Familia viajera

Transcripción

Familia viajera
cuentomiviaje
ASIA
Francia
AMÉRICA DELL NOR
N TE
Wilmington USA
Beaufort
Morehead City
Miami
Orlando
Denver
Panamá Panamá
Colón
Porto Belo
Océano
Pacífico
EUR
UR A
UROPA
UR
Paris
Bahamas
Océano
Atlántico
España
Madrid
Free Port
Cuba La Habana
Cardenas
Varadero
Bogotá Colombia
Cartagena
San Andrés
AMÉRICA
DEL SUR
Asunción Paraguay
Encarnación
Ciudad del Este
San Bernardino
Argentina
Tomás (6)
Italia
Roma
Barge
Torino
Milán
Florencia
Pisa
Venecia
Grecia
Turquía
Atenas
Myconos
Rodas
Patmos
Kussadasi
Éfeso
Egipto
El Cairo
Aswan
Luxor
Edfu
Esna
Kom ombo
ÁFRICA
Brasil Río de Janeiro Guaratuba
Sudáfrica
Piriápolis
Punta del Este
Salto
Iyui
Eduardo
Como buen
ingeniero, planifica
cada detalle.
Tel Aviv
Farzaba
Ashdod
Cesaera
Nazareth
Cafarnaum
Tiberiades
Golam
Jerusalem
Belen
Masada
Nepal
Katmandú
Patan
Cape Town
China
Beijing
Xi an
Shangai
Laos
Tailandia
Bangkok
Puket
Phnom Penh Camboya
Kampong Chhanang
Prey Veaeng
Siem Rep
Océano
Índico
Florianópolis Palmas
Catanduvas
Lages
São Francisco Foz de Iguazú
Uruguay
Israel
Mumbai
Elephanta
Udaipur
Ranakpur
Jodhpur India
Jailsalmer
Bikaner
Jaipur
New Delhi
Agra
Orccha
Kajuraho
Varanasi
Sofía (15)
La intérprete.
Tiene facilidad
con los idiomas.
Singapur
OCEANÍA
Luang Prabang
Océano
Pacífico
Vietnam Hanoi
HoChiMing;
Halong Bay (Saigón)
Cai Be
DaNang
My to
Ho Ian
Cu Chi
Malasia
Kuala Lumpur
Malaka
Australia Sydney
City of Blue Montains
Manley
La pieza que
faltaba para
ser los 6G.
Sabrina (13)
Made in Paris.
Es la encargada
del diario de viaje.
Alejandra
Matteo (10)
Palacio de oro
en Kyoto.
El preguntón:
un “souvenir”
de los días
en Cuba.
Actitud zen
maternal.
Familia viajera
A los Giusano se los conoce como los “6G”, grupo viajero compuesto por un matrimonio argentino
y cuatro hijos. Viven en Resistencia (Chaco), y casi todos los años disfrutan la aventura de recorrer destinos
tan remotos como dispares. Ya cubrieron los cinco continentes y van por más. En una entrevista con
LUGARES, cuentan de qué se trata “esta locura adicional de viajar”, según sus propias palabras.
luga res . nº189 . 101
cuentomiviaje
Sofía por las calles de
La Habana, 2000.
Matteo y Tomás remando
por el río Mekong,
Vietnam, 2010.
Tomás en apuros,
en el Fuerte
de Jaisalmer,
India, 2008.
Ustedes acabaron con el prejuicio de que tener hijos supone dejar
de viajar por un tiempo. ¿Cómo lograron combinar vida familiar
con viajes? (Responde Alejandra)
El hito fue al bajar por la escalerita del avión en el aeropuerto de Tel
Aviv, con Sofía de un año colgando de mi pecho… Si bien ya habíamos viajado antes con ella “en la panza” por Colombia y Panamá,
la sensación de que “se puede” quedó grabada en ese momento. La
vida familiar más plena la vivimos durante los viajes. Las responsabilidades rutinarias desaparecen, nos tenemos a nosotros mismos
tiempo completo, descubriendo y aprendiendo.
¿Tenían como meta ser una “familia viajera”, o se dio de manera
espontánea?
(A.) Se fue dando con la integración de nuestros sueños: yo quería
una familia con muchos hijos, y Eduardo, viajar a lugares remotos.
Pero no fue planificado; surgió con el crecimiento de la familia y la
experiencia que íbamos sumando en cada viaje. Cada nacimiento
era un buen motivo para poner toda la energía en pensar una nueva
aventura, no la excusa para detenernos.
¿Cuántos países conocieron con los chicos?
(A.) Empezamos en 1995 (Sofía en la panza) y, con el viaje a Sydney,
completamos los cinco continentes. Son Colombia, Panamá, Israel,
Italia, Francia, España, Uruguay, Sudáfrica, Malasia, China, Tailandia, Cuba, Estados Unidos, Brasil, Paraguay, Egipto, Grecia, Turquía,
India, Nepal, Australia, Vietnam, Camboya, Laos y Singapur.
102 . lu ga re s d ev i aj e . c o m
¿Cómo deciden cuál es el próximo destino? (Responde Eduardo)
Generalmente definimos un destino meta y estudiamos todo lo
que podemos hacer en el camino de ida y vuelta. Barremos la zona,
como solemos decir. Los escasos recursos de tiempo y dinero nos
obligan a ser eficientes a la hora de programar nuestros viajes.
Sus hijos tuvieron su “bautismo viajero” al año de vida. ¿Es un rito,
o consideran que es una buena edad para empezar a viajar?
(E.) Lo del bautismo surgió con Sofía en la orilla del río Jordán, de
donde trajimos el agua con la que bautizamos a sus hermanos.
Sobre esta base creamos la costumbre del “bautismo viajero” y tratamos de repetirlo con cada uno. Sobre la edad de los niños tuvimos
que enfrentar varios cuestionamientos. En síntesis, si hubiéramos
esperado a que crecieran, quizá no habríamos hecho nada. Toda
edad es buena para empezar a viajar, el aprendizaje no tiene edades.
¿Cuál es la diferencia entre viajar en pareja y en familia?
Son muchas las diferencias. Y con cuatro chicos, más aun… En pareja
seríamos un par de occidentales más, viajando por el mundo. Los
chicos nos abrieron las puertas hacia un estilo de viaje diferente, profundo. Hoy nos cuesta pensar en viajar sin ellos y cuando lo hicimos,
sentimos que no estábamos completos, que nos faltaba algo. Claro
que hay cosas que no podemos hacer o al menos no de la misma manera, como una cena romántica o pasar cuatro horas en un museo.
Pero encontramos otras formas de disfrutar. Por ejemplo, si hubiéramos estado solos en China, no habríamos cruzado medio Beijing
Escalando el
templo de Angkor,
Camboya, 2010.
para ir a ver osos panda al zoo como hicimos con las nenas; esto lo
negociamos: los osos panda sí, pero el Templo del Cielo también.
Claro que para ellas fue otro edificio raro, nada más. No es fácil viajar
con niños, es diferente. Y todo lo que se vive en un día normal sucede también durante un viaje: hambre, peleas, berrinches, cansancio,
protestas y, cuando son bebés, hay que sumar pañales, mamaderas…
¿Cómo se mueven durante los viajes?
Con todo tipo de medios, de acuerdo con la disponibilidad y el costo. Siempre privilegiamos lo autóctono. Por ejemplo, en Indochina y
Australia tomamos 17 aviones, bus, taxi, tren, monorriel, ferry, balsa,
canoa y bote, carro con caballos, tuc tuc, bicis… ¡y elefantes!
¿Y dónde se hospedan?
Nos alojamos en todo lo que se nos presente como posible y buscamos que sea un lugar limpio y seguro donde reponer fuerzas y
reacondicionar el equipo para continuar al día siguiente. Hemos
estado en hoteles, casas de familia, pensiones y B&B. Desde que
somos tantos se nos complica estar todos juntos en una habitación y
nos repartimos para que un mayor quede siempre con los niños.
¿Tienen alguna logística que facilite moverse en grupo?
El esquema de organización es, por practicidad, de tres varones y
tres mujeres. Es decir, una valija grande lleva la ropa de las mujeres
y otra la de los varones. Cada miembro del equipo tiene su propia
mochila con un equipo personal para resistir 72 horas en caso de
que se pierdan las valijas grandes. Esto consiste en mudas de ropa,
abrigo, elementos de higiene personal, remedios, gorras y anteojos,
más los elementos personales de cada uno, como libros, cuadernos
y juguetes. Cuando estamos en algún lugar, no nos movemos con
las seis mochilas, sino que llevamos sólo una, la mochila de operaciones, con el botiquín, agua y alimentos. En alguna época, también
cargábamos con pañales, termo y leche. En las riñoneras, llevamos
cámaras, intercomunicadores, dinero y documentos. Por último,
hay una codificación de color.
¿Cómo es eso del color?
Es parte de la evolución en técnicas de viajeros. Marcamos todas las
mochilas con cintas de color y la ropa con marcadores indelebles. Es
para identificar el equipaje y fortalecer la responsabilidad de cada
uno sobre sus propias cosas. Por ejemplo, todos somos código base
naranja y de allí las combinaciones: yo soy naranja/amarillo, Ale es
naranja/rojo, Sabrina naranja/rosa, etcétera.
¿Quién hace las valijas?
Es un trabajo comunitario y seguimos un detallado check list, producto de 15 años de experiencia. La consigna es que cada uno carga
lo que lleva. El problema no es la ida, sino la vuelta. Tenemos espíritu de recolectores, y todo es un buen recuerdo: tierra, agua, piedras,
latas… La mochila de Matteo debe ser “descontaminada” luego de
cada viaje y fue demorada en los controles de algunos países.
¿De qué forma financian los viajes?
Históricamente, ahorro y sacrificio. Con esto quiero decir que foca-
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cuentomiviaje
El Cairo, 2006.
Sydney, Australia, 2009.
Río Ganges, Varanasi,
India, 2008.
Angkor Wat,
Camboya, 2010.
lizamos nuestra economía para conseguir los recursos necesarios,
privándonos de muchas cosas. Para el último viaje, hicimos una
simbólica alcancía con el mapa de África para juntar ahorros, en los
que participamos todos. Matteo, de diez años, “trabajó” en sus vacaciones en la verdulería del barrio. Los pesos que juntaba los cambiamos a “plata de viaje”, como ellos llaman a los dólares. Tomás, de seis
años, era el encargado de contar el dinero y sacar las cuentas.
¿Se necesita juntar mucha plata para que viajen todos?
Los recursos son menos de lo que la mayoría cree. La experiencia
de viajero hace que lujos y comodidades queden en segundo plano.
El problema que tenemos ahora es que a partir de los 12 años “los
niños son adultos”, tanto para los aéreos como para los hoteles, y
esto hace que nuestro presupuesto se complique. Pero siempre se
van abriendo caminos y posibilidades. Desde que lanzamos la página web y estamos en Facebook, empezamos a conseguir apoyos
de todo tipo. Para el próximo viaje a África Oriental, es la primera
vez que contamos con “sponsors”. Son personas, empresas y organizaciones que nos ofrecen soporte tecnológico, asesoramiento y
aportes económicos.
¿Cómo surgió el sitio web?
Por la insistencia y el interés de la gente que conocía nuestra historia.
En realidad, querían que escribiéramos un libro y se nos ocurrió la
web, para ir subiendo los relatos de a poco. ¡El impacto fue increíble!
Hoy tiene más de cinco mil visitas, con menos de siete meses de exis-
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tencia. Los comentarios nos dieron fuerza para seguir adelante con
el Proyecto África 2011-2012.
¿Tienen precauciones especiales a la hora de elegir los destinos
(comida, clima, centro de salud, etcétera)?
No, lo hacemos al revés. Una vez que elegimos el destino, investigamos sobre las condiciones del medio. Lo que siempre tratamos es
de viajar en época de calor, porque eso implica menor cantidad de
ropa, mayor duración de los días y menos gastos en comida.
¿Alguna vez tuvieron inconvenientes por viajar en familia?
Los inconvenientes fueron siempre relacionados con problemas de
alimentación y estamos bastante preparados para enfrentarlos. También cada tanto perdemos a alguno… ¡pero hasta ahora los encontramos! Generalmente esto pasa por el cansancio extremo que nos
hace cometer descuidos. Por ejemplo, una vez olvidamos a Sabrina
en el baño de un aeropuerto. Por suerte, supimos cómo reaccionar.
Mientras corría a buscarla, ella se hizo anunciar por los altoparlantes. Y quedó como una anécdota divertida del viaje.
Cuando vuelven a su casa en Resistencia, ¿tienen la rutina de
cualquier familia?
Cuando volvemos seguimos siendo una familia normal, con las rutinas y responsabilidades de todos. Volvemos al trabajo y los chicos a
la escuela. Ellos nacieron haciendo esto y lo viven como algo normal,
no lo están contando todo el tiempo. Por ejemplo, una vez Matteo le
dijo a su abuela: “¿Me vas a decir que nunca anduviste en camello?
¡Por favor, abuela! Ahora me vas a decir que en elefante tampoco…”.
Y puertas adentro, ¿cambia algo después de cada viaje?
Entre nosotros se mantiene la mística de lo vivido, que se refleja
en nuestra forma de ver la vida e incluso en nuestra casita, que se
parece más a un pequeño museo del mundo con todas las cosas que
vamos recolectando en los viajes.
¿Cuál fue el viaje que más los impactó?
Todos nos impactaron de alguna manera, todos los disfrutamos profundamente, pero la India fue algo fuerte…no en vano se la define
como “la mística India”. Fue un viaje muy especial…
¿Un lugar que sueñen conocer?
Nos quedó pendiente la costa occidental de África donde queríamos llegar a la mezquita de barro en Djenné, en Malí. Tenemos varios proyectos de ruta a través de Medio Oriente y la península arábiga, Europa, Rusia, Turquía, la antigua Persia y Latinoamérica. Por
ejemplo, Tomás quiere volver a ver las pirámides de Egipto, de allí, ir
al monasterio de Santa Catalina en el Sinaí, llegar a Petra (Jordania) y
continuar hacia zonas árabes accesibles para finalizar en Omán.
¿Y cómo será ese próximo viaje por el África Oriental?
Va a ser una experiencia distinta porque queremos sumar algo de
trabajo humanitario, algo que ya venimos haciendo en los últimos
viajes. Tenemos previsto colaborar con una ONG que maneja una
casa cuna en Addis Abeba (capital de Etiopía) y con un jardín de
infantes en Debre Zeit, a 50 km de la capital. Llevamos entre 30 y
40 kilos de golosinas, pelotas de fútbol, cuadernos y biromes para
los chicos. También vamos a recorrer la antigua Abisinia, y llegar a
las fuentes del Nilo Azul, la iglesia donde dicen tener el Arca de la
Alianza, en Axum, los monasterios de Lalibela y los castillos medievales en Gondar. El viaje sigue por Kenia y termina en Tanzania.
Hay equipo: los
cuatro chicos en
el aeropuerto de
Auckland, Nueva
Zelanda, 2010.
¿QUIERE CONTAR SU VIAJE?
Para participar en esta sección, escriba un e-mail (o envíe una
carta por correo) con asunto “Cuento mi Viaje”, proponiendo la
nota, informando cuándo, cómo y con quién realizó el viaje. Si es
aceptada, los lectores serán contactados para que envíen, entonces,
el texto y las fotos. Es indispensable contar con un mínimo de 10
fotos del destino, una de las cuales debe ser del autor en ese sitio.
Quienes tengan sus artículos ya escritos podrán enviarlos para ser
evaluados. La extensión será de un máximo de 10 mil caracteres
(entre 3 y 4 páginas). LUGARES se reserva el derecho de publicación
de acuerdo con sus criterios editoriales.
www.familiaviajera.com.ar
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