EL PROYECTO DE DIOS - Misioneras Cruzadas de la Iglesia

Transcripción

EL PROYECTO DE DIOS - Misioneras Cruzadas de la Iglesia
A TODOS LOS QUE FORMAMOS LA OBRA TOTAL DE NAZARIA IGNACIA
MCI, MSI, FENI, GRUPO MISIONERO, ONG, SACERDOTES
Y AMIGOS DE NAZARIA
Nuestra querida Madre General Lucila Choya, murió para la VIDA VERDADERA el 12 de enero de 2013, cuando
juntas rezábamos el Ángelus. Es la primera Superiora General, aparte de M.
Nazaria Ignacia, que muere en pleno
servicio de gobierno.
He tenido la suerte de compartir con
ella largos períodos de mi vida, su cariño, su cercanía, su amistad, últimamente también su corta enfermedad y
su paso al Padre, me siento una privilegiada por haber experimentado la
amistad de una persona profunda, sencilla, noble, discreta y honrada. La
amistad con Lucila ha sido para mí el
gran regalo que Dios me ha hecho.
Esta mañana, cuando rezábamos la
antífona de Laudes, sentí que era ella
la que decía:
“Al que deseé, ya lo veo; al que
esperaba, ya lo poseo; estoy unida
en el cielo con aquel que amé ardientemente en la tierra.”
Estoy convencida que, Hna. Lucila
goza ya de Dios, de su presencia, porque nosotras creemos en un Dios de vivos no de muertos, que nos dice:
Yo soy la resurrección y la vida.
Quien cree en mí, aunque muera vivirá, y quien vive y cree en mí no morirá para siempre (Jn 11,25).
En esta Esperanza fundamentamos
nuestra fe, sabemos que Lucila vive de
otra forma. Nosotras como mujeres y
hombres creyentes tenemos que dar
testimonio ante el mundo de nuestra fe.
Lucila, mujer marcada con su personalidad castellana, que podría centrarse
en el texto de Tito 2,12 que la define:
una vida sobria, honrada y religiosa.
Su vida se centró en cinco ejes,
que vivió con total entrega:
• El eje de la Primacía de Dios: teniéndole como absoluto.
• El eje pastoral: en la evangelización
explícita, catequesis, Parroquia.
• El eje de la docencia: dirección de
nuestros centros, Escuelas, Colegio Mayor.
• El eje de la formación: como Maestra de Postulantes y junioras.
• El eje de Gobierno: desde muy joven, como ecónoma y Vicaria, Superiora Provincial y General.
Y desde ese Gobierno, abrió el horizonte de la Evangelización, afianzando
la Obra Total y asumiendo dos importantes opciones:
• El voluntariado que impulsó como
Provincial, como signo de los tiempos.
• Y posteriormente la ONG “Bajar a
la calle sin fronteras”, que viene
movilizando a los jóvenes en servicio a la humanidad.
“Ella, al presentar una de las memorias nos decía: tenemos que felicitarnos
y felicitaros por haber hecho realidad la
continuidad de esta aventura solidaria...
implicándonos en el porvenir de una sociedad más justa e igualitaria”.
Su mirada abarcó la ambición y deseo de Nazaria Ignacia que nos decía:
“La Cruzada Pontificia no pone límites a su programa, sus confines
son los del mundo, porque estos
son los confines del Reino de
Dios”. Desde esa mirada, con total
utopía, amplió la presencia de nuestra
Congregación a un continente nuevo:
Asia: con la fundación de la India, y
nuevas presencias misioneras en África: el Congo, y en América latina: El
Salvador y Chile.
Lucila ha sido una mujer valiente y
arriesgada, abrir estas misiones en estos tiempos, supuso una gran aventura,
cargada de esperanza.
Y la tarea final emprendida desde la
preparación del XIII Capítulo General,
de “la reestructuración para el más de
la Misión” que quiso vivenciáramos como Cuerpo Congregacional, con sentido de pertenencia y superando fronteras. Programa que nos deja abierto, para que sigamos buscando el mayor servicio. Renovando la Vida y la Misión, en
fidelidad siempre al compromiso y práctica liberadora que ha sido opción mantenida por el Instituto desde la fundación y en respuesta al Vaticano II en pro
de la justicia y la paz, en la opción por
los pobres, desde una lectura siempre
atenta a la realidad, que impulsaba en
todas sus visitas a las casas.
Otro rasgo que le caracterizó fue su
amor y comunión eclesial, tan propio de
nuestro carisma y la atención especial a
la Vida Religiosa, en la que creía, con
su presencia y apoyo a la CONFER española.
Su vida ha sido una vida fecunda, vivida en la discreción, sencillez, con un
talante comprometido y silencioso.
Pareciera un proyecto inacabado y,
sin embargo, para ella, según una de
sus últimas palabras, como cumplido final: “el Proyecto de Dios se cumple
siempre”.
Vicaria General
“Ser fiel al Proyecto de Dios, es ser fiel al Proyecto que Nazaria comenzó como respuesta de su fidelidad a Dios, y
que hoy supone siempre en fidelidad carismática, ser creativas y con audacia misionera saber responder a las necesidades más apremiantes de nuestro mundo, de los1 pobres y marginados, abiertas a nuevos horizontes y a “las nuevas fronteras”. Nazaria supo hacerlo en su tiempo” .
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Circular Madre General Lucila Choya.
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DATOSHISTÓRICOS
DIOS SE HACE HISTORIA...
M. Lucila Choya Brezmes, séptima Superiora General de la Congregación. Partió
al encuentro de Dios Padre, el 12 de enero de
2013. Este día, reunidas junto a ella, depositamos nuestra firme esperanza en Jesús resucitado.
Nació el 23 de junio de 1943, en Berrueces (Valladolid). Ingresó en el Instituto el 16
de enero de 1966, hizo su Profesión temporal,
el 24 de septiembre de 1968 y su Profesión
perpetúa, el 9 de marzo de 1974.
Tendremos siempre en nuestra memoria el
testamento final que nos ha dejado: “el Proyecto de Dios se cumple siempre”. Sólo es
posible de quien se sabe instrumento en las
manos de Dios. En Lucila, no podía ser de
otra manera, su vida fue marcada de esta fidelidad al Proyecto de Dios, al mundo, a la
Iglesia y al Carisma de Nazaria Ignacia.
En 1968, es destina a Valladolid, dedicó
sus primeros años de juventud a la enseñanza con jóvenes
De 1970 a 1974, fue destinada a Barcelona, trabajó como profesora dando clases en la
Escuela Profesional de Santa María de los
Apóstoles.
En 1974 a 1986, es directora de la Escuela Profesional de Carabanchel en Madrid. En
este servicio afianzó la Asociación de Padres.
Su andadura en 1987 por el Colegio Mayor MARA, duró unos cinco años, durante este periodo, su entrega, su saber hacer, su cercanía a las colegialas, dejó un estilo, una manera de ser misionera, que las jóvenes supieron captar llegando alguna a decir “Lucila para nosotras era una mujer coherente, era un
testimonio”.
Fue Consejera Provincial, de la Provincia
Europa – África, teniendo la función de ecónoma, los años 1977 a 1979, siendo Superiora Provincial Mª Auxiliadora Pérez. Beltrán
Es Consejera General, durante dos periodos 1986 a 1992, estando de Superiora General, Mª Auxiliadora Pérez Beltrán. El primer
sexenio tuvo la función de ecónoma y en el
segundo continuó con esta función y con la
responsabilidad de Vicaria General, contribuyó a la elaboración del Documento de Economía, de derecho propio, aprobado en el X Capítulo General de 1992. En él se señalan los
criterios y principios inspiradores que marcan
nuestro estilo de vida sencillo así como la promoción por la justicia y la solidaridad a nivel
de la Congregación.
Maestra de Postulantes durante los años
1982 a 1985 y Maestra de Junioras en el periodo 1993 a 1999, en ambas etapas, su deseo convertido en acompañamiento, era formar mujeres creyentes seguidoras de Jesús,
alegres y enraizadas en el Carisma de la Congregación. Estando en el gobierno dedicó
tiempo y esfuerzo a las formadoras, remarcando la necesidad de fortalecer el sentido de
pertenencia al Cuerpo Congregacional y la urgencia del acompañamiento en todas las etapas de formación.
Fue Superiora Provincial de Europa-África
durante dos periodos de 1999 a 2004, entre
sus quehaceres, impulsó el voluntariado, como signo de los tiempos, que continuó apoyando como Superiora General.
Es elegida Superiora General, para el periodo 2005 a 2010, el 30 de diciembre de
2004, en el XII Capítulo General, realizado en
Cochabamba, Bolivia. Llevó adelante este servicio en momentos de cambio de época y de
creciente complejidad en el mundo, producido
por los efectos de la globalización; cambios en
la visión del mundo, cambios en la misión de
la Iglesia y por supuesto, los cambios en la Vida Religiosa.
En este contexto, el Capítulo General puso en sus manos el objetivo de “Renovar la
Vida y la Misión”, teniendo como núcleo:
“anunciar el Reino en mundo globalizado”.
Fiel a este reto, en enero de 2008 presenta al Consejo General Ampliado unas proyecciones que impulsará la vida de la Congregación: “buscar caminos nuevos… abrir nuevos horizontes… ir dando pasos para la
presencia de la Congregación en el continente Asiático, en la India”.
Emprende el primer viaje, el 4 de octubre
de 2009 y esta fundación se concreta en la
diócesis de Khammam, el 24 de marzo de
2010, con hermanas de Uruguay, Bolivia y Camerún. Se marca como el horizonte de la misión apostólica, “la acción social de la mujer”, en fidelidad a la práctica desde Nazaria.
En este mismo Consejo General Ampliado,
propone a las Superioras Provinciales, fortalecer la “Universalidad”, nota tan característica nuestra, desde las raíces. En septiembre
de 2008 se constituye el juniorado internacional, en Madrid, España, con presencias de
Bolivia, Camerún, México y Perú.
Dando un paso más sobre el tema del voluntariado y la cooperación a los países en vías de desarrollo. En octubre de ese mismo
año, con serena lucidez pone en marcha la
ONG “Bajar a la Calle sin fronteras”, apostando por trabajar en la erradicación de la pobreza, conforme a los Objetivos de Desarrollo
del Milenio.
El XIII Capítulo General, vuelve a depositar su confianza en ella para seguir conduciendo la vida de la Congregación, es el día
18 de enero de 2010. Asume este segundo
sexenio desde un conocimiento profundo y lúcido del Cuerpo Congregacional, lleva como
programa de gobierno “la reestructuración
para el más de la misión”. La finalidad de la
reestructuración es, “revitalizar nuestra vida,
y nuestra identidad Carísmática”. Marca este momento de la Congregación, como una
“oportunidad del Espíritu, es nuestra oportunidad, es una “Buena Noticia” para la
Congregación”. Es un legado, una tarea
abierta para que el Proyecto de Dios se cumpla en nosotras.
Gracias Madre General, gracias Lucila,
compartir contigo la vida a lo largo de estos
años, ha sido la mejor etapa de de mi vida, he
aprendido mucho… Estarás siempre en la memoria de mi corazón y en la memoria agradecida de la Congregación.
Emiliana Mamani, m.c.i.
HACIENDO MEMORIA CON EL CORAZÓN
Al marcharte, Lucila, algo de mí se fue
contigo. Confieso que me embargó una profunda tristeza, desolación y vacío interior,
que poco a poco se fue traduciendo en PAZ,
entiendo que fruto de Su y tu Resurrección,
ya sentida y experimentada.
Fueron muchos años compartiendo la tarea de servicio a la Congregación; siendo
muy jóvenes, como equipo provincial; más
tarde en el Gobierno General, donde tuvimos
el gozo de vivir el acontecimiento de la Beatificación de Nuestra Madre fundadora; y
otros momentos no tan gozosos, pero no
menos importantes, que siempre intentamos
vivir en fidelidad y responsabilidad eclesial,
en unidad y comunión con toda nuestra familia religiosa; en la última etapa como
“equipo impulsor”, que con tanta ilusión y
empeño dirigías y llevabas adelante; y en la
ONG; con la que abriste al Instituto por caminos de solidaridad.
Has sido para mí, Lucila, hermana, compañera y amiga fiel a la que siempre puedes
acudir, con la certeza de que la encontrarás.
Uno de tus últimos gestos que tanto nos
ayudó a la Provincia, fue el testimonio de
acompañarnos en nuestro capítulo provincial. Tu presencia fortalecía nuestro sentido
de cuerpo y pertenencia.
Y al tocar nuestras fragilidades, sentíamos
que tu testimonio nutría y, alimentaba nuestras
raíces, nuestra tierra. Y tu palabra vigorosa
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nos animaba a promover “una cultura vocacional” que abriera puertas y diera paso a
otros sujetos vocacionados. Nos decías: “Las
oportunidades pasan y, si no las acogemos,
no habrá posibilidad de reestructuración”.
Al dar gracias a Dios por el don de tu vida, quiero de manera especial agradecerte
el haber tenido la oportunidad y el privilegio
de acompañarte en estos últimos meses;
compartir como tú misma me dijiste algo de
“tu prueba”, que con tanta fe, esperanza, fortaleza y dignidad llevaste hasta el final.
Por eso, con el capítulo 4º del libro de la
Sabiduría que desde tu partida releo y me
consuela... quiero decirte: “Fuiste amada y
trasladada, porque agradaste a Dios..., madurada en poco tiempo, completaste una
larga vida, porque la Gracia y la Misericordia
están destinadas a sus elegidos y su Salvación a sus santos”.
Con mi recuerdo y cariño entrañable,
Auxiliadora Pérez Beltrán
Provincial de Europa - África
LA IGLESIA EN BOLIVIA
Con el Gozo de la resurrección, S.E. Cardenal Julio Terrazas,
Monseñor Sergio Gualberti, Arzobispo Coadjutor, Monseñor
Braulio Sáez y Monseñor Estanislao Dowlaszewicz, a nombre de
la Iglesia cruceña expresan su adhesión a los sentimientos de
gratitud de la congregación “Misioneras Cruzadas de la Iglesia”,
por el sensible fallecimiento de su madre General:
† Hna. Lucila Choya Drezmes, Q.D.D.G.
Actualmente la congregación está presente en toda Bolivia y
en cuatro continentes respondiendo a los desafíos del mundo y
de la Iglesia.
A LAS MISIONERAS C. DE LA IGLESIA
En este momento en que sufrís la pérdida de vuestra Madre
General, Hna. Lucila, quiero expresaros mi condolencia y cercanía en la oración y en la esperanza cristiana.
Compartí con ella algunas reuniones de BOYSUMA (Obispo
y Superiores Mayores) en el seno de la CEE. Y sé que ha trabajado mucho en el campo de la educación, gastando su vida
por la Iglesia. El Señor la acoja en su seno y le haga gozar de
la hermosura infinita de su gloria.
Recibid mi condolencia y mi afecto sincero, en el Señor:
Me uno con mi oración por el eterno descanso de la Hna. Lucila, Superiora General. Les expreso mi solidaridad en estos momentos de fe, llenos de pena y al mismo tiempo de certeza por
la resurrección y como discípula fiel del Resucitado. Que su vida y testimonio sean bendecidos por Dios con abundantes y perseverantes vocaciones para la Congregación que tanto bien hace a la Iglesia.
Fraternalmente,
† Demetrio Fernández, Obispo de Córdoba
† Jesús Juárez Párraga, Obispo del Alto de la Paz
Mi querida amiga Teresa Montaña: Paz y gozo.
Gracias por la comunicación del paso a la casa del padre de
nuestra querida Hna. Lucila, son misterios que el Señor nos tiene reservados. Ya me lo habían comunicado las Hermanas de
aquí, celebraré el lunes la Eucaristía a las 19 horas en la Parroquia de la Santa Cruz. Que el Señor le haya dado la plenitud
de vida que todos deseamos alcanzar.
Saludos a todas las Hnas. Cruzadas de la Iglesia y en especial
a la M. Provincial. Muy unidos en la oración y en la esperanza.
† Braulio Sáez García, Obispo Auxiliar de Sta. Cruz (Bolivia)
Querida M. Joaquina, acabo de recibir carta con la noticia del
fallecimiento de la M. Lucila Choya, Superiora General. No quiero dejar de hacerles llegar a todos los miembros de esta congregación la compañía de mi oración. El Señor compensará como sólo Él sabe todos los trabajos y fatigas de la M. Lucila al
servicio de Dios y de la Iglesia.
Con todo afecto,
† Javier Martínez Fernandez, Arzobispo de Granada (España)
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TESTIMONIOSUISG
UISG (UNIONE INTERNAZIONALE
SUPERIORE GENERALI)
Roma 16 enero 2013
A la Hermana Vicaria General
Muy querida Hermana:
Me ha llegado la noticia del fallecimiento de la H. Lucila Choya, superiora General, y en nombre del Consejo Directivo de la
Unión Internacional de Superioras Generales, quiero expresarle
nuestra más profunda condolencia. Pido al Señor por su eterno
descanso y para que todas las hermanas de la Congregación
puedan vivir esta pérdida desde la fe y el Espíritu les ilumine en
los pasos que han de dar.
Reciba un saludo muy cordial
Josune Arregui, ccv
UISG Secretaria Ejecutiva. Roma
HH. CARMELITAS
TERESAS DE SAN JOSÉ
Guadalajara, Jalisco (México)
Madrid, 14 de enero de 2013
Hermanas del Consejo General
Misioneras Cruzadas de la Iglesia
Madrid
Muy queridas Concepción, Daniela, Emiliana, Joaquina y demás hermanas Misioneras Cruzadas de la Iglesia: Paz y gozo, os
deseamos, en Jesús Resucitado.
Con sincero afecto me dirijo a vosotras, para expresaros, en
nombre de mis hermanas de Congregación, nuestros sentimientos de cariño y de comunión, en el dolor y en la esperanza, con
ocasión del paso a la Vida de Lucila.
La sorpresa de su muerte me ha producido profunda conmoción. Con vosotras experimento un sereno dolor por su partida, a
la par que gozo y gratitud, por el don inmenso que su vida, su
vocación y su ministerio, han significado para vuestra querida
Congregación, para la vida consagrada femenina española y universal, y para la Iglesia.
He tenido muchas oportunidades de compartir con ella en
CONFER, donde compartimos un período en el Consejo General,
y siempre me ha impactado su forma de vivir, su serena lucidez,
su paz y alegría contagiosas, su vitalidad y alegría, su confianza
en Dios y su compromiso. Precisamente en la última asamblea
de CONFER estuve con ella y nada me permitió pensar que estaba tan próxima su despedida.
Con mucho cariño, y en nombre de las hermanas del Gobierno General,
Las Hermanas del Amor de Dios, desde el
Gobierno General y la comunidad de la Casa
General, nos unimos a vuestro dolor y acción
de gracias, por la vida fecunda y entregada
hasta el final de vuestra Superiora General
Hna. Lucila Choya Brezmes.
Sí, el cielo ya se abrió y, como hoy nos decía el Evangelio, la voz del Padre sonó llamándola hija amada. Que goce para siempre
en el banquete del Reino, disfrutando de la
plenitud de la vida. Que la siembra que hizo
en esta tierra dé muchos y buenos frutos.
Oramos también por vosotras. Que puedan
vivir este acontecimiento desde la fe y la esperanza cristiana. Que la “cruzada” continúe
aún con más intensidad desde el amor.
En comunión en el Espíritu que nos une.
Hermana Cecilia Barreda Merino, ctsj
Superiora General
Hna. Margarita Martins da Silva
Superiora General
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HERMANAS
DEL AMOR DE DIOS
TESTIMONIOSDEHERMANAS
LO QUE EN PRINCIPIO PARECÍA
TENER UN BUEN PRONÓSTICO
DERIVÓ EN ALGO IRREMEDIABLE
ESPAÑA
Nuestra Madre General Lucila se nos fue en silencio... su enfermedad la vivió en silencio... su dolor y sufrimiento, lo vivió en silencio... su deseo de seguir trabajando en el proyecto de reestructuración lo guardó en
silencio, en su corazón. Esperábamos un milagro y seguro que “algo” pasó... pero se llevó el secreto... lo vivió en silencio y como tantas otras cosas se las llevó
en su corazón. Se nos fue con su secreto y nos dejó
sus silencios... pero su luz como su nombre indica la
podemos ver; si quereis comprobarlo, por las noches
mirar al cielo y si veis un lucero resplandeciente, allí está ella y tanto más resplandeciente cuanto que ya goza
de la luz de la Trinidad... mirarlo... saludarlo y decirle
que nos siga alumbrando... Pienso que podríamos poner en su boca, en los últimos momentos de su vida las
palabras de Nazaria Ignacia.
“Él me lleva. Mi alma está tranquila, llena de confianza en Dios”... y todo esto lo vivió desde el misterio
del silencio.
Lucila afrontó su enfermedad como había llevado
su vida con silencios, sencillez, cercanía y valentía.
Murió rodeada de sus hermanas mci y de su familia
en un momento de oración.
Nos ha dejado un vacío enorme por su ausencia
pero gozo por su testimonio de vida. Sintiéndola ahora como un referente en nuestras vidas.
Ella sigue ahora su camino y nos acompañará
siempre en el nuestro.
Familia de M. Lucila Choya
PERÚ ~ EL SEÑOR ME LO DIO,
EL SEÑOR ME LO QUITÓ:
¡BENDITO SEA EL NOMBRE
DEL SEÑOR! (Job 1,21)
María Jesús de Miguel, m.c.i.
Con las palabras de Job, comenzamos nuestro reconocimiento profundo por esa vida que Dios nos dio en Lucila,
una vida centrada en Cristo, entregada sin límites, inculturada por donde iba. Una mujer que nunca utilizó la cinta métrica paramedir su estado de salud, al contrario, de sus labios brotaban palabras de ánimo y de lucidez para llamar
la atención cuando era necesario; una mujer completa.
En su última visita a las comunidades de Perú: Jaén,
Lima y Huancayo nos animó a continuar con valentía el
anuncio del Reino de Dios y el de llevar una vida como
quería nuestra madre. N.I. “Un solo corazón y una sola alma”, aún resuenan en nuestros oídos su invitación de descalzarnos para vivir con disponibilidad la Restructuración
para el más de la misión en todo el instituto y renovar
nuestra vida y misión,nos decía que nuestras comunidades sean cálidas, acogedoras, fraternas; donde los demás
se sientan a gusto y puedan decir “miren como se aman”.
Su espíritu intercultural hizo que las jóvenes se sintieran a gusto con ella en su visita a Jaén, la veíamos como dice San Pablo: “lloren con los que lloran”, sufría
cuando nuestras jóvenes awajun y wampis le contaban su
carencia económica y las injusticias que pasaban por ser
mujeres en los lugares de donde provienen, pero que
Dios las había premiado al darles un hogar en la Residencia Nazaria, y realizarse como mujeres cristianas útiles a sus comunidades nativas y a la sociedad entera.
La recordamos en otra faceta de su vida sencilla, delicada y obediente, el colegio “San José” del Muyo, había
preparado todo un programa de acogida a la General de
las Misioneras Cruzadas de la Iglesia y Daniela, ella tan
noble, estaba admirada, solo las santas no han perdido la
capacidad de admiración y de encontrar a Dios en Todo,
la veíamos izando con un respeto único los símbolos patrios en la selva peruana.
“El Señor nos la quitó” ¡bendito sea el Nombre del Señor!, según la lógica humana ya no está entre nosotros,
pero como Dios no tiene lógica la vemos tan presente, tan
llena de esperanza, como el verdor de esta foto, donde
se siente el ruaj de su presencia, porque su espíritu vive
y sus palabras quedan en nuestros corazones y en la memoria de nuestro cerebro.
Lucila Choya Breznes, siempre en camino, con visión
de futuro, nos impulsa a esta dispuestas para vivir el espíritu de la Universalidad y disponibilidad, en fidelidad a
Nazaria. Una mujer que trató de hacer vida las enseñanzas del evangelio, se hacía a nuestros horarios, estaba a
la madrugada acompañándonos en la oración personal,
muy delicada para escuchar a cada hermana y para felicitarnos cuando lo merecíamos.
No estás físicamente pero el ruaj de tu vida está grabado en nuestros corazones.
Sonia Andrea
Herrera Cabezas, m.c.i.
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TESTIMONIOSDEHERMANAS
BOLIVIA
Queridas Hermanas:
Chonchi, Consejeras y todas las M.C.I. en Madrid:
Sin lugar a duda han
sufrido mucho estando
junto a nuestra querida
Madre Lucila en su enfermedad y desde luego
también, estando a distancia ya se imaginarán
cuanto sufrimiento y preocupación, de si está mejor, de si está peor y en
todo momento, confiando, esperando que el Señor, con los ruegos a
Nuestra Beata Madre,
nos haga el milagro.
Pero nuestros planes
no siempre son los de
Dios, Él sabe lo que hace, ya encontró en ella,
fruto maduro. La realidad fue que nos la arrebató, en el momento
que según nosotras, la
queríamos tener todavía
en esta vida, nos queda
la certeza de que sí está en medio de nosotras
y que ya junto a nuestra
Beata Madre y muchas
otras hermanas en el
cielo, nos seguirá acompañando, desde su amor
al Instituto y su preocupación por cada una de
nosotras, en el seguimiento a Jesús, desde
lo grande y pequeño. Y
sabiéndola ya en el gozo pleno, me uno y nos
unimos en comunidad, a
todas mis queridas hermanas M.C.I., dando las
gracias a nuestro buen
Dios por su VIDA, tomada en serio la santidad,
desde su testimonio de
Amor y Servicio, para
con todas. Unidas, con
todo el amor y cariño de
hermana.
INDIA ~ DIOS NOS LA DIO, DIOS NOS LA QUITÓ
El Espíritu del Señor revoloteaba en el continente asiático, Madre Lucila lo percibe todo con
ojos nuevos; gracias a su audacia y valentía
abre un nuevo camino en la India, semilla que
plantó en esta tierra querida y amada por ella.
Lucila tenía muchas esperanzas puestas
en nuestra misión en India, en las vocaciones
locales, en la promoción de la mujer, la evangelización …
En estos casi tres años de nuestra presencia aquí, siempre nos hemos sentido muy apoyadas, sostenidas, queridas y mimadas.
Fue regalo de Dios la visita de Hnas. Lucila
y Conchi a la comunidad en Khammam en
marzo de 2011. ¡Qué alegría para nosotras!
Nos fortaleció humana y espiritualmente como
lo hace una madre. Nos recalcó mucho que
fuéramos mujeres de oración y unidad.
El día en que llegaron a Khammam no
hubo tiempo para descansar, ya que por la
tarde tenían que ver los terrenos, hablar con
Mons. Maipan Paul, Obispo de la Diócesis.
Mujer sencilla y cercana, caminó con el pueblo en el rezo del vía crucis en pleno sol,
también visitó familias en Pallegudem, se
hizo una más de ellos. Durante su estadía
visitó las Escuelas donde se trabaja, a las
Hnas. de María Mediadora y a nuestro párroco, P. Shwory, entre otros.
Gracias a su capacidad de leer la realidad
de esta cultura nueva, la semilla va germinando, ahora tenemos ocho aspirantes: Chandaná
y Avanyá de segundo año; Sereesha,
Silvarani, K. Mary, Mariaratnam, Jyothi y
P. Mary de primer año. Ellas son para nosotras
las piedras fundamentales en la India.
Teniendo el terreno se empezó a construir
la casa en Pallegudem, según los cálculos nos
dijeron tardaría unos seis meses, pero se terminó para setiembre del siguiente año. Como
aquí suelen decir para “tomorrow, tomorrow”,
pero el mañana nunca llega pues siempre
estamos en el hoy. Hablamos con Lucila sobre
la inauguración de la casa para el día 27 de
setiembre de 2012, lo que no fue posible ya
que ella estaba delicada de salud.
Encomendamos a Dios especialmente a
través de Nazaria por la salud de Lucila, para
que hubiese un milagro y así pudiese ver “la
tierra prometida”, volver a visitarnos, inaugurar oficialmente la casa y conocer a nuestras
aspirantes.
Todas nuestras esperanzas, deseos estaban puestos en el Señor. Dios nos la dio y nos
la quitó, ahora ya está en el cielo, desde allá
velará por la perseverancia de las pequeñas.
Ellas no la conocieron en persona, sin embargo en sus corazones vive la presencia de
Hna. Lucila, y con qué cariño la llaman
“Mother Lucila”!
Khammam, 23 de enero de 2013.
Hnas. Martha, Celia, Leda Gloria
CAMERÚN
«¡BENDITO SEA EL NOMBRE DEL SEÑOR!»
Queridos hermanos y hermanas, éste versículo de Job expresa el sentimiento que nos
habita ante la desaparición inesperada de
nuestra Superiora General, Madre Lucila
Choya el sábado 12 de enero del 2013. Tras
éste acontecimiento doloroso, celebramos
una misa de acción de gracias en la parroquia
san Francisco Javier de Oyack en Douala. nos
H. Lucía Sandoval, m.c.i.
JOB 1,21B
hemos sentido muy acompañadas y sostenidas por los sacerdotes de nuestra parroquia
que han movilizado a toda la comunidad
parroquial para que vinieran a rezar junto con
nosotras. Estuvieron presentes en la celebración algunos sacerdotes diocesanos y religiosos tales como los padres javerianos.
También vinieron muchas religiosas, el personal de nuestras escuelas, dispensarios, etc. y
como no, todos los fieles de nuestra parroquia. El Padre Pascal Kamga, quien hizo la
predicación, anunció a la gente que no la
conocía: «una gran mujer se nos ha ido».
Pues sí, la grandeza de esta hermana se
midió por su gran corazón, su simplicidad, su
capacidad de escucha y el sentido profundo
que daba a la misión de África y a sus hermanas africanas. Su vida fue dada en libertad y
sin medida y de hecho descubrió en dicha
entrega la realización del proyecto de Dios. Su
vida es un ejemplo que nos ha dejado.
Florette Patience Bassa, m.c.i.
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TESTIMONIOSDEHERMANAS
HONDURAS
Querida Conchi, yo al igual
que todas las hermanas de la
Provincia nos sentimos muy unidas en este momento del paso
del Señor, aunque cuesta aceptar sin dolernos, creemos que la
partida de Lucila a los brazos de
nuestro Buen Padre, dará sus
frutos, ella desde el cielo nos
seguirá apoyando en este camino que hemos emprendido, que
con tanto anhelo e ilusión impulsó sin llegar a verlo cumplido, sé
que para ti es mucho más duro,
cuenta con nuestro apoyo y ora-
ción, juntas tendremos la fuerza
para llevar adelante nuestro Instituto. Este día ha sido de mucha oración, por la tarde estuvo
la familia extensiva con un presente oramos juntos y compartimos un rato. Por la noche ofreceremos la Misa comunitaria.
Hemos recibido mensajes de solidaridad.
Un abrazo muy grande, con
cariño.
Elida Cruz Flores
Provincial C.A.
MÉXICO
Visitó nuestra provincia en varias
ocasiones y siempre su paso fue de
gozo y esperanza, de invitación y
motivación a dar el “más” en la vida
para la misión y en la evangelización.
En todas las visitas a los lugares de
trabajo en la provincia, dejó huella por
su sencillez, cercanía e interés por el
trabajo de los laicos y colaboradores,
así como la relación los sacerdotes
que conoció y con los que nos trabajamos.
Todas las personas que la conocieron y se han enterado de su partida
expresan su alegría de haberla tratado y dan gracias por haber compartido con ella algunos momentos de su
vida.
Vivimos este paso del Señor por
nuestra vida y por la Congregación
con fe y con la confianza que ella
ahora puede hacer más para que
seamos fieles a nuestro llamado y
misión.
Nuri Calle
Provincial, México
BOLIVIA
Queridas hermanas: Concepción
Pérez y Consejo General.
Congregadas representantes de
las tres Provincias: (Cono Sur) queremos expresar el sentimiento común
por la Pascua de nuestra querida Madre General Lucila Choya.
Su partida a la Casa del Padre
nos ha sorprendido, nos ha conmovido, nos ha dolido profundamente.
Al mismo tiempo con sentimientos
encontrados, sentimos fuertemente
su presencia, siempre cálida, comprensiva, animadora, sencilla, humilde, honesta, entusiasta, etc.
En este encuentro proyectado, del
que todas participamos con deseos
de poner en marcha la Reestructuración tan soñada por ella, queremos
hacernos presentes, para compartir
estos sentimientos y el compromiso
de seguir siempre adelante con este
legado que nos ha dejado en marcha.
Recordando sus últimas palabras: “El proyecto de Dios se
cumple siempre” esta moción que
tuvo, nos dan la certeza, que el Espíritu seguirá obrando en cada una
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de nosotras, para hacerlo una realidad.
Desde Cochabamba (Bolivia) enviamos nuestro abrazo fraterno, en el
que, nos sentimos muy unidas.
TESTIMONIOSDEHERMANAS
ARGENTINA ~ DECIR “ADIÓS” Y “HOLA”
CUBA
Queridas hermanas:
Deseo acercarme a todas en este duro
momento por la pérdida de Lucila. Nos sentimos tristes, pero es ocasión de estar muy
unidas, con paz y confianza en Dios, en el
presente y en el futuro. Realmente ella goza
ya con el Señor y junto con Nuestra Madre
Nazaria velará mejor desde allí por el Instituto. Semilla enterrada que traerá mucho fruto.
Así lo siento y lo creo.
Que el dolor nos una más. Un abrazo
grande
Susana María, m.c.i.
Ha dicho alguien que estas dos palabras, aparentemente tan
simples, son de las más difíciles de decir en profundidad. Y es lo
que me ha pasado en este tiempo. Recién ahora puedo empezar a
decir: “Adiós, Lucila”… Adiós madre, hermana, formadora, testimonio y testigo, alguien en quien podía confiar profundamente. Adiós
al menos como compañera de camino en la vida, con quien podía
hablar, intercambiar un correo, escucharla unos minutos por teléfono, darnos un abrazo de vez en cuando, dejarme querer y por qué
no, interpelar por ella.
Pero también quiero aprender a decir “hola”. Hola a esta nueva
forma de relacionarme con ella, a este nuevo modo de presencia
entre nosotras, intercediendo desde el cielo, cerca de Nazaria.
Hola a toda la vida que me diste, y que quedó en mí, a tantas
cosas que me enseñaste, al cariño y comprensión que recibí de
ti, Lucila, a lo largo de estos veinte años desde que te conocí. Hola
a tus discretos detalles, a tus silencios llenos de atención. Hola a
los consejos que me dejaste, al aliento que siempre me diste. Ojalá sepa “guardar todas estas cosas, y meditarlas en mi corazón”,
como María (cf. Lc 2, 19). Y que eso madure en mí, para el bien
de otras y otros.
No hay caso, quisiera decir cosas más objetivas, pero aún habla
solo el corazón. Apenas me queda decir otra palabra: “GRACIAS”. Y
creer que “si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda sólo; pero si muere, da mucho fruto” (Jn 12, 25).
EL SALVADOR
Queridas Hermanas de Nuestro Instituto
MISIONERAS CRUZADAS DE LA IGLESIA,
ya tenemos un ángel más en el cielo que interceda por cada una de nosotras, nuestro
más sentido pésame a cada una de las hermanas de nuestra congregación en donde
quiera que se encuentre, estamos unidas en la
Oración. Yo en lo personal lo he sentido mucho, la quiero, era una gran Madre, hermana
y amiga. MUY UNIDAS EN LA ORACIÓN.
Ana María Martínez, m.c.i.
Hna. María Silvia Ferrante, m.c.i.
CHILE
Buenas noches queridas hermanas, he estado muy unida a toda la
congregación por el paso tan fuerte
del Señor por nosotras, por la partida
de nuestra Madre General. Que ella
desde su sencillez siga siendo la que
interceda por nosotras ante el Padre
Dios.
Esta tarde a las 19:00 horas tuvimos una Eucaristía por nuestra M.
General, en nuestra Capilla “Cristo
Resucitado”, fue celebrada por Mons.
Guillermo Vera, concelebrada por el
P. Raúl y también estaba el Diácono
permanente Juan Yáñez. Participaron
la FENI, agentes pastorales, catequistas, las Hermanas Siervas del
Santísimo Sacramento que viven en
la Capilla San Lorenzo y gente amiga de la parroquia. Leímos la Semblanza que nos enviaron desde el gobierno general y Monseñor agradeció
por la vida de nuestra M. Lucila, por
su entrega y sencillez, rescató que
en su gobierno se hizo la fundación
de Calama-Chile, y me recalcó que
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transmitiera a toda la Congregación
la unión por la oración, la cercanía y
el cariño de toda la gente que participó hoy en la Eucaristía.
También les adjunto el saludo de
FENI Calama-Chile.
Unidas como siempre en la oración, un abrazo fraterno a todas, Dios
nos dé mucha fortaleza para seguir
adelante.
Con cariño,
Martha Huarita, m.c.i.
TESTIMONIOSDEHERMANAS
ESPAÑA
EL PROYECTO DE DIOS
SE CUMPLE SIEMPRE
MÉXICO ~ EL PASO DE DIOS
Todo en la vida es “paso de Dios”, pues Él está en
todo momento en nuestro existir, pero hay paso y pasos y no podemos pasar por alto el PASO DE DIOS DE
M. LUCILA, por la Provincia de México.
Ella tuvo la calma, la paciencia, la fraternidad de saber escuchar a todas, de darle a cada una su sitio, su
lugar. ¿Qué más podría decir de su presencia en esta
Provincia? Gracias Lucila por los momentos que pasaste junto a cada una de nosotras. Quizá no supimos
valorar tu esfuerzo, pero ahora desde el cielo, donde estamos seguras de que estás, míranos con esos ojos de
bondad como siempre nos has mirado. Una vez más
gracias por tu PASO con nosotras.
Provincia de México
Como todas las hermanas Misioneras Cruzadas de la
Iglesia, y personas allegadas de una forma u ora a la Congregación sabe, fue ésta una de las últimas frases pronunciadas por la Madre Lucila Choya antes de su fallecimiento el pasado día 12 de enero del año en curso.
Tal circunstancia hizo que nuestro grupo de oración
formado en la Parroquia de los Sagrados Corazones de
San Juan de Aznalfarache, aquí en Sevilla, dedicase a
la Madre Lucila unos minutos de oración, al tiempo que
se recordaba la ingente labor que ha desarrollado hasta que Dios la ha llamado a su lado.
Procedimos a efectuar una semblanza de la Madre
Lucila, refiriendo su extensa y rica biografía, los cuatro
ejes en que centró su labor como Madre General, y los
servicios desempeñados.
La pérdida de una persona, por poco allegada que
sea, se siente siempre, pero en esta ocasión la pérdida
de la Madre Lucila, dado su carácter de cabeza visible
de la Congregación, se hace todavía más sentida. Si a
esta circunstancia unimos la labor desarrollada en su
mandato anterior, y la proyectada para este nuevo período, que inició en enero de 2010, en que acometió y puso en marcha la labor de REESTRUCTURACIÓN PARA
EL MÁS DE LA MISIÓN, es muchísimo más notable.
Afortunadamente, y por eso de que “el proyecto de
Dios se cumple siempre”, las líneas maestras ya están marcadas, con lo que la Congregación no tendrá
problema alguno para llegar a su consecución.
Asunción Soto Álvarez, m.c.i.
Grupo de Oración San Juan de Aznalfarache
FRANCIA ~ BEZIERS
GUATEMALA
Desde Córdoba Argentina y en nombre de las hermanas Teresa Berbel y Ángela Ferreira y el grupo FENI les enviamos nuestras más sinceras condolencias y
rogando a Dios por el eterno descanso de Madre Lucila y nos dé el consuelo por tan dolorosa pérdida a todos los que abrazamos el Carisma de Madre Nazaria
Dios los bendiga...
¡Muy querida Madre Lucila!
Me acuerdo de los momentos pasados, cuando hablábamos sin ni siquiera preocuparnos.
Me acuerdo de esos momentos que me siguen siendo aún presentes.
Días felices, horas felices compartidas donde dialogábamos sobre nuestro ser de mujeres consagradas...
Me acuerdo de mi pasado, me acuerdo aquella mirada de optimismo.
¡Me acuerdo de ti! de tu presencia y de tu voz.
En mi corazón, en mi vida.
En mi pensamiento y... tu recuerdo crece y crece.
Tu sencillez, tu delicadeza, tu simplicidad, tu franqueza, tu discreción, tu nobleza, tu bondad, tu atención,
tu confianza, tu espíritu pacífico y misionero, tu pasión
por los pobres y tantas y tantas cosas quedan grabado
en mi vida.
Gracias Madre por tu vida entregada al máximo y
gracias por tu testimonio de vida.
María Angélica Quintero, FENI
Annie Françoise, m.c.i.
Queridas Hermanas desde la comunidad de Casa Nazaria y San Javier del Mar Estamos unidas a
todo el Instituto y sobre todo, a nuestro Consejo
General, sabemos que ella plenamente está gozando con el Padre Dios donde algún día saldrá al encuentro de cada una de sus hijas.
María Lilian Sican Guerra, m.c.i.
ARGENTINA
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TESTIMONIOSFENI
ESPAÑA
BOLIVIA
Cuando alguien nos deja, siempre es una pérdida. En
este caso la pérdida de Lucila, la Madre General de las
Misioneras Cruzadas de la Iglesia, nuestra Madre como
familia que somos y que nos sentimos los Laicos de la
Familia extensiva, ONG, voluntarios, comunidades educativas, amigos de Nazaria..., nos deja un poco más solos.
De ella siempre nos quedará su espíritu presente, su
atención, su discreción, su estar siempre pendiente, cercana y activa a todas las iniciativas, ideas y proyectos
que desde los diferentes grupos de laicos de la familia se
han ido lanzando.
Desde la sencillez, siempre tuvo la palabra oportuna
que nos dio apoyo y cariño y en su presencia callada
siempre sentimos abiertas las puertas de la casa y los
brazos de la Madre.
Trabajar con ella desde hace años en las Pascuas Juveniles y ahora desde la ONG Bajar a la calle sin fronteras, nos hizo descubrir la persona con el corazón grande,
las ideas claras y totalmente íntegra en su responsabilidad
y trabajo que había debajo del cargo que representaba.
Personalmente siempre recordaré la alegría compartida que sentimos en el último capítulo General con la
presencia de los laicos de las diferentes provincias y el
gozo mutuo de ver como poco a poco las utopías y los
sueños contenidos en las palabras de nuestra Madre
trabajemos juntos misioneras y seglares por la extensión del Reino, se iban haciendo poco a poco realidad
en nuestras existencias.
Gracias por todo Lucila. Continúa haciéndote presente en nuestras vidas y en nuestros proyectos y sigue cuidándonos ahora que estás al lado del Padre.
Queridas Hermanas:
Estamos muy unidas a todas ustedes, por la partida de nuestra querida Hna. Lucila, como se dejaba
llamar ella, tan sencilla y llena de energía divina. Jesús le hizo el último llamado, para encontrarse plenamente después de su sincera entrega de sí misma al
Instituto, a las Hnas. y a toda la que se acercaba a
ella. Por ello la felicidad experimentada en el lecho de
muerte seguro que fue una felicidad honda, profunda,
que sólo la experimentan quienes por el don de sí
mismas en el fiel cumplimiento del Plan de Dios, se
encuentran verdaderamente a sí mismas. Así se verifica la enseñanza del mismo Señor: “quien quiera
salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí, ése la salvará”.
Recordamos mucho la linda navidad que pasamos el
2010, tan hermosa, muy profunda, de mucho cuestionamiento y tan alegre al mismo tiempo. Lucila daba la pauta en todo aspecto. ¡Qué momentos inolvidables! La recordaremos así, desbordando alegría y dando un testimonio de amor y acogida a todas. Nuestra querida Madre Nazaria, debe estar recibiendo a cada hija, con una
sonrisa de felicidad, por la entrega que de verdad tienen.
Estaremos en la Eucaristía del lunes, con todas las
Hnas. y quedamos muy unidas, dando gracias a Dios
por la vida de Lucila y porque tenemos otra Santa en el
cielo, junto a nuestro PADRE.
Con mucho cariño para todas
Antonio Valiente
María Piedades Mercado de Véliz
Mi espíritu tranquilo, no siento ni veo nada, pero si
tengo luz necesaria para caminar. Él me lleva. Mi alma
está tranquila, llena de confianza en Dios.
Nazaria Ignacia
COLOMBIA
Querida Comunidad, reciban nuestro cariño y condolencias por el fallecimiento de la Madre General Lucila
Choya quien goza de la presencia de Dios.
Tenemos un hermoso recuerdo de su paso por Colombia y la calidad humana que llevaba en su ser.
Que este difícil tiempo vivido en los últimos días, las
haya fortalecido aún más como Comunidad para continuar la obra que inició Nazaria y que la Madre Lucila
lideraba para que junto con los que formamos parte de
la obra total la conservemos viva en la FE y amor a
nuestro Dios y la Santísima Virgen.
Un abrazo fraterno.
Elizabeth
PERÚ
CHILE
Al conocerla, nos impresionó su sencillez, su platica
transparente e interesante, su gran vocación de servicio a los demás y su palabra diáfana como su alma.
Hoy ya descansa en el amor inmenso de nuestro Señor y desde aquí elevamos plegarias por su alma; comprometiéndonos a seguir luchando por los más necesitados, continuando por el sendero que ella nos ha dejado trazado. ¡DESCANSA EN PAZ MADRE LUCILA!
Calama, 14 enero de 2013
Familia Extensiva de Nazaria Ignacia de Calama
(Chile), envían un abrazo fraterno y hacen llegar su adhesión y solidaridad a la Congregación Misioneras Cruzadas de la Iglesia, que acompañan con su oración para que el Señor les fortalezca en este momento, por la
pérdida de nuestra Madre superiora General.
Mauricio Albrizzio y María Matos
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TESTIMONIOSONG
RECORDANDO A LUCILA
Y TE HAS IDO CON TU CORAZÓN
DE ALAS TEMPLADO
SIEMPRE POR LA RUDA ESTEPA
CASTELLANA...
“Bajar a la calle sin fronteras”, es el nombre con el que dimos en llamar a nuestra ONG, queriendo con ello, transmitir
y expandir el espíritu más profundo y significativo que nos definiría como tal Organización. Este era el mensaje de Nazaria... “Ir al hombre, bajar a su nivel... andamos perdiendo el
tiempo si no bajamos a la calle”.
Hoy, este Bajar a la calle, cuando nuestra querida Presidenta nos ha dejado, adquiere una nueva dimensión en un
doble aspecto:
Primero, porque Lucila fue un ejemplo vivo de esa adhesión al mensaje en un compromiso constante, sin tregua, implicándose en cuantos fórmulas encontrara para estar allí, en
la calle, en la escuela o... en el gobierno, siempre poniendo
sus talentos al servicio de los demás, sin condiciones, siempre estando, queriendo estar donde sabía que Dios lo quería.
Sabedora de que la MISIÓN estaba en las necesidades de
los demás, supo estar atenta a cuantas ocasiones y oportunidades se le presentaban, desde los proyectos más ambiciosos del Instituto, a las relaciones emocionales más cercanas, paramostrar de forma humilde pero incansable su vinculación en la vida y destino de todas y cada una de las personas con las que pudo realizar su compromiso de vida.
Segundo porque siguiendo su intuición, nos dejó como legado la ONG, para que esta nueva familia sigamos dándole
continuidad a esta hermosa misión de apoyar a los más desfavorecidos, luchar por los derechos humanos de los excluidos, trabajar por los olvidados y la dignidad de los hombres.
Gracias Lucila, nos diste la oportunidad de poder compartir contigo la Misión y la fraternidad, fue un privilegio el encuentro, por tu persona y por haber podido vivir contigo el trabajo, la solidaridad y la ilusión en un mundo mejor.
Te fuiste con las botas puestas como un signo más de fidelidad a tu opción de vida consagrada y a tu compromiso
con los pobres. No podía ser de otra forma, nunca dejaste de
caminar y de buscar caminos que te llevaran a una mayor
proximidad con las personas, sus problemas, sus sueños, sus
carencias o sus ilusiones, siempre, siempre en la calle con
los pies en la tierra y el corazón en la plegaria y la oración.
Una tarde me hablaste, querida Lucila, me convocasteis
Conchi y tú, las MCI habíais decidido crear una ONG... ¡Qué
buenísima noticia!
Irrumpiste así en mi vida.
Trabajar para vosotras desde los inicios de este proyecto fue ilusionante... Acepté el reto. Tarea estupenda con mis
misioneras preferidas, lista para empezar esta “aventura”.
Conchi y tú “anima mater” de este proyecto sólido y comprometido.
Desde los inicios mi misión contigo es ser asesora de esta ONG, que apunta a conseguir sueños nada sutiles, la realidad de vuestras misiones llenas de vida y de dificultades
esperaban.
Abriste en el Instituto este camino de amor solidario.
Valores universales de solidaridad y justicia estaban en tu
horizonte.
Tardes y tardes soleadas en las que la tarea, era hacer nacer tu propuesta, estudiar normativas e idearios de otras organizaciones solidarias para luego hacer los nuestros, que yo,
castellana vieja, proponía y tú, castellana vieja, revisarías.
Siempre nuestro encuentro azul, mirando más allá, yo
pensando en civil, tu pensando en civil y en MCI.
La andadura ya daba frutos y soñábamos otros, pero, sin
mediar casi tiempo, te has ido con los luceros, aunque nos
has dejado sueños de esperanza.
Estoy impresionada. Emociones intensas y profundas,
más de lo habitual, entremezcladas de una manera que nunca había experimentado han pasado por mi corazón en los
días de tu ausencia presente.
En los días de duelo, de tu presencia ausente, he visto cómo te quieren. He sentido ese amor que lo aguanta todo, que
todo lo perdona, y todo lo espera a tu alrededor. He oído murmullos suaves, miradas, palabras y lágrimas. Eucaristía, cantos y oraciones, he acariciado flores, y en medio de todos, de
todas nosotras, algo más trascendente, para mi asombro, absorta, hasta confundida, ahí en la capilla de la Casa General,
me acercaste más al Misterio: Él te creó, el te lleva.
Un cielo de colores recoge mi plegaria.
“Y cuando Dios me pide,
es que él me quiere dar;
y cuando mi Dios me da,
es que quiere pedir”.
A ti definitivamente te pidió.
El alba, le dio paso al día en el que a la hora del ángelus el
amor de Dios bajó ya a pedirte la mano que un día le ofreciste.
Algunas veces, las personas llegan a nuestras vidas y rápidamente nos damos cuenta de que esto pasa porque debe
de ser así, para servir un propósito. Y sabes y comprendes sin
saber porqué que afectarán tu vida de una manera profunda.
Has sido para mí, querida Lucila, una de esas personas.
Tu silencio será constructivo; sigue tejiendo con nosotras
ilusiones.
Dejaste huella, viviremos con tu amor y con tu sombra.
Mi abrazo más fraternal querida Presidenta.
O.N.G. AMIGOS DE JULIÁN
Río Manzanares, 4 - 28342 Valdemoro (MADRID)
A la comunidad de las Misioneras Cruzadas de la Iglesia
y familia de la Madre Lucila, nuestro más sentido pésame en
nombre de la Junta Directiva de la ONG Amigos de Julián de
Valdemoro.
Ángela Ruiz Valencia, Presidenta
Queridas Hermanas:
Desde aquí queremos haceros llegar nuestro más grande y
cercano abrazo, por la pérdida de la Madre General Lucila. Cualquier pérdida se nos hace dura, pero sabemos que por su cercanía, apoyo y trabajo, seguirá estando presente entre nosotros
acompañando y animando en nuestro trabajo por el Reino.
Haced extensiva cercanía y abrazo a todas las hermanas.
Adelante, siempre adelante.
Tu asesora de la ONG
“Bajar a la calle sin fronteras”
Mila
Grupo Misionero, Madrid
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COLEGIO MAYOR
COLEGIO MAYOR MARA
ACCIÓN DE GRACIAS
UNAS PALABRAS DESDE EL CORAZÓN
Gracias Señor por la vida de Lucila porque ha sido
un referente de entrega, de sencillez, de silencio profundo, de sentido del humor muchas veces y una persona buena, de gran inteligencia y fiel.
Gracias por haber vivido con ella un último gran
acontecimiento, del que disfrutó muchísimo con los recuerdos, las colegialas de la 1ª promoción y los 25 años
de este mayor que tanto quería.
Gracias por el cariño que las antiguas nos demostraron a todas y especialmente a ella que pasaba por
un momento difícil, aunque aún de mucha esperanza y
la llenaron de cariño y alegría.
Gracias por el testimonio de cariño y acompañamiento que ha recibido hasta el final y en cada momento de
sus hermanas, sus más entrañable compañeras, Conchi
y Auxi, que han dado todo por estar ahí y la hanmimado
como todos querríamos llegar al final de nuestra vida.
Gracias a ti Lucila que nos estás viendo, estoy segura, y sabemos que seguirás con nosotras siempre velando por este Colegio y por la Congregación que te ha
tenido al frente tanto tiempo.
No olvides nada ni a nadie, todos seguimos necesitando de ti.
Marta Cuesta
Querida Lucila: Han
sido muchas las ocasiones y momentos en los
que tú y yo nos hemos
encontrado, dialogando,
conversando he subido
tantas veces a tu secretaria... pero ahora aquí
junto a ti estoy en representación de todas
las comunidades educativas de nuestros
Centros Docentes. Ya
te has dado cuenta que
muchos estamos presentes pero otros no lo
han podido hacer y por
eso te hablo yo.
No hemos venido para decirte adiós, porque tú sigues con nosotros, venimos
a darle gracias al Señor por tu vida y sobre todo por la
oportunidad, que nos ha concedido de poder compartir
contigo tantos y tantos momentos.
Nos has acompañado primero como docente, trabajando por elevar la dignidad del hombre, del más empobrecido, nota fundamental de nuestro Carisma. Contigo comenzamos la formación conjunta de todos nuestros profesores, proyecto y proceso que nos han ido
entrelazando y uniendo como familia, parte de un solo
cuerpo una gran familia, las MCI. Hemos conocido, profundizado e identificado con el Carisma y hoy te podemos decir que todos queremos y estamos dispuestos a
continuar la Obra, que la inició Nazaria, pero que tú has
continuado con tu cercanía y entrega en todos los servicios que la Congregación te ha ido encomendando.
Hoy lloramos porque como humanos, queremos la
presencia física de los seres queridos, pero ahora más
que nunca estamos convencidos de esa presencia tuya
entre nosotros, porque te quedas en nuestros corazones.
Y el tuyo lleva un gran paso, va lleno, repleto con todos nosotros y tantos de todos los continentes que también han tenido la suerte de conocerte.
Sé Lucila que la E. Ignaciana es fuerte en ti y esa
oración que tanto decimos al Señor “Tomad Señor y
recibid... se ha hecho plenitud en ti”.
Nuestra oración y petición al Señor en estos momentos para en fidelidad continuar la Obra es “Señor
danos tu amor y gracia que esto nos basta”.
Te queremos Lucila
TRISTE PÉRDIDA DE NUESTRA
QUERIDA LUCILA CHOYA
Envío este mail a la secretaria y a la directora del
Mara porque estoy segura que en ambos casos, podrán
hacer llegar mi mensaje a todas aquellas personas que
tanto apreciábamos a Lucila.
Las que tuvimos la suerte de empezar la andadura
de las hermanas con su proyecto MARA creo que nos
llevamos un regalo añadido al que fue nuestro bautismo en la vida universitaria. Fue contar, entre otras, con
Lucila Choya que nos ayudó, con su vida y dedicación,
nos dio un ejemplo cercano de cómo hacer el bien en
todas y cada una de las cosas que iniciamos.
La verdad es que la noticia de su muerte me ha dejado un tanto noqueada básicamente porque no sabía
nada al respecto de su enfermedad y me parece que
hizo un esfuerzo encomiable, no solo para estar en la
celebración del 25 aniversario del Mara, sino por como
estuvo: animada, cercana, cariñosa y creo que me quedo corta con los adjetivos... sin trasladar a nadie su seguro pesar y preocupación por su situación personal.
Hasta el último momento ha sabido darnos a todas un
ejemplo más de cómo debemos enfrentarnos a la vida,
con coraje, con ganas, con espíritu de lucha y sin dejar que las sombras se ciernan sobre nosotros y sobre
los que nos rodean y siempre luchando por los más
desfavorecidos.
Por eso Lucila, no quiero dejar pasar de escribir a las
Hermanas, tus hermanas, estas palabras porque para
mí, como para tantas obras colegialas que tuvimos la
suerte de compartir contigo los años universitarios, tu
fallecimiento ha sido una gran pérdida y tu recuerdo nos
acompañará de por vida.
Besos a todas pero sobre todo a ti Lucila, allá donde estés que seguro será en lo más alto como bien mereces.
Yolanda Moreno
Juana Rodríguez, m.c.i.
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TESTIMONIOSDEPROFESORES
PROFESORADO Y COMUNIDAD
EDUCATIVA DE BARCELONA
MÉXICO
GABRIEL E. MARTÍNEZ SALAZAR
(PROFESOR DE LA ESCUELA SEDES SAPIENTIAE)
La mirada de Dios lo penetra todo con su amor, aunque el ser humano intente huir. Dios siempre es el amigo indefectible que apoya y sus manos siempre están
abiertas para acoger.
Los cristianos lo sabemos todos a partir de la palabra
de Jesús en el evangelio: a vosotros os llamo amigos,
porque os he dado a conocer todo lo qe he oído de mi
Padre. Y aún más porque en el amor más grande ha dado la vida por sus amigos, por la humanidad entera.
La querida Hermana Lucila trabajó en favor de los
pobres y delos jóvenes y por todos ellos dio su vida.
Los que tuvimos la suerte de conocerla sabemos como procuró amar y hacer que la gente la amara.
QUE DESCANSE EN LA PAZ DE JESÚS.
Al aviso de la visita de la Hna. Lucila a México, fue
de gran entusiasmo y al enterarnos que existía la oportunidad de poder hablar con ella en una reunión propia
para profesores de la Escuela fue muy gratificante.
He de comentar que en la charla de profesores uno
de los detalles que cimbró mi corazón fue el mensaje
de aliento que a cada uno de nosotros nos dejó para
continuar en nuestras actividades de docencia y crecimiento de la gloria de Dios.
La Hna. Lucila nunca dejó de mostrar un rostro de
alegría, de regocijo, de interés en lo que se llevaba a
cabo, nos mostró realmente una cara de la Beata Nazaria en nuestras vidas en todo amar y servir.
Gracias Madre Lucila por ser parte mi historia y llevar a mi corazón la presencia de servicio y amor que
tanto profesó la Beata Nazaria.
Los profesores y toda
la comunidad educativa de Santa María
de los Apòstols de Barcelona
Una mujer, una monja, un corazón lleno y que siempre le ha dado, la conocí en el colegio de Carabanchel,
fue profesora mía, luchó con muchísimo empeño con mi
padre en la asociación del colegio para tener cosas nuevas. Desde siempre ha tenido un beso y un abrazo para mí y toda mi familia, con mi hijo siempre ha tenido
ese corazón de amor y buenas palabras para su futuro.
Lucila, Julia, María, Rosaura son personas importantes
en mi vida, siempre a estado para lo bueno y para lo
malo. Sé que desde allí arriba va a seguir haciendo cosas buenas y seguro que seguirá velando por todos
nosotros, te voy a echar de menos.
Alumna, Afrika Carabanchel
¡¡¡Qué fortaleza!!! Está claro que su espíritu la sujeta a la vida, sigo rezando para que no sufra y su momento llegará cuándo Dios quiera. Qué pena tengo que
no haberle agradecido todo lo que recibí de ella. Su
sencillez, su cercanía y de manera especial su visión de
nuestra Iglesia tan abierta su VIVIR el Evangelio de manera tan coherente... Y tantas cosas que no llegué a decirle. Besos esperanza y saber que Dios la va a acoger
en sus amororosos brazos.
Queridas Mª Jesús y Auxi:
Me encontraba en Toulouse cuando Lourdes de
CONFER, me comunicó la partida de Lucila a la Casa
del Padre. Recordé el día que la vi, a mediados de noviembre, durante la Asamblea. Me dio alegría verla con
esa serenidad, diciéndome: “ahora estoy bien”, veremos... Comunicaba la paz de quien se sabía que estaba en manos de OTRO. Hoy goza ya de la plenitud de
la Vida.
Ayer Merche me envío la semblanza que hacéis de
ella sus hermanas. Y me ha permiido recordar los años
vividos compartiendo en la Junta Directiva de CONFER
tantas cosas y tanto deseo de impulsar una vida religiosa cada vez más evangélica...
Os deja, sin duda, un buen legado. Os recuerdo con
especial cariño y me uno a vuestra acción de gracias por
ella y a la súplica confiada de toda vuestra Congregación.
Un abrazo fraternal,
Maribel García
Querida Auxi, soy Marta
Soy antigua colegiala de La Coruña, quería darte a
ti en particular y a toda la comunidad mi pésame más
sentido por la muerte de Lucila. Fue un ejemplo extraordinario para mí y creo que para todas las colegiales de integridad, fe, justicia y autoridad. Rezo por ella
y doy gracias a Dios por la oportunidad de haberle conocido. Un abrazo fuerte.
Marta
Leonor García
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TESTIMONIOSDESACERDOTES
ARGENTINA
Queridas/os hermanas/os y amigas/os:
Al recibir a primera hora de ayer la noticia de la
muerte de la M. General ha. Lucila, me quedé bastante parado y afectado, por un lado la pena y por otro el
recuerdo de lo que he vivido junto a mi familia en el pasado mes de Agosto con la muerte de mi hermano, en
la que sentí la cercanía, el cariño y la presencia de todo el instituto de las MCI con la asistencia de la Ha. Lucila y otras compañeras al sepelio de José Miguel.
Las experiencias comunes nos unen y nos hacen
más sensibles a las necesidades que tenemos de sentir
la cercanía y el afecto de las personas que apreciamos
y queremos por la amistad, la familia, o cualquier otra realidad. La verdad es que una de las motivaciones de mi
presencia en Buenos Aires se ha dado por la amistad al
Instituto y mideseo de colaborar con las comunidades
más necesitadas, estando en cercanía y en sintonía con
todas las realidades de la Obra total que tanto soñó M.
Nazaria, y que nosotros estamos disfrutando y teniendo
el privilegio de poder vivir en primera persona.
En la última revista de Bajar a la Calle ya compartía la riquísima experiencia que hemos vivido en Buenos Aires a principio del mes de octubre con la celebración del primer encuentro internacional del Cono
Sur de la OBRA TOTAL, las palabras de saludo y aliento de la M. General a través de la “Conferencia Satelital” fueron el comienzo de unos días históricos en el
desarrollo de la Obra Colosal de la querida M. Nazaria
y que la H. Lucila había hecho suya después de las decisiones marcadas por los últimos Capítulos Generales.
Personalmente creo que la M. Lucila con su alegría y
disponibilidad, junto a a M. Aida, con su inteligencia, también recientemente desaparecida, serán dos referentes
que no podremos olvidar especialmente, nosotros, los
sacerdotes, ellas, cada una a su modo, nos han ayudado a crecer en nuestro ministerio; han respetado la imprescindible independencia que hemos de tener en virtud al ministerio recibido de manos de nuestro obispo y
a la vez nos han lanzado con espíritu renovador a una
misión por el reino de Dios, donde cuentan las opciones
por los últimos, la mujer y la unidad de la Iglesia.
Junto a mis palabras de pésame, a todas y todos,
querida hermana y compañera, recibe estas sencillas
como mi más agradecido testimonio hacia la persona de
M. Lucila, que siempre me apreció, y me ayudó con sus
buenos consejos.
Todas la eucaristía de ayer y hoy las he ofrecido por
ella, en acción de Gracias a Dios por su vida y su misión.
En lo que esté en mi mado y pueda ayudar al Instituto, cuenten con mi más asboluta disponibilidad.
Que Dios nos dé la fuerza de la Fe y a Ha. Lucila la
generosa recompensa del servidor fiel y obediente.
¡GRACIAS HNA. LUCILA!
Un saludo a todas las hermanas MCI junto a su gobierno General, a las MSI, a la FENI, a los Laicos Contemplativos, a la ONG “Bajar a la Calle”, a los compañeros sacerdotes y a la familia de la M. General.
Un amigo y sacerdote de la familia:
BOLIVIA
P. LUCHO PALOMERA, S.J.
(HOMILÍA DE LA EUCARISTÍA)
Madre Lucila:
Fue una de las mujeres del Evangelio, con la lámpara encendida y precavida del aceite, amante del Señor.
Fue una persona humilde, estando entre todas como
una más, sin hacer notar que era la general.
Era profunda, perspicaz y respetuosa... Era muy bondadosa y atenta, tomó la vida en serio. Llevó generalmente trabajos de mucha responsabilidad.
Amó mucho a la Congregación y a cada una de ustedes sus hermanas (y por eso escogí esa carta de san
Pablo, que supongo es lo que ella, les dice ahora: “la
obra que el señor comenzó en ti, quiero que llegue a su
término...”).
Y yo H. Lucía, también, además de esto, digo:
Madre Lucila, daba su lugar e importancia a cada
persona sabiendo escucharla y compartir con ella, sin
excepción alguna, haciéndonos sentir a todas responsables del cuerpo instituto.
Cochabamba, 13 de enero de 2013
Estimadas Hermanas Cruzadas:
Acabo de recibir, por internet, la noticia: falleció
nuestra querida Madre Lucila. Ruego por ella y, mañana lunes, ofreceré la Santa Misa por ella y también
por todas Uds. que sienten su ausencia y, a la vez, su
presencia e intercesión por esta querida familia de las
Misioneras cruzadas de la Iglesia. Que la Madre Nazaria la haya recibido en la Paz del Señor, junto con
todos los santos del Cielo.
Estoy todavía en Barcelona. Espero regresar a Calama el martes, 29 de enero.
Unidos en la amistad y la oración al Señor de la Vida. Con todo afecto,
P. Jorge Jorba, Párroco Calama, Chile
Julián Nicolás Ortiz, SACNI
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TESTIMONIOSDESACERDOTES
ESPAÑA
GOBERNAR EN TIEMPOS
ARDUOS DE LA HISTORIA
Y DE LA IGLESIA
Querida Marina: acabo de leer tu noticia del fallecimiento de Lucila. Tengo de ella el recuerdo de una religiosa cabal.
Trasmite mi pésame, por favor, a las hermanas. Mañana celebro la Eucaristía por ella.
Barajando los múltiples testimonios recibidos desde
el paso a la Vida de nuestra querida Madre General Lucila para su publicación en Bajar a la Calle, se han ido
trenzando las diferentes facetas de su vida, que como
en un brillante, refleja diversas tonalidades, que se acrecientan en la medida de su recuerdo discreto, de su saber estar.
Me quedo con su última etapa de gobierno, como
Madre General. Compañeras, compartimos los avatáres
de doce años como consejeras, en el dos últimos gobiernos de Madre Auxiliadora Pérez Beltrán, que culminaron con la beatificación de Nazaria Ignacia.
Ante el Capitulo que en el que debíamos elegir a la
nueva General, yo me acerque a ella, viéndola como
posible candidata, para animarla, dándole las razones
oportunas para que lo aceptara si hacia ella se vencía
la elección. Efectivamente así sucedió, pero en ese momento no lo acepto. Seria en el siguiente Capitulo cuando dio el si. Un si cargado de responsabilidades, en un
tiempo en el que la vida religiosa en Europa evidenciaba ya dificultades no solo de convocación en el contexto nuevo de la historia y de la Iglesia.
Lucila ha sido valiente, serena, desde esa serenidad
suya cargada de silencios, tejiendo la vida del Instituto
con suma discreción, llegando con eficacia a los problemas y despertando ilusiones y esperanza en su cruzada de reestructuración. Gobernar en estos tiempos,
es ya un dato profético por múltiples razones. No escatimó esfuerzos, viajes, visitas encuentros, y cercanía
que se evidencian en los distintos testimonios.
Y levantando el vuelo, le ha dado al Instituto un nuevo y prometedor espacio, en un continente nuevo, añorado y deseado, en un gesto de valentía misionera, que
evoca la audacia de Nazaria Ignacia. Mas la presencia
en tres nuevos países. Audacia y riesgo, desde su mantenimiento como gobierno en las opciones tomadas por
el Instituto, en defensa de la justicia y la paz, y la opción por los pobres. Quedan testimonios no solo de su
estimulo, sino de su presencia en manifestaciones y
compromisos solidarios, así como su apoyo reconocido
a la vida religiosa.
Creo es preciso destacar en ella, su fidelidad a la
Iglesia, se apuesta por el Reino, su entrega a la Obra
Total de Nazaria Ignacia que impulsó con gestos oportunos abriendo el proyecto desde los laicos y sacerdotes a la evangelización, con su apoyo a cada uno de las
modalidades, abriendo nuevos frentes con el Voluntariado y la ONG, Bajar a la Calle sin fronteras.
Su aporte como responsable general del Instituto,
marca una etapa de entrega generosa, de esperanza y
confianza en el proyecto de Dios que compartimos.
Manuel Alcalá, s.j.
Con todo mi cariño a todas vosotras, quiero acompañaros con mi amistad y mi oración en estos momentos.
SABO (José Luis Saborido Cursach, s.j.)
Queridas hermanas:
Me ha llegado la triste noticia del fallecimiento de Lucila. Quiero sumarme a vuestro dolor y tristeza en este
momento tan doloroso y de perplejidad.
Como creemos y hemos repetido tantas veces, Lucila ya descansa alegre en el regazo del Padre. Siendo
así, nos tendremos que alegrar de que Lucila haya cumplido su misión entre nosotros y goza de Dios. Bien pensado, nuestra tristeza debe tornarse en alegría y regusto por la esperanza que tenemos.
Pero es muy humano notar su ausencia, su proximidad,
su servicio, y sus virtudes. Todo ello creo que tiene que
convertirse en resolución para seguir luchando por aproximarnos personalmente al modelo Jesús, y comunitariamente para que el carisma de la Madre Nazaria siga expandiendo el Reino de Dios por doquier. Por esto luchó Lucila y debemos seguir su ejemplo.
Desgraciadamente, mañana viajo a Roma y me será
imposible acompañaros físicamente en la Eucaristía de
despedida.
Me uno a vosotras en ella y en las oraciones y plegarias.
Luis Álvarez Torres, csv
Desde México pido por vosotras para que el señor os
dé fortaleza y pongáis a Lucila en sus manos misericordiosas. Lucila ya ha sido abrazada por el Compasivo.
Un abrazo
Toni Catalá, s.j.
My Dear mother Emiliana,
Iam very sad to here thet mother general died because of her helth condtion, really i say my heartfelt condolance to the congregation sisters, especially for yoy.
iam always remind of your generous help. Waiting to here from you.
yours in christ, fr kommu Anthony,
A P. India.
Mª Mercedes de Cristo, m.c.i.
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TESTIMONIOSDEAMIGOS
MURIÓ HACIENDO EL BIEN
GUATEMALA
Dios te ha llevado, Cruzada de la Iglesia de este
mundo a la patria celestial donde te espera Nazaria, bella estrella, que ilumina con su amor y santidad... Ahora, juntas, acordaos de este mundo donde, alegres,
sembrasteis la bondad y enviadnos con vuestro amor
profundo muchas jóvenes dispuestas a luchar para esparcir con amor por todo el orbe la FE, la ESPERANZA
y CARIDAD...
Unida a mis queridas hermanas ante la partida de
nuestra amada Lucila; agradezco al Señor que me permitiera compartir la vida con ella, durante tres años de
formación. Mujer justa y atenta a los signos de la presencia de Dios en la historia, para responder a las necesidades emergentes.
Dolor por su ausencia, gozo por su resurrección. Unida en oración por todo el Instituto, para que el Espíritu
del Señor, de Madre Nazaria y ahora el de Lucila, fortalezca su misión de ir por todo el mundo, anunciando
la Buena Nueva.
María de la Luz Ortiz
Saturnino Valle
CUBA
VIVIR PARA
EL SEÑOR
Y MORIR PARA
EL SEÑOR
Queridas hermanas Misioneras
Cruzadas de la Iglesia, hemos recibido la triste noticia de la partida a
la Casa del Padre de la Madre Lucila, digo triste porque es parte de
nuestra condición humana, pero a
la vez la alegría como cristianos de
que Lucila ya está como la Madre
y Beata Nazaria Ignacia, Josefa, y
tantas y tantas en el amor del Señor, desde donde nos seguirán cuidando y ayudando en la construcción del reino, fue la Hna. Carmen
quien me telefoneo a casa. Lo lindo también fue como se creó un
puente entre amigos/as como el
Padre Jesuita Josep Ricart de Barcelona, la Hna. Ludmila, religiosas
de Argentina, amigas de las Misioneras Cruzadas, y otras personas,
que se unieron con nosotros/as en
oración comunitaria. Les pido, creo
es el deseo de los familiares nuestro acompañamiento espiritual y seguros que la nave del Instituto continuará con ánimo y coraje. Hasta
pronto, mi abrazo fiel en la eterna
paz y amor de nuestro Señor.
Con un profundo sentimiento de
tristeza nos acercamos esta mañana
a la mesa del Señor. Tristeza por la
muerte de la H. Lucila, vuestra
Madre General. Pero también la
Palabra de Dios nos habla de ¡dichosos los que mueren en el Señor!
Morir en el Señor, dormirse en el
Señor, descansar en la bondad del
Corazón de Dios. Todo esto es la
muerte para los que desde la fe creemos en Cristo Resucitado. En su
muerte y en su resurrección, en su
Pascua de la muerte y a la vida, ha
hecho nuevas todas las cosas; por
eso nos es posible vivir para el
Señor y morir para el Señor...
La muerte es la entrada a una
vida nueva, el abrazo definitivo con
Quien nos creó y nos amó hasta el
extremo.
En la octava de la Epifanía, en la
víspera de la fiesta del bautismo del
Señor, nos dejó; fiestas todas ellas, que hablan de “misión”
Jorge Saavedra Lostal - La Habana - Cuba
universal, de anuncio de la Buena Noticia, aspectos esenciales de vuestro carisma. Lucila fue una mujer que en su
sencillez y su austeridad castellana, vivió inserta, activa y
pasivamente, en la “gran misión” de Cristo, y en consecuencia una mujer de Iglesia. La amaba y “sentía con ella”, como aprendió en los Ejercicios ignacianos. Y en la Iglesia, a vuestra Congregación a cuyas responsabilidades de gobierno ofreció, durante bastantes años, su persona y sus cualidades, y a la Vida Consagrada con su presencia y colaboración en CONFER. Era
una de esas religiosas que con su silencio y sencillez trataba de no manifestar su interioridad, sin embargo, la entrega a Dios
se traslucía en su vivir y actuar...
El texto de la carta a Timoteo que hemos escuchado podríamos ponerlo como resumen y síntesis de su vida: he combatido el noble combate del seguimiento a Jesucristo, he acabado la carrera de la entrega incondicional a la voluntad de Dios en
la misión, he conservado la fe que se me dio como un regalo gratuito. Por eso confío en que el Señor, el Juez justo y lleno de
misericordia, se me manifestará en su gloria y me llenará de su amor infinito por toda la eternidad.
De la homilía del P. Elías Royón, Presidente de la CONFER España
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