Ruta de la Herencia árabe de la Comarca de Guadix

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Ruta de la Herencia árabe de la Comarca de Guadix
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RUTA DE LA HERENCIA
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ÁRABE
RUTA DE LA HERENCIA ÁRABE
«El viajero deja á su izquierda la cadena de montañas llamada Solair
de la Nieve, al pie de la cual se encuentran varios lugares fortificados,
tales como Ferreira, fuerte conocido por sus nueces, que el terreno produce en cantidad extraordinaria, abriéndose sin que se tenga necesidad de
partirlas, y en ninguna parte se encuentran mejores. Otra fortaleza de
estos montes es Dolar, cuyos alrededores producen excelentes peras; una
sola de estas peras pesa algunas véces una libra de Andalucía, comúnmente pesan media libra de éstas, y son de un gusto exquisito.
Desde la extremidad de la llanura de Abla se llega á Khandac-Ach, y de
allí a Wadi-Ach, villa de mediana extensión, ceñida por murallas, en la
cual se negocia mucho; está provista de agua en abundancia, y hay un
arroyo que jamás se seca.»
ABU-ABD-ALLA MOHAMED-AL-EDRISI. Descripción de España, versión española de Antonio Blázquez, Imprenta y Litografía del
Depósito de la Guerra, Madrid, 1901.
Financian:
FEOGA-O
Promueven:
3
DESCUBRE GUADIX. 3. Ruta de la herencia árabe
1ª Edición, diciembre de 2007
© Centro de Iniciativas Turísticas de la Comarca de Guadix
© Textos: José María Martín Civantos
A.D.R. Comarca de Guadix (pp. 45-47)
© Fotografías: A.D.R. Comarca de Guadix
© Planos: José María Martín Civantos (JMMC)
Antonio Martín Muñoz (AMM)
(Arr. y adap. ADR)
Diseño y producción: DSIGNUM Estudi Gràfic, s.l. (Barcelona)
ISBN: 978-84-935722-2-8
Depósito legal:
Centro de Iniciativas Turísticas de la Comarca de Guadix
Ctra. de Murcia, s/n (Antigua Azucarera)
18500 Guadix (Granada)
Tfno. y fax: 958665070 – 958665191
[email protected]
www.guadixymarquesado.com
Foto portada: Panorámica del Castillo del Barrio (Lanteira) con Sierra Nevada al fondo
Foto contraportada: Castillo de la Reina (Lanteira). Aljibe
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RUTA DE LA HERENCIA
ÁRABE
por el Marquesado del Zenete
José María Martín Civantos
ÍNDICE
▇ Introducción
9
▇ Geografía
9
▇ La minería
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▇ Las vías de comunicación y los aljibes
11
▇ La agricultura de regadío
12
▇ Un paisaje histórico
14
▇ Los monumentos andalusíes del Zenete
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1. Jérez del Marquesado
18
2. Lanteira
23
3. Alquife
27
4. Aldeire
29
5. La Calahorra
33
6. Ferreira
34
7. Dólar
37
8. Huéneja
40
▇ Centro de Interpretación de la Arquitectura
Árabe (Ferreira)
45
▇ Bibliografía básica
49
Ruta de la herencia árabe
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R U TA D E L A H E R E N C I A Á R A B E
Introducción
Geografía
El Marquesado del Zenete (Granada)
es una pequeña comarca situada en
la cara norte de Sierra Nevada. Sin
duda, lo primero que llama la atención del viajero es su extraordinario
paisaje: la diferencia entre las elevadas cumbres de la Sierra y el llano;
sus profundos y frondosos valles y la
aridez del altiplano; las extensas
vegas; los pequeños pueblos anclados en el pie de monte; el castillopalacio de La Calahorra o las imponentes minas de Alquife.
En época andalusí se llamó Sanad, que
en árabe significa ‘ladera’ y hace referencia a su ubicación en las faldas de
la montaña. En época nazarí lo formaban un total de once alquerías que,
aunque dependían de la cercana ciudad de Guadix, gozaban de una gran
autonomía. Durante el breve espacio
de tiempo que el Zenete estuvo bajo
control de la corona —de diciembre de
1489 a marzo de 1490—, toda esta
zona fue considerada como una entidad propia y diferente de Guadix.
Posteriormente, se creó el señorío del
Zenete, donado a Don Pedro González de Mendoza, arzobispo de Toledo.
El 30 de marzo de 1490 recibió las villas de Dólar, Ferreira, La Calahorra y
Aldeire, que previamente habían sido
separadas de la jurisdicción de Guadix. Poco después, el 10 de abril, le
fueron concedidas Alquife, Lanteira y
Jérez con el lugar de Alcázar. El 3 de
marzo de 1491 pasarán todas ellas a
Don Rodrigo de Mendoza, hijo del
Cardenal, por vía de mayorazgo. A
éste le será donada la villa de Huéneja, la más oriental, el 20 de junio de
1491, y recibirá el título de marqués.
Al observar su paisaje lo primero que
llama nuestra atención es la brusquedad del contacto entre las montañas
de Sierra Nevada en el sur y la penillanura, ligeramente inclinada, formando el valle. Esa primera impresión,
creada por los contrastes de volúmenes, es fundamental para comprender
la comarca.
Frente a la riqueza de los pastos y del
subsuelo, que generan una importante actividad ganadera y minera,
la agricultura, fundamentalmente la
de regadío, ha sido, a pesar de la pobreza de los suelos, la principal fuente
de ingreso de la zona. La frondosidad
de las vegas plagadas de árboles contrasta con la aridez de los terrenos no
irrigados; las nieves perpetuas de la
Sierra con el calor asfixiante del llano
en el verano. Desde época medieval,
Sierra Nevada ha sido un espacio de
montaña muy humanizado, a pesar
de su altitud y de la presencia de
nieves perpetuas en algunas zonas.
Ya en el s. XII , el geógrafo al-Zuhri
afirma que Sierra Nevada:
«constituye una de las maravillas
de la tierra puesto que nunca está
sin nieve, ni en verano ni en invierno. En él se encuentra nieve de
diez años de antigüedad que ya
está ennegrecida y produce efecto
de que se trata de piedras negras;
pero, al quebrarla, aparece en su
interior nieve blanca. En la cima de
dicho monte no puede vivir ninguna planta ni ningún animal
pero su base está poblada totalmente de habitáculos sin solución
de continuidad. Esta parte poblada tiene una longitud equivalente a seis jornadas. En ella se
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encuentran muchas nueces, castañas, manzanas y moras, [llamadas] tut por los árabes. Es uno de
los países de Dios [más productores de] seda».
La minería
Media se producirá una reactivación
de la minería y la metalurgia del hierro con el surgimiento en los ss. V-VI
de nuevos talleres, algunos junto a
las zonas de explotación, reocupando
en muchos casos asentamientos de
época ibérica, pero otros lugares algo
más alejados, situados en el llano.
Uno de los aspectos que más destaca
en el Zenete, y que va a condicionar
gran parte de su evolución, es la minería. Tras una actividad intensa en
época ibérica, hasta el tercer cuarto
del s. II a. C., se producirá un importante vacío en época romana seguramente debido a la falta de interés
frente a las grandes explotaciones de
regiones como la de Sierra Morena
o Río Tinto. Sin embargo, durante
la Antigüedad tardía y la Alta Edad
La conquista árabo-beréber no supone una crisis ni un hito en la evolución y organización de la producción,
que continúa marcada por la proliferación de centros dispersos de mediano tamaño y una atomización de
las labores de extracción y transformación del mineral. Muchos de estos
centros serán posteriormente abandonados al final del periodo emiral.
Son fundamentalmente los asentamientos situados en altura como
El cerro del Castillo (Alquife) muy alterado por la extracción de mineral de sus ricos filones.
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ADR
Alrután (Jérez), el castillo de la Reina
(Lanteira) y El Cardal (Ferreira). Lo
mismo ocurre con los refugios de
El Castillejo (Ferreira) y Zamarriche
(Dólar) asociados a los asentamientos de pie de monte.
Este abandono es resultado de una
nueva reorganización del espacio y
del poblamiento andalusí y coincide
con el establecimiento de una red de
alquerías y una nueva orientación del
sistema productivo con la extensión
de la agricultura de regadío, lo que
supondrá una amplia transformación
del territorio. Esta nueva orientación
de las estrategias productivas de la
zona provocarán una concentración
de la producción que se realizará no
sólo en Alquife, sino también en
Jérez, donde hay una mención a las
minas de cobre en 1330.
No tenemos restos de la actividad de
transformación de este mineral. Apenas es posible encontrar algunas escorias en el cerro del Castillo de
Alquife. Casi con toda seguridad la
fundición del mineral no se llevaba a
cabo in situ. Sabemos que al menos
una parte se trasladaba a la vecina
ciudad de Guadix, de la que Ibn
al-Jatib destaca en el s. XIV su industria del hierro.
Tras la conquista cristiana en 1489,
Guadix sigue siendo un importante
centro siderúrgico gracias, en buena
medida, al mineral llegado de Alquife.
Sin embargo, van a aparecer dos herrerías más construidas por el primer
marques del Zenete en Jérez y otras
en el vecino pueblo de Lugros. Los vecinos estaban obligados a suministrar
el carbón vegetal, a cambio del cual
se les pagaba 60 maravedís por carga,
y a ayudar en el transporte de las pe-
sadas piezas de madera procedentes
de los pinares de la Sierra de Baza
para los martillos, ruedas hidráulicas
y demás medios mecánicos.
Las vías de comunicación y los
aljibes
En el Zenete existían fundamentalmente dos vías que comunicaban de
este a oeste la comarca en el camino
que iba desde Guadix hacia Almería.
Ambos caminos están documentados
desde el s. XII, cuando el geógrafo alIdrisi los menciona. Al sur discurría
uno que recorría todas las localidades situadas en el pie de monte
de Sierra Nevada. Al norte, al pie de la
Sierra de Baza, otra vía más recta
atravesaba el llano desde Guadix directamente hasta Fiñana. Este segundo camino es posible que fuera
parte de la antigua vía romana que
ponía en comunicación la colonia accitana con la costa almeriense. En
ambos casos han quedado huellas de
estos caminos en los aljibes, abastecidos por las acequias del campo.
En el campo de Ferreira encontramos
dos aljibes. El primero se encuentra
junto a la autovía A-92, a la derecha
de la acequia de las particiones que
le daba agua. Es de una sola nave,
con bóveda de cañón en mampostería; en el lado oeste tiene el arranque
de un pequeño arco que debía servir
de entrada para su limpieza y para
coger agua. El segundo se denomina
aljibe Blanco y se localiza en el límite
con el campo de Dólar. Tiene también
una sola nave cubierta por bóveda de
mampostería. En la bóveda hay un
agujero que podría haber servido de
brocal y, en el lado noreste, una aberRuta de la herencia árabe
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tura sin arranque de arco con unas
pequeñas escaleras de obra para
bajar al aljibe.
En Dólar, la acequia de los Trances
Morenos o las Presillas abastecía
también el aljibe del Espino, junto a
la autovía. Se trata de una construcción de las mismas características
que las descritas: con una sola nave
cubierta por bóveda de cañón de
mampostería.
Las acequias del campo de Huéneja
abastecían también a algunos aljibes.
El más cercano a Huéneja es el llamado de San Felipe Santiago, situado
junto a la estación de servicio de la
autovía a Almería. Pero la mayoría de
ellos se sitúan sobre el antiguo cordel
de Guadix a Almería, al pie de la Sierra de Baza, en las ventas que jalonaban el camino para descanso de
viajeros y bestias. De este a oeste encontramos el de la Venta del Espinar,
el de la Vuelta la acequia (hoy Corrales del Misto), la Torrecilla, Venta de
la Tuerta, la Estación, los Pajaritos
(hoy Venta del Moro), Venta de Dólar,
Venta de Ferreira y Venta de Vinagre.
La mayor parte están situados en el
llano y se abastecen de la acequia de
Izfalada, sobre la que se sitúan.
La agricultura de regadío
Uno de los elementos que más destacan del paisaje son las extensas
vegas que llevan los regadíos desde
los fondos de los valles hasta bien
entrado el altiplano. La extensión de
esta agricultura es posible, no sólo
por la existencia de unos recursos hídricos abundantes procedentes de las
nieves de Sierra Nevada, que cumple
una función de «pantano natural»,
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sino también gracias al control y organización de esos recursos en una
extensa red de infraestructuras hidráulicas (acequias, balsas y aljibes)
que los árabes construyeron.
En el Zenete, el acondicionamiento
del terreno en bancales y las acequias
propician una estructura parcelaria
muy irregular, especialmente en las
zonas más montañosas, pero conforme avanzamos hacia el norte, las
hazas se hacen cada vez más regulares marcando una transición con los
campos de secano. Esta transición se
hace de forma gradual, de manera
que se pueden distinguir tres dominios: en primer lugar la vega; en segundo, el secano, que cruza el valle
del Zalabí y se prolonga hasta la Sierra de Baza, y, en medio, el campo,
una zona regada de forma esporádica, cuando los sobrantes de agua lo
permiten.
Todas las localidades aprovechan las
aguas de Sierra Nevada que baja por
las barranqueras y ríos procedentes
del deshielo. El sistema para abastecerse de agua es algo complejo y extremadamente ingenioso. El agua se
toma a través de acequias de derivación que se alzan a diferentes alturas.
Las más altas se sitúan alrededor de
los dos mil metros de altura, e incluso
algo más arriba, debajo de los tajos y
prados de las cumbres. Las presas
y acequias son de tierra. Estas corren
por las laderas de los profundos valles soltando el abundante agua proveniente de las nieves a través de lo
que se denominan chortales o chorreras, esto es, aberturas en las acequias que dejan escapar el agua que
riega las faldas de las laderas. A esta
operación se la denomina careo. Estas
Partidor de aguas en la acequia principal de Ferreira. Desde aquí se abastecía el baño.
acequias sólo funcionan durante el
invierno y la primavera, pudiendo
llegar incluso hasta junio, siempre y
cuando el agua sea abundante.
Su objetivo fundamental es que el
agua se filtre a través del sistema de
fallas y fracturas de la montaña, recargando los acuíferos que irán manando y resudando en la base de los
ríos durante el verano, cuando más
falta hace y más escasos son los recursos. Los manantiales pueden ser
fuentes naturales o bien minas de
agua excavadas artificialmente. En la
boca de algunas se ha construido una
pequeña balsa para acumular el agua,
seguramente en época contemporánea ya que la pretensión es que el
agua llegue al río para derivarla después mediante presas.
ADR
Generalmente, antes de que se alce la
primera acequia principal o antes de
que esta comience a regar, suele
haber algunas hazas o un pequeño
pago en el fondo del valle, junto al
río, aprovechando algún anchurón
en una zona no demasiado umbría.
Algunas de estas parcelas están
asociadas a un pequeño cortijo o a
un molino y pueden tener su propia
balsa al comienzo de los bancales
para acumular el agua, ya que en algunos casos aprovechan sólo las sobrantes. Es usual que la mayor parte
de los molinos se encuentren al comienzo de los sistemas de riego, pero
también hay algunos en medio, incluso dentro de las alquerías, sobre la
acequia madre, para aprovechar el
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mayor número de horas posible de
molienda y la mayor cantidad de
agua que de presión a su maquinaria. Su construcción no entorpece el
funcionamiento de las acequias puesto que el agua empleada para mover
las piedras vuelve inmediatamente a
ellas.
Los azudes (o presas) para alzar las
acequias principales de las vegas se
encuentran alrededor de los 1.400 m
de altitud. Lo normal es que haya una
por río. La mayor parte de los sistemas tienen una balsa, en la que desemboca la acequia principal, que por
lo general, se encuentra en medio del
sistema y no al comienzo. Su función
es reguladora de los riegos que se realizan por debajo con el agua que se
acumula a partir de la puesta de sol
para no tener que regar por la noche
y aprovechar así toda el agua. De la
acequia madre y de la balsa se toman
los brazales o parás para cada uno
de los alfoces o pagos en los que se
dividen las vegas.
Un paisaje histórico
El origen de todo este sistema de organización de la producción agrícola
debemos buscarlo, sin ningún género
de dudas, en época andalusí. Obviamente ha sufrido transformaciones a
lo largo de los años, especialmente
con la expulsión de los moriscos, la
posterior repoblación, a finales del
s. XVI, y con el proceso de modernización y mecanización del campo
iniciado en la segunda mitad del s. XX.
El regadío aparece en la documentación de 1568, tras la expulsión de los
moriscos, prácticamente como la
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única superficie cultivada en el Zenete.
Es cierto que lo que se considera como
secano ocupa una superficie mayor
que la de riego, pero su importancia
es, en realidad, mucho menor; primero
porque la superficie se expresa en leguas, pero, sobre todo, porque son tierras de uso común, no apropiables y
de las que no se llega a aprovechar
más que una pequeña parte. El derecho de uso se mantenía durante dos
años, tiempo necesario para el barbecho, de manera que si al tercero no se
sembraba, el terreno quedaba libre. Así
sucedía también en los campos.
La misma situación se presenta casi
veinte años antes, en 1550, en el empadronamiento que los marqueses
realizan de las posesiones de los habitantes del Zenete con fines fiscales. Es
sin duda un documento excepcional,
escrito todavía en árabe y castellano.
Aquí sólo se contabilizan las tierras de
regadío, entre las que se incluyen
vegas, huertas, viña y arbolado. Ni el
campo ni el secano son propiedad privada, como acabamos de ver, y son
objeto de fiscalización por los marqueses sólo indirectamente a través de
un impuesto que grava la posesión
de un animal de labranza llamado
«renta del campo». A este se une en
1516 la gabela, llamada «pan del
campo», repartida localmente y expresión del volumen de tierras roturadas
que los campesinos aprovechaban.
Las vegas del Zenete son de un gran
tamaño en relación con otros espacios hidráulicos estudiados en otras
zonas de al-Andalus. Aunque es complicado fechar la construcción de
estos espacios, su creación corre paralela a la conquista árabo-beréber de
711 y a la instalación de gentes veni-
Todo el Marquesado se encuentra recorrido por múltiples caces por donde el agua llega a las zonas
de cultivo, como ésta que encontramos en Lanteira.
das desde Oriente, fundamentalmente a lo largo del s. VIII.
La zona de Guadix y todo el corredor
que abarca el valle del Zalabí y el río
Nacimiento hasta Almería estuvo
fuertemente arabizada. Es un área de
predominio yemení, en la que se instalaron numerosas tribus que han
dejado en parte huella en la toponimia y la documentación. En La Calahorra encontramos el pago de Banu
‘Usaylah, el de Banu Gayth y Ba nu Husay; en Aldeire el río y el pago de
Banu Ibrahim y de Benéjar, el pago
de Beni Munxel y el barrio de Bentarique; en Lanteira, el barrio de Benizahala y el de Benahaque, y en Dólar
el cortijo de Benajara. Todos ellos
hacen referencia a nombres de tribus
árabes asentadas en esta comarca.
ADR
La implantación de la agricultura intensiva de regadío es obra de estos
nuevos pobladores árabo-beréberes,
inmigrados fundamentalmente a lo
largo del s. VIII y organizados según lazos de parentesco. Al asentarse en
la ladera norte de Sierra Nevada crearán los primeros espacios irrigados
según una lógica social tribal.
La distribución geográfica de sus
asentamientos se realiza según la posibilidad de crear los espacios irrigados, que son la base fundamental de
la organización del territorio. Surgirá
así un nuevo tipo de poblamiento, la
alquería, entendida no sólo como
lugar de asentamiento rural, sino
también como unidad territorial que
gestiona su término y los recursos
que en él se encuentran.
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LOS MONUMENTOS ANDALUSÍES DEL ZENETE
A finales de época nazarí, el Zenete
estaba compuesto por once alquerías
ricas por su producción agrícola, especialmente de seda y bien pobladas.
Con la concesión del señorío su número quedó reducido a ocho, pero no
siempre fue este su número.
y Alcázar). Cada uno de los distritos
tenía un castillo: en al-Qasis era el
de Huéneja y en al-Ahrash el de La
Calahorra. Posteriormente, en época
taifa (s. XI), se creó el castillo de Alquife y el de La Calahorra perdió su
función.
En época califal el Zenete se dividía
administrativamente en dos distritos
(iqlim), en los cuales había sendos alcaides. El oriental, formado por Huéneja, Dólar y Ferreira, se llamaba
al-Qasis. El occidental, el iqlim al-Ahrash, estaba formado por La Calahorra, Aldeire, Lanteira y las alquerías
que se encontraban en el término de
Jérez (Bartillana, Mecina, Nus, Tuyina
Sin embargo, a partir del s. XII comienzan a surgir castillos en todas las
localidades y parece que los antiguos
distritos castrales pierden importancia a favor de entidades más pequeñas. Esta entidad aparece claramente
en época nazarí identificada con el
castillo (hisn), que en el caso del Zenete coincide con cada una de las alquerías que lo conforman.
ADR
Jérez. Castillo.
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1
Jérez del Marquesado
Es la localidad del Zenete más extensa y poblada. El núcleo se extiende
de suroeste a noreste con una forma
triangular alargada junto al borde del
barranco del río Guadix. En él se distinguen tres barrios: el Alto, el Bajo y
el de la Iglesia.
La primera noticia escrita que tenemos de Jérez la recoge el documento
de venta de propiedades reales de
1330, pero también se menciona en
documentos antiguos de un pleito de
aguas con Cogollos. El castillo de
Jérez no aparece hasta el s. XII, seguramente tras la campaña de Alfonso
el Batallador de 1125-1126 y coincidiendo con los importantes cambios
que se producirán en esa centuria en
el poblamiento en toda la comarca.
Probablemente la alquería surgirá al
mismo tiempo que el castillo y como
resultado de esas transformaciones.
lla. La mayor parte están realizados en
tapial calicastrado de cal y cantos,
excepto la esquina SE, que es de
mampostería de lajas. En el interior
encontramos, adosado a la muralla, un
pequeño aljibe de planta trapezoidal.
Castillo de Jérez
Desde este punto hasta el río pueden
observarse algunos restos más en el
perímetro del recinto. En la más baja
de estas terrazas hay un gran agujero
en el suelo, seguramente un pozo que
capta la capa freática del cercano río
a modo de coracha, para poder coger
agua en caso de asedio.
Está situado al este de la actual localidad, en una plataforma inclinada
que forma un meandro del arroyo de
Jérez. El cerro tiene forma triangular
y el castillo se extiende desde la base,
organizada en varios recintos y abancalando el terreno a diferentes alturas. En total son seis las terrazas que
pueden distinguirse, aunque no todas
corresponden a recintos amurallados.
El recinto más alto tiene forma triangular. En dos de sus lados la escarpada
roca actúa de defensa natural a pesar
de lo cual hay una importante muralla en todo su perímetro. En total son
visibles restos de cinco torres unidos
por sus respectivos lienzos de mura18
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El siguiente nivel hacia abajo es una
terraza cerrada por una nueva muralla en la que también se ven restos de
tapial y mampostería. Ya en la siguiente terraza, aparece uno de los
elementos más interesantes de toda
la fortificación: se trata de una canalización de mortero de cal, en parte
excavada también en la roca que
discurre junto al camino de acceso
realizado en mampostería. Ambos rodean todo el peñón desde el oeste,
salvando incluso dos desniveles mediante muros de mampostería. Es
aquí, en la entrada de la acequia,
donde debía estar situada la puerta
de acceso al castillo.
Por la cerámica hallada, la construcción debe de fecharse en época almohade (s. XII) y se abandona en el
ocaso del reino nazarí.
El sistema defensivo se complementa
con tres torres más altas que el castillo encerrado en el valle y que le
permiten tener visibilidad. Dos están
en el lado este y una en el oeste, dentro del pueblo.
Plano del castillo de Jérez.
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La Torre del Pueblo
En la calle Alcázar se encuentra la
Torre del Pueblo. Tiene planta rectangular de 3,80 m por 3,65 m con orientación noreste-suroeste y desarrollo
troncopiramidal. Conserva 11 m de altura aunque en tres de sus caras se
le adosan casas. Está construida en
Jérez. Torre de la calle Alcázar.
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mampostería encintada con verdugadas de lajas y refuerzo de sillarejo en
las esquinas, como las cercanas torres
de Alcázar y el Torreón, al otro lado del
barranco. La puerta está al nivel de la
calle, en la fachada noroeste. El interior es hueco y dada su estrechez seguramente sólo dispondría de una
ADR
escalera para acceder a la terraza. En
ella hay un peto y ocho almenas, probablemente no originales sino colocadas al mismo tiempo que la escultura
de la virgen que hoy corona la torre.
Su función podría ser la de atalaya,
aunque algunos han querido ver en
ella el alminar de una antigua mezquita. En este sentido podría estar
relacionado con la noticia de un documento de alquiler de aguas a la
vecina localidad de Cogollos, con
cuyas rentas se comprometió Jérez a
construir y mantener sus mezquitas.
Por la técnica constructiva su cronología se sitúa casi con total seguridad
a partir de mediados del s. XIV.
Torre de Alcázar
Se sitúa en el lado este del barranco,
enfrente del pueblo de Jérez y al
noreste del castillo. Tiene planta rectangular de 7,40 por 6,90 m. Está
construida con mampostería concertada y encintada por verdugadas de
lajas y refuerzo de sillarejo en las esquinas. Conserva, además, restos del
enfoscado en algunas partes. La parte
superior la obra se adorna con numerosos fragmentos de escoria de pequeño tamaño dispuestos en hiladas.
Se conserva una altura de 12 m, de
los cuales los cinco primeros guardan
la forma prismática mientras que los
siete superiores están ataluzados. La
puerta de acceso está a tres metros
de altura, mirando hacia el castillo. El
interior se divide en tres espacios: un
zaguán transversal a la entrada de
2 m de ancho y dos pequeñas salas
paralelas de 3 m por 1,85 m, cubiertas por bóvedas de mampostería de
lajas. A la izquierda se sitúa la escalera de subida a las otras dos plantas
de la que quedan restos de ladrillos y
la impronta del arranque de sus bó-
ADR
Jérez. Torre defensiva de la desaparecida alquería de Alcázar.
Ruta de la herencia árabe
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vedas. Tanto en esta planta como en
las superiores existen saeteras en sus
muros. No se conserva nada de la terraza superior, ni tampoco del posible aljibe que pudiera haber en la
parte inferior.
Por su tamaño y estructura es una
típica torre de alquería, que servía
de refugio para la inmediata población del barrio de Alcázar, anteriormente una alquería independiente.
Sin embargo, por su posición, debía
ser al mismo tiempo una atalaya
que diera aviso al castillo de Jérez.
La técnica constructiva la fecha casi
con total seguridad a partir de mediados del s. XIV.
La alquería de Alcázar subsistirá
como un barrio de Jérez hasta que
desaparezca definitivamente con la
expulsión de los moriscos.
Jérez. Restos de la «torre desmochada».
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OTROS EDIFICIOS DE INTERÉS
Torreón de Jérez o torre desmochada
Es la tercera de las torres que rodean
el castillo y está también situada al
este del barranco, pero al sureste de
la fortaleza. Es la peor conservada de
todas, seguramente de planta rectangular y desarrollo prismático, aunque
el único lado que conserva completo
es el norte, con 5,75 m de longitud.
Se levanta sobre una zarpa y está
construida con mampostería encintada con verdugadas de lajas y
esquinas reforzadas con sillarejo.
Conserva restos de enfoscado y una
altura máxima de 4 m. Por sus dimensiones es posible que también
fuera habitable o que sirviera de
refugio al igual que la cercana de Al-
ADR
cázar y por su construcción debería
fecharse también a partir de mediados del s. XIV.
Baño
Junto a la iglesia se encuentran los
restos del baño. Debió de ser uno de
los más grandes de todo el Zenete,
algo lógico ya que fue también la más
poblada y rica de sus alquerías. El eje
del baño corre de norte a sur paralelo
al barranco, con la caldera y la sala
caliente hacia Sierra Nevada y la
entrada y vestuario hacia el llano para
aprovechar así el desnivel del terreno.
De él se conservan únicamente parte
de dos naves rectangulares paralelas,
2
orientadas de este a oeste. Las naves
están cubiertas con bóveda de cañón
y tiene lucernas rectangulares para la
entrada de luz. En los muros sur y
norte de la habitación conservada
hay dos puertas enfrentadas de arco
escarzano. En el resto de muro conservado de la segunda habitación hay
otra puerta, no enfrentada con las
anteriores, de arco de medio punto
que comunicaba con una desaparecida tercera sala.
La primera noticia que tenemos del
baño es de 1511. Este servía además
al lugar de Alcázar situado al otro
lado del barranco. Estuvo en funcionamiento, al igual que el resto de los
del Zenete, hasta el año 1566.
Lanteira
En la documentación castellana se
dice que, de 1500-1510, Lanteira
tenía dos alguaciles encargados de
la recaudación de las rentas: uno
para el barrio de Fardaximea o Hardagima (el barrio de la mezquita) y
otro para los barrios de Benizahala y
Benahaque, luego conocidos como el
Xarafi. Lo que actualmente se conoce
como Lanteira fue, hasta la expulsión
de los moriscos, el mencionado como
barrio de Fardaximea o Hardagima.
El lugar de la mezquita mayor de la alquería debió corresponderse con la
ubicación de la actual iglesia parroquial y, junta a ella, existió un aljibe
que abastecía de agua a la población y
servía de fuente para las abluciones.
Este depósito no ha llegado hasta nosotros. Se encontraba en los bajos del
antiguo convento contiguo a la igle-
sia, después ermita de San Marcos.
Era de grandes dimensiones, tenía
una sola nave y estaba cubierto por una
bóveda de cañón de mampostería.
El barrio de Jarafí se encontraba
junto al castillo y el río del Barrio. El
pago de la vega situado en esta zona
se llama también Jarafí. Allí es posible
encontrar cerámica en superficie correspondiente a época almohade,
nazarí y morisca (ss. XII-XVI). Pero anteriormente, habían existido otros
dos barrios con nombres tribales, Benizahala y Benahaque, que acabaron
uniéndose a partir del s. XII para formar el Jarafí. Podría en este caso
avanzarse la hipótesis de que la construcción del castillo del Barrio, pudiera haber servido de polo de
atracción y concentración de la población cercana.
Ruta de la herencia árabe
23
El fuerte de Lanteira
Aunque parece tratarse de una torre
de alquería, por sus grandes dimensiones y la presencia de un posible recinto amurallado, de cual podrían
quedar restos en las paratas de la ladera que baja al río del Pueblo, podría
tratarse de un pequeño castillo, en
realidad no muy diferente de muchas
torres de alquería con albacar y de tipología muy similar al de Ferreira.
La planta es ligeramente rectangular,
de 14,40 m por 14,10 m, con una altura máxima de 6,50 m. De los numerosos vanos de ventanas y puertas
que presenta, es posible que la original sea el hueco cegado en la fachada
sur, situado a la altura de la primera
planta.
Lanteira. Torre de alquería en la calle de El Fuerte.
24
Descubre Guadix
Su existencia hay que relacionarla
con las otras dos fortificaciones localizadas en Lanteira: la del Barrio,
posiblemente de época almohade, y
el castillo de la Reina, algo más lejano, cuyo abandono se produce a finales del s. XIII o comienzos del XIV. En
este caso, el Fuerte se encuentra claramente asociado al poblamiento,
dentro de lo que era el núcleo habitado de al menos uno de los barrios,
situado al oeste y junto a la acequia
madre del río del Pueblo.
Resulta complicado establecer su
cronología, pero a partir de la técnica
constructiva es posible determinar
que debería ser anterior a las torres
de Jérez construidas a mediados del
s. XIV, con mampostería encintada. Su
ADR
factura mixta con un alto zócalo de
mampostería concertada y tapial es
similar a la técnica empleada en el
castillo de la Reina o a la primera fase
del castillo de La Caba, en Aldeire.
Podría tratarse, pues, de una obra correspondiente también al s. XII, momento en el que la actividad fortificadora
parece incrementarse en toda la comarca.
OTROS MONUMENTOS DE INTERÉS
Baño
El baño de Lanteira se encuentra a
algo más de quinientos metros al este
de la actual población, sobre el margen izquierdo del río del Barrio, algo
más al sur del castillo del Barrio y
el cementerio del pueblo. Aunque a
mediados de los cincuenta se conservaba una nave completa, de su
estructura no se conserva hoy más
que el muro sur de una nave que
sirve de parata para un bancal.
Castillo del Barrio
Se localiza en un pequeño cerro al
este de la actual población, sobre
el cementerio de la localidad y el río
del Barrio, en un espolón rocoso amesetado que apenas sobresale en el
paisaje. Es una pequeña fortificación
de planta rectangular y orientación
suroeste-noreste. Las medidas exteriores son 33,1 m por 19 m. Es obra
de tapial en su totalidad sobre una
base de mampostería de lajas. En las
cuatro esquinas del rectángulo se
adosan otras tantas torres cuadradas
del mismo material y 4 m de lado. Se
conserva completa la planta de las to-
rres orientadas al este y al oeste y restos de las otras dos. En mitad del paño
sureste, uno de los mayores y el peor
conservado, también es posible apreciar restos de una quinta torre rectangular cuyas medidas son 6,15 m
por 4,75 m. Por similitudes constructivas, la fecha de construcción podría
fijarse en época almohade (s. XII).
Castillo de la Reina
Está ubicado en el cerro del Castillo,
al suroeste de la población, entre los
barrancos del Pueblo y de los Molinillos. Se trata de un castillo de pequeñas proporciones, situado en la parte
más prominente del cerro, asociado a
un poblamiento más amplio que
ocupa toda la cima. Es esta una plataforma alargada organizada sobre
un eje este-oeste.
El castillo está construido directamente sobre la roca, adaptándose
a la orografía y utilizando ésta al
mismo tiempo como defensa, pero
con una forma ligeramente rectangular. Conserva prácticamente todo
su perímetro, aunque es en la zona
oeste y sur donde se encuentran los
vestigios más importantes.
La construcción es de mampostería
de lajas a piedra seca o tomada con
tierra sobre la que posiblemente se
elevaran muros de tapial de los que
se han conservado escasos fragmentos. Los lados norte y este los forman
pequeños muros irregulares adaptados al terreno sin necesidad de mayor
defensa. En el sur encontramos tres
torres y la entrada en recodo. El lado
oeste, más corto, conserva dos torres
en las esquinas unidas por una muRuta de la herencia árabe
25
Lanteira. Restos del sistema defensivo del Castillo de la Reina.
ralla. Junto a ésta se encuentra el aljibe, de una sola nave de 5,7 m por
2,9 m, excavado en la roca y revestido con muros de hormigón y cubierta con una bóveda de cañón de
mampostería de lajas, de la que sólo
se conserva los arranques. En su interior aún pueden apreciarse grafitos
incisos en el enlucido interior: se
trata de cruces con peana realizadas
tras la conquista igual que en los aljibes de otras muchas fortificaciones
del reino de Granada.
Justo debajo de la roca, al este, podría haber existido otro pequeño recinto amurallado. Allí hay con toda
26
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ADR
seguridad otro aljibe del que sólo es
visible una pequeña parte de sus
muros de hormigón.
Por debajo del promontorio del castillo, hacia el norte, y en la cima del
cerro, hacia el este, aparecen dispersos restos de estructuras de habitación pertenecientes al poblado. La
cerámica es abundante y señala dos
momentos de ocupación bien diferenciados: uno altomedieval, entre
los siglos VIII - X , y otro almohade
y de comienzos de época nazarí
(ss. XII y XIII).
3
Alquife
Su nombre procede del árabe al-Khaf,
‘la cueva’, que en dialecto andalusí deriva en al-Khif. En la ladera sur del
cerro se ubicaba la antigua alquería
andalusí. No sabemos casi nada sobre
el entramado urbano o su extensión.
Es posible que llegara hasta el llano,
donde hoy se localiza el pueblo. La
iglesia fue edificada originalmente
sobre el solar de la antigua mezquita,
junto a la calle Acequia. Esta canalización marcaría el límite del área de regadío y, al igual que ocurre en otras
localidades, el contacto entre la vega
y la alquería a través de la mezquita y
su fuente. Por el empadronamiento de
1550 sabemos que algunas de las
casas lindaban con la acequia y que
había una plaza, seguramente frente
a la antigua mezquita. A la iglesia se
dirige una de las acequias principales
del Barranco del Barrio de Lanteira que
es el que da agua a Alquife y su vega.
Junto a ella se encontraba un aljibe
que debía ser de características parecidas a los de los otros pueblos y que
servía para abastecer a la población y
como fuente para las abluciones antes
del rezo.
En los documentos castellanos se
dice expresamente que Alquife no
tiene baño y que debe de compartirlo
con Lanteira. Los alquifeños habían
de pagar cuatro celemines de cebada
cada uno, dos menos que los de Lanteira por no tener baño propio.
JMMC
Plano del castillo de Alquife.
Ruta de la herencia árabe
27
Castillo de Alquife
Los restos del castillo de Alquife se
encuentran sobre el cerro situado
al norte del actual pueblo, dentro
del coto minero. La fortaleza tiene
una forma pentagonal alargada en
dirección este-oeste. Actualmente
se puede seguir buena parte de su
perímetro, del que se conservan
restos claros de seis torres. No se
aprecian indicios de la entrada, que
posiblemente se encontraba en el
lado sur, el más destruido y en el
que se hallaba la antigua alquería
de Alquife.
Dentro del recinto encontramos un
aljibe de pequeñas dimensiones y con
una sola nave que no conserva la bó-
Alquife. Restos de torres y aljibe del castillo.
28
Descubre Guadix
veda. En el centro, en la parte más
elevada del recinto, hay restos de
muros de mampostería que conforman varios espacios de habitación de
difícil interpretación. En el castillo
pueden distinguirse cuatro técnicas
constructivas y una variante con carácter decorativo: el tapial hormigonado, tapial de cal y cantos, tapial
calicastrado y mampostería no concertada. La primera fase constructiva
es la de tapial de cal y cantos, que se
encuentra sobre todo en la parte
oriental de la fortaleza.
La construcción seguramente se
produjo en el s. XI, en época taifa,
en estrecha relación con el control
de la producción de hierro. Poste-
ADR
riormente, la fase en tapial calicastrado supuso una reducción del
espacio defensivo, destruyendo intencionadamente la parte este y
creando una fortificación rectangular más pequeña. La última fase,
ya en época nazarí, es la de mampostería.
4
El castillo de Alquife está ligado a la
explotación minera. Su construcción
supuso la creación de una nueva alquería, con un nuevo término, que se
segregó de Lanteira, con la que comparte su vega y sus aguas y una importante reorganización del territorio
en el s. XI.
Aldeire
Es el pueblo más alto de todos y el situado más al sur, hacia el interior de
Sierra Nevada. La localidad actual se
encuentra junto al cauce del río Benéjar, también llamado río del Pueblo
o de los Molinos. Se organiza en varias barriadas: Bentarique y el Secano
en la loma del Castillo; en la siguiente
loma, la de Luna o de las Viñas, se encuentran los barrios de la Calle Alta,
las Torres, Huertecillo y calle Real; por
último, al otro lado del río Benéjar, en
la loma del Cercao, está el barrio de
Triana. Este último es el único actualmente separado del resto. Sin em-
Plano del castillo de Aldeire
bargo, en la planimetría aún es posible observar parte de la antigua división del núcleo urbano, partido en
dos por el Barranco del Castillo.
El topónimio Aldeire (al-Dayr), significa monasterio, aunque no hemos
encontrado noticia ni resto alguno de
una posible instalación monástica.
Bentarique es un nombre árabe de
origen que hace referencia a la tribu
de los Banu Tariq.
En el interior del pueblo se encuentran
los baños y la que hemos denominado
como Fortaleza en la calle de las Torres.
JMMC
Ruta de la herencia árabe
29
La iglesia está en el barrio de Bentarique, de nuevo en el límite con la vega.
Castillo de la Caba
Se encuentra en el cerro del Castillo,
al sureste de Aldeire. Su nombre significa castillo de la Cuesta, seguramente por encontrarse en el camino
del puerto de la Ragua, cuyo paso
controla. Ocupa una plataforma ligeramente inclinada de este a oeste,
con unas dimensiones totales de
115 m de longitud por 30 m de anchura en el centro.
La zona norte es la menos escarpada
del cerro, por lo que va a ser allí donde
se concentre el mayor número de defensas, con un paño de muralla más o
menos regular jalonado por nueve torres y, delante de éstas, a 2 m, un
grueso muro de mampostería, seguramente una barbacana o antemural.
En la zona sur, fuertes cortados la
hacen inexpugnable, y no necesita
nada más que una torre en la parte
este. En el extremo oeste aún parecen
reconocerse, aunque bastante deteriorados y bajo una moderna escultura
del Sagrado Corazón, restos de una
gran torre que cerraría por esta parte
el conjunto. En el lado opuesto, el este,
un gran bastión semicircular sirve de
bisagra entre la muralla norte y la sur.
En el interior del recinto existen dos
aljibes para la recogida y reserva de
agua. El mayor, de planta trapezoidal,
está dividido en tres naves paralelas
unidas por un arco de medio punto;
en la nave central hay dos brocales,
uno en la clave de la bóveda y otro en
Aldeire. Vista de la nave central del aljibe principal del Castillo.
30
Descubre Guadix
ADR
el frontal, que servía también para
acceder al interior. El segundo de los
aljibes es mucho más pequeño y se
encuentra junto al bastión semicircular adosado a su muralla.
En el castillo encontramos cinco técnicas constructivas que se corresponden a fases diferentes. La primera
fortaleza, fechada en el s. XI, fue construida en tapial de tierra sobre una
elevada base de mampostería de lajas.
Posteriormente, las torres fueron forradas por otras más grandes construidas en tapial de cal y cantos en su
mitad inferior y tapial calicastrado en
la superior. En un tercer momento se
construyó el gran bastión oriental de
mampostería con su pequeño aljibe y,
por último, una torre de tapial calicastrado anaranjado junto al bastión.
Baño
El baño (hamman) de Aldeire se encuentra en la margen derecha del río
Benájar o río de los Molinos, cerca de
la calle del Rastro. El edificio está formado por naves rectangulares paralelas con un eje mayor este-oeste. La
entrada se hacía por el sur a un vestuario (al-bayt al-maslaj). De ahí se
pasaba a la sala fría (al-bayt al-barid)
de la que se conserva los muros norte
y oeste, el arranque del sur y de la bóveda. La siguiente sala es la templada
(al-bayt al-wastani), a la que se penetraba por una puerta con arco escarzano; está cubierta por una bóveda de
cañón conservada en su mitad este, en
la que se abrían cinco lucernas cuadradas situadas en la clave. La última
habitación del baño, la más ancha, es
ADR
Aldeire. Castillo.
Ruta de la herencia árabe
31
la caliente (al-bayt al-sajun). En la
pared norte se abren tres arcos escarzanos que dan acceso a otras tantas
habitaciones cubiertas también con
bóveda de cañón e iluminadas por una
lucerna cuadrada cada una. Las dos de
los extremos son cuadradas y en ellas
se situaban las pilas para el agua caliente. La del centro es rectangular y
es el lugar de la caldera que debió
haber estado separada de la sala caliente mediante un delgado tabique. La
caldera (al-burma) se comunica a través de un arco de medio punto con la
habitación de servicio y la leñera en la
parte más septentrional del baño. De
ésta sólo se conservan los muros de
cierre sur y este.
El baño se construyó en 1529, seguramente sobre los restos de uno ante-
rior. A él acudían también los vecinos
de La Calahorra ya que allí no había
ninguno. Al igual que los demás baños
del Zenete, estuvo en funcionamiento
hasta 1566, cuando se prohibió su uso
a los moriscos. Su abastecimiento, se
hacía de una fuente cercana llamada
del Tiro, que se secó en 1981, aunque
también podría haberse hecho desde
el río Benéjar, a través de una de las
acequias que discurre justo por la
parte alta, por la calle del Rastro.
OTROS MONUMENTOS DE INTERÉS
La Fortaleza
Está ubicada en el interior del pueblo,
en la calle conocida por las Torres,
sobre una elevación en la confluencia
del río Benéjar con el barranco del
Aldeire. Zona donde estaría el horno y la leñera del baño.
32
Descubre Guadix
ADR
Castillo. En el lugar se observan gruesos muros de mampostería de más de
un metro de espesor que circundan
toda una manzana. En algunas viviendas recientemente rehabilitadas
o en otras completamente demolidas han aparecido claramente estos
muros. Sobre el plano de esta manzana aún pueden observarse los salientes de los torreones. Seguramente
debiera de tratarse de un torreón con
un pequeño recinto como los descritos en Ferreira, Lanteira o Dólar que
comienzan a configurarse en época
almohade.
Este proceso parece culminar a comienzos del periodo nazarí con el establecimiento definitivo de una red
5
de pequeños castillos junto a las alquerías y a las vegas, estructura que
se mantendrá hasta la implantación
del poder castellano con la concesión del Zenete como señorío al cardenal Mendoza. La construcción de la
Fortaleza debería coincidir en todo
caso con el abandono del castillo de
la Caba, a comienzos del siglo XIV, al
igual que ocurriría con el castillo de
la Reina.
De esta construcción nos queda
además una escueta noticia escrita
que viene a confirmar su presencia.
Se recoge en el empadronamiento
de 1550. En cualquier caso, en esta
época el castillo ya no debiera de
estar en uso.
La Calahorra
A pesar de no ser la población más
importante del señorío será, escogida
como capital del mismo a finales del
s. XV, seguramente por estar situada
en el centro de la región. Como recuerdo han quedado en el caserío algunos edificios de mayor porte y
mejor factura pertenecientes ya a
época moderna.
En el documento del empadronamiento de 1550 se recoge la existencia de un aljibe y una fuente junto a
la puerta de la iglesia. Esta fuente todavía existe aunque transformada.
Además de ésta encontramos la antigua fuente de Los Caños, que recibía
el agua a través de dos cimbras que
nacían en el río Benéjar, en Aldeire.
Como en el resto de las alquerías, la
mezquita y su fuente servirían seguramente de límite entre el núcleo urbano y la vega. Este hecho es aún
parcialmente visible puesto que,
hacia el sur, todavía se encuentran
numerosos huertos con sus tapias de
mampostería y tapial de tierra.
El castillo andalusí de La Calahorra,
que ocupaba gran parte de la cumbre del cerro de La Calahorra o del
Castillo, se encontraba en buena
medida bajo el más conocido castillo-palacio de comienzos del siglo
XVI. De él subsisten escasos restos de
muros y torres conservados después
del desmantelamiento que de la
fortaleza hizo el primer marqués del
Zenete, cuando construyó el Castillo-Palacio renacentista.
Ruta de la herencia árabe
33
6
Ferreira
La primera noticia que tenemos es de
al-Idrisi en el siglo XII. Lo nombra como
un castillo en la ruta de Almería a Guadix famoso por sus frutos. De nuevo, al
igual que en Alquife y La Calahorra, la
alquería se sitúa en uno de los cerros
descolgados del pie de monte, en
medio de la llanura y, concretamente,
en medio de una amplia vega.
Ferreira. Alcazaba.
34
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La Alcazaba
Se trata de una gran torre de alquería de casi 12 m de lado y 8,50 m de
altura conservada. El acceso se realizaba por un vano de 1,2 m de anchura y con arco de ladrillo de medio
punto. La torre debía tener, al menos,
dos plantas y una terraza superior. En
la planta baja existe un pequeño al-
ADR
Pasadizo
bajo la roca
Aljibe para abastecimiento
de la alquería
Silo
Aljibe
Refuerzo
defensivo
metros
0
5
AMM
Planta de la Alcazaba de Ferreira.
jibe para uso exclusivo de la guarnición y un gran silo excavado en la
roca de tres metros de profundidad.
La segunda planta muestra los elementos propiamente defensivos:
cuatro saeteras, una por cada lado.
Tras la conquista cristiana la torre fue
integrada en una gran casona llamada la Casa Grande, de carácter nobiliario y estilo morisco, construida
en la primera mitad del s. XVI. A partir
de este momento fue utilizada como
dependencias para el ganado y de
granero.
Una reciente restauración le ha devuelto todo el esplendor de su pasado
islámico. El Centro de Interpretación
de la Arquitectura árabe reciente-
mente instalado nos ofrece una completa visión de los monumentos islámicos del Marquesado del Zenete
que han llegado hasta nosotros, además de otros aspectos como la gastronomía o la artesanía árabe.
Del resto de las estructuras que debieron de existir alrededor de la torre,
dentro del recinto o albacar, ha llegado hasta nosotros un espléndido
aljibe con muros de hormigón y
cubierto con bóveda de cañón de
lajas de pizarra. Tiene una longitud de
9 m por una anchura de 2,15 y una
altura hasta el arranque de la bóveda
de 3 m.
Ruta de la herencia árabe
35
Plano del baño de Ferreira.
36
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JMMC
Baño
El baño de Ferreira se encuentra a la
entrada del pueblo, junto a la acequia
principal. El eje del baño es este-oeste
y de él quedan en la actualidad importantes restos. Se conservan tres
naves rectangulares de 5 m de largo
por 1,56 m de ancho, la más oriental,
y 2,30 m las restantes. Las tres se cubren con bóveda de cañón en cuya
clave se abren tres lucernas rectangulares. Toda la obra es de mampostería de lajas de esquisto unidas con
mortero de cal y arena.
Al norte de las tres naves, y transversal a ellas, debió situarse otra sala
que haría las funciones de entrada y
vestidor (al-bayt al-maslaj). Desde
aquí se accedería, por la pared norte,
a la primera de las naves conservadas, la sala fría (al-bayt al-barid). La
del medio correspondería a la sala
templada (al-bayt al-wastani) y por
fin, la última, a la caliente (al-bayt alsajun). El arco escarzano de la habitación occidental debió estar tapado
por un delgado tabique que permitiera el paso de calor desde la caldera
(al-burma), que estaría situada a
continuación, junto con la leñera y
zona de servicio.
7
Desconocemos la fecha de su construcción, pero con toda seguridad es
posterior al s. XII. Estaba en funcionamiento a comienzos del s. XVI, según
un documento de 1511, y no tenemos
noticias de que posteriormente se llevaran a cabo reformas o restauraciones de ninguna de sus partes.
Al igual que el resto de los baños
del Zenete, estuvo en funcionamiento
hasta 1566, cuando se prohibió su
uso a los moriscos.
OTROS ELEMENTOS DE INTERÉS
Torre del Cerro de Juan Canal
Se encontraba sobre la cima del cerro
del mismo nombre, al este de La Calahorra. Era una atalaya de planta circular, construida en mampostería, de
la que sólo quedan los restos de su
derrumbe de poco más de un metro
de altura. Muy cercano, al sureste, en
la ladera del cerro, hay un pequeño
aljibe construido con hormigón de cal
de 2,17 m por 1,30 m, que serviría
para abastecer a la guarnición de la
torre. La torre sin duda debía dar
aviso en caso de peligro a la mayor
parte del Zenete.
Dólar
El caserío se organiza alrededor del
cerro en el barrio denominado
del Castillo. Unido a este por el sur se
sitúa el Barrio Alto sobre una pequeña loma. En 1550 existían 189
casas con patio y cuarenta palomares registrados en el empadronamiento.
Por la documentación del Libro de
Apeo y Repartimiento de Dólar de
1571, tenemos constancia de la existencia de dos aljibes. El primero se
encuentra en el interior de una de las
viviendas cercanas a la iglesia; tiene
una sola nave cubierta por bóveda de
cañón de ladrillo. El segundo, que esRuta de la herencia árabe
37
taba quebrado, podría ser lo que
hasta el momento se ha identificado
como baño de la calle del Carmen
pues de él sólo se conserva una nave.
Ambos se abastecerían del agua de
una de las acequias madre de la vega
que atraviesa hoy el pueblo, que también llevaría agua a los baños del
ayuntamiento viejo y a la vega baja.
Baño
En los sótanos del antiguo ayuntamiento, en la calle Real, unas bó vedas empleadas como almacenes
municipales se han mostrado recientemente como los restos de un antiguo baño.
El baño de Dólar es de pequeñas dimensiones y de él se conservan tres
naves rectangulares, de 4,35 m por
2,30 m, paralelas entre sí, cuyos ejes
mayores se orientan de este a oeste.
La obra es de mampostería de lajas
cubiertas por bóvedas de piedra, en
las que se abren tres pequeñas claraboyas cuadrangulares. Las tres naves
Plano del baño de Dólar.
38
Descubre Guadix
JMMC
se comunican a través de dos pequeñas puertas enfrentadas con arco de
medio punto. En la del centro y la
meridional aflora la roca que fue parcialmente trabajada para construir el
baño directamente sobre ella. En su
muro meridional se abre una puerta
adintelada que da a una calle transversal y que parece ser obra original.
En la nave central, una canalización
destinada al vapor para la sala templada atraviesa la habitación de norte
a sur. En los muros de estas dos salas
hay algunos parcheados que podrían
corresponderse con chimeneas para
el vapor.
El baño se organiza de sur a norte.
Resulta difícil saber cuál de las dos
estructuras de los extremos era la
sala caliente y cuál la fría y, por tanto,
hacia qué lado se situaba la caldera y
la entrada del baño respectivamente.
La roca que aflora inmediatamente
debajo de la nave meridional parece
hacer difícil la presencia de un hipocausto para calentarla y es posible
que por esta razón se aprecie un recrecimiento del suelo de la parte
norte. Esto, sin embargo, obligaría a
llevar el agua hacia la parte septentrional del baño para de nuevo conducirla hacia el sur desde la sala
caliente a la fría.
El baño estaba ya en funcionamiento
en 1511 cuando se saca de los libros
de cuentas un traslado del cargo y
descargo del pan del campo, pregonerías y baños, y no tenemos noticias
de que posteriormente se llevaran a
cabo reformas o restauraciones de
ninguna de sus partes. Al igual que el
resto de los baños del Zenete estuvo
en funcionamiento hasta 1566.
ADR
Dólar. Nave meridional del baño.
Castillo
Está ubicado en el cerro que domina
la población. Aunque ha sido alterado
por la construcción de un gran depósito de agua, es posible reconocer
bastantes de sus estructuras. Seguramente tenía planta cuadrangular
con dirección norte-sur en su eje
mayor y dos recintos, ambos de reducido tamaño. Del más grande quedan en la ladera restos de tres torres
en las esquinas noroeste, suroeste y
sureste.
El segundo recinto, en la cima, es más
pequeño y guarda también forma
cuadrangular. De él sólo se conservan
restos de un aljibe en el lado norte,
superpuesto a otro más antiguo. El
castillo tiene, al menos, dos fases:
una primera corresponde al aljibe
más antiguo a la que asociamos las
obras realizadas en tapial calicastrado, fundamentalmente el muro
que se le adosa, pero seguramente
también el recinto mayor con las tres
torres. Un segundo momento lo ocuparía el segundo de los aljibes, el más
moderno, junto con el muro que se le
adosa y lo rodea y tal vez la estructura de habitación pentagonal.
El reducido espacio que ocupa la
parte superior y su forma regular sugieren la posibilidad de que este pequeño recinto pudiera ser un torreón
como el de Ferreira o el de Lanteira,
rodeado por una muralla de un tamaño algo mayor.
Respecto a la cronología de construcción, la cerámica y la primera referencia escrita nos llevan al s. XII. Es
Ruta de la herencia árabe
39
Dólar. Restos del castillo.
el geógrafo al-Idrisi el que menciona
Dólar como un lugar fortificado famoso por las peras que produce. En
8
esta época ya encontramos un territorio bien organizado, con una economía fundamentalmente agrícola.
Huéneja
Ha sido tradicionalmente la segunda
localidad más poblada después de
Jérez, situada al otro extremo de la
comarca. Es también la más antiguamente documentada por las fuentes
escritas. Tenemos noticias de Huéneja
(Winya) ya desde el siglo IX durante
la fitna o revuelta producida en el
emirato. Este sería uno de los castillos fieles a los Omeyas, en el que permaneció varios días Hisham, tío del
Emir ‘Abd al-Rahman II’, en el año
896.
40
ADR
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La localidad se distribuye a lo largo
de varias colinas y barrancos, de los
cuales el más importante es el río Izfalada, que atraviesa el casco urbano
y pasa junto a la iglesia. En la ladera
más oriental se encuentra el barrio
del Albayzín; en la colina del centro,
el barrio del Castillo; en la parte baja,
la Rambla y la calle del Agua, donde
se ubican los baños; en el margen izquierdo del Izfalada están el barrio de
la calle Graná y la calle Once Casas y,
por último, en el extremo oeste, el
Barrichillo y Alto Lugar, que estuvieron separados del resto del núcleo
hasta hace poco tiempo.
Junto a la iglesia existe aún hoy día
una antigua fuente para llenar los
cántaros con un abrevadero para
ganado. La fuente se nutre una de
la acequias del sistema de riegos
que lleva el agua hasta un aljibe.
Con bastante probabilidad, al igual
que ocurre en el resto de pueblos
del Zenete, el solar de la iglesia se
correspondía con el de la antigua
mezquita musulmana y la fuente
serviría también entonces para las
abluciones.
que aún perduran se encuentran
sobre todo en los ángulos noroeste y
sureste, donde vestigios de torres así
como algunos trozos de muralla
entre las casas del barrio nos hablan
de su antiguo poderío. En la esquina
noroeste aparecen dos líneas de muralla a diferente nivel: la superior,
más gruesa y de mayor potencia, se
correspondería con una torre y la inferior con un resto de muralla.
Los restos de la esquina sureste son
aún de mayor entidad. Se encuentran
también entre las casas, como cimiento de una de ellas y son sólo visibles desde la ladera de enfrente. El
paño tiene alrededor de 7 m de largo
por unos 3 m de alto. Conserva algo
más de tres cajones de tapial de calicantos sobre una pequeña base de
mampostería. Es posible que se trate
igualmente de una torre situada en la
esquina de la manzana de casas.
Castillo
Antiguamente ocupaba todo lo que
hoy se denomina barrio del Castillo,
sobre una pequeña elevación al sur
de la iglesia, en el margen derecho
del río Izfalada. Los escasos restos
Serrano
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Perímetro del castillo de Huéneja.
Ruta de la herencia árabe
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Al parecer, también se conserva el aljibe en el interior de una de las viviendas. Así lo recoge también P.
Madoz en el s. XIX:
«El barrio del Castillo está en el
centro; en su parte superior hay
vestigios de una fortaleza de
tiempo de moros, que dominaría
toda la población, conservándose
restos de sus murallas; tiene 300
pasos de diámetro, una plazuela
en medio, conocida entre los naturales con el nombre de Turrión,
en la que se descubre el borde de
un estanque o cisterna de 3 varas
cuadradas, sin que hayan descubierto su profundidad».
Por lo exiguo de las estructuras se
hace muy difícil la interpretación
de las mismas. Tenemos noticias de
Huéneja (Winya) ya desde el siglo IX
durante la fitna o revuelta producida
en el emirato. Sin embargo, los restos que hoy vemos muy posiblemente no tengan nada que ver con
aquella primera fortaleza, sino con el
conocido como castillo de Montaire,
mencionado en el s. XI en las luchas
entre los reinos taifas de Granada y
Almería.
Baño
El baño de Huéneja es el mejor conservado de todo el Marquesado del
Zenete.
Está estructurado en cuatro naves
rectangulares: tres paralelas y contiguas, y una cuarta perpendicular a las
anteriores. Todas se cubren con bóvedas de cañón que, en la perpendicular, cabalga sobre tres arcos
perpiaños sobre pilares. La construc42
Descubre Guadix
ción es de mampostería de lajas ligadas con mortero de cal y tierra.
La iluminación se hace mediante lucernas cuadradas ubicadas en las bóvedas. Son un total de veinte: cuatro
en cada clave de las naves paralelas y
ocho en los laterales de la transversal,
dos por cada tramo entre los arcos
perpiaños.
Se entraba por el lado sureste de la
nave perpendicular, que era el vestuario del baño (al-bayt al-maslaj). Al
fondo a la izquierda, una puerta con
arco escarzano da paso a la primera
de las naves paralelas, la sala fría (albayt al-barid). Ésta tiene dos arcos
perpiaños en sus extremos que separan dos alcobas. A ella, además de la
puerta de acceso mencionada, se
abren otras tres, una en cada lateral.
La del lado noroeste, que da al exterior, podría ser también un vano antiguo; la del suroeste es una puerta
adintelada moderna y la del sureste,
con arco escarzano, es el paso a la
siguiente sala, la templada (al-bayt
al-wastani). En esta habitación, enfrentada a esta última puerta hay
otra igual que da acceso a la tercera
nave, la caliente (al-bayt al-sajun).
Desconocemos la ubicación de la
zona de servicio con la caldera (alburma) y la leñera que deberían estar
yuxtapuestas a la sala caliente.
El baño debe fecharse a partir del
s. XII. Según un documento castellano,
estaba en uso en 1511 y no tenemos
noticias de que posteriormente se llevaran a cabo reformas o restauraciones de ninguna de sus partes. Al igual
que el resto de los baños del Zenete,
se mantuvo hasta 1566, cuando se
prohibió su uso a los moriscos.
al-bayt al-barid
al-bayt al-wastani
al-bayt al-maslaj
al-bayt al-sajun
metros
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JMMC
Plano del baño de Huéneja.
Ruta de la herencia árabe
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Entrada al centro de interpretación.
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Descubre Guadix
ADR
CENTRO DE INTERPRETACIÓN DE LA ARQUITECTURA ÁRABE
Calle Alcazaba, s/n. 18513 Ferreira
Tlf. 958 677 301 / 616 083 189
Horario: Martes-Jueves de 9.00 a 14.00 h.
Tardes grupos cita previa.
Viernes-Domingo de 11.00 a 14.00 h.
Tardes de 16.30 a 19.30 h.
(Verano) 18.00 a 21.00 h.
Lunes cerrado.
Dentro de la recién restaurada Alcazaba árabe y ocupando asimismo algunas dependencias de la también
remodelada casona morisca conocida
como ‘Casa Grande’, se ha instalado
este moderno y novedoso centro de
interpretación donde, por medio de
un discurso fresco y pedagógico, podemos acercarnos al legado árabe
presente en el Marquesado del Zenete, ya sean sus baños, castillos,
torres vigía o aljibes. Todo ello utilizando las más variadas tecnologías,
desde el tradicional audiovisual hasta
modernas recreaciones virtuales, es-
cenografías, hologramas o personajes corpóreos.
La visita se estructura en diez espacios en donde se escenifican diferentes aspectos del pasado islámico del
marquesado.
Sala 1. Recepción
Como elemento destacable de este
espacio, podemos ver la entrada del
pasadizo subterráneo que permitiría
a los ocupantes entrar o salir en situaciones de asedio.
Sala 2. La Alcazaba de Ferreira
Presenta el espacio de la torre como
lugar de almacenaje y reserva de víveres y alimento. La gran fosa-silo
que preside el espacio fue construida
en algún momento entre el siglo XVI y
XVIII; de su interior se recuperaron casi
un centenar de piezas de cerámica de
Manises de principios del siglo XIX.
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Sala 3. El holograma de la torre.
Ruta de la herencia árabe
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Sala 3. Los secretos de la Torre
Un holograma femenino, personificación de la torre, nos explica la historia y avatares que ha sufrido la
Torre desde que se construyera allá
por el siglo XII. En el centro podemos
ver el aljibe de la fortaleza, que serviría para abastecer a la población en
caso de tener que encerrarse dentro.
Sala 4. La casa andalusí: vida
campesina y vida familiar
Este espacio lo constituye la antigua
cocina morisca, espacio vertebrador
de la vida cotidiana. El ámbito está
presidido por la gran chimenea y la
elevada estructura del horno de pan.
Un abuelo morisco apoyado en la barandilla responde a las curiosas preguntas de su nieto.
Sala 5. Comunidad campesina
en el Marquesado del Zenete
Aquí se intenta mostrar la vida doméstica en la casa morisca, especial-
Sala 4. Abuelo y nieto moriscos conversando.
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Descubre Guadix
mente, la gastronomía con la cocción
virtual de un plato de tayín. En la habitación contigua, a través de una
gran cristalera, se puede apreciar
todo el alzado de la fortificación islámica. Dos atriles con pantallas táctiles y una gran monitor de 42
pulgadas, se encargan de explicar los
aspectos más relevantes de los monumentos mudéjares y árabes existentes en la comarca.
Sala 6. Sala de audiovisuales
Mediante una proyección de diez minutos se explica la llegada de los musulmanes a Hispania y la posterior
evolución del poblamiento árabe en
el Marquesado del Zenete.
Sala 7. El agua que da la vida
Un montaje de luz y sonido en el antiguo aljibe de la alquería árabe nos
habla del papel que el agua tenía en
el mundo árabe y del funcionamiento
de dicho aljibe.
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Sala 7. Aljibe de la alquería de Ferreira.
Sala 8. Vida doméstica en la casa
andalusí y morisca
La presencia de un horno de pan morisco sirve como pretexto para explicar particularidades y detalles de la
vida doméstica mediante un conseguido audiovisual. En la pared de la
derecha podemos ver una de las esquinas de la Torre.
quería en momentos de peligro. En
uno de los ángulos vemos a un personaje construyendo flechas junto a
un pendón de guerra con el lema de
los príncipes nazaritas “Wa la galib
illa Allah” (Dios es el único victorioso).
Sala 9. La arquitectura andalusí:
estructuras defensivas en el Zenete
Un audiovisual proyectado en el lateral de un cajón de tapial explica los
diferentes sistemas constructivos y
muestra las diferentes fortificaciones
de la zona.
Sala 10. La Torre: vida, refugio
y defensa
Pero la torre sirve ante todo de protección para la población de la al-
Sala 10. Preparando flechas para la defensa.
Ruta de la herencia árabe
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Bibliografía básica
- ALBARRACÍN NAVARRO et alii. El Marquesado del Cenete: Historia, Toponimia y
Onomástica, según documentos árabes inéditos. Granada: Universidad,
1986.
- GÓMEZ CRUZ, Manuel. Alcázar: de aldea medieval a barrio de Jérez del Marquesado en la modernidad. Granada: M. Gómez, 2003.
- GONZÁLEZ PALENCIA, Ángel. «Documentos árabes del Cenete (siglos XII-XV)», AlAndalus, VI (1941), Madrid, pp. 301-382.
- MALPICA CUELLO, Antonio. Poblamiento y castillos en Granada. Barcelona:
El Legado andalusí, 1996.
- MARTÍN CIVANTOS, José María. Poblamiento y territorio medieval en el Zenete
(Granada). Granada, 2007
- MARTÍN GARCÍA, Mariano, MARTÍN CIVANTOS, José María y BLEDA PORTERO, Jesús.
Inventario de arquitectura militar de la provincia de Granada (ss. VIII-XVIII).
Granada: Diputación Provincial, 2000.
- RIVAS RIVAS, Juan Carlos. Los baños del Marquesado del Cenete. Granada:
Diputación Provincial, 1982.
Para información turística visite:
www.guadixymarquesado.com
Ruta de la herencia árabe
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