(Córdoba): de - SEHA · Sociedad Española de Historia Agraria
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XIV CONGRESO DE HISTORIA AGRARIA. Badajoz, 7 a 9 de noviembre de 2013 ₪―₪―₪―₪―₪ Sesión simultánea Bloque A-3: De acebuche a monocultivo industrial. Ecología, economía y sociedad en la historia del olivar Título: Evolución territorial del paisaje agrario en torno a la población carolina de Fuente Palmera (Córdoba): de baldíos a olivares Autores: Luis Jiménez Álvarez1 Alberto Moreno Vega2 (Asociación Cultural Patrimonio Industrial del Sur, ACUPIS) Resumen: El paisaje debe ser entendido como una idea de conjunto formado por el medio físico, biótico y social que habita sobre un espacio geográfico específico, pudiendo ser modificado en cualquier momento por un agente natural y/o artificial. Su significado engloba un cúmulo de información: histórica, cultural, agraria, etc., y nos habla sobre la memoria del pasado. En muchas ocasiones, la modificación del paisaje se debe a la intervención humana, tal y como sucedió en el municipio cordobés de Fuente Palmera y los pueblos colindantes, donde una vez formadas las colonias a finales del siglo XVIII, sus áridos terrenos con algún acebuche disperso comenzaron a mono-cultivarse de olivos durante la centuria decimonónica, hasta que a mediados del XX fueron sustituidos por las actuales tierras de labor. Hoy día, el olivar es exiguo y de cultivo intensivo. Típicos de Fuente Palmera y sus alrededores fueron los molinos aceiteros construidos desde finales de la centuria dieciochesca y durante todo el siglo XIX, cuyos restos físicos, algunos en buen estado y otros moribundos, permanecen actualmente como mudos testigos del gran esplendor oleícola que un día tuvo el municipio. La presente comunicación tratará sobre dichos molinos y la evolución del paisaje agrario asociado a ellos, cuyo conjunto preserva todavía un gran valor histórico-patrimonial por haber sido la base socioeconómica de las nuevas poblaciones carolinas fundadas en la campiña cordobesa. Palabras clave: Almazara tradicional, Carlos III, colonización agrícola, historia etnográfica, molino aceitero, patrimonio preindustrial agroalimentario, tecnología popular oleícola. 1 2 Ingeniero Agrícola. Secretario de ACUPIS. E-mail: [email protected] Ingeniero de Montes e Ingeniero Téc. Industrial. Pdte. de ACUPIS. E-mail: [email protected] 1 XIV CONGRESO DE HISTORIA AGRARIA. Badajoz, 7 a 9 de noviembre de 2013 * Luis Jiménez Álvarez y Alberto Moreno Vega * EVOLUCIÓN TERRITORIAL DEL PAISAJE AGRARIO EN TORNO A LA POBLACIÓN CAROLINA DE FUENTE PALMERA (CÓRDOBA): DE BALDÍOS A OLIVARES 1. Introducción El paisaje debe ser entendido como una idea de conjunto formado por el medio físico, biótico y social que habita sobre un espacio geográfico determinado, pudiendo ser modificado en cualquier momento por un agente natural y/o artificial. Su significado engloba un cúmulo de información: histórica, cultural, agraria, medioambiental, etc., y nos habla sobre formas de contemplar la vida, transmitiendo, al mismo tiempo, sentimientos: felicidad, nostalgia, tristeza, etc. En muchas ocasiones, la modificación del paisaje se debe a la intervención humana, como es el caso de Fuente Palmera, donde una vez formadas las colonias a finales del siglo XVIII, sus áridos terrenos comenzaron a ser plantados con olivos hasta que a mediados del siglo XX fueron sustituidos por los actuales cultivos herbáceos (cereales). La Vega del Guadalquivir es una comarca que acoge a diversos municipios cordobeses y sevillanos, aunque aquí sólo se tratarán los de Fuente Palmera y Écija, donde predominan los terrenos llanos o ligeramente ondulados, ideales para los cultivos agrícolas de regadío. La mancomunidad cordobesa Vega del Guadalquivir está formada por 8 municipios distribuidos a lo largo del río homónimo. En su territorio, con una extensión superficial de 1.691 km2, podrán visualizarse bellos paisajes de campiña, que forman los municipios de La Carlota, Guadalcázar y La Victoria, donde predominan los terrenos ligeramente ondulados para el cultivo de regadío. Igualmente, se hallarán los paisajes de la Vega, que se sitúan sobre ambos márgenes del río Guadalquivir a su paso por los términos municipales de Almodóvar del Río, Posadas, Fuente Palmera y Palma del Río, caracterizados por unas condiciones excepcionales para el desarrollo de la cebada, el algodón, maíz, trigo, girasol y los cítricos. Pero además, también hay paisajes de sierra, los que compone la Sierra de Hornachuelos: un espacio protegido, Parque Natural, de gran belleza y enormes recursos cinegéticos. Típicos en la Vega de Fuente Palmera (Córdoba) y Écija (Sevilla) son los molinos aceiteros construidos durante la Edad Contemporánea (siglos XIX y XX), cuyos restos físicos, algunos en buen estado y otros moribundos, actúan hoy como mudos testigos del gran esplendor molinero que un día tuvo el municipio. El presente artículo tratará sobre todos estos molinos y el paisaje agrario a ellos asociado, los cuales preservan todavía un gran valor patrimonial por sus cualidades arquitectónicas o su antigua maquinaria (muelas, prensa, 2 XIV CONGRESO DE HISTORIA AGRARIA. Badajoz, 7 a 9 de noviembre de 2013 * Luis Jiménez Álvarez y Alberto Moreno Vega * etc.)…, pero sobretodo por haber sido la base socioeconómica de la comarca Vega del Guadalquivir en las provincias de Córdoba y Sevilla. Pueden establecerse dos rutas molineras bien diferenciadas; la primera, cerca de la población carolina de Fuente Palmera, recorre los molinos ubicados en la parte norte de dicho municipio, mientras que la segunda lo haría por la parte sur: Cañada del Rabadán, El Villar y la zona intermedia de ambas pedanías, que se corresponde con territorio ecijano. 2. La colonia carolina de Fuente Palmera y su paisaje agrario: de baldíos a olivares En el siglo XVII la despoblación de algunas zonas andaluzas era preocupante: las epidemias de peste del XVI dejaron una población muy mermada. Por ello, en la centuria dieciochesca, el rey Carlos III decidió acometer una estrategia para resolver este problema poblacional, mediante una serie de reformas que buscaron mejorar las comunicaciones interiores con la intención de fomentar la industria, el comercio y la repoblación. Fuente Palmera formaba entonces parte del llamado Desierto de la Parrilla, ubicado entre los reinos de Córdoba y Écija, formado por tierras baldías y muy despobladas, cuyo escaso aprovechamiento socioeconómico quedaba relegado a la ganadería3. Esta superficie árida lindaba con el Desierto de la Moncloa, cuya extensión se repartía entre Carmona y Écija (Sevilla). La existencia de las citadas zonas desérticas estuvo condicionada, en parte, por un efecto edafológico, al romperse por esta zona la unión de suelos profundos y esponjosos, típicos de la Campiña, para dar paso a suelos estériles y de poco espesor. El afán por mejorar la economía de las zonas baldías andaluzas pasaba por una repoblación del suelo con especies leñosas de interés agrícola, como lo era el olivo, pero para lograr este objetivo era necesario primeramente aumentar los habitantes de cada lugar (colonia). La idea era sencilla: cuantos más habitantes, mayor número de contribuyentes, producción agrícola, consumo y, en definitiva, mayor poder y riqueza. En 1767 se aprobó el decreto que dio vía libre para poder traer colonos de otros países hacia España y así comenzó la repoblación de las zonas desérticas andaluzas. En ese mismo año se aprobó también el Fuero de Población, donde quedó reflejado la superficie ofrecida para cada colono: unas tierras destinadas a labor y al plantío de arboles y viñas. También se reflejaron los lugares donde se crearían las nuevas poblaciones: La Luisiana en la provincia de Sevilla; La Carlota, San Sebastián de los Ballesteros y Fuente Palmera en la de Córdoba. La colonización carolina permitió pues actuar sobre un espacio casi desértico para sustituirlo por un mosaico de 3 Exceptuando la zona de San Sebastián de los Ballesteros, donde casi todo su territorio era cultivado (según el Catastro del Marqués de la Ensenada). 3 XIV CONGRESO DE HISTORIA AGRARIA. Badajoz, 7 a 9 de noviembre de 2013 * Luis Jiménez Álvarez y Alberto Moreno Vega * parcelas agro-familiares y nuevos asentamientos urbanos. El cambio paisajístico fue inminente. La Colonia de Fuente Palmera quedó formada por numerosas aldeas y una urbe principal. La centuria decimonónica fue decisiva para estructurar el paisaje agrario cordobés, destacando las zonas olivareras, de labor (cerealistas) y las vitícolas. El aumento experimentado por la población local, el declive de la Corona, la Guerra de la Independencia, etc., tuvieron un punto en común: actuar contra los paisajes naturales, que veían mermar su extensión debido a los repartos desamortizadores y los arrendamientos ilegales. Lo que hasta finales del XVIII había sido un proceso irregular y espontáneo, se convirtió en un fenómeno dirigido y planificado mediante las consecutivas desamortizaciones del patrimonio comunal, donde la venta de bienes públicos libró miles de hectáreas para cultivar olivos, viñedos o cereales. Así, una Real Orden con fecha 25 de enero de 1815 autorizó a todos los colonos a que pudieran plantar olivos en toda parcela no cerealista, teniendo autoridad para vender o legar las plantaciones a los tres años de ser explotadas. Pero, sin embargo, este idealizado proyecto colonizador cesó dos décadas después, cuando en 1835 una Real Orden abolió el Fuero de las nuevas poblaciones carolinas. Gracias a la gran obra de Ramírez y las Casas-Deza (1840-42), realizada tras quedar abolido dicho Fuero (1835), son conocidos los resultados agrarios de la colonización carolina que originó Fuente Palmera durante los inicios del reinado de Isabel II. Observando la Tabla 1, podrá comprobarse que pese a estar ya plenamente consumada la colonización, más del 60 % de la superficie seguía sin cultivarse, la extensión olivarera todavía era escasa y casi toda la tierra de labor estaba destinada para el cultivo herbáceo cerealista. Visualizando los datos relativos a San Sebastián de los Ballesteros para el mismo año (Tabla 2), puede confirmarse una situación muy semejante a la de Fuente Palmera, por lo tanto, la repoblación olivarera no fue inicialmente intensa sino que tuvo un lento crecimiento durante casi todo el siglo XIX. Este párrafo puede concluirse, pues, afirmando que tras el proceso colonizador y la Real Orden de 1835, no se consiguió, a corto plazo, aumentar la superficie de olivar, aunque los cultivos en general sí aumentaron considerablemente. A partir del último tercio del siglo XIX, mediante una serie de disposiciones gubernamentales, tuvo lugar la introducción de nuevos cultivos y la dispersión de la población rural para conseguir una mejora considerable de las plantaciones, como la desamortización de Madoz o la Ley 3 de junio de 1868 sobre Colonias Agrícolas. Esta última concedió determinados privilegios fiscales a los propietarios agrícolas que construyeran casas de labor en sus fincas; la relevancia de los beneficios fiscales aumentaba conforme lo hacía la distancia 4 XIV CONGRESO DE HISTORIA AGRARIA. Badajoz, 7 a 9 de noviembre de 2013 * Luis Jiménez Álvarez y Alberto Moreno Vega * del asentamiento rural respecto a los núcleos poblacionales. La diseminación social consiguió nuevamente cambiar el paisaje (Tabla 3), pero en esta ocasión junto a numerosas construcciones agrarias de distinta funcionalidad: almazaras, cortijos de cereal, etc., que a posteriori fueron la base para el mantenimiento de los cultivos y el procesado de los productos agroalimentarios. Estos nuevos edificios preindustriales quedaron asociados a pequeñas explotaciones agro-ganaderas, rompiendo así la monotonía del paisaje agrario. La simbiosis olivar-molinos pasó a ser la base socioeconómica de la comarca durante casi un siglo, concretamente hasta mediados del siglo XX, aunque numerosos molinos aceiteros dejaron ya de funcionar tras la guerra civil española. Con el panorama que se acaba de comentar, el paisaje rural de Fuente Palmera y sus pueblos aledaños cambió definitivamente, pasando de un predominio de superficies baldías a un paisaje agrario dominado por mono-cultivos de olivar y cereales. Por otro lado, las tierras de labor terminaron cediendo también parte de su extensión inicial a favor de los cultivos leñosos destinados a elaborar aceites de oliva, siendo esta una nueva etapa de metamorfosis paisajística. Los colonos aprovecharon el auge de los precios oleícolas, las exenciones fiscales y el final del monopolio nobiliario y eclesiástico sobre los molinos, acrecentando así el paisaje del olivar. 3. La ruta de los molinos en Fuente Palmera, Écija y Guadalcázar Para valorar la importancia que adquirió el olivar en el paisaje agrícola de Fuente Palmera y sus pueblos aledaños (Écija, Guadalcázar, etc.), puede acudirse a un buen indicador: el número de molinos aceiteros que albergan estos municipios. Casi todos ellos estuvieron funcionando con tecnología preindustrial: muelas de piedras cilíndricas o troncocónicas y prensas de viga o de torre. Actualmente, predomina un paisaje agrario colonizado por los cultivos herbáceos y donde la superficie de olivar es ya muy reducida, pero donde los antiguos molinos continúan salpicando sus tierras. Las torres, móviles o de contrapeso, destacan visualmente sobre los cultivos de cereal y son el alma de su antigua prensa, de torre o de viga respectivamente, que hacía brotar el aceite de oliva de los capachos. Entre los términos municipales de Fuente Palmera y Écija, hay dos rutas geográficamente diferenciadas que albergan a diversos molinos. El primer trayecto, y más cercano a la urbe de Fuente Palmera, recorre los edificios molinares ubicados en la zona norte de La Colonia, mientras que la segunda ruta se realiza por territorio ecijano. 5 XIV CONGRESO DE HISTORIA AGRARIA. Badajoz, 7 a 9 de noviembre de 2013 * Luis Jiménez Álvarez y Alberto Moreno Vega * 4. Ruta 1: Fuente Palmera – Guadalcázar – La Herrería – La Ventilla – Peñalosa – Villalón Se sitúa entre las localidades de Fuente Palmera – Guadalcázar – La Herrería – La Ventilla – Peñalosa – Villalón, presenta una superficie semicircular con unos 10 km de radio, tomando como centro Fuente Palmera, y alberga la ubicación de varios molinos cordobeses que moran sobre suelo colono. Su trazado, regular y bastante rectilíneo, recorre por carreteras o caminos rurales de la periferia que atraviesan las localidades más cercanas a la urbe de Fuente Palmera. Los molinos aceiteros de la ruta 1, que se hallan en menor número que los de la segunda, son todos ellos de gran singularidad por su arquitectura y por haber servido de vivienda habitual para personajes influyentes en la vida pública de las poblaciones cercanas. 4.1. Molino Chacón Muy cerca del núcleo urbano de Fuente Palmera se halla este caserío que data de 1840 y se halla ligado a una explotación de tierra calma que con anterioridad incluyó un molino aceitero equipado con prensas hidráulicas y muelas cónicas, hoy desmantelado. La edificación actual está ya muy transformada, en cuyo conjunto resalta el fuste circular de una chimenea industrial y un antiguo patio interior (Fig. 1). Su obra primitiva es de ladrillo, tapial y cubierta de teja cerámica curva. Es precisamente la gran chimenea su rasgo paisajístico más distintivo, pudiendo ser observada desde una larga distancia. En este molino se obtenían aceites de orujo y sus desechos eran usados para combustible. 4.2. Molino Bajo El molino bajo pertenece al término de Guadalcázar y está situado entre dicha localidad y Fuente Palmera. Ha estado vinculado en su pasado al olivar, llegando a contar con tres prensas de viga y quintal. Actualmente se halla sin uso alguno (Fig. 2). Con toda probabilidad es uno de las cuatro almazaras con prensas de viga que Ramírez y las Casas-Deza sitúa en el término municipal de Guadalcázar: «Tiene cuatro molinos de aceite y en ellos ocho vigas y una prensa en el pago de olivar. Entre estos molinos es notable el nombrado Bajo que tiene tres vigas, un gran caserío y un oratorio dedicado a Ntra. Sra. de la Concepción». En su día fue una de las almazaras con mayor capacidad molturadora de las documentadas en el bajo Guadalquivir cordobés, gracias a sus tres prensas de viga y quintal, siendo hoy una construcción agraria de gran interés para el estudio de las almazaras tradicionales. 6 XIV CONGRESO DE HISTORIA AGRARIA. Badajoz, 7 a 9 de noviembre de 2013 * Luis Jiménez Álvarez y Alberto Moreno Vega * El molino Bajo fue levantado en el siglo XVIII como un recinto preindustrial oleícola con prensas de viga y quintal que siguió un modelo muy extendido por la campiña cordobesa, cuya organización interior toma un esquema lineal donde la zona de molienda se dispone junto a la cabecera de la nave que alberga el prensado, separándose y comunicándose a la misma vez ambos espacios a través de su correspondiente torre de contrapeso, la cual dispone aquí de una planta rectangular y dos capillas. Posteriormente se planteó ampliar las instalaciones iniciales mediante la ejecución de otra nave nueva, pero en este caso fue construida bajo la influencia de la tipología sevillana, donde la nueva torre se diseñó sobre una planta cuadrada y de mayor superficie, quedando situada en un extremo, lo cual permitió instalar una viga de mayor longitud. La zona de molienda fue ubicada en una posición lateral con respecto a la nave de prensado y se le incorporó un acceso directo por el patio de laboreo. Respecto a su diseño arquitectónico, predominan los muros de ladrillo, las cubiertas a dos aguas de teja cerámica curva para las naves de prensado y a cuatro aguas en las torres de contrapeso. Al igual que tantos otros, este antiguo molino aceitero está inmerso hoy en un paisaje transformado y dominado por tierras calmas para cultivos herbáceos, donde se muestran a veces parcelas residuales de olivar tradicional junto a nuevas plantaciones intensivas, permaneciendo su antigua industria oleícola como testigo de la vinculación secular que tuvo el olivar con los territorios cordobeses de las nuevas poblaciones carolinas. 4.3. Molino San Roque A pesar de su actual estado ruinoso, esta edificación centenaria es una joya del patrimonio industrial oleícola por ser el único representante de molino con prensa de torre del oeste cordobés, presentando además doble sistema de prensado con sus respectivos castilletes móviles de piedra maciza. Su emplazamiento geográfico se ubica entre las pedanías de Villalón y La Herrería. Todavía mantiene su pretérita estructura rural, donde un patio céntrico quedaba rodeado por las distintas estancias agroindustriales: las trojes, la cuadra, el pajar y, cómo no, la nave con almazara, bodega de aceites y un habitáculo para los obreros (gañanía). En la cabecera del molino sobresalen las dos torres móviles con pináculo esférico que corresponden a sendas prensas de torre (Fig. 3, izq.), las cuales funcionaban dejando caer la masa pétrea del torreón sobre la pila de capachos. La construcción es básicamente de piedra y ladrillo, presentando un cerramiento en torno al patio principal. 7 XIV CONGRESO DE HISTORIA AGRARIA. Badajoz, 7 a 9 de noviembre de 2013 * Luis Jiménez Álvarez y Alberto Moreno Vega * 4.4. Molino de los Agustinos Antiguo molino de aceite que aún conserva las piedras de moler. Actualmente se halla bien conservado y en uso, sirviendo como cortijo de una gran explotación agro-ganadera. Todavía mantiene la torre de contrapeso que posibilitaba la sustentación y el equilibro de la prensa de viga y quintal. Su paisaje circundante lo componen frutales: cítricos y olivar. Fig. 3. 4.5. Molino del Sastre Antiguamente conocido como San Antonio y situado próximo al pago de olivar del Horcajo, se trata de un antiguo molino aceitero datado en 1894, que ya no mantiene las pretéritas instalaciones agroindustriales. En su exterior se conservan todavía dos grandes tinajas de barro que servían para el almacenamiento del aceite. La edificación está exenta de torreón, por lo que no albergó en su interior prensa de viga o de torre, sino una de fundición férrea movida por energía hidráulica o mediante palancas manuales. 5. Ruta 2: Cañada de Rabadán – Écija – El Villar – Fuente Palmera – La Ventilla La segunda ruta visita los molinos ubicados entre la Cañada de Rabadán, Écija, El Villar, Fuente Palmera y La Ventilla, estando casi todos ellos sobre territorio ecijano. Su círculo abarca unos 10 km de radio, tomando también como centro Fuente Palmera, y su trazado es bastante más irregular con respecto al de la primera ruta. En este caso los molinos están envueltos por un paisaje mucho más agreste y alejados de los núcleos poblacionales, pudiendo verse cultivos herbáceos, tanto de secano como de regadío, y olivares dispersos. 5.1. Molino Eslava Situado en el paraje homónimo, municipio de Écija (Sevilla), esta construcción agraria es divisable a gran distancia debido a la inexistencia de arboleda. Se tiene constancia de hechos en él acontecidos desde la primera quincuagena del siglo XIX. Posee una torre de contrapeso que sobresale del recinto almazarero y varias naves a dos aguas. En su paisaje más cercano se observan grandes extensiones de tierra calma, principalmente dedicadas al cultivo de cereales, girasol y algodón. 5.2. Cortijo-Molino de la Palma El cortijo-molino de la Palma es una hacienda del siglo XVII, situado sobre territorio ecijano, entre las poblaciones de Fuente Palmera, Cañada del Rabadán y El Villar, que hoy día está restaurado para su explotación turística. Durante algunas centurias este molino estuvo 8 XIV CONGRESO DE HISTORIA AGRARIA. Badajoz, 7 a 9 de noviembre de 2013 * Luis Jiménez Álvarez y Alberto Moreno Vega * rodeado totalmente de olivar, siendo entonces un rasgo distintivo de la zona. El olivar centenario fue sustituido por olivos nuevos y cultivos de cereal. Actualmente se halla rehabilitado y remodelado en casa rural, que cuenta con tres alojamientos. Durante su proceso de restauración se respetaron casi todos los elementos que formaban la construcción primitiva, reutilizando materiales originales y, cuando esto no fue posible, se crearon elementos nuevos que presentan semejanzas con los antiguos. Fig. 4, izq. 5.3. Molino del Mármol El molino del Mármol pertenece al municipio de Écija, entre las poblaciones de Fuente Palmera, La Ventilla, La Carlota, Cañada de Rabadán y El Villar. Posee un elevado interés arquitectónico, que destaca por su torre contrapeso, que hacía funcionar a una prensa de viga, y su bella portada de acceso con arco escarzano. El espacio circundante al molino está destinado a tierra calma. Fig. 4, dcha. 5.4. Molino El Puntal Este molino aceitero se ubica en territorio ecijano pero muy cerca de la Cañada del Rabadán y de Fuente Carreteros, poblaciones cordobesas pertenecientes a la Colonia de Fuente Palmera. Inicialmente, presentaba dos prensas de viga y quintal, de las cuales aún se conserva una en perfecto estado, siendo hoy día el único molino de toda Écija y Fuente Palmera que posee la viga y las piedras verticales de moler, después de que afortunadamente fuesen restaurados ambos artefactos. Hoy en día, el molino es utilizado como almacén agrícola para una explotación de olivar adyacente a la misma. La viga de prensado, que data del siglo XIX, tiene una longitud de 17 m, un ancho de 40 cm y un canto máximo en la cabeza de unos 2 m. El husillo de madera (encina) presenta un diámetro de 20 cm y una longitud vertical que bien puede superar los 5 m. La boca del pocillo, donde vertía el aceite que llegaba por un canalillo desde la regaifa, tiene un diámetro de 60 cm. Los capachos eran prensados entre dos piezas circulares, ambas con un diámetro de 135 cm: el marrano de madera solidario a la viga y la regaifa pétrea ubicada en el suelo. La viga está formada por travesaños unidos entre sí mediante maromas, grandes clavos metálicos y zunchos de hierro. Fig. 5. 5.5. Molino de Cantalapiedra Ubicado en el paraje de La Ventilla, municipio de Écija, actualmente restaurado y en uso, el Molino de Cantalapiedra consta de torreón y varias estancias interiores donde 9 XIV CONGRESO DE HISTORIA AGRARIA. Badajoz, 7 a 9 de noviembre de 2013 * Luis Jiménez Álvarez y Alberto Moreno Vega * sobresale una capilla, cosa habitual entre los molinos de la comarca. Está catalogado como de interés arquitectónico medio y el interior de su almazara conserva un empiedro de rulo cónico, cuyo eje o peón se halla sustentado por varios travesaños de madera, y tinajas cerámicas donde se almacenaba el aceite, así como un gran vano arcado que separa las zonas de molienda y prensado (mecanismo de viga y quintal: palanca de segundo género). Fig. 6, izq. 5.6. Cortijo-Molino de las Victorias Es un edificio de interés arquitectónico alto que destaca por su majestuosa torre de contrapeso y la ornamentación que recerca los vanos de puertas y ventanas (Fig. 6, dcha.). Este molino aceitero está situado en el paraje Victorias de Las Lagunas Gordas, municipio de Fuente Palmera. Hoy día se halla en estado ruinoso, pero durante su época de funcionamiento albergó a dos familias, estando el cortijo dividido según dos partes bien diferenciadas. Un pozo cercano, donde la extracción hídrica se realizaba mediante una noria de sangre, suministraba el agua que necesitaba el molino para escaldar el cargo de capachos. La fachada orientada hacia el sur, al igual que parte de sus interiores, presenta una decoración compuesta por conchas de distintas almejas marinas. 5.7. Molino Murcia Molino bien conservado y situado en el paraje homónimo, término municipal de Écija, cercano a la población de Cañada del Rabadán. Presenta varias naves a dos aguas y una portada principal, que da paso al patio interior, formada por un portón en arco de medio punto. La nave de prensado, todavía equipada con la torre de contrapeso, se halla dispuesta en la parte posterior del molino. Su emplazamiento está hoy rodeado por cultivos de cereal. 5.8. Molino Sotomelero Antigua hacienda de origen bajomedieval (siglo XV), según el Registro de la propiedad correspondiente a Écija (folio 41, finca 2.084, año 1504), ubicado entre la Cañada de Rabadán y El Villar, municipio de Écija, que albergaba un molino aceitero con prensa de viga y quintal, viviendas y un señorío. Además, disponía de un pozo con alberca y una noria para el riego de los cultivos agrícolas. El molino Sotomelero está hoy día restaurado y se usa como salón de actos y celebraciones, donde la mala conservación de algunos muros primitivos hizo necesario reemplazarlos por obras más modernas. Fig. 7, 8 y 9. 10 XIV CONGRESO DE HISTORIA AGRARIA. Badajoz, 7 a 9 de noviembre de 2013 * Luis Jiménez Álvarez y Alberto Moreno Vega * 5.9. Molino de San Rafael/Estepa Se ubica sobre una lengua de terreno ecijano que penetra en la provincia de Córdoba, formando el pago del Garabato. Al molino se puede llegar alternativamente a través de un camino que se une con la carretera que va desde Fuente Palmera hacia La Carlota, o bien siguiendo la vía verde de la Campiña: un antiguo ramal ferroviario (Marchena-Valchillón). Se configura en torno a un patio empedrado, donde al fondo y paralelamente a la fachada se ubica su almazara, que aún preserva el empiedro, las calderas y algún otro elemento de la instalación. Data del siglo XVII y dejó de funcionar en la década de 1970. 5.10. Cortijo el Caño Este cortijo de mediano tamaño se halla junto a la vía pecuaria conocida como la vereda de la Trocha, en una extensa llanura de sembradura que riega el arroyo del Caño, un afluente del río Genil. Fue un molino con prensa de viga y quintal que aún mantiene su nave junto a la torre de contrapeso, hoy coronada por un remate almenado. En otra nave perpendicular a ésta, configurando la fachada de acceso, se preserva su almazara industrial, formada por moledero de rulos cónicos, donde figura la marca “Fundición Cordobesa”, prensa hidráulica y bodega con ocho trojes, que dejó de funcionar en la década de 1970. 6. Otros molinos aceiteros - Molino Timoteo. - Molino de Mesa (Fig. 10). - Cortijo-Molino Calcetas. - Molino de los Cipreses (Fig. 11). - Molino de Pulido. - Molino de Canasteros (12). - Etc. 11 XIV CONGRESO DE HISTORIA AGRARIA. Badajoz, 7 a 9 de noviembre de 2013 * Luis Jiménez Álvarez y Alberto Moreno Vega * Superficie Usos Superficie (Fanegas) (Hectáreas) Tierra de labor 2.866 1.941 Encinar 353 228 Olivar 945 609 Monte 7.104 4.580 Tabla 1. Superficies agrícolas de Fuente Palmera en el año 1835. Ramírez y las Casas-Deza: Corografía Histórico-estadística de la provincia y Obispado de Córdoba (1840-42) Superficie Usos Superficie (Fanegas) (Hectáreas) Tierra de labor 1.391 896 Monte 535 345 Olivar 262 169 Tabla 2. Superficies agrícolas de San Sebastián de los Ballesteros en el año 1835. Fuente: Corografía Histórico-estadística de la provincia y Obispado de Córdoba (1840-42) Municipio S. Cultivada Tierra Calma Olivar Monte (Hectáreas) (Hectáreas) (Ha) (Ha) Fuente Palmera 4.206 2.026 2.180 3.222 San Sebastián de los Ballesteros 1.040 745 295 30 Tabla 3. Superficies agrícolas de Fuente Palmera y SS de los Ballesteros en 1872. Fuente: Instituto Geográfico: Trabajos topográficos. Provincia de Córdoba 12 XIV CONGRESO DE HISTORIA AGRARIA. Badajoz, 7 a 9 de noviembre de 2013 * Luis Jiménez Álvarez y Alberto Moreno Vega * Fig. 1. Chimenea industrial oleícola (izq.) y antiguo patio interior en el molino Chacón. Fotografías de A. Moreno Fig. 2. Molino Bajo. Fotografía: E. J. Domínguez 13 XIV CONGRESO DE HISTORIA AGRARIA. Badajoz, 7 a 9 de noviembre de 2013 * Luis Jiménez Álvarez y Alberto Moreno Vega * Fig. 3. Molino San Roque (izq.) y de los Agustinos, Fuente Palmera (Córdoba). Fotos: E. J. Domínguez Fig. 4. Izq.: Molino de la Palma (Casa Rural Hacienda de la Palma). Dcha.: Molino del Mármol (E. J. Domínguez) Fig. 5. Molino el Puntal: moledero (izq.) y prensa, en Cañada de Rabadán. Fotografías de Alberto Moreno 14 XIV CONGRESO DE HISTORIA AGRARIA. Badajoz, 7 a 9 de noviembre de 2013 * Luis Jiménez Álvarez y Alberto Moreno Vega * Fig. 6. Molino de Cantalapiedra (izq.) y de las Victorias (dcha.), Écija (Sevilla). Fotos: E. J. Domínguez Fig. 7. Molino de Sotomelero, en El Villar. Fotografías de A. Moreno Fig. 8. Antigua piedra de moler y tinaja de barro cocido ubicadas en el molino Sotomelero. Fotos: A. Moreno 15 XIV CONGRESO DE HISTORIA AGRARIA. Badajoz, 7 a 9 de noviembre de 2013 * Luis Jiménez Álvarez y Alberto Moreno Vega * Fig. 9. Antigua torre de contrapeso e interior actual de la nave de prensado (al fondo se puede observar la capilla desde donde arrancaba la prensa de viga y quintal). Fotografías de A. Moreno Fig. 10. Molino de Mesa. Fotografía de A. Moreno 16 XIV CONGRESO DE HISTORIA AGRARIA. Badajoz, 7 a 9 de noviembre de 2013 * Luis Jiménez Álvarez y Alberto Moreno Vega * Fig. 11. El molino de los Cipreses en 1995 (izq.) y actualmente. Foto izq.: Alejandro Galán. Dcha.: E. J. Domínguez Fig. 12. Reconstrucción gráfica correspondiente al molino de Canasteros, que hoy en día sólo preserva su antigua torre de contrapeso. Dibujo de Alejandro B. Galán Díaz (arquitecto) 17 XIV CONGRESO DE HISTORIA AGRARIA. Badajoz, 7 a 9 de noviembre de 2013 * Luis Jiménez Álvarez y Alberto Moreno Vega * Bibliografía: CANALES MARTÍNEZ, Gregorio; JUÁREZ SÁNCHEZ-RUBIO, Cipriano (1988). «Colonización agraria y modelos de hábitat (siglos XVIII-XX)». En Agricultura y Sociedad, núm. 49, pp. 333-352. DOMÍNGUEZ ROVIRA, Emilio José. 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