Desnutrición hospitalaria
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Desnutrición hospitalaria
Desnutrición hospitalaria Maria Lecha Benet Ivet Ribot Domènech PID_00185650 CC-BY-NC-ND • PID_00185650 Los textos e imágenes publicados en esta obra están sujetos –excepto que se indique lo contrario– a una licencia de Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada (BY-NC-ND) v.3.0 España de Creative Commons. Podéis copiarlos, distribuirlos y transmitirlos públicamente siempre que citéis el autor y la fuente (FUOC. Fundación para la Universitat Oberta de Catalunya), no hagáis de ellos un uso comercial y ni obra derivada. La licencia completa se puede consultar en http://creativecommons.org/ licenses/by-nc-nd/3.0/es/legalcode.es Desnutrición hospitalaria Desnutrición hospitalaria CC-BY-NC-ND • PID_00185650 Índice Introducción............................................................................................... 5 1. Definición, etiología y fisiopatología........................................... 7 2. Tipo de desnutrición......................................................................... 9 2.1. Desnutrición calórica o marasmo ............................................... 9 2.2. Desnutrición proteica o kwashiorkor ......................................... 9 2.3. Desnutrición mixta (calórico-proteica) ....................................... 10 Desnutrición hospitalaria................................................................ 11 3.1. Causas de desnutrición hospitalaria ........................................... 13 3.2. Complicaciones, mortalidad y costes ......................................... 14 Detección precoz. Cribados más utilizados................................. 15 4.1. Tipo de criba ............................................................................... 15 4.1.1. Valoración global subjetiva (VGS) ................................. 15 4.1.2. Nutritional risck screening 2002 (NRS-2002) .................... 18 4.1.3. Mine nutritional screening (MNS) .................................... 19 4.1.4. Malnutrition universal screening tool (MUST) ................... 19 5. Diagnóstico.......................................................................................... 21 6. Tratamiento......................................................................................... 24 6.1. Cálculo de requerimientos energéticos y proteicos .................... 25 6.1.1. Aporte energético ........................................................... 25 6.1.2. 3. 4. Aporte proteico .............................................................. 26 Síndrome de realimentación ....................................................... 26 6.2.1. Recomendaciones dietético-nutricionales ..................... 28 Bibliografía................................................................................................. 31 6.2. CC-BY-NC-ND • PID_00185650 5 Introducción La desnutrición continúa siendo un problema global, tanto en el tercer mundo, sobre todo por la falta de recursos y alimentos, como en el llamado primer mundo, donde a menudo pasa desapercibida por falta de diagnósticos y seguimiento. En Europa, se está trabajando cada vez más para que esto no suceda y, desde las sociedades más importantes de nutrición, ya hace tiempo que se incluyen cribas de riesgo nutricional en todos los ámbitos (hospitales, atención primaria, domicilio, residencias...) con el objetivo de que la desnutrición, finalmente, sea reconocida, diagnosticada y tratada. Sabemos que hay varios colectivos con más riesgo de sufrir desnutrición o que están más desamparados ante esta situación, como pueden ser la gente mayor, las personas con cáncer, las personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (MPOC), con HIV, etc. Por otro lado, nos encontramos con otro colectivo con riesgo, el de los pacientes que ingresan en un hospital (desnutrición hospitalaria). A menudo, la desnutrición está tan estrechamente relacionada con la enfermedad del paciente que cuesta separar sus efectos, cosa que dificulta poderla tratar de manera adecuada. Las repercusiones de la desnutrición en nuestro sistema son muy perjudiciales porque generan un gasto enorme a la Administración. Dicho gasto se debe al aumento de las complicaciones, de las infecciones y de la morbimortalidad. Todo lo cual hace que aumenten la estancia hospitalaria y los reingresos. Desnutrición hospitalaria CC-BY-NC-ND • PID_00185650 7 Desnutrición hospitalaria 1. Definición, etiología y fisiopatología Es complicado encontrar una definición de la desnutrición; de hecho, hay muchas, aunque ninguna de ellas está todavía universalmente aceptada; por ejemplo: • Caldwell la definía a finales del siglo pasado como un "estado patológico resultante del consumo inadecuado de uno o más nutrientes esenciales y que se manifiesta clínicamente con pruebas de laboratorio y antropométricas". • Sitges Serra la define como un "trastorno de la composición corporal caracterizado por un exceso de agua extracelular, déficit de potasio y déficit de masa muscular, asociado frecuentemente con disminución del tejido adiposo e hipoalbuminemia, que interfiere con la respuesta normal del huésped frente a su enfermedad y a su tratamiento". • Elia la define como una "deficiencia de energía, proteínas y otros nutrientes, que causa efectos adversos medibles en la composición y la función de los órganos o los tejidos y en la evolución clínica". En cuanto a la etiología, la desnutrición es la consecuencia de una disminución de la ingesta. También puede ser consecuencia de un aumento de pérdidas de nutrientes o de un aumento de requerimientos de estos por la existencia de ciertas condiciones patológicas, que aumentan las demandas de energía y favorecen el catabolismo proteico como fuente de suministro de energía. En cuanto a la fisiopatología, la desnutrición comporta unos cambios en el metabolismo en función de la causa que la ha producido. Estos cambios se pueden manifestar con un aumento del metabolismo basal cuando hay una situación catabólica. En este caso aumentan las citoquinas inflamatorias, las catecolaminas, el cortisol y el glucagón, y se produce una resistencia a la insulina. Aumenta la protolisis, la gluconeogénesis y la lipólisis con movilización del tejido graso para poder utilizar los ácidos grasos libres. Cuando la desnutrición está generada por enfermedades que causan una restricción de la energía consumida, se ponen en marcha mecanismos adaptativos para llegar a un estado hipometabólico sin aumentar las citoquinas inflamatorias ni las hormonas de contrarregulación. En esta situación, se moviliza el tejido adiposo para la utilización de ácidos grasos libres y la formación de cuerpos cetónicos. Referencias bibliográficas M.�D.�Caldwell;�C.�Kennedy-Caldwell (1981). "Normal Nutritional requirements". Surg. Clin. North Am. (núm. 61, pág. 491). A.�Sitges�Serra (1986). Alimentación parenteral. Bases metabólicas y técnicas. Barcelona: Salvat. M.�Elia (2004). Disease-Related Malnutrition Asia Pacific Journal of Clinical Nutrition (supl. 13). CC-BY-NC-ND • PID_00185650 8 Cuando hay desnutrición hospitalaria pueden ir cambiando las dos situaciones e incluso pueden solaparse, manifestándose la que sea más predominante. Desnutrición hospitalaria CC-BY-NC-ND • PID_00185650 9 2. Tipo de desnutrición 2.1. Desnutrición calórica o marasmo Es un tipo de desnutrición de instauración crónica. Hay una disminución energética y proteica prolongada en cuanto a la alimentación, tanto por déficit como por una utilización inadecuada de esta. Se manifiesta con una reducción de la masa proteica, que afecta, sobre todo, al compartimento somático o muscular y que, unida a la disminución de los depósitos de grasa causada por el bajo consumo calórico, determina el bajo peso que se presenta en esta situación. Hay niveles adecuados de proteínas plasmáticas. El cuadro clínico es el siguiente: • Disminución del peso corporal. • Piel fría y seca, zonas pigmentadas. • Cabello seco y frágil, que cae con facilidad. • Bradicardia e hipotensión. • Reducción de la capacidad vital y la frecuencia respiratoria. • Anemia y atrofia muscular. • Apatía, debilidad e hipotonía. • Alteración de la capacidad inmunológica si la desnutrición es moderada o grave. • Evolución larga. 2.2. Desnutrición proteica o kwashiorkor Esta desnutrición es de instauración aguda. Este tipo está afectado por una deficiencia proteica pura o que supera, por mucho, la deficiencia energética (sobre todo en el tercer mundo), o cuando los requerimientos proteicos son muy elevados por infecciones o cirugía mayor (hospitales). Se manifiesta por una disminución de la masa proteica visceral con relativa conservación del compartimento somático o muscular. No hay reducción de peso porque está disimulada por la presencia de edemas. La poca proteína visceral justifica la mayoría de las manifestaciones. Hay hepatomegalia debido a la acumulación de grasa por la disminución de lipoproteínas transportadoras. El cuadro es el siguiente: • Hipoproteinemia e hipoalbuminemia. • Edemas por la depleción proteica. • Pérdida de peso no aparente. • El grueso corporal puede ser normal, pero existe flacidez. Desnutrición hospitalaria CC-BY-NC-ND • PID_00185650 10 • Atrofia muscular, pérdida de masa magra y debilidad general. • Estado inmunitario afectado, linfopenia y mayor riesgo de infecciones. • Problemas de coagulación. • Piel pálida, edematosa, seca y atrófica. • Cabello quebradizo y despigmentado. • Irritabilidad y anorexia. • Evolución en poco tiempo (días o semanas). 2.3. Desnutrición mixta (calórico-proteica) En este tipo de desnutrición nos encontramos pacientes previamente desnutridos (marasmo) que sufren una enfermedad o proceso agudo productor de estrés, como cirugía, traumatismos o infecciones graves, neoplasias avanzadas o sida. Es la forma más grave y más frecuente de desnutrición hospitalaria. Integra las dos formas anteriores. Desnutrición hospitalaria CC-BY-NC-ND • PID_00185650 11 Desnutrición hospitalaria 3. Desnutrición hospitalaria Muchas veces, la palabra desnutrición nos hace pensar en los países subdesarrollados. Allí la desnutrición es, en estos momentos, uno de los problemas sanitarios principales y el principal en lo que respecta a la salud infantil. En los países desarrollados, sin embargo, también encontramos ciertos ámbitos donde la desnutrición aún no ha sido del todo erradicada. Afecta sobre todo a personas con exclusión social (alcoholismo, pobreza, etc.), personas con patología siquiátrica (anorexias, depresiones), personas mayores (demencias neurodegenerativas) y a pacientes hospitalizados (es el caso de la llamada desnutrición hospitalaria). La prevalencia actual de desnutrición hospitalaria inicial (en el momento del ingreso) oscila entre el 30% y el 55%, tanto pacientes médicos como quirúrgicos. Posteriormente, se ha descrito que la desnutrición se agrava y que aumenta su incidencia durante la estancia hospitalaria. Cabe decir que hace más de treinta años que se estudia tanto la prevalencia como las causas de desnutrición hospitalaria. Estudios como el de Bistrian y colaboradores de 1974 muestran que un 54% de los pacientes quirúrgicos presentaban desnutrición; dos años después, el mismo autor analizaba a pacientes médicos encontrando una prevalencia de desnutrición de un 45%. Lo más sorprendente es que las cifras no han variado desde entonces: los estudios actuales muestran unos niveles muy similares a pesar de que utilizan diferentes métodos y van dirigidos a diferentes poblaciones (ved tabla "Prevalencias de desnutrición hospitalaria"). Así pues, ¿qué ha sucedido? Por un lado, los tratamientos son cada vez más fuertes y la edad es más elevada, y por el otro, hay poca concienciación respecto a la desnutrición en todos los niveles del personal sanitario, además de poca formación en el tema (hasta hace poco no existía un temario reglado de nutrición en la carrera de Medicina). De modo que estamos ante un problema al que, pese a los numerosos estudios de los que ha disfrutado, todavía no se le ha encontrado una solución satisfactoria a la hora de disminuir esta prevalencia tan elevada. Recientemente, en Cataluña se formó un grupo de trabajo denominado Desnutricat, donde participaron unidades de nutrición de diferentes hospitales de segundo y tercer nivel, y que se marcó como objetivo conocer la prevalencia de desnutrición hospitalaria en nuestro país utilizando una criba de riesgo de desnutrición en el ingreso, común para todos, para así hablar con el mismo idioma en el momento de hacer estudios e intentar poner remedio a este Referencia bibliográfica B.�R.�Bistrian;�G.�L.�Blackburn;�E.�Halowell�y�otros (1974). "Protein status of general surgical patients". JAMA (núm. 230, pág. 858-860). 12 CC-BY-NC-ND • PID_00185650 Desnutrición hospitalaria problema que afecta a los pacientes de nuestros hospitales. Un 26,6% de los 721 pacientes estudiados en los diferentes centros presentaron desnutrición o riesgo. En España, el reciente estudio PREDYCES (Prevalencia de la Desnutrición Hospitalaria y Costes Asociados en España), elaborado por la SENPE, también nos aporta datos relevantes. Este trabajo aplicado a 1.597 pacientes de 31 centros hospitalarios representativos de todo el territorio nacional y en la práctica clínica habitual, destaca que el 23% de los pacientes ingresados están en riesgo de desnutrición (utilizando la criba NRS 2002), los mayores de 70 años presentan significativamente más riesgo nutricional que el resto, y tanto en el ingreso como en el alta hospitalaria, la mayor prevalencia de desnutrición se encuentra en el grupo de mayores de 85 años (47% de desnutrición en el ingreso y 50% en el alta). Por otro lado, un 9,6% de los pacientes no desnutridos se desnutrieron durante la estancia hospitalaria, y el 28,2% que ingresaban con riesgo nutricional no presentaron desnutrición en el alta. La estancia media hospitalaria fue significativamente superior en los pacientes con desnutrición, lo cual, traducido en términos económicos, representa un coste hospitalario más elevado. Prevalencias de desnutrición hospitalaria Autor Año País Pacientes Edad media Método valoración % Desnutrición Kelly 2000 Gran Bre- 219 M y Q taña 60 IMC < 18,5 13% Braunschweig 2000 EE.UU. 404 M y Q 53,5 VGS 54% Middlenton 2001 Australia 819 M y Q 65 VGS 36% Waitzberg 2001 Brasil 4.000 M y Q 50,6 VGS 48,1% Kyle 2003 Suiza/Ale- 1.760 M y mania Q Biompedancia (%FFM) Wyszynski 2003 Argentina 1000 M y Q VGS 47% Kruizenga 2003 Holanda Pérdida de peso > 10% 25% Rasmussen 2004 Dinamar- 634 M y Q ca 71 NRS-2002 39,9% Planas 2004 España 440 M y Q 57,3 Antropometría VSG 72,7% 46% Janice Sorensen 2008 (EuroOOPS) Europa 5051 M y Q 59,8 NRS-2002 32,6% Desnutricat Cataluña 721 M y Q NRS-2002 21,6% 2009 7660 M y Q Suiza 31% Alemania 17% Fuente: Adaptado de A. Gil (2010). Nutrición clínica. Tratado de Nutrición (2.ª ed.). Madrid: Medicapanamericana. 13 CC-BY-NC-ND • PID_00185650 Autor Predyces Año País 2011 España Pacientes 1.597 M y Q Edad media Método valoración Desnutrición hospitalaria % Desnutrición NRS-2002 23% Fuente: Adaptado de A. Gil (2010). Nutrición clínica. Tratado de Nutrición (2.ª ed.). Madrid: Medicapanamericana. 3.1. Causas de desnutrición hospitalaria Las causas de la desnutrición hospitalaria son multifactoriales. En el ingreso, muchos pacientes presentan desnutrición, generalmente debida a las enfermedades crónicas que a menudo ya arrastran, como por ejemplo MPOC, nefropatías, cáncer, sida, etc. Estas enfermedades, además de dar complicaciones como anorexia, caquexia y/o dificultades para alimentarse, hacen que el paciente tenga unos requerimientos energéticos y proteicos elevados. Muchas veces se entra en un "círculo vicioso" del cual es difícil salir. También hay que destacar que estudios como el de Naber y colaboradores indican que, a medida que aumenta la edad de los pacientes, aumenta el riesgo de presentar desnutrición. Este estudio concluye diciendo que a partir de los 70 años aumenta de manera significativa el riesgo nutricional. • Causas�derivadas�de�la�enfermedad: – Disminución de la ingesta. – La respuesta a la agresión o infección o inflamación a menudo da – Disfagia, dificultad para masticar, obstrucciones. – Pérdidas aumentadas: vómitos, diarreas, quemaduras, úlceras, fístulas, anorexia, mala absorción y asimilación de los nutrientes. etc. – Gastos elevados: procesos de intenso estrés metabólico como infecciones, neoplasias, cirugía, traumatismos, etc. • Causas�derivadas�de�la�hospitalización: – Hotelería: las dietas hospitalarias acostumbran a ser monótonas y los horarios de las comidas muy diferentes a los habituales. – Exceso del uso de dietas restrictivas que aportan menos nutrientes y energía y son menos agradables al paladar. – Situación emocional que supone el hecho de estar ingresado. – Procedimientos terapéuticos y quirúrgicos. – Tratamientos (radioterapia, quimioterapia, etc.). Referencia bibliográfica T.�H.�J.�Naber;�A.�Bree;�T.�R. J.�Schermer�y�otros (1997). "Specificity of indexes of malnutrition when applied to apparently healthy people: the effect of age". The American Journal of Clinical Nutrition (núm. 65, pág. 1721-1725). CC-BY-NC-ND • PID_00185650 – 14 Es muy frecuente en los hospitales encontrar al paciente en ayunas por estar pendiente de una exploración (rayos X, análisis, pruebas, etc.). Estos ayunos a veces se prolongan de manera innecesaria. • Causas�derivadas�de�los�equipos�médicos: – No se hace la medida de peso/talla en el ingreso, falta de cribas y de valoraciones nutricionales. • – No se implementa la curva de seguimiento del peso. – Abuso de ayunos terapéuticos con sueroterapia prolongada. – No se hace un seguimiento de la ingesta. – Inadecuado cálculo de requerimientos nutricionales. – Nutrición enteral y parenteral inadecuadas. Causas�relacionadas�con�autoridades�sanitarias: – Falta de unidades de nutrición y dietética con el personal adecuado – Falta de reconocimiento de la profesión de los dietistas-nutricionistas. en los hospitales. 3.2. Complicaciones, mortalidad y costes Sabemos que las consecuencias clínicas de la desnutrición pueden ser muy graves y afectan directamente a la evolución de la enfermedad y, por lo tanto, a los costes sanitarios que derivan de la prolongación de los días de estancia y del tratamiento adicional. Algunas de las consecuencias de ello son: • Hipoproteinemia-hipoalbuminemia y formación de edemas. • Retraso en el proceso de cicatrización de las heridas. • Aumento del riesgo de aparición de úlceras por decúbito. • Mayor dehiscencia de suturas. • Retraso en la consolidación de fracturas óseas. • Déficit de enzimas digestivas, menor movilidad intestinal y atrofia de la mucosa intestinal. • Debilidad muscular y atrofia. • Alteración de la capacidad de la respuesta inmune y mayor tendencia a infecciones. • Más tiempo de convalecencia. • Mayor morbimortalidad. Varios estudios muestran que en los pacientes desnutridos o con riesgo de desnutrición aumenta significativamente la mortalidad, el número de complicaciones, la estancia hospitalaria, el número de reingresos y, en consecuencia, todo el conjunto del coste sanitario. Desnutrición hospitalaria CC-BY-NC-ND • PID_00185650 15 4. Detección precoz. Cribados más utilizados Para que el tratamiento de la desnutrición sea más eficaz y eficiente, es muy importante la detección precoz. Prevenir la instauración de la desnutrición cuando se sabe que hay riesgo, o evitar que empeore durante el ingreso si ya está establecida, reduce mucho los costes. Ante la problemática de detectar de manera precoz a los pacientes con riesgo de desnutrición o con desnutrición −ya sea por falta de tiempo del personal sanitario, por falta de expertos o, en definitiva, por falta de recursos destinados a la prevención−, recientemente, y después de un consenso entre expertos de nutrición, ha aparecido una normativa europea que señala la necesidad de aplicar alguna forma de criba nutricional a todos los pacientes en el momento de la admisión en el hospital o servicio sanitario, cuyos resultados estén asociados a protocolos de intervención nutricional. Las sociedades científicas (europeas, americanas, españolas, etc.) ya han elaborado diferentes estrategias para implementar esta criba de manera frecuente en los hospitales, recomendando su utilización. Concretamente, en España, y por medio de la SENPE (Sociedad Española de Nutrición Enteral y Parenteral), se ha elaborado un consenso multidisciplinario sobre el abordaje de la desnutrición hospitalaria; se recomienda, con un nivel de evidencia A, que en las primeras 24-48 horas del ingreso hospitalario se haga una criba para detectar la desnutrición de manera precoz. También se aconseja que el tipo de criba sea lo más práctico posible para el centro, teniendo en cuenta que siempre tiene que haber unos mínimos de criba: IMC (< 18,5 Kg/m2), cambios involuntarios de peso (pérdida de 5% > en 3 meses o 10% > en 6 meses) y modificaciones en la ingesta habitual del último mes. 4.1. Tipo de criba 4.1.1. Valoración global subjetiva (VGS) Recomendada por la Sociedad Americana de Nutrición Parenteral y Enteral (ASPEN). Fue descrita en 1987 por Detsky, considerándola adecuada para la valoración nutricional de pacientes que serán sometidos a cirugía gastrointestinal. Posteriormente, se hizo una versión reducida para el paciente oncológico, y en este colectivo es muy utilizada. Se trata de un test que evalúa, subjetivamente, el estado nutricional del individuo. A diferencia de los otros cribados, este no establece un método numérico para la evaluación global. Según predominen los síntomas de los dos grupos de datos que lo conforman −historia clínica y dietética (pérdida de peso, cambios en la ingesta habitual, síntomas gastrointestinales y capacidad funcional), y exploración física (pérdida Desnutrición hospitalaria CC-BY-NC-ND • PID_00185650 16 de tejido subcutáneo, pérdida de masa muscular y presencia de edemas)−, la persona que lo evalúa determina un diagnóstico nutricional, que se divide en muy nutrido, moderadamente desnutrido o en riesgo nutricional y gravemente desnutrido. Os adjuntamos el test. Desnutrición hospitalaria CC-BY-NC-ND • PID_00185650 17 Fuente: Modificado de Detsky y otros (1987). Journal of Parenteral and Enteral Nutrition, JPEN (núm. 11, pág. 8-13). Desnutrición hospitalaria 18 CC-BY-NC-ND • PID_00185650 Desnutrición hospitalaria 4.1.2. Nutritional risck screening 2002 (NRS-2002) Herramienta diseñada por la Sociedad Danesa de Nutrición Enteral y Parenteral y recomendada por la Sociedad Europea de Nutrición Parenteral y Enteral (ESPEN). Pensada para la detección precoz de la desnutrición de pacientes hospitalizados, evalúa, de manera combinada, la presencia de desnutrición hospitalaria o de riesgo de presentarla y la existencia de patologías de base que incrementan los requerimientos nutricionales. El cuestionario se divide en dos apartados: • El primero se denomina screening inicial y consta de cuatro preguntas a las que se tiene que responder sí o no. Si hay alguna respuesta afirmativa, se tiene que pasar a la segunda parte. • El segundo se denomina screening final; incluye dos partes, cada una de las cuales da una puntuación que se habrá de sumar. Una evalúa el estado nutricional (cambios de peso en el tiempo, disminución de la ingesta e IMC) y la otra evalúa la gravedad de la enfermedad según riesgo nutricional por aumento de requerimientos nutricionales. Finalmente, se añade un punto si el paciente tiene ≥ 70 años. Si la puntuación final es ≥ 3, el paciente se encuentra en riesgo nutricional y hace falta un apoyo nutricional. Si por el contrario es inferior a 3, habrá que reevaluar semanalmente. Tabla en castellano 1 ¿IMC < 20,5? SÍ NO 2 ¿Pérdida de peso en los últimos 3 meses? SÍ NO 3 ¿Disminución de la ingesta en la última semana? SÍ NO 4 ¿Enfermedad grave? SÍ NO Estado nutricional Ausente 0 puntos Estado nutricional normal Ausente 0 puntos Leve 1 punto Pérdida de peso > 5% en 3 meses Leve o ingesta 50-75% requerimientos 1 punto en la última semana Moderado Pérdida de peso > 5% en 2 meses Moderado o IMC 18,5-20-5 + deterioro esta- 2 puntos 2 puntos do general o ingesta 25-60% requerimientos en la última semana Severidad de la enfermedad Requerimientos nutricionales normales Fractura cadera, pacientes crónicos (cirrosis, EPOC, hemodiálisis, DM, oncológicos) Cirugía mayor abdominal, ictus, neumonía grave, neoplasias hematológicas Fuente: AA. VV. (2003). "ESPEN guidelines for nutrition screening 2002". Clinical Nutrition (vol. 4, núm. 22, pág. 415-421). 19 CC-BY-NC-ND • PID_00185650 Severo 3 puntos Estado nutricional Pérdida de peso > 5% en 1 mes Severo (> 15% en 3 meses) o IMC < 18,5 3 puntos + deterioro estado general o ingesta 0-25% requerimientos en la última semana Severidad de la enfermedad TCE, TMO, pacientes críticos (UCI)... Fuente: AA. VV. (2003). "ESPEN guidelines for nutrition screening 2002". Clinical Nutrition (vol. 4, núm. 22, pág. 415-421). 4.1.3. Mine nutritional screening (MNS) Permite detectar la presencia o el riesgo de desnutrición en la población geriátrica ambulatoria, ingresada en un hospital o institucionalizada en centros geriátricos de manera precoz. Recomendada por la ESPEN para este grupo de población, incluye dos cuestionarios, uno con aspectos físicos y mentales, y el otro dietético. El primero tiene seis apartados y permite detectar el riesgo, mientras que el segundo examina doce apartados y permite obtener una apreciación más precisa del estado nutricional. Predicción de mortalidad a un año. 4.1.4. Malnutrition universal screening tool (MUST) Este método de criba está diseñado por la Asociación Británica de Nutrición Enteral y Parenteral (BAPEN). En un primer momento estaba pensado para el uso ambulatorio, pero posteriormente se extendió a adultos hospitalizados e institucionalizados con unos buenos niveles de fiabilidad y validez. Valora, igual que el NRS-2002, parámetros nutricionales, como los cambios de peso, la disminución de la ingesta y la gravedad de la patología. Identifica a personas adultas con desnutrición o riesgo e incluye propuestas de pautas a seguir según diagnóstico. Desnutrición hospitalaria CC-BY-NC-ND • PID_00185650 20 Desnutrición hospitalaria Fuente: R. J. Shatton; C. L. King; M. A. Stroud; A. A. Jackson; M. Elia (2006). "'Malnutrition Universal Screening Tool' predicts mortality and lenght of hospital stay in acutely illelderly". British Journal of Nutrition (núm. 95, pág. 325-330). 21 CC-BY-NC-ND • PID_00185650 Desnutrición hospitalaria 5. Diagnóstico Se recomienda realizar una valoración nutricional completa a los pacientes que presentan una criba de riesgo de desnutrición positivo en el ingreso hospitalario. Hay que evaluar el estado de nutrición proteico y calórico. Lo más aceptado o común es hacerlo por medio de: • Historia�clínica (anamnesis). Se revisará la historia del paciente teniendo en cuenta el diagnóstico, los antecedentes patológicos, la medicación habitual, la situación social, la capacidad funcional, etc. • Historia�dietética. Se tiene que hacer una entrevista dietética al paciente o a los familiares y/o cuidadores. Se ha de preguntar acerca de si ha habido pérdidas de peso recientes, sobre la ingesta habitual y la actual mediante un recordatorio de 24 horas, intolerancias o alergias alimentarias, si come solo o con ayuda, si lleva dentadura postiza, etc. • Exploración�física. Observar el aspecto de la piel, las uñas y el cabello; mirar las pruebas antropométricas como el peso, la talla, el IMC, los pliegues cutáneos y la circunferencia media del brazo. • Datos� analíticos. Albúmina, prealbúmina, proteína ligada al retinol y transferrina para parámetros proteicos. Colesterol para parámetros calóricos. Linfocitos totales para parámetros inmunológicos. En general, la desnutrición se define por la coincidencia de dos o más marcadores alterados: Normal Desnutrición leve Desnutrición moderada Desnutrición grave 18,5-25 17-18,4 16-16,9 < 16 Porcentaje de peso habitual < 95 94,9-85 84,9-75 < 75 Pérdida de peso (%) 1 semana 1 mes 2 meses 3 meses <1 <2 <3 < 7,5 1-2 5 5 10 2 5 5-10 10-15 >2 >5 > 10 > 15 Medidas antropométricas > p15 < p15 < p10 < p5 Albúmina (g/dl) 3,6-4,5 2,8-3,5 2,1-2,7 < 2,1 Transferrina (mg/dl) 250-350 150-200 100-149 < 100 Prealbúmina (mg/dl) 18-28 15-17,9 10-14,9 < 10 IMC 22 CC-BY-NC-ND • PID_00185650 Desnutrición hospitalaria Normal Desnutrición leve Desnutrición moderada Desnutrición grave > 2.000 1.200-2.000 800-1.200 > 800 ≥ 180 140-179 100-139 < 100 VGS A B C C NRS 0 1-2 3 3 MUST 0 1 2 2 3 Linfocitos (cel/mm ) Colesterol Un ejemplo de diagnóstico nutricional es el método propuesto por Chang, que engloba parámetros antropométricos y bioquímicos. La valoración nutricional, según Chang, tiene que tener en cuenta: • La edad y el sexo. • Parámetros antropométricos: peso actual, % pérdida de peso, pliegue tricipital y circunferencia muscular del brazo. • Parámetros bioquímicos: albúmina sérica. • Parámetros inmunológicos: linfocitos. Se engloban los parámetros en dos grupos y se calculan una serie de fórmulas; con la suma de la puntuación de cada uno de los grupos se obtiene la valoración nutricional, la cual permite determinar el tipo de desnutrición y el grado (desnutrición calórica, proteica o mixta; leve, moderada o grave). Códigos diagnósticos ICD-9 CM • 260.0. Kwashiorkor • 261.0. Marasmo • 262.0. Otras desnutriciones proteico-energéticas graves • 263.0. Desnutrición grado moderado • 263.1. Desnutrición grado leve • 263.8. Otras desnutriciones proteico-energéticas • 263.9. Desnutriciones proteico-energéticas sin especificar Después de haber hecho la valoración nutricional, tendremos que calcular los requerimientos proteicos, calóricos y de agua para establecer un tratamiento nutricional. Posteriormente, es muy importante hacer un seguimiento, reevaluando periódicamente el estado de nutrición y los requerimientos logrados para modificar las pautas, en el supuesto de que sea necesario. CC-BY-NC-ND • PID_00185650 23 Desnutrición hospitalaria Algoritmo de decisión, valoración y criba nutricional Fuente: ASPEN (1998). Board of Directores. Clinical Pathways and Algoritms for Delivery of Parenteral and Enteral Nutrition Support in Adultos (pág. 4). ASPEN: Silver Spring, MD. CC-BY-NC-ND • PID_00185650 24 6. Tratamiento El tratamiento de la desnutrición se hace mediante una realimentación lenta y progresiva en función del estado del paciente y de la ingesta previa (se han de tener en cuenta los días en ayunas o con ingesta muy escasa), para evitar el síndrome de realimentación. La vía de elección será oral, enteral, parenteral o mixta (ved algoritmo de decisión de la vía), teniendo presente que la vía oral siempre será la primera elección para ser más fisiológica. Además, tendremos que resolver las complicaciones asociadas y valorar siempre el cumplimiento del tratamiento de manera periódica. A menudo, la desnutrición va asociada a otros factores que nos condicionarán a la hora de establecer un plan nutricional: anorexia, astenia, disgeusia, malabsorción, disfagia, otras patologías, tratamientos de Qt y Rt cirugía, etc. Habremos de tener presentes estos otros factores para pautar la dieta o el tipo de nutrición artificial más adecuada en cada caso. Algoritmo de decisión de la vía Desnutrición hospitalaria 25 CC-BY-NC-ND • PID_00185650 Desnutrición hospitalaria 6.1. Cálculo de requerimientos energéticos y proteicos 6.1.1. Aporte energético Hay muchas fórmulas para obtener las necesidades energéticas, pero la más utilizada es la fórmula de Harris-Benedict, elaborada por estos dos autores en 1919, a raíz de sus experimentos con la calorimetría indirecta en 239 individuos (136 hombres y 103 mujeres). Parece ser, sin embargo, que esta fórmula estima mejor el gasto energético en reposo (GER) que el gasto energético basal (GEB). Esta fórmula tiene en cuenta el sexo, la edad, la altura en cm y el peso en kg. Con el resultado de la fórmula obtendremos el gasto energético en reposo. Después, tendremos que aplicar los factores de corrección que tienen en cuenta el movimiento y la agresión de la enfermedad o la situación para obtener el gasto energético total (GET). Fórmulas: Hombre: GER: 66,5 + (13,74 × P) + (5,03 × A) – (6,75 × E) Mujer: GER: 665,1 + (9,56 × P) + (1,85 × A) – (4,68 × E) GET = GER × FAC × FAG × FAN Los factores de corrección por el cálculo de gasto energético total son los siguientes: Factores�de�actividad�(FAC) Reposo en la cama Movimientos cama-silla Deambulación 1 1,2 1,3 Factores�de�agresión�(FAG) Desnutrición Cirugía programada menor Cirugía mayor Infección moderada Politraumatismo TCE Sepsis Granos quemados Cáncer 0,7 1,1-1,2 1,2-1,3 1,2 1,4-1,5 1,6 1,79 1,5-2,31 0,9-1,3 Factor�anabólico�(FAN) Mantenimiento Anabolismo 1 1,2-1,3 En la práctica habitual, se pueden utilizar fórmulas más rápidas para calcular los requerimientos calóricos y proteicos: Mujeres: normopeso kg de peso × 30 kcalorías/día Lectura de la fórmula P: peso en kg A: altura en cm E: edad en años GER: gasto energético en reposo GET: gasto energético total FAC: factores de actividad FAG: factores de agresión FAN: factor anabólico CC-BY-NC-ND • PID_00185650 26 Hombres: normopeso kg de peso × 35 kcalorías/ día En caso de obesidad, se ha ajustar la fórmula con el peso que tendría que tener el paciente con un IMC de 25-27. 6.1.2. Aporte proteico Uno de los principales objetivos del apoyo nutricional es preservar la masa muscular y cubrir las necesidades metabólicas de los pacientes, sobre todo si se encuentran en una fase de agresión aguda. Es en esta situación cuando se pierde la masa muscular a consecuencia de la gluconeogénesis y de la síntesis de proteínas en fase aguda. Las demandas metabólicas estarán determinadas por la gravedad de las enfermedades: • La agresión hace que se tengan pérdidas de nitrógeno, sobre todo por el estado catabólico en que se encuentra el paciente que la sufre. • Las pérdidas de proteínas que generan diferentes situaciones, como por ejemplo los granos quemados o la presencia de fístulas. • La reducción de la absorción en el intestino. Además del aumento de la proteína, también se tiene que tener en cuenta la calidad de esta. Por lo tanto, además de necesitar los aminoácidos esenciales que se encuentran principalmente en las proteínas de alto valor biológico, en estas situaciones se incrementan las demandas de los llamados aminoácidos condicionalmente esenciales: la glutamina y la arginina, que en estos casos actúan como fármacos. El aporte proteico que necesitan los pacientes hospitalizados dependerá de la situación de estrés en que se encuentren. Hay que decir que, para evitar complicaciones, se han de considerar los datos del análisis, puesto que en algunas situaciones, como la alteración de la función renal, nos limitaría estos aportes. Aporte proteico: 1-1,5 g/kg de peso/día y hasta 2-3 g/kg de peso/día en pacientes quemados o politraumatizados 6.2. Síndrome de realimentación Esta complicación se tiene que tener en cuenta con los pacientes que sufren desnutrición, puesto que seguramente hará muchos días que no comen o que lo hacen de manera incompleta y presentan, por tanto, más riesgo de sufrirla. Consta de una serie de alteraciones metabólicas como son: • La hiperglucemia. • La hipopotasemia. Desnutrición hospitalaria CC-BY-NC-ND • PID_00185650 • La hipofosfatemia. • La hipomagnesemia. 27 Desnutrición hospitalaria Aparece cuando se inicia un apoyo nutricional con alto contenido de agua y macronutrientes sin un aporte correcto de micronutrientes, a pacientes desnutridos que han estado durante un tiempo en ayuno o semiayuno. A las alteraciones bioquímicas se asocian alteraciones clínicas: • Arritmias. • Astenia. • Hipotonía muscular. • Paresia intestinal. • Hipocalcemia. Se puede evitar si se hace una correcta evaluación nutricional y una determinación adecuada de los requerimientos nutricionales del paciente. Sobre todo cabe estar atento en este sentido, además, a los pacientes de riesgo. Los pacientes y las situaciones que favorecen el riesgo de desarrollar un síndrome de realimentación son: • Anorexia nerviosa. • Kwashiorkor clásico. • Marasmo clásico. • Desnutrición crónica. • Alcoholismo crónico. • Obesidad mórbida con pérdida masiva de peso. • Pacientes postoperados con nutrición parenteral. • Diabetes mellitus. • Pacientes oncológicos. • Huelgas de hambre. • Uso crónico de diuréticos y antiácidos. Se tienen que iniciar los aportes de nutrición enteral con un 25-50% de las necesidades proteicas y energéticas con una fórmula no hiperosmolar y con una concentración normocalórica (1 kcal/ml) y más del 100% de las necesidades Referencia bibliográfica R.�de�Diego�Muñoz;�M.�Bayle�Montero;�M.�León�Sanz (2008). "Síndrome de realimentación". En: M. Planas (coord.). Conceptos prácticos en Nutrición Enteral y Parenteral. Barcelona: Mayo Ediciones. CC-BY-NC-ND • PID_00185650 28 de micronutrientes (sobre todo: tiamina, potasio, fósforo, magnesio y zinc). Se aumentarán los aportes cada 24-48 horas, según la tolerancia, hasta llegar a cubrir las necesidades en un periodo de 4-7 días. Ejemplo de pauta de nutrición enteral 6.2.1. Recomendaciones dietético-nutricionales Las recomendaciones�dietético-nutricionales para estos pacientes son las siguientes: • Fraccionar la dieta en volúmenes pequeños y frecuentes. • Enriquecer las preparaciones culinarias con alimentos energéticos que no aumenten el volumen. • Seleccionar alimentos de alta densidad energética. • Espesar los caldos, la leche y los zumos de fruta con cereales, sémola y otros alimentos que, aparte de aumentar la consistencia del líquido, representen un aporte nutricional adicional. Desnutrición hospitalaria CC-BY-NC-ND • PID_00185650 • 29 Evitar la monotonía, presentar los platos de diferentes maneras, colores, etc. • Preparar platos con poca cantidad pero de alto contenido calórico. Ejemplo de modelo de dieta Fuente: Unidad Nutrición y Dietética Hospital de Sant Joan Despí - Moisès Broggi. Desnutrición hospitalaria CC-BY-NC-ND • PID_00185650 31 Bibliografía Autores varios (2003). "ESPEN guidelines for nutrition screening 2002". Clinical Nutrition (vol. 4, núm. 22, pág. 415-421). Amaral, T. F.; Matos, L. C.; Tavares, M.ª M. y otros (2007). "The economic impact of disease-related malnutritionat hospital admission". Clinical Nutrition (núm. 26, pág. 778-784). Bedrthod, G.; Roduit, J.; Roulet, M.; Coti Bertrand, P. (2007, octubre). "Hospital undernutrition: how not to ignore it any more?". Revue médicale suisse (vol. 3, núm. 131, pág. 2466-2468). Braunschweig, C.; Gómez, S.; Sheean, P. M. (2000). "Impact of declines in nutritional status on outcomes in adult patients hospitalized for more than 7 days". Journal of the American Dietetic Association (vol. 11, núm. 100, pág. 1316-1322). Bistrian, B. R.; Blackburn, G. L.; Halowell, E. y otros (1974). 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