Los difemismos. Actividades sobre el insulto

Transcripción

Los difemismos. Actividades sobre el insulto
Los difemismos. Actividades sobre el insulto
Clara Raposo Romero
ACTIVIDAD I: para realizar esta actividad, en primer lugar repartiremos los textos a los alumnos.
Lo leeremos entre todos, corrigiendo la pronunciación. Después, preguntaremos por el tema de la
clase. Contextualizaremos la historia contándoles un poco acerca de Manolito Gafotas. Explicamos
qué es un mote y si en su cultura de origen existen los motes. Acto seguido, realiazmos el primer
ejercicio que consiste en subrayar los diferentes insultos y motes que aparecen en los textos. Una
vez subrayados, pedimos a los alumnos que analicen la formación del insulto. Lo ideal sería que
llegarán ellos mismos a reconocer los sufijos que se les ha añadido a las palabras: Gafa → Gafotas;
Oreja → Gafotas; Cabeza → Cabezón. También podemos resaltar el mote Bragas-sucias para
recordarles el proceso de formación de palabras por composición. Llegados a este punto, pedimos
que realicen la segunda parte del ejercicio, que consiste en asociar sufijos y sustantivos para formar
insultos.
Ejercicio 1: ¿Qué es un mote? Lee estos textos para averiguarlo. Señala en el texto las
palabras que creas que son motes. ¿Existen los motes en tu país? Analiza cómo se han
formado estos motes. Después, combina los sufijos y los sustantivos que encontrarás debajo
de los textos para formar insultos.
A mi me gusta que me llamen Gafotas. En mi colegio, que es el “Diego Velázquez”, todo el
mundo que es un poco importante tiene un mote. Antes de tener un mote yo lloraba
bastante. Cuando un chulito se metía conmigo en el recreo siempre acababa insultándome y
llamándome cuatro-ojos o gafotas. Desde que soy Manolito Gafotas insultarme es una pérdida
de tiempo. Bueno, también me pueden llamar Cabezón, pero eso de momento no se les ha
ocurrido y desde luego yo no pienso dar pistas. Lo mismo le pasaba a mi amigo el Orejones
López; desde que tiene su mote ahora ya nadie se mete con sus orejas.
Le conté que mientras yo iba a kárate a dejar de andar como ese chino que nunca fui, él se
había llevado a su casa a la Susana Bragas-sucias, a ver el demonio de Tasmania. Y eso que el
Orejones sabe que a la Susana me la pedí yo el primer día de curso, porque el año pasado me
pasó que los demás se pusieron a pedir como posesos antes que yo, me quedé el último y sólo
quedó libre Jessica, la Gorda. Así que fuimos dos días novios. El primer día, por empezar un
tema de conversación interesante, le pregunté:
-¿ Y tú por qué estás tan gorda?
-Porque de mayor quiero ser cantante de ópera- me respondió.
Sufijos
-ota
-ón
-ito, -illo
-aza
-ucho, -ucha
-zuela
-ato, -ata
Adjetivos
niño, niña
nariz
mujer
cabeza
mano
chulo
feo
ACTIVIDAD II: en esta segunda actividad, proponemos otra manera de insultar. Daremos a los
alumnos una serie de definiciones que ellos deberán asociar con el mote. Una vez realizado el
ejercicio, preguntaremos cuáles son las dos palabras intrusas y por qué creen que lo son. Deberían
explicar que cabezón se ha formado al añadir el sufijo -on, mientras que ojos de sapo hace
referencia a un animal. Esto nos servirá después para enlazar con la siguiente tanda de insultos que
girarán en torno a los animales. Explicamos que también el insulto se realiza al asociar el defecto de
la persona con un personaje concreto de la literatura o del cine como es el caso de Dumbo, Harry
Potter, Pinocho, Pulgarcito. Podemos abrir un pequeño debate sobre este tipo de insultos en las
distintas culturas de la clase.
Ejercicio 2: Asocia cada definición a cada insulto. Entre los insultos, se nos ha colado dos que
son diferentes de los demás. ¿Sabrías decir cuáles son? ¿Por qué?
✗
✗
✗
✗
✗
✗
Persona que tiene una cicatriz en el rostro →
Persona que tiene la cabeza muy grande →
Persona que tiene ojos muy pronunciados →
Persona que tiene las orejas muy grandes →
Persona que tiene la nariz muy grande →
Persona de corta estatura →
OJOS DE SAPO
PULGARCITO
DUMBO
HARRY POTTER
CABEZÓN
PINOCHO
ACTIVIDAD III: partiendo de la expresión “ojos de sapo”, proponemos a los alumnos una nueva
clase de insultos: insultos con nombres de animales. Repartimos a los alumnos una fotocopia en la
que figuran una serie de imágenes de animales y conjunto de frases en las que hay que incluir un
animal para formar un insulto. En el momento de incluir los animales en las frases, se les dará
libertad para que introduzcan la expresión como quieran, pero más tarde, durante la corrección,
precisaremos las preposiciones que acompañan a los nombres (estar como una vaca, ser un zorro,
estar como una cabra, etc)
En un segundo ejercicio, pedimos a los alumnos que reflexionen sobre la oposición de género en
estos insultos con nombres de animales. El objetivo es que comprendan que no tienen el mismo
significado, y que a veces uno de los dos géneros presenta un contenido más peyorativo que el otro
y que, otras, ambas palabras tienen una connotación negativa. A modo de ejemplo, propongo dos
casos:
Zorro → relacionado con la astucia.
Zorra → relacionado con la prostitución y el contenido peyorativo que puede relacionarse
con este contexto.
En este caso, la palabra zorra presenta un contenido peyorativo que no tiene su correspondiente
masculino.
Una situación diferente tiene lugar en el siguiente ejemplo en el que ambas palabras tienen un
contenido negativo:
Gallito → relacionado con la arrogancia.
Gallina → relacionado con la cobardía.
Proponemos a los alumnos un tercer ejercicio de debate en el que ellos propongan insultos con
nombres de animales y su significado de su propia cultura.
Ejercicio 3: ¿Qué es un sapo? En el siguiente ejercicio, te proponemos insultos con nombres de
animales y unas frases en las que debes incluir esos nombres para formar insultos. Ten en
cuenta que el género es un factor importante en los insultos ya que puede cambiar el
significado del mismo.
✗
✗
✗
✗
✗
✗
✗
✗
✗
✗
✗
✗
✗
✗
✗
¡Que ______ es! Siempre escoge el mejor momento para hacer sus proposiciones.
La Jessica ha adelgazado mucho este año. Antes estaba ___ ________.
Antonio es una ___________. Nunca quiere arriesgarse porque le da miedo todo.
Mi hermana se ha ido sin maletas a Berlín. ¡Está como una _______!
Víctor va todos los días al gimnasio; se está poniendo fuerte y robusto. ¡Está hecho un
_______!
Mi hermano es un _________. Siempre se hace el valiente pero después se acobarda.
¡Qué _________! Ha engañado a su novia de toda la vida con su mejor amiga!
Sonia es una ___________. Siempre habla mal de la gente a sus espaldas.
Sara parece una mosquita muerta, pero después saca provecho a todo.
Andrés es la ________ negra de la familia. Es moreno y tiene los ojos marrones. En cambio,
toda su familia es rubia con ojos azules.
¡Sonia es una ______! Ha engañado a su novio con su mejor amigo.
Ese tío es un _________! Siempre hace comentarios groseros sobre las mujeres.
Esa mujer es una ________. Es altísima.
¡Qué _______ eres! Dame todas las bolsas para que puedas abrir la puerta.
Eres un _______ traidor. Has negociado con ellos a nuestra espalda.
¿Cambia el significado de las palabras en función del género? Analiza los diferentes casos y
averigua cuál de los dos géneros presenta una connotación más peyorativa.
¿Existen en tu país este uso de nombres de animales como insultos?
ACTIVIDAD IV: en esta actividad vamos a trabajar el poema “A una nariz” de Francisco de
Quevedo, siguiendo con la temática de los insultos, aunque esta vez se realizan de una manera más
literaria a través de la metáfora. Primero, proyectaremos el poema sin explicar el contexto, es decir,
la mala realació entre Francisco de Quevedo y Luis de Góngora. Una vez leido, pediremos que nos
digan el tema del poema. Acto seguido, desvelamos el objetivo de las críticas de Quevedo
proyectando una imagen de Góngora. Pedimos a los alumnos que analicen cómo Quevedo ha
construido los insultos esperando que los alumnos deduzcan el procodimiento seguido: la metáfora.
A continuación, daremos una copia a cada alumno en la que aparece el poema y una serie de
imágenes que deben relacionar con cada verso. De esta manera, explicamos la metáfora a través de
la imagen y la relacionamos con la forma de la nariz, tema del poema.
Ejercicio 4: ¡El arte de insultar! Lee el poema que va a proyectar tu profesor. ¿Cuál es el tema
del poema?
Éste es Luis de Góngora, cuya nariz fue objeto de burla de un “enemigo” suyo, Francisco de
Quevedo, que hizo en su honor el poema que acabas de leer.
¿Cómo ha construido Quevedo los insultos a Góngora? Para comprender el significado del
poema. asocia correctamente cada imagen a cada verso. ¿Qué tienen en común todas las
imágenes?
A una nariz
Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un peje espada muy barbado.
Era un reloj de sol mal encarado,
érase una alquitara pensativa,
érase un elefante boca arriba,
era Ovidio Nasón más narizado.
Érase un espolón de una galera,
érase una pirámide de Egipto,
las doce Tribus de narices era.
Érase un naricísimo infinito,
muchísimo nariz, nariz tan fiera
que en la cara de Anás fuera delito
ACTIVIDAD V: en esta actividad proponemos a los alumnos la lectura de un texto sobre el mismo,
esta vez obtenido de la obra Cyrano de Bergerac, de Edmond Rostand. Se trata de la tirada en la
que Cyrano critica con mucho ingenio su propia nariz, haciendo todo tipo de comparaciones y
metáforas, para mostrar su talentosa oratoria ante el Vizconde, que apenas sabe lanzar una crítica
que merezca la pena. Esta vez, podemos proyectar la imagen de Cyrano antes de leer la tirada, y
después pedir a los alumnos que lancen críticas ingeniosas como las de Quevedo. Analizamos los
distintos tipos de insultos que vayan apareciendo, es decir, el procedimiento retórico usado para la
creación del difemismo. Después, proyectamos la tirada y la leemos entre todos analizando las
diferentes comparaciones usadas por el dramaturgo. Explicamos el contexto en que aparece la
tirada, es decir, el momento en que Cyrano se lanza a él mismo todas esas críticas que son, en sí
mismas, imágenes y comparaciones muy creativas y artísticas, y una manera muy ingeniosa de
aceptar la realidad. Tras la muestra de todo este contenido de insultos explicamos la tarea para casa:
tienen que hacer una presentación de unos compañeros de clase ficticios a partir de los
procedimientos que hemos visto para la creación de insultos. En la siguiente clase, cada alumno lee
su texto y explica a los demás los difemismos elegidos y su formación.
Ejercicio 5: observa la imagen que va a proyectar tu profesor. ¿Conoces a este señor? ¿Serías
capaz de convertirte en Quevedo y hacer un poema sobre su nariz? Anota las creaciones que
tus compañeros aporten y analiza cómo han creado esos insultos.
Este señor es Cyrano de Bergerac, famoso por su prominente nariz. Edmond Rostand escribió
una obra de teatro que tenía como protagonista a Cyrano de Bergerac (y a su nariz, por
supuesto). La tirada que vas a leer a continuación aparece en el moment en que el Vizconde
trata de criticar la nariz de Cyrano con poco éxito. Cyrano, sin embargo, tiene un alto
dominio del lenguaje, y sabe usar el defecto de su nariz para hacer ingeniosas comparaciones
y metáforas. Después de la lectura, comenta con tus compañeros las maneras en que Cyrano
critica su nariz.
«EL VIZCONDE DE VALVERT (encogiéndose de hombros) ¡Es sólo un fanfarrón!
DE GUICHE: ¿Nadie va a responderle?
EL VIZCONDE: ¿Cómo que nadie? ¡Aguardad! He de soltarle una pulla que… (Avanza hacia
Cyrano, que le observa, y plantándose delante de él con aire fatuo) Tenéis una nariz… una nariz…
grandísima.
CYRANO (en tono grave): ¡Mucho!
EL VIZCONDE (riendo): ¡Ja!
CYRANO (imperturbable): ¿Y qué más?
EL VIZCONDE: Yo…
CYRANO: ¡Ah, no, sois algo corto, jovenzuelo!
Pueden decirse… ¡Dios mío!… tantas cosas más…
Variando el tono ― por ejemplo, atended:
Agresivo: “¡Yo, caballero, si tal nariz tuviera os juro que al instante me la amputaría!”
Amistoso: “¡Se os debe de meter en vuestra taza; para beber, tendréis que fabricaros una copa
especial!”
Descriptivo: “¡Es una roca!… ¡Un pico!… ¡Un cabo! ¡Qué digo un cabo!… ¿Es toda una
península!”
De escribanía: “¿Caballero, o caja de tijeras sois?”
Curioso: “¿De qué os sirve esa oblonga cápsula?”
Gracioso: “¿Tanto amáis a los pájaros que paternalmente os preocupasteis de tender esa percha a
sus pequeñas patas?”
Truculento: “Cuando fumáis, caballero, y el humo del tabaco sale de vuestra nariz ¿ningún vecino
grita: ¡Fuego en la chimenea!?”
Previsor: “¡Cuidaos de que, por ese peso vencida, no os haga la cabeza dar contra el suelo!”
Tierno: “¿Por qué no hacerle una sombrilla para que el sol no marchite su color?”
Pedante: “¡Sólo el animal, señor, que Aristófanes llama Hipocampelefantecamello debió tener bajo
la frente tanta carne sobre tanto hueso!”
Galante: “¿Qué tal, amigo?, ¿está de moda ese gancho? ¡Muy cómodo ha de ser para colgar
sombreros!”
Enfático: “¡Ningún viento puede, oh nariz magistral, acatarrarte por completo, a excepción del
mistral!”
Dramático: “¡El mar rojo cuando sangra es!”
Admirativo: “Para un perfumista, ¡vaya anuncio!”
Lírico: “¿Es eso una concha? ¿Sois vos un tritón?”
Ingenuo: “Ese monumento, ¿a qué hora se visita?”
Respetuoso: “Permitid, señor, que os felicite,
¡eso es lo que se dice poner en Flandes una pica!”
Rústico: “¿Qué eso es una nariz? Ni hablar:
¡O es un nabo gigante, o es un melón pequeño!”
Militar: “¡Apuntad con eso a la caballería!”
Práctico: “¿Queréis rifarla en una lotería? A buen seguro, señor, gordo el premio sería”.
Imitando en fin a Píramo en uno de sus lamentos: “¡Ah!, nariz que destruyes de los rasgos de tu
dueño la armonía! ¡De tu propia traición te ruborizas!”
Poco más o menos esto, querido, me habríais dicho si algunas letras tuvierais y algún rastro de
ingenio; mas de éste, vos, el más lamentable de los seres, nunca tuvisteis un solo átomo, y de letras
sólo tenéis las ocho que forman la palabra: ¡Majadero!
Si además la inventiva tuvieseis necesaria para poder aquí, ante estas nobles galerías, dedicarme
todas estas extravagantes bromas, no hubierais articulado la cuarta parte de la mitad del principio
de una, pues, si yo mismo me las sirvo con bastante inspiración, no permito que nadie más me las
dedique».
Crea una presentación de compañeros ficticios usando insultos como los que acabas de
estudiar (motes, sufijos, insultos con nombres de animales, metáforas, comparaciones, etc).
Recuerda que puedes realizar la tarea utilizando un estilo informal, como lo hace Manolito
Gafotas, o usando un estilo formal como el de Quevedo y Rostand.

Documentos relacionados