MUERTES ACCIDENTALES - Instituto Nacional de Medicina Legal
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MUERTES ACCIDENTALES - Instituto Nacional de Medicina Legal
Hombre y mujer orinando en un río. Óleo / madera, 1999. MUERTES ACCIDENTALES Accidentals Deaths Edgar Jiménez G. Analyst CRNV Silvia Angel P Analyst CRNV Analysing all the figures recorded in the National Institute of Legal Medicine and Forensic Science related to accidentals deaths in Colombia, we cannot avoid being worried about how often this event is being registered, furthermore necessary measures have not been taken in order to make this lower. The aim of this article is to analyse the behaviour of the fatality by this mean, and to study its relationship with the national economy and its effects such as working years lost (AVPP from the Spanish) In 2002 it was recorded 3147 accidentals deaths. Comparing the figures with the year before it was found that they were 146 cases more (5%). The national rate was estimated as seven deaths for every 100.000 inhabitants, it has kept steady in the last couple of years. 92% of the cases were reported by the local centres of Legal Medicine, the other 8% comes from reports issued by doctors in the compulsory social service and estimated by statistics. The working years lost were 112.948 (AVPP), and there was 1480 cases more than the year before, the most affected group were children younger than five years with 34% (n=405) and people between 15 and 24 with 23% (n=512). We found the most considerable part of population affected were men with 35 ages on average, they were 2545 cases, women were 602 and their average age was 20 years. According to the figures recorded by the forensic activity in the country the first cause of accidental death was the fall, and the most affected age group were adults older than 60 years (336 cases), the main reason for that is the frequent abandon of the elderly people, from the state and their families, they were followed by people between 45 and 59 years with 174 cases. The second cause was the death by drowning the most affected in this event were children younger than five years with 165 cases, followed by children between 5 and 14 years with 136 cases. Related to the figures stated before it seems to be that adults are not aware that the risks for children by themselves close to water reservoirs Resumen Analizando los datos registrados en el INML y CF, sobre muertes acci- dentales en Colombia para el año 2002, vemos con preocupación que este evento sigue presentándose con mucha frecuencia, y que no se han tomado las medidas pertinentes para su intervención. El objetivo de este artículo es analizar el comportamiento de la mortalidad por esta causa, por cuanto está afectando entre otras cosas a la economía nacional, por ejemplo, en términos de años de vida potencialmente perdidos (AVPP). En el 2002 se presentaron 3.147 muertes accidentales las cuales, con respecto al año 2001, representan un incremento de 146 casos (5%). La tasa nacional se estimó en 7 muertes por 100.000 habitantes, manteniéndose estable con respecto a los dos últimos años. El 92% de los casos registrados, son reportados por las actividades periciales generadas en los puntos donde existe una Unidad Local de Medicina Legal (directa); el 8% restante procede de las notificaciones realizadas por médicos del servicio social obligatorio (estadística indirecta). Los años potencialmente perdidos fueron de 112.948 (AVPP), presentándose un incremento de 1480 con respecto al año anterior. Y los grupos mas afectados fueron los menores de 5 años con el 24% (n=405), y el rango de 15 a 24 años con el 23% (n=512). Ahora bien, la mayor participación fue de los hombres en edad promedio de 35 años con 2.545 casos; para las mujeres, el aporte de casos fue de 602, con promedio de edad de 30 años. Según los datos arrojados por la actividad médico forense de todo el país, la primera causa de muerte accidental fueron las caídas, siendo el grupo de edad más vulnerable el de los adultos mayores de 60 años (con una participación de 336 casos). Una de los motivos que más incide en esta cifra, puede ser el abandono en el que se encuentran nuestros ancianos, tanto por parte de las familias como del mismo Estado; rango al que le sigue el de los 45 a 59 años, con 174 casos. La segunda causa la ocupó la muerte por sumersión. El grupo más afectado fue el de menores de 5 años con 165 casos; a éste le sigue el rango de 5 a 14 años con 136 casos. Según esto último, parece que los adultos no somos conscientes del riesgo que corren los niños cuando se encuentran solos dentro o cerca de depósitos de agua. EDGAR JIMÉNEZ G. Auxiliar administrativo CRNV SILVIA ANGEL P. Técnico auxiliar CRNV Colaborador JUAN IGNACIO CARDONA Filósofo CRNV Introducción En un país como Colombia, con tanta diversidad de factores genera- dores de violencia, como los grupos armados ilegales, guerrilla, paramilitares, delincuencia organizada y común, se presentan diferentes maneras de muertes violentas, a algunas de las cuales el gobierno les ha invertido gran cantidad de recursos económicos con el objeto de reducir sus altos índices. Las muertes accidentales son consideradas como otros eventos violentos. Pero, contrario a los demás, los organismos encargados de velar por la salud pública no le han prestado la debida atención, puesto que programas de prevención de esta mortalidad violenta no se reconocen dentro del ámbito nacional o están circunscritos a pequeños esfuerzos aislados dirigidos a accidentalidad específica, como la laboral. Centro de Referencia Nacional sobre Violencia - INML Y CF De hecho, la televisión puede ser un medio que incentive a la población a cometer actos violentos, en la medida en que banaliza las situaciones de riesgo asociadas con las muertes El rango de accidentales. Ahora bien, por muertes accidentales se puede edad de 60 y más años es entender los eventos mortales en los que no ha mediado el grupo más voluntad alguna. Para el año 2002, esta manera de muerte vulnerable en ocupó el tercer lugar del registro de la mortalidad violenta que las muertes accidentales el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses por caídas. lleva en el país (3.147/39.597). También se deben tener en cuenta los años de vida potencialmente perdidos, a causa de este tipo de muertes, que para este año fueron alrededor de 112.948. Además, la mayoría de estos eventos se encuentra estrechamente relacionado con el entorno familiar de los fallecidos, tal cual lo indica el hecho de que la mayoría de estos eventos se registra en menores de edad y en adultos mayores. 170 El reconocimiento de las circunstancias asociadas con la accidentalidad, enseña que muchos fueron producto de la adopción de conductas riesgosas y de omisión al deber de autocuidado que le compete al ser humano, donde lo fortuito o lo inesperado pasa a un segundo plano (excepción hecha a los eventos naturales). Además, se evidencia una gran proporción de factores de riesgo en la vida cotidiana, que si son visibilizados e intervenidos, podrían ser útiles para diezmar esta ilógica manera de muerte. En este estudio se encontrará un análisis de este fenómeno a nivel nacional, según sexo, causas, meses y tasas; para la regional Bogotá, también se cuenta con datos referentes a localidad, hora y lugar del hecho. 1 Y Centro de Referencia Nacional sobre Violencia - INML En las muertes accidentales, a diferencia de los otros tipos de muerte, no existe la mediación de una voluntad humana que haya puesto en marcha el mecanismo por el que se produce el nefasto. El término voluntad es un elemento fundamental en la representación de las muertes accidentales, porque aunque exista otra persona implicada en la producción del accidente, sea este del tipo que sea, dicha implicación no es voluntaria sino que obedece a otras circunstancias1. Aunque, igualmente, cabe la pregunta acerca de la cantidad de muertes accidentales que suceden, porque el afectado u otra persona implicada en el evento, siendo consciente del peligro al que se exponía, no tomó las debidas medidas de prevención y /o subestimó la situación en la que se encontraba; pregunta que, en últimas, replica la figura de la voluntad en dichos eventos. CF Figura 1. Tendencia de las muertes accidentales por sexo durante los últimos cinco años. Colombia, 2002 File://A:\¿Fué homicidio, suicidio o accidente? Verdú Pascual Fernando a. En www.gooogle.com.p. 2. 171 Distribución según edad y sexo Centro de Referencia Nacional sobre Violencia - INML Y CF Figura 2. Tasa de muertes accidentales según grupo de edad y sexo. Colombia, 2002 172 De las muertes accidentales conocidas por el sistema médico forense para el 2002, el 81% (n=2.545) perteneció al sexo masculino (con aumento significativo de 125 casos) y el 19% (n=602) al femenino, con aumento de 21 casos con respecto al año anterior. La razón de mujeres víctimas por este evento es de 1 por cada 4 hombres. Según esto último, nos podríamos preguntar: ¿son más prudentes las mujeres?, ¿son más impulsivos los hombres que las mujeres?, ¿ las mujeres utilizan los elementos necesarios de protección? Analizando los grupos más vulnerados por este fenómeno, se ha encontrado que la mayor proporción se dio en los adultos mayores de 60 años, con 566 casos y una tasa por 100.000 habitantes de 30 para Los conflictos sociales como una manera de entender la violencia regional. El caso Caquetá. hombres y 9 para mujeres; seguido por el grupo de 25 a 34 años, con 454 casos y una tasa de 11 para hombres y 2 para mujeres; en tercer lugar se ubica el rango de los 45 a 59 años, con un total de 452 casos, y una tasa de 18 para el sexo masculino y 3 para el femenino. Distribución por mes En el país se presentó un promedio mensual de 262 muertes acciden- La primera causa de muerte accidental (caídas) se presentó con mayor frecuencia en diciembre con el 12% (n=101) y octubre con el 10% (n=86) lo que se puede deber al alto consumo de alcohol por las festividades de fin de año, sumado a actividades de preparación para las festividades (decoración de calles, techos, etc.). La segunda causa (sumersión), cobró más víctimas en enero 14% (n=104) y noviembre con 9% (n=68) meses que coinciden con las vacaciones de fin de año. La tercera causa (otros accidentes) presentó mayor proporción en enero con el 26% (n=152) y en octubre con 10% (n=57); el cuarto puesto lo ocuparon las quemaduras, sobresaliendo los meses de junio con un porcentaje de 13% (n=29) y diciembre con 12% (n=27) lo que seguramente se debe al uso y manipulación de elementos pirotécnicos. El término voluntad es un elemento fundamental en la representación de las muertes accidentales, porque aunque exista otra persona implicada en la producción del accidente, sea éste el tipo que sea, dicha implicación no es voluntaria sino que obedece a otras circunstancias. Germán De la hoz Sociólogo CRNV PRESENTACIÓN Hace poco los colombianos sufrimos la decepción del frustrado proceso de paz con las FARC en la llamada zona de distensión. Mucho se criticó la figura y, sobre todo, la gran extensión territorial concedida a esta organización guerrillera, o terrorista como insisten ahora. Con la razón o sin ella, lo cierto es que los colombianos poco o nada sabemos de la historia regional, de las características de esta región que provocaron, y aún lo siguen haciendo, no solamente airadas protestas de los contradictores del pasado proceso MADRE E HIJAS CRUZANDO UN RÍO DE SANGRE . (TRÍPTICO). 2,70 X 2,00 MTS., 2000 (FRAGMENTO) tales, que por su parte equivalen a 8 muertes por día, o aproximadamente a 3 fallecimientos cada 8 horas. La mayor cantidad de muertes accidentales sucedió en los meses de enero (n=405), diciembre (n=280), octubre (n=278), y agosto (n=271). Nótese como, curiosamente, la mayoría de estos eventos se llevó a cabo en temporadas en las que hay un mayor número de personas en sus hogares, debido a temporada de vacaciones o festividades de fin de año. Distribución según mecanismo causal De los 3147 casos por muerte accidental registrados en el país, se encontró que el mayor porcentaje 28% (n=869) ocurrió por caídas, el 24% (n=762) por sumersión, el 19% (n=585) por otros mecanismos, el 7% (n=227) por quemaduras; le siguen electrocución (6% n=202), asfixia (5% n=165), accidente de trabajo (4% n=128), intoxicación (3.8% n=121), arma de fuego (2% n=60) y, por último, el arma cortopunzante con 1% (n=28) de la distribución. Centro de Referencia Nacional sobre Violencia - INML Y CF Figura 3. Muertes accidentales. Colombia, 2002 174 Distribución según escenario geográfico En la distribución de las muertes accidentales, dentro del panorama nacional, se puede percibir lo siguiente: La ciudad de Ipiales presentó la tasa más alta (117). Es pertinente resaltar que este pico de mortalidad, se debió a un desastre aéreo en el mes de enero, el cual aportó un total de 89 víctimas. Le sigue Moniquirá con 42 y Girardot con tasa de 37. Las ciudades con las tasas mas bajas fueron: Agustín Codazzi con 1, le siguieron Aguadas, Anserma, El plato, Sincelejo y Corozal con tasa de 2. Centro de Referencia Nacional sobre Violencia - INML Y CF Cuadro 1. Muertes accidentales según puntos de atención del INML y CF. Colombia, 2002 175 Centro de Referencia Nacional sobre Violencia - INML Y CF Figura 4. Puntos de atención del instituto según rango de tasa de muertes accidentales. Colombia, 2002 176 Conclusiones y recomendaciones Al estudiar detenidamente las causas de las muertes accidentales, se ponen de manifiesto ciertas circunstancias que contribuyen a crear situaciones de riesgo. Estos factores permiten, por consiguiente, tomar medidas de prevención en los hogares y, al ponderarlos contribuyen en la toma de consciencia del riesgo que implican ciertas situaciones. Además, despiertan el interés por el autocuidado; y abren así la posibilidad de salvar muchas vidas, tanto de nuestros hijos como la de personas de la tercera edad, grupos que, como se pudo ver, están sujetos en una mayor proporción a estos accidentes. Cuando se estudia el tema de accidentes, nos damos cuenta de que éstos siguen un patrón previsible, lo cual permite identificar las situaciones de riesgo y lograr que sucedan en una menor medida. Por lo tanto, ¿es del todo adecuado darle el nombre de accidentes2 a estos eventos? No,muy inadecuado, pues este término lleva implícito el concepto de fatalidad, y la idea de que nada se puede hacer a este respecto, que ello sólo concierne al Destino3. Muy por el contrario, está demostrado que el conocimiento de sus causas y otras características, puede incidir en la reducción de las frecuencias de las mismas. Para prevenir accidentes en el hogar, se puede hacer uso de campañas educativas que sean difundidas por medios masivos de comunicación, en las que se incentiven hábitos de autocuidado; por ejemplo, al brindar las recomendaciones y demás herramientas para que se tenga la capacidad de manejar una situación de emergencia. En lo que respecta a la población adulta, las EPS entre otras instituciones podrían realizar campañas con los adultos mayores, actividades de recreación, educación, integración y demás, para que no permanezcan mucho tiempo solos en sus hogares. Colocar las debidas barreras en escaleras y sitios en los cuales se puedan presentar caídas. No dejar que niños manipulen estufas, elementos pirotécnicos, tóxicos y demás. Tener la precaución de no dejar depósitos de agua destapados, pues muchas muertes de menores ocurren en vasijas con mínima cantidad de agua. En lo posible, no tener armas de fuego en los hogares o no dejarlas al alcance de los niños. No dejar bolsas plásticas al alcance de los niños. No decir a los niños que los medicamentos que se les están suministrando son dulces. 2 3 Hinzpeter, G. Carlos, No Accidentes, en www.noaccidentes.com/cascos1.html, Santiago de Chile. Cfr, Cerutti, G Horacio, ¿Violencia es Destino?, en El mundo de la violencia, Sánchez V. Adolfo (compilador), F.C.E p. 223, Méjico, 1998. de paz, sino altos niveles de violencia que un año después de la ruptura de las negociaciones, continúan causando muertes, desapariciones y desplazamientos. De fondo, subyace la pregunta sobre si el gobierno realmente cedió esa extensión para los diálogos o si, simplemente reconoció en hábil maniobra geopolítica la presencia histórica de organizaciones armadas en la región, con lo cual, realmente no se estaba concediendo nada. El presente artículo tiene como finalidad develar un poco esa historia regional aun cuando sea de manera fragmentada, para que ante la eventualidad de nuevas aproximaciones a una paz positiva, se tengan suficientes elementos de juicio para que entre todos los colombianos asumamos la responsabilidad de un proceso de paz, el cual no puede depender de las negociaciones aisladas de dos o más partes con intereses muchas veces ajenos a las necesidades de la población. La paz, pienso, al igual que la libertad o la felicidad son estados del alma y se evidencian en cada una de nuestras acciones cotidianas. La invitación a través de este artículo, es a que desde nosotros mismos colaboremos a disminuir los niveles de violencia en todas sus expresiones, sobre todo la homicida, que las cifras de la presente edición de Forensis muestran, y a que nos preguntemos, desde cada espacio en que nos movemos, por qué los colombianos nos estamos matando y sobre la manera cada vez más eficaz en que lo hacemos. COLONIZACIÓN Y CONFLICTO Como fue determinado en investigaciones y estudios sobre la colonización del Piedemonte amazónico, los principales momentos y flujos migratorios que precedieron a la colonización del hoy departamento del Caquetá No llenar recipientes de gaseosas u otros refrescos con productos químicos, ya que los niños por equivocación los pueden ingerir. Eliminar los medicamentos vencidos que no se han utilizado. Los laboratorios no deberían hacer medicamentos con sabores a chocolate, vainilla u algún otro que sea agradable para los niños. No descuidar a los niños en piscinas y ríos. Las autoridades deben exigir que las piscinas en general, tengan en lugar visible la profundidad; y en los ríos señalizar las zonas de alto riesgo. Utilizar un medio de comunicación tan importante como la televisión, para presentar campañas masivas de prevención. Siendo la escuela el segundo hogar de los niños, en éstas, el gobierno nacional debería crear espacios obligatorios donde se enseñe medidas de prevención y prácticas de autocuidado. Para entrar al mundo de las personas mayores, viejos, ancianos o cualquier otro calificativo que le demos, como primera alternativa se ha optado por tratar de definir la vejez, estableciendo el momento a partir del cual una persona es considerada vieja. En un estudio realizado por el historiador G. Minois, titulado Historia de la Vejez4, este autor comienza por señalar, entre las dificultades que se le presenta a tal proyecto, las deficientes fuentes de información con las que se cuenta. Centro de Referencia Nacional sobre Violencia - INML Y CF Para poder definir la vejez, se ha optado por establecer las determinaciones biológicas que se supone hacen al anciano tal. Sin embargo, este supuesto no basta, puesto que equipara dicho fenómeno a las transformaciones físicas que lo acompañan, y no da cuenta de las determinantes culturales que igualmente forman parte esencial de tal definición. Y son concepciones de este calibre, aquellas que han contribuido a cimentar el supuesto de que la vejez es casi una enfermedad, un estado en la vida del ser humano donde al parecer éste deja de ser tal, habida cuenta de que en este momento de la historia de las sociedades occidentales, se hace aún más evidente que el anciano no tiene un rol cultural definido. Ya que esta figura al mismo tiempo entraña, tanto experiencia como muerte laboral, memoria más no novedad... Conocimiento y experiencia han sido otras de las representaciones más frecuentes de la vejez; pero sólo en civilizaciones basadas en la tradición oral el anciano encarna el vínculo entre las generaciones pasadas y futuras, la memoria de su comunidad. Puesto que en las sociedades occidentales contemporáneas, el conocimiento y la experiencia que se presume son inherentes al anciano, antes de indicar un símbolo de veneración y respeto (como en las sociedades orientales de tradición oral), funciona como un icono comercial, como un figura cuyas recomendaciones 4 178 Minois, Georges, Historia de la vejez. Editorial Nerea. Madrid, 1989. ameritan ser tenidas en cuenta; pero que por naturaleza no puede hacer ni desear lo mismo que los jóvenes y otras personas que se encuentran al margen de la vejez5. han sido permeados por conflictos sociales que muchas veces hallaron su máxima expresión en la confrontación armada. De hecho, Minois es más radical a este respecto, y llega a afirmar que sólo en las sociedades occidentales contemporáneas los ancianos se configuraron como un grupo social, que sólo en estas sociedades existe un posible rito que, en términos económicos, al parecer señala el primer paso hacia la vejez: la jubilación. El propósito de este ensayo es elaborar una síntesis del proceso colonizador en torno a los conflictos sociales, dirigida específicamente hacia la revisión de las condiciones que los originan y a la búsqueda de pautas explicativas sobre las causas que propician la violencia regional. Entonces podríamos decir que viejo es aquel que por sus años de vida tiene bastante conocimiento y experiencia, pero por su fragilidad y sus alteraciones físicas puede ser considerado como ser no productivo: es el medio social el que crea la imagen de los viejos a partir de normas y los ideales humanos de la época; pero se debe tener presente que en esto último también tiene que ver el hecho de que el anciano no se asuma como tal, no cree sus propios roles y espacios. Una de las hipótesis más radicales de Minois, afirma que el auge de la vejez sólo se da en el florecimiento o en el ocaso de una época (periodos de transición), puesto que en sociedades donde se ha ganado cierta estabilidad (periodos clásicos), el viejo pasa a ser una figura secundaria, casi inexistente: los tiempos de cambios profundos, liberados de los prejuicios y de las estructuras rígidas que caracterizan los tiempos de equilibrio, están más abiertos a la diversidad de los talentos, más receptivos a la diferencia, menos cargados de tabúes estéticos, morales y sociales6. Teniendo presente lo anterior, y recordando que uno de los grupos etareos más vulnerados en muertes accidentales en Colombia, para el año 2002, son las personas mayores de 60 años (grupo de personas próximas a ser jubiladas), la pregunta apremiante versaría acerca de la impresión que los colombianos tienen acerca de la vejez sin desconocer que esta pregunta involucra encasillar a un momento histórico ya sea en su decadencia, auge y/o florecimiento, aun más cuando estas personas mueren al interior de sus hogares, en rangos de hora que comprometen actividades tanto laborales como académicas. Lo que nos da a entender que estas personas en particular, no son destinatarias de los planes de recreación y esparcimiento del tiempo libre, que adelantan las instituciones nacionales y distritales; ya sea porque estos planes no los tienen presentes, o simplemente porque esta población no los conoce. Esta puede ser, pues, una de las acciones que se pueden adelantar en vista de reducir este tipo de mortalidad en particular. 5 6 Cfr, p.396. Ibid p.399. El departamento del Caquetá, al igual que toda región de colonización interna o externa, ha sufrido los mismos procesos en cuanto a los fenómenos que social y económicamente nos ocupan. Al respecto, los investigadores de la comisión de estudios sobre la violencia establecen una ligera diferencia (que para ellos es fundamental), sobre el carácter cerrado (colonización Interna) o abierto (colonización externa) de la ocupación espacial: en los dos casos los procesos de ocupación han sido acompañados por algún desarrollo de infraestructuras viales que dan acceso a los mercados. Sin embargo, en las colonizaciones de fronteras internas, como es el caso del Magdalena Medio, la cercanía a los mayores mercados nacionales (Bogotá-Medellín) ha estimulado rápidos procesos de concentración de la propiedad territorial mediante compra de tierras por parte de agentes del narcotráfico y otros agentes desestabilizadores. Los estudios sobre la región explican cómo se dio la transición de la pequeña y mediana agricultura a la ganadería extensiva, con evidente apoyo de la política sectorial agropecuaria. Por el contrario, según Ariza, durante los últimos treinta años la colonización caqueteña acusó carencia de criterios claros y adecuados por parte de las políticas oficiales. Esto generó condiciones particulares para la violencia,