BRASIL sur 27.09.2013 - 23.12.2013 Gramado y

Transcripción

BRASIL sur 27.09.2013 - 23.12.2013 Gramado y
BRASIL sur
27.09.2013 - 23.12.2013
Gramado y Canela
P.N. Serra Geral
P.N. Aparados da Serra
Florianópolis
Porto Belo y Bombinhas
Blumenau
São Paulo
Ilha Bela
Trindade-Paraty
Río de Janeiro
Búzios
Teresópolis
Ouro Preto
Belo Horizonte
Tiradentes
São Thomé das Letras
GRAMADO y CANELA
Entramos a Brasil por la frontera sur del Chuy y nos dirigimos hacia Gramado y Canela. Una zona que fue
poblada por alemanes y que conserva la arquitectura y tradiciones que trajeron a Brasil.
Típica casa de Gramado.
Museo del tren a vapor en la entrada a Canela.
Parque Nacional Serra Geral ( Cambará do Sul )
Página oficial del parque
Desde Cambará do Sul, un pueblo muy tranquilo donde dormimos delante de la oficina de turismo que
hay casi en la salida de la villa, se llega a los dos parques nacionales más importantes de la zona. Para
llegar a Serra Geral, se sigue la RS-020 y siguiendo las indicaciones se llega al parque por una ruta
asfaltada. Una vez en el parque los caminos son de arena. Al final del camino se llega al espectacular
Cañón de Fortaleza. Un lugar impresionante!
Parque Nacional Aparados da Serra
Desde Cambará do Sul,
por la RS-427 se llega al
Parque Nacional
Aparados da Serra, que
alberga el cañón
Itaimbezinho. Tiene dos
treckings principales. El
primero te lleva hasta
esta vista impresionante
del cañón tras una hora
de camino muy fácil.
Volviendo a la entrada del parque hay otra ruta también
muy fácil de hacer para poder ver el cañón desde el otro
lado y así la cascada “Veu da noiva”. En este link podéis
encontrar el mapa para visitar el parque.
No se puede acampar dentro de ninguno
de los dos parques, hay que llegar hasta
Cambará do Sul, donde aunque es un
pueblo pequeño, hay servicios de todo
tipo. En la oficina de turismo te ofrecen
para conectar la kombi a la corriente y
son muy amables. En el pueblo venden
una miel excelente!
Visitando el parque, se pueden ver todo tipo de
animales, como pájaros y zorritos.
Con un día por parque es suficiente para recorrerlos
con calma.
Durante el camino celebramos los 250.000km de la Saioneta!
Florianópolis
Llegamos a la isla de Florianópolis, donde nos está esperando Tiago, que conocimos en nuestra
primera visita a Brasil en 2012. Compartimos unos días con él y con Carla y Marcelo, que son de
Porto Belo y vinieron hasta la isla para acompañarnos y pasar unos días con nosotros.
La isla se recorre fácilmente con vehículo. Tiene playas muy
lindas y destaca sobretodo por el cultivo de ostra. Así que las
probamos tanto al natural, como gratinadas. Una delicia!
Cachoeira do Fernandes
Escondida entre los pueblos de Canelinha, São João Batista y
Major Gercino, en la región de Santa Catarina, está esta
maravilla. Son un seguido de cascadas naturales que forman
piscinas de agua helada que aun así apetece bañarse. Con sitio
para comer y estacionar son una escapada fantástica!
Porto Belo, Bombas y Bombinhas
Carla y Marcelo son una pareja de brasileños que están preparando su kombi VWT1 para dar la vuelta
al mundo dentro de algunos años. Nos enseñaron su proyecto y compartimos unos días con ellos,
conociendo playas y rincones, y asistiendo a la 1ª calderada más grande de Brasil.
Blumenau
Atraídos por la Oktoberfest, la fiesta de la cerveza más grande fuera de Alemania, llegamos a Blumenau,
otra zona colonizada por alemanes y que conserva aun muchas tradiciones.
Fuimos a conocer parte de la familia de Carla, y luego...
¡a disfrutar de
la Oktoberfest!
São Paulo
Entramos con mal pie a São Paulo. El primer día que llegamos, por la
noche decidimos salir de la calle donde estábamos aparcados para
estacionar en la gasolinera que había a 100 metros y así dormir en un
lugar más seguro. Pero no llegamos. El cambio de marchas se
estropeó y con el intento de llegar hasta ahí, el embrague también se
estropeó. Así que la primera noche tuvimos que dormir en la calle. Algo
que nadie te recomienda. Eso fue un sábado. El domingo una grua nos
llevó hasta la puerta del concesionario Volkswagen en Brasil para
dormir delante, en una calle sin salida y poco iluminada. Un sitio poco
apetecible. Al final llegó el lunes y nos atendieron en las oficinas de
Brasilwagen. Bueno, nos atendieron... nos desmontaron el cambio de
marchas, luego no supieron volver a montarlo, nos lo puiseron mal, nos
dijeron que ellos no nos podían solucionar nada y nos dejaron en la
calle. A menos de 2 kilómetros nos volvimos a quedar tirados. Pedimos
una grua de nuevo y llegamos hasta un mecánico que nos dice poder
ayudarnos. Se pone en contacto con una oficina de Porto Belo que aseguran tener un embrague
nuevo para la furgoneta. Lo pedimos. Cuando llega a la oficina, resulta que no es compatible y no nos
quieren devolver el dinero. Al final reparan nuestro embrague. Queríamos venir 2-3 días a São Paulo
y estuvimos 2 semanas en total. Seguro que la ciudad tiene cosas muy interesantes, pero a nosotros
nos quedó mal recuerdo. Quizá algun día volvemos para cambiar esa imagen.
Ilha Bela
Para renovar nuestros ánimos, decidimos ir hacia Ilha Bela. Para llegar, hay que ir hasta São Sebastião
y de allí tomar un ferry. En temporada alta mejor comprar los pasajes antes por que es pequeño y sólo
sale cada 30 minutos. En coche, Ila Belha sólo se puede circular en línia recta hacia el norte o el sur. El
resto de la isla está protegida y es ideal para quien le guste hacer trekkings. Hay un par de campings a
pie de playa. En temporada baja es una delicia.
Y siguiendo con nuestra ruta en busca de
Trindade
tranquilidad, llegamos a uno de esos
pueblos que tiene una energía mágica.
Según nos cuenta una de sus habitantes,
la gente que viene a Trindade, ya no
quiere marcharse. Y no me extraña. El
tiempo aqui corre despacio, tranquilo. La
gente vive relajada, sin miedo, sin estrés.
El pueblo es tan pequeño que se recorre
en pocos minutos, pero tiene muchísimo
para descubrir. Nos alojamos en el
pequeño hotel Pé no rancho, donde la
propietaria nos acoje como si fuéramos de
la familia.
Praia do meio
Para recorrer las playas
de Trindade hay unas
“trilhas”, que son estos
senderos llenos de
naturaleza. Además de
hacer el paseo más
agradable, te resguarda
del calor del sol.
El lugar está lleno de
pequeñas playas o
calas, que a pocos
minutos andando
puedes disfrutar en
solitario.
La perla de Trindade es
la piscina natural de
Cachadaço para nadar
tranquilamente en
aguas saladas.
Paraty
Trindade forma parte de Paraty, uno de los sítios más
turísticos de Río de Janeiro. Si Trindade tiene unas playas
espectaculares, Paraty tiene un sinfín de islas que se pueden
recorrer con alguno de los centenares de barcos que se
ofrecen para hacer la excursión. Una navegación de día entero
que realmente vale la pena. Suelen parar en un par de islas
para bañarse, sirven comida a bordo y te llevan a zonas donde
poder nadar con centenares de peces alrededor, auténticos
acuarios naturales. Nosotros fuimos con Escuna Pirata.
Pasear por Paraty es una delicia. Aun siendo una ciudad más grande, conserva el casco antiguo bien
limpio y colorido. Eso sí, sus calles empedradas son imposibles de caminar con tacones!
Desde Paraty, a pocos kilómetros en dirección a
Cunha, por la carretera RJ165, está este tobogán
natural. Hay un parking a pocos metros vigilado. El
lugar es muy lindo. Eso sí, el agua está helada.
Saliendo de Paraty nos dirigimos a Río de
Janeiro. Cuando estábamos cerca de
Mangaratiba de repente se oye un golpe fuerte
en el motor y empieza a salir humo.
Para, para, para! le digo a Marià asustada, y
nos estacionamos al lado de unos puestos de
dulces que venden a pie de carretera.
Abrimos el capó y descubrimos que el motor se había desplazado hacia delante. Nos informan que
a unos 200 metros más adelante hay una gasolinera, así que me acerco hacia allí para poder llamar
a la grua. Mientras, conversamos con la familia que vende los dulces, y probamos sus exquisiteces.
Al cabo de una hora larga llega la grua. Es
domingo, así que no nos puede llevar a
n i n g ú n t a l l e r . A l fi n a l n o s d e j a
estacionados en una gasolinera 24 horas.
Al día siguiente volvemos a llamar a la
grua que esta vez sí, nos lleva hasta un
mecánico. El motor se ha desplazado
porque el tornillo que une el motor y la
caja de cambios estaba flojo. Parece que
no es gran cosa. Menos mal. Tenemos la
sensación que a nuestra furgo no le gusta
Brasil. Pero bueno, al mal tiempo buena
cara!
Río de Janeiro
Antes de llegar a Río de Janeiro
todo son miedos. Cuidado no os
atraquen. Cuidado no se estropee la
furgoneta en medio de la calle que
os pueden asaltar... puf! Después de
una visita relámpago de dos días al
gigante brasileño hemos dejado de
escuchar a la gente que sólo hace
que alarmarte. Si nos tienen que
atracar, que nos atraquen, pero no
nos va a paralizar ningún miedo.
Siempre vamos con precaución e
intenatamos confiar en nuestra
buena energía.
La visita al Pan de Azucar es
casi obligada. Una vista
panorámica de toda la
ciudad desde el mítico cerro
es uno de los muchos
atractivos que tiene la ciudad. Como la idea que tenemos
es volver para carnaval, marchamos pronto de Río para
descubrirla más adelante. Para dormir, el parking del Pan
de Azúcar es un buen lugar ya que está bastante vigilado.
Ahí encontramos un par de autocaravanas. Nosotros, por
desconocimiento preferimos dormir esa vez en un hotel
con parking y escojimos el Hotel Americano, de la cadena
del Hotel Viña del Mar, en el barrio de Lapa. Tiene parking alto, donde cabe de sobras la kombi y el
barrio es turístico. Pero la próxima vez iremos al parking del Pan de Azúcar a dormir! :D
Búzios
Llegamos a Búzios. Otro destino turístico de playas
cristalinas y donde el turismo argentino es bien presente.
Antes de llegar La Saioneta empezó a hacer ruido en la
barra estabilizadora delantera. Después de preguntar en
más de 5 talleres mecánicos y que nadie nos quisiera
atender, encontramos un argentino que nos recomendó un
mecánico y nos consiguió las piezas que faltaban. Así que
la casa del mecánico fue nuestro patio durante más de una
semana.
Durante nuestra estancia aprovechamos para
recorrer alguna de las más de 17 playas que tiene
el municipio. Es muy fácil recorrer Búzios con
transporte público. Como la ciudad es casi una línia
recta hay “Vans” que realizan constantemente y
durante las 24 horas del día el mismo trayecto, la
Avenida Jose Bento Ribeiro arriba y abajo. Cuesta
2 reales (menos de un euro) y es muy cómodo. Fue
nuestro medio de transporte durante las dos
semanas que estuvimos en la zona.
Desde la carretera principal se llega
tranquilamente a cada extremo
del cabo para disfrutar de
sus playas.
Teresópolis
En la villa de Teresópolis se encuentra el Parque
Nacional Serra dos Orgãos.
!
!
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Hay varios senderos para realizar.
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!
!
Todos transcurren entre caminos bien
señalizados, repletos de vegetación y con indicaciones para
interpretar la fauna y la flora.
En la entrada del parque hay un centro de información donde
te dan un mapa con los diferentes recorridos.
El sendero más largo y difícil es el que lleva hasta al mirador
del Dedo de deus, una formación rocosa, que si el tiempo lo
permite, recuerda un dedo levantado.
Hay un camping dentro del parque pensado sólo para carpas y
que hay que avisar antes de entrar al parque si se quiere
acampar. Nosotros nos quedamos a dormir en un parquing
dentro del parque y nos querían hacer pagar como si
estuviéramos utilizando el camping. No está muy bien montado
el tema de pernoctar, ya que además, al día siguiente te hacen
pagar de nuevo la entrada!
Aun así, el parque merece la pena, un remanso de paz a
pocos kilómetros de Río de Janeiro.
Ouro Preto
Ouro Preto es uno de los lugares más turísticos de Brasil, y no me extraña.
Recorrer sus empinadas calles llenas de casas coloridas; poder visitar una
cantidad de iglesias y catedrales fuera de lo común; experimentar la
reconocida comida minera (de Minas Gerais)... Todo ello hace que la visita
sea un placer. El lugar es seguro. Se puede aparcar en cualquier calle del
centro y dormir bien tranquilo. Eso sí, al igual que en Paraty, se
recomienda ir con calzado cómodo y preparado para subir y bajar
constantemente calles y escaleras.
En la zona de Ouro Preto y
alrededores se encontró oro, lo
que hizo que en poco tiempo se
abrieran centenares de minas.
Hoy sólo unas pocas quedan
abiertas al turismo. La mina de
oro abierta al público más grande
del mundo es Minas da
Passagem, a pocos kilómetros de
la ciudad. Un vagón de madera te
lleva a más de 300 metros bajo
tierra en un sinfín de pasadizos,
galerías y niveles que nos hablan
de buscadores de polvo de oro
pocos años atrás. Hasta se puede
bucear en un lago subterráneo.
De nuevo en la superficie nos
enseñan cómo se separa el polvo
de oro de la arena... una tarea
muy minuciosa.
En la ciudad, las minas Je-Je
son un ejemplo de galería
estrecha con un salón al final
de unos 200 metros, donde
Gustavo nos enseña cómo
se orientaban y trabajan los
esclavos negros encargados
de las minas. A la salida,
Marià le pregunta dónde
podemos conocer la música
típica de la ciudad, y Gustavo nos invita a su reunión semanal con el
!
coro de gente mayor de su barrio.
!
Una experiencia que nos encantó
!
y donde Marià aprovechó para
!
colaborar con sus dotes de
!
pianista.
Belo Horizonte
No nos gustan las grandes ciudades. Mucho ruido.
Demasiado estrés. No estaba en nuestros planes
visitar Belo Horizonte, pero ahí viven Sheila, Juca
y la pequeña Isabella, unos amigos de la hermana
de Marià, así que decidimos ir a conocerles. Nos
adoptaron en su casa y nosotros les adoptamos
como nuestra familia. Siempre se agradece tener
una casa de vez en cuando. Además, se estaba
acercando la navidad, así que empezamos las
celebraciones con ellos y con comida casera!!!
Pero lo que más nos gustó de esta gigante ciudad fue
el bar “Pedacinhos du céu”, donde cada fin de
semana se puede disfrutar de ruedas de Choro y
samba con músicos de primera. El mismo propietario
del bar, Ausier, es un maestro del cavaquinho y tanto
está en la cocina como en el escenario.
También descubrimos
pequeñas joyas
arquitectónicas, como
la
iglesia
de
Pampulha, de Oscar
N i e m e y e r, d o n d e
además fue donde se
casaron Juca y Sheila!
Tiradentes
El estado de Minas Gerais está lleno de
pequeños pueblos coloniales que invitan a
pasearse por sus calles. En tiradentes, hay
alguna de las iglesias con más oro de Brasil.
También se conserva el tren a vapor, que
ahora a pasado a ser una atracción turística.
São Thomé das Letras es
un pequeño pueblo perdido
en lo alto de una montaña.
De lejos, cuando te vas
acercando sólo se aprecia
una mancha blanca. La
extracción de piedra y otros
minerales han acabado con
el aspecto verde que tenía
incialmente. Pero por
suerte, en la parte posterior
aun se conservan
pequeños paraísos de
naturaleza.
São Thomé das Letras
La leyenda del pueblo cuenta que un esclavo encontró en esta gruta
una imagen de San Thomé con un mensaje escrito entre sus brazos.
Cómo el esclavo no sabía escribir todo el mundo creió que el
encuentro era verdadero y ahí fundaron el pueblo. Es un lugar lleno de
mística, de puntos energéticos, de avistamiento de ovnis... Nosotros no
vimos nada, pero sí podemos certificar que es un lugar bien traquilo.
Hay un sinfín de cascadas, de senderos entre la naturaleza y de
rincones donde poder descansar, parar con la furgoneta y pasar el
día.
Aprovechando que era mi cumpleaños, lo celebramos
tranquilamente tocando el charango y la guitarra. Una
manera bien natural de despedirno de Brasil hasta la
próxima!

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