unidad 2. climas y paisajes de la tierra. zonas
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unidad 2. climas y paisajes de la tierra. zonas
UNIDAD 2. CLIMAS Y PAISAJES DE LA TIERRA. ZONAS BIOCLIMÁTICAS. EL CLIMA COMO CONDICIONANTE DE LAS ACTIVIDADES HUMANAS. EL SER HUMANO COMO AGENTE MODIFICADOR DEL MEDIO. Una vez estudiado el sustrato sobre el que el hombre realiza las actividades, hay que estudiar qué surge en ese sustrato y qué condiciones climáticas y ambientales lo determinan. Así pues, el estudio los paisajes de la Tierra nos permitirá conocer el hábitat sobre el que se desarrolla la vida humana, al tiempo que intentamos identificar dos fenómenos: cómo el clima condiciona o ha condicionado las actividades humanas y cómo el ser humano se ha adaptado a las distintas circunstancias que ofrece el medio, llegando a convertirse en el mayor agente modificador del paisaje. Bajo esta premisa comenzamos el tema. El planeta queda dividido distintos climas (que no tiempos) en función de las características pluviométricas, térmicas, de presión y vientos; son los elementos del clima. La variedad de las zonas climáticas dependen de la latitud, la altitud y la continentalidad; son los llamados factores climáticos, y condicionan los distintos tipos de paisajes de la Tierra, desde las selvas ecuatoriales a la tundra de las zonas frías. A. CLIMAS Y PAISAJES DE LA TIERRA La pregunta que nos lanzamos ahora es ¿Cómo los distintos factores climáticos pueden modificar los elementos del clima? ¿Cómo afecta eso a la formación del paisaje natural? La temperatura es uno de principales elementos climáticos, y de hecho es el que permite establecer la separación de las zonas climáticas del planeta (frías, templadas y cálidas), sin tener en cuenta otros factores. Las distintas observaciones y registros térmicos permiten el cálculo de una serie de datos básicos: temperatura media diaria, temperaturas medias mensuales o anuales, temperaturas extremas medias mensuales, oscilación diaria, amplitud térmica anual, etc. Se mide en grados centígrados, mediante termómetros y se representan en mapas mediante isotermas. El balance térmico diario de un punto de la superficie terrestre se establece en función de los factores cósmicos y geográficos, unos propios del lugar y otros de procedencia exterior. La energía calorífica a disposición de la superficie terrestre y de la atmósfera procede casi exclusivamente de la radiación solar, sin embargo, tan sólo una pequeña parte de la radiación solar penetra hasta las capas inferiores y alcanza el suelo. De esta forma, el 43% de la radiación alcanza el suelo, donde se refugia o almacena en proporción variable según la naturaleza de la superficie receptora. El ángulo de los rayos solares con la horizontal o altura de sol se modifica con la latitud, época del año y hora del día. La altura del sol deja sentir su influencia a través de un tripe efecto: las pérdidas por reflexión aumentan a medida que los rayos solares se alejan de la vertical, la cantidad de radiación se expande en función de la oblicuidad de los rayos solares, y la absorción de la radiación disminuye cuanto más grande es el espesor de la atmósfera. Los accidentes del relieve pueden hacerse sentir en las temperaturas por motivos de orientación, altitud y declive de las vertientes. En principio, establecer la reducción de temperatura a mayor altura. Los contrastes térmicos por diferencia de exposición poseen características distintas de unas a otras latitudes. Así, la exposición solana-umbría es irrelevante en latitudes polares e intertropicales y se hacen patentes en los ámbitos subtropicales y templados. Asimismo, los 1 sistemas de pendientes diversifican el aporte solar por unidad de superficie al modificar los ángulos de influencia. No todas las superficies almacenan y retienen el calor por igual. Se conoce por albedo el porcentaje de radiación luminosa reflejada. Este porcentaje oscila entre valores de 70 a 90 para un techo de nubes o y en ciertos bosques. El mar se convierte en un regulador térmico, pues el calor que recoge durante el verano lo expulsa en invierno hacia la costa y viceversa. Eso quiere decir, que aquellos lugares cerca de la costa no sufrirán veranos excesivamente calurosos ni inviernos muy fríos. La importancia del agua en la atmósfera radica no sólo en su condición de premisa obligada para las precipitaciones sino por su participación en los intercambios térmicos. Entre los conceptos para su estudio aparecen la humedad absoluta, humedad relativa, punto de rocío, precipitaciones (anual, media, etc.). La humedad se mide en % mediante el higrómetro; las precipitaciones en mm o l/m² con el pluviómetro y se representan en un mapa mediante isoyetas. Las precipitaciones varían en función de la latitud, que se relaciona con la situación se las presiones así como del fenómeno de insolación (necesario para generar la humedad en el aire). Asimismo, la altitud determina el tipo de precipitación así como su cantidad (aquí el relieve y su orientación es fundamental). En cuanto a la continentalidad, es importante pues la cercanía a océanos y mares favorece la formación de nubes, y la existencia de corrientes marinas (frías o cálidas), pueden contribuir a la nubosidad de una zona geográfica. Se define la presión atmosférica como el peso de la columna de aire existente sobre el lugar de observación. La presión de 760 mm Hg o 1013,6 mb, es la que se considera normal a nivel del mar. Sin embargo, la presión atmosférica se mueve entre valores extremos que podríamos fijar en torno a mínimos de 885 mb, que registran ciclones tropicales muy profundos, y máximas de 1070 mb, observados en anticiclones siberianos muy potentes. La cartografía de la presión atmosférica en superficie se realiza mediante líneas isobaras o lugares geométricos de los puntos que registran igual presión. La caracterización de los campos de presión en altura se efectúa a través de las topografías absolutas, dibujadas por isohipsas. Estas se definen como los lugares geométricos de los puntos que registran una determinada presión a idéntica altitud. Si en una serie de isobaras o isohipsas cerradas los valores decrecen hacia el exterior, el diseño corresponde a un centro de altas presiones, anticiclón o máximo. En cambio, cuando el conjunto de isobaras o isohipsas cerradas muestras valores crecientes del centro hacia el exterior, se trata de un área de bajas presiones, centro ciclonal, depresión o mínimo. La presión atmosférica varía en función de la latitud, pues en la zona ecuatorial y templada aparecen borrascas (favorecen las precipitaciones) y en las zonas frías aparecen los anticiclones. A más altura menos presión atmosférica (¿no lo notáis cuando subís a una montaña?) y el mar condiciona la presión en función del grado de calentamiento de la misma y de la existencia o no de corrientes frías. 2 Del viento, interesan los datos de dirección y velocidad. La dirección del viento se refiere siempre al punto de procedencia por medio de las rosas de los vientos habitualmente. Sin embargo, en los partes meteorológicos se alude al cuadrante. Para medir la velocidad del viento se parte de una serie de hechos tales como las desviaciones que provoca, la velocidad de giro que imprime o los fenómenos de presión y succión. La latitud determinan el tipo de vientos constantes que pueden afectar a una zona (alisios, monzones, vientos del W) y algunos de carácter local. El mar, como agente regulador de la temperatura, también favorece la existencia de brisas diurnas y nocturnas. ¿Cómo podemos establecer una división climática si existen tantos elementos y factores modificadores? ¿Qué debemos tener en cuenta? Las clasificaciones climáticas encierran una gran problemática que preocupa a meteorólogos, botánicos o ecólogos. Dentro de las clasificaciones climáticas hay tres aspectos a considerar: los problemas de umbrales, las escalas de trabajo y los criterios de regionalización (áreas con características comunes). Las clasificaciones climáticas se pueden determinar en función de en qué se basen: aspectos de origen (masas de aire), cuestiones climáticas (temperatura, precipitaciones) o en cuestiones geográficas como la clasificación de Martonne. 3 El primero en clasificar los climas teniendo en cuenta simultáneamente las características de precipitación y temperatura, pero fijando límites ajustados a la distribución de los tipos de vegetación fue Köppen en 1918. El sistema de Köppen es estrictamente empírico. Esto significa que cada clima se define según unos valores fijos de temperatura y precipitación calculado según las medias anuales o mensuales. El sistema de Köppen comprende un grupo de letras para designar los grupos climáticos, los subgrupos dentro de éstos y posteriores subdivisiones para designar especiales características de temperatura y precipitaciones en las distintas estaciones. Encarta® Online 2009 Pero nosotros lo vamos a hacer más fácil y teniendo en cuenta los criterios de Köppen, estableceremos las distintas zonas climáticas de la Tierra (sin letras, de verdad) relacionándolo directamente con los paisajes que se generan. Recuerda que este tema lo estudiaste en 1º ESO, por lo que esto debe ser un mero recordatorio, y así lo trabajaremos. 4 ¿Cuáles son las zonas climáticas de la tierra? ¿Cómo son sus paisajes? ¿Cómo condicionan las zonas bioclimáticas las distintas formas de vida y actividades humanas? Los climas cálidos Se dan en la zona cálida de la Tierra, entre el trópico de Cáncer y el de Capricornio. En esta zona las temperaturas siempre son elevadas, superiores a los 18 °C de media. Pero hay grandes diferencias en las precipitaciones, lo que da lugar a tres subtipos: El clima ecuatorial: se caracteriza por temperaturas siempre muy cálidas y precipitaciones constantes y muy abundantes, superiores a los 2.000 mm anuales. El clima tropical: tiene temperaturas siempre muy cálidas y precipitaciones totales abundantes. Ahora bien, las precipitaciones se concentran en unos meses del año. De ahí que en el clima tropical existan dos estaciones: la estación húmeda y la estación seca. El clima desértico presenta precipitaciones muy escasas, inferiores a los 250 mm anuales. Los climas templados Se extienden en las zonas templadas de la Tierra, entre los trópicos y los círculos polares. Estos climas se caracterizan por la existencia de cuatro estaciones, con diferencias notables de temperaturas y precipitaciones entre ellas. Se distinguen cuatro tipos de climas templados: El clima oceánico o atlántico: tiene temperaturas suaves y precipitaciones abundantes durante todo el año, superiores a los 800 mm. El clima continental: presenta inviernos largos y muy fríos, con temperaturas incluso bajo cero, y veranos cortos y muy cálidos. Las precipitaciones son bastante abundantes, normalmente por encima de los 600 mm, pero se concentran en los meses de verano. El clima mediterráneo: se caracteriza por los inviernos cortos y de temperaturas suaves, y los veranos largos y de temperaturas cálidas. Las precipitaciones son escasas, nunca superan los 800 mm, y se concentran en primavera y en otoño. El clima chino: tiene temperaturas suaves y precipitaciones abundantes, por encima de los 1.000 mm, concentradas en verano. Los climas fríos Se localizan en las zonas frías, por encima de los círculos polares, y en las áreas de alta montaña. El clima polar: tiene las temperaturas más bajas de la Tierra. No existe verano: ningún mes supera los 10 °C de temperatura media. Las precipitaciones son casi inexistentes. El clima de alta montaña: presenta temperaturas frías en invierno y suaves en verano, y tiene lluvias abundantes, con frecuencia en forma de nieve en invierno. 5 PAISAJES DE LA ZONA CÁLIDA Zona intertropical, con temperaturas elevadas todo el año (18º C). En función de sus precipitaciones y la latitud se distingue la zona ecuatorial, tropical y desértica. UBICACIÓN CLIMA RIOS VEGETACIÓN Y FAUNA OCUPACIÓN DEL HOMBRE PAISAJE ECUATORIAL PAISAJE TROPICAL PAISAJE DESÉRTICO Cuenca del Amazonas, América Central, cuenca del Congo y costa del Golfo de Guinea y SE de Asia Temperaturas elevadas todo el año (25 º C) Precipitaciones muy abundantes (2000 mm) América Central y del Sur, centro y sur de África, Sur de Asia y N y E de Asia. Temperaturas elevadas todo el año. Según las precipitaciones, distinguimos dos estaciones: el verano o estación lluviosa, y el invierno o estación seca. Varía su caudal y en la época de lluvias puede sufrir grandes crecidas. Sabana de hierbas y arbustos, con pequeños árboles que aparecen verdes y frondosos en la época de lluvia y resecos y mustios en la estación seca. La sabana da paso a la estepa, cuando la época de sequía se hace más larga. Existencia de herbívoros (elefantes, rinocerontes, gacelas, cebras, etc.) y sus depredadores (leones, hienas, etc.) Hay pueblos indígenas dedicados a la ganadería extensiva (Masai). Otros son agricultores, practicando la rotación de cultivos. Existen áreas de plantaciones (cacao, café, caña de azúcar, té, tabaco, etc.) que pertenecen a compañías extranjeras. En torno a los trópicos, sobre todo en el Hemisferio Norte (15% de la sup. Total) Grandes oscilaciones térmicas entre el día y la noche. Lluvias escasas (- de 250 mm) e irregulares Sequedad del aire, favoreciendo la evaporación. Son los más caudalosos y regulares de la Tierra Vegetación exuberante y con muchas especies (selva o jungla). Árboles altos (muy apreciados por su belleza), arbustos, y un sotobosque oscuro y húmedo. Animales pequeños y ágiles para moverse por la espesura de árboles, troncos y lianas. En selvas americanas poca población indígena, que vive de la recolección o una agricultura rudimentaria. En selvas asiáticas hay más población debido a las plantaciones (arroz, caña de azúcar, hevea, etc) No hay cursos de agua permanentes (uadis) Plantas y animales adaptadas a las condiciones del clima (reservas de agua). Pastores nómadas bordean los desiertos, en busaca de agua. Población sedentaria junto a los Oasis. PAISAJES DE LA ZONA FRÍA Entre los 60º y los 90º latitud N y S, y tierras de alta montaña (más de 2.500 m). Temperaturas muy bajas y precipitaciones escasas y en forma de nieve. Se diferencia el clima polar y el clima de alta montaña. PAISAJE POLAR UBICACIÓN CLIMA RIOS VEGETACIÓN Y FAUNA OCUPACIÓN DEL HOMBRE PAISAJE DE ALTA MONTAÑA Al norte del Círculo Polar Ártico y al Sur del Círculo Polar Antártico. Temperaturas son muy bajas, inferiores a los 0º C y pueden llegar hasta los 40º C. Precipitaciones casi inexistentes y en forma de nieve. Desiertos fríos. No existen corrientes de agua. En el norte de América, Europa y Asia aparece la tundra, compuesta por musgos, líquenes y pequeñas flores, con lo que se alimentan animales como osos y renos. En la zona próxima a los polos no hay vegetación. En los mares antárticos hay especies animales como focas, ballenas y pingüinos. La tundra de América del Norte está habitada por los esquimales (cazadores y pescadores) y el norte de la península Escandinava por los lapones (pastoreo de renos). En estas zonas actualmente se explotan recursos minerales, entre ellos petróleo. 6 Aquellas zonas cuya altitud es superior a los 2500 m y tiente características propias de los climas fríos. Temperaturas bajas durante todo el año. Las precipitaciones, son en forma de nieve conforme aumenta la altitud y disminuyen en cantidad y frecuencia. Irregulares y estacionales (deshielo) La vegetación varía en función de tres factores: la latitud, la altitud y la orientación. Se dispone en pisos de diferente altitud. Vida difícil, sus habitantes se dedican a la ganadería y agricultura, que resulta muy poco rentable. En las zonas con saltos de agua se aprovecha para producir electricidad. Actualmente se aprovecha esta zona para actividades de ocio (esquí, alpinismo, etc.) compañías extranjeras. PAISAJES DE LAS ZONAS TEMPLADAS Entre los 30º y los 60º latitud N y S. Existencia de cuatro estaciones. Según la latitud, altitud y cercanía del mar se distinguen tres tipos med iterráneo, oceánico y continental. UBICACIÓN CLIMA RIOS VEGETACIÓN Y FAUNA OCUPACIÓN DEL HOMBRE PAISAJE OCEÁNICO PAISAJE MEDITERRÁNEO Entre los 40º y 60º Latitud N y S. costa occidental de Europa y de América del Norte, costa S de Chile y Argentina, consta SE de Australia, Tasmania y Nueva Zelanda. Zonas costeras de la cuenca del mar Mediterráneo, en la costa de California, en la costa Central de Chile, en Sudáfrica y Sudoeste de Australia. Alejados de las grandes masas de agua. Interior de Europa, Asia y América del Norte. Temperaturas suavizadas por la cercanía del mar, con pocas diferencias estacionales Precipitaciones: los vientos del oeste favorecen las precipitaciones suaves y continuas. Calor y sequedad en verano e inviernos suaves debido a la actuación moderadora del mar. Precipitaciones en otoño que pueden ser de tipo torrencial. Sequía estival. Temperaturas muy extremas, siendo muy elevadas en verano y muy frías en invierno. Precipitaciones escasas que se concentran en verano. Tienen un caudal abundante y regular. Caudal escaso e irregular. Tras un verano seco, son frecuentes las riadas e inundaciones. Bosques de hoja caduca (robles, castaños, hayas), con mamíferos y diversas aves. Landa, en zonas de mucho viento y niebla, con vegetación de matorral y espinosa, donde viven roedores y aves. Prados, donde hay mucha humedad y temperaturas suaves. Ganado. Bosque mediterráneo de hojas perennes (pinos, encinas), con árboles bajos de hojas pequeñas y duras que las protege del calor. Por debajo, matorral espinoso. Cuando desaparecen los bosques aparece un matorral muy denso como la maquia (enebros y lentiscos) y la garriga (tomillo, espliego y jaras). Finalmente, la estepa. En cuanto a la fauna, abundan los ratones de campo, serpientes y otros reptiles. Los osos, linces y zorros están muy esquilmados. Agricultura extensiva en cultivos de secano: trigo, vid y olivo. Agricultura intensiva de regadío: huertos de frutas y verduras (gracias a la construcción de canales); cultivo de arroz, algodón o cítricos; invernaderos. Caudal de los ríos abundantes pues recoge agua de extensas zonas llanas, dando lugar a grandes cuencas fluviales. En zonas del Norte, se desarrolla el paisaje de taiga, compuesto por coníferas (abetos, alarces y abedules). Hay mamíferos de tala pequeña y grande como el visón, la marta, el alce y lobos; también variedad de aves. Más al Sur se desarrollan las estepas o praderas, con veranos más calurosos y precipitaciones escasas. Son extensiones de hierba donde viven insectos y roedores, y donde antes eran abundantes los caballos, antílopes o bisontes. Producción de celulosa (papel) en los árboles de la taiga. Las zonas esteparias se usan para la ganadería y el cultivo extensivo de cereales. Europa Occidental, poblada con grandes ciudades. Zona de prados con cría de ganado y cultivo de cereales. Costa Occidental de América, S de Chile y Argentina, poco poblados con abundantes bosques. Australia, Tasmania y Nueva Zelanda, gracias a la hierba abundante, se dedica a la ganadería bovina y ovina. PAISAJE CONTINENTAL PAISAJE SUBTROPICAL (CHINO) Se encuentra entre los 20º y los 35º de latitud, en las fachadas orientales de los continentes: sudeste de EEUU, Uruguay, en América, el sur de China, Formosa (Taiwán) y Japón en Asia, y la costa oriental de Australia. Temperaturas relativamente suaves en invierno, generalmente más bajas que en el clima mediterráneo, y un verano cálido, con precipitaciones distribuidas a lo largo de todo el año, aunque son mayores en esta última estación. No hay estación seca. Ríos caudalosos e irregulares, con crecidas en la época estival. La vegetación es variada, yendo desde las coníferas al bosque subtropical húmedo en el que la vegetación es abundante, combinando árboles templados caducifolios y especies tropicales. Destaca la laurisilva china. Su biocenosis típica es el bosque subtropical húmedo. Fauna variada y abundante, recogiendo especies de otras áreas: aves, mamíferos (lobo, oso panda), etc. Observa a continuación el mapa donde se localizan los distintos climas del planeta. Ya tienes una idea de cómo son sus características térmicas y de precipitación, pero ¿y de sus zonas bioclimáticas? Profundicemos un poco. 7 8 B. ZONAS BIOCLIMÁTICAS.REPARTO DE BIOMAS1 EN EL PLANETA. Las plantas sólo ocasionalmente viven aisladas. Por lo general presentan algún grado de asociación con otras plantas de la misma o de otras especies. La unidad básica de la vegetación es la asociación, a partir de las cuales se pueden definir las características ambientales de una región. A escala terrestre, la distribución de la vegetación muestra un marcado componente zonal. Precisamente por esta coherencia en la distribución espacial es posible describir catenas, esto es, conjunto de comunidades vegetales contiguas y ordenadas en función de alguna característica medioambiental (humedad, topografía, temperatura, etc.). Las variaciones climáticas influyen de forma decisiva en la distribución de la vegetación mundial, porque los condicionantes vitales para el desarrollo y crecimiento de las plantas (humedad y temperatura), están gobernados por la circulación general. Existe un óptimo climático para cada especie y unos límites que si se rebasa suponen la extinción. Temperatura.- Los límites más favorables para el metabolismo se sitúan entre los 0º y los 30º, siendo más activas las reacciones en la medida que aumenta la temperatura por encima de los 0º. No obstante las plantas tienen unos márgenes de adaptación. Fuera de los márgenes de tolerancia, las plantas mueren. Cada planta tiene un óptimo térmico en el cual el crecimiento es máximo. Luz.- Dos aspectos de la luz serán valorados: su intensidad y su duración. Según las exigencias en luminosidad puede establecerse una gradación siendo máxima (heliófilas) en las plantas de los desiertos, estepas y alta montaña, seguidas por las plantas colonizadoras de canchales o las habitantes en praderas, mientras en el extremo opuesto se encuentran las plantas esciófilas, que solo pueden vivir bajo una cubierta vegetal densa. Se denomina fotoperiodismos a la respuesta de las plantas en relación con la duración de la luz del día. Normalmente se relaciona con la floración, pero afecta a otros aspectos del crecimiento y de la vida vegetal. Acónitos en el hayedo de Montejo de la Sierra. Planta esciófila. Agua.- Ninguno de los organismos vivos conocidos pueden existir sin agua, pues es constituyente esencial de los tejidos. En los climas donde las precipitaciones y la humedad del suelo son elevadas a lo largo de todo el año, las plantas disponen de agua suficiente para su desarrollo. A las comunidades vegetales que necesitan climas muy lluviosos se les denomina ombrófilas. Las plantas se adaptan a la sequía de muchas formas. En muchas de las regiones áridas limitan el crecimiento a breves periodos posteriores a las precipitaciones esporádicas (plantas efímeras). Muy comunes en nuestras tierras mediterráneas son los árboles de hoja pequeña, 1 Un bioma es una determinada parte del planeta que comparte clima, vegetación y fauna. Un bioma es el conjunto de ecosistemas característicos de una zona biogeográfica que es nombrado a partir de la vegetación y de las especies animales que predominan en él y son las adecuadas. Es la expresión de las condiciones ecológicas del lugar en el plano regional o continental: el clima induce el suelo y ambos inducen las condiciones ecológicas a las que responderán las comunidades de plantas y animales del bioma en cuestión.(Wikipedia) 9 dura, barnizada que reduce la evaporación (esclerófilas). Otras formas relativamente frecuentes son las hojas de borde enrollado, el revestimiento de pelos, las hojas transformadas en espinas, tallos suculentos, gruesas cortezas, tallos leñosos, etc. Agaves Los factores topográficos son de muy diverso signo. Probablemente los más relevantes sean las pendientes, la orientación de las vertientes y el mismo relieve. Los elementos climáticos más modificados suelen ser la temperatura y la humedad a través del viento y la insolación. En las cimas de las montañas o en las inmediaciones del mar donde los vientos suelen ser persistentes, el tapiz vegetal desaparece y las plantas quedan reducidas a espacios muy resguardados. Las vertientes de latitudes medias que miran al Ecuador (solana), reciben más radiación que las que miran al polo (umbría). En los espacios intertropicales todas las laderas reciben menor radiación que las superficies horizontales del fondo de los valles. Así mismo, el relieve introduce un escalonamiento en las comunidades vegetales que colonizan las vertientes en función del progresivo descenso de la temperatura media anual y de las variaciones de humedad. Cada uno de los grupos que se suceden en la cliserie altitudinal recibe el nombre de piso bioclimático. Concretamente en la región mediterránea se reconocen 5 pisos de vegetación denominadas termo-, meso-, supra-, oro- y criomediterráneo. En la región eurosiberiana se habla de los pisos pedemontano, montano subalpino y alpino. La interdependencia entre caracteres edáficos y presencia de determinadas especies está en la base del concepto de planta indicadora, Así, por ejemplo, los suelos salinos limitan el crecimiento de muchas especies vegetales y sólo resiste este medio las susceptibles de soportar la sal. Éstas últimas se convierten en dominantes y se denomina halófilas. El desigual comportamiento de las especies según la naturaleza del sustrato edáfico introduce una gran diversidad espacial de taxones dentro de una misma región climática. Descubrir las grandes asociaciones vegetales o sus composiciones florísticas es tarea difícil por la gran diversidad de plantas que forman la cubierta vegetal. Sólo será posible insistir en los principales tipos de formaciones zonales que corresponden con los grandes dominios climáticos de la tierra. 10 FORMACIONES VEGETALES DE BOSQUE.Los bosques son formaciones que logran una elevada cobertura del suelo gracias a sucesivos estratos vegetales. Forman la vegetación climática de casi la mitad de la superficie terrestre, aunque se hallan muy degradadas en amplios espacios de antigua ocupación humana. Selva tropical lluviosa.- Las regiones tropicales lluviosas están cubiertas por un bosque denso, logrando su máximo desarrollo en la cuenca del Amazonas, en la región del Congo, Guinea, en los archipiélagos de Insulindia, en gran parte de Madagascar, Caribe, etc. Selva tropical de Borneo Se trata de áreas donde las altas temperaturas diarias se mantienen muy constantes, así como la duración de la insolación diaria. En este ambiente propicio, la selva está formada por las comunidades más complejas y las especies más variadas del mundo. Otro rasgo bastante común de la selva es la estratificación arbórea. Los árboles dominantes alcanzan de 30 a 45 m, pudiendo llegar a alcanzar los 55 o 60 m. Por debajo de los árboles dominantes existen otros estratos capaces de tolerar una menor luminosidad. Alrededor del 70% de las especies vegetales de la selva son árboles, los cuales suelen estar cubiertos de epifitas. Disponen de raíces aéreas y órganos captadores de agua, las lianas se disponen a modo de enredadera situando sus hojas y flores en el estrato superior. En síntesis, la selva lluviosa constituye una formación donde se alcanzan grandes tasas de producción vegetal y donde se da una amplia variedad florística. Bosque tropical con sequía estacional.- A medida que descienden los totales pluviométricos anuales y comienzan a detectarse una o dos estaciones secas, la selva o bosque ombrófilo deja paso al bosque tropófilo. A menudo son denominados bosques monzónicos, porque son característicos del Asia del SE. El tránsito del bosque ombrófilo al tropófilo no es brusco sino con matices: formaciones ecuatoriales algo más bajas, sin epifitas ni contrafuertes, cuando la sequía se prolonga 4 ó 5 meses se imponen los árboles caducifolios; si se prolonga el periodo seco, los árboles disminuyen 11 el porte y las acacias adquieren protagonismo. Estas formaciones pasan progresivamente a la vegetación de las regiones semiáridas. Algo semejante ocurre en África si se sigue de la selva gabonesa hasta el Sahara. En efecto, se atraviesan una serie de bandas formadas por la selva, el bosque subecuatorial, el bosque caducifolio de tronco voluminoso y el bosque clareado de acacias. Franjas parecidas se disponen en América Central y América del sur. Bosque esclerófilo.- Existen bosques leñosos perennes en áreas que soportan largos veranos secos así como un régimen pluviométrico irregularmente repartido a lo largo del año. Tal sucede en los ámbitos mediterráneos de ambos hemisferios, donde las formaciones esclerófilas se componen de 3 estratos formados por la cubierta arbórea (15-20 m), arbustiva (3-5 m) y herbácea. Concretamente en la cuenca mediterránea, la encina (Quercus ilex), se halla muy difundida sobre sustratos calcáreos desde la región occidental hasta el Peloponeso. Sobre suelos silíceos se acomoda mejor el alcornoque (Quercus suber). En el Mediterráneo oriental predomina la coscoja (Quercus coccifera), y en Asia Menor el Quercus aegilops. Junto a los diversos tipos de quercus, hay también coníferas típicas de zonas cálidas (Pinus halepensis, Pinus pinaster, etc.). Coscoja Ahora bien, dentro de la cuenca mediterránea se diferencia 3 pisos bioclimáticos. En el piso termomediterráneo, se advierte la presencia del algarrobo silvestre y del palmito. En el mesomediterráneo están muy extendidos la encina, el olivo silvestre y el madroño. Finalmente, Palmito Algarrobo en el supramediterráneo aparece el robledal submediterráneo de Quercus faginea en la parte occidental y de Quercus tojana en la parte oriental. Muchas de las especies se adaptan a las condiciones climáticas mediante un dispositivo foliar siempre verde, pequeño y coriáceo, al tiempo que las raíces son muy profundas. Ahora bien, el bosque esclerófilo de la cuenca mediterránea se halla degradado en amplios espacios (formaciones arbustivas de maquia y garriga), algunas de las cuales han sido áreas de antigua ocupación humana. 12 Bosque mixto de los subtrópicos húmedos.- En las fachadas orientales de los continentes, concretamente en el Asia sudoriental, China, Corea, sur de Japón, este de Australia, Sur de Brasil, SE de EEUU, se sucede una gradación desde los trópicos húmedos hasta las latitudes medias, donde es muy difícil distinguir una tipología de los bosques. Predominan los árboles de hoja perenne, que soportan incluso epifitas, pero puede haber igualmente ciertas coníferas y caducifolias. Bosque caducifolio invernal.- Se extiende en amplias zonas de las latitudes medias del hemisferio septentrional, y por el contrario está muy poco representado en el meridional. El bosque caducifolio es una comunidad vegetal pluriestratificada. Consta a menudo de 1 ó 2 estratos arbóreos, uno arbustivo y un estrato herbáceo. En Europa el bosque caducifolio presenta una escasa diversidad de especies, mientras que en América del Norte aparecen taxones más diferenciados porque pudieron emigrar al sur más fácilmente. Los robles (Quercus), en poblaciones puras o mezcladas con otros árboles (hayas, olmos, arces, etc.), forman la vegetación climática de la llanura central europea y las vertientes inferiores montañosas. Las hayas (Fagus), suelen ser algo más exigentes en humedad, de modo que ocupan los picos montañosos o las áreas más húmedas de la llanura. Como actores limitantes para el bosque caducifolio europeo aparecen las bajas temperaturas en el norte y la aridez en el sur y el este. Bosque boreal o taiga.- Se extiende sin solución de continuidad en todo el hemisferio Norte. El límite septentrional es la tundra y el meridional el bosque caducifolio o las estepas semidesérticas según se traten de un clima oceánico o continental. El bosque boreal de coníferas comienza propiamente cuando las condiciones climáticas son excesivamente desfavorables para los caducifolios de hoja ancha: menos de 120 días con Tª media diaria superior a 10º. Dentro del bosque boreal no hay un clima uniforme y se podrían diferenciar áreas con tendencia oceánica fría de espacios fríos más continentalizados. En América del N, hay muchas especies de los géneros Pinus (Picea, Abies, Larix, etc.). En la zona boreal europea tiene importancia el abeto (Picea abies) y el pino silvestre (Pinus sylvestris). 13 FORMACIONES ARBUSTIVAS.En numerosas regiones de la tierra la acción antrópica ha llegado a modificar sensiblemente la vegetación de bosques, siendo sustituida por formaciones arbustivas. Sin embargo, hay también formaciones arbustivas climáticas. Formaciones arbustivas del interior de los continentes.- Tal vez la mayor superficie de arbustos subdesérticos aparece en las márgenes del Sahara y avanza por la Península Arábiga hasta la región del Thar. Se trata de unos ámbitos donde las precipitaciones son escasas y con cierta estacionalidad en su régimen, mientras las temperaturas medias anuales se mantienen altas. Las formaciones se componen de arbustos espinosos (acacia), o suculentos Artemisa (euphorbia). Desde los alrededores del mar Caspio hasta Mongolia se extiende también una franja de formaciones arbustivas caducas. Un género muy representativo es la artemisa. Maquis, Garrigas y Chaparrales.- Se desarrollan en regiones climáticas mediterráneas y en la mayoría de las ocasiones en espacios de antigua ocupación humana. Estas expresiones Maquia de madroño y rudillo populares de Garriga ámbito regional han sido incorporadas al vocabulario geobotánico con contenidos específicos. Así, se denomina maquia a las formaciones esclerófilas densas en las que puede esconderse un hombre (maquis), la garriga (a menudo sobre suelos calcáreos), constituye una comunidad esclerófila de menor porte (1 metro). Landas.- Son el resultado de la degradación del bosque caducifolio templado europeo. Entre los géneros más destacados de landa atlántica europea se encuentra el tojo (Ulex), aulaga (Genista) y los brezos (Erica). La landa sigue siendo una formación explotada para pasto y cama de ganado, para la caza, etc. Landas de Gascuña (Aquitania) FORMACIONES HERBÁCEAS.Constituyen un tipo de vegetación donde las especies predominantes son las herbáceas perennes de hojas largas y estrechas provistas de un sistema de raíces perennes. Más de las ¾ partes de las especies que integran las formaciones herbáceas corresponden a la categoría de las hemicriptofitas. Las Sabanas.- Con esta expresión caribeña, los nativos aludían a los extensos y monótonos herbazales de América Central y América del sur. Tres grandes tipos de sabana pueden diferenciarse: bosque sabana, parque-sabana y la sabana herbácea. Esto es una gama de 14 transición desde aquellos espacios donde los herbazales representan el 50% de la cubierta del suelo hasta aquellos que representan el 80%. Así pues, las sabanas ocupan extensas llanuras y mesetas intertropicales muy marcadas por la estacionalidad de las precipitaciones y por la matriz de los suelos. Las Estepas.- Si originariamente sólo se englobaba bajo esta expresión las llanuras herbáceas euroasiáticas entre los 40º y 50º de latitud extendido entre la cuenca del Danubio y la cuenda del Venisei, actualmente se incluyen también la Pampa argentina y las estepas desarrolladas al este del desierto australiano. Común a las estepas es que se desarrollan en climas de marcada continentalidad. El periodo vegetativo de las plantas viene limitado por el frío invernal y por la sequía de fines de verano y del otoño. La mayor parte de las plantas son hemicriptofitas que en un breve periodo de tiempo producen una gran superficie foliar. Las Praderas.- Amplias zonas interiores de América del norte comprendidas entre los 30º y 55º de latitud norte. Yendo de este a oeste se pasa de la pradera alta (1’5 metros), a la mixta (0’8 metros) y finalmente a la pradera corta. Abarca los estados de Wisconsin, Iowa y Oklahoma hasta el pié de las Rocosas en Nuevo Méjico, Nevada y Wyoming. FORMACIONES VEGETALES DE LOS DESIERTOS.Comunes a todos los desiertos son la discontinuidad y escasa densidad de la cubierta vegetal, la adaptación fisiológica de las plantas al déficit hídrico y la reducida diversidad florística de los taxones. Desiertos subtropicales.- Se caracteriza por su régimen pluviométrico extremadamente variable y escaso; poca humedad; marcadas amplitudes térmicas diarias y vientos constantes y a menudo violentos. En tales condiciones las comunidades vegetales reducen sus superficies transpirantes y desarrollan al máximo sus raíces. Al mismo tiempo se instalan en pequeñas vaguadas y concavidades donde se mantiene mejor la humedad. Otras plantas son efímeras, creciendo únicamente en los momentos propicios. Dentro de estos amplios espacios aparecen diversos conjuntos geomorfológicos que condicionan la colonización de las especies. Así, en los desiertos de arena o ers, existen gramíneas colonizadoras con profundas raíces. En el fondo de los Wadis se dan condiciones favorables para los vegetales especialmente halófilos. En los desiertos 15 rocosos de tipo hamada, las plantas xerohalófilas solo pueden mantenerse en las fisuras de las rocas. Desiertos templados.- Ocupan preferentemente una amplia banda centroasiática (Irán, Turkestán, cuencas del Tarim y de Gobi), rodeadas por semi desiertos y estepas muy secas. Las temperaturas son menos elevadas que los desiertos subtropicales. Predominan plantas leñosas que pierden parte durante el invierno. Las formaciones halófilas siguen siendo importantes. Desiertos polares o tundras.- La palabra tundra es una expresión regional lapona referida a la zona sin árboles del norte de Finlandia, donde solo se desarrollan algunas herbáceas y arbustos ralos, así como líquenes y musgos. Se suele hablar de 4 tipos básicos: tundra de planta almohadillada, tundra herbácea, tundra arbustiva y tundra arbórea. La tundra es pobre y homogénea florísticamente porque las condiciones ambientales son muy extremas: corto periodo vegetativo inferior a 3 meses, la media del mes más cálido se sitúa entre 5º y 10º, pocas precipitaciones (inferiores a 300 mm) y presencia de un suelo permanentemente helado o permafrost. La pobreza florística es mayor en el desierto austral, hablando incluso de desiertos ventosos. FORMACIONES VEGETALES DE MONTAÑA.Al hablar de montañas, más que el concepto zonal acaba por imponerse la consideración de los escalonamientos o pisos vegetales. Las condiciones ambientales cambian sustancialmente en cortos trayectos a través de la montaña. Concretamente, las temperaturas disminuyen con la altura según un gradiente térmico. La intensidad a medida que ascendemos la montaña. También la exposición al viento varía según las pendientes. El comportamiento de las precipitaciones tampoco es homogéneo. Según este cuadro ambiental es imposible profundizar sobre todos los aspectos característicos de las formaciones vegetales de montaña. 16 Biomas terrestres clasificados según vegetación Wikipedia. Vegetation-no-legend.PNG Desierto helado y polar Tundra Taiga Bosque templado caduco Estepa templada Selva subtropical Vegetación mediterránea Bosque monzónico Arbustiva xerofítica Estepa seca Desierto semiárido Desierto árido 17 Sabana herbácea Sabana arbolada Bosque seco subtropical Selva tropical Tundra alpina Bosque montano C. EL TIEMPO Y EL CLIMA COMO CONDICIONANTES DE LAS ACTIVIDADES HUMANAS.El estudio de la influencia del clima y los tipos de tiempo en la actividad humana presenta una gran complejidad y extensión, si tenemos en cuenta que el clima ha mediatizado la propia evolución humana. Actualmente, el hombre ha podido liberarse de los determinantes climáticos, pero ello no impide que la aparición de ciertos tipos de tiempo todavía ocasione graves pérdidas económicas e interrumpan la actividad humana. El clima, históricamente, ha sido un factor determinante en ciertas regiones, pero en la actualidad la actividad humana puede desarrollarse en estas áreas (selvas ecuatoriales, desiertos y latitudes polares). Los condicionantes impuestos por el tiempo y el clima son cada vez más reducidos, debido a la mayor capacidad tecnológica para protegerse de situaciones adversas; igualmente la incidencia es muy desigual, dependiendo de dicha capacidad y el nivel de desarrollo alcanzado. Hoy en día, el hombre puede habitar en casi cualquier lugar del planeta, independientemente de sus condiciones climáticas, pero éste hecho no debe encubrir los condicionantes y las adaptaciones que el hombre debe realizar para superar las dificultades climáticas. La pregunta que tenemos que hacernos ahora es ¿cuáles son las actividades que puede o no puede hacer el hombre? ¿Cuáles se consideran vitales y cuáles no? Como actividad vital se entiende el propio desarrollo de la vida cotidiana de un hombre, con relación a sus necesidades físico-mentales. Existen unos márgenes climáticos en los que la vida humana se desarrolla óptimamente y permite una mejor “calidad de vida”, alcanzando un confort climático, pero cuando esto no sucede, es decir, cuando las características climáticas de un lugar no permiten el desarrollo óptimo de las actividades vitales, es cuando el hombre introduce elementos artificiales, de mayor o menor complejidad tecnológica para recuperar ese confort. Los umbrales de “confort” pueden explicar el mayor o menor atractivo de unas regiones frente a otras. La distribución de la población escapa del estudio de la actividad humana, pero indirectamente la dificultad que el clima puede imponer a las actividades humanas, puede desembocar en vacíos demográficos. No siempre hace falta las mismas características climáticas para determinadas actividades, pues no es lo mismo lo que pides para, por ejemplo, el descanso o el ocio, que para el trabajo. Por eso hay que hacer estudios y evaluaciones de las condiciones climáticas necesarias para cada actividad. Entonces ¿cuáles son los condicionantes climáticos que determinan el desarrollo de las distintas actividades económicas? Empezando por las actividades agrarias, varios son los elementos climáticos que lo determinan, separando entre condiciones climáticas y meteorológicas. En cuanto a las condiciones climáticas, las diversas zonas bioclimáticas imponen aprovechamientos agrarios determinados, pero en parte la capacidad tecnológica ha permitido superar Enarenado los condicionantes climáticos. En las zonas frías, las bajas temperaturas limitan el crecimiento vegetativo de los cultivos. Las áreas desérticas presentan el grave condicionante de la aridez, pero esto no ha sido impedimento para crear 18 cultivos en ellas, tras importantes obras de regadío, permitiendo el cultivo de algodón en los desiertos de Arizona o del Turquestán. En el caso español los cultivos de enarenados y bajo plástico en Almería son un claro ejemplo de agricultura tecnificada. En cuanto a las condiciones meteorológicas, los tipos de tiempo no impiden el cultivo, pero si imponen fuertes pérdidas económicas con la desaparición o merma de cosechas derivadas de situaciones meteorológicas adversas: - Sequía: La ausencia de precipitaciones provoca una necesidad hídrica satisfecha por sistemas de regadío artificial, lo que a largo plazo puede suponer el descenso del agua embalsada y la imposibilidad de regar. El Sahel y cuenca mediterránea. Canal de riego y campos de cultivo - Sistema de riego por goteo. Inundaciones: La irregularidad de las precipitaciones y su concentración en el tiempo provoca una destrucción total o parcial de los cultivos, con pérdidas de cultivo y tierras de labor. La zona bioclimática mediterránea es propicia para este tipo de situaciones, con la presencia de la “gota fría”. También son características de las regiones tropicales y monzónicas. Campo anegado en Córdoba (marzo 2010) - Gota Fría Granizos: Este meteoro presenta fuerte aleatoriedad espacial e índice en amplias zonas terrestres. Sus daños son muy limitados territorialmente. 19 - Heladas: El anormal descenso de las temperaturas en época de crecimiento de los cultivos, puede suponer la interrupción de éstos y desencadenar una pérdida o disminución de la cosecha. Son nefastas en latitudes mediterráneas. Granizo en Murcia (mayo 2010) Patata helada en Orihuela (diciembre 2010) Los mecanismos de combate para estas situaciones son la instalación de calentadores, producción de humo, recubrimiento de las plantas, invernaderos, ventiladores, etc. La agroclimatología es la ciencia que estudia la influencia del clima y el tiempo en el desarrollo agronómico, de tal manera que plantea cultivos potenciales dependiendo de las condiciones climáticas y de los mecanismos de corrección y defensa. La influencia del clima y el tiempo en la actividad industrial es mínima, hasta tal punto que el hombre no se ve impedido en realizar una actividad industrial por condicionantes climáticos. Los ejemplos que demuestran esta afirmación son múltiples: explotaciones petrolíferas en Siberia y desierto del Sahara, yacimientos mineros en áreas de clima ecuatorial y de montaña, etc. Ningún tipo de tiempo o clima impide la actividad turística, pero el clima sí condiciona el tipo de turismo a realizar. En los climas intertropicales, el turismo se encuentra en las zonas costeras, pues la inexistencia de estación fría y un óptimo térmico posibilitan la atracción turística durante todo el año. Los tipos de tiempo no son impedimento o factor de “repulsión turística” aunque es innegable su influencia en la infraestructura turística. El desierto y su clima extremo también generan una atracción turística, si bien más minoritaria y selectiva (turismo-aventura). Playa de Bali Playa de Poniente, Benidorm En cuanto a los climas templados, es el mediterráneo el clima turístico por excelencia, pues tiene su estación seca en verano, coincidiendo con el periodo vacacional masivo de los países desarrollados, lo que genera una conexión entre demanda turística y oferta climática óptima (España, Francia, Italia, Grecia, Túnez, etc.) El resto de los climas templados no tienen el poder de atracción del mediterráneo. En el atlántico el clima es un factor “neutro” en la atracción turística, lo que no impide que se desarrollen importantes centros turísticos bajo condiciones climáticas oceánicas: Biarritz (Francia), Brighton (Inglaterra), Bretaña (Francia), San Sebastián, etc., son enclaves turísticos de primera magnitud, con condiciones más lluviosas y frescas que las 20 mediterráneas. Incluso en latitudes más altas se pueden reseñar zonas turísticas de gran importancia (Escocia, fiordos noruegos, etc.). Los climas de montaña tienen una importante demanda: el turismo de invierno, donde la práctica deportiva del esquí es el principal atractivo., facilitado por la creación de estaciones invernales (los Alpes, los Cárpatos, las Rocosas, los Andes, etc.). Las condiciones climáticas no impiden la creación de sistemas de transporte. Los tipos de tiempo adversos pueden suponer pérdidas económicas y alteraciones momentáneas en los diferentes sistemas de transporte, pero esta influencia cada día es menos importante y es superada por la respuesta tecnológica. La actividad del transporte es la menos afectada por los condicionantes atmosféricos. D.EL SER HUMANO COMO AGENTE MODIFICADOR DEL MEDIO. El medio ambiente se ha convertido en una preocupación social, política y económica. Socialmente ha cristalizado en un movimiento ecologista de preservación y conservación del medio (Greeenpeace); políticamente ha supuesto una gestión del medio por parte de poderes políticos (Ministerios, Consejerías, ONU); y económicamente se ha iniciado una nueva fase, el eco capitalismo. El uso masivo del concepto medio ambiente se traduce en desgaste y alteración, creando confusión a la hora de definirlo. Los ecólogos lo definen como el marco en que se desarrolla un organismo, queriendo expresar que se trata de un conjunto o sistema de equilibrio entre los componentes y las fuerzas que rigen ese marco. Se habla de un medio animado y biótico (biocenosis) y un marco inanimado o abiótico (biotopo) entre los cuales se establece unos flujos de materia y energía de que los interrelaciona. En una perspectiva amplia, es el medio sobre el que se desarrolla la vida, así como las múltiples relaciones interactivas que se producen entre dichos elementos. El hombre es una parte de la biosfera con una capacidad de modificación del medio superior al resto de las especies que lo conforman. De esta capacidad de modificación parte la actual preocupación medioambiental, la asociación de las técnicas de conservación y destrucción y la identificación de ecología y medio ambiente. El hombre posee una gran capacidad de transformación, modificando, sustituyendo y destruyendo medios naturales. El Neolítico trajo la agricultura, y con ella la primera transformación del medio. La Edad Moderna trae un mayor desgaste ambiental, con la tala abusiva, roturación de montes, etc., y comienza a desequilibrarse la relación medio abiótico/biótico, aunque con efectos negativos de alcance local. A partir de la Revolución Industrial la agresión al medio ambiente adquiere mayor dimensión y el hombre inicia su carrera de destrucción lo que desemboca en una “crisis ecológica” Frente a este proceso destructivo ha nacido la postura conservacionista encaminada a preservar el medio, proponiendo los más radicales el “crecimiento cero”, una drástica reducción de la fabricación de productos industriales, sustituyéndolos por naturales (energía alternativa, agricultura, biológica, etc.) Posturas más moderadas intentan integrar el desarrollo industrial y la preservación del medio mediante el “eco desarrollo” que hace hincapié en una mayor racionalidad socio ambiental para el 21 manejo de los recursos y el espacio, con aplicación de tecnologías ambientales adecuadas y buscando un mayor control demográfico y participación popular en las decisiones sobre el ambiente físico y social de los directamente afectados. Las transformaciones hechas por el hombre han dado lugar a una “crisis ambiental” que se vuelve contra la propia humanidad. Los elementos alterados son muchos y sus consecuencias imprevisibles y en cualquier caso negativas para el hombre. Una de las actuaciones más evidentes sobre el medio es la contaminación atmosférica, aunque hay que tener en cuenta ciertas variables para su estudio. Los focos de contaminación (es decir, el origen), la escala a la que se produce (si es de ámbito local o planetaria) y los efectos. La contaminación atmosférica es la emisión de partículas y gases nocivos que alteran la composición de la atmósfera. Los focos de emisión de contaminantes se centran en la actividad urbana (motores de explosión y calefacciones) e industriales (como es el caso de las centrales térmicas). En cuanto a la escala de influencia de la contaminación, se localizan en grandes áreas urbanos e industriales, donde se producen esas emisiones. Se deben añadir las “emisiones secundarias” que proceden de la reacción química de las primeras depositadas en la atmósfera. En cuanto a los efectos de la contaminación, sobre las personas y de forma local, pueden producir problemas respiratorios; la lluvia ácida que destruye edificios y masas forestales; efecto invernadero y cambio climático, con medidas para paliarlo que no terminan de realizarse; destrucción de la capa de ozono. La cantidad de agua existente en el planeta mantiene un volumen constante, pero está en continuo movimiento; es el llamado Ciclo Hidrológico, que permite que la humanidad disponga de una pequeña parte (9.000 km3) para satisfacer sus necesidades, y está distribuida de forma desigual. El problema del agua como bien no renovable no deriva tanto de su escasez como de su calidad y distribución. El análisis de la hidrosfera se hace desde una doble vertiente: consumo/cantidad (que está relacionado con el crecimiento urbano, demográfico, industrial y regadíos, lo que genera problemas de abastecimiento) y calidad/contaminación. Un agua está contaminada cuando su composición es alterada por la adición de contaminantes y no conserva sus propiedades naturales. Los focos contaminantes de las aguas continentales son la agricultura, industria, núcleos de población y residuos orgánicos e inorgánicos que se vierten de forma directa. El mar posee un elevado grado de autodepuración, pero hoy en día los Marea Negra vertidos superan el nivel de depuración creando problemas en mares 22 interiores. La contaminación es más intensa en la costa, con problemas económicos y sanitarios, pues desde la costa y los barcos se hacen muchos vertidos (algunos accidentales, como los accidentes de petroleros que generan mareas negras) El suelo presenta una mayor fragilidad derivada de una disincronía en su tiempo de formación y la facilidad de su destrucción. Los dos principales riesgos edáficos son la contaminación, por acumulación de sustancias procedentes de la industria (metales pesados) y agrotóxicos (biocidas) que se introducen en la cadena trófica, y la erosión que se ve potenciada por la deforestación, favoreciendo la desertización, pérdidas agrarias, etc. Existe una “competencia pro los usos del suelo”, ya sea de carácter urbano, industrial o agrario. La variedad biológica supone una inmensa riqueza que se encuentra sin explotar y estudiar. En la actualidad desaparecen especies que no se encuentra inventariadas, y esta desaparición plantea problemas ambientales encadenados de difícil previsión. Más del 50% de las especies viven en las selvas tropicales húmedas que sufren en la actualidad una fuerte agresión ambiental, talas e incendios con pérdida de biodiversidad. Los ecólogos consideran que cada episodio de extinción de una especie debilita a la humanidad, pues sin diversidad no hay selección de organismos adaptándose a un determinado hábitat en evolución. La diversidad constituye un capital genético insustituible y su destrucción supone “la muerte del nacimiento”, al perder la capacidad de adaptación y generación de nuevas especies. En las zonas templadas la deforestación crea problemas de desertización y erosión del suelo. Las políticas de “repoblación” pueden convertirse en agresiones ambientales si no se realiza con especies autóctonas o adaptadas al medo. En España la repoblación con eucaliptos en algunas áreas es un claro ejemplo de agresión ambiental con la consiguiente acidificación del suelo y agotamiento de acuíferos. La contaminación radiactiva viene determinada por un aumento de radiación natural debido a la acción humana mediante explosiones nucleares y uso pacífico. Las consecuencias sobre los seres vivos son nefastas, con enfermedades oncológicas y la muerte instantánea. Quizá sea este tipo de contaminación el que ha calado más hondo en la conciencia ecologista social, pues sus efectos son más inmediatos y evidentes en el hombre. El peligro potencial de la radiactividad produce un fuerte rechazo a los usos energéticos nucleares, con accidentes como el de Harriburg (Pensilvania), Chernovil o Fukushima en Japón. 23 Explosión de la central de Fukushima radioactividad ocasionando desastres ecológicos. Otro peligro es la acumulación de los residuos que tiene largos periodos de actividad, por lo que hay que aislarlos y controlar su proceso de destrucción. En la actualidad se entierran los residuos en tierra firme o se tiran a los fondos marinos, que no ofrecen garantías de seguridad pues los problemas tectónicos pueden contribuir a liberar grandes dosis de Generadores de residuos en España (Reciclatocha.wikiespeis) La contaminación acústica es la menos estudiada y la que recibe menos atención, estando íntimamente relacionada con el desarrollo de la civilización. El ruido es un sonido no deseado por una persona (subjetivo), pero se considera ruido todo lo que sobrepase los 50 decibelios. El medio urbano es el más contaminado, sobre todo cerca de aeropuertos, estaciones, etc. Es de carácter local y ofrece una desigualdad espacial. Los efectos sobre el hombre son sobretodo psicológicos (nerviosismo, fatigas, irritabilidad) y físicos (pérdida de audición, presión y ritmos cardiacos, etc.). Además, los efectos son acumulativos y a largo plazo. Monografías.com 24 Desde los años 60 se han buscado soluciones para la conservación del medio, apareciendo una nueva mentalidad de desarrollo económico. Informes y Conferencias son testigo de los múltiples intentos para solucionar este problema y de los pocos resultados que se han producido pues siempre priman otros intereses, en especial en los últimos años. La Conferencia Mundial sobre Medio Ambiente de 1972, donde se elaboró el Plan de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente, la Cumbre de Río en 1992, la Conferencia de Kyoto en 1998 o las Conferencias de Bali (2007) y Copenhague (2009) son algunos ejemplos de solucionar un problema que está lejos de atajarse, algo que se hizo evidente en las dos últimas cumbres, donde no se recogieron ninguna propuesta viable. Agenda 21 es una expresión acuñada en la Cumbre de la Tierra (Río, 1992) para referirse al Plan de Acción que los estados deberían llevar a cabo para transformar el modelo de desarrollo actual, basado en una explotación de los recursos naturales como si fuesen ilimitados y en un acceso desigual a sus beneficios, en un nuevo modelo de desarrollo que satisfaga las necesidades de las generaciones actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras. Es lo que se ha denominado desarrollo sostenible, es decir, duradero en el tiempo, eficiente y racional en el uso de los recursos y equitativo en los beneficios. La Agenda 21, se desarrolla de forma local pues se le concede a las ciudades la responsabilidad de iniciar las trasformaciones necesarias para dicho fin. Se convierte, pues, este programa en una herramienta de primer orden para la consecución del Desarrollo Sostenible. Muchas ciudades lo han llevado a cabo con desigual éxito, pero la falta de apoyos y de financiación dificultó mucho su puesta en marcha. La Conferencia de Río fue una de las más emblemáticas, y fue donde se tomaron alguna de las decisiones más importantes, pero que, como podemos ver, no se han llegado a realizar. Mirad el video del siguiente enlace y mirad lo que pide Severn Suzuki, ¿Creéis que ha cambiado algo? http://www.youtube.com/watch?v=XXENDIIdu2E Lo que sí se ha generalizado es el uso del término “desarrollo sostenible”, como respuesta al conflicto planteado entre el desarrollo económico tradicional y la capacidad de carga de la biosfera. Para gestionar el desarrollo sostenible se hace necesario repensar y redefinir la relación entre dinámica de la sociedad y de la biosfera (hay que conocer para actuar) Las funciones económicas de la biosfera consisten en proveer recursos, asimilar residuos y proveer servicios ambientales. El problema reside en el hecho de que los recursos naturales son limitados y el crecimiento económico y de población, provocan una sobrecarga al tiempo que un desarrollo desigual a nivel planetario. De esta forma, entendemos por desarrollo sostenible a aquel que permite satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las suyas. Se considera insostenible todo proceso de desarrollo económico que supere o degrade su capacidad de carga. Es necesario pues cambiar la relación entre crecimiento económico y degradación ambiental (cambio en la estructura y composición material y energética del producto, en la eficiencia del material), cambio que no tiene que afectar al crecimiento económico. Se pueden establecer ciertas condiciones de sostenibilidad: principio de precaución, mantener la biodiversidad, eliminar riesgos de accidentes, garantizar la renovabilidad de los recursos renovables, eliminar ruidos, maximizar el uso de los recursos (reutilizar, reciclar) y buscar sustitutos. Para el desarrollo o planificación de la sostenibilidad (política de desarrollo + política ambiental) partimos de unos supuestos, nos centramos en unos objetivos y empleamos una serie de instrumentos. 25 El supuesto de partida es que los problemas actuales son debidos al estilo de desarrollo existente (estructuras sociales, institucionales, valores y patrón tecnológico), por lo que se deben llevar a cabo cambios sociales, institucionales y de valores, a nivel nacional e internacional, estableciendo los principios de solidaridad y cooperación. En ningún caso los límites tecnológicos supondrán un obstáculo al crecimiento. El objetivo es pues, satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer la capacidad histórica de las generaciones futuras para satisfacer las suyas propias (igualdad diacrónica), primando el desarrollo en beneficio de los más necesitados (igualdad sincrónica). Ligado a este objetivo general aparecen otros: - Crecimiento económico sostenido a largo plazo. - Utilización de recursos y tecnología compatibles con la seguridad del aprovechamiento futuro de recursos básicos y el respeto de la estabilidad de los ecosistemas naturales y sociales. - La satisfacción de las necesidades básicas es prioritaria. - Igualdad social. - Incrementar la capacidad creativa del hombre con nuevos valores. - Desarrollo y medio ambiente son realidades penetradas en la gestión de la sociedad. En cuanto a los instrumentos que se pueden usar para el desarrollo sostenibles tenemos varios: los jurídicos, empezando por la propia Constitución y seguida por leyes autonómicas, Derecho Comunitario o Ley de Impacto ambiental; los técnicos, con la aparición de tecnologías limpias y de reducción en origen; los económicos pasas por los impuestos y subvenciones para realizar mejoras; los administrativos consisten en la creación de normativas y elaboración de Planes de Gestión Ambiental; los sociales se convierten en un gran valor, pues se centra en la concienciación ciudadana y la educación ambiental. 26 ANEXO ESPAÑA. CLIMA Y PAISAJES España se encuentra en latitudes medias, participando del clima templado en la mayor parte del territorio. Pero en función de la latitud, continentalidad y altitud encontramos 5 áreas climáticas diferenciadas: atlántico u oceánico, mediterráneo, continental, de montaña y subtropical. El dominio atlántico ocupa una estrecha y alargada franja al Norte de la Península. Cuenta con temperaturas suaves en invierno y moderadas en verano, con una media de 14 ª C. La humedad y las precipitaciones son abundantes (por encima de los 800 mm) y no se aprecian periodos de aridez. Dominan las hayas, robles y landas, pero la tala de bosque ha hecho que aparezcan prados para el ganado en tierras de cultivo y otros árboles como el pino o el eucalipto. El dominio mediterráneo ocupa la franja costera al este y al sur de la Península y las islas Baleares. Sus temperaturas son suaves en invierno y altas en verano, con una media de 17 º C. Las precipitaciones son escasas, con picos en 27 primavera y otoño (400 mm), con estiaje en los meses de verano. La vegetación natural en este paisaje es la encina, que prácticamente ha desaparecido, siendo sustituida por la vegetación arbustiva (maquia, garriga y estepa). Las tierras de cultivo se extienden por el territorio, en especial los olivos y algarrobos. Es un área muy humanizada, con grandes ciudades e importantes núcleos turísticos. El dominio continental ocupa la zona central de la Península, con un clima caracterizado por inviernos fríos y veranos muy caluros, debido a la lejanía del mar. Cuenta con un mínimo de precipitaciones en verano. Cuenta con paisaje de encinas en lugares reducidos y domina la estepa. En cuanto a las actividades que se desarrolla, predominan la ganadería (ovina) y la agricultura extensiva de secano. Los núcleos urbanos están muy dispersos y la mayoría cuentan con una población reducida (salvo las grandes urbes). En los últimos años se está desarrollando un turismo ecológico y rural que puede reactivar la zona. El dominio de montaña se localiza en áreas elevadas de la Península (Pirineos, Cordillera Cantábrica, Sistema Central y Cordilleras Béticas). Las temperaturas se reducen de forma significativa, aumentando el riesgo de heladas. También aumenta la humedad y las precipitaciones en forma de nieve. Predomina la zona de bosque (pinos, quejigos, hayas) y los prados naturales, conforme subimos en altura. El aumento del turismo de invierno a generado un proceso de degradación del paisaje. El dominio canario presenta una particularidad por su ubicación latitudinal, pues pertenece al clima subtropical. Cuenta con temperaturas altas todo el año (entre 17º y los 25 ºC), con precipitaciones escasas e irregulares. La vegetación también es peculiar, con especies autóctonas como el pino canario o el drago. El paisaje natural ha sido modificado por las explotaciones agrarias y por el desarrollo de turismo. 28