dia del catequista - Vicaría del Espíritu Santo

Transcripción

dia del catequista - Vicaría del Espíritu Santo
!
!
DEPARTAMENTO DE CATEQUESIS
!
!
!
!
!
DIA DEL CATEQUISTA
21 de Agosto de 2014
MEMORIA OBLIGATORIA SAN PÍO DÉCIMO
!
!
SUBSIDIOS PARA LA CELEBRACIÓN
DEL DÍA DEL CATEQUISTA
!
!
1. Carta a todos los catequistas de Colombia
Mons. José Miguel Gómez Rodríguez, Obispo de Líbano –
Honda y Presidente de la Comisión de Catequesis de la CEC
2. Video – Saludo a todos los catequistas de Colombia
Mons. José Miguel Gómez Rodríguez, Obispo de Líbano –Honda
y Presidente de la Comisión de Catequesis de la CEC
3. Claves para ser un buen catequista
Discurso del Papa Francisco a los participantes en el Congreso
Internacional sobre catequesis, sala Pablo VI (27 de septiembre
de 2013; homilía de la Santa Misa para la jornada de los
catequistas en el año de la fe pronunciada por el Papa
Francisco en la Plaza de San Pedro (29 septiembre de 2013).
4. Guión para la celebración de la Santa Misa. Memoria obligatoria de
San Pío décimo.
Para los que celebran el día del catequista el 21 de agosto.
5. Guión para la celebración de la Santa Misa. Fiesta de Santa Rosa de
Lima Virgen, Patrona de América Latina.
Para los que celebran el día del catequista el 23 de agosto.
6. Hora Santa – Caminar desde Cristo
Para prepararnos al día del catequista
7. Celebración de la Palabra – Envío de lo catequistas
Esta celebración para cuando hay ausencia de presbítero.
8. Liturgia de la Horas – Laudes 23 de agosto
Fiesta de Santa Rosa de Lima, Virgen, Patrona de América
Latina.
!
!
Día$del$catequista$
2!
!
PRESENTACIÓN
El próximo 21 de agosto se celebra en la mayoría de las
jurisdicciones eclesiásticas de Colombia el día del catequista. Esta es una
buena oportunidad para encontrarse, celebrar la eucaristía, rezar juntos,
profundizar en su vocación, formarse y festejar el llamado que el Señor
Jesús les ha hecho a ser catequistas.
El Departamento de catequesis de la Conferencia Episcopal de
Colombia quiere ofrecerles a los delegados de catequesis de las
jurisdicciones eclesiásticas, a los párrocos, a los coordinadores de
catequesis, este sencillo material que como se puede observar en el índice,
contiene variados materiales para ayudar a organizar este evento, tan
importante para la vida de nuestra Iglesia católica que peregrina en
Colombia.
Es fundamental que se valore la tarea de la catequesis como un
ministerio imprescindible, delicado, complejo y verdaderamente urgente en
nuestro tiempo. No podemos dejar pasar este día sin insistir sobre uno de
los elementos ineludibles en la vida y en la acción del catequista. Me
refiero a la oración sencilla, frecuente, confiada y abierta, no sólo a la
petición, sino también a la alabanza al Señor; y, muy especialmente, a la
meditación y, ojalá también, a la contemplación que debe precederla, como
base nuestro dialogo con el Señor.
Desde el Departamento de catequesis de la CEC agradecemos a todos
los catequistas de Colombia por haber atendido la llamada del Señor para
contribuir a la acción catequética de la Iglesia y los encomendamos al
Señor Jesús, para que Él les siga guiando en tan alto ministerio.
Que Dios les pague con una gozosa experiencia de su amor y de su
misericordia.
P. Francisco Mejía Montoya
Director
Departamento de Catequesis
Conferencia Episcopal de Colombia
!
!
Día$del$catequista$
3!
!
CARTA A LOS CATEQUISTAS
+ JOSÉ MIGUEL GÓMEZ RODRÍGUEZ
OBISPO DE LÍBANO-HONDA
PRESIDENTE DE LA COMISIÓN EPISCOPAL DE CATEQUESIS
CONFERENCIA EPISCOPAL DE COLOMBIA
!
!
Día$del$catequista$
4!
!
CARTA A LOS CATEQUISTAS
Bogotá D.C., agosto 21 de 2014
Amados Catequistas:
Reciban un saludo lleno de afecto, en el Señor.
En estas jornadas dedicadas a Ustedes y a la encomiable labor que
desempeñan en la Iglesia, queremos animarlos en su tarea y proponerles de
nuevo el ideal del cambio de paradigma que hemos estado compartiendo
desde hace algunos años.
La experiencia nos demuestra, cada vez con mayor claridad, que no
podemos seguir haciendo lo mismo de siempre. Todos Ustedes saben que
en muchas partes tenemos grandes cantidades de niños que hacen su
Primera Comunión y no vuelven a la Iglesia, ni siquiera el domingo
siguiente; muchos jóvenes que reciben la Confirmación y parecen
cumpliendo un requisito como para tener los papeles en orden; y ni se diga
del muy limitado efecto que producen nuestras charlas prebautismales o
prematrimoniales. Pero lo más grave es que nuestra patria está llena de
dirigentes, tanto en el orden político como empresarial, que han
“cumplido” fielmente con todas las exigencias de su religión y no parece
que pudieran siquiera tener en cuenta al Señor, al Evangelio y a la Doctrina
de la Iglesia cuando van a tomar decisiones.
Nos están haciendo falta verdaderos procesos de iniciación cristiana,
para hacer cristianos conscientes de su fe y de las exigencias de una vida
coherente con ella. Hacen falta cristianos que, sin titubear, den la vida por
Cristo y por la Iglesia, lo cual se traduce en la vida de todos los días como
una existencia de oración sincera y de testimonio valiente, que se refleje en
comportamientos que sean significativos a los ojos del mundo, que
atraigan a otros a la fe y que se orienten diariamente por la voluntad de
Dios discernida y aplicada al estilo de la Virgen Inmaculada, cuyo “sí”
definitivo y total es el único molde auténtico de una vida de verdaderos
discípulos misioneros.
La implementación de un proceso de iniciación cristiana nos exigirá
varios ajustes en cuanto a las estructuras pastorales vigentes. Tendremos
que tomar la experiencia del catecumenado de adultos como modelo,
deberemos contar con un equipo inicial de cristianos plenamente
convencidos de la renovación y tendremos que dar nuevas formas a la
!
!
Día$del$catequista$
5!
!
catequesis para que cumpla con su cometido de iniciar en la fe a quienes
van acogiendo la Palabra de Dios y se disponen a fundamentar sus
primeras experiencias de fe y de conversión.
Lo más importante va a ser nuestra nueva manera de convocar a la
gente para la catequesis. Porque lo que vamos a implementar no es
simplemente una nueva forma de hacer catequesis sino un proceso global
de evangelización en el que la catequesis es una etapa esencial. Nuestra
catequesis va a depender de una acción misionera eficaz, que entusiasme
por Cristo y por la Iglesia a los alejados, bautizados o no, y los quiera
conducir a una vida de comunión y de madurez cristiana.
De todo esto seguiremos hablando. Esperamos que todos Ustedes ya
hayan leído y estén estudiando nuestras Orientaciones Comunes para la
Catequesis en Colombia. Allí encontrarán desarrolladas estas ideas.
Siéntase muy queridos por sus pastores. Ustedes, con todos los
bautizados, son Iglesia. ¡Somos Iglesia, Cuerpo de Cristo y Templo del
Espíritu Santo! Nuestra tarea como catequistas es necesaria y pertenece al
corazón mismo de la Iglesia. No nos cansemos de amar, no nos cansemos
de prepararnos para hacer bien nuestra labor pastoral, no nos cansemos de
abrir de par en par nuestro corazón a Cristo y al Espíritu Divino para que
Ellos nos orienten en el ejercicio de nuestra misión.
Que la Madre del Redentor, Virgen fecunda, quien conservaba todos
los hechos y todos los dichos de Jesús en el corazón, interceda por
nosotros para que seamos fieles y para que demos gloria y alabanza a la
Trinidad Eterna.
Con bendición y afecto, en Cristo,
+ JOSÉ MIGUEL GÓMEZ RODRÍGUEZ
OBISPO DE LÍBANO-HONDA
PRESIDENTE DE LA COMISIÓN EPISCOPAL DE CATEQUESIS
!
!
Día$del$catequista$
6!
!
CLAVES PARA SER UN BUEN CATEQUISTA
PAPA FRANCISCO
Discurso del Papa Francisco a los participantes
en el Congreso Internacional sobre catequesis,
sala Pablo VI (27 de septiembre de 2013
!
!
Día$del$catequista$
7!
!
CLAVES PARA SER UN BUEN CATEQUISTA
PAPA FRANCISCO1
1. SER Y NO HACER DE CATEQUISTAS
“La catequesis es una columna para la educación
de la fe”. El llamado es a no trabajar como
catequistas porque no es simplemente una
enseñanza. La vocación del catequista es “ser”
más bien que “hacer”. Por ello quien educa en la
fe debe guiar “al encuentro con Jesús con las
palabras y con la vida y con el testimonio”.
!
2. ANUNCIAR LA BUENA NUEVA CON EL TESTIMONIO
Lo que atrae en la vida cristiana es el
testimonio. Ser catequista significa dar
testimonio de la fe, ser coherente en la
propia vida. Anunciar el evangelio con
palabras y hechos: es importante que el
catequista tenga el valor de anunciar la
Buena
Nueva,
también
con
su
testimonio. “No se puede anunciar el
Evangelio de Jesús sin el testimonio
concreto de la vida. Quien nos escucha
y nos ve, debe poder leer en nuestros
actos eso mismo que oye en nuestros
labios y dar gloria a Dios” Anunciar y
!
dar testimonio es posible si únicamente
estamos junto a Él… vivir una relación intensa con Jesús, una intimidad de
diálogo y de vida, de tal manera que lo reconozcamos como “El Señor”.2
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
1
Estas notas son extraídas del Discurso del Santo Padre Francisco a los participantes en el Congreso
Internacional sobre catequesis, sala Pablo VI, viernes 27 de septiembre de 2013; de la Homilía de la
Santa Misa para la jornada de los catequistas en el año de la fe pronunciada por el Papa Francisco en
la Plaza de San Pedro el día 29 de septiembre de 2013 y de algunas intervenciones hechas por el
Papa Francisco en las homilías diarias en la casa de Santa Marta.
!
!
Día$del$catequista$
8!
!
3. ESTAR CON JESÚS Y DEJARSE MIRAR POR ÉL
Esto significa tener familiaridad con él, permanecer
unidos al Amor como el sarmiento está unido a la
vid, así podemos dar fruto. ¡Permanecer en Jesús!, se
trata de permanecer unidos a Él, dentro de Él, con Él,
hablando con Él: permanecer en Jesús3. Lo que vale
en el ministerio del catequista es estar con El. Estar
en la presencia del Señor, dejarse mirar por Él.
¿Cómo estás en la presencia del Señor? ¿Te dejas
mirar por el Señor?. Esta relación espiritual caldea el
corazón, mantiene encendido el fuego de la amistad
con el Señor, te hace sentir que verdaderamente te
!
mira, está cerca de ti y te ama. ¿cómo vivo yo este
“estar” con Jesús? ¿Hay momentos en los que me pongo en su presencia, en
silencio, me dejo mirar por él?.
4. CAMINAR DESDE CRISTO Y DEL AMOR QUE ÉL NOS DA
Esto significa imitarlo en el salir de si e ir al
encuentro del otro. Quien pone a Cristo en el
centro de su vida, se descentra. Cuanto más te unes
a Jesús y él se convierte en el centro de tu vida,
tanto más te hace Él salir de ti mismo, te descentra
y te abre a los demás. Éste es el verdadero
dinamismo del amor, éste es el movimiento de Dios
mismo. Dios es el centro, pero siempre es don de
si, relación, vida que se comunica… Así nos
hacemos también nosotros si permanecemos unidos
a Cristo; Él nos hace entrar en esta dinámica del
amor. Donde hay verdadera vida en Cristo, hay
apertura al otro, hay salida de sí mismo para ir al
!
encuentro del otro en nombre de Cristo. Y ésta es
la tarea del catequista: salir continuamente de sí por amor, para dar
testimonio de Jesús y hablar de Jesús, predicar a Jesús. Esto es importante
porque lo hace el Señor: es el mismo Señor quien nos apremia a salir.
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Homilia 14 de abril de 2013!
2
3
Discurso del Santo Padre Francisco a los participantes en el Congreso Internacional sobre
catequesis, sala Pablo VI, viernes 27 de septiembre de 2013
!
!
Día$del$catequista$
9!
!
5. NO TENER MIEDO DE IR CON ÉL A LAS PERIFERIAS
No podemos sentir miedo de ir a las
periferias, de salir de nuestros esquemas para
seguir a Dios, porque Dios va siempre más
allá.
El catequista no puede encerrarse –
porque se enferma en unos esquemas
acortados que no le permiten ir a buscar a los
demás hermanos que se han quedado en el
camino y que han perdido la velocidad en la
fe. Tenemos que salir de la esterilidad para
pensar la pastoral de la periferia, desde
aquellos que están más alejados, de los que
habitualmente no acuden a la parroquia, para
esto necesitamos salir de nuestros encierros y
hacer la acción misionera anunciando el
y no
! evangelio de “corazón a corazón”
quedarnos como “estatuas de museo”,
esperando que las gentes lleguen hasta nuestros centros de evangelización.
6. SER CREATIVOS Y SABER CAMBIAR
No se entiende un catequista que no sea creativo. La
creatividad es como la columna vertebral catequista,
pues “Dios es creativo, no es cerrado, y por esto
jamás es rígido, ¡Dios no es rígido! Nos acoge, nos
viene al encuentro, nos comprende. Para ser fieles,
para ser creativos, es necesario saber cambiar. ¿Y por
qué debo cambiar? Para adecuarme a las
circunstancias en las que debo anunciar el Evangelio”,
para saber cambiar de paradigma.
!
7. EL RIESGO DE APOLTRONAMIENTO Y LA COMODIDAD
«¡Ay de los que se fían de Sión,... acostados en lechos de
marfil!» (Am 6,1.4); comen, beben, cantan, se divierten y
no se preocupan por los problemas de los demás.
!
!
El riesgo de apoltronarse, de la comodidad, de la
mundanidad en la vida y en el corazón, de
concentrarnos en nuestro bienestar, es uno de los
problemas de nuestro tiempo. El catequista debe estar
atento para que lo mundano no se convierta en el
centro de su vida y para que la seguridad en las cosas
materiales no le roben la atención. El compromiso
!
Día$del$catequista$ 10!
!
consiste en buscar la novedad que Dios quiere, porque a lo largo de los
años vamos acumulando cansancio y estamos paralizados como
catequistas: “muchas veces preferimos mantener nuestras seguridades,
pararnos en una tumba, pensando en el difunto, que solo vive en el
recuerdo de la historia. Tenemos miedo a las sorpresas de Dios… no nos
cerremos a la novedad que Dios quiere traer a nuestras vidas.4
8. CUSTODIA Y ALIMENTA LA MEMORIA DE DIOS
El catequista es el que custodia y alimenta la memoria de Dios; la custodia
en sí mismo y sabe despertarla en los demás. Ejemplo:
“Hacer memoria de Dios, como la Virgen María
que, ante la obra maravillosa de Dios en su vida,
no piensa en el honor, el prestigio, la riqueza, no
se cierra en sí misma. Por el contrario, tras
recibir el anuncio del Ángel y haber concebido al
Hijo de Dios, ¿qué es lo que hace? Se pone en
camino, va donde su anciana pariente Isabel,
también ella encinta, para ayudarla; y al
encontrarse con ella, su primer gesto es hacer
memoria del obrar de Dios, de la fidelidad de
Dios en su vida, en la historia de su pueblo, en
!
nuestra historia: «Proclama mi alma la grandeza
del Señor... porque ha mirado la humillación de su esclava... su
misericordia llega a sus fieles de generación en generación» (cf. Lc
1,46.48.50). María tiene memoria de Dios.
El catequista es un cristiano que pone la memoria de Dios al servicio del
anuncio; no para exhibirse, no para hablar de sí mismo, sino para hablar de
Dios, de su amor y su fidelidad. Hablar y transmitir todo lo que Dios ha
revelado, es decir, la doctrina en su totalidad, sin quitar ni añadir nada. El
catequista, pues, es un cristiano que lleva consigo la memoria de Dios, y se
deja guiar por ella en toda su vida, y la sabe despertar en el corazón de los
otros. ¿Somos nosotros memoria de Dios? ¿Somos verdaderamente como
centinelas que despiertan en los demás la memoria de Dios, que inflama el
corazón?
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
4
!
Homilia marzo 30 de 2013.
!
Día$del$catequista$ 11!
!
9. ÉL ES SIEMPRE EL PRIMERO. EL SEÑOR SIEMPRE NOS “PRIMEREA”
Dios siempre nos precede. Cuando pensamos que
vamos lejos, a una extrema periferia, y tal vez
tenemos un poco de miedo, en realidad él ya está allí:
Jesús nos espera en el corazón de aquel hermano, en
su carne herida, en su vida oprimida, en su alma sin
fe.
!
10.TENDER A LA JUSTICIA, A LA PIEDAD, A LA FE, A LA CARIDAD, A LA PACIENCIA, A LA
MANSEDUMBRE
El catequista es un hombre de la memoria de Dios si tiene
una relación constante y vital con él y con el prójimo; si es
hombre de fe, que se fía verdaderamente de Dios y pone
en él su seguridad; si es hombre de caridad, de amor, que
ve a todos como hermanos; si es hombre de paciencia,
de perseverancia, que sabe hacer frente a las dificultades,
las pruebas y los fracasos, con serenidad y esperanza en
el Señor; si es hombre amable, capaz de comprensión y
misericordia.
!
!
!
Día$del$catequista$ 12!
!
GUIÓN PARA LA
CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA
Memoria obligatoria de San Pío décimo
Día del Catequista
21 de agosto de 2014
!
!
Día$del$catequista$ 13!
!
Memoria Biográfica de Pio X
José Sarto, después Pío X, nació en Riese, poblado cerca de Venecia,
Italia en 1835 en el seno de una familia humilde siendo el segundo de diez
hijos.
Todavía siendo niño perdió a su padre por lo que pensó dejar de
estudiar para ayudar a su madre en los gastos de manutención de la
familia, sin embargo ésta se lo impidió y pudo continuar sus estudios en el
seminario gracias a una beca que le consiguió un sacerdote amigo de la
familia.
Una vez ordenado fue vicepárroco, párroco, canónigo, obispo de
Mantua y Cardenal de Venecia, puestos donde duró en cada uno de ellos
nueve años. Bromeando platicaba que solamente le faltaban nueve años de
Papa.
En 1903 al morir León XIII fue convocado a Roma para elegir al nuevo
Pontífice. En Roma no era candidato para algunos por no hablar francés y
él mismo se consideraba indigno de tal nombramiento.
Durante la elección los Cardenales se inclinaron en principio y por
mayoría por el Cardenal Rampolla, sin embargo el Cardenal de
Checoslovaquia anunció que el Emperador de Austria no aceptaba al
Cardenal Rampolla como Papa y tenía el derecho de veto en la elección
papal, por lo que el Cardenal Rampolla retiró su nombre del
nombramiento. Reanudada la votación los Cardenales se inclinaron por el
Cardenal Sarto quien suplicó que no lo eligieran hasta que una noche una
comisión de Cardenales lo visitó para hacerle ver que no aceptar el
nombramiento era no aceptar la voluntad de Dios. Aceptó pues convencido
de que si Dios da un cargo, da las gracias necesarias para llevarlo a cabo.
Escogió el nombre de Pío inspirado en que los Papas que eligieron
ese nombre habían sufrido por defender la religión.
Tres eran sus más grandes características: La pobreza: fue un Papa
pobre que nunca fue servido más que por dos de sus hermanas para las
que tuvo que solicitar una pensión para que no se quedaran en la miseria a
la hora de la muerte de Pío X; la humildad: Pío X siempre se sintió indigno
del cargo de Papa e incluso no permitía lujos excesivos en sus recámaras y
sus hermanas que lo atendían no gozaban de privilegio alguno en el
Vaticano; la bondad: Nunca fue difícil tratar con Pío X pues siempre estaba
de buen genio y dispuesto a mostrarse como padre bondadosos con quien
necesitara de él.
!
!
Día$del$catequista$ 14!
!
Una vez que fue elegido Papa decretó que ningún gobernante podía
vetar a Cardenal alguno para Sumo Pontífice.
Dentro de sus obras destaca el combate contra dos herejías en boga
en esa época: Modernismo, la cual la combatió en un documento llamado
Pascendi estableciendo que los dogmas son inmutables y la Iglesia si tiene
autoridad para dar normas de moral; la otra herejía que combatió fue la del
Jansenismo que propagaba que la Primera Comunión se debía retrasar lo
más posible; en contraposición Pío X decretó la autorización para que los
niños pudieran recibir la comunión desde el momento en que entendía
quien está en la Santa Hostia Consagrada. Este decreto le valió ser llamado
el Papa de la Eucaristía.
Fundó el Instituto Bíblico para perfeccionar las traducciones de la
Biblia y nombró una comisión encargada de ordenar y actualizar el Derecho
Canónico. Promovió el estudio del Catecismo.
Murió el 21 de agosto de 1914 después de once años de pontificado.
Ritos iniciales
En el nombre del Padre,
y del Hijo,
y del Espíritu Santo.
El pueblo responde:
Amén.
El Señor, que dirige nuestros corazones
para que amemos a Dios,
esté con todos ustedes
El pueblo responde:
Y con tu espíritu.
Monición introductoria de la Misa
Hermanos, estamos aquí reunidos porque somos el grupo que busca al
Señor: el grupo de los que creemos en Jesús como Mesías y Salvador.
Venimos a celebrar y revivir la amistad y alianza que tenemos con Dios
Padre por la vida, muerte y resurrección de su Hijo Jesucristo, nuestro
hermano.
!
!
Día$del$catequista$ 15!
!
Hoy celebra la Iglesia el día de San Pio X, patrono de los catequistas, por
eso tengamos presentes en nuestra oración a todos aquellos que se
dedican al ministerio de la catequesis en nuestras comunidades
parroquiales.
Acto penitencial
Hermanos,
El Señor Jesús,
que nos invita a la mesa de la Palabra y de la Eucaristía,
nos llama ahora a la conversión.
Reconozcamos, pues, que somos pecadores
e invoquemos con esperanza la misericordia de Dios.
Tú que eres nuestra luz. SEÑOR, TEN PIEDAD
Tú, que eres nuestra paz. CRISTO, TEN PIEDAD
Tú, que eres nuestra alegría. SEÑOR, TEN PIEDAD
Dios todopoderoso
tenga misericordia de nosotros,
perdone nuestros pecados
y nos lleve a la vida eterna.
El pueblo responde:
Amén.
Oración colecta
O
h Dios, que para defender la fe católica
e instaurar todas las cosas en Cristo,
colmaste al Papa San Pío décimo
de celestial sabiduría y de fortaleza apostólica,
concédenos bondadoso
que, dóciles a su instrucción y a sus ejemplos,
consigamos la recompensa eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
Y es Dios por los siglos de los siglos.
!
!
Día$del$catequista$ 16!
!
Liturgia de la Palabra
Monición a la Liturgia de la Palabra
Ha llegado el momento de servir la primera mesa de esta celebración: la
mesa de la Palabra, en la que el Señor nos alimenta con sus enseñanzas.
Abramos las puertas de nuestro corazón para que allí se aloje
definitivamente la Palabra que da vida.
Lectura de la profecía de Ezequiel 36,23-28
Así dice el Señor: «Mostraré la santidad de mi nombre grande, profanado
entre los gentiles, que ustedes han profanado en medio de ellos; y
conocerán los gentiles que yo soy el Señor –oráculo del Señor–, cuando les
haga ver mi santidad al castigarlos. Los recogeré de entre las naciones, los
reuniré de todos los países, y los llevaré a su tierra. Derramaré sobre
ustedes un agua pura que los purificará: de todas sus inmundicias e
idolatrías los he de purificar. Y les daré un corazón nuevo, y les infundiré
un espíritu nuevo; arrancaré de su carne el corazón de piedra, y les daré un
corazón de carne. Les infundiré mi espíritu, y haré que caminen según mis
preceptos, y que guarden y cumplan mis mandatos. Y habitaran en la tierra
que di a sus padres. Ustedes serán mi pueblo, y yo seré su Dios.»
Palabra de Dios
Salmo 50,12-13.14-15.18-19
R/. Derramaré sobre ustedes un agua pura
que los purificará de todas sus inmundicias
Oh Dios, crea en mi un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. R/.
Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso:
enseñaré a los malvados tus caminos,
los pecadores volverán a ti. R/.
Los sacrificios no te satisfacen:
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado,
tú no lo desprecias. R/.
!
!
Día$del$catequista$ 17!
!
Lectura del santo evangelio según san Mateo 22,1-14
En aquel tiempo, de nuevo tomó Jesús la palabra y habló en parábolas a los
sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «El reino de los cielos se
parece a un rey que celebraba la boda de su hijo. Mandó criados para que
avisaran a los convidados a la boda, pero no quisieron ir. Volvió a mandar
criados, encargándoles que les dijeran: "Tengo preparado el banquete, he
matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto. Vengan a la boda."
Los convidados no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus
negocios; los demás les echaron mano a los criados y los maltrataron hasta
matarlos. El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con
aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados:
"La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Vayan
ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encuentren, convídelos
a la boda." Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que
encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales.
Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no
llevaba traje de fiesta y le dijo: "Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte
de fiesta?" El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los camareros:
"Atenlo de pies y manos y arrójenlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto
y el rechinar de dientes." Porque muchos son los llamados y pocos los
escogidos.» Palabra del Señor
Homilía
Oración universal o de los fieles
Presidente: Oremos a Dios, nuestro Padre, por Jesucristo, su Hijo amado,
nuestro hermano. Oremos diciendo: ESCÚCHANOS, PADRE
1. Por el papa Francisco, por nuestro obispo N, por los obispos de todo el
mundo. Y también por los sacerdotes, por los diáconos, por todos los que
trabajan al servicio de la Iglesia. OREMOS
2. Por los catequistas, por los responsables de los movimientos de Iglesia,
por los que ayudan a los demás en el crecimiento de la fe, por los que
trabajan en la difusión del Evangelio. OREMOS
3. Por los ancianos que se encuentran abandonados por sus hijos; por los
niños que se han quedado sin padres. OREMOS
4. Por los que se dedican a la ayuda de los hermanos necesitados, por los
que luchan por la justicia y la paz, por los que ofrecen su servicio en los
países más pobres. OREMOS
5. Por los que estamos celebrando esta Eucaristía, y por nuestros familiares
y amigos. OREMOS
!
!
Día$del$catequista$ 18!
!
Oración conclusiva
Escucha, Padre, nuestras plegarias.
Escúchalas por Jesucristo, tu Hijo, nuestro hermano,
que vive y reina contigo por los siglos de los siglos.
Liturgia Eucarística
Bendito seas, Señor, Dios del universo,
por este pan,
fruto de la tierra y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos;
él será́ para nosotros pan de vida.
Bendito seas por siempre, Señor.
Bendito seas, Señor, Dios del universo,
por este vino,
fruto de la vid y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos;
él será́ para nosotros bebida de salvación.
Bendito seas por siempre, Señor.
En el momento de ofrecer
el sacrificio de toda la Iglesia,
oremos a Dios, padre todopoderoso.
El pueblo se pone de pie y responde:
El Señor reciba de tus manos este sacrificio,
para alabanza y gloria de su nombre,
para nuestro bien
y el de toda su santa Iglesia.
Oración sobre las ofrendas
R
ecibe, Señor, en tu bondad nuestras ofrendas
Y concédenos que,
dóciles a las enseñanzas de San Pío décimo, Papa,
celebremos estos divinos misterios con dedicación sincera
y los recibamos con fidelidad de corazón.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
!
!
Día$del$catequista$ 19!
!
PREFACIO DE LOS SANTOS PASTORES
Presencia de los santos Pastores en la Iglesia
V. El Señor esté con ustedes
R. Y con tu espíritu
V. Levantemos el corazón
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios
R. Es justo y necesario
E
n verdad es justo y necesario
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno,
Por Jesucristo, Señor nuestro.
Porque de tal manera concedes a tu Iglesia
regocijarse con la fiesta de San Pio décimo
que la fortaleces con el ejemplo de su vida,
la instruyes con su palabra
y la proteges con su intercesión.
Por eso,
con los Ángeles y con la multitud de los Santos
te cantamos el himno de alabanza,
diciendo sin cesar:
Santo, Santo, Santo es el Señor Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
PLEGARIA EUCARÍSTICA III
El sacerdote, con las manos extendidas, dice:
Santo eres en verdad, Padre,
y con razón te alaban todas tus criaturas,
ya que por Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro,
con la fuerza del Espíritu Santo,
das vida y santificas todo,
y congregas a tu pueblo sin cesar,
!
!
Día$del$catequista$ 20!
!
para que ofrezca en tu honor
un sacrificio sin mancha
desde donde sale el sol hasta el ocaso.
Junta las manos y, manteniéndolas extendidas sobre las ofrendas, dice:
Por eso, Padre, te suplicamos
que santifiques por el mismo Espíritu
estos dones que hemos separado para Ti,
Junta las manos y traza el signo de la cruz sobre el pan y el cáliz conjuntamente, diciendo:
de manera que sean
Cuerpo y + Sangre de Jesucristo,
Hijo tuyo y Señor nuestro,
Junta las manos.
que nos mandó celebrar estos misterios.
Porque Él mismo,
la noche en que iba a ser entregado,
Toma el pan y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue:
TOMAD Y COMED TODO DE ÉL,
PORQUE ESTO ES MI CUERPO,
QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.
Muestra el pan consagrado al pueblo, lo deposita luego sobre la patena y lo adora haciendo
genuflexión.
Después prosigue:
Del mismo modo, acabada la cena,
Toma el cáliz y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue:
tomó el cáliz,
dando gracias te bendijo,
y lo pasó a sus discípulos, diciendo:
Se inclina un poco.
«TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL,
PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA,
!
!
Día$del$catequista$ 21!
!
QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR MUCHOS
Y POR TODOS LOS HOMBRES
PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.
HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA».
Muestra el cáliz al pueblo, lo deposita luego sobre el corporal y lo adora haciendo genuflexión.
Este es el Sacramento de nuestra fe.
Y el pueblo prosigue, aclamando:
Anunciamos tu muerte,
proclamamos tu resurrección.
¡Ven, Señor Jesús!
Así́, pues, Padre,
al celebrar ahora el memorial
de la pasión salvadora de tu Hijo,
de su admirable resurrección y ascensión al cielo,
mientras esperamos su venida gloriosa,
te ofrecemos, en esta acción de gracias,
el sacrificio vivo y santo.
Dirige tu mirada sobre la ofrenda de tu Iglesia,
y reconoce en ella la Victima
por cuya inmolación quisiste devolvernos tu amistad,
para que,
fortalecidos con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo
y llenos de su Espíritu Santo,
formemos en Cristo un solo cuerpo y un solo espíritu.
Que él nos transforme en ofrenda permanente,
para que gocemos de tu heredad
junto con tus elegidos:
con María, la Virgen Madre de Dios,
los Apóstoles y los Mártires,
San Pío décimo
y todos los santos,
por cuya intercesión
confiamos obtener siempre tu ayuda.
Te pedimos, Padre,
que esta Victima de reconciliación
traiga la paz y la salvación al mundo entero.
!
!
Día$del$catequista$ 22!
!
Confirma en la fe y en la caridad
a tu Iglesia, peregrina en la tierra:
a tu servidor, el Papa Francisco
a nuestro Obispo N.,
Al Orden episcopal, a los presbíteros y diáconos,
y a todo el pueblo redimido por Ti.
Atiende los deseos de esta familia
que has congregado en tu presencia.
Reúne en torno a Ti, Padre misericordioso,
a todos tus hijos dispersos por el mundo.
A nuestros hermanos difuntos
y a cuantos murieron en tu amistad
recíbelos en tu reino,
donde esperamos gozar todos juntos
de la plenitud eterna de tu gloria,
Junta las manos.
Por Cristo, Señor nuestro,
por quien concedes al mundo todos los bienes.
Toma la patena con la Hostia y el Cáliz, los eleva, y dice:
Por Cristo, con Él y en Él,
a Ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.
El pueblo aclama:
Amén.
Rito de la Comunión
Llenos de alegría por ser hijos de Dios,
Digamos confiadamente la oración que Cristo nos enseñó:
Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
!
!
Día$del$catequista$ 23!
!
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
Con las manos extendidas, el sacerdote solo prosigue, diciendo:
Líbranos de todos los males, Señor,
y concédenos la paz en nuestros días,
para que, ayudados por tu misericordia,
vivamos siempre libres de pecado
y protegidos de toda perturbación,
mientras esperamos la gloriosa venida
de nuestro Salvador Jesucristo.
Junta las manos.
El pueblo concluye la oración, aclamando:
Tuyo es el reino,
tuyo el poder y la gloria,
por siempre, Señor.
Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice en voz alta:
Señor Jesucristo,
que dijiste a tus Apóstoles:
"La paz os dejo, mi paz os doy";
no tengas en cuenta nuestros pecados,
sino la fe de tu Iglesia
y, conforme a tu palabra,
concédele la paz y la unidad.
Junta las manos.
Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.
El pueblo responde:
Amén.
El sacerdote, vuelto hacia al pueblo, extendiendo y juntando las manos, añade:
La paz del Señor esté siempre con ustedes.
!
!
Día$del$catequista$ 24!
!
El pueblo responde:
Y con tu espíritu.
Luego, si se juzga oportuno, el diácono, o el sacerdote, añade:
Dense fraternalmente la paz.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
danos la paz.
Éste es el Cordero de Dios,
que quita el pecado del mundo.
Dichosos los invitados a la cena del Señor.
Señor, no soy digno
de que entres en mi casa,
pero una palabra tuya
bastará para sanarme.
Rito de conclusión
Oración después de la comunión
A
l celebrar la memoria del papa San Pío décimo,
te pedimos, Señor Dios nuestro,
que, por la virtud del banquete celestial,
lleguemos a ser constantes en la fe
y vivamos concordes en tu amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
El Señor esté con ustedes.
El pueblo responde:
Y con tu espíritu.
El sacerdote bendice al pueblo, diciendo:
El Señor los bendiga y los proteja.
R. Amén
Ilumine su rostro sobre ustedes y les tenga misericordia
!
!
Día$del$catequista$ 25!
!
R. Amén
Vuelva a ustedes su semblante y les conceda su paz.
R. Amén
Y la bendición de Dios todopoderoso,
Padre, Hijo + y Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca siempre.
El pueblo responde:
Amén.
Pueden ir en paz.
El pueblo responde:
Demos gracias a Dios.
!
!
Día$del$catequista$ 26!
!
GUIÓN PARA LA
CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA
Fiesta de Santa Rosa de Lima Virgen
Patrona de América Latina
Día del Catequista
23 de agosto de 2014
!
!
Día$del$catequista$ 27!
!
Ritos iniciales
En el nombre del Padre,
y del Hijo,
y del Espíritu Santo.
El pueblo responde:
Amén.
La paz, la caridad y la fe,
de parte de Dios Padre,
y de Jesucristo, el Señor,
estén con todos ustedes.
El pueblo responde:
Y con tu espíritu.
Monición introductoria de la Misa
Hoy en la fiesta de Santa Rosa de Lima Virgen, patrona de América Latina,
nos unimos como Iglesia en torno a Jesucristo, nuestro maestro, que nos
abre la inteligencia y el corazón para que comprendamos su Palabra y la
practiquemos.
De modo especial, queremos agradecer a Dios, por el ministerio de los
catequistas de nuestra comunidad, quienes celebran su día y renuevan hoy
su compromiso con la educación de la fe de nuestros catequizandos.
Dispongamos nuestro corazón para este encuentro.
Acto penitencial
El Señor ha dicho:
“El que esté sin pecado que tire la primera piedra”.
Reconozcámonos, pues, pecadores
y perdonémonos los unos a los otros
Desde lo más íntimo de nuestro corazón.
A ti, Señor, que eres fuente de todo perdón, te rogamos: SEÑOR, TEN PIEDAD
A ti, Señor, que nos fuerza para renovarnos, te rogamos: CRISTO, TEN PIEDAD
A ti, Señor, que nos ayudas a perdonarnos, te rogamos: SEÑOR, TEN PIEDAD
Dios todopoderoso
tenga misericordia de nosotros,
perdone nuestros pecados
!
!
Día$del$catequista$ 28!
!
y nos lleve a la vida eterna.
El pueblo responde:
Amén.
Oración colecta
!
h Dios que concediste a santa Rosa,
encendida en amor por Ti,
apartarse del mundo para dedicarse
a la austeridad y a la penitencia,
otórganos, por su intercesión,
que, al seguir los caminos de la vida en la tierra,
podamos gozar del torrente de tus delicias del cielo.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios por los siglos de los siglos.
O
El pueblo responde:
Amén.
Liturgia de la Palabra
Monición a la Liturgia de la Palabra
El Espíritu Santo nos ha impulsado a acudir al templo y nos ha reunido
como comunidad de fe y de amor. Escucharemos ahora la Palabra del
Señor y comulgaremos su Cuerpo y su Sangre. Dispongámonos a participar
en esta celebración con el debido recogimiento y respeto.
Lectura de la Primera Carta de San Pablo a los Corintios 7,25-35
Acerca de los célibes no tengo precepto del Señor, pero doy mi parecer
como alguien que, por la misericordia del Señor, es fiel. Considero que, por
la angustia que apremia, es bueno para un hombre quedarse así. ¿Estás
unido a una mujer? No busques la separación. ¿Estás libre de mujer? No
busques mujer; pero, si te casas, no pecas; y, si una soltera se casa,
tampoco peca. Aunque estos tales sufrirán la tribulación de la carne; y yo
quiero ahorrársela. Digo esto, hermanos, que el momento es apremiante.
Queda como solución que los que tienen mujer vivan como si la tuvieran;
los que lloran, como si no lloraran; los que están alegres, como si no se
alegraran; los que compran, como si no poseyeran; los que negocian en el
!
!
Día$del$catequista$ 29!
!
mundo, como si no disfrutaran de él: porque la representación de este
mundo se termina. Quiero que se ahorren preocupaciones: el no casado se
preocupa de los asuntos del Señor, buscando contentar al Señor; en
cambio, el casado se preocupa de los asuntos del mundo, buscando
contentar a su mujer, y anda dividido. También la mujer sin marido y la
soltera se preocupan de los asuntos del Señor, de ser santa en cuerpo y
alma; en cambio, la casada se preocupa de los asuntos del mundo,
buscando contentar a su marido. Les digo todo esto para su bien; no para
ponerles una trampa, sino para inducirles a una cosa noble y al trato con el
Señor sin preocupaciones. Palabra de Dios
Salmo 45(44), 11-12.14-15.16-17
R/ Escucha, hija, mira: inclina el oído
Escucha, hija, mira: inclina el oído,
Olvida tu pueblo y la casa paterna:
Prendado está el rey de tu belleza,
Póstrate ante él, qué él es tu Señor. R/
Ya entra la princesa, bellísima,
Vestida de perlas y brocado;
La llevan ante el rey,
Con séquito de vírgenes;
La siguen sus compañeras. R/
Las traen entre alegría y algazara,
Van entrando en el palacio real.
A cambio de tus padres tendrás hijos,
Que nombrarás príncipes por toda la tierra. R/
Lectura del santo evangelio según San Mateo 19, 3-12
Se acercaron a Jesús unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba:
«¿Es lícito a un hombre repudiar a su mujer por cualquier motivo?». Él les
respondió: «¿No han leído que el Creador, en el principio, los creó hombre
y mujer, y dijo: “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se
unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne”? De modo que ya no son
dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el
hombre». Ellos insistieron: «¿Y por qué mandó Moisés darle acta de
divorcio y repudiarla?». Él les contestó: «Por la dureza de su corazón les
permitió Moisés repudiar a sus mujeres; pero, al principio, no era así. Pero
yo les digo que, si uno repudia a su mujer —no hablo de unión ilegítima—
y se casa con otra, comete adulterio». Los discípulos le replicaron: «Si esa
es la situación del hombre con la mujer, no trae cuenta casarse». Pero él les
dijo: «No todos entienden esto, solo los que han recibido ese don. Hay
!
!
Día$del$catequista$ 30!
!
eunucos que salieron así del vientre de su madre, a otros los hicieron los
hombres, y hay quienes se hacen eunucos ellos mismos por el reino de los
cielos. El que pueda entender, entienda». Palabra del Señor
Homilía
Oración universal o de los fieles
Presidente: Como Iglesia, reunidos en torno a Jesucristo, intercedamos al
Padre por las necesidades de nuestros hermanos los hombres. Oremos
diciendo: ESCÚCHANOS PADRE
1- Para que los catequistas seamos siempre fermento de amor y de
esperanza de nuestro mundo. OREMOS AL SEÑOR.
2. Para que el papa Francisco y nuestro obispo N. ejerzan su misión
pastoral con espíritu de servicio y entrega. OREMOS AL SEÑOR.
3. Para que en el corazón de todos los hombres crezcan siempre
sentimientos de paz, de justicia, de solidaridad. OREMOS AL SEÑOR.
4. Para que toda persona pueda tener un trabajo en condiciones dignas y
un salario suficiente. OREMOS AL SEÑOR.
5. Para que no perdamos nunca el deseo de crecer en el conocimiento y el
amor a Jesucristo. OREMOS AL SEÑOR.
Oración conclusiva
Escucha, Padre, nuestras oraciones.
Tú eres la fuente de toda bondad.
Concédenos lo que te pedimos confiando en ti,
porque tú eres nuestro Padre.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Liturgia Eucarística
Bendito seas, Señor, Dios del universo,
por este pan,
fruto de la tierra y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos;
él será́ para nosotros pan de vida.
Bendito seas por siempre, Señor.
Bendito seas, Señor, Dios del universo,
por este vino,
!
!
Día$del$catequista$ 31!
!
fruto de la vid y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos;
él será́ para nosotros bebida de salvación.
Bendito seas por siempre, Señor.
En el momento de ofrecer
el sacrificio de toda la Iglesia,
oremos a Dios, padre todopoderoso.
El pueblo se pone de pie y responde:
El Señor reciba de tus manos este sacrificio,
para alabanza y gloria de su nombre,
para nuestro bien
y el de toda su santa Iglesia.
Oración sobre las ofrendas
R
ecibe, Señor, los dones que te presentamos
al celebrar la fiesta de Santa Rosa de Lima, virgen;
y concédenos, por este santo sacrificio,
que nuestra vida sea una ofrenda permanente
agradable a tus ojos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO DE LOS SANTAS VÍRGENES
Y DE LOS SANTOS RELIGIOSOS
El signo de la vida consagrada a Dios
V. El Señor esté con ustedes
R. Y con tu espíritu
V. Levantemos el corazón
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios
R. Es justo y necesario
E
n verdad es justo y necesario
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Pues en los Santos
!
!
Día$del$catequista$ 32!
!
Que, por el reino de los cielos, se consagraron a Cristo,
Celebramos tu providencia admirable,
Por la cual, vuelves a llamar a la santidad original
Al género humano
Y le haces pregustar los dones
Que habrá de poseer en el cielo.
Por eso,
con todos los Ángeles y Santos,
te alabamos, proclamando sin cesar:
Santo, Santo, Santo es el Señor Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
PLEGARIA EUCARÍSTICA III
El sacerdote, con las manos extendidas, dice:
Santo eres en verdad, Padre,
y con razón te alaban todas tus criaturas,
ya que por Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro,
con la fuerza del Espíritu Santo,
das vida y santificas todo,
y congregas a tu pueblo sin cesar,
para que ofrezca en tu honor
un sacrificio sin mancha
desde donde sale el sol hasta el ocaso.
Junta las manos y, manteniéndolas extendidas sobre las ofrendas, dice:
Por eso, Padre, te suplicamos
que santifiques por el mismo Espíritu
estos dones que hemos separado para Ti,
Junta las manos y traza el signo de la cruz sobre el pan y el cáliz conjuntamente, diciendo:
de manera que sean
Cuerpo y + Sangre de Jesucristo,
Hijo tuyo y Señor nuestro,
Junta las manos.
que nos mandó celebrar estos misterios.
!
!
Día$del$catequista$ 33!
!
Porque Él mismo,
la noche en que iba a ser entregado,
Toma el pan y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue:
TOMAD Y COMED TODO DE ÉL,
PORQUE ESTO ES MI CUERPO,
QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.
Muestra el pan consagrado al pueblo, lo deposita luego sobre la patena y lo adora haciendo
genuflexión.
Después prosigue:
Del mismo modo, acabada la cena,
Toma el cáliz y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue:
tomó el cáliz,
dando gracias te bendijo,
y lo pasó a sus discípulos, diciendo:
Se inclina un poco.
«TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL,
PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA,
QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR MUCHOS
Y POR TODOS LOS HOMBRES
PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.
HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA».
Muestra el cáliz al pueblo, lo deposita luego sobre el corporal y lo adora haciendo genuflexión.
Este es el Sacramento de nuestra fe.
Y el pueblo prosigue, aclamando:
Anunciamos tu muerte,
proclamamos tu resurrección.
¡Ven, Señor Jesús!
Así́, pues, Padre,
al celebrar ahora el memorial
de la pasión salvadora de tu Hijo,
de su admirable resurrección y ascensión al cielo,
!
!
Día$del$catequista$ 34!
!
mientras esperamos su venida gloriosa,
te ofrecemos, en esta acción de gracias,
el sacrificio vivo y santo.
Dirige tu mirada sobre la ofrenda de tu Iglesia,
y reconoce en ella la Victima
por cuya inmolación quisiste devolvernos tu amistad,
para que,
fortalecidos con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo
y llenos de su Espíritu Santo,
formemos en Cristo un solo cuerpo y un solo espíritu.
Que él nos transforme en ofrenda permanente,
para que gocemos de tu heredad
junto con tus elegidos:
con María, la Virgen Madre de Dios,
los Apóstoles y los Mártires,
Santa Rosa de Lima
y todos los santos,
por cuya intercesión
confiamos obtener siempre tu ayuda.
Te pedimos, Padre,
que esta Victima de reconciliación
traiga la paz y la salvación al mundo entero.
Confirma en la fe y en la caridad
a tu Iglesia, peregrina en la tierra:
a tu servidor, el Papa Francisco
a nuestro Obispo N.,
Al Orden episcopal, a los presbíteros y diáconos,
y a todo el pueblo redimido por Ti.
Atiende los deseos de esta familia
que has congregado en tu presencia.
Reúne en torno a Ti, Padre misericordioso,
a todos tus hijos dispersos por el mundo.
A nuestros hermanos difuntos
y a cuantos murieron en tu amistad
recíbelos en tu reino,
donde esperamos gozar todos juntos
de la plenitud eterna de tu gloria,
Junta las manos.
!
!
Día$del$catequista$ 35!
!
Por Cristo, Señor nuestro,
por quien concedes al mundo todos los bienes.
Toma la patena con la Hostia y el Cáliz, los eleva, y dice:
Por Cristo, con Él y en Él,
a Ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.
El pueblo aclama:
Amén.
Rito de la Comunión
Llenos de alegría por ser hijos de Dios,
Digamos confiadamente la oración que Cristo nos enseñó:
Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
Con las manos extendidas, el sacerdote solo prosigue, diciendo:
Líbranos de todos los males, Señor,
y concédenos la paz en nuestros días,
para que, ayudados por tu misericordia,
vivamos siempre libres de pecado
y protegidos de toda perturbación,
mientras esperamos la gloriosa venida
de nuestro Salvador Jesucristo.
Junta las manos.
El pueblo concluye la oración, aclamando:
Tuyo es el reino,
!
!
Día$del$catequista$ 36!
!
tuyo el poder y la gloria,
por siempre, Señor.
Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice en voz alta:
Señor Jesucristo,
que dijiste a tus Apóstoles:
"La paz os dejo, mi paz os doy";
no tengas en cuenta nuestros pecados,
sino la fe de tu Iglesia
y, conforme a tu palabra,
concédele la paz y la unidad.
Junta las manos.
Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.
El pueblo responde:
Amén.
El sacerdote, vuelto hacia al pueblo, extendiendo y juntando las manos, añade:
La paz del Señor esté siempre con ustedes.
El pueblo responde:
Y con tu espíritu.
Luego, si se juzga oportuno, el diácono, o el sacerdote, añade:
Dense fraternalmente la paz.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
danos la paz.
Éste es el Cordero de Dios,
que quita el pecado del mundo.
Dichosos los invitados a la cena del Señor.
Señor, no soy digno
de que entres en mi casa,
!
!
Día$del$catequista$ 37!
!
pero una palabra tuya
bastará para sanarme.
Rito de conclusión
Oración después de la comunión
L
a sagrada comunión
del Cuerpo y de la Sangre de tu Unigénito,
nos aleje, Señor, de las cosas pasajeras,
para que podamos, a ejemplo de Santa Rosa,
crecer en sincera caridad durante nuestra vida,
y disfrutar la visión de la eternidad en el cielo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
El Señor esté con ustedes.
El pueblo responde:
Y con tu espíritu.
El sacerdote bendice al pueblo, diciendo:
El Señor los bendiga y los proteja.
R. Amén
Ilumine su rostro sobre ustedes y les tenga misericordia
R. Amén
Vuelva a ustedes su semblante y les conceda su paz.
R. Amén
Y la bendición de Dios todopoderoso,
Padre, Hijo + y Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca siempre.
El pueblo responde:
Amén.
Pueden ir en paz.
El pueblo responde:
Demos gracias a Dios.
!
!
Día$del$catequista$ 38!
!
HORA SANTA
CAMINAR DESDE CRISTO
Caminar desde Cristo significa imitarlo en el salir de sí
e ir al encuentro del otro.
!
!
Día$del$catequista$ 39!
!
HORA SANTA
CAMINAR DESDE CRISTO
Entre las celebraciones que se proponen para celebrar el día del catequista,
se sugiere una jornada de oración para meditar sobre el valor del
ministerio del catequista. Este guión tiene tres momentos, en cada uno de
ellos hay una lectura bíblica, un fragmento del discurso del Santo Padre
Francisco a los participantes en el Congreso internacional sobre la
catequesis, realizado en Roma el 27 de septiembre de 2013, una oración y
un canto.
Exposición del Santísimo
Canto eucarístico mientras se expone
En esta hora de silencio y paz mientras la tarde va cayendo, queremos
acompañarte porque la mesa está servida, caliente el pan y envejecido el
vino. Queremos estar contigo, hecho misterio y sacramento; queremos
recordar y meditar tus palabras que son una brújula en nuestro caminar.
PRIMER MOMENTO
1. Caminar desde Cristo significa tener familiaridad con Él.
Jn 15,1-8
Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí
no da fruto, lo corta, y todo el que da fruto, lo limpia, para que dé más
fruto. Ustedes están ya limpios gracias a la Palabra que le he anunciado.
Permanezcan en mí, como yo en ustedes. Lo mismo que el sarmiento no
puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid; así tampoco
ustedes si no permanecen en mí. Yo soy la vid; ustedes los sarmientos. El que
permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no
pueden hacer nada. Si alguno no permanece en mí, es arrojado fuera, como
el sarmiento, y se seca; luego los recogen, los echan al fuego y arden. Si
permanecen en mí, y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que
quieran y lo conseguirán. La gloria de mi Padre está en que den mucho
fruto, y sean mis discípulos. Palabra del Señor
Reflexión
Jesús insiste sobre esto a sus discípulos en la Última Cena, cuando se
apresta a vivir el más alto don de amor, el sacrificio de la cruz. Jesús usa la
imagen de la vid y los sarmientos, y dice: Permanezcan en mi amor,
permanezcan unidos a mí, como el sarmiento está unido a la vid. Si
!
!
Día$del$catequista$ 40!
!
estamos unidos a Él, podemos dar fruto, y ésta es la familiaridad con
Cristo. ¡Permanecer en Jesús! Se trata de permanecer unidos a Él, dentro de
Él, con Él, hablando con Él: permanecer en Jesús.
Para un discípulo, lo primero es estar con el Maestro, escucharle,
aprender de él. Y esto vale siempre, es un camino que dura toda la vida. Me
acuerdo de haber visto tantas veces, cuando estaba en la diócesis que tenía
antes, a los catequistas salir de los cursos del seminario catequístico,
diciendo: “¡Ya tengo el título de catequista!”. Eso no vale, no tienes nada,
has dado un pequeño paso. ¿Quién te ayudará? ¡Esto vale siempre! No es un
título, es una actitud: estar con Él, y dura toda la vida. Se trata de estar en
la presencia del Señor, de dejarse mirar por Él. Y les pregunto:
− ¿Cómo están ustedes en la presencia del Señor?
− Cuando vas a la Iglesia, miras el Sagrario, ¿qué hacéis?
− ¿Te dejas mirar por el Señor? Dejarse mirar por el Señor. Él nos mira
y ésta es una manera de rezar.
− ¿Te dejas mirar por el Señor? ¿Cómo se hace? Miras el Sagrario y te
dejas mirar… Así de sencillo. Es un poco aburrido, me duermo…
¡Duérmete, duérmete! De todas formas Él te mirará, igualmente te
mirará. Pero tienes la certeza de que Él te mira. Y esto es mucho más
importante que el título de catequista: forma parte del “ser”
catequista. Esto caldea el corazón, mantiene encendido el fuego de la
amistad con el Señor, te hace sentir que verdaderamente te mira, está
cerca de ti y te ama.
Déjense mirar por el Señor. Comprendo que para ustedes no sea tan
sencillo: es difícil encontrar un tiempo prolongado de calma, especialmente
para quienes están casados y tienen hijos. Pero, gracias a Dios, no es
necesario que todos lo hagan de la misma manera; en la Iglesia hay
variedad de vocaciones y variedad de formas espirituales; lo importante es
encontrar el modo adecuado para estar con el Señor; y esto se puede hacer;
es posible en todos los estados de vida. En este momento, cada uno puede
preguntarse:
− ¿Cómo vivo yo este «estar» con Jesús?
− “¿Cómo vivo yo este estar con Jesús, este permanecer con Él?”
− ¿Hay momentos en los que me pongo en su presencia, en silencio, me
dejo mirar por él?
− ¿Dejo que su fuego inflame mi corazón?
− ¿Cómo podemos nosotros, pobres pecadores, inflamar el corazón de
los demás?
!
!
Día$del$catequista$ 41!
!
Salmo 15
El Señor es el lote de mi heredad
Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti;
yo digo al Señor: "Tú eres mi bien".
Los dioses y señores de la tierra
no me satisfacen.
Multiplican las estatuas
de dioses extraños;
no derramaré sus libaciones con mis manos,
ni tomaré sus nombres en mis labios. E
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa;
mi suerte está en tu mano:
me ha tocado un lote hermoso,
me encanta mi heredad.
Bendeciré al Señor, que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré.
Por eso se me alegra el corazón,
se gozan mis entrañas,
y mi carne descansa serena.
Porque no me entregarás a la muerte,
ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción.
Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha.
Gloria la Padre, al Hijo y al Espíritu Santo…
Momento de silencio
Canto
SEGUNDO MOMENTO
2. Caminar desde Cristo significa imitarlo en el salir de sí e ir al
encuentro del otro.
!
!
Día$del$catequista$ 42!
!
Juan 15,9-17
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Como el Padre me amó, yo
también los he amado a ustedes; permanezcan en mi amor. Si guardan mis
mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo he guardado los
mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Les he dicho esto,
para que mi gozo esté en ustedes, y su gozo sea colmado. Este es el
mandamiento mío: que se amen los unos a los otros como yo los he amado.
Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos. Ustedes son
mis amigos, si hacen lo que yo les mando. No los llamo ya siervos, porque el
siervo no sabe lo que hace su amo; a ustedes los he llamado amigos, porque
todo lo que he oído a mi Padre se los he dado a conocer. No me han elegido
ustedes a mí, sino que yo los he elegido a ustedes, y los he destinado para
que vayan y den fruto, y que su fruto permanezca; de modo que todo lo que
pidan al Padre en mi nombre se los conceda. Lo que les mando es que se
amen los unos a los otros. Palabra del Señor
Reflexión
Caminar desde Cristo significa imitarlo en el salir de sí e ir al
encuentro del otro. Ésta es una experiencia hermosa y un poco paradójica.
¿Por qué? Porque quien pone a Cristo en el centro de su vida, se descentra.
Cuanto más te unes a Jesús y él se convierte en el centro de tu vida, tanto
más te hace Él salir de ti mismo, te descentra y te abre a los demás. Éste es
el verdadero dinamismo del amor, éste es el movimiento de Dios mismo.
Dios es el centro, pero siempre es don de sí, relación, vida que se
comunica… Así nos hacemos también nosotros si permanecemos unidos a
Cristo; Él nos hace entrar en esta dinámica del amor. Donde hay verdadera
vida en Cristo, hay apertura al otro, hay salida de sí mismo para ir al
encuentro del otro en nombre de Cristo. Y ésta es la tarea del catequista:
salir continuamente de sí por amor, para dar testimonio de Jesús y hablar
de Jesús, predicar a Jesús. Esto es importante porque lo hace el Señor: es el
mismo Señor quien nos apremia a salir. El corazón del catequista vive
siempre este movimiento de «sístole y diástole»: unión con Jesús y
encuentro con el otro. Son las dos cosas: me uno a Jesús y salgo al
encuentro con los otros. Si falta uno de estos dos movimientos, ya no late,
no puede vivir. Recibe el don del kerigma, y a su vez lo ofrece como don.
Esta palabrita: don. El catequista es consciente de haber recibido un don, el
don de la fe, y lo da como don a los otros. Y esto es hermoso. ¡Y no se
queda para sí su tanto por ciento! Todo lo que recibe lo da. No se trata de
un negocio. No es un negocio. Es puro don: don recibido y don transmitido.
Y el catequista se encuentra allí, en ese intercambio del don. La naturaleza
misma del kerigma es así: es un don que genera la misión, que empuja
siempre más allá de uno mismo. San Pablo decía: «El amor de Cristo nos
apremia», pero este «nos apremia» también puede traducirse como «nos
!
!
Día$del$catequista$ 43!
!
posee». Así es: el amor te atrae y te envía, te atrapa y te entrega a los
demás. En esta tensión se mueve el corazón del cristiano, especialmente el
corazón del catequista. Preguntémonos todos:
− ¿Late así mi corazón de catequista: unión con Jesús y encuentro
con el otro?
¿Con este movimiento de “sístole y diástole”?
− ¿Se alimenta en la relación con Él, pero para llevarlo a los demás y
no para quedárselo él?
Les digo una cosa: no entiendo cómo un catequista puede permanecer
firme sin este movimiento. No lo entiendo.
Oración
Señor Jesús
Señor Jesús, que dijiste:
“Yo soy el pan de vida”,
sacia el hambre de tu Palabra.
Roguemos al Señor.
Señor Jesús, que dijiste:
“Yo soy la luz del mundo”,
ilumina nuestras tinieblas con tu resplandor.
Roguemos al Señor.
Señor Jesús, que dijiste:
“Yo soy la puerta del aprisco”
condúcenos hacia los que no conocen tu nombre.
Roguemos al Señor.
Señor Jesús, que dijiste:
“Yo soy el buen pastor”
reúnenos en tu comunidad.
Roguemos al Señor.
Señor Jesús, que dijiste:
“Yo soy la resurrección y la vida”
despiértanos del sueño de la rutina.
Roguemos al Señor.
Señor Jesús, que dijiste:
“Yo soy el camino, la verdad y la vida”
muéstranos el rostro del Padre.
Roguemos al Señor.
!
!
Día$del$catequista$ 44!
!
Señor Jesús, que dijiste:
“Yo soy la verdadera vid”
ayúdanos a dar frutos en tu nombre.
Roguemos al Señor.
Momento de silencio
Canto
TERCER MOMENTO
3. Caminar desde Cristo significa no tener miedo de ir con Él a las
periferias.
Jonás 1, 1-16
La palabra del Señor se dirigió a Jonás, hijo de Amitai, en estos términos:
"Parte ahora mismo para Nínive, la gran ciudad, y clama contra ella,
porque su maldad ha llegado hasta mí". Pero Jonás partió para huir a
Tarsis, lejos de la presencia del Señor. Bajó a Jope y encontró allí un barco
que zarpaba hacia Tarsis; pagó su pasaje y se embarcó para irse con ellos a
Tarsis, lejos de la presencia del Señor. Pero el Señor envió un fuerte viento
sobre el mar, y se desencadenó una tempestad tan grande que el barco
estaba a punto de partirse. Los marineros, aterrados, invocaron cada uno a
su dios, y arrojaron el cargamento al mar para aligerar la nave. Mientras
tanto, Jonás había descendido al fondo del barco, se había acostado y
dormía profundamente. El jefe de la tripulación se acercó a él y le preguntó:
"¿Qué haces aquí dormido? Levántate e invoca a tu dios. Tal vez ese dios se
acuerde de nosotros, para que no perezcamos". Luego se dijeron unos a
otros: "Echemos suertes para saber por culpa de quién nos viene esta
desgracia". Así lo hicieron, y la suerte recayó sobre Jonás. Jonás arrojado al
mar. Entonces le dijeron: "Explícanos por qué nos sobrevino esta desgracia.
¿Cuál es tu oficio? ¿De dónde vienes? ¿Cuál es tu país? ¿A qué pueblo
perteneces?" Él les respondió: "Yo soy hebreo y venero al Señor, el Dios del
cielo, el que hizo el mar y la tierra". Aquellos hombres sintieron un gran
temor, y le dijeron: "¡Qué has hecho!", ya que comprendieron, por lo que él
les había contado, que huía de la presencia del Señor. Y como el mar se
agitaba cada vez más, le preguntaron: "¿Qué haremos contigo para que el
mar se nos calme?" Jonás les respondió: "Levántenme y arrójenme al mar, y
el mar se les calmará. Yo sé muy bien que por mi culpa les ha sobrevenido
esta gran tempestad". Los hombres se pusieron a remar con fuerza, para
alcanzar tierra firme; pero no lo consiguieron, porque el mar se agitaba
cada vez más contra ellos. Entonces invocaron al Señor, diciendo: "¡Señor,
que no perezcamos a causa de la vida de este hombre! No nos hagas
responsables de una sangre inocente, ya que tú, Señor, has obrado conforme
!
!
Día$del$catequista$ 45!
!
a tu voluntad". Luego, levantaron a Jonás, lo arrojaron al mar, y en seguida
se aplacó la furia del mar. Los hombres, llenos de un gran temor al Señor,
le ofrecieron un sacrificio e hicieron votos. Palabra de Dios
Reflexión:
Caminar desde Cristo significa no tener miedo de ir con Él a las
periferias. Aquí me viene a la memoria la historia de Jonás, una figura muy
interesante especialmente en nuestros tiempos de cambio e incertidumbre.
Jonás es un hombre piadoso, con una vida tranquila y ordenada; esto lo
lleva a tener sus esquemas muy claros y a juzgar todo y a todos con estos
esquemas de manera rígida. Tiene todo claro: la verdad es ésta. Es
inflexible. Por eso, cuando el Señor lo llama y le dice que vaya a predicar a
Nínive, la gran ciudad pagana, Jonás se resiste. ¡Ir allí! Si yo tengo toda
verdad aquí… Se resiste. Nínive está fuera de sus esquemas, se encuentra
en la periferia de su mundo. Y entonces huye, se va a España, escapa, se
embarca en un barco que zarpa hacia esos lugares. Vayan a leer de nuevo el
libro de Jonás. Es breve, pero es una parábola muy instructiva,
especialmente para nosotros que estamos en la Iglesia.
¿Qué es lo que nos enseña? Nos enseña a no tener miedo de salir de
nuestros esquemas para seguir a Dios, porque Dios va siempre más allá.
¿Saben una cosa? ¡Dios no tiene miedo! ¿Lo sabían? ¡No tiene miedo! ¡Va
siempre más allá de nuestros esquemas! Dios no tiene miedo de las
periferias. Y si ustedes van a las periferias, allí lo encontrarán. Dios es
siempre fiel, es creativo. Por favor, no se entiende un catequista que no sea
creativo. Y la creatividad es como la columna vertebral del catequista. Dios
es creativo, no está encerrado, y por eso nunca es rígido. Dios no es rígido.
Nos acoge, sale a nuestro encuentro, nos comprende. Para ser fieles, para
ser creativos, hay que saber cambiar. Saber cambiar. ¿Y para qué tengo que
cambiar? Para adecuarme a las circunstancias en las que tengo que
anunciar el Evangelio. Para permanecer con Dios, hay que saber salir, no
tener miedo de salir. Si un catequista se deja ganar por el temor, es un
cobarde; si un catequista se queda impasible, termina siendo una estatua
de museo: ¡y tenemos tantos! ¡Tenemos tantos! Por favor, nada de estatuas
de museo. Si un catequista es rígido, se hace apergaminado y estéril. Les
pregunto: ¿Alguno de ustedes quiere ser un cobarde, una estatua de museo
o estéril?
Lo que les voy a decir ahora, lo he dicho muchas veces, pero me sale
del corazón. Cuando los cristianos nos cerramos en nuestro grupo, en
nuestro movimiento, en nuestra parroquia, en nuestro ambiente, nos
quedamos cerrados y nos sucede lo que a todo lo que está cerrado; cuando
una habitación está cerrada, empieza a oler a humedad. Y si una persona
está encerrada en esa habitación, se pone enferma. Cuando un cristiano se
cierra en su grupo, en su parroquia, en su movimiento, está encerrado y se
!
!
Día$del$catequista$ 46!
!
pone enfermo. Si un cristiano sale a la calle, a las periferias, puede
sucederle lo que a cualquiera que va por la calle: un percance. Muchas
veces hemos visto accidentes por las calles. Pero les digo una cosa: prefiero
mil veces una Iglesia accidentada, y no una Iglesia enferma. Una Iglesia, un
catequista que se atreva a correr el riesgo de salir, y no un catequista que
estudie, sepa todo, pero que se quede encerrado siempre: éste está
enfermo. Y a veces enfermo de la cabeza…
Pero ¡cuidado! Jesús no dice: vayan y apáñense. ¡No, no dice eso! Jesús dice:
Vayan, yo estoy con ustedes. Aquí está nuestra belleza y nuestra fuerza: si
vamos, si salimos a llevar su evangelio con amor, con verdadero espíritu
apostólico, con parresía, él camina con nosotros, nos precede, -lo digo en
español- nos «primerea». El Señor siempre nos “primerea”. A estas alturas
ya han aprendido el significado de esta palabra. Y esto lo dice la Biblia, no
lo digo yo. La Biblia dice, el Señor dice en la Biblia: Yo soy como la flor del
almendro. ¿Por qué? Porque es la primera que florece en primavera. ¡Él está
siempre el “primero”! ¡Es el primero! Esto es crucial para nosotros: Dios
siempre nos precede. Cuando pensamos que vamos lejos, a una extrema
periferia, y tal vez tenemos un poco de miedo, en realidad él ya está allí:
Jesús nos espera en el corazón de aquel hermano, en su carne herida, en su
vida oprimida, en su alma sin fe. Una de las periferias que más dolor me
causa y que vi en la diócesis que tenía antes, ¿saben cuál es? La de los
niños que no saben santiguarse. En Buenos Aires hay muchos niños que no
saben santiguarse. ¡Ésta es una periferia! Hay que abordarla. Jesús está ahí,
y te espera, para ayudar a ese niño a santiguarse. Él siempre nos precede.
Oración
Señor, me has elegido para ser catequista.
Has puesto tu mirada en mí, sin merecerlo,
y me has confiado un grupo de personas,
para que en Tu nombre siembre el Evangelio en su corazones
y la semilla germine y de buen fruto,
un fruto de oración, de servicio, de amor, de entrega
de una vida moral exigente y evangélica,
de la celebración de los sacramentos…
Una vida que sea un seguimiento a Jesucristo
con radicalidad y exigencia.
Ilumíname para que con Tu Gracia y el don del Espíritu Santo,
pueda realizar la misión de catequista que me encomiendas.
Haz que no sólo confíe en mis fuerzas,
sino que siempre me apoye en las tuyas.
Mira con bondad a todos los que me has confiado,
para que la Buena Noticia que les transmito
sea bien acogida en sus corazones.
!
!
Día$del$catequista$ 47!
!
Ayúdales en todo lo que necesiten.
Protégelos y acompáñalos siempre.
Haz, Señor, que todos los catequistas,
vivamos con ilusión nuestro ministerio,
nos formamos bien para ello,
y seamos siempre conscientes de que nuestra
tarea la realizamos en nombre de la comunidad
de la que formamos parte.
Señor, gracias por hacerme catequista.
Gracias por que siempre estás conmigo.
Amén.
Momento de silencio
Canto
Bendición con el Santísimo
Bendito alabado y adorado sea Jesús
en el santísimo sacramento del altar.
R/ Sea para siempre bendito y alabado.
Dirijamos nuestra oración a Jesús que es nuestro Maestro y pidámosle que
nos enseñe en su escuela para que aprendamos a imitarle. Digámosle:
ENSÉÑANOS, SEÑOR.
Señor, enséñanos a estar a disposición para ir en búsqueda de los otros.
Señor, enséñanos a descubrir las aspiraciones y deseos del prójimo.
Señor, enséñanos a ofrecer voluntariamente nuestra ayuda a aquellos que
la necesitan y están en las periferias
Señor, enséñanos a servir con amor y generosidad a los pobres.
Señor, enséñanos a realizar toda la obra catequética con espíritu de caridad
y entrega.
Señor, enséñanos a compartir nuestra vida de fe con los hermanos.
Señor, enséñanos a profundizar en el misterio eucarístico.
Señor, enséñanos a vivir entregados a la misión de la Iglesia.
!
!
Día$del$catequista$ 48!
!
Señor, enséñanos a imitar a María, Madre de la Iglesia, en su sí a la
voluntad del Padre.
Nos diste Señor el pan del cielo
R/ Que contiene en sí todo deleite.
Oremos
Ilumina, Señor, con la luz de la fe nuestros corazones
y abrásalos con el fuego de la caridad,
para que adoremos resueltamente en espíritu y en verdad
a quien reconocemos en este Sacramento
como nuestro Dios y Señor.
Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
Se procede a la bendición con el Santísimo.
!
!
Día$del$catequista$ 49!
!
CELEBRACIÓN DE LA PALABRA
ENVÍO DE LOS CATEQUISTAS
“Ustedes son la sal de la tierra.
Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán?
Mt 5,13
!
!
Día$del$catequista$ 50!
!
CELEBRACIÓN DE LA PALABRA
ENVÍO DE LOS CATEQUISTAS
Ritos iniciales
Canto
En el nombre del Padre,
y del Hijo,
y del Espíritu Santo.
El pueblo responde:
Amén.
El Señor esté con ustedes
El pueblo responde:
Y con tu espíritu.
Monición introductoria
Nuestra comunidad se reúne en torno a la mesa de la Palabra para
festejar esta fecha tan significativa para nuestra Iglesia diocesana: el día
del catequista.
Como los primeros testigos de la resurrección, los cristianos estamos
llamados a ser evangelizadores y testigos del Señor en nuestra vida
cotidiana. Este ministerio propio de la Iglesia, al cual todos estamos
llamados en virtud del bautismo, lo ejercitan los catequistas de un modo
especial en nombre de nuestra comunidad.
Hoy, en nuestra celebración, vamos a enviar a los catequistas que
tendrán la tarea de evangelizar a todos en nuestra comunidad.
Acto penitencial
Hermanos,
Para participar con fruto en esta celebración, reconozcamos nuestros
pecados.
Tú que eres alegría de los creyentes, danos tu luz.
SEÑOR, TEN PIEDAD
!
!
Día$del$catequista$ 51!
!
Tú que eres la esperanza de toda la humanidad, danos tu luz.
CRISTO, TEN PIEDAD
Tú que eres el camino, la verdad y la vida, danos tu luz.
SEÑOR, TEN PIEDAD
Dios todopoderoso
tenga misericordia de nosotros,
perdone nuestros pecados
y nos lleve a la vida eterna.
El pueblo responde:
Amén.
Oremos
D
ios Padre, que has confiado a tu Iglesia
la misión de anunciar el evangelio de Jesucristo
a los hombres de todos los tiempos,
envía tu Espíritu sobre estos catequistas,
a fin de que todos ellos sean fieles
dispensadores de la Palabra de la verdad,
desempeñando a la perfección su ministerio.
Por Jesucristo nuestro Señor
El pueblo responde:
Amén.
Liturgia de la Palabra
Monición
El catequista vive enraizado en la comunidad: en comunidad escucha la
Palabra de Dios, comparte su fe, celebra y se compromete. Desde la
comunidad se siente enviado y actúa en su nombre.
Escuchemos con
atención.
Lectura de la carta del Apostol San Pablo a los Tesalonicenses 1, 4-10
Bien sabemos, hermanos amados de Dios, que él nos ha elegido, pues
cuando les anuncié nuestro evangelio, no fue solo de palabra, sino también
con la fuerza del Espíritu Santo y con plena convicción. Saben cómo nos
comportamos entre ustedes para su bien. Y ustedes siguieron nuestro
ejemplo y el del Señor, acogiendo la Palabra en medio de una gran
!
!
Día$del$catequista$ 52!
!
tribulación, con la alegría del Espíritu Santo. Así llegaron a ser un modelo
para todos los creyentes de Macedonia y de Acaya. No solo ha resonado la
palabra del Señor en Macedonia y en Acaya desde su comunidad, sino que
además su fe en Dios se ha difundido por doquier, de modo que nosotros
no teníamos necesidad de explicar nada, ya que ellos mismos cuentan los
detalles de la visita que les hicimos: cómo los convirtieron a Dios,
abandonando los ídolos, para servir al Dios vivo y verdadero, y vivir
aguardando la vuelta de su Hijo Jesús desde el cielo, a quien ha resucitado
de entre los muertos y que nos libra del castigo futuro. Palabra de Dios.
Salmo 66
R. Que todos los pueblos conozcan tu bondad.
Ten piedad de nosotros y bendícenos;
vuelve, Señor, tus ojos a nosotros.
Que conozcan la tierra tu bondad
y los pueblos tu obra salvadora.
R. Que todos los pueblos conozcan tu bondad.
Las naciones con jubilo te canten,
porque juzgas al mundo con justicia;
con equidad tú juzgas a los pueblos
y riges en la tierra a las naciones.
R. Que todos los pueblos conozcan tu bondad.
La tierra ha producido ya sus frutos,
Dios nos ha bendecido.
Que nos bendiga Dios
y que le rinda honor el mundo entero.
R. Que todos los pueblos conozcan tu bondad.
Lectura del Santo Evangelio Según San Mateo 5, 13-16
Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la
salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Ustedes
son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de
un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del
celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de
casa. Brille así su luz ante los hombres, para que vean sus buenas obras y
den gloria a su Padre que está en los cielos. Palabra del Señor.
!
!
Día$del$catequista$ 53!
!
Breve homilía
Presentación de los símbolos
Monición
Para realizar la misión de catequista necesitan una buena formación
humana. (Un catequista introduce solemnemente una luz encendida).
Para realizar la misión de catequista necesitan una buena formación
espiritual. (Un catequista introduce de forma solemne la Palabra de Dios).
Para realizar la misión de catequista necesitan una buena formación
doctrinal. (Un catequista introduce solemnemente el Catecismo de la Iglesia Católica).
Rito de Renovación y Envío de los Catequistas
Celebrante: Hermanos y hermanas catequistas, hoy están aquí en la
presencia de Dios en esta celebración y en medio de esta asamblea, porque
quieren renovar su compromiso de continuar la noble y sacrificada tarea de
seguir sirviendo a Dios y a la Iglesia como catequistas y también para
enviar a este nuevo grupo de catequistas que Dios ha llamado a trabajar en
su viña y que ellos han respondido con generosidad y alegría. La Iglesia les
envía a realizar el mandato, que ha recibido del mismo Señor, Jesús:
“vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Nueva”. Por eso, antes de ir
a cumplir esta misión, queremos saber su disposición y libertad para
hacerlo. Por lo tanto, les pregunto:
Celebrante: ¿Quieren comprometerse a ser catequistas en esta comunidad
a la que pertenecen?
Todos: Sí quiero
Celebrante: ¿Están dispuestos a crecer y profundizar en su formación
humana, cristiana, catequética y espiritual para que puedan transmitir
mejor cada día el mensaje de salvación a los catequizandos que se les
encomienden?
Todos: Si, estoy dispuesto.
Celebrante: ¿Están dispuestos a proclamar el mensaje de Jesús tal y como
la Iglesia lo transmite y aceptar las mismas normas que ella nos da?
Todos: Sí, estoy dispuesto.
Celebrante: ¿Se comprometen a trabajar unidos con nuestro Obispo,
sacerdotes, coordinadores y con el Plan Pastoral de la Diócesis, siendo
signo de unión y fraternidad entre todos?
Todos: Sí, me comprometo.
!
!
Día$del$catequista$ 54!
!
Celebrante: Ya que están dispuestos a cumplir con las exigencias del
trabajo evangelizador, aceptan y renuevan su compromiso como
catequistas.
Todos los catequistas leen en voz alta
Yo N., movido por divina inspiración, quiero colaborar con Jesús en la
construcción del reino de Dios, llevando el mensaje de salvación a los
catequizandos que se me encomienden.
Por eso, en estos momentos, ante la mirada amorosa del Padre Dios, de su
Hijo Jesucristo, del Espíritu Santo y de esta comunidad eclesial, quiero
comprometerme a ser catequista.
Asumo con alegría esta responsabilidad siendo consciente de que esta tarea
me traerá gozos, sacrificios y sufrimientos. Pero sé también que contaré
siempre con la ayuda de Dios.
Que la intercesión de la Virgen María me ayude a llevar a buen término esta
misión que Jesús y la Iglesia me confían.
Amén.
Celebrante: Que el Señor selle con su bendición este compromiso que ante
su altar han profesado. Dios que comenzó en ustedes esta obra buena, El
mismo la lleve a su feliz término.
En el nombre del Señor y en el nombre de la Iglesia, yo los envío a ser
testigos fieles de Jesús en su tarea como catequistas.
Amén
Todos: Demos gracias a Dios.
Entrega de la Cruz
Celebrante: Hermanos catequistas, recibid esta Cruz, signo del amor de
Cristo y de la misión que hoy reciben.
Todos los nuevos catequistas: Gracias, Señor, por la misión que me
confías.
Entrega de la Biblia
Recibe la Palabra de Dios para que la transmitas fielmente, a fin de que
cobre fuerza y vigor en el corazón de los hombres.
Profesión de fe
!
!
Día$del$catequista$ 55!
!
Creo en Dios, Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo su único Hijo Nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo.
Nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos y está sentado
a la derecha de Dios Padre, todopoderoso.
Desde allí va a venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la Santa Iglesia católica la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén
Oración de los fieles
Oremos, hermanos, a Dios por las necesidades de la Iglesia y del mundo,
por nosotros y, de modo especial, por quienes se dedican a la tarea de
catequizar en nuestra parroquia: Escúchanos Señor
1. Por la Iglesia, presente en todo el mundo, para que no cese en su
empeño por anunciar el Evangelio a todos los hombres, roguemos al
Señor.
2. Por el Papa, los obispos, los presbíteros, los diáconos y demás
ministros de la Palabra, para que sean fieles transmisores de la
misma y testigos de su fuerza salvadora, roguemos al Señor.
3. Por todos los que trabajan en la obra de evangelización y la
catequesis, para que ni el fracaso los desanime, ni el éxito les
envanezca, y puedan decir como San Pablo: “Todo lo puedo en aquél
que me conforta, Cristo Jesús”, roguemos al Señor.
4. Por todos los que han de ser catequizados a lo largo de este curso
que ahora comenzamos, para que el Espíritu Santo los ilumine y los
asista, roguemos al Señor.
5. Por todos los que nos hemos reunido, para que el Señor despierte y
sostenga en nosotros el sentirnos Iglesia y la conciencia de la propia
responsabilidad en la obra de la evangelización y de la catequesis,
roguemos al Señor.
Oración conclusiva
!
!
Día$del$catequista$ 56!
!
Escúchanos, Señor Jesús,
y condúcenos por tu camino.
Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos. Amén
Rito de la Comunión
Terminada la oración de los fieles el ministro se acerca al lugar en que se guarda la Eucaristía, toma
el copón con el Cuerpo del Señor, lo pone sobre el altar y hace una genuflexión.
Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza,
nos atrevemos a decir:
P
adre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
Después, si lo juzga oportuno, invita a los fieles con estas o parecidas palabras:
Dense fraternalmente la paz.
A continuación, el ministro hace genuflexión, toma el Pan y, elevándola un poco sobre el copón, la
muestra al pueblo, diciendo:
Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
Dichosos los invitados a la cena del Señor.
Y, juntamente con el pueblo, añade:
Señor, no soy digno de que entres en mi casa,
pero una palabra tuya bastará para sanarme.
Si también el ministro comulga, dice en voz baja:
El Cuerpo de Cristo me guarde para la vida eterna.
Y comulga el Cuerpo de Cristo.
Después toma el copón, se acerca a los que quieren comulgar y, elevando un poco el Pan, la muestra a
cada uno y dice:
!
!
Día$del$catequista$ 57!
!
El Cuerpo de Cristo.
El que va a comulgar responde:
Amén.
Rito de Conclusión
Oración
En el nombre y con la gracia de Cristo Salvador,
vayan y anuncien con gozo su Palabra.
Guiados por el Espíritu de Dios,
esfuércense por servir a sus hermanos
como lo hizo Cristo,
que no vino a ser servido, sino a servir.
Que el Señor esté en su corazón y en sus labios,
para que puedan anunciar dignamente su Evangelio.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Bendición final
Queridos catequistas, al finalizar esta celebración eucarística con motivo
de su envío, les quiero transmitir el agradecimiento de toda la comunidad
parroquial, por su inapreciable labor:
En nombre de Dios les quiero transmitir su especial ayuda para esta
misión. Por eso dispónganse para recibir la bendición:
Que el Espíritu Santo vaya transformándolos día a día y los haga más
parecidos a Jesús, les ayude en su caminar y en su esfuerzo por construir
un mundo más fraterno. Amén.
Qué el Espíritu Santo les ayude a vivir en lo esencial, a vivir en la verdad;
que quite de ustedes la rutina, la pereza y el miedo, y haga brotar la vida
en su corazón para responder mejor a la misión recibida. Amén.
Vayan y anuncien la Buena Noticia y proclamen el amor de Dios con la
Palabra y el testimonio de la vida. Siéntanse apoyados por la comunidad
cristiana. Amén.
Si el ministro es un laico invoca la bendición de Dios y se santigua, diciendo:
El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
!
!
Día$del$catequista$ 58!
!
Amén.
Luego el ministro despide al pueblo:
En el nombre del Señor, pueden irse en paz.
El pueblo responde:
Demos gracias a Dios.
!
!
Día$del$catequista$ 59!
!
LAUDES
SANTA ROSA DE LIMA, VIRGEN
Patrona de América Latina
Fiesta 23 de Agosto
El primer alimento con el que cuenta un catequista
en su vida espiritual, es la Sagrada Escritura.
!
!
Día$del$catequista$ 60!
!
LAUDES
SANTA ROSA DE LIMA, VIRGEN
Patrona de América Latina
Fiesta 23 de Agosto
Monición inicial
Nació en Lima (Perú) el año 1586; cuando vivía en su casa se dedicó ya a
una vida de piedad y de virtud, y cuando vistió el hábito de la tercera
Orden de santo Domingo hizo grandes progresos en el camino de la
penitencia y de la contemplación mística. Murió el día 24 de agosto del año
1617.
Rosa de Lima puso en su vida espiritual tres puntos esenciales, que son
válidos como programas para la Iglesia de hoy así como lo fueron en su
tiempo.
1. Como primer punto está la oración, entendida no como recitación de
fórmulas, sino como un dirigirse interiormente al Señor, como estar en su
luz, como dejarse incendiar por su fuego santo.
2. Los otros dos puntos esenciales provienen de aquí espontáneamente:
puesto que ella ama a Cristo, el despreciado, el doliente, Aquel que por
nosotros se ha hecho pobre, ella también ama a todos los pobres que
llegaron a ser sus hermanos más cercanos. El amor preferencial por los
pobres no es un descubrimiento de nuestro siglo – al máximo es un
redescubrimiento, puesto que esta jerarquía del amor era bien clara para
todos los grandes santos. Era clarísima sobre todo para Rosa de Lima, cuya
mística del sufrimiento con todos los pobres y los que sufren, que brota de
la solidaridad con el Cristo doliente.
3. De aquí deriva también su tercer punto esencial: la misión. A través de
sus palabras y de sus reflexiones aparece una perspectiva universalista. Ella
deseaba poder ir, libre de las ataduras y de los límites que comporta
nuestra corporeidad, a través de las calles de todo el mundo y conducir los
hombres hacia el Salvador doliente. Rosa se expresaba de esta manera:
"¡Escucharme, pueblos! ¡Escucharme, naciones! Por mandato de Cristo os
exhorto". Ahora ella está libre de vínculo de un solo lugar; ahora ella va,
como santa, por las calles de toda la tierra. Ahora ella vuelve a llamar con
la autoridad de Cristo a todos nosotros, a la entera cristiandad, a vivir con
radicalidad a partir del centro, de la más profunda comunión con Jesús,
porque sólo así y de ningún otro modo el mundo puede ser salvado.
"¡Escuchadme, pueblos! ¡Escuchadme, naciones! ¡Por mandato de Cristo os
exhorto!" Así nos habla ella hoy. Esta mujer es, por asó decirlo, una
personificación de la Iglesia latinoamericana: inmersa en el sufrimiento, sin
!
!
Día$del$catequista$ 61!
!
grandes medios exteriores y sin poder, pero aferrada por el fervor de la
cercanía de Jesucristo.
Homilía del Card. Joseph Ratzinger
en el Santuario de Santa Rosa, 1986, Lima.
Invocación inicial
V. Señor, abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.
Ant. Venid, adoremos al Señor, rey de las vírgenes.
Salmo 94
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes.
Suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
"No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto:
cuando vuestros padres me pusieron a prueba,
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras."
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
"Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso."
!
!
Día$del$catequista$ 62!
!
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Himno
Cuando, Señor, en quieta lontananza
se encienden los fulgores de este día,
no dejes de avivar nuestra esperanza,
atiende al corazón que en ti confía.
Van a pasar por manos laboriosas
los granos de un rosario de ilusiones,
acógelas, Señor, que son hermosas,
amor y don de nuestros corazones.
Mujer llena de Dios, oh santa Rosa,
vivir para el Señor, para el Amado,
fue el ansia de tu amor, gracia divina,
llevada de su fuerza y de su mano.
No olvides los que vamos de camino
siguiendo en el desierto tus pisadas,
aboga ante el Señor favor divino
seguir como seguiste sus llamadas.
Proclamen nuestros labios la grandeza
del Padre que en el Hijo nos dio gozo,
y, siendo nuestra herencia la pobreza,
nos colma de su amor el Fuego Santo. Amén.
Salmodia
Ant. 1. Libremente confieso a Cristo; de Cristo está sedienta mi alma; deseo
estar por siempre con Cristo.
Salmo 62 2-9
¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
!
!
Día$del$catequista$ 63!
!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré de manjares exquisitos,
y mis labios te alabarán jubilosos.
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo:
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén
Ant.1. Libremente confieso a Cristo; de Cristo está sedienta mi alma; deseo
estar por siempre con Cristo.
Ant. 2. Vírgenes del Señor, bendecid al Señor; el que sembró en vosotras el
deseo de la virginidad ha coronado ya su obra.
Cántico
Dn 3,57-88.56
Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Ángeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.
Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.
Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.
Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.
!
!
Día$del$catequista$ 64!
!
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.
Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.
Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor.
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.
Fieras y ganados, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.
Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.
Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.
(No se dice Gloria al Padre)
Ant. 2. Vírgenes del Señor, bendecid al Señor; el que sembró en vosotras el
deseo de la virginidad ha coronado ya su obra.
!
!
Día$del$catequista$ 65!
!
Ant. 3. Que los santos se alegren en la gloria, pues han conseguido una
brillante victoria sobre la carne y la sangre.
Salmo 149
Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.
Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.
Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:
para tomar venganza de los pueblos
y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.
Ejecutar la sentencia dictada
es un honor para todos sus fieles.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén
Ant. 3. Que los santos se alegren en la gloria, pues han conseguido una
brillante victoria sobre la carne y la sangre.
Lectura breve
Ct 8, 7
Las aguas torrenciales no podrían apagar el amor, ni anegarlo los ríos. Si
alguien quisiera comprar el amor con todas las riquezas de su casa, se
haría despreciable.
!
!
Día$del$catequista$ 66!
!
Responsorio breve
V. Oigo en mi corazón: buscad mi rostro.
R. Oigo en mi corazón: buscad mi rostro.
V. Tu rostro buscaré, Señor.
R. Buscad mi rostro.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Oigo en mi corazón: buscad mi rostro.
Cántico evangélico
Ant. Para mí la vida es Cristo, y la muerte una ganancia; he de gloriarme en
la cruz de nuestro Señor Jesucristo.
Cantico de Zacarías
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo,
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas.
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que libres de temor,
arrancados de la mano de nuestros enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamaran Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tinieblas,
y en sombra de muerte,
!
!
Día$del$catequista$ 67!
!
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
Por los siglos de los siglos. Amén.
Preces
Glorifiquemos a Cristo, esposo y corona de las vírgenes, y supliquémosle,
diciendo: Jesús, corona de las vírgenes, escúchanos.
Señor Jesucristo, a quien las vírgenes amaron como a su único esposo,
concédenos que nada nos aparte de tu amor.
Tú que coronaste a María como reina de las vírgenes,
por su intercesión concédenos recibirte siempre con pureza de
corazón.
Por intercesión de las santas vírgenes que te sirvieron siempre con
fidelidad, consagradas a ti en cuerpo y alma,
ayúdanos, Señor, a que los bienes de este mundo que pasa no nos
separen de tu amor eterno.
Señor Jesús, esposo que has de venir y a quien las vírgenes prudentes
esperaban,
concédenos que aguardemos tu retorno glorioso con una esperanza
activa.
Por intercesión de santa Rosa de Lima, que fue virgen sensata y una de las
prudentes,
concédenos, Señor, la verdadera sabiduría y la pureza de
costumbres.
Se pueden añadir algunas intenciones libres.
Con sencillez y humildad digamos la oración que Jesús nos enseñó:
Padre nuestro...
Oración
Dios nuestro, que impulsaste a santa Rosa de Lima
a apartarse de la vida del mundo por amor tuyo
y a consagrarse solo a ti,
en la austeridad y en la penitencia,
!
!
Día$del$catequista$ 68!
!
concédenos, por su intercesión,
que sepamos seguir, en este mundo,
el camino que conduce a la verdadera vida,
para que lleguemos a gozar
del torrente de tus delicias allá en el cielo.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Conclusión
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal
y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
!
!
Día$del$catequista$ 69!

Documentos relacionados