Análisis - Infodefensa

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Análisis - Infodefensa
Cuaderno 03
LA COOPERACIÓN INDUSTRIAL.
LECCIONES APRENDIDAS Y
PROPUESTAS DE FUTURO
MINISTERIO DE DEFENSA
Cuadernos de Política Industrial de Defensa
Análisis
CATÁLOGO GENERAL DE PUBLICACIONES OFICIALES
http: //www.060.es
Edita:
© Editor 2010
NIPO: 076-10-056-2
Depósito Legal: M-26661-2010
Imprime: By Print (Midamar Servicios Digitales, S.L.)
Tirada: 500 ejemplares
Fecha de edición: junio, 2010
Fotografía © Ministerio de Defensa
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Análisis / Cuaderno 03
ÍNDICE
PRÓLOGO 03
INTRODUCCIÓN 04
ANTECEDENTES
06
LA COMPRA DEL F-18: UNA HISTORIA DE ÉXITO 08
LA COOPERACIÓN INDUSTRIAL COMO HERRAMIENTA PARA EL DESARROLLO DE
UNA POLÍTICA INDUSTRIAL
11
EL ACUERDO DE COOPERACIÓN INDUSTRIAL
13
LA COPERACIÓN INDUSTRIAL EN ESPAÑA EN CIFRAS
15
LECCIONES APRENDIDAS
16
PROPUESTAS DE FUTURO
18
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
20 01
Análisis / Cuaderno 03
PRÓLOGO
La Secretaría de Estado de Defensa, en el ejercicio de sus competencias y atribuciones, ha afrontado el reto de definir
una política industrial del Ministerio coherente y sostenible y plenamente alineada con el planeamiento de capacidades
y recursos militares. Por ello, una de sus iniciativas ha sido la elaboración de un compendio doctrinal sobre política
industrial de la Defensa que oriente las decisiones que afectan a la base industrial y tecnológica que provee a las
Fuerzas Armadas.
El trabajo, que se ha denominado “Cuadernos de Política Industrial”, se agrupa en tres series diferenciadas. La primera
serie se centra en los fundamentos y criterios básicos de la política industrial del Ministerio de Defensa. La segunda
analiza la situación actual del sector industrial de la Defensa en España, así como su entorno y ámbito internacional de
influencia. Por último, la tercera de las series se integrará por trabajos específicos inspirados en los distintos programas
de eficiencia en la gestión de recursos iniciados por la Secretaría de Estado. En el fondo, el conjunto de los Cuadernos
pretenden una reflexión global y permanente sobre el funcionamiento y actividad de la base industrial y tecnológica
de la Defensa, así como de su relación con el Ministerio de Defensa.
La segunda serie de Análisis, identificada por el color naranja de su encuadernación, está compuesta por doce
cuadernos, uno de los cuales tiene el lector entre sus manos.
En los tres primeros cuadernos de esta serie se analiza la perspectiva histórica, el entorno estratégico y la cooperación
industrial. Posteriormente, en los cuadernos 4 y 5 se estudia el impacto que, sobre la economía nacional, tiene el
sector de las industrias al servicio de la Defensa.
Los entornos estratégicos son descritos en los cuadernos 6 al 9. La situación económica y presupuestaria se trata
en el cuaderno 10 y, finalmente, en los cuadernos 11 y 12 se hace un análisis del sector de la Defensa, siguiendo la
metodología de Porter.
El trabajo es esencialmente divulgativo, más centrado en el razonamiento y la exposición de un conjunto de ideas y
principios que sirvan de fundamento doctrinal a la política industrial del Ministerio de Defensa, que a profundizar en
discusiones académicas sobre los distintos temas analizados a lo largo de los Cuadernos.
Los Cuadernos de Política Industrial de la Defensa pretenden, de esta forma, iniciar un camino de reflexión, comunicación
y debate conjuntos entre el Ministerio de Defensa y la industria al servicio de la Defensa. La base industrial y tecnológica
de la Defensa debe ser considerada como una capacidad más de las Fuerzas Armadas españolas, lo que quiere decir
que los industriales comparten con ellas la responsabilidad en el cumplimiento de la función que la Constitución les
atribuye. Es esta una alta responsabilidad cuyo ejercicio el Ministerio de Defensa, y en concreto la Secretaría de Estado
de Defensa, pretende liderar.
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Análisis / Cuaderno 03
INTRODUCCIÓN
La Cooperación Industrial tiene, en su origen, el objetivo de compensar el desequilibrio económico derivado de los
costes de adquisición de los sistemas de armas en el extranjero, que, al no ser productivos, tienen una tasa nula de
retorno económico sobre la inversión.
En España, el término Cooperación Industrial pretende indicar que el tipo de compensación o retorno requerido es de
carácter industrial o tecnológico.
La evolución natural de las compensaciones o retornos, desde un punto de vista cualitativo y en función del desarrollo
industrial del país comprador, se estructura en tres niveles de competencia creciente:
• Compensaciones económicas e industriales, en las que se generan retornos en forma de inversiones o gastos,
tanto en el ámbito de defensa como en el civil.
• Colaboración Industrial, en la que sólo se consideran los retornos en forma de inversión, tanto en la industria de
defensa como en la industria civil. La preferencia se centra en la producción de elementos del sistema de armas
que se adquiere.
• Participación Industrial, en la que los retornos se materializan a través de la participación en el desarrollo,
fabricación y mantenimiento del sistema de armas que se adquiere.
Los niveles 2º y 3º se engloban habitualmente bajo la denominación de Cooperación Industrial. La participación de
la industria del país cliente en el desarrollo y producción del sistema a adquirir exige un nivel tecnológico-industrial
adecuado.
España se encuentra muy avanzada en el segundo nivel y avanza con paso firme en el tercero, con una creciente
participación industrial en programas de cooperación internacionales.
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Esta capacidad encaja perfectamente con el objetivo de la Agencia Europea de Armamento (EDA) de limitar las
compensaciones entre países europeos al nivel de participación industrial en programas de colaboración.
Si bien hubo algunos antecedentes anteriores, España comenzó a recorrer este camino con la decisión de compra de
72 aviones F-18 al gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica en mayo de 1983.
Desde entonces, este proceso ha supuesto una historia de éxito para nuestro país, en el que a 31 de julio de 2009
alcanza unos retornos de más de 9.700 millones de euros, en términos constantes, para la industria española,
principalmente, y para nuestras Fuerzas Armadas. Esta cifra no incluye los programas europeos del avión de combate
EF2000 y del de transporte A400M, ni la participación en los programas internacionales Harrier II+ y Tigre.
De estos retornos se han beneficiado más de 900 empresas españolas, se ha podido acceder a 60 áreas tecnológicas
de alto nivel, de las que previamente no se disponía, y se han creado más de 50 centros de mantenimiento de
sistemas.
Hasta la fecha se han firmado y concluido aproximadamente 240 Acuerdos de Cooperación Industrial, existiendo
una cartera en gestión de otros 150 por un importe de unos 2.200 millones de euros corrientes, y más de 110 nuevos
expedientes en proceso de negociación.
Los retornos habidos, procedentes de los programas de compensaciones y colaboración, impulsados por el Ministerio
de Defensa, han promovido avances tecnológicos que han facultado a nuestras industrias para poder participar
como miembros de referencia en programas internacionales de cooperación, aportando soluciones tecnológicas
e industriales propias y, en ocasiones, siendo empresas de referencia internacional para numerosos paquetes
de trabajo, en sustitución de compañías extranjeras que, en el pasado reciente, eran la única alternativa industrial
existente.
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ANTECEDENTES
El sector industrial de defensa en España tiene una larga historia y sus raíces datan del inicio de la era moderna. En
tan dilatado periodo de tiempo dicho sector ha pasado tanto por momentos de gran esplendor como por periodos de
profunda recesión.
Durante el primer tercio del siglo XX, España disponía un tejido industrial de defensa de unos niveles comparables a
la media europea, en lo que se refiere al contenido tecnológico y a la competitividad de sus productos de defensa. Esa
base industrial se vio afectada negativamente por la Guerra Civil y su posterior repercusión internacional, así como
por la Segunda Guerra Mundial.
Entre los años 1945 y 1953 y, a pesar del aislamiento político sufrido por nuestro país, la industria de defensa española
se mantuvo activa fabricando bajo licencia varios sistemas de armas y diseñando, desarrollando y produciendo
sistemas completos, como el avión de entrenamiento Saeta, por la empresa Hispano Aviación y el de transporte Azor,
por Construcciones Aeronáuticas.
En 1953 con la llegada de los Programas de Ayuda Norteamericana para la Defensa que dotaron a las Fuerzas Armadas
con material más avanzado que el que entonces tenían en operación, se redujo la demanda de productos suministrados
por empresas españolas y se produjo un importante parón en la industria española de defensa.
Esta situación se prolonga hasta mediados de la década de los 60 cuando con motivo de contratos de adquisición
a empresas extranjeras de productos militares, da comienzo un cierto repunte industrial. En particular y al amparo
de los programas de adquisición de aviones Mirage III C de Marcel Dassault en Francia y de aviones F-5 de la firma
norteamericana Northrop, se lleva a cabo la producción en España de diversos componentes de tales aviones y el
montaje final y pruebas de algunas unidades del avión F-5, como compensaciones establecidas con sus respectivos
fabricantes.
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Análisis / Cuaderno 03
Las anteriores compensaciones, aunque incipientes, empiezan a crear una inquietud industrial que se transmite de
forma parecida a otros programas de compras de mediados de los 70, tales como los de los submarinos Daphne,
los carros de combate AMX-30 o los aviones de combate Mirage F-1, en cuyos procesos de compra se tuvieron en
consideración las capacidades industriales disponibles en España obtenidas anteriormente, tanto para la producción
como para el apoyo logístico y el mantenimiento.
Simultáneamente, y una vez culminada la absorción de la empresa Hispano Aviación por Construcciones Aeronáuticas,
España pasa a contar con un avión de transporte ligero medio, el CASA C-212 Aviocar, que además de cubrir las
necesidades de nuestro Ejército del Aire comienza a abrirse paso en el mercado de exportación.
Posteriormente se da luz verde al proyecto del avión monoreactor de entrenamiento C-101 como entrenador avanzado
para el Ejército del Aire, el cual, posteriormente, es vendido a las Fuerzas Aéreas de Jordania, Chile y Honduras.
También en aquel entonces la industria de armamento terrestre producía el fusil de asalto CETME de 7,62 mm y
entregaba las primeras unidades de vehículos blindados de ruedas BLR y BMR, 4x4 y 6x6 respectivamente, fruto del
desarrollo acometido por la Empresa Nacional Santa Bárbara.
Igualmente se contaba con una sólida capacidad de desarrollo y producción de camiones militares de transporte
táctico en la Empresa Nacional de Autocamiones, S.A. (ENASA), actualmente IVECO PEGASO.
La industria de electrónica de defensa, por su lado, también tenía una gama de productos propios en el campo de
direcciones de tiro, espoletas y equipos de navegación.
En esencia, y a pesar de las circunstancias sociopolíticas internas y externas, España disponía de ciertas capacidades
industriales en el ámbito de la Defensa, que respondían a una política de armamento y material desarrollada
independientemente por los tres ministerios militares existentes entonces.
Una vez recuperado un sistema político democrático en España, se creó el Ministerio de Defensa como coordinador y
aglutinador de la Política de Armamento y Material.
Sin embargo, la situación de nuestro tejido industrial de defensa y las condiciones en de las que se desarrollaba, hacía
que la mayor parte de las compras se realizasen a suministradores extranjeros.
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Análisis / Cuaderno 03
LA COMPRA DEL F-18: UNA HISTORIA DE ÉXITO
En mayo de 1983, el Consejo de Ministros decidió la compra al Gobierno de Estados Unidos de Norteamérica de 72
aviones F-18 A/B, bajo la modalidad FMS (Foreign Military Sales), como avión de combate aéreo para nuestro Ejército
del Aire.
Este hito constituye el inicio de una política de compensaciones más concreta y estructurada, como la conocemos
hoy en día. El Acuerdo de Compensaciones asociado a la compra por el sistema FMS de los 72 aviones fue firmado el
día 6 de julio de 1984.
Este acuerdo comprometía al fabricante de los aviones, la firma McDonnell Douglas Corporation (MDC), en la actualidad
Boeing, a la generación de actividades económicas, industriales y tecnológicas en el tejido industrial español que
alcanzasen un valor equivalente al precio de los aviones, es decir, 1.543 millones de dólares norteamericanos, en
condiciones económicas de enero de 1981. Tales actividades se tenían que desarrollar en un periodo de 10 años,
contados desde la fecha de la firma del Acuerdo, y disponiendo de un periodo de gracia de otros 3 años adicionales a
iniciar una vez expirado el anterior.
El Acuerdo establecía cuatro categorías para las actividades de compensaciones:
A: B:
C:
D:
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actividades directamente relacionadas con los aviones adquiridos por España.
actividades relacionadas con otros aviones F-18 distintos de los españoles y con otras tecnologías.
actividades que implican la utilización de tecnologías de interés para Defensa.
actividades civiles en el campo de la exportación de productos españoles, inversiones en España, transferencias de tecnología a empresas españolas y turismo.
Análisis / Cuaderno 03
Además, fijaba una serie de condiciones:
• Al menos, el 40 % del total de las actividades de compensación desarrolladas por la MDC debía ser realizado en
transacciones que implicasen actividades tecnológicas características de países desarrollados.
• Como mínimo, el 10% del importe total a acreditar a MDC debería implicar Transferencias de Tecnología.
• El importe máximo a acreditar en actividades relacionadas con el turismo no podría superar el 10% del total del
compromiso.
• Un mínimo del 17% del total debía realizarse en actividades encuadradas en las categorías A y B.
• En las exportaciones a los EEUU, el importe acreditable o descontable de los compromisos de compensaciones
es exclusivamente el correspondiente al valor añadido español. Todas las exportaciones debían ser nuevas o
claramente incrementales y como consecuencia de la intervención de MDC.
Cinco meses antes de que expirara el periodo de gracia, MDC, con el conjunto de transacciones presentadas para
aprobación y realizadas hasta el 31 de julio de 1996, alcanzó un grado de cumplimiento del 100,06% de su compromiso
contractual. Es decir, con un pequeño superávit del 0,06% en términos cuantitativos.
Desde un punto de vista cualitativo, MDC cumplió satisfactoriamente y con exceso los porcentajes relativos establecidos
en el Acuerdo:
• Las transacciones realizadas implicaron tecnologías propias de países desarrollados por un valor del 64,9% del
total acreditado, superando el compromiso en esta materia, que era del 40%.
• El valor acreditado en la categorías A y B alcanzó el 40,7%, frente a un mínimo del 17% comprometido
• La cifra reconocida por Transferencia de Tecnología supuso un 23,62% del total acreditado, frente al 10% mínimo
comprometido.
• Las actividades de turismo se limitaron al 0,17% del total realizado.
El Acuerdo tenía anexo un Plan de Cumplimiento, del que caben destacar como actividades más importantes en las
categorías A y B las siguientes:
• Coproducción de siete componentes estructurales de la aeronave. Entre ellos cabe destacar el Estabilizador
Horizontal con un elevado contenido de elementos producidos en fibra de carbono.
• Coproducción de varios subsistemas de aviónica como son: el sistema de gestión de armamento, el sistema de
control de comunicaciones, las pantallas multifuncionales de presentación de datos y las fuentes de alimentación
de bajo voltaje para radar.
• Debido al entrenamiento y apoyo por parte de MDC, las empresas españolas CESELSA y EESA, en la actualidad
consolidadas en INDRA, produjeron respectivamente el Simulador Táctico y Operativo y los Bancos Automáticos
de Prueba y Diagnosis del avión. Estos dos grandes conjuntos de sistemas fueron excluidos del caso FMS por
decisión de las autoridades españolas, para que pudieran ser producidos por la industria española en pro de
consolidar su desarrollo tecnológico en ambos campos.
• Se materializaron transferencias de tecnología a favor de nuestro Ejército del Aire, que dieron lugar a la creación
del CLAEX y a que dispusiera de un amplio y profundo conocimiento en la ingeniería del sistema de armas EF18, a la vez que un alto grado de autosuficiencia para el apoyo logístico durante su ciclo de vida. Esto último ha
permitido que la Actualización de Media Vida (MLU, Mid Life Upgrade) de los aviones se haya podido llevar a
cabo en España sin apoyo alguno del fabricante del avión.
Este programa de MLU constituye un hito industrial reseñable para nuestro país, pues España ha sido el único de los
países usuarios y operadores del avión F-18, fuera de EEUU, que ha podido llevarlo a cabo con sus propios recursos
tecnológicos e industriales.
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En el campo civil el programa de compensaciones EF-18 constituyó un medio excelente para fomentar la exportación
de productos españoles de elevado contenido tecnológico a un mercado tan competitivo como el de EEUU. A título
de ejemplos pueden citarse entre otros los siguientes:
•
•
•
•
•
Exportación de proyectos llave en mano relativos a centrales térmicas de cogeneración eléctrica.
Exportación de dos buques de lujo producidos por Astilleros de Levante para un operador de Boca Ratón, Florida.
Venta de un buque escuela para una escuela naval de Massachussets.
Exportación de máquina-herramienta y bienes de equipo españoles.
Utilización de contrapartidas industriales para campañas de promoción de la imagen española en el exterior, en
coincidencia con los acontecimientos del Quinto Centenario del Descubrimiento de América.
• Establecimiento de programas de formación para posgraduados mediante contratos de trabajo en empresas
norteamericanas, programas de formación de ingenieros en diferentes disciplinas tecnológicas avanzadas, así
como programas de absorción de tecnologías de última generación.
En suma, el Programa de Compensaciones F-18, iniciado en 1984, constituyó el comienzo de una doctrina de
actuación por parte del Ministerio de Defensa de España en lo relativo a contrapartidas industriales asociadas a sus
programas de adquisición, que no sólo se ha mantenido y potenciado hasta el momento presente, si no que además
ha constituido un referente mundial en su gestión, control y resultados.
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Análisis / Cuaderno 03
LA COOPERACIÓN INDUSTRIAL COMO HERRAMIENTA PARA EL
DESARROLLO DE UNA POLÍTICA INDUSTRIAL
La actuación del Ministerio de Defensa español, en relación a la adquisición de equipos y sistemas, no se ha
sustentado en una política industrial explícita. No obstante, tácitamente, los responsables de los contratos de
adquisición han seguido el criterio de hacer el mayor uso posible de las capacidades disponibles o potenciales en la
industria española.
Fruto de esta forma de actuar, se pueden establecer los siguientes criterios Industriales como inspiradores de la
Política de Cooperación Industrial:
• Fomentar y Consolidar los Sectores industriales y tecnológicos de interés para la Defensa, mediante:
• la obtención de Transferencias de Tecnología de empresas extranjeras, directamente relacionadas con el
suministro;
• la participación de la industria española en la producción, a través de nacionalizaciones parciales y
actuando como subcontratistas;
• el fomento de la presencia de Contratistas Principales nacionales; y
• el impulso de la participación de la Industria Española en Programas Internacionales y Multinacionales.
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Análisis / Cuaderno 03
• Obtener un elevado nivel de Autosuficiencia en el Apoyo Logístico durante todo el Ciclo de Vida de los sistemas,
adquirido a través de:
• promover la nacionalización del suministro;
• conseguir capacitación en Mantenimiento y Apoyo Logístico; y
• potenciar la ingeniería de producción y mantenimiento para la Modernización a mitad del ciclo de vida
•
Fijar las bases que permitan a la Industria Española el acceso al Mercado Internacional de Defensa:
• creando lazos y relaciones comerciales con empresas extranjeras que favorezcan la subcontratación de
empresas españolas;
• promoviendo la participación en Programas Cooperativos Internacionales;
• fomentando los niveles de competitividad, capacitación tecnológica, calidad y producción adecuados;
• realizando análisis de tendencias tecnológicas estratégicas de defensa y canalizándolos hacia la industria.
• colaborando con apoyos institucionales en actividades comerciales en el exterior; y
• asesorando en materia de Cooperación Industrial a las empresas españolas exportadoras.
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Análisis / Cuaderno 03
EL ACUERDO DE COOPERACIÓN INDUSTRIAL
El establecimiento de la cooperación industrial y la exigencia de contrapartidas industriales derivadas de las
adquisiciones de material militar son consustanciales a su contratación. Esto tiene lugar en todos los países de una
u otra forma.
La instrucción 375/2000 del Secretario de Estado de Defensa de España contempla la negociación de Acuerdos de
Cooperación Industrial y Compensaciones asociados a las adquisiciones a suministradores extranjeros, con el fin de
obtener unos adecuados retornos a las inversiones para tales adquisiciones.
La Dirección General de Armamento y Material (DGAM) es el Organismo responsable del Ministerio de Defensa para
la aplicación de esta directiva, tal y como establece el Artículo 4.2 del Real Decreto 1126/2008.
Fruto de lo anterior y con carácter general: para cada adquisición de productos de defensa extranjeros se negocia un
Acuerdo de Cooperación Industrial (ACI) con todas y cada una de las empresas ofertantes. Tal Acuerdo constituye un
documento de carácter legal que se negocia en paralelo con el contrato de adquisición y que se firma por la empresa
suministradora y el Ministerio de Defensa, tanto en las compras de carácter comercial, como en las compras Gobierno
a Gobierno. Quien acepta la obligación es la compañía suministradora extranjera, sea contratista principal o sea
subcontratista de una empresa española.
El ACI es un documento legal y de carácter contractual, que tiene sus propios términos y condiciones de carácter:
•
•
•
•
cualitativo,
cuantitativo,
temporal y
de resarcimiento (si el suministrador extranjero incumple el compromiso que asume).
Adjunto al ACI se encuentra el Plan de Cumplimiento, donde se identifican en detalle las actividades que el suministrador
extranjero prevé cumplir para hacer efectivo su compromiso.
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Análisis / Cuaderno 03
Los principales términos y condiciones de un ACI, que son negociados caso a caso, son los siguientes:
• Compromiso: es un porcentaje del valor del contrato a desarrollar por el suministrador extranjero en actividades
económico-industriales para nuestra industria y/o Fuerzas Armadas.
• Periodo de cumplimiento: en general deberá ser similar al del contrato de adquisición.
• Cláusula del ciclo de vida: se refiere a la aplicación automática de los términos y condiciones del ACI a futuros
contratos relacionados. Ello permite aligerar su trámite y establecer nuevas obligaciones de generación de
actividades económico-industriales adicionales, asociadas al ciclo de vida del sistema a adquirir.
• Hitos parciales: se establecen hitos parciales de cumplimiento de compromisos para asegurar un cumplimiento
gradual.
• Categoría de actividades: se distingue entre las actividades directamente relacionadas con el objeto del contrato
de adquisición y otras no relacionadas o indirectas. Igualmente se establecen umbrales mínimos y máximos a
las distintas categorías.
• Cláusula de deflación: establece el crédito que corresponde a cada transacción realizada en el marco del ACI, al
llevar su valor a las condiciones económicas de la fecha de entrada en vigor del mismo.
• Penalizaciones: se establecen penalizaciones económicas por incumplimiento.
• Criterios de elegibilidad: describen, de forma genérica, las actividades aceptables o elegibles en el marco del ACI.
Se establecen y acotan las actividades permitidas.
• Categorías de actividad: se consideran tres diferentes:
• Directas: las directamente relacionadas con los servicios y/o sistemas objeto del contrato.
• Semidirectas: las directamente relacionadas con servicios y/o sistemas de la misma naturaleza que
aquellos objeto del contrato.
• Indirectas: las relacionadas con otros servicios o sistemas de defensa de tecnología similar.
Es importante insistir en la necesidad de negociar conjuntamente las ofertas y los acuerdos.
Para la negociación de un ACI se precisa tener información de los siguientes elementos:
•
•
•
•
•
•
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Contenido y alcance del suministro.
Análisis tecnológico de las partidas que componen el mismo.
Desglose de precios y fórmula de actualización.
Calendarios de pagos y entregas.
Requerimientos logísticos.
Garantías exigidas.
Análisis / Cuaderno 03
LA COOPERACIÓN INDUSTRIAL EN ESPAÑA EN CIFRAS
Desde abril de 1984 a 31 de julio de 2009, los retornos totales generados, como consecuencia de ACIs asociados
a adquisiciones a suministradores extranjeros, ascienden a más de 9.700 millones de euros (M€) en términos
constantes, correspondientes a:
•
•
•
•
•
14.385 transacciones aprobadas;
más de 900 empresas y organismos españoles beneficiarios;
más de 180 empresas extranjeras responsables involucradas
un 89% ha ido a parar a la industria y un 11% al propio Ministerio de Defensa;
un 65% se ha materializado en pedidos a nuestra industria y un 35% en transferencias de tecnología para
potenciar las capacidades de nuestra industria y de las Fuerzas Armadas españolas; y
• un 71% ha ido a parar al sector de la Defensa y un 29% al ámbito civil.
Por la participación española en los programas internacionales de cooperación del avión Harrier II+ y del helicóptero
TIGRE, se han obtenido retornos superiores a los 800 M€, en términos corrientes, adicionales.
Desde 1984 a 31 de julio de 2009 se han gestionado y finalizado 237 ACIs (95 americanos y 142 europeos). Los
retornos totales generados han permitido acceder a 65 áreas tecnológicas de alto nivel y han permitido la creación de
55 centros de mantenimiento de diversos sistemas y subsistemas de armas.
La cartera de gestión de Retornos Pendientes de materializar a 31 de julio de 2009 asciende a 2.193 M€ corrientes
correspondientes a 150 ACIs en seguimiento (34 americanos y 116 europeos).
Además existen otros 113 expedientes en negociación (20 americanos y 93 europeos).
Con las experiencias expuestas, fruto del trabajo de 25 años, se ha consolidado en el Ministerio de Defensa un
auténtico desarrollo y saber hacer en materia de Política Industrial, que se integra en su política de adquisiciones.
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Análisis / Cuaderno 03
LECCIONES APRENDIDAS
Existen países que mayoritariamente “venden” y otros que mayoritariamente “compran” productos de defensa. Esta
situación hace que haya desequilibrios significativos en las balanzas del mercado de la Defensa entre unos países y
otros, que genera intereses y objetivos diferentes.
España ha sido y es claramente deficitaria en su balanza de productos de defensa tanto con países europeos como
con Estados Unidos de América. Por ello debe defender sus intereses y tratar de equilibrar, en la medida de lo posible,
dicho desajuste, utilizando para ello todos los medios apropiados y disponibles a su alcance.
Una manera para tratar de equilibrar la balanza la constituyen las actividades de transferencia de tecnología y de
pedidos materiales contemplados en los ACIs. Con ellos se consiguen dos objetivos: favorecer el equilibrio de la
balanza y obtener al mismo tiempo nuevas capacidades que nos permitan ir abandonando una dependencia exterior,
no deseada en aspectos estratégicos o de soberanía para España.
Por la pertenencia a la UE, la tendencia es hacia la participación en Programas Cooperativos en el ámbito europeo.
Pero es preciso tener en cuenta que, para obtener una participación relevante en dichos programas cooperativos,
España debe disponer de las mejores capacidades, en términos relativos, y debe negociar adecuadamente las mejores
condiciones de participación en dichos programas.
Los retornos habidos, procedentes de los ACIs, impulsados por nuestro Ministerio de Defensa, han promovido
avances tecnológicos que han facultado a nuestras industrias para poder participar como miembros de referencia en
programas internacionales de cooperación.
Asimismo, tenemos que defender nuestro posicionamiento y capacidad de actuación en la EDA. Para ello debemos
tener en cuenta y defender nuestros objetivos, nuestras capacidades industriales y nuestros intereses estratégicos en
el ámbito de la industria de la Defensa y Seguridad.
A tal fin, la exigencia y negociación de los ACIs, que se ha seguido en España desde hace un cuarto de siglo, ha
demostrado que, aplicando caso a caso criterios y objetivos razonables y gestionándolos con habilidad, metodología
y constancia, constituye un instrumento poderoso para la potenciación de la Base Tecnológica e Industrial española,
como parte de la europea.
Es decir, esta iniciativa está totalmente alineada con la que se persigue a nivel de la Unión Europea para desarrollar la
Base Tecnológica e Industrial de Defensa en Europa.
En resumen, los ACIs han demostrado y siguen haciéndolo día a día, que constituyen una herramienta fundamental
en el desarrollo de una política industrial española que salvaguarde los intereses del MIDEF, siendo al mismo tiempo
coherente y complementaria con la política de construcción de la Defensa en Europa.
La actividad productiva en España recae de forma mayoritaria en las PYMEs (el 99,8% del total de empresas en la
UE son PYMEs). De igual forma, las actividades de cooperación industrial tienen que recar en gran medida, de forma
directa o a través de subcontratistas intermedios, sobre éstas. Por tanto, materializar las actividades de los ACIs a través
de la promoción de las PYMEs tiene que ser un objetivo permanente.
Actualmente se está haciendo un gran esfuerzo para incorporar a nuevas empresas españolas a los Planes de Cooperación
Industrial de los contratistas y subcontratistas extranjeros. Para ello se están realizando distintas aproximaciones,
principalmente a través de las Comunidades Autónomas (CCAA), como auténticas gestoras de la política industrial en
España, sus gobiernos y sus asociaciones y clusters industriales.
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Análisis / Cuaderno 03
Este acercamiento a las CCAA, desde una visión coordinadora e integradora de oportunidades, puede permitir el efecto
colateral de que, al difundir en las mismas la existencia de oportunidades para sus empresas en el ámbito de Defensa
y Seguridad, fluyan otros fondos (a través de programas de I+D+i, por ejemplo) e iniciativas hacia este ámbito, de
forma que no sólo creen riqueza y aseguren puestos de trabajo a nivel local, sino que repercutan positivamente a nivel
nacional en la Industria de Defensa, lo cual en periodos de crisis es especialmente significativo.
Existe un conjunto relevante de empresas españolas en diferentes sectores y de distintos tamaños, que han conseguido
a través de los ACIs notables éxitos, convirtiéndose con el tiempo y su buen saber hacer en suministradores habituales
de grandes contratistas y de mercados internacionales y tecnológicos de referencia. A título de referencia cabe citar
casos como los de RYMSA en antenas, INDRA en simuladores y equipos de prueba, NAVANTIA en distintos tipos de
buques, Airbus Military (antes EADS-CASA) en aviones de transporte y estructuras aeronáuticas, etc.
En definitiva, la Cooperación Industrial es una herramienta indispensable para el desarrollo de Política Industrial y,
en aras a obtener el mayor beneficio, es prioritario realizar una prospección industrial sistemática.
LECCIONES APRENDIDAS CON LA COOPERACIÓN INDUSTRIAL
n
La Cooperación Industrial constituye una herramienta fundamental de política industrial:
• Fomenta la adquisición de capacidades tecnológicas e industriales.
• Favorece la participación de la industria nacional en el mercado internacional de defensa y en programas
internacionales de colaboración tecnológica e industrial.
• Potencia la cualificación y competitividad de la industria y los centros tecnológicos españoles.
• Genera riqueza y puestos de trabajo sostenibles en el tiempo.
n
La optimización de los resultados de la Cooperación Industrial exige:
• Evolucionar la cooperación industrial de acuerdo con los entornos nacional e internacional.
• Coordinar las actividades de cooperación industrial con los procesos de adquisición.
• Implicar un equipo humano altamente especializado con continuidad en el tiempo.
• Integrar conocimientos tecnológicos y productivos con habilidades de negociación y gestión.
• Conocer en profundidad el tejido industrial y tecnológico nacional (capacidades y distribución).
• Realizar el seguimiento pormenorizado de los acuerdos y de las actividades asociadas.
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Análisis / Cuaderno 03
PROPUESTAS DE FUTURO
Vistos los abundantes beneficios que una decidida dinámica de promoción de la cooperación industrial ha reportado
a la industria española, una primera propuesta general no puede ser otra que la de potenciar la Cooperación como
herramienta fundamental de política industrial para aumentar a futuro los beneficios que reporta. Esto requiere que
se actúe simultáneamente sobre diferentes ejes:
• Las capacidades tecnológicas e industriales, formalmente consideradas por el MIDEF como prioritarias para
España a futuro, deben constituir una referencia principal a la hora de planificar y desarrollar las negociaciones
de los ACIs. La orientación de la cooperación industrial debe ser, en consecuencia y caso a caso, priorizada
formalmente de acuerdo con estas necesidades nacionales de Defensa y Seguridad.
• Las capacidades europeas definidas como prioritarias por la EDA en el marco de la ESDP (European Security
and Defence Policy) constituyen otro referente fundamental hacia el que tienen que converger las capacidades
tecnológicas e industriales nacionales.
• Dado que tradicionalmente, desde la creación de la EDA en 2004, se ha venido considerando escasa la participación
española en este organismo europeo y el grado de representación del MIDEF en puestos clave limitado, resulta
necesario incrementar la presencia del MIDEF en la EDA, particularmente en el ámbito industrial.
• Siempre, pero en épocas de crisis mucho más, resulta oportuno aprovechar al máximo cualquier oportunidad
que puedan ofrecer otras políticas aplicables por complementariedad de intereses, sea al nivel que sea, a favor
de los intereses del MIDEF y de la industria española (sinergias, fondos, tecnologías duales, etc.). Coordinando
la política industrial del MIDEF, más allá del propio Ministerio, con otras políticas aplicables (I+D+i, financiación,
etc.) tanto a nivel nacional o supranacional, como a nivel autonómico y local, al objeto de incrementar los
beneficios industriales.
• Las Comunidades Autónomas, como actores fundamentales para el desarrollo de la política industrial en su
ámbito, tienen que estar también implicadas activamente en el desarrollo de la política industrial nacional en
Defensa y Seguridad. Las CCAA son hoy en día motores para la innovación y el desarrollo industrial en su
ámbito regional. Se trataría de aprovechar esta capacidad en el ámbito de Defensa y Seguridad para, a partir
de una visión coordinadora e integradora de esfuerzos, crear oportunidades beneficiosas de futuro para sus
empresas, al tiempo que se favorecen los intereses generales españoles (situación win-win).
• Globalmente, las actuaciones en pro de la cooperación industrial tienen que quedar enmarcadas dentro de un
plan prospectivo a medio y largo plazo que se encamine, dentro de los distintos escenarios futuros posibles, al
del futuro preferido (escenario futurido).
Con el fin de incrementar los beneficios de la Cooperación Industrial y como complemento a la actuación sobre los
ejes anteriores, resultará de inestimable ayuda poner en práctica las siguientes iniciativas:
• Dentro de los procesos de obtención, las actividades conducentes a conseguir los mejores acuerdos de
cooperación industrial tienen que ser siempre contempladas. La cooperación industrial tiene que ser un valor
a considerar en el apoyo a la toma de decisión en el proceso de selección de las adquisiciones de Defensa.
• La planificación y negociación de los ACIs requiere de información y plazos de análisis previos, que deben ser
considerados antes del establecimiento de los contratos de obtención correspondientes. La negociación del ACI
debe quedar finalizada antes de la adjudicación. La formalización de mecanismos para garantizar la coordinación
de las actividades de cooperación industrial dentro de los procesos de obtención será de gran utilidad.
• El seguimiento y control de las actividades de cooperación industrial debe ser siempre realizado hasta el nivel
de desglose y detalle necesario que asegure que el retorno obtenido por España es realmente el acordado. Esto
aconseja, dentro de las actividades de cooperación industrial, abarcar toda la cadena de valor añadido del
suministro.
• A lo largo de los años, el desarrollo de las labores de gestión de la cooperación industrial en España ha
proporcionado unos retornos notables, que hacen que sea un empeño altamente rentable para el país. En
18
Análisis / Cuaderno 03
este sentido, la óptima ejecución de cometidos a todos los niveles exige disponer de los medios económico
necesarios para contar con recursos especializados suficientes que aseguren los mejores resultados.
• Para obtener los máximos beneficios de la cooperación industrial para la industria española es necesario mantener
un conocimiento vivo y detallado de la misma, para lo cual es determinante desarrollar una prospección
industrial sistemática. Profundizar en el conocimiento de las capacidades de la industria nacional y de los
centros tecnológicos permitirá ampliar las líneas de actuación en consonancia con los intereses nacionales.
• Abundando en el punto anterior, las PYMEs constituyen el motor industrial básico de la economía nacional.
Promocionar específicamente las PYMEs, como base fundamental del tejido industrial y de la generación de
riqueza y de puestos de trabajo sostenibles, es imperativo. Esto exige tenerlas identificadas y promocionarlas
adecuadamente en el ámbito de la cooperación industrial de acuerdo con los intereses del MIDEF. El desarrollo
de la participación de las PYMEs permitirá consolidar sus capacidades tecnológicas e industriales, ampliar su
mercado y fomentar la adquisición de nuevos activos tecnológicos, especialmente los asociados a tecnologías
de carácter dual (defensa/civil).
Un decidido liderazgo por parte de la Secretaría de Estado de Defensa será la mayor garantía de éxito para las
actuaciones de futuro propuestas.
PROPUESTAS DE FUTURO PARA LA COOPERACIÓN INDUSTRIAL.
n
Potenciar la cooperación industrial como herramienta fundamental de política industrial:
• priorizando formalmente la orientación de la cooperación industrial de acuerdo con las necesidades
nacionales de Defensa y Seguridad;
• convergiendo con las capacidades europeas definidas como prioritarias por la EDA;
• incrementando la presencia del MIDEF en el ámbito industrial de la EDA;
• coordinando su ejecución con otras políticas aplicables (I+D+i, financiación, etc.), no sólo a nivel nacional
sino también supranacional, por un lado, y autonómico y local, por otro;
• implicando activamente a las comunidades autónomas como actores fundamentales para el desarrollo de la
política industrial de Defensa y Seguridad; y
• enmarcando las actuaciones en pro de la cooperación industrial dentro de un plan prospectivo a medio y
largo plazo (escenario futurido).
n
Incrementar los beneficios de la cooperación industrial:
• formalizando el establecimiento de los mecanismos para garantizar la coordinación de las actividades de
cooperación industrial con los procesos de obtención;
• extendiendo las actividades de cooperación industrial al conjunto de la cadena de valor añadido del
suministro;
• proporcionando los recursos necesarios que aseguren la óptima ejecución de cometidos a todos los niveles;
• profundizando en el conocimiento de las capacidades de la industria nacional y los centros tecnológicos que
permita ampliar las líneas de actuación en consonancia con los intereses nacionales (prospección industrial
sistemática); y
• promocionando específicamente las PYMEs como base fundamental del tejido industrial y de la generación
de riqueza y de puestos de trabajo sostenibles.
PROPUESTAS DE FUTURO PARA LA COOPERACIÓN INDUSTRIAL.
Liderar desde la Secretaría de Estado de Defensa la potenciación de la cooperación industrial como herramienta de
política industrial y la implantación de las actuaciones que incrementen los beneficios de la misma.
19
Análisis / Cuaderno 03
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
La bibliografía general sobre la Defensa es prácticamente inabarcable. Son muchos también, especialmente en el
mundo anglosajón, los trabajos y publicaciones que han estudiado la materia más particular de la industria dedicada
a la defensa. Varios de estos trabajos surgen de la iniciativa pública y adoptan la forma de Libros Blancos al contener
preceptos y principios básicos reguladores de la materia.
En todo ese corpus bibliográfico es habitual encontrar caracterizaciones de la base industrial y tecnológica de la
Defensa, más o menos generales o prototípicas.
La bibliografía utilizada para la elaboración de los Cuadernos de Política Industrial es muy extensa; por tanto, no es objeto
de esta sección realizar una descripción detallada de todos y cada uno de los elementos bibliográficos consultados.
A modo de resumen se relacionan algunos documentos de relevancia que constituyen la base bibliográfica de estos
cuadernos:
Orgánica 5/2005, de 17 de noviembre, de la Defensa Nacional.
n Directiva de Defensa Nacional 1/2008, promulgada el 30 de diciembre de 2008.
n Directiva de Política de Defensa 1/2009.
n Directiva de Planeamiento Militar.
n Orden Ministerial 37/2005 sobre el Planeamiento Militar.
n La Directiva de Transferencias intracomunitarias en materia de Seguridad y Defensa.
n La Directiva de Contratos Públicos en Defensa y Seguridad.
n Estudios del Sector Industrial de Defensa y Seguridad de AFARMADE.
n Monografías del CESEDEN.
n Presupuestos del Ministerio de Defensa.
n Presupuestos Generales del Estado.
n Contabilidad Nacional del IGAE.
n Tablas Input - Output del Instituto Nacional de Estadística.
n Retornos de Cooperación Industrial y Actas de la Comisión Mixta.
n “Ventaja Competitiva” y “Estrategia Competitiva” de Michael E. Porter.
n Economía Industrial. Un enfoque estratégico.
n Estudios de Postgrado del Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado.
n Régimen Jurídico de la Industria al Servicio de la Defensa. Colección Monografías Aranzadi.
n Ley
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Cuadernos de Política Industrial de Defensa
Serie Naranja. Análisis.
Cuaderno 1.
Perspectiva histórica. Lecciones aprendidas.
Cuaderno 2.
El entorno estratégico de seguridad y defensa.
Cuaderno 3.
Lecciones aprendidas de cooperación industrial.
Cuaderno 4.
Metodología tablas input – output para defensa.
Cuaderno 5.
Análisis y conclusiones tablas input – output para defensa.
Cuaderno 6.
Análisis del entorno: Naciones Unidas.
Cuaderno 7.
Análisis del entorno: Unión Europea.
Cuaderno 8.
Análisis del entorno: OTAN.
Cuaderno 9.
Análisis del entorno: USA.
Cuaderno 10. Situación económica y presupuestos.
Cuaderno 11. Metodología de Porter para defensa.
Cuaderno 12. Análisis de Porter para defensa.
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