La arqUItECtUra Es La obra prIma dEL mUsEo naCIonaL dE

Transcripción

La arqUItECtUra Es La obra prIma dEL mUsEo naCIonaL dE
Nuestra
Revista del Memorial de América Latina N°41 - Año 2011 | 2º trimestre - R$8,00
LA ArquiteCtura ES La obra prima dEL
museO Nacional de BelLas Artes dE Chile
EL poder dE Las muJeres
presidentes EN LATINOamÉrica
Marta
La “fIera” dEL fÚtbol femEnino
EL desafÍo dE La economÍa
En EL continente
tranquilo DE La vida
niemeyer A LOS 103 aÑos
EL Coronel Fawcett
EL Indiana Jones dEL AmazOnaS
meDio ambiente
UN debate contInuo
FOTO: arquivo memorial
Nuestra
Revista del Memorial de América Latina N°41 - Año 2011 | 2º trimestre - R$8,00
Número 41
ISSN 0103-6777
EDITORIAL
Fernando Leça
AVENTURA
Malcolm Forest
HOMENAJE
04
06
12
Ana Candida Vespucci
CULTURA
17
Renata M. Almeida Martins
MIRADA
Andre Lessa
Nelson Antoine
ARTE
Milan Ivelic
ECONOMíA
Rubens Barbosa
GOBERNADOR
GERALDO ALCKIMIN
SECRETARIO DE CULTURA
ANDREA MATARAZZO
FUNDAÇÃO MEMORIAL
DE AMÉRICA LATINA
CONSEJO CURADOR
PRESIDENTE
ALMINO MONTEIRO ÁLVARES AFFONSO
SECRETARIO DE DESAROLLO
GUILHERME AFIF DOMINGOS
RECTOR DE LA USP – UNIVERSIDAD DE SÃO PAULO
JOãO GRANDINO RODAS
RECTOR DE LA UNICAMP – UNIVERSIDAD DE CAMPINAS
FERNANDO FERREIRA COSTA
RECTOR DE LA UNESP – UNIVERSIDAD ESTADUAL DE
SÃO PAULO (actuante)
JÚLIO CEZAR DURIGAN
PRESIDENTE DE LA FAPESP
CELSO LAFER
JOSÉ VICENTE
JORGE CALDEIRA
DIRECTORIA EJECUTIVA
DIRECTOR PRESIDENTE
FERNANDO LEÇA
DIRECTOR DEL CENTRO BRASILEÑO
DE ESTUDIOS DE AMÉRICA LATINA
ADOLPHO JOSÉ MELFI
DIRECTOR DE ACTIVIDADES CULTURALES
FERNANDO CALVOZO
DIRECTOR ADMINISTRATIVO Y FINANCIERO
SÉRGIO JACOMINI
JEFE DE GABINETE
JOSÉ OSVALDO CIDIN VÁLIO
DIRECTOR PRESIDENTE
MARCOS ANTONIO MONTEIRO
DIRECTOR INDUSTRIAL
TEIJI TOMIOKA
DIRECTOR FINANCIERO
MARIA FELISA MORENO GALLEGO
DIRECTOR DE GESTIÓN DE NEGOCIOS
JOSÉ ALEXANDRE PEREIRA DE ARAÚJO
REVISTA NUESTRA AMÉRICA
CIENCIAS
28
34
39
Ricardo Hernán Medrano
Lilia Inés Z. de Medrano
DIRECTOR
FERNANDO LEÇA
EDITORA EJECUTIVA / DIRECCIÓN DE ARTE
LEONOR AMARANTE
POLÍTICA
COLABORACIÓN DE EDICIÓN
ANA CANDIDA VESPUCCI
Fernando Leça
LECTURA FINAL (PRACTICANTE)
ADRIANO TAKESHI MIYASATO
LITERATURA
ASISTENTE DE REDACCIÓN
MÁRCIA FERRAZ
44
48
Pedro Meira Monteiro
DISEÑO GRÁFICO (PRACTICANTE)
FELIPE DE PAULA LOPES
LANZAMIENTO
DISEÑO GRÁFICO
CHÁ COM NOZES PROPAGANDA/
JULIANA CARNIELLI E ALICE
CORBETT
Reynaldo Damazio
ARQUEOLOGíA
TRADUCCIÓN
CHÁ COM NOZES PROPAGANDA
REVISIÓN
CHÁ COM NOZES PROPAGANDA/
ADEMAR LOPES JUNIOR
COLABORARON EN ESTE NÚMERO
Malcolm Forest, Ana Candida Vespucci, Renata Maria de
Almeida Martins, Milan Ivelic, Rubens Barbosa, Ricardo
Hernán Medrano, Lilia Inés Zanotti de Medrano, Fernando
Leça, Pedro Meira Monteiro, Reynaldo Damazio, Denis
Vialou, Agueda Vilhena Vialou, José Goldemberg, Andre
Lessa e Nelson Antoine.
CONSEJO EDITORIAL
Aníbal Quijano, Carlos Guilherme Mota, Celso Lafer, Davi
Arrigucci Jr., Eduardo Galeano, Luis Alberto Romero, Luis
Felipe Alencastro, Luis Fernando Ayerbe, Luiz Gonzaga
Belluzzo, Oscar Niemeyer, Renée Zicman, Ricardo Medrano,
Roberto Retamar, Roberto Romano, Rubens Barbosa, Ulpiano
Bezerra de Menezes.
NUESTRA
AMÉRICA
es
una
publicación
trimestral de la Fundacion Memorial de América
Latina. Redação: Avenida Auro Soares de Moura
Andrade, 664 CEP: 01156-001. São Paulo, Brasil.
Tel.: (11) 3823-4669. FAX: (11)3823-4604.
Internet: http://www.memorial.sp.gov.br
Email: [email protected].
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52
Denis Vialou
Agueda Vilhena Vialou
MEDIO AMBIENTE
José Goldemberg
CORTAS
Da Redação
AGENDA
Da Redação
POESíA
Rigoberta Menchú
Los textos son de total responsabilidad de los autores, no
reflejan el pensamiento de la revista. Se prohíbe expresamente la
reproducción del contenido de la revista por cualquier medio.
SECRETARIA DE
RELAÇÕES INSTITUCIONAIS
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GOVERNO DO ESTADO DE SÃO PAULO
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66
Un nuevo año y una nueva década
empiezan. El Memorial completa sus 22
años (el 18 de marzo) como un protagonista consolidado en el escenario de una
América Latina que aumenta su integración, favorecida por un desarrollo económico constante y una madurez política
y democrática que nos motivan cada vez
más. La Revista Nuestra América, naturalmente, refleja dicho panorama. Sigue un
resumen del contenido de este número.
4
¿Qué le sucedió al coronel Fawcett? El explorador desapareció en
1925 cuando buscaba el “Eldorado” en
la selva amazónica, junto con el hijo y
un amigo. Se realizaron diversos intentos
sin éxito para encontrarlo. El bisnieto del
coronel Fawcett, el brasileño Malcolm
Forest, rescata esta leyenda que recorrió
el mundo y que ya llegó a las pantallas
de los cines, con el actor Brad Pitt en el
papel del coronel Fawcett. Un otro mis-
terio: ¿cómo un profesional a los 103
años aún puede crear algo que encante al
mundo? Pues Oscar Niemeyer continúa
teniendo su tablero de diseño repleto de
proyectos para el Brasil y el extranjero.
Y como si fuera poco, él aún encontró
tiempo para componer una “sambinha”.
El libro Tintas da Terra, Tintas do
Reino son dos volúmenes de tesis que
abordan cuestiones relativas a la práctica del arte popular en todo Brasil, objeto
de reflexión de Renata Maria de Almeida
Martins, de la Universidad de São Paulo,
que ofrece un resumen breve de su extensa investigación. Otra modalidad de
“arte” brasileño, que tanto ha encantado
al mundo en la actualidad, el fútbol femenino, ha llegado al nivel internacional
más alto, con la jugadora Marta que ha
sido elegida, por quinta vez, la mejor del
mundo. En las páginas de Nossa América, se presentan algunos momentos extraordinarios de esta muchacha que hace
coreografías con la pelota en los pies.
El Museo Nacional de Bellas Artes de Chile es uno de los ejemplos arquitectónicos clásicos que enriquecen a
la cultura latinoamericana. Su director,
Milan Ivelic, recuerda la saga de la fundación de la institución y sus diversas
sedes. Junto al vigor artístico incontestable, está el actual vigor económico de
la región y el desafío para garantizar una
posición en una economía globalizada,
cuyos aspectos son tema de reflexión de
Rubens Barbosa. Por otro lado, la América Latina también guarda buenas sorpresas: una de ellas es el eficiente Instituto Balseiro de Bariloche, un centro de
estudios de física, objeto de interés de
Ricardo Medrano, que traza un panel de
los orígenes de la institución y discurre
sobre las dificultades para mantenerla.
De nuevo la mujer, que cada vez
más ha alcanzado nuevos niveles en la
política mundial. Latinoamérica es testigo de dichas conquistas, al tener en el
poder a la presidente brasileña Dilma
Roussef, la argentina Cristina Kirchner
y la costarriqueña Laura Chinchilla.
El profesor de literatura latinoamericana de la Universidad de Princeton (EE.UU.), Pedro Meira Monteiro,
analiza algunos autores relevantes que
contribuyeron para el reconocimiento
de la producción literaria latinoamericana y señala a los más jóvenes talentos
del área. Los primordios de esta América Latina, hoy tan activa, es el aparecimiento del Hombre en la región, así
como también su evolución y su cultura,
son los asuntos de los científicos franceses Denis y Agda Vialou, que cuentan
con amplia experiencia en Brasil debido
a sus estudios arqueológicos.
El medio ambiente continúa siendo un tema actual. La deforestación,
tema en que, según las investigaciones,
Brasil no ha tenido resultados tan malos, la disminución de la emisión de
otros gases contaminantes, con metas y
plazos que no siempre se cumplen, en
fin, un abanico de medidas necesarias
continúa en debate permanente. El estado actual de este asunto en América
Latina, después de las resoluciones de
Cancún, es el tema desarrollado por el
físico José Goldemberg, uno de los más
destacados estudiosos del tema.
Y, como siempre, la poesía tiene
un espacio reservado en Nuestra América; en esta edición se publica a Rigoberta Menchú, escritora guatemalteca, de
origen indígena y ganadora del premio
Nobel de la Paz de 1992.
¡Buena Lectura!
Fernando Leça es presidente de la Fundação
Memorial da América Latina.
5
AVENTURA
EN busca dE La
ciUdad perdida
Malcolm Forest
E
n el primer cuarto del siglo XX, antes del uso
generalizado de la aviación comercial y militar,
las lejanas selvas de la Cuenca Amazónica aún
eran casi completamente desconocidas para
el hombre civilizado. Aunque gran parte del
Brasil ya hubiese sido explorado y, hasta cierto
punto, poblado, en el Amazonas y en el norte de Mato Grosso,
la naturaleza verde aún dormía en su esplendor primitivo. En
ausencia de un conocimiento científico, la leyenda acechaba en
cada curva del veloz río, encima de una u otra sierra que quebraba la monotonía del Infierno Verde. Corrían leyendas verdaderamente extrañas – antiguas torres de piedra donde habían luces
que nunca se apagaban; bárbaros indios blancos de ojos azules
y cabelleras rubias, llamados Murciélagos, que durante el día vivían en cavernas, porque la claridad del sol los dejaba ciegos y,
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7
FOTO: arquivo malcolm forest
capaces de ver en la oscuridad, hacían incursiones nocturnas, atacando a las tribus
vecinas mientras dormían. Ni era menos
extraña la leyenda de una fabulosa Ciudad Perdida, construida en estilo grecorromano, semienterrada en los sedimentos acumulados durante siglos o milenios
que, entre tanto, aún se veía centellante
como plata bajo el intenso sol del Brasil.
Una tierra así tenía que atraer exploradores. Fue por eso que en 1920, y
de nuevo en el 1925, el teniente coronel, dado de baja de la artillería británica,
Percy Harrison Fawcett, salió a buscar
la Ciudad Perdida, las torres y los Murciélagos. Distinguido con la medalla de
servicios notables por su actuación en
el frente occidental durante la Primera
Guerra Mundial y miembro de la Real
Sociedad Geográfica de Londres, Fawcett participó en acciones en Malta,
norte de África, Hong Kong y Ceilán.
Topógrafo y explorador competente,
cultivaba un profundo interés por la
arqueología y el misticismo. Estuvo en
América del Sur por primera vez en el
1906, para cartografiar la frontera de
Brasil con Bolivia, viaje al que se siguieron otros siete por la región como topógrafo y explorador.
Al pasar por Río de Janeiro, leyó
en la Biblioteca Nacional, por primera
vez, sobre la Ciudad Perdida. Existe una
descripción de lo anterior en un curioso
documento, catalogado bajo el número
512, visto por el autor de este artículo y
actualmente guardado en la sección de
libros raros. Con sus páginas desgastadas por el tiempo, habría sido escrito,
según se afirma, por los miembros de
una expedición en 1753. La expedición
se habría topado con la misteriosa ciudad por casualidad, cuando buscaba las
legendarias minas de plata de Muribeca.
Al final, el documento nº 512 reproduce una parte de las inscripciones
encontradas en la ciudad, que dejaron a
Fawcett pasmado al ver que eran idén-
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ticas a unas inscripciones no descifradas ¡que había encontrado en Ceilán
muchos años antes! Entonces, se sintió
impulsado a buscar la legendaria ciudad.
La ocasión era propicia; en 1911,
Hiram Bingham había descubierto Machu
Picchu. Apenas algunas décadas antes,
Edward Thompson había descubierto el
Pozo Sagrado de Yucatán. Dichos descubrimientos dieron un nuevo aliento a
la tesis de que las culturas precolombinas
eran meros remanentes de una civilización aún más grande, la de la Atlántida, el
continente perdido. Además, los geólogos
creían entonces que las planicies centrales
brasileñas era el continente más antiguo
del mundo, mientras que los demás todavía estaban cubiertos por agua.
Lo anterior llevó a que Fawcett
escribiera en su diario: “El vínculo entre la Atlántida y partes de Brasil no
debe menospreciarse: aceptarlo – con
o sin corroboración científica – permite explicar muchos problemas que
de otra forma serían misterios sin
solución”. Su sueño dorado era el de
todo arqueólogo del siglo XIX: descubrir no sólo una ciudad perdida, sino
que una civilización entera.
En otra parte él había escrito sobre
la tradición chilena de la Ciudad de los Césares, lugar alrededor del cual se decía que
FOTO: arquivo malcolm forest
había un poder mágico que lo volvía visible sólo a unos pocos elegidos e iniciados.
En 1920, al penetrar hacia el interior
por el litoral bahiano, el coronel Fawcett
salió en busca de las misteriosas ruinas.
Durante dicha expedición avanzó hasta el
norte de Mato Grosso, local donde, según
sus coordenadas geográficas (hoy algunos
creen que él las falsificó para que nadie lo
pudiera seguir), su caballo murió. Al local
lo llamó Campamento del Caballo Muerto. Durante dicho trayecto, el explorador
británico escuchó más historias de ciudades abandonadas en el interior, lo que aguzó aún más su empeño.
A fines del 1924, después de conseguir recursos financieros, Fawcett organizó su valerosa y última expedición.
Aunque estuviese con 58 años, tenía una
confianza juvenil de que al final conseguiría el objetivo. El grupo expedicionario
estaba compuesto apenas por él, su hijo
más viejo, Jack y el amigo de éste, Raleigh
Rimell, ambos jóvenes. Llegaron a Cuiabá,
capital de Mato Grosso, el 4 de marzo de
1925. Allí Fawcett confidenció a un amigo, Eufrásio Cunha, que tenía un mapa
cuya ruta secreta lo conduciría a una ciudad ciclópea de la perdida Atlántida.
Partiendo de Cuiabá el 20 de abril,
inició la jornada en dirección noroeste.
De acuerdo con algunas noticias, los
Murciélagos habitaban esa región, próxima a la naciente del río Arinos, al este
del poblado de Diamantino. Si realmente vivían allí, Fawcett no lo mencionó en
sus despachos. La próxima noticia sobre
la expedición es la de que había llegado, el 15 de mayo, a un pequeño puesto
avanzado del ejército brasileño, llamado
puesto Bacairy. En carta escrita en Bacairy, Fawcett revela que estaba preocupado, sin saber si Rimell sería capaz de
continuar el viaje, visto que estaba con
el pié muy hinchado por causa de las picadas de los garrapatos y otros insectos.
A pesar de eso, partieron de Bacairy el
20 de mayo, con rumbo norte.
Entonces llegó su última noticia auténtica, con fecha de 20 de mayo
de 1925, del Campamento del Caballo
Muerto. La carta la trajeron a Cuiabá
los cargadores de Fawcett, despachados
porque él no quería que nadie lo acompañase en un “territorio absolutamente
inexplorado”. En esa última carta, él se
quejaba de las asperezas de la jornada y
decía que esperaba encontrar indios y la
gran catarata dentro de diez días.
Lo restante es silencio.
9
Desde entonces, nunca más hubo
cualquier comunicación auténtica de Fawcett, ni cualquier noticia fidedigna de
que hubiera sido visto, vivo o muerto.
Él le había dicho a Brian, su hijo
más joven, y al cónsul alemán en Cuiabá, que probablemente volvería sólo en
1927. Así, aunque 40 millones de lectores de periódicos en todo el mundo
estuvieran acompañando su reportaje,
nadie se preocupó demasiado con el
hecho de que lo que faltaba de 1925 y
hasta todo el 1926 terminaran sin que se
recibiera ninguna otra noticia de él.
Sin embargo, a inicios de 1927 sus
amigos y familiares empezaron a preocuparse seriamente. ¿Estaría muerto?
¿Habría encontrado aquella antigua civilización, quedándose allí? ¿Habría caído
prisionero de los indios? O, habiendo
fracasado y con vergüenza de admitirlo,
¿habría vuelto obscuramente y de incógnito a la civilización?
Aunque fuese improbable que
Fawcett aún estuviese vivo, una expedición de socorro fue patrocinada por la
North American Newspaper Alliance a
fines de 1927. Era comandada por un
explorador norteamericano, el capitán
de fragata George Miller Dyott.
Dyott luego llegó a la conclusión de que el Campamento del Caballo
Muerto no podía estar situado en las
coordenadas citadas por Fawcett, sino
que más al sur, cerca del Río Batovi y relativamente próximo al puesto Bacairy.
Habría sido físicamente imposible recorrer por tierra, en tan sólo nueve días,
la distancia entre Bacairy y el local del
Campamento del Caballo Muerto, además, con la pierna enferma de Rimell, el
viaje habría durado mucho más tiempo.
Por suerte, al haber encontrado
un indio bacairy, que había sido uno de
los últimos guías de Fawcett, la comitiva de Dyott finalmente llegó a una aldea
de los Kalapalos, a las márgenes del río
Culuene (también escrito como Colue-
10
ne y Kuluene). Los indios dijeron que
Fawcett y sus hombres habían estado
allí tres años antes, siguiendo después
hacia el este del Culuene.
A camino de aquel campamento,
Dyott encontrara un indiecito usando
como collar una plaquita de latón grabada con el nombre del fabricante de
los baúles de Fawcett y también un pequeño baúl de metal que, según se imaginó, perteneciera a Fawcett.
Confiando que estaba a punto de
encontrar a Fawcett, Dyott planeaba caminar cinco días hacia el este del Culuene. Sin embargo, se le habían acabado los
regalos para los indios, lo que los enfureció. Sus provisiones se estaban acabando.
Fue entonces que, rodeado por un número cada vez mayor de indios aparentemente hostiles, resolvió desistir de la
búsqueda y escabullirse escondido. Dyott
ya había enviado telegramas a la prensa,
comunicando su conclusión de que los
miembros de la expedición de Fawcett
habían sido masacrados por indios hostiles en julio de 1925, a unos cinco días
de distancia del Culuene. Su familia, no
obstante, rechazó aceptar la conclusión
de Dyott, alegando que el baúl y la placa
de metal encontrados por él habían sido
abandonados por la expedición de 1920
y no significaban necesariamente que Fawcett hubiese estado allí en 1925.
En los años 30 las leyendas sobre
Fawcett se multiplicaron. Casi todos los
aventureros que avanzasen unas pocas
leguas hacia el norte de Cuiabá volvían
afirmando haber visto a Fawcett, muerto
o vivo. Nada menos que 50 declaraciones
diferentes fueron registradas en notaría,
todas ellas dando información sobre el
paradero del inglés. Un “garimpeiro”
viera tres esqueletos en pie en una gruta
y estaba convencido de que se trataba de
los desaparecidos. Un cazador afirmaba
que se había topado con el explorador
vivo y que intentara persuadirlo a volver,
pero él se recusaba a admitir el fracaso.
están convencidos de que los tales Murciélagos son un simple mito.
¿Y la Ciudad Perdida? En el siglo
XIX varias expediciones brasileñas no
consiguieron encontrarla. Ya en el 1869
se creía que el documento nº 512 fuese
pura ficción, obra de algún aventurero
de imaginación fértil.
¿Qué fin habrá tenido Fawcett? Es
probable que haya sido muerto por los
indios Suya, Nafuqua o Kalapalo, en algún punto próximo al Culuene. Esa es,
esencialmente, la conclusión de varias expediciones y parece ser la más lógica. Sin
embargo, no hay pruebas conclusivas.
Otra teoría es que el grupo sencillamente murió de hambre, sed y cansancio, por causa de su precario estado físico, referido por los Kalapalos y algunas
personas que salieron a buscar a Fawcett.
Después de intercambiar ideas con
diversos geógrafos brasileños eminentes,
yo me atrevería sugerir otra hipótesis.
Los ríos de Mato Grosso son traicioneros. Las corrientes tienen una fuerza tremenda. Los saltos maltratan a las canoas
virándolas fácilmente, incluso a las más
sólidas. El más importante explorador de
Mato Grosso, el mariscal Cândido Rondon, insistía que aquellos ríos eran uno
de los mayores peligros de la región. Muchos “sertanistas” ya perecieron en sus
aguas claras sin dejar señales.
A pesar de todo, es bueno soñar.
¿Quién sabe si Fawcett, el iniciado, un
Sir Gallahad moderno en busca de su
propia versión del Santo Grial, no encontró justamente su Ciudad, invisible
como la Ciudad de los Césares para todos los no iniciados? ¿Quién sabe si, en
este o en otro mundo, no encontró la
luz que nunca se apaga? Para nosotros,
él dejó Mato Grosso y la historia para
vivir en la leyenda.
Malcolm Forest es historiador, compositor,
director de teatro y autor, graduado en la
Universidad de California.
11
FOTOs: arquivo malcolm forest
Un sujeto lo “vió” en el río Tocantins, casado con cuatro indias y adorado como
un dios. En 1930, un periodista norteamericano, Albert de Winton, se metió a
buscar a Fawcett, pero desapareció en el
agreste de Mato Grosso. Un cazador suizo llamado Stefan Rattin aseveró haber
conversado con Fawcett, prisionero de
indios, el 18 de octubre de 1931. En 1932,
con dos compañeros, Rattin regresó para
salvarlo, sin embargo los tres también desaparecieron sin dejar vestigios.
En abril de 1951, el “sertanista”
e indigenista brasileño, Orlando VillasBoas, en conversación con los Kalalos,
obtuvo una “confesión” de su cacique,
Izari, que habría matado a Fawcett y sus
dos compañeros a mazazos y enterrado
al explorador junto a una laguna cerca del
Culuene. Condujo a Villas-Boas a una sepultura rasa donde realmente fueron encontrados restos humanos. Entonces se
divulgó, por medio de la prensa mundial,
que finalmente se habían encontrado los
huesos de Fawcett, resolviéndose así el
enigma. No obstante, los huesos fueron
llevados a Inglaterra para ser comparados
con el registro de las medidas de los tres
y con las dentaduras extras que Fawcett
había dejado. Nada se encajaba. Los peritos del Real Instituto Antropológico de
Londres y del Museo Nacional de Río de
Janeiro fueron unánimes al negar que los
restos fuesen los de cualquier persona del
grupo de Fawcett.
En enero de 1952 hubo lo que se
podría llamar la última de las expediciones formales de investigación.
¿Qué decir entonces de las leyendas? En octubre de 1973, una tribu de
indios blancos, rubios y de ojos azules,
fue descubierta cerca de Altamira, en
las márgenes del río Igarapé Ipixuna, en
Pará. Pero no son los famosos Murciélagos. No viven en grutas, tienen visión diurna y no hacen incursiones nocturnas. Hoy en día, los más eminentes
peritos en asuntos indígenas brasileños
Arriba, el Coronel
Fawcett, un año
antes de desaparecer.
En la siguiente,
escenas de la
expedición y foto de
su hijo Jack Fawcett,
también dado como
muerto.
HOMENAJE
VIda
Tranquilo DE La
FOTO: divulgaCIÓN
Ana Candida Vespucci
O
scar Niemeyer es un fenómeno! A fin de
cuentas ¿quién llega a los 103 años con
la mesa de trabajo repleta de proyectos
solicitados por países de los cuatro cantos del mundo? Solo él mismo, que no
sosiega ni hospitalizado. Con una energía que contradice la edad, diariamente se desplaza desde el
barrio de Ipanema, donde vive, hacia su oficina en Copacabana. Durante las reuniones con su equipo, evita usar la silla de
ruedas reservada para situaciones de mucho esfuerzo. En el
ambiente de trabajo él aún encuentra tiempo para leer, estudiar
y editar la revista Nosso Caminho, dedicada a la arquitectura
y a la cultura. Sus 103 años fueron celebrados el día 15 de diciembre, con fiesta e inauguraciones, entre ellas la de la sede de
la Fundación Niemeyer, en Niterói, estado de Río de Janeiro.
13
FOTOs: divulgaCIÓN
El edificio forma parte del “Caminho Niemeyer”, un conjunto de edificaciones que bordean la costa fluminense y que es el proyecto al que más se
ha dedicado. Es una idea que el Alcalde
de Niterói, Roberto Silveira (gran amigo
del arquitecto) lanzó antes incluso de la
inauguración del Museo de Arte Contemporánea, tarjeta postal enclavada en
la región sur de la ciudad..
14
Brasil cuenta aún con decenas de
proyectos en la extensa cola de espera,
como la renovación del edificio de la
Brahma, en el “Sambódromo” de Río
de Janeiro; el acuario del Complejo Cultural y Turístico de Búzios, en Río de
Janeiro; y los 3 edificios que completan
el “Caminho Niemeyer” – el Museo BR
de Cinema, la torre panorámica y el nuevo terminal de barcazas.
En la página anterior, Auditorio de Ravello, en
Italia; Museo de Arte Contemporánea de Niterói
y Auditorio Ibirapuera, en Brasil.
15
Centro Cultural Oscar Niemeyer Avilés - Espanha
Pero Niemeyer es un genio reconocido mundialmente y todo el mundo
solicita sus proyectos. España, en el mismo día del cumpleaños del arquitecto,
inauguró el Centro Niemeyer, en la ciudad de Avilés, en las Asturias. Argelia,
Argentina, Portugal e Italia también ya
encomendaron sus obras, cuyo mayor
destaque es el Puerto de la Música, en
Rosario, Argentina, teatro con capacidad para dos mil personas, y el Auditorio de Ravello, en Italia.
Ciertamente otros proyectos aún
van a tocar su puerta y él atenderá los pedidos. Si incluso en una cama de hospital no
se contuvo, tomó el lápiz y compuso una
samba llamada “Tranquilo com a Vida”,
¿hay alguien que dude de su disposición?
Sin embargo, para quien lo imagina permaneciendo en esta área, él avisa que va
a ser un compositor ocasional, porque lo
que realmente le gusta es diseñar.
Ana Candida Vespucci es periodista de cultura y colaboradora de edición de la Revista
Nuestra América.
16
Tranquilo com a Vida
(Oscar Niemeyer / Edu Krieger / Caio Almeida)
Hoje em dia minha vida vai ser diferente
Calça de pijama, camisa listrada, sandália no pé
Andar pela praia vou fazer toda manhã
E até moça bonita vai ter se Deus quiser
Vou parar nos cafés pra ouvir historinhas
Coisas da vida que um dia vão ter que mudar
Quero ser um mulato que sabe a verdade
E que ao lado dos pobres prefere ficar
E assim vou eu
Tranquilo com a vida
À espera da noite já solta no ar
Como um manto de estrelas com que se anuncia
E se multiplica nas águas do mar
Da minha favela eu vejo os grã-finos
Morando na praia, de frente pro mar
Não devemos culpá-los
São prestigiados
Que um dia entre nós vão voltar a morar
CULTURA
TINTAS DE LA TIERRa
TINTAS DEL REINO
FOTOs: arquivo Renata maria de almeida martins
Renata Maria de Almeida Martins
17
¿Implantaron también los jesuitas
sus misiones en el norte de Brasil? ¿Existieron misiones jesuitas en el Amazonas?
¿Existen remanentes artísticos de las antiguas fundaciones de la Compañía de Jesús
en Pará? Sin duda estas fueron las preguntas más frecuentes durante los seis años de
investigación, a través de la cual navegamos
por el “grande mar”, el “Grão-Pará” (Pará:
del tupi, mar), en busca de conocer y estudiar su patrimonio jesuita. Un viaje de
fascinar, nacido de uno de los más bellos
encuentros promocionados por la historia
del arte: el de las tradiciones artísticas europeas (del reino) e indígenas (de la tierra), en
el Amazonas de los siglos XVII y XVIII.
Tintas de la Tierra, Tintas del Reino: Arquitectura y Arte en las Misiones Jesuitas del
“Grão-Pará” (1653 - 1759), es el título de la
tesis presentada en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de São
Paulo en octubre de 2009, bajo la orientación del profesor Dr. Luciano Migliaccio, y
por decirlo así, el relato de nuestra jornada.
La confluencia de tradiciones, europeas e indígenas, en sus infinitas combinaciones, transferencias y adaptaciones,
fue responsable por crear un conjunto
artístico innegablemente nuevo y original en Pará; y son estas obras (de tintas
nítidas o incluso ya descoloridas por el
tiempo) que todavía están presentes en
distintas localidades paraenses en que la
Compañía de Jesús actuó, y que necesitan ser conocidas y preservadas.
Aún hoy, cuando se habla de las
Misiones Jesuitas en Brasil, es común
que se establezca una relación inmediata
con aquellas que se ubican en la Región
Sur, puesto que siempre han sido mucho
más contempladas, tanto por los trabajos
académicos, como también por la industria del turismo; ambos factores decisivos
cuando está en juego conocer y preservar
el patrimonio artístico de un país. La casi
total falta de conocimiento de la existencia, de la importancia y de la amplitud
de la obra de la Compañía de Jesús en el
18
norte de Brasil, es lo que compromete,
muchas veces de manera irreversible, su
preservación (la demolición y el abandono de iglesias y colegios, la pérdida y el
robo de esculturas y pinturas originales,
las restauraciones sin criterio, etc.).
En nuestro itinerario fueron visitadas doce localidades en el estado de Pará
(ciudades donde los jesuitas implantaron
colegios, antiguas villas, aldeas y haciendas), además de la capital del estado de
Maranhão, São Luís. En dichos locales estudiamos y catalogamos obras de pintura,
escultura y arquitectura de gran valor, especialmente, como mencionamos antes, por
su originalidad. Para hacer posible este aun
pequeño recorrido (dada las dimensiones
geográficas del estado de Pará), fue necesario, siempre partiendo de la ciudad de Belém, recorrer el interior del estado, en barco, balsa y también en automóvil. Nuestra
responsabilidad aumentaba en la proporción que adquiríamos conciencia de que la
mayor parte de las antiguas iglesias jesuitas
del interior del estado de Pará visitadas, aún
no contaba con un inventario de su acervo.
Lo que creemos que sucede, principalmente, por la gran dificultad de juntar recursos
para hacer posible todo aquello que involucra largos viajes por el “gran río”. Lamentablemente, una buena parte de lo que, con
mucho esfuerzo, conseguimos catalogar
en los últimos ocho años, quizá hoy se ha
deteriorado, o aun más grave, desaparecido por completo. Emerge así, a través del
trabajo de campo en las antiguas aldeas, la
presencia y el papel fundamental de la población ribereña para la preservación de dicho patrimonio, especialmente en aquellas
localidades más geográficamente aisladas.
Casi siempre sin medios, la comunidad del
lugar muchas veces tiene mayor interés y
es la mayor responsable de la conservación
del acervo de las iglesias jesuitas de las antiguas aldeas y haciendas como, por ejemplo,
pudimos comprobar en la Aldea de Cabu
(Isla Colares), en la Hacienda de Gibirié
(Barcarena Velha), en la Hacienda de Ma-
En la página 17, Iglesia y colegio jesuita de Santo Alexandre,
en Belém, actual Museo de Arte Sacra de Pará. En esta página,
detalles de uno de los Ángeles Antorcheros de la Iglesia.
19
Púlpito de la Iglesia de São Francisco Xavier del
Colegio de Santo Alexandre.
20
mayacú (Porto Salvo), en la Hacienda de
São Caetano (São Caetano de Odivelas) y
en la Aldea de Maracanã (de igual nombre).
Otros antiguos asentamientos misioneros visitados, actualmente son algunas de las principales ciudades y municipios del estado de Pará: Santarém (antigua
Aldea de Tapajós), Monte Alegre (antigua
Aldea de Gurupatuba), Bragança (antigua Aldea de Caethé), Barcarena (antigua
Aldea de São João Batista de Mortigura),
para mencionar algunas localidades. Queda expuesta así de manera bastante clara
la importancia de las misiones de la Compañía de Jesús también en la formación y
consolidación de la red urbana de la región como, además, muchos especialistas en
Historia del Urbanismo han destacado.
Belém y Vigia en Pará, y São Luís
do Maranhão, fueron las ciudades donde
los jesuitas implantaron los colegios más
importantes del norte de Brasil; siendo
que dichos colegios estuvieron en la ruta
de algunos de los jesuitas más notables
que actuaban en la América portuguesa:
Luís Figueira, José de Moraes, Antônio
Vieira, João Felipe Bettendorff, João Daniel, entre tantos otros. En los Colegios
de São Luís y Belém funcionaron los dos
talleres artísticos más importantes de todo
el estado de Maranhão y “Grão-Pará”,
donde artistas indios, negros, mestizos y
jesuitas trabajaron para hacer posible la
construcción y ornamentación de iglesias
y colegios. En diferentes escritos, crónicas y cartas de los misionarios que hemos
mencionado, aparece que hubo, desde
los primeros tiempos, una flexibilidad de
los jesuitas en adoptar concientemente
los modelos europeos ya consagrados a
las condiciones materiales de la región
amazónica, inclusive valorando las capacidades técnicas y los conocimientos de
los “naturales” para, cuando fuese conveniente, utilizarlas para sus propias finalidades: tintas de la tierra y tintas del reino.
Con relación a las obras, es muy
poco conocido, por ejemplo, el gran reta-
blo del siglo XVII conservado en la antigua
Iglesia de Nuestra Señora de la Luz (actual
Catedral de Nuestra Señora de la Victoria)
en São Luís do Maranhão, obra que contó
con el diseño del luxemburgués João Felipe Bettendorff (1625 - 1698), y que tuvo
trabajo de tallado realizado por Francisco,
indio de Maranhão, y por Manuel Manços,
tallador portugués. El retablo de la iglesia
jesuita de São Luís es uno de los últimos
ejemplares conservados de tallado seiscentista en Brasil y, además, como se mencionó, con autoría documentada. La experiencia en la construcción de la Iglesia y del
Colegio de Nuestra Señora de la Luz en el
siglo XVII será llevada a Belém do Pará a
través de la circulación de jesuitas e indígenas, como también de artistas negros y
mestizos, que trabajaran en la construcción
y ornamentación de la Iglesia y del Colegio de Santo Alexandre, en el siglo XVIII.
Dentro y a través de una “geografía artística” propia de la Compañía, los jesuitas repiten con éxito en el “Grão-Pará” el proceso
anteriormente exitoso en Maranhão.
En Pará, frente a la gran cantidad
de obras estudiadas y que merecerían ser
presentadas, optamos aquí por mencionar
apenas los ángeles antorcheros y el par de
púlpitos, obras de tallado del siglo XVIII,
pertenecientes a la Iglesia de São Francisco Xavier del Colegio de Santo Alexandre
en Belém do Pará (hoy, Museo de Arte
Sacra de Pará); en especial por haber sido
citadas en la importante crónica de autoría
del jesuita João Daniel (1722 -1776), escrito fundamental para el estudio del Amazonas setecentista, el “Thesouro Descoberto no Máximo Rio Amazonas”, que
justamente nos dice en el capítulo decimotercero, dentro de la óptica del misionario
jesuita, “De la gran habilidad y aptitud de
los indios” del Amazonas.
Tratándose específicamente de la
metodología y de los resultados alcanzados
en la tesis, podemos dividir la investigación
en dos etapas, que serían antes y después
de la lectura de la documentación primaria,
todavía no disponible en Brasil. El divisor
de aguas: la visita al archivo de los jesuitas
en Roma, en el año 2007. En el Archivum
Romanum Societatis Iesu (ARSI), estaba
localizado todo el inventario hecho por
los jesuitas poco antes de su expulsión del
estado de Maranhão y del “Grão-Pará”
(1759 - 1760), además de cartas y documentos fundamentales para el estudio
de las obras identificadas en las visitas de
campo. Por su importancia para la historia
de las misiones jesuitas en el norte de Brasil, este material inédito fue incorporado al
segundo volumen de la tesis.
¿Fin de la jornada? Ni toda la documentación que trajimos de Roma fue
analizada, y ni todo lo que leímos, estudiamos, analizamos e incluso hasta escribimos puede estar presente en la redacción final de la tesis. Muchos documentos
aún esperan ser leídos, transcritos y analizados. De igual forma, los antiguos asentamientos del “Grao-Pará”, que comprobadamente aún cuentan con remanentes
artísticos de las misiones, no fueron visitados, como por ejemplo, la antigua Aldea de São Miguel Arcanjo, actual Melgaço, ubicada en la Isla de Marajó.
Aún hay mucho que navegar. La
variedad de caminos nos parece infinita.
Distintos puertos aguardan otras investigaciones, nuevas jornadas. Pero, ¿cómo
hacen los marineros? Divirtiéndose en rutas sin conclusión, siempre en el mismo
barco, siguen navegando. Quizá nuestro
viaje por el “Grande mar”, verdaderamente, sólo ahora está empezando. Quizá
cambiar nuestros rumbos. Quizá vislumbrar nuevos e inesperados paisajes. Quizá.
Renata Maria de Almeida Martins es posgraduada de la FAU-USP/FAPESP, investigadora del proyecto temático “Plus-Ultra: La
Recepción y la Transferencia de la Tradición
Artística Clásica entre la Europa Mediterránea y la América Latina”, FAU-USP/FAPESP y profesora de la Escuela de la Ciudad.
21
MIRaDA
olé!
La “ginga” de la mejor jugadora del mundo
Andre Lessa e Nelson Antoine
C
uando Marta entra al campo las adversarias suben la guardia. No es para menos.
Elegida cinco veces consecutivas como
la mejor jugadora del mundo, ella ha elevado el nivel del deporte en su categoría.
Con su talento y técnica, finalmente puso
a las mujeres en el mapa del deporte más popular del planeta. La atacante terminó su contrato de algunos meses
con el Santos Futebol Clube y, para tristeza del fútbol
brasileño, dejó el país para volver a los estadios norteamericanos, con la camisa del Western New York Flash.
En Brasil ella deja una marca, literalmente. La marca de
sus pies, con la de Pelé, Romário y otros nombres sagrados, está eternizada en la Calzada de la Fama del Maracanã, hecho que hasta ahora sólo una mujer alcanzó.
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FOTO: agência Estado
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FOTOs: agência Estado
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FOTO: agência Estado
Arte
CHILE
MUSEO nacional DE belLas artes de
Espacio democrático
para formar observadores
Milan Ivelic
28
FOTOs: arquivo museu nacional de belas artes do chile
29
La primera idea de crear un museo
de arte fue del escultor José Miguel Blanco
que, en 1879, propuso reunir los objetos
artísticos que existían en los diferentes
edificios públicos y exhibirlos en algunos
salones del Parlamento o del Congreso
Nacional, sede del poder Legislativo.
La idea tomó cuerpo, principalmente, porque no implicaba en mayores gastos.
Así, el 18 de septiembre de 1880, día de la
conmemoración de la Independencia Nacional, un espacio de exposiciones, en dos
salas cedidas por los legisladores con aproximadamente 140 obras, la mayor parte
pinturas, fue inaugurado por el presidente
de la República, Aníbal Pinto. Algunas de
ellas, originales, fueron hechas por artistas
chilenos, mientras que otras eran copias
hechas por artistas europeos o incluso becados nacionales que se encontraban en
Europa, principalmente en Paris.
Este espacio funcionó hasta 1887.
Más tarde, la colección ganó un local en
un edificio conocido como Partenón,
por sus características clásicas, ubicado
en la Quinta Normal, dentro de un grande parque de recreación. Durante años
hubo pedidos para cambiarse debido a la
necesidad de ampliar las áreas de exposiciones, y así surgió la idea de construir un
edificio exclusivo para el museo.
El gobierno apoyó la iniciativa de
construir un nuevo edificio, amplio y en
los alrededores del río Mapocho. En 1849
fue fundada la Academia de Pintura y,
después, fueron abiertas las secciones de
escultura y de arquitectura, bajo el nombre de Academia de Bellas Artes de Santiago. Se acordó que en el edificio también
se abrigaría la enseñanza de las artes, bajo
el nombre de Bellas Artes. En su entorno
fue proyectado el Parque Forestal.
En el año 1903, se decidió realizar
un concurso público para elegir el proyecto del museo y, el 4 de mayo de 1905, se
aprobó el proyecto de Emile Jecquier,
cuya matriz arquitectónica era la del Petit
Palais de Paris, con su estética neoclásica.
30
El edificio debería estar terminado en 1910, para las conmemoraciones
del Centenario de la Independencia
(1810 - 1910), pero la ceremonia inaugural se realizó sólo el día 21 del mismo
mes, con tres días de atraso. Además de
este contratiempo, sucedió un hecho
insólito e inesperado: el presidente de
la República, Pedro Montt, que debería
presidir la ceremonia, falleció el día 18
de agosto de aquel año. Su sucesor, el
vicepresidente Elías Fernández Albano,
que había sido designado, también falleció. Por último, el ministro de Justicia,
Emiliano Figueroa, fue el encargado de
cortar las cintas. ¡En un solo mes el país
tubo tres presidentes!
La autora del proyecto, Emile Jecquier (1866 - 1949), estudió arquitectura
en Paris y proyectó obras emblemáticas
en Chile, como la estación Mapocho,
el edificio de la Bolsa de Comercio y
los Tribunales de Justicia. El proyecto
del Museo Nacional de Bellas Artes de
Chile describía el edificio de la siguiente
manera: “Habrán sótanos para bodegas
y cuartos para los empleados.
En dichos sótanos serán construidos dos niveles de pisos para las instalaciones del museo y de la escuela de arte”.
El documento todavía resalta
que: “El primer piso abrigará un grande salón central de a lo menos veinte
por treinta metros. Esta sala tendrá en
su elevación los dos pisos del edificio y
una galería al nivel del segundo piso. El
techo será cubierto de vidrio en toda su
extensión, dando origen a una cúpula
envidrada con más de veinte metros de
altura”. (Memoria histórica de la Escuela de Bellas Artes. Santiago, 1910)
Inicialmente, el museo fue proyectado como una institución erudita que
serviría para abrigar un imaginario supuestamente universal. El proyecto fue
de una época culturalmente vinculada
a los intereses de la clase de hegemonía política y económica. Se sabe que
fue más conocido como “palacio de las
bellas artes”, con la ambición de que entraran grupos sociales más pobres.
Hoy, cien años después de su
inauguración, el museo es, sin duda, un
espacio democrático que acoge igualmente a todos. Este es el mayor éxito
alcanzado. No obstante lo anterior, ha
sido un proceso arduo y perseverante a
partir de la idea de que la acumulación y
el enriquecimiento de las obras no tiene
sentido si no se activan, no se interpretan ni reinterpretan constantemente. Se
trata de movilizar las colecciones y de
ponerlas en ejercicio, de colocarlas a disposición para un diálogo con el público.
Hoy, más que nunca, el museo es
un espacio socialmente aceptable para
que se produzca dicha relación destinada a formar observadores y no simplemente transeúntes que pasan fugazmente de una obra a otra. Hay que colocar
luces rojas en algunos espacios de circulación que sirvan para llamar la atención
y que las personas se detengan. Aquí la
estrategia museológica es indispensable.
Es necesario tener en cuenta que
las obras de arte no se limitan a instancias, sino que implican en actos de pensamiento que las orientan y convidan a
reflexionar sobre los aspectos y las situaciones de la condición humana y su
31
Líneas clásicas en el
proyecto de inicio
de siglo firmado por
la arquitecta Emile
Jecquier.
32
entorno, muchas de las cuales se ocultan
y se vuelven invisibles.
El lado luminoso del museo en los
días de hoy constituye su capacidad convocatoria y, también, la promesa de iluminación, aunque esa finalidad no se consiga.
Hay indicios alentadores para
avanzar en ese objetivo. Cada vez son
menos los excluidos y los límites están
cada vez más apagados entre el arte y
la vida, entre la alta cultura y las otras,
marginales y periféricas.
Hoy en día surgen con intensidad
el plural y lo diverso, apoyados en sistemas de producción de obras con base en
la movilidad de los soportes, la incorporación de nuevos medios y materiales, la
participación de los recursos visuales provenientes de las comunicaciones que se
concentran en las pantallas de los televisores y computadoras y, últimamente, de los
teléfonos móviles. Se vive una apasionante revolución de la imagen que tensiona
profundamente el concepto de realidad.
El lado oscuro del museo está en
sus escasos recursos económicos que
originan un presupuesto siempre deficitario. En un país que sigue una política
económica mercantilista, el valor de las
artes se mide en términos cuantitativos
como una inversión más, como un simple valor de cambio.
No es concebible para una mentalidad economicista el valor de la gratuidad. No se quiere comprender que el
museo no es una empresa lucrativa. El
diario La Tercera, de Santiago de Chile,
del 17 de enero de 2010, nos informa
que en Paris fue abierta una bolsa de valores para obras de arte.
Milan Ivelic es crítico, curador, historiador y
director del Museo Nacional de Bellas Artes
de Santiago de Chile.
33
ECONOMíA
BRASIL
&
AMÉRICA LATINA
A
Rubens Barbosa
mérica Latina vive un momento especial en
su historia de muchos desaciertos políticos
y económicos. De acuerdo con análisis de la
Cepal (Comisión Económica para América
LatinaY El Caribe), la América Latina y el
Caribe crecieron 6% en 2010, casi el doble
del promedio mundial. Este resultado muestra una rápida recuperación a partir del crecimiento de 1,9% en 2009, consecuencia de la crisis económica que explotó en 2008. El Cono
Sur fue el principal responsable de este excelente número, con
un crecimiento del 6,6%. En 2011, América del Sur se mantendrá por encima del promedio, con una expansión proyectada del 4,5%. El desempeño regional depende mucho del desempeño del Brasil (7,7%), que responde por un tercio de la
región. Paraguay y Uruguay son los que más crecieron (9%).
34
FOTOs: divulgaCIÓN
permitir
que las exportaciones
de productos
brasileños para
Asia salgan desde
puertos de Perú
y Chile, lo que
es estratégico para
nuestros intereses
comerciales a medio
plazo.
Los ajustes económicos que ocurrieron en casi todos los países del área explican los buenos resultados e indican una
tendencia de convergencia en los principales indicadores de la economía. Inflación
en ligera elevación, desempleo en disminución, déficit público creciente y desequilibrio moderado en las cuentas corrientes.
La continuidad en el equilibrio de
las cuentas públicas y el enorme flujo de
dólares que llega a la región son los grandes desafíos que los países latinoamericanos deberán enfrentar en 2011. La región fue capaz de mantener la estabilidad
económica, dispone de una variedad de
productos agrícolas y minerales con fuerte demanda en el exterior y cuenta con
un mercado interno en franco desarrollo
por cuenta de una clase media que emerge con vigor. Así, la consolidación de los
avances macroeconómicos representa el
gran desafío de todos en 2011.
El desempeño de muchos países
de América del Sur estará afectado por
el comportamiento de la economía china, en virtud del grado de dependencia
generado por las exportaciones de productos primarios en los últimos años.
Argentina, Brasil, Chile y en menor escala Perú, son los países que más dependen de las importaciones chinas.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) divulgó recientemente
un estudio sobre las relaciones entre
América Latina y China en la primera
década del siglo XXI. Las conclusiones
del trabajo muestran que los países de la
región tuvieron inicialmente una visión
romántica e ingenua de las ventajas del
intercambio con el país asiático.
Sólo la soya, las aleaciones y el
mineral de fierro representan el 57,8%
de todo lo que se vende a China. Aún
así, sólo cuatro países de la región registraron en la década saldos positivos
en la balanza comercial con los chinos.
Chile obtuvo el saldo más favorable con
un 28% del total comercializado. En los
36
últimos años Brasil presenta continuos
déficits en la balanza comercial y un altísimo déficit en la balanza industrial.
Sería virtualmente imposible para
China mantener una tasa de crecimiento
de dos dígitos sin importar las crecientes
cantidades de productos básicos, sobre
todo de América del Sur, donde estos
productos pueden encontrarse en abundancia, como señala el estudio del BID.
En contrapartida, con reservas
superiores a los 3 trillones de dólares,
China se transformó en la quinta mayor
inversora del mundo. En 2010, las inversiones alcanzaron más de 50 mil
millones de dólares en adquisiciones de
minas de minerales de fierro, pozos de
petróleo, empresas y terrenos, principalmente en América Latina y África.
No obstante, China poco ofreció
a los países de la región. Las inversiones
prometidas, principalmente en infraestructura, no se efectivaron. Las barreras
no tarifarias, como las creadas para permitir inversiones extranjeras, y aquellas
tarifarias que continúan elevadas, son
los principales escollos para una balanza comercial más equilibrada, principalmente entre Brasil y China. De acuerdo
con el estudio del BID, China cobra una
tarifa promedio del 9,1% sobre los productos industrializados procedentes de
América Latina y sólo el 1,3% sobre los
bienes minerales.
Brasil no tendrá opción sino reexaminar el enfoque de la relación con
China. La visión ingenua del inicio de
la década como, por ejemplo, la concesión a China del status de economía de
mercado diez años antes de lo previsto
por la OMC, debería evolucionar a una
actitud más objetiva y crítica, sobre todo
en la defensa comercial, en virtud de las
prácticas agresivas de la competencia
desleal en el mercado brasileño. La defensa de la industria nacional exige no
sólo el refuerzo y la mejora de los mecanismos de defensa comercial sino que
también la discusión sobre la reducción
de las barreras comerciales chinas para
permitir un intercambio comercial más
equilibrado entre ambos países, aún más
distorsionado por la gran desvalorización de la moneda china.
Aunque América del Sur sea la
prioridad principal de la política exterior
del gobierno brasileño y en ella la integración regional ocupe un papel central,
como ha sido reafirmado por la presidente Dilma Roussef y por el ministro
Antonio Patriota, Brasil no aprovecha el
buen momento por el que pasa la economía de la región para ampliar su presencia económica y comercial.
Asia y Europa están al frente de
América del Sur como los principales
socios comerciales de Brasil. En términos de inversiones, las empresas brasileñas están disminuyendo su presencia
en el mercado regional, de 5,9% del total
invertido en 2006 para el 1,7% en 2010.
El estancamiento del proceso de
integración, inclusive las dificultades
institucionales del Mercosur, la inestabilidad de las reglas en muchos países
de la región y las oportunidades que se
abrieron con la crisis económica en Europa y Estados Unidos explican en gran
medida la pérdida de interés relativo
de Brasil en el último año. El país hizo
poco para estancar la fragilidad institucional del Mercosur, consecuencia del
continuo incumplimiento del Tratado
de Asunción. Las recientes medidas
para intentar revitalizar el Mercosur tendrán pocas chances de éxito. El Mercosur hoy es una unión aduanera imperfecta y sus críticos quieren que vuelva a
ser un área de libre comercio. En caso
de que esto ocurra, la desaparición de la
Tarifa Externa Común podría, a medio
plazo, ser contraria a los intereses de la
industria brasileña debido a la pérdida
de preferencias y por la inevitable triangulación, principalmente con China.
Las divergencias y las diferencias polí-
ticas que surgieron con la aparición del
movimiento bolivariano liderado por
Hugo Chávez y, en los últimos años, el
surgimiento de China como principal
socio comercial de muchos países de
la región, inclusive Brasil, convirtieron
el ejercicio de negociación en el ámbito del Mercosur más difícil y con pocas
posibilidades de éxito.
En el complejo cuadro de transición que la región atraviesa, en una visión
estratégica de medio y largo plazo, sería
del interés brasileño dinamizar el intercambio comercial y promover la expansión de las empresas brasileñas. Para eso,
sería urgente: tomar decisiones concretas de acuerdo con la prioridad atribuida a Sudamérica y orientar la actitud en
relación a los vecinos según los valores
defendidos internamente (democracia
y derechos humanos) y por el estricto
interés nacional; negociar la ampliación
de los acuerdos bilaterales con todos
los países sudamericanos, garantizando
a nuestros vecinos una amplia apertura
del mercado brasileño; negociar acuerdos de garantía de inversiones para proteger las empresas nacionales y de doble tributación para facilitar la entrada
en los mercados regionales; mantener
la prioridad del proceso de integración
regional con atención especial a la infraestructura, la energía y el intercambio
comercial; reanudar los proyectos de
construcción de carreteras y ferrocarriles para permitir que las exportaciones
de productos brasileños para Asia salgan de puertos del Perú y de Chile, lo
que es estratégico para nuestros intereses comerciales de medio plazo; mantener el apoyo al Mercosur como un
proceso que llevará, a largo plazo, a una
creciente integración comercial de los
países del Cono Sur. Para el beneficio
de todos los países miembros, la Resolución que determina que los miembros
del Mercosur negocien acuerdos comerciales como una única voz, debería
FOTOs: reproduCCIÓN
Sería imposible para China mantener su tasa
de crecimiento sin la importación de productos
básicos de la América del Sur.
flexibilizarse para permitir que cada país
pueda negociar individualmente su lista
de productos. La equivocada entrada de
Venezuela al Mercosur es una cuestión
de tiempo y una evaluación objetiva sobre sus efectos hoy parece difícil, como
se vio en la reciente concesión de condiciones privilegiadas del BNDES para
financiar la participación de Chávez en
la construcción de una refinería en Pernambuco; reexaminar la mejor forma de
participación de Brasil en las recién creadas instituciones sudamericanas (Unasur, CELALC, Consejo de Defensa).
El cada vez mayor peso económico
de Brasil en Sudamérica y en el contexto
global, además de la intensa participación
en las discusiones sobre temas globales
38
y en el grupo de los BRIC, exigirán de
Brasil una definición clara de nuestro interés y respuestas rápidas y transparentes
a los desafíos presentados por el nuevo
cuadro político en la región.
La expansión de Brasil para más
allá de América del Sur, en caso de que
la economía continúe en crecimiento a
tasas elevadas de manera sustentable en
los próximos años, no debe disminuir
nuestro interés en el mercado regional
que representa más de 350 millones de
consumidores.
Rubens Barbosa es economista y científico político, y fue embajador de Brasil en Washington.
CIENCIAS
NO SOLO DE LA NIEVE VIVE
BARILOCHE
Instituto de Física José Antonio Balseiro
Ricardo Hernán Medrano e Lilia Inés Zanotti de Medrano
L
a ciudad de San Carlos de Bariloche, localizada en la provincia argentina de Río Negro, enclavada en un marco natural de extraordinaria
belleza junto a la Cordillera de los Andes, es
principalmente conocida como un importante
centro turístico. Sin embargo, pocos saben que
Bariloche es también un efervescente polo de desarrollo científico y tecnológico de referencia nacional e internacional. Esta
historia tiene su inicio en 1955, con la creación del Centro Atómico Bariloche y del Instituto de Física José Antonio Balseiro.
La odisea de su creación, los personajes involucrados, su peculiar
concepción, su trayectoria, los numerosos físicos que se formaron allí y que vinieron al Brasil donde encontraron un ambiente
propicio para desarrollar sus carreras, son las reflexiones que
proponemos en este artículo. Existe una estrecha relación entre
39
los importantes acontecimientos históricos de la primera mitad del siglo XX y el
gran desarrollo científico y técnico producido. El área nuclear suscitaba en esa
época un gran interés, no sólo por las aplicaciones que se vislumbraban, sino que
también por las enormes implicaciones
geopolíticas, como quedó evidenciado por
las bombas sobre Hiroshima y Nagasaki.
En ese panorama turbulento, nombres destacados de la ciencia fueron obligados a emigrar, como Albert Einstein,
Hermann Weyl, Eugene Wigner, Johann
Von Neumann, Enrico Fermi, Emílio Segre, Sergio Benedetti, Leo Szillard, Eduard Telles, entre otros, la mayor parte para
los Estados Unidos, que supo aprovechar
ese potencial intelectual creando programas de estudio sobre energía nuclear. En
esa misma época surgen en Latinoamérica
las primeras iniciativas para consolidar el
campo de la investigación científica.
En Brasil, la creación de la Universidad de São Paulo (1934), y de la Universidad de Brasil (1937), en Río de Janeiro, fue
decisiva para el inicio sistemático de investigaciones en las áreas de la Física Moderna, Radiación Cósmica, Física Atómica y
Nuclear, que más tarde, en 1949, también
40
contaría con el Centro Brasileño de Investigaciones Físicas, en Río de Janeiro.
Desde el principio, el intercambio
con investigadores europeos fue esencial. En el área de la física, el principal
protagonista fue Gleb Wataghin, de origen ruso, cuyo conocimiento contribuyó
para la formación de brillantes científicos
como César Lattes, Oscar Sala, Mário
Schenberg, Roberto Salmeron, Marcello
Damy de Souza Santos, Jayme Tiomno y
Paulus Aulus Pompéia, entre otros.
En el caso argentino, en las primeras décadas del siglo XX, los principales
centros donde se realizaban trabajos científicos eran la Universidad de La Plata y
el Observatorio Astronómico de Córdoba. En la primera, el desarrollo del conocimiento científico entre los años 1990 y
1925 estuvo a cargo de algunos profesores extranjeros como Emil Bose, Richard
Gans y Walter Nerst y otros argentinos
como Ramón G. Loyarte y Teófilo Isnardi, que obtuvieron doctorado en dicha
Universidad. En el Observatorio Astronómico de Córdoba, desde su fundación por
Sarmiento, en 1871 y hasta 1936, la mayor
parte de los científicos que allí trabajaban
eran de origen estadounidense, y pocos
argentinos se habían formado en ese campo. Esta situación cambió cuando el físico
Ramón Enrique Gaviola fue convidado
para dirigir el Observatorio – de 1943 a
1947 – y empezó la construcción de un
telescopio, junto con Ricardo Platzeck,
que revolucionó el saber en ese campo.
Gaviola fue un personaje fundamental en
ese inicio y era considerado por sus congéneres como el más destacado científico
argentino de las primeras décadas del siglo
XX. Dueño de una sólida formación (obtenida en Alemania, adonde llegó en 1922,
tuvo como profesores a Max Planck, Max
Born y Albert Einstein, entre otros) aceptó la tarea de establecer las bases científicas de la física en Argentina, y fue uno de
los principales protagonistas en los primeros años del Instituto Balseiro.
Gaviola también fue el responsable
por la llegada a Córdoba, en 1943, de Guido Beck, personaje fundamental para la
formación de físicos en Brasil, donde también residió, y en Argentina, en la implantación del Instituto Balseiro. Muchos de
los principales científicos argentinos le deben a su presencia. Mario Bunge, Ernesto Sábato, José Antonio Balseiro, Alberto
Maiztegui, Fidel Alsina Fuertes, Cecília
Mossin Kottin y Daniel Canals Frau, entre otros. Guido Beck, austríaco, perteneció al grupo de prestigiosos científicos que
por diversas razones tuvieron que salir de
Europa, trayendo en el equipaje un profundo conocimiento de los más recientes
avances que se realizaban en los centros
de excelencia en el viejo continente.
Pero un hecho que marcó la historia del Instituto Balseiro fue la implantación del Proyecto Huemul, que tenía por
objetivo la construcción de un laboratorio destinado a la generación de energía
atómica a partir de la fusión nuclear, por
iniciativa del físico austríaco Ronald Richter y con el apoyo del entonces presidente Juan Domingo Perón, que gobernó
el país desde 1946 hasta 1955. Sin embargo, los dudosos resultados obtenidos,
comprobados por especialistas nombrados por la Comisión de Energía Atómica, integrada por José Antonio Balseiro,
Mario Bancora, Manuel Beninson, Pedro
Bussolini y Otto Gamba, llevaron al cierre inmediato del polémico proyecto.
Si por un lado la experiencia de Ronald Richter no alcanzó éxito, por otro,
movilizó a los físicos argentinos para que
invirtieran en la formación de una mayor
FOTOs: acervo Ricardo Hernán Medrano e Lilia Inés Zanotti de Medrano
41
cantidad de investigadores capaces de dirigir los destinos de la Física en el país,
especialmente en áreas destinadas al uso
pacífico de la energía atómica. Dicha idea
ya estaba presente en los primeros años
de la década de 1950, cuando, desde la
Dirección Nacional de Energía Atómica (DNEA) – que empezó a funcionar
en el día 31 de mayo de 1950, más tarde
llamada Comisión Nacional de Energía
Atómica (CNEA) –, se proyectaba la
creación de una institución de desarrollo
y docencia que funcionase lejos de los
grandes centros urbanos y a la sombra
de la interferencia de las manifestaciones
políticas en la actividad científica.
Era una idea arrojada, innovadora y
pionera, una vez que su objetivo era reunir
investigadores y alumnos en un mismo espacio de convivencia profesional y humana. Bariloche tenía, entonces, alrededor de
diez mil habitantes, y el Centro Atómico
estaba a una distancia de aproximadamente diez kilómetros de la ciudad. La vida
transcurría casi toda en el campus, donde
estaban las diversas instalaciones científicas y también las residencias de los alumnos y de los profesores.
La concreción de este proyecto
fue impulsada principalmente por el Dr.
José A. Balseiro, con el consenso de los
demás físicos, en especial del Dr. Enrique
Gaviola. De este modo, contando con los
equipos recuperados de la experiencia de
Richter y con una plantilla de profesores
argentinos y extranjeros de alto nivel, se
creaba en 1955, en San Carlos de Bariloche, una institución con la misión de “formar investigadores en los diferentes dominios de la Física, como las ciencias puras y
de aplicación tecnológica, y estimular particularmente las orientaciones que le interesan a la Comisión de Energía Atómica”.
Las actividades del Instituto de Física se iniciaron el día 1º de agosto de 1955,
bajo la dirección de José Antonio Balseiro
y con la asistencia del primer curso con 15
alumnos que, como en los años siguientes,
42
recibieron una beca integral. Era dado un
gran énfasis a una sólida formación básica
que sirviera de preparación para los nuevos
desafíos de la ciencia. Más tarde, debido a
la necesidad de adecuarse a las demandas
científicas y tecnológicas de la sociedad, el
Instituto incorporo títulos de grado y postgrado en Ingeniería Nuclear e Ingeniería
Mecánica; especialización en Aplicaciones
Tecnológicas de la Ingeniería Nuclear y tres
grados de maestría, en Ciencias Físicas, en
Ingeniería y en Física Médica. Al ya existente doctorado en Física se añadieron el de
Ingeniería Nuclear y el de Ciencias de la Ingeniería. Actualmente, la región posee una
alta concentración de actividades de investigación y empresas de tecnología avanzada.
Hay que destacar la actuación pionera de la
empresa INVAP y la notable contribución
del Dr. Conrado Franco Varotto, físico del
5° curso del Instituto Balseiro.
Algunas reflexiones finales caben en
este artículo. Desde la creación del Instituto Balseiro hasta los días de hoy, Argentina vivió momentos de crisis económicas y
políticas que afectaron a la sociedad en general y al mundo de la ciencia en particular,
lo que provocó el éxodo de científicos que
buscaban otros horizontes profesionales.
Europa y los Estados Unidos fueron los
principales destinos y, en Latinoamérica,
Venezuela, México y Brasil.
Particularmente en el campo de la
física, no sería posible enumerar las diversas motivaciones que provocaron la ida de
los físicos formados en el Instituto Balseiro al Brasil, una vez que a los factores
profesionales deben añadirse los personales. No obstante, podemos señalar un
momento de atracción al país, cuando el
gobierno brasileño adoptó una política de
incentivar las investigaciones científicas y
sus aplicaciones tecnológicas, al renovar
y ampliar la plantilla de investigadores y
docentes en las instituciones existentes,
independientemente de las orientaciones
ideológicas y al otorgar prioridad a la calidad científica. Dentro de ese contexto,
muchos de los físicos formados en el
Instituto Balseiro, así como profesores
de dicha institución, fueron contratados
para las nuevas universidades y centros de
investigación del país.
Para finalizar, nos gustaría mencionar a los profesionales, formados o antiguos profesores del Instituto de Física de
Bariloche, que residen hoy en Brasil o permanecieron algún tiempo en el país. En el
Instituto de Física de la Unicamp: Zoraide
Primerano (brasileña), Doracy Primerano (brasileña), Carlos Alberto Argüello,
Carlos Fontenla, Mario Eusébio Foglio,
Ricardo Enrique Medrano (primeramente en el Departamento de Materiales de la
UFSCar), Roberto Luzzi, Carlos Alberto
Luengo e Ivan Cisneros; en el Instituto de
Física de São Carlos-USP: Aldo Craievich,
(después Director Científico del Laboratorio de Luz Sincrotrón, en Campinas, y
ahora en el Instituto de Física de la USP)
y Cristina Terrile; en el Departamento de
Matemática de la UFSCar, São Carlos: Susana Fernandez Long; en el Centro Brasileño de Pesquisas Físicas (CBPF), Río
de Janeiro, Constantino Tsallis (primeramente en la UnB), y Alberto Mignaco
(después en el Instituto de Física de la
UFRJ); en el Centro Latinoamericano de
Física (CLAF), Río de Janeiro: Luis Másperi (Director); en la UFRJ, Río de Janeiro:
Raúl Edgardo Rapp y Daniel Corbella; en
el Instituto Militar de Engenharia (IME):
Roberto Pascual (actualmente en Canadá);
en el CTA, São José dos Campos: Raquel
Pavioti; en la UFMG, Belo Horizente:
Dora Fainstein; y en la UFRGS, Porto
Alegre: Francisco Kiss.
Ricardo Hernán Medrano es doctor en Arquitectura y Urbanismo graduado en la USP; Lilia
Inés Zanotti de Medrano es doctora en Historia
graduada en la USP, investigadora y profesora
de Historia de América en la PUCC.
En lo alto, a la izquierda,
José Balseiro en la sala del
director. En la otra foto, de
izquierda a derecha,
Mario E. Foglio, Suzana
Long (posteriormente
profesores en la Unicamp
y en la UFSCar,
respectivamente), Tommy
Buch y Gino Moretti; la
residencia de los profesores.
43
POLÍTICA
EL PODER ES DE LAS
MUJERES
EN LA AMÉRICA LATINA
Fernando Leça
E
n una perspectiva actual, pero también histórica, la elección de Dilma Roussef en Brasil
amplía la participación de las mujeres en el
poder en Latinoamérica. Ella comparte, desde que asumió la presidencia el 1º de enero,
el dominio femenino en el poder de la región
con Cristina Kirchner y Laura Chinchilla, presidente de Costa
Rica. Hace casi un año, una mujer extraordinaria, Michelle Bachelet, terminaba su participación en ese club con altos índice
de aprobación al frente del gobierno de Chile, aunque no haya
logrado elegir como su sucesor a Eduardo Frei (hijo), candidato
de la Concertación. Antes de ellas, es bueno recordar, otras cinco mujeres han sido presidentes en América Latina: la primera
fue María Estela Martínez de Perón, en Argentina, que ocupó
el cargo por sólo dos años. Posteriormente hubo la elección
44
FOTOs: ReproduCCIÓN
À esquerda, Dilma
Roussef, presidente
do Brasil e, à direita,
Cristina Kirchner,
presidente da Argentina.
de Violeta Chamorro para la presidencia de Nicaragua (1990/97) y la de Mireya Moscoso en Panamá (l999/2004).
Además, en calidad de interinas, ocuparon la presidencia de sus países la
boliviana Lidia Gueller Tejada, en
1997, y la ecuatoriana Rosalia Arteaga,
en el mismo año.
Dilma Roussef, la primera mujer
elegida presidente del Brasil, escogió
Argentina para iniciar su periplo inaugural, en un evidente homenaje a su
colega Cristina Kirchner, pero también atenta a la condición estratégica del
país vecino, como su principal socio
económico en la región. Con entusiasmo proclamó que este va a ser “el siglo
de América Latina”. Quizá realmente
lo sea: en la más reciente edición del
Foro Económico Mundial de Davos,
América Latina recibió, en general,
análisis bastante positivos.
Todavía es temprano para definir con nitidez el perfil de presidente
de Dilma y, por ende, las diferencias
entre ella y su antecesor, Lula. Entre
tanto, se percibe en las decisiones y en
la postura, un estilo más moderado y
más pragmático de la nueva presidente. La agenda internacional va a dar
más claridad a esa definición, principalmente las repercusiones del encuentro con Barack Obama. De todas
maneras, ya se sabe que continuará la
prioridad de fortalecer los arreglos geopolíticos regionales, especialmente el
Mercosur, y que continuarán también
los esfuerzos para que Brasil ocupe un
lugar en el Consejo de Seguridad de la
Organización de las Naciones Unidas.
El nuevo ministro de Relaciones Exteriores, Antonio Patriota, que fue secretario general del Itamaraty con Celso
Amorim y, antes, embajador de Brasil
45
en Estados Unidos, deberá traer una
pauta de mayor proactividad con Estados Unidos, aunque no distante del
nacionalismo tradicional de la política
brasileña, como acentúa un informe
del propio gobierno norteamericano,
que se filtró hace poco tiempo por
el sitio Web WikiLeaks. En el plano
regional, además de Argentina y del
conjunto de los integrantes del Mercosur, también Chile, Perú y México
deben constituirse en prioridades.
Cristina Kirchner, más que un
padre simbólico, tuvo un marido casi
tan carismático como Lula, a quien el
destino contrarió, no permitiéndole
una nueva candidatura. La enfermedad lo corroyó y acabó por sepultar su
46
viejo proyecto de poder, y debe hacer
de nuevo rehén a Cristina – aunque
voluntaria – de ese mismo proyecto.
Falta su definición personal por una
nueva candidatura, pero las encuestas, hoy, le otorgan una amplia ventaja. En caso de que esto suceda (las
elecciones se harán el 16 de octubre
de este año), los dos mayores países
sudamericanos podrán tener, por un
largo periodo, dos mujeres en el comando de las mayores economías de
la región, con una población de más
de 230 millones de personas.
Abogada, igual que Néstor Kirchner, con quien estudió y se casó, Cristina
quizá nunca hubiese soñado con la posibilidad de ser presidente de su país. Indi-
FOTOs: Reprodução
cada por su marido para ser candidata a
su propia sucesión, fue elegida en 2007, y
las circunstancias deben llevarla a aceptar
la disputa de un nuevo mandato.
Laura Chinchilla, también la primera mujer a presidir Costa Rica, fue
elegida a inicios de 2010. La conocí
cuatro años antes, entonces era vicepresidente electa, al lado de Oscar
Arias, vencedor de un pleito presidencial disputadísimo, cuyo resultado sería
contestado, sin éxito por el perdedor.
País que presenta índices excelentes en
las áreas de la salud y de la educación,
no cuenta con fuerza armadas, lo que
le permite, al lado de los ingresos provenientes del turismo y de las actividades industriales de alto valor agregado,
sobre todo en el campo de las tecnologías modernas, mantener por más de
60 años un estado de bienestar social
bastante singular en Latinoamérica.
No obstante, su plataforma de
gobierno ha puesto énfasis en el combate a la falta de seguridad y al narcotráfico, por el contagio con México al norte
y, en menor escala, con Colombia, que
también constituyen una amenaza para
otros países centroamericanos.
Fernando Leça es presidente de la Fundação
Memorial da América Latina.
47
En la página al lado,
Violeta Chamorro,
ex presidente de
Nicaragua, y
Michelle Bachelet,
presidente de Chile;
Encima, Cristina
Kirchner, presidente
de Argentina, Laura
Chinchilla, presidente
de Costa Rica, y
Dilma Roussef,
presidente de Brasil.
LITERATURA
MIRADA
ABARCADORA SOBRE AMÉRICA LATINA
FOTOs: ReproduCCIÓN
Pedro Meira Monteiro
Los escritores Carola
Saavedra, chilenobrasileña, Alejandra
Pizarnik y Ricardo
Piglia, argentinos.
Una línea imaginaria nos separa, a
nosotros que fluctuamos orgullosos en la
isla Brasil, de los vecinos hispanoamericanos. La idea de “saltar Tordesillas” y lanzar una mirada abarcadora sobre América
Latina no es nueva y viene ganando fuerza
últimamente. Ejemplos no faltan.
Que se piense en el eje Buenos
Aires – São Paulo – Rio, fortalecido alrededor de la revista Grumo, en la cual
se juntan críticos y escritores como Diana Klinger, Mario Cámara o Paloma Vidal. O entonces, apuntando hacia el Caribe, pienso en el canto de Marina de la
Riva, donde Cuba y Brasil se entrelazan
y dicen, uno al otro, a qué vienen y de
dónde vienen sus tradiciones musicales.
48
Significativamente, tales cruzamientos provienen sobre todo de los
emigrados, de gente que se sitúa en un
“entre-lugar”, como lo denominó Silviano Santiago: ni aquí ni allá.
Paisaje con dromedario (Compañía de las Letras, 2010), de la escritora
chileno-brasileña Carola Saavedra, sorprende con uno de esos cruzamientos.
Hay, en el romance, un topos de la literatura latinoamericana: una máquina,
prendida, cuenta una historia.
En 22 “grabaciones”, la narradora
entreteje su voz luctuosa con los sonidos
circundantes, en una isla extrema en que
la soledad es puesta a prueba y en que la
distancia infranqueable de los entes que-
ridos hace con que cualquier sentido se
desvanezca. Momento en el cual la voz
tiende al murmullo, escurriendo como
agua límpida para pasar de largo cualquier explicación, lanzando preguntas sin
siquiera adivinar una respuesta. (El tema
de la separación ya dio el tono del romance epistolar Flores azules, de 2008.)
En cierto momento de la narrativa, una provocación es lanzada para
aquél que está escuchando: ¿quién sabe
si, oyendo los sonidos que se sobreponen
a la voz grabada, podamos, como en un
cuento de detectives, descubrir el sentido
de todo, mapear el espacio y los designios
de quien habla? Sin embargo, la ausencia
de sentido resuena, bajo como un ruido
blanco: “es tan reconfortante saber que,
sea como fuere, todo tendrá sentido al
final. Y no esos ruidos, esa música que
nosotros no oímos, ese murmullo silencioso y la constante sensación de que nos
estamos perdiendo alguna cosa”.
El grabador es la figuración de una
máquina por donde fueron transferidos los
misterios de una pasión cruzada y atormentada. Pero, paradójicamente, la maquina no
revelará nada más allá de la propia pérdida,
sosteniendo aquello que está irremediablemente lejos, como en el epígrafe donde la
autora toma a la poeta argentina Alejandra
Pizarnik: “Se fuga la isla/ Y la muchacha
vuelve a escalar el viento”.
No será difícil percibir allí ecos
del diálogo de Ricardo Piglia, en su Ciudad ausente (Iluminuras, 1997), con el
Museo de la novela de la Eterna (que la
Cosac Naify publicará a la brevedad), de
Macedonio Fernández.
En el caso de Piglia, su ficción está
tomada por un problema: la narración
como resistencia a la supresión de la historia. Por un lado, la búsqueda paranoica
del sentido; por el otro, una historia que
permanece viva en una máquina, a despecho de los esfuerzos “oficiales” por apagarla. En resumen: frente a la amenaza de
la aniquilación, la voz se sostiene guardada
en una máquina que es la propia narrativa.
En el caso de Carola Saavedra, se
atenúa el tenor político que aún es fuerte en Piglia, cuya ficción se sitúa en el
marco del pos-dictadura en América Latina. Allí, surge una pregunta: ¿qué sucede cuando los “enemigos” ya no están
activos, o cuando se ocultan?
En el marco pos-dictatorial, la narrativa es la permanencia de historias no
contadas que, formando una tela colectiva,
insisten en resonar al margen del discurso
oficial, en un espacio que es el de la literatura misma, en desdoblarse en breves utopías. ¿Pero, una vez que los enemigos se han
ido, que será hecho con la tela colectiva de
la historia? ¿Narrar seguirá siendo una forma de resistencia? ¿Pero resistencia a qué?
¿A la supresión del sujeto, del individuo?
En Piglia, una comunidad de “desaparecidos” revive en la fuerza discreta de
la narrativa. ¿Pero y cuando el desaparecido está solo, y es el propio narrador?
Quizás no haya una respuesta para
tal pregunta. O quizás Paisaje con dromedario sea una respuesta posible, tan
precaria y transitoria como pertinente.
Pedro Meira Monteiro es profesor asociado del
Departamento de Portugués y Español de la
Universidad de Princeton.
49
lanZamIento
MODERNISMO
EN LA ARGENTINA
Buenos Aires de 1920 a 1930
FOTOs: ReproduCCIÓN
Reynaldo Damazio
Beatriz Sarlo, la
respetada crítica
argentina.
50
Beatriz Sarlo es hoy una de las más
importantes críticas de la literatura y cultura de América Latina. Profesora de literatura contemporánea en la Universidad
de Buenos Aires y en varias universidades
norteamericanas, tales como Cambridge,
Berkeley, Columbia y Minnesota, cuenta
con una obra respetada y que se ha convertido en referencia en el medio académico, por su abordaje audaz e interdisciplinar sobre los fenómenos artísticos en
el contexto de la historia y de la ideología.
Con la misma desenvoltura y originalidad, Sarlo aborda el cine, teatro, televisión, música y arte pop, la cultura diseminada socialmente a partir de los shopping
centers, al mismo tiempo en que escribe
sobre figuras emblemáticas como Walter
Benjamin y Jorge Luis Borges. En el libro
Modernidad periférica – Buenos Aires
1920 y 1930, lanzado recientemente en el
Brasil, la autora realiza un estudio esmerado y provocativo sobre el modernismo en
la Argentina. Ella buscó delinear los matices del proceso de cambio estético en la
perspectiva de los escritores e intelectuales
que le dieron forma, en el programa de las
revistas que lanzaron las bases tanto literarias como políticas de la renovación, en
los debates y en los comportamientos de
la época que contribuyeron para la contestación del pasado y consolidaron el terreno para la modernización, por más que
fuera tensa y contradictoria.
Según Beatriz Sarlo, su propuesta
fue escribir “un libro mezclado sobre una
cultura (la urbana de Buenos Aires) también mezclada”. Quizás esta idea de mezcla,
o del cruzamiento entre elementos locales
y extranjeros, entre propuestas políticas
y estéticas, entre lo nuevo y la tradición,
entre la experimentación vanguardista y el
criollismo, sea uno de los puntos centrales
de reflexión de Sarlo y apunte hacia una
característica de la formación histórica y
cultural de países periféricos y de origen
colonial, como el Brasil y la Argentina.
El proceso de renovación cultural,
para la autora, no puede ser entendido
como algo cerrado en sí, o una instancia
autónoma, sino que debe ser analizado en
su tensión dialéctica con los cambios sociales, políticos y económicos. Las transformaciones en el espacio urbano de
Buenos Aires, por ejemplo, se reflejan en
el debate exacerbado entre intelectuales,
artistas y escritores. O como escribe la autora, “son cambios sociales, económicos y
topográficos muy acelerados, que modifican la percepción colectiva del espacio y la
productividad estética de esta percepción.”
Más que en el modernismo brasileño, la discusión política sobre la identidad nacional y los rumbos de la política en la Argentina – o sobre el papel de
la literatura como elemento de transfor-
mación histórica – estaba a flor de piel
y lejos de generar un consenso, por así
decirlo, estéticamente apaciguador. No
se trataba apenas de una discusión entre
lo nuevo y lo viejo, por más que la novedad y la renovación fuesen de hecho
cuestiones de orden y de principio, sino
de una rediscusión acerca de la tradición
y de sus desdoblamientos ideológicos.
Sarlo mapea la producción creativa y el pensamiento de importantes
escritores, artistas e intelectuales argentinos, como Xul Solar, Borges, Norah
Lange, Victoria Ocampo, Roberto Arlt,
Alfonsina Storni, Macedonio Fernández, Leopoldo Lugones, Ricardo Güiraldes, entre otros, y la intervención
combativa de revistas literarias como
Prisma, Inicial, Martín Fierro, Proa y
Sur para “imaginar, nuevamente, el impacto de la modernización urbana y rural en las subjetividades”.
En la construcción de la “nueva”
propuesta en el modernismo argentino,
Sarlo identifica que “tanto desde el punto de vista ideológico como desde el estético, los escritores descubren nuevos
principios de valor literario: la cuestión
de la identidad cultural, que preocupaba a sus antecesores inmediatos, las
facciones de izquierda contraponen sus
proyectos de reforma o de transformación radical de la sociedad, y las estrategias de renovación o de los recursos del
realismo y del sencillismo”.
Imposible, por lo tanto, separar
el compromiso estético del modernismo argentino de sus entroncamientos
subjetivos, programáticos e ideológicos
con la modernización urbana y social de
Buenos Aires. Es lo que Beatriz Sarlo
demuestra con inteligencia y sutiliza.
Reynaldo Damazio es sociólogo y periodista,
autor de Horas perplexas (Editora 34),
entre otros.
51
Arqueología
ASENTAMIENTO
Y PREHISTORIA EN AMÉRICA
C
Denis Vialou e Agueda Vilhena Vialou
ristóbal Colón convirtió en bastante singular la
conquista de América! Es obligatoriamente en
el plural en que se debe hablar de la población
del inmenso continente, que se convirtió en insular en función de las transgresiones marinas
durante el Cuaternario. Son varios lugares de
penetración y diversas rutas de migraciones para toda la población que fueron surgiendo en el continente desde el Pleistoceno
hasta el momento del descubrimiento histórico por parte del
famoso navegador genovés. En aquél vasto espacio y el más estirado del Norte al Sur, un mosaico de pueblos y de culturas se
establecieron allí en pocos milenios, de una manera fulgurante,
comparado con lo que sucedió en Eurasia (Europa y Asia) desde
los primeros linajes humanos, hace cerca de 3 millones de años.
Esta corta y rápida trayectoria humana de América pertenece
52
FOTOs: acervo denis vialou e agueda vilhena vialou
Pintura rupestre en
la Pedra Furada, en
Ceará.
totalmente al Homo sapiens y, actualmente, todos nosotros somos universalmente los únicos herederos genéticos de
ese hombre anatómicamente moderno
de la prehistoria.
Las glaciaciones ritmaron los balances climáticos y ecológicos que se impusieron a los hombres a lo largo de su
irradiante evolución. La última glaciación,
durante el Pleistoceno superior, termina
hace unos 12.000-10.000 años. Plataformas continentales inmersas durante las
etapas interglaciares quedan así emergidas.
Es así que se forma la Beringia (espacio
de tierra que ligaba Siberia y Alaska, luego
cubierta por agua, hoy conocida como el
Estrecho de Bering), reapareciendo varias
veces durante el Pleistoceno y particularmente durante el Pleistoceno superior
(hace unos 130.000 años), período correspondiente a la extensión de los linajes
sapiens en África y Eurasia.
De largura superior a un millar
de kilómetros de norte a sur, la Beringia
unía, por lo tanto, la parte del extremo
oriental de Siberia y la actual Alaska.
Plantas y animales, dependientes del frio
dominante, ocupaban esas tierras de la
misma manera en que ocupaban las tierras asiáticas y norteamericanas. Fueron
los paleolíticos siberianos, cazadores de
bisontes, caballos, renos o mamuts que
se convirtieron, sin saberlo, en beringianos y en los primeros americanos…
Cuando la Beringia estaba así poblada, el inlandsis, un gigantesco casquete glaciar que formaba una barrera
infranqueable hacia el este, a la altura de
53
Grafismo rupestre en la
Serra da Capivara,
en Piauí.
las montañas Brooks (más o menos en el
límite actual entre el Lasca y el Yukón en
Canadá), cubría todo el norte del continente americano, hasta la latitud de Nueva
York y de Detroit. La Beringia nunca fue
un puente entre Asia y América, como se
dice con frecuencia y erróneamente. Fue
ante todo la extensión continental esporádica del extremo oriente siberiano. La
progresión terrestre en América del Norte sólo puede haber sido hecha durante
las retiradas progresivas del inlandsis, llevando a término su unión con la masa
de glaciares cubriendo las montañas Rocosas, ellas mismas retrayéndose durante
los interglaciares. Mientras que un estrecho (el actual Bering) substituía a Beringia y separaba nuevamente el Viejo y el
Nuevo Mundo, el “corridor” (de acuerdo
a la terminología de los paleoclimatólogos norteamericanos) fue utilizado por
54
los grandes mamíferos que se adentraron
en el continente y, juntamente con ellos,
sus cazadores. Estos desarrollaron, entre
12.000 y 10.000 años antes del presente,
culturas conocidas con el nombre genérico de Paleoindio, caracterizadas por las
puntas de proyectiles talladas en piedra
de manera notable por su terminación,
las puntas Clovis y Folson, y por sus
campamentos de caza y de corte principalmente de mamuts y bisontes.
La posibilidad de una progresión
por el litoral Pacífico no puede ser excluida, a pesar de presentar grandes dificultades. Esta hipótesis implica en parte la
cuestión de una paleonavegación de cabotaje, en las proximidades de las costas litorales. Los pueblos por vía marítima, Pacífico o Atlántico, sólo se conoce a partir de
la segunda mitad del Holoceno. Ellos son
ajenos a la problemática de los pueblos
prehistóricos del continente americano,
aún si los más antiguos de ellos escapan
de la Historia propiamente dicha.
Definitivamente, los pueblos por
vías terrestres (y litorales, si posible, según las modalidades todavía desconocidas arqueológicamente) continúan
siendo las únicas pruebas puestas en evidencia por la Arqueología mediante un
centenar de sitios descubiertos y excavados adecuadamente, de Yukón (Canadá),
como la gruta Blue Fish, cuya datación es
anterior a 20.000 años, hasta la provincia
chilena de Magallanes, en donde el hábitat prehistórico de la cueva Fell fue datado en 11.000 años atrás. Actualmente, ya
está bien admitido y reconocido que todo
el continente ya se encontraba habitado
in extenso antes del final de Pleistoceno.
Intensamente debatida, la cuestión de los primeros pueblos continúa
abierta. Hoy en día las pocas centenas
de vestigios óseos humanos, que se
refieren con seguridad a los períodos
prehistóricos encontrados en América,
pertenecen todos, sin ninguna excepción, al linaje de Homo sapiens.
En el sitio de Monte Verde, en la
costa chilena, fueron evidenciados vestigios notables de habitaciones confeccionadas con huesos y pieles de mastodontes. Igualmente notable es el sitio de
caza y corte a cielo abierto de TaimaTaima, situado en la costa noroeste de
Venezuela. Una punta de proyectil lítica
fue encontrada adjuntada a la cintura
pélvica de un mastodonte.
En pleno centro de América del Sur,
el abrigo rupestre de Santa Elina, en el Estado de Mato Grosso, contiene vestigios
arqueológicos excepcionales, comprobando la presencia humana en coexistencia
con la fauna fósil. Se trata de la asociación de utensilios confeccionados en piedra
con restos óseos de Perezoso gigante fósil
(Glossotherium letsomii). Estos hallazgos
son interesantes dado que representan un
caso metodológico perfecto y único en
América. Los huesos de esqueleto y esos
vestigios óseos de la piel del Glossotherium encontrados en la capa más antigua
provienen de la parte anterior del animal,
lo cual significa el abatimiento y corte fuera del sitio. Por último, dos osteodermos
(entre las decenas de millares encontrados
in loco) fueron abrasados para ser transformados en elementos de adorno.
Los raros sitios de América del Sur
que son pleistocénicos y los numerosos
que pertenecen al Holoceno comprueban la población integral del continente
americano, por medio de todos sus componentes del medio ambiente, incluso
aquellos que parecían menos favorables
para las ocupaciones prolongadas.
La costa del Pacífico fue poblada incluso antes del final del Pleistoceno, como atestiguan los sitios del Perú,
a partir de los cuales fue definido el
Paijaniano, una cultura de cazadoresrecolectores que creó un tipo de punta proyectil en piedra tallada de manera
notable. Los límites cronológicos sitúan
el asentamiento durante el período de
los grandes cambios climáticos entre el
Pleistoceno y el Holoceno. Los Andes fueron poblados antes
del final del Pleistoceno, lo cual atestigua una notable adaptación a las rigurosas condiciones climáticas ritmadas por
las pulsaciones glaciares, así como las
regiones australes chilenas.
La inmensidad de los altiplanos y
planicies del continente, drenados por
gigantescas redes hidrográficas, principalmente el Amazonas y la Cuenca del
Paraná, fueron también conquistadas en
los últimos milenios del Pleistoceno.
El litoral atlántico ofrece una importante serie de sitios ligados a la exploración de recursos marinos: los más
famosos son los sambaquís de la costa
brasileña, siendo que los más antiguos
llegan a tener ocho mil años.
La ausencia de dataciones directas
(posibles sobre los pigmentos de naturaleza
55
orgánica) de las representaciones rupestres
americanas no permite situarlas con precisión en la cronología de las ocupaciones
prehistóricas del continentes, norte y sur.
Es muy posible que las más antiguas lleguen hasta el Pleistoceno, como en todo el
mundo, sobre todo en Europa occidental
durante la última glaciación. El arte rupestre prehistórico, en el sentido más amplio,
cubre la totalidad del continente, desde los
grabados del Bouclier (especie de área terrestre) canadiense datando desde su asentamiento, en los orígenes de la Historia, ocurrido luego de la retirada de los inlandsis, a
los abrigos de la Patagonia.
En América del Sur, el arte rupestre
es generalmente conocido por todo el lugar,
abundancia en sus abrigos rupestres
andinos, domesticados en parte, o entonces, las figuraciones de peces en zonas densamente irrigadas o próximas
del litoral. El bestiario corresponde a
las elecciones simbólicas valorizando
este o aquél animal, como tótems. Figuraciones de grandes aves, vistas de
frente, con las alas en cruz, son frecuentes: simulan siluetas de bípedos,
creando una ambigüedad simbólica
con figuras humanas también vistas de
frente. Al final de cuentas, el arte rupestre sudamericana constituye un notable conjunto rupestre, con el mismo
valor y riqueza estética y simbólica que
en otras regiones del Viejo Mundo.
donde los afloramientos rocosos ofrecían
paredes propicias para recibir esas imágenes expresadas por los hombres prehistóricos para singularizar sus territorios.
Las técnicas, estilos y temas,
principalmente animales, de figuras
humanas y de los dibujos geométricos,
símbolos gráficos variando según las
sociedades que los creaban, sus disposiciones elaboradas sobre las paredes
rocosas fundan su diversidad cultural.
El bestiario refleja una parte de la fauna, cazada o no, existiendo en el momento de su figuración rupestre. El
arte rupestre proporciona así informaciones sobre el medio ambiente, eventualmente sobre el período, como por
ejemplo, los camélidos, figurados en
Durante el Holoceno, asentamientos prehistóricos de todos los ambientes,
formando el mosaico ecológico y climático de América del Sur, se intensificaron. En la segunda mitad de ese período, nuevos asentamientos se dispersan a
partir de los océanos, particularmente el
Pacífico. Nuevas prácticas domésticas y
económicas fueron establecidas, aun así
sin jamás difundirse en la totalidad de
los territorios poblados: las cerámicas,
las grandes urnas funerarias y a veces los
silos caracterizaban nuevos modos de
implantación favoreciendo el acopio de
alimentos y bebidas de la misma forma
que la conservación de los despojos de
los muertos, muy próximos a los vivos.
La domesticación de las plantas, como
56
el maíz (que dataría de 7.000 años BP
en México, 6.000 años en el Perú) conduce a prácticas horticultoras acentuando la sedentarización, aglomeración y la
expansión demográfica de los grupos
sociales. La domesticación de ciertas
especies animales, como los camélidos,
en los Andes, lleva progresivamente a
una racionalización de la adquisición y
de la distribución social de los recursos
animales, no solamente para la alimentación (leche, carne, gordura) sino también para los equipamientos domésticos y
para las vestimentas. La domesticación
de plantas y de animales no provoca el
fin de las cosechas oportunistas, ni de la
caza de los pueblos que la practicaban.
industrial europea del siglo diecinueve.
Las poblaciones indígenas encontradas
a partir del siglo dieciséis por los conquistadores europeos, ceramistas o no,
criadores de animales o no, habían logrado mantener sus sistemas sociales
y económicos de autosuficiencia en la
propia naturaleza, favorecidas así por la
débil densidad de las ocupaciones territoriales en América del Sur.
Nuevo Mundo de la Prehistoria, América parece bastante original
comparada con la Eurasia y el África
sometida a una intensa multiplicidad de
población distribuidos en duraciones
bastante largas. En América, las culturas prehistóricas parece que se desar-
En algunas regiones, como en la
Mesoamérica, en los Andes y en la propia Amazonia, se dispersaron desarrollos
de culturas con manifestaciones de sociedades nítidamente jerarquizadas que
dejaron testimonios arquitectónicos (pirámides), tejidos, trabajos en metal (oro),
además de una cerámica elaborada.
Como conclusión, parece pertinente notar que las nuevas técnicas y
prácticas sociales y económicas ocurridas en América del Sur, sobre todo durante los últimos milenios, se refieren
únicamente respecto a una parte de las
poblaciones y no provocaron aquellos
“progresos” imaginados de manera inevitable por las ideologías histórico-económicas que se impusieron desde la era
rollaron y se sucedieron en un ritmo
acelerado, comprimidas en un corto
período de las colonizaciones terrestres
y marítimas condicionadas por las fluctuaciones climáticas y ambientales de las
vías septentrionales de migración. Ellas
se quedaron distanciadas de los procesos históricos de desarrollo de las civilizaciones antiguas de Eurasia, hasta el
sorprendente momento de su redescubrimiento inesperado y determinante de
un nuevo destino.
Denis Vialou y Agueda Vilhena Vialou son
profesores del Muséum National d’Histoire
Naturelle (Paris) y profesores visitantes de la
Universidad de São Paulo.
57
Inscripciones muestran
trazos diferenciados del
bestiario prehistorico.
MEdIO AMBIENTE
CANCÚN
¿FRACASO O éxito?
E
José Goldemberg
l principal resultado de la Conferencia de Cancún
fue mantener vivo el Protocolo de Kyoto, que ahora está como los pacientes de la UTI de un hospital, donde se los mantienen vivos con respiración
artificial con una expectativa de vida de 2 años,
hasta el 2012, a la espera de algún tratamiento novedoso que pueda salvarlos. Japón, Inglaterra y otros se cansaron de
realizar esfuerzos para cumplir con las metas fijadas por el Protocolo,
mientras que Estados Unidos y China (los mayores emisores mundiales que responden por más del 50% del total) no hicieron lo mismo. Abandonar el Protocolo de Kyoto (que concluye en el 2012) sin
substituirlo por otro sería un desastre, debido a que los mecanismos
del Protocolo (como el Mecanismo de Desarrollo Limpio) dejarían
de ser atractivos y el valor de los certificados de reducción de emisiones, los cuales son objeto de transacciones comerciales, caería a cero.
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Actualmente, este mecanismo pone
en movimiento billones de dólares que
benefician a varios países en desarrollo, incluso el Brasil. La solución encontrada en
Cancún fue posponer el problema para la
COP-17 en Durban, en Sudáfrica. Hasta
entonces, continúa vigente.
El Protocolo solo entró en vigencia en el 2005 y la Unión Europea realizó
esfuerzos en el sentido de cumplirlo, sin
demasiado éxito. Sin embargo, como Rusia y otros países de Europa Oriental entraron en una fuerte recesión en la década de 1990, el conjunto de emisiones de
los países en el Anexo I (excepto los Estados Unidos) se mantuvo prácticamente
constante hasta el 2009, a pesar de haber
aumentado mucho en varios países que
no cumplieron con sus compromisos.
Las presiones para abandonar
Kyoto eran muy fuertes y los únicos
que lo defendieron fueron algunos
países de la Unión Europea, pero que
representaban, desafortunadamente,
menos del 15% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
Los países en desarrollo, por razones
radicalmente diferentes, incluso el Brasil – que tiene una posición de liderazgo entre ellos – también defienden el
mantenimiento del Protocolo.
Mientras tanto las emisiones de
los países en desarrollo aumentaron y
continúan aumentando en su conjunto
como se observa en la Figura más abajo.
La Convención del Clima adoptada en 1992 decidió, de hecho, que habría
un tratamiento diferente entre los dos
Emisiones mundiales
de CO2 a partir de la
quema de combustibles
fósiles (1990 – 2007)
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grupos, el de los países industrializados
y el de los demás (países en desarrollo).
El Protocolo de Kyoto impuso
a los países industrializados la obligación de reducir sus emisiones hasta el
2012, pero eximió de hacerlo a los países en desarrollo.
El principal argumento para justificar tal estrategia es el de la “responsabilidad histórica” de los países industrializados que emitieron gases de efecto
invernadero sin límites en el pasado.
Ocurre que cuando la Convención del Clima fue adoptada, los países en
desarrollo emitían menos de un tercio
de las emisiones globales. Hoy emiten
más de la mitad y están creciendo a más
de 4% al año, principalmente debido a
China, que ya es el mayor emisor global,
superando a los Estados Unidos.
Cerca de la mitad de las emisiones
mundiales ocurrieron a partir de 1980, de
modo que la “responsabilidad histórica”
es difícil de justificar. Además de ello, no
se tenía, antes de 1992, claridad sobre la
gravedad del problema, de modo que
asumir “responsabilidades históricas”
sería el equivalente a aceptar una culpa
retroactiva. Si tal argumento fuese aceptado, los españoles deberían indemnizar
a México por los daños que causaron al
haber destruido el imperio azteca.
El Acuerdo de Copenhague, en
diciembre de 2009, sustituyó la “arquitectura” del Protocolo de Kyoto de decisiones tomadas de “arriba para abajo”
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(con metas y calendarios para cumplirlas)
por un proceso de “abajo para arriba” de
compromisos unilaterales adoptados por
los países, sujetos, aún así, a verificaciones
internacionales. Este camino ya había sido
propuesto por Japón en 1996, pero fue
rechazado debido a la euforia que caracterizó a la Conferencia de Kyoto en 1997
en la cual “todo parecía posible”, inclusive
decisiones multilaterales que obligarían a
las grandes potencias a cumplirlas.
Significativamente, el Acuerdo
no mencionó “responsabilidades históricas”. Lo cual significa que es necesario mirar para adelante y no para atrás
y reconocer la importancia del uso del
mercado de emisiones para promover
actividades de mitigación.
Este punto es importante debido a
que el Protocolo de Kyoto tiene tres mecanismos de flexibilidad: “aplicación conjunta”, “intercambio de emisiones” entre
los firmantes del Protocolo y el “Mecanismo de Desarrollo Limpio” (MDL) que
permite acciones de los países industrializados en los países en desarrollo.
El Acuerdo de Copenhague tiene
dos apéndices: en el Apéndice I deberían
ser incluidos los compromisos asumidos
por los países industrializados que, en teoría, serían obligatorios; mientras que los
compromisos de los países en el Apéndice II serían voluntarios. Bajo este punto
de vista los compromisos de los Estados
Unidos deberían en realidad ser listados
en el Apéndice II junto con Brasil y China.
Es claro, por lo tanto, que en algún momento en el futuro será necesario
conciliar esos compromisos. La COP-18
de 2012, que deberá ser en Rio de Janeiro, en donde se hará un balance de los 20
años de la Convención del Clima, podría
hacerlo. La COP-17 en Durban (Sudáfrica) será apenas una reunión preparatoria
para aquella. Mientras tanto, el Protocolo
de Kyoto continúa vigente.
Estas decisiones son esenciales porque otro resultado de la Conferencia fue
el de reconocer la necesidad de cortar las
emisiones de gases de “efecto invernadero”, para evitar que la temperatura de la
Tierra aumente más de 1,5 grados centígrados. El valor utilizado como referencia
hasta ahora era de 2,0 grados centígrados.
La decisión todavía requiere de estudios
que serán evaluados en el 2015 y por esa razón no pasa de ser una exhortación, dado
que no quedó claro quién debe hacer qué
para cumplirla. De cualquier manera, quedó aún más evidente que, sin acciones concretas de los países en desarrollo, esto no
será logrado, lo cual refuerza la necesidad
de ampliar el Protocolo de Kyoto con metas y plazos que incluyan a China y otros.
En este telón de fondo un poco pesimista, se logró algún progreso en Cancún para colocar en operación el “Fondo Verde” que será administrado por el
Banco Mundial, a pesar de la preferencia
de los países por una nueva agencia independiente. Los países industrializados se
comprometieron en Copenhague a de-
sembolsar 30 billones de dólares hasta el
2012, pero hasta ahora las contribuciones
han sido pequeñas e incluyen programas
que ya están en marcha de modo que no
se sabe realmente cuánto es “dinero”.
Por último, la reglamentación del
mecanismo de reducción de emisiones
originadas por la deforestación y degradación de bosques (REDD) – que busca
ayudar a países como Brasil, Indonesia y
Nigeria para que reduzcan sus tasas de
deforestación y otras – tuvieron algún
progreso: esto podría ser incluido en el
Mecanismo de Desarrollo Limpio, lo cual
significa que si un país contribuye a preservar el bosque amazónico, el carbono
almacenado en los árboles valdrá créditos que podrán ser comercializados en el
mercado internacional. Existen alrededor
de 100 toneladas de carbono por hectárea
en el denso bosque amazónico; si cada tonelada de carbono tuviera el valor de 10
dólares, esto significaría que mantener una
hectárea de bosque en pie rendiría 1.000
dólares para el propietario de la tierra.
Aplicar este mecanismo (REDD)
en los países de América Latina, que tiene bosques tropicales para ser conservados, abre, por lo tanto, nuevas oportunidades para la protección del clima.
José Goldemberg es físico y uno de los principales científicos brasileños, especializado en
cuestiones climáticas y energéticas.
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CORTAS
de la integración latinoamericana
Una región “desgarrada por fronteras e
incomunicaciones”, como dijo en cierta
ocasión el escritor uruguayo Eduardo
Galeano, “¿qué integración puede realizar?”, preguntó. Aún así, mucha gente
soñó con la unidad latinoamericana y
con un organismo capaz de promoverla,
como el Memorial de América Latina.
El gobernador de São Paulo, Franco
Montoro, acarició y maduró la idea y
otro gobernador la concretizó: Orestes
Quércia (en la foto, izando la bandera
en la inauguración del Memorial de
América Latina), que había sido vice
de Montoro y falleció en diciembre de
2010. Como dice el historiador Shozo
Motoyama, autor del libro Memorial
de América Latina 21 años, Quércia
tuvo una destacada acción cultural. “Su
imagen era la de un político pragmático,
pero lo que mucha gente no sabía era
que el gobernador percibió la importancia del mundo intelectual para su trayectoria política, de concejal, diputado,
intendente de Campinas, senador, vicegobernador y gobernador.” El hecho es
que él se rodeó de profesores y científicos renombrados y, de esa manera, uno
de sus hechos notables en el área fue la
concesión de autonomía financiera para
las universidades estatales paulistas. En
cuanto al Memorial, él mismo comentó:
al estudiar, entre otros, el pensamiento
de Celso Furtado, él se convirtió en “un
entusiasta de la integración latinoamericana. Aún siendo candidato a gobernador del Estado, soñaba con la construcción del Memorial”.
FOTO: divulgaCIÓN
1
Entusiasta
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¿Disney + Dalí?
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No fue la casualidad que reunió en 1946 a dos grandes
artistas: Salvador Dalí y Walt Disney. Fue Destino, película animada con alma surrealista. Pocos la conocen y
nadie la había visto: el proyecto fue encajonado debido a
sus altos costos y encontrado recientemente por empleados de los estudios Disney. Está insertado en Fantasia
2000, versión de Fantasia rellenada con varios extras,
una película animada lanzada por Disney en los años
40. En realidad, Dalí fue contratado por Walt Disney y
ambos trabajaron juntos en el proyecto durante ocho
meses, período en el que se convirtieron en grandes
amigos. De producción efectiva, Destino alcanzó apenas
20 segundos, pero Dalí había hecho el storyboard completo, el cual quedó archivado todo este tiempo. Fantasia
y Fantasia 2000 están en el mercado desde noviembre
del año pasado en DVD y en Blue-ray.
Hecho inédito
en la Argentina
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La Argentina se convirtió, junto con los Estados
Unidos e Italia, en uno de los tres países del mundo
capaces de clonar caballos de alta calidad. El hecho
fue logrado en la ciudad de Baradero, 150 kilómetros al norte de Buenos Aires por un laboratorio
privado. El potrillo criollo fue llamado BS Nandubay Bicentenario, debido a que fue clonado a partir
de células de un caballo premiado llamado Nandubay. Centros de los Estados Unidos y de Italia
ya produjeron más de 30 ejemplares clonados, una
tecnología importante para los caballos de competiciones deportivas, como salto y polo.
FOTO: ReproduCCIÓN
4
FOTO: ReproduCCIÓN
FOTO: ReproduCCIÓN
IDH mejora
en la región
En la evaluación de la Organización de las Naciones Unidas,
el Índice de Desarrollo Humano de América Latina y del
Caribe se aproxima a los índices registrados en la región europea y en los Estados Unidos, en cuanto a la expectativa de
vida y las matriculas escolares. En los años 1970, poco más
del 40% de los niños en América Latina frecuentaban la escuela, hoy este número alcanza el 80%. El ranking de educación considera a 135 países y los que más progresaron desde
entonces fueron Bolivia, Guatemala y Brasil. En cuanto a la
expectativa de vida, el crecimiento también fue significativo:
Bolivia, por ejemplo, saltó de 46 años en la década de 1970 a
66 años actualmente; el Brasil, de 53 a 72 años.
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FOTO: COLECCIÓN INSTITUTO VALENCIANO DE ARTE MODERNA
Experimentalismo
en la producción femenina
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De las reflexiones sobre la belleza en la
pintura a las conquistas político-experimentales, la producción femenina, a lo
largo de los años, redefinió el sentido
autoral de la obra de arte. Casi nada escapó de la mirada aguda de un grupo
de artistas que provocó una relectura de
los límites de las artes visuales. Todo lo
que ya fue realizado por ellas refuerza el
espíritu transgresor del arte. La colectiva organizada por el IVAM – Instituto
Valenciano de Arte Moderno, que hace
parte de su acervo, en sociedad con el
Memorial, nos trae artistas venidas de
países tan diferentes como sus estilos
o generaciones. Todas tienen en común
la persistencia de los creadores geniales
que, en algunos casos, se afirmaron internacionalmente ejerciendo realidades
individuales, sin que sean autobiográficas. La muestra, que ocupó la galería
Marta Traba, reúne desde el modernismo francés, con la ruptura y la densidad
de las telas de Sonia Delaunay, pasando
por la objetividad de Diane Arbus, dos
integrantes de la vanguardia histórica,
llegando a la contemporaneidad con la
mirada aguda de la celebrada fotógrafa
norteamericana Cindy Sherman, y de la
española Carmen Calvo (foto). Otros
nombres igualmente simbólicos del experimentalismo vivido por artistas mujeres rozan la creatividad y el raciocinio,
expandiendo el vocabulario plástico.
Leonor Amarante es editora da Revista
Nuestra América, curadora y crítica de arte.
GENDA AGENDA AGENDA AGENDA AGENDA AGENDA AGENDA AGENDA
DA AGENDA AGENDA AGENDA AGENDA AGENDA AGENDA AGENDA AGEN
Festibero de Teatro
En su cuarta edición, el Festival Iberoamericano de Teatro de São Paulo recibió
en marzo 17 montajes teatrales provenientes de 10 países. Éxito de público, la
muestra presentó autores clásicos y contemporáneos de diferentes lenguajes,
de los tradicionales a los vanguardistas.
Además de ello, como sucede todos los
años, actores, directores, productores,
dramaturgos y otros profesionales del
área discutieron los rumbos del hacer
teatral en tiempos de globalización.
FOTO: divulgaCIÓN
Flusser promueve la Fiesta de la Lengua
A festa da língua – Vilém Flusser es el libro que el Memorial de América Latina
está lanzando para registrar el seminario
sobre este pensador, que el año pasado
atrajo un público inmenso a la Biblioteca Victor Civita, del Memorial. Filósofo,
él nació en Praga, donde inició sus estudios, y vivió en Brasil durante 33 años
enseñando en importantes instituciones
de São Paulo. Fue uno de los intelectuales más provocativos en el área de filosofía de la comunicación. Ante al interés
de profesionales del área, la publicación
propone presentar y aclarar algunos aspectos de la producción intelectual de
este filósofo checo-brasileño.
Salud & Cátedra de América Latina
Enfermedades Descuidadas de América
Latina es el foco de la cátedra que el Memorial realiza en el primer semestre de
2011. El tema, elegido por su pertinencia
y actualidad, será conducido por un especialista en el área, el profesor Erney P. de
Camargo, graduado, doctorado y libredocente por la Universidad de São Paulo, además de doctor honoris causa de la
Universidad Nacional de Ingeniería del
Perú. El curso de extensión universitaria
para estudiantes del área o profesionales
ligados a la salud, como los gestores públicos, involucrará a otros especialistas de
renombre para hablar sobre la enfermedad de Chagas, filariasis, fiebre amarilla
y hantavirus, entre otros acometimientos
comunes en la región neotropical.
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POESÍA
CRUCÉ LA FRONTERA
Crucé la frontera amor
No sé cuándo volveré.
Tal vez cuando sea verano,
cuando abuelita luna y padre sol
se saluden otra vez,
en una madrugada esclareciente,
festejados por todas las estrellas. (...)
Crucé la frontera empapada de tristeza. (...)
Lloran los mapaches, lloran los saraguates,
los coyotes y zenzontles totalmente silenciosos,
los caracoles y los jutes desean hablar. (...)
Crucé la frontera cargada de dignidad.
Llevo el costal lleno de tantas cosas de esta tierra lluviosa,
llevo los recuerdos milenarios de Patrocinio,
los caites que nacieron conmigo, el olor de la
primavera, olor de los musgos, las caricias de la milpa
y los gloriosos callos de la infancia. (...)
Crucé la frontera amor.
Volveré mañana, cuando mamá torturada
teja otro güipil multicolor,
cuando papá quemado vivo madrugue otra vez,
para saludar el sol desde las cuatro esquinas
de nuestro ranchito.
Entonces habrá cuxa para todos, habrá pom,
la risa de los patojos, habrá marimbas alegres.
Habrán lumbres en cada ranchito, en cada río para
lavar el nixtamal en la madrugada.
Se encenderán los ocotes, alumbrarán las veredas,
los barrancos, las rocas y los campos.
Rigoberta Menchú, detentadora del Premio Nobel de la Paz de 1992, es una poeta guatemalteca, descendiente de Quiché Maya, y la primera mujer de origen indígena en recibir el consagrado premio de la Academia Sueca.
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publicaciones memorial
IMESP
Grafica

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