Exp aplicación energia nuclear

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Exp aplicación energia nuclear
EXPOSICION SOBRE EL CONOCIMIENTO DEL ESPACIO
De entre todos los campos de actividades científicas, sin duda la conquista del espacio
por el hombre ha sido el que mayor interés y entusiasmo ha despertado entre el
público. Mediante un enlace de satélites de comunicaciones, el mundo presencia ya
el lanzamiento de un poderoso cohete Saturno (enfrente) que conduce al primer
hombre hasta la superficie de la Luna.
Pero aun cuando el alunizaje constituye un esfuerzo de singular importancia,
representa sólo parte de la extensa investigación del espacio una investigación que
rápidamente se está adentrando en los grandes misterios del universo. Al mismo
tiempo, la tecnología del espacio está dando al hombre una mejor comprensión
de su propio planeta y haciendo posible un sistema de comunicación universal. la
exploración espacial ha propiciado la cooperación internacional.
Bajo este mismo espíritu, seis naciones participaron en una exposición espacial,
promovida por los periodistas Miguel Alemán Velasco y Jacobo Zabludowski, como
parte del Programa Cultural de la XIX Olimpiada. El objeto de la exposición era
proporcionar al público una vista de las facetas de la exploración del espacio y su
futuro.
El 10 de octubre, en un edificio especialmente construido
para este fin en la Avenida Universidad 1331, se inauguró
oficialmente la Exposición sobre la Conquista del Espacio.
Dos precursores de la exploración espacial, los astronautas
Gherman Titov, de la Unión Soviética, y Michael Collins,
de los Estados Unidos, estuvieron en la Inauguración.
Los países participantes mostraron una gran variedad de
objetos que ilustraron los aspectos más importantes de
su investigación del espacio. Alemania exhibió modelos
de satélites de comunicación y componentes de cohetes.
De especial interés resultó una réplica al tamaño natural
de su satélite “Symphony”, que está desarrollando con
la cooperación de Francia, y que usará en los Juegos
Olímpicos de 1972.
Canadá presentó películas que mostraron la labor que
está realizando en el campo de la astronomía y las
telecomunicaciones, y exhibió modelos de satélites
de recopilación de información. Los Estados Unidos
suministraron extensa información sobre casi todas las
facetas de su programa espacial -desde el alunizaje del
Apolo hasta el reconocimiento del espacio exterior, en la
exhibición “El Reto del Espacio”.
La Gran Bretaña también utilizó películas para explicar su
investigación en radio-astronomía y telecomunicaciones,
haciendo hincapié en los proyectos que realiza en
colaboración con otros países europeos. México mostró
modelos de los cohetes empleados en su activo programa
de estudios meteorológicos, así como una réplica a
pequeña escala de la estación satélite de comunicaciones
utilizada para la retransmisión de los Juegos de 1968. La
Unión Soviética concedió especial atención a algunas de
las hazañas históricas de su tecnología espacial.
La compleja investigación que se requerirá para ir más
allá de la luna hará imperativo un grado aún mayor de
cooperación internacional y de esfuerzo común.
Actuaron como promotores de esta Exposición los
licenciados Miguel Alemán Velasco y Jacobo Zabludovski.
La organización del evento se confió a la Universidad
Nacional Autónoma con la asesoría científica de la
Comisión Nacional del Espacio Exterior.
Enfrente, arriba: El agua movía los gráciles elementos de la escultura
en metal de Francois Baschet. Abajo: Anticipación de las formas extraterrestres;
“La última Tule” mural del finlandés Tapio Wirkkala.
El 10 de octubre se inauguró con la presencia de connotadas personalidades la Exposición sobre el Conocimiento M Espacio, coordinada por
Ruth Rivera
Jacobo Zabludowsky fue uno de los entusiastas promotores de la
Exposición
El embajador Freeman, el Ing. Padilla Segura y el Arq. P. Ramírez
Vázquez
El cosmonauta Ghermán Titov, y la Arq. Ruth Rivera departen amistosamente.
En un gran panel, las banderas de los países que integran el grupo
Intelsat.
Michael Collins, experimentado astronauta norteamericano, en una
entrevista.
Un público de chiquitines, al cuidado de sus maestras, visita la Exposición.
Las contribuciones a la tecnología espacial por parte de Alemania
incluyen sistemas para el satélite “Heos A” (enfrente), que está desarrollando junto con la Organización Europea para la Investigación del
Espacio. En la exposición (abajo) se explicó la función de “Azur”, un
satélite de investigación que Alemania lanzará en 1969; la superficie
del “Azur” está cubierta de células solares que suministrarán energía en
la operación de su complicado instrumental. A la derecha aparece una
réplica de la antena de radio que enlazará al satélite con la Tierra.
Canadá empleó películas para describir su programa de investigación
espacial, orientado principalmente hacia la astronomía y las telecomunicaciones. Se destacó la importancia del Observatorio del Dominio.
Su gigantesco radiotelescopio ha proporcionado a los astrónomos
indicaciones de vital importancia sobre la naturaleza del universo. La
exposición de Canadá incluyó también modelos de los satélites meteorológicos y del cohete Black Brant 111, que puede subir una carga
de 18 kilos de peso hasta 160 kilómetros.
La exposición norteamericana “El Reto del Espacio” ofreció un interesante resumen del progreso logrado en la tecnología del espacio, desde
cohetes diseñados en la antigua China hasta los que hacen posible el
alunizaje. Los visitantes (arriba) escuchaban las explicaciones sobre el
costoso programa Apolo, que llevaría al primer hombre a la luna. Un
cohete Thor de impulso aumentado (enfrente), de más de 27 metros de
altura, apunta hacia el cielo enfrente de la sala de exposiciones; en marzo
de 1966, este tipo de cohete de dos etapas lanzó el vehículo Agena, que
unió a las cápsulas del Géminis 8.
Una cápsula Apolo (arriba), con el escudo térmico que muestra señales
del intenso calor de la reentrada a la atmósfera, resultó una de las grandes
atracciones de la exposición norteamericana. Este es el mismo tipo de
cápsula que conducirá a los astronautas norteamericanos a la luna en julio
de 1969. Será lanzada por un inmenso cohete Saturno V, de 7.5 millones
de libras dé impulso, similar al que se muestra en el modelo (enfrente,
extrema izquierda). Los demás cohetes eran impulsores de satélites, sólo
el Titán 11 (3o. de la izquierda) y el Mercurio-Atlas (So. de la izquierda)
se usan en vuelos tripulados.
El famoso Observatorio de Jodrell Bank, en la Gran Bretaña, es uno
de los principales contribuyentes al conocimiento del espacio. El gigantesco radiotelescopio de 76 metros, del observatorio -el primero
en su tipo-, puede orientarse para detectar cualquier artefacto lanzado
por el hombre o bien enfocarse a las estrellas distantes miles de años
luz. Tres de los científicos clave en el programa espacial de la Gran
Bretaña son (arriba, de izquierda a derecha): Sir Bernard Lovell, director del establecimiento Experimental de Jodrell Bank y profesor de
radio-astronomía de la Universidad de Manchester; Sir Martin Ryle,
profesor de radio-astronomía de la Universidad de Cambridge, y C.F.
Poviell, director del laboratorio de Física de la Universidad de Bristol.
El venturoso lanzamiento del “Europa l” en Woomera, Australia, constituyó un triunfo de cooperación internacional. Alemania, Francia, Italia, Holanda, Austria y la Gran Bretaña contribuyeron al desarrollo del
cohete y del complejo satélite astronómico que se enviará al espacio
en 1971. La primera etapa del vehículo de 100 toneladas se construyó
en la Gran Bretaña. Además, la Comisión de Energía Atómica británica, en colaboración con la Organización Europea para la Investigación
del Espacio, está fabricando el instrumental del satélite.
México utiliza una serie de cohetes (arriba) en su programa de investigación espacial. Información sobre radiación cósmica, dirección y
velocidad del viento y demás condiciones meteorológicas se recogen
mediante instrumentos lanzados hasta alturas de 200 kilómetros en
la ionosfera. El cohete “Tláloc” (nombrado así en honor del dios
prehispánico de la lluvia), operado con combustible sólido, “siembra”
las nubes químicamente para provocar precipitaciones. A la derecha,
un técnico explica en la maqueta el funcionamiento de la estación
de comunicación de satélites de Tulancingo, Edo. de Hidalgo. Esta
gigantesca antena sirvió de relevo para la transmisión de los Juegos
Olímpicos a todo el mundo.
La Unión Soviética exhibió réplicas del histórico Sputnik 1. Si ha de
designarse un día determinado para marcar el inicio de la conquista
del espacio, tendría que ser el 4 de octubre de 1957, fecha en que el
Sputnik 1, el primer satélite artificial en el mundo, fue puesto en órbita.
Hoy, después de una década de asombroso progreso tecnológico,
cientos de satélites circundan la Tierra, proporcionando enlaces de
comunicación entre los Continentes y trasmitiendo todo el caudal de
información a los hombres de ciencia.
Otra espectacular hazaña de la tecnología espacial soviética fue recordada con la representación del vuelo orbital tripulado (arriba). El 12 de
abril de 1961, el precursor de vuelos espaciales Yuri Gagarin fue colocado en órbita a bordo del Vostok 1; (enfrente), aterrizó sin problema
alguno después de un circuito a la Tierra. Gherman Titov (derecha),
invitado especial de la exposición, en su calidad de “segundo hombre del espacio” efectuó diecisiete órbitas a la Tierra, cuatro meses
después del histórico vuelo de Gagarin.

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