35 años de travesía diplomática

Transcripción

35 años de travesía diplomática
China y
Colombia
35 años de travesía diplomática
CHINA Y
COLOMBIA:
35 AÑOS DE
TRAVESÍA
DIPLOMÁTICA
Embajada de la
República
Popular China
en la República
de Colombia
Publicación de la Embajada de la República Popular China en Colombia, la Cancillería de la
República de Colombia y la Asociación de la Amistad Colombo-China
© Asociación de la Amistad Colombo-China, octubre de 2015
Directores editoriales: Jaime Moreno García, Enrique Posada Cano, Sandra Salamanca
Coordinación editorial: Carlos García Tobón, Diego Alberto Valencia
Redactor principal: Carlos García Tobón. Redactores: Graciela Gómez de Moreno, Carmen
Gómez Merlano, Fawzi Mostefai, José María Matus
Coordinadora de comunicaciones: Esperanza Gómez
Fotografías: Embajada de China en Colombia (7, 11, 20, 52a, 53, 63, 64a, 65), Cancillería
de Colombia (9, 43, 52b), Embajada de Colombia en China (14), Carlos García Tobón (24),
Archivo Fotográfico Universidad Externado de Colombia (31), Andrés Mora (56, 169, 170),
Asociación de la Amistad Colombo-China (35, 38, 51, 74, 75, 76, 79, 80, 81, 82, 83, 85, 86,
87, 89, 95, 96), Tribuna Roja (70, 72), Enrique Posada Cano (77), Gabriela Posada Duque (86),
Instituto Confucio de Medellín (40, 105), Cámara Colombo China de Inversión y Comercio
(46, 91, 139, 141), Cámara de Comercio e Integración Colombo-China (143, 145), Instituto
Confucio de la Universidad de las Andes (100), Laura J. Ardila (109), D. Otero (134), Juan
Camilo Giraldo Aristizábal (129, 137), Diego Alberto Valencia (131), Carmen Gómez Merlano
(151, 152), Presidencia de la República de Colombia (54, 57, 64b), Juan Carlos Calvo (92, 93),
Héctor Mora (119, 120), Eduardo Aycardi (162, 164), Luis Roa (165, 166), Andrés Rocha (167,
168), Natalia Tobón (171, 172)
Corrección de textos, diseño y armada: Altavisión Consultores ([email protected])
Se compuso en caracteres Baskerville, usando InDesign, en un Apple Mac
Impreso en Colombia (printed in Colombia) por La Imprenta Editores S. A.
ISBN 978-958-59125-0-2
Prohibida la reproducción, total o parcial, por cualquier medio, sin autorización de la
Asociación de la Amistad Colombo-China
CONTENIDO
Que la amistad entre China y Colombia se transmita
de generación en generación (Wang Yi) 7
Miramos el futuro con optimismo (María Ángela Holguín Cuéllar) 9
Han entrado en mi corazón y estarán allí para siempre (Wang Xiaoyuan) 11
Un privilegio sin igual (Carmenza Jaramillo) 13
TESTIMONIOS DE LOS EXEMBAJADORES
Futuro prometedor de las relaciones bilaterales (Huang Shikang) 19
Mi impresión sobre Colombia (Li Changhua) 21
Colombia linda y querida (Gao Zhengyue) 23
Julio Mario Santo Domingo, primer embajador colombiano en China 26
Luis Villar Borda, sencillamente un gran maestro 30
Pepe Gómez: un “nombre abstracto” para unas relaciones duraderas 33
La China de 1993 a 2015 (Álvaro Escallón) 37
Una experiencia inolvidable (Pablo Echavarría) 39
Rodrigo Querubín: Embajador para el fin de siglo 42
El embajador Vélez: Medalla de Plata 45
VISITAS DE ALTO NIVEL
Las visitas de los dirigentes chinos a colombia 51
35 años de relaciones diplomáticas: una mirada
a través de las visitas de alto nivel 55
Viaje parlamentario a China en 1959 59
35 AÑOS DE RELACIONES BILATERALES
¡Celebración de los 35 años de relaciones bilaterales! 63
ASOCIACIÓN DE LA AMISTAD COLOMBO-CHINA
Necesario reconocimiento 69
Antecedentes de las relaciones colombo-chinas 74
Los primeros pasos y la consolidación de las relaciones 78
Los viajes a China, una experiencia que perdura 82
Lía Guberek de Ganitsky: pionera de la Asociación 84
La amistad sigue su curso 86
INTERCAMBIO CULTURAL
Los grupos folclóricos tienden puentes entre tierras lejanas 89
El Ballet de Colombia en China 92
Un teatral viaje al otro lado del mundo 94
Instituto Confucio de la Universidad de los Andes 98
El Instituto Confucio de Medellín 103
Instituto Confucio de la Universidad Jorge Tadeo Lozano 107
Siete guerreros de terracota chinos se mudaron a Bogotá 112
Expo Shanghai 2010: ¡Misión cumplida! 114
La comida china y Colombia 117
Dieciocho autores colombianos traducidos y publicados en chino 121
Libros colombianos sobre China 125
COMERCIO E INVERSIÓN EN LAS DOS ORILLAS
Huawei 129
Sinopec 131
BYD 133
ZTE 136
Colombia y China: Retos para la próxima década 138
Colombia y China: Una gran fraternidad con un gran futuro 143
Jiahang Wu: Los pasos de un Juan Valdez chino sin mula 147
CHINOS EN COLOMBIA — COLOMBIANOS EN CHINA
“Llevé el Amazonas a China” (Song Xinru) 151
“La ubicación de Colombia invita a invertir” (Kenny Tsui) 153
“Colombia fue una bella equivocación” (Wu Xiaozhu) 156
Mi larga travesía con los chinos (Enrique Posada) 158
Un científico que implanta fábricas de vacunas
en China (Eduardo Aycardi) 162
“Quise una ventana a la Muralla China” (Luis Roa) 165
Un arquitecto colombiano “sinificado” (Andrés Rocha) 167
El carrete sigue rodando… (Andrés Mora) 169
Natalia Tobón le toma el pulso a China 171
QUE LA AMISTAD ENTRE
CHINA Y COLOMBIA
SE TRANSMITA DE
GENERACIÓN
EN GENERACIÓN
Wang Yi
Ministro de Relaciones Exteriores de la República Popular China
E
xpreso mis cálidas felicitaciones por la publicación de China y Colombia:
35 años de travesía diplomática, libro que nos ofrece, a través de vívidas descripciones y valiosas fotos históricas, una
retrospección de los interesantes momentos en los
contactos sino-colombianos y una presentación de
los fructíferos resultados de la cooperación bilateral
en las diversas áreas, rebosante del profundo afecto
entre ambos pueblos.
En China, nación situada en la ribera occidental del Océano Pacífico, sopló en 1978 la brisa
primaveral de la reforma y la apertura, que permitió a este milenario país oriental abrir sus puertas al
mundo, dando inicio a un nuevo auge del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre China y
el resto del mundo.
Gracias a esta brisa primaveral y a la activa
promoción de los amigos de diversos sectores sociales, se formalizaron los lazos diplomáticos sino-colombianos en 1980, abriendo una nueva era de la
cooperación amistosa entre China, antigua civilización del mundo y Colombia,
nación latinoamericana de suma influencia y con peculiaridades bien definidas,
7
El señor Wang Yi, ministro de Relaciones
Exteriores de la República Popular China.
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
hecho que redujo en mayor medida la distancia entre China, e incluso Asia, y
América Latina.
Los 35 años transcurridos desde la formalización de relaciones diplomáticas han sido testigos de frecuentes contactos de alto nivel, del desarrollo
seguro y estable en la cooperación económico-comercial y de la continua intensificación del intercambio cultural, traducidos, respectivamente, en el constante
fortalecimiento de la confianza mutua política, en un fuerte motor de los vínculos binacionales y en la consolidación de la base popular de la colaboración
amistosa entre ambos países.
Los chinos solemos decir: Quienes se unen por los mismos ideales pueden superar
cualquier distancia física. A pesar de la inmensa lejanía entre China y Colombia,
gracias a los contactos de más de tres décadas, ambas partes pasaron de conocidos a amigos íntimos. La parte china asigna alta importancia a sus lazos
con Colombia. En julio del 2014, el presidente Xi Jinping y el presidente Juan
Manuel Santos asistieron juntos a la Reunión de Líderes de China y América
Latina y el Caribe, y en mayo del 2015, el primer ministro Li Keqiang efectuó
con éxito una Visita Oficial a Colombia.
En este 35º aniversario de relaciones diplomáticas, los lazos binacionales
ya se encuentran en un nuevo punto de partida y estoy convencido de que con
los esfuerzos aunados de ambas partes, los vínculos sino-colombianos alcanzarán constantemente, sin duda alguna, nuevas alturas, dando mayores beneficios
a los dos pueblos. Espero contar con la participación de más personas perspicaces en la causa de la cooperación amistosa entre China y Colombia.
Deseo eternidad a la amistad entre China y Colombia y que el afecto entre ambos pueblos se transmita de generación en generación. s
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
8
MIRAMOS EL FUTURO
CON OPTIMISMO
María Ángela Holguín Cuéllar
Ministra de Relaciones Exteriores de Colombia
C
olombia y la República Popular de China conmemoran el 35º aniversario del establecimiento de sus relaciones diplomáticas, las cuales,
como lo ha expresado el presidente Juan Manuel Santos, han evolucionado positivamente y se encuentran en su mejor momento.
Esto se evidencia al constatar la fluidez que caracteriza el
diálogo político entre los dos países y los avances registrados en
su relacionamiento bilateral, particularmente en los intercambios
comerciales, educativos y culturales.
Desde el 7 de febrero de 1980, cuando Colombia y la República Popular de China oficializaron diplomáticamente sus
vínculos de amistad, respeto y cooperación, cuatro presidentes
colombianos han visitado la gran nación china. Lo hicieron Ernesto Samper en 1996, Andrés Pastrana en 1999, Álvaro Uribe
en 2005 y, más recientemente, Juan Manuel Santos en 2012.
Colombia, por su parte, tuvo el honor de acoger la vista
del actual primer ministro Li Keqiang, durante la gira que realizó
este año por cuatro países de la región latinoamericana y las que,
en 2014, efectuaron a mi país el presidente del Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular, Zhang Dejiang, y el ministro de Educación, Yuan Guiren.
Este intercambio de visitas al más alto nivel ha demostrado
sus beneficios al llevar el volumen del comercio bilateral a más de
17.500 millones de dólares y a hacer de la República Popular de
China nuestro segundo socio comercial; al profundizar y fortalecer los lazos de
cooperación en sectores como el de la infraestructura, el financiero, el turismo
y la agricultura; al potenciar a China como una importante fuente de inversión
para Colombia; y los réditos que derivarán los estudiantes de los dos países con
la suscripción del Plan de Trabajo Educativo y del Programa Ejecutivo al Con-
9
La señora María Ángela Holguín Cuéllar,
ministra de Relaciones Exteriores de
Colombia.
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
venio de Cooperación Cultural, ambos para el trienio 2015-2018, que enriquecerán la promoción de nuestras dos culturas y respectivas lenguas y el intercambio académico.
Estos logros se han sustentado a lo largo de los 35 años de relaciones diplomáticas bilaterales en los trabajos dedicados y comprometidos de las reuniones del Mecanismo de Consultas Políticas a nivel viceministerial, de aquellas
de la Comisión Mixta de Cooperación en Economía y Comercio y de la Comisión de Cooperación Científica y Técnica, así como con la puesta en marcha de
ocho Planes de Trabajo Educativo y Cultural que, ciertamente, han contribuido de manera significativa a un mayor acercamiento entre los dos países.
Miramos el futuro con optimismo pues estimamos que existen grandes
oportunidades para llevar a niveles de mayor excelencia la relación que nos une
con la República Popular de China. En efecto, nos anima la reciente creación
de una plataforma para la promoción de la inversión china en Colombia; el
establecimiento de un mecanismo de cooperación entre los ministerios de Justicia de los dos países; y las perspectivas para Colombia de acceder al mercado
chino, a su demanda por productos alimenticios, así como las de captar un segmento importante del flujo turístico que genera la clase media creciente, informada y exigente de ese país.
En lo multilateral, nos congratulamos por la feliz relación que mantenemos en la Organización de las Naciones Unidas y en mecanismos de concertación como el Grupo de los 77 y China y el Movimiento de Países No Alineados.
Con igual interés, miramos las oportunidades que se abren para las dos naciones como estados ribereños del Pacífico, y aquellas que ofrecen espacios exitosos de integración como el que representa la Alianza del Pacífico.
Este libro conmemorativo de los 35 años de amistad y trabajo conjunto
presenta un panorama comprensivo de la relación sino-colombiana. Agradezco muy sinceramente a todas aquellas personas, entidades e instituciones que
hicieron posible esta compilación que sirve como referente para entender la dinámica de la relación bilateral, y como herramienta de consulta en nuestros
esfuerzos por profundizarla cada vez más. s
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
10
HAN ENTRADO EN
MI CORAZÓN Y
ESTARÁN ALLÍ PARA
SIEMPRE
Wang Xiaoyuan
Embajador de la República Popular China en Colombia
E
n el presente año, celebramos el aniversario 35º del establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y
Colombia. Estos 35 años significan mucho para nuestros
dos países y también para mi persona.
En este lapso, guiados por el principio de igualdad y respeto mutuo, los lazos de amistad entre las dos naciones, en todas las
áreas, han venido desarrollándose sin cesar. En el terreno político
se han producido intercambios de visitas de alto nivel, las cuales culminaron en mayo con la visita del señor Li Keqiang; por
primera vez un Primer Ministro chino se encuentra en Colombia, en los últimos 30 años. Mantenemos consultas fluidas entre
las Cancillerías y en los foros internacionales y nos identificamos
como socios de confianza en las causas por la paz, la justicia y el
progreso de la comunidad internacional.
En el terreno económico y comercial se destaca el hecho
de que China se ha convertido en el segundo socio comercial de
Colombia, tanto en importaciones como en exportaciones, las
cuales llegaron en el 2014 a 15.500 millones de dólares; esto significó un aumento de más de 700 veces con relación al año 1980.
Se nota un interés creciente de acercamiento y conocimiento recíprocos. El año pasado, nuestra Embajada en Colombia tramitó 14.000 visas de entrada a China, cifra que va en
aumento cada año. Al repasar el estado de las relaciones binacio-
11
Desde el año 2011, el señor Wang Xiaoyuan se ha desempeñado
como embajador de la República Popular China en Colombia.
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
nales, me siento muy satisfecho y contento como Embajador de China en Colombia. Estoy seguro de que, sobre la base bien sentada de los 35 años, nuestras
relaciones seguirán avanzando con vigor en los años venideros.
Algo me une personalmente a Colombia. En 1980, cuando recién me
incorporé a la vida diplomática, asistí como intérprete a la presentación de las
cartas credenciales del señor Julio Mario Santo Domingo, primer Embajador
de Colombia en China. Tres años después, atendí a la primera delegación de
alto nivel del Congreso de Colombia, integrada por los doctores Carlos Holguín y César Gaviria, entre otros. 35 años después, casi finalizando mi carrera
diplomática, estoy en Colombia, siendo el undécimo Embajador de China.
Colombia, sus paisajes (cordillera, llano y mar), su música (salsa, joropo
y vallenato), su comida (ajiaco, sancocho, fríjoles y arepa) y, sobre todo, amigas
y amigos que he conocido aquí, han entrado en mi corazón y estarán allí para
siempre. s
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
12
UN PRIVILEGIO
SIN IGUAL
Carmenza Jaramillo
Embajadora de Colombia en China
D
epende de cómo se vea, 35 años pueden ser poco o mucho tiempo.
De lo que no creo que haya duda es de que estas últimas tres décadas
y media han visto una transformación sin parangón a nivel mundial.
Buena parte del mundo se digitalizó, las distancias se acortaron y las relaciones
se volvieron inmediatas. Mientras tanto, Colombia y China evolucionaron significativamente a nivel interno y las relaciones entre los dos países maduraron.
Todos somos testigos del magnífico cambio que ha vivido la República
Popular China. Su acercamiento a la economía de mercado, la innovación en
sus procesos de producción, la inversión en megaobras de infraestructura y su
ascendencia a la cúspide de la geopolítica global. Este cambio galopante significó, para muchos, un ajuste difícil y los chinos lo afrontaron con la entereza
que caracteriza a esta milenaria cultura. La transformación de China merece la
atención del mundo y yo, en nombre de Colombia, quisiera reiterar la admiración por los logros que ha alcanzado y aquellos que aún están por venir.
También Colombia vivió un cambio profundo durante los últimos 35
años. El país pasó por, quizás, uno de sus momentos más complejos al enfrentar, simultáneamente, desafíos tan arduos como el desbordamiento del narcotráfico internacional, un crudo y violento conflicto interno, la apertura económica y la modernización del aparato estatal colombiano. Afortunadamente, la
nación colombiana se mantuvo firme y hoy vislumbramos un futuro en paz,
con prosperidad económica y con un Estado que garantiza la libertad y busca
alcanzar la equidad.
En lo que a las relaciones bilaterales concierne, durante los últimos 35
años la evolución ha sido extraordinaria. Como toda relación, aquella entre dos
Estados está basada en las experiencias compartidas y la confianza generada.
Así, el tiempo ha sido testigo de un proceso de creciente conocimiento entre
nuestras dos naciones, luego de una etapa de exploración en la que intercambiamos información sobre aspectos generales de nuestros países y nuestras cul-
13
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
La embajadora de Colombia en China,
Carmenza Jaramillo, como invitada a la
primera sesión de la XII legislatura de la
Conferencia Política del Pueblo Chino.
turas. Análogo a como acontece en las relaciones interpersonales, nos hemos
analizado y estudiado el uno al otro, buscando los puntos en común y aquellos
que nos diferencian, siempre con la intención de sentar una base sólida sobre la
cual ver crecer el árbol de la amistad colombo-china.
Colombia y China ya no son amigos nuevos; su relación dejó atrás la
etapa de exploración y ahora se adentra en la fase de consolidación. Y es justamente esta la etapa más compleja. Lo sabemos bien por nuestra propia experiencia: es mucho más fácil entablar una relación que mantenerla, nutrirla y
hacerla crecer hasta alcanzar una amistad duradera.
Debemos aunar esfuerzos para impulsar, promover y fortalecer los lazos
de amistad entre los dos países y, en este sentido, propongo trabajar sobre tres
ejes fundamentales: tecnología, inversión y turismo.
Todos conocemos la importancia de introducir innovaciones tecnológicas en los procesos de producción de
nuestras industrias. China ha logrado un salto cuantitativo y cualitativo en este aspecto, alcanzando los estándares más altos en relativamente poco tiempo. En Colombia
somos conscientes de ello y debemos aprovechar la experiencia china para aprender de ella e impulsar el desarrollo de las industrias colombianas a la siguiente etapa.
Nuestro país cuenta con recursos humanos de altísimo nivel y, además, está en capacidad de ofrecer amplias garantías e incentivos fiscales para las inversiones en tecnología.
Juntos podremos convertir los próximos años en un periodo de transformación tecnológica para Colombia.
Mientras nuestro comercio ha crecido a pasos agigantados, pasando de 1.200 millones de dólares a más de
16.000 millones en tan solo una década, la inversión está
rezagada. Según las estadísticas del Gobierno Nacional,
apenas un 0,3% de la inversión de todos los países en Colombia proviene de China. Dada la estabilidad de la economía colombiana, la expansión de la inversión china en
el mundo y la firma del Acuerdo de Promoción y Protección de Inversiones entre China y Colombia, vigente desde julio de 2012, la
cifra debería ser mucho más alta. Lo positivo es que, desde el punto de vista
formal, todo está dado para que la inversión empiece a fluir. Lo que requerimos es comenzar a eliminar las aprehensiones que podamos tener frente a las
empresas chinas y entender los muchos beneficios que traería el trabajar de la
mano con la segunda potencia mundial. No en vano es en China donde opera
el tren más rápido del mundo, la hidroeléctrica más grande del planeta y donde
sigue en pie la fortaleza más extensa jamás construida por el hombre, la Gran
Muralla, siglos después de haber sido levantada.
Así como en nuestras vidas personales es indispensable abrir la puerta
de nuestra casa a los amigos para consolidar una amistad, desde la Embajada
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
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hemos adelantando significativos esfuerzos para facilitar el otorgamiento de visados a los ciudadanos chinos y de esta manera complementar la decición, que
debemos celebrar, de la señora Ministra de Relaciones Exteriores de suprimir
el requerimiento de visado de turismo para aquellos que cuenten con visa para los Estados Unidos o los Estados Schengen. Por otro lado, hemos abogado
ante las aerolíneas para que aumenten sus conexiones entre China y Colombia
pues aunque se han logrado importantes resultados y estamos satisfechos con
el funcionamiento de las rutas existentes a través de Madrid, Francfort y París,
estamos seguros de que las nuevas conexiones a través de Dallas y Ámsterdam
atraerán más viajeros.
Confiamos en que todo esto llevará a que cada vez más turistas chinos,
de los que se cuentan más de 100 millones al año, visiten Colombia y disfruten
de nuestra cultura y hospitalidad. Esta decisión es muestra no solo del grado de
madurez de nuestra relación actual sino un voto de confianza por lo que serán
nuestras relaciones bilaterales a futuro.
Finalmente, quisiera hacer un breve comentario sobre los años venideros. En mi opinión, el mundo que nos espera estará caracterizado por vínculos
cada vez más rápidos y directos entre las personas y las instituciones. Contrario
a lo que vaticinan los expertos sobre la preeminencia de bloques regionales
en las relaciones internacionales, creo que esta fase de híper-comunicación que
nos espera, implicará que cada vez sabremos más los unos de los otros, haciendo que nuestras relaciones bilaterales sean más intensas y profundas. Por eso
es tan importante que hayamos construido una base sólida durante las últimas
tres décadas y media. Para que durante la etapa de consolidación que sigue y
ante los desafíos que seguro vendrán, podamos detenernos y reflexionar sobre
la importancia de la amistad que hemos forjado y las posibilidades que ofrece a
futuro.
Representar a Colombia ante China ha sido un privilegio sinigual para
mí y mi familia. Este año, en que celebramos 35 años de relaciones diplomáticas, me siento honrada de poder dar un parte de satisfacción sobre el estado de
nuestra amistad. s
15
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
TESTIMONIOS DE LOS
EXEMBAJADORES
FUTURO
PROMETEDOR DE
LAS RELACIONES
BILATERALES
Huang Shikang
Exembajador de la República Popular China en Colombia
E
l desempeño de la misión como Embajador de la República Popular China en Colombia fue un episodio muy agradable de mi carrera
diplomática. El puro español que hablan los colombianos, las tierras
siempre verdes, las aguas azules y limpias de los ríos, las bellas flores de diversos
colores e incluso las encantadoras muchachas que nacen y crecen en tal entorno de la naturaleza me dejaron un recuerdo indeleble. En particular, me emocionaron muy a menudo las manifestaciones de amistad que profesa el pueblo
colombiano hacia mi país.
Consciente de la importancia de Colombia en Latinoamérica y el Caribe, China ha concedido siempre mucha atención a sus relaciones con este país.
Desde el establecimiento de vínculos diplomáticos en 1980, se ha desarrollado
sin cesar la cooperación amistosa entre las dos naciones en temas relacionados
con la política, la economía y el comercio, la cultura y la educación, así como
en los asuntos internacionales. Tuve el honor de promover las intensas visitas
recíprocas de alto nivel político entre los dos países durante mi labor de casi
4 años. En octubre de 1996, el entonces mandatario, Ernesto Samper, realizó la primera visita de Estado de un Presidente de Colombia a China, siendo
cordialmente atendido por las máximas autoridades. Como resultado de esta
visita, ambas partes firmaron acuerdos de cooperación científica y tecnológica,
cultural y educativa, y otros documentos de colaboración bilateral.
En mayo de 1999, tan solo nueve meses después de haber asumido su
cargo, el presidente Andrés Pastrana decidió efectuar su visita de Estado a China, pese a los numerosos compromisos internos del país. Esta coincidió con el
19
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
El exembajador Huang Shikang en Bogotá,
durante la ceremonia de presentación de
credenciales en la Casa de Nariño. Aparece,
a la derecha, Julio Riaño, entonces director
de protocolo del Ministerio de Relaciones
Exteriores de Colombia.
ataque a nuestra Embajada en Yugoeslavia por misiles norteamericanos. En
sus conversaciones con el Presidente, el Primer Ministro y el Presidente de la
Asamblea Popular Nacional de China, el presidente Pastrana condenó enérgicamente este acto que violaba la Carta de las Naciones Unidas y
manifestó su condolencia por la muerte del personal chino. Los
dirigentes chinos expresaron, por su parte, que su gobierno apoyaba firmemente los incansables esfuerzos del mandatario colombiano por hacer realidad la paz, la justicia social y el desarrollo
económico de Colombia.
Durante este periodo, China también envió a Hu Jintao, designado internamente para ser el próximo Presidente de
la República, y a los Viceprimeros Ministros Wu Bangguo y Li
Lanqing a visitar Colombia. Estas visitas recíprocas de alto nivel
contribuyeron en gran medida al conocimiento mutuo de los dos
países y pueblos, sentando una sólida base para el desarrollo de
las relaciones bilaterales en todos los aspectos.
De hecho, por ejemplo, la cooperación económica y comercial entre los dos países ha registrado un rápido desarrollo en
los últimos 20 años. En 1995, las exportaciones colombianas a
China fueron tan solo de 10 millones de dólares norteamericanos
y sus importaciones de productos chinos, apenas de 7 millones, sin incluir los
de contrabando. En cambio, el valor total del intercambio comercial en 2014
alcanzó los 17.500 millones. China es, ahora, el segundo socio comercial más
grande y una importante fuente de inversiones extranjeras de Colombia.
Es importante destacar que los tres “tesoros” de Colombia –café, flores
y esmeraldas–, así como otros productos, podrían tener un inmenso mercado
en China. Por otra parte, son enormes las oportunidades para las inversiones
chinas en la construcción de infraestructura en Colombia y la colaboración en
asuntos relacionados con la agricultura, las telecomunicaciones y en áreas como la educación y cultura.
El mes de enero pasado, durante el Foro de Cooperación entre China y
la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), realizado
en Beijing, se planteó el ambicioso plan de hacer ascender para el año 2020 el
valor del intercambio comercial a los 500.000 millones de dólares norteamericanos y la totalidad de inversiones chinas en la región a los 250.000 millones. Con este objetivo en mente, la posición estratégica de Colombia juega un
importante papel para la entrada de productos chinos a diferentes países de la
zona.
En materia de asuntos internacionales y regionales, China y Colombia
tienen muchos puntos en común y se oponen igualmente a la intervención foránea y al uso arbitrario de la fuerza. Por todo lo mencionado, me asiste la convicción de que las relaciones bilaterales entre los dos países tendrán un futuro muy
prometedor. s
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
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MI IMPRESIÓN
SOBRE COLOMBIA
Li Changhua
Exembajador de la República Popular China en Colombia
E
ntre los años 2007 y 2009 me desempeñé como embajador
chino en Colombia. Esta importante experiencia en mi carrera diplomática me dejó una grata e inolvidable impresión.
Colombia es un hermoso país, con una excelente ubicación
geográfica en el continente, con costas en los océanos Atlántico y Pacífico. En su territorio se pueden disfrutar diferentes climas, gracias a
sus verdes montañas, amplios valles y limpios ríos. En las distintas regiones del país, tanto en las ciudades como en los pequeños pueblos,
se puede apreciar una gran variedad de plantas tropicales, de árboles
frutales y de hermosas y coloridas flores. Sus grandes recursos minerales así como sus excepcionales y abundantes riquezas naturales favorecen el desarrollo de la silvicultura, la ganadería, la pesca y la agricultura. Dentro de la inmensa variedad de productos que se cultivan
se destaca el café, cuyo prestigio es reconocido por todo el mundo,
gracias a su sabor y calidad. Precisamente, uno de los lugares dignos
de conocer es el famoso Eje Cafetero, principal centro productor y
exportador de Café del país, y reconocido, además, por la calidez de
su gente sus hermosos paisajes y su agradable clima.
Colombia tiene una larga historia y una profunda cultura. Cuenta con muchas universidades de primera calidad, que se destacan en
América Latina; en ellas se ha formado gran cantidad de personas de talento
en múltiples disciplinas, quienes han hecho contribuciones importantes al desarrollo cultural, político, económico y social del país. Como ejemplo se puede
mencionar al gran escritor Gabriel García Márquez, Premio Nobel de Literatura y autor de Cien años de soledad, una de las obras más conocidas y traducidas
en la historia literaria del mundo.
El pueblo colombiano es laborioso y valiente y es indomable frente a las
dificultades. Después de medio siglo de guerra y terrorismo, aunque ha sufrido
21
El exembajador Li Changhua, en 2009,
en una recepción en su honor en el Palacio
de San Carlos, al término de su misión en
Colombia.
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
mucho siempre, mantiene un espíritu positivo y optimista y hace esfuerzos incansables para lograr la paz y preservar la democracia y la libertad. Se puede
decir que ha logrado resultados admirables, pues Colombia conserva la integridad de su régimen político, con un sostenido crecimiento económico. El país ha
sido, desde hace tiempo, una de las principales economías de América Latina y
el nivel de vida de su gente está mejorando continuamente.
Pese a la distancia geográfica, los vínculos de amistad de China y Colombia tienen una extensa trayectoria. Con motivo de la celebración del 35º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países, el primer ministro chino Li Keqiang realizó recientemente la primera visita oficial a
Colombia en 30 años, por invitación del gobierno colombiano. Esta fue de gran
importancia y sin duda alguna tendrá influencias significativas y profundas en
el desarrollo de las relaciones amistosas y de asistencia bilateral, gracias a la serie de acuerdos de cooperación acerca de la productividad, la infraestructura,
las finanzas, la educación y la cultura que firmaron las dos partes.
China está dispuesta a trabajar junto con Colombia para consolidar la
fraternidad tradicional, profundizar la colaboración pragmática y aumentar los
intercambios culturales en el futuro; y, a través de los tangibles resultados logrados de beneficio mutuo, apoyar el proceso de paz y el desarrollo económico y
social, para promover de esta manera el avance y la prosperidad común de las
dos naciones. A la situación actual de las relaciones bilaterales no se ha llegado
con facilidad: es producto de los esfuerzos del pueblo y de los dos gobiernos durante largo tiempo.
Recuerdo que en febrero de 2009, durante el periodo en que me desempeñaba como embajador chino en Colombia, nuestro vicepresidente de aquel
entonces, Xi Jinping, vino de visita y se reunió con el presidente Álvaro Uribe. El resultado de sus conversaciones fue el compromiso de fomentar el incremento de los vínculos entre las dos partes. En ese encuentro, el actual presidente, Juan Manuel Santos, era Ministro de Defensa y fue testigo del significativo
acontecimiento.
Colombia ocupa un lugar importante en América Latina y también es
un destacado socio de China en este continente. Los sucesivos gobiernos han
seguido una política amistosa hacia mi país, la cual ha conseguido amplio consenso entre los partidos de gobierno y los de la oposición, permitiendo, así, obtener el apoyo del pueblo.
La celebración del 35º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas, me da la oportunidad de dar saludos cordiales a los amigos de la
Asociación de la Amistad Colombo-China, quienes han hecho esfuerzos incansables para fortalecer la comunicación entre los dos países y han promovido el
entendimiento y la mutua amistad durante largo tiempo. Además, quiero expresar mi sincero deseo de que esta relación pueda lograr un mayor desarrollo,
ya que esto conllevará mayores beneficios para ambas naciones. s
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
22
COLOMBIA LINDA
Y QUERIDA
Gao Zhengyue
Exembajador de la República Popular China en Colombia
P
ara mí, era un sueño poder trabajar en Colombia. Tuve la suerte de que
ese sueño se cumpliera cuando fui nombrado por el excelentísimo señor
Hu Jintao, Presidente de la República Popular China, como Embajador
Extraordinario y Plenipotenciario en la República de Colombia.
Vine, junto con mi señora, Ren Xiumei, a este querido y lindo país en
agosto de 2009. Una vez pisamos el territorio, sentimos la amabilidad y hospitalidad de su gente. En los años en los que desempeñé el cargo, dediqué todos
mis esfuerzos a desarrollar y fortalecer las buenas relaciones bilaterales entre
China y Colombia y siempre recibí el generoso apoyo y la colaboración, tanto
del Gobierno, como de los amigos colombianos; entre ellos, quiero mencionar
a los miembros de la Asociación de la Amistad Colombo-China, compañeros
confiables, que se encargan de manera incansable de estrechar los lazos entre los dos pueblos. Gracias a la atención y preocupación de los Presidentes y
dirigentes de alto nivel de ambos Gobiernos y al trabajo y apoyo de todos los
amigos, los vínculos cooperativos, tanto en lo político, económico, comercial y
tecnológico, como en la cultura y la educación, de los dos países, vienen desarrollándose de manera muy satisfactoria. Podemos decir que las relaciones actuales de China y Colombia están en el mejor momento de su historia.
Durante mi estadía en Colombia he podido hacer contactos con distintos personajes y visitar diferentes lugares. Tengo unos conocimientos básicos
sobre el país y quisiera compartirlos con todos mis amigos. Goza de una muy
buena ubicación geográfica, en el noroeste de Suramérica, conectando con
América Central a través del istmo de Panamá; es la única nación del continente que tiene salida tanto al Océano Pacifico como al Océano Atlántico. Los
Andes atraviesan su territorio desde el sur hasta el norte, haciendo que sus ciudades interiores se construyeran a los lados de las montañas. El clima es diverso,
con características tropicales y templadas, y también hay montañas de nieve. Es
un país con una inmensa cantidad de recursos naturales y con hermosos y úni-
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CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
El exembajador Gao Zhengyue, en su oficina
del Instituto Confucio de Medellín, en julio
de 2015.
cos paisajes, con selvas y regiones muy húmedas; hay abundante agua dulce y se
cultivan muchos productos vegetales. Este medio geográfico crea ricos ambientes ecológicos y es un verdadero tesoro de entorno verde para el mundo. Por
eso, Colombia fue llamada “Arca de Noé de la humanidad” por los genetistas
mundiales. Según los informes, hay doscientas cincuenta mil especies vegetales
en todo el mundo y, de ellas, cuarenta o cincuenta mil están en Colombia. Además, es uno de los países que tienen más cantidad y variedad de pájaros y flores,
tales como las orquídeas.
Para mí, todos los colombianos –tanto los de
la comunidad afrodescendiente de las costas, como
los paisas de Antioquia, los bogotanos y los descendientes de los indígenas de la zona cafetera–, son
bien educados y cultos, muy amables, hospitalarios,
honestos y de buen corazón. En cualquier pueblo
o ciudad, la gente saluda con sonrisas. Y en los lugares turísticos uno siempre encuentra voluntarios
que brindan su atención y su ayuda a los turistas,
explicándoles, por ejemplo, el cambio de moneda
y hablándoles sobre el paisaje del lugar; entre estos
voluntarios hay muchos jóvenes que se benefician
de estos cambios.
No estoy de acuerdo con lo que con frecuencia se oye decir, que Colombia es un lugar con una
gran carencia en seguridad, lleno de drogas, violencia, secuestros y corrupción, comentarios que crean
mucho temor y afectan su imagen en el exterior.
Colombia es, en varias formas, distinta a China y a otros países asiáticos. El ritmo de vida es más tranquilo. Un par de horas antes del almuerzo se
toma la “media mañana” y, en la tarde, el “algo”; todo el mundo charla sin
rumbo después de la comida y parece que no hay nada urgente para ellos. Las
condiciones naturales favorables, junto con la actitud de su población, crearon
un estilo de vida simple y esto les da la alegría más grande. Si uno cree que los
colombianos son indisciplinados, estará equivocado; son serios y responsables,
bien educados y calificados y su estilo de trabajo es muy estricto, razón por la
cual a muchas empresas mundialmente reconocidas les interesa contratar esta
clase de personal bien preparado. Gracias a esta rigurosa actitud laboral y a la
política de inversión del Estado, es uno de los países latinoamericanos que tienen más rápido crecimiento de inversiones foráneas. La gente, en general, no se
preocupa por nada; tanto los ricos como los pobres, viven contentos a su manera. Por eso, es el país más feliz de Latinoamérica.
Para mí, los colombianos son alegres y abiertos; les gusta cantar y bailar
y hay un concurso de baile en casi todos los departamentos. Los principales bailes populares tradicionales son la cumbia, el porro, el vallenato, el currulao, el
joropo, el bambuco y el sanjuanero.
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
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Además, los colombianos, como los asiáticos, tienen una buena tradición: valoran de manera especial a la familia. Los familiares y amigos se comunican entre sí todos los días. Los hijos visitan a sus padres en los fines de semana
o en los días festivos y, si no pueden ir, siempre les saludan por teléfono.
Gracias a los esfuerzos del Gobierno y al trabajo de su pueblo, Colombia
se ha ido quitando la mala fama de drogas y violencia y se ha convertido en un
país de progreso, próspero y rico, cuyos habitantes viven y trabajan con gran
entusiasmo. A los colombianos se les oye decir con frecuencia que “el único peligro para un extranjero al venir a Colombia es querer quedarse en el país”.
Podemos decir que la Colombia de hoy es uno de los países más atractivos y más adecuados para vivir en el mundo. Estoy muy amañado acá y quisiera
seguir trabajando por estrechar aún más los lazos de amistad entre China y esta
nación, a la que le deseo mucha prosperidad y gran felicidad a su pueblo. s
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CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
JULIO MARIO
SANTO DOMINGO,
PRIMER EMBAJADOR
COLOMBIANO
EN CHINA
María Angélica Medina
S
oy María Angélica Medina, secretaria privada del señor Julio Mario
Santo Domingo, y contaré en primera persona –ante su ausencia– cómo
fue el proceso de apertura de la primera embajada colombiana en la República Popular China.
Las relaciones diplomáticas entre los gobiernos de la República Popular
China y la República de Colombia se establecieron oficialmente el 7 de febrero de 1980 y en el mes de mayo de ese año fue nombrado el señor Julio Mario
Santo Domingo como primer embajador colombiano ante el Gobierno de ese
vasto país asiático.
Recuerdo que poco después, en agosto de 1980, el señor Santo Domingo
caminaba frente a mi escritorio en la Presidencia de Bavaria y me dice: “María
Angélica, mejore su lengua china porque yo, de todas maneras, me la llevo”.
Por esa misma época, llegaron los primeros diplomáticos de China, quienes se alojaron en la suite 3701 del Hotel Hilton, por invitación del señor Santo
Domingo, mientras se realizaba la remodelación de la casa que serviría de sede
a su embajada, en la Calle 72 con Carrera 2a de Bogotá.
En calidad de Ministro Consejero para la Embajada de Colombia en
China se trasladó a Beijing el señor Ricardo Samper Carrizosa. Fue instalado
en el apartamento en el que funcionó provisionalmente nuestra delegación –la
antigua sede de la Embajada de Camboya–, en el sector diplomático de Jian
Guo Men Guai.
El 1 de octubre de 1980 se realizó la primera fiesta nacional de la Repú-
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
26
blica Popular China en Bogotá, en la sede de la Carrera 3a con Calle 76, donde
funcionó la oficina comercial de Taiwán. Asistieron personalidades del gobierno y del ámbito nacional, como el expresidente Misael Pastrana Borrero. Ese
día tuve la oportunidad de conocer a la señora Lía de Ganitsky y al señor José
María Gómez, representantes de la Asociación de la Amistad Colombo-China.
China cambió mi vida
Después de 12 años de ejercer como secretaria en una de las mayores
empresas de la industria colombiana, el 13 de octubre de 1980 arribé a la ciudad de Beijing y me alojaron en el Hotel Pekín.
Experimenté el impacto del mundo chino desde el avión, cuando vi los
inmensos cultivos de arroz en terrazas sobre las laderas y luego la polución generada por las arenas del desierto de Gobi que extienden una capa gris sobre la
ciudad. En esta me impresionó ver a todas las personas uniformadas de verde
y azul, movilizándose en bicicleta sin importar las inclemencias del clima, con
sus altísimas temperaturas en verano y con un frío de hasta 37° C bajo cero en
el invierno, así como sus fuertes vientos. Es un pueblo sorprendentemente disciplinado, culto, obediente y trabajador.
Empecé una vida personal independiente, difícil ante la imposibilidad
de comunicación, a la cual lentamente me fui adaptando. Conté primero con la
orientación del señor Ricardo Samper, a quien he llamado mi “Maestro”, pues
me instruyó sobre la cultura china y la revolución que modificó toda su forma
de vida, cambiando incluso la identidad de los ciudadanos por el apelativo de
Camarada
A la par se encontraba en Beijing Rocío Sarmiento, funcionaria contratada por la embajada como personal administrativo y quien más adelante fungió también como traductora, junto con dos intérpretes chinos, uno de ellos del
chino al inglés y el otro del chino al español. Con ella se encontraba su esposo,
Germán Sarmiento, especialista en lengua española. Su compañía fue invaluable para mí.
Existían dos tipos de moneda, el Renminbi para los extranjeros y el Yuan
para la población local, lo cual nos restringía en la vida cotidiana, pues solamente podíamos recurrir para las compras a la Tienda de la Amistad, sitio de
“reunión” del cuerpo diplomático, por ejemplo a la hora de comprar el pan
cada tarde. El Buró de Servicios para Diplomáticos me asignó para el servicio
doméstico a una “Ayi”, que quiere decir tía. Debía ser muy mayor y no tenía
dentadura; a pesar de la inexpugnable barrera del idioma, no puedo explicar
cómo pude establecer una relación tan estrecha con ella, casi familiar. En el
momento de mi salida de Beijing, dos años después, al despedirnos, nos abrazamos y lloramos profundamente. En ese instante sentí que estaba partiendo.
Hice amistades que han perdurado hasta hoy. Se trata de funcionarios
de las embajadas de España y Noruega y de la Agencia EFE, con quienes compartí las vicisitudes del día a día, las visitas los domingos a las Tumbas Ming, el
Palacio de Verano, la Gran Muralla, el Templo del Cielo, los restaurantes del
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CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
Presentación de credenciales. De izquierda
a derecha: Óscar García, Primer Secretario
encargado de Funciones Consulares; Ricardo
Samper, Ministro Consejero; Tao Tashao,
Subdirector General del Departamento
de América y Oceanía; Julio Mario Santo
Domingo, Embajador de Colombia; Ulan
Fu, Vicepresidente de la Asamblea Popular
Nacional; Pu Shouchang, Viceministro de
Relaciones Exteriores; Beatrice Dávila de
Santo Domingo, esposa del embajador;
un funcionario chino sin identificar; María
Angélica Medina, Tercer Secretario.
Hotel Pekín, el pato laqueado, el caldero mongol, las funciones esplendorosas
de la Ópera China –con sus tocados, dragones y banderas– y, por supuesto, los
anticuarios.
Tuve la oportunidad de conocer las excavaciones de los Guerreros de
Terracota cerca de Xi´an, en la Provincia de Shaanxi; es uno de los eventos que
más impresionó mis sentidos, ver ese ejército caído del cual ya habían restaurado una gran cantidad de figuras. Vi otra muestra en Nueva York en el año 1998
y una tercera en el año 2006, cuando, durante la embajada del doctor Guillermo Ricardo Vélez y con el patrocinio del señor Santo Domingo, se trajo a Bogotá al Museo Nacional donde permaneció por cuatro meses. Es la exposición
más importante que ha tenido China en Colombia y, además, la más visitada en
la historia del Museo.
Volviendo atrás, en febrero de 1981 llegaron a Beijing el embajador Santo Domingo, su señora, Beatrice Dávila, y sus dos pequeños hijos, Alejandro y
Andrés. Fueron alojados en la Casa de Huéspedes Ilustres, reservada para jefes
de Estado, lo cual constituyó una deferencia de bienvenida muy especial del
Gobierno Chino. Allí permanecieron aproximadamente tres semanas, mientras concluían las últimas adecuaciones de la residencia.
Algún tiempo después llegaría el doctor Alberto Añez, en calidad de
Agregado Comercial. En junio del mismo año se suscribió el Convenio Cultu-
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
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ral, que contemplaba todos los elementos de las artes, las letras, el patrimonio y
demás manifestaciones de la cultura.
El 20 de julio de 1981 se celebró la primera recepción oficial. A nuestra
Fiesta Nacional asistieron importantes representantes del Gobierno chino y el
Cuerpo Diplomático. Así se inició una serie de recepciones tan magníficas que
dieron origen a que nuestra embajada se conociera como la “Casa Noble”, entre las demás delegaciones extranjeras.
El 4 de septiembre del mismo año el Gobierno colombiano me nombró
Primer Secretario con Funciones Consulares, en reemplazo del señor Oscar
García.
En esa época se estableció una relación amistosa entre el señor Huang
Hua –quien como Canciller ejercía una actividad muy importante en lo referente a las relaciones chinas con los países del tercer mundo–, su esposa, He Lilian, y los Santo Domingo, amistad que perduraría en el tiempo. Más adelante,
en 1984, vino a Colombia una delegación del Gobierno chino, encabezada,
precisamente, por el señor Huang Hua y su esposa; antes de iniciar las actividades oficiales, fueron invitados por el señor Santo Domingo a su casa en la isla
de Barú.
En 1981 nos visitó doña Nydia Quintero de Turbay, Primera Dama de la
Nación, acompañando una muestra del Museo del Oro que fue muy apreciada
por los chinos. Igualmente nos visitaron importantes funcionarios del Gobierno colombiano; recuerdo al doctor Carlos Lemos Simmonds, a don Francisco
Ortega (quien sería gerente del Banco de la República) y a una delegación del
Senado de la República, entre otros.
En junio de 1982 se llevó a cabo el Primer Intercambio Cultural en Artes Escénicas; en representación de Colombia asistió el escritor, investigador
y antropólogo Manuel Zapata Olivella y el grupo de danza de su hermana,
Delia Zapata Olivella.
En lo comercial se efectuó la venta, por parte de Colombia a China, de
300 toneladas de café, negocio promovido por el embajador Santo Domingo
y que se constituyó en el primer intercambio realizado de manera oficial entre los dos gobiernos; este intercambio ha crecido de manera sostenida, hasta constituirse la República Popular China en el segundo socio comercial de
nuestro país.
El 16 de octubre fue la partida del embajador Santo Domingo. Quedó
a cargo de la embajada don Ricardo Samper, en su calidad de Ministro Consejero, a la espera del embajador sucesor, que sería el señor Alfonso Gómez
Gómez. s
29
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
LUIS VILLAR BORDA,
SENCILLAMENTE
UN GRAN MAESTRO
E
l profesor Luis Villar Borda fue un invitado de honor de la historia del
siglo XX, invitación que aceptó y vivió como pocos. Nació en Nueva
York, en medio de los turbulentos tiempos de la Gran Depresión de
1929, en los años anteriores a la Segunda Guerra Mundial. En su niñez, estudió
en el Liceo de Cervantes de Bogotá, donde compartió pupitre con quien sería
su gran amigo y compañero de pensamiento liberal, el doctor Fernando Hinestrosa, eminente jurista colombiano, diplomático y rector de la Universidad
Externado de Colombia desde 1963 hasta 2012.
Finalizando los años 40, fue testigo del “Bogotazo”. Estudió Derecho en
la Universidad Nacional de Colombia y entre sus condiscípulos se encontraban
Camilo Torres Restrepo y Gabriel García Márquez. El primero fue su compañero y amigo en el bachillerato y en la universidad, la cual abandonaría para
convertirse en sacerdote y, finalmente, en guerrillero. El segundo, comenzaría
a estudiar Derecho pero, solo dos años después, renunciaría para dedicarse al
periodismo y a la literatura. Más adelante, mientras el jurista adelantaba sus
estudios de posgrado en Alemania, se volverían a encontrar. Eventualmente,
García Márquez se convertiría en una figura mundialmente conocida por su
obra literaria y por la obtención del Premio Nobel de Literatura.
En 1953, Villar Borda se graduó como Doctor en Derecho y Ciencias
Políticas en la Universidad Nacional de Colombia. Unos años después, durante
el gobierno del general Gustavo Rojas Pinilla, se exilió y realizó cursos de posgrado en Filosofía en la Universidad de Leipzig (1956-1957) y en la Universidad Humboldt de Berlín (1957-1959).
Luego de su paso por las dos Alemanias, la Oriental y la Occidental, regresó al país para comenzar a desarrollar una nueva faceta en su vida, ahora
en el sector político, como miembro fundador del Movimiento Revolucionario
Liberal (MRL) al lado de Alfonso Antonio Lázaro López Michelsen, su amigo y
futuro presidente de Colombia. El MRL surgió en oposición al Frente Nacional
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
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y la alternación en el poder de los partidos liberal y conservador; este movimiento tuvo una tendencia a la izquierda política.
Su siguiente reto en el ámbito político nacional ocurrió como Representante a la Cámara, donde fue el ponente de la Reforma Constitucional de 1968,
presentada por el Presidente Carlos Lleras Restrepo. Gracias a su trabajo sobresaliente fue trasladado a la diplomacia, siendo nombrado Embajador ante el
Reino de Suecia, de donde regresaría para continuar en la arena política, esta
vez en la exitosa campaña presidencial del doctor López Michelsen. Se convertiría en el Presidente de la Cámara de Representantes, espacio en el que se
mostró atento a temas relacionados con la descentralización del país y la autonomía. Posteriormente continuaría acrecentando su experiencia en el mundo
diplomático al ser nombrado Embajador de Colombia en Suecia y Finlandia,
la República Popular China y Alemania. Sin duda, estos últimos dos países dejaron en él una honda impronta.
Aún antes del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre Bogotá y Pekín en 1980 y de la presentación de Cartas Credenciales del primer
Embajador de China en Colombia, el señor Zhao
Zhengyi, el doctor Villar Borda había sido un
emisario de la cultura china en Colombia pues recibía la literatura del país asiático y la difundía en
las universidades y centros culturales del país. En
Alemania, por su parte, no solo vivió y estudió sino
que, en su labor como embajador, vio construir y
caer el Muro de Berlín, situación que decantó en su
libro El último embajador.
Entre enero de 1984 y mayo de 1988 fue el
embajador de Colombia en la República Popular
China. Bajo su intensa labor se gestó la primera visita de un mandatario colombiano al gigante asiático. El entonces presidente, Virgilio Barco Vargas,
decidió emprender un viaje por el lejano oriente;
sin embargo, antes llegar a Corea, la primera parada del viaje, su salud decayó, lo cual devino en
una intervención quirúrgica en el Hospital Universitario de Seúl y en que la tan esperada visita a la República Popular China se
cancelara. Tendrían que pasar varios años para que se realizara una visita de
un presidente colombiano a China, la cual tuvo lugar durante el gobierno de
Ernesto Samper Pizano.
A su regreso a Colombia, retomó la actividad docente y su prolífica producción académica; de esta forma, su interés en los temas de descentralización
se vio recompensado con su designación como Director del Departamento
de Gobierno Municipal en la Universidad Externado de Colombia. Paralelamente, fue Presidente de la Asociación de la Amistad Colombo-China hasta su
muerte.
31
El exembajador Luis Villar Borda en Beijing,
probablemente durante su segunda visita a
China en 1980.
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
Sus obras más conocidas son: Democracia real y democracia formal (1953), Planificación regional y municipal (1968), Amnistía, oposición e insurgencia (1981), Democracia
municipal: autonomía, planificación y desarrollo (1986), El último embajador: testimonio de
un colombiano que vio construir y caer el Muro de Berlín (1992), La paz en la doctrina de derecho de Kant (1996), Derechos humanos: responsabilidad y multiculturalismo (1998).
El embajador Luis Villar Borda fue un docente destacado, tanto por su
amplio conocimiento como por su generosidad, bondad y nobleza. Querido
por sus alumnos y admirado por los colegas. Se desempeñó, entre otras actividades, como profesor en la Universidad del Cauca, la Universidad Libre y por
muchos años en la Universidad Externado de Colombia y como rector de la
Universidad Piloto. Las palabras se quedan cortas para un hombre que, si bien
colombiano, fue universal. Amante del arte, el teatro y la música, vivió excepcionalmente la invitación del destino en su vida, asumiendo cada reto y oportunidad. Con su acción y su obra dejó una profunda huella en el camino de las
relaciones diplomáticas.
El maestro Luis Villar Borda murió el 23 de julio de 2008. Paz en su
tumba. s
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
32
PEPE GÓMEZ: UN
“NOMBRE ABSTRACTO”
PARA UNAS RELACIONES
DURADERAS
José María Gómez
Exembajador de Colombia en la República Popular China
E
l pasado 7 de febrero de 2015 se celebraron 35 años de relaciones diplomáticas entre China y Colombia, las cuales iniciaron, precisamente,
un 7 de febrero de 1980. En esta fecha tan auspiciosa culminó un proceso muy difícil pero interesante para romper las barreras que obstruían irracionalmente las relaciones entre los dos países. Tuve la suerte de ser, en unas
ocasiones, protagonista y, en otras, espectador de palco de este proceso. Primero, como miembro fundador de la Asociación de la Amistad Colombo-China;
luego, como embajador de Colombia en China. Dos cosas que se interconectan, como los puntos de Steve Jobs, esos que no podemos ver mirando hacia
delante sino solo hacia atrás. Es el pasado el que nos revela las intrincadas redes
que se van tejiendo en la vida cotidiana.
Decía que el 7 de febrero de 1980 fue auspicioso pues marcaba un destino brillante para cualquier cosa que se diera, surgiera o naciera en ese momento. Lo entendí muchos años después por una conversación de esas que en
China empiezan por banalidades cotidianas y de repente terminan en el esoterismo. La numerología de ese día indicaba nueve, el número más poderoso en
cualquier cultura y China no es la excepción. Hay nueve cielos; nueve es el símbolo de la felicidad y la opulencia; 9.999 habitaciones tiene la Ciudad Prohibida, nueve orificios el cuerpo humano; y en mandarín hay una similitud fonética
entre la pronunciación de “nueve” y la de “duradero” o “eterno”.
Yo he hablado muchas veces en la academia y entre amigos sobre la intensidad de los meses y años previos, para no hablar de los días y horas anteriores a ese glorioso momento en el que pudimos ver izada, por primera vez,
33
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
la bandera china en una delegación diplomática en Colombia. Esos fueron los
años de las luchas por quitar el velo que tenía a Colombia cerrada a las maravillosas opciones de todo orden que implicaba China para cualquier país con
ansias de ser relevante en el resto del siglo XX y todo el siglo XXI, cuando
menos. Quisiera en este momento y con ocasión de este aniversario, referirme
a lo que ha sido esta llegada a la madurez relativa de los 35 años, en un estado
de indudable buena salud y con grandes perspectivas; en el futuro, esta relación
solo puede ser cada vez más benéfica para todos.
Mucha tinta ha corrido y correrá por cuenta de estos 35 años y mi aporte ya no puede ser mayor, en términos de análisis, datos y estadísticas. Hace
mucho tiempo entendí que comprender a China no necesariamente tiene que
ver con “saber” de China. Esto sucedió gracias a dos personas entrañables para
la historia de las relaciones entre las dos naciones, que muchas veces no tenían
la menor idea de en qué estaba el PIB de China comparado con el año anterior,
pero que la entendían como nadie. Hablo de Luis Villar Borda y Guillermo
Puyana Mutis.
Y quisiera, a partir de estos dos nombres, recordar los primeros años de
estos vínculos; algo sobre lo que muy poco se ha escrito porque es una historia
que se ha ido quedando en la intimidad de las conversaciones de los amigos,
hasta volverse un soliloquio de los pocos que vamos sobreviviendo.
Por alguna razón la vida fue lo suficientemente agradecida con quienes
nos jugamos nuestro prestigio social y nuestras amistades para que se diera la
apertura de relaciones diplomáticas entre los dos países. Es sabido que para los
años 70 ser prochino en Colombia podía ser algo bastante peligroso; una mala
idea en general. Era una pésima causa que fue defendida y seguida con obstinación por algunas personas que voy a mencionar, a propósito no solo por el
papel que jugaron antes del 27 de febrero de 1980 sino en los diez años siguientes: además de los ya nombrados Luis Villar Borda y Guillermo Puyana Mutis, estaban Ricardo Samper Carrizosa, Enrique Posada Cano y el señor Pepe
Gómez, que muchos creían que no existía, que era un nombre abstracto para
designar a cualquier persona, como John Smith o Pedro Pérez.
Todos fuimos –desde diferentes orillas políticas, sociales, conceptuales,
culturales y profesionales– amigos de China en los años 60 y 70. Nos unimos
con muchos otros para romper la hostilidad que se percibía en este país hacia
China, porque sabíamos el excelente amigo y socio que iba a ser en los años
venideros.
Una vez cumplida la tarea, vino una gratificación. Decía que la vida
fue generosa con quienes dedicamos esfuerzos para abrir las relaciones colombo-chinas porque aquellos que fuimos responsables del nacimiento nos encargamos también de la crianza temprana, desde la embajada de Colombia en
Beijing. Los señores Ricardo Samper Carrizosa, Enrique Posada Cano y Guillermo Puyana Mutis fueron ministros consejeros o desempeñaron los cargos
equivalentes. Luis Villar Borda, primero, y yo, después, fuimos embajadores de
Colombia en China. De manera sucesiva, entre 1980 y 1993, los viejos amigos
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
34
estuvimos a cargo del recién nacido proyecto de relaciones diplomáticas, solo
que ahora al servicio del gobierno colombiano.
Si tuviera que caracterizar cómo fue ese periodo, diría que fue un espacio en el que primó el interés recíproco de entablar un diálogo, con enorme sinceridad, entre los dos gobiernos, con el fin de superar esa etapa inicial, llena de
vulnerabilidades. La agenda política no era entonces muy variada, el intercambio económico era más bien residual pero de ambos lados había una enorme
claridad sobre la importancia de sacar adelante el proyecto. Y, curiosamente, a
ambos lados de la mesa estábamos personas que nos conocíamos desde los años
60: Chen Xuechen y Tang Mingxien, del lado chino, y los ya mencionados Villar, Samper, Puyana, Posada y Gómez, del colombiano.
Era difícil llamar a esos diplomáticos chinos, que conocíamos tan bien
como amigos del pasado, nuestra “contraparte”. Nunca me he podido imaginar a Tang Mingxien o Chen Xuechen como contraparte mía de nada, sino
siempre como alguien que está del mismo lado. Y esa era la característica de
esos primeros diez años de relaciones: todos nos conocíamos previamente, representábamos a nuestros gobiernos en la mesa de negociaciones y lo hacíamos
en una situación de mutuo reconocimiento y respeto, orientados hacia la
identificación de puntos comunes y
espacios de convergencia. Ya con la
perspectiva del tiempo entiendo que
era la forma de trabajar adecuada,
por las personas correctas, para consolidar un vínculo que era frágil no
solo por lo joven, sino por el poder
de las fuerzas políticas y sociales que
quedaron en Colombia resentidas
con la apertura de relaciones con la
República Popular China y el necesario y consecuente retiro de los representantes en Colombia de las autoridades de la isla de Taiwán.
El mundo diplomático se ha
vuelto en China algo más denso y
formal. Hoy sería difícil que se entendiera que un embajador llegue a
la cena del día nacional del país anfitrión montando bicicleta, pero observando los debidos protocolos de portar las
banderas de los dos países. Pero en esa época era totalmente comprensible y se
tomaba como lo que era, como un gesto de amistad de un amigo a otro.
Ese es el espíritu que prevalecía entonces. Hay profesionales en relaciones internacionales que afirman que los países no actúan por amistad sino por
interés. Personalmente tengo una experiencia tan variada que soy un convenci-
35
El exembajador José María Gómez y Qian
Qichen, entonces Ministro de Relaciones
Exteriores de la República Popular China.
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
do de que es posible construir lazos de amistad entre países basados en el respeto mutuo, buscando puntos de identidad en medio de la diversidad sustancial
de cada entidad y de cada país. Tal como hacen los amigos, motivados no tanto
por intereses concretos y cuantificables, sino por el puro instinto de que la vida
es más amable y llevadera cuando hay un trabajo conjunto que cuando los países disputan y compiten por sus intereses individuales.
Más adelante, en el momento en el que se escriba sobre los 50 o los 75
años de relaciones colombo-chinas, siempre se mirará con interés esta época
inicial en la que fueron tan vigorosas, por razones muy diferentes a aquéllas por
las que los académicos suelen calificar la fortaleza de los vínculos entre países,
como el comercio, la agenda política o las alianzas de cualquier orden. Fue un
tiempo de lazos muy fuertes, no obstante la inexistencia del intercambio económico o la reducida agenda política. Eran fuertes porque nos empeñamos en
proteger el resultado de un esfuerzo de muchos años y que enfrentaba su principal reto: sobrevivir y llegar a la madurez de los 35 años, que hoy celebramos.
Esa fue nuestra contribución: fuimos los héroes del momento. Pero,
como decía Mao, para encontrar a los héroes de verdad debemos fijarnos en
nuestros días: los que hoy protagonizan los 35 años de relaciones colombo-chinas son los que merecen nuestros elogios y admiración. s
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
36
LA CHINA
DE 1993 A 2015
Álvaro Escallón Villa
Exembajador de Colombia en la República Popular China
N
ombrado embajador ante la República Popular China por el presidente César Gaviria, me impuse la tarea de leer y estudiar los informes de los Jefes de Misión enviados al Ministerio de Relaciones Exteriores desde el momento en que se restablecieron las relaciones diplomáticas
entre los dos países, es decir, a partir de 1980.
Cuál no sería mi sorpresa al constatar que ello no fue posible porque en
la Cancillería no me los pudieron suministrar, lo que revela la poca importancia
que se le daba al país más poblado de la tierra, y con más futuro.
Me di entonces a la tarea de buscar en la Biblioteca Nacional literatura
sobre la China de ese momento. Entre lo poco que encontré, estaba una historia antigua y, eso sí, el libro rojo de Mao. Más aún, las librerías prácticamente no tenían nada. Es que en 1993 este país asiático no era muy importante
en el concierto internacional. Qué contraste con lo de hoy, 20 años después.
La segunda economía del mundo, que amenaza con ser la más poderosa en
los próximos años. Y aunque el refrán chino dice que los únicos profetas que
se equivocan son los que vaticinan el futuro, yo me atrevería a apostar por ese
primer puesto de China en la economía mundial. Basta pasarle revista a las siguientes cifras: sus inversiones en el extranjero valen 1.8 trillones de dólares,
mientras en 1993 eran 0. Una tercera parte de todas las ventas a los consumidores, representadas en e-commerce (transacciones digitales), en los primeros
cinco meses de 2013, asciende a un total de 224 billones de dólares.
Cuando llegué a China no había aún muchos propietarios, a pesar de la
apertura de Deng Xiaoping, continuada por Jiang Zemin. Hoy en día hay más
de 300 ciudadanos con un patrimonio superior a 326 millones de dólares. Uno
de ellos, el magnate inmobiliario Wang Jianlin, aparece en la revista Forbes con
una fortuna de 22 mil millones. No es poca cosa en un país en el que el poder lo
detenta el Partido Comunista. Algo más asombroso: la cadena cinematográfica
americana AMC fue adquirida por un grupo de empresarios chinos.
37
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
El exembajador Álvaro Escallón Villa en una
de sus frecuentes conferencias sobre China.
Desde luego, lo que ha asombrado a la humanidad y puede señalarse
como ejemplo es que en el corto tiempo que va de la década del 60 del siglo pasado hasta nuestros días, han realizado la hazaña de sacar de la miseria y de la
pobreza a cerca de 600 millones de habitantes.
Fue, precisamente, el 1 de octubre de 1994,
al festejar el aniversario de la Revolución en el Palacio Imperial de Beijing, el momento en el que el
Presidente de China nos dijo: “Cuando llegamos al poder en 1949, de los 840 millones de chinos, el 70% tenía
hambre y vivía en la desolación. Esta noche les puedo garantizar que ningún ciudadano duerme con hambre.”
El contraste con Colombia es desgarrador.
Es triste que todavía tenga vigencia la célebre frase
de Jaime Bateman, el fundador del M-19: “No habrá
seguridad en Colombia mientras haya gente que tenga que salir a atracar con un cuchillo para darle almuerzo a los hijos.”
El consejero político de la Embajada de la
República Popular China en Colombia ha declarado que en su país se conoce poco a Colombia. Alguna responsabilidad debe cabernos. Hay sin embargo signos alentadores. El mismo señor Sun Yi
ha dicho: “Este año los dos gobiernos firmaron un tratado
para la exportación de carne colombiana a China, y estamos
hablando de las carnes de ave y de otro tipo de productos agrícolas, por lo que los productores
colombianos tienen un mercado allá”.
En esta época de tantos TLC y de tanta apertura hacia el Pacífico, llama
la atención que los gobiernos no hayan comenzado la negociación de uno con
un país de 1.300 millones de habitantes. Solo nos resta hacer votos porque Colombia siga descubriendo a China y los chinos a Colombia.
Bogotá, julio de 2015. s
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
38
UNA EXPERIENCIA
INOLVIDABLE
Pablo Echavarría Toro
Exembajador de Colombia en la República Popular China
E
n 1997 tuve el privilegio de ser designado por el presidente Ernesto
Samper para representar a Colombia como Embajador ante el Gobierno de la República Popular China, en ese entonces presidido por
Jiang Zemin, en su calidad de Jefe de Estado y Secretario General del Partido
Comunista.
Hasta mi designación era poco lo que conocía de China, que para mí no
dejaba de ser un país lejano, exótico, enigmático y misterioso. Sin embargo, en
ningún momento vacilé en asumir el reto que generosamente se me ofrecía y
puedo afirmar que mi estadía allí como embajador ha sido la experiencia más
importante que he tenido en la vida. Residir en China significa entrar en contacto con la historia y cultura de un país con una civilización que se remonta a
casi cinco mil años, lo que contribuye a un enriquecimiento espiritual inmenso.
Ser testigo del formidable desarrollo iniciado en 1978 con el proceso de
reforma y apertura al exterior, puesto en marcha por Deng Xiaoping, cambió
por completo mi visión del país y despertó mi interés para estudiarlo a fondo.
Y eso es precisamente lo que he hecho desde que regresé a Colombia en 1999.
El proceso de desarrollo desencadenado por Deng se ha convertido en el más
espectacular de la historia universal, pues afectó a una quinta parte de la población mundial y, de paso, sacó de la pobreza absoluta a más de 500 millones de
personas, como lo afirma el Banco Mundial.
Lo anterior tuve la oportunidad de sentirlo y percibirlo durante el tiempo que permanecí en Beijing. Con las lecturas y estudios posteriores, he podido
comprender la magnitud de las reformas encaradas por China, reformas que
continúan cada vez con mayor profundidad para alcanzar las metas que se ha
fijado el actual gobierno, presidido por Xi Jinping: concluir la construcción de
una sociedad medianamente acomodada cuando se cumpla el centenario de
la fundación del Partido Comunista Chino, en 2021; y para el centenario de
la fundación de la República Popular o la Nueva China, en el 2049, cumplir el
39
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
Ceremonia de entrega a Pablo Echavarría
Toro del Individual Performance Excellence Award
por parte de la señora Liu Yandong, miembro
del buró político del Partido Comunista
Chino, por sus servicios como director del
Instituto Confucio de Medellín, Colombia.
Beijing, diciembre de 2013.
sueño de tener un país moderno y próspero, lo que han denominado como la
gran revitalización de la nación china.
Me parece conveniente destacar que, durante mi encargo diplomático
en China, tuve la oportunidad de gestionar, con las autoridades fitosanitarias
en Beijing, el levantamiento de la restricción a la importación de banano a ese
país, restricción ocasionada porque se le atribuía a la fruta colombiana estar
contaminada por la mosca del mediterráneo. Aclarada la situación, se suscribió
un protocolo durante la visita que realizó a Bogotá, en septiembre de 1998, el
viceprimer ministro chino Wu Bangguo. A finales de ese año, Colombia pudo
exportar nuevamente banano al mercado chino.
Puedo expresar que, desde que regresé de China, he estado de una u
otra forma vinculado a actividades relacionadas con ese país. De hecho, fui promotor del establecimiento del Instituto Confucio de Medellín, que se fundó en
2009 y que, con notable éxito, inició operaciones un año después. Lo anterior
me ha permitido continuar visitando regularmente a China y observar, año tras
año, los cambios tan monumentales que se presentan en esa nación.
No resultó para mi esposa ni para mí difícil ajustarnos a la vida en China. Quizás el hecho de viajar con la mente abierta y con deseos de enriquecernos del contacto con una cultura milenaria contribuyó a sentirnos cómodos
desde el mismo momento de nuestra
llegada a Beijing. Con el paso del
tiempo iríamos notando las diferencias culturales y las iríamos incorporando en nuestro comportamiento
diario. Fue, en nuestro caso, un proceso de aprendizaje sobre la marcha.
Mi labor diplomática me permitió conocer algunos líderes chinos
de muy alto nivel, entre los cuales
destaco al presidente Jiang Zemin, a
los primeros ministros Li Peng y Zhu
Rongyi y al canciller Qian Qichen.
Además, la vida diplomática de Beijing me brindó la posibilidad de establecer relación con un grupo de
embajadores muy calificados y con
representantes de países con gran tradición diplomática, que cuentan con
cancillerías muy profesionales. Este
contacto diario fue también fuente de invaluables enseñanzas. Después de residir un tiempo en un país como China, sin duda, se aprecia el mundo de una
manera distinta.
Finalmente, una de las experiencias más importantes que he tenido en
mi vida fue la presentación de las cartas credenciales que, en China, está ro-
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
40
deada de una etiqueta y protocolo que se remonta a cerca de dos mil quinientos
años, cuando las normas de comportamiento fueron codificadas por Confucio,
el gran pensador chino. Lo que deseo destacar aquí es que después de haber
tenido una conversación formal con el presidente Jiang Zemin y cuando pude
apreciar que se levantaba de su asiento para dar por terminada la entrevista, le
dije: “Señor presidente, usted y yo tenemos dos cosas en común: que ambos somos ingenieros
y que a ambos nos gusta la música de los grandes maestros como Beethoven, Mozart y Schubert”. Al oír lo anterior el presidente se acomodó de nuevo en su silla, me miró
con atención y me dijo: “Y no solamente los grandes maestros de la música sino también
los grandes escritores; además, le confieso que cuando estudié mi carrera de ingeniería la materia que me resultó más difícil fue la química”. Con ello quiso, en una forma por demás
sutil, destacar el hecho de mi profesión de ingeniero químico. Esta anécdota
jamás la podré olvidar pues resulta sorprendente que un personaje como el presidente Jiang, expuesto a considerar diariamente los más complejos problemas,
no solo de China sino del mundo, se haya acordado de lo que leyó en la hoja de
vida del nuevo embajador de un país tan lejano como Colombia.
Marzo de 2015. s
41
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
RODRIGO QUERUBÍN:
EMBAJADOR PARA
EL FIN DE SIGLO
Mientras tu padre viva busca sus propósitos; cuando muera observa sus pasos.1
Confucio
E
1. Flor Romero y Rodrigo Querubín Londoño, La Sabiduría del Dragón.
n la década de los 40 nació en Colombia Rodrigo Querubín Londoño,
la misma época en la que se publicaba un libro que agitaría la literatura universal, El Principito, del escritor y aviador francés Antoine de
Saint-Exupéry. Este libro cautivaría a todas las generaciones venideras y enseñaría, entre muchas otras cosas, que “Solo se ve bien con el corazón. Lo esencial es
invisible a los ojos”.
En esa década el mundo cambiaría radicalmente como consecuencia
de la Segunda Guerra Mundial, mientras que en la China se dio la Segunda
Guerra Sino-Japonesa, de la cual el gigante asiático saldría victorioso pero con
grandes pérdidas humanas.
En los años 60, en el programa de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de los Andes, se estudiaban dos años del pregrado en Bogotá y luego los
alumnos debían terminar su carrera en Estados Unidos. Fue así como Rodrigo
Querubín comenzó sus estudios en Bogotá y los continuó y finalizó en la prestigiosa Universidad de Pittsburg, en tiempos de grandes conflictos que sin duda
forjaron su pensamiento. Eran los álgidos años de la Guerra Fría, en los cuales
llegó a la presidencia norteamericana John F. Kennedy, para ser asesinado dos
años después, cuando el mundo aún sentía la zozobra de una guerra nuclear
avivada por la Crisis de los Misiles. Pero también era un mundo esperanzador y
de logros, en el que Yuri Gagarin se convirtió en el primer ser humano en el espacio y en el que, a unos 300 kilómetros del claustro, Martin Luther King pronunciaba el memorable discurso contándole a su país y al mundo que él tenía
un sueño de igualdad y hermandad para los negros.
En 1964, se graduó como Ingeniero Eléctrico de la Universidad de los
Andes; después, como Magister en la misma área en la Universidad de Pitts-
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
42
burg; tiene estudios de posgrado en Electrónica Digital del Instituto Internacional Philips de Holanda, y es profesional en Alta Gerencia de la Universidad de
los Andes y doctor en Ciencias de la Computación de la Universidad de Texas.
Su actividad docente se desarrolló en las universidades de
Pittsburg y Texas y, principalmente, en la Universidad de los Andes, donde, además, fue cofundador y Director del Departamento de Ciencias y Computo e Ingeniería Eléctrica.
Rodrigo Querubín se distinguió en todos los aspectos de
su vida; fuera del ámbito académico, su pensamiento práctico lo
llevó a ejercer como consultor de diversas empresas y a fundar y
presidir una firma consultora en las áreas de la informática, telecomunicaciones y control.
Fue Embajador de Colombia en la República Popular
China entre 1999 y 2001. Sin duda, China fue su “arco toral”,
ya que le permitió ser testigo de excepción de los cambios acelerados de la China moderna, los cuales, a su vez, cambiarían la
arquitectura mundial por completo.
El embajador Querubín presentó Cartas Credenciales en
el Palacio del Pueblo de Pekín, ante el entonces presidente Jiang
Zemin. Pasado el protocolo, fue llamado aparte y el Presidente le
dijo, en perfecto inglés: “Tenemos algo en común: ambos somos ingenieros
eléctricos y esto es un buen comienzo”.2 Efectivamente, gran parte de la
dirigencia China se caracteriza por haber cursado estudios de ingeniería, situación que seguramente abrió muchas puertas para el
representante colombiano. Sus labores se destacaron prontamente y trabajó de manera ardua por estrechar los vínculos políticos
y comerciales; su mayor logro estuvo en su intelectualidad pues no solo procuró
cumplir un listado de funciones sino que se preocupó por entender al pueblo
chino, a sus gobernantes y a la cultura milenaria.
Gracias al trabajo del embajador, al apoyo de la cancillería y al interés
del Presidente de la República, se concretó lo que sería la segunda visita de un
Jefe de Estado Colombiano a la República Popular China. El presidente Andrés Pastrana se reunió con el presidente de la Asamblea, el primer Ministro
y el presidente de China para impulsar la inversión en Colombia en diferentes
campos y aumentar el intercambio comercial entre ambos países.
Rodrigo Querubín nunca ocultó su especial afecto por China y así lo
afirmó en un texto: “Fue la calurosa recepción de su gente y de los funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores de China lo que me marcó para siempre y suscitó en mí un entrañable cariño por este país…” Este sentimiento lo llevó a profundizar en su cultura
y a escribir libros sobre el país asiático, tales como Mis experiencias en China, La
sabiduría del Dragón y El sorprendente despertar de China.
En 1999, estando en China, un fuerte terremoto afectó la Zona Cafetera colombiana; ante este hecho se inició la campaña “todo niño merece una
sonrisa” para conseguir juguetes que serían entregados en navidad a los niños
43
Imagen de Rodrigo Querubín Londoño
tomada durante su posesión como Embajador
en Malasia, en octubre de 2011.
2. Rodrigo Querubín Londoño, “Mis experiencias en China”, en Revista Perspectiva, 2006.
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
afectados por el sismo. Apoyándose en la Asociación de Mujeres de China, Colombia recibió una donación de más de 15.000 juguetes.
Su valiosa experiencia como diplomático lo hizo merecedor, en 2011, de
repetir el encargo como Embajador de Colombia, en esta ocasión ante Malasia.
El jueves 8 de enero de 2015, con profunda tristeza para su esposa, doña
Antonia Maldonado, sus hijos, Cristina, Pablo y Laura, amigos, colegas, estudiantes y el cuerpo diplomático colombiano, se llevaron a cabo las exequias del
señor Rodrigo Querubín Londoño. s
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
44
EL EMBAJADOR VÉLEZ:
MEDALLA DE PLATA
Solo cuando todos aportan madera se puede construir una hoguera grande.
Sabiduría popular china
E
n el 2004, el presidente Álvaro Uribe Vélez llegaba a la mitad de su
primer mandato y Guillermo Ricardo Vélez trabajaba como Director
de la oficina de la otrora Proexport, hoy Procolombia. En mayo de ese
año, este exitoso directivo fue designado como el octavo Embajador de Colombia ante la República Popular China, lugar en el que representaría al país
durante los siguientes siete años. Desde el momento en que asumió el cargo,
mantuvo un derrotero fijo: estrechar los lazos comerciales entre los dos países.
“El Gobierno de Colombia ha puesto mucho interés en los mercados asiáticos, especialmente
en el chino, que es el mercado más dinámico del mundo”. Desde entonces manifestó que
no solo China brindaba oportunidades para la venta de commodities colombianos, sino que Colombia podría convertirse en una excelente plataforma para
la inversión China y el aprovechamiento del mercado norteamericano desde
territorio nacional.
El 2008 fue, sin lugar a dudas, un año de esplendor para la República
Popular China. El gigante rojo inauguró los Juegos Olímpicos de Beijing con
la majestuosidad propia de una potencia cultural, rica en expresiones artísticas
y colmada de historia ancestral. El 8 de agosto de 2008, ante la admiración del
mundo, el Estadio Nacional de la capital, más conocido como el “Nido de Pájaro”, se iluminó con incontables fuegos artificiales y vibró con la escenificación
de las etapas de la historia china, representadas en un espectáculo de luces y
colores de más de cuatro horas.
Mientras los ojos del mundo se enfocaban en el gigante asiático, Colombia mantenía intacta su fe en la delegación colombiana que, con esperanza,
buscaba lograr los mayores reconocimientos del mundo deportivo. El embajador Vélez estuvo al frente de las gestiones para concretar el arribo de la, hasta
entonces, mayor delegación olímpica de la historia de Colombia, con 67 atletas,
entre los cuales se contaba el pesista caleño Diego Salazar y la luchadora Jackelin Rentería. Coetáneamente, fue el anfitrión del Ballet Folclórico de Antio-
45
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
El exembajador Guillermo Ricardo Vélez en
el evento El sueño chino y la década de Xi Jinping,
organizado por la Cámara Colombo-China
de Inversión y Comercio.
quia, que participaba en los actos culturales organizados durante
las justas.
Los esfuerzos del gobierno, del embajador y principalmente de los deportistas, comenzaron a dar frutos. Las alegrías no se
hicieron esperar. Jackeline Rentería logró la medalla de bronce
en la categoría de Lucha Libre hasta 55 kilos y Diego Salazar, con
28 años, 62 kilos de peso y muchas ilusiones, levantó un total de
305 kilos, consagrándose como el segundo mejor del mundo en
su categoría y obteniendo la medalla de plata olímpica; la de oro
se quedó en casa, pues la obtuvo el chino Zhan Xiangxiang.
A la par de esta jubilosa representación del Comité Olímpico Colombiano, el embajador Vélez se destacó por incrementar el flujo comercial en el septenio que estuvo al frente de la
representación diplomática y daría pasos definitivos para la consolidación de las relaciones de amistad y de cooperación entre las
dos naciones.
Su experiencia laboral como director de Proexport en Londres, durante cinco años –tiempo en el que se le conoció como el
“corresponsal radial”–, marcó su tendencia a buscar el fortalecimiento de los vínculos comerciales con China y la visión de acercarnos más a un país que, por su potencial, atrae y concentra toda
la atención: “Hay inversión, hay turismo, hay conocimiento... Estoy muy
contento, sin duda, y creo que ahora empieza otro camino, el del siglo XXI, que
será el siglo de China y Latinoamérica”, afirmó durante la ceremonia de
despedida de su cargo como Embajador en el año 2011.
En el 2005, en el marco de la celebración de los 25 años
del establecimiento de relaciones diplomáticas, el presidente
Álvaro Uribe Vélez visitó China junto con una delegación de empresarios y
miembros del sector académico. Allí, expresó al gobierno chino su interés en
obtener para el país inversión en los sectores de petróleo, industria textil, confecciones, agropecuario y de turismo. Esta intención se vería complementada
años después cuando, en 2008, se reunió con su homólogo Hu Jintao en Lima,
encuentro que dio como resultado la firma del Acuerdo de Promoción y Protección de Inversiones (APPRI) entre ambos países. Es de resaltar que este acuerdo
es uno de los grandes éxitos de la labor adelantada por el embajador Vélez, ya
que a través del mismo se facilitó la creación de un ambiente estable y previsible
que brinda protección a las inversiones, lo cual se ve materializado en medidas
de Trato Nacional y Trato de Nación Más Favorecida.
A pesar de que sus gestiones se enfocaron en el aumento del comercio, la
diversidad temática marcó los años que estuvo al frente de la delegación diplomática. En materia de cooperación económica se logró la suscripción de cinco acuerdos bilaterales. Por otra parte, con el fin de impulsar la cooperación
técnica y científica, se llevó a cabo la Tercera Comisión Conjunta, con la que
se buscó firmar acuerdos de cooperación en temas de arroz híbrido y centros
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
46
tecnológicos. De igual forma, se incrementaron los intercambios de expresiones
culturales y educativas: mientras Colombia mostraba sus diferentes grupos de
bailes folclóricos y de salsa en China, en 2006, Bogotá fue custodiada durante
seis meses por los famosos Guerreros de Terracota de Xi’an, que resultó ser la
exhibición más visitada en la historia del Museo Nacional. Desde ese mismo
año, cerca de 40 estudiantes colombianos son becados cada año por el gobierno
chino y 20 estudiantes provenientes de este país se benefician del Programa de
Movilidad Estudiantil del ICETEX.
“En China hay que estar, y estar mirando a largo plazo”, afirmó el embajador
Vélez e identificó, desde antes de iniciar sus funciones en la representación diplomática en 2004, el marco amplio de oportunidades ofrecidas por este país,
así como la necesidad de profundizar lazos de amistad a pesar de las limitaciones de distancia e idioma. A partir de esta época, empresarios colombianos evidenciaron la premura de mirar este potencial mercado y los beneficios que, a
futuro, representaría fomentar intercambios comerciales con este fuerte actor.
El interés de Guillermo Ricardo Vélez por la República Popular China no terminó con el fin de sus gestiones como representante del país. Por el
contrario, su inquietud por continuar trabajando en el fortalecimiento de los
lazos bilaterales se materializa actualmente en su participación como miembro
honorario de la Cámara Colombo China de Inversión y Comercio, entidad
creada en el año 2010 por la Fundación Colombiana del Pacífico, la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), la Federación Nacional de
Comerciantes (FENALCO), la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC),
el Embajador en Misión Especial para Expo Shanghai 2010, Gustavo Gaviria
Ángel, Araujo Ibarra & Asociados, y un selecto grupo de empresarios. Desde
allí, se han impulsado una serie de acciones para articular y facilitar los esfuerzos bilaterales tendientes al desarrollo e incremento de oportunidades comerciales, de inversión, así como las alternativas de intercambio cultural entre los
dos países.
Tras el paso del embajador Vélez, China se transformó en uno de los
principales socios comerciales para Colombia; igualmente, se logró que un mayor grupo del sector empresarial colombiano ampliase la visión de expandir las
fronteras y desafiar las limitaciones, para integrarse con un mercado dinámico
y en constante crecimiento. Sus permanentes esfuerzos fueron trascendentales
a la hora de moldear este nuevo paradigma de acercamiento; como diría el propio Embajador al dejar la representación diplomática, Colombia y China “ya no
se sienten lejos”. Su labor en pro de las relaciones bilaterales continúa y sin lugar
a dudas, su conocimiento y experiencia brindarán elementos enriquecedores
para las relaciones a futuro entre las dos naciones. s
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CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
VISITAS DE
ALTO NIVEL
LAS VISITAS DE LOS
DIRIGENTES CHINOS A
COLOMBIA
Huang Hua, el primero
Entre el 7 y el 10 de agosto de 1981, nos visitó por primera vez un funcionario de alto rango del gobierno chino, el señor Huang Hua, destacado dirigente del Partido Comunista Chino y canciller de China en ese momento,
quien arribó a Bogotá en compañía de su esposa, del vicecanciller, Pu Shouchang, del subdirector del Departamento de América y Oceanía, Yang Mai, y
del subdirector del Departamento de Protocolo de la Cancillería, Cao Yuanxin.
La importante delegación estuvo acompañada por nuestro primer embajador en ese país, el industrial Julio Mario Santo Domingo.
Hu Jintao visitó Colombia antes de ser presidente
En 1997, cuando era el miembro del Comité Permanente del Buró Político del Partido Comunista de China, Hu Jintao
visitó Colombia con una delegación de más de 60 empresarios.
Deseaba afianzar no solo la amistad, sino la extensión de muchos
negocios entre los dos países. Se entrevistó con el presidente Ernesto Samper, con los líderes del Congreso y con la Junta de la
Asociación de la Amistad Colombo-China. En el año 2003, la
Asamblea Nacional Popular lo eligió como Presidente de la República Popular China.
La visita oficial de Xi Jinping a Colombia
Xi Jinping, entonces vicepresidente de China, arribó a Cartagena el 14
de febrero de 2009, iniciando una visita oficial de tres días a Colombia. Vino en
compañía de una delegación compuesta por altos funcionarios del Gobierno y
empresarios chinos, con el objetivo de “reforzar la amistad, ampliar el consenso, profundizar la cooperación y promover el desarrollo entre los dos países”. El
51
Hu Jintao (centro), miembro del Comité
Permanente del Buró Político del Partido
Comunista de China, con la Junta Directiva
de la Asociación de la Amistad ColomboChina, en el Hotel Tequendama de Bogotá,
en 1997.
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
El vicepresidente chino, Xi Jinping, saluda
al presidente de Colombia, Álvaro Uribe,
durante su visita a Cartagena, en febrero
de 2009. Aparece, atrás, Francisco Santos,
vicepresidente de Colombia.
presidente Álvaro Uribe recibió al señor Xi en la Casa de Huéspedes Ilustres y allí tuvo lugar también un evento en el que la alcaldesa Judith Pinedo lo declaró huésped de honor y le entregó
las llaves de la ciudad.
A continuación, el Vicepresidente chino se trasladó a
Bogotá para sostener una reunión de trabajo con su homólogo
colombiano, Francisco Santos, con quien suscribió una serie de
acuerdos bilaterales de cooperación. Aparte de estos encuentros
con el ejecutivo colombiano, el señor Xi se entrevistó también
con dirigentes del Congreso y con los presidentes del Senado,
Hernán Andrade, y de la Cámara de Representantes, Germán
Varón, quienes le condecoraron con la Medalla de Gran Cruz
Extraordinaria.
No podía faltar el contacto personal con la Asociación de
la Amistad Colombo-China, en reunión celebrada en el Hotel
Radisson de la capital.
Visita de Li Changchun en 2012
El 23 de abril de 2012, Li Changchun, en calidad de miembro del Comité Permanente del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista
Chino, comenzó su visita a Colombia. El señor Li se reunió con el presidente
colombiano Juan Manuel Santos e intercambió opiniones de forma profunda
con los dirigentes del gobierno, el congreso y los partidos de Colombia sobre el
ulterior fomento y desarrollo de las relaciones binacionales, así como relevantes
temas internacionales y regionales de interés común.
En esta ocasión, se firmaron ocho instrumentos de cooperación y cultura. Además, entre el Ministerio de Cultura de China y el Teatro Mayor Julio
Mario Santo Domingo, se estableció otro compromiso para la organización de
la temporada china contemporánea y se avanzó en el establecimiento del Instituto Confucio en la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano.
Li Changchun, miembro del Comité
Permanente del Buró Político del Comité
Central del Partido Comunista Chino, con el
presidente Juan Manuel Santos.
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
52
El encuentro entre Xi Jinping y Juan Manuel Santos en 2014
En julio de 2014 se celebró la Cumbre de Líderes de China y la CELAC
en Brasilia. Durante su estadía, el señor Xi Jinping, ya como primer mandatario de su país, se reunió con su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, a
quien felicitó por su reciente reelección como presidente. Los dos líderes acordaron “apalancar y dar un salto en las relaciones bilaterales, así como en la cooperación de China con América Latina y el Caribe en su conjunto”, a través de
“esfuerzos mancomunados”.
Visita del presidente de la Asamblea
Nacional Popular China, Zhang Dejiang,
a Colombia
El presidente del Comité Permanente de
la Asamblea Nacional Popular China, Zhang Dejiang, estuvo en Colombia entre el 23 y el 25 de noviembre de 2014, en vísperas del 35º aniversario de
las relaciones diplomáticas entre los dos países.
Durante esta visita, el máximo legislador
chino tuvo un encuentro con el presidente Juan
Manuel Santos en la Casa de Nariño. De igual manera, el señor Zhang se entrevistó por separado con
los presidentes del Senado y de la Cámara de Representantes de Colombia, José David Name Cardozo y Fabio Raúl Amín Saleme, respectivamente.
En el Capitolio Nacional, el presidente Zhang fue
condecorado con la Gran Cruz Extraordinaria con
Placa de Oro.
53
Brasilia, julio de 2014. Cumbre de Líderes de
China y la CELAC.
Zhang Dejiang, presidente del Comité
Permanente de la Asamblea Nacional Popular
China, recibe la Gran Cruz Extraordinaria
de manos del presidente del Senado de
Colombia, José David Name.
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
El primer ministro de China, Li Keqiang, en
visita oficial a Colombia en mayo de 2015, con
el presidente Juan Manuel Santos.
La visita del primer ministro chino, Li Keqiang
Una nueva demostración del buen momento que conocen las relaciones
colombo-chinas la constituyó la visita del primer ministro Li Keqiang, el 21 de
mayo de 2015, en el contexto de una gira latinoamericana que lo llevó también
a Brasil, Perú y Chile. Esta es la visita del más alto funcionario del Gobierno
chino, desde que se abrieron las relaciones diplomáticas entre los dos Estados.
Durante día y medio este Primer Ministro chino mantuvo una reunión
de trabajo con el presidente de Colombia Juan Manuel Santos, en la que se
abordaron temas de cooperación bilateral así como asuntos multilaterales de
mutuo interés de una manera constructiva y fructífera. Los dos líderes coincidieron en que, a futuro, los dos países deberán asegurar la implementación
efectiva de los proyectos y actividades que han concebido de manera conjunta,
lo cual les permitirá contar con una base sólida para promover otros de mayor
envergadura y propiciar el equilibrio de la balanza comercial.
En presencia de los dos mandatarios se suscribieron doce nuevos instrumentos orientados al fortalecimiento y profundización, entre otros, de la cooperación en comercio, infraestructura, finanzas, agricultura, cultura, educación
y turismo, y de ayuda para conseguir la paz; con ellos se busca, por sobretodo, impulsar la producción nacional y la actividad comercial, de lo cual China
es un ejemplo para el mundo. Además, el primer ministro Li y el presidente
Santos asistieron al Encuentro Literario Sino-Colombiano, con presencia del
premio Nobel Mo Yan y los escritores Tie Ning, Santiago Gamboa y Horacio
Benavides, entre otros. s
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
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35 AÑOS DE RELACIONES
DIPLOMÁTICAS: UNA
MIRADA A TRAVÉS DE LAS
VISITAS DE ALTO NIVEL
Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia
E
l 7 de febrero de 1980 Colombia y la República Popular de China establecieron relaciones diplomáticas marcando así el inicio de un acercamiento de grandes dimensiones para nuestra política exterior, respaldado por el reconocimiento del principio de “Una Sola China”. Como lo expresó
el primer Embajador colombiano ante el Gobierno chino, era un acercamiento
a “un país fascinante lleno de misterio y de embrujo como ningún otro”. Pero era, así mismo, acercarse a una nación que implementaba grandes reformas económicas y
de apertura a los mercados internacionales que, rápidamente, lo proyectarían
como una de las mayores potencias económicas del mundo.
Años 80 y 90: La construcción de los cimientos de una relación
de amistad y cooperación
A pesar de los numerosos retos que enfrentaba cada uno de los dos países, los vínculos de amistad y cooperación entre ellos conocieron un afianzamiento progresivo. A fines de la década de los 80, el entonces presidente de
Colombia, Virgilio Barco Vargas, realizó una visita oficial a las naciones de la
región del Asia-Pacífico que empezaba a considerarse como uno de los centros
más dinámicos en materia de desarrollo y crecimiento. Lamentablemente, y
por razones de salud del Jefe del Estado colombiano, la visita a la República
Popular de China tuvo que ser cancelada.
La primera visita de un mandatario colombiano a la República Popular
de China la efectuó el presidente Ernesto Samper Pizano, en 1996, acompañado por su esposa y una delegación de alto nivel, integrada por la canciller
María Emma Mejía y el entonces embajador de Colombia en el Japón, Pedro
55
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
Felipe Valencia. Sus reuniones con el presidente Jiang Zemin, condujeron a la
suscripción de los primeros acuerdos en materia de cooperación técnica para la
agricultura, medio ambiente y transformación tecnológica rural.
Durante estos encuentros, el presidente Jiang Zemin resaltó la importancia que tiene para China el reconocimiento de su integridad territorial y destacó la manera como Colombia ejercía la Presidencia del Movimiento de Países
No Alineados. Esta primera visita marcó la tendencia de futuros encuentros entre los dos países y permitió a China calificar a Colombia como un país “socio
en cooperación”.
En mayo de 1999, el entonces presidente Andrés Pastrana Arango visitó
la República Popular de China, ocasión que fue calificada por los medios de comunicación como una visita “corta, pero nutrida”. En esta oportunidad se reunió con el presidente Jiang Zemin, con el primer ministro Zhu Ronngji y con
el presidente de la Asamblea Nacional Popular, Li Peng. Este encuentro sirvió
para estrechar los lazos binacionales y para relievar la importancia de la inversión china en Colombia en distintos sectores y para incrementar el intercambio
comercial entre los dos países.
El presidente Álvaro Uribe Vélez durante su
visita a China en el año 2005. De pie, a su
derecha, vemos a Ricardo Galán, su secretario
de prensa.
Los años 2000 y el afianzamiento de las relaciones
En su visita oficial a China, en 2005, el presidente Álvaro Uribe Vélez
manifestó al presidente Hu Jintao su interés en que empresas chinas invirtieran
en Colombia en la exploración de petróleo, en el sector agropecuario y en las industrias textilera, de confecciones y del turismo.
En un segundo encuentro durante la Cumbre de APEC, en Lima, en noviembre de 2008, se suscribió el Acuerdo para la Promoción y Protección de Inversiones que impulsó de manera significativa el intercambio y la inversión bilateral.
A partir de 2010 China se convirtió en el segundo socio
comercial de Colombia, precedido únicamente por los Estados
Unidos de América. De acuerdo con las cifras del Ministerio de
Comercio, Industria y Turismo de Colombia correspondientes a
2015, el intercambio comercial creció 15 veces en la última década pasando de USD1.025 millones en 2004 a USD17.545 millones en 2014.
Con la visita del vicepresidente de la república, Francisco
Santos Calderón, a China en el año 2006, se impulsaron los intercambios culturales y educativos. Actualmente, estudiantes colombianos y chinos se benefician del Plan Educativo 2015-2018.
Durante este trienio, 90 becarios colombianos adelantarán su postgrado en
China y 18 becarios chinos lo harán en Colombia. De otra parte la conclusión
de diversos acuerdos en las esferas de la cultura y el deporte han producido un
mayor acercamiento entre los dos países.
La última visita de un Jefe del Estado colombiano a la República Popular
de China la realizó el actual presidente, Juan Manuel Santos Calderón, en ma-
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
56
yo de 2012 y suscribió varios instrumentos de cooperación bilateral en materia
agrícola, energética y minera.
Durante la administración del presidente Santos Calderón las relaciones
entre Colombia y la República Popular de China se han desarrollado gracias a
la realización de consultas políticas y a la implementación de memorandos de
entendimiento e instrumentos para la ejecución conjunta y la financiación de
sectores como el de la infraestructura, el comercio, la agricultura, la educación
y la cultura.
Beijing, mayo de 2012. De izquierda a
derecha, la canciller Holguín, el presidente
Santos, el primer ministro Li y el embajador
Wang.
35 años de relaciones bilaterales
En febrero de 2015 se conmemoraron los 35 años del establecimiento de
relaciones diplomáticas entre Colombia y la República Popular de China.
Los líderes de los dos países han coincidido en la oportunidad que ofrece
la celebración de esta efeméride para reflexionar sobre la relación bilateral y los
retos y las oportunidades futuras.
Es pertinente señalar que los esfuerzos desplegados por los mandatarios
colombianos por incentivar la inversión china en el país han producido excelentes resultados que se evidencian con el reciente ingreso de grandes empresas
como Huawei, Fotón y Sinopec que contribuyen sustantivamente al desarrollo
de Colombia.
El Gobierno chino ha establecido en reconocidas universidades colombianas la presencia del Instituto Confucio, y ha efectuado numerosas donaciones que han fortalecido entidades educativas del orden nacional y promovido
los intercambios entre los dos países.
Una nueva demostración del buen momento que conocen las relaciones
57
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
colombo-chinas la constituyó la reunión que el primer ministro Li Keqiang sostuvo con el presidente Santos Calderón en Colombia, en mayo de 2015, en el
contexto de la gira latinoamericana que lo llevó también a Brasil, Perú y Chile.
Los dos líderes coincidieron en que el punto más fuerte de la relación es, actualmente, el comercio. Igualmente, resaltaron la importancia de diversificar la
agenda y, para el efecto, suscribieron doce nuevos instrumentos orientados al
fortalecimiento y profundización, entre otros, de la cooperación en agricultura,
inversión, educación y cultura.
A futuro, los dos países deberán asegurar la implementación efectiva de
los proyectos y actividades que han concebido de manera conjunta, lo cual les
permitirá contar con una base sólida para promover otros de mayor envergadura y propiciar el equilibrio de la balanza comercial.
Estos son algunos de los resultados de 35 años de relaciones diplomáticas
que cada día avanzan con mayor ímpetu, 35 años de fortalecer los vínculos de
amistad y cooperación entre dos pueblos diversos pero unidos en su propósito
de asegurar la prosperidad para sus gentes y de garantizar para el mundo un
entorno de paz y seguridad para la humanidad. s
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
58
VIAJE
PARLAMENTARIO A
CHINA EN 1959
Joaquín Franco Burgos*
E
n 1959 se realizó el primer “viaje parlamentario”, pues
obtuvimos una invitación del parlamento de Checoeslovaquia y fui incluido en la comisión de viaje por la Cámara de Representantes, presidiéndola.
Yo recordaba que en 1952 el parlamentario bolivarense
y amigo Ernesto Carlos Martelo, había promovido una visita de
congresistas colombianos a Corea, para informarse sobre nuestra
delegación militar en oriente. Todo estaba organizado y los Estados Unidos apoyaban la idea, suministrando transporte, pero vino el torpedo: un editorial del periódico El Siglo, ideado por Laureano Gómez, en contra del viaje, motivó su fracaso. Por lo tanto,
nuestro periplo estaba en manos del dictamen del “monstruo” y
me comisionaron para que hablara con él e indagara su opinión.
Así lo hice, en diciembre del 58, cuando fui a visitarlo, con
el pretexto del fin del año, a su finca de tierra caliente. Hablé con
el doctor Gómez generalidades de la política y cuando le abordé
sobre el viaje, su silencio fue completo; me escuchaba con atención, pero en el momento en que le manifesté que el proyecto se
extendía hasta la China comunista, me dijo que estaba interesado en que me
informara sobre el programa de Comunas del gobierno de Mao Tse Tung. Yo
me dije: “ya este escollo está resuelto”.
No teníamos pasajes aéreos para llegar a Europa; y tampoco viáticos oficiales, pues el canciller Julio César Turbay Ayala no veía con buenos ojos este
asunto, por la falta de relaciones con los países comunistas. Conociendo los comisionados mi parentesco con Sabas Pretelt Martínez, Vicepresidente Ejecutivo de Avianca, se me encomendó la tarea de pedirle los pasajes hasta París.
59
Joaquín Franco Burgos saluda a Mao.
* Texto y fotografías enviados por Mauricio
Franco, nieto del autor. Se mantuvo la ortografía de los nombres chinos del original.
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
Primera delegación de parlamanetarios
colombianos a China, recibidos por el
presidente Mao Tse Tung y por el líder Liu
Shaoqi. Entre otros, aparecen Bernardo
Guerra Serna, Germán Bula Hoyos y señora,
Jaime Angulo Bossa y Joaquín Franco Burgos
y señora. Le expliqué la situación a Sabas y me pidió una carta, por ejemplo de Álvaro
Gómez Hurtado, manifestando la complacencia de que Avianca colaborara
en este viaje parlamentario. Recuerdo que el senador Ramón Martínez Vallejo
afirmó que si el mono Franco Burgos no conseguía esa carta, estábamos perdidos. Hablé con Álvaro y su respuesta fue inmediata: “Dile a mi secretaria que haga la carta y tráemela para firmarla”.
Partimos hacia París a finales de abril del 59
y se inició nuestro largo periplo por los países orientales de Europa y China, con nuestra asistencia a la
manifestación del 1 de mayo, en Praga, para terminar a fines de junio en Pekín.
Me haría largo dar detalles sobre esta experiencia, en especial lo fastidiosa que fue la compañía de ciertos parlamentarios izquierdistas, en lo
que ellos llamaban “paraíso”. Pero hay dos pasajes
dignos de mención.
Tuvimos audiencia con el Primer Ministro y quien más tarde fue Presidente de la URSS,
Anastasio Mikoyán; nunca he tratado con un hombre tan sectario como este. Su charla la dedicó a
denigrar de los Estados Unidos de América, manifestando que los gringos jamás habían estado en
guerra y que quienes ganaron la Segunda Guerra Mundial fueron ellos, los soviéticos. Yo me atreví a presentarle mi desacuerdo, lo que al hombre no le gustó; esto me puso mal, por ser su invitado.
De Moscú viajamos a Pekín y allí la cosa fue de otro orden. Recuerdo
que estábamos en un banquete y antes de la comida nos sirvieron el trago más
fuerte que he probado. Puse mala cara y los amigos chinos de mi mesa me preguntaron si quería otro; yo acepté y me lo brindaron, pero yo les reclamé que
era para todos. Después del quinto, los orientales, que son menos corpulentos
que yo, rodaban bajo la mesa, mientras yo hacia lo que nunca he hecho ni en el
baño de mi casa: tomé el micrófono y me puse a cantar. Cuando mi esposa me
vió, me reprendió por haberme emborrachado. Al día siguiente era mi esperada entrevista con Mao. Cuando llegamos a Palacio, ya el mandatario estaba
informado de los acontecimientos de la noche anterior. Al extenderle la mano
para saludarlo, el hombre me dijo (con traducción simultánea): “Doctor Franco, el ron chino es fuerte”. s
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
60
35 AÑOS
DE RELACIONES
BILATERALES
¡CELEBRACIÓN DE LOS
35 AÑOS DE RELACIONES
BILATERALES!
E
n febrero de 2015 se conmemoraron los 35 años del establecimiento
de relaciones diplomáticas entre Colombia y la República Popular de
China. Los líderes de los dos países han coincidido en la oportunidad
que ofrece la celebración de esta efeméride para reflexionar sobre la relación
bilateral y los retos y las oportunidades futuras.
La canciller colombiana, María Ángela Holguín Cuéllar, y el embajador chino, Wang Xiaoyuan, tuvieron el gusto de presidir la celebración del 35º
aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre las dos naciones, el 2 de febrero de 2015, en la Cancillería de Colombia. El evento contó
con la presencia de la Ministra de Cultura, Mariana Garcés Córdoba, la viceministra de Cancillería, Patti Londoño Jaramillo, exembajadores colombianos
en China y funcionarios de diferentes entidades gubernamentales, así como el
cuerpo diplomático y representantes de sectores empresariales, académicos y
de la comunidad china en Colombia.
La ministra María Ángela Holguín Cuéllar
se dirige a los asistentes durante el acto de
celebración de los 35 años de relaciones
bilaterales, realizado en el Palacio de San
Carlos. A su izquierda, aparece el embajador
Wang Xiaoyuan.
63
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
Ópera de Beijing
En el marco de estas celebraciones por el 35º
aniversario, el día 2 de febrero de 2015 se presentaron los espectáculos de la tradicional Ópera de
Beijing en el emblemático Teatro Colón del centro
de Bogotá.
Para esta ocasión, el Grupo de Opera Beijing de Tianjin ofreció tres actos independientes,
llenos del color, el histrionismo y la acrobacia propios de este arte tradicional chino, declarado por la
Unesco como patrimonio cultural e inmaterial de
la humanidad.
La canciller Holguín y el embajador Wang
con representantes del Grupo de Ópera
Beijing de Tianjin.
Encuentro literario con presencia del primer
ministro de China, Li Keqiang, el presidente
de Colombia, Juan Manuel Santos, el premio
Nobel Mo Yan y los escritores Tie Ning,
Santiago Gamboa y Horacio Benavides.
Encuentro literario sino-colombiano con premio Nobel abordo
En su visita a Colombia, con motivo del 35º aniversario de las relaciones
diplomáticas, el señor Li Keqiang vino con una pléyade de intelectuales y literatos de su país, ministros y directores de grandes empresas.
Una de las personalidades del intelecto que fue protagonista de los conversatorios fue la señora Tie Ning, presidenta de la Asociación de Escritores de
China y autora laureada, con más de 20 novelas publicadas. Se destacó también la presencia del Premio Nobel de Literatura del 2014, Mo Yan, quien en
dos amplias conversaciones demostró por qué se hizo acreedor al premio, revelando su personalidad sencilla y humilde y la sinceridad de sus palabras. Un
hombre de origen campesino y de gran calidez, dueño de un humor cáustico,
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
64
como su obra, que no es más que el reflejo exacto de la condición humana de
los campesinos chinos.
También fueron presentados, tanto en la Universidad de los Andes como en el Salón Bolívar de la Cancillería, con la asistencia del Presidente de la
República, los cuatro autores de narrativa, poesía y teatro más vendidos en ese
país asiático. En sus cordiales intervenciones se solazaban al pronunciar el nombre del Nobel García Márquez, quien, al decir de Mo Yan, fue el inspirador de
su propio trabajo. No obstante, tomó cuidadosa distancia del realismo mágico,
pues en China la vida de la gente está impregnada de esa atmósfera macondiana; dijo que en su pueblo no había que fantasear demasiado para escribir obras
de ficción, pues bastaba con observar la vida misma de sus coterráneos.
Ping-Pong para celebrar los 35 años
Finalmente, cabe mencionar dentro de estos actos de celebración, la
realización del torneo de tenis de mesa “Copa Amistad China-Colombia”, en
el Centro de Alto Rendimiento de Bogotá, que transcurrió simultáneamente
con la visita del Primer Ministro Chino.
El evento contó con el patrocinio de la Embajada de China, Coldeportes y la Federación Colombiana de Tenis de Mesa. Algunos de los campeones
de la Liga de Ping-Pong de Bogotá se enfrentaron a jugadores chinos, expertos
en la materia, y no les fue mal. Incluso, varios de los encuentros fueron ganados por colombianos. Coldeportes y la Embajada otorgaron los premios y
condecoraron a los participantes. Al terminar el campeonato se ofreció una
recepción. s
65
Los participantes en el torneo de tenis de mesa
“Copa Amistad China-Colombia”, junto al
embajador Wang Xiaoyuan, sexto desde la
izquierda.
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
ASOCIACIÓN
DE LA AMISTAD
COLOMBO-CHINA
NECESARIO
RECONOCIMIENTO
Prehistoria de la asociación de la amistad con China por
Javier Sánchez Segura1 y Jaime Moreno García
L
uego de transcurridos 35 años del establecimiento de los vínculos entre
los gobiernos de la República Popular China y Colombia es posible
afirmar que la historia de dicho proceso y de cómo se han desenvuelto
estas relaciones está relativamente bien documentada y que discurre de forma
paralela a la conformación de la Asociación de la Amistad Colombo-China.
Fue precisamente la existencia de esta organización la que potenció los factores externos e internos que hicieron posible que Colombia diera el paso –algo
tardío respecto de otros países de la región pero importantísimo en su política
exterior– de establecer relaciones con la República Popular China.
Con el correr del tiempo y la consolidación de los lazos de amistad, comerciales y culturales, ha sido posible que algunos hechos en torno a los momentos iniciales de ese proceso hayan salido a la luz pública. En especial, el del
decisivo papel jugado por Francisco Mosquera Sánchez, fundador del Moir, sin
abandonar su compromiso hasta el día de su muerte, el 4 de agosto de 1994.
El propósito de este breve artículo es dar cuenta de ese hecho para llenar, quizás, el único vacío que queda en este trascendental suceso de la política
exterior colombiana. Para ello quisimos consultar a las fuentes humanas que
fueron protagonistas y, así, esclarecer si ese rumor que circula entre amigos corresponde a la verdad sobre un papel un tanto silenciado por las condiciones de
la época.2
Son varios los trabajos académicos que han examinado el tema de las
relaciones entre Colombia y China.3 En todos ellos se destaca la constitución de
la Asociación de la Amistad Colombo-China y el papel jugado por ella en el establecimiento de las relaciones diplomáticas entre los dos países. Esa asociación
estuvo integrada desde sus inicios por prestantes personalidades del mundo
académico, periodístico, político y empresarial de nuestro país, quienes entendieron, de una manera visionaria, la importancia que con el tiempo adquiriría
el gigante asiático. Dichos intelectuales jugaron un destacado papel en hacerle
69
1. Magíster en Análisis de Problemas Políticos,
Económicos e Internacionales Contemporáneos y candidato a Doctor en Estudios
Políticos de la Universidad Externado de
Colombia. Profesor e investigador del Grupo
de Estudios Internacionales y Coordinador de
la Línea de Estudios Asiáticos en la Facultad
de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Antioquia. Miembro del Comité
Académico de la Asociación de la Amistad
Colombo-China.
2. La fuente para la elaboración de estas notas
fue la entrevista sostenida de manera conjunta el 21 de febrero de 2015 con los socios
fundadores de la Asociación de la Amistad
Colombo-China José María Gómez Osorio
(embajador de Colombia en China entre
1989 y 1990) y Jaime Moreno García (actual
presidente de la Asociación).
3. Sandra Borda y María P. Berguer (2012),
“Relaciones bilaterales China y Colombia:
1990-2010”, en Colombia Internacional N° 75,
Ene-Jun 2012, Universidad de los Andes,
Bogotá; Carlos E. Hernández (1997), Colombia
y China: de la hostilidad al acercamiento 1949-1980,
tesis para el ascenso a la categoría de embajador, Ministerio de Relaciones Exteriores,
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
Francisco Mosquera con Chi Tengkui, del
Buró Político del Partido Comunista Chino,
en mayo de 1977.
Bogotá; Diana Marcela Morón (2008), Análisis
del proceso de establecimiento de las relaciones diplomáticas entre Colombia y la República Popular de China,
trabajo de grado en Relaciones Internacionales, Universidad del Rosario, Bogotá; Luis
Felipe Buitrago (2012), La diplomacia pública:
una estrategia china para el establecimiento de las relaciones con Colombia, trabajo de grado en Ciencia
Política, Universidad de Antioquia, Medellín.
4. Véase el interesante ensayo de Rodolfo
Hernández Ortiz “La difusión del comunismo
chino en Colombia 1948-1963. El aporte
editorial del Partido Comunista de Colombia-PCC” (inédito).
comprender al Gobierno colombiano de la época que no podía demorar más
el establecimiento de relaciones con China. Las visitas realizadas por varios de
ellos a ese país y la posterior difusión de sus experiencias a través de varios de
los principales medios de comunicación escrita fueron claves en ese propósito.
Unos pocos integrantes de la asociación eran miembros del Moir, organización que, bajo la orientación de Francisco Mosquera, había abrazado la
causa de la revolución china y había incorporado a su concepción ideológica
las tesis de Mao Tse Tung. Fueron precisamente los militantes del Moir quienes
se echarían sobre sus hombros muchas de las tareas que la Asociación se trazó
para difundir la cultura china y contribuir a romper
el aislamiento que vivía la República Popular China como resultado de la política exterior norteamericana y de la ruptura con la Unión Soviética. Sin
embargo, en los distintos textos consultados no encontramos que ese hecho sea señalado.
A pesar de la enorme distancia y las dificultades en la comunicación, las noticias sobre la
revolución liderada por Mao y la fundación de la
República Popular China en 1949 terminaron por
llegar a estas tierras. Sin embargo, durante cerca
de 31 años los nexos de Colombia con China no se
mantuvieron a través de sus respectivos gobiernos,
como hubiera sido lo esperado, sino a través de la
relación entre el partido gobernante en China, el
Partido Comunista Chino, y las organizaciones políticas de la izquierda colombiana que miraban con
simpatía no solo la llegada de un nuevo jugador al
campo del socialismo internacional, sino también la posibilidad de conocer la
experiencia de construcción socialista en un país con unas características sociales y económicas más cercanas a la realidad de las naciones latinoamericanas.
La primera colectividad que se interesó en conocer la experiencia china
fue el Partido Comunista Colombiano. En la década de los 50 algunos de sus
dirigentes viajaron a China a conocer de primera mano la experiencia y de manera pronta incorporaron varios textos de Mao como parte de la formación política para sus militantes. Esa receptividad se expresó también en la traducción
y publicación de muchos de estos textos por parte de las empresas editoriales
del partido.4
A mediados de los años 60, cuando las diferencias ideológicas y políticas
entre Mao y los nuevos dirigentes soviéticos se profundizaron, los comunistas
colombianos interrumpieron esa labor, a la vez que se produjo una fractura interna de la que surgió el Partido Comunista de Colombia Marxista Leninista.
Una de las principales razones de esta ruptura, producida en 1964, fue la distinta apreciación que mantenían las dos fracciones sobre el camino que emprendía China en la construcción del socialismo. Por esta ruptura entre China
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
70
y Rusia el Partido Comunista Colombiano abandonó sus intenciones amistosas
con China a partir de 1980 y solo Mosquera se mantuvo firme en su histórica
decisión.
Para el dirigente, la afinidad ideológica con los revolucionarios chinos
debía expresarse más allá de las simples proclamas partidistas. Comprendió
que los planteamientos de Mao constituían un valioso aporte al análisis de la
propia realidad colombiana pero también que, desde el modesto sitial en que
la historia lo ubicó a él y a su pequeño grupo de revolucionarios colombianos,
podía contribuir a la consolidación de la China socialista por la vía de ayudar
a romper el bloqueo internacional que sufría la nación asiática. Y el mejor momento que encontró para ello fue la visita a China de una delegación de su partido a mediados de los años 70. En medio de una reunión y ante la pregunta de
Mosquera sobre la forma en que el Moir podía ayudar a las relaciones colombo-chinas, los funcionarios de este país le sugirieron que crearan la Asociación
de la Amistad Colombo-China, pero sin involucrarse directamente como fuerza política e invitando a las fuerzas vivas colombianas como garantía para que
la iniciativa fuera exitosa y no quedara como una actividad de un pequeño grupo político. Mosquera fue consecuente con el compromiso adquirido, no solo
en sacar adelante la tarea, sino en la perspectiva plural e incluyente que debía
tener la asociación.
Al regreso de China, se reunió con José María Gómez, quien recuerda
que de manera muy precisa le dijo: “Pepe, yo quiero que usted lidere este asunto. Este es
el oficio que le quiero poner precisamente porque usted no es del Moir ni está metido en ningún
partido político; además, usted es de la burguesía. Nosotros [le agregó Mosquera, refiriéndose a
los miembros del Moir] le damos todo el apoyo pero hay que mantener absoluto silencio porque,
de lo contrario, esto se nos puede derrumbar.” Y nos añade Gómez: “Es así como me puse
a trabajar y abrí las ventanas de la imaginación para buscar cómo hacerlo y el primero al que
recurrí fue Ricardo Samper”.5 Con dicha orientación, salió luego a hacer listas de
posibles integrantes y como resultado de ese ejercicio invitó a participar a representantes de los empresarios y la banca. Entre otros, se vincularon Dionisio
Ibáñez (directivo del liquidado Instituto de Fomento Industrial), Juan Sebastián
Betancur (dirigente de la Andi), Alejandro Figueroa (alto ejecutivo del Banco de
Bogotá) y Jorge Cárdenas Gutiérrez (que sería gerente de la Federación Nacional de Cafeteros), quien fue presentado ante la asociación por Francisco Ortega
(posteriormente, gerente del Banco de la República).
A los dirigentes del mundo empresarial se sumaron importantes líderes
políticos como Ernesto Samper, Belisario Betancur y Luis Villar Borda, prestantes periodistas como Alberto Donadío, Daniel Samper Pizano, María Teresa Herrán y José Fernández Gómez, quien generosamente ofreció su espacio en
televisión para que se difundiera el lanzamiento de la asociación, todo lo cual
le dio un importante impulso al proceso. También participaron de la iniciativa académicos e intelectuales como Guillermo Perry, Samuel Klahr, Guillermo
Puyana Mutis y Gabriel Peláez. Guillermo Perry, exministro de Hacienda, fue
el primer presidente de la Asociación de la Amistad.
71
5. Entrevista con José María Gómez Osorio
y Jaime Moreno García. Ricardo Samper fue
ministro consejero de Julio Mario Santodomingo, primer embajador colombiano en
China.
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
Visita a la casa de Mao Zedong en Shaoshan
de la primera delegación a China de la
Asociación. Entre los presentes aparecen
Ricardo Samper (segundo a la izquierda en la
primera fila) y Francisco Mosquera (centro).
Según menciona Gómez –quien llegaría a ser uno de los primeros embajadores colombianos en China–, durante todo este tiempo Mosquera sostuvo
permanente comunicación con él, supervisando cada paso que se daba. Revela,
además, que le advirtió que bajo ninguna circunstancia se podía dejar por fuera de la propuesta al estamento militar, cosa que se logró vinculando –previa
autorización de su superior, el general Puyana– al coronel Valentín Jiménez,
miembro activo del ejército colombiano y que había cursado altos estudios militares en Francia, donde se había graduado con una tesis sobre el Ejército de Liberación Popular chino y con quien José María Gómez mantenía una relación
personal de vieja data.
Mosquera, profundamente respetuoso del compromiso adquirido con su
contraparte china, mantuvo la orientación directa del proceso, vigilando con
celo que tuviese el mayor grado de amplitud posible y evitando que la asociación tuviese una connotación partidista del grupo político que él dirigía. En los
inicios de la asociación la participación abierta de militantes del Moir solamente se dio, como nos lo confirma José María Gómez, en eventos públicos como
la calurosa bienvenida en el aeropuerto de El Dorado a la selección de fútbol de
China o ayudando a vender boletas para la presentación del Circo Acrobático
de Chengdú, entre otros.
¿Cuál fue la razón para que los chinos encomendaran esta importante
tarea a Mosquera? “Yo creo [dice Gómez], por la actitud de rechazo a la lucha armada que
planteó este dirigente a su organización política.”
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
72
La Asociación de la Amistad Colombo-China está próxima a cumplir
cuarenta años de fructífera existencia6 y a lo largo de este tiempo ha sido pieza fundamental en las relaciones de los dos países. Ha estimulado intercambios
culturales, promovido la visita de funcionarios, empresarios y ciudadanos colombianos a China, le ha dado vida y continuidad a la revista Amigos de China,
ha incursionado de manera reciente en el ámbito académico creando las Jornadas Universitarias que cada año llevan a los auditorios de las principales universidades del país la reflexión, el análisis y el debate sobre distintos ámbitos de la
realidad china. Y en no pocas ocasiones ha ayudado a resolver serios problemas
diplomáticos, como cuando el gobierno colombiano expresó su negativa a asistir a la Exposición Universal Expo Shanghái en 2010 o cuando el senador Jairo
Clopatofsky presentó un proyecto de ley proponiendo la apertura de relaciones
con Taiwán, considerada por Naciones Unidas como una provincia de China,
lo que habría significado una verdadera afrenta diplomática a la República Popular China. En ambos casos, la oportuna intervención de la Asociación permitió sortear los problemas.
Hoy, como ayer, cuando Francisco Mosquera sentó sus bases, la Asociación mantiene su vitalidad y dinamismo. Y gracias a la eficiente gestión de
quienes han sido sus directivos en todos estos años, conserva la impronta que
el fallecido dirigente le quiso dar: ser una organización de la sociedad civil que
promueve las relaciones de amistad con China, en un marco de amplitud y respeto. Y, quizás, no haya mejor ocasión que la conmemoración de los 35 años
del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre China y Colombia para
saldar esta deuda con quien fuera el artífice e impulsor de la asociación de la
amistad y del establecimiento de relaciones entre nuestros dos países. s
73
6. La Asociación de la Amistad ColomboChina se creó el 30 de septiembre de 1977,
víspera del 28º aniversario de la fundación de
la República Popular China, en la sede de la
Asociación de Exalumnos de la Universidad
de los Andes en Bogotá, y estuvo presidida por
Samuel Klahr, Gabriel Peláez, Guillermo
Perry y José María Gómez.
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
ANTECEDENTES DE
LAS RELACIONES
COLOMBO-CHINAS
Fútbol, periodismo y acupuntura: coctel en las relaciones colombo-chinas*
Mayo 13 de 1978. Miembros de la Asociación
de la Amistad Colombo-China en Nankín,
vía férrea en el puente sobre el Yang Tse.
Aparecen, entre otros, Daniel Samper, Nelly
Cabrera, Mauro Cabrera, Francisco Ortega,
Guillermo Puyana y Samuel Klahr.
* Texto extraído de la revista Amigos de China,
Separata Especial de febrero de 2005.
E
l pasado 7 de febrero se cumplieron 25 años del establecimiento de las
relaciones diplomáticas entre Colombia y China. Las relaciones de
amistad comenzaron mucho antes, incluso de la constitución formal de
la Asociación de la Amistad Colombo-China, protocolizada el 30 de septiembre de 1977.
Los últimos años de la década del 50 marcan el inicio de los primeros
intentos de colombianos simpatizantes de China, admiradores de la gesta de
Mao, de una adhesión que podía ser ideológica,
cultural o política, pues reunía a personalidades tan
disímiles como Alfonso López Michelsen, Gerardo
Molina, Manuel Zapata Olivella, Ricardo Samper,
Alfonso Graiño y, en una posterior generación, se
agregaron nombres como los de Fausto Cabrera,
Héctor Bogotá, Enrique Posada, Elvia de Posada y
Gustavo Vargas Martínez.
Por la citada década se produjeron los primeros viajes de intelectuales colombianos a Beijing; algunos de ellos fueron Ricardo Samper, los
Graiño, los Cabrera, Gustavo Vargas y los Posada.
Llegaron allí para quedarse un tiempo, contratados como expertos en temas relacionados con la
enseñanza del español o la corrección de textos de
la agencia de noticias Xinhua y de las Ediciones en
Lenguas Extranjeras.
Para los años 60, el bloqueo contra China
era total, pues a la ruptura de relaciones diplomáticas de Estados Unidos y Europa Occidental, se sumó la de la Unión Soviética
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
74
en los planos comercial y de cooperación. Entonces, eran contados quienes, desde esta parte del planeta, se atrevían a dar el salto, sobre todo en plan
de trabajo. En ausencia de embajada en Colombia,
las visas se conseguían a través de las oficinas de
Xinhua. No se estampaban en el pasaporte, para
evitar el estigma, sino que se expedían en papelitos
sueltos.
La perspectiva de volver al país se presentaba como llena de afugias y marginamiento.
Colombia empezó a concientizarse de la
importancia del establecimiento de las relaciones
diplomáticas con China solo después de que las restablecieran Estados Unidos (1979) y una serie de
países europeos y latinoamericanos. Lo hizo el 7 de febrero de 1980. Pero veamos cuáles fueron los prolegómenos de ese acontecimiento:
En el año 1977, siendo presidente Alfonso López Michelsen, se anunció
la llegada del único e imberbe equipo de fútbol chino, su selección nacional,
para un encuentro amistoso con la de Colombia. Esta gestión fue hecha por los
fundadores de la Asociación de la Amistad Colombo-China, encabezados por
José María Gómez. Para ambientar el evento, periodistas como Daniel Samper
y María Teresa Herrán escribieron una serie de artículos. El Moir se encargó de
llenar el estadio y la entrada fue libre. Pero se presentó un incidente que estuvo
a punto de dar al traste con los esfuerzos de esta diplomacia del fútbol: en el
momento de escuchar el himno de la República Popular China, a continuación
del de Colombia, el público presenció cómo la delegación china se plantaba, en
medio del estadio El Campín, y agitando pañuelos y con la bandera de China
Popular en alto, daba la vuelta al estadio. También con pañuelos, los asistentes
apoyaron la protesta que, según se supo de inmediato, se debía a que el himno que retumbaba en esos momentos no era el de la República
Popular China, sino el de Taiwán, entregado a los inocentes músicos de nuestra banda sinfónica por esa misión diplomática en
Bogotá. Ese fue un gol de esta isla, a la que el pueblo chino considera, desde 1949, una provincia rebelde. Con la ovación que siguió a la protesta, se conjuró el peligro de suspensión del partido,
que ganó la selección del país visitante, algo que tuvo un sabor de
justa compensación.
A unos meses de la posesión de Julio César Turbay Ayala
como Presidente de Colombia, los chinos arreciaron sus contactos con este país a través de su representación diplomática en la
ONU. Sus primeras gestiones fueron para que el Gobierno permitiera la instalación en Bogotá de una oficina de Xinhua, la
Agencia de Noticias Nueva China. Pero la falta de representación
diplomática aquí implicaba una enorme dificultad para que dos
75
Miembros de la Asociación de la Amistad
Colombo-China en Wuxi. Lago Tai. Mayo 9
de 1978.
La selecciones de fútbol de China y Colombia,
minutos antes de comenzar el encuentro
amistoso realizado en 1977, bajo los auspicios
de los fundadores de la Asociación de la
Amistad Colombo-China.
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
Miembros de la Asociación de la Amistad
Colombo-China en Nankín, frente al
Mausoleo del doctor Sun Yat Sen. Mayo 12
de 1978.
periodistas chinos obtuvieran visas de trabajo. Por ese entones, Enrique Posada recibió una llamada de esta agencia –donde había laborado– solicitándole
apoyo a la iniciativa, y acudió a los buenos oficios de su amigo Ricardo Samper,
quien, en compañía de Consuelo Lleras –que era representante a la Cámara–
comenzó seriamente gestiones ante el canciller Diego Uribe Vargas a fin de lograr ese propósito. Mensajes iban y venían entre Bogotá y Nueva York, sede de
la ONU, mientras el propio canciller despejaba, con la ayuda de Consuelo, sus
inquietudes sobre el propósito de China Popular de establecer tal agencia. Los
forcejeos del cerrado club de amigos pro-Taiwán no eran tan lánguidos como
hoy en día –cuando a las primeras de cambio se hunde un llamado “proyecto
de ley de promoción y regulación con Taiwán”–, a pesar de lo cual vencieron
la tendencia histórica y lograron el apoyo de los amigos de China en Colombia.
Al cabo de unas semanas, un día del año 1979, Diego Uribe llamó a
Consuelo Lleras y le preguntó: “¿Quieres decirme cómo son los nombres de esos piscos
chinos?” Ella se los deletreó: Qiu Ling y Wu Huizhong.
¿Quién era Qiu Ling y cómo contribuyó a las relaciones? Si era un enviado de Xinhua a un país como el nuestro, sin relaciones con China, tenía necesariamente el rango de un embajador de oficio. Era, además de periodista, un
excelente acupunturista; y como cantonés, gran conocedor de la cocina china.
Sus prodigiosas agujas le sirvieron para llegar hasta los recintos del primer mandatario y sus acalladas dolencias.
Esa tarde de domingo en que llegaron a instalarse en el
Hotel Continental los dos periodistas chinos, los Posada fueron
a visitarlos. Aquellos no tardaron en revelarles que habían consignado en la cajilla de seguridad del hotel una suma de dinero
suficiente como para comprarse un Mercedes Benz, arrendar un
apartamento y sufragar otros gastos. Elvia les aconsejó que, en
vez de eso, tuvieran el rollo de dólares en sus manos o se lo entregaran a ella. Pero la consignación estaba hecha. El día siguiente,
muy temprano, Wu llamó a los Posada y les comunicó que había
abierto la cajilla y la había encontrado vacía. Horrorizados, a estos no se les ocurrió otra cosa que llamar de inmediato a Guillermo Puyana Mutis, que reunía dos condiciones importantes: era
abogado y viejo amigo de China. El dinero nunca se recuperó, y
lo único que se logró fue que dos empleados de la administración
del hotel estuvieran encarcelados por unos meses.
Este episodio fue dramático para los periodistas, quienes
decidieron que Wu regresara solo a Beijing para explicar las circunstancias de la pérdida y traer más dinero. Con el propósito de
ahorrar y alejarse un poco del fatídico Hotel Continental, Qiu se trasladó a uno
de una estrella menos, el Presidente, que aún hoy existe, en la calle 23 con carrera 9, y allí esperó el regreso de Wu. Éste volvió al cabo de unas semanas. Llegaban Qiu Ling, los Posada y Wu desde el aeropuerto y, mientras los mozos del
hotel descargaban las maletas, un ladronzuelo alzó con una de ellas, echó a co-
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
76
rrer y detrás de él Enrique, con su largas piernas, y
Wu, ambos dando alaridos de “¡Al ladrón, al ladrón!”.
El muchacho cogió por la 9 hacia la 24, por donde
quedaba el Teatro El Cid, pero, agobiado por el peso de la valija y las acusadoras voces, no tuvo más
remedio que soltar la presa.
El primer apartamento-oficina arrendado
por Xinhua era un pent-house ubicado en la esquina
de la Calle 53 con carrera 30, lugar que se les ofreció como un observatorio regalado cuando, poco
después del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre los dos países, se produjo la toma de
la Embajada Dominicana.
Avezado negociador, el corresponsal-acupunturista Qiu supo manejar la
transición de las manos de Taiwán a las de Beijing de bienes tales como la casa
de la 79, que hoy se reconstruye, y un automóvil diplomático. Todo se adelantó
según sus instrucciones y a través de los representantes de la embajada de Camboya, que por esa época existía en Bogotá.
“La entrega de la antigua casa de Taiwán a la República Popular China se materializó [según recuerda Luis Villar Borda] siendo ya canciller de Colombia Carlos Lemos
Simmonds”.
“Al abandonar la casa los taiwaneses [rememora Pepe Gómez] aquella quedó para el
uso de la Embajada de China, mientras llegaba la delegación de avanzada de la cancillería
china, que se alojó en el antiguo Hotel Hilton, situado en la carrera 7 con 32”.
Para recepciones y encuentros, los chinos utilizaban de manera frecuente el restaurante Fénix Dorado, de Jorge Lai, ubicado en la Avenida Chile con
carrera 10, esquina.
Lo escrito arriba es una croniquilla testimonial que podríamos subtitular
“Los albores de la amistad colombo-china”; solo un borrador que, por el apremio de dejar en blanco y negro este importante trecho de dichas relaciones,
recoge de memoria fechas que, seguramente, soportan imprecisiones. Habrá
otros amigos que se encarguen de corregirlas y de enriquecer este relato.
Hace años o meses que emprendieron su viaje sin regreso varios de los
personajes aquí nombrados, como Consuelo Lleras Puga, Gerardo Molina,
Néstor Madrid Malo y Manuel Zapata Olivella. De ellos y de otros, cuyos nombres se nos escapan, conservaremos el imperecedero recuerdo de sus contribuciones a la amistad y a las relaciones entre los pueblos y los Estados de China y
Colombia. s
77
Enrique Posada con el futuro premier de
China, Wen Jiabao. Al fondo, Elvia Castaño
de Posada.
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
LOS PRIMEROS
PASOS Y LA
CONSOLIDACIÓN DE
LAS RELACIONES
Graciela Gómez de Moreno
Directora Ejecutiva de la Asociación de la Amistad Colombo-China
E
n 1949 se funda la República Popular China, para ese entonces y hoy,
el primer país en población y tercero en superficie del mundo. Con un
sistemático aislamiento político internacional impuesto por Occidente,
la mayoría de los países de nuestro hemisferio mantuvieron relaciones diplomáticas con la República de China conocida como Taiwán. En 1950 solamente 18
naciones habían reconocido diplomáticamente a la República Popular China.
En 1960, el primer país latinoamericano en aceptarla fue Cuba, y en 1970, lo
hizo Canadá.
Frente a la anterior situación, el Gobierno chino creó una estrategia de
‘poder blando’, con la fundación, el 3 de mayo de 1954, de la Asociación de la
Amistad del Pueblo Chino con los Países Extranjeros, una organización destinada a buscar el apoyo internacional a esta causa.
Dentro de las 300 asociaciones y 500 organizaciones no gubernamentales de amistad en 157 países, figura, honrosamente, la Asociación de la Amistad
Colombo-China, que fue fundada el 30 de septiembre de 1977 por un grupo de
colombianos conformado por intelectuales, personalidades del mundo político
y cultural, industriales, comerciantes, hombres de negocios, periodistas, abogados y médicos, todos de diferentes tendencias políticas e ideológicas pero unidos
alrededor de un propósito común: “estrechar los lazos de amistad con el pueblo chino”.
Como bien lo mandan sus estatutos, esta Asociación se propuso desde su cuna,
fomentar el intercambio cultural, el conocimiento mutuo y, sobre todo, como
objetivo prioritario, desarrollar una campaña para que el gobierno colombiano
estableciera las relaciones diplomáticas oficiales entre los dos países.
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
78
Empezamos con un intercambio deportivo, mediante la invitación que
dirigimos a la selección nacional de fútbol de China para que se enfrentara con
la nuestra en el estadio El Campín de Bogotá. Como contrapartida, los amigos
chinos invitaron al Teatro Libre de Bogotá a presentarse en varias ciudades y
universidades de ese país. Delegaciones de empresarios, intelectuales, periodistas y personalidades del mundo cultural prepararon entonces sus viajes inaugurales a esa lejana y todavía misteriosa nación.
A la Asociación se vincularon desde su inicio personalidades importantes como Francisco Ortega (que sería designado Gerente del Banco de la
República unos años más tarde), Jorge Cárdenas Gutiérrez (que lo sería de la
Federación de Cafeteros), el periodista Daniel Samper Pizano, el jurista Luis
Villar Borda, el empresario José María Gómez Osorio (Pepe), los industriales
Lía y Moisés Ganitsky, todos ellos artífices de una entidad que se convirtió en
representante por excelencia de la diplomacia popular de los colombianos.
Tan efectivo resultó nuestro desempeño que, el 7 de febrero de 1980, el
Gobierno colombiano estableció las relaciones con China a nivel de Embajada.
Además de contribuir a este logro, la Asociación ha aportado a la carrera diplomática con China dos embajadores, Luis Villar Borda y José María Gómez
Osorio (Pepe), y los ministros consejeros Ricardo Samper Carrizosa, Enrique
Posada Cano (nuestro vicepresidente actual y director del Instituto Confucio de
la Universidad Jorge Tadeo Lozano) y Guillermo Puyana Mutis.
En estos 37 años de vida, nuestra Asociación, con el apoyo de la Embajada de China en Colombia, ha realizado toda clase de actividades artísticas,
académicas y periodísticas, entre las que se cuentan la organización de cursos
79
La Asociación de la Amistad ColomboChina en visita a China en 1978, con el
Vicepresidente de la Asamblea Nacional
Popular, el señor Ulan Fu.
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
Entrega de la Medalla de la Amistad a la
Asociación por parte de China. Aparecen,
de izquierda a derecha, un funcionario de la
embajada, Pepe Gómez, Ju Yijie, embajador
de China en Colombia, Jaime Moreno García
y Guillermo Puyana Ramos.
de mandarín, gastronomía china y acupuntura y de exposiciones,
ciclos de cine chino, conferencias y tertulias, así como diferentes
publicaciones. En este impulso de la amistad con China se han
creado, hasta el momento, más de diez capítulos de la Asociación
en varias ciudades de Colombia.
Nuestro Comité Académico, en el que participan cerca de
20 universidades de Colombia, es un centro de trabajo sobre China, donde se intercambian experiencias, opiniones y conocimientos y se coordinan todos los años las Jornadas Interuniversitarias
sobre el gigante asiático.
Algo digno de resaltar es la labor de la Asociación a través
del turismo, pues la promoción de viajes es, desde hace años, una
de las actividades más importantes: hemos llevado a China, con
un atractivo plan de ciudades y lugares emblemáticos, a más de
8.000 viajeros colombianos, los cuales son recibidos en ese país
no como simples turistas, sino como amigos.
El Programa de Juventudes promueve viajes culturales para los estudiantes y es el único en Colombia que combina turismo con formación académica. Estos viajes incluyen cursos de economía internacional y lengua china, entre otros, con visitas a grandes empresas en varias ciudades y con
entrega de certificados de asistencia por parte de las universidades chinas.
Sitio de honor merece la revista Amigos de China, órgano informativo de
la Asociación, que llega a los 14 años de vida. Indexada como una publicación
especializada, cuenta, en su planta de colaboradores, con especialistas en China de una decena de países y con suscriptores en Colombia, China, Argentina,
Brasil, México, España y Cuba, entre otros. Su aparición, cada año, con motivo
del Día Nacional de China, constituye un acontecimiento editorial y de amistad.
Otros logros, no menos significativos, han sido, por una parte, la promoción, en el campo de la cooperación económica y comercial, de la fundación de
la Cámara Colombo China de Inversión y Comercio; y por otra, la iniciativa
para constituir la Federación de América Latina y el Caribe de Amistad con la
República Popular China.
Hoy podemos afirmar con orgullo que nuestra Asociación ha mostrado
los resultados de un largo periodo de madurez y se presenta como una institución relevante en las instancias culturales, académicas y periodísticas del país,
con capacidad de desplegar una gran cantidad de recursos y talentos en aras de
la amistad con China.
Colombia promueve la Amistad Latinoamericana y del Caribe
con China en una sola Federación
Después de varias reuniones regionales en Suramérica y Centroamérica,
junto a México, conseguimos que nuestros amigos de esta zona del continente
nos congregáramos en la segunda gran conferencia de Asociaciones de la Amistad en Bogotá, en noviembre de 2002. La Colombo-China fue la propiciadora
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
80
del nacimiento de la Federación de América Latina y el Caribe de Amistad con
la República Popular China. La primera conferencia había ocurrido en Ecuador, por iniciativa de Guillermo Puyana, del Capítulo de Pasto, Nariño. A esta
primera cita concurrieron con inusitado entusiasmo 16 organizaciones amistosas de Chile, México (las dos existentes), Bolivia, Panamá, Ecuador, Argentina,
Perú, Brasil, Surinam, Bahamas, Cuba, Haití, Jamaica y Santo Domingo.
Queríamos que este intento colectivo se conjugara en un objetivo de
amistad que redundara en otro tipo de fines loables. Esa confraternidad cristalizó en la fundación de asociaciones en países que todavía no tenían relaciones
diplomáticas con la República Popular China.
La Segunda Conferencia de Bogotá fue exitosísima. Asistieron varios expresidentes colombianos. Julio César Turbay Ayala hizo la instalación junto a
Ernesto Samper y Belisario Betancur. Por China estaban el señor Cheng Siwey,
vicepresidente de la Asamblea Nacional Legislativa, la señora Li Xiaoling, presidenta de la Asociación del Pueblo Chino y el embajador de China en Colombia, Ju Yijie.
Como corolario, entonces, se aprobó la fundación de la Federación de
América Latina y el Caribe de Amistad con la República Popular China. Una
vez aprobados los estatutos y las normas de funcionamiento, se nombró como
primer presidente a Guillermo Penfold, del Instituto Cultural Argentino Chino
de la provincia de Córdoba. Su sucesor fue Danilo Dos Santos, de la Asociación Chino Brasileña. En el año 2009 fue elegido el presidente de la Asociación
de la Amistad Colombo-China, Jaime Moreno García. Las siguientes en ocupar este cargo han sido las entusiastas mujeres que conducen sus asociaciones
en Bolivia y Panamá, Jimena Barrientos y Annie Vial.
Para septiembre de 2015 se ha convocado el Quinto Foro de la Amistad
con China en la ciudad de Hangzhou. Esperamos que este conglomerado de
Amigos Chinos, con sus pares de Latinoamérica y el Caribe, impulsen los mejores proyectos que fortalezcan la amistad entre sus naciones.
¡Enhorabuena! s
81
IV Foro de Amistad entre los Pueblos de
China, América Latina y el Caribe, realizado
en 2013 en Costa Rica.
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
LOS VIAJES A CHINA,
UNA EXPERIENCIA
QUE PERDURA
U
Viaje académico de la Facultad de
Ingeniería Industrial de la Escuela
Colombiana de Ingeniería en 2014.
na de las más importantes actividades que adelanta la Asociación
de la Amistad Colombo-China es la promoción de viajes a China.
A más de 8.000 colombianos les hemos brindado la fascinante y especial experiencia de conocer el misterio y la tradición milenaria del país más
poblado del mundo y de recorrer lo mejor de su territorio.
A pesar de la competencia, nuestros habituales programas siguen vigentes. La ventaja de viajar con la Asociación, es el reconocimiento que tenemos
por la magnífica atención que nuestros viajeros reciben en China,
el nivel de los intérpretes, la organización y la logística, además
de las charlas de inducción, ventajas estas que ninguna agencia
colombiana ofrece. Nuestros usuarios viajan provistos de una visión general del país y de su cultura a través de las conferencias
previas al inicio de la excursión.
Dentro de los planes que ofrecemos, se incluyen la Ruta
Clásica, la Ruta de las Tres Gargantas, la Ruta de la Seda y el
Programa de Juventudes.
Para conocer lo más representativo de la China antigua y
moderna hemos desarrollado, como resultado de 37 años de experiencia, un programa perfecto y básico para el viajero, que denominamos la Ruta Clásica.
Aquellos viajeros que desean volver a China conociendo otros destinos,
pueden elegir la Ruta de las Tres Gargantas, con un espectacular crucero
por el río Yangtzé.
En cuanto a la Ruta de la seda, la UNESCO la adoptó como bien Patrimonio de la Humanidad pues además de haber sido en el pasado una importante vía de intercambio comercial, lo fue fundamentalmente de bienes
culturales y por ello constituye la más impresionante oportunidad de realizar
transferencias de todo tipo que haya conocido el hombre. Esta fantástica expe-
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
82
riencia en la lejana China solo es organizada por la Asociación y está a cargo de
un especializado viajero y académico, Carlos García Tobón.
Finalmente y como estamos hablando de visitas a China, no podemos
dejar de mencionar de nuevo el Programa de Juventudes, que promueve los
viajes culturales para estudiantes.
Entre muchos sectores académicos o empresariales que
han aunado esfuerzos con la Asociación queremos destacar, sin
olvidar a los demás, a la empresa Sura en Medellín y a la Universidad Externado de Colombia.
Suramericana, comprometida con el desarrollo integral
de su talento humano y consciente de la importancia de fomentar iniciativas que propicien el acercamiento a otras culturas, estableció desde 2006 una alianza con la Asociación de la Amistad
Colombo-China a través de la cual han podido brindarle a sus
empleados, familiares y amigos, la alternativa de hacer Misiones
Culturales a la China, recorriendo los lugares más representativos de ese país milenario. Con este programa, por el que han
pasado alrededor de 750 personas, la compañía ratifica que estas
experiencias además de generar disfrute, abren la mente a nuevas
posibilidades y fortalecen los nexos entre nuestras naciones.
La Universidad Externado de Colombia, por su parte, ha sido pionera en los estudios sobre China en nuestro país. Desde 1991 la
Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales inició cursos sobre China que se han ido ampliando y profundizando y que, además, complementó con los viajes de estudiantes dirigidos por el exembajador Pepe Gómez
en la década del 90, conocidos en el medio universitario como Pepe Tours. Luego
de una larga pausa de fin de siglo, estos viajes fueron retomados por los profesores Sebastián Gutiérrez y Sandra Salamanca; y posteriormente por los profesores Benjamín Creutzfeld y Lina Luna.
En más de 20 años discontinuos de esta misión, unos 500 estudiantes,
egresados y profesores se han acercado a la historia, cultura, actualidad y análisis de la China antigua y contemporánea. El programa se modifica cada año,
garantizando el más completo plan turístico, que incluye las principales ciudades y algo de la parte rural del país. Gracias al apoyo de la Asociación de la
Amistad Colombo-China, este viaje se ha complementado con conferencias en
los mejores centros de investigación y universidades, visitas a fábricas y parques
tecnológicos e incluso con cursos de Tai Chi o sobre la Opera de Pekín.
Varias universidades bogotanas, sectores empresariales y capítulos de la
Asociación en otras ciudades colombianas han patrocinado la participación de
sus miembros en los viajes que organizamos. s
83
Los participantes del primer grupo de
Suramericana, que viajó en 2006.
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
LÍA GUBEREK DE
GANITSKY: PIONERA
DE LA ASOCIACIÓN
L
a vida de Lía de Ganitsky estuvo marcada por el amor hacia los demás
y hacia su patria colombiana. De una personalidad desprendida y con
dotes de liderazgo, en una época en que las mujeres aún se dedicaban
a la educación de los hijos, fundó su propia fábrica de camisas y pantalones
para hombre. Y aprovechó este espacio para desarrollar otras actividades, entre ellas, las relacionadas con la Asociación de la Amistad Colombo-China y la
Asociación Nacional de Mujeres.
Trabajó también junto con la gran cantante Matilde Díaz en la búsqueda de recursos para crear la Escuela de Formación de Actores del Teatro Libre
de Bogotá, y con la Fundación Literaria, ayudada por los más grandes intelectuales del país, logró que se publicaran más de 50 libros de escritores tanto nuevos como reconocidos. Además, en concordancia con su estudio y admiración
por las artes plásticas, llegó a reunir una de las más importantes colecciones de
arte moderno de Colombia.
La Asociación de la Amistad Colombo-China fue para ella un interesante proyecto. Sin pensarlo más de una vez, se sumó a esta iniciativa junto con algunos importantes dirigentes como José María Gómez, Daniel Samper Pizano,
Guillermo Perry, Joaquín Vélez, Francisco Ortega, Samuel Klahr y Luis Villar
Borda, entre otros, e inmediatamente iniciaron gestiones ante la cancillería colombiana para lograr el establecimiento de relaciones diplomáticas con la República Popular China, lo cual se concretó en 1980.
Los esfuerzos aunados de personalidades tan destacadas dieron pie a una
asociación sólida, que se dio a conocer en vastos sectores del país, hasta el punto
de recibir a enormes cantidades de afiliados; además, en corto tiempo se constituyó un firme vínculo con la Asociación de Amistad de China con el Extranjero.
Lía de Ganitsky fue una gran anfitriona. Junto con Moisés, su marido,
invitaba a su casa a amigos y personalidades para atenderlos y los funcionarios
chinos no fueron la excepción. Para tales agasajos salían a relucir otros atributos
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
84
Lia Gubereck de Ganitsky y su esposo,
Moisés, junto a Joaquín Vélez (centro),
presidente de la Asociación de la Amistad
Colombo-China en esa época.
como, por ejemplo, su habilidad para los postres, que se hicieron famosos. Los
nexos de amistad con los funcionarios chinos fueron muy diversos, desde reuniones formales para acordar presentaciones de artistas o la atención de funcionarios a su llegada al país, hasta actividades menos protocolarias, como llevarlos a su finca para enseñarles a bailar salsa.
Gracias a su incansable y entusiasta labor en pro de la Asociación, llegó
a ocupar el cargo de Presidente, luego de haber sido Directora Ejecutiva durante varios períodos. Por cierto, Lía y Moisés viajaron en tres oportunidades a
China: en 1978, 1985 y 1992.
Cuando Lía murió, los funcionarios de la embajada china acompañaron
a sus familiares en el sepelio, que tuvo lugar en el cementerio judío de Bogotá y
en el que los rabinos les autorizaron la realización de una ceremonia budista. s
85
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
LA AMISTAD
SIGUE SU CURSO
L
os forjadores de la Asociación de la Amistad Colombo-China han tenido su espacio en esta historia. Ahora debemos dar paso a los continuadores de esta labor, quienes en estas casi cuatro décadas han dado
carne, hueso y savia a la institución.
Sin dejar de pensar en los actuales miembros de la dirección, que cosechan todo el reconocimiento, Graciela Gómez y Jaime Moreno merecen destacarse en el cuadro de forjadores, promotores y continuadores. Eran “chicos”
cuando se fundó, pero son el hilo conductor de estos 38 años de existencia y
realizaciones. Son la memoria de esta conquista y la batuta actual de la organización pues Graciela es la Directora Ejecutiva y Jaime, el Presidente.
Son los directivos que día a día, mes a mes y año por año han estado
cotidianamente respondiendo por las actividades y tareas permanentes de la
institución; los que resuelven los grandes y pequeños avatares y siguen el pulso
de las relaciones políticas entre nuestro país, Colombia, y la República Popular
China. Para ellos este pequeño reconocimiento. s
Bogotá, agosto de 2015. Aparecen en primera
fila, de izquierda a derecha: Cecilia Prieto
(integrante de la Directiva de la Asociación),
Enrique Posada (Vicepresidente), Sandra
Salamanca (Directora de Asia, África y
Oceanía de la Cancillería), Wang Xiaoyuan
(Embajador de China), Jaime Moreno
(Presidente de la Asociación), Graciela
Gómez (Directora Ejecutiva), Carmen Cecilia
Gómez (Secretaria General). Atrás: Sun Yi
(Consejero Político de la Embajada china),
José Blackburn (miembro de la Directiva de
la Asociación), Gerardo Ramírez y Salomón
Ganitsky (Directivos de la Asociación) y
Zhao Xiaoming (Consejero Cultural de la
Embajada).
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
86
INTERCAMBIO
CULTURAL
LOS GRUPOS
FOLCLÓRICOS
TIENDEN PUENTES
ENTRE TIERRAS LEJANAS
L
as últimas décadas han visto desfilar en ambas orillas del océano Pacífico un sinnúmero de embajadores sin credenciales diplomáticas. Ellos
cargan en sus voluminosos baúles ornamentados atuendos, máscaras
coloridas y sombreros e instrumentos musicales de todo tipo. La indumentaria
es el legado de sus antepasados, el registro histórico del espíritu y la idiosincrasia de las gentes.
Teniendo en cuenta la distancia geográfica e histórica que separa a los
dos países es destacable la labor que cumplen estos embajadores –los grupos
folclóricos y los artistas– en acercar a nuestros pueblos mediante el uso de instrumentos que apuntan a la memoria colectiva. Al compartir su talento invitan
a los espectadores en estas antípodas a descifrar mutuamente los matices culturales que tras música, danza y poesía guardan los relatos de las miles de etnias,
aldeas, urbes, colectivos e individuos que salpican el paisaje de ambos estados.
Los hechos históricos que separan a China de Colombia pasan a un segundo plano cuando entra en escena el factor humano, si bien las diferencias en
festividades, lenguas, gastronomía, música y la realidad social de los dos países,
parecen ser tan extensos como el mar que yace entre sus costas. Existen características que surgen como puntos de enlace entre los dos mundos, el entorno
pluriétnico y las diversas regiones que a lo largo de los tiempos se han asentado
en los territorios que hoy en día conocemos como la República Popular China
y la de Colombia. Estas ilustran una semblanza social que más allá de conocer
a fondo nuestras culturas, sirven como preludio a un majestuoso despliegue de
expresiones artísticas que separan el mundo tangible del ser al imaginario de las
gentes, donde reside el códice traductor de nuestras vivencias.
Los años 50 del siglo pasado verían el inicio de la diplomacia cultural al
llegar artistas colombianos a China de la talla de Manuel Zapata Olivella, mé-
89
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
dico y escritor que dedicó su vida a conservar, elucidar y refinar con su pluma
el legado cultural de la Colombia negra, y Delia Zapata Olivella, bailarina y
folclorista, quien con su cuerpo y el ritmo caribeño que almacenaba su alma,
se unió a la misión de su hermano. Mucho antes de que en China se abrieran
las puertas de una misión diplomática colombiana y viceversa,
cuando los vientos de cambio soplaban sobre la Gran Muralla,
los sonidos melódicos de las gaitas cruzaron el mar para cantar al
unísono y plantar la semilla creativa de Colombia en la tierra de
las terrazas de arroz.
La visita de Manuel Zapata Olivella se daría con ocasión
de la Conferencia de Amistad de los Pueblos de Asia Pacífico; esto significaría para Manuel, un revolucionario de corazón, roces
con el Gobierno de vuelta a casa. Mas la experiencia le daría la
oportunidad de presenciar y vivir en carne propia los cambios sociales y la transformación cultural por los que atravesaba ese país,
algo que lo inspiraría a dar el nombre de esa lejana tierra a su
libro China 6 a.m. (1954) donde narra anécdotas de sus viajes tanto
en América como en Oriente y esboza la realidad del diario vivir
de las negritudes dentro y fuera de su tierra natal, durante una de
las décadas más conmocionadas del siglo XX.
Delia, durante su estadía en China, se unió a los Gaiteros
de San Jacinto para dibujar con baile y música el ritmo con que
laten los corazones colombianos. Los dignatarios chinos absorbieron el vaivén de la cumbia y el porro que, ipso facto, fue la compañía perfecta para las antiguas canciones de cítaras y violines de
dos cuerdas que se oían en las esquinas, teatros y casas de té en la
nueva China.
La música y la danza afrocolombiana regresaron a la tierra de Confucio
en 2011. Esta vez el Gran Teatro Nacional de Beijing recibió en su inmensa
tarima a los bailarines colombianos Daisy Roldán y Nilson Castro, quienes a
ritmo de salsa encantaron a los presentes con la velocidad de sus pasos y la destreza milimétrica presente en cada movimiento de sus cuerpos.
Este evento, que contó con la asistencia del entonces embajador Carlos
Urrea y delegados de otras misiones diplomáticas latinoamericanas, formó parte de “Somos Pacífico colombiano”, un taller de salsa promovido por el Ministerio de Relaciones Exteriores, buscando llevar la alegría del ritmo más popular
de esta región del país al lejano oriente.
El Sexto Festival Internacional Folclórico de China contó con la participación del Ballet de Colombia bajo la dirección de Sonia Osorio, quien junto a
34 artistas, 9 músicos, 25 bailarines y unos monumentales baúles que guardaban gaitas, flautas, marimbas y trajes autóctonos de todos los rincones de país,
se entregaron a la tarea de hacer gala frente al público chino de las distintas
melodías y bailes que mueven el alma de los colombianos desde la isla de Providencia hasta el río Amazonas.
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
90
La impecable presentación del ballet colombiano los hizo merecedores
de un mar de aplausos y los más altos reconocimientos. Las imágenes de hermosas bailarinas en coloridas polleras brillaron en las calles de China y los medios no cesaron de cubrir cada momento del festival, que duró un mes y reunió
a grupos folclóricos de 25 países donde el nombre de Colombia lució.
Las letras y el folclor chino de igual manera, se embarcaron hacia Colombia y la acogida de esa cultura en este país ha sido incomparable.
Como país invitado de honor a la Feria Internacional del Libro de Bogotá en 2005 China sacó a relucir miles de sus más aclamadas obras literarias,
acaparando más de tres milenios de tradición escrita, los clásicos del pensamiento sínico como las Analectas de Confucio y el Arte de la Guerra de Sun
Tzu llenaron las estanterías de Corferias y junto a obras contemporáneas de
todas las temáticas imaginables encontraron un nuevo hogar en las bibliotecas
y nocheros de los lectores colombianos. La poesía de Han Bangqing, las novelas
melancólicas y alegres de Xiao Hui Wang y hasta el Libro Rojo de Mao impregnaron con su presencia las mentes de los amantes de las letras e ilustraron con tinta el pensamiento chino a través de los siglos.
Para conmemorar los 35 años de relaciones
diplomáticas entre los dos países, la Opera de Pekín
de Tianjin arribó al Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo. Este espectáculo, que data de la dinastía Qing, es conocido como uno de los mayores
exponentes de la tradición dramatúrgica china en
la actualidad, con un repertorio de personajes extenso y atuendos tan ricos en texturas y tintes como
una porcelana Ming. La Ópera de Pekín, una vez
más, dejó exultantes a los asistentes con sus osados
actos de acrobacia y sincronización; la poesía y la
comedia se unieron en este espectáculo para narrar
leyendas, fábulas y cuentos clásicos, en los que los
dragones se pasean por palacios celestiales y las armas más fuertes contra las fuerzas del mal siempre
son el ingenio y la perspicacia.
Incluso antes de que China y Colombia firmaran el acuerdo de intercambio cultural en 1981 los dos estados han mantenido un flujo constante de
embajadores culturales, quienes dedican sus días a perfeccionar sus talentos y
a entregarse en cuerpo y alma buscando resaltar las tradiciones y mostrar al
mundo las respectivas idiosincrasias.
Estos 35 años han sido tan solo el comienzo de una travesía por el mundo de los sonidos y las danzas. En los años venideros seguramente, la cultura y
el folclor acercarán a China y a Colombia a tal punto que el vasto mar que nos
separa, parecerá un pequeño oasis. s
91
La Ópera de Pekín en Bogotá.
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
EL BALLET DE
COLOMBIA EN CHINA
Camilo Ernesto Mercado Mutis*
S
Grupo de bailarines colombianos con Sonia
Osorio al centro.
* Abogado Penalista, profesor universitario y
estudiante de Doctorado en la UBA, Universidad de Buenos Aires.
er hija de Luis Enrique Osorio, el precursor del teatro en Colombia, fue
augurio para que desde su nacimiento estuviese signada para ser artista.
Era usual –en conversaciones coloquiales en las que participaba– oírla
decir que, desde su concepción, su madre, Lucía de Saint-Malo, la sentía danzar en su vientre. Fue de la mano de Magda Brunner, primera figura del ballet
de Viena, y de la célebre bailarina argentina Cecilia Ingenieros, que Sonia Osorio de Saint-Malo forjó su destreza para la danza.
Su recio carácter y su disciplina le valieron para moldear con sus bailarines las más aclamadas coreografías, diseñadas para el Carnaval de Barranquilla y el reinado de la belleza colombiana, entre otros, exhibidas
en su tierra y en países como Francia, Japón, Alemania, Estados
Unidos, Rusia, Italia, México, Argentina, Panamá, España, Egipto, Perú, Ecuador, Chile y China.
Quienes tuvimos la fortuna de presenciar los espectáculos
de Sonia Osorio recordamos gratamente las carreras y el frenesí
que gravitaban tras bambalinas y que hallaban su recompensa en
los rostros luminosos y los ojos inundados de ritmo, magia, color,
garbo y gracilidad, que los músicos y bailarines imprimían con
cada nota y zapateo en el público asistente.
Al compás del tambor, la gaita, el clarinete, la trompeta, el
tiple, la guitarra, la bandola, la guacharaca y otros tantos instrumentos, el Ballet de Colombia de Sonia Osorio llegó a la patria
de Confucio, en octubre de 2004, para participar en el Sexto Festival Internacional Folclórico de China, que se celebró en la ciudad de Huangshan. Lo que se puede decir es que los espectadores, tanto chinos
como internacionales, estallaron en jolgorio cuando se escucharon los sones de
la cumbia, el bambuco, el pasillo y el mapalé.
“Fue como despertar y amanecer en un sueño”. Con esas palabras, Juan
Carlos Calvo –junto a Fredy Riveros, los más cercanos colaboradores de Sonia
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
92
Osorio– me describió la sensación que experimentó
al observar el hotel en el que fueron hospedados en
Beijing.
Ninguno de los artistas había estado en China y las inquietudes que más les asaltaban eran:
¿cómo nos haremos entender sin saber nada de
chino? y ¿nos acostumbraremos a la comida china?
Sin embargo, se hicieron a las calles de los lugares
visitados y aunque degustaron sopa de serpiente, no
fueron capaces de llevarse a la boca los insectos secos que les ofrecían en las plazas de mercado.
Para facilitarles el traslado y utilización de su
equipaje, instrumentos musicales y utilería, se decidió transportar los baúles del ballet en una enorme
volqueta, en la que algunos bailarines se subían e
iban seleccionando los vestuarios y elementos de
cada presentación.
El Festival fue televisado y registrado por la prensa todos los días durante
el mes largo que duró. En sus casi diez intervenciones –entre muestras y espectáculos completos– la gente los recibía como celebridades, les estrechaba la mano y se tomaba fotos con ellos. A los jóvenes talentos y su maestra les fue designado un bus marcado con el nombre de Colombia, al que unas motos policiales
le abrían paso. En cada lugar visitado (Huangshan, Beijng, Shanxi, entre otros),
se encontraban con carteles gigantes que anunciaban sus presentaciones. Bien
en los intermedios o al concluir el respectivo programa cultural, los llevaban a
conocer los sitios emblemáticos de la región: la Muralla China, la Plaza de Tiananmen, el Museo de Historia y Cultura, el monte Hengshan y muchos más.
En el festival, por encima de las expectativas que se tejían alrededor de
los rusos, los alemanes, los checoslovacos, los italianos, los japoneses, los mismos chinos y demás competidores, el equipo colombiano arrasó con todos los
elogios, lo que les mereció las máximas distinciones –una al “éxito” y otra a la
“excelencia”–, pero la mayor satisfacción fue la de sentir vibrar a un público tan
difícil de conmover como el chino.
Además de bailarina y coreógrafa, Sonia Osorio diseñó los trajes de su
ballet y, desde su empírica labor periodística, deleitó a los lectores de varios diarios del país con sus amenos relatos. El 28 de marzo de 2011 la alegría de su baile se trasladó para siempre al plácido escenario de los confines celestes.
La epopeya de Sonia Osorio en el gigante asiático fue precedida por la
también maestra de danza (y también fallecida) Delia Zapata Olivella, quien
dedicó su vida al estudio y difusión del folclor del Caribe y Pacífico colombianos, lo que la llevó a ubicar a la danza tradicional, ancestral y popular en la
palestra universitaria. s
93
Prensa de China con fotografía del Ballet de
Colombia.
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
UN TEATRAL VIAJE
AL OTRO LADO
DEL MUNDO
Jorge Plata Saray
La llegada
E
s media noche, marzo de 1983. Somos 40 compañeros del Teatro Libre de Bogotá y un bus nos traslada desde el aeropuerto a la ciudad,
atravesando amplias y desoladas avenidas en medio de la bruma, recuerdo del invierno que termina. Macizos edificios de poca altura desfilan ante
mis ojos, cansados por recorrer la mitad del mundo en algo así como 36 horas.
¡…Estamos en Pekín…!*
El hotel es inmenso, cubre una manzana con sus 20 pisos, altura al parecer inusitada. Funcionarios chinos se ocupan –en número que duplica al nuestro de maletas, cajas, baúles de la escenografía y vestuario– de un equipaje que
supera las cinco toneladas; otros, del papeleo para el alojamiento; los menos,
sumamente atentos y cordiales de traducir y guiarnos como a niños recién desempacados en un mundo extraño. Nuestra curiosidad es grande, pero, paternales, los traductores nos mandan a dormir.
* Por ser la forma como el autor conoció
estos nombres en este viaje a China, se
decidió mantener la ortografía en uso en ese
momento.
¿Cómo fue posible ese gran salto?
La Asociación de la Amistad Colombo-China, entidad a la cual pertenecía el Teatro Libre, se preocupó por impulsar lazos de amistad con la gran
nación oriental y había hecho posible la venida a Colombia de grupos artísticos
chinos. El 7 de febrero de1980 se establecieron relaciones diplomáticas entre
las dos naciones y la Asociación sugirió al Ministerio de Cultura de la República Popular China que cursara una invitación al Teatro Libre de Bogotá para que visitara su país. Con entusiasmo la recibimos, pero… ¿cómo podíamos
dar ese gran salto? Deseábamos que los 40 integrantes del grupo pudiéramos
gozar de esa experiencia. En ese momento estábamos cumpliendo diez años
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
94
de una esforzada labor para contribuir al desarrollo
de un teatro nacional que reflejara las luchas contra
la inequidad y la injusticia en Colombia; todos sus
miembros –actores, directores, dramaturgos– habían hecho su generoso aporte. El gran problema
era, como siempre, el dinero para el viaje.
Artistas de renombre, cercanos al presidente
Belisario Betancur, interpusieron sus buenos oficios
y se logró su apoyo; lo hizo nombrando al Teatro
Libre como “Embajador Cultural de Colombia
ante la República Popular China”. Pero no nos dio ni un peso. Sin embargo,
con el pomposo nombramiento en nuestras manos, acudimos a solicitar patrocinio a la empresa privada. Entre tanto, preparábamos las obras teatrales y los
espectáculos musicales que mostraríamos al público chino y con los que pretendíamos dar una muestra del teatro, la música y las costumbres colombianas. Ricardo Camacho, nuestro director, encargó al escritor Jairo Aníbal Niño, director del taller de dramaturgia del grupo, que escribiera una obra para
mostrar la idiosincrasia, la dura cotidianidad de nuestros campesinos y sus manifestaciones musicales y dancísticas. Al maestro Francisco Zumaqué se le encomendó que compusiera y dirigiera los números musicales que le darían alegría a la pieza teatral. De este equipo surgió Los andariegos, dramatización
de la vida de una familia campesina de Boyacá que, para salvar su pequeño terruño de las deudas con los bancos, decide emprender un periplo por diversas
regiones de Colombia y sumarse a las multitudes de “andariegos”, campesinos
que, para sobrevivir, se desplazan por el país siguiendo las temporadas de grandes cosechas.
Por otro lado, se creó un cuerpo de baile que mostrara nuestros bambucos, pasillos, bundes, cumbias, currulaos, porros… ¡Estábamos metidos en
un lío! ¡Convertir, en pocos meses, a un grupo de jóvenes actores en bailarines!
Bueno, con gran esfuerzo y disciplina se logró el propósito; al fin y al cabo eran
actores y actrices. Y para la música, ahí estaba El son del pueblo, grupo musical del Teatro Libre que ya había alcanzado fama como intérprete de salsa.
Contábamos así con otro espectáculo: ¡Canciones y danzas de la República de Colombia!
El ballet folclórico del Teatro Libre bailando
un tradicional pasillo en Beijing.
El despertar en otro mundo
Al día siguiente de nuestra llegada los traductores nos informaron que el
Ministerio de Cultura Chino había determinado que la primera presentación
se realizaría tres días después, para que pudiéramos descansar y conocer algo
de Pekín.
Lo primero por precisar es que en 1983 el mundo no se había “globalizado”. A nivel popular, en China había un gran desconocimiento de los narizones
occidentales, con ojos redondos y cabellos rubios (algunos). Cuando salíamos a
recorrer la ciudad acompañados por los traductores, grupos de hombres, muje-
95
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
res y niños se agolpaban a nuestro alrededor para observarnos, sin reato alguno
y escuchar nuestro raro parloteo. Curiosamente a una de nuestras compañeras,
los chinos le hablaban con toda naturalidad, la tomaban por una coterránea,
pues su rostro tenía los rasgos indígenas de los campesinos de la región andina.
Por la misma razón, las caras de los chinos nos eran familiares y esto, unido a
la extraordinaria amabilidad de la gente, contribuyó a que nos sintiéramos un
poco menos ajenos en ese mundo.
Integrantes del Teatro Libre, en gira por
Nankín, frente al Mausoleo del doctor Sun
Yat Sen.
Las funciones en Pekín
Finalmente llegó el temido día del estreno. Cuando entramos al inmenso teatro –debía tener unas ocho mil butacas–, vimos que estaba completamente lleno. Los traductores nos informaron que el público estaba conformado por obreros de una siderúrgica, que habían sido seleccionados para asistir
a la primera función. Solo un centenar de sillas de la fila delantera permanecía desocupado: eran las destinadas a los altos funcionarios de los ministerios
de Cultura y Relaciones Exteriores. Cuando llegaran debíamos comenzar la
presentación de Los andariegos. Así procedimos. Se apagaron las luces de la
enorme sala, se prendieron los reflectores y se levantó el telón. Transcurrió sin
problemas la hora y media que duraba la obra. Bajó el telón. Ansiosos esperábamos escuchar los aplausos… pero solo hubo un leve rumor. Se
levantó el telón, avanzamos hacia el proscenio para saludar y, con
espanto, nos dimos cuenta de que únicamente la fila de los funcionarios estaba ocupada, el resto, vacío… ¡Ocho mil chinos aburridos se habían esfumado silenciosamente durante la función!
Los organizadores no sopesaron la inmensa barrera que
representaba el idioma. Preocupadísimos y apenados nos convocaron a una reunión urgente. ¿Qué hacer con las funciones de
los tres días siguientes? Para el segundo día estaba programada
la presentación de Cantos y danzas de Colombia. Solo cabía
esperar la reacción del público ante ese espectáculo.
Nuevamente el teatro lleno con obreros de otro sector de la
producción. Como el día anterior, era una masa uniforme, pues
todos vestían el traje “estilo Mao” de color azul oscuro, cuello cerrado y gorra. En la primera parte se presentaron los Cantos y
danzas de Colombia; en la segunda, un concierto de música
salsa a cargo de El son del pueblo. Llenos de ansiedad, esperábamos. Los cantos y danzas, con su alegría y colorido vestuario, atraparon al público. Luego,
cuando las cálidas notas de la salsa caribeña inundaron el recinto, los espectadores entraron en frenesí: miles de pies y manos seguían el ritmo; los sosegados
chinos se levantaban de las sillas y bailaban. César Mora, el director del conjunto, en un momento de inspiración comenzó a arrojar las maracas al público
que, como en una gigantesca piñata, las atrapaba al vuelo, las hacía sonar y las
enviaban de regreso al escenario. ¡Triunfo total! Ante esto, se decidió que en las
dos funciones que nos faltaban en Pekín se repetiría el espectáculo musical.
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
96
Devorando paisaje y acumulando amigos
Días después, iniciamos un largo viaje en tren –más de 1.300 kilómetros– que fue apenas un rasguño en el costado oriental de la inmensa geografía china. Ante nuestras atónitas miradas se desplegaban interminables campos
sembrados de legumbres, con flores amarillas, bueyes de larga cornamenta que
arrastraban arados de madera, miles de campesinos inclinados que trabajaban
la tierra y que, al paso del tren, se erguían y saludaban. Durante las animadas
conversaciones con los dos traductores que nos acompañaron todo el viaje –“el
viejo Chang” y “el joven Chang”– nos enterábamos de las costumbres del pueblo y su vida cotidiana, sobre su esfuerzo y disciplina para lograr una nación
más desarrollada y justa. La simpatía y humanidad de los dos Chang los convirtieron en personajes inolvidables.
Nos presentamos en Jinan, Hefei, Nankín y Shanghai con muy buena
acogida; en esta última ciudad nuestras presentaciones brillaron de especial
manera, tal vez porque el mayor desarrollo y modernidad de esta gran urbe
hacía más entendibles nuestros espectáculos.
En todas esas ciudades fuimos agasajados con elegantes e interminables
banquetes de 25 o 30 platos –¡con palillos!–, amables discursos, reiterados brindis con mao-tai y presentaciones de acróbatas, bailes y canciones tradicionales.
Cuando no estábamos actuando o comiendo, hacíamos visitas programadas a fábricas y comunas campesinas. Recuerdo en particular la visita a la
pequeña ciudad de Zibo, famosa desde hace milenios por la manufactura de la
maravillosa porcelana.
De las grandes ciudades, en especial de Pekín, guardo las imágenes de
amplias avenidas con escasos automotores y gigantescos enjambres de ciclistas
que se detienen para dar paso a largas filas de niños y niñas, agarrados uno tras
otro de los faldones, atravesando las avenidas con gran algarabía … ¡Jardines
en movimiento!
El contraste admirable
Al confrontar estos recuerdos del año 83 con las imágenes de la China
moderna y su poderoso desarrollo industrial y urbano que, ahora en 2015, nos
llegan por los medios de comunicación, siento un gran asombro.
Y recordamos, gracias a la historia, que en la primera mitad del siglo
XX varios centenares de millones de chinos vivían en la indigencia y expoliados por potencias imperialistas: las realizaciones de la revolución china cobran
dimensiones de portento. Sin lugar a dudas, es el mayor acontecimiento positivo del malhadado siglo XX, cuando dos guerras mundiales y muchas otras a
lo largo y ancho del globo, propiciadas por el deseo de dominio y reparto del
mundo de las grandes potencias, sacaron de la vida a más cien millones de personas. Esto no se debe olvidar… Y por eso fuimos a China. s
97
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
INSTITUTO CONFUCIO
DE LA UNIVERSIDAD
DE LOS ANDES
H
ace diez años la Universidad de los Andes decidió fortalecer su oferta de idiomas, con la incorporación de una lengua de importancia
creciente en el ámbito internacional: el chino mandarín. Después de
incluir esta lengua entre las habitualmente ofrecidas a los estudiantes, la universidad se embarcó en la creación de un espacio académico dedicado al entendimiento mutuo y al acercamiento de las culturas colombiana y china. Así
nació el Instituto Confucio de la Universidad de los Andes, con la misión
de fomentar el aprendizaje de la lengua y la cultura chinas en Colombia
y América Latina, de manera que la
comunidad universitaria y el público
en general se familiaricen con China
y su idioma, historia, arte, economía
y negocios, entre otros.
Historia
El de la Universidad de los Andes fue el primer Instituto Confucio en firmar un acuerdo de cooperación en Suramérica, tras ser inaugurado el 2 de noviembre de 2007, en la ciudad de Bogotá. Como indica el doctor Pablo Navas
Sanz de Santamaría, Rector de la universidad, en un video documental reciente “(…) fuimos la primera universidad en Suramérica que tuvo el honor de que el Instituto
Confucio viniera (…). Un honor para la Universidad de los Andes y para Bogotá también,
porque lo que significa hoy China para el mundo y lo que va a significar en el futuro, hace que
esa presencia del Instituto Confucio sea de la mayor importancia.”
Pares académicos
Para este Instituto, la Universidad de Nankai, en la ciudad de Tianjin, ha
sido la institución par y socia en esta iniciativa. En palabras de Carl Langebaek,
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
98
Vicerrector de Investigaciones, la “Universidad de los Andes tiene la enorme fortuna de
contar con la Universidad de Nankai como socia [ya que se trata de] una de las [universidades] más importantes en China y que ha jugado un papel muy importante en la formación de
cuadros técnicos y políticos de la China (...)”.
Gracias al trabajo en conjunto adelantado, a 2014, más de 43 estudiantes de distintas carreras realizaron intercambios académicos con esta universidad, 32 obtuvieron becas del Instituto Confucio para cursar estudios de chino
mandarín en Nankai y alrededor de 130 participaron en viajes intersemestrales
a esta institución. Igualmente, alrededor de 28 estudiantes chinos han viajado
a la Universidad de los Andes para aprender español. Las dos universidades
iniciarán próximamente sesiones de trabajo entre pares académicos, en áreas
de interés estratégico para ambas, con miras a explorar las posibilidades de investigaciones conjuntas.
Actividades que adelantamos
Nuestro Instituto considera primordial trabajar en distintos frentes para lograr un proyecto académico comprensivo entre China y Colombia. Desde
el comienzo del programa de lengua y cultura chinas en la Universidad de los
Andes, más de 2.000 estudiantes han hecho parte de sus aulas. Adicionalmente,
durante sus años de funcionamiento, el Instituto ha trabajado también en la
formación de profesores, capacitándolos para la enseñanza de esta lengua, así
como en investigación para el desarrollo de métodos pedagógicos, la creación
de foros académicos para discusiones desde distintas disciplinas y el fortalecimiento de lazos entre pares académicos de Colombia, Latinoamérica y China.
Estas son algunas de las actividades del Instituto:
Formación de profesores: la creciente demanda de profesores de chino mandarín en el país ha aumentado la llegada de educadores de este idioma
desde China. El Instituto Confucio ofrece constantemente oportunidades de
entrenamiento pedagógico y de preparación para certificaciones en la enseñanza del chino mandarín. Desde el año 2011 estos entrenamientos han beneficiado a un total de 160 maestros. Las próximas sesiones del 2015 se realizarán en
el mes de junio.
Investigación: el equipo de profesores de esta institución sesiona semanalmente para estudiar a fondo distintos aspectos de la enseñanza del chino
mandarín. Este trabajo se ha nutrido gracias a los años de experiencia acumulados por los profesores en la universidad, lo cual permite que el equipo proponga formas efectivas de trabajar en las dificultades más comunes para los hispanohablantes durante el aprendizaje del idioma. Como resultado, el Instituto
Confucio publicó dos ediciones del libro Chino Paso a Paso 1 y se encuentra en
proceso de revisión y edición del libro Chino Paso a Paso 2.
Foros académicos y fortalecimiento de la comunidad académica: en el marco de la Semana de China, que se celebra semestralmente, distintos académicos del medio nacional e internacional comparten con la comunidad universitaria variados asuntos de la China contemporánea o tradicional.
99
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
De izquierda a derecha: Pablo Navas Sanz
de Santamaría, Rector de la Universidad
de los Andes; Claudia Díaz, Rectora del
colegio Montessori British School; Felipe
Castañeda, Director del Instituto Confucio
y del Departamento de Lenguajes y Estudios
Socioculturales; Hugo Fazio Vengoa, Decano
de la Facultad de Ciencias Sociales de la
Universidad de los Andes; Raquel Rojas,
Rectora del colegio Gimnasio Vermont;
Zhao Xiaoming, Consejero Cultural de la
Embajada de la República Popular China
en la República de Colombia; Pedro Luis
Espinosa, Rector del colegio Gimnasio
Campestre Reino Británico; Zhang Huijing,
Directora China del Instituto Confucio de la
Universidad de los Andes.
Adicionalmente, en el 2014 el Instituto Confucio creó el Congreso Internacional Diálogos con China, que busca generar un espacio académico regular para
América Latina desde el cual la región pueda pensar a China y aproximarse
a sus distintas facetas y que permita a la comunidad de expertos latinoamericanos interactuar periódicamente. Cada edición anual de este Congreso se
dedicará a diferentes disciplinas. En 2014 trató temas como literatura china,
primeros encuentros de China y Occidente e historia contemporánea china.
El segundo evento, que se llevará a cabo en septiembre de 2015, explorará los
retos y las posibilidades que las relaciones comerciales con China representan
para la región y las posibles visiones que pueden orientar las estrategias de intercambio comercial con el gigante asiático por parte de sociedades como la
colombiana.
Algunos de nuestros logros
Libro Chino Paso a Paso: El equipo de docentes del Instituto Confucio, buscando solucionar la necesidad de materiales pedagógicos para estudiantes hispanohablantes, desarrolló los libros Chino Paso a Paso, volúmenes 1 y 2.
El primero de estos, originalmente pensado para estudiantes colombianos, presenta los elementos que hacen parte del núcleo esencial del idioma y se
enfoca en desarrollar las habilidades de escucha, habla, lectura y escritura de
manera integrada. La primera edición se publicó en febrero de 2009 y la segunda, en 2012. En el año 2010 este texto recibió el premio Outstanding International
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
100
Chinese Language Teaching Materials, por parte de la Oficina de los Institutos Confucio / HANBAN, en el marco del Congreso Mundial de Institutos Confucio
que se realiza anualmente.
Chinese Bridge 2014: Anualmente las escuelas de chino mandarín
del mundo se concentran en apoyar a sus estudiantes para que participen en
el concurso mundial de oratoria china, Chinese Brigde. Se trata de una competencia de muy alto nivel organizada por la Oficina de los Institutos Confucio
/ HANBAN. En julio de 2014 Colombia envió por primera vez un equipo de
estudiantes universitarios a este concurso, conformado por Daniel Ávila (de la
Universidad de los Andes, quien participó en las eliminatorias internacionales
del concurso en China) y Tomás Giraldo (de la Universidad EAFIT, quien asistió como observador al evento). Como resultado de su intervención, Daniel recibió dos becas de estudio, tuvo la oportunidad de perfeccionar su dominio del
mandarín y abrió importantes puertas para su futuro profesional y académico.
Consideramos que la participación de nuestros estudiantes en este tipo de actividades es un complemento a la labor del salón de clases y continuaremos trabajando para que puedan representar a Colombia en China.
Aulas Confucio: En 2015 empezarán operaciones las primeras tres
Aulas Confucio, apadrinadas por el Instituto Confucio de la Universidad de los
Andes. Se trata de un programa que permite a instituciones educativas tener el
acompañamiento de un Instituto Confucio para el desarrollo de un programa
de enseñanza de chino mandarín. En este caso, nuestro instituto ayudará a tres
colegios de Bogotá (Gimnasio Vermont, Montessori British School y Gimnasio Campestre Reino Británico) a fortalecer la enseñanza de este idioma con
estrategias pedagógicas y recursos educativos, entre otras cosas. Gracias a este
programa los colegios también podrán acceder a oportunidades de becas e intercambios en China para sus estudiantes. Con esto, miles de ellos tendrán la
oportunidad de graduarse del colegio con un perfil internacional sin precedentes. En el futuro, el Instituto Confucio de la Universidad de los Andes espera
poder asistir no solo a colegios sino también a otras universidades en la enseñanza de la lengua y cultura chinas.
Personas destacadas: nuestra Directora China, Zhang Huijing
La creación y trayectoria de nuestro Instituto no hubiera sido posible sin
el compromiso incondicional de la señora Zhang Huijing, nuestra Directora
China. A lo largo de diez años, ella ha sido clave en la comunicación y articulación de las iniciativas de todas las partes involucradas en nuestro trabajo. Gracias a su dedicación, la señora Zhang ha recibido reconocimientos como el Premio a la Persona más Destacada del Año en los Institutos Confucio (otorgado
por HANBAN en tres ocasiones: 2008, 2009, y 2010) y el reconocimiento a la
excelencia en la enseñanza del chino mandarín (otorgado en 2014).
En palabras de la señora Zhang, “nuestra misión como Instituto Confucio es difundir en todo el mundo la lengua y la cultura chinas para que podamos entender mejor a la verdadera China y también comprender mejor la
cultura de otros países, promoviendo así el entendimiento mutuo”.
101
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
El camino por recorrer
Con el 35° aniversario de las relaciones diplomáticas entre China y Colombia resulta importante proyectar lo que queremos sembrar para los años venideros. Por nuestra parte, a futuro buscamos apoyar el trabajo bilateral y el
entendimiento entre Colombia y China.
Como indica el doctor Hugo Fazio Vengoa, decano de la Facultad de
Ciencias Sociales, del Instituto Confucio “quisiéramos que sea un gran centro de enseñanza de la lengua, pero que también sea un gran centro de promoción de la cultura china” y,
además, “un puente que nos comunique a América Latina, y particularmente a Colombia,
con todo el mundo chino y en general con el mundo asiático”. Nuestros esfuerzos se dirigen a que, como señala el vicerrector Langebaek, un día “la producción académica
del Instituto Confucio en diferentes áreas del saber, que sean importantes en las relaciones
binacionales, sea realmente una de las marcas más importantes.” Por lo tanto, pondremos manos a la obra para que en cada aniversario tengamos más razones para
celebrar. s
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
102
EL INSTITUTO
CONFUCIO
DE MEDELLÍN
E
n 2004 el Gobierno chino –a través de una entidad especializada que
denominó HANBAN (Oficina Nacional de Enseñanza de Lengua y
Cultura de China), organismo adscrito al Ministerio de Educación–
decidió establecer los Institutos Confucio, con el fin de promover el conocimiento del idioma chino y de la cultura de ese país en el mundo.
Además de que el lenguaje y el intercambio cultural forman el puente que conecta a los pueblos, el establecimiento de
estos Institutos tiene también el propósito de fomentar las relaciones, la educación y la cooperación y la amistad entre China y
otras naciones.
Estos Institutos son el equivalente a la Alianza Francesa, al
Instituto Goethe alemán, al British Council o al Instituto Cervantes de España. La elección de la figura de Confucio, un pensador
y educador nacido hace 2.500 años, no puede ser más significativa como embajador cultural de China.
Los Institutos Confucio ofrecen los siguientes servicios:
cursos del idioma chino abiertos al público en general, formación de profesores de la lengua china, exámenes de competencia del conocimiento del idioma
HSK (Hanyu Shuiping Kaoshi) y HSKK (Hanyu Shuiping Kouyo Kaoshi) e
información general sobre China.
Los Institutos forman parte de la política de poder blando o “soft
power”, que le permite a China aumentar, a través de su cultura, la influencia en el plano internacional. En menos de once años –desde que se fundó el
primero en Corea, en noviembre de 2004– se han establecido más de 475 Institutos (a nivel universitario) y más de 800 Aulas de Clase (a nivel de primaria y
secundaria) en 126 países de diferentes regiones del mundo y cuentan con cerca
de un millón de alumnos.
Actualmente existen 31 Institutos Confucio en América Latina y el Caribe, radicados en Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador, Chile, Colombia, Costa
103
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
Rica, Cuba, Guyana, Jamaica, Perú, México y Trinidad y Tobago. En Colombia hay tres de ellos –el Instituto Confucio de la Universidad de los Andes, el
Instituto Confucio de Medellín y el Instituto Confucio de la Universidad Jorge
Tadeo Lozano– y tres Aulas Confucio en Bogotá.
El Instituto Confucio de Medellín surgió en el mes de febrero de 2009,
con ocasión de la visita realizada a Colombia por el señor Xi Jinping, entonces
Vicepresidente y hoy Presidente de la República Popular China y Secretario
General del Partido Comunista de China, cuando se suscribió en el Palacio de
Nariño en Bogotá el convenio de cooperación para su establecimiento.
Este Instituto es el resultado de un proyecto, quizás único en el mundo,
que conjuga el esfuerzo de tres actores locales sobresalientes, lo que ha permitido augurar un futuro promisorio desde el principio: el Municipio de Medellín,
como socio estratégico; la Universidad de Antioquia, que es la universidad pública más prestigiosa de la región, y la Universidad EAFIT, un centro de educación superior muy destacado de la ciudad. Además, la dirección del Instituto
está a cargo de dos exembajadores: el señor Pablo Echavarría, director local,
fue embajador de Colombia en China, y el señor Gao Zhengyue, director chino, fue embajador de China en Colombia.
La presencia de profesores y voluntarios enviados desde China para enseñar el idioma es cada día más evidente en nuestros claustros; así mismo, el
programa de becas del gobierno chino para estimular a los mejores estudiantes,
ha contribuido a impulsar las matrículas, ante la perspectiva de viajar a China
para perfeccionar el idioma.
Entre los logros más importantes que ha alcanzado el Instituto, en los
cinco años desde que inició operaciones, destacamos:
La organización del V Congreso Iberoamericano de los Institutos Confucio, que se realizó en Medellín en julio de 2013. El congreso contó con la participación de una nutrida delegación de HANBAN, encabezada por la Directora General, señora Xu Lin, y de 120 delegados de todos los Institutos Confucio
de la región, quienes se llevaron la mejor impresión por la cabal organización
del evento y la hospitalidad de la ciudad.
El Instituto se ha convertido en un centro referencial en la región para
todo lo que tenga relación con China y frecuentemente lo visitan personas interesadas en realizar negocios que buscan orientación. Los directores del Festival
de Poesía de Medellín también han requerido la colaboración del Instituto para
contactar e invitar a poetas chinos.
Durante el VIII Congreso Mundial de los Institutos Confucio, organizado por HANBAN en Beijing, en diciembre de 2013, el director colombiano
del Instituto Confucio de Medellín recibió la medalla de “Excelencia en el Desempeño Individual”, distinción que le fue impuesta por la señora Liu Yandong,
miembro del Buró Político del Comité Central del PCCH y vicepremier de la
República Popular China.
La institución es la única autorizada en Medellín para ofrecer los mencionados exámenes de competencia del idioma chino HSK y HSKK. Hasta la
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
104
fecha se han ofrecido en siete oportunidades, con una participación total de 143
estudiantes.
El Instituto inició operaciones en julio de 2010, con 110 estudiantes formalmente matriculados en los diferentes cursos. En el 2015 cuenta con 150,
repartidos en once niveles, cada uno con una duración de tres meses. A la fecha
han completado los estudios tres cohortes, que suman 32 estudiantes.
Además de los cursos regulares de chino mandarín, desde el año 2012
se realiza un curso cerrado dirigido a empresarios jóvenes pertenecientes a la
firma Nutresa, una de las empresas del sector de alimentos más importantes de
Latinoamérica.
A partir de ese mismo año, el Instituto empezó también a incursionar en
colegios privados de la ciudad con cursos de chino mandarín para primaria y
secundaria. El plan se implementó inicialmente en el Colombus School y, desde
el 2015, tiene lugar en el Colegio Marymount. Destacamos, de igual forma, el
proyecto único en el país que se iniciará en el colegio público INEM, en donde,
gracias al apoyo directo de la Alcaldía de Medellín, un grupo de estudiantes de
secundaria se familiarizará con el idioma y la cultura chinos. Esto forma parte
del programa Jornadas Complementarias que las instituciones públicas de la
ciudad ofrecen a sus estudiantes.
Desde su inicio, las actividades culturales han estado siempre presentes
en la agenda del Instituto. Cada año se programan eventos mensuales, tales como conferencias, seminarios, ciclos de cine y clubes de conversación, que cuentan en promedio con más de mil participantes.
105
De izquierda a derecha: Juan Luis Mejía
Arango, Rector de la Universidad EAFIT;
Sun Yuhua, Rectora de la Universidad
de Lenguas Extranjeras de Dalian; Pablo
Echavarría Toro, Director del Centro de
Estudios Asia Pacífico y del Instituto Confucio
de Medellín; Xu Lin, Jefa Ejecutiva de la
Oficina Central del Instituto Confucio
y Directora General de HANBAN; Gao
Zhengyue, Exembajador de China en
Colombia; Wang Yongli, Subjefe Ejecutivo de
la Oficina Central del Instituto Confucio.
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
De igual forma, realiza actividades especiales para celebrar la Fiesta de
la Primavera y la Fiesta Nacional, las principales festividades chinas. Para conmemorarlas en el 2012, se inauguró la nueva sede sur en la Universidad EAFIT
y, en el 2013, se inauguró la nueva sede norte en la Universidad de Antioquia
y la estatua de Confucio que preside el ingreso a la sede sur. Las ceremonias
anteriores contaron con la presencia del señor Wang Xiaoyuan, embajador de
la República Popular China en Colombia. En el 2013 la Fiesta Nacional se celebró con una conferencia a cargo del señor Sun Yi, consejero político de la
Embajada de China en Bogotá, y con la presentación del libro Viaje de Nueva
Granada a China y de China a Francia, escrito por Nicolás Tanco Armero, que fue
publicado en París en 1861 y reeditado por el Fondo Editorial de la Universidad EAFIT con la colaboración del Instituto Confucio de Medellín. Se afirma
que Nicolás Tanco Armero fue el primer colombiano en visitar a China. La
Fiesta de la Primavera del año 2014 se celebró con la inauguración del mural
Los cuatro caballeros de la cultura tradicional china.
Cabe resaltar también que en 2011 diez estudiantes participaron en un
campamento de verano en la Universidad de Estudios Extranjeros de Dalian
y, en diciembre de 2013, otro grupo, esta vez de 19 estudiantes, disfrutó de un
campamento de invierno que se llevó a cabo en Beijing, Dalian y Shanghai, con
el apoyo de HANBAN.
Como ya se dijo, el Instituto –de nuevo con el apoyo de HANBAN– promueve becas de estudio para que los mejores estudiantes puedan perfeccionar
sus conocimientos del idioma en China. En 2012, seis de ellos disfrutaron de
becas, por el término de un año, en diferentes universidades de ese país. El programa continuó con la participación de diez estudiantes en 2013 y seis estudiantes en 2014, para un total, hasta hoy, de 22 estudiantes becados.
Para terminar, es de gran importancia reconocer el creciente protagonismo que adquiere China en el mundo y que Colombia habrá de alternar con
este país cada vez en mayor medida. Conocer su idioma y su cultura permite,
precisamente, tener una relación más estrecha y ese es el propósito que cumple
el Instituto Confucio de Medellín. s
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
106
INSTITUTO CONFUCIO
DE LA UNIVERSIDAD
JORGE TADEO LOZANO
E
n abril del 2012, se firmó en la cancillería colombiana el convenio entre la Universidad Jorge Tadeo Lozano y HANBAN (Oficina Nacional
de Enseñanza de Lengua y Cultura de China) y, así, esta institución fue
autorizada para el establecimiento del tercer Instituto Confucio en Colombia.
Como anfitriona, a la entidad le corresponde la misión de enseñar y propagar
el idioma y la cultura de China, tras haber demostrado ante el gobierno de ese
país su capacidad e idoneidad en materia académica, tecnológica y de infraestructura, requisitos sine qua non para hacer parte de la lista de más de medio millar de pares suyos en el mundo.
Antecedentes
La Universidad Jorge Tadeo Lozano contaba, desde el año 2005, con el
Observatorio Virtual Asia Pacífico, un think tank dedicado a la investigación y difusión de diversos temas de interés, desde
la política y la economía hasta la cultura y la actualidad social, de una docena de estados de Asia
Oriental, India y el Sudeste Asiático. Con el Observatorio como pedestal, sumado a la experiencia de
la universidad en la enseñanza del idioma en años
previos, se dieron pasos firmes para el establecimiento del Instituto Confucio.
El Observatorio Virtual Asia Pacífico y
el Instituto Confucio son dependencias del Programa de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Sociales y pertenecen a una misma
línea de internacionalización, tanto de la universidad como del país. Para desarrollar esta labor, cuenta con el respaldo académico de la prestigiosa Universidad de Estudios Extranjeros de Tianjin, cuyo rector
es el señor Xiu Gang. Dicha institución fue designada por HANBAN como uni-
107
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
versidad co-gestora del naciente Instituto Confucio y su representante en Colombia es la Directora china, Li Siqing.
Para la dirección general del Instituto, mediante consenso entre las dos
partes, la rectora de la universidad, Cecilia María Vélez, nombró al escritor
Enrique Posada. Entendiendo a cabalidad los requerimientos de creación de un
Instituto Confucio con particularidades chinas, la rectora y el Consejo Directivo determinaron el acondicionamiento de un edificio de cinco plantas para su
funcionamiento en el sitio que hoy ocupa, el bello módulo 28 de la institución.
En el momento de la postulación de la Universidad Jorge Tadeo Lozano,
Bogotá ya contaba con el Instituto Confucio de la Universidad de los Andes, establecido en 2007. La existencia de un segundo Instituto Confucio en Bogotá es
una situación excepcional pues, por regla general, HANBAN solo autoriza que
haya uno por ciudad, lo que indica la solidez y credibilidad ante las autoridades
y el gobierno de China de esta universidad para fundar su instituto, como lo
hizo el 7 de mayo de 2013.
Con la premisa de “establecer un puente de amistad y entendimiento entre Colombia y China” el Instituto Confucio de la Universidad Jorge Tadeo Lozano cimienta su trabajo en dos grandes frentes, la enseñanza del idioma y la divulgación de la cultura de China, para lo cual abre sus puertas no solo a estudiantes,
egresados y funcionarios de la universidad, sino también a toda empresa o ciudadano con interés en el país asiático.
En sus dos años de funcionamiento, el Instituto se ha destacado por logros como los siguientes:
1. Enseñanza del idioma a más de 400 colombianos. Envío de 54 destacados estudiantes a China, como participantes en tres campamentos de invierno/verano, organizados y atendidos por la Universidad de Estudios Exteriores de Tianjin. Tanto el programa académico y cultural, como los gastos
de estadía, más una importante porción del tiquete aéreo, son cubiertos por
HANBAN. Se trata de una inmersión cultural e idiomática mediante la cual
los alumnos adquieren, durante tres semanas, conocimientos de la cultura y de
las artes chinas y practican el idioma. Visitan lugares históricos y modernos de
Tianjin y Beijing y entran en contacto con estudiantes chinos y de otros países.
2. Otorgamiento de becas completas de estudio del idioma durante un
año a dos alumnas de nuestro Instituto.
3. Realización de 150 actividades culturales y de actualidad, con una
participación de más de 8.600 personas.
4. Producción y transmisión del programa semanal de radio web
Óyeme Confucio UJTL. Se escucha en Colombia, otros países latinoamericanos y China.
5. Participación destacada de sus estudiantes (iniciados en el idioma desde el nivel básico en nuestro Instituto) en concursos y actividades internacionales convocados por HANBAN, entre los que sobresale la competencia de oratoria Puente con China.
6. Marcada presencia en los ámbitos académicos y prácticos del comer-
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
108
cio exterior, la ingeniería, el diseño gráfico, las relaciones internacionales, las
artes, etc.
7. Visibilidad en importantes medios de comunicación de Colombia y
China.
8. Establecimiento de alianzas con universidades, entidades de gobierno
y sector productivo.
9. Suscripción del convenio para exámenes en suficiencia del idioma chino HSK (Hanyu Shuiping Kaoshi) y HSKK (Hanyu Shuiping Kouyo Kaoshi).
De izquierda a derecha: Xiu Gang, Rector
de la Universidad de Estudios Exteriores de
Tianjin; Wang Xiaoyuan, Embajador de
China en Colombia; Cecilia María Vélez,
Rectora de la Universidad Jorge Tadeo
Lozano; Evaristo Obregón, Presidente (en
ese momento) del Consejo Directivo de la
Universidad Jorge Tadeo Lozano; Enrique
Posada Cano, Director del Instituto Confucio
de la Universidad Jorge Tadeo Lozano.
Cursos de idioma chino
En la actualidad, el Instituto cuenta con cuatro profesoras especializadas en la enseñanza del idioma chino a hispanoparlantes, avaladas tanto por
la Universidad de Estudios Extranjeros de Tianjin como por HANBAN. Para
garantizar la cobertura en la ciudad, los cursos se imparten en dos sedes: el Edificio Confucio, en el campus del centro, y en la Biblioteca Museo Carlos Lleras
Restrepo, sede norte de la universidad. Se ofrecen cursos regulares y también
intensivos, siendo estos últimos los preferidos por empresarios y profesionales
del comercio exterior y las relaciones internacionales. El Instituto Confucio de
la Universidad Jorge Tadeo Lozano ofrece tutorías gratuitas a sus estudiantes
para el afianzamiento del idioma.
109
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
Club de conversación
Complementando la labor pedagógica, en el Club de conversación estudiantes y sinoparlantes residentes en Bogotá practican y mejoran sus habilidades en
el idioma. Cada versión del club trata una temática diferente, de manera dinámica y amena. Dentro de sus invitados especiales se destaca el cineasta colombiano Sergio Cabrera, quien en una de las sesiones relató anécdotas de los 15
años de su juventud que vivió en China.
Óyeme Confucio UJTL
Desde el año 2013, este programa de radio en la red brinda información
actualizada sobre China y difunde tanto la música tradicional como los éxitos
más populares entre la juventud de ese país; asimismo, divulga información sobre las actividades del Instituto, da al aire divertidos tips de aprendizaje del idioma chino y permite el diálogo entre los radioescuchas y las profesoras chinas.
Programa de Becas y Campamentos de inmersión
Mediante el sistema de convocatoria y mérito, los estudiantes del Instituto tienen la posibilidad de acceder a diversas posibilidades de estudio en China,
como los Campamentos de verano e invierno y las becas que van desde un año hasta
las de Maestría y Doctorado en sinología (4 años).
Festivales y otras actividades
Propagando el conocimiento de la cultura china en la ciudad, mediante
festivales, conferencias, exposiciones y actividades lúdicas, el Instituto celebra
anualmente importantes festividades chinas tales como la de la Primavera, la
del Bote Dragón, la del Medio Otoño, el Día Nacional de la República Popular
China y el Día del Instituto Confucio; este último se celebra de manera simultánea con el medio millar de Institutos Confucio del mundo.
Entre las emblemáticas actividades del Instituto Confucio de la Universidad Jorge Tadeo Lozano está el Festival de la Cultura China, que reúne muestras musicales, artísticas y gastronómicas representativas del gigante asiático.
Desde su primera edición, el festival ha contado con destacados conferencistas, entre ellos los académicos expertos en China Fernando Barbosa y Jaime Barrera, de Colombia, Xu Shicheng, de China, y Flora Botton, de México, la estudiosa del I Ching y del Feng shui María Fernanda Gómez, así como
los artistas Zhang Di, intérprete del guzheng (instrumento musical de cuerda),
Zhang Hua, del erhu (otro instrumento clásico), y Luis Eduardo Garzón, pintor
especializado en China.
El Instituto coopera con el Observatorio Virtual Asia Pacífico en los temas relevantes a China, invitando conferencistas como Orlando Ayala, Presidente Corporativo del Grupo de Desarrollo de Nuevos Mercados de Microsoft
y responsable desde hace 10 años del desarrollo de las relaciones comerciales
con China; Rosario Córdoba, Presidenta del Consejo Privado de Competitividad de Colombia; y Eduardo Aycardi, Presidente de Bari Consultants LLC,
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
110
una firma consultora en biotecnología y desarrollo de vacunas con laboratorios
en China.
El equipo de trabajo del Instituto se compone de una decena de personas. Aparte del Director General y la Directora china, cuenta con una coordinadora académica y cultural, una asistente administrativa, secretaria y tres
contratistas externos, que tienen a su cargo la administración del portal web, las
páginas en las redes sociales, la dirección del programa radial Óyeme Confucio y
las estrategias de mercadeo. Contamos, además, con la colaboración constante
de dos o tres pasantes de diversos programas de la UTadeo, en particular de la
Facultad de Ciencias Sociales, a la cual está adscrito el Instituto.
La importancia del Instituto Confucio de la Universidad Jorge Tadeo
Lozano radica también en su función de enlace para el establecimiento de convenios de cooperación internacional entre la universidad e instituciones de educación superior de China, tales como la Universidad de Lenguas Extranjeras de
Dalian, la Universidad de Zhejiang y la Universidad de Estudios Extranjeros de
Tianjin.
En 2015, para la celebración del 35º aniversario de las relaciones diplomáticas de Colombia con China, el Instituto Confucio de la Universidad de
Bogotá Jorge Tadeo Lozano ha ofrecido una programación de 65 actividades a
lo largo del año llenando de contenido y sentido tan importante ocasión.
Esta es también la oportunidad de reconocer el talento humano de su
equipo de trabajo, tanto colombiano como chino, y la acertada orientación de
la Rectora y del Consejo Directivo de la universidad y de los decanos de la Facultad de Ciencias Sociales y del Programa de Relaciones Internacionales, cuya
voluntad política es lograr que este Instituto se constituya en piedra angular de
las relaciones entre Colombia y China. s
111
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
SIETE GUERREROS
DE TERRACOTA
CHINOS SE
MUDARON A
BOGOTÁ
A
dos milenios de estar librando la batalla del tiempo a las órdenes de su
emperador Qin Shi Huangdi, el unificador de China, y veintidós siglos después de su creación, llegaron al Museo Nacional de Colombia
siete de los 8.000 guerreros de terracota que fueron descubiertos en la provincia
de Xi’an, al norte de China.
En 1974, un campesino de la región, Yan Zhifa, y dos compañeros cavaban un pozo cuando, por casualidad, hallaron varios pedazos de barro cocido
y puntas de flechas de bronce. Este descubrimiento resultó ser la puerta de entrada a un mundo asombroso que no termina aún de revelarse y que se convirtió en la octava maravilla del mundo y en patrimonio de la humanidad: el más
grande de los mausoleos imperiales en la historia de China y del planeta.
Fue el hallazgo arqueológico más importante del siglo XX, según el profesor y autor del catálogo oficial de la exposición, Carlos García Tobón, y apenas una más de las extraordinarias realizaciones que este líder único hizo en
solo 11 años de mandato en China. Unificó los siete reinos, la escritura y la
moneda; acabó con el sistema feudal al punto que sus hijos no heredaron ninguno de sus bienes ni privilegios; unió distintas murallas creando la reconocida
muralla china y dedicó una gran cantidad de tiempo y recursos materiales y
humanos para construir un espacio bajo tierra en aras de alcanzar la inmortalidad, una obsesión que aquejó al emperador Shi Huang quien la “buscó de
muchas formas: puso a sus alquimistas a conseguir un elíxir de la eterna juventud, se dedicó a peregrinar en busca de una inmortalidad espiritual, consolidó
el primer estado en el mundo que sobrevivió 22 siglos y, finalmente, construyó
un monumento funerario en el que realizaría el trayecto del viaje hasta la eternidad”, explica García Tobón.
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
112
La exhibición estuvo conformada por 74 piezas, entre las que hay armas, herramientas y la representación de una de las carrozas de bronce. Es
una muestra de lo que es este tesoro –del que solo se conoce cerca de un 40 por ciento, porque la
tumba principal aún no ha sido excavada– y de las
habilidades sorprendentes que tenía este pueblo
como, por ejemplo, un manejo tal de los metales
que las armas se mantuvieron con filo durante 22
siglos. Fueron necesarios más de cuatro años y varios acuerdos para que el gobierno chino autorizara el viaje de los guerreros. “Este fue un sueño bien
soñado. Afortunadamente ya están aquí gracias al
Ministerio de Cultura y a la empresa privada”, manifestó en su momento María Victoria de Robayo,
directora del museo y anfitriona de los Guerreros
en Colombia.
Pocos países del mundo han tenido el privilegio de tener esta exposición en sus capitales y en
Bogotá la tuvimos 5 años antes que el Museo Británico de Londres u otras ciudades europeas. Solo
Nueva York y Ciudad de México los habían albergado en América.
Siete guerreros de terracota hicieron parte
de la exposición que estuvo abierta al público desde
el 15 de junio hasta el 10 de septiembre de 2006:
un general, un oficial, un soldado de caballería, un
guerrero con armadura, un arquero arrodillado, un
mozo de cuadra y un auriga representan a los más de 8.000 guerreros que conforman el ejército imperial. La muestra también incluyó –como se dijo– la réplica de un carruaje, realizada a la mitad de su tamaño real, y armas hechas en
bronce, una serie de herramientas en hierro utilizadas en agricultura, monedas,
ladrillos, tejas y otros elementos propios de la época de este gran emperador.
Esta ha sido la exposición más importante y concurrida que haya habido en el país. Más de 230.000 personas hicieron largas y pacientes filas para
presenciar el extraordinario hecho y su éxito se extendió al catálogo del que se
imprimieron 20.000 ejemplares y terminó completamente agotado. s
113
Catálogo oficial de exposición.
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
EXPO SHANGHAI 2010:
¡MISIÓN CUMPLIDA!
Gustavo Gaviria Ángel
Embajador en Misión Especial y Comisario General de Colombia para Expo Shanghai 2010
A
lgunos colombianos visionarios –testigos del despertar del Dragón–
identificaron el potencial de China y la importancia de relacionarse
con ella para Colombia. Acercarse a su maravillosa y milenaria cultura, plena de sabiduría, es algo que estos personajes, asociaciones, organizaciones y empresas, a los que yo llamo visionarios, vislumbraron mucho antes de
que esa nación estuviera en el radar de todos.
Un ejemplo de estos visionarios es la Asociación de la Amistad Colombo-China, creada en 1977 con el propósito de promover tanto la interculturalidad como el acercamiento y la amistad entre los dos países. La Asociación,
que cuenta con profesionales desatacados, trabaja en diferentes proyectos con
el apoyo de la Embajada de China en Colombia, fortaleciendo día a día esta
valiosa amistad.
Así mismo las repúblicas de Colombia y Popular China, en un trabajo
conjunto, han fortalecido sus relaciones. Los gobiernos, a través de diferentes
proyectos de cooperación, y la empresa privada, en el intercambio de productos, entre otros actores, han posicionado a China como el segundo socio comercial del país.
Colombia en Expo Shanghai 2010
En el 2008, Beijing fue la sede oficial de los Juegos Olímpicos, deslumbrando al mundo entero con el esplendor de sus escenarios y presentaciones. El
país mostró su nueva cara y todos asistieron al despertar del dragón.
En el 2010, el año del Tigre, China le reveló el mundo a los chinos con la
realización de una Exposición Universal sin precedentes: Expo Shanghai 2010.
La feria, en la que participaron 192 países y 52 organizaciones internacionales,
sobrepasó su meta de 70 millones de visitantes presenciales y 200 millones de
cibernautas.
Lo que empieza bien termina bien y Colombia, en el marco del bicente-
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
114
nario de su independencia y al celebrar 30 años de relaciones con la República
Popular China, aceptó la invitación al evento y se convirtió en actor principal
de la convocatoria más amplia y participativa de todos los tiempos. Nuestra
delegación para la inauguración fue presidida por el vicepresidente Francisco
Santos, gestor del proyecto, acompañado por el embajador Guillermo Ricardo Vélez, la representante Olga Elena Bula, de la Dirección de Asia, África y
Oceanía del Ministerio de Relaciones Exteriores, y por mí, como Embajador
en Misión Especial y Comisario General. Esta misma delegación tuvo el honor
de atender la invitación a la reunión bilateral y banquete oficial ofrecido por el
vicepresidente Xi Jinping, en donde pudimos conocer el verdadero interés de
China por nuestro país.
Nuestra gente fue el tema central del pabellón y con nuestros aliados y
sus profesionales pudimos presentar todas las oportunidades para que China
nos considerara el Socio Estratégico Preferente. Adicionalmente, Colombia tuvo al mejor grupo de anfitriones que con su aptitud, dedicación y actitud fueron
nuestros principales embajadores.
Y así como Colombia tiene la
mejor ubicación en América, también tuvo una excelente en la feria,
gracias a los directivos de la misma
–en cabeza del embajador Hua Junduo, Comisario General–, con la
vecindad de Canadá, Brasil y Perú y
frente al pabellón de Estados Unidos.
De esta manera, nuestro país, considerado como la mejor esquina de
América, quedó en la mejor esquina
de Expo Shanghai. Nuestra propuesta fue muy bien acogida y nos sentimos orgullosos de haber recibido más
de tres millones de visitantes, cuando
inicialmente proyectamos un millón
y medio de personas. El señor Hua
Junduo manifestó lo siguiente: La Expo ha sido un espacio muy importante para
la presentación de diferentes países al pueblo chino. Colombia ha hecho un excelente rol en este
proceso y esto va a ayudar a estrechar los lazos de amistad con China.
Como parte de la muestra cultural y folclórica, Colombia dejó su sabor y
su espíritu destacándose en cada una de sus exhibiciones. Con la realización de
27 eventos musicales, nuestra agenda cultural fue catalogada por los organizadores como una de las mejores de toda la Exposición. Así lo reconoció el señor
Teddy Xu, Director de Evento de la zona América y Puxi, 2010: Si se compara el
tamaño del Pabellón de Colombia en la Expo, puede que no sea muy grande. Pero si se compara en términos de espectáculos musicales, es enorme, por su cantidad y calidad. El Pabellón
115
El muy vistoso y muy visitado Pabellón de
Colombia.
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
Gustavo Gaviria Ángel, embajador de
Colombia para la Expo Shanghai 2010.
de Colombia queda como uno de los más grandes promotores de conciertos no solo en la zona
América sino en toda la Expo.
Reiterando el tema de nuestra gente, la exitosa presencia de Colombia se
debió en gran medida al apoyo de nuestros aliados (entidades colombianas públicas y privadas), que además de aportar los recursos económicos para financiar esta magna empresa,
conformaron los mejores equipos para destacar y
enorgullecer al país en cada una de sus presentaciones, las mismas que lograron entusiasmar a las empresas chinas, afirmando su participación en múltiples proyectos de diversos sectores y asegurando
inversiones chinas de gran magnitud para los próximos años. El acercamiento a China permitió, también, reconocer mercados importantes y amplios
para infinidad de productos colombianos. Para asegurar la continuidad de los contactos establecidos y
ampliar esta oportunidad a muchas empresas chinas y colombianas que no tuvieron la posibilidad
de asistir a Expo Shanghai, se conformó la Cámara
Colombo-China de Inversión y Comercio. Esta, en
el transcurso de cinco años, se ha consolidado como el referente líder en los procesos de integración
y cooperación entre los dos países.
Por todo lo expuesto podemos afirmar con
plena convicción que la participación de Colombia en Expo Shanghai 2010
constituyó un gran paso para las relaciones presentes y futuras entre China y
Colombia y, también, entre nuestro país y Asia. Una muestra de esto es que
acabamos de ser la sede de la Cumbre Transpacífica en el marco del Cartagena
Dialogue, organizado por Instituto Internacional de Estudios Estratégicos. Este
evento representó un escenario idóneo para el desarrollo y fortalecimiento de
las relaciones entre los países latinoamericanos de la Alianza del Pacífico y países claves de la zona Asia Pacífico. s
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
116
LA COMIDA CHINA
Y COLOMBIA
Héctor Mora
con datos tomados de www.hectormora.tv
L
a culinaria China tiene larga historia y fama mundial. En la filosofía
china hay pocas cosas más importantes que la comida, porque el arte
culinario creció mano a mano con el desarrollo intelectual; por eso se
saluda en familia preguntando ¿ya has comido?, ¿has tenido el arroz?
Una de sus características es el manejo de los palitos, llamados kuai-zi,
que significa “objetos de bambú para comer rápidamente”. Se usan hace cuatro mil años y miden entre 23 y 25 centímetros; son unos milenios más antiguos
que el tenedor y por tradición se sujetan solo con la mano derecha, incluidos los
zurdos.
La comida se prepara en trozos del tamaño de un bocado, apropiado
para ser tomado con los palitos; de lo contrario, no estaría bien preparada. Sus
estilos varían por las diferencias de zona, clima, productos y costumbres. Las
grandes fiestas en la Corte Imperial incluían 500 platos, los cuales requerían
dos meses de elaboración, con soya medicada.
Hay miles de leyendas que se tejen en torno de la comida china, un arte
culinario famoso por sus ocho escuelas distribuidas en todas las provincias: Lu
(Shandong), Zhe (Zhejiang), Su (Jiangsu), Hui (Anhui), Xiang (Hunan), Chuan
(Sichuan), Min (Fujian) y Yue (Guangdong y Hong Kong), cada una con decenas de platos tradicionales como el Xihu Cuyu (pescado del Lago del Oeste en
vinagre), el Longjing Xiaren (camarones cocinados con té Longjing), el Chaoshou (pequeños ravioles) y el Chongqing Huoguo (la olla mongola local).
Es imposible hablar de la famosa culinaria de la región de Sichuan sin mencionar el picante, aunque el sabor más original es el de los alimentos salados. En
la actualidad los platos de Chongqing, la capital de la represa de las Tres Gargantas, guardan aún el sabor de la sal. Sin embargo, después de cientos de años
de evolución, los de Chengdu se caracterizan por el picante.
El Huiguorou (cerdo con pimiento) es una receta familiar, considerada el
plato favorito de la época de los sacrificios rituales, una ocasión para preparar,
117
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
sobre el altar privado, carne poco cocida, cortada en trozos de 3 cm de longitud
y 0,3 cm de grosor, con diez condimentos aromatizados. Al terminar la ceremonia, se enfría y saltea con ajo y se decora con pimientos rojos y brotes verdes
también de ajo.
Por su parte, la cocina cantonesa, de sabores suaves, con ligera tendencia al
dulce y a los productos del mar, y con su cocina al vapor y los dim-sum, ha obtenido renombre mundial.
En el sur y en Hong Kong hay un mayor uso del arroz y de lo que se
obtiene de las costas ricas en pescados y mariscos, mientras que en el norte son
más típicos los productos de harina de trigo, como la pasta, los raviolis e incluso
cosas parecidas al pan y los churros.
Zaocha es el nombre general del desayuno, cuya variedad alcanza mil alimentos, tales como ravioles rellenos con camarones, patas de pollo, panecillos
rellenos de carne azucarada y cocidos al vapor, pasta de arroz, sopas de distintos cereales y tallarines. En un desayuno típico se debe incluir dim sum, por
ejemplo con unos dumplings, que son las empanadas rellenas de carne, pescado y
verduras, bañadas con leche de soya.
El arroz y los fideos son las dos materias primas principales en la cultura
gastronómica china y pueden compararse al uso del pan en la cultura occidental. Entre los platos corrientes, se toman como una referencia para juzgar la
calidad de la comida de un restaurante.
Hay manjares famosos como el Chaoerdong (guisado de hongos y brotes
de bambú), los langostinos vegetarianos (preparados con vegetales en la misma
forma en que se guisan los langostinos verdaderos) y la comida budista, con sus
galletas, y tortas con rellenos de verduras.
El Pato Laqueado es el tesoro de Beijing servido a manteles. Los animales
son criados en galpones que se oscurecen al medio día para que coman dos
veces en 12 horas y engorden tiernos; luego son asados en hornos aromatizados por leños de durazno o de pero y servidos como tacos de piel frágil que se
disuelve en la boca.
La preparación de los raviolis es un arte que mezcla harina con manteca
de cerdo, sal y agua, para que el exterior sea duro pero a la vez fino y transparente.
El pan chino es básico en la alimentación oriental, como sucede entre
nosotros, pero no es horneado sino al vapor. El Mantou (cabeza de bárbaro) clásico es un pan fermentado del norte del país, donde se cultiva trigo y arroz. Su
nombre se origina en el período de los Tres Reinos, gracias a un mensajero del
emperador que engañó a un bárbaro para cruzar, cargado de pan, un río.
Los cinco elementos y los cinco sabores
La teoría de los cinco elementos se basa en la idea de que todos los fenómenos del universo son el resultado del movimiento y la mutación de cinco
categorías: madera, fuego, tierra, metal y agua. Para gozar de buena salud estos
elementos deben estar en armonía con cinco sabores esenciales: picante, agrio,
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
118
amargo, dulce y salado. En la tradición china, cinco granos de arroz se valoran
más que las perlas o el jade y los fideos se ven como símbolo de longevidad.
Los ingredientes espinosos suavizan el olor del pescado y la oveja y ayudan al cuerpo a combatir la humedad y el frío. Los gastrónomos consideran
que el pimiento mueve la circulación sanguínea y estimula el espíritu, lo que es muy importante en aquellos lugares en los que el sol
se hace raro y hay mucha niebla y humedad.
Los chinos disfrutan viendo beber a sus invitados, lo que se
conoce como lou wai y se bebe de un solo sorbo, en un reto anunciado como Campei. Se apura con cuidado en licores fuertes como
el er gua toe, que pueden hacer “perder la cabeza”, por lo que lo
más recomendable es beber con algo en el estómago. La bebida
más famosa de China es el Maotai, un licor de hierbas que utilizaban los emperadores Han para obsequiar a los mandatarios
extranjeros de visita.
Los latinos han asimilado con facilidad los sabores y el aspecto de la comida china. Buena parte de su expansión, pese a la
escasez de ingredientes, se debe a la influencia de los inmigrantes
chinos en Perú, en donde la cocina chifa compite mano a mano
con los platos incas.
Beijing es una capital gastronómica de talla mundial y
sus manjares van desde la más pura cocina mongola, cantonesa, de Sichuan
o Manchuria, hasta sofisticados menús internacionales. La olla mongola es una
especie de fondue; en un recipiente de cobre con caldo caliente se ponen trozos
de cordero, pollo, pescado o verduras, que luego se comen con arroz y muchas
salsas diferentes. Para ser allí todo un gourmet, pida jamón con miel, pescado
con salsa marrón y mariscos y verduras cocidas, pepino picante y los espárragos
asados y al final una sopa de aleta de tiburón o de nido de golondrina. ¡Ah! y el
postre único puede ser crema de arroz con semillas de loto.
Pero no crean las historias sobre ratas fritas y cucarachas al vapor, aunque en China se come todo lo que tenga cuatro patas, excepto las mesas, y todo
lo que vuele, menos los helicópteros. Su comida es un manjar en serio… y sepa
que el perro es demasiado costoso para ser servido como un “corrientazo”. Como el gato.
Para estar integrados con su tradición hay que almorzar justo al medio
día y cenar a las siete. En la mesa no se usan cuchillos porque, como ya se dijo,
los bocados vienen cortados al tamaño de la boca y de acuerdo con la capacidad de los palitos. Hasta la pasta es proporcional y por eso inventaron los espaguetis delgados que Marco Polo nacionalizó en Venecia.
El pescado, siempre lo más fresco posible, se sirve entero y cocido; los comensales pinzan los trozos con los palitos y lo comen a pedazos. Un dicho chino
reza “incluyendo cabeza y cola”, como referencia al cumplimiento de una tarea, en este caso, la forma de servir el pescado.
119
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
Comida china de otra parte
Pero no toda la famosa comida china es china.
En occidente, los trabajadores inmigrantes guardaron parte de sus recetas como una vinculación sentimental con su tierra lejana. A Colombia, según
la tradición, la cocina china llegó por el canal de Panamá y se afincó en el puerto de Barranquilla, cobijó después a la Guajira y luego, poco a poco, se tomó el
país. En los años 90, la Embajada China procuró promover su verdadera gastronomía y refutar leyendas sobre esa “horrorosa comida”; para esto, montó el
restaurante Nuevo rincón de la China, donde los cocineros, la materia prima y la
decoración eran traídos de Beijing.
Hoy, en el menú de la comida rápida bogotana, es normal pedir un “chino”, es decir, un plato de arroz con verduras, raíces chinas, cerdo, res y pollo
picado; no obstante y como sucede en todo el mundo, no se debe confundir la
comida china con la que se encuentra en restaurantes chinos fuera de China. En occidente se suele ofrecer una cocina muy desdibujada en relación con la original, más insípida y con sabores
muy uniformes entre restaurantes y entre unos platos y otros. Estos platos se tienen por típicos pero, en realidad, no existen así en
ninguna parte de China, donde está una de las mejores cocinas
del mundo.
El pomposo nombre Chop Suey quiere decir “mezcla de restos” o “sobrantes de ayer”, lo que en Colombia sería un “calentao”; se originó en la comida rápida para los trabajadores chinos
en San Francisco, durante la construcción del ferrocarril en el siglo XIX y era un revoltijo de verduras y sobrados de arroz con
soya. No es un plato de un menú en China, como tampoco lo son
las galletas de la felicidad, nacidas en un comedor de California
como un postre para el paladar occidental.
En Estados Unidos la comida china está muy extendida,
en especial en la modalidad de take out (para llevar), aunque un chino la encontrará bastante americanizada pues la cocina fusión y la globalización hacen que
se combinen ingredientes y técnicas asiáticas con la presentación gringa más
tradicional. Y es que si los chinos copian los productos comerciales de todo el
mundo, pues el mundo entero copia su comida. En toda Europa y América las
vitrinas de las calles más populares se llenaron de comida china y los avisos y
letras de sus restaurantes ya forman parte del paisaje urbano.
Hace unos años una familia paisa montó en Beijing un restaurante para
vender lechona que se debía comer con palitos. La empresa fracasó. El arroz
grueso no servía y el plato no se acompañaba de sopa y verduras salteadas, algo
sagrado e indispensable en la comida china de verdad, verdad, pero ausente en
una auténtica lechona tolimense. Así en Colombia se piense y se haga lo contrario. Y no es un cuento chino. s
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
120
DIECIOCHO AUTORES
COLOMBIANOS
TRADUCIDOS Y
PUBLICADOS EN CHINO
E
n días recientes, a raíz de la publicación legal de Cien años de soledad, el
Observatorio Virtual Asia Pacífico, de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, decidió realizar una investigación sobre la nómina de escritores
colombianos traducidos al chino y publicados en ese idioma.
Como se buscaba una investigación exhaustiva, era necesario recurrir a
investigadores expertos en el tema. Finalmente, se le hizo este encargó a dos
ciudadanos chinos: el profesor Xü Shicheng, investigador principal del Instituto
de Estudios de América Latina, entidad dependiente de la Academia de Ciencias Sociales de China; y el señor Shen Bolo, traductor senior del Buró Central
de Traducciones y Publicaciones del Comité Central del Partido Comunista de
China.
Vienen, enseguida, los resultados de la tarea encomendada.
En la lista principal, elaborada por el Profesor Xü Shicheng, tenemos:
I. Gabriel García Márquez
1. El coronel no tiene quien le escriba y otros cuentos
Traductor: Tao Yuping.
Editorial Comercial, 1985.
(哥伦)加夫列尔·加西亚·马尔克斯著 上校无人来信:加西亚·
马尔克斯小说集》, 陶玉平译注, 商务印书馆, 1985
2. Crónica de una muerte anunciada
Traductores: Li Deming y Jian Zongcao.
Editorial del Buró Central de Traducciones, 2004.
(哥伦)加西亚·马尔克斯著:《一桩事先张扬的凶杀案》;李德明,
蒋宗曹等译作者:中央编译出版社,2004
121
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
3. Cien años de soledad
Traductores: Huang Jinyan y otros.
Editorial de Traducciones de Shanghai, 1989.
(哥伦)加西亚·马尔克斯著:《百年孤独》黄锦炎等,
上海译文,1989
4. El otoño del patriarca
Traductor: Yi Xin.
Editorial de Arte y Literatura de Shang Dong, 1985.
《族长的没落》,伊信译,山东文艺出版社,1985
5. El amor en los tiempos del cólera
Traductor: Ji Minghgui.
Editorial del Pueblo de Hai Longjian, 1987.
《霍乱时期的爱情》,纪明奎译,黑龙江人民出版社,1987
6. El olor de la guayaba
Traductor: Lin Yi An.
Editorial San Lian, 1987.
文学谈话录《番石榴飘香》林一安译,三联书店,1987
7. Del amor y otros demonios
Traductor: Zhu Jindong.
Editorial de Arte y Literatura de Shang Dong, 1999.
《爱情和其他魔鬼》,朱景冬译,山东文艺出版社,1999
8. Antología de cuentos y novelas de Gabriel García Márquez
Traductores: Zao Deming, Liu Yin y otros.
Editorial de Traducciones de Shanghai, 1982.
(哥伦)加夫列尔·加西亚·马尔克斯,加西亚·马尔克斯中短篇小说集,赵德
明,刘瑛等译,上海译文出版社,1982
II. David Sánchez Juliao
9. Mi sangre aunque plebeya
Traductores: Wang zhiquan y Ding Yanlin.
Editorial del Pueblo de Yun Nan, 1992.
戴维·桑切斯·胡里奥:《“狼群”酒吧血色之旅》,王治权、丁艳玲译,云
南人民出版社,1992
III. Álvaro Mutis
10. La mansión de Araucaima
Traductor: Li Deming.
Editorial del Pueblo de Yun Nan, 1997.
阿尔瓦罗·穆蒂斯:《阿劳卡依玛山庄》,李德明译,云南人民,1997
IV. José Eustasio Rivera
11. La Vorágine
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
122
Traductor: Wu Yan.
Editorial de Traducciones de Shanghai, 1981.
何塞·欧斯塔西奥·里维拉《旋涡》,吴岩译,上海译文,1981.
V. Dasso Saldivar
12. Gabriel García Márquez: El viaje a la semilla
Traductores: Bian Shuangcheng y Hu Zhengcai.
Editorial de Literaturas Extranjeras, 2001.
(哥伦)达索·萨尔迪瓦尔(Dasso Saldivar)著《回归本
源:加西亚·马尔克斯传》,卞双成、胡真才译,外国文学
出版社,2001
VI. Jorge Isaacs
13. María
No se pudo encontrar la ficha en la biblioteca, pero se sabe que
fue traducida al chino hace mucho tiempo.
豪尔赫·伊萨卡斯《玛丽亚》
VII. Enrique Posada Cano
14. Historias del Hotel de la Amistad de Beijing
Traductor: Shan Shi.
New World Press, 2010.
哥伦比亚)恩里克 薄萨达 卡诺:《友谊宾馆的那些事》,
山石译,新世界出版, 2010 年
La investigación del traductor Shen Bolo arrojó esta lista complementaria:
VIII. Manuel Mejía Vallejo
15. Venganza
16. Tiempo de sequía
IX. Eduardo Caballero Calderón
17. Siervo sin tierra
X. David Sánchez Juliao (quien ya aparecía en el listado de el profesor Xü)
18. Pero sigo siendo el rey
XI. Fernando Soto Aparicio
19. La rebelión de las ratas
XII. Jairo Aníbal Niño
20. Cuentos infantiles
XIII. Gustavo Álvarez Gardeazábal
21. El bazar de los idiotas
123
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
XIV. Hernando Téllez
22. Cuentos
XV. Germán Castro Caicedo
23. Mi alma se la dejo al diablo
XVI. Fernando Gómez
24. Tragedia de los mineros
XVII. Héctor Abad Faciolince
25. Angosta
Conclusión: Son en total dieciséis autores colombianos y alrededor de 25 obras
que han sido traducidas al idioma chino y publicadas en esa lengua.
La más antigua novela colombiana traducida es María, de Jorge Isaacs,
pero las indagaciones de nuestro investigador no pudieron obtener la ficha bibliográfica a fin de dar a conocer el nombre del traductor, el de la editorial que
publicó la obra y la fecha de edición.
La más reciente obra publicada en chino es del escritor Enrique Posada,
que en español lleva el nombre de En China dos veces la vida, pero que, de acuerdo
con el autor, se cambió por el título de Historias del Hotel de la Amistad de Beijing. s
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
124
LIBROS
COLOMBIANOS
SOBRE CHINA
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CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
126
COMERCIO E
INVERSIÓN EN LAS
DOS ORILLAS
HUAWEI
A
*
Oficinas de Huawei en el norte de Bogotá.
mediados de los años 90 la telefonía
celular comenzó a abrirse paso en
nuevos mercados y a tomar primacía
en el mundo de las comunicaciones; los abultados dispositivos que unos años antes representaban un gasto astronómico para sus dueños y
rara vez eran vistos fuera del entorno laboral,
rápidamente comenzaron a disminuir en tamaño y precio a la vez que llegaban a las manos
del publico en general.
Para comienzos del siglo XXI la telefonía celular empezaba a reemplazar a las líneas
telefónicas fijas en varios lugares del mundo y,
naturalmente, las grandes empresas no vacilaron en llenar el vacío creado por la demanda
repentina de estos dispositivos.
Si bien los cambios que ha traído la injerencia del celular en la cotidianidad son gigantescos y siguen sorprendiéndonos cada día, la
historia de las compañías que hicieron posible
esta revolución no es menos admirable. Entre
los cientos de empresas dedicadas a desarrollar esta tecnología, existe una cuya ingeniosa
campaña de posicionamiento en el mercado
internacional la convirtió en toda una historia
de éxito.
Fundada en 1987 en la ciudad de Shenzhen, China, Huawei Technologies Company
es actualmente el líder global en el mercado de
las telecomunicaciones, ostentando el primer puesto en fabricación de teléfonos
celulares y el segundo en el mercado de hardware óptico. Sus ingresos son superiores a los 45 billones de dólares y tiene más de 140.000 empleados repartidos en varios países. Esta joven empresa se ha convertido en la abanderada del
129
* Fawzi Mostefai estuvo a cargo de la investigación y la redacción de textos para las cuatro
compañías chinas reseñadas en esta sección.
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
ingenio chino en el mundo de la tecnología y compite con las más reconocidas
marcas del sector.
Desde su llegada a Colombia en 1999, Huawei se ha empeñado en ganarse el aprecio de sus clientes en el país, haciendo presencia en las principales
ciudades y empleando a más de 600 colombianos y alrededor de 200 ciudadanos chinos y de otras nacionalidades, quienes tienen la oportunidad de vivir y
hacer parte de la gran transformación tecnológica por la que actualmente atraviesa el país.
Centrándose en ofrecer productos de alta calidad a precios razonables y,
ante todo, manteniendo una presencia fuerte en el mercado de teléfonos móviles, la compañía ha inaugurado dos tiendas, hasta la fecha: una en Bogotá y la
otra en Medellín. En estos espacios exhibe sus productos de manera exclusiva
y brinda a los compradores la oportunidad de conocer las ventajas y funciones
únicas de sus aparatos digitales.
En materia de posicionamiento de marca, Huawei ha lanzado numerosas campañas publicitarias mediante las que invita a los colombianos a conocer tecnología de punta creada y desarrollada al otro extremo del Pacífico. La
empresa busca que los productos chinos sean sinónimo de alta calidad y entre
los hitos destacables de los últimos años cabe mencionar que, para el periodo
2015-2017, Huawei se comprometió a patrocinar al equipo de futbol profesional Independiente Santa Fe, dándose a conocer también en los campos deportivos que son el punto de encuentro de la principal afición de los colombianos. s
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
130
SINOPEC
C
hina Petroleum and Chemical Corporation, también conocida como
Sinopec Limited, es una subsidiaria de Grupo Sinopec, la más grande
empresa de petroquímicos en Asia. Sinopec es, actualmente, la mayor
empresa china en operación; es la primera a nivel global en ventas, según la revista Fortune, o la tercera, según la revista Forbes.
Fundada en 1998, en Beijing, la compañía
está bajo la administración del Consejo de Estado
de la República Popular China y de la Comisión
Estatal para la Supervisión y Administración de los
Activos del Estado. Es una institución de inversión
autorizada por el Estado; desde el año 2000, está
catalogada en las bolsas de valores de Hong Kong,
Londres y Nueva York (SNP) y, desde 2001, en la de
Shanghai.
Las actividades llevadas a cabo por Sinopec
incluyen: exploración, producción, almacenamiento y transporte de petróleo y gas natural; refinamiento de petróleo; venta al por mayor de gasolina
y keroseno; producción de otros productos derivados del petróleo; diseño, instalación y construcción
de proyectos de ingeniería petroquímica y mantenimiento de los mismos.
Con un equipo de más de 350.000 trabajadores y filiales en más de 20 países, Sinopec Limited
se ha caracterizado por un entorno empresarial en
el cual el respeto a la diversidad cultural y el bienestar y la salud de sus empleados son las más grandes
prioridades. La empresa ha sido galardonada en diversas ocasiones por su ejemplar manejo organizacional, sus relaciones con los inversionistas, sus iniciativas de desarrollo sostenible y su labor social.
En 2006 llega a Colombia, con una inversión
Oficinas de Sinopec en el norte de Bogotá.
inicial de 50 millones de dólares. El año siguiente,
131
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
Sinopec Colombia comienza su trabajo en los campos petrolíferos del país, llevando a ellos los métodos más avanzados en exploración y extracción de crudo.
La empresa cuenta con capacidades de cimentación y readecuación de pozos,
construcción y mantenimiento de oleoductos y gasoductos, y perforación de
pozos verticales, direccionales y horizontales de petróleo.
Sinopec Colombia cumple con una estricta política integrada de calidad, seguridad industrial, salud ocupacional, medio ambiente y seguridad social, como manera de garantizar la eficacia de sus operaciones y minimizar el
impacto que estas puedan tener en el medio ambiente.
Al día de hoy Sinopec ha trabajado más de 300 pozos petrolíferos de
Colombia. Con la misión de contribuir al desarrollo económico de la nación
mediante la prestación de servicios y productos de alta calidad y un enfoque
especial a la preservación del medio ambiente, Sinopec mantiene la visión de
convertirse en una de las mejores compañías del país en el campo petrolero. s
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
132
BYD
L
a magnitud de la tasa de crecimiento de la economía de la República Popular China en los últimos años no tiene precedentes. En 1949,
cuando Mao proclamó el nacimiento de la nueva república, esta era
una sociedad agrícola donde la población urbana no superaba una cifra porcentual y el impacto de la industria especializada en la economía era casi nulo;
en contraste, en los años 90, cuando el país se posicionó entre los primeros lugares de manufactura en el mundo, la población urbana comprometía casi la mitad de los más de mil millones de habitantes y cada día nacían nuevas empresas
enfocadas en la tecnología de alta gama, previendo el auge de esta industria en
el siglo XXI.
BYD es una de estas firmas fundadas a finales del siglo pasado, cuyo modelo de negocios e implementación vanguardista de nuevas tecnologías y prácticas empresariales la llevaron a convertirse en todo un gigante de la era digital.
Creada en 1995, con el enfoque inicial de manufacturar baterías y otros componentes para el creciente mercado de dispositivos móviles, la empresa probó
temprano su capacidad innovadora al patentar un método mediante el cual las
baterías de litio podían ser manufacturadas a temperatura ambiente, en lugar
de ser fabricadas en cuartos con temperatura regulada; esto le dio a BYD una
ventaja competitiva que la llevaría a convertirse en la más grande fabricante de
estos componentes, los cuales, hasta el día de hoy, están presentes en los productos de reconocidas empresas como Samsung, Apple y Motorola, entre otros.
En el 2003, respondiendo a la expansión urbana de la China y a los retos
ambientales que este suceso traía consigo, la empresa crea su subsidiaria BYD
Auto Company Ltd., dedicada a la fabricación de automóviles, en su mayoría
híbridos y eléctricos, dotados de toda la tecnología verde que la empresa matriz
ha desarrollado a lo largo de su historia.
Nueve años más tarde, BYD Auto llega a Colombia ofreciendo con sus
vehículos una alternativa limpia y eficiente en el transporte urbano, tanto para el mercado público como para el privado. El proyecto inicial de la empresa en Colombia de sacar a rodar 43 taxis eléctricos por las calles de Bogotá,
con el aval de la Alcaldía Mayor de la ciudad, ha sido elogiado no solo por la
reducción de emisiones contaminantes que su implementación masiva podría
lograr a largo plazo, sino también por la seguridad y comodidad que destacan
133
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
Presentación de un bus eléctrico BYD para el
sistema de transporte Transmilenio de Bogotá.
a los vehículos de BYD y el hecho de
que Bogotá es ahora pionera en Suramérica en el uso de vehículos para
el transporte público propulsados por
fuentes de energía alternativas.
A pesar del poco tiempo que
BYD lleva laborando en Colombia,
sus planes a futuro son grandes e incluyen, ante todo, garantizar la reducción de la contaminación en el
aire y el uso de tecnología energética de punta. En el sector público, la
compañía ha hecho pruebas de sus
buses 100% eléctricos con Transmilenio; estos mismos buses actualmente
ruedan por un sinnúmero de ciudades europeas, asiáticas y americanas donde han demostrado su confiabilidad y
eficiencia.
Por su parte, en el mercado privado la compañía actualmente se enfoca
en dar a conocer su gama de productos automotrices a los consumidores colombianos, quienes encontrarán en el Tang, Song, Yuan y Ming –carros homónimos de las grandes dinastías chinas– a un amigo fiel que los llevará a todos
los rincones de la geografía nacional, sin causar daños al medio ambiente, para
que las futuras generaciones del país disfruten las maravillas naturales de Colombia en su estado mas puro.
Puntos clave de la entrevista con BYD
• La empresa es fundada en 1995. Inicialmente se dedica a la elaboración de baterías para dispositivos móviles.
• En 2003 se crea BYD Auto Company, subsidiaria dedicada a la fabricación de automóviles.
• En 2012 BYD Auto llega a Colombia.
• BYD Colombia cuenta con alrededor de 20 empleados, 5 chinos y el
resto latinoamericanos.
• BYD representa el 30% del mercado de baterías para dispositivos móviles; están son usadas por Apple, Motorola, Samsung y Huawei, entre otros.
• Actualmente se ofrecen 10 modelos diferentes de autos eléctricos.
• La compañía sacó a rodar 50 taxis eléctricos en Bogotá, convirtiéndola en la primera ciudad suramericana en implementar esta tecnología para el
transporte público.
• Se espera que el número de taxis eléctricos en Bogotá pase de 50 a 200400 en los próximos años.
• Varios modelos de la compañía automotriz llevan nombres de dinastías
chinas como Tang, Song, Yuan y Ming.
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
134
• En la China la compañía ha vendido más de 50,000 automóviles, lo
que representa cerca del 50% de las nuevas ventas de vehículos eléctricos.
• La estrategia empresarial es enfocarse en tecnologías emergentes amigables al medio ambiente.
• La empresa presentó sus buses eléctricos a Transmilenio; estos fueron
probados por el Ministerio de Transporte.
• Retos de BYD Colombia: conocimiento del mercado, implementación
de la tecnología, falta de estaciones de carga para vehículos eléctricos en el país.
• La compañía actualmente se encuentra en la etapa de promoción, dando a conocer sus vehículos a los consumidores colombianos.
• La empresa matriz actualmente desarrolla nueva tecnología energética
amigable con el medio ambiente como paneles solares, iluminación LED y métodos de almacenamiento de energía.
• La empresa matriz actualmente tiene un proyecto para instalar paneles
solares de 1.5 megavatios en Medellín.
• BYD cuenta con 20 fábricas, localizadas en China, Brasil y Canadá.
• En Latinoamérica la empresa tiene presencia en Colombia, Brasil,
Chile y México.
• BYD Auto considera a Colombia la punta de lanza en Latinoamérica.
• La empresa hace intercambios de sus empleados con el fin de difundir
el know how chino a los otros países donde tiene presencia.
• BYD Auto está interesada en montar talleres, centros de mantenimiento y almacenes de repuestos en Colombia.
• La falta de un TLC entre China y Colombia representa una barrera para BYD Auto, debido al alto precio de los vehículos en el mercado nacional. s
135
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
ZTE
L
as nuevas generaciones conocen el concepto de “sociedad de la información”, un término que intenta describir la evolución del mundo
contemporáneo haciendo énfasis en las ventajas económicas y sociales
traídas por el acelerado flujo en las comunicaciones.
Si bien los avances tecnológicos que abrieron las puertas a esta nueva
coyuntura son relativamente recientes, desde años atrás han existido grupos de
visionarios con la meta común de inventar e implementar, de manera oportuna
y eficiente, la infraestructura y los dispositivos que contribuyan a la creación y
perfeccionamiento de este gran avance para la humanidad.
Con el ideal de la sociedad de la información como eje central de su
modelo empresarial y como inspiración para sus avances científicos, la Zhong
Xing Telecommunication Equipment Company Limited se destaca actualmente como una de las mayores compañías en el campo de las telecomunicaciones
a nivel global.
Fundada en 1985, en la ciudad de Shenzhen, China, ZTE es, hoy en día,
uno de los 10 principales fabricantes de teléfonos inteligentes del mundo y ofrece a sus usuarios plataformas de comunicación ideadas para la conveniencia y
diseñadas teniendo en cuenta el entorno fluctuante y acelerado del siglo XXI.
Más allá de esto, la empresa ofrece recursos especializados en la creación, dotación y adecuación de redes de energía y comunicación en diversos subsectores,
como centrales telefónicas, redes de fibra óptica y acceso fijo, plataformas de
acceso de red, torres eléctricas y controladores solares, entre otros.
De igual manera su repertorio de servicios y consultoría es extenso y
abarca áreas de suma importancia para sus clientes del sector privado e institucional, como lo son el ahorro de energía, la asesoría en implementación de
fuentes de energía alternativa, el manejo masivo de datos, los procesos de virtualización y el control de calidad de redes existentes.
Desde mediados de los años 90, la compañía mantiene un proceso de
internacionalización que la ha llevado a ofrecer sus productos y servicios en
más de 140 países alrededor del mundo, incluyendo Colombia, donde inicia sus
operaciones en el 2004.
La experiencia de ZTE en el país ha sido en general positiva, si bien los
matices culturales que diferencian al consumidor chino del colombiano han
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
136
significado para la compañía la necesidad de implementar nuevas estrategias de mercadeo para
captar la atención de los consumidores, principalmente en el área de telefonía móvil. Estas campañas de reconocimiento de marca han dado fruto
y, actualmente, los teléfonos inteligentes de ZTE
representan cerca del 12% del mercado nacional,
una cifra importante teniendo en cuenta el escaso
tiempo que la compañía ha tenido para ganarse la
confianza de los usuarios colombianos desde su llegada al país.
Con más de 500 empleados en Colombia,
ZTE se prepara para enfrentar los cambios que el
futuro traerá consigo, con la visión de ser una de
las tres principales proveedoras de productos y servicios de telefonía móvil para el 2025 en Colombia.
La compañía debe, entonces, enfocarse en traer al
país los avances vanguardistas que son producto del
boom tecnológico chino y ser, así, embajadora de
los adelantos científicos que están convirtiendo al
país asiático en el epicentro global de la sociedad de
la información. s
Oficinas de ZTE en el norte de Bogotá.
137
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
COLOMBIA Y CHINA:
RETOS PARA LA
PRÓXIMA DÉCADA
Ricardo Duarte Duarte*
Presidente de la Junta Directiva de la Cámara Colombo China de Inversión y Comercio
F
*Lamentamos la muerte prematura de
Ricardo Duarte Duarte, a los pocos días de
habernos entregado este documento, en el que
confirmaba su compromiso por construir las
mejores relaciones comerciales y de amistad
entre los dos países.
ue precisamente el 7 de febrero de 1980 cuando el presidente Julio César Turbay y el primer ministro Hua Guofeng tuvieron la visión de establecer las relaciones diplomáticas entre la República de Colombia y
la República Popular China, siguiendo los pasos que ya habían dado en el mismo sentido otros países latinoamericanos, entre ellos Chile (1970), Perú (1971) y
México (1972), hoy nuestros socios en la Alianza del Pacífico.
35 años más tarde, China es una superpotencia en el epicentro del Asia
Pacífico y nuevo eje de poder en los asuntos globales del siglo XXI. Es también
un socio clave, prioritario, estratégico e inevitable, que no da marcha atrás.
En este mismo lapso, el tejido de la relación económica de Colombia con
China ha crecido sustancialmente –sin TLC– en el comercio de mercancías,
siendo ya nuestro segundo socio comercial después de EE.UU.; no obstante,
los otros flujos económicos claves, como la inversión, los servicios o el financiamiento, son aún insignificantes.
Cuando en un lustro estemos conmemorando el cuadragésimo aniversario, China ya habrá alcanzado la condición de “economía de mercado” en
el marco de la Organización Mundial del Comercio; habrá consolidado su liderazgo y reconocimiento como la mayor entidad comercial del mundo; y, en
América Latina, se habrá arraigado como el primer prestamista y el segundo
socio comercial regional y será un progresivo y relevante inversionista de capital en ambiciosos proyectos, retando y compitiendo a la par con la otrora dominancia económica de Occidente.
Por lo anterior, Colombia debe buscar todos los mecanismos para acertar en su estrategia de profundizar su relación con China, interpretando bien
que la economía está dando un vuelco a su modelo de desarrollo, poniendo más
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
138
énfasis en la calidad del mismo; aprovechando más su mercado interno; optimizando y reformando su estructura; acelerando la aplicación de los acuerdos de
libre comercio; y jalonando una economía más apalancada en la innovación y
el conocimiento que en la mera inversión y potenciación de sus factores de producción, como ya lo hizo exitosa y consistentemente desde 1978.
¿Cómo labrar un nivel más alto en una nueva asociación de cooperación
integral profunda para la próxima década? Ese es el reto.
El desafío debe tener en cuenta la fórmula “1 + 3 + 6” y contemplar las
metas planteadas por el Presidente Xi Jinping en la Primera Reunión Ministerial del Foro China-CELAC (realizada en Beijing en enero de 2015), cuando exhortó: “(…) trabajemos juntos por realizar la meta de que, en
los próximos diez años, el intercambio comercial entre China y la región
[América Latina y el Caribe] llegue a los 500 mil millones de dólares y el stock de la inversión directa china en la región, a los 250 mil
millones de dólares”. Y en materia de turismo, pronosticó que en
los próximos cinco años “los chinos harán más de 500 millones de
viajes al exterior”.
De dónde partimos
El marco legal
La asociación de cooperación integral se enmarca
en dos tratados vigentes, olvidados y desaprovechados: uno,
Comercial (ley 53 de 1983) y otro, de Cooperación Económica (Ley 72 de 1988). A los anteriores tratados, se les sumó el
Acuerdo de Promoción y Protección de Inversión (APPRI),
vigente desde el 2 de julio de 2012. Lo normativo, aún sin
un Tratado de Libre Comercio vigente, no es el impedimento
para crecer y profundizar la asociación económica integral.
Ricardo Duarte Duarte.
Comercio
Sin que haya sido un propósito nacional consensuado, el volumen comercial global con China registró 17.545 millones de dólares en 2014, lo que
supera en más de setecientas (700) veces el que se registraba 35 años atrás. Ha
sido un crecimiento jalonado principalmente por las ventas de crudo –commodities– de Colombia y la mayor venta de bienes de capital, maquinaria y equipos
desde China.
Las exportaciones colombianas a China solo en el periodo de 2007 a
2014 se multiplicaron más de veinticuatro (24) veces, pasando de 236 millones
de dólares en 2007 a 5.755 millones en 2014, de los cuales el producto estrella
colombiano el año pasado fue el petróleo (92% del total o 5.307 millones).
A su vez, las importaciones de Colombia de productos chinos crecieron
más de veintidós (22) veces en los últimos 12 años, pasando de 532 millones de
139
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
dólares en 2002 a 11.790 millones en 2014, casi una quinta parte de las compras totales de Colombia al mundo.
Inversión
China se ha convertido en el segundo país en exportación de capitales
del mundo. Según cifras del Ministerio de Comercio, la suma neta de la inversión china directa en América Latina pasó de 1.000 millones de dólares en
2003 a superar los 11.900 millones en 2011. En 2014, la inversión acumulada
en la región ya había llegado a los 68.200 millones y ahora la meta china para el
2025 es alcanzar los 250.000 millones.
Sin embargo, la inversión acumulada que registra la República Popular
China en el Banco de la República en Colombia, en 35 años, no supera los 120
millones de dólares, lo que ni siquiera la ubica entre los primeros 30 inversionistas del mundo en Colombia. Sin embargo, distintas fuentes consideran que la
inversión china en nuestro país, que se canaliza vía otras jurisdicciones, podría
superar en 2015 los 2.000 millones de dólares.
Financiación
China es el primer prestamista en Latinoamérica pues, desde 2005, registra préstamos que superan los 120.000 millones de dólares. Colombia no usa
el financiamiento chino ofrecido, a pesar de ser un buen sujeto de crédito, siendo una constante la posición del país de preferir el ser tratado como un destino
para la inversión directa de su capital.
Turismo
China es hoy, y lo será en la próxima década, el primer mercado emisor de turismo del mundo. En esta materia, 116 millones de chinos viajaron
en 2014 por el globo y solo cerca de 8 mil turistas visitaron Colombia. Desde
febrero de 2015, los ciudadanos de la República Popular China que tengan visado Schengen o de los Estados Unidos no deben tramitar visa para ingresar a
Colombia. Esperamos que esta audaz medida provoque mayores movimientos
circulares de chinos a nuestro país.
La Cámara Colombo China de Inversión y Comercio
En los salones de la Cancillería colombiana, en abril de 2010, se creó
esta Cámara binacional. En sus primeros cinco años de vida se ha convertido
en la primera en tamaño de las existentes con países del Asia y en la tercera en
el país, después de la americana y la chilena. Ha suscrito más de 22 memorandos de entendimiento con entidades con gran protagonismo en ambas naciones; sus más de 130 entidades y empresas afiliadas la consolidan como un actor
clave en la promoción y articulación del comercio, la inversión, los servicios y la
cultura. Por iniciativa propia, hoy ejerce la secretaría técnica de la Unión Intracameral China-Alianza del Pacífico (UICAP), la unión de cámaras binacionales
de los países miembros de la Alianza del Pacífico, más Costa Rica.
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
140
De cara al 2025
El punto de inflexión para el relanzamiento oficial a un nuevo nivel de
asociación de cooperación integral, se logrará cuando Colombia consiga hacer realidad una visita de Estado del señor presidente Xi Jinping al país. Mientras ello ocurre en el ámbito político, hay muchos frentes para trabajar hacia el
2025:
En lo comercial, es necesario repotenciar una oferta exportable no minero-energética, diversificada y adaptada para este mercado, en concertación y
complementación con las autoridades y empresas chinas.
Menos del 0.3% del total de las exportaciones colombianas en 2014 fueron agrícolas. La oportunidad exportable del inmediato futuro está en el agro.
Está todo por hacer, hay interés mutuo y hay instrumentos de cooperación en
materia agrícola, pecuaria, pesquera y de desarrollo rural sin aprovechar. El
arranque pasa por la negociación e implementación de los protocolos sanitarios
para carnes, lácteos –como lo hizo Costa Rica– o vegetales.
Acompañar lo anterior con el desarrollo de un centro de agrologística
para el Asia Pacífico y, desde allí, exportar de manera permanente productos
agrícolas preseleccionados con y para China, en condiciones de inocuidad y
sanidad, que garanticen su calidad, puede ser un buen catalizador.
Por otra parte, hay que visibilizar que la mayoría de las importaciones de China no son bienes finales
de consumo, ni baratijas, ni comercio
ilícito, sino maquinaria, equipos e insumos con valor tecnológico, que hoy
se integran a los procesos productivos
domésticos, aunque todavía con una
visión de mera proveeduría. En el
curso de la próxima década el paso
siguiente es construir verdaderas cadenas globales de valor con China, en
lugar de estar acudiendo a medidas
proteccionistas que en nada fomentan el comercio bilateral diversificado
y de calidad.
En inversión, en el marco del
APPRI vigente, hay que concertar y
lanzar un plan público-privado focalizado para atraer “inversión extranjera directa” china en cualquiera de las seis áreas prioritarias: energía y recursos
naturales, construcción de infraestructura, agricultura, manufactura, innovación técnica y tecnológica, y tecnología e informática. Los proyectos deben ser
concretos y priorizados, ambiciosos, bien formulados y estructurados y, ojalá,
considerando el componente de financiación china.
141
Ricardo Duarte Duarte, con varios de sus
jóvenes colaboradores de la Cámara Colombo
China de Inversión y Comercio, durante la
realización de un Festival de Primavera en el
Museo de El Chicó en Bogotá.
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
En materia de infraestructura, hay que explorar esquemas de vinculación empresarial china a proyectos privados o de Gobierno-Gobierno de envergadura, así como la promoción del régimen de Asociaciones Público Privadas
colombiano. Para lo anterior, la inclusión del crédito en la fórmula de la atracción de inversión en el sector de infraestructura es determinante.
Por lo demás, para seguir impulsando el eje económico, se deben seguir
incrementando los intercambios y la cooperación en materia científico-tecnológica, educativa, cultural, y turística.
El sector servicios es una de las áreas promisorias para la futura cooperación entre ambos países, pero no tenemos un acuerdo en ese frente, como lo
tiene Chile desde 2010. Debemos explorar desde ya las áreas puntuales que en
servicios pueden ser objeto de cooperación económica y comercial.
En el entorno educativo, hay que dar el paso, como lo hizo Chile en
2004, de incluir el idioma chino en la educación secundaria, como una asignatura optativa. Así ha sucedido desde hace mucho con los idiomas occidentales
y esto podría convertir a Colombia en el primer centro mundial de educación
para chinos en idioma español.
En turismo, Colombia debe convertir a China en un nicho rentable. Ello
incluye mejorar la conectividad aérea de China con Colombia –con tránsitos
vía Europa o Estados Unidos, gracias a la flexibilización en materia de visas–,
paquetes turísticos personalizados al gusto y la cultura chinos, para destinos tipo “Alianza Pacífico”, con la formación y apoyo de profesionales especializados
que hagan viable esta ambición.
En lo político, la creación de una Comisión Binacional Permanente,
compuesta por representantes de gobierno, congreso, empresarios y medios de
comunicación, como un recurso de alto nivel para promover, reforzar, orientar
y planear la profundización de la relación bilateral en el largo plazo y en todos
los aspectos.
En lo regional, Colombia debe proponer mecanismos de acercamiento a
China, vía la Alianza del Pacífico. Esta área de integración regional tiene como
objetivo convertirse en una plataforma de articulación e integración económica
y comercial, y de proyección al mundo, con especial énfasis en el Asia Pacífico.
Y China es, en esa región, uno de los jugadores claves.
Es auspicioso celebrar 35 años durante el año de la Cabra de Madera,
ya que es mucho lo que ambos países tienen por escalar. La Cámara Colombo
China de Inversión y Comercio tiene la voluntad de seguir su trabajo facilitador, con la convicción de que a lo largo de los próximos años China y Colombia
seguirán estrechando e intensificando, con ánimo creativo e innovador, los lazos que les unen en todos los ámbitos. s
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
142
COLOMBIA Y CHINA:
UNA GRAN FRATERNIDAD
CON UN GRAN FUTURO
Álvaro Ballesteros Cely
Vicepresidente de la Cámara de Comercio e Integración Colombo-China
C
elebrar 35 años de relaciones diplomáticas entre China y Colombia
es, sin duda, un hecho trascendental para los nacionales de los dos
países. Para los fundadores de la Cámara de Comercio e Integración Colombo-China
es un motivo de especial complacencia tener la
oportunidad de compartir y de conmemorar esta
fecha con nuestros hermanos de esa gran nación.
Desde su establecimiento, en el año 2004, hasta
nuestros días, se ha venido realizando un sinnúmero de eventos de distinto orden, con el incondicional e invaluable apoyo de los señores embajadores
Wu Changsheng, Li Changhua, Gao Zhengyue y
Wang Xiaoyuan. Ellos, con su experiencia y sabiduría, nos han marcado pautas y nos han trazado
directrices de cooperación, las cuales nos permiten, en estos momentos, expresar que se vislumbra
un futuro más venturoso y próspero para las relaciones bilaterales.
Igualmente queremos expresarle nuestro
sentimiento perenne de gratitud a cada uno de los
presidentes de las CCPIT, de las diferentes provincias y ciudades que hemos tenido la oportunidad de visitar, en donde nos han recibido y atendido de manera
cálida y con quienes hemos suscrito importantes convenios de cooperación.
Tenemos la certeza de que los gobiernos de China y Colombia seguirán
laborando de manera más dinámica en la materialización de importantes pro-
143
El tristemente fallecido presidente de
la Cámara de Comercio e Integración
Colombo-China, Miguel Ángel Poveda
Mesa, durante la firma de un convenio con la
entidad china COAL.
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
yectos de inversión, infraestructura, desarrollo tecnológico, comercio en gran
escala, intercambios educativos y deportivos, que conducirán, con seguridad, a
mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos.
La visita del presidente Juan Manuel Santos a China y la del primer ministro Li Kegiang a Colombia han facilitado la firma de una serie de convenios
que dinamizan aún más las relaciones entre los dos gobiernos.
Personalmente, he sido testigo del desarrollo chino, sustentado en los
planes quinquenales, y que, a diferencia de lo que otrora fuera la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, ha sabido conjugar muy bien la simbiosis de una
economía de apertura progresiva al mundo con la regulación estatal. Esto ha
encaminado a la nación a ejercer un determinante liderazgo global en materia
económica.
No obstante, en la actualidad China afronta las consecuencias de una
turbulencia financiera. La reducción en sus exportaciones, junto a la caída en
su mercado bursátil y la depreciación del yuan, han venido generando –como
es lógico en estos casos– una inestabilidad en los mercados del mundo. La pregunta que surge ahora es si el país está en capacidad de resistir estas variaciones
y desequilibrios en su manejo económico. Los expertos dicen que sí, que China
tiene la suficiente fortaleza para resistir y superar las dificultades que esta viviendo en este 2015. Quienes hemos tenido la oportunidad de profundizar en los
pilares que rigen la economía china, concluimos que no solamente va a resistir
sino que se va a consolidar como la primera en el mundo.
En cuanto a Colombia se refiere, es un hecho que tampoco ha sido ajena a las inestabilidades del mercado de valores y la desaceleraron económica,
resultante de la caída de los precios del petróleo, ha tenido como consecuencia
la apreciación del dólar; esto último ha repercutido favorablemente en algunos
sectores económicos pero también ha afectado a otros. En nuestro caso, los expertos afirman que el país se proyecta en los próximos 40 años como una de las
economías mas estables y con mejor desempeño en el mundo, debido en parte
a su dinamismo y a un eficiente manejo de los bancos. Adicionalmente, se viene
trabajando en mejorar el funcionamiento de las instituciones publicas, lo que
permitirá que se consigan mayores logros a nivel de equidad social.
En un mundo tan cambiante son inevitables las fluctuaciones financieras, lo que implica aprender a sortear con inteligencia esas contingencias y riesgos. Para alcanzar tal fin, tanto en Colombia como en China, contamos con
profesionales idóneos en distintas áreas y que están capacitados para implementar métodos y políticas, las cuales, sin lugar a dudas, afianzarán las relaciones binacionales llevándolas a metas más prósperas. Nuestro optimismo esta
fundamentado principalmente en las políticas educativas que se vienen aplicando de manera sistemática por parte de los respectivos gobiernos y que conducirán a llevar a buen término esas perspectivas de crecimiento sostenible en todos
los ámbitos.
La preservación del medio ambiente es un asunto de vida o muerte y
que se debe atender de manera inaplazable. Por tal motivo, todos estamos in-
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
144
vitados a integrarnos y a apoyar cualquier iniciativa dirigida a estimular el uso
de tecnologías limpias en nuestra vida diaria. En ese sentido quiero destacar lo
que ha hecho el gobierno de Rizhao, ciudad costera ubicada en la provincia de
Shandong, al norte de China, que ha legislado para que todas las viviendas lleven incorporados en su construcción paneles solares y que, además, ha buscado
que toda la iluminación publica y de semáforos funcione con energía solar. Por
este excelente ejemplo de vida, la ciudad ha recibido varios galardones, entre
ellos, el premio “Hábitat” de las Naciones Unidas. La Cámara de Comercio
e Integración Colombo-China, en cada área de su portafolio de servicios, viene haciendo pedagogía y propiciando la ejecución de esas buenas políticas, las
cuales han promovido y apoyado los dos gobiernos.
Queremos también informar que, en cuanto a su funcionamiento, la Cámara se ha propuesto
descentralizar sus actividades, estableciendo oficinas en varias ciudades de Colombia y de China,
con la finalidad de crear nuevos vínculos que permitan dar a conocer y articular las distintas oportunidades que, en materia de intercambios y de
complementación, se vienen presentando por parte
de diferentes entidades y gobiernos locales. Asimismo, ha propiciado significativos logros, tales como
la realización de ruedas de negocios, foros, seminarios y conferencias, los cuales han facilitado el establecimiento de empresas colombianas en China
y de importantes empresas chinas en Colombia; se
ha dado a conocer la oferta exportable de ambos
países y se ha brindado acompañamiento y asesoramiento a los empresarios en la comercialización
de sus productos y en la presentación de sus servicios; se ha apoyado, además, la transferencia de tecnología, los intercambios
de docentes y de estudiantes; se ha fomentado la promoción turística, lo cual
ha contribuido a aumentar el flujo de ciudadanos de ambos países, así como de
artistas, literatos y de ilustres personalidades de diferentes estamentos sociales,
que han contribuido con su presencia a difundir sus correspondientes valores
culturales. También se ha promocionado y prestado acompañamiento a deportistas en eventos como los Juegos Olímpicos de Beijing y el Mundial de Patinaje
en la ciudad de Suzhou, y muchas otras actividades que sería dispendioso citar
en estos momentos. Para puntualizar, queremos reiterar que la Cámara seguirá
trabajando hacia el futuro de la mano de los respectivos gobiernos, entidades
y empresas, buscando ampliar sus servicios en pro de la integración Colombo-China.
En este aniversario no podemos dejar de hacer una remembranza del
trágico fallecimiento, ocurrido recientemente, de dos de los miembros fundadores de esta entidad, los señores Miguel Ángel Poveda Mesa y Jaime Poveda
145
Firma del convenio de cooperación entre el
señor Álvaro Ballesteros Cely, vicepresidente
de la Cámara de Comercio e Integración
Colombo-China y el señor Li Gang,
presidente de la CCPIT de Sichuan, suscrito
en Lima, Perú, el 21 de noviembre de 2011.
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
Mesa, quienes, con su incansable y abnegada labor, no escatimaron esfuerzos
para trabajar en bien de la integración de ambas naciones. A los que tuvimos
la oportunidad de compartir con ellos muchos momentos de trabajo nos honra
haber creado no solamente unos vínculos laborales sino también de hermandad, que trascienden este plano físico y que nos inducen a pensar que, desde
otras dimensiones, ellos siguen acompañando y apoyando esa buena causa que
es la unión de nuestros pueblos. s
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
146
JIAHANG WU: LOS PASOS
DE UN JUAN VALDEZ
CHINO SIN MULA
E
n 1983, cuando mi padre llevó por primera vez una bolsa de café colombiano tostado y molido a la casa, fui cautivado por su exquisito aroma, pero el único problema fue la escoria del café, que me dejaba una
sensación desagradable en la boca. “¡Eso no se toma así!”, dijo mi padre. “Un buen
café colombiano no es como el Nescafé; lo debes filtrar antes de tomar.” Ese fue mi primer
acercamiento al café de Colombia, y la primera clase que tuve sobre café, en mi
propia casa en China.
En los años 90 llegué a Colombia con mis padres. Al principio, solo tomábamos té en la casa, pero eso no fue así por mucho tiempo: el tintico diario
se convirtió rápidamente en nuestra bebida en casa y aprendí a tomar café mucho antes de aprender a hablar el idioma español.
En 1997, cuando estudiaba Administración de Empresas en la universidad, tuve que hacer la llamada “práctica empresarial”. Pasé, entonces, mi hoja
de vida a varias empresas y me contactaron de la Federación Nacional de Cafeteros. Fui aceptado y entré a hacer mi semestre de práctica, pero nunca pensé
que el trabajo con el café se iba a convertir en una carrera para toda la vida.
El señor Julio Mario Santo Domingo, como primer embajador de Colombia en China, fue el primer promotor del conocimiento y venta del café colombiano. Él decía que si cada chino se tomara un café al día, China podría
comprar toda la cosecha de Colombia. Pero, desafortunadamente, en aquella
época China apenas estaba comenzando a conocer el café soluble y no sabían
mayor cosa del producto en general; mucho menos del café de Colombia.
A finales de los 90, la Federación Nacional de Cafeteros comenzó una
fuerte campaña para promocionar el Café de Colombia en China. Aunque, finalmente, en aquella época no se exportó mucho café a mi país, sí se dejó una
imagen de marca fuerte entre los consumidores.
En 2006, la Federación me encargó abrir la oficina de representación
en China, dos años antes de los Juegos Olímpicos de Beijing. Es curioso por-
147
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
Jiahang Wu, con el mismísimo Juan Valdez, en
la Muralla China.
que nuestra oficina de Tokio fue abierta en 1962, también dos años antes de los
Juegos Olímpicos de esa ciudad, en 1964. En aquel momento, Japón tenía un
consumo total menor a 300.000 sacos; hoy en día,
consume más de 7 millones y es uno de los principales compradores de café colombiano. Aquí es
donde la Federación Nacional de Cafeteros visualizó una gran oportunidad y un momento indicado
para comenzar las actividades de promoción directa en China.
Vamos a cumplir nueve años promocionando el Café de Colombia en China y tanto el mercado del café como las exportaciones de café colombiano a ese país, se han incrementado de forma
exponencial. Y no solo exportamos café verde como materia prima, sino también productos de valor
agregado como cafés especiales y cafés industrializados, como el liofilizado, café tostado y molido
Juan Valdez, etcétera. Esperamos muy pronto exportar el servicio y la cultura del café colombiano, a
través del famoso proyecto de tiendas Juan Valdez.
En las reuniones sociales, cuando me pregunta la gente china sobre mi
procedencia, les digo orgullosamente que soy una tortuga colombiana (“tortuga” es el apodo que se le da a los chinos que han estado en el exterior y han regresado a China). Y lo que me hace sentir feliz y realizado es que, cuando saben
que vengo de Colombia, me hablan del café. Para muchos ciudadanos chinos
Colombia es café y yo, orgullosamente, les digo: No es solo café, sino ¡el mejor
café del mundo! s
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
148
CHINOS
EN COLOMBIA
—
COLOMBIANOS
EN CHINA
“LLEVÉ EL AMAZONAS
A CHINA”
dice Song Xinru, destacado acuarelista radicado en Colombia*
A
traído por la belleza natural del país, el pintor chino Song Xinru llegó a Colombia en 1984, a la edad de 42 años, acompañado de su esposa, Guoxin Jiang, quien actualmente es profesora de mandarín en
la Universidad Externado de Colombia, y de su hijo, Daliang Song, publicista,
residente ahora en Los Ángeles.
El señor Song nació el 1 de octubre de 1942, en la provincia de Tianjin,
situada al norte del Gran Canal de China, a orillas del río Hai, cerca de Beijing.
Creció en una de las ciudades más pobladas de china, con 12 millones de habitantes en 170 km2.
Cuando este chino tenía cinco años se le despertó la vocación artística –que seguramente heredó de sus padres– y empezó a pintar rostros con
lápiz y tinta china en el colegio. Luego, para perfeccionar su profesión, ingresó a la Facultad de Arte
de la Universidad de Beijing. Inició su obra como
paisajista en China, en donde realizó varias exposiciones y sus pinturas fueron acogidas en el mundo
del arte.
Hoy, con 73 años, desde el taller de su casa
en el barrio Santa Bárbara en Bogotá, donde cada
rincón se encuentra invadido por sus pinturas que
representan varios temas cotidianos, pero en las
que prevalecen los paisajes de la Sabana de Bogotá,
del Amazonas y de Cartagena, entre otros, recuerda que por el clima y su gente escogió a esta ciudad como lugar de residencia.
Con su vestimenta de pantalón corto, camisa y saco muy sueltos, medias
y tenis que invitan al relax y a la comodidad y rodeado de su caballete, pinceles
y montañas de papel acuarela, sobre el cual plasma su magnífica obra, nos manifiesta que así pinta diariamente y recibe a sus alumnos de diversas nacionali-
151
Acuarela de la Sabana de Bogotá.
* Las entrevistas y la redacción de los textos
dedicados a Song Xinru y Kenny Tsui estuvieron a cargo de Carmen Gómez Merlano.
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
Aquí, el acuarelista chino exhibe un paisaje
del Amazonas.
dades, para enseñarles su técnica en acuarela. Resalta que estos estudiantes son
los principales promotores de su pintura, a quienes les embelesa su trabajo.
Este acuarelista chino, a quien le encanta escuchar música clásica en sus
ratos libres, mezcla técnicas orientales y occidentales en su pintura, las cuales
han tenido gran aceptación entre los artistas colombianos y extranjeros que residen en el país, aunque sienten más atracción por la técnica oriental . “En las
paredes de las casas de los funcionarios de las embajadas de Estados Unidos, Austria, Italia,
Francia y Chile, entre otras, y entre el público colombiano en general, se encuentra colgada mi
huella artística”, puntualizó.
Nunca olvidará que la Asociación de la Amistad Colombo-China contribuyó a su lanzamiento inicial como pintor en Bogotá, brindándole los espacios
de sus instalaciones en el barrio la Candelaria para exponer su
obra al público. Igualmente, destaca que la Embajada China lo
invitó a varios eventos culturales para mostrar su trabajo artístico
como, por ejemplo, a la Feria Internacional del Libro de Bogotá,
cuando China fue el país invitado de honor.
Su obra se ha expuesto en varias galerías de Bogotá y
Beijing, así como en el museo Simón Bolívar de Santa Marta.
El señor Song trae a la memoria uno de los momentos de más
satisfacción en su vida artística, como fue el que vivió en la exposición pictórica del Amazonas en Beijing. “Llevé el Amazonas a
China; fue una manera de hacerlo conocer, de admirar su belleza”, exclamó
muy emocionado. “Colombia es un país muy bello, inmensamente rico en
recursos naturales y que debe promoverse más en el mundo, para que vengan
muchos turistas, especialmente chinos. Por eso quiero que haya paz en Colombia; con paz habrá más seguridad”, agregó. Y recordó que, recién
llegado, se fue a pintar en el centro de Bogotá y le robaron sus
pinceles. También hizo un llamado a que se combatan la pobreza
y la corrupción: “Hay que ayudar a los pobres que no tienen con qué comer. En China, el
Presidente los ayuda”. Finalmente, le pide al gobierno colombiano que adelante
campañas de promoción de Colombia en China y que agilice el otorgamiento
de las visas “para que mis paisanos y demás ciudadanos del mundo vengan a visitar este
hermoso país que es Colombia, al cual llevo en mi corazón y que me ha ofrecido la belleza de su
territorio para plasmar mi extensa producción artística”. “Su clima, su gente, sus paisajes
son inigualables”, precisó.
Para concluir la entrevista, al preguntarle sobre qué añoraba más de su
país, respondió categóricamente: “Extraño los paisajes de la China antigua, no los edificios de hoy”. s
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
152
“LA UBICACIÓN
DE COLOMBIA INVITA
A INVERTIR”
afirma Kenny Tsui, empresario y presidente de la colonia china
D
espués de estudiar la primaria y parte de la secundaria en Hong
Kong y por invitación de un tío, llegó a Barranquilla, Colombia, a la
edad de 16 años, Kenny Tsui, exitoso empresario y excelente relacionista. Ingresó al colegio Karl C. Parrish, en donde obtuvo su título de Bachiller.
Posteriormente, viajó a los Estados Unidos a estudiar Administración de Empresas y Comercio Internacional, en las universidades de Texas y California.
Regresó a Colombia a crear sus empresas de importación y exportación
de distintos productos y una tarde, en un restaurante de amigos chinos, conoció
a Cristina, oriunda de Shanghai, quien se convertiría en su esposa. Tienen dos
hijas: Katherine, de 12 años, y Serena, de 16 años. Esta última acaba de ganar
el campeonato de matemáticas en las olimpíadas intercolegiales realizadas en
Puerto Rico.
Hoy, con 56 años, este inmigrante chino habla perfectamente el español
y el inglés. En cada palabra que pronuncia se capta su inteligencia, empuje,
humildad y optimismo, entre otras cualidades. Es experto en artes marciales;
su maestro, Chow Chi Chuen –compañero de clase del famoso Bruce Lee en
la academia del gran maestro Yip-Man–, le enseñó una filosofía de vida que
practica diariamente: “es preferible morir como un gran héroe que vivir como un cobarde”.
De allí su espíritu luchador. Es un trabajador incansable, comprometido con las
actividades que realiza, a las que somete a control y seguimiento permanentes.
Habla con franqueza. Dice que la traición es lo que más le ofende y que las
adversidades lo fortalecen. Nunca se desespera. “Todo tiene solución; lo único que no
la tiene es la muerte”, exclama. Siente alegría por estar vivo y vivir rodeado de su
familia y amigos.
Por su reconocimiento en los sectores público y privado y por su indiscutible vocación de servicio, en el año 2000 fue escogido por sus coterráneos
como presidente de la colonia china en Colombia, conformada por una pobla-
153
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
ción de 20.000 personas de primera, segunda y tercera generación, a quienes
apoya en la solución de sus problemas a nivel gubernamental.
Los siguientes son algunos partes de la entrevista concedida en su restaurante de comida china gourmet, Cooking Taichi, en el norte de Bogotá.
¿Por qué escogió a Colombia como país de residencia?
Por las grandes oportunidades comerciales que ofrece, por su magnífica y querida gente y por su cultura, entre otras fortalezas.
¿Qué tipo de empresa ha desarrollado usted en Colombia?
De importaciones y exportaciones de distintos productos y otras de
tipo comercial, como este restaurante de comida china gourmet que, además,
tiene un toque de museo por exponer el arte y la cultura de la China en sus instalaciones.
¿Qué tanto empleo directo e indirecto generan sus empresas en Colombia?
Más de 100 empleos en todo el territorio nacional.
¿Cuáles son las principales fortalezas que tiene Colombia para atraer la inversión extranjera?
Su ventaja geográfica, sus puertos en el Atlántico y en el Pacífico, sus
enormes recursos naturales y su excelente mano de obra; los colombianos son
muy buenos trabajadores. Permanentemente extiendo invitaciones a empresarios de ultramar para que inviertan en el país por ser el gran eje comercial entre
Norteamérica y Suramérica. La ubicación estratégica de Colombia invita a establecer grandes fábricas y a invertir en infraestructura y en otros renglones de
la economía.
¿Qué propondría usted para incrementar la inversión extranjera en Colombia?
En este momento, Colombia no es prioridad por los actuales regímenes tributario y laboral, por su robusta burocracia y extensa tramitología y por
su inseguridad en algunas zonas. Para atraer a los inversores extranjeros se deben ofrecer incentivos tributarios, como exención de impuestos durante un determinado periodo, liberación de aranceles y de IVA a la importación de maquinaria y de equipos, conducentes a crear fábricas generadoras de empleo. Se
deben flexibilizar las condiciones laborales y fortalecer la seguridad, que ojalá
se profundice con el posible acuerdo de paz. Además, debe crearse un fondo de
industrialización público-privado, que genere confianza inversionista.
¿Qué consejos les daría a los nuevos empresarios chinos que deseen radicarse en Colombia?
Que aprendan el idioma español, que entiendan y estudien la cultura,
que se vinculen con la gente de la localidad y que no sean prepotentes.Aprovecho para aplaudir a la ministra María Ángela Holguín Cuéllar por haber firmado la resolución que autoriza a los chinos que tengan visa de los Estados Unidos
o la Schengen, a ingresar a Colombia por el término de 3 meses, propuesta de
la actual embajadora de Colombia en China, Carmenza Jaramillo, quien ha
promovido enérgicamente el buen nombre de Colombia desde su llegada.
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
154
En la foto el Embajador de Colombia en
China, Álvaro Escallón Villa, Humberto de la
Calle, Vicepresidente de la República, con su
señora, y Kenny Tsui, durante la inauguración
del pabellón colombiano en Beijíng en 1995.
¿Cuál ha sido su aporte a la sociedad colombiana?
A través de la Asociación de la Colonia China entregamos una donación de 80 millones de pesos, como apoyo a los damnificados de las inundaciones de 2011. En las fechas navideñas siempre hemos llevado camiones con
juguetes y regalos a los niños pobres y familias de bajos ingresos de zonas como
Ciudad Bolívar, Soacha, Chía, Fusa y Tibacuy, en compañía de los alcaldes locales, sacerdotes y, en algunas ocasiones, con la señora Eva de Palomino, esposa
del Director General de la Policía.
En 1993 coordiné los viajes y acompañé al hoy Presidente de la República, Juan Manuel Santos, cuando ejercía como Ministro de Comercio Exterior, a eventos de intercambio comercial en Beijing, Cantón y Hong Kong,
entre otros. En 1994 realicé la primera inversión colombiana en la ciudad de
Yangzhou, con la asistencia de su alcalde, Wei Zhitian, y la inauguración de la
empresa contó con la presencia del entonces embajador de Colombia en China, Álvaro Escallón Villa.
En 1995 inauguré en Beijing el primer pabellón colombiano en el Centro de Exposiciones. Y en 2004 tuve el honor de ser el primer asiático civil condecorado por el entonces Presidente del Congreso y hoy Vicepresidente de la
República, Germán Vargas Lleras, por mi trabajo en estrechar los lazos entre
China y Colombia.
Finalmente, ¿qué propone para que las relaciones colombo-chinas continúen fortaleciéndose?
Incrementar los intercambios en todos los sectores. s
155
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
“COLOMBIA
FUE UNA BELLA
EQUIVOCACIÓN”
dice Wu Xiaozhu, profesor de ping-pong en el país durante más de 30 años
E
n 1983, la diplomacia deportiva china se expandió de Asia-África a
América Latina. Por tener experiencia de trabajo instructivo en países árabes, me mandaron de nuevo a trabajar por fuera, esta vez en
América Latina. En aquel momento el Comité Deportivo Nacional de China
(equivalente a Coldeportes de Colombia) tenía una oficina de apoyo al exterior, que se dedicaba a coordinar la asignación de los instructores deportivos,
de acuerdo con los requerimientos provenientes de las embajadas de diferentes
países. Entre ellos los más solicitados eran los entrenadores de ping-pong, deporte
que es muy fuerte en China. La Liga Nacional de Tenis de Mesa de Colombia
quería prepararse para los Juegos Sudamericanos y, aprovechando las buenas
relaciones diplomáticas de los dos países, le solicitó a la embajada de China en
Colombia un entrenador, cuyo lugar de trabajo sería Bogotá.
Después de mucho tiempo me enteré de que yo era candidato para apoyar a “Venezuela” pero, por una equivocación en la entrega de correos, la asignación de trabajo a Colombia llegó a mis manos y por eso viajé a este lugar en
agosto de 1983. Llegué a este gran país en Sudamérica que contaba solo con
pocos miles de chinos de ultramar. Y nunca pensé que esta pequeña equivocación
duraría 30 años y cambiaría la trayectoria de toda mi familia.
Antes de partir, un funcionario de la oficina en China me dijo que Colombia quedaba muy cerca de los Estados Unidos y, por tanto, debería aprender inglés. Pero cuando pregunté en la sección cultural de la Embajada en Colombia, la instrucción era: “debe aprender español y puede estudiarlo mientras
comienza su trabajo”. Entonces, empecé a aprender con muchos profesores,
entre los cuales estaba la profe Cristina, del curso de español para extranjeros de
la Universidad Javeriana, y también con todos mis alumnos de ping-pong.
Mis alumnos sabían que antes de comenzar a entrenar, además de los
ejercicios preparativos, ellos debían corregir las tareas del profe Wu y tener pe-
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
156
queños ejercicios de conversación. Al poco tiempo, mi español avanzaba mucho
más rápido que el de los compañeros de curso de la U, que eran diplomáticos
o familiares de diplomáticos de otras embajadas en Bogotá, y por eso la profe
Cristina recomendaba especialmente mi metodología de aprender mientras se
trabaja. Nueve años después, cuando mi hijo Wu Jia Hang vino a aprender español en el mismo curso de la Universidad Javeriana, me describió una profesora con mucho carácter
y que terminaba la clase al oír la campana; la identifiqué inmediatamente: era la profe Cristina.
Cuando por fin conseguí el objetivo de la
Liga Nacional de Tenis de Mesa de Colombia de
tener dentro de mi grupo de alumnos el campeón
durante los Juegos Sudamericanos en Ecuador, quise que más y más deportistas colombianos pudieran
ir a China a conocer y a aprender tenis de mesa; esto se convirtió en mi mayor sueño en los siguientes
años. Tanta fue mi insistencia que, finalmente, pudimos organizar seis delegaciones, con más de 60
deportistas de 8 diferentes Ligas Departamentales
de Colombia. Fuimos entrenados en distintas Escuelas Profesionales de Beijing, Shangdong, Zhejiang, Liaoning. Los alumnos
también encontraron una razón lógica de los logros de China en el mundo del
tenis de mesa cuando tuvieron la oportunidad de conocer que la población que
juega este deporte en China es mayor a la población total de Colombia y que
en una sola escuela hay más jugadores de ping-pong que los jugadores de toda
Colombia. También me agradaba recibir buenos comentarios sobre mis alumnos colombianos por parte de los entrenadores chinos de las diferentes escuelas.
Han sido tantos los éxitos que ya estamos organizando una nueva delegación
para el año 2015.
Recuerdo también el año en el que traté de convencer a mi esposa, Wu
Mi-Jia, para que viniera a Colombia. Fue un proceso difícil. Ella no quería
aceptar y finalmente acordamos que lo tomara como si fuera un viaje de turismo. Si no le gustaba, podía regresar en cualquier momento. Y –tal cual como lo pronostiqué– “clima agradable, aire puro, cielo azul y comida saludable”
fueron algunos de los motivos para que, después de los tres meses de llegar a
Colombia, el plan de regreso a China fuera cancelado. Cuando ella decidió regresar a visitar a la familia nuevamente, ¡ya habían pasado 12 años!
Esta es mi historia real, una historia de un chino en Colombia. s
157
La gran partida del ping-pong: tres chinos, tres
colombianos… una sola familia.
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
MI LARGA TRAVESÍA
CON LOS CHINOS
Enrique Posada Cano
E
stas líneas, escritas para este libro conmemorativo de los 35 años del
establecimiento de las relaciones diplomáticas entre Colombia y China, no pretenden ser más que una reseña de un colombiano que se
atrevió a embarcarse, en el sexto decenio del siglo pasado, con esposa y dos niños, hacia una China bloqueada por los cuatro costados, provistos de visas de
entrada que se emitían en papelitos separados a fin de no vincularnos como
“subversivos” aliados de la “China roja”, apelativo con el cual estigmatizaban a
ese país los voceros de la guerra fría.
Al día siguiente de habernos alojado en el emblemático Hotel de la
Amistad, nos conocimos, en el comedor, con un puñado de adelantados colombianos –Fausto Cabrera, Alfonso Graiño y Gustavo Vargas, con sus mujeres e
hijos, y Ricardo Samper Carrizosa–, entre otros integrantes de una pequeña
comunidad de latinos y anglosajones que fuimos a ayudar a los chinos “en la
construcción de la sociedad socialista”, que es la razón por la cual aquellos nos
han adjudicado a China como nuestra segunda patria.
De los acontecimientos que han marcado mi trayectoria como “viejo
amigo” de China, no me inhibo de afirmar que he vivido con los chinos hondas penas y días de gloria. En particular, dos terremotos por encima del grado
ocho. Uno político: el desastre de diez años de revolución cultural. Y el otro,
físico, en 1976, con cientos de miles de muertos. A todo eso siguió el fallecimiento de Mao Zedong, con la inminente amenaza de la toma del poder por
parte de la “banda de los cuatro”, un momento en el cual ese “Reino Central”
se cimbró y pareció hundirse. El punto final a esa “década de caos” lo puso el
sucesor de Mao, Hua Guofeng. Viviendo aún bajo carpas militares en previsión
de una réplica del sismo reciente, y recibiendo, a través de voces susurrantes, la
noticia de la caída de la banda, me sentí, como nunca, parte de ese pueblo, junto al cual desfilamos, poco después, para aclamar el regreso de Deng Xiaoping
a la vida política del país.
Se me ha pedido, asimismo, relatar algunos de los hechos que se podrían
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
158
considerar como antecedentes de ese glorioso 7 de febrero de 1980 en que los
gobiernos de Colombia y China anuncian el restablecimiento de sus relaciones a nivel de embajadas. Pues bien, aparte del constante trabajo realizado por
la Asociación de la Amistad Colombo-China, su más claro precedente fue la
instalación en Bogotá, en 1979, de la agencia de noticias Xinhua o Nueva China. A comienzos de dicho año, recibí
una llamada de Wu Huizhong, periodista con quien, en una época, había
trabajado en la sede central de esa
agencia y que en forma directa me
planteó la razón de su presencia en
Bogotá: explorar la posibilidad de establecer Xinhua.
Yo vivía en las Torres Jiménez
de Quesada, las cuales, en razón de
que allí también habitaban Ricardo
Samper Carrizosa y Guillermo Puyana Mutis, fueron bautizadas por algunos chismosos como “Torres Pekín”.
Mi apartamento quedaba en el séptimo piso y el de Ricardo y su esposa,
la congresista Consuelo Lleras Puga,
tres pisos más abajo. Hacía apenas
unos meses que se había posesionado Julio César Turbay Ayala como presidente de la república y el embajador de Colombia ante Naciones Unidas era Indalecio Liévano Aguirre, un intelectual progresista cuya amistad, en Nueva York,
su homólogo chino supo cultivar.
Colgué el teléfono luego de mi charla con Wu y, de inmediato, marqué el
número de Ricardo, quien estuvo de acuerdo en que los dos, más Consuelo, nos
reuniéramos con Wu a fin de que este nos expusiera su proyecto, que no veíamos nada fácil por el status diplomático del que Taiwán gozaba y por sus vínculos con los círculos políticos del país. Vigente como estaba, además, el llamado
Estatuto de Seguridad, primaba un ambiente y un lenguaje propios de la guerra fría, lo cual había conducido a requisas como la que hicieron agentes del gobierno a la librería Cinco Continentes, fundada por mi familia y que distribuía,
entre otras publicaciones, Beijing Informa, China Reconstruye y las Citas y Obras Escogidas de Mao Zedong. Nuestras cartas, dirigidas desde China a nuestro hijo
mayor, habían tenido que ser incineradas. En más de una ocasión, en medio de
manifestaciones callejeras de protesta contra el gobierno, clientes de la librería,
pertenecientes a distintas agrupaciones de izquierda, se habían refugiado allí de
la persecución policial.
Una tarde, decisiva para obtener la licencia gubernamental del establecimiento de Xinhua en Colombia, estando presentes Elvia, mi esposa, y yo en
el apartamento de Ricardo Samper y Consuelo Lleras, fuimos testigos de la
159
El primer ministro, Hua Guofeng, recibe en
diciembre de 1978 a integrantes del equipo
de traducción de los documentos de la III
Sesión Plenaria del XI Congreso del Partido
Comunista de China, entre ellos, a Enrique
Posada Cano (primero a la derecha).
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
Enrique Posada Cano, como Jefe de Misión de
Colombia en China, recibe el Buque Gloria
en 1983.
llamada del entonces canciller Diego Uribe Vargas, quien le pidió a Consuelo
deletrearle los nombres y apellidos de “esos piscos” (se refería a los periodistas
chinos) que solicitaban visa para llegar a nuestro país.
A mediados de 1979 se produjo por fin la fundación de Xinhua en Bogotá. Es aquí donde vemos al primer corresponsal de esa agencia, el periodista
y médico-acupunturista Qiu Ling, con una licencia especial ingresar al palacio
presidencial. Mediante la amistad entablada con el mandatario en las largas sesiones acupunturales para el tratamiento de un viejo lumbago, suponemos que
terminó convenciéndolo de que los chinos eran seres tan humanos como el resto de los habitantes del planeta Tierra. Sin embargo, si no hubiera sido porque
Estados Unidos restableció, en enero de 1979, sus relaciones diplomáticas con
la República Popular China, los demás factores anotados no habrían bastado
para que el gobierno colombiano hiciera otro tanto el 7 de febrero de 1980.
La toma de la embajada de la República Dominicana por parte de un
comando del M-19 ocurrió apenas tres semanas después de esa fecha, y el apartamento que Elvia de Posada había conseguido como sede residencial y de trabajo para los periodistas de Xinhua quedaba diagonal a la sede de esa embajada, en la esquina noroccidental de la carrera 30 con calle 53. Al día siguiente
de la toma, llamamos a los chinos para manifestarles nuestra preocupación por
esa fatal coincidencia, pero los sentimos complacidos porque desde allí podían,
incluso sin necesidad de binóculos, observar todo y transmitir a Beijing las incidencias cotidianas del asalto terrorista.
A fines de 1980, fui llamado por el desaparecido INCOMEX (Instituto de Comercio Exterior)
para elaborar un manual de economía y comercio
de Colombia con China, como material preparatorio para la apertura de nuestra embajada en la patria de Confucio.
El hecho de que Ricardo Samper y yo ocupáramos, en estricto orden, el cargo de Ministro
Consejero de la embajada colombiana en Beijing,
él con el primer embajador Julio Mario Santodomingo, y yo, con el segundo, fue algo como si el zodíaco lo dictara así, pues Ricardo me había precedido también en el arribo a China.
Dentro de los más importantes logros en este
período de tres años y medio en que me correspondió trabajar, con Alfonso Gómez Gómez, como jefe
en los primeros meses, y con mi viejo amigo Luis
Villar Borda en la última etapa, con un año de por
medio en el cual, en ausencia de embajador, me desempeñé como jefe de misión, destacaría: uno, la puesta en práctica del convenio de becas entre los dos
países; dos, la firma del primer convenio cultural; tres, la llegada, por primera
vez, de un buque-escuela a China, el Gloria; y cuatro, la firma del convenio pa-
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
160
ra la creación de la primera empresa colombo-china para el procesamiento de
café colombiano en el gigante asiático.
Memorable y emocionante fue la llegada del Gloria a Shanghai, preparada por el suscrito durante varios meses con el Estado Mayor de la Marina
china. El Comandante de la nave era el capitán Álvaro Campo, quien, en medio de un tifón que la puso a bailar en su travesía de Hong Kong a Shanghai, se
confesó con el capellán, como una forma de espantar el fantasma del naufragio.
A esto se sumaba, además, el temor de arribar a un país ancho y ajeno, regido
por un tipo de gobierno sobre el cual seguía recayendo el consabido estigma del
comunismo. Pero cuando –luego de haber permanecido durante largas horas
en un “hoyo” marino, entre boyas que demarcaban el fin de las aguas internacionales y el dominio territorial chino– nuestro velero avanzó, con sus 163
marinos suspendidos de las arboladuras, y llegó finalmente a puerto, todos divisaron ese inmenso pasa-calle en el cual se podía leer, en español, “Bienvenido a
China el Buque-escuela Gloria de Colombia” y, entonces, respiraron con alivio.
Cada vez que proyecto en mi pantalla mental estas casi cinco décadas
de la historia mía y de mi familia con China, me repito de qué modo el camino
emprendido por alguien puede marcar el de sus descendientes, y es aquí donde
salta al primer plano el destino de uno de mis hijos, Leonardo Posada y su larga
vida en Beijing y una de sus dos niñas, Manuela, mestiza colombo-china nacida
en Beijing en 2000, año del dragón. s
161
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
UN CIENTÍFICO QUE
IMPLANTA FÁBRICAS
DE VACUNAS EN CHINA
E
duardo Aycardi es un Médico Veterinario de la Universidad Nacional
de Colombia, que se especializó en Microbiología en la Universidad de
Cornell (MS) y en Virología Médica y Microbiología Industrial (PhD)
en la Universidad de Wisconsin.
Llegó a China en 2001, contactado por un fabricante de equipos de laboratorio; éste había leído una de sus publicaciones técnicas sobre producción
de vacunas para uso humano y lo invitó a exponer sus investigaciones, dando
conferencias sobre el tema en la ciudad de Nanjing (Provincia Jiangsu). Otro fabricante, también de equipos de laboratorio, que asistió a una de sus charlas, lo
invitó también a Shenyang (Provincia Liaoning) a discutir un proyecto de desarrollo y diseño de una planta industrial de producción de vacunas. Esta empresa no disponía de personal técnico en biotecnología y tocaba comenzar de cero.
Grupo de trabajo chino en el laboratorio de
Lanzhou con el doctor Aycardi (centro).
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
162
Después de un año largo de discusiones, se inició el proyecto con el diseño y construcción de una planta piloto donde se adaptó y desarrolló la tecnología de producción de dos vacunas para utilización en la población humana: la
primera, para prevenir la Rabia; la segunda, para prevenir la Encefalitis Japonesa. En 2002 se seleccionó al personal técnico y se le entrenó en todos los aspectos de producción de vacunas, especialmente en lo relacionado con control
de calidad.
Para la producción industrial y los trabajos en los laboratorios se buscaron y adquirieron los mejores equipos, reactivos y elementos disponibles en diversas partes del mundo. En el año 2003 se diseñó y construyó la planta industrial y se produjo la vacuna antirrábica, la cual, después de todas las pruebas de
control de calidad y estudios de campo, salió al mercado a principios de 2004.
Para el establecimiento de este y otros proyectos subsiguientes, el doctor
Aycardi adaptó y modificó una tecnología desarrollada inicialmente por el doctor Antoon van Wezel en el Instituto Nacional de Salud de Holanda; después,
contó con la contribución del doctor William Thilly, científico del Massachusetts Institute of Technology (MIT) en los Estados Unidos. El doctor Aycardi
constituyó, además, una empresa exportadora de servicios, Bari Consultants
Ltda., registrada en Proexport y en la Cámara de Comercio de Bogotá. Para la
realización de los proyectos, la empresa cuenta con consultores científicos colombianos en especialidades técnicas tales como biología, microbiología, virología, medicina veterinaria, bioquímica, bioingeniería y aseguramiento de calidad, quienes viajan por periodos de dos a tres meses a los diversos lugares de
China en donde se realizan los trabajos.
En cada lugar se entregan los documentos con los procedimientos operacionales estándar, se diseñan las plantas de producción, se montan los equipos,
se entrena al personal técnico chino en todos los procedimientos de producción, control y aseguramiento de calidad y se producen, conjuntamente con los
técnicos locales, los lotes de vacuna piloto para las pruebas oficiales del Gobierno chino.
El proyecto de producción de Shenyang se terminó en 2008. Para ese
momento se tenían cerca de 15.000 metros cuadrados de edificaciones, dedicados a la producción de dos vacunas, y un edificio adicional, de 5.000 metros, para investigación, desarrollo y control de calidad. La vacuna antirrábica,
producida por Liaoning ChengDa Biotechnology (CDBIO) en Shenyang, tiene
ahora cerca del 70% del mercado en China y su calidad ha permitido al Gobierno subir los estándares de control de calidad de las vacunas para uso humano en el país. Precisamente, al no poder cumplir con las nuevas exigencias,
varios laboratorios productores de vacunas han tenido que salir del mercado.
Como parte de las investigaciones de CDBIO en Shenyang, se desarrolló
una nueva técnica para la medición del contenido de residuos de proteínas de
origen animal en el producto final, técnica que fue adaptada como estándar por
el Ministerio de Salud para todas las vacunas de uso humano en la República
Popular China.
163
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
En la fila intermedia y en el centro, de
chaqueta beige, el doctor Aycardi, rodeado de
los técnicos chinos en la fábrica de Shenyang.
El doctor Aycardi, en 2007 y 2008, puso en
marcha otro proyecto de tecnología, esta vez para
la producción de la vacuna para prevenir la Fiebre
Aftosa en la población porcina de Lanzhou (Provincia Gansu), en el Instituto de Investigación Veterinaria de esa ciudad. Se diseñó y se estableció una
planta piloto; así mismo, los investigadores chinos
continúan con la adaptación de la tecnología a su
antigua planta de producción industrial.
Posteriormente, en 2009, se firmó un contrato, nuevamente para el desarrollo de una vacuna para prevenir la Rabia en la población humana,
ahora en la ciudad de Chanzhou (Provincia Jiangsu). Siguiendo los mismos procedimientos y con
algunas innovaciones técnicas, se adelantó el proyecto, se diseñó la planta industrial, se preparó y se
entrenó al personal técnico chino en la producción y control de calidad de la
vacuna. Se espera que esta salga al mercado una vez se solucionen algunos problemas financieros de la empresa.
En el año 2011, el grupo de Shenyang (CDBIO) llamó nuevamente al
doctor Aycardi, esta vez para adelantar un proyecto de producción de una vacuna para prevenir el Cólera en la población porcina. Se diseñó y construyó
una planta piloto y se elaboró e implementó una novedosa tecnología de producción y control de calidad de la vacuna. El producto ha superado todas las
pruebas de control interno y saldrá al mercado una vez el Gobierno apruebe la
producción de esta vacuna por un laboratorio particular.
Terminando el 2013, una empresa de Chengdu (Provincia Sichuan) contactó a Aycardi para desarrollar una nueva vacuna para prevenir la Rabia en
la población humana. Se ha diseñado una planta industrial, se han elaborado
nuevos procedimientos operacionales estándar, se ha concebido y puesto en
práctica un nuevo sistema de producción industrial, con nuevas variedades del
virus, de las células y de los medios de cultivo, y con un nuevo sistema de purificación y formulación de la vacuna. Se espera empezar a construir la planta
industrial a fines de este año.
Adicionalmente al establecimiento de las plantas industriales de producción de vacunas, el doctor Aycardi ha realizado consultorías sobre técnicas de
producción de vacunas, sistemas de control y aseguramiento de calidad, equipos de laboratorio y formulación de vacunas, en empresas de Hohhot, Harbin
y Xinxiang. También ha presentado conferencias sobre aspectos técnicos de estos temas, en congresos realizados en Shanghai, Singapur, Melbourne y Beijing.
Como agradecimiento por la contribución al desarrollo científico y tecnológico de la Provincia de Liaoning, en el año 2004 el gobierno de esa provincia otorgó la Medalla de Amistad a este destacado científico Colombiano. s
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
164
“QUISE UNA
VENTANA A LA
MURALLA CHINA”
Luis Roa
E
ra el otoño de 1986, en el aeropuerto de Beijing. Había una multitud
de monjes tibetanos, sentados en el piso, con sus cabezas rasuradas y
arropados con túnicas moradas o anaranjadas, murmurando un rezo
indescifrable. Percibía un olor a grasa raro, que nunca había pasado por mi olfato y, como chispa que prende un leño, me conecté con el misterioso mundo chino y el olor tibetano de esos monjes en el aeropuerto.
Me recibió una ciudad en fase de transformación, con zonas verdes, hermosas y coloridas flores estacionarias que adornaban sobrias urbanizaciones y edificios en etapa de construcción.
Abordar el mundo chino y abrir una ventana a la Gran
Muralla solo fue posible cuando ingresé por la puerta de su idioma, con sus caracteres y sonidos que parecían indescifrables y
que siguen siendo un hermoso reto para entender esta parte del
planeta, gracias a una beca obtenida en el convenio educativo
ICETEX-Ministerio de Educación de China.
En medio de este reto profesional y de vida aparece el
amor de una mujer china, quien ahora es mi esposa. Ella ha sido
el elemento básico que mantiene el motor en marcha; es como
una savia: vital para conectar a Colombia con China.
Mis dos culturas son diferentes pero se entrelazan y vibran
en una misma fusión energética. Son como un elemento ying que
no puede vivir sin el elemento yang.
Durante estas dos décadas y media de mi estancia en este
país, la docencia ha sido parte de mi vida y está siempre presente
en actividades culturales como la música y el baile latinos en Chi-
165
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
na, que me han permitido integrar y crear una relación armónica y alegre, para
que los amigos chinos aprendan y disfruten de la Cumbia y la Salsa, al ritmo y
pasión colombianos.
Actualmente, soy Ministro Consejero Encargado de Funciones Consulares de la Embajada de
Colombia en China. Desde esta sede he prestado
mis servicios al país, encontrando fuentes para unir,
como puente y mensajero, dos realidades distintas
en un solo mundo, ejecutando tareas administrativas, culturales, consulares y protocolarias, apoyando las visitas de nuestro Gobierno a este país, como las cuatro visitas de Estado de los presidentes
colombianos a China, así como la reciente visita a
Colombia del Primer Ministro chino Li Keqiang.
Como testigo permanente de un país que sigue en un proceso de metamorfosis y una mutación
constante –descripción de Richard Wilhelm, en el
I Ching, el libro de las mutaciones–, China emerge
al escenario internacional como un jugador muy
importante, buscando siempre mejorar el nivel de
vida de su pueblo. s
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
166
UN ARQUITECTO
COLOMBIANO
“SINIFICADO”
Andrés Rocha Pardo
R
elatar mi experiencia en China, en el marco de la celebración de los
35 años de relaciones diplomáticas, me hace caer en cuenta de que,
casualmente, también tengo 35 años.
Pero no fue sino hasta terminados mis estudios de arquitectura en Colombia que tuve la curiosidad de acercarme a China, que con el tiempo
se convertiría en mi segundo hogar, patria de mi
esposa y de mi hijo y fundamento de mi labor profesional.
Llegué a China en el 2003, un año de la cabra, que además coincidía –según lo que aprendí al
llegar– con mi animal del calendario chino, animal
que corresponde al año en el que uno nace. Encontré un país en el que se respiraban vientos de renovación, progreso, avance, crecimiento. Y percibía
todo esto aún sin entender una sola palabra o caracter de lo que se decía o veía a mi alrededor. Por
fortuna, el programa de maestría en arquitectura
que cursé no tenía versión para estudiantes internacionales y me vi obligado a exigirme y aprender
el lenguaje que me permitiría abrir las puertas a tan
extensa cultura.
Durante los siguientes tres años, mientras estudiaba, fue imposible no
contagiarme de esa sinergia que circulaba en la sociedad. Tal vez por eso rápidamente nos dimos cuenta de todas las oportunidades que se presentaban día a
día y decidimos, con Jerónimo Betancur –otro arquitecto colombiano, nacido,
167
Comité de obra en Changping, norte de
Beijing. Andrés Rocha está sentado, a la
derecha.
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
Banco de Ningxia. Fachada sur occidental y
acceso principal.
como yo, bajo la influencia de la cabra y también radicado en China–, crear
nuestra firma profesional, la primera empresa de arquitectura colombiana en
este país.
Empezamos participando en concursos de arquitectura y, con los buenos
resultados iniciales, registramos Equilibrium Architecture en el CBD (Central
Business District) de Beijing. Con el
pasar de los años y de los proyectos,
nuestro equipo de trabajo fue creciendo, buscando siempre mantener
un balance entre los arquitectos locales y los extranjeros. Esa combinación
de culturas, ideas, métodos de análisis, de trabajo y de pensamiento ha
sido la base de nuestros diseños.
En todo este tiempo, más de
10 arquitectos extranjeros, en su
mayoría colombianos, han sido protagonistas en cada uno de nuestros
proyectos. Ellos han acompañado el
desarrollo de muchos de los diseños
que hemos realizado en más de 20
provincias chinas y han trabajado de
la mano con arquitectos locales, de
los que hemos aprendido de China y
a los que hemos enseñado sobre Colombia. Si bien varios de nuestros arquitectos colombianos han decidido
continuar su labor profesional en Colombia, nos llena de orgullo ver cómo se
han convertido en extensiones de nuestra práctica profesional.
Y casi ocho años después de registrar nuestra empresa en Beijing, nos
volvemos a encontrar con un nuevo año de la cabra, el 2015, que marca para
nosotros dos hitos importantes. Primero, completamos un ciclo del calendario
chino –12 años, con sus 12 animales–, estudiando, trabajando, viviendo, disfrutando en China. Segundo, es el inicio de nuestro nuevo ciclo, en el cual hemos
decidido reforzar la labor de acercar nuestros dos países a través del trabajo
arquitectónico. A partir de este momento, con Jerónimo en Colombia y yo en
China, nos ubicamos en dos centros de producción en extremos geográficamente opuestos del planeta, pero con el convencimiento de fortalecer nuestro
objetivo inicial de acercar a Colombia y a China a través de una buena arquitectura.
Con la seguridad de que las relaciones entre nuestras dos naciones seguirán fortaleciéndose, esperamos seguir estrechando lazos y, por qué no, celebrar
el siguiente año de la cabra, compartiendo ambiciosos planes para un esperado
tercer ciclo en el calendario chino, que ya sentimos como propio. s
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
168
EL CARRETE
SIGUE RODANDO…
Andrés Mora
V
ine por primera vez a la Republica Popular China en 1997, acompañando a mi padre, Héctor Mora –el director del programa de televisión Pasaporte al Mundo–, para grabar y registrar la ceremonia de
retorno de Hong Kong a la República Popular China.
Desde aquel entonces han pasado 18 años, de lo cuales he vivido 13 de
manera continua en Beijing.
En 1997, durante un mes, mi padre y yo recorrimos Hong Kong, Shenzhen, Guangzhou, Xi’an, Shanghai y Beijing, filmando programas para la televisión de Colombia. Como adolescente que era, sencillamente, quedé impresionado por la fuerza y la independencia absoluta de China como país.
Volver a Colombia y describir lo vivido a mis
amigos me confirmó que China era desconocida
entre mis compatriotas y que el interés por su acontecer era un asunto personal. Sentía que podía ver
una potencia mundial en construcción.
En 1999 estuvimos de nuevo, en dos ocasiones para filmar, en el marco de los 50 años del establecimiento de la República Popular China y, otra
vez, quedó sembrada la semilla de la curiosidad.
Sin embargo, debía terminar primero mi carrera
de antropología. Pocos años después de graduado,
cuando empezaba en Colombia a trabajar con videos y documentales para diferentes ONG, me presenté a una beca del Gobierno chino para estudios de posgrado en la Academia
de Cine de Beijing. El agregado cultural en Colombia, Cheng Kejun, me dijo
que era un buen momento para el cine chino; yo pensaba lo mismo, pues la presencia china en los festivales de cine internacionales era constante. Fue por ello
que vine, en busca del secreto para producir bello y buen cine, sin altos costos.
Rápidamente me di cuenta de que no hay una formula mágica que dic-
169
Andrés Mora en Lhasa, con su padre, Héctor,
y unos amigos.
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
ten en la Academia de Cine de Beijing. También comprendí que el cine es una
expresión de la experiencia de vida de cada sociedad. Es un resultado y para
acercarse a él es necesario vivir en el medio por largo tiempo y, así, entender y
combinar los nuevos conocimientos con los antiguos, sin desechar lo aprendido antes.
Esto es lo que han sido estos 13 años: un
constante vivir en Beijing, en la República Popular China del siglo XXI. Desde la cotidianidad, cuando atiendo reunión de padres de Familia en el Jardín Estatal donde estudia mi hijo,
hasta momentos históricos como las olimpiadas
de Beijing en 2008 o aquellos en los que China
no ha sucumbido a las circunstancias, como la
epidemia de SARS en 2003 o el terremoto de
Sichuan en 2008. También he visto cada paso
de la carrera espacial o el surgimiento del tren
de alta velocidad; así mismo, he vivido el crecimiento de la industria automotriz, de la energía
eólica, del arte, del cine. Es decir, un ramillete
de momentos de este país, que se combinan
con las amistades y con los asuntos de cada día,
y me permiten afirmar que “vivo” en China.
Finalmente, puedo decir que en la actualidad mantengo una estable carrera profesional en la industria audiovisual, la cual sigue
el ritmo y la demanda de los diversos sectores
de la economía que necesitan nuestros servicios. Casi todos los formatos pasan
ante mis ojos de productor o director, para cine y televisión: dramatizados, documentales, videos corporativos, noticias, concursos y torneos deportivos internacionales. Y el carrete sigue rodando… s
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
170
NATALIA TOBÓN
LE TOMA EL
PULSO A CHINA
Una periodista que comunica orillas distantes
E
n 2005 fue la primera vez que Natalia Tobón llegó a tierra china. Iba
con un solo objetivo: aprender mandarín. Las razones detrás eran la
curiosidad y el deseo de conocer algo ajeno pero atractivo. En ese entonces China se encontraba en la cúspide de su boom mediático pues, además de
ser una de las cunas culturales más importantes de Asia, se había
posicionado como uno de los pocos países con crecimiento estable, de dos dígitos, y como fuente de negocios y oportunidades de
todo tipo a nivel mundial.
Aunque el viaje implicaba congelar sus últimos semestres
de Literatura y Ciencia Política en la Universidad de los Andes y
abandonar su trabajo como editora de un periódico universitario,
Tobón se embarcó sin dudarlo. “Sentí curiosidad y ganas de conocer de
primera mano el país al que se referían como ‘la nueva potencia’ y entender si
era verdad todo lo que decían”, explicó.
En el recorrido del aeropuerto de Beijing hasta el centro
–con sus grandes autopistas, los enormes edificios de corte comunista y la sobrepoblación de la ciudad– entendió que su estadía
en China significaría más que aprender un idioma. El imaginario
que había construido de este país, a partir de los medios de comunicación y las lecturas académicas, distaba enormemente de
la realidad. Y ahí fue donde todos los puntos se conectaron: estudiaría a China y buscaría crear un puente de información para la
gente en América Latina, para contarles con ojos latinos lo que se
estaba gestando al otro lado del mundo.
Tomó todo paso a paso, “yi bu yi bu”, como dicen los chinos. Estudió
mandarín por casi dos años y luego regresó a Colombia para graduarse de la
universidad. En 2008, tan pronto entregó su segunda tesis, volvió a Beijing para
171
CHINA Y COLOMBIA: 35 AÑOS DE TRAVESÍA DIPLOMÁTICA
establecerse y hacer realidad esa idea que venía cuajando desde que pisó el país
por primera vez: China Files, el primer portal de noticias sobre China escritas por latinoamericanos para latinoamericanos. El reto fue grande. Además
de crear todo el material editorial, debía posicionar el nombre y su página en
la red y ganarse la credibilidad y la confianza del público, tanto en China como
en América Latina.
En menos de seis años, China Files ha cumplido su cometido: no solo
informa sobre el acontecer diario de China, con noticias y artículos de profundidad y contexto, sino que se ha convertido en una plataforma para mostrar
diferentes aspectos sociales, culturales, filosóficos, académicos y hasta culinarios. En 2014 fue destacado como
el segundo mejor sitio web en español sobre China, según una encuesta
realizada por Iberglobal, después del
portal español Iberchina.
“Más que enfatizar en alertas, amenazas y preocupaciones, como muchos medios de comunicación y agencias de prensa
occidentales lo hacen, China Files presenta
distintas dimensiones de las relaciones entre
ambas partes, con imparcialidad y sinceridad, pues prevalecen la independencia y la
libertad de no estar sometidos a filiaciones
políticas y económicas”, cuenta Tobón.
Gracias a este proceso, Natalia
Tobón se convirtió, en 2011, en una
periodista colombiana acreditada
oficialmente ante China, como corresponsal de Portafolio y El Tiempo,
así como de Noticias RCN. En su trayectoria periodística, ha cubierto visitas de Estado, como las de Raúl Castro en
2012 y Evo Morales y Nicolás Maduro en 2013, así como el histórico Decimoctavo Congreso del Partido Comunista Chino, en el que Xi Jinping asumió la
Secretaría General del PCC. Informar sobre este evento es para ella “uno de los
grandes privilegios” que puede tener cualquier periodista en el mundo, pues “pocos
pueden atestiguar un cambio político que solo se da cada diez años y conocer a profundidad el
impacto que esto tiene a nivel interno y externo, ya que, hoy en día, todo lo que pasa en China
tiene impacto y resonancia en el resto del mundo”.
Sus artículos llamaron la atención de otros medios en español, los cuales
la han invitado en varias ocasiones como colaboradora, publicando notas en el
diario La Nación de Argentina, la revista Expansión en México, la revista América Economía en Chile y el diario El País de España, entre otros.
Además, su experiencia periodística en China le ha permitido desarro-
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llar una nueva área de trabajo: las comunicaciones. Gracias a su conocimiento
del funcionamiento de la prensa china y a la profunda comprensión de lo que
los medios chinos piensan de América Latina, comenzó a apoyar acciones de
comunicación de entidades e instituciones latinoamericanas en este país.
Así, se convirtió en la Directora de Comunicaciones del Pabellón de
Colombia en Expo Shanghai 2010 y logró ubicar a Colombia en los medios
chinos, como uno de los países más activos de toda la Expo, gracias a sus seminarios de inversión, sus conciertos musicales, su oferta comercial y la calidez y
felicidad de su gente. En los años siguientes colaboró con la agenda de comunicaciones de las visitas de varios cancilleres latinoamericanos, incluyendo el de la
ministra María Ángela Holguín Cuéllar en 2012, así como de la visita de Estado del presidente Juan Manuel Santos, en mayo de ese mismo año, gestionando
ruedas de prensa y entrevistas privadas con medios de comunicación locales. s
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Este libro se terminó de imprimir en Bogotá,
en los talleres de La Imprenta Editores S. A.,
en el mes de octubre del año 2015.
Embajada de la
República
Popular China
en la República
de Colombia

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