inTeréS, aL caMbio
Transcripción
inTeréS, aL caMbio
Interés, al cambio Mucho más que la moneda local de un barrio del sur de Londres, la libra de Brixton ha demostrado estar muy por encima de su valor nominal David Bowie está pagando la cuenta y no ha pasado desapercibido. Desde las mesas vecinas, todos le miran con curiosidad en la pizzería Franco Manca de Brixton. Se preguntan qué hace aquí la estrella del rock. La camarera lo sabe y pregunta sonriendo: “¿Desea el cambio en libras esterlinas o en libras de Brixton?”. La libra de Brixton es la moneda local del distrito londinense de mismo nombre y con ella he decidido pagar la comida. Hay billetes de £1, £5, £10 y £20. Ninguno es discreto, están diseñados en colores brillantes y 54 muestran imágenes de celebridades locales, como la agente secreta de la II Guerra Mundial Violette Szabo, o –lo has adivinado– David Bowie, quien también residió un tiempo en el barrio. No es una moneda nueva –nació en 2009–, pero parece que había pasado desapercibida hasta ahora para el resto de comensales. Éste es un buen ejemplo de los retos que ha tenido que afrontar desde que la Transition Town Network la creara como método para impulsar el comercio local. Aunque ha protagonizado titulares y consultas de países como Money well spent a neighbourhood in south London has created its own currency to promote business – but will locals buy it? Texto: Vicky Lane FotoS: Greg Funnell 55 Binki Taylor, presidenta del Consejo de la Libra de Brixton, en su coctelería Bink’s Gin Shop. En la página opuesta, Tom Shakhli, gerente del grupo Brixton Pound Binki Taylor, chair of the Brixton Pound board, in her cocktail bar, Bink’s Gin Shop. Opposite: Brixton Pound general manager Tom Shakhli India y Corea del Sur, la propuesta nunca ha luchado por generar interés y ha sido difícil conseguir reconocimiento. “Todo el mundo se queda fascinado cuando la ven o escuchan hablar de ella”, dice Tom Shakhli, gerente del grupo Brixton Pound, que gestiona la moneda. “Sin embargo, no tenemos presupuesto de márketing, por lo que hemos tenido que buscarnos la forma de darla a conocer por otros medios”. La idea de crear una moneda propia de Brixton surgió de los muchos negocios independientes del barrio. Con la creciente amenaza del aburguesamiento, los comerciantes locales habían comenzado a buscar soluciones conjuntas, y los brixtonitas, que querían mantener la diversidad de su zona, se mostraron también receptivos a la idea. “La gente ya estaba cansada de la economía corporativa”, dice Binki Taylor, presidenta del Consejo de la Libra de Brixton y propietaria del Bink’s Gin Shop. “La libra de Brixton comenzó siendo una forma de que la comunidad sintiera unión”. Se habían 56 introducido otras monedas locales en el Reino Unido con anterioridad, como las de Totnes en Devon y Lewes en el este de Sussex, aunque la de Brixton fue la primera en instalarse en un entorno urbano y en tomarse muy en serio su diseño. Para ello, contrataron al artista local Rob Adderley para diseñar algo que “todo el mundo quisiera tener en la mano”, y se organizó un concurso para decidir quién debería aparecer en los billetes, generándose así un gran interés. Bowie estuvo entre los elegidos y afortunadamente dio su permiso para utilizar su imagen. En un principio, la libra de Brixton fue un éxito. El día de su lanzamiento, la directora del Brixton Town Centre, Stephanie Butcher, describió el proyecto como “lo más importante que ha ocurrido en el barrio en términos de desarrollo económico”. Más de 70 empresarios apoyaron el proyecto desde el inicio (cifra que aumentó después a 250), desde floristas hasta peluqueros pasando por emprendedores autónomos que David Bowie is the paying the bill and it hasn’t gone unnoticed. Quizzical looks are being shot between neighbouring tables at Franco Manca, Brixton Village’s popular pizzeria, as people wonder why Britain’s most famous rock star is here – and still sporting his Ziggy Stardust make-up from 1973. The waitress knows. ‘Did you want the change in Sterling or Brixton Pounds?’ she asks with a grin. Local boy David Bowie is the face of the £10 note in Brixton Pounds, the south London district’s local currency, which I’m using to pay for my lunch. The notes, available in £1 £5, £10 and £20 denominations are as flamboyantly urban as Brixton itself, designed in neon colours and featuring images of local luminaries such as World War II secret agent Violette Szabo, Van Gogh (a Brixton visitor in 1873) and, of course, the Starman himself. Yet, it’s apparent few of my fellow diners have seen one before. Introduced in 2009 by the Transition Town Network to help boost local trade, the alternative tender has never struggled to generate media interest – filling headlines time and again, and 57 Los diseños de la libra de Brixton cuentan con gente famosa local. En esta página: B10£ - el favorito, con David Bowie; B20£ - Violette Szabo, agente secreta de la II Guerra Mundial, que trabajó en Brixton, y B£5 - Luol Deng, jugador de la NBA, que vivió aquí de niño Brixton Pound designs feature famous folk with a local connection. On this page: the B£10 – everybody’s favourite, Bowie as Ziggy; the B£20 – Violette Szabo, WWII secret agent, who worked in Brixton; and the B£5 – NBA player Luol Deng, who lived in Brixton as a child 58 En esta página: B£5 - diseño psicodélico del ganador del Premio Turner Jeremy Deller y B£1 - Len Garrison, cofundador de los archivos Black Cultural On this page: the B£5 – Turner Prize winner Jeremy Deller’s psychedelic design; and the B£1, which features Len Garrison, co-founder of the Black Cultural archives 59 Aunque el número de locales que han apoyado el proyecto ha ido aumentando con los años, todavía existen comercios reacios a la moneda, sobre todo por la aparente falta de incentivos a la hora de usarla Many locally owned Brixton businesses accept Brixton Pounds, but there are also many hold-outs who see no benefit to taking the currency El pasaje comercial de Brixton Village ofrece negocios independientes para todos los gustos y gastronomía de todo el mundo The covered arcades of Brixton Village offer a lively independent shopping experience with a wealth of food from all over the world ofrecen servicios como clases de canto o diseño de páginas web. En los primeros días, se hicieron compras por valor de 30.000 libras de Brixton (se calcula que hoy circulan aproximadamente medio millón). La estética de los billetes fue muy aclamada y la idea sirvió de inspiración a otras monedas locales como la libra de Bristol, así como para dar a conocer la nueva imagen del barrio, todavía mancillada por las protestas civiles de los años 80 y 90. La moneda consiguió que se empezara a asociar con algo positivo. “La gente se olvidó del pasado y comenzó a identificar Brixton con su divisa, apoyada por personalidades como Bowie. Fue estupendo”, explica Binki. Aunque pronto se hizo evidente que había un problema con la divisa: era demasiado vistosa. “Si pones a David Bowie en un billete, todo el mundo quiere comprarlo, pero después no quiere gastarlo”, dice Tom. Así, se han llegado a conver60 tir en objeto de colección. En Ebay hay paquetes completos con un valor de £36, vendiéndose por el doble de su precio real. Por este motivo, en 2011 se introdujo una versión electrónica de la libra para pagar mediante mensajes de texto. Como contraprestación, a los comerciantes se les cobra un 1,5% (menos que con las tarjetas tradicionales) que va destinado al Brixton Fund, un programa de micro-ayudas para apoyar otras iniciativas comunitarias. Los trabajadores locales tuvieron que aceptar también parte de su salario en libras de Brixton electrónicas, mientras que el consejo hacía lo posible para que los residentes pagaran con ellas los impuestos locales. Los habitantes de Brixton estaban comenzando a involucrarse con el proyecto. Sin embargo, un paseo por las calles del centro hace palpable otro obstáculo: esta libra no se puede utilizar en todos los lugares del barrio. Muchos triggering enquiries from countries as far as India and South Korea – but it has found it difficult to maintain recognition at home. And without that, local shoppers and traders just aren’t going to trust and use it. ‘People are fascinated when they see or hear about it,’ agrees Tom Shakhli, manager of the group that runs the currency. ‘However, we have no marketing budget, so have had to find other ways to maintain interest.’ Brixton’s community of small, independent businesses made it a strong candidate to take on its own currency. With the ongoing threat of gentrification, local traders had started rallying together to see what could be done, while in turn, Brixtonians – keen to keep their area’s admired diversity – were receptive to something new. ‘People had had enough of the duplicity of the corporate economy,’ says Binki Taylor, chair of the Brixton Pound board and owner of Bink’s Gin Shop. ‘The Pound began as a way for the community to feel like they were collectively fighting back.’ The B£ doesn’t replace Sterling, of course; what it does is encourage local shoppers to show their support for local traders, since the currency can only be spent at the small Brixton businesses that accept it. While local currencies had been introduced in the UK before, including in Totnes in Devon and Lewes in East Sussex, the Brixton Pound was the first to be attempted in an urban setting. It was also the first to take design really seriously, employing local artist Rob Adderley to create something ‘people wanted to get their hands on’. A competition was held to both decide who should appear on the notes and to generate interest in the scheme. Unsurprisingly, the locally born Bowie topped the polls (and, fortunately, gave permission for his image to be used). 61 ‘We’ve proved that the key to starting a local currency is David Bowie’ Turpentine, una pequeña tienda que vende joyas, pósters y objetos para la casa realizados por artistas nacionales, acepta pagos en libras de Brixton Turpentine, which sells jewellery, posters and household objects made by local artists, accepts payment in Brixton Pounds “SOMOS UN EJEMPLO DE CÓMO UNA ECONOMÍA SOCIAL PUEDE FUNCIONAR. GRACIAS también A david BOWIE” vendedores se muestran reticentes a secundar el plan. “Realmente no existen incentivos para hacerlo”, explica Usman Fazal, cuya familia lleva 30 años regentando los almacenes de mismo nombre. “No nos aporta un ahorro de dinero y nadie sabe cómo cambiar estas libras después”. Mientras algunos negocios ofrecen descuentos a quienes paguen con libras de Brixton, el grupo ha encontrado especialmente difícil ofrecer a los comerciantes incentivos más allá de una fiel clientela local. “Conseguir que los comerciantes se involucren en el proyecto conlleva grandes dosis de confianza y el cambio de hábitos y actitudes muy arraigadas”, admite Binki. Sus defensores, no obstante, siguen presentando planes para fortalecer el proyecto. El año pasado se creó una lotería mensual en la que el premio ganador son £1.000B y los beneficios adicionales se revierten de nuevo en el Brixton Fund. Este verano se lanzó también un nuevo billete de cinco libras con un diseño muy psicodélico y se abrió la única tienda del Reino Unido que no acepta libras esterlinas. “Es importante seguir siendo creativos”, afirma Tom. “Nos hemos convertido en ejemplo de cómo una economía social puede realmente funcionar. También hemos demostrado que la clave para que una moneda local funcione es David Bowie –añade con un guiño. Nunca subestimes el poder de Bowie”. 62 The hard work paid off, and the Brixton Pound was a big success, at least at first. On the day of launch, Brixton Town Centre Director Stephanie Butcher described the scheme as ‘the single most important thing that has happened to Brixton… in terms of economic development.’ More than 70 business owners immediately signed up to accept the currency, with 180 more in later weeks, ranging from florists and hairdressers to home entrepreneurs offering services such as singing lessons and web design. £30,000 worth of the currency was bought within the first few days (there’s believed to be around £500,000 in circulation today). The look of the notes achieved great critical acclaim and the scheme inspired other city currencies such as the Bristol Pound. It also put a new Brixton on the map. Still somewhat tainted in the wider world by civil unrest (Brixton rioted in 1981, 1985 and 1995, something of an achievement even in riot-friendly Great Britain), the B£ associated the area with something positive. ‘For the first time, people forgot about the negatives and were instead linking Brixton with this very cool currency endorsed by people such as Bowie,’ explains Binki Taylor. ‘That was huge.’ But it soon became evident there was one big problem with the Brixton Pound; the money was too striking. ‘It turns out that if you put David Bowie on a banknote, people from across the world want to buy it – but don’t want to spend it,’ says Shakhli. The notes became a collector’s item. Packs of the full set, worth £36 altogether, are available on eBay now, sometimes for double the face value. It’s why an electronic ‘pay-by-text’ version of the B£ was introduced in 2011. In return, traders are charged 1.5% (cheaper than traditional card payments) which goes into the Brixton Fund, a micro-grants scheme supporting other community initiatives. Local workers were also able to accept some of their pay in e-B£s, while the council made it possible for residents to pay for council tax with it. Brixonites embraced the scheme. However, a walk around the town centre highlights a setback: Brixton Pounds cannot be used everywhere in Brixton. In the area’s celebrated markets particularly, vendors have been reluctant to get on board. ‘There’s just no real incentive to do it,’ says Usman Fazal, whose family have run their eponymous wholesale store here for the last 30 years. ‘It doesn’t save us money, and no one understands how to change the pounds back.’ While some businesses offer a discount for paying in Brixton Pounds, the scheme has found it financially tough to offer traders further incentives other than loyal local custom. A high staff turnover also makes it hard to ensure everyone is correctly informed about the tender. ‘It takes a lot of trust and a change of long-held routines and attitudes to get traders on board, and that’s difficult,’ admits Binki Taylor. Still, unperturbed, the Brixton Pound group has continued to introduce schemes to strengthen the project. Last year, that included a monthly lottery where the winner is awarded B£1,000 and the profits are fed back into the Brixton Fund. A new psychedelic five-pound note, designed by Turner Prize winner Jeremy Deller, was launched last summer, and more recently, the group opened the Brixton Pound store, their first physical presence in the area, and the only shop in the UK to not accept Sterling. ‘It’s important to continue to be creative if we want the Brixton Pound to survive, but I think it will,’ says Tom Shakhli. ‘We’ve become an example of how a social economy can work, and are proud that we’ve shown the world that it’s OK to challenge the narrative on money. We’ve also proved that the key to starting a local currency is David Bowie,’ he adds with a wink. ‘Never underestimate the power of Bowie.’ 63