la-calle-del-medio-81

Transcripción

la-calle-del-medio-81
© estudios anima
© roberto chile
pág.
6-7
¿arte cubano
en la piel?
pág.
14
© yoe
estimados lectores: El año que
comienza siempre es un buen momento para pensar en las metas alcanzadas
pero, sobre todo, en lo que se avecina. Los
avances del animado El camarón encantado, próximo a estrenarse en nuestras pantallas, nos hace reflexionar sobre un tema
del que llamó la atención Martí: el consumismo. Los tatuajes, una moda extendida
en los jóvenes, llegan en un reportaje ilustrado con la piel de los cubanos. Así mismo, el cantante Emilio Frías, «El Niño»,
nos hace reflexionar sobre la importancia
de encontrar una sonoridad propia en las
orquestas de música popular bailable y,
esta vez, les sugerimos la lectura de la entrevista al pelotero Ermidelio Urrutia. Sobre las carencias emocionales que a veces
padecemos los seres humanos y los entramados del buscador Google, debate Alba
Rico. Les proponemos un sugerente almanaque y, poco a poco, iremos publicando
sus cartas para conversar más cerca.CM
el hombre
que vino
con la lluvia
ermidelio
urrutia
deporte
un hombre
extraño
próximo animado
en estreno
© kaloian santos cabrera
12-13
tatuajes
reportaje
editorial
10
pág.
pechito
fotorreportaje
el pasaporte
viaja en
bicicleta
pág.
© internet
• ISSN: 1999-8090 • $2.00 •
televisión
• ENERO 2015 •
2-3
el camarón
encantado
81
pág.
11
emilio frías
«el niño»
música
huir
de los dioses
pág.
4-5
música
para el bailador,
la verdad
de La Verdad
enero 2015
2
Ese día Loppi no imaginaba que
su vida habría de cambiar, y salió
como siempre, con su morral al
hombro. Su Massicas estaba más
buscapleitos que de costumbre, y
cuando ella se quedaba sin el capricho o no la complacían, Loppi se
iba a los bosques para no oírla. Así,
como por azar, al pasar junto a un
charco, en la yerba húmeda, vio
tendido al camarón más grande
del mundo y «al saco el camarón».
Al atraparlo, Loppi pensó que
complacería a su siempre insatisfecha Massicas y lo hizo, sí, por un
momento, porque El Camarón resultó ser una maga. Pero a Massicas no le bastaba con un morral
lleno de excelentes y muy frescos
pescados, ni con pan y tocino, ni
los trajes de señora, ni con un
castillo hermoso; ni siquiera todo
un señorío, con ganado, siembras,
jardín repleto de flores. Massicas
quería más, más y más…
Así sucede muy a menudo en la
actualidad de Cuba donde conviven muchas Massicas y Loppis. De
ahí el desafío de preservar lo genuino, lo sencillo, lo bueno y bien
hecho; esencia primordial de la
obra del Maestro de todos los cubanos, José Martí, que promulga que
«quién lleva mucho adentro, necesita poco afuera» y «mucha tienda,
poca alma».
Hoy el desafío de mantener
presente al Maestro, especialmente
en las nuevas generaciones, resulta más urgente que nunca, y se ha
convertido en quehacer y punto
prioritario en la agenda de todos
los martianos, entre ellos los creadores e intelectuales.
Acercar el legado martiano a
los más jóvenes a través del universo audiovisual, para hacerlo más
atractivo, es una motivación para
el equipo realizador de los Estudios
ANIMA en Holguín, quienes estrenan este 28 de enero una versión cinematográfica de El camarón
encantado, una de las historias
más célebres de La Edad de Oro.
Para conocer sobre las particularidades de El camarón encantado dialogamos con su director, Adrián López, fundador de los
Estudios de Animación del ICAIC
en Holguín.
Según comenta Adrián, la idea original del montaje cinematográfico
de este texto surgió en los Estu
dios de Animación del ICAIC en La
Habana, por idea de Homero Montoya y Fernando Rubio.
El camarón encantado formaba parte de una película que se
iba a llamar La Edad de Oro, un
proyecto que nunca se concretó, y a nosotros nos la ofrecieron por el trabajo que hicimos
con Abdala. En el ICAIC diseñaron el guión y nosotros lo transformamos y creamos una
historia más holguinera, autóctona. A la versión del cuento de
magia del francés Édouard Laboulaye, le pusimos como eje
central a El Guayabero (Faustino Oramas Osorio, 1911- 2007),
le incorporamos el estilo de este,
el más universal de los músicos
holguineros, famoso por sus rimas picarescas, apoyadas por el
Santa palabra
de El camarón
encantado
doble sentido de su letra y por la
riqueza de su ritmo. Él canta los
consejos de El camarón… en la
voz del conjunto que lleva su
nombre. El animado lo conduce el narrador con las cuartetas típicas del Guayabero e,
incluso, finaliza con una cuarteta que dicta la enseñanza
martiana de que «el que mucho abarca poco aprieta», pues
apelamos al lenguaje popular
cubano, aderezado con un
criollísimo camarón con guitarra y espejuelos, al estilo de
uno de nuestros coterráneos
más singulares.
Esto convierte al audiovisual, que tiene una duración
de dieciocho minutos, en una
propuesta fresca y original
que promueve la preservación
de lo autóctono de la cultura
tradicional cubana, un producto cien por ciento holguinero.
La nueva producción respeta
la versión publicada por Martí y le
agrega códigos contemporáneos,
subrayando la esencia y lección
martiana del cuento, que defiende
la sencillez, la austeridad y cómo
se debe alcanzar el progreso a través del esfuerzo y por encima de la
avaricia.
No se pueden forzar los elementos cubanos en una historia
que no es esencialmente cubana, pues resulta contraproducente y no funciona. El camarón
encantado de José Martí también es una adaptación de un
cuento europeo, pero es una
obra más libre, sin un contexto
que, desde el punto de visto ambiental, sociocultural o arquitectónico, dificultara trasladarlo
al entorno cubano actual. En esta adaptación audiovisual convertimos a Massicas en Marie-
tta, como el pintoresco personaje del Guayabero, y a Loppi en
Lope. Por tanto, el tumba’o del
Guayabero se presenta natural,
como parte de la historia, y
el camarón es un personaje mágico musical cubanísimo.
En la producción aparecen los
mismos personajes que de niños
leíamos y dibujábamos, acompañados de forma, movimiento y color. Y esto sí preocupa, no porque la
cinta se aleje demasiado de la historia original, sino porque no deberíamos conformarnos con que
nuestros pequeños disfruten de los
muñes y jamás se adentren en la
lectura de la obra. Esa es tarea pendiente para toda la familia.
Dos de las virtudes de El camarón encantado: llevar la prosa
del Maestro de todos los cubanos a
cuartetas, y la utilización de elementos identitarios como el «¡Santa Palabra!» del Guayabero.
Cuando el camarón hace
magia dice «¡Santa Palabra!» y
todo cambia. Durante toda la
historia se mantuvo el doble
sentido de propiedad del Guayabero, suavizándolo para los
niños, sin que perdiera su esencia picaresca y sagaz.
Hay que apostar por la existencia de este tipo de proyectos, que resultan muy necesarios en el mundo en el que nos
estamos moviendo, donde resulta imprescindible, tanto en
el ámbito ideológico como
en el del entretenimiento y, sobretodo, porque es una propuesta nacional que se sostiene
ante la invasión de productos
audiovisuales foráneos.
Martí adapta la obra para
dar una enseñanza a la cubana.
Él podía haber traducido los
cuentos puramente, pero no,
© estudios anima
televisión
LA CALLE
DEL MEDIO
Elizabeth Bello Expósito
los interpretó y asemejó a su
tiempo y al nuestro. No se puede ver a Martí como algo rígido,
porque su pensamiento y obras
fueron globales. Se le hace más
honor al Maestro y se gana
más interpretándolo, practicándolo y asumiéndolo que calcándolo. Detrás de El camarón encantado hay investigación minuciosa
y mucha lectura. Para acercar
las nuevas generaciones a Martí y viceversa hay que trabajar y
utilizar los códigos que ellos
manejan; estudiar y entender a
nuestros niños, adolescentes y
jóvenes, porque ellos se parecen más a su tiempo que a sus
padres, profesores y abuelos.
Por ello la obra también incorpora una silla eléctrica que sirve
de castigo para el «mal marido», y
hasta ¡artes marciales!
Mis hijos son los termómetros más exhaustivos: siempre
les pongo lo que hago y, si les
gusta, sé que estoy en el camino acertado. Es algo muy bueno
que un pequeño escuche música cubana desconocida, y que le
llame la atención el animado.
Este ritmo y sabrosura típica
del Guayabero se mantiene, percibe y disfruta durante todo el filme.
Por ello «queremos, después de la
premier, fusionar las canciones y
convertirlas en videoclips con las
melodías de Los Guayaberos», adelanta López.
Existe un concepto básico:
para ser universal hay que
ser particular. Yo no tengo otra
fuente de donde beber, porque
nunca he estado en Tenochtitlán, ni en Machu Picchu o Río
de Janeiro; mi concepción de latinoamericanista es la que he
obtenido de la literatura, la historia, los estudios; de ahí que
mis referentes más profundos
son los que tengo cerca. Cuando
yo escribo una obra estoy escribiendo mi cultura, sin «cubaneo» forzado, y preservando la
diversidad de nuestra nación.
Martí nos acompañó en todo
el proceso de creación y en los
mensajes, cada vez que El Camarón entona sus cuartetas.
Nuestro Apóstol hablará con y
por los cubanos por los siglos de
los siglos, y es una figura que los
jóvenes no conocemos a cabalidad, es mucho más de lo que nosotros imaginamos que es.
Además, cuando se habla de
Martí en una obra para niños
no estoy pensando en mi generación, sino en esos pinos nuevos, en la generación que viene.
Si no acercamos los jóvenes a
Martí y Martí a los jóvenes estamos perdidos. Su pensamiento es universal, es un legado
repleto de valores y utilidad de
la virtud que no sabemos cómo
transmitir; pero ciertamente no
debe ser como un dogma ni una
receta, sino con paciencia, sabiduría e imaginación.
Para mí el Apóstol es el más
universal de todos los cubanos,
por lo que dijo, hizo y promulgó, y esa manera perseverante
que caracteriza a ANIMA es
una forma de seguir su ejemplo, de no ir contra nuestra propia ideología o cambiar el
discurso, no abandonar las causas justas y verdaderas, pensar
en el porvenir, en la influencia
y el deber que tenemos con
nuestro hijos. Ese es el Martí
que estamos presentando en El
Camarón Encantado, ese Martí
cubanísimo, humano, virtuoso
y patriota.
El material es muy superior
a las obras de ficción que lo han
antecedido, como el cortometraje de ficción Abdala, también
martiano, basado en su famoso
poema.
ANIMA trabajaba anteriormente con un software que se
llama Tunes, con el que habitualmente labora el ICAIC. Ahora nos propusimos crear con
otro denominado Anime Estudio, totalmente nuevo para el
equipo, que permite lograr una
animación similar a la tradicional, pero en una tecnología que
es vectorial y que, además, ofrece la posibilidad de hacer la
obra más integral y sintetizar el
proceso. Incluso llegamos a demostrarnos a nosotros mismos
que con tres buenos animadores uno podía concretar el dibujo sin modificar el modelo, lo
cual en el Anime es muy difícil,
porque a medida que se avanza, varía el personaje. Por tanto,
logramos que se mantuvieran
los estándares del diseño de los
personajes en toda la obra, lo
que en este caso fue doblemente difícil porque El camarón encantado no es un dibujo
animado tradicional, es más
bien una película musical.
En lo referente a la estética
y al trabajo de sonido hay un alto nivel de factura y calidad; al
igual que en las voces, que estuvieron a cargo de Roberto Sera,
INCLUYE POEMAS DE...
José Agustín
Goytisolo
· cuento ·
Érase una vez
un lobito bueno
al que maltrataban
todos los corderos.
Y había también
un príncipe malo
una bruja hermosa
y un pirata honrado.
Todas estas cosas
había una vez
cuando yo soñaba
el mundo al revés.
· en este mismo instante... ·
En este mismo instante
hay un hombre que sufre,
un hombre torturado
tan solo por amar
la libertad. Ignoro
dónde vive, qué lengua
habla, de qué color
tiene la piel, cómo
se llama, pero
en este mismo instante,
cuando tus ojos leen
mi pequeño poema,
ese hombre existe, grita,
se puede oír su llanto
de animal acosado,
mientras muerde sus labios
para no denunciar
a los amigos. ¿Oyes?
Un hombre solo
grita maniatado, existe
en algún sitio. ¿He dicho solo?
¿No sientes, como yo,
el dolor de su cuerpo
repetido en el tuyo?
¿No te mana la sangre
bajo los golpes ciegos?
Nadie está solo. Ahora,
en este mismo instante,
también a ti y a mí
nos tienen maniatados.
· palabras para julia ·
Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.
Hija mía, es mejor vivir
con la alegría de los hombres,
que llorar ante el muro ciego.
Te sentirás acorralada,
te sentirás perdida o sola,
tal vez querrás no haber nacido.
Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto,
que es un asunto desgraciado.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
Un hombre solo, una mujer
así, tomados de uno en uno,
A. A. G.
Con especial agrado traemos a las páginas de
nuestra revista los versos breves, musicales e intensos de José Agustín Goytisolo (1928-1999), uno
de los maestros indiscutibles de la poesía española
contemporánea. Dueño de una extensa obra poética, su singular lirismo conversacional se mezcla
con la ironía y la sátira, matizados por una extraña
melancolía a través de la que se filtra un conmovedor desamparo ante la soledad y el dolor humanos. Su palabra ofrece un testimonio agudo y
dramático de nuestro tiempo y se afirma con especial fuerza y vigencia dentro de la poesía producida por los autores de su generación. Amigo de
muchos poetas cubanos y apasionado defensor
de la causa de la Revolución cubana, una amplia
muestra de su poesía –seleccionada y prologada
por Pablo Armando Fernández– se dio a conocer
en nuestro país un año antes de su trágica muerte.
«Crecido en circunstancias arduas –escribió para
esa edición Roberto Fernández Retamar–, supo
ser constantemente fiel a una poesía auténtica donde encontraron voz justa y hermosa el dolor y el
amor, la historia y la amistad”.
son como polvo, no son nada.
Pero yo cuando te hablo a ti,
cuando te escribo estas palabras,
pienso también en otros hombres.
Tu destino está en los demás,
tu futuro es tu propia vida,
tu dignidad es la de todos.
Otros esperan que resistas,
que les ayude tu alegría,
tu canción entre sus canciones.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.
La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares,
tendrás amor, tendrás amigos.
Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.
Perdóname, no sé decirte
nada más, pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.
Y siempre, siempre, acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
· por rincones de ayer ·
En lugares perdidos
contra toda esperanza
te buscaba.
En ciudades sin nombre
por rincones de ayer
te busqué.
En horas miserables
entre la sombra amarga
te buscaba.
Y cuando el desaliento
me pedía volver
te encontré.
· y saluda a su ausencia ·
Noche de los amantes: la seducen
los momentos que vive. Ahora se mira,
acaricia su cuerpo muy despacio
mientras piensa por Dios que aún es hermosa.
Noche de los amantes; él se acerca,
la abraza por la espalda ante el espejo
y así enlazados van a la vidriera.
Puso la mano ahí: tacto y dulzura.
Noche de los amantes: ella observa
la ciudad ardiente y cree ver su casa
lejos entre otras muchas. Mueve un brazo
y saluda a su ausencia. Y se estremece. CM
incluye
poemas de...
En el futuro pretendemos
retomar Abdala, primero porque uno nunca queda completamente satisfecho con el
producto final. La obra fue pensada de principio como un largometraje y anhelamos ver qué
sucede si la extendemos y ampliamos las subtramas.
Además, ANIMA, próximo
a convertirse en UEB, sueña
con ampliar su trabajo y producir libros para colorear, carteles, souvenirs y cerámica en frío.
Ahora el desafío es encontrar
cómo sustentar los sueños desde el punto de vista material,
para después realizarlos.
El camarón encantado es una
producción que ha venido a
concretar y consolidar una sinergia de trabajo en los Estudios ANIMA: definir hacia
dónde, cómo queremos trabajar y cómo alcanzarlo cohesionadamente. Hacerlo nos ha
acercado más a José Martí, a su
obra y a los jóvenes.
Yo no quiero calcar a Martí,
sino interpretarlo y decodificarlo para la generación venidera de manera minuciosa y
sencilla. Yo soy un modificador,
un portador. El Maestro es el
que más necesario resulta hoy,
pues fue la punta de lanza e inspiración de la Generación del
Centenario, y sin esa no hay Revolución, ni nada. Eso hay que
hacerlo entender a los que vienen detrás, porque si no comprenden que ser martiano es
ser cubano, entonces está en
juego el futuro.
Ser martiano es ser Cuba,
Latinoamérica y el mundo, es
ser patria, que es humanidad.
El día que el planeta comience
a pensar que somos una sola
humanidad, que no nos diferenciaremos ni por el color de
la piel ni por el lugar de procedencia, entonces un universo
mejor será posible.
Esta no es una historia de dragones, de autos que hablan o sensuales princesas a la moda. Tampoco
hay guerras interplanetarias o luchas por la dominación de territorios con tecnología y armas que
aún ni diseñamos, ni soñamos. No
recurre a personajes del tamaño
del más pequeño de los dedos o héroes de guerra, como el joven de la
ofendida Nubia; tampoco es la película de Meñique o Abdala; sin
embargo, todas poseen un elemento en común que las hace únicas:
surgen de la voluntad creativa de
acercar a la más reciente generación la obra de un cubano decimonónico, el más universal de todos,
José Martí. CM
© archivo
Migdalia Albear y Pavón, quien
hizo la voz de El Camarón.
A lo anterior, desde el punto
de vista musical, se suman los
aportes de Santana Oramas, sobrino del Guayabero, quien entona las cuartetas de El Camarón Guayabero, y Orestes
Saavedra, director de la Orquesta Sinfónica de Holguín, quien
tiene a su cargo la composición
de los tumbao’s, mientras que
Ernesto Galbán escribió las
cuartetas.
Para el muy joven colectivo de
ANIMA, cuyas edades oscilan entre 19 y 25 años, no todo fue como
Massicas pedir a Loppi o, en este caso, Marietta pedir a Lope, y este, a
su vez, al Camarón; sino que enfrentó el reto de trabajar con una
tecnología obsoleta y deficiente, no
acorde a las necesidades del proyecto, de ahí que el proceso íntegro
se extendiera durante aproximadamente dos años.
Enfrentamos serios obstáculos, pues trabajamos paralelo
a una producción venezolana,
y, en medio de un período de
avances intensos, nos paralizábamos porque se enviaban especialistas y realizadores a
Venezuela. Esto nos vio obligados a trabajar con jóvenes en
formación, lo cual implica producir, aprender y enseñar al
mismo tiempo.
Completar la producción de
El camarón encantado fue difícil.
Hacer animados en Cuba, con
las condiciones tecnológicas
existentes, es muy complejo; por
eso cada vez que nosotros culminamos una obra, por muy
corta que sea, lo convertimos en
una fiesta, por el esfuerzo, el sacrificio, la constancia y voluntad
que requiere llegar hasta ahí.
Sin embargo, cuando existe
talento, entonces la creatividad
consiste en saber buscar y encontrar las soluciones, y esa ha
sido una de las virtudes de ANIMA desde sus inicios, saber
combinar el talento con el aprovechamiento máximo de las capacidades de los creadores que
forman parte del equipo y los
recursos tecnológicos. Esto
ANIMA lo hace prácticamente
desde el principio y casi anónimamente y sin apoyo.
De ahí que entre los elementos primordiales que distinguen
a El camarón encantado destacan
el uso de la música local, junto a
un estilo de animación y color
diferente, irreverente.
LA CALLE
DEL MEDIO
enero 2015
3
© internet
música
LA CALLE
DEL MEDIO
enero 2015
4
Yurien Heredia Figueras
La voz de Emilio Frías «El
Niño» hace años suena en el panorama de la música popular
bailable. Su estilo particular ha
logrado muy buenas opiniones
tanto del público bailador como
de la crítica especializada. Hace
poco más de un año él se ha incluido en el escuadrón de jóvenes directores de orquesta que
apuestan por la música popular
cubana. El portal de su casa fue
el espacio que acogió nuestro
encuentro, en el que hicimos un
repaso de su desarrollo profesional y las pretensiones de su
joven orquesta.
¿El hecho de que te sigan diciendo
«El Niño» aunque ya no estés en la
Orquesta Revé, te ha traído ventajas o desventajas?
No sé si es una ventaja o una
desventaja, es una satisfacción
que la gente me distinga por un
apodo que es típico de la Orquesta Revé. Esta, a lo largo de
su historia, se ha caracterizado
porque todos sus cantantes, por
idea del viejo Revé, tuvieran un
sobrenombre, como es el caso
de «El Indio», «El Padrino»,
«Yumurí», «El Gallo», Por ejemplo, a Dagoberto le decían «El
Brujo», y a Elito se le quedó eso
también. Cuando yo entré, como era el más joven de la agrupación me dijo: «Tengo que
buscarte un nombre, compay,
porque eso de Emilio no circula». En esa etapa yo tenía diecinueve años y me decían «El
Niño» en todos lados, por eso
se quedó. Creo que puede ser
una ventaja, porque tendré cincuenta o sesenta años y me seguirán diciendo «El Niño».
En Cuba tenemos la suerte de
contar, a lo largo de nuestra historia, con excelentes intérpretes solistas en la música popular, ¿tienes
algún referente en particular?
Patrones tengo muchísimos,
uno de los más fuertes es Miguelito Cuní, tengo influencia también de Carlos Embale y Raúl
Planas. Me encanta Rolando La
Serie, es mi cantante preferido,
unos de los grandes de este país,
lo llamaban «El guapo» o «El
guapachoso de la canción», fue
el timbalero de la orquesta de
Benny Moré. Influencias hay
muchas, aunque diga que no,
Música para
el bailador,
la verdad de
La Verdad
pues hay cantantes que han
marcado una pauta en mi generación, como Mario Rivera, que
es esencial en la música popular
y fue uno de los primeros que
bebió de ese manantial de los
grandes de antaño.
Esos son los patrones de «El
Niño», pero yo trato de no confundirme y no confundir a la
gente, por eso los escucho y
tomo de ellos lo que otros cantantes hoy no han sacado, porque a ellos los han escuchado
mucha gente, pero ser diferente
en estos momentos, crear una
diferencia, un estilo, es algo
bien distinto. Yo creo que he logrado que, a pesar de mi corta
carrera, la gente me reconozca
cuando oye mi voz. Creo que
eso tiene que ver con toda esa
música que he escuchado siempre, desde niño, todos los conjuntos, los septetos, todo eso me
ha creado una base para defender la música de la manera en
que lo estoy haciendo ahora.
Además de tu timbre, ¿cuáles
son tus estrategias para diferenciarte de los demás cantantes?
Yo creo que eso es algo que
tengo incorporado de manera
inconsciente. A veces no sé incluso lo que quiero, pero sí sé lo que
no quiero. Sé que no puedo hacer esto, porque se parece a este,
sé que no puedo hacer lo otro
porque se parece al otro. Sencillamente trato de hacer algo
que hasta ahora ha funcionado
porque a la gente le ha gustado.
Me dices que desde pequeño escuchabas mucha música en tu casa. ¿En tu familia hay músicos?
Vengo de una familia muy
musical, no de músicos, pero
sí muy musical, tanto materna
como paterna. Mi papá canta
muy bien pero no es cantante.
Estoy loco por invitarlo a grabar
un tema conmigo. Mi abuelo y
mi tío cantan muy bien también.
Mi abuela materna fue de las primeras instructoras de arte y mi
mamá estudió guitarra de pequeña. En mi familia se podría
decir que hay músicos frustrados, pues nunca se interesaron
seriamente en el arte, pero sí llevaron la semilla de la música
dentro.
Tú tampoco estudiaste música,
pero desde pequeño tenías inclinación por ella…
Yo no estudié en una escuela de música, pero sí la estudié
por la calle, como se dice. Estudié guitarra con la profesora
Clara Nicola. A esa viejita la
quiero muchísimo, porque fue
la que me enseñó los primeros
acordes. Después estuve estudiando un poquito de Teoría y
de Solfeo, para tener una base de
lo que estaba haciendo, pero
nunca he tenido preparación
académica. Dice el maestro Pachy Naranjo, director de la Original de Manzanillo, que esa es
mi gran virtud, que no tengo vicio ninguno pues no he estudiado en ninguna escuela de
música. Yo le digo que en verdad me hubiera encantado pasar por la academia, pero él me
dice que a mí eso es lo que
me hace diferente.
¿Tú te consideras solo un cantante o un músico cantante?
Me considero un cantautor,
porque casi todos los temas que
canto son de mi autoría. A mí
me gusta mucho componer. De
hecho, disfruto mucho más
componer que cantar. Me encanta escuchar mis letras en las
voces de otros cantantes.
¿Qué cantantes han interpretado tus letras?
Hasta ahora Dagoberto y
Lachy, cantantes de la Revé
también «El Sinsonte», y a Juan
Guillermo le tengo hechas algunas cosas. Me gustaría mucho escuchar mis temas en
voces como la de Cándido Fabré, algo difícil, pues él es uno
de los grandes compositores de
este país. Tengo un tema que le
hice a la Original que, de hecho,
lo estaremos grabando próximamente.
Creo que una buena canción será recordada toda la
vida, aunque pase de voz en
voz. La pueden cantar mil personas, pero la letra siempre va
a perdurar.
¿No crees que, como ha sucedido, una mala interpretación pueda
echar a perder una buena canción?
Sí, ha sucedido mucho. Por
eso me gusta tanto Jorge Díaz.
Él es uno de los grandes compositores de nuestra música, y
es muy exigente. Cuando vas a
grabar un tema de él te dice:
«Qué día lo vas a grabar que
quiero estar en el estudio»;
porque es su obra y él sabe lo
que quiere. Los grandes autores son muy celosos con sus
obras, ese es el caso de Fabré
también. Si te envió un tema y
no le gustó como quedó, te lo
dice. A veces a los autores también se le van de la mano sus
composiciones; yo le doy un
tema a un cantante, confío en
su talento, y puede que te lo
echen a perder. Es un riesgo
que hay que correr.
Me has hablado mucho de Cándido Fabré, ya que, como él, tienes
la facilidad de improvisar, ¿ha sido
un referente para ti?
Muchísimo, es mi patrón.
Creo que no solo para mí, sino
para la nueva generación y para las otras a que les guste el arte de improvisar. Fabré es un
modelo a seguir, pero no lo hago con su estilo, he tratado de
crear uno propio a la hora de
improvisar.
Adentrándonos un poco más
en el trabajo de La Verdad, has
manifestado en varias ocasiones
que su música es resultado de una
mezcla muy peculiar de sonidos,
en los que se destaca el Oriente de
Cuba, con particularidades, como
el de Manzanillo por la Original,
y el de Guantánamo por el changüí, la trova y el son santiaguero,
etc. ¿Siempre tuviste esa inclinación por la música oriental o fue
resultado de tu inclusión en orquestas en las que la música de esa
región tiene un gran peso?
Yo creo que soy un guajiro
frustrado, porque a mí la música oriental me encanta, algo
que no es típico en la gente de la
capital. Me ha gustado siempre
la música mexicana, desde pequeño escuchaba a Pedrito Fernández y a Los tigres del Norte.
La música «de caballito», como
le dicen los que no saben: la
Original de Manzanillo y Son
14. Todo eso llegó a mis oídos
con corta edad y me atrapó. He
pasado por distintas etapas de
mi vida en las que he tenido
que hacer distintos tipos de
música, pero cuando decidí
hacer mi agrupación, en la que
iba a hacer lo que yo quería, o
lo que entendía que debía
hacer, busqué a la persona que
necesitaba, Pachy Naranjo Jr. Él
había bebido de verdad de esa
fuente, tenía el tumba’o oriental
de La Original de Manzanillo,
y a esa sonoridad sumamos al
tercer mosquetero, Dayron Ortega. Él es de Alquízar, pero es
más guajiro que Pachy, pues
lleva muchos años como guitarrista del Cabildo del Son, al
lado de Pancho Amat, y eso le
ha dado una formación increíble. Dayron es uno de los mejores músicos que tiene mi
agrupación, le tengo mucho
respeto. Creo que él tiene un
peso importante en la sonoridad de La Verdad, ya que es
arreglista, al igual que Pachy.
Ellos han guiado mi gusto musical, lo han refinado. Entre los
tres hemos logrado algo muy
bonito en cuanto a sonoridad,
a gusto, sin perder la esencia
de lo que queremos y de lo que
yo quería. Siempre que les traigo alguna propuesta respetan
mi decisión, me van guiando y
el resultado es notable.
La Verdad tiene una sonoridad
muy peculiar tanto en la instrumentación, como en las voces de los
coros. ¿Cómo lograron ese resultado particular?
Cuando comencé a grabar
mi disco todavía estábamos en
La Revé. Los primeros temas
fueron Ese soy yo, La mata y Seguir
viviendo. Yo llamé a «El Sinsonte», pero Pachy no estaba de
acuerdo porque no le gustaba
que se escuchara esa voz nasal.
La voz de «El Sinsonte» a mí
siempre me gustó mucho, y quedé satisfecho. En los tres primeros temas no lo logramos del
todo, pero en el resto del disco,
con el trabajo que veníamos haciendo en vivo, lo entendió mejor y al final lo logramos. Él hace
la voz prima, Robertico, que
también fue cantante de La Revé, es la voz central y es un sello,
pues ha grabado con muchísima
frecuencia y su voz se distingue
donde quiera que esté. Dayron
es la voz de abajo. Siempre supimos lo que queríamos en el coro,
y lo hemos logrado, porque se
sienten fuertes y tienen un color
bastante atípico. Las jóvenes orquestas no buscan esos colores,
nosotros estamos buscando un
estilo, una sonoridad que se sienta más profunda.
Desde que llegué a tu casa he
notado que la religión yoruba tiene
muy rápido debido a mi carrera
en La Revé. Cuando salí de la
orquesta, esta estaba en uno de
sus mejores momentos, según
el maestro Elito. Hicimos el
disco De qué estamos hablando,
que fue premio al Mejor disco
de Música Popular Bailable y
Gran Premio en el Cubadisco,
y en el mundo fue un fenómeno. Mucha gente esperó mi salida de La Revé y, cuando sucedió,
las personas esperaban ver qué
iba a pasar con «El Niño» y esta
nueva agrupación. Por suerte,
la gente la ha asumido muy
bien. Creo que la aceptaron
más rápido en el extranjero que
en nuestro país. En Cuba la evolución de la orquesta ha sido
bastante rápida, pero fuera del
país ha sido un fenómeno impresionante.
Nosotros llegamos a un
congreso el 11 de septiembre en
la ciudad de Cancún, Quintana
Roo, y tocamos en el hotel Cristal, en un evento que se llama
Salsa Mayan Congress. Esta
fue la quinta edición, y ahí han
estado Los Van Van, Manolito
Simonet y su Trabuco, La Orquesta Revé y Pupy y los que
Son Son. Este es un congreso
de muchísimo nivel y es para
los bailadores. Allí se reúnen
salseros de Perú, Colombia,
Venezuela, del mismo México.
Por internet votan por la orquesta que quieren ese año y,
por primera vez, pidieron a El
Niño y La Verdad.
Fue la primera gira de la orquesta con tan solo un año de
fundada. Llegar a Cancún y ver
a toda la gente cantando los temas fue «la verdad». Eso fue
una de las cosas que nos hizo
comprender que estamos claros
en lo que estamos haciendo y
que lo que queremos es hacer la
música cubana que quiere y exige el bailador fuera de Cuba. El
bailador foráneo es muy exigente y todo el que ha tocado en festivales fuera de Cuba sabe que
no miento. Nosotros estamos
trabajando para el público cubano, por supuesto, pero también para el europeo, que es
muy exigente con el ritmo, con
la cadencia. Esa es la gran
verdad de La Verdad, hacer bailar al bailador.
A los cantantes nos gusta
que se nos escuche cuando estamos cantando y yo disfruto
muchísimo más ver a la gente
bailar, porque nuestra música
es para eso. Cancún nos dio
ánimo, porque para nadie es
un secreto que la música cubana no está en su mejor momento, yo diría que está pasando
por una gran crisis con esto del
reguetón. No creo que la haya
desplazado, pero la música cubana ha dejado un espacio, por
miles de razones, como que no
hay lugares donde las orquestas puedan tocar y las personas
puedan ir y pagar una suma
módica. La Casa de la Música
no tiene un valor que puedan
costearse todos los seguidores
de mi música. Yo estoy seguro
que mucha gente quiere bailar
con El Niño y la Verdad pero no
pueden pagar 10 CUC.
Todavía está muy fresco en el
mercado Llegó La Verdad, el primer fonograma de la orquesta, y ya
están preparando el segundo.
¿Cuáles serán las diferencias entre
dos producciones tan cercanas?
Pachy y Dayron están muy
preocupados porque la parada
del primer disco está muy alta.
Llegó La Verdad es un disco muy
bueno, muy balanceado y con
una sonoridad excelente. Eso
fue lo que más me gustó del
disco, la sonoridad que se logró.
Yo estoy claro de que el segundo disco va a ser una Verdad
mucho más madura, más consciente. Sé el camino que queremos defender, y Pachy y
Dayron hacen lo mismo con
los arreglos. Yo creo que va a
ser superior, ese el objetivo de
todo músico: ir superando su
obra. Vamos a grabar varios temas, por lo menos dieciséis,
para escoger y dejarlo en once
o doce. En el primer disco tuvimos que regalar muchos te-
Sé que estamos en
momentos en que funciona
mucho eso de la imagen,
pero no me
preocupa.
De hecho, lo
puedes notar en
mi agrupación. Yo no
mando a nadie a hacer
ejercicios ni mucho menos.
Creo que nuestra gran carta
de triunfo es nuestra música.
mas porque no podíamos estar
un año sin que se escuchara la
agrupación. Por eso, al salir al
mercado, ya no era un producto
tan novedoso, aunque los temas
Ese soy yo, La mata y Piénsalo, que
se radiaron un tiempo, no son
los que están en el disco. Es decir, que el CD sigue teniendo
sus sorpresas, pero tiene de
cinco a seis temas que ya se escucharon. En el segundo no
debe pasar eso, queremos que
sea totalmente nuevo, sin pensar en venta ni en marketing, solo en el producto como tal.
Probaré los temas en los conciertos tal y como aprendimos
en La Revé. El público es el que
dice lo que funciona, pero no
sacaremos nada de grabaciones
hasta que no esté completo el
disco.
Sucede con frecuencia que hay
temas de un disco muy privilegiados en cuanto a promoción, en detrimento de otros que muchas
veces son superiores musicalmente ¿Cómo piensas rebatir esta situación?
En mi disco hay música
que me encantaría escuchar
algún día por la radio, pero los
entendidos podrían tildarlo de
«no comercial». Tengo un tema
que se llama Mi música que va
cambiando de tonalidad, y eso
mucha gente le llama «no comercial», porque parece que lo
comercial es sinónimo de sencillez. Por eso no me preocupo
por la música que se quede,
porque al final permanecerá,
está ahí, en el disco, y todos los
que quieran van a ir ahí a buscarla, la escucharán y la bailarán. A veces por cuestiones de
estrategia promocional no puedes sacar la música que tú quieres. Yo deseo que Mi música sea
el tema de la campaña, pero
quizás no cumpla con los parámetros que tiene que tener un
tema para que se pegue. Respeto esas opiniones y, por tanto,
me mantengo al margen. La
música está en el disco, para
que todo el que quiera la goce,
aunque no podamos hacerle
un video clip a cada tema ni
lanzarlo en la radio. CM
música
guste su trabajo; no tengo problema con eso, pero creo que
en la orquesta somos un poquito más exigentes, queremos ser
recordados por nuestra discografía y toda la música que hicimos, por eso somos un poco
más selectivos. Por ejemplo,
en el tema Piénsalo, con El Yonki, él nunca hace el dembow del
reguetón, de hecho, es el único
tema timbero que tenemos en
el disco, por la célula rítmica y
por como está manejado, pero
empieza con un tres como en el
changüí guantanamero. Hay
una mezcla ahí de todo eso y no
tenemos problemas, podemos
hacer todos los géneros de la
música cubana con cualquier
cantante. Lo mismo podemos
traer al Yonki que al Micha,
que mañana traemos a Mayko
D’Alma o a Yamil el de Dèja vu,
que me gusta muchísimo lo que
hace. Me encantaría escuchar a
La Verdad haciendo reggae
con música cubana. Pensamos
hacer todas esas cosas, pero
siempre con música cubana.
¿Estás claro que estamos en
una época en la que en un buen concierto no basta con buena música,
sino que también hay que jugar con
la imagen? ¿Eso también está en los
planes de La Verdad?
No, no me interesa realmente. Sé que estamos en momentos en que funciona mucho
eso de la imagen, pero no me
preocupa. De hecho, lo puedes
notar en mi agrupación. Yo no
mando a nadie a hacer ejercicios ni mucho menos. Creo que
nuestra gran carta de triunfo es
nuestra música. Quiero uniformar a mi agrupación, cosa que
se ha perdido en la música cubana. Eso de la Orquesta Aragón, que tú llegas ahora mismo
a Francia a tocar con El Gran
Combo de Puerto Rico y te das
cuenta de que aquello de estar
uniformado es una cosa muy
bonita; eso me encanta y quisiera lograrlo. No tengo nada
en contra de los que están en
eso de la imagen, yo lo veo muy
bien, lo aplaudo y hasta los felicito.
¿No crees que el concierto puede ser también un espectáculo?
Sí, y lo hacemos, pero el espectáculo es nuestra música.
Nuestro espectáculo es un solo de Kéysel en el timbal, un solo
de Pachy en el piano. ¿Qué mejor que en medio de un concierto de música cubana arrancar
con un bolero que tenga la sonoridad de los años ‘50, con
arreglos de Emilio Vega y Barbarito Torres en el laúd? Eso es
y será siempre parte de nuestro
show. Nunca verás a «El Niño»
dando una vuelta atrás ni nada
parecido.
Ya La Verdad ha tenido presentaciones fuera de Cuba ¿Hay alguna diferencia entre La Verdad que
se presenta en Cuba y en el extranjero?
La Verdad estuvo en México y, como dijo Dayron, fue la
verdad de La Verdad. Teníamos
muchísima gente esperando,
porque este es un proyecto que
en el extranjero se ha asumido
LA CALLE
DEL MEDIO
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© internet
una fuerte presencia en tu persona. ¿Ha sido también un propósito
que esa sonoridad esté presente en
La Verdad?
Yo soy muy religioso, vengo
de una familia creyente y
tengo hecho santo. Soy babalawo, un sacerdote de la religión
yoruba, y también soy abakkuá.
Tengo una doctrina completamente religiosa basada en los
conceptos y el bien hacer de
los demás, y eso lo reflejo en mis
canciones también. Mi religión
es parte de mi vida y la profeso
sin ninguna pena. Lo digo abiertamente en donde quiera que
esté. Hay personas que no pertenecen a mi religión, pero yo
no se la impongo a nadie. Soy lo
que soy, lo expreso, y a la gente
le ha gustado.
Yo he tratado de llevar mi
religión a mi música. Por ejemplo en una parte de Ese soy yo,
mezclo un canto a Elegguá con
la música popular. No es la primera vez que se hace, muchísimos cantantes lo han hecho,
pero yo le doy un toque diferente porque, sin que nadie se vaya
a sentir mal, tengo un poco más
de conocimiento de lo que estoy
diciendo. Es una cosa que a veces les critico a algunos cantantes, que cantan sobre temas que
no conocen, yo pienso que nunca cantaría algo que no entiendo. Por eso no canto en inglés,
porque no lo hablo y no sé lo
que digo. Para cantar en inglés
tendría que estudiarlo y saber
lo que estoy diciendo. Se lo digo
a los jóvenes y viejos, hay que
saber lo que se dice.
Hay una tendencia ahora a
decir yah-yoh, a mí que mi ñongo, y
no saben lo que están diciendo.
En primer lugar es un canto
abakkuá, un canto que está diciendo: ya yo hice una consagración, yo soy un hombre supremo, yo soy un hombre
abakkuá; ya yo me puedo morir,
ya logré lo que deseaba. Eso es
una cosa muy profunda y la
gente lo dice por ahí sin saber lo
que quiere decir. Yo no tengo
ningún problema con eso, todo
lo contrario, sé lo que digo y tengo muchas personas que respaldan lo que digo y saben que
tengo conocimiento. Debo tener
cuidado, porque he alcanzado
un cierto rango en mi religión y
las personas que crearon mi
culto son muy celosos, y no
quiero que se ofendan al pensar
que voy a revelar algún secreto.
Cuando refieres que La Verdad
interpreta música popular cubana
veo que tienes un concepto que incluye toda la música cubana, tanto
la legitimada como las nuevas tendencias que se alían a ella. ¿No está
entre tus planes tomar más de esas
novedosas líneas y llevarlas a La
Verdad?
La Verdad no tiene ningún
tabú. Podemos hacer cualquier
cosa. Hicimos un tema con El
Yonki, pero no pienso hacer reguetón con mi orquesta nunca.
Mañana me pueden llamar Los
4 y grabo un reguetón con ellos,
como lo haría con Gente D’ Zona, El Micha, o con el reguetonero que me llame y que me
reportaje
LA CALLE
DEL MEDIO
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¿Arte cubano
en la piel?
En la década de los años
‘90 del pasado siglo el
tatuaje cubano enrumbó
su camino, y cada vez son
más quienes llevan sobre
su cuerpo simples y
complejos pictogramas
Marcos Alfonso.
fotos:
Roberto Chile
Estética, símbolo sexual,
superchería, moda… Los tatuajes son tan antiguos como el
hombre sobre la Tierra y, desde
entonces, lo han acompañado.
Alexis, joven veinteañero,
barbero de oficio, tiene sobre el
pecho un dragón. «Es mi signo
en el zodíaco chino y también
el estilo del arte marcial que
practiqué».
Clara, de alrededor de cincuenta años, Máster en laboratorio clínico, exhibe sobre el
tobillo de su pierna derecha
una figura artística semejante
al caracol. «Me gusta tenerlo,
además, se dice que si se tienen
tatuajes en números impares,
estos traen buena suerte”.
El tatuaje es un dibujo permanente sobre la piel. Se realiza mediante la aplicación de un
colorante introducido en la dermis –capa menos superficial de
la piel–, con pequeñas agujas u
otros materiales punzantes.
Los pigmentos empleados
son variados y de distintos orígenes: mineral o vegetal. Igualmente la localización, la forma
y la extensión son extremadamente variables.
Alrededor de las pictografías sobre la piel existe una vasta historia. En la momia de
la sacerdotisa egipcia Amunet
–la más antigua según especialistas–, quien vivió en Tebas en
el 2000 a.n.e., aparecieron símbolos en su cuerpo, aunque se
trataba de tatuajes lineales y
simples con diseños a base de
puntos y rayas.
Los habitantes de la Polinesia fueron los primeros en grabarse motivos sobre la piel, en
particular los guerreros, quienes prácticamente no dejaban
espacio de la piel sin marcar.
El estilo Moko Maorí, de
Nueva Zelanda, era un tipo
de tatuaje tribal para identificar
a cada individuo y su estatus: la
persona era única e inconfundible. Cuanto más complicado era
el diseño, mayor su rango social.
reportaje
LA CALLE
DEL MEDIO
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Se grababan de la cabeza hasta
los pies desde los ocho años y el
proceso era lento y doloroso.
En América del Norte los
indígenas los empleaban como
ritual de paso. Cuando la persona pasaba de la pubertad a la
adultez, se le tatuaba con el fin
de proteger su alma. En el Sur,
las tribus también pintaban sus
cuerpos, pero no de manera
permanente. Pigmentos creados a base de flores y grasas vegetales, de manera temporal,
daban nuevos tonos a la piel en
sus rituales.
En ocasiones, el tatuaje ha
tenido usos terribles, como el
sistema de identificación de los
judíos en los campos de concentración durante la Segunda
Guerra Mundial, que eran marcados como las bestias, pero en
las manos.
Desde el punto de vista médico, por su naturaleza extraña para el cuerpo humano, los
pigmentos depositados en la
piel pueden desencadenar, en
el transcurso de días, meses y,
en ocasiones, años, fenómenos
alérgicos importantes como la
hipersensibilidad. También es
posible que aparezcan reacciones cuando esas marcas se exponen a la luz solar y a los
rayos ultravioletas u otras respuestas inflamatorias de carácter crónico.
En el mercado de los productos del tatuaje, las sustancias que
se venden y compran muchas
veces carecen de regulación. Sus
fórmulas no suelen conocerse, y
esto hace difícil el acceso a la información real sobre cuán dañino puede ser el compuesto
químico aplicado en el cuerpo.
cuba
Hacia las primeras décadas
del pasado siglo, los marineros, de sus recorridos por las
diversas radas del mundo, importaron los tatuajes a la Isla.
Navegantes y portuarios, en su
mayoría de extracción humilde, llevaban los símbolos como
expresión de masculinidad y
fortaleza.
También en las prisiones algunos reclusos se marcaban la
piel con rústicos emblemas o
nombres, lo que les otorgaba
cierta preeminencia dentro de
la población carcelaria. Cruces,
pequeños textos alusivos a su
confinamiento o los patronímicos de la amada o la madre,
aparecían sobre la piel en rudimentarios dibujos.
Por ese entonces, las personas con tatuajes eran mal vistas
y señaladas como pertenecientes al llamado bajo mundo, y la
mayoría solían ser rechazados
por la sociedad.
Sin embargo, a partir de la
década de los ‘90 del pasado siglo (conocida como Período Especial), el tatuaje en Cuba tuvo
un boom y comenzó a tener auge en personas de diferentes
edades y sexo, clases sociales,
nivel cultural, profesiones u oficios. Esta vez no se trataba de
rústicas figuras o símbolos,
sino de pictogramas con diversos niveles de realización por
parte de los tatuadores.
El pecho, la espalda, los
brazos, las piernas y el cuello,
son los sitios más comunes sobre los cuales marcan su piel
aquellos que deciden hacerse
un tatuaje.
Desde luego que existe influencia foránea, como en la
manera de vestir o llevar el cabello, es así como los orfebres
de esta singular manera de grabar la piel son capaces de realizar verdaderas ¿obras de arte?,
y hasta disponen de catálogos
con diversos tipos de dibujos o
figuras para que el cliente pueda escoger su símbolo y diferenciarse de los demás.
En la Isla existen figuras para
todos los gustos: desde las
pictografías tradicionales de
los diversos estilos de tatuajes
hasta la reproducción de obras
de arte, incluso los hay con cabal contenido político, como
quienes se hacen grabar la imagen de Ernesto Che Guevara,
captada por el lente del fotógrafo Korda, que ha recorrido el
mundo.
Otros prefieren llevar el
nombre de la madre o de la esposa a lo largo de todo el brazo, con letras bien pintadas y
orladas, que pueden leerse a
cierta distancia. También aparecen los de corte religioso,
con figuras de diversas deidades o el signo de la persona
según la denominación de
la secta cubana de origen africano a la que pertenezca. Los
abakkuá tienden a inscribirse
en la piel el juego –o la tierra–
al cual pertenecen.
Los tatuadores, algunos incluso con experiencia internacional, han creado condiciones
sanitarias para realizar su trabajo en un ambiente en el cual
prime la asepsia, para evitar
así posibles infecciones.
Moda, superchería, estética… El tatuaje en la Isla se ha
abierto paso, y muchos son los
cubanos y cubanas que lo portarán mientras les dure su
existencia, porque el tattoo -como se denomina en inglés-, es
para siempre. CM
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© ilustraciones: zardoyas
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lecturas
LA CALLE
DEL MEDIO
El pasaporte
viaja en
bicicleta
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Jorge Wejebe Cobo
El dictador italiano Benito Mussolini era glorificado por la propaganda oficial de su régimen como un atleta
musculoso que practicaba la esgrima, el
atletismo y la equitación, entre otras
disciplinas. En sus discursos saturados
de gesticulaciones teatrales promovía la
práctica del deporte entre la juventud
italiana que, según él, estaba llamada a
ejercer, junto a la alemana, el liderazgo
del mundo como raza superior. Por esta
razón, en el verano de 1938, Mussolini
se mostró exultante cuando supo que
Gino Bartali, el campeón nacional de ciclismo, de tan solo veinticuatro años,
había ganado para Italia el Tours de
Francia, el más importante certamen
de la disciplina, lo que demostraba la
presunta vitalidad de su gobierno.
De no haber sido por su inseparable
bicicleta, anacrónica a los atributos deportivos de la antigüedad, y difícil de
tallar en mármol, el dictador, quien se
consideraba un nuevo César, hubiera enviado al atleta a posar desnudo ante sus
artistas, que copiaban las esculturas clásicas para nutrir las galerías de propaganda, en donde se ensalzaba a los
modernos campeones del nuevo imperio fascista.
Pero al extraordinario deportista,
ajeno a esa fanfarria, la fama y su bici le
servirían años más tarde para salvar su
vida y la de otros, al participar en operaciones secretas durante la ocupación alemana de Italia entre los años 1943 y 1945,
cuando Mussolini, desalojado del poder
por un golpe de estado palaciego, fue
restituido en el mando por Hitler, quien
había invadido y ocupado Italia.
Bartali, además de ejercitar sus piernas como extraordinario ciclista escalador de montañas, sustentaba una fe y
disciplina católica inquebrantables, por
lo cual el cardenal de Florencia, Arzobispo Elia Dalla Costa, lo incluyó en una
misión secreta donde desempeñaría un
rol determinante.
La organización clandestina creada
por el prelado, probablemente fue única
en la Segunda Guerra Mundial pues no
obtenía información de espionaje y podría calificarse como una red de beneficencia oculta, tejida entre más de veintiún
conventos e institutos religiosos, sin contar las parroquias de toda Italia donde se
escondieron centenares de judíos en sótanos, catacumbas y en los lugares más
insospechados, en espera de lograr documentos falsos facilitados por la iglesia,
que les permitiera salir del país o permanecer en él con relativa seguridad.
Dicha red se fundó cuando el rabino
de Florencia, Nathan Cassuto, pidió ayuda a la arquidiócesis de la ciudad para
salvar a su congregación de ser exterminada, lo cual dio origen a una singular
alianza entre católicos y judíos para asistir a los perseguidos por los fascistas.
La organización funcionaba con
efectividad en esa primera etapa, la
preparación de documentos falsos, incluyendo pasaportes para los refugiados, se hacía de forma centralizada,
principalmente en Florencia, y había
que hacerlos llegar a decenas de lugares
donde esperaban los judíos perseguidos. Para este fin se requería de un
enlace seguro que burlara la vigilancia
de la Gestapo alemana y los servicios de
seguridad de Mussolini sobre las carreteras y las instituciones religiosas de
Italia, que cumplían la orden de ejecutar, de forma inmediata, a cualquier ciudadano a quien se le ocuparan armas
y documentos que lo vincularan con
la resistencia italiana, o simplemente
parecieran sospechosos.
Ante tal dificultad, el cardenal Elia
Dalla Costa concibió la brillante idea
de utilizar a Gino Bartali para esa misión, aprovechando que era un ídolo
del deporte en el país y que tenía permitido desplazarse libremente en bicicleta como entrenamiento. Por su
filiación católica él no levantaba sospechas al visitar las instituciones religiosas en las ciudades y pueblos durante
sus viajes.
El ciclista aceptó la peligrosa misión, aun cuando sabía que, de ser descubierto, ni su fama le salvaría del
pelotón de fusilamiento y, ciertamente,
era el conspirador más expuesto de la
red del cardenal.
Con la misma ecuanimidad y dedicación con que solía dar el sprint final
de la victoria en las carreras, se dedicó
a desarmar su bicicleta y acondicionar
escondites en los tubos del cuadro y en
los manubrios para trasegar los pasaportes y documentos falsos entre los
refugios de Florencia y Roma.
Durante su labor se calcula que salvó la vida a ochocientos refugiados y, a
pesar de que en una ocasión resultó
sospechoso y fue detenido, tuvo sangre
fría y protestó airado ante los policías
que comenzaban a registrar la bicicleta, alegando que la iban a desajustar, lo
cual los convenció de su inocencia y
lo dejaron ir.
Después de la liberación de Italia,
Bartali no habló de su trabajo clandestino y, al parecer, les exigió a sus compañeros de conspiración que respetaran
su decisión, aunque más de uno lo señalaba por ser, supuestamente, el campeón
de Mussolini.
Años después pudo reverdecer sus
triunfos y ganó nuevamente el Tours de
Francia en 1948, con treinta y cuatro
años, y en 1949 alcanzó el segundo lugar
en ese certamen, con lo que culminó
una brillante carrera deportiva.
Murió en el año 2000, y su hazaña
clandestina quizás no hubiera sido conocida del todo si después de su muerte
su hijo no hubiera encontrado un diario
olvidado donde Bartali describía sus
operaciones secretas, lo que lo incentivó
a investigar durante trece años y así obtuvo detalles de cómo su padre se jugó la
vida por los demás.
En el 2013 se le otorgó post mortem el
título «Justo entre las Naciones», que
honra a las personas de otras etnias
que durante la Segunda Guerra Mundial salvaron vidas de judíos. Este reconocimiento es entregado por el centro
hebreo Yad Vashem, dedicado a la historia y la preservación de la memoria del
Holocausto.
La vida y hazañas de Bartali inspiraron en 2014 el film My Italian Secret,
del director norteamericano Oren Jacoby. CM
Santiago Alba Rico
Especial para LA CALLE DEL MEDIO
Hace unos meses, de paso
por Barcelona, me fijé en la palabra «farlopa» escrita en numerosos muros del centro de la
ciudad, y pensé en la reacción
de un extranjero con buenos conocimientos de español, pero al
que esta palabra del argot, nacida en medios marginales para
designar a la cocaína, le resultase completamente misteriosa.
Se me ocurrió entonces imaginar una historia borgiana en la
que un erudito se ve interpelado por una palabra desconocida escrita en la pared, una
palabra redonda trazada sin
ningún propósito político, ideológico o publicitario, salida del
alma como el nombre de una
amante o un estornudo, y trata
de averiguar su significado preguntando a los viandantes. Nadie sabe qué quiere decir, por lo
que esa palabra –como la «farlopa» de Barcelona– adquiere a
sus ojos el rango de una civilización olvidada o el aura de un
misterio contracorriente.
Nuestro extranjero siente
por eso una gran decepción
cuando acude a Internet y descubre que la palabra está ya en
Google. Pero enseguida se da
cuenta de que lo que recoge
Google no es su significado
sino su presencia en los muros
de Barcelona: lo que significa
es precisamente el fenómeno
social de su premeditada escritura en las paredes de la ciudad. Comprende entonces que
hay alguien tratando de escapar a Google y decide sumarse
a la tarea. Se da cuenta de que
todo el lenguaje humano ha
acabado atrapado en un aparato digestivo omnipotente; busca, pues, una palabra libre, no
rozada aún por la red y sus tentáculos. Comienza a inventar
palabras morfológicamente españolas –«estrumia», «brinia»
o «brostia»– cuya búsqueda no
dé ningún resultado en Google,
y a pintarlas de noche en los
portales, en el metro, en las fachadas de los teatros, de manera que existan sin ningún
sentido, como un lunar o un
trébol de cuatro hojas, y los paseantes se vuelvan locos tratan-
do de averiguar sus significados.
Pero es una carrera inútil y sin
final, porque a los pocos días
de escribir, por ejemplo, «gipera» en la puerta de una iglesia,
la propia búsqueda de los curiosos ha generado ya una
entrada en Google, que en todo
caso se empeña, si fracasa, en
sugerir variantes –«gimpera»–
o corregir la escritura para llevarlos a otra parte.
Nuestro erudito en fuga inventa y abandona palabras cada vez más deprisa. En cuanto
«frina» se convierte en una palabra prisionera, cuando queda
atrapada en Google –porque ha
pasado a significar un fenómeno social o un autor desconocido–, el erudito la descarta y
comienza de nuevo. Cada vez
transcurre menos tiempo entre
dos palabras, y cada vez le quedan menos palabras en la cabeza, pero le parece, rebelde y ya
asesino, que el destino de la humanidad, como especie parlante libre, depende de destruir
Google introduciendo allí una
palabra que el buscador no pueda asimilar, o que mate de angustia al usuario que recibe
una y otra vez la misma respuesta sin esperanza: «Su búsqueda no ha generado ningún
resultado».
Google no es un diccionario,
es un dios. Me acordaba de este
proyecto de cuento leyendo hace poco un artículo en el que se
recogen algunas de las extravagantes búsquedas que los humanos hacen cotidianamente
en el motor de Google. No son
exactamente búsquedas. Hay
matrimonios que discuten sobre un acontecimiento remoto
de su vida privada –¿qué película vimos María y yo en nuestro
primer encuentro?– y acuden a
Google para que dirima quién
tiene razón. Hay búsquedas absurdas –«quiero ver imágenes
eróticas de la mujer invisible» o
«cuál fue la primera persona
del planeta a la que llamaron
Víctor»–, peticiones clandestinas o mágicas de páginas «ultrasecretas», contactos con
extraterrestres o hechizos para
ganar la lotería, y confesiones
íntimas y súplicas angustiosas
«quiero casarme con un árabe
gay millonario» o «quiero ser
feliz». Frente a Google, los seres
humanos se comportan como
frente a una imagen de Cristo o
de la Virgen: lo interpelan a partir de la doble ilusión de que
mantienen con él una relación
personal y privada y de que es
omnipotente. Se le puede confesar todo y pedir cualquier cosa
–incluso criminal o ilegal– sin
que jamás nos traicione o nos
defraude. Jamás calla y, si no tiene lo que buscamos, nos ofrece
otra cosa, desviándonos mínimamente de nuestra pesquisa
original mediante sugerencias
o correcciones, así alimenta sin
cesar esta autoridad de oráculo
y de sacerdocio. Ningún dios ha
respondido jamás tan deprisa y
ha decepcionado menos. Por
eso ninguna angustia metafísica, ningún tormento ateo puede
equipararse al horror religioso
que siente un usuario de Google
cuando tropieza con el muro vacío: «Su búsqueda no ha generado ningún resultado». O con ese
abismo infernal del bucle sin salida: «El servidor está redirigiendo la solicitud a esta
dirección de una manera en la
que no terminará nunca».
Internet es, al mismo tiempo, una teología, una teodicea
y una iglesia. Así lo declaraba
hace poco Julian Assange al
desamparada, solitaria y angustiada. Una humanidad que
quizás no tiene arreglo, ni en
este ni en ningún otro mundo
posible, pero que, en cualquier
caso, si busca en Google un confidente, un médico, un hechicero y una iglesia es porque no
dispone de ningún medio colectivo –es decir, político– para
cambiar el mundo.
Cuando establezcamos las
condiciones sociales para un
poco de felicidad individual,
seguirá habiendo infelicidad y
dolor, suficientes al menos para el delirio, la literatura y la
superstición. Pero estoy seguro de que si fuese más fácil acceder a un poco de sexo, un
poco de amor, un poco de amistad, un poco de riqueza, un poco de trabajo, un poco de
cerveza, un poco de cultura y
un poco de belleza, no cederíamos tan fácilmente nuestras
palabras, nuestros secretos y
nuestras vidas a ningún dios
omnipotente, y menos a uno
con sacerdotes de la CIA, Monsanto y Wall Street. CM
lecturas
decir que Google es más poderoso que la Iglesia y describir
su funcionamiento como «un
gran confesionario»: «El dominio (de la Iglesia) antes se expresaba a través de franquicias
locales y no era tan fácil que el
centro controlase la periferia,
todo tenía que filtrarse a través de muchos individuos y de
muchos intereses. No es así
con Google, donde todo pasa a
través del mismo centro de
control, es como si solo existiese el Vaticano con un solo confesionario».
Todos conocemos las consecuencias políticas y comerciales de esta tramoya. En este
«gran confesionario» todos estamos constantemente haciendo confidencias que son luego
utilizadas para controlar nuestras vidas o nuestros deseos. En
términos políticos, las grandes
centrales de inteligencia de las
grandes potencias disponen
así de información pormenorizada e individual de las más
diminutas y marginales «irregularidades». En términos económicos, Google proporciona
gigantescos bancos de datos a
las multinacionales del consumo, que responden a cada súplica angustiosa «quiero ser
feliz» proponiendo un viaje, un
gadget o una nueva casa perfectamente ajustadas a nuestras
necesidades –que nosotros no
conocíamos–.
Pero, en cualquier
caso, me interesa más esa
dimensión religiosa que
Google recoge de las profundidades de la historia y
prolonga en un formato tecnológico. La relación de
los usuarios con Google,
tan rentable para el capitalismo, revela una
humanidad desnuda,
© zardoyas
© zardoyas
Huir de los dioses
LA CALLE
DEL MEDIO
ENERO 2015
11
fotorreportaje
LA CALLE
DEL MEDIO
enero 2015
12
Pechito,
texto y fotos:
Kaloian santos Cabrera
Era extraño aquel hombre,
o por tal lo tomaron,
porque besaba todo
lo que hallaba a su paso.
Silvio Rodríguez
Alejandro Ferreiro –más
conocido como Pechito– deambuló por las calles desde niño
hasta que, a los veintiocho años,
se instaló en la calle Scalabrini
Ortiz, próximo a la avenida Santa Fe, en la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires. Dormía a la intemperie, en la vereda, recostado a la pared de una sucursal del
banco BBVA Francés, con dos
perros –Galo y Pechín–, en
un colchón de la plaza, con un
TV conectado al cable.
El viernes 30 de agosto de
2013, Pechito estaba muy enfermo y se lo llevó, junto con
sus perros, una camioneta del
BAP (Buenos Aires Presente),
organismo que depende del
gobierno porteño –liderado
por el Partido Propuesta Republicana (PRO), del derechis-
ta Mauricio Macri–, a un
hospital de la capital para ser
atendido. Luego él y sus mascotas desaparecieron. Tras
cincuenta horas de estar desaparecidos fueron encontrados
los tres –gracias a vecinos y
amigos–, el domingo 2 de septiembre, en distintas partes
de la ciudad. Pechito fue
hallado en calzoncillos, deshidratado y golpeado. Estuvo internado en terapia intensiva,
debido a su grave estado de
salud hasta que, el sábado 7
de septiembre, falleció. Tenía
40 años.
Pechito era conocido en el
barrio como un «loco lindo»:
aquel que no molesta ni perturba la vida de la sociedad.
Aunque por el cariño y la aceptación que tuvo en su barrio su
caso era particular, Alejandro
no dejaba de ser uno de los más
de quince mil seres humanos
que diariamente sobreviven en
las calles de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. cm
un hombre
extraño
fotorreportaje
LA CALLE
DEL MEDIO
enero 2015
13
DEPORTE
LA CALLE
DEL MEDIO
enero 2015
14
Ermidelio Urrutia
El hombre
que vino
con la lluvia
H. Romo Sigler
Para referirse a Ermidelio
Urrutia Quiroga1 hay que despojarse de esquemas, imágenes relucientes en postales a colores, y
de los somatotipos concebidos en
laboratorios. Con «El Inmenso de
Jobabo» no existen cánones ni
ataduras. Sus 145 libras de peso
corporal eran arrobas en un diamante. Su mano enguantada, infinita, cual extremidad de un
pulpo mitológico, conectada a su
tórax de muchacho intranquilo,
atrapó cada fly que fue a las praderas. Su diestra, para no ser
menos, enfrió en tercera a cuanto
iluso quiso probar fortuna ante
la figura menuda que se le desdibujaba en el bosque derecho. ¡Qué
clase de vergüenza la de este gladiador, que se golpeaba en el
casco si era dominado al consumir un turno al bate!
Su debut como piloto lo llevó
al estrellato en esa responsabilidad, clasificando por vez primera
a su equipo tunero a los play-off.
De esa forma demostró nuevamente que, de todas las academias, la cátedra más excelsa es el
ejemplo.
Luego de varias campañas alejado de la condición de timonel de
los elencos del Balcón del Oriente,
Ermidelio fue llamado otra vez
para asumir las riendas de los actuales leñadores que, si bien no accedieron a la segunda fase de la 54
Serie Nacional, brindaron en todo
momento un buen espectáculo a su
exigente público.
Le proponemos en esta ocasión
una parada momentánea –convencido que desde ya prepara las
formas de emprender el trabajo,
junto con el resto de los técnicos de
su provincia, para enmendar los
errores presentados por sus pupilos en el campeonato– con el propósito de sumergirnos en sus
recuerdos. Afable, como siempre
ha sido, accede sin tapujo alguno,
con la certeza de que «tenemos que
rescatar todas las esferas de la
vida y la historia que nos trajo
hasta aquí».
Descríbeme el contexto en que
diste tus primeros pasos en la pelota…
Empecé a jugar en «Macagua 8», allá en Jobabo, con una
bola que fabricábamos a partir
de las gomas de los tractores.
No tenía otro guante que el que
empleaba el viejo para cortar
caña, y el único bate disponible
era un pedazo de marabú. Esas
experiencias me marcaron mucho, pues me hicieron el batallador que soy; nunca me he
sentado a esperar que las cosas
caigan del cielo. Es cierto que
aquellos implementos eran rústicos, pero nosotros éramos los
muchachos más felices del mundo cuando, sin zapatos, correteábamos por esos campos.
¿Entonces qué significaba cada
tarde en que salías a jugar?
Una fiesta, una pasión que
me inculcaron mi padre y mi
tío, el papá de Osmani, que era
ponchero.
¿Cómo llegas a la Serie Nacional?
No fue un camino de rosas
pero, como siempre ocurre, si
perseveras, la vida te premia.
En 1978 jugué en la Provincial
Juvenil y tuve una gran actuación, independientemente de
que a la mayoría solo le preocupaba que era muy pequeño. Esa
temporada, el Campeonato Nacional de la categoría se suspendió, por ello, sin cumplir los
diecisiete años, integré el con-
A lo largo de dieciséis temporadas, Ermidelio alcanzó resultados sobresalientes en todas las áreas de juego. Ahí
están las estadísticas para confirmarlo: 1 588 inatrapables, de ellos 268 dobles, 38 triples y 221 cuadrangulares,
con 2 595 bases recorridas, slugging de 506 y 310 de average. Anotó 863 carreras y remolcó hacia la registradora
865. Con independencia de su fuerza al bate, recibió más
boletos, 659, que ponches, 585. Tuvo excelente efectividad
en el robo de bases (72,29 %) producto de arribar safe a las
almohadillas 180 veces en 249 intentos. Por cierto, el tunero es uno de los diez jugadores que han logrado conectar
más de 200 bambinazos y rebasar el centenar de bases estafadas en las Series Nacionales. Todavía más, Ermidelio
es –junto a Omar Linares (404 HR y 246 BR) y Víctor Mesa
junto Azucareros, que participó
en la zonal oriental. Más tarde
vine a La Habana, a la Nacional
Obrera, formando parte de Las
Tunas. Con esas experiencias
matriculé en la Academia Provincial. Finalmente, en 1981, debuté en Series Nacionales, así
comenzaba una etapa de mi vida
que se extendió hasta 1996.
¿En qué momento te percatas
de que puedes integrar el equipo
grande?
Esa es una aspiración permanente de todo el que practica béisbol en Cuba. Sabía, desde
el inicio, que sería algo complejo, por la extraordinaria calidad de nuestra pelota, pero
jamás desistí de ello. Si te metes
al terreno sin esa ambición eres
un fracaso antes del primer episodio. La madurez deportiva
no se alcanza en una ni en tres
temporadas, no puedes desesperarte si tienes resultados
destacados y aun así te quedas
fuera de la selección mayor.
Ahora, una cosa es entender a
los técnicos cuando se inclinan
por atletas establecidos, y otra
ver que existen jóvenes valores,
con actuaciones formidables,
que no son tomados en cuenta.
En ese aspecto, en mi caso
viví momentos difíciles, pero
jamás dejé que las adversidades
mermaran mi concentración en
el juego. Tenía claro que mi
papel era batear, fildear y
correr; lo demás me sobrepasaba. Desde que integré el equipo
Orientales, en la Selectiva de
1982, obtuve números de vanguardia. Por encima de todo me
llenaba de alegría ver que en
aquellos torneos fantásticos no
bajaba de 300; sin embargo,
no me llamaban a los Juegos de
las Estrellas. En eso la prensa
desempeñó un papel clave. En
mi caso le debo mucho a Boby
Salamanca, a quien varios peloteros de mi generación llamábamos el «narrador de los pobres».
Sobre mí decía constantemente
«…hay un chiquito jorobado que
corre como un guineo y no lo
tienen en cuenta». Lamenté mucho no poder visitarlo en los días
finales de su vida.
Sin embargo, desde 1987 hasta
1995, conformaste la Selección Nacional…
Por eso te hablaba de la
constancia. Esa es la mejor credencial en cualquier aspecto de
la vida. El primer llamado
ocurrió de cara a los Panamericanos de Indianápolis. En la
preparación, frente a Estados
Unidos, en Artemisa, di triple
justo antes de que cayera un
tremendo aguacero. Eso provocó que los compañeros me llamaran jocosamente «el hombre
que vino con la lluvia». Al final
no asistí a esos juegos, pero
al regreso me incluyeron en la
lista que compitió en República
Dominicana, en el Torneo Meteoro de la Confraternidad. A
partir de ese momento no dejé
de estar en los primeros certámenes durante cerca de ocho
años.
(273 HR y 588 BR)- uno de los tres peloteros con más de
200 estacazos de vuelta completa y 150 o más robos; club
al que pronto se unirá Yulieski Gourriel. Amplió su capacidad para tomarle el tiempo a los serpentineros, y puso
en entredicho a los receptores rivales. El 26 de marzo de
1991, frente a Agropecuarios en la XVII Selectiva, robó
seis bases con la franela de Mineros, igualando el récord
para un choque impuesto casi diecisiete meses antes,
exactamente el 5 de noviembre de 1989, por el jovellanense José Estrada. El 15 de abril de 1992, Víctor Mesa, también en una Selectiva, le robó ese número de bases al
conjunto de Camagüeyanos.
En el ámbito internacional fue igualmente extraordinario su desempeño, contribuyendo a las victorias del
De tu paso por el equipo Cuba,
¿qué certamen recuerdas de forma
particular?
Los Panamericanos de La
Habana, en 1991, cuando el Comandante en Jefe, con las
manos sobre mi hombro, me dijo «¿Cómo tú tan flaco das jonrones tan largos?».
Eso fue después de que bateaste de 6-6 en la final contra Puerto
Rico, incluyendo tres cuadrangulares…
Así mismo, me sentí de manera estupenda durante todo el
choque, aunque la mayor emoción la experimenté junto a
Fidel en la premiación. Incluso,
más tarde, conversando con
Orestes Kindelán, el Jefe volvió
a mencionarme. Esa ceremonia
no se me olvidará jamás.
En el Mundial de Nicaragua,
en 1994, impusiste récord para un
cubano en este tipo de competencia, con 667 de average…
En esa justa las cosas me
salieron bien, sobre todo porque realicé la preparación adecuada. Al final, acumular ese
promedio al bate se convirtió
en regalo adicional, pues lo
más importante era retener la
corona de campeones. Sin embargo, aprovecho para revelarte este sentimiento, ni esa ni el
resto de mis actuaciones con la
Selección Nacional fueron suficientes para ser incluido dentro de los 100 Atletas más
Destacados del siglo xx.
Pasando a otro tema, ¿qué significó tu presencia como colaborador en Venezuela?
Esa fue una experiencia
que me marcó en todos los órdenes, especialmente el haber
podido apreciar en el terreno
la consolidación de un proceso
revolucionario de la magnitud
del venezolano. Trabajé con
entusiasmo en el estado de Sucre, atendiendo a los niños, la
categoría 15 y 16, y a los juveniles. Allá no me perdí en la televisión ni un solo discurso del
Comandante Hugo Chávez.
Cada intervención suya, como
han sido siempre las de Fidel,
fueron para mí una clase.
En otro momento conversaremos con amplitud sobre la actuación de tu equipo este año, pero no
puedo dejar de preguntarte, ¿clasificarán para la ronda de ocho elencos en la Serie 55?
No tengo una varita mágica
para asegurarlo pero, sin discusión, esa es la meta de todos
los que nos sentimos responsables del béisbol en Las Tunas.
Creo que tenemos condiciones
reales de obsequiarle ese alegrón a nuestra provincia. CM
team Cuba en múltiples competencias. Dicho de otra
manera, Urrutia es triple campeón mundial (1988, en Italia; 1990, Edmonton y Nicaragua, 1994) y de la Copas Intercontinentales (1987, La Habana; 1989, Puerto Rico; y
1993, Italia) así como bicampeón panamericano (1991, La
Habana y 1995, Mar del Plata) y centroamericano (1990,
México y 1993, Ponce). Experimentó, además, la cota más
elevada para cualquier deportista, la alegría infinita de
erigirse como titular olímpico, en su caso con el aliciente
de obtener esa corona en 1992, cuando Barcelona sirvió
como sede de la primera vez que el béisbol formó parte
del calendario oficial bajo los cinco aros. En la ciudad
Condal, el tunero bateó 407, con 11 hits, 5 de ellos dobles y
un triple, y 11 anotadas.
escríbanos a: Calle 21 no. 406, Vedado, La Habana, Cuba. cp 10400
email: [email protected]; [email protected]
SOBRE «La Marcha Internacionalista de las Antorchas»
Hoy, 27 de enero de 2015, la noche habanera
está engalanada por la alegría de miles de jóvenes que se dan cita en la escalinata de la
Universidad de La Habana para reeditar la
histórica Marcha de las Antorchas en saludo
al 162 aniversario del natalicio de nuestro Héroe Nacional José Martí. Han transcurrido sesenta y dos años desde que un grupo de
jóvenes estudiantes universitarios de la generación del Centenario marcharan por primera
vez por las calles de la capital para celebrar el
centenario del natalicio del Apóstol, y veinticinco años de que se reeditara esa marcha con
la presencia del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz. Por esa fecha nuestro país comenzaba a enfrentar un duro y devastador Período
Especial en tiempos de paz, y se avizoraba el
derrumbe del Socialismo en la antigua URSS
y en los países que integraban el Consejo de
Ayuda Mutua Económica (CAME). Con un espontáneo, profundo y previsor discurso, Fidel
trascendía nuevamente la historia dirigiéndose a los jóvenes cubanos que, prestos a continuar luchando y defendiendo la independencia
y soberanía nacional, atentamente aguardaban la orden de combate, y él, con la tranquilidad, la valentía, la fe y seguridad absolutas que lo
caracterizan, recordaba la expresión del Titán de
Bronce: «…quien intente apoderarse de Cuba solo recogerá el polvo de nuestra tierra anegada en sangre
si no muere en la contienda».
Un grupo de jóvenes cubanos no estaban físicamente presentes en la escalinata, porque el deber en
tierra africana los llamaba; ese deber internacionalista que nos educó el Maestro y que Fidel se encargó de
llevar a la práctica. Ellos abordaban una aeronave
IL62 de Cubana de Aviación para extender la Marcha
de las Antorchas a tierras africanas. La mayoría no
sobrepasábamos los veinticinco años y allá nos aguardaban miles de jóvenes cubanos que ya estaban
probados en el combate por la vida, la paz, el internacionalismo, el humanismo y el patriotismo; sí, porque
Patria es Humanidad.
Esos jóvenes cubanos que editaban la Marcha de
las Antorchas en Cuba y en África, llevaban el corazón
y sus almas llenos de nobleza y la profunda convicción
de que «¡Morir por la Patria es vivir!». Ellos extendieron la obra de la Revolución sin importar espacio ni lugar, aunque sí con la fuerza del ejército y la fe en la
victoria de los que defienden los principios justos.
En Cuba, en África y en el mundo habrán siempre
muchos Camilo, muchos Che, muchos Fidel, muchos
Ramón, René, Fernando, Antonio y Gerardo, cuya identidad será anónima, y que reeditarán, cada 28 de enero,
la Marcha de las Antorchas, para rendirle homenaje a
nuestro José Martí.
Al poeta bayamés José Joaquín Palma y Lasso de la Vega
(1844-1911), quien tuvo el altísimo honor de reclutar a Máximo Gómez para las gestas independentistas cubanas y otorgarle el iniciático grado de sargento.
¿Qué somos, General?, ¿los servidores heroicos y modestos
de una idea que nos calienta el corazón, los amigos leales
de un pueblo en desventura, o los caudillos valientes
y afortunados que con el látigo en la mano y la espuela
en el tacón se disponen a llevar la guerra a un pueblo
para enseñorearse después de él?
José Martí:
«Carta al general Máximo Gómez»,
New York, 20 de octubre de 1884.
Escarnecido por su gloria extinta
con el lauro mendaz del atropello,
sin que ningún clarín toque a degüello
entra el Viejo en las sombras de la quinta.
La victoria de pronto es tan distinta,
la libertad tan incoherente y necia
que en vez de enaltecerlo lo desprecia
cuando la holgura del poder rechaza,
porque hasta en los tizones de su casa
halla el patriarca frustración y amnesia.
Ultimadas las cargas al machete
no hay trocha por franquear ni honda manigua
que defender. La patria es una ambigua
palabreja que enmienda su membrete.
Aplauden a la estrella del sainete
sobrevivientes de humillantes pactos.
Crece, sobre los cuerpos putrefactos,
la yerba donde estuvo el campamento.
Hijos ilustres del resentimiento,
los ejércitos cuentan los impactos.
A veces, en la noche postraumática,
sin que nadie lo impugne o lo celebre,
retorna el Viejo a su vetusta fiebre
de una comicidad melodramática.
Zozobra al frente de una tropa errática,
zafa el timón de un bote a la deriva,
increpa a un oficial con explosiva
orden. Juzga a un traidor. Fusila un bulto
y entra, jolongo en mano, en el tumulto
de espejismos que van a la ofensiva.
Hay una madre muerta bajo un cedro.
Unos niños que se desangelizan.
Héroes que, por ser héroes, ralentizan
la victoria y engendran el arredro.
La mambisada trota hacia el desmedro.
Mima un caudillo su traje de holanda.
Nausean vahos de una paz nefanda.
Un presidente en su alazán recula
y, aunque la dignidad no capitula,
nadie puede «dormir como Dios manda».
Convicto de una voz fantasmagórica
que lo importunará en la acometida,
el Viejo acarreará toda su vida
de indigencia una angustia protohistórica
por la futilidad de la retórica
que le reprochará siempre al Soldado
llevar el regimiento hasta el collado
como si fuera la montaña única
del macizo, y no aceptar la túnica
omnímoda y falaz del magistrado.
El General vuelve a pasar revista.
Extrañamente el alma del combate
falta. No hay tentativas de rescate
que devuelvan la luz protagonista.
Cuenta otra vez. Más bajas en la lista.
Quizá una deserción, algún balazo
repentino, pero el postrer abrazo
de la muerte traerá el dolor prolijo,
no tanto por el héroe, por su hijo
que segará un infame machetazo.
Desde el estribo ve pasar airosas
sus levantiscas hordas el guerrero.
En las estribaciones del potrero
se asienta una bandada de tiñosas.
Zigzaguea entre alambres, zanjas, fosas,
hasta que al fin la calentura amaina.
Una mujer alivia su polaina
cosida al pie por la batalla incierta,
libra el machete de la mano yerta
y lo devuelve a su deshecha vaina.
Ronel González Sánchez
Campamento de La Aduana, Holguín, Campos de Cuba Libre,
septiembre de 2014. (108 años después del fallecimiento
del Generalísimo en La Quinta de Los Molinos, La Habana).
Mi nombre es Elieser González, vivo en Tampa,
Florida. Tengo treintaiún años de edad y estoy
cumpliendo una sentencia de dos años en una
correccional aquí en Estados Unidos por un accidente de tránsito que tuve, y en el que pereció
una persona. Me quedan cinco meses para salir
en libertad y, por mediación de mi madre, Laura
Hernández, recibo recortes de periódicos de
Cuba, ya que ella me escribe a menudo. Uno
de los periódicos que recibo es este, me encanta ver
algo de mi Isla, me hace sentir parte de ese lugar.
Quisiera que ustedes pudiesen publicar algo
donde le digan a mi mamá, Laura Hernández,
cuanto yo la quiero y la aprecio aunque yo esté donde esté. Ella siempre me escribe y está pendiente de mí por
mediación de mi familia, que está en este país conmigo.
Me gusta mucho la sección «Los lectores opinan», hablan de cosas reales del cubano y lo que se vive día a día.
Un saludo mío y de parte de todos los cubanos que
estamos cumpliendo sentencia en esta prisión para el
director de ese periódico, ya que todos estamos pendientes de cuando mi mamá escribe y nos envía los recortes. Nos da una alegría tremenda tener en nuestras
manos algo de Cuba ya que llevamos nuestras raíces
con mucho orgullo y anhelo.
Gracias a Enrique Ubieta Gómez y a todo tu colectivo de trabajo por alegrarnos la vida.
Sería un placer que mi mamá recibiera alguna carta
donde se le informe lo que digo, para que no sufra tanto y sepa cuánto la amo y la adoro.
carta a la calle del medio
Alfredo Marin
Yaguajay, Sancti Spíritus
Han transcurrido veinticinco años de aquella
noche de 1990. Yo estaba entre los que marchaban hacia el África, pero mi nombre no importa, porque aquella noche mi identidad era 906909. Sí les puedo decir
que tengo cincuenta años y hoy veo marchar a nuestros
jóvenes, entre ellos a mis hijos, prestos a continuar luchando por la vida, por la paz y por esos extraordinarios
valores que dignifican a todos los cubanos. Me convenzo de que la historia no se repite, sino que continua, se
multiplica, porque hoy marchan muchos jóvenes cubanos internacionalistas homenajeando al Maestro en todos los continentes con la visión de que todos son
Patria, todos son el Maestro, la Revolución y el Comandante en Jefe. Yo, como parte de este pueblo, digo, con
la experiencia de mi tiempo, que es cierto, que a todos
los que cumplen desinteresadamente con el deber de
defender la obra de la Revolución, «la patria os contempla orgullosa».
general de dos patrias
SOBRE la serie nacional
Les escribe un fiel admirador de su sección deportiva, especialmente por los artículos en los
que se ha referido y defendido a un pelotero tan
polémico, tan grande, y no siempre reconocido,
como Yulieski Gourriel. Para mí él es el mejor
pelotero del país, pero muchos se niegan a reconocerlo.
Quisiera que me escriban y me expliquen
cómo se saca el coeficiente de bateo integral y
oportuno para el equipo y que, si se puede, se haga una comparación entre Yulieski y Alfredo
Despaigne en sus primeras diez series con las mismas
estadística, como se hizo con Omar Linares.
Sin más, un saludo de,
Elieser González Hernández
la esquina
caliente
Los lectores opinan
LA CALLE
DEL MEDIO
enero 2015
15
81
NÚMERO
ENERO
2015
na. También poseen calcio, hierro,
magnesio, cobre, zinc, yodo y potasio,
junto a los aminoácidos esenciales
que el cuerpo necesita para formar las
proteínas necesarias para restaurar
sus tejidos.
Los germinados son únicos, ya que
están disponibles en cualquier época
del año y en cualquier lugar del mundo. Su ciclo de cosecha es de tan solo
una semana y su rendimiento es muy
grande. Por ejemplo, con un solo kilo
de semillas de alfalfa se producen entre diez y catorce kilos de germinados
frescos. En el caso de Cuba, existe
mucha experiencia en la práctica de la
germinación de los frijolitos chinos,
aunque también pueden someterse a
este proceso los frijoles colorados, negros, blancos, gandul y caballero, así
como el maíz y las lentejas, entre otros.
Lo más importante es que no hayan
sido sometidos a tratamientos químicos y que conserven su viabilidad. Su
modo de cocción es muy simple, y se
prefiere el hervor ligero y el salteado.
En el próximo artículo estaremos
abordando otros datos de interés y su
modo de obtención y elaboración. CM
ARROZ SALTEADO
CON VEGETALES
ESPAGUETIS
SALTEADOS
Piénsalo
autor: Emilio Frías y Arián Chacón
intérprete: El Niño y la Verdad
feat. El Yonky
CD Llegó la verdad
Egrem, 2014
¿Qué pasa?
autor: Leoni Torres
intérprete: Leoni Torres
CD en producción, 2015
Palabras
autor: Marta Valdés
intérprete: Haydée Milanés
CD Palabras
Bis Music, 2014
Salud, dinero y amor
autor: Osmani Espinosa
intérprete: Alejandro Boue
CD en producción, 2015
·i ngr edien t es·
pa r a cuatro r aciones
arroz cocido · 3 tazas
aceite · 2 cucharadas
cebollino · 1 taza
ajo · 4 dientes
acelga · 1 taza
cebolla · 2 unidades
medianas
pimiento · 1 unidad grande
zanahoria · ½ taza
salsa soya · 2 cucharadas
frijolitos chinos · 2 tazas
vino seco · 2 cucharadas
·el abor ación·
Tener dispuesto el arroz, cocido sin sal ni
grasa ¶ Saltear en el aceite el cebollino y el
ajo cortados fino, agregar la acelga cortada
en tiras, la cebolla en cuartos de luna y las
tiras de pimiento y zanahoria ¶ Dejar sofreír ¶ Adicionar el arroz y mezclar con la
salsa soya, revolver hasta que el arroz adquiera una coloración uniforme ¶ Añadir
los frijoles chinos, dejar suavizar y perfumar con vino.
director
enrique ubieta gómez
corrección
amanda fleites
jefa de redacción
yuliat danay acosta
fotografías
roberto chile
kaloian santos cabrera
madelaine vázquez gálvez
diseño
10k
zardoyas
TEMAS
Durante la Segunda Guerra Mundial, en los Estados Unidos se prepararon condiciones para hacer de los
brotes de soja un producto de primera
necesidad para los norteamericanos.
En aquellos años se lanzó una campaña para enseñar a prepararlos y
crear así una reserva alimentaria estratégica para tiempos de guerra. A partir
de 1948 este programa pasó al olvido, y
no es hasta los años setenta, con el
boom de los aeróbicos y las campañas
sobre cultura física y alimentación sana, que los brotes comienzan a tomar
un papel cada vez más importante en la
alimentación humana. En la actualidad, estos son reconocidos como alimentos muy especiales entre las
personas con tendencia a hábitos y dietas saludables.
Los granos y las legumbres recién
germinados tienen gran cantidad de
clorofila, vitaminas, minerales, oligoelementos y otras sustancias vitales.
Entre las vitaminas pueden ponerse
como ejemplo las de los brotes de trigo: vitaminas del complejo B (incluye
la B12), y las vitaminas A, C, E, ácido
fólico y pantoténico, además de coli-
rnps: 0583
·i ngr edien t es·
pa r a seis r aciones
espaguetis · 1 paquete
sal · 1 cucharada
cebolla · 1 unidad mediana
calabaza · 1 tajada
cebollino · 1 taza
frijoles
germinados · 1 mazo
huevo · 2 unidades
aceite · 3 cucharadas
vinagre · 1 cucharada
salsa china · 2 cucharadas
Conga pelotera
autor: César Pedroso y Ricardo Díaz
intérprete: Pupy y los que Son Son
CD Sin límite
Egrem, 2013
DISCO
16
A cargo de Ailer Pérez, ijorki morales
y Carmen Souto
© m. v. g.
ENERO 2015
madelaine vázquez gálvez
© m. v. g.
variados
LA CALLE
DEL MEDIO
COMER EN CASA
La alimentación en el mundo ha
transcurrido por diferentes etapas.
En este sentido, el surgimiento de la
agricultura y la Revolución Industrial
marcaron profundamente los estilos
de la dieta de los pueblos. Por lo general, la mayoría de las personas han
preferido alimentarse fundamentalmente a partir de asados servidos de
forma abundante y guarnecidos con
discretas cantidades de verduras, cereales y viandas. Sin embargo, en la
etapa actual, las personas expresan
un mayor interés por conocer las características de los alimentos que aparecen en nuestras mesas, así como las
reglas para realizar una buena asimilación de sus nutrientes.
El rápido desarrollo de las cadenas
de producción de fast food ha propiciado que amplios sectores de la opinión
pública cataloguen a estos productos
como «comida chatarra» por sus dudosos valores alimenticios, y que se
promuevan iniciativas para privilegiar el consumo de alimentos valiosos, que contribuyan al placer y a la
salud humana.
Desde hace milenios, los asiáticos
recomendaban el consumo preferente
de brotes o frijoles germinados para
lograr vivir más de cien años. No se
trata del tiempo, sino de hacerlo con
calidad y libre de enfermedades. Los
brotes pueden aportar al cuerpo, además de las enzimas que se activan en
el momento del desarrollo de la plántula, parte de la energía intrínseca al
nuevo organismo vital. Los germinados son uno de los pocos alimentos
que ingerimos cuando aún están vivos, lo cual aumenta enormemente su
valor nutricional.
El uso de semillas germinadas en
la alimentación y en la medicina es
dos veces más antiguo que la Gran
Muralla. Cerca de 3 000 años a.n.e., el
Emperador de China escribía sobre
las hierbas medicinales y los frijoles
germinados, los cuales eran prescritos para dolencias como edemas, contracciones musculares, deficiencias en
el funcionamiento de las vísceras,
desórdenes digestivos, debilidades pulmonares y problemas relacionados con
la piel y el pelo. Los chinos y japoneses
germinaban los frijoles de soja, el de
mungo y la cebada como suplemento alimentario fijo de su dieta.
En Occidente, las germinaciones
también fueron usadas, primero como
medicina y luego como alimento. El
Capitán Cook —conocido como uno de
los mejores navegantes del siglo xviii—
fue el primero que realizó un viaje que
se extendió por más de tres años sin
perder a ninguno de sus hombres a
causa del escorbuto. Antes de este viaje,
la mayoría de los barcos perdían la mitad de sus tripulaciones durante las
largas travesías. El secreto de Cook
consistía en darles a sus marineros una
bebida fermentada obtenida a partir de
frijoles germinados.
PROPUESTAS
MUSICALES
Los germinados
en la alimentación (I)
·el abor ación·
Cocinar los espaguetis en agua hirviente con
sal; escurrir y refrescar ¶ Cortar la cebolla
en cuartos de luna, la calabaza en bastones
finos y el cebollino y los frijolitos en segmentos ¶ Hacer una tortilla con los huevos, en
una cucharada de aceite, y cortarla en tiritas
¶ Saltear los vegetales en el resto del aceite y
dejar marchitar ¶ Añadir los espaguetis, el
vinagre y la salsa china ¶ Mezclar bien ¶ Finalmente, agregar la tortilla y los frijoles germinados, revolver y servir al momento.
nota: La calabaza se puede sustituir por zanahoria.
colaboradores
a.a.g.
santiago alba rico
marcos alfonso
elizabeth bello expósito
yurien heredia figueras
ijorki morales
ailer pérez
ahmed pérez morejón
kaloian santos cabrera
h. romo sigler
carmen souto anido
madelaine vázquez gálvez
jorge wejebe cobo
CD Hablando con Juana
intérprete: Alain Pérez
Bis Music, 2015
ESPACIO
Peña de Ray Fernández,
todos los jueves, 5 pm,
en el Diablo Tun Tun
(Calle 20 No. 3308 esquina 35,
Miramar, Playa)
VIDEO CLIP
Quiero conocerte
intérprete: Cucu Diamantes
& Nube Roja
Dir.: Jorge Perugorría
dirección
calle 21 no. 406, vedado,
la habana, cuba. cp 10400.
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