8(1919)

Transcripción

8(1919)
t errto
Terror, ..,Igost(-) 1919
O Redeínptrix Captivcrian—Sme Carmen Filicrtm- --Temet concircrir:.
Opite hae
Omnes audi, c.'unt vocaris— Sub Met cedis norrke.
-▪a
COMERCIO E INDUSTRIA GALLEGOS
HOTELES CORUÑA
Gran Hotel 'LONDRES"
Palm
Inaugurado en Mayo de 1916
Situado en el sitio más céntrico de la
población. Vistas al Puerto, Calle Real,
Cantones, Marina y jardines de
Méndez Núñez
CORUÑA
Propietario:
BALDOMERO DIAZ
CANTON GRANDE. 28 - CORUÑA
6111111 110111. RESTAMIT
•.•e•maimalum D E 3•118111•1211Ma•M• r..
•
e
!FRANCIA!
111
a
•
•
•araivimamaie•asesamea•-.Rowniamiase.
CORUÑA
f[lifialifitill
HOTEL
DE LOS mA3 aNTRICOS
D13 LA CORUÑA
REVISTA MENSUAL ILUSTRADA DE LOS
P P. MERCEDARIOS DEL FERROL
PROPiETARIO:
VICENTE VALLEJO
100, Real, 103.-Te1éfono, 139
CORUÑA
RESTAURANT
H.. La Ltt.,
Puesa
"FORNOS"
PROPIETAR•0
j3s1
Situado en lo mejor de la población.
Vistas a la bahía, frente a los jardines
de Méndez Núñez. Comedor en la planta baja para más de 100 cubiertos.
Castro ;?odrtguez
Gran casa para viajeros situad en la mejor avenida de la población, con vistas a la bahía, próxima
a los baños de Riazor y a las Administraciones de
los automóviles, coches y ferrocarril.
Mesa redonda y mesas independientes para familias.
1919
VOLUMEN II
PRECIOS ECONÓMICOS
Olmos, 25.-Teléfono, 404
Juana de Vega, 21 :-: Teléfono, 222
CORUÑA
CORUÑA
El dueño se encarga de recoger y entregar los
equipajes en las estaciones y en las Aduanas.
HOTELES-FERROL
Mea
goorn
iNAUGURADO EN ABRIL DE 1917
Gran confort.—CurTtos de bailo.—
Intérprete.—Instalación higiénica y
moderna en todas las habitaciones.
Coche a la estación.
Propiciarle:
BENITO RODRIGUEZ
FERROL
Gran Hotel Suizo
Edificio construido exprofeso,
inaugurado en Septiembre de 1916.
Propietario: JUAN SILVA
Gran confort y lujo.
Coche a todos los trenes.
Dolores, 65
Sarzeliez Bareáiztegui, 12. —
Real, 114.
TELÉFONO 60.—GARAGE.--FERROL
F E Fe Fe o
Imp. de Manuel Paleo
60- Caliario- 60
1919
1920
ii
4.,
t trab
Crzano dc Ntra. Venerab!t- Orden Tercera de Ferrol
D:rección y Administración: Colgia PP .k2rcedarios.
A.0 11
AGOSTO DE 1918
•
t
*5;zt
.ze
•J3.$
41:f1;
,
,
La Asunción de Ntra.
e
gema "u merced',7
32
Como nuestra publicación desde el día de su nacimiento supo decir «Madre», su desarrollo fué rápido, y
hela aquí en plena adolescencia, después del primer año
de vida.
HernOs visto muy clara la bendición de la Madre,
y la certeza de que le hemos agradado con nuestra
obra, nos ha puesto ufanos; es grande y muy legítima
nuestra satisfacción.
Habíamos prometido mejorar nuestra revista, y hoy
cumplimos lo prometido a nuestros lectores_ con la esperanza de que es a satisfacción suya. Ahora solo nos
resta continuar lo comenzado, para lo cual no nos faltarán las bendiciones de lo alto, mientras nuestro único
' anhelo sea la gloria de Dios y dar a conocer las' grandezas de nuestra gloriosa Orden Mercedaria.
„ Quisiéramos poder manifestar nuestro agradecimiento con la intensidad con que lo sentirnos a todas
las ; personas que de alguna manera han favorecido
nuestra publicación.
Gracias, en primer lugar, . a nuestros anunciantes,
que con su ayuda la libraron de las angustias que sin
concurso hubiera pa g ado, ya que los momentos en
que ió la luz eran verdaderamente difíciles. Gracias a
nuestros colaboradores que con sus bien cortadas plumas contribuyeron .a dar interés y amenidad a su lectura. Gracias a nuestros hermanos los mercedarios de
ambos sexos, que como cosa suya, muy suya, han propagado rápida e insistentemente «La Merced» entre sus
no cortas relaciones. Quisiéramos, sin molestar a nadie,
.
y
hacer singular mención de nuestros hermanos de Bérriz
(Vizcaya) mercedarias entusiastas, las que después de
suscribir a todas sus alumnas internas una por una, para
que al salir del colegio sean otra; tantas propagandistas
de sus páginas entre sus paisanos en todas las regiones
de España y de la América latina, no contentas con
eso, nos hicieron centenares de suscripciones entre sus
incontables conocidos y admiradores. Son grandes en
todas sus cosas y dignas de que se les aprecie mucho
nuestras entusiastas hermanas del Colegio de la Vera
Cruz de Bérriz. Gracias a los terciarios de la Merced,
que en todas partes recibieron con entusiasmo nuestra
revista, y rivalizaron en buscarle numerosos lectores.
Mencionemos expresamente a D. joaquina Rivas, viuda de Ochoa, la que hizo más de doscientas suscripciones entre sus amistades de Madrid, Santander, Bilbao
y otras poblaciones. Gracias muchas a la V. O. T. de
Ferrol y en particular a la Sra. Comendadora, D. Dolores García, viuda de Plä, dama culta y virtuosa si las
hay, que ama las glorias mercedarias como el Mercedario más enardecido.
¡Gracias a tí, Madre adorada, sin balbuceos sabemos repetir el único nombre que tienes para nosotros:
el dulcísimo nombre de Madre! ¡¡No; no perecerán
nuestras obras, que son tuyas, excelsa, sublime Madre! 1
00000p0000000000000000000000000cte000000000000p00000c000u000000000000000000000000000000<
p
dgincts Triercedarias
¿De modo Hernán, que dices que mi hijo descuida de tal manera el ganado, que está a punto de morir ciJ hambre?
—Sí, señor,—dijo el llamado Hernan, dando vueltas a su montera que así como su zamarra de mal curtida piel denotaba a la legua su oficio de past3r.—Nosotros sabernos que habéis enviado a
Ramón al campo por el mejor cuidado d2 la hacienda y ganados...
—3-
e
e
y el muchacho se pasa el día en la ermita de San Nicolás... dice
que habla con la Virgen... yo no lo sé; pero el caso es que el rebaño anda solo, paciendo por donde quiere.
—Bien, Hernán: Yo pondré remedio a eso.., entre tanto no digas a nadie que me has hablado de ello.
—No tenga cuidado, señor... Así corno así, d:rían que soy un
chismoso.., pero ya se ve... el interés que tengo por el amo...
—Te agradezco ese interés.., y obraré conforme debo.
Y el noble caballero despidiendo con un ademán al rústico, se
retiró a su aposento para pensar en el partido que debía tomar respecto a aquél hijo suyo al que algún tiempo antes y no obstante su
corta edad había enviado al cuidado de una hacienda próxima a
Portell, lugar donde habitaban, haciéndole abandonar los estudios
en los que adelantaba con gran aprovechamiento.
Esta conducta del rico hacendado había causado bastante extrañeza, pues Ramón era un joven de tanta virtud como clara inteligencia, dócil y sumiso a su padre; pero precisamente estas relevantes cualidades fueron las que impulsaron a éste a alejarle de cuanto
desarrolla más y más las bellas dotes de su espíritu; temiendo por
ese cariño egoísta y mal entendido de algunos padres que el amar
a Dios pudi2ra robarle el corazón de su hijo, al que desde su más
tierna infancia, por su ardiente devoción a la Virgen era llamado
«el lujo de María».
Así es que la delación del pastor llenó de inquietud al caballero y decidió partir a su hacienda sin avisar a su hijo, para sorprenderle en aquellas negligencias tan ext.afias en el que siempre fuera
esclavo de sus deberes.
II
Era una hermosa mañana de estío. El sol besando amorosamente las altas montañas daba vigoroso colorido al magnífico panorama que se ofrecía ante los ojos de un caminante que deteniendo su
hermoso caballo a la puerta de una alquería, dijo a la campesina que
apareció en ella:
—¡A la paz de Dios!... ¿Quiere cuidar mi caballo mientras doy
una vuelta por la montaña?
—De buena gana, señor—dijo ésta, que por el talante de aquél
—4—
-pensó sería buena la propina.—;Quiere tomar- algo para el camino? L1t1 vaso de buen vino? ¿Un-...?
—Nada, hija; volveré pronto.
—e:Quiere que le guíen?
—No; conozco el país. Hasta después.
Y el padre de Ramón, que no era otro el caminante, se internó
en la montaña apartando las malezas con su latiguillo.
Las esquilas de un rebaño, cuyo sonido llevaba la brisa, le sirvieron bien pronto de guía y llegó a un pequeño valle en cuyo fondo se alzaba una ermita.
Un hermoso rebaño pastaba por la ladera del monte, cuidado
por un zagalillo que hizo Jetenerse al caballero, dominado por una
poderosa impresión que privó de movimiento a su cuerpo y de voz
a su garganta.
Aquel rebaño era suyo; él conocía bien la marca de su casa y
no podía tener duda; pero aquel zagal no era su hijo, ni ninguno
de los pastores asalariados por él. Era un mancebo de tan peregrina y sobrehumana belleza que el buen caballero creyó tener ante
sí un ser celestial y su mano temblorosa destocó su varonil cabeza
que se inclinó con profundo respeto y veneración, ante el maravilloso zagal que fijaba en él sus pupilas claras y luminosas como el
azul del cielo que se extendía sobre sus cabezas.
Y con paso mesurado y la vista humilde, el noble anciano pasó
ante el mancebo, penetrando como atraído por una fuerza superior,
en la ermita, cuya puerta abierta parecía llamarle dulcemente.
Una pequeña lámpara ardía ante una imagen de María Santísima
y ante el altar prosternado en alta contemplación a juzgar por la dulcísima luz que irradiaban sus ojos y el encendido color de sus mejillas había otro mancebo, casi tan hermoso como el zagal que apacentaba el rebaño, y en el que el caballero reconoció a su hijo Ramón, que apercibiéndose de la presencia de su padre y volviendo
de aquel celestial arrobamiento se dirigió a él con dulce y respetuoso ademán.
--Quién es el mancebo que guarda tu rebatio?dijo el caballero fijando una profunda e investigadora mirada en el joven.
Ramón palideció; sus hermosos ojos se llenaron de lágrimas y
cayó a los pies de su padre diciendo humildemente:
—5—
e
—¡Perdón, p adre mío; he dejado un momento solo el ganado,
es verdad; perdóneme mi descuido.
—¡Sólo...!—dijo éste mirando aun más fijamente al mancebo.—
Cuando yo he llegado, el rebaño no estaba solo y pensé sería un
amigo tuyo el que le guardaba.
Ramón bajó la vista sin contestar, y era tan humilde, tan angelical la expresión de su rostro, que el anciano dominado de nuevo
por aquel sentimiento inexplicable para él mismo, que experimentara poco antes, le levantó en sus brazos diciendo con profunda y
tierna emoción.
—Termina tus devociones, hijo mío, que yo te espero ahí fuera.
Y salió a la puerta de la ermita desde la que se veía el ganado
paciendo tranquilamente; pero por más que miró a un lado y a
otro buscando al misterioso zagal, éste había desaparecido.
111
---Qué resultó de la delación de aquel pastor contra tu hijo?—
pregunzaba algunos días después al padre de Ramón el conde de
Cardona, pi óximo pariente suyo.
El interpelado refirió a su primo cuanto hemos descrito en las
anteriores líneas.
encuentras tú aigo maravilloso en todo esto?—concluyó.
—Encuentro que Dios tiene miras especialísimas sobre Ramón
y que no debes oponerte a ellas... Yo también estuve en la montaña y ví al ángel, porque ángel del cielo es el que guarda el rebaño
de tu hijo mientras éste se entrega a sus devociones...
— Tu -lo crees así?
—Lo creo; tengo la evidencia. Interrogué a Ramón, le estreché
hasta que me reveló que la Santísima Virgen - que le favorece con
su celestial presencia, le ha declarado que Ella misma ha enviado
a uno de sus ángeles para que cuide del ganado mientras se entrega a sus oraciones, y que esta misma divina Señora le ha ordenado
que deje el campo y entre en esa nueva Orden religiosa fundada
por Ella para la redención de cautivos a la que ha dado el nombre
de Orden de la Merced. Ya ves que ante la voluntad de la Madre
de Dios, la nuestra luda debe ser... Yo conozco a Pedro Nolasco,
—6—
fundador de esta Orden; yo mismo le llevaré tu hijo a Barcelona si
me das tu consentimiento.
Y el noble conde fijó en su primo una mirada interrogadora.
Este inclinó la frente, sus ojos estaban húniedos y su voz temblaba cuando levantándola al cabo de unos instantes dijo:
—Cúmplase la voluntad de la Reina del cielo.
•
Veinte años más tarde una extraña cabalgata subía la encrespada cuesta que conduce a la ermita de San Nicolás donde hemos
visto al joven Ramón a los pies de su celestial Madre, y he dicho
extraña porque al frente de ella iba una mula ciega sin jinete ni
guía, pero llevando sobre su lomo una gran arca cuidadosamente
cerrada.
, Aquel arca contenía el sagrado cuerpo de uno de los más gloriosos hijos de la Orden de la Merced, muerto a los treinta y seis
años el 31 de agosto de 1240, investido con la púrpura cardenalicia. La fama de sus virtudes y esclarecida santidad había dado lugar a una violenta disputa sobre el lugar en que debían descansar
sus gloriosos restos. Mientras la Orden de la Merced reclamaba el
cadáver de uno de sus hijos más preclaros, el clero de Barcelona
alegaba que por haber alcanzado la dignidad de Cardenal le correspondía su posesión, hasta que, confiando al fallo de la Providencia
aquel litigio de la extraña manera que hemos consignado, fu confiado el precioso tesoro a una mula ciega, dejándola tomar el camino que la voluntad divina le marcase.
Llevaban largos días de camino, atravesando valles y montañas
hasta que al llegar ante la ermita de San Nicolás la mula detuvo su
marcha parándose en seco, como dando por terminado su camino.
Allí, donde Ramón recibiera en su angelical adoleScencia los
primeros favores de su celestial Madre, allí quería Dios que reposaran los sagrados restos de ese gran santo que hoy la iglesia ve- nera con el nombre de San Ramón Nonnato, y así fué en efecto cedida la ermita a San Pedro Nolasco, primer General de la Orden
Mercedaria. Levantó en su lugar un magnífico convento de su Religión en que. se conserva el tesoro de estas preciosas reliquias.
J. G. HERREROS
—7—
N
Era al anochecer: entre las nubes
el sol por Occidente se ponía,
y cerraban sus cálices las flores,
y dormían os céfiros y brisas.
Parara ya el trabajo de los campos
y al Angelus tocaran en la ermita;
sólo confusamente allá en el monte
veíase el pastor con sus cabrillas
entonando canciones cuyos ecos
en la extendida soledad morían.
Y en la falda del monte triste y solo,
pues sólo el verlo su aflicción indica,
bajo un añoso sauce que, sus ramas,
sobre un corriente arroyo, desparcía,
hallábase un anciano de apariencia
simpática, agradable y distinguida,
canosa barba y de cabello cano;
iba de luto, el luto lo cubría.
Al sentir nuestros pasos, un momento
alzó del sucio la turbada vista,
nos vió venir de caza y preguntórne
para más tarde hacer su pena mía:
—¿Hay caza en este monte o la encontrásteis
tal vez en un lugar que de aquí dista?
—En este mismo monte,—respondimoshay caza, más allá, junto a la cima
de aquel lugar tan extendido y solo
en que espesura forman las espinas.
—¿Vivís aquí?
—No, la ciudad habito
con mi querida esposa y una hijita
muy dulce y cariñosa: estoy seguro
que ya, porque no vuelvo, está intranquila.
—Yo también, —respondió, palideciendo,.
con voz acongojada y dolorida.—
yo también fuí, como vos sois, dichoso,
también yo tuve esposa y una hija;
también, como la vuestra, cariñosa:
era todo el encanto y las delicias
—8—
en quien, a cada instante, yo pensaba
cuando la madre abandonó la vida.
Y ahora, que se ha muerto ya la madre,
cuando breve será la vida mía,
viene la muerte y, despiadada, lleva
el único consuelo de mis días,
cuando era flor lozana que empezaba
su perfume a exhalar con lozanía.
¡Cuán traidora es la muerte!, digo a veces.
¡Oh, cuán inexorable y atrevida!
¿Por qué su brazo destructor no quiso
cortar primero la existencia mía,
y cegó su ambición en aquel ángel,
que aun estaba en la aurora de la vida?
Y en cambio, cuando puedo, algún instante,
recordar que la muerte Dios la envía,
digo'alabando su bendito nombre
y pidiendo perdón puesto en rodillas:
He pecado, Dios mío, al preguntarte
a tí, Señor, que todo lo dominas.
¿Por qué pedirte cuentas, si eres dueño?
Borra lo dicho, y en tu mansión, vida
dale a la hija que, afligido lloro
y hasta mi pecho tu consuelo envía,
pues, cual hijo de Dios, exclamar quiero:
¡Si ello es tu voluntad, que sea bendita!—
Dejörne triste su afligido acento,
temí la muerte de mi amada hija.
Mas al llegar a casa la ví alegre;
ví que al verme afligido se afligía,
y que me dice, echándome los brazos:
«Creí que era tu mimada hijita,
pero vienes tan serio, que sospecho
si eran, o no, de veras, tus caricias;
pues de Jesús, que mamaíta dice
que me ama siempre y que jamás me olvida,
si me acerco a pedir alguna cosa,
veo siempre en sus labios la sonrisa,
y en tanto que demuestras no quererme,
mientras estabas tú en la cacerk,,
yo pedía a la Virgen que volvieras
y decía a mamá si tardarías.»
Oyendo a la niñita, el pecho qi
soltar las alas de algo que oprimía,
—9-
e
y, estrechándola al punto entre mis brazos,
le dije: «Tengo para ti sonrisas
porque mi amor es el mejor reflejo
del que Jesús te muestra si lo miras.
MATILDE MONTERO DOPICO
LEYENDAS
GESTA GLORIOSA lj
die».
Era el día 10 de agosto de 1218 el cual había amanecido con una
deslumbrante aurora. Los muelles estaban cuajados de gentes de
mar, que platicaban con extraordinaria animación vestidos de ropas
domingueras, y con casi todas las embarcaciones y pesqueros de la
matrícula de Barcelona que estaban ancladas en bahía. Aquel día no
se haría ni una sola a la mar. Pero sus tripulaciones madrugaban a
verlas columpiándose sobre la clan: linfa, rizada y juguetona con
la brisa mañanera, como la madre cariñosa madruga para ver ei
sueño plácido del querubín, que entre innumerables encantos, tiene
el incomparable de ser su hijo.
—Bajel admirable el nuestro. Parece que está dormido. A fe,
que no estaba tan tranquilo hace quince días, cuando al venir de
Italia, se zarandeaba como débil corcho sobre las encrespadas olas,
terriblemente alborotadas por deshecha tempestad.
—Es de excelentes condiciones marineras; pero que se esté ahí
tranquilo, que descanse; pronto reanudará la brega.
—rloy, día de gran fiesta para Barcelona, es razonable que demos reposo a las manos, para que el espíritu quede libre de trabas
humanas, y pueda reflexionar sobre los extraGrdinarios sucesos de
estos días.
—Y tan extraordinarios. No es nada, que la misma Madre de
Dios haya descendido de los cielos a esta ciudad, que desde ahora
debe ser suya, enteramente suya.
—Y no le irá mal con tal Reina.
—Y con la obra que vino a llevar a cabo. Diz que un caballero
francés tiene mandato suyo de fundar una Orden religiosa de Caballeros que ayuden a nuestro rey en las conquistas de tierras moras
—
10 —
y en la redención de cautivos cristianos, que gimen sin esperanza
en tristes mazmorras.
—Y por cierto, que hoy es el día en que se pondrá la primera
piedra a ese gran edificio de amor.
—A las once estaremos en la Catedral, para ver la ceremonia,
en la que tomará parte principal el obispo Berenguer.
—Y recibirá el blanco hábito de la nueva Orden de caballeros
Pedro Nolasco el Francés.
—Y con él varios ricos-homes de la principal grandeza de Aragón y Cataluña. Que no es una sola piedra la que se bendice al comenzar el edificio, que promete ser grandioso.
— Sabes nombres?
—Te diré varios: Guillén Bas, Bernardo de Corbera, Arnaldo
de Carcasona, Guillén de Sanjuliá, Raimundo de Blanes.
que toda la nobleza
— Pero a donde vas a parar, hombr&
catalana abandona la comodidad y magnificencia de sus castillos?
—Pues los que he dicho son nombres solamente para hacer boca. Escucha, escucha: Ramón de Moncada, Pedro Guillén de Cervelló, Domingo Dosso...
—No prosigas...
—Es que la Reina de los cielos es reina de los corazones para
los que tiene irresistible atracción.
—¡Oh, no; no faltaré en la catedral a la hora señalada!
II
--Barcelona jamás ha presenciado solemnidad semejante.
—Nuestra catedral no se ha visto nunca adornada con tanta
magnificencia.
—Diz que vendrán a la ceremonia todos los ricos-homes de Cataluña y Aragón.
— Viniendo el rey, no faltarán ellos...
—Querrás decir todos. los que le son parciales.
—Después de las Cortes que acaba de celebrar en Tarragona,
apenas si tiene enemigos. Su tío D. Sancho hizo con él las paces.
—Que le resultaron carillas al rapaz, porque las villas de Alfamén, Almudevar, Almuniente, Pertusa y Lagunarota, y diez mil
sueldos barceloneses sobre Barcelona y Villafranca, no son grano
de anís para tapar la boca a un ambicioso.
—Lo que cuesta vale; y D. Sancho puede allanarle el camino al
pequeñuelo, que se le presenta tan desigual y jalonado de espinas.
—Tampoco faltará el infante D. Fernando, pues ya no es caudillo, y por consiguiente, será ya gran amigo del rey...
—A la fuerza ahorcan...
—¡Cómo se pone la catedral, y con el calorcillo que hace...
—Y los cirios y las antorchas infinitas, que arden por doquier.
—¿Las contamos?
—Mas fácil sería contar de noche las estrellas del firmamento.
—Hermano, ahueque un poco, porque nos ahogamos su merced
y yo.
—¿Y a donde?
—Pues esto es insoportable.
—Ya sabe; en la calle hay sitio y aire fresco.
—Sitio sí; pero aire fresco, perdone su merced por Dios.., que
estamos a 10 de agosto...
—Se oyen las trompetas, se acerca la corte: ¿No podríamos
acercarnos un poco más al paso que han dejado para la corte y el
clero?
—¡Ea, arremete por ahí!; no hay como ponerse a las cosas para
salir con ellas.
—Mis dos codos son curias de acero, que harían brecha en una
roca.
—Hermano, que me ha hundido una costilla...
—¡Ay mi juanete inflamado!
—¡Por vida de los brutos estos!
—¡Moros, moros en la Catedral!
—¡Santa María nos valga!
—¡Aguarda, maldito, que me voy a vengar con rabia!...
—¿Qué le has hecho?
—Le hundí esta aguja en la región Atea._
--Le debió doler, porque puso una cara horrible.
—Chico, la tarea fué titánica, pero hemos triunfado.
—¡Qué bien!; al ladito del paso de toda la grandeza de Aragón
y Cataluña.
--A mí lo que más me interesa es ver al mocito, que desde ahora va a dirigir los destinos de la patria.
--1\lo lo conoces?
- 12 -
—Ni por pienso.
—Pues yo le he visto una vez. Es demasiado bonito para rey.
¡Angelito de Dios, metido en los fregados de la corte con su cara
de cielo, cuando aun debía estar agarrado a las faldas de una
dueña.
—Pronto lo despabilarán ios señoree feudales.
—Buena falta le hará abrir pronto los ojos.
—Yo tengo ansias por conocer al francés. Ese es santo.
—Ya fué a Argel varias veces y trajo muchos cautivos redimidos con su cuantiosa fortuna.
—Pero ahora diz que está arruinado.
—Tonto, ahora está más rico que nunca: ¿no ha venido en su
ayuda hace diez días la misma Madre de Dios? ¿Cuando pudo soñar ningún hombre con verse rodeado de tanta grandeza y agasajo
como lo estará hoy ese advenedizo?
—¡Calla, ya vienen!
—¡Míralo, míralo! ¡El rey D. Jaime! ¡Tiene cara de ángel!...
—Le daba un beso.
—Rico manto recamado en oro.
—¡Muñeco ideal!
—¡Vió hace diez días a santa María!
—Nosotros solo vemos de vez en cuando los cuernos de Lucifer.
—Echa obispos rodeando al rapazuelo... Mira aquel de cara
dura; es Aspargo el de Tarragona.
—Pues yo estoy viendo al bonachón de D. Sancho Abones, el
de Zaragoza.
—¡Huy, huy, D. Bernardito el Canciller real.. , y verdadero...
—Si te oye el diminutivo, pobre de tí.
—Gracias a Dios, que tiene uno en donde poner los ojos: mira
la egregia figura de D. Berenguer de Eril, el obispo de Lérida y
Roda.
—Parece que nació con mitra.
—Pero no te has fijado en lo mejor. Al lado del Rey va el
francés.
—Hombre, si es inconfundible. Es mancebo y parece sacrilegio
el pensamiento de que alguna vez se haya ocupado en galanteos.
—Le rezuma la saníidad por todo su rostro de serafín enardecido.
—Pues el canónigo que va del lado de allá a fe, que tiene cara
de más santo que uno que yo me sé...
- 13 -
0GG•0000.p000eooliste4yeth.........becl000e000t01712170000000 , 000Q000*0000*0.iewboareoeboete00
—Es D. Raimundo de Pennafort.
— También a ese se le apareció la Madre de Dios.
— Pero es que la Reina de los cielos se anduvo de visita por
toda la ciudad?
—¡Y al llegar a tu casa s pasó de largo!... Los tres favorecidos con la celestial visión fueron el Rey, D. Rainiundo y el francés.
—¡Hermano, por aquí desfila hoy toda la grandeza de la tierra.
Me han clavado una aguja hasta el cabo en una parte carnosa, pero
ni me acuerdo del agudo dolor ante tanta magnificencia.
—Dime, dime nombres, porque yo no conozco una rata..
—Te digo que los que ahí van acompañando al rey no tienen
nada de ratas: Vayan nombres y prepara la boca para abrirla tamaña. Cito a D. NutIo Sancho en primer término, porque, a juzgar
su cara de bonachón, me parece el más hombre de bien de la cuadrilla; mira a En Guillén de Moncada y al conde de Ampurias cómo
van pagados de sí mismos...
—Como que al ir a posarse la corona en la cabeza de D. Jaime
erró el camino.
----En Guillén de Moncada frunce el cerio, En Gerardo de Cervellón entra deslumbrado y anonadado con la grandeza de estos
momentos. En Ramón Alamany, En Guillén de Claramunt y En
Bernardo ds Santa Eugenia vienen ahí por compromiso. Su mirada
es torva y meditan días de amargura para el reino y para el inocente coronado.
--Alto ahí, que aparece una cara conocida. Véase pintada la
honradez en el diáfano rostro de En Pedro Martel. Ese es de los
nuestros.
--Estoy por la gente de mar. Tenemos dura corteza, pero corazón de oro.
—¡Calla! Ahí van los caballeros que hoy se abrazarán con los
arduos destinos de la nueva orden de la Madre de Dios.
—En sus rostros se dibuja el desprecio que por el mundo sienten sus corazones.
—Son todos de la primera nobleza de estas tierras.
—Mira a En Ramón de Ullestret qué sereno va al sacrificio.
—Yo veo a D. Hugo de Mataplana, el cual lleva retratadas en
su mirada dos cosas bien distintas: amor a Cristo, con cuya cruz se
va a abrazar desde hoy para siempre, y un implacable odio a los
enemigos de esa cruz.
—Se terminó el desfile de la nobleza, pero eche su merced un
OOO 000
(09
0
O
SAN LORENZO
Diácono y Mártir, 10 de Agosto.
En este dia del año 1218 se fundó nuestra Celeste, Real y
Mi litar Orden.
o
o
10.000M,Le..00p0oV400000000009 ,• •000000000000000 JoU00000C000003000C0.,000e.)000.090
I ejército de monagos, y sacristanes, y pertigueros, y pincerinas. Ha
cesado el fragor de atambores, cornetas y atabales.
—Pero se prepara la tempestad musical en el coro. Tiemplan
laúdes, salterios, violines, violóncellos y bajos, y runfla el órgano
dándoles la tonalidad.
—Los cantores también se preparan para la brega; cómo limpian la tubería; y sino, fíjate cómo tose el tenorino maese Pedro
Espinel.
—Y el presbiterio está verdaderamente deslumbrador'. Eso es
un bosque de mitras. Relucen los aceros, y los corazones están todos sumisos ante la Madre de Dios.
—Veremos cuanto tiempo les dura la devoción a los pícaros feudales.
—Es gente incorregible.
—Ya sale la misa. Rodillas por tierra. Y a callar tocan, que estamos en la casa de Dios, y empieza el tremendo sacrificio.
—Hombre, yo no puedo callar; aunque sea por lo bajo, déjame
hacer algún comentario.
— Qué quieres decirme?
— Que los músicos, gente de poco más o menos, me están pareciendo ángeles. ¡Esto es divino!
—Y en el altar echa clerecía.
—Para tanto señor taato honor. ¿Te parece cosa baladí, que la
misma Santa María se haya venido a Barcelona, para que se funde
Ja Orden de los cautivos?
—Pero calla, hombre, que sube el púlpito el canónigo D. Raimundo de Pennafort. A ese también se le apareció la Reina de los
cielos. Nos dirá algo de su casi infinita belleza.
—¡Oh, Dios 'mío; yo, áspero hombre de mar, estoy emocionado
como una dama.
—Los momentos no son para menos; pero escucha, escucha...
III
Majestad:
Reverendísimos Prelados:
Ilustrísimo Cabildo:
Reverendos Sacerdotes: Nobles Caballeros que os
vais a abrazar con la Cruz de Cristo:
Hermanos todos en Nuestro Señor Jesucristo:
La emoción me embarga en estos momentos solemnes.
» Quisiera ocultar las altísimas', mercedes de que me ha hecho objeto la Madre de Dios; peraesxfahmtad suya que hable.
Dios que suele escojer a los grandes santos para hacerles: sus
grandes revelaciones, en esta ocasión ha escogido a un pecador
para hacerle objeto de sus confidencias.
Hermanos míos: hace diez días, cuando la ciudad reposaba tranquila a las altas horas de la noche, recibí en mi aposento la visita
de la Reina de los cielos. He visto su roätro sublimeinente hermoso; he visto irradiar de sus ojös sublimes resplandores de bondad,
he visto dibujarse en sus labios divinas sonrisas, he oído salir de
su boca palabras dulcísimas de consuelo para los desgraciados, para
los que sufren.
Pero no fueron mis virtudes las que atrajer9n sobre la tierra ese
divino rocío del cielo. La ardentísima caridad de ese noble francés
que ahí veis entre todos los prelados y nobles„-del país, es la que
ha hecho el milagro.
Mi suerte está en ser su indigno confesor. Se ha dedicado desde
que vino a nuestra patria a la práctica de la caridad en su,, expresión más sublime: La de dar su vida por sus amigos, los hijos de la
Cruz. Varias veces fué al Africa a redimir cautivos, en lo que agotó su pingüe. •patrimonio,;, pero ahora la misma Virgen santísima
viene en su ayuda. Hace diez días se le apareció la Celestial Señora, mandándole que funde una Religión, que se dedilue a la redención de los cautivos cristianos en tierras de infieles, aun sacrificando, la libertad de los que profesen en ella, para rescatar a los que
peligren en la fe. Y para que no se viese desprovisto deluma no
apoyo; se le apareció al mismo tiempo a ese gran Rey; grande, nó
por sus años tempranos, sino por sus precoces virtudes. El también
ha visto la sublime belleza de la más bella de las criaturas. No le
faltará al caballero Pedro Nolasco el apoyo para la nueva religión
de la espada y poder de un poderoso rey, ni el apoyo de la Iglesia,
pues la Madre Santísima me escogió a mí como testigo de .su yoJuntad, delante del gran obispo de Roma y de todos los príncipes
de la Iglesia, y prelados de todo el mundo.
Cesen ya los llantos y la desesperación en los corazones desolados por cruelísimas ausencias de seres queridos, arrebatados de
sus hogares en momentos.dulces de íntima felicidad. Cese ya la
d esesperación en los que gimen en las mazmorras del Musulmán;
cesen los titubeos de los que están zozobi-anndo entre el purísimo cielo que nos ofrece Jesús resucitad:), después de muerto por
_
6
•
— 1 7 --
nuestro amo r, y el cielo de placeres degradantes, que ofrece Mahoma a sus secuaces. He ahí a doce caballeros de la primera nobleza del país, que desde el primer día siguen a Nolasco en su ardua
empresa de eva ngelizar la paz y el bien en aquellos tristes lugares
en donde solo ha penetrado el horror. Pero no será la empresa ärdua para ellos, pu es la que es casi omnipotente, será su guía ¡su
Madre! ¡¡Sublime Madre!!
Termino ya, porque la emoción no me permite continuar, y por
no retrasar un punto la felicidad de vestir la blanca librea cuyo
modelo la misma Virgen María trajo del cielo para sus soldados, a
Pedro Nolasco y a los nobles, que van a ser sus hijos.
Majestad: T u y yo somos testigos de que esta es obra del cielo. Como tal recibidla, Prelados, nobles, feudales, Cabildo, Pueblo.
1V
—Labios divinos los del canónigo de Pennafort.
—Habla iluminado por celestial luz.
—Es mozo y ya es santo.
—Pero también el asunto de su sermón es de lo más grandioso
que ha visto Barcelona.
—Ya no habrá cautivos, ni desterrados que llorar, ni hogares
destrozados, en donie los que quedan vivan gimiendo.
—Pero, mira, que empieza la ceremonia. El obispo Berenguer
bendice los hábitos blancos para los nuevos soldados de Cristo.
—Se arrodilla el mancebo francés ante el altar.
—¡Calla; es emocionante! Ya está vestido de blanco. Desde
hoy será como un mensajero de paz.
--El fundador habla. ¿Qué dice?
— ¡Silencio!...
—Asombroso, hermano; ha jurado a Dios guardar pobreza, obediencia, castidad y quedarse en rehenes por los cautivos cristianos
que titubee.' en la fe.
—¡Heroísmo sublime!
—Se lo ha mandado así la misma Reina de los Cielos.
— Qué hace el rey?
—Fíjate: le cifre la espada de caballero y le dá las barras del
escudo Real para un cuartel del escudo de la nueva religión de los
cautivos.
—Y el obispo completa la obra dándole la Cruz de la catedral
de Barcelona.
— 18 —
—No falta nada al nuevo Macabeo: ni Dios, ni los hombres.
—Pero sigue la interesante ceremonia. El fundador dä el hábito a los otros caballeros y recibe su profesión.
—Ya están echados los cimientos del grandioso edificio que a
mi juicio ha de desafiar el rigor de los siglos.
—¡Viva! ¡Viva! ¡Viva!
—¡Calla, rapaz!
—¡Que no callo, hermana!
—Quiere decir que te vas a ganar un coscorrón. Un vástago
de la familia de los Amenos escandalizando en la catedral: ¡Qué
vergüenza!
—Pues pega cuanto quieras, pero yo no callo: ¡Viva la Virgen
Santa María! ¡Viva Pedro Nolasco! ¡Viva la Orden de los Cautivos!—Ves, hermana, cómo se entusiasma la multitud y responde
como si tuviese una sola garganta? ¡Esto es magnífico! Mañana
mismo yo me voy a Pedro Nolasco a pedirle el hábito de Caballero
de la Orden de la Merced.
—Tan jovencito?
—iYa tengo catorce arios!
—Pedrito mío ¿vas a dejar la casa de los Amerios desolada, y
a tu hermanita sola?
--Os dejo mañana mismo, pero no es por los hombres, es por
Dios y por su Madre.
Y, en efecto, a los pocos días también Pedro Ameno tomaba el
hábito de caballero de manos de Pedro Nolasco, llegando a ser una
de las primeras figuras de la Orden Mercedaria, pues él compiló
las primeras constituciones y rigió sus destinos en el supremo
puesto de Maestre general durante treinta y un años.
Fr. Serapio González Gallego
— 19 —
— -
.t*
„occ,c00000000000000•00000C0000000000000 000000000 0 00000000300000000000000,0000000004000006 0,00
0
oo
O
41!
J*
,A,o6o 00000 0 00 Goomboaloo.....000000 00OCKyp0000emooectoo
Gozos a Nuestra Santísima Madre, por D. José p0000 0 000 00 o 000000 0 00.000
GOZOS
•ce
O
O
..: z .
A LA SANTISIPIA VIRGEN DE LA /v1ERCED
•-__ -1.`•
I'l
...,,,.... e,
000°
—b
17
ESTRIBILLO
l
1
ir
$ 11
III:
iii
III
'
i
Reina de la gracia hermosa,
Pura y bella Redentora,
Eres clarísima aurora,
Fresca y perfumada rosa;
Y cual Madre cariñosa
Imán de nuestros amores,
Ruega, etc.
Eres el lirio precioso
Que, libre de toda espina,
Robaste, Ester divina,
El cariño del Esposo;
Y con tu rostro gracioso
Templas todos sus rigores,
Ruega, etc.
1
lir.
r.:.
1
AL
.
„,,n
„,
.,,,
O
-4;
_ . e..2_,....
IIIIII
:
h n''
I
l
liii
II
ta
14
,
%f
fió i
$
JF
r
a ME'
11
z
4r.
Li
;le
d
3
i.
Ii
ii
ct
1111
9
Dulce Madre de Mercedes,
Graciosa Virgen María,
Causa de nuestra alegría
Si pía al Rey intercedes;
Pues con El todo lo puedes,
Nos alcanzarás favores,
Ruega, etc.
fi
-a
4r
Ar
gu
it
16
1111
It
Bajo tu cándido manto
Abríganos con amor,
Templando nuestro temor,
Nuestras penas y quebranto;
Muévate ya el tierno llanto
De quien llora sus errores.
4t1
,
[r
g
:D2
o
o
o
o
,C)
o
0
— —
2
oe
o
•4
' '417',.
st..,
.-i-i ,
i
,--,1
Lie
9
fi
‘ 1
10
0
H1
.
li i ,,, ,. ,1 gi .
lrinilrg1_e11 ilo i1 1., .3.g.
i ,„ il Ni.
LETRILLAS
"
J
IliMrli , 1 I
. .
,,,I par
,, l
II 4111111
ii
II
141,
„
I
Pues a los Sat:tos excedes
En el conceder favores,
Ruega, Madre de Mercedes,
Por nosotros pecadores.
•
ä>
oo
2
A LA
OOOo•eoQooG000uoQoQooQoQaooa0000000
o
ð
M . A!bac ete.
0 00o
00000,3 00000000000000000000000000orp oo0oo0000000000, 0000000000000000000000:.,000,,000000°-”'
—21 —
o
oo@p000teee000oem000000000000004D0000000000000000(90.
sanción de
e
o
iTiaria
wo,
000pe)(D0000000e)(D0003oopei)O000000tp@p00000009(D00000009C)o
o
Dejad al alma enamorada cantar las excelencias de María en su
Asunción gloriosa. Este día es más claro que los otros días, y granclemente festivo para todos los ejércitos angélicos y lleno de inefables consuelos para toda la congregación de los santos, pues colmó
de inenarrable gozo las moradas celestiales. María durmió dulcemente el sueño de los bienaventurados y fué glorificada en euerpo
y alma.
Digamos al Melifluo: lbase acercando ya la muerte con paso
humilde y med.-oso a aquel sagrado tálamo en que estaba la urna
dorada del maná divino, para cumplir, llena de mansedumbre, en la
Virgen su forzoso ministerio como en heredera de Adán, no en la
culpa, sino en la Naturaleza, y llega con armas nuevas y jurisdición
limitada, vistiéndose de suavidad, despojada del furor antigua, pues
no hallaba en Ella señal alguna de pecado, por cuya causa vino la
muerte al mundo.
Se vist;ó, pues, de dulzura y amor, y el amor fué el que con su
inefable vehemencia debilitó las fuerzas de aquel cuerpo sacratísimo
y se revolvió en puras y encendidas llamas, como fénix divino, para
renacer en el cielo y vivir allí del amor consubstancial para siempre. (3)
Y esta muerte tranquila, o sueño regaladísimo no es contrario'
a la buena filosofía porque, en decir del Angélico, puede la fuerza
del amor y alguna contemplación muy intensa debilitar de tal modo;
las fuerzas del cuerpo que, sin dolor ni enfermedad, cause la
muerte. ,(2)
Y corno este modo de morir sea más excelente y en cierta manera debido a la pureza e inocencia de la Virgen, y a los dolores
(3) Sctns. Bernardus, Sermo. I de Assumptione.
(2) Seto'. Thomas. De Veiutale, guast. 26, art. 10.
—
22 —
mortales que en la muerte de su hijo Jesús había padecido, es de
creer que levantada a una contemplación intensísima d.2 la hermosura y bellezaa incomparable de su amado Hijo, que fué tal la fuerza del deseo amoroso que la llevaba hacia El, que rompiendo el
alma las ataduras del cuerpo fué siguiendo su glorioso objeto, pasando del destierro a la patria celestial, rodeada de nimbos de gloria de radiantes destellos de hermosísima luz, exhalando feagancias
suavísimas de aromático incienso y delicias perfumadas de olorosos
nardos, y apoyada en su Amado como canta la Iglesia en la solemnidad de este día consagrado a celebrar la muerte de María y a conmemorar su traslación en cuerpo y alma al cielo que es lo que propiamente significa Asunción.
Como notas eruditas podemos apuntar lo que se infiere de documentos de antigüedad tan veneranda como una carta escrita hacia
los tiempos de los concilios de Efeso y de Calcedonia, de la que se
infiere que la Iglesia honraba desde tiempo inmemorial la muerte
de María con los nombres de Sueño, Reposo, Tránsito, (4) y con
el nombre de Asunción se denomina en los Sacramentales de los
Papas San Gelasio y San Gregorio, en una Epístola atribuida a San
Gerónimo o Seponio su amigo en la que se apoya Himaro de
Reims, Odilon Abad de Cluni, Ivo de Carnota, Hugo de San Victor
y Durando de Mimatea; (5) los Martirologios del Venerable Beda, de
Usuardo y Notkon Abad de San Galo, (6) el Misal Gótilo y San
Ildefonso Arzobispo deToledo (7) denominaciones que dan a entender que se creía en la resurrección y glorificación del cuerpo
de la Virgen María.
El historiador Eutymio trae la respuesta que Juvenal, Patriarca
de Jerusalem envió a los Emperadores Marciano y Pulquerio que
(4) Sus le Trespas de la Saint Vierge, de Tillemont not. XV. Imprimióse esta obra en la
Biblia que llaman de Vence.
(5) Hinemarus apud. Flocloardum Lib. III Hiator. Remensis caps. 5 y 23. Odilo in Sermone de Asurnptione.
Ivo. P. 4 Decret. cap. 152.
Hugo a Seto. Victore Lih. III De Erud. Theol. cap. 125.
Durand. Milmat. Lib. VII de Divin. Offic. cap. 34.
(6) De Louis Sanctis cap. VI, atribuido al venerab:e Beda. Martirologium Usuard. ad
diem 18 Septembris. La Iglesia de París en e: arto 1540 hizo suyo esie Martirologio de que ya
hacía mucho tiempo usaba la Santa Iglesia de Roma. Adan de Viena en su Libello de Festieitatibus opina como Usuardo.
(7) Sermo. VI de Asumptiane. Setos. Ildephonsus Ar.:hps. Tolet.
—gq
— 23 —
e
des e aba saber en donde estaba enterrado el cuerpo de
la Virgen.
tH
Veamos cómo refleja el cronista griego el sentimiento del pueblo
cristiano: En la Escritura divina ro se halla nada escrito de la muerte de la Virgen María, Madre de Dios; pero sabernos por muy antigua y muy verdadera tradición que al tiempo de su glorioso tránsito, todos los apóstoles que andaban repartidos por el mundo para
salvación de las almas, fueron en brevísimo tiempo traídos por el
aire a Jerusalen, donde estaba la Virgen y asistieron a su cabecera
hasta que entregó su benditísima alma en manos de su Hijo. Después de niuerta, llevaron el sagrado cuerpo, que había sido morada de Dios, a un jardín llamado Gethsemaní acompañado de Angegeles y Apóstoles que alternaban cantando himnos. En este lugar
fué depositado, y por tres días, lastimado de no haber recibido en
la despedida de la Virgen la bendición, ni venerado su cuerpo, instaba que se abriese el sepulcro para venerarle, por cuyos ruegos le
abrieron; pero no hallaron el sagrado cuerpo, sino tan solo las
blancas vestiduras con que iba cubierto, esparciendo balsámicas
fragancias. Volvieron a cerrar el sepulcro grandemente admirados
del misterio: y solo pudieron pensar que aquel a quien plugo hacerse hombre y tomar de aquel sagrado cuerpo de Maria la substancia corporal, dejando en su concepción y nacimiento mis ilustrada la virginidad de la Madre, plugo también de honrar después
de su muerte aquel cuerpo purísimo con traslación de gloria antes
de la resurreeción universal de los demás muertos. (8) Dc idéntica
manera se expresan Nicéforo Calisto en su Historia Eclesiástica y
San Juan Damasceno en un precioso sermón sobre la Madre de
Dios que es el que trae el Breviario Romano en el segundo nocturno de la Festividad de la Asunción . Hasta ahora no ha sido declarado el dogma de fe, pero es una verdad tan cierta que cn decir
del Eximio, ninguna persona piadosa puede dudarla o negarla sin
temeridad. (9)
Así en la gloria b ienaventurada como en la excelencia de las virtudes la ,
Virgen María excede a los Angeles y a los hombres, por
eso la Iglesia canta en el Oficio del quince de Agosto: La Santa
(8) Niceph. Calleotus in
Hist. Eccles.
Lib. II, caps. 21, 22 y 23. De obctu, resurrectione
et A ssumptione corp o rea
Dei Genitricis.
(9) Franciscus Suarez.
De Verbo Incarnato. Disput. 21.
—
Madre de Dios fué ensalzada en las celestes mansiones sobre todo
los Coros angélicos. Es antiquísima y constante la traclicióh uniforme con que las Iglesias Oriental y Occidental, así docente corno
oyente, cree en la Asunción corpórea de la Virgen María. Esta verdad, como arriba queda apuntado, no puede demostrarse por la Sagrada Escritura, ni por los testimonios explícitos de los antiguos
Padres de la Iglesia, por lo menos hasta el siglo V y adviértase que
tratamos de la glorificación corpórea de la que ya se habla algo en
las obras del Falso Dionisio. En los siglos siguientes hácese general esta doctrina y pía tradición en entrambas liturgias griega y latina y desde entonces hasta los tiempos que corremos echó tan
hondas raíces que no hay quien se atreva a contradecirlo sin nota
de escándalo. Cerca de doscientas obispos pidieron al concilio Vaticano la declaración dogmática del misterio de la Asunción, y si
aun no ha sido, es porque no se ha estimado oportuno, que argumentos para considerarla verdad revelada no faltan. Entre mil, valgan
los siguientes: El primero sea el de San Epifanio: El sagrado cuerpo
de María por el cual vino la luz al mundo, fué colmado de toda felicidad. (10) San Agustín decía: Temo decir, porque no puedo admitir que aquel sacratísimo cuerpo en el cual Cristo tomó carne,
haya sido pasto de gusanos. (11) San Andrés de. Creta afirma que:
así como la Madre de Dios por singular privilegio fué preservada
de la corrupción del mundo por su pureza virginal, de igual modo quedó inmune de la corrupción del sepulcro. (12) San Gregorio
Magno en los Sacramentados en la Oración de la solemnidad de la
Asunción declaraba que: María no podia ser estrechada por los lazos de la muerte, (13) y San Gregorio Turonense discurría así:
El Señor mandó que el cuerpo santo de la Virgen fuera trasportado
en una nube al paraíso, donde reunido con el alma goza en compañía de los elegidos los bienes que jamás han de acabar (14). En los
siglos medioevales bastará citar a San Anselmo que hablando con
la Virgen dice a este propósito: Al mismo cielo que penetraste, o
(10) Sctus. Epiph. Heeres. 78. n. 24.
(11) 9:tus. August. Tractatus de Assumptione cap. 5 et 6.
(12) Andreas Cret. Hornilla X. pág. 131.
(13) Gregorius Magnas de Sacramentor. in Oratione Fe3ti.
(14) Gregorius Tusonensís Lib. de De Gloria Coufess u-. Cap. 99 y De Misaculis Lib. II
cap. 4.
— 24 —
— 25 —
poo0000000000000000000000p00000000000p00000000000000000g000000000000lbuoococ00000000.000
Virgen bienaventurada, y a 'todas las cosas que en él se encierran
hermoseaste con una nueva e inefable gloria, engrandeciendo su
primera hermosura con tu bellísima presencia. (15) El Doetor Querúbico, San Pedro Pascual, se expresaba así en la Impugnación:...
cuando ya la Virgen preciosa era subida a los cielos con ,aquella
onra e que a él convenía e plogo a su bendito Hijo; y en las Historias Religiosas abarca luminosamente los términos de este consolador misterio y dice de este modo: De ninguna manera debia morir
antes que Jesucristo, María, tanto porque siendo la más santa de las
criaturas, no convenía que fuese al lugar de los pecados, esto es, al
limbo, a donde necesariamente había de ir, si muriera antes que las
puertas del Paraíso se abrieran por la muerte del Redentor, cuanto
porque después de la muerte de su divino Hijo, durante los años
que había de vivir sobre la tierra, había de ser Capitana de los
Apóstoles y cifrase en Ella todas las miradas de la fe cristiana (16)
A alguno se le ocurrirá preguntarnos desde cuando empezó a
conmemorarse este misterio de la Asunción. No podemos señalar
exactamente el tiempo en que principió la Iglesia a celebrar esta
festividad: Razones poderosas nos hacen conjeturar que en este sublime culto a la Madre de Dios se anticiparon los griegos a los latinos. Dz... San Cirilo se conserva un sermón predicado en Eieso en
el templo de la Virgen. El ' Cardenal Basonio cree que fué esto en
23 de Junio del año 431 y esta es la memoria mis antigua que
queda de sus fiestas, aunque el día nadie lo ha señalado hasta. ahora: Algunos pretenden que cl celebrarse el iía 15 de Agosto tuvo
principio en el imperio de Justiniano y otros en el de Manricio a
a fines del siglo VI y dicen que este piadoso Príncipe estableció en
su Imperio esta fiesta con el nombre de Sueño. (.16) En Roma por
los años 668 gobernando la Iglesia el Papa Sergio celebrábase entre la Natividad y la Purificación. Los Calendarios romanos de los
siglos VIII y IX, publicados por Fronto y Leon Allari la fijan en
Agosto. En Francia se conmenio,-6 algún tiempo el día 18 de Enero; y 13s maronitas de Siria y los coptos de Egipto y otros orientales solemnizaron por mucho tiempo a 1 . 5 de Enero la fiesta del
Tránsito de María. Cuando Carlo Magno redujo la antigua liturgia
D. José M. Albacete
nuestro distinguido colaborador y amigo, Capellán de la Armada e
inspirado compositor, que con tanto acierto dirigió la parte musical
en las fiestas centenarias el pasado año.
(15) Sctus. Super Magnificat. T. IV.
(16) San Pedro Pascual, 0. D. M. Cantemplació del Dimures Sant, núm. 18.
—
26 —
000.ceocoG000ceocloo 00000000oo0c0o00o000000000000000000.0.000e000000000Goo00a00.0000000
emomeateasesaa anaasemaimem•••••emestems•aa•gememeatmameamese
40•••••••••••anammirsamssaale••••••••••••••••••••••ai•mameme•• z=n•milt7.1
n*
••e
2322022111313212••
Des p edida a Ntra. Sra. de la
Merced.
Letra y música del
D. José M.
m aestro
Albacete.
a
e.
•e
.447•:,,4S"
•
Nommism. Murta 2211
01111111111111
•
1.•• wom•
i.41.11 fie talhOf ble ›riA k. F.
•
hm Mekira
•
u
•
•
•
I;
1.8
mememe. mimmumgemiet
• em•
'44:1411.
zue te. oix
=Km
_I 4_, a
. L1 INRI Nao. r
i_e_.„•& VIL 111~
e
•••
mrrire2VTIUMMMO m'
Ltrvi•Kt//
no
em
e
•
e
e~a,„:19.11=
-..~.reßt:
-miar
aem•mpmulnI.M1
_
M
.
,
'
n••••
,.11 718ffl'"2:1 , a
„„)...L....
jan
imMI'm #111
n
"194112=iMPC
MIIIIIIMINIOMAI
11111111111•~1
41.44-ticu.cb...,
4 4 .
--
11: Mt
San -,..,=kier.zurzalra..-a-...M="''n
IIIIMIM .."1.1111
AMI .1111/11111
P
11.1111111nMIMI
1111.1111111811N
...
.......m.
la womane..-W-gra1111111,1111111
1.."1311M
III
MI "Ve -1.7
Mala» IMOM
.7•11111i
IM.".i.
MIIM11111"11 111...
e
•
e
e
a ,Ke;;;-- _
e
.2 ;u':
nmädia
a
e
o
e
e
e
•
e
•
"tz
'
%brema
e
11•42112121
o
o
11111111
kiMall"
•ffliL•21111•n 31"11Mt...
13111
1
••• Ni
l'hee
-
-...2••••••••
-'fflmam="1
er
.- "lb
aler
i"
-
o
o
o
u
o
•
nan
mi
Me«
Me.M.Zil
Illih.
..,
rrir
i. jr
l. _,
41
IM=.1111Wr9:12V
IMM::: rlehillrei e
, ""Zekb7C.=.~12...~itrum
e
4111111n111111..1.0%
11
.n
Me
111111111...1
sta:vt 411) %lb:L(5').
_,I1CMIL9Cm-1
.ffl
1.31n
C
- PP.
ume91.1.11eAti-
•
a
o
O
IN In
'''''''-'"'"="`"••""'"'"
1111111~1111111
"gema!
~11
/I
MIEL
fuel.
•
linill
mmil
11.1M•MIIIIII IIMIII.MNIZI
MIIIIIIIIMI
.
Vii. I 111.1111.1 n11111411.11.11M
Mal 11111111n111111MINC
r
o
•
•
0
II,
MI -•"
,,
.
Milmi mmillINIIMIn
.
Slten,0-3 .
1.
.
- 1111111,
Mil
MIII
=131. •
iONNIII
ak-ieb - - 0,..- t-Z.,..› - . .. 2
a..84,0-
( MILTIMIZ
ITAILI M‘BrAW _
11141.74111.9111.1.81•1 ame mi
I« 'mea •rim
.
WIIIII
•IIMIAMIIII•
-'
`...11...
• 211111.1111Mla
,..
11•111.11.101/en
1111.~111.11111111111,!..MIO
81~11~1n1•1.M.2.21121
1
J.,
&_84.4e-b
4,
.7„,r..
••••••••
".. mor.
...-,..4
ne.
13 .
awametai
wri mi=1:nn•116.11,11
111111111111areP
Viwww2111
MI
. .
4
Kuuttcturlitalme-eme-
,
kettl.fti)lk- Vbir.f,
u
e
a
Iii, 41.111=1
r119IMIt 111" lila, 441.11111118~~ ..11•11•118 •Iffflr••1311•111111•111.11M41
111M11111.111r.~11.11~11.•1• n11113 IMMellbeMe..-11111•11111~
I f
V c t, n'
1111~111.3111111111r
1.11n1111.1111111111111•111~
U
MI
421r
Mg°
eririalekr=
1•1`.
e'' .....1101
112rararnalnri
11
11111111.11111411111
isi
e'llffl
rii.
iffle
111711~11-13111P111111111111111•
1L
M111111131n1•211111111 1•1111111111171Zr.1111•11IMMIIn11H1111•913122fflffli1111111
4.ao 11-4,1MPIIIM 1~11,11 11M w-,11.11 41111 111111,211111"111 Alma
1/14M411 11-11141.1114 IR,1111 IIMIE
o
11111nEn
eant4ht
er ‘h-
" 11241IM
1Irjaifflagarrek:
a
u
o
u
•
e
U
ii
iiiMafflgigm
,••1
1:22OM
==g
J.- h-i>e---kaataiLdifitentabirlitia
Fnel
•_A, " - -----....
tT----'e
I. lb.
1.1111n11n
.III4
N11~11411.1 Mal.
I --Me
Ila n11•112•1 nn1181~8~8111121
MillieM124•11.» 11. W-11101111-11111
-E= 112•211•MIL
IIIIINVIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
a, b.4.,,,
•
extifitewt9n----a..)4a.d.tictrynaüttilwa_.
ap, 11.
••n•m.-mr•
a
1W.
•
ammrar• ibeä *a
4
4.111W .M.11.111~1~11.1.11111111
118.111.11.1811•111M/11111.1111111111•14 -4 2.11L, ,4
41r.
n
wflammum mummamis
M111r41111.11141i14110 .11MIL IIMB
Mame
Mol
11~.11.111_1111,1~1111•1.."4,7111111
munwl1111113 IPCMIMMIIIIII. P.~ r",.
MIIIIMI411111.11111.411 n111111.
~III n,...mllr1111111112114.,11.110111111111
1•1121.111111
11111111
111114.•
WroilerM••••
MIIIIIIIMNINII sana nopmfmum.
111M/M IMIMIll WHIMIll i 41MINIMINM
NI
4n11
~a.m."
11212winiremily
Mar
Mil
"1,,
eimmon
minw.411r....
1 IIMNIIIMM114111...M..V. 4.
muormuasamm___ a.. a fimo mamo me mummil dru min.
MI 1U11111111~11114JIIIMIL, MOMO
, ~In. • 11~1
mi
MIMO 1.11111111~
•
4.
ME im MAR
n~1141/M NI
IIIIIMIA_Bna.
,
111
1111 4VPder:
•
=
==
al.
•
,i.trz ett fi«,
47)1'41- 61tIltterdekeSi436.S0a14••11.kb
.
...
BRIN
111.11111M111A"11111111911111111111111111~ _ MI.... emum......11n1
I,
ea.
AMI.
1117 ,I.1
•
•
•
•
ZamisiM
II
e
a
•11.131•1,
1.'•11
4,11111=
- ip.i...'affl
I II 11.ded11~11111
IMINIMMIIII
errur...
reta
e
.
-
.1
flAL .
Ole MIIIIIIII&IIIMI~L
milis
u
01•1•
ii.2633...=
n1111131111M
.11.111111
121111 ~1 ,....1"
,.....er r...e.:-.,
16 r=4..7.4 -~7.•
u
o
O
o
'111.41111111,
111111~1..
11111.11111/M
•I•oL.-••••••
arte-
o
•
erom
-e-
•
14,
2
eacwwwwenewawrawanalweremawaerwarnewrwawamanerrea~ummomemomemernmem-,
28-
emonnonannonailentelfeel.13011113•Bininienalaanalailli ..... 111111111•2••••••••••••••••••
-29 -
•
visigótica al rito romano, algunas iglesias de Francia trasladaron la
fiesta de la Asunción al 15 de Agosto, como ya se hacía en Roma y
en casi todo el Occidente (17). Vetustísimos Martirologios traían a
23
de Septiembre la Segunda Asunción, para celebrar su resurrección
y coronación en los cielos, según la opinión propagada en Occidente por Santa Isabel de Sochonang, religiosa alemana de la diócesis
de Tréveris que afirmaba que la Virgen María había resucitado
cua,- renta días después de su muerte, opinión rechazada por
Beleth decano de la Facultad de Teología de París, que alcanzó los tiempos
de la cenobita teutona, y por San Antonio de
Florencia, que procuró excusar a Santa Isabel de Hungría confundiéndola con la autora
de aquellas visiones, en lo cual parece seguirle el Cardenal Baronio equivocado con lo que el citado Beleth
dice, a saber: . que esta
Isabel vivía en los confines de Sajonia. (18) En la Orden de la
Merced celebróse desde tiempo inmemorial la Asunción de le Virgen el quince de Agosto, como consta del Breviario propio y Misal
antiguo, impuestos por San Raimundo Albcrt, VIII Maestro General; y a pr:ncipios del siglo XV empieza a figurar la Asunción de
María como Patrona de la Provincia de Castilla.
A. S. B.
s
_
(1»)
A. Lama, La Resurrezione e corpórea assunzione della
Madre de Díc., Roma 1880.
Renandin, D. S. B. Definition dogmatique de la Assumpthion
de la Tres Saint Vierge, Auves, 1909.
(17) In Martirolog. Loc. cit.
(18) Beleth. De Div. Offic. cap. 146.
Sctus. Antonin. p. III.
Basonio. Anuales 43, n. 12.
—
30 —
coa() 9(;) o oo o o oC)
31)
fri
oo o o o0 O
O @ O .. 0.. 00 O O .. ...O
ee
eo
ite,„ 1.4
U
`doD
000 0000000000.0.0.00e00.0.0.0
900.00.000000.0000e0000
I
Los que han alcanzado un gran conocimiento de Dios, ¿pueden
estar seguros de que no le abandonarán ofendiéndole de nuevo? Parece que así debía ser, pero, es tan grande la debilidad que en nuestra voluntad dejó el pecado original, que poco puede fiarse de ella,
por más ilustrado que esté el entendimiento. Triste es reconocerlo,
pero sin la gracia que fortifica la voluntad puede siempre sucederle al hombre lo que de sí mismo decía un poeta latino: Veo lo mejor y lo apruebo, pero sigo lo peor. Por eso Santa Teresa advierte
aun a los que han llegado a la mayor perfección en las Moradas
séptimas del Castillo Superior, que no se fíen de sí mismos, que
huyan de las ocasiones de pecar y vivan siempre pendientes de las
manos de Dios con saludable temor.
¿Por qué quiere el Señor que sintamos tanto nuestra debilidad?
Porque así estamos más lejos de confiar en nosotros mismos y nos
acercamos más a El.
•
Y ¿por qué ese deseo de que estemos siempre con El? No es
por egoísmo, como neciamente han dicho algunos racionalistas, sino
porque nuestra dicha y felicidad es el mismo Dios y cuanto más nos
unamos a El más perfectos seremos. Todo cuanto el Señor pudiese
darnos, alejándonos de El, nos produciría el mismo efecto que en
el hijo pródigo la herencia que en mal hora le entregó su padre.
Por eso nos dice el mismo Señor que es necesario orar siempre
y nunca desfallecer. La oración es a la vez remedio de nuestros
males y medio efícacísimo de unión con Dios, y en su unión consiste nuestro adelantamiento en la virtud.
¿Hay alguna manera fácil de adquirir el trato íntimo con Dios?
Muchos son los medios que para ello nos indican los santos, y el
Primero puede ser el siguiente: acostumbrarnos a ver Dios presente en nosotros, pues realmente lo está, y tratar con El todas nuestras cosas; si hacemos algo a que estamos obligados, ofrecérselo
complaciéndonos en hacer su voluntad; si sentimos dificultad en
cumplir nuestras obligaciones, pidámosle nos dé fuerza; si nos sentimos inclinados al mal, supliquémosle nos tenga de su mano y no
Permita que nos separemos de El; si tenernos dudas sobre la con
_ _ _
— 31 —
ducta que hemos de observar, consultémonos con El y pidámosle
nos guíe; si nos sentimos llamados a predicar alguna obra buena
ofrezcámonos a obedecerle, y si nuestra voluntad retrocede, pidámosle nos esfuerce.
Y eso ¿cómo se llama entre los místicos? Ejercicio de la presencia de Dios, aunque hay muchas maneras de practicarlo.
¿Podéis indicar alguna otra, además de la dicha? Para los que
no se han acostumbrado aún a ver a Dios dentro de su alma, resulta
muy eficaz el dirigir eI pensamiento o la mirada hacia el santísimo
Sacramento o hacia alguna imagen devota, y aun para los más adelantados es a veces necesario este recurso, pues el recogimiento
interior no siempre está en nuestra mano, y padece grandes alteraciones eh. las dificultades que pueden presentarse.
Pero, e si uno se pasa horas sin acordarse de Dios? Será porque no ha tratado seriamente de vida espiritual, sino que se ha dejado arrastrar por la corriente de las cosas exteriores. Pensando en
Dios siempre que se recuerde, y arrepintiéndose de haberle olvidado tanto tiempo, su idea se hará pronto familiar a y el mismo Señor que habita en su alma por la gracia santificante, lo excitará a
actos de amor que son indispensables para el adelantamiento.
Y el que apesar de todo no logra sentir la presencia de Dios,
¿qué puede hacer para compensar su falta? Debe pensar con humildad que está aún muy lejos del amor de Dios, pues cuando mirarnos
cualquier cosa de la tierra, pensamos en ella con gusto largas horas y su imagen acude con frecuencia a nuest ..-a imaginación. Si
con la idea de Dios nuestro Sumo Bien no nos sucede eso, es claro
indicio de que amamos aún, más que a E!, a las cosas vanas y perecederas de esta vida, y nos sucede lb que dice nuestro Señor Jesucristo, lile allí donde está nuestro tesoro está nuestro corazón.
Y des esto muy interesa.h? Eslo tanto, que.sin esta presencia
de Dios, nuestras obras son de escaso mérito, por buenas que parezcan. Se ha dicho ya, y no me cansaré de repetirlo: El valor de
nuestras obras, más que por su ser intrínseco, se mide por la caridad que las anima, o sea por el amor de Dios con que se hacen; y
para conseguir ese amor, lo más eficaz que podemos hacer es ejercitarnos en él, repitiendo cuantas veces nos sea posible con el afecto, y también con los labi.os: por vos Señor hago esto, porque Vos
me lo mandáis, porque esta es la obligación del estado en que Vos
me habéis puesto, porque esta es vuestra santísima voluntad.
Fr. Guillermo Vázquez
— —
e
„spOOD00.
0 .000000000 0000000000000000 O O O o.o O O00000c00000c000neu...00ceo00,0
o
oo
o
(9
1 __xt
pro mesa ctimp rtda
° 00 0000000ec0000 g 000000000000cog
"
000000000.
..000000.°
2o
o
20000c000cc0000000000ac0000000.—
REINA, EN ESPAÑA"
Terminado apenas el mes de Junio, mes de fervores eucarístic os, del Santísimo «Corpus Christi» cuya adorable institución,
c ompendio de las gracias del Deífico Corazón, nos recuerda casi
siempre la Iglesia en este mes; caldeados con los rayos de amor
que partiendo del centro de nuestra península vinieron a converger
en nuestras almas el día 30 de Mayo, se enardece nuestra fe de
c reyentes, y laten de Santü orgullo nuestros corazones de español es, al pensamiento de que en aquella elevada colina en que nuestra patria se consagró al Deifico Corazón, fueron selladas todas las
Promesas y cumplidas todas las esperanzas ofrecidas en aquella
otra montaña, en que se efectuó nuestra redención... Un monte de
O riente.., un cerro de Occidente.., un ciclo de veinte centurias, y
uniendo esta hermosa cadena de eslabones de oro, los corazones
a brasados de amor de dos mujeres... en el primero María Magdalena... en erseguado Margarita María...
...No es posible pensar en el Gólgota ni mirar a la cruz, sin que
se presente a nuestras 'miradas aquella María amante y arrepentida, llorando de amor y de dolor, y después, durante un cuarto de
Siglo, invitándonos. al arrepentimiento desde las soledades de la
P rovenza que perfumaba con el aroma del bálsamo vertido a los
Pies de su Divino Maestro, mientras moría consumida por el dolor
de haberle ofendido: y tampoco es posible levantar la vista al cerro
de los Angeles, y ver 'sobre aquel elevado pedestal al Deifico Cor azón, sin pensar en Margarita María, depositaria de los secretos
de Aquel que con los brazos extendidos, nos está llamando a todos,
desde aquel trono levantado por el amor de una nación creyente;
c orno atrajo a si todas las cosas desde lo alto de una cruz levantada por la Nación Deicida... -María Magdalena la flor del arrepenti miento... Magarita María, la perfumada violeta de Para j e. Monial, la flor del purísimo amor.., y durante un período de tantos sigl os ¡cuantos llamamientos y cuantas gracias y enseñanzas del Di- 33 —
vino Maestro; y cuantas almas atendiendo con fervoroso celo a
esas enseñanzas, y fomentando obras que a ellas conduzcan!...
En 1881 en los márgenes d el Ebro, a los pies de aquel Pilar en
que descansaron los divinos pies de la que en el portalito de Belén
fué la primera camarera del Niño Jesús; por un delicado pensamiento surgió la hermosa Obra de Confraternidad de Camareras
de Jesús S a cramentado; imitadoras de su Divina Madre, que parece haberla inspirado. En uno de los primeros días de este siglo, tan
necesitado de enseñanzas y fervores, 4e1 ilustrado y celoso Arcipreste de Huelva promovió la tan necesaria Obra de las Marías de
los Sagrarios, con tanta razón llamados Calvarios por su estado de
abandono, qua ellas procuran subsanar, llevando a la vez, sus enseñanzas a lugares abandonados, a donde apenas se conoce a Dios;
y por último, esa Obra de la asociación de los jueves eucarísticos,
que parece compendiarlas todas, porque su lema reparación y continuación, es un verdadero apostolado continuación de aquel primero, que en la noche de la última cena—¡noche de tantos misterios de amor! —recibiö de manos de su Señor y Maestro, a la vez
que su cuerpo y su sangre de Hombre Divino, el encargo de transmitirnos a todos esa prenda de fuerza y consuelo durante nuestra
peregrinación.., y promesa de felicidad eterna...
Y es que Dios que en su adorable providencia promueve sus
obras ciando y donde sabe que son necesarias, para contrarrestar
la lucha, no por sorda y silenciosa menos temible, con que el primer rebelde pretende soeavar los cimientos de auestra Santa Religión; eligiendo con su diabólica astucia, los medios más adecuados
para conseguirlo, y teniendo por cooperadores inconseientes las
costumbres de la vida moderna, cada vez más libres, cada día con
más tendencia a hacer vacilar a la mujer en esa modestia, que rodeándola de respetos, la convierten en uno de los más fuertes valladares de la vida cristiana.
Para vencer en esta lucha no bastan ni las fervorosas predicaciones que con celo verdaderamente apostólico nos dirigen con
frecuencia nuestros oradores sagrados; ni las piadosas exhortaciones de los dignísimos presidentes de las asociaciones en las juntas
mensuales. Es preciso Dios... Dios en todo, Dios por todas partes... el Dios de la Eucaristía en los Sagrarios para escuchar nuestras súplicas... Dios con su Real presencia viniendo a nuestros corazones para darnos luz y fuerza... porque todos las necesitamos...
pero sobre todo, señoras, vosotras las que sois madres, y con tan
exquisito cuidado tenéis que preservar a vuestras hijas de los peli grosos atractivos que por todas partes las rodean.
Todas sabéis que podéis y debéis permitirles todos los goces
l egítimos que son alegría de su juventud, sin imponerles austeridades monästcas, ni en su vestir, ni en las diversiones y esparcimientos juveniles.. , pero no ignoráis que tenéis que hacer guerra
sin cuartel, prohibición irreductible, a todo lo que pueda ponerlas
en peligro de perder su inocencia y su candor.., y para esto, ¡cuántos auxilios necesitáis de lo alto, para poder con delicado tacto aunar vuestros ineludibles deberes con el cariño de madres!... Os pedirán vuestras hijas muchas veces, cosas que no podéis ni debéis
c oncederles, y las pedirán con insistencia ignorando en su inocencia que es malo aquel traje, aquella diversión, aquella... película de
cine... y que no será tan mala cuando otras asisten—esas otras ponen muy en peligro la rectitud de las madres que quieren cumplir
sus deberes—sin que muchas veces podáis ni debáis explicarles
hasta que punto es malo lo que desean y les negáis... para sostener
esta lucha que es ocasión de tantos socrificios. ¡Qué esfuerzos hacen falta en un corazón de madre! ¡Y hay que hacerlos! Lo pide El
que os ofrece en cambio -paestra tranquilidad, y la felicidad temporal y eterna de vuestras lilas.
Y por eso el que nunca está corto de medios para nuestro bien,
suscitó estas asociaciones que con la oración, y frecuencia de sacramentos que nos recomiendan, alcanzan las gracias de El que no
dejándose jamás vencer en generosidad, tan expléndidamente paga
los sacrificios que impone.
Y después... en la hora de las sanciones y de las recompensas
¡con qué inefable esperanza nos acercaremos al Supremo Juez, los
que hemos procurado vivir bajo las normas que imponen esas tres
asociaciones, que todas tienen grabado en sus medallas el Santísimo Sacramento de nuestros altares, y uno, la mesa del divino banquete, promesa de felicidad eterna; porque pera los que nos acercamos a él con frecuencia empieza aquí y concluirá... ¡en el Cielo!
—34—
—35---
Elvira Calvo
Cofrade de la Merced.
3 de Julio de 1919.
0
o
(3/2
•
o0 0 0 00 0 000 0 00 0 00 0 0 0 e 0 00 000 0 0 90.0. 000
a IRatná n
l
c
O 0. 0 .. . 00 020 °
o
ooc o wOotoul,000t. 000. 0000000000000000 000000000 000000o 00000e0e000e0000
o
In tina Ío
drA,i
• 0 00.0C*00.....000000o0o000oci0000O@P000000000000000OCHD000
Recuerdo haber leído en mis años mozos una hermosa leyenda
alemana. ¡Quién me diera conservar en mi memoria hasta los menores detalles de su ropaje! Tan sencilla como bella la sencillez y
la belleza son gemelas—hubiera encantado a mis benévolos lectores. Aun pobremente aliñada quiero contarla.
Cercaban los falsos reformadores, secuaces dc Lutero, un pueblecillo que se miraba cu las aguas del Rhin, sin que contra él nada
pudieran ni la inflamada palabra de sus predicadores, ni las amenazas de tales furias. ,Quién ilustra estas inteligencias, que tienen tan
oportunas respuestas a nuestros sofismas, y quién da calor a estos
corazones, que intrepideces oponen a nuestro poder? Cual si un sol
espiritual iluminara los más profundos misterios y calentara los tibios corazones. Una sola jovencilla, taumaturga del amor divino,
infundía calor a los corazones y comunicaba luz a las inteligencias
de sus convecinos. Una jovencilla que a su vez bebía este calor y
esta luz velando con el Solitario del tabernáculo, y recogiendo al
amanecer el maná celestial.
Quememos el templo, destruyamos et tabernáculo, foco y luz,
y la luz y el calor desaparecerán.
Cuando las llamas lamían con sus ígneas lenguas el altar santo,
una visión, blanca como la pureza, atravesó, sin quemarse, aquel
horno, y abrazada con el amado voló a las altas cumbres seguida
de sus convecinos: abandonaron a los buscadores de terrenos bienes sus haciendas, escoria para las almas santas inflamadas en el
amor al Dios caridad. Desde entonces en las serenas noches desde
las poéticas orillas del gran río óyese entonar en lo alto el Santo,
Santo, y vense las crestas de las montañas coronadas de vistosa
procesión de adoradoras, que siguiendo van a la joven luz y calor.
Leyenda? Historia? Nada importa. Bástanos su profundo sentido teológico. Cuando seais llevados ante los hos.tiles tribunales,
dijo Cristo, no os preocupéis de preparar argumentos, Yo, que soy
la sabiduría del Padre, estaré. con vosodos, de tal manera que podáis con verdad decir: vivo yo, mas ya no soy yo el que vivo, o
mejor, ya no vivo mi vida, sino la vida de Cristo, que en mí se
transformó. Sabios con la luz de Dios omnipotentes con su poder,
e
SAN RAMÓN NONNATO
Cardenal y Mártir:Mercedario. 31 de Agosto. Imagen que se venera
en el convento de Berriz (Vizcaya).
0 0000000000000000000000000000000 0 00000000 00000c, 00000000 o000000 000c00000000000, 000
-- —
.E;
generación de cristos por el nuevo maná, nuestra vista oteará con
claridad los insondables abismos del misterio y nuestro brazo sostendrá victorioso el peso de invencibles dificultades.
Un tan profundo pensador, cuan elocuente orador español contemporáneo, discutiendo con un famose impío decía: Yo no sería
católico, si sobre nuestros altales no estuviera el Tabernáculo.
Proudhon afirmaba a su vez: Apagad la lámpara del Santuario, suprimid el Tabernáculo, y antes de tres años verlo que no pasa ni
en la más salvaje isla. ¿Qué sería la Iglesia sin la fuente de agitas
vivas más que un árido desierto?
de la santidad una vistosa procesión de in . umerables esforzados,
que, tocados cón albas túnicas, siguen la luminosa senda que con
su ejemplo ls trazó el tauma,urgo d la Med.
Antonio M. a Castro Prieto
Cofrade de la Merced
00000 000000000OG 0000000 30000400000000000000000t,00000C,0000000000000(3000000000000000000
11
Siempre que ante S. Ramón me postro, y con frecuencia lo
hago por ser 'este Santo genuino representante del espíritu español,
tan e minentemente eucarístico, y médula de una Ordeu amor, uno
de los Santos de mi predilección—al ver su alba figura en las alturas de nuestros altares, mostrándonos al divino sol de las almas,—
mi Memoria me hace presente la leyenda alemana. ¿Quién no lave
convertida en realidad hermosísima?
El más acusado rasgo fisionómico de San Roman es su poder
de comunicación, es decir, el ser vaso que a donde quiera llevaba
la luz y el amor de Dios. El pintor o escultor que por primera vez
nos lo representó contemplando exltíco al Sacramento que en' su
mano porta, conocía bien cual es el origen de la fuerza y de la luz.
Yo no concibo amor a Dios que no se derrita en el Sagrario, yo
no me explico amor caridad para con el prójimo que no torne sus
mieles de las dulzuras del amor divino, yo no comprendo la abnegación hasta la Propia oblación por el hermano si antes no se hace
Cristo; y el único camino que a esa transformación conduce es el
del sagrario. Ese amor oblacióu es tanto más comunicativo, cuanto
con más intensidad se abreva en las fuentes de aguas vivas que fluyen del altar santo; y esto tiene su fundamento en que el bien tiende por esencia a Comunicarse e;y quién más bien que el hombre
transformado en Cristo?
Por su amor a la Eucaristía consiguió San Ramón que en, él
fueran realidad aquellas palabras: Et verbtun caro factum est. .La
palabra de Dios se hizo hombre, y caminó relaMpagueando -de las
mazmorras de Córdoba a las cárceles de Africa, y la gracia de Dios
habitó en el corazón de tanto desgraciado próximo a vender su primogenitnra•por miserables lentejas: y gracias a esta palabra inflamada nada pudieron contra aquel pueblo que moraba cabe las
aguas estancadas de las torpes ilusiones ni las argucias de la media
luna, ni las amenazas del alfanje.
También desde entonces se ve caminar sobre las altas cumbres
— 38 --
Venerable Beatriz de las Roelas
Una de las fundadoras del convento de la Asunción de
donde murió santamente en el siglo XVI.
—39
Sevilla,
n
Xe:)
J5'cri, o r Tricrcedario
Día 1;°-•-Festividad
de las Cadenas de San
Pedro.
71757),
Nacimiento de San
.„
Pedro Nolasco.
Venerable Diego del
Salvador, lego...
Venerable Mariana
li ¿es ci4osío
de Santa Teresa.
- Día 2.—Solernnidad
de la Descensión de la
Virgen María a Barcer—
lona.
San Alfonso María
de Ligarlo, obispo. Cofrade de la nrden.
•
Venerable Ludovico Díaz de Aux, arzobispo.
Venerable Sigiberto de IVpoles, obispo.
•
V enerable Juan d2 la Natividad.
Venerable Fulgencio de Quesada.
Venerable Luís de Ortofin.
ii
Pía 4.--Veneri ble Antonio - Scalla, Provincial de Valeuda.
• Venerable Juan de la Cruz.
Venerables Ignacio Morel y Bernardo de Mage.
Día 5. —Verien-ble Arnaldo Poncio.
Venerable Gonzalo de Laodicea, Obispo.
Venerable Elvira de la Concepción.
• Día 6. —San Guillermo, Comendador de Valencia.
Venerable Guillan de Altavilla.
Dia 7.—Venerable Pedro Urraca.
Día 8.—Venerable Pedro de Luyando.
Venerable Bernarda de la Ascensión.
Dia 9.—Venerable Mariana de Jesús.
Venerable José Valonga-Císternes. •
Día 10.—San Lorenzo, Mártir.
Aniversario de la Fundación de la Orden. Venerable Rodulfo de Bolonia, Patriarca.
Día 11.—Beato Teobaldo y Compañero, Mártires.
Venerable María de Jesús..
Día 12.— v enerable Berengatio de Cassano.
Venerable Mariana de la Encarnación.
Día 13.—Santos Pedro de Santa María y Simón de Lara, Mártires.
-
— 40 —
Venerable Jaime Aubert, Comendador de París.
Día 14.—Beato Guillermo de Parma
Venerable Mariana de la Cruz.
Día 15.—La Asunción de Nuestra Señora.
Beato Juan de Sevilla, Cardenal.
V enerable Hernando de Pazos.
Día 16.-- venerable Fernando de Santa María.
Venerable Juan Negrón, Provincial de Castilla.
Día 17.— Venerable Juan de San Raimundo.
Venerable Pedro de Rosialle.
Día 18,—venerable María de Lens.
V enerable Gaspar de Salamanca.
Día 19. —Venerable Alfonso- Monroy, Maestre General.
Venerable Antonia de Jesús.
Venerable Agustina Luisa de San José.
Día 20.— Venerable Benedicto Zafont, Maestre general.
Venerable Francisco de Matiengo.
Día 21.— venerable Beatriz de las Roelas.
Día 22.—venerable Esteban de Font-Sancta, Patriarca.
Día 23.—Venerable Juan de los Barrios, Arzobispo.
Día 24.--Venerable Francisco de San José.
V enerable Antonio de Blanes.
Día 25.—venerable Pedro de Calidis.
Venerable María de la Santísima Trinidad.
Venerable Feliciana María.
Día 26.— venerable Juan de Urgel, Maestre general.
Día 27. —Venerable Luis Suárez, Obispo.
Venerable Gonzalvo Flores, Comendador de Murcia.
Día 28.— Beato Jaime 'I ,...iuste, Maestre general.
Venerable Francisca Ma-in del Socorro.
Día 29.-- venerables Pedro Romero y Fernando de Incapié.
Venerable Melchor Heraud.
Día 30. venerable Juan Enrique.
Venerable Juan de \,illoria.
Día 31. - San Ramón Nonnato, Cardenal.
doCK) Ocb
0 00 p 000000000000ooao,Do p 0000C)0o°
0 0 000OOOO OO O00000OObOOO Doc ,
c
eccióncte 17oficias
°O
ogo
c910
0
0000oo00000c0000000000000000r' ''
g p o0o000c00ool0000000c 0000000 00 n
°. . 00 0 00 0. -
FEKROL
El P. Anastasio Alonso.—Con satisfacción hemos recibido la noticia de
haber sido confirmado por tres años en el cargo de superior de los Misioneros del
C. de María el R, P, Alonso.
Ello lo creemos nn acierto de sus superiores, ya que se trata de un religioso
culto, de agradabilísimo trato, virtuoso, apóstol in ansable y que cuenta en esta
ciudad con innumerables simpatías.
Entre otras muchas obras de celo a él se debe aquí la fundación de «Las Marias», obra admirable de amor y apostolado Eucari,tic s, que está produciendo ópi!nos frutos, no so o en Fcrrol, sino en las parroqui is rurales de estos términos.
e
—41 —
N—
777_7_
El P. Alonso además ha conseguido que el cu l to en su ialesia
.(Las Angustias» sea verdaderamente esp l
endoroso, y ver cada d a recibien io el Pan de los
Angeles a un número tal de
fieles, como nadie podría soñar hace muy pocos anos.
Reciban el P. Alonso y todos los suyos nuestra más cordial eehorabuena, que
es de hermanos y amigos muy sinceros.
Nuestro folletín.--Con el deseo de dar a nu e stra revista el mayor interés
posible, en este número empezamos a publicar en folletín encuadernable una colección de novelas cortas, que seguramente serán del agrado de nuestros lectores,
Empieza la co'ección con Eslabón de Oro,
del eminente literato, Reverendo
P. Fr ,
Manuel Sancho, Mercedario, de la resi iencia de Barcelona, y definidor
i
Provincial de nuestra Provincia de Aragón. Es una narración bellsima, en la que
una niña con encantadora ser cillei nos relata s'n darse cuenta de su importancia,
cosas de una profundidad y transcendencia enormes, El P. Sancho es un gran literato, un psicólogo profundo y un artista consumado- Todo eso lo tic e bien demostrado en su extensa y admirable Gateria Moral de obras
escénicas, en sus
novelas y hasta en sus obras de música religiosa, en las Tie campea la profundidad del técnico y la inspiración del poeta.
Esperamos algunas felicitaciones de muchos de nuestros lectores por inaugurar
nuestro folletín con el Eslabón de Oro del P. Sancho.
Al Sagrado Corazón de Jesús. —La amplia y elegante iglesia parroquial
de Ribadeo vióse concurrida como nunca durante los sermones que mañana y tarde predicó el R. P. Gaite, Superior de esta Residencia, Indud blemente que al
celo y actividad del bondadoso Sr, Cura D. Ricardo Amor, se debe en gran parte
el floreciente estado religioso de aquella hermosa Villa, que no perdona sacrificios
y desvelos en cuanto se refiere al es p lendor del culto.
Sermones a Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro.--Ei
arraigo que esta
consoladora aovocación ha tomado entre los piadosos fePgresea de la antigua iglesia
parroquial de San
Miguel del Campo (Pontevedra), nos hace augurar días gloriosos
para los mismos. Las Lestas de este año fueron solemnisunas, y predicó las excelencias de la Madre de Dios el R. P. Luís Barras.
Los Jueves Eucarísticos.- Como todos los meses, hemos visto a los
pies de Jesús Sacramentado a un grupo de adoradores que llenos de fervoroso júbilo ofrecían al Señor los dulec s momentos de la Hora Santa. Hubo flores y cánticos, predicando el R. P. Ameno.
Novena del Carmen.—Los cultos con que obsequió a su celestial Patrona, la parroquia del Carmen fueron como todos los de aquella devota iglesia, solemnes y esplendorosos, siendo incapaces las naves para contener al numeroso pueblo que acudía a saturar sus almas en el amb i ente santo que brotaba de las encendidas y apostólicas palabras del feraoroso misionero R. P. Martin López Lozano,
conventual de los Mercedarios de san Juan de Poyo, a cuyo cargo estuvieron los
sermones. Le misa del dia de la fiesta fué maravillosamente interpretada por la or, questa, y a la tarde después de una sentida despedida e imposición de escapularios,
se terminó el novenario con la bendición papal. Felicitarnos mu y sinceramente al
Sr. D. Benito Multado, párroco del Carmen, a cuyas acertadas iniciativas responden
siempre los mejores resultados
Una boda. El día 26 de Julio y en su do.nicilio, tuvo lugar el enlace de la
virtuosa terciaria d . - la Merced Srta. Gloria Galán con el propietario D. Tomás Riy‘ ro, El acto se celebró en una de las
habitacions de la casa, en la cual se improvisó un altar adornad con delicado y exquisito gusto y en el cual se destacaba la
preciosa imagen del Carmen en me- l
ip de pequ nas bujías eléctricas e innumerables
flores. Bandij la unión el P. Ara -Tic),
de esta Residencii. Eu representación del
juez muniaipal asistió D. Pedro Oliver.
Fueron padrinos la madre de la novia D a Isabel Arrabal, viuda de Galán, y el
intendente general de Marina D. Rodrigo San Roinán, en r
epreseutación del padre del novio.
1
Actuaron como testigos por parte de la novia D. José San Román, D. Pedro
de la Calleja, D. José de Fano, D. Eduardo Arrabal y D. Rodolfo Ucha; y por el
novio, D. Ubaldo Barcón Sandifin, D. Francisco de Cal y Fernández, D. Octaviano Martinez y D. Alfonso y D. José Galán Arrabal.
La boda se celebró en familia por el reciente luto que guarda la de la novia.
Terminada la religiosa ceremonia, los nuevos esposos, para quienes deseamos
todas las dichas y venturas que se merecen, salieron para la Coruña.
Que sean muy felices.
El Niño de Praga.—Es emocionante t idos los meses el ver el día 25 una
n umerosa legión de niños y niñas émulos de los ángeles, que acuden a saludar al
h echizo de. las almas puras Cristo Jesús y a ofrecerle en hermosas pleg irias y banitisimos himnos el tesoro inapreciable de su inocencia y candor. El P. Ameno con
p alabras llenas de cariño les exhortó a la imitación de las virtudes del Niño jesús
y terminó el acto bendiciéndoles.
Comunión general de la Merced. —En la misa del día 24 acudieron los
H ermanos de la Venerable Orden Tercera de la Mercei a recibir la Sagrada Eucaristia. Un coro de niños y niñas dirigidos por el R, P . Eugenio amenizó el acto
con variadísirnos cánticos durante la misa.
Por la tarde vistieron el santo Escapulario de la Orden veintiuna niñas, para
/as que imploramos las mercedes de nuestra Santísima Madre,
Las Escuelas obreras.—Esta floreciente asociación celebró un día de Retiro en nuestra iglesia. Son muchos los frutos con que el Señor premia la abnegación y celo de la señora D irectora y demás señoritas instructoras.
En San Nicolás de Neda. —En la vecina parroquia ha predicado el sermón de la Virgen del Carmen el R. P. Gaite, de esta Residencia.
A San Juan Gualberto.—En la Capilla de los Sres. de Barcón se ha celebrado en familia una suatuosa f esta en obsequio del S into Fundidor de la
C amaldula, Patrón de la Fábrica de Jibia.-La concurrencia fue selecta, hub a der roche de buen gusto en loa cA ti os llamando poderosamente la atención una beL isirna r artitura de Concone interpretada con valiente maestría par la Srta. Carmen A zcárvaga.
Comunión de las Escuelas Dominicales —Es edificante ver la devoci ón et n que se acercan a la Sagra ia M.esa las nuu.eiusas jóvenes y niñas de los
tres Centros de Ferrol, en la comunión mensaal que generalmente es el cuarto
Sábado
Estandarte de San Pedro Armengol. - D(bido a la actividad de la señorita Salomé Mendez, directora de este coro, la V. O. T. de la Merced cuenta con
un nue vo y h rrnoso estandarte del glorioso Martir Menedario.En el resalta la acertada combinación del colorido y el buen gusto en la elección de asunto, pues el
Pincel de la hábil artista María Teresa Morales sorprendió al Santo contemplando
l a cruz del Salva lor en uno de sus arrobos místicos. Debajo del pedestal y entre
he rmosas pasionarias se ven les arreas de la Casa de Urgel a cuya familia perteneció San Pedro Arinengol. Nuestra enhorabueua a la genial Srta. Teresa Moral es, a la directora del coro, y a les jóvenes del mismo.
En Santa Marta de Ortigueira.--Predkó el panegírico de la Patrona
de aquelia Villa el R. P. Gaite. Coa este motivo se han celebrado solemnes fiestas civio-religioaas.
ESPAÑA
Nuestro M. R. P. Provincial.—Con objeto de arreglar asuntos concer-
n ientes a su cargo, ha estado en los conventos de Sarria y San Juan de Poyo, el
R . P. Miguel López, Provincial de la Merced de Castil aEl P. Comendador de San Juan de Poyo. —Ha visitado la ciudad del
A postol, el R. P. Enrique Saco, que estuvo en tía unos chas agenciando negocios de inuchiaima importancia.
—43 - —
h
P. Superior de la Buena
Dicha.—Vino a Galicia el R. P. Pío
Uribe, Superior de la Buena Dicha de Madrid y después de predicar ekcuentes
scrmenes en Pi Villa da Redandela,. perinmeció
unos días en el convento de San
Juan de Poyo.
,
El R. P. Fr ancisco F reirea.--Est:
.
virtuoso P adre no se da punto de reposo en orden a ev
angelizar a los pobres y explicar la doctrina a los campesinos.
Son muy contadas las aldeas de Pontevedra en que el infatigable y fervoroso sacerdote no deje sentir el benéfico influjo de su apostólica predicación.
En el Archivo de Indias. —E1 R. P. Guillermo Vázquez ha pasado una
te"
orada
la ciudad de Sevilla ocupado en trascribir valiosos documentos relativo,: a laenHistoria
de la Orden.
Desde el Convento de la
Asunción.—Nos comunica la Rda. M. Amor
de Jesas Almeida, Comendadora del observantísimo convento de la Asunción de
Sevilla, que el día 2
hicieron su profesión solemne las R. R. M. M. Esperanza
Torres de
la P urísima y Felisa Abrazo de Jesús. Terminadas las ceremonias de la
profesión Seeún el rito de la Orden, se cantó una solemniaima misa a Nuestra
Stma. Madre propia de la festividad, rindiendo obediencia a la Santa Imagen
todas las monjas del convento según costumbre inmemorial, y acto seguido salió
la
procesión del Coro por todos los claustros, cantando preciosos himnos y terminando con un magnífico Te-Deum de acción de gracias:
A las recién prof , sas, a la Com mdadora y a la Venerable Comunidad de la
Asunción, nuestro fraternal saJud, y cordial enhorabueea.
Desde el Colegio de la Vera Cruz de
Berriz.—Son muy gratas las
noticias que la Rda. M. María de las Nieves Urizar Comendadora del florentísimo
monasterio de la Vera Cruz nos comunica, relacionadas con la prosperi lad así espiritual corno material de aquella santa Casa.
Profesión solemne—El
día 2 de Julio se celebró en la Iglesia de los
el hermoso acto de profesión de votos solenmes de la
Rete M. Margarita Margarita Aznar y Bäreena. El M. R. P. Provincial de la
Merced de Castilla, la admitió a la profesión, dirig:éndole una inspirada platica
acerca oel mérito de la s ida religiosa; terieinada la ceremonia se expuso a
S.
D.
M. y celebró la misa el P. P revincial, cantando nuestros sacerdotes y Coxistate
a Sor Margarita aquelias falicidades con que Cristo Jesús regala a
sus ixDeseamos
ás queridos y
Serei,insa Madre. privilegiados Esp ,sos junto con las beadieiones de nuestra
Mercedario• de Savina
:
j
j
Una gracia de
Ntra. Sma. Madre.—En carta particular de Orense nos
comunican: 4,1.
)
or
aquí
h xy mucha devoción a la Virgen dd la Merced. Un enfermo
de graveda l, por la :nuelia
tue y repetidos vómitos no podía recibir al Señor. Le
di ei
último escapulario que tenía a su madre, diciéndole; póngaselo a 1
cuello, y si
el no quiere, mé(aselo debajo de la almohada, o a la cabecera, El enfermo mandó
que se lo pusieran al cuello y ¡oh, prodigio!, los vómitos cesaron y le fueron administrados los santos sacramentos » Elogiamos s
inceramente el celo de los propagadores de la si
mpática devoción de María de la Merced y estamos seguros que nuestra benditísiina Madre no dejará sin recompensa a sus ad
y devotos.
En el convento de Lorca. —El día 2 de Julio miradores
se celebró en este santo
monasterio un C a
pitulo-para la elección de cargos, recayendo la elección de Comendadora en la R. M. R. Angeles Fernandez; de Maestra de Novicias y Vicaría la
R. M, Santa Bárbara Aguirresa; y de Consultoras las RR. MM
. P atroeinio de la
Vega y Consolación de la Mota. El Delegado del Sr. Obispo de Murcia que presidió la asamblea se despidió sumamente complacido de la armonía y buen orden
que allí reina y muy edificado de la observanca y un
iformidad de las religiosas.
Llegue
Comunidad un cariñoso saludo de hermanos, y como felicitación sincera,
losa aesa
uspicios de las b endiciones de nuestra Celeste
F undadora y Madre.
P rofesión solemne.—En
el santo
convento de la Merced de Lorca emitieron su profesión de votos solemnes
las RR.
MM. María del Pilar &tris, Maria
--f
Zar tabeitia, Corazón de Jesús Z tb »ha y Josefina Osero. Fué un acto emocionante I
y
muy concurrido. El Señor les de aumentos de gracias y dichas muy satisfactorias j
con las oee enriquezcan sus alm is, dén explen ira- a su ministerio y gloria a la Orden.
En el mismo convento de Lorca. - Han vestido el blanco hábito de la
M erced las distinguí las señoritas Isabel P errin Fernaniez y María del
Carmen
Vergel y t ases. Nuestra enhorabuena a las fervorosas novicias,
La Fundación de Ramales (Santander).—Según noticias fid.dignas
e n breve darán principio las obras de restauración del Palacio del Sr, Conde de
Rev iPagigedo, castillo un tanto arruinado que ha sido cedido a nuestras monjas
mer cedarias que dirigen el Colegio de niñas de la Funiación de D. Francisco de
brear :1: n, s.
5:en el que tienen el pensamisnto de establecer un importante centro de
ens eñanza. Merece plácemes la R. NI. Maria
del Smo. Sacramento que activa dichas gestiones para que sea pronto un hecho esta justísima aspiración de nuestras
En San Gervasio de Barcelona. —Nuestros lectores apenas pueden darse cuenta del estado floreciente de esta Comunidad Mercedaria en cuyo regio conv ento se educan las niñas de las mas aristocráticas familias catalanas. En el mes de
J uli o y bajo la presidencia del M. R. P. Pascual Tomás, Provincial de Aragón se
A
bilzso ll na fto
calanusunra
s de curso y la distribución de premios y una preciosísima velada
cona
R. rreglo yal s'guiente programa: O brint la Festa ( p oesía) Srta. T. Gratacós.
(coro), P. López, L. Rifé, T. Matas, NI. Busquets, V y M. Bueno
Y M. leubiras c.L
. p
a ePteerlit. a Florista (diálogo), Sias . A.
y T. Matas, F. Gajo,
Franch
Romance sans Paroles (piano), H. Lachner, señoritas
M. G ratacos y Franch.
La
learcreedo
hairtia . (zarzuela). Letra y música del Rever endo P. M. Manuel SnRosa M
a
Danse Macabre (piano), C. Saint
S aens. Srtas. Bofill y Raig.
Una Lección Maternal. Srtas, P. P uchol, R. y
C. Pisas, B. NIagni, M. Gratacó s, M. Trullas y B. Reyes.
Al Ruiseñor (coro),
R. S chumann,
Srta. C. Magni. Ofrecimiento de Coronas y Tancant el Llibre.
Final i zó el acto con una Salve aOlev
En el Colegio de San Pedro (Madrid).— El día 29 de Jun i o, festividad
de San P edro, se celebró en el salón de actos del consejo supremo de las conferenci as de San Vicente de Paul, una harriosa velada, como final de curso. T omaron p•rte en ella, además de los nines, el patronato de San José, dirigido
Por n uestros Padres, y el de Covadonge.
rnfi
oU
rens dselecta
Una
se
llenaba por completo el magnífica local, que es de los
Madrid.
Cdoem
l sC
ceoteoildo
nepgvuie:n. ientemente separados y en correcta formación asist i eron todos los niños
sieren en escena: El Fotógrafo en apuros, interpretado muy acertadam ente por nuestros colegiales;
El señor Gregorio y Consultas ridículas, a
udeen laoss. sccios de los patronatos, los cuales desempeñaron magistralmente su
El joven maestro de Villalba, D. Francisco García López, de nuestro patronato, en una hermosísima conferencia alusiva al acto, cosechó muchos plácemes y ennorabuenas
•
Merece especial mención el alumno Angel Carballeira, de siete años de edad, a
cuyo cargo estuvo el saludo y ofrecimiento de la velada. Desempeñó su papel con
una seriedad y gracia impropia de sus años.
,
.„ Quedaron, además, organizados a último de curso, algunos ecpripos
de «Footi)`-jualels»t,roys ccioen toessteesenmtoatnivios
no sa. lieron varias veces al Retiro y afueras de la capital
P ara el próximo curso, D. m., debido a la generosidad del consejo supremo de
las con ferencias y celo e interés del padre Rect-.r, R. P. Valentin R. Cotón, contará este colegio con importantes mejoras.
— 41 —
- 45 —
o gro l o g i a
j
Rdo. P. Egidiö Salgueiro
en Roma el 3 de julio de 1919.—Otra
pérdida muy dolorosa tiene que lamentar la Provincia rnercedaria de Castilla: la
del Padre cuyo nombre encabeza estas líneas. El P. Egidio contaba solo so años
consagrado a I piedad y al estudio, primero en e! ( olegio de los PP. Escolap'os
ee Mandart e , 'ciego en nuestros conventos de Sarria y Poyo, y finalmente en Roma.
Cuantos le han tenido por compañero o por disc'pulo estaban enc , ntados de su
irgenio y de la dulzura de su caracter. Tenía gran facilidad para iaspr ,vlsar composiciones h umorísticas que recitaba con gracia inimitable,
Su complexión delicada, que le obligó a suspender el Novic i ado, trasladándose
unos meses a su easa, le .leve prematuramente al sepulcro, cuando esperábamos
sazonados frutos de su talento y laboriosidad. Además de algunos trsbajos publicados en el Boletín de la Orden y en otras revistas, había reunido gran número de
curiosas noticias en el Archivo vaticano, Con un d e spreniimiento sin límites facilitaba cuantos datos se le pedían, aunque para ello hubiera de pasar semanas enteras sobre apellidos manuscrit as El que esto escribe, recibió de él abultados cuadernos con extractos de obras enteres, gas pareela (i.ficil leer, cuánto más copiar
El P. 'Egidio deja un vacío dificil de llenar y dc gran importancia, pues sin la
colaboración de Roma es casi iinposib'e completar ninguna inv,stigición histórica
en Espana ni en otra parte, pues, por grandes que sean las materiales aquí acumuladas, (y '0 a n efectivamente), siempre hay algúa detalle, algúa documento, que
solo en Roma puede encontrarse. ¡Descanse en p z el abnegado reli2ioso y reciban su señora madre y hermanos,
nuestro n as s‘nticlo pésame. —Fe, G. Vis»,-41En el Convento d? la Encarnación.—H1 falleciii s:ntiment e en Sansiago de.
Sor t z í t de la Asuacton religiosa de veto blanco
o 00
@e:
e
BIBLIOGRAFÍA
0000 lO000000 Q00 0 000
00Oç 0000 0000Ç 0000 00000 00 0000000 0000
ocios arrullando a una muñeca; es el ideal de la inocencia y del candor, sabe sufrir
las importunidades de su hermanito, aunque de vez en cuando le dice unas cuantas
f rescas. La abuela pone paz eón sus reflexiones oportunas e importunas. Les acaricia y todo termina como una seda. Es bonita, se lee con gusto y se desliza con mucha facilidad, sintiendo tan solo no asistir a unas cuantas proezas más de los niños
para contemplar las diversas fases de la vieja.
Así es el mundo.—Comedia en un acto y en prosa, Librería Salesiana, Barcelona, por el mismo Autor.—Berta, una niña encantadora si las
hay, recién salida de un colegio de monjas, h.ce las delicias de su casa, en donde
algunas veces es mirada con despectiva indiferencia su sencillez pr su misma madre
Dria. Concha, una matrona amiga de figurar en el gran mundo y que sin darse
cuenta, llena de vanidad, ofusca las candorosas inteligencias de sus hijas. Berta
a provecha la ocasión del santo de su madre para invitar a Mariana y Carlota (las
Rodriguez) a quienes, después de ponerlas en solfa, se propone dar una lección de
puntos, a pesar de las advertencias de su hermana Inés, linda muchacha y que no
d iscurre mal. Entre las invitadas figuran Julià, María, Fanny y Manuela, prectosísimas nenas, un poco sabidillas y bastante chstlatanas y la tarde se pasa deliciosamente aplaudiendo el estudiado triunfo de Berta y la merecida humillación de las
Rodríguez, Mientras la gente joven habla de todo y critica de quien se le ti tOi
la pobre Brigida, humilde muchacha venida de la aldea no se da punto de reposo.
La tertulia está animada por amena conversación y cuando las murmuradoras se
e ntusiasman más, una oportunísima tempestad, turba la paz de la velada. D. Estrella que hacía coro a las jovencitas y criticaba de lo lindo, se compunje y cita
m elindrosamente algún pasaje piadoso. Todos cambian de conversación, se dejan
Vidas ajenas tema obligada de despreocupados, para acordarse de Dios y de.. Santa Bárbara. La scsveridad noble de Dña. Mercedes que aparece casi siempre silenciosa, contrasta con el carácter bullicioso de las chiquillas que al cesar los relámpagos, pierden el miedo, se olvidsn de todo, y... vuelven a las andadas. Ast es el
mundo, es un estudio copiado de la realidad y que pinta de pies a cabeza los ref inados caprichos de una sociedad que sólo se ocupa de murmurar, que con( ce los
de fectos de loa demás e ignora los suyos propios. El P. Serapio González tiene un
a cierto como pocos, en escoger el momento, darse cuenta de las situaciones y fijarse hasta en el más mínia.o detalle que aprovecha para instruir deleitando, y
hacer el bien moralizando, como podrán ver cuantos leyesen sus obritas en las cuales con mucha gracia se mezcla lo útil con lo dulce.
so•
Los Golfos.— juguete cómico en un acto y en prosa. Librería Salesiana, Barcelona, por fray Serapio González Gallego,
Mercedario.
V.13
te)%
tan delicado y hisejan,e es udio psicológico de los muchachuelas de la calle;
en él se ponen de relieve sus mal disimuladas travesuras. Un polizonte que encarna en si toda la autoridad es el encargado de dar uni:s leccioncitas a los rapazuelos que protestan. Serían buen( s si se les hubiera enseñado a serlo. Interpónense
dos simpáticos señoritos que interceden por los chicos en quienes hay un fondo de
bondad. Termina con unos -vivas, y todos contentos... Aquí no pasó nada.
, Amor fraterno.—
Comedia infantil en un acto y en prosa,
Libreria Salesiona Barcelona, por el mismo Autor:—Una abuelita prototipo
de la tiouS dad y del cariño que ist ciega por sus nietecitos dos pillines buenos que la entien
.
den se presenta ei
la escenä nrodigando consejos y remembrando tiempos mejores
al mismo tiempo que con el ejemplo les predicala labor.osidad. P epín sabia sus
picardías con besos y caricias y... buenas palabras. Marujita más formal ocupa sus
—
46 —
—47 —
FOTÓGRAFOS
G al,inete Fotográfico
DE
Bembo 01111PI
DISPONIBLE
Real, 147 - Ferrol
Teléfono núm. 81
( A ntigua casa de Pascual Rey)
C o o s talillol drine i
Julián López
FOTÓGFO
POTÓGRAFO
Se conservan los clichés
Progreso, 73
esp ecialidad en ampliaciones
CONDE PALLARES, 11
LUGO
ORENSE
Sa rna niego
Fo
tógrafo de Moda-Luís Espada, 13 -Orense
MARMOLISTAS
G
.Barral Barreiro
gitarmolista
S antiago
de Compostela
Taller de Mármoles
MEDALLA DE ORO
Panteones, sarcófagos, pilas bautismales y de agua bendita, cruces
para cementerio. Especialidad en
lapidaria.
A. TORRENTE
Pardo Bajo, 19 e Iglesia, 56
FERROL
FRANCISCO PINEIRO E HIJOS
Se tiltores Marmolistas.-Especialidad en trabajos de Cementerio.
----
ALAMEDA - ORENSE
A
nAL
e1.41
,011 ,60
%.# I
DE
Imágenes, Altares
Pintura y Dorado
gosé ßópej g'eári
R u a ael Villar, 44‘
SANTIACi0
Pídanse proyectos
y CátalogoS
GRAO TALLERES DE MULTO
OR1610SA Construcción y restaura'
ción de imágenes, altares,
púlpitos, andas,
confesonarios y todo lo
concerniente al arte religioso
J o sQ Rivas li odring
Premiado en varias
Exposiciones.
RIJA DEL VILLAR, 41
SANTIAGO

Documentos relacionados