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D i s f ruta l a
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MUSEO DE CERÁMICA DE L’ALCORA
Un nuevo espacio para la promoción de la cerámica
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l municipio de l’Alcora es conocido
internacionalmente por su estrecha vinculación con la cerámica. Desde el punto de
vista histórico, gracias a la producción de
la Real Fábrica de Loza y Porcelana del
Conde de Aranda (1727); y en las últimas
décadas, por la importancia del sector
azulejero, heredero de aquel esplendoroso
pasado.
Pero en l’Alcora la cerámica es mucho
más. Es el elemento que ha marcado su
evolución a lo largo de los siglos y ha
configurado de manera determinante su
presente. Por ello, para comprender, conservar y divulgar este singular legado, la
capital de l’Alcalatén cuenta con el Museo
de Cerámica de l’Alcora, recientemente
ampliado, que está considerado como uno
de los principales referentes museísticos
de nuestra provincia, y es visita obligada
para quienes deseen conocer lo más destacado de nuestro patrimonio históricoartístico en cerámica.
El Museo de Cerámica de l’Alcora consta de 2 módulos intercomunicados, con 2
alturas destinadas de manera exclusiva a
la exposición permanente de sus colecciones. El edificio fundacional fue construido en 1907; pertenecía a una familia
de terratenientes y posee un patio central
alrededor del cual se articulan los distintos espacios. Está decorado con diversos
modelos de azulejería del primer tercio
del siglo XX (entrada, escalera, patio, galería...), con una rica policromía y motivos
historicistas y geométricos.
Este edificio albergó el Museo entre
1994 y 2007. En julio de este último año
se iniciaron las obras de ampliación y
remodelación, añadiendo un nuevo cuerpo, amplio y operativo. Con ello el nue3
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vo Museo, inaugurado el 2 de marzo de
2012, destina un total de 650 m2 a la
ex­posición permanente de las colecciones
de Alfarería Popular, Cerámica Contemporánea y la excepcional loza elaborada en
la Real Fábrica del Conde de Aranda.
Además, el Museo dispone de dos salas de exposición temporal, taller cerámico, sala de actos, biblioteca, y alberga
también la Tourist Info local.
El Museu de Ceràmica del
l’Alcora posee unas
instalaciones funcionales
desde las que se ofrece el
mejor servicio para la
divulgación de nuestro
patrimo­nio cerámico
LA COLECCIÓN DE LA REAL FÁBRICA
Desde sus inicios, en 1727, la manufactura que fundó en l’Alcora el IX Conde
de Aranda se situó entre las más destacadas de Europa. Debía ser así, pues sus
productos estaban destinados a satisfacer
la demanda de las clases adineradas del
continente (y más tarde, también de América). Fruto de aquella vocación exportadora y de la calidad técnica y artística con
que fueron elaboradas, en la actualidad la
Real Fábrica de l’Alcora está considerada
como la mejor cerámica europea del siglo
XVIII, y piezas salidas de sus hornos están presentes en importantes colecciones
públicas y privadas de todo el mundo
(Francia, Gran Bretaña, Alemania, Estados
Unidos, España, etc.). De entre los estilos
ornamentales que se elaboraron, podemos
resaltar:
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La manufactura que fundó
en el s. XVIII en l’Alcora el
IX Conde de Aranda se situó
entre las más destacadas
de Europa
Chinerías y Berain
En los primeros años de funcionamiento, la Real Fábrica del Conde de Aranda
elaboró piezas siguiendo los modelos del
Sur de Francia (Moustiers y Marsella fundamentalmente), de donde provie­
nen los
primeros directores artísticos. Formas y
decoraciones se ajustan así a los gustos
de la aristocracia y la burgue­sía europeas,
principal mercado al que iba dirigida la
producción de l’Alcora. Estilos como Berain (con puntillas, arabescos, bustos, esfinges..., generalmente en claroscuro azul,
pero también con suaves toques de policromía) o las Chinerías (con prolífica ve6
getación y fi­
guras orientales o grotescas)
muestran la exquisita delicadeza y perfección que los pintores de la Real Fábrica
lograron ya desde el principio.
Placas ornamentales
Si hay un apartado de la producción que define la excelente calidad artística de la Real Fábrica, este es sin duda
el de las placas ornamentales. De diferentes formas y formatos las láminas (cómo
se denominan también en la documenta­
ción de la época) son verdaderas joyas
pictóricas sobre cerámica, a la altura de
los lienzos o las tablas de temática religiosa coetáneos. Así, las encontramos de
nada,
forma ovalada, rectangular, achafla­
lobulada...; rodeadas de rocallas, mascarones o peinetas, o sin ningún tipo de
ornamentación externa.
En el Museo, además de algunas pequeñas placas ornamentales, tenemos la
suerte de exponer también las únicas 4
estaciones del Vía Crucis original del Cal-
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vario de l’Alcora que se conservan en la
actualidad, datado hacia 1775 y propiedad
de la Parroquia de la Asunción. Dibujos basados en los grabados de François Dubercelle realizados en París du­rante la primera
mitad del siglo XVIII, a los que los pintores
de la Real Fábrica añaden una apropiada
policromía y el toque personal de la pincelada maestra.
Fauna-engaño
Los llamados platos de engaño o de
chasco son piezas decorativas destinadas
a producir la sorpresa y la ilusión óptica,
estratégicamente colocados a los aparadores o las mesas y siguiendo la moda
francesa del trompe d’oeil. Sobre el plato
se reproducen con gran precisión frutos,
hortalizas, otros alimentos y animales en
tres dimensiones, dando una sensación de
realismo prodigioso.
Emparentada en cierto modo con los
platos de engaño está la serie de la llamada “fauna de l’Alcora”: pequeñas figuras
de animales con los más variados usos.
Así, encontramos soperas, salseras, pisapapeles, mancerinas, joyeros, vinajeras... que
adquieren forma de perro, rana, lagarto,
pollo y gallina, cisne, paloma, carnero, perdiz, etc.
La Real Fábrica de l’Alcora está
considerada como la mejor
cerámica europea del siglo XVIII, y
piezas salidas de sus
hornos están presentes en
importantes colecciones
públicas y privadas de todo el
mundo (Francia, Gran Bretaña,
Alemania, Estados Unidos, España, etc.)
La rocalla y los estilos coetáneos
Tras las primeras décadas de funcionamiento de la Real Fábrica, muy centra8
das en los estilos decorativos de influencia
francesa, a partir de 1750-1755 se va ampliando el repertorio ornamental, en parte
debido al acceso a los cargos de responsabilidad artística del personal formado en
la Academia de Aprendices. Los listados de
producción de estos años así lo demuestran. Aparecen numerosos diseños de decoraciones florales (unas más naturalistas,
otras estilizadas), composiciones con motivos dispuestos por la superficie de las piezas de manera armónica como por ejemplo
bustos femeninos (madamita), barcos (navíos), árboles frutales con una fuente manando a su lado (chaparro), perros, jaulas,
trofeos militares e instrumentos musicales
(fanfarre), etc.
También es esta la época de la proliferación de las rocallas, símbolo por excelencia del Rococó: motivos asimétricos generalmente pintados en claroscuro amarillo,
que a veces acompañan a los elementos
antes citados, enmarcan figuras o escenas,
y también suelen ir asociados a arquitecturas más o menos complejas con torres,
puentes, banderas, motivos acuáticos y, en
ocasiones, un sol radiante con rasgos faciales humanos.
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Desde finales del siglo XVIII l’Alcora
fabricó porcelana de gran calidad,
que se decoró con nuevos estilos
representativos del neoclasicismo
imperante en este tiempo
Series populares
La esquematización de la decoración floral
dará lugar a una de las series más prolíficas de
l’Alcora, también muy imitada en otros centros
(como Onda, Ribesalbes o Manises) denominada
“Ramito” y caracterizada por una pequeña flor
polícroma que generalmente combina los colores azul, amarillo y ocre. En las piezas más sencillas, esta flor aparece aislada, pero también es
habitual que se complemente con hojas de un
solo trazo, con ramos más complejos formados
por hojas bicromas o con pequeñas frutas muy
sencillas que se asemejan a manzanas y peras.
Piezas decoradas con estos motivos eran comercializadas por los arrieros en mercados ambulantes, y han sido inmortalizadas en un lienzo
de Goya titulado “El Cacharrero”, en el que se
ve a un grupo de vendedores ofreciendo a los
ocupantes de una carroza platos y otros objetos
de l’Alcora decorados con este popular motivo. Se
suele denominar así (“Cacharrero”) la decoración
que combina el rameado estilizado y las pequeñas
frutas antes descritas.
Porcelana
Una de las obsesiones de los condes de
Aranda (el IX, D.Buenaventura, fundador de la
manufactura, y el X, D.Pedro Pablo, propietario entre 1742 y 1798) fue conseguir elaborar
porcelana en su fábrica. Por ello contrataron a
varios maestros extranjeros, como François Haly
(1751), Johann Knipffer (1761), François Martin
(1774) o Pierre Cloostermans (1787). Poco antes
(1786) también fueron enviados a París 2 operarios alcorinos, Cristóbal Pastor y Vicente Álvaro,
para instruirse en la fabricación de la porcelana.
Todos estos esfuerzos dieron resultado, y
desde finales del siglo XVIII l’Alcora fabricó porcelana de gran calidad, que se decoró con nue10
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vos estilos representativos del neoclasicismo imperante en este tiempo. Entre ellos
cabe destacar el reflejo dorado (con un
color amarillo muy vivo), el estilo Sèvres
(que combina decoración pintada, óxidos
de oro y plata y pequeñas escenas estampadas), y las flores alemanas, pequeño ramito polícromo del que destaca una gran
rosa encarnada. Con estas ornamentaciones se decoraron platos y otras piezas
de pequeño formato, como por ejemplo
juegos de café o té.
Escultura
La Real Fábrica elaboró a lo largo de
su historia un amplio repertorio de pequeñas figuras y grupos escultóricos de
temática muy variada: religiosos, mitológicos, históricos, alegóricos, costumbristas...
Se elaboraron también bustos de algunos
propietarios de la manufactura (el X Con11
de de Aranda y el Duque de Híjar), animales y otros objetos de para decoración
de jardines e interiores, como por ejemplo
centros de mesa en forma de pirámide,
jarrones ornamentales, candelabros sostenidos por lacayos negros, etc.
De entre toda esta producción escultórica destacan las series constituidas
por 4 piezas, como los cuatro elementos,
las cuatro partes del mundo o las cuatro
estaciones. También son muy representativos de l’Alcora los grupos escultóricos
del Toro Farnesio o Neptuno. Un conjunto realmente excepcional lo constituyen
las figurillas de actores y bailarines de
la Commedia dell’Arte, policromadas y de
pequeñas dimensiones (20 cm de alto), de
las que se conservan algunos ejemplares
en varias colecciones privadas y en los
museos nacionales de Cerámica de Valencia y de Porcelana de Limoges (Francia).
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LA COLECCIÓN DE CERÁMICA
CONTEMPORÁNEA
Formada a partir de la convocatoria
de un concurso de cerámica organizado por el Ayuntamiento de l’Alcora desde
1981. Este certamen, inicialmente de carácter nacional, se convoca desde 2000
como Concurso Internacional de Cerámica de l’Alcora (CICA). Desde entonces, ha
crecido en prestigio y en participación,
siendo en la actualidad uno de los más
importantes del continente europeo. Superadas ya las tres primeras décadas de
historia, cada verano la exposición de las
obras finalistas ofrece al visitante una amplia visión de algunas de las tendencias
creativas más actuales en el campo de la
cerámica de autor.
El Museo acoge el fruto del Concurso, en forma de premios y donaciones.
Ceramistas de la talla de los españoles
Claudi Casanovas, Rafael Pérez, Alberto
Hernández, Barbaformosa, Rafaela Pareja, Juan Ortí, y también Ken Eastman
(Reino Unido), Pekka Paikkari (Finlandia),
Graciela Olio (Argentina), Roland Summer
(Austria), Luigi Gismondo (Italia) o Lu Bin
(China) forman parte de nuestra colección,
ofreciendo un contrapunto y a la vez un
complemento al resto de las exposiciones
permanentes del Museo.
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El Concurso Internacional de Cerámica de l’Alcora
(CICA) es en la actualidad uno de los más
importantes del continente europeo
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LA COLECCIÓN DE ALFARERÍA
Cuando el Conde de Aranda instaló
la Real Fábrica de Loza y Porcelana en
l’Alcora, se fijó en varias ventajas que le
ofrecía esta población de sus dominios señoriales, como por ejemplo la proximidad
al mar (para favorecer la exportación de
los productos), pero sobre todo la existencia de un importante sector alfarero,
lo cual significaba abundancia de materias primas (arcilla, leña, agua) y también
mano de obra especializada capaz de encargarse de algunos departamentos de su
manufactura (tornos, hornos, preparación
de la arcilla...).
En efecto, el siglo XVIII es probablemente el período álgido de la alfarería en
l’Alcora. Es posible que a lo largo de esta
centuria hubiera siempre más de 20 cantarerías, tejerías y ladrillerías trabajando al
mismo tiempo y conviviendo con la Real
Fábrica. Pero el origen de este sector es
muy anterior: a finales del siglo XVI hay
documentados 8 alfareros, siendo la cita
más antigua hasta ahora la que se refiere
a Baltasar Llidó (1546).
Esta tradición alfarera de l’Alcora está
representada en el Museo por una colección completa de la producción del taller
de la familia Nomdedéu, más de un centenar de piezas ilustrativas de los numerosos usos de la alfarería popular: cántaros
y marraixes para el agua, tinajas de aceite
y para conservar alimentos, lebrillos para
la matanza del cerdo, comederos y bebederos para los animales de corral, barreños para la colada, etc. Además de estas
piezas de producción reciente (década de
1990), hay también extraordinarias piezas
antiguas, como por ejemplo dos grandes
tinajas de aceite del siglo XVIII, de cerca
de 1.000 litros de capacidad, dos tina14
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La antigua tradición alfarera de l’Alcora está
representada en el Museo por una colección completa
de la producción del taller de la familia Nomdedéu
jas de vino del taller de Gabriel Redolat
(finales del siglo XVI), recuperadas de la
bóveda de la iglesia de la Sangre, una
tinaja de aceite firmada por Pedro Juan
Nomdedéu y datada en 1925, y algunas
tejas del taller de Josep Montañés, de la
segunda mitad del siglo XVIII y recuperadas también de la iglesia de la Sangre.
La colección se completa con el
utillaje del taller de los hermanos Nomdedéu Medina, cerrado en 2002, con todas
las herramientas empleadas en el proceso
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de trabajo en la cantarería (horcas y palas para el horno, cañas, palillos y agujas
para trabajar el barro, los lebrillos de esmaltar, carrilets y falquetes para cargar el
horno, discos o rodells para tornear las
piezas...). Destaca, por encima de todo, un
torno de pie procedente de la Real Fábrica, adquirido por Pedro Juan Nomdedéu
en 1944 y datado hacia medios del siglo
XIX, a juzgar por el desgaste producido
por la presión del pie en ambas caras de
la rueda inferior o falda.
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TALLER CERÁMICO
Una parte destacada, casi imprescindible, de la actividad del Museo es el Taller
Cerámico. Instalado en la planta sótano,
está completamente equipado (tornos, tornetas, laminadora, utillaje…), e incluye un
horno eléctrico en el que se transforman
en cerámica las obras realizadas por los
usuarios del Taller.
El Taller Cerámico del Museo parte de
la experiencia acumulada en la atención
a grupos escolares desde el curso 20032004. Desde entonces, se han ido poniendo en marcha distintas propuestas didácticas (torno, moldes, decoración pintada,
creatividad, murales, cerámica neolítica,
terra sigillata romana…) que han dado
como resultado una amplia oferta disponible durante todo el año y para todos los
públicos (escolares de todos los ciclos,
asociaciones, turistas, grupos familiares…),
que consta de los siguientes talleres:
• Introducción a la cerámica. Descubriendo la cerámica y sus propiedades, in­
gredientes de las pastas y el proceso
de transformación mediante el fuego.
Especialmente indicado para los más
pequeños o para grupos familiares.
• Hoy seremos los primeros ceramistas
de la historia. La cerámica es uno de
los primeros productos elaborados por
el Hombre. Su aparición en el Neolítico supuso uno de los puntales de
la primera gran revolución cultural de
la Humanidad. En este taller conoceremos cómo elaboraban y decoraban
sus recipientes los primeros ceramistas
de la historia.
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• De la arcilla a la cerámica: el torno de
alfarero. Visita comentada a la colección de Alfarería, demostración a cargo de un alfarero profesional, elaboración de una pieza al torno, colocación
de asas y apliques, decoración incisa…
• El mural cerámico. Trabajo en una obra
colectiva, con utilización de plantillas y
aplicación de relieves, texturas y engobes. Se pueden elaborar murales artísticos para espacios públicos, rotulaciones para colegios, proyectos diseñados
previamente por el grupo, etc.
• Terra sigillata. La vajilla romana. Preparación del engobe, llenado de los
moldes con una lámina de barro, la
extracción de la pieza, el acabado y la
personalización de la pieza (pie, sigillum, apliques…).
• Arte en cerámica. A partir de un cilindro previamente torneado por el ceramista, y en su justo punto de dureza,
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El Taller Cerámico del Museu ofrece la
posibilidad a los visitantes de entrar en
contacto directo con todo el mundo
del barro y la cerámica
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utilización de herramientas y objetos
para transformar la pieza original en
una obra creativa singular: apliques,
reservas, pigmentos, engobes, texturas…
• Decorar cerámica a la manera de
l’Alcora. Trabajo con estarcidos (plantillas) y pigmentos cerámicos para decorar un azulejo a pincel, del mismo
modo como lo hicieron los maestros
de la Real Fábrica del Conde de Aranda.
• Los moldes y la fabricación cerámica.
Sistema utilizado en la Real Fábrica,
que permite la reproducción seriada
de un objeto, desde la escultura original, mediante la conformación de un
primer modelo en escayola, moldes y
matrices.
• De la “rajola” al azulejo. Evolución histórica de la conformación de baldosas. En el Taller, elaboraremos nuestro
propio azulejo con molde, y luego lo
personalizaremos mediante apliques,
reservas, pigmentos, engobes, etc.
Todas las actividades constan de una
visita guiada a una colección del Museo o
a otro recurso de interés para la misma
(yacimiento romano, taller artesanal, ruta
de los murales, fábrica de azulejos…) y la
parte práctica en el Taller Cerámico del
Museo. Con ellos proponemos descubrir
la cerámica desde otro punto de vista,
más allá de la mera visita a las salas del
Museo, practicando técnicas de modelado
y decoración que además aportarán a los
participantes una experiencia divertida y
enriquecedora.
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LA RUTA DE LOS MURALES CERÁMICOS
El Museo de Cerámica de l’Alcora es,
sin duda, el principal exponente de la importancia de la cerámica en nuestra localidad. Pero existen otros muchos vínculos
de l’Alcora con la cerámica. En los últimos
años se ha ido configurando lo que podríamos denominar una expansión urbana
del Museo, en forma de grandes murales
cerámicos (algunos de ellos obra de destacados artistas, otros, fruto del trabajo
colectivo de centros escolares locales) que
adornan diversos enclaves públicos, y que
muestran el potencial artístico, pedagógico,
ornamental y expresivo de este material:
• “Bloc de notes” (Joan A. Rebés, 1995).
Casa de la Música, fachada colgada
sobre el Paseo Baix la Vila.
• “Muro dentro do muro” (Sofia Beça,
2005). Confluencia de las Calles Enmedio y Venerable Bertran.
• “Cruce de caminos” (Carlos Martínez Esteban, 2006). Fachada lateral del Centro de EPA Tirant lo Blanc. Plaza Nueva.
Cerámica Artística de l’Alcora
C/Peiró, 40. 12110-L’Alcora
Tel.964363272 / 650542344
www.ceramicadealcora.com
Cop d’Art
C/Sant Francesc, 4. 12110-L’Alcora
Tel. 656440094 / 619647732
www.copdart.com
Art Antic
Ctra. Castellón, s/n
Tel. 964367086
www.azulejosartesanos.es
DATOS DE CONTACTO
Museo de Cerámica de l’Alcora
C/Teixidors, 5
12110-L’Alcora (Castellón)
Tel. 964362368
• “Árbol y tierra” (Diego Écija, 2007).
Plaça dels Canterers.
Mail: [email protected]
• “Tránsitos” (José Antonio Miralles,
2009). Carretera de Ribesalbes, junto
calle Mercado.
www.facebook.com/Museu.Alcora
• “Las cuatro estaciones” (alumnos del
CEIP Comte d’Aranda, 2009-2010). Fachada del centro escolar (cruce Enrique
Grangel/Joaquín Nos)
• “L’esforç i la superació” (alumnos del
CEIP Grangel Mascarós, 2009-2010).
Fachada del centro escolar (calle San
Agustín).
ARTESANÍA CERÁMICA EN L’ALCORA
Taller de cerámica Martí&Miralles
C/Ramón y Cajal, s/n. 12110-L’Alcora
Tel.964362389 / 637871241
www.ceramicamartimiralles.es
20
Facebook:
HORARIO
Martes a viernes:
10:00-14:00 h y 17:00-19:00 h
Sábados, domingos y festivos:
11:00-14:00 h y 17:00-19:00 h
PROGRAMACIÓN 2013
• “Luis Ibáñez, ceramista (1951-2011)”.
Del 1 de marzo al 28 de abril de 2013
• “33 Concurso Internacional de Cerámica de l’Alcora – CICA2013”. Del 21 de
junio al 15 de septiembre de 2013.
© Diputación de Castellón