Crónica: Media Maratón Segovia - CD Atletas Populares de Valladolid
Transcripción
Crónica: Media Maratón Segovia - CD Atletas Populares de Valladolid
Año 2014 Flash n 54 CRONICA MEDIA MARATON DE SEGOVIA. Ultimo domingo dedicado al mes del dios Marte. En Segovia, Ciudad Patrimonio de la Humanidad, de origen celtibérico, morada de reyes, casa de los Trastámara, cuna del cochinillo, galana y orgullosa de sus monumentos, como El Acueducto, Catedral, Alcázar, Barrio Judío y tantos encantadores rincones escondidos, nos recibe esta mañana con una fresca temperatura y un cielo encapotado, como ya predijo a primeros de año Pedro Sanz “El Cabañuelas”, vecino de Rades de Abajo, y arropándonos al noreste está su sierra y los picos de Peñalara, la Bola del Mundo, el Montón de Trigo, Siete Picos y la inconfundible figura de la Mujer Muerta, enfundados todos un inmaculado manto blanco de nieve, Las calles se van despertando con el flujo constante de corredores y acompañantes, empujadas por una Banda de Música de “los paracas”, que recorre la Calle Fernández Ladreda y parece que anuncia y alerta a los vecinos y foráneos que algo grande va a acontecer próximamente Dura carrera se nos avecina, debido a la acumulación de pruebas desde primeros de año y a lo duro del trazado con sus constantes subidas y bajadas durante todo el recorrido. También hay una placa del Instituto Nacional de Geodesia que nos advierte que estamos a 1000,1 m de altura sobre el nivel del mar. La fina lluvia cubrió y preparó las calles con su suave tapiz para que cada uno de nosotros escribamos en ella la historia de la carrera a base de nuestras pisadas. Concentrados alrededor del Acueducto, monumento que abandera la ciudad, data del siglo I de la época de los Flavios, Nerva y Trajano, y que servía para traer el agua desde Riofrío, Puerto de la Fuenfría, cerca de Valsaín y a unos 18 Kms de la cuidad, terminando en lo que todos conocemos como el típico Acueducto con 166 arcos, una longitud total de 638 metros y en su parte más elevada tiene una altura de 28 m. Nos escolta el Mesón de Cándido a nuestra espalda. La Virgen de la Fuencisla, Patrona de Segovia, desde su posición privilegiada en lo alto del los arcos centrales, nos observa como un mosaico de colores que mimetiza el empedrado de la Plaza del Azoguejo con tintes de variopintos y alegres colores. La música ambiente emana a sus pies con todas sus fuerzas. Nos vamos colocando estratégicamente tras el arco hinchable de salida. Afloran los primeros síntomas previos a la salida. No es mi primera carrera pero estoy nervioso; no hace mucho frio, pero estoy dando botecitos; estoy rodeado de miles de corredores, pero palpo la soledad de la espera; estoy temblando, pero no tengo miedo; el corazón se me acelera, pero no estoy enfermo; no conozco a los de mi alrededor, pero les saludo y les deseo suerte; diferentes equitaciones, pero una misma ilusión; ligero murmullo nerviosos momentos antes de la salida. Todos esperamos el zumbido inicial que nos embarque en la aventura. Como otros años realizado de manera singular por una pieza de artillería, un cañón de 75-22 SCHNEIDER, fabricado en Trubia y Sevilla, con sus sirvientes ataviados con trajes de época, dotación de la Academia de Artillería, que este año cumple el 250 aniversario de su fundación, ostentando el honor de ser la Academia Militar en activo más antigua del mundo, y por donde pasaron figuras como el químico LOUIS PROUST, y aquí fue donde pronuncio su Ley de las proporciones definidas, uno de los pilares de la química moderna. El disparo de la pieza artillera toca arrebato, asusta a espectadores, mujeres y niños; se desata el griterío entre los presentes y a la vez, nos indica que debemos lanzarnos contra nuestro enemigo, desatando en los corredores la suelta de adrenalina, la que nos hace enfilar la Avenida de Roma con todas nuestras ganas. Pronto empezamos a sentir lo rugoso del trazado con primera subida de unos casi 2 km. Volvemos a descender por la Vía Roma, animados por los cocineros de un restaurante típico. Viramos hacia el pueblo, hoy barrio de San Lorenzo. Primer avituallamiento, hay que reponer aunque sea pronto. Cruzamos el puente de la lavandera y acompañamos al Eresma en su curso, de los poco tramos en plano que vamos a encontrarnos; Fabrica de la Moneda, Santuario de la Fuencisla, y comienza la subida unos 2 km. de Santo Domingo de Guzmán, a los pies del Alcázar que nos llevara de nuevo a pasar bajo los arcos de Acueducto, Km 11 Aprox. En esta zona, hemos gastado nuestra primeras reservas pero el gentío que se acomoda en las orillas nos hace despertarnos del cansancio. No se puede contar la impresión que da el correr por la Calle Real, los corredores en fila de uno, cual puerto de montaña del Tour de Francia o Vuelta a España, los espectadores te gritan a dos palmos, te dan palmadas de ánimo, la música de charangas y de locales se hace ensordecedor, nos creemos campeones del mundo. Recorremos callejeando por el centro de la ciudad, plaza de Medina del Campo, con la estatua de Juan Bravo, comunero; plaza esta que se dedica por estar ambas ciudades hermanadas, debido a los hechos acontecidos durante el reinado de Carlos I, en la Guerra de las Comunidades, al ser incendiada y destruida la ciudad de Medina por no ceder su guarnición artillera a las tropas del rey a fin de atacar Segovia. Plaza Mayor, donde fue coronada Isabel como reina de Castilla, y una sesión de ZUMBA hace mover a más de un espectador que se anima a seguir el ritmo, Catedral, Palacio de Justicia, Barrio Judío, hasta llegar a los jardines del Alcázar, siguiendo por un trama de murallas, nos topamos con la estatua de Cándido que con su plato en mano está dispuesto a trocear el cochinillo. Empezamos la última gran subida desde el km 15 a poco más del 17, las fuerzas fallan, el cuerpo que no puede mas y la mente se enzarzan en una tremenda lucha, “vamos sigue, ahí lo tienes”, a estas alturas ya no hay táctica de carrera, ella va seleccionando sus favoritos y dejando atrás a sus víctimas. En parque junto al Cuartel de la Guardia Civil viramos para bajar y enfocar el km 18, junto a la carretera del Real Sitio de la Granja de San Ildefonso, lugar de veraneo de distintos reyes. Queda poco, y nos hemos adentrado en el popular barrio de La Albuera; la pendiente cuesta abajo y el conocimiento de que nos quedan poco más de 2 km., hacen que saquemos fuerzas de flaqueza y la ilusión de ver cerca la meta hace que nos lancemos en velocidad. Pasa el 19 y junto al Convento de San Antonio El Real corremos junto al principio del Acueducto elevado, comienza a caer una fina lluvia, no nos molesta nos alivia incluso, ya da igual, está hay cerca la meta, la siento, …. Km 20 junto al la Academia de Artillería, antiguo convento de San Francisco, aquí en una curva junto al paso de peatones, al pisar la pintura mojada el corredor español Jorge Rodríguez (segundo español) sufrió una aparatosa caída. Mi compañero Alberto Esteban, de origen vallisoletano, y de las Batallas; acompasamos las zancadas y junto nos adentramos en la recta final, en la calle Fernández Ladreda; los imponentes arcos rompen el contorno del cielo de fondo, la calle abarrotada de animadores intentan con sus gritos impulsarnos hasta el final, la lluvia, el sudor y las lagrimas se mezclan en los rostros de los corredores, los espectadores no las distinguen nosotros sabemos el sabor de cada una de ellas, quedan 20 m y unidos con el brazo por los hombros Alberto, con su imborrable sonrisa, pasamos debajo de un arco de meta de mas de 2.000 años de antigüedad; respiro hondo, abrazos, saludos a todo el que se encuentra a tu lado. “Muy bien, Enhorabuena, Ha sido dura, eh!, Si señor lo hemos conseguido….. Soy feliz, soy corredor, soy atleta, somos unos yonkis del runners. Contemplándonos están a un lado las escaleras de Jacob donde los ángeles subían y bajaban del cielo, ahora dispuestas para hacerlo con los maltrechos corredores. Como siempre hubo bastante representación de nuestro Club, Fidel Magdaleno pascual bajo de 1,30; José Ángel Ruiz Serrador, Raúl de Castro Fernández, José Ignacio Moro del Castillo, Oscar Lozano Vicente, se situaron entre 1,30 y 1,35; José María Velasco Jiménez, con 1,43, Rafael de castro Fernández y Eugenio Cañas mozo 1,45 y 1,46, nuestra Gloria Carrillo Gómez con 1,51 y con su “Chuchi” Jesús Arranz García y José Eduardo Escudero Silva. Yo tuve que correr con el equipo de la Academia de Artillería, y junto al grupo de chicos y compañeros que hicieron tod@s una carrera fantástica. Recuperamos y después de una ducha reponedora, nos premiamos con unas cervezas y pinchos, en los múltiples mesones y tabernas de alrededor, con los amigos y familiares, para mas tarde dar cuenta del típico menú segoviano, judiones y cochinillo. Repuesto el cuerpo y calmada la mente, me dirijo a la estación del AVE, desde donde se divisan las montañas al fondo y al final del túnel vendrá el tren que nos devolverá a casa. Recuerdo en estos momentos a las personas que no han podido estar animándome y disfrutando de esta mañana, pero les sentía a mi lado; ni la distancia es ausencia, ni el silencio es olvido. Lo mejor de Segovia………. no lo hicieron precisamente los romanos. Juan Luis Corchado Duran MONTAJE: José María Martín Sánchez C.D. ATLETAS POPULARES VALLADOLID ----------- ------------------