Caza Menor NUEVA SECCIÓN De Montería Así Caza… Caza

Transcripción

Caza Menor
¿Una buena temporada de caza menor?
Más bien no
NUEVA SECCIÓN
De Montería
Normas que debe cumplir el buen montero I
Así Caza…
El trabajo con tu perro III:
comenzando la temporada
Caza Mayor
Otoño: disfrute venatorio
para todos los paladares
Espacios Naturales
Parque Natural Hoces del Río Cabriel
n
Contenidos n
12
Revista Club de Caza RGA
Nº 57 - Noviembre 2015
4
Revista cuatrimestral del
Club de Caza RGA
Edita: Seguros RGA
14
21
Basauri, 14. 28023 Madrid
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2 Club de Caza de RGA
26
3
4
Editorial
¿Una buena temporada de caza menor?
Más bien no
10 Las fotos del Club
12 NUEVA SECCIÓN
Normas que debe cumplir el buen montero I
14 El trabajo con tu perro III:
comenzando la temporada
18
20
Bazar Club de Caza RGA
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Otoño: disfrute venatorio para todos los paladares
Sauer 404
En busca de la perfección
Parque Natural Hoces del Río Cabriel
A perro puesto
n
Editorial n
T
erminamos el año incluyendo dentro de nuestras páginas una sección más, cuyo contenido hasta
ahora no habíamos tratado con tanta asiduidad como lo haremos desde este número, un apartado
dedicado a la tradicional montería española.
nueva
La nueva sección se va a llamar así: DE MONTERÍA, y de ella se va a encargar alguien muy conocido en
el ambiente, donde se ha ganado un puesto con su trabajo y su buen hacer en este mundillo montero, por su
doble condición de montero y rehalero, y no es otro que el conocido Perico Castejón.
Una
sección
Hace pocas fechas, Pedro González de Castejón, que es el nombre completo de nuestro Perico, publicaba un
libro dedicado a la caza titulado: “La montería tradicional española y sus rehalas: costumbre y normas”. En
ese cuidado volumen, Perico nos ofrece una recopilación de escritos y opiniones en referencia a las costumbres
en la montería tradicional y en las rehalas.
Aprovechando esta publicación y la enorme experiencia del autor, nosotros vamos a disfrutar de la lectura
de esos quehaceres tan especiales que tiene esta forma peculiar y tradicional de cazar, única en España y que,
aunque en otros lugares se intente imitar, nunca lograrán marcar ese sabor que tiene la nuestra, cargada de
tradiciones y que, incluso, proporciona al diccionario muchas palabras que solo allí se conocen.
La montería es un compendio de normas y tradiciones basadas en una forma de cazar los apretados y tupidos montes de nuestra agreste Península Ibérica, donde no sólo es protagonista el cazador o montero, que a
la postre es el que caza las piezas que le entran al puesto, sino también el rehalero, que con su esfuerzo y el
trabajo de sus perros es el que remueve el monte para hacer salir las reses a las posturas.
Y aquí no vale todo para hacerse con un venado o un cochino, no. Aquí priman unas reglas que todo buen
montero ha de cumplir, reglas que, aunque no estén escritas de manera oficial, todo montero debe conocer y
respetar.
Y como no está de más refrescar la memoria y que los nuevos monteros las tengan siempre presentes, nosotros vamos a contribuir a su conocimiento con esta nueva sección DE MONTERÍA, que esperamos sea de
su agrado.
Joaquín España
Club de Caza de RGA 3
n
Caza Menor n
¿Una buena temporada de
caza menor?
Más bien no
Les ruego me disculpen por un título tan poco alentador y sí bastante
realista, ya que después de lo vivido en temporadas generales de caza
menor anteriores y con el precedente tan cercano de una media veda tan
parca en codornices y tórtolas como la de este 2015, mucho me temo que
este que acaba de comenzar no será un ejercicio cinegético para recordar
en lo que tiene que ver con nuestra caza menuda. Quizá las migratorias
animen bastantes salidas y adornen los colgadores merced a su abundancia,
porque si hemos de fiar todo a las perdices, conejos y liebres, ya comento
que esta campaña, por lo visto y cazado en las primeras jornadas, pasará
sin pena ni gloria.
Por Hilario García Moreno
Fotografía: Foto ARDEIDAS
L
a primavera resultó poco lluviosa en su primera
mitad y muy calurosa en la segunda, mientras que
el verano, al menos hasta los primeros días de
agosto, fue el más terrible de los analizados y medidos
hasta la fecha, con olas de calor que se sucedían semana
tras semana. Ni que decir tiene que la cosecha de los cereales no ha sido buena en líneas generales, adelantándose
su recogida en muchos lugares -sobre todo en el centro y
sur del país- porque, especialmente los trigos y las cebadas, no valían gran cosa en comparación con otros años.
Y a las cosechadoras siguieron las empacadoras, y a éstas
las picadoras y el ganado. Para terminar, pocos días después y en muchos lugares, entraron los arados y convirtieron lo que hubieran podido ser rastrojos con algo de paja
y grano para dar alimento y cobijo a codornices y perdices,
además de a otras especies esteparias, en espacios absolutamente desoladores y carentes de cualquier signo de vida,
al menos en apariencia.
MEDIA VEDA: SÓLO CUMPLIERON
LAS TORCACES
Con estos antecedentes llegamos a la media veda, tras
meses y meses deseando que se produjera su apertura,
preparando a los perros para las codornices y organizando
a conciencia las tiradas a tórtolas y torcaces. ¿Y qué fue
lo que nos encontramos? Pues lo de siempre o incluso
peor. Escasez codornicera y penuria tortolera, mitigando
el varapalo esas torcaces que siguen salvando las salidas
venatorias estivales.
Lo de la codorniz tiene su aquél, pues entrar, entran, y si
no que se lo digan a los cazadores de corzos, que andan
peinando los cotos desde finales de febrero y escucharon
a las codornices durante buena parte de la primavera. Las
labores agrícolas, siempre más adelantadas en el sur que
en el norte, van propiciando que esta migratoria africana
efectúe pequeñas migraciones hacia pagos más septentrionales. Ahora bien, si lo anterior es irrebatible porque
los campos no ofrecen a las coturnas unos mínimos en
materia de comida y refugio, lo lógico sería que, una vez
abierta la media veda, en la franja norte de España se
lograsen unos resultados de escándalo en la caza de esta
especie. Y sin embargo esto no es así. Días de perchas
curiosas se dan en estos terrenos, pero teniendo en cuenta
que en el resto de la geografía apenas quedan núcleos
curiosos de codornices llegada la recta final de agosto y
que los cazadores norteños son especialistas en la caza con
perros de muestra debido a su gran afición por la becada,
la codorniz se puede considerar que es pan comido para
ellos. Aun así, las capturas allí obtenidas no dan respuesta
a una pregunta que muchos nos hacemos: ¿dónde se meten las codornices que entran a nuestro país y lo recorren
de sur a norte?
Sería interesante estudiar este fenómeno que a todos nos
desconcierta, pues no sabemos con exactitud si estas aves
entran a nuestros campos con igual intensidad que hace
unos años, si inician su regreso a África con mayor antelación, si pasan a otros países dada la inhabitabilidad de
buena parte de nuestros territorios de caza en determinadas fechas, si se quedan en zonas españolas poco propicias
para su caza con perros...
Respecto a las tórtolas comunes, nos pongamos como
nos pongamos, no llegan a España en números similares
a los de hace unas décadas, y eso es por algunos motivos: por su caza intensiva en los lugares de origen, por
no ofrecer el campo español las mismas condiciones de
tiempo atrás, por la excesiva proliferación de la tórtola
turca, etc. Así las cosas, y aunque algunas organizaciones
ecologistas propugnen el cese temporal de su caza aquí,
cuando lo que habría que revisar es la actividad cinegética sobre esta especie en los países del norte de África
y la moderna agricultura que lo ha cambiado todo -casi
siempre para empeorarlo en el rural español, en aras de
ser más competitivos y obtener mayores producciones-,
poco o nada va a cambiar el panorama tortolero de aquí
en adelante, lográndose tiradas apañadas sólo en aquellos
enclaves apropiados para esta sensible avecilla y donde se
organizan con esmero las tiradas veraniegas. Es lo que ha
pasado en esta media veda de 2015, igual que sucedió en
la de 2014 y lo que pasará en la de 2016.
Para finalizar este repaso de la mini temporada de caza
estival, subrayar el magnífico estado de las poblaciones
sedentarias de palomas torcaces, las cuales se están acostumbrando a salvar los muebles en las salidas venatorias
que se llevan a cabo en este tiempo. En la gran mayoría
de cazaderos españoles, en tiradas de cientos o miles de
pájaros abatidos o en modestos pasos en los que se cobran
algunos ejemplares, la torcaz cumple sobradamente con
las expectativas de los aficionados, lo que no deja de
ser una excelente noticia habida cuenta de la desilusión
que nos genera el pobre rendimiento de la codorniz y la
tórtola común si nos atenemos al número de lances, de
cartuchos gastados y de aves cazadas.
CAZA MENOR AUTÓCTONA EN LA
GENERAL
No son muchos los días transcurridos desde los distintos
desvedes autonómicos de la general de caza menor, y la
verdad es que el personal en líneas generales, se ha divertido, lo que no es de extrañar porque la cría de este 2015
no ha sido de las peores, y eso se suma que los bandos de
perdices estaban en plenitud de efectivos en la apertura,
que los conejos no sentían aún la necesidad aún de guarecerse en los vivares y que las liebres no habían sufrido el
esturreo de escopetas y galgos. Todo ello se ha traducido
en jornadas que han levantado los ánimos a la parroquia
cazadora.
Ahora bien, las poblaciones de los buques insignia de
nuestra caza menuda no son las que eran y eso, como
ocurre de un tiempo a esta parte, se evidencia cada vez
más temprano en la temporada general, lo que obliga a
imponer cupos desde el inicio de la campaña, a limitar
horas y días de caza o a vedar estas especies, sobre todo de
perdices, antes de tiempo para que el impacto de perros y
escopetas sea asumible en términos de conservación.
El caso de la perdiz roja salvaje es digno de admiración, ya
que aunque su presencia en cotos y fincas haya menguado
drásticamente en los últimos veinticinco años, el hecho
de que aún sobreviva en la mayor parte de la geografía
española tiene un mérito enorme. La transformación
del campo, las nocivas prácticas agrícolas que se llevan a
cabo en la actualidad, los millones de perdices de granja
soltadas desde que las silvestres comenzaron a mostrar
síntomas de declive y el impacto brutal de los predadores,
-la mayoría protegidos por la ley- convierten en casi un
milagro la supervivencia de nuestra brava patirroja, ese
símbolo de la caza menor hispana, envidiado a la vez que
admirado por aficionados de otras nacionalidades a los
que les encanta viajar a nuestras latitudes para cazarla en
ojeo y en mano, y que tan poca consideración despierta en
su lugar de origen más allá de la mostrada por cazadores y
titulares de cotos.
Y si milagroso, admirable y meritorio es el caso de la
perdiz roja, no digamos el del conejo de monte, que ya se
ha demostrado científicamente que existen dos subespecies en la Península Ibérica (la subespecie Oryctolagus
cuniculus algirus se distribuye exclusivamente por la parte
occidental de la península, mientras que la subespecie
Oryctolagus cuniculus cuniculus se encuentra por la parte
oriental y otras zonas del mundo donde el conejo ha sido
introducido) y que a pesar de las enfermedades víricas que
lo afectan con especial crudeza (mixomatosis y neumonía
hemorrágico vírica), arroja casi seis millones de capturas
anuales (dato de 2012, recogido en la última Estadística
Anual de Caza disponible del Ministerio de Agricultura,
Alimentación y Medio Ambiente).
LA BENDICIÓN DE LAS
MIGRATORIAS OTOÑALES
Para que nos hagamos una idea de lo que suponen en
términos cinegéticos las aves migratorias que nos llegan
en otoño procedentes de otros puntos de Europa y Asia,
comentar que según la Estadística Anual de Caza a la que
me he referido con anterioridad (a la que le faltan incorporar las capturas de Asturias, Comunidad Valenciana y
la provincia de Álava para que quede cerrada), en España,
en 2012, se cazaron 167.876 acuáticas y anátidas, 99.086
becadas, 11.862 avefrías, 4.689.342 zorzales y 2.014.107
palomas.
Como hemos señalado en otras ocasiones, la entrada regular de estas aves todos los otoños y su permanencia hasta casi el final del invierno es la mejor noticia para la caza
menor autóctona, que ve así aliviada la presión venatoria
en favor de unas especies cuya abundancia es manifiesta,
se reparten por casi todo el país y hacen que los aficionados disfruten de infinidad de lances y tiren millones de
cartuchos hasta que la finalización de la temporada.
Los palomeros, los pateros, los becaderos o los zorzaleros
eran y siguen siendo cazadores de lo más especializados
dentro del mundo de la menor, si bien ahora han de convivir con un número cada vez mayor de aficionados que,
además de perdices, conejos o liebres, han descubierto los
encantos de la caza con perro de muestra de la sorda, de
los puestos durante la pasa y de las tiradas en los lugares
de invernada de las palomas torcaces, de las cacerías en
mano y en pasos de los zorzales y de toda la liturgia cinegética que encierran las cazatas pateras.n
Fotografía
manda tu
y gana este regalo
n
Las Fotos del Club n
Esta sección está dedicada a todos nosotros: Los Socios del Club de Caza RGA.
Anímate, envía todo tipo de fotografías y un comentario sobre la misma. En
cada número publicaremos las más interesantes y sortearemos un nuevo regalo
entre todos los participantes.
En esta ocasión, sorteamos una magnífica navaja Muela con hoja de 9,5
centímetros con bloqueo, fabricada en cromo-molibdeno-vanadio de gran
dureza y empuñadura de madera y latón de 12 centímetros. Incluye funda de
piel, el complemento perfecto para su navaja Muela.
Enviad las fotografías a: Club de Caza RGA, C/ Basauri, 14.
C.P.: 28023 Madrid. Y muy importante, no olvides poner tu nombre,
dirección, teléfono y nº de socio.
n Foto
Ganadora n
Nuestro socio Javier Climent nos muestra su trofeo de arruí hembra, que consiguió tras un bonito rececho realizado en su tierra, Alicante, hace
pocas fechas.
BASES CONCURSO DE FOTOGRAFÍA CLUB DE CAZA RGA.
OBJETO: El objeto de la presente convocatoria es la selección de las mejores fotografías digitales enviadas por los Socios del Club de Caza RGA, para su inclusión en la revista del Club, sorteándose entre todos
participantes, un regalo que, en cada número, será a elección de Seguros RGA. En cada revista, se publicarán las nuevas fotografías recibidas hasta el momento de la edición de la publicación, realizada cada
cuatro meses.
REQUISITOS: Las fotografías deben ser originales, no haber sido publicadas por ningún medio, y estar relacionada con la Caza; El participante, deberá ser mayor de 18 años, indicar su nombre y apellidos,
DNI, dirección, teléfono y nº de socio; El envío de la fotografía implica que la misma ha sido elaborada con el consentimiento de las personas que aparecen en ellas, y que estas personas son mayores de edad y
dan su consentimiento y aceptan las consecuencias del envío al Club de Caza; En el caso de envío de fotos de menores de edad, deberán adjuntar el consentimiento expreso de los padres.
DATOS DE CARÁCTER PERSONAL: En cumplimiento de lo establecido en la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal, se le informa que los datos de
carácter personal recabados se utilizarán para el concurso de fotografía del Club de Caza RGA, y serán incorporados al fichero de RGA Seguros Generales Rural S.A. Los interesados pueden ejercer en los
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mediante escrito dirigido a la Unidad de Seguridad, c/ Basauri nº 14, 28023 Madrid.
1
Ivan Climent, joven cazador que ya
empieza a hacer sus pinitos en la caza.
Aquí con un ramillete de tórtolas
cazadas en la media veda de este año,
¡apunta buenas maneras!
2
Nuestro socio Fernando Pereira nos envía una foto de su gran amigo Pepe con sus “niños”.
3
Nuestro socio Álex, nos manda esta foto de un gancho con la
sociedad de cazadores de Cadalso de los Vidrios el pasado sábado
17 de octubre y después un almuerzo como Dios manda.
4
La familia Moreno con su doblete de venados (uno bronce)
abatidos en término del Real de la Jara.
n
Recuerde que…
IMPORTANT
En
… Es obligatorio desde el punto de vista legal,
tener contratado un Seguro de Responsabilidad
Civil del cazador, para el ejercicio de la caza.
Por este motivo, entre la documentación a llevar
consigo, no olvide incluir siempre el último
recibo de su Seguro del Cazador RuralCaza, para
así evitar posibles sanciones mientras practica su
afición favorita con total tranquilidad.
n
De Montería n
Normas que debe cumplir el
buen montero I
Las normas de la montería son reglas no escritas y que se transmiten entre las
generaciones de cazadores o se aprenden de la mano de nuestros educadores
en la caza. Son muy importantes, por ello siempre habremos de tomarlas en
cuenta.
Por Perico Castejón
L
as normas de montería, moldeadas a través de los
años, buscan la seguridad para todos los partícipes,
el orden durante la jornada, la ética en el comportamiento de los monteros y la estética en el conjunto, en
definitiva, el éxito del día.
Hay que reconocer que en las monterías de invitación la
mayoría de los cazadores se comporta con educación y
aunque el montero sea novato procura actuar con prudencia utilizando el sentido común y el civismo como guía
ante la duda. Pero aun asumiendo estas correctas maneras
de urbanidad, para el bien propio y el del conjunto, antes
de asistir a una montería sería imprescindible conocer y
aceptar las normas vigentes por las que en concreto se rige
esta actividad.
Tanto en las monterías de invitación -donde en general
todo es respeto y mesura- como en las comerciales -en
las que la asistencia cuesta dinero- es fundamental que el
organizador informe de las normas de seguridad y comportamiento que han de ser cumplidas estrictamente.
Y pasa a veces que algunos “cazadores” no quieren comprender la imposibilidad de asegurar que el guarro que
tienen encamado en frente pase obligatoriamente por su
puesto. Algunos insensatos se empeñan en amortizar el
día o el gasto y por su ansia de matar, disparan al bulto sin
saber qué hay detrás, es decir disparan al “tarameo” sin tener certeza de qué lo produce; o bien disparan a un metro
del vecino provocándole tal pánico que acaba abandonando el puesto, cuando no disparan por encima de la cabeza
de los perreros o lo hacen a una res rodeada de perros o
agarrada por estos.
En resumen, que el cumplimiento de las normas tradicionales de la montería garantiza la seguridad y la tranquilidad a todos los participantes.
La actividad de los monteros y los podenqueros el día
de la montería debería ser únicamente la de cazar y la
de batir y no la de preocuparse por su seguridad o por el
avasallador e inadecuado comportamiento de la persona
que ocupa el puesto de al lado. Por todo esto se considera
obligatorio que el organizador dé lectura en la cita a todas
y cada una de las normas que se deben observar, siendo
muy recomendable que se entreguen también por escrito.
Por la importancia que tiene la seguridad en el monte,
enumeraremos a modo de síntesis, las 20 normas que
deben regir toda jornada montera. En este número trataremos las cinco primeras reglas que debe cumplir el buen
montero, dejando espacio en el próximo ejemplar de la
revista para las 15 normas restantes.
1. No disparar sin estar completamente seguro de que
lo que se apunta es una res. En el monte hay perreros,
guías, guardas y perros y por cualquier causa se pueden
encontrar allí donde va la bala. Un bulto oscuro o un
“tarameo” pueden corresponder a una persona o a un
perro.
2. No disparar al viso, al horizonte. Hacerlo siempre
enterrando el proyectil. Cualquiera puede aparecer y
además no sabemos dónde irá la bala.
3. No utilizar la mira del rifle como si fueran unos
prismáticos para ver a otra postura o a un perrero.
Además de peligroso es sumamente desagradable para
quien se siente apuntado.
4. Respetar los derechos de los demás monteros:
- Dejando cumplir las reses y no cortando las carreras
que se dirigen o pueden dirigirse a otros compañeros.
- Respetando el lance de los demás, dejando que estos
lo jueguen con libertad y sin interferencias. Regla
de montería es que las reses que entran en el campo
de tiro de un puesto corresponden en exclusiva a su
ocupante y sólo él decide cuándo y cómo las tira sin
sufrir los disparos indebidos del montero próximo.
Es también una norma elemental de educación. Por
lo tanto, en ningún caso se debe disparar en el campo de tiro ajeno, sea antes o después de hacerlo el
vecino, ni porque la res se va sin tirar por no haberla
visto o no haber querido tirarla, ni porque la haya
fallado.
- No disparando nunca en línea con ellos.
- Respetando el lugar exacto marcado para el puesto.
No moviéndose de la tablilla ni mejorándose, ya
que además de peligroso para uno mismo y para los
demás, va en perjuicio de todos.
- En los cortaderos, arrimándose todo lo posible al
monte donde se encuentra la tablilla de señalización
del puesto. Adelantar la posición supone aumentar
notablemente el peligro y limitar el campo de tiro
del vecino.
- En los cortaderos, teniendo muchísimo cuidado con
los tiros a las reses que entran de frente. Es preferible no tirar, o como mucho, hacerlo sólo hasta
la mitad de la raya. En muchas monterías, por la
seguridad de los monteros, se prohíben los tiros a
contramano.
5. No disparar a una res rodeada de perros o si van muy
cerca de ella, ya que hay verdadero riesgo de alcanzarles. Ningún trofeo merece, jamás, la muerte de un
perro.n
En el próximo número seguiremos hablando de las normas que
debe cumplir el buen montero.
n
Así caza n
El trabajo con tu perro III:
comenzando la
temporada
Queridos amigos del Club de Caza de Seguros RGA, estamos de lleno en
la temporada de caza, ya levantada la veda, cuando se nos permite disfrutar
de un deporte ancestral, bonito y que ha ido evolucionando a medida que el
tiempo y nuestra cultura cambian de valores. Pero las nuevas generaciones
siguen motivadas por nuestra naturaleza y por la cantidad y variedad de
disciplinas para realizar en esta conocida actividad de la caza.
Por Amando Diego
Fotografías cedidas por el autor
C
uando escucho a los que se meten con los cazadores y nos tildan de asesinos, no tengo más que mirar a los ojos de mi Drahtaar para saber que nació
para cazar y que si no saliera al campo a poner, levantar y
cobrar una perdiz, no tendría razón de existir. Desde hace
muchos años el perro ha ido evolucionando a las condiciones de la caza y siempre ha sabido que la calidad de la
caza prima sobre la cantidad y que esta actividad crea una
relación entre el hombre y el perro únicamente comparable a la propia de una manada de lobos jerárquicamente
establecidos en sociedad.
Siguiendo la lista de temas para este año, trataremos de
daros algunas recomendaciones en el trabajo con vuestro
perro para este comienzo de la temporada. En primer
lugar me gustaría que hubierais seguido mis recomendaciones de este año para el entretiempo de “descanso
activo” de nuestros perros. Si así fuera, los perros a fecha
de hoy estarían en forma y listos para trabajar una jornada
completa. Este verano mi veterinario, Carlos Espinar, ha
atendido muchos casos de perros por golpes de calor. Y
todavía está haciendo calor los primeros días de caza, por
ello aún hay que tener mucho cuidado y, a pesar de tener
los perros en forma, debemos tener en cuenta algunos
detalles.
En primer lugar hay que mantener una buena hidratación
antes, durante y después de una jornada dura de caza.
También es muy importante poner a disposición del perro
el día anterior agua en abundancia, llevar una botella con
agua para poder abastecer al perro cuando no tengamos
ninguna charca al lado y, por último, que tenga suficiente
agua disponible al día siguiente.
Si trabajamos con más de un perro, será una buena idea
sacarlos de uno en uno. Podremos llevar uno de ellos
atraillado y esperar a que se canse el primero para cambiar, y así sucesivamente para guardar una buena intensidad de trabajo toda la jornada.
El golpe de calor es típico en estas primeras fechas de
principio de temporada, es fácilmente detectable por
síntomas tales como: el jadeo excesivo o la hiperventilación, taquicardia, hipersalivación, temblores musculares,
hipertermia y alteraciones neurológicas. Es un problema
muy serio y aunque pensemos que el perro se ha recuperado, debemos vigilarlo durante las siguientes veinticuatro
horas porque se ha dado más de un caso de recaída y
muerte por la noche.
Además es muy importante que llevemos un botiquín
básico en el coche en el que incluiremos, como primera
medida, nuestro teléfono móvil, con al menos un par de
números de clínicas veterinarias, para poder hablar con
el profesional veterinario que nos tranquilice y aconseje
hasta que podamos trasladar al perro a su clínica. Además
hay que incluir unos guantes de látex, pinzas, vendas, algodón y tijeras. También es importante llevar algún antiséptico tipo betadine, agua oxigenada, jeringuillas y aguja.
Por ultimo, suero, adrenalina para usarlo como vasoconstrictor, cremas antibióticas y cicatrizantes, hemostáticos
en polvo y eméticos, para provocar el vómito. No olvidar
algún antihistamínico que ayude a paliar los efectos de
cualquier picadura o alergia hasta la llegada a la clínica.
En el aspecto meramente del trabajo del perro, estos
primeros días suelen ser complejos porque nuestra actitud
cambia y nuestra atención no se centra sólo en el perro,
como sí pasa cuando salimos a trabajar con él. Cuando salimos a cazar los estímulos son diferentes porque hay más
compañeros de caza, más escopetas y nuestra concentración en seguir la mano y atender al vuelo de la caza hace
que perdamos intensidad en el control del perro.
El perro, ya experto, sabrá diferenciar perfectamente
cuándo va a salir a cazar y cuándo está en una sesión de
trabajo. Su actitud puede variar, y al cazar quizás no tenga
tanto control pero sí mayor efectividad. Lo importante
para estos perros con experiencia es que mantengan una
buena llamada y un buen respeto al vuelo, para que regulen bien su físico a lo largo del día.
El perro joven, además de no administrarse, puede crear
confusión en sus respuestas ante la naturalidad de dos
lances. Además trabaja junto a otros perros y dueños
con escopetas. Es fundamental hacer que la jornada sea
agradable, ordenada y sobre todo evitar correcciones que
pueda asociar con la mano o las piezas de caza. Si el perro
es demasiado sensible seguramente lo intimidemos y
llegue a asociar al grupo de cazadores como algo negativo.
Otra de las cuestiones a tener en cuenta con nuestros
perros a principio de temporada es el cazadero. No hace
mucho estuve en una prueba de trabajo después de un verano sequísimo y sin que algunos perros estuvieran preparados a trabajar en un monte rocoso y seco. El resultado:
muchos perros no clasificaron por falta de contacto con la
caza. Un perro ha de tener mucha sangre para motivarse
en este terreno un día de calor de principios de octubre,
o haber trabajado con éxito en este tipo de terreno y estar
preparado para soportar la dureza. Por ello, sacar al perro
días antes al cazadero que vamos a trabajar el primer día
de caza es necesario para dar seguridad al animal y hacerle
el primer día de caza más llevadero y motivador.
Por último, una serie de mini consejos para cuidar el detalle: para perros nuevos, confirmar que no tienen miedo
a las detonaciones. Si se comen alguna pieza de caza al
principio, recordar que puede ser por falta de conocimiento así que no debemos corregirlo el día de caza sino trabajarlo después en días diferentes. Hay perros que luego
despiertan y se convierten en excepcionales cobradores.
Recuerdo que tuve una pointer que se comió sus primeras
seis codornices y después de aquello no volvió a hacerlo,
mostrándose segura en el cobro y blanda de boca.
Para perros expertos, los primeros días son de puesta a
punto física. Se supone en ellos un control ya establecido,
y una eficacia basada en la experiencia. Con ellos los mayores problemas que podemos tener son la interacción de
alguna perra en celo o de alguna enfermedad transitoria,
como infecciones y demás. Una analítica para descartar leismania, giardias y otros parásitos nos ayudará a
comprender los bajones o el estado emocional de nuestros
perros maestros.
Desde estas líneas quiero desear a todos los lectores una
feliz temporada acompañados de nuestros amigos. Defender la caza como deporte se basa en cuidar el detalle,
demostrarnos a nosotros mismos una ética en el trato de
nuestros canes, que nacieron y vivieron para mostrarnos,
levantarnos y cobrarnos las piezas de caza, y hacerlo de
una manera armoniosa, delicada y edificante para el ojo
humano. No me imagino esta vida sin los perros de caza,
sin la caza y sin mis amigos cazadores. Estas líneas son un
homenaje a todos ellos.
Amigos, feliz temporada a vosotros y vuestros perros.n
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n
Armas para la Caza n
Sauer 404
En busca de la perfección
Por Joaquín España
E
ste prestigioso fabricante de armas alemán nos
tiene acostumbrados a un producto exquisito, de
buena factura, equilibrado y funcional. Todavía seguimos disfrutando de modelos como el 90, que marcó un
antes y un después, o el funcional 202. Pero en el último
IWA presentaron el Sauer 404, un arma de caza modular
con las mejores prestaciones del mercado.
Para empezar nos vamos a encontrar con 4 modelos del
404: el Synchro XT, el Elegance, el Classic y el Classic
XT. Cada uno aporta ciertas diferencias en lo correspondiente a diseño y manejabilidad aunque,
en esencia, todos nos dan lo mismo.
Algunos modelos se presentan con
terminaciones sintéticas y otros con
madera, pero todas las versiones
incorporan todas las novedades y las
piezas son idénticas e intercambiables.
Lo primero que destaca en este modelo es la sencillez en
todas las operaciones, ya que por ejemplo, con su propia herramienta se extrae el cañón en un momento para
poder intercambiar el calibre. Lo mismo sucede con la
cabeza del cerrojo, que podemos desmontarla e intercambiarla simplemente con la mano. De esta forma el mismo
cerrojo de 6 tetones de cierre y dos extractores, puede
adaptarse a todo tipo de calibres (incluidos los magnum)
con sólo desplazar con el pulgar la retenida de la cabeza y
sacarla con extrema facilidad.
El cerrojo, de fácil y rápido
desplazamiento, funciona de
maravilla, como todos los
Sauer.
Pero una de las novedades más
sorprendentes no es que el gatillo pueda variarse
en altura y desplazamiento, si no que lleva un acceso
sencillo para poder regular la presión del mismo entre 550
y 1.250 gramos.
Se trata de un rifle de cerrojo con cañones intercambiables que se desmonta por completo con un único útil que
además va integrado en el mismo rifle, en la anilla portafusil delantera. También cuenta con un seguro de armado
manual muy fácil y sencillo de accionar, y con una cabeza
del cerrojo desmontable a mano. Además es ergonómico,
muy equilibrado y permite un fácil encare, al tiempo que
es ajustable en gran medida a cada cazador. En resumen,
una de las mejores armas que he visto en muchos años.
Disponible en calibres 243, 6,5x55, 270, 7x64, 308, 30.06,
8x57, 9,3x62, 7 mm Rem. Mag., 300 Win Mag, 8x68S,
338 Win Mag, 375 H&H Mag.
Longitud del cañón: 51, 56 ó 62 cm.
Peso aprox.: 3,25 Kg
Precio: Aproximadamente y dependiendo del modelo,
entre 2.800 y 4.000 €. n
n
Caza Mayor n
Otoño:
disfrute venatorio
para todos los paladares
Nos encontramos en otra temporada general de caza mayor en la que
jabalíes y venados están dando grandes satisfacciones a los monteros
que ocupan los puestos de las batidas y monterías programadas en el
calendario. Gamos y muflones, en monterías y en recechos, también
dan bastante juego, como también lo darán, una vez llegado el frío y sus
respectivas épocas de celo, rebecos, machos monteses y arruís. Y por si
fuera poco, en batida o en aguardo, el lobo podrá cazarse en aquellas zonas
que cuenten con permisos para su cobro. Así pues, muchas posibilidades
venatorias a nuestro alcance y buenas perspectivas en torno a las mismas.
Por Mario Bellaescusa Martínez
Fotografía: Foto ARDEIDAS
D
e pagos septentrionales a meridionales, de
oriente a occidente de nuestro país, el jabalí
vuelve ser el gran protagonista de la temporada general de monterías y batidas. Son miles de aficionados, en numerosas salidas cada fin de semana por
toda la geografía nacional, los que tratan de cazar a este
singular y bravo animal, paradigma del salvajismo y
señor de nuestros montes. Primero en las comunidades
autónomas del norte, por su desvede más tempranero, y
más tarde en las del centro y sur. Lo cierto es que tanto
batidas como monterías, a pesar del calor y de que los
perros de rehala y de rastro todavía no habían alcanzado su estado óptimo de forma, confirmaron que hay
bastantes jabalíes. Así pues, y porque esto no ha hecho
más que empezar, tenemos por delante un ejercicio
venatorio casi entero que apunta muy alto en lo que a
los cochinos se refiere.
El venado, principal objetivo montero si dejamos a
un lado al jabalí, que se encuentra en otra dimensión
cuantitativa, está brindando también bastantes lances
en este tiempo de caza en montería y batida, después
de que fueran cobrados muchos y buenos trofeos en
la berrea, y eso a pesar de las mortandades de cervuno
provocadas por los temporales invernales en la España
más septentrional y a pesar también de una primavera
con poca lluvia en su primera mitad y muy calurosa
en la segunda, e incluso a pesar de un verano terrible, con temperaturas extremas y enorme sequía, que
desembocó en una época de celo o brama de la especie
discontinua e irregular. Por tanto, más que alentador el
panorama en relación al venado para esta temporada
2015-2016, si bien la calidad de las cuernas en algunos
territorios se ha resentido sensiblemente a la baja por
lo extremo del pasado estío.
GAMOS Y MUFLONES,
SUBALTERNOS DE LUJO
Si bien los recechos de gamo, antes, durante y después
de la ronca, provocan el interés de numerosos cazadores de mayor en muchas fincas, en otras, en cambio,
el ‘paleto’ sólo se caza en montería, siendo elegida la
primera mitad de la campaña como la más apropiada
para cobrar este cérvido bajo dicha modalidad colectiva
de nuestra caza mayor. Como el gamo se encuentra mayoritariamente en espacios cerrados, donde el
suplemento de comida y agua son habituales en lo
peor del verano, la merma de la calidad de los trofeos
está resultando menos evidente que en el caso de los
ciervos. En cuanto al muflón, que completa el cuarteto
de especies cazables en montería, todo nos indica que
sigue sumido en una dinámica positiva: Por esto ya ha
dado lugar a buenos planteles en algunas monterías, en
número y calidad de trofeos, si bien serán los recechos
durante el celo los que posibiliten el abate de los mejores ejemplares del curso cinegético, y además con su
espectacular capa de pelo invernal.
Eso sí, tanto gamos como muflones, al ser especies
gregarias que se mueven en grandes ‘pelotas’ por las
manchas, no serán fáciles de cazar desde los puestos
de montería, aunque quizá eso suponga más un reto
para el aficionado que un hándicap a la hora de llevarse
el rifle a la cara y tratar de poner la cruz del visor -y
después el proyectil- en el animal deseado.
ALGO SOBRE PERROS DE REHALA
Y JAURÍAS
Los perros de rehala, en las monterías del sur y del centro,
son los auténticos protagonistas de estas citas porque de
su trabajo en el interior de las manchas y guiados por los
perreros, dependerá el levante y movimiento de jabalíes
y venados hacia los puestos. Todo arranque de temporada tiene sus dificultades y este no ha sido diferente, más
aún para estos canes, en su mayoría podencos de talla
grande y cruzados de esta raza con mastín, acompañados
en ocasiones de perros de agarre y de algunos ejemplares
asabuesados, los cuales, tras un largo periodo de inactividad, tuvieron que enfrentarse a terrenos secos y a altas
temperaturas en las primeras salidas.
Y si importantes son las rehalas de cara al éxito de las jornadas monteras, qué decir de esos perros de rastro, tanto
los que van atraillados hasta dar con los encames cochineros, como los que componen las jaurías que se sueltan una
vez se ha localizado dónde están echados los guarros que
participan en las batidas norteñas. Sabuesos, grifones y
cruces, escoltados a veces por algunos perros de agarre tipo
alano, llevan más semanas que las rehalas bregando duro
por los montarrales septentrionales del país, y también
ellos han sufrido de lo lindo las altas temperaturas mientras trataban de desalojar a los jabalíes y de conducirlos
hacia las posturas estratégicamente colocadas en el monte.
EN ALTA MONTAÑA
Nuestras especies de alta montaña (macho montés y rebeco) disfrutan de buenos estatus poblacionales. Para este
otoño las previsiones no parecen haber variado sustancialmente respecto a temporadas anteriores, por lo que incluso ya han comenzado a abatirse grandes trofeos de estos
ungulados de montaña. Eso sí, si en los terrenos donde
vamos a recechar no tenemos limitado el número de
jornadas porque no son de titularidad pública, y sabedores
de que la mejor época para esta caza suele coincidir con la
llegada de los grandes fríos, que es cuando estos animales entran en celo, sería positivo que antes de ese tiempo
hubiésemos acudido a los cazaderos, con el fin de ubicar
a esas cabradas que serán visitadas por los machos llegado
el celo o, quién sabe, de localizar a ese gran ejemplar que
quizá nos dé ocasión de intentar su abate en estas fechas.
Trofeos, grandes trofeos, los que encontraremos y daremos caza si gozamos de buenas piernas y fondo físico, si
sabemos valorarlos en la distancia, si tenemos una gran
fortaleza mental y si tenemos un nivel más que aceptable
de tiro a media y larga distancia. La caza del rebeco y
sarrio y la del macho montés son de las más apasionantes
que se pueden practicar en nuestro país, al disfrutar de
unos entornos y de unos animales sin parangón y que
ejemplifican como pocos lo agreste, lo salvaje, lo puro, lo
incierto, lo esforzado... Así las cosas, si la cacería termina
como todos deseamos antes de poner los pies en la montaña, es decir, con el abate del animal que vamos buscando, sea un gran trofeo o un animal selectivo, un macho o
una hembra, la satisfacción será inigualable y el recuerdo
nos acompañará mientras vivamos.
A VUELTAS CON LA SEGURIDAD
Es empezar la temporada general de caza mayor y los accidentes de caza vuelven a poner la nota amarga sobre una
afición, una forma de entender la vida, que está sobrada de
enemigos en la actualidad y muy falta de apoyos sociales y
políticos.
De esta manera, para que no tengamos que lamentar más
accidentes con resultados de cazadores heridos o muertos,
y como punto final a estas líneas sobre la campaña general
de caza mayor 2015-2016, nos detenemos en algo de suma
importancia, en algo en lo que, más allá de las piezas y los
lances, ha de presidir todas las jornadas cinegéticas, desde
que salimos del hogar hasta que retornamos al mismo: la
seguridad. Y por seguridad entendemos:
• La necesaria precaución que debemos exhibir al volante.
A la ida, normalmente tras haber madrugado lo suyo, y
a la vuelta, generalmente cansados tras uno o varios días
en el monte.
• La obligatoria prudencia que hemos de mostrar hacia
los perros, nuestros o de otros compañeros de cacería,
pues en muchos casos van literalmente pegados a las
piezas y eso es motivo más que suficiente para no apretar el gatillo.
• El uso responsable de los rifles, especialmente en modalidades colectivas de caza mayor como la montería, la
batida y el gancho. Es preciso evitar disparos de riesgo
(visos, interior de montes, en línea con otros puestos, en
dirección a otras armadas, etc.) y tener la certeza de que
las balas, alcancen o no su objetivo, quedarán enterradas
y no continuarán su ‘vuelo’.
• No confiarse nunca a pesar de conocer los cazaderos
y estar en buena forma física, ya que de un resbalón o
un traspié nadie está libre y podría desembocar en un
accidente. Además, si cazamos en grupo (en montería,
en batida, etc.), convendría estar algo pendientes de
aquellos compañeros más mayores o cuya salud sea más
delicada.
• Actuar con coherencia en los remates de reses heridas.
Si el cochino y venado están bien agarrados por los
perros de rehala, nada de tiros y a entrar con cuidado
por detrás a rematar a cuchillo. En caso de no atrevernos, mejor avisar al perrero o a algún otro montero
para que lo haga. Y si la res no tiene perros encima ni
cerca, dejémonos de heroísmos con el cuchillo, porque
puede estar muy entera, y disparemos para acabar con
su sufrimiento.n
Espacios Naturales n
Hoces del
Río Cabriel
n
PARQUE NATURAL
Entre las provincias de Cuenca y Valencia se desliza de manera sinuosa
uno de los ríos menos conocidos y con mayor valor ambiental de la
península ibérica: el río Cabriel. Declarado Reserva Natural por la
Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en 1995 incluido en la
Manchuela Conquense, y Parque Natural por el gobierno valenciano en
2005, ocupa una superficie de más de 30.000 hectáreas.
Texto y fotografías: Hnos. de la Cruz Alemán y F. Cámara / FOTO-ARDEIDAS
P
rocedente de los Montes Universales en la provincia de Teruel, apenas a un tiro de piedra de donde
nace el Tajo, en el paraje conocido como Puñal del
Corzo, a más de 1.700 metros sobre el nivel del mar nace
el río Cabriel, sin duda uno de los cauces fluviales con
mayor calidad ambiental de Europa y quizá también uno
de los más espectaculares, configurando en su recorrido
una suerte de hoces, “cuchillos” y cárcavas que lo convierten en todo un regalo para los amantes de los paisajes
singulares, esos paisajes que habitualmente se encuentran
escondidos y, en consecuencia, bien conservados.
La Reserva de las Hoces del Río Cabriel se encuentra en
la zona de contacto entre el Sistema Ibérico y las llanuras
sedimentarias de la Submeseta Sur, predominando los
depósitos y afloramientos del Cretácico Superior y del
Terciario, es decir, materiales con una antigüedad que
superan los 70 millones de años. La geomorfología es, sin
duda, el plato fuerte de la reserva, destacando las formaciones de hoces y cuchillos sobre las calizas y dolomías
en forma de elevadas crestas y tajos sobre los materiales,
lo que le confieren una belleza paisajística y geomorfológica de primer orden. Entre su singular sustrato pétreo
se encuentra una variada y valiosa flora y fauna que han
desarrollado una gran adaptación al medio donde viven.
Toda la zona se encuentra inserta en el Lugar de Interés
Comunitario (LIC) y Zona de Especial Protección de
Aves (ZEPA) denominadas “Hoces del Cabriel, Guadazaón y Ojos de Moya”, figuras y territorios designados
por las Comunidades Autónomas para formar parte de
la Red Natura 2000, e incluidos en los espacios naturales protegidos a nivel europeo, lo que les confiere una
importancia singular. Fue la amenaza de la construcción
de la autovía Madrid-Valencia lo que llevó a Castilla-La
Mancha a iniciar el expediente para el inicio del Plan de
Ordenación de los Recursos Naturales de la zona que
desembocó en la declaración de Reserva Natural.
CÓMO LLEGAR
A la Reserva se puede acceder por la Nacional III o
bien por la Autopista A3, procedentes de Madrid. En
el primer caso, poco después de superar la población de
Minglanilla, en apenas 7 kilómetros tomamos una desviación a la derecha en dirección Contreras. El Centro
de Interpretación se encuentra a escasos 2 kilómetros de
este punto. En el segundo caso hay que salir por el desvío
que nos conduce a Villargordo del Cabriel para tomar
la NIII dirección Madrid. Así llegaremos al Embalse de
Contreras por su tramo sur y, una vez allí, tomaremos la
desviación a la izquierda hacia la “Reserva Natural de las
Hoces del Río Cabriel”.
VISITA A LA RESERVA NATURAL
FLORA Y VEGETACIÓN
Accedemos a la reserva por el norte, para llegar al Centro
de Interpretación “Mirasol”, situado a las puertas de la
misma, que se puede visitar sin límite en el número de
visitantes y que nos invita a hacer un recorrido pormenorizado por los diferentes ecosistemas del espacio
natural. El Centro consta de punto de información, sala
de exposición y área interpretativa con las características
de la Reserva, sala de audiovisuales, etc. A partir de aquí
se inicia el itinerario en forma de ruta señalizada de unos
6 kilómetros de longitud (ida y vuelta) a través de la que
podemos conocer el espectacular paraje de los Cuchillos,
formación geológica singular y un auténtico emblema
de la zona. El acceso a la ruta está limitado a un número
máximo de personas. Para hacer la visita hay que ponerse
previamente en contacto con la Junta de Comunidades de
Castilla-La Mancha.
Fruto de la singularidad del espacio natural, de su geología y orografía prácticamente inalterada, es igualmente
importante su vegetación y su flora que responden a variados tipos de hábitats. Los relacionados con el ecosistema
mediterráneo están compuestos por formaciones de hoja
perenne, sobre todo matorral, adaptadas a la sequía y
altas temperaturas de los meses estivales, entre las que se
encuentran la coscoja, el espino negro, la cornicabra o el
lentisco. Con formaciones cerradas, colonizan las fuertes pendientes y las zonas pedregosas de las laderas. Las
crestas rocosas están formadas por vegetación rupícola, es
decir, adaptada a la piedra, como la globularia o la sabina
mora. También es de gran interés e importancia la vegetación ribereña que se asienta cerca del propio cauce del
río en forma de bosques ribereños con apretadas saucedas,
extensas alamedas, tarays, juncos, carrizos y cañaverales
que propician un amplio e impenetrable dosel forestal en
muchos lugares.
A destacar entre la vegetación las amplias formaciones de
pino carrasco y su apretado cortejo florístico de matorral
donde predomina la coscoja, el romero y el enebro, la
mencionada sabina mora, el lentisco o el brezo y la aliaga.
El tomillar mixto y las especies vivaces como la atocha,
el esparto y el cervero también abundan por la zona. La
más destacada representación de esta formación vegetal
incluida en el anexo 1 de la Directiva 92/43/CEE por su
extensión, continuidad, estructura y madurez, se encuentra en la zona norte, en el Valle de la Fonseca y zona de
las Hoyuelas. Igualmente destacan los matorrales mixtos
tipo garriga, caracterizados por la abundancia de coscoja,
lo que origina en muchos lugares amplios coscojares. Se
trata de un matorral de una cierta altura que proporciona
al suelo un alto grado de protección contra la erosión. Los
romerales, muy frecuentes como formaciones que crecen
aisladas o intercaladas entre los pinares, sobre todo en la
zona suroccidental de la Reserva; los tomillares mixtos,
espartales y la vegetación rupícola como la mencionada
globularia son especies todas ellas muy adaptadas al sustrato donde se asientan.
FAUNA
En este complejo y variado ambiente natural prospera una
fauna silvestre realmente importante a todos los niveles.
Esto se debe a la singular orográfica del entorno donde se
unen una densa vegetación, pinares, matorrales y explotaciones agrícolas tradicionales; el propio río Cabriel; los
paredones y cortados y la tranquilidad que proporciona la
escasa densidad poblacional en el espacio, lo que ha permitido la presencia y conservación de un variado plantel
faunístico donde destacan determinadas especies amenazadas cuya conservación es de gran importancia a nivel
nacional e internacional.
Entre la comunidad de mamíferos, rica e importante,
por lo que supone el corredor ecológico norte-sur que
atraviesa la Manchuela y que favorece la conexión entre
las poblaciones, hay que destacar sobre todo la riqueza en
murciélagos con un variado número de especies para las
que son importantes las simas y oquedades así como la variedad de hábitats disponibles. También abundan los mustélidos, como la comadreja, el turón, la garduña y el tejón.
Destaca la presencia de nutrias, para las que el río Cabriel
es esencial en el desarrollo de su biología y ecología. Otros
mamíferos presentes son el zorro, la gineta, la rata de
agua, el conejo de monte, el jabalí o la cabra montés, con
una reducida colonia en la zona de los Cuchillos.
Las aves, por su parte, se ven favorecidas por los farallones verticales, bosques, matorrales y cultivos, así como
la presencia del propio río, con especies igualmente
importantes. Entre las rupícolas hay que destacar al
águila perdicera (especie que se encuentra en peligro de
extinción), el águila real, el halcón peregrino, el búho real,
entre otros. Otras especies no menos importantes son la
collalba negra o la chova piquirroja, incluidas en el Anexo
I de la Directiva 79/409/CEE del Consejo de Europa relativa a la Conservación de las Aves Silvestres. También es
destacable la presencia del vencejo real, el avión roquero,
el roquero solitario o el cuervo, todas ellas incluidas en el
Catálogo Nacional de Especies Amenazadas y clasificadas en el Libro Rojo de los Vertebrados de España como
vulnerables o raras. Otras especies no menos importantes
son el águila calzada, culebrera, milanos real y negro,
azor, gavilán, ratonero, alcotán, tórtola, búho chico o pico
picapinos. Por otro lado, hay una destacada comunidad
ornítica asociada a los matorrales de bajo porte y campos
de cultivo y áreas de efecto de borde al igual que las especies asociadas al propio cauce del río Cabriel.
Entre los anfibios y reptiles se constata la presencia de seis
especies de anfibios y trece de reptiles, entre los primeros se encuentran sapillos y ranas y entre los segundos
lagartos y culebras, destacando la presencia de la víbora de
lataste.
USOS TRADICIONALES
La economía de la zona es sobre todo de base agrícola
y forestal. Los campos agrícolas se suelen disponer en
mosaico, intercalándose con los pinares y matorrales, en
las zonas de menores pendientes ocupando sobre todo las
zonas occidentales del espacio natural. La mayor parte de
las fincas son de propiedad privada. Los cultivos agrícolas
son leñosos, destacando la vid y el almendro, además del
olivo, menos frecuente. También están presentes los cultivos herbáceos de secano y, de manera puntual, aparece el
regadío. En cuanto a la ganadería está poco representada,
destacando el ovino y en menor medida el caprino. Por
otro lado la apicultura es relativamente importante.
El aprovechamiento forestal se centra sobre todo en el
aprovechamiento del pino carrasco con una periodicidad
entre 15-30 años. El aprovechamiento cinegético tanto de
caza mayor como menor se realiza en cotos privados. Se
caza el jabalí en batidas o ganchos y en cuanto a la caza
menor, sobre todo de liebre, conejo, perdiz roja, paloma
torcaz y tórtola.n
n
A Perro Puesto n
Nace un nuevo partido
político rural
E
l pasado 3 de noviembre los promotores de este nuevo partido denominado
Acción Natural Ibérica (ANI), firmaron ante notario el Acta de Constitución de un nuevo partido político que viene con la intención de cubrir un
espacio olvidado de la política de este país: la vida y el desarrollo rural.
Según sus promotores, “todo el ámbito rural y agrario se está viendo enormemente
perjudicado por las políticas erráticas, sin definición y faltas de contenido que desde
las urbes están legislando. Parece como si esas políticas estuvieran basadas en un
desconocimiento total del mundo rural y se hicieran con vistas a someter a sus tierras y habitantes a los dictados de las necesidades de las grandes urbes sin pensar los
graves perjuicios que esto conlleva. Más bien parece que se legisla con el ánimo de
conseguir subvenciones de Europa, que luego se emplean mal o que pasan olvidadas
sin pena ni gloria por los despachos hasta perderse”.
Nace pues, un partido con clara vocación por el campo y la naturaleza real. Esa naturaleza que de verdad, día a día sucede y que poco o nada tiene que ver con lo que
se piensa en las grandes ciudades. Este partido aboga por lo rural y por conservar su
estilo de vida con dignidad y sus tradiciones. La agricultura, la ganadería, la caza, la
pesca, los toros, el aprovechamiento de los recursos naturales renovables y el derecho
a una vida digna en el ámbito rural, son y serán la base de sus propuestas políticas. n
Zimbabue no imputará
al cazador que mató al
león Cecil porque tenía
los permisos
L
as autoridades de Zimbabue no imputarán ningún delito al dentista estadounidense Walter Palmer, responsable de la muerte del león Cecil, porque
contaba con los permisos oficiales necesarios para llevar a cabo la polémica
caza. Así lo ha confirmado la ministra de Medio Ambiente del país africano,
Oppah Muchinguri-Kashiri, que ha descartado abrir un juicio contra Palmer porque “tenía todos los papeles en orden”. Además, podrá volver a Zimbabue como
turista, aunque no como cazador.
Palmer, de 55 años y natural de Minnesota, esgrimió precisamente los permisos
obtenidos como eximente de responsabilidades. Asimismo, negó que tuviese
constancia de que la pieza que iba a cazar era el león Cecil, un animal icónico del
Parque Nacional Hwange.
En el banquillo sí se sentarán, en cambio, dos ciudadanos zimbabuenses acusados
de atraer a Cecil fuera del Parque Nacional Hwange para facilitar su caza. Ambos
han negado los cargos que se les imputan y que han terminado dando la vuelta al
mundo. n
La caza y el
ecoturismo
en Riaño,
tienen que
entenderse
L
a caza, uso tradicional, genera cada
año unos beneficios anuales de
medio millón de euros a ayuntamientos, juntas vecinales y particulares,
propietarios de los derechos cinegéticos.
El avistamiento de especies en libertad
y una propuesta turística emergente y en
expansión, supone para la montaña de
Riaño unos ingresos directos de 100.000
euros al año. Si hay alguien dispuesto a
renunciar a alguno de ellos, eso es porque
no vive la realidad de una zona en declive
poblacional, con la ganadería en retroceso
y sin otras expectativas de futuro.
El director de la Reserva de Caza de
Riaño, Juan Carlos Peral, defendió la
actuación del celador contra una manada
de lobos, presenciada por un grupo de
excursionistas y recuerda que la caza en
Riaño es legal y que son los propietarios
de los terrenos (ayuntamientos, juntas
vecinales y particulares), los que dan las
autorizaciones y los que se benefician económicamente de las piezas que se cazan.
«Son ellos los que deciden el uso de sus
terrenos y a nosotros nos encargan la
gestión de esa caza, por lo que no entiendo que nos critiquen por hacer nuestro
trabajo», apunta Peral.
El responsable de la Reserva lamenta que
los excursionistas presencien la caza de las
especies, aunque afirma que “son ellos los
que vienen a una reserva de caza, que lleva muchos años funcionando y de la cual
viven los pueblos”. Peral afirma que en
estos momentos no cree que la actividad
cinegética de Riaño sea compatible con
las actividades de avistamiento. “Me gustaría decir que es compatible, porque ¿a
quién no le gusta venir a la montaña a ver
animales en libertad? pero yo realmente
no veo la fórmula”, comenta. n
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