Moléculas de guía axonal en la retina del pez cebra adulto
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Moléculas de guía axonal en la retina del pez cebra adulto
UNIVERSIDAD DE SALAMANCA Moléculas de guía axonal en la retina de teleósteos -Trabajo de Fin de Grado- Marcos Sande Melón Salamanca, 2013 0 Índice Agradecimientos Abreviaturas Introducción 1. Antecedentes 1.1 Migración de las células ganglionares 1.2 Cono de crecimiento 1.3 Estructura del nervio óptico 1.4 Componentes del nervio óptico 1.5 Moléculas de guía axonal 1.6 Netrinas 1.7 Efrinas 1.8 Slit 1.9 Semaforinas 1.10 Pax2 2. Hipótesis 3. Justificación 4. Objetivos Pág. 1 Pág. 1 Pág. 2 Pág. 2 Pág. 4 Pág. 4 Pág. 5 Pág. 7 Pág. 8 Pág. 9 Pág. 10 Pág. 10 Pág. 10 Materiales y métodos 5.1 Animales de experimentación 5.2 Grupos experimentales 5.3 Axotomización del nervio óptico 5.4 Extracción de los ojos del pez cebra 5.5 Procesamiento histológico 5.6 Inmunohistoquímica 5.7 Marcadores utilizados 5.8 Procesamiento de imágenes Pág. 11 Pág. 11 Pág. 11 Pág. 12 Pág. 12 Pág. 13 Pág. 14 Pág. 15 Resultados y discusión 6.1 Resultados Pax2 6.2 Resultados Sox10 Pág. 16 Pág. 21 Conclusiones Bibliografía Pág. 25 Pág. 26 Esos besos citoplasmáticos que parecen constituir el éxtasis final de una épica historia de amor de Santiago Ramón y Cajal. Agradecer toda la ayuda y paciencia que he recibido durante este trabajo y durante mi formación en el laboratorio a Héctor, Fernando, y Adrián, que sin ellos no sabría todo lo que sé hoy en día. A todos los profesores que nos enseñan con placer y que siguen manteniendo interés una vez finaliza la clase. A todos mis amigos biólogos, Noelia, Becky, Mario, Víctor, Diego, Usa y Patri, porque llegamos al final de la carrera y cada uno se va para un lugar diferente, pero hemos pasado cuatro años maravillosos. No me despido porque seguimos el mismo camino. A mis padres y mi hermana por subvencionarme la carrera y calmarme antes de los exámenes de botánica. A la primera persona que apostó por mí y me dio la oportunidad de aprender a ser científico. Muchas gracias por estos cuatro años, esperemos que sean muchos más juntos. Abreviaturas CNO: Cabeza del nervio óptico CFNO: Capa de fibras del nervio óptico DAPI: 4',6-diamidino-2-fenilindol DO: Disco óptico DCC: Receptor ausente en el cáncer colorrectal MS-222: Metanosulfato de tricaína PBS: Tampón fosfato salino QO: Quiasma óptico RGCs: Células ganglionares de la retina RTK: Receptor de la tirosina kinasa Sema5A: Semaforina 5A Shh: Sonic Hedgehog SIO: Segmento intraorbital TP: Tampón fosfato TR: Tracto óptico TSP: Trombospondina Introducción Antecedentes 1.1 Migración de las células ganglionares La retina es una estructura sensible a la luz, con fotorreceptores, que presenta una estructura histológica laminar en la que se distinguen diferentes capas, formadas por diferentes tipos celulares. En la capa de las células ganglionares, encontramos las células ganglionares de la retina (RGCs), cuyos axones forman el nervio óptico (NO). El desarrollo del nervio óptico ha sido muy estudiado y es fácilmente manipulable experimentalmente (Inatani, 2005). Los axones de las células ganglionares navegan desde la retina hasta centros diana del diencéfalo, mesencéfalo y telencéfalo, contactando con numerosas moléculas de guía axonal que intervienen en pasos críticos permitiendo guiar a los axones. Las bases moleculares de esta migración comienzan a descubrirse. Así, diferentes moléculas están implicadas en la correcta migración de los axones hacia sus objetivos, entre ellas tenemos las Netrinas, Robo y Slit, Efrinas que juegan un papel fundamental (Erskine y Herrera, 2007). También existen otros factores, como morfógenos, que actúan directamente en la guía de los axones de las células ganglionares, como Sonic hedgehog (Shh). 1.2 Cono de crecimiento Los axones que están creciendo finalizan en una estructura conocida como el cono de crecimiento. El cono de crecimiento es una estructura sensitivo motora que reconoce señales atrayentes y repelentes, regulando el citoesqueleto y determinando el crecimiento del axón en una dirección. El cono de crecimiento está formado por diferentes estructuras: la región central, los filopodios y los lamelopodios. La región central posee microtúbulos y mitocondrias. Los filopodios son unas estructuras muy móviles, ricas en actina, y responsables de la integración de la información exterior. Dicha información actúa sobre segundos mensajeros que provocan la reorganización del citoesqueleto regulando la dirección y velocidad del crecimiento del axón. El calcio es un segundo mensajero muy importante, la movilidad del cono de crecimiento es óptima en una concentración adecuada de calcio, el llamado punto de posición. El calcio, junto con los nucleótidos cíclicos, intervienen en la regulación de las proteín kinasas, proteín fosfatasas, y Rho GTPasas permitiendo que el cono de crecimiento crezca, se retraiga o gire (Round y Stein, 2006). Los microtúbulos migran desde la región central hacia una protuberancia recién creada permitiendo que el cono de crecimiento se desplace hacia adelante. En la nueva porción del cono de crecimiento se formarán de nuevo los lamelopodios y los filopodios (Kandel, 2004). 1 1.3 Estructura del nervio óptico El nervio óptico está formado por axones de las células ganglionares y células gliales, todo ello rodeado por las meninges. En el nervio óptico de teleósteos se distinguen tres regiones diferentes. La primera, el segmento prequiasmático, que a su vez se divide en dos porciones: el segmento intraocular (CNO) y el segmento extraocular o intraorbital (SIO). La segunda, el quiasma óptico (QO). La tercera, el segmento postquiasmático o tracto óptico (TR; Parrilla-Monge, 2010). Figura 1. Esquema del cerebro de un teleósteo. BO: bulbo olfatorio; CB: cerebelo; CNO: cabeza de nervio óptico; OD: ojo derecho; OI: ojo izquierdo; QO: quiasma óptico; SIO: segmento intraorbital; TEL: telencéfalo; TO: techo óptico; TR: tracto óptico. Extraído de Parrilla-Monge, 2010. 1.3.1 Cabeza del nervio óptico La cabeza del nervio óptico es la zona de transición que se encuentra entre la retina y el segmento intraorbital. En esta región solo están presentes los axones de las células ganglionares y células gliales. Las moléculas de guía axonal se expresan de manera diferencial en esta zona, jugando un papel esencial durante el desarrollo del sistema visual, regeneración y crecimiento continuado, como es el caso de los teleósteos y anfibios. 1.4 Componentes del nervio óptico Astrocitos: Son células gliales presentes en el nervio óptico, así como, en la retina. En la retina madura de los vertebrados se encuentran en la capa de fibras del nervio óptico (CFNO). Sus somas se disponen entre los axones de las células ganglionares y sus prolongaciones se extienden sobre varios fascículos nerviosos. En teleósteos se denominan astrocitos reticulares (Maggs y Scholes, 1990). Los astrocitos sirven de sostén, y permiten la nutrición de los axones de las células ganglionares. Además, juegan un papel fundamental en la guía axonal y en el empaquetamiento de los axones. Ultraestructuralmente presentan un núcleo eucromático, redondeado y con identaciones. 2 Figura 2. Micrografía de microscopia electrónica de transmisión de dos astrocitos fibrosos. AsP: Proceso astrocitario, ER: Retículo endoplasmático, f: filamentos intermedios, G: gránulo de glucógeno; mit: mitocondria, Nuc: Núcleo. Extraído de Peter et al., 1991. Oligodendrocitos: Son células gliales que se encuentran en el nervio óptico (NO) y en la CFNO en teleósteos (Lillo et al., 1998). Los oligodendrocitos presentan una gran variedad morfológica y ramificación en sus procesos. Su soma es pequeño y redondeado. Micrografías de microscopia electrónica muestran que los oligodendrocitos son más electrodensos que los astrocitos, con el núcleo en posición lateral e irregular. Su función es formar la vaina de mielina de los axones de las células ganglionares. Figura 3. Micrografía de microscopia electrónica de transmisión de un oligodendrocito. ER: Retículo endoplasmático, mit: mitocondria, N: Núcleo, OL: Oligodendrocito. Extraído de Peters et al., 1991. Microglía: Está presente en la retina y en el nervio óptico. Existen dos tipos de microglía, la microglía residente o ramificada en estado latente, que en situaciones patológicas se transforma en microglía ameboide o reactiva. Ésta última tiene una gran capacidad de migración y fagocita desechos celulares (Parrilla-Monge, 2010). 3 1.5 Moléculas de guía axonal Las moléculas de guía axonal son señales moleculares que permiten a los axones llegar a su destino tras una serie de pasos individuales, permitiendo que el cono de crecimiento viaje a través de la retina hacia el disco óptico y posteriormente a la cabeza del nervio óptico para abandonar la retina. 1.6 Netrina Las netrinas son una familia de proteínas extracelulares secretadas que regulan la migración de neuronas y de los conos de crecimiento (Barallobre et al., 2005). Estas proteínas bifuncionales pueden actuar como quimioatrayentes y quimiorepulsoras, interaccionando con receptores específicos DCC y UNC-5 (Rajasekharan y Kennedy, 2009). La Netrina-1 está conservada en diversas especies animales (Ko et al., 2012), incluyendo el pez cebra, donde se ha observado la relación entre la expresión de Netrina1 y el crecimiento axonal (Lauderdale et al., 1997). La netrina 1a del pez cebra comparte un alto grado de similitud de aminoácidos con la netrina-1 Figura 4. Estructura Netrina-1. Extraído de Rajasekharan y Kennedy, 2009 del pollo y del ratón (Lauderdale et al., 1997). Este alto grado de similitud se encuentra en el dominio V, homólogo de la laminina (Lauderdale et al., 1997). Figura 5. Comparación del grado de similitud entre netrinas. La netrina-1 está muy conservada evolutivamente entre diferentes especies. Siendo la netrina-1a del pez cebra muy similar a la netrina-1 de ratón y pollo. Extraído de Lauderdale et al., 1997. La unión de la netrina-1 a sus receptores, provoca una cascada de activación en el citoplasma y cambios en el citoesqueleto, permitiendo el desarrollo del cono de crecimiento para llegar a su destino (Moore et al., 2007). Varias señales de transducción y moléculas efectoras se han visto implicadas en la respuesta a netrina-1, tales como RhoGTPasas, MAP-kinasas, segundos mensajeros y proteína 1B asociada a microtúbulos (Barallobre et al., 2005). 4 Los axones han de abandonar la retina a través del disco óptico. En esta región, el neuroepitelio expresa netrina-1, que interacciona con el receptor DCC de los axones (Deiner et al., 1997) y permite que el cono de crecimiento abandone la retina (De la Torre et al., 1997). Experimentos in vivo e in vitro han mostrado una relación espacio-temporal entre la expresión de la Netrina-1 y el desarrollo del cono de crecimiento axonal de Figura 6. Sección sagital de la cabeza del embrión de ratón E14 mostrándose la inmunorreactividad en color rojo de la netrina-1. Diamino Fenilindol de color azul oscuro muestra el neuroepitelio y núcleos de las células vasculares. Extraído de Deiner et al., 1997. las RGCs en embriones de pez cebra (Lauderdale et al., 1997). Así, experimentos in vitro han demostrado que la netrina-1 promueve el crecimiento del axón dependiendo de la dosis, teniendo un máximo desarrollo con una dosis de 100 ng/ml de netrina-1, observándose que a mayores dosis los axones crecen menos en ratón (Deiner et al., 1997) y tienen un máximo desarrollo con 300ng/ml en Xenopus (De la Torre et al., 1997). La comparación de ojos de embriones mutantes para netrina-1 y ojos de embriones control demuestran que la netrina-1 es esencial para la guía axonal, pero no para el proceso de morfogénesis de los axones de las RGCs. En los ojos de embriones mutantes se observa que los axones de las RGCs se extienden correctamente por la capa de las fibras del nervio óptico (CFNO), sugiriendo que aquí no interviene la señalización por netrina-1, pero al llegar al disco óptico muchos axones se extienden hacia otras regiones, sin salir hacia el nervio óptico. Otros estudios han descrito que la expresión de la netrina-1 en la proximidad de la cabeza del nervio óptico incrementa la complejidad del cono de crecimiento in vitro (De la Torre et al., 1997). Todo esto indica que la netrina-1 es esencial en la guía axonal en el disco óptico y de la retina. 1.7 Efrinas Las efrinas y sus receptores Eph intervienen en la comunicación célula a célula, siendo muy importantes en la migración celular y en la guía axonal. La familia de las efrinas está formada por nueve efrinas diferentes, que se clasifican según la afinidad que posean en su unión, como efrina A o efrina B, según se una al receptor EphA o EphB respectivamente (Goldhsmith et al., 2006). Los receptores Eph son una gran familia de receptores tirosina kinasa (RTK; Nikolov et al., 2013). En vertebrados se han descrito dieciséis tipos diferentes de receptores Eph, diez EphA y seis EphB. Los receptores Eph de los axones de las células ganglionares de la retina interaccionan con efrinas, permitiendo su desarrollo normal. Intervienen en el establecimiento de mapas topográficos y guía axonal hacia el disco óptico en la retina. EphB guía directamente a los axones hacia el disco 5 óptico, para que salgan de la retina (Cordeiro et al., 2007). La ausencia de EphB2 y EphB3 incrementa la frecuencia de errores en la guía de los axones de las RGCs hacia el disco óptico. Los errores originados dentro de la retina no están directamente relacionados con la actividad tirosina kinasa de EphB. Los receptores EphB actúan de manera independiente a kinasa para mediar la guía axonal dentro de la retina, ya que es el dominio extracelular de EphB el que guía potencialmente a los axones. Los errores que se producen en la guía axonal cerca del disco óptico de los dobles mutantes Eph2 EphB3 (Birgbauer et al., 2000) son similares a los defectos en la guía axonal vistos en netrina-1 y embriones deficientes en DCC (Deiner et al., 1997). Sin embargo, los defectos en netrina-1 y DCC son mucho más severos, provocando que la mayoría de los axones estén afectados y resulta en la hipoplasia del disco óptico (Deiner et al., 1997). Figura 7. Modelo de proteína Eph actuando como señal de guía axonal inhibidora. En la retina normal hay un gradiente ventral-alto a dorsal-bajo. Los axones dorsales crecen hacia la zona ventral, la inhibición resultante genera una gran fasciculación y la guía directa hacia el disco óptico. Los dobles mutantes EphB2 y EphB3 presentan crecimiento hacia la parte ventral y defectos de desfasciculación alrededor del disco óptico. Extraído de Birgbauer et al., 2001. El receptor EphB se expresa en la parte ventral de la retina. Se ha descrito que su dominio extracelular puede actuar como una señal inhibidora en la guía de los axones de la retina, actuando como un mecanismo de corrección para que los axones de la retina dorsal, que se expanden en dirección ventral, no crezcan erróneamente en la parte ventral de la retina sino hacia el disco óptico (Birgbauer et al., 2001). 6 Figura 8. A-B) Animales control, presentan un crecimiento correcto hacia el disco óptico de los axones de las RGCs. Con la tinción mediante DiI, se observan los axones en rojo. El disco óptico está representando mediante un círculo discontinuo. E-F) son dobles mutantes EphB2-EphB3 en los que se observa errores en la migración y axones que no se desplazan dentro del disco óptico. Modificado de Birgbauer et al., 2000. 1.8 Slit Slit contiene 4 dominios repetidos ricos en leucina en el extremo N-terminal, seguido de siete a nueve dominios EGF, un dominio laminina G (Morlot et al., 2007) y un módulo rico en cisteína en el extremo C-terminal. El receptor de Slit es robo, el cual contiene 5 dominios similares a inmunoglobulina y tres dominios de fibronectina tipo III (Morlot et al., 2007). Slit y su receptor Robo son esenciales para que los axones de las RGCs migren correctamente en el sistema visual de vertebrados (Thompson et al., 2009). Slit1 y Slit2 son moléculas quimiorrepelentes que se encuentran en el tracto óptico (Thompson et al., 2006), y solo Robo1 y Robo2 se expresan en las RGCs (Erskine et al., 2000). En la retina dorsal, Slit controla la polaridad inicial del crecimiento de los axones de las RGCs y evita que los axones de las RGCs se localicen en la retina ventral (Thompson et al., 2006). Las proteínas Robo1 y Robo2 están presentes en la capa de las RGCs y en los axones, en la cabeza del nervio óptico, así como en otras regiones del desarrollo de la vía óptica (Thompson et al., 2009). Figura 9. Sección coronal de la retina teñida mediante hibridación in situ. Se observa la expresión del mRNA de robo1 y robo2 en las células ganglionares de la retina. Extraído de Thompson et al., 2007. 7 Slit y Robo no son necesarios para la entrada de los axones de las células ganglionares en el nervio óptico, ya que se ha descrito que en las retinas deficientes en Slit1/2 y deficientes en robo2, el número de errores en la guía axonal hacia el disco óptico no aumenta. La mayoría de los axones originados desde la retina dorsal y ventral se extienden normalmente hacia afuera del ojo. En un pequeño número de casos se han encontrado axones que no salen por el disco óptico (Fig.10). Sin embargo, tanto la incidencia como la severidad de estos errores son indistinguibles de los observados en las retinas control (Thompson et al., 2009). Figura 10. Cuantificación de errores en la guía axonal hacia el disco óptico. Slit y Robo no intervienen en la guía de axones en la retina, ya que no hay diferencias significativas entre el fenotipo salvaje y los fenotipos deficientes en Slit y Robo. Thompson et al., 2009 1.9 Semaforinas Las Semaforinas son una gran familia de proteínas que participan en la guía axonal, en la migración celular y en la morfogénesis (Zheng et al., 2008). La semaforina 5A (Sema5A), es una proteína transmembrana que se expresa en las células neuroepiteliales del disco óptico y a lo largo del nervio óptico (Oster et al., 2003). La semaforina 5A inhibe el crecimiento de los axones de las células ganglionares por sí misma y en combinación con la netrina-1, laminina o L1 (Oster et al., 2003). La alteración de la función de Sema5A con anticuerpos bloqueantes, da lugar a que algunos axones se desvíen de la ruta principal (Zheng et al., 2008). Algunos axones no abandonan la retina por el disco óptico y se proyectan erróneamente dentro de la retina (Zheng et al., 2008), indicando la importancia de la semaforina 5A en la guía axonal hacia el nervio óptico. Las Semaforinas clase V son únicas ya que contienen un dominio sema y 7 repetidos de trombospondina tipo1 en sus dominios extracelulares. La actividad inhibidora de la Sema5A está dentro de su dominio sema, como ha sido descrito en la Sema3A (Koppel et al., 1997). Adicionalmente, la actividad inhibidora total requiere de otras regiones en el dominio extracelular. 8 Otro aspecto único de la semaforina clase V son los siete repetidos tipo 1 de trombospondina (TSP) en el dominio extracelular. Los repetidos de trombospondina combinados con el dominio semaforina claramente resultan en una molécula con actividad inhibidora para el crecimiento de los axones. Gracias a los repetidos de TSP la sema5A se puede asociar con otras proteínas (Oster et al., 2003). Figura 11. Tinción mediante hibridación in situ de la semaforina 5A. A. Hibridación in situ de Sema5A en el disco óptico y a lo largo del tracto óptico. B. Hibridación in situ de Sema5A en el disco óptico E. Hibridación in situ de Sema5A en el tracto óptico. Extraído de Oster et al., 2003. 1.10 Pax2 Las proteínas Pax son una familia de factores de transcripción conservados durante la evolución. Esta familia de genes pax se caracterizan por la presencia de un dominio paired- domain de unión al ADN de 128 aminoácidos altamente conservado (Czerny et al., 1993). Este dominio se encuentra en el extremo N-terminal y es el responsable de reconocer los genes diana. Se ha comprobado que Pax2 es un factor de transcripción esencial para la formación del ojo y que la expresión se mantiene en estado adulto (Macdonald et al., 1997). En teleósteos adultos, Pax2 se conserva en una población de astroglía perteneciente a astrocitos reticulares y a la glía limitante en el NO y la CNO. En otros modelos animales, tales como el ratón, los astrocitos de la CNO, así como, los astrocitos de la CFNO son positivos para Pax2, pero en rata la expresión disminuye en el estado adulto. Además, en humanos la síntesis de Pax2 está presente en astrocitos de una región que rodea la CNO. Se piensa que Pax2 interviene en la guía axonal de los axones de las RGCs. 9 Hipótesis, justificación y objetivos Hipótesis de trabajo La expresión y la función del factor de transcripción pax2 se conserva en el pez cebra adulto (Danio rerio), permitiendo la guía de los axones hacía el disco óptico para abandonar la retina. Justificación En los teleósteos, el desarrollo ocular no cesa y se mantiene durante el estado adulto. Por ello en este trabajo, pretendemos estudiar la guía de los axones en la retina del pez cebra adulto, analizando la distribución del factor de transcripción Pax2, el cual interacciona con otras moléculas de guía axonal como la netrinas y efrinas. Se han realizado pocos estudios de guía axonal durante el estado adulto de los teleósteos, y no existen estudios que muestren si la función de Pax2 se mantiene en el pez cebra adulto. Otra cuestión a resolver es si este factor se modifica tras lesiones en el nervio óptico en el estado adulto, lo cual tampoco ha sido estudiado en el pez cebra adulto. Debido a que estas proteínas están ampliamente conservadas evolutivamente en diferentes grupos animales, los resultados y conclusiones aquí descritas pueden ser extrapolados a otros modelos animales, y tener repercusión en los estudios sobre regeneración de axones en la edad adulta en otros modelos animales. Objetivos 1. Analizar la distribución de Pax2 en el pez cebra adulto (Danio rerio). 2. Determinar las posibles modificaciones de la distribución de Pax2 tras la lesión del nervio óptico en el pez cebra adulto (Danio rerio). 3. Comprobar si hay alguna asociación entre Pax2 y los axones de las células ganglionares. 4. Analizar la expresión de Sox10, marcador de oligodendrocitos, en el pez cebra adulto (Danio rerio). 5. Determinar las posibles modificaciones de la distribución de Sox10 tras la lesión del nervio óptico en el pez cebra adulto (Danio rerio). 10 Materiales y métodos Materiales y metodos 5.1 Animales de experimentación En el presente trabajo de Fin de Grado en Biología se emplearon 8 ejemplares de pez cebra adulto (Danio rerio; Hamilton-Buchanan, 1822), disponibles en el Instituto de Neurociencias de Castilla y León (INCyL). Los animales en el laboratorio fueron mantenidos en acuarios a 28ºC, con agua desionizada suplementada con sales Instant Ocean® (Aquarium Systems, Mentor, Ohio; EE.UU) a una concentración de 0,3 g/l, con un fotoperiodo de catorce horas de luz y diez horas de oscuridad, y alimentados entre 5 y 7 veces al día. Los animales fueron manipulados siguiendo las directrices de la Comunidad Europea (86/609/EEC y 2003/65/EC) y la legislación española (RD 1201/2005, BOE 252/34367-91, 2005) vigentes para el uso y cuidado de animales de experimentación. Además, los animales fueron anestesiados con metanosulfonato de tricaína (MS-222) antes de cualquier tipo de operación. Figura 12. Pez cebra adulto (Danio rerio) 5.2 Grupos experimentales Se usaron dos grupos experimentales. El grupo uno, un grupo control al que no se realizó ningún tipo de cirugía previa al sacrificio. El grupo dos al que se le realizó la axotomización del nervio óptico a un ojo, y tras tres días fue sacrificado. GRUPO 1 GRUPO 2 Ojo izquierdo Ojo derecho Ojo izquierdo Ojo derecho No manipulado, No manipulado, No manipulado, Manipulado Control Control Contralateral Lesionado Tabla 1. Grupos experimentales 5.3 Axotomización del nervio óptico El procedimiento comenzó con la anestesia de los animales sumergiéndolos en una solución de metanosulfonato de tricaína (MS-222, Sigma-Aldrich, Inc., St. Louis, MO, EE.UU.) a una concentración de 0,3 g/l. A continuación realizamos el corte del nervio óptico provocando una 11 destrucción temporal de los axones de las células ganglionares. Esta técnica permite estudiar la regeneración de los axones de las células ganglionares de la retina y su interacción con las células de la glía, ya que los teleósteos tienen la capacidad de regenerar los axones de las células ganglionares. Para realizar correctamente la lesión del nervio óptico usamos unas pinzas con las que retiramos el tejido conjuntivo que rodea al ojo, y conseguimos tener acceso al nervio óptico. Posteriormente con la ayuda de unas tijeras de precisión realizamos un corte transversal del mismo. Durante el proceso, hay que tener cuidado de no dañar la arteria oftálmica, ya que produciría sangrado y destrucción del ojo por falta de riego sanguíneo. La lesión se realizó en el ojo derecho del pez cebra, mientras que el ojo izquierdo quedó intacto para provocar el menor estrés posible al animal, y medir posteriormente si se produce algún cambio. Los peces cebras se mantuvieron vivos durante tres días. Tras este periodo fueron sacrificados para medir los posibles cambios producidos en la retina. 5.4 Extracción de los ojos del pez cebra Tras sacrificar al animal se procedió a la extracción bajo lupa de los ojos, cortando la musculatura extraocular y el tejido conjuntivo que rodea al ojo. Finalmente se extrajo el ojo cortando el nervio óptico. Una vez extraído, se realiza una pequeña incisión en la córnea y se presiona mediante dos pinzas para sacar el cristalino, esto es necesario para evitar problemas en la obtención posterior de las secciones histológicas. 5.5 Procesamiento histológico Los ojos extraídos se fijaron en una mezcla de paraformaldehido al 4% en tampón fosfato (TP) 0,1M y pH 7,4, durante cuatro horas a temperatura ambiente. Posteriormente se crioprotegieron mediante inmersión en sacarosa al 30% en TP 0,1 M, manteniéndose durante dos días a 4ºC en agitación hasta que los ojos se hundieron en el líquido de crioprotección. Una vez crioprotegidos se encastraron en moldes rellenos de OCT® en los que se orientaron los ojos para su corte. Posteriormente se congelaron con nitrógeno líquido y se cortaron en un criostato (Thermus Scientific Microm HM 560) a una temperatura de -29ºC. Se realizaron secciones coronales de 12 µm de espesor que se recogieron en portaobjetos superfrost (Thermo Scientific, Braunschweig, Alemania). Las secciones se almacenaron a -30ºC hasta su posterior uso. 12 Bloque de OCT Figura 13. Representación gráfica de la obtención de una sección en el criostato. Modificado de Parrilla-Monge, 2010 5.6 Inmunohistoquímica La Inmunohistoquímica es una técnica muy útil que permite el marcaje de proteínas basándose en el principio de unión antígeno-anticuerpo. Mediante esta técnica podemos detectar la localización de las distintas proteínas y ver qué tipos celulares las expresan. Para realizar esta técnica, las secciones se descongelaron a temperatura ambiente durante una hora y se lavaron 3 veces cada 10 minutos con tampón fosfato salino 0,1M pH 7,4 (PBS) en agitación para rehidratar el tejido. Tras los lavados iniciamos la preincubación utilizando suero no inmune procedente de la misma especie que el anticuerpo secundario que se va a utilizar posteriormente. La preincubación se realizó con suero de cabra 5%, DMSO 1% y Triton X-100 0,2% en TP (Probus S.A.) en el tejido. Con este paso ayudamos a que los anticuerpos penetren mejor y reducimos el número de uniones inespecíficas. Tras una hora de preincubación en una cámara de humedad, se procedió a realizar la incubación, la cual se realizó con suero de cabra 5%, DMSO 1%, Triton X-100 0,2% en TP (Probus S.A.) y el anticuerpo primario correspondiente en TP. Los anticuerpos primarios utilizados se recogen en la tabla 2. Después de un día de incubación, las secciones se lavan en PBS, y posteriormente se incuban en el anticuerpo secundario fluorescente. Las secciones se mantienen en una cámara de humedad durante una hora. La incubación se realizó con suero de cabra 5%, DMSO 1%, Triton X-100 0,2% (Probus S.A.) y el anticuerpo secundario correspondiente en TP obtenido de cabra. Los anticuerpos secundarios se recogen en la tabla 3. Para terminar, lavamos con PBS más gelatina de pez que ayuda a eliminar la fluorescencia de fondo. Los portaobjetos se montaron con un medio comercial Prolong® Gold Antifade Reagent (Invitrogen) y cubreobjetos para su posterior análisis en el microscopio. 13 ANTICUERPOS PRIMARIOS Antígeno Anticuerpo Dilución de uso Casa comercial Zn8 IgG monoclonal ratón 1:400 Hybridoma Bank Pax2 IgG policlonal conejo 1:500 Covance Sox10 IgG policlonal conejo 1:500 Cedida por Prof. Appel Tabla 2. Relación de anticuerpos primarios ANTICUERPOS SECUNDARIOS Método Antígeno Anticuerpo Conjugado Casa comercial Fluorescencia IgG ratón IgG de cabra Cy2 Jackson Fluorescencia IgG conejo IgG de cabra Cy3 Jackson Fluorescencia IgG conejo IgG de cabra Cy3 Jackson Tabla 3. Relación de anticuerpos secundarios 5.7 Marcadores utilizados Pax2: El anticuerpo policlonal anti-Pax2 detecta una proteína de 22kDa. La proteína Pax2 en teleósteos se ha descrito que está presente en astrocitos del nervio óptico, pudiendo tener un papel en la regeneración y en el crecimiento continuado en la retina (Parrilla-Monge, 2010). Zn8: El anticuerpo policlonal reconoce a una molécula de superficie llamada neurolina, que pertenece a la superfamilia de las inmunoglobulinas. Permite detectar los axones en crecimiento de las células ganglionares de la retina. En procesos de regeneración la neurolina permite la guía de los axones. Sin embargo, en neuronas maduras solo está presente en los lugares de contacto y sinapsis, pudiendo estar implicada en la comunicación célula a célula y transducción de señales (ParrillaMonge, 2010). Sox10: El anticuerpo policlonal reconoce a Sox10, un factor de transcripción que posee un dominio HMG (grupo de alta movilidad) de unión al ADN. Estudios en mutantes de pez cebra demuestran que es necesario para la diferenciación de los oligodendrocitos. También parece que interviene en la expresión de genes que codifican factores que median entre axones y oligodendrocitos, necesarios para la supervivencia de los axones. En el sistema nervioso adulto, la proteína sox10 está presente en oligodendrocitos diferenciados (Parrilla-Monge, 2010). 14 5.8 Procesamiento de imágenes Las imágenes fueron tomadas con el microscopio de campo claro y epifluorescencia Olympus Provis AX70 y con una cámara digital Olympus DP70. El programa usado para la captación de imágenes fue DP controller y DP manager (Olympus Optical CO., LTD. 2002). Las imágenes fueron posteriormente procesadas con Adobe Photoshop® CS6. 15 Resultados y discusión Resultados y discusion Para comprobar la distribución del factor de transcripción Pax2 y de Sox10 en la retina del pez cebra adulto, concretamente en la cabeza del nervio óptico de la retina, utilizamos técnicas de inmunohistoquímica descritas en el apartado de Material y Métodos. Además, analizamos dos grupos de experimentación, el grupo uno que sirve de control, y el grupo dos con un ojo lesionado y el otro al que no se le realizó ninguna operación. 6.1 Grupo 1. Nervio óptico control. Pax2 La distribución de las células Pax2 positivas no es regular a lo largo de la cabeza del nervio óptico. La mayoría de células marcadas se encuentran concentradas en la parte más vitreal de la cabeza del nervio óptico (Fig.14.1A; flechas), el disco óptico, por donde los axones de las células ganglionares abandonan la retina. En el disco óptico, hay células marcadas intensamente y que muestran una forma oval característica de astrocitos. En la región donde limitan CNO, retina, coroides y esclera, observamos células positivas para Pax2 (Fig.14.1B; cabezas de flechas). Estos astrocitos tienen forma alargada, son de menor tamaño y están dispuestos en hileras. Cuando nos desplazamos hacia la parte más escleral de la cabeza del nervio óptico, podemos observar como los astrocitos adquieren una morfología fusiforme, siendo posible diferenciarlos de los astrocitos del disco óptico (Fig.14.1C; cabezas de flechas huecas). Por otra parte, el marcaje con Zn8 nos permite observar axones jóvenes provenientes de células ganglionares de la retina. Muchos de los axones marcados mediante Zn8 se encuentran asociados longitudinalmente con células Pax2 positivas (Fig.14.2; flechas). Ello sugiere que los astrocitos Pax2 positivos intervienen en la guía de los axones jóvenes en la cabeza del nervio óptico, permitiendo la conducción de los mismos hacia el disco óptico, para salir de la retina posteriormente. 16 1 2 1 2 Figura 14. Sección de la CNO en un animal control con triple marcaje Pax2 (rojo)-Zn8 (verde)-DAPI (azul). 1) A. Células positivas para Pax2 (rojo; flechas) en el disco óptico (DO) marcadas intensamente y con morfología oval. B. Células Pax2 positivas (cabeza de flechas) dispuestas en hileras. C. Células Pax2 positivas (cabeza de flechas huecas) con morfología fusiforme. 2) Axones jóvenes Zn8 positivos (flechas), células Pax2 positivas (cabeza de flecha) en la CNO. Escala 200 µm. Grupo 2. Nervio óptico contralateral al lesionado. Pax2 A los tres días postlesión no se observaron cambios en la forma ni en la disposición de las células positivas para Pax2 en la cabeza del nervio óptico (Fig.15.1 y 15.2; cabezas de flechas). Sin embargo, aunque no se ha cuantificado, si se observa una menor proporción de células Pax2 positivas en comparación con los nervios ópticos control (Fig.14). Se observan células Pax2 positivas en el DO y en la parte más escleral de la CNO (Fig.15.1 y 15.2; cabezas de flechas). En algunos casos también es posible ver como algunos astrocitos se encuentran asociados a axones jóvenes Zn8 positivos (Fig.15.1; flechas). 1 2 Figura 15. Sección de la CNO del ojo contralateral al lesionado con triple marcaje Pax2 (rojo)-Zn8 (verde)-DAPI (azul). 1) Células positivas para Pax2 (cabezas de flechas) en el disco óptico (DO) y en la parte más escleral marcadas intensamente, y axones jóvenes Zn8 positivos (flechas). 2) Células Pax2 positivas en el DO con forma oval (cabeza de flechas). Escala 200 µm. 17 Grupo 2. Nervio óptico lesionado. Pax2 A los tres días postlesión no se observaron cambios morfológicos, ni modificaciones en la localización de las células positivas para Pax2 en la cabeza del nervio óptico (Fig.16.1 y 16.2). Sin embargo, aunque es difícil de cuantificar, si se observa una menor proporción de células Pax2 positivas en comparación con los nervios ópticos control (Fig. 14.1 y 14.2). El número de células marcadas en el disco óptico parece menor en todas las secciones de nervios ópticos lesionados comparado con el nervio óptico control. Los astrocitos Pax2 positivos siguen manteniendo la forma oval (Fig.16.1A). En la región donde limitan CNO, retina, coroides y esclera, también se observan células positivas para Pax2 (Fig.16.1B). Estos astrocitos presentan forma alargada, son de menor tamaño en comparación con los astrocitos del disco óptico y están dispuestos en hileras. En la parte más escleral se observan células Pax2 positivas con morfología fusiforme (Fig.16.1C). El número de astrocitos en esta región es menor al observado en los nervios ópticos control (Fig. 14). En los nervios ópticos lesionados no encontramos axones jóvenes positivos para Zn8 en la cabeza del nervio óptico. Este hecho puede deberse a que las células ganglionares no hayan podido regenerar axones jóvenes en este periodo de tiempo. 1 2 Figura 16. Sección de la CNO en un animal lesionado con triple marcaje Pax2 (rojo)-Zn8 (verde)-DAPI (azul). 1) A. Células positivas para Pax2 (rojo; flechas) en el disco óptico (DO) marcadas intensamente y con forma oval. B. Células Pax2 positivas (cabezas de flechas) dispuestas en hileras. C. Células Pax2 positivas (cabeza de flechas huecas) con morfología fusiforme. 2) A. Células positivas para Pax2 (rojo; cabezas de flechas huecas) en el disco óptico (DO) marcadas intensamente y con morfología oval. Escala 200 µm. 18 1 2 A B 3 4 Figura 17. Comparación entre controles y lesionados, tanto del ojo lesionado como del contralateral a la lesión, con triple marcaje Pax2 (rojo)-Zn8 (verde)-DAPI (azul). 1) Control. A. Células positivas para Pax2 (rojo; flechas) en el disco óptico (DO) marcadas intensamente y con morfología oval. B. Células Pax2 positivas (cabeza de flechas) dispuestas en hileras. C. Células Pax2 positivas (cabeza de flechas huecas) con morfología fusiforme. 2) Contralateral al lesionado. A. Células positivas para Pax2 (cabezas de flechas) en el disco óptico (DO) marcadas intensamente. B. Axones jóvenes Zn8 positivos (flechas). 3) Lesionado. A. Células positivas para Pax2 (flechas) en el disco óptico (DO) marcadas intensamente y con morfología oval. B. Células Pax2 positivas (cabezas de flechas) dispuestas en hileras. C. Células Pax2 positivas (cabeza de flechas huecas) con morfología fusiforme. 4) Control. Axones jóvenes Zn8 positivos (flechas) y células Pax2 positivas (cabeza de flecha) en la CNO. Escala 200 µm. Durante los últimos años se está intentando elucidar el papel de numerosas proteínas implicadas en la guía axonal de los axones de las células ganglionares de la retina (ver Introducción). Algunos autores han propuesto que factores de transcripción, como Pax6 y Pax2 que se expresan en la retina, pueden tener un papel fundamental en la guía axonal en el pez cebra durante la regeneración (Rodger et al., 2006). Se han realizado diversas investigaciones sobre la expresión de Pax6 en la retina, pero pocos son los autores que han realizado estudios sobre Pax2. En la bibliografía científica no hemos encontrado estudios que analicen las posibles variaciones en la expresión de Pax2 en el nervio óptico control respecto a la axotomización del mismo en pez cebra. Sin embargo, si se han realizado estudios sobre Pax2 en la retina del carpín (Parrilla et al., 2012; Parrilla et al., 2013), su localización y su expresión en el nervio óptico control respecto al nervio óptico pinzado y criolesionado (Parrilla et al., 2012). 19 Tabla 4. Expresión del ARNm de Pax2 y número de células pax2 positivas tras pinzamiento en la retina del carpín. Extraído de Parrilla et al., 2013. En el presente trabajo no hemos realizado estudios que permitan medir la expresión del ARNm de Pax2, ni hemos cuantificado el número de células Pax2 positivas. Aun así, nuestros resultados son coherentes con los datos mostrados por Parrilla et al., 2012, en los que se describe como el número de células positivas para Pax2 desciende tras dos días postpinzamiento en la retina del carpín. La lesión que provocamos en el pez cebra puede ser la responsable en gran medida de la disminución de astrocitos Pax2 positivos. Además, es posible que la degeneración de los axones de las células ganglionares libere numerosas moléculas de señalización de muerte celular, como la caspasa-3 y produzca la muerte de los astrocitos, los cuales se encuentran interaccionando con los axones de las células ganglionares (García y Koke, 2009). Por otra parte, se ha observado que en mayores espacios de tiempo, el número de células Pax2 positivas aumenta significativamente, coincidiendo con la llegada de axones jóvenes Zn8 positivos a la cabeza del nervio óptico (Parrilla et al., 2012). Por ello, muchos autores sostienen que Pax2 puede jugar un papel esencial en la guía de estos axones jóvenes Zn8 positivos en la cabeza del nervio óptico. Nuestro periodo de exposición no permite una regeneración de tal calibre, por lo que no podemos comprobar dicha llegada de axones y su interacción con astrocitos tras una lesión. Sin embargo, en los nervios ópticos control, sí observamos una clara interacción entre astrocitos Pax2 positivos con axones jóvenes Zn8 positivos (Fig.14.2). Nuestros resultados muestran que la expresión de Pax2 se mantiene en el pez cebra adulto y que los astrocitos Pax2 positivos interaccionan con los axones, guiándolos a través de la cabeza del nervio óptico para que lleguen correctamente a sus destinos, como la hipótesis planteaba. En futuras investigaciones sería interesante estudiar a diferentes periodos de tiempo tras la lesión cómo varía la expresión del mRNA para Pax2 mediante hibridación in situ y PCR, cuantificar el número de células Pax2 positivas mediante técnicas de inmunofluorescencia y realizar un conteo celular. Además, sería muy interesante comparar el número de células positivas para Netrina-1 y la 20 expresión de la misma en nervios ópticos control y nervios ópticos lesionados, ya que uno de los genes diana de Pax2 es la netrina.-1. Se han realizado estudios similares sobre la expresión de netrina-1 en teleósteos como en carpín (Petrausch et al., 2000), pero no en pez cebra. 6.2 Grupo 1. Nervio óptico control. Sox10 Los oligodendrocitos se caracterizan por ser MBP+/Sox10+, como se ha descrito previamente en la literatura tanto en ratón como en carpín (Parrilla Monge, 2010). Hemos visto que las células positivas para Sox10 se encuentran formando hileras tanto en el disco óptico como en parte más escleral de la cabeza del nervio óptico (Fig.18; flechas). En el disco óptico los oligodendrocitos forman grupos característicos (Fig.18; cabezas de flechas). Las células Sox10 positivas se encuentran entre los axones marcados mediante Zn8 (Fig.18; cabezas de flechas huecas). Figura 18. Sección de la CNO en un animal control con triple marcaje Sox10 (rojo)-Zn8 (verde)-DAPI (azul). Células positivas para Sox10 en el DO en grupos (rojo; cabezas de flechas). Oligodendrocitos dispuestos en hileras (flechas) rodeando un axón Zn8 positivo (cabeza de flechas huecas) Escala 200 µm. Grupo 2. Nervio óptico contralateral al lesionado. Sox10 Hemos observado que las células positivas para Sox10 mantienen una localización y morfología similar a la observada en el nervio óptico control (Fig.18). Los oligodendrocitos se encuentran formando grupos en el disco óptico (Fig.19.1 y 19.2; flechas). En la parte más escleral los oligodendrocitos forman hileras características de esta zona (Fig.19.1 y 19.2; cabezas de flechas). En la mayoría de las secciones analizadas se observa una mayor densidad de células positivas a Sox10 respecto al control. 21 1 2 Figura 19. Sección de la CNO de la retina contralateral a la lesión de un animal, con doble marcaje Sox10 (rojo)-DAPI (azul). 1) Células positivas para Sox10 en el DO en grupos (rojo; flechas). Oligodendrocitos dispuestos en hileras (cabezas de flechas). 2) Células positivas para Sox10 en el DO en grupos (rojo; flechas). Oligodendrocitos dispuestos en hileras (cabezas de flechas). Escala 200 µm. Grupo 2. Nervio óptico lesionado. Sox10 En el nervio óptico lesionado (Fig.20), los oligodendrocitos Sox10 positivos mantienen una localización y morfología similar a la observada en el nervio óptico control (Fig.18). Sin embargo, el número de oligodendrocitos positivos para Sox10 es muy escaso (Fig.20). Se observan pequeños grupos aislados en el disco óptico y unas pocas células en hileras dispuestas en la región más escleral de la cabeza del nervio óptico (Fig.20). Como en el caso de Pax2, no encontramos axones positivos para Zn8 en secciones de nervios ópticos lesionados de grupo 2. Figura 20. Sección de la CNO de la retina de un animal lesionado con doble marcaje Sox10 (rojo)-DAPI (azul). Células positivas para Sox10 en el DO en grupos (rojo; cabezas de flechas). Oligodendrocitos dispuestos en hileras (flechas). Escala 200 µm. 22 1 2 3 4 Figura 21. Retinas de animales control, contralaterales y lesionados con doble y triple marcaje Sox10 (rojo)-DAPI (azul)-Zn8 (verde). 1) Control. Células positivas para Sox10 en el DO en grupos (rojo; cabezas de flechas). Oligodendrocitos dispuestos en hileras (flechas) rodeando un axón Zn8 positivo (cabeza de flechas huecas) 2) Contralateral al lesionado. Células positivas para Sox10 en el DO en grupos (rojo; flechas). Oligodendrocitos dispuestos en hileras (cabezas de flechas). Oligodendrocitos dispuestos en grupos (cabezas de flechas huecas). 3) Contralateral al lesionado. Células positivas para Sox10 en el DO en grupos (rojo; flechas). Oligodendrocitos dispuestos en hileras (cabezas de flechas). 4) Lesionado. Células positivas para Sox10 en el DO en grupos (rojo; cabezas de flechas). Oligodendrocitos dispuestos en hileras (flechas). Escala 200 µm. Los datos obtenidos en el presente trabajo concuerdan con los datos mostrados en estudios previos realizados en otros teleósteos como el carpín (Parrilla-Monge, 2010), en los que se muestra que tras el pinzamiento del nervio óptico, durante los primeros siete días tras la lesión, el número de oligodendrocitos Sox10 positivos disminuye en la cabeza del nervio óptico. Ello puede ser debido a factores apoptóticos que se liberan desde los axones destruidos durante la axotomización del nervio óptico (García y Koke, 2009). No hemos encontrado en la bibliografía científica datos que muestren los cambios producidos en el ojo no lesionado de los peces correspondientes al grupo dos (Ver apartado Materiales y Métodos), en los que hemos visto que también se producen cambios aunque no se haya lesionado (Panagis et al., 2005). En estudios futuros, sería interesante comparar la expresión del ARNm de 23 Sox10 entre los dos grupos experimentales, para cuantificar los cambios observados en este trabajo y cuantificar el número de células Sox10 positivas entre los mismos. 24 Conclusiones De acuerdo con los objetivos planteados en este Trabajo de Fin de Grado, y como consecuencia de los resultados obtenidos y de la discusión llevada a cabo, hemos llegado a las siguientes conclusiones: I. Las células positivas a Pax2 pueden participar en la guía de los axones de las células ganglionares de la retina en procesos de regeneración del nervio óptico del pez cebra adulto (Danio rerio). II. Sox10 está presente en oligodendrocitos de la cabeza del nervio óptico que se encuentran asociados a los axones en crecimiento, modificándose su número tras una lesión en el pez cebra adulto (Danio rerio). 25 26 Bibliografía Bibliografía Barallobre, MJ., Pascual, M., Del Río, JA., growth cones in a Netrin-1 gradient mediated Soriano, E. “The Netrin family of guidance by the Netrin Receptor DCC” Neuron, 1997, factors: emphasis on Netrin-1 signaling”. 19:1211-1224. Brain Research Reviews, 2005, 49:22-47. Deiner, S M., Kennedy, TE., Fazeli, A., Birgbauer, E., Cowan, CA., Sretavan, DW., independent DW. “Netrin-1 y DCC mediate axon guidance function of EphB receptors in retinal axon locally at the optic disc: Loss of function pathfinding to de optic disc from dorsal but leads to optic nerve hypoplasia”. Neuron, no ventral retina”. Development, 2000, 127: 1997, 19:575-589. Henkemeyer, M. “Kinase Serafini, T., Tessier-Lavigne, M., Sretavan, 1231-1241. 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