discapacidad auditiva

Transcripción

discapacidad auditiva
SERVICIOS EDUCATIVOS DEL ESTADO DE CHIHUAHUA
DIRECCIÓN DE EDUCACIÓN ELEMENTAL
DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN ESPECIAL
ANTOLOGÍA
MODULO I
Área de Audición
Responsable de la elaboración y compilación:
Profa. Lilia González Bailón
Equipo de Apoyo a la Docencia
Educación Especial de los S.E.E.CH.
CORREO: [email protected]
Revisado por:
Profa. Ma. Del Rosario Ríos Rangel
Jefa del Departamento de
Educación Especial de los S.E.E.CH.
Chihuahua, Chih. Noviembre 2007
1
ANTOLOGIA AUDICION
Primera parte
Introducción
El presente módulo, tiene como propósito que los maestros y maestras de grupo,
de apoyo y de comunicación, de Educación Especial, sean de CAM y/o USAER,
que tienen como alumnos a niños que presentan discapacidad auditiva, conozcan
y/o reconozcan los aspectos teóricos y conceptuales de esta discapacidad, así
como el análisis de los diversos contextos que rodean al alumno.
El curso taller interactivo, está dividido en tres módulos, con el propósito de ir
construyendo paulatinamente un trabajo conjunto con dichos personales, y a su
vez, éstos; ir incorporando a la práctica cotidiana, los temas tratados en dichos
módulos, e irlos compartiendo con el resto del equipo de apoyo de su centro de
trabajo.
Este proceso de capacitación responde de manera directa al Plan Anual de
Trabajo (PAT) del Departamento (EAD) de Educación Especial de los SEECH,
tomando como referencia para su elaboración, PEFEEyIE, desprendido del
PNFEEyIE, así como de las necesidades emanadas de los Trayectos Formativos
de las zonas escolares.
El nombre de este proceso de capacitación y la manera de abordarlo en el área de
audición, obedece a que; en las zonas escolares de Educación Especial contamos
con personal altamente capacitado en el área, que necesariamente cuenta con
experiencias de éxito en la atención a niños sordos, y que es necesario conocer
sus valiosos trabajos, para poderlos compartir con los que actualmente se
encuentran sin experiencia, ni bases conceptuales atendiendo esta discapacidad.
Es un trabajo coordinado y compartido desde el EAD, con todos los compañeros
del nivel, y conlleva un principal propósito; tratar de conocer a los alumnos que
presentan necesidades educativas especiales asociadas a la discapacidad
auditiva, así como sus ritmos y estilo para aprender y comunicarse, compartiendo
teoría y práctica que nos permita brindarle una mejor atención que redunde en una
educación con calidad, de acuerdo a la política educativa, emanada de los
sustentos con los que contamos como nivel educativo, siendo con todo esto,
gestores de una escuela inclusiva.
2
Índice
MODULO I
Definición, Consecuencias…………………………………………………….
3
Elementos Fisiológicos del oído………………………………………………
3
Detección Audiométrica……………………………………………………….
3
Complemento de la anatomía del oído………………………………………
5
Estructura del oído……………………………………………………………..
5
Deficiencia auditiva…………………………………………………………….
6
Momento de la adquisición……………………………………………………
7
Localización de la zona auditiva lesionada………………………………….
7
Criterios médico-fisiológicos para la clasificación………………………….
Gráfica…………………………………………………………………………..
8
9
Desarrollo afectivo……………………………………………………………..
Carta de Blanca Camucet
9
Metodologías y Técnicas tradicionales………………………………………
13
Perfil psicológico del niño sordo………………………………………………
15
Relación Psicosocial……………………………………………………………
15
Desarrollo comunicativo………………………………………………………..
20
Efectos de la Estimulación y Observación…………………………………….
22
El Desarrollo comunicativo del niño hipoacúsico……………………………..
25
Cuadro comparativo de las etapas del desarrollo…………………………….
29
Impresiones observadas del desarrollo del niño sordo………………………
31
Resumen…………………………………………………………………………..
33
3
MODULO I
DEFINICION
La pérdida de la audición o su disminución interrumpe o complica la comprensión
del habla y el contacto con el entorno sonoro, conlleva una importante dificultad
para aprender el lenguaje oral, afecta a la vida de relación del sujeto y a sus
posibilidades de información y de conocimientos del medio.
CONSECUENCIAS
El niño o adolescente disminuido en audición presentará durante su escolaridad
necesidades educativas especiales que es preciso conocer para poder
satisfacerlas y, sobre todo, para tratar de prevenir y evitar el efecto indeseable
que, en demasiadas ocasiones, termina por ejercer la sordera.
Elementos técnicos previos y anatómicos-fisiológicos del oído
A) Detección audiométrica
La sordera es la pérdida auditiva parcial o total de la capacidad auditiva. Cuando
escuchamos un sonido lo que realmente hacemos es interpretar un patrón de
vibraciones originado en algún lugar cercano.
Estas vibraciones, llamadas sonido, son similares a las ondas en forma de círculos
concéntricos que se producen cuando es arrojada una piedra al agua. Las ondas
sonoras tienen un tono (frecuencia) y una intensidad.
La frecuencia de un sonido se refiere a la altura tonal que tiene, es decir, qué tan
grave o agudo es y se mide en hertzios, hertz o hercio (Hz) o ciclos por segundo.
El sonido tiene una frecuencia más alta cuando se repite mayor número de veces,
es decir, cuando tiene más ciclos en un periodo.
Los seres humanos podemos oír frecuencias que van desde los 20 hasta los 20
mil ciclos por segundo. Las frecuencias por debajo de 250 Hz corresponden a
sonidos ambientales y los sonidos del habla se localizan entre 250 y 6000 Hz.
4
Mientras la frecuencia de la onda determina su tono, la intensidad de la misma
está definida por su amplitud o, nivel sonoro o, nivel de volumen de potencia
acústica y se mide en decibeles o decibelios (dB). Al susurrar se usa una
intensidad de 30 dB y el nivel normal de una conversación se ubica entre 45 a 60
dB. Un concierto de rock puede superar los 100 dB.
La gráfica siguiente que corresponde a la aplicación de la audiometría, llamada
“banana del habla” por la zona que registra el habla y que da una forma de
banana, ejemplifica lo anterior como puede apreciarse:
Arriba están los hertz, puede observarse la longitud en la medida que el sonido es
más grave o agudo y hacia abajo al margen izquierdo los decibeles, donde
también se aprecia la graduación de la potencia del habla, como de sonidos
naturales como el movimiento de las ramas de un árbol, así como de los sonidos
producidos por los aparatos eléctricos, los ladridos de un perro, los instrumentos
musicales en diferente intensidad o volumen, como los vehículos.
5
B) Complemento de la anatomía y fisiología del oído
Estructura del oído.1
El oído es uno de los órganos de los sentidos altamente conectados con la
comunicación humana y está integrado por tres partes: el oído externo, el oído
medio y el oído interno.
1
Estructura del oído. Disponible en internet. Fuente: esmas.com (Consulta el 4 de mayo 2007).
6
El oído externo y el medio se encargan de recoger las ondas sonoras para
conducirlas al oído interno y excitar a los nervios auditivos que conducirán los
sonidos al cerebro para ser procesados, identificados y almacenados para su
reconocimiento posterior. Está formado por el pabellón, que en realidad no tiene
función alguna y el conducto auditivo externo.
El oído medio está formado por un conjunto de cavidades llenas de aire, entre las
que se encuentran la membrana del tímpano, que recoge la onda sonora y una
serie de huesecillos: martillo, yunque, lenticular y estribo que los conducen hacia
el oído interno, además está la trompa de Eustaquio, que está relacionada con la
nariz y la faringe y tiene como función principal equilibrar las presiones para que la
transmisión del sonido por el oído sea normal. En caso de que la presión sea
mayor, el tragar, bostezar o toser permite la contracción de los músculos
equilibrándola.
El oído interno se integra por el laberinto, del que se desprenden las vías
nerviosas acústicas y vestibulares. Las cavidades del laberinto están llenas de
líquido que al movilizar las distintas membranas estimulan a las células ciliadas
internas y externas. Su principal función es la de mantener la orientación espacial
y el equilibrio del cuerpo y consta de tres partes: el vestíbulo, los conductos
semicirculares y el caracol o cóclea.
C) Deficiencia auditiva. 2
Existen diferentes grados de deficiencia auditiva que, lógicamente, tienen
diferentes repercusiones en el lenguaje y en la comunicación, la pérdida auditiva
no supone llevar asociada la mudez. El término sordomudo debe excluirse como
una forma de referirse a la sordera, y la imagen de una persona sorda que no es
capaz de articular palabra debería borrarse de nuestra mente porque la sordera no
supone incapacidad para la adquisición del lenguaje.
Se denomina terminológicamente como sordo a aquella "persona cuya audición
residual imposibilita la comprensión de la palabra por vía auditiva exclusivamente,
con o sin ayuda de prótesis auditivas". Y se establece el término hipoacúsico para
2
HERNANDEZ Montoya Marco Andrés. Asociación Mexicana para la Audición, “Ayudanos a Oír” A.C.
amaoir. Andrés. Disponible en: www.andy.xalapa.net/perdida.htm (Consulta 15 de mayo 2007).
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"aquellas personas cuya audición residual hace difícil pero no imposible, la
comprensión de la palabra por vía auditiva exclusivamente, con o sin ayuda de
prótesis auditivas, teniendo formación básica del lenguaje interior". Si bien hay que
dejar claro que el término debe utilizarse más bien para los casos en que la lesión
auditiva es grave o total, la pérdida de audición (hipoacusia) puede clasificarse
atendiendo a tres criterios:
1) Momento de adquisición:
- Hereditarias Cuando la pérdida auditiva está presente al nacer. Actúa sobre el
oído interno malformando alguno de sus órganos.
- Adquiridas Son las adquiridas durante el desarrollo embrionario o después del
parto:
• Prenatales Motivadas por diferentes embriopatías y fetopatías (rubéola).
• Perinatales Producidas en el momento del parto (anoxia, fórceps...).
• Postnatales Adquiridas después del nacimiento. Causas: otitis, sarampión,
encefalitis, meningitis:
a). Prelocutiva. Se denomina sordera prelocutiva a aquella que ha sido adquirida
antes de los tres años de edad, aunque en muchas ocasiones sería más correcto
hacer esta clasificación atendiendo al nivel de desarrollo lingüístico alcanzado.
b). Postlocutiva. Esta denominación se utiliza para designar aquellas sorderas
que se adquieren entre los tres y los cuatro años, o más concretamente, cuando
ya se haya desarrollado el lenguaje.
2) Localización de la zona auditiva lesionada:
•
De transmisión o conductivas. La alteración de la transmisión del sonido
se produce a través del oído externo y medio.
•
De percepción o neurosensorial. Ocurre cuando la cadena de huesillos,
el tímpano y las membranas del oído están intactos pero las diminutas
células ciliadas que revisten la coclea has sufrido daño. Las células ciliadas
dañadas no permiten que los impulsos eléctricos lleguen a las fibras
nerviosas remanentes. Las fibras nerviosas no tienen información que llevar
al cerebro.
•
Mixta. Cuando existe al mismo tiempo una sordera de transmisión y
neurosensorial.
Para determinar el tipo y grado de pérdida auditiva del niño, hay que hacer una
audiometría y todas las pruebas necesarias para precisar el diagnóstico. Es
frecuente como se señala en esta referencia que la madre al acudir a consulta,
8
llegue diciendo “doctor creo que mi hijo no oye bien” ante este hecho, el médico ha
de pensar que en un gran porcentaje de casos el diagnóstico está hecho. La
madre ha realizado inconscientemente la exploración de mayor valor para el
diagnóstico de las sorderas, que consiste simplemente en analizar si el niño oye la
palabra a diversas intensidades y observa sus repercusiones sobre el desarrollo
del lenguaje.
A partir de los 3 años, momentos en que comienza a asistir a los jardines de
infancia, es posible emplear métodos colectivos para descartar cualquier trastorno
de audición en grandes comunidades. Se emplean tests en que los niños se
condicionan por el juego a sonidos emitidos por un altavoz, así como test de las
imágenes que el niño debe elegir cuando le son indicadas con voz débil o bajita.
D) Criterios médico-fisiológicos para la clasificación de las pérdidas
auditivas y su posible dependencia del canal visual.
Son pocos los casos de pérdida auditiva3 que puedan ser corregidos con un
tratamiento médico o quirúrgico. Las pérdidas de tipo conductivo, cuyas causas se
localizan en el oído externo o medio, tienen mejor pronóstico mediante tratamiento
de este tipo; en los demás casos; la opción, además de la compensación natural
por medio del canal visual es el uso de apoyos tecnológicos, especialmente de
auxiliares auditivos personales, también existe el implante coclear, para casos
particulares.
La siguiente gráfica permite ubicar la menor o mayor dependencia del canal visual
y las repercusiones en el desarrollo de los niños, jóvenes o adultos que presentan
esta discapacidad, variarán según la pérdida auditiva, según su dependencia
visual, si es unilateral o bilateral, así como de las circunstancias que caractericen
su entorno sociofamiliar y escolar.
3
ROMERO CONTRERAS, Silvia y NASIELSKER LEIZOREK, Jenny. Elementos para la Detección e
Integración Educativa de los Alumnos con Pérdida Auditiva. Materiales de Trabajo Libro Tres. SEP-Fondo
Mixto de Cooperación Técnica y Científica México-España. 1a Edición. México 1999. Págs. 31- 36.
9
Gráfica de clasificación.
Criterio general
Localización o
lesión
Grado
Oídos que afecta
Momento de
inicio
Efecto en el
desarrollo de la
lengua oral
Clasificación
Oído externo,
oído medio,
Oído interno
Corteza cerebral
Oído externo o
medio e interno
16-25 dB
26-40 dB
41-55 dB
56-70 dB
71-90 dB
91 0 mas dB
Un oído
Ambos oídos
Desde el
nacimiento
Después del
nacimiento
Antes de los 3 y
hasta los 5 años
Después de los 3
a los 5 años
Posible
dependencia del
canal visual
Conductivas
Sensorineurales
Centrales
menor
Mixtas
ligera
superficial
Media
Media severa
Severa
Profunda
Unilateral
Bilateral
Mayor
menor
menor
Variable
Variable
Mayor
Mayor
menor
Mayor
Congénita
Mayor
Adquirida
Variable
Prelocutiva
Mayor
Postlocutivas
Menor
Mayor
Los aparatos auxiliares no restituyen la audición pero pueden compensar en parte
la pérdida auditiva; a través de ellos se perciben los sonidos, en especial los de la
lengua oral, con distinto grado de distorsión que dependen de las características
de la pérdida y de la calidad y potencia del aparato.
Estos aspectos de detección y diagnóstico revisados, constituyen los elementos
más factibles para plantear una orientación adecuada a cada caso, es decir, al
niño y su medio familiar, entre lo que representa la intervención educativa y la
vinculación con el especialista.
Desarrollo afectivo
Uno de los problemas más acuciantes que se platea a quien se enfrenta al tema
del niño sordo, es el constituido por su psicología. ¿Es el niño sordo diferente,
desde el punto de vista psicológico, al normo-oyente? ¿Cómo interviene la
privación sensorial en el desarrollo de su psiquismo? Estas y otras preguntas son
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básicas para aquellos que, familiarmente o en virtud de su profesión, se ven
relacionados con el mundo del silencio.
¿Cómo afecta el psiquismo en el desarrollo del niño por la privación de una de las
más importantes puertas a través de las que actúa el ambiente sobre su núcleo
vital? Esta pregunta se verá inmediatamente complicada si se distingue entre el
caso de una sordera iniciada en el momento período neonatal, de aquella que se
instaura lentamente durante años cruciales para el aprendizaje, y aún después de
finalizado éste.
A continuación se ofrece una experiencia registrada por Blanca Luz Camucet4 con
respecto a la exposición de quien como sorda tiene la posibilidad de trasmitir las
manifestaciones de su afectividad.
Oralismo no es "oyentismo"
Quién les escribe es una persona que recibió educación oralista, por diez años, eso significó una
vida diferente, con momentos de integración y con momentos de soledad.
Sé que los papás y educadores oyentes, piensan que el oralismo nos convertirá por obra y gracia en
oyentes. Las ayudas técnicas como audífonos, implante coclear no nos hace oyentes, quizás
podemos participar, tal vez poder incrementar nuestra retroalimentación lingüística, pero no es
instantáneo, no es como ponerse lentes en que si antes veías borroso, ahora ves líneas más
precisas, así ocurre con el oído pero diferente porque hay que educar la percepción auditiva, educar
la tonalidad, la armonía, es ganarle "tiempo al tiempo", por ello se hace fundamental tener una
lengua de base, muchos fonoaudiólogos coinciden en la importancia de una lengua existente, ya que
es más fácil ponerle sonido a ella.
Fue una vida diferente, porque siempre tuvo que estar aunque no estuviera, tuvo que reírse aunque
no entendiera los chistes, tuvo que callar cuando se perdía, tuvo que volar a su imaginación un
montón de veces cuando solo entendió una sola palabra y armar la conversación completa. Cuando
le preguntó a una persona oyente, sobre alguna cosa, y esa persona contesta "que ya pasó la vieja",
como queda la salud mental nuestra, como queda sentirnos siempre al final de la fila, bueno al
menos yo siempre lo tomo como parte de esta vida.
En que no todos están preparados para entendernos, para comprender nuestros sentimientos de no
pertenencia, para saber que aunque queramos ser independientes, siempre terminamos de
depender de alguien para que nos interprete, o bien para darnos la seguridad de tener alguien en
nuestro círculo cercano que nos apoyará.
Quizás por ello, para muchas familias, les cuesta mucho asumir un hijo sordo o hipoacúsico, ya que
se les cambia todo su esquema, pero la verdad es que habilitarnos a la vida es una cosa difícil,
requiere trabajo y constancia, llegaremos tan lejos como ustedes como familia lleguen, y al referirme
a la familia, me refiero a cada esfera en que nos desarrollamos, a la familia como ese pilar
4
CAMUCET,
Blanca
Luz.
Disponible
en
www.hipoacusia-psic.com.ar/articulo4.htm
http://www.camucet.cl (Consulta 2 junio 2007). Navegador: Live Search en prodigy. msn.
o
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fundamental que nos acoge y nos da seguridad, que sabemos de una u otra forma que tratarán
siempre de apoyarnos de forma irrestricta y también de limitarnos (lamentablemente como pueden
saber Uds. cuando dejar suelta la soga). Es que somos más demandantes de respuestas, tenemos
muchas cosas que decir, y la verdad es que cuando se consiga la palabra, no lo podrá hacer callar,
tiene demasiadas cosas guardadas. ¿Está ya atento a lo que él/ella tiene que decir o contar?
Lo cierto es que de allí viene otra familia, la que nos acoge en el colegio con esos compañeros que
no pueden entender que somos sordos y que nos gritan, pensando que les escucharemos, y lo cierto
es que solo nos asustan, cuando quieren hablarnos les pedimos que nos miren, que sean
expresivos, que sean histriónicos. A esos profesores que sabemos que están asustados, no saben
cómo tratarnos, no saben qué hacer, que se preguntan si acaso les entenderemos, si hace clase de
pizarrón, gráficas, diagramas y juegos, lo más probable que podamos seguirlos.
A los directores de colegio que se preguntan cómo hacen para integrar personas sordas o
hipoacúsicas a sus colegios, hay pequeñas consideraciones que pueden hacer la diferencia, señales
luminosas para indicar cambio de hora o recreo o peligro, tal vez es un poco más sofisticado contar
con equipos FM para hipoacúsicos, contar con intérpretes de señas para sordos profundos, de forma
que su comprensión y madurez sea a la par del resto de los niños, tratar de obviar el lenguaje de
señas detiene un proceso natural del crecimiento del niño. Al conocer una lengua como son las
señas, es más fácil tener una base idiomática para adquirir otra.
Las diferentes habilidades y potencialidades humanas, genéticas, de entorno hacen que algunos
sean buenísimos en matemáticas, otros en castellano, ¿somos los dos iguales?, por supuesto que
no, así como hay niños, hay diversidades y esa diversidad se da en todos los niveles de la vida y esa
hace que la sociedad cuente con cada uno de sus miembros para ser ella, como un conglomerado
que nos reúne ante conceptos comunes a todos, como el concepto de amor , de familia, que nos
reúne en el concepto de salud, educación, y seguridad.
Aquí debo aclarar el concepto de sociedad, como la capacidad natural e intrínsecamente humana
para asociarnos, para realizar diferentes cosas, con objetivos claros, ninguno de nosotros puede no
existir sin la existencia del otro, el otro es necesario a nuestras vidas, nos exige, nos demanda, nos
pide desarrollar nuestras habilidades intelectuales, físicas, espirituales, puede alguien quedarse
afuera, más allá de sus limitaciones, por supuesto que no.
Muchos padres, se preguntan porque mi hijo se ve tan feliz con otros niños sordos, aunque no sepa
la lengua de señas, y es exclusivamente porque se dan cuenta que ellos no son raros, ni diferentes
al resto de los niños, por primera vez se saben pertenecientes a algo, y lo más espectacular es que
se sienten estando y participando.
En la medida que crecemos, aspiramos a ser parte de la familia laboral, esa donde existe un jefe y
compañeros, colegas que también se encuentran perplejos a nuestra presencia, somos capaces, y
potencialmente personas con nuestros defectos y virtudes, como cualquier otra, sabemos que
existen una infinidad de trabajos para los cuales estamos capacitados, por ejemplo digitador,
programador, diseñador, técnico electrónico, técnico mecánico, contador, por solo mencionar
algunas.
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Y queremos decirle a la gran familia país, al cual pertenecemos es que comprenda la importancia
que tiene para el sordo su lengua natural, que es el lenguaje de señas, y tiene importancia porque
nos permite crecer integralmente, completamente, nos permite crecer integrados realmente, nos
permite ser personas, llevamos mucho tiempo pensando que lo correcto era el oralismo, y lo cierto
es que hay distintos tipos de sordos, distintas potencialidades, distintas familias, distintas
oportunidades, y lo cierto es que este lenguaje tan nuestro, y lo apropio por el sentido de pertenencia
que nos da, por el sentido de la certeza y seguridad de comprender, de estar, de participar, que
aunque hablemos correctamente, cómo está nuestra capacidad de comprender todo lo que hemos
recibido, todo lo que nos quieren decir.
¿Cómo ser parte de esta sociedad integradora?, esfuércese por contar con alguien que sepa lengua
de señas, lo otro muy importante es que haya un símbolo que le permita a la persona sorda ubicarlo
inmediatamente y saber que allí existe alguien que conoce la lengua de señas, o que tendrá más
tiempo para escribir la palabra o que comprenderá su disfonía de la voz, sin discriminar por ello
como un retraso mental u otra cosa.
Nosotros los sordos, también discriminamos por nuestras diferentes oportunidades educativas, y
capacidades auditivas, por ello les pido pensar un poco sobre la importancia de darse cuenta que
ser hipoacúsico (o medio sordo), que hay distintas capacidades y habilidades y que las
oportunidades nuestras, no han sido las de todos, por un permanente prejuicio social que aún como
país no ha sido superado, conozco sordos que se avergüenzan de ser sordos y prefieren ser seudo
oyentes, pero lo cierto es que después de muchos años, después de darme cuenta de que vivir con
la impotencia de no oír, de no entender, vivir con el stress de escuchar no es sano para nadie, pues
somos como cualquier persona con todos los defectos y virtudes, pero con unos tremendos deseos
por comunicarnos, una tremenda ganas de participar, de ser considerados y respetados.
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Metodología y Técnicas Tradicionales
Método Oral.- Se especializa en tratamiento rutinario para hacer del niño sordo
un eficiente usuario de la lengua hablada, entrenándolo por medio de repeticiones
fonéticas paulatinamente hasta lograr una oralización pertinente utilizada para su
comunicación en general.
En este método no todos los niños pueden lograr una eficiente comunicación, ya
que muchas veces sólo su medio sociofamiliar y/o su terapeuta de lenguaje
logran entender sus dicciones.
Método de entrenamiento Auditivo.- Su objetivo es rescatar los restos auditivos
que el niño tenga, por medio de un riguroso entrenamiento basado en la
discriminación de sonidos, que van de los más sencillos hasta los más finos como
son los fonemas del habla humana. Esta metodología es sumamente rigurosa y se
trabaja sin tomar en cuenta el lenguaje corporal (manipulación, gesticulación) y
va unido con el método oral, complementándose un método con otro, para lograr
así la oralización del niño sordo.
Estos métodos trabajan con estrategias como:
Técnica del Calendario: Se trabaja de manera que el niño comprenda el paso del
tiempo con los conceptos de Ayer, Hoy y Mañana, de manera visual con material
escrito que sirvan de soporte para su comprensión. Así; el calendario se elabora
de forma especial, iniciando la semana en Lunes para que el niño visualice de
manera eficaz los días que va a asistir a la escuela y los días que va a
permanecer en casa (Sábado y Domingo) realizando otras actividades familiares y
sociales. Este deberá permanecer permanentemente en lugar visible y colocando
paulatinamente encima una hoja de otra conforme transcurran los meses del ciclo
escolar, así el docente podrá remitir al niño a sucesos del pasado que hayan sido
registrados en él.
Técnica del estado del tiempo: Aquí igualmente se trata de que el niño
comprenda de manera visual el clima que prevalece en la región donde vive; se
muestran los conceptos de “aire”, “frío”, “calor”, lluvia”, “sol”, “nublado” o “nieve.”
Plasmándose los dibujos representativos de esto, en un pizarrón adicional dentro
del aula y/o en un rotafolio, unido a la fecha de hoy, de manera que el niño pueda
estar visualizando estos conceptos.
A manera de ejemplo, incluyo lo siguiente para clarificar la forma de conjuntar
estas técnicas:
“Ayer fué Martes 1 de Mayo
“Hoy es Miércoles 2 de Mayo del 2007
Mañana será jueves 3 de mayo
“Hoy hay sol, hace calor”
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Técnica de la noticia: El propósito es que el niño viva una situación real
acontecida en su contexto inmediato; una noticia, un suceso, alguna novedad, que
despierte su interés y lo motive. O alguna situación que esté por suceder dentro de
su contexto, igualmente con material visual que le permita entender los sucesos o
acontecimientos de su entrono en el pasado o a futuro.
NOTICIA: El Viernes Nosotros (se dibujan caritas de los niños del grupo con sus
respectivos nombres) vamos a ir de paseo al museo de la ciudad, en un camión
(se dibuja el camión) ¡Que suave!
Técnica del cuento: Se trabaja inicialmente con cuentos muy pequeños, donde la
escritura sea breve. El niño va asociando imagen con escritura, y paulatinamente
se va aumentando la redacción de los textos con cuentos más amplios, hasta que
logra aprender las palabras escritas y trasladarlas a otros contextos, haciendo uso
de la escritura.
El material se elabora en láminas sueltas, para que sea manipulado por los niños,
donde ellos llevarán la secuencia de las imágenes, una vez que el docente les
haya trabajado el mismo cuento varias veces. Se inicia con otro cuento,
(aproximadamente un mes) después de que los niños lo han aprendido.
Método de Comunicación Total.- Este método incluye el método Oral, el
Adiestramiento Auditivo y el Lenguaje Manual signado convencional (en este
método el español se va signando, así como: gesticulaciones, manipulación,
mímica), en un intento por brindar al niño sordo una real conceptualización de su
mundo. Se trabaja con la misma rigurosidad que los métodos anteriores pero
incluyendo las señas en las técnicas empleadas por los otros métodos. Aquí se
incluye todo lenguaje corporal, gestual, manipulativo, mímica, escenificaciones
que sean posibles para apoyo del aprendizaje.
Método Bilingüe.- Emplea el LSM (Lenguaje de Señas Mexicano) haciendo una
diferenciación entre; tiempo de “signar” y tiempo de “español”. En el momento de
comunicarse, normoyentes y sordos hacen la diferenciación al no utilizar los
conectivos del idioma español para las conversaciones, sólo el LSM. Se trata de
que el niño comprenda la utilización de los dos idiomas, y que puede recurrir a
ambos en un momento dado para conceptualizar sus conocimientos.
Cuando es tiempo de leer y/o escribir tendrá que utilizar los convencionalismos del
idioma español (tratándose de niños mexicanos) o el idioma de su contexto.
Las técnicas del calendario, del estado del tiempo, la noticia y del cuento, son
utilizadas también, como en todas las metodologías, elaborando y utilizando
materiales visuales y trabajo rutinario que permitan al niño aprendizajes
significativos.
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Método de Logogenia.- Aprendizaje del español escrito, es necesario que el niño
sordo cuente con la lengua de señas para enriquecer su proceso comunicativo.
Propicia las condiciones necesarias para adquisición de la lengua histórico vocal,
en niños y adolescentes sordos. Se basa en la gramática generativa, que tiene
que ver con la capacidad de construir y percibir significados sintácticos que sólo
se hacen evidentes mediante la percepción, registro y procesamiento de la
oposición sintáctica.
La oposición sintáctica permite percibir la información sintáctica y la logogenia lo
hace a través de los pares mínimos (dos oraciones gramaticalmente correctas,
que se diferencian entre sí por un solo elemento), son la unidad de trabajo en este
método, ya que permiten el contraste entre dos significados, y para facilitar su
comprensión se presentan en forma de órdenes escritas. Como ejemplo lo
siguiente:
Lexicales: patea un bote - patea una pelota.
Orden: dame la caja de los colores - dame los colores de la caja.
Presencia y ausencia: levanta el sombrero de charro - levanta el sombrero del
charro.
Entonación: ¿te compro un helado? - ¿te compró un helado?
Forma: tócate la mano - tócame la mano.
Agramaticales: dame una flor - dame un flor.
Ambigua: Lili juega con Astrid despeinada (contiene dos significados).
Perfil Psicológico del niño sordo.5
Relación psicosocial del niño sordo y su perfil conductual
Algunas de las cosas más difíciles para el resto de las personas normo oyentes,
es como comprende un niño sordo el mundo que le rodea, y quizás uno de los
ejemplos más claros, que se podrían permitir, es poder comprender la realidad
que vive alguien que no escucha, es poner la televisión sin sonido y tratar de
hacer un esfuerzo de poder asimilar lo que está ocurriendo en ese programa.
El oído es sin lugar a dudas un sentido que nos da relación de distancia,
comunicación y sociabilidad, pues este sentido nos permite estar informado de la
realidad que nos circunda, es un sentido de sobrevivencia, y sin ninguna duda es
el sentido de la alerta y el sentido de la comunicación.
Estamos inmersos en un mundo en que chirrian las puertas y las ventanas, que
alguien escucha música en algún lugar… De alguna forma es información que
estamos recibiendo en forma inconsciente e ininterrumpidamente tanto despiertos
como dormidos, no podemos negar o rechazar voluntariamente este estímulo
sonoro ambiental.
5
CAMUNCET Ortíz, Blanca Luz. Disponible en www.camucet.cl/DOCS/EDUCACION/sicosord.html
(Consulta 2 de junio 2007). Navegador: Live Search en prodigy. msn.
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La información auditiva nos permite controlar el medio que nos rodea,
discriminando lo importante de lo trivial, aún en sueños. Ejemplo: Si ocurre una
emergencia en un edificio, y suena una alarma, la persona con un déficit auditivo
no tendrá consciencia de que existe algún peligro eminente.
Esto obviamente, produce un grado de limitación con el medio, ya que las
personas no se desenvuelven en conexión natural con su medio, se ve limitada su
adaptación, el desarrollo de su personalidad, lenguaje y cultura. La señal de
presencia de una persona cerca estará supeditada a la captación de su campo
visual y a la vibración que le permita percibir.
Señal de Alerta
Se refiere al anuncio de un acontecimiento relevante que implica una respuesta
inmediata de nuestra parte. La audición es un sentido multidireccional, nos informa
acerca de hechos que no están directamente visibles en nuestro campo visual.
En la calle, un bocinazo nos informa que un vehículo se aproxima.
En la casa, alguien nos llama desde otra habitación.
En el colegio, los timbres o campanadas nos informan de un cambio de
actividades.
Comunicación
En nuestra sociedad nos comunicamos fundamentalmente a través del lenguaje
oral, y mínimanente por el lenguaje escrito, en nuestra vida cotidiana, esto nos
permite integrarnos socialmente.
Es gracias al lenguaje, que nos es posible expresar: sentimientos, emociones y
pensamientos.
Organiza la claridad de los pensamientos ordenándolos gramatical,
sintácticamente y lógicamente lo que nos permite una mayor comprensión y
expresión de conceptos con diferentes niveles de abstracción.
Formaliza y agrupa libertades y prohibiciones sociales que constituyen el código
moral del individuo.
Por lo tanto, la falta de audición inhibe el desarrollo emocional - social del niño,
viéndose limitada a la expresión de sus ideas y sentimientos, así como la
comprensión de su entorno.
17
Consecuencias de la pérdida de audición
Por todo lo anteriormente señalado se puede afirmar que la sordera es una
disminución única, no visible físicamente y se limita a una pequeña parte de la
anatomía; sin embargo, sus implicaciones son insospechadas con respecto al
desarrollo emocional, social y educacional del individuo.
El aislamiento que puede sufrir una persona por la incapacidad de establecer un
contacto libre y normal con otros seres humanos, es una tremenda barrera para su
total participación en la vida, lo que en muchos casos produce grandes
frustraciones.
Estas consecuencias que detallamos a continuación no se presentan
implícitamente en todos los casos, se pueden presentar algunas, todas o ninguna
y/o en diferentes grados; esta guía podrá ayudarnos a detectar y comprender las
causas de sus reacciones.
Incomunicación con el mundo exterior
Es inevitable que la sordera aísle e incomunique a la persona en la realidad en
que está inmersa. Dos niños pequeños jugando, uno oyente y uno sordo, podría
ocurrir que mientras juegan con sus autitos, el oyente siente un ruido de algo que
se cae, lo más seguro es que el niño oyente, salga fuera de la habitación a
curiosear lo que ocurre, mientras que el niño sordo sigue jugando pero no
entiende porque su amigo salió de la habitación y es posible que se sienta
abandonado.
Esta incomunicación lleva frecuentemente a acrecentar un sentimiento de soledad.
Este sentimiento se resume en las palabras de Agustín Yánez "sentir la angustia
de estar y no ser".
Por ejemplo, como la persona sorda accede a la información sobre el medio que la
rodea a través de la vista y el tacto, para saber lo que sucede a su alrededor
necesita voltear la cabeza o desplazarse constantemente, conducta que se
considera normal en la cultura silente, en tanto que, en la cultura oyente puede
interpretarse como inquietud o inestabilidad.
Otra diferencia es el grado de participación social. Regularmente la persona sorda,
que necesita usar el canal auditivo (suponiendo que ha logrado recursos oralistas,
lectura labio facial y el rescate de sus restos auditivos, a través del método auditivo) para
participar, hacer bromas y entender lo que sucede a su alrededor, es decir, para
convivir, tiene que esforzarse mucho más que los oyentes y por eso participa
menos.
18
Todo esto lleva a tener más acentuado el deseo de comunicación social que toda
persona posee. Es muy común, por ejemplo, que interrumpa las conversaciones
para que se le indique de qué se habla. Con frecuencia prefiere actividades que
no le exijan una interacción comunicativa intensa y constante por el gran esfuerzo
físico y emocional que implican. Estas actitudes son interpretadas muchas veces
en sentido negativo por los miembros de la cultura oyente, quienes esperan de él
o ella una mayor participación sin tener en cuenta el desgaste que le representa.
En suma, la adaptación social de la persona sorda, está directamente vinculada
con la cultura a la que pertenezca. En una cultura de iguales, es decir una cultura
silente, su adaptación social será normal porque su conducta se ajusta a las
expectativas de su entorno; pero en un medio donde todos los demás son
diferentes, es decir una cultura de oyentes, su adaptación social no se verá como
normal por las expectativas que predominan en las mentes de los demás
miembros del grupo, no coinciden con su forma de actuar y reaccionar.
La adaptación social no se limita al entorno más inmediato (la familia nuclear y
extendida y algunos amigos o compañeros de escuela o de trabajo). Los
miembros de la cultura silente necesitan relacionarse con personas oyentes por
diversas razones, pues las culturas silentes son grupos minoritarios que están
inmersos en grupos más amplios de oyentes.
Por estas circunstancias a las que se exponen las personas con pérdida auditiva,
más aún en el caso de los niños y niñas pequeños o en edad escolar, es
imperioso que el medio o cultura oyente también acceda al aprendizaje del LSM
mínimas básicas que posibilite interactuar con ellos, al igual con las personas
jóvenes o adultos en los lugares donde estudian y/o desempeñan algún trabajo,
pues como fue mencionada la Ley de las Personas con Discapacidad ampara y
prevé no solo el respeto a las diferencias individuales, sino a promover e impulsar
en los diferentes sectores de la sociedad, iniciando en el educativo dicha
posibilidad, como ha venido registrándose en varios casos en escuelas primarias y
tele secundarias que docentes y compañeros de grupo han logrado hacerlo
incluso con sumo interés y agrado.
Acentuada Afectividad
En general, el sordo presenta una acentuada afectividad, por su situación de
dependencia, aislamiento, dificultad de comunicación y de relaciones sociales en
que lo sitúa su falta de audición. Tiene mayor necesidad de amor, amistad, aprecio
y consideración, una acentuada sensibilidad a los roces con el medio que lo rodea,
es más vulnerable a las emociones, por lo que se afecta con mayor frecuencia e
intensidad.
Un aspecto del sonido es su capacidad para provocar y transmitir emociones. Por
medio del tono y volumen de la voz nos informamos y reconocemos el enojo y el
afecto. Aprendemos que la falta de concordancia entre el tono y el contenido
pueden significar sarcasmo o emociones encubiertas: el tono de la ira es diferente
19
del que se usa para la ternura y el amor. La relación del sonido con las emociones
es, sin duda, una parte importante del lazo que une al hijo con su madre. Esto es
captado
y
aprendido
desde
los
primeros
meses
de
edad.
Desde el punto de vista del desarrollo emocional, la falta de audición interfiere las
condiciones de proximidad, y la facultad de identificar los sentimientos claramente.
Mayor dependencia
Es en la comunicación donde queda de manifiesto su gran dependencia. El
interlocutor deberá hablar más lento, situarse con la luz de frente, vocalizar bien,
etc. Es por esto que dependerá de la voluntad y paciencia del que habla. Esto
para algunos puede ser molesto, más aún si el que habla se dirige en un plano de
superioridad.
Permanentemente la falta de comprensión del mensaje, le obliga a solicitar su
repetición. En algunas ocasiones requerirá de intermediario cuando necesite hacer
un llamado telefónico o atender un llamado, cuando los tonos del hablante le
impiden captar todo el sentido el mensaje.
Agresividad, Brusquedad
Se tiende a calificar al sordo como una persona agresiva, y en realidad esto es
una de las tantas conductas que puede presentar el individuo, que se desarrollará
en relación al mayor o menor grado de hostilidad y armonía que tenga en su
entorno. En este caso, la agresividad no se refiere a agredir a otro físicamente,
sino a la brusquedad en sus juegos y/o en su forma de contactarse con otras
personas. La agresividad en el sordo se ve más acentuada por tener que
encauzarla a través del gesto o expresión corporal, al faltarle la habilidad oral que
tiene el oyente.
Su limitación en el plano de la comunicación lo llevará en múltiples situaciones, a
no comprender y a no ser comprendido, produciéndole frustraciones. Por ello
mostrará conductas de irritabilidad, alejamiento, agresividad. Se debe tener
presente que está más expuesto a ser marginado, violado en sus derechos; por lo
tanto, sometido a abusos, injusticias, burlas, etc.
Sentimiento de inferioridad
Los aportes que entrega la audición, en especial el aspecto de comunicación oral,
son valorados o sobrevalorados por la persona sorda que carece de este sentido;
enfrentada al oyente, hace que desarrolle más fácilmente un sentimiento de
inferioridad, ya que es aquí donde se hace más evidente su dependencia para
establecer una relación comunicativa. A esto, se agrega que está expuesto, al
igual que cualquiera de nosotros, a no tener una oportunidad de ser apreciado por
otras habilidades que posea. Otro aspecto que lleva a veces a desarrollar
20
sentimientos de inferioridad, son los problemas derivados de la no captación de
fondo y de la falta de señal de alerta, señalados anteriormente.
Como se ha mencionado a lo largo de estas páginas la influencia del grupo
familiar, fundamentalmente de los padres, en el desarrollo emocional social de un
niño sordo. El tener un hijo con un déficit, cualquiera que sea, remece el grupo
familiar en su estructura interna. Aceptarlo toma un tiempo de procesamiento,
situación que varía de una familia a otra, de una persona a otra. Por ello es tan
importante señalar la fortaleza, perseverancia que deben asentar los padres, pues
ello facilitará o entorpecerá el desarrollo emocional-social del niño.
En el caso de un niño con déficit auditivo, derivada de la ansiedad que sienten los
padres porque desarrolle el lenguaje oral, olvidando sus otras necesidades como
niño. Quizás por ello es muy importante que ambos padres mantengan y apoyen
su mutuo equilibrio emocional, porque su hijo los necesita a ambos para ir
concretizando y aposentando su relación social y equilibrio emocional.
Finalmente, es importante recalcar que el sordo puede tener un comportamiento
psicológico totalmente normal o tan normal como el oyente; en el mismo grado en
que el oyente tiene patologías psicológicas, el sordo también las puede tener.
Desarrollo comunicativo
Este siguiente tema, esta relacionado íntimamente con el anterior y es importante
hacer énfasis en las situaciones que aunque parezcan repetitivas, permiten
obtener la empatía con el niño sordo, por el proceso al que esta expuesto en el
desarrollo de su comunicación, que de por si, es complejo. Así que retomaremos
las apreciaciones y aportaciones de Ramírez Camacho.
Construcción auditiva
El camino6 que describe la marcha vital del niño por la vida se manifiesta mediante
la conducta, por medio de la cual toma actitudes ante circunstancias externas en
forma de una proyección de su conjunto psicofísico hacia el mundo que lo rodea.
Para que dicha relación sea útil es necesario que se establezcan íntimas
conexiones entre el protagonista y su ambiente, cargadas de un alto grado de
efectividad real y, a su vez, que las variaciones exteriores sean percibidas de
forma inmediata por el niño.
Así pues, cuando la atención del niño normal es atraída por un asunto dominante
(se encuentra absorto dibujando por ejemplo), su personalidad se encuentra en
6
RAMIREZ Camacho, Rafael A. Conocer al Niño Sordo. Capítulo II La Psicología del niño sordo. Editorial
Ciencias de la Educación Preescolar y Especial; CEPE. Madrid, España. 4ª Edición 2001. Págs. 27-37.
Disponible en la Biblioteca Centro de Maestros Chihuahua.
21
constante relación con el ambiente mediante el oído que es el órgano que nunca
descansa. A través de la audición, esta recibiendo una información constante de
los cambios que ocurren a su alrededor (se abre la puerta por donde entra la
madre que trae la merienda).
El niño privado de audición no dispone de esta información adicional pero
necesaria, por lo que ha de estar constantemente interrumpiendo su actividad para
controlar de forma visual el ambiente, por lo que la continuidad de su conducta
llega a tener interrupciones reflejas. Aunque el desarrollo social de la especie
humana superará la necesidad del oído para asegurar la continuidad de la
especie, su carencia tiene repercusiones importantes sobre el individuo.
Afortunadamente, aun las sorderas más importantes suelen respetar el
componente táctil, íntimamente relacionado con el de la audición, por lo que el
sujeto puede valerse de él para percibir las vibraciones de su alrededor (unos
pasos, el golpe al cerrar una puerta).
Aunque en el hombre no sea tan esencial, para los animales el oído es el órgano
de la atención, ya que gracias a este sentido que nunca duerme, puede
permanecer siempre vigilante. De esa forma el oído es el más constante y medio
primario de defensa animal que, una vez percibido, pone en marcha sus
mecanismos localizadores de la agresión, entre los que juegan un papel
fundamental la vista.
En el medio humano, habitualmente, no existe esta dependencia vital de la
información recibida a través de los órganos de los sentidos. Pese a ello, la
audición, siempre alerta, puede adquirir trascendental importancia ante
circunstancias no controlables socialmente, tal como puede ser un accidente o
diversos fenómenos de la naturaleza, de los que el hombre se encuentra
normalmente alejado, gracias a la progresiva domesticación que realiza sobre el
medio ambiente.
La aplicación de estos conceptos a la enseñanza del niño sordo implica que los
estímulos visuales y táctiles están interrumpiendo constantemente su actividad, lo
que puede influir en la consecución de una atención mantenida.
En los casos en que falta tanto el oído como la visión (sordo-ceguera), ambos
sentidos calificados como “sociales” y definidos como “de distancia” por Myklebust
(1983), la conexión ha de ser realizada en base a sensaciones táctiles y, en menor
grado olfatorias.
Se puede observar cómo, ante la carencia de los sentidos predominantes, existe
una transposición de la utilización relativa de los restantes, lo que influye en su
esquema de conducta que se desenvuelve de forma diferente a la del niño oyente;
la capacidad de respuesta del niño sordo ha de sufrir una serie de procesos cuya
superación le capacitan para obtenerla.
22
Determinadas enfermedades productoras de sordera durante los primeros años de
la vida son las causas de una constelación de lesiones neurológicas, en las que el
síntoma que se estudia no es más que la manifestación del padecimiento de una
parte del cerebro que se encuentra afectado total o parcialmente. Este caso es el
ocurrido en algunas encefalitis y meningitis, así como ciertos casos de sorderas
familiares ligadas a retaso mental. Si se incluyen estos casos dentro del total de
las personas con discapacidad auditiva, la falsa conclusión obtenida, según su
criterio estadístico, es que la sordera produce un enlentecimiento de la evolución
mental. Es cierto que al fallar el lenguaje como organizador del pensamiento, el
desarrollo mental ha de discurrir por vías distintas, pudiendo dar una aparente
visión de retraso global, pero es falsa su alteración total, no ocurriendo más que
en su faceta de simbolización verbal.
Pero antes de concluir con este autor, es oportuno traer otras apreciaciones de
Camucet Ortiz7
Efectos de la estimulación y de la observación
Problemas de Atención
La persona oyente, pese a estar absorta en una actividad determinada, está
recibiendo, a través de la audición, información de los cambios que se producen a
su alrededor (captación de fondo). La persona sorda no dispone de esta fuente de
información, por esto interrumpe su actividad para controlar en forma visual el
ambiente. Está pendiente de todos los estímulos que están a su alrededor, como
una forma de estar en contacto con el medio. El niño sordo en clases, observa la
misma conducta, y se le considera con problemas de atención, aunque como
cualquier niño también los puede presentar, aunque no es lo más frecuente.
Limitación de la Experiencia
Todo niño se enriquece con lo que ocurre a su alrededor, a través del sonido, las
voces, el diálogo, las conversaciones en familia, etc. Como la persona sorda se
encuentra aislada en su entorno, presenta una mayor inmadurez de experiencias y
cultura. Al carecer de audición no podrá llegar a dominar la realidad como otro que
oye.
7
CAMUNCET Ortíz, Blanca Luz. Disponible en www.camucet.cl/DOCS/EDUCACION/sicosord.html
(Consulta 2 de junio 2007). Navegador: Live Search en prodigy. msn.
23
Cierto Grado de Concretísimo
El niño sordo es naturalmente observador, y le es muy difícil inferir de aquello que
no es observable e implique un grado de abstracción, como el paso del tiempo.
Algunos púberes con déficit auditivo, presentan un grado de inmadurez en relación
a aceptar sus errores, su capacidad de analizar sus dificultades de interacción que
son la base de su conducta familiar y social. Aunque esto no está implícito en
todos sus procesos de abstracción, esto se relaciona sobre aquellos que se
precisa una deducción de lo que no es observable.
Sumando lo antes expuesto, como puntos de referencia, regresemos con Ramírez
Camacho:
En relación a lo antes afirmado, se ha comprobado el gran valor que tiene la
estimulación y la experiencia precoz en la organización mental de niños que
sufrieron una sordera en edad preescolar, lo que abunda en la importancia de la
educación especializada como método de favorecer la creación de esquemas
nuevos que eviten el enlentecimiento de sus facultades intelectuales.
El desarrollo comunicativo queda implicado como parte de las facultades
intelectuales en todo individuo, siendo entonces importante dedicar atención a las
consideraciones expuestas por Ramírez Camacho, que nos permitan obtener más
elementos sobre la evolución del lenguaje, en el niño oyente, como en el niño
sordo.
Señala que: las primeras investigaciones encaminadas a dilucidar las influencias
de la sordera sobre la inteligencia (Pinter y Reamer) indicaron que los niños
sordos presentaban un retraso mental de 2 años con respecto a los oyentes y un
retraso educacional de 5. Sin embargo, en la actualidad estas cifras no pueden ser
aceptadas sin una crítica más justa. ¿Cuál es la razón de estas diferencias con
respecto a los niveles de los niños con audición normal? El empleo de tests
comunes para ambos grupos –oyentes e hipoacúsicos- da lugar a los resultados
expuestos.
Es evidente que para algunos tipos de respuesta el niño sordo presenta una
manifiesta inferioridad, mientras que para otros, en los que no intervengan las
estructuras mentales afectadas por falta de información verbal, se pueden obtener
respuestas iguales o superiores a la media.
En el sordo, la experiencia cotidiana se ve falta de una fuente de información,
como es la representada por la sensación auditiva. Es decir, la falta de
conocimiento de las palabras y sonidos ambientales pero, además, no existe la
posibilidad de su recuerdo en forma sonora, por lo que se resiente la memoria de
24
sonidos. Afortunadamente, la naturaleza es capaz de sobredorar la captación de
las características visuales de la experiencia para compensar el defecto auditivo.
Así, pues, el sordo puede verse disminuido en la capacidad de memoria al estar
limitado su comportamiento simbólico (Hiskey), pero sus respuestas no son sólo
similares, sino superiores a las del niño oyente cuando se aplican tests que miden
la memoria visual, táctil o de localización de los objetos:
El niño sordo es, con respecto al oyente:
Superior: - en memoria de dibujo
- en memoria táctil
- en memoria de movimientos
25
Igual: - en localización de objetos
Inferior: - en memoria de puntos
- en serie de láminas
- en serie de números
(Lo anterior tomado de Myklebust según Ramírez Camacho)
La inferioridad que estos niños (y posteriormente en la edad adulta) sufren, no es
consecuencia de un retraso mental, sino de los trastornos del lenguaje a que da
lugar la sordera. La sugestiva deducción inmediata es la posibilidad de mejorar su
nivel al incrementar el nivel de las funciones de simbolismo verbal del niño no
oyente o sordo, por medio de una educación adecuada a sus condiciones
específicas o particulares.
El desarrollo comunicativo del niño hipoacúsico
Retomando a Silvia Romero8 el desarrollo comunicativo de la persona con pérdida
auditiva también se encuentra vinculado con el nivel de dependencia que tenga de
la visión y con el grupo social al que pertenezca. Si la persona tiene una pérdida
auditiva cuyo efecto es una dependencia visual menor y pertenece a una cultura
oyente, su desarrollo comunicativo será muy cercano a lo normal siempre y
cuando cuente con la ayuda necesaria.
Primeras adquisiciones lingüísticas.
Siempre hay que recordar de la clasificación de las deficiencias auditivas algunas
implicaciones relacionadas con su localización, su momento de aparición y el
grado de pérdida, por lo que al abordar las siguientes referencias bibliográficas,
habrá que tenerlas presentes para diferenciar entre lo que requiere un niño
hipoacúsico, a lo que requiere un niño sordo.
Los primeros años de vida del niño son cruciales y dependen en buena medida de
la evolución que experimenten las estructuras anatómico-fisiológicas y
especialmente del desarrollo de su sistema nervioso central (por la estimulación de que
puedan ser objeto por su entorno socio-familiar), para que el lenguaje pueda ser adquirido
y se desarrolle con normalidad, por lo que se hacen necesarias algunas
condiciones previas indispensables. Si un niño no percibe con normalidad el
mundo sonoro que le rodea, por consiguiente, ni los patrones lingüísticos de su
entorno, la adquisición de su lengua no se producirá de forma natural, por lo que
habrá que planificar su enseñanza.
8
ROMERO CONTRERAS, Silvia y NASIELSKER LEIZOREK, Jenny. Elementos para la Detección e
Integración Educativa de los Alumnos con Pérdida Auditiva. Materiales de Trabajo Libro Tres. SEP-Fondo
Mixto de Cooperación Técnica y Científica México-España. 1a Edición. México 1999. Págs. 40-41.
26
El hecho de que un niño reaccione al ruido y a determinados sonidos no constituye
una prueba de capacidad auditiva normal. Los sonidos fonéticos tienen sólo un
margen de frecuencia determinado. Para captar con precisión el lenguaje es
necesario que se tenga este margen de frecuencia y sin limitación alguna
(Stengel, 1984). Así por ejemplo, pérdidas de 25 decibeles o decibelios o más
antes de los dos años de vida, generan alteraciones en el desarrollo del lenguaje
debido a que los fonemas sordos (/p/, /t/, /k/, /f/, /s/, /c/) tienen poca energía
acústica y con frecuencia están por debajo de los umbrales de estos niños.
Como es lógico, los mayores problemas para el desarrollo del lenguaje y del
lenguaje oral en los niños se presentan cuando nos encontramos ante deficiencias
auditivas de intensidad severa a profunda, surgidas antes de que el lenguaje haga
su normal aparición o cuando aquel aún no ha tenido un desarrollo suficiente. En
estos casos la adquisición del lenguaje no se produce de forma natural y
espontánea como consecuencia de situaciones de intercambio lingüístico y se
hace necesaria una intervención educativa planificada.
La adquisición de la deixis en el niño sordo9
a) El gesto de indicación:
La palabra deixis proviene del verbo griego “señalar” y se refiere a un rango de
procesos en el lenguaje que tienen en común el hecho de que incluyen el uso de
claves no verbales, palabras o expresiones más largas para “señalar” o
“correferirse a” otras palabras. Ingram (1971) considera que: “los rasgos deícticos
se relacionan con el hecho de que el lenguaje se utiliza para establecer
comunicación entre hablantes y oyentes”.
Tradicionalmente la deixis lingüística se divide en tres categorías:
-
Deixis de persona, o recursos que sirven para indicar quién es el
hablante y quién es el oyente; por tanto suelen ir marcados por los
recursos lingüísticos de los pronombres: yo, tú, él.
Deixis de lugar, o recursos lingüísticos que permiten expresar al hablante la
visión de su situación en relación al oyente y al resto del entorno; implica, por
tanto, la percepción por el hablante de su posición en el espacio. Así pues, los
recursos lingüísticos para marcar el lugar en el acto de comunicación están
vinculados con el
9
DEL RIO, María José. Compiladora. Lenguaje y comunicación en personas con necesidades especiales.
Capítulo 2 Interacción y desarrollo de la comunicación en el niño sordo: La utilización de la deixis por
TRIADO, Carme y FERNANDEZ-Viader María Pilar. Biblioteca de psicología, psiquiatría y salud. Serie:
Práctica. Ediciones Martínez Roca. 1era. Edición. Barcelona, España. 1997 Págs. 53-61. Disponible en
Biblioteca Centro de Maestros Chihuahua.
27
-
-
sistema hablante/oyente de la deixis de persona. Por esto la distinción
próximo/distante se mantiene en los términos deícticos de lugar AQUÍ
(próximo al hablante) y ALLA (lejos del hablante) y ESTE, ESTO (que
sitúa algo en la misma posición que el hablante).
Deixis de tiempo, o recursos utilizados para indicar cuándo tiene lugar
la locución. Se presupone que el hablante es el centro del sistema y,
por tanto, el tiempo de la locución y el tiempo de la codificación son los
puntos de referencia en torno a los cuales se distribuyen las
indicaciones de tiempo pasado y futuro. Una vez más se utiliza la
distinción próximo/distante como en el caso de AHORA, para referirse
al tiempo de codificación y DESPUES para referirse a un tiempo
distinto del tiempo de codificación.
La deixis establece relaciones de persona, lugar y tiempo, requisitos importantes
en situación de comunicación; por tanto, los rasgos deícticos como señala Rees
(1986), codifican gran parte del significado transmitido en la conversación y por
tanto el tema de la deixis constituye un aspecto integrante del planteamiento
pragmático que los niños adquieren muy pronto, gracias a la interacción social con
el adulto.
El gesto de señalar es un gesto deíctico que cumple las funciones de persona, el
niño con el dedo índice se señala a sí mismo y a los demás, igualmente localiza
los objetos y las personas. Para expresar el tiempo utiliza la palabra y en sus inicio
también la indicación gestual (Triadó, 1994).
Este gesto de señalar va cambiando progresivamente a lo largo del desarrollo. En
los dos primeros años el niño/a utiliza la señalización para indicar referentes
específicos en el espacio inmediato; posteriormente el niño utiliza la deixis verbal y
desaparece el gesto de indicación (Triadó, 1982, 1991).
b) El gesto de indicación en el niño sordo
Al igual que en el niño oyente, el gesto de indicación aparece en la comunicación
del niño sordo a muy temprana edad. Este gesto permite al niño/a llamar la
atención del adulto para compartirlo, estableciendo pautas de interacción y
especificando los referentes comunes (Lebedeff y Triadó, 1995).
La evolución del gesto de indicación se manifiesta de manera distinta si los niños
sordos aprenden a comunicarse en un contexto de lenguaje oral o signado. Si
adquieren el lenguaje de signos la indicación prelingüística se incorpora a la
estructura gramatical de este lenguaje. La indicación permite identificar las
funciones deícticas de persona, lugar y tiempo, ya que los signos de indicación
pueden realizarse en el espacio y hacer referencia a personas y objetos que
estén, o no, presentes.
28
En cuanto a los niños sordos educados en un contexto oral, el proceso de
adquisición del lenguaje sigue las etapas descritas a continuación:
-
Hasta los 3-4 meses, se dan balbuceos y arrullos al igual que en el
niño oyente.
A partir de los 4 meses los balbuceos disminuyen hasta llegar a
desaparecer, debido a que no obtiene la retroalimentación auditiva de
sus propias vocalizaciones, siendo importante para el posterior
desarrollo la utilización de medios necesarios para mantener este
primer indicio de sonido y que no se pierda.
Desde sus inicios, la interacción adquiere un papel preponderante en la relación
adulto/niño. Gregory y Mogford (1981) consideran importantes tres aspectos de la
comunicación temprana de todos los niños:
-
Alternancia: esperar que un interlocutor acabe de hablar para
continuar el otro. Esto no se da en los niños sordos.
-
Referencia conjunta: acciones del niño y de la madre referidas a un
mismo objeto, ayudados por el lenguaje. Esto servirá para regular la
acción del niño. El niño sordo no relaciona el sonido con el rostro de la
madre y por ello no lo busca.
-
Juegos de anticipación: acciones repetidas que permiten que el niño
ejecute acciones previas. Se desarrolla una estructura interactiva
análoga a la que posteriormente se establecerá en el lenguaje. Con los
niños sordos estos juegos pueden realizarse mediante señales táctiles
o manuales.
Es del todo necesario usar los gestos deícticos y otros gestos comunicativos en la
interacción con niños sordos expuestos únicamente a contextos familiares y
educativos orales, ya que, en caso contrario, la interacción no será posible. De
todas maneras, para el desarrollo comunicativo y cognitivo del niño sordo el útil
privilegiado es el sistema de signos al que el/ella tienen fácil acceso y éste es el
lenguaje de signos. En este caso el gesto de indicación se incorpora a la
estructura morfosintáctica de esta lengua natural que el sordo adquiere y que debe
compartir con padres y educadores, lo que le facilita la interacción comunicativa y
la construcción de conocimientos (Triadó y Fernández-Viader, 1992).
29
Como puede observarse en el cuadro, las apreciaciones sobre las etapas del
desarrollo corresponden a Piaget psicólogo suizo, representante la psicología
congnositivista, Julián Ajuriaguerra psiquiatra español, que trató de comprender y
señalar la importancia del contexto relacional en el niño, Henri Wallon psicólogo
francés cuya obra tiene importantes conexiones con Piaget y Vygotsky y Jean Le
Boulch doctor francés cuya filosofía y metodología educativa se basa en el
movimiento humano creativo, su aportación se registra en la psicomotricidad.
Impresiones sobre el efecto de la sordera en el desarrollo cognitivo
La deficiencia auditiva influye en la personalidad del sujeto en su conjunto y afecta
a áreas tan importantes como la comunicación, el lenguaje, la socialización, los
procesos cognitivos y la memoria.
La pobreza de información a la que se ven sometidos, el no entender en toda su
complejidad las opiniones y matizaciones de los demás, el quedar reducidos a
explicaciones breves e incompletas, contribuye, además, al desarrollo de
personalidades simples, inmaduras, egocéntricas e impulsivas complicando la
comprensión e interiorización de normas, reglas y valores.
30
El déficit cognitivo del niño sordo también se debe, en buena parte, al
funcionamiento defectuoso de los mediadores simbólicos. La posesión de un
lenguaje pobre, parcializado, limitado en recursos, le origina importantes
inconvenientes. La escasa calidad de su código comunicativo-lingüístico afecta a
funciones tales como la representación mental de la realidad, la formalización del
pensamiento, la formulación de hipótesis, la planificación de estrategias, la
memoria, etc...
Por otra parte, la interacción social menos productiva que disfruta el niño sordo
como consecuencia de los problemas de comunicación (lenguaje pobre, audición
reducida...), termina por ocasionarle un notable perjuicio. El niño construye su
conocimiento del lenguaje y del medio y adquiere formas complejas de
razonamiento, a partir del “input” que recibe al participar en intercambios
conversacionales. Cuando existe sordera, estos intercambios suelen ser más
infrecuentes, menos complejos y menos eficaces.
No debe de extrañarnos, por tanto, el retraso observado en los sordos.
En estudios realizados siguiendo la metodología de la teoría piagetiana queda de
manifiesto que los alumnos sordos pasan por las mismas etapas y utilizan las
mismas estrategias que sus compañeros oyentes, pero lo hacen con un retraso
aproximado de, al menos dos años. Las diferencias observadas entre sordos y
oyentes son imperceptibles en las tareas relacionadas con la inteligencia práctica
y se van haciendo más evidentes cuanto más complejas son las operaciones
lógicas implicadas.
En las tareas en las que el lenguaje ejerce un peso importante (abstracción,
razonamiento, formulación de hipótesis, proposiciones posibles, alternativas...), los
sordos encuentran grandes dificultades.
En suma, las dificultades que experimentan los sordos en su desarrollo cognitivo
se deben al déficit informativo y experiencial, a la menor motivación que esto lleva
consigo, a la posesión de un lenguaje de menor calidad y a la interacción social
menos productiva. No todos los sordos, sin embargo, se atienen a la descripción
anterior.
Dependerá de las circunstancias en la que se desenvuelvan, de la riqueza
estimular del medio, y de la competencia lingüística alcanzada, para que su
desarrollo se atenga más a las pautas habituales de los oyentes o se acentúen las
dificultades antes mencionadas.
La educación tradicional del deficiente auditivo ha reducido su acción, con
excesiva frecuencia, al propio niño, cuando en realidad es todo el entorno familiar,
el sistema de interacción del hogar, el que hay que establecer o restablecer, ya
que es este sistema el que genera afecto, comunicación, lenguaje, complejidad y
crecimiento.
31
La intervención educativa debe dotar al sordo de un lenguaje de calidad, facilitarle
información y experiencia y garantizar el sistema de interacciones antes
mencionado.
Los sordos constituyen un grupo muy heterogéneo. Resulta, por tanto, difícil
explicar los mecanismos que utilizan en la simbolización, representación y
almacenamiento de la información, ya que no existe uniformidad entre ellos. No
obstante, ciñéndonos al grupo de sordos profundos prelocutivos y teniendo en
cuenta esta invitación a la prudencia puede afirmarse que la mayoría de los sordos
utiliza códigos múltiples con más frecuencia que las personas oyentes. Los sordos
se sirven de imágenes visuales, códigos ortográficos, códigos de tipo manualcinestésico, códigos gestuales, fonológicos y semánticos.
Existe entre ellos la tendencia a visualizar más las palabras y a utilizar en menor
medida los códigos fonológicos y auditivo-lingüísticos que utilizan habitualmente
los alumnos con audición normal.
En distintas experiencias queda de manifiesto que las personas sordas con un
buen lenguaje oral producen más codificación fonológica, articulatoria y dactílica.
En cambio, los sordos que tienen como fundamento de su comunicación el
lenguaje de signos emplean sobre todo códigos relacionados con los movimientos
que se realizan en este lenguaje.
Se observa, además, que los sordos con comunicación signada recuerdan mejor
las palabras que tienen un equivalente gestual y olvidan con más frecuencia o
confunden las palabras que no tienen equivalencia en el lenguaje de signos.
Impresiones observadas del desarrollo del niño sordo
A continuación se anexan pautas observadas en el niño sordo10, en un medio
familiar oyente:
De 0 a 3 meses
• Ante un sonido no hay respuesta refleja del tipo parpadeo, despertar, etc.
• Emite sonidos monocordes.
De 3 a 6 meses
•
•
•
•
•
Se mantiene indiferente a los ruidos familiares.
No se orienta hacia la voz de sus padres.
No responde con emisiones a la voz humana.
No emite sonidos para llamar la atención.
Debe intentar localizar ruidos
10
VILLARD J. Disponible en: www.venconmigo.org/manual_saber.htm (Consulta 3 de junio 2007).
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De 6 a 9 meses
• No emite sílabas.
• No atiende a su nombre.
• No se orienta a sonidos familiares.
De 9 a 12 meses
• No reconoce cuando le nombran a sus padres.
• No entiende una negación.
• No responde a “dame” si no va acompañado del gesto con la mano.
De 12 a 18 meses
• No señala objetos y personas familiares cuando se le nombran.
• No responde de forma distinta a sonidos diferentes.
• No nombra algunos objetos familiares.
De 18 a 24 meses
• No presta atención a los cuentos.
• No identifica las partes del cuerpo.
• No construye frases de dos sílabas.
A los 3 años
• No se le entiende las palabras que dice.
• No contesta a preguntas sencillas.
A los 4 años
• No sabe contar lo que pasa.
• No es capaz de mantener una conversación sencilla.
En muchos casos esta situación es la causante de que los niños con pérdida
auditiva mayor que se desenvuelven en una cultura oyente no alcancen un
desarrollo lingüístico conceptual completo y tanto su pensamiento como su
comunicación suelen ser concretos cuando sólo cuentan con el recurso de la
lengua oral. Pero quede claro que esta característica no responde a una falta de
potencial intelectual, sino que es consecuencia de la opción comunicativa
exclusivamente oral.
Algunos autores, precisa Silvia Romero, afirman que la persona con pérdida
auditiva tiene dificultades de memoria, asociación, retención y evocación de
experiencias (Flores y Berruecos 1991). Dichas dificultades son comunes en las
personas con pérdida auditiva mayor o sordas que usan la audición como medio
predominante para aprender. Sin embargo, cuando utilizan la visión como canal
primario, estas dificultades no se presentan y el aprendizaje se construye y
enriquece de forma natural a través de la vista.
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Los niños cuya lengua materna es la lengua de señas, lo cual ocurre
especialmente en el caso de hijos de padres sordos, desarrollan esta lengua a un
ritmo comparable e incluso más acelerado que el de sus compañeros oyentes con
la lengua oral.
Así mientras que las primeras palabras orales en los niños oyentes aparecen
alrededor del primer año de vida, las primeras señas suelen aparecer antes de los
10 meses; en la lengua de señas, las combinaciones de signos se presentan antes
del año y medio, en tanto que las combinaciones de palabras orales rara vez
ocurren antes de esa edad (Lewis, 1991).
Por lo tanto y de acuerdo a esta y las otras autoras, dependerá de las
oportunidades que un medio oyente pueda incorporar también como su segunda
lengua las señas que los niños sordos, a su vez puedan observar el mismo
desarrollo cognitivo que el del niño oyente, con sus variaciones, al igual que ocurre
cuando se proviene de un medio sociofamiliar y cultural más estimulante o menos
estimulante.
Resumen:
RECUERDA
Los intercambios sociales más pobres y la interacción lingüística más reducida…
OCACIONAN
Pobreza informativa.
Escaso conocimiento del medio.
Esquemas de conocimiento simples…
TODO ELLO A SU VEZ, DIFICULTA
La comprensión y memorización (procesamiento y almacenaje de información).
QUE A SU VEZ DA LUGAR A:
Menor información.
QUE A SU VEZ…
¿Cómo romper la cadena?
Con un sistema de comunicación eficaz y disponible desde los primeros años.
Facilitando información compleja, sutil y exhaustiva.
Acciones para la atención.-
Iniciar lo más pronto posible la rehabilitación, potenciando la
estimulación temprana.
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-
Acometer un entrenamiento plurisensorial, aprovechar los restos
auditivos e intentar establecer las funciones que el oído tiene
asignadas en el entramado sensorial.
-
Dotar al sordo de un sistema simbólico de calidad desde los primeros
años, facilitándole el acceso a un lenguaje oral correcto, siempre que
sea posible.
Garantizar la comunicación e interacción del niño con las personas que
le rodean desde los primeros años. Conseguir que participe en los
mismos juegos, experiencias, informaciones y tópicos culturales que
sus coetáneos. Conviene servirse del LSM y de estrategias de
Comunicación Total.
-
-
Facilitarle la mayor información sobre la realidad y la experiencia más
rica posible.
-
Enseñarle a pensar, a planificar, a reflexionar y a utilizar su
inteligencia.
-
Enseñarle estrategias de organización, de repetición organizada de la
información y técnicas para mejorar el almacenamiento y recuperación
de la información.
-
Mostrarle siempre la complejidad de las cosas, fomentar el análisis de
la realidad desde distintos puntos de vista, hacerle pensar en otras
soluciones posibles, idear otras opciones, imaginar que las cosas
pueden ser de otra manera, etc.
-
Despertar su deseo de explorar y conocer.
-
Conseguir una interacción compleja y un entramado de relaciones
sociales rico.
-
Procurar que conozca en profundidad y de forma razonada los valores,
normas y convenciones que regulan la sociedad.
-
Desarrollar las habilidades sociales.
-
Fomentar la seguridad en sí mismo y el ajuste personal. Procurar que
se vaya formando un autoconcepto positivo y realista.
Cualquier proyecto educativo o adecuación curricular habrá de basarse; no en sus
carencias sino en sus posibilidades. Hay que rehabilitar las capacidades
perceptivas que el niño sordo conserva intactas, por vías complementarias e
incluso caminos diferentes.
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