Kütral - Universidad Viña del Mar
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ISSN 0718-9842 versión impresa ISSN 0718-9850 versión en línea Pensando la Ciudad NÚMERO 2 Revista Kütral FOTO PORTADA: TitoTricot IMPRESIÓN: OIKOS Impresos Ltda. San Enrique 555, Cerro Alegre, Valparaíso Fono: 2237318 [email protected] DISEÑO: sacajugo marketing estratégico www.sacajugo.cl [email protected] [email protected] 1 Kütral Pensando la Ciudad Número 2 Julio 2011 Año 2 DIRECTOR DE REVISTA KÜTRAL Dr ©Tito Tricot, sociólogo, Universidad Viña del Mar COMITÉ EDITORIAL Dr. Jorge Larraín, sociólogo, Universidad Alberto Hurtado, Chile Dr. Salvador Martí i Puig, cientista político Universidad de Salamanca, España Dr. Patricio Miranda, sociólogo, Universidad Católica, Chile Dr. Nelson Morales, sociólogo, Universidad Viña del Mar, Chile Dr. José Olavarría, sociólogo, Universidad Católica, Chile Dr. Francisco Panizza, cientista político, London School of Economics, Reino Unido Dr. Julio Pérez, cientista político, Universidad de Cádiz, España Dr ©Tito Tricot, sociólogo, Universidad Viña del Mar, Chile Dra. Teresa Valdés, socióloga, Universidad Católica, Chile EQUIPO DE REDACCIÓN Alejandro Castro, sociólogo, Universidad Viña del Mar Juan Pablo Espinoza, sociólogo, Universidad Viña del Mar Tito Tricot, sociólogo, Universidad Viña del Mar 2 Kütral Pensando la Ciudad Índice Presentación 4 Editorial 5 Artículos 7 Felipe Espinosa Parra 7 El Concepto de Fragmentación Cultural en el Estudio Socio-territorial de Valparaíso Patricio Díaz Rodríguez 30 Luis Vildósola B. 55 Enrique Antileo Baeza 75 Dr. Luis Campos Medina Representaciones de la ciudad en cien palabras: narraciones breves y significaciones durables 97 Viejos Conflictos, Nuevos Derechos: el Derecho a la Ciudad y Metodologías de Educación Ciudadana en América Latina. Un Guiño a la Experiencia de la Ciudad Educadora Viña del Mar, ciudad de tomas silenciosas Diáspora mapuche y multiculturalismo en Santiago Entrevistas Patricia Castillo Irribarren, Trabajadora Social 118 Raúl Araya, Arquitecto 123 Reseña de libros Enrique Aliste y Anahí Urquiza (2010), Medio Ambiente y Sociedad: Conceptos, 130 metodologías y experiencias desde las ciencias sociales y humanas La Ciudad en Imágenes Tito Tricot 133 Normas de Publicación Revista Kütral de Sociología 160 3 Kütral Pensando la Ciudad Presentación L a revista Kütral, palabra mapuche que significa fuego, se inscribe en la necesidad de contar con un medio escrito de calidad que sirva de espacio de reflexión, debate y aporte acerca de los principales temas que informan la realidad chilena y latinoamericana en particular e internacional en general, en el campo de la sociología y las ciencias sociales Es un esfuerzo desde la carrera de sociología de la Universidad Viña del Mar para el fortalecimiento disciplinar que recoja y difunda las discusiones teóricas, metateóricas y metodológicas en el ámbito de la sociología, principalmente, aunque no exclusivamente, latinoamericana. No obstante lo señalado, no se busca ni es la intención, materializar y perpetuar un ensimismamiento disciplinar que coarte las posibilidades inter o multidisciplinarias ante diversos temas, sino que sólo priorizar la sociología en una revista que se constituya en un importante espacio de reflexión y propuesta académica tanto al interior de la universidad como fuera de ésta. La revista se visualiza como un vehículo importante de reflexión y también como receptáculo y agencia divulgadora de trabajos realizados por docentes, investigadores y estudiantes avanzados y, para ello, Kütral se organiza en torno a criterios temáticos y tiene como objetivo principal constituir un espacio de análisis teórico y debate crítico acerca de América Latina en general y, en lo particular, sobre aquellos temas que puedan constituir problemáticas importantes en la vida de nuestros países. 4 Kütral Asimismo, la revista contendrá no sólo discusiones a nivel teórico general, sino que también a nivel de sociología aplicada a fin de dar cuenta de expresiones y desarrollo de vertientes teóricas que examinan y buscan dar respuesta a fenómenos como la globalización, cultura, identidad, movimientos sociales, género, pueblos originarios, medio ambiente y el cuerpo, entre muchos otros. También, incorpora reseñas de libros, entrevistas, comentarios de material audiovisual y actualizaciones bibliográficas. Kütral se publica semestralmente y, por cierto, están todos convocados a enviar sus trabajos, los cuales deberán estar en conformidad con las Normas de Publicación de la revista y ser evaluados por el Comité Editorial. Director Pensando la Ciudad Editorial Pensando la Ciudad: entre la identidad, el territorio, la memoria y el futuro P ensar es cuestionar, sospechar y asombrarse antes las insondables oportunidades del conocimiento. Es, por sobre todo, ejercer el derecho a la duda que, lejos de abrumarnos con su manto de incertidumbre, nos acoge con un abanico de posibilidades de aproximación a la realidad. Esto es precisamente lo que buscamos en este número de Kütral abocado a reflexionar la ciudad desde la ciudad, desde sus habitantes, sus calles, sus historias, sus alegrías, sus dolores y, por cierto, también sus sueños. Es en este marco general que se abordan algunos de los temas que informan el debate de la ciudad del siglo 21 y en un mundo crecientemente globalizado en nuestro país. No son ni todos los temas, ni todas las preguntas, ni menos aún todas las respuestas, no obstante constituye un esfuerzo de sociólogos, antropólogos e historiadores, mayoritariamente locales, de pensar la ciudad, nuestra ciudad, oteando el pasado y dibujando el futuro mediante la confrontación de problemas y discusión de soluciones a los mismos. Es en este horizonte que Felipe Espinoza analiza el concepto de fragmentación cultural para intentar comprender el fenómeno de la globalización en sus distintos aspectos culturales. A partir de los aportes de la nueva sociología de las ciudades se examina la realidad socio-territorial de Valparaíso. Por su parte, también en relación a Valparaíso, Patricio Díaz aborda las profundas transformaciones experimentados por la ciudad a raíz de los ajustes estructurales neoliberales de las décadas de 1980 y 1990, focalizándose en movimientos pro derechos humanos surgidos en el mismo periodo para analizar la idea de "Derecho a la Ciudad", "Ciudad Educadora" y "Pedagogía de la Ciudad". Lo anterior dice relación con la necesidad de visibilizar aquellos fenómenos muchas veces ocultos o desconocidos. Lo mismo realiza Luis Vildósola al analizar a dinámica de los pobladores que llevan a cabo tomas de terrenos en Viña del Mar, donde se ha verificado un silencioso proceso de conquista y producción de espacio urbano bajo la fórmula de una re-apropiación local del suelo contiguo al que ocuparon vía compra o toma de sitio - sus padres o vecinos, en décadas anteriores. Son tomas que expresan una estrategia local-popular de construcción de ciudad que agencian necesidad y, también, memoria. 5 Kütral Pensando la Ciudad La construcción de ciudad y el análisis de las representaciones de la misma, también congrega el análisis de Luis Campos, quien - en una esfera muy diferente - intenta comprender la multiplicidad de significados asignados a la ciudad actual, las maneras de entender la realidad social y las formas de la experiencia individual y la relación con otros. Lo hace mediante una reflexión teórica que toma como referencia un conjunto de micro-relatos del concurso "Santiago en 100 palabras" para, en lo medular, explorar la idea de la necesidad de que la ciudad sea representada para poder ser pensada y vivida. La misma ciudad de Santiago es el objeto de análisis de Enrique Antileo, pero en su dimensión humana al discutir la problemática migratoria de la población mapuche a la ciudad de Santiago desde los conceptos de diáspora y multiculturalismo. Por un lado se intenta visibilizar los desafíos que arroja la diáspora mapuche a los discursos políticos del movimiento mapuche, haciendo análisis de la diferenciación urbano-rural y destacando sus aportes en el debate de la identidad, la nación y la territorialidad. Por otro lado, se examina las políticas indígenas urbanas desde una crítica al multiculturalismo. Con el aporte de todos, Kütral intenta pensar la ciudad, la identidad, el territorio, la memoria y el futuro. Director Julio 2011 6 Kütral Pensando la Ciudad El Concepto de Fragmentación Cultural en el Estudio Socio-territorial de Valparaíso Felipe Espinosa Parra* L Resumen a revisión del concepto de fragmentación cultural en este trabajo ha permitido comprender el fenómeno de la globalización en sus distintos aspectos culturales. A partir de esta definición teórica, se ha buscado actualizar los efectos y el impacto de la globalización en la cultura local a partir de los aportes de la nueva sociología de las ciudades. La aplicación de este concepto a la realidad socio-territorial de Valparaíso, sin duda requiere de una afinación de los instrumentos de análisis y metodologías. Esta investigación, que recorre la historia y los efectos de las principales transformaciones que ha sufrido Valparaíso a partir de finales del siglo XIX en el marco de sus relaciones globales, pretende sentar las bases para una discusión más profunda y más fructífera en el tema. T Abstract he review of the concept of cultural fragmentation in this paper has helped us to understand the cultural aspects of the globalization phenomenon. From this theoretical definition, we have sought to update the effects and impact of globalization on local culture resorting to the contributions of the new "sociology of cities". Applying this concept to the socio-territorial reality of Valparaiso, undoubtedly requires refinement of analytical tools and methodologies. This research, which traces the history and impact of major changes that Valparaiso has undergone from the late nineteenth century as part of its global relations, intends to lay the groundwork for further and more fruitful discussion in this field. 7 Kütral Palabras clave Keywords Fragmentación cultural, transformación social de Valparaíso, globalización cultural. Cultural Fragmentation, Social Transformation of Valparaiso, Cultural Globalization. *Sociólogo, Universidad de Valparaíso, chileno, director del Núcleo de Investigación Cultural y Socio-territorial de Valparaíso Pensando la Ciudad Introducción Es cierto que la globalización ha generado distintos impactos en las culturas locales que se acentúan con mayor fuerza a partir del siglo XX. Este impacto ha sido desarrollado por distintos teóricos en Latinoamérica y puede verse claramente en la discusión y los aportes planteados por Néstor García Canclini. Pero este fenómeno ha sido definido sobre todo desde el análisis sobre el impacto en las culturas nacionales y sobre las culturas indígenas. Hoy más que nunca el escenario sobre el que opera la globalización (en complicidad o a través de las culturas locales) ha cambiado. A medida que las barreras transfronterizas son superadas producto de una apertura de los mercados financieros en una primera instancia, y luego por la libre circulación de personas, bienes y servicios, el sentido "nacional" del fenómeno pierde peso. Cada vez más son las ciudades sobre las que la globalización ejerce su poder homogeneizador y diversificador. En ellas se plantean los nuevos modelos en la organización social y económica. Este fenómeno no es nuevo, ha estado presente en el desarrollo de las grandes ciudades del mundo (World Cities), en las super villas, en la ciudad informacional (Castells), y en el fenómeno más reciente de las "ciudades globales (Sassen, 2001). Cómo afecta el fenómeno de la globalización en la actualidad a las ciudades que participan de alguna forma en el circuito de ciudades globales es un objeto de estudio nuevo. Generalmente la discusión ha estado enfocada en las grandes ciudades — como se dice — pero el efecto que produce en algunas ciudades "residuales" de la globalización es un objeto de estudios nuevo. Se ha dado cuenta de la fragmentación que produce en distintos sentidos la globalización. Tanto en lo cultural con Larraín, Castells, como en lo educacional Hoppenhayn y como en la fragmentación social que se produce de manera espacial cuyo análisis ha cobrado mayor importancia en la última década (Salcedo, Arriagada, Moreno, Carroza). 8 Kütral Este texto busca indagar en el impacto cultural de la globalización, es decir en los fenómenos de fragmentación cultural que presentan las ciudades y su objetivo final es la revisión del concepto para su aplicación en la realidad socio-territorial de Valparaíso. Indicios de fragmentación cultural en Simmel y la teoría crítica alemana Para situar el concepto de fragmentación cultural en las ciudades es necesario, Pensando la Ciudad pero no imprescindible, recorrer un largo camino hasta la teoría crítica de Frankfurt. Los aportes que esta escuela de pensamiento puedan adherir al concepto van a ser finalmente poco ilustrativos, pero es importante destacar su influencia en lo que va a ser la revisión de un concepto que parece ya fracturado. Tanto en su origen fundacional como en su desarrollo y difusión posterior, esta escuela tuvo la suspicacia de situar el fenómeno cultural como un objeto de estudios de las ciencias sociales. Influenciados de alguna manera por las "ciencias del espíritu" de Wilhelm Dilthey, lograron congregar distintas disciplinas en torno a un mismo objeto de estudio. Sin duda la globalidad de la mirada investigativa que propusieron, permitió al mismo tiempo identificar la globalidad de los fenómenos en el campo de la cultura y va a ser este elemento determinante para el posterior desarrollo de la teoría de la cultura. Pero al mismo tiempo, las direcciones a las que apuntaban la discusión los teóricos de Frankfurt, daban cuenta de un creciente apoderamiento de la razón utilitarista en el campo de la producción cultural. A través de los mecanismos de producción y reproducción de los objetos y los contenidos culturales, se extiende el campo de dominación y se refuerza la infraestructura del modelo capitalista. Este fenómeno en el cual la obra de arte pierde "su aura" subsumida al ejercicio de la reproductibilidad mecánica, va a estar en el principio de fragmentación cultural en el contexto de una "industria cultural" global. Simmel con anterioridad va a ser fundamental para conducir el análisis sobre la cultura a las grandes ciudades y urbes. En la "rápida aglomeración de imágenes cambiantes" (Simmel, 2001), Simmel reconoce las condiciones psicológicas y los fundamentos sensoriales de la vida anímica por las que se establece una "organización como seres de la diferencia" (Íbidem). Es en este sentido en que la cultura bajo un sistema de objetivación y reproductibilidad va a conformar un individuo aislado, fragmentado que va a moldear el ejercicio social en las ciudades. "Allí donde son cuestionados los productos de la vida específicamente moderna según su interioridad, por así decirlo, el cuerpo de la cultura según su alma (tal y como esto me incumbe a mí ahora frente a nuestras grandes ciudades), allí deberá investigarse la respuesta a la ecuación que tales figuras establecen entre los contenidos individuales de la vida y los supra-individuales, las adaptaciones de la personalidad por medio de las que se conforman con las fuerzas que le son externas" (Simmel, 2001: 376). La transformación en la cultura y en los modelos de producción cultural se 9 Kütral Pensando la Ciudad introduce rápidamente en las sociedades modernas. Es por esta razón que resulta sumamente complejo para la teoría crítica observarlos. Uno de los métodos desarrollados por Benjamin tempranamente puede ser descrito como la "dialéctica de la mirada", donde "cada objeto encierra un pedazo de memoria e historia" (Entel, 1999: 65). Este método que consiste en interpretar las imágenes "con referencia al mundo exterior al texto" (Íbidem), va a tener una enorme influencia en los métodos de investigación para el estudio de la cultura en las ciudades, reconociendo en las prácticas de la vida cotidiana la influencia de un modelo cultural con características globales. La fragmentación cultural en la teoría americana y latinoamericana Mientras la teoría crítica permitió establecer a la cultura en el centro del debate sobre el sistema capitalista, los efectos de esta teoría tuvieron repercusiones en distintos aspectos. Por un lado, se puede observar en la tradición de Hesmondhalgh, Garnham y Miège, una preocupación por los modelos y estrategias de las industrias de la cultura y el info-entretenimiento en las sociedades modernas y los efectos de una globalización informacional como en la tradición de Castells. Por otro lado, es posible reconocer una serie de estudios e investigaciones enfocados en dar cuenta los efectos y el impacto de la globalización y de los modelos globales en las culturas locales como en Jameson y Clifford o en las culturas tradicionales en el campo latinoamericano como en García Canclini y Yúdice. 10 Kütral Si en la primera línea, el centro del análisis cultural se basa en la comprensión sobre los modelos en los que actúa la cultura en el marco de una sociedad capitalista, en el segundo caso, la preocupación está más ligada al efecto expansivo de estas estructuras globales en los sistemas locales. En este segundo aspecto el estudio sobre la cultura adquiere un carácter crítico en el que es posible identificar el sentido y el origen de la asimetría. Edward W. Said dirá que "ninguna descripción de la identidad cultural europea y de las artes puede (…) pasar por alto la relación entre cultura e imperio" (Schröder, Breuninger, 2005: 39). De esta manera reconoce el carácter globalizante del modelo estudiado por los teóricos alemanes, en el fundamento mismo de su sentido cultural y establece en los principios de la identidad europea el sentido de dominación cultural. Si bien el fenómeno en Latinoamérica no es nuevo y se puede ver reflejado en los estudios post-coloniales y sobre el mestizaje, este nuevo fenómeno de globalización de la cultura debe su complejidad a la multiplicidad de estímulos que Pensando la Ciudad reconocieron los críticos de Frankfurt y la diversidad de flujos y redes de intercambio por los cuales la cultura se desplaza. Algunos de los puntos de origen y centros desde los cuales se emiten las señales, los productos y los contenidos son ampliamente reconocidos, como en el caso de Hollywood, pero no otros que están en un constante desplazamiento y división de sus áreas de influencia. Esto marca una diferencia sustancial con otras formas de imperialismo cultural y transformación de las identidades locales, donde el centro de las influencias era claramente reconocido y ampliamente diferenciado como en los casos de las conquista de los territorios de América y África. Para García Canclini "si no contamos con una teoría unitaria de la globalización no es sólo por deficiencias en el estado actual del conocimiento sino también porque lo fragmentario es un rasgo estructural de los procesos globalizadores" (García Canclini, 1999:48). En este sentido, la globalización aparece como fragmentaria en su esencia y agrega "se presenta como un conjunto de procesos de homogenización y, a la vez, de fraccionamiento articulado del mundo, que reordenan las diferencias y las desigualdades sin suprimirlas" (Íbidem). De esta manera la globalización cultural presentaría dos tipos de fragmentación distinta; una que le permite articularse sin necesidad de un centro neurálgico, y la segunda que se presenta como efecto de la primera y que genera una nueva división social, basada ya no sólo en el trabajo sino también en un fraccionamiento del espacio cultural. A través de una depurada metodología de la mirada, distintos autores se han volcado a la tarea de observar cómo estos cambios operan en las culturas locales dando cuenta de una fuerte asimilación de símbolos, textos y producciones culturales que tienen una connotación especial en las localidades fronterizas nacionales y en las metrópolis y grandes ciudades latinoamericanas. El proceso llamado "de hibridación cultural", ha tenido una alta difusión no sólo entre los cientistas sociales de la región, sino también en un amplio círculo de nuevos movimientos políticos y culturales. Es posible reconocer variados fenómenos en los que se produce un tipo de fragmentación o hibridación cultural para los cuales distintos autores han aportado a su conocimiento. Ya conocido es el trabajo de García Canclini en el que observa los procesos de hibridación de las culturas populares y nacionales. Similar es el diagnóstico de Galeano quien reconoce una fragmentación entre países latinoamericanos debido a la influencia globalizante de los mercados estadounidenses. También es posible encontrar estudios sobre el impacto de la globalización en las culturas indígenas o tradicionales donde se observa como señala Larraín una "fragmentación y discontinuidad cultural" (Díaz, 2002) caracterizada por "una serie de intersticios o vacíos culturales (…) ocupados por 11 Kütral Pensando la Ciudad elementos foráneos, provenientes de la globalización y de la forzosa apertura cultural que ella provoca" (Íbidem). Los distintos trabajos permiten observar la especial connotación que adquiere la cultura en los nuevos procesos de globalización. Ambos conceptos, el de hibridación como asimilación cultural y el de fragmentación como división cultural, se refieren al mismo proceso de globalización que ocurre de manera simultánea y en distintas intensidades en distintas partes del globo. Sin embargo, los estudios sobre estos fenómenos tienden a enfrentar el problema de manera global, ya sea en los flujos, direcciones y escenarios debido a la debilitación de las barreras transfronterizas nacionales o en cuanto al efecto en "las culturas" tradicionales por el debilitamiento de las identidades indígenas o mestizas. En los dos casos el fenómeno de la globalización puede ser observado en sus efectos también globales, pero no así en sus aspectos residuales, que traspasan los conceptos nacionales y tradicionales. El concepto de fragmentación social en las ciudades latinoamericanas Es quizás por esta razón que la discusión sobre la fragmentación cultural en las ciudades (no sólo como concepto nacional o tradicional) no haya sido un motivo de estudio para los cientistas sociales de la región. Si bien estos aportes al conocimiento sobre el impacto de la globalización son fundamentales para poder levantar cualquier teoría sobre la fragmentación cultural de las ciudades, es aún limitado el conocimiento del fenómeno en espacios y territorios más allá de las metrópolis. Más bien pareciera, que en la actualidad, el concepto de hibridación cultural estaría siendo superado, y ampliamente extendido, salvo en los territorios más aislados del mundo latinoamericano. 12 Kütral En este sentido, el concepto de "ciudad global" instaurado por Saskia Sassen (Sassen, 2001), ha permitido dilucidar la primera complejidad en el estudio de la globalización, a decir, la fragmentación en la que se presenta. Si bien los centros desde los cuales se engendran y se distribuyen los conceptos y contenidos culturales son dispersos, es posible reconocerlos en una red de mega ciudades super desarrolladas con las cuales los territorios residuales de la globalización tienen mayor o menor contacto. Esta idea permite comprender la aparente dispersión o fragmentación del fenómeno de la globalización que es simplificado en la visión imperialista de la cultura en Latinoamérica, enfrentada generalmente contra la influencia norteamericana. Es probablemente la efectiva y poderosa influencia de los estados unidos durante los años 80' y 90' lo que explica que el fenómeno haya Pensando la Ciudad sido tomado desde esta perspectiva con algunos matices por los cientistas sociales de la región. Pero es luego del retorno a la democracia de los países latinoamericanos en los '90, que el fenómeno de una cultural global engendrada a través de nodos y redes, toma más fuerza. A través de la apertura de los mercados financieros, la firma de tratados de libre comercio y la intensificación del intercambio de personas, bienes y servicios, es que se comienza a percibir en Latinoamérica el efecto completo de la globalización en la cultura. Al debilitarse las fronteras nacionales, debido a la privatización y desregulación de los mercados internacionales, cobran importancia nuevas unidades espaciales o escalas. Entidades sub-nacionales, ciudades y regiones, entidades supra-nacionales como organizaciones mundiales y bloques de libre comercio comienzan a tomar una preponderancia mayor en la articulación de la globalización cultural. Es en este sentido importante establecer, de qué manera estas nuevas entidades espaciales reciben los fenómenos de la globalización, de qué manera influyen y son influidas. Existen distintos aspectos en los que se ha producido un fructífero debate intelectual en torno a los efectos de la globalización en las ciudades. Carlos de Mattos identifica en un artículo cinco grandes áreas de cambios derivados de la globalización; cambios en la organización y funcionamiento de la ciudad, reestructuración económica que afecta a los mercados metropolitanos del trabajo, financierización de la economía mundial que considera a la tierra metropolitana como un medio privilegiado para su valorización, cambios en la morfología urbana que se observa en la relocalización de los centros tradicionales y finalmente una modificación de la imagen y el paisaje urbanos producto de las transformaciones anteriores (De Mattos, 2002). Siguiendo esta línea de investigación se han realizado distintos análisis que se introducen de lleno a estudiar los fenómenos globales en las ciudades y el desarrollo de estas. Algunos de los estudios dan cuenta de la fragmentación social en las ciudades, basado en una división de la ciudad que es posible observar en distintas formas de segregación residencial. Este proceso de aglomeración territorial de grupos homogéneos social, étnica, religiosa, económicamente entre otras posibilidades estaría conduciendo a una "situación de desintegración social y a una "subcultura" de la desesperanza" (Sabitini, Cáceres y Cerda, 2001). Al mismo tiempo "la globalización de las metrópolis en Chile y en el resto de América Latina parece haber agravado el llamado "efecto vecindario", por el deterioro que ocasiona en el empleo y por la masificación que generan los fenómenos de exclusión y subcultura urbana, sobre todo entre los jóvenes." (Arriagada, 2010). Por otro lado Carroza y 13 Kütral Pensando la Ciudad Valenzuela afirman que "una de las expresiones de la fragmentación está en los patrones de asentamiento residencial de los diferentes grupos sociales." (Bailey, Carroza, Espinosa, Tiemann, 2011), que en situaciones es posible que no se vea dualizado, es decir entre dos espacios segregados y en contradicción. Esto puede alertarnos de que los fenómenos de cercanía física entre realidades dispares no implican integración social. Ya sea en su dimensión socioeconómica, socioeducacional o socioespacial, la fragmentación social en las ciudades se producen más intensamente cuanto más introducidas en la globalización están. Sería entonces también factible preguntarse, si no estarían ocurriendo procesos de fragmentación cultural en las ciudades afectadas por la globalización o si este tipo específico de fragmentación podría explicar los conflictos de integración social cuando las fracciones no se encuentran espacialmente segregadas. Sin duda la constatación de este fenómeno trae complejidades, especialmente en las definiciones metodológicas y es por ello importante la revisión del concepto desde sus categorías y variables. Desafíos Metodológicos 14 Kütral Distintas evidencias dan cuenta de un proceso de fragmentación social en las ciudades latinoamericanas producto de la globalización. Existe además un vasto conocimiento sobre los efectos de la cultura global en las culturas locales y además sobre el rol de la cultura en la conformación de un sistema global. Pero cabe hacerse la pregunta sobre ¿cómo es posible reconocer procesos de fragmentación cultural en las ciudades? Más allá del imperialismo cultural que ejercen las grandes potencias en el mundo latinoamericano, es interesante poder determinar las formas que toman en las culturas locales las redes de influencia global. Para ello es imposible soltar fácilmente la pregunta original acerca de qué es la cultura. ¿Es posible determinar los aspectos culturales propios de una sociedad y si es así cómo? En los estudios latinoamericanos son comunes las referencias a la cultura indígena, la cultura tradicional mestiza y la cultura popular. Pero esa oposición entre cultura indígena, tradicional y popular frente al dominio de la cultura imperialista estadounidense y europea pueden estar ocultando nuevos procesos de fragmentación cultural en las ciudades como nuevas unidades espaciales y escalas de influencia. Para James Clifford la respuesta no es tan simple. Pensando la Ciudad "Al intervenir en un mundo interconectado, uno es siempre en diversos grados "inauténtico": atrapado entre culturas, implicado en otras. En razón de que el discurso en los sistemas de poder globales se elabora vis a vis, nunca se puede ubicar un sentido de diferencia o distinción en la continuidad de una cultura o una tradición. La identidad es coyuntural, no esencial." (Clifford, 2001: 26) Siguiendo este esquema de pensamiento ya desde la visión de un mundo interconectado y no de unidades nacionales aisladas, es difícil poder reconocer los principios de identidad cultural en las ciudades. La oposición binaria de cultural local versus cultura imperialista, hegemónica y global estaría entrando en crisis. Al mismo tiempo, la oposición de los modelos culturales "con" y "sin" aura, que fueron ampliamente discutidos por los críticos de Frankfurt y que era más evidente en el arte, podría estar debilitándose ya que como recuerda Larraín "lo global no reemplaza a lo local, sino que lo local opera dentro de lo global" (Díaz, 2002). De tal manera se asume que en los lugares "tocados por la globalización" ya estaría operando con mayor o menor fuerza este sistema. Las transformaciones en la identidad cultural de las ciudades parecen estar diluidas en una serie de procesos globales fragmentarios que operan silenciosamente al interior de ellas. Para E. W. Said "ninguna identidad cultural aparece de la nada; todas son construidas de modo colectivo sobre las bases de la experiencia, la memoria, la tradición (que también puede ser construida e inventada), y una enorme variedad de prácticas y expresiones culturales, políticas y sociales" (Schröder, Breuninger, 2005: 39). Es justamente esta característica, la de construcción/invención, que adoptan las culturas locales en el marco de la globalización aquella que impide descubrir el fenómeno de fragmentación de manera clara. Sin embargo es posible reconocer al menos 3 tipos distintos de fragmentación con algún grado de incidencia en los procesos de fragmentación cultural: · Fragmentación como hibridación cultural: Se refiere a los procesos de introducción de contextos simbólicos y comunicativos externos a las culturas locales y su asimilación en esquemas de pensamiento y lógicas de interacción en la vida cotidiana de las personas. · Fragmentación como discontinuidad temporal de procesos identitarios: Se refiere a la eliminación progresiva de formas de vida tradicionales, técnicas, símbolos, formas y contenidos comunicacionales, pero también de los procesos de racionalización de aquellas prácticas y costumbres como elementos patrimoniales en extinción. 15 Kütral Pensando la Ciudad · Fragmentación como segregación espacial: Se refiere a la concentración espacial de grupos sociales determinados por su raza, etnia, condición socioeconómica o socioeducacional, entre otras posibilidades con un alto grado de homogenización interna y diferenciación con otros segmentos sociales ubicados espacialmente lejos. Cada uno de estos fenómenos sociales tiene algún grado de repercusión en la fragmentación cultural en las ciudades. Algunos de ellos se producen con mayor intensidad dado un mayor grado de penetración de la globalización o de las condiciones culturales propias de cada espacio territorial de representación. Ahora, de qué manera se dan estos fenómenos de fragmentación en las ciudades y de qué manera es posible conocerlos es la tarea principal que se propone este escrito y para ello se ha procurado utilizar el escenario de Valparaíso como objeto de estudio e indagación. La selección de esta ciudad para el estudio de la fragmentación cultural no es arbitraria como se verá. Las particularidades de su construcción histórica le darán un carácter preferente para observar los efectos residuales de la globalización dada su importante relación con la globalización temprana y esta segunda etapa del proceso. La variable socio espacial: Valparaíso 16 Kütral Para conocer los procesos actuales de fragmentación cultural en Valparaíso, es necesario tomar en cuenta el contexto histórico desde el cual emergen. Para ello es necesario recorrer un trecho de tiempo en el cual se comienzan a acentuar los modelos y la influencia de la globalización en la ciudad. El carácter de puerto principal de Chile que adquiere Valparaíso, debido al temprano descubrimiento de las potencialidades navieras de su bahía, va a ser determinante al momento de comprender la estrecha relación de la ciudad a la economía global. Al situarse como primer puerto del Pacífico Sur luego del Cabo de Hornos, una de las principales vías marítimas del siglo XIX, va a dotarlo de abundantes conexiones de intercambio con el mundo global. No sólo en la economía, sino también en la cultura y en la vida cotidiana del puerto se reflejó esta etapa. "En distintos momentos, sobre todo con la consolidación en el 1800, Valparaíso fue una ciudad puerto, comercial y financiera, destacada por el auge y vanguardia en el quehacer cotidiano, propuesta principalmente por aquella mixtura migrante sociocultural (Estrada, 2000) del territorio." (Bailey, Carroza, Espinosa, Tiemann, 2011: 22) Pensando la Ciudad Es en esta primera etapa donde es posible reconocer procesos de hibridación cultural como una característica de la fragmentarización de la sociedad producto de la temprana globalización. Entre 1820 y 1910 la población total de Valparaíso crece en un 400%, siendo de "cuarenta mil habitantes en 1820, setenta mil en 1870, cien mil en 1885 y ciento sesenta mil en 1910" (Pizzi, Valenzuela, 2009: 4). Este crecimiento se debe a dos tipos distintos de inmigración producto de los procesos globales que vive la ciudad. Por un lado "los cerros comienzan a poblarse por los inmigrantes pobres en casas suspendidas en la pendiente" (Pizzi, Valenzuela, 2009: 3), lo que da vida a los conventillos que consideraban a "los ranchos, carpas y toldos amontonados en un sitio que se rodeaba de cercas" (Urbina, 2002: 8). Este proceso de crecimiento de población a partir de la inmigración masiva de nuevos pobres urbanos "coincide con una gran inmigración inglesa destinada a controlar el sector comercial y financiero, quienes ocupan los cerros Alegre y Concepción de manera más organizada y planificada a partir de 1840" (Pizzi, Valenzuela, 2009: 4). La hibridación cultural que se produce en la ciudad producto de estos dos nuevos grupos sociales que se encuentran en la época cuyo motor fue el auge del puerto y el comercio internacional, se va a ver reflejado en distintos elementos que constituirán hasta hoy las bases sociales en la constitución de una morfología de la ciudad. Ambas clases comienzan a ocupar distintos espacios geográficos y culturales y comienzan a conformar el paisaje que se mantiene durante largo tiempo en la ciudad. Por un lado los conventillos de las clases bajas y nuevos pobres urbanos se distribuyen "por toda la ciudad aunque en forma preferente en las quebradas y el pie de los cerros" (Urbina, 2002: 8). La multiplicación de los conventillos se hace evidente a finales del siglo XIX, donde se constata que "ascendía a 543 en 1892 y a 1619 en 1905" (Íbidem). Por otro lado, los inmigrantes internacionales como los ingleses, holandeses, italianos y alemanes comienzan a producir cambios en el paisaje urbano y se "incorporan modelos arquitectónicos y urbanos neoeuropeos." (Pizzi, Valenzuela, 2009: 4). Estos fenómenos de inmigración van a formar un paisaje fragmentado de realidades desiguales en la ciudad. Estos asentamientos y ocupaciones simbólicas del espacio van a tener efectos rápidos en la cultura urbana de Valparaíso a principios del siglo XX. En los conventillos, en las precarias viviendas la "sociabilidad se producía naturalmente" debido a la cercanía espacial que mantenían sus pobladores. "Compartían pasillos, patios, lavaderos, servicios higiénicos y cocinas, dando a ocasión a "los compadrazgos y las visitas cotidianas", a "préstamos de dinero, útiles de cocina y alimentos que, a veces, hacían difícil diferenciar lo propio de lo 17 Kütral Pensando la Ciudad ajeno" (Urbina, 2002:17). La inmigración europea produjo un "fuerte mestizaje cultural" en la sociedad de la época lo que "ha favorecido relaciones de tolerancia entre sus habitantes" (Fadda, Cortés, 2007: 58). Esto además permitió impulsar una fuerte vida de barrio en la cual se crean vínculos y "redes sociales de interdependencia y asociatividad que potencian la vida en la ciudad, mejorando la calidad de vida de quienes la habitan" (Íbidem), lo que será un sello característico de la ciudad hasta la actualidad. Este proceso de hibridación cultural basado en la fragmentación social de la ciudad, no será visto como un problema hasta principios del siglo XX, donde se desarrollarán los primeros planes de estructuración y ordenamiento de la ciudad. 18 Kütral Una de las explicaciones más razonables sobre el incremento de la población urbana de Valparaíso para la época, se debe a la centralidad que comenzó a tener el puerto a mediados del siglo XIX en el concierto nacional. Si bien el puerto había estado funcionando durante todo el siglo, no es hasta la construcción del ferrocarril que une a Valparaíso con la capital Santiago en 1860, que la estructura social y la morfología de la ciudad cambia. Comienza una llegada masiva de inmigrantes nacionales, mientras que la ciudad no crece al mismo ritmo. Luego ocurre el terremoto en 1906 que va a traer consecuencias catastróficas para la ciudad que no alcanzará a recuperarse hasta la construcción del Canal de Panamá en 1914. Este periodo que va a estar marcado por un proceso de fragmentación cultural basado en la hibridación y mestizaje cultural entre clases inmigrantes distintas como consecuencia directa e indirecta de los procesos de globalización, va a ser preponderante en los procesos posteriores. Asumiendo los principios de construcción e invención de la cultura y la identidad en base a la experiencia social y colectiva, este periodo, reflejaría la base principal sobre la cual se articularían nuevos procesos de fragmentación cultural en Valparaíso. Por decirlo de otra forma, la hibridación simbólica producida entre inmigrantes nacionales y nuevos pobres con inmigrantes internacionales, comerciantes y portuarios, que no se mezclan pero se reflejan en el paisaje, van a establecer la matriz identitaria de la ciudad sobre la cual se van a desarrollar y van a tener efecto los distintos procesos de globalización que se articulan a partir de este periodo. Es posible reconocer que si bien el proceso de hibridación produce una fragmentación cultural en la ciudad, la asimilación de este proceso no tiene para los estudiosos actuales necesariamente una connotación negativa. Esto podría explicar que el proceso de asimilación e hibridación cultural se produjo en profundidad, alcanzando y soslayando la visión crítica del investigador en la actualidad. Por alguna razón, la discusión sobre el Valparaíso de esta época en adelante Pensando la Ciudad ha sido escasa. Se suele afirmar que a partir de 1914 la ciudad comienza a entrar en crisis hasta su decadencia económica que tiene como auge los años '70. Se adjudican causas diversas y ciertas como la I Guerra Mundial que aísla comercialmente al puerto y el Canal de Panamá. Sin embargo varios de los fenómenos culturales que se presentan en la época van a ser constitutivos de la asimilación de los fenómenos globales a nivel local y van a ser la matriz de una nueva identidad cultural que va a sustentar un segundo periodo de fragmentación. Lo que sucede en realidad es que bajo el modelo de sustitución de importaciones el país comienza un crecimiento en su número de industrias enfocado en suplir la demanda interna. Con la construcción en 1860 del ferrocarril que une Valparaíso y Santiago, se crea un polo productivo importante que comienza a generar "una industria manufacturera asociada al ferrocaril consolidando, por una parte, la ciudad de Santiago como urbe interior con un rol de conexión clave entre el norte y el sur del país al igual que con el puerto de Valparaíso" (Pizzi, Valenzuela, 2009: 4). Aunque el desarrollo industrial de Valparaíso fue importante, más como región que como ciudad, el crecimiento de Santiago a principios del siglo XX se auspiciaba mayor. Muchas de las industrias de Valparaíso se situaron en realidad en las localidades contiguas como Viña del Mar donde se estableció una industria azucarera y en el valle central que permitió a los agricultores dar circulación a su producción. Pero el mayor beneficio lo tenía Santiago al obtener una vía rápida situándose al centro del país en todas las direcciones posibles. Esta visión sobre el modelo económico global no hubiera sucedido de esa manera si el foco del desarrollo se hubiera centralizado o hubiera tenido alguna congruencia con un modelo de planificación urbana. Mientras en esta primera etapa de globalización temprana el puerto de Valparaíso se posicionaba como un eje en el circuito económico mundial, las decisiones sobre el modelo de desarrollo nacional que se tejían en Santiago apuntaban en otra dirección. El país podría haber optado por un desarrollo a gran escala de su matriz portuaria, pero en cambio potenció las vías terrestres para favorecer a la capital. Esto se vio reflejado tanto en el ferrocarril como también luego en la construcción del túnel Lo Prado en 1930 que conecta de manera más directa al puerto con la capital y que se ve beneficiado por un fuerte y explosivo aumento en el uso del automóvil. Esta asincronía entre los discursos sobre el modelo de desarrollo nacional y los cambios en los modelos globales de organización económica, van a tener un fuerte impacto sobre la ciudad de Valparaíso, afectando especialmente la matriz sociocultural. Poco tiempo después de la construcción del ferrocarril comenzó a reconocerse que el acelerado crecimiento de la población debido a la inmigración masiva acarrearía problemas. A partir de esa época comienzan a tomar más fuerza las tesis higienistas en Valparaíso 19 Kütral Pensando la Ciudad que se masifican en diarios y periódicos de la época y se complementan en el discurso y la acción de autoridades. Este proceso se realiza a través de programas de saneamiento enfocado en el "mejoramiento y limpieza de los cauces de las quebradas y esteros, encauzándolos, y el adoquinado de las calles principales de la ciudad" (Álvarez, 2001). En 1887 se encargan las obras para la construcción del embalse Peñuelas, que permitiría el saneamiento del agua bebestible y que finaliza su construcción en 1900. Esto le permitió al puerto de Valparaíso en 1930 inscribirse en la oficina Sanitaria Panamericana como "Puerto Limpio Clase A" (Ibídem). Debido a la expansión de la ciudad en 1930 se construye "una gran vía, llamada "camino de Cintura" o Avenida Alemania que surca los cerros a una altura de cien metros sobre el nivel del mar" (Pizzi, Valenzuela, 2009: 4), lo que va a marcar el límite de la ciudad para la época. Este límite urbano va a coincidir además con "el límite de las quebradas abovedadas que llegan al terreno bajo de relleno, atravesándolo y desembocando en el mar" (Araya, 2009: 41). Todas estas acciones a las que debe someterse el puerto de Valparaíso, van a ir apuntando a resolver distintos procesos de fragmentación cultural que se venían acentuando en las últimas décadas producto de la apertura de las vías terrestres. Esto permitió que el proceso de hibridación entre clases inmigrantes sucediera de manera aislada, un mestizaje simbólico que se presenta en la ciudad y se inserta en la vida cotidiana, pero que no se compone de dos esferas que se comunican, sino que funciona unilateralmente desde el extranjero a la ciudad en la que se desarrolla. 20 Kütral Este paulatino proceso de fragmentación cultural tiene también una respuesta desde el ámbito de la cultura. En 1873 se crea la Biblioteca Severín que funcionó hasta 1920 como la única biblioteca pública del país. En 1892 se funda el club de deportes Santiago Wanderers y en 1909 se funda el Everton FC, ambos equipos aún vigentes en el fútbol profesional. En 1898 se crea la Bolsa de Valores de Valparaíso y en 1894 se crea el primer curso de leyes que en 1911 se transformaría en el primer curso fiscal de leyes, que sería la base de la escuela de derecho de la Universidad de Valparaíso. Tras la caída de la economía global en 1929 y el ascenso del puerto de San Antonio que había comenzado a construirse en 1912, Valparaíso entra en una etapa de claros y oscuros. Uno de los efectos que provocó el terremoto de 1906 fue el cambio de vivienda de las clases dirigentes muchas de las cuales se fueron a Viña del Mar. Con la cercanía espacial que generaba el ferrocarril que pasaba por Viña del Mar, y tras la crisis económica, otra cantidad importante se mudó a Santiago por lo que Valparaíso se fue despoblando prontamente de clases dirigentes. El uso recreativo que comenzó a tener la región para la elite del país se vio reforzado a partir de 1930 con la construcción de balnearios, el casino, el palacio presidencial y el teatro municipal en Viña del Mar. Mientras tanto Pensando la Ciudad en los cerros de Valparaíso las condiciones de vida se van deteriorando cada vez más. Es interesante observar como desde el auge del puerto hasta el comienzo de su decadencia existe una amplia cantidad de información. Esto se condice con la necesidad de cambios y transformaciones que requiere la ciudad para su formación. Sin embargo a partir de 1930 los datos sobre Valparaíso comienzan a desaparecer y sólo es posible encontrar testimonios fotográficos, documentales y análisis etnográficos a partir de 1960. Esto se debe a que en esta etapa comienza un nuevo proceso de fragmentación cultural basado en la "discontinuidad temporal de procesos identitarios". Algunas de las empresas que se quedaron hasta mediados del siglo XX como Betteley y Cía. importaron y empaquetaron té. Lazonby y Cía. se dedicó a la importación de metales y artículos de construcción, y otras se dedicaron a la exportación de salitre, trigo y a la importación de textiles y otros bienes, además de actividades de servicio como las aseguradoras (Estrada, 2006). "Efectivamente, luego de la crisis de 1929, se produjo un muy negativo impacto en el comercio mayorista internacional de Valparaíso. "Si bien la gran mayoría de estas casas comerciales logró superar la crisis y adaptarse a las nuevas circunstancias, ellas perdieron importancia en relación al conjunto de la economía nacional" (Estrada, 2006). La mayoría de estos emprendimientos comerciales eran realizados por la clase dirigente extranjera, británicos, italianos, alemanes, franceses, españoles y otros de diversos países. En 1875 las "colectividades europeas más importantes" en Valparaíso sumaban un total de 6.921 extranjeros, en 1885 era de 7.662, en 1895 aumentaba a 10.302 y en 1907 alcanzaba su punto máximo con 14.630. Para 1920 la cifra comienza a bajar a 13.443, luego en 1930 pasa a 12.995, y en 1940 es de 13.664 debido a un aumento de inmigrantes alemanes y de otras naciones no categorizadas producto de la segunda guerra mundial. En 1952 la cifra llega a 11.592 (Estrada, 2006). Sin duda que la dirección de Valparaíso y su rol portuario en la economía nacional comienza a transformarse y "a su vez, las políticas intervencionistas y estatistas, que marcaron la vida económica chilena con cada vez más fuerza, se avenían mal con el espíritu de libertad empresarial que animaba la vida económica de Valparaíso" (Couyoumdjian, 2000: 99). Este segundo proceso de fragmentación cultural se va a ver reflejado en un estado cada vez más avanzado del fenómeno de la globalización. Al transformarse la matriz económica y productiva de Valparaíso, se produce 21 Kütral Pensando la Ciudad un fenómeno de transformación cultural. La elite nacional comienza a ocupar los espacios de recreación de la ciudad jardín, como el teatro, el club hípico, los hoteles, el casino y los balnearios. En Valparaíso por otro lado comienzan a construirse las primeras casas de estudio, como la Universidad Católica de Valparaíso, la Universidad Técnica Federico Santa María, las Escuelas de Enfermería y Obstetricia (1933), la Estación de Biología Marina (1941) y la Facultad de Medicina (1951) de la Universidad de Chile y el Instituto Pedagógico (1947), todas las cuales se mantienen hasta el día de hoy. Todo este proceso va a significar una larga búsqueda para una definición de la identidad porteña. Se van a potenciar los símbolos de la ciudad, pero también van a crecer múltiples interpretaciones sobre Valparaíso difundido por intelectuales, artistas, políticos y poetas. Esto va a fomentar una activa vida cultural y bohemia, a la cual las clases populares adhieren poco a poco. Durante esta época, la ciudad no comprendía que su actividad cotidiana, aquella que servía a los marinos que celebraban el término de una aventura por mares torrentosos, iba a ser tan significativa no sólo como una experiencia individual, sino que en la memoria colectiva. 22 Kütral Existe en la memoria social una referencia continua a la edad dorada de Valparaíso que despierta en las primeras décadas del siglo XX. Pero es en realidad en 1961 cuando Neruda inaugura su casa La Sebastiana, o en 1964 cuando Joris Ivens documenta Valparaíso con su cámara. Es en 1963 cuando se le otorgan por primera vez los derechos de transmisión del Festival de la Canción de Viña del Mar a UCV Televisión y en 1967 cuando el doctor Aldo Francia crea el primer Festival de Cine de Chile en Viña del Mar y que lo llevaría a dirigir años más tarde "Valparaíso Mi Amor". Varios cantores populares se formaron por esa época y no es extraño que con la influencia británica en Valparaíso surgieran en 1963 grupos musicales como Los Jaivas. Si bien la matriz socioeconómica de la ciudad estaba "haciendo aguas" (Bailey, 2011), algunos símbolos de reconfiguración cultural y espacial se estaban sucediendo. Siendo Valparaíso un puerto conectado, aunque perdiera importancia, iba poco a poco asimilar los nuevos procesos de globalización para la época. En este punto, me interesa detenerme, porque es mi intención que lo que deseo plantear no pase desapercibido. En la tesis de la fragmentación cultural hasta aquí planteada, reconozco un proceso de hibridación cultural en Valparaíso, producto de una globalización temprana para el concierto nacional (Chile), pero ya avanzada para el concierto internacional. Si bien Valparaíso es planteado como "testimonio excepcional de la fase temprana de globalización de avanzado el siglo XIX, cuando se convirtió en el puerto comercial líder de las rutas navieras de la costa del Pacífico de Sudamérica" (Unesco, 2004), su alcance y su desarrollo no siguieron los modelos Pensando la Ciudad de organización global, sino que se transó siempre dentro de una realidad nacional contingente. Esto explicaría el explosivo crecimiento desde mediados del siglo XIX pero con mayor intensidad en el periodo de 1870-1920. En parte la crisis de Valparaíso se debe a una incapacidad de administrar los rápidos movimientos con los que comienza a actuar el mercado internacional. Si bien la crisis que afectó a 1930 tuvo repercusiones a nivel mundial, Valparaíso no logró adaptarse a la velocidad en que debía hacerlo y la crisis era un reflejo en sí mismo de la velocidad en que se afectaban los mercados locales en un sistema hiperconectado. Distintos registros etnográficos como el documental de Joris Ivens "A Valparaíso…" (1965), dan cuenta de la velocidad en que transcurre la vida en Valparaíso. La lentitud de la vida cotidiana se hace evidente y algunos autores plantean que Valparaíso perdió la oportunidad de ser realmente una ciudad lenta y funcional, si no fuera por una sobrepoblación de stock en el mercado automotriz. Estos recursos etnográficos de la vida en el puerto nos permiten identificar algunas realidades que hacen a Valparaíso completamente distinto a muchos puertos del mundo. Aunque es reconocido el fenómeno y ampliamente difundido, la morfología de los cerros de la ciudad, es fundamental para comprender la lentitud con que suceden los procesos en Valparaíso. La verticalidad con la que se levantan los cerros requería rápidamente un sistema de transporte eficiente que pudiera movilizar a la gente con facilidad. El documental de Ivens muestra como los porteños vacían el plan a una hora, y a otra hora bajan de manera masiva a participar de las actividades comerciales. La vida del puerto se sucede lentamente, subiendo y bajando uno a uno los escalones interminables. Es cierto que hasta 1930 se construyeron todos los "ascensores" o "funiculares" en los cerros, pero que ese sistema de transporte funcione bajo las mismas condiciones hasta la actualidad (cuando funcionan) dan cuenta de un completo descuido por que las clases populares de los cerros se integren a la vida cotidiana del plan, que pronto va a tomar la forma de bares, moteles y residenciales momentáneas para los marinos y para los rezagados. Lo importante es que desde ese momento hasta 1960 pasó un largo trayecto para que se tomaran decisiones a nivel nacional sobre el puerto al que habían deteriorado poco a poco proyectos industriales de otras características. La respuesta del Estado fue en esa época administrar todos los puertos de Chile bajo un mismo modelo a través de la creación de la empresa EMPORCHI. Este fenómeno de nacionalización público-privada va a afectar negativamente al puerto de Valparaíso. Ya con la base socioeconómica debilitada, a partir de 1960 la participación de la industria manufacturera de Valparaíso en relación a la nacional, disminuye notablemente: 26,7% en 1960, 13,7% en 1985 y 8,3% en 1997 (Carroza, 2011). Las decisiones sobre como administrar el puerto no habían servido. Sin embargo, este 23 Kütral Pensando la Ciudad nuevo núcleo que se comenzó a crear en torno a la cultura y las universidades pudo en algún momento ser muy fructífero. El fútbol cobra gran importancia y Wanderers obtiene títulos en 1958 y en 1969, Everton de Viña del Mar lo hace en 1950 y 1952. En 1964 el presidente de Francia Charles de Gaullle visita Valparaíso. ¿Es posible que esa matriz cultural hubiera sido aprovechada en concordancia con un desarrollo tecnológico del puerto acorde las exigencias globales y a través de la matriz universitaria que la ciudad formaba cada año? Pareciera ser que en este proceso también se comenzó una transformación fragmentaria producto de la marginalización que comienza a producirse en el año 1970. Esto se refleja en el aumento del trabajo informal y la persistencia y aumento de condiciones precarias de los sectores altos de los cerros. El estancamiento que producen las sucesivas transformaciones del puerto se produce con atraso o atraen directamente consecuencias negativas, "mientras en 1907 la población de la capital no alcanzaba a duplicar a la de Valparaíso y Viña del Mar, actualmente llega a ser siete veces mayor" (Bailey, Carroza, Espinosa, Tiemann, 2011: 47). Esto refleja claramente como Valparaíso pierde importancia en esta época frente al crecimiento nacional. Conclusiones 24 Kütral Hemos revisado hasta ahora la relación que se produce en las transformaciones de orden económico producido por la primera fase de globalización industrial temprana de Valparaíso y sus efectos en el campo de la cultura. El proceso de hibridación cultural entre inmigrantes internacionales y nuevos pobres se inserta como paisaje urbano de la ciudad. Tras las crisis económicas, la ciudad adquiere nuevas significaciones, extendiendo su área de influencia en las localidades aledañas como Viña del Mar y tomando mayor fuerza la idea de ciudad de descanso, turística y recreativa. Estos cambios en la significación de la ciudad, que son el elemento principal para entender este segundo tipo de fragmentación cultural basado en la interrupción de los procesos identitarios del puerto, van a tomar cada vez más fuerza hasta 1970. La fragmentación como se puede ver, pasa por la lejanía simbólica de las clases sociales para aprehender los procesos de globalización. Las clases dirigentes se marchan cuando la economía cae y la ciudad no tiene capacidad para levantarse. Sin embargo es en esta época entre 1930 y 1970 cuando se comienza a tejer un nuevo sentido de identidad basado en las características históricas del puerto, los símbolos que adquieren relevancia y el fortalecimiento de una matriz cultural que se ve reflejado en un desarrollo fructífero de la cultura. Sin embargo las tesis de la elite nacional de la época apuntarían hacia otra dirección nuevamente. La ciudad comienza poco a poco a recibir mayor cantidad Pensando la Ciudad de migrantes pero ahora de un tipo distinto, basado en una masificación paulatina del turismo nacional. Sobre todo a Viña del Mar comienza a extenderse la imagen recreativa de Valparaíso. Pero va a ser nuevamente el ascenso del idealismo nacional el que perjudicará el desarrollo natural que cursaba la ciudad. Durante la dictadura militar todo el complejo artístico, cultural e identitario del puerto comienza a ser acallado. Esto se produce de manera simultánea y derivado del "apagón cultural" que se genera en todo el país. Algunas manifestaciones culturales que habían surgido en esa época como el Festival de Cine de Viña del Mar deben ser suspendidas. Esto también quita fuerzas para que el sector cultural crezca y se posicione a nivel global. La dictadura no va a ser para Valparaíso más que otra forma de posicionamiento de los idealismos nacionales que contagia a la mayoría de los países sudamericanos de la época. Estas constantes interrupciones de los procesos sociales, económicos y culturales que vive Valparaíso a través de su historia van a impedir que éste logre en algún momento consolidarse. Ya con el retorno a la democracia la base socioeconómica de la ciudad se veía muy perjudicada. Es ahí entonces, en los intersticios y vacíos culturales producto de los anteriores procesos de fragmentación cultural, donde comienza a tejerse una nueva idea para la ciudad. Es ahí entre los inmigrantes de 3era generación, los nuevos migrantes internacionales producto de la apertura de las fronteras y la liberalización del mercado y los porteños que mantuvieron la vida social y de barrio en cada cerro, que la idea de un Valparaíso nuevo comienza a tomar fuerza. Con un ánimo descentralizador, el Congreso Nacional se traslada a Valparaíso y el número de universidades y matriculas sube de manera intensa cada año a partir de 1990 hasta alcanzar más de 80.000 matrículas en la actualidad que se distribuyen entre Viña del Mar y Valparaíso. Comenzando los primeros años del siglo XXI, Valparaíso entra en un escenario favorable como en algunas épocas de su historia conoció. El sector cultural del país apostó por el puerto para situar la primera institucionalidad cultural del país con el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. El mismo año, tras un proceso que comenzó en los años 90', Valparaíso es declarado como patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Todo esto, sumado a que el balneario de Viña del Mar ya se había consolidado como principal destino turístico nacional y compitiendo directamente con otros balnearios similares en Sudamérica, permite a Valparaíso comenzar a escribir un nuevo periodo de su historia. Sin embargo, aparecen nuevas evidencias de fragmentación social en la ciudad, basado en una nueva configuración espacial de la pobreza y las clases dirigentes. 25 Kütral Pensando la Ciudad Si bien es cierto que en la primera etapa de colonización global de Valparaíso ya existían evidencias concretas de segmentación espacial entre las clases y segmentos sociales que co-habitan en la ciudad, es en la década de los '90 que esta segregación comienza a acentuarse a escalas globales. Con la llegada de la democracia comienza una etapa de crecimiento económico en el país y apertura de los mercados. Una importante inversión extranjera comienza a operar en el país y se busca una modernización completa de los aparatos del Estado. En 1999 llega la modernización del puerto a Valparaíso, lo que debilita aún más la variable de empleabilidad que ejercía el puerto en la ciudad. Al mismo tiempo cobran cada vez más fuerza las tesis sobre el Valparaíso cultural y universitario. Se propicia el contexto para un mayor intercambio internacional en Valparaíso ahora basado en un nuevo tipo de inmigración turística y universitaria que favorece la característica multicultural de la ciudad. Sin embargo entre estos años comienza prontamente un reajuste de la ocupación social del espacio. La población económicamente activa crece en el área que ocupa al Gran Valparaíso de 200 mil en 1982 a 300 mil en 2002. Esto se debe a un incremento sustancial en el tipo de trabajador "empleador, empresario" que sube un 200% entre 1982 y 1992, de 6.531 en el 82' a 19.832 en el 92' (Carroza, 2011). Esto se complementa con las cifras para el periodo siguiente (1992-2002) en los que aumentan las categorías socio-ocupaciones de Dirigente, Trabajadores Medios, Trabajadores de Comercio y Servicios y Trabajadores No-Calificados, y disminuyen los Obreros y Trabajadores Agrícolas (que al ser desagregados por sexo indican un reemplazo de las labores de hombres por mujeres) (Íbidem). Sin duda, las categorías que más crecen en este periodo de retorno y transición a la democracia son las dirigentes y trabajadores medios en el Gran Valparaíso. Esto va a tener un efecto casi inmediato en la configuración espacial que adopta la ciudad. 26 Kütral Si bien es cierto que la industria de manufactura tiene un repunte a partir de 1995, esta no llega a alcanzar nunca las cifras de 1960. Lo que sucede en realidad es que, aunque de menor importancia para el PIB local el paisaje social de la ciudad de Valparaíso comienza a tomar forma a partir del sector de comercio y servicios. Esto se refleja claramente entre 1992 y 2002 donde el crecimiento de la población económicamente activa se frena en los sectores primario y secundario (variación de un 6,7% y un 3,4% respectivamente), y un incremento del sector terciario (24,3% sobre un 31,5% que ya había crecido entre 1982 y 1992). Esto va a significar que la actividad económica se concentre entre Valparaíso y Viña del Mar que para el 2002 cuentan con 70% de los residentes económicamente activos del Gran Valparaíso y el 80% del trabajo del total de población económicamente activa (que se dirigen Pensando la Ciudad a trabajar a estas 2 ciudades). Esto va a significar una transformación en el paisaje de la ciudad que se verá reflejado en la conformación espacial de estas clases sociales que ahora se aparecen como dirigentes y no calificados. Mientras en 1992 la concentración de dirigentes en el área metropolitana de Valparaíso era bastante baja, en 2002 esta comienza a acentuarse fuertemente en algunos sectores de Viña del Mar como Reñaca y Recreo, pero además en varios sectores del borde costero como la comuna de Concón, y en Valparaíso entre el Cerro Placeres y Playa Ancha (Carroza, 2011). Así mismo los trabajadores no calificados, representando el segmento más pobre de la población, se desplazan de las zonas tradicionales en los cerros que bordean Viña del Mar y Valparaíso, para alejarse cada vez más del borde costero. Esto se refleja en la desconcentración que se acumulaba en el plan o muy cerca del borde costero y la concentración en nuevos distritos censales más alejados. Así mismo el fenómeno de los condominios en el interior de Valparaíso va a propiciar otro tipo de segmentación social basada en la multiplicación de los barrios cerrados. A pesar de que la distancia geográfica cuando se analiza en el plano cartográfico entre las distintas clases no es muy evidente, la distancia simbólica que se produce en esta época va a ser considerable. Esto se va a ver reflejado en distintos planes de vigilancia y de control de la violencia que se implementarán a partir de esta época con un especial énfasis en Viña del Mar (la ciudad de las cámaras), pero también en Valparaíso. Todas estas evidencias, nos llevan a pensar que se estaría produciendo un nuevo tipo de fragmentación cultural en la ciudad que una vez más permite cuestionarnos sobre la efectividad de las decisiones sobre Valparaíso tomadas por el aparato estatal nacional. De qué manera es posible identificar estos nuevos procesos de fragmentación cultural actuales, es una pregunta que requiere de un profundo diagnóstico de los nuevos procesos de globalización que vive Valparaíso, los cambios y reconfiguraciones del paisaje urbano y las luchas de poder al interior de la ciudad sobre el poder simbólico y la representatividad política de los ciudadanos frente al desarrollo auspiciado por Santiago, que ya ha comenzado a tomar una discusión profunda con estudios e investigaciones destacables (González, 2011). Algunas interrogantes sobre el futuro como ciudad cultural y universitaria de Valparaíso podrían estar entrando en crisis en el contexto de nuevos discursos sobre el futuro turístico de Valparaíso. Algunos de los conceptos como "barcelonización" de Valparaíso que toman fuerza en el discurso de las clases dirigentes de la ciudad (Íbidem) como un "simulacro de un simulacro" de la globalización requieren ser redefinidas y examinadas. 27 Kütral Pensando la Ciudad La revisión del concepto de fragmentación cultural en este trabajo ha permitido comprender el fenómeno de la globalización en sus distintos aspectos culturales. A partir de esta definición teórica, se ha buscado actualizar los efectos y el impacto de la globalización en la cultura local a partir de la nueva sociología de las ciudades. La aplicación de este concepto a la realidad socio-territorial de Valparaíso sin duda requiere de una afinación de los instrumentos de análisis y metodologías. Esta investigación, que recorre la historia y los efectos de las principales transformaciones que ha sufrido Valparaíso a partir de finales del siglo XIX en el marco de sus relaciones globales, pretende sentar las bases para una discusión más profunda y más fructífera en el tema. Bibliografía Araya, M. (2009) "Las aguas ocultas de Valparaíso", en Revista de Arquitectura No. 73, Santiago. Álvarez, L. (2001) "Origen de los espacios públicos en Valparaíso: el discurso higienista y las condiciones ambientales en el siglo XIX", en Revista de Urbanismo, Universidad de Chile, Santiago. Bailey, G; Carroza, N; Espinosa, F. y Tiemann, R. (2011) Valparaíso en Tránsito: Perspectivas desde una Nueva Sociología de la Ciudad, Puntángeles, Valparaíso. Clifford, J (2001), Dilemas de la Cultura, Gedisa, Barcelona. Couyoumdjian, J. (2000) "El Alto Comercio De Valparaiso Y Las Grandes Casas Extranjeras, 1880- 1930. 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Por lo mismo, para que la ciudadanía vuelva a tener la posibilidad de decidir lo mejor para su propio desarrollo, tienen que existir instancias de derecho y de estrategias educativas que avalen la construcción del "poder local". Así, el impulso dado por el "Derecho a la Ciudad", la "Ciudad Educadora" y la "Pedagogía de la Ciudad" está siendo fundamental para lograr una "ciudadanía empoderada". he city has undergone deep transformations after the neoliberal structural adjustments of the 1980's and 1990's. In part, the mechanism of decentralization has been essential for the configuration of this "new city". Likewise, each pro-Human Rights social movement, during the same historical period and the first years of the 21st century, has boosted, "from the bottom", changes in the ideological understanding of both, the historically hidden social subjects and the ways the local spaces should be built. Therefore, for citizens to have a new opportunity to partake in their own development there must be instances of educational strategies that guarantee the construction of "local power". Thus, the concepts and praxis of the "Right to the City", the "Educational City" and the "Pedagogy of the City" constitute important experiences in the quest for an "empowered citizenship". *Profesor de Historia, Geografía y Ciencias Sociales (PUCV); Estudios de Posgrado en Historia y Ciencias Sociales (ARCIS); Máster© Estudios Latinoamericanos, Universidad de Salamanca, España. Investigador ONG EKOSOL de Educación y Cultura. E-Mail: [email protected] Pensando la Ciudad Palabras clave Keywords Modelos de Desarrollo en América Latina, Descentralización, Derecho a la Ciudad, Participación ciudadana, Ciudad Educadora. Models of Development in Latin America, Decentralization, Right to the City, Citizens' participation, Educational City. 31 Kütral Pensando la Ciudad Introducción Desde hace poco más de cuarenta años, comenzamos a vivir otra profunda transformación en la historia de la humanidad. Ésta encuentra su origen tanto en conflictos inconclusos anteriores a esta etapa de cambios, como también en las actuales tensiones que se circunscriben como propias de la fase de transición hacia un nuevo período de la historia. Según Eric Hobsbawn, estos cambios fundamentales en la historia de la humanidad, se deberían principalmente a que a fines del siglo XX se produjo un agotamiento de las ideas novedosas y creativas que apuntaron hacia un rejuvenecimiento del pensamiento humano (Hobswabn, 1995). Esta reflexión, que pretende comprender la reacción conservadora en lo político (devenida para muchos en neoconservadurismo dictatorial) y liberal en lo económica (devenida en neoliberalismo), en parte se entroncó con las preocupaciones, angustias, ansiedades, descreimientos, optimismos y propuestas que buena parte de la literatura humanista desarrolló en las últimas décadas del siglo XX (Sennett, 1978; Jameson, 1988; Lipovetsky, 1988; Lyotard, 1989; Vattimo, 1990; Lyotard, 1998; Derrida, 1998). Ciertamente, grandes debates sobre el 'derrumbe de las ideologías'; la 'crisis de sentido de la humanidad'; el 'agotamiento de los proyectos universalizadores de la modernidad' y de su idea del 'progreso sin fin'; la 'crisis del modo de acumulación capitalista fordista'; y el 'Fin de la Historia'; fueron — y en cierta medida siguen siendo — temas de discusión de los más influyentes pensadores contemporáneos; sobre todo si se vinculan estas temáticas al análisis de los primeros resultados de los cambios de paradigma y sus consecuencias tangibles como la consecución de nuevos modelos de desarrollo a nivel global con incidencia directa en lo local (González, 1994). 32 Kütral En efecto, estas disquisiciones ideológicas trajeron como consecuencias una serie de nuevos relatos durante las décadas de 1980 y 1990 que hablaron del paso de un mundo bipolar de posguerra a uno 'unipolar' de libremercado (neoliberalismo), en la cual los Estados Unidos de Norteamérica (como Estado Gendarme), ciertos grupos de poder Transnacional (Multinacionales) y ciertas instituciones financieras mundiales — avaladas académicamente — habrían tenido el poder para conformar un nuevo orden mundial. A su vez, estas instituciones, producto de la necesidad de adaptar el mundo a sus requerimientos doctrinarios libremercadistas, instruyeron un proceso de 'recomendaciones técnicas' a los Estados-nación para que iniciaran una serie de 'Ajustes Estructurales' cuyos efectos en la organización Pensando la Ciudad política-económica y social-cultural de los Estados fueron a lo menos 'significativas'. Sin embargo, como sabemos que las valoraciones entregadas a dichos procesos de “transformación estructural” tienen un profundo cariz ideológico, no podemos dejar de prestar atención a cómo, 'desde abajo', organizaciones sociales y políticas de distinta índole comenzaron rápidamente a oponerse a la homogeneización libremercadista y a proponer nuevas formas de desarrollo humano enmarcadas primordialmente en la llamada 'justicia social'. Movimientos Altermundistas, Foros Sociales Mundiales, Estados-nación proclives a la democracia social, grupos de trabajo de base e intelectuales aún orgánicos; han lograron posicionar dialécticamente y de manera global (mundial), nacional (estado-nación) y local (provincias, ciudades, barrios) sólidos argumentos en cuestiones donde la humanidad ha jugado y se juega buena parte de su futuro, generando contradicciones a la 'visión única' neoliberal en temas tan fundamentales como: el viejo conflicto entre un medioambiente descontaminado y el crecimiento económico industrial; la ya no tan nueva discusión entre una integración mundial puramente económica (financiero-comercial) y otra que valoriza la dimensión social; la histórica pugna civilizatoria entre el eurocentrismo más conservador (con racismo y xenofobia) y la multiculturalidad; el antagonismo entre el paradigma científico dualista (aristotélico- cartesiano) y el paradigma del análisis complejo transdisciplinario; los cambios culturales que legitiman a sujetos antes invisibilizados por la historia frente a los paradigmas conservadores tradicionales; entre otros. Así, las latentes tensiones señaladas necesariamente nos remiten a los denominados Derechos Humanos, puesto que, independientemente que sus orígenes sean producto de la batalla entre los hijos de la ilustración (el liberalismo y el socialismo), actualmente se estarían concibiendo por un lado como marco ético-jurídico de las relaciones humanas a escala global y local1, mientras que por otro como paradigma emancipatorio y libertario, sobre todo por aquellos que intentan profundizar la justicia social. Por lo mismo, no va a ser casualidad que a fines de la década de 1980 y continuamente durante la década de 1990 y el inicio del siglo XXI surja una nueva oleada de derechos humanos cuyo énfasis está en dar Carta de legitimidad a una serie de luchas históricas "humanizadoras" que han tenido el propósito de promover los sueños construidos por movimientos sociales que, a través del tiempo, han hablado de poner fin a las injusticias de todo tipo. Este último proceso de legitimación histórica, que se inició con la inserción del 'Derecho a la Ciudad' en la Constitución de Brasil del año de 1988 y con el establecimiento de la Convención Internacional de los Derechos del Niño en 1989, 1 En la Cumbre del Milenio del año 2000, los países integrantes de la ONU aprobaron la Declaración del Milenio, que consiste en relevar la importancia del desarrollo humano en base a los derechos humanos. Estos fueron conocidos como "Los Objetivos del Milenio". 33 Kütral Pensando la Ciudad y que continuó con los Derechos de la Mujer, los Derechos de los Pueblos Indígenas y los protocolos de acuerdo sobre descontaminación ambiental, se vincula con los cambios paradigmáticos esbozados y en particular con los denominados "cambios culturales y sociales". Entonces, por lo argumentado, no va a ser casualidad que en el presente, algunas de las tensiones más significativas se estén produciendo entre los movimientos sociales con "Enfoque de Derechos Humanos" y los impulsores de un nuevo orden global fundamentado a partir de la promoción de la mundialización de la economía de mercado. Ahora, desde una perspectiva estratégica, para los movimientos sociales con Enfoque de Derechos Humanos, las actuales tensiones ideológicas, otorgan nuevas posibilidades de lograr implementar esfuerzos teóricos, metodologías de trabajo y prácticas cuyo menor o mayor impacto aún está por evaluarse, puesto que las metas trazadas por los organismos internacionales, estados nacionales, gobiernos locales, organizaciones sociales y políticas, organismos de base y actores sociales que se concertan como movimiento social global, en general son establecidas a mediano y largo plazo, pues finalmente sus principales objetivos son la obtención 'de una sociedad más humana' y la producción de 'un mejor lugar para vivir'. 34 Kütral Asimismo, posicionar las posibilidades de generar una 'sociedad más humana', significa tratar de aprovechar al máximo los escasos espacios que nos deja el neoliberalismo para construir una ciudadanía que actúe críticamente, de manera participativa y que ejercite 'el derecho de vivir en perspectiva de derechos humanos'. Un buen ejemplo de uno de esos intersticios aprovechados por los movimientos sociales han sido los cada vez más profundizados procesos de descentralización que los ajustes estructurales otorgaron en su afán de aminorar la funcionalidad del Estado. Por lo mismo, y desde nuestra visión, es en estas instancias que el aporte de las teorías y metodologías propias de la educación ciudadana se hacen más efectivas, ya que los viejos anhelos de conseguir una sociedad más justa, junto con las novedosas prácticas en educación y pedagogía social, han hecho que ciertas expectativas, que hace un tiempo se veían lejanas (e incluso algunos daban como muertas), hoy aparezcan como reales, trasuntando en una visión de la humanidad bastante más alentadora. Así, el presente artículo, tiene por objeto central aportar con algunos considerandos que nos ayuden a relacionar los cambios experimentados por la Ciudad latinoamericana como fenómeno social con el Derecho a la Ciudad y con algunas bases Pensando la Ciudad teóricas y metodológicas que gobiernos locales urbanos (La Ciudad Educativa) y organizaciones locales de base (Pedagogía de la ciudad) están implementando como alternativas de pedagogía social que, de manera original y práctica, pueden entregar algunas luces sobre cómo encarar las transformaciones globales y locales. Lo anterior, necesariamente implica reconocer que la histórica pérdida de derechos políticos, sociales, económicos y en síntesis de los derechos ciudadanos en general durante los procesos de Ajuste Estructural, dictaduras militares y asentamiento de desarrollo neoliberal, han hecho en extremo difícil la reconstrucción del tejido social, principalmente en aquellos sectores y sujetos sociales que resultaron ser los más dañados en lo que a atropellos de derechos humanos se refiere: los sectores populares. Crisis, Cambios de Paradigmas y Reformas Estructurales La crisis del período fordista2 de acumulación (1930-1982) trajo consigo un sinnúmero de cambios y acomodos dentro del capitalismo. De hecho, el proceso de concentración de poder que se llevó a cabo durante el fordismo, se caracterizó por el ser el punto culmine de la supremacía de las descomunales maquinarias estatales (Estado Benefactor, Estado Keynesiano, Estado Desarrollista, Estado Soviético, entre otros), la de gigantescos monopolios del Mercado y, al decir de Gabriel Salazar, de las macro-teorías de la Ciencia Social (Salazar, 1998). Evidentemente, este régimen se fundamentó en la regulación centralizada de todos los procesos de la sociedad moderna, convirtiéndose no sólo en el paradigma de desarrollo económico, sino que también en la máxima expresión de participación, de militancia ideológico-partidista y de representatividad ciudadana. Asimismo, esta fase del Capitalismo, pese a que su duración fue menor que las anteriores y que detentó la etapa de crecimiento económico más acelerada hasta ese momento en la historia, fue a su vez la que exteriorizó las crisis más graves llegando casi al punto de generar el mayor desastre de la raza humana3. Si bien es cierto que con altos y bajos el Capitalismo durante el fordismo fue superando importantes conflictos, el problema de la inflación mundial "provocada por el mismo gigantismo estructural" (Ibídem) junto con la baja tasa de crecimiento ocasionaron una profunda recesión que llevó a partir del año 1973 a la crisis del 2 Fase iniciada en 1930, perfilada en la Conferencia de Bretton Woods en 1944, con estreno de su crisis en la década de 1960, con la profundización de esta y su estado de coma en 1973 con la crisis petrolera, hasta finalmente cavar su tumba en 1982 tras el desconcierto y el caos financiero y monetario mundial. 3 El miedo a la bomba nuclear marcó toda la Guerra Fría. Fue el símbolo máximo de la pugna entre URSS y USA. 35 Kütral Pensando la Ciudad modelo económico que se había consolidado después de la Segunda Guerra Mundial. De ahí en adelante, los intelectuales vinculados al Capitalismo comenzaron a plantear que el 'gigantismo estructural' concentrador de poder debía interrumpirse y finalizarse a través de una gran reformulación del sistema, lo que en concreto implicaba la devolución de poder por parte del Estado a los agentes del Mercado, situación que quedó refrendada para América Latina tras el llamado Consenso de Washington (Stiglitz, 2003) en los denominados "Ajustes Estructurales Neoliberales". De este modo, tras la profunda crisis experimentada por el Estadocentrismo, se inicia la historia de la primera oleada de reformas, cuya principal característica fue justamente adecuar las "recetas neoliberales" de los organismos económicos internacionales a los respectivos contextos nacionales latinoamericanos. En concreto, los 'ajustes estructurales' consistían en dar vuelta el proceso de concentración de poder realizado durante largos siglos por el Estado desde sus orígenes en la Europa moderna. Se proponía 'desconcentrar el Estado (mejorar la eficiencia de las entidades subnacionales para hacerlas más óptimas para el funcionamiento de la nueva forma de producción capitalista), 'flexibilizar' el empleo (desregulación social del empleo y desarme de las conquistas y de las organizaciones de la clase obrera), centrar los esfuerzos científicos en mejorar la 'eficiencia' del sistema (revolución tecnológica al servicio del mercado). 36 Kütral Finalmente, el discurso desconcentrador obtuvo su consolidación tras la crisis económica de 1982. De esta manera, las soluciones neoliberales no se hicieron esperar y, pese al discurso anti-estatista, éstas se impusieron en buena parte de América Latina por medio de la intervención autoritaria del Estado, debido a que "el tono imperativo del cambio no era compatible con un ajuste automático del Mercado" (Ibídem). Entonces, paradójicamente los remedios utilizados (ajustes estructurales) necesitaron de la mantención de un Estado fuerte y centralizado en el mando, es decir, requería de una mano dura que no temblara en sofocar movilizaciones populares, que no se mostrara débil en la restricción de los gastos sociales, en el control monetario, en las intervenciones económicas y en la aplicación de una reforma fiscal y burocrática (en los entes nacionales y subnacionales) radical que ayudara al incentivo de la inversión privada y a la mayor eficiencia administrativa del Estado4. Así, por medio de esta contradicción fue que se llevó a cabo la primera oleada de reformas a fines de la década de 1970 y a principios de la década de 1980. 4 No olvidemos que países como Chile o Bolivia fueron los "laboratorios" en los que se experimentó por primera vez el neoliberalismo. Pensando la Ciudad Consecuencias sociales, económicas y políticas La intromisión del mercado en espacios que durante el fordismo le fueron propios al Estado, significó la transformación no sólo de éste (del Estado), sino que de la sociedad en su conjunto. El Estado perdió el rol asignado y sólo comenzaría a hacerse cargo de aquellas actividades que a los particulares (empresarios) no le interesan o simplemente no estuvieran en condiciones de tomar a su conveniencia. Lo anterior trajo como consecuencia la transformación integral de las relaciones sociales y políticas, profundización del verticalismo y de la hegemonía de sectores dominantes por sobre dominados y la transformación del espacio de desarrollo humano: adecuación de la infraestructura de las ciudades y del campo a las lógicas neoliberales de apertura de los mercados internacionales en lo que a importación y exportación se refiere, entregándose el territorio a la oferta y la demanda y a la aplicación del razonamiento de la ventaja comparativa con el consiguiente resultado del enriquecimiento de ciertos lugares y el empobrecimiento de otros. Efectivamente, la desigualdad estructural que el Capitalismo arrastra consigo profundizó aún más las inequidades sociales ya preexistentes a la etapa de reformas, situación que Diego Palma reafirma al plantear que la sociedad que corresponde a las relaciones capitalistas está organizada según desigualdad estructural que se basa y reproduce en el control desigual sobre la economía (Palma, 1993). En fin, asistimos a lo que Norbert Lechner denominó como desintegración social, situación que asoció directamente con la globalización de la economía de mercado y la instauración de las 'Reformas Estructurales' en América Latina (Lechner, 1992). De este modo, las políticas económicas emanadas del Consenso de Washington no fueron suficientes, el crecimiento económico no lo fue todo y las sensaciones de angustias y de inseguridad durante las últimas décadas del siglo XX aumentaron. Lo anterior queda refrendado para los Estados latinoamericanos al momento de producirse las crisis de la segunda mitad de la década de 1990, cuyos efectos se vislumbraron negativamente, lo que llevó a replantear los alcances del modelo neoliberal y su estrategia de desarrollo hacia afuera: "Con el impacto de la crisis asiática, primero, y luego de la bancarrota rusa, en 1998, se hizo evidente que las reformas estructurales no habían puesto a las economías latinoamericanas a salvo del impacto de nuevos choques financieros internacionales"(Paramio,1997: 17). En este sentido, la sentencia de la historia es inapelable: las reformas fracasaron, ya que no cumplieron el cometido para el que estaban destinadas, es decir, no 37 Kütral Pensando la Ciudad lograron promover un crecimiento económico estable, ni menos procurar un desarrollo a mediano plazo. A su vez, no fueron capaces de superar la situación de pobreza y exclusión social que se mantenía (y profundizaba) en América Latina tras el fin del modelo de sustitución de importaciones y la crisis de la deuda. Por último, lejos de robustecer la democracia, esta fue perdiendo legitimidad lo que produjo una crisis de la representatividad en donde el desprestigio de la 'clase política' llegó a niveles nunca antes vistos en el transcurrir de la historia latinoamericana. La respuesta organizada: crítica, estrategia y Derechos Humanos Con el tiempo, los grises estudios de la realidad humana contemporánea realizados en plena crisis fordista fueron siendo desplazados por experiencias sistematizadas de resistencia "local" contrarias a la "globalización de la economía neoliberal" durante las décadas de 1980, de 1990 (Ver Coronado y Pajuelo, 1996) y principios de la década del 2000, y por el perfeccionamiento de la crítica intelectual al sistema neoliberal imperante. Dentro de esta crítica, la proveniente desde las Ciencias de la Educación, desde las Ciencias Sociales en general y de las metodologías de la Nueva Historia Social5 en particular, han sido importantes para lograr la revaloración y recuperación de nociones como "democracia participativa", "ciudadanía", "identidad", "memoria colectiva", "proyecto social-popular", "economía solidaria", entre otros. 38 Kütral Asimismo, las nuevas experiencias de resistencia local se han caracterizado por el desarrollo de nuevas metodologías en educación y pedagogía social6; por la coordinación internacional de ONG's y de organismos de base que trabajan en la "perspectiva de la integración social de los pueblos de América Latina"7; por la consolidación de bloques regionales en lo social, político y económico como el ALBA; y por la instalación en varios países de América Latina de gobiernos impulsados y/o apoyados por movimientos sociales8. 5 No vamos a descubrir ahora el aporte de Henry Giroux, Paulo Freire o Ramón Flecha por el lado de la educación; o el aporte de Manuel Castells y muchos más en Ciencias Sociales; o a los historiadores Carlos Aguirre Rojas (México) y Gabriel Salazar Vergara (Chile). 6 Casi todas las innovaciones metodológicas se relacionan con la educación ciudadana, destacando en los últimos años la llamada "Pedagogía de la Ciudad". 7 Interesante fue el proceso que llevó a cabo a cabo el Programa Mercosur Social y Solidario (PMSS) que coordinó a organizaciones sociales de Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Chile durante buena parte de la primera década del siglo XXI. 8 Los más simbólicos son el apoyo a Evo Morales por buena parte del movimiento indígena boliviano, en su momento a Lula en Brasil por el Movimiento de los Sin Tierra (con apoyo condicionado), y a Rafael Correa por los movimientos sociales (incluyendo el indígena) en Ecuador. Pensando la Ciudad Desde esta perspectiva, la preocupación por consolidar los Derechos Humanos es un activo común de gran parte de ONG's y movimientos sociales globales y locales, lo que ha implicado la revisión general de teorías, metodologías y experiencias. Algunas de estas se han referido a los procesos de descentralización, al paradigma del desarrollo local y a la 'ciudad como derecho humano'. Globalización, poder local, descentralización y participación ciudadana Las teorías en torno al "poder y desarrollo local" en base a la descentralización, junto con las discusiones centradas en la llamada participación ciudadana, se han sometido a debate desde hace ya bastante tiempo. Para nuestra contemporaneidad ha sido en los últimos treinta años del siglo XX cuando se han posicionado como materia de estudio gracias a una amplia cobertura intelectual y comunicacional. Esta situación concebida aproximadamente a partir de la década de 1960 en Europa y proyectada recientemente en la década del 1970 en América Latina, tiene su origen — como señalamos con anterioridad — en la crisis económica suscitada en el periodo final de la fase capitalista del fordismo. Ciertamente la gran mayoría de los países occidentales revirtió la acumulación de poder en el Estado y siguió las "recomendaciones" del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, desconcentrando el poder en una supuesta devolución hacia distintos organismos de la sociedad. En la práctica, la "descentralización" y la "desconcentración"9 se efectuaron por parte del Estado a distinta escala y con diferentes cuotas de poder; lo cual significa que, tal como señala Gabriel Salazar, dicha devolución de poder se realizara mínimamente 'hacia abajo' (ciudadanía y entidades locales) y con mucho más ahínco 'hacia el lado' (regionalización administrativa; privatización de antiguos servicios públicos del Estado, licitaciones de programas y proyectos 'públicos' de desarrollo social o urbano a empresas consultoras) y 'hacia arriba' (bolsas de comercio mundial, empresas transnacionales, aceptación de las políticas sociales emanadas desde el Banco Mundial o el FMI; el asentimiento de la gendarmería política mundial por Estados Unidos, el disciplinamiento bajo las leyes globales en temas como pobreza, medioambiente y tráfico de drogas), (Salazar, 1998). De esta manera, se supone que la desconcentración de poder del Estado significó su reconcentración en manos de los mismos antiguos poderes (como los agentes del Mercado). De estos poderes surgirían los dictámenes de cómo se debe 9 La descentralización se refiere a la "devolución de poder" realizada por el Estado a otras entidades como los empresarios o la sociedad civil en general, mientras que la desconcentración se refiere a cómo el Estado se "descarga de funciones" en entidades del Estado de carácter subnacional. 39 Kütral Pensando la Ciudad llevar a cabo la descentralización, adecuándose ésta según la realidad histórica, política e ideológica de cada Estado-nación. Efectivamente, hablar de descentralización es comprender que ésta no se ha dado de la misma manera en cada uno de los países que se han preocupado del tema (Seminario Gobierno Regional de Valparaíso, 2001), siendo por lo tanto un proceso ambiguo, muy discutido y en el cual no hay acuerdos totales. De hecho, la mayoría de los Estados-nación ha reproducido fielmente los mandatos del centro de los poderes mundiales ocurriendo lo que algunos han visto como la acción de las "fuerzas globales" y su impacto que nos lleva a las "consecuencias locales" (Rodríguez y Winchester, 1997): se habla de la "glocalización" (Ibídem) para entender este fenómeno propio de la era que vivimos en la cual ambos conceptos (global y local) se ligan íntimamente. 40 Kütral Pero es también el "retorno del territorio" (Santos, 1996), o sea que a pesar de las verticalidades geográficas del mundo (norte-sur, por ejemplo) y a pesar de que la globalización libremercadista es el estadio supremo de la internacionalización del capital, se ha generado un conocimiento e interdependencia universal de los lugares, conociendo distintas realidades que alimentan nuestros conocimientos. Es lo que Milton Santos llama como "los milagros de la ciencia crean nuevas solidaridades como la posibilidad de un acontecer solidario, a pesar de todas las formas de diferencia entre personas y lugares" (Santos, 1996:125). Por lo tanto, es en el lugar o territorio donde se vive el conflicto entre la homogeneización del mercado y la solidaridad y otros valores sociales similares: la racionalización impuesta a través de normas, programas políticos, bombardeos comunicacionales y culturales, se enfrentan con la proliferación de asociaciones, pequeños movimientos, organizaciones sociales que poco a poco van reconstruyendo los legítimos espacios ciudadanos de participación y poder local, tomando por sus propias manos las olas de soberanía no entregadas directamente y haciéndose cargo del "derecho de decidir lo que es mejor para sus propias vidas". "Por ahora el Lugar — no importa su dimensión — es la sede de esa resistencia de la sociedad civil, pero nada impide que aprendamos las formas de extender esas resistencias a escalas más altas" (Ibíd.: 129). Así, la descentralización (desde una perspectiva democratizadora) pasó de ser un mero mecanismo neoliberal a ser parte — en palabras de Madoery — de la "reinvención de lo local", y más específicamente, del Enfoque de Desarrollo Local. De este modo, se ha pasado de un 'desarrollo asistido' desde gobiernos centrales Pensando la Ciudad a un 'desarrollo endógeno', es decir, "al desarrollo como algo construido a partir de capacidades relacionales de los actores personales e institucionales locales, de la proximidad no sólo geográfica, sino fundamentalmente, organizativa e institucional" (Madoery: 2001: 2). Concretamente, vivimos un desplazamiento de la política hacia el territorio local (Ibíd.: 10), en donde la valoración de lo local aumentó, poniendo fin a aquellas visiones reduccionistas en América Latina que no concebían en lo local sino algo pequeño e intrascendente e incluso un freno al desarrollo integral de las sociedades (Arocena, 2001). Lo local, por lo tanto, es una apuesta política, lo que necesariamente implica una forma de entender el poder de manera diferente a los paradigmas tradicionales. Por lo mismo, es que al tomar en cuenta las ideas de participación ciudadana e innovación institucional, Jaime Ahumada nos señala que "la política local trata, básicamente, de la construcción de un poder local, que se nutre a partir de la capacidad decisional, la capacidad organizativa y la capacidad creativa de los agentes territoriales. Poder local construido sobre la base de la capacidad convocante, aglutinadora y movilizadora de la política. Por la cercanía de los decisores y actores y la inevitabilidad de la participación, el desarrollo local es el tipo más político y societal de desarrollo socioeconómico" (Ahumada, 1993: 161). De este modo, cuando hablamos de la construcción de espacios locales y de la constitución de actores en perspectiva de participación ciudadana hacemos referencia a cómo el espacio local le da significado y valor al papel de los actores individuales y colectivos (Boisier, 2001), pues estos son esenciales para generar un desarrollo local pleno (Madoery, 2001: 11). Es lo que Robert Putnamal, al destacar las cualidades de las comunidades del norte de Italia, denomina en consonancia con el Banco Mundial como capital social; es decir, la capacidad que tienen ciertas comunidades de generar acciones colectivas políticas y económicas a partir del auto-reconocimiento de sus tradiciones cívico-culturales (Putnam, 1993). En la misma senda, comprender la existencia de movimientos sociales en pos del desarrollo local e innovación institucional, tiene que ver con comprender a un movimiento social como "un actor colectivo que interviene en un proceso de cambio social y que está conformado por una agrupación de personas que comparten 41 Kütral Pensando la Ciudad ciertos objetivos de cambio social (o de oposición a un cambio, por ej., ecologistas vs. destrucción ambiental) que poseen una identidad colectiva y que llevan varios años de acciones conjuntas, aunque su nivel organizativo y programático sea flexible y diverso" (Serra, 2000: 7). En efecto, el accionar de movimientos sociales locales y su relación con la gestión de sus respectivos gobiernos locales son la manifestación específica del paradigma de desarrollo local, de la participación ciudadana y de formas de expresar la democracia participativa. A tiempos actuales, y producto de todos los fenómenos sociales en este artículo representados, la ciudad y sus actores (niños/as, mujeres, minorías sexuales, otros) cobran relevancia. La Nueva Ciudad Latinoamericana: Entre el Neoliberalismo y la Resistencia del Lugar La ciudad actual, esa que se transforma con las 'reformas estructurales', ya no es la misma de nuestros abuelos y ni siquiera la misma de nuestros padres. La historia no es estática, no cabe duda. Sabemos de sus movimientos y transformaciones a través del tiempo (Rodríguez, 2001). De hecho, las tensiones globales y los cambios de paradigmas señalados en puntos anteriores tienen repercusión directa en la producción de la vida en la nueva ciudad latinoamericana. En ella coexisten la tensión entre lo tradicional y lo moderno, donde la ciudad ya no es una sola y homogénea, sino que es de una multiplicidad de culturas y de una diversidad abismante de expresiones y prácticas sociales:(Rodríguez, 2001). Se asegura que "... ella debe ser pensada desde la perspectiva de la complejidad; en un tejido de constituyentes heterogéneos inseparablemente asociados; presenta la paradoja de lo individual y múltiple, el tejido de eventos, acciones, interacciones, retroacciones, determinaciones, azares, que constituyen el mundo urbano" (Giraldo, 1995: 297). 42 Kütral Desde la década de 1970 se comienza a advertir el tránsito de la "ciudad vecina" a los modernos centros metropolitanos: que las metrópolis y las conurbaciones conectadas por sendas carreteras sustituyeron la ciudad donde se reconocían todos los vecinos; que se reemplazó la vida de ciudad con raíces campesinas por una heterogénea, compleja, globalizada y con aires de internacionalización: "estamos ante una ciudad-encrucijada, ciudad-mundo, que se constituye precisamente a través de computar (chatear), conjugar, Pensando la Ciudad equilibrar, sus muchas divergencias internas. La ciudad actual responde a la acción de factores activos, incluso contrastantes. De ahí surge su variopinto y su capacidad de asombrarnos todos los días. La gran ciudad actual es grotesca. Ni siquiera se la conoce. Por debajo de su orden externo bulle una inmensa discordia" (Rodríguez, 2001: 4). De este modo, la creciente desigualdad mundial también implanta su contradicción en la ciudad. Sabemos de la existencia de barrios cuyo uso de suelo es de una plusvalía sólo de acceso para ricos, perdurando en la antítesis antiguos cordones marginales de pobreza ajenos al consumo desatado y privilegiado de cierto tipo de bienes exclusivos. Si bien esta contradicción no nace con la nueva ciudad latinoamericana, su repercusión en la vida privada se hace más evidente al provocar por un lado exclusión y por otro resentimiento social, claves para entender buena parte de la violencia urbana actual (Rodríguez & Winchester, 1997). Además, en aquellas ciudades que pertenecen a Estados que privilegian la especulación inmobiliaria sin control y, por lo tanto, con una débil legislación que resguarde el patrimonio tangible e intangible local, se produce la consiguiente fragmentación de las urbes y de sus grupos sociales, debido principalmente a la pérdida del centro histórico originario, teniendo como consecuencia directa la atomización de las identidades, la pulverización del tejido social y como corolario el declive de los espacios públicos tan necesarios para "hacer vida en la ciudad". Entonces, lo que se pierde son las lógicas comunitarias de hacer vida social. Se reemplaza la posibilidad de ejercer el derecho a decidir sobre el espacio propio por el cambio a una autonomía y diversidad de sujetos con sus propias subculturas y en donde en la mayoría de los casos no existe interconexión entre sí. De igual forma, la tecnocracia con la que actúan muchas veces los funcionarios públicos impiden la creación de ciudad o de espacios públicos desde una ciudadanía participativa y en base a los legados culturales propios de sus antepasados, ya que su amor por el "progreso técnico" y por la planificación racionalista inciden en que las políticas urbanas se hayan orientado, principalmente, hacia los aspectos físicos y económicos, restando importancia a los asuntos referidos a la cultura, la socialización de los migrantes campesinos y de las nuevas generaciones urbanas, la formación de ciudadanos modernos, la ética pública, el patrimonio urbano y el medioambiente (Uribe, 2001: 151). Frente a lo anterior, el ciudadano carente de educación social se alejará de lo público y se ensimismará en los espacios privados con amigos y familiares donde buscará la seguridad y la comprensión. Porque claro, hoy en día una de las preocupaciones latentes son aquellas referidas a la "seguridad" (Ibídem). 43 Kütral Pensando la Ciudad En resumen, el pasar de la ciudad vecina a la ciudad metropolitana10, se tradujo en sendos trastornos socio-culturales que desbordaron las posibilidades de reacción de las entidades tradicionales como el Estado, la Familia y la Escuela. Todo pese a los intentos de superar los problemas y "enfermedades urbanas"11 propias de la ciudad actual, a través de la inversión en obras públicas y equipamiento urbano y de la "intervención social" en "grupos de riesgo" por medio de "políticas sociales". Podríamos decir entonces que hoy en día surge la necesidad de plantear a la ciudad como un espacio de lucha para instaurar y/o profundizar los Derechos Humanos. Para ello, se necesita renovar y reiniciar la educación ciudadana con el objeto de reconstituir tejido social en la nueva complejidad urbana. Esta ahora toma en cuenta los nuevos paradigmas mundiales en torno a los "valores sociales", teniendo la educación social un sitial de importancia mayor, pues usando métodos y técnicas propias de la educación social-popular, se intenta establecer la nueva ciudadanía crítica. El derecho a la ciudad y la democracia participativa 44 Kütral Los primeros planteamientos que se refirieron al tema de la ciudad como derecho tienden a ser entregados en propiedad al pensador francés Henri Lefevre, quien en la década de 1960 hizo efectivo el concepto en el libro que lleva justamente como título El Derecho a la Ciudad. El libro, inspirado en los macro-procesos de urbanización y sus consecuencias geo-espaciales y sociales, fue el principio del movimiento pro derechos a la ciudad que con el paso del tiempo fue consolidando sus posturas debido a la realidad urbana imperante en las décadas de 1970, 1980 y 1990. Justamente, en los años 80, comienzan a construirse agendas políticas de reforma urbana a nivel de la sociedad civil en algunos países de América Latina. El caso más simbólico es el de Brasil, el que durante pleno proceso de transición a la democracia elaboró la constitución en 1988 que contempla el Derecho a la Ciudad en uno de sus apartados. En la década de 1990 se realizan las grandes Conferencias de las Naciones Unidas. Dos de ellas incorporan directamente el Derecho a la Ciudad como uno de sus temas prioritarios: la del Medio Ambiente en 1992 (Río de Janeiro) y la de los Asentamientos Humanos-Hábitat II, en 1996 (Estambul). Estas Conferencias crean la Agenda 21 y la Agenda Hábitat, respectivamente. Ya en el siglo XXI, la profundización de este derecho se hace evidente por los 11 Se entienden como enfermedades urbanas las derivadas de la contaminación ambiental, los atochamientos vehiculares, el crecimiento 'vertical' de las ciudades, el surmenage y el estrés. Pensando la Ciudad niveles que tuvo la movilización social en busca de su conquista. Así, en el proceso de sucesivos Foros Sociales (Foro Social de las Américas en Quito, Julio 2004; Foro Mundial Urbano en Barcelona, Octubre 2004; Foro Social Mundial, Porto Alegre, Enero 2005), en septiembre del 2005, en Barcelona, se aprueba la Carta Mundial del Derecho a la Ciudad, base jurídica de muchas iniciativas que tendrán asiento en América Latina. La Carta Mundial por el Derecho a la Ciudad. Una mirada al caso brasileño La Carta Mundial del Derecho a la Ciudad se define como el usufructo equitativo de las ciudades dentro de los principios de sostenibilidad, democracia, equidad y justicia social. A partir de la comprensión de la ciudad como espacio colectivo culturalmente rico y diversificado que pertenece a todos sus habitantes, el derecho a la ciudad es comprendido como un derecho colectivo de los habitantes de las ciudades, en especial de los grupos vulnerables y desfavorecidos, confiriéndoles legitimidad en su acción y organización, con base en sus usos y costumbres, con el objetivo de alcanzar el pleno ejercicio del derecho a la libre autodeterminación y a un estándar de vida adecuado. Los principios rectores de la Carta Mundial por el Derecho a la Ciudad son: Gestión democrática de la ciudad; Función social de la ciudad; Función social de la propiedad; Ejercicio pleno de la ciudadanía; Igualdad sin discriminación; Protección especial de grupos y personas vulnerables; Compromiso social del sector privado; Impulso a la economía solidaria y las políticas fiscales progresivas. Políticamente, la presentación de una propuesta en donde se invita a la ciudadanía 'urbana' a tomar la gestión de sus ciudades implicó por parte de las autoridades nacionales y locales en donde el uso de este derecho está legitimado, a realizar las correspondientes reformas urbanas que, como resultado 'político', tuvieron la introducción de este Derecho en sus Constituciones nacionales. Sin lugar a dudas, esto significa que existe un reconocimiento y valorización del principio de la función social de la ciudad y como fundamento de las políticas de desarrollo. En este sentido, no va a ser casualidad que al ser reconocido este derecho constitucionalmente por algunos Estados-nación latinoamericanos (Brasil, Argentina, México) se haya producido un ímpetu ciudadano por participar en la gestión de su propio desarrollo. De hecho, muchas experiencias de poder local e incluso de innovación participativa hoy en día se están sistematizando producto del profundo impacto democrático que han tenido. La asimilación de la Carta en estos Estados 45 Kütral Pensando la Ciudad latinoamericanos (Brasil, Argentina, México) se haya producido un ímpetu ciudadano por participar en la gestión de su propio desarrollo. De hecho, muchas experiencias de poder local e incluso de innovación participativa hoy en día se están sistematizando producto del profundo impacto democrático que han tenido. La asimilación de la Carta en estos Estados latinoamericanos, manifestó el fortalecimiento del papel de los Municipios como el principal ente colectivo para promover la política local, lo cual indica que la descentralización 'hacia abajo' tiene componentes democráticos que fortalecen la participación, ya que obviamente la municipalidad es el órgano representativo más afín con la idea del ejercicio de derechos ciudadanos. De esta manera, decenas de municipios están implementando, evaluando y difundiendo políticas en base al Derecho a la Ciudad. Por ejemplo, una de las experiencias primigenias más innovadoras se encuentra en Brasil, en el llamado Estatuto de la Ciudad del año 2001. El Estatuto de la Ciudad conlleva un profundo impacto en el derecho a la ciudad, que deja de ser un derecho reconocido solamente en el campo de la política y pasa a ser un derecho reconocido en el campo jurídico. Así, el derecho a la ciudad se transforma en un nuevo derecho fundamental brasileño, integrando la categoría de los derechos colectivos. Ciertamente, el Estatuto de la Ciudad establece el derecho a vivir en ciudades sostenibles, como el derecho a la tierra urbana, a la vivienda, al saneamiento ambiental, a la infraestructura urbana, al transporte y a los servicios públicos, al trabajo y a la recreación y a la gestión democrática por medio de la participación de la población y de asociaciones representativas de los varios segmentos de la comunidad en la formulación, ejecución y seguimiento de planes, programas y proyectos de desarrollo urbano. 46 Kütral Como consecuencia directa del Estatuto de la Ciudad, y con el fin de aportar con el equilibrio democrático en Brasil, el año 2003 se creó el Ministerio de las Ciudades, cuyo objetivo principal es conseguir integrar y articular las políticas de desarrollo urbano, habitación, saneamiento ambiental, movilidad y transporte urbano a nivel nacional. Su forma más concreta de acción y por las implicaciones en la implementación del derecho a la ciudad que tiene, cabe destacar el Consejo y las Conferencias de las Ciudades. La Conferencia Nacional de las Ciudades se congrega para asegurar la participación pública y el control ciudadano, así como supervisar los procesos democráticos de formulación e implementación de las acciones, programas y proyectos de políticas nacionales urbanas. Por lo mismo, la Conferencia tiene como forma de funcionamiento la reunión de delegados que representan diferentes segmentos de la sociedad civil organizada y del gobierno en sus diferentes niveles, de forma a establecer las directivas para los próximos Pensando la Ciudad años de las políticas implementadas por el Consejo de Ciudades. Como dato anexo, el Consejo de ciudades se reunió por primera vez en el 2003 bajo el lema "1ª Conferencia Nacional de las Ciudades". En ella se establecieron los principios y directrices para la política nacional de desarrollo urbano y para las Conferencias siguientes. El ejemplo brasileño — único en su especie — no implica reconocer que el 'Derecho a la Ciudad' está dando sus primeros pasos como derecho colectivo. Lo que sí implica es dar a entender que su establecimiento es posible, sobre todo si se implementan las herramientas necesarias para lograr dicho proceso de profundización de la democracia participativa. Claro está que este lento proceso de conciencia de derechos ciudadanos ha necesitado de métodos y experiencias de educación ciudadana a distinta escala que trabajan en perspectiva del Derecho a la Ciudad. La Ciudad Educadora como Método de Educación Ciudadana El avance de la perspectiva de derechos ha sido leído por muchos Estadosnación altamente descentralizados y por gobiernos locales urbanos de diversas partes del mundo como la oportunidad de profundizar en la tan deseada democratización participativa, pues el gobierno de la ciudad (municipio, cabildo, ayuntamiento), tal como ya señalamos, es visto como la institución política más cercana al ciudadano, siendo incluso para algunos su organización natural. Los fundamentos que avalan lo planteado, señalan que el concepto de ciudadanía se liga con la participación política y el ejercicio de este derecho: "la educación del ciudadano, era la educación del hombre para vivir en la sociedad, esto era, para vivir en la ciudad". En este sentido, la ciudadanía no sólo se percibe como aquella que 'participa' en elecciones nacionales o que se relaciona jurídicamente con el Estado; sino que también como la que se preocupa de los asuntos y problemas cotidianos de su barrio y ciudad; como la que hace uso de los espacios públicos; y como la que ejerce control ciudadano sobre sus representantes. Entonces, la ciudadanía se convierte en tal, en el momento que construye civilidad; es decir, cuando hace vida política en la ciudad, cuando tiene conciencia de sus derechos civiles, de sus derechos sociales y económicos, de sus derechos políticos y de sus derechos culturales. La idea de levantar una ciudad educadora desde los gobiernos locales, tiene como intención educar a la ciudadanía. Para Gadotti, la concepción plena de ciudadanía se "manifiesta en la movilización de la sociedad para la conquista de 47 Kütral Pensando la Ciudad nuevos derechos y en la participación directa de la población en la gestión de la vida pública, a través, por ejemplo, de la discusión democrática del presupuesto de la ciudad" (Gadotti, 2005: s/n). Y justamente ése es el objetivo primordial trazado por la ciudad educadora, o sea "busca instaurar, con todas sus energías, la ciudadanía plena, activa, cuando establece canales permanentes de participación, incentiva la organización de las comunidades para que tomen en sus manos, de forma organizada, el control social de la ciudad"(Ibídem) o "la construcción de una ciudadanía organizada, autónoma y solidaria, capaz de convivir en la diferencia y de solucionar pacíficamente sus conflictos" (Op. Cit. Rodríguez: 1). Metodológicamente, la ciudad educadora es apertura de espacios, porque comprende que la crisis de la escuela tradicional es parte de las tensiones provocadas por los cambios culturales. La ciudad educadora no concibe la educación como el conocimiento parcelado y disciplinario que aún persiste en la escuela, pues entiende "los procesos científicos y tecnológicos como parte de un todo, colocándolos en una dimensión social y cultural, no como conocimientos aislados, puros y exactos; también tiene la característica de tornar local un conocimiento global, que puede ser adaptado (...) en proyectos de vida local: Erradicación de enfermedades, historias de vida, adecuación de tecnologías para usos locales (...)" (Palacios, 2006: s/n). 48 Kütral Así, el aprendizaje en el espacio urbano se viene convirtiendo en un nuevo paradigma pedagógico, pues aprender en la ciudad de su producción social actual y también de su pasado, implica reconocer el dinamismo de la historia a través de la crítica de los conocimientos y paradigmas tradicionales existentes; por medio de la aceptación colectiva de nuevos aprendizajes; y a través de la construcción de nuevos conocimientos para el futuro. Para aquello, es fundamental reincorporar a la memoria colectiva12 como respuesta a las dudas sobre cómo construir ciudadanía, puesto que el hecho de recuperar y aprender saberes olvidados o desechados por la ciencia moderna y la historia oficial, nos ayudan a comprender de mejor manera conceptos como solidaridad, democracia participativa o proyecto histórico-popular. 12 El 'mnemotropismo' o tendencia de las sociedades actuales 'a escarbar' en la memoria social y en la historia, cobra sentido cuando el cuestionamiento a las oficialidades de todo tipo renueva la lucha por la construcción de representaciones del pasado y la proyección de futuros colectivos. Pensando la Ciudad Génesis y Desarrollo de la Ciudad Educadora En nuestra era, la idea de ciudad Educadora se da partir de Edgar Faure en 1972. Faure nos propone "sacar la educación de los espacios cerrados en donde se hallaba confinada, para trasladarla a los lugares de reunión, a las fábricas, las plazas, a los parques, a las calles y, en fin, a los espacios públicos" (Faure, 1973: 265). En el año 1990, teniendo como marco la Convención de los Derechos del Niño, se reúne en Barcelona el recientemente creado Movimiento de Ciudades Educadoras con motivo del I Congreso Internacional de Ciudades Educadoras. Las orientaciones del encuentro fueron determinadas por la aspiración de los gobiernos locales reunidos por mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Las conclusiones fueron publicadas en la llamada Carta de Ciudades Educadoras. En ella se expresa el sentir de los objetivos trazados por este movimiento. El Movimiento de Ciudades Educadoras, con motivo del III Congreso convocado en Bolonia, se institucionaliza y formaliza en la AICE, o Asociación Internacional de Ciudades Educadoras. Textualmente, la AICE plantea que la ciudad educadora "es una propuesta integradora de la vida ciudadana que concierne a gobiernos locales, pero también a todo tipo de instituciones y asociaciones públicas y privadas. Su objetivo es trabajar conjuntamente con sentido educativo en el desarrollo de políticas y actuaciones que impulsen la calidad de vida de las personas, su compromiso con el espíritu de ciudadanía y los valores de una democracia participativa y solidaria"13 Como datos genéricos, tenemos que a la fecha, se han realizado 11 congresos de la AICE, siendo el número 12 para el año 2012 posiblemente en la ciudad de Seúl. Congresos realizados Congresos Año Ciudad Sede I 1990 Barcelona II 1992 Gotemburgo III 1994 Bolonia IV 1996 Chicago Tema Central La Ciudad Educadora para Niños y Jóvenes. La Educación Permanente. El Multiculturalismo. "Reconocerse: Para una Nueva Geografía de las Identidades". Las Artes y las Humanidades como Agentes de Cambio Social. 13 Folleto de presentación de la Asociación Internacional de Ciudades Educadoras. 49 Kütral Pensando la Ciudad V 1999 Jerusalem VI 2000 Lisboa VII 2002 Tampere El Futuro de la Educación. El Papel de la Ciudad en un Mundo Globalizado. VIII 2004 Génova Otra Ciudad es Posible. El Futuro de la Ciudad como Proyecto Colectivo. IX 2006 Lyon X 2008 Sao Paulo Construcción de Ciudadanía en Ciudades Multiculturales. XI 2010 Guadalajara (México) Deporte, Políticas Públicas y Ciudadanía. Retos de una Ciudad Llevar el Legado y la Historia al Futuro. La Ciudad, Espacio Educ. en el Nuevo Milenio. El lugar de las Personas en la Ciudad. Fuente: Asociación Internacional de Ciudades Educadoras. 2011 Finalmente, hoy por hoy, la AICE cuenta con 331 gobiernos locales asociados pertenecientes a 69 países. De ellos, 12 países son latinoamericanos, siendo 57 los gobiernos locales asociados. La mayor presencia la aportan los gobiernos locales de Brasil, Argentina y Colombia, destacando por la calidad de sus proyectos educativos de ciudad, Porto Alegre, Sao Paulo, Rosario, Santa Fe, Medellín, Bogotá, Mérida y Caracas. De Chile, se sabe que han suscrito "alguna vez" la Carta de Ciudades Educadoras por lo menos seis gobiernos locales: Valparaíso, Vallenar, Frutillar, Concepción, Purranque y Los Ángeles, apareciendo en la actualidad en la base de datos solo tres de ellos (Vallenar, Los Ángeles y Purranque). Lamentablemente — a excepción de Vallenar — son desconocidos los proyectos educativos de ciudad desarrollados por estos gobiernos locales14. 50 Kütral 14 De Vallenar se conocen una serie de proyectos de educación ambiental en donde el municipio en conjunto con actores locales de diversas edades desarrolla la recuperación e integración del río Huasco en el plan regulador. Su objetivo consiste en transformar el río contaminado en un espacio de esparcimiento y educación. En el caso de Valparaíso, no debemos confundir su reconocimiento como patrimonio de la humanidad y los carnavales culturales con ciudad educadora, pues en el primero y en el segundo de los casos corresponden a iniciativas de carácter gubernamental nacional, mientras que la ciudad educadora se preocupa de desarrollar ciudadanía en el ámbito local. Pensando la Ciudad A Modo de Consideraciones Finales El nuevo contexto global en camino a su determinación, ha dejado abiertas las puertas para que la ciudadanía pueda tomar en sus manos su propio desarrollo. Claro está, ésta no fue la idea inicial, pues los poderes instalados en la cúspide de la pirámide mundial sólo pensaron en la transnacionalización del capital y en la adecuación de los territorios a dicha forma de entender el crecimiento económico y el desarrollo humano. Pero en los últimos años, la respuesta de la sociedad no se hizo esperar. El descreimiento en las bondades del neoliberalismo ha generado una nueva confrontación, o mejor dicho, un nuevo mundo "bipolar". No al estilo de la Guerra Fría, por supuesto. La confrontación en este nuevo mundo bipolar se da en sentido "ético". Por un lado, están todos los que pregonan la homogeneización del mundo en base a los paradigmas libremercadistas, mientras que por otro están todos los que con preocupación observan el desenvolvimiento humano en el planeta, sintiendo a la postre que 'algo hay que hacer'. La conformación de nuevos movimientos sociales que rompen con los antiguos formatos de los movimientos sociales tradicionales; la creación de nuevas metodologías educativas ciudadanas; la creación de frentes continentales con el fin de extender las prácticas solidarias; la toma de conciencia a nivel local y con mayor fuerza a nivel global de la perspectiva de Derechos Humanos; la fuerza que sujetos históricamente invisibilizados han ido paulatinamente desarrollando y la búsqueda de mejoras concretas en la calidad de vida (Derecho a la Ciudad por ejemplo), son algunas experiencias de nuevo orden que se van oponiendo a la homogeneización mundial bajo el paradigma del libremercado. Desde esta perspectiva, las teorías, metodologías y experiencias entregadas a lo largo de este artículo nos entregan algunos indicios de lo que se está haciendo en torno a al Derecho a la Ciudad, (como derecho colectivo) y con algunas metodologías de educación ciudadana, la educación en Derechos Humanos y la educación en la auto-valoración como sujetos sociales con derechos, principalmente en la ciudad. Efectivamente, al transformarse la estructuración de los poderes mundiales y la ciudad atrapar funciones negadas históricamente por los centralizados Estados-nación, se ha producido que muchas de las prácticas tendientes a educar en el ejercicio de los derechos ciudadanos se realicen en ciudades, prácticas que podríamos concluir como novedosas, puesto que ninguna de las que hemos desarrollado a lo largo de estos párrafos (El Derecho a la Ciudad en Brasil y La Ciudad Educadora) tiene más de veinte años. 51 Kütral Pensando la Ciudad Bibliografía Ahumada, J. 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Editorial GEDISA, Barcelona. 54 Kütral Pensando la Ciudad Viña del Mar, ciudad de tomas silenciosas1 Luis Vildósola B.* L Resumen a dinámica de los pobladores que realizan tomas de terrenos en Viña del Mar (1987-2007), expresa como principal característica el desenvolvimiento de un proceso de conquista y producción de espacio urbano bajo la fórmula de una re-apropiación local del suelo contiguo al que ocuparon - vía compra o toma de sitio - sus padres o vecinos, en décadas anteriores. El fenómeno, se reconoce en la comuna con el nombre de "tomas silenciosas", en alusión a su escasa visibilidad en la esfera pública y a su relativo bajo nivel de confrontación con la autoridad política, aunque, como comportamiento social, responde, más bien, a una estrategia local-popular de construcción de ciudad, condicionada en este período por dinámicas históricas globales y locales que le otorgan, por un lado, especificidad cultural, y por otro, la configuración de una trama de relaciones donde confluyen las lógica de disciplinamiento, negociación y resistencia. T Abstract he dynamics of shanty town dwellers, who carry out land takeovers in Viña del Mar (1987-2007), show, as one of its main characteristics, the development of a process of conquest and production of urban space under the formula of a local re-appropriation of land adjacent to the one which that occupied by their parents or neighbours in previous decades. The phenomenon, is known as "silent takeovers", due to its scarce visibility and relative low level of confrontation with political authority. As collective action, it can be understood as a local - popular strategy of construction of the city with a logic that articulates discipline, negotiation and resistance. Keywords Shanty Town Dwellers, Land Takeovers, Silent Takeovers, Viña del Mar City, Discipline Enforcement. Palabras claves Pobladores, tomas de terrenos, toma silenciosa, ciudad de Viña del Mar, disciplinamiento. 1 Este artículo forma parte del proyecto de investigación: "Dinámicas de Poblamiento Popular en Ciudades de la Provincia de Valparaíso" que realiza el programa Historia y Cultura Local de Ekosol. * Trabajador social; Magíster © en historia y ciencias sociales en Universidad ARCIS, investigador de la ONG Ekosol. E-mail [email protected] 55 Kütral Pensando la Ciudad La ciudad de Viña del Mar como contexto de tomas de terreno Según un catastro de "Asentamientos Humanos Precarios" (AHP), realizado por la Oficina de Gestión Habitacional de la Ilustre Municipalidad de Viña del Mar, el año 2002, en la comuna, había cerca de cuatro mil familias (unas 12 mil personas) en esta condición. Se trata, principalmente, de quienes viven en las llamadas: "tomas" silenciosas de terrenos. El mismo catastro, consigna que en estos asentamientos: predominan las personas jóvenes (promedio 23 años de edad), de ingresos bajos y empleos inestables. Geográficamente, se hallan instalados en las partes altas de los cerros: Achupallas, Forestal, Reñaca Alto y Miraflores Alto. (DIDECO: 2002) DISTRIBUCION DE COMITES POR TERRITORIO SECTOR 56 Kütral COMITES FAMILIAS Achupallas 38 1.334 Forestal 32 1.094 Reñaca Alto 20 660 Miraflores Alto 9 350 Chorrillos 4 180 Viña Oriente 4 111 Otros 4 80 TOTAL 111 3.816 Fuente: DIDECO, I. Municipalidad de Viña del Mar, 2002 La masiva ocupación de terrenos en Viña del Mar, en el ciclo 1987 - 2007, se produce en un escenario de transformaciones profundas de la sociedad chilena que impactan la proyección social, territorial y urbanística de esta comuna, rompiendo aquellas bases de equilibrio que habían sustentado sus estructuras de desarrollo, entre 1940 y 1975. En Viña del Mar, desde mitad de los años '70, en adelante, se hace presente un nuevo patrón de desarrollo que marca las directrices de una nueva etapa en la historia local. Su impacto en la organización del espacio urbano ha sido distinto al que produjo la fuerza industrial en la primera mitad del Pensando la Ciudad siglo XX. Sus actores y su lógica son diferentes. En esta nueva etapa, la ciudad da cuenta de procesos que están revelando, cada vez más, la expansión, el dinamismo y las facilidades que halla el capital comercial-financiero para desplazarse hacia cualquier parte de la comuna. De este modo, inversionistas nacionales/internacionales (que operan a escala global) aprovechan las ventajas que ofrece la localidad para concretar sus "emprendimientos". En la última década, algunas de esas dinámicas se han hecho más visibles en Viña del Mar. Internacionalización del negocio inmobiliario. Este rubro, se observa como uno de los que están comandando las directrices del "desarrollo local", y aparece como uno de los sectores más dinámicos de la economía viñamarina. "Los datos del Censo Nacional confirman que el sector terciario es el único que registró un incremento de ocupados en el período 1992 - 2002 y, que, este aumento se dio en actividades como; inmobiliarias, empresariales y de alquiler, 96,8 %; intermediación financiera, 26,9 %; comercio al por mayor y menor 24,7 %, y enseñanza 21,1 % " (Valdebenito: 2002 :17). Sin embargo, al observar el impacto global de este hecho, emergen algunos de los costos asumidos por los habitantes de Viña del Mar. Entre otros; el incesante incremento del precio del suelo convirtiéndola en una ciudad, comparativamente más "cara". En esto, se funda uno de los principales pretextos usados para decirles a los pobres, que, acá; ya no quedan terrenos para construir2. Por otra parte, está la fuerte ingerencia que asumen las empresas y capitales extranjeros en las operaciones inmobiliarias, que debilitan la influencia local en las decisiones que afectan la marcha de la ciudad.3 "Los terrenos de las petroleras en la avenida Jorge Montt tienen sólo ventajas para despertar el interés de parte de potenciales compradores: suelos planos, vista al mar, excelente ubicación e inmejorables accesos. Por eso, la firma: Colliers Internacional - encargada de la venta espera que el Concejo Municipal no rigidice el seccional que está en la última fase de su trámite" (Diario El Mercurio de Valparaíso: 15 de abril, 2002). 2 "El precio del suelo que es el recurso que le pone el freno, sobre todo, en Viña del Mar, ha sido muy claro, por el alto costo del suelo y el alto costo de la urbanización del suelo que va quedando" Manuel Hernández: (2003) ex Director del SERVIU Región de Valparaíso. 3 "Como síntoma de "la 'ciudad globalizada, que se conecta con las redes mundiales de la economía, las finanzas y las comunicaciones; comienzan a hacerse evidente dos fenómenos de importancia por sus efectos en la estructura social y espacial de ellas: la desterritorialización y la desmaterialización" (García Canclini, citado en Rodríguez A y Winchester L, 1997:: 33). 57 Kütral Pensando la Ciudad Contribución local a la acumulación global. La localidad se ha mostrado como una excelente plaza para el arribo de grandes inversiones de capital. Tanto para el denominado rubro de los intangibles: fondo previsional, seguros, bancos y financieras; como para el negocio en inmobiliarias, cadenas farmacéutica, supermercados, y el retail. Una de las marcas que ha liderado este tipo de aterrizaje en Viña del Mar, es "Falabella". Esta firma comercial (hoy también en la línea bancaria) tiene verdaderos 'templos' comerciales, abiertos todo el año. La llave de oro en la expansión monumental de sus negocios se funda, justamente, en la capacidad de mantener endeudados a crecientes masas de consumidores locales. Así, mientras sus ingresos se fundan en contribuciones e intereses aportados localmente, el capital acumulado ingresa a circuitos globales, operando sin garantías de compromiso con un desarrollo local sustentable. "Lo que fue la Sastrería Económica Italiana de calle Ahumada a comienzos de 1900, terminó siendo una de las 10 compañías más grandes del país hacia el año 2000, con tentáculos repartidos por todo Chile, y también en Argentina y Perú; y con presencia en una serie de otras empresas, ligadas al mundo del retail: Home Deport, Farmacias Ahumada y los Mall Plaza Oeste, del Trébol y La Serena. Tras la reciente fusión Falabella y Home Center, la nueva compañía por nacer y que 'en la pasada' transformó a las hermanas Solari Falabella las mujeres más ricas de Chile, tendrá un valor bursátil de 2.800 millones de dólares. (Diario La Tercera: 24 de agosto, 2003) 58 Kütral Y, aunque esto en Viña del Mar no se diga, y la prensa local poco lo investigue, es probable que la extrema acumulación de riqueza de unos, esté actuando en desmedro de las condiciones de vida de otros que, en la práctica, han venido acumulando: segregación espacial, deterioro educacional, precarización laboral e inseguridad vecinal. Son los síntomas de una 'pobreza ciudadana' que se hace visible, en toda América Latina4. Presión para eliminar las normas de política de suelo. Los grandes capitales parecen llevar el control en cuanto al manejo de las normas que regulan la dinámica 4 "Las ciudades de América Latina "son hoy el principal escenario del desarrollo económico y las oportunidades de progreso, y por otra parte son espacios donde se concentran los pobres y excluidos del progreso, pues la reestructuración económica global ha afectado a las economías nacionales, pero especialmente a las personas en las ciudades. Junto a la magnitud de la pobreza urbana, se percibe una creciente polarización y desigualdad social, en la medida en que los roles y funciones de los centros urbanos son más complejos y diversos, y se acentúan las diferencias entre ciudades y territorios, y al interior de éstos" (Bárcena, A, y Simioni, D, 2003:: 30). Pensando la Ciudad territorial en Viña del Mar. Así, al menos, se observa el 2003 en la actitud de autoridades comunales que avalan una ofensiva para desgravar 4.551 hectáreas que estaban protegidas (40 % de la superficie de la comuna. (Diario El Mercurio Valparaíso, lunes 21 de julio, 2003). Desde el ámbito municipal se explica que se quiere desgravar estos suelos y modificar el Plan Intercomunal de Valparaíso (PIV) por razones de desarrollo de nuevas inversiones, y que "es necesario lograr estos cambios mediante una estrategia pues, si bien existe una intención de parte del gobierno Regional de reemplazar al PIV, por uno más moderno, no podemos esperar 4 o 5 años para que esto se produzca, por eso, la autoridad comunal de Viña ideó una estrategia: aplicar modificaciones al actual PIV por la vía de seccionales, lo que sería sin lugar a dudas un trámite más ágil" (Ibídem). Las autoridades comunales señalan que no hay que temerle a la expansión de la ciudad, aunque habrá que precisar que con ello están señalando que desean facilitar el arribo de capitales, asumiendo la desregulación en la transacción del suelo en la ciudad. Grandes proyectos en la ciudad están condicionados a un cambio en el PIV, uno en el Sausalito y otro, en el estero de Viña, también un proyecto para el sector Sausalito que está gravado como área verde (...). La congregación del Colegio Sagrados Corazones quiere levantar en la subida Padre Hurtado una sede para unificar los establecimientos de Viña y Valparaíso. Está también el proyecto del Campus Rodelillo de la Universidad Viña del Mar.5 (Ibíd.) La espectacular invasión del espacio público. Los procesos que impactan en la organización y el funcionamiento de la llamada "Ciudad Jardín", en las últimas décadas, configuran una estructura urbana viñamarina que adquiere formas inéditas. Se hacen visibles los nuevos 'centros' comerciales, los edificios de altura y la renovación de las vías de acceso a la ciudad. Además, se ve la multiplicación de los sitios para bancos y financieras; la venta de automóviles, seguros y salud privada. Y se visualizan las diversas "cadenas" de comida rápida: McDonald's, Pizza Hutt, del retail (Falabella, Almacenes París, Ripley, etc); de supermercados (Líder, Jumbo, Santa Isabel); de videos (Blockbuster), y de farmacias (Ahumada, Brand, Cruz Verde). Todo ello, agrupado urbanísticamente como: shopping centers, mall y paseos peatonales. 5 Ya construido y funcionando. 59 Kütral Pensando la Ciudad En la ciudad, la industria del espectáculo asume festivales, conciertos, ferias del libro, cicletadas, corridas masivas y distintos eventos, pasando a formar parte de una nueva dinámica en la ciudad. Ya no se trata sólo de un festival de la canción y de un casino de apuestas para la temporada estival, como fue en décadas pasadas, ahora, todo ello se integra a la figura de la "industria del turismo". En torno a ella, se posicionan imágenes publicitarias como: Viña, Ciudad que Encanta y Viña, Ciudad Bella. Y, a la cola, se ha plegado la 'industria' privada de la educación con su slogan: Viña, Ciudad Universitaria. La irrupción masiva de internet corona este proceso, como una red que invade el espacio público y privado en la ciudad, creando, como en muchos otros lugares; "sensaciones y apariencias de modernización, desarrollo y globalización" (Salazar: 2000). 60 Kütral La televigilancia, por su parte, se despliega como un gran ojo que controla la calle y la vida cotidiana del viñamarino. Con esto, se han visto reforzados algunos elementos de orden represivo en la ciudad. "El sistema de televigilancia se inició en 1995 en Viña del Mar. Hoy funcionan más de 60 cámaras en diversos sectores, operadas por ex Carabineros"6 (El Observador de Viña del Mar, 2006). Mientras, al mismo tiempo, los viejos barrios y centros industriales se deterioran y/o desaparecen, como sucede en la zona de la ex Compañía Refinadora de Azúcar de Viña del Mar (CRAV); el sector de 15 Norte y la calle San Antonio, el sector de Las Salinas y el sector El Salto. De este modo, se van debilitando identidades locales ligadas a la industria y al comercio, y terminando los antiguos espacios de sociabilidad obrera. Y, en varios cerros, que cobijan en su parte alta a los sectores populares de la comuna, se observa la instalación de "soluciones" habitacionales que llegaron a modificar la vida de aquellas poblaciones consolidados en décadas pasadas. Pues, como dice un dirigente poblacional: "llenaron la población Glorias Navales, un sector súper pobre. SERVIU instaló mil y tantas viviendas ahí donde no hay policlínico, no hay colegio, no existe ninguna infraestructura urbana para acoger la cantidad de familias." (Hevia Rufino: 2003)7. Es, en este contexto, donde emergen las tomas de terrenos de Viña del Mar como fenómeno que abarca un ciclo de más de dos décadas (1987-2007), siendo los años noventa el tiempo de su máxima expansión. Se trata de un período en que la comuna afianza su condición de ciudad de servicios, centro de turismo y espectáculos de nivel internacional, y lugar donde hacer "buenos" negocios. Y es en esta realidad, donde los pobladores en toma, reciben los efectos desintegradores y desocializadores de esta 'ciudad globalizada'. Aunque se debe recordar, que; las 6 El costo de mantención de 15 cámaras bordea los 6 millones de pesos. Las empresas de seguridad firman contratos por 5 años". (Diario El Observador de Viña del Mar, 26 de noviembre de 2006). 7 Dirigente Social de la Unión Comunal de Allegado de Viña del Mar. Entrevista, 19 de abril, 2003. Pensando la Ciudad tomas como fenómeno social en Viña del Mar, se han hecho presente en distintos momentos de la historia comunal, y que las actuales; son sólo una nueva versión. En esta etapa, los factores directos que explican la masiva presencia de tomas de terrenos en la ciudad, son: la existencia de un grave déficit de habitación popular, estimado en 20 mil unidades (DIDECO: 1993); la débil respuesta del SERVIU en materia de subsidios habitacionales para Viña del Mar8; y la coyuntura de la "vuelta a la democracia" que eleva las expectativas de solución al problema habitacional. Sin embargo, el carácter 'silencioso' de este fenómeno se debe interpretar desde una combinatoria más compleja de hechos y relaciones que afectan el comportamiento social de los pobladores en toma. En este artículo, se hará a partir de la revisión de algunos aspectos que atañen a las lógicas de 'disciplinamiento', 'negociación' y 'resistencia' que acuden; en forma dinámica y dialéctica (Illanes: 2004), a su configuración como sujetos. Disciplinamiento El modo en que se posicionan los pobladores viñamarinos en toma de terrenos, ante la problemática y el contexto que enfrentan, se sintetiza en la forma "silenciosa" de desarrollar su estrategia de ocupación en las partes altas de los cerros de Viña del Mar. La ciudad, en este caso, se presenta como el espacio que refleja como un espejo el tipo de sociedad que estamos viviendo (Garcés: 2004). Es aquí, donde los pobladores viñamarinos retratan su toma como el fruto de un largo camino de reconfiguración social, condicionado por su incorporación obligada a los nuevos principios que organizan la vida en la sociedad chilena, desde mitad de los años setenta. Y es, en este lugar, donde los pobladores se constituyen en tanto que grupo social subordinado. Pero, como se sabe en la teoría sociológica, tales condicionamientos suelen ser, a la vez, 'estructurados' y 'estructurantes'9, de tal modo que las tomas 'silenciosas', además de representar a una parte del margen residual del libre mercado en la ciudad, expresan también, la voluntad de los pobladores de reagruparse socialmente para denunciar su extrema incertidumbre habitacional; y para desarrollar, fuera del mercado, una alternativa propia de solución a su problema. Eso, en una ciudad que cría sus propios 'monstruos". 8 "Para Viña del Mar, entre 1990 y 1999, el SERVIU logró construir y asignar un total de 1.549 viviendas, lo que equivale sólo al 12 % del total de familias que postularon al subsidio en ese período". (Arellano Nelson: 2005::). 9 "Estos habitus, como los categoriza Bourdieu, "son condicionamientos asociados a una clase particular de existencia, sistemas de disposiciones duraderas y transferibles, estructuras estructuradas predispuestas para funcionar como estructuras estructurantes, es decir, como principios generadores y organizadores de prácticas y representaciones que pueden ser objetivamente adaptadas a su fin, sin suponer la búsqueda consciente de fines y el dominio expreso de las operaciones necesarias para alcanzarlos…"(Bourdieu, citado por Tricot, 2010::91). 61 Kütral Pensando la Ciudad El disciplinamiento, por tanto, refiere a la forma en que han debido relacionarse los pobladores con los cambios estructurales profundas ocurridos en Chile, en las últimas décadas y, a la manera de confrontar los efectos de las sucesivas crisis (económicas, políticas y culturales) que ha vivido el país y la comuna. De modo que su comportamiento conlleva una tensión permanente en cuanto a sobrevivencia y permanencia en la ciudad, donde se ven obligados a moverse entre: integración y desintegración, modernización y pobreza, terciarización y desalarización, entre otros procesos en marcha. Los pobladores frente a la política habitacional El fenómeno de las tomas de terrenos, aquí revisado, transcurre dentro de un escenario nacional excepcional desde el punto de vista de la historia de la política habitacional aplicada en Chile. De hecho, ocurre cuando esta política registra una gran continuidad, dispone de mecanismos político-administrativos para su aplicación en todo el país, y demuestra capacidad para incrementar la producción de viviendas10, de hecho, la capacidad de producción anual en el país pasó de 22 mil viviendas en 1982 a 142 mil en 1997; la producción de viviendas con subsidio estatal, que se mantuvo alrededor de las 50 mil unidades entre 1985 y 1988, alcanzó las 100 mil unidades en 1996. La base operativa del sistema es el mecanismo financiero del "subsidio habitacional", creado hacia fines de los años '70, aplicado de forma masiva desde mediados de los años '80 y consolidado en los '90' " (Sugranyes: 2006: 14 y 25). 62 Kütral A la luz de estos antecedentes, el problema habitacional de los pobladores en tomas, de Viña del Mar, resulta contradictorio, pues, su realidad, no se condice con los parámetros de efectividad que exhibe a nivel nacional la política de vivienda, y parece rebatir el balance de éxitos alcanzados por ésta, durante la década del noventa. En efecto, los datos del SERVIU y el Municipio viñamarino indican que la oferta de subsidios habitacionales fue muy inferior a la demanda local de viviendas11, al tiempo que los "asentamientos precarios" se incrementaron, en este período. En diciembre del 2000 el municipio registró 90 asentamientos irregulares en la comuna que involucraban a 3.186 familias (11.756 personas), lo cual señalaba 10 "La política habitacional en Chile, en los años '80 y '90, a partir de una institucionalidad centralizada por encima de cambios en política, ha dado techo a los pobres, con la construcción de 500 mil viviendas públicas (Serviu), y ha regularizado la gran mayoría de los asentamientos precarios urbanos. Logró también, en las dos décadas, reducir el déficit habitacional; en el marco de crecimiento de la economía. Esta producción masiva de viviendas superó el crecimiento vegetativo de población y la formación de nuevos hogares ". (Sugranyes: 2006:: 58). 11 "Podemos señalar que mientras 10.932 familias se inscribieron a los programas del SERVIU, sólo se ofertaron 2.513 viviendas en los últimos 10 años". (Rojas,F:2002::15) Pensando la Ciudad que se habían incrementado en un 122 %, respecto al año 1997. Y el año 2003 llegó a 3.816 familias (Valdebenito: 2006). Los pobladores frente a una nueva realidad laboral productiva El posicionamiento actual de los pobladores en tomas de terrenos, tributa fuertemente a las condiciones laborales y económicas que han vivido, en las últimas 4 décadas. En este sentido, como grupo social, han experimentado una sociedad donde la ganancia rige como principio organizador de la vida económica (no las necesidades sociales) y una ciudad desplazada a los servicios, que profundiza la desigualdad.(Harvey, D:1998:: 216). Según la CAS II, las familias que han optado por una forma no regular de acceder a la tierra y la vivienda, están bajo la línea de la pobreza y la indigencia. Presentan altos índices de dependencia sociodemográfica y una inserción laboral precarizada (cesantes y/o empleos informales "de pobres"), lo que implica ingresos destinados íntegramente a la sobrevivencia. (Valdebenito: 2006). Sin embargo, este sitial que registran en Viña del Mar los pobladores en tomas, amerita una revisión dentro del contexto de transformaciones estructurales que sufre la sociedad chilena, desde mediados de los años setenta, como fruto de los criterios que impone la dictadura militar, y como efecto de su adhesión a la economía globalizada. La vida de los sectores populares de la región y de la comuna se ve alterada por ambos hechos. Panorama de crisis La Región de Valparaíso resulta particularmente perjudicada por la crisis económica del país, durante los años ochenta. En la región, "se registran 282 empresas en quiebra en el período 1981 -1989" (Tapia, J, y Vallejos, P: 1992:: 8). En Viña del Mar, el descalabro lo simboliza la quiebra de la Compañía Refinadora de Azúcar (CRAV), en 1981, industria centenaria que da vida a numerosas poblaciones de trabajadores en la ciudad. La crisis de los años ochenta, dejó como herencia en la zona un lastre (no superado, aún) de una alta tasa de desempleo, el cual se ha mantenido por sobre el promedio nacional, durante varias décadas12. En esto radica el alto índice de pobreza que registra la ciudad. En paralelo al panorama de crisis del área productiva, en Viña del Mar se va afianzando la la terciarización de su economía. "En función de 1992, el sector 12 "La desocupación alcanzó en abril de 2002, el 13, 9 % de cesantes y el 1,9 % de personas que buscan trabajo por primera vez. Este registro, es 4, 8 % más elevado que el porcentaje observado, en 1992". (Valdebenito, C: 2006::17). 63 Kütral Pensando la Ciudad terciario es el único que aumenta la población ocupada en términos absolutos (10.080 personas más), y en términos de su incidencia (de 75, 9 % a 81, 3 % en 2002)". (Valdebenito, C: 2006:: 16) Desalarización y desproletarización, surgen como procesos vividos por los pobladores, en toma. Y, desde este lugar, testimonian sus efectos: "Antes, cuando Viña del Mar tenía muchas industrias, los viejos se daban el lujo de dejar una fábrica, y se cambiaban altiro a la otra que estaba al lado. Era otra realidad". (Eleonor: Achupallas, abril 2007). En esta "nueva" realidad, la actividad productiva no es más que un pálido reflejo de lo que fue, antes. Es lo que se deduce del relato de Eduardo, quien señala: "Soy obrero textil, de la industria Zhar, también mi padre trabajó allí. Antes, hacíamos 20 tipos de frazadas, se producía y se vendía, pero cambió, pasamos a ser 'importadora' de frazadas chinas, sale más barato, la compran y acá la etiquetan. Hoy sólo se tejen las lanas. Los patrones dicen: "nosotros nos estamos adaptando al sistema de hoy; estamos bien, lo que me preocupa son ustedes". El 2007 llegaron 2 container con frazadas chinas, las vendió todas"13. 64 Kütral En esta realidad, también se pueden reconocer las transformaciones que impactan la situación de la mujer en la industria, ya que "han contratado mujeres porque son las que necesita que desembolsen, cambien la etiqueta y sellen, nada más, esa es su pega. No necesita huinchadora, rematadora, o dobladora, sólo esas mujeres. Nos vamos a quedar sin pega Así murieron las textiles: Viña, Sedamar" (Ibídem). Sin duda que, en este contexto, el trabajador — sobre todo el varón — pierde protagonismo en el quehacer productivo. En este camino, ha visto reducirse las plantas industriales, el empleo estable y la seguridad. Además se queda sin sindicatos, que fueron referentes de sociabilidad14 y la organización que le permitió adquirir terrenos, en los años '50. Ahora su situación es otra, de mucha menor resonancia social en la ciudad. Más aún, mayoritariamente, se ha visto obligado a constituirse en torno a aquellos grupos sociales que ensanchan la dinámica informal del empleo y la economía. Y, atendiendo su debilidad laboral, ha debido apelar a sus redes y recursos inmediatos para subsistir, porque — como señalan — "la verdad es que hay un par de vecinos con vehículos. Ellos, por iniciativa propia, se ponen a tirar gente no más. O sea, como se dice son piratas, acarrean gente por unos pesitos para arriba (Manolo: Lomas La Torre, 2007). 13 Entrevista a Eduardo Sandoval, obrero textil en Viña del Mar, Achupallas, abril, 2007. 14 "Hay que reconocer que en algunas industrias, en el período de industrialización sustitutiva, se procedió a reproducir viejas formas comunitarias de convivencia. La Compañía de Azúcar de Viña del Mar, tenía una "población" amurallada donde vivían los trabajadores, se llamaba "la ciudadela". Había teatro, actividades sociales tales como bailes, cumpleaños y las fiestas nacionales. El recuerdo de los trabajadores es de una "gran familia". (Bengoa J: 2006: pp 158) Pensando la Ciudad Los pobladores frente a la desintegración social El año 1985 se registra en la "Ciudad Jardín", una incipiente oleada de organización de pobladores que demanda solución para su grave problema habitacional. La coyuntura del terremoto de ese año, sirvió para manifestar una realidad de pobreza (allegados y sin casa) en un país con dictadura militar y en una ciudad que invisibiliza a sus pobres. Antes de la aprobación del Proyecto de Reconstrucción, para pobladores cuyas viviendas fueron afectadas por el terremoto del 3 de marzo de 1985, el CECAP-CELPE15 y las Parroquias de Forestal y Achupallas habían apoyado a los Comités de Damnificados. A seis meses del sismo, la ausencia de respuesta a la demanda poblacional produjo la disolución de los grupos. (Faile: 1987::9) Hacia fines de la década del ochenta y principios del noventa se formaron decenas de comités de allegadas y familias Sin Casa. Esto ocurrió en varios cerros de Viña del Mar. y representaban a miles de familias con problema de vivienda en la ciudad. Gran parte de estos grupos se organiza en coordinadoras sectoriales y constituyen la Unión Comunal de Allegados, la UCA. Pero, ya entrada la década del noventa, se estima que al menos la mitad de estos comités, derivó en la realización de tomas silenciosas de terrenos. Esto se mantuvo durante toda la década del noventa y se extendió hasta mitad del dos mil. Todo este proceso, sin embargo, ha tenido escasa visibilización en la esfera pública de la comuna. Existen variadas razones para que esta situación se mantenga de esta forma, y en este texto, se señalan algunas claves que contribuyen a su interpretación. En primer lugar, las tomas silenciosas de terrenos, del período 1987-2007, se expresan en un período histórico en que el movimiento popular refleja un profundo retroceso, lo cual incide en sus condiciones de fragilidad organizativa y discursiva, en la comuna. En segundo término, son tomas de terrenos que ocurren en un tiempo en que la política pública cuenta con dispositivos legales y financieros poderosos, orientados a contener la explosión de la demanda habitacional de los sectores populares, en particular, aquella que pueda desafiar la regulación del mercado y/o sobrepasar las normas establecida para salvaguardar la propiedad privada. Es una situación que pone tensión en las tomas. 15 CECAP, Centro de Capacitación Poblacional, CELPE, Centro de Educación Laboral Permanente. Ambas ONGs, apoyaron la realización de un proyecto de viviendas para 100 familias de los sectores Achupallas y Forestal, entre 1985 y 1987. En Achupallas, se hizo cargo el Área Social de la Parroquia del sector, y el sacerdote Alfredo Hudson. Esta experiencia se realizó con fondos de la Cooperación Internacional proveniente de Alemania, la Fundación GTZ. 65 Kütral Pensando la Ciudad En tercer lugar, las tomas, se producen en una ciudad cuyas elites tradicionales resienten la presencia de "lo popular".16 Para ellas, la "irregularidad" y la pobreza de los pobladores, no se condice con la imagen pública de Viña del Mar. Por tal motivo, ofrecen resistencia política-cultural a estas tomas, las invisibilizan, pues, contradicen el ideal de comuna homogénea que manejan en su relato unilateral referido a: "una ciudad de categoría internacional'. Esto, es algo que influye en la percepción que tienen de si mismo los pobladores, y en su opción de expresar en forma abierta la ilegitimidad de su movimiento. Finalmente, las tomas silenciosas si bien reflejan exclusión y desigualdad social, también expresan los signos vitales de un movimiento popular local, capaz de sobreponerse a un contexto (global/local) adverso, a partir de la ocupación de sitios y la concresión de una propuesta propia de solución habitacional. De acuerdo a la teoría social, su registro "silencioso" podría ser computado: no como movimiento "en fase de emergencia, sino, como un movimiento de "subsidencia". (Salazar, G, 2001:12) Negociación 66 Kütral Los pobladores de las "tomas", perciben que el campo de las negociaciones es un área compleja, de equilibrios delicados, plagado de dilataciones y tramitaciones burocráticas, a veces riesgosa para sus intereses. Es un espacio de disputa donde deberá enfrentar, directa o indirectamente, a figuras con poder económico y político formidables. Y, se dan cuenta, de que su posición en la coyuntura histórica que enfrentan, es precaria. En primer término, porque representan una dinámica que transgrede las normas del mercado, pero, además; porque ellos refieren a un grupo social que desconfía de partidos políticos e instituciones del Estado, no dispone de organizaciones vigorosas ni representaciones intermedias que le apoyen. Carecen de aliados externos importantes. Pero comprenden que su situación, de alguna manera, constituye parte de un problema estratégico en la sociedad chilena, reconociendo que aunque su conducta no es legal, su lucha por un sitio para vivir en la ciudad, es legítimo. De cualquier modo, su decisión de salir a negociar la permanencia en el terreno no se presenta como un salto al vacío, ni mucho menos. De hecho, arriban a esta instancia con una carta negociadora efectiva entre sus manos; llegan con el expediente de una ocupación ya realizada. Arriban con una apropiación social del terreno, en marcha y, "al final, cuando ya está la toma hecha, las autoridades se la juegan porque se quede en el lugar, no 16 Según el (ex) Concejal Luis Parot de la I. Municipalidad de Viña del Mar: "No hay conciencia de la disciplina que se necesita para mantener un perfil alto en las plazas de Viña del Mar, y se están autorizando una serie de actividades molestas y dañinas"dijo, refiriéndose a los autos y caballos que se autorizan en algunos parques. El concejal agregó, que: "si se permite instalar juegos tienen que ser los mejores, no la picantería que se autoriza, la ciudad pierde su calidad de elegante y tranquila y se transforma en "popular". (Diario "El Expreso", martes 4 de febrero de 2004). Pensando la Ciudad les conviene erradicar, porque les sale a mayor costo. No sólo económico, sino costo político " (Juan Solís: La Parva, abril 2007). Tejer confianzas entre pares En las 'tomas', se observa que los primeros esfuerzos se invierten en la búsqueda de confianzas entre pares y en sondear el terreno a ocupar. Esto incluye investigar el tipo de propietario del suelo (privado o público), y evaluar el modo concreto de hacer la toma. Luego viene la ocupación 'silenciosa'. En esta fase aparecen las primeras normas que regirán el nacimiento de la ocupación, y que, en buena medida, establecen una base durable en la organización del espacio en los asentamientos. Una vez que se instalan las primeras familias en el terreno, surgen acciones para resolver las necesidades de agua potable y electricidad. Se realizan gestiones personales y grupales de acercamiento a 'otros', todavía cercanos a su realidad: vecinos, dirigentes de Juntas de Vecinos, familiares y otros. Cada integrante del grupo moviliza sus recursos. Cuando el grupo se siente más fortificado se anima a salir un poco más allá; y se inicia el primer acercamiento al gobierno comunal. Por lo general, en este primer encuentro con el municipio, el mensaje se le devuelve al grupo en forma de aviso: ¡debe formalizarse para entablar relaciones en lo público!. Es decir; tiene que "legalizarse", pues; la municipalidad "no atiende" a gente que provenga de tomas: "La toma ha sido luchada, porque no te pescan si soy de una toma de terreno. Y además, soy ilegal, estás en un terreno particular, no debías hacerlo, pero ¿qué hacemos? si es tanta la necesidad de vivienda". (Olaya: Forestal, abril 2007) El negocio del suelo y tomas de terrenos Una de las causas importantes en la expansión y consolidación de las tomas de terrenos se relaciona con el negocio del suelo, donde los particulares juegan un rol relevante.17 Un caso especial en este período, lo constituye la toma de la "Parcela Once", de Forestal, donde se instala un numeroso contingente de familias. El hecho resulta distinto a otras ocupaciones por las características del terreno. Se trata de un suelo plano, pegado a una carretera que vincula con la capital del país. En suma, es un terreno de mayor valor comercial que el del común de las tomas, sujeto a la especulación en el negocio del suelo. En esta toma, tras un largo 17 "Está el poder económico que son los dueños de la tierra; "Los Hernández" por un lado y "Los Bernales" con la "Sociedad Quiscal" (de la sucesión Blanca Vergara), por otro. Al menos en el caso de Quiscal el asunto es que el proceso parte de los pobladores que se toman y habitan el lugar, lo dotan de vida, y luego, viene la municipalidad en su doble discurso de 'negación' y 'prohibición', pero al mismo tiempo le suministra los elementos para mantenerlo (agua, recolección de basura) y se utiliza de plataforma para campañas políticas" (Nelson Arellano, dic. 2004). 67 Kütral Pensando la Ciudad batallar y varios intentos de erradicación, incluyendo la oferta de un terreno alternativo (la Parcela 15), los pobladores logran permanecer en el lugar, más la promesa del SERVIU de construir allí, viviendas en plazos cercanos. Es probable que dichos acuerdos se cumplan, pues, esta toma, representa un amplio y visible frente de entrada a la turística ciudad de Viña del Mar, y el municipio es el primer interesado en que esta situación se resuelva con rapidez.18 La transacción de los precios del suelo de los agentes privados se plantea, caso a caso, y es el esquema que impone el propietario de acuerdo a su conveniencia. A este evento, los pobladores concurren, habitualmente, después de que han logrado comprometer al municipio y al Serviu en la negociación, que serán los compradores originales del suelo. En la negociación todos ganan Según Nelson Arellano, ex funcionario del municipio viñamarino, en la comuna se observa una suerte de ciclos de tomas de terrenos. "En el mes de diciembre de 1973 se catastraron 23 tomas de terreno que ocupaban poco más de cien hectáreas y contenían a 4.075 familias (cita estudio de García, Patricio 1992). Treinta años más tarde, eran casi 4 mil familias. Y en 1948, se registra una 'ocupación' de terrenos en el cerro Forestal realizado por familias de obreros de la industria Textil Viña en el sector "Las Pechugas", que más tarde se llamó población Manuel Rodríguez" (Arellano: 2005: 58). 68 Kütral Lo que cambia en el tiempo es básicamente el contexto socio-político y económico en que se producen las "tomas", lo cual influye en el carácter y significado que estas adquieren. La expresión "al final todos ganan", se comprende como el resultado de una confluencia de intereses entre sectores involucrados en determinados períodos. Los pobladores, porque logran el acceso al suelo urbano. Los propietarios de tierras, por que ven una oportunidad para integrar su propiedad al uso de suelo urbano, en un período de sostenido incremento del valor de la misma. La clase política local, porque halla en las tomas la posibilidad de tener ingerencia sobre los grupos más vulnerables, en tiempos en que no resulta fácil aproximarse a ellos, para hablar de política contingente. 18 En el marco del lanzamiento de los resultados de un nuevo catastro nacional del MINVI sobre campamentos en Chile, realizado con presencia de autoridades de la región y la comuna, en la Parcela Once de Forestal, Viña del Mar, la directora regional del SERVIU, María F. Cruz, aseguró que" La Parcela 11, es uno de los campamentos que pretendemos darle solución durante este año, porque es uno de los campamentos "emblemáticos". Diario El Mercurio de Valparaíso, jueves 26 de mayo de 2011 (págs., 2 y 3). Pensando la Ciudad Quizás, la posición más complicada es la del SERVIU, institución que debe manejarse en un rol político-técnico y de equilibrios que no son fáciles de manejar en lo concreto. Esta situación tiene importancia en Viña del Mar, dado que en la comuna el 60 % de las tomas, están en terrenos del SERVIU y Bienes Nacionales (Arellano: 2005:: 56). Además, esto es algo que se considera en los comités a la hora de evaluar la toma de terrenos. Resistencia En el proceso que realizan los pobladores en tomas de terrenos, se distinguen al menos cuatro actitudes y conductas relacionadas a una lógica de resistencia en su estrategia de poblamiento: una opinión crítica frente a la eficacia de la política habitacional, en la comuna; rechazo frente al tipo de "solución" habitacional que ofrece el Servicio de Vivienda y Urbanismo (SERVIU); demanda de alternativas habitacionales que no impliquen el desarraigo respecto al sector poblacional y la ciudad donde se habita; y una revalidación de la autoconstrucción como alternativa viable en los cerros viñamarinos. La articulación de estos elementos en las tomas de terrenos, configuran la trama de una acción cultural popular que se origina en la decisión de superar, por cuenta propia, un problema de 'inseguridad' habitacional inmediato, y en la concresión de un proceso de reapropiación social de espacio urbano. Reapropiación social del territorio ocupado En Viña del Mar, resulta notorio que en las tomas de terrenos la orientación fundamental de las ocupaciones la otorgan aquellos pobladores que se han desplazado dentro del mismo sector donde vivían y barrios donde mantienen importantes lazos de afecto. "Las primeras familias llegaron hace 12 o 13 años. Cuando ella llegó en 1994 había 4 ó 5 familias viviendo allí. Después, empezó a llegar gente. La mayoría son de acá de Forestal, la mayor parte estaban pagando arriendo o viviendo con familiares y cuando hay niños chicos molestan" (Comité Bajo Edén: Forestal). La acción de la toma se manifiesta en directa relación con su percepción de territorialidad. De este modo, la 'toma' se va constituyendo en un espacio cercano, familiar y reconocido; un lugar que los pobladores reivindican para sí, mediante una actualización del sentido de arraigo y pertenencia, y una resignificación de su 69 Kütral Pensando la Ciudad historia local. "Se intentó hacer una toma con puros hijos, nos embarcamos como 7 personas que sabíamos todo este cuento y dijimos ¡ya! puros matrimonios jóvenes. Pero llegaron los pacos y todos pa' afuera, no resultó" (María Galarce: Reñaca Alto). En todo caso, "ahí viven mis padres, mis suegros, nosotros, ellos, todos tenemos gente, familia aquí… aquí en todo Reñaca Alto. Tengo en el pasaje, cuatro casas que son familiares, son mis primos, mi hermano vive más pa' allá y aquí están mis 4 cuñadas, familia de mi señora. …(Patricio Godoy: Reñaca Alto, abril 2007) Distancia ante opciones ineficientes o ajenas de solución El distanciamiento de los pobladores frente a fórmulas oficiales de solución al problema habitacional ha tenido al menos dos causas directas: la insuficiencia del SERVIU para ofertar viviendas en cantidades acordes con la demanda comunal; y la tendencia de una parte de los pobladores en toma de postular como alternativa válida, la autoconstrucción. En cuanto al primer punto, resultan elocuentes algunas de sus expresiones: "Las casas del SERVIU todas pegadas, además son lugares en que llega cualquier gallo, gente que tiene mal vivir" (Comité El esfuerzo: Reñaca Alto). Es decir, "Esas casas del SERVIU son verdaderas cajas de fósforo, no hay espacio para nada, se escucha todo. Son casas como de papel. Lo que deseo es tener una casa sólida donde mis hijos tengan espacio suficiente, donde puedan jugar y crecer como corresponde" (Comité Vista Las Palmas: Forestal). 70 Kütral El rechazo a la oferta oficial de vivienda social también se puede deducir de su conducta como grupo organizado ante la opción de integrar programas del SERVIU, al menos hasta mitad del año dos mil. "El 2003, de 111 comités que había en Viña del Mar, sólo 29 de ellos se había registrado en el SERVIU"(Urquieta: 2003:: 28). Y, de hecho, este fue un tema debatido al interior de los comités de vivienda. En 1989, surge esta idea de levantar Comité de Allegados. Nosotros partimos sin que nos gustaran las casas SERVIU. No nos gustaban porque eran muy chicas, eran cajas de fósforo, está bien que la familia chilena fuera disminuyendo, pero no significa que tengamos que achicar la casa, y los dormitorios. No éramos animales a los que había que encerrar. Si el Estado no promueve políticas que Pensando la Ciudad sean sanas pa' la cuestión mental y física, yo no soy arquitecto o ingeniero, pero todos los que han estudiado esta cuestión — ellos hablan de que la construcción de las viviendas básicas es pésima. A la personas las enferma. En Santiago está la cagá 'con el hacinamiento. (Eleonor: Comité La Parva, abril: 2007) Autoconstrucción en el proceso de tomas de terrenos En el marco de las tomas, la autoconstrucción ha sido la solución habitacional durante muchos años. Y no solo entendida porque la persona construyó sola, sino porque lo hizo con sus vecinos, amigos, es todo eso. Casi históricamente se ha realizado autoconstrucción. Obedece a una necesidad y a una solución, pero eso tiene que ver con que contaban con un espacio físico, un terreno, y una vez que tenían eso, se ponían a construir. (Juan Solís: toma La Parva, abril 2008) Si se compara las actuales iniciativas de autoconstrucción de los pobladores en toma, con aquellas que se produjeron en las décadas del '50 y el '60, en los cerros de la comuna, las diferencias son importantes, pues, lo que hicieron entonces fue una verdadera política-popular de solución habitacional. 20 Tómese como ejemplo el caso de Forestal, el cerro más poblado de Viña del Mar, donde al año 1987 se diagnostica que: "de 33 poblaciones en el lugar, 27 eran procesos de autoconstrucción" (Fraile: 1987:11). En todo caso, pese a que las actuales tomas de terrenos constituyen una versión reducida respecto de aquellas experiencias que desarrollaron su padres y/o vecinos, su existencia no deja de ser relevante en el contexto en que se producen, y sus logros son destacables en términos de conquista y producción de espacio urbano. Hoy, a poco más de dos décadas de haber iniciado el movimiento "silencioso" de tomas de sitios, los pobladores pueden contar a su favor una serie de avances importantes en el plano de la disputa por el acceso al suelo urbano, en Viña del Mar. Pero, también, en su tarea de reconstititución como sujeto colectivo en la ciudad. El desarrollo de más de cuarenta asentamientos y/o poblaciones nuevas en los cerros viñamarinos; la revalidación de la práctica de autoconstrucción; y el desenvolvimiento de una infinidad de relaciones sociales y comunitarias, durante este período, constituyen la prueba de una experiencia de logros asentada en 20 En Achupallas, la Confederación de Sindicatos Obreros Industriales de Viña del Mar, compró 914 hectáreas en 1950, e ideó una Ciudad Satélite para los Trabajadores de Valparaíso. Gran parte de este proyecto se llevó a cabo por sistema de Autoconstrucción. (Vildosola L: 1998:: 95) 71 Kütral Pensando la Ciudad en su "poder de habitar" la ciudad. En definitiva, con la toma silenciosa, los pobladores logran revalidar su condición de productores de espacio urbano, transitando desde una posición de extrema fragilidad, hasta lugares de mayor actoría. En esta marcha logran reafirmar un sitio propio en la ciudad y abren cauce para poner en cuestionamiento: valores y actitudes que interpelan las nociones de ciudadanía que circulan en la sociedad actual. Es posible afirmar que "la sociedad civil se fundamenta en la conciencia y reconocimiento de derechos, y en la necesidad, por tanto, de límites a los poderes del Estado y los poderosos. En Chile, siguiendo la tesis de Mario Góngora, primero fue el Estado, y la sociedad civil o no ha existido, o ha sido débil y embrionaria. Es por ello que la rebelión de los siervos, de los pobladores, frente a la propiedad privada, no trasmuta en sociedad civil actuante y sustentada, sino en comunidad de resistencia" (Bengoa: 2002:: 14). 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Por un lado se intenta visibilizar los desafíos que arroja la diáspora mapuche a los discursos políticos del movimiento mapuche, haciendo análisis de la diferenciación urbano-rural y destacando sus aportes en el debate de la identidad, la nación y la territorialidad. Por otro lado, abordamos las políticas indígenas urbanas desde una crítica al multiculturalismo. Palabras clave Migración, Diáspora, Movimiento Mapuche, Multiculturalismo. he main objective of this article is to discuss the problem of Mapuche migration to Santiago city, applying the concepts of diaspora and multiculturalism. It is, on the one hand, an attempt to demonstrate the challenges that the Mapuche diaspora generate regarding the political discourse of the Mapuche Movement. Also, it analyzes the urbanrural differentiation and highlights its contribution as regards the debate about identity, the nation and territoriality. On the other hand, urban indigenous policies are discussed from a critical view of multiculturalism. Keywords Migration, Diaspora, Mapuche Movement, Multiculturalism. 75 Kütral *Antropólogo, Magíster. © en Estudios Latinoamericanos, Universidad de Chile. Pensando la Ciudad Introducción Hablar de mapuche que viven en ciudades podría parecernos un tema bastante abordado a estas alturas, considerando la producción escrita existente, sin embargo, aún creo en la necesidad de darle más vueltas al asunto en estas pocas páginas y en la urgencia de preguntar y evidenciar las tensiones que emergen de esta situación, sobre todo las que conciernen a la población mapuche residente en la metrópolis más grande de Chile: Santiago. La realidad mapuche de la capital se ha transformado en un punto de reflexión para dirigentes, organizaciones e intelectuales del movimiento mapuche. Es una cuestión preocupante en relación a las demandas políticas y territoriales enarboladas en los últimos veinte años. En Santiago reside cerca del 30% de la población mapuche a nivel nacional (según Censo 2002), alto porcentaje en comparación con la residencia en el territorio histórico o Wallmapu, lo que deriva de constantes procesos migratorios y de posterior asentamiento permanente en la capital. Parte del movimiento mapuche de los noventa y de estos primeros años del siglo XXI interpretó esta situación bajo el concepto de diáspora, intentado aludir a un conjunto de población que ha debido salir de su territorio (hogar), quizás no bajo la fuerza, pero sí por diversas condiciones materiales que impedían su continuidad en él. La diáspora busca potenciarse en la discursividad mapuche actual, sobre todo en relación con el concepto de nación y con las demandas colectivas que forman parte del proceso reivindicativo contemporáneo. 76 Kütral Son varias las problemáticas que animan esta discusión sobre la diáspora y sus vicisitudes. Por un lado, me interesa desentrañar los límites de la lectura dicotómica urbano-rural, enfocada en caracterizar el funcionamiento de las organizaciones, en visibilizar los problemas identitarios (desde la etnicidad) o en rastrear la articulación de memorias colectivas, como vehículos del sentido de pertenencia en Santiago. Me sitúo en la posibilidad de lograr una visión crítica del problema de las migraciones a Santiago que vaya más allá de las características residenciales y que intente comprenderlo en los marcos de relaciones coloniales vigentes. Por otro lado, el desarrollo de las políticas indígenas multiculturales para la población urbana (visible en la producción de documentos, comisiones, pactos, acuerdos, mesas y políticas de reconocimiento) merece también un detenimiento: intentar deslizar una mirada desde las relaciones de dominación al discurso Pensando la Ciudad multicultural del aparato público y la economía vigente. Estos son los caminos por los que se moverá la presente discusión. Más allá de lo urbano y lo rural La visibilización de un enorme número de población indígena residente en Santiago después del Censo de 1992, despertó al apetito intelectual por entender este fenómeno e intentar abordarlo desde las diversas disciplinas. Anterior a eso muy pocos estudios o acercamientos se habían desarrollado sobre cualquiera de las aristas que sugiere este tema, entre esos pocos, algunos ejemplos como Carlos Munizaga (1961), José Bengoa y Eduardo Valenzuela (1984) o Sonia Montecino (1990). Las cifras del Censo de 2002, más allá de los graves problemas en las preguntas de adscripción étnica y los cerca de trescientos mil indígenas menos en esta medición (Gundermann, Foerster, Vergara, 2005; Valdés, 2004), volvieron a resituar el fenómeno de la población urbana y particularmente la importancia del caso santiaguino como polo migratorio. Del total indígena, según este instrumento, un 64,8% reside en zonas urbanas, mientras que un 35,2% habita en sectores rurales. En el caso particular del pueblo mapuche los datos son muy parecidos: el 62,4% habita en la urbanidad y el 37,6% en espacios rurales (INE-MIDEPLAN, 2005). Con estos antecedentes Santiago se ha convertido en el centro de investigación sobre la vida de los mapuche en las ciudades, dejando a un costado las residencias urbanas en otros centros. Según el último Censo, en la capital viviría cerca de 30,37% de la población nacional mapuche de un total de 604.349 personas, lo que la convierte en la segunda región en número después de la Araucanía 1 . En los últimos veinte años han aumentado los trabajos sobre mapuche urbanos, constituyéndose Santiago como el principal foco de las observaciones. La literatura sobre este tópico aporta varios elementos a la comprensión de procesos de reafirmación de la identidad étnica, procesos de etnogénesis y etnificación, surgimiento de discursos etnonacionales, dinámicas organizaciones, experiencias migratorias, etc. Autores importantes, por ejemplo, son Andrea Aravena y Nicolás Gissi2. 1 El Censo de 1992 contabilizó 409.079 personas mapuche en Santiago, es decir, un 44% del total mapuche, posicionando a la R.M como el espacio con mayor presencia. El Censo de Población y Vivienda de 2002 puso a la Araucanía nuevamente como la zona de mayor peso demográfico. 2 Andrea Aravena es una de las investigadoras que más ha trabajado la problemática urbana, Sus documentos 77 Kütral Pensando la Ciudad Ahora bien, hablando en términos generales, la necesidad de dar cuenta de la migración mapuche y la inserción en espacios citadinos (en sus heterogéneas dimensiones), más el énfasis puesto en el caso de Santiago, ha derivado en la preponderancia de la distinción urbano/rural para el análisis de los movimientos poblacionales mapuche y su establecimiento en espacios no rurales. Esta dicotomía, independiente de que existan perspectivas críticas a ella, ha ganado terreno en la discusión, en la discursividad de organizaciones y dirigentes y ha sido también utilizada para el diseño e implementación de políticas específicas. No obstante, creo que la dicotomía cada vez agota su alcance en el presente político del movimiento mapuche. Si bien puede entregar valiosos elementos para la caracterización de formas de vidas y experiencias urbanas, es un concepto cada vez más despolitizado, en el sentido de su escasa interrelación con las discusiones sobre derechos colectivos, autodeterminación y territorialidad que llevan adelantes los sectores más críticos del movimiento. La distinción urbano/rural se vuelve entonces una reducción, en la medida en que encierra la realidad social mapuche en estas características residenciales. Como lo indica Álvaro Bello, el concepto "no dice mucho acerca de los sujetos en tanto protagonistas de procesos que implican a la etnicidad, la clase y/o el género, sólo designa una condición que podríamos denominar "demográfica" y que se refiere al hecho de vivir o haber nacido en la ciudad" (Bello, 2002:3). Además, es un concepto sin historicidad en la medida en que tiende a soslayar las razones de la problemática migratoria (Gissi, 2002), por ende, obnubila uno de los aspectos más dramáticos del colonialismo en Chile. 78 Kütral En este contexto, se hace necesario acudir a nuevas formas de entender el caso particular de Santiago y de otras realidades citadinas, mirar el problema de la urbanidad más allá de su especificidad, destrabar la discusión y potenciarla a la luz de la reivindicación territorial. Efectivamente, se trata de observar, desde el lugar en que estamos, un vínculo con lo que se ha estado definiendo como territorio. Para despejar dudas, no digo que el problema de la urbanidad no sea relevante, porque tiene suspropias complejidades, pero prefiero observar con otro lente este nudo. Parto del dato no menor de que hay mapuche urbanos no sólo en Santiago, sino en Valparaíso, Viña del Mar, Rancagua y también en Concepción, Cañete, han puesto énfasis en el plano de la discriminación, la estigmatización y negación de la población mapuche en Santiago (Aravena, 2001), así como en los orígenes históricos, económicos y sociales de la migración a la metrópolis. Desde nuestra perspectiva, lo más relevante de su planteamiento es el lugar que otorga a la memoria colectiva (2003a) y a las organizaciones en la etnicidad mapuche desplegada en el contexto santiaguino (2003b). En el caso de Nicolás Gissi (2002), lo más destacado lo encontramos en el intento de comprender la situación urbana mapuche en un contexto general de reivindicación étnica y en la deconstrucción del concepto mapuche urbano, que acarrea una negación de la historicidad y memoria colectiva de la sociedad mapuche. Pensando la Ciudad Temuco, Valdivia, Osorno, etc. Según los censos, la mayoría de nosotros vivimos en ciudades y no en las reducciones o comunidades surgidas al alero de la ley indígena. Lo que podría diferenciar estas urbanidades, desde mi perspectiva, es otra distinción: el estar situado/no situado en el territorio histórico o territorio reivindicado. No es lo mismo vivir en Temuco, que en una de las periféricas comunas de la metrópolis capital chilena. Esas creo son las distancias que deben y se han estado instalando en el debate. Si tomamos esta perspectiva el problema ya no radicaría en si el mapuche vive o no en la ciudad o en el hecho de dejar el lof o quedarse. El problema sería el lugar desde donde se habla, se actúa y se moviliza. En tal sentido, lo que trato humildemente de poner en la mesa (siguiendo una línea que ya varios han trabajado) es una apertura para comprender el problema muchísimo más allá de mapuche urbanos y mapuche rurales, muchísimo más allá de comuneros o no comuneros. Nos abrimos a entender la migración en el marco de relaciones coloniales vigentes, en el marco de violentos procesos de despojo y desplazamiento. La diáspora en el caso de Santiago En la vereda opuesta de las limitaciones políticas urbano/rurales, nos encontramos con la diáspora. Evidentemente, hablar de diáspora no contiene una marca de masividad en el movimiento mapuche, de hecho su uso ha sido principalmente un aporte de los intelectuales para dar un giro distinto al análisis de realidades como Santiago. Desde nuestra perspectiva, es un concepto bastante desafiante para el movimiento, ya que por un lado podría permitir la apertura a lecturas políticas acerca de los movimientos migratorios arraigados en la historia y, por otro, llamaría a redefinir muchos elementos que tienen relación con el discurso de la identidad y la nación. Según Jana Evans Braziel y Anita Mannur (2003), el término diáspora viene del griego diasperien, donde dia significa "a través de" y sperien se traduce como "sembrar o dispersar la semilla", y su uso data del siglo III a.c. Generalmente refiere al traslado masivo de pueblos fuera de su territorio por razones políticas, económicas, militares, etc. Como lo indica Gabriel Izard (2004) para el caso de la diáspora africana, el concepto "hace referencia a grupos que han sido desplazados de su lugar de origen a través de la migración, el exilio, etcétera, y se reubican en otro territorio. Las comunidades diaspóricas tienen además 79 Kütral Pensando la Ciudad como una de sus principales características el hecho de cimentar, en ocasiones, su identidad a partir de un territorio primigenio, que se convierte en punto de referencia sobre el que se construyen las distintas expresiones de la etnicidad" (2004:91) No obstante, conforme el concepto ha ido adquiriendo fuerza en el mundo académico, cada autor ha puesto sobre la mesa diversos puntos que atañen a su definición. Según la venezolana Mireya Fernández (2008) pueden distinguirse dos probables campos que trabajan la concepción de diáspora. Por un lado, lo relacionado con el desplazamiento de pueblos que mantienen conexión con su tierra y su historia, que se vinculan con la sociedad donde se encuentran, pero manteniendo una identidad de grupo diferenciada. Por otro lado, un campo donde adquiere relevancia la relación del individuo, su identidad y las transformaciones que se producen en la convivencia con otras sociedades, en fin, los procesos transnacionales, des-localizados, híbridos. En el caso mapuche, la ocupación del concepto de diáspora sin duda se ha vinculado en mayor medida con la dimensión territorial y, en menor grado, con las transformaciones identitarias. Además el camino recorrido por el concepto es relativamente reciente. Si bien un número importantes de intelectuales mapuche han reflexionado sobre los mapuche urbanos o sobre el caso de Santiago3, un segmento pequeño es el que ha introducido y sostenido el concepto de diáspora para la realidad migratoria mapuche. El concepto remitiría al conjunto de la población mapuche que ha salido o se encuentra fuera del Wallmapu, entendiendo éste como el territorio histórico que se extiende al sur del río Bío Bío hasta la X región en Chile (Ngulu mapu) y que se emplaza en la parte sur de Argentina (Puel mapu). 80 Kütral El recorrido de la diáspora se inicia con los trabajos de Pedro Marimán y Diane Hugheney (1993, 1995), donde se le menciona vagamente a la luz de los datos censales. Posteriormente Pedro Marimán (1997) profundizará más sobre el asunto. Otro material clave, ineludible, es el texto de José Ancán y Margarita Calfío publicado en la Revista Liwen en 1999. Luego vendrá Víctor Naguil (2005), quien escribe sus reflexiones programáticas sobre autogobierno en el periódico Azkintuwe, dedicando un lugar especial al caso de la diáspora. Por último, están las aproximaciones de Sergio Caniuqueo, Pablo Marimán, José Millalén y Rodrigo Levil en su libro Escucha Winka (2006). Estas serían las contribuciones que se han realizado con mayor fuerza a la comprensión de las migraciones y asentamientos de población mapuche fuera del territorio histórico como diáspora. Revisemos un poco este camino. 3 Aquí podemos encontrar los textos de otros documentos de Fernando Quilaleo (1992) José Ancán (1994, 1995), Ramón Curivil (1994), Eduardo Curilén (1995), Clorinda Cuminao (1998), Marcos Valdés (2000) Geraldine Abarca (2002), Felipe Curivil (2006), Ana Millaleo (2006), Liber Osorio (2009), entre otros. Pensando la Ciudad El documento del historiador Pedro Marimán Quemenado (1997) potencia el concepto de diáspora para el caso mapuche y todos sus miembros que residen fuera de su hogar. En ese sentido, este material deviene significativo para las futuras reflexiones que irán socializando su uso, en concordancia con una postura nacionalista que queda más clara en su propia definición: "La diáspora mapuche, entendida como un flujo migratorio de carácter colectivo (un fenómeno social), no necesariamente concertado, pero con una coherencia interna, y en todo caso provocado por factores exógenos al grupo, ha generado una dislocación de la continuidad demográfica mapuche en el hábitat histórico. Este hábitat es por cierto el territorio, el país propio, que es mucho más que la tierra entendida como un factor de producción" (Marimán, Pedro, 1997:218-219). El texto de Pedro Marimán está conectado con la noción de País Mapuche y con la construcción de un proyecto político que inexorablemente debe discutir con el rol otorgado a los mapuche que son parte de este exilio forzado. Ulteriormente, José Ancán y Margarita Calfío (1999) refuerzan el concepto, considerando la diáspora quizás como el problema político-territorial de mayor envergadura en la historia actual de la sociedad mapuche. Su origen se encontraría en los albores del período reduccional, de alguna manera en el hito fundador de la situación colonial que vive hoy nuestro pueblo: "La actual situación de disgregación demográfica y sociocultural mapuche -la diáspora- que tanto conviene a las miradas simplistas, es a nuestro juicio el fenómeno geopolítico base de la época contemporánea Mapuche. Sus causas estructurales, en lo general están lo suficientemente bien establecidas como para volver sobre ellas: a la derrota político militar y ocupación del territorio, se sucedieron procesos migratorios masivos producto del empobrecimiento de las escasas tierras sucesoras del proceso de radicación" (Ancán y Calfío, 1999: 53-54). 81 Los autores recogen los planteamientos de Pedro Marimán y le dan cuerpo a una posible utopía para la diáspora, basada en la idea del retorno al País Mapuche, proceso que por supuesto conlleva una serie de revisiones del propio movimiento sobre ese territorio y sus imaginarios para el futuro, un espacio que superaría con creces los límites del concepto de tierra. Este documento es valioso en cuanto a los significativos aportes que realiza sobre problemática urbana santiaguina. Desarrolla una profundización de las ideas retornistas, donde la diáspora proyecta su participación en la reconstrucción y repoblamiento del territorio mapuche, superando las visiones campesinistas, fundamentalistas y culturalistas. Kütral Pensando la Ciudad La apuesta de Ancán y Calfío sienta un precedente para las reflexiones futuras sobre la diáspora. De hecho, en sus planteamientos Víctor Naguil (2005) toma gran parte de este análisis y le da un giro político-programático en términos de lo que podríamos denominar una agenda del repoblamiento. De todas maneras esta preocupación por el peso demográfico mapuche en el territorio propio ya se había manifestado anteriormente en José Marimán (1997)4. Sin embargo, la novedad de Víctor Naguil radica en su esquemática propuesta para materializar, pese a las adversas condiciones económicas, las ideas de retorno al territorio mapuche, ya sea en términos poblar nuevamente el Wallmapu, como de frenar la migración regional. Las ideas sobre repoblamiento también tienen correlato con los autores de la ya conocida publicación Escucha Winka (Caniuqueo, Marimán et. Al., 2006), cuando entroncan su reflexión política final — el epílogo sobre el futuro — con la población en diáspora que quisiera regresar al Wallmapu y establecerse en él. Al respecto sostienen: "Una salida para estos grupos podría ser un proceso de repatriación que implicaría identificar a la población que se encuentra en esta situación, para establecer políticas y estrategias de reubicación analizando las posibilidades urbanas y rurales, midiendo competencias y aptitudes, ya que la repatriación debería estar bajo un marco de desarrollo económico, inversión que debe ser sopesada con la proyección económica que pueda tener esa población. Es posible que en algunos casos se inserten en su propia comunidad o en sus territorios de origen; en otros casos se insertarán en ciudades, pues sus vidas y ocupaciones están relacionadas con el mundo urbano" (2006:261). 82 Kütral En términos generales, el uso del concepto diáspora en estos intelectuales se encuentra estrechamente vinculado a los discursos políticos mapuche contemporáneos, posicionando el territorio como un elemento insoslayable. También la disposición de la categoría diáspora genera una estrecho ensamble entre colonialismo y migración que permite comprender los movimientos poblacionales, no como cuestiones azarosas, sino directamente emparentadas con relaciones de dominación o de colonialismo interno (González Casanova, 2006). 4 osé Marimán sostiene lo siguiente: "la tarea política del presente es maniobrar bajo las condiciones existentes para hacer posible el camino a una autonomía territorial política del pueblo mapuche. En otras palabras, el momento político presente supone asumir tareas que permitirán un mañana de autodeterminación para los mapuche. Dos se destacan, la primera es la inversión de las corrientes migratorias en el mapuchemapu. Es decir, frenar la emigración que está vaciando la Araucanía de población mapuche, e impulsar y favorecer el retorno o instalación de los mapuche radicados fuera que así lo deseen. La segunda, es el desarrollo de la consciencia e identidad política de la etnia, es decir, de una identidad nacional sin la cual no será nunca verdaderamente un actor político" (Marimán J, 1997). Pensando la Ciudad Con claridad se aprecia una lectura ante todo política de la diáspora y sus posibilidades estratégicas en un proyecto colectivo, sin embargo, salvo las valiosas contribuciones de José Ancán y Margarita Calfío (1999) no encontramos mayor discusión, de quienes han tomado el guante de la diáspora, en la trastienda identitaria, sus conflictos internos y los retos que impone ella misma al movimiento mapuche. Los avatares de la diáspora y la identidad(es)5, especialmente en el caso santiaguino, y sus repercusiones políticas son lo que nos interesa tratar a continuación. La diáspora desafiante El intelectual jamaiquino Stuart Hall — desde lo que se ha denominado una postura contextualista radical (Grossberg, 2006), en términos de la relación de la historia, espacio y tiempo con los conceptos — se acerca a la definición de diáspora de la siguiente manera: "…la diáspora no nos remite a esas tribus esparcidas cuya identidad sólo se puede afianzar con relación a una patria sagrada a la que se debe regresar a toda costa, aun si ello significa expulsar a otro pueblo al mar. Ésta es la forma antigua, imperialista y hegemónica de la "identidad étnica". Hemos visto el destino de la gente de Palestina en manos de esta concepción retrograda de la diáspora, y la complicidad de Occidente con esa concepción. La experiencia de la diáspora, como la propongo aquí, está definida no por una esencia o pureza, sino por el reconocimiento de una heterogeneidad y diversidad necesarias; por una concepción de "identidad" que vive con y a través de la diferencia, y no a pesar de ella… (Hall, 2003:244). Me parece necesario abrir con este autor una discusión sobre diáspora e identidad(es) en el caso mapuche para visualizar los desafíos que presenta al movimiento. Indudablemente, Stuart Hall se acerca a la diáspora desde la misma trinchera con que aborda la problemática identitaria. Elabora un posicionamiento antiesencialista de la identidad (Hall, 1996), entendida como una construcción permanente y no como algo dado, como elaboración que se produce a nivel discursivo y que se destaca por su dinamismo y por su lógica de la diferencia. Por eso al hablar de identidad o de diáspora lo hace como una estrategia, un lugar, un posicionamiento, fijándose en las transformaciones, en las hibridaciones y no en los remanentes de un pasado. 5 Tomo este plural identidades del texto de José Ancán: "Identidad(es) mapuche frente al Bicentenario chileno" (2010). 83 Kütral Pensando la Ciudad De todos los textos referidos a la diáspora por parte de los intelectuales mapuche, el único que aborda con perspicacia los problemas identitarios es el agudo análisis de Ancán y Calfío (1999). Enfocados generalmente en el pragmatismo político, el resto de los autores anteriormente mencionados han priorizado por dar cuerpo al planteamiento retornista, que indudablemente es un aporte a las discusiones actuales del movimiento, produciendo una omisión del margen vivencial de la población en diáspora al acomodar su vida en una metrópolis como Santiago, que conflictúa permanentemente su identidad. En este sentido, Ancán y Calfío señalan que "los sucesivos y sutiles enmascaramientos identitarios que afectan a los mapuche santiaguinos, han convertido en invisible su presencia y su actuar, tanto en su medio citadino, como en el particular para el discurso etnográfico que sistemáticamente tiende a ignorarlos" (Ancán y Calfío; 1999:50). Todas estas situaciones conflictuadas vinculadas a la experiencia diaspórica, particularmente en el caso de Santiago, en el seno de una sociedad otra, con sus propios ritmos, visibilizan nuevos procesos que ponen en cuestión las definiciones clásicas de la identidad en términos de atributos étnicos. Más bien, estos procesos de enmascaramiento (Ancán, 1995; Ancán y Calfío, 1999), haciendo un parangón con los intentos de blanqueamiento detallados por el antillano Frantz Fanon en Piel Negra, Máscaras Blancas (1952), nos llevan a cuestionarnos sobre qué tipo de discurso será capaz de abrigar estas realidades y acerca de cómo nuestros proyectos políticos de futuro se harán cargo de una sociedad mapuche que claramente no se mantiene estática. De todas maneras, es preciso señalar que si bien la diáspora da cuenta de una sociedad moviéndose en los tiempos actuales, las transformaciones sociales también cruzan los campos y ciudades del Wallmapu, no restringiendo estos fenómenos a la migración y sus heteróclitas consecuencias. 84 Kütral Para Jana Evans Braziel y Anita Mannur (2003) hay dos premisas importantes en la teorización sobre la diáspora. Por un lado, la diáspora nos obliga a repensar las rúbricas de la nación y el nacionalismo; por otro, nos ofrece múltiples sitios deslocalizados para contestar a la hegemonía y fuerzas homogeneizadoras de la globalización6. Efectivamente, dándole un giro a la primera premisa de las autoras, en el caso mapuche la diáspora logra tensionar la nación u obliga a replanteársela en otros términos. No se trata de desarmar el concepto de nación ni de deconstruirlo hasta su disolución. No se trata de llamar a juicio a la nación como señala el Grupo Latinoamericano de Estudios Subalternos (1998), para desecharla finalmente, sino 6 La cita textual dice lo siguiente: "We propose two important premises upon which to ground the urgency of theorizing diaspora. First, diaspora forces us to rethink the rubrics of nation and nationalism, while refiguring the relations of citizens and nation-states. Second, diaspora offers myriad, dislocated sites of contestation to the hegemonic, homogenizing forces of globalization " (Braziel y Mannur, 2003:7) Pensando la Ciudad de la posibilidad de abrir nuevos caminos para su uso. Sabemos que la tensión se desarrolla cuando se ponen en primer plano espacios de transnacionalización e hibridación donde se negocia constantemente la identidad colectiva e individual (Irazuzta, 2005). Se trata de preguntarnos qué discurso de la nación permitirá incluir las disimiles realidades de la diáspora mapuche. Desde mi perspectiva, las articulaciones de la nación desde la etnicidad, vale decir, considerando un número de atributos relevantes para definirla es una corriente que choca precisamente con las múltiples identidades que despliega la diáspora. Es ostensiblemente desafiante pensarlo así, porque la reflexión sobre la incorporación de la diáspora en un proyecto político colectivo depende muchísimo del tipo de discurso que se establezca en torno a ella. No podemos esfumarnos en un nacionalismo étnico, que dé preponderancia a las "características objetivas" que constituyen la nación, porque las contrariedades abundan; ni tampoco podemos desvanecernos en la dimensión vivencial de las transnacionalizaciones o hibridaciones, porque se corre el riesgo de despolitizar los planteamientos de un proyecto de liberación. En tal sentido, es preciso repensar las conceptualizaciones mapuche de la nación, considerando su constante utilización por parte de intelectuales, dirigentes y organizaciones. Si bien se ha caracterizado el primer momento del discurso nacional mapuche como un nacionalismo étnico o etnonacionalismo (Foerster, 1999; Foerster y Vergara, 2003; Lavanchy, 2002, 2003), creo que la construcción política de la nación mapuche explora también otras dimensiones. Una puerta la abren los autores de Escucha Winka (Caniuqueo, Marimán et. al., 2006) cuando distinguen necesariamente entre movimiento autonómico (la línea a seguir) y movimiento etnonacional. Las realidades de la diáspora requieren de un concepto de nación que sea capaz de incluir las dispersas situaciones en las que se encuentra la población mapuche. Urge zafarse de una idealización de la nación en sí y más pensar en ella como un instrumento, como una posibilidad de ponerse de igual a igual con el que oprime, casi siempre detentor de su propia autodefinición nacional. Si bien es factible comprender la fuerza de un primer nacionalismo nativista criticado fervientemente por el intelectual palestino Edward Said (1996), es viable también pensar la nación en una faceta de liberación (Fanon, 1961). Evidentemente hablar de nación potencia los objetivos y proyectos políticos que 85 Kütral Pensando la Ciudad tenga el movimiento mapuche. Como lo indica Said "es un hecho histórico que, como fuerza política movilizadora, el nacionalismo — restauración de la comunidad, afirmación de la identidad, emergencia de nuevas prácticas culturales — instigó y propulsó la lucha contra la dominación occidental en todo el orbe no europeo" (Said, 1996:338). Sin embargo, clarificar de qué nación estamos hablando es un paso que debemos transitar. La dotación de atributos etnicisitas a la nación termina por socavar su despliegue político inclusivo. Como lo señalan Pedro Cayuqueo y Wladimir Painemal (2003) la nación permitiría posicionarse frente a las múltiples particularidades políticas y territoriales (y podríamos añadir identitarias) de la sociedad mapuche. Empero, agregaría, ese posicionamiento no implicaría una absorción unificante, sino ante todo un uso político. Ese es precisamente el ámbito de la nación que nos interesa. Desestimamos el uso de la nación como una pauta de elementos constituyentes, más bien lo encausamos para comprender los procesos históricos de una colectividad. Entenderíamos en parte la nación como lo han planteado, por ejemplo, Grínor Rojo, Alicia Salomone y Claudia Zapata, vale decir, como "la comunidad de personas que al menos en lo que concierne a su dimensión valórica existe antes que 'todo eso', es decir que existe antes del Estado, y que desde antes se siente/sabe dueña de un espacio, territorio, y de un tiempo, una memoria colectiva, en cuyos beneficios todos los individuos que son 'nacionales' confluyen y participan de manera espontánea, sensible, horizontal y transversal" (Rojo G, Salomone A y Zapata C, 2003:34). 86 Kütral El énfasis de la nación en los aspectos históricos de una colectividad es probablemente un camino que abre las posibilidades para que la diáspora sea parte de los proyectos políticos del movimiento mapuche. Despejar el enclaustramiento de tintes esencialistas es en cierta forma también un acto liberador. Como señala Frantz Fanon "la nación no es sólo condición de la cultura, de su efervescencia, de su continua renovación, de su profundización. Es también una exigencia. Es en primer lugar, el combate por la existencia nacional lo que levanta el bloqueo de la cultura, lo que le abre las puertas a la creación" (Fanon, 1961:224). Multiculturalismo y diáspora en Santiago Las políticas indígenas en Chile, desde la inauguración de la relación jurídica forzada Estado-pueblo mapuche post-ocupación, han pasado por diversas etapas, Pensando la Ciudad pero jamás han dejado a un costado su carácter colonialista. Desde las leyes de división de la década del 20' y del 30', pasando por el indigenismo, por los aberrantes decretos pinochetistas, nos encontramos hoy con un nuevo marco de políticas públicas con claros tintes ideológicos del multiculturalismo, que se articulan y dan continuidad, casi con un solapamiento estratégico, a un contexto de dominación en que se encuentra el pueblo mapuche. Dicho multiculturalismo se desenvuelve en todo lo que atañe a políticas indígenas, desplegando sus especificidades en el caso particular de indígenas urbanos y de mapuche santiaguinos. El multiculturalismo, según Slavoj Zizek (2008), se basa en su noción de que vivimos en un universo post-ideológico, cuando en realidad se constituye en el entramado mismo del capitalismo global. Según el filósofo esloveno, el multiculturalismo corresponde a "esa actitud que — desde una suerte de posición global vacía — trata a cada cultura local como el colonizador trata al pueblo colonizado: como nativos, cuya mayoría debe ser estudiada y respetada cuidadosamente" (Zizek, 1998:172). Sostiene además el autor que el multiculturalismo no se mueve tan sólo en las relaciones que establece el colonialismo imperialista tradicional, sino que se desenvuelve en la autocolonización que imponen las nuevas formas de mercado, donde la empresa capitalista global supera su propio origen y coloniza incluso aquel territorio que le da vida (Zizek 1998, 2008). El multiculturalismo es un producto liberal, cuestión clara por ejemplo en los escritos de Will Kymlicka (1996), que influye en el diseño y la implementación de políticas indígenas y políticas de reconocimiento; que valora la diferencia del otro en tanto un cuerpo cerrado, no histórico, tradicionalizado y folclorizado. El antropólogo mexicano Héctor Díaz Polanco (2006) define el multiculturalismo como "un peculiar enfoque teórico político que contiene una concepción acerca de qué es la diversidad y cómo esta debe insertarse en el sistema de dominación; y que, consecuentemente, recomienda un conjunto de prácticas o políticas públicas que deben adoptarse respecto de las diferencias (políticas de identidad), especialmente teniendo en mente la discutida neutralidad del Estado: las llamadas acciones afirmativas o discriminación positiva" (Díaz Polanco, 2006: 172-173). En Chile, el multiculturalismo es una nueva modalidad de políticas colonialistas, en el marco del neoliberalismo. En la práctica asistimos a una celebración de la diferencia (no sólo en el sentido étnico) y a un discurso del respeto a la diversidad, que genera cierta permisividad (sobre todo si esa diferenciación se enmarca en 87 Kütral Pensando la Ciudad el plano individual), pero que cercena las demandas o planteamientos colectivos que puedan alterar el status quo del funcionamiento del Estado o del sistema económico. La acción afirmativa del Estado, uno de los ejecutores de las políticas multiculturales, puede reconocer al otro, pero según sus propios términos. Esto ha quedado de manifiesto, por ejemplo, en todas las discusiones dadas en Chile por cerca de 20 años para el reconocimiento constitucional de pueblos indígenas o en los esquizofrénicos debates oficiales producto de la aprobación del Convenio 169 de la O.I.T. (Organización Internacional del Trabajo). Las políticas indígenas urbanas, enmarcadas ideológicamente en el multiculturalismo neoliberal, operan también delineando el lugar del Otro7. Estas políticas apuntan fundamentalmente al mejoramiento de la calidad de vida, fortalecimiento de la identidad y la promoción de derechos y no discriminación. Ahora bien, las principales consecuencias de estas líneas ideológicas en relación a la diáspora son, por un lado, la omisión/negación de la historicidad de las migraciones y su vínculo con las relaciones de colonialismo vigentes en Chile y, por otro lado, la despolitización de la diáspora, desalojándole de su sentido territorial reivindicativo y de su espacio en el discurso nacional mapuche. Es decir, complementando lo anterior, las políticas indígenas urbanas fomentan la posibilidad de "continuar viviendo como mapuche" sin la necesidad de problematizar la relación con el territorio (reducido a tierra en este sentido) y, por lo tanto, frenando los enlaces con la construcción de un proyecto político para el pueblo mapuche. No habría espacio para los cuestionamientos sobre la historia migratoria y el asentamiento en Santiago, naturalizando la vida en las grandes urbes fuera del Wallmapu. 88 Kütral Ahora bien, esa posibilidad de "continuar viviendo como mapuche" en Santiago o en cualquier lugar fuera del territorio reivindicado, está sujeta a un esquema estereotipado del ser mapuche, que guarda relación con el fomento de una identidad estática, no complejizada en los avatares de la ciudad neoliberal. Como señala Joaquín Bascopé (2009), el multiculturalismo contemporáneo "ha conducido hasta el absurdo esta ansiedad identitaria, olvidando las interpenetraciones históricas 7 En el caso específico de estas políticas, el año 2008 -durante el Gobierno de la presidenta Michellet Bacheletse publicó el documento "Re-conocer. Pacto social por la multiculturalidad", donde se propuso una línea especial de trabajo para las poblaciones que viven en centro urbanos. Ahora bien, este material tenía sus antecedentes en la Consulta Nacional Indígena Urbana realizada el año 2006 y el Informe final de la Consulta publicado el año 2007. El Estado engulló el concepto de mapuche urbano, surgido inicialmente en el seno del movimiento mapuche santiaguino, y dio un cuerpo a un conjunto de medidas (que venían realizándose improvisada y sectorialmente) para este sujeto urbano, apropiándose de las múltiples necesidades sociales de la población citadina. Asimismo, dándole continuidad a esta armazón, el programa de Gobierno de Sebastián Piñera destacó durante su campaña la importancia de las políticas urbanas considerando que la mayoría de la población indígena residía en ciudades, particularmente en Santiago, lo que iba también aparejado con el cambio de enfoque en los procedimientos de restitución territorial, ahora de solución individualizada. Pensando la Ciudad de las sociedad autóctonas con sus vecinas (…). Esta ilusión identitaria pretende borrar las diversas imbricaciones de los grupos sociales, substituyéndolas por un esquema donde estos se encuentren aislados y homogéneos" (Bascopé, 2009, 19). Por otra parte, las políticas urbanas podrían aparentar una apertura a nuevas formas culturales que nos hagan cuestionar la visión del mapuche esencializado que debiesen teóricamente construir, sin embargo, siguiendo a Díaz Polanco (2006), en esos casos comenzaría a operar la tolerancia límite del multiculturalismo. El antropólogo señala que "el multiculturalismo liberal está dispuesto a aceptar a cualquier grupo cultural que no desafíe la visión de mundo ni las prácticas que avala el liberalismo" (Díaz Polanco, 2005:178). En ese plano, la lógica multicultural sabe muy bien cuáles son las concesiones que puede otorgar y cuáles las prohibiciones; cuáles son los lenguajes controversiales y los derechos y las acciones políticas apropiadas; en fondo hace saber cuándo se va más allá de lo permitido (Hale, 2007). Finalmente, otro punto que me gustaría destacar de las políticas multiculturales guarda relación con el planteamiento de Zizek (1998, 2008) respecto al multiculturalismo como una forma de racismo. Según el autor: "El multiculturalismo es una forma de racismo negada, invertida, autorreferencial, un 'racismo con distancia': respeta la identidad del Otro, concibiendo a éste como una comunidad 'auténtica' cerrada, hacia la cual él, el multiculturalista, mantiene una distancia que se hace posible gracias a su posición universal privilegiada. El multiculturalismo es un racismo que vacía su posición de todo contenido positivo (el multiculturalismo no es directamente racista, no opone al Otro los valores particulares de su propia cultura), pero igualmente mantiene esta posición como un privilegiado punto vacío de universalidad, desde el cual uno puede apreciar (y despreciar) adecuadamente las otras culturas particulares: el respeto multiculturalista por la especificidad del Otro es precisamente la forma de reafirmar la propia superioridad" (1998:172). Tomando en cuenta esta reflexión de Zizek y considerando los planteamientos desarrollados por el peruano Anibal Quijano (2000) sobre cómo la clasificación racial de la población ha sido constitutiva del capitalismo moderno eurocentrado y ha sido pieza clave en el engranaje de la colonialidad del poder, hoy bajo el paraguas multicultural del capitalismo global el racismo también articula la relación 89 Kütral Pensando la Ciudad dominante sobre el Otro registrando un continuum colonial. En el fondo, no existirían tantas distancias entre los mecanismos de multiculturalismo y la constitución racial del colonialismo clásico claramente expresada en los textos de Aimé Cesaire (1950), Albert Memmi (1957) y el ya citado Frantz Fanon (1952, 1961). Conclusiones Posicionamos la diáspora, recogiendo gran parte de su camino en la intelectualidad y movimiento mapuche, como una forma distinta de abordar las migraciones y el establecimiento permanente en ciudades, particularmente aquellas que se encuentran lejos del Wallmapu. Quizás no en oposición, pero sí disputando la reflexión con la dicotomía urbano/rural, justamente por las características políticas que abre la primera, en desmedro de las connotaciones descriptivas de la segunda. Posicionamos la diáspora por su tono desafiante para el movimiento mapuche y sus intelectuales, porque invita a discutir sobre identidad mapuche, pero en plural, vale decir, evidenciando el marco vivencial que lleva la sociedad en diáspora cruzada por variadas situaciones cotidianas, que van constatando la presencia de múltiples identidades mapuche no unívocas, no cerradas, llenas de dinamismo. En ese mismo sentido, la diáspora nos obliga a repensar los arquetípicos usos de la nación en sus cabales étnicos, para hablar de un intento por replantear los contenidos de ella en el caso mapuche. 90 Kütral No es desestimar el potencial político, histórico, jurídico y estratégico de la nación, sino más bien dar un giro en su disposición. No se trata de repudiarla por provenir del mundo occidental, porque como indica Edward Said (1996) eso sería negar la historia de los préstamos culturales, donde "una confusa y a la vez limitadora noción de prioridades permitiría únicamente aquellos que han inventado una idea fuesen capaces de ponerla en práctica" (1996:337). Diría que el problema de la nación en el caso mapuche supone zafarse de ciertos nacionalismos acérrimos basados en un culturalismo identitario (Said, 1996); supone aventurarse a concebirla en su dimensión instrumental, que sostiene como necesidad el abarcarla más allá de sus encierros étnicos, entenderla en las dificultades que plantea su uso y definición, comprenderla en medio de los desafíos de una comunidad histórica. En estos recovecos la diáspora busca ser incluida en esa nación como parte de un proyecto liberador. La conciencia nacional, siguiendo a Fanon (1961) inundaría no sólo la lucha descolonizadora, sino también la búsqueda de un horizonte humano postnacional. Pensando la Ciudad Sin embargo, en medio de los débiles intentos del movimiento mapuche por visibilizar la diáspora como un problema político, las arremetidas multiculturales embisten precisamente en los tópicos mayormente tratados sobre la población mapuche que ha salido del Wallmapu, desincentivando la articulación de la reivindicación territorial en estos sectores y la lectura en clave colonial de las migraciones. El proceso etnofágico (Díaz Polanco, 2006), en tiempos multiculturales, absorbe la diferencia mapuche y la acepta dentro del sistema en aras de una concepción esencializada o que no rebase los límites de la tolerancia neoliberal. El multiculturalismo, ya sea en su dimensión racista (Zizek, 1998, 2008) o en el establecimiento de relaciones de dominación, representa un continuum colonial en el caso mapuche. El disfraz de la apertura a lo diverso es el perfecto barniz para un colonialismo transformado en los tiempos actuales, moldeando la representación del otro en los términos del colonizador. Por último, y en la lógica de los desafíos, esta revisión de la diáspora a la que aludo citando a los autores mapuche que han escrito sobre ella, si bien es un aporte (lleno de cuestionamientos claramente) para visibilizar una problemática hasta hace poco tiempo encubierta, deja muchísimas preguntas y retos. Por eso, a modo de cierre y aduciendo a las formas actuales del colonialismo y a las trampas del multiculturalismo, creo que el movimiento mapuche no ha madurado aún una reflexión potente sobre la diáspora. En ese sentido, quienes han deslizado su pluma sobre los migrantes y residentes permanentes alejados del Wallmapu, han enfatizado con mayor claridad los aspectos políticos de la diáspora, así como la necesidad de la utopía retornista o del proyecto territorial. No obstante aquello, no han profundizado aún en cómo lograr un posicionamiento del tema de los mapuches sin tierra que viven fuera en nuestro discurso reivindicativo, ni tampoco en qué articulaciones debe hacer el movimiento mapuche con estos sectores. Ese es uno de los grandes desafíos que nos llegan a esta hora y que enfrentarán las nuevas generaciones. Urge la maduración del movimiento para la incorporación de estos sectores en los procesos descolonizadores. El desafío es ver cómo podemos pasar de una suerte de asistencialismo interno a un horizonte de colaboración más integral; es preguntarse por los caminos a recorrer para que los santiaguinos (y otros que viven en la diáspora) no sólo reaccionemos a los vaivenes de la contingencia en Wallmapu, sino que dialoguemos con todos los sujetos y seamos parte del mismo proceso. 91 Kütral Pensando la Ciudad Bibliografía Abarca, G. (2002), "Mapuches de Santiago. 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Ibídem (2008), En defensa de la intolerancia, Sequitur, Madrid 96 Kütral Pensando la Ciudad Representaciones de la ciudad en cien palabras: narraciones breves y significaciones durables Luis Campos Medina * " Ne pas essayer trop vite de trouver une définition de la ville ; c'est beaucoup trop gros, on a toutes las chances de se tromper.". Georges Perec Resumen E l análisis de las representaciones de la ciudad constituye una aproximación útil para comprender la multiplicidad de significados asignados a la ciudad actual, las maneras de entender la realidad social y las formas de la experiencia individual y la relación con otros. Ello se ejemplifica a través de una reflexión teórica que toma como referencia un conjunto de micro-relatos del concurso "Santiago en 100 palabras". Se parte de la idea de que la tensión que se expresa en la ciudad entre unidad y discontinuidad, así como su heterogeneidad y dinamismo, plantean la necesidad de que ella sea representada para poder se pensada y vivida, lo que vuelve relevante el estudio de sus representaciones. Palabras claves Representaciones de la ciudad, microrelato, ficción, Santiago de Chile. Abstract T he analysis of representations of the city constitutes a helpful approach to comprehend the multiplicity of meanings attached to the contemporary city, the ways to understand social realty, the forms of individual experience and the relationship with others. This is illustrated through a theoretical reflection whose reference is a set of short stories taken from the "Santiago in 100 words" competition. We begin from the idea that the tension between unity and discontinuity to be found in the city, as well as its heterogeneity and dynamism, calls for a need to represent it in order to be thought about and lived in. The latter makes relevant the study of its representations. Key words Representations of the city, Short Story, Fiction, Santiago of Chile. *Sociólogo, Doctor en sociología, chileno, investigador independiente, [email protected] 97 Kütral Pensando la Ciudad Introducción A comienzos de los noventa, F. Dubet (1995) proponía que las distintas representaciones de la ciudad daban cuenta de tres elementos fundamentales: una nueva forma de "cuestión social", la renovación de las políticas públicas y un ideal de ciudadanía. La ciudad aparecía entonces como la proyección espacial de las relaciones de clase o como el espacio que debe ser equipado funcionalmente de modo de favorecer la integración social o las articulaciones productivas. Tales representaciones operarían a diversas escalas, con orientaciones diversas, pero todas ellas compartirían la triple alusión a la ciudad que se piensa que existe, la ciudad que "es" y la ciudad que se desea producir, como indicaba B. Lepetit (1979). En ellas sería posible observar, por tanto, un vínculo entre espacio y significación social. 98 Kütral Efectuar una primera reflexión en torno de las representaciones de la ciudad de Santiago de Chile y sus lugares, a partir del análisis de un conjunto de microrelatos que forman parte del concurso "Santiago en 100 palabras" tiene sentido en la medida que, precisamente, permite observar el vínculo entre espacio y significación social; las problemáticas que afectan a la ciudad, las formas de acción que desarrollan sus habitantes, así como las maneras en que componen sus vínculos sociales. Esa observación implica trascender la habitual concepción de ciudad en tanto "marco" de la actividad social o simple suma de elementos arquitectónicos, para pensar también en la relación que se establece entre estos aspectos y las formas en que sus habitantes asignan significado a los lugares, a sus experiencias, a las separaciones espaciales y a sus relaciones con otros. Para ello se precisa de un marco conceptual que ponga atención en las características de la representación y sus usos; que no olvide su relación con la ficción y articulación con el "trasfondo". Para una mejor comprensión de las páginas que siguen es necesario indicar que "Santiago en 100 palabras" es un concurso anual organizado desde 2001, en el que se invita a los habitantes de la ciudad de Santiago y, en general, a cualquier persona que se sienta motivada a hacerlo, a escribir un relato de no más de cien palabras sobre la ciudad de Santiago de Chile o sobre la vida urbana actual. Los relatos son evaluados por un jurado de personas ligadas a la actividad literaria o a la organización del concurso, luego de lo que se selecciona un conjunto de once que son publicados en las estaciones de metro, en los vagones del ferrocarril Pensando la Ciudad urbano y, cada dos años, en publicaciones especiales "de bolsillo" que recopilan los cien mejores micro-relatos. Además, entre esos once relatos hay tres que reciben un premio en dinero1. El concurso ha sido organizado desde su origen por la revista electrónica "Plagio", en colaboración con el Metro de la ciudad de Santiago y el apoyo de la empresa Minera Escondida. A partir de su primera edición se ha realizado todos los años, viéndose incrementado el número de participantes de manera exponencial en cada una de sus versiones2. A continuación el lector encontrará una exposición en tres apartados. El primero de ellos articula la perspectiva conceptual de las representaciones sociales con el estudio de los textos del concurso. El segundo describe brevemente los tres principales aspectos relevados en el análisis de las representaciones de la ciudad presentes en los micro-relatos, mientras que el tercero plantea una reflexión en torno al acto de escritura y su importancia en el marco de las formas de pensar y vivir la ciudad. El artículo se cierra con un breve apartado de conclusiones3. Las representaciones sociales como perspectiva para analizar las formas de pensar la ciudad La ciudad contemporánea es el espacio de expresión de diversas manifestaciones sociales que poseen un valor simbólico incontestable. Un sinnúmero de prácticas sociales en las que se expresan tradiciones; formas de concebir el mundo y el vínculo social con el otro; rutinas, usanzas y costumbres tienen lugar en el espacio urbano, convirtiéndole en escenario y objetivo de múltiples formas de investigación. Entre tales prácticas destacan aquellas que tienen a la propia ciudad como su objeto de reflexión y acción específico; prácticas que buscan hacer pensable la ciudad, hacerla venir al lenguaje y la imaginación, representarla. Como se indicó, la intención de este artículo es ofrecer una reflexión teórica en torno a las representaciones de la ciudad existentes en un conjunto de micro-relatos que forman parte del concurso "Santiago en 100 palabras". Esto, partiendo de la base de que en dichos relatos es posible encontrar representaciones de la ciudad de Santiago. Ese ha sido su supuesto inicial. 1 Esto ha cambiado en el transcurso de los años, pero se entenderá de esta forma para claridad de la exposición. 2 El año 2001 se recibió un total de 2.691 micro-relatos participantes. El 2002 se llegó a 9.710. La progresión, en los años siguientes llegó a su máximo el año 2007 con 50.572. 3 Parte de este análisis se realizó en el marco de la memoria de Master en Ciencias Sociales del autor. El acceso a los micro-relatos utilizados fue autorizado por los organizadores del concurso. 99 Kütral Pensando la Ciudad Se trata, no obstante, de un supuesto que puede justificarse a partir del llamado hecho por los organizadores del concurso desde su primera versión: "escribir sobre la ciudad de Santiago o las cosas que pasan en ella". Según la perspectiva aquí adoptada, tal convocatoria establece una condición para participar en el concurso que es, a la vez, la condición de pertinencia para un análisis de los relatos en la perspectiva de las representaciones de la ciudad. En esta línea de argumentación se puede proponer la idea que los relatos de "Santiago en 100 palabras", al igual que relato literario en general, según Barthes, se caracterizan por proponer una relación desplazada con la ciudad, es decir, una relación en la cual "un objeto percibido en su totalidad, o (…) dado en su totalidad, no significa más que por uno de sus atributos" (Ver: Barthes, 1985: 256, traducción propia). En consecuencia, se puede considerar, a priori, que todos los relatos satisfacen esta condición de pertinencia y que en todos los relatos es posible encontrar representaciones de la ciudad4. Como dice M. Augé: "La ciudad, la gran ciudad, tiene su lugar en la literatura, en la pintura y hasta en la música; es decir, la ciudad es de manera ejemplar objeto de representaciones de las que podemos hallar una versión modesta e individual en las palabras que suelen decir los habitantes de una ciudad sobre la relación que mantienen con ella, en la historia que los vincula a ella, en los recorridos que realizan por ella en intervalos regulares." (Augé, 1998: 146). 100 Kütral Si bien parece plausible postular que el estudio de un conjunto de relatos con pretensiones literarias sobre la ciudad y la vida urbana, escritos por ciudadanos comunes y corrientes, es una forma pertinente y relevante de aproximarse a la comprensión de las representaciones de la ciudad, es necesario explicitar que el origen de esta investigación se encuentra, más que en esa claridad, en una intuición, un presentimiento fundado en la experiencia de un habitante de Santiago que observó con sorpresa e interés los primeros años del concurso. Sorpresa e interés porque los micro-relatos leídos mostraban diversas visiones de la ciudad en su condición de estructura física y material, así como de las formas de interacción social de sus habitantes. Una diversidad de enfoques que transmitían una variedad de experiencias que los hacían aparecer como un interesante 4 Esta idea se inspira parcialmente en las propuestas de K. Lynch, quien propone que para cualquier ciudad existe una imagen colectiva que agrupa un gran número de imágenes individuales o bien una serie de imágenes colectivas que pertenecen cada una a un grupo numeroso de ciudadanos. Esas imágenes de grupo son necesarias para todo individuo que debe actuar eficazmente en su medio y en común con sus conciudadanos (Lynch, 1969, p.53). Se dice "parcialmente", por no compartir la dimensión metodológica del planteamiento, cercana a las perspectivas del individualismo metodológico. Pensando la Ciudad documento de época. Hablando de la ciudad y de la vida en ella, los micro-relatos referían también a una serie de fenómenos: a la complejidad de la vida contemporánea, la gran envergadura de la ciudad o la multiplicidad de los actores que viven en ella. Incluso, en algunas ocasiones, Santiago aparecía como la síntesis metafórica de situaciones sociales indeseables, como la injusticia, la discriminación, la exclusión social. Esa apreciación cobra mayor nitidez en la actualidad a partir de reflexiones que indican que la ciudad se emplea, muchas veces, para hablar de distintas cosas, en una situación de gran polisemia (Dubet, 1995:128). Esto, probablemente, porque la ciudad constituye un objeto de pensamiento situado en una escala más cercana y más aprehensible que "estructura social", "sociedad" u otro, pero que es coherente con la complejidad de la experiencia de los individuos: no obstante el gran tamaño que pueda tener la ciudad, es una realidad que los individuos experimentan cotidianamente y de la que poseen un conocimiento vívido, lo que la hace utilizable en el lenguaje. Resulta casi evidente, en este sentido, plantear que las representaciones de la ciudad constituyen también maneras de concebir la realidad social y las maneras de producción de esa realidad, siendo posible, si se profundiza un poco, observar que a través de esa práctica representacional, que liga ciudad y realidad social, los individuos operan dando sentido a su experiencia e intentando hacer controlable la complejidad vivida cotidianamente, recurriendo a un objeto cercano y relativamente "consensual": la ciudad. Desde la perspectiva de la psicología social, las representaciones sociales refieren a las maneras en que comprendemos los acontecimientos de la vida diaria, nuestro entorno, la información circulante, a las personas de nuestro ambiente cercano o lejano. Como señala Jodelet, se trata de formas de pensamiento que están orientadas hacia la comunicación, la comprensión y el control del ambiente social, material e ideal (Jodelet, 2003:367), que permiten la integración de la novedad, la interpretación de la realidad y la orientación de las conductas y relaciones sociales. Las representaciones sociales nos permiten gestionar el medio ambiente, comprender y explicar los hechos de nuestra vida diaria y actuar con y sobre otros. El proceso de elaboración de las representaciones sociales se encuentra ligado a la posición social de los individuos, por lo que su significado "depende a la vez de factores contingentes — naturaleza y dificultades de la situación, contexto inmediato, finalidad de la situación — y factores más generales que superan 101 Kütral Pensando la Ciudad la propia situación: contexto social e ideológico, lugar del individuo en la organización social, historia del individuo y el grupo, objetos sociales en disputa"( Abric, 1994: 13, traducción propia). La teoría de las representaciones sociales intenta incluir la forma en que lo social transforma un conocimiento en representación, al mismo tiempo que la forma en que esta representación transforma lo social: los procesos de objetivación y de anclaje, respectivamente. El primer proceso posee el triple carácter de construcción selectiva, esquematización estructural y naturalización. Es decir, un proceso que podría definirse como secuencial y orientado a la construcción de un marco y de instrumentos para guiar la percepción y los juicios. El proceso de anclaje concierne al enraizamiento social de la representación. En él las dimensiones críticas son la significación y la utilidad de la representación. En este sentido, el anclaje emerge como asignación de sentido y como instrumentalización del saber. Se puede ver, de esta forma, que la relación entre anclaje y objetivación es de orden dialéctico. Se trata de una especie de "circularidad" en la que el individuo toma referencias del mundo y las integra en sus discursos y prácticas, los que a su vez retornan e "intervienen" en el mundo y sus formas. 102 Kütral Hablar de representaciones de la ciudad significa, entonces, plantear que la ciudad no es sólo el escenario de una serie de actividades y prácticas sociales, sino que ella se ve transformada, en su significado y en su materialidad, por dichas prácticas: la ciudad y sus territorios no sólo constituyen una materialidad específica, sino también una construcción significativa, que depende de las formas de las relaciones sociales y de los sistemas de significados de sus habitantes (Lassave, 2002). Dicho con otras palabras, la ciudad es tanto la forma urbana y arquitectónica (urbs), como las relaciones humanas y los vínculos políticos (civitas). De ello se desprende que la ciudad es un objeto sobre el que actúa el poder simbólico y, en consecuencia, un objeto que se modifica a través de las palabras que se utilizan para designarlo o describirlo, un objeto que se constituye al conferirle sentido (Depaule y Topalov, 1996: 250), lo que equivale a decir que la ciudad es un objeto cuya "realidad" es una disputa social y simbólica que no se reduce a su materialidad evidente (Bourdieu, 1987:159). Las percepciones de los habitantes devienen, de esta forma, representaciones que influyen en la ciudad, le otorgan cualidades a ella y sus lugares, pero también orientan la percepción y la configuración de nuevas representaciones, puesto que nuestros registros sensoriales no son independientes de las formas culturalmente Pensando la Ciudad establecidas de captación del entorno que posee el colectivo humano del que formamos parte. Desde esta perspectiva, las representaciones de la ciudad pueden ser entendidas como dispositivos de estabilización simbólica, vale decir, como objetos discursivos que permiten fijar el valor y el sentido de la experiencia, a fin de minimizar las inevitables variaciones derivadas de un contexto social de alta incertidumbre. Ellas son empleadas para hacer frente a las exigencias de sentido que imponen las transformaciones sociales por las que atraviesa la vida social actual, en una dinámica que busca dar coherencia y operatividad, a nivel de las existencias individuales, a procesos que afectan a la sociedad en su conjunto. De ello se deriva que las representaciones sociales de la ciudad poseen, al menos en germen, un componente normativo inherente (Searle, 2001), puesto que permiten atribuir sentido y significado a la ciudad, y a la experiencia propia y de los otros en la ciudad. Tal componente puede expresar consideraciones sobre la legitimidad de la ciudad existente, sobre la validez de las delimitaciones, de las denominaciones, de las fronteras urbanas, y de la realidad socio-espacial de la ciudad en general. Al mismo tiempo, a través de estas consideraciones sobre la legitimidad, las representaciones sociales de la ciudad expresan la condición histórica de la ciudad y su condición de producto social, vale decir, su historicidad. Lo anterior está en directa sintonía con los planteamientos de I. Joseph para quien la ciudad no es ni un dispositivo de asimilación ni un operador de integración. Al contrario, ella produce la "disimilaridad", la segregación y la exclusión, pero, al mismo tiempo, hace visibles dichos procesos exponiéndolos y dramatizándolos y, en ese movimiento, los hace ingresar al espacio de la crítica pública (Joseph, 1994: 9). Esto significa que las representaciones de la ciudad contenidas en los micro-relatos hacen parte de ese movimiento "dramatizador" y que, hablando de la realidad vivida de la ciudad, conectan con el derecho que tienen sus habitantes a participar de los bienes, servicios y equipamientos urbanos disponibles y al uso global del espacio urbano, en tanto contribuyentes al proceso de producción de la ciudad (el denominado "derecho a la ciudad"), lo que equivale a plantear que pueden poseer o adoptar un importante carácter político. Considerando los elementos hasta aquí planteados es posible señalar que las representaciones de la ciudad presentes en los micro-relatos del concurso constituyen configuraciones narrativas, con pretensiones literarias, articuladas por los habitantes 103 Kütral Pensando la Ciudad de la ciudad a partir de su experiencia social que, i) permiten situar la propia experiencia de sus habitantes — y su sentido — en el marco de la vida urbana, ii) dan cuenta de las maneras de concebir la realidad social y las maneras de producción de esa realidad y, iii) poseen un componente normativo (inherente), que puede derivar en una crítica respecto de la justicia de la ciudad y la vida urbana (sentido de igualdad, exclusión, etc.). La triple dimensión de las representaciones de la ciudad La reflexión aquí desplegada se basa en el análisis de un corpus de información constituido por un total de doscientos noventa y cinco relatos (295), cuyas características es necesario precisar. En efecto, en todas las versiones del concurso participaron miles de relatos, a partir de los cuales los jurados seleccionaron los micro-relatos ganadores. Sin embargo, como se mencionó anteriormente, cada dos años la revista Plagio hace una nueva selección de los cien mejores relatos. Del total de relatos de dos años, eligen cien, entre los cuales se encuentran los once originalmente seleccionados de cada año (22 para los dos años), y de otros setenta y ocho desconocidos del público. Estas selecciones se llaman "Los 100 mejores"5. 104 Kütral Así pues, se trabajó con un total de doscientos noventa y cinco relatos publicados en las tres ediciones de "Los 100 mejores". Por tanto, resulta claro que no se trata de una muestra obtenida a partir del total de relatos participantes en todas las versiones del concurso, sino de un conjunto de micro-relatos seleccionados por los organizadores, es decir una muestra "filtrada" por ellos. En este sentido, queda de manifiesto que se trata de un corpus en el que se evidencia un sesgo importante, ya que no hay posibilidad de informarse de los textos que no fueron seleccionados por los organizadores y que posiblemente presentan una diversidad importante. A pesar de ello, parece pertinente desarrollar un análisis como el aquí propuesto, en el entendido que constituye una primera aproximación y puede proveer de líneas interpretativas sugerentes. Los planteamientos siguientes girarán en torno de los tres registros mencionados más arriba que emergen como los aspectos centrales de las representaciones de la ciudad presentes en los relatos: la experiencia de los habitantes y su sentido; las formas de concebir la realidad social y cómo ella se produce y; el componente normativo y potencial crítico de las representaciones de los micro-relatos. 5 Sin embargo, en el caso de los mejores de los años 2003-04, entre los cien relatos seleccionados, los organizadores incluyeron cinco relatos cuyo origen es un concurso equivalente realizado en la ciudad de Valparaíso. Por eso, en esa selección, sólo se cuenta con noventa y cinco relatos sobre la ciudad de Santiago. Pensando la Ciudad Constelaciones temáticas: indicios de experiencias múltiples El primer aspecto a considerar es que la invitación a escribir sobre la ciudad y sobre cosas que en ella ocurren, se convierte en la ocasión para hacer alusión a una serie de temas, problemas, pensamientos, sentimientos, etc. que forman parte de la experiencia de los habitantes de la ciudad (o del país). El análisis del contenido temático de los micro-relatos ratifica la idea de que las representaciones de la ciudad poseen una importante amplitud de significados y que frecuentemente se emplea a la ciudad para hablar de otra cosa que forma parte de la experiencia de sus habitantes. Para el análisis de los relatos se construyó la noción de "constelaciones temáticas", es decir, grupos de temas entre los cuales se puede definir vínculos de sentido que vuelven plausible la hipótesis de tratarlos como un grupo, siendo posible identificar siete de ellas en el corpus de relatos. Los temas abordados por los micro-relatos son múltiples, muy variados, complejos y, además, cada relato habla, en varios casos, de más de un tema. A partir de varias lecturas se intentó definir el tema, o el tema principal, de cada micro-relato y para ello se construyó la noción de "constelaciones temáticas". Se eligió este término porque expresa de buena forma la idea de una proximidad entre elementos de una misma clase pero con diferencias entre ellos. En otras palabras, se puede decir que una "constelación temática" es una especie de espacio o campo asociativo que sugiere una determinada idea de conexión o coordinación en términos de pertinencia y adecuación. Se construyó siete constelaciones temáticas saber, "vida afectiva", "biografía", "imaginarios del día a día", "problemas de la ciudad", "problemas de la vida en la ciudad", "sentido de la vida" y "memoria de la ciudad y hechos típicos". Además, fue necesario hacer uso de una categoría "otros" para agrupar aquellos relatos imposibles de considerar en alguna de las constelaciones mencionadas. En "vida afectiva" se agrupó relatos que hablan de temas como el amor y las relaciones de pareja, pero también relatos que hablan de sexualidad (heterosexualidad y homosexualidad). El vínculo del sentido que se estableció en ese caso es la idea de una referencia constante a los sentimientos, a las emociones y a las maneras que tienen los habitantes de la ciudad de abordarles. Un ejemplo de ello es el micro-relato "Lecciones olvidadas": Javiera y María son amigas. Javiera quiere a María porque nunca le ha fallado, por su lealtad incondicional. María quiere a Javiera de la forma que se admira un precipicio al caminar por el borde: con 105 Kütral Pensando la Ciudad fascinación, delirio y pánico. Si retrocede, pierde de vista el esplendor de tanta belleza. Si avanza un paso más, empieza la caída, el horror, la catástrofe. A Javiera siempre le dijeron: "No hay que confiar ciegamente en la gente". A María le enseñaron claramente que las niñas deben fijarse en los niños. En esta ciudad la gente crece y se olvida de todo. Bajo el nombre de "biografía" se agrupó los relatos que narran distintas etapas de la vida de una persona o bien su historia vital completa. Especial importancia cobra aquí un tipo de relato que relaciona biografía y espacio, o trayectoria biográfica y lugares significativos. En este tipo de relato la historia individual encuentra un registro en el espacio de la ciudad (un micro-relato ilustrativo es "Santiago por primera vez"). Después de tres noches, un amanecer nos sacaron las vendas de los ojos y nos subieron a un bus de Carabineros. En Dávila Baeza con Recoleta no aguanté y levanté la cabeza. No me dijeron nada. "Vamos a cruzar un puente", le dije a mi papá. No me contestó. Más adelante, unos comandos detuvieron el bus. Mi padre levantó la cabeza y me dijo: "Escuela de Bellas Artes". Pensé que era un cuartel. Nos hicieron agachar la cabeza hasta que llegamos al Estadio Nacional. "Esto no es un jardín infantil", dijo un capitán, y me echó. Volví solo a Buin. 106 Kütral La tercera "constelación temática" se llamó "imaginarios del día a día" y está formada por los micro-relatos que hablan de las situaciones de la vida diaria, de las rutinas cotidianas que son tomadas por los autores de los micro-relatos y, en este gesto, arrancadas a esta rutina. También se agrupan en esta categoría los micro-relatos que hablan precisamente de hechos que rompen las rutinas diarias a través de la irrupción de las situaciones extraordinarias, nunca vistas en la ciudad de Santiago y que, quizá, nunca se pueda ver en la medida en que forman parte de las ficciones de sus habitantes. Un tercer tipo de relato agrupado en esta categoría es el que habla de los hechos ordinarios, es decir, de situaciones que se podría calificar de "mínimas", cuyos autores intentan desplegar en una estética particular. Es decir, en estos relatos, importante es la forma de narrar un hecho trivial y cotidiano. Valga como ejemplo de esta constelación el micro-relato "Hora de incidentes": Espero el Metro. Siento un rumor desde el túnel y aparece una manada de rinocerontes. "Ahora sí", dice un jubilado al escuchar un pitazo, pero es el tren expreso a Chiguayante lleno de huasos agitando pañuelos. El público impaciente organiza una pichanga entre andenes: Pensando la Ciudad San Pablo 2, Escuela Militar 0. Por fin llega el Metro extrañamente iluminado, parece árbol de pascua. Subimos, está lleno de alienígenas que nos abducen. Nos encomendamos al Señor, Él nos escucha y somos liberados junto a la Virgen del San Cristóbal. El funicular no funciona, tenemos que bajar a pie… Por eso llegué tarde, Jefe. La cuarta "constelación temática" hace referencia a los "problemas de la ciudad". El hilo conductor es aquí una consideración problemática de algunos aspectos de la ciudad de Santiago que pueden remitirse a ámbitos como el urbanismo, la economía, la seguridad pública, etc. Es decir, ámbitos de acción pública donde hay protagonistas institucionales ya establecidos (el micro-relato "Santiago de Nueva Extremadura"). Éste es el lugar. Aquel río nos brindará agua y desde esta cima veremos si el enemigo se aproxima. Luego haremos calles anchas para evitar los atochamientos. El río mantendrá su cauce. Castigaremos a quien ose ensuciarlo. Construiremos alcantarillas que sean capaces de beber las aguas lluvias, precaviendo inundaciones. Ubicaremos el aeropuerto retirado y hacia el sur, evadiendo la neblina. Desapareceremos uno o dos cerros para ventilar la cuenca y evitar el smog. Quiero que la Plaza de Armas sea inmensa, un parque. ¿Qué opina Gamboa, estaré exagerando? ¿Sí? Entonces olvide lo que he dicho y que sea su voluntad. La quinta "constelación temática" se denomina "problemas de la vida en la ciudad", siendo su foco las dificultades en la relación entre los habitantes. Se trata de problemas ligados a las formas que adopta la producción del vínculo social, mezclado con sentimientos de integración a la sociedad chilena actual. La conexión principal entres estos micro-relatos es que se observa la ciudad desde un punto de vista que destaca la disminución de la densidad emocional de las relaciones sociales y una especie de rutinización del desinterés que erosiona, no solamente la ciudad en su situación presente — en su condición de organización significativa —, sino también las posibilidades de construir la ciudad en y para el futuro (el micro-relato "La visita"). La gente sentada. Todos ensimismados en sus pensamientos. Nadie ve a nadie, es como si estuvieran solos en esta gran micro amarilla. Son las ocho de la mañana. Pero a nadie la interesa. Un nuevo pasajero sube al carro. Tiene cuatro patas y una cola. Sube sin pagar el pasaje y nadie le dice nada. Nadie se fija. Y a nadie le interesa. La micro parte y el perro se acuesta en la mitad del pasillo. Pero nadie hace nada. En la parada siguiente el perro se baja. Y tampoco nadie lo nota. Todos siguen sin ver. 107 Kütral Pensando la Ciudad Se eligió la fórmula "sentido de la vida" para nombrar la sexta "constelación temática" en la que se agrupó los micro-relatos en que se propone una interrogación sobre el sentido de la existencia individual, ya sea de forma directa o a partir de fenómenos como la muerte, la vejez o la soledad. En esta categoría se puede encontrar también relatos que refieren a temas como el destino y el libre albedrío (el relato "Arcano mayor"). Mientras los edificios grises desaparecían bajo un brumoso cielo crepuscular y cruzaba melancólico la esquina, me sucedió algo singular. Bajo el monumento a Barros Arana una mujer leía el Tarot y mi tristeza me llevó a consultarla. Bastos, espadas y exóticos personajes anunciaban que pronto llegarías a mí. Seguí preguntando sobre nuestro destino hasta que apareció la fatídica carta sin número, donde un macabro esqueleto segaba el campo, y con ella lúgubres presagios extinguieron mi curiosidad. Pasó el tiempo. En la misma esquina ahora espero micro en dirección al cementerio donde tu nicho marchita mi semanal ofrenda floral. La séptima constelación se ha denominado "memoria de la ciudad y hechos típicos" y agrupa los micro-relatos que hacen alusión a la historia y a los productos de la historia. En otras palabras, se puso en esta categoría los micro-relatos que poseen referencias a los hechos o personajes históricos y a los relatos que hablan de gestos y situaciones calificables de "típicos", carácter debido a un proceso de acumulación histórica y de repetición que vuelve viable el reconocimiento. De diferente manera, los dos tipos de relatos hacen alusión a la historia de una ciudad (por ejemplo, el micro-relato "Rutina asumida"). 108 Kütral Don Arturo cierra la puerta de su casa tras de sí, en Alameda 1158. Camina en dirección a La Moneda, cruzando la avenida en la que alguna vez azuzó a las masas desde el balcón de su hogar, época en que fue catalogado como "El León", nombre que calzaba con su rugir al viento líneas colmadas de idealismo mesocrático. Lo que implican estos recuerdos lo pone melancólico, al tiempo que espera que los semáforos le den verde. Hasta siente lástima por él mismo, pero finalmente acepta que el trabajo como estatua tras el Palacio debe cumplirlo con brioso estoicismo. La diversidad de temas de los micro-relatos es también una diversidad de tiempos y de espacios, vale decir, una diversidad de escalas de observación de la ciudad y vale la pena considerarla como un recordatorio de la complejidad de la misma. Esto se acentúa cuando se añade la dimensión temporal, es decir, cuando Pensando la Ciudad se trata de hacer un abordaje diacrónico o histórico. La idea de observar la ciudad desde un punto de vista total se menciona en algunos relatos, pero se trata sobre todo de un deseo, de una aspiración a poseer las capacidades para comprender y/o administrar la ciudad como una totalidad y de aprehenderla de una sola vez. Lo que prevalece, luego del análisis del conjunto de micro-relatos, es la idea de que la ciudad de Santiago no puede reducirse solamente a una de sus dimensiones, aunque esta dimensión, no importa cual, tome las características de problema general de la ciudad o de un fenómeno que se puede encontrar por todas partes en ella. En efecto, tomados individualmente, los micro-relatos son "reductibles" a un punto de vista más o menos específico — por ello es posible el ejercicio de construcción de constelaciones temáticas — , pero, tomados en su conjunto, dan cuenta de la ciudad en tanto totalidad de experiencias posibles, de su permanente tensión entre unidad y discontinuidad, de aglutinación de lo disímil. Más aún, indican la particularidad de los puntos de vista que siempre y necesariamente dejan algo fuera: cada micro-relato emerge como una forma de legibilidad y conciencia de la ciudad que, junto con mostrar aquello que narra, sugiere todo aquello que sigue ausente. La realidad social y su producción Los micro-relatos parecen expresar a coro que la ciudad se produce a través de la acción de los habitantes. Pero la ciudad es, también, el conjunto de relaciones sociales que establecen dichos habitantes de manera organizada y con sentido. Vale decir, la ciudad no es vista siempre ni exclusivamente en los micro-relatos como un objeto material, sino que también se le observa como una organización de relaciones sociales que adquiere independencia de los individuos y que conforma una estructura que, en ocasiones, se impone a los habitantes: las relaciones sociales en la ciudad adquieren cierta rigidez y se convierten en una especie de fuerza desconocida que obra sobre quienes habitan en ella y sus biografías. Como dice Morand, "la ciudad se constituye en un poder supraindividual capaz de doblegar la voluntad de destino personal de sus habitantes" (Morand, 1977:107). El microrelato "Por poco" es una buena ilustración de este punto: Una mujer me miró a través de la vitrina en un centro comercial. Y bien, en su mirada me vi con tres hijos, un perro en el patio, el miedo a perder el trabajo, los préstamos interminables, y unos atardeceres de domingo eternos y lánguidos en casa de sus padres. Sentí el 109 Kütral Pensando la Ciudad peso de las mañanas iguales, de las tardes iguales, de las noches repetidas, de los iguales reproches. Rápidamente desvié la mirada, apuré el tranco y salí a la calle. Había sobrevivido a uno de esos segundos fatales con que la ciudad suele sellar el destino de los hombres. Los relatos de "Santiago en 100 palabras" hablan, también, de las formas que adopta la producción del vínculo social entre sus habitantes y los sentimientos de integración a la sociedad chilena actual, de una manera en que los conceptos de sociabilidad, individuación y subjetivación parecen estar siempre presentes. Se encontró, reiteramos, algunos micro-relatos donde se destaca la disminución de la densidad emocional de las relaciones sociales, por ejemplo, el micro-relato "El sentido de la vida en una fila de hormigas que recorren una esquina en el centro de Santiago, o de tal vez otro lugar": "Hermana hormiga, mi sentido es seguirte a donde vayas y con la carga que se me indique". "Hermana hormiga, mi sentido es seguirte a donde vayas y con la carga que se me indique". "Hermana hormiga, mi sentido es seguirte a donde vayas y con la carga que se me indique". "Hermana hormiga", repitió la primera de ellas, y al percatarse de que nadie la guiaba adelantada, dio media vuelta y repitió a la que antes le seguía: "Hermana hormiga, mi sentido es seguirte a donde vayas y con la carga que se me indique". Se encontró también relatos que profundizan en los efectos subjetivos de la vida en la ciudad y, en muchos casos, reflejan las formas en que se produce y asigna significado a las jerarquías urbanas, a las diferencias de condición social que se "solidifican" en la ciudad. Ilustrativas resultan, por ejemplo, las formas de asignar sentido a la organización segregada de la ciudad, o al hecho de establecer correlaciones estables entre espacios y significados a través de etiquetas, estigmas, e incluso el establecimiento de "regiones morales" ("Contrapunto amoroso"). 110 Kütral Ella cuica, yo piruja. No sé qué le vi, no sé qué me vio. Sería su cuerpo de niñita bien (¡bien rica!), sería su compromiso social apostólico romano. Entre mirada y mirada fuimos encontrándonos el lado amable. Después de un tiempo, el encuentro se imponía. La cita era complicada. ¿Alto Las Condes o Bío Bío? ¿Tavelli o El Hoyo? Los opuestos se atraen. Dialéctica, dije. Electromagnetismo, precisó. Después de recorrer Santiago, yo quise recorrerla a ella. Ella también quería. Democrática e irremediablemente terminamos fornicando en Plaza Italia. General Baquedano, diría ella. Manuel Rodríguez, repuse yo. Pensando la Ciudad En este punto se hace necesario decir que las representaciones de la ciudad de los micro-relatos pueden hacer olvidar que la realidad social y sus significados son también una producción, puesto que al dar por sentado el significado de lugares y personajes, se esconde el hecho de que las categorías que se emplean para hablar de la ciudad, de sus barrios o de sus habitantes, no son naturales ni evidentes, sino que poseen una historicidad. Componente normativo y potencial crítico Otro elemento interesante de destacar, que se desprende de lo anterior, es que en muchos micro-relatos la ciudad aparece como metáfora de situaciones sociales indeseables: de crimen, delito y violencia; de pobreza y miseria; de trabajo; de vejez; de muerte; de problemas para establecer vínculos con otros; etc. En los casos en que esto ocurre se encontró que los micro-relatos frecuentemente rompen con la separación entre el nivel micro-social y el nivel macro-social y vinculan situaciones particulares con cuadros de sentido más amplios. Se puede tomar, como ejemplo de ello, los micro-relatos que hablan del trabajo y que son, al mismo tiempo, micro-relatos sobre el desempleo, en los que se puede ver cómo, respecto de éste, se establece una vinculación entre los efectos de nivel psicológico que afectan a los desempleados (desempleados reales o potenciales), y la dimensión "moral" del fenómeno, especialmente en la consideración por el sufrimiento del otro y por las consecuencias sobre su vida diaria y sobre sus otros cercanos. Además, por lo que se refiere a las relaciones laborales, a veces se ilustra la tensión que existe entre los cuadros normativos que guían la interacción con los otros fuera del trabajo y aquellos que guían la relación con los otros en el trabajo, en una especie de "ironía sobre la rectitud", en la medida que, a pesar del carácter injusto y, a veces, un poco inhumano asignado al último marco normativo (dentro del trabajo), éste termina por imponerse, mostrando una suerte de inevitabilidad social (por ejemplo el relato "Cara o sello"). Tengo el listado, pero el fin de semana no lo pude mirar. Sé que debo reducir el personal, pero a quién corto. Al guatón Sanhueza, a la chica Teresa, a mi compadre Juan o al narigón Castro. Quizás a la vieja Elena, que le queda poco para jubilar. A Susanita ni pensar, espera guagua y la dejaron botá. Cómo lo hago, a quién elijo. Todos somos amigos, cómo se los voy a decir. Debo ser profesional, los sentimientos deben quedar fuera. Una moneda. Sí, una moneda. 111 Kütral Pensando la Ciudad La relación entre situaciones particulares y cuadros de sentido más amplios da cuenta de formas de concebir la realidad social y las maneras de producción de esta realidad, pero se puede añadir también que esa vinculación es indicativa de la satisfacción o el descontento con la ciudad que viven sus habitantes. Esta idea de satisfacción o descontento con la ciudad no es trivial: puede considerarse como un componente importante del sentimiento de inclusión o exclusión de los individuos (Valera y Pol, 1999). En estos micro-relatos se muestra que la ciudad no está frente a nosotros de una manera evidente o, mejor aún, se muestra una suerte de dramatización de lo evidente, en el sentido asignado a la idea de dramatización por Joseph (1994). No obstante, en los micro-relatos de "Santiago en 100 palabras" lo que "se dramatiza" no se reduce a los temas de segregación, desigualdad, etc., sino que se hace visible en otros procesos como la desintegración social, la angustia e incluso la desesperación, que no necesariamente son conocidos por todos los habitantes. A través de la dramatización la ciudad se convierte en una "alteridad" posible de ser reflexionada, vale decir, un objeto que merece la atención de los habitantes. Esta dramatización supone una visión crítica sobre la realidad de la vida urbana y/o sobre las acciones y los discursos que pretenden describirla, lo que da cuenta del carácter normativo de las representaciones de la ciudad mencionado más arriba. Representaciones, trasfondo y acto de escritura 112 Kütral A través del análisis de los micro-relatos de "Santiago en 100 palabras" es posible acceder a las distintas maneras en que los habitantes asignan sentido a su experiencia, a las formas en que conciben la realidad social y su producción, y a los modos de dramatización de distintos aspectos de la vida urbana. Cada micro-relato puede ser pensado como una respuesta a la invitación efectuada por los organizadores del concurso a escribir cuentos de cien palabras sobre la ciudad de Santiago o las cosas que ocurren en ella y, por lo tanto, cada uno puede ser pensado como el resultado de una "puesta en palabras" de la ciudad, en el contexto del concurso. Vistos así, los relatos de "Santiago en 100 palabras" constituyen construcciones narrativas que "hacen pública" la experiencia privada de una persona (o incluso, un conjunto de personas) en las cuales otras personas pueden reconocerse: Pensando la Ciudad recogen temas específicos que se nombran y se asocian a otros acontecimientos que forman parte de la experiencia social de comunidades de habitantes y, así, se convierten en potenciales espacios para reflejarse y para reflexionar. Este juego de reconocimiento y reflexión (siempre posibles y no obligatorios) supone la "inmersión" de los lectores en aquello que es narrado, lo que supone el funcionamiento de un principio de "verosimilitud" que permita que los micro-relatos conecten, de alguna manera, con las vidas de quienes los leen. Vale decir, los micro-relatos del concurso son leídos y, en la medida que se produce la inmersión, ellos pueden ser "activados" por situaciones reales a través de una dinámica asociacionista. Además, ellos pueden ser guardados en la memoria de los lectores y activados, posteriormente, por otras situaciones (Schaeffer, 1999; 2005). Para que esto ocurra, es necesario que la lectura de los micro-relatos de "Santiago en 100 palabras" active un conjunto de capacidades no intencionales de sus lectores, vale decir, un "trasfondo". La noción de trasfondo ha sido propuesta por el filósofo norteamericano John Searle, quien la entiende como aquellas capacidades no intencionales, no conscientes y no representacionales que permiten a los seres humanos desenvolverse y lidiar con el mundo. El trasfondo constituye un conjunto de condiciones para el funcionamiento de contenidos intencionales, pues, entre otras cosas, permite que se dé tanto la interpretación lingüística como la interpretación perceptiva; facilita ciertas clases de predisposición; y dispone a los individuos a ciertos tipos de conducta. .En este sentido, y en términos prácticos, el trasfondo constituye cierto tipo de conocimiento sobre el funcionamiento del mundo que es movilizado y puesto en juego en cualquier interacción. Resulta plausible pensar, en esta perspectiva, que los micro-relatos de "Santiago en 100 palabras" "activan" un trasfondo en sus lectores para poder entenderlos o, dicho de otra forma, que los lectores de los micro-relatos deben "movilizar" un trasfondo para poder entenderlos. Esto, a su vez, se produce porque los microrelatos constituyen, ellos mismos, un registro de los trasfondos que los habitantes de la ciudad de Santiago movilizan en sus desempeños cotidianos 6. En esta dinámica, los micro-relatos contribuyen a crear, recrear y asentar distintos trasfondos en la medida que conforman iteraciones sobre iteraciones que van dando forma a la ciudad. A través de palabras que se eligen, los relatos modulan la realidad de la ciudad vivida por los habitantes, produciendo condensación social, sedimentación de significados, articulando ese conjunto de disposiciones motivacionales que condicionan la estructura de nuestras experiencias: un trasfondo. Por otra parte, es posible plantear que el acto de escritura de los micro-relatos 6 Esto se puede pensar de manera similar al proceso de condensación social descrito por Durkheim, según el cual las impresiones individuales son fijadas, consolidadas, cristalizadas para devenir colectivas. 113 Kütral Pensando la Ciudad supone una retirada reflexiva a través de la que se selecciona acontecimientos y palabras entre muchas potencialmente utilizables, para hacer posible nombrar y pensar un fenómeno o una realidad específica. En consecuencia, en los microrelatos es posible encontrar una puerta de acceso a los métodos de retracción a través de los cuales los propios habitantes intentan comprender su ciudad y, en el mismo movimiento, comprenderse a sí mismos movilizando sus herramientas mentales y lingüísticas (Lepetit, 1979). Así, el llamado a escribir que hace el concurso puede ser entendido como un llamado a producir sentido sobre la ciudad en un formato específico que limita la variación y variabilidad de los actos de escritura, de lo que puede desprenderse que el concurso, en tanto mecanismo dispuesto para producir relatos sobre la ciudad, actúa en el proceso de construcción de un régimen de pertinencia para pensarla y reflexionarla. A través de los micro-relatos de "Santiago en 100 palabras" se expresa la "legibilidad" de la ciudad, entendiendo por ello, tanto la facultad de ser reconocible claramente y sin ambigüedad (Lynch, 1969), como aquella disposición prospectiva que entiende la ciudad como una totalidad de experiencias posibles y por venir (Stierle, 2001). Implícitamente, el concurso solicita relatos sobre la ciudad escritos "aquí y ahora", relatos actuales, escritos en un momento que supone unas formas históricas y limitadas para hacer inteligible la ciudad. Conclusión Los micro-relatos de "Santiago en 100 palabras" son la multiplicidad de respuestas dadas a la invitación efectuada por los organizadores del concurso a escribir microrelatos de cien palabras sobre la ciudad de Santiago o las cosas que pasan en ella y, por lo tanto, cada relato puede ser pensado como el resultado de una "puesta en ficción" de la ciudad, en el contexto de un concurso con pretensiones literarias. 114 Kütral Identificar las formas y carácter que adoptan estos actos de escritura se vuelve relevante para comprender las maneras en que se piensa la ciudad de Santiago y se activan trasfondos. Para ver cómo la ciudad deviene objeto de pensamiento y acción (legítimo) para sus habitantes. Pero, además, el acto de nombrar la ciudad, sus lugares y personajes es interesante de analizar puesto que en él se produce una forma de aproximación simbólica de la ciudad, vale decir, el acto de escribir o hablar de un lugar desconocido o de un personaje desconocido vuelve concebibles y pensables dichos lugares y personajes. Esto indica que las representaciones sociales de la ciudad poseen una función de aproximación simbólica de la ciudad, Pensando la Ciudad en la medida que vuelven perceptibles y relativamente familiares lugares y espacios de la ciudad que no necesariamente lo son, en un proceso que obedece a las lógicas de objetivación y de anclaje, mencionadas anteriormente. En este sentido, dichas representaciones producen efectos sobre la experiencia de los habitantes en los planos de sus relaciones con otros habitantes, con la ciudad, sus lugares y sus rutinas. La argumentación aquí desarrollada hace posible plantear las hipótesis de que siempre los micro-relatos dicen cosas que contribuyen a definir la ciudad, y de que siempre aquello que es dicho en los micro-relatos contribuye, por ínfimo que sea, a estructurar nuestra consciencia de la ciudad (de su diversidad y su sentido), nuestra experiencia de la ciudad (de sus aspectos y sus historias) y nuestras disposiciones a vivirla. Todos los micro-relatos del concurso le asignan funciones y significaciones a la ciudad que, a través de la lectura, quedan disponibles y pueden pasar a formar parte del trasfondo compartido por sus habitantes. Sin esas funciones y significados, cuyo origen se encuentra hasta en los actos más ínfimos y triviales, la ciudad no sería pensable ni, tampoco, vivible. Bibliografía Abric, J. (1994). Pratiques sociales et représentations, PUF, Paris. Agier, M. (1999). L'invention de la ville. Banlieues, townships, invasions et favelas. 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"Symbolisme de l'espace public et identité sociale", en Villes en Parallèle. 117 Kütral Pensando la Ciudad Construyendo un mundo mejor Entrevista a Patricia Castillo Irribarren, Trabajadora Social F undadora y ex directora del Taller de Acción Comunitaria (TAC), organización social situada en Valparaíso, específicamente en el Cerro Cordillera, y cuyo propósito ha sido desde sus inicios reunir a la comunidad en torno a tareas de crecimiento y desarrollo. TAC se ha constituido en un importante centro cultural, un espacio de encuentro y educación activa al que acuden muchas personas, particularmente los niños y jóvenes de las escuelas del sector. Desde la base del voluntariado de profesores, estudiantes, artistas y una red de profesionales, el TAC ha logrado ser un punto de encuentro que se inserta en el barrio, respetando el entorno y rescatando su historia local. Kütral conversó con Patricia Castillo en relación a la historia del TAC, sus experiencias y su visión del Chile actual ¿Cómo surge la iniciativa del TAC y que objetivos persigue desde sus inicios? 118 Kütral Surge en el año 1988, en período de dictadura. Tal vez no tenga tantas respuestas como la que busca la pregunta, pero sí te puedo contar que lo nuestro era la búsqueda de un espacio que generara la posibilidad de un encuentro, y ese espacio debía reunir determinadas condiciones. Estamos hablando de un lugar que, siendo pobre, no fuese paupérrimo, es decir, nunca se pensó en instalar una olla común, sino que un espacio de encuentro que generara "alas". Y el Cerro Cordillera reunía esas condiciones. Por otra parte, debía ser un espacio donde se pudiera llegar a pie desde muchos lados, pues nadie viene a trabajo comunitario y toma cinco micros para llegar. El espacio que nosotros buscábamos debía ser un espacio en el que existiendo diferencias — recuerda que estamos hablando de tiempos de dictadura — la gente aun confiara algo en el otro, o bien, no estuviera tan absolutamente dividida. Pero sobre todo, ese lugar debía ser un lugar con historia. En este sentido, me parece que el Cerro Cordillera reunía todas esas características, puesto que en este barrio en el siglo pasado han nacido una serie de organizaciones, lo cual da sentido a un trabajo de desarrollo social o político. Desde este punto de vista, el trabajo no parte de cero, sino que se parte desde un soporte que es la historia. Pensando la Ciudad Los objetivos que persigue desde sus inicios fueron crear un espacio de encuentro, trabajar con actores y no con beneficiarios, y cumplir con un rol de facilitador más que de protagonista principal y que además fuera la gente la que, teniendo este espacio, fue capaz de encontrarse con otros e ir pensando su barrio. ¿Cómo se entiende la acción social y el compromiso ciudadano desde el TAC? Yo creo que en el TAC se entiende el compromiso ciudadano como el "deber ser" de todos. No nos parece que sea un tema del TAC, sino más bien nos parece que debe ser un tema de todos y cada uno el asumir un rol de preocupación, de compromiso y de trabajo, para que así no bailemos la música que nos ponen, sino que seamos sujetos críticos. A eso apunta reiteradamente nuestro trabajo con los niños y con la gente, es decir, que juntos con otros, aun pensando distinto, podemos cambiar la historia, de lo contrario será la historia que hagan otros. ¿Cómo se logra vincular el TAC con el barrio? ¿De qué modo ha contribuido a fortalecer el sentido de identidad? Yo creo que al comienzo se logra vincular al barrio con dificultad, con desconfianza, pero en la medida que la experiencia se va mostrando, también se va haciendo creíble y la gente se va sumando con lentitud. El vínculo pasa por muchas conversaciones, por muchas reuniones, por muchos encuentros con distintos actores relevantes de un barrio: las escuelas, consultorios de salud, la Cruz Roja, organizaciones de base, jardines infantiles. Necesariamente para hacer cosas hay que juntarse con estos actores y pensar juntos, y no pensar juntos como islas sino que pensar juntos desde la diversidad como un aporte. ¿Qué papel juega el TAC en el territorio local? Yo creo que juega un rol importante. Es un actor más, pero un actor particular, puesto que la esencia del TAC han sido los niños, niños que participan y van voluntariamente al Taller. En este sentido, el TAC cumple un rol aglutinador donde el trabajo que se hace allí tiene necesariamente un efecto multiplicador: para la casa, el barrio, la escuela, el espacio público. Entonces, creo que el TAC es un actor más, pero es un actor que tiene particularidades que lo hacen interesante como un trabajador del barrio. El TAC ha influido fuertemente en la identidad, en el sentido que la gente ha descubierto o redescubierto la importancia que tiene el barrio y el rol que le 119 Kütral Pensando la Ciudad corresponde jugar a ellos allí. También ha permitido que la gente del barrio se dé cuenta que Cordillera es mucho más que aquel discurso que corre por los medios en el cual señala a este barrio como un barrio peligroso. ¿Cómo adopta y visualiza el TAC la educación popular? Yo no sé si lo adoptamos así específicamente. A lo que nosotros apuntamos es a ser capaces de hacer una reflexión en la acción y creo que de alguna manera esto se ha acercado a la educación popular. La educación popular se ha hecho carne en la vida y en las acciones cotidianas que nosotros desarrollamos, y no es raro hoy en día ver profesores o gente con la cual trabajamos preocupados por el tema de la educación popular, cosa que antes no era tema. Yo vengo de una generación en la cual la educación popular fue tema y hoy hay una búsqueda nuevamente de esto que se ha ido perdiendo en el tiempo y que ha resultado interesante de retomar a partir de un modelo que les parece que tiene muchos elementos de educación popular. ¿Cuál es la importancia de la participación conjunta de los diversos actores con los beneficiarios? 120 Kütral Nosotros no hablamos de niños-voluntarios-beneficiarios propiamente tal, y si es que hay que referirse a beneficiarios entonces lo somos todos. Es decir, hay un aprendizaje mutuo muy potente. Sabemos que los niños tienen mucho conocimiento y nosotros nos hemos dado cuenta que hemos aprendido mucho de ellos. Esa es la sensación final de todos los voluntarios, es decir, sentir el cambio que se ha producido en ellos mismos en términos de una mirada de la realidad, de la vida y el compromiso. Algo muy distinto a la mirada que inicialmente trajeron. Claramente hay una retroalimentación de los distintos actores, lo cual es una fortaleza potente en el trabajo con otros. Es importante señalar, además, que el TAC tiene actores muy diversos. Tenemos a las comunidades educativas en su conjunto que son muy diversas, también tenemos muchos voluntarios de distintas profesiones y de distintos lugares del planeta. Hemos tenido voluntarios de Asia, África, América Latina y de Europa. De alguna manera este encuentro con las distintas culturas también es una ganancia para todos. Pensando la Ciudad ¿Qué conexión ha existido en la acción del TAC y la acción de las políticas públicas del Estado? Yo creo que no ha habido desde el TAC ni del Estado una búsqueda muy especial de puntos de encuentro o de no-encuentro. Sin embargo, como se ha puesto de moda los últimos diez años, por lo menos en los gobiernos anteriores, se ha tendido a mirar con lupa las experiencias en los territorios para reconocer en ellas experiencias de innovación. Nosotros fuimos una de las experiencias chilenas observadas y estudiadas. Fuimos también escogidos como la mejor experiencia chilena de innovación en la educación en temas como medio ambiente y vivienda. En el caso del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, durante el gobierno de Ricardo Lagos la ministra Sonia Tschorne viene a conocer de cerca la experiencia del TAC, aunque ella ya conocía de antes todo lo que el TAC hacía en términos de valoración del barrio en los niños. Entonces, con este acercamiento aparece en el MINVU el proyecto de barrio "Vigías del Patrimonio", el cual pretende lograr objetivos similares a lo que los niños del TAC hacen en relación a su barrio. Y luego otros programas de políticas públicas, como Chile Barrio, han rescatado varios aspectos del trabajo del TAC. En definitiva, yo creo que ha habido un reconocimiento desde el Estado y una influencia de la experiencia educativa del TAC en programas de políticas públicas. Situados en un contexto en que el actual gobierno aparece fuertemente influenciado por una visión más tecnocrática y empresarial ¿Qué reflexión final podría usted compartir a quienes trabajan en iniciativas similares al TAC y qué piensan acerca de un desarrollo más participativo y comunitario? Quizás debería restarme a contestar la pregunta por lo escéptica que soy y lo poco creíble que se me hace la experiencia del gobierno. Se me hace poco creíble, porque siento que no es posible proyectar el bien público y la empresa en el mismo terreno. Claramente eso es lo que me hace dudar. Creo que es un minuto de mucho desafío para el mundo social y comunitario, es decir, para los que hemos soñado con una vida más comunitaria, en la que el consumo y la economía no son lo central. Por lo tanto, creo que eso nos obliga a tener ojo con la realidad y a no dejarse consumir en el consumo. Lo que quiero decir es que no es fácil, hay que trabajar por no dejarse llevar por un discurso que está permeando todo el país y en el que algunos enganchan. Bajo este discurso hay una lógica un poco perversa de hacernos creer que todos somos parte de este progreso y de que el desarrollo nos va a llegar, aunque sea chorreado, pero nos va a llegar. Así puedes ver que lo que se transmite es que si 121 Kütral Pensando la Ciudad eres emprendedor te salvas, o bien puedes observar que el emprendedor que tiene un barco de maní se siente empresario y después lo puedes escuchar protestando por una subida de impuestos. Por otra parte, hay una campaña de desinformación, y por ese lado siento que hay una gran necesidad de trabajar para separar la paja del trigo, para que logremos darnos cuenta de cuál es la verdad, qué es lo que hay de fondo. Por ejemplo, te encuentras con el discurso de que si Hidroaysén no se lleva a cabo te van a cortar la luz, cuando en realidad el sesenta por ciento de esa energía va destinada a las empresas mineras. En este sentido creo que la desinformación contribuye fuertemente a consolidar un poder que nos apesta. Sólo en la medida que logramos saber la verdad somos mucho más libres, incluso si es para optar por un modelo de libre mercado. Es necesario saber la verdad de las hidroeléctricas, y desde esa verdad desarrollar un juicio sobre Hidroaysén. Hay que trabajar por el derecho a ser ciudadanos informados. Yo creo que en ese camino la gente común, los educadores, la gente de las redes y de las pequeñas organizaciones están llamados a hacerse parte de esta transparencia. Alejandro Castro 122 Kütral Pensando la Ciudad La necesidad de pensar la ciudad Entrevista al arquitecto Raúl Araya R aúl Araya Bugueño, arquitecto de la Universidad de Valparaíso, Magister en Filosofía, con mención en Filosofía Política en la Universidad de Chile, posee amplia experiencia en proyectos de vivienda social y en la recuperación de edificios patrimoniales con procesos participativos y multidisciplinarios. Actualmente es arquitecto de la consultora Borde Urbano con la cual se han materializado proyectos emblemáticos como la Rehabilitación del Edificio Unión Obrera en Valparaíso y el Conjunto Habitacional Newen Ruka en el sector de Reñaca Alto. Kütral conversó con el profesional acerca de la ciudad, los espacios públicos, el territorio y la identidad en un mundo globalizado. Asimismo, se reflexiona acerca de la idea de una revolución en el pensar y en la acción que apunte hacia la sustentabilidad de la región. A su juicio ¿Es posible afirmar que en Chile y en nuestra región existe una mirada territorial que permita fortalecer las identidades locales? Dicho así como lo planteas te diría que no. Me da la impresión que hay elementos que sustentan esta afirmación, por lo pronto se me ocurren dos: Primero, la modificación del Plan Regulador Metropolitano de Valparaíso, el PREMVAL y, segundo, el notable abandono en que se encuentra la ciudad de Valparaíso, por lo tanto si existiera esa mirada territorial se habría notado.Mi impresión es que esa mirada no existe. En particular podríamos agregar también elementos de mayor complejidad, por ejemplo, por el lado de la naturaleza me parece que no se consideran variables medioambientales; luego, si consideramos la participación desde una mirada territorial más extensa, tengo la impresión de que estas no pasan de ser experiencias puntuales muy localizadas y que más tienen que ver con las propias organizaciones sociales que con las políticas públicas en general. ¿Cuál es su opinión frente al crecimiento potencial del parque habitacional en las ciudades de Chile desde la inversión privada y la relación con planes reguladores? 123 Kütral Pensando la Ciudad Gran pregunta, porque precisamente, volviendo al caso del Plan Regulador Metropolitano de Valparaíso, que ya lleva hartos años en tramitación — y que ojala no se apruebe nunca — en él se supone un crecimiento de la población del veinte por ciento en circunstancias que el crecimiento vegetativo de la Región de Valparaíso está entre el uno y el dos por ciento. Por lo tanto, evidentemente que estamos hablando de una estimación que no tiene que ver con el crecimiento de la población, ni tiene que ver con la accesibilidad al tema de la vivienda en general, sino que más bien tiene que ver con la Planificación Territorial y que sobre esta base la especulación se eleva al infinito. Muestra de eso es la crisis inmobiliaria que se da en EEUU y que es claro ejemplo del ejercicio especulativo llevado al límite. En Chile presiento que eso no va a llegar a tales extremos, precisamente por las regulaciones que se iniciaron con la política crediticia a partir de la crisis del 82. Sin embargo, opera de otras maneras, como las diversas formas de acceso al crédito, que genera endeudamientos catastróficos que están largamente por sobre el nivel de ingreso de las familias. Entonces hoy día es cada vez más frecuente que las familias chilenas de clase media se vean compelidas o casi empujadas a tener una segunda vivienda, porque es parte del status que quieren mantener. Luego, la especulación de este veinte por ciento adicional de viviendas está localizada en determinados territorios que tienen que ver con determinados tipos de dueños. O sea, esto es con nombre y apellido, no es de otra manera. Esa es la única explicación por la cual el Plan Regulador Metropolitano de Valparaíso en estudio tiene múltiples criterios de definición de áreas. Tú podrías perfectamente poner una regla que señale algo así como: "se incorporará dentro del área de desarrollo urbano todas aquellas zonas que no son parte de áreas verdes o de áreas de protección silvestre en general", sin embargo tú ves el plan y frecuentemente omite eso, y omite con nombre y apellido. Entonces eso es parte de la especulación. 124 Kütral Otro elemento que quisiera destacar es el hecho de que el valor de la vivienda en Chile, si comparamos con los países vecinos, es relativamente barato, es decir, aquí es más asequible comprar una vivienda. En consecuencia, sobre un ochenta por ciento de la población tiene una vivienda, cifras estratosféricas si la comparamos con Argentina donde, entiendo, menos del cuarenta por ciento de la población tiene una vivienda. Por lo tanto, en Chile iniciar el abordaje de una segunda vivienda es casi como un tema natural para algunos sectores. ¿Cómo cree usted que las identidades, las especificidades y la cultura en nuestro territorio local han venido enfrentando el fenómeno de la globalización? ¿Existe un equilibrio deseable entre lo global y lo local plasmado en nuestro modo de vivir la ciudad? Pensando la Ciudad Yo creo que hay lugares que se logran de mejor manera que otros. Valparaíso diría que es un buen ejemplo. Hay ciertas comunidades rurales también, particularmente en el norte, más que acá en la región, donde tiendo a no ver eso tan desarrollado. Hay intentos que tienen que ver precisamente con el espesor o la densidad cultural que tiene el lugar y que hace una resistencia natural a la globalización entendida como homogenización en general. Porque habría que desmenuzar ese concepto de globalización en varios componentes, desde los aspectos meramente económicos como la circulación de los capitales por un lado — no así la circulación de las personas, lo cual nos encantaría, porque podríamos circular libremente alrededor del mundo sin tener las fronteras que tenemos, es decir como circulan los capitales — por lo tanto la globalización es una cuestión que funciona sólo en algunos aspectos. Otro asunto es aquello de creer que la cultura sería algo relativamente homogéneo para todo el mundo, o sea, dicho así rápidamente: es la cultura del Jeans Levis implantada a escala planetaria. Si entendemos eso como globalización creo yo que no se hace tanta resistencia. La resistencia es más bien desde lo local, donde aquellas comunidades que tienen una mayor historia o un mayor espesor cultural, que se reconocen de una determinada forma, sin entrar a problemas identitarios, hacen una oposición en el propio "hacer", más que en la construcción de un discurso. Es en el propio "hacer" donde se acusan estas diferencias. Por ejemplo, hay ciertos lugares donde la población tiene formas organizativas de larga data, como las organizaciones de pobladores. Este elemento no está en los cánones de la globalización por supuesto, viene de una matriz formativa en las propias comunidades y que persisten de una cierta manera, como por ejemplo: los comités de allegados, las agrupaciones en torno a los campamentos y algunos comités de vivienda. Si uno le da lugar a que ellos manejen sus propios códigos, adquieren prontamente una cierta autonomía que es bastante interesante, no sólo en función de un objetivo, sino en general en niveles de autoorganización que empiezan a relevar, por decirlo de alguna manera, su propio "ser" en el mundo. Y es en esos casos cuando se da la resistencia más radical a esta tendencia de "homogeneización" de la globalización. En cualquier caso, es interesante ver a los grupos actuando. Por nombrar algunos casos, están el Comité de la Población Unión Obrera en Valparaíso y otro comité de vivienda en Quilpué que a partir de la lucha por la dignidad de las personas, surgieron una serie de elementos, como clubes de adulto mayor y agrupaciones de micro emprendimiento, lo cual es muy interesante porque le han dado sostén por más de diez años, partiendo de su propio potencial y sus propias capacidades sin pedir "ropa prestada" a nadie. En definitiva, estas formas me parece que vas más al asunto de fondo que otras que son meramente declarativas y retóricas. 125 Kütral Pensando la Ciudad Si nos situamos en un contexto en el cual han surgido nuevos espacios de interacción social -- desde centros comerciales hasta los nuevos espacios virtuales del mundo digital -- ¿Cómo ha sido afectado el uso y la valoración de los espacios públicos a nivel local? Si uno pudiera poner el ejemplo de lo que es el peso o la apuesta masiva de la globalización, diría que es justamente esa transición que ha ocurrido de manera brutal entre la concepción del espacio público como algo común, no como el excedente del espacio privado, hacia una nueva manera de considerar el espacio público como un lugar ni público ni privado y que es la figura del Mall. Si tomamos un ejemplo para explicar esta transición, un buen caso es la cimarra de los niños. La cimarra que nosotros antes hacíamos era en los lugares públicos o en los perímetros de la ciudad, pero hoy en día la cimarra se hace en el Mall, entonces es bien interesante el fenómeno porque cuando uno se escapaba del colegio era para escaparse también de todo lo que se asociaba al colegio, y eso era el encierro de las instituciones educacionales. Uno escapaba o hacia los espacios públicos o a lo que eran lo extramuros. Sin embargo, hoy el escape es hacia el corazón del sistema, es decir, es como una fuga hacia adelante y el gran problema de eso es que, para quien tiene una visión de ciudad, transforma las relaciones políticas de la ciudad. En este sentido Moulian señaló que esta transición es "de ciudadanos a consumidores". El gran problema es que cuando las personas sólo buscan estar en los espacios de consumo, considero que "algo se perdió en la pasada", y eso que se pierde es la capacidad reflexiva respecto a tu propio ser en el mundo, es decir, a ser capaz de tener un espacio de lucidez o un distanciamiento de lo que es tu pura privacidad hacia un espacio de lo que es de todos. Cuando eso se pierde es la lucidez misma lo que se pierde, y considero que eso es algo grave. 126 Kütral ¿Es posible proyectar en un mediano plazo a Valparaíso y Viña como ciudades sustentables? Totalmente, pero hay que hacer una revolución. Valparaíso y Viña, incluso todo el desarrollo interior de estas ciudades llegando hasta Limache, son parte de unos ejes que podríamos llamar ejes ecológicos, esto es tanto en el borde costero como en esos bordes interiores en los que se ven comunidades a través del recorrido Marga-Marga. Pero esta revolución debe considerar una mirada que sea capaz de incorporar Pensando la Ciudad cada uno de los temas relevantes hoy en día, como las concepciones ecológicas que nada tienen que ver con discursos genéricos o ecologías profundas, sino que tienen que ver con cuestiones tan simples como darse cuenta que el Parque Italia no tiene pájaros. Si alguien repara en ese tipo de fenómenos u otro como el que los zorros de La Campana no pueden hacer el recorrido Cerro La Campana Colliguay - Sector Sur de Playa Ancha. Lo que ocurre en este caso es que la manera en que la naturaleza se ha comportado por cientos o miles de años se rompe, y cuando se rompe de esa manera, eso afecta radicalmente a la ciudad. Por otra parte, vemos lo que pasa en Valparaíso con la propuesta del Mall en el Muelle Barón o la propuesta de Marga Mar — del estero navegable — en la cual desaparece el estero, lo cual es absurdo, porque sería un estero navegable, pero sin estero. Estos casos ponen en evidencia que no hay ninguna concepción profunda de cómo son las relaciones históricas del comportamiento del territorio. Ahí también tienes en Viña el caso de la disminución permanente de las playas, que en el caso de Valparaíso ya casi no quedan. Entonces, si me preguntas si se puede proyectar ciudades sustentables te diría que sí, pero sólo restaurando los sistemas y para ello se necesita tener una comprensión de los fenómenos de comportamiento de la naturaleza y una comprensión de cómo crece la ciudad y cuáles son los déficit radicales que sufren las ciudades como Viña del Mar o Valparaíso: como el desempleo y la pobreza. Asi es posible lograr sustentabilidad porque el capital acumulado de Valparaíso y Viña del Mar es enorme, al igual que el potencial creativo de las personas, pero hay que administrar poniendo todas estas concepciones en una mesa, y lograr que el Estado tenga una mirada sobre ese desarrollo territorial. Los que nos quedamos en Valparaíso debemos apostar a que algún día la ciudad pueda recuperarse o sanarse a sí misma en función de que el potencial está, porque el capital económico y cultural está. Entonces tienes elementos donde encontrar estos recursos de un modo muy sistémico, sin destruir nada, sino creando, con una mirada muy propositiva asociada a la cultura. Recordemos que Valparaíso tiene una cantidad de estudiantes universitarios enorme y eso en algún momento va a tener que pesar sobre la ciudad. ¿Considera que las Políticas de Vivienda y de Desarrollo Urbano son democráticas? La Política de Desarrollo Urbano me queda claro que no, porque en las regulaciones urbanas la ciudadanía no tiene ninguna participación más que levantar el dedo para decir "sí" o "no" en estos procesos administrativos que se hacen por treinta 127 Kütral Pensando la Ciudad días donde se muestran los proyectos. Además creo que no, porque todos los elementos relevantes de lo que es una comprensión de ciudad termina siendo solamente una planificación de escritorio muy desvinculada de las discusiones urbanas que se dan hoy en día. En el mismo PREMVAL1, buena parte de sus conceptos son de hace más de treinta años y eso se explica porque lleva más de quince años en desarrollo. De este modo, resulta que en el mundo de la ciudad han acontecido cosas y se ha pensado de múltiples maneras. Por ejemplo, en la discusión urbana del PREMVAL, en ningún momento se consideran los derechos de tercera o cuarta generación los cuales son los que tienen que ver con lo que se conoce como el Derecho a la Ciudad. En consecuencia, si no se considera eso es poco probable de que hablemos de democracia al respecto. En el tema de la vivienda en general la respuesta sería que las políticas habitacionales tampoco son democráticas salvo por un punto en relación con una política que comenzó a regir el 2006 donde los grupos podían llegar a desarrollar sus propios proyectos. Hay ejemplos de que eso fue así y donde operó una cierta lógica democrática no sólo desde el punto de vista de las participaciones --de esa que viene desde el manual del Banco Mundial-- sino porque la participación es una dirección sobre el proyecto, es decir, los pobladores tienen una dirección sobre el proyecto, lo cual me parece a mi hace efectivo el ejercicio democrático desde el desarrollo de las políticas de vivienda. 128 El problema con eso es que al no ser auspiciado o exigido permanentemente con las políticas del Estado quedan más bien como proyecto localizado que logran ciertas cosas. Es decir, en la Política de Vivienda todavía opera mayoritariamente el mercado inmobiliario, esto por sobre el noventa por ciento yo diría. Desde el momento en que opera el mercado inmobiliario la democracia no existe, porque en esos casos la operación la hace una constructora que llega con sus proyectos y le pregunta al poblador si le gusta o no. Eso creo yo es algo grave, ya que habiendo la otra posibilidad tengo la impresión de que las instituciones públicas como el SERVIU han sido totalmente incapaces de ver la potencialidad de hacer proyectos participativos con democracia interna, desarrollados desde la misma gente. Kütral Cuando los proyectos se desarrollan bien, cuando son proyectos democráticos, le quitan al Estado una carga que en otros proyectos se mantiene por largos años, porque de ese modo la gente se autonomiza y una vez que eso ocurre estos grupos pasan a ser grupos productivos. Lamentablemente no se le ha dado relevancia a eso porque los ministerios en Chile operan sobre la lógica de la ejecución presupuestaria, y en relación a eso creen que el mercado inmobiliario generado por las empresas constructoras es más eficiente que estos otros proyectos. Mi 1 Plan Regional Metropolitano de Valparaíso Pensando la Ciudad apreciación personal es que justamente debería ser todo lo contrario, que lo más eficiente terminan siendo estos otros proyectos participativos, y no los de las grandes constructoras, y a modo de referencia si te fijas en cualquier proyecto que se ha hecho de más de 150 familias, te vas a encontrar exactamente los mismos fenómenos, las mismas "lacras sociales" que se ven de los proyectos SERVIU de los años noventa y fines de los ochenta. En consecuencia la rentabilidad social, la cual se da en los proyectos participativos, no se considera en la institucionalidad pública. De acuerdo a su experiencia ¿Cómo las políticas habitacionales deben afrontar la multiculturalidad de la comunidad? Yo creo que Chile ha llegado a un nivel de desarrollo de políticas de vivienda que perfectamente puede tomar algunas ventajas de su propia experiencia. Hoy en día perfectamente se podría trabajar fenómenos como lo multicultural o lo intercultural, puesto que no es un fenómeno localizado en un solo ministerio, por lo tanto no es algo sectorializado. Si las instituciones tuvieran una cierta apertura de mirada y vieran la potencia que hay en las comunidades o en las organizaciones, o más bien, si no le temiera, el desarrollo se daría sólo porque hay una cantidad de masa crítica de profesionales para hacer eso. La prueba de que se puede hacer es que nuestro mismo equipo ya lleva un segundo o tercer proyecto en esos cánones. En definitiva son cosas que se hacen porque las hace la comunidad y el que teme tomar este camino se vuelve un burócrata. ¿Es el derecho a la vivienda y el derecho a la ciudad un tema pendiente en Chile? A mí me complica hablar de derecho, porque los derechos son históricos. El derecho a la vivienda fue una lucha larga en Chile que tiene su expresión más viva a partir de la toma de los terrenos de lo que hoy es la Población La Victoria, pero esta lucha tiene antecedentes que uno puede rastrear hasta el siglo XIX. Ese derecho no está conquistado de modo alguno. Ahora, el derecho a la ciudad es un derecho de cuarta generación, sobre el cual todavía hay pocas luces sobre lo que significa y cómo se puede llegar a constituir materialmente. Ambos casos son ejercicios pendientes como muchos otros derechos, porque lo que está pendiente todavía es la democracia, y en la medida que eso siga pendiente, todo lo demás seguirá poniéndose como un problema sectorial. Asimismo, en la medida que nosotros no seamos capaces de sacar estos problemas de esa sectorialidad tampoco se va a desarrollar la democracia. Tenemos que entrar a ese círculo virtuoso en la cual a través de una cosa ir ligando las otras. Alejandro Castro 129 Kütral Pensando la Ciudad Reseña de Libros Medio Ambiente y Sociedad: Conceptos, metodologías y experiencias desde las ciencias sociales y humanas Enrique Aliste y Anahí Urquiza (2010), RIL Editores, Santiago, 280 páginas Enrique Aliste, Geógrafo y Magister en Gestión y Planificación Ambiental, junto con Anahí Urquiza, Antropóloga Social y Magister en Antropología y desarrollo, ambos de la Universidad de Chile, se presentan como compiladores de una serie de artículos que abordan la reflexión de la problemática ambiental desde las ciencias sociales. La idea medular que introduce este libro es la necesidad de las ciencias sociales de abordar los temas ambientales, puesto que, tal como expresa Enrique Leff1 en la introducción, la crisis ambiental "es una crisis eminentemente social: una crisis de la razón y del pensamiento; de los modos de pensar, actuar y producir" (p.15). Emerge entonces la necesidad de que las disciplinas como la sociología, la antropología, la psicología, la geografía y el derecho, no sólo extiendan una mirada crítica a los problemas ambientales, cada vez más visibles para la ciudadanía, sino que además aporten concretamente con la construcción de conceptos, teorías, metodologías y modelos de gestión. El presente libro aparece en este contexto, promoviendo a su vez un sentido de transdisciplinariedad para tratar el problema de la relación entre medio ambiente y sociedad. 130 Kütral El lector puede apreciar el esfuerzo de los autores de lograr en el desarrollo de cada artículo, desde diferentes perspectivas, un objetivo en común que consiste en "abordar la recomposición de la fracturada y fragmentada relación de la sociedad humana con la naturaleza" (Ibídem). En primer lugar, los antropólogos Marcelo Arnold y Anahí Urquiza enfatizan que los problemas ambientales se deben principalmente a problemas de comunicación propios de la sociedad contemporánea, puesto que el problema existe socialmente en la medida que son comunicados. En la medida que existen amenazas de tipo ambiental, la noticia lo constituye socialmente como una amenaza real. Los autores señalan en este sentido que "su presencia en la red que constituye lo social lo hace surgir como problema" (p. 32). Así es como se reconocen que existen déficits cognitivos, sobre todo en las sociedades en vías de desarrollo, que inciden en el impedimento de visibilizar e incidir adecuadamente en los problemas ambientales. Las formas imperantes y tradicionales de observar este tipo de problemas sólo logran respuestas parciales y fragmentadas lejos de considerar la complejidad ambiental. 1 Ambientalista y economista mexicano, profesor e investigador de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Pensando la Ciudad El articulo de Enrique Aliste titulado "Territorio en Ciencias Sociales: Trayectorias espaciales y ambientales en debate", desarrolla una interesante revisión del concepto de "territorio", reapropiado por las ciencias sociales, y lo pone a disposición del debate ambiental. El territorio debe ser visto como una construcción social en la cual se pueden analizar los espacios de transformación desde la perspectiva de las significaciones que los sujetos le asignan socialmente. En este sentido Aliste enfatiza que el territorio "va dibujándose con nuestras formas y capacidades de poder leerlo, de escribirlo y sentirlo como expresión de las formas de apropiación con que la sociedad logra entenderse a sí misma" (p.59). En este contexto, el territorio debe entenderse como un espacio vivido por los sujetos en su historia e identidad, y que además se revaloriza en los procesos de globalización. Este apronte conceptual permite al lector descubrir también que la visión de sustentabilidad del espacio y el territorio es un elemento en un proceso permanente de construcción social producto de las transformaciones de una sociedad dinámica. Otro artículo que cabe destacar es el de las antropólogas Asunción Díaz y Bárbara Morales, en el cual se plantea la tensión entre lo global y lo local en el ámbito de los conflictos ambientales y las distintas formas de observarlos. Las autoras proponen la búsqueda de enfoques y estrategias metodológicas rescatando una mirada de lo local que permitiría desvincularse de la totalidad hegemónica globalizante. En este sentido se señala que "los problemas ambientales son espacios donde operan diversas racionalidades sistémicas, por lo que una manera legítima de observarlos sería apuntando hacia las distintas lógicas que operan en el nivel local en el que estos se desenvuelven" (p. 83). Una mirada reflexiva de los problemas ambientales debe considerar los diversos actores y racionalidades que se entrecruzan constituyendo particulares formas de enfrentar lo local con lo global, o lo público con lo privado. Pilar Moraga y Luis Cordero, por otra parte, permiten al lector entender la relación sociedad y medio-ambiente desde el ámbito del derecho. Por un lado, Pilar Moraga releva el principio precautorio y preventivo que debe y ha venido considerando el derecho ambiental ante los nuevos riesgos que surgen de la aplicación de las nuevas tecnologías. Por otro lado, Luis Cordero realiza un análisis del rediseño de la institucionalidad ambiental y el modelo de gestión ambiental en Chile. Finalmente, la última parte del libro recoge distintos estudios de caso en los cuales destaca el desarrollo que realiza Francisco Ther sobre el desarrollo de sociedades litorales sustentables desde la construcción de los imaginarios sociales. De este modo la propuesta reivindica a la ciudadanía capaz de construir sustentabilidad mediante la participación. 131 Kütral Pensando la Ciudad Comentarios finales La revisión conjunta de este trabajo compilatorio aproxima al lector a una perspectiva multidisciplinaria de las ciencias humanas sobre la discusión entre el medio ambiente y sociedad. En la actualidad es posible observar que el debate sobre la institucionalidad ambiental, sobre el diseño de la matriz energética en Chile, sobre el conflicto entre lo público y lo privado en las iniciativas de producción energética y sobre los criterios de sustentabilidad en la planificación urbana, se ha intensificado en los últimos años producto de múltiples factores, entre los cuales se podría destacar el surgimiento de las redes sociales como espacios democráticos de expresión ciudadana. Es por ello que la conciencia y la racionalidad ambiental es cada vez más creciente una vez que se ha visualizado la crisis ambiental como una amenaza vital. En consecuencia, las ciencias sociales no sólo tienen la obligación de realizar los esfuerzos necesarios para contribuir a la generación de conocimientos y sentar bases teórico-conceptuales que permitan una armonía entre el sujeto y el medio ambiente, sino que además deben propiciar y promover un sentido de responsabilidad social ambiental en la ciudadanía en virtud del equilibrio ecológico y la preservación de territorios sustentables. Alejandro Castro Reyes sociólogo, Universidad de Viña del Mar, Chile E-mail: [email protected] 132 Kütral Pensando la Ciudad La Ciudad en Imágenes 133 Kütral Pensando la Ciudad La Ciudad en Imágenes 134 Kütral Pensando la Ciudad La Ciudad en Imágenes 135 Kütral Pensando la Ciudad La Ciudad en Imágenes 136 Kütral Pensando la Ciudad La Ciudad en Imágenes 137 Kütral Pensando la Ciudad La Ciudad en Imágenes 138 Kütral Pensando la Ciudad La Ciudad en Imágenes 139 Kütral Pensando la Ciudad La Ciudad en Imágenes 140 Kütral Pensando la Ciudad La Ciudad en Imágenes 141 Kütral Pensando la Ciudad La Ciudad en Imágenes 142 Kütral Pensando la Ciudad La Ciudad en Imágenes 143 Kütral Pensando la Ciudad La Ciudad en Imágenes 144 Kütral Pensando la Ciudad La Ciudad en Imágenes 145 Kütral Pensando la Ciudad La Ciudad en Imágenes 146 Kütral Pensando la Ciudad La Ciudad en Imágenes 147 Kütral Pensando la Ciudad La Ciudad en Imágenes 148 Kütral Pensando la Ciudad La Ciudad en Imágenes 149 Kütral Pensando la Ciudad La Ciudad en Imágenes 150 Kütral Pensando la Ciudad La Ciudad en Imágenes 151 Kütral Pensando la Ciudad La Ciudad en Imágenes 152 Kütral Pensando la Ciudad La Ciudad en Imágenes 153 Kütral Pensando la Ciudad La Ciudad en Imágenes 154 Kütral Pensando la Ciudad La Ciudad en Imágenes 155 Kütral Pensando la Ciudad La Ciudad en Imágenes 156 Kütral Pensando la Ciudad La Ciudad en Imágenes 157 Kütral Pensando la Ciudad La Ciudad en Imágenes 158 Kütral Pensando la Ciudad La Ciudad en Imágenes 159 Kütral Pensando la Ciudad Normas de Publicación Revista Kütral de Sociología Universidad Viña del Mar Artículos: Estos deben ser inéditos y serán sometidos a la evaluación del Consejo Editorial que determinará si estos pueden o no publicarse. Dicho Consejo tiene la atribución de recomendar la publicación del texto en su formato original; sugerir modificaciones al autor para su eventual publicación o, rechazar el texto por no cumplir los niveles de calidad académica de la revista. Referencia sobre autor o autores: Inmediatamente bajo el título del texto, debe incluirse el nombre del autor o autores. Al lado del nombre debe ponerse asterisco. Al pie de página se expresa el contenido que sólo debe indicar grado académico, título profesional, nacionalidad, cargo, lugar de trabajo y finalmente, correo electrónico. Debe utilizarse Arial, tamaño 10. Extensión: Los artículos deben tener un mínimo de 15 y un máximo de 20 páginas. Esto incluye la bibliografía completa. Debe escribirse en tamaño carta, con caracteres Arial 11, espacio 1,5 y sin numeración de página. Títulos: Estos deben ser breves, no más de 15 palabras y deben incluir traducción al inglés. En el texto mismo, los títulos van en letra Arial, tamaño 14 y alineados a la izquierda. Subtítulos: Se escriben en Arial, tamaño 12. Deben ser breves, van en negrita y alineados a la izquierda. 160 Kütral Resúmenes: Su extensión se limita a 150 palabras. Asimismo, debe presentarse un abstract en inglés. También, al menos cinco palabras claves. Bibliografía: Debe ubicarse al final de cada artículo y debe ordenarse alfabéticamente por el apellido del autor. Ejemplo: Larraín J, (1996) Modernidad, Razón e Identidad en América Latina, Editorial Andrés Bello, Santiago. Si hay más de una ciudad con el mismo nombre, debe indicarse también el país. Si se citan capítulos o artículos, el nombre de los mismos debe ir entre comillas. El título del libro o revista va con cursiva. Ejemplo: Chihuailaf E. (2008) "Nuestra lucha es una lucha por ternura", en Historias y luchas del pueblo mapuche, Editorial Aún creemos en los sueños, Santiago. Pensando la Ciudad Si se repitiese un autor en la bibliografía, debe usarse Idem Ejemplo: Tricot T. (2009), "Lumako: punto de inflexión en el desarrollo del nuevo movimiento mapuche", Revista de Historia Actual, Número 19, Primavera, 2009. Ídem. (2006), La Lucha del Pueblo Mapuche, Ediciones Ilwen, Santiago. Citas: Tanto en el texto como en las notas, las citas deben ir entre paréntesis e indicando el apellido del autor y el año de publicación del libro o artículo en la bibliografía. Ejemplo: (Millalen, 2009) Si se incluye una cita textual, debe adicionarse el número de página, después de los dos puntos. Ejemplo: (Millalen, 2009: 27) De incluirse cita del mismo autor y texto en un mismo párrafo, puede utilizarse Ibídem si es en la misma página. Ejemplo: (Ibídem). Si es en una página diferente, Ejemplo: (Ibid: 38) puede usarse el siguiente formato: Las citas textuales de más de tres líneas de extensión, deben ir indexadas en margen izquierdo con dos centímetros adicionales y a espacio simple. Notas: Las notas deben ir con números pequeños (Arial, tamaño 10) y su contenido al pie de página. Las referencias a textos deben ir entre paréntesis, mencionar el autor, año y el número de página si procede Ejemplo: (Saavedra, 2002:115) Gráficos: Sólo pueden incluirse gráficos en color negro. En lo posible con letra Arial. 161 Kütral Pensando la Ciudad 162 Kütral Pensando la Ciudad 163 Kütral Pensando la Ciudad 164 Kütral