Sexting Secundarias

Transcripción

Sexting Secundarias
SURGIMIENTO Y PROLIFERACIÓN DEL SEXTING.
PROBABLES CAUSAS Y CONSECUENCIAS EN ADOLESCENTES DE
SECUNDARIA
René Oswaldo Marrufo Manzanilla
Trabajo elaborado para obtener el grado de Maestro en Investigación Educativa
Tesis dirigida por
Ángel Martín Aguilar Riveroll
Mérida de Yucatán
Marzo de 2012
iii
Declaro que esta tesis es mi propio trabajo,
con excepción de las citas en las que he dado crédito
a sus autores; asimismo afirmo que no ha sido
presentada previamente para la obtención de algún
título, grado académico o equivalente
René Oswaldo Marrufo Manzanilla
iv
Agradezco el apoyo brindado por el Consejo Nacional
de Ciencia y Tecnología (CONACYT) por haberme otorgado
la beca No.231686 durante el período de septiembre de
2009 a julio de 2011 para la realización de mis estudios
de maestría que concluyen con esta tesis, producto
final de la Maestría en Investigación Educativa
de la Universidad Autónoma de Yucatán.
v
Dedicatoria
A mis dos grandes tesoros:
Claudia Oyuki Hernández Novelo
(Mi amada esposa)
y
Oswaldo Marrufo Hernández
(Mi adorado hijo)
Ustedes son el motor que me impulsa a hacer todo lo que hago
y lograr metas como esta.
vi
Agradecimiento
En primer lugar le doy gracias a Dios por haberme permitido ingresar a la Facultad
de Educación a realizar mis estudios de posgrado y más aún por permitirme culminar con
éxito la maestría.
Agradezco a mi asesor Dr. Ángel Martín Aguilar Riveroll por su entusiasmo en la
orientación y apoyo permanente para la realización de esta investigación, así como a los
miembros de mi comité: Mtra. Magdalena Jiménez Aldrete y Mtro. José Israel Méndez
Ojeda, que con su apoyo y valiosas aportaciones hicieron posible la culminación de este
trabajo.
Agradezco a todos y cada uno de los maestros con quienes tomé las diversas
asignaturas de la maestría a lo largo de los dos años, en particular al Mtro. Mario Martín
Pavón por estar siempre al pendiente de los alumnos y por dar ese extra de su tiempo para
sacarme de mis dudas y motivarme a seguir con ánimo en el trayecto final.
A cada una de las instituciones educativas participantes en esta investigación, por la
disposición y las facilidades otorgadas para la realización de la misma.
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Resumen
El objetivo principal de este estudio fue identificar el grado de participación (envío,
recepción, posesión) que adolescentes de secundaria de la ciudad de Mérida tienen en
relación al manejo de mensajes de texto, imágenes o vídeos (personales) sexualmente
sugerentes vía teléfono móvil o Internet, práctica conocida como sexting la cual se ha
convertido en un serio problema en escuelas de Estados Unidos y otros países y que se ha
venido dando paulatinamente en nuestro país. Asimismo, a través de esta investigación se
pretendió determinar, desde la perspectiva de los adolescentes de secundaria, las razones
por las cuales un chico o chica de su edad enviaría fotos o vídeos sexis de sí mismo; así
como determinar, desde esta misma perspectiva, las probables consecuencias por participar
en prácticas de sexting. La información fue recabada a través del Cuestionario sobre
Tecnología y Sexualidad (CTS) el cual fue administrado a un total de 401 estudiantes de
secundaria. Los resultados muestran que por lo menos uno de cada cinco estudiantes
percibe que sí se están dando las prácticas de sexting. Asimismo, más de un 20% de los
adolescentes encuestados participa en las acciones receptivas de sexting, hallándose que son
los hombres quienes más reciben material de este tipo. La participación más alta se centra
en la recepción de mensajes escritos sexualmente sugestivos con un 30.4%; por el
contrario, la menor participación, con apenas un 6.2%, se encuentra en el hecho de enviar
una foto o vídeo con imágenes de desnudos o semi-desnudos de uno mismo a alguien, dato
que contrasta con un elevado 22.7% de estudiantes que dijo haber recibido una foto o vídeo
con imágenes de desnudos o semi-desnudos de alguien.
En cuanto a las razones por las cuales un adolescente, ya sea hombre o mujer,
enviaría fotos o vídeos sexis de sí mismos, se coincidió en la cuestión de atraer la atención
de alguien que les gusta como principal razón, aunque la diferencia está en que la
proporción de mujeres que lo harían es más alta, lo cual las pone una situación de riesgo
mayor.
En lo concerniente a las probables consecuencias por participar en prácticas de
sexting, concretamente en el envío de fotos o vídeos sexis de sí mismo, ambos géneros
señalaron como las tres principales repercusiones del sexting: “podría decepcionar a mi
familia y amigos” “podría arrepentirme en el futuro y no poder hacer nada al respecto” y
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“podría dañar seriamente mi reputación”; y relacionado con esto se tuvo que otra probable
consecuencia altamente considerada por los adolescentes sería el hecho de recibir un
castigo por parte de los padres al ser descubierto en el envío de fotos o vídeos sexis
(85.3%).
Se discuten los resultados obtenidos comparándolos con los de otros estudios y se
hace una serie de sugerencias entre las que destaca la idea de implementar programas a
través de los cuales las instituciones educativas puedan educar a los adolescentes en el uso
correcto de las tecnologías de la comunicación, específicamente la telefonía móvil e
Internet, así como en el manejo adecuado de las formas de expresar su sexualidad para
evitar que caigan en situaciones de riesgo.
ix
Tabla de contenido
Resumen/ vii
Tabla de contenido/ ix
Tablas/ xi
Capítulo 1. Introducción/ 1
Antecedentes/ 3
Situaciones problemáticas/ 5
Planteamiento del problema/ 6
Objetivos/ 6
Justificación/ 7
Capítulo 2. Marco Teórico/ 9
Sexting/ 9
Algunos aspectos de la adolescencia/ 10
Pornografía infantil/ 12
Legislación/ 14
Sexi/ 18
Escenario del fenómeno sexting/ 19
Capítulo 3. Metodología/ 27
Población/ 28
Muestra/ 29
Instrumento/ 31
Análisis de los datos/ 32
Capítulo 4. Resultados/ 35
Percepción general de adolescentes sobre el sexting/ 35
Participación en actos de sexting/ 37
x
Razones para la participación en actos de sexting/ 40
Consecuencias probables por participar en actos de sexting/ 45
Capítulo 5. Conclusiones y Discusión de Resultados/ 49
Recomendaciones/ 52
Referencias/ 55
Apéndice A. Cuestionario sobre Tecnología y Sexualidad/ 59
xi
Tablas
Tabla 1. Percepción general de adolescentes de secundaria sobre la frecuencia con que se
da el fenómeno sexting/ 35
Tabla 2. Medias por escuela de la percepción general de adolescentes de secundaria sobre
la frecuencia con que se da el fenómeno sexting/ 36
Tabla 3. Frecuencias y porcentajes de acciones de sexting llevadas a la práctica por
adolescentes/ 37-38
Tabla 4. Razones por las cuales una chica adolescente enviaría fotos o vídeos sexualmente
sugestivos de sí misma/ 40
Tabla 5. Razones por las cuales un chico adolescente enviaría fotos o vídeos sexualmente
sugestivos de sí mismo/ 41
Tabla 6. Frecuencias y porcentajes por género de los calificativos para actos de sexting/ 43
Tabla 7. Consecuencias probables por participar en el envío de fotos o vídeos sexis de sí
mismo según los hombres/ 45
Tabla 8. Consecuencias probables por participar en el envío de fotos o vídeos sexis de sí
mismo según las mujeres/ 46
Tabla 9/ Frecuencias y porcentajes de la postura asumida por adolescentes ante las
probables consecuencias por enviar mensajes, fotos o vídeos sexis/ 47
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Capítulo 1
Introducción
La era digital en la que se vive actualmente, se ha constituido vertiginosamente
como un hábitat natural para los jóvenes de la generación moderna, siendo ellos el sector de
la población que está más inmerso en el uso de las diferentes tecnologías de la
comunicación, principalmente de Internet y del teléfono móvil. Este fenómeno se ha dado
a tal grado que en diversos países se han desarrollado estudios acerca del uso y las
perspectivas de los jóvenes y adolescentes ante estas tecnologías de la comunicación (Malo,
Casas, Figuer y González, 2006; Subrahmanyam y Greenfield, 2008)
En el caso particular del uso de teléfonos celulares por parte de los adolescentes,
también se han hecho varios estudios. En algunos de ellos el abuso en el empleo de esta
tecnología se ha caracterizado como una adicción y se ha considerado que aún sin llegar a
ese extremo adictivo, el exceso en su uso puede producir afectaciones psicológicas, como
ansiedad y depresión, así como influencias negativas en el ámbito educativo, como puede
ser un bajo rendimiento académico (Jenaro, Flores, Gómez-Vela, González-Gil, y Caballo,
2007).
Tales repercusiones en el ámbito educativo se han dado como resultado de la
intromisión de un mal uso de los celulares a las aulas, llegando a convertirse en una
distracción para los alumnos, al grado de que se las ingenian para emplearlos en clase, ya
sea para ver o tomar fotos o vídeos, para escuchar música o enviar mensajes, generando un
malestar grande en los profesores, quienes se la pasan luchando contra este mal hábito.
Obviamente todo esto va en detrimento de la atención prestada a las lecciones que imparten
los docentes y es muy probable que como consecuencia se reduzca el nivel de
aprovechamiento del alumno.
Hasta este punto, el uso de los celulares por parte de los adolescentes parecería ser
poco dañino en sus vidas y de un aparente bajo impacto en el ámbito educativo; sin
embargo, en los últimos años ha surgido una nueva problemática que ha atraído
paulatinamente la atención de psicólogos, autoridades, organizaciones y profesionales del
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ámbito educativo, en diversos países y de la cual día con día se oye más: es el llamado
sexting.
El sexting es un fenómeno de reciente surgimiento que consiste en el envío o
recepción de imágenes o vídeos personales de índole sexual a través de celulares o Internet
o algún otro medio electrónico, que está aumentando de manera alarmante (Bouceck, 2009;
Koch, s.f.).
El término acuñado para esta problemática es de origen anglosajón y proviene de los
vocablos sex (sexo) y texting (mandar mensajes de texto), pues originalmente sólo se usaba
para hacer mención al envío de mensajes de texto con contenido sexual. Sin embargo, al ir
evolucionando esta práctica junto con la modernización de los celulares y la incorporación
de nuevas funciones tecnológicas en los mismos, específicamente la adición de cámaras
para fotos y vídeo, se incorporó también en el sexting el intercambio de fotos o vídeos con
contenidos sexuales (Islas, 2009); en Puerto Rico se le ha dado la traducción al español bajo
el concepto “texnudismo” (Senado de Puerto Rico, 2009).
Las primeras referencias periodísticas sobre el fenómeno sexting datan del año
2005, al parecer de un artículo publicado en el diario Sunday Telegraph; reportándose
posteriormente expresiones de sexting en Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos, el
Reino Unido y también en México (Islas, 2009).
El sexting se convierte en un problema educativo porque se considera que el ámbito
escolar constituye, probablemente, el lugar idóneo para llevarlo a la práctica, por ser un
centro de convergencia masiva de jóvenes. Además, las noticias sobre este tema señalan
como escenario principal a las escuelas. Una prueba de esto es que en algunas instituciones
educativas de la Unión Americana ya se incluyó dentro del reglamento escolar un apartado
que contempla la existencia del sexting dentro de los planteles escolares, tal es el caso de la
Vienna High School, en Illinois que sanciona esta práctica con castigos que van desde la
detención y destrucción del material, hasta la suspensión del alumno (Student Handbook
2009-2010. Vienna High School, 2009).
Es de remarcar, que en nuestro contexto también se está experimentando esta
situación dentro de las escuelas, hasta donde se sabe en los niveles de educación
secundaria, preparatoria y superior (Diario de Yucatán, 2009), de allí el interés por llevar a
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cabo una investigación sobre esta temática, teniendo la intención de determinar en qué
grado se está dando este fenómeno.
Antecedentes.
El sexting se ha manifestado en varios países como: Australia, Nueva Zelanda,
Estados Unidos, el Reino Unido, Puerto Rico, México, y Argentina. Sin embargo, empezó
a ser considerado como un problema serio a raíz de un tristemente sonado caso de suicidio
de una alumna de preparatoria de 18 años de edad, ocurrido en los Estados Unidos, que fue
víctima de una situación de este tipo. Es el caso de Jesse Logan, quien se vio envuelta en
un escándalo porque en su escuela circulaba una imagen en la que aparecía desnuda en los
celulares de un gran número de alumnos. Dicha foto se la había enviado al que fuera su
novio un tiempo atrás, pero cuando la relación terminó, el muchacho envió la foto a otra
persona y ésta a otra más, hasta que fue circulando cada vez más y más entre los
compañeros de la escuela. Esta situación, aunada a las burlas y bullying de que fue objeto,
el cual consiste en el acoso escolar caracterizado por maltrato psicológico, verbal o físico
producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado, le causó
un grave estado depresivo que la obligó a abandonar sus estudios y posteriormente, a la
desafortunada y fatal decisión de quitarse la vida (Mattey y Mattey, 2009; Rommelmann,
2009).
Existe poca información acerca del sexting en lo que respecta a alguna investigación
de carácter científico; asimismo, hasta el momento de elaborar este documento, no se ha
encontrado un libro que trate específicamente sobre este tema. La mayor parte de la
información está en páginas electrónicas de Internet, revistas y periódicos. Sin embargo,
entre los artículos encontrados hay varios que tienen información relevante y de utilidad
para los propósitos del presente estudio, de los cuales se habla en los párrafos siguientes.
Rommelmann (2009), en un artículo publicado en la revista Reason, presenta de una
manera muy particular la problemática del sexting. La autora relata las situaciones
problemáticas que enfrentan dos jóvenes enamorados al involucrarse en un conflicto de este
tipo, señalando que de acuerdo a las autoridades del estado donde ocurrió tal práctica es un
delito considerado como pornografía infantil.
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Por otra parte, Mattey y Mattey (2009), quienes se desempeñan como School Nurses
(enfermeras escolares), destacan con su artículo Sexting: How much of a danger is it and
what can school nurse do about it?, escrito en el cual, desde la perspectiva de esa
profesión, hacen un análisis de la seriedad con que debe ser tomado y afrontado el sexting
tanto por parte de las autoridades educativas como legislativas. También presentan una
serie de consejos útiles para padres y docentes para hablar con los adolescentes sobre
sexting y el mal uso de las tecnologías de la comunicación, principalmente el teléfono
celular e Internet.
Asimismo, Kash (2009), en su tesis para obtener el grado de Doctor en Filosofía en
Educación , analiza diferentes situaciones conflictivas que pueden poner en situación de
riesgo de fracaso académico a los adolescentes, contemplando dentro de ellas el fenómeno
del sexting y donde señala que se requiere hacer investigaciones sobre este problema en
particular.
Por otra parte, refiriendo el fenómeno del sexting como problema educativo, hay
que puntualizar que se han reportado casos en que las o los jóvenes involucrados en este
problema son expulsados o suspendidos de sus escuelas (Teens Share Sexually Explicit
Messages: Simple Rebelion or Dangerous Behavior?, 2009; Cassia Co. schools crack down
on cyber-bullying, 2009) o ellos mismos se autoexcluyen para evitar las burlas. También,
como ya se ha mencionado, Kash (2009), contempla el sexting como uno de varios factores
que pueden conducir a los alumnos a situaciones de riesgo de fracaso académico.
A fines del año 2008, una organización no gubernamental de Estados Unidos llevó a
cabo una encuesta para cuantificar la proporción de adolescentes que practican el sexting.
Se reportó que por lo menos 20% de los adolescentes habían enviado fotos en las que
aparecían desnudos vía mensajes de celular o correo electrónico (The National Campaign to
Prevent Teen and Unplanned Pregnancy, 2008). En ese país se han reportado casos de
suicidio (Hewitt y Driscoll, 2009) y varios estados ya han iniciado o aprobado legislación al
respecto (Mattey y Mattey, 2009). Esta problemática produjo eco en Puerto Rico, pues en
junio de 2009 se planteó también una propuesta para legislar la práctica del sexting (Senado
de Puerto Rico, 2009).
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A diferencia de lo que está ocurriendo en los Estados Unidos, donde ya hay una
preocupación seria acerca de las consecuencias negativas que puede traer este problema a
los adolescentes, en México todavía no se le ha dado la importancia a los riesgos que la
práctica del sexting conlleva en la vida de niños y adolescentes, lo cual se refleja en la falta
de estudios sobre este tema. Por otra parte, se carece de un marco jurídico idóneo para
responder a la complejidad de un fenómeno de esta naturaleza (Islas, 2009).
En Yucatán, como en otras partes del país, en medios de prensa locales ya se ha
tenido información sobre casos de sexting entre jóvenes y adolescentes, principalmente de
alumnos de secundaria y preparatoria e incluso de nivel universitario (Diario de Yucatán,
2009). No obstante, dentro de la revisión de literatura hecha para esta investigación, no se
halló un estudio formal al respecto.
Situaciones Problemáticas.
Una vez definido el concepto de sexting y habiendo sido expuesto que esta práctica
se está convirtiendo en un problema de índole educativo en diversos países, se pueden
señalar algunas situaciones problemáticas las cuales se comentan en los siguientes párrafos.
El envío o recepción de fotografías o vídeos personales con contenido erótico vía
celular se está dando con frecuencia entre estudiantes adolescentes (Boucek, 2009; Koch,
2009).
Este fenómeno se da incluso dentro de las propias escuelas, al grado de que los
mensajes llegan a ser vistos por un gran número de alumnos, pues quien los envió ya no
tiene el control de cuántas personas más los recibirán o, peor aún, de que sean subidos a
Internet (Boucek, 2009; Mattley, E. y Mattley, G., 2009).
Se han dado casos en que los alumnos involucrados fueron suspendidos o incluso
expulsados de sus escuelas (Teens Share Sexually Explicit Messages: Simple Rebelion or
Dangerous Behavior?, 2009; Cassia Co. schools crack down on cyber-bullying, 2009). Por
ello, en algunas instituciones educativas se están contemplando medidas disciplinarias
contra el sexting dentro del reglamento escolar, para evitar llegar a estas sanciones
extremas. (Student Handbook 2009-2010. Vienna High School, 2009). El sexting conduce
a los alumnos a situaciones de riesgo de fracaso académico, según lo contempla Kash
(2009), considerándolo como una de las diversas situaciones de fracaso escolar que existen.
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De igual manera, se han reportado serias afectaciones psicológicas, principalmente
cuadros de depresión y ansiedad (El sexting vulnera la dignidad y causa daños
psicológicos: CODHEM, 2009; Hewitt y Driscoll, 2009).
La exposición o divulgación de material de este tipo puede llevar a las alumnas a
una situación de acoso por parte de sus compañeros o incluso de depredadores sexuales
(Islas, 2009; Rommelmann, 2009).
Las consecuencias más drásticas que se han registrado son: levantamiento de cargos
legales por pornografía infantil, y el suicidio de la persona expuesta, tras experimentar una
fuerte crisis emocional por haber sido exhibida dentro de su centro escolar (Hewitt y
Driscoll, 2009; Koch, s.f.; Lithwick, 2009; Rommelmann, 2009).
Como se puede notar, el sexting da lugar a muchas situaciones de riesgo para los
adolescentes, incluyendo aspectos del ámbito educativo, por lo que se considera que
debería tomarse con mayor seriedad y no esperar a que se presente una consecuencia fatal
para intervenir. Con la presente investigación se pretende hacer conciencia al respecto,
esperando que las aportaciones sean de beneficio para jóvenes y adolescentes.
Planteamiento del Problema.
Con base en el análisis de las situaciones problemáticas se puede establecer el
problema de investigación de la siguiente manera:
La proliferación del sexting se está presentando con frecuencia entre estudiantes
adolescentes, particularmente en los niveles medio y medio superior. En México, debido a
la falta de estudios sobre el tema, se desconoce el grado de participación que tienen los
adolescentes en esta práctica, así como sus posibles causas y consecuencias.
Objetivos.
La investigación aquí presentada tuvo como propósito general describir la manera
en que se está dando el fenómeno sexting entre los adolescentes de la ciudad de Mérida, sus
posibles repercusiones, así como señalar la importancia de educar a estudiantes
adolescentes de secundaria sobre el uso responsable de la tecnología, particularmente en las
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redes sociales que se pueden presentar en Internet y telefonía móvil, para evitar que caigan
en situaciones de riesgo. De allí se plantean los siguientes objetivos:
 Identificar el grado de participación (envío, recepción, posesión) que adolescentes
de secundaria tienen en relación al manejo de imágenes o vídeos (personales)
sexualmente sugestivos vía teléfono móvil o Internet.
 Determinar, desde la perspectiva de los adolescentes de secundaria, las razones por
las cuales participan o no en el envío de imágenes o vídeos sexualmente sugestivos
de sí mismos.

Determinar, desde la perspectiva adolescente, las probables consecuencias por
participar en prácticas de sexting.
 Sugerir mecanismos de acción a las instituciones educativas que puedan
implementarse para educar a los adolescentes en el adecuado uso de los medios
virtuales de comunicación como la telefonía móvil e Internet, para evitar que caigan
en situaciones de riesgo.
Justificación.
La problemática del sexting está proliferando entre los adolescentes, por ello, se
concuerda con varios especialistas que señalan que existe la necesidad de hacer
investigaciones sobre este tema (Islas, 2009; Kash, 2009; Mattey y Mattey, 2009), pues al
no haber estudios formales sobre el mismo, existe un desconocimiento del fenómeno.
Como ya se dijo, en contraste con lo que ha ocurrido en los Estados Unidos y otros
países, donde ya se ha tomado con seriedad las consecuencias negativas provocadas por el
sexting en los adolescentes, pues además de legislar al respecto ya se ha trabajado en otros
ámbitos para combatirlo (Mattey y Mattey, 2009), en México todavía no se ha prestado
atención a este problema, así como tampoco ha sido contemplada la manera de abordarlo en
las leyes mexicanas (Islas, 2009).
Sobre la base de los elementos aportados, se considera que hacer una investigación
formal sobre la problemática del sexting tiene relevancia debido a la falta de estudios al
respecto. Por otra parte, se tendría un beneficio dentro del contexto de la sociedad de
Yucatán dado que también aquí se han reportado casos de sexting: medios de prensa locales
publicaron, en meses recientes, varias notas de casos de sexting cometidos por estudiantes,
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los cuales se registraron en municipios como: Mérida, Ticul, Tekax, Progreso y Tizimín
(Diario de Yucatán, 2009). Los jóvenes que llevan a cabo esta práctica en nuestro medio,
también se ponen en una situación de riesgo de problemas psicológicos, sexuales y, por
supuesto, de índole educativa.
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Capítulo 2
Marco teórico
En el presente capítulo se presentan algunas definiciones del término sexting con la
intención de clarificar en qué consiste propiamente este fenómeno, así como la definición
del concepto de pornografía infantil que, desde el punto de vista legal, está estrechamente
ligado a esta problemática. De lo anterior surge la necesidad de hacer una revisión de cuál
es la situación en la que se encuentra la legislación en asuntos relacionados con el sexting.
Asimismo, se abordan algunos aspectos de de la adolescencia con la finalidad de entender
por qué se escogió a estudiantes de educación secundaria para el desarrollo del estudio. De
igual manera, se señala a qué se hace referencia con los términos en los que se usa el
vocablo sexi en el instrumento utilizado para la recolección de datos. También se registran
las aportaciones de varios autores, ya sea de artículos de prensa, de México o del
extranjero, o de artículos de revistas de divulgación o de carácter científico, entre otras
fuentes, sobre la manera en que se está presentando el sexting, las probables causas o
repercusiones que podría tener en la vida de jóvenes o adolescentes y la importancia de
prestar atención y combatir de manera oportuna al problema.
Sexting.
La definición del concepto sexting adoptada para propósitos de este estudio, la cual
señala que consiste en el envío o recepción de imágenes o vídeos personales de índole
sexual a través de celulares o Internet o algún otro medio electrónico, es sólo una de entre
varias que existen, de hecho todavía no se llega a un consenso acerca del mismo. Incluso
en 2009 este vocablo contendió a ser la palabra del año a ser agregada en el diccionario
New Oxford American Dictionary, pero finalmente el término ganador fue otro y por lo
tanto no fue incluido, al menos en la edición de dicho año. En la definición que aquí se
presenta se reúnen varios elementos que consideran diferentes autores, como podemos ver a
continuación.
Algunas definiciones traducidas del inglés señalan que el sexting consiste en: el
envío y recepción de fotos y vídeo sexualmente explícitos a través del celular (Sexting the
10
result of porno-drenched society, 2009); el envío de mensajes a través del celular de fotos
sexualmente explícitas, frecuentemente de sí mismos, por parte de adolescentes (To deal
with "sexting" XXXtra discretion is advised, 2009); el acto de enviar imágenes o mensajes
sexualmente explícitos entre celulares (Sexting, 2009); la transmisión de fotos desnudas o
semi-desnudas vía teléfono celular (Hewitt y Driscoll, 2009), el acto de enviar, recibir o
reenviar fotos desnudas o mensajes sexualmente sugerentes vía teléfono celular (Mattey y
Mattey, 2009).
Hernández (2009), señala que el término sexting equivaldría en español a
“sexteando” y lo define como un fenómeno que “consiste en hacerse fotografías o vídeos
con teléfono celular o cámara, semi o totalmente desnudos (as), en poses atrayentes, para
enviarlas (o efear) por mensaje de texto o correo electrónico a contactos personales.”
El diputado Alzamora, en su propuesta de “Ley contra el texnudismo” en el Senado
de Puerto Rico (2009), señala que:
“texnudismo” significa la práctica de una persona menor de 18 años que produce
fotografías suyas en estado de desnudez y las envía, intercambia o distribuye por
correo electrónico o por comunicación celular a otra persona menor de 18 años o de
cualquier edad [sic] que produce fotografías en estado de desnudez de otra persona
menor de edad y las envía, intercambia o distribuye por correo electrónico o por
comunicación celular a otra persona menor de 18 años o de cualquier edad (p. 4).
Como ya se dijo, la definición de sexting que se ha adoptado en la presente
investigación integra elementos de las diversas definiciones expuestas en los párrafos
anteriores y con la intención de tener un concepto más delimitado pone mayor énfasis en
las fotos y vídeos, y no tanto en los mensajes escritos.
Algunos aspectos de la adolescencia.
La adolescencia, comprendida entre la infancia y la madurez, es una de las etapas
más críticas en el desarrollo del ser humano pues además de la serie de impactantes
cambios físicos, psíquicos, cognoscitivos y sociales que en ella ocurren, es el momento
previo a la adopción de las responsabilidades propias de los adultos, lo cual implica la
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definición o descubrimiento de la identidad respondiendo a la pregunta ¿quién soy? (Pick,
et al, 1997; Feldman, 2007)
De acuerdo con Erickson (citado por Feldman, 2007), los adolescentes que tienen
dificultades por encontrar una identidad apropiada pueden tomar un camino incorrecto y
asumir roles que son socialmente inaceptables con la intención de expresar lo que no
quieren ser o simplemente por la presión social de los coetáneos.
Uno de los rasgos en los cambios del adolescente que tienen mayor influencia en su
conducta es el que se refiere a su desarrollo cognoscitivo, el cual, desde la perspectiva
piagetiana, se caracteriza por ser el momento en el que el individuo posee la habilidad para
pensar de manera abstracta en la llamada etapa de las operaciones formales, y que es capaz
de usar un razonamiento formal y emplear el pensamiento lógico. Al usar estas dos
herramientas cognoscitivas, el adolescente experimenta un giro en su vida cotidiana, pues
ahora es capaz de cuestionar las reglas que anteriormente seguían sin poner objeciones, de
modo que esas habilidades de razonamiento abstracto le permiten cuestionar a sus padres u
otras figuras de autoridad (Craig y Baucum, 2001; Feldman, 2007).
El adolescente experimenta además un conjunto de inestabilidades que implican
transformaciones, tanto dentro de su familia, en lo que respecta a las relaciones que
establece con sus miembros, como para él mismo, principalmente en lo que se refiere al
aspecto corporal, la autoestima y la seguridad en sí mismo. Asimismo, es común encontrar
que el adolescente adopta modelos que tiene una alta valoración social e intenta adecuarse a
ellos; el papel de los medios de comunicación, en este sentido, tiene fuerte incidencia. Por
lo tanto, la condición de adolescencia implica un mayor grado de vulnerabilidad, por lo que
se es más susceptible a influencias del medio y a las presiones sociales (Meece, 2000).
Craig (2001) hace alusión a esa vulnerabilidad de los adolescentes, enfocándose a la
influencia de los medios masivos de comunicación, pudiéndose transpolar a la influencia
del uso del celular e Internet, señalando:
“Al parecer los adolescentes, con el rápido desarrollo de sus capacidades físicas y
cognoscitivas, son particularmente vulnerables al papel de consumidores pasivos de
estos medios (…) Tal vez modelen su conducta con base en los hechos trillados o
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extraños que ven en los medios (…) Es interminable la lista de influjos
potencialmente nocivos a que están expuestos” (p. 347).
Sin embargo, los adolescentes, opuestamente, se creen invulnerables a las cosas
negativas de acuerdo al concepto de la fábula personal que se refiere a la idea de que las
experiencias propias son únicas, de que lo que se vive es excepcional y nadie más lo
comparte. Lo cual los lleva a la creencia de que son inmunes a los riesgos o perjuicios que
experimentan otros, de que las cosas malas sólo les pasan a otro tipo de personas, pero
nunca a ellos (Craig, 2001; Feldman, 2007).
Asimismo, la serie de cambios hormonales que vive el púber no se limitan a la
maduración de los órganos sexuales sino que generan un nuevo rango de sentimientos
frente al aspecto de la sexualidad; por ello, es común que ciertas conductas sexuales o los
pensamientos acerca del sexo suelan constituirse en las principales preocupaciones de los
adolescentes (Kelly, 2001; Ponton, 2001 citados por Feldman,2007). En otras palabras, el
adolescente experimenta “un cúmulo de sensaciones sexuales, de dimensiones que
desconoce. Todo este proceso se da en el contexto de una sociedad que presiona para
reproducir los patrones de vida vigentes, frente a los que el adolescente tendrá que asumir
una posición” (Pick, et al, 1997).
Dada la naturaleza de estas características muy particulares de los adolescentes y a
que, de acuerdo a la literatura revisada, la mayoría de los reportes sobre sexting señalan que
éste se da principalmente entre adolescentes estudiantes, confirmado que es una etapa en la
que se corren riesgos, se decidió realizar la presente investigación en este grupo de la
población.
Pornografía infantil.
El fenómeno del sexting tiene una fuerte vinculación con el problema de la
pornografía infantil, por ello es importante presentar algunos apuntes y consideraciones de
la misma con la intención de tener una perspectiva más amplia de este concepto.
El término pornografía es algo ambiguo y difícil de delimitar. Por ejemplo, según la
Enciclopedia del Sexo y de la Educación Sexual (1996), la pornografía: “Consiste en un
material evidentemente (descaradamente) sexual, material que solo [sic] se refiere al asunto
13
carnal, genital del aspecto fornicatorio, con ausencia casi total de las facetas sentimentales,
afectivas o de relaciones interpersonales de la sexualidad humana…” (p. 663).
Por ello, para fines de esta investigación es importante clarificar a qué se está
haciendo referencia cuando se habla de pornografía infantil al relacionarla con el sexting.
Antes de dar una definición de pornografía infantil se considera importante
presentar la siguiente información que deja ver la magnitud del problema en México, y por
consiguiente el riesgo al que se pueden exponer los adolescentes o jóvenes que practican el
sexting.
De acuerdo con información presentada en el Informe global de monitoreo de las
acciones en contra de la explotación sexual comercial de niñas, niños y adolescentes
(2006), emitido por el organismo llamado End child prostitution, child pornography and
trafficking of children for sexual purposes (ECPAT), subdivisión México, que es la
representación local de la Red Internacional ECPAT, asociación no gubernamental que
tiene presencia en más de 70 países y cuenta con un estatus consultivo ante el Consejo
Económico y Social de las Naciones Unidas:
Las estadísticas de la PFP (Policía Federal Preventiva) de México, señalan que la
explotación sexual de niños/as y adolescentes a través de Internet ocupa el tercer
lugar en la lista de delitos cibernéticos, sólo antecedida por los fraudes y las
amenazas. Además, afirma que los sitios en la red incrementan a ritmos acelerados.
Mientras en enero de 2004 se registraron 72 mil 100 sitios de pornografía sexual de
menores de edad, a inicios del 2006 ya existían más de 100 mil sitios. Además,
México es considerado segundo país a nivel mundial con mayor producción de
pornografía infantil (p. 13).
Es importante señalar que la Organización de las Naciones Unidas define como
niños a los menores de 18 años de edad, a menos que las leyes de determinado país
establezcan antes la mayoría de edad. De acuerdo con un protocolo de la Oficina del alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (2002), en el cual se
señala que los niños tienen derecho a la protección contra la explotación y la realización de
acciones que puedan ser peligrosas o que puedan entorpecer su educación o afectar su salud
o desarrollo físico, mental, espiritual o social, se entiende por pornografía infantil: “toda
14
representación, por cualquier medio, de un niño dedicado a actividades sexuales explícitas,
reales o simuladas, o toda representación de las partes genitales de un niño con fines
primordialmente sexuales”.
Legislación.
En cuanto a la manera en que las leyes mexicanas abordan situaciones relacionadas
con el sexting y la pornografía infantil se tiene que en el Código Penal Federal (2009) se
trata el tema de la pornografía infantil sin emplear explícitamente tal concepto, señalándola
como “pornografía de personas menores de dieciocho años de edad” como se puede notar
en los artículos 202 y 202 bis:
Artículo 202.- Comete el delito de pornografía de personas menores de dieciocho
años de edad o de personas que no tienen capacidad para comprender el significado
del hecho o de personas que no tienen capacidad para resistirlo, quien procure,
obligue, facilite o induzca, por cualquier medio, a una o varias de estas personas a
realizar actos sexuales o de exhibicionismo corporal con fines lascivos o sexuales,
reales o simulados, con el objeto de vídeo grabarlos, fotografiarlos, filmarlos,
exhibirlos o describirlos a través de anuncios impresos, transmisión de archivos de
datos en red pública o privada de telecomunicaciones, sistemas de cómputo,
electrónicos o sucedáneos. Al autor de este delito se le impondrá pena de siete a
doce años de prisión y de ochocientos a dos mil días multa.
A quien fije, imprima, vídeo grabe, fotografíe, filme o describa actos de
exhibicionismo corporal o lascivos o sexuales, reales o simulados, en que participen
una o varias personas menores de dieciocho años de edad o una o varias personas
que no tienen capacidad para comprender el significado del hecho o una o varias
personas que no tienen capacidad para resistirlo, se le impondrá la pena de siete a
doce años de prisión y de ochocientos a dos mil días multa, así como el decomiso
de los objetos, instrumentos y productos del delito.
La misma pena se impondrá a quien reproduzca, almacene, distribuya,
venda, compre, arriende, exponga, publicite, transmita, importe o exporte el
material a que se refieren los párrafos anteriores.
15
Artículo 202 BIS.- Quien almacene, compre, arriende, el material a que se
refieren los párrafos anteriores, sin fines de comercialización o distribución se le
impondrán de uno a cinco años de prisión y de cien a quinientos días multa.
Asimismo, estará sujeto a tratamiento psiquiátrico especializado (p. 48).
Por otra parte, dentro del contexto local, el Código Penal del Estado de Yucatán
(2000), que actualmente rige a este estado, contiene lo siguientes artículos relacionados con
la problemática del sexting, en los cuales se contemplan los delitos de corrupción de
menores y pornografía infantil:
Artículo 208. Comete el delito de corrupción de menores, e incapaces, el que
induzca, procure, facilite u obligue a un menor de dieciséis años de edad o a quien
no tenga capacidad para comprender el significado del hecho, a realizar actos de
exhibicionismo corporal, lascivos, sexuales, prostitución, ebriedad, consumo de
narcóticos, prácticas sexuales o a cometer hechos delictuosos. Al autor de este
delito se le aplicarán de cinco a diez años de prisión y de cien a quinientos díasmulta. (…)
Artículo 211. Al que procure o facilite por cualquier medio que uno o más menores
de dieciséis años, con o sin su consentimiento, los obligue o induzca a realizar actos
de exhibicionismo corporal, lascivos o sexuales, con objeto y fin de videograbarlos,
fotografiarlos o exhibirlos mediante anuncios impresos o electrónicos, con o sin el
fin de obtener un lucro, se le impondrán de cinco a diez años de prisión y de
cuatrocientos a quinientos días-multa.
Al que fije, grabe o imprima actos de exhibicionismo corporal, lascivos o sexuales
en que participen uno o más menores de dieciséis años, se le impondrá la pena de
diez a catorce años de prisión y de cuatrocientos a quinientos días-multa. La misma
pena se impondrá a quien con fines de lucro o sin él, elabore, reproduzca, venda,
arriende, exponga, publicite o transmita el material a que se refieren las acciones
anteriores.
Se impondrá prisión de ocho a dieciséis años y de cuatrocientos cincuenta a
quinientos días-multa, así como el decomiso de los objetos, instrumentos y
productos del delito, a quien por sí o a través de terceros, dirija, administre o
16
supervise cualquier tipo de asociación delictuosa con el propósito de que se realicen
las conductas previstas en los dos párrafos anteriores con menores de dieciséis años.
Para los efectos de este artículo se entiende por pornografía infantil, la
representación sexualmente explícita de imágenes de menores de dieciséis años (pp.
32, 33).
Los artículos legislativos expuestos anteriormente son aplicables a mayores de 18
años de edad, pero son tomados como referentes al aplicar las leyes para adolescentes,
considerándolos como personas de entre 12 años cumplidos y menores de 18 años de edad,
que existen en nuestro país y cuyos artículos relacionados con la temática aquí abordada se
comentan a continuación.
En el ámbito federal se encuentra vigente la Ley Federal para el Tratamiento de
Menores Infractores, para el Distrito Federal en materia común y para toda la República en
materia federal (2003), que tiene por objeto reglamentar la función del Estado en la
protección de los derechos de los menores, así como en la adaptación social de aquéllos
cuya conducta se encuentra tipificada en las leyes penales federales, en la cual se señala al
Consejo de Menores como el órgano administrativo que tiene a su cargo la aplicación de
las disposiciones de dicha Ley, como se puede ver en el párrafo uno del artículo sexto:
Artículo 6º.-El Consejo de Menores es competente para conocer de la conducta de
las personas mayores de 11 y menores de 18 años de edad, tipificada por las leyes
penales señaladas en el artículo 1o. de esta Ley. Los menores de 11 años, serán
sujetos de asistencia social por parte de las instituciones de los sectores público,
social y privado que se ocupen de esta materia, las cuales se constituirán, en este
aspecto, como auxiliares del Consejo (p. 2).
Asimismo, en cuanto a las sanciones o medidas aplicables a adolescentes esta ley
señala, sin entrar en detalle de las mismas ni de las infracciones que pudieran considerarse
como graves, lo siguiente:
Artículo 88.- El Consejo, a través de los órganos competentes, deberá determinar en
cada caso, las medidas de orientación, de protección y de tratamiento externo e
17
interno previstas en esta ley, que fueren necesarias para encauzar dentro de la
normatividad la conducta del menor y lograr su adaptación social.
Los consejeros unitarios ordenarán la aplicación conjunta o separada de las medidas
de orientación, de protección y de tratamiento externo e interno, tomando en
consideración la gravedad de la infracción y las circunstancias personales del
menor, con base en el dictamen técnico respectivo (p. 23).
Cabe señalar que adicionalmente a esta ley, al momento de redactar este documento,
se ha aprobado por la Cámara de Senadores, pero aún no se ha publicado en el Diario
Oficial de la Federación, la Ley Federal de Justicia para Adolescentes (2010), la cual
señala como sujetos de la misma a adolescentes, definiéndolos como “personas de entre
doce años cumplidos y menos de dieciocho años de edad a quienes se les atribuya o
compruebe la realización de una o varias conductas tipificadas como delito”.
Algunas cuestiones a destacar de esta nueva ley son: el señalamiento expreso en su
Artículo 13 de que “Los adolescentes podrán ser responsables por infringir la ley penal
federal y demás legislación que contemple delitos que sean competencia de las autoridades
federales, en los casos y términos que se establecen en esta Ley”.
Por otra parte, en el Artículo 78 se estipula que “La decisión sobre la medida que
debe ser impuesta tendrá relación directa con los daños causados, el grado de participación
del adolescente en los hechos y los fines señalados en el primer párrafo de este artículo”.
Tales medidas están clasificadas en Medidas de Orientación y Protección y Medidas de
Internamiento, las últimas de las cuales son las más graves y sólo podrán aplicarse a
adolescentes en una edad de entre catorce años cumplidos y dieciocho años no cumplidos;
siempre que se trate de alguna de las conductas graves tipificadas como delito enlistadas en
la misma ley, entre las cuales no se contempla la pornografía infantil.
En lo que respecta al ámbito local, se encuentra vigente la Ley de Justicia para
Adolescentes del Estado de Yucatán (2006) que tiene entre uno de sus objetivos
“determinar, aplicar y supervisar las medidas impuestas al adolescente que sea declarado
responsable de una conducta tipificada como delito en las normas penales del Estado”,
entendiendo como adolescente a la persona que tenga entre doce años cumplidos y menos
de dieciocho años de edad y en la cual se señala al Centro Especializado en la Aplicación
18
de Medidas para Adolescentes (CEAMA), como la unidad administrativa facultada para
ejecutar las medidas que se impongan al adolescente.
Las sanciones o medidas aplicables a adolescentes infractores en Yucatán son
similares a las estipuladas en la Ley Federal de Justicia para Adolescentes, y están
clasificadas en Medidas de Orientación, Medidas de Protección y Medidas de Tratamiento,
estas últimas podrán aplicarse en las modalidades interna o externa. Destaca el hecho de
que en esta legislación estatal sí se considera como conducta grave la pornografía infantil,
prevista en el artículo 211 del Código Penal del Estado de Yucatán que se comentó
anteriormente, y de lo cual se puede inferir que la medida a que se haría acreedor un
adolescente que fuera denunciado por sexting, que se puede tipificar como pornografía
infantil, sería más severa pudiendo incluir la privación de la libertad cuando se tratare de
adolescentes de 14 años en adelante.
Como se puede notar la legislación vigente en México no es la ideal para combatir
la práctica del sexting pues resulta ambigua, ya que si se aplicara estrictamente podría
considerarse esta práctica como un delito de pornografía infantil llevando a diversas
sanciones, que pudieran incluir la privación de la libertad particularmente en Yucatán, a los
adolescentes o jóvenes que se vieran involucrados en ella.
Esto es precisamente lo que ha ocurrido en varios estados de la Unión Americana,
como se verá más adelante, lo cual ha motivado debates sobre la necesidad de modificar las
leyes para no culpar bajo el cargo de pornografía infantil al gran número de adolescentes y
jóvenes que han caído en la práctica del sexting, sino aplicarles sanciones menos drásticas
que sirvan de correctivo, pero que no se conviertan en estigmas para toda la vida.
Sexi.
Según el diccionario Collins English Dictionary and Thesaurus (s.f.), se entiende
por sexi algo que provoca o tiene la intención de provocar interés sexual. Por su parte, el
Nuevo Diccionario Enciclopédico Espasa (1998), presenta la siguiente definición: se dice
de la persona que tiene gran atractivo físico y de las cosas con carácter erótico. Sin
embargo, para una mejor comprensión de los términos empleados en el estudio, y
19
particularmente en el instrumento empleado para la recolección de datos sobre el fenómeno
sexting, se considera pertinente delimitar los siguientes conceptos:

Mensajes sexis.- Se refiere a mensajes escritos sexualmente sugestivos en teléfono
celular o en correo electrónico.

Fotos o vídeos sexis.- Se refiere a fotos o vídeos personales, tomados vía teléfono
celular o cámara digital, que son sexualmente sugestivos conteniendo imágenes de
semi-desnudos o desnudos de uno mismo, sin referirse a fotos o vídeos atrevidos de
modelos o artistas, ni a material pornográfico explícito.

Sexualmente sugestivo.- Se refiere a lo que tiene cierta influencia en una persona
insinuando o provocando un interés o atracción sexual.
Escenario del fenómeno sexting.
El fenómeno sexting se considera un problema educativo porque es en el ámbito
escolar donde los adolescentes y jóvenes tienen los espacios propicios para entablar
relaciones con sus grupos de pares y posteriormente llevarlo a la práctica. Además, es
precisamente de las escuelas donde surgen con mayor frecuencia noticias sobre este tema.
El país donde se ha prestado mayor atención a esta problemática es Estados Unidos de
América, dada la proliferación del fenómeno a lo largo y ancho de su territorio, de acuerdo
a la información proporcionada por diversos medios de prensa e incluso algunos estudios
realizados por organizaciones no gubernamentales.
Según la revista State Legilatures en los últimos meses se han registrado cientos de
historias sobre adolescentes, principalmente estudiantes, que participaron en incidentes de
sexting. Oficiales de las escuelas e incluso la policía ha investigado docenas de casos y, por
lo menos en seis estados de la Unión Americana, los legisladores analizan cómo aplicar las
leyes ante este problema, que actualmente se considera como pornografía infantil (The
vexing issue of "sexting", 2009).
La atención hacia esta problemática se dio a raíz del suicidio de una joven
estudiante en los Estados Unidos, pero a pesar de esa tragedia la tendencia sigue en
aumento y es un asunto serio que tiene pocas probabilidades de desaparecer sin la
intervención de la educación por parte de los padres y las escuelas (Mattey y Mattey, 2009).
20
A pesar de las múltiples repercusiones negativas que conlleva la práctica del
sexting, hasta el día de hoy, existen pocos estudios al respecto. El primer estudio formal,
pero aún sin carácter netamente científico, sobre el sexting fue realizado por una asociación
no gubernamental de los Estados Unidos llamada The National Campaign to Prevent Teen
and Unplanned Pregnancy, donde se hizo una cuantificación de la proporción de
adolescentes y adultos jóvenes que envían imágenes o mensajes sexualmente sugerentes
con la finalidad de entender la relación entre sexo y ciberespacio con respecto a las
actitudes y la conducta. Se llevó a cabo una encuesta “en línea” por la empresa TRU, líder
en investigación sobre adolescentes, la cual se aplicó en el año 2008 a un total de 1280
individuos de entre 13 y 26 años de edad, de los cuales 653 son adolescentes de 13 a 19
años y 627 son adultos jóvenes de 20 a 26 años (The National Campaign to Prevent Teen
and Unplanned Pregnancy, 2008). Los resultados globales respecto al envío de fotos o
vídeos de desnudos o semidesnudos, por parte de adolescentes, arrojan que: un total de 20
% de adolescentes lo ha hecho, de los cuales 22% son mujeres y 18 %, varones, y 11 %
adolescentes de temprana edad (de entre 13 y 16 años).
Algunos resultados más específicos obtenidos en ese estudio son:

1 de cada 5 chicas adolescentes (22 %) – y 11% de entre 13 y 16 años – dijeron
que habían enviado o colocado en línea, imágenes desnudas o semidesnudas de
sí mismas. Estas imágenes también están siendo reenviadas: un tercio (33 %) de
adolescentes varones y un cuarto (25 %) de chicas adolescentes dijeron que
habían obtenido imágenes desnudas o semidesnudas, que originalmente eran
dirigidas para otra persona, con un supuesto carácter privado.

No sólo las muchachas comparten contenido sexualmente explícito. Casi 1 de
cada 5 adolescentes varones (18 %) dijeron que habían enviado imágenes
sexuales de sí mismos.

Entre las razones que tuvieron las chicas adolescentes para enviar contenidos
sexualmente sugerentes están: “por diversión o para coquetear” (66 %), fue un
“regalo sexy” para el novio (52 %), “fue una broma” (40 %).

Aunque casi una tercera parte de los adolescentes (75 %) dijo que enviar
contenido sexualmente sugerente “puede traer serias consecuencias negativas”,
21
cerca de un cuarto (19 %), dijo que enviar contenido de ese tipo “no es la gran
cosa”.
Aunque los resultados de esta encuesta contienen datos reveladores sobre la
problemática del sexting y resultan ser muy interesantes, hay que señalar que la
metodología empleada carece de algunas características para darle validez científica, por lo
que debe ser tomada como un inicio de futuras investigaciones.
Otro estudio llevado a cabo en los Estados Unidos es el llamado Teen online &
wireless Safety Survey, Cyberbullying, Sexting and Parental Controls (2009), realizado en
el mes de abril de citado año, por la empresa Cox Communications, la cual es una de las
principales compañías dedicadas a las telecomunicaciones en ese país y que tiene como uno
de sus compromisos promover la educación en el área de protección y seguridad para los
adolescentes. Este estudio consistió en una encuesta aplicada precisamente a adolescentes
de entre 13 y 18 años de edad, teniendo como uno de sus objetivos el de examinar su
conducta en el uso de Internet y el teléfono celular, principalmente en lo que respecta al
envío de mensajes por celular o correos electrónicos sexualmente sugestivos. Algunos de
los resultados de esta encuesta, la cual se realizó “en línea”, son presentados a
continuación.
Aproximadamente uno de cada cinco adolescentes se ha visto involucrado en
sexting, ya sea enviando, recibiendo, o distribuyendo mensajes vía celular o correo
electrónico con contenido sexualmente sugestivo, con desnudos o semidesnudos.
Asimismo, más de una tercera parte de ellos dijo que sabía de algún amigo que había
enviado este tipo de mensajes. La mayoría de los adolescentes que participan en esta
práctica señalan que estos mensajes son más comúnmente enviados a novios porque éstos
se los solicitaron o simplemente por diversión; sin embargo, un dato más alarmante es que
uno de cada diez dijo haber enviado material de este tipo incluso a gente que no conocía.
Por otra parte, en este estudio se hizo un análisis acerca de las actitudes asumidas
por los adolescentes partícipes de esta práctica. La mayoría de los adolescentes piensa que
enviar imágenes o vídeos de contenido sexual de alguien menor de 18 años está mal;
incluso la mitad de los involucrados en casos de sexting concuerda en que es algo malo,
siendo el caso que un 80% de los involucrados resulto ser menor de edad. Además, siete de
22
cada diez individuos de este último grupo piensan que la gente de su edad es demasiado
joven para estar participando en esta práctica, pero cerca de la mitad piensa que ya tienen la
suficiente edad como para decidir por sí mimos si lo hacen o no.
Otros datos importantes de este estudio señalan que: casi todos los adolescentes,
incluyendo a los partícipes de este fenómeno, piensan que el sexting es algo peligroso.
Solamente un pequeño porcentaje de adolescentes que practican el sexting han sido
sorprendidos en el acto. Cerca de la mitad de los adolescentes concuerdan en que los
adultos sobrereaccionan ante el sexting, pero también concuerdan en que cuando alguien es
atrapado en tal práctica pueden existir serias consecuencias legales.
Con este estudio de Cox Communications se enriqueció un poco más la panorámica
del fenómeno sexting, trayendo a la luz las percepciones de los adolescentes ante el mismo
y creando más preocupación por el grado de participación y las actitudes reflejadas ante
este problema.
Asimismo, en el estudio llamado Teens and sexting llevado a cabo por Lenhart
(2009), también en los Estados Unidos y teniendo representatividad nacional, bajo el
auspicio de la organización Pew Research Center’s Internet & American Life Project, se
reportó la siguiente información: 4% de los adolescentes, de edades de entre 12 y 17 años,
que poseen un teléfono celular, dijeron haber enviado imágenes sexualmente sugestivas con
desnudos o semidesnudos de sí mismos a alguien a través de un mensaje vía celular. Un
15% de esa misma población dijo que habían recibido imágenes sexualmente sugestivas
con desnudos o semidesnudos de alguien que conocen, vía mensaje en el celular. Los
adolescentes mayores son más propensos a enviar y recibir este tipo de imágenes; un 8% de
chicos de 17 años que tienen teléfono celular ha enviado una imagen sexualmente
provocativa y un 30% ha recibido una imagen con desnudo o semidesnudo en su teléfono.
Los púberes que pagan por sí mismos los gastos de su teléfono celular son más propensos a
enviar este tipo de material: 17% de los adolescentes con esta característica participan en el
envío de material sexual a través de mensajes; mientras que sólo el 3% de quienes no
pagan, o sólo pagan una porción, de los gastos del celular han enviado imágenes de este
tipo.
23
Un análisis realizado a través de focus groups, dentro de este último estudio, reveló
que existen tres escenarios principales para la práctica del sexting: 1) intercambio de
imágenes únicamente entre dos compañeros de romance; 2) intercambio entre compañeros
de romance, pero que son compartidos con otros fuera de la relación y 3) intercambio entre
personas que todavía no han entablado una relación, pero en donde hay al menos uno
interesado en que así fuera.
Un estudio más reciente que arroja información sobre el fenómeno sexting es una
investigación a gran escala, cofinanciada por la Unión Europea y llevada a cabo durante la
primavera-verano de 2010, llamada “Risks and safety on the internet. The perspective of
European children”(Riesgos y seguridad en Internet. La perspectiva de los niños
europeos), la cual consistió en una gran encuesta aplicada en 25 países de la Unión Europea
(entre ellos Francia, España, Italia, Alemania, Reino Unido, y España), dirigida a 25,142
niños de 9 a 16 años y a uno de sus padres con el fin de mejorar el conocimiento acerca de
las prácticas de riesgo y seguridad en el uso de internet por parte de los niños europeos,
incluyendo entre tales riesgos el sexting. El estudio señala como resultados en este rubro lo
siguiente: 15 % de los encuestados, de entre 11 y 16 años, dijo haber recibido mensajes o
imágenes con contenido sexual a través de Internet y 3 % de ellos señaló que había enviado
o publicado vía Internet material de este tipo. Un dato interesante de esta investigación es la
información extraída de los padres en cuyas respuestas reflejaron no estar conscientes de la
participación de sus hijos en tales prácticas, por ejemplo 52% de los padres cuyos hijos
dijeron haber recibido un mensaje con contenido sexual señalaron que sus hijos nunca
habían recibido este tipo de mensajes (Livingstone, S., Haddon, L., Gӧrzig, A. y Ólafsson ,
K., 2011).
Con toda la información presentada en estos estudios se puede ver claramente que el
sexting es un fenómeno que ciertamente está proliferando en la vida de los adolescentes y
que, precisamente debido a ello y a las problemáticas legales que involucra, ha despertado
el interés de distintos sectores de la sociedad.
En relación con los peligros del sexting se encuentran los riesgos que el mal uso de
Internet y las tecnologías de la comunicación pueden traer a niños y adolescentes. Por ello
en varios países de América Latina, y otras regiones, se están buscando mecanismos para
24
garantizar la seguridad de este sector vulnerable de la población. Bajo esta perspectiva, en
julio de 2009 en el Seminario llamado Derechos, Adolescentes y Redes Sociales en
Internet, que fue realizado en Montevideo, Uruguay, se elaboró un documento al que se
llamó Memorándum sobre la protección de datos personales y la vida privada en las redes
sociales en Internet en particular de niños niñas y adolescentes (mejor conocido como
Memorándum de Montevideo), el cual fue presentado en México en diciembre de ese
mismo año (Memorándum de Montevideo, 2009).
El Memorándum de Montevideo (2009) señala, en cuanto a los riesgos que
conllevan las tecnologías de la comunicación para niños y adolescentes, lo siguiente:
Los niños, niñas y adolescentes tienen cada vez mayor acceso a los distintos
sistemas de comunicación, que les permiten obtener todos los beneficios que ellos
representan, pero esta situación también ha llevado al límite el balance entre el
ejercicio de los derechos fundamentales y los riesgos —para la vida privada, el
honor, buen nombre, y la intimidad, entre otros— que, así como los abusos de los
cuales pueden ser víctimas —como discriminación, explotación sexual, pornografía,
entre otros— pueden tener un impacto negativo en su desarrollo integral y vida
adulta (p. 1).
Por otra parte, en dicho Memorándum de Montevideo se presentan una serie de
recomendaciones para los Estados y entidades educativas en cuanto a la prevención y
educación de niñas, niños y adolescentes, entre las que destacan, para efectos de este
estudio, las siguientes:
Los Estados y las entidades educativas deben tener en cuenta el rol de los
progenitores, o cualquier otra persona que tenga bajo su responsabilidad el cuidado
de las niñas, niños y adolescentes, en la formación personal de ellos, que incluye el
uso responsable y seguro del Internet y las redes sociales digitales. Es tarea del
Estado y las entidades educativas proveer información y fortalecer capacidades de
los progenitores y personas responsables, sobre los eventuales riesgos a los que se
enfrentan las niñas, niños y adolescentes en los ambientes digitales.
Los niños, niñas y adolescentes deben conocer que la distribución de contenidos
prohibidos por la regulación local y regional (en especial la pornografía infantil), el
25
acoso (en especial el acoso sexual), la discriminación, la promoción del odio racial,
la difamación, la violencia, entre otros, son ilegales en Internet y en las redes
sociales digitales y están penados por la ley.
Se debe promover una política educativa —expresada en términos acordes a la
edad de las niñas, niños y adolescentes — que incluya una estrategia informativa y
formativa que los ayude a gestionar las potencialidades y los riesgos derivados de la
Sociedad de la Información y el conocimiento, en especial del uso de Internet y de
las redes sociales digitales.
Se recomienda enfáticamente la promoción de una sostenida y completa educación
sobre la sociedad de la Información y el Conocimiento, en especial para el uso
responsable y seguro del Internet y las redes sociales digitales, (…)
Los docentes deben ser capacitados para facilitar la discusión y poner en contexto
las ventajas y los riesgos de la Sociedad de la Información y el conocimiento, y en
especial de Internet y las redes sociales digitales; pudiendo contar para ello con el
apoyo de las autoridades de protección de los datos personales o de todas aquellas
organizaciones que trabajen en este tema en los diferentes países (pp.3-5).
Como se puede ver, entre las recomendaciones aquí presentadas, las cuales se
plantean junto con muchas más en este interesante memorándum de relevancia
internacional, destacan: el señalamiento sobre la importancia de la intervención oportuna
tanto del Estado como de las instituciones educativas para el combate de los peligros que
conllevan el mal uso de Internet y las redes sociales, pudiendo considerar entre éstas el
intercambio de información vía teléfono celular; así como el señalamiento expreso de la
necesidad de la educación en este rubro, lo cual requiere a su vez la capacitación de los
docentes para poder afrontar adecuadamente esta problemática, constituyéndose en retos
para las naciones que asuman estos compromisos.
26
27
Capítulo 3
Metodología
En virtud de los objetivos de estudio, la presente investigación se planteó bajo un
enfoque cuantitativo. Asimismo, ésta se desarrolló a través de un método no experimental
y con un diseño transversal, así como a modo de un estudio de tipo exploratorio y
descriptivo.
En primer lugar, el estudio se establece bajo el método no experimental con
fundamento en la definición propuesta por Kerlinger y Lee (2005): “La investigación no
experimental es la búsqueda empírica y sistemática en que la que el científico no posee
control directo sobre las variables independientes, debido a que sus manifestaciones ya han
ocurrido o a que son inherentemente no manipulables” (p. 504).
Por otra parte, el señalamiento de que la presente investigación se apega a un diseño
transversal, es con base a lo expresado por Coolican (2005) en la siguiente afirmación: “Un
estudio transversal compara muestras que se obtienen de diferentes subgrupos distinguibles
de una población (…) y comparándolos al mismo momento” (p.138).
En cuanto al aspecto exploratorio del estudio, éste se plantea con base en el
señalamiento del propósito que caracteriza a un estudio de este tipo, de acuerdo con lo
sustentado por Hernández, Fernández y Baptista (2006) quienes establecen que:
Los estudios exploratorios se realizan cuando el objetivo es examinar un tema o
problema de investigación poco estudiado, del cual se tienen muchas dudas o no se
ha abordado antes. Es decir, cuando la revisión de la literatura reveló que tan sólo
hay guías no investigadas e ideas vagamente relacionadas con el problema de
estudio, o bien, si deseamos indagar sobre temas y áreas desde nuevas perspectivas
(pp. 100, 101).
Asimismo, dicho aspecto exploratorio también se plantea tomando en consideración
el hecho de que entre otros propósitos de un estudio de esta naturaleza están: el de descubrir
variables significativas en la situación de una investigación de campo, descubrir posibles
relaciones entre tales variables, así como establecer las bases para estudios posteriores más
profundos y rigurosos (Kerlinger y Lee, 2005).
28
En otras palabras, un estudio exploratorio sirve para empezar a familiarizarse con
fenómenos poco conocidos, como es el caso del sexting, y obtener información que permita
investigaciones futuras más completas, así como identificar conceptos o variables
promisorias para otros estudios.
Por otra parte, el presente estudio también tiene un alcance descriptivo de acuerdo
con lo también sustentado por Hernández, Fernández y Baptista (2006):
Los estudios descriptivos buscan especificar las propiedades, las características y
los perfiles de personas, grupos, comunidades, procesos, objetos o cualquier otro
fenómeno que se someta a un análisis (Danhke, 1989). Es decir, miden, evalúan o
recolectan datos sobre diversos conceptos (variables), aspectos, dimensiones o
componentes del fenómeno a investigar. En un estudio descriptivo se selecciona
una serie de cuestiones y se mide o recolecta información sobre cada una de ellas,
para así (valga la redundancia) describir lo que se investiga (p. 102).
En síntesis, en un estudio descriptivo el investigador deberá definir las variables o
conceptos que se medirán y con base en qué o quiénes se recolectarán los datos, de modo
que sea útil para presentar con precisión las diferentes dimensiones de un fenómeno.
Por último, se concuerda con McMillan y Schumacher (2007), quienes afirman: “La
investigación descriptiva proporciona datos muy valiosos, particularmente, cuando se
investiga un área por primera vez” (p. 268).
Población.
La población contemplada para el estudio está comprendida dentro de la matrícula
de alumnos de educación de escuelas secundarias públicas de la ciudad de Mérida, de
acuerdo con el objetivo primordial del estudio que es el de identificar el grado de
participación que adolescentes de secundaria tienen en relación al manejo de imágenes o
vídeos (personales) sexualmente sugerentes vía teléfono celular o Internet.
29
Muestra.
En el proceso de muestreo, o selección de sujetos de la muestra, se utilizó una
combinación de métodos no probabilísticos y probabilísticos, tal como se expone a
continuación.
La determinación del tamaño de la muestra de las escuelas secundarias para este
estudio se llevó, dado el gran tamaño de la población, mediante un método no
probabilístico con la intención de reducir los costos y tiempos, teniendo como base lo
expuesto por McMillan y Schumacher (2007), quienes señalan al respecto: “En la
investigación exploratoria es aceptable un tamaño muestral más pequeño porque el
investigador está dispuesto a tolerar un mayor margen de error en los resultados” (p. 147).
Cabe señalar, por otra parte, que en la selección de estas escuelas se trató de abarcar
las diferentes zonas geográficas de la ciudad de Mérida, de modo que los centros escolares
escogidos están ubicados en los cuatro puntos cardinales de esta capital, norte, sur, oriente
y poniente, considerando que se pudieran hacer contrastes de los resultados del estudio
respecto a la ubicación de los mismos en vista de las diferencias socioeconómicas de dichas
zonas. Siendo el hecho que las diferencias más marcadas se encuentran entre la zona norte,
identificada como la parte de la ciudad donde habitan los sectores de más altos ingresos, y
la zona sur, en la cual se encuentra la población de más bajos recursos (Programa de
Desarrollo Urbano de la Ciudad de Mérida, 2003).
De este modo, el método no probabilístico utilizado para la selección de las escuelas
en donde se llevó a cabo la investigación fue, en concreto, el muestreo por conveniencia (en
el cual la muestra supone estar compuesta por un grupo de sujetos seleccionados por el
hecho de ser de fácil acceso y considerarse adecuados para los propósitos del estudio).
Consistió en tomar como muestra a las secundarias disponibles a las que se permitió el
acceso, cuidando que estuviesen ubicadas en los cuatro puntos cardinales, y en las que se
brindaron las facilidades necesarias para la aplicación del instrumento de medición
utilizado (Hernández, Fernández, y Baptista, 2006; McMillan y Schumacher, 2007).
En lo que corresponde a la elección de la muestra de estudiantes, se tomaron grupos
de primero, segundo y tercero de secundaria de las diversas escuelas ya adoptadas para el
estudio con el proceso antes señalado, los cuales fueron seleccionados mediante un
30
muestreo por grupos, método no probabilístico en el cual el investigador hace una
identificación, según le conviene, de unidades grupales naturales, en este caso específico de
grupos de alumnos de secundaria por grado escolar, para luego escoger al azar algunas de
estas unidades para el estudio (Ary, Jacobs, y Razavieh, 1989; McMillan y Schumacher,
2007), lo cual fue el último paso al seleccionar de manera aleatoria un grupo de cada grado,
siendo doce grupos escolares en total, con los cuales se constituyó la muestra final
integrada por un total de 401 estudiantes, siendo 203 hombres y 198 mujeres, cuyas edades
oscilan entre los 12 y los 18 años de edad, aunque el mayor porcentaje está ubicado entre
los 13 y 14 años (68.9%), y teniendo sólo un sujeto de 18 años. A continuación se presenta
la distribución por escuelas de la muestra de estudiantes, así como los porcentajes de las
respuestas de los alumnos respecto a la disponibilidad de algunos elementos de tecnología
que pueden ser condicionantes para la práctica del sexting.
En la escuela norte participaron un total de 81 alumnos, de los cuales 44 son
hombres y 37 son mujeres, cuyas respuestas respecto a los elementos de tecnología con que
cuentan son: 72.8% dijo tener teléfono celular con cámara digital, 75.3 % posee
computadora, 61.7% utiliza internet en su casa y 35.8 % lo utiliza en un ciber, 86.4%
cuenta con correo electrónico y 65.4 % tiene una cuenta en alguna red social como
Facebook u otra.
Por otra parte, en la escuela sur se contó con la participación de 106 alumnos,
siendo 54 hombres y 52 mujeres, quienes reportaron lo siguiente acerca de los elementos de
tecnología con que disponen: 65.1% tiene teléfono celular con cámara digital, 29.2 % posee
computadora, 16 % utiliza internet en su casa y 82.1 % lo utiliza en un ciber, 40.6 % cuenta
con correo electrónico y 31.1 % tiene una cuenta en alguna red social como Facebook u
otra.
En la escuela oriente participaron 97 estudiantes, de los cuales 42 son hombres y 55
son mujeres, sus respuestas respecto a los elementos de tecnología son: 66% cuenta con
teléfono celular con cámara digital, 53.6% tiene computadora, 43.8% utiliza internet en su
casa y 53.1% lo hace en un ciber, 73.2% cuenta con correo electrónico y 56.7% tiene una
cuenta en alguna red social como Facebook u otra.
31
Por último, en la escuela poniente hubo una participación de 117 alumnos, siendo
63 hombres y 54 mujeres. En el caso de esta escuela, la información en lo que se refiere a
la disponibilidad de algunos elementos de tecnología que pueden ser condicionantes para la
práctica del sexting quedó de la siguiente manera: 76.9% tiene teléfono celular con cámara
digital, 95.7% posee computadora, 86.3% utiliza internet en su casa y 13.7 % lo utiliza en
un ciber, 96.6% tiene correo electrónico y 85.5% hace uso de una cuenta en alguna red
social como Facebook u otra.
Instrumento.
Para la recolección de datos se utilizó un cuestionario dirigido a estudiantes de
secundaria para conocer el fenómeno del sexting desde la perspectiva de los adolescentes
que se encuentran en este nivel de estudios. El contenido de dicho instrumento fue revisado
por los directores de las cuatro escuelas que participaron en el estudio y se contó con su
aval e interés para llevar a cabo la investigación. Cabe señalar que en la aplicación del
cuestionario se dio a los alumnos la libertad de decidir si lo contestaban o no, así como que
en todo momento se cuidó la confidencialidad de los datos obtenidos, ya que estos se
recolectaron de manera anónima.
El instrumento aplicado a los alumnos al que se llamó Cuestionario sobre
Tecnología y Sexualidad (CTS), es una traducción y adaptación, realizada por el propio
investigador de este estudio, del cuestionario llamado “Sex and Tech” diseñado por la
asociación no gubernamental norteamericana The National Campaign to Prevent Teen and
Unplanned Pregnancy, el cual sirvió en un estudio exploratorio llevado a cabo a nivel
nacional, en los Estados Unidos, en el año 2008.
El CTS fue sometido a una revisión por jueces, maestros de la Facultad de
Educación de la Universidad Autónoma de Yucatán, expertos en el área de educación,
investigación y psicología, para posteriormente ser sometido a un estudio piloto en el cual
participaron un total de 264 estudiantes de nivel secundaria de tres escuelas, dos de la
ciudad de Mérida y una de un municipio del interior del estado de Yucatán.
Como seguimiento a esta primera etapa de la investigación que consistió en el
piloteo del cuestionario, llevada a cabo con la intención de darle mayor validez y
32
confiabilidad al mismo, se procedió a realizarle una edición. Se eliminaron dos reactivos,
se modificó la redacción de otros para darles más claridad y eliminar algunos términos que
pudieran haber causado confusión al momento de contestarlo en la fase piloto y, por último,
se procedió a subdividir una de las secciones del instrumento, la cual hace referencia a las
razones por las que los adolescentes participan en el envío de fotos o vídeos sexis de sí
mismos, haciendo una diferenciación por género, lo cual no estaba previsto en el
cuestionario aplicado inicialmente
Así, una vez corregido el CTS, se procedió a su aplicación en las cuatro escuelas
secundarias que conformaron la población. Como ya se mencionó, los grupos en los que se
respondió el cuestionario, uno de cada grado, fueron elegidos al azar. La aplicación fue
llevada a cabo por el propio investigador y el tiempo aproximado en el que los sujetos
respondieron fue de entre 10 y 20 minutos. La versión final del cuestionario está integrada
por siete dimensiones para un total de 59 reactivos distribuidos de la siguiente manera:
“Percepción general de adolescentes de secundaria sobre cómo se da el fenómeno sexting”
(cinco ítems con escala Likert); “Acciones de sexting cometidas” (10 reactivos
dicotómicos); “Postura ante afirmaciones sobre el sexting” (12 ítems con escala Likert);
“Calificativos para actos de sexting” (10 ítems con escala Likert); “Razones por las que una
chica cometería sexting”; “Razones por las que un chico cometería sexting (Ambas
dimensiones con ocho reactivos dicotómicos); y “Consecuencias que preocuparían a un
adolescente si cometiera sexting” (seis reactivos dicotómicos).
Análisis de los datos.
Dada la naturaleza del tipo de estudio y diseño de la investigación, el análisis de los
datos se llevó a cabo empleando técnicas de estadística, usando el programa estadístico
SPSS Statistics 17.0, que consistieron básicamente en análisis de frecuencias y porcentajes
de las diversas variables, así como procesos comparativos con la prueba T para muestras
independientes, y prueba chi cuadrada, así como análisis de varianza. Para poder emplear
algunos de estos análisis, se creó un indicador en escala del 0 al 10 con base en los puntajes
máximo y mínimo de éstas para cada una de las dimensiones del instrumento.
33
Es importante señalar que en la dimensión “Calificativos para actos de sexting”, los
adjetivos empleados se clasificaron en función de la postura asumida por los adolescentes
de estar de acuerdo o desacuerdo con ellos y conforme a esto determinar si constituyen o no
un condicionante para participar en actos de sexting, quedando de la siguiente manera:
adjetivos con sentido negativo (por estar de acuerdo con ellos) coqueto, provocativo,
excitante, divertido, e inofensivo) y adjetivos con sentido positivo (por estar en desacuerdo
con ellos): asqueroso, ofensivo, estúpido, peligroso, e inmoral).
Por último, para la correcta interpretación de los datos es necesario tomar en cuenta
que en los análisis de frecuencia se consideró como un área de atención o de factor de
riesgo los reactivos que registraron al menos un 20% de frecuencia en los aspectos que
reflejan tendencias a participar en actos de sexting.
34
35
Capítulo 4
Resultados
Para dar cumplimiento a los objetivos planteados en esta investigación, se procedió
a hacer el análisis de los datos recabados. En esta sección se presenta la descripción de los
resultados para cada uno de los objetivos establecidos.
Percepción general de adolescentes sobre el sexting.
En primer lugar, para determinar cuál es la percepción general de los adolescentes
de secundaria sobre la frecuencia con que se da el fenómeno sexting entre los jóvenes de su
edad, se realizó un análisis de frecuencias a cada uno de los ítems que miden la dimensión
“Percepción general de adolescentes de secundaria sobre cómo se da el fenómeno sexting”.
Se centró la atención en aquellos reactivos en los que al menos un 20% de los encuestados
respondió a las opciones algo frecuente o muy frecuente. En la tabla 1 se muestra la
distribución de frecuencias y porcentajes de las respuestas dadas.
Tabla 1. Percepción general de adolescentes de secundaria sobre la frecuencia con que se
da el fenómeno sexting
Item
Nada
No muy
Algo
Muy
No
frecuente
frecuente
frecuente
frecuente respondió
F
F
F
F
F
%
%
%
%
%
Enviar mensajes sexis a alguien.
Compartir mensajes sexis con
personas distintas a las que
originalmente fueron enviados.
Enviar fotos o vídeos sexis de
uno mismo a alguien.
“Subir” a Internet fotos o vídeos
sexis de uno mismo.
Compartir fotos o vídeos sexis
con personas distintas a las que
originalmente fueron enviados.
230
85
57
29
0
57.4
239
21.2
14.2
7.2
0
81
54
27
0
20.2
13.5
6.7
0
254
63
54
28
2
63.3
252
15.7
62
13.5
43
7.0
42
.5
2
62.8
244
15.5
57
10.7
50
10.5
50
.5
0
60.8
14.2
12.5
12.5
0
59.6
36
Como se observa en la Tabla 1, no obstante que es mayor el porcentaje de
estudiantes que tiene la percepción de que no se dan con demasiada frecuencia las diversas
acciones de sexting, se tiene que señalar que en todas las acciones de sexting existe por lo
menos un 20 % de los estudiantes, es decir uno de cada cinco, que percibe que estas
prácticas sí se están dando con algo de frecuencia o incluso muy frecuentemente.
Una vez obtenido este dato, con la finalidad de identificar si existe diferencia
significativa en cuanto a esta percepción general de los adolescentes de secundaria sobre
cómo se da el fenómeno sexting respecto a la escuela, se realizó un análisis de varianza a la
ya citada dimensión que midió este aspecto, cuyos resultados se presentan en la tabla 2.
Tabla 2. Medias por escuela de la percepción general de adolescentes de secundaria sobre
la frecuencia con que se da el fenómeno sexting
Dimensión
Percepción
general de
adolescentes de
secundaria sobre
cómo se da el
fenómeno
sexting.
Escuela
Norte
Sur
Oriente
Poniente
2.79
3.08
1.55
1.91
F
p
7.05
.000
Como se puede apreciar, existe una diferencia significativa en la forma en que los
adolescentes de las diversas escuelas perciben cómo se da el fenómeno sexting, siendo el
caso que los alumnos de las escuelas de las zonas norte y sur son los que consideran que los
jóvenes de su edad participan con mayor frecuencia en prácticas de sexting (F=7.05, p<.05)
Asimismo, a fin de identificar si existe diferencia significativa en cuanto a la
percepción general de los adolescentes de secundaria sobre cómo se da el fenómeno
sexting en relación al género, se realizó una prueba T para muestras independientes, con
base en el mismo indicador, encontrándose que no existe diferencia significativa en dicha
percepción respecto a esta variable (t=-1.11, p>.05).
37
Participación en actos de sexting.
Pasando a otro aspecto, con el propósito de identificar el grado de participación
(envío, recepción o posesión) que adolescentes de secundaria tienen en relación al manejo
de imágenes o vídeos personales sexualmente sugerentes vía teléfono móvil o Internet, se
realizó un análisis de frecuencias de los reactivos de la dimensión “Acciones de sexting
cometidas”. En la tabla 3 se presenta detalladamente la distribución de frecuencias y
porcentajes de las respuestas obtenidas.
Tabla 3. Frecuencias y porcentajes de acciones de sexting llevadas a la práctica por
adolescentes
Item
No
Sí
No
Respondió
F
F
F
%
%
%
Enviar un mensaje sexualmente sugestivo a alguien (ya sea por
359
42
0
teléfono celular o por correo electrónico)
89.5
10.5
0
“Subir” a internet mensajes escritos sexualmente sugestivos.
379
21
1
Recibir un mensaje escrito sexualmente sugestivo de alguien
(en el teléfono celular o en correo electrónico).
Compartir un mensaje escrito sexualmente sugestivo con
alguien distinto a quien quería enviárselo.
Recibir un mensaje escrito sexualmente sugestivo que no
estaba dirigido a mí y que supuestamente era algo privado.
Enviar una foto o vídeo con imágenes de desnudos o semidesnudos de ti mismo a alguien (ya sea por teléfono celular o
por correo electrónico).
“Subir” a internet una foto o vídeo con imágenes de desnudos
o semi-desnudos de ti mismo a alguien
94.5
279
5.2
122
.2
0
69.6
358
30.4
42
0
1
89.3
301
10.5
100
.2
0
75.1
376
24.9
25
0
0
93.8
384
6.2
16
0
1
95.8
4.0
.2
38
Tabla 3. Frecuencias y porcentajes de acciones de sexting llevadas a la práctica por
adolescentes (Continuación)
Item
No
Sí
No
Respondió
F
F
F
%
%
%
310
91
0
electrónico).
77.3
22.7
0
Compartir una foto o vídeo con imágenes de desnudos o semi-
367
34
0
91.5
8.5
0
326
75
0
81.3
18.7
0
Recibir una foto o vídeo con imágenes de desnudos o semidesnudos de alguien (en el teléfono celular o en correo
desnudos con alguien distinto a quien quería enviárselo.
Recibir una foto o vídeo con imágenes de desnudos o semidesnudos que no estaba dirigido a mí.
Como se muestra en la Tabla 3, en tres de las acciones relacionadas con la práctica
del sexting los adolescentes tienen una participación mayor al 20%, siendo la más alta la
recepción de mensajes escritos sexualmente sugestivos con un 30.4%. Por el contrario, la
menor participación, con apenas un 6.2%, se encuentra en el hecho de enviar una foto o
vídeo con imágenes de desnudos o semi-desnudos de uno mismo a alguien, ya sea por teléfono
celular o por correo electrónico; sin embargo contrario a este dato, existe un 22.7% de
estudiantes que dijo haber recibido una foto o vídeo con imágenes de desnudos o semidesnudos de alguien.
Por otra parte, con el fin de determinar si existe una diferencia significativa en el
grado de participación en acciones de sexting cometidas por los adolescentes respecto al
género, se realizó un análisis de prueba T para muestras independientes a la dimensión
“Acciones de sexting cometidas”. El resultado obtenido fue que sí existe una diferencia
significativa debido al género en cuanto a la puesta en práctica de las diversas expresiones
39
de sexting (t=4.26, p<.05), de tal modo que, en términos generales, quienes tienen mayor
participación son los hombres.
Asimismo, para conocer con más precisión las tendencias en la práctica del sexting
debido al género se llevó a cabo un análisis más detallado, ahora considerando las tres
acciones de sexting con los porcentajes más altos de participación (“recibir un mensaje
escrito sexualmente sugestivo de alguien en el teléfono celular o en correo electrónico”,
“recibir un mensaje escrito sexualmente sugestivo que no estaba dirigido a mí y que
supuestamente era algo privado”, y “recibir una foto o vídeo con imágenes de desnudos o
semi-desnudos de alguien en el teléfono celular o en correo electrónico”), así como la que
tuvo menor grado de participación, que corresponde a “enviar una foto o vídeo con
imágenes de desnudos o semi-desnudos de ti mismo a alguien”; dicho análisis consistió en
un proceso comparativo con la prueba chi cuadrada para cada reactivo, obteniéndose que
solamente en dos de estas acciones existe diferencia significativa: “recibir una foto o vídeo
con imágenes de desnudos o semi-desnudos de alguien en el teléfono celular o en correo
electrónico” (Χ 2=12.68, p<.05), y “enviar una foto o vídeo con imágenes de desnudos o
semi-desnudos de ti mismo a alguien” (Χ2=4.87, p<.05), siendo el hecho que en ambos
casos son los hombres los que participan en una mayor proporción.
Seguidamente, con el fin de determinar si existe una diferencia significativa en el
grado de participación en acciones de sexting cometidas por los adolescentes debido a la
escuela de pertenencia se llevó a cabo un análisis de varianza de la dimensión “Acciones de
sexting cometidas”, el resultado obtenido fue que existe diferencia significativa en función
de la escuela de pertenencia del alumno en lo que respecta al nivel de participación en
acciones de sexting, pero no fue posible identificar en cuál o cuáles de las escuelas los
adolescentes tienen una menor o mayor participación (F=2.70, p<.05).
Asimismo, con el fin de determinar si existe una diferencia significativa en dicho
grado de participación en acciones de sexting cometidas por los adolescentes debido al
grado escolar que cursan se llevó a cabo un análisis de varianza de la misma dimensión. En
esta comparación por grado escolar, se encontró que también existe diferencia significativa,
siendo el caso que los alumnos de tercer año son los que más participan en el sexting
(F=10.63, p<.05).
40
Razones para la participación en actos de sexting.
Pasando a los resultados de otro de los objetivos, con el propósito de determinar,
desde la perspectiva de los adolescentes de secundaria, las razones por las cuales un chico o
chica de su edad participa o no en el envío de imágenes o vídeos sexualmente sugestivos, se
realizó un análisis descriptivo de la suma de la puntuación de las variables que midieron
este aspecto y se tomaron las tres que tuvieron las proporciones más altas como las razones
principales para participar en tal acción. En las Tablas 4 y 5 se muestra por separado las
razones por las que un varón o una mujer adolescente enviaría este material.
Tabla 4. Razones por las cuales una chica adolescente enviaría fotos o vídeos
sexualmente sugestivos de sí misma
Razón
Suma
Proporción
D.T.
Para atraer atención de alguien que le gusta.
354
.88
.322
Por presión del chico que le gusta.
234
.58
.494
Como regalo sexi para su novio.
290
.72
.448
Para sentirse y ser vista como alguien sexi.
285
.71
.454
Por presión de amigos (as).
209
.52
.500
Para dar la impresión de que es alguien
coqueta o divertida.
280
.70
.460
Para ser tomada en cuenta por personas de su
edad.
252
.63
.484
Como respuesta a una foto o vídeo sexi que le
enviaron.
213
.53
.500
Así, se tiene que las tres razones principales por las cuales una chica adolescente
enviaría fotos o vídeos sexualmente sugestivos de sí misma son: “para atraer la atención de
41
alguien que le gusta” (P=.88 y DT=.322), “como un “regalo” sexi para su novio” (P=.72 y
DT=.448) y “para sentirse y ser vista como alguien sexi” (P=.71 y DT=.454).
Tabla 5. Razones por las cuáles un chico adolescente enviaría fotos vídeos
sexualmente sugestivos de sí mismo
Razón
Suma
Proporción
D.T.
Para atraer atención de alguien que le gusta.
309
.77
.421
Por presión de la chica que le gusta.
183
.46
.499
Como regalo sexi para su novia.
255
.64
.482
Para sentirse y ser visto como alguien sexi.
286
.71
.453
Por presión de amigos (as).
216
.54
.499
Para dar la impresión de que es alguien
coqueto o divertido.
250
.62
.485
Para ser tomado en cuenta por personas de su
edad.
240
.60
.491
Como respuesta a una foto o vídeo sexi que le
enviaron.
239
.60
.491
Por su parte, las principales razones por las cuales un chico adolescente enviaría
fotos o vídeos sexualmente sugestivos de sí mismo son: “para atraer la atención de alguien
que le gusta” (P=.77 y DT=.421), “para sentirse y ser visto como alguien sexi” (P=.71 y
DT=.453) y “como un “regalo” sexi para su novia” (P=.64 y DT=.482).
Con el fin de determinar si existe una diferencia significativa respecto a las razones
por las cuales un chico o chica de su edad enviaría fotos o vídeos sexualmente sugestivos
de sí mismo debido a la escuela de pertenencia se realizó un análisis de varianza de los tres
reactivos señalados como las principales razones por las que una chica enviaría este
42
material, así como de los tres reactivos señalados como las principales razones por las que
un chico lo haría. El resultado obtenido en el caso de los chicos fue que no existe diferencia
significativa en función de la escuela de pertenencia del alumno en ninguna de las
principales razones por las cuales participaría en el envío de fotos o vídeos sexualmente
sugestivos de sí mismo; mientras que en el caso de las chicas se encontró que existe
diferencia significativa únicamente en dos de las tres razones, siendo las correspondientes
a: que una chica enviaría este material como un “regalo” sexi para su novio (F=4.00,
p<.05); y que una chica enviaría este material para sentirse y ser vista como alguien sexi
(F=2.83, p<.05); sin embargo, no fue posible identificar en cuál o cuáles de las escuelas
las adolescentes consideraron con mayor o menor frecuencia estas razones.
Con relación al aspecto de las razones por las cuales un chico o chica adolescente
enviaría fotos o vídeos sexualmente sugestivos, se hizo un análisis de frecuencias a los
ítems de la dimensión “Calificativos para actos de sexting” la cual enlista una serie de
adjetivos que completan la frase “Enviar mensajes escritos sexualmente sugestivos o fotos o
vídeo con imágenes de desnudos o semidesnudos de uno mismo es algo…” y con los cuales
los adolescentes, desde su perspectiva, describen o califican las acciones de sexting. En la
Tabla 6 se muestra la distribución de frecuencias y porcentajes de las respuestas dadas.
43
Tabla 6. Frecuencias y porcentajes por género de los calificativos para actos de sexting*
Muy en
desacuerdo
Calificativo
En
desacuerdo
De
acuerdo
Muy
De acuerdo
No
respondió
H
M
H
M
H
M
H
M
H
M
F
%
F
%
F
%
F
%
F
%
F
%
F
%
F
%
F
%
F
%
Coqueto
71
35.0
68
34.4
43
21.2
49
24.7
65
32.0
52
26.3
22
10.8
28
14.1
2
1.0
1
.5
Provocativo
55
27.0
60
30.3
32
15.8
40
20.2
73
36.0
58
29.3
42
20.7
38
19.2
1
.5
2
1.0
Asqueroso
69
34.0
56
28.3
48
23.6
17
8.6
41
20.2
60
30.3
44
21.7
65
32.8
1
.5
0
0
Ofensivo
65
32.0
61
30.8
43
21.2
22
11.1
50
24.6
55
27.8
41
20.2
60
30.3
4
2.0
0
0
Estúpido
65
32.0
47
23.7
40
19.7
23
11.6
38
18.7
62
31.3
60
29.6
66
33.3
0
0
0
0
Peligroso
52
25.7
54
27.2
37
18.2
15
7.6
50
24.6
51
25.8
61
30.0
77
38.9
3
1.5
1
.5
Excitante
56
27.5
97
49.0
40
19.7
30
15.2
53
26.1
35
17.7
51
25.1
35
17.7
3
1.5
1
.5
Divertido
64
31.6
82
41.3
38
18.7
53
26.8
62
30.5
33
16.7
36
17.7
30
15.2
3
1.5
0
0
Inofensivo
83
40.9
93
47.0
49
24.1
45
22.6
42
20.7
30
15.2
26
12.8
30
15.2
3
1.5
0
0
Inmoral
69
34.0
72
36.4
43
21.2
25
12.6
40
19.6
47
23.7
47
23.2
53
26.8
4
2.0
1
.5
* n Hombres=203 n Mujeres=198
De la Tabla 6 se obtiene la siguiente información respecto a los calificativos para
actos de sexting expresados por los adolescentes. En el grupo de adjetivos que, de acuerdo a
44
lo expuesto en la metodología, son considerados con un sentido negativo porque que de
cierto modo condicionarían a la práctica del sexting, se tiene que al sumar los porcentajes
ubicados en las columnas de acuerdo o muy de acuerdo los actos de sexting son calificados
de la siguiente manera:

Coqueto: 42.8% de los hombres y 40.4% de las mujeres.

Provocativo: 56.7% de los hombres y 48.5% de las mujeres.

Excitante: 51.2% de los hombres y un 35.4% de las mujeres.

Divertido: 48.2% de los hombres y 31.9% de las mujeres.

Inofensivo: 33.5% de los hombres y 30.4% de las mujeres.
Por lo tanto, en lo que respecta a este primer grupo de calificativos se puede
destacar que la mayoría de los hombres está de acuerdo que el enviar mensajes escritos
sexualmente sugestivos o fotos o vídeo con imágenes de desnudos o semidesnudos de uno
mismo es algo provocativo y excitante. Mientras que en el caso de las mujeres un alto
porcentaje está de acuerdo con la idea de que enviar este tipo de material es algo provocativo y
coqueto.
Por su parte, en el caso de los adjetivos que fueron considerados con un sentido
positivo, se centró la atención en la suma de los porcentajes ubicados en las columnas en
desacuerdo o muy en desacuerdo, entendiendo que si los adolescentes asumen esta postura
ante estos calificativos también reflejarían ciertas tendencias a participar en actos de
sexting. Los datos obtenidos son:

Asqueroso: 57.6% de los hombres y 36.9% de las mujeres.

Ofensivo: 53.2% de los hombres y 41.9% de las mujeres.

Estúpido: 51.7% de los hombres y 35.3% de las mujeres.

Peligroso: 43.9% de los hombres y 34.8% de las mujeres.

Inmoral: 55.2% de los hombres y 49% de las mujeres.
En cuanto a este grupo de calificativos resalta el hecho de que la mayor parte de los
hombres está en desacuerdo con la idea de que el enviar mensajes escritos sexualmente
sugestivos o fotos o vídeo con imágenes de desnudos o semidesnudos de uno mismo sea algo
asqueroso o inmoral; por su parte un alto porcentaje de las mujeres señala estar en desacuerdo
que el participar en esas acciones es algo inmoral u ofensivo. En esta parte también destaca que
45
el menor porcentaje, tanto para hombres como para mujeres recae en el calificativo “peligroso”,
lo que implícitamente deja ver que es mayor el porcentaje de adolescentes que están de acuerdo
que participar en sexting representa un peligro.
Consecuencias probables por participar en actos de sexting.
Con la intención de determinar, desde la perspectiva adolescente, las probables
consecuencias por participar en prácticas de sexting, concretamente en el envío de fotos o
vídeos sexis de sí mismo, se realizó un análisis descriptivo de la suma de la puntuación de
las seis variables que midieron este aspecto, las cuales están agrupadas en la dimensión
“Consecuencias que preocuparían a un adolescente si cometiera sexting”, y se tomaron las
tres que tuvieron las proporciones más altas como las principales consecuencias
potenciales. En las tablas siete y ocho se muestra la lista completa de consecuencias
probables por participar en el envío de fotos o vídeos sexis de sí mismo, consideradas en el
instrumento aplicado, según el género del encuestado.
Tabla 7. Consecuencias probables por participar en el envío de fotos o vídeos sexis de
sí mismo según los hombres*
Consecuencia
Suma
Proporción
D.T.
175
.86
.346
Podría decepcionar a mi familia y amigos.
159
.78
.413
Podría dañar seriamente mi reputación
Me podría meter en problemas serios en la
158
.78
.416
escuela.
Si ese material se distribuyera entre los
153
.75
.432
alumnos de mi escuela me afectaría
emocionalmente.
Si ese material se distribuyera entre los
152
.75
.435
alumnos de mi escuela me burlarían y me
sentiría muy avergonzado (a).
Podría arrepentirme en el futuro y ya no
163
.80
.399
podría hacer nada al respecto.
* n= 203
En la Tabla 7 se puede notar que las tres principales consecuencias potenciales
vistas desde la perspectiva de los hombres son: “podría decepcionar a mi familia y amigos”
(P=.86 y DT=.346), “podría arrepentirme en el futuro y no poder hacer nada al respecto”
(P=.80 y DT=.399) y “podría dañar seriamente mi reputación” (P=.78 y DT=.413).
46
Tabla 8. Consecuencias probables por participar en el envío de fotos o vídeos sexis de
sí mismo según las mujeres*
Consecuencia
Suma
Proporción
D.T.
183
.92
.265
Podría decepcionar a mi familia y amigos.
179
.90
.295
Podría dañar seriamente mi reputación
Me podría meter en problemas serios en la
158
.80
.403
escuela.
Si ese material se distribuyera entre los
165
.83
.374
alumnos de mi escuela me afectaría
emocionalmente.
Si ese material se distribuyera entre los
164
.83
.378
alumnos de mi escuela me burlarían y me
sentiría muy avergonzado (a).
Podría arrepentirme en el futuro y ya no
170
.86
.349
podría hacer nada al respecto.
* n=198
Como se ve en la Tabla 8 las tres principales consecuencias potenciales vistas desde
la perspectiva de las mujeres son: “podría decepcionar a mi familia y amigos” (P=.92 y
DT=.265), “podría dañar seriamente mi reputación” (P=.90 y DT=.295) y “podría
arrepentirme en el futuro y no poder hacer nada al respecto” (P=.86 y DT=.349).
Relacionado con este aspecto de las probables consecuencias por participar en
prácticas de sexting, se encuentran algunos reactivos de la dimensión “Postura ante
afirmaciones sobre el sexting”, en la cual los adolescentes expresan su grado de acuerdo o
desacuerdo con ciertas aseveraciones relacionadas con el hecho de participar en el envío
tanto de fotos o vídeos sexis, como de mensajes con este contenido. Así en la Tabla 9 se
presenta un análisis de frecuencias y porcentajes de los reactivos de esta dimensión que
ponen énfasis en las probables consecuencias que desde la perspectiva de los adolescentes
pudiera tener el hecho de participar en dichas acciones de sexting.
47
Tabla 9. Frecuencias y porcentajes de la postura asumida por adolescentes ante las
probables consecuencias por enviar mensajes, fotos o vídeos sexis
Item
Muy
Muy en
En
De
No
De
Desacuerdo Desacuerdo Acuerdo
Respondió
acuerdo
F
F
F
F
F
%
%
%
%
%
Enviar mensajes, fotos o
53
39
135
171
3
vídeos sexis personales
puede traer consecuencias
13.3
9.7
33.7
42.6
.7
negativas.
Existe la posibilidad de ser
44
sancionado en mi escuela
40
131
184
2
al participar en el envío de
11.0
mensajes, fotos o vídeos
10.0
32.7
45.8
.5
sexis.
Existe la posibilidad de ser
expulsado de mi escuela al
49
32
132
186
2
participar en el envío de
mensajes, fotos o vídeos
12.2
8.0
32.9
46.9
.5
sexis.
Si mis padres descubrieran
35
22
100
242
2
que participo en el envío
de fotos o vídeos sexis me
8.7
5.5
24.9
60.4
.5
castigarían
Como se puede ver en la Tabla 9, en todas las probables consecuencias por
participar en actos de sexting que aquí se plantean los porcentajes más altos se concentran
en las columnas muy de acuerdo y de acuerdo, lo que hace ver que una amplia mayoría de
los adolescentes están conscientes de las repercusiones que puede traer el participar en esta
actividad, sobresaliendo como principal consecuencia la de recibir un castigo por parte de
los padres al ser descubierto en el envío de fotos o vídeos sexis (85.3%). Sin embargo, en
cada posible consecuencia, a excepción de esta última, existe por lo menos un 20% de
adolescentes que expresan su desacuerdo, en menor o mayor grado, respecto a que el
sexting pudiera ocasionarles repercusiones tales como consecuencias negativas de diversa
índole, sanciones en la escuela o la expulsión de la misma.
Por último, para determinar si existe diferencia significativa de esta perspectiva
acerca de las probables consecuencias que pudiera tener el hecho de participar en sexting en
48
lo que respecta al género, se realizó una prueba comparativa de chi cuadrada para cada una
de las cuatro probables consecuencias ya mencionadas, encontrándose que sólo existe
diferencia significativa en la postura de reconocer que “Existe la posibilidad de ser
sancionado en mi escuela al participar en el envío de mensajes, fotos o vídeos sexis”,
siendo el caso que son los hombres los que consideran esta posible consecuencia en una
mayor proporción (Χ2=10.01, p<.05).
49
Capítulo 5
Conclusiones y Discusión de resultados
Con base en los resultados obtenidos en la presente investigación, y considerando
los elementos teóricos que la sustentan, se establecen las conclusiones que a continuación
se exponen.
Se puede afirmar que el fenómeno sexting sí se está dando entre los estudiantes de
las secundarias de Mérida, pues por lo menos uno de cada cinco alumnos considera que los
jóvenes de su edad participan de una u otra manera en acciones de sexting. Este dato
concuerda con lo expuesto en el estudio llamado Teen online & wireless Safety Survey,
Cyberbullying, Sexting and Parental Controls (2009), realizado en los Estados Unidos, que
señala que aproximadamente uno de cada cinco adolescentes se ha visto involucrado en
sexting. Además, se pudo identificar que esta percepción sobre la incidencia de actos de
sexting es más alta en los alumnos de las escuelas de las zonas norte y sur de la ciudad.
Asimismo, en cuanto a la aceptación de la participación personal en actos de
sexting por parte de adolescentes de secundaria se reflejó una participación mayor al 20 %
en los aspectos relacionados a la recepción ya sea de mensajes, fotos o vídeos con
contenido erótico, lo cual implícitamente sugiere que el porcentaje de quienes envían este
tipo de material podría ser similar.
Esta última idea se puede plantear dada la información contrastante de los
porcentajes de participación en las variables “enviar una foto o vídeo con imágenes de
desnudos o semi-desnudos de uno mismo a alguien, ya sea por teléfono celular o por
correo electrónico” de apenas un 6.2 %, que es similar a lo reportado por Lenhart (2009) en
su estudio Teens and sexting, en el que se señala que un 4% de adolescentes, de entre 12 y
17 años, dijeron haber enviado imágenes sexualmente sugestivas con desnudos o
semidesnudos de sí mismos a alguien, que dista mucho del porcentaje de participación en
este rubro por parte de adolescentes norteamericanos (20 %) reportado en el estudio de The
National Campaign (The National Campaign to Prevent Teen and Unplanned Pregnancy,
2008). Además el dato opuesto de un 22.7 % de alumnos que señala haber recibido una foto
o vídeo con imágenes de desnudos o semi-desnudos de alguien, puede estar reflejando que
50
no todos los estudiantes reconocen abiertamente su participación activa en el envío de este
material.
Por otra parte, tanto el género como el grado escolar resultaron ser variables que
constituyen factores condicionantes para la puesta en práctica de las diversas expresiones
de sexting. En cuanto al género, se tiene que éste es condicionante principalmente en lo que
respecta a la recepción de fotos o vídeos con imágenes de desnudos o semidesnudos, lo cual
hace suponer que son las mujeres quienes más envían este tipo de material, pero
paradójicamente el análisis estadístico señala que las mujeres participan muy poco en este
aspecto, aunque esto puede entenderse si consideramos la posibilidad de que los hombres
están siendo más abiertos que las mujeres en reconocer su participación. En lo que respecta
al grado escolar, los alumnos de tercer año son los que manifiestan un mayor índice de
participación en acciones de sexting cometidas, probablemente porque al ser los alumnos de
más edad en la secundaria se encuentran esa etapa de la adolescencia, señalada por Pick
(1997), de estar experimentando “un cúmulo de sensaciones sexuales”.
En cuanto a las razones por las cuales un adolescente, ya sea hombre o mujer,
enviaría fotos o vídeos sexualmente sugestivos de sí mismos, se coincidió en la cuestión de
atraer la atención de alguien que les gusta como principal razón; pero siendo más alta la
proporción de mujeres que lo harían, lo cual las pone una situación de riesgo mayor.
Destaca también como razón para participar en el envío de este tipo de material el hacerlo
como un regalo sexi ya sea para el novio o la novia, nuevamente habiendo una proporción
mayor por parte de las mujeres, equivalente al 72%, dato muy por arriba del 52% de chicas
que lo hicieron por esta razón, reportado en el estudio The National Campaign (The
National Campaign to Prevent Teen and Unplanned Pregnancy, 2008), en el que la
principal razón para participar en estos hechos fue por diversión o para coquetear con un
elevado 66%, y en el cual destacó también un 51% de mujeres que participaron por presión
de un chico.
También se consideran como razones para participar en el sexting la postura
asumida por los adolescentes ante algunos calificativos que describen el envío de mensajes
escritos sexualmente sugestivos, o fotos o vídeos con imágenes de desnudos o
semidesnudos de uno mismo, siendo el caso que para la mayoría de los hombres esta acción
51
es algo provocativo y excitante y a la vez están en desacuerdo con la idea de que el enviar
este tipo de material sea visto como algo asqueroso o inmoral ; mientras que un alto
porcentaje de mujeres lo ve como algo provocativo y coqueto y también señalan estar en
desacuerdo que el participar en esas acciones es algo inmoral u ofensivo. La manifestación
de estas posturas por la mayor parte de los adolescentes, ya sean hombres o mujeres hace
pensar que podrían estar condicionados a participar en tales prácticas dado que sus
opiniones al respecto sugieren que les parece algo atractivo y “normal”, pues un alto
porcentaje de ellos no lo considera ni ofensivo ni inmoral, sino más bien como algo
coqueto, provocativo y hasta cierto punto divertido. Es importante señalar también que en
cuanto al calificativo “peligroso” es mayor el porcentaje de adolescentes, ya sean hombres
o mujeres, que están de acuerdo que participar en sexting representa un peligro, lo que
concuerda con lo reportado en el ya citado estudio Teen online & wireless Safety Survey,
Cyberbullying, Sexting and Parental Controls (2009) donde se señala que casi todos los
adolescentes, incluyendo a los partícipes de este fenómeno, piensan que el sexting es algo
peligroso, lo cual no quiere decir, como se puede ver, que esta postura los disuada de
participar.
En lo concerniente a las probables consecuencias que desde la perspectiva de los
adolescentes pudieran tenerse por participar en prácticas de sexting, tanto hombres como
mujeres coincidieron en que la principal consecuencia sería el hecho de decepcionar a su
familia o amigos; asimismo, ambos géneros consideran como consecuencias importantes
el dañar seriamente su reputación, así como que podrían arrepentirse en el futuro, lo cual
revela una preocupación por la opinión que los demás tienen de ellos, y que en dado caso
podría afectar su estabilidad emocional como lo señalan los reportes de afectaciones
psicológicas, principalmente cuadros de depresión y ansiedad en la Comisión de Derechos
Humanos del Estado de México (El sexting vulnera la dignidad y causa daños psicológicos:
CODHEM, 2009).
Bajo este mismo orden de ideas, se tiene que un alto porcentaje de hombres y
mujeres también ve como una potencial consecuencia al participar en acciones de sexting el
recibir un castigo por parte de los padres. Por otra parte, es de preocupar que uno de cada
cinco adolescentes muestren escasa preocupación ante la posibilidad de que el sexting
52
pudiera ocasionarles alguna consecuencia negativa ya sea de carácter general o en el
ámbito académico, como sanciones en la escuela o incluso la expulsión de la misma. Esto
trae a la mente el concepto de la fábula personal que se refiere a la idea que suele darse en
los adolescentes de que sus experiencias son únicas y de que lo que viven nadie más lo
comparte, lo cual los lleva a la creencia de que son inmunes a peligros que otros
experimentan y que las cosas malas sólo les pasan a otro tipo de personas, pero nunca a
ellos (Craig, 2001; Feldman, 2007).
Sin embargo las consecuencia registradas en la realidad manifiestan lo contrario a
través de las situaciones problemáticas originadas por el sexting como las afecciones
psicológicas ya comentadas, el poner a las alumnas en situaciones de acoso sexual según
lo señalan Islas (2009) y Rommelmann (2009), la probabilidad de conducir a los alumnos a
situaciones de riesgo de fracaso académico, según lo contempla Kash (2009), o en casos
extremos el levantamiento de cargos legales por pornografía infantil, o hasta el suicidio
(Hewitt y Driscoll, 2009; Koch, s.f.; Lithwick, 2009; Rommelmann, 2009).
Como puede apreciarse, toda la información obtenida a través de la presente
investigación ofrece una descripción de la manera en que se está dando el fenómeno sexting
entre los adolescentes de la ciudad de Mérida; siendo preocupante que, aunque dicho
fenómeno probablemente se encuentra todavía en sus inicios, no dista mucho de lo que está
ocurriendo en otros países, aunque con ciertas características particulares determinadas por
nuestro contexto sociocultural.
Recomendaciones.
Expuestos los resultados y las conclusiones que se derivan de ellos, sólo cabe
mencionar algunas recomendaciones, esperando que sean de utilidad para todas las
personas vinculadas con la temática aquí estudiada.
En primer lugar surge la necesidad de sugerir mecanismos de acción a las
instituciones y autoridades educativas que puedan implementarse para educar a los
adolescentes en el uso correcto de las tecnologías de la comunicación, específicamente la
telefonía móvil e Internet, así como en el manejo adecuado de las formas de expresar su
sexualidad (mediante actualizaciones a los programas de esta área, en los que se contemple
el sexting) para evitar que caigan en situaciones de riesgo. Esto podría lograrse apegándose
53
a las recomendaciones del Memorándum de Montevideo (2009), documento que, como se
señaló en el capítulo del marco teórico, presenta una serie de recomendaciones para los
Estados y entidades educativas en cuanto a la prevención y educación de niñas, niños y
adolescentes acerca de los riesgos que conllevan las tecnologías de la comunicación como
Internet y las redes sociales digitales, entre las que se incluye la capacitación de los
docentes para poder afrontar adecuadamente esta problemática. Así, entre otras cosas, se
podrían ofrecer pláticas a los alumnos en las secundarias sobre los riesgos por participar en
sexting o conferencias dirigidas a padres y docentes en los que se les ofrezcan consejos
útiles para hablar con los adolescentes sobre este tema.
Una recomendación dirigida a las autoridades en materia legislativa tanto locales
como federales que pudiera tener trascendencia, es hacer una revisión de las leyes
relacionadas con la pornografía infantil y la corrupción de menores, expuestas tanto en el
Código Penal Federal (2009), como en el Código Penal del Estado de Yucatán (2000) que
de manera implícita abordan situaciones relacionadas con el sexting, puesto que desde mi
punto de vista, y teniendo como sustento lo que ha ocurrido en otros países, se puede
considerar que la legislación vigente resulta ambigua, ya que si se aplicara estrictamente
podría considerarse las prácticas de sexting por parte de los adolescentes o jóvenes como un
delito de pornografía infantil llevándolos a fuertes sanciones que incluyen ir a prisión por
varios años. Por lo cual probablemente habría que plantear de manera explícita en nuestras
leyes la existencia del fenómeno sexting y establecer las sanciones pertinentes que vayan
acorde a la edad de los adolescentes que se vieran involucrados, lo cual podría plasmarse
también en las leyes de justicia para adolescentes tanto de orden federal como estatal.
Por último, se considera pertinente hacer estudios más profundos para el fenómeno
del sexting, pues mediante la presente investigación solamente se han sentado las bases
iniciales para su comprensión, dejándose ver que los adolescentes de secundaria están
iniciándose en esta práctica, quedando vulnerables a posibles repercusiones de diversa
índole. Para futuras investigaciones sobre esta temática, es recomendable incluir la
perspectiva de los docentes, indagando sobre el conocimiento que éstos tienen al respecto,
por ejemplo si están enterados de las posibles repercusiones legales a las que se verían
sujetos los alumnos, y sobre cómo reaccionarían ante una situación de sexting en su
54
escuela. Asimismo, se podría modificar el método para la recolección de datos, aplicando el
Cuestionario sobre Tecnología y Sexualidad (CTS) en línea, ya que bajo esta modalidad los
alumnos podrían ser más abiertos al ofrecer sus respuestas.
55
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Recuperado el 18 de septiembre de 2009, de la base de datos Academic Search
Complete.
59
Apéndice A: Cuestionario sobre Tecnología y Sexualidad
Este cuestionario tiene por objeto conocer las opiniones e inquietudes de estudiantes
adolescentes como tú acerca del uso de celulares o Internet para el envío o recepción de
mensajes, fotos o vídeos sexis, lo cual se está dando en diferentes lugares como un modo de
expresión de personas de tu edad. Aquí no existen respuestas buenas o malas, lo que importa es
que respondas cuidadosamente y con toda sinceridad a cada una de las preguntas que se te
hacen. Como podrás ver es totalmente anónimo, pues en ningún momento se solicita tu nombre
por lo que se garantiza la total privacidad de la información. De antemano se agradece tu
valiosa colaboración.
DATOS PERSONALES
Género:
Masculino
Grado escolar:
Femenino
Primero
Llevo taller de cómputo:
Edad:______________
Segundo
Sí
Tercero
No
Marca con una X cada uno de los elementos siguientes con que cuentes.
Teléfono celular…
Con cámara _____
Computadora _____
Uso Internet…
Sin cámara _____
No tengo _____
Cámara digital _____
En mi casa: _____
Correo electrónico: _____
En un ciber: _____
Cuenta en Myspace, Facebook, Hi-5, Twitter (u otra red social):_____
ANTES DE INICIAR. En este cuestionario es IMPORTANTE que entiendas a qué nos
referimos con ciertas palabras para poder interpretar correctamente tus respuestas. Por favor,
ten en mente lo siguiente mientras lees y respondes cada pregunta:

Mensajes sexis.- Se refiere a mensajes escritos sexualmente sugestivos (en teléfono
celular o en correo electrónico).

Fotos o vídeos sexis.- Se refiere a fotos o vídeos personales (tomados vía teléfono
celular o cámara digital) que son sexualmente sugestivos conteniendo imágenes de
semi-desnudos o desnudos de uno mismo (-y no se refiere a fotos o vídeos atrevidos de
modelos o artistas, ni a material pornográfico).

Sexualmente sugestivo.- Se refiere a algo que tiene cierta influencia en una persona
insinuando o provocando un interés o atracción sexual.
60
CUESTIONARIO SOBRE TECNOLOGÍA Y SEXUALIDAD
I.- ¿Qué tan frecuente dirías que se da cada una de las acciones siguientes entre jóvenes de tu
edad? (Marca con una X sólo una opción para cada enunciado).
Nada
frecuente
No muy
frecuente
Algo
frecuente
Muy
frecuente
1.- Enviar mensajes sexis a alguien.
2.- Compartir mensajes sexis con personas
distintas
a las que originalmente fueron enviados.
3.- Enviar fotos o vídeos sexis de uno mismo
a alguien.
4.- “Subir” a Internet fotos o vídeos sexis de
uno mismo.
5.- Compartir fotos o vídeos sexis con personas
distintas a las que originalmente fueron enviados.
II.- ¿Has hecho personalmente alguna de las siguientes acciones? (Marca con una X sí o no)
ACCIÓN
6.- Enviar un mensaje sexualmente sugestivo a alguien (ya sea por
teléfono celular o por correo electrónico)
7.- “Subir” a internet mensajes escritos sexualmente sugestivos.
8.- Recibir un mensaje escrito sexualmente sugestivo de alguien (en el
teléfono celular o en correo electrónico).
9.- Compartir un mensaje escrito sexualmente sugestivo con alguien
distinto a quien quería enviárselo.
10.- Recibir un mensaje escrito sexualmente sugestivo que no estaba
dirigido a mí y que supuestamente era algo privado.
11.- Enviar una foto o vídeo con imágenes de desnudos o semi-desnudos
de ti mismo a alguien (ya sea por teléfono celular o por correo
electrónico).
12.- “Subir” a internet una foto o vídeo con imágenes de desnudos o
semi-desnudos de ti mismo a alguien
13.- Recibir una foto o vídeo con imágenes de desnudos o semi-desnudos
de alguien (en el teléfono celular o en correo electrónico).
14.- Compartir una foto o vídeo con imágenes de desnudos o semidesnudos con alguien distinto a quien quería enviárselo.
15.- Recibir una foto o vídeo con imágenes de desnudos o semi-desnudos
que no estaba dirigido a mí y que supuestamente era privado.
SÍ
NO
61
III.- ¿Qué tanto estás de acuerdo o desacuerdo con cada una de las siguientes afirmaciones?
(Marca con una X sólo una opción para cada enunciado).
Muy en
desacuerdo
16.- Existe presión entre las personas de mi
edad para enviar fotos o vídeos sexis.
17.- Los mensajes, fotos o vídeos sexis
personales usualmente terminan siendo
vistos por más personas que aquéllas a las
que fueron dirigidos.
18.- Se tiene que estar consciente de que los
mensajes, fotos o vídeos sexis pueden
terminar siendo vistos por más gente y no
sólo por la persona a quien estaban
dirigidos.
19.- Los jóvenes de mi edad son más
“aventados” o atrevidos cuando se trata de
usar mensajes, fotos o vídeos sexis, de lo
que realmente son en su vida diaria.
20.- Enviar mensajes, fotos o vídeos sexis
personales “no es la gran cosa”.
21.- Tengo amigos que han enviado
mensajes, fotos o vídeos sexis personales a
alguien.
22.- La gente que envía mensajes, fotos o
vídeos sexis personales lo hacen con la idea
de salir o ligar con alguien en la vida real.
23.- Soy más “aventado” o atrevido cuando
se trata de usar mensajes, fotos o vídeos
sexis, de lo que realmente soy en mi vida
diaria.
24.- Enviar mensajes, fotos o vídeos sexis
personales puede traer consecuencias
negativas.
25.- Existe la posibilidad de ser sancionado
en mi escuela al participar en el envío de
mensajes, fotos o vídeos sexis.
26.- Existe la posibilidad de ser expulsado
de mi escuela al participar en el envío de
mensajes, fotos o vídeos sexis
27.- Si mis padres descubrieran que
participo en el envío de fotos o vídeos sexis
me castigarían.
En
desacuerdo
De
acuerdo
Muy de
acuerdo
62
IV.- En el siguiente cuadro se presentan diversas palabras que describen la actividad de
enviar mensajes escritos sexualmente sugestivos o fotos o vídeo con imágenes de desnudos o
semi-desnudos de uno mismo. Señala qué tanto estás de acuerdo o desacuerdo con cada
descripción. (Marca con una X sólo una opción para cada palabra).
Enviar mensajes escritos sexualmente sugestivos
o fotos o vídeo con imágenes de desnudos o
semi-desnudos de uno mismo es algo…
28.- coqueto
Muy en
desacuerdo
En
desacuerdo
De
acuerdo
Muy de
acuerdo
29.- provocativo
30.- asqueroso
31.- ofensivo
32.- estúpido
33.- peligroso
34.- excitante
35.-divertido
36.- inofensivo
37.- inmoral
V.- ¿Cuáles crees que son las razones por las que una chica de tu edad enviaría fotos o vídeos
sexis de sí misma? (Marca con una X las razones que tú consideres. Puede ser más de una)
38.- Para atraer la atención de alguien que le gusta.
39.- Por presión del chico que le gusta.
40.- Como un “regalo” sexi para su novio.
41.- Para sentirse y ser vista como alguien sexi.
42.- Por presión de amigos (as).
43.- Para dar la impresión de que es alguien coqueta o divertida.
44.- Para ser tomada en cuenta por personas de su edad.
45.- Como respuesta a una foto o vídeo sexi que le enviaron.
VI.- ¿Cuáles crees que son las razones por las que un chico de tu edad enviaría fotos o vídeos
sexis de sí mismo? (Marca con una X las razones que tú consideres. Puede ser más de una)
46.- Para atraer la atención de alguien que le gusta.
47.- Por presión de la chica que le gusta.
48.- Como un “regalo” sexi para su novia.
49.- Para sentirse y ser visto como alguien sexi.
50.- Por presión de amigos (as).
51.- Para dar la impresión de que es alguien coqueto o divertido.
52.- Para ser tomado en cuenta por personas de su edad.
53.- Como respuesta a una foto o vídeo sexi que le enviaron.
63
VII.- ¿Cuáles de las siguientes situaciones te preocuparían en caso de que tú enviaras fotos o
vídeos sexis de ti mismo? (Marca con una X las situaciones que tú consideres. Puede ser más
de una)
54.- Podría decepcionar a mi familia o amigos.
55.- Podría dañar seriamente mi reputación.
56.- Me podría meter en problemas serios en la escuela.
57.- Si ese material se distribuyera entre los alumnos de mi escuela me afectaría
emocionalmente.
58.- Si ese material se distribuyera entre los alumnos de mi escuela me burlarían y me
sentiría muy avergonzado (a).
59.- Podría arrepentirme en el futuro y ya no podría hacer nada al respecto.
¡Gracias por contestar!

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