El Hipódromo Nacional de Maroñas

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El Hipódromo Nacional de Maroñas
El Hipódromo Nacional
de Maroñas
Copyright © 2010 Museo del Turf Uruguay
Pereira de la Luz 1327 | Tel.: 622 6678 | Luis Costa Baleta
O
El Jockey Club de Montevideo (1889-1997)
cupaba la Presidencia de la República el General Tajes. Se encontraba en el
apogeo del prestigio la generación nacida cuando la guerra grande, de la que no se
sabría qué admirar más en la magnífica calidad intelectual y moral de sus componentes, si la heroica altivez cívica o el deslumbrante brillo del genio.
En el Parlamento, la Universidad, las tribunas, los salones y las tertulias, las voces
tenían resonancia lírica, los ademanes grandilocuencia y las costumbres severa elegancia. Predominaba la finura espiritual, la galantería, el valor estoico.
El país atravesaba una era de conciliación. En lo material, existía una sensación de
confianza que promovía la prosperidad.
El Banco Nacional impulsaba el crédito; los valores subían; se iniciaban grandes
empresas.
La municipalidad había gestionado un empréstito destinado a costear el adoquinado
de la ciudad; la apertura, construcción y compostura de calles; y la realización de
diversas obras de embellecimiento, para dirigir las cuales se habían contratado los
servicios de dos técnicos franceses notables: el arquitecto paisajista André y el Señor Racine, especialista en organización de viveros y jardines de flores.
Montevideo tenía apenas 200.000 habitantes.
El alumbrado era a gas; hacía 10 años que se había demolido la ciudadela; recién
se iba a ensayar la iluminación eléctrica y se estaban por instalar los depósitos de
filtración y decantación del agua corriente.
Funcionaba, todavía, el Teatro de San Felipe y en la Plaza de Toros se daban corridas, como rezaban los programas, “con permiso de la autoridad y si el tiempo lo
permite”.
Fue entonces que se creó el Jockey Club.
Los hombres que lo concibieron actuaban en los planos más caracterizados de la
sociedad contemporánea.
Muchos de ellos habían viajado; conocían los centros culminantes de la civilización.
Todos amaban el señorío y el buen tono. Habían nacido para impulsar el progreso
del Uruguay y el esfuerzo que aplicaron en las distintas manifestaciones de la vida,
los agrupó, como en otros aspectos, junto al ideal concreto que configuraba la fundación de la Institución.
Dice el acta de fundación del Jockey Club: “En Montevideo, a los quince días del mes de Noviembre de mil ochocientos ochenta y ocho, reunidos en el local de sesiones del Hipódromo Nacional de Maroñas, las
personas que suscriben esta acta, a invitación de los Señores D. Pedro Piñeyrúa, D.
Horacio Areco y D. José Shaw, se acordó lo siguiente:
1.° Constituir un centro bajo el nombre de JOCKEY CLUB, cuyo principal objeto será
fomentar la raza caballar en la República, y explotar un Hipódromo que se adquirirá
o construirá una vez instalada la Sociedad.
2.° La Sociedad se considerará instalada una vez que cuente con cincuenta socios
fundadores, ingresando desde luego en ella todos los que suscriben la presente
acta.
3.° Los socios concurrirán a la formación y sostenimiento del JOCKEY CLUB con una
cuota de cien pesos llamada de INGRESO, y otra mensual de cuatro pesos.
4.° Se considera instalada la Sociedad y queda nombrada una Comisión Directiva
Provisoria, compuesta de los cinco miembros siguientes: Señores Pedro Piñeyrúa,
Horacio Areco, José Shaw, José P. Ramírez y Carlos Saenz de Zumarán, la que formulará los Estatutos del JOCKEY CLUB, y el Reglamento de Carreras, presentándolos a
la aprobación de la Sociedad.
5.° Una vez aprobados los Estatutos y Reglamento a que se hace referencia en el
artículo anterior, se procederá a la adquisición de un Hipódromo en la forma y condiciones que lo juzgue conveniente la Comisión Directiva nombrada.
6.° Y para que consten así las bases constitucionales convenidas, como la adhesión
de los presentes en calidad de socios, suscribimos esta acta, obligándonos al fiel
cumplimiento de lo en ella convenido.
La Historia del Hipódromo Nacional de Maroñas
El primer hipódromo en la zona donde hoy se ubica Maroñas fue construído en el año
1874 por la comunidad inglesa.
Abrió sus puertas con el nombre de “Nuevo Circo Pueblo Ituzaingó” pero era conocido como el “Circo de Maroñas” debido a que en el pasado esos terrenos pertenecieron a un acaudalado pulpero de nombre Juan Maroñas.
Hasta el año 1877 la organización de las reuniones hípicas corría por cuenta de
comisiones de propietarios y aficionados, hasta que el 14 de agosto de ese año, el
gobierno nacional dictó el primer Reglamento de Carreras.
En 1887 el Dr. José Pedro Ramírez asumió la presidencia de la Comisión de Organización de las Carreras Nacionales y pasó a ser uno de los propietarios del Hipódromo
junto a Gonzalo Ramírez, Juan y Alejandro Victorica. El primer Palco de Socios, hecho de tablones y chapa, había sido traído del paraje denominado Azotea de Lima,
en la zona de Piedras Blancas, donde se corrieron las primeras carreras, pero el mismo fue sustituído en 1888 por una tribuna mas amplia, realizada por el constructor
italiano Ángel Battaglia, siendo el primer palco construido para Maroñas.
El 15 de noviembre de 1888 se fundó el Jockey Club de Montevideo y el 3 de diciembre de ese año se eligió la primer Comisión Directiva, presidida por Pedro Piñeyrúa,
con la vicepresidencia de José Pedro Ramírez, Horacio Areco como Tesorero y Carlos
Sáenz de Zumarán como Secretario. El 7 de diciembre de 1888 se reconoció al Jockey Club su Personería Jurídica.
El 1º de enero de 1889 se llevó a cabo en Maroñas la primera edición del Gran Premio Internacional y la última reunión previa al patrocinio del Jockey Club de Montevideo, que el 12 de enero de 1889 adquirió y tomó posesión del Hipódromo, cuya
pista tenía por entonces una extensión de 1750 metros.
El 3 de febrero de 1889, con la presencia del Presidente de la República, Máximo
Tajes, y las más altas autoridades nacionales se cumplió la primera reunión organizada por el Jockey Club de Montevideo.
En 1909 se le encomienda al arquitecto Jacobo Vázquez Varela la construcción de un
nuevo Palco de Socios, el cual fue estrenado el 6 de enero de 1910.
Este Palco fue rediseñado en el año 1920 por los arquitectos Fernando Capurro y
Emilio Rodie. Posteriormente, el arquitecto Román Fresnedo Siri construyó en 1938
la tribuna Folle Ylla y en 1945 el Local Tribuna.
VISTA LATERAL DEL PALCO EN 1938
1938. EL HIPODROMO EN ACCION
MAROÑAS, DECADA DEL 40
HIPICA RIOPLATENSE URUGUAY S.A. (2003-2033)
Maroñas llegó a ser uno de los principales hipódromos de América Latina. Por sus
pistas pasaron jockeys de la talla de Irineo Leguisamo, Pablo Falero, Walter Báez,
Domingo Torterolo, Vilmar Sanguinetti, Gualberto Pérez, Justino Batista, Pedro Moreno, Medardo Bonilla, y caballos sangre pura de carrera como ROMÁNTICO, YATASTO, SISLEY, STAYER, MASCAGNI, MISS NOBEL, CURRIÑA y CINZANO, entre otros.
Lamentablemente en diciembre de 1997, el Jockey Club, se vio en la obligación de
cerrar sus puertas debido a la mala situación económica que aquejaba a la institución. El Gobierno del Uruguay expropió las instalaciones del Hipódromo por considerarías Patrimonio Histórico Nacional.
En el año 2001, el Gobierno del Presidente Jorge Batlle pone en marcha el segundo
proceso licitatorio para la adjudicación de la refacción, puesta en marcha y operación del Hipódromo Nacional de Maroñas. Asimismo, la concesión de Maroñas contemplaba la apertura de cinco centros de entretenimiento compuestos por agencia
hípica, sala de slots y servicio de gastronomía.
Este proceso licitatorio culminó con la firma (el 27 de junio de 2002) de los contratos en los que el Estado Uruguayo otorgó la concesión, por 30 años, del tradicional
Hipódromo de Maroñas a Hípica Rioplatense Uruguay S.A., empresa integrada en
partes iguales por Sociedad Argentina de Medios S.A. (del Grupo SLI) y Codere Argentina S.A (del Grupo Codere).
El Grupo Codere es un grupo con más 20 años de experiencia y trayectoria en la
operación de juegos de azar: casinos, bingos, máquinas tragamonedas, apuestas deportivas y nuevas modalidades de juego, utilizando las más modernas tecnologías.
2003. LA RECONSTRUCCION (Foto equipo Estevez)
Sociedad Latinoamericana de Inversiones comenzó una política de expansión y diversificación a partir de 1997, luego de haber incursionado exitosamente en la industria de la televisión por cable.
Propietario del Haras de La Pomme, uno de los más importantes de la Argentina,
entre sus actuales actividades se incluyen inversiones en hotelería en sociedad con
la cadena Hyatt, en Bienes Raíces así como en las áreas de Agrobusiness, Telecomunicaciones e Internet.
El emprendimiento de Hípica Rioplatense demandará una inversión total de más de
U$S 83 millones y ha reposicionado al hipódromo de Maroñas como un importante
participante del circuito de Hipódromos de Sudamérica y el resto del mundo.
Los últimos diez años que Maroñas estuvo en funcionamiento antes de su cierre y
posteriormente, los cinco años que estuvo cerrado, fueron devastadores tanto por
el abandono que sufrieron sus pistas y edificios como por la pérdida total de su mobiliario, obras de arte, etc.
El Hipódromo de Maroñas fue refaccionado para resaltar toda su belleza y calidad
arquitectónica pero a su vez se logró crear un nuevo concepto de hipódromo, con
ambientes confortables, diseñado para recibir y entretener a toda la familia, dotándolo de todo el confort y la tecnología modernos.
Maroñas ocupa 62 hectáreas y su estructura edilicia esta compuesta por: dos tribunas
habilitadas al público: Palco Oficial y Tribuna Folle Ylla, una tercera parcialmente
habilitada la Tribuna General, Edificio del Comisariato, Oficinas de Administración
y de Carreras, Boxes de Espera, Veterinaria, Antidoping, Tattersall, dos estacionamientos interiores y tres villas hípicas con alojamiento para 800 equinos además de
una moderna Policlínica al servicio de la comunidad del Barrio Ituzaingó.
Las competencias hípicas se realizan los sábados y domingos en la Pista Principal la
que tiene un ancho de 24 metros y su recorrido es un óvalo de 2.065 metros.
La Pista Auxiliar que se utiliza alternativamente para el entrenamiento de los pura
sangre tienen un recorrido oval de 2.000 y un ancho de 15 metros.
Maroñas el día de su reinauguración.(Foto equipo Estevez)
Invasor paseó su clase por Maroñas antes de convertirse en el mejor caballo del mundo.
(Foto equipo Estevez)

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