dossier de prensa

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«¿Por qué en el porno hetero no se ven
escenas de complicidad entre hombre y
mujer, solo de dominación del macho?»
Esta frase de Nora Bergman, protagonista de La
canción de Nora, resume la filosofía de Erika Lust
sobre el porno femenino y ofrece la clave del éxito de las
novelas eróticas escritas por mujeres.
Erika Lust está disponible para entrevistas.
Habla castellano.
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La canción de Nora
1999. Nora tiene veinticuatro años, mucho carácter y sentido del humor y, sobre
todo, unas ganas infinitas de disfrutar de lo que la vida le pone por delante.
Hija de un romance veraniego entre un joven alicantino y una turista sueca, Nora
viene a nuestro país para iniciar su carrera como directora de cine. Pronto se
debatirá entre dos hombres muy distintos: Xavier, un joven productor ambicioso y
sofisticado, y Matías, un creativo apasionado, atractivo y un tanto misterioso.
La canción de Nora es la primera novela de Erika Lust, considerada como la
gran impulsora de la pornografía femenina. “El porno ha muerto, ¡viva el
porno!” proclamaba la revista francesa Regards en un reportaje sobre Lust y
los cambios que su visión están provocando en el cine para adultos.
Con Erika Lust, galardonada directora de cine porno
para mujeres, por fin llega una auténtica profesional
a la narrativa erótica contemporánea
Barcelona, Benidorm, Ibiza y la Costa Brava forman el marco geográfico de una
novela que mezcla a la perfección unos personajes de carne y hueso, con escenas
de alto voltaje erótico y una historia que huye de los tópicos del género.
La ironía y un humor muy inteligente convierten a La canción de Nora en una
novela diferente –más adulta, más compleja– en el reciente panorama del
erotismo literario.
Lust, además, muestra su profundo conocimiento de España, de nuestras
costumbres y de nuestra cultura. Con su novela ofrece, a los lectores extranjeros,
una visión realista, abierta y positiva de nuestro país.
“Siempre quise usar el cine para contar una historia...
normal, una de esas cosas que nos podrían pasar a ti, o a
mí, o a cualquiera de las personas que nos rodea en este
mismo momento”
(Nora Bergman, en La canción de Nora)
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Erika Lust, breve nota biográfica
Erika Lust (Estocolmo, 1977) es una de las
directoras más destacadas del nuevo género
adulto de cine «porno para mujeres». Ha
conseguido los galardones internacionales
más importantes del sector.
Estudió Ciencias Políticas antes de
dedicarse a cine. Desde el año 2000
reside en Barcelona, donde fundó la
productora Lust Films, en la que
desempeña su labor como guionista y
directora.
Ha
dirigido
cuatro
largometrajes
premiados internacionalmente: Cinco
historias
para
ellas
(2007),
Barcelona Sex Project (2008), Life Love
Lust (2010) y Cabaret Desire (2012).
También ha dirigido los cortometrajes Las esposas (2009) y Room 33 (2010),
que abordan de una manera original el fetichismo y BDSM.
Además, es autora de cuatro ensayos publicados en varios idiomas: Porno para
mujeres, La biblia erótica de Europa, Deséame como si me odiaras y Por qué las
suecas son un mito erótico.
“Hay muchos hombres ahí fuera que están buscando algo
más. Como ahora hay muchas mujeres que van al fútbol y
hombres que leen revistas de moda. No todo es tan
masculino ni tan femenino. Todos tenemos partes del otro
género en nosotros”
(Erika Lust, entrevista en Vanity Fair)
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Una nueva forma de ver –y de vivir– el erotismo
La rompedora propuesta estética y narrativa de Erika Lust ha despertado
interés en los medios de comunicación de todo el mundo.
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Un libro con banda sonora
El cine y la música –sobre todo la música– están muy presentes en La canción
de Noa. Cada uno de los capítulos se abre con el fragmento de una canción. Son
temas que muestran las influencias culturales de Lust. El amor, el sexo, la
soledad, la libertad y la búsqueda de uno mismo laten bajo esas canciones
(que han sido traducidas para esta edición).
Índice musical

Capítulo 1. Sexx Laws – Beck

Capítulo 2. Super Freak – Rick James

Capítulo 3. Beautiful Day – U2

Capítulo 4. Holiday – Madonna

Capítulo 5. As Tears Go By – The Rolling
Stones

Capítulo 6. Self-Obsessed and Sexxee –
Sonic Youth

Capítulo 7. Insomnia – Faithless

Capítulo 8. Changes – David Bowie
Además, suenan The Clash, Pixies, Green Day, dos grandes del soul, Marvin
Gaye y James Brown, y, en un taxi que circula por las calles de Manhattan,
escuchamos al inevitable –e insustituible– Frank Sinatra.
En cuanto al cine, la gran debilidad de Nora es
Woody Allen, que se le suele presentar en sueños.
Sus gustos –¿los de Erika Lust?– no responden a las
modas y se siente próxima a Polanski, Cassavetes,
Scorsese y a su admirado Almodóvar.
“La música en ese sótano sonaba a
sexo puro en los oídos de Nora”
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Una maravillosa galería de personajes
Nora Bergman
24 años. Protagonista de la novela. Lo más llamativo de su atractivo físico es su
melena pelirroja, llena de matices naranjas, cobrizos e, incluso, rosados, según le
dé la luz.
“Rotunda de formas pero no excesivamente alta, de piel clara y pecosa –
jamás se ponía morena, solo se quemaba– y ojos verdes, era una auténtica
valkiria con la típica belleza exótica que hacía que, a veces incluso en su
Suecia natal, todo el mundo se dirigiera a ella en inglés, a falta de más pistas
sobre su enigmática procedencia.”
Es la hija menor de un matrimonio hispano-sueco. Sus padres se conocieron en
Benidorm. Su madre –Inga– era una de aquellas turistas suecas que revolucionaron
los veranos españoles. Su padre –Antonio– era estudiante de periodismo. Se casaron y
trasladaron a Suecia.
“A finales de los ochenta Inga y Antonio ya no se llevaban muy bien, en
realidad él nunca consiguió adaptarse al clima y a la mentalidad de Suecia.
En 1988 fue a cubrir los juegos olímpicos de Seúl para una agencia de
noticias en la que trabajaba, se enamoró de una empresaria coreana y se
trasladó a vivir allí. Solo regresó a Suecia un par de veces durante la
adolescencia de Nora.”
Nora ha mantenido la relación con su abuela materna –Maruja– a la que sigue
viendo y con la que aprendió un español lleno de refranes y de eso que se llama
sabiduría popular.
Estudió cine en Estocolmo y se traslada a Barcelona para buscar una oportunidad
en el sector audiovisual. Bajo el brazo lleva el guión de una película que puede
cambiarle la vida. Pero mientras el apartado profesional va mejorando con el
tiempo, no puede decirse lo mismo del sentimental. Se debate entre dos hombres,
Matías y Xavi y no le hace ascos a otras aventuras puramente físicas.
“No existen los héroes, los auténticos héroes somos
nosotros, tú, yo y este camarero, los que conseguimos tirar
de este carro que es nuestra vida día sí y día también”
(Nora Bergman)
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Xavi Dalmau
Hijo de un importante productor cinematográfico barcelonés. Al principio no
acaba de hacerle tilín a Nora, aunque acaba siendo su amigo con derecho a sexo.
¿Es su pareja ideal? Sus contactos le permiten echarle una mano a Nora.
“Estaba perfectamente vestido —ese traje tenía mucha más pinta de ser de
Armani que de Pull and Bear—, perfectamente peinado, con la barba
cuidadamente descuidada y, mirando sus manos, Nora juraría que incluso se
hacía la manicura. Olía a algún perfume exclusivo hecho de madera y
especias. «Qué trabajazo de producción lleva este hombre encima», se dijo
Nora. «No quiero saber cuántas horas dedica al día a estar así, aunque el
resultado no está mal del todo...».”
Matías Falcetti
Argentino. Fotógrafo. Suele participar en producciones locales hasta que le llega la
oportunidad de trabajar en una nueva producción de Juan José Campanella. Su
relación con Nora es tormentosa y se mueve entre el amor, los celos profesionales
–de él– y una hiperactividad sexual que no puede ocultar los problemas.
“Su altura, el tamaño de sus hombros, el pelo ondulado y la piel morena le
hicieron disparar todas las alarmas. Llevaba unos chinos color caqui y una
camiseta negra, algo de naturalidad que se agradecía entre tanto
encorsetamiento (...) De frente era todavía más atractivo. Moreno, de ojos
claros y grandes labios que invitaban a morderlos. Perfectamente afeitado,
no llevaba perfume, si acaso se percibía el ligero aroma de un gel de baño o
alguna loción hidratante.”
Carlota Soler
La mejor amiga de Nora y compañera de piso. Se conocieron en Estocolmo,
donde Carlota fue con una beca Erasmus y se lio con el hermano de Nora,
Nikolas. Heredó un piso de su abuela en el barrio de Gracia y se instaló en él.
Cuando Nora viaja a Barcelona le ofrece alojamiento. Ambas tienen una gran
complicidad en todos los terrenos.
“Carlota llevaba las mismas Doc Martens que cuando Nora la conoció, hacía
ya cinco años. No sabría decir si llevaba la misma parka y los mismos
pantalones, pero perfectamente podría haber sido así y nadie se habría dado
cuenta. Era una tía con estilo, sin duda; pero con su propio estilo. Tenía esa
gracia natural de las personas a las que realmente les da igual su aspecto, y
por eso siempre están guapas.”
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Henrik
Sueco, como Nora. Es homosexual y vive en Barcelona. Trabaja para una empresa
especializada en turismo gay. Poco a poco se convierte en el mejor amigo, y en el
sostén emocional, de Nora.
“Cachas, rubio y con una sonrisa tímida llena de dientes blancos. «Si buscas
la palabra “sueco” en Google seguro que sale una foto suya y otra de Abba»,
pensó Nora, riéndose para sus adentros”.
Lola
Amiga de Nora, a quien se la presenta Carlota. Es lesbiana de las que no se cortan
un pelo al exhibir su amor en público. Su novia –al menos durante buena parte
de la novela– es Bea.
Joanna
Agente inmobiliaria de alto standing en todos los sentidos –laboral y físico–.
Trabaja con clientes extranjeros de elevado nivel adquisitivo, a los que ofrece lofts
y apartamentos exclusivos. Acaba siendo muy amiga de Nora.
Maruja
La abuela de Nora, que la adora. Vive en Benidorm y mantiene la relación con su
nieta aunque no se ven lo que a ambas les gustaría. Es capaz de montar un
verdadero banquete con las “cuatro tonterías” que tiene en la nevera.
“Se dedicaron a ir a saludar a todos los amigos
que tenían repartidos por todas
y cada una de las barras de bar de la ciudad”
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Escenarios muy cercanos
Erika Lust ha escogido España como escenario de su primera novela. Sin
embargo, no ha caído en la tentación de hacer una postal turística, ha retratado
los ambientes reales que mejor encajaban con la historia de Nora: la Barcelona
más cool, incluyendo el llamado Gayxample –contracción de gay y del barrio del
Eixample–, la Ibiza de los clubes y lounges, Cadaqués y el Benidorm más
auténtico, el de las familias que llevan viviendo allí desde hace generaciones.
Con Nora entramos en los clubes más conocidos de Barcelona –a la izq. el Otto
Zutz– y comemos paella en alguna de las muchas terrazas que rodean el Born.
Ibiza –arriba–, Benidorm –dcha.
superior– y Cadaqués, tres enclaves
turísticos muy distintos, que marcan
momentos clave en la vida de Nora.
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Unas pinceladas argumentales
Fin de año de 1999. Nora acaba de aterrizar en Barcelona. Va a vivir durante un
tiempo indeterminado con Carlota, una amiga a la que conoció cuando ésta fue a
Suecia con una beca Erasmus.
Nora es sueca, guionista y aspirante a directora de cine. En España la industria
publicitaria es puntera y espera encontrar algún empleo como ayudante de
producción o de dirección.
Carlota se maneja muy bien por la noche de la ciudad. Conoce los locales más
cool y tiene amigos en casi todos ellos. En una de esas salidas, Nora conoce a
Henrik, un sueco homosexual que ha encontrado su paraíso particular.
Henrik tiene bastantes contactos y la consigue colar en la fiesta de final de rodaje
de una película. Se celebra en Otto Zutz y, allí, Nora conoce a los dos hombres
que marcaran su vida sentimental en los próximos años: Xavier, el hijo del
productor del largometraje, y Matías, un fotógrafo argentino que también ha
venido a España para abrirse un hueco en el competitivo sector audiovisual.
A través de Xavier consigue una entrevista con una de las mandamases de la
productora que se encarga del programa de televisión Operación Triunfo. Ese
empleo va a significar su despegue profesional. Sin embargo, su gran proyecto
duerme en el fondo de un cajón: un guión para el que busca productor.
Y a todas estas, hay sexo, claro. Mucho sexo. Pero tratado y narrado con unos ojos
diferentes de los habituales en la literatura erótica. Por un lado, Erika Lust es una
auténtica profesional del erotismo y está cambiando las reglas de juego del
sector; por otro lado, es una mujer inteligente, culta y con un endiablado sentido
del humor (es impagable la escena de sado en una casa de Cadaqués).
“Aunque todo el mundo sabe que la masturbación femenina
y el agua caliente no son la mejor de las combinaciones,
también es vox pópuli que un orgasmo es una de las
mejores maneras de rematar una resaca”
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