Caperucita Roja

Transcripción

Caperucita Roja
Estudio de otras versiones
existentes
Caperucita Roja es una fábula transmitida de
manera oral en gran parte de Europa y luego
en escritos. El relato marca un claro
contraste entre el pueblo seguro y el peligroso
bosque, normal antítesis del mundo medieval.
Las versiones más conocidas, tal vez son la
escrita por charles Perrault, y la versión de
los Hermanos Grimm.
Cuadro comparativo:
vs
Charles Perrault
Hermanos Grimm
Perrault
Hermanos Grimm
Final
No feliz
Feliz
Final
Un final
Dos finales, donde Caperucita aprende
la lección
Final
Acaba con una moraleja explícita,
destinada a las jovencitas.
Tiene una moraleja, pero es más
implícita y está destinada a las niñas.
Personajes
No hay cazador, por lo tanto no hay
salvación, relacionado con la época.
Cazador o leñador (en algunos
versiones), que tiene la función de
salvador.
Personajes
-----
Cazador = héroe (masculinidad)
Contenido de la Cesta
Bollo y manteca.
Pastel y vino.
El nombre de Caperucita
Caperucita Encarnada.
Caperucita Roja.
Artimaña del Lobo
Camino más largo.
Flores.
¿Por qué el lobo no se la come antes?
Perrault lo justifica porque hay un
leñador cerca. Esto nos demuestra
que Perrault es más racional que los
Hermanos Grimm
Los Hermanos Grimmm lo justifican en
el segundo final: porque es un lugar
público.
Connotaciones Sexuales
Caperucita se mete desnuda en la
cama.
-----
Diálogos
Más complejo.
-----
Otras versiones…
DEL
El bosque era mi hogar. Yo vivía allí y me gustaba mucho. Siempre trataba de mantenerlo ordenado y limpio.
Un día soleado, mientras estaba recogiendo las basuras dejadas por unos turistas sentí pasos. Me escondí
detrás de un árbol y vi venir una niña vestida en una forma muy divertida: toda de rojo y su cabeza cubierta,
como si no quisieran que la vean. Andaba feliz y comenzó a cortar las flores de nuestro bosque, sin pedir
permiso a nadie, quizás ni se le ocurrió que estas flores no le pertenecían. Naturalmente, me puse a investigar.
Le pregunte quien era, de donde venia, a donde iba, a lo que ella me contesto, cantando y bailando, que iba a casa
de su abuelita con una canasta para el almuerzo.
Me pareció una persona honesta, pero estaba en mi bosque cortando flores. De repente, sin ningún
remordimiento, mató a un mosquito que volaba libremente, pues también el bosque era para el. Así que decidí
darle una lección y enseñarle lo serio que es meterse en el bosque sin anunciarse antes y comenzar a maltratar a
sus habitantes.
La dejé seguir su camino y corrí a la casa de la abuelita. Cuando llegue me abrió la puerta una simpática
viejecita, le expliqué la situación. Y ella estuvo de acuerdo en que su nieta merecía una lección. La abuelita
aceptó permanecer fuera de la vista hasta que yo la llamara y se escondió debajo de la cama.
Cuando llegó la niña la invite a entrar al dormitorio donde yo estaba acostado vestido con la ropa de la abuelita.
La niña llegó sonrojada, y me dijo algo desagradable acerca de mis grandes orejas. He sido insultado antes, así
que traté de ser amable y le dije que mis grandes orejas eran par oírla mejor.
Ahora bien me agradaba la niña y traté de prestarle atención, pero ella hizo otra observación insultante acerca
de mis ojos saltones. Ustedes comprenderán que empecé a sentirme enojado. La niña tenía bonita apariencia
pero empezaba a serme antipática. Sin embargo pensé que debía poner la otra mejilla y le dije que mis ojos me
ayudaban para verla mejor. Pero su siguiente insulto sí me encolerizo. Siempre he tenido problemas con mis
grandes y feos dientes y esa niña hizo un comentario realmente grosero.
Se que debí haberme controlado pero salté de la cama y le gruñí, enseñándole toda mi dentadura y diciéndole
que eran así de grande para comerla mejor. Ahora, piensen Uds.: ningún lobo puede comerse a una niña. Todo el
mundo lo sabe. Pero esa niña empezó a correr por toda la habitación gritando y yo corría atrás de ella tratando
de calmarla. Como tenía puesta la ropa de la abuelita y me molestaba para correr, me la quité pero fue mucho
peor. La niña gritó aun más. De repente la puerta se abrió y apareció un leñador con un hacha enorme y afilada.
Yo lo mire y comprendí que corría peligro así que salté por la ventana y escapé.
Me gustaría decirles que este es el final del cuento, pero desgraciadamente no es así. La abuelita jamás contó
mi parte de la historia y no pasó mucho tiempo sin que se corriera la voz que yo era un lobo malo y peligroso.
Todo el mundo comenzó a evitarme.
No se que le pasaría a esa niña antipática y vestida en forma tan rara, pero si les puedo decir que yo nunca pude
contar mi versión. Ahora Ustedes ya lo saben.
Cuentos en
verso,
para niños
perversos.
Roald Dahl
Caperucita roja y el lobo
Estando una mañana haciendo el bobo
Le entró un hambre espantosa al señor lobo,
Así que, para echarse algo a la muela,
Se fue corriendo a casa de la abuela.
“ ¿ Puedo pasar señora ?” preguntó.
La pobre anciana, al verlo, se asustó
Pensando: “ ¡ Este me come de un bocado!”
Y, claro, no se había equivocado:
Se convirtió la abuela en alimento
En menos tiempo del que aquí te cuento.
Lo malo es que era flaca y tan huesuda
Que al lobo no le fue de gran ayuda:
“ Sigo teniendo un hambre aterradora
¡ tendré que merendarme otra señora!”
y, al no encontrar ninguna en la nevera,
gruñó con impaciencia aquella fiera:
“ ¡Esperaré situado hasta que vuelva
Caperucita roja de la selva!”
-que así llamaba al Bosque la alimaña,
creyéndose en Brasil y no en España-.
Y porque no se viera su fiereza,
Se disfrazó de abuela con presteza,
Se dio laca de uñas y en el pelo,
Se puso la gran falda gris de vuelo,
Zapatos, sombrerito, una chaqueta
Y se sentó en espera de la nieta.
Llegó por fin Caperucita a mediodía
Y dijo: “ ¿ Cómo estas, abuela mía?”
Por cierto, me impresionan tus orejas!”
“ Para mejor oirte que las viejas
somos un poco sordas”. “ Abuelita,
qué ojos tan grandes tienes!”. Claro, hijita,
son las lentillas nuevas que me ha puesto
para que pueda verte Don Ernesto
el oculista”, dijo el animal
mirándola con gesto angelical
mientras se le ocurría que la chica
iba a saberle mil veces más rica
que el rancho precedente. De repente
Caperucita dijo: “ ¡ Qué imponente!
Abrigo de piel llevas este invierno”
El lobo, estupefacto, dijo: “ ¡ Un cuerno!”
O no sabes el cuento o tú me mientes:
¡ Ahora te toca hablarme de mis dientes!
¿Me estás tomando el pelo…? Oye mocosa,
te comeré ahora mismo y a otra cosa”.
Pero ella se sentó en un canapé
Y se sacó un revólver del corsé,
Con calma apuntó bien a la cabeza
Y -¡pam!- allí cayó la buena pieza.
Al poco tiempo vi a Caperucita
Cruzando por el bosque…¡ pobrecita!
¿ Sabéis lo que llevaba la infeliz?
Pues nada menos que un sobrepelliz
Que a mí me pareció de piel de un lobo
Que estuvo una mañana haciendo el bobo.
Existen muchas más
versiones como la escrita por
James Finn Ganner, para la
colección : cuentos infantiles
políticamente correctos, o la
escrita por Gianni Rodani,
para la colección : cuentos
por teléfono.
Pero el cuento de
caperucita roja, no solo se
ha plasmado por escrito, si
no que también ha sido
llevado al cine, con las
películas:
O
con la
película:
También podemos encontrar el cuento de caperucita, hecho en danza.
O utilizado como tema central de un spot publicitario
para la firma Chanel.
PROCESO DE MODIFICACIÓN DE NUESTRO
CUENTO:
El cuento, como se puede comparar con la versión
original de María Mañeru lo hemos adaptado para
que sea una obra de teatro.
Hemos acortado mucho el cuento para ceñirnos a
que tuviera cinco personajes y la narradora ( seis
personajes ), ya que somos seis componentes en el
grupo.
Hemos dejado los personajes que creíamos
conveniente y para que encajara con el final de la
historia, hemos modificado un poquito el texto.
Este es el resultado de nuestra pequeña obrita de
teatro: “ la Bruja Cuentista ”
( esperamos que María Mañeru no se enfade con
nosotras por nuestra versión).
(Cuento original de María Mañeru:
“ Historias de Brujas traviesas”)
FICHA TEATRAL
Título
Género
“LA BRUJA CUENTISTA”
Cuento Infantil/juvenil
Sinopsis de la obra
Las brujas, pueden ser buenas, malvadas o
simplemente traviesas. En este cuento una de
nuestras brujas traviesas escribe un cuento para
niños muy raro: introduce a casi todos los clásicos
que conocemos como Blancanieves, La Bella
Durmiente… que cansados de sus cuentos y de las
mismas historias de siempre, deciden visitar a
Caperucita Roja y al Lobo feroz. Ningún personaje
esta a gusto en su cuento con lo que cada uno
elegirá el final alternativo que más le guste. Todos
los cuentos acaban patas arriba pero los personajes
de cada uno,más felices que al principio.
Personajes
Narradora: Irene Vicente Madrigal
Caperucita: Sandra sánchez Rodriguez
Lobo feroz: Vanesa Garcia Garcia
Blancanieves: Rocío Torrent Iglesias
La B. Durmiente: Esther Alonso Glez.
Alicia : Carolina Maillo Fernández.
Autor
María Mañeru ( adaptación realizada por el grupo
de trabajo de la asignatura sistemas verbales y no
verbales de la comunicación de la universidad
complutense de Madrid)
Duración
15 minutos
Bibliografía del cuento
Mañeru, M. ( 2001 ): “ historias de brujas traviesas”,
Madrid.
Había una vez una bruja soñadora. Le gustaba el olor del mar y de la tierra mojada
( como cuando salen los caracoles ); se pasaba el día perdiendo el tiempo, contemplando el
paisaje, imaginando formas en las nubes, comiendo pasteles, leyendo poemas e inventando
cuentos fantásticos.
Pero no podía evitarlo: por muy romántica y risueña que fuera, también era una bruja y
tenía su pequeña parte de personaje diabólico y juguetón propio de las brujas. Por eso,
cuando se planteó muy en serio escribir un cuento para niños, escribió una historia muy pero
que muy extraña…
Caperucita Roja era una niña encantadora a la que todo el mundo quería y se llamaba
Caperucita Roja porque siempre llevaba una capucha colorada que le había regalado su
abuelita. Un día, su mamá de dijo que tenía que ir a casa de la abuela a llevarle una cestita
con pan y miel porque estaba enferma. Y Caperucita, que era muy obediente, se puso en
camino. Cuando tan sólo había andado unos metros, se tropezó con el malvado lobo feroz.
¿ Adónde vas, Caperucita?- le preguntó con su voz varonil.
Eres un lobo curioso y maleducado – respondió ella -, además este cuento ya te lo sabes.
Voy a casa de mi abuela, a llevarle los recados de mi madre, que me tiene frita con tanto ir
y venir.
Oye, oye… no te saltes el guión- replico el lobo con un aspecto bastante menos feroz- Ahora
venía lo del despiste, yo me iba por el camino más corto y me merendaba a tu abuela, y
cuando tú llegabas empezabas con eso de “ abuelita, abuelita, ¡ qué orejas tan grandes
tienes!”, y yo contestaba: “ Son para oírte mejor”…
Pues a mí no me da la gana- dijo caperucita, que se había vuelto muy respondona-. Ya estoy
harta de hacer siempre lo mismo, cantando por el bosque tralará, y he pensado que este
cuento es muy aburrido, así que voy a cambiarlo.
¿ A cambiarlo ?- el lobo estaba anonadado- ¿ Y qué vas a hacer, si puede saberse?
Pues…no sé… había pensado en comerme yo a la abuelita, por ejemplo.
Pero las niñas no van por ahí comiéndose abuelitas, Caperucita; eso no se lo traga nadie, y
menos tú ¡ No sabes lo duras e indigestas que son las abuelas!
Bueno, también podría comerte a ti- gruño Caperucita enseñándole los dientes al
lobo.
Eso no lo digas ni en broma-era un lobo muy aprensivo-. No me asustes. Mira que
dejo la profesión y a ver que hacéis tú, los siete cabritillas y los tres cerditos sin
un lobo feroz.
Si, eso es cierto… Pero es que ser la Caperucita de siempre es un rollo.
Así estaban conversando cuando vieron acercarse a Blancanieves, que venía
directa hacia ellos.
¡ hola ¡- saludó la niña¿ Qué hacéis por aquí ?
Nos aburríamos en nuestro cuento y decidimos dar una vuelta por el vuestro respondió Blancanieves
Pues vaya idea, este cuento sí que es un rollo. A ti por lo menos te salva un
príncipe, pero a mí me ha tocado un viejo leñador que sólo le gusta a mi abuela.
Pues si vosotros os aburrís- dijo de pronto la bella Durmiente apareciendo por el
camino-, imaginaos yo, que paso cien años durmiendo cada dos por tres.
Eso no es nada – Intervino Alicia, la del País de las maravillas, recién llegada
también-Yo estoy harta de aguantar a una reina loca que manda cortarle la
cabeza a todo el mundo.
¡huy!, que desagradable- asintió Caperucita- Casi es mejor que te coma un lobo…
y así estaban cuando por el camino vieron llegara a Ricitos de Oro, que venía
discutiendo con los tres osos mientras Peter Pan intentaba poner paz en la pelea.
¿Y a vosotros qué os pasa?- preguntó la Bella Durmiente bostezando.
- ¡ Es que estoy harta de parecer egoísta y maleducada entrando en casa
de los
osos, comiéndome su sopa, rompiendo sus sillas y durmiendo en sus camas!
Y a nosotros- replicaron los osos- nos fastidia que entren en nuestra
casa a desbaratarlo todo.
Pues lo mío tampoco es plato de gusto- intervino Peter pan-. Me ha tocado
no crecer nunca, así que no puedo sacarme el carné de conducir y encima
tengo que aguantar las impertinencias del Capitán Garfio, que está hecho un
bruto desde que el cocodrilo que come relojes se comió también su mano.
Es que los cuentos están mal escritos, propongo que cada uno escoja el papel que más le guste.
Y así fue cómo Caperucita se marchó a asaltar casas de osos enfurruñosos para vivir nuevas
aventuras; Peter Pan se hizo leñador para poder casarse con la abuela;
Ricitos, cansada de asaltar la casa de los osos, se fue a dormir cien años; La Bella Durmiente
se dedicó a tragarse de un bocado abuelas y niñas por los bosques encantados,el lobo feroz
decidió buscar diamantes en las minas de los enanitos, porque en el fondo era un lobo muy
trabajador,los enanos se convirtieron en osos gigantescos y glotones; los osos se transformaron
en príncipes azules de hermosos corceles; Blancanieves se fue al País de las Maravillas a
conocer a la reina que cortaba cabezas ( mucho mejor que la suya que quería que sus servidores
le trajeran el corazón de su hija en una bandeja), y Alicia se hizo cocodrilo para perseguir al
Capitán Garfio.
Todos los cuentos se pusieron patas arriba: el cocodrilo se hizo cerdito para
construir casas, los tres cerditos se hicieron dragones para asustar al personal y los
cabritillas se volvieron hadas porque siempre habían tenido la ilusión de hacer el
bien.Las hadas se hicieron piratas y los piratas, acostumbrados a las maldades, se
hicieron brujas.
Y las demás
historias que os
cuenten son mentira.
Palabra de bruja que
se convirtió en
Princesa.

Documentos relacionados