historia insolita del caudillo jose tomas boves el urogallo?

Transcripción

historia insolita del caudillo jose tomas boves el urogallo?
RESUMEN DE UNA HISTORIA INSOLITA DEL CAUDILLO
JOSE TOMAS BOVES EL UROGALLO
EN VENEZUELA
UROGALLO
Por el Historiador, Julio Barreiro Rivas (farandlo)
Una canción montañesa se escucha allá en los lejanos
cabriales.” Comían pan y morcella, que lo dijo Melchor, ¡Que tan
vaina eres tú como yo, y yo como tú, pero somos los dos!
Este hombre cantaor y encantador de oficio tenía una familia,
se había casado prematuramente por obligación, por haber
“pescado la trucha antes de madurar”, una muchacha muy joven,
apenas tenía 15 años, cuando fue arrendada por el galán cantaor,
se trataba de una “inclusera” El “Picaflor”, fue obligado a darle
protección a la “niña preñada, y al niño que tendría que nacer”…
Se dice, que cuando al trovador le preguntaron ¿el porqué
había puesto sus ojos en la jovencita a su temprana edad?...él
contestó: “me pasó como al Urogallo”, ¡cuando la vi, se me fue la
vista perdí todos los sentidos!...¡es por eso, que me agarraron
De aquel amor de zarzamora nació nuestro héroe Boves
ASTURIAS UN PARAISO NATURAL
“Asturias Patria querida, Asturias de mis amores, quien estuviera
en Asturias en algunas ocasiones”…Tengo que subir al árbol,
tengo que coger la flor, y dársela a mi morena, que la ponga en el
balcón, que la ponga en el balcón, o que la deje de poner, tengo
que subir al árbol, y la flor he de coger”….
Esta era la canción preferida de Manuel Rodríguez de Boves,
Cuando entraba en su casona, en donde lo esperaba su esposa
Manuela de la Iglesia. Manuel, casi siempre traía en sus manos
callosas, un ramo de flores silvestres, que él mismo cortaba de
una de las frondosas mimosas que abundan por los páramos de los
Cabriales asturianos.
Así pasaba la vida esta hidalga familia recién constituida, pues
aunque la señora Manuela de la Iglesia era de procedencia
inclusera, el señor Manuel Rodríguez, era de linaje hidalgo,
puesto que de esa casta le venía el nombre de Boves.
Muy cerquita de Oviedo, en un pequeño pueblo, nacieron los
tres hijos de este matrimonio asturiano, los que fueron recibiendo
el Sacramento bautismal en la Iglesia parroquial de San Isidro el
Real en la ciudad de Oviedo.
SAN ISIDRO REAL
BAUTIZO DE BOVES
El mismo día en que vino al mundo el único varón, fue
presentado en la pila bautismal, así consta en su partida de
bautismo, del día 18 de Septiembre de 1.782, día que tomó
nombre cristiano el niño José Tomás Rodríguez de Boves y de la
Iglesia.
Cuando el niño José Tomás tenía cinco años, fue sorprendido
por la noticia, que a su padre, el único sostén de la familia, había
sido gravemente herido una “faca de pico è loro”, se le había
incrustado en la espalda empujada por un rudo montañés celoso,
que según se dijo, el “Boves” le hacía la segunda cuando el
montañés estaba ausente. Parece ser, que un día en una romería, el
hombre “cornudo” (marino de profesión), llegó de improvisto, y
encontró a su mujer de muy mala posición en los brazos de
Manuel el “Boves”. Sin más comentarios, aprovechando que el
“Boves” con la emoción amorosa, no escuchaba la presencia de
nadie, en silencio y sin premeditación, le asestó un navajazo
asturiano en la espalda, que según se contó más tarde, le llegó
muy cerca del corazón. Cuatro días más tarde dejaba de existir,
Manuel Rodríguez de “Boves”. Por este motivo de haber sido
herido el “Boves” en un trance amoroso, sin que advirtiera la
presencia del marido “cornudo” por la emoción del amor, tomó el
nombre del famoso pájaro silvestre muy abundante en Asturias
llamado el “Urogallo”. Se dice que esta ave, es muy semejante a
un gallo, con la diferencia que cuando está de celo con una
hembra, se retuerce de tal forma que pierde el sentido del olfato,
vista y oído, siendo muy fácil de sorprender en sus amoríos. Fue
así como pronto surgieron coplas, como era costumbre en el
lugar, y en todos los parajes de los Cabriales asturianos, se
escuchaban las canciones montañesas en donde se anunciaba el
drama amoroso de “Boves el Urogallo”.
POR ANDAR DE ENAMORADO LO MATARON
La madre de José Tomàs Rodríguez, muy maltrecha
económicamente, vendió por muy poco dinero la Casona,
heredada de su esposo; puesto que los gastos ocasionados por los
estudios de su hijo, habían hecho crecer mucho la cuenta que
tenía con un prestamista (usurero) “Guijones
Mientras esto pasaba con la madre del joven navegante, este a su
muy corta edad, puesto que solo tenía 15 años, se enfrentaba con
la vida cruzando mares y soñando con ganar pronto dinero, para
solucionarle el problema económico a su madre y a sus hermanas.
.José Tomás Boves, así se hacía llamar desde que llegó a
Venezuela, se quitó la (b) grande de Boves, y le colocó la (v)
pequeña, y se quitó el apellido, para el año de 1.798, a 1.803. El
joven José Tomás, tenía licencia de piloto de primera, y se había
empleado en la casa comercial española llamada: “Pla y portal”,
cuyos corresponsables en Venezuela eran: Lorenzo y Joaquín
García Joves (asturianos
Era un hombre muy elegante, las tenía todas consigo, 1,80 de
estatura, un cuerpo atlético, de pelo Roxu (dorado), un poco
rizoso, ojos verdes y vivaces como las esmeraldas, sediento de
dinero y de mujeres bonitas. Por casta le venía la nobleza de
“Boves”, jefe del Puerto de puerto Cabello, bien recomendado.
¿Pero qué pasó?...- Parece ser que en los tiempos pasados, en
sus correrías marineras por el mediterráneo, el joven había sido
iniciado en el contrabando de mercancías de mala procedencia.
Estas experiencias pirantes cas, las había arraigado, que según las
siguió practicando en el Caribe, (o sea antes de tocar puerto legal
en la Guaira, el joven marinero ya era baqueano en la
interconexión marinera Antillana), transportando mercancías
robadas entre las diferentes islas caribeñas. (O sea que cuando le
entregan la guardia y custodia del puerto de Puerto cabello para
que no permita el tráfico de contrabando, le están entregando a un
lobo, el cuido de un rebaño de ovejas).
DESDE ENTONCES EL PUERTO ESTUVO EN MANOS DE
LOBOS
Este era el medio ambiente en donde nuestro personaje
“Boves” se encontraba, cuando un día llegó el diablo y arrasó con
todo. Cuando ya el mozo se encontraba todo orondo de sus
esfuerzos y de su dignidad rescatada, le llegó una carta gris que le
partió el corazón, que de grande que lo tenía casi no le cabía en el
pecho. La carta le participaba que “Teresita” su hermana mayor
ya con tres meses en cinta, se había ido a vivir con el viejo
“abacero”, con quien tenía cuenta abruptamente. La madre le
decía “José, el dinero que tú me mandas no es suficiente como
para mantener honestamente a las hembras de la familia”.
Una puñalada recibió José Tomás en su corazón, al enterarse
que aquel gordinflón, calvo y rechoncho, con los dientes picados,
un prestamista “usurero”, se había salido con las suyas, mientras
que él había tenido que salir en busca de un mejor sostén para su
familia, como el único hombre de la casa… El Astur barrigón, le
estaba prácticamente violando la familia, pues José Tomás, bien
sabía que su hermana siempre había odiado la presencia de aquel
asqueroso hombre..
Ese mismo día después de leer la carta, el guarda marinas del
Rey, decidió no guardar más los intereses de nadie, y aceptó de
una vez por todas las propuestas que con tanta insistencia le hacía
un tal: “manuelita”…Desde hacía tiempo el contrabandista lo
venía invitando para que depusiera su vigilancia y dejase entrar
por los lados de “Patinemos” una goleta llena de seda procedente
de Curazao, y un facucho de queso procedente de Aruba.
.
SERA QUE VOLVEMOS A LOS TIEMPOS DE BOVES
Los beneficios obtenidos por esta nueva actividad de
contrabando, en menos de un año fueron superiores a los
calculados por “manuelita”, hasta el punto que José Tomás
Boves, decidió piratear por su cuenta propia….Ahí fue donde
conoció a: “Rosalino el pulpero”….Durante tres meses los
negocios funcionaron sin contratiempo. José Tomás Boves
desembarcaba en la madrugada por los alrededores de “Bar
burata”, y en la salida del sol, arreaba las mulas con su
cargamento hasta la cumbre, donde lo esperaba “Rosalino”, a la
noche siguiente el zambo “Rosalino”, proseguía el viaje hasta los
valles de Aragua, donde era distribuida la mercancía procedente
del contrabando. Concentrado en estos tristes pensamientos,
marchaba nuestro héroe:”José Tomás Boves el Taita” vía hacia
Calabozo. Un día la fortuna llego a su fin, fue atrapado y
encarcelado.
GERMÁN ROSCIO REDACTOR DE LA CONSTITUCIÓN
Al enterarse el señor Lorenzo Joves, buscó a su abogado al Dr.
“Germán Roscio”, y la pena le fue conmutada por el
confinamiento, por el mismo tiempo de ocho años, pero en
libertad en la ciudad llanera de Calabozo. – Lorenzo Joves
recomienda al joven, a un amigo que el tenía en esa ciudad de
Calabozo, un próspero ganadero de apellido Corrales; el que le
daría protección al joven español en aquellas tierras bravías del
llano
“Juan Germán Roscio”, un abogado mestizo y muy caritativo,
logró que aquellos españoles verdugos, le cambiasen ocho años
de encierro, por un confinamiento proporcional en otro calabozo.
Una villa llanera rodeada de pastizales, pero a cien leguas de las
azules aguas del mar Caribe, que llegaban hasta su tierra asturiana
Las famosas mazmorras de Puerto Cabello
Era largo el camino de Puerto Cabello a Calabozo. “José Tomás
Boves” lo ignoraba, puesto que era la primera vez que se
adentraba en el territorio de Venezuela, cuando en esa mañana
tomó la vereda de San Esteban, y se adentró por la serranía. Una
tristeza húmeda de acuario sucio, lo aplastaba contra la bestia que
subía lentamente el empedrado. Ni el canto de los pájaros
mañaneros, ni el paso de los campesinos saludantes que bajaban
al mar, desentumecieran su apesadumbrada mirada de cautivo,
después de diez meses de encierro achiquerado en el castillo
Muchos recuerdos llegaban a su mente “Humboldt”
compañero de viaje, le aconsejó acerca del sexo, previniéndolo
JOSE M. ESPAÑA
BOVES
HUMBOLD
contra las (bubas, y las purgaciones) enfermedades que padecen la
mayor parte de las mujeres de América.
Ese mismo año habían ejecutado al Patriota traidor de España:
“José María España”, su cabeza “frita en aceite”, se exhibía a las
puertas de la Guaira en una jaula de hierro, toda babosa de aceite
y llena de “herrumbre”. A pocos metros de distancia de la jaula,
había un negro con aspecto de “mandril” y con manos blancas por
dentro y negras por fuera, vendía “pirulís” colocados sobre una
mesa, manoseándoles constantemente, las moscas volaban
continuamente dando vueltas de los caramelos al despojo
humano, primera vez que José Tomás veía una “cabeza humana
en estas condiciones salvajitas”, las últimas que había visto, eran
talladas en piedra rodando entre las piernas del caballo de
“Santiago de Compostela” en la plaza del “Lobradoiro”…El
joven asturiano, tenía conocimientos de que en la batalla de
“Clavijo”, habían rodado por los suelos cuatro mil cabezas, y
otras tantas en la batalla de “Covadonga
.
EL CONDE DE LA GRANJA Y EL CEPO JUSTICIERO
LA NEGRITA PREÑADA DE JUAN PALACIOS
EL BRUJO DEL GUAYABAL
NEGRO PRIMERO
El sol comienza a calentar la mañana fría, una paraulata canta en
la trinitaria que envuelve la Casa grande, el Ávila se desespereza
de entre las nubes, huele a yerba buena y a bosta de vaca. Dos
caballos se acercan al galope, son don Fernando y su mayordomo.
Los cascos hacen chispas en el patio enlosado, los negros
esclavos, se le acercan a besar los estribos del caballo. Don
Fernando sin saludar a nadie riposta: ¡Epa, negra del
carajo!....¿Con que creías que no te íbamos a agarrar?...La negra
gorda Sinforosa, se arrodilla frente a don Fernando…¡Perdónela
mi amo! Ella no tuvo la culpa, fue ese bicho de “Juan Palacios”.
Don Fernando ordena: ¡Que suelten la negra!, y la envaren en
cuatro estacas, y le den cincuenta azotes.
Fue así como clavaron cuatro estacas en el suelo, como la cruz
de San Andrés, y abrieron un hueco en el medio, para que le
quepa el vientre de ocho meses de embarazo, amarran a la negra
barriga abajo. Los negros y negras, se amontonan en silencio
como chamiza mojada. Resuena el primer latigazo, …un ¡ay!
Leve que se quedó en el aire, hace callar a los pájaros. Siguen
cayendo los latigazos. La negra Teresa ya no siente. Se quedó
muerta en el primer latigazo, mientras soñaba que correteaba con
“Juan palacios” su diablo “Luongo” por los caminos de “biringo”.
Don Fernando el conde, dueño y señor de la Casa grande, de la
granja de las Mercedes en caracas, era un fiel representante de
todos los mantuanos de Venezuela. Así lo anotó José Tomás
Boves, en su bitácora
BOVES UN PATRIOTA NACIONAL
5 de Julio 1.811 día de la firma del Acta de la Independencia
El día 05 de Julio, fue el día fijado en todas las provincias de la
Capitanía general de Venezuela, para declarar la Independencia,
en Calabozo como en Caracas, valencia y otras partes de Oriente,
hubo fiestas y jaranas a granel.
José Tomás, entusiasta como ninguno, tenía preparada una
bandera “Tricolor” con una leyenda que decía: “Viva la Patria”
que aquella mañana colgó a la entrada de su pulpería. En aquel
momento declaró su casa como una verdadera “embajada
protectora de los llanos”. En la puerta de su casa, empezó a
disparar cohetes, que él solo tenía en la ciudad por haberlos traído
ya premeditadamente para el caso conjuntamente con la bandera
… Servía aguardiente ayudado por Juan Caribe y su caporal el
indio Eulogio.
¡Que viva la Independencia, y abajo los chapetones!...Clamaba
lleno de júbilo, arrieros, caporales, cimarrones, indios y zambos,
entraban y salían de la tienda, y él a todos alegremente
invitaba…¡Que viva la libertad!..Decía de vez en cuando con un
grito a todo pulmón…¿Se echa un palito ñu Domingo?...Le decía
a un zambo viejo...o, venga paca mi hermano,…para que disfrute
de un “Cocuy” que me mandaron del “Tocuyo”. En fin, José
Tomas el Taita, había convertido su pulpería como una pila de
agua bendita, con sólo pensar, en que los mantuanos que tanto lo
habían humillado, se le había amolado la “uña en el rabo”.
.
EL TAITA ES ACUSADO DE TRAIDOR POR JALON
José Tomas Boves el Taita, es traicionado en San Carlos por el
posadero “Corpòforo Medina” y el Coronel “Jalón”. Lo que ellos
no sabían, es que la bella mulata “María Trinidad”, ya hacía
tiempo que le había contado a Boves acerca de la amistad que
tenía Corpòforo con el Coronel; y que ella siempre sospechó que
estos dos personajes planeaban algo en contra del asturiano.
Justamente los dos rufianes que habían preparado la trampa a José
Tomas, para terminar con su existencia.
José Tomas Boves el Taita, el hombre fuerte del llano, el
protector de los esclavos, negros, mulatos e indios, el que
mentaban el “Taita” por cariño, había sido fuertemente amarrado
por orden del Coronel “Jalón” por culpa de las insinuaciones
maquiavélicas del “ventero y cornudo” Corpòforo; quien había
hecho la carta falsa, para poder acusar a Boves de traidor,
inventando esta “babosada brollera”.
El Coronel “Jalón”, una vez que comprobó, que el asturiano
Boves estaba bien sometido (Persia) continuó su alocución:..Ya
una vez probada la traición del referido señor Boves, y
aprovechando que está en vigencia la Ley marcial, pido a esta
asamblea la pena de muerte para este “sujeto”…
¡Señores!...gritó el patriarca don Ignacio,…¡Se va a cometer una
increíble injusticia, con este buen hombre, a quien conozco desde
hace más de ocho años!...La voz del patriarca, congeló en el aire
la marejada homicida de la asamblea. Y a provechando esa
ventaja prosiguió:… ¡Pido por favor, que escuchen mis
razones!...Y después decidan lo que ustedes crean más
conveniente,… Comencemos por el hecho de que el Boves no
merezca nuestra confianza, por ser español, pero de ¿Dónde es
acaso el Comandante de la plaza Diego Jalón?...¿No es acaso
también español?...¿Por qué hemos de tener más confianza en
Jalón, que en don José Tomas Boves? …. ¡Boves es un hombre
con el cual muchos de nosotros, hemos mantenido excelentes
relaciones comerciales y personales!... ¡Vamos a otro punto!..la
acusación que le hacen, se fundamenta en una pretendida carta,
que el indio “Reyes Vargas” le envía al señor Boves…Esa carta
no prueba nada, ya que ha podido ser escrita por cualquiera que
desee perjudicar a este buen señor,…Y luego fíjese bien en esto
porque es muy importante…El indio “Reyes Vargas”, no sabe
escribir, …Yo se lo digo, porque lo sé, lo conozco bien, el indio
Reyes, habla español y de milagro…¿Cómo va a escribir una
carta el indio?...Es que ustedes son tan tontos, que no pensaron
que todo esto es una vulgar trampa que le están haciendo a Boves.
Esa misma tarde don “Ignacio” convenció a la asamblea de la
inocencia de su amigo,..José Tomas Boves, que salió ileso del
juicio. – Lo que no pudo hacer, fue devolverle el crédito para que
lo nombraran Comandante de la caballería de San Carlos, para
atajar a tiempo al marino “Monteverde”, llamado el “pacificador”.
En la mañana siguiente, lacerado por el trato, cogió el camino
de calabozo; mientras caminaba a paso de trote, pensaba: ¿porqué
un hombre como “Jalón” tan antipático, vacío por dentro, y
desconocido en San Carlos, podía robarle en un instante ocho
años de probada eficacia?,.. ¿Será que se dejaron deslumbrar por
el uniforme militar?,…pues yo les demostraré, que para triunfar
en la guerra, no hacen falta, botas ni galones, lo que si hacen falta
son “Cojones….
COMO FUE LA TRAICIÓN
BOVES caudillo de Venezuela, que sin “decreto” eliminó todos
los “cepos y rollos justicieros” y sentó en la misma mesa de los
patronos a los esclavos, no permitiendo más nunca Cuando estalló
la revolución patriota en el año 1.810 y más tarde con la firma de
la Independencia, el día 05 de Julio de 1.811, José Tomás Boves
se encontraba en Calabozo, ejerciendo de pulpero, arriero,
comerciante, importador, y tratante de caballos y ganado vacuno;
por esta actividad Boves disfrutaba de una buena posición
económica. La que puso a las órdenes de la futura República
revolucionaria patriótica, cuando se presentó en San Carlos y en
una Asamblea de notables, propuso que le entregaran 50 caballos
con 50 jinetes lanceros, que él estaba dispuesto a pararle la carrera
a ese marino de agua dulce Monteverde. Fue allí cuando apareció
Diego Jalón acusándolo de traidor, al tiempo que mostraba una
supuesta carta falsa que acusaba a Boves de traidor. En ese
momento el Coronel Diego Jalón, pidió a la Asamblea de
notables, que José Tomás Boves fuese fusilado. En esa ocasión,
el Boves se salvó por la pronta y oportuna intervención de un
amigo ganadero muy influyente en San Carlos, pero el Coronel
Diego Jalón, mandó otra carta falsa a Calabozo acusando a José
Tomás Boves de traidor para que fuese ajusticiado.
Por estas intrigas de Jalón, el Boves fue llevado al rollo (o
cepo de justicia) azotado y sentenciado a muerte. Gracias a la
pronta intervención del canario Coronel Antojanzas, que lo
rescató del calabozo en donde estaba en capilla ardiente
esperando la muerte.
HAZ BIEN Y NO MIRES A QUIEN LLEGÓ ANTOÑANZAS
Ese día nació en Calabozo el caudillo Boves el Taita, que sin duda
se convirtió en el terror de los mantuanos y de los blancos, y
nació un Legendario justiciero, Libertador de los esclavos, negros,
mulatos, pardos e indios. Siendo el Taita Boves el único, que no
permitió que los negros siguieran comiendo las migas que a los
mantuanos le caían de sus mesas.
José Tomas Boves será ejecutado., En la plaza de Calabozo.. (
Son gritos del Taita Boves en capilla ardiente!!!). Lo consuela
este pensamiento, pero también siente vergüenza que el Taita
haya suplicado, recoge sus palabras y grita como un energúmeno:
¡José Revenga!!!.... ¡Maldito seas!!!... El gigantón se lo quedó
mirando y se hizo la señal de la Cruz, y dejó susurrar unas
palabras: ¡Jodete Asturiano de mierda..!. – La voz de Boves
seguía gritando: ¡José Revenga, esto me lo pagarás muy caro y
muy pronto!!!...
La desesperación del prisionero Boves, arrecia. - La furia se
expande. - El dolor de sentirse abandonado y traicionado, lo
sacude: ¡Si yo pudiera vivir!!!...Y por un momento piensa en
“Juan Palacios” y sus conjuros, y pone todas sus esperanzas en su
“boca de cabra”.
“Juan Palacios”, era un negro que él había conocido cuando
estuvo preso en el castillo de puerto cabello. El negro se había
hecho muy amigo del asturiano, y le adivinaba el futuro de vez en
cuando, hasta que un día “Juan Palacios” el adivinador, se esfumó
de la cárcel, sin que nadie supiera cómo había salido. Lo cierto es
que a los días siguientes, un guardia apareció con unos pantalones
ensangrentados, diciendo: ¡Esto fue lo que dejaron los tiburones
de Juan Palacios!, pero los pensamientos fugaces de sus
compañeros presos, sabían que “Juan Palacios” no era de los que
se dejaban agarrar por un tiburón. Tal vez el guardia decía esto,
para que dejaran de buscar al “negro hechicero”.
Le decía “Juan Palacios” al asturiano,La cosa es fácil José
Tomás!, le decía con lengua en “tirabuzón”…¡Lo que se necesita,
son b…., y tú las tienes!. ¡Cuando te decidas, no tienes sino que
decirlo tres veces y muy lentamente!!.
José Tomás veía más claro que nunca, la figura amiga del
negro “Juan Palacios”; los negros y los pardos habían sido sus
únicos amigos a lo largo de su dolorosa vida, así como los
blancos lo odiaban y desdeñaban, todo lo bueno que recordaba de
este mundo, venía de los negros, pardos, mulatos e indios.
¡Ayúdame Juan Palacios!!! – murmuraba brevemente con los
ojos cerrados, y se quedo pensando en las fantasías del adivinador
“Juan Palacios”, que cada vez que lo ensalmaba le decía: “Tú
serás el hombre más grande de toda Venezuela”, una alucinación
de “Juan Palacios”.
JUAN PALACIOS EL BRUJO DEL GUAYABAL.
De repente: ¡Cataplum!...una carcajada triunfal resonó dentro
de la celda. Cuando el Boves abrió los ojos, la carcajada venía de
la calle. Un negro tan alto como “Juan Palacios”, pero no era
“Juan Palacios”, pero le susurró entre sus dientes blancos, como
diciéndole: ¡Pendejo…di la cosa tres veces!. José Tomás dijo la
cosa tres veces, muy lentamente, como le había dicho el negro; y
luego hizo la cosa aquella. El dolor fue inmenso, una nube roja lo
privó del sentido por un instante. José Tomás, entró en trance, se
quedo dormido, unos sueños muy confusos le llegaron a la mente.
Había nacido blanco con los ojos azules, y era español Vikingo de
los legítimos. Esto era el primer delito de su desgracia. La
segunda era, el que gracias a su inteligencia, se había superado
económicamente, llegando a igualarse con los mantuanos, que no
querían perdonarle su éxito. Otra de las envidias que le tenían,
era que José Tomás no era racista, su preferencia eran los negros,
mulatos e indios. Cuando más feliz se sentía, era cuando gozaba
de la compañía de estos, de los caballos y perros. Un arrastrar de
sillas y poltronas, se acomodaban alrededor del cepo, para dar
asiento al mantuanaje que presenciarían la ejecución del “Taita
Boves”
.
José Tomás Boves, también llamado cariñosamente el “Taita”,
por toda la indiada y negrada del llano, estaba acostado en todo el
centro del estrecho calabozo, que le había sido asignado como
capilla ardiente, para pasar su última noche antes de ser ejecutado.
Era muy de mañanita, se escuchaba relinchar los caballos en
los tranqueros, y algunos rebuznos de burros caseros, voces
perezosas de la soldadesca, guindada en los chinchorros en las
matas de tamarindo, y lamentos quejosos del prisionero Boves,
pensando en las pocas horas que le quedaban de vida, los “miaus”
cariñosos de un gato negro, mezclados con el arrastrar de sillas y
poltronas en la plaza, para dar asiento al mantuanaje, para
presenciar la escena de la ejecución. – La luz del amanecer
empalidecía la hoguera que había servido para asar carne,
cantaban los turpiales, y un gallo de voz ronca, tapaba la voz
sonora de otro más lejano. En sus manos el prisionero Boves,
apretujaba un rosario que le había dado el Padre Llamozas sin
saber cómo utilizarlo en su defensa. – De repente, ¡Pum!, un tiro
de fusil resonó en la plaza, luego otro, y otro, y finalmente una
descarga cerrada. - Los soldaditos que dormían plácidamente bajo
los tamarindos, dejaron de dormir, trataron de incorporarse; pero
cayeron en la segunda descarga como si fueran mangos maduros,
que les llegó sin saber de dónde.
José Tomás, atisbaba por la ventana con el rosario en la mano,
pero al darse cuenta que eran tiros que venían de todas partes,
prefirió atisbar por entre una hendidura de una de las cañas de la
pared del calabozo, por si un tiro le barría la mirada.
No hubo resistencia, “Eusebio Antoñanza”, con un socorrido
ardid, le había hecho creer a los patriotas, que seguía acampado
en el rastro, mientras sigilosamente dirigido por el indio
“Eulogio”, entraba por la misión de abajo, camino del pueblo de
Calabozo.
EL RESCATE DE JOSE TOMAS BOVES, EL TAITA.
Los soldados ante la presencia de los realistas, entregaron de
inmediato sus armas, Delgado y Reyes, conjuntamente con otros
oficiales, se encerraron en el ayuntamiento, a los pocos instantes
sacaron la bandera blanca, en señal de “rendición”; en ese
momento entraba en la plaza, “Eusebio Antoñanza”. - Era un
español de unos 40 años, grueso, alto, de piel muy morena, y de
aspecto marcial, lucia imponente desde su cabalgadura, a su lado,
los ojos verdes de José Tomás, que estaba como “ratòn
enjaulado”, avisto, que venía su caporal el indio “Eulogio”. A la
solicitud de capitulación de los insurgentes, respondió Antoñanza
con voz bronca. :
¡OLE,… salgan de uno en uno, con las manos en alto, y
desarmados!!! – El primero en salir, fue el Teniente Delgado,
seguido por dos Cabos y dos Sargentos; a lado y lado del
Ayuntamiento en doble fila de honor estaban los “Lanceros de
Antoñanza”. Los prisioneros caminaban por el doble callejón de
lanzas. Al final Antoñanza, con su estado mayor, esperaba a los
vencidos. A una señal suya, se cerró el callejón, y cincuenta
lanceros clavaron al Teniente y sus soldaditos…La escena fue
cruel. Aún para José Tomás, que atisbaba desde el calabozo,
acostumbrado a las crueldades de la sabana. Los soldaditos
restantes se aglomeraron llenos de espanto al centro de la plaza,
los rodeaban los lanceros de Antoñanza. José Tomás, se da cuenta
de que èl no ha visto salir del Ayuntamiento a José Revenga. –
Casi en el mismo instante de su pensamiento, divisa al gigantón,
arrastrándose como una serpiente por los tejados; mientras que a
pocos pasos lo sigue el indio “Eulogio” con una lanza en la mano.
Al final lo alcanza y lo clavó sobre las tejas rojas del
Ayuntamiento.
Los ciento cincuenta soldados, fueron arremolinados en la
plaza, y fueron muertos a tiros y lanzazos justamente en el sitio en
donde iba a ser ejecutado el Taita Boves, cuando terminó la
masacre, una inmensa charca de sangre brillaba bajo los
tamarindos.
José Tomás, fue liberado del calabozo por su caporal, por su
fiel indio “Eulogio”.
¡Taita!, “…A Dios gracia y a la Virgen del Carmen que
llegamos a tiempo”, dijo el indio “Eulogio” mientras le besaba las
manos con unción…el Capitán Antoñanza, que lo conocía de
oídas, y al saber de que a usted lo iban a pasar por el filo hoy en la
madrugada, decidió adelantar la maniobra para liberarlo.
MONTEVERDE
BOVES
ANTOÑANZAS
JOSE TOMAS BOVES FUE NOMBRADO COMANDANTE.
DE CALABOZO
El Capitán Antoñanza le estrechó la mano con simpatía y le
dijo: “Se salvó usted en lo librado señor Boves”.-Boves contesta:
“…A usted le debo la vida capitán, cuente conmigo” respondió
emocionado el Boves: “..De no haber usted adelantado la
maniobra, a esta hora yo sería un cadáver”… Antoñanza con risa
de General le dice: ¡Eso se lo debe usted al indio Eulogio y a su
propia bondad!.
Como el Boves hiciera un gesto de sorpresa, el Capitán le
comentó: “Usted, señor Boves”, seguramente no se recordará,
pero hace más de tres años usted socorrió a una viuda de apellido
de Carvallo, que se quedó en la más absoluta miseria cuando
murió su marido. - José Tomás se acuerda de la bella canaria, y
dice así:.. ¿Una pobre señora con dos muchachitos, que tenía una
pulpería en Calabozo?... preguntó Boves con ingenuidad.Antoñanza le contesta: ¡Si, que usted los recogió de la calle!,
Boves se siente extrañado, pero Boves le dice como restándole
importancia al hecho,: ¡Una obra de caridad se le hace a
cualquiera! “…aparte de que su marido era amigo mío”.
La mujer era guapa ¿verdad?..¿No es verdad?... pregunta con
malicia Antoñanza, bueno,… ¡Sí!, reconoce el Boves, “muy
guapa…ahora que me recuerdo”…-“Ha podido quedarse con
ella”-¿No?...José Tomás niega, apresurado y confuso argulle que
nunca le ha gustado comercial con la miseria humana; una mujer
en las condiciones de aquella viuda, carecía de atractivo.
Antoñanza le dice: “Usted le pagó tanto a ella como a sus
hijos el pasaje de retorno a España”...¿No es verdad?...- Boves
comienza a ponerse nervioso. ¿Cómo es posible que aquel
hombre esté tan al corriente de un detalle de su vida? del cual èl
casi no guarda memoria?...- ¿Y usted como sabe todo esto?, le
preguntó intrigado a aquel hombretón que parecía el justiciero, y
que acababa de salvarle la vida. “Antoñanza” se pone serio y le
dice: …Esa mujer se llama Lucía Antoñanza de Carvallo, y es mi
única hermana….allá en Garachico en las Islas, al diario lo
recuerda y lo bendice…por ella decidí tomar a Calabozo antes de
tiempo…¿Qué le parece?.
LUCIA ANTOÑANZA DE CARVALLO TE BENDICE
DESDE GARACHOCO EN LAS ISLAS TIERRA DE
MONTEVERDE,ANTOÑANZAS FRANCISCODE MIRANDA
Ese mismo día almorzaron juntos Antoñanza y Boves. “Antoñanza, era un oficial de Monteverde y Canario como él”...
le contó cómo entre ambos decidieron echar por tierra aquella
mascarada de independencia, planeada por otro canario Francisco
de Miranda
¿LA VENGANZA DE BOVES?
Al día siguiente de la noche justiciera de las hogueras
después de la batalla de Santa Catalina, el Boves continuó con la
parodia del tribunal de justicia, entre las siete y las nueve de la
mañana cuando el sol ya había despuntado, fueron fusilados el
resto de los oficiales, y algunos otros prisioneros escogidos al
azar.
Vicente Berroteràn envuelto en su cobija, y tapada su cara con
un sombrero de cogollo que le había facilitado uno de sus
hombres, continuaba pasando desapercibido.
Luego el Boves reaccionó. La cara se le encendió, los ojos
le brillaron atormentados y dejó salir la voz como un trueno
entremezclada con un lamento: ¡ Por fin te agarro gran carajo…!
¡Ay que ver que tu si eres resbaloso!,… ¡Pum pun! Y le descargó
con furia el puño sobre la boca.
La boca del hombre gordo se cubrió de sangre. “…Déjamelo a
mi Taita”…dijo por detrás de Boves una voz, era el mulato
“Andrés machado”. El caudillo astur, estaba al corriente de lo
sucedido entre su lugar teniente y el mantuano de Calabozo,
sonrió con beneplácito, después de que Andrés machado le asestó
unos cuantos golpes, el Boves le dice: “…No, Andrés, este
hombre es mío y me lo voy a comer poco a poco”. Dirigiendo
una mirada a un hormiguero gigante que estaba a orillas del
camino, le preguntó al indio: ¿Qué te parece Eulogio, si se lo
soltamos a las tambochas? (hormiga gigante), el indio sonrió
con su aire de máscara funeraria.
Vicente Berroterán, fue enterrado hasta el cuello a pocos
pasos del hormiguero. El sol de las diez de la mañana empezaba a
quemar. “…Póngame el chinchorro debajo de aquel Cují” - dijo
el caudillo – que esto merece verse con calma.
LA BATALLA DE SANTA CATALINA
Boves con su propia mano, derramó un tarro de melado de caña
sobre la cabeza del ganadero. A los cinco minutos llegó la
primera hormiga. Media hora después la cabeza de Vicente era
una masa gigantesca cubierta de insectos, que se fueron comiendo
sus carnes y sus gritos. Otra hora más tarde sólo quedaba una
calavera pulcramente diseñada, que parecía mirar desde el fondo
de las órbitas de sus ojos la recua trágica de sus asesinas
tambochas.
Antes de marcharse, cuando el grueso de la tropa iba ya lejos,
el mulato Machado le dio una patada al cráneo descarnado de su
antiguo patrón.
LA BATALLA DE LA PUERTA DEL LLANO
Primera vez que en la historia de toda la guerra de la
Independencia, se encuentran tantos jefes patriotas reunidos, para
enfrentar a un solo comandante, al Coronel José Tomás Boves el
“Taita de los llanos”.
¡Comienza la Batalla!...En ese instante,
avanza la infantería realista hacia los cerritos
donde está Diego Jalón.
Una escasa
caballería los apoya. Resuena la artillería.
Más de treinta hombres caen en la primera andanada. El Batallón
Aragua, al mando de Freitas, descarga su fusilería. La gente de
Boves está siendo diezmada. La caballería espera, es el momento
de aniquilar a la caballería de Boves que huye presurosa. Un
estruendoso y largo trueno de cascos se desprende de la Puerta
hacia San Juan de los Morros. Mil caballos al galope avanzan
como un ariete contra los realistas del Taita que huyen en
desbandadas.
La victoria para los patriotas de
Bolívar parece segura. Pero de pronto el
Coronel José Tadeo Monagas, se quedó
pálido. Porque oculta tras los matorrales
lanza en ristre está el grueso de la verdadera caballería de Boves,
que no come cuento. Más de dos mil lanceros como una marejada
de hierro, arrollan en un instante a las tropas patriotas que ya se
creían vencedoras. Buena parte son lanceados, otra parte
rodeadas, y otros salen huyendo al galope.
El Batallón Aragua, se bate en retirada. Diego Jalón, desde
sus alturas los ve venir una descarga de sus baterías pone fin a una
docena de lanceros que se les venía encima a los orientales. Pero
es inútil. Otro Batallón de lanceros de Boves, vuelven de nuevo a
la carga y, van cayendo como figuritas los soldados de Nariño.
Freitas clava la bandera en tierra, y con una pistola se salta la tapa
de los sesos. Su Batallón es finalmente destrozado. - Jalón vuelve
a descargar sus cañones. De repente comienzan a caer alrededor
suyo los hombres que sirven a sus cañones. Jalón no entiende, no
sabe de dónde viene el fuego, pero no tarda en descubrirlo. Detrás de sí, en los cerritos que están a sus espaldas, disparan
contra él. Una voz se impone desde las rocas vecinas:
¡Ríndase…Coronel Jalón!...
Jalón mira en rededor suyo. La infantería
ha sido diezmada. Parte de la caballería ha
quedado inútil envuelta por los lanceros de
Boves, y el resto ha huido vergonzosamente.
Sin inmutarse saca el sable de su vaina, y
coloca un pañuelo blanco en su punta, se lo enseña al enemigo,
mientras le dice a sus hombres: ¡Ríndanse muchachos…que esto
se ha perdido!...
Con las manos en alto, los vieron llegar. - Al frente de ellos
venía “Chepino González”, con su carota amplia y una ancha
sonrisa. Le preguntó uno de sus soldados:
¿Y este es el hombre?... ¡Este es mi Capitán,…el Coronel Jalón! ¡Caramba, caramba! Exclamo “Chepino” como si hubiera
encontrado un niño perdido que buscaba por mandato de su
padre…
¡Lo contento que se va a poner el
Taita!...amárrenlo bien,…que por él, desde esta
madrugada,…ando encaramado en estos cerros.
Un mecate le maniató las manos, “Chepino” con
una genuina amabilidad fingida, lo ayudó a bajar la loma, al
tiempo que le decía: ¡Pero hombre! - ¿Para qué te encaramaste tan
alto? - ¡Cuidado mi Coronel, si se resbala!,…que tengo orden del
Taita de llevarlo totalmente sano, y usted es muy joven para
morirse aún, ¡Mi Coronel! – seguía diciendo “Chepino” como si
aquello fuese una excursión campestre viendo los pajaritos. “Desde la otra cumbre cercana” un Sargento le gritó a “Chepino”
¿Y qué hacemos con estos… Capitán?...¿Los amarramos?
“Chepino” sin modificar su amable tono de voz y siempre
conservando el tono confidencial con que se dirigía a Jalón, le
gritó al Sargento ¡Ráspalos!...Mira que hay órdenes de Boves, de
no cargar preso amarrado. La Batalla terminó en una colosal
derrota para los insurgentes patriotas. - Doscientos muertos,
trescientos heridos y quinientos prisioneros, fue el cálculo
primero que hizo el canario Morales.
Simón Bolívar y su estado mayor, se libraron
milagrosamente de ser capturados salieron a millón en
una huida feroz. En dos horas recorrieron las cuatro
leguas que los separaban de la ciudad de la Victoria. Bermúdez pudo escapar de una partida de llaneros que
lo perseguía de cerca porque se quitó su preciosa capa y se la tiró
a sus perseguidores. Estos, imitando como si fueran fieras
rabiosas en la disputa por quedarse con la capa, dejaron escapar al
furibundo jefe patriota.
Todos los prisioneros fueron ejecutados. Los
que estaban heridos fueron lanceados en el mismo
sitio donde habían caído, y doscientos fueron
degollados a la orilla del río Guárico. - Boves con su
estado mayor, estaba acampado debajo de un frondoso matapalo.
Mandó que le trajeran las doscientas cabezas para él verlas de
cerca, para ver si reconocía algún pillo y amontonarlas allí como
si fuera una carga de melones, los cuerpos como si fueran
morcillas podridas, mandó que los echaran al río, él y los suyos
veían con satisfacción como las aguas del río Guárico se tornaban
color escarlata.
El caudillo achispado por el aguardiente, gritaba a pleno
pulmón: ¡Este mismo río nos vio salir de los esteros
del Guayabal y de Calabozo! -¡Que él mismo
cuente mi historia….y la historia de esta batalla!,
“cuando las lavanderas de mi pueblo laven las
ropas y las saquen tintas en sangre, ya sabrán que el Taita ha
ganado y ha hecho temblar la tierra.
“EN LA VILLA DE SAN LUIS DE CURA, EL
CAUDILLO BOVES
HACE JUSTICIA”. ESTA CIUDAD FUE FUNDADA EN EL
AÑO 1.722,
“La Batalla de la Puerta”, le había costado a
los Republicanos Patriotas, liderizados por el
Libertador Simón Bolívar, más de mil muertos,
y mil quinientos soldados puestos en fuga,
incluyendo a Simón Bolívar, Nariño y a toda su plana mayor, con
la sola excepción del Coronel Freitas, que él mismo se voló la
tapa de los sesos para no ser hecho prisionero; y Pedro Sucre, que
fue conducido junto con Jalón a lomo de mula a Villa de Cura. –
Por cierto, nunca antes en Venezuela se había organizado una
estampida tan significativa históricamente de los patriotas, en
donde Bolívar era el primero en correr, “paticas pá que te tengo”
en pro de su existencia porque detrás viene Boves cortando
cabezas.
Nadie debe glorificar a ningún Prócer de la
Independencia de Venezuela de la 1º y 2º República por grande
que haya sido su participación en ellas puesto que según la
historia, todos sin excepción, “tienen rabo de
gamelote” (paja)…
El caudillo Boves se ríe a carcajadas junto con
su soldadesca, mientras que las doscientas cabezas
cortadas a los patriotas, se iban amontonando al pie
del árbol llamado “matapalo”. Trescientos hombres
más, fueron colgados de las frondosas y elegantes
Ceibas, como haciendo guardia, desde la Puerta a
Villa de Cura. A la ciudad sólo llegaron vivos:
Pedro Sucre y el Coronel Jalón. – Jalón fue tratado
con todas las consideraciones de su rango, a lomo de
mula hizo el recorrido, desde el campo de batalla a la ciudad. A
su lado “Chepino” hablaba todo el tiempo en la misma forma
amable que había tenido con él desde su captura. Cuando
llegaron a la Villa de Cura, fue encerrado junto con el Coronel
Sucre en una casa grande, frente a la plaza mayor, tan sólo un
piquete de guardia colocado en la puerta, les daba la sensación de
estar detenidos. Jalón alimentó una esperanza (…) a lo mejor
José Tomas olvida lo malo sucedido en San Carlos, y recuerda lo
bueno, sucedido en puerto Cabello. Al fin y al cabo, ambos son
españoles; y como le insinuó “Chepino” “La sangre es la sangre”
y “Paisano es paisano”. – Pedro Sucre por lo contrario, no se hace
ilusiones y piensa ¡Nos reservan para un mejor espectáculo,…Ya
verás…Si lo puedes ver!…
¡No se equivocó el Cumanés! – Esa misma tarde
fue conducido a la plaza, y ante una turba de negros
borrachos y alborotadores, el Cumanés Pedro Sucre
fue fusilado.
Cuando Simón Bolívar firmó el “Decreto de guerra
a muerte” contra los españoles y canarios, a estos
últimos los estaba sentenciando a morir en la picota dos veces,
una por tener el delito de haber nacido bajo la dominación de
España, y la otra por ser canarios, pero Bolívar con este decreto
firmado en Trujillo el día 15 de Junio de 1.813, lo que hizo fue
darle al enemigo, los mismos derechos que él decía tener, o sea, si
él podía matar sin piedad a todos los que habían nacido en
España, o en las canarias, ellos también tenían ese mismo
derecho; y eso mismito, era lo que estaba haciendo José Tomas
BOVES EL TAITA PUSO EN FUGA A BOLÍVAR Y SU
PLANA MAYOR.
Le dice el Taita al “Chepino” antes de salir de la
“Puerta”, ¡Estos mil muertos que se quedan aquí
lanceados, degollados y ahorcados,…son en honor a
Simón Bolívar y de su decreto de Guerra a
muerte!...Mientras que él corre como un cobarde, por
tener la mala costumbre de ponerse siembre a buen resguardo, en
donde tenga campo abierto para escapar, pero que no se
preocupe,…que algún día caerá en mis manos,…lo mismo que
cayó mi amigo Jalón,…con quien tengo que
emparejarme.
Pedro Sucre estaba muerto, amarrado al cepo o
(rollo justiciero) en el centro de la plaza, en donde los
soldados, borrachos, trasnochados, se meaban,
vomitaban y escupían sus últimos tragos de ron de la
noche anterior. El sol ya empezaba a calentar los valles de
Aragua.
Dice un borracho: ¡Pronto tienen que quitar ese muerto de ese
cepo! - dice otro borracho: “Para que no se ponga hediondo”, a lo
que contesta el primero: ¡No!- para poner el otro, ¿Tú no sabes
que el Taita trajo dos? …¡Sí!...pero eso será para festejar en la
tarde.
A medio día se presentó “Chepino González” y
con su llaneza habitual, le dijo a Jalón: ¡Mi Coronel, el
Taita Boves lo invita a almorzar. Y sin más guardia
que él mismo. “Chepino” atravesó la calle hasta la
casa de enfrente, donde Boves tenía su Cuartel
general.
Era una inmensa casa, con más de cuartel que de vivienda. En
medio del patio y bajo una sombreada mata de mamón, estaba el
caudillo Boves esperando a su amigo Jalón. Los dos hombres se
midieron como “gallos con miedo”. El caudillo mostrando
cordialidad dijo: ¡Hola Diego! – Jalón, amoscado no encontró que
trato darle a Boves le martilló con saña, para luego añadir: ¡Ay
José Tomas,…viejo José Tomas…estas más viejo! - ¿Cómo que
te ha tratado mal el tiempo?...
¡En cambio tú…estás igualito! - ¿Tú crees? - ¡Será
por fuera! – le apuntó el caudillo con la misma
reticencia. ¡Pero siéntate…que tenemos que hablar mucho! ¡Que traigan vino! ordenó el Taita – Durante dos largas horas con
olor a muerte, hablaron los dos hombres. – Boves le recriminaba
suavemente las trastadas que le había hecho en San Carlos, pero
sin sombra de rencor en su voz, tomando aquellas viejas ofensas,
como si vinieran de un niño cuando lo quiso fusilar.
Boves el pulpero de Calabozo, le dice: ¡Ya ves
Jalón, por tu culpa me dicen Taita, si tú me aceptaras
en San Carlos, yo estaría con vosotros defendiendo la
Republica!, le preguntó a Jalón repetidamente por los
jefes patriotas, en particular por Simón Bolívar y Mariño, ¡puesto
que son los que más quiero conocer de cerca! dijo, se
intercambiaron chistes, de lo bien que corrían Bolívar y Mariño
en sus carreras de escape. Recordaron tiempos pasados de
añoranzas en Puerto Cabello. Enjuagaron lágrimas. Pensaron en
el viejo asturiano Joves, y levantaron las copas en brindis. Luego pasaron a la mesa y se comieron un suculento pastel de
“morrocoy” que una de las vecinas le había obsequiado, comieron
queso llanero y de postre “cabellos de angel”. Tomaron café bajo
la mata de mamón del patio, y se fumaron dos largos y
perfumados tabacos de Barinas.
El Coronel Jalón, totalmente distendido, se veía
plácido y confiado. - Cuando de repente pasos
marciales y órdenes de mando le sacudieron el
El
silencio adormilado de la tarde, se pobló de gente
armada. El canario Tomas José Morales, el lugarteniente del caudillo, apareció en el umbral vestido de gran gala,
lo seguían “Chepino”, el mulato Machado y el indio “Eulogio”.
¡Ya todo está listo mi Coronel Taita! le dijo Morales luego de
saludarlo militarmente, el Boves, lentamente se para de la silla y
le dice a Jalón: ¡Ven con nosotros acompáñanos a esta
ceremonia!..
Al salir a la puerta, el asturiano le dice a Jalón
dándole una palmadita en el hombro ¡Adiós
amigo,…enfréntate al destino de tu vida que tu mismo
te marcaste. – Jalón sintió un escalofrío. Tres mil
hombres, aproximadamente la mitad del ejército, en
correcta formación, lo miraban fijamente. En medio de la plaza,
al lado del rollo o (cepo) de la justicia, estaba la bandera española,
un Cura y el verdugo con capucha negra. Boves apenas tenía
soldados blancos en sus filas, entre todos no llegaban a un
centenar. En esta ocasión sin embargo los cien españoles con el
uniforme de gala de soldados regulares de su Majestad el Rey,
estaban presentes en una doble fila, haciendo como un triángulo
que se estrechaba al llegar al rollo o (cepo) al lugar
del suplicio.
Dos oficiales blancos se acercaron a paso militar a
donde estaba el grupo, dirigiéndose a Boves y con
mirada fija sobre Jalón, dijeron: ¡Señor Boves,
entréguenos al prisionero, que ha llegado la hora de
hacer justicia!...Jalón se puso amarillo, acaba de comprender el
juego trágico y cruel de Boves, el cual poniéndose ferozmente
serio le dijo a los oficiales: ¡Hagan justicia señores, con este
traidor…con este insurgente patriota republicano!...
A redoble de tambores y con el ejército dándole la espalda,
Jalón fue degradado Morales le arrancó las charreteras, le quebró
el sable, y le rompió la guerrera, mientras los cien españoles a lo
unísono clamaban: ¡Muerte al traidor….!!!. último, tirado a un
estercolero.
En seguida lo ataron al rollo y le propinaron doscientos
azotes. Con la espalda llagada, le dieron vuelta y lo fusilaron.
Luego el verdugo lo decapitó. Puso su cabeza frita en aceite, en
una jaula, y su cuerpo fue arrastrado a la cola de un caballo.
UNICA FORMA QUE TIENE BOVES DE TRANSFORMAR
LOS BLANCOS EN NEGROS
Las noticias que continúan llegando, eran cada vez peores. El
enemigo se acerca, el mulato Machado viene quemando,
asesinando, y violando todo cuanto encuentra a su paso. Se a
erigido como jefe de una revolución que ha decidido matar a
todos los blancos mantuanos. Por su culpa, arden todas las
haciendas del Tuy, un mar de cadáveres llenan las cementerios.
Zamuros en círculos como humo marcan su paso como “Almas
negras voladoras”, la única forma que tiene Boves de transformar
a los blancos en negros…
Fueron gente del Tuy los que le quemaron la pulpería a
Boves, luego de violar y de masacrar a su hermana Tomasa,…
¿Qué quieren que haga?,…En Caracas no hará nada, informaba
impertérrito el Conde, que estaba equivocado en todo, puesto que
el Boves no tenía hermana. Lo que si tenía en Calabozo, era a
Juan Caribe, y en Valencia a su mujer María Trinidad, violada y
linchada.
El día 03 de Julio de 1.814, la avanzada del antiguo
mayordomo de don Fernando, se rodó hasta las “Cocuizas” El
Mulato Andrés Machado. venia sediento de sangre.
LA EMIGRACIÓN A ORIENTE
Veinte Mil personas, las tres cuartas partes de la población de
Caracas, se aprestan para la fuga. Esa noche la lluvia hacía más
corporal que nunca a la tristeza infinita de la ciudad.
La emigración se puso en marcha, el día 06 de Julio de 1.814,
Caracas era un verdadero infierno lluvioso. A las cuatro de la
mañana y bajo una lluvia fina y pertinaz, veinte mil caraqueños,
en su mayoría mujeres, viejos y niños, pero todos de las mejores
familias blancas mantuanas, salieron hacia Barcelona. Más de
sesenta leguas a través de caminos sin caminos,
EL NEGRO PRIMERO,JUAN PALACIOS TESTIGO
DE LA EMIGRACIÓN A ORIENTE
“CARACAS SE QUEDÓ SOLA”. – Desde el techo de una
pulpería a la entrada de Sabana Grande, el negro Juan Palacios
agazapado mira pasar al gentío de la ciudad que huye
despavorido. Un largo cordón de fugitivos se contempla, que
llega desde la hacienda Ibarra hasta la Floresta,
LA CORTADA DE GUAYABO
En Representación del caudillo Boves. Con el grueso de sus
hombres
El mulato Machado avanza hasta la cortada del
guayabo, pasando por San José, San Diego, Carrizales, A su paso
no queda casa con tejas ni blanco con vida,
El Conde de la Granja, confiado del mensaje que Andrés
Machado le ha dado, de que ni a él ni a su familia le pasará nada,
se ofrece para ir a un encuentro con Machado.
Algunos de los presentes le señalan los peligros de aquel
hombre desalmado que ha jurado muerte a todo blanco mantuano.
– Dice el Conde: “Yo conozco al mulato, no se les olvide que fue
mi mayordomo”
Don José Marcano y Mariano Herrera Toro, se ofrecen para
acompañarle. El Obispo don Narciso, le da la bendición. ¡Vayan que Dios los bendiga!.
Es mediodía, cuando los tres mantuanos toman el camino de
la cortada del guayabo, pero a la salida del Valle, divisan el
gentío formado por los lanceros de Machado. - Un pelotón de
caballería, se les viene encima. Los tres delegados agitan al aire
la bandera blanca y la bandera española, gritan: - ¡Viva el Rey! ¡Viva Boves!.
Los rodean con aspecto feroces. Casi todos van desnudos de
la cintura para arriba, algunos llevan pañuelos de colores
amarrados a la cabeza.
¿Y ustedes quiénes son, y que quien?... Le pregunta un zambo
colosal con cara de “cocho alzado”…”Representamos a su
majestad el Rey”…contesta altivo don Fernando el conde de la
Granja. – El zambo lo mira despectivo, mientras ve con codicia
un prendedor de brillantes que exhibe don José Marcano en el
corbatín. – “Aquí no hay más representantes del Rey, que mi jefe
Andrés Machado – dice el zambo. –“Cuidado con lo que dice” le
responde aún más altivo el Conde de la Granja. - Condúzcame
inmediatamente ante su Capitán Machado.
¡Ya va, viejito, ya va! – le dice burlón mientras le mira la
pistola que cuelga del arnés del Conde. Un pelotón de caballería
se acerca. Al frente de él, viene Andrès Machado. Luce irritable y
cansado. Al divisar al Conde de la Granja, se incorpora en la
silla, y lo mira entre confuso y resentido.
¡Andrés!, dice afectuoso don Fernando. El mulato no
responde. La situación lo cohíbe. Por meses ha acariciado este
encuentro con su antiguo amo. Veinte veces se ha imaginado lo
que le va a decir, y lo que le va a hacer. Veinte veces le ha dicho
“viejo de mierda”, y veinte veces le ha cortado la cabeza de un
machetazo. Pero ahora que lo tiene delante, se siente como
siempre, abrumado por los modos del Patricio Conde.
– Piensa en Tomasa su hermana, perseguida por el hijo del
patrón, y escarnizada por la gente patriota del Tuy. – siente
entonces que la sangre se le a galopa en las sienes. Se recuerda de
la negra en el cepo la mujer de Juan Palacios – Un rugido de
bestia furiosa, sale de su garganta. Las palabras se le atropellan.
Salen insultos a borbotones, los llama traidores, cabrones y
aprovechadores.
Don Fernando empalidece. Andrés Machado, se le acerca.
Tiene el rostro contraído y un largo sable en la mano. Mariano
Herrera y José Marcano prudentes dan vuelta entera y salen en
estampida como alma que lleva el diablo. Pero tienen el tiempo
suficiente para ver como Andrés Machado deja caer sobre el
cuello del Conde de la Granja, todo el peso de su espada. La
cabeza se desprende en seco y cae roleteando por el suelo.
LA CABEZA DEL CONDE DE LA GRANJA
Corre carajo, que detrás lo que viene es candela. – De tanto
correr, llegaron a Mampote, todos hediondos, por casualidad
toman un descanso bajo la sombra de una Ceiba, de donde pende
de una de sus ramas, un recién ahorcado.
:
GERMAN ROSCIO SE SALVA DE MORIR EN EL CEPO.
El Dr. Germán Rosco sale del cepo todo magullado con cara
torturada y lleno de excrementos, no reconoce a su benefactor. El
ex presidario tampoco se lo recuerda, pero lo toma en brazos al
tiempo que le acaricia su cara dándole un beso en la frente, lo
lleva a una banca y le lava la cara, y le limpia todo el cuerpo, tal
cual fuese su padre. – Con voz enérgica, ordena que le traigan un
plato de sopa caliente, y de inmediato lo trasladen a la cama de
una casa vecina……
Tomando al sargento por el correaje, le pregunta su nombre y
le dice… “Mire usted sargento, me responde usted por su vida”,
al tiempo que le devolvía las llaves del cepo, le ordenó de no
movilizar para nada a este hombre, que pongo bajo su cuidado y
custodia…¿oyó?..Si señor responde atemorizado el mulato.
Boves salió a galope tendido, se corrió las cinco cuadras que
lo separaban del despacho de Monteverde. Allá con voz
suplicante, le pidió al capitán canario, “Piedad para con el
abogado patriota”, a quien le debe su libertad cuando purgaba su
pena de pirata y contrabandista en Puerto Cabello.
A Monteverde, le hace gracia la historia tan sincera del Boves,
y le dice: “Ya decía yo, que tu tenías algo de marino”; por algo
Eusebio Antoñanza, y yo, te queremos tanto y te sentimos como
gente nuestra”….
Luego le explica: ¡pero mira Boves, el doctor Roscio, es una
de las figuras más connotadas de la insurrección, y que por eso
hay que ser duro con él.
Pero finalmente ante los ruegos de Boves, accede a que el
prisionero, sea trasladado a una de las celdas de las monjas
Concepciones. Se le dará asistencia médica en vista de su mal
estado…
El convento de las monjitas Concepciones, ocupa una
manzana de la plaza mayor, por orden de Monteverde, Boves fue
el encargado de trasladar al prisionero y de hacer los trámites con
las autoridades del convento…
“Lo cuidaremos bien” le contestó con voz helada “Sor de las
llagas” Superiora de la congregación…Una hermana estará al
cuido del enfermo, hasta que se reponga totalmente.
Todas las tardes José Tomás, visitaba al prisionero, que al
tercer día ya tenía mejor semblante. El cuarto día José Tomás, le
contó quién era él, y el ¿porqué? De su actitud.
El abogado se lo agradeció con una sonrisa. Una de tantas
veces que José Tomás hablaba con Roscio, entró al calabozo una
monjita. Roscio se la presentó:…¡mira José Tomás, esta es la
hermanita que me ha estado cuidando todos estos días!...
La muchacha se volteó hacia José Tomás…Y José Tomás de
repente, se encontró con los ojos de “Eugenia” vestida de
novicia…José Tomás, sin poder contenerse exclamo: ¡Cónchale
doctor Roscio, con razón se ha recuperado Ud., tan pronto!
EUGENIA BLANCO PRIMA AMANTE DE BOLÍVAR.
La sobrina de Doñana, entornó impúdica los ojos, y abrió la boca.
José Tomás tuvo la sensación de que estaba tan prisionera como
el doctor Roscio.
“Eugenia”, era sobrina de “Doñana”, y estaba en el convento
castigada porque la habían encontrado varias veces haciéndole
ojitos al mayordomo de la granja, al mulato Andrés Machado
El 09 de Julio, llegan unos emisarios de Caracas con varios
pliegos firmados para Boves y para el gobernador Espejo, les
participan la rendición de caracas, y el deseo expreso de su
población, de que el caudillo pase lo más pronto posible a tomar
posesión de la Capital. – Gritos de júbilos sacuden al campo
realista La resistencia es inútil. Una bandera blanca se eleva en
la torre de la iglesia. Es el día 10 de julio de 1.814. “Valencia se
ha rendido, tres días después de Caracas”…
La emigración de Caracas hacia oriente, ese día andaba por
los breñales del camino abrupto de Ataira por los lados de
Capaya, pretenden llegar al mar cuanto antes
EN VALENCIA VENGÓ A MARIA TRINIDAD
Señores,…lamento mucho tener que decirles, que las personas
que voy a nombrar, quedan arrestadas desde este mismo
momento, por conspirar contra mi autoridad!!!...
Juan de Escalona, Francisco Espejo,… Afortunadamente para
Espejo y Escalona, el presentimiento de este había sido fructífero.
– Trepando paredes, pasadizos secretos, y rompiendo tejas, se
habían puesto a salvo de aquella mortal redada. – Más de
cincuenta hombres de los allí presentes en el baile, fueron
maniatados frente a sus mujeres, y sacados a empujones a la calle,
para ser lanceados – Un inmenso lamento sacudió la casa del
suizo. – Lloraban a gritos destemplados las mujeres, al ver a sus
hombres camino del suplicio. – Boves intentó callarlas,. – Al ver
que era inútil le arrebató un látigo a uno de sus soldados, y luego
de dar un cuerazo contra el piso, gritó: ¡Carajo,…se me
callan,…que aquí se viene a bailar y no a llorar!!! – la que llore se
va a arrepentir. – Mientras esto decía el Boves, los músicos del
señor Melo, seguían rascando sus violines…
¡Fueraaaa , esos músicos pendejos,…y que los maten…!!! –
Que toquen los míos, pa que baile mi gente. - ¡A ver
maestro,…que me toquen el “Pi quirico”,…la tonada gachipina,
que cantaba mi mulata María Trinidad!!!. – La tonada alegre
sacudió la sala, las mujeres y doncellas Valencianas, se tragaban
sus lágrimas, en tanto caían sobre ellas, los hercúleos soldados de
caballería. – Boves borracho hacía chasquear el látigo en medio
de la sala, mientras sus negros y mulatos arrastraban entre
lloriqueos a las mujeres por los cuartos grandes y complacientes
del hotel del suizo.
La noche más aterradora que vivió Valencia en toda su
historia, fue la noche del baile del “Pi quirico”. Una melodía muy
antañona, pero que cantaba con mucha gracia la mulata María
Trinidad Bolívar. – José Tomás Boves el Taita, se excitaba
cuando escuchaba esta melodía, y le daba rienda suelta a sus
pasiones amorosas frustradas, porque unos aberrados sexuales le
habían violado a la mujer de sus sueños, la madre de su único hijo
reconocido.
Esa misma noche, el canario Tomás Morales entró en la casa
de las señoritas Ulloa, donde estaban presos los oficiales
patriotas, y a todos sin excepción los mató a cuchillos. –
Igualmente fueron degollados todos los soldados que estaban
heridos en el hospital, y al día siguiente se inició la más espantosa
cacería del hombre por las calles y casas de Valencia. – Hubo
muchachos que al ocultarse bajo los faldones de sus madres,
fueron asesinados entre sus piernas.
Quinientos muertos le costó a Valencia la promesa de paz, que
había jurado José
Tomás Boves en el Altar Mayor de la Catedral.
El doctor Francisco Espejo y el Coronel Escalona, que habían
logrado huir y esconderse en el sótano de una casa amiga, fueron
denunciados por sus espalderos, el zambo Vicente, aquel
muchacho que Espejo había criado como un hijo desde que era
niño.
Cuando camino de la plaza donde iban a ser ejecutados,
Boves los saludó burlón, diciéndoles: ¡Adiós Espejo,…hasta hoy
te duró tu luz! .
¿Pero quién fue francisco Espejo? : Un proyector de luz que
iluminó los senderos de la Independencia de Venezuela. Un
ilustre abogado, nacido en Siquiera Estado Miranda, el 16 de
Abril de 1.758 – hijo de Francisco Espejo y Bárbara Caamaño
Bermúdez.
Francisco espejo, fue uno de los fundadores del colegio de
abogados de Caracas, en el año 1.771. Siendo el primer decano de
esta institución. – Desde muy temprana edad, demostró su apoyo
a la causa republicana. Durante los acontecimientos del 19 de
Abril de 1.810, ejerció como Fiscal de la Real audiencia. –
Francisco Espejo, fue el abogado que realizo la instrucción en el
proceso seguido a Cual y España, por su conspiración.
En el año 1.798, participó como Fiscal en la causa seguida
contra unos revolucionarios franceses en Maracaibo, y fue Fiscal
militar en contra de Francisco de Miranda, por su invasión a Coro
en el año 1.806.- El 19 de Abril de 1.810, firmò junto a Juan
Vicente Amparan el acta de la destitución del Gobierno español,
y de la nueva Constitución del naciente gobierno republicano. –
Francisco Espejo, fuè el primer Presidente de la república de
Venezuela, y miembro del segundo Triunvirato, hasta el día 25 de
Julio de 1.812, y firmó el acta de la Capitulación con Monteverde.
Como consecuencia de la Campaña Admirable, Simón
Bolívar lo nombró gobernador civil de Valencia. – Cuando el
Taita Boves tomó a Valencia en represalias, por el linchamiento
que en esta ciudad se había hecho a su mujer María Trinidad,
fusiló a media ciudad, y entre los justiciados, estaba el doctor
Francisco Espejo, al que le dijo el día 15 de Julio de 1.814 :
“Espejito, hasta aquí te llegó tu alumbradora”.
“LA MATANZA EN CUMANÀ, TERMINÒ CON EL “PIQUIRICO”
“Juan José Landaeta, coronado con la letra de: Gloria al
bravo Pueblo”
“La toca cincuenta veces, antes de morir”
PEDRO CAMEJO SE ESTA CANSANDO DE BOVES
Así no se pelea…carajo! –exclamó el brujo del Guayabal con voz
quebrada y con la expresión descompuesta. –Sobrecogido por la
ira, bajó Juan Palacios las escalinatas de la catedral; al tiempo que
le dirigía una furibunda mirada de reproche a Boves.
El asturiano se lo quedó viendo burlón y haciendo un gesto
de desequilibrio, al tiempo que lo apuntaba con un dedo le dice.
¡…Mira a ese negro!!! –y una tremenda carcajada atronó en la
plaza…
La mantuana Carmen Mercier, la que se había escondido en
la Sacristía con Eugenia Blanco y su hermana, yacía en el suelo,
partida en dos pedazos, por la espada criminal de su antiguo
enamorado, el negro Rondón.
La matanza de civiles continuó
toda la tarde. -Al día siguiente como
era ya de su costumbre,
Boves
organizó un espléndido baile, en una
de las mejores casas de la vecindad. –
Mantuanos sin memoria asistieron. Lo
pagaron con creces. A media noche
resonó el “Piquirico”. Y todos los hombres blancos fueron
lanceados, para seguir la fiesta con mujeres blancas y hombres de
color.
Boves estaba completamente embriagado. De súbito, su
rostro embotado se iluminó. –La totalidad de esos músicos
aunque fuesen pardos, eran compañeros de Bolívar, ya que
salieron con la emigración de Caracas. Treinta profesores hacían
sonar sus instrumentos, mientras la soldadesca borracha, danzaba
en medio de cálidos bambucos. –El primer músico en ser tomado
en cuenta por Boves fue: “Juan José Landaeta”. –El Boves
utilizando voz de caudillo pidió silencio para rendirle un
homenaje al autor del “Gloria al Bravo pueblo”. –Le ordenó
que tocase cincuenta veces seguido su himno preferido, “pero
completito”. Mientras que los soldados hacían un receso en el
baile. –Aproximadamente una hora estuvieron los músicos,
tocando el “Gloria al bravo pueblo” –Una vez que terminaron
de tocar, el primer músico en ser ejecutado fue: “Juan José
Landaeta” para que no echara de menos los laurees del autor,
ordenó que a manera de corona de laureles, le ataran en la cabeza,
la letra de su célebre composición.
Con su habitual solemnidad, el mulato
Landaeta, viendo a su vértigo le gritó a
tiempo de salir a la calle: ¡Viva la Libertad!
–a la que Boves le respondió con trompetilla.
¡Viva! la que fue muy celebrada por la concurrencia.
En la acera de enfrente, una descarga cerrada, desafinó los
violines. –Uno a uno, fueron fusilados los veintinueve músicos
restantes.
Cada cierto tiempo, Boves apuntaba a una víctima elegida, la
cual era arrastrada hasta la calle vecina. Al final era tétrico y
risible oír el toque nervioso y rápido del último músico, que
convulsivo y aterrado, mendingaba la vida. Fue inútil, Boves lo
derribo de un pistoletazo.
“Se acabó la fiesta” –dijo el asturiano.
¡Ahora,… que vengan las putas!!! –A una señal
suya, Andrés Machado se acercó y le dijo.
“Hemos capturado 132 mujeres, jóvenes y
bonitas” –dijo el mulato Juan Machado. “Eso es
viendo” –Y diciendo esto se encaminaron a la
catedral, donde se guardaban las prisioneras.
Sentado en una silla de baqueta, y rodeado de su estado
mayor, Boves ebrio y de espaldas a la plaza, ordenó el desfile de
las cautivas.
Interjecciones como descargas, señalaban su paso. –Durante
una hora desfilaron ansiosas. –Cuando parecía haber finalizado el
espectáculo, el indio Eulogio se apareció con Eugenia y María
Teresa.
¡Mire lo que encontré en la Sacristía…escondiditas
Taita!!!
Andrés Machado, se mordió los
labios al divisar a Eugenia.
Juan
Palacios se tornó morado. –Boves a
punto de caerse de la borrachera le
dirigió una mirada de apetito a tiempo
que se preguntaba. “¿Dónde carajo he
visto yo….a esta mujer? –Sin saber porqué, pensó en su madrina,
una monja Carmelita allá en Oviedo. –Enclaustrado por el deseo
gritó al mulato Machado. ¡Andrés,…llévatela al castillo…que
dentro de un rato le caigo allá!!! -¡Si mi jefe! –respondió el
mulato. –Eugenia marcha con desenfado, y con una expresión
sonriente. –Ella si ha recordado en Boves, al Capitán de urbanos,
que dos años atrás en el convento de las concepciones en Caracas,
BOLÍVAR ABANDONA A EUGENIA EN CUMANA
–“Eugenia Blanco, la amante de los Libertadores”
Compañera de su primo bolívar. En la emigración.
Hemos contado más atrás, que Andrés Machado era el caporal de
la casa grande de las Mercedes y conocía bien a Eugenia, que
siempre había estado enamorado de ella.
El mulato Machado, era el que había entrado a Caracas el día
6 de Julio, dando inicio desde ese día a
la emigración de oriente.
En esta ocasión, se había encontrado
con Eugenia, la que no pensaba
entregársela al caudillo Boves. –El
mulato salió con la encomienda de
llevar a Eugenia al Castillo, pero al
llegar a la calle, y tan pronto como
dobló en la esquina, Andrés Machado toma a Eugenia en vilo y la
monta en el caballo, llevándola de las riendas atravesó la ciudad
desierta. –Poco a poco, la algarabía de la plaza se la va tragando
la calle solitaria, Andrés guarda silencio. Tan sólo se oye el paso
cloquearte de los caballos.
Al llegar a un recodo sombrío, el hombre se detiene. Ve a un
lado y a otro y rompe las ligaduras de la prisionera, en tanto que
le dice. ¡Señorita…prepárese, para parar la cola…mire que en
eso nos va la vida!!! –Cuando llegaron a la esquina, dieron vuelta
en dirección contraria, y nadie les impidió el paso. –Dos horas
más tarde se detuvieron a la orilla de un río. La luna brillaba, la
arena de la playa guardaba el calor de la tarde, Eugenia sintió su
contacto como una caricia y se revolcó en ella. Una dulce y
lánguida quietud abrazaba el aire. Eugenia se volvió de cara toda
hacia el mulato y le vio los ojos encendidos por el deseo. Con la
mirada fija a pasos menudos, avanzó hasta Andrés y lo desnudó
ella misma. –En la seguridad de que nadie los veía, Andrés y
Eugenia, le enseñaban sus ombligos a la luna. Así entre luna y
luna, pasaron toda la noche.
ANDRÈS MACHADO, ABANDONA A BOVES JUNTO
CON EUGENIA BLANCO
“El brujo del Guayabal “Negro Primero” Juan Palacios
también lo abandona”
“Son recibidos en Maturín por Manuel Piar y Juanita Ramírez”
-La pareja de enamorados había pasado la
noche en un verdadero romance. Pero ya
en la madrugada la temperatura cayó a
pique, (hacía frío oriental). –Andrés
Machado encendió una hoguera a cuyo
rescaldo (brasas) se refugiaban los
amantes como dos tortolitos abandonados por un destino muy
original. –Ya para amanecer se oyó a lo lejos el galopar de un
caballo. El mulato pegó el oído al suelo y luego de escuchar
atentamente, dijo con suavidad. ¡Es un solo caballo el que
viene…ocultémonos tras los matorrales! -Atrás se quedó Eugenia
y el mulato se agazapó adelante, con la esperanza que el
desconocido se acercara al fuego.
-¿Quién podría ser, el hombre que corría
impunemente de una trinchera a la otra?
- El paso del caballo se acercaba, tal y como lo
había supuesto Andrés Machado; el desconocido
se acercó a la hoguera. –El mulato Andrés se
quedó sorprendido, al ver que el caminante era
Juan Palacios “El brujo del Guayabal”. Este, con la
tranquilidad que le caracterizaba, echó la vista para todos los
lados. Luego con una brasa que tomó del rescaldo, encendió un
tabaco. –Chupó largo una bocanada…y otra, con la mirada puesta
en el infinito más allá de las trincheras patriotas, como adivinando
algo (…) –Estaba serio y triste. –Luego se le iluminó la cara con
una sonrisa. –Se puso en pie y montándose sobre su caballo se
alejó, buscando la línea patriota.
-Dos días más tarde cuando Boves salió de Cumanà camino
de “Úrica”, Andrés Machado y Eugenia, ya alcanzaban al ejército
patriota. –El General Manuel Piar, al verle la cara
al mulato Machado y a la bella Eugenia que traía
consigo, a él no vaciló en ratificarle su cargo de
Capitán de los ejércitos patriotas y a ella la recomendó
personalmente con “La avanzadora” Juanita Ramírez.
-El mismo día, una hora antes, un retén patriota había
detenido a Juan Palacios en las cercanías de Cariaco. Mientras
los soldados le apuntaban, un Teniente le preguntó, ¡épa negro!
¿Quién eres…y que quieres? … Soy un venezolano que anduvo
con Boves y quiero servir de ahora en adelante a la causa de la
libertad. -¡Bienvenido compatriota…Ven con nosotros!!! –le
respondió el oficial. - ¿Cómo te llamas compañero? … “Juan
Palacios” ¿Se inventó ese nombre? ¡No, también me llaman el
Negro Primero y el brujo del Guayabal.
-La deserción de Juan Palacios y de
Andrés Machado, más aún llevándose a su
“Ninfa”, la que debería estar en el castillo
esperándolo. –Sumieron al caudillo Boves,
en una agudizante ira y un pronunciado
abatimiento. Por varios días se emborrachó
hasta caer exhausto, entregándose a toda
clase de exceso. –Dio órdenes de no dejar
vivo ni a un solo blanco en Cumanà. –
Cuando salió de Cumaná, la orden había sido
cumplida a cabalidad. De esta “degollina”, no se salvaron ni los
mismos blancos, que militaban en sus filas. Para satisfacción
general del pardaje, que así se lo pidieron, más de cincuenta
españoles fueron asesinados el mismo día en que Boves salió de
Cumanà, en dirección a “Úrica”, donde lo esperaba el canario
Morales, acampado con tres mil hombres.
EL PRIMER CAUDILLO DE VENEZUELA FUE JOSÉ
TOMÀS BOVES EL TÀITA
Fue el verdadero Libertador de los esclavos, negros, pardos
y mulatos
Murió en la Batalla de Uríca, el día 04 de Diciembre de
1.814, “Enguayabado”
Boves y el caballo Urogallo
-José Tomas Boves el Taita de los llanos, con
su caballo llamado el “Urogallo” que le regaló su
amada Inés Corrales, se enfrenta en “Urìca” a José
Félix Rivas, Bermúdez, y a su compadre, también
llamado el Taita de la Cordillera, Pedro Zaraza.
-Dice el caudillo Boves antes de dar la orden
de: “carguen”. ¡Yo puedo morir en esta batalla,
pero mis hombres terminarán con las tropas republicanas patriotas
–sus cabezas serán cortadas y fritas en aceite,…Y tendrá fin, la
llamada segunda Republica, en esta inmortal “Batalla de Urìca”.
¡Carguen,…adelante, hasta la muerte!!! –Como un dique que
se revienta, se desbordaron los lanceros sobre las tropas patriotas
que venían desenfrenadas. –Pero el caudillo Boves, se quedó
trabado, como si una fuerza misteriosa le agarrotara las patas a su
caballo. - ¿Qué pasa? –dijo Boves: ¡Arre Urogallo! –ordena
imperioso, pero sólo logra que la bestia se le pare en dos patas
cuando le hincó las espuelas. –El choque de los lanceros de
Boves, cubrió el pantano de lamentos, sangre e insolencias. –El
batallón “Tiznados” con su jefe trabado en la retaguardia, ha
despedazado a los patriotas que huyen en desbandadas hacia la
sabana perseguidos por los hombres del asturiano. –Pero Pedro
Zaraza, alertado por el trabamiento en que estaba Boves con el
Urogallo, seguido de seis lanceros ha transpuesto la línea y corre
desaforado en un lance homicida hacia el caudillo, que con la
bestia paralizada, está inerte frente al enemigo.
¡Arre Urogallo!!! –grita desesperado
el caudillo, mientras ve venir convergente
seis lanzas que buscan su cuerpo. A la
cabeza del grupo, viene su compadre
Pedro Zaraza y su lugar teniente
Machado Belisario.
-¡Arre Urogallo!
¿Qué te pasa
Urogallo?... -Inés, ¿Porqué me regalaste este
caballo?
-Los ejércitos republicanos comandados
por José Félix Rivas, Bermúdez y Zaraza,
entre otros patriotas, fueron perseguidos por las tropas del
caudillo Boves, sin saberse que el caudillo ya estaba muerto.
A QUÍ DESCANSAN LOS RESTOS DEL CAUDILLO BOVES
FIN

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