Bienvenidos a Caracas, moderna y desigual capital petrolera y

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3/24/2016
Bienvenidos a Caracas - Guggenheim Blogs
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February 6, 2015
Bienvenidos a Caracas
INGLÉS | ESPAÑOL
BY ALEXANDER APÓSTOL
Protesta masiva contra los altos niveles de inseguridad y violencia en el país. Foto: Ramon Lepage
Bienvenidos a Caracas, moderna y desigual capital
petrolera y centro regional de experimentación social.
Venezuela fue el gran beneficiario de la crisis energética del
Medio Oriente del ’73, permitiendo a Caracas consolidarse
como líder cultural en la región. Gracias a políticas públicas
específicas y a la cantidad de dinero disponible se creó el
Museo de Arte Contemporáneo y se consolidaron otros, se
http://blogs.guggenheim.org/es/map_es/bienvenidos-caracas/
“Misión de viviendas”. La influencia de
la arquitectura bielorrusa, iraní y china
es visible en las viviendas entre las
partes más concurridas y visibles de la
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creó el ambicioso Sistema de Orquestas, el Teatro Teresa
Carreño, importantes compañias de danza y agrupaciones
teatrales con influencia internacional, el Festival
Internacional de Teatro, el apoyo a la producción
cinematográfica, a editoriales y revistas, a la proliferación
de arte público, principalmente cinético, al otorgamiento de
premios regionales, y un largo etc., que permitieron una
fuerte base cultural en la ciudad bajo una institucionalidad
dinámica, plural y líder hasta el ascenso del chavismo en
1999. Desde entonces las prioridades cambiaron y sólo se
privilegió, aunque de forma contundente, al Sistema de
Orquestas y a la Villa del Cine, pero bajo un claro interés
propagandístico. Las políticas populistas generaron ambos
momentos, tanto en los ’70s’80s como en los 2000, para
captar a amplios sectores de la población pero con un
marcado diferencial ideológico.
Con ascenso del chavismo las artes plásticas iniciaron un
proceso de desmantelamiento hacia líneas afines al
gobierno y la sustitución de personal incómodo a nivel
político. Los institutos universitarios de arte en diversas
áreas fueron unificados en uno solo (UNEARTE), y aunque
no cerró ningún museo si se unificaron los diferentes
perfiles y colecciones en un solo ente. Se aniquilaron las
autonomías administrativas y los presupuestos fueron
menguados, afectando de forma importante la política de
adquisiciones y publicaciones, ademas de interferir en
formas contradictorias con las líneas de investigación y de
exhibición. Es asi como la red oficial de museos,
desplegados principalmente en el deprimido centro de la
ciudad, dejó de ofrecer atractivo a amplios sectores de la
población bajando el nivel de visitantes, minimizando su
influencia local e internacional y debilitando los vínculos
entre diversos sectores de la sociedad.
Por demás los pocos incentivos a los procesos creativos y a
la producción local propició una enorme diaspora que ya se
había iniciado de forma tímida en los ’90s a raíz del
desmantelamiento político del país. Ciudades como NY,
Madrid, París, Londres o Barcelona entre otras, han sido los
principales destinos de artistas emigrados en los últimos
años como Javier Téllez, Meyer Vaisman, Christian Vinck,
Emilia Azcárate, Oscar Abraham Pabón, Eduardo Gil, Elías
Crespín, Miguel Amat, Alessandro Balteo Yazbeck, Nayarí
Castillo, Yucef Merhi, Jaime Gili, Lucía Pizzani, Marcos
Montiel, Amalia Caputo, Jorge Pedro Nuñez, Gerardo
Rosales, Mauricio Lupini, Andrés Duque, Rafael Serrano,
Ricardo Alcaide, Ana Alenso, Enrique Doza, Mariana
ciudad. Estos edificios están “firmados”
por Chavez; también hay tatuajes no
promovidos por el gobierno. Foto:
Cortesía de Alexander Apóstol
El teatro y la sala de exhibición en la
Fundación Chacao Cultural, diseñado
por Juan Andrés Machado y Eric
Brewer. Foto: Cortesía de Alexander
Apóstol
Magdalena Fernández. Foto: Vasco
Szinetar
El Helix, una estructura inacabada
diseñada para alojar tiendas,
actualmente funciona como oficinas y
células controladas por la fuerza
policial políticamente motivada que
supervisa los ranchos permanentes de
la zona. Funciona como metáfora de
toda la ciudad, simbolizando la
modernindad incompleta y el desarrollo
urbano arrestado. Como un hipotético
centro cultural y cívico, debería de ser
un lugar para reconstruir, redefinir y
reconciliar el tejido sociocultural de la
ciudad. Foto: Lorenzo Eryte
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Bunimov, Alexander Apóstol y José Antonio Hernández
Diez, entre muchos otros; unidos a su vez a creadores previamente desplazados como
Arturo Herrera, Carla Arocha, Juan Iribarren, Eugenio Espinoza, José Gabriel Fernández y
Sammy Cucher (Aziz+Cucher). Aunque los artistas mencionados han logrado
desarrollarse en la escena internacional, no son percibidos como un bloque homogéneo,
articulado o reconocible de arte venezolano junto a los artistas que permanecen en el
país.
Del mismo modo, curadores que trabajaban en instituciones venezolanas se encontraron
cesados o limitados en sus funciones y comenzaron a desenvolverse en instituciones
extranjeras. Destacan, Luis PérezOramas (MoMA, XXX Bienal de Sao Paulo), Julieta
González (Tate Modern, Museo Tamayo), Cecilia FajardoHill (CIFO, MOLAA), Nydia
Gutiérrez (Museo de Antioquia), Rina Carvajal (MAM, XXIX Bienal de Sao Paulo), Jorge
Rivas (LACMA), Carlos Palacios (Museo Carrillo Gil), José Luis Blondet (Dia Art
Foundation, BCA, LACMA), Isabela Villanueva (Americas Society, XXX Bienal de Sao
Paulo), Jesús Fuenmayor (CIFO) o Gabriela Rangel (MFAH, Americas Society), junto a
otros como Alex Slato (MOLAA), Tam Gryn (APT) o Axel Stein (Sotheby’s); especialistas
que han trasladado sus conocimientos de arte venezolano o sus perspectivas particulares
relacionadas al país a otras latitudes de la institucionalidad museística o cultural. Por
demás el trabajo de curadores o investigadores independientes en el panorama
internacional como Celeste Olalquiaga, Mónica Amor o Juan Ledezma junto a jóvenes
críticos como Alejandra Villasmil (artishock.cl), Lisa Blackmore, Mónica Núñez o María
Virginia Jaua con salonkritick.net.
A ello le sumaríamos la destacada labor de Patricia Phelps de Cisneros con la Fundación
Cisneros / CPPC (Adriana Cisneros), a través de la colaboración con instituciones
foráneas; o el trabajo desarrollado por las fundaciones de Ella FontanalsCisneros con
CIFO, Tanya Capriles Brillembourg con SALUDARTE, ambas en Miami, o Solita Mishaan
con MISOL en Bogotá.
En este mismo sentido una buena parte del vigoroso coleccionismo local emigró a otros
países, reforzando nexos con museos como el MoMA, Tate, MFAH, Pompidou o Reina
Sofía; así como la apertura de galerías contemporáneas en el extranjero con presencia en
ferias internacionales como Henrique Faría Fine Art (NY), Arratia+Beer (Berlín), FL
Gallery (Milán), Odalys (Madrid) o Kabe Contemporary (Miami) entre otras.
De este modo, la diáspora cultural venezolana ha generado una presencia en la escena
internacional y una aproximación más activa y directa en la discusión y el conocimiento
del arte venezolano contemporáneo, en contraste con las dificultades de difusión
generadas por las irregulares instituciones oficiales.
Sin embargo como respuesta al desmantelamiento cultural oficial y a pesar de la
ausencia de recursos, la red de galerías y espacios privados sostuvieron y activaron la
labor del arte contemporáneo nacional tratando de recomponer la red cultural de la
ciudad.
Centros y fundaciones culturales privadas que emergieron en esta década, como Los
Galpones, Trasnocho y Hacienda La Trinidad albergan importantes espacios expositivos o
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galerísticos como Oficina #1, Sala TAC, Carmen Araujo Arte, D’Museo o Espacio Monitor;
uniéndose a otros espacios y fundaciones igualmente activos en la ciudad como el Centro
Cultural Chacao (Diana López), Fundación Gego, Organización Nelson Garrido (ONG), El
Anexo, El Apartaco o la veterana Sala Mendoza junto al notable trabajo de la Fundación
Mercantil (Tahía Rivero) y el de la Fundación para la Cultura Urbana (Herman Sifontes,
Miguel Osío, Juan Carvallo, Ernesto Rangel y Vasco Szinetar). Esto ha constribuido al
desarrollo de la escena local en artistas como Luis MolinaPantin, Magdalena Fernández,
Juan Araujo, Dulce Gómez, Juan Nascimento y Daniela Lovera, Alfred Wenemoser, Juan
José Olavarría, Angela Bonadies, Teresa Mullet o Héctor Fuenmayor junto al artista y
curador Luis Romero y las nuevas generaciones como Iván Candeo, Erika Ordosgoitti,
Daniel Medina, Deborah Castillo o Suwon Lee entre muchos otros, junto a Juan Pablo
Garza, Armando Rosales o Ernesto Montiel de Maracaibo. Así mismo curadores y críticos
como Ruth Auerbach, Maria Elena Ramos, Gerardo Zavarce, Fabiola Arroyo, Ana María
Khan, Miguel Miguel, Susana Benko, Gris Arveláez, Felix Suazo, Aixa Sánchez, Katherine
Chacón, Lorena González, Lourdes Blanco o Ariel Jiménez.
En una ciudad donde la violencia se ha convertido en un ente omnipresente, no solo es
urgente recomponer su red cultural, sino también matizar las fronteras culturales que
existen dentro de su complejo entramado social. Si hace algunos años las universidades,
conciertos, festivales, cines y museos eran lugares tradicionalmente democráticos de la
ciudad, hoy día la polarización política y la ideologizante agenda oficial sobre el espectro
cultural ha generado segregación y sospecha.
Los espacios oficiales, a pesar de la resistencia contra el adoctrinamiento y abandono por
parte de algunos de sus trabajadores, sigue sumida en una dinámica gris en su
programación y funcionamiento y continúa de espaldas a las necesidades urgentes de la
sociedad venezolana ante los años de polarización política y social. Es momento de
generar espacios y diálogo lejos de la condición partidista y que la riqueza cultural de la
ciudad aflore nuevamente con los recursos que ya tiene pero que se resiste a retomar. El
sector cultural es el mas vulnerable, y el primero que cae, ante las crisis económicas,
sociales o políticas de una sociedad; pero también su reconstrucción actúa como espejo
fiel, sin distorsión, de las claves posibles para la recuperación del tejido social en
cuestión. Llegar y apostar a ello, con creatividad y clarividencia, inclusión, sensibilidad y
apertura bajo una visión holística del contexto, es donde radica lo que yo llamaría una
verdadera revolución y su mejor experimentación.
Alexander Apóstol Gracias a Luis Romero y Lorena González
cities development film
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