II. Enrique Leff y Julia Carabias (Coord). Pp:
445-487.
PATIÑO, F. y Marisol Pezet V. 1993. Producción de carbón vegetal: tecnología para la construcción y operación de hornos de mampostería.
Folleto Técnico. INIFAP-SARH. 47 p.
RAMOS MARTÍNEZ, M. M. 1999. La producción y comercialización del carbón
vegetal en la Microregión Teopisca-San Cristóbal. Región Altos de
Chiapas. Tesis de Maestría. Universidad Autónoma Chapingo. Texcoco, Edo. de México. México. 187 p.
EL AUTOR
EL ESTUDIO DEL AMBIENTE
necesario revisar la problemática ambiental del hábitat y el aprovechamiento de recursos naturales desde el campo de las ciencias sociales (Fernández, 1994); siendo cuatro los factores principales a tomar en cuenta: el medio natural, la población humana,
los aspectos económico-productivos y los procesos socio-culturales que en las ciudades ocurren.
El presente trabajo aborda la ciudad de San Cristóbal de Las
Casas, Chiapas, por su importancia regional, ecológica y cultural, por ser una ciudad media en crecimiento constante, en
donde habría que analizar sus escenarios posibles en materia
ambiental, entendiendo éstos como los de las interacciones
sociedad-naturaleza ocurridas históricamente y las actuales. El
análisis se realiza desde la perspectiva natural, social y económica, a través del uso de sistemas de información geográfica y se
elaboran planteamientos generales de planeación a través del
ordenamiento territorial, así como de la necesidad de realizar
estudios de ecología urbana y de la complejidad de las mediaciones entre la naturaleza y su apropiación social, para efectos de
disminuir el impacto ambiental, es decir una sociología de la
conservación.
Método general
Se incluyeron de forma esquemática los siguientes pasos:
1.2.-
Delimitación del problema a estudiar (marco teórico).
Búsqueda y análisis de información bibliográfica y de
bases de datos existentes.
3.- Trabajo de gabinete: elaboración y análisis de información
de bases de datos temáticas (flora y fauna, aspectos
socioeconómicos a nivel municipal y de ciudad de San
Cristóbal), en el laboratorio de información geográfica y
estadística de ECOSUR (LAIGE).
4.- Análisis general de resultados y conclusiones.
5.- Recomendaciones generales para el ordenamiento territorial en SCLC.
234
Resultados2
En el municipio de San Cristóbal existen zonas ecológicas determinadas por el clima, las cuales son la cálido-subhúmeda con
selvas bajas, subcaducifolias y caducifolias al sur del municipio,
la templado-húmeda, con bosques mesófilos de montaña, la
zona templado subhúmeda, con presencia de bosques de pino y
encino y matorral de coníferas. Asimismo existen zonas no
determinadas por el clima como las de los humedales con
pequeñas áreas de popales y tulares, presentes también al sur de
la ciudad y que eran el hábitat natural del valle de San Cristóbal,
ahora en peligro de extinción por el proceso de urbanización.
Estos elementos se conjugan con las condiciones morfopedológicas del territorio para conformar las unidades del paisaje, que
en el caso de San Cristóbal son: superficie acumulativa y de desarrollo aluvial; ambiente estable en los valles; superficie ondulada de disolución cárstica; sistema montañoso y superficie inestable de pendiente fuerte; superficie de desarrollo fluvial, con
pendiente suave (Vásquez-Sánchez et al., 1997; 2003) .
Con el fin de conocer las potencialidades y limitantes de los
suelos para su ocupación y aprovechamiento y obtener la calidad ecológica de los recursos naturales, se evaluó la fragilidad y
capacidad agrológica y pecuaria de los suelos, encontrándose
que el territorio de San Cristóbal presenta una capacidad baja
para la agricultura y la ganadería sobre todo por las pendientes
existentes y por la larga historia de uso del suelo en el municipio, así como por la existencia de la ciudad. Con estos elementos, se elaboró un mapa de fragilidad natural, de las unidades del
paisaje para valorar la capacidad que tiene el medio natural para
enfrentar fenómenos de impacto como resultado de la interacción de paisajes naturales y ambientes totalmente antropizados,
como las áreas urbanas.
2
Los resultados que aquí se presentan forman parte del programa propuesto de
Ordenamiento Ecológico de San Cristóbal en el apartado de características y análisis del medio ambiente (Vásquez-Sánchez, 2003).
235
En la evaluación de la calidad se emplean los insumos derivados
de la fase de caracterización, como erosión, áreas con sobrepastoreo, niveles de deterioro de aguas superficiales, estado de la
vegetación, entre otros; encontrándose que el municipio de San
Cristóbal, en general, se considera con una calidad ecológica que
en promedio tiende a ser media, que es cuando el sistema logra
compensar la presión ejercida por actividades humanas.
En el caso del municipio de San Cristóbal, existen ejemplos de
ecosistemas o tipos de vegetación con alta fragilidad, como el
bosque mesófilo de montaña ubicado en las laderas del Huitepec, o de los humedales de montaña existentes en el valle, terrenos inundados sujetos a un intercambio continuo de corrientes
de agua dulce y los contaminantes vertidos en ellos, además de
la construcción de infraestructura urbana en estos últimos y la
actividad hortícola y agrícola en el Huitepec (Vásquez Sánchez
et al., 2000). En el caso de efectuarse impactos severos, la reversibilidad a la condición original es prácticamente imposible o puede tardar demasiado tiempo en recuperarse, como es el caso del
propio asentamiento de la ciudad sobre los humedales de montaña y de las minas de extracción de arena en Salsipuedes, que
ha afectado los cerros del mismo nombre y de Santa Cruz de
manera irreversible.
En la ciudad de San Cristóbal, en la zona de Salsipuedes y los
ríos Amarillo y Fogótico; la zona hortícola, al poniente del municipio, y en la zona oriental con vecindad de los municipios de
Huixtán y Teopisca, la calidad es baja, entendiendo a ésta como
aquella en donde los procesos de deterioro son ya agudos, y requieren de fuertes insumos (humanos, técnicos y financieros)
para su rehabilitación, presentan alteraciones estructurales importantes, y es posible la desaparición absoluta de algún elemento
(suelo, biota o agua); al mismo tiempo, se presentan alteraciones
en los ciclos regulares del sistema, provocando reacciones negativas en cadena sobre otros elementos dentro o fuera del área.
La calidad ecológica del territorio se fundamenta principalmente en aspectos naturales, por lo que se hace necesaria la consideración de las condiciones culturales y socioeconómicas para evaluar
la aptitud del territorio y la prospectiva de ocupación en un ejercicio de ordenamiento territorial y de planeación del desarrollo urbano y rural, evaluando los conflictos de uso y sus tendencias y
determinación de unidades prioritarias de acción; considerando las
áreas urbanas, el manejo de los recursos naturales, las áreas protegidas municipales y privadas, las áreas sometidas a amenazas naturales, el desarrollo de sistemas productivos sostenibles y la
adecuación y restauración de tierras; consolidando las formas presentes que sean compatibles con las cualidades y aptitudes del mismo, y buscando alternativas para aquellas que sean inadecuadas.
La aptitud natural y del territorio corresponde al potencial de
uso de cada unidad de paisaje, de acuerdo con su vocación natural. Para cada unidad de paisaje, se definió su aptitud para uno o
varios tipos de utilización de tierra (TUT), los cuales fueron: agrícola, ganadero, forestal, asentamientos humanos, protecciónconservación, industria y turismo. Esta aptitud natural del territorio fue sometida a una segunda evaluación, considerando ahora
su viabilidad socioeconómica, en términos de las políticas de desarrollo, condiciones del mercado, la conflictividad social existente,
las áreas naturales protegidas, población y territorios indígenas,
aspectos culturales, entre otros. En la obtención de las unidades
del paisaje, se consideran los criterios ecológicos y morfopedológicos. Al jerarquizar vamos bajando del clima a la vegetación y
ahora de la vegetación a las unidades. Esto ocurre al tomar a la
vegetación como la parte integral, estableciéndose una línea de razonamiento que va de la cobertura hacia el substrato. Así se establecen al separar una unidad de vegetación en función de su tipo
de roca, pendiente, relieve; y criterios morfopedológicos.
236
237
Discusión
El área de estudio presenta en la actualidad una relación ciudadmedio rural, con una conversión de ecosistemas naturales en tierras de cultivo y ganaderas, zonas de extracción forestal y minera,
ambientes urbanos y suburbanos. Se presentan problemas ambientales de deforestación, disposición de desechos, contaminación, de suministro de servicios (agua potable, drenaje, vivienda,
salud, otros); problemas socioeconómicos causados por la pobreza, conflictos sociales y la migración. La escasa aplicación de
ordenamiento y de competencia municipal en materia jurídica
ambiental, aunada a una limitada participación ciudadana, se
agregan a los anteriores problemas.
En el municipio de San Cristóbal, en la década 1990-2000, la
población se incrementó de 89 335 a 132 421 habitantes, con una
tasa media anual de 4.04% (INEGI, 2001). A partir de los resultados
de los conteos del INEGI de 1995 y del año 2000, se proyectó una
población de 161 213 habitantes para el municipio en el año 2005,
178 357 personas para el 2010, 197 307 para el 2015 y para el año 2020
una población de 218 270, a las cuales el municipio deberá atender, en los próximos 20 años, sobre demandas de suelo, servicios,
vivienda, entre otros, para la futura población, aspectos que
implican territorio matorral, sistemas ambientales o recursos
naturales.
El patrón de ocupación del territorio del municipio de San
Cristóbal de Las Casas, se caracteriza por una combinación de
alta concentración de población en la ciudad y una significativa
dispersión de localidades en diversas zonas de la superficie municipal, principalmente hacia la zona sur-oriente. La superficie de la
ciudad, estimada en 1 759 hectáreas, actualmente tiene una densidad promedio de 64 hab/hectárea; sin embargo, el superávit de
la superficie será insuficiente para atender, en los próximos 20
años, los 70 000 nuevos habitantes, con la misma densidad.
El Centro Histórico de la ciudad de San Cristóbal, emplazado
en una superficie de 288 hectáreas, constituye un patrimonio
monumental y vernáculo de extraordinario valor, así como la
estructura urbana conformada por sus barrios, su historia social,
política y artística, misma que se encuentra en un proceso de
reafirmación como patrimonio local, nacional y mundial; pero al
mismo tiempo amenazada por el crecimiento urbano anárquico.
Respecto al ambiente, en cuyo entorno interaccionan las actividades de la ciudad, ofrece recursos en forma de bienes vitales
y servicios esenciales, que son:
238
• Recursos hidráulicos, que afectan directamente, en razón
de su disponibilidad y calidad, al potencial de desarrollo
económico de la ciudad y la sanidad de la población.
• Suelos agrícolas que proporcionan alimentos y suministro
de material para la industria y el empleo.
• Bosques y pastizales que son fuentes de energía, materiales de construcción, alimentos, medicinas, alimento de
ganado y factores de producción industrial, y proporcionan servicios ambientales importantes como la retención
de agua, la lucha contra las inundaciones y mejoras microclimáticas.
• Recursos recreativos y turísticos que proporcionan a la ciudad importantes fuentes directas o indirectas de empleo y
de divisas, además de ser básicos para el bienestar psíquico y físico de los habitantes.
La riqueza de estos bienes y servicios se ve amenazada por los
asentamientos irregulares que carecen de infraestructura, debido a la pobreza, conflicto social, afectación de servicios ambientales, sistemas culturales y procesos sociales; lo que ha provocado riesgos ambientales que amenazan al bienestar humano,
agravan los problemas del desarrollo y agotan los recursos.
La búsqueda de soluciones a los procesos de migración, asentamientos suburbanos y urbanización deben ser analizados en el
contexto de la demanda de territorio por parte de la población,
la sociedad y sus diversos actores, acerca de los servicios,
recursos naturales o procesos ecológicos que requieren para
satisfacer sus necesidades, que se ven afectados por tales
asentamientos y usos.
En la Actualización del Plan de Desarrollo de la ciudad de San
Cristóbal (León y Vásquez Sánchez, 1997), se plantean los siguientes problemas:
1.-
Creciente afluencia de migrantes, principalmente de indígenas expulsados de sus comunidades por motivos políticos, económicos y religiosos, lo cual ha generado un con239
junto de asentamientos que presionan para convertirse en
áreas habitacionales con el suministro de servicios urbanos. La migración también ha generado invasiones de
predios destinados a áreas de reserva ecológica.
2.- Aumento de demanda e ineficiencia en la prestación de los
servicios de agua y manejo de residuos.
3.- Extracción sin control de material para la construcción en
los cerros Salsipuedes y Santa Cruz, causando deterioro
de zonas geológicas, suelo, vegetación y el paisaje urbano.
4.- Deforestación y erosión son las principales amenazas a la
diversidad vegetal. Al afectarse éstas, se impacta indirectamente a la fauna y a la captura de agua para el suministro
a la ciudad.
5.- Alto grado de contaminación de los ríos Amarillo y
Fogótico, por descarga de drenaje de todos los servicios
que se ofrecen en la ciudad y los desechos y descargas de
aguas residuales sin tratar.
les, desbordando el enfoque de lugar central o región funcional,
mediante el análisis de condiciones históricas, integrales y generales para medir tales problemas (Fernández, 1994).
BIBLIOGRAFÍA
FERNÁNDEZ, R. 1994.“Problemáticas ambientales y procesos sociales
de producción del hábitat: territorio, sistemas de asentamientos,
ciudades”. En Leff (Comp.) Ciencias sociales y formación ambiental. Edit Gedisa. Pp. 223-282.
LEÓN,
Ch. y M. A. Vásquez-Sánchez (coord.) 1997. Plan de
Desarrollo Urbano en el centro de Población de San Cristóbal de Las
Casas, Chiapas, México. Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras
Públicas. Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. México. 182 p.
LÓPEZ MORENO, I. R., y M. E. Díaz-Betancourt. 1998.“Urbanización y
biodiversidad”. Ciudades 38: 8-13. México.
UNESCO, 1979.
CONCLUSIONES
Los datos aquí presentados de manera sintética son una introducción a la visión ecológica de la ciudad y municipio de San
Cristóbal; no obstante, se carece de investigaciones con análisis
del metabolismo urbano sobre la biomasa vegetal, animal y humana; así como los flujos de energía, las entradas de alimentos
y materiales, el flujo de agua, la producción primaria, para que se
complemente el enfoque de ecología urbana. Los estudios sobre
generación de residuos sólidos y evaluaciones generales de contaminación ya existen (Vásquez Sánchez et al., 2004; IMIP, 2003);
pero todo ello requiere ser profundizado e integrado para comprender al ecosistema urbano de San Cristóbal y conclusiones
sobre su situación actual y perspectivas futuras.
Al mismo tiempo se requiere más trabajo teórico y metodológico, para abordar el tema de los asentamientos urbanos y sus
problemáticas ambientales desde el campo de las ciencias socia240
Un enfoque ecológico integral para el estudio de los
asentamientos humanos. Notas técnicas del MAB: 12.
UICN, PNUMA/WWF (1980). Estrategia mundial para la conservación, la
conservación de los recursos vivos para el logro de un desarrollo
sostenido. PNUMA. WWP. FAO. UNESCO.
UICN/ PNUMA/WWF.
1991. Cuidar la tierra. Estrategia
vida. UICN/PNUMA/WWF. Gland, Suiza. 258 pp.
para el futuro de la
VÁSQUEZ SÁNCHEZ, M. A. G. García G. y A. Muñoz A. 1997. Diagnóstico
ambiental y propuesta de ordenamiento ecológico en la microrregión de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas. Informe Técnico
(RNMA-18) presentado al Sistema de Investigación Benito Juárez
(SIBEJ-CONACyT). El Colegio de la Frontera Sur. San Cristóbal de
Las Casas, Chiapas. 91 pp.
VÁSQUEZ SÁNCHEZ, M. A. 2003. Aspectos ambientales de San Cristóbal
de Las Casas, Chiapas. En: IMIP, 2003. Programa de Ordenamiento Ecológico de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas. Ins-
241
tituto de Mejoramiento Integral de Poblados. Tuxtla Gutiérrez,
Chiapas. Pp. 188 (Informe inédito).
LA NUTRICIÓN DE LOS NIÑOS PREESCOLARES
DE SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS:
UNA COMPARACIÓN DE DOS ENCUESTAS
DE 30 Y 22 BARRIOS: EN 1986 Y 19961
VÁSQUEZ SÁNCHEZ, M. A., M. Ramos M. y E. Méndez G. 2000.“La
microregión de San Cristóbal de Las Casas”. En: CICE, 2000. Boletín dedicado a la microrregión de San Cristóbal. Colectivo Interdisciplinario y Ciudadano de Ecología/Sistema de Investigación Benito
Juárez-Conacyt/El Colegio de la Frontera Sur-Ecosur. San Cristóbal de Las Casas, Chiapas. Pp: 6-57.
Pablo González Casanova Henríquez2
Salvador Villegas Balderas3
Patricia Ivett Meza Gordillo4
Irma Cruz Bolom5
Silvia del Carmen Montoya Ruiz5
Jesús Humberto Ruiz Velasco5
YOUNG, G.L.
(Ed.). 1983. Origins of Human Ecology. Hutchinson
Ross Publishing Company. USA. 410 p.
INTRODUCCIÓN
ALIMENTACIÓN DIARIA DEL individuo depende de varios factores,
entre ellos la disponibilidad alimentaria y los hábitos de selección y preparación de los alimentos, que son propios de la familia en que vive. En los últimos años la crisis económica del país
ha recrudecido la situación, y siendo Chiapas uno de los estados
con los más altos índices de marginación, a pesar de que cuenta
con grandes riquezas naturales, su población ha resentido grandemente estos problemas.
Debido a ello, entre otras cosas, y a las políticas abiertamente
antinacionales y efectivamente anticampesinas de tipo “neolibe-
LA
MIGUEL ÁNGEL VÁSQUEZ SÁNCHEZ es originario de Michoacán, tiene más de 20 años
viviendo en San Cristóbal, es médico cirujano por la UNAM, con maestría en
Ecología y Recursos Bióticos, candidato a doctor por la Facultad de Ciencias de
la UNAM. Actualmente es investigador titular de El Colegio de la Frontera Sur,
Unidad San Cristóbal, y profesor desde 1992 en la materia Conservación de
Recursos Naturales.
1
Trabajo de comparación de dos encuestas realizadas por el Programa Integrado de
Apoyo a la Nutrición del entonces Instituto Nacional de la Nutrición “Salvador
Zubirán”, y por el Centro de Investigaciones Humanísticas de Mesoamérica y el
Estado de Chiapas, CIHMECH, de la Universidad Nacional Autonóma de México,
ambas con alumnas (os) y personal del CONALEP, la SSA y la Escuela de Nutrición
de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas.
2
Investigador del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición S. Zubirán. M.
C. en Nutrición Humana, M. Epid.
3
Coordinador regional del Programa Integral de Apoyo a la Nutrición INNSZ.
4
Licenciada en nutrición de la UNICACH y tiene la maestría en Alimentación del
CINVESTAV del IPN.
5
Estudiantes de Nutrición de la UNICACH.
242
243
EL AUTOR
ral” (buscar por ejemplo: “El campo ya no aguanta más”, en
www), que desprotegen la producción y el mercado nacionales,
estatales y locales, suspenden los subsidios gubernamentales y
abren las puertas a competidores monopólicos foráneos que
practican el “dumping” (llevando a la ruina a sus competidores
nacionales al bajar sus precios e impedirles vender sus productos), las ciudades crecen rápidamente. En 2002 se abrió el comercio mexicano al “muy barato” maíz de Estados Unidos, como
parte del capítulo “del campo”del Tratado de Libre Comercio; y
en 2003 ha habido serios cuestionamientos y demandas urgentes
para modificar o cancelar dicho capítulo del TLCAN.
Una política a favor del país incluye proteger a los productores y productos nacionales (darles prioridad, o al menos apoyo,
o impedir la competencia desleal mediante impuestos o aranceles, como hacen los países ricos con sus productos), especialmente aquellos que conforman la canasta básica familiar, cuyo
precio al público ha aumentado en grandes proporciones. El
salario de la población alcanza cada vez menos para satisfacer
sus necesidades primordiales, entre las que se encuentra, en primer término, la alimentación. Los campesinos han migrado a las
ciudades y pueblos en forma masiva y éstos han crecido notablemente, y el país depende cada vez más del exterior.
Por otro lado, y en contradicción con lo anterior, ha habido al
mismo tiempo, durante las dos décadas previas, un incremento
inusitado del turismo en San Cristóbal. Es verdad también que
igualmente han mejorado en todo el país, como casi en el resto
del mundo, las estadísticas vitales, debido tal vez al acceso a
algunas formas de avance técnico.Y aunque Chiapas se mantiene en último sitio de desarrollo al compararlo con otros estados
(INEGI, 1996, 2000), esta ciudad creció con gran éxito, y con muchos o algunos problemas.
La población de San Cristóbal se alimenta, principalmente, de
la producción local, ya que el municipio y los vecinos cuentan
con un clima y situación geográfica relativamente favorables
para la siembra de maíz, frijol, varias frutas y verduras y para la
crianza de ganado porcino y ovino, entre otros. Algunos alimen-
tos que se consumen son traídos de otros municipios y aun de
otros estados más distantes.
Empero, empieza a haber importación de productos de otros
estados, del centro y sureste, que llegan a los nuevos mercados
locales de MERPOSUR y MERCALTOS; y al viejo mercado del centro,
el “Castillo Tielemans”. Mucho se ha dicho que entre los aspectos
sociales que afectan a la alimentación, encontramos a las tradiciones, la religión y los tabúes, que se transmiten de generación en
generación; y que de ellos depende la selección, preparación y
consumo de los alimentos, unos con sabiduría y otros sin ella.
Estudiamos hasta cierto punto esta tesis, observando que el más
fuerte cambio se produce por el consumo de productos muy publicitados y de bajo valor nutricio, llamados“chatarra”, los que, sin
embargo, también contienen agua limpia, azúcar y sal, que son
necesidades básicas, y de allí su demanda. Asimismo, se describe
lo que podemos denominar una “extensión de la economía urbana al medio rural, incrementando el suburbano”, al aparecer más
tianguis del mercado, carnicerías, tiendas de comestibles y abarrotes, artículos de consumo muy diversos, etcétera.
En los barrios más tradicionales se mantienen, a pesar de
todo, bastantes costumbres, como el consumo de tamales “untados”,“de bola” y “de mumu o yerba santa”, pan regional,“sopa
de pan”y mole, embutidos y otros; aunque el uso de la manteca
los acompaña a menudo. La dieta campesina a base de tortillas
de maíz y algo de frijoles de diversos colores; múltiples verduras
y frutas, y pollo o guajolote muy ocasionales, en las fiestas, sigue
vigente en todas partes, sobre todo en los barrios de la periferia.
Tal vez los barrios con mayor producción original (¿y consumo?)
de productos cárnicos, como Cuxtitali (el antiguo“criador de cerdos”), tienen un mejor estado nutricio; pero se requiere de otros
tipos de estudios dietarios, pues por ejemplo también consumen
más grasa y aceite de diverso origen.
Debido al crecimiento desmesurado de la ciudad de Las Casas en
la década de los ochenta, junto con las expulsiones repetidas del
municipio vecino de Chamula, atribuidas a motivos más políticoreligiosos que económicos se necesitaba conocer la situación nutri-
244
245
cional de la población infantil y preescolar, localizada fuera y dentro
del anillo periférico, para recomendar medidas preventivas de atención y prevención a las autoridades competentes” (González
Casanova H. et al, 1998). Se ha señalado la crítica situación del barrio
La Hormiga, con las peores condiciones de la ciudad, tanto en 1986,
causada por las difíciles condiciones de la expulsión de sus habitantes, sobre todo de religiones protestantes, o por simple migración
económica, del vecino municipio de Chamula, y las también pésimas de recepción, si así las podemos llamar.
Por ello, de mayo a octubre de 1996 se llevó a cabo, con el
apoyo del CIHMECH-UNAM, el CONALEP y la SSA, la segunda gran
encuesta sociodemográfica y antropométrica de San Cristóbal
de Las Casas, en las viviendas de menores de cinco años de
edad, de treinta barrios (urbanos y suburbanos).
Esta encuesta la comparamos a continuación con la realizada
en 1986 por el PIAN-INNSZ, el CIES, el CONALEP y la SSA. En esta
encuesta, diez años después, La Hormiga volvió a ser “el último
lugar en buena nutrición”. Empero, en conjunto, todos los barrios de la ciudad habían efectivamente“mejorado”en el porcentaje de desnutrición “severa”, pero mucho menos, o nada, en la
desnutrición que llamamos “global” (cuando los niños tienen
cualquiera de los tres grados: leve, moderada o severa, según la
clasificación de Gómez). Además, las comunidades consideradas
“en alarma nutricia” en 1986 (“con más de 80% de desnutrición
global o más de 5% de severa”) habían mejorado, y así se modificaron levemente los límites arbitrarios, dando una imagen geográficamente semejante en 1996. De nuevo, los barrios por fuera
del anillo periférico eran los más afectados.
Métodos
En ambas encuestas la selección de los barrios y colonias fue aleatoria-simple (al azar), haciendo una lista de los nombres de cada
uno de los barrios, incluyendo muchos nuevos una década después, y sorteándolos con papeles en un recipiente. Se seleccionó un
15% de los barrios existentes, pero muchos de los más grandes. En
1986, en un“segundo paso”, para cada barrio, se siguió la estrategia
246
Porcentajes de desnutrición en niños menores de cinco años
según Federico Gómez (1946) en 30 y 22 barrios de San Cristóbal
de Las Casas, Chiapas: encuestas de 1986 y 1996*
Barrio Porcentaje de desnutrición global* rango, núm. de niños y significación
1986
1996
Núm. de niños
Signif.
Fuera del
periférico
estadística
NORTE
%
R*** %
R***
n86/96
1 La Hormiga
86.4
1º
72.2
1º
27/35
Bajó:
n. s.
2 Getsemaní*
60.0
18º
12*/
3 Mazariegos
73.6
6º
38 /
4 N Jerusalén
66.6
12º
21*/
5 Ojo de Agua
54.0
22º
43/
6 N Esperanza
78.8
4º
68/
7 N Mirador
77.0
5º
26*/
8 Peje de Oro
50.0
23º
51.6
31/ 31
Igual:
n. s.
ORIENTE
9 La Garita*
10
R del Monte
55.0
21º
60.0
19º
65.0
38/ 32
63.0
16º
60.0
82.2
3º
45.2
28*/
47.0
/33
20º
54.8
14/31
7º
58/
58
Subió:
n. s.
Igual:
Bajó:
n. s.
Signif
Igual:
n. s.
Igual:
Bajó:
n. s.
Signif
Subió:
Bajó:
n. s.
n. s.
5*/
SUR
11 María
Auxiliadora
12 Santuario*
—-Artículo 115
59/ 50
PONIENTE
13 Explanada
del Carmen
57.1
14 San Felipe
72.5
15 Alcanfores
84.2
16 La Quinta
66.0
—-P Moscoso
30.4
Dentro del periférico
2º
22*/
13º
21*/
/46
NORTE
17 Tlaxcala*
69.9
9º
Mexicanos
19 Revolución
20 Cuxtitali
21 El Cerrillo
—-Palestina
32.2
28º
46.4
26º
50.0
43.3
18
CENTRO-OTE
22 Sta Lucía
San Diego
24 San Antonio
25 Guadalupe
—-La Merced
23
56/
32.0
28*/ 50
24º
15.6
33/ 32
27º
24.4
67/ 41
52.2
/46
56/
24.4
30º
30.0
41/ 50
65.4
14º
51.3
55/ 37
49.0
25º
53/
35.4
/48
/50
22.0
247
Fuera del
periférico
Núm. de niños
Signif.
estadística
de “recorrerlo bien”: dispersándose los grupos de tres estudiantes
desde los cuatro puntos cardinales, y desde cada vivienda, buscando la de la izquierda inmediata. La muestra en la primera encuesta fue de 29 y no 30 barrios (del barrio Guadalupe se perdieron los
datos) , pero alcanzando la cifra de 1 044 niños y niñas preescolares.
En 1996, con un total de 1 051 niños, también trabajando durante cinco semanas, el muestreo se realizó y dependió del
tamaño de cada barrio; y en algunos barrios periféricos, la muestra se aproximó a un censo; es decir, cubría la mayoría de los
niños y niñas preescolares.
Como cifra global y en los barrios grandes y céntricos, el muestreo se basó en el índice de proporciones de la prevalencia esperada de desnutrición; donde el tamaño de la muestra TM es >= 8 (P
(1-P))/ a2; siendo 8 un coeficiente conveniente para alta frecuencia,
P la frecuencia esperada de desnutrición, en este caso de 0.7 o 70%;
y a2 el error esperado instrumental y humano, de 0.05, en las básculas. Hipotéticamente, así se obtenía una cifra de 672 niños, o con
el coeficiente doble, de 16,“para más seguridad”, de 1 344, ajustando según Philip Payne y Erica Wheeler (1974), por lo que “son buenas muestras”. El “tercer paso”, era seleccionar las manzanas y
viviendas, también por sorteo “aleatorio”si había lista (en algunos
casos), o“sistemático”, según se refirió. Luego se aplicó un cuestionario de una hoja de ambos lados, para obtener información sociodemográfica, económica, del saneamiento, el agua, la vivienda, y la
alimentación de cada familia; así como escribir la antropometría de
una encuesta “rápida” con sólo el peso, la edad en meses (bien
recabada y calculada con documentos como el acta de nacimiento
o la fe de bautizo); y el perímetro medio del brazo.
Para clasificar las mediciones antropométricas, se tomó el indicador de “peso para la edad” o “peso por edad (mes de vida)”,
calculando porcentajes según los límites de 90, 75 y 60% de las
medianas de peso de niños considerados sanos (las medianas de
Ramos Galván (1975, 1979), en gráfica de “curva de crecimiento”de
la División de Nutrición del INNSZ; y las del NCHS-CDC en tablas,
éstos recomendados por la OMS (1979), con la clasificación original
del Dr. Federico Gómez (1955, 1956); para definir grado I, desnutrición “leve”, II “moderada” y III “severa” y crónica. Se emplearon
igualmente los límites de la también clasificación original del perímetro de brazo de Shakir (1974), de 14.5 y 12.5 centímetros directamente, para niños de 11 a 59 meses, para definir directamente las
categorías “verde”o normal; “amarilla”o desnutrición moderada; y
“roja” o desnutrición severa y aguda. Valga afirmar aquí que esta
clasificación de perímetro sirvió en el PIAN-INNSZ, cambiando
muchas de 1 286 comunidades de “verde”a “amarillo”en el primer
semestre del año (González Casanova, HP et al., 1985-6).
Estas técnicas y clasificaciones fueron intencionalmente las mismas que las empleadas en la encuesta de una década previa, aunque el muestreo aleatorio de los diversos barrios y colonias no permitió que todos fueran los mismos. Como se verá, aquellos que
coinciden son muy probablemente suficientes para poder dar una
opinión sobre el cambio en el tiempo. Desde luego, San Cristóbal
en 1996 era una ciudad muy distinta a la de 1986. Pocos barrios (sólo
cuatro) tuvieron mejoría estadísticamente significativa, y dos empeoraron, sin significancia estadística (calculando la significancia
con la prueba de Chi 2, equivalente a una diferencia mayor al 15%.
(Entre los porcentajes de desnutrición.)
248
249
1986
1996
SUR
El Cascajal
—-El Relicario
—-El Santuario
26
65.0
15º
49/
48.4
/30
/42
45.2
PONIENTE
27
66.6
11º
20*/
28
Nvo Belén
Echeverría
29 Velasco S
—- Magisterial
30 San Ramón
—-Fátima
70.0
8º
13*/
69.2
10º
62.7
17º
24*/
32.4
/34
35.0
51/ 40
40.0
/40
Bajó:
Signif
Fuente: González Casanova HP y Col. 1986; González Casanova, P Meza y Col. 1996.
Desn. Global = suma de % de G Iº, IIº, y IIIº (90-76%, 75-60% y < 60% del peso de
referencia (OMS-NCHS). * Muestra “insuficiente”= nº de niños “< 30 ó <50: LSHTM.
Resultados
De ambas encuestas, esbozaremos los principales hallazgos socio-demográficos, económicos, geográficos y nutrio-epidemiológicos, después la distribución de la desnutrición en la persona
del infante y el preescolar, y finalmente su relación con algunos
factores del ambiente y las prácticas alimentarias, determinantes
o intervinientes.
Distribución geográfica de la desnutrición
Las figuras 1 y 2 muestran los porcentajes de desnutrición global,
según Gómez, indicando en cada encuesta los barrios considerados “en alarma nutricional”, según el criterio arbitrario definido por la experiencia de África, y luego en Chiapas (tesis en tres
regiones de Kenya, P. González Casanova H. et al., 1981).
Doce barrios fueron los mismos en las dos encuestas. La comparación permite una idea más precisa en cada caso, sometida a
pruebas estadísticas como la Chi 2, o al criterio grueso equivalente
de que hay“diferencia significativa”, cuando ésta es mayor del 15%.
Fueron cuatro los barrios cuyo porcentaje de desnutrición mejoró de modo estadísticamente significativo: El Santuario, en el sur de
la ciudad, que cambió de 82.2 - 45.2%= -37%, con mucho empleo en
la construcción en dicha zona en la década; San Ramón, productor
de pan regional con manteca, 62.7 - 35.0%= -27.7%; Cuxtitali, productor de puercos y sus productos cárnicos, el mejor nutrido en la
segunda encuesta, con 50.0 - 15.6%= 34.4%; y El Cerrillo, con creciente clase media y en los servicios, 43.3 - 24.4%=18.9%.
Pero, por otra parte, empeoraban los barrios de La Garita, en la
entrada oriental, de los campesinos de Tenejapa y otros pueblos
tzeltales y tzotziles inmigrantes de Zinacantán, en 2006, de 55.065.6= +10.6%; y La Hormiga seguía siendo la última, como se citó,
recibiendo otros expulsados o migrantes económicos de
Chamula y de otros municipios tzotziles; cambió de 86.4% - 72.2%
= 14.2%, cambio no significativo.
Se mantuvieron con diferencias “mínimas”, o de menos de
10%, San Diego, María Auxiliadora, Explanada del Carmen, Peje
de Oro y Mexicanos, es decir, la mitad de los barrios repetidos en
250
ambas encuestas, si contamos al que había sido el mejor nutrido en 1986, Santa Lucía, en el centro, vecino al Hospital Regional,
cuyo porcentaje de desnutrición subió de 24.4% a 30.0%= +5.6%,
un cambio no significativo (mapas y cuadro).
Los dos aumentos de la desnutrición no fueron estadísticamente significativos hasta el año de la encuesta, pero demuestran, con varios barrios (los otros seis), de forma “elocuente”que
siguieron “casi igual”o “de forma semejante”, por lo que se puede afirmar “que poco mejoró”, en lo referente a la desnutrición
“global”o de los tres grados de Gómez juntos.
La clasificación de Gómez tiene la ventaja de dar cifras algo
más altas en lo global y menos en la desnutrición severa, al compararla con la de desviaciones estándar EPI-%-CDC-NCHS-OMS;
pero los resultados son semejantes, grosso modo. (Ver gráficas por
barrio de comparación de ambas clasificaciones de peso para la
edad: la de porcentajes y la de desviaciones estándar.)
En cuanto a la desnutrición severa crónica o grado III de Gómez,
se observa también cierta mejoría general al descender los porcentajes que se consideraban“en alarma”en 1986, pero aún se mantiene el patrón de que la severidad “rodea”a San Cristóbal, es decir,
continúa apareciendo en los barrios por fuera del anillo periférico.
Con todo lo anterior, se puede demostrar una correlación
paramétrica y no paramétrica (ordinal) significativa entre los dos
conjuntos de datos de los doce barrios, que también se constata
visualmente (Gráfica 23, P. 62 P. Meza, 1998).
Otros hallazgos que llamaron la atención en la última encuesta, también semejantes a los de la primera, fueron el efecto evidente de que a mayor educación de la madre, menor porcentaje
de desnutrición; y algo soprendente, que el uso del biberón no
se relacionaba con mayor desnutrición como se esperaba, sino
¡lo contrario! (ver gráfica), lo que puede atribuirse tal vez al clima
frío, a la forma actual de conservar la leche; así como a una mayor higiene relativa en el medio urbano en promedio, que disminuye el peligro de diarrea.
251
Desnutrición global en menores de cinco años de edad. En 12 barrios de la
ciudad de San Cristóbal de Las Casas (1986-1996).
CONCLUSIONES
La desnutrición, tanto global como severa, pareciera haberse reducido en algunos barrios, mientras que en otros empeoraron en
la ciudad de Las Casas, tal vez por un efecto que no se observa en
el medio rural: la inversión considerable de los noventa y el incremento de varias actividades económicas como el turismo, que
propiamente es una actividad muy importante en esta ciudad.
A pesar de ello, relativamente, fueron prácticamente los mismos
barrios periféricos de 1986 los más afectados en 1996, y similarmente con los mejor alimentados y nutridos según los datos de los
niños y niñas preescolares. Se confirma también que a pesar de
algunos avances en los espacios que la población hablante de lenguas mesoamericanas ha conseguido desde 1994, como en los
puestos del mercado, en los taxis y otros transportes colectivos, e
incluso en las universidades y centros de cultura, son los campesinos catalogados como “indígenas”los más afectados, tanto individualmente como en barrios y comunidades.
252
Se sugiere continuar apoyando todos los espacios de esta población de lengua materna americana, que a menudo se distingue casi
sólo en eso de la de otros barrios. Esto es posible incrementando
los materiales didácticos educativos bilingües en las lenguas tzotzil y tzeltal, principalmente en este caso, y en todos los medios de
expresión visual y oral. El acceso a la educación por parte de las
madres de los niños preescolares, automáticamente mejora la
situación de los niños y disminuye sus riesgos de enfermedad y de
muerte, como se constata en los datos de 1996. Pero tal educación
debe ser sensible a la población a la que se dirige, abierta a ella y
muy respetuosa, con el afán de comprender las riquezas culturales
que los pueblos llamados indígenas aún poseen, en muchas de sus
prácticas sociales, de sus costumbres, y de su cosmovisión cosmocéntrica y no antropocéntrica, respetuosa precisamente del medio
natural hoy tan amenazado.
Esta realidad debe confrontarse con otra, la económica, que
lanza a todos los pobladores, sean llamados “indígenas”o “mestizos”, “indios” o “ladinos”, a dañar el ambiente, deforestando,
contaminando los ríos, aumentando la basura del consumo, etc.
Consideramos que la inversión en la educación bilingüe es fundamental, como también en algunos programas de “soberanía
alimentaria” que permitan a los pueblos y barrios cuidar mejor
ellos mismos a sus niños y niñas preescolares.
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EL AUTOR
et al. ¿Mejoró la nutrición preescolar en
San Cristóbal de Las Casas de 1986 a 1996 (en 30 y 22 barrios)?
es originario de la ciudad de México. Radica
desde hace más de 30 años en Chiapas, es maestro en Ciencias por la Universidad de La Habana, Cuba y cuenta con estudios de doctorado en Estudios Mesoamericanos de la UNAM. Actualmente es investigador del INCMNSZ. Ha escrito
innumerables artículos y capítulos de libro con temas que van desde la salud pública y la desnutrición hasta los relacionados con la cuestión étnica, en Chiapas.
254
255
GONZÁLEZ CASANOVA, H., P.
PABLO GONZÁLEZ CASANOVA HENRÍQUEZ
IMPACTO DE LA EDUCACIÓN FORMAL EN LA
FECUNDIDAD DE LOS CONTEXTOS URBANO-RURAL
DE SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, CHIAPAS1
Olga Lidia López González
Catarino Ancheyta Rosales
Benito Salvatierra Izaba
INTRODUCCIÓN
comportamiento de la fecundidad de las
mujeres en dos contextos socioculturales de San Cristóbal de
Las Casas, Chiapas: Zacualpa Ecatepec (comunidad rural indígena) y Emiliano Zapata (asentamiento urbano marginal indígena); también se explican las diferencias a partir de los factores
sociales, económicos y culturales; en particular, a través del nivel
de escolaridad alcanzado por la población femenina.
La fecundidad es un fenómeno importante no sólo para la
demografía sino también para la sociología para explicar los cambios sociales actuales. Por tanto, la educación se considera una
variable relevante que permite explicar los cambios sucedidos en
la fecundidad de las mujeres, mediados por el contexto sociocultural, las formas de organización social, las políticas públicas, los
servicios de salud, el tipo de lengua, entre otros factores.
La relación entre fecundidad y contexto sociocultural, mediada por la educación formal de las mujeres, se estudió a partir de
los indicadores demográficos, tales como tasa global de fecundidad (TGF), tasa específica de fecundidad (TEF) e índice de comportamiento reproductivo (ICR). La educación, además de contribuir
al ingreso remunerado derivado de la movilidad ocupacional,2
ESTE
ESTUDIO REPORTA EL
ha mostrado que también tiene efecto sobre los niveles de
fecundidad.
En suma, este estudio sugiere importantes cambios en la
fecundidad si se pone especial énfasis en la educación formal de
la población femenina.
El contexto de estudio
La región sur sureste de México se caracteriza principalmente por
la alta fecundidad, los bajos niveles educativos, la extrema pobreza y marginación; los cuales inciden en el comportamiento reproductivo de las mujeres indígenas; en particular se hace referencia
a uno de los municipios de Chiapas (San Cristóbal de Las Casas),
porque según indicadores socioeconómicos de los pueblos indígenas de México (2002), del total de la población (132 421), el 50.7%
son indígenas (67 095) y además, presenta el mayor índice de
pobreza en esta población; esto es, se caracteriza por la ausencia
de servicios básicos para atender sus necesidades vitales.
Los contextos socioculturales de estudio fueron: el de las
comunidades indígenas asentadas en Los Altos de Chiapas, llamado contexto rural indígena y comprendió la comunidad de
Zacualpa Ecatepec y, el contexto urbano marginal indígena que
comprendió a la colonia Emiliano Zapata (Figura 1).
La población está integrada por la etnia tzotzil que habla también español. Por otro lado el asentamiento urbano marginal
que se encuentra ubicado en la zona norte de la ciudad de San
Cristóbal de Las Casas, fue conformado a partir de 1994, por el
levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación
Nacional (EZLN). De igual forma, por las expulsiones religiosas
que se suscitaron. En este asentamiento la población es predominantemente indígena compuesta por indígenas tzotziles, tzeltales y algunos grupos domésticos mestizos. La población de
estudio lo conformaron las mujeres de 15 a 49 años. La identifi-
1
La presente investigación forma parte del Proyecto “Evaluación integral de las
políticas públicas en salud reproductiva en Chiapas. Elementos para la planeación
estratégica en salud”. FOMIX Chis 2002-C01-5393.
2
Al respecto, es menester señalar que además influye la valoración del trabajo
extradoméstico remunerado por parte de las mujeres (véase Nazar, Zapata
Vázquez, 2003).
256
257
cación de este grupo de mujeres se realizó por medio de cuestionarios estructurados aplicados a las mujeres de la población
meta en cada uno de los grupos domésticos.
3
Se entiende como expresiones de un sujeto y para un sujeto (o sujetos); es decir,
las formas simbólicas son producidas, construidas o empleadas por un sujeto que
al producirlos o emplearlos, persigue ciertos objetivos o propósitos y busca expresar por sí mismo lo que “quiere decir”, o se propone con y mediante las formas así
producidas (Thompson, John B., 1998).
cambios significativos en la fecundidad de las mujeres. Además,
existiría la posibilidad de mejorar la calidad de vida y la salud
infantil. Por lo tanto, la educación es imprescindible en la población femenina porque además de permitirle una visión positiva
del trabajo, puede interactuar en cualquier ámbito, adquirir mayor
conocimiento, autonomía y actitudes objetivas lo que le facilitaría
tener mayor control de su propia vida y mayor participación en su
comportamiento reproductivo. Sin embargo, es necesario considerar que la relación educación-fecundidad está mediada por las
formas de organización social que se presentan en los contextos
socioculturales, lo cual permitiría verificar nuestra hipótesis planteada en este estudio, en el sentido de que existen diferencias significativas en el impacto que tiene la educación formal en la
fecundidad en distintos contextos socioculturales.
Así, la fecundidad variará, dependiendo de las condiciones en
las que se produzca, las épocas y los lugares, así como el contexto particular de las normas y creencias de cada sociedad (Zavala
de Cosío, 1992). Es decir, se encuentran mezclados los factores
culturales y socioeconómicos; sin embargo, se acepta que los
factores culturales son indispensables para explicar el comportamiento demográfico.
Por otro lado, el papel de la mujer es uno de los factores que
impulsan el descenso de la fecundidad en las comunidades indígenas, donde los valores y normas están fuertemente arraigados
y se encuentran en una situación donde la mujer se presenta
como un punto de ruptura entre las necesidades impuestas por
el contexto en que viven (tener menos hijos y la prevalencia de
usos y costumbres). De ahí que en las sociedades indígenas se
favorezca tener un número elevado de hijos (Poveda, 2001).
La preferencia por los hijos e hijas en el contexto rural se debe
a que aún son considerados como apoyo en el trabajo, así como
una garantía en la vejez o, al contrario, un peso económico si éstos no perciben ningún ingreso; por otro lado, el éxito del hijo
puede ser la realización de lo que los padres no pudieron hacer;
en este caso, invertir en su educación se convierte en un medio
para adquirir una posición social (Lassonde, 1997).
258
259
Contexto sociocultural
Por contexto sociocultural se entiende el espacio social, económico, cultural y geográfico en donde predomina una forma mayoritaria de organización social, y en el cual las condiciones del grupo
doméstico se encuentran inmersas (Salvatierra, 2000). Por otro lado,
también se entiende por contexto social los espacios marcados por
procesos sociohistóricos dentro de los cuales tienen lugar las acciones humanas, la producción y recepción de formas simbólicas;3
es decir, acciones y formas simbólicas que llevan las impresiones
de las relaciones sociales características de tal contexto.
Con respecto al espacio y contexto sociocultural es fundamental señalar que existen diferencias geográficas y de organización
social entre un lugar y otro; es decir, un contraste evidente entre
lo urbano y lo rural, las diferencias en las relaciones de género y
en particular, en el status social de la mujeres y en relación con
la salud reproductiva, por lo que difiere mucho según el proceso
de organización social y cómo están diseñadas las políticas públicas de cada región en el contexto en que se está inmerso
(Ojeda N., 1999).
Así, Davis y Blake (1967) argumentan que los niveles de fecundidad se encuentran asociados con la pobreza de la población, así
como las formas de organización social que a su vez determinan
el comportamiento reproductivo y la variabilidad en el efecto sobre la fecundidad. Así, la educación formal puede incidir en los
procesos de reproducción mediante la educación en planificación
familiar y salud reproductiva; porque a partir de ahí, existirían
Aspectos metodológicos de la investigación
Se realizó un estudio transversal de tipo sociodemográfico que
lleva implícitos los dos asentamientos que fueron seleccionados,
de tal forma que fue factible incluir estas dos poblaciones y con orígenes semejantes (étnico/cultural, urbano marginal) de diferente
composición, organización social y situación con respecto a la conformación territorial del asentamiento, lo que permitió aglomerarlos en dos categorías (rural indígena y urbano marginal indígena).
Para la recolección de la información se diseñaron previamente los
cuestionarios de acuerdo con los objetivos propuestos, y se codificaron para posteriormente analizarse en el programa SPSS v. 13. Las
variables dependientes de estudio fueron la tasa específica de
fecundidad (TEFE), la tasa global de fecundidad (TGF) y el índice de
comportamiento reproductivo (ICR). La tasa global de fecundidad
(TGF) se estimó con el total de la tasa específica de fecundidad por
cada grupo quinquenal de edad de las mujeres en edad fértil; la
tasa específica de fecundidad (TEFE) se estimó a partir de las variables de la probabilidad de hijos nacidos vivos por el total de número de mujeres en edad fértil de cada grupo quinquenal, y el índice
de comportamiento reproductivo (ICR) se calculó a partir de un
índice con base en la paridad y edad de la mujer en edad reproductiva, véase cuadro.
Fuente: Salvatierra, 2000.
Educación y fecundidad indígena
De acuerdo con Welti (1997), la fecundidad se define como la capacidad efectiva de una mujer, un hombre o una pareja, de producir un nacimiento. Se habla de capacidad efectiva al referirse
a la fertilidad de la pareja para procrear un hijo nacido vivo; por
lo tanto, la fecundidad se relaciona con la cantidad de hijos que
cada mujer tiene en su vida fértil.
El estudio de la fecundidad como hecho social y demográfico
data del siglo XVII (Malthus R., 1995); el cual fue refutado por Marx
en el siglo XIX (Fucaraccio, A.; González, A., 1982). Sin embargo, es
necesario considerar la sociología de la fecundidad, la cual permite explicar la relación educación-fecundidad, con base en diferentes variables, conocidas como intermedias (Davis y Blake, 1967) o
variables próximas (Boongarts, J.; Potter, R., 2002), teorías e hipótesis que explican los cambios en la fecundidad y la mortalidad a
lo largo de los últimos cuatro siglos, mismas que lo hacen a partir de cambios económicos (desarrollo industrial), a partir de políticas públicas (salud y educación) y a partir de factores culturales
(religión, formas de organización social).
Ahora bien, al observar la fecundidad indígena se aprecian diferencias esenciales y, más aún, en las áreas rurales indígenas los
problemas de salud de las mujeres se relacionan con la falta de
instrucción escolar, el tipo de lengua, las carencias nutricionales,
excesivas cargas de trabajo, alta fecundidad, mayor número de
hijos, así como las condiciones de insalubridad y una tasa elevada de mortalidad materna e infantil.
Además, la educación se ve limitada para las mujeres indígenas residentes tanto en áreas rurales como en áreas urbanomarginales, debido a los factores socioculturales y a la condición
femenina. En este sentido, la educación juega un papel importante porque permite a la mujer tener una visión positiva para
insertarse en trabajos remunerados y evitar realizar el trabajo
doméstico exclusivamente.
Por otro lado, es menester señalar que la educación del esposo y los recursos económicos de las familias normalmente influyen sobre la fecundidad, aunque existen abundantes estudios
260
261
Índice de comportamiento reproductivo
Hipotéticamente el comportamiento reproductivo fue:
Edad de la madre
(años de edad)
Lento
Medio
Número de hijos nacidos vivos
Rápido
15-24
≤1
2
≥3
25-34
≤2
3
≥4
35-49 ≤
≤3
4
≥5
que plantean que la educación de la mujer tiene mayor repercusión sobre la fecundidad (SJ. Jejeebhoy, 2004).
Asimismo, la salud reproductiva de las mujeres se encuentra
diferenciada por las normas sociales y culturales dentro del grupo
doméstico, entre los que destaca el tipo de lengua, el cual difiere
mucho en y entre cada grupo doméstico; lo que imposibilita la
comunicación de experiencias entre los miembros del mismo. Por
ejemplo, las mujeres de la comunidad rural indígena de Zacualpa
Ecatepec en su mayoría hablan español, y un porcentaje relativamente bajo hablan su lengua materna, o en su caso hablan ambas: español y su lengua materna, debido a que las generaciones
jóvenes están perdiendo su lengua materna; por ende, la lengua
puede ser una limitante para que las mujeres no asistan a los servicios de salud y educación debido a la falta de comunicación.
En suma, la condición social de desventaja en que se encuentra
la mujer se refleja en sus condiciones de salud personal, en una
escolaridad deficiente y restringida, en un acceso limitado a mejores condiciones de trabajo remunerado, seguridad social y menores
oportunidades de desarrollo en la esfera social, política y económica que a su vez son reflejo de la desigualdad de género imperante
en la sociedad (Bronfman, M. y H. Gómez, 1998). Esta situación se
enmarca en las poblaciones indígenas, propiciando que las mujeres no se puedan desarrollar en el ámbito de la sociedad y tengan
otras visiones, diferentes al trabajo doméstico.
racterizadas por uniones abundantes y tempranas con intervalos
genésicos cortos. En términos socioeconómicos la aceptación de
métodos anticonceptivos reduciría la fecundidad para mejorar los
niveles de bienestar económico del grupo doméstico.
Ahora bien, para comprender estos cambios es imprescindible
conocer la estructura del grupo doméstico y tomar en cuenta la
configuración cambiante de las condiciones demográficas. Es
decir, el cambio que existirá en la fecundidad y en los patrones
reproductivos contribuirá a transformar el curso de vida en los
ámbitos familiar y social del grupo doméstico (Tuirán, R., 2002).
Transición demográfica y cambio social
En lo referente a la transición demográfica, Zavala de Cosío (1992)
señala que en América Latina existieron dos modelos de transición demográfica que se reflejaron en los cambios de reproducción, debido a modificaciones en las estructuras familiares, la
urbanización, escolarización, los cambios en el mercado de trabajo y en la condición de las mujeres. Y el otro modelo se presentó
en los sectores más pobres de la sociedad, mediante la instrumentación de programas de planificación familiar que incrementaron
la oferta de métodos anticonceptivos, ya que en estos sectores,
principalmente los rurales, se observan pautas reproductivas ca-
Trabajo extradoméstico remunerado
El trabajo extradoméstico se entiende por el conjunto de actividades que permiten la atención de recursos monetarios mediante la participación en la producción y comercialización de bienes
y servicios para el mercado. Puede llevarse a cabo en el hogar
(trabajo a domicilio) o fuera de la casa asalariado de tiempo completo o parcial (patrones y trabajadores por cuenta propia) (Oliveira y García, 1994).
Ahora bien, entre más conocimiento adquieran las mujeres
tendrán un ingreso laboral mayor debido al aumento en los salarios; ya que se parte del supuesto de que los ingresos laborales
suben a medida que aumenta la escolaridad. Por lo tanto, las
percepciones laborales estarían directamente correlacionadas
con los niveles educativos (Becker G., retomado por Urciaga,
2002), y por ende con los cambios en la fecundidad.
En la actualidad, la condición de la mujer supone modificar el
tradicional papel materno, al disminuir el tiempo de crianza de los
hijos e incrementarse el tiempo laboral; principal cambio éste en
el papel de la mujer y uno de los factores que impulsan el descenso de la fecundidad, según la teoría de la transición demográfica
(Del Rey, 2001). Por otro lado, la mujer indígena rural tiene desventaja con respecto a su educación superior por las limitantes lengua y cultura. En este sentido, es necesario diseñar escuelas donde
la educación sea multicultural; según Torres (2002) la educación
multicultural es cosa diferente para diferentes personas.
262
263
Tomando en cuenta que una de las premisas más importantes
para el estudio de la fecundidad de la población rural es que en
las condiciones actuales el trabajo del campesino tiene como
objetivo la satisfacción de sus necesidades y no la ganancia
(Welti, 1983), conlleva a que las mujeres en este contexto social se
enfrenten a consecuencias derivadas de la disminución del
ingreso familiar, lo que implicaría un incremento en las cargas de
trabajo en el cuidado de sus hijas e hijos y la participación en
labores agrícolas, recolección de leña, cuidado de animales y
acarreo de agua (actividades no remuneradas); es decir, que las
mujeres se sientan en la necesidad de buscar nuevas estrategias
para sobrevivir, como la confección de artesanía, aun cuando las
condiciones sean desfavorables, tales como la carencia de distribución, o en su caso, sean explotados por los compradores. No
obstante, las mujeres campesinas participan para impulsar el desarrollo comunitario.
En suma, las mujeres en las comunidades rurales y urbano
marginales se sienten en la necesidad de trabajar porque no
encuentran otra alternativa que genere ingresos para la sobrevivencia del grupo doméstico, debido a que en algunos casos el
jefe de familia tiene un ingreso bajo, se dedica a la agricultura de
sobrevivencia únicamente, o bien, la jefatura es femenina. Este
hecho se refleja más en las mujeres indígenas y rurales.
Resultados
Las pirámides de población por contextos socioculturales muestran que existen diferencias entre ellas; es decir, la estructura
poblacional, tanto de la comunidad rural indígena como en el
asentamiento urbano marginal indígena, presenta discrepancias, posiblemente debido a la influencia de los procesos internos y específicos que se llevan a cabo en los contextos socioculturales. Sin embargo, en ambas poblaciones existe mayor
población joven, la diferencia de la pirámide poblacional se explica de forma global por el tamaño de la muestra, la migración,
mortalidad infantil y altas tasas de fecundidad.
264
Figura 1.1 Pirámide poblacional de Emiliano Zapata
San Cristóbal de Las Casas, Chiapas (2004)
Figura 1.2 Pirámide poblacional de Zacualpa
Ecatepec, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas
Tasas de fecundidad
Para efectos de este estudio se exploran las características de la
fecundidad. De acuerdo con los resultados de la tasa específica
265
de fecundidad (TEFE) (Figura 2), se observa que en ambos contextos socioculturales las mujeres aún siguen teniendo hijos al
final de su vida reproductiva. Además, la tasa global de fecundidad (TGF) en estos dos contextos documentan una fecundidad
relativamente elevada, pero ligeramente más alta en la comunidad rural indígena (5.73%), que en el asentamiento urbano marginal indígena (4.45%).
Figura 3. Índice de comportamiento reproductivo según nivel de escolaridad,
en Zacualpa Ecatepec y Emiliano Zapata, San Cristóbal de Las Casas (2004)
Figura 2. Tasa específica de fecundidad de Zacualpa Ecatepec
y Emiliano Zapata en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas (2004)
expulsiones religiosas a la ciudad de San Cristóbal de Las Casas,
cuya población proviene de asentamientos rurales indígenas y
sigue con el mismo patrón reproductivo, teniendo una ligera diferencia en las mujeres más jóvenes. En este sentido, se encontró que
el tipo de lengua, el trabajo remunerado y el tipo de arreglo familiar no inciden en la fecundidad; únicamente la educación formal
tuvo un impacto especial en ambos contextos socioculturales en
las mujeres indígenas, aunque merece destacar que en la comunidad rural indígena las mujeres cuentan con menos instrucción
escolar, en contraste con el asentamiento urbano marginal indígena, por lo que se verifica la hipótesis propuesta en este estudio.
Educación y fecundidad
Lo anterior, no obstante que en la comunidad rural indígena el
promedio de escolaridad es menor comparado con el asentamiento urbano marginal. Los resultados muestran que sólo la
educación formal tiene efectos importantes sobre la fecundidad
indígena en los dos contextos socioculturales y muestra que
entre más instrucción escolar tengan las mujeres indígenas existirán diferencias significativas en su fecundidad (Figura 3). Así
mismo, en la comunidad rural indígena existen diferencias significativas de acuerdo con el comportamiento reproductivo de
las mujeres, tomando en cuenta que en esta comunidad únicamente son mujeres que no tienen escolaridad y que nunca terminaron su educación primaria versus en la colonia urbano marginal indígena de Emiliano Zapata.
Se exploran diversas explicaciones entre las que se encuentran
el efecto de la migración rural urbana durante el año 1994 y las
Comportamiento reproductivo
Con referencia al comportamiento reproductivo de las mujeres de
15 a 49 años, se encontró que las mujeres de la colonia Zacualpa
Ecatepec y la comunidad de Emiliano Zapata se encuentran distribuidas en un comportamiento rápido (67.3% y 55.4%, respectivamente). Al hacer un análisis comparativo, las mujeres que tienen
un comportamiento reproductivo medio en la comunidad rural se
ubican con 16.3%, y 19.6% corresponde al asentamiento urbano
marginal indígena, mientras que aquellas mujeres que tuvieron
un comportamiento lento se ubican en 16.3 y 25%, respectivamen-
266
267
te, entre dichos contextos. Esto se debe a que en ambos contextos
la educación formal tiene un efecto importante en la fecundidad
de las mujeres indígenas (Figura 4).
De acuerdo con la paridad de las 48 mujeres en edad reproductiva de Zacualpa Ecatepec, se observa que el 62.5% de las mujeres
tuvieron un comportamiento reproductivo similar entre 1 y 5
hijos/as nacidos vivos; es decir, actualmente las mujeres siguen
teniendo un promedio elevado de hijos, a pesar de que en su
mayoría son mujeres jóvenes, debido al contexto sociocultural en
que se encuentran inmersas; por ende, la educación sigue jugando
un papel preponderante en dicha comunidad. Por su parte, el 10.5%
de las mujeres han tenido entre 6 y 8 hijos/as nacidos vivos, mientras que el 12.5% de las mujeres han tenido 9 hijos/as, y el 14.7% restante corresponde a aquellas mujeres que han tenido de 10 a 13
hijos/as. Por lo tanto, la fecundidad de estas mujeres no ha sido
controlada, porque aquellas mujeres que tenían de 12 a 13 hijos al
momento de la encuesta, no utilizaron algún método anticonceptivo, o si lo utilizaron no fue para espaciar o disminuir el número
de hijos. Por lo tanto, la educación formal, las formas de organización social y el contexto sociocultural son elementos importantes
para que existan cambios significativos en la fecundidad de las
mujeres indígenas (Figura 5).
Por otro lado, en Emiliano Zapata, de las 54 mujeres en edad reproductiva, el 74.2% tienen entre 1 y 5 hijos/as nacidos vivos; pero pre-
Figura 5. Paridad de las mujeres en Zacualpa Ecatepec,
San Cristóbal de Las Casas, Chiapas (2004)
sentan un comportamiento reproductivo diferenciado concentrado
en la media nacional (3 hijos), representando el 24.1%. Esta población de mujeres vive en un asentamiento urbano marginal en el
que tienen mayor acceso a los servicios educativos y de salud; por
lo tanto, el contexto sociocultural en que se lleva a cabo la educación es fundamental para influir en la toma de decisiones. Ahora
bien, comparando la tasa global de fecundidad entre ambos contextos se encuentra una diferencia del 1.28% de Emiliano Zapata
con respecto a Zacualpa Ecatepec. Por su parte, el 16.7% corresponde a las mujeres que han tenido entre 6 y 8 hijos/as nacidos vivos;
el 3.7% 9 hijos y el 5.6% restante son mujeres que han tenido entre
11 y 12 hijos. En suma, estas mujeres han tenido una proporción
mayor de hijos y son mujeres que viven en un contexto sociocultural semiurbano; sin embargo, siguieron el mismo patrón reproductivo de su lugar de origen (Figura 6).
Figura 4. Índice de comportamiento reproductivo en Zacualpa Ecatepec
y Emiliano Zapata, San Cristóbal de Las Casas (2004)
Consideraciones finales
Los contextos socioculturales analizados son diferentes en las
formas de organización social, fuentes de empleo y niveles educativos; por lo tanto, se esperaba encontrar diferencias en la fecundidad, mismas que no fueron significativas.
Sin embargo, al analizar la relación educación-fecundidad al
interior de cada contexto, sí se registró el impacto de la educación en la fecundidad, observándose que las mujeres con mejo-
268
269
Además, sería factible diseñar políticas con las que se les brinde
la oportunidad de trabajo a las mujeres que cuenten con escolaridad de nivel básico, así como diseñar acciones en políticas públicas donde la educación sea multicultural y les brinde herramientas
indispensables para la población indígena, además de ampliar los
programas de servicios de salud y comunicación en educación
familiar y salud reproductiva con igualdad de género, entre otros.
BIBLIOGRAFÍA
Figura 6. Paridad de las mujeres en Emiliano Zapata,
San Cristóbal de Las Casas, Chiapas (2004)
BENÍTEZ ZENTENO,
res niveles educativos en cualquiera de los dos contextos reportaron un comportamiento reproductivo más bajo que aquellas
con bajos niveles educativos.
Mientras las mujeres rurales estaban en condiciones de pobreza, dedicadas básicamente a la producción de autoconsumo
y carentes de servicios básicos; las otras contaban en su entorno
con opciones de servicios de salud, fuentes de empleo y acceso
a programas sociales. Es decir, las políticas de población indirectas (servicios públicos, salud y educación) deben diseñarse de
acuerdo con las necesidades de la población objetivo, con el fin
de mejorar la calidad de vida y el bienestar de las personas y las
familias para tener un desarrollo humano óptimo. Por lo que se
hace necesario mejorar la educación de la población femenina y,
por ende, de su fecundidad. En suma, es preciso generar una
cultura demográfica a través de la educación formal e informal y
los medios de comunicación con el objetivo de abordarlo de manera consciente y apegados a los derechos humanos, para contribuir en el descenso de la fecundidad indígena.
En general, es indispensable que especialmente la población
femenina tenga estudios de secundaria y más, ya que a partir de
ahí el índice de fecundidad descendería (Salvatierra, 2005). Así
mismo, coadyuvaría a mejorar las condiciones de vida de la población, particularmente en la población indígena.
270
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demografía ¿Qué calidad de vida habrá en el siglo XXI?, Primera edición, Fondo de Cultura Económica, UNAM, DDC, México, D. F.
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INTRODUCCIÓN
URCIAGA GARCÍA, José (2002), Los
CATARINO ANCHEYTA ROSALES originario de Escuintla, Chiapas, tiene 9 años viviendo
en San Cristóbal de Las Casas, es licenciado en Economía y ha terminado los
estudios de la maestría en Estudios Regionales, se desempeña como asistente
de investigación en el Proyecto Plan Integral de Desarrollo del Valle de Tulijá de
El Colegio de la Frontera Sur. También es docente en la licenciatura en Economía de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNACH.
ESTE TEMA SE podría profundizar bastante, pero por la brevedad
del tiempo sólo voy a referirme a generalidades; invito a los diferentes especialistas en las ciencias sociales a continuar buscando hacer más serio y técnico el abordaje de la oferta de los
servicios de salud en nuestra ciudad. Agradezco a los organizadores de este foro que, aprovechando la democracia en este país
y el derecho que tenemos a opinar, lo hayan organizado. Quizás
la invitación que hicieron a participar en la Mesa 2 Salud y Nutrición debieron mejor haberla hecho a alguna autoridad actual
de Salud en la localidad. Hoy no asisto en nombre de ninguna
institución. Tal vez de alguna manera tomaron en cuenta para
invitarme, mi experiencia de ya casi 28 años de vida profesional
en esta región, trabajando con la Secretaría de Salud en la implementación de diferentes proyectos relacionados con la salud
en esta ciudad de San Cristóbal (desde la Jefatura de la Jurisdicción Sanitaria II, con sede en esta región, o desde la Dirección del
Hospital Regional, o recientemente dirigiendo los Servicios Públicos Municipales), y por lo que considero que a pesar de los grandes avances en la materia que me ha tocado vivir junto a muchos
compañeros del sector salud a lo largo del tiempo, ¡falta aún
mucho más por hacer! La salud es un bien social que debe estar
al alcance de todos, y las ciencias sociales esperan que la Salud
Pública haga su parte para alcanzar el bienestar y la atención
adecuada en materia de prevención, cuidado y la restauración o
rehabilitación, según sea el caso, de la salud de la gente de nuestra ciudad y de la región que la rodea.
272
273
WELTI,
Carlos (1997), Demografía I, primera edición, CELADE,
México, D. F., p. 233.
COSÍO, María Eugenia Zavala de, (1992), La transición demográfica en
América Latina y en Europa. Notas de población, 20(56):11-32.
EL AUTOR
es originario de Nicaragua y desde hace más de una década reside en San Cristóbal, es médico cirujano y tiene el doctorado del Colegio
de Posgraduados de Chapingo. Actualmente es investigador de El Colegio de
la Frontera Sur, en la División de Sociedad, Cultura y Salud.
BENITO SALVATIERRA IZABA
OLGA LIDIA LÓPEZ GONZÁLEZ es originaria de Motozintla, Chiapas.Vive en SCLC desde
1999, egresada de la licenciatura en Sociología de la Facultad de Ciencias
Sociales de la UNACH. Trabaja como asistente de investigación en el proyecto
“Evaluación integral de las políticas públicas en salud reproductiva en
Chiapas”que se desarrolla en El Colegio de la Frontera Sur.
EN
erradicación de la poliomielitis, la difteria y el sarampión, aparecen
nuevos problemas graves de salud derivados del incremento de la
vida media de la población, como el cáncer, la diabetes o las enfermedades cardiovasculares. El asunto es que finalmente de algo
tiene que morir el ser humano; tarde o temprano, la muerte llegará a pesar de nuestros deseos de prolongar más la esperanza y la
calidad de vida de la población.
En ocasión de este Encuentro quiero tocar dos temas fundamentales por la demanda de la gente que solicita mejorar su eficiencia y eficacia en dos temas fundamentales:
Todo el tiempo he colaborado en la elaboración de planes y programas y no me cansaré de hacerlos, las situaciones cambian y
cambian las épocas y los problemas. Hoy, a mediados de 2004, es
importante este foro “Una mirada desde las ciencias sociales a
nuestra ciudad en su 476 aniversario de su fundación”cuyas conclusiones después de discutidas podrán servir, una vez más, para que
haya la posibilidad de dar a las múltiples ideas surgidas una presentación adecuada en nuevos anteproyectos, planes y programas, y
proponerlos a las diferentes instituciones y organizaciones de
gobierno local, municipal y sanitarias relacionadas con el sector.
Hace muchos siglos Platón, en su famoso diálogo “La República”, describió a detalle lo que para él es una organización social
perfecta. Tomas Moro habló del mismo tema llamando a su obra
“Utopía”, derivado del griego U-Topós, o sea, en ningún lugar,
expresando con ello que su teoría es una ficción y que la perfección
en el terreno social y político no es más que un conjunto de ilusiones, razonablemente estructuradas, pero que algo así no podría
ocurrir en la realidad. Por eso la palabra utopía ha llegado a tener
ese doble significado; por un lado es un proceso de planeación
como resultado de un reclamo social convertido en un argumento
filosófico bien estructurado y más o menos fundamentado, y por el
otro lado es una fantasía, un anhelo social irrealizable. La palabra
utopía se parece mucho a la palabra felicidad o a la palabra salud.
Todo mundo las desea, y en cuanto se las desea se crea un modelo mental para darle forma y marchar hacia ella, pero al mismo
tiempo se crea un bien políticamente inalcanzable y se hace poco
por conseguirlas socialmente. Pocas palabras tienen esa doble connotación, ese raro antagonismo.
Así es en salud: mientras más se avanza, decía alguna vez el Dr.
Julio Frenk, las necesidades de salud aumentan; los recursos en
salud son finitos, limitados en cuanto que obedecen a presupuestos establecidos, y por ello existe un tope a esos recursos, y por otro
lado las necesidades de salud son infinitas. Esto quiere decir, por
poner un ejemplo, que mientras la esperanza de vida creció en
cada década gracias entre otras cosas al avance de Chiapas en el
control de las enfermedades prevenibles por vacunación, como la
La disyuntiva en estos dos puntos es la siguiente: en ambos problemas quizás estaremos frente a una utopía. ¿En dónde ya se agotaron todas las posibilidades para los reclamos de la ciudadanía en
el corto y mediano plazo?, o ¿quizás mediante un mejor aprovechamiento de los recursos existentes podemos hacer todavía más?
Respuesta: yo creo que San Cristóbal difícilmente estará esperanzado en que le incrementen los presupuestos y se debe hacer más con
menos. Se debe buscar la eficiencia en la infraestructura de salud que
existe en la ciudad y reorientar el ejercicio del gasto público municipal. Entonces se requieren cambios.
La gente mantiene un reclamo muy importante: la atención
médica hospitalaria de calidad y a muy bajo precio, para que sea
accesible y en el momento adecuado, desde la consulta médica
general y durante la atención hospitalaria que ofrece el Sector
Salud: SSA, IMSS e ISSSTE.
También están los Servicios de Salud Pública Municipales que
ofrece en su mayor parte el H. Ayuntamiento Constitucional,
pero donde también intervienen otras instancias como la Dirección de Servicios Públicos, Obras Públicas, Desarrollo Urbano,
Ecología, COPLADEM, el Centro de Salud Urbano SSA, el IDH,
274
275
I)
La oferta de Servicios Hospitalarios, que me parece algo
crucial, y
II) El funcionamiento y la asignación de recursos a los
Servicios Públicos de Salubridad Municipales.
varias organizaciones no gubernamentales con un magnífico
trabajo, etc. Todos ellos, mediante sus programas y proyectos cuyos resultados se rinden en el Informe del C. Presidente Municipal también conforman el Plan de Desarrollo Urbano Municipal,
la Carta Urbana o el Plan de Salud Municipal, y muchos más como el Consejo Consultivo de la Ciudad o los importantes programas Hábitat SEDESOL que realizan importantes estudios del
desarrollo ambiental, etcétera.
Si dijimos que requerimos cambios, entonces será que:
A) ¿Podemos, en el nivel local, de acuerdo con las leyes, orde-
namientos y decretos, proponer cambios en las organizaciones de salud desde la sociedad civil?
B) ¿Cuál es la situación de la oferta de los servicios de salud de
acuerdo con ese desenvolvimiento y desarrollo de los servicios de salud que ofrecen las instituciones al pueblo de San
Cristóbal?
C) ¿Cuáles son estos principales rezagos en materia de salud
hoy?
D) ¿Hay perspectivas y cuáles serían las estrategias inmediatas y en el mediano plazo?
Difícil es contestar estas preguntas en tan sólo este breve tiempo que dura el foro; mi intención, en lugar de dar respuestas
contundentes, es abrir la discusión y esperar a que entre todos
demos una opinión atinada a los graves problemas existentes y
para ello espero que este tipo de foros continúen y podamos
presentar en breve un documento a las autoridades municipales
y sanitarias en algún momento.
MATERIALES Y MÉTODOS
mita la discusión de los dos temas descritos bajo la óptica de la
sociedad civil organizada, presente en este encuentro.
Al principio diremos que las bases legales que sustentan la
oferta de los servicios de salud están contenidas en los siguientes textos:
• La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
• El Plan Nacional de Desarrollo 2000-2006.
• La Ley General de Salud.
• El Reglamento Interior de la Secretaría de Salud.
• El decreto por el cual el Ejecutivo Federal establece las bases para el Programa de Descentralización de los servicios
de salud a los estados y municipios.
• El Programa Nacional de Salud.
• El Plan Estatal de Desarrollo 2000-2006.
• Los reglamentos y decretos expedidos por el Cabildo Municipal en materia de prestación de servicios públicos.
• El Plan Municipal de Salud.
A) La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
dice en su:
Título Quinto
“De los Estados de la Federación.”
Artículo 115.- “Los estados adoptarán para su régimen interior la
forma de gobierno republicano, representativo, popular, tomando
como base su división territorial, y de su organización política administrativa el municipio libre.”
Y más adelante: señala “En estricto apego a la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, de la Ley General de Salud y de la
Ley Estatal de Salud, es factible y plenamente compatible lograr que
el Municipio Libre se convierta en la auténtica unidad y expresión
operativa de las políticas y planes federales y estatales de salud.”
Definiciones conceptuales
Analizaremos las bases legales, los problemas y rezagos en forma resumida y breve, y presentaré una alternativa que nos per-
B) Con lo anterior repasamos las bases legales que dan fundamento a los servicios de salud, ahora nos preguntamos ¿qué es
276
277
la salud? Una definición aceptable es la de la OMS como:“el estado de bienestar físico, mental y social de un individuo o una
comunidad y no sólo de la ausencia de enfermedad.”
C) Vista la salud desde la óptica de las ciencias sociales, la OPS
tenía en los ochenta un lema: “La salud para todos en el año
2000”; 25 años se trabajó con este lema adoptado también por
nuestro gobierno para los mexicanos, y utilizando la estrategia
de Atención Primaria para la Salud y la otra estrategia importante en la década de los noventa el “Fortalecimiento de los Sistemas Locales de Salud”.
Antecedentes y generalidades
Nuestros servicios de salud vienen de muchos siglos atrás con las
civilizaciones prehispánicas, al haber alcanzado éstas grandes
conocimientos en medicina tradicional y herbolaria, y desde
antes de la llegada de los españoles al valle cuando se le conocía
a San Cristóbal con el nombre de Hueyzacatlán. Los mayas dejaron constancia de ello en los códices que conocemos. También
por haber realizado obras para el suministro de agua a sus comunidades o al haber construido redes de drenaje en algunos de sus
templos y pirámides como en Palenque. Los indígenas que habitan esta región de Los Altos de Chiapas tienen una gran riqueza
cultural en el tema de la salud que les viene de siglos atrás.
También los servicios médicos occidentales están presentes desde hace muchos siglos en San Cristóbal, como lo fue la fundación del primer hospital en el año 1544. Para 1682 la población era
de 3 755 habitantes (distribuidos de la siguiente manera: 570 españoles, 1 710 castas y mestizos, 755 mulatos y negros y 130 indios).
El 3 de septiembre de 1821 Ciudad Real secundó el movimiento
independentista iniciado en Comitán y proclamó su independencia de España y su incorporación al Imperio mexicano. La
proclama solemne de federación de Chiapas a México se hizo en
Ciudad Real el 14 de septiembre de 1824, hace apenas cerca de 200
años de los 475 años de sólo su fundación, que estamos celebrando con este foro. Durante toda la época colonial fue San
Cristóbal conocida como Ciudad Real, la capital de la Provincia
de Chiapas, y hasta 1892, después de luchas entre conservadores
y liberales, se estableció definitivamente la capital en Tuxtla
Gutiérrez. Fundamentalmente los servicios médicos hospitalarios comienzan a crecer a la mitad del siglo XX, desde que el INI
introdujo sus servicios médicos en comunidades indígenas. Más
tarde, el Departamento de Sanidad intervino para posteriormente formar los Servicios Coordinados de Salud. Instituciones
con cerca de 60 años de creadas, como SSA, IMSS e ISSSTE, todas
ellas para diferentes grupos poblacionales. Posteriormente se
crea el Centro de Salud en 1962, y el Hospital Regional, donde
ahora se encuentra, en el barrio de Santa Lucía, en 1963. Pocos
años después, en 1973 se crea la Clínica de Campo del IMSSCOPLAMAR. Dentro de los programas están aquellos de extensión de cobertura de SSA, Programa de Nutrición y Salud de SSA,
Programa IMSS-COPLAMAR y después IMSS-Solidaridad, Programa de Lucha contra el Paludismo, Programa de Lucha contra la
Oncocercosis, Programas de Planificación Familiar, PRODESCH,
UNICEF, OMS, FAO. Después vinieron las cinco remodelaciones al
Hospital Regional SSA, con la basificación de médicos y enfermeras. Y en fin, llegamos al año 2000 también con una serie de
obras de ampliación de la cobertura que de 14 centros de salud y
un hospital en el año 1994, pasamos a cerca de 45 centros de
salud y cuatro hospitales mixtos o integrales (Chamula, Oxchuc,
Yabteclum, Chanal).
¡En una sola ciudad cuántas instituciones de salud, cuántas
oportunidades distintas!
Hoy tenemos dos hospitales para población abierta: el IMSSOportunidades y el Hospital Regional de la SSA. Además del
ISSSTE y uno pequeño del ISSTECH para derechohabientes.
Entre todos se cuenta con seis quirófanos y poco más de 130
camas censables. Equipos y aparatos nuevos como tres ultrasonidos, varios aparatos cardiovectores, electrocardiográficos,
monitores, etcétera.
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279
LOS SERVICIOS MÉDICOS HOSPITALARIOS DE SEGUNDO NIVEL
Además de las otras cuatro remodelaciones desde la fundación del hospital en 1963, ahora va la quinta remodelación y adecuación a ese hospital regional, con una inversión de 7 millones
de pesos. Esta vez se adecua la sala de espera, se abre una sala
para cuneros y más camas de pediatría, se construyen nuevas
oficinas administrativas, etcétera.
Rezagos
San Cristóbal requiere un nuevo hospital, el actual no es funcional, sabemos que ahora sí su infraestructura está muy rezagada
y ya no da para más. La actividad del hospital es muy alta: normalmente se realizan 10 procedimientos quirúrgicos en 24 horas,
muchos de ellos de alto grado de dificultad; existe atención de
alrededor de 50 urgencias diarias, y está por arriba de 85% de ocupación en promedio. Muchas madres han sido salvadas después
de una atención esmerada de parte del personal de salud, pero
debido al gran incremento poblacional de mujeres en edad fértil todavía más de 20 muertes maternas se presentaron anualmente en esta región. Además, en una serie de campañas muy
altruistas y necesarias, el IDH y el mismo hospital llevan a cabo
campañas quirúrgicas con cerca de 500 cirugías programadas.
Pero a pesar del desarrollo y de los grandes avances en servicios hospitalarios se podría decir que todavía tenemos grandes
rezagos, por lo que en algunas ocasiones se presentan protestas
y problemas graves en la atención médica hospitalaria.
Sabemos que hay cosas que pese a buena voluntad y disponibilidad de recursos no podremos alcanzar. Hoy la tecnología médica está muy avanzada y podemos caer en el riesgo de considerar situaciones utópicas solicitar tecnología de alta especialidad;
quizás falta mucho para que tengamos un tomógrafo computarizado, o quizás nunca un aparato de resonancia magnética.
El centralismo es un rezago que todavía tenemos a pesar del
convenio de descentralización de los servicios entre la federación y el estado. Esto es observable, al estudiar someramente los
dos hospitales que atienden a población abierta:
280
A)
La Clínica Hospital de Campo de San Felipe Ecatepec
Está situada en la ciudad, brinda servicios a población abierta en
las cuatro especialidades básicas. En su funcionamiento es un buen
modelo de atención. Sólo en algunas ocasiones ofrece servicios
muy irregulares de salud por falta de personal de base. Fue fundada en la década de los setenta con recursos del gobierno federal,
por lo que la infraestructura, es decir, el edificio, se construyó cuando San Cristóbal tenía 35 000 habitantes y su finalidad era nada más
servir de apoyo solidario a los pacientes de la región. Hay que recordar también que es propiedad del IMSS. La Clínica de Campo
atiende a población abierta, pero lo hace en desventaja con el otro
hospital de la SSA, como decíamos, por no tener en su plantilla médicos de base en las especialidades básicas: gineco obstetricia, cirugía, medicina interna y pediatría. Funciona con médicos residentes
y por contratos temporales, y actualmente la población que atiende es mayoritariamente mestiza de la periferia de la ciudad. Hoy
los indígenas de la gran mayoría de municipios cercanos a San
Cristóbal asisten mayoritariamente al Hospital Regional, y es frecuente también que se canalicen a aquellas urgencias médico-quirúrgicas por falta de médico de guardia. Esto lo sabe perfectamente el personal de la Cruz Roja.
¿El modelo de atención se ubica en San Felipe Ecatepec y por
ello se considera a este importante hospital como un Hospital
Rural?, Sí, así es: rural, al igual que la de Bochil o Benemérito de
las Américas, y por lo mismo los recursos serán siempre limitados y, como antes, seguirá sin la contratación de médicos en su
plantilla. ¿Será posible proponer otro modelo para este importante edificio? ¿Podrá crecer y mejorar la atención en este lugar?
¿Cómo? ¿O ya dio todo de sí y no hay más que hacer y mejor
que los usuarios se resignen al servicio como está? ¿Se acabaron
las ideas? Hoy San Cristóbal ya no tiene 35 000 habitantes, hoy
tiene 160 000 y las camas de ese hospital son sólo de apoyo solidario, en lugar de contar como camas censables que debe tener
la ciudad, cuyo indicador es una cama de mínimo por cada 10 000
habitantes, por lo que se debiera tener alrededor de 160 censables en la ciudad.
281
B)
Rezagos y buenos avances por parte del Hospital Regional
No se da abasto con tanto enfermo. Después de haber sido por
años un lugar que frecuentemente proporcionaba mal servicio y
por lo mismo, tenía muy poca demanda, ya que se había convertido en un círculo vicioso: …no había pacientes: no crecía, y no
crecía porque no había pacientes…
A partir de 1997, después de la masacre de Acteal y de los
grandes esfuerzos que ahí se desplegaron con éxito para atender
a los 17 heridos de bala con AK-47, todos graves, y donde participó el sector salud hospitalario en conjunto y a una sola voz, es
que se aprobó un “Plan de contingencia para desplazados de
Chenalhó”y se solicitó la adecuación y remodelación de las unidades hospitalarias como el Hospital Regional que con 5 millones y hoy con 7 millones ha seguido la construcción del plan
trazado, para su ampliación.
Baste decir que a la larga, de acuerdo con los compromisos de
ese Plan de contingencia, la SSA fue la única que cumplió con su
promesa de reestructuración de su hospital. El ISSSTE hasta hoy
no termina, después de casi ocho años de construir su área nueva
de encamados para aumentar de ocho a 15 pacientes, construida
y equipada, pero sin funcionar, abandonada. El IMSS de plano se
hizo de lado arguyendo falta de recursos y diciendo que son una
Clínica Hospital Rural ubicada en San Felipe Ecatepec, y evitando ser considerada como un hospital que complementa apenas
con 50 camas censables las que debe tener una ciudad como San
Cristóbal. Pero con presupuesto para 30 camas.
Hoy, con preocupación externada por la población, apenas hace
unos días vemos cambios, una vez más desde la óptica de la planeación normativa y no de la planeación estratégica de fortalecimiento a los sistemas locales de salud. Se dijo que “el hospital de
acuerdo al modelo debe evitar tener salas de cuidados intermedios
intensivos”y el que se tenía se cancela… Se quitan monitores y se
subutilizan los equipos ya comprados. Ahora vuelta al pasado: falta
un lugar para atender a los enfermos adultos graves, a menos que
sea en Tuxtla, y para lo cual hay que hablar primero por teléfono
para saber si hay cama disponible y apartarla, con los consiguien282
tes gastos, molestias y temores para los familiares y para el mismo
paciente que, por ejemplo, con un traumatismo cerebral debe trasladarse por carretera a otra ciudad para recibir atención. Son
desaprovechados el intensivista, el internista o quizás hasta el
magnífico cardiólogo con que se cuenta y otros especialistas en
ese hospital. Del equipo de displasias que donó desde hace un año
el H. Ayuntamiento constitucional al Hospital Regional, ¿por qué
se conserva guardado si existe tanta necesidad de que funcione?
¿Quién lo pidió al Ayuntamiento? y ¿por qué lo compraron con un
costo de $847 682.00? Si por falta de espacio no se ha instalado, y
además hace falta personal capacitado, ¿dónde está?
La Unidad Médica Familiar T-3
Atiende a cerca de 25 000 derechohabientes, y ése sí es un problema particular del IMSS que tiene que resolver en su régimen
ordinario para atenderlos mejor. Sabemos de los presupuestos
insuficientes y de la discusión nacional sobre el Régimen de
Pensiones vigente y la necesidad de cambiarlo y de la oposición
de su sindicato nacional. En este foro no trataré el delicado
asunto de los servicios médicos hospitalarios a los derechohabientes del IMSS o del ISSSTE.
C)
Perspectivas
Se debe trabajar en un nuevo modelo de reunificación y reordenamiento de los dos hospitales que dan servicios médicos a población abierta. El pueblo desea recibir mejor atención de los servicios
de salud, y los empleados y trabajadores de salud (médicos, enfermeras técnicos) desean mejorar las condiciones para proporcionar
este servicio en condiciones óptimas. Recordemos que detrás de
ellos están la Comisión Nacional de Arbitraje Médico, la Comisión
de Derechos Humanos, el Ministerio Público y la Procuraduría, la
Contraloría y, finalmente, la propia conciencia del médico que
desea lo mejor para su paciente.
Actualmente el proceso de descentralización de los servicios a
nivel nacional alcanzó a nuestro estado de Chiapas mediante
convenio firmado con la federación. Esta descentralización ope283
rativa permite la toma de decisiones como producto de la planeación estratégica, donde intervienen la evaluación de las estrategias de atención primaria, el fortalecimiento de los sistemas
locales de salud y los diagnósticos situacionales y la regionalización con base en micro diagnósticos, la referencia y contrarreferencia de pacientes y demás.
Gracias a la descentralización de los servicios, ahora Chiapas
puede con mayor facilidad realizar las estrategias de planeación
estratégica y de aplicación del gasto público, y discutir, como lo
hacemos en este foro, alternativas para mejorar los servicios
médicos que se ofrecen.
Para mejorar el servicio médico hospitalario y ante las grandes
necesidades de atención, debería quedarse el actual Hospital
Regional como un Hospital de Materno Infantil para la atención
de las embarazadas, la atención del parto y puerperio en mejores condiciones. También como un lugar de capacitación para un
adecuado Centro de Entrenamiento y Capacitación para las parteras empíricas que existen actualmente. Como un lugar de
atención a la mujer en sus problemas y necesidades de salud
reproductiva desde la juventud y hasta la menopausia, además,
la atención de los niños menores de edad, desde el embarazo
dentro del vientre materno y durante todo su desarrollo. Tendríamos entonces un Hospital de Materno Infantil. Para ello, se
debía concentrar todos los recursos existentes en un solo lugar,
sean estos médicos pediatras o cirujanos pediatras, etcétera. Junto con el equipo médico adecuado para atender desde las urgencias hasta la hospitalización y la consulta externa con todos sus
programas como la vacunación, rehidratación oral y las infecciones respiratorias, etcétera.
en un Hospital General con Traumatología, Medicina Interna y
Cirugía para atender mejor a la población de San Cristóbal y de
los pueblos circunvecinos, aprovechar mejor las instalaciones del
Hospital Clínica de Campo IMSS, hoy Oportunidades (antes COPLAMAR, después Solidaridad) reasignándole la función de Hospital General para atender solamente a pacientes de todas las
especialidades y de traumatología, adultos hombres y mujeres, urgencias, medicina interna, cardiología, cirugía general, oftalmología, neurología, etcétera.Y concentrar todos los recursos humanos
preparados que existan en ese lugar. Quizás tendría que pasar a
formar parte de la SSA con todos sus recursos humanos y equipo
médico que ahora tiene con excepción de aquellos que se trasladarían al Hospital Materno Infantil SSA San Cristóbal. Existirían
muchos beneficios, menor tiempo de traslado, bajos costos, mayor
oportunidad de vivir aprovechando la hora de oro que todos conocemos. Hoy se planea gran concentración de servicios médicos
en Tuxtla Gutiérrez con la creación de un nuevo hospital de pediatría y un Centro Médico de Especialidades en Tapachula. Esto
vendrá a reforzar aún más la red de hospitales de Chiapas y ayudará también a reforzar los servicios a la población de esta ciudad,
pero también es necesario hacer los cambios a nivel local que se
requieren.
SERVICIOS PÚBLICOS MUNICIPALES DE SALUD
A LOS CIUDADANOS
Es decir, en concreto, en este trabajo se propone reestructurar la
participación de la SSA, del IMSS y del gobierno del estado en los
hospitales. La Clínica Hospital de Campo ampliaría y convertiría
Introducción
De todos son conocidos los indicadores de salud y demografía y
no es mi intención profundizar mucho en ellos, sino sólo resaltar algunos conceptos en relación con los servicios públicos que
el Ayuntamiento presta. Es difícil esta actividad por los rezagos
en la materia.
Nuestra ciudad de San Cristóbal de Las Casas es una ciudad
antañona, oficialmente con 84 localidades y una población de 160
000 y 484 km2. Una densidad de 274 hab./km2, con una altitud de
284
285
RESUMEN Y CONCLUSIONES
cerca de 2 300 msnm, por lo que el clima es frío y húmedo y con
cambios bruscos de temperatura. Con mucha historia de convulsiones y agitación social por enconos políticos de grupos y facciones con intereses puestos por encima de la sociedad a veces esto
provoca violencias, por lo que se interrumpen ocasionalmente los
servicios públicos. Hay una historia de contingencias ambientales
donde Protección Civil tiene una participación esencial (como
inundaciones, erupción de volcanes, temblores, destrucción de
bosques por incendios forestales). Es centro político social y punto neurálgico (donde se llevaron a cabo los acuerdos de San Andrés entre el gobierno federal y el EZLN, declarados en contra en
el año 1994) donde convergen culturas ancestrales como la rica
cultura maya. A lo largo del tiempo son los indígenas quienes presentan gran rezago social por su historia de despojo y avasallamiento a que fueron sometidos por muchos años.
Por su ubicación y su situación geográfica es una de las ciudades con mayor inmigración indígena en el sureste de México.
Localizada en la región altamente poblada de Los Altos de
Chiapas; colindan con ella importantes grupos de hablantes de
los idiomas tzotzil y tzeltal de Chamula y Tenejapa al norte; al
noroeste con Huixtán; al sureste con Teopisca y al suroeste con
Totolapa y San Lucas y al oeste con Zinacantán. Incluso presenta un importante problema de asentamientos humanos en terrenos irregulares de superficie accidentada en su mayoría, que
ejercen una gran presión social en sus demandas de recursos
para mejorar su desarrollo en educación, trabajo, vivienda y
salud, entre otros.
Los servicios públicos municipales consisten en este momento en aquellos que se ofrecen desde varias direcciones y organismos dependientes del H. Ayuntamiento Constitucional:
A) Programa
B) El control
de quejas y molestias sanitarias.
de los establecimientos que expenden bebidas
alcohólicas.
C) El control de la prostitución y de los establecimientos que
se dedican a ella.
286
D) El Programa de Control de la Rabia.
E) El apoyo a la vacunación en humanos. A las Semanas de Sa-
lud Bucal y a las Campañas de Vacunación antirrábica canina.
F) El rastro.
G) Programa de Mejoramiento de Mercados.
H) El panteón.
I) Obra pública municipal de salud pública.
J) Alumbrado público.
K) El programa de disposición y control de la basura.
L) El SAPAM o Sistema de Agua Potable y Alcantarillado
Municipal.
la participación en varios Comités: Red de Municipio
Saludable, el Comité de Salud Municipal, el Comité de
Lucha contra las Adicciones, la Red VIH-SIDA, el Comité
por una Maternidad Voluntaria y sin Riesgos, el Comité de
Lucha contra la Mortalidad Materna y Perinatal, etcétera.
M) Y
SAN CRISTÓBAL, PROBLEMÁTICA Y REZAGOS
EN LA SALUBRIDAD LOCAL
Demografía. La ciudad de San Cristóbal, al igual que otras ciudades de Chiapas, ha crecido enormemente en el último cuarto de
siglo, lo que no creció en sus 476 años desde su fundación. Hoy se
calcula en 160 000 habitantes que pueblan en forma permanente el
Valle de Jovel. Apenas en 1970 la ciudad tenía 30 000 habitantes. A
pesar de todos los esfuerzos que realizan los ayuntamientos, los
problemas a veces rebasan la oferta de los servicios públicos. Incluso la mayor parte de los problemas son añejos y vienen de
tiempo atrás. Existen unas 70 colonias irregulares en diferentes
rumbos de la periferia de la ciudad, donde habitan unas 7 000 familias con cerca de 30 000 habitantes, en su mayoría indígenas de los
municipios cercanos y en condiciones de pobreza y marginalidad.
Obra pública. En el Ayuntamiento 2002-2004 se han realizado
acciones importantes, fruto del trabajo conjunto. Pero también
acciones que se dejaron de lado por insuficiencia presupuestal, al
287
haber otras prioridades para las autoridades con capacidad de decisión. Los presupuestos del Ramo 33 Fondos 3 y 4, de donde se
toman recursos para salud pública, se ejercieron, entre otras cosas,
en obras, poco más de 20 millones equivalentes al 14% en el ejercicio 2003 en unas 35 obras de saneamiento básico y salud, la mayoría en colonias de mediana densidad poblacional y sobre todo de
mediana y baja marginalidad.
En el cuidado de la ecología ha habido una verdadera destrucción
de bosques a lo largo de los años; no de ahora, pero hoy también
sigue lo mismo, simplemente hay que ver la terrible devastación de
árboles quemados en las montañas y cordilleras por las que atraviesa la carretera Panamericana. Es una gran desolación recorrer
las dos horas que dura el trayecto Tuxtla-San Cristóbal y donde se
aprecia la preparación de tierras para la siembra del monocultivo
del maíz y el acarreo de leña por parte de mujeres descalzas al igual
que siempre los hacen. Hoy empezamos a observar también manchones de tierra árida en las montañas alrededor del valle, causado esto por los habitantes de la zona norte o por los de la zona sur.
Se amenaza la reserva Pellizi, y la reserva de bosque de niebla.
La amenaza a los mantos freáticos ha disminuido sustancialmente
el aporte del vital fluido a la población, y los nuevos asentamientos
humanos que para San Cristóbal son más de 70 colonias irregulares
donde 30 000 personas viven en situaciones precarias e insalubridad.
La fauna nociva se calcula en cerca de 30 000 perros; sólo en la
campaña de vacunación antirrábica canina se vacunaron aproximadamente 16 000 canes. Existe un gran número de perros callejeros que deambulan por la ciudad, y a los servicios de los centros de salud se presentan cerca de 100 personas mordidas que
tienen que ser sujetas a esquema de vacunación.
Contaminación. Alrededor de 17 000 vehículos circulan diariamente en las angostas calles de San Cristóbal, y son causa de
problema vial y accidentes.
Alcoholismo y drogadicción. Los cerca de 500 pequeños abarrotes, 200 restaurantes y bares y ocho discotecas y 10 centros nocturnos suman 700 lugares que expenden bebidas alcohólicas.
Contrariamente hay 48 grupos de Alcohólicos Anónimos que
luchan denodadamente por combatirlo… pero sobre todo la
atracción a las ocho discotecas ubicadas en el Centro Histórico y
que invitan a los adolescentes al consumo ilegal.
Los problemas de drogadicción y consumo de enervantes,
drogas a menor costo y aún más accesibles a una menor edad,
pero también de menor calidad y mucho más nocivas: los inhalantes, el crack, piedra, cocaína, éxtasis, y las de siempre: nicotina, alcohol y fármacos mal utilizados, ponen en serio peligro a la
juventud. Existe también la tendencia de este problema a introducirse en las comunidades indígenas de la región y la zona periférica de la ciudad, y también a las personas con recursos económicos. El incremento de adictos provoca más enfermos mentales
en vía pública y la necesidad de centros de rehabilitación. Ya no
se diga el incremento a la delincuencia y delitos de carácter penal
y la sobrepoblación de cárceles que alojan a los infractores.
Servicio Médico. Los servicios municipales también tienen un
área de atención a la población, expidiendo certificados médicos
de lesiones y de la integridad física de los detenidos por diferentes corporaciones policíacas. Sólo detenidos en estado de ebriedad son alrededor de 4 000 personas anualmente. Por diversos
delitos más, de 1 000 menores de edad son detenidos también cada año. Esto provoca que cientos de personas lleguen a los servicios de urgencias médicas, afectados por los infractores. Ahora
acertadamente existe una nueva ley que agrava los delitos cuando hay intoxicación alcohólica.
Prostitución. Están bajo control médico alrededor de 140 mujeres sexo servidoras de 3 principales prostíbulos, de 10 que hay en
total; se otorgan unas 3 500 consultas médicas y se hacen más de
1 000 exudados vaginales y más de 500 pruebas para detección de
SIDA en el año. Recientemente se supo del reclamo de 8 enfermos de SIDA al Hospital, por el retraso de medicamentos. Esta
enfermedad se está incrementado. La prostitución es tema de
discusión y la mujer indígena enfrenta un nuevo y gran peligro
debido a la crisis económica y su nuevo rol ante las relaciones
distintas en que hoy está viviendo, y donde el comercio callejero es ya su primera e incontrolable manifestación. Por vez pri-
288
289
mera se ha sabido de mujeres indígenas dedicadas a la prostitución en la zona de los mercados del norte de la ciudad.
Mercados. En el Castillo Tielemans hay cerca de 1 300 puestos fijos
y otros 1 200 ambulantes; el edificio tiene problemas en los desagües
y drenajes. El Merposur aloja poco más de 2 200 locatarios y comerciantes en puestos fijos y semifijos. Diario se mueven varias toneladas de alimentos en los dos mercados principales que existen y
donde prevalece la falta de mantenimiento, aseo e higiene.
El comercio ambulante. Las personas necesitadas de trabajo en
su lucha diaria por generar ingresos para la familia se dedican al
trabajo informal; a diario son desalojadas alrededor de 150 personas en áreas del Centro Histórico, el andador vial y el área de
mercados. Está pendiente gestionar otros espacios a los ambulantes de Santo Domingo y La Caridad, y quizás organizar mercaditos sobre ruedas para que en forma organizada expendan
sus productos en diferentes puntos de la ciudad.
Bancos de Arena. Diariamente unos 70 camiones de 3 toneladas terminan con los más de 40 bancos de arena, en su mayor
parte irregulares, ubicados en los cerros de la zona sur. Esto
amenaza a los mantos freáticos que han disminuido sustancialmente el aporte del vital fluido a la población. La explotación de
sus 400 trabajadores areneros, con bajos sueldos y sin protección
mediante la seguridad social, es un problema adicional.
Agua. Con un presupuesto anual de unos 13 millones de
pesos, se requiere bombear a diario unos 70 litros de agua por
persona para el 60% de sus habitantes, por medio de sus 7 fuentes de agua o manantiales que abastecen unas 25 000 tomas de
agua en la ciudad por parte del SAPAM.
El alumbrado de parques, jardines, calles y avenidas es de vital
importancia. Ahora en el Centro Histórico estamos estrenando
el cableado subterráneo, pero en otras partes de la ciudad existen muchas deficiencias en la iluminación de las calles. Se pagan
700 mil pesos mensuales a la CFE.
En el rastro municipal son sacrificadas anualmente más de 5 500
reses que producen unas 1 500 toneladas de carne que se comercializa en diferentes expendios, muchos de ellos sin las medidas
higiénicas necesarias.Todos los días se sacrifican de 20 a 30 reses en
el rastro municipal, ya obsoleto y sin tecnología apropiada; por ello
los introductores pagan una insignificante cuota de 25 a 30 pesos
por el sacrificio de cada res y de ahí el círculo vicioso en que se
encuentra. En cuanto al sacrificio de ganado, porcino sólo 30% se
hace en condiciones aceptables; el resto, en domicilios particulares
perjudicando a los vecinos y creando molestias sanitarias.
Nuestro Panteón Municipal data de más de 150 años, tiempo en
el cual se han levantado mausoleos y criptas que son joyas de
arte, incluso registradas por el INAH como monumentos arquitectónicos, algunos en peligro de destrucción. La Comisión de
Panteones del Ayuntamiento actualizó el catálogo, incluyendo
fotos e imágenes para su conservación. El Panteón ya no da para
más, tiene 85% de ocupación y cada año se realizan ahí cerca de
500 inhumaciones. Aunque ya hay un terreno previsto, faltan los
recursos para implementar la infraestructura.
En cuanto a disposición final de los desechos, es decir, el problema de la basura, sólo en nuestra ciudad se acarrean y tiran alrededor de 50 000 toneladas de basura al muy deficiente relleno
sanitario que más bien es un tiradero a flor de tierra. Este servicio es uno de los de mayor importancia; y a pesar de ser una
demanda muy sentida por la población, los recursos municipales no alcanzaron para el adecuado tratamiento de la materia
orgánica. Muy lejos está aún el reciclaje de la basura y la separación de ésta en orgánica e inorgánica, ya que esos programas
difícilmente son viables por las características de la región.
290
291
Perspectivas
Actualizar reglamentos: quienes deben hacerlo son los regidores
en sus diversos comités; en este caso, el trabajo del Comité de Salud se caracterizó, a diferencia de otros regidores y comisiones, por
no haber presentado ninguna actualización ni reglamento nuevo
en la materia. Éstos deben ser discutidos y aprobados en reunión
de cabildo: Por ejemplo el reglamento para combatir el comercio
ambulante es obsoleto, falta actualizar el Reglamento de Panteones, el Reglamento de Mercados, el Reglamento del Rastro.
La estructura organizativa se puede mejorar para dar una respuesta más ágil a los problemas de salud. La estructura de la
organización actual es ya inoperante; en 90%, el organigrama
operativo de las direcciones municipales ha permanecido igual
en más de 15 años, lo que a mi juicio provoca ineficiencia, duplicidad y dispendio. Destinar más recursos a la inversión en
infraestructura en salud es fundamental.
Se requiere dinamizar la administración pública municipal para
mejorar los cuatro mercados, sobre todo la imagen y las condiciones de salubridad del Castillo Tielemans y del Merposur. Elaborar
el proyecto del nuevo panteón. Un rastro nuevo es muy caro, pero
toda ciudad grande debe implementarlo y que se use también en
la matanza de ganado porcino. Apoyar al Centro Antivenéreo y
convertirlo en un centro regional de apoyo en este tipo de estudios
especiales, que son fuente de ingresos y donde también se originan múltiples gastos. Construir la Perrera Municipal. Hacer un
buen sistema de relleno sanitario para la basura.
En cuanto a los centros nocturnos, también se requiere reubicarlos, realizar un plan para organizarlos en el lugar donde se
encuentran, construyendo barda perimetral y caseta de vigilancia, y apoyando a las muy pocas familias entre 4 y 5, para que
puedan adquirir casa en otro lugar y desalentar nuevos negocios
de este tipo.
En el Ayuntamiento actual tuve la oportunidad de servir durante dos, años y en mi experiencia breve como director de Servicios Públicos me hubiera gustado cambiar el organigrama para
hacerlo más funcional. También que existiera en el Ayuntamiento una Dirección de Planeación, Supervisión y Evaluación.
Que en general, pero sobre todo en salud, se trabajara mediante la asignación de Presupuesto por Proyectos o Programa anual,
y donde una Comisión Mixta Técnica y ciudadana participe en el
seguimiento de los mismos. Desde los Ayuntamientos se puede
y debe avanzar mucho en el rezago que ahora existe en salud
pública.
292
BIBLIOGRAFÍA
DIAGNÓSTICO de la situación de Salud: Datos demográficos y socioeconómicos. Indicadores de salud y micro regionalización. Jurisdicción
Sanitaria II, 2002.
de la Semana Nacional de Vacunación Antirrábica
Canina. Jurisdicción Sanitaria II, 2003.
LINEAMIENTOS
Municipal de Salud 2002-2004, H.
Constitucional de San Cristóbal de Las Casas.
PLAN
Ayuntamiento
de Lucha contra las Adicciones. Sector Salud, Sector
Educación, Sector Procuración de Justicia, ONGs y H. Ayuntamiento
Constitucional de San Cristóbal de Las Casas, 2003.
PROGRAMA
EL AUTOR
nació en la ciudad de México. Hace más de 30 años que
radica en San Cristóbal. Durante 16 años fue jefe de la jurisdicción sanitaria y
posteriormente director del Hospital Regional. Tiene trabajos publicados en
diversos temas de salud pública, tanto de carácter nacional como en revistas
internacionales.
FRANCISCO MILLÁN VELASCO
293
SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS:
UNA ECONOMÍA DIVERSA1
Federico Morales Barragán
Victoria Jiménez Cruz
INTRODUCCIÓN
San Cristóbal de Las Casas ha sido reconocido como un municipio
en el que las actividades económicas ligadas al turismo (en adelante AET) tienen una importancia fundamental. Paradójicamente, el
conocimiento que se tiene sobre la composición y el desempeño
de estas actividades es limitado. Por una parte, se habla de éstas
como si se tratara de una sola actividad indiferenciada o, en todo
caso, se les reduce casi exclusivamente a los servicios de hospedaje y alimentación. Por otro lado, son escasas las referencias a las
vinculaciones que mantienen con otras actividades económicas del
municipio. Además, la permanente insistencia sobre la importancia de las AET ha propiciado que se perciba a la economía municipal como una economía poco diversificada que vive básicamente
de unas cuantas actividades.
A continuación se propone una caracterización de las trayectorias de desempeño de las actividades industriales, comerciales y de
servicios del municipio de San Cristóbal de Las Casas. Los resultados de este ejercicio de análisis permiten apreciar que la economía
sancristobalense es más diversa de lo que habitualmente se cree,
tanto por la variedad de sus actividades como por la heterogeneidad de su desempeño. Un ejercicio similar se realiza para las AET;
los resultados muestran, de nueva cuenta, un desempeño diverso.
San Cristóbal de Las Casas: una economía diversa
La caracterización de las trayectorias de desempeño de las actividades industriales, comerciales y de servicios del municipio de
San Cristóbal de Las Casas se elabora con base en una tipología
que integra cuatro tipos de trayectorias.2
Expansión (I): crecimiento del empleo y la productividad del
trabajo por encima del promedio estatal.
Reestructuración radical (II): crecimiento del empleo por debajo del promedio estatal y crecimiento de la productividad del trabajo por encima del promedio estatal.
Retroceso (III): crecimiento del empleo y la productividad del
trabajo por debajo del promedio estatal.
Reestructuración progresiva (IV): crecimiento del empleo por
encima del promedio estatal y crecimiento de la productividad
del trabajo por debajo del promedio estatal.
Tabla 1. Matriz de trayectorias. Tasas de crecimiento relativas
de la productividad (tcrpr) y la ocupación (tcrpo)
Tcrpr
Tcrpo
Menor que 1
(<1)
Mayor que I
(>1)
Menor que 1
(<1)
III
Retroceso
IV
Reestructuración
progresiva
Mayor que 1
(>1)
II
Reestructuración radical
I
Expansión
Fuente: Elaboración con base en Camagni y Capello, 1997, y Vázquez, 1999.
2
1
Agradecemos la colaboración de Fredy Jiménez López, responsable del procesamiento de la información censal de todos los municipios de Chiapas en el proyecto
de investigación“Dinámica estructural en economías regionales subdesarrolladas: un
marco de interpretación de la relación global-local”, PROIMMSE-IIA-UNAM.
La discusión sobre la metodología que fundamenta esta clasificación se encuentra
en: Morales, 2003. Sin embargo, merecen señalarse los siguientes aspectos relacionados con las fuentes de información: I) el análisis se basa en los registros de los
Censos económicos 1989, 1994 y 1999 del Instituto Nacional de Estadística, Geografía
e Informática (INEGI); II) la información estadística publicada en los Censos agropecuarios del INEGI no se incorpora en este análisis, debido a que no es compatible
con la información de los censos económicos, ni temporal ni geográficamente; tampoco por el tipo de variables que contiene; III) los Censos económicos 1989 y 1994 no
presentan información, a escala municipal, de los siguientes sectores de actividad:
294
295
Al considerar estas trayectorias para los periodos 1988-1993 y
1993-1998 se aprecian diversos patrones de desempeño que hacen posible construir una segunda tipología. Ésta revela diversas
modalidades de reestructuración económica. Enseguida se presenta una clasificación de las actividades industriales, comerciales y de servicios del municipio3 que contempla cuatro casos de
reestructuración económica.
Ramas que mantienen su trayectoria
El 17% de las 53 ramas analizadas mantiene su trayectoria (Cuadro
1). Esta situación revela que la mayoría de las ramas registra, en los
últimos quince años, procesos de reestructuración; esto es, cambian de trayectoria económica. Lo anterior no significa que las
ramas que mantienen su trayectoria no enfrenten procesos de
cambio. Sus transformaciones se manifiestan, por ejemplo, en pérdida o ganancia de productividad o población ocupada; sin embargo, estos cambios no modifican el perfil de su trayectoria.
Destaca además que sólo una de las ramas mantiene la trayectoria de expansión. De la misma forma sólo una mantiene la
trayectoria de reestructuración radical. Otro rasgo significativo
de las ramas que mantienen su trayectoria es que casi el 70% de
ellas son actividades del sector servicios.
Cuadro 1
Ramas que mantienen su trayectoria
Rama Descripción
9520
8211
3220
9731
6120
6220
9411
9611
9790
Trayectoria
1988-1993 1993-1998
Servicios personales diversos.
I
I
Servicios de alquiler de bienes inmuebles.
II
II
Confección de prendas de vestir.
III
III
Servicios relacionados con el transporte terrestre. III
III
Comercio de productos no alimenticios al por
mayor. Incluye alimentos para animales.
IV
IV
Comercio de productos alimenticios al por
menor en supermercados, tiendas de
autoservicio y almacenes.
IV
IV
Servicios de esparcimiento relacionados con la
cinematografía, teatro, radio y televisión prestados
por el sector privado. Incluye autores, compositores
y artistas independientes.
IV
IV
Servicio de reparación y mantenimiento de maquinaria y equipo. Incluye equipo de transporte.
Comprende la reparación de maquinaria y equipo
que se realiza en establecimientos separados del
lugar en que se fabrica.
IV
IV
Servicios de agencias de viajes y almacenaje.
IV
IV
Fuente: Elaboración con base en los Censos económicos 1989, 1994 y 1999.
Reestructuración drástica: de la expansión al retroceso o viceversa
En este conjunto se encuentran las ramas que registran las trayectorias I-III o III-I (Cuadro 2). Las nueve ramas que registran
electricidad y agua, construcción y comunicaciones y transportes. Por ello no son
considerados en este análisis y IV) La información a escala municipal del Censo
económico de 2004, probablemente se publique en 2005.
3
El análisis de las actividades se realiza a nivel de rama, es decir, la desagregación a
cuatro dígitos según la Clasificación Mexicana de Actividades y Productos (CMAP).
Los censos económicos utilizan esta clasificación, la cual se integra por sectores, subsectores, ramas y clases. Por ejemplo, sector 3 (industria manufacturera, subsector 31
(alimentos, bebidas y tabaco), rama 3112 (elaboración de productos lácteos) y clase
311203 (elaboración de leche condensada, evaporada y en polvo. Incluye leche en
polvo para infantes). Merece señalarse que la información disponible a escala municipal con mayor grado de desagregación es, precisamente, la de ramas de actividad.
296
este tipo de reestructuración representan el 17% del total de las
ramas del municipio. Destaca el hecho que sólo una rama de
este conjunto pasa de la expansión al retroceso. Con relación a
las ocho ramas que transitan del retroceso a la expansión (III-I),
el 50% de éstas son del sector industrial y el otro 50% son actividades del sector servicios.
Éxito (II-I) o fracaso (II-III) de la reestructuración radical
En este conjunto se encuentran las ramas que registran las trayectorias II-I o II-III. Su evolución permite valorar el éxito o fra297
Cuadro 2
Ramas que registran una reestructuración drástica
Rama Descripción
Trayectoria
1988-1993
3130
3112
3312
3320
3691
9231
9510
9530
9613
Cuadro 3
Ramas con trayectorias IV-I o IV-III
Industria de las bebidas.
Elaboración de productos lácteos.
Fabricación de envases y otros productos de
madera y corcho. Excluye muebles.
Fabricación y reparación de muebles
principalmente de madera. Incluye colchones.
Fabricación de cemento, cal, yeso y otros productos
basadas en minerales no metálicos.
Servicios médicos, odontológicos y veterinarios
prestados por el sector privado. Aquí se incluyen
los servicios médicos, odontológicos y veterinarios
proporcionados por instituciones privadas, incluso
organismos privados sin fines de lucro.
Prestación de servicios profesionales, técnicos y
especializados. Excluye los agropecuarios.
Servicios de tintorería y lavandería.
Otros servicios de reparación, principalmente
a los hogares.
I
III
Rama Descripción
III
I
1988-1993
3812
3814
III
Trayectoria
1993-1998
I
9211
III
I
III
I
9310
9612
3114
III
I
III
III
I
I
III
I
Fuente: Elaboración con base en los Censos económicos 1989, 1994 y 1999.
caso de la reestructuración radical, dependiendo si las ramas
arriban a la trayectoria I o a la III, respectivamente.
Sobresale que sólo una rama se encuentra en este conjunto (trayectoria II-I). Esta rama del sector comercial es la 6210 (Comercio
de productos alimenticios, bebidas y tabaco, al por menor, en
establecimientos especializados.).
3612
Fabricación de estructuras metálicas, tanques y
calderas industriales. Incluso trabajos de herrería. IV
Fabricación de otros productos metálicos. Excluye
maquinaria y equipo.
IV
Servicios educativos prestados por el sector
privado. Aquí se incluyen los servicios educativos
proporcionados por instituciones privadas. Incluye
organismos privados sin fines de lucro.
IV
Restaurantes, bares y centros nocturnos.
IV
Servicio de reparación y mantenimiento automotriz.IV
Beneficio y molienda de cereales y otros
productos agrícolas.
IV
Fabricación de materiales de arcilla para
la construcción.
IV
1993-1998
I
I
I
I
I
III
III
Fuente: Elaboración con base en los Censos económicos 1989, 1994 y 1999.
industriales, la 3812 y la 3814; las otras tres pertenecen al sector
servicios: la 9211, la 9310 y la 9612.
Las dos ramas restantes transitan de la reestructuración progresiva al retroceso (IV-III). Estas ramas pertenecen al sector
industrial: la 3114 y la 3612.
Éxito (IV-I) o fracaso (IV-III) de la reestructuración progresiva
En este conjunto se encuentran las ramas que registran las trayectorias IV-I o IV-III (Cuadro 3). Su evolución permite valorar el
éxito o fracaso de la reestructuración progresiva, dependiendo si
las ramas arriban a la trayectoria I o a la III, respectivamente.
Cinco de las siete ramas transitan de IV a I. De éstas, dos son
Desempeño diferenciado de las actividades económicas
ligadas al turismo
Este conjunto integra las ramas de actividad que se encuentran
ligadas al turismo de forma directa o indirecta (en adelante AETd
y AETi, respectivamente). De las ocho ramas consideradas, únicamente tres forman el conjunto AETd: la 9790 (agencias de viajes), la 9320 (hoteles) y la 9310 (restaurantes). En cuanto a su desempeño, el común denominador de estas ramas es que parten
de una reestructuración progresiva (IV), pero su modalidad de
reestructuración es diversa (Cuadro 4).
Las ramas que integran el conjunto AETi son (Cuadro 4):
298
299
I)
La 9520 (en particular la clase 952006: Servicios de guías de
turismo por cuenta propia);
II) La 9731 (clases 973101: Servicio de administración de centrales camioneras de pasajeros y servicios auxiliares y 973103:
Servicio de estacionamiento y pensión para vehículos);
III) La 9411 (clase 941103: Exhibición privada de películas cinematográficas. Incluye administración de cines; así como la
explotación de teatros para exhibición, conferencias, seminarios, etcétera);
IV) La 9530 (clase 953001: Servicio de lavandería y tintorería de
ropa. Incluye teñido, planchado, reparación de ropa y la
limpieza de artículos de piel y cuero) y
V) La 9491 (clase 949101: Servicios privados en centros sociales,
recreativos y deportivos. Incluye los servicios de clubes deportivos, gimnasios, balnearios, albercas, campos deportivos, billares, boliches, alquiler de lanchas, caballos,
bicicletas, etcétera).
De la misma forma que el conjunto anterior, se aprecia el desempeño heterogéneo que registran estas actividades.
Cuadro 4
Desempeño de las ramas relacionadas con la actividad turística
Rama Descripción
Trayectoria
1988-1993
9520
(AETi) Servicios personales diversos.
I
9731
(AETi) Servicios relacionados con el transporte terrestre. III
941
(AETi) Servicios de esparcimiento relacionados con
cinematografía, teatro, radio y televisión, y prestados
por el sector privado. Incluye autores, compositores
y artistas independientes.
IV
9790
(AETd)Servicios de agencias de viajes y almacenaje.
IV
9530 Servicios de tintorería y lavandería.
III
9320
(AETd)Hoteles y otros servicios de alojamiento temporal. IV
9491
(AETi) Servicios en centros recreativos y deportivos y
otros servicios de diversión prestados por el sector
privado. Excluye centros nocturnos.
IV
9310
(AETd)Restaurantes, bares y centros nocturnos.
IV
1993-1998
I
III
IV
IV
I
II
II
Reflexiones finales
La diversidad económica del municipio de San Cristóbal de Las
Casas tiene distintas manifestaciones. Por un lado, el municipio
cuenta con 53 ramas industriales, comerciales y de servicios. De
este conjunto sólo tres ramas están ligadas directamente con la
actividad turística (AETd): 9790 (agencias de viajes), 9320 (hoteles)
y 9310 (restaurantes). Merece resaltarse que estas tres ramas
representan sólo el 18% del empleo y el 12% del valor agregado
bruto municipales. Si se considera la contribución de las ramas
denominadas como AETi, éstas aportan el 4% del empleo y poco
menos del 3% del valor agregado bruto. De modo que en conjunto las AET contribuyen con el 22. 5 del empleo y casi el 15% del
valor agregado bruto municipales. Los datos anteriores se refieren al Censo económico de 1999.
Por otro lado, el 83% de estas 53 ramas modifica sus trayectorias de
desempeño. En este documento sólo se han considerado cuatro
modalidades de reestructuración, lo cual muestra que la economía sancristobalense tiene un desempeño heterogéneo y además
es evidente que se encuentra en proceso de reestructuración.
Los resultados del ejercicio de análisis desarrollado en este
documento tienen, principalmente, las siguientes implicaciones:
300
301
I
Fuente: Elaboración con base en los Censos económicos 1989, 1994 y 1999.
Primero, San Cristóbal de Las Casas es un municipio que,
considerando el tamaño de su población, cuenta con una economía diversificada, lo cual constituye una ventaja que merece
considerarse en el diseño de estrategias de desarrollo.
Segundo, la diversificación económica del municipio constituye un soporte que otorga viabilidad a la especialización y a su
vez establece condiciones adecuadas para absorber las ventajas
potenciales que se derivan de ésta. Es decir, si se plantea promover el desarrollo del municipio profundizando la especialización
en AET, la diversificación de la economía amplía la oferta de servicios para los visitantes y en consecuencia el periodo de su
estancia. Al mismo tiempo, los beneficios potenciales de la especialización encuentran canales para distribuirse en la propia economía municipal.
Tercero, el desempeño heterogéneo de las actividades económicas del municipio y en particular de las AET exige, necesariamente,
una política de promoción congruente con ese desempeño.
————— (2001) Censos económicos 1999. Sistema automatizado de
información censal, SAIC 4, INEGI, Aguascalientes.
MORALES, Federico y Victoria Jiménez (2001) “Procesos de reestructuración económica en dos municipios de Chiapas”, Pueblos y
fronteras, núm.1, PROIMMSE-IIA-UNAM, pp. 185-197.
MORALES, Federico (2003) “Trayectoria
y reestructuración económica. Una tipología de las economías municipales de Chiapas”,
Dinámica estructural en economías regionales subdesarrolladas: un
marco de interpretación de la relación global-local, Reporte final de
investigación, San Cristóbal de Las Casas, PROIMMSE-IIA-UNAM.
VÁZQUEZ,
Antonio (1999) Desarrollo, redes e innovación. Lecciones
sobre desarrollo endógeno, Madrid, Pirámide.
BIBLIOGRAFÍA
CAMAGNI,
Roberto y Roberta Capello (1997) “Metodologie per la
definizione del piano di riconversione regionale e sociale della
Liguria: strategie e assi di intervento”, Bramanti, A. y M. Maggioni (eds.) La dinamica dei sistemi produttivi territoriali: teorie,
tecniche, politiche, Milano, Franco Angeli, pp. 399-423.
Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI)
(1991) Censos económicos 1986 y 1989. Sistema automatizado de información censal, SAIC, INEGI, Aguascalientes.
————— (1993) Censos económicos 1989. Sistema automatizado de
información censal, SAIC 2.0, INEGI, Aguascalientes.
————— (1996) Censos económicos 1994. Sistema automatizado de
información censal, SAIC 3.1, INEGI, Aguascalientes.
302
LOS AUTORES
radica en San Cristóbal desde hace seis años; es economista, y tiene el Diploma en Desarrollo Local por la OIT. Actualmente es consultora independiente. Su tema de interés es el análisis económico regional.
VICTORIA JIMÉNEZ CRUZ
FEDERICO MORALES BARRAGÁN es
originario de la ciudad de México, pero tiene más de
años viviendo en San Cristóbal, es economista y tiene el doctorado en
Ecología y Desarrollo Sustentable por El Colegio de la Frontera Sur. Actualmente es investigador del PROIMMSE-IIA-UNAM. Tiene diversas publicaciones
sobre sus temas de interés: análisis económico regional, teoría y políticas de
desarrollo regional.
20
303
LOS CYBERCAFÉ EN SAN CRISTÓBAL
DE LAS CASAS, CHIAPAS
Socorro Fonseca Córdoba
Leocadio Édgar Sulca Báez
LOS CYBERCAFÉ SON ESTABLECIMIENTOS (cafeterías,
locales) en los que los
clientes pueden navegar por la red mientras toman una bebida
o aperitivo. Normalmente se cobra por cada media hora de uso.
La Internet es el conjunto de todas las redes interconectadas
del mundo y normalmente es conocida como la Red. Mediante la
Internet se tiene la oportunidad de comunicarse con otras personas que se encuentran en ciudades lejanas; se puede enviar y
recibir información, noticias, imágenes, navegar, charlar, y transmitir conocimientos diversificados sobre temas específicos.
Para los usuarios la Internet es considerada como un medio
de entretenimiento, de información, de conocimientos, de educación, que permite a los jóvenes realizar los trabajos escolares,
ampliar las fuentes de información y los enfoques o puntos de
vista de la información solicitada.
En nuestros días millones de personas se comunican a través
del correo electrónico con sus amigos y compañeros de trabajo
en computadoras instaladas en sus oficinas o en la privacidad de
su casa. Mucha gente pensó que sería una gran idea combinar
las computadoras con una deliciosa taza de café en un lugar público, lo que se llama ahora cybercafé o “café internet”.
El escritor William Gibson, en su novela de ficción Neuromancer
(1984), emplea el término de ciberespacio, con el propósito de describir un mundo de redes de información. Actualmente es utilizado para referirse al conjunto de información digital y a la comunicación que se realiza a través de las redes, un espacio en el cual
casi todo lo que contiene información, puede transmitirla.
El estudio “Los cybercafé en San Cristóbal de Las Casas”,
muestra la importancia que ha tenido la Internet como actividad
económica, la cual establece su propio mercado como un servi304
cio más, dirigido y solicitado por la población tanto nacional como extranjera.
El objetivo de este trabajo de investigación es crear un banco
de datos sobre los cybercafé en San Cristóbal de Las Casas, recuperando los resultados de las encuestas aplicadas. Los datos
obtenidos podrán ser utilizados por las personas que estén interesadas en el tema, así como para los estudiantes o egresados
que deseen titularse en el campo de las Ciencias Sociales.
El proyecto de investigación se inició con la limitación del área
de estudio, la cual consideró importante dividir la ciudad de San
Cristóbal de Las Casas en los cuatro puntos cardinales (norte,
sur, este y oeste), para facilitar el trabajo y la aplicación de las
encuestas de igual manera, los estudiantes se dividieron en grupo para hacer posible la aplicación de las encuestas a los dueños
o administradores de los cybercafé en esta ciudad.
Al realizar la investigación se encontraron varios problemas:
1.-
La falta de colaboración de algunos dueños o administradores de los cybercafé que no proporcionaron todos los
datos de las encuestas, situación que obligó a pasar por los
mismos establecimientos más de una vez para poder completar los datos.
2.- Dificultades para tomar las fotos dentro de los cybercafé en
San Cristóbal de Las Casas.
3.- Algunas personas que son responsables de administrar los
cybercafé no conocen el nombre de los dueños de los mismos establecimientos.
4.- El concepto de cybercafé aplicado a establecimientos con dos
computadoras y otros con 10 a 14 computadoras. Tendríamos
que clasificar para estudios económicos los cybercafé en
pequeños, medianos y grandes establecimientos, de acuerdo
con el número de computadoras, los servicios que ofrece al
cliente y el precio que manejan en cada uno de ellos.
5.- Esta actividad económica en San Cristóbal de Las Casas,
tiene dos modalidades:
a) Los establecimientos que llevan por nombre cybercafé y
305
b) El de servicio de Internet.
El primer caso implica ofrecer el servicio de Internet con
café y refresco, entre otros productos; pero los empleados
se olvidan de ofrecer este servicio, originando inconformidad entre los usuarios; el otro, el de servicio de Internet,
sólo ofrece imprimir documentos, escanear, pero no comida, café o refresco.
6) Otro problema que se encuentra en los establecimientos de
cybercafé, es el espacio tan reducido entre una computadora y otra. Esto incomoda al usuario al utilizar la computadora, no hay privacidad en el uso.
Para abrir un cybercafé en San Cristóbal de Las Casas, se requiere ir a la oficina de Servicios Públicos Municipales y Salubridad,
que se encuentra ubicada en la Presidencia Municipal, pedir una
solicitud de Registro de Funcionamiento Anual (si no se va a
vender bebidas alcohólicas), anotar el giro comercial que va a tener, la razón social, su ubicación, y anexar los siguientes documentos: copia de recibo de luz vigente, copia de recibo de agua
vigente, croquis del establecimiento con medidas, croquis de ubicación, certificado médico. En esta solicitud de registro de funcionamiento anual se escribe el Registro Federal de Causante,
domicilio particular y teléfono del solicitante.
Una vez cubierto este trámite, la persona interesada paga la
suma de $150.00 y el permiso se entrega de un día para otro.
Cuando se solicita la Licencia de Funcionamiento Municipal
Anual para abrir un establecimiento de cybercafé con venta de
bebidas alcohólicas, el trámite es más largo, dura un año en concederse y se deben cubrir ciertos requisitos establecidos en el
artículo 20 del Reglamento de la Ley de Salud del Estado de
Chiapas en materia de control sanitario de establecimientos que
expendan o suministren bebidas alcohólicas.
Los documentos que se deben anexar son:
1)
Formato de la Secretaría (Jurisdicción Sanitaria II) de aviso
de apertura o funcionamiento.
306
2)
Copia certificada del acta de nacimiento del solicitante y
fotocopia de identificación con fotografía, copia del acta
constitutiva (personas morales).
3) Constancia de no antecedentes penales.
4) Croquis de la ubicación del local.
5) Croquis interno con medidas y localización del establecimiento.
6) Carta de conformidad suscrita por lo menos por seis vecinos
inmediatos: dos vecinos por cada lado y dos vecinos al
frente.
7) Dos cartas de recomendación que acrediten solvencia moral
y económica.
8) Boleta de pago predial vigente.
9) Boleta actualizada por consumo de agua potable.
10) Verificación del II Cuerpo de Bomberos, nombre y domicilio del solicitante.
Para conocer cuántos cybercafé hay en San Cristóbal de Las
Casas, se aplicó una encuesta básica el 28 de marzo de 2001, y en
el mes de octubre del mismo año se volvió a revisar la encuesta,
dando como resultado que de los 43 establecimientos que se habían registrado en la primera encuesta (Ver Cuadro No. 1), habían
cerrado cinco, quedando en funcionamiento 38 establecimientos
en la ciudad (Ver Cuadro No. 2).
De cybercafé cerrados, tres se ubicaban en el centro de la ciudad y dos un poco más alejados del centro.
El cierre de los cinco establecimientos desempleó a 13 personas
(siete hombres y seis mujeres). Los trece empleados recibían de
remuneración a su trabajo un salario mínimo al mes.
Estos cinco establecimientos tenían un horario de trabajo de
lunes a domingo, de las 9 de la mañana a las 11 de la noche; es
decir, estos establecimientos cobraban al cliente entre $10.00 y
$15.00 por hora. Aunado a esto, dos establecimientos contaban
con local comercial propio, los tres restantes pagaban renta, entre
$1 500.00 y $6 000.00 por mes. Asimismo, el tiempo que llevaban
funcionando comprende de 1998 al 2001 (Ver Cuadro No. 3).
307
De otro lado, la actividad económica de los establecimientos
de cybercafé en San Cristóbal de Las Casas, ocurre en el lapso
1997-2001, en el cual éstos se han ido estableciendo en el centro
y los alrededores de la ciudad.
En 1997 existían dos establecimientos ubicados en la calle Real
de Guadalupe, donde efectivamente ofrecían el servicio de
Cuadro No. 1 Número y nombre del establecimiento
en San Cristóbal de Las Casas, 2001.
Núm.Nombre del establecimiento
Dirección
1 Segundo piso
Real de Guadalupe No. 55
2 Cyber café la Red Internet
Real de Guadalupe No. 47
3 Web café
Real de Guadalupe No. 24
4 Mundo C
Real de Guadalupe No. 15
5 Internet Poder Net café
Real de Guadalupe No. 3
6 Chamulas Net
Real de Guadalupe No. 1-A
7 Cafetería del Centro
Real de Guadalupe No. 7
8 Cyber café Pasaje Mazariegos Local No. 15
Real de Guadalupe No. 7
9 Mundo Net
Francisco I. Madero
No. 21-C
10 E-mail café internet
Francisco I. Madero No. 21
11 Compu Sun Microsystems
Belisario Domínguez No. 6
12 Kinesis virtual 2000
Real de Guadalupe No. 67
13 La web @
Chiapa de Corzo No. 4
14 Interconexión
General Utrilla No. 37
15 Café Azteca Internet
Av. 5 de Mayo No. 10-A
16 Sin nombre Edificio
Montebello
Av. 5 de Mayo No. 3-D Int.
17 Mayas Net
Diego de Mazariegos No. 35
18 El Portal
Guadalupe Victoria No. 28-A
19 Cibermanía
Calzada Velasco Suárez
20 Tu Sitio
Diego de Mazariegos
No. 19-D
21 Ceinet
28 de Agosto No. 15-B
22 Sin nombre
Diagonal Ramón Larráinzar
No. 60
23 Cybernet
Hidalgo No. 2
24 Internet
Crescencio Rosas y
Cuauhtémoc
308
Barrio
Guadalupe
Guadalupe
Guadalupe
Guadalupe
Guadalupe
Guadalupe
Guadalupe
Guadalupe
Centro
Centro
Centro
Guadalupe
El Cerrillo
Centro
Centro
Centro
La Merced
La Merced
San Ramón
Centro
Centro
San Ramón
Centro
La Merced
Núm. Nombre del establecimiento
25 Jorongo Internet café
26 Pc Color
27
28
29
30
31
32
33
34
35
36
37
38
Net Café
G@rcinet
Virtual Planet
Calibrenet
Café Internet El Molino
Fernando Net 2001
Pepes Pizza
Hotel Magnolia
Zapata Tours
Ciber Café Tu Espacio
Tapango Cybercafé
Servicio de Internet
39 Ps Spiderman
40 N@vega
41 Internet
42 Ceinet
43 Cibercafé Internet Service*
Dirección
Barrio
Hnos. Domínguez No. 4
Calzada Las Américas
No. 14
Santa Lucía
Col. Jardines de Vista
Hermosa
Francisco I. Madero No. 11 Centro
Francisco I. Madero No. 41-A Guadalupe
Benito Juárez No. 2
Centro
Benito Juárez No. 68-A
Santa Lucía
Av. Almolonga No. 45-B
Santa Lucía
Insurgentes No. 47
Santa Lucía
Av. Insurgentes No. 77
Santa Lucía
Insurgentes No.14
Centro
Insurgentes No. 19, 2do. Piso Centro
Calle Almolonga No. 61-C
Santa Lucía
Calle 20 de Noviembre s/n
Centro
Calz. Manuel Velasco
Suárez No. 4-A
La Isla
Real de Mexicanos No. 19
Mexicanos
Av. de la Juventud No. 49
María
Auxiliadora
Calle Miguel Hidalgo No. 13 Centro
Diego de Mazariegos No. 80 Centro
Callejón Ocosingo
El Cerrillo
Fuente: Encuesta básica, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, 2001.
Nota: *Cambio de domicilio: Flavio A. Paniagua No. 8, Tikal Internet.
Cuadro No. 2 Cybercafé cerrados en
San Cristóbal de Las Casas, 2001
Núm.Nombre del establecimiento
Dirección
1
Cyber c@fé
Pasaje Mazariegos Local 15,
Real de Guadalupe No. 7
2
E-mail café Internet
Francisco I. Madero No. 21
3
Tu Sitio
Diego de Mazariegos
No. 19-D
4
Net café
Francisco I. Madero No. 11
5
Calibrenet
Benito Juárez No. 68-A
Barrio
Guadalupe
Centro
Centro
Centro
Santa Lucía
Fuente: Encuesta básica, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, 2001.
309
Cuadro No. 3 Cybercafé cerrados, funcionamiento,
horarios de trabajo y local comercial propio o rentado
Internet para los turistas nacionales y extranjeros que visitaban
esta ciudad. En 1998 los cybercafé se instalaron en el centro de la
ciudad, por ser estos lugares los de mayor demanda del servicio,
pero en 1999, año en el cual se aceleró el crecimiento de esta actividad económica, se concentraron en el centro de la ciudad y la
calle Real de Guadalupe. Para el año 2000 cerraron dos establecimientos, pero eso no impidió que otras personas decidieran
abrir otros establecimientos. Es así que para el año 2001 proliferó la apertura de cybercafé y se siguen abriendo cada día más.
Frente a este panorama encontramos que 39 dueños conocen
esta actividad y cuatro no la conocen. Se mencionan varias causas que llevaron a los dueños de los cybercafé a establecerlos:
por aumentar sus ingresos, por la demanda de la actividad, por
la moda, por el lucro, por los estudios que tiene el dueño relacionados con la actividad económica, por la falta de empleo,
porque le gusta, por problemas familiares, por difundir la cultura y el consumo del café, y otros dueños no saben qué les motivó a abrir.
En esta actividad económica de los cybercafé en San
Cristóbal de Las Casas, hay que mencionar que 40 de éstos no
pertenecen a ninguna organización local, regional o nacional
que los agrupe; sólo tres contestaron que sí pertenecen a una
organización.
En relación con la calidad que ofrecen los cybercafé, se obtuvo que 28 dicen que sí tienen calidad en el servicio, tres señalaron que no tienen calidad en el servicio y 12 no contestaron.
Dentro de las razones que dan los dueños de cybercafé que sí
tienen calidad son: computadoras en buen estado, computadoras rápidas, buena atención a los clientes, conexión rápida a la
Internet, calidad del espacio y comodidad, se ofrecen todos los
servicios, tienen todos los programas.
De los cybercafé que no tienen calidad en el servicio, arguyen
las siguientes razones: caída de la red, caída del servidor, lentitud en la conexión a Internet.
Los principales problemas que presenta esta actividad económica son: caída de la red, lentitud en el servicio, fallas en el
correo; falta de computadoras, problemas con el idioma, en la
atención a extranjeros; fallas en las computadoras, saturación de
la red, etcétera.
En lo referente a la competencia en esta actividad económica
en San Cristóbal de Las Casas, podemos comentar que la cercanía de un establecimiento de cybercafé con otro se presenta en
mayor medida en el centro de la ciudad; por la calidad del servicio y por el precio. En cuanto a los precios por hora en el servicio en los cybercafé, están en el rango de $5.00 (el más barato) y
$20.00 (el más caro); el precio promedio en esta actividad económica debería ser de $11.00. Por otro lado, el precio y la demanda
del servicio están relacionados con las temporadas alta y baja del
turismo nacional y extranjero (factor externo), y con las actividades escolares que realizan los estudiantes al inicio o fin de semestre o año (factor interno).
En cuanto a las temporadas altas y bajas en que se presenta
mayor o menor demanda del servicio de cybercafé, se da una
confusión para los dueños de los cybercafé; por ejemplo: algunos establecimientos tienen como temporada alta los meses de
enero-febrero, para otros estos mismos meses corresponden a la
temporada baja. Otros dueños mencionan que las temporadas
altas son al inicio y a finales de clases en los diferentes niveles de
educación que se imparte en la ciudad de San Cristóbal de Las
310
311
Núm. Funcionamiento
Meses
1
55 meses
2
14 meses
3
19 meses
4
15 meses
5
9 meses
Horario de
trabajo
Todo el día, lunes a domingo
9 a.m.-11 p.m. lunes a domingo
9 a.m.-11 p.m. lunes a domingo
9 a.m.-11 p.m. lunes a domingo
10 a.m.-8:30 p.m. lunes a sábado
Establecimientos
Rentado Propio
X
X
X
X
X
Fuente: Encuesta básica, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, 2001.
Casas, y las temporadas bajas son el periodo de vacaciones (julio
y diciembre). Otros establecimientos no tienen temporadas altas
ni bajas, todo el año mantienen igual sus ventas y servicios.
Quienes más frecuentan los cybercafé en San Cristóbal de Las
Casas son los jóvenes y los adultos; sin embargo, los niños, las
niñas, la gente madura y los ancianos también lo usan. El uso
que hacen del servicio va desde: charlar, navegar, investigar, pornografía y correos electrónicos, en este orden de elección.
Con relación al horario de atención al cliente, 32 cybercafé trabajan los siete días de la semana, que corresponde al 74% de los
establecimientos; mientras que nueve representan el 21%, laboran seis días a la semana; un establecimiento abre cinco días a la
semana y otro está cerrado todos los días de la semana, pero
sigue colocado el nombre del local.
El número de usuarios en los 43 establecimientos de cybercafé en San Cristóbal de Las Casas, por día, oscila entre 8-100 usuarios; por semana entre 54 y 700; por mes de 216 a 2 800 usuarios.
La demanda depende del mercado, la temporada, el número de
computadoras que tiene cada establecimiento, lo cerca o alejado
del centro de la ciudad, el servicio que se ofrece, la amabilidad
de quien atiende.
En cuanto al empleo, tenemos que los establecimientos de
cybercafé en San Cristóbal de Las Casas dan empleo directo a 77
personas, de las cuales 52 son hombres y 25 son mujeres. Esta
actividad económica contrata a personas que van de los 15 a los
43 años de edad; sin embargo, el promedio de edad para trabajar en esta actividad es de 18 años. Contratar personas menores
de edad, da lugar a pagarles salarios de $600.00 mensuales, menos de un salario mínimo ($975.00 mensuales), suponiendo que
al día le pagan $32.50.
El salario que se paga en los cybercafé está interrelacionado
con el nivel de estudios que tienen los empleados y las funciones que realiza el administrador o encargado de los establecimientos.
312
Cuadro No. 4 Nivel de estudios de los empleados en los
cybercafé en San Cristóbal de Las Casas, 2001
Nivel de
estudios
Educación Básica (1)
Educación Media (2)
Educación Superior (3)
Total
Número de
empleados
7
34
36
77
Porcentaje
de participación
9.09
44.15
46.76
100%
Fuente: Encuesta básica, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, 2001.
Nota: Educación Básica (1): Comprende primaria incompleta, primaria completa, secundaria incompleta y secundaria completa.
Educación Media (2): Comprende preparatoria incompleta,
preparatoria completa, estudios técnicos (CBTIS, COBACH,
Escuela de Comercio, Real Colegio y CONALEP).
Educación Superior (3): Comprende licenciaturas en educación, en Ciencias Sociales, en Derecho, en Ingeniería, en Sistemas, en Ingeniería Eléctrica, en Educación Física y en Ingeniería
en Sistemas Computacionales. Instituciones: Experimental, Universidad Autónoma de Chiapas (Facultad de Ciencias Sociales,
Facultad de Derecho), Universidad Autónoma de Puebla, Instituto Tecnológico de Puerto Rico; Universidad de Educación
Física, Universidad de Los Altos de Chiapas, Universidad Mesoamericana, Universidad Pablo Guardado Chávez, entre otras).
De acuerdo con el Cuadro No. 4, el 46.76% de los empleados que
trabajan en los establecimientos de cybercafé en San Cristóbal de
Las Casas, cursan o han cursado una licenciatura que no necesariamente tiene que ver con la actividad económica en que labora
la gran mayoría de los trabajadores; son pasantes de las diferentes
licenciaturas que se imparten en la ciudad de San Cristóbal de Las
Casas, y el 44.15% sólo tiene el nivel de educación media, mientras
que el 9.09% de las personas que trabajan en los establecimientos
de cybercafé han cursado y tienen un nivel de estudios que corresponde a la educación básica.
313
Por otra parte, los administradores o encargados de los establecimientos de cybercafé en San Cristóbal de Las Casas realizan diversas funciones: atención al cliente, servir café, mesero,
capturista, mantenimiento de las máquinas y orientación a los
usuarios. Los servicios que ofrecen los establecimientos de cybercafé son variados: Internet, impresiones, trabajos especiales,
copias, cursos básicos de computación, escáner, promociones
para escuelas, descuentos para clientes. Los programas más solicitados que manejan en los establecimientos de cybercafé son:
word, excel, office 2000, windows 98, power point y los programas
menos solicitados son: word pad, milenium y office 97.
Algunas personas que contestaron la encuesta básica, confunden los programas que tienen almacenados las computadoras en
el disco duro, con los buscadores (Terra, Yahoo, etc.) y con las
vacunas antivirus (Norton). Los establecimientos de cybercafé en
San Cristóbal de Las Casas manejan como mínimo dos computadoras y como máximo 16. El número de computadoras depende
del local, del capital del dueño del establecimiento, del número de
empleados, de los precios que ofrecen. Entre las marcas de las
computadoras que se utilizan en los establecimientos de cybercafé, la gran mayoría son ensambladas. Dentro de las marcas tenemos: Acerview, Alaska, HP, Daewoo, IBM, Samsung, Toshiba,
Elecom, Open, Sudasca, BTC, Compac Presario, Septre.
Los establecimientos de cybercafé en San Cristóbal de Las
Casas, venden una gran variedad de productos para beber: café,
refrescos, licuados, cerveza; para comer: sandwiches, tacos,
pizza; dulces, sabritas; y hay algunos establecimientos de cybercafé, que no venden nada de comer ni de beber.
Los servicios que ofrecerán en el futuro los establecimientos de cybercafé son: escáner, fotocopias, fax, restaurante, venta de equipo, más
computadoras, correo de voz, cámara web, cafetería, fibra óptica,
impresiones, programas actualizados, mejor servicio, venta de miscelánea, venta de equipo, incorporar teléfonos para larga distancia.
Las ganancias que generan los establecimientos de cybercafé
en San Cristóbal de Las Casas, se encuentran entre $300.00 y $32
200.00 al mes, ganando en promedio $4 000.00 mensuales.
Reflexiones finales:
1) Para abrir un establecimiento de cybercafé en San Cristóbal de
Las Casas, es necesario llenar los requisitos que la oficina de servicios públicos municipales y salubridad piden.
2) Si se desea abrir un establecimiento de cybercafé para vender bebidas alcohólicas, se requiere cubrir los requisitos que
establece la oficina de servicios públicos municipales, y su duración para conceder la licencia demora un año.
3) El cierre de los establecimientos de cybercafé en San Cristóbal
de Las Casas, en el centro de la ciudad, no impide que otras personas quieran o necesiten abrir nuevos establecimientos de cybercafé.
4) La permanencia de los establecimientos se explica porque
algunos dueños son propietarios del local y no pagan renta.
5) Los establecimientos de cybercafé en San Cristóbal de Las
Casas no pertenecen a ninguna institución que los aglutine.
6) La calidad del servicio de cybercafé en San Cristóbal de Las
Casas está relacionada con el estado de las computadoras, los
programas incorporados, la rapidez y la conexión a la Internet, el
espacio y la comodidad del lugar, así como la atención que se
ofrece al cliente.
7) La competencia de los establecimientos de cybercafé en
San Cristóbal de Las Casas hace que permanezcan los más fuertes, con más experiencia, los que mejor conocen la actividad económica, aunado a la relación costo/beneficio.
8) El precio del servicio de cybercafé no determina la calidad
del servicio.
9) Las temporadas altas y bajas, con referencia al turismo, benefician y/o perjudican la demanda de los establecimientos de
cybercafé en San Cristóbal de Las Casas.
10) Los establecimientos de cybercafé en San Cristóbal de Las
Casas, tienen toda clase de usuarios que van desde la primera
edad hasta la tercera edad.
11) Los usos que hacen los clientes en los establecimientos de
cybercafé son: charlar, navegar, tareas, investigar, pornografía y
correos. Sin embargo, en algunos cybercafé bloquean lo referente a la pornografía.
314
315
12) La atención al cliente en los establecimientos de cybercafé es todos los días de la semana, ofreciendo diferentes horarios
de acuerdo con las necesidades y requerimientos del usuario.
13) Esta actividad económica emplea fuerza de trabajo joven, con
poco estudio, e inclinándose más a emplear hombres que a mujeres.
14) En algunos establecimientos de cybercafé en San Cristóbal
de Las Casas, el mismo dueño es el que atiende el local, porque
está iniciando el negocio. En otros establecimientos de cybercafé los dueños han podido abrir de dos a tres locales, y contratan
empleados con poca calificación.
15) Es muy reducida la capacitación que reciben las personas
que laboran en los establecimientos de cybercafé en San Cristóbal de Las Casas porque se supone que conocen esta actividad
económica, están estudiando y aprenden en las escuelas,
adquieren experiencia con el trabajo, recurren a libros; pero no
existe un establecimiento de cybercafé que los capacite con cursos para los programas en uso, como parte de la formación de la
fuerza de trabajo que labora en cada establecimiento.
16) En los servicios que ofrecen los cybercafé en San Cristóbal
de Las Casas se está desempleando fuerza de trabajo, y plantean
los dueños de los cybercafé ofrecer en el futuro nuevos servicios
e incrementar los que tienen hoy en día.
17)Existen algunos cybercafé en San Cristóbal de Las Casas, que
no tienen suficiente infraestructura para funcionar, por lo que ofrecen sus servicios de manera deficiente, pensando que en el futuro
las cosas cambien y puedan ampliar sus establecimientos.
18) En los establecimientos en San Cristóbal de Las Casas se
venden productos para comer y beber, y estas ventas dependen
de cuántas horas los usuarios se ocupan en el cybercafé.
19) La mayoría de las computadoras que se usan son ensambladas por los mismos dueños del negocio, porque resultan más
baratas que comprar computadoras de marcas reconocidas.
20) En cuanto a los programas, encontramos que pocos cybercafé
en San Cristóbal de Las Casas utilizan programas originales, porque
éstos son muy costosos debido a las licencias. La gran mayoría de los
establecimientos tienen copias de los programas y así funcionan.
21) Hay dos establecimientos de cybercafé en San Cristóbal de
Las Casas que poseen su propio servidor, con lo cual el servicio
que ofrecen es de calidad. Mientras que los otros contratan el
servidor para poder funcionar.
22) Las recomendaciones que ofrecen las personas que se
dedican a esta actividad económica son: mayor atención y servicio al cliente, mejor trato, que sigan abriendo establecimientos de
cybercafé en San Cristóbal de Las Casas, actualización de programas, que se realicen promociones a los usuarios, precios estables,
accesibles, y que sea sólo un precio por hora el que se ofrezca en
todos los establecimientos de esta ciudad.
23) Las ganancias que generan los cybercafé en promedio son
de $4 000.00 al mes. Esta actividad económica es redituable cuando los dueños poseen más de un establecimiento en la ciudad.
24) Debe crearse una organización en San Cristóbal de Las
Casas que controle la apertura o cierre de los establecimientos
de cybercafé, vigile la calidad del servicio, el precio único por
hora, la capacitación con cursos o paquetes de quienes están al
frente como gerentes o administradores de un establecimiento
de cybercafé, así como la calificación de la fuerza de trabajo que
se requiere para este sector y de un salario acorde con la calificación de los empleados. Así éstos tendrían una remuneración
de acuerdo con sus conocimientos, experiencias y habilidades.
Actualmente los empleados que laboran en los cybercafé no
gozan de todas las prestaciones a que por ley tienen derecho.
316
317
BIBLIOGRAFÍA
ENCUESTA básica aplicada a los establecimientos de cybercafé en San
Cristóbal de Las Casas, Chiapas, 2001.
OFICINA de Servicios Públicos Municipales y Salubridad,
Honorable Ayuntamiento, San Cristóbal de Las Casas, 2001.
HTTP://
teamsys.com.mx/cafeinternet/
cybercafesmexico.com
WWW.
HTTP://
glosario.panamacom.com/glosariot.php.
ARTÍCULO 20 del Reglamento de la Ley de Salud del Estado de
Chiapas en materia de control sanitario de establecimientos que
expendan o suministren bebidas alcohólicas.
DE SU IDENTIDAD
Y DE SU CULTURA
LOS AUTORES
SOCORRO FONSECA CÓRDOBA es de nacionalidad colombiana y tiene más de 20 años
viviendo en San Cristóbal. Licenciada en Economía por la Universidad Cooperativa de Colombia; obtuvo la maestría en Economía por la Universidad
Nacional Autónoma de México. Actualmente es docente de tiempo completo
en la Facultad de Ciencias Sociales, campus III de la UNACH, donde es líder del
Cuerpo Académico: economía y sustentabilidad.
es originario de Ayacucho, Perú. Vive en San Cristóbal
de Las Casas desde 1990. Es antropólogo social, investigador del CESMECA-UNICACH; entre sus publicaciones destaca Identidad y cambio, nosotros los coletos.
LEOCADIO ÉDGAR SULCA BÁEZ
318
319
¿CELEBRAR 475 AÑOS DE LA VILLA REAL DE LOS
ESPAÑOLES? ¿SON LOS COLETOS UN PUEBLO O
ETNIA MAYA? ¿SON PARTE O DERIVACIÓN DIRECTA
DE LAS CULTURAS MAYAS, EN PARTICULAR
DE LA TSOTSIL Y TSELTAL?
(OCHO ARGUMENTOS CIENTÍFICOS Y UNO
FILOSÓFICO CON ESPERANZAS)
Pablo González
Casanova Henríquez
INTRODUCCIÓN
SE POBLÓ AMÉRICA? ¿Y México? ¿Hace 40 000 o hace 12 000
años? La polémica no termina; y está“cada vez peor”. En 2004 no
existe acuerdo entre los geólogos, paleontólogos, antropólogos
físicos, lingüistas ni biólogos moleculares. Pero, ¿cuándo se pobló el Valle de Jobel o Hueyzacatlán?
¿Hace entre 9 000 y 7 000 años? ¿Y había o no personas nómadas, desde hace 30 000 a 12 000 años, en el de Teopisca, a sólo 30
kilómetros al sur-oriente?
¿ Y hace 30 000 a 12 000 años, en Aguacatenango? ¿Y hace 9 000
a 7 000 años, en Santa Martha (en Ocozocoautla)?
¿Somos un pueblo que llegó caminando y luego por todos los
mares, durante milenios? ¿Una mancha genómica que ha ido
marchando desde África?
¿Tenían ciencias los recolectores cazadores? ¿Y los perros y
gatos que nos acompañan: quién los domesticó? ¿Y los trineos y
mocasines y huaraches, quién los inventó? ¿Y tenían ciencia los
agricultores antiguos? Y el maíz, el frijol, el chilacayote, mail; el
chile, ich´: ¿quién los seleccionó a partir de variedades mucho
más pequeñas o poco digeribles, “domesticándolos”? ¿Y los
tamales de hace 4 000 años, quién los preparó? ¿Y las tortillas de
hace 2 000 años, quién las inventó? ¿Y el mole y la sopa de pan?
¿Y no es eso lo que más comemos, hasta hoy?
¿CUÁNDO
321
¿Está en Chiapas uno de los diez puntos de mayor antigüedad en el poblamiento de toda América? ¿Está San Cristóbal al
nor-oriente de Santa Martha (a 60 km) y al nor-poniente de Teopisca (a 20 km) y de Aguacatenango (a 30 km), y realmente muy
cerca de todos ellos?
¿Desde cuándo el Valle de Jobel o Hueyzacatlán se llama así? ¿Y
en qué lenguas? ¿Fue ocupado desde al menos hace 9 000 a 7 000
años, cuando había todavía mamuts (grandes elefantes peludos) y
megaterios (osos gigantes de siete metros de altura) hoy desaparecidos? (Ver el nuevo Museo de Paleontología en Tuxtla Gutiérrez, frente al de Antropología e Historia). ¿Y por ello hay
grandes puntas de lanza de al menos 8 000 años enterradas bajo
Teléfonos de México?
Ante la globalización terrorista del Estado Transnacional de Estados Unidos, que amenaza a todo el mundo, el día en que atacan
Irak, sin importarles las Naciones Unidas y sus más de 180 países:
¿Debemos celebrar el origen único de los humanos en África,
de hace 200 000 a 300 000 años? ¿Recordar a la joven y vieja abuela madre “Eva”, de la ciencia, la única mujer, antepasado de todo
el género humano, que existió en dicha fecha, según datos de los
huesos encontrados, y del genoma estudiado, en la sangre y
otros tejidos humanos, en el ADN nuclear? Éste (el genoma y su
secuencia química ) se publicó en las revistas científicas Nature,
(de Inglaterra) y Science (de EUA) en febrero de 2000, por completarse en abril de 2003. Además, los estudios del ADN mitocondrial, que es en efecto: “solamente femenino”, hechos desde
antes, en la década del ochenta, ya lo indicaban: ¿no había nadie
fuera de África en esas fechas?
¿Celebrar la hermandad del género humano, el respeto a la
vida de todos los seres vivos, humanos o no; a los ecosistemas y
al planeta azul (Banamil o Balumilal, la Tierra)?
¿Celebrar la diversidad de las culturas, el respeto que todas
merecen, y la riqueza que todas contienen y que aún se puede
cuidar y multiplicar, pero es preciso descubrir y desenterrar?
¿Celebrar que comenzamos a ver su sabiduría, sus frutos en
nuestra mesa (literalmente) y sus aportes humanísticos: sus len-
guas, sus cuentos, sus códices y letras, sus rezos, teatro y poemas; y científicos antiguos, aún por reconocerse y recuperarse,
hoy, ya en el siglo XXI?
¿Celebrar la llegada de los antepasados más antiguos, y buscar su legado?
¿Celebrar la resistencia ante los invasores colonialistas españoles; y ante todos los demás criminales, incluidos últimamente los
imperialistas yanquis en 2003 y en 1847; y en muchas otras fechas?
¿Tenían ciencias los pueblos agricultores antiguos, egipcios y
babilonios, pero también los monomotapas y etíopes; y los olmecas
y mixes y zoques; y los mayas: mames, ch´oles, tsotsiles, tseltales y
tojolab´ales; y los nahuas, y los otomíes, y los zapotecas y mixtecos?
¿Debemos también celebrar los aportes de los pueblos de
Asia, Oceanía, África y Europa, de todo el Viejo Mundo, a América: el arroz, la lenteja, el mijo, el sorgo, el trigo, la avena, el café,
la marimba, y su nieto el piano; la vaca, el cerdo, el caballo, los
pollos y las gallinas. El mondongo o pancita, el mole; la paella,
los dulces, el yogurt, los quesos azules y el caracol escargot?
¿Celebrar los aportes notables de las culturas de América a la
humanidad: el maíz, el frijol, el chile, el chocolate, el aguacate, el
jitomate, el chilacayote (mail), la calabaza y la calabacita (ch´um,
ts´ol) la cuetlaxóchitl (flor de nochebuena), la papa y la yuca, el
henequén, el hule, el chicle; el guajolote, el cerdo, kitam o chitom
salvaje, el venado o te´tikal chitom; la danta, el perrito chihuahueño, los dulces afro-coletos, que hacían las esclavas negras de
Jobel, Ciudad Real y Villa Viciosa, y el caracol xuti, entre otros?
¿Celebrar la fraternidad de todos los habitantes de Chiapas,
por ser hermanos próximos, con los mismos bisabuelos, o tatarabuelos, o choznos o tatara-choznos o bis tatara- choznos mayas
tsotsiles, hablantes de lenguas extintas como las cholanas, tseltalanas y proto tsotsil-tseltales? ¿Hacer nuestros árboles familiares
preguntándonos qué lenguas hablaban nuestros antepasados
más viejos que recordemos? ¿Y dibujarlos en cartulinas?
¿Celebrar con orgullo nuestros orígenes biológicos, socioeconómicos y culturales universales, americanos y mayas, zoques,
asiáticos, africanos y europeos (en ese orden de aporte), con ba-
322
323
Ocho argumentos científicos
1.- Argumento arqueológico e histórico.- Los pobladores de San
Cristóbal de Las Casas son descendientes de los pueblos que
han habitado el valle llamado Jobel, que quiere decir pastizal;
también “Hueyzacatlán”, palabra ésta que significa eso mismo,
“Gran zacatón”. Está documentado cómo el valle fue ocupado
primero por recolectores cazadores, desde muy probablemente
el horizonte Arcaico o Preclásico, pues se ubica muy cerca de
Teopisca, Aguacatenango y Santa Martha, sitios de máxima antigüedad de población según la antropología física de todo el continente de América de 30 000 a 12 000 años (J. Luis Lorenzo, 1965;
ver Thompson y Poo, 1985)
El valle mismo tiene posteriormente asentamientos de todas
las épocas y horizontes de las culturas de Mesoamérica, a la cual
pertenecen sus pobladores: la pequeña ciudad enterrada de
Moxbikil o Moxviquil Ech´banal, con sus 23 siglos (Blom, 1952); el
cerro de Ecatepec, y quince sitios arqueológicos más (García
Barcena, 1988), en el Valle de Jobel. Todos hacen ver que la “fundación” de un asentamiento por los españoles no puede ser “la
primera”. La historia local fue milenaria y ha dejado vestigios en
todo el valle. El “conquistador” Mazariegos y otros invasores
como el propio Hernán Cortés se acompañaron de guerreros
nahuas del centro de México, quienes fundaron barrios como
Mexicanos, Tlaxcala, Cuxtitali y otros. Posteriormente llegaron
otros pobladores mayas, además de los locales (tsotsiles de Chamula); como los quichés y kaq´chikeles de Guatemala, al barrio
de San Diego y a otros, pero fueron tardíos.
Otro elemento histórico importante en esta argumentación es
el hecho del coloniaje de 300 años, y del neo-coloniaje de 200
más. En dicho proceso, aún vivo y vigente, el concepto y reconocimiento social del llamado “mestizaje” ha representado el más
poderoso brazo ideológico del racismo colonizador, incluso dentro del pensamiento de “izquierda” e incluso “revolucionario”,
toda vez que disfrazado de “universalidad”, no hace más que
negar sistemáticamente la historia propia de los latino-indoamericanos, de los mexicanos y de los chiapanecos.
En realidad, tal mecanismo existe entre todos los habitantes
dominados en los últimos 500 años, de América, África y Asia, al
menos; y de “minorías” (o pueblos menos grandes) en Europa y
Oceanía. Se trata de una colonización mental e ideológica (con
una praxis o práctica social asociada), pero sobre todo económica,
política, social y cultural: dirigida contra las culturas (meso) americanas, en este caso concreto y en muchos más (ver: Bonfil Batalla,
1988; González Casanova H., P,. 1986 y 1996; Memmi, A., 1974;
Fannon, F., 1970; Cesaire, A., 1971; Rodney, W. 1982, y muchos más).
2.- Argumento demográfico.- Los datos del censo del siglo XVIII,
del obispo fray Francisco Polanco del Rey, actualmente en el
Archivo Histórico Diocesano (Polanco del Rey, 1777-1798), revelan
una notable contribución de la población que los colonizadores y
sus colaboradores “nativos” clasificaban como “indios” y “negros”,
además de todas las llamadas“castas”. Estos datos son de especial
interés, y resultan contundentes para quien los aprecie como lo
que son: censos de una sociedad colonial y racista, y a la vez apro-
324
325
se en los conocimientos científicos actuales: reconocer lo que se
ha demostrado sobre la “travesía de la humanidad”desde África,
como se ve en la TV?
¿Reconocernos a nosotros mismos y a todos los pueblos y
culturas del mundo, unidos contra la globalización criminal neoliberal y por una globalización humanista, y humanizada, regida
democráticamente por los pueblos de cada país, congregados en
unas Naciones Unidas que nadie domine ni pisotee nunca?
¿Y debemos condenar las guerras: globales y locales, de genocidio (o de exterminio de miles o millones de personas); de etnocidio (de destrucción de lenguas y culturas) y de ecocidio (de
aniquilación de la naturaleza), y así el suicidio, y actuar para impedirlos, en todo lo que nos sea posible, con todo nuestro aliento,
con carácter urgente, desde: ¡ya!? ¡Todos debemos ser activistas!
OCHO ARGUMENTOS CIENTÍFICOS Y UNO
FILOSÓFICO CON ESPERANZAS
ximaciones valiosas de “algo”. Lo mismo que se observa para el
país entero, entonces “Nueva España”, con los datos del Censo de
Revillagigedo; y en otros anteriores de los siglos XVI y XVII, uno
coincidente en el XVIII y uno posterior en el XIX (Aguirre Beltrán,
1970, AGN), se puede cuantificar una idea de los aportes de tres continentes, en el de Chiapas (provincia que perteneció al Reino,
Audiencia y Capitanía de Guatemala).
El resultado de comparar tal composición, implicada en los
números (considerados una muestra,“buena o mala, pero muestra al fin”, de lo que serían “el genoma”y “la cultura”), hace concluir que predominan básicamente, en proporciones de millones, los llamados “indios”, sobre los llamados “mestizos” (¡en
proporción de 3 : 1 millones!) y desde luego, sobre los “españoles”o “blancos”, que son sólo unos miles (!), tal como las demás
“castas mezcladas” o “puras”; y que los africanos los triplicaban
(Aguirre Beltrán, 1970; González Casanova, H., P., 1996).
Los datos de fray Polanco del Rey demuestran la existencia de una
proporción aún más alta de“indios”y de“negros”, en los principales
“curatos”de Chiapas (toda Chiapas), que en la“Nueva España”.
3.- Argumento geográfico.- Es lógico pensar que una población
dada en un sitio específico, incluso la que es inmigrante, aunque
en este caso habrá condiciones específicas que describir, se debe
a la formación social y económica donde ha vivido.
Es decir, que comparte, con el resto de la región y nación (o
ambas, y en plural), los atributos sociales, económicos y también
culturales e idiosincrásicos, de lo local.Y esto es aparte de la identidad histórica que los pueblos desarrollaron a lo largo de mucho
tiempo. El argumento es que “quien nace en un lugar, es de ese
lugar…”, de acuerdo con Julius Nyerere, de Tanzania (1970).
José Martí, en Cuba, demuestra lo mismo, al luchar contra la
España colonialista –no su pueblo, tierra de sus padres (1986).
Nadie puede quitarle a un “nativo” o “nacido en esa tierra” su
identidad cultural y nacional “originaria”, aun en el caso de que
opte por otra, como en tantos ejemplos, y ello no depende de
ninguna característica biológica, social o cultural: simplemente
“nació en esa tierra y es de allí”.
326
Composición “racial” según el concepto de los entrevistadores coloniales de la población de Ciudad Real, Chiapas y otras del Soconusco
(1777-1782) en el caso de fray Polanco (porcentajes)
1
Lugar/curato
% Indios
Población total de
Chiapas
Ciudad Real2
Curato rector
Chiapa
Tuxtla
Iztacomitán
Cintalapa
Acala
Tonalá
Esquinta (Soconusco)
81.1%
Negros
Mestizos
Españoles
7.9%
7.2%
3.8%
37.7
15.6
35.8
10.0
19.4
20.2
46.3
14.0
57.2
18.6
20.2
4.0
74.0
12.0
7.2
6.8
67.0
16.0
6.6
9.5
45.5
49.1
5.4
71.0
21.6
4.4
3.0
37.8
55.5
1.7
5.0
63.0
20.2
13.6
3.2
Fuente: Adaptado de fray Francisco Polanco del Rey (1777-1782). (Libro encuadernado que contiene
varios reportes y cartas del obispo). Archivo Histórico Diocesano, San Cristóbal de Las Casas,
Chiapas, 289 folios #2948, II, B1, I, A2, III, A, C, D e I. (P. C. 1777-82, II B2).
1) Los curatos tenían mayor población negra y mulata; empero, los porcentajes correspondían a los
de varios pueblos principales.
2) Hoy San Cristóbal de Las Casas.
Otros
Mestizos
Ciudad
Real
Nueva
España
Mestizos
Indios
Españoles
Indios
Negros
Negros
Españoles
Mestizos
Españoles
Provincia
de Chiapas
FUENTES: Polanco del Rey, fray Francisco (1777-82)
Negros
Indios
Libro encuadernado que contiene varios reportes
y cartas del obispo. Archivo Histórico Dioscesano, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, 289
fff., ·2948, II, R1, I, A2, III, A,C,D, e I. (P.C. 1777-82).
(Adaptado) Ref. 19
* Las “razas”eran percepción fenotípica de la observación de los funcionarios coloniales, aunque
se sabe que las razas no son entidades biológicas
permanentes.
327
Este argumento se extiende hasta producir no sólo sentimientos, sino prácticas sociales de identidad fuertes, que han explicado
la acción de la gente, por ejemplo, en el caso de la dominación
colonial; o de una guerra invasora. Se antepone a menudo, junto
con el raciocinio, a los llamados “sentimientos étnicos”, sesgados
por chovinistas, o “recontra nacionalistas” o de “limpieza étnica”,
que son racistas y manipulados.
Desde luego, en las guerras modernas, es precisamente tal
manipulación la que amenaza a los pueblos que, de otra forma,
son en realidad hermanos, con el mal uso de su intrascendente
“diversidad biológica”(de meros atributos somáticos en una sola
especie biológica), social y cultural múltiple. Los negociantes
belicistas pueden manipularlo todo; por ejemplo, aun con pueblos físicamente iguales, la religión, como en Yugoslavia.
Por ello es preciso estar prevenidos sobre este tipo de engaños con que hoy nos amenazan los señores de la guerra.
4.- Argumentos lingüísticos.- Hay dos demostraciones en este caso:
a) la de las lenguas antiguas, que se han hablado en el Valle de Jobel
desde hace milenios (de 3 a 13 milenios); y b) la de las más recientes.
En cuanto a las primeras, se ignora qué lenguas se hablaron
en el Preclásico, aunque hay inferencias teóricas, o deducciones.
Se aprecia el paso y permanencia, durante tal vez siglos, de la
familia de las lenguas zoques, emparentadas con los pueblos llamados olmecas (Kauffman, 1988; Campbell, 1979). Los olmecas
poblaron Veracruz y Tabasco, pero también Chiapas, durante su
máximo florecimiento cultural, y antes. Los pre olmecas, de más
de 4 000 años, se extendieron por toda la costa del Pacífico chiapaneco; y hubo olmecas en el marco limítrofe de Oaxaca, Veracruz y Tabasco, hasta el interior de Lacandonia, en la estela de
Xoc. Los nombres toponímicos, personales, familiares y de clanes, de los pueblos de Los Altos de Chiapas, llevan el “sello”de
su historia local (González Casanova H, P., 2003).
En tiempos recientes, las encuestas sociales de nutrición en 30
y 22 barrios de San Cristóbal de Las Casas, hechas en 1986 y 1996,
demuestran en la primera que los hablantes, de una selección al
azar de los barrios, alcanzan 30% ; y en la segunda, 30% habla
tsotsil y 10% tseltal. Es decir, que el 40% habla una lengua “indígena” o maya, en el Valle de Jobel, ya urbanizado enteramente
(González Casanova H., P., 1998 y 2003; Meza, P., 1998). Esto, desde
luego, puede atribuirse a la gran inmigración campesina de las
últimas décadas, pero refleja también la situación durante más
tiempo, según por ejemplo A. Aubry, quien refería también un
40% de hablantes en un ensayo (1985).
En cuanto al español hablado en Los Altos de Chiapas, en
particular en San Cristóbal, tiene también elementos mayas y
aun fonología, morfología y sintaxis propias que son a la vez
“indígenas”. Es tal vez el caso de la propia palabra “Chi- apas”,
que pronuncian enfatizando una glotal escondida o velada, contra el tono que da “la gente de fuera”(yan lum viniketik ansetik) al
pronunciar casi: “Chapas”, sin cuidado; mientras los chi´apanecos “criollos”, “mestizos” y “ladinos” sí lo hacen, con Chi´a-pas;
pero sin reconocer que ¡la propia palabra y su preocupación son
también indígenas! La preocupación de identidad “étnica” se
explica al requerirse distinguir bien palabras como: ch´ich´, sangre, que no es igual que chich, sin sentido; o peor aún ch´uch´,
rana, ¡muy! distinta de chuch, ardilla.
5.- Argumentos genéticos y biomoleculares.- Los estudios propiamente genéticos o de biología molecular se están iniciando.
La Dra. Buentello (1998) del IIA-UNAM encontró el 75% de “genoma americano” en estudios de: a) ADN mitocondrial, o Ácido
Desoxirribo Nucléico, en pueblos sobre todo tseltales vecinos,
incluyendo poblaciones urbanas. Faltan por examinarse b) los
datos del ADN nuclear; y los del cromosoma “Y”, que completarán esta imagen, en población tanto urbana como rural. La
misma autora afirma haber encontrado un importante componente “europeo”en el indicador del cromosoma “Y”, pero habrá
que saber qué mutaciones son realmente europeas y no simplemente africanas no muy evidentes (1998).
6.- Argumentos arqueológicos y antropológicos físicos.- Los arqueólogos han encontrado restos de puntas de proyectil en el
local que hoy ocupa Teléfonos de México (TELMEX); que datan,
según sus estimaciones, de hace entre 7 000 y 9 000 años; y restos
328
329
humanos en el sur de la ciudad (en el Colegio de Bachilleres de
Chiapas COBACH) como esqueletos infantiles dentro de pequeñas tumbas de piedra, en un verdadero centro ceremonial que
fue destruido aparentemente casi todo.
Varios sitios más en el Valle de Jobel son: Moxbikil Ech´banal,
cueva Corral de Piedra, cerro Ecatepec, cerro Santa Cruz, cerro
Huitepec, río Fogótico, cuevas Molino de la Alborada, Salsipuedes, Cascajal y otros“innominados”(Lee, 1988). Son 15 a 18 sitios del Arcaico, del Preclásico terminal y tardío, del Clásico tardío, y del Posclásico. Denotan la ocupación prolongada del valle,
en el Preclásico y Clásico; y sobre todo en el Posclásico, hace 500
años.
Son diversos materiales cerámicos y líticos, encontrados en la
ciudad enterrada de Moxbikil Ech´Banal, por Frans Blom y
Clarence Weiant (1952, 1953).
Más recientemente, es interesante leer, del periodo colonial,
escrito por ancianos tsotsiles, entrevistados por A. Aubry para
INAREMAC, el libro Buchu´u li sleltsanel Jobel? que traducido quiere
decir: “¿Quiénes construyeron San Cristóbal?”, con el que se
demuestra también que la “ciudad española”no fue tal, sino apenas en algunas órdenes e ideas en su diseño arquitectónico.
Porque, la realidad –por sus materiales, como el adobe– y los
nativos –por su imaginación e inventiva o por hacer mofa– las
burlaban, como con los leones que adornan la entrada de una
antigua casa de Mazariegos, que parecen famélicos y ridículos
ratones, a pesar de que bolom o balam, el tigre, ocelote y puma,
había de sobra.
7.- Argumentos antropológicos sociales.- Hay pocos estudios
etnológicos o antropológicos sociales, sobre los coletos o habitantes del valle de San Cristóbal de Las Casas, y los que hay tienen una preocupación o intención ideológica manifiesta (Sulca,
1996; Gutiérrez, 1999). Aquí aclaramos que nuestro ensayo también la tiene, pero sólo por la descolonización y la “re-humanización”, y “contra el racismo”.
Empero, la simple descripción de su vida cotidiana, de sus costumbres, fiestas, estructuras y prácticas organizativas y sociales,
de sus creencias y prácticas religiosas, de sus formas de organización del trabajo, de su vida familiar y aprecio por las fiestas populares (también básicamente religiosas), el deporte y la recreación,
y demás expresiones, puede fácilmente revelarnos su afinidad y
semejanza con los pueblos llamados “indígenas” o “indios” vecinos. Éstos son los mayas, tzotsiles y tseltales, de los otros 14
municipios de Los Altos de Chiapas (y de las otras 30 comunidades del propio municipio de San Cristóbal, y de la misma ciudad);
así como de los de las regiones administrativas llamadas Norte y
Selva, en especial.“Unos tienen mucho de lo de los otros”, según
Jesús Morales Bermúdez (2003).
¿En qué se asemejan los tres grupos “étnicos”, que preferimos
llamar “pueblos”, hablantes de lenguas distintas? Baste como
inicio mencionar algunos, sobre las líneas de Paul Kirchhoff
(1955), quien los enlistó para describir los atributos de Mesoamérica en el siglo XVI. Muchos siguen vigentes, desde luego, en
todo el territorio que llamó así, junto con W. Jiménez Moreno
(1956). En Chiapas varios autores, nacionales y extranjeros, así lo
confirman, a pesar de predominar en la antropología la“búsqueda y énfasis en la diferencia”, y algo menos en la antropología
mexicana (Medina, A. et al., 1998).
La lista de elementos comunes de los pueblos de Mesoamérica,
incluidos los mayas, según quien definió la útil palabra, siguen en
su mayor parte siendo comunes a los tsotsiles, tseltales y coletos.
Para no mencionar a la mayor parte de las “etnias” o pueblos de
Mesoamérica, según el autor alemán, éstos son o eran***:
(en el siglo XVI, o dejaron de ser*** o no fueron nunca sino
incidentales, pues su enfoque tiene un fuerte sello colonial: en
estos casos agregamos: !!):
1) cultivo, 2) cerámica, 3) maíz, 4) frijol, 5) calabaza, 6) sacrificio humano *** !! 7) batata o camote, 8) cerbatana*** 9) trofeos
de cabeza*** !! 10) canibalismo*** !! 11) confesión; 12) cultivo en
manos de los hombres; 13) construcciones de piedra o barro; 14)
sandalias (o huaraches); 15) algodón; 16) terrazas para cultivo; 17)
puentes colgantes; 18) balsas de calabazas; 19) yuca dulce; 20)
chile o ají; 22) piña; 23) aguacate; 24) papaya; 25) espondia; 26)
330
331
“perro mudo”cebado; 27) pato; 28) escudos entretejidos ***; 29)
picas; 30) metalurgia; 31) calzadas empedradas; 32) mercados (se
refiere a tianguis o al aire libre); 33) clanes de tipo calpulli; 34)
sacar corazón a hombres vivos*** !!; 35) rociar santuarios con
sangre*** !!; 36) aventador de cestería; 37) platones para cocer el
pan; 38) juego de pelota de hule; 39) tambor de madera con lengüetas; y del sur: 40) adorno del borde de la oreja; 41) clanes
matrilineales; 42) beber huesos molidos de parientes muertos
***; 43) armas envenenadas ***; 44) coca; y 45) palmeras.
Se pueden enumerar rituales, expresiones, prácticas, costumbres religiosas, jurídicas, lúdicas, médicas, y también cosmovisiones, que se comparten entre los tres pueblos, desde que nace
hasta que muere cada individuo.
Unos y otros han adoptado términos y prácticas comunes o
traducidas o incorporadas a sus respectivas lenguas (González
Casanova H., P. en: López K´ana, J et al., 2003).
8.- Argumentos sociológicos “genealógicos”.- Será posible hacer
algunos estudios “de caso” y “de profundidad”, que busquen ser
representativos, tal vez con muestras de población al azar, de entre
la que disponga de los datos mínimos, para recordar varias generaciones de sus antepasados. Con este recurso, se descubrirá o confirmará la idea de que gran parte de los pobladores del Valle de
Jobel tienen ancestros que hablaban las lenguas indígenas, e incluso que se reconocían a sí mismos como “tsotziles”, o como “hombres verdaderos” (basti o batsil viniketik) y otras denominaciones
referentes a la población originaria.
Algunos datos se pueden obtener en encuestas ya hechas
como las de nutrición de 1986 y 1996 (González Casanova H., P.
Salvador Villegas Balderas, F. Millán et al., 1988; y González Casanova H., P., P. Meza Gordillo et al., 1998, 2003).
9.- Argumentos filosóficos.- Existen varias formas de aproximar
el problema de la ascendencia de un pueblo, y sin duda no es un
tema fácil, aunque por otro lado basta, además del sentido común, el más riguroso método científico, en varias vertientes.
El análisis de la “de-construcción de conceptos” desarrollado
por Derridá y otros (1975) nos permite “volver a pensar”, sobre
muchos conceptos, prejuicios en realidad, impuestos por la historia colonial y poscolonial; y poder redefinir los objetos, unidades, variables y conceptos de estudio.
El análisis“dialéctico, o de la contradicción”sería otro útil, posterior a una larga lista de definiciones de lo que se entiende por cada
identidad. Como se ve en los argumentos anteriormente expuestos, cada disciplina se refiere a conceptos específicos, como las categorías “raciales”, que no son sino ilusiones o inferencias prejuzgadas, o prejuicio, que apenas sugieren el origen continental de cada
habitante de Nueva España, y a la vez en una sociedad muy racista, pero son susceptibles, sin duda, de análisis (Arana, 1977).
O en el caso del genoma visto en el ADN nuclear o mitocondrial, la “clasificación“ se refiere a la presencia de un marcador
específico, o de varios, del origen de cada continente. Ello supone reconocer mutaciones ocurridas fuera de África (¿?), que hacen suponer apenas que la persona tiene tal cambio génico,
porque lo ha recibido por herencia, aunque no implique ello más
que eso, pues todos los demás segmentos del genoma o “genes”
se transmiten independientemente unos de otros.
Con salvedades semejantes, la lógica puede hacer que nos
preguntemos: ¿La población china de Hong Kong, dominada
por Inglaterra durante 400 años, ya no es china? ¿Si hablara
inglés mayoritariamente y su país no hubiera sido devuelto a
China, en el 2000, al verse en un espejo, qué serían? ¿Son ahora
“mestizos”de ingleses? ¿Y por qué los ingleses no son a su vez
mestizos de nórdicos, germanos, romanos, etcétera? Argumentos como el anterior los desarrolla Luis Barjau (1996), en un artículo intitulado: “No somos mestizos”.
Agregamos a esto que es muy probable que al verse en el espejo verán: ¡un chino!, tal vez con mejor alimentación que sus hermanos continentales; y quien sin problema ni complejo se reconozca como tal.
Toda la argumentación anterior carecería de mayor importancia
que la mera curiosidad, si no fuera por la existencia de un sistema
de dominación racista anti-mexicano y anti-chiapaneco, anti-maya,
conocido actualmente como colonialismo neoliberal, que condena
332
333
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334
335
a la población llamada “indígena”a la mortalidad, morbilidad, desnutrición y marginación más altas en cualquier parte del país.
También condena y aún lo logra, sobre todo por medios ideológicos, y sus prácticas racistas asociadas, de un “mestizaje” en
realidad racista declarado universal), reducir a una de las culturas más extraordinarias de la humanidad, la cual, como afirman
varios especialistas, fue y es además “originaria”en el sentido de
haber descubierto por sí sola cosas como las propias biología,
zootecnia, agricultura, agronomía, astronomía, matemáticas, física, química, medicina, sus productos, las ciencias más exactas,
y humanidades, artes, letras, derecho, la llamada cultura maya,
del Mayab, de Mesoamérica.
Es necesario entonces que cada pueblo reconozca su identidad histórica y reclame también en el nuevo mundo globalizado
los derechos culturales frente a las compañías o empresas transnacionales (ETN) que amenazan al mundo expoliándolo, sin pagar lo más elemental a los pueblos que perjudican.
Todos los pueblos llamados “indígenas“, incluidos los mayascoletos, podrán un día reconocer los valores de su historia y de
su cultura, y exigir respeto y reposición a los destructores del
mundo, como ocurrió ya en Durban, Sudáfrica, en 2001.
Los pueblos en el futuro probablemente lograrán evitar que
las ETN patenten la riqueza de los pueblos sin su consulta y permiso; o que la aprovechen sin darles nada, o que sigan actuando sin regulación, ley ni ética alguna casi, como lo han estado
haciendo en los últimos 500 años.
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esto la defensa de los pueblos indios y del país?”p. 57-79 en: José
Ordóñez Cifuentes (coordinador): Análisis interdisciplinario del
Convenio 169 de la OIT. IX Jornadas Lascasianas. Instituto de
Investigaciones Jurídicas, UNAM, México, 2000.
LENGUAS EN EL VALLE DE JOBEL
Arturo Lomelí González
YOCHEBAL, PRIMERAS PALABRAS
es originario de la ciudad de México, Desde
hace más de 30 años reside en Chiapas. Maestro en Ciencias por la Universidad
de La Habana, Cuba, cuenta con estudios de doctorado en Estudios
Mesoamericanos de la UNAM. Ha escrito innumerables artículos y capítulos de
libro con temas que van desde la salud pública y la desnutrición, hasta los relacionados con la cuestión étnica en Chiapas.
LA PRESENTE PONENCIA TIENE como objeto analizar la situación que
guardan las lenguas, prácticas y situaciones de habla que se dan
en el contexto social de la ciudad de San Cristóbal. Le hemos
titulado “Lenguas en el Valle de Jobel”, por dos razones. La primera, tiene que ver con las lenguas que se hablan, se escuchan
y forman parte de la vida lingüística diaria y los aportes de las
lenguas tsotsil y tseltal a la lengua de uso, la lengua dominante,
el español.
Pocas ciudades en el mundo tienen un mosaico lingüístico tan
amplio como el que se da en esta ciudad. Por supuesto que las
grandes urbes, París, Londres, Nueva York, son un mosaico lingüístico y multicultural, pero esta ciudad pequeña, alejada de las
grandes metrópolis, sin mayor desarrollo en lo que se llama modernidad que conlleva la industrialización y formas de vida urbanas, se da un fenómeno de convivencia de este mosaico cultural y
lingüístico con dinámicas propias y situaciones particulares.
Sin duda, en la ciudad de San Cristóbal de Las Casas y en el
Valle de Jobel existe un conglomerado humano característico por
la diversidad de sus orígenes y la diversidad cultural de sus habitantes. Dicha diversidad se manifiesta en su actividad, sus construcciones, las formas de vida, y en todas las dimensiones de la
vida cotidiana. Otro elemento que caracteriza a este lugar es
que, en cualquiera de sus ámbitos y espacios: plazuelas, lugares
públicos, calles, escuelas, comercios, mercados, y recientemente
en las oficinas públicas, se escuchan varias lenguas. Lenguas de
otros países conviviendo con lenguas que tradicionalmente se
conocen como indígenas chiapanecas: las mayenses y la zoque.
De igual manera hay una gran cantidad de habitantes de origen
istmeño, hablantes del zapoteco. También se escuchan las len-
336
337
EL AUTOR
PABLO GONZÁLEZ CASANOVA HENRÍQUEZ
meno que observamos en la ciudad de San Cristóbal es que,
contrario a la tendencia a desaparecer, el número de hablantes
de alguna lengua original en la ciudad ha aumentado, como
también ha aumentado el bilingüismo lengua indígena-español.
Esta realidad lingüística no es aún sujeto de estudio y lo que
vamos acumulando son datos del número de hablantes y de
algunas formas de interacción de las lenguas. Esto es lo que
vamos a exponer a continuación.
guas de otros países, dado el carácter de centro turístico que
tiene la ciudad.
En la actualidad hay un conjunto de lenguas que están reunidas en el valle, pero es en ciertos espacios donde éstas se desenvuelven. Si hacemos un rápido recorrido por las diferentes zonas
de la ciudad, se aprecia que en muchas casas se hablan las lenguas de origen antiguo y también de otros lugares del mundo.
De acuerdo con las estadísticas, hay cuando menos unas tres mil
personas provenientes de otros países. El inglés, el francés, el
italiano, el alemán, son idiomas usados por muchas familias que
se encuentran asentadas en el valle. Aún no hemos hecho una
estadística sobre esta situación, pero ya nos da la idea de que
muchos habitantes nacidos en la ciudad, niños y jóvenes la
mayoría, son bilingües o trilingües o multilingües, que hablan
inglés, francés, que han escuchado el tseltal y el tsotsil, dado que
sus padres o parientes cercanos son investigadores o activistas o
dedicados a alguna actividad relacionada con el turismo.
Evidentemente el español es nuestra lengua, es la lengua con
la que nos comunicamos, es como dicen los lingüistas, la“lengua
franca”, la lengua de uso. El uso del español tiene muchas más
implicaciones que el solo hecho de la comunicación lingüística.
Este trabajo parte de una investigación en curso acerca de la
situación de las lenguas en el estado de Chiapas, y veremos algunos datos que nos darán una idea de lo que ocurre con las
lenguas, especialmente las que llamamos “indígenas”. Hay una
dimensión de esta problemática que no se tocará, que es la dimensión política. Existen muchos estudios basados en la sociolingüística que tratan de la interacción y convivencia entre las
lenguas. De ésta se ha destacado que algunas lenguas, en este
caso el español, tienen una relación de dominación y desplazamiento de otras lenguas. El fenómeno es así: cuando una lengua,
por factores políticos, como es el de la Conquista y colonización,
y que posteriormente se convierte en la lengua dominante, las
otras sufren un desgaste que las va haciendo desaparecer. En
otras regiones de México, e incluso de Chiapas, varias lenguas
originales han desaparecido o están en vías de hacerlo. El fenó-
Como ya dijimos, la ciudad de San Cristóbal de Las Casas se
encuentra en el centro geográfico de una región donde coexisten muchas lenguas. De acuerdo con el censo de población y
vivienda del año 2000 y con datos de nuestros trabajos, existen en
Chiapas, además del español, doce lenguas originarias de la región, con un total de un millón de hablantes. De éstas, el tseltal
y el tsotsil suman el 70% del total de hablantes de lenguas originarias. El ch’ol, el tojolab ‘al y el zoque representan el 28%. Los
hablantes de las demás se cuentan en varias centenas. Algunas
de estas últimas se encuentran en proceso de desaparición,
exceptuando el lakandón, que a pesar de ser un grupo etnolingüístico de ochocientos hablantes, es una lengua fuerte ya que
se usa dentro de los hogares. Por su parte, la ciudad está en el
centro de la región de este mosaico lingüístico. A esto hay que
sumar que la ciudad se fundó con personas de muchos lugares.
Es desde sus inicios la base de una sociedad plural, donde sus
diferencias de origen y de lengua han sido la constante al cabo
de los siglos que tiene de existencia la ciudad.
A la original conformación de la sociedad de San Cristóbal
con los 40 vecinos castellanos, hay que añadir la presencia de
personas provenientes del altiplano mexicano; así, muchas palabras que escuchamos en la lengua de origen nahua forman parte
del habla popular sancristobalense. Hay que sumar también las
palabras de origen africano que dejaron su huella lingüística en
338
339
CONTEXTO REGIONAL DE LAS LENGUAS EN SAN CRISTÓBAL
Cuadro 1. Crecimiento de población de la ciudad de
San Cristóbal de Las Casas. Población 1900-2000
muchas palabras y expresiones, como la popular “marimba”y la
coloquialmente usada “chamba”. Así, reunidos en este vaso natural de las montañas de Los Altos de Chiapas tenemos un complejo de pueblos y culturas y una sociedad que ahora llamamos
multicultural.
Por varios siglos, la ciudad permaneció en una especie de
estancamiento en el número de habitantes.Y es hasta mediados
de los años cincuenta cuando se incrementa aceleradamente la
población. En el cuadro número 1 se aprecia que en las primeras
cuatro décadas del siglo XX la población de la ciudad se mantuvo, a pesar de los eventos políticos como el cambio de sede de la
capital a Tuxtla y del pasaje conocido como “Pinedismo”, que
tuvo en la ciudad su epicentro. Durante esos años mantuvo su
aire porfiriano, donde los hablantes de una lengua distinta al
español eran trabajadores y servidumbre radicando estacionalmente. En el cuadro se aprecia incluso un descenso de la población en la década de los años treinta y cuarenta. A partir de la
década siguiente empieza el crecimiento de la ciudad hasta
alcanzar los niveles que tiene hoy en día. Esto se debe a un cambio en las actividades de la ciudad, que se empieza a conformar
en centro político regional, más allá del comercio y el mercado.
Las agencias gubernamentales como el Instituto Nacional Indigenista y las secretarías de Salubridad y de Educación contratan
personas de los municipios vecinos, iniciando una era de nuevas
construcciones y viviendas que alcanza su punto más alto en la
década de 1970 a 1980. Aquí se inicia este nuevo patrón de asentamiento de la ciudad, extendiendo la mancha urbana más allá
de los límites puestos por los barrios históricos. Después de los
acontecimientos de los primeros meses de 1994 se alcanza el mayor crecimiento.
Propongo ver este incremento poblacional desde otra perspectiva: la ciudad tiene una población de casi 120 000 habitantes; considerando sus ritmos de crecimiento éste se ha acelerado en los
últimos cincuenta años y se ha insistido de manera recurrente en
que el valle de San Cristóbal ha sido receptor de un flujo migratorio proveniente de los municipios vecinos, principalmente de
Chamula, como si éstos se estuvieran despoblando. Con este argumento se sostiene la versión del porqué la ciudad ha crecido de
manera anárquica y desordenada, rebasando las capacidades urbanísticas y de servicios. De lo que sí no hay duda es que el mayor
crecimiento de la población está entre los hablantes de tsotsil y
tseltal. Quisiera que con los datos de los cuadros 2 y 3 analicemos
desde otra óptica lo que ha ocurrido demográficamente.
La ciudad de San Cristóbal es el centro político, comercial, de
servicios y de alguna manera cultural de la región conocida como Altos de Chiapas. Esta es una región de más de cuatro mil
kilómetros cuadrados. Para efectos de esta exposición hemos
tomado los municipios que están conectados más estrechamente con la ciudad. Esta es una amplia región de más de dos mil
cuatrocientos kilómetros cuadrados integrada por trece municipios. Por muchas circunstancias que no vamos a explicar en este
momento, es el centro cultural de las regiones indígenas de
Chiapas. La población de esta región se ha quintuplicado en los
340
341
Año
Número de
habitantes
1900
14 142
1910
13 745
1920
13 295
1930
16 713
1940
11 768
1950
17 773
1960
23 343
1970
25 700
1980
42 026
1990
73 388
1995
99 254
2000
114 242
Tasa de crecimiento intercensal
tcma= -0.30%
tcma= -0.33%
1920-1930 tcma= 2.31%
1930-1940 tcma= -3.45%
1940-1950 tcma= 4.21%
1950-1960 tcma= 2.76%
1960-1970 tcma= 0.97%
1970-1980 tcma= 5.04%
1980-1990 tcma= 5.73%
1990-1995 tcma= 6.22%
1995-2000 tcma= 2.53%
1900-1910
1910-1920
Fuente: Elaboración de Paulino Hernández Aguilar
últimos cincuenta años y la ciudad en lo particular ha crecido
casi diez veces con respecto a los años cuarenta. En el cuadro
número 2 es notable el crecimiento de la población de toda la
región. En ésta también ha sido muy elevado, rebasando, en el
caso de San Juan Chamula y de Oxchuc, los límites de sus propios municipios. No vamos a entrar en los detalles de las causas
de este crecimiento, pero son a su vez resultado de otras variables demográficas, como son: la baja en las tasas de mortalidad
infantil; el incremento regional en la esperanza de vida y de
cambios en la estructura económica regional. Por lo que toca al
tema de las lenguas, el incremento de hablantes de tsotsil y tseltal es constante.
En el cuadro número 3 se aprecia que la disposición de espacios, ya que la población es predominantemente campesina, se
empieza a rebasar. En los municipios vecinos, incluyendo el área
rural del municipio de San Cristóbal de Las Casas, la tierra cul-
tivable disponible se ocupa en su totalidad. Hay un cambio
notable en la estructura productiva de los municipios vecinos de
Chamula, Tenejapa y Zinacantán; en las tierras de mediana altura, el café sustituye a la producción de autosubsistencia y se dan
cambios en el patrón de asentamiento. Eso también impacta a la
ciudad de San Cristóbal, que llega a concentrar la cuarta parte de
la población regional. Pero hay algo muy especial que hace que
las migraciones no sean definitivas. Normalmente, las familias
de municipios vecinos residentes en la ciudad mantienen sus
casas en sus lugares de origen; y viceversa, habitantes de San
Cristóbal tienen propiedades y casas en los municipios de origen.
Cuando digo esto pienso en personas originarias de Chenalhó,
Pantelhó, Oxchuc y Tenejapa que mantienen lazos familiares entre
San Cristóbal y sus municipios, manteniendo residencia en ambos lugares.
Lo que es un hecho, que los datos nos lo dicen, es que el incremento de población es en toda la región y más allá de ésta. No
Cuadro 2. Dinámica de la población de Los Altos de Chiapas 1940-2000
Cuadro 3. Densidad de población por municipio 1940-2000
Municipio
1940
1950
1960
1970
1980
1990
2000
Extensión
Amatenango
Chalchihuitán
Chamula
Chanal
Chenalhó
Huixtán
Larráinzar
Mitontic
Oxchuc
Pantelhó
San Cristóbal
Tenejapa
Teopisca
Zinacantán
Total
2 136
2 529
3 179
3 656
5 681
6 483
6 559
236
1 996
2 769
2 940
2 998
9 442
9 910
12 256
74.5
16 010
22 029
26 786
29 357
31 364
51 757
59 005
82
4 335
2 881
4 210
3 951
7 195
7 645
7 568
295.6
5 289
7 481
10 553
13 522
30 680
33 877
30 966
139.1
5 090
7 383
7 421
10 323
17 669
19 388
18 630
181.3
8 521
8 807
7 337
8 101
15 303
15 085
18 712
188.8
3 572
3 880
4 677
3 339
5 783
6 503
7 602
82
2 987
5 412
12 579
17 993
34 868
36 897
37 887
72
3 126
3 953
4 967
7 287
13 131
13 046
16 262
136.6
16 637
23 054
27 196
32 833
60 550
89 335
132 421
484
5 378
7 750
9 768
12 930
27 217
27 679
33 161
99.4
3 934
5 355
6 306
7 723
10 627
18 186
26 996
173.9
4 509
6 312
7 650
11 428
22 392
24 625
29 754
171.4
85 460
111 545 137 529 167 411 293 882 362 406 439 779
2 416.6
Municipio
1940
1950
1960
1970
1980
1990
2000
Amatenango
Chalchihuitán
Chamula
Chanal
Chenalhó
Huixtán
Larráinzar
Mitontic
Oxchuc
Pantelhó
San Cristóbal
Tenejapa
Teopisca
Zinacantán
Media Regional
9.05
10.71
13.47
15.49
18.75
27.47
27.13
26.79
37.16
39.46
40.21
74.68
133.02
165.10
195.24
268.64
326.69
358.02
382.98
631.18
645.62
14.66
9.74
14.24
13.37
16.97
25.86
29.14
38.02
53.78
75.86
97.21
132.27
243.54
284.80
28.07
40.72
40.93
56.94
73.57
106.94
112.16
45.13
46.64
38.86
42.91
56.09
79.90
97.43
43.56
47.31
57.03
40.72
59.91
79.30
83.01
41.48
75.16
174.70
249.9
345.54
512.46
609.81
22.88
28.93
36.36
53.35
68.11
95.51
114.19
24.29
47.59
56.14
67.78
124.94
184.58
240.68
54.10
77.96
98.26
130.08
207.66
278.46
324.74
22.62
30.79
36.26
44.41
61.10
104.58
128.74
26.30
36.82
44.63
66.67
75.88
143.67
171.42
32.71
45.38
56.13
68.5
96.32
149.97
176.05
Fuente: Elaboración propia con datos censales
Fuente: Elaboración propia con datos censales
342
343
es que los municipios vacíen su población en la ciudad de San
Cristóbal y la vayan despoblando; por el contrario, toda la región
va teniendo un crecimiento sostenido.
A partir de los datos anteriores, tenemos entonces que la ciudad de San Cristóbal se encuentra en el centro de un mosaico de
las lenguas de origen mesoamericano, lo que se refleja a su vez
en la propia ciudad. El cuadro siguiente muestra que el municipio de San Cristóbal es el que tiene el porcentaje más bajo de
hablantes de alguna lengua indígena, con el 36%, rodeado de
unidades lingüísticas que están en el cien por ciento.
Los hablantes de tseltal y tsotsil y otras lenguas en la ciudad
se encuentran distribuidos de la siguiente manera: hablantes de
tsotsil: 31 939, que representan el 67%; hablantes de tseltal: 7 865
con un 16.5% y en otro porcentaje que alcanza el 16.3%, 7 786
Fuente: Elaborado por el autor con base en “Los servidores de
nuestros pueblos”ed. CONECULTA, 2002, Chiapas
hablantes de varias lenguas. El criterio utilizado aquí para definir hablante es: aquel que dice que habla alguna lengua, sea
bilingüe o monolingüe.
Estas cifras corresponden al año 2000. En informe reciente de
la oficina de población del estado, COESPO, se indica que para el
presente año, 2004,“…uno de cada tres chiapanecos pertenece a
algún grupo étnico…”cifra que asciende al 32% de hablantes de
alguna lengua en toda la geografía del estado. Utilizando un
nuevo formato para cuantificar la población indígena ha llegado
a nuevas conclusiones. Antes, el registro de hablantes de lengua
indígena se hacía con base en que la persona hablara o no alguna lengua indígena. Ese ha sido el principal indicador para
determinar la cantidad de esta población.
Con un nuevo criterio se establece la cuantificación con lo siguiente: primero, identificar como indígenas a todos los miembros de un hogar; segundo, tomar en cuenta a las personas de
servicio doméstico, hablantes o autoidentificados con una lengua, aunque vivan con mestizos. Esta nueva medición permite
tener una aproximación más exacta, lo que incrementa el número de hablantes al 54.6% en la ciudad. Con este porcentaje aumenta considerablemente el número de hablantes de alguna
lengua indígena en la ciudad. Si consideramos que hay en la
actualidad unos 150 mil habitantes en San Cristóbal, aplicando
este porcentaje podemos decir que para el año 2004 existen cerca
de 82 mil hablantes de alguna lengua indígena, principalmente
tsotsil con unos 55 mil hablantes. Estos datos nos hablan de la
magnitud y presencia de las lenguas habladas en el Valle de
Jobel.
El dato de COESPO es muy importante para lo que se viene
diciendo en esta mesa: no hay una sola identidad sancristobalense, sino que han existido y existen muchas identidades en la
ciudad y una de ellas va cobrando reconocimiento y adquiriendo un importante papel. A su vez nos habla de un aspecto de la
riqueza cultural citadina que no se toma en cuenta para dirigir
acciones, tanto gubernamentales como de eso que le decimos la
sociedad civil.
344
345
Cuadro 4. Porcentaje de hablantes de lengua indígena 2000
Municipio
Amatenango
Chalchihuitán
Chamula
Chanal
Chenalhó
Huixtán
Larráinzar
Mitontic
Oxchuc
Pantelhó
San Cristóbal
Tenejapa
Teopisca
Zinacantán
Promedio Regional
Número de
habitantes
hablantes de
tsotsil y tseltal
Porcentaje
6 559
6 659
100
12 256
12 256
100
59 005
59 005
100
7 568
7 568
100
30 966
30 656
99
18 630
16 767
90
18 712
18 712
100
7 602
7 602
100
37 887
37 887
100
16 262
14 798
91
132 421
47 671
36
3 3161
32 829
99
26 996
9 988
37
29 754
29 754
100
439 779
332 152
75.5
En alguna ocasión, don Jorge Paniagua Herrera nos comentaba,
como un recuerdo de su niñez, que a menudo se escuchaba el grito desde la calle en el zaguán de su casa:
—“Xa kan tuluk, marchante?” Su madre contestaba desde
algún lugar de la casa:
—“Kano!”– o –“mu jkan!”– o alguna otra expresión. La señora se acercaba e intercambiaba algunas oraciones con quien le
ofrecía su mercancía. El intercambio se daba en la medida que
los hablantes se comunicaban en el dominio de ambas lenguas.
Esta escena cotidiana, en un periodo de la vida de la ciudad
de San Cristóbal, en la cual cientos de vendedores provenientes
de las localidades vecinas tocaban de puerta en puerta ofreciendo mercancías: verduras, animales, leña, carbón, flores, y ofreciendo sus servicios para trabajos. Era la moneda corriente en los
barrios y colonias.
En la actualidad vamos a los mercados y de igual manera podemos intercambiar expresiones en español y tsotsil. Así, en esa interacción constante ha sido influido el español de uso diario y a su
vez las otras lenguas han recibido aportaciones. Con estas situaciones
se evidencia que existen diversas formas que hacen posible la comunicación y colaboración entre quienes hablan lenguas diferentes.
Aquí veamos los aportes que se hacen entre las lenguas y el
español que usamos. Es sabido que el tsotsil y las otras lenguas
poseen vocablos que no tienen correspondencia en español, tales
como los que designan especies vegetales propias y exclusivas de
las regiones donde viven. Y si esos mismos indígenas son bilingües –y en un elevado porcentaje hoy lo son–, encuentran a su vez
en el léxico del español palabras para referirse a objetos que antes
les eran desconocidos. Son atinadas las palabras que expresó el
escritor tsotsil Enrique Pérez López, cuando declaró en el Congreso de las Lenguas, en febrero de 2004, que si su habla nativa es
patrimonio indígena, “el español también es nuestro”. Por otra
parte, las lenguas que denominamos indígenas han enriquecido
con muchos vocablos el español. Entre los muchos vocablos, hoy
de uso entre los hablantes monolingües de español, se hallan:
cancha, puma, jaguar, quina, coca, caimán, canoa, tiburón, hamaca, carey, cacique, barbacoa, maíz, bejuco, caoba, manglar, huracán,
chaquiras, papas o patatas, mandioca, cacao, chocolate, tomate,
hule, tiza, cacahuate, chicle, papaya, aguacate, tequila, petaca, petate, y centenares más.
Palabras originadas en las lenguas mayas en el español de San
Cristóbal: anona, bolo, bolonchón, caco, cadejo, chele, chichini,
chimuelo, chaya, chotear, chucho, caimán, coa, comal, chaquiste,
chucho, chipilín, henequén, iguana, k’ox, mail, nawal, oven,
pichito, posol, tsúcumo, tsits, tsol, xel, tsolón, xomol, xuti, y por
supuesto los nombres de los lugares, los topónimos, que incluso
se ven ya de manera escrita en las señales de las carreteras y en
los letreros de las unidades de transporte que circulan por la ciudad. A los vocablos hay que añadir los usos expresivos como:
“Mirálo tu ojo”,“vas a querer”“tomálo tu café” y muchos otros
donde se ha hecho el punto de contacto entre las lenguas.
El contacto cotidiano de las lenguas tiene que ver con las actitudes entre ellas. En la actual administración hay funcionarios
hablantes de alguna lengua. Ya en esto se refleja ese porcentaje
de ser ligeramente mayoría tsotsiles y tseltales.
En una ceremonia en una colonia del norte de la ciudad de
San Cristóbal, el representante del Ayuntamiento de San
Cristóbal de Las Casas, Catarino Ruiz Jiménez, el octavo regidor,
originario de la comunidad El Aguaje, se dirigió al público con
las siguientes palabras:
Chkalboxuk ava’ik jun a’yejal, ti yu’un Jtunel j-abtel ta jlumaltike, vu’un regidorun, ta xi lo’ilaj ta jbats’ik’optik, yu’un jna’ xi
k’opoj ta tsotsil, ti ja’ sbats’ik’opik jtot jme’e. Ti ja’ stuk’ no’ox
alak’ sba k’alal ta jk’opon jbatike, jech k’u j-elantike, jech’oxal ti
ta jbats’ik’optike ja’ lek xka’ibe jabatik jlo’iltik.
(Traducción al español: “Me dirijo a ustedes representando al
Ayuntamiento Municipal y soy regidor, les hablo en nuestra lengua
porque yo también soy hablante del tsotsil, que es la lengua de mis
padres. Nada mejor que hablar entre nosotros como lo que somos
y en la lengua en que mejor nos podemos expresar).”
346
347
XA KAN MAN TULUK, MARCHANTE?
En el pasado difícilmente se admitía una lengua que no fuera el
español. Se consideraba a estas lenguas como resabios de un pasado que se tenía que acabar. Algunas veces se afirmaba que las lenguas indígenas no eran lenguas propiamente, dado que carecían
de escritura, de gramática y otras muchas apreciaciones que lindaban en el racismo. Esto afectó inevitablemente a esas lenguas.
En los nuevos tiempos que vivimos, admitimos que los hablantes de español tenemos una responsabilidad moral frente a
estas lenguas. Se reconoce que los gobiernos y otras entidades
deben tomar conciencia de la existencia de todas las lenguas y
asumir una postura frente a ellas.
Primero debemos preguntarnos si esta realidad constituye un
problema o una riqueza. Nosotros vamos por la segunda. No hay
razón que justifique la prohibición de hablar una lengua ni la
imposición de otra. Todas las lenguas integran un sistema simbólico de expresión del pensamiento. Si bien ello se produce en
gran variedad de formas, todas ponen en evidencia la enorme
capacidad humana de enmarcar y significar la realidad. En resumen, no puede hablarse de lenguas más perfectas que otras.
Todas disponen de los recursos que les son necesarios para nombrar al mundo. Hablar más de una lengua es riqueza invaluable.
San Cristóbal tiene esta riqueza ya que sus habitantes hablan
más de una lengua.
Para finalizar, les quiero mencionar otro aspecto de la riqueza
lingüística de esta ciudad. La de la literatura en las lenguas indígenas. Porque también la ciudad es el centro de producción literaria de las lenguas mayas de Chiapas.Y no es tan nuevo. Desde
los años ochenta en la ciudad se produce y distribuye una abundante obra literaria escrita que alcanza ya varios cientos de títulos.
Más allá de los esfuerzos individuales que han sido muy valiosos
y en casos decisivos, dos son los grupos originales de escritores
indígenas en Chiapas: el grupo alrededor del antropólogo tsotsil
Jacinto Arias, surgido al amparo del gobierno del estado y la
Asociación Civil Sna Tzibajom, casa del escritor indígena. Ambos
formados a principios de los años ochenta sentaron las bases de
un movimiento de escritores indígenas. Posteriormente, en la
década de los noventa el Espacio cultural Jaime Sabines de la
Sociedad General de Escritores de México (SOGEM) se unió a los
esfuerzos de hacer una literatura indígena en Chiapas. En suma,
esta producción literaria, en la que convergen el pasado y el presente, sumada al quehacer diario y cotidiano de los hablantes de
las muchas lenguas que hay en el Valle de Jobel, enriquecen a
nuestra ciudad. La forma escrita de la lengua ya empieza a impactar en otras formas de expresión escrita. En la foto que acompaña
este texto, se muestra un graffiti, expresión popular aparentemente urbana y de nuestros tiempos. Este graffiti se encuentra en una
pared de la colonia Erasto Urbina. Podría ser uno como muchos
que se encuentran en las paredes de la ciudad; la diferencia es que
está escrito en tsotsil: Bats’i kolavalik taj mek.
ARTURO LOMELÍ GONZÁLEZ es originario de la ciudad de México, tiene más de 25 años
habitando en San Cristóbal. Es antropólogo egresado de la ENAH y maestro en
Educación Indígena por la UNACH. Actualmente es profesor de la Facultad de
Ciencias Sociales de la UNACH. Es autor de diversos libros y artículos relacionados con el estudio de los pueblos indios en Chiapas. Ha impartido conferencias en varias universidades del país y del extranjero.
348
349
Graffiti, colonia Erasto Urbina. Arturo Lomelí.
EL AUTOR
ES FAMOSA AQUELLA FRASE de Goebels, el ministro de propaganda de
Hitler, ante la quema de libros de alguna biblioteca berlinesa:
“Cuando escucho la palabra cultura me llevo la mano al revólver”. A dicha sentencia contrapongo la que expusiera Regis
Debray cuando solicitó aumento al presupuesto y un diputado le
preguntó: ¿por qué? Él respondió: “Porque la cultura es la vida”.
Con este pequeño epígrafe doy por sentado el concepto de cultura en esta breve reflexión, la cultura es la vida. Aclaro que son
más mis preguntas que un posible discurso organizado y lógico;
pues para eso le llamé como le llamé, la cultura del caos y el caos
como cultura.
1.- La abstracción. En este foro se analizarán cuestiones demográficas, electorales, económicas, urbanas, de movimientos sociales, de idiomas, educacionales, y estudios de caso; todo eso, más
lo que hace falta, es la cultura en San Cristóbal. Es decir, el desarrollo y comportamiento de un problema no es más que la rama
de un árbol más frondoso denominada ciudad, espacio urbano.
Así, en términos generales, nuestra ciudad no escapa al comportamiento general de las leyes que rigen las ciudades en economías atrasadas, sin planeación, regidas por el feroz intercambio
de mercancías y por la lógica de la apropiación sin proyección al
futuro de quienes la habitan. Existe, sí, una particularidad: hay
una guerra declarada, no se ha firmado la paz, y quienes dirigen
o tratan de dirigir el conjunto del estado o la región, lo hacen de
acuerdo con posiciones de poder y, más claramente, de la derrota del EZLN. Si el espacio urbano no es más que una forma de
división del trabajo en la ciudad misma y en el conjunto de la
geografía, ahí la manifestación cultural es donde nace, crece y
tiene posibilidad de desarrollarse si encuentra las condiciones
para su reproducción. El suceso cultural puede traducirse cultura,
costumbre, cotidianidad, a condición de ejercer atracción y de
servir como mecanismo para solucionar problemas derivados de
una situación concreta. La cultura no se inventa, ésta es inherente a cada sociedad; es una entidad viva, se transforma, se multiplica, se niega, rejuvenece o también se estanca y fenece para dar
paso a nuevas manifestaciones sociales de división del trabajo, de
intercambio, de análisis, de educación, de resultados electorales,
de manifestaciones artísticas, etcétera.
2.- En diez años a partir del alzamiento armado, no es éste el
principal suceso cultural, pues nadie en su sano juicio desearía
que la guerra formara parte de nuestra cultura, es decir, que de
suceso pasara a comportamiento. Empero, es un derivado de la
guerra el principal suceso cultural que hemos tenido en las manos
y que a mi juicio tenía las posibilidades de tender hacia su transformación y por tanto de convertirse norma, costumbre, cultura.
Me refiero al diálogo. Para esto es menester un pequeño recordatorio: en la prehistoria de los movimientos sociales de este país,
digamos, con la huelga ferrocarrilera de 1958, pasando por el 68,
revirando a los movimientos locales en los estados del norte,
regresando a 1971, luego recorriendo las movilizaciones de los sindicatos de industria de mitad de los setenta, más la huelga de la
universidad en 1976, integrada a este ambiente la lucha armada de
muchos grupos; más la tendencia democrática del SUTERM, e indicando los cambios de plataformas programáticas, es decir, de
movimientos economicistas a reivindicaciones políticas, nadie,
mucho menos un grupo armado, había logrado despertar las simpatías que logró el EZ y mucho menos sentar, obligar al Estado
mexicano a dialogar con un grupo rebelde, en armas y con algunos días de combate. Este es un antecedente esencial.
3.- De esa prehistoria, 1958-1994, los cambios en la sociedad
son profundos: en el arte surgieron expresiones novedosas, algunas se quedaron, otras desaparecieron; en el teatro, en el cine,
mucha gazmoñería, pero al tiempo nuevas formas de organización del capital, de su reproducción y formas de apropiación. Las
principales ciudades del país cambiaron radicalmente y las organizaciones de los sectores más dinámicos en esa división del tra-
350
351
LA CULTURA DEL CAOS Y EL CAOS COMO
CULTURA EN SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS
José Antonio Reyes Matamoros
bajo urbana, cambiaron también: los sindicatos nacionales dejaron la estafeta a las organizaciones estudiantiles y campesinas,
luego a los sindicatos de industria, más tarde a los sindicatos universitarios, hasta que en 1988 la insurgencia cívica demuestra que
es posible, en ese momento, crear un ambiente político diferente
al del gremio. En esos cinco momentos: 1958-1968-1976-1988-1994,
por citar de forma esquemática el eje temporal, los cambios en la
cultura, en la praxis y en los roles de los sujetos protagonistas
crearán otro ambiente donde de forma general se percibía la posibilidad de un nuevo rumbo en las relaciones sociales, políticas,
económicas, es decir, culturales.
4.- Sigue la abstracción. Pues en ninguno de los momentos de
los movimientos citados éstos tuvieron la fortaleza para obligar
a la negociación con el Estado, o no al menos con la atención de
miles, de millones de personas, de gobiernos, de parlamentos,
de especialistas, de dirigentes, de intelectuales, etc., fracturando,
por fortuna, las fronteras del interés nacional para ser observados en el mundo entero. En este contexto surge San Cristóbal al
mundo, incluso para miles de paisanos mexicanos; renace San
Cristóbal, y ahora el eje espacial y temporal, el referente obligado será una entidad llena de contradicciones, de problemas, de
profundas desigualdades, de relaciones semifeudales, de la ruptura del paternalismo como de la visión más vulgar y atrasada de
relaciones políticas; esa entidad se llama Chiapas. Pero sabemos
que si el EZ obliga al Estado a la negociación es por la fuerza, por
la increíble fuerza de otro ambiente: el pueblo mexicano no
deseó la guerra, no deseó la confrontación, quizá para mal, pero
comprendió de manera rauda que los indios en Chiapas y en
México, tienen, deberían tener los mismos derechos que el conjunto de mexicanos, aunque estuviéramos sumidos en las eternas crisis económicas; es decir, hubo disposición para democratizar la crisis. Pero eso no es lo esencial.
5.- San Cristóbal ha sido el espacio obligado, la ciudad símbolo, el territorio más cercano para decenas, centenas de movilizaciones reivindicativas. ¿Por qué no lo es la capital, Tuxtla? Por la
geografía. Si en 1992 el espacio urbano empieza a deformarse por
las expulsiones de Chamula, por el crecimiento natural y por la
migración a la que obligaron, por ejemplo, los sismos de 1985, o
por una juventud india deseosa de alternativas para la sobrevivencia o expulsada de manera natural, estos movimientos sociales naturales o artificiales se multiplican cuando en 1994 la reivindicación surge con las armas en la mano. En diez años las
necesidades de suelo, de vivienda, de servicios, y de equipamiento para la cultura, rebasaron en un santiamén a quienes más por
cuestiones personales que políticas han estado al frente del gobierno estatal, federal y municipal. (En diez años se construyó un
aeropuerto y en los mismos diez años esa infraestructura deja de
funcionar por capricho de la empresa que lo dirige.) El equipamiento para la cultura creció: un teatro de primer mundo para ‘la
jitomata y la perejila’; un teatro céntrico remodelado también
como salón de baile. Pero me estoy desviando.
6.- El suceso cultural, en los ambientes anteriores, el que cobra la mayor fuerza y potencia y es representativo de cuanto NO
ha ocurrido en la historia moderna de México, es el diálogo. Y
este suceso cultural tiene sus momentos: a) es un civil el representante del Estado; b) los rebeldes llegan con las armas en la
mano; c) es un espacio eclesial el dispuesto para discutir; c) la
prensa de muchos países cubre el evento por cuanto representaba para México la aparición del grupo rebelde. Ese, diría yo, es el
nacimiento de San Cristóbal, ese es su bautizo de 466 años, ese
el momento más importante por cuanto creaba otro ambiente
en decenas de coletos: es posible cambiar las relaciones verticales del poder central, estatal o municipal sin balazos, sin más
sangre, sin bombardeos, sin tanques, eso es posible. (Quizá las
mentes más retorcidas, los fachos, la ultraderecha, aquellos que
piensan en los negocios en época de guerra, sólo ellos podrían
no compartir el diálogo como momento álgido de un proceso
que al desembocar en la violencia, tenía la posibilidad de tender
al infinito, hacia la guerra permanente, prolongada.)
7.- En ese impasse hubo en San Cristóbal decenas de manifestaciones por la paz, no por la reconciliación, sino por el respeto,
por la dignidad.
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8.- Cuando en septiembre de 1995 comienza el diálogo de San
Andrés, por primera ocasión después de la Convención de
Aguascalientes, el EZ convoca a centenas de lo más selecto y elocuente de la inteligencia no estatal, al menos en ese momento,
de nuestro país. ¿Qué más queríamos los coletos? Las armas en
silencio, la razón desmenuzando posibilidades civilizadas, no
violentas; la prensa cubriendo, reseñando; los pueblos indios,
también, sorprendidos por la respuesta de la intelectualidad, de
los dirigentes de otros lugares, de los indígenas de otros territorios. Y también, sin muchas alternativas en la mesa. Todos, pero
particularmente la dirigencia del EZ, estábamos aprendiendo las
nuevas formas de expresión cultural, de análisis concreto y de
sensibilidad para impedir provocaciones, falacias, errores. Así, el
suceso cultural, el diálogo, unificó muchos criterios con el objetivo de salvaguardar la paz, pero no al costo de la misma situación de los pueblos indios.
9.- Dejo unos momentos la abstracción. En el ambiente creado por la necesidad de diálogo y por los resultados primeros del
mismo, algunos artistas y promotores culturales dejaron aquí, en
la ciudad, la huella de su quehacer. Enrique Bátiz y Federico Álvarez del Toro emprendieron el esfuerzo de venir con la orquesta sinfónica del Estado de México; la pintora chilena Carmen
Cereceda aquí inició y presentó uno de sus murales más bellos
de su obra de caballete, además, dejó escuela, pues durante su
corta estancia impartió un taller de pintura donde participaron
jóvenes tseltales e indios guatemaltecos; Bety Gal, Margarita de
la Peña, Kiki Suárez, Miguel Ángel Hernández expusieron sus
obras plásticas con los temas alusivos al levantamiento, a los
bombardeos, al estado de sitio que vivimos durante los primeros
días de la sorpresa y el acaso; impulsamos también festivales por
la paz donde participaron quienes deseaban participar. Es decir,
el arte y los artistas expresaron su visión a través de su oficio,
como lo hacen los científicos con sus tablas de verdad y sus
métodos. Las condiciones para el diálogo estaban dadas por la
enorme sensibilidad que mostró una pequeña parte del pueblo
mexicano, chiapaneco y coleto por resolver mediante la confron-
tación de ideas lo que había iniciado con las armas, y no por el
EZ; sino por la enorme carga histórica de la represión como
método para la solución de conflictos en Chiapas y en México.
10.- Con la firma de los primeros acuerdos en febrero de 1996
ya imaginábamos las emotivas escenas del Castillo de Chapultepec cuando en México se firmaron los acuerdos de paz de El
Salvador. Pero no. Roto el diálogo, desconocida esa firma por los
artilugios más estúpidos, el Estado emprende la ofensiva para,
antes que otra cosa, negar con los hechos lo construido por la
razón: los mandos de guerra han diseñado una estrategia contrainsurgente y están deseosos de ponerla en práctica: primero
la violencia en su forma social, robos permanentes de autos, promoción del consumo de drogas, crímenes espeluznantes, atraco
permanente a taxistas, asaltos a negocios o casas habitación;
luego alejar la violencia hacia las comunidades para que los coletos observáramos que no sólo en la ciudad había esos delitos.
Las confrontaciones de los Chinchulines, el periodo más calculado y horrible de abril a diciembre de 1997 en Chenalhó que remata con la masacre de Acteal; y nos seguíamos preguntando:
¿Diálogo? Luego el silencio y la ofensiva de los paramilitares,
más robos, más crímenes en la ciudad. Otra vez el silencio hasta
el relevo del presidente, del gobernador, del presidente municipal.Y la ciudad crece al norte, al sur, al este, en su zona rural, en
su demanda de servicios, en las escuelas privadas, y algunos
desplazados vienen a vivir a SanCrisis; y en 1996 el ICHC es sustituido por el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes; y El croquetas ensancha la brecha del ejemplo: ¿qué brecha, qué ejemplo? A partir de ese gobernador la tarea ha sido negar de forma
absoluta que el diálogo sea un instrumento para resarcir la paz,
analizar las diferencias y encontrar soluciones concretas y estratégicas ya no sólo a la situación de los pueblos indios, sino al
conjunto de culturas que convivimos en San Cristóbal.
11.- Y negar el diálogo como forma de entendimiento, con
herramientas, no sólo con posiciones, es el evento contracultural más importante en diez años de aquí de SanCrisis para el
conjunto de la sociedad mexicana, emprendido por el Estado
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contra esa sociedad. Militarizada la zona de conflicto, con los
paramilitares en activo, llega el relevo. De aquí parten los ‘zapateros’, de aquí se llevan miles de enhorabuenas para encontrar
resonancia a sus demandas que ya son, también, demandas sociales de la caxlanada, aunque el tiempo transcurrido haya creado mejores condiciones para pulverizar parte de sus simpatías.
Pero allá van, en la caravana que los llevará al DF, a la mentada
máxima tribuna de, otra vez, diálogo con la nación. Ahí tomaron
la palabra, ahí hubo el compromiso tácito de aprobar los acuerdos de San Andrés en forma de ley, integrados a la Constitución.
Y pues dicen las cámaras que siempre no. Al suceso cultural del
diálogo se le antepone la contracultura del Estado en su máxima
expresión. ¿Y los quince minutos?
12.- Así pues, la rectificación del Estado tiene la modalidad de
contracultura, de demostrar que no importan las decenas de manifestaciones, de artículos, de ensayos, de análisis, de memoria
en los videos, de recreaciones, de obras de teatro, de esfuerzos
de miles de personas por mantenerse al tanto de los problemas
vividos aquí en nuestra ciudad; de las miles de horas hombre
invertidas en archivos, en libros, en la preparación de esos intelectuales; de los miles de recursos de la COCOPA; en sus servicios
de inteligencia: Negar la experiencia adquirida en el diálogo,
negar que ese sea el camino para elevar el nivel de relaciones del
Estado para con la sociedad, mostrar que quien ordena y ejerce
la verticalidad es el mismo Estado y su incuestionable principio
de autoridad. Por eso los “quince minutos”dejan de ser broma y
lugar común para el chascarrillo. En dos vertientes el suceso cultural “a punto” de ser cultura fue minimizado: primero con la
violencia directa, con la cultura de la masacre; luego con la mentira, con la disposición de los medios masivos de comunicación al
servicio del Estado. ¿Y el cambio?
13.- Los cambios no abstractos. Sí los hubo. En 1996 se funda
el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes, sin duda alguna
responde a una necesidad; el cambio de estructuras respecto del
ICHC le permitió una mejor cobertura con la réplica organizacional del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes; tanto el
bajo la dirección de Fábregas Puig, como la primera administración del CNCA impulsaron muchas actividades, publicaron
muchos libros, algunos de ellos excelentes, en formatos para
primer mundo. Pero el gasto en cultura tenía como objetivo un
sincero parche en los graves problemas diarios. Sin embargo, el
problema no radica en si hubo o no inversión en la promoción
del arte y la cultura, sino en el contenido de la orientación para
promover el arte y la cultura. Tanto para la última administración
del ICHC como para las dos primeras del CNCA, jamás se plantearon que el eje de la promoción del arte, de la cultura y de la
ciencia podría ser el significado de la paz y sus consecuencias
multidireccionales. Sin embargo, los sucesos de esas instituciones se convirtieron cultura, son permanentes y también un
referente obligado desde su fundación como de su comportamiento. El problema más grave que enfrentan los directivos de
esas estructuras es que encabezan las mismas con un sentido
patrimonialista y sin diseño alguno de estrategia. El esfuerzo por
horizontalizar las relaciones es enorme, sus resultados magros, y
más aún los referidos a una idea de arte y cultura que rebase sus
límites burocráticos. Mención aparte merece la fundación del
Centro Estatal de Lenguas, Arte y Literatura Indígenas (CELALI),
en 1997, como producto unilateral de los Acuerdos de San Andrés; aquí el suceso, al desarrollarse y ser adoptado por la sociedad, transforma sus cualidades y pasa a ser parte del paisaje
institucional como referencial de las comunidades y sus intereses y objetivos.
14.- En la misma década 1994-2004 parte de los actores emergentes no se niegan, en su sentido de microorganización e individualidad, pues las migraciones han dado como resultado, entre otros, escuelas privadas donde destaca por su numerosidad
la población indígena. En el caso de la formación artística surge
también, al través de la preparación, una nueva generación de
escritores, pintores y escultores, indígenas y mestizos, que no se
conforman en la búsqueda de sus expresiones, sino que, por el
contrario, se acercan a la preparación profesional, a la creatividad con herramientas y al desarrollo de su nuevo oficio con ele-
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ICHC,
mentos estéticos más exigentes. Durante estos diez años surgen
nuevos autores bilingües, nuevos pintores, nuevos escritores con
mejores herramientas estructurales para acercarse a la recreación de su realidad, ya sea por la vía de la memoria o en la recreación de los sucesos que nos son comunes. Las publicaciones
han aumentado, pues tanto el CELALI, como Sna t’sibajom, como
la UNEMAZ, como la Escuela de Escritores, como el CESMECA,
editan los libros de autores con trayectoria o formados al calor de
los sucesos. Una característica identifica parte de esas obras: su
presentación de forma bilingüe, en los idiomas del autor, acercando así al lector monolingüe con el caxlan. Es decir, si en la
superestructura el gobierno negó el diálogo como unidad de
ideas, en algunas instituciones públicas o privadas el diálogo, el
respeto, la creatividad en el idioma original no se negó, sino que
cobró fuerza dando como resultado la potenciación de algunos
autores y su proyección en algunos medios. Ojarasca, por ejemplo, ha sido una tribuna para impulsar estas actividades; y fuera
de las fronteras estatales y nacionales algunos autores encuentran espacios de expresión, no por su condición étnica, sino por
la calidad de su trabajo artístico, literario o pictórico. Y buena
parte de lo anterior se ha impulsado por iniciativa de organismos culturales civiles; iniciativa por la cual el Estado debería estar orgulloso, pero no, porque el Estado desea someter y asfixiar;
y el arte y la cultura son esenciales como para que sean dirigidos
con una visión estatal.
15.- Las iniciativas del arte y la cultura por parte del CNCA no
son despreciables; sin embargo, sí faltas de consistencia, vulgares en ocasiones. Así lo demuestran los mal llamados ‘cervantinos’ y la burla y mofa y gasto que han provocado. Esos eventos
parecen de su parte un “racismo de buena onda”, pues para la
masa que recurre al centro de nuestra ciudad están los eventos
de las bailarinas hawaianas del primero A de la escuela primaria
Benito Juárez y etcétera. Al tratar de repetir la orientación de
política cultural del Consejo Nacional, aterrizada en Chiapas
pierde todo sentido: ¿Qué es la ciudadanización? ¿No estaría
primero diseñar con los principales actores de San Cristóbal una
idea de cultura para la paz? ¿De respeto por la vida? ¿De respeto por la diferencia? De algo estoy seguro: en los barrios, en las
colonias mejor organizadas de SanCrisis para sus eventos, para
la consistencia de los mismos, no necesitan al CNCA sino como
facilitador de recursos; y lo que deseamos ofrecer quienes nos
dedicamos al arte es el imaginario de un mundo posible y distinto el regido con las mismas estructuras del barrio, y con el
agregado de un nuevo contenido.
16.- Pero lo que estuvo a punto de transformarse cultura sólo
fue un momento. Las autoridades estatales desean regir cuanto
hacen con sus reglamentos, sin darse cuenta que la cultura desarrolla sus expresiones independientemente de ellos, y su trabajo debería ser facilitar y promover con toda energía las más
variadas expresiones civiles y privadas para enriquecer el comportamiento pluricultural.
17.- El diálogo en los microcosmos podría tener el mismo nivel
de importancia que el diálogo en el macrocomportamiento de los
actores de la cultura; incluso podríamos afirmar que en un momento determinado sería mucho más importante. Empero, el
problema radica en que en ese microcosmos las decisiones pueden ser truncadas, pulverizadas, y el esfuerzo por emprender se
multiplica como fractal, a un infinito multiplicado, en tanto que
arte y cultura requieren del concurso de muchos factores para
reproducirse como necesidad y como elementos esenciales para
elevar el nivel de vida de los individuos y sus familias.Y es en este
momento de la reproducción del arte que el Estado asfixia, la
sociedad retrocede y los abismos por cruzar son mucho más
grandes que el Cañón del Sumidero, pues además de aquella
contracultura del Estado, está la cultura de masas de los medios,
la cultura del consumo de drogas, la cultura del narcotráfico y la
cultura de la violencia como método para cualquier diferencia.
18.- En San Cristóbal existen procesos poéticos en sí mismos.
Aquí muchos jóvenes se preparan, vienen aquí a seminarios o
talleres o diplomados, y al poco tiempo reproducen en sus comunidades lo que aquí aprendieron, y organizan talleres, promueven
a sus compañeros y trasladan su experiencia en una educación
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muy exigente aunque informal, y abren ante sí las puertas del
conocimiento infinito. Esto ocurre en nuestra ciudad, y esto debería potenciarse, pues se hace en relaciones eminentemente horizontales, de respeto, de cercanía, de cuestionamiento constante
acerca de la sociedad que tenemos y la que deseamos; también
esta forma de relación es nueva y surge como una necesidad de
diálogo, de respeto, de concreción de la llamada pluriculturalidad.
19.- Sin embargo los problemas se agudizan. El constante deterioro del espacio urbano tiene muchos sustentos, quizá uno de los
principales sea la interlocución. Canceladas las posibilidades de
diálogo y pulverizadas muchas organizaciones, o nacidas muchas
de ellas en el oportunismo, ¿con quién discutir el crecimiento
poblacional de San Cristóbal? ¿Con quién acordar los proyectos
estratégicos de San Cristóbal y la región a la que pertenece? ¿Con
quién diseñar el diagnóstico de cultura y arte para potenciar estas
actividades? ¿Por qué tolerar al infame constructor que creó un
fraccionamiento con la idea de perreras allá por la explanada del
Carmen? ¿Con quién discutir un programa de salubridad pública? El municipio no es interlocutor; la cámara de diputados no es
interlocutor; la universidad no es interlocutor; las organizaciones
empresariales no son interlocutor; los dueños de prostíbulos no
son interlocutor; el gobierno estatal tiene sus planes, o dice tenerlos, y muestra poca disposición a la interlocución.
20.- Las culturas que convivimos en San Cristóbal somos culturas ofendidas, agredidas, y al parecer en la indefensión ante el
caos de la crisis económica; ante el caos de una paz negada; ante
el caos del aliento al consumo de drogas; ante el caos de los bajos
niveles de aprovechamiento en las universidades; ante el caos de
los grandes consorcios que han planificado el uso del agua con
fines estratégicos, y ante el caos de una sociedad cuyos representantes más se comportan como mafiosos que como los responsables de generar ideas, programas, propuestas, certidumbre en el
trabajo cotidiano, es decir, en el ámbito de la cultura.
21.- San Cristóbal ha fungido como el núcleo alrededor del
cual giran y conviven muchas cosmovisiones, tiene de su parte,
por medio o al través del alzamiento de 1994, decenas de talen-
tos para la ciencia y para el arte éstos no esperan ser descubiertos, esperan la oportunidad de ligar su cultura original con una
nueva forma de respeto y para eso es obligación de muchos crear
las mejores condiciones para la expresión de esos talentos.
22.- No quiero dejar de señalar algunos elementos que a mi juicio deberíamos emprender quienes nos dedicamos al arte y la cultura, la universidad, el Consejo, CELALI, UNEMAZ, etc.: las nuevas
líneas que podrían conformar una idea de Humanismo. Por otro
lado, el análisis de los mejores modelos de arte y cultura capaces
de abarcar nuestras necesidades; analizar, poner en la discusión
cómo y de qué manera aprendemos a convivir aunque nos nieguen el diálogo para las leyes que aquí se acordaron. En sus aspectos administrativos valdría la pena considerar si el Consejo puede
convertirse en Secretaría y si el CELALI puede adquirir la misma
categoría, con la autonomía en sus funciones y planificación.
23.- Cierro con la abstracción: en la época de la nanotecnología y la manipulación del genoma; cuando incluso hay necesidad de resguardar el patrimonio intangible de nuestras culturas;
cuando los espacios se cancelan para rehacernos como sociedad;
cuando el caos es la norma social para dividir a los pueblos, si
una sociedad lo desea, ahí estarán sus artistas y científicos y esa
sociedad sometiendo el caos.
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EL AUTOR
JOSÉ ANTONIO REYES MATAMOROS es chiapaneco por convicción, coleto por y con plena
conciencia desde 1994. Admirador del proceso creativo, tanto en la ciencia como
en el arte, integrando en ese puente el artificio de la vida cotidiana. Director de
la Escuela de Escritores en San Cristóbal, adscrita a la Sociedad General de
Escritores de México. Presidente de la Asociación Civil Fomento y Promoción
de la Cultura. Director de Ediciones de El Animal, editorial con veinte títulos
publicados. Dramaturgo por necesidad, ante los dramas y las farsas diarias.
Evolución de la educación superior en México
La educación superior inició desde la época colonial, con la finalidad de tener un nivel más alto de educación y así mejorar el
desarrollo del país.
La educación superior contemporánea en México se caracteriza
por sus cambios a lo largo del tiempo. Kent y Ramírez (1998) la dividen en tres periodos importantes. En el primero, la educación superior logra ser reconocida y se incorpora a los proyectos del Estado,
a la vez, participa activamente en los procesos de transformación
que tienen lugar en la sociedad mexicana desde finales de los años
treinta. Este primer periodo abarca hasta los años setenta, con un
sistema superior conformado por tres modelos públicos predominantes (la Universidad Nacional Autónoma de México, el Instituto
Politécnico Nacional y las escuelas normales) y algunas escuelas
privadas. En esta etapa hubo una continua labor de fundación de
universidades públicas en los estados.
Las universidades públicas, base principal en la que se sustentó la organización inicial de la enseñanza superior en México,
fueron campo de expresión de cambios demográficos, culturales,
sociales y políticos a partir de los años cincuenta.
Las universidades públicas han desempeñado un importante
papel en la economía y en la vida política local (OCDE, 1997), y se
las ha visto como motor del desarrollo nacional y estatal.
Díaz Barriga (1995) expresa que en este periodo se da la armonía entre la universidad y el Estado, ya que los egresados de la
universidad obtienen empleos y el Estado recupera sus cuadros
de estas instituciones educativas.
Kent y Ramírez clasifican el segundo periodo entre 1970 y 1998,
al cual caracterizan por la expansión y diversificación no regulada
que experimentó la educación superior debido a múltiples procesos que empezaron a influir en su desarrollo; esto desde mediados
de los años setenta. Crecimiento inédito de la demanda, llegada de
los estudiantes de clase baja y media, lo cual era expresión de nuevos valores y culturas en la vida de las instituciones, todo ello asociado con el surgimiento de nuevos actores como académicos de
tiempo completo, investigadores, administrativos y directivos.
Kent y Ramírez expresan varios factores que crearon las condiciones que llevarían a la expansión del sistema superior a partir de
los setenta; primeramente, el rápido proceso de industrialización,
el crecimiento demográfico, el surgimiento y la importancia del
sector de la economía dedicado a servicios, así como la concentración de la población en zonas urbanas, creándose así demanda de
servicios educativos.
Por otra parte, mientras aumentaba la matrícula también crecía el número de instituciones dedicadas a la educación superior:
de 100 que existían en 1970 a 225 en 1980.
Para esta segunda etapa, Díaz Barriga considera importante
mencionar algunos elementos que caracterizan la modernización
universitaria: expansión de las universidades públicas y de la matrícula universitaria, incorporación masiva de los principios y técnicas de la pedagogía pragmática estadounidense, como son:
modelos de elaborar programas a partir de ejecuciones o desempeños de los estudiantes. También se crearon centros de formación de profesores universitarios para promover el aprendizaje.
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LA EDUCACIÓN SUPERIOR PÚBLICA Y PRIVADA
EN SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS
Guadalupe Culebro Lessieur
INTRODUCCIÓN
EL TEMA DEL PRESENTE trabajo tiene como propósito describir el origen
y trayectoria que ha tenido la educación superior, tanto pública
como privada, en San Cristóbal de Las Casas. El trabajo se divide
en tres apartados. En el primero se hace referencia a la evolución
de la educación superior en el nivel nacional. El segundo apartado trata sobre el origen y trayectoria de la educación superior en
Chiapas, principalmente en San Cristóbal de Las Casas, y por
último se enlistan las universidades públicas y privadas que existen en esta ciudad.
En los últimos ciclos escolares se crearon 45 instituciones de
educación superior públicas, en coordinación con los gobiernos
y las Comisiones Estatales para la Planeación de la Educación
Superior (COEPES) de 17 entidades federativas.
Para finales de los setenta, la universidad se masifica debido a
la bonanza petrolera, ya que existió un desfase entre el número
de profesionales egresados de la universidad y las necesidades de
desarrollo del país.
En conclusión, esta segunda etapa de modernización educativa se caracteriza por la expansión universitaria y su impacto en la
matrícula estudiantil.
Kent y Ramírez señalan un tercer periodo a finales de los años
ochenta debido a las nuevas políticas del gobierno federal, las cuales surgieron como respuesta a las difíciles transformaciones económicas y políticas del país, como es la apertura de la economía al
mercado mundial, así como la construcción de la democracia.
Para Kent y Ramírez el papel del Estado ha cambiado en referencia a la sociedad mexicana y en particular frente al sistema
educativo.
Para los noventa se da una modificación profunda sobre el
concepto de educación y sobre la función de la universidad pública. La política educativa que se desarrolló al inicio de los noventa apoya una serie de conceptos nuevos como: Excelencia
académica, calidad de la educación, eficiencia, desarrollo con
equidad.
Díaz Barriga expone que las ideas centrales de estas políticas
educativas se expresan en reducción del gasto público para las
universidades. La política de financiamiento queda estrechamente vinculada a diversos proyectos de evaluación institucional.
El establecimiento del sistema de evaluación del desempeño
institucional busca detectar diversos aspectos que permitan calificar la calidad de cada institución universitaria.
En la década de los noventa se registra la modificación profunda sobre el concepto de educación y sobre la función de la
universidad pública; en este periodo las universidades públicas
registran un decremento de la matrícula.
Por otra parte, en el discurso oficial se dice que con el propósito de cumplir con el Programa Nacional de Educación 2001-2006,
se ha ampliado y mejorado el sistema de educación superior y se
han ofrecido mayores oportunidades de preparación académica.
Historia de la educación superior en Chiapas
La educación superior de Chiapas evolucionó con la tradición cultural de Occidente, la cual se expandió en América Latina durante
la Conquista a través de la creación de escuelas y seminarios, los
cuales fueron muy importantes precursores de los institutos de
educación superior.
Los jesuitas llegaron a Chiapas en 1624, llamados por las autoridades episcopales y seculares de Ciudad Real. Ellos fundaron
en 1680 un colegio de enseñanza superior que significó un gran
adelanto en la cultura local, y que tuvo una vida de casi 100 años,
hasta la expulsión de los miembros de la orden ocurrida en 1767.
El colegio llegó a tener edificio propio en toda la manzana que
hoy ocupa la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma
de Chiapas con su iglesia adjunta, que actualmente es el auditorio de dicho plantel.
El 5 de enero de 1825 se nombra como gobernador del estado
a don Manuel José de Rojas, y entre los acontecimientos importantes que se gestan en su administración está la apertura de la
universidad; y por decreto del 23 de octubre de 1825, restableció
las cátedras de Cánones, Leyes y Medicina que otorgaban, junto
con las de Filosofía y Teología, impartidas por el Seminario
Tridentino, el derecho de obtener los grados u órdenes menores.
Por decreto del 8 de febrero de 1826, se establece en Ciudad Real
la Universidad Nacional y Literaria de Chiapas, la cual inició sus
labores el primero de marzo del mismo año.
Por decreto del 9 de mayo de 1849, el gobernador del estado,
don Ramón Larráinzar, dispuso que se hicieran en la universidad todos los cambios que fueran necesarios, atendiendo el progreso de la institución.
Para el 16 de junio de 1856, la universidad obtiene carácter de
Nacional y Pontificia del Estado Libre y Soberano de Chiapas.
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Para 1873, por decreto del 24 de julio, cambió su denominación
por la de Instituto Literario del Estado. Los estudios profesionales abarcaban las carreras de abogado, en cinco años, y escribano público, ingeniero topógrafo, comercial, en tres años.
El 25 de diciembre de 1878 se modifica su denominación a
Instituto Científico y Literario del Estado, designándolo el general Utrilla en 1881 como Instituto de Ciencias y Artes del Estado,
dándole nuevos estatutos.
El 29 de diciembre de 1882, la Academia de Derecho de San
Cristóbal se incorpora al Instituto de Ciencias y Artes del Estado
con el nombre de Escuela Práctica de Jurisprudencia.
Para 1906, el gobierno de don Ramón Rabasa decreta el restablecimiento de los estudios de jurisprudencia, farmacia y comercio.
En el mes de mayo de 1944, el Congreso de la entidad expidió
el Decreto No. 68, por el que fundaba la Universidad de Chiapas
en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez. La universidad tuvo una vida
breve que terminó al promulgarse el Decreto No. 32, de fecha 31
de enero de 1945, donde el gobernador Juan M. Esponda decreta
la creación del Instituto de Ciencias y Artes de Chiapas (ICACH).
Este instituto, además de ofrecer educación media superior, promovió la educación técnica y profesional.
En 1965 se crea la Escuela de Ingeniería Civil y para 1969 la
Escuela Superior de Administración, ambas en la ciudad de
Tuxtla Gutiérrez.
Los setenta representaron el periodo más próximo y significativo para el desarrollo contemporáneo de la educación superior
en el estado de Chiapas.
En 1972 se acordó la fundación de la Escuela Normal Superior
del Estado; en esta misma fecha se creó el Instituto Tecnológico
Regional de Tuxtla Gutiérrez (ITRTG), y para 1974 la Universidad
Autónoma de Chiapas (UNACH); ambas instituciones quedaron
formalmente incorporadas al sistema educativo nacional, en particular al de la educación superior, y es en ese momento cuando
se fortalece la educación superior de carácter público en el estado. En los años ochenta, se suman a este desarrollo: el Instituto
Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM, 1980),
la Universidad Pedagógica con dos sedes (Tuxtla Gutiérrez, 1980 y
Tapachula, 1981), el Instituto de Estudios Superiores de Chiapas
(IESCH, 1982), Instituto Tecnológico Agropecuario (ITA, 1983), Instituto Tecnológico de Tapachula (I.T. de Tapachula, 1983), la Universidad Valle del Grijalva (UVG, 1989) y el Centro de Estudios
Superiores de Tapachula (CESTU, 1989).
De acuerdo con lo escrito, puede observarse que estas instituciones abarcan tres subsistemas nacionales de la educación
superior: el de universidades, el tecnológico y el de formación y
superación docente.
En el estado de Chiapas, según el anuario estadístico de la
ANUIES 1999, la educación superior se ofrece en nueve universidades, trece institutos, dos centros educativos y siete escuelas.
Es importante mencionar estas instituciones, así como las
carreras que ofrecen.
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Universidades
Carreras
Universidad Autónoma de
Chiapas (29 licenciaturas)
Contaduría, Administración Turística, Administración de Empresas, Comercio Internacional,
Agrónomo en Fitotecnia, Parasitología, Zootecnia,
Agricultura Tropical, Antropología Social, Sociología Economía, Derecho, Historia, Biotecnólogo,
Químico Agrícola, Químico Fármaco Biólogo,
Administración Agropecuaria, Ing. Civil, Médico
Veterinario Zootecnista, Arquitecto, Informática,
Bibliotecología, Ciencias de la Comunicación,
Lengua y Literatura Hispanoamericana, Pedagogía, Médico Cirujano, Agrónomo en Producción
(Animal,Vegetal)
Universidad de Ciencias y
Artes de Chiapas
(8 licenciaturas)
Biólogo, Nutrición, Nutriología, Cirujano Dentista, Psicología, Topógrafo Fotogrametrista, Topógrafo e Hidrólogo, Música e Instrumentista
Civil, Sistemas Computacionales, AdministraUniversidad de Los Altos
de Chiapas (5 licenciaturas) ción de Empresas, Administración de Empresas
Turísticas, Contaduría Pública
Universidades
Carreras
Universidades
Universidad del Pacífico de
Chiapas (3 licenciaturas)
Derecho, Contaduría, Informática Administrativa
Universidad Mesoamerica- Arquitectura, Psicología Clínica, Informática,
Contaduría Pública
na (4 licenciaturas)
Universidad San Marcos
(2 licenciaturas)
Contaduría Pública, Derecho
Universidad Valle del Gri- Arquitectura, Civil, Sistemas Computacionales,
Administración de Empresas, Ciencias Políticas y
jalva (10 licenciaturas)
Administración Pública, Ciencias de la Educación, Contador Público, Derecho, Informática,
Negocios Internacionales
Centro Universitario Cultu- Administración
ral del Soconusco (2 licen- Administrativa
ciaturas)
de
Empresas,
Informática
Centro Universitario Maya Pedagogía y Psicología
(2 licenciaturas)
Institutos
Carreras
Instituto Tec. de Comitán (6 Agrónomo, Agrónomo en Sistemas de Producción Agrícola, Agrónomo en Sistemas de Procarreras)
ducción Forestal, Industrial, Administración,
Informática
Instituto Tec. de Tapachula Civil, Electromecánica, Industrial, Químico, Informática
(5 carreras)
Universidades
Carreras
Instituto Tec. de Tuxtla Bioquímica, Electricista, Industrial, Mecánica,
Gutiérrez (7 carreras)
Químico, Electrónico, Sistemas Computacionales
Instituto Tec. y de Estudios Arquitecto, Contador Público, Agrónomo ZootecSuperiores de Monterrey, nista, Ing. Civil, Electrónica y de Computaciones,
Campus Chiapas (11 licen- Industrial y de Sistemas, Mecánico Electricista,
368
ciaturas y 10 ingenierías)
Carreras
Químico Administrador, Químico y de Sistemas,
Sistemas Computacionales, Sistemas Electrónicos,
Sistemas de Información, Administración Financiera, Administración de Empresas, Ciencias de la
Comunicación, Comercio Internacional, Derecho,
Economía, Historia, Turismo, Mercadotecnia,
Sistema de Computación Administrativa
Instituto de Estudios Supe- Informática Administrativa
riores Sor Juana Inés de la
Cruz (1 licenciatura)
Instituto de Estudios Supe- Contaduría Pública, Derecho
riores Tacaná (2 licenciaturas)
Instituto de Estudios Supe- Administración
riores Contables y Admi- Pública
nistrativos del Sureste (2
licenciaturas)
de
Empresas,
Contaduría
Instituto de Estudios Supe- Constructor, Zootecnista Administrador, Sisteriores de Chiapas (7 licen- mas Computacionales, Derecho, Médico Cirujano, Administración de Empresas, Contaduría
ciaturas y 5 ingenierías)
Pública, Economía, Informática Administrativa,
Mercadotecnia, Arquitectura, Diseño Gráfico
Instituto de Estudios Superio- Derecho
res de Tuxtla (1 licenciatura)
Instituto de Estudios Supe- Contaduría Pública, Mecánica Aplicada, Comriores del Centro de Chia- putación, Pedagogía
pas (4 licenciaturas)
Instituto de Estudios Supe- Informática Administrativa
riores Frontera Sur (1 licenciatura)
Instituto de Estudios Superio- Administración de Empresas, Contaduría Públires del Sureste S.C. (5 licen- ca, Derecho, Informática, Pedagogía
ciaturas)
369
Universidades
Carreras
Instituto de Estudios Supe- Derecho
riores Manuel José de Rojas
(1 licenciatura)
Centros o Escuelas
Carreras
Centro de Estudios Profesio- Administración, Contaduría, Derecho, Diseño
nales de Chiapas Fray Bar- Gráfico, Periodismo y Cs. de la Comunicación,
tolomé de las Casas (7 licen- Psicología, Relaciones Internacionales
ciaturas)
Centro de Estudios Superiores Psicología Clínica, Psicología Educativa, Psicode Tapachula S.C. (4 licencia- logía Laboral
turas)
Escuela de Enfermería de Enfermería
Tuxtla Gutiérrez (1 licenciatura)
Escuela de Medicina Alter- Medicina Naturoterapeuta
nativa (1 licenciatura)
Escuela Gestalt de Arte y Diseño Gráfico
Diseño de Tuxtla (1 licenciatura)
Escuela de Trabajo Social Trabajo Social
del Estado (1 licenciatura)
Escuela de Terapia Física del Terapia Física
licenciatura)
DIF (1
Escuela Superior de Educa- Entrenamiento Deportivo
ción Física San Cristóbal (1
licenciatura)
De acuerdo con la tabla anterior, se puede analizar que existe
una gran diversidad de carreras, tanto en el sector público como
en el sector privado.
Educación superior en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas
La educación superior se imparte en universidades, instituciones, escuelas de nivel superior y normales.
El campus III de la Universidad Autónoma de Chiapas
(UNACH), es la institución de educación superior más importante en San Cristóbal de Las Casas; este campus cuenta con dos
facultades: la Facultad de Ciencias Sociales y la Facultad de
Derecho.
La Facultad de Ciencias Sociales cuenta con cuatro carreras:
Antropología, Sociología, Historia y Economía, mientras que la
Facultad de Derecho únicamente la Licenciatura en Derecho. El
campus III cuenta también con un Departamento de Lenguas, el
cual tiene una carrera en Idiomas. Estas facultades logran captar
una gran población estudiantil, a pesar de que existen otras instituciones de educación superior, como la Universidad Pedagógica
Nacional, la Normal Experimental y la Normal Larráinzar, aunque
ambas normales ofrecen dos licenciaturas en educación primaria
y preescolar, estas instituciones de educación superior pública no
logran satisfacer las necesidades que la población estudiantil demanda. Esta es una de las causas que han provocado el surgimiento de instituciones de educación superior privada.
A continuación se mencionan: Universidad de Los Altos de
Chiapas, Universidad Mesoamericana de Chiapas, Universidad
Maya, Instituto de Estudios Superiores Manuel José de Rojas,
Escuela Superior de Educación Física San Cristóbal.1
La Universidad de Los Altos de Chiapas cuenta con las carreras
de: Contaduría Pública, Administración de Empresas Turísticas,
Escuela Superior Particular Sistemas Computacionales, Derecho, AdminisProfr. Pablo Guardado tración de Empresas, Contador Público, InforChávez (5 licenciaturas)
mática Administrativa
Fuente: Elaborado por el autor a partir de datos de instituciones
de Educación Superior en Chiapas 2000.
370
1
Información proporcionada por la Universidad de Los Altos de Chiapas.
371
Administración de Empresas, Ing. Civil, Ing. en Sistemas Computacionales, Turismo, Mercadotecnia, Diseño Gráfico.
La Universidad Mesoamericana cuenta con las carreras de Psicología Clínica, Informática, Contaduría Pública y Arquitectura.2
La Universidad Maya ofrece las carreras de Pedagogía, Psicología Social, Psicología en Orientación Educativa y Psicología
en Adolescencia.3
El Instituto de Estudios Superiores Manuel José de Rojas sola4
mente ofrece la carrera de Derecho.
La Escuela Superior de Educación Física ofrece la carrera de
Entrenamiento Deportivo.5
Las instituciones de educación superior privada han logrado
así cubrir las necesidades de la demanda estudiantil, que no ha
podido ser absorbida por las instituciones de educación pública.
Las instituciones de educación superior privada han surgido
como una necesidad de la demanda de la población estudiantil,
y al igual que las públicas han jugado un importante papel en el
desarrollo socioeconómico, cultural y político de la ciudad, ya
que San Cristóbal se encuentra en el centro de una gran cantidad de pueblos indios cuyos habitantes presionan cada vez más
para conseguir espacios educativos, pero además esta ciudad
históricamente ha atraído a gran cantidad de estudiantes de
diversas ciudades del estado, aún más cuando se crea aquí el
Campus III de la UNACH, a partir de entonces es posible registrar
un gran número de estudiantes de regiones tan distantes como
el Soconusco o el norte del estado. De esta forma la educación
superior que aquí se ofrece ya sea pública o privada ayuda también a desarrollar otras actividades económicas en San Cristóbal,
como son los servicios de hospedaje, alimentación, transporte,
entre otros.
CONCLUSIONES
En el presente trabajo se ha podido constatar que la creación de
las diferentes instituciones de educación superior en la ciudad
de San Cristóbal de Las Casas, desde su origen hasta la fecha,
hermana una rica tradición cultural que ha perdurado a pesar de
los conflictos y vicisitudes que han padecido y de las que, por
otra parte, no podían ser ajenas.
Por otra parte, la sociedad presente exige la necesidad de contar con instituciones de educación superior modernas, dinámicas
y sin limitaciones en sus posibilidades de cambio, que respetando los valores fundamentales del hombre y fomentando los valores locales, prosigan en su trabajo y dedicación en sus estudios.
BIBLIOGRAFÍA
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umbral del siglo XXI”. En Un siglo de educación en México, tomo II.
(Pablo Latapí Sarre, Compilador). México, D.F.: FCE, 1998, pp. 298324
2
Información proporcionada por la Universidad Mesoamericana.
Información proporcionada por la Universidad Maya.
4
Información proporcionada por el Instituto Manuel José de Rojas.
5
Información proporcionada por la Escuela Superior de Educación Física.
3
372
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Chiapas”, en Revista Boca de Polen, UNACH, 1988, pp. 38-43.
del Estado de Chiapas. La educación en Chiapas (breve cronología) 15 de mayo, 1983.
SEP
SOCIEDAD, DEMOCRACIA
Y CIUDADANÍA
LA AUTORA
es originaria de Comitán, Chiapas. Tiene 18 años
viviendo en San Cristóbal, es licenciada en Economía y cursó la maestría en
Educación Superior por la UNACH. Actualmente es docente de la carrera de
Economía en la Facultad de Ciencias Sociales de la UNACH.
GUADALUPE CULEBRO LESSIEUR
374
375
MARGINALIDAD URBANA EN SAN
CRISTÓBAL DE LAS CASAS
Paulino Hernández Aguilar
INTRODUCCIÓN
Con esta investigación se da a conocer un panorama sobre la distribución territorial de la marginalidad urbana existente en San
Cristóbal de Las Casas. Los datos e índices están presentados a
nivel micro, en tanto que fueron construidos a partir del análisis de
diversas dimensiones socioeconómicas, mediante encuestas en los
barrios y colonias que forman parte de las áreas geoestadísticas básicas muestreadas al interior de la ciudad, y que en contraste con
los índices de cualquier ciudad del país obtenidos de forma global
(por municipios), estos índices aquí calculados se aterrizan a nivel
de barrios, lo que permite apreciar un panorama más detallado de
una realidad social.
El objetivo primordial de esta investigación fue mostrar un
estudio espacial de la marginalidad, mediante la construcción de
un mapa geográfico que mida la intensidad de la marginalidad
intraurbana que, a su vez, sea el reflejo de una calidad de vida
deteriorada, así como los niveles de bienestar de varias familias
que han sobrevivido en condiciones adversas y con niveles que
distan mucho de estar en el óptimo. Esta geografía de la marginalidad en los diferentes barrios, colonias y fraccionamientos
constata que a nivel intraurbano hay una gran brecha, comparado desde luego con los índices de marginación que se calculan
cuando se engloba a toda la ciudad.1
1
El Consejo Estatal de Población, COESPO, nos dice que San Cristóbal de Las Casas
tiene un Índice de Marginación de -2.1843, con una Clasificación por Grado de“muy
bajo”; esto es para 1990; y para el año 2000 maneja un Índice de Marginación de
-2.2877, con una Clasificación por Grado de “muy bajo”. Tomado de: Consejo Estatal
de Población, Índice Chiapaneco de Marginación, 2001.
377
Dichos índices presentan distintos porcentajes de marginalidad,
así como diversos valores en los indicadores parciales que definen,
en cierta forma, las condiciones socioeconómicas, observándose
que de manera indistinta el origen del habitante o poblador urbano no significa nada, ya que cualquier familia urbana, sea de origen mestizo o indígena, puede ubicarse en niveles depauperados
en cuanto a sus condiciones de vida en la ciudad.
La hipótesis que basó este estudio consiste en que los marginados que habitan en San Cristóbal de Las Casas, no son únicamente de origen indígena, sino que ahora también puede
observarse un incremento de los pobladores mestizos desempleados o con bajos niveles de ingresos en cualquier zona o espacio
urbano, y cuyas condiciones muestran una disminución en la calidad de vida, e indistintamente de su origen presentan niveles de
marginalidad intraurbana con grados de alto hasta muy alto en
varios de los indicadores que conforman la marginalidad urbana.
Metodológicamente2 hablando podemos decir que el índice
encontrado es una medida que valora dimensiones estructurales
de la marginación social en San Cristóbal de Las Casas y que
para este caso específico se denominó marginalidad intraurbana,
la cual alude a las siguientes dimensiones:
Vivienda.- En donde se involucran los déficits en la cobertura
de servicios públicos tales como agua potable, drenaje y luz eléctrica, así como también aquellas viviendas con piso de tierra y
que cuentan con algún nivel de hacinamiento.
Ingresos salariales.- Se considera, aquellas familias ocupantes
de las viviendas cuyo ingreso es hasta de dos salarios mínimos.
Educación.- En este rubro interesa detectar a las familias cuyos
integrantes sean analfabetas; así como aquellos habitantes mayores
de 15 años que no cuenten con la educación primaria completa.
Es importante no perder de vista que se presenta aquí la construcción de la geografía espacial de la marginalidad intraurbana,
2
Se utiliza la metodología desarrollada por CONAPO para la elaboración de los índices de marginalidad intraurbana, con algunas adecuaciones.
378
considerando las dimensiones socioeconómicas descritas en el
párrafo anterior, enfatizando que existe la idea de que los indígenas habitantes de la zona norte son los únicos marginados
pero que en los resultados obtenidos se observa la existencia de
la marginalidad a lo largo y ancho del valle de San Cristóbal
(esto significa que no se considera a todo el municipio), con ello
se comprueba la afirmación de nuestra hipótesis, en la cual se
dice que es indistinto el origen o tipo de habitante de las viviendas urbanas para ser catalogado como marginado, demostrándose la incapacidad del Estado para satisfacer las demandas de
los servicios básicos y demás satisfactores.
Indicadores generales e Índice de marginalidad intraurbana
Para medir la intensidad de la marginalidad intraurbana de la
ciudad de San Cristóbal de Las Casas, se aplicó una encuesta en
las cinco zonas en que fue dividida la ciudad; a saber: Centro,
Norte, Oriente, Poniente y Sur, las que contienen Áreas Geoestadísticas Básicas (AGEB), y éstas a su vez compuestas por Barrios, Colonias y/o Fraccionamientos. 1) Centro: 9 AGEB; 2) Norte:
12 AGEB; 3) Oriente: 4 AGEB; 4) Poniente: 6 AGEB y 5) Sur: 8 AGEB.
Con la información captada, se calcularon ocho indicadores
para conocer la marginalidad intraurbana prevaleciente en la ciudad. Para ello, se utilizaron tres dimensiones socioeconómicas: la
vivienda, los ingresos monetarios y la educación, en donde se
consideraron las viviendas sin agua entubada, sin drenaje, con
piso de tierra, sin energía eléctrica, viviendas con inadecuado
tamaño o con algún nivel de hacinamiento. Asimismo, en cuanto
a ingresos monetarios, fue considerada la población ocupada que
percibe hasta dos salarios mínimos; y en lo que se refiere a la educación, se tomaron en cuenta el analfabetismo y la población desde 15 años de edad, con primaria o menor instrucción.
Los indicadores calculados fueron:
a) Porcentaje de viviendas sin agua entubada.
b) Porcentaje de viviendas sin drenaje.
c) Porcentaje de viviendas con piso de tierra.
379
d) Porcentaje de viviendas sin energía eléctrica.
e) Porcentaje de viviendas con algún nivel de hacinamiento,
f) Porcentaje de población ocupada con ingresos hasta dos
salarios mínimos.
g) Porcentaje de población analfabeta.
h) Porcentaje de población de 15 años en adelante hasta con
primaria.
Con estos indicadores fue posible medir la intensidad global de
la marginalidad intraurbana del municipio de San Cristóbal de
Las Casas, en el estado de Chiapas.
De los indicadores resalta el de viviendas sin luz eléctrica, con
un bajo porcentaje, menos del 3%, lo cual significa que más del
97% de las viviendas cuentan con el servicio; asimismo, el porcentaje de viviendas que no cuentan con agua entubada estuvo
arriba del 9%, indicando que más del 90% de la población, tienen
el servicio en su vivienda.
Sin embargo, los porcentajes más altos fueron encontrados en
educación e ingresos monetarios, encontrando un analfabetismo arriba del 27%, 47% de la población a partir de los 15 años, que
cuentan con la educación primaria o menor instrucción académica, así como más del 44% de la población que gana mensualmente hasta dos salarios mínimos.
Resultados de la marginalidad intraurbana en barrios, colonias y
fraccionamientos (B/C/F) de San Cristóbal de Las Casas.
Las zonas fueron distribuidas de la siguiente forma:
a) Zona Centro (9 AGEB), con 11 B/C/F.
b) Zona Norte (12 AGEB), con 18 B/C/F.
c) Zona Oriente (4 AGEB), con 7 B/C/F.
d) Zona Poniente (6 AGEB), con 12 B/C/F.
e) Zona Sur (8 AGEB), con 22 B/C/F.
380
Considerando los 70 B/C/F muestreados, se obtuvo una marginalidad intraurbana poco mayor del 21%, bastante similar a lo
encontrado en el análisis por AGEB. Asimismo, de los ocho indicadores calculados sobresale el encontrado en viviendas sin el
servicio de luz eléctrica, con únicamente el 3%; aunque también
los porcentajes de viviendas sin agua entubada y sin drenaje
tuvieron porcentajes relativamente bajos, en el orden del 9 al
11%. Por el contrario, los valores más altos fueron en baja instrucción educativa e ingresos mensuales de hasta dos salarios
mínimos, ambos con más del 40%.
Promedios generales de los 8 índices utilizados para medir
la marginalidad intraurbana en San Cristóbal de Las Casas.
Zona
Poniente
Norte
Oriente
Sur
Norte
Sur
Sur
Norte
Sur
Centro
Centro
Oriente
Poniente
Norte
Centro
Sur
Poniente
Centro
Sur
Sur
Sur
B/C/F
Promedio
Eucalipto
Ojo de Agua
Jardines de Vistahermosa
Salesianos
14 de Septiembre
Los Choferes
Los Pinos
Tívoli
Las Rosas
El Cerrillo
Santa Lucía
Doctores
La Isla
31 de Marzo
Guadalupe
Jardines del Valle
Del Valle
La Merced
San José Buenavista
Altejar
Villarreal
381
2.08375
5.08875
5.92125
6.9125
7.3
7.3375
8.59875
8.66875
8.84375
8.96625
10.19
10.195
10.255
10.30625
10.85875
10.89375
11.6575
12.23125
12.60875
12.91375
12.95125
Zona
Poniente
Sur
Sur
Centro y Norte
Oriente
Poniente
Centro
Sur
Norte
Oriente
Sur
Oriente
Poniente
Sur
Sur
Centro y Norte
Sur
Poniente
Centro
Oriente y Sur
Norte
Centro
Sur
Sur
Norte
Sur
Poniente
Norte
Norte
Norte
Poniente
Centro
Oriente
Norte
Poniente
Poniente
Norte
Norte
B/C/F
Promedio
Jerusalén
Ciudad Real
Santa Marta
Tlaxcala
San Juan de los Lagos
Bismarck
San Antonio
El Pedregal
Benito Juárez
Comaleras
San Diego
Lagos de María Eugenia
Montebello
Sector Salud
Fátima
Revolución Mexicana
Maya
Erasto Urbina
Mexicanos
María Auxiliadora
Morelos
San Ramón
Artículo 115
El Santuario
Harvard
El Relicario
Los Alcanfores
Mazariegos
Anexo Morelos
Paraíso
Independencia
Cuxtitali
Cascajal
Prudencio Moscoso
Nueva Palestina
Emiliano Zapata
Nueva Esperanza
La Hormiga
382
13.1675
13.16875
13.65375
13.6725
14.135
14.4275
14.4525
16.31
16.36
17.57125
17.8825
18.545
18.8
18.87
19.1575
19.9075
20.08125
20.18125
21.32
21.73
21.81
21.85125
22.615
22.7575
22.8575
23.33125
23.3925
24.11
24.305
26.02125
26.03875
26.85875
28.48125
29.575
30.22875
31.0675
31.11
33.085
Zona
Sur
Sur
Poniente
Norte
Sur
Centro
Norte
Norte
Sur
Norte
Norte
B/C/F
Promedio
Jardines del Carmen
Exconvento del Carmen
San Felipe
Peje de Oro
Nueva Primavera
La Garita
Nueva Maravilla
Getsemaní
Corral de Piedra
1 de Enero
San Juan del Bosque
33.51375
34.125
35.85875
39.04125
41.55625
50.64125
50.69625
55.55625
56.21375
56.7075
58.77375
De acuerdo con el cuadro anterior, se muestra que el fraccionamiento Eucalipto, ubicado en la zona poniente, obtuvo los
menores porcentajes en cada uno de los ocho indicadores, con un
promedio de apenas 2%. Le siguieron Ojo de Agua, Jardines de
Vistahermosa con 5%; en tanto que Salesianos, 14 de Septiembre
y Los Choferes tuvieron promedios de 7%. Mientras que Los Pinos, Tívoli, Las Rosas y El Cerrillo tuvieron de 8 a 9%.
Asimismo, Santa Lucía, Doctores, La Isla, 31 de Marzo, Guadalupe, Jardines del Valle y Del Valle alcanzaron porcentajes de
entre 10 y 11%. La Merced, San José Buenavista, Altejar,Villarreal,
Jerusalén, Ciudad Real, Santa Marta y Tlaxcala tuvieron promedios de 12 y 13%; al mismo tiempo que San Juan de los Lagos,
Bismarck y San Antonio, registraron porcentajes de 14%.
De ahí en adelante, el resto de los B/C/F tuvieron promedios
desde 16% hasta cerca del 59%, destacándose Getsemaní, Corral
de Piedra, 1º de Enero y San Juan del Bosque como aquellos que
presentaron los mayores promedios entre 56 a 59%.
No obstante, para cada uno de los indicadores se distinguieron en menores porcentajes de analfabetismo: en la zona centro,
Guadalupe con apenas 2%; zona norte, Ojo de Agua con 0%;
383
zona oriente, Doctores con 5.98%; zona poniente, Eucalipto con
0%, y para la zona sur, Los Choferes con 0%.
Por el contrario, en la zona centro, La Garita obtuvo el mayor
porcentaje de analfabetismo con el 100%, Getsemaní para la zona
norte con 140.8%; en la zona oriente Lagos de María Eugenia con
cerca de 29%; Nueva Palestina con 51.4% para la zona poniente, y
Corral de Piedra con 54.54% para la zona sur.
Así también, respecto a las viviendas que no tienen drenaje, en
la zona centro se encontraron los menores porcentajes de carencia de dicho servicio, por lo que presentaron 0%. La Merced, San
Ramón, San Antonio, Santa Lucía, Mexicanos y Revolución Mexicana; en la zona norte, 31 de Marzo, Harvard, Nueva Esperanza,
Benito Juárez, Ojo de Agua, Peje de Oro, Anexo Morelos, Morelos,
Tívoli con también 0% de viviendas sin este servicio; en la zona
oriente, Doctores, Jardines de Vistahermosa y Comaleras, tuvieron
también 0% de viviendas sin drenaje.
Para la zona poniente, Bismarck, Del Valle, Eucalipto, Montebello y Jerusalén, con 0% de carencia de drenaje. Por último, en
la zona sur, Altejar, Las Rosas, Los Choferes, El Pedregal, Fátima,
San José Buenavista, Salesianos, Sector Salud, Artículo 115 y
Santa Marta, con 0%.
Por el contrario, los B/C/F que obtuvieron los mayores porcentajes de viviendas sin drenaje, fueron: para la zona centro, La
Garita; 1º de Enero, en la zona norte; Cascajal, en la zona oriente; San Felipe, zona poniente, y Corral de Piedra para la zona
sur, con valores desde 50 hasta cerca del 90%.
Para el indicador que refiere el porcentaje de viviendas que no
cuentan con energía eléctrica, se encontró que 40 B/C/F tienen 0%
de esta carencia, en las cinco zonas estudiadas, a saber: La Merced, San Ramón, Cuxtitali, La Garita, San Antonio, Santa Lucía,
Mexicanos y Revolución Mexicana, para la zona centro; 31 de
Marzo, Harvard, Nueva Esperanza, Benito Juárez, Ojo de Agua,
Peje de Oro, Anexo Morelos, Morelos, Tívoli y La Hormiga, para
la zona norte; Cascajal, Jardines de Vistahermosa, María Auxiliadora y Lagos de María Eugenia para la zona oriente; Bismarck,
Del Valle, Eucalipto, Montebello, Jerusalén, Emiliano Zapata, In-
dependencia y Nueva Palestina, para la zona poniente; Las Rosas, San Diego, Los Pinos, El Pedregal, San José Buenavista, El
Santuario, El Relicario, Maya, Salesianos y Jardines del Valle, para
la zona sur.
Por el contrario, Guadalupe (2.7%) de la zona centro; Nueva
Maravilla (12.9%) de la zona norte; Doctores (16.67%) de la zona
oriente; Erasto Urbina (17.39%) de la zona poniente y Jardines del
Carmen (43%) de la zona sur, fueron los B/C/F que tuvieron los
mayores porcentajes de viviendas que no cuentan con el servicio
de luz eléctrica.
En torno al porcentaje de viviendas sin el servicio de agua
entubada, se encontraron 32 B/C/F que tienen 0% de carencia del
servicio, distribuyéndose en la zona centro: La Merced, San Ramón, La Garita, Santa Lucía, El Cerrillo y Revolución Mexicana;
zona norte: 31 de Marzo, Benito Juárez, Ojo de Agua, Peje de
Oro, Anexo Morelos, Tívoli y 14 de septiembre; zona oriente:
Cascajal, Jardines de Vistahermosa, Comaleras y María Auxiliadora; zona poniente: Bismarck, Eucalipto, Montebello, Jerusalén e Independencia; zona sur: Ciudad Real, Las Rosas, San
Diego, San José Buenavista, El Santuario, El Relicario, Salesianos, Sector Salud, Villarreal y Santa Marta.
No obstante, sobresalen: Mexicanos de la zona centro, con
25%; Nueva Maravilla de la zona norte, con 87%; Doctores de la
zona oriente, con apenas 5.56%; Emiliano Zapata de la zona poniente, con 46%, y Jardines del Carmen de la zona sur, con 57%,
los cuales presentaron los porcentajes más altos respecto a la
carencia del servicio de agua entubada.
Los porcentajes más bajos de hacinamiento encontrados en
cada uno de los B/C/F fueron: en la zona centro, El Cerrillo (3.3%);
en la zona norte, Ojo de Agua y Tívoli (ambos con 0%); en la
zona oriente, Doctores y Jardines de Vistahermosa (ambos con
5.6%); en la zona poniente, Eucalipto y Jerusalén, ambos con 0%;
en la zona sur, Salesianos, Jardines del Valle, Villarreal y Santa
Marta (todos con 0%).
Por el contrario, los porcentajes de hacinamiento más altos se
hallaron así: en la zona centro La Garita con 100%; en la zona
384
385
norte, en San Juan del Bosque con 62.5%; en la zona oriente,
Lagos de María Eugenia con 24%; en la zona poniente, Nueva
Palestina con 39%, y en la zona sur, El Relicario con 78%.
Sin embargo, así como hubo B/C/F con porcentajes tan bajos
como los referidos, también se encontraron valores altos en cada
una de las zonas, como en la centro: Mexicanos con 21%; en la
norte, 1º de Enero con 82%; en la oriente, Cascajal con 42%; en la
poniente, Emiliano Zapata con 28%, y en la sur, Corral de Piedra
con 58%.
En los porcentajes encontrados de la población que cuenta
con 15 años y más, con sólo la instrucción primaria o menor, hubo valores discrepantes entre zonas, por lo que para la centro, El
Cerrillo tuvo sólo el 17%, mientras que el valor más alto fue para
La Garita con 77%; para la zona norte, Tívoli tuvo 0% para este
indicador, en contraste con Getsemaní con 155%; en la zona
oriente, Jardines de Vistahermosa con el 8%, en comparación con
El Cascajal con poco más del 65%; en la zona poniente, Eucalipto
mostró 0% mientras que San Felipe tuvo el mayor porcentaje
para esta zona con 59%; por último, en la zona sur, Los Choferes
con 8.7%, presenta el menor valor en contraste con Corral de
Piedra con casi 91%.
Por otra parte, los valores encontrados para el indicador de la
población que gana hasta dos salarios mínimos, distribuidos en
las viviendas de las cinco zonas fueron: en la centro, Santa Lucía
con casi 27%, en contraparte con La Garita con cerca de 67%; en la
zona norte, 31 de Marzo con cerca de 21%, en comparación con
Peje de Oro con 125%; en la oriente, Doctores con 21%, en contraste con Comaleras, 57%; en la zona poniente, Eucalipto con casi
17%, en tanto que Bismarck, presentó casi 78%. Finalmente, en la
zona sur, Los Choferes con 0% resultó el valor más bajo, en comparación con El Pedregal que tuvo un valor muy cercano al 68%.
Después de la descripción detallada de la geografía espacial de
la marginalidad intraurbana de San Cristóbal de Las Casas, se
pudo comprobar fehacientemente la hipótesis planteada, ya que
los niveles de marginalidad con grados altos y muy altos se ubican en diversas zonas de la ciudad, corroborando con esto una
incapacidad del Estado para ofrecer condiciones de servicios básicos suficientes para una gran parte de la población demandante.
386
387
EL AUTOR
es originario de San Cristóbal de Las Casas. Ingeniero
Civil y maestro en Urbanismo por la Universidad Autónoma de Chiapas. Es
profesor de tiempo completo de la carrera de Sociología de la Facultad de
Ciencias Sociales de la UNACH. Realiza investigación sobre desarrollo urbano y
marginalidad en la ciudad de San Cristóbal.
PAULINO HERNÁNDEZ AGUILAR
GESTIÓN PÚBLICA MUNICIPAL: CONSOLIDACIÓN
INSTITUCIONAL DE LOS SERVICIOS PÚBLICOS
MUNICIPALES EN SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS,
DURANTE LA DÉCADA DE LOS OCHENTA
La primera reforma se realizó el 20 de agosto de 1928, la segunda se llevó a cabo el
29 de abril de 1933, la tercera el 8 de enero de 1943 y la cuarta el 12 de febrero de 1947.
reforma estuvo encaminada a la participación de la mujer en las
funciones electorales relativas a la designación de los miembros del
ayuntamiento, tanto para elegir a los munícipes o regidores como
para ser nombrada para estos cargos (Hernández Gaona, 1991:31).
El 17 de octubre de 1953 ocurrió la quinta reforma, misma que
incorporaba al artículo 34 constitucional la plena capacidad ciudadana de la mujer, para que participara en las actividades político-electorales del país.
La sexta reforma data del 6 de febrero de 1976, y tuvo como
propósito establecer las normas para la planeación y ordenación
de los asentamientos humanos y conurbación, para que éstos, a
través de la acción concertada de la federación y de los estados,
pudieran integrarse al desarrollo socioeconómico armónico del
país y pudiera atacarse la insuficiencia de servicios en el ámbito
de sus competencias, a través de acuerdos con la federación.
La séptima reforma del 6 de diciembre de 1977, introdujo el
principio de representación proporcional en la elección de ayuntamientos de los municipios que tuvieran una población de 300
mil o más habitantes.
En síntesis, se desprende que el desarrollo histórico de nuestro
país, ha vivido un proceso de centralización económico, político,
social y administrativo, que disminuyó el poder del gobierno
municipal, desplazándolo paulatinamente de su función como
administrador de sus recursos naturales, materiales y humanos
de su jurisdicción. En fin, los ayuntamientos durante largo tiempo fueron reducidos a pequeñas escalas de intervención en el
terreno de los servicios públicos como panteones, plazas y jardines, mercados, infraestructura parcial de agua, drenaje, alcantarillado y pavimentación. Así, pues, se trata de una intervención
deficitaria con relación al incremento de la demanda social y del
desarrollo urbano.
No fue sino hasta la reforma de 3 de febrero de 1983 cuando el
ámbito municipal, en materia política, económica, administrativa y de gobierno, recobra su importancia.
Cabe mencionar que durante esa misma década en el mes de
diciembre de 1986, se reformó dicho artículo con objeto de per-
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389
Álvaro Cotoc Canel
INTRODUCCIÓN
AL PARECER, LAS REFORMAS de 1983 y 1987 al artículo 115 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos demuestran la intención
de los poderes de la Unión por alcanzar una autonomía política y
económica en los más de 2 500 municipios de la federación.
Bajo esta tesitura, el siguiente trabajo tiene como objetivo conocer el avance en el proceso de consolidación institucional de
los servicios públicos municipales, así como especificar las diferencias que se dieron en el suministro y en la prestación de tales
servicios en San Cristóbal de Las Casas, durante la década de los
años ochenta a raíz de las modificaciones a los artículos 115 y 60
de la Constitución Política nacional y estatal, respectivamente.
Entenderemos el proceso de consolidación institucional de
los servicios públicos municipales como el mejoramiento en la
dotación, eficiencia, equidad y distribución de los recursos financieros, humanos y tecnológicos en el suministro y en la prestación de tales servicios municipales, como resultado de la reforma a los artículos 115 de la Constitución de los Estados Unidos
Mexicanos y 60, párrafo séptimo, de nuestra Constitución local
en los años 1983 y 1984, respectivamente.
El artículo 115 constitucional y sus reformas
De las cuatro primeras reformas que se hicieron a la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos en su artículo 115, sólo la
cuarta retoma al municipio aunque de manera indirecta.1 Dicha
1
Así también, los municipios de un mismo estado, previo acuerdo entre sus ayuntamientos y con sujeción a la ley, podrán
coordinarse y asociarse para la más eficaz prestación de los servicios públicos que les corresponda.
Además, los municipios por poseer personalidad jurídica propia podrán manejar su patrimonio libremente y de acuerdo con
sus necesidades.
Sin embargo, considero que dicho precepto constitucional no
ha podido llevarse a efecto, tanto nacional como estatalmente,
puesto que la mayoría de los municipios no cuentan con la
infraestructura administrativa que les permita hacerse cargo del
cobro del impuesto predial y porque, además, algunos estados
imposibilitan a los municipios para que puedan éstos realizar tal
cobro, al catalogarlos en municipios desarrollados, intermedios
o en transición y atrasados o marginados como es el caso del
estado de Chiapas. De tal forma que los municipios del país se
han visto obligados a firmar convenios con los estados para que
éstos sigan cobrando la prestación de dichos servicios.
Así también, el artículo 115 en su fracción quinta faculta a los
municipios para formular, aprobar y administrar la zonificación
y planes de desarrollo urbano, participar en las acciones gubernamentales destinadas a crear y administrar reservas territoriales y ecológicas, controlar los usos del suelo urbano y regularizar
la tenencia de la tierra en las ciudades.
En síntesis, el modificado artículo tenía como finalidad, entre
otras: a) Fortalecer la independencia política del municipio; b)
Implantar la pluralidad política en los ayuntamientos, protegerlos contra destituciones arbitrarias y precisar los procedimientos
para la suspensión de ayuntamientos; c) Autorizar a los ayuntamientos para expedir los bandos de policía y buen gobierno,
reglamentos, circulares y disposiciones administrativas de
observancia general; d) Señalar la competencia mínima de los
municipios en la prestación de los servicios públicos, y e)
Asignar a los municipios fuentes de ingresos intocables para que
puedan convertirse en promotores del desarrollo (Centro
Nacional de Estudios Municipales: 1987).
Ahora bien, se entiende que los servicios públicos municipales
son considerados públicos porque el acceso a ellos tiene un carácter colectivo; sin embargo, Duhau argumenta que lo colectivo no
es necesariamente público. Otro supuesto fundamental es que su
prestación atañe colectivamente al conjunto de los ciudadanos.
Dado lo anterior, se supone que la prestación de los servicios públicos responde a necesidades compartidas por la totalidad de los
ciudadanos cuya satisfacción debe ser garantizada a través del ejercicio del poder público, es decir del poder estatal como única instancia a la que legítimamente se puede atribuir, en principio, la
representación de tal conjunto. Ahora bien, los medios a través de
los cuales el Estado procura la prestación de los servicios públicos
pueden ser, y de hecho son, sumamente variados, e implican una
amplia gama que va desde el simple establecimiento de normas
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391
feccionar el orden jurídico, pues se proponía que se establecieran únicamente las bases generales de organización municipal.
Es importante señalar que la esencia del artículo 115 constitucional de 1983 no se alteró con esta reforma.
Ahora bien, la reforma al artículo 115 constitucional, decretada y publicada en el Diario Oficial de la Federación el 3 de febrero
de 1983, estableció en su fracción tercera los servicios públicos
que deben ser de competencia municipal; éstos son:
a) Agua potable y alcantarillado;
b) Alumbrado público;
c) Limpia;
d) Mercados y centrales de abasto;
e) Panteones;
f) Rastro;
g) Calles, parques y jardines;
h) Seguridad pública y tránsito; e
i) Los demás que las legislaturas locales determinen según las
condiciones territoriales y socioeconómicas de los municipios, así como su capacidad administrativa y financiera
(Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 1983).
que regulan su prestación, hasta el que su oferta constituya atribución exclusiva de determinado órgano estatal, y por qué no decirlo,
de algún o de algunos órganos municipales (Duhau, 1991:12).
En nuestro estado, a través del decreto número 124, de fecha 7
de mayo de 1984 publicados en el Periódico Oficial número 22, de
fecha 23 del mismo mes y año, se hizo constar que se había
reformado y adicionado la Constitución Política del Estado Libre
y Soberano de Chiapas, en su título VIII, estableciéndose en el
artículo 60, párrafo séptimo, que: “Los municipios de la entidad
con el concurso del Poder Ejecutivo Local, cuando así fuese
necesario y lo establecieran las leyes, tendrán a su cargo los
siguientes servicios públicos: a) Agua potable y alcantarillado, b)
Alumbrado público, c) Limpia, d) Mercados y centrales de abasto, e) Panteones, f) Rastro, g) Calles, parques y jardines, h)
Seguridad pública, e i) Los demás que determine el Congreso
del estado, tomando en cuenta las condiciones territoriales y
socioeconómicas y la capacidad administrativa y financiera de
cada municipio”.
En el ámbito local, lo primero que los ayuntamientos locales
hicieron fue precisamente elaborar y aprobar su reglamento
general, en el que se incorporaron las atribuciones que les otorga el artículo 115 constitucional.
en la prestación de tales servicios municipales, como resultado de
la reforma a los artículos 115 de la Constitución de los Estados
Unidos Mexicanos y 60, párrafo séptimo, de nuestra Constitución
local en los años 1983 y 1984, respectivamente.
El análisis de dicho proceso de consolidación institucional de
los servicios públicos se llevará a cabo en los primeros ocho
rubros que tanto la Constitución Política federal como la estatal
enmarcaron dentro de la reforma a los artículos 115 y 60, respectivamente, en los años ya mencionados. Este análisis servirá para
conocer el avance en el proceso de descentralización municipal,
así como también para especificar las diferencias existentes que
se han dado en el suministro y prestación de los servicios públicos municipales de San Cristóbal de Las Casas.
En este municipio se crearon, en el transcurso de la década de
los ochenta, entre otros y otras: los comités de barrios y colonias,
la coordinación de obras municipales por cooperación, la coordinación municipal de recreación, cultura y deporte, y las direcciones de agua potable y alcantarillado, de protección ciudadana y
vialidad, así como la dirección del sistema para el desarrollo integral de la familia (DIF), y la dirección municipal de salubridad.
Antecedentes del proceso de consolidación institucional en el
municipio de San Cristóbal de Las Casas
En primer lugar diremos que en materia de servicios públicos la
situación de los gobiernos municipales del estado de Chiapas
aún no alcanza a cubrir este aspecto. Efectivamente, en la entidad, los municipios más desarrollados: Comitán, San Cristóbal
de Las Casas, Tapachula y Tuxtla Gutiérrez son los que primero
desempeñaron algunas funciones atribuidas en la Constitución
Política del Estado como resultado de la reforma de 1984.
Ya hemos dicho que entenderemos el proceso de consolidación
institucional de los servicios públicos municipales como el mejoramiento de la dotación, eficiencia, equidad y distribución de los
recursos financieros, humanos y tecnológicos en el suministro y
Panorama socioeconómico del municipio
Los municipios urbanos o desarrollados cuentan en su cabecera
con más de 50 mil habitantes y 75% o más de su población total vive
en la ciudad. Además, la densidad de población es alta debido,
principalmente, al crecimiento natural y a la inmigración de la
población rural en busca de un trabajo mejor. La población está
distribuida en comunidades grandes, medianas y pequeñas, y se
dedica a actividades económicas tales como la prestación de servicios, la industria pequeña y mediana, la agricultura y la ganadería.
Durante la década de los ochenta se manifestaron nuevas tendencias poblacionales que tuvieron ciertos antecedentes en la
década anterior, como lo es el crecimiento de algunas ciudades
medias; éstas, asociadas al fortalecimiento de los gobiernos locales por medio de la política de descentralización y la reforma
municipal, aparecen según el discurso oficial y los programas de
392
393
desarrollo urbano de la federación como la opción para lograr
controlar y disminuir la concentración metropolitana y reordenar el sistema de ciudades. Independientemente de lo que suceda, el gobierno municipal de ciudades medias en rápido
crecimiento (por factores y situaciones de diversa índole) se
enfrenta a graves problemas de gestión urbana y a presiones de
demandas e intereses, con reducidos márgenes de acción autónoma efectiva.
En San Cristóbal de Las Casas, entre los años 1970 a 1980, la
participación del municipio en el rango de la población regional
pasó de ser la quinta parte (19.8%) en 1970 a un poco más de la
cuarta parte (26.%) en 1980, es decir, hubo un incremento del
6.2%, alcanzando una cifra absoluta de 60 550 habitantes, lo que
se traduce en una tasa media anual de 6.25%, en tanto que la tasa
de crecimiento en el estado permanecía estable en 2.8%
(Betancourt, 1997:28).
De los 60 550 habitantes que existían en San Cristóbal de Las
Casas en el año 1980, sólo 40 026 podían considerarse como habitantes del perímetro urbano;2 mientras que diez años antes, de
los 32 833 habitantes que había en el municipio, 25 700 tenían esa
condición.
zar a revisar a fondo y con base en la experiencia, las anquilosadas estructuras jurídicas y económicas del municipio, lo que por
sí solo establece la probabilidad de nuevos campos de acción
que coadyuven a una nueva integridad municipal (Sarmiento
Rojas, 1983).
El perímetro urbano es considerado en términos del Censo de Población y
Vivienda, es decir, como la única localidad superior a los 10 000 habitantes.
En dicho informe también se dijo que existía una carencia económica en el municipio y que, por lo tanto, existía también una
carencia de recursos humanos calificados.
Con relación a la seguridad pública, se hizo alusión a la carencia de recursos humanos que pudieran ingresar al servicio policiaco, carencia ocasionada no sólo por los bajos salarios que percibía cada policía, sino por el deterioro moral de la corporación
de sobra conocido y de añejas circunstancias, además, por la
concurrencia de dos jerarquías policiacas, una propiamente municipal y otra dependiente de la dirección de Seguridad Pública
del Estado, que provocaban disparidad de acciones disciplinarias
y duplicidad de mando, así también, por la falta de comprensión
ciudadana respecto al cuerpo policiaco y por la falta de equipamiento, y finalmente, por la desproporción muy marcada entre
el número de integrantes de la corporación con respecto a la
densidad demográfica del municipio de San Cristóbal de Las
Casas (un policía por cada 3 000 habitantes).
La dirección de seguridad pública ha luchado, también, por
combatir al narcotráfico que en el municipio de San Cristóbal se
ha manifestado a través de plantíos de amapola y mariguana.
Respecto al servicio de limpia municipal, esta área incluye programación, recolección y confinamiento de basura, aseo general de
avenidas, mantenimiento de la zona monumental, aseo de plazas
públicas y jardines, remozamiento panorámico, retiro de propaganda en paredes y postes, traslado y entierro sanitario de basura.
Así, durante 1983, se retiraban 70 toneladas de basura diarias, tanto
de índole domiciliario como la que se generaba en algunos centros
importantes de trabajo, por lo que hubo necesidad de crear la
Dirección de Limpia, misma que recibió el auxilio de 68 elementos
y cinco unidades automotrices en muy mal estado, con el lógico
394
395
El proceso de consolidación municipal
En la década de los ochenta, los tres munícipes que gobernaron
la ciudad de San Cristóbal estuvieron siempre pendientes y atentos de que se diera cumplimiento a lo instituido en las reformas constitucionales en estudio.
Así pues, en su primer informe de gobierno municipal, el finado Lic. Daniel R. Sarmiento Rojas dijo:
… bajo los auspicios de la reforma del artículo 115 constitucional, es para nuestro tiempo grata oportunidad de poder comen-
2
consumo de combustible, lubricantes y refacciones de distinta
índole (Comisión de Planeación y Desarrollo Económico, 1983:729).
Un importante problema al que se ha enfrentado la prestación y el mejoramiento de limpia municipal, es que: “Existe una
falta de cooperación en algunas áreas de la ciudad, ya que se ha
llegado al extremo de exigir horarios personales al gusto y capricho de cada familia, en franco desacato de una organización de
rutas y horarios”(Sarmiento Rojas, 1983).
En materia de rastro municipal y considerando el mal estado
de las instalaciones y equipo, durante 1983 se rehabilitaron los
quemadores de calentamiento de agua para procesar el pelado
de ganado porcino; se rehabilitó el sistema de tubería y se renovó la instalación de un recipiente de lámina que soporta las temperaturas y los pesos de agua que se manejen.
Con relación al panteón municipal, el principal obstáculo que
se encontró fue el mantenimiento y limpieza de las instalaciones, hallando a la fecha que ya es insuficiente para agotar la demanda de inhumaciones. Desde septiembre de 1983 se comenzó
a elaborar un serio estudio sobre la ampliación, con la alternativa de localizar y habilitar un segundo cementerio público, situación que aún hoy en día sigue latente. Según se sabe, ya existe
un terreno para que se consolide dicha ampliación.
En cuanto a mercado municipal se refiere, existía en 1983 una
variada orientación social de los que en ese centro ofrecían sus servicios, siendo preponderante el número de comerciantes provenientes de otros municipios, por lo que el control fiscal y sanitario
de dicho centro requirió un incremento de personal.
Por su parte, el servicio de alumbrado público en 1983 era deficiente y originaba mayores gastos, pues el sistema de alumbrado público con base en las luminarias de vapor, de manufactura
extranjera, fueron sustituidas convirtiéndolas en unidades de luz
mixta.
Finalmente, con relación al servicio de agua potable se resaltó
que desde 1973, mediante la Quincuagésima Primera Legislatura
del Estado, se reglamentó la estructura y el funcionamiento del
organismo descentralizado denominado Servicio Municipal de
Agua Potable y Alcantarillado de la ciudad de San Cristóbal de
Las Casas, gozando en tal virtud de personalidad jurídica y patrimonio propio, debiéndose sin embargo coordinar con la administración municipal en la prestación de sus importantes
servicios.
Por su parte, el Lic. Gustavo Moscoso Zenteno, en su primer
informe de gobierno en el año 1986, sostuvo que el artículo 115
constitucional tenía que pasar de la teoría a la práctica.
Así también, se crearon durante ese mismo año, la Coordinación Municipal de Obras Rurales por Cooperación, la Coordinación Municipal de Educación, Cultura y Deporte; la Dirección
Municipal de Agua Potable y Alcantarillado, la Dirección de
Protección Ciudadana y Vialidad y, la Dirección Municipal del
Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (Moscoso
Zenteno, 1986:3).
Con relación a la Dirección Municipal de Agua Potable y Alcantarillado, se argumentó que ésta se constituyó de acuerdo con
los lineamientos del artículo 115 constitucional. Además, en ese
mismo año se apoyó la ampliación de la red de drenaje en 3 804
metros lineales con un gasto de 7 846.50 viejos pesos, beneficiando
a diferentes calles de la ciudad (Moscoso Zenteno, 1986:15).
Además, se mencionó que en Chiapas, a través del Convenio
de Coordinación Fiscal, el Estado se hizo cargo de administrar
las contribuciones del municipio, consistente en impuestos, productos, aprovechamientos y derechos, mismos que nos hacen
llegar en participaciones mensualmente, dejando a la Dirección
de Hacienda Municipal la captación de recursos provenientes de
la prestación de otros servicios a la comunidad y el cobro de
algunos derechos, productos e impuestos (Moscoso Zenteno,
Gustavo, 1986:19).
Respecto al mercado público municipal, se dijo que éste había
crecido en forma desordenada, estableciéndose comerciantes permanentes, temporales y tianguistas de toda la región que vendían,
principalmente, artículos de primera necesidad. La operación se
había tornado excesiva, convirtiéndose en un foco de conflictos
por los diferentes intereses de los sindicatos que ahí se desen-
396
397
vuelven. Además, se hacía necesario retomar la iniciativa de otra
central de abastos en el sur de la ciudad (Moscoso Zenteno,
1986:22).
Con relación al panteón municipal, se reconstruyó e incluso
se pintó, durante 1986, la barda que se encontraba deteriorada, se
introdujo además agua entubada.
En lo concerniente al rastro municipal, se trabajó en su reorganización, adquiriendo equipo eficaz para su operación. Se compraron 33 cuchillas para la peladora automática con un costo de
$350 corrientes, además de que se inspeccionó a más de 730 negocios (Moscoso Zenteno, 1986:23).
En cuanto a limpia municipal se refiere, se argumentó que para
apoyar a dicho servicio existían siete unidades que operaban en
siete circuitos, recogiendo un promedio diario de 48 toneladas de
basura, mismas que eran depositadas en el entierro sanitario ubicado fuera de la ciudad. Cabe señalar que se dotó, durante ese
mismo año, a la Dirección de Limpia Municipal, de dos unidades
nuevas y equipo adecuado (Moscoso Zenteno, 1986:24).
Por su parte, la Dirección de Protección Ciudadana y Vialidad
hizo un esfuerzo con los escasos recursos financieros para reestructurar el cuerpo de vigilancia, pagando mejores salarios y
seleccionando al personal. Se dotó a dicha dirección de dos nuevas patrullas totalmente equipadas, se adquirieron seis radios de
banda civil para comunicaciones, sirenas, torretas, y se instaló
una enfermería. También se entregaron uniformes, botas, camas,
etcétera.
Mención especial merece el servicio de alumbrado público, ya
que el municipio erogó en 1986 la cantidad de 69 386.40 viejos
pesos para el mantenimiento, ampliación y pago del alumbrado
en el centro, barrios y colonias (Moscoso Zenteno, 1986:43).
En su segundo informe de gobierno, Moscoso Zenteno mencionó que a finales de 1987 se había cumplido lo ordenado por el
inciso “A” del artículo 115 de la Constitución federal, que señala
que los municipios tendrán a su cargo el servicio de seguridad
pública y tránsito. Efectivamente, en ese año la Dirección de
Protección Ciudadana y Vialidad modificó su estructura y fun-
cionamiento al fusionarse con tránsito del estado para integrar
la Dirección de Seguridad Pública y Tránsito.
Con dicha descentralización solamente quedaba pendiente la
entrega de la administración y el cobro del impuesto predial. Un
año después (1988) se dijo, por parte del gobierno del estado, que
cada municipio de Chiapas manejaría sus propios recursos de
ingresos prediales; sin embargo, a la fecha la mayoría de los municipios no cobran dichos ingresos tributarios.
En el rubro de infraestructura urbana, se erogaron 103 920.33
viejos pesos para la construcción, ampliación y rehabilitación de
12 328 metros lineales de la red de agua potable.
En materia de alumbrado público, la inversión global en este
renglón ascendió a 33 mil viejos pesos.
En limpia municipal, la dirección creada para brindar dicho
servicio contaba en 1987 con ocho unidades recolectoras distribuidas en 13 rutas que recolectaban diariamente cerca de 15 mil
toneladas de basura, mismas que se trasladaban al entierro sanitario municipal, ubicado a 12 kilómetros de la ciudad en un terreno donado. Así también, en ese año se llevó a cabo, con apoyo
de la prensa y la radio de San Cristóbal, una campaña de concientización para mantener limpia la ciudad.
Ahora bien, en lo que compete al mercado público, corresponde a la Dirección de Limpia mantener, conservar y controlar
las instalaciones de dicho mercado, así como también controlar
a los vendedores ambulantes, mismos que originan problemas,
pues son tantos y muy variados los intereses de las diferentes
organizaciones que constantemente tienen pugnas por ganar
espacios comerciales.
En el panteón municipal se instalaron tres tomas de agua para
usuarios, se amplió el sistema de vigilancia interna y se reconstruyó la barda con una longitud de 30 metros (Moscoso Zenteno, 1987).
La última administración de la década de los ochenta estuvo a
cargo del Ing. Carlos Rodríguez Morales, quien en su primer informe de gobierno (1989) y en el marco de la modernidad administrativa, mencionó que en abril de ese año el Periódico Oficial del estado había publicado los siguientes reglamentos: el Reglamento de
398
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Vialidad, el Reglamento sobre la venta, distribución y consumo de
bebidas alcohólicas y cervezas. Así también, en el ayuntamiento se
elaboraron los reglamentos de policía y buen gobierno, el de limpia y el de seguridad ciudadana (Rodríguez Morales, 1989:2).
Se dijo también, en materia de seguridad pública y vialidad, que
era uno de los rubros de la administración municipal que mayores
requerimientos humanos, materiales, técnicos y financieros consumía, y que dichos recursos no eran de ninguna manera suficientes
para conceder un mayor servicio a la ciudadanía. En el aspecto
administrativo se diseñaron instrumentos que mejorasen el control
de personal, movilidad de las patrullas que permitiera utilizar al
máximo los recursos, extendiendo con esto la cobertura de vigilancia mediante la selección de sectores. En ese año se capacitó a los
policías mediante un curso de tres meses en el que todos los aspirantes recibieron adiestramiento físico, capacitación técnica de la
materia, relaciones humanas, primeros auxilios y, fundamentalmente, se les dio a conocer el límite de su competencia, en atención a las regulaciones constitucionales y reglamentarias.
Uno de los problemas fundamentales con que dicha administración se encontró fue el de los salarios bajos, ya que hasta el
mes de enero de 1989 el salario que se estaba pagando era en
promedio de 111.84 viejos pesos mensuales, por lo que se diseñó
una escala de salarios que permitiera ir elevando las percepciones, de acuerdo con las posibilidades presupuestales. De esta
manera, en el mes de marzo de aquel año se aumentó el 60% en
la percepción mensual a los trabajadores, y en el mes de junio se
aumentó 20% más, ajustándose éstos al 80% de aumento real.
Estos ajustes de salario no fueron suficientes para alcanzar los
mínimos generales vigentes; el promedio que el ayuntamiento
concedió como salario en ese año fue de 200.00 viejos pesos
mensualmente.
El personal que laboraba en el municipio estaba compuesto
por 438 empleados, de los cuales 73 son mujeres y 365 hombres.
Se tuvo la necesidad de contratar personal adicional en la
Dirección de Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y en la
Dirección de Educación, Cultura y Deporte, ya que en la prime-
ra se implantaron siete programas a nivel nacional y el de desayunos que se sirven diariamente al personal de limpia; y en la
segunda, se aumentaron las coordinaciones de educación artística de la casa de la cultura que anteriormente pagaba el gobierno del estado.
El servicio de limpia municipal contaba a inicios de 1989 con
siete unidades, de las cuales tres estaban en operación y cuatro
en el taller; se recibió y reparó también el tractor, utilizado en el
relleno sanitario. En el transcurso de ese mismo año, en el departamento de equipamiento de la Dirección de Limpia, se adquirieron tres unidades nuevas, así como 50 juegos de guantes
de carnaza, botas y capas de hule para el personal; se instaló un
taller mecánico para la atención de los vehículos municipales, y
se adquirieron 18 hectáreas en donde en forma definitiva se establecería el relleno sanitario. El total de personas que integraban
dicha dirección era de 75, entre inspectores, macheteros, barrenderos y veladores (Rodríguez Morales, 1989:11).
A partir de julio de ese mismo año se rehabilitaron las siete
unidades existentes, regularizándose este servicio, dividiendo la
ciudad en zonas o rutas prioritarias y atendiendo a su máximo
en el depósito denominado “El Tívoli”. No obstante este esfuerzo, en los meses de julio y agosto fue necesario contratar camiones de carga de las diferentes agrupaciones sindicales para que
auxiliaran en la recolección de basura, pagándoseles la cantidad
de ochenta pesos por viaje, habiéndose realizado 100 viajes; erogó por este concepto la cantidad de 8 mil viejos pesos (Rodríguez
Morales, 1989:12).
En el panteón municipal se efectuaron 673 inhumaciones que
cubrieron los derechos correspondientes, aportando la suma de 5
mil viejos pesos, además de 95 exhumaciones, y se autorizaron 77
construcciones. En el mantenimiento y conservación del cementerio municipal fue necesaria la reconstrucción de 67 metros de
barda y se inició la construcción de los servicios sanitarios.
En el servicio de mercado se incrementó el personal de vigilancia, así como las acciones de limpieza; fueron colocados 30
tambores para el depósito de basura, cambiadas 25 láminas del
400
401
Las actividades realizadas en 1989 por la Dirección Municipal
de Agua Potable y Alcantarillado fueron las siguientes:
a) Se realizaron por derecho 213 introducciones de agua
potable y por convenio 375, sumando un total de 588 tomas
de agua potable en diferentes partes de la ciudad.
b) Se realizaron 120 entronques de drenaje en las diferentes
calles de la ciudad.
c) Se corrigieron 501 fugas de agua potable en diferentes partes de la ciudad.
d) Se limpiaron 204 obstrucciones de drenaje en diferentes
calles de la ciudad.
e) Se atendieron 178 faltas de servicio de agua potable reportadas a esta dirección.
f) Se realizaron durante el año 30 reparaciones de equipo de
bombeo.
g) Se realizaron en forma directa por la dirección 60 m2 en la
reparación de baches y 200 m2 por contrato (Rodríguez
Morales, 1989:43).
techo y todas las láminas transparentes; se arreglaron las bajantes de agua y se procuró su impermeabilización; se cambiaron
los tubos de agua en mal estado y fueron desazolvados los drenajes; en coordinación con los locatarios afiliados a la CROC y a
la CROM, se habilitó el espacio que dio lugar a lo que hoy es el
mercado número 2, instalándose en ese lugar 264 puestos. Para
ubicar 164 puestos en el mercado público fue necesario instalar
178 metros de enmallado. El gasto total de esta obra fue de 5 930
viejos pesos. Además, se instaló agua entubada en el baño de
mujeres de dicho mercado, así como el arreglo de 20 servicios y
lavabos, con un costo de 2 715.54 viejos pesos.
Se iniciaron en ese mismo año las gestiones para construir
otro centro de abasto en la zona sur de la ciudad.
En el servicio de rastro municipal se adquirieron refacciones
para poner en funcionamiento la grúa, indispensable para el sacrificio de ganado vacuno; se pintó en forma total y se autorizó
a los introductores la construcción de cuatro corraletas más y, a
través de la Dirección de Alumbrado Público, se cambió el sistema general de alumbrado (Rodríguez Morales, 1989:13).
Por su parte, las actividades de la Dirección de Alumbrado Público realizadas durante ese año, consistieron en el cambio de fotoceldas de focos de luz mixta, de focos de vapor de sodio y de
mercurio, de lámparas incandescentes; ampliaciones de la red de
alumbrado público, de fusibles a los transformadores propiedad
del ayuntamiento; reposición de interruptores, corrección de fallas
en las instalaciones ocultas, constante reposición de focos en las
calles, avenidas, barrios, boulevard, diagonales, fraccionamientos,
colonias, parques, calzadas, atrios de templos, entre otros (Rodríguez Morales, 1989:29).
Con relación a la ampliación de la red de agua, en 1989 se instalaron 5 647 ml, con un monto total de 142 259.68 viejos pesos, de
los cuales 71 513.90 fueron inversión de los vecinos y el resto fue
inversión municipal. Así también, se amplió la red de alcantarillado con 3 827 ml, con una inversión total de 78 318.64 viejos
pesos, destacando la cifra de 60 001.00 viejos pesos erogados por
los vecinos y el resto lo invirtió el municipio.
En el segundo informe de gobierno de Rodríguez Morales, los
principales cambios en materia de descentralización y fortalecimiento de la consolidación institucional de los servicios públicos
municipales fueron los siguientes:
Se buscó aumentar el recurso humano, lo que al parecer trae
consigo mayores erogaciones en salarios, prestaciones y servicios,
pero no se analiza el lado contrario. El aumento de personal
comparado con el año 1989 fue de 21%. De 418 empleados que
había en diciembre de 1989 se incrementó, en diciembre de 1990,
a 506. La dirección que tuvo mayor incremento de personal fue la
de limpia municipal: 23%; de 70 que había en diciembre de 1989 a
86 empleados en 1990. El aumento se debe básicamente al considerable incremento de basura. En 1989 se recolectaron 11 495 toneladas y al 30 de diciembre de 1990 se recolectaron 17 312 toneladas, lo que significó un aumento del 51% en la recolección, e
implicó comprar más vehículos que también traen consigo la necesidad de contratar más personal (Rodríguez Morales, 1990:5).
402
403
La Dirección de Seguridad Pública y Vialidad Municipal aumentó su personal en 28%. De 68 que tenía en 1989 se incrementó a 87 a fines de 1990.
La dirección de agua potable aumentó su personal en 39%, pues
de 38 empleados que tenía en 1989 se incrementó a 53 empleados a
finales de ese año. Este aumento se debe a que en esta dirección se
creó el departamento de cómputo y para iniciar sus trabajos contrató a cuatro personas (Rodríguez Morales, 1990:5).
En este informe se hizo énfasis en que se tuvo que recurrir a la
capacitación para mejorar el trabajo de los empleados municipales.
En 1990 se impartió al personal de nivel medio el curso de relaciones humanas y atención al público, en el mes de septiembre, con
una duración de 15 días (Rodríguez Morales, 1990:6).
En la Dirección de Protección Ciudadana se recibieron los apoyos solicitados en recursos humanos y patrullas, formalizando una coordinación operativa de estos cuerpos policiacos (Rodríguez Morales, 1990:9).
Respecto de la vialidad se señaló en este informe que se enfrentaron serios problemas en toda la ciudad. Se instalaron cuatro semáforos y se reactivaron tres, además de que fueron colocados 114 señalamientos de paradas preventivas para el servicio
colectivo (Rodríguez M., 1990:10).
En el servicio de rastro municipal se repararon los corrales para ganado, se cambió toda la instalación eléctrica y se arreglaron
los drenajes y las tuberías de agua. Fueron sacrificados durante
1990, 2 067 cabezas de ganado vacuno, con una recaudación por
este concepto de 10 866.49 viejos pesos.
En el servicio de limpia municipal, se adquirieron tres camiones compactadores, con capacidad de 15 m3 cada uno de ellos,
equivalente a ocho toneladas de deshechos recolectados por
viaje. A la fecha se cuenta con un total de trece unidades de servicio: cuatro compactadores, un camión de redila de tres toneladas, dos camiones tipo volteo de tres toneladas, cinco camiones
volteo y una pickup. Del 1º de enero al 30 de noviembre de 1990
se recolectaron 17 312 toneladas de basura, con un promedio
mensual de 1 573.8 toneladas, significando un promedio de 52.46
toneladas diarias, equivalente a una producción de basura por
habitante de .582 kilogramos. Actualmente se cuenta con 26
barrenderos de calles para la ciudad y 18 para la zona del mercado público (Rodríguez Morales, 1990:19).
Respecto del servicio de agua potable, se modernizó la administración del sistema con la automatización del mismo, lo que
permite llevar controles detallados de contratos, usuarios, cobranzas, etc. El 90% de la población urbana tiene un buen servicio de agua potable. El padrón de usuarios en el año 1988 para
efectos de cobranza era de 7 266 cuentas, en tanto que en 1990 el
padrón fue de 11 300 cuentas; esto representa un incremento del
56% sin incorporar los nuevos usuarios de las zonas cubiertas
con las obras antes citadas (Rodríguez Morales, 1990:25).
El servicio de alumbrado público presentó, en dicho año, deficiencias que se debieron a varios factores entre los que sobresalen:
la humedad por fuertes lluvias, la calidad de los materiales eléctricos y el alto voltaje que suministró Comisión Federal de Electricidad en varias zonas de la población. En las ampliaciones de
este servicio, los interesados aportaron durante ese año el 30% del
costo total de la instalación, en diversas calles y colonias, de 101
lámparas de vapor de sodio con una cooperación de los vecinos
de 13 395.00 viejos pesos (Rodríguez Morales, 1990:28).
404
405
CONSIDERACIONES FINALES
El proceso de consolidación institucional de los servicios públicos municipales en San Cristóbal de Las Casas comenzó en la
década de los ochenta de manera paulatina.
Las tres administraciones de dicho periodo hicieron lo que
supuestamente estuvo a su alcance en materia de descentralización administrativa.
Los servicios públicos municipales que más preocupan y en
donde más gastan los ayuntamientos son: en primer lugar, limpia municipal, agua potable y alcantarillado, seguridad pública y
tránsito; en segundo lugar tenemos los servicios públicos de
mercados y alumbrado público y, en tercer lugar, los servicios de
rastro, panteón y calles, parques y jardines.
Poco se hizo y se sigue haciendo por parte de los ayuntamientos en mejorar, primero, la dotación, la distribución y la eficacia
de los servicios públicos, pues como hemos visto por parte de
algunos ayuntamientos, el llevar a cabo estas disposiciones generan mayores gastos y pérdida de facultades a los directores de
las dependencias municipales.
La descentralización administrativa no es crear dependencias
locales al interior de los ayuntamientos; eso es sólo el primer
paso, ya que la verdadera descentralización incorpora situaciones y conductas que tiendan a lograr eficiencia y distribuir equitativamente los recursos humanos, financieros y tecnológicos.
La problemática de la composición de la administración pública municipal va más allá de considerar como punto de partida
la cuantificación de sus habitantes, de sus recursos financieros y
de las características físicas de su desarrollo urbano. De tal forma
que las características políticas, económicas, sociales, educativas y
culturales que se generan alrededor de la vida municipal, adquieren mayor peso e influencia en la composición administrativa del
Ayuntamiento, que las sugerencias o recomendaciones de organismos y dependencias federales o estatales.
municipal, Plan Chiapas, Programa de Fortalecimiento Municipal,
Talleres Gráficos del Estado.
OLMEDO, Raúl, (1990).“Equilibrio
regional y sistema de ciudades”,
en Manuel Perló Cohen (Compilador), La modernización de las
ciudades en México, UNAM, México.
MARTÍNEZ CABAÑAS, Gustavo. La administración estatal y municipal
México, Libros de Texto INAP-CONACYT, México, 1987.
de
MOSCOSO ZENTENO,
Gustavo. Primer informe de gobierno, San
Cristóbal de Las Casas, Chiapas. México, 1986.
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Antropología e Historia (INACH), Ed. Fray Bartolomé de Las
Casas, A. C., México, 1986.
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los objetivos del Plan Chiapas, Plan Chiapas, Tuxtla Gutiérrez,
Chiapas.
COPLADE, Chiapas, Programa de Desarrollo Municipal, 1995-2000,
Gobierno del Estado, 1ª edición, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 1996.
EL AUTOR
GOBIERNO Constitucional del estado de Chiapas, 1988. Teopisca:
artículo 115, memorias municipales; el cambio estructural en Chiapas
(avances y perspectivas), Centro Estatal de Estudios Municipales.
HONORABLE
Ayuntamiento de Teopisca, 1984. Teopisca; diagnóstico
406
es originario de Tuxtla Chico, Chiapas. Durante 15 años ha
residido en San Cristóbal de Las Casas. Estudió la licenciatura en Economía y
la maestría en Desarrollo Regional, en la UNACH. Actualmente es profesor de
Economía en la Facultad de Ciencias Sociales de la UNACH.
ÁLVARO COTOC CANEL
407
Cambios estructurales
Las relaciones sociales que se establecen al interior del transporte en la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, se encuentran
constituidas por acciones, las cuales se ejercen a partir de las
características estructurales en que se desenvuelven (Giddens,
1995:52).
Es por esto que para poder comprender el movimiento transportista en el sistema de transporte en San Cristóbal es importante conocer algunos procesos históricos de estructuración del
sistema político de nuestro país.
Si hacemos un recuento histórico, la sociedad mexicana posterior a la Revolución sufre una reestructuración política, con la
necesidad de redefinir el Estado mexicano; para esto implementa la política de organizar a la sociedad. Es así como el partido
oficial –Partido de la Revolución Mexicana (PRM)– hace un llamado a todos los grupos sociales para que se unifiquen y formen
sectores que los representen, en este momento se empieza a dar
un bosquejo de lo que sería el corporativismo, como una forma
de dominación y control del Estado.
En 1918, en Saltillo, se organiza la primera central obrera a escala nacional denominada Confederación Revolucionaria de
Obreros Mexicanos (CROM), dirigida por Luis N. Morones, quien
hace alianza con el obregonismo; esto viene a ser el elemento
que permite el equilibrio político, que a su vez margina y reprime al sector obrero que en ese momento tenía más presencia
(Bartra, 1988).
Otro de los sectores importantes era el campesino. Cuando
éstos logran la restitución de tierras y al no tener quién abandere
sus demandas agrarias, la burguesía ranchera –constituyendo la
versión civil–, conforma el Partido Nacional Agrarista (PNA), como
una forma de dominación y control.
La crisis política que se desencadena con la muerte de Obregón trae como consecuencia la ruptura de la Liga Nacional
Campesina, y una fracción de ésta conforma la Confederación
Campesina Mexicana (CCM), precursora de la actual Confederación Nacional Campesina (CNC), que se convirtió en un apéndice del Estado (Bartra, 1988:16). Posteriormente se constituye la
Confederación de Trabajadores Mexicanos (CTM) y por último la
Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP).
El objetivo principal del Estado al organizar a estos sectores
era, principalmente, tener el control por conducto de sus líderes
sindicales, ya que en ese momento no existía quien representa-
408
409
CAMBIOS ESTRUCTURALES EN EL SISTEMA DE
TRANSPORTE DE SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS
Isabel del R. García de León
INTRODUCCIÓN
fenómeno social en una ciudad, nos remite a
la manifestación de una parte de la realidad, en donde la ciudad
se convierte en sujeto de investigación y contexto, en un gran
espacio con diferentes escenarios de donde surgen acciones muy
significativas de la vida moderna y cotidiana. Estas acciones son
parte de una transformación social y se representan por la organización del espacio, como una apropiación social, es un elemento que nos ayuda a entender y analizar las relaciones de organización y convivencia entre sujetos sociales y sujetos colectivos,
dando cabida a las manifestaciones de la ciudadanía y las estrategias socio-espaciales que transforma su espacio vital (Tamayo,
1998). En esta temática se inserta el caso del transporte en San
Cristóbal de Las Casas, sector económico que en los últimos años
se ha caracterizado por una multiplicidad de conflictos; para ayudar a la comprensión de una parte de este fenómeno complejo
abordaré el análisis de los cambios estructurales que se dieron en
el sistema de transporte de San Cristóbal de Las Casas, en el
periodo de 1937 a los años ochenta, perfilándose a los noventa, y
la forma en que la desregulación del transporte federal impactó a
la estructura del transporte estatal; proceso que trae como consecuencia el movimiento transportista.
CUANDO SE ANALIZA UN
ra los intereses y demandas de estos sectores, que hasta la actualidad han servido para colaborar incondicionalmente en las políticas gubernamentales; es así como menciona Tania Hernández
(1995:19):“el corporativismo ha permitido al Estado mexicano llevar a cabo el desarrollo económico del país sobre la base de un
pacto social fundado en el control estatal y mediado por una relación vertical compuesta por Estado-partido-sectores-centrales-sociedad civil”.1
En Chiapas, este pacto también se pudo apreciar en el sistema transportista. Para poder comprenderlo, a continuación analizaremos la historia de los sectores y la inserción del transporte,
específicamente en la ciudad de San Cristóbal de Las Casas.
Antecedentes del sistema de transporte en San Cristóbal
Como mencionamos anteriormente, la dependencia del sindicalismo hacia el Estado empieza desde el periodo revolucionario.
La alianza entre el sindicalismo y el Estado en México se ha mantenido como una constante que ha explicado la estabilidad política en México.2
Esta influencia política llega hasta la ciudad de San Cristóbal,
cuando en 1937 se conforma el primer sindicato con empleados
de comercio, locatarios y transportistas; estos últimos conformados por un grupo de siete trabajadores del servicio público urbano: Rufino Ramos Ruiz, Emecio Flores, Jesús Fernández, Joaquín
Mandujano, Pascual Mandujano, Adolfo Román y Aarón García,
quienes integraban el sitio San Cristóbal.3
En esta época no se expedían permisos de concesión, sino que
se les autorizaba un emplacamiento4 y un título con la filiación
del trabajador y su licencia, que le permitía desempeñar su trabajo, el cual estaba sujeto a las normas del reglamento de tránsito.
Este sindicalismo que se gesta incipiente, puede definirse
según Philippe C. Schunutter (1992), como un sistema donde se
unen intereses que no son articulados por el Estado, sino que
son autónomos, tanto en la selección de sus dirigentes como en
la solución de sus conflictos.
Es hasta el 21 de marzo de 1946 cuando se constituye en San
Cristóbal Las Casas la Federación Nacional de Trabajadores de
Las Casas, dependiente de la Confederación de Trabajadores
Mexicanos (CTM), misma que hasta la fecha agrupa a los transportistas de San Cristóbal de Las Casas. Cuando los transportistas se agrupan en este sector (CTM), se inicia una relación lineal
con el corporativismo oficial que empezaba a surgir en la ciudad.
A partir de este momento se establece una dependencia de los
grupos transportistas con el gobierno del estado.5 El beneficio
que los transportistas obtienen al estar afiliados a un sector oficial que “representa sus intereses”, es que sean reconocidos a
través del sector por el Estado. Esto trae como consecuencia que
se propicie la gestación del monopolio. Este reconocimiento es a
1
3
Para mayor información sobre el corporativismo, véase Hernández Vicencio, Tania,
Los gremios de taxistas en Tijuana. Alternancia política y corporativismo cetemista, El
Colegio de la Frontera Norte, México, 1995.
2
“Esta alianza se estableció sobre la base de un pacto entre las fuerzas que triunfaron al final de la lucha armada, con la que en ese entonces era la más importante
de las organizaciones obreras: La Casa del Obrero Mundial… La inclusión en la
Constitución de 1917, artículo 123, que otorga derechos de asociación y organización
a los obreros, el estímulo que el gobierno de Carranza le dio al surgimiento de la
Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), todo esto indica el nexo entre el
sindicalismo y el Estado”. En este momento el sindicalismo ocupa una posición
política, inaugurando una relación de dependencia del movimiento sindical con
respecto al Estado (Bizberg, Ilán, Estado y Sindicalismo en México, El Colegio de
México, México, D.F. 1990).
Información proporcionada por el secretario general de la CTM, en San Cristóbal
de Las Casas, Chiapas.
4
El término emplacamiento significa que el transportista paga ante la Secretaría de
Hacienda del Estado tenencia del vehículo y la expedición de un juego de placas.
5
Philippe Schmitter expone que existen dos tipos de corporativismo, el estatal, que
es un sistema formado por un conjunto de unidades jerárquicamente ordenadas, no
competitivas, que poseen el monopolio de representación y que son reconocidas
por el Estado, ya sea implícita o explícitamente –este es el corporativismo que se da
en el Sistema de Transporte en San Cristóbal–; y el social, que es una forma de organización donde las unidades sociales son independientes del Estado y la sociedad
se coordina por sí misma, aunque las organizaciones son reconocidas por el primero. Schmitter, Felipe,“Still the Century of corporatism”, en Review of politics. Núm
36. USA 1994, citado en Tania Hernández Vicencio (ob. cit. pag. 14).
410
411
cambio de controlar sus demandas y apoyos, así como la cooptación de votos para el partido oficial (Schunutter, 1992:20).
Durante nueve años el número de transportistas no experimentó mayor crecimiento, debido a que los permisos para el servicio público se encontraban monopolizados por un grupo
reducido de transportistas que no permitían el crecimiento del
servicio por intereses económicos; así también, esta unión consistía en que los transportistas realizaban una misma actividad y
tenían las mismas responsabilidades (Durkheim, citado en Ritzer
George, 2001:229).6 Aunado a esto, la ciudad no experimenta un
crecimiento sustantivo, por lo que la demanda del transporte se
mantiene estable.
Posteriormente se observa cómo esta unión se va transformando y se especializa, conformándose grupos con diferentes
giros en la actividad transportista, como se observa cuando se
constituye el sindicato de fleteros urbanos y foráneos. Eso no
hace que se desarticule el sistema de transporte, sino al contrario, se van unificando en sindicatos creándose así en 1958, el segundo sindicato de choferes asalariados de la empresa Diego de
Mazariegos y taxistas del sitio San Cristóbal.
En 1960 se forma el segundo sector llamado Confederación
Nacional Obrera Popular (CNOP). El objetivo de este sector consistía en organizar y aglutinar a todos los grupos pequeños que
se encontraban dispersos sin afiliación al sector oficial –en este
caso la CTM, como los albañiles, carpinteros, profesionistas, locatarios y transportistas.7
6
Emile Durkheim explica en su teoría de la División del Trabajo, que para explicar
la estructura de la sociedad, así como lo que mantenía unida a la sociedad, aborda
lo referente a la solidaridad social, diferenciando la mecánica y la orgánica. La
mecánica se mantiene unificada debido a que la totalidad de sus miembros tienen
actitudes y conocimientos similares y por el contrario la solidaridad mecánica se
mantiene unida debido a las diferencias de las personas.
7
Al año de su fundación toma el cargo el profesor Manuel Burguete Estrada, en cuya
administración se da un desmembramiento del sector, puesto que las organizaciones,
sienten que sus demandas no son atendidas. Esta situación provoca que de 36 organizaciones que conforman al sector, queden sólo 16. Por consiguiente, las organizaciones que se separan buscan el apoyo de otros sectores que los representen.
412
La participación de este sector dentro del transporte se inicia
a través de un grupo de personas interesadas en formar parte del
sector transportista, pero que al ser rechazados tanto del sitio
San Cristóbal como de la CTM se afilian a la CNOP, la cual no
atiende sus demandas. De esta manera, en 1968 empiezan a gestionar, sin ningún abanderamiento político, la obtención de
licencias para integrarse dentro del servicio público de transporte en San Cristóbal, sin obtener respuesta alguna por parte de
las autoridades transportistas.
Cabe aclarar que la concepción de sindicato en el sistema de
transporte en San Cristóbal se da como el conjunto de individuos con la misma ocupación para ser representados por o ante
las organizaciones y autoridades, y no como un órgano de
defensa de los trabajadores ante el patrón (Hernández Vicencio,
Tania, op cit. pág. 36).8
A finales de los sesenta, la CNOP constituía el segundo sector
más importante de San Cristóbal de Las Casas, puesto que aglutinó a 36 organizaciones, con 3 mil agremiados. Lo cual dio lugar a
que dicho sector ganara espacios políticos y pudiera defender los
derechos de sus agremiados. Este hecho trajo como consecuencia
la generación de una lucha frontal con el sector cetemista, amenazado por la expansión de la CNOP.
En 1972, siendo gobernador el doctor Manuel Velasco Suárez,
por primera vez se expiden concesiones para el transporte de
servicio público de pasajeros, y el grupo de transportistas afiliados a la CNOP ve que sus demandas son tomadas en cuenta. Este
suceso trae como resultado la conformación del segundo sindicato transportista y lo denominan sitio San Francisco. En el pe-
8
Bobbio y Meteucci, definen al sindicalismo como “la acción colectiva para proteger
y mejorar el propio nivel de individuos que venden su fuerza de trabajo. Y los sindicatos bajo el perfil sociológico se consideran como un grupo profesional organizado y compuesto por todos los trabajadores subordinados que desarrollan alguna
actividad en el ámbito de las empresas que operan en un determinado sector productivo”, citado en Tania Hernández, op. cit. pág. 36.
413
riodo de un año, esta organización logra un crecimiento considerable, llegando a agrupar a 40 transportistas.9
La conformación de este nuevo grupo provocó inconformidad
entre los integrantes del sitio San Cristóbal, afiliado a la CTM, y
del sitio San Francisco, afiliado a la CNOP, hasta el punto de darse un enfrentamiento en forma violenta. Posteriormente los dirigentes de los sectores confrontados llevan a cabo diálogos y
concertaciones hacia la firma de un convenio en donde debía
prevalecer el respeto mutuo y el derecho al trabajo.10
Este convenio marcó un periodo de estabilidad dentro del
transporte, y no es sino hasta 1980 cuando se da una segunda
transformación en su estructura.
Estructura del transporte urbano de pasajeros en los ochenta
En los años ochenta, la ciudad de San Cristóbal sufre un considerable crecimiento poblacional: de 32 833 habitantes registrados
en la década de los setenta, se incrementa a 60 550, con una tasa
anual de crecimiento de 6.1%.11
Este crecimiento poblacional se debió a varios factores, dentro
de los más relevantes se encuentran las expulsiones de los indígenas de la región, quienes se asentaron principalmente en la zona
norte de la ciudad. También se empieza a dar el cambio de uso del
suelo en el centro de la ciudad; el uso habitacional fue sustituido
paulatinamente por servicios comerciales y turísticos, como hoteles, restaurantes, cafés, tiendas artesanales, entre otros. Esta población fue buscando residir en la periferia de la ciudad o en colonias
de beneficio social. A raíz de esto se conforman colonias y fraccionamientos, lo cual trae como efecto una mayor demanda del transporte público y la necesidad de ampliar las rutas.
9
Que agrupa a Gustavo Herrera, Antonio Córdoba y los señores Penagos. Esta
información fue proporcionada por el ex secretario del sindicato San Francisco,
Humberto Herrera.
10
Información directa del ex secretario regional de la CNOP Flavio Reyes Magos.
11
INEGI. Cuaderno Estadístico Municipal. San Cristóbal de Las Casas, Chiapas;
Gobierno del Estado de Chiapas.
414
En los años ochenta el transporte público de pasajeros estaba
organizado en dos modalidades: urbanos12 y taxis. El transporte
urbano de autobuses se encontraba en manos de dos personas,
David Ramos Balcázar y Víctor Madariaga. El primero cubría dos
rutas. La primera era la del zócalo, Cuxtitali, mercado, Miguel
Alemán, San Ramón, Larráinzar, granja, San Francisco y puntos
intermedios, y la segunda que hacía un recorrido del mercado,
zócalo, unión deportiva, panteón, Los Pinos, María Auxiliadora,
San Diego, Ciudad Real, santuario, relicario y puntos intermedios.Víctor Madariaga cubría también dos rutas, la de San Felipe
Ecatepec y La Garita y una segunda ruta que era Los Pinos, panteón y María Auxiliadora.
Los taxis integraban los sitios San Cristóbal y San Francisco;
cubrían toda el área urbana y realizaban viajes a los lugares aledaños a la ciudad de San Cristóbal, como Tenejapa, Zinacantán,
Chamula, Oxchuc, entre otros.
Otro suceso importante en esta década, que trajo cambios en el
sistema de transporte de San Cristóbal, fue la autorización del
gobierno del estado en 1983 para la ampliación de rutas y expedición de concesiones con una nueva modalidad: el servicio de combis. Estos cambios se debieron a la traza reticular y al tipo de vialidad, ya que las calles de la ciudad de San Cristóbal son en general
angostas y no permiten la fluidez vial del tránsito de autobús.
No obstante, la modalidad de autobús seguía cubriendo las
rutas que tenía establecidas desde 1937, a pesar de la competencia que significa la modalidad de combi. Competencia que provoca bajos ingresos a los antiguos concesionarios de autobús,
debido a que los usuarios preferían la combi, dada la rapidez del
desplazamiento, lo que repercute en el costo de recorrido.
Ante esta situación, en 1986 los concesionarios de autobuses
se ven en la necesidad de ofertar públicamente sus concesiones,
permisos que son adquiridos por algunos integrantes de los
12
Los transportistas le llaman urbanos a las modalidades de autobús, microbús y
combis.
415
sitios San Cristóbal y San Francisco quienes aprovechan esta crisis para incrementar la cobertura en las rutas.
El sitio San Cristóbal adquiere cuatro permisos (estos permisos correspondían al señor David Ramos) y la ampliación de dos
más. A su vez, el sitio San Francisco compra las otras cuatro concesiones (pertenecientes al señor Víctor Madariaga). Cabe mencionar que las concesiones las otorgaba el gobierno del estado a
través de los dirigentes de la CTM para que fueran repartidas a
sus agremiados; lo cual no se dio de esta manera ya que los dirigentes negociaron las concesiones para otorgarlas a personas
ajenas al gremio transportista.
El sitio San Cristóbal demandaba, por un lado, el concesionamiento a los asalariados y auténticos choferes que carecían de
una concesión, y ampliaciones de rutas establecidas para aquellos ya concesionados, a partir de los permisos adquiridos; demandas que no fueron satisfechas por los dirigentes de los sectores, quienes se opusieron al crecimiento de los sitios de taxis y
beneficiaban a personas ajenas al transporte, por la vía de la
venta de concesiones.
De esta manera, los transportistas que conformaban el sitio
San Cristóbal se ven afectados desde la cúpula local a través de
sus líderes, quienes dejan de lado la solución a sus demandas e
impiden el crecimiento de la organización. En 1988, ante la falta
de atención de los sectores a sus agremiados, ocho de los miembros del sitio San Cristóbal se ven obligados a escindirse, lo cual
trae como resultado la constitución de la agrupación 31 de Marzo, la cual se conforma con modalidades de: taxis, combis y microbuses; dejando de lado su participación gremial inducida por
el líder de la CTM (Hernández, 1995:9).13
Esta separación y la mezcla de modalidades, así como la no
intervención de los líderes de los sectores, generan un nuevo
tipo de gestión urbana ante el gobierno del estado, con la visión
de dejar a un lado el intermediarismo del sector empiezan a
consolidar una nueva ideología, que se objetiviza en la tramitación de la demanda de concesiones y ampliaciones de una
manera directa; es decir, obtener el poder de decisión dentro de
su empresa y busca el diálogo directo con las autoridades estatales del transporte (Coulumb René, 1997:361).
Sin embargo, esta nueva forma de organización y gestión independiente del estado y del sector –Schemitter (1974) la define
como un corporativismo social– no rompe con el corporativismo
oficial, aunque se niegan a ser sujetos pasivos e ignorados, al
buscar la democratización de la organización y una relación directa con el gobierno del estado.
Así, una de las bases estratégicas de la organización es practicar la democracia llevando a cabo entre sus siete miembros un
reparto equitativo de las concesiones y ampliaciones de rutas
obtenidas a partir de la autogestión. Una caracterización de los
integrantes de esta organización podría delinearlos como la gestación de “actores modernos”, puesto que buscan una democracia sin sesgo político, así como su autonomía y mayor capacidad
de decisión, sin que esto signifique renunciar a la interlocución
estatal (Meza y Padilla, 1991).
En 1989, la política del gobernador Patrocinio Gónzalez
Garrido fortalece esta nueva forma de organización al signar los
lineamientos para los cuales podrían ser concesionados los
transportistas. La política de González Garrido estaba muy ligada a la política neoliberal de Salinas de Gortari,14 y el transporte
14
Tania Hernández menciona que “la estructura corporativa, entendida como una
forma de organización basada en la ‘participación gremial inducida’, controlada por
el Estado y coordinada a través de los tres sectores oficiales”.
Esto lo observamos en la presentación que hace el gobernador Patrocinio
González Garrido, que al tenor dice: “La participación del estado de Chiapas en el
desarrollo de la economía nacional debe ser planteada en función de los objetivos
que México persigue para contar con una economía sana, próspera… el objetivo
que nos ocupa es el de la disponibilidad de recursos para la inversión y para lograrlo es indispensable valorar el impacto de los actuales modelos de inversión, así
como de incorporar nuevos elementos de la realidad regional para formular nuevos
modelos de inversión flexibles de acuerdo con las condiciones del ramo o sector de
la economía de que se trate” (Pacheco Méndez, Teresa, Recursos y Desarrollo de
Chiapas, Hasta 1990, Talleres Gráficos del Estado, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México).
416
417
13
no fue la excepción, al proyectarse este servicio con una visión
empresarial. Esta nueva concepción señalaba que para poder
apoyar al transporte estatal tenían que estar legalmente constituidos en sociedades mercantiles.15
Esto hace que surja una variedad de figuras asociativas dentro
del transporte, y la agrupación 31 de Marzo no fue la excepción,
conformándose como Sociedad de Transporte 31 de Marzo, S.C.
agrupando solamente la modalidad de taxi.
Para 1989, de ocho miembros que conformaban el sitio 31 de
Marzo en 1986, contaban ya con un total de 15 integrantes, un
crecimiento de casi 100%. En este mismo año se nombra al secretario general del sitio, quien aprovechando la representatividad
jurídica que ostenta y la relación lineal con el Estado, pretende
beneficiar a personas ajenas a la organización. Esta situación es
consensuada por los integrantes del sitio y se decide la expulsión
del secretario general, a partir de la expulsión se retiran tres personas más, quienes conforman el sitio de taxis denominado
Javier Rotter Maldonado.
En 1990, por cuestiones de control al interior de la agrupación, se
dan de baja varios socios, los cuales se organizan nuevamente en
la Sociedad de Autotransporte 31 de Marzo, S.A., con las modalidades taxis y urbanos; así también, se introducen en el transporte
federal con la ruta San Cristóbal-Teopisca, ruta de pasajeros que se
venía desplazando con camiones de bajo tonelaje.
En 1991, miembros de la agrupación se incorporan al transporte federal con la sociedad cooperativa denominada 31 de Marzo,
S.C.L. en la ruta San Cristóbal-Teopisca y transporte urbano.
Con lo anterior se puede observar que entre los grupos existía una lucha del espacio territorial, que les permitió un poder de
control, principalmente del espacio público, lo cual provoca un
sentimiento de territorialidad, de identificación de los espacios
utilizados colectivamente (Ramírez Sáinz, Juan, 1990).
A partir de 1990 en el sector transportista surgen nuevos sujetos sociales no legales, tanto mestizos como indígenas, estos últimos expulsados de sus comunidades adheridos a organizaciones
como el Consejo de Representantes Indígenas de Los Altos de
Chiapas (CRIACH),16 Organización de Pueblos Evangélicos de Los
Altos de Chiapas (OPEACH), el Vashakmen (“Hombre nuevo”),
que al trasladarse del contexto rural al urbano, inician un proceso de organización y alianza con líderes mestizos, penetrando en
el espacio de la actividad del transporte, al margen de la normatividad establecida por el gobierno del estado.
Integrantes de estas organizaciones son indígenas en su
mayoría de la etnia tzotzil que surgen en un proceso de expulsión
de sus comunidades por problemas religiosos y agrarios. Grupos
que al verse despojados de sus bienes materiales (en particular la
tierra), que les permitía su sobrevivencia, se enfrentan ante una
ciudad con espacios culturalmente opuestos a su identidad, con
serias limitantes para su integración social. Ante esta situación,
en 1993 la Confederación Obrera Revolucionaria (COR) en el estado nombra a un representante que aglutina a personas para que
compren vehículos y puedan pedir concesiones.
Es así que a partir de 1994, con el levantamiento armado del
Ejército Zapatista de Liberación Nacional, se acentúa más el surgimiento de organizaciones que se introducen al servicio del transporte público, tanto urbano como semiurbano. Las principales
organizaciones y que llegan a conformarse como sujetos sociales
en el movimiento transportista son: La Unión Nacional Lombardista (UNAL),17 surgida a mediados del 94, la Coalición de
15
Entrevista con líderes del autotransporte, quienes platican que en reunión con el
gobernador Patrocinio Gónzalez Garrido, les informó de los requisitos a que se tendrían que sujetar para poder obtener concesionamientos, puesto que en ese
momento no existía la Ley de Transporte.
16
El 16 de septiembre de 1984, en el barrio El Cerrillo de San Cristóbal de Las Casas,
se constituye formalmente el Consejo de Representantes Indígenas de Los Altos de
Chiapas (CRIACH), con la participación de representantes de los asentamientos y
colonias de esta ciudad, conformados por migrantes expulsados de los municipios
de Chamula, Chenalhó y San Andrés Larráinzar.
17
Esta organización fue una de las principales que incitó a la violencia y enfrentamientos entre los transportistas.
418
419
Organizaciones Transportistas Región II Altos de Chiapas, A.C. el
Frente Único del Autotransporte de Los Altos de Chiapas, A.C., y el
Consejo Estatal de Transportistas Independientes de Chiapas
(CETICH).18
La desregulación del transporte
Como se mencionó anteriormente, en 1937 en el sistema de
transporte no se expedían concesiones y para poder trabajar en
el servicio público de transporte se solicitaba a la dirección de
tránsito del estado un permiso de zona o ruta y posteriormente
se solicitaba a Hacienda del Estado el emplacamiento del servicio público; una vez expedido el juego de placas, el vehículo
tenía la facultad de dar el servicio.
Es hasta 1985 cuando se inicia la regularización del transporte
público. El primer paso fue invitar a todos los transportistas que
venían prestando el servicio y que habían obtenido el emplacamiento y permiso por Hacienda y Tránsito del Estado, a integrar
un expediente que permitiera expedirles el documento que avalara el concesionamiento para prestar el servicio público en la
modalidad correspondiente a su permiso expedido por el
gobierno del estado.
En el gobierno estatal de Patrocinio González Garrido, se
norma el sistema de transporte, tomando medidas de desregulación en 1989 y 1990. En mayo de 1991, Patrocinio González se
pronunció por una libre competencia en el transporte colectivo
de Chiapas, para avanzar en un proceso que llegaría al momento de desaparecer todo concepto de concesión y se convirtiera en
una firma de permisos para otorgar a personas que reunieran los
requisitos.
18
Esta organización aglutina a integrantes de varias organizaciones, que no contaban con una concesión y que eran denominados “piratas”, era dirigida por un consejo, integrado por representantes de las organizaciones como la CRIACH, OPEACH,
COR, etcétera. (Información proporcionada por líderes de estas organizaciones.)
Cabe mencionar que los informantes fueron muy herméticos para dar datos de ésta.
420
Este pronunciamiento trae consigo un fuerte impacto en la
organización tradicional corporativizada, principalmente en el
transporte foráneo de carga y pasaje en el ramo federal. El 14 de
julio de 1992, Roberto Gutiérrez Cruz, ex presidente del Consejo
de Defensa del Autotransporte de la CTM, denunció que los
transportistas urbanos de diversas modalidades estaban inconformes con la exigencia de trabajar con unidades de modelos
recientes para el servicio público.
La primera medida desregulatoria en el sistema de transporte, principalmente en el ámbito federal, se publica en el Diario
Oficial de la Federación del Reglamento de Autotransporte
Federal de Carga (7 de julio 1989), lo que viene a restablecer la
libertad de tránsito y de organización. Así también, el 30 de mayo
de 1990 se expide el Reglamento para el Autotransporte Federal
de pasajeros, que libera del otorgamiento de concesiones o permisos de rutas. A partir de esta liberación, cualquier organización o persona física puede dar el servicio público de pasajeros,
únicamente que se apegue a la normatividad y el trámite del
estudio de viabilidad que recae en las delegaciones de la
Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) en el estado o
en todo el país (Izunsa, Alma: 1997:134).
Al transporte estatal también llega esta normatividad, no en
el aspecto de la liberación del transporte, pero sí con la modernización del transporte en lo que correspondió al modelo; es
decir, los vehículos que se presentaran para el emplacamiento,
tenían que ser modelo del año en curso o máximo de tres años
anteriores. Con esto se establece que la vida del vehículo tendría
que ser de 10 años de servicio, en la modalidad de combi, microbús y taxi; quedando libre de este requisito el autobús.19
Esta desregulación en el transporte federal vino a repercutir
fuertemente en el transporte urbano estatal, que aunque no se
libera, siembra la semilla en algunos grupos transportistas, quienes posteriormente vienen a presionar para que se dé la desre-
19
Información proporcionada por el representante de la sociedad 31 de Marzo, S.C.L.
421
gulación en el transporte urbano de pasajeros. Aunado a esta
presión se da el surgimiento de grupos “piratas”, motivo por el
cual se realiza el movimiento transportista.
Esta desregulación federal se refleja en los cambios de la estructura legislativa que, aunque no libera el transporte, incide en su
transformación, empezándose a observar un cambio en la estructura organizativa de las organizaciones corporativas tradicionales.
En 1992 se empiezan a dar cambios en la legislación, con la
creación de la Comisión Técnica Consultiva del Autotransporte
del Estado de Chiapas, que a su vez cambia en 1993 a Comisión
Estatal de Transporte Público, la cual desaparece con la salida del
gobernador interino Javier López Moreno.
Con el gobierno de Julio César Ruiz Ferro, a principios de 1995,
se conforma el Consejo de Autotransporte Público Estatal, emergido como parte de la política estatal para regularizar el transporte y analizar las solicitudes de concesiones relacionadas en el
Periódico Oficial 040 del 14 de junio de 1995, basándose en estudios
técnicos para determinar la entrega de concesiones (Izunza, 1997).
Es nombrado como representante del transporte José Luis Soto de
la Torre.
Según minuta de acuerdo de fecha 19 de julio de 1996, se reestructura el Consejo de Autotransporte Público Estatal, para
mejorar el marco normativo y promover una justa y equitativa
participación de los transportistas legalmente constituidos y
concesionados.
El 1 de abril de 1995 es sustituido por la Dirección de Autotransporte Público, como una instancia normativa, en la cual se
permite la inclusión de un representante del autotransporte. Es
así que el 31 de octubre se regularizan 69 unidades de personas
físicas, y a finales de 1995 se conforman las subcomisiones de
transporte en los municipios, en las cuales el presidente municipal funge como presidente de estas subcomisiones.
Paralelamente a esto, la Comisión Permanente del Congreso
recibió la iniciativa de Ley del Transporte del Estado de Chiapas,
elaborada por el gobernador Albores. Esta iniciativa fue producto del Acuerdo Estatal para la Reconciliación en Chiapas, a fin de
fortalecer el Estado de derecho, la seguridad y la justicia, privilegiando el interés de la colectividad por sobre el interés particular
en la imposición de modalidades para la prestación del servicio.
La iniciativa de Ley del Transporte tiende a ordenar, regular y
ejercer control sobre vehículos y conductores del servicio público, aplicando las sanciones correspondientes, incluido el establecimiento de convenios de coordinación a que hubiere lugar
con las autoridades federales, estatales y ayuntamientos, a fin de
elaborar planes y programas para el desarrollo y mejoramiento
del servicio público del transporte. 20
Es de observarse que el Acuerdo Estatal para la Reconciliación
en Chiapas, que enmarca dicha iniciativa, fue elaborado de
manera unilateral por el gobierno del estado y consensuado únicamente con organizaciones políticas afines al partido de Estado
(PRI), dejando de lado a las demás organizaciones sociales. Esta
situación generó manifestaciones públicas de inconformidad
por parte de las organizaciones sociales y partidos de izquierda,
con un claro rechazo a la propuesta de Acuerdo Estatal para la
Reconciliación.
Transportistas de los municipios de San Cristóbal de Las
Casas, Ixtapa y Tuxtla Gutiérrez, consideraron que al menos 20
artículos de la iniciativa de Ley del Transporte del Estado de
Chiapas, debían modificarse para poder abatir la corrupción en
este sector transportista. Asimismo, manifestaron que la concesión del transporte debía dejar de ser potestad del Poder Ejecutivo del estado y debía pasar al Poder Legislativo para que
conjuntamente con las organizaciones de transportistas se dé el
otorgamiento de las concesiones.21
A pesar de las protestas, la Ley de Transporte del Estado de
Chiapas fue aprobada por el H. Congreso del Estado, mediante el
decreto número 293 de fecha 18 de junio de 1998, publicada en el
Periódico Oficial número 036 de fecha 24 de junio de 1998, con la
422
423
20
21
El Sol del Soconusco. 17 abril. 1998: 2, 3.
Cuarto Poder. Mayo. 1998:11.
justificación de que con esta ley se pretendía acabar con la
corrupción, proporcionar más autonomía y desaparecer el corporativismo tradicional, que democratizaría al sector transportista.
Parafraseando a Sergio Tamayo (1998:157), cuando caracteriza
el sentir de los transportistas, diríamos que esta ley debió caracterizarse y orientarse a la acción social, con la realización de verificaciones empíricas, construidas en las prácticas culturales que
están inmersas en valores, tradiciones y costumbres.
Posteriormente y de acuerdo a lo que marca la Ley de Transporte, el 3 de julio de 1998 se conforma la Coordinación del Autotransporte y el 25 de noviembre se aprueba el Reglamento
interno de transporte. Asimismo, el 23 de diciembre de 1998 se
crea el Órgano Técnico Auxiliar.
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CONCLUSIONES
En este trabajo se muestran elementos que nos permiten analizar las transformaciones que sufre la estructura corporativa del
sistema de transporte en San Cristóbal y a partir de estos cambios, podemos observar alianzas entre ellos, que permitieron
romper con el corporativismo tradicional, donde el líder del sector tenía el poder de la toma de decisiones y el rumbo que debía
tomar el sistema de transporte y gestar el nuevo corporativismo
que les permitió tener una relación directa con el gobierno del
estado, así como tener su propia ideología como transportistas.
Estos cambios estructurales fueron el escenario que permitió
que surgieran acciones colectivas que llegaron a convertirse en
un movimiento social que finalizó con la conformación de actores institucionales.
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LA AUTORA
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ISABEL DEL REFUGIO GARCÍA DE LEÓN, originaria de San Cristóbal de Las Casas, es licenciada en Sociología y candidata a maestra en Estudios Regionales con especialidad en desarrollo urbano por la Facultad de Ciencias Sociales de la UNACH. En
1986 coordinó la revista Atnzetik en el taller de investigación sobre la mujer de
la Facultad de Ciencias Sociales. En la actualidad es catedrática en la carrera de
sociología de la misma facultad.
426
427
CAMARENA,
PROCESOS DEMOCRÁTICOS Y DE CIUDADANIZACIÓN EN SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS
ES LA DEMOCRACIA? ¿Qué es la ciudadanización? ¿Y cómo se
ejerce en la ciudad? Son las preguntas que trato de responder en
este trabajo.
Podemos referirnos a concepciones generales de ciudadanía y
democracia, las cuales están relacionadas con la consecución de
libertades y derechos individuales, el derecho a elegir a nuestros
gobiernos como uno de los derechos elementales, por ello la
competencia electoral se ha convertido en la forma de medir si
un país es democrático o no.
Touraine dice al respecto que en estos tiempos se habla de
democracia cuando un país ha entrado dentro del triunfo del
liberalismo económico (1997:239). Si a estas concepciones nos referimos, entonces la lucha por la ciudadanía y la democracia
prácticamente ha terminado en Occidente, aunque en Latinoamérica aún estaría vigente.
Sin embargo, los conceptos de ciudadanía y democracia no
deben ser entendidos en términos fijos, sino diferenciados, y esto
porque son los propios procesos internos de construcción histórica de una sociedad los que determinan esa conceptualización:
“…la característica crucial de la ciudadanía es que su significado
nunca es fijo. No solamente hay tipos diferentes de ciudadanía en
los regímenes democráticos liberales; también hay cambios que
ocurren dentro de cada tipo cada cierto tiempo”(Schild, 2001:127).
Se hace referencia a nuevas concepciones de ciudadanía, las
creadas por el proyecto de modernización del modelo neoliberal
donde es definida “…como el ejercicio activo de responsabilidades, incluidos el respaldo económico y la participación política”
(Schild, 2001:121); donde, según esta autora, ha sido superada la
visión pasiva de ciudadanía existente desde la posguerra, ahora
se ataca a las instituciones y prácticas existentes.
Por otro lado están las definiciones alternativas, construidas
de abajo hacia arriba, donde el nuevo significado de ciudadanía
trata de romper con el carácter autoritario de los regímenes latinoamericanos, porque busca ampliar los derechos de los actores
sociales, donde ya no es posible seguir aceptando las formas
clientelares y corporativas tradicionales de estos sistemas. La
nueva ciudadanía no sólo busca que los ciudadanos sean integrados al sistema político, sino que busca constituir uno nuevo;
pero aún más, busca democratizar a toda la sociedad, entendiendo democracia también de manera particular y alternativa:
“…el rasgo distintivo de esta concepción, que apunta hacia la
extensión y profundización de la democracia, es el hecho de que
tiene una referencia básica, no en la democratización del régimen político, sino de la sociedad como un todo, incluidas por
tanto las prácticas culturales que encarnan las relaciones sociales de exclusión y desigualdad”(Dagnino, 2001:71).
Para Harvey, en un estudio realizado en México,“la ciudadanía
es entendida como el disfrute colectivo de justicia social, antes que
como la encarnación de derechos y obligaciones individuales ante
un Estado liberal” (2000:49), mientras que para Dagnino en una
investigación que hace en Brasil, la ciudadanía alternativa se basa
en puntos como:“a) una nueva noción de derechos puesto que no
es limitado a cuestiones jurídicas o legales, sino los derechos conseguidos mediante las luchas sociales, b) el derecho a tener derecho, es decir el derecho a que los propios ciudadanos decidan qué
derechos tener y por lo tanto que la definición provenga desde
abajo y no desde arriba como tradicionalmente es, c) la construcción del sistema político que se quiere o se desea tener, es decir no
la inclusión en el existente, sino su transformación y su inclusión,
d) un proyecto de nueva sociabilidad que busca relaciones sociales más igualitarias en todos los niveles, y finalmente esta nueva
concepción de ciudadanía busca de manera contraria a la concepción liberal universal, e) establecerse en la sociedad civil y no en el
Estado”(Dagnino, 2001:76-77).
En el caso mexicano, Harvey (2000:57) menciona las particularidades de las construcciones de significados de ciudadanía,
428
429
Dolores Camacho Velázquez
¿QUÉ
constitutivo del Estado. La existencia de una sociedad civil claramente diferenciada puede entenderse como sinónimo de mayor desarrollo político de un Estado nacional. Obviamente,
donde hay mayor presión de una sociedad civil hacia el Estado
hay una mayor participación de la sociedad en general. Para
efectos de aclaración, aquí entendemos sociedad civil como
aquella población que está al margen de la sociedad política y
económica, es decir los excluidos.
democracia y derechos, por lo que coincide con Dagnino en el
sentido de redefinir lo que se entiende por democracia y ciudadanía y en la necesidad de particularizar de acuerdo a las realidades concretas históricas que se estén estudiando, siempre
tomando al pueblo, a la gente, como el elemento central.
Por otro lado, el concepto de sociedad civil también se requiere
mencionarlo porque esta concepción alternativa de ciudadanía y
democracia se desarrolla precisamente dentro de la sociedad civil.
El concepto de sociedad civil en Latinoamérica ha ocupado
los espacios académicos y cotidianos en las últimas dos décadas.
En México, como argumenta Knight, la sociedad civil no es algo
nuevo ya que podemos reconocer la importancia de su participación cuando menos en dos momentos históricos: en el proceso revolucionario y en el de la guerra cristera; esto se debe,
sugiere, a que “…el Estado mexicano fue menos poderoso y
menos omnipresente incluso en sus años de apogeo (1940-1965),
y la sociedad civil fue menos dócil, menos favorable de lo que se
cree”(traducción libre, 1990:80). Pero Olvera aprecia que es en la
década de los noventa cuando emerge en México el concepto
como tal y que ello representa una paradoja: “…Se produce precisamente en el momento en que los movimientos sociales
populares de los años setentas y ochentas han sido derrotados
en su lucha de resistencia al ajuste neoliberal, y en el que han
perdido su antigua centralidad en el campo de la oposición
social al régimen corporativo”(Olvera, 1999:12).
Estas diferencias de apreciación se deben a que, mientras para
el primero, los procesos donde la sociedad civil tuvo un relevante papel emergieron en la esfera de lo social, para el segundo
esos momentos se encuentran dentro de la esfera política, por lo
que las acciones de la gente fueron en términos políticos de arriba hacia abajo, no civiles de abajo hacia arriba.
Pero ello hace evidente la necesidad de aclarar qué es la sociedad civil; teóricamente, el concepto a la manera gramsciana es
entendido como lo contrario de la sociedad política, pero empíricamente es difícil saber hasta dónde una actividad deja de ser
civil y se convierte en política, entendiendo lo político como
Cómo estamos viviendo estos procesos en San Cristóbal
La ciudad de San Cristóbal, al igual que muchos otros lugares
del país, ha vivido en los últimos años un proceso intenso de
movilización social, y aparentemente también un proceso de
ciudadanización y democratización, caracterizado por la pluralidad de partidos políticos que compiten en las elecciones municipales, estatales y federales. En esta ocasión y para efectos del
presente trabajo, haremos un análisis de las elecciones municipales de 1991 a 2001, con el fin de ilustrar esta afirmación:
Lo que los datos nos indican es, primero, que efectivamente
la amplia participación de partidos políticos en la lucha por el
municipio es importante, y si ese es un indicador para hablar de
que estamos viviendo un proceso de democratización, entonces
habremos aprobado el examen, es decir los ciudadanos sancristobalenses hemos logrado que en cada uno de estos procesos
tengamos la posibilidad de escoger entre un número importante de candidatos a ocupar la presidencia municipal. Ahora no
sólo tenemos el derecho de votar sino de votar por quien nosotros queramos, podemos también pertenecer a diferentes partidos políticos ya que prácticamente todos los de nivel nacional
tienen presencia en la ciudad, podemos ser miembros activos de
cualquiera de ellos. Eso quiere decir que no sólo podemos votar
sino ser votados, si ese es nuestro interés.
Eso quiere decir que podemos ejercer otro de los derechos de la
democracia: si nuestro candidato seleccionado no nos convence
con su actuación, en el próximo proceso electoral podemos votar
por otro partido –esas son las maravillas de la democracia.
430
431
También tenemos, al menos en el discurso, todos los derechos
ciudadanos para realizar nuestra vida profesional, política, etcétera.
Sin embargo, en la lucha electoral que es donde nos centraremos, podemos encontrar que esa participación aún es limitada y
desventajosa para algunos partidos políticos. Por ejemplo, el PRI
ha obtenido el triunfo en tres de los cuatro periodos analizados;
las formas de hacerlo han variado porque venimos de un sistema unipartidista, toda nuestra cultura política está basada en
ello. Chiapas fue considerado hasta principios de los años
noventa como el bastión del PRI en el país, no había una lucha
de partidos hasta después del 94. Posteriormente las elecciones
se volvieron competidas, como vemos en el proceso de elecciones a gobernador, donde el PRD alcanzó una votación oficial de
348 735 votos contra 502 687; sin embargo, hay que recordar las
diversas denuncias de fraude existentes.
Este momento es importante porque permitió considerar al
sistema de partidos como una real posibilidad de lograr el cambio político y social buscado por los diversos actores políticos
normalmente excluidos.
En las elecciones de 1995 los partidos de oposición alcanzaron
niveles de votación importantes, como producto del histórico
levantamiento zapatista; sin embargo, las divergencias que tuvo
específicamente el PRD con el EZLN, hicieron que aquél perdiera
un importante número de votos. Como nos demuestran los datos en San Cristóbal, el PRD alcanzó 15 415 votos mientras que en
1995 apenas 4 976 votos. Claro que hay que señalar que el abstencionismo es un dato importante, ya que en 1994 en San Cristóbal
éste fue de 22% y en 1995 de más del 50%.
En 1998 nos encontramos con un PRI que intenta ajustarse a los
requerimientos de los nuevos tiempos, e intenta realizar un proceso de democratización interna. Se desarrolla un proceso de elección interna de sus candidatos a la presidencia municipal y a la
diputación local, proceso que estuvo lleno de problemas y enfrentamientos entre grupos, acusándose unos a otros de mapaches y
fraudulentos. Aún así se elige a Mariano Díaz Ochoa como candidato, quien finalmente se convierte en presidente electo con una
votación de 13 400 votos. En este proceso electoral se registró un
abstencionismo del 58%, lo cual demuestra que no hay oferta política que atraiga a los electores a las urnas.
Esto contradice los supuestos avances democráticos alcanzados en San Cristóbal con la oferta política de varios candidatos
a la presidencia; es decir, la simple variedad no es garantía de
participación política, y si no hay participación no podemos hablar de avances democráticos. Lo que observamos en los datos
es un retroceso en algo que debería preocupar no sólo a la clase
política sino a la sociedad en general.
En las elecciones de 2001 tenemos que el caso es interesante,
porque los datos nos indican que podemos hablar de una importante participación ciudadana con razonamientos políticos, a
pesar de que la oferta nuevamente parece no ser atractiva, lo que
se evidencia con la baja participación en el proceso. Pero el hecho de elegir a un candidato diferente al PRI y de un partido sin
ninguna trayectoria, nos deja varias enseñanzas.
Primero, al no votar pero sí haberlo hecho en procesos electorales anteriores, la gente está demostrando su inconformidad, es
decir, con el abstencionismo consciente está demostrando que no
está de acuerdo con las prácticas políticas que vivimos. No es lo
mismo no haber votado nunca que a veces votar y otras no; en
este último caso el abstencionismo se convierte en una manera
de participación política efectiva.
En segundo lugar, el hecho de apoyar a un candidato y a un
partido sin mayor trayectoria nos indica que hubo un voto de
castigo hacia los llamados partidos grandes y también que hay
un importante número de población que está activa dentro de
los procesos políticos, y que ese grupo, aunque no sea mayoritario, sí está organizado y puede tomar las decisiones cuantas
veces sea necesario en la ciudad.
Se habla, por otro lado, de la mano invisible (gobierno del
estado) que, para tener un gobierno municipal a modo, intervino utilizando las viejas prácticas priístas para mover la balanza a
favor de un candidato débil. Ello, aunque no puede probarse tácitamente, tampoco puede desdeñarse. Sin embargo, para que
432
433
pueda darse esa situación, se requiere que exista una forma
organizativa con quien negociar, no puede negociarse con individuos y obviamente esas formas organizativas en este caso no
fueron las tradicionales corporativas priístas, sino estas nuevas
construcciones sociales al margen de un partido político específico, aunque no al margen de las prácticas clientelares.
Estas enseñanzas tendrán que haber sido analizadas por los
diversos partidos políticos y la sociedad en general y en el próximo periodo electoral veremos qué tanto esto fue así.
Sin embargo, hasta este momento pareciera ser que no hubo
mayor impacto de estos resultados porque el proceso ya iniciado mantiene el mismo desprecio hacia la ciudadanía. Las alianzas hechas sin el apoyo de las bases, con candidatos ya seleccionados que nadie dice haber propuesto, es la prueba de ello. Es
decir, se apuesta nuevamente a la desorganización de la sociedad y a la manera tradicional, ganar las elecciones con un mínimo de participación ciudadana.
Ello no quiere decir que no existan ciudadanos organizados en
la ciudad, tenemos ejemplos de una verdadera participación ciudadana en la toma de decisiones; por ello, cuando hablamos de que
hay varias formas de ejercerla, reconocemos estas llamadas alternativas, que son aquellas que se realizan sin estar necesariamente
enmarcadas en un proceso electoral, es decir, aquella participación
de la sociedad en la solución de sus problemas cotidianos.
En San Cristóbal tenemos un ejemplo claro de lo que puede
lograr esa participación organizada, aunque no es la única. Hemos sido testigos de procesos organizativos que detuvieron acontecimientos que parecían inevitables, como la privatización del
agua potable, la construcción de antenas telefónicas dentro de la
ciudad, entre otros asuntos, pero estas organizaciones han surgido de manera coyuntural.
Quiero referirme a algo más organizado, más permanente, como es la conformación de la llamada zona norte, este grupo de
colonias, más de cuarenta dicen ellos, que han logrado constituirse en un verdadero órgano de representación ciudadana de sus
agremiados.
La participación de los actores al interior de la organización es
informal, las decisiones son tomadas en asambleas comunitarias, ahí se ejercen los derechos colectivos por encima de los
individuales, la gente está ahí porque se ha demostrado que es
la única manera de conseguir sus demandas cotidianas, las cuales son fundamentalmente servicios y regularización de sus
colonias, además de algunos otros apoyos. La característica de
estas organizaciones es que los actores tienen como base el
espacio compartido, los une una problemática común y conviven cotidianamente, aunque la composición social es diversa, sus
niveles económicos están diferenciados, tienen diferentes religiones y simpatizan con partidos políticos diversos. Normalmente se les señala como una organización de indígenas pobres
y excluidos: nada más lejos de la realidad; quizá esa cara es la
que se ha dado públicamente, pero al adentrarse podemos comprobar que no es así.
Es decir, estamos hablando de una agrupación compleja, que
tiene una dirigencia colectiva que conjunta las demandas de los
ciudadanos pertenecientes a cada una de ellas, pero son demandas de colonias, no de personas.
Han logrado así construir una enorme organización social que
debido a su fuerza organizativa se ha convertido en una innegable interlocutora entre los ciudadanos de la zona y las autoridades, negociando el gasto público para cada año, y distribuyéndolo
entre cada una de las colonias pertenecientes mediante acuerdos
internos, es decir que a algunas les toca un año y a otras el
siguiente.
Cuando ha sido necesario presionan con movilizaciones o
toma de calles; cuando no, solamente se manejan a nivel de diálogos y acuerdos con el Ayuntamiento.
Esto les permite por un lado hacerse responsables del gasto
público que le corresponde a la zona, lo cual representa una ventaja para el Ayuntamiento porque estos actores son conscientes de
las restricciones presupuestales anuales, por lo tanto, no pueden
solicitar más allá de lo establecido, a menos que se presione para
obtener más recursos por otras vías, como también ha sucedido.
434
435
Por otro lado, es importante como forma de convivencia social
puesto que los propios actores empiezan a ver la dificultad de la
toma de decisiones ante recursos escasos. Como menciona don
Pablo González Casanova (2003) con referencia a experiencias en
diversas partes del mundo, ese aspecto es el avance más importante de la participación ciudadana.
Con esto quiero decir que deben valorarse estos procesos que
se dan en el interior de la ciudad. La llamada clase política tiene
que bajarse a esos niveles de participación ciudadana, porque si
no este tipo de organización estará en posibilidades de controlar los procesos electorales futuros porque contarán con la fuerza de la ciudadanía que en última instancia es lo que cuenta a la
hora de contar votos.
La importancia de estas organizaciones ha quedado demostrada, además, cuando otras zonas de la ciudad intentan hacer lo
mismo, como el anuncio de la organización del sur de la ciudad
que pretende imitar dicho proceso, porque la experiencia les ha
enseñado que organizadamente se tiene la capacidad de negociar
aspectos que de manera individual son prácticamente imposible.
Con esto no quiero decir que esta organización sea paradigmática, todo lo contrario, en su interior se dan relaciones de autoritarismo, dependiendo de cada una de las colonias. En algunas
existe la manipulación total de los miembros, que aceptan sin discutir las propuestas de los líderes, incluyendo movilizarse o no por
ciertas demandas, apoyar o no a candidatos, sin discusiones y
compromisos colectivos. Pero existen otras que se han afiliado a la
zona como única opción para recibir apoyos y también para la
participación en la toma de decisiones sobre el futuro de la ciudad.
Éstas mantienen en su interior una verdadera discusión para la
toma de decisiones que serán llevadas por el representante a las
reuniones o asambleas de la dirigencia colectiva; aquí los líderes
sólo son intermediarios, los candidatos a puestos de elección tienen que exponer sus propuestas a los grupos y exponerse así a ser
cuestionados en lo individual y por el colectivo.
El problema en estos casos es que estas organizaciones se convierten en grupos de poder que ejercen presión sobre las autori-
dades a quienes dieron su apoyo en los procesos electorales, y que
al ser la única organización de peso se convierte en la que decide
el futuro de una ciudad completa, porque los candidatos próximos
recurrirán nuevamente a ella para asegurar su elección.
Obviamente ello es posible evitarlo si surgen nuevos procesos
organizativos de este tipo en otras partes de la ciudad, es decir
organizaciones surgidas desde lo cotidiano, no como extensiones de los partidos políticos.
436
437
A manera de conclusión
Debo decir que el proceso electoral ha iniciado y que concluye en
octubre de este año (2004), donde saldrá el nuevo presidente
municipal y diputado local, debemos analizarlo en estas perspectivas, observar qué tanto los candidatos y los partidos políticos
han aprendido de estas experiencias, o si por el contrario, como
normalmente ocurre, la clase política va por el lado contrario a la
ciudadanía.
Es importante seguir de cerca los procesos de organización
que se están dando en el interior de la ciudad, porque ahí está el
futuro del sistema político y la toma de decisiones. Los partidos
políticos tienen que considerar seriamente este tipo de procesos
de ciudadanización y no al revés, tratar de imponer a la ciudadanía organizada sus prácticas con el fin de absorberlos. Podremos
estar o no de acuerdo en la manera de conducirse de estas formas organizativas que la sociedad sancristobalense está desarrollando, pero es evidente que deben aprovecharse para encauzar
las diversas propuestas que ayuden a resolver problemas que nos
aquejan a todos.
De esta forma, la democracia y la ciudadanía son procesos
continuos y diversos, y lo importante de ello no sólo es conocerlos y analizarlos, lo cual es una obligación de los investigadores
que trabajamos estos temas, sino que además, como actores nosotros mismos de esos procesos, debemos participar en ellos sin
pretender aplicar recetas para encontrar una forma de resolución
de nuestros problemas. Sólo así podremos lograr una convivencia menos conflictiva en cada uno de los espacios que vivimos.
Resultados de las elecciones para presidente municipal
en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas.
1991, 1995, 1998 y 2001
BIBLIOGRAFÍA
DAGNINO,
1991
PAN
PRI
PRD PPS PFCRN PARM PDM Votos
válidos
2 694 16 246 3 043
0
0
0
0
Votos Total
Lista
Absten-
nulos votos
nominal
cionismo
21 983
0
21 983 37 191
41%
1995
PAN
PRI
PRD PFCRN
PT PVEM PDCH PFCPCH
No
Votos
Votos
regis. válidos nulos
7 667 11 493 4 976 144
Lista nominal
387
0
87
0
Total
votos
0
24 754
1 536
26 290
Votos
Votos
Total
Lista
Abstencionismo
53 185
51%
PRI
PRD
PT
PVE PDCH PFC
No
regis. válidos
3 368 13 404 4 765 2 382 2 382
0
0
24
26 325
nulos
votos
nominal
1 437
27 762
64 676
Abstencionismo
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Foweraker Joe & Ann L. CRAIG. Popular movements and political
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OLVERA,
PRI
PRD
PT
PVEM PSN PAS
4 824 8 830 4 901 1 417 2 451
0 10 128
PAC No
0
Votos
Total
Lista
regis. válidos nulos
votos
nominal
16
Votos
32 551 1 655
34 222
Abstencionismo
65%
Chiapas (documentos) y http//www.chiapascee.org.mx
Chiapas (documentos) y http//www.chiapasiee.org.mx
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439
ENTRE LA CIUDAD Y EL CAMPO.
ORGANISMOS CIVILES EN SAN
CRISTÓBAL DE LAS CASAS
INSTITUTO Estatal Electoral, Chiapas (documentos) y http://www.chiapasiee.org.mx
Gerardo A. González Figueroa
En el presente trabajo comparto la reflexión sobre lo que se ha
nombrado o conocido como Organización No Gubernamental u
ONG. Ahora se le nombra Organización de la Sociedad Civil
(OSC), o también Organismo Civil (OC).1
He tenido la fortuna de haber transitado por el mundo de las
ONG desde hace muchos años, como trabajador, socio, fundador,
asesor, e incluso directivo. Hoy, junto con otros compañeros y
compañeras, desde hace ocho años, nos hemos dado a la tarea de
dar un paso significativo, construyendo una Fundación de Desarrollo Social.2 Es un paso adelante de varios líderes de ONG, principalmente de la Ciudad de México y de otras partes del país.
También desde hace algunos años lo intento desde esta experiencia de construcción y ahora trabajando en un centro de investigación a nivel federal como lo es El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR). Además, y junto a otras colegas, profundizar en el estudio de
los procesos de transnacionalización y de la Sociedad Civil, dándonos a la tarea de fundar un centro de investigaciones3 que dé
cuenta de estos procesos globales y el papel de la llamada Sociedad Civil y de sus organizaciones. Todo esto lo refiero como un
breve recuento de algunos antecedentes que me llevan en una
inacabada sistematización crítica del papel que vienen jugando las
1
originaria de Cintalapa, Chiapas, con más de 20 años
de radicar en San Cristóbal. Tiene la maestría en Estudios Regionales. Actualmente es investigadora de tiempo completo del PROIMMSE-IIA-UNAM, y
cuenta con diversas publicaciones en libros y revistas sobre movimientos
sociales y campesinos, estudios políticos y conflictos por la tierra.
Lópezllera y Reygadas realizan una caracterización sobre las mismas. Concluyen
en que son Organizaciones de Promoción del Desarrollo (OCPD). Ahora, con inspiración teórica norteamericana se les ubica como el Tercer Sector (cfr, a Salamon,
Lester et al. Social Origins of Civil Society: Explaining de Non Profit Sector Cross
Nationally, Workings Paper, 1995).
2
Me refiero a la Fundación VAMOS FDS, A.C., que no hay que confundir con Vamos
México, creada por Marta Sahagún de Fox.
3
Este Centro tendría la figura jurídica de A.C.
440
441
LA AUTORA
DOLORES CAMACHO VELÁZQUEZ es
organizaciones de la sociedad civil, al proceso de democratización
que de una u otra forma se viene dando en el país. Podría resumirlo como el paso del activismo a la institucionalización de los
procesos organizacionales, pero eso sonaría como estar de acuerdo con lo incompleto del proceso que desde la llamada transición,
conocemos como democratización. Cometería una injusticia al no
mencionar que los cambios que ha experimentado el país han
sido producto precisamente de las luchas que la sociedad mexicana viene dando en los últimos años. En este sentido, el activismo
de la sociedad civil ha jugado un papel importante, como sin duda
lo han jugado los diversos movimientos sociales (Zermeño, 1996),
que durante los últimos 30, 40 o quizá más años, se han expresado
en la historia.
He nombrado a esta presentación“Entre la ciudad y el campo.
Organismos civiles en SCLC”, por una sencilla razón: las ONG
tienen su vida institucional en esta ciudad y desarrollan su trabajo en comunidades indígenas y campesinas. No es una contradicción, es una tensión constante o una travesía de ida y vuelta, dejando atrás aquella vieja lógica de ir a vivir al pueblo. La
mayoría de las organizaciones de la sociedad civil se asientan en
ciudades como San Cristóbal, Tuxtla Gutiérrez, Comitán, Ocosingo, Palenque y Tapachula, pero desarrollan su trabajo en
comunidades de municipios como Amatán, Amatenango, Comitán, Chenalhó, San Andrés Larráinzar, Altamirano, Chilón, Tila, Zinacantán, Bochil, Simojovel, El Bosque, Huitiupán, Las
Margaritas, Maravilla Tenejapa, Motozintla, El Porvenir, Bella
Vista, etc.4 Las características de estos municipios es que son
habitados por indígenas y campesinos y la mayoría viven con
muchas carencias o exclusiones. También son comunidades pequeñas, dispersas en donde hacen falta servicios básicos, como
el agua y el drenaje o servicios primarios como hospitales; inclu-
so hay pocas escuelas y maestros. En muchas de estas comunidades es común que existen mucha violencia, en parte generada
por el mismo sistema económico y muchas otras a causa de un
proceso de polarización que ha traído (y no por esto es su causa)
una enorme militarización y en algunos lugares, paramilitarización. Sé que todo esto la mayoría lo sabe, pero hay que mencionarlo porque eso ocupa y justifica, precisamente, la formación
de este tipo de instituciones u organizaciones que se abocan a
buscar razones y soluciones que lleven a que las cosas mejoren.
Sin embargo, cabe hacer notar que estas instituciones se asientan en ciudades como San Cristóbal de Las Casas, porque reúnen condiciones ideales para llevar a cabo el trabajo comunitario. Alguna vez me preguntaron qué tenía San Cristóbal para
que la gente se quedara a vivir aquí. Es una ciudad pequeña, con
buen clima, cosmopolita y sobre todo está situada en un lugar
estratégico. Desde este lugar se atienden los problemas como
sede de la región número II que corresponde a la regionalización
que hace el gobierno del estado de Chiapas. También por esta
ubicación se puede ir de la región tzotzil a la tzeltal, del Centro
al Norte y también a la Frontera.Y claro está, desde 1994 se puede
llegar a la “zona de conflicto”, es decir a la Selva, Altos y zona
Norte.5
Muchas cosas han cambiado desde hace 50 años en que se
funda la primera ONG en San Cristóbal. En 1957, Frans Blom y
Gertrudis Duby fundan lo que hoy es además de un excelente
museo, una casa-hotel, lugar en donde se rinde culto a una etnia
o pequeño grupo indígena conocido como Lacandón. Ahí también se generan proyectos de conservación de la selva Lacandona y proyectos agroecológicos. Hoy diremos de manera
coloquial: Na bolom6 goza de cabal salud.
Lo significativo es que se atiende a algunas comunidades, no al conjunto del
municipio. Por ejemplo, en San Andrés, las ONG atienden a Oventik. En Chenalhó
a Polhó y Acteal, principalmente.
5
Considero que es una ciudad puente o “bisagra”. Desde esta ciudad se atienden las
diversas regiones de trabajo y de las mismas comunidades llegan a esta ciudad.
6
Na bolom está considerada en algunos círculos como“conservacionista”pero también se le asocia a la “contrainsurgencia” norteamericana (visión de algunos integrantes de ONG que prefieren el anonimato).
442
443
4
San Cristóbal de Las Casas alberga a más de 100 organizaciones de la sociedad civil, entre las que se encuentran las A.C., cooperativas o Sociedad de Solidaridad Social o mejor conocidas
como triple S. También alberga a Uniones de Ejidos, despachos
que tienen la figura jurídica de Sociedad Civil y además Fundaciones como una de las más antiguas e influyentes de México,
la Fundación Mexicana de Desarrollo Rural (FMDR) y recientemente la que administra el Hospital Esquipulas y que tiene el
mismo nombre, Fundación Esquipulas.
Hace algunos años me preguntaron ¿dónde trabaja usted? Mi
respuesta fue o ha sido en una ONG y me miran como diciendo
¿y eso, con qué se come? Peor aún si le digo algunos nombres
como Chiltak, CONPAZ, CIUSPAZ, Melel, Chultotik, IDESMAC, Junax, Kinal, Scotol, etcétera. Y bueno, si me pongo a explicar lo
que significa cada nombre: El que acompaña, tierra de mujeres,
Ciudadanos Sancristobalenses por la Paz, al igual que ustedes,
no sólo provoca alguna risa nerviosa, no sé si cara de compasión
o de plano me pueden mirar como si estuviera diciendo algo que
tal vez sea un insulto. Como todas las cosas, también hay miedo
de quien pregunta, no vaya a ser tomado como ignorante y dirán,“ONG, ah sí, de eso ya tengo, lo compré ayer”.
San Cristóbal de Las Casas es considerada la capital de las
ONG. En broma también apenas hace uno o dos años, decíamos
que en la calle de Adelina Flores y Nicolás Ruiz, es la avenida de
las ONG o El Cerrillo el barrio de las ONG.
Son pocos los estudios sobre las ONG, cuando menos de quienes desde las ciencias sociales en Chiapas, podrían ocuparse de
ellas. ECOSUR7 tiene un trabajo publicado en 1995 sobre las organizaciones de la sociedad civil. La doctora María del Carmen
García del Centro de Estudios sobre México y Centroamérica
(CESMECA) de la UNICACH, es quien desde una visión de las ciencias sociales ha trabajado el tema, dándonos un panorama y
caracterización general sobre estas organizaciones a partir del
levantamiento armado. También lo hizo desde una asociación
civil que agrupó a investigadores de diversas disciplinas e instituciones académicas y que se llamó Asociación para el Desarrollo
de la Investigación Científica y Humanística en Chiapas (ADICH).
Hay algunas tesis de grado que tratan sobre aspectos específicos
de las ONG como su historia (González, 2002), y evaluación de
ONG (Bernabé, 1999). La mayoría de los trabajos son de universidades estadunidenses y europeas, de quienes se sabe poco. El
movimiento zapatista ha animado a estudiar este llamado “fenómeno de las ONG”. Aunque éstas existen primero de manera
filantrópica o asistenciales y después se convierten en organizaciones que promueven el desarrollo, hasta ser grupos de presión
o de acción directa.8
Una hipótesis que ha estimulado esto es el hecho de que a
partir de ciertas crisis políticas y económicas, estas organizaciones se multiplican. Y es probable que así sea, ya que 1982 es un
punto de partida, además coincide el inicio del régimen de Absalón Castellanos y la lucha por los derechos humanos. En el
ámbito nacional, estas ONG se multiplicaron a partir de 1985, en
consecuencia del terremoto de septiembre y que asoló a la
Ciudad de México. En Chiapas, empezaron a proliferar desde
1982 con la llegada de miles de refugiados guatemaltecos a las
comunidades de la frontera con Guatemala. Permítanme un paréntesis importante, en 1982 hizo erupción el volcán Chichonal
en la zona zoque. No sólo hubo miles de desplazados, también
desaparecieron varios poblados y un municipio, Francisco León,
quedó deshabilitado y los zoques sufrieron la peor diáspora
registrada, ya que no solamente fueron a parar a la llamada
Selva, sino que fueron refugiados en otros lugares como Chiapa
Banco Interamericano de Desarrollo (BID), El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR),
las organizaciones de la sociedad civil en Chiapas. San Cristóbal de Las Casas,
Chiapas, 1995.
8
De ser grupos de activistas por los derechos humanos, ahora hay una tensión
importante. Las ONG, se dice, no representan a la Sociedad Civil, por ello muchos
jóvenes pasan a formar colectivos que desde diversas actividades protestan en contra del modelo neoliberal. A partir de 1996 han construido lo que ahora se conoce
como altermundismo; antes se les decía “globalifóbicos”.
444
445
7
de Corzo y Cintalapa o estados vecinos como Veracruz, específicamente en el municipio de Minatitlán en la región conocida
como el Valle del Uxpanapa. Sólo el INI y la Diócesis de San Cristóbal acudieron a la ayuda de estas comunidades zoques. No
hubo prácticamente sociedad civil movilizada y fue el gobierno
quien finalmente intervino, dejando en el olvido la problemática que generó esta situación. Se podría inferir que este evento
debería generar alguna organización civil que ayudara a estos
pobladores, pero no fue así y que tendrá que ser analizado.
Pero volviendo al tema estas ONG u organismos civiles han
sido muy nombrados, incluso hasta perseguidos pero la pregunta es: ¿qué hacen?
El contexto general
Chiapas es un estado de muchas imágenes. Algunas contrastan
entre sí. Por ejemplo sus bellezas naturales como ríos o las zonas
arqueológicas, sus montañas y bosques. Por otro lado vemos una
marcada pobreza que no sólo es visible en el campo o zonas rurales, sino ahora en las ciudades más importantes. Si la pobreza
tiene un rostro, ese es indígena, campesino. Mientras que Chiapas es famoso por su café, maíz, ganado, frutas, etcétera, también
lo es por la enorme riqueza de su geografía y de sus recursos
naturales. Chiapas también es conocido por su pobreza. Tierra
rica, gente pobre la han nombrado (Benjamín, 1995), es pues un
estado de contrastes.
El sociólogo Pablo González Casanova (1995) explica ocho
causas principales de la rebelión indígena de 1994: Una herencia
rebelde, la crisis de la hacienda tradicional, la acción pastoral, los
estudiantes del 68, menos tierras para más “pobres”, la violencia
y la ley y la violencia negociada con pérdidas y ganancias. Este
es también el contexto que anima a que se organicen ciudadanos en organismos civiles, para estar con “estos pobres”y desde
ahí luchar para que las cosas cambien. En 1994, en un boletín
informativo de lo que fue la Coordinación de Organismos no
Gubernamentales por la Paz (CONPAZ), se escribió lo siguiente:
446
¿Qué son las ONG?
Los organismos no gubernamentales (ONG) son asociaciones
civiles o grupos de civiles que realizan diversas labores de organización en las comunidades. Surgen ante la incapacidad del
Estado para proporcionar ayuda a la población más necesitada y
su trabajo se enfoca principalmente a la prestación de servicios.
Estas redes, grupos o agrupaciones de grupos –algunas de las
cuales poseen ya una trayectoria de más de 25 años– se dedican,
entre otras cosas, a:
• La atención de la salud y de la educación
• La defensa y promoción de los derechos humanos y de la
niñez
• La asesoría jurídica en materia penal, laboral, etcétera
• La asesoría técnica para la elaboración y realización de proyectos de autogestión económica
• La elaboración de proyectos ecológicos para conservar y
proteger el medio ambiente
• La gestión del derecho a la vivienda y los servicios complementarios
• La defensa del derecho a la alimentación
• La promoción de los derechos civiles
• La atención a los refugiados
Si bien es el Estado el que ha definido negativamente a estas
organizaciones como “no gubernamentales”, éstas en efecto son
independientes en los ámbitos económico, administrativo. Esta
independencia les permite trabajar de forma libre y directa con
las comunidades con el fin de impulsar, por ejemplo, su autonomía, autogestión, y así solucionar las distintas problemáticas que
les afectan.
A diferencia de las organizaciones sociales –que en la búsqueda de sus objetivos llegan a veces a la confrontación con el Estado
y que son reivindicativas–, las ONG se dedican esencialmente a la
prestación de servicios, proponiendo un propio modelo de desarrollo alternativo y autónomo.
447
El contexto que implica el nacimiento de las organizaciones
civiles, como caso específico, es complejo. Un eje que lo atraviesa es la situación de justicia social y la nula preocupación gubernamental por atender esta problemática. Por ello no extraña que
el gobierno federal y también el estatal, hayan utilizado las fuerzas militares y policíacas para enfrentar a las organizaciones
campesinas que durante muchos años han luchado por la tierra,
la apropiación de los procesos productivos, derechos humanos,
justicia y democracia. Ahora a esa lucha se han agregado diversas demandas como tarifas de energía eléctrica justas, oposición
a programas regionales como el llamado Plan Puebla Panamá
(PPP) o en contra de la militarización y la vigencia de un Estado
de derecho que respete los derechos humanos.
El lugar geográfico también juega un papel importante. Chiapas
comparte mil kilómetros de frontera con Guatemala. Poca cosa
quizá, si no tomáramos en cuenta los lazos culturales, históricos,
económicos, políticos y sociales que hacen más cercana esta
región. No es una exageración decir que Chiapas es Centroamérica. En la década de los años 80, la alta conflictividad en la
región puso a Chiapas en la mira internacional, porque la “insurgencia”en los países hermanos como Guatemala, Nicaragua y El
Salvador enfrentaban conflictos armados que, en el caso de Nicaragua en 1979, finalizó llevando al poder a un ejército popular y se
enfrentaban en el marco de la “guerra fría”contra Estados Unidos.
El imperialismo no se ha dormido y tiene desde hace tiempo
claridad sobre la importancia estratégica de este estado: ha llevado a cabo planes de penetración a través de iglesias, la antropología funcionalista, proyectos de desarrollo.
En esta coyuntura ¿cuál es la vía para Chiapas? ¿Inundarlo de
dinero? ¿Militarizarlo? ¿Reprimir a un movimiento campesino cada
día más organizado, más ligado a otros en el país, más claro y consciente políticamente? ¿Mediatizarlo?, ¿diluirlo?
En ese contexto de conflicto en Centroamérica, era lógico pensar que Chiapas no estuviera exento de tal situación. En 1982, llega
a la gubernatura del estado un General de División y originario del
municipio de Comitán, Absalón Castellanos Domínguez.
Una situación que conflictuó aún más a la región fue el exilio
forzoso de miles de indígenas provenientes de Guatemala y que
se internaron por la frontera con Chiapas desde 1981 y 1982,
época en que Efraín Ríos Montt enfrentó a la insurgencia guatemalteca con la estrategia de tierra arrasada. Al auxilio de los
refugiados guatemaltecos fue la Iglesia de San Cristóbal (creando para ello el Comité de Solidaridad con Refugiados), el
Hospital de Comitán (que desde ese espacio generó organismos
como Bejaltik y después PROSECO), además de que se articularan
organismos civiles que desde la ciudad de México como SEDEPAC, COMADEP, CETAMEX, o en el ámbito local, como el Centro de
Capacitación en Ecología y Salud para Campesinos (CCCESC),
que dependían del Instituto Nacional de Nutrición “Salvador
Zubirán” (INNSZ). En el transcurso de 1982 a 1993 se fueron articulando o relacionándose Coordinadoras de ONG de ayuda a
refugiados, el Centro de Investigación Latinoamérica de la Mujer (CIAM) o grupos de base como las Comunidades Campesinas
en Resistencia de Guatemala, Mamá Maquin o la Asociación de
Refugiados Dispersos de Guatemaltecos (ARDIGUA). La Diócesis
de San Cristóbal (más bien su obispo, Samuel Ruiz), el Hospital
de Comitán (en específico los doctores González de la Torre y
Gómez Alfaro), y por último el Instituto Nacional Indigenista, en
particular su coordinador estatal, Fernando Aceves, quien una
vez cesado en 1982, algunos años después funda Chiltak, A.C.
Nunca fueron bien vistos por el gobernador Absalón Castellanos
declarándolos como obstáculos de su gobierno o problemas a
resolver:
La turbulencia y la actitud del general Castellanos polarizaron
el tejido social en Chiapas.
Las movilizaciones fueron constantes y masivas de 1980 a 1985;
la represión también fue sistemática sobre todo durante el régimen del general Absalón Castellanos Domínguez; la negativa de
dar solución a las demandas campesinas fue el común denominador en estos cuatro años. El gobierno estatal (1982-1988) y el federal fueron sistemáticamente denunciados por aplicar una política
profundamente anticampesina. La represión convertida en un
448
449
mal endémico provocó el desgaste y la debilidad del movimiento
y sus organizaciones que, de 1985 en adelante, entran en una fase
cuyo rasgo principal es el carácter contestatario de su política. Se
asegura que durante el sexenio del general Absalón Castellanos se
cometieron en Chiapas 153 asesinatos políticos, 692 encarcelamientos y 503 secuestros y torturas.
Con la llegada de Patrocinio González Garrido en 1988, la
situación no sólo no cambió, sino que incluso se complicó. Las
organizaciones campesinas vivían el embate de la llamada
“modernización”.
En 1988, al comienzo de la crisis, el gobierno de Patrocinio
González plantea la posibilidad de construir un“nuevo Chiapas”.
Sin embargo, el talón de Aquiles de la propuesta gubernamental
consiste en fincar las expectativas de desarrollo en el sector agropecuario, forestal y pesquero, pues resulta a todas luces insuficiente para responder a los retos del desarrollo de Chiapas.
Pensar en el “nuevo Chiapas”, dibujado por González, requeriría
de una visión más amplia que sólo involucrarse al conjunto de la
economía con una estrategia de mediano y largo plazo, donde, en
principio, debió plantearse una reconversión del sector agropecuario y, paralelamente, definirse proyectos estratégicos en otros
sectores y ramas de actividad económica, así como el encadenamiento de procesos productivos, donde el aspecto tecnológico y
la racionalidad en el uso de los recursos productivos deben jugar
un papel de primer orden.
El crecimiento del número de organizaciones iba en aumento, no sólo por la atención a los refugiados guatemaltecos, además de que el tema de los derechos humanos se ponía de moda,
con la creación en 1990 de la Comisión Nacional de los Derechos
Humanos (CNDH), sino que la embestida política-judicial provocó que la reacción de las organizaciones sociales fuera de resistencia. Paradójicamente, las organizaciones crecen en la medida
en que el Programa Nacional de Solidaridad (PRONASOL) se va
implantando y hace que las siglas empiecen a proliferar en
varios sentidos: económico (el financiamiento) y político (la presencia en las regiones, en el marco de las elecciones municipa-
les, estatales y federales). No está exento de las tensiones en el
estado el enfrentamiento entre el gobernador y el obispo Samuel Ruiz García. La creación del Centro de Derechos Humanos
sólo fue un efecto de las tensiones que el gobierno estatal y
federal fueron creando y que motivó el florecimiento de organismos civiles, no sólo en el marco de la defensa de los derechos
humanos, sino en diversas áreas de la vida social, como el desarrollo, la salud, la violencia de género y la reflexión y análisis
sobre lo que el modelo“modernizador”traía a la región. Para este
entonces ya se habían formado diversas agrupaciones como
Chiltak, CIACH, OMIECH, CCESC, Grupo de Mujeres de San Cristóbal, TADAS, CIDECI, que se sumaban a las que se habían formado muchos años antes como Na bolom, DESMI, INAREMAC, Sna
J’tzibajom y varios grupos de cooperativas de artesanas como
Sna Jolobil, Mujeres en Lucha, entre otras.
El aumento de los rumores sobre la guerrilla en Chiapas
explica de alguna manera la virulencia de los operativos en contra de las organizaciones indígenas y campesinas, así como las
acusaciones en contra de la Diócesis de San Cristóbal que la ubican como líder intelectual de la composición de la guerrilla. En
la misma lógica del régimen anterior, el gobierno militariza no
sólo el estado de Chiapas, sino toda la región de la llamada frontera sur. La zona militar en Tuxtla Gutiérrez, se va a Rancho
Nuevo a 12 km de San Cristóbal de Las Casas y la VII Región Militar se reorganiza, con zonas militares en Rancho Nuevo,
Tapachula y Tenosique. Además de ampliarse los operativos de
control migratorio en la frontera y de manera intensa en los límites de Oaxaca con Chiapas. La situación en torno a las reformas
a diversos artículos constitucionales como el 27 constitucional,
que de alguna manera hizo más agudo el viejo conflicto que
sobre el campo ha generado un intenso movimiento social.
“En estos pocos meses hemos resuelto más de lo que se ha
resuelto en los últimos 40 años a los campesinos.Y soluciones en
serio, no payasadas, porque problema serio campesino de
Chiapas es Simojovel, Huitiupán, Carranza, Bachajón, Tila; no es
ir a repartir donde no hay nadie para comprar el rancho de uno
450
451
y dárselo a alguien más. Son estos los problemas neurálgicos
que cancelan el proyecto de justicia elemental en Chiapas mientras no sean resueltos, nada que se haga en Chiapas ni es válido
ni es permanente ni es justo ni es revolucionario. Esos son los
problemas que estamos atacando”, indicó González Garrido.
A Patrocinio, y no es exagerado decirlo, se le desborda el conflicto. En su gobierno se da una casi revuelta municipal. Más de
17 presidencias ceden para convertirse en concejos municipales.
En 1988, Chiapas ganó el campeonato mundial de velocidad
de votación: en una casilla de Pichucalco se reportaron 3 mil 535
votos para el partido oficial, el PRI: un voto cada diez segundos.
Diez de los 19 municipios que comprende el IX Distrito fueron
zapato (100% de los votos para un solo partido, para el PRI, entre
ellos Altamirano).
En 1991, el PRI se llevó los 111 municipios y todas las diputaciones de mayoría relativa. En 50 municipios obtuvo, según datos
oficiales, 100% de los votos y en 20 más acaparó al menos 80% de
los sufragios.
En conclusión, el PRI logra en la entidad 97.7% de los votos en
1976, 90.2% en 1982, 89.9% en 1988, 76.2% en 1991 y una rebelión
armada en 1994.
Con lo convulsionado que el estado se puso en el régimen de
Patrocinio, se crean dos organizaciones campesinas que de una
u otra forma le darán dolores de cabeza: La Alianza Nacional
Campesina Independiente“Emiliano Zapata”(ANCIEZ) y además
en 1992 se conforma Xi’nich (Hormiga), que en marzo de ese año
realiza la marcha por la paz y los derechos humanos a la Ciudad
de México, formando posteriormente la Coordinadora de Organizaciones Indígenas Xi’nich. Lo que exigen estas organizaciones desde el norte de Chiapas es la solución a problemas
políticos y el respeto tanto a la dignidad indígena, así como a los
derechos humanos.
Antes de 1994, diversas organizaciones de la sociedad civil y
sociales forman el Frente de Organizaciones de Chiapas (FOSCH)
y, entre otras cosas, llevan a cabo la histórica marcha del 12 de
octubre de 1992. El FOSCH desaparece en 1993, cuando los rumo-
res de la guerra suben de tono. Como presagio de lo que amanecería en 1994, el llamado pueblo creyente de la Diócesis de San
Cristóbal, realiza una movilización en apoyo del obispo Samuel
Ruiz. Lo que se vivió durante todos estos años fue un régimen
autoritario, excluyente, es decir un estado que no controlaba,
como lo hizo durante tantos años, creando una especie de vacíos de carácter político. No era gratuita la frase de que Chiapas
era la gran hacienda y la casa de gobierno, la casa del
Patr(cinio)ón. Antes de 1994 hambre, contrarreforma agraria, el
desgobierno y la muerte merodearon las comunidades indígenas. A la entrada de su gobierno, Patrocinio había aprobado una
reforma penal que iba dirigida a las organizaciones indígenas y
a los movimientos sociales que denunciaban los abusos de autoridades y de políticos locales. Desmovilizarlos fue la intención de
esta reforma penal. Es verdad que mientras el presidente Salinas
anunciaba la entrada al primer mundo, el conflicto en Chiapas y
la lucha por la democracia estaba por escribir un nuevo capítulo, el cual se escribiría con sangre indígena, sin duda, pero de
alguna manera las organizaciones civiles en Chiapas y del país
jugarían un papel importante, en un contexto de mayor conflicto y polarización.
La guerra en Chiapas es una declaración de guerra del EZLN
al gobierno federal. El ¡Ya Basta! es la irrupción violenta de un
actor social en ascenso, de un movimiento indígena con aspiraciones autonómicas y de mayor participación a partir de su situación política, social, cultural y económica. De manera sintética diríamos que:
452
453
1.-
Inicia el levantamiento, en las primeras horas del 1º de enero
de 1994, con la toma de siete cabeceras municipales (en tres regiones muy importantes: Altos, Selva y Frontera).
2.- Se moviliza la sociedad civil, a través de manifestaciones y
caravanas al lugar del conflicto.
3.- A pocos días se destituyen funcionarios y se nombra a
Manuel Camacho Solís, comisionado para la Paz y la
Reconciliación.
4.5.6.-
Se declara el cese al fuego, por parte del gobierno federal.
Se libera al general Absalón Castellanos.
El 24 de febrero se inician las Jornadas por la Paz. El diálogo
en la Catedral de la Paz, en San Cristóbal entre el EZLN y el
gobierno federal, marca un hecho histórico.
7.- Paralelo a este evento se forma el Espacio Civil por la Paz
(ESPAZ), con más de 200 organizaciones de la sociedad civil u ONG.
8.- Termina en marzo este primer diálogo y el EZLN se va a consultas. En marzo es asesinado el candidato del PRI, Luis Donaldo
Colosio y se tensan las cosas en la zona de conflicto.
9.- El EZLN convoca a la Convención Nacional Democrática
(CND) y Ernesto Zedillo sustituye a Colosio.
10.- Se dan las elecciones. Triunfa el PRI, en Chiapas gana
Robledo, que es acusado de fraude.
11.- En diciembre se dan dos tomas de posesión, la de Robledo
y la de Amado Avendaño. Se forma el gobierno de transición en
rebeldía. El EZLN “rompe” el cerco militar y anuncia la creación
de municipios autónomos.
12.- En 1995, a pesar de que había “negociaciones” de alto nivel,
Zedillo inicia una ofensiva militar, por lo que inicia una mayor
militarización y el conflicto entra en una nueva etapa, que se
acompaña por una mayor confrontación en la región norte y la
paramilitarización del conflicto.
13.- Inician en San Miguel, Ocosingo y en San Andrés las negociaciones de paz.
14.- En febrero se firman los “Acuerdos de San Andrés” sobre
Derechos y Cultura Indígena. Meses después, en el marco del
tema Democracia y Desarrollo, se suspende el diálogo. La Cocopa en diciembre de ese año hace una propuesta de ley indígena
que el gobierno rechaza. Se suspende el diálogo entre el EZLN y
el gobierno.
15.- En diciembre de 1997, el 22, asesinan a 45 indígenas tzotziles
de la organización “Las Abejas” en Chenalhó. A partir de este
hecho, en 1998, 1999 y 2000 se dan las tensiones más grandes del
conflicto entre el EZ y el gobierno estatal y federal. La paramilitarización crece y ahora las organizaciones civiles hacen trabajo de
454
salud mental, resolución de conflictos y cultura de paz. El EZ hace
consultas y moviliza a sus bases de apoyo y a la sociedad civil.
16.- En el 2000 triunfan Fox y Pablo Salazar y el EZLN pone cinco
condiciones para reanudar conversaciones. Parcialmente son
cumplidas estas condiciones y después de marchar a la ciudad de
México hacia el Congreso de la Unión, el EZLN recorre más de 10
estados de la república y logra que la Comandancia General hable
en la Cámara de Diputados. Semanas después el Congreso aprueba una ley que no satisface ni a los zapatistas ni a muchos sectores. Se rompe el diálogo entre el EZLN y el gobierno foxista.
17.- Ante el seguimiento de la vieja política económica, programas como el PPP, y la disputa por la reserva en Montes Azules
en Chiapas tensionan a las comunidades y a diversas organizaciones sociales. El EZLN forma las Juntas de Buen Gobierno y los
llamados “Caracoles”, lo que ocasiona una nueva relación de las
ONG y organismos civiles y la Cooperación Internacional.
Con este complicado esfuerzo de síntesis, de una historia añeja
de violencia y de exclusión, he reseñado el complejo contexto en
que las organizaciones se han conformado y actuado.
Quizá el momento que marca la “proliferación”de estas organizaciones y su impacto en una ciudad como San Cristóbal de
Las Casas, es lo acontecido en Acteal, municipio de Chenalhó.
La matanza de 45 indígenas de la organización conocida como
“Sociedad Civil Las Abejas”puso al conflicto en Chiapas en otra
dimensión:
• Una mayor militarización
• Más polarización
• El gobierno federal y el estatal inician una ofensiva en contra de los municipios autónomos
• Se fortalece el movimiento Altermundista, llevando sus protestas a los lugares donde se reúnen los líderes de la“globalización”(Seattle, Génova, Barcelona, Cancún, Chiapas)
•La lucha de los pueblos indios se hace “global”por la lucha
autonómica de indios y no indios.
455
De esta manera se forman más colectivos, más caravanas.Y además
de intentar formar diversos espacios en Internet.9 Como nunca,
crecen las acciones urgentes, las peticiones de medidas cautelares,
y se da el primer paso para el desmoronamiento del régimen de
partido de Estado. Así, de esta manera, San Cristóbal vive el impacto de este proceso. Crecen los organismos en contra del Neoliberalismo y en contra de la militarización y la guerra se da no sólo
por la preocupación del proceso de regionalización como el TLCAN
o el ALCA, sino de planes regionales como el PPP, las represas y la
disputa por el acceso a los recursos genéticos y por la vida misma.
Durante los últimos años estos eventos regionales de conocimiento, denuncia y de organización, ha traído a San Cristóbal ciudadanos de Estados Unidos, Canadá, del centro y sur de América, de
Europa, principalmente del Estado español, Francia, Inglaterra,
Italia, Alemania, Suiza y de lugares tan lejanos como Japón. Hoy
jóvenes de estas nacionalidades viven de manera temporal y en
varios casos de manera definitiva, yendo y viniendo de los caracoles zapatistas, o de regiones como la Sierra. Llegan como solidarios,
estudiantes, y también llegan y trabajan en ONG. Varios de ellos
combinan su activismo en redes como la llamada COMPA (Convergencia de Movimientos de los Pueblos de las Américas) y la
investigación y la academia y por qué no decirlo, el gusto por los
antros y las relaciones sociales con quienes viven en esta ciudad.
Todo ello deja un impacto sociocultural y también político en
una ya de por sí ciudad cosmopolita.
Concluyendo
Hoy las ONG, a pesar de la crisis de financiamientos, han crecido
se han multiplicado. Atienden problemas de salud, cultura, resolviendo toda clase de conflictos. Sin embargo, poco impactan a
nivel político. Igual podemos ver a unos cuantos de estos activistas cerrando una carretera, como también podemos ver decenas
de siglas que llevan a un evento a más de 500 gentes de varios continentes. Un impacto se da en la economía. Por ejemplo, sólo imaginemos financiamientos en miles de dólares en proyectos humanitarios que requieren de maíz, frijol, aceite, azúcar, arroz, sal, es
decir, alimentos básicos o de implementos como herramientas o
combustibles como gasolina, aceite para movilizar vehículos de la
institución o personales. Además, renta de oficinas o el pago de
impuestos, cuando se tiene como propia, o los salarios que pueden ir de los 300 a cerca de los 1 500 dólares. O el empleo a chofer,
secretaria o intendencia, es decir, lo que fluye en la ciudad de San
Cristóbal son dólares de solidarios que van desde 100 a 50 mil
dólares anuales del financiamiento de la Cooperación
Internacional o de la banca multilateral por cada organización
civil que permitirá el trabajo de algunas decenas de activistas en
la lucha en contra del neoliberalismo. Además, durante los últimos años, estos grupos atraen a decenas de jóvenes, académicos,
militantes o personas sin ninguna afiliación política o partidaria
que en caravana o de manera personal llegan a San Cristóbal y se
movilizan a los Campamentos Civiles por la Paz, o a Brigadas de
Observación por los Derechos Humanos, o que se quedan trabajando con ONG que trabajan con la población de San Cristóbal,
como Melel Xojobal, Marie Stopes, el Hospital Esquipulas o
DESMI, por nombrar algunas. El resto vive en San Cristóbal y se
desplaza a lugares tan lejanos como Marqués de Comillas o
Amatán en la región norte del estado, o aquí a Polhó o Acteal del
municipio de Chenalhó, lugares a no más de una hora.
Si bien las ONG tienen entre sus filas a múltiples profesionistas,
sobresalen: la medicina o las ciencias de la salud, y la antropología. Aunque en los últimos años la psicología y las especializaciones de terapia grupal han proliferado, encontrando grupos que
atienden de manera genérica la “salud mental”,10 por no mencionar grupos de yoga o de“medicina alternativa”. La mayoría de los
Pionera en México, es la Red Laneta, que es el nodo mexicano de la “sociedad
civil” y que nace por la promoción de las redes de las ONG mexicanas como
Convergencia de Organismos Civiles.
10
Un incremento en estas disciplinas, se puede explicar por el mismo conflicto. Hay
amenazas, y situaciones de violencia. Además el desgaste del trabajo humanitario
que demanda apoyos específicos de estas disciplinas.
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9
integrantes de las ONG que viven en San Cristóbal son originarios
de estados como Chihuahua o Tamaulipas, pasando por Puebla,
Jalisco, Coahuila, Veracruz o Yucatán y, claro, también del Distrito
Federal. Pocos son originarios de Chiapas y todavía menos de la
ciudad de San Cristóbal de Las Casas.
Hoy las ONG pasan por varias “crisis”; unas son de tipo económico (financiamiento), pero también por la crisis “institucional”.
Ahora, a diferencia de la primera generación de ONG, hay profesionistas pagados, que disfrutan de algunos beneficios de la seguridad
social que“encarece”el mantenimiento de las mismas. Otra“crisis”
es política. La división entre“neozapatistas”o“gobiernistas”es algo
que marca las relaciones y la forma en que se alían en redes. Hoy,
por ejemplo, el tema de la coinversión que se da entre la cooperación internacional, el gobierno del estado de Chiapas y 10 organizaciones civiles de Chiapas, divide. Sin embargo, hoy existen Redes
por la Paz, en defensa de la biodiversidad, en contra de la militarización, contra los Planes y Programas de corte“contrainsurgente”,
que le da un marco de acción a estas organizaciones que se imaginan, que “otro mundo es posible”.
San Cristóbal es la ciudad que dada su naturaleza “global”,
cosmopolita, da la oportunidad que desde aquí, se puedan generar los espacios necesarios entre el campo y la ciudad, para que
se construya una ciudadanía que aspire a un mundo mejor. Esa
es mi conclusión, muchas gracias.
nación de Organismos no Gubernamentales por la Paz (CONPAZ), No. 1, SCLC Chiapas.
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, 1994, La Guacamaya, Órgano Informativo de la Coordi-
CONPAZ
458
EL AUTOR
GERARDO ALBERTO GONZÁLEZ FIGUEROA es originario de la Ciudad de México y tiene más
de 20 años viviendo en San Cristóbal. Es médico cirujano de profesión, con
estudios de Maestría en Desarrollo Rural por la UAM-Xochimilco. Durante más
de 20 años ha trabajado en Chiapas en organizaciones de la sociedad civil y
ahora en El Colegio de la Frontera Sur, en donde lleva a cabo estudios sobre
organizaciones civiles y sociales de Chiapas.
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EN NUESTRO MEDIO, EL principio que propone que los medios de
comunicación son el contrapeso cuando el poder ejecutivo ha
avasallado a los demás poderes, tiene una plena vigencia.
Sin duda alguna los medios de comunicación en San Cristóbal de Las Casas tienen en la prensa escrita su principal exponente. Desde siempre han existido hombres que con todo valor
han hecho uso de la pluma, de la máquina o de la computadora, para denunciar los abusos del poder.
Pero también es cierto que el alzamiento armado de 1994
influyó poderosamente en la definición de las tendencias. Así
hubo medios que desde sus líneas lo descalificaron y también el
que fue elegido por el EZLN para hacer llegar a la sociedad su
pensamiento.“No porque él y quienes con él laboraban estuvieran de acuerdo con nosotros, sino porque estaban de acuerdo
con decir la verdad”, esclareció Marcos hace unos días en un
comunicado refiriéndose al periódico Tiempo y a la irreparable
pérdida de don Amado Avendaño Figueroa.
Sin embargo, en esos diez años, a la par de la toma de conciencia ciudadana, también la prensa coleta ha dado sus primeros pasos hacia el cambio y ha comenzado a tomar ese papel de
contrapeso del poder.
En este contexto, en septiembre de 1998 nace La Foja Coleta
como un medio que recoge no solamente el sentir, sino también la
forma de ser del coleto al que interesan los asuntos públicos.
Su formato y su contenido, están diseñados para que sea un
diario que esté al alcance del mayor número de lectores. El equilibrio entre la información y la tendencia de los artículos de opinión le han dado un nivel de penetración importante.
La aceptación que ha tenido, le ha permitido convertirse en un
medio que ha colaborado“en la construcción de la democracia y la
ciudadanía”de este gran conjunto social apodado Coletolandia.
Es difícil ofrecer referentes concretos sobre el grado de
influencia en dicha construcción, pero es innegable que entre
sus cimientos están las notas informativas y los artículos de opinión de La Foja Coleta.
Así también, es incuestionable que otros periódicos hermanos
también han abierto sus puertas a la diversidad de opinión.
Afortunadamente se pueden contar otros medios escritos con
criterios democráticos.
Y digo afortunadamente, porque sin duda el avasallamiento
del poder es abrumador. Este “Siete de Junio” lo celebramos en
medio de una ley que pretende aniquilar este papel que la sociedad le ha dado a algunos medios de comunicación.
Afortunadamente este crecimiento democrático no solamente se ha dado en los medios escritos. Con valor y determinación
Hugo Robles Guillén y Alejandro Díaz López han proporcionado elementos valiosos para que el ciudadano pueda expresar su
sentir en la radio.
Es importante justipreciar este esfuerzo, pues los noticieros
que se difunden en la radio oficial están respaldados con todo el
aparato del poder para penetrar fuerte en la opinión pública.
Sin embargo, los tiempos ya no son los mismos, la sociedad ha
evolucionado y ya no es tan fácil que el poder la engañe. Ahora ya
existe el cuestionamiento y la duda sobre la “verdad oficial”.
¿Qué tanto ha crecido esa conciencia social?, quién sabe, lo
cierto es que aún es difícil mover a la sociedad desde los medios.
Pero los primeros pasos están dados. Hay condiciones como
para continuar en este trabajo de construcción de la democracia.
Las incipientes muestras de la toma de conciencia son grandes
pasos. San Cristóbal está ante la posibilidad de mostrar una nueva
cara matizada con rubores democráticos. No creo en los intentos
manipuladores de quienes hasta ahora se han mostrado como
nuestros futuros gobernantes para borrar esos matices. La caída de
los más grandes imperios también inició en pequeñas calles de
una comunidad y ahora San Cristóbal tiene varias pequeñas calles.
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461
EL PAPEL DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA DEMOCRACIA
Y LA CIUDADANÍA
Heriberto Velasco
gran presencia que en estos tiempos tienen los medios masivos de comunicación, en cualquiera de sus
modalidades, hoy por hoy, una sociedad mayor informada, requiere de medios de comunicación con una super capacidad de
análisis, ya que en cada territorio del orbe siempre habrá un especialista en comunicación, narradores sociales, gente del pueblo que sin darse cuenta hablan sobre los patrones culturales de
sus coterráneos, de su moral, su conducta y por qué no de los
tiempos electoreros que actualmente estamos viviendo.
Desafortunadamente, por más que se hable de la objetividad
de la información, no son más que elucubraciones mentales de
personas que pretenden ser autoridad en la materia, en cada formación, en cada mensaje siempre irán ideas seleccionadas, ideas
subjetivas que tratarán de una u otra forma justificar esa objetividad que no existe. Por ello, es innegable que la televisión y la
radio son medios de información que poseen un gran impacto
potencial sobre la conducta y conciencia política de la gente, por
ello es urgente que se plantee un enfoque más actual en la forma
de operar de los medios masivos.
“Un reto crucial para la comunicación de masas lo constituye
llevar información a las mentes de aquellos menos privilegiados,
para que éstos puedan participar inteligentemente en el proceso
de toma de decisiones, sobre aspectos políticos que indiscutiblemente afectarán sus vidas” (La Televisión en el Proceso Político de
México, pág. 15.) Es necesario que el especialista en comunicación
de masas tenga conocimientos de la realidad política de su país,
ya que esto le orientará para la conducción del proceso democrático que se pretende en los medios de comunicación.
Para lograr la democratización, el periodista o comunicador
debe tomar en cuenta la ideología imperante del sistema en el
cual vive, el régimen legal de los medios de comunicación, las
leyes y normas que hay al respecto, los tipos de estaciones
comerciales y culturales, el régimen de las concesiones y permisos. Sin olvidar nunca el comunicador que es tan sólo la mínima
parte de un proceso ya que los dueños de los medios, los poseedores de la infraestructura son quienes deciden cómo se manejarán éstos.
El modelo en que se maneja en la actualidad a los medios es
el del sector privado, y en el cual el Estado participa de una mínima manera, entre comillas, ya que es el Estado el que otorga las
concesiones o permisos; aunando a esto los intereses de grupo
que se convierten en presión, los maridajes que se dan entre las
cúpulas del poder y las de los poseedores del capital, entre todo
esto, ellos son los que definen el modelo a implantar de medios
que debe tener el país que no es más que una copia del existente en Estados Unidos. Y como el reflejo de demostración, se
extiende a las naciones subdesarrolladas, las grandes corporaciones financieras de este territorio tienen bajo su control la
industria de la radio, televisión y también de los impresos.
No hay que olvidar que el Estado ha sido el encargado de
legislar al respecto desde 1917, hasta el 19 de enero de 1960 cuando se publica la Ley Federal de Radio y Televisión. Sin embargo
a pesar de todas sus limitaciones, los comunicadores deben
aprovechar los espacios y coyunturas para efectuar un quehacer
periodístico y de comunicación que responda a los intereses de
una sociedad de masas, de crítica, de comentarios, de análisis y
al servicio de ella. No olvidemos que estamos dentro del modelo de producción capitalista en que el fin primario es obtener
ganancias, las concesiones son para explotarlas y servir al Estado
quien es el que otorga las concesiones o permisos.
Por ello, a pesar de los avances en materia política en el país,
la democracia, se puede entender como una dieta blanda, ya que
los diferentes regímenes han tratado de controlar a los medios
de comunicación y en un Estado absolutista como el de Chiapas,
a pesar del derecho a la información en menos de 10 días entrará en vigor la ley mordaza, una ley retrógrada que va en contra
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LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y
LOS SUEÑOS DE LA DEMOCRACIA
René Genaro Mandujano
ES
IMPORTANTE RESALTAR LA
La pregunta es esa: ¿cómo reforzar los procesos de democratización
de la sociedad, a través de los medios de comunicación? Y la respuesta es que no es tarea fácil; y menos ahora en Chiapas, en donde
existe un gobierno absolutista, por cualquier lado que se le vea.
En la campaña pasada se nos dijo hasta la saciedad que el
papel de los medios de comunicación del gobierno dejaría de ser
el de alabadores de la obra del gobernante en turno, para, en cambio, ponerlos a disposición del pueblo; pero una vez más las promesas quedaron solamente en eso y lejos de cumplirse la palabra
empeñada, se ha hecho todo lo contrario, aunque haya quienes
no se den cuenta o no quieran hacerlo por comodidad o temor.
Los medios deberían estar al servicio de los más, no de los
menos, puesto que se trata de instrumentos de comunicación masiva que tienen objetivos bien claros: informar, enlazar, acortar distancias, educar, entretener, reforzar las costumbres y tradiciones,
fortalecer los valores nacionales, propiciar el buen uso del lenguaje y la sana convivencia. Estar presentes en las alegrías y las tristezas de los pueblos y contribuir de manera eficaz a su desarrollo.
En la práctica común no sucede de esta manera, pues muchos
de los medios, sobre todo electrónicos, van en sentido contrario
de lo que aquí se menciona, violando las disposiciones conteni-
das en las leyes que aun cuando en algunos casos ya son obsoletas, pues datan de 1960, son las que están vigentes. La solución
sería adecuarlas a los momentos actuales para que se ajusten a
las necesidades.
A mi juicio, no se trata sólo de pasar música, que además en un
gran porcentaje es extranjera (únicamente en el mes de septiembre, denominado mes de la patria, se programa a regañadientes
música mexicana, y el resto del año ya no), pasar saludos musicales, anuncios grabados o leídos; informaciones de espectáculos en
donde sobresale el tema del “big brother”, para entretenernos y
desviar la atención de los temas fundamentales de este país.
Se trata de abrir los medios a todas las posibilidades habidas
y por haber, para que todos se expresen. Para que digan su verdad sin temor de ninguna especie. El pueblo no se equivoca,
después de escuchar los planteamientos, sabe quién le está hablando con verdad y quién no, porque además, una cosa son las
palabras, los discursos, y otra los hechos.
Pero también es necesario que se trabaje en la cultura del
valor civil, para que todos digamos nuestro punto de vista. A
veces las personas llaman a los medios de comunicación para
inconformarse por algún servicio mal proporcionado, y cuando
se les pregunta su nombre y teléfono para saber con quién se
está hablando, inventan otro nombre o dicen simplemente “dígalo usted, por favor, porque en esa escuela está estudiando mi
hijo y no quiero sufrir represalias”. Lamentablemente nos han
educado en forma equivocada y por eso a veces es más efectivo
el rumor, el chisme, el anónimo, aspectos negativos que a la
larga producen retrocesos como los que vivimos actualmente en
nuestro solar nativo.
Pero hay otros factores que impiden la apertura de los medios
de comunicación. Está, por ejemplo, el control que ejercen los
dueños de las grandes cadenas de televisión, de radio o de periódicos, quienes están más al lado del gobierno o de los empresarios que de las masas. Mantienen un estricto control de lo que
se dice o se escribe para que no lastime el oído de los poderosos
de este país. A cambio de ello, disfrutan de grandes cantidades
464
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de los avances significativos que se han dado a nivel nacional.
Esto no es una limitante, el comunicador se tendrá que preparar
más y documentar para buscar sutilmente ese espacio que le ha
sido quitado, ese espacio que ya le corresponde, que es de él y
de la sociedad. Lo que hoy sucede en Chiapas con la ley mordaza no es más que la legitimación del poder de un ejecutivo que
no soporta la crítica. Muchas gracias.
EL PAPEL DE LOS MEDIOS EN LA CONSTITUCIÓN
DE LA DEMOCRACIA Y DE LA CIUDADANÍA
Hugo Isaac Robles Guillén
de dinero que les permita vivir como reyes, pero además, seguir
incrementando sus cadenas dentro y fuera de la República Mexicana. Sin embargo, esa bonanza en sus finanzas no significa
mejoría salarial para los conductores, reporteros, columnistas,
editorialistas, quienes perciben salarios que no les alcanzan para
vivir decorosamente y se ven forzados a trabajar en varios
medios para poder sobrevivir.
Me estoy refiriendo a quienes viven estrictamente de su trabajo profesional. Es evidente que quienes prefieren llevarla más
tranquila, poniéndose al servicio de los poderosos para alabarlos
constantemente o callar o disfrazar las acciones, obtienen dividendos sin mucho esfuerzo. La historia del periodismo, está
llena de esos casos.
Sin embargo, en los últimos años, en la capital del país y en
algunas capitales de los estados se ha intensificado la competencia entre las cadenas y el cuadrante se ha llenado de noticiarios
que inmersos en la globalización, se disputan los radioescuchas.
La información corre a la velocidad del sonido y cualquier suceso que ocurra en el lugar más apartado del mundo se conoce
inmediatamente. Pero esto tiene sus bemoles, porque es tanta la
información, que no nos da tiempo de digerirla; de analizarla, de
descifrarla. Eso sin descontar que los gobiernos suelen desviar la
atención de la sociedad con cortinas de humo para que no veamos lo realmente importante.
Podemos ver periódicos locales o estatales cuyas páginas son
llenadas con boletines oficiales, tanto de gobiernos municipales
o de la entidad que, por lo mismo, sólo dan una cara de la noticia; la que conviene a los que pagan. Así, es muy fácil publicar un
periódico. Pero los ciudadanos no son tontos y se dan cuenta.
No hace falta preguntar mucho. Los mismos voceadores o vendedores de periódicos lo saben. Esos medios se venden muy
poco y trascienden menos. Apenas en las oficinas gubernamentales para que se enteren los funcionarios.
Existen muchas formas de control informativo. Una muy clara
la vemos hoy día en Chiapas, donde el gobierno dispone de más
de 10 estaciones de radio y varios canales de televisión, distribui-
dos estratégicamente en todo el estado. En estos medios difunden la información que agrada los oídos del gobernador, del secretario de gobierno, del procurador de justicia y de otros funcionarios y contrarrestan cualquier brote de inconformidad a través
de las informaciones oficiales, para hacernos creer que en el
estado no pasa nada o que todo está muy bien. Es un esquema
muy bien estructurado que abarca los periódicos, la radio y la
televisión, sean del gobierno o sean privados, ¡ay! de aquellos
que osan salirse de este sistema, porque les va como en feria. Ahí
tenemos los casos recientes del Cuarto Poder y de Conrado de la
Cruz. Todo ello es parte del férreo control que se ejerce desde los
altos mandos y del que nadie se escapa; y quien lo dude, nada
más tiene que voltear a ver a los diputados locales, al Instituto
Electoral, al Tribunal de Justicia para que no quede duda alguna.
Si queremos más ejemplos, ahí tenemos el proceso electoral
que se avecina. Los partidos históricamente antagónicos se han
unido, acompañados de uno de los pequeños para integrar una
alianza impulsada desde el mando principal. Aquí no importan
los partidos; lo que interesa es colocar a los candidatos en los
municipios principales y en los distritos, sobre todo en éstos, para
tener un Congreso a modo y poder ejercer control absoluto; y de
paso, desaparecer el partido que se eternizó por más de 70 años en
el poder. Las formas como el fondo que en política son tan importantes han pasado a mejor vida en Chiapas; y así, vemos que un
personaje de un partido aparece en los primeros lugares de otro,
con tal de llegar al Congreso. No importa cómo, lo que interesa es
llegar para ser instrumento, no poder que equilibre.
Por todo lo anterior, si queremos una sociedad más democrática, más participativa, que se interese en los problemas de su lugar
de nacimiento o al que ha llegado por diversas circunstancias,
debemos pugnar todos por tener medios de comunicación más
abiertos a todas las posibilidades, a todas las voces, a todas las
corrientes, sin temor de ninguna especie. No debemos permitir
que mientras en el ámbito nacional se da una apertura informativa, en Chiapas aparezcan asuntos como la “Ley Mordaza”, que
aprobaron los diputados sin siquiera saber de qué se trataba.
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Foros como éste son importantes y necesarios. En San Cristóbal de Las Casas tenemos, por suerte, estudiosos, investigadores
y analistas de gran valor que pueden aportar mucho al desarrollo del municipio. Acudamos a ellos para que nos digan cuál es
el rumbo que debe tomar nuestro terruño, para que no dejemos
que el timón lo tomen quienes sólo buscan el beneficio personal
y no el colectivo. San Cristóbal es aún mucha ciudad para tan
poco entusiasmo y tan poca autoridad.
Es evidente que estas jornadas nos indican lo que se tiene que
hacer. Lo que faltaría es aterrizar las ideas en acciones concretas
en beneficio de todos.
LOS AUTORES
HERIBERTO VELASCO es originario de San Cristóbal de Las Casas. Profesor de
educación media. Obtuvo la Licenciatura en Psicología Educativa y ha tomado
diversos cursos y diplomados de educación. Con cuatro años de ejercer el
periodismo de opinión, tiene entre sus principales intereses analizar la vida de
la ciudad y participar activamente en la mejora de la sociedad local.
RENÉ GENARO MANDUJANO es originario del barrio de Santa Lucía en San
Cristóbal de Las Casas. Estudió la licenciatura en Periodismo y Comunicación
Colectiva en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Desde hace
28 años ejerce profesionalmente el periodismo. Ha publicado un libro de poemas: Espejos y reflexiones y dos novelas Tajos de tiempo y Lut’ mal.
HUGO ISAAC ROBLES GUILLÉN es originario de Tenejapa, vive en San Cristóbal
desde su infancia. Es profesor de profesión, pero ha dedicado su vida al periodismo en radio. Actualmente se le reconoce como el conductor de noticias más
importante de la ciudad.
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La ciudad de San Cristóbal de Las Casas, se terminó de
imprimir en junio de 2007 en Talleres Gráficos, en la
ciudad de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Los interiores
se tiraron sobre papel cultural de 44.5 kg y la portada
sobre cartulina couché brillante de 169.5 kg. En su
composición se utilizó la familia Palatino.
Se imprimieron mil ejemplares más
sobrantes para reposición.

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