Intermezzo - Amigos de la Ópera de Madrid

Transcripción

Intermezzo - Amigos de la Ópera de Madrid
Sumario
octubre 2013 – nº 27 – extraordinario
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Composición actual de la Junta Directiva de la Asociación de
Amigos de la Ópera de Madrid
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Presentación / Manuel López Cachero
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El milagro de la ópera / Isabel Imaz
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Compartiendo ilusiones. Tres generaciones de socios de
Amigos de la Ópera de Madrid / Manuela Herrera
27
50 años de actividades: el motor de la ópera en Madrid / Alfredo Flórez
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Reconocimientos
INTERMEZZO es una publicación de la Asociación de Amigos de la Ópera de Madrid.
Editor: Alfredo Flórez ([email protected])
Coordinación editorial: Julio Cano ([email protected])
Diseño, maquetación e imágenes: Equipo Kapta
La Asociación de Amigos de la Ópera de Madrid, no necesariamente comparte el contenido de los artículos publicados en
esta revista, ya que son responsabilidad exclusiva de sus autores.
Depósito Legal: M-26359-2005
© de los artículos: los autores
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Su Majestad la Reina Doña Sofía, Presidenta de Honor de la
Asociación de Amigos de la Ópera de Madrid
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Composición actual de la junta directiva de la Asociación
de Amigos de la Ópera de Madrid
Presidente: D. Manuel López Cachero
Vicepresidenta: Dª Mª Teresa Cajal Ballesteros
Tesorero: D. Bernardo Prieto Martinez
Secretario: D. Antonio Sánchez Montero
Vocales:
D. Julio Cano López
D. Martín de Eyries Valmaseda
Dª Mª Isabel Falabella García
D. Alfredo Flórez de la Mata
Dª Manuela Herrera Gómez
D. Francisco García-Rosado García
Dª Isabel Imaz Vargas
Dª Mª Teresa Iza Echave
D. Joaquín Molpeceres Sánchez
Dª Irene Rodriguez Picón
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Presentación
GRACIAS
El número especial de Intermezzo que tienen
Vds. ante sí posee una finalidad muy específica,
la de conmemorar los primeros cincuenta años
de existencia de la ASOCIACIÓN DE AMIGOS DE LA ÓPERA DE MADRID. En él se
recogen, uniéndose a los artículos, entrevistas,
etc., que en sus páginas aparecen, los diversos
testimonios que un significado y significativo
número de personas han tenido a bien generosamente ofrecer con ocasión de este aniversario, testimonios que requieren la expresión de
nuestro agradecimiento.
de todo orden, las actividades que desarrollamos, siempre orientadas a la difusión de la
Cultura y el Arte, elementos esenciales para la
vida en convivencia de los seres humanos; gracias a quienes tomaron para sí la entonces difícil tarea de promover que en Madrid volviese
a representarse ópera (permítaseme dedicar un
emocionado recuerdo al pequeño grupo que,
impulsado por el ardor, el entusiasmo y la dedicación de Ángel Vegas Pérez, logró que a partir
de 1963 ello fuera posible en nuestro querido
Teatro de la Zarzuela); gracias a quienes, desde nuestra Asociación, tanto interés, esfuerzo,
inteligencia y tiempo han dedicado no ya al
sostenimiento sino al progreso de la ópera en
Madrid (en las personas de nuestros anteriores
Presidentes, Ángel Vegas, José Luis Martín de
Bustamante, Juan Cambreleng Roca y Francisco Fernández Marín sintetizo simbólicamente
a todos)….
Gracias ante todo a S. M. La Reina, que continúa honrándonos con su Presidencia de Honor;
gracias a la Excma. Sra. Duquesa de
Alba, desde temprano tiempo Vicepresidenta de Honor; gracias a todas
las personas que nos distinguen con
su afecto y que, además, en estas páginas lo evidencian; gracias a quienes,
miembros de la Asociación, siguen
confiando en ésta para que podamos llevar a cabo, dentro de
nuestras limitaciones
Estas líneas sólo pretenden, acordes con el título
que las encabeza, dar gracias. Denlas también por
recibidas aquéllos que, mereciéndolas, pudieren
no sentirse aludidos en los anteriores renglones.
No es la deliberada exclusión quien evita su mención, sino el deseo de propiciar que, sin mayor
demora, puedan los lectores pasar a examinar el
contenido de este Intermezzo.
Manuel López Cachero
Presidente de la AAOM
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Tosca - 10 de mayo de 1964... la primera ópera
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El milagro de la ópera
Isabel Imaz
“Parece un milagro…” Y empieza la representación.
Madrid. Eso sí, lo que no ha cambiado nunca durante estos 50 años es la afición y la pasión de los
amantes de la lírica madrileños…. y todo empezó
aquí, con un grupo de gente que apostó por ello,
que se arriesgó por una ilusión, que trabajó por
amor al arte y por la emoción de escuchar ópera
en su ciudad.
La Asociación de Amigos de la Ópera de Madrid celebra sus 50 años y sí, parece un milagro.
Ilusiones, emociones, tensión, alegrías, penas,
aplausos y mucha música han rodeado el mundo de la lírica en Madrid desde 1963. En 50 años
la ópera en Madrid se ha trasladado del Teatro
de la Zarzuela al Teatro Real, los aficionados
han pasado de hacer largas y pacientes colas de
muchas horas en la calle para conseguir una entrada, a comprarlas directamente desde su casa
con un ordenador; hemos dejado a un lado los
míticos discos de vinilo y hemos pasado a escuchar las óperas en cd o MP3 llevándonos la
música allá donde vamos..!
El mundo de la ópera ha cambiado a tenor de la
sociedad, han evolucionado los gustos, las producciones, la sensibilidad, la educación y hemos
asistido poco a poco a la expansión de la ópera en
Nadie se esperaba que tras La Bohème de 1925 el
Teatro Real cerrara sus puertas debido a la aparición de grietas que obligaron a apuntalar parte
del edificio. ¿Qué pasaría con la ópera? Era un
misterio. El público madrileño se quedaba sin su
templo operístico y esto propició el que un grupo de personas empezaran a aunar ideas y trabajo
para que la ópera volviera a Madrid. La historia
de la lírica en la capital no podía morir de esta
forma y se unieron fuerzas para tratar de mantener la cultura operística.
A principio de los años 60, los aficionados madrileños si querían ver ópera tenían que viajar.
A pesar de los intentos por
parte de Lola Rodríguez de
Aragón, y más tarde, César
Mendoza Lasalle, por iniciar
una temporada de ópera estable en Madrid, el resultado fue un desastre tanto
artístico como económico.
Como narra Ignacio Sáenz
de Ibarra en los libros conmemorativos de la AAOM
anteriores, en Madrid se intuían que existían espectadores potenciales, que aún
no conociendo el mundo de
la ópera estaban dispuestos
a asistir a ella siempre que
se les garantizase mínimamente las representaciones,
la continuidad y la calidad.
Por ello, un grupo reducido
de personas decidió tomar
Foto: Teatro de la Zarzuela
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la iniciativa y abrir la ópera en Madrid. Un anuncio en prensa de la Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera (ABAO) publicando la siguiente
temporada en Bilbao y señalando fechas, artistas, precios y condiciones de pago a plazos de
abonos, fue el detonante que determinó la creación de la Asociación.
por asociaciones que luchaban por la música,
y toda la burguesía y los hombres de cultura
de los siglos XIX y XX se vieron comprometidos
con estas asociaciones”.
Ahora empezaba el trabajo de verdad, todo se
había puesto en marcha pero faltaba mucho
camino que recorrer. Las arias de las óperas
de Verdi, las melodías puccinianas, las coloraturas barrocas, el belcanto rossiniano o la
intensidad de la música wagneriana eran la
mayor motivación de aquel grupo de personas
para levantar el telón operístico en Madrid. La
creación de una Asociación se difundió por el
llamado “Pregón de la Ópera” en el Diario Informaciones y en la Hoja del Lunes, así como
en todos los periódicos madrileños, gracias a
la publicidad que financió el dueño de Galerías Preciados. Los apoyos de D. Joaquín Calvo Sotelo y de la Duquesa de Alba fueron definitivos para establecer la sede de la Asociación
en el Círculo de Bellas Artes, donde se celebró
la primera reunión en 1962, en la cual se constituyó una Comisión Gestora y se redactaron
Como explica Juan-Miguel Villar Mir en la
presentación del libro conmemorativo del 40
aniversario: “En tantas otras épocas de nuestra historia pasada, la música hubo de recurrir al asociacionismo tratando de buscar los
medios para llevar a cabo un proyecto musical
que las circunstancias de la nación lo impedían. Desde que en 1839 y durante las regencias de Mª Cristina y Espartero, las nuevas leyes políticas permitieron el asociacionismo, la
vida musical giró en buena medida en torno a
él. La mayor parte de los grandes movimientos
musicales producidos en España se debieron a
esta realidad: las reformas del teatro lírico, el
sinfonismo, la música de cámara, el coralismo
o la música religiosa, fueron llevadas a cabo
Foto: Salón Goya del Teatro Real
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Alfredo Kraus en La Favorita
los Estatutos que fueron posteriormente presentados al Ministerio de Educación y Ciencia
para su aprobación.
Finalmente, gracias a la existencia de unos fondos conmemorativos de los “Veinticinco años
de paz” puestos a disposición del Ministerio
de Información y Turismo y a los Festivales de
España, se consiguió que el propio Ministerio
aplicase los fondos a la temporada lírica y a la
organización de la misma con Lola Rodríguez
Aragón al frente. En un espacio brevísimo de
tiempo Lola desarrolló una actividad febril de
contactos con músicos, cantantes, directores,
agentes, etc. y finalmente, a pesar de las grandísimas y dificultades, se estableció y se publicó
el programa definitivo, determinando precios y
fechas de aquellas representaciones. El programa constaba de diez títulos; la mayor parte de
ellos con una sola representación, siendo varias
óperas italianas (Tosca, IlTrovatore, La Bohème,
Don Giovanni, Le nozze di Figaro, La Cenerentola), francesas (Les pêcheurs de perles, Faust),
Sáenz de Ibarra narra en las crónicas de la historia de la Asociación como el público empezó a
responder, aunque no tan rápidamente como se
deseaba, y se iban nutriendo las listas de sociosabonados. A los muchos trabajos que comporta
siempre la creación de una nueva organización,
se unían unos riesgos económicos muy superiores a los esperados, ya que la afición era muy
recelosa y desconfiada. Un último paso tras la
constitución y difusión, fue la búsqueda de un
empresario que organizara el primer Festival de
la Ópera en Madrid. Federico Moreno Torroba,
presidente de la SGAE y propietario del Teatro
de la Zarzuela renunció a serlo al igual que Juan
Antonio Pamias, empresario del Liceu de Barcelona.
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Alfredo Kraus y June Anderson en La fille du régiment - 1985
una alemana (Die Zauberflöte)y una española,
Pepita Jiménez, de Isaac Albéniz, reorquestada y
arreglada por Pablo Sorozábal.
Ópera?” Y Sorozábal con su sorna característica
le contestó: “Amigo de la ópera es poco, todas
las noches me acuesto con ella”.
Una anécdota graciosa que le sucedió al Maestro Sorozábal en el propio Círculo de Bellas
Artes fue la ocurrida en una de las colas que
formaban los socios para la compra de abonos, en la que manifestó su deseo de adquirir
localidades sueltas para alguna función. Un
miembro de la Junta Directiva que atendía
en ese momento a los asociados no conoció
a Sorozábal y le indicó que allí no se vendían
localidades sueltas, sino abonos completos a
los Amigos de la Ópera. Ante la insistencia
del Maestro para retirar las localidades, el directivo le preguntó: “¿Es usted Amigo de la
El I Festival de Ópera de Madrid fue posible
gracias a los esfuerzos que la recién constituida
Asociación de Amigos de la Ópera de Madrid desplegó para aglutinar a los aficionados madrileños
con la disposición de los poderes públicos a promover la actividad lírica de la capital después de
décadas de abandono.
Gracias al apoyo de Federico Moreno Torroba,
el Teatro de la Zarzuela abrió sus puertas para
inaugurar la temporada con Tosca. Ambiente
primaveral aquel día 10 de mayo, con el Teatro lleno donde se respiraba más que emoción.
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Alfredo Kraus en Rigoletto - 1988
Al frente de la orquesta el maestro Cristóbal
Halfter dirige como preludio el himno nacional. “Se apagan las luces, el maestro Guarnieri
sube al podio y yo musito a mi vecino de localidad: ‘Parece un milagro’. Y empieza la representación…”1
Vittoria, Vittoria… debieron tararear, a la vez que
el personaje Mario Cavaradossi (en el Acto II),
aquellos que hicieron posible este sueño. Una ilusión hecha realidad que este año cumple 50 años.
Miremos atrás con agradecimiento, pero no dejemos de observar al futuro porque la historia de la
ópera en Madrid continúa y la Asociación, como
siempre, estará entregada.
…¡Gracias por el milagro!
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Testimonio de Ignacio Sáenz de Ibarra (†) en el libro de los 25
años de AAOM
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Das Rheingold - 2002
L’Enfant et les sortilèges - 2002
Victoria de los Ángeles - Foto: Javier del Real
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Compartiendo ilusiones
Tres generaciones de socios de Amigos de la Ópera de Madrid
Manuela Herrera
Para escribir este artículo, me puse en contacto con tres destacados socios de la Asociación
de Amigos de la Ópera de Madrid, por diversos
motivos, con quienes tuve amenas e interesantes conversaciones, y hasta sorprendentes descubrimientos, compartiendo sus peculiaridades
ahora con ustedes.
veces en protagonista
de óperas y zarzuelas, creando su propia
compañía que, junto
con familia y amigos,
ponían en escena a
modo de play-back,
pero con los roles
Julio de la Peña y del Rosal, uno de los pioneros y por tanto más antiguo de los socios,
Coronel de Artillería de profesión, jovencísimo octogenario, me recibió en su casa para
contarme con la ilusión propia de un jovenzuelo, sus experiencias desde aquellos años en
que un pequeño grupo de amigos y apasionados de la ópera, decidieron luchar e impulsar
una temporada digna y estable en la ciudad
de Madrid. Entonces no disponían de local,
esto vino después, y tenían que depositar una
cantidad de dinero con antelación, sin saber
cuántas ni cuáles óperas iban a poder disfrutar. Menos aún a qué cantantes podrían escuchar, pues todo dependía en aquél momento
del dinero recaudado para poder programar.
Mucho hablé con Julio sobre ópera y recorrido
de la asociación, siendo testigo de sus conocimientos y tesoros en cuanto a publicaciones
y grabaciones. Pero sobre la trayectoria de la
Asociación en estos cincuenta años, tienen
ustedes otro artículo que pueden leer en esta
publicación extraordinaria.
Lo que no se imaginan es que la ilusión transmitida por Julio era la del mismísimo ‘ilusionista Yuli Pen’, quien transformado e irreconocible, ha llevado su espectáculo de magia e
ilusión ‘Fantasía Oriental’ por innumerables
teatros y programas de televisión, siendo además premiado por ello en varias ocasiones.
No contento con su uniforme de Coronel y de
ilusionista oriental, Julio se convirtió muchas
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Inmaculada Díez Gil, con Plácido Domingo y nuestra vicepresidenta Mª Teresa Cajal
del mundo con su marido, hijos y amigos de diferentes generaciones, habiéndose convertido
en seguidora y amiga de Plácido Domingo, con
quien ahora comparte una entrañable amistad.
Un verdadero placer me resultó charlar con ella
y comprobar que su pasión por la ópera le ha
llevado a tener muchos más conocimientos y
sólidos criterios acerca de los títulos y las producciones, que ciertos personajes que alardean
de ello sin más.
aprendidos de memoria, ofreciendo la máxima
veracidad a sus interpretaciones, los títulos de
repertorio. Yo he tenido la suerte de ver alguna
de estas curiosas grabaciones en las que una de
sus hijas, convertida en prima donna, y su hijo
como D. Alfredo, o el propio Julio, cantaban ‘en
silencio’ con una ilusión y pasión admirables.
Inmaculada Díez Gil, miembro de la Asociación desde el año 1982, quien ha realizado innumerables viajes por los teatros del de ópera
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Hoy a Inmaculada le consulta y le pide opinión
hasta el mismísimo Plácido y es curioso que
su relación comenzó, según me cuenta ella, al
preguntar en Madrid al tenor, después de una
representación e ir a saludarle a su camerino,
qué tenía que hacer para conseguir entradas
cuando cantaba en teatros fuera de España. Inmediatamente, con la sencillez y cercanía que
caracterizan a Plácido, se puso a disposición de
Inmaculada para dejarle entradas disponibles a
su nombre, si ella le hacía saber con antelación
a qué representación quería asistir. Después,
cuando la veía se dirigía a Inmaculada, familia y amigos, como ‘mis madrileños’ teniendo
numerosas atenciones con ellos e invitándoles
incluso a cenar o a asistir a alguno de los cócteles después de la función.
Me cuenta Inmaculada que fue su hermano, de
profesión físico, quien le inculcó la afición por
la ópera. Después, ella aficionó a su marido y
posteriormente a sus hijos, quienes gateaban y
jugaban en su casa al son de las óperas. Después
de 31 años en la asociación, disfrutando de la
ópera y compartiendo ilusiones, tiene además
como amigo a uno de los mejores cantantes del
mundo.
La peculiaridad de Guillermo Flórez, es que fue
inscrito por su padre como socio de Amigos de
la Ópera de Madrid el mismo día de su nacimiento, 7 de julio de 1998. En los tiempos que
corren estamos acostumbrados a ver a muchos
padres y madres que hacen socios a sus hijos al
nacer de equipos de fútbol o asociaciones de
otra índole... pero Guillermo Flórez recibió de
su padre, a pesar de lo poco frecuente o chocante, la pertenencia a nuestra asociación, que
aún mantiene hoy, siendo ya un ‘quinceañero’.
Durante toda su infancia, e igual que sucedió
con sus hermanos mayores Cecilia y Diego,
Guillermo se acostaba cada noche acompañado
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Resultan inolvidables para su padre sus expresiones o reacciones a su primer Don Pasquale o
su primera Flauta Mágica, y es que la música,
y la ópera en particular, llega a emocionar y a
tocar de una manera muy especial el alma sensible de muchas personas.
Podríamos decir que hoy Guillermo es un cinéfilo imaginativo que tiene ya grabada la
sensibilidad y amor por la música en su disco
duro; que disfruta de muchos diferentes grupos
y estilos musicales, y alterna el Alone del Bill
Evans, con el Master of Puppets de Metallica
o La Flauta Mágica de Klemperer... la ópera
siempre está ahí y acompaña muchos de sus
buenos momentos. Pocos, o ningún socio de
nuestra querida Asociación, pueden presumir
de su pertenencia a la misma desde su mismísima llegada a este mundo.
de la música de Mozart, Bach, Beethoven, Ella
Fitzgerald, Bill Evans o Chet Baker y fue, poco
a poco, conociendo la ópera. En paralelo a sus
plácidas lecturas musicales nocturnas, acudía a
conciertos de toda índole... desde las tradicionales Novenas de Rafael Frühbeck de Burgos en
Navidad, hasta conciertos de gospel, corales, las
Cantatas de Bach, o el Requiem de Mozart... y
también, por supuesto, Don Pasquale, La Flauta
Mágica, Barbero, Rigoletto, Bodas de Fígaro...
Agradeciendo a Julio, Inmaculada y Guillermo
su amable y simpática atención, cabe resaltar
que siendo los tres, socios de la Asociación de
Amigos de la Ópera de Madrid, de diferentes
generaciones, les une su pasión por la ópera,
su crecimiento como seres humanos alimentados de sensibilidad a través de la misma, y su
más larga o corta experiencia... ¡qué más da!....
COMPARTIENDO ILUSIONES.
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Foto: Mariano Sánchez Yebra
Y a ti, ¿quién te da la mano?
Seguros
de Vida
Seguros
de Hogar
Seguros
para tu Negocio
Seguros
Agrarios
Seguros
de Salud
Seguros
de Familia
Seguros
de Ahorro
Es importante saber que siempre
habrá alguien para protegerte
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Montserrat Caballé
Josep Carreras
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Nibelungos
Jaume Aragall
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Primera actuación de Luciano Pavarotti en Madrid - 1970
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50 AÑOS DE ACTIVIDADES:
EL MOTOR DE LA ÓPERA EN MADRID
Alfredo Flórez
Han transcurrido 50 años desde aquel 10 de octubre de 1963, en que el Círculo de Bellas Artes
de Madrid fue testigo de la constitución de nuestra querida Asociación. Su primer presidente, el
profesor D. Ángel Vegas, aglutinó un importante
número de aficionados, gracias a los cuales prendió esa primera semilla que sirvió para recuperar
la tradición operística en Madrid.
llevar a cabo esos miles de acciones y proyectos
para que la ópera estuviera en Madrid. Queremos
hacer aquí un breve repaso de algunos de los más
significativos programas y actividades desarrollados en nuestros primeros 50 años:
Apoyo a la producción
En su primer cuarto de siglo de vida, la actividad
esencial de la Asociación fue el apoyo a las temporadas líricas de la Zarzuela. En 1988, coincidiendo con sus primeros 25 años, la Asociación
subvencionó una producción de El rapto del serrallo dirigida por Emilio Sagi.
Históricamente Madrid es una de las grandes ciudades operísticas europeas, sin embargo, tras el
cierre en 1925 del Teatro Real, el público quedó
huérfano de ópera y los posteriores acontecimientos de nuestra historia no creaban un clima adecuado para cultivarla.
En 1991 la Asociación promovió y financió la implantación del servicio de subtitulación para las
5 representaciones de la ópera Peter Grimes en el
Teatro de la Zarzuela. Era la primera vez que se
podía ver una ópera subtitulada en Madrid y, a
partir del éxito logrado, el Teatro de la Zarzuela
lo implantó de forma regular para muchas de sus
producciones.
Desde aquella primera Tosca de Magda Olivero
han pasado muchos festivales de ópera, luego
temporadas… y la Asociación de Amigos de la
Ópera de Madrid ha mantenido vivo a lo largo de
este medio siglo el fuego sagrado de la ópera, permitiendo que el arte más completo de todos, el
espectáculo total, sea hoy una realidad al alcance
de todos los aficionados.
Tras una necesaria modificación estatutaria,
en 1989 se comienzan a promover y organizar
Hoy, 50 años después, podemos decir con orgullo
que la Asociación ha sido el núcleo de referencia
de la afición a la ópera en Madrid, propiciando
de una manera definitiva el establecimiento de
temporadas de ópera en la capital de España.
Fiel a sus objetivos la Asociación ha promovido,
apoyado y organizado, miles de actividades de todas clases para difundir y promocionar la zarzuela y la ópera en Madrid, creando y desarrollando
también un amplio y variado programa de útiles
servicios dirigidos a nuestros asociados.
Gracias al eficiente trabajo de nuestro staff administrativo, y a la labor desinteresada de muchos
de nuestros socios y voluntarios, se han podido
Escuela Superior de Canto
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Producción de AAOM con motivo de los 25 Años: Die Entführung aus dem Serail - 1988
regularmente recitales, conciertos y representaciones de ópera, en los que participaron, tanto
cantantes jóvenes que hoy son importantes figuras de nuestra lírica como estrellas consagradas
de la época. Han sido centenares de cantantes de
primer nivel internacional los que han participado en todas esas producciones para el recuerdo.
conferencias impartidas por los más prestigiosos
críticos y musicólogos de nuestro país. Estas conferencias se han celebrado con el paso de los años
en diferentes espacios de nuestra ciudad: Banco
Exterior de España, Fundación Caja Madrid, Teatro Lara, Hotel Villa Real, Hotel Meliá, Teatro de la
Zarzuela, Teatro Real, Colegio de Médicos, Colegio
de Ingenieros de Caminos, o nuestra propia sede.
La Asociación de Amigos de la Ópera de Madrid
ha colaborado también con decenas de producciones y festivales dónde la ópera tenía un importante papel. Entre otros la Semana Verdi organizada en el Círculo de Bellas Artes en 2001
conmemorando el centenario del autor o el Festival Vía Magna donde han actuado muchas decenas de jóvenes cantantes españoles de ópera.
En 1990 comenzaron en el Hotel Meliá Madrid los coloquios y cenas con los artistas
intervinientes en las funciones de las temporadas de ópera, por los que desfilaron las
Resaltamos asimismo los homenajes promovidos
por nuestra Asociación a personajes inmortales
de la Lírica como Pilar Lorengar, Alfredo Kraus,
Mario del Mónaco, Miguel Fleta...
Conferencias y coloquios de Ópera y Zarzuela
Un complemento muy importante de las óperas de la temporada lo ha constituido siempre el
Ciclo de Conferencias de Ópera y Zarzuela organizado por nuestra Asociación desde finales
de los años 60 hasta nuestros días. Más de 300
Conferencia
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Conferencias y coloquios
Más de 150 coloquios que nos permitieron
escuchar y departir con más 700 personas del
mundo de la ópera: cantantes de primer orden, directores de escena, músicos, críticos…
una experiencia inolvidable.
principales figuras del panorama operístico internacional; coloquios trasladados después al Hotel Villa Real y, desde 1997, al propio Teatro Real,
todos ellos celebrados con gran éxito de público.
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Especial importancia cobró, dentro de la actividad
de reflexión sobre la situación de la ópera en la sociedad actual, la organización en 1992 del Ciclo
Ópera 2000, que constó de diversas conferencias
y coloquios en los que participaron Bob Wilson,
Luis de Pablo, Alberto Zedda, Lluis Andreu, Piero
Faggioni, Gérard Mortier, Alfredo Kraus, Antoni
Ros Marbá, Emilio Sagi, Alvin Hänseroth, Juan
Cambreleng, Fernando Savater, Eduardo Arroyo,
Ángeles Caso y Juan Ángel Vela del Campo.
En la Temporada 1998-99 la Asociación organizó el ciclo especial de conferencias sobre Arte del
Canto impartido a lo largo del curso por Arturo
Reverter, que fue seguido por un público fiel y
atento, deseoso de aumentar sus conocimientos
sobre el tema.
Sala de Cinesa
representaciones operísticas, en directo vía satélite, desde algunos de los mejores teatros del mundo: San Francisco Opera, Royal Opera House,
Opera de París, Salzburger Festpiele, Wiener Staatsoper… Cada uno de estos títulos es visto por
más de 3.000 personas y la aceptación por parte del
público es plena... y es que los directos vía satélite
tienen esa magia de vivir un espectáculo casi con
las mismas sensaciones que las personas que están
en el propio teatro, y con una calidad de imagen y
sonido verdaderamente espectacular.
Ópera y Cine
En 1997 la Asociación comenzó a organizar en
la Filmoteca Nacional el Ciclo de Ópera y Cine,
con la proyección de 104 títulos diferentes durante 10 años, en doble sesión, y apoyados en coloquios y mesas redondas.
En 2011 nuestra Asociación estableció un acuerdo
de colaboración con Cinesa (www.cinesa.es), la
mayor empresa de exhibición cinematográfica de
España. Esta compañía ha sido la precursora en
España en la retransmisión de ópera vía satélite
en cines. En 2008 se pudo ver en directo Elektra
desde el Teatro del Liceo, simultáneamente en
17 salas españolas, y desde entonces se programa
anualmente una muy interesante temporada de
Asimismo, desde este mismo mes de octubre de
2013, nuestra Asociación también ha comenzado
a colaborar con el otro gran operador español de
cine, Yelmo Cines (www.yelmocines.es), con el
que vamos a poder asistir en directo, desde Madrid, a toda la temporada operística del Metropolitan de Nueva York.
Este nuevo camino para poder asistir a una representación de ópera en directo, vía satélite, desde
los mejores teatros del mundo, a un precio asequible, en pantallas de gran formato y alta definición, y con un sonido verdaderamente espectacular, es una experiencia lírica inolvidable, cargada
de emociones, y a través de la cual mucha gente
está conociendo y aprendiendo a amar la ópera.
En la universidad y en los colegios
Resulta especialmente importante que la ópera llegue a los niños y jóvenes, por ello siempre
ha resultado prioritario para nuestra Asociación
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Desde 2006 el programa “LOVA” (la ópera vehículo de aprendizaje), apoyado por nuestra Asociación, acerca la ópera a los niños. Este programa tiene un enorme valor pedagógico y consiste
en formar una compañía de ópera con todos los
alumnos de una clase. Se lleva a cabo durante
todo el curso dentro de la actividad escolar ordinaria del mismo y lo más representativo de esta
iniciativa educativa, radica en que los niños se
convierten en los responsables y verdaderos artífices de su propia formación. Son ellos los que
toman las riendas del proyecto desde el principio
hasta el final, con el apoyo de sus maestros. La
ópera es el referente integrador de todas las artes,
disciplinas y oficios, por lo que se convierte en un
gran reto para estos niños, quienes cuentan con
la ayuda de su maestro/a y de profesionales de las
artes escénicas y oficios. En el programa LOVA
Programa LOVA - Foto: Javier del Real
Programa LOVA - Foto: Javier del Real
poner en marcha y apoyar proyectos para esos
públicos.
Nuestro grupo de asociados jóvenes ha desarrollado una intensa labor de difusión de la ópera
en colegios, institutos y universidades, de forma
que muchos miles de jóvenes, de 16 a 25 años,
han podido acudir a los ensayos generales de las
óperas de la Temporada.
En la Temporada 2004-2005 la Asociación patrocinó la puesta en escena de la obra de Britten,
“El pequeño deshollinador” dentro del Ciclo del
Teatro Real dedicado a la “Ópera en familia”. En
2007, promovido por nuestra Asociación e Ibercaja, se celebró en el teatro Real durante una semana un ciclo de recitales para jóvenes, con la asistencia de 1.600 jóvenes de enseñanza secundaria
de institutos de la Comunidad de Madrid.
Día Redondo - Foto: Javier del Real
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han participado desde sus inicios, 50 centros escolares, 150 profesores y más de 3.000 niños, que
han trabajado y puesto en escena 110 óperas originales, vistas por más de 16.000 personas.
El programa “Los Días Redondos”, iniciado en
2008, fruto de la colaboración entre el Teatro
Real y Amigos de la Ópera, tenía como objetivo
acercar la ópera a los menores de 30 años. Había
un Día Redondo por cada ópera de la temporada.
Cada Día Redondo empieza media hora antes del
inicio de la representación, con una charla informal con los asistentes en la que se hablaba del argumento de la ópera, las voces que se escucharán,
el compositor, las circunstancias en que se creó
la ópera, el libreto, anécdotas de la producción…
en suma, en la que se intentaba entusiasmar a los
asistentes para que disfrutasen más de la ópera
que iban a escuchar. Incluso, en alguna ocasión,
han participado también en las charlas algunos
de los cantantes protagonistas. Además de esta
charla, los Días Redondos se podían adquirir entradas con un descuento muy especial por parte
de los menores de 30 años sin necesidad de esperar al último minuto.
Recital Pedagógico - Foto: Javier del Real
Madrid las mejores voces líricas del futuro. Por
citar sólo a unos pocos, recordaremos aquí los
nombres de Ana María Sánchez, Mª José Moreno,
Jorge Elías, Guillermo Orozco, Ainhoa Garmendia, Sabina Puértolas, José Julián Frontal, María
Rodriguez, Marina Pardo, Simón Orfila, Milagros
Poblador, Ángel Rodríguez, Alfredo García, Ruth
Rosique, María Joly-Rey, Susana Cordón, David
Zamanillo, Celso Albelo, Borja Quiza...
“Becas Ángel Vegas” para jóvenes cantantes
Ciclo de jóvenes cantantes de Amigos de la Ópera
Este proyecto de apoyo, destinado a jóvenes
cantantes, fue creado por nuestra Asociación en
1996, y se lleva a cabo en colaboración con Juventudes Musicales de Madrid. El objeto de estas
becas es permitir a los cantantes premiados cursar estudios de postgrado en las escuelas de canto
elegidas por ellos mismos. Nuestra Asociación ha
concedido hasta el momento más de 80 becas a
jóvenes cantantes, entre los que podríamos citar
por ejemplo a Silvia Schwartz, Paloma Friedhoff,
Otro de los objetivos más importantes de nuestra
Asociación es el apoyo y la ayuda a nuestros jóvenes cantantes; por tal motivo se creó en 1994,
hace 20 años, el Ciclo de Jóvenes Cantantes de
Amigos de la Ópera. Este ciclo facilita a muchos
jóvenes cantantes en el final de sus estudios, o en
los primeros y difíciles años de su carrera, tener
un contacto directo con el público en un marco
excelente como es el teatro de la Escuela Superior de Canto de Madrid, que ha acogido generosamente esta actividad desde su comienzo.
En las 16 ediciones celebradas hasta el momento han participado 105 jóvenes cantantes, siendo
este concierto para muchos de ellos su primer recital público. Estos cantantes fueron seleccionados entre las casi 300 voces que se presentaron a
todas las audiciones convocadas anualmente. Los
recitales han sido seguidos siempre con entusiasmo por un numeroso público y se han convertido
en una plataforma para poder ver y escuchar en
Entrega de “Becas Ángel Vegas”
32
Entrega de “Becas Ángel Vegas”
varios ejemplares de esta publicación, que nos recuerda algunas de las cosas que han pasado en el
panorama operístico madrileño, o hemos llevado a
cabo por nuestra Asociación, junto a interesantes
artículos y entrevistas relacionadas con la ópera.
Victoria Manso, Clara Mouriz, Virginia Blanco,
Carlos García Ruiz, Isabel Segarra, Estefanía García
Nieto, Susana Cordón, Pedro Moncloa o Borja Quiza.
Quizás el número más esperado es el especial
anual que editamos en junio, con el detalle de la
siguiente temporada. Esta publicación se convierte en una guía o manual de consulta constante
durante la temporada y en ella encontramos, no
sólo el calendario de representaciones o el elenco,
sino la sinopsis argumental e interesantes artículos de prestigiosos críticos y musicólogos.
Nuestra revista INTERMEZZO
La gestión de los abonos
En 1996 comenzó a editarse nuestra querida revista
Intermezzo, como una forma de expresión y comunicación con nuestros socios. Anualmente se editan
Este importante servicio se ha estado prestando
durante décadas por parte del eficiente equipo
de gerencia desde nuestras oficinas y ha resultado
33
de vital importancia para todos los socios, pues
nos ha permitido asistir a las Temporadas programadas. Como dato que confirma la enorme importancia del trabajo desarrollado por el equipo
de nuestra oficina, podemos confirmar que nuestra Asociación ha gestionado a lo largo de sus 50
años más de 102.000 abonos para las temporadas
de ópera celebradas, primero en el Teatro de la
Zarzuela y posteriormente en el Real... más de
1.600.000 entradas.
préstamo, y que ha generado desde sus inicios
más de 16.000 préstamos a nuestros socios.
Bolsín para intercambio de entradas
Este imprescindible servicio de anuncios, exclusivo para nuestros asociados, permite la compra, el
intercambio y la venta de entradas o abonos entre
Biblioteca y fonoteca
Otro servicio que podría pasar inadvertido pero
que resulta muy valorado por nuestros asociados,
y que constituye otra vía efectiva para la difusión
de la ópera, es el servicio de préstamo de biblioteca y fonoteca. Nuestra Asociación posee un importante fondo compuesto por 1.250 CDs, 1.200
videos y DVDs, y 1.200 libros y libretos, que pone
gratuitamente a disposición de sus asociados para
Fonoteca
34
Cinesa, de abonos para los conciertos del Círculo
Bach de Madrid o del Ciclo Universo Barroco en
el Auditorio Nacional de Música. Un servicio vivo
y constantemente en movimiento.
Programa de visitas guiadas al Teatro Real
El grupo de guías del Teatro Real de Madrid existe desde 1997, fecha de la reapertura del Teatro, y
está formado por 70 voluntarios de nuestra Asociación. Este importante servicio fue puesto en
marcha y es organizado y atendido por nuestra
Asociación en estrecha colaboración con la dirección del propio Teatro Real.
Nombramiento de Plácido Domingo como
Español Universal - 1997
nuestros socios y es altamente valorado. Un dato
para darnos cuenta de su relevancia es que, desde
2002, se han intercambiado a través de este útil
servicio más de 4.000 entradas.
Las visitas guiadas al Teatro Real se llevan a cabo
de lunes a domingo, en horario de 10’30 h. a
Condiciones especiales para nuestros socios
A lo largo de este medio siglo, nuestra Asociación
ha cerrado multitud de acuerdos de colaboración
con decenas de entidades públicas y privadas,
en aras a conseguir descuentos y condiciones especiales para nuestros socios. Desde diferentes
empresas de turismo musical que permitieron
organizar múltiples viajes en grupo, o individuales, a los principales teatros y festivales de Italia,
París, Londres, Nueva York o Salzburgo.... hasta
la consecución de condiciones especiales para los
cursos de la Escuela Coral de Madrid, la adquisición de entradas para ver ópera en las salas de
Rosa y Alfredo Kraus Ley en el descubrimiento del busto de su
padre en el Teatro de la Zarzuela - 2006
35
Homenaje a Pilar Lorengar
13’30 h. Aparte de las visitas ordinarias, entre los
70 guías voluntarios se ha realizado una selección
de guías especializados quienes se ocupan de visitas especiales: técnicas para grupos reducidos,
para discapacitados físicos y psíquicos, pedagógicas destinadas a colegios o grupos culturales de
distintas edades y niveles, etc. Además, el grupo general realiza también visitas para la tercera
edad, público en general (visitantes diarios), o
visitas multitudinarias de Puertas Abiertas para
el pueblo de Madrid organizadas por distintas
Instituciones.
Libro conmemorativo de los 25 Años de AAOM
Ciertamente este programa de visitas guiadas es la
actividad que hasta el presente ha vinculado más
estrechamente a la Asociación con el Teatro Real
y constituye uno de los servicios más apreciados
de nuestra asociación, que puede presumir con
orgullo de haber guiado y enseñado la historia, los
espacios y curiosidades del coliseo madrileño, a
más de 368.000 personas, habiéndose recaudado
por ello para el Teatro Real más de 1.180.000E.
Publicaciones
La Asociación ha subvencionado económicamente y con el trabajo de muchos de sus asociados, muchas publicaciones. Podemos citar como
ejemplo el Diccionario de Óperas de Miguel
González Escobar, actualmente inédito.
En 1988 se editó el libro “XXV Años (1964-1988)”
para celebrar los primeros 25 años de la Asociación. En 2003, conmemorando el 40º aniversario,
Libro conmemorativo de los 40 Años de AAOM
36
la Asociación, con la ayuda de la empresa OHL,
editó el libro “40 años de ópera en Madrid: de la
Zarzuela al Real”, que recogía todas las temporadas oficiales de ópera en Madrid desde el inicio
de la primera, en 1964, hasta la 2002-2003.
Como gesto de admiración y cariño, en 2010
Amigos de la Ópera publicó “Plácido Domingo en
Madrid: 1970-2010”. El libro es editado por nuestra Asociación coincidiendo con el 70 cumpleaños de nuestro querido tenor, y sobre todo con
los 40 años desde su presentación en Madrid (La
Gioconda – Teatro de La Zarzuela 1970). Resulto
especialmente emotivo el momento en el que le
hicimos entrega del libro, y su dedicatoria: “¡A los
Amigos de la Ópera de Madrid con mi cariño de
siempre y mi agradecimiento por haberme traído
la primera vez a mi Madrid en 1970! ¡Y que sean
muchos más!”. Palabras que nos explicó evocando un recuerdo, para él absolutamente vigente,
cuando en 1968, cantando en Verona, coincidió
con unos aficionados madrileños miembros de la
Asociación, que le oyeron cantar e hicieron todo
posible para que su presentación en Madrid fuese
una realidad.
Plácido Domingo en Madrid 1970 - 2010
social que reúne a 500 millones de personas en todo
el mundo, para estar en contacto directo y permanente con la gente y poder llegar a nuevos públicos.
Internet y redes sociales
Los tiempos cambian y nosotros con ellos, por eso
adoptamos un programa de modernización en los
últimos años, renovando nuestra presencia en internet y poniendo en marcha una nueva página
web que informa puntualmente de lo que pasa en
Madrid: representaciones, recitales y conciertos,
conferencias y, por supuesto, de todos los servicios que mantenemos activos para nuestros asociados, programas y proyectos que organizamos
para acercar la ópera a los niños y a los jóvenes, o
las becas y ciclos de canto que promovemos para
ayudar en sus inicios a nuestros jóvenes cantantes... La página web www.amigosoperamadrid.es
aspira a convertirse, con humildad, perseverancia
y trabajo, en un espacio de encuentro para todos
los amantes y aficionados a la ópera que viven, o
simplemente pasan, por Madrid.
Asimismo, nuestra Asociación acometió hace un
año un proceso de modernización en sus procedimientos de comunicación. Por tal motivo se
suprimieron las circulares y comunicaciones impresas y se sustituyeron por el correo electrónico
como vehículo principal de comunicación con
nuestros asociados. Tenemos mucho interés en
ampliar la base de datos de e-mails de nuestros
socios, por lo que les invitamos nuevamente a
que nos envíen un sencillo correo electrónico
a [email protected] indicándonos
su nombre y dirección de correo electrónico.
También les invitamos a que nos comenten sus
inquietudes, opiniones o sugerencias por mail:
[email protected]
También, en aras a cumplir nuestros objetivos y hacernos visibles en el mundo 3.0, nuestra asociación
puso en marcha una página en Facebook, la red
La combinación de disciplinas artísticas que conforman la ópera es lo que le confiere su enorme
valor y fuerza a lo largo de los tiempos, y lo que
37
le hace superar toda clase de adversidades, ideas
y modas. La ópera es pura emoción, y es precisamente ese lenguaje de las emociones el que nos
hace amarla y vivir momentos inolvidables, por
encima de cualquier otra consideración.
Queremos dar las GRACIAS y expresar nuestra
gratitud a todos los que, a través de nuestra Asociación o desde fuera de ella, ayudan a la difusión, la promoción y el desarrollo de la ópera en
Madrid.
Tras 50 años, nuestra Asociación está más viva y
activa que nunca, y más que nunca va a seguir luchando con ahínco por difundir el arte de la ópera, su belleza, su música y las intensas emociones
que provoca... la ópera es de todos aquellos que
la sienten.
Hasta pronto.
38
Algunas cifras de nuestros primeros 50 años...
• Subvención y apoyo a varias decenas de producciones y festivales
• Más de 300 conferencias de ópera y zarzuela con los más prestigiosos críticos y
musicólogos
• Más de 150 coloquios con 700 cantantes, directores musicales y de escena
• 104 películas de ópera proyectadas en la Filmoteca Nacional y apoyadas en sendos
coloquios posteriores
• Gestión de la asistencia a los ensayos generales de varios miles de jóvenes
• Apoyo económico al programa pedagógico LOVA (La Ópera Vehículo de Aprendizaje)
en el que han participado desde sus inicios, 50 centros escolares, 150 profesores y más
de 3.000 niños, que han trabajado y puesto en escena 110 óperas originales, vistas por
más de 16.000 personas
• 105 recitales de jóvenes cantantes en la Escuela Superior de canto
• Entrega de 80 becas a jóvenes cantantes para ampliación de sus estudios
• Más de 102.000 abonos de temporada, o lo que es lo mismo, 1.600.000 entradas,
gestionados por nuestra Asociación
• Una biblioteca compuesta por 1.250 CDs, 1.200 videos y DVDs, y 1.200 libros y libretos,
que ha generado más de 16.000 préstamos a nuestros socios
• Un bolsín para el intercambio de entradas que desde 2002 ha servido para el intercambio
de más de 4.000 entradas entre nuestros socios.
• La coordinación y atención del programa de visitas al Teatro Real desde su reapertura en
1977, atendido por un equipo de 70 socios voluntarios de nuestra Asociación y que ha
mostrado dicho Teatro a más de 368.000 personas, habiéndose recaudado por ello para
el Teatro Real más de 1.180.000E
39
Reconocimientos
Queremos agradecer su afecto a todas aquellas
personas a las que, por imposibilidad material de
tiempo, no les ha sido posible expresarnos aquí su
cariño... pero que sabemos que están con nosotros.
41
Fausto - 2003
Daniel Baremboin y la orquesta de la Stadtsoper de Berlín
Simon Boccanegra
42
Duquesa de Alba
Vicepresidenta de Honor
de la AAOM
S.A.R. la Infanta
Dª Pilar de Borbón
Mi buen amigo
Manuel López Cachero, Presidente
de la Asociación de
Amigos de la Ópera de Madrid me
pide unas palabras
con motivo del Cincuenta Aniversario
de nuestra Asociación y, desde luego,
no resulta una tarea
fácil tratar de condensar en unas breves líneas lo que ha significado en el Panorama Cultural de nuestra ciudad
esta efemérides.
Como en todas las organizaciones la Ópera de
Madrid ha tenido sus altos y bajos, aunque muchos más altos, y una maravillosa mejora en su
orquesta; la mayoría de las óperas muy bien representadas y muy dignamente cantadas.
Desde luego, parece que fue ayer cuando un
grupo de entusiastas aficionados, unidos por su
amor a la Ópera, decidieron dar un impulso a lo
que entonces era una panorama desolador de la
música culta en Madrid y poco a poco fueron
convenciéndonos a personas de distintos ámbitos profesionales y culturales para participar en
esta empresa, que ha servido para convertir a
Madrid con pleno derecho en una de las grandes
citas de la Ópera internacional, con representaciones antológicas que todavía conservamos en
la memoria
Creo que nos hubiéramos podido ahorrar algunas óperas excesivamente vanguardistas porque
en el fondo, lo que le gusta a todo el mundo es el
bel canto, pero como comprenderán, esto es una
opinión de una mera aficionada.
Confío en que la Asociación de Amigos de
la Ópera de Madrid cumpla al menos otros
50 años y, con todo mi afecto, les envío mis
mejores deseos.
Tampoco quisiera olvidar el apoyo que siempre
han dispensado la Casa Real y las distintas administraciones a las iniciativas culturales encaminadas a potenciar la Ópera como una de las
grandes manifestaciones de la Cultura musical.
Para finalizar quisiera deciros que gracias al esfuerzo entusiasta de todos los Amigos de la Ópera, no cabe duda de que a la Asociación todavía
le quedan muchos años de actividad y de promoción de la Música en nuestra ciudad.
43
José Ignacio Wert Ortega
Ministro de Educación,
Cultura y Deporte
De ahí todo mi reconocimiento a la labor de los
fundadores de la Asociación, de las diferentes
Juntas Directivas, de cada uno de sus socios y,
por supuesto, de la Presidenta de Honor, S.M.
la Reina de España, por la contribución a la profesionalización del sector, a la divulgación de
nuestra cultura y a la proyección internacional
de nuestros escenarios, de nuestras producciones, de nuestros autores, de nuestros cantantes y
de nuestros directores como elementos diferenciadores de la Marca España.
La Asociación ha dado forma a un público no
solo cultivado sino exigente que hace del Teatro Real de Madrid uno de los escenarios más
prestigiosos del mundo, donde estrenarse es una
prueba de fuego y consagrarse una impronta de
calidad duradera.
La Asociación de Amigos de la Ópera de Madrid ha
ejercido con denuedo la meritísima labor de mantener encendida la llama de la música y el arte lírico,
en especial de la ópera. Representa el vivo ejemplo
de cómo el compromiso y la ilusión de la ciudadanía espolea la calidad y el prestigio de nuestra ópera,
ya fuera en el Teatro de la Plaza de Oriente, en el
Coliseo de la calle Jovellanos, en El Escorial, en los
Teatros del Canal...
Felicidades por este medio siglo de dedicación a
una expresión cultural única.
1963 fue el año de partida de una carrera de fondo que ha contribuido de manera decisiva a la
revolución musical vivida en nuestro país y ha
propiciado el restablecimiento de ópera de alta
calidad e impacto global en la capital de España.
Medio siglo de servicio al arte y a la cultura desde
la sociedad civil. Gracias a estos esfuerzos se ha
alcanzado el más difícil de los objetivos: que la
música sinfónica, la de cámara y la ópera pasen a
formar parte de la vida cotidiana de los ciudadanos, atrayendo a su vez a públicos más jóvenes.
44
Ignacio González González
Presidente de la
Comunidad de Madrid
Desde estas páginas de la revista Intermezzo
quiero felicitar a la Asociación de Amigos de la
Ópera en su medio siglo de existencia, en la que
han conseguido acercar esta manifestación artística a un gran número de madrileños. Cincuenta
años han transcurrido desde que Asociación de
Amigos de la Ópera vio la luz.
En la década en que nació la Asociación de Amigos
de la Ópera, el Teatro Real no era utilizado como
recinto operístico. La ópera se programaba en el
Teatro de la Zarzuela, magnífico espacio, pero en
el que no era posible representar ciertas producciones. Por aquella época, la oferta operística en
ese recinto y el aliento de ciertas instituciones, en
especial, la de Amigos de la Ópera contribuía a
satisfacer la demanda de un público cada vez más
interesado y preparado musicalmente.
acoger producciones operísticas de todo formato,
como el Teatro Auditorio de San Lorenzo de El
Escorial (2006) y los Teatros del Canal (2009),
gracias a los cuales, junto al talento de nuestros
artistas, podemos situarnos entre las grandes capitales europeas de la cultura.
Hoy una de las más potentes señas de identidad
de la Comunidad de Madrid es su Cultura, lo
cual exige una oferta de calidad para un público
con mayor conocimiento y espíritu crítico, al que
debemos corresponder.
Son años en los que Madrid disponía de una notable oferta cultural con la Orquesta Nacional
de España y la Orquesta Arbós. En esa época
nació la Orquesta de Radio Televisión Española
y Radio 2 de RNE, que se especializó en música clásica. Teníamos compositores como Joaquín
Rodrigo, Rodolfo, Ernesto y Cristóbal Halffter,
Tomás Marco, Luis de Pablo, Antón García Abril,
y Carmelo Bernaola, entre otros muchos. Nuestros intérpretes líricos ya habían adquirido un
reconocimiento mundial, caso de Alfredo Kraus,
Victoria de los Ángeles, Montserrat Caballé, Teresa Berganza, Pilar Lorengar o Plácido Domingo,
quienes triunfaban en los escenarios de los más
prestigiosos teatros de ópera del mundo.
El público, interesado en la cultura, y de forma
particular en los espectáculos de ópera, ha ido
creciendo año tras año, gracias, en buena medida,
a la decisiva y entusiasta labor de difusión de la
Asociación de Amigos de la Ópera y de la revista
Intermezzo. Sus páginas nos han proporcionado
la actualidad y comentarios sobre el mundo operístico, que tanto ha contribuido a la enseñanza
para los nuevos públicos, con sus informaciones
oportunas, siempre de una alta calidad.
Quiero expresar mi reconocimiento por la labor
de la Asociación y desearles un feliz aniversario y
muchos más años de éxito.
Sin embargo carecíamos aún de las grandes infraestructuras donde realizar las representaciones.
El Auditorio Nacional de Música se inauguró en
1988 y el Teatro Real, tras no pocas vicisitudes,
abrió sus puertas en 1997. Siguieron, más recientemente, centros perfectamente equipados para
45
Juan Cambreleng Roca
Presidente AAOM
(1990-1997)
Director del Teatro Real
(1997-2002)
núcleo adquiriera relevancia, y desembocara no
solo en el cuidado del enorme repertorio ofrecido en la Zarzuela, con presencia de los mejores
artistas españoles e internacionales, sino en la
justificación de la exigencia perentoria de recuperar el Teatro Real como antiguo recinto de la
lírica de la capital del Reino.
La importancia y alcance de nuestros trabajos se
percibe con un repaso de lo hecho en el Teatro
de la Zarzuela y después con las aportaciones de
presencia y tareas en el Teatro Real, y por eso
cualquier reclamación de reconocimiento de la
Asociación es perfectamente defendible ya que
es historia el que hemos puesto los cimientos de
esta segunda etapa de nuestra ópera en una tarea que aún no ha acabado y que presenta grandes posibilidades de futuro.
No se entienden los últimos cincuenta años de
la lírica y de la cultura en nuestra Capital sin
analizar y valorar debidamente el papel que ha
jugado nuestra Asociación de Amigos de la Opera de Madrid.
Esperemos que así sea reconocido por la sociedad y por sus dirigentes en cada momento.
Los actuales y más recientes aficionados desconocen en gran medida lo que supuso el que
una casi inexistente e irregular oferta de ópera
se remediara con la constitución de nuestra Asociación y la puesta en marcha de las temporadas
del nunca suficientemente reconocido Teatro de
la Zarzuela. En los años 60 Madrid era la única
capital europea de importancia que no gozaba
de un teatro dedicado exclusivamente a la lírica y fue necesario vencer escollos y dificultades,
convencer a los poderes públicos para que se
organizara la vida operística y al mismo tiempo
crear una afición que partiendo de un pequeño
46
Miguel Ángel Recio Crespo
Director General del INAEM
Medio siglo en el que la AAOM ha sido testigo
del revivir de este género en la capital que tuvo su
colofón en la reapertura del coliseo madrileño en
1997. Su empeño como asociación ha ido paralelo al de otras tantas surgidas en Oviedo, Bilbao,
La Coruña, Las Palmas, Tenerife o Palma de Mallorca, cuya vitalidad viene a confirmar el proceso
de descentralización vivido en las últimas décadas, que ha multiplicado los focos de producción
operística y configurado un mapa lírico donde
conviven proyectos de diferente alcance que hacen posible que hoy se pueda ver en muchos y
diferentes puntos de nuestro país un espectáculo
operístico en excelentes condiciones.
Y lo ha hecho desde una cada vez más profesionalizada estructura y desde el trabajo, a menudo
silencioso y siempre altruista, y con la única convicción de apoyar y difundir esta forma de arte
único, el ‘espectáculo total’ para muchos, que
apela como ningún otro a la experiencia intelectual pero también a la emoción.
Su dedicación y desinterés sin límites merecen
hoy todo nuestro reconocimiento. A las diferentes Juntas Directivas, a su Presidenta de Honor,
S.M la Reina de España y, por supuesto, a sus más
de 4.000 socios que promueven, apoyan y desarrollan, cada año acciones -entre conferencias,
becas, recitales o visitas guiadas al coliseo madrileño- que complementan y enriquecen desde la
sociedad civil nuestra vida cultural. Desde este
Instituto nuestro agradecimiento a todos por
estos años de dedicación y trabajo en pro de la
ópera.
La Asociación de Amigos de la Ópera de Madrid ha sido en sus 50 años de historia uno de
los más enérgicos protagonistas de la actividad
lírica -tanto del hecho operístico como la vida
que éste genera en su entorno- de la capital. Su
papel en la historia cultural y musical de Madrid
durante estas cinco décadas ha sido fundamental. Un tiempo en el que la Asociación ha logrado mantener, con tenacidad y esfuerzo, el ‘fuego
sagrado’ de una gran tradición. Desde su inicio
en la vida pública, con la representación de Tosca en mayo de 1964 en el Teatro de la Zarzuela,
no ha cesado en su tarea de devolver el vibrante
pulso lírico que la ciudad mantuvo desde mediados del siglo XVIII hasta el cierre del Teatro
Real en 1925.
47
Alzados del Teatro Real
48
Sección del Teatro Real de Madrid
Teatro Real de Madrid
49
Santiago Salaverri
Socio de Honor
Medio siglo de Amigos de la Ópera: un recuerdo personal
En octubre de 1956 quien firma estas líneas visitó Madrid por primera vez. Joven preuniversitario con un nutrido –para la época– currículo
de aficionado operístico en su Bilbao natal, pues
desde la fundación de ABAO tres años atrás había presenciado la totalidad de las 32 funciones
hasta entonces programadas por la benemérita
entidad vasca, sentía una enorme curiosidad
por conocer, de entre cuantas maravillas uno
imaginaba llena a la capital de España, el mítico Teatro Real, clausurado tres décadas atrás y
sobre cuyo estado de conservación y proyectos
futuros nadie se sentía en condiciones de informar y menos de anticipar pronósticos. Con
espíritu aventurero y arrastrando, para garantizar la seriedad del intento, a mi padre, gran
aficionado que en sus años mozos había gozado del privilegio de ser un habitual del Colón
bonaerense, nos presentamos ante la valla que
clausuraba el acceso al edificio en perpetuas
obras y, al encontrarla abierta y sin persona que
impidiera el paso, nos plantamos en un abrir y
cerrar de ojos en el totalmente despejado patio
de butacas.
En aquel atardecer otoñal la luz se filtraba por
la torre del escenario y, en ausencia de telón
alguno, iluminaba tenuemente la polvorienta
sala, de cuyos maltrechos palcos parecían colgar jirones de lienzo o papel. El espectáculo
no podía ser más desolador y mis sensaciones
más melancólicas; el ruinoso edificio simbolizaba a la perfección el estado de la ópera en
nuestro país (donde apenas el Liceo y recientes
iniciativas locales en el Norte sostenían una actividad regular, por modesta que fuera), y uno
no podía evitar el comparar la actitud de nuestras clases dirigentes y de los prebostes culturales de aquel régimen, y de todos los que se
habían ido sucediendo desde 1925, con la que
públicos y gobernantes de los países derrotados
en la última guerra habían mostrado al considerar prioritario, en la reconstrucción de sus
ciudades, el recuperar sus grandes espacios líricos destruidos por las bombas enemigas. Baste
recordar que el ministro del ramo opinaba –nos
lo ha narrado Ignacio Sáez de Ibarra– que la
ópera estaba muerta… en el momento en que
el nuevo Bayreuth de Wieland Wagner revolucionaba el concepto de la puesta en escena, la
Callas recuperaba el repertorio belcantista con
virtuosismo sin par, ímpetu trágico y rigor estilístico, y autores como Britten, Poulenc, Menotti o Henze contribuían a la renovación del
50
años sesenta un movimiento multiclasista decidido a agrupar a los aficionados ilusionados por
conseguir para Madrid lo que en cualquier otra
capital europea era considerada una dotación
cultural imprescindible, y de la que aquí se nos
había amputado desde hacía décadas. Y fueron
los centenares de abonados congregados por la
A.A.O.M. quienes garantizaron el comienzo de
la brillantísima primera temporada de ópera en
1964 (leer las once extensas y deliciosas crónicas y reflexiones de Antonio Fernández Cid
es, a la altura de nuestros días, un gran placer
y una lección de historia lírica), a partir de la
cual ya fue imposible dar marcha atrás. El resto
es historia y la hemos contado en más de una
ocasión, pero desconocer o minusvalorar lo que
aquel impulso supuso entonces y a lo largo del
medio siglo posterior sería, una vez más, despreciar el valor de la ilusión, sustancia de la que
están tejidas las grandes iniciativas sociales.
repertorio desde las más dispares trincheras
musicales.
Buen momento resulta este otoño de 2013, en
que la Asociación de Amigos de la Ópera de
Madrid celebra su 50º aniversario mientras los
últimos acontecimientos de la actualidad operística madrileña merecen honores de portada
y copan páginas enteras en los medios de comunicación, para medir la abismal distancia en
que nos hallamos de aquellas tristes épocas.
Si a nivel mundial, y pese a los problemas económicos que su sostenimiento plantea a los
poderes públicos y a los gestores teatrales, la
ópera goza de excelente salud –por la recuperación, hasta hace poco impensable, de un inmenso repertorio de todas las épocas y países;
por la accesibilidad al gran público, incluso en
directo, de las temporadas de los principales
teatros internacionales a través del cine, la radio, las cadenas especializadas de televisión y
los más variados soportes audiovisuales; y, sobre todo, por el redescubrimiento de la ópera
como lo que fuera en sus momentos aurorales
y en el legado de sus más grandes creadores: un
formidable vehículo de expresión de emociones y un género teatral único para la reflexión
sobre los grandes problemas de la convivencia
humana, sin merma de su tradicional consideración como inagotable fuente de placeres para
los sentidos y la sensibilidad–, en España, y
en nuestra ciudad, las cosas han cambiado de
modo inimaginable hace medio siglo. No nos
detendremos en su detalle; otros lo harán en
estas mismas páginas y cada aficionado veterano sabrá muy bien pormenorizarlo; bástenos
evocar la espléndida entidad de un recuperado
Teatro Real que acaba de dar comienzo a su
decimoséptima temporada y que ya goza de un
merecido reconocimiento internacional.
Felicidades, Amigos.
Pero las cosas no existen porque sí, y desde luego no por la acción de unos responsables políticos normalmente atentos sólo a las iniciativas
rentables a corto plazo. Ninguna de las actuales
realidades habría sido posible si desde la sociedad civil no hubiera surgido a principios de los
51
Antonio Moral
Director artístico del Teatro
Real de Madrid (2005-2010)
y actual Director del
Centro Nacional de
Difusión Musical
Cincuenta años son muchos… pero en España
son el doble
Mucho ha llovido desde aquella primera Tosca con
la gran Magda Olivero en la escena del Teatro de
la Zarzuela, que inauguraba el Festival de Ópera
de Madrid, una iniciativa promovida por la recién
nacida Asociación de “Amigos de la Ópera de Madrid”, creada formalmente poco más de un año
antes, en febrero de 1963, y liderada, entre otros
personajes ilustres de la época, por la Duquesa de
Alba, el Marqués de Berges, José Cubiles o Ángel
Vegas, alma mater de un proyecto cultural que
iba a ser clave para normalizar el genero lírico en
Madrid, la única capital en la Europa de entonces
que no disponía de un teatro de ópera estable y
por tanto no podía disfrutar de una temporada
lírica al uso.
Quizás las jóvenes generaciones de hoy, que
asisten con toda normalidad al Teatro Real para
presenciar una función de ópera, no sean conscientes de las dificultades de todo tipo que tuvo
aquel empeño de un puñado de buenos aficionados que veían como empresa imposible aquel
anhelado sueño de poner a nuestra capital en el
mapa lírico europeo. Afortunadamente la iniciativa cuajó, gracias a un público que la apoyó de
forma entusiasta y, como no podía ser de otra
manera, el festival despegó y se consolidó hasta
conseguir las anheladas dos funciones a partir
del quinto festival en 1968. Representaciones
que aumentarían a tres a partir del decimocuarto
año de andadura, ya en el año 1977. La demanda
de público era tal en aquellos últimos años de la
década de los setenta que el “Festival de Ópera
de Madrid” se convirtió al fin, a partir de enero
de 1981, en Temporada oficial con unos conjuntos estables y un teatro propio, gracias entre otros
al incansable empeño de José Antonio Campos,
nombre clave en la consolidación y el desarrollo
del arte lírico de nuestra ciudad, y al tenaz empeño de la ya consolidada y por aquel entonces más
que poderosa Asociación de “Amigos de la Ópera
52
Antoni Ros Marbà
Director de orquesta
Premio Nacional de Música
de Madrid”, presidida por Ángel Vegas, que sería
su principal motor hasta que en 1990 tomó el relevo Juan Cambeleng, que después se convertiría
en el primer gerente del Nuevo Teatro Real.
Al fin, un coliseo estable con la tecnología, el
equipo humano y la capacidad artística necesarias
para que ¡Setenta y dos años después! del cierre
de su real coliseo, Madrid contara con un teatro
en condiciones óptimas para poder militar en la
primera división europea de la ópera. El ascenso,
a la división de honor, como hemos comprobado
años después, no implicaba que necesariamente
alcanzáramos de inmediato –y valga el símil futbolístico– la Liga de Campeones, pues la constante intervención y manipulación política y la falta
de una inversión real y generosa en el proyecto
por parte de las instituciones públicas y el mecenazgo privado para hacer del Real un verdadero
Teatro Nacional de la Ópera, como el que tiene
Londres, París, Berlín o Viena, lo han cercenado,
al menos temporalmente.
Pero con la actual crisis económica que padecemos
desde hace un lustro, es muy posible que el reto
vuelva a convertirse en una nueva quimera operística, como ocurrió allá por los años cincuenta
del siglo pasado en nuestra capital. Pero éstas son
ya otras historias que se encuentran en el terreno
de la pura especulación y que además no encontrarían acomodo fácil en unas páginas a las que
nos hemos acercado para celebrar con inmensa
satisfacción un hecho que en si mismo es histórico: las bodas de oro de una asociación lírica, la
de Madrid, que ha sido una pieza esencial para la
normalización de la ópera en nuestra ciudad, mal
que les pese a algunos. Y hay que recordarlo –y
subrayarlo– ahora que han pasado cinco décadas,
aunque en España nos hayan parecido el doble.
Pero lo más importante es que, tantos y tantos
buenos aficionados, al final hayamos podido vivir
aquella vieja ilusión de ver felizmente cumplida y
consolidada esa quimera de antaño: que Madrid
contara con un teatro y una temporada enteramente dedicada al género lírico por antonomasia:
la ÓPERA. La travesía sin duda ha merecido la
pena y ahora nos queda lo más difícil: conservarla
para que no acaben con nuestro sueño.
Al cumplirse el L Aniversario de la Asociación
Amigos de la Ópera de Madrid no puedo dejar de
recordar que tan entrañable Asociación, en unos
tiempos muy difíciles para la lírica fue el Alma
mater que posibilitó y dio el impulso necesario
para que Madrid, -sumergida en el túnel del tiempo en lo que ha presencia de la ópera se encontraba- hizo posible que la ópera fuese una realidad
de una manera estable y continuada, siendo el
pilar fundamental para este hecho comenzado en
1994 y continuado en el entrañable Teatro de la
Zarzuela hasta 1997, fecha de la reinauguración
del Teatro Real.
Mi más cordial enhorabuena en este aniversario
de nuestra Asociación deseando que siga siendo
constante animadora de la vida operística madrileña, y con la que he compartido desde el foso
de la Zarzuela y posteriormente en el del Real
noches inolvidables de amistad y complicidad
artística.
¡Feliz Aniversario!
53
Francisco García-Rosado
Director de
Opera World.es
Trabajamos por la ópera
En los 50 años que cumple nuestra Asociación,
quien firma esto, empezó sus contactos con el
entonces llamado Festival de Ópera, 14 años más
tarde de su inicio en 1964, coincidiendo con mi
venida profesional a Madrid.
Quizá de las cosas más gratificantes que viene
a mi memoria es la contratación de compañías
de ópera de países del Este. El Teatro Nacional
de Sofía inauguró estos compromisos con Boris
Godunov, teniendo como protagonista a Dimiter
Petkov o un Eugenio Oneguin con Alexandrina
Miltcheva y así durante bastantes temporadas.
Entonces ya eran 2 las representaciones que se
hacían por título y conseguir entradas sin ser
socio era muy complicado. Largas colas para adquirir las entradas sueltas de manera que incluso
había que hacer noche la víspera pàra poder conseguirlas. Se hacía una lista que se repasaba cada
dos horas, creo, eliminando al que no estuviera
presente. Lógicamente las localidades a la venta
eran las peores, incluso con muy escasa visibilidad, pero allí estaba con algunos amigos desarrollando una devoción que venía de familia desde
muy antiguo. Pero llegó un momento en que por
cuestiones de trabajo ya no me era posible hacer
colas, y fue la ocasión para adquirir abonos, cosa
también difícil, y posteriormente ingresar en la
Asociación.
Ahora que tanto se habla, y con tanta ignorancia, de que el público operístico de Madrid debe
conocer otros títulos menos trillados y más contemporáneos, quiero señalar que ya desde los primeros años se pudo disfrutar de Pepita Jiménez,
El Cónsul, Una voz en off, Amaya, Goyescas, I
quatro Rusteghi, Maruxa, La mona de imitación,
Dalibor, Rusalka, El pirata cautivo, Halka, Los
diablos de Loudun, Lud Gidia, El poeta, Bodas
en el monaterio, Lulú y tantos otros títulos infrecuentes en las temporadas de grandes teatros.
Allí se vieron desde ópera barroca, clásica, bel
canto, verismo, moderna y contemporánea y de
todos los países. Recuperación de títulos nacionales y estrenos de muchas óperas de compositores
españoles.
Fueron años de un entusiasmo desbordante. Un
público muy fiel disfrutaba de lo lindo con las
programaciones que incluían los nombres más
importantes como Ruggero Raimondi en un Don
Giovanni mozartiano, una Butterfly con Caballé
y Bernabé Martí que inmediatamente después
sería su marido, y tantas figuras importantes internacionales y nacionales. Por supuesto no se
llegaba a los repartos de ABAO porque no se disponía de los medios económicos pero releyendo y
recordando las voces que escuchamos, podemos
sentirnos muy orgullosos de la labor que se hizo
y se siguió haciendo hasta que el Festival pasó
a Temporada y pasó a manos del Ministerio de
Cultura de entonces.
Realmente fue para muchos aficionados, o que
aún no lo eran del todo, una auténtica escuela lírica. Esto es algo que no podemos olvidar en los
tiempos que corren y se oyen tantas tonterías sobre nuestra Asociación.
Existía entonces el Teatro Olímpia en el barrio
de Lavapiés, que tuvo poco a poco un público
fiel y cada vez más numeroso donde se estrenaban diferentes títulos, por ejemplo las primeras
óperas de Luis de Pablo; y si gustaban, pasaban
54
señalados desde visibilidad, capacidad, etc., pero
finalmente se inauguró con Juan Cambreleng
como Director General, después de luchas entre
Psoe y Ucd que llevaron a cambiar todo el personal directivo contratado por el primero. Luis Antonio García Navarro asumió la dirección musical
y artística.
posteriormente a incorporarse al Festival de
Ópera del Teatro de La Zarzuela.
El ambiente entre los aficionados estaba muy vivo
como lo demostraron las discusiones y debates
posteriores a las representaciones, o las apoteosis
de ciertos cantantes y broncas para otros. No puedo olvidad una Lucia di Lammermoor en la que
frente al éxito total de Alfredo Kraus, la bronca a
su partener, Ana Higueras fue de antología. O el
enfrentamiento de Pedro Lavirgen con el público
después de una Aída.
Fueron unos primeros años gloriosos con algunos
lunares. Nuestra Asociación continuó en la nueva ópera sus coloquios que ya llevaban celebrándose varios años antes en el Hotel Meliá Princesa,
moderados por Vela del Campo.
Mediado el primer mandato como presidente de
la Asociación de Juan Cambreleng, y en el contexto de unas extraordinarias conferencias que se
organizaron con los mejores directores de escena
de entonces, fue cuando Cambreleng me sugirió
que me integrara en la Junta Directiva.
La junta directiva de la Asociación tuvo a bien
encargarme de la moderación en el Real de dichos coloquios, y recuerdo aquella experiencia
como única y muy gratificante. Cuatro ejemplos
solamente inolvidables: el coloquio sobre Divinas
palabras de Antón García Abril que de hecho inauguraba el Teatro Real, aunque el primer título
emblemático fue La vida breve de Falla. La conferencia tuve el honor de darla yo mismo y posteriormente el coloquio consistió en un mano a
mano con el compositor.
Desde entonces ahí estoy ilusionado con compañeros excelentes que dedican mucho de su tiempo libre a la Asociación.
Se creó un apartado de jóvenes que hizo su presentación internacional en el primer Congreso
de jóvenes amigos de la ópera que se celebró en
Milán, Juvenilia, y al que asistí con ellos en una
experiencia maravillosa. Se puso a nuestra disposición todos los medios necesarios para que resultara un éxito, como así fue. Siempre recordare en
encuentro con Muti durante un ensayo de Rigoletto en el Teatro alla Scala.
Otro fue para el estreno de Porgi and Bess. Todo
el numeroso elenco asistió al coloquio que resultó
extraordinario. Y el tercero fue un mano a mano
con la Mezzo Dolora Zayik. Se me preparó sobre la hermética personalidad de esta cantante
pero conseguir que se abriera a la comunicación,
y allí nos habló de ópera, poesía, filosofía, pintura
–ramas todas cultivadas por ella-, y terminó comentando cosas de su propia familia. Increíble.
El último ejemplo es el referido al coloquio sobre
Elektra de R. Strauss. Eva Marton era la protagonista, mujer de armas tomar. En un momento, se
levantó para marcharse indignada ante una pregunta del público sobre las condiciones climáticas
del Real, pero conseguimos detenerla en la puerta
de la sala y que retornara a la mesa. Después todo
continuó de la mejor manera.
Entre tanto las temporadas del Festival habían
aumentado títulos y funciones. La demanda era
cada vez mayor teniendo que ampliarse también
los turnos de abono.
La ópera estaba lanzada y estabilizada en Madrid
después de tantos años de sequía lírica.
Entre tanto se empezaba a hablar del Teatro Real
para recuperarlo para la ópera, o construir uno de
nueva planta. Muchos apoyamos la primera opción, y pasados los años creo que nos equivocamos dados los muchos defectos que un teatro del
s. XIX tiene para lo que se requiere en épocas modernas. Y se pasó de una sala de conciertos única
a un teatro que está bien pero con los problemas
Paralelamente a estos coloquios continuamos con
el ciclo de conferencias relativas a cada título. El
público pudo disfrutar de las palabras de expertos
que ayudaron a entender mejor los títulos.
55
Teresa Berganza
Cantante
Con la llegada a la presidencia de Manuel López
Cachero, vuelvo a ocuparme de las audiciones y
organización de los ciclos de recitales en colaboración con la Escuela Superior de Canto mas los
trabajos de equipo. La experiencia en estas audiciones y recitales no puede ser mejor. La AAOM
lleva a cabo un proceso de descubrimiento y promoción de los que serán las figuras del canto en
muy poco tiempo
Como Director de la revista on line internacional
Opera World.es, el trabajo realizado por nuestra asociación no puede ser más digno de elogio
y adhesión. La nueva página web está al día en
acontecimiento, noticias, proyectos, etc. Además
la publicación de nuestra revista Intermezzo y el
libro que se presenta ante cada nueva temporada
del Teatro Real no puede ser mejor, y nuestros
socios y cuantos de acercan a nuestras oficinas están pendientes de cada nuevo número.
Estimadísimos amigos míos y de la ópera de
Madrid:
Parece que viene nuevos tiempos para nuestro
teatro nacional. Seguiremos dispuestos y abiertos
a trabajar con él en todo lo que se nos requiera y
esté en nuestros fines y medios.
Os felicito de todo corazón por vuestros 50 años
al frente de la Asociación.
Cuando yo tuve que emigrar de éste país, como
tristemente tantos cantantes españoles estarán
sin duda haciendo debido a la crisis que padecemos, España era una desolación en el terreno cultural y particularmente en el de la música culta.
Me siento muy contento con el trabajo que realizamos en nuestra Asociación. Los tiempos no son
buenos para la lírica pero seguimos adelante con
ilusión y empeño
La fuerza que os inspiró hace ya 50 años para
constituir un marco que devolviera nuestros sueños a una realidad deseada, a un nuevo teatro, el
de la Zarzuela, donde volver a subir a escena la
ópera, no debería desvanecerse.
En tiempos como estos, instituciones como la
vuestra vuelven a tener más sentido que nunca.
Continuemos con nuestras esperanzas, con nuestras ilusiones y con esa fuerza interior que nos lleva a ser más felices a través del mundo que gira
alrededor de la ópera.
Yo al menos no voy a rendirme.
56
La confianza
se gana con la calidad
Una empresa sólo es verdaderamente competitiva cuando ha conseguido
la confianza de sus clientes. Las certificaciones de
son las más reconocidas,
porque apoyan el esfuerzo de las organizaciones que trabajan para
ser cada vez mejores, abordando con calidad su compromiso en ámbitos como
el medio ambiente, la seguridad o la oferta de productos y servicios fiables.
Cada vez que veas una etiqueta de
estarás viendo a una empresa o institución
que responde cien por cien a tu confianza.
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57
Brasil - Bulgaria - Chile - Ecuador - El Salvador - Italia - Marruecos México - Perú - Polonia - Portugal - República Dominicana
Teresa Berganza
Primera actuación de Plácido Domingo en Madrid - 1970
Le nozze di Figaro - 1990
58
Tancredi - 1997
Don Quijote - 2000
Alfredo Kraus en Les contes d’Hofman - 1988
59
Paolo Pinamonti
Director Teatro de La
Zarzuela
Al parecer en sus últimos años Marcel Proust afirmó que una de las cosas que le daba mas placer
era la lectura de los catálogos y recientemente,
Umberto Eco, en su libro El vértigo de las listas
(Lumen, Barcelona, 2009), vuelve sobre este fascinante tema de la necesidad del hombre por
construir listas, catalogaciones, índices. Estas
consideraciones surgieron al navegar por el volumen que “Los amigos de la Opera” de Madrid
editaron en 2003 con motivo de la celebración de
los primeros 40 años de vida de la institución, que
fue y es parte esencial de la vida operística madrileña, como subraya el título, 40 años de ópera en
Madrid. De la Zarzuela al Real.
el año siguiente Carmen con Elena Obraztsova
y Placido Domingo dirigida por Rafael Frühbeck
de Burgos.
Hojear los catalogo de las temporadas de ópera desde 1964 hasta el 2003 o el índice de los nombres,
provoca vértigo por lo que se encuentra en ellos:
entre el 10 de mayo y el 11 de junio de 1964, en la
primera temporada lírica promovida por los Amigos
de la Opera en el teatro de la Zarzuela, se presentaron diez títulos en un mes (Tosca, El trovador, Les
pecheurs de perles, La Bohéme, Faust, Die Zauberflóte, Don Giovanni,, Pepita Jiménez, Le nozze di
Figaro, La Cenerentola), este modelo productivo se
mantiene hasta la temporada de 1981. Entre el 6 y
el 10 de junio 1964 Pablo de Sorozabal dirige Pepita
Jiménez con Alfredo Kraus que ya había empezado
su gran carrera internacional.
Magda Olivero, Fiorenza Cossotto, Victoria de
Los Angeles, Teresa Berganza Montserrat Caballe, Eva Marton, Alfredo Kraus, Piero Cappuccilli,
Antonio Campó, Sesto Bruscantini, Juan Pons y
muchos otros, actuaron en el Teatro de la Zarzuela en estas interesantísimas temporadas programadas por los Amigos de la Opera en el único
teatro lírico madrileño, el de La Zarzuela, hasta la
reapertura del Real en 1997.
Esta aventura fascinante continúa, “Los Amigos de
la Ópera” celebran en este año 2013 sus 50 años de
vida, en un Madrid que ha cambiado musicalmente
en los últimos tiempos, con dos grandes teatros líricos, el Teatro Real y el Teatro de la Zarzuela, acompañando con cariño, competencia y pasión la vida
musical de la capital española, organizando conferencias, conciertos y apoyo a los jóvenes músicos.
El catalogo reserva sorpresas continuas, Halka
de S. Moniusko o Los diablos de Loudon de
K.Penederecki en 1976; un festival de óperas
rusas entre 1978 y 1979, y así podríamos continuar infinitamente. Sin embargo, a lado de esta
apertura a los repertorios menos frecuentados,
y todavía muy interesantes, hay también grandes títulos para grandes intérpretes. En 1974 se
representó Ballo in maschera con Luciano Pavarotti, insuperable “Riccardo”, Vicente Sardinero
y Ángeles Gulin dirigidos por Nino Sanzogno; o
Muchas gracias a los Amigos de la Opera, a su
Junta Directiva, a su presidente D. Manuel López Cachero, a su vicepresidenta, Dª Mª Teresa
Cajal Ballesteros, por la dedicación en un trabajo
fundamental para la vida musical de España. Muchas gracias, también, por volver a La Zarzuela
para brindar por su primer medio siglo de vida.
60
Pablo Cavero Martínez de
Campos
Consejero de la Comunidad
de Madrid
Prado, el Reina Sofía o el Thyssen, y extraordinarios Reales Sitios, como los Palacios Reales de Madrid y Aranjuez y el Monasterio de El Escorial. Y
también, no hay que descuidarlo, la oferta cultural
de teatros, conciertos, y lírica. Y dentro de esta última, destaca, cómo no, la Ópera de Madrid.
Domingo, Kraus, Berganza, Caballé, Carreras,
Bayo… y tantos otros que llenarían muchas líneas,
son y han sido grandes embajadores de nuestra cultura, y contribuyen a posicionar España y Madrid,
como una de las primeras potencias mundiales en
el mundo de la Cultura. Y gracias también a Amigos de la Ópera, Madrid es una referencia cultural
en Europa, y forma parte del circuito Europeo de
la Lírica para millones de aficionados.
Esta amplia y atractiva oferta cultural atrae millones de turistas de alto nivel económico y grandes beneficios para muchos sectores. Además,
existe una alta correlación entre la afición por la
música y la pintura, y por tanto la oferta musical
complementa el atractivo de la propuesta de valor para el visitante.
Los retos en este momento del ciclo económico
son muchos, y entre ellos destacaría el de expandir la afición a la Ópera, y renovarla generacionalmente. Su divulgación debe permitir que sea
accesible, en todos los sentidos, al gran público.
Mis primeros recuerdos sobre la música clásica,
y la Ópera en concreto, datan de hace ya cuatro
décadas, en mi infancia. Mi padre, un melómano empedernido y “Amigo de la Ópera”, siempre
encontraba una oportunidad para compartir su
afición con alguno de sus ocho hijos. Gracias a
su constancia y paciencia, llevo ya muchas temporadas empapándome del mundo de la Lírica, y
aún así me considero un simple aficionado con
mucho que aprender.
Para ello necesitamos, primero, que la programación cubra a todos los segmentos de la población,
de neófitos a eruditos, y segundo, que avancemos
en la involucración de la sociedad civil y el sector
empresarial. Porque profundizando en esa colaboración público-privada con su contribución a
las necesidades de financiación de este género lírico, estaremos garantizando la viabilidad futura
equiparándonos a las grandes capitales mundiales. No quería finalizar sin agradecer su apoyo a
todos los“Amigos de la Ópera” y a sus líderes por
su gran labor y contribución a la cultura operística en este último medio siglo.
Madrid es uno de los grandes destinos de turismo cultural y esto se debe, entre otros, a que en
nuestra Región tenemos grandes Museos, como el
61
Fernando Turina
Director de la Escuela
Superior de Canto
a mi, como director de la Escuela Superior de
Canto de Madrid, me gustaría resaltar la labor
que esta cincuentenaria asociación realiza para la
difusión de la ópera entre los niños mediante el
desarrollo del programa LÓVA (La Ópera un Vehículo de Aprendizaje) y el apoyo que ofrece a los
jóvenes cantantes líricos mediante el patrocinio
desde el año 1997 de las becas “Ángel Vegas” en
colaboración con Juventudes Musicales de Madrid, el ciclo de conciertos de Jóvenes Cantantes
que, en colaboración con la Escuela Superior de
Canto, ha celebrado este año su decimocuarta
edición y desde 2010 dando soporte económico
a la Asociación de Amigos de la Escuela Superior
de Canto de Madrid para la realización de su Escuela de Verano.
En nombre mío y de toda la comunidad educativa de la Escuela Superior de Canto y de la
AAESCM quiero manifestar a los miles de socios
de la Asociación y a su Junta Directiva nuestra
mas profunda felicitación y agradecimiento por
el esfuerzo que realizan para que los madrileños
podamos disfrutar con el arte lírico y el apoyo
que prestan a la educación de nuestros jóvenes
cantantes que, sin duda, son los embriones de las
futuras temporadas de ópera.
En primer lugar quiero felicitar a la Asociación
Amigos de la Ópera de Madrid con motivo del
cincuentenario de su creación.
Durante estos años la AAOM ha desarrollado una
importantísima y decisiva labor en la creación y
consolidación de una temporada estable de ópera
en Madrid auspiciada durante muchos años por
su presidente Ángel Vegas.
Hace su debut en el teatro de la Zarzuela en el
primer Festival de la Ópera en Madrid en 1964 en
colaboración con Lola Rodríguez Aragón, Ministerio de Información y Turismo, Ayuntamiento de
Madrid y SGAE, entre otros. Colaborará con este
Coliseo hasta la temporada 1996-1997. Su apoyo
incondicional a la ópera se traslada desde 1997 al
Teatro Real donde hoy en día sigue ofreciendo su
colaboración con la organización de conferencias,
encuentros, mesas redondas y publicaciones.
Con los mejores deseos para el futuro
Pero si la actividad de la AAOM como colaboradora en la organización de temporadas y festivales de ópera en Madrid es importante y decisiva,
62
Gonzalo Alonso
Crítico musical
Cada una de las diferentes asociaciones similares que han existido y existen en España tienen
sus propias características que lógicamente han
tenido que irse acomodando a los tiempos. La
madrileña nunca pudo ser lo que la bilbaína o la
ovetense, que contratan las temporadas de ópera
en sus ciudades, pero entre 1964 y 1983 colaboró
muy activamente con el entonces Ministerio de
Información y Turismo en la organización de los
Festivales de Ópera de Madrid que se celebraban
en el Teatro de la Zarzuela. No toda la travesía
de estos cincuenta años ha sido fácil. Allá por la
década de los ochenta surgieron los típicos problemas en los que se enzarzan los advenedizos
que llegan a cargos administrativos sin base para
ello y llenos de ansias por cambiar todo para dejar
constancia de su impronta. La Asociación perdió
buena parte de sus abonos y sucedió lo que tenía
que suceder, que la taquilla del teatro se resintió.
Ante unas Bodas de Oro
Agradezco muy sinceramente la invitación que
me ha realizado la Asociación de Amigos de la
Ópera de Madrid para acompañarles en sus Bodas de Oro, ya que me ha permitido echar la vista
atrás, recorrer largos años de mi vida y recuperar
muchos recuerdos. Es lo que voy a tratar de reflejar en estas siguientes líneas.
La apertura del Teatro Real parecía que podía dar
nuevo impulso a la Asociación sin embargo, una
vez más, se quiso partir de cero en vez de contar
con lo existente. Elena Salgado, entonces directora general del teatro, persiguió, bien es verdad
que sin acabar de conseguirlo porque no le dio
tiempo a ello, crear una asociación propia de
amigos del Teatro Real al margen de los Amigos
de la Ópera de Madrid. La llegada de Juan Cambreleng, entonces presidente de la Asociación, a
la dirección del Real paralizó el proceso de desestabilización y propuso nuevos objetivos. Unos
funcionaron muy bien, porque tenían su lógica.
Así, poco a poco, la Asociación se fue encargando
de las visitas guiadas a través de voluntariado y de
promover interesantísimos ciclos de conferencias
en torno a los títulos programados en las temporadas. Otras ideas no llegaron a cuajar porque carecían de sentido. Así sucedió con la pretensión
de que toda la captación de recursos económicos
de patrocinio para el Real se gestionase a través
de la Asociación. Negarme a ello, como miembro
Corría abril de 1970 y jamás había pisado un teatro de ópera, aunque sí se habían despertado mis
emociones líricas con una legendaria “Aida” de
Karajan, un “Rigoletto” de Kubelik y un disco de
arias belcantistas de la última soprano española
que había conquistado todos los públicos: Montserrat Caballé. El Teatro de la Zarzuela programaba “Roberto Devereaux” con ella como protagonista y decidí debutar en la ópera invitando
a mi madre, que tampoco había visto una ópera
en vivo. Fue el inicio de miles de funciones posteriores.
En aquellos años la pertenencia a la Asociación
de Amigos de la Ópera de Madrid facilitaba la obtención de un abono a la temporada, así que me
inscribí en ella. Desde entonces y hasta hace bien
poco he sido socio.
63
José Luis García del Busto
Académico de la Real
Academia de Bellas Artes
de San Fernando
Musicólogo y crítico
musical
de la comisión ejecutiva del teatro, me ocasionó
un buen disgusto con Juan Cambreleng, pero
aquello no podía ser. Como no pudo ser que, pocos meses antes, alguien entonces y hoy ligado al
teatro pretendiese que su esposa gestionase aquella financiación.
Durante aquellos primeros años del Teatro Real
tuve amplia ocasión de relacionarme con la Asociación. No sólo por las conferencias que me solicitaron impartiese, sino porque Francisco Fernández Marín, Santiago Salaverri y Julio Cano
me pidieron con frecuencia opinión sobre las
actividades que se planteaban desarrollar. Fueron
muchas las nuevas ideas y proyectos que surgieron y que dieron nuevo impulso a la Asociación:
publicaciones, recitales de noveles, proyecciones,
conferencias, mesas redondas, programas de becas, etc.
En los últimos tiempos parece existir en los responsables del Teatro Real la idea clara de prescindir de los Amigos de la Ópera madrileños. No se
trata de las restricciones a los abonos, sino de algo
más profundo y amplio que se vislumbra con lógica preocupación en la Asociación. ¿Tiene sentido,
por ejemplo, haber prescindido de ella para los ciclos de conferencias? ¿Acaso tanto al Teatro Real
como al de la Zarzuela no les convendría apoyarse en una asociación como la de los Amigos de la
Ópera para muchas de sus actividades?
En el cincuentenario de los “Amigos de la Ópera de Madrid”
Apenas he tenido relación personal directa con
la Asociación Amigos de la Ópera de Madrid,
pero soy no solo amigo, sino incluso amigo agradecido de esta meritoria Asociación que con legítimo orgullo celebra ahora su cincuentenario.
Es ley de vida que todas las organizaciones han de
transformarse para acoplarse a tiempos y circunstancias y los Amigos de la Ópera de Madrid han
de evolucionar y encontrar nuevos sentidos a sus
múltiples labores. Y esto es algo que no deben ni
pueden hacer solos, sino coordinándose con las
demás instituciones que participan en la gestión
de actividades líricas en la capital. Todas deberían estar por ello, porque es más fácil triunfar
uniendo que separando, pero siempre hay quien
se empeña en nadar contracorriente y querer ser
el protagonista principal. He aquí el reto para dar
continuidad a estas Bodas de Oro.
¿Cómo no iba a estarles agradecido? Yo llegué
a Madrid, recién terminado el bachillerato y el
preu, en 1964, cuando era de rigor poner el sello
de los “25 años de paz” a cualquier cosa positiva
que cualquiera pudiera hacer en nuestro país:
por ejemplo, la primera temporada (Festival, se
llamó) de Ópera en Madrid que, a falta de teatro
de ópera, se celebró durante mucho tiempo en
ese entrañable Teatro de la Zarzuela para el que
guardo no menos cariño y gratitud. O sea, que la
Asociación de Amigos de la Ópera de Madrid y
servidor de ustedes comenzaron su andadura en
la capital al mismo tiempo. Pero, claro, no en las
64
italiano, en una inolvidable Bohème con Mirella
Freni, María Orán y Giuseppe Taddei, en la que
fue una de las apoteosis más sonadas de la historia operística madrileña.
mismas condiciones: ellos eran conocedores del
repertorio operístico y alguno de sus miembros
hasta muy viajado, con envidiable curriculum de
degustador de eventos internacionales; y yo un
pardillo, con incipiente “historia” sinfónica, pero
virgen en el terreno operístico. Así pues, gracias
a los Amigos de la Ópera madrileños -que programaron aquellos pioneros festivales- y gracias
a los simpáticos y afables porteros y acomodadores del Teatro de la Zarzuela (que miraban para
otro lado cuando me colaba, pues no tenía posibilidades económicas de sacar entradas), pude
iniciarme en este fascinante repertorio músicoteatral en aquellos heroicos años sesenta.
Es evidente que aquellas esforzadas y meritísimas representaciones se hacían con orquesta y
coro no especializados, en un teatro ideal para
lo que nació, pero con las conocidas limitaciones de foso y escena cuando se tuvo que utilizar para menesteres más exigentes, y estaban
planeadas pensando más en los repartos vocales que en cualquier otro parámetro…, pero lo
cierto es que mi bautismo operístico -el de mi
generación- fue más que notable gracias a la labor de los Amigos de la Ópera de Madrid a los
que, como dije al principio, estoy muy agradecido. Después de haber disfrutado de las noches
arriba apuntadas, soy de los que hemos tragado
saliva cuando, antes y después de que se levantara el telón del nuevo Teatro Real, hemos tenido
que leer u oír, en mejor o peor castellano, cosas
interpretables como que venían a enseñarnos
qué es eso de la Ópera.
No fue mal bautizo. Sin salirnos de los años
sesenta, en las cálidas noches (tórridas, a veces, por la corbata y por no tener traje de verano) del Teatro de la Zarzuela se pudo vibrar
con excepcionales voces del momento. Gozamos al máximo de Alfredo Kraus: Fausto (con
Ghiaurov), Rigoletto (con Capuccilli), Werther
y Manon (Werther en dos ocasiones, la segunda
con Victoria de los Ángeles), La Favorita (con
Cossotto y Cappuccilli)… A Gianni Raimondi
lo admiramos en La Bohème. Tuvimos unas memorables y españolísimas Bodas de Figaro, con
Antonio Campó, Pilar Lorengar, Isabel Penagos,
Teresa Berganza… y Sesto Bruscantini. Teresa
Berganza protagonizó una aclamada Cenerentola, óptimamente rodeada por Luigi Alva, Sesto
Bruscantini y Fernando Corena. Representaciones globalmente no modélicas nos permitieron,
no obstante, disfrutar de verdaderos hitos, como
la Mariscala de Elisabeth Schwarzkopf en El caballero de la rosa o el Zar de Boris Christoff en
Boris Godunov. Recordamos a Pilar Lorengar en
su esplendor en una Pamina, así como en la Desdémona de un Otello con Pier Miranda Ferraro y
el veterano, admirable Tito Gobbi. O a la joven
Montserrat Caballé en La Traviata y en Madama
Butterfly. La inolvidable Forza del destino, con
un bendito pique entre Carlo Bergonzi y Piero
Cappuccilli que puso en ascuas el Teatro. El
Don Giovanni de Ruggero Raimondi… Y, en fin,
ya en el 70, las presentaciones en nuestro ámbito lírico de Luciano Pavarotti y Plácido Domingo: éste en una Gioconda, con Ángeles Gulín; el
65
Luis Suñén
Director de Scherzo
conocimiento de causa. Y en ese desarrollo de la
afición –y de la cátedra- operística madrileña ha
sido fundamental, como actor y testigo, Amigos
de la Opera.
Han trabajado duro y bien, han tenido iniciativas
decisivas a la hora de asentar aspectos como el divulgador, han templado gaitas cuando ha habido
que hacerlo.
Y así llevan cincuenta años. Seguro que cumplirán muchos más. Y nosotros que lo veamos.
Solera
Hay quien se ha empeñado en los últimos años en
convencer a quien correspondiera de que Madrid
no tenía tradición operística y que su público debía ser, al fin, rescatado de la mediocridad cuando
no de la ignorancia. No es así, ya lo sabemos, y
basta con recordar las temporadas del Teatro de
la Zarzuela y lo que supusieron, al mismo tiempo,
de aprendizaje y revelación para generaciones de
espectadores que iniciaron y fomentaron allí una
afición que entroncaba en cierto modo con la que
sus abuelos y hasta sus padres habían adquirido
en el viejo Teatro Real y servían de puente con la
más joven, esa que fue llegando tras la renovación
del coliseo de la Plaza de Oriente.
Una solera operística madrileña contrastada, además, por muchos aficionados viajeros y conocedores de lo que se hace por ahí, a quienes cada
año puede encontrarse en los mejores festivales
europeos, y que juzgan lo que ven con verdadero
66
CUMPLIMOS 50 AÑOS
Somos más de 4.000 personas
que amamos y disfrutamos con la ópera en Madrid
Si te gusta la ópera, ven con nosotros
67
Fernando Sans Rivière
Director de ÓPERA ACTUAL
artistas-, la AAOM sigue siendo una entidad
viva y moderna que apoya año tras año al Teatro Real y al de La Zarzuela, pero también a
cantantes jóvenes a través de sus becas, sin
olvidar su importante papel divulgativo informando a sus socios mediante su página web y
sus boletines y con la edición anual del programa general del Teatro Real –Intermezzo-,
una auténtica referencia. Pero eso no es todo:
la importante labor de voluntariado enfocado
en la divulgación lírica que realiza desde hace
lustros se traduce además en conferencias previas a cada estreno operístico y zarzuelístico o
colaborando activamente en las visitas guiadas por el coliseo madrileño. La Asociación de
Amigos de la Ópera de Madrid, una entidad
fundamental en el sustento y la difusión del
género lírico en Madrid. ¡Por muchos años!
Por amor a la ópera
La vida operística española durante buena parte del siglo XX no se entendería sin el esfuerzo
realizado por miles de aficionados de todo el
país que unieron sus fuerzas organizándose en
asociaciones privadas para difundir el género
lírico en sus respectivas ciudades. La siempre
activa Asociación de Amigos de la Ópera de
Madrid (AAOM), que ahora celebra nada menos que su 50º aniversario, impulsó las primeras temporadas estables de ópera en el Teatro
de La Zarzuela cuando el Real estaba cerrado
para la música teatral, iniciativa que supuso la
creación y consolidación del grueso del actual
público madrileño, una actividad que se extendió durante varias décadas de esfuerzos privados simplemente por amor a la ópera.
Hoy en día, con sus más de 4.000 socios y ya
sin las responsabilidades de programar y organizar temporadas –aunque es el motor de un
interesante ciclo de jóvenes intérpretes por
el que ya ha pasado más de un centenar de
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Luis de Pablo
Compositor
Académico de la Real
Academia de Bellas Artes
de San Fernando
Rosa Samaranch
Vicepresidenta d’Amics del
Liceu y de FEDORA
(1993-2008)
Mi relación con la lírica data de siempre. Tendría
4 o 5 años cuando oí en una “placa”, (así se llamaban entonces) el “Non piu andrai..”, eso marca.
La celebración de cinco lustros de existencia en
un país donde el asociacionismo cultural tiene
tan poca tradición -a diferencia de los países anglosajones- es toda una odisea y lo es más mantener incólume la capacidad didáctica y de difusión
del arte que es razón de su existencia; pero es
realmente insólito en todas partes que gracias a
la infatigable labor de una asociación una ciudad,
en este caso Madrid, consiguiera dar nueva vida
a una tradición perdida, la de la ópera. Por todo
ello, ¡enhorabuena y felicidades!
Pero mi vocación de compositor ha sido siempre
el “hacer”, no tanto el “contemplar” (las dos cosas pueden no excluirse… pero también pueden
hacerlo).
Por ello lo que siempre he querido es “hacer óperas” ¡Ya van cinco y la sexta está a punto de venir
al mundo!
Hago votos porque sigáis en la brecha muchos
años y con tan buena salud.
¿Cómo, pues, no voy a ser “amigo de la ópera”?.
Soy mucho más que “amigo”: soy “padre” de óperas.
Lo que quiere decir que soy selectivo.
Todos lo somos, claro.
Pero nuestros criterios son distintos y hasta contrapuestos. Y -con esto termino- es bueno, y necesario que así sea.
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Montserrat Caballé y Jaume Aragall
Pilar Lorengar
Carlos Álvarez
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Alfredo Kraus
Plácido Domingo en La Valquiria - 2003 - Foto: Javier del Real
Die Zauberflöte - 2001
71
Juan Carlos Matellanes
Presidente ABAO-OLBE
esfuerzo desarrollado por las Asociaciones de Amigos
de la Ópera es reconocido. Con una línea de gestión
centrada en el amor por este género, algunas de ellas
se han erigido como entidades consolidadas de reconocido prestigio en el panorama lírico.
Estas Asociaciones representan uno de los ejemplos
más sólidos de participación de la sociedad civil en el
fomento de la cultura. De todas ellas emerge el compromiso socio-cultural que sus socios, aficionados incondicionales, asumen con naturalidad e ilusión, con
auténtica vocación de servicio. Para no sólo propiciar
una programación operística en sus ciudades, sino también para trabajar en programas educativos y didácticos, abrir los escenarios a nuevas propuestas, afrontar
coproducciones con otras asociaciones y teatros, poner
en marcha actividades y proyectos que acrecienten y
consoliden el patrimonio operístico, etc. Asociaciones
abiertas a quien quiera cooperar para impulsar y estimular en un ambiente de colaboración, y en muchos
casos de amistad, el desarrollo y difusión de la lírica; capaces de despertar la atención de los poderes públicos
y cuyos méritos deben ser reconocidos.
En definitiva, estas organizaciones representan mucho
más que unas asociaciones culturales, son un punto
de encuentro en el que compartir una afición; proyectos consolidados y abiertos con un firme compromiso
cultural con la sociedad, al que unos entusiastas aficionados se entregan en cuerpo y alma hechizados por la
magia de la ópera, con el fin de disfrutar y mantener
viva una de las artes más hermosas.
Mucho más que asociaciones culturales
La vida cultural española ha estado marcada en las
últimas décadas por un importante crecimiento de
las temporadas operísticas pero, atrapada por las redes de la coyuntura económica actual, se resiente
notablemente en la actualidad. No siempre fueron
buenos tiempos para la lírica, solo hay que echar la
vista atrás cuando eran contadas las temporadas estables de ópera. En dicho contexto de sequía lírica
surgieron las Asociaciones de Amigos de la Ópera.
Con esfuerzo, constancia y dedicación no cejaron en
su objetivo para colocar el arte lírico en su merecida
posición. Cierto es que no fue solo labor suya, pero sí
fue imprescindible.
La Asociación de Amigos de la Ópera de Madrid
cumple medio siglo. 50 años de vida vinculados a capítulos sobresalientes de la historia operística de su
ciudad en los que tanto tiene que ver. Desde ABAO
(Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera) os felicitamos y brindamos porque vuestro firme compromiso cultural con la sociedad se mantenga firme. Son
tiempos difíciles, la ópera se enfrenta a uno de sus
periodos más complicados para su desarrollo, y hoy
más que nunca tenemos que sumar fuerzas, nadie
dijo que fuera una aventura fácil…(pero sí emocionante). Tenemos un gran reto, pero “los amigos” estamos en lo bueno y en lo malo. En vuestro caso, 50
años de dedicación y aportación a la difusión del arte
lírico dan fe de ello. Zorionak!!!
Durante muchos años estas agrupaciones han sido
no sólo la semilla para el nacimiento de temporadas y
festivales de ópera, sino también el motor de mantenimiento y crecimiento de la afición, convirtiéndose
en la base necesaria para mantener vivos los teatros
de ópera de sus ciudades. Cada una a su nivel y posibilidades, en la mayoría de las ocasiones delimitadas
por cuestiones de presupuesto, pero en todas ellas el
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Jaime Martínez González-Rio
Presidente Fundación Ópera
de Oviedo
Asociación asturiana de
Amigos de la Ópera
los poderes públicos, tomando la iniciativa que
les corresponde, complementen si actividad y la
apoyen decididamente.
Madrid merece aspirar a ser foco cultural de
primer orden y en el caso de la lírica y más concretamente la ópera, es de justicia agradecer,
desde toda España, su esfuerzo durante todos
estos 50 años. Sus más de 4.000 miembros actuales consiguen, no solamente apoyando la
Temporada de nuestro Teatro Real, sino también con actividades complementarias como
por ejemplo esta prestigiada publicación Intermezzo, los ciclos de conferencias con motivo
de óperas y zarzuelas, las becas “Ángel Vegas”
para jóvenes cantantes con ciclo musical especial para este colectivo, amén del programa de
visitas guiadas al Teatro Real, el acceso a su Biblioteca y Fonoteca... que el acceso al arte lírico
sea más asequible y completo.
Por todo ello, la Ópera de Oviedo les felicita y
les anima a seguir cumpliendo muchos más años
contribuyendo de forma ejemplar a su altruista
tarea de apoyo a la cultura musical desde el Teatro Real de Madrid.
Enhorabuena y recibid un saludo fraternal,
Me es muy grato, como Presidente y en nombre de la Ópera de Oviedo, participar en la celebración del 50 Aniversario de esta Institución.
Durante los años de mi estancia en Madrid,
pude conocer en directo y, a la vez, disfrutar del
esfuerzo ímprobo que hacían para mantener la
actividad en el Teatro de la Zarzuela y posteriormente, desde 1997, en el Teatro Real. Es mi
convicción que el respaldo de los asociados contribuye de forma innegable al desarrollo de una
Temporada, dando estabilidad no sólo en términos económicos, sino también de forma intangible incrementando el conocimiento y difusión
de la ópera y consiguiendo con su prestigio que
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Mirna Lacambra
Presidenta de la Asociación
Amigos de la Ópera de
Sabadell
Directora artística de Òpera
a Catalunya
Zarzuela haciendo temporada estable con La
vida breve de M. de Falla y consolidando mi carrera antes de salir al extranjero. Entre los componentes de la compañía fue una alegría inmensa testimoniar la recuperación de las temporadas
de ópera en Madrid.
En fin, podemos reafirmar que la AAOM, ha sido
un gran puntal para la vida operística de España y
en particular de Madrid. Y por este motivo les damos las más efusivas gracias por su dedicación a
este arte maravilloso, fascinante, que es la ópera.
¡Feliz Aniversario!
La Asociación de Amigos de la Ópera de Madrid
es una de las asociaciones que más han contribuido en la expansión y el conocimiento de la ópera en España. Ellos han luchado con gran tesón,
para que Madrid recuperara el público que se había perdido por el cierre del Real.
Personalmente recuerdo perfectamente cuando
por “arte de magia” de la AAOM en colaboración con el Ministerio de Cultura, empezaron a
recuperarse las temporadas de ópera en el Teatro de la Zarzuela. En aquel entonces yo, como
soprano estaba cantando en el Teatro de la
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Emilio Sagi
Director de escena
Director Artístico del
Teatro de la Zarzuela
2001-2005
Director Artístico del
Teatro Real 2001-2005
José Bros
Cantante
Queridos amigos:
Recibid mi cariñosa enhorabuena por este 50
Aniversario de amor y admiración por la ópera y
por todos los artistas que intentamos transmitir
distintas emociones a través de unas notas que
tan sabiamente pusieron a nuestro alcance tantos
compositores.
Siempre he pensado que todas estas emociones no
tendrían destino concreto si no existieran personas
como vosotros, que con vuestra sensibilidad conseguís, junto con el artista, crear un vínculo que
engrandece el maravilloso mundo de la ópera.
Tuve la gran satisfacción de debutar en Madrid
en la temporada 1997-1998 con L’elisir d’amore
en el Teatro Real y Doña Francisquita en el Teatro
de la Zarzuela.
Con ocasión del L aniversario de la Asociación de
Amigos de la Ópera de Madrid, os envío mi más
cordial felicitación por vuestra trayectoria, que desde mi profesión he tenido ocasión de comprobar
directamente. Cuando nadie pensaba que la ópera
en Madrid, representada de una manera regular,
podía ser una realidad, vuestro empeño y trabajo
ayudó de manera notable a que se consiguiera.
Desde entonces han sido muchas las representaciones en esta ciudad y os puedo asegurar, que todo el
entusiasmo que he volcado en ellas se ha visto recompensado por la cariñosa acogida de un público
entregado que mantiene encendida la llama.
Transmitiros mi agradecimiento por el entusiasmo
y el apoyo constante a todo lo que envuelve a la
ópera, especialmente a ese aplauso incondicional
que hace que el alma de un artista no se apague.
Tengo entrañables recuerdos de todos aquellos
años, desde mi debut con Don Pasquale en el
Teatro de la Zarzuela en 1982, y posteriormente
en mi incorporación a éste Teatro y mi posterior
cargo en el Real, de vuestro buen hacer y de la
amistad y cariño que siempre me demostrasteis.
Muchas felicidades.
Un fuerte abrazo, con cariño y amistad.
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Montserrat Caballé
Don Giovanni - 1989
Josep Carreras
76
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Araceli Pereda y
Julián García Vargas.
Medio siglo de la Asociación de Amigos de la
Opera de Madrid
La AAOM no es una entidad con aparente “glamour”. Puede parecer chocante en un arte caro,
con imagen elitista y frecuente pasarela de famosos. Reside en el mismo piso modesto desde hace
décadas y tiene una plantilla reducidísima, que
sabe mucho de ópera. La AAOM no se ha beneficiado de los años de abundancia y sigue siendo
como era. Ahí radica su encanto y la clave de su
permanencia en el tiempo.
Detrás de todo eso, ayudando, animando, prestando servicios como la distribución de abonos
y el cambio de entradas, asesorando sobre libros
y grabaciones, organizando coloquios, estaba la
AAOM. Sigue estando ahí, después de cincuenta
años, acogedora, amistosa, al servicio de los aficionados.
Ahora, cuando en España hemos perdido mucho oropel, nuestra ópera madrileña no puede
permitirse producciones abrumadoras ni mantener la misma plantilla. Ha perdido patrocinios y
abonados. Es el momento de buscar aliados en la
promoción de este arte en todos los ambientes
y aquí, como en otros ámbitos, las asociaciones
pueden ayudar mucho a superar carencias. La
AAOM sigue estando dispuesta a colaborar defendiendo lo esencial, las voces, la música, las representaciones sin excesos, aportando una afición
fiel y conocedora.
Cuando nació no funcionaba el Teatro Real y la
ópera se representaba en el entrañable Teatro de
la Zarzuela, pequeño y anticuado. Allí todos hicimos colas de un día entero para conseguir un
abono, que se conservaba como un tesoro y tenía
un precio asequible. Allí escuchamos voces deslumbrantes, las mejores de la época, en representaciones dignísimas con presupuestos contenidos.
Lo importante eran las voces y la música y no sorprender con producciones espectaculares y caras.
También hubo muchas representaciones de obras
modernas desconocidas. Los empleados, que sabían mucho de música, las comentaban con los
espectadores, se podía acudir a los bares cercanos
en los entreactos y había pasión y calidez.
Enhorabuena en el aniversario a nuestra Asociación de Amigos de la Ópera y que llegue a los cien
años.
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Paloma O’Shea
Presidenta de la Fundación
Albéniz y Escuela Superior
de Música Reina Sofía
Javier Moreno
Director de El País
El mérito del pionero
La ópera constituye, con toda probabilidad, el
arte más improbable de todos los existentes. Se
necesita tal conjunción de destrezas y talentos
(voz, arte dramático, música, escenografía), que
si pudiéramos aplicar un cálculo matemático
(afortunadamente no se puede), su ocurrencia en
un universo normal tendería a cero.
Felicito de todo corazón a la Asociación de Amigos de la Ópera de Madrid por los cincuenta años
que cumple ahora. Su labor a lo largo de este
tiempo ha sido fundamental para impulsar en
nuestra ciudad el amor a la ópera. En los años tan
difíciles que van desde el cierre del Teatro Real
en 1925 hasta su reapertura como teatro en 1997,
la Asociación logró mantener encendida la llama
reuniendo y movilizando un núcleo de verdaderos amantes de este arte, sin el cual no hubiera
sido posible el extraordinario resurgir operístico
que Madrid vivió en el último tercio del siglo XX,
primero en el Teatro de la Zarzuela, y luego en
el Real.
Pero existe, y el milagro se da. Y una vez que se
produce esa conjunción extraordinaria, se necesita
una sociedad madura, avanzada, civilizada, que sostenga arte tan raro. No por amor a las atmósferas
enrarecidas de invernadero, donde quizá se cultiven
orquídeas, sino porque el esfuerzo de perfección al
que se entregan músicos empeñados en la excelencia, cantantes, programadores y el conjunto de esa
extraordinaria máquina de precisión que es un teatro de ópera tiene un claro reflejo en la vida real: nos
permite a los ciudadanos saber más sobre la vida;
saber más sobre nosotros mismos; interrogarnos sobre nuestras razones; en última instancia, mejorar
nuestras existencias y nuestras sociedades.
En mi opinión, la Asociación sigue teniendo por
delante mucha tarea. Aun teniendo un teatro de
primer orden internacional, el público de Madrid
tiene aún por consolidar su tradición y su madurez operística y, en esa labor, la Asociación es insustituible. La animo, por lo tanto, a continuar
muchos años más trabajando por el progreso de
un elemento tan importante para la vida cultural
de toda ciudad como es el teatro musical.
La Asociación de Amigos de la Ópera nació hace
50 años con el objetivo de recuperar ese arte en
Madrid. Ese es un objetivo cumplido con éxito.
Enhorabuena. La ópera de la ciudad se encuentra
hoy entre las más grandes. Es mérito de muchos.
También, y sobre todo, de los pioneros.
80
Joaquín Almunia
creo que la mejor política cultural consiste en
crear un marco adecuado para que los creadores
puedan desarrollar sus propuestas en las mejores
condiciones posibles.
He disfrutado mucho asistiendo a las representaciones de ópera en Madrid, que no deben envidiar a las que se programan en los mejores teatros de ópera de otras partes del mundo. Gracias
al empuje y la ilusión que ponen en su tarea los
miembros de la Asociación, confío en seguirlo
haciendo. Feliz aniversario y, como aficionado,
muchas gracias.
Cuando aún celebramos los aniversarios de Verdi y Wagner, llega el momento de festejar el 50
Aniversario de Los Amigos de la Ópera. Desde mi
llegada a Madrid, a mediados de los años 70, he
podido apreciar la tenacidad y la ilusión con las
que la asociación ha contribuido a la superación
de los obstáculos para recuperar, primero en el
Teatro de la Zarzuela y después -¡por fin!- en el
Teatro Real, una temporada operística a la altura
de las circunstancias y de las expectativas de los
amantes del género.
Y esos deseos ya son una realidad, aunque nuevas dificultades acechan en el horizonte. La crisis
económica, que reduce el margen presupuestario
de las distintas Administraciones y de los patrocinios privados es una de ellas, pero se trata de
una dificultad pasajera que más pronto o más
tarde dejará su lugar a la aportación de nuevos
recursos. Más preocupantes son, a mi juicio, los
nubarrones generados por divergencias de índole
cultural o por interferencias políticas. En cuanto a las primeras, mi modo de entender la ópera
como expresión artística me sitúa al lado de quienes prefieren su continua evolución, y no de los
que quisieran mantenerla como un daguerrotipo
del siglo XIX. Y respecto de otras interferencias,
81
Ariadne auf Naxos - 1991 - Foto: J. Alcántara
Rigoletto - 2001
Pilar Lorengar
82
Guerra y Paz - 2001
San Francisco de Asís - 2011
Victoria de los Ángeles
El Barbero de Sevilla - Foto: Javier del Real
83
José Miguel Pérez-Sierra
Director de Orquesta
creció sin mesura… Quizá fue durante ese mes
de Mayo, cuando supe que la Ópera debía formar
parte de mi vida, aunque no podía imaginar todavía hasta qué punto…
Me llena de alegría poder unirme a la celebración
del 50 Aniversario de la Asociación de Amigos
de la Ópera de Madrid, de la que soy orgulloso
miembro. ¡Son tantos los recuerdos que se arremolinan en mi mente con la Asociación como
protagonista!
Unos años después, en 1998, tras la ilusionante reapertura del Teatro Real, la Asociación convocó a
todos los socios jóvenes para reunirse, conocerse,
descubrir nuevas maneras de difundir la ópera entre
la juventud madrileña… Acudimos a aquel primer
encuentro una treintena de jóvenes melómanos,
llenos de ideas y ganas de darlo todo por la causa.
La Asociación logró un acuerdo con el Teatro Real
para invitar público joven a los ensayos generales,
y nosotros fuimos los encargados de la difusión del
proyecto en conservatorios, escuelas, institutos y
universidades… Gracias a la generosidad del Teatro, el impulso de la Asociación, y nuestra ilusión
irreductible, los ensayos generales del Real se llenaron de miles de jóvenes y niños; la imagen de la
hermosa sala del Teatro acogiendo su futuro público, era verdaderamente conmovedora. Muchos
veían con escepticismo la posibilidad de asistir a su
primera ópera; sin embargo fueron pocos los que,
tras la primera experiencia, no nos bombardearon
a llamadas pidiéndonos volver cuanto antes. En
estos años llegaron a la Asociación varios centenares de nuevos socios jóvenes, y puedo afirmar que
la mayoría de aquellos con los que mantengo el
contacto, son hoy grandes aficionados a la ópera e
incluso abonados del Teatro Real.
La Asociación ha sido y es una pieza fundamental de la vida musical madrileña, y de la misma
manera, ha supuesto una influencia decisiva en
mi camino como músico, y en el de muchos otros
jóvenes. Con su impulso ayudó al ansiado retorno de la Ópera a la ciudad, en nuestro querido
Teatro de la Zarzuela, donde yo aprendí a amar
aquello a lo que hoy me dedico. Aún recuerdo
aquel “Otello” de Mayo de 1991 con Plácido Domingo. Yo era un estudiante de piano de 9 años
y mis padres, abonados del Teatro, pensaron que
era la ocasión perfecta para que viese mi primera
ópera en vivo. No se equivocaron: tras la conmoción que provocó en mí el estreno, no dudaron en
llevarme a las siguientes 4 funciones, en las que
mi entusiasmo por aquella obra de arte integral
Actualmente, nuevas generaciones han tomado
nuestro relevo, ocupándose con ilusión renovada
de extender el “milagro” de la Ópera a aquellos
que no han tenido todavía la fortuna de conocerla. Estoy convencido de que, gracias a este tipo de
actividades, tendremos un público cada vez más
numeroso y cultivado, cuya “demanda” de música demostrará lo necesaria que es la cultura para
el crecimiento general de una ciudad, de un país,
de un pueblo. Y en todo esto ocupa un rol fundamental la Asociación de Amigos de la Ópera de
Madrid, que es y deberá ser siempre, motor y guía
de la difusión de la música y la creación de nuevo público, y vehículo de comunicación perfecto
entre ese público y las instituciones musicales.
¡Feliz 50 Aniversario!
84
85
Pedro Sarmiento
Coordinador LOVA
Fundación SaludArte
Rosa Kraus Ley
Para mi es motivo de satisfacción y orgullo poder
participar en el L homenaje de la Asociación de
Amigos de la Opera de Madrid, por doble motivo,
por un lado como hija de mi querido y añorado
padre, Alfredo Kraus, que tantas veces cantó en
el Teatro de la Zarzuela y en conciertos líricos en
Madrid y por la estrecha relación que le unió a la
Asociación y a muchos de los miembros que la
constituyen.
En 2006 llegaba al Teatro Real un proyecto educativo que proponía convertir una clase de niños
de 5 a 12 años en una compañía de ópera. Mary
Ruth McGinn, maestra de primaria y becaria Fulbright, explicaba a sus colegas que los niños no
sólo iban a representar una ópera, algo de por sí
complejo, sino que la iban a crear desde cero y lo
iban a hacer dedicándole el curso entero.
La osadía de la idea, su atractivo pedagógico y
la determinación del grupo inicial de docentes
atrajeron el interés, el cariño y la admiración de
la Asociación de Amigos de la Ópera de Madrid,
que sumó su apoyo al de la Fundación SaludArte
y el Teatro Real. Las tres primeras óperas se estrenaron en junio de 2008.
Por otro lado como amante de la Opera y Zarzuela que soy y como profesional por dedicarme
desde el año 1996 a representar a cantantes líricos
y directores de orquesta.
Por todo ello sólo puedo tener palabras de elogio
para la gran labor que realiza la Asociación, por
el gran apoyo que viene prestando desde 1925 a
nuestros días, al desarrollo de la lírica en Madrid,
en momentos adversos para la Cultura y con mucho esfuerzo, dedicación y cariño por parte de todos sus miembros.
Hoy son ya cien las óperas creadas en colegios e
institutos de toda España. Son cien óperas, pero
son sobre todo cien experiencias educativas únicas e inolvidables vividas por miles de alumnos. El
proyecto se llama LÓVA (La Ópera, un Vehículo
de Aprendizaje) y LÓVA sigue generando entusiasmo gracias al admirable trabajo de los docentes y al
apoyo entusiasta de la AAOM, que desde el principio apostó por su formación y por sus sueños.
Por lo tanto sólo puedo tener palabras de admiración y cariño y desear que puedan seguir desarrollando su impagable labor y manifestar todo mi
apoyo y gratitud a todos sus miembros.
Con un saludo afectuoso
¡Muy feliz aniversario!
86
Mariano Fernández Bermejo
José Luis Morata
Gerente y Director Adjunto
del Teatro de La Zarzuela
en distintas etapas entre
los años 1989 y 2010
L Aniversario de la Asociación
Sólo desde la ceguera o la ingratitud podría negarse a la Asociación de Amigos de la Ópera de
Madrid su decisiva aportación a la recuperación
en nuestra ciudad de tan hermosa expresión artística.
Todos los que la amamos -socios o no- tenemos
una gran deuda con quienes, con enormes dosis
de ilusión y esfuerzo, han sido capaces de sentar
las bases de la realidad que hoy disfrutamos.
Cincuenta años de la Asociación de Amigos de la
Ópera de Madrid.
Debido al privilegio que supuso trabajar durante
más de veintiún años en el Teatro de la Zarzuela
de Madrid, y cuando la Asociación de Amigos
de la Opera de Madrid (AAOM) organizaba en
el coliseo de la calle Jovellanos sus temporadas,
puedo valorar y apreciar, con conocimiento de
causa, la encomiable labor de siembra que llevaron a cabo estos entusiastas aficionados a
la ópera, hace ya cincuenta años (iniciaron su
andadura, más o menos organizados, en el año
1963) que comenzaron siendo un reducido grupo de personas animados por el deseo de que
la ópera volviera a presenciarse en la capital de
España tras la última representación ofrecida en
el Teatro Real con fecha 25 de abril de 1925.
Nadie, en especial quienes representan a las
Instituciones en el área de la cultura, debería
olvidarlo.
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asociaciones tanto españolas como extranjeras
e intercambio de mútuas experiencias; artículos
de opinión muy formativos, sobre compositores
y óperas, etc. Y ya, más cercanos en el tiempo,
una estupenda publicación, “Intermezzo”, donde expertos con una sólida preparación musical
comentan el contenido de las temporadas y analizan los distintos títulos programados. Así, el
aficionado acude con la adecuada información y
puede disfrutar más de las funciones.
En la actualidad y en el Madrid operístico, todo
parece discurrir con normalidad: funciona un excelente teatro (El Real), con una temporada estable de ópera cuyas opciones - quizás discutibles
pero indudablemente de un primerísimo nivel
- ofrecen al público un panorama muy ecléctico
con un suficiente número de representaciones de
cada título; el mismo Teatro de La Zarzuela que
presenta de forma esporádica algún título de ópera española; y también los Teatros del Canal que
programan dentro de sus magníficas temporadas
títulos infrecuentes y originales. En resumen, el
buen aficionado madrileño al teatro musical tiene donde elegir entre un amplio espectro de posibilidades, todas ellas de auténtico interés.
Una labor, en definitiva, orientada siempre a la
educación musical del público, con unos resultados extraordinarios y que he podido constatar
en alguna ocasión, charlando de manera informal
sobre temas operísticos con algunos socios de la
AAOM.
Pero, claro está, no se habría llegado a esta situación y hoy no se podría contar con esta base de
un público suficientemente amplio y preparado
como para llenar los teatros, si no hubiera existido una labor metódica, altruista y discreta, llevada a cabo y mantenida por la AAOM durante este
cincuentenario que conmemoramos ahora. Ellos
son los que canalizaron la afición a la ópera, a
veces, con muchos sacrificios, incluso personales,
debido a la incomprensión y sobre todo a la ignorancia, de tantos críticos al proyecto que sólo
veían en este grupo de amantes de la música a
una élite en busca de determinados privilegios.
A raíz de esta apreciación, se me ocurre hacer una
reflexión personal: Sería bueno que los responsables artísticos de nuestros teatros madrileños a
la hora de preparar la programación de sus temporadas escucharan, al menos, las opiniones de
estas asociaciones de aficionados con lo que se
lograba conocer de antemano el punto de vista de
los espectadores sobre el tema; ello no sería óbice para que finalmente prevalecieran sus propios
criterios en la decisión final que, en muchas ocasiones, se mueven en razón de variadas coyunturas incluso muy ajenas a la lírica, todo hay que
apuntarlo. Pero, en mi opinión, se enriquecerían
sustancialmente los distintos puntos de vista a la
hora de decidir los títulos que se montan sobre
un escenario.
Sería injusto olvidar aquellos primeros tiempos y
no mencionar el trabajo realizado por la Asociación durante el transcurso de todos estos años:
Poco a poco se fue creando una afición nueva; se
veían caras distintas de las habituales en la platea de La Zarzuela y aumentaba el número de
asistentes a las representaciones, lo que obligó a
incrementar el número de funciones que, al principio, se habían iniciado con una sola representación de cada título. Este resultado no era producto de la casualidad.
Agradezco la invitación de la AAOM para unirme
a la celebración de su efemérides mediante estas
cortas consideraciones y les felicito, por la magnífica labor realizada en pro del teatro musical
durante todo este tiempo. Que se pueda mantener la continuidad de este trabajo, es mi más
caro deseo.
Eran los frutos obtenidos por una planificación
didáctica muy bien elaborada: charlas previas a
las representaciones donde especialistas muy bien
capacitados analizaban la ópera que se iba a presenciar próximamente; viajes informativos con
fines culturales-musicales; contactos con otras
88
Josep Caminal
Director General del
Gran Teatre del Liceu de
1993 a 2005
Fundación Victoria de los
Ángeles.
ya que la propia Victoria siempre manifestó
sentirse en Madrid como en su propio hogar y
después de su fallecimiento la Fundación que
lleva su nombre, agradecemos a los Amigos de
la Ópera de Madrid que esta relación persista,
estando siempre presentes y colaborando en las
diversas actividades que llevamos a cabo.
Victoria de los Ángeles se despidió del mundo
de la Ópera en el Teatro de la Zarzuela en junio
de 1980 con Pelleas y Melisande dirigida por
el Maestro Ros Marbà que muchos de ustedes
recordarán y aunque después ofreció diversos
conciertos y clases magistrales en esta ciudad,
seguramente esa despedida operística tuvo un
significado muy especial, tan especial como fue
y es el cariño de los Amigos de la Ópera de Madrid hacia ella.
Gracias y enhorabuena por el trabajo bien
hecho.
Desde la Fundación Victoria de los Ángeles felicitamos a Amigos de la Opera de Madrid en
su 50 Aniversario por el gran apoyo y difusión
que han supuesto para la Ópera y por su constancia y dedicación a ello.
La ciudad de Madrid estuve presente desde los
inicios de la carrera de Victoria de los Ángeles,
debutando en el año 1944 en la Sala de Actos
del Real Conservatorio y manteniendo una estrecha relación con el público madrileño, hasta
el punto de convertirse en una de las ciudades
del mundo donde se pudo disfrutar de más actuaciones de la soprano. Siempre se sintió valorada y querida y esta admiración fue mutua,
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... por amor a la ópera
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