De los cafetales del Soconusco a la historia del mango ataulfo

Transcripción

De los cafetales del Soconusco a la historia del mango ataulfo
De los cafetales del
Soconusco a la
historia del mango
ataulfo
-1820 a 2012-
Colección Soconusco, Libro III
Tapachula Chiapas
ABELARDO DE LA TORRE GONZÁLEZ
De los cafetales del
Soconusco a la
historia del mango
ataulfo
-1820 a 2012-
Colección Soconusco, Libro III
Tapachula Chiapas Agosto 2013
ABELARDO DE LA TORRE GONZÁLEZ
Diseño de portada por
Alejandra de Coss López.
[email protected]
Algunas fotografías de mi nieta:
María Fernanda Gutiérrez de la Torre.
Primera impresión, junio 2013. 250 ejemplares.
Primera reimpresión, septiembre 2013. 200 ejemplares.
Segunda reimpresión, octubre 2013. 250 ejemplares.
Abelardo de la Torre González,
[email protected]
Tapachula, Chiapas, México.
A María Esther López Ruíz –Tey-,
agradeciéndole su comprensión y
paciencia por escuchar mis relatos,
que fueron repetidos
muchas veces.
A la memoria de
Héctor Cano Flores,
ingeniero agrónomo de la
Escuela Nacional de Agricultura
–Chapingo-, experto en
cafeticultura e investigador nato.
Promotor ante el Instituto Mexicano del
Café para buscar cultivos perdurables y
alternativos a la siembra del cafeto en el
Soconusco. En 1963, hace cincuenta
años, selecciona y designa el nombre de
ataulfo, al único mango registrado de
origen mexicano.
“…algunos hombres como
conquistadores vinieron al Soconusco
a adueñarse de la riqueza, no a
trabajarla. Para que rindiera frutos,
lavaron la población soconusquense
con empresarios ajenos y con fuerza
de trabajo importada de los altiplanos
de Guatemala y Chiapas…
Nadie se preocupó por reproducir las
riquezas cosechadas; tan solo las
sacaban, como una mina a la que se le
saca el oro…”.
“Hoy…la riqueza del Soconusco huele a
humo o a cenizas de un tesoro
despilfarrado, mal gastado, mal
aprovechado…”
Andrés Aubry.
Sociólogo y activista francés.
Contenido
Página
Prólogo…………………………………..……………………….
1
Capítulo I.
De los cafetales………..………………..………………...……
11
Capítulo II.
Del mango ataulfo……….……………………………..,..…...
81
Capítulo III.
Del algodón………………….………………………………..…
97
Capítulo IV.
De la soya……………………..……………………………..…...
103
Capítulo IV.
Del plátano…………………..……………………………..…....
105
Capítulo VI.
De los pioneros en la siembra del
mango ataulfo………………………………………………,….
113
Capítulo VII.
El gobierno de Chiapas dona
el predio de los árboles padre a la
Fundación Produce Chiapas…………….…..…..….…….
125
Capítulo VIII.
Del certificado de origen……………..……………….…… 129
Capítulo IX.
Panorama del mango……………………………………….… 137
Alguna bibliografía y documentos
de referencia…………….………………………………..……. 145
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
Prólogo.
Como a los 12 años de edad conocí a Héctor Cano
Flores y años después, por mi afinidad con la investigación, me motivaba escucharlo en sus estudios. A su
fallecimiento en 1996, adquirí el compromiso de continuar el libro que había comenzado y narraba la “Historia
del Mango Ataulfo”. Teniendo al alcance algunos apuntes, por 1998 hice el intento, pero otras obligaciones me
distrajeron. Ahora retirado de mi profesión, dispuse de
horas dedicado al estudio, a entrevistas, a la reflexión, y
a la escritura.
Por ser el mango ataulfo un cultivo alternativo a
la siembra del café, he comenzado relatando una breve
historia de los cafetales del Soconusco en Chiapas,
pasando por los cultivos de algodón, soya y plátano.
El cafeto viene al Soconusco por Guatemala y llega antes que a México por 1773, cuando los jesuitas llevan como adorno unas plantas a su monasterio; pero fue
30 años después, por 1803, cuando la Capitanía General
de Guatemala, que incluía a la Intendencia de Ciudad
Real de Chiapa, y para promover la agricultura, emite
una disposición donde se exonera de impuestos a los
que sembraran cacao, azúcar, algodón y café, y tal vez
por eso, el desarrollo cafetalero comienza en ese país
entre 1810 y 1820.
Como parte de la Capitanía de Guatemala, el
Soconusco podría haber iniciado la siembra por esas
fechas, pero ocurrió 60 años después, porque, con la
consumación de la independencia de México en 1821,
luego con la federación de Chiapas a la República Mexicana en 1824 y después con los “17 años de estado neutral
1
Abelardo de la Torre González
del Soconusco” que termina en 1842, nace entre Guatemala y México, un problema de definición de límites
territoriales que culmina entre 1882 y 1905.
Por 1871 inicia el impulso cafetalero en el Soconusco y es cuando llega el zacatecano Carlos Gris. Hace
la denuncia de terrenos nacionales y en 1872 adquiere
2,984 hectáreas donde construye la Hacienda Tonintaná
en territorio de Cacahoatán -hoy de Suchiate-, y así, para
1881 contaba con la mayor plantación de caña de azúcar
de la región que, el 13 de septiembre, el gobierno le
autoriza instalar una fábrica de licores para exportación; aunque, años antes, en 1877 en su finca Majagual
había sembrado más de cien mil cafetos.
Después de la firma del Tratado de Límites con
Guatemala del 27 de septiembre de 1882, el embajador
de México en los Estados Unidos, Matías Romero,
emprende una campaña basada en que para afianzar al
Soconusco como parte del territorio mexicano, habría
que mejorar sus comunicaciones y fomentar su desarrollo atrayendo inversiones, por lo que influye ante el
presidente Manuel González y en diciembre de 1883, se
emite la Ley de Deslindes y Colonización.
Así, el gobierno pone en manos de compañías
extranjeras los trabajos de deslinde y colonización de los
terrenos nacionales, y en Chiapas se lleva a cabo la más
importante reconversión de tierras, al deslindarse más
de 3 millones de hectáreas declaradas como baldíos, es
decir, más del 40% de su territorio.
En los nueve primeros años del inicio de los deslindes de 1886 a 1895, saliendo de San Francisco, California, llegan a la región varios colonizadores norteamericanos que tratan de fundar la colonia americana Nexapa.
No traían grandes capitales y su objetivo era sobrevivir,
y así emprenden pequeños negocios. Con 750 hectáreas,
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De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
la familia de Harry y Lulú Schellenger forma la finca La
Colonia; siembran caña de azúcar, construyen un trapiche e instalan un alambique para hacer aguardiente. El
escocés Archie Vallance adquiere ganado y hace una
granja para surtir carne, leche y queso. La familia de
Mateo Humphrey con 100 hectáreas, también siembra
caña de azúcar y produce panela.
A fines de 1890, llega de Mazatlán Bernabé Acosta, se establece en Tapachula y se dedica al café. Compra
las fincas Escocia y Loma de Muxbal en 1897, luego
Santa Beatriz en 1899 y Rancho Nuevo en 1900. Nicolás
Bejarano viene de Veracruz en 1892 como empleado de
la Aduana Marítima y Fronteriza de Tapachula, y en
1895 compra 840 hectáreas y forma la finca San Andrés
Nexapa, lugar con mucha pastura y ganado. Por esos
años, también llega el oaxaqueño Ángel Nieves, hombre
alto, fuerte, de sangre africana, pelo negro y crespo, con
barba y su esposa Fidelia Marroquín de Nieves, persona
pequeña y delicada, de origen japonés que, con linda
voz, cantaba canciones dulces y finas. Inician en una
casa comercial y en 1891 forman la finca El Retiro con
278 has. Por 1896 se las venden a Adolfo Giesemann,
quien por 1888 había llegado con la casa comercial Stines
de Hamburgo, Alemania. Más adelante, Giesemann
compra Argovia, Santa Fe, Chinincé, y San Nicolás.
Los que tenían más acceso a financiamientos
avanzaban más rápido en los negocios. Un ejemplo fue
Juan Carlos Luttmann que tenía lazos familiares con una
casa comercial de Hamburgo. Funda fincas en Guatemala y ahí el negocio cafetalero. Busca su independencia
y en el Soconusco se asocia con Mauricio Maurer y en
1896 compran Germania y Hannover. Después Maurer
vende su parte en 1899 a Guillermo Kahle; y de 1900 a
1910, Luttmann se asocia con Eric Edelmann y adquieren Sonora, Sinaí y Hamburgo, contando con más de
1,000 hectáreas de cafetales.
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Abelardo de la Torre González
Entre los franceses vino Charles E. Mordaunt que
por Unión Juárez fundó en 1878 la finca Eureka con 671
has. y con él, su sobrino Charles A. Lesher Mordaunt,
fundador en 1895 de San Carlos en Tapachula.
Atraídos por la Ley de Deslindes, con 35 hombres, el 16 de mayo de 1887 llega la primera migración
japonesa en América Latina quienes fundan la Colonia
Enamoto en Acacoyagua; pero al abrirse en 1892 en
México el primer consulado japonés, compran una
porción de tierra para cultivo, y así, Enomoto Takeaki,
el 29 de enero de 1898 firma la adquisición de 64 mil hectáreas; pero al no ser agricultores fracasan, pero en otros
giros comerciales y farmacéuticos tienen gran éxito.
Al pasar unos 20 años -por 1920-, por la concentración de la propiedad de la tierra en unos cuántos
dueños y tal vez por la baja productividad agrícola en
otras fincas de México, por falta de uso de tecnologías
modernas y para aprovechar la mano de obra barata de
los peones, saltan los primeros problemas agrarios y se
piensa que la solución era la Reforma Agraria.
Al llegar la Reforma Agraria a Chiapas en 1939
con el presidente Lázaro Cárdenas, el gobierno toma
unas 8 mil hectáreas y las reparte entre campesinos y
forman seis ejidos, donde más de la mitad era de
Enrique Braun, con unas 6 mil has. y de Fernando Braun
otras 2,524 hectáreas en Huixtla.
El 17 de octubre de 1947, el presidente Miguel
Alemán crea la Comisión Nacional del Café; pero es
hasta 11 años después -1958- con el presidente Adolfo
López Mateos, cuando se amplían sus programas y
servicios para llegar a grandes y pequeños productores
de tierras ejidales y comunales, y es ahí cuando entra en
escena el Instituto Mexicano del Café –Inmecafé-, como
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De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
organismo que no sólo asesora en el mejoramiento de
plantaciones y producción del cafeto, sino que se convierte en instrumento financiero y fiscal de los cafeticultores, y además, representante de México ante la
Organización Internacional del Café –OIT-.
Por la variación en los precios del café en el
mundo, siendo director general del Inmecafé y primer
presidente de la Organización Internacional del Café,
además de firmar el primer convenio que procuraría por
casi treinta años la estabilidad de precios en el café, en
Naciones Unidas en Nueva York, en 1963 el licenciado
Miguel Ángel Cordera Pastor logra que cada país productor se obligue a realizar para su nación un “programa
de diversificación de cultivos en las regiones cafetaleras”.
Así, a su regreso a México, autoriza al ingeniero
Cano Flores que inicie la investigación para encontrar
los cultivos alternativos al café entre el hule, aguacate,
limón, naranja agria, chicozapote y zacate forrajero.
Héctor Cano Flores era un tamaulipeco que como
ingeniero agrónomo había llegado a Tapachula por 1953
y para 1963, era jefe del Instituto Mexicano del Café que
comprendía a los estados de Chiapas, Oaxaca y Tabasco,
donde el Soconusco era la zona más importante en la
producción de café.
Convencido por el ingeniero Cano, de la nobleza
de las tierras del Soconusco con el cultivo del mango,
Miguel Ángel Cordera autoriza se incluya en el “programa de diversificación de cultivos”. Se recolectan frutos
y al compararlos entre sí, la mayoría de las variedades
no alcanza a superar las características del líder que era
el “mango manila”, pero destaca uno con grandes
cualidades de pulpa dulce, baja en fibra y acidez, muy
jugosa, mantecosa, de aroma intenso, que puede
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Abelardo de la Torre González
conservar su sabor incluso después de su madurez,
cuando el hueso se ha vuelto gelatinoso.
Así, en un solar propiedad de J. Ataulfo Morales
Gordillo, amable amigo de la familia nacido en Comitán,
Chiapas, y dueño de la ”Joyería y Relojería El Zafiro” en
Tapachula, Chiapas, teniendo unos ocho árboles de
mango, en 1963 se detectan frutos interesantes en sólo
cinco árboles con edad entre 15 y 20 años, nacidos entre
los años de 1943 y 1948.
Este predio, Ataulfo Morales lo había comprado
el 20 de julio de 1948 a Manuel Rodríguez Pérez, según
escritura pública No. 248, emitida por el Lic. Jorge Elorza
Flores y registrada con el número 187, libro I, sección I
de 1948, en el Registro Público de la Propiedad y de
Comercio de Tapachula.
Decidido el licenciado Cordera, da instrucciones
a que se rente por cinco años a J. Ataulfo Morales, el
terreno urbano de 3,128.23 m2. ubicado en la 7ª. Avenida Norte No. 4, en Tapachula, Chiapas, pudiéndole
pagar, además, los frutos que cada año se produjeran.
Pasados treinta años, por 1993, el autor tuvo
oportunidad de platicar con Héctor Cano Flores y, sobre
el origen del mango ataulfo, le dijo algo parecido:
“…en la región del Soconusco, no sólo los árboles
padres del conocido “ataulfo” eran criollos o nacidos espontáneamente, sino que había como treinta variedades más, como
el de coche, amatillo, piña, pico de oro, amate, bola… de
manera que, en mi opinión –decía-, pudiera ser que cuando se
crea el Cosmos o miles de años después –no sé- es posible que
hayan existido o no estas variedades, o tal vez habían otras que
ahora no existen, pero lo que con seguridad sucedió, fue de que
hubo una transferencia de polen de las flores de algunos
mangos que habían en ese entonces, que fecundaron los óvulos
de otras flores de otros mangos que hicieron nacer por los años
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De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
de 1943 a 1948, a cinco árboles que dieron los primeros frutos
de esta nueva variedad que conocemos como árboles padre del
“ataulfo”. Tal como ocurrió con todos los primeros árboles que
conoce la humanidad,… después de comparar los registros
genéticos…puedo asegurar que el mango “ataulfo” es un
mango mexicano nacido en Tapachula y que al año de 1963
que iniciamos los estudios tenían entre 15 y 20 años de edad.
Árboles nacidos espontáneamente sin que fueran sembrados
por el hombre, que crecieron en forma desordenada con
distancias diferentes entre ellos, pero con porte, tallos, hojas y
frutos similares…”.
En esa misma ocasión, sobre el nombre, dijo:
“…como al promover entre los agricultores la siembra
del mango IMC-M2 era un nombre muy técnico, comencé
hacer referencia al predio de don Ataulfo, de modo que así se
fue generalizando el nombre, y como en la India existía la
variedad de mango alfonso, entonces en el Soconusco también
se podría tener un mango ataulfo, que era un nombre corto,
sencillo, extraño y pegajoso…y así lo puse en los protocolos de
investigación”.
Los primeros árboles “ataulfo” del Inmecafé los
entrega en septiembre de 1965 a Francisco González
Juaristi, para ser sembrados en los ranchos Altamira y
en Casa de Palma de Suchiate y Mazatán, Chiapas, pero
no sucede así, porque el 22 de enero de 1966 es asesinado
junto con su esposa. Casi un año después, en noviembre
de 1966, se le dan los injertos a Luis Gómez Vega para
Las Caperuzas en Tapachula. Pasado un año, el 17 de
abril de 1967, los plantones son para Alfonso Renovales
Hernández para la finca El Carmen en Tapachula y dos
días después, se le entregan a Antonio Fernández
Torres, quien las siembra en El Hato, en su fracción de
San Francisco Palo Alto en Tapachula.
Para los pioneros del “mango ataulfo”, su cultivo
no fue una decisión aventurera de tomar frutos de cinco
7
Abelardo de la Torre González
árboles que encontraron en un solar y que, poniendo en
riesgo su patrimonio, dispusieron sembrar muchas
hectáreas de una fruta desconocida y esperar ocho años
a que produjera para recuperar su inversión; sino que, el
“mango ataulfo” se injerta, se propaga y crece, gracias a
siete años de dedicación de los programas agrícolas del
gobierno federal, a través del Inmecafé, quiénes por 1963
alcanzan a visualizar sobre cómo se podría mejorar la
agricultura del Soconusco y, desde luego, gracias a los
primeros productores de mango, que corrieron riesgos
por la inversión de su capital, confiando en la seriedad
de las instituciones del gobierno.
Llegado 1970, el Inmecafé entrega a la Comisión
Nacional de Fruticultura de la Secretaría de Agricultura
-Conafrut-, los viveros, huertas madres y fenológicas, así
como las investigaciones de frutales que se habían
realizado como observación desde 1963.
Pasados casi cincuenta años y al reconocer en el
año 2000 que las investigaciones de genética no pueden
detenerse y deben ser permanentes en el mundo moderno, Librado de la Torre González, como secretario de
Agricultura y Ganadería del gobierno de Chiapas y
Martha Noemí Zapata Pérez, como presidente ejecutivo
de la Fundación Produce Chiapas, A.C., convencen al
gobernador Roberto Albores Guillén para que el
gobierno del Estado compre a los herederos de Ataulfo
Morales Gordillo, el predio de 3,128.23 metros cuadrados donde se encontraban los árboles “padre” ubicado en
la 7ª Avenida Norte No. 4, así como la casa adjunta de
504.90 m2. de Carlos Bracamontes Gris, de la 7ª Avenida
Norte No. 6, en Tapachula, Chiapas, y que, para su
conservación, se los done a la Fundación Produce Chiapas, A.C., como representante de los productores del
“mango ataulfo del Soconusco”.
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De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
Teniendo la “Quinta mango ataulfo” de la 7ª Avenida Norte No. 4 y cumpliendo otros requisitos, el Instituto Mexicano de Propiedad Industrial emite el 27 de
agosto de 2003, la Declaratoria General de Protección de
la Denominación de Origen, y es así como el Estado
mexicano adquiere para sí, la propiedad del nombre del
“mango ataulfo del Soconusco, Chiapas”, de modo sólo puede ser usado bajo su autorización escrita, siempre que la
fruta sea producida en trece de los municipios que conforman parte del Soconusco y son: Suchiate, Frontera
Hidalgo, Metapa, Tuxtla Chico, Tapachula, Mazatán,
Huehuetán, Tuzantán, Huixtla, Villa Comaltitlán, Escuintla, Acacoyagua y Acapetahua.
Así, el 30 de abril de 2004 el gobierno mexicano
obtiene el reconocimiento de la Organización Mundial
de la Propiedad Intelectual con sede en Ginebra, Suiza,
y se le emite el registro número 850 que los obliga a crear
una Norma Oficial Mexicana que permita vigilar la
calidad del mango y con ello, la Secretaría de Economía
federal, el 29 de octubre de 2012, con el número NOM188-SCFI-2012 aprueba las especificaciones y métodos
que debe cumplir un producto para que sea considerado
como “mango ataulfo del Soconusco, Chiapas”.
Para el 4 de diciembre de 2012 se crea en
Tapachula, Chiapas, el Consejo Regulador de la Calidad
del Mango Ataulfo, A.C. como órgano de vigilancia de
la Norma y para fomentar investigaciones técnicas,
científicas y culturales del mismo, ya sea con sus propios
recursos o con la colaboración de instituciones públicas
y privadas.
Chiapas produce unas 193 mil toneladas de fruto
de cuatro variedades: ataulfo, manililla, tommy, haden
y criollo, y ocupa el 3er. lugar nacional. Casi todo es
ataulfo, ya que su producción representa el 92% del total
con unas 178 mil toneladas y, el Soconusco y otros muni9
Abelardo de la Torre González
cipios de Chiapas exportan a Estados Unidos alrededor
de 26,084 toneladas en 2012, y 298 tons. de tommy-atkins
y haden, y el resto con 131 mil tons. se va al mercado
nacional.
La decisión del Inmecafé de contar con un cultivo alternativo como el mango, no sólo ha sido éxito regional, sino que ha traspasado fronteras de los estados
de la República y comienza a crecer en las naciones.
La variedad “ataulfo” y único mango mexicano
registrado, además de Chiapas, se ha difundido en
Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Nayarit, Colima, Jalisco,
Campeche y Sinaloa; pero se sabe que en Piura, al Norte
de Perú, existen siembras, así como en Guazacapan,
Santa Rosa, en Guatemala, y en el cantón de Pedro Carbo
en la provincia de Guayas, Ecuador.
De 5 árboles que se tenían en 1963, después de 50
años, para 2013 hay en México y en otras naciones, unos
4 millones de árboles de “mango ataulfo”, de este modo,
en la época moderna, es lo que el Soconusco ha dado a
Chiapas, a México, a América y al mundo.
Tengo en la mano el documento inédito de Héctor Cano Flores, que me ha servido de guía para dar
forma a este libro. Algunos textos completos de las conclusiones son de él, sobre todo, las palabras técnicas, al
no ser de mi profesión.
Tapachula, Chiapas, 28 de agosto de 2013.
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De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
Capítulo I.
De los cafetales.
En los últimos cien años, a excepción del cultivo
de soya que está dirigido al mercado nacional, el
crecimiento económico del Soconusco ha estado supeditado al consumo y a los precios del mercado mundial,
porque su producción agrícola no solamente ha servido
para cubrir parte de la demanda del país, sino que, por
su calidad, se ha enfocado a satisfacer el mercado
exterior con los cultivos como el café, plátano, mango
ataulfo y, en su momento, el algodón.
¿Qué territorio comprende el Soconusco?
En la época prehispánica, la costa de
Chiapas era conocida
como “Zaklohpakab”,
que en lengua mame
significa “padres, antepasados, ancestros”; pero entre los años 600800 d.C. que pasan los
primeros toltecas por
la región, al conocer los
Volcán de Tacaná.
frutos del cacao, en su
www.turismochiapas.gob.mx
idioma náhuatl tal vez
le pusieron el nombre de “Xoconochco”, que quiere decir
“lugar de tunas agrias”, pero tratando de intepretar mejor
11
Abelardo de la Torre González
el sentir y ese lenguaje, tal vez quisieron decir “lugar de
las semillas amargas” por referirse al cacao.
Aunque el territorio era parte del señorío de
Chiapan controlado por los indios chiapanecas de Chiapa de Corzo, cuando en 1498 llegan los mexicas –aztecas-, la región comienza a pagar como tributo el cacao,
cuyo fruto no sólo era fuente de energía que eliminaba
el cansancio de los guerreros después de fuerte batalla,
sino además, era un estimulante de las capacidades
mentales y potencia sexual. Todo esto origina que, como
posesión, al Soconusco se le dé, desde siempre, un trato
especial.
Desde la conquista del Nuevo Mundo en 1519 y
por unos 250 años más, la corona española no procedía
con un mismo criterio para administrar sus bienes, hasta
que establece un “sistema de intendencias”. Ahí se uniforman las unidades territoriales y termina la multiplicidad de regímenes y prerrogativas de los reinos y provincias del Nuevo Continente. De modo que dependiendo de la Capitanía General de Guatemala, el 20 de septiembre de 1786 se crea la Intendencia de Ciudad Real
de Chiapa, uniendo las alcaldías mayores de San Marcos
Tuxtla y de Ciudad Real –San Cristóbal de Las Casas-,
con la gobernación del Soconusco.
Por 1631, el fraile Domingo Juarros describía así
al Soconusco: “Sus tierras se extienden 58 leguas a lo largo
de las costas del mar del Sur, desde los Valdíos de Tonalá,
confinantes con la jurisdiccion de Teguantepeque, hasta el rio
de Tilapa, que la divide de la de Suchiltepeques: de ancho tiene
lo que hai de la Sierra al mar, que por donde mas se alarga son
16 leguas”.
De esta manera, se entendía por Soconusco a la
franja costera de Chiapas que tenía al Norte a la Sierra
Madre, donde incluía una parte del territorio de Moto12
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
zintla, y al Sur, el Océano Pacífico. Al Este, llegaba hasta
el río Tilapa en Suchitepéquez, Guatemala, pasando por
Ayutla -Tecum Umán- y al Oeste, hasta una estancia
ganadera llamada “El Chilillo”, colindando con los territorios de Chahuites y Tapanatepec en Oaxaca.
Al consumarse la independencia de México el 27
de septiembre de 1821, para el 16 de enero de 1822 que,
por primera vez, se formaliza la incorporación de las
Chiapas al Imperio Mexicano de Agustín de Iturbide, se
crea el partido de Tonalá con parte de las tierras del
Soconusco, la cual se reduce en el Oeste hasta Mapastepec, pero en el Este, continúa hasta el río Tilapa.
Pasados otros
80 años, cuando en
1902 se definen los
mojones de límites
entre México y Guatemala, el Soconusco
se reduce en el Oeste, al ceder México a
Guatemala el poblado de Tecun Umán y
los terrenos entre los
ríos Suchiate y Tilapa; pero en el Este,
sigue delimitado hasEl Soconusco de la prehistoria
ta Mapastepec. Al
hasta 1824.
mismo tiempo, Guatemala entrega a
Chiapas a Motozintla y Mazapa de Madero, donde antes
de la conquista vivían los mames.
A 2013, al Soconusco lo conforman dieciséis
municipios. Se comienza en el Este con Mapastepec,
Acacoyagua, Acapetahua, Escuintla, Villa Comaltitlán,
Huixtla, Tuzantán, Mazatán, Huehuetán, Tapachula,
13
Abelardo de la Torre González
Unión Juárez, Cacahoatán, Tuxtla Chico, Metapa, Frontera Hidalgo y termina en el Oeste con Suchiate. En el
Sur se tiene al Océano Pacífico, pero en el Norte, en la
Sierra Madre de Chiapas, Motozintla y Mazapa de Madero forman parte de la Región de Comitán.
Tapachula se funda como pueblo entre 1590 y
1600, llegando su población a 400 habitantes en 1611.
Para 1774 era parte del curato de Tuxtla Chico y se
hablaba náhuatl y castellano. En el censo ordenado por
Carlos III en 1778, su población era de 526 hombres y 568
mujeres; de ellos, 14 eran mestizos, 26 negros, 221 blancos y 869 indígenas. Para el 4 de diciembre de 1786, el
Soconusco se convierte en partido –municipio- con
cabecera en Santo Domingo Escuintla y para 1794, cuando un ciclón arrasa ese pueblo, sus habitantes pasan a
vivir a Tapachula y se convierte en cabecera.
Durante la época colonial, Tapachula se vió
afectada por epidemias “que trajeron los españoles” y casi
quedó despoblada; por ello, fue un pueblo que tardó
mucho en crecer y obtener la calidad de villa que fue el
29 de octubre de 1813, por acuerdo de las Cortes de
Cádiz y, desde el 11 de septiembre de 1842, es ciudad.
Según el censo de 2010, de los 4,796,580 habitantes
de Chiapas, el Soconusco tiene 754,629 personas que
representan el 16% de la población total. El municipio de
Tapachula tiene 320,451 habitantes y su cabecera cuenta
con 202,672 vecinos donde reúne al 63%. Tapachula es la
segunda ciudad más importante de Chiapas.
¿Cómo estaba conformada la población
del Soconusco por 1838 que comienza esta historia?
En el primer censo formal de 1838, en el Departamento de Chiapas aparece el Distrito del Sudoeste con
14
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
dos partidos: Tapachula y Escuintla; aunque desde
catorce años atrás, el 24 de julio de 1824, el Soconusco se
encontraba en extraño y discutible “estado de neutralidad” en el que perduró independiente por 17 años.
En el Soconusco había una ciudad que era Tapachula y trece poblaciones: Cacaguatlán, Tuxtla Chico,
Ayutla, Metapa, Mazatlán, Gueguetlán, Tuzantlán,
Huista, Pueblo-Nuevo, San Felipe Tizapa, Escuintla,
Acacuyahua y Acapetahua. En ellas habitaban unas
11,465 personas que se ocupaban del cultivo de cacao,
de la pita floja, algodón y vainilla, pesca, fábricas de sal,
azúcar y panelas.
La cabecera en Tapachula tenía 3,605 habitantes.
Tuxtla Chico con 3,369 personas y en Escuintla había
1,051 vecinos. Del total de 8,025 habitantes, en estos tres
pueblos se concentraba el 70% de la población.
En la prehistoria, el lenguaje que se hablaba era
el tapachulteco, el cual era parecido al zoque, pero se fue
extinguiendo poco a poco conforme fueron llegando
otras tribus con sus lenguas como el mame y el náhuatl,
de modo que para 1838, su población era una mezcla de
ladinos con indígenas, que hablaban comúnmente el
castellano, aunque en Tapachula también se usaba el
mame; en Tuxtla Chico el quiché y; el náhuatl en los
demás poblados como: Escuintla, Metapa, Ayutla, Cacagüatlán, Güegüetlán, Mazatlán, Tuzantlán, Huista,
Pueblo-Nuevo, San Felipe Tizapa -por Escuintla-, Acacoyahua y Acapetahua.
En Güegüetlán y Mazatlán la mayoría de personas era mezcla de indígenas con descendientes de africanos, y en Huista, Tuzantlán, Pueblo Nuevo, Tizapa,
Acacoyahua y Acapetahua, eran indígenas.
15
Abelardo de la Torre González
Breve historia del café en el Soconusco.
El café es una bebida que se obtiene por la
infusión de frutos y semillas del arbusto o árbol del
cafeto, que contiene una sustancia estimulante llamada
cafeína. Su nombre puede venir del “kahve” en turco, del
árabe “qahwah”, o del italiano “caffé”.
No se sabe cuando se comenzó a cultivar. Algunos dicen que fue en Arabia por el año 675 d.C., pero
otros indican que creció en forma silvestre en las altiplanicies de Abisinia, Egipto –hoy Etiopía- en la provincia
de Kaffa y, más adelante, probablemente a través de
peregrinos musulmanes pasó a La Meca y después a la
India.
Lo que es cierto es que el cafeto es un árbol del
género “coffea”, cuya cereza contiene una semilla de
donde se prepara una bebida, de la cual se tienen registros a partir del año 900 d.C.
Aunque hay varias leyendas sobre su origen, la
más aceptada es la de un pastor de cabras etíope llamado Kaldi, que fue escrita por los años 1400 por un hombre de La Meca llamado Abu-Bek y traducido al francés
en 1699 por Antoine de Gailland, y dice así:
16
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
“…en alguna ocasión, al estar pastando las cabras de
Kaldi, se dio cuenta que de manera extraña estaban saltando
con mucha energía, porque de cierto arbusto que no conocía,
habían mascado una fruta parecida a las cerezas rojas.
Entonces, Kaldi decide probar el fruto y un rato después, se
siente lleno de energía.
Pasado unos días, Kaldi decide llevar algunos frutos a
un monasterio. Allí cuenta a los monjes la historia de las
cabras y cómo se había sentido después de haber comido los
frutos. Los monjes deciden cocinar las cerezas; pero cuando
éstas caen a las brasas, sus semillas verdes del interior
comienzan a producir un delicioso aroma que hacen pensar a
los monjes que podrían hacer una bebida y así, como muchas
infusiones árabes, el resultado fue un líquido muy amargo, al
cual llamaron qahwah –significado de café en árabe-“.
Frutos en
el cafeto.
Esta es una leyenda y pudo haber sucedido,
donde se tiene cierta certeza es que las autoridades de la
República del Yemen, al Sur de la península de Arabia,
alentaron mucho el consumo del café, de modo que los
primeros sitios para servirlo se abrieron en La Meca y se
llamaron “kaveh kanes”, los cuales se extendieron por el
mundo árabe y se convirtieron en lugares en los que se
jugaba ajedrez, se intercambiaban opiniones y se disfrutaba del canto, del baile y de la música.
17
Abelardo de la Torre González
Donde no hay duda es que los promotores del
café fueron los holandeses. El grano es la semilla fértil
del cafeto, que cuando se le quitan las capas exteriores
se vuelve infértil, de modo que para que no se cultivara
el café en otros lugares, los árabes tenían un riguroso
control de no exportar granos fértiles.
En el transcurso
de los años, varios deben haber sido los intentos para sacar de
Arabia algunos cafetos
o granos fértiles, pero al
final, en 1616 los holandeses ganaron la carrera, cuando consiguieron llevarlos a Holanda
y cultivarlos en invernaderos. Luego los introdujeron a la costa de
Malabar en la India y a
Café en Palestina
por los años 1900.
las Indias Orientales
Holandesas –Indonesia- y fue hasta 1699, cuando formaron sus plantaciones
en Java y Sumatra.
La primera planta de café que llega a América fue
por 1720, a través del oficial de la armada de Francia,
Gabriel Mathieu de Clieu. Al llegar a la isla francesa
Martinica en el mar Caribe, el cafeto fue replantado en
el pueblo de Preebear, donde los esclavos lo cercaron
con un seto de espinas y lo cuidaron. Creció, se multiplicó, y en 1726 se hizo la primera cosecha.
También alrededor de 1720, el café vino a la colonia holandesa de Surinam en América del Sur y después
a la Guyana francesa. En Pará, Brasil, las semillas apare18
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
cen en 1727 y en 1730 los británicos la siembran en
Jamaica, donde se cultiva en las Blue Mountains: el café
más famoso y caro del mundo.
Llega el cafeto a México y a Guatemala.
Después de 100 años de llegar a Java y Sumatra,
el cafeto viene a México por varios caminos, lo que da
origen a su cultivo en diversos estados de la República.
El primer registro de aduanas lo tiene Sebastián
Lerdo de Tejada en 1802, aunque se menciona que la
planta de café llegó por 1774, puesto que en 1785 había
una cafetería en la calle de Tacuba en la Ciudad de
México. Otros dicen que por 1790 vino de Cuba por el
puerto de Veracruz por el español Antonio Gómez de
Guevara, propietario de la finca Guadalupe en las
cercanías de Córdoba y que, al poco tiempo, se extendió
a Huatusco, Jalapa, Coatepec y Teocelo; y luego a la
sierra de Zongolica, hasta Huautla, la Chinantla y la
Sierra de Juárez en Oaxaca.
Pocos años después, Jaime Salvet, otro español de
Yautepec, Morelos, dejó constancia del cultivo de café
cuando escribió el 6 de marzo de 1809 al virrey de la
Nueva España, Pedro de Garibay, donde solicitaba la
exención de impuestos y pago de diezmos durante 25
años, por las dificultades al transportar y sembrar nueve
mil cafetos traídos de La Habana, Cuba; sin embargo, la
Real Hacienda niega la exención al verificar que no era
el único productor de café, ya que había otros hacendados en el Obispado de Oaxaca y en la Intendencia de
Veracruz, que pagaban sus contribuciones sin ninguna
queja.
Las semillas del cafeto llegan a las costas del
Pacífico con el general Mariano Michelena, quien las
19
Abelardo de la Torre González
hizo traer del puerto de Moka de la República Árabe de
Yemen, y a su regreso de Roma y Palestina inicia su cultivo en 1838 en La Parota, no lejos de Uruapan, Michoacán, y al parecer, ahí se inicia su siembra para Colima,
Jalisco y Nayarit.
Al Soconusco, el cafeto viene por Guatemala y a
ese país llegó antes que a México por 1773, cuando los
jesuitas llevaron como adorno unas plantas a su
monasterio; pero treinta años después, para 1803, la
Capitanía General de Guatemala, que incluía a la Intendencia de Ciudad Real de Chiapa, promovía la agricultura al emitir una disposición por diez años, donde exoneraba de alcabala y otros impuestos, a la siembra del
cacao, azúcar, algodón y del café, y así, por 1810 y 1820,
en Guatemala comienza un importante desarrollo
cafetalero.
El Soconusco podría haber iniciado su siembra
por esos años, pero ocurrió 60 años después, porque con
la consumación de la independencia de México en 1821,
luego con la federación de Chiapas a la República Mexicana de 1824 y después, con los “17 años de estado de
neutralidad del Soconusco” que culmina en 1842, nace
entre Guatemala y México un problema político por la
falta de definición de los límites territoriales.
Matías Romero, promotor del desarrollo
del café en el Soconusco y del ferrocarril.
Para el oaxaqueño Matías Romero, reconocido
diplomático y hacendado, la determinación de los límites entre México y Guatemala no sólo era indispensable
para la lograr la estabilidad política de los gobiernos en
Chiapas, sino que era necesario para impulsar el desarrollo económico del Soconusco y el suyo propio, ya que,
20
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
mientras contribuía al progreso del país, podría obtener
riqueza “con poco capital y algún trabajo”.
Matías Romero,
promotor del cultivo
del café y del
ferrocarril en el
Soconusco.
Como financiero, sabía que el fomento del cultivo
del café podría ser importante para mover a la economía
de México, porque el costo de su producción era tan bajo
que, a pesar de que pudiera sembrarse en cualquier finca
lejana, siempre sería negocio exportarlo, al requerir
inversión en capital. Con esa idea, viviendo en la Ciudad
de México y siendo ministro de Hacienda, para impulsar
el comercio en Chiapas, concede un subsidio a los vapores que toquen Puerto Arista en Tonalá y San Benito en
Tapachula. En septiembre de 1870, realiza un sobretiro
de libros de Memorias de la Secretaría de Hacienda,
donde muestra a los contribuyentes las bondades de
riqueza del Soconusco y en 1871, compra una lancha
para dar vida al puerto de San Benito y entrega 500 rifles
a la “Guardia Nacional de Chiapas” para apoyar a la
seguridad pública. Funda una sociedad nacional de
agricultores e impulsa la propagación del cultivo del
café, de modo que en 1880, en apoyo a la orientación
21
Abelardo de la Torre González
agrícola, comienza a publicar una revista en la Sociedad
Agrícola Mexicana.
Dos meses antes del fallecimiento de Benito Juárez, en mayo de 1872, siendo embajador de México en
Estados Unidos, a los 35 años de edad, y como desde su
niñez era enfermizo, “renuncia por motivos de salud” y
denuncia ante el gobierno mexicano los terrenos “baldíos” por Unión Juárez que bautiza como “El Cafetal Juárez”, que comprendía desde los volcanes de Tacaná en
México hasta el volcán Tajumulco en Guatemala, donde
el espacio mexicano era de 871 has.
A su llegada, Romero entra en contacto con el
general J. Rufino Barrios, quien era dueño de la finca
cafetalera “El Porvenir” en San Marcos, Guatemala, que
era la más grande de Centroamérica con 6,600 hectáreas; pero además, era propietario de la finca “El Malacate” en Tuxtla Chico, que tenía caña de azúcar. Romero
le propone a Barrios la compra de “El Malacate” pero, al
no aceptar, busca asociarse para el cultivo del café; trato
que tampoco se logra, tal vez ante la expectativa de que
Barrios sabía que podría ser, como lo fue, el próximo
presidente de Guatemala en 1873.
Dos años después de su llegada, en mayo de
1874, los problemas comienzan para el finquero. Las
tierras denunciadas en realidad estaban ocupadas y
pronto los guatemaltecos las reclaman, ya que cada año,
de los Altos de Guatemala bajaban en verano y por tres
meses a las tierras bajas, para aprovechar el clima templado y obtener la siembra de los vegetales que, en sus
parcelas frías, no tenían.
Los indígenas del volcán de Tajumulco, argumentando la autorización del presidente Barrios, atacan
la finca destruyendo edificaciones, cercas y almácigos.
Secuestran al mayordomo y algunos mozos; sin embar22
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
go, estando en Tapachula y como buen diplomático,
Matías Romero no rompe relaciones con Barrios.
Romero vive los tres años de 1873 a 1875 en sus
plantaciones de café y caucho en El Cafetal Juárez; pero
también era dueño de dos ranchos adquiridos por estar
baldíos. Uno era La Isla o Suchiate con 1,958 has. y otro
Esterón de Cosalapa con 2,158 has. El 18 de julio de 1874
publica en Tapachula el libro “Cultivo del café en el
Soconusco” y al año que sigue: “El café en la costa meridional de Chiapas”. Trae de Nueva York una imprenta
que instala en Tapachula e imprime en español e inglés
la revista “El Soconucense” y da difusión del Soconusco
en los Estados Unidos y México, donde muestra las posibilidades de inversión y cultivo del café.
Al tener amistades políticas en la Ciudad de
México, su sola presencia en el Soconusco propiciaba el
orden y la legalidad, lo que al líder de la región, Sebastián Escobar, no le parecía. Pasados tres años, Escobar se
une al presidente guatemalteco Barrios y entran en
conflicto con Romero, quien desiste de vivir en Tapachula; pero queda convencido que para impulsar al Soconusco, era urgente definir la línea divisoria entre México
y Guatemala. En noviembre de 1875 regresa a México
como diputado por Chiapas, luego es diputado por
Oaxaca, y enseguida senador suplente por Chiapas.
Como diez años atrás en 1869, en Estados Unidos
Romero era el principal promotor entre inversionistas
norteamericanos de la construcción de los ferrocarriles
mexicanos, en 1880 adquiere la primera concesión en el
Sureste para construir y operar el ferrocarril de Ixtepec
a la frontera de Ayutla, en Guatemala.
Con la autorización en mano y aún con problemas de salud, regresa a Estados Unidos y convence a su
amigo, el expresidente, general Ulysses S. Grant, líder de
23
Abelardo de la Torre González
la Guerra Civil Estaunidense de 1865, para que se asocien en la nueva empresa: “Mexican Southern Railroad”
que forman en marzo de 1881 en Nueva York y así,
Grant visita México.
En 1882, el presidente mexicano Manuel González requiere de nuevo de la experiencia de Romero y el
15 de mayo le nombra embajador en aquél país, de modo
que, es posible que el “negocio” entre Romero y el ex
presidente Grant, haya sido decisivo en la negociación
del Tratado de Límites de México-Guatemala que se
discutía desde hacía más de 50 años, al influir la presencia del general Grant en su gobierno para acelerar la
solución al conflicto de Límites, dado que, a solicitud del
gobierno de Guatemala, Estados Unidos era mediador
en las pláticas entre los dos países.
Después de la firma del tratado con Guatemala
del 27 de septiembre de 1882, Romero emprende en
Estados Unidos una campaña basada en que para afianzar al Soconusco como parte del territorio mexicano,
habría que mejorar sus comunicaciones y fomentar su
desarrollo atrayendo inversiones, por lo que influye ante
el presidente Manuel González y en diciembre de 1883,
se emite la Ley de Deslindes y Colonizaciones.
Por esos años se toma la primera medida de
gobierno y la Secretaría de Fomento a cargo del general
Carlos Pacheco, pone a disposición de los agricultores
instrucciones sobre el cultivo del café, y además, informa que habían importado semillas de la República de
Liberia en África, para repartirlas entre “agricultores inteligentes y empeñosos por el progreso del país”.
Romero permanece en EE.UU. otros nueve años
hasta el 26 de mayo de 1892 y regresa a México como
ministro de Hacienda. Vuelve a Washington como embajador y fallece de apendicitis a los 62 años, el 30 de
24
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
diciembre de 1898, aunque padecía de epilepsis crónica.
Dada su importancia, a su funeral asiste el presidente de
los Estados Unidos, Benjamín Harrison.
Pasados cuatro años, en 1902 y siendo presidente
Porfirio Díaz, se definen los mojones de las líneas entre
México y Guatemala, y “El Malacate” del general Barrios
queda en territorio mexicano y parte de la finca “El
Cafetal Juárez” de Romero, resulta ser de Guatemala.
Los treinta años de El Porfiriato
de 1876 a 1911.
Se entiende por El Porfiriato, a los treinta años
entre 1876 y 1911 del gobierno de Porfirio Díaz, que se
interrumpe de 1880 a 1884 con la presidencia de Manuel
González. En lo político, El Porfiriato impone las decisiones a base de la fuerza y la represión con el pretexto
de mantener el orden y la paz, pero en lo económico, y a
pesar de los inconformes de orientación de izquierda,
gracias al capitalismo, los ministros de Hacienda
Manuel Dublán y José Yves Limantour, logran avances
en la economía mexicana.
A pesar de las intervenciones extranjeras que
siguieron a la independencia de México en 1810, contra
las que luchó el gobierno por 80 años, y al tener altos
gastos militares por sus luchas internas, la minoría de
ricos y su clase media, aún siendo liberales y no conservadores, deciden que para avanzar en la economía, la
nueva república debería ser confiable y sujeta de crédito,
por lo que tratan que los países europeos y los Estados
Unidos vieran con buenos ojos a México.
Así, los políticos liberales en el poder, buscan la
solución al atraso económico del país con la incorporación de extranjeros como propietarios en las zonas
25
Abelardo de la Torre González
supuestamente despobladas, aunque algunas áreas
estuvieran habitadas por indígenas con una producción
de alimentos para autoconsumo que, para el modelo
liberal, significaba una carga, ya que su oposición a
trabajar por un salario o producir más de lo necesario
para su consumo, no concordaba con la idea de progreso. Los liberales sabían que era gente que había que civilizar con educación, pero era urgente imponerles nuevas
formas de producción que permitieran mayor explotación de la tierra, y para ello, era necesario transformar
la tenencia de la tierra.
Presidente Porfirio Díaz.
Apoyados
en
varias leyes, entre 1883
y 1907, El Porfiriato adjudica en el país a particulares y compañías
49 millones de hectáreas, sobre todo entre
1883 y 1893, al vender
tierras improductivas a
bajo precio. Se pensaba que con el crecimiento natural de la
población agrícola se
proporcionaría la fuerza de trabajo necesaria
para cultivar "los terrenos nacionales baldíos".
Así, esta época liberal estuvo caracterizada por
una inclinación a favor de extranjeros. Sin embargo, para
equilibrar la influencia que pudieran tener los norteamericanos en los asuntos internos de México, el presidente
Díaz fomenta la participación de capitales europeos en
el país y aprovecha la política económica alemana del
canciller Otto von Bismark, que deseaba crear empresas
de materias primas en Latinoamérica, para frenar el
26
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
poder de Inglaterra, y además, pensando en construir un
canal entre los océanos Pacífico y Atlántico que acercara
las rutas comerciales, reviviendo la vieja idea del “canal
en el istmo de Tehuantepec”.
El café llega al Soconusco.
Aunque por 1820
en el Soconusco se detectaba la presencia de
cafetales, es hasta 1846
cuando el italiano Jerónimo Manchinelli trae de
San Pablo, departamento
de San Marcos en Guatemala, las primeras 1,500
plantas de variedad bourbón que siembra en el terreno llamado "La ChácaPlantación de café por 1905.
ra" que, en ese entonces,
pertenecía a Tuxtla Chico
y en las faldas del volcán de Tacaná, que después en
1846 también fue de Enrique Baily y de Eusebio Vermúdez en 1873.
El zacatecano Carlos Gris fue uno de
los pioneros del café en 1871.
Sin embargo, por 1871 inicia el impulso cafetalero
del Soconusco y es cuando llega el zacatecano Carlos
Gris. Hace la denuncia de terrenos nacionales y en 1872
adquiere 2,984 hectáreas y funda la Hacienda de Tonintaná en terrenos de Cacahoatán -hoy de Suchiate- donde
en 1881 contaba con la mayor plantación de caña de
azúcar de la región que, el 13 de septiembre, el gobierno
le autoriza instalar una fábrica de licores para exporta27
Abelardo de la Torre González
ción. Pasados cinco años, en 1877 siembra en su finca
Majagual más de cien mil cafetos y en 1879, compra la
finca Magdalena. En 1881 y 1882, se enfrasca en pleito
personal con quien había sido gobernador de 1876 y
1877, Sebastián Escobar, denunciándolo de abuso de poder ante tribunales de Chiapas y periódicos en la Ciudad de México. El 21 de diciembre de 1884, edita un libro
de denuncias dirigido a la Opinión Pública. Todo esto lo
obliga a salir del Soconusco en varias ocasiones, llegando a vivir a las poblaciones de Tacaná y Retalhuleu.
Por 1873, Carlos Gris se casa con una sobrina de
Sebastián Escobar, con quien tiene varios hijos; entre
ellos, Manuel Gris Solórzano que nace por 1874 en Retalhuleu, Guatemala, en una de las huidas que hace su
familia por el conflicto con Escobar.
Manuel Gris Solórzano. 1922.
Años después, al ser
hijo de padres mexicanos,
Manuel Gris tarda ocho años
para ser reconocido como
mexicano. Persona altruista
que en 1951, siendo presidente municipal Gamaliel
Becerra, regala el terreno
donde se ubica la preparatoria No.1, conocida como
Miguel Alemán, en la 5ª Norte y 1ª Oriente, y el 23 de
noviembre de 1952 inicia su
enseñanza. Por 1956 dona un
dormitorio público con veinte
camas, en el terreno que ocupa la Administración de Correos en la 1ª Oriente. Años
después, a valores simbólicos
vende a Bernardo Palomeque
Cruz el terreno donde está la
28
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
catedral de San José, al costado de la casa donde vivía hoy Parque Bicentenario-, que después regresa a Manuel
Gris para donarla a la Iglesia Católica y se construya la
catedral de San José, que inició sus trabajos en 1959 el
obispo, monseñor Adolfo Hernández Hurtado.
Por 1878 llegan al Soconusco ingleses,
franceses y norteamericanos.
Entre los franceses que vienen a la región estaba
Charles E. Mordaunt que, con 671 has., en 1878 funda la
finca Eureka en Unión Juárez y con él, llega su sobrino,
hijo de su hermana, Charles A. Lesher Mordaunt, quien
primero es mayordomo de San Juan Chicharras del
inglés John McGee y después funda en 1895 la finca San
Carlos en Tapachula. Pasados 15 años, logra la propiedad de fincas como Los Tocayos en 1908 en Villa Comaltitlán con 3,256 hectáreas y en 1909, Rosario Delicias,
Zacapulco y Flor del Carmen en Escuintla. En sociedad
con el señor Molano tuvo en Motozintla El Triunfo y El
Vergel con cerca de 700 has., y con el señor Fisher otras
1,400 has. en Escuintla con Bola de Oro y San José que
compra por 1910.
Charles A. Lesher, junto con su esposa Nellie,
eran una pareja alegre y joven. Charlie era persona de
baja estatura, bien parecido, con bigotito, apuesto y pequeño caballero que usaba sombrero de charro y pulcros
pantalones caqui para montar. Muy apegado a enseñar
su silla de montar con adornos de plata. Era hombre de
altos vuelos que los mexicanos le llamaban “El gallito”.
Nellie había llegado al Soconusco poco después de 1889
y se había casado con él en una ceremonia sencilla en un
barco de San Francisco. Los Lesher eran buenos músicos
y bailadores. El tocaba el violín y ella, cantaba y tocaba
el piano.
29
Abelardo de la Torre González
Por cuenta propia y como finquero, siendo
ministro de Hacienda en 1870, Matías Romero había
impulsado la cafeticultura del Soconusco, por lo que
diez años después, en 1881, el gobierno porfirista pone
en manos de compañías extranjeras los trabajos de
deslinde y colonización de los terrenos nacionales, y así,
en Chiapas se lleva a cabo la más importante reconversión de tierras, al deslindarse más de 3 millones de
hectáreas declaradas como baldíos, es decir, más del
40% de su territorio.
También de los primeros en llegar a la región, por
1881 viene el inglés Antonio Bado, quien por denuncias
de tierras nacionales adquiere los terrenos de lo que
sería la finca La Magdalena, luego en 1882 tiene San
Benito, en 1883 San Buenaventura, en 1884 La Frontera,
y en 1889 La Encantada. También por esos años de 1889,
Alejandro Córdova adquiere las fincas Santa Cruz, Santa
Rita y Buenavista.
Basados en la Ley de Deslindes y Colonizaciones
de 1883 del presidente Manuel González e imitando al
modelo norteamericano, el gobierno pretende llevar a la
colonización mexicana a propietarios de tierras, con
extensiones máximas de 2,500 hectáreas por persona,
que en la práctica no fue respetado, porque, en partes de
la República, se hicieron válidas denuncias que rebasaron lo establecido; por ello, en 1894 se modifica la ley
suprimiendo esta limitación, dando entrada a grupos de
personas más poderosas, al reducir a los supuestos
“pequeños propietarios”.
Para el deslinde en Chiapas, el gobierno firma en
1881 el primer contrato con “Eduardo Clay Wise y Socios”,
quien en 1883 traspasa sus derechos a la “Compañía
Mexicana Limitada del estado de Nueva York”. Esta continúa el trabajo y tres años después, en 1886 se otorga otra
concesión para el Soconusco a la “Compañía Internacional
30
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
Mexicana de Hartford Connecticut”, quien cede derechos a
“Luis Huller y Compañía”, manteniéndose hasta 1889;
pero después de 1891, opera la inglesa “Mexican Land
and Colonization Company” al comprar derechos de Luis
Huller y acepta colonizar y construir un ferrocarril entre
Tapachula y San Benito.
El gobierno quita la concesión a “Mexican Land”
y en 1884 se la otorga a “Chiapas Land & Colonization
Company” a cargo del inglés Oliver Herbert Harrison,
quien se dedica a comprar fincas como Laguna Carmen,
Perú, Guanajuato, Hidalgo y La Esmeralda.
Aunque las empresas se comprometían a crear
colonias de pobladores, su negocio era vender terrenos.
En los nueve primeros años de 1886 a 1895, saliendo del
muelle de San Francisco en California, llegaron por
barco a San Benito muchos colonizadores norteamericanos que, siendo emprendedores, tenían poco capital
que compensaban con fuerza de voluntad, tesón y espíritu pionero; aunque también vinieron europeos, como
el escocés Archie Vallance que era una persona de 1.85m
de altura y de muy buen humor que fue dueño de la
finca Quien Sabe. Dicen que le puso ese nombre tan sólo
para conocer la expresión que harían las personas y porque al registrarla le preguntaron: cómo se llamaba la
finca y contestó: Quien Sabe.
Por 1890 y con la intención de fundar el pueblo
de Nexapa como colonia norteamericana, alrededor del
río Nexapa que se une al río Huehuetán, la familia Harry
y Lulú Schellenger con sus hijos Héctor y William, no
sólo trazaron lotes y construyeron algunas casas provisionales, sino que a la finca la llamaron La Colonia.
Harry Schellenger era hombre alto y nervioso, con barba
larga pero rala, amable, de buen carácter y nada pretensioso, y su esposa, ostentosa y majestuosa que al acercarse a Hank, él se achicaba. Aunque tenían naranjas y
31
Abelardo de la Torre González
piñas, los Schellenger sembraron en 750 has. caña de
azúcar, construyeron un pequeño trapiche e instalaron
un alambique para producir aguardiente.
Por 1890 también viene al Soconusco el inglés
John McGee, apoderado de la casa comercial The
Rossing Brothers, quien al adquirir 400 hectáreas funda
la finca San Juan Chicharras. Igual que muchos recién
llegados, aprovecha la mano experimentada y de confíanza de los norteamericanos. Así, William Schellenger
abandona el negocio familiar de aguardiente y trabaja
como caporal; Carlos A. Lesher, toma el cargo de mayordomo y Benjamín Humphrey acepta ser carpintero; y
como primer administrador es seleccionado el escocés
Robert O. Stevenson, quien después compra la finca La
Patria. Stevenson usaba peluca negra que lo hacía lucir
mejor, sin cejas ni pestañas. Era un perfecto caballero,
muy educado, con costumbres excepcionales cuando
deseaba ser gentil.
Pasado el tiempo y cuando pueden, las familias
siembran maíz, frijol, calabaza, chile y árboles frutales;
luego se hacen de cerdos, gallinas y guajolotes, y
después inician pequeños negocios. El escocés Archie
Vallance adquiere ganado y hace una granja para surtir
de carne, leche y queso. La familia de Mateo Humphrey
con 100 has., siembra caña y produce panela.
Desafortunadamente, el clima y el poco transporte se une a la falta de seguridad en la propiedad de
la tierra. La “Mexican Land” no completa los requisitos
de la Secretaría de Fomento y las posesiones no estaban
legalizadas. Esto ocasiona que la colonia norteamericana se desintegre. Algunas familias como los Harlow o
Smith regresan a California; otros, como John Cornwell,
deja Nexapa y se va a Tapachula. Los más decididos
emprenden proyectos a largo plazo, como la familia de
Humphrey que siembra los primeros cafetos.
32
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
Albert Humphrey era de Arkansas. Sale de San
Francisco en noviembre de 1888 y con su familia llega a
San Benito en febrero-marzo de 1889. Al día siguiente en
la noche son recibidos con marimba en el parque central
Porfirio Díaz de Tapachula. Para salir a sus tierras, a
caballo vadean el río coatán, caminan por potreros y
llegan a un bosque verde, donde el angosto camino serpenteaba entre los árboles. Pasan por siembras de caña
y maíz, y llegan a una casa de aspecto americano en La
Colonia de la familia Schellenger.
Como verdaderos colonos, los Humphrey van a
su terreno y en una pequeña choza de 1.80m x 2.40m
inician su hogar, cerca de un arroyo y con plátanos. La
limpian y sobre una pequeña cama inician su nueva
vida. Primero tienen una granja para subsistir. Al año
siguiente siembran caña y construyen un trapiche para
producir panela. Dos años después, en 1891 experimentan su primer almácigo de café, cuyas semillas las toman
de la siembra del señor Mathenly de su finca La Joya y
este cultivo se convierte en el centro de la empresa. Año
tras año amplían la plantación y para 1894, los primeros
cafetos empiezan a llenarse de frutos; mientras,
la familia había construido patios de secado y
tenían una despulpadora. Tres años después y el
11 de enero de 1897, los
Humphrey tenían su primera cosecha con seis
sacos con 350 kgs. Conforme pasaban los meses,
nuevos árboles iban produciendo y la familia
inicia el siglo XX con una
Procesando el café en cereza por 1905.
rueda hidráulica y un
33
Abelardo de la Torre González
despulpador que ofrece 7.3 toneladas de café y para
1903, llega a 23 toneladas. San Antonio Nexapa que
quiere decir “San Antonio de las flores” se había transformado en una finca cafetalera con peones de planta y
pizcadores temporales, y estaba sólo a dos horas y media
a caballo de Tapachula.
En pocos años, las plantaciones de café del Soconusco llegaban al río coatán y después de 1883, rebasaban el río y se extendían a Huehuetán. De 1893 hasta
fines siglo, los cafetales estaban en las laderas de Huixtla, pero comenzaba a frenarse su cultivo por las distancias a los puertos y la baja altitud sobre el nivel del mar,
que no favorecía a las cosechas.
El Soconusco carecía de mano de obra.
El problema al que se enfrentan los primeros
cafeticultores del Soconusco, fue la necesidad de emplear gran cantidad de mano de obra de campesinos que
no había disponible en las selvas vírgenes de la Sierra
Madre, ni en las costas del Pacífico, de tal suerte que
tuvieron que buscarla en otras partes.
Al parecer, la primera opción fue contratar a
indígenas guatemaltecos que siguieron a cafetaleros al
Soconusco, donde, algunos no sólo les atraía la compensación del dinero por su trabajo, sino que huían de
las nuevas leyes implantadas por el presidente guatemalteco J. Rufino Barrios, que los obligaba a emplearse
con los finqueros, tal vez pensando él mismo en los
brazos que necesitaba para mover sus quintales en las
6,600 hectáreas de café que tenía en su finca El Porvenir.
Normalmente venían a las fincas unos seis o doce meses,
y luego regresaban a sus casas en la montaña tacaneca,
donde cultivaban trigo y maíz amarillo. Tenían cabras,
34
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
borregos, pavos y gallinas. Cultivaban duraznos y
manzanas, así como cebollitas y coles.
La necesidad de mano de obra fue de tal tamaño
que antes de 1880, no se sabe si el señor Forsythe, Robert
Stevenson o John McGee fueron los que trajeron a San
Juan Nexapa desde Nueva Caledonia en Oceanía, en las
islas polinesias, 300 nativos conocidos como “kanacas”.
La naviera Kosmos”, del Deutsche Bank de Alemania que
controlaba el transporte marítimo entre América y Europa, los trajo a San Benito, donde el intérprete era el viejo
inglés capitán Briggs. Desafortunadamente, a pesar de
las medicinas que recibieron en San Juan, la mayoría
murió víctima de viruela y en carretadas tuvieron que
enterrarlos, siendo un pasaje triste en la vida del
norteamericano Will Schellenger.
En el arranque económico,
los alemanes estaban presentes.
A lo largo del siglo XIX, Alemania había registrado que seis millones de alemanes estaban saliendo de
su país en busca de tierras, trabajo, ascenso social y económico. Cuatro millones llegaron a Estados Unidos y los
otros dos se fueron a los países de América Latina, y
entre ellos, a Guatemala, Chiapas y al Soconusco.
En la década de 1890, en Centroamérica había
unas 225 fincas cafetaleras, de las cuales 180 eran de
alemanes y casi todas estaban en municipios cercanos al
Soconusco, como Coatepeque, Cuyotenango, Sacatepéquez y San Marcos. De este modo, por su conocimiento
en el cultivo del café, era natural que los primeros
alemanes que vinieran al Soconusco estuvieran en
Guatemala, aunque otros llegarían desde Alemania.
35
Abelardo de la Torre González
Entre los pioneros habían seis mexicanos y entre
ellos, Bernabé Acosta, Nicolás Bejarano y Ángel Nieves,
y, treinta y un inmigrantes de nacionalidades diferentes
a los norteamericanos que ya estaban aquí.
Los que tenían más
acceso a financiamientos
avanzaban más rápido en
los negocios. Un ejemplo
fue Juan Carlos Luttmann
que tenía lazos familiares
con una casa comercial de
Hamburgo, quien le otorgaba créditos al 8% anual
sin plazo fijo para su devolución, con la obligación de
venderle el café. Funda
fincas en Guatemala y así
conoce el negocio cafetalero. Se independiza y en el
Juan C. Luttmann.
Soconusco se asocia con
Mauricio Maurer y en 1896 compran Germania y
Hannover. Maurer vende su parte en 1899 a Guillermo
Kahle, y luego, de 1900 a 1910, Luttmann se asocia con
Arthur Eric Edelmann y adquieren Sonora, Sinaí y
Hamburgo, contando con más de 1,000 hectáreas de
cafetales. Aunque mantiene sociedad con Juan Pohlenz,
Kahle y Edelmann, Luttmann tenía la última palabra.
Luttmann y Kahle deshacen la sociedad por 1909 y así
con los demás, quienes adquieren sus fincas, además,
Guillermo Kahle compra La Primavera por Tuzantán
con 474 hectáreas.
Bernabé Acosta viene de Mazatlán, se establece
en Tapachula y se dedica al café. Compra Escocia y
Loma de Muxbal en 1897, luego Santa Beatriz en 1899.
Rancho Nuevo en 1900, El Paraíso en 1908, y Guatimoc
la tiene en sociedad con Robert O. Stevenson y Percy
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De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
Christy, futuro dueño de Mixcum. Después adquiere
Vergel de Malá -Monte Perla- que en 1879 era de Fermín
Romero. Guatimoc había sido en 1883 de Luis R. Bremer
con 154 has.
Nicolás Bejarano, siendo hijo de españoles llega
en 1892 de Veracruz como empleado de la Aduana
Marítima de Tapachula. En 1895 compra 840 hectáreas y
forma la finca San Andrés Nexapa, lugar con mucha
pastura y ganado. Por esos años, su hijo de 20 años era
Juan Arreola. Delgado. Caballero de elegante tono de
voz y suave trato. Tocaba guitarra, aunque siendo
romántico era poco entonado. Excelente bailarín y buen
jinete con buen sombrero de charro. A mediados de
1896, Nicolás Bejarano pretende comprar San Antonio
Nexapa a los Humphrey, pero fallece quedándose su
hijo Juan a cargo de San Andrés.
La finca Argovia se remonta a 1880 cuando una familia Suiza la funda. A
fines del siglo XIX es adquirida por el alemán Adolf Giesemann.
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El oaxaqueño Ángel Nieves era hombre alto,
fuerte, de sangre africana, pelo negro y crespo, con barba. Casado con Fidelia Marroquín de Nieves quien era
persona pequeña y delicada, de origen japonés, que
cantaba canciones dulces y finas con bonita voz. Inician
37
Abelardo de la Torre González
con una casa comercial y en 1891 forman la finca El Retiro con 278 has. y luego Santo Tomás. Por 1896 venden
las fincas a Adolf Giesemann, para lo cual hacen una
fiesta de despedida donde asisten los Humphrey, John
Catlin, Harry Pensinger y Giesemann. La casa era una
choza de adobe, limpia y arreglada que después convirtió el alemán en elegante casa. Los Nieves se cambian a
vivir a Tapachula.
Representando a la casa comercial Stines de
Hamburgo, Alemania, por 1888 había llegado a San
Marcos, Guatemala, Adolf Giesemann y al independizarse, compra la finca El Baluarte y otras. En 1896 viene al Soconusco y a través de Hugo Morguard, adquiere
El Retiro y Santo Tomás. Trae administradores de Alemania y los peones de Guatemala. En 1902 forma sociedad con capital de Wilhem Syucken que vivía en
Hamburgo. Más adelante, Giesemann adquiere Argovia, Santa Fe Chinincé, y San Nicolás.
Finqueros
alemanes.
Pasado el tiempo, Oliver H. Harrison que había
llegado representando a la deslindadora “Chiapas Land
& Cía.” crea un consorcio cafetalero pretendiendo centralizar su comercialización, de modo que Albert
38
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
Humphrey que era de los primeros granjeros norteamericanos de 1891 y que crearon “San Antonio Nexapa”
relata la derrota de la familia Gester en 1903. Decía así:
“Los pobres Gester ya están congelados. Por una exagerada
deuda por intereses, el señor Harrison tomó posesión de su
finca y se fueron en el último vapor a California”.
Los Humphrey siguen el mismo camino. Dos
años mantienen la esperanza de mejorar con los precios
del café, pero sucumben ante Giessemann. En octubre
de 1905 abandonan San Antonio Nexapa y se embarcan
a Estados Unidos en el buque Assan. También algo
sucedió con San Juan Chicharras de John McGee, que se
incorporó al grupo de Harrison.
Para 1897, las faldas de la Sierra Madre antes
despobladas tenían nueva cara. La selva semitropical se
había convertido en terrazas e hileras de cafetales. Se
veían jardines con chalets californianos, almacenes,
caballerizas, maquinaria en beneficios de café, y lejos,
perdidas entre las milpas,
las chozas de los peones. En
el Soconusco se había vendido 251,061 hectáreas.
Francisco Isasi Aréchaga era un español nacido
en Bilbao el 17 de septiembre de 1884. Llega a
Tapachula como gerente de
la casa comercial del español
José Revuelto, tal vez por
1908, pero cuando se venden las fincas cafetaleras de
San Juan Chicharras y La
Gloria de Guillermo Lescher, las adquiere. Era financiero, pero llegó a contar con
Don Paco Isasi. Por 1955.
39
Abelardo de la Torre González
seis fincas de café. El 4 de agosto de 1948 participa como
consejero fundador del Banco Mercantil de Chiapas en
Tapachula. Fallece el 1 de septiembre de 1976 a los 92
años de edad. Era casado con Colomba Petris de Isasi,
excéntrica y altruista. Entre sus obras, por 1930 dona a la
sociedad tapachulteca las instalaciones del Country
Club de Tapachula, A.C., cuando Jacobo Elnecavé y José
María Castrejón, presidían el Consejo de Administración. Años después, entrega al pueblo la iglesia de
San Judas Tadeo. Cada sábado, en su casa de la 5ª Poniente y 4ª Norte en Tapachula, gente de bajos recursos
recibía su gasto semanal. Fallece el 30 de septiembre de
1989.
Frncisco Isasi Aréchaga –don Paco-, Librado de la Torre Grajales –don Librado-,
Colomba Petris de Isasi –doña Colomba-, Josefa González de de la Torre –doña
Chepita- y María Victoria Isasi Petris –Mary-. 1966.
40
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
41
Abelardo de la Torre González
Se moviliza el café del Soconusco.
Para que el café pudiera llegar a Alemania,
Estados Unidos o Inglaterra, era necesario movilizarlo
desde las fincas en la Sierra Madre hasta los puertos de
embarque, pero la falta de comunicación era el cuello de
botella de la expansión cafetalera.
A lomo de
mula y arrieros michoacanos, el café
maduro salía de las
plantaciones por estrechas veredas rumbo a Tapachula, pues
sólo las fincas grandes tenían plantas de
despulpado del grano. De ahí se le trasladaba otros 28 kms.
al puerto de San BeA lomo de mula movían la cosecha.
nito, donde se embarcaba. Mucho café
que bajaba de los Altos de la Sierra Madre y Jaltenango
salía por Puerto Arista en Tonalá, que también estaba en
pésimas condiciones.
Dos veces al mes y sin día fijo, en su viaje de San
Francisco a Panamá, los barcos de “Pacific Mail Steamship
Co." anclaban en San Benito, más allá de tres reventazones de olas y permanecían por seis horas. Por falta
de muelles, la carga y descarga se hacía en lanchones con
remos y por ser las maniobras tardadas, recibían un
subsidio del gobierno.
A la orilla de la playa de San Benito había unas
palapas donde acampaban los carretoneros que movían
la carga y pasaje a Tapachula; pero también había una
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De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
casa de madera con dos pisos. En el parte alta se tenía
un cuarto y un corredor con vista al mar, donde había
un telescopio que vigilaba el movimiento de las lanchas
al desembarcar el barco, y en la parte baja, se tenía un
cuarto que hacía las veces de bodega. El negocio de lanchones era propiedad de uno de los primeros colonizadores norteamericanos llamado Matheny, quien era el
Agente del Puerto. La familia vivía en Tapachula y cada
mes estaba en San Benito esperando la llegada del barco.
Para protegerse del calor, por las noches caminaban las
caravanas de carretas de carga y pasaje arrastradas por
bueyes, que tardaban de cinco a seis horas en hacer el
recorrido de unos 28 kilómetros a Tapachula. Paraban
en el parque central Porfirio Díaz, el cual tenía un
quiosquito en el centro y bancas. Se alumbrada con
candiles de petróleo colgadas con lazos y a la llegaba
había marimba para los visitantes.
Cargando
café en el
Puerto.
1871.
La mayor parte de la ciudad estaba empedrada
con piedra bola de río, con un profundo canal al centro
para que corriera el agua de lluvia. Las casas del centro
eran de teja de barro y paredes de adobe repelladas y
encaladas, y las que estaban en las afuera del pueblo,
eran de adobe y chozas de bambú con teja de palma. Los
43
Abelardo de la Torre González
patios y los terrenos baldíos tenían sembrados palmeras
de coco, árboles de naranja y plátanos.
En la construcción de su casa, la gente de dinero
mantenía al centro un patio como cementado y en la
esquina un amplio zaguán para entrada de caballos. Las
ventanas eran de reja de fierro que sobresalía sobre la
angosta banqueta de la calle, donde, por las tardes, las
familias salían a tomar el aire y a saludar a los caballeros
que paseaban en sus caballos, levantado sus sombreros
de charro para saludar. En ese entonces, el río coatán
era el preferido para bañarse por las tardes, adonde
acudían los niños con sus sirvientas.
El entusiasmo alemán por mantener su comercio
con el Soconusco se tropezaba con las malas condiciones
portuarias, que se hacían más peligrosas con las lluvias
de agosto a octubre, y por eso, buena parte del café comenzó a embarcarse por puertos guatemaltecos de Ocós
o Champerico, donde podían llegar con más facilidad
los buques alemanes y norteamericanos; distanciando el
comercio del Soconusco con el resto de México.
Desde el 23 de mayo de 1861 se hicieron
esfuerzos por construir una vía de ferrocarril entre San
Benito y Tapachula, otorgándole la concesión fracasada
al norteamericano Eduardo Clay Wise y lo mismo
sucede el 18 de noviembre de 1886, cuando se le concede el permiso al alemán nacionalizado norteamericano
Louis Huller quien, además de la vía, ofrecía vapores
para moverse a San Diego y a San José –Guatemala-.
Aún fallecido el ex presidente Ulysses S. Grant, el
23 de julio de 1885, y socio de Matías Romero, el 8 de
noviembre de 1889 el gobernador Manuel Carrascosa
firma contrato con “The Mexican Pacific Railroad Limited”,
para el ferrocarril de San Gerónimo –Ixtepec- a la
44
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
frontera con Guatemala y su ramal de Tapachula a San
Benito; así como de Puerto Arista a Tonalá.
Dos meses después, el 31 de diciembre de 1889
llega a Puerto Arista un vapor con 2,000 toneladas de
rieles y pasados dos meses, para febrero de 1890, el
muelle estaba terminado con tres grúas de vapor y dos
de mano. En abril atracan los vapores Lonsdak, Moragshire, Balchutha y Havasdale con 11,700 toneladas de
rieles. Se contratan 300 hombres y el 5 de mayo las vías
llegan a Tonalá y para el 26 de junio de 1890, corre la
primera locomotora llamada “Manuel Carrascosa” que
sale de Puerto Arista y llega a las 7 de la noche a Tonalá,
según reporta el jefe político, Francisco Alatorre al
gobernador Carrascosa.
A pesar del empeño y entusiasmo de los contratistas, el dinero no alcanza, y la construcción del ferrocarril se detiene, quedando el proyecto de San Benito a
Tapachula sólo con rieles en pequeños tramos. El
proyecto fracasa y la expansión cafetalera debe esperar
veinte años, a la llegada del Ferrocarril Panamericano.
Para 1874 se producían en el Soconusco unas
1,200 toneladas de café y quince años después, en 1890
se tenían 2,500 toneladas. La cosecha de 1899/1900 llegó
a 4,480 toneladas y así siguió creciendo. En 1910 la
producción estaba en 7,720 toneladas, pero el ferrocarril
ya estaba en funciones. En los años 1930´s, la cosecha era
de unas 16,388 tons.
Una parte del café se enviaba a California y el de
Londres o Nueva York se llevaba a Panamá. Del Océano
Pacífico se trasladaba en ferrocarril al Atlántico, para
volver a cargar barcos y conducirlo a Inglaterra, Alemania o, a Nueva York.
45
Abelardo de la Torre González
En Acacoyagua, el 16 de mayo
de 1887 se crea la primera colonia
japonesa de América Latina.
En 1868, el nuevo gobierno japonés Meiji con
sistema político moderno del emperador –tennosei-,
inicia una etapa de transformaciones, como impulsar la
migración masiva al extranjero. En 1874, el científico
mexicano Francisco Covarrubias visita Japón para
observar el tránsito de Venus por el disco solar y da
pauta para iniciar pláticas para buscar establecer las
relaciones diplomáticas con ese país. Después de más de
10 años, donde Matías Romero como embajador en
Washington y el ministro japonés Munemitsu Mutsu,
tienen una labor importante, el 30 de noviembre de 1888
culmina en Estados Unidos la firma del Tratado de
Amistad, Comercio y Navegación entre los países.
Los japoneses deseaban aprovechar la Ley de
Deslindes emitida en 1883, por lo que, aún antes de la
firma del Tratado, su gobierno encomienda a Tadashi
Nemoto y al ingeniero agrónomo Bunzo Hashiguchi
para que, entre las costas de Guerrero, Oaxaca y
Chiapas, estudien las condiciones climáticas, el riesgo y
la calidad de las tierras, los productos agrícolas que se
explotaban, la mano de obra y la posibilidad de construir un puerto para facilitar el transporte a Japón.
Después de 173 días de investigación, el gobierno japonés decide al Soconusco como el lugar idóneo para emprender la primera inmigración a México y
América Latina, y envía al vizconde Enomoto Takeaki,
distinguido político y marino militar, para que organice
y aliente la emigración de su país a nuevos territorios.
Sus colonos parten del puerto de Yokohama en el
navío inglés Garlick el 21 de marzo de 1887 y dos meses
después, el 10 de mayo de 1887, desembarcan en San
46
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
Benito. Están tres días en Tapachula y a pie llegan el 16
de mayo a Acacoyagua, y se convierten en la primera
migración japonesa en América Latina, donde treinta y
cinco hombres fundan la Colonia Enomoto.
A cargo de los
colonizadores venía el
agrónomo Toraji Kusakado y entre los voluntarios para formar una
nueva vida en América
estaban: Saburo Kiyono,
Renzo
Ota,
Ryoziro
Terui, Kotoku Sugawara,
Ishimatsu Matsumura y
Kumataro
Takahashi;
pero además, contratados por la empresa colonizadora, venían otros
Visconde Enomoto Takeaki.
con apellidos: Shirai,
Matuura, Okada, Nakamura, dos Yamamoto, dos Suzuki, Kuroyagi, Nozawa,
Watanabe, Yamaguchi, Sugiura, Yonezawa, Mitsui,
Matsumoto, Arima, Yamaguchi, Kanayama, Hashimoto, Sakamoto, Shimizu, Oobata y Azuma.
La casa Henkel por 1894 y el primer
hotel en Tapachula por 1897.
El auge del café se refleja en el crecimiento de
Tapachula y sus comercios, y el más conocido fue la casa
Henkel, que fue fundada en 1894 como “El altillo” por el
alemán Roberto Haack. Se llamaba así porque era de dos
pisos y arriba vivía su dueño, que era el cónsul honorario de Alemania. Después fue vendida a Guillermo
Henkel y “El altillo” se convirtió en sucursal comercial y
financiera de una empresa de Bremen, Alemania, que
47
Abelardo de la Torre González
contaba desde 1846 con la Casa Melchers de Mazatlán,
junto con los hermanos Oetling de Manzanillo y la Casa
Berting de Mazatlán. Henkel como representante en
Chiapas, al cambiar de propietario, la modesta tienda de
abarrotes “El altillo” se transforma en establecimiento de
capitales alemanes. Ahí no sólo se vendían ultramarinos,
medicinas, herramientas y maquinaria para la producción cafetalera, sino también servía como financiera que
realizaba préstamos a finqueros, quienes pagaban sus
deudas con café. Fue así como Henkel se hizo de
plantaciones, cuando los deudores, al empeñarlas, no
podían rescatarlas por malas cosechas. En sociedad con
Juan C. Luttmann y Arthur Eric Edelmann, Guillermo
Henkel consiguió Tiro Seguro, El Delirio, Morelia, La
Tenaza, Santa Rosalía ubicadas en Huixtla, Huehuetán,
Escuintla y Tapachula, con unas 1,300 has.
Por 1897,
por un periódico
de San Francisco
en California, Frederick Mahnken,
ciudadano norteamericano,
sabe
que en Chiapas
estaban vendiendo tierras baratas.
Toma un barco y
llega a Puerto Ángel, Oaxaca, donTapachula. Hotel Europa. 1902.
de un alemán lo
invita a su finca de café en Tapachula. Llega a la ciudad
y al no haber hotel, se instala en una casa de huéspedes.
Años después decide vivir en Tapachula y
construye el primer hotel que lo llama “Europa”. Estaba
casi frente al parque central, en la 8ª Avenida Sur.
Contrae matrimonio en 1902 con Betty, una alemana que
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De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
había llegado de Guatemala y con quien tuvo tres hijas
tapachultecas: Ilse, Liddy y Winifred. Después adquiere
en Ulapa por Acapetahua, un rancho donde siembra
maíz, hule y cría ganado, y en mayo de 1906 se inaugura
una estación del ferrocarril. Para 1926 era dueño de la
finca cafetalera “La Gloria” por Huixtla.
A principios
de 1910, en Tapachula circulaba un
tranvía abierto de
lado a lado, jalado
por dos mulas. Al
llegar a la esquina
tocaba una campanita. Su recorrido
era por la avenida
central, desde la
estación del ferrocarril hasta el parTapachula, tranvía jalado por dos mulas. 1920.
que central. Daba
vuelta completa y
regresaba por la 8ª Avenida Norte hasta la ferretería “El
altillo”. Estos tranvías desaparecieron por 1924 al llegar
los camiones de transporte.
Otro tranvía tenía ruta especial. Recorría la 8ª
Avenida Sur al panteón civil, que fue construido por
1890. Ahí está enterrado Sebastián Escobar desde el 29
de septiembre de 1893 y su yerno, Teodomiro Palacios,
que fue asesinado el 11 de enero de 1915 en Mazatán y
deja en donación una manzana completa a la niñez,
junto con su edificio para escuela en el centro de la
ciudad, donde hoy se encuentra el Palacio Municipal de
Tapachula, y también dinero en efectivo para la
construcción de un internado para niños pobres.
49
Abelardo de la Torre González
En 1898, los japoneses compran
64 mil hectáreas para sembrar.
Como en octubre de 1891 se había abierto en la
Ciudad de México el primer consulado japonés en
América Latina, casi nueve años después de haber llegado a Acacoyagua, por mediación del cónsul en México,
Yoshibumi Murota, y con interés de comprar una porción de tierra para cultivo, en 1897, Enomoto Takeaki
forma una compañía de colonización y negocia con el
gobierno mexicano la adquisición de 63,920 hectáreas a
pagar a 15 años, con valor de un peso sesenta y cinco
centavos la hectárea. Su contrato se firma el 29 de enero
de 1898 y el terreno comprendía lo que sigue:
“…la extensión del terreno vendido al conde Enomoto
lleva 63,920 hectáreas y un poco más…hacia el norte colinda
con el departamento de Comitán y por el oeste con el de Tonalá;
en el rumbo de este con terreno oficial no deslindado y con el
rancho Zapote; y en el sur, con las cuatro estaciones del
camino que comunica entre Tapachula y Tonalá, es decir,
Pueblo Nuevo, San Felipe, Escuintla y Acacoyahua, y también
con los ranchos Arenal, Hulapa y Cesecapa, y un pequeño
terreno oficial no deslindado…”
Sin saber cómo cultivarlo, porque no conocían el
cafeto, en 1899 los japoneses inician su siembra por
Escuintla. Lo hacen cerca del río, pero por la humedad
no logran ninguna cosecha, pero sí comienzan a enfermarse de paludismo, fiebre amarilla y algunos llegan a
perder la vida. Estas razones, junto con la falta de recursos, obliga a dieciocho hombres a ir caminando a México, para ver al embajador de Japón, Murota.
El vizconde Enomoto se desanima de la empresa
y surge Tatsujiro Fujino, quien en 1901 envía a Sutezo
Misumi a recuperar la colonia de Escuintla. En 1902 se
contrata al ingeniero Tsunematsu Fuse y al Dr. Tsuneki
Horita, quien antes de partir a Alemania vive en Acaco50
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
yagua durante siete años, trayendo de Japón en 1906 al
farmacéutico Naraki, quien se convierte en el precursor
de la fabricación de medicamentos en la región. También entre los primeros inmigrantes había llegado Renzo
Ota quien, por ser médico veterinario, conocía la medicina humana. Trabaja incansablemente por sus pacientes, pero en 1921 se contagia de fiebre amarilla y fallece,
teniendo un funeral espectacular.
Por más de 80 años, en el Soconusco
circula la moneda guatemalteca.
En el México independiente, las Chiapas se anexa a la República en 1824 y formalmente el Soconusco a
Chiapas en 1842, pero tuvieron que pasar otros 70 años
para que la Ley Bancaria del 19 de junio de 1909, no
permitiera a los bancos privados emitir sus propios
billetes y los obligara a circular la moneda mexicana, y
sólo así, el Soconusco se integra financieramente a
México. Mientras esto ocurre, por 80 años los guatemaltecos compran bienes y pagan salarios en Chiapas, con
una moneda hecha de níquel y papel emitida por bancos
privados que carecían de respaldo en oro y plata. De esta
manera y como sucedió, fue fácil financiar guerrillas en
Chiapas, con sólo echar andar la máquina de nuevos
billetes de Guatemala.
Entre los veinte años de 1870 a 1890 que llegan al
Soconusco cafeticultores extranjeros, compran tierras y
realizan transacciones con la venta de su café, pero por
la distancia y falta de vías de comunicación a la Ciudad
de Mexico, aprovechan la cercanía de los puertos
marítimos de Ocós y San José, así como de Quetzaltenango y Guatemala, para hacer circular en la región
sólo la moneda guatemalteca, que se conocía como “el
cachuco”; aunque algunas fincas, sin respaldo en oro o
51
Abelardo de la Torre González
plata, emiten su moneda en níquel que tenía aceptación
en sus tiendas de raya.
Los prestamistas y cafetaleros como círculo poderoso, daban créditos garantizados con café o propiedades, como José Revuelto, el agente consular de Francia
León Amadeo Cadillac, y Bernabé Acosta, por lo que en
el Soconusco no se sintió ninguna repercusión por la
creación de los primeros bancos mexicanos, como el
Banco de Avío, o el Banco de Amortización de Moneda
de Cobre en 1830, o el Banco de Londres, México y
Sudamérica nacido en 1864.
Isaac J. Salas, que en 1889 había adquirido la finca
Santo Domingo y se destaca como cafetalero, desesperado escribe a Porfirio Díaz en 1897, donde dice:
“…con trabajo, dificultades, préstamos a intereses
elevados por carecer de capital propio, llegué a formar en 18
años una finca cafetalera que llegó a tener la reputación de ser
la primera en su género en toda la república… Víctima de una
felonía cometida por mi acreedor, un señor español Don
Casimiro Gándara, quedé en la miseria…”.
El contraste económico del Soconusco con el resto
de Chiapas era notorio. Para diciembre de 1895 y firmado el Tratado de Límites en 1882, Porfirio Díaz tenía
preocupacion de que la economía del Soconusco continuara dependiendo de Guatemala y que existiera el
sentimiento de separación de México, de modo que en
1896, como amigo pide al abogado Emilio Rabasa que
busque como instalar una sucursal del Banco de Londres
en Tapachula, pero no fue posible. Para 1898, el Banco
Agrícola Mexicano muestra su intención de ubicarse,
pero también no pudo. La moneda guatemalteca en
circulacion era demasiada que, para desplazarla, los
bancos mexicanos deberían ubicar mucho capital para
ser competitivos.
52
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
En cierto momento, los productores de café en
Guatemala que, en su mayoría eran alemanes, dejaron
de repatriar a ese país el dinero de sus ventas en el
extranjero y se limitaron a ingresar lo mínimo para sus
gastos, importando la moneda de plata peruana y
chilena que por 1889 se acumula en el Soconusco y en el
centro de Chiapas, donde era preferida por los comerciantes de San Cristóbal, y en la venta de ganado en
Comitán y los llanos de Venustiano Carranza. Llegó un
momento en que hasta las arcas de la Tesorería del
gobierno de Chiapas tenían monedas extranjeras.
En junio de 1907 llega el ferrocarril a
Huixtla y el 15 de abril de 1908 a Tapachula.
Para los primeros años del desarrollo cafetalero,
la población del Soconusco se había duplicado. De
11,465 personas en 1838, cincuenta años después, en
1881 se tenía casi el doble que eran 17,828 habitantes;
pero este crecimiento marcaba más el problema del
transporte y el auge de la cafeticultura, que sólo pudo
ser solucionado con la llegada del ferrocarril.
En junio de 1907 el ferrocarril llega a Huixtla, y
no sólo despierta el interés de siembra de nuevos
cafetales entre el río de Huixtla y Vado Ancho, sino
también en las montañas, rumbo al cerro del Boquerón
y cerca del río Tepuzapa; lugares que desde 1898 las
recuas de mulas sacaban el producto de las fincas
Germania, San Cristobalito y Hannover, para llegar en
seis días al puerto de San Benito. Luego se fundan en
1915 las fincas Santa Elena, La Victoria, El Encanto y El
Brasil de Enrique Braun con 1,181 has.
En Villa Comaltitlán, cuando el hule estaba en
plena producción, también la cafeticultura se transfor-
53
Abelardo de la Torre González
maba con la participación
extranjera. Por 1910 y como
socio financiero de una casa
comercial de Manuel González Canseco, había llegado a
la Ciudad de México el judío
francés Ernesto Suire Salame.
Conoce a su paisano Juan
Monribot y lo invita a ser
cafeticultor en el Soconusco.
Adquiere la finca La Fortuna
que era de Monribot y había
iniciado actividades en 1908
y junto con sus demás fincas:
Argentina, Hoja Blanca, Las
Palmas, El Recuerdo y El
Ernesto Suire Salame. 1935.
Gavilán haciendo un total de
1,837 has., unidas a La Esmeralda del alemán Juan
Bernstorff y El Chorro del español Ernesto Longo,
embarcan café por ferrocarril y barco a Europa.
Ante la presencia de norteamericanos, chinos,
alemanes y españoles, el 15 de abril de 1908 llega el
ferrocarril a Tapachula y se inicia la construcción del
ramal Tapachula-San Benito, el cual alienta el movimiento marítimo. Las mercancías salían y entraban con
facilidad, gracias a comerciantes como el español José
Revuelto, quien se mantuvo exportando café por mar,
pero el ferrocarril fue más costeable. Por falta de muelle, en marzo de 1910 se cierra el puerto de San Benito.
De los primeros en transportar en ferrocarril el
café de la Sierra Madre fue el comerciante alemán
Gustav Radbruch. En 1908 abre un peligroso camino de
herradura y con mulas saca café de la última finca
ganadera San Francisco por Jaltenango y en diez días
llega a Mapastepec. Para 1912 se establece Liquidámbar
54
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
que en 1926 tenía 634 has. y Prusia con 970 has, y les
siguen otras fincas, como las de Montecristo.
El recorrido del tren Panamericano conecta al
Soconusco con el ferrocarril nacional y se entronca con
Guatemala, al atravesar el puente internacional sobre el
río Suchiate llamado “Nicolás Dighero”, inaugurado en
1888, donde la red ferroviaria guatemalteca era de vía
angosta, porque el presidente J. Rufino Barrios había
autorizado su construcción diferente a las vías anchas
que se construían en México, para evitar, en algún momento, la intervención militar mexicana, dado que el
problema de límites territoriales estaba vigente y se
rumoraba que México podría invadirlos.
El ferrocarril Panamericano llega a Tapachula en 1908.
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Los japoneses se convierten en exitosos
comerciantes y no en agricultores.
Como cultivadores de café, los chinos no hicieron
el intento y los japoneses fracasaron, ya que sólo cumplieron con tres pagos al gobierno por las hectáreas que
se habían comprometido a comprar, de modo que
adquirieron 13,000 hectáreas y las restantes 51,000 has.,
las pagaron funcionarios mexicanos.
55
Abelardo de la Torre González
Para 1910, los japoneses criaban ganado, cultivaban caucho y café en 400 hectáreas. Ese año fallece Tatsujiro Fujino y la empresa colonizadora llega a su fin,
formalizándose hasta 1921.
Renzo Ota, Saburo Kiyono, Ryoziro Terui,
Kotoku Sugawara, Ishimatsu Matsumura y Kumataro
Takahashi que llegaron en 1887, salen de Acacoyagua
para vivir a Escuintla, donde fundan la Cooperativa
Japonesa-Mexicana, S.A., a cargo de Ryojiro Terui. Entre
1912 y 1915 logran el éxito en la administración agrícola,
farmacia, agua potable, almacenes, fábrica de tintas para
textiles, estación de energía eléctrica y hasta en la
edición del primer diccionario Español-Japonés.
La Revolución Mexicana inicia en 1910.
Los treinta años de dictadura de Porfirio Díaz
provocan una serie de contradicciones políticas que
afloran a partir de 1910, y fueron estandarte de lucha por
casi diez años. El autoritarismo del gobierno, la ausencia de democracia en gobernantes, la concentración
de riqueza y tierras en particulares con anuencia de
autoridades, y el uso de la violencia por la represión del
Estado, abrieron paso a caudillos y líderes sociales
demandando cómo moderar la desigualdad, recuperar
tierras expropiadas injusta e ilegalmente a comunidades, elevar salarios a campesinos y obreros, y mejorar
las condiciones de vida de la población.
Al tener el Soconusco en 1895 sólo 24,358
habitantes y en quince años llegar a 54,691 personas,
puede afirmarse que gracias al impulso cafetalero, en
1910 la población se había duplicado.
Francisco I. Madero, político y empresario, con
estudios en París y Estados Unidos, inicia la Revolución
56
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
Mexicana el 20 de noviembre de 1910, de modo que
Porfirio Díaz, habiendo tenido fracasos militares al
enfrentarse a Pancho Villa, Emiliano Zapata y Pascual
Orozco, prefiere renunciar y en mayo de 1911, abandona
el país rumbo a Francia.
Madero sube a la presidencia, pero como a los
campesinos levantados en armas no les cumplen las
promesas agrarias ofrecidas, los caudillos Emiliano
Zapata y Pancho Villa continúan en su lucha.
Al asumir la
presidencia Venustiano
Carranza el 6 de enero de
1915, emite en Veracruz
una nueva Ley Agraria
que trata de recoger la
lucha zapatista. Ordena
la restitución de tierras a
los campesinos, arrebatadas de una interpretación dolosa de la Ley
Lerdo de julio de 1856,
por medio del cual se
vendieron bienes comunales a terceras personas, con el pretexto de
que eran bienes de la
Iglesia y que esta ley sí
les permitía.
Presidente Francisco I. Madero.
El esplendor cafetalero de
los años 1927-1928.
Una de las alternativas para lograr el esplendor
cafetalero fue contratar la mano de obra en los Altos de
Chiapas. Los cafetaleros instalan oficinas de “engancha57
Abelardo de la Torre González
dores” de indígenas en San Juan Chamula y en San Cristóbal de Las Casas, así como para los tojolabales de
Comitán, en donde se contrataban como jornaleros,
dándoles adelantos de salarios para comprometerlos en
el trabajo; pero, si pretendían huir o ya no querían ir a
las fincas, los finqueros, de conformidad con el gobierno,
los perseguían con su propia policía hasta alcanzarlos.
De modo que, con la anuencia oficial, las oficinas fueron
eficientes para los cafetaleros y enganchadores.
Los indígenas, después de
caminar decenas
de kilómetros llegaban en “remesas” a la Sierra
Madre de Chiapas y viendo al
Soconusco se distribuían en fincas, para vivir los
tiempos de cosecha en galeras.
Chamulas de los Altos de Chiapas. 1950.
Ahí se encontraban con la autoridad real y única del “patrón”. En las
tiendas de raya se les surtían de alimentos y se les concedían préstamos interminables, creando eternos compromisos de trabajo. Aunque predominaba el trueque de
mercancías, también circulaba la moneda guatemalteca
que, en ocasiones, era sustituida por la emitida por la
finca. Los indios mames de la Sierra de Chiapas, poco a
poco se fueron diluyendo con los jornaleros chamulas
enganchados en Los Altos.
Los buenos precios del café dieron prosperidad
económica a la región, pero la concentración de la riqueza en pocas manos, trajeron los primeros movimientos
sociales entre campesinos que, en su inicio, formaron
58
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
sindicatos, y después, se transformaron en la lucha ejidal
por la tenencia de la tierra. El 15 de enero de 1920 se
funda el Partido Socialista de Chiapas.
Pasados quince años de la Revolución Mexicana,
para 1927 y 1928, estando como presidente Plutarco
Elías Calles y a pesar de la inestabilidad política con seis
gobernadores en esos dos años, como: Luis Vidal, Manuel Álvarez, Federico Martínez Rojas, Amador Coutiño, Rosendo Delarbre y Raymundo Enríquez, la cafeticultura chiapaneca se encontraba en esplendor.
Presidencia
Municipal de
Tapachula,
antes de 1930.
En el Soconusco había unas treinta y dos fincas
en propiedad de alemanes, veinticinco en manos de
mexicanos, trece españolas, diez norteamericanas, ocho
francesas, cuatro inglesas y dos suizas. Los alemanes tenían una tercera parte de ellas y producían la mitad del
café, y los mexicanos, casi con otra tercera parte de tierras, producían el 21% de las cosechas. La producción
era de unas 16,388 toneladas.
Desde esos años, los alemanes trataban de conservar su cultura y rasgos germanos, al no fomentar
matrimonios con mexicanos. Viajaban a Alemania para
59
Abelardo de la Torre González
casarse con personas de su propio origen y regresaban.
Para el matrimonio de sus hijas, preferían a los administradores alemanes. Antes de hacerse cargo de sus
fincas, sus hijos estudiaban en Alemania. Como ocurrió
con algunos, aquel hijo de alemán que se atrevía a casar
con mexicana corría el riesgo de ser desheredado. De
este modo, en el Soconusco, los alemanes poco aportaron a su cultura, al evitar mezclas con la sociedad y muchos han permanecido aislados en su pasado.
Para 1927, el Soconusco estaba integrado al mercado mundial del café y giraba alrededor de las grandes
ciudades de Bremen, Hamburgo, Nueva York y San
Francisco.
Tapachula se había convertido en importante
centro comercial y, concentrador de mano de obra guatemalteca y de los Altos de Chiapas. La línea fronteriza
entre México y Guatemala era imaginaria, conservando
el Soconusco muchos rasgos comunes con Guatemala al
no olvidar su origen guatemalteco. El ir y venir de las
personas entre los dos países permitía compartir la vida
social, religiosa y cultural.
En tiempos de El Porfiriato y por 1910, habían
llegado a Tapachula comerciando con pan, luego pieles
de animales de la región y después café, los hermanos,
Luis, Fernando y Enrique Braun que eran de Sonora,
hijos de norteamericanos de origen alemán.
Aunque Fernando J. Braun fue jefe político de
Tapachula del 26 de noviembre de 1913 a junio de 1914,
su influencia duró casi treinta años, aún cuando el 18 de
enero de 1915 se suprimieron las jefaturas en Chiapas.
De su hermano Enrique, se dice que al casarse con Ángela Ortega, hija del guanajuatense Rafael Ortega y Sara
Salas de Ortega, y ser dueños de 1885 a 1900 de las fincas
Las Chicharras, Los Cerritos, Guadalupe, La Infamia y
60
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
Santo Domingo, pudo contar con recursos económicos
para hacer muchos negocios.
A pesar de la caída de Porfirio Díaz, varios
porfiristas conservaron el poder por mucho tiempo. En
los años de 1927-1928, siendo presidente Elías Calles y a
lo mejor, por ser igual sonorense que los hermanos
Braun, éstos tuvieron facilidad de acercarse al grupo de
amigos en el poder, lo cual, junto con su riqueza, se
mezclaron con los callistas de Chiapas y continuaron
aprovechando por más años la combinación que permitía el uso del capital financiero y el poder político, para
acumular fincas cafetaleras.
Cafetaleros
alemanes en el
Soconusco.
Se inicia la organización sindical
en las grandes fincas del Soconusco.
En su origen, la Reforma Agraria buscaba solucionar los problemas que ocasionaban la concentración
de la propiedad de la tierra en unos cuántos y que, en
ocasiones, no modernizaban sus procedimientos, ni
equipos, para aprovechar la mano de obra barata de los
61
Abelardo de la Torre González
peones, de manera que, en marzo de 1931, el gobernador
Raymundo Enríquez crea en Chiapas la Confederación
Campesina y Obrera, afiliada al Partido Nacional Revolucionario –hoy PRI- con la intención de que, como organización, sirviera para mediar las relaciones laborales y
conflictivas entre finqueros y trabajadores; pero, al llegar en 1932 el gobernador de orientación conservadora
Victórico R. Grajales, se tiene un cambio radical a favor
de las grandes empresas cafetaleras, originándose en la
región una crisis de gobierno por los conflictos obreropatronales que condujeron a muertes y enfrentamientos.
La comunidad indígena guatemalteca y Altos de
Chiapas había proporcionado brazos a las plantaciones
de café en el Soconusco y se estimaba que por los años
1930´s, habían entre 5 a 6 mil peones permanentes acasillados en las fincas y, entre 30 o 40 mil trabajadores temporales. De ellos, sólo unos 10 mil eran mexicanos y los
otros 20 o 30 mil eran de Guatemala, quienes tan sólo en
1902, al definir los límites México y Guatemala, 15 mil
guatemaltecos pasaron a ser automáticamente mexicanos, por la ubicación de los nuevos mojones.
Dada esta situación, uno de los primeros pasos
para la solución a los problemas con los peones, fue
regularizar sus derechos como mexicanos, por lo que en
1934, siendo gobernador Victórico R. Grajales, el presidente Cárdenas autoriza que los trabajadores de las fincas, incluyendo guatemaltecos, sean reconocidos por el
Estado como mexicanos. Se dice que por las instalaciones que había donde está la escuela preparatoria
Miguel Alemán en la 5ª Norte en Tapachula, por un lado
entraban guatemaltecos y por la otra puerta salían siendo mexicanos.
Al paso de 100 años, algunos finqueros en el
Soconusco habían abusado de su poder económico,
limitando las aspiraciones y la calidad de vida de cam62
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
pesinos, de modo que en la campaña política a la
presidencia de la República del candidato del PNR,
Lázaro Cárdenas, en marzo de 1934 que recorre el Soconusco promete investigar las quejas de los trabajadores.
Así, al tomar posesión Cárdenas y el nuevo gobernador
Efraín A. Gutiérrez, se logra una alianza donde se obliga
a los cafetaleros a la construcción de las primeras escuelas para niños, basadas en Artículo 123 constitucional
afiliadas a la Secretaría de Educación Pública.
Como mezcla de dos culturas:
la de Guatemala y la de los
indígenas de los Altos de Chiapas,
en los cafetales del Soconusco nace
una nueva raza chiapaneca.
El presidente Cárdenas asume la autoridad
presidencial y declara la expropiación petrolera.
Para 1936, Lázaro Cárdenas asume plenamente el
poder político de México, resolviendo la crisis de autoridad en la Presidencia de la República, por la intromisión del expresidente Plutarco Elías Calles, de manera
que por conspirar contra el gobierno, "Calles, el jefe
máximo de la Revolución," es expulsado del país.
63
Abelardo de la Torre González
Dos años después, las empresas petroleras de
Estados Unidos y Gran Bretaña en México, no sólo se
rehúsan a pagar los aumentos de salarios y prestaciones
a trabajadores, sino que se rebelan al fallo de la Suprema
Corte de Justicia que las obliga a cubrirlos, por lo que el
18 de marzo de 1938, el presidente Lázaro Cárdenas
declara la expropiación petrolera y se enfrenta a Estados
Unidos, quien deja de comprar petróleo y plata, y junto
con Holanda, decretan un embargo comercial. Inglaterra, también rompe relaciones y a causa del boicot, los
únicos compradores de petróleo son Japón y Alemania,
con quienes México venía comerciando desde 1937.
El presidente Cárdenas declara la expropiación petrolera en 1938.
El reparto agrario llega a Chiapas en 1939.
Aunque la Reforma Agraria se había iniciado
desde 1915, a Chiapas llega 25 años después. El 19 de
marzo de 1939, un año después de la Expropiación
Petrolera, al identificar los cardenistas a los hermanos
Braun como parte del grupo callista del expresidente
64
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
Elías Calles, y conocer del asesinato de huelguistas y
líderes sindicales en sus plantaciones, el gobernador del
Estado, Efraín A. Gutiérrez y el presidente Cárdenas,
eligen como blanco para el reparto de tierras al mexicano
descendiente de alemanes Enrique Braun, quien era el
finquero más poderoso de Chiapas.
En la Finca Perú,
reunión de
alemanes¸entre
ellos, Harald
Fackland y Hans
Luethje. 1935.
Los Braun eran dueños de la mayor parte de las
tierras de Unión Juárez y Cacahoatán, donde trabajaban
más de mil peones. De las 7,987 hectáreas repartidas se
formaron seis ejidos y más de la mitad pertenecía a
Enrique Braun, quien era dueño de 6,345 has. que comprendían las fincas: Eureka, Santo Domingo, Cerro del
Carmen, Alpujarras, La Central, Tonintaná, San Rafael,
Buenavista, Highlands, Santa Teresa Guarumo, Cerro
del Carmen, La Trinidad y El Desengaño; y Fernando
Braun, dueño desde 1909 de Pevencul y Toquián con
2,524 has.; aunque por derecho de ley, tal vez los Braun
conservaron decenas de hectáreas en cada una de sus
propiedades. En Huixtla, el reparto de tierra fue de 5,500
has. para 570 familias de campesinos, donde Enrique
Braun entregó 1,386 has de la finca Europa que había
adquirido por denuncia de baldíos en 1915.
65
Abelardo de la Torre González
Durante la administración del coronel Victórico
R. Grajales, de 1932 a 1936, en Chiapas se ejecutaron 104
peticiones de 66,087 hectáreas, beneficiando a 6,131 familias, y con el gobernador Efraín A. Gutiérrez, se afectaron 349,180 has. de 261 peticiones para 29,398 familias.
En terrenos de El Cafetal Juárez
nace La Unión de Juárez.
El 24 de julio de 1824 que el Soconusco se
incorpora a Centroamérica y durante los siguientes 17
años de “estado neutral”, las únicas poblaciones registradas eran Tapachula y trece pueblos, y los terrenos
donde sería la ranchería de El Zapote y después Unión
Juárez, eran parte de Cacaguatlán.
Aunque el tratado de límites entre México y
Guatemala fue firmado en septiembre de 1882, su reconocimiento oficial fue dado por el presidente de
Guatemala, Manuel Estrada Cabrera, hasta el 1 de abril
de 1895 y mientras, no hubo ningún movimiento de
gobierno por el reconocimiento de municipios fronterizos, donde la Línea estaba resguardada por tropas
mexicanas. En 1902 y siendo presidente Porfirio Díaz, se
definen los mojones y las líneas divisorias, y es cuando
la finca “El Malacate” ubicada en terrenos de Tuxtla
Chico y del expresidente de Guatemala, J. Rufino Barrios
queda en territorio mexicano y la finca “El Cafetal Juárez”
de Matías Romero, que iba desde el volcán del Tacaná
hasta el volcán de Tajumulco, resulta una parte de
Guatemala y otra de México.
Es posible que los terrenos donde se ubica Unión
Juárez se traten de las propiedades de Matías Romero,
donde por 1872 era la finca “El Cafetal Juárez” y después
“Paso del Norte”, las cuales, tal vez Romero puso esos
nombres como constancia de gratitud a Benito Juárez,
66
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
fallecido el 18 de julio de 1872, por ser el oaxaqueño que
lo ayudó a iniciarse en el servicio público para llegar a
ser embajador de México en los Estados Unidos y por
primera vez, ministro de Hacienda.
Pasados los años, esas tierras se dividen y crean
otras fincas como el Vergel de Malá -Monte Perla- que
en 1879 fue de Fermín Romero, así como también Santo
Domingo que en 1892 y en 1894 fue de Teófilo Acebo.
Entre ellas estaba la finca El Zapote, donde había una
ranchería que da origen a La Unión de Juárez.
Junto a El
Zapote estaba la
finca Paso del
Norte de Teófilo
Acebo, quien por
fallecer su esposa, Teresa Marroquín de Acebo y
no tener herederos, deja sus bienes a la Beneficencia Pública de
Unión Juárez, Chiapas. 1977.
Tapachula. Años
después, el casco de Paso del Norte con unas 18 hectáreas son vendidas al español Antonio Valera Muñoz,
quien se convierte en el gran promotor del bienestar de
la región.
Por 1926 y ante las restricciones de las leyes mexicanas, donde las propiedades cercanas a los límites fronterizos no podían estar en manos extranjeras, Paso del
Norte es expropiada a favor del gobierno, pero Valera
logra mantenerla en arrendamiento. Después de años,
Antonio Valera Muñoz compra de nuevo la propiedad,
pero ante la restricción legal, la adquiere a nombre del
tapachulteco, Carlos Zebadúa.
67
Abelardo de la Torre González
Pasados los años y por 1959, fallecido Valera,
Zebadúa se acerca a su viuda, la española doña Teresa
Saá Lamela y, de acuerdo a sus instrucciones y cumpliendo su compromiso moral, ante el notario público,
Lic. Francisco Coello Cantoral, Carlos Zebadúa García
cede los derechos de propiedad de las 18 hectáreas de
Paso del Norte, a los nueve hijos de la sucesión de Antonio Valera Muñoz: Juany, Rosa María, Teresa, Josefina,
Isabel, Dolores, Antonia, José Antonio y Humberto, y
así, en esos terrenos crece el pueblo de La Unión de
Juárez.
La leyenda de “la casa Braun en
la finca Santo Domingo”.
Adolfo Hitler
y
Eva Braun
en Alemania.
Atrás de la familia Braun hay un suceso lleno de
fantasía que, no sólo relaciona a Fernando y Enrique
Braun Hanzen como hermanos de Eva Anna Paula
Braun Kronburger, esposa de Adolfo Hitler y por tanto
cuñados del Füehrer, sino también, se recuerda a Eva en
1929 en la inauguración de la “casa grande” de Santo Domingo; así como se mencionan visitas de Hitler entre
1930 y 1936, y la existencia de misteriosos túneles.
68
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
La “casa grande” es de estructura prefabricada y
traída de Estados Unidos. Su construcción duró nueve
años, de 1920 a 1929, tal vez por el minucioso trabajo
decorativo interior. Lugar elegante y sobrio, hecho de
maderas preciosas, con sótano, ático, planta baja y alta.
Aunque los Braun en el Soconusco deben haber
aprovechado la similitud de apellidos para lograr ventajas en adquisición de tierras y control político, sobre su
familiaridad con Eva Braun, resaltan dudas.
Eva no tuvo
hermanos hombres,
sino dos hermanas:
Ilse y Margarita Greti. De la supuesta
visita a la finca Santo
Domingo por 1929,
en ese entonces, Eva
era una joven de 17
años, de clase media,
y tal vez apenas había conocido a Hitler
como para contar con
respaldo económico
para salir de Alemania y llegar hasta
Tapachula.
Fritz y Franziska. A la izquierda Ilse.
Arriba Margarita y abajo Eva Braun. 1940.
Eva Braun Kronburger nació en Munich el 6 de
febrero de 1912. Su madre Franziska Kronburger era
modista y su padre, Fritz Braun, maestro de escuela.
Segunda hija de tres hermanas. Estudió ballet y trabajó
como asistente del fotógrafo de Hitler, a quien conoció
en 1929 como el señor Wolf, el cual era el apodo que él
se puso en 1920 y sólo usaba entre amigos íntimos.
69
Abelardo de la Torre González
Su relación amorosa con Hitler la inició en 1930 a
los 18 años de edad y él de 43. Algunos indican que Eva
le dio al menos un hijo en 1938, y que al suicidio, estaba
embarazada. Se casaron el 29 de abril de 1945, un día
antes de la fecha registrada como su muerte, el día 30. Se
dice que en el despacho de Hitler, Eva recibió cianuro y
él mascó la botella y se suicidó con un tiro en la cabeza.
En 1942, la Segunda Guerra Mundial hace
que japoneses, alemanes e italianos se
concentren en la Ciudad de México,
Guadalajara y Perote.
Como el 18 de marzo de 1938 que Cárdenas hace
la expropiación petrolera, la Segunda Guerra apenas se
asomaba al mundo con la alianza en 1936 entre Roma y
Berlín con Benito Mussolini y Hitler, y en 1937 se les
había unido el hermano del emperador Hirohito de
Japón, el presidente de los Estados Unidos, Franklin D.
Roosevelt, tuvo más interés de hacer un pacto con
México en su bloque antifascista contra Alemania, que
proteger a sus compañías privadas expropiadas por la
nacionalización petrolera, lo que, tal vez, en parte,
condujo al éxito de la decisión política mexicana.
El 1 de septiembre de 1939 que inicia la Segunda
Guerra Mundial, México se declara neutral y por dos
años más y hasta 1941, sigue vendiendo petróleo a Alemania, momento en que los aliados como Inglaterra y
Estados Unidos levantan el embargo petrolero, debido a
la “armonía” entre los presidentes de EE.UU. y México, y
la escasez del energético causada por la guerra.
El 7 de diciembre de 1941 que los japoneses
atacan Pearl Harbor en Hawaii, el presidente Roosevelt
presiona a México y sin estar rotas las relaciones con
Japón, violando los derechos individuales de las perso70
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
nas, en enero de 1942, el presidente Ávila Camacho
dispone que los japoneses que vivían en la República se
concentren a la Ciudad de México y a Guadalajara, de
manera que para el 15 de enero de 1942, habían cerca de
370 registrados y en febrero de 1942, son expulsados del
país los diplomáticos japoneses.
El presidente
Manuel Ávila
Camacho declara
la guerra en 1942.
Cuatro meses después, tal vez por no convenir a
las potencias del Eje formada por Alemania, Italia y
Japón de que México vendiera petróleo a Estados Unidos, el 14 de mayo de 1942, misteriosamente el submarino alemán Seawolf hunde frente a Florida al buquetanque Potrero del Llano, y a pesar del reclamo diplomático mexicano, Alemania responde con el hundimiento del buque petrolero Faja de Oro; por ello, el 22 de
mayo de 1942, México declara un estado de guerra al Eje,
como parte de la Segunda Guerra Mundial.
El presidente Ávila Camacho fue claro en que el
“estado de guerra” era contra los regímenes de las potencias del Eje, pero que se tomaban precauciones vigilando
a los ciudadanos de los países enemigos radicados en
México.
71
Abelardo de la Torre González
En 1940, en México vivían 2,852 alemanes, desde
republicanos y pacifistas, hasta nacionalsocialistas y
partidarios de Hitler; pero con el antecedente que el
gobierno alemán buscó mantener el nacionalismo entre
sus residentes, animando a enviar a sus hijos a escuelas
alemanas sólo para “arios puros” y sugerían afiliarse a
organizaciones como el Club Alemán, la Sociedad Humboldt y la Sociedad Alemana de Mexicanistas, donde
partidarios nazis habían fundado desde 1939 la “comunidad popular alemana” en el Centro Alemán de Uruguay
No. 80 de la Ciudad de México, y además, ante el peligro
de que por su cercanía con los Estados Unidos, los países
del Eje mantuvieran espías en el gobierno y se abalanzaran sobre México, el gobierno mexicano ordena el
toque de queda, el estado de excepción y la suspensión
de garantías individuales.
El 12 de junio de 1942, se publica la “ley sobre las
propiedades y negocios del enemigo”. Se nombra una Junta
de Administración y Vigilancia de la Propiedad Extranjera para confiscar negocios y bienes, y se eviten posibles atentados contra el gobierno. Así, se instruye que
alemanes, italianos y japoneses radicados en México
fueran enviados a la llamada “estación migratoria”, que
se entendió como un “campo de concentración mexicano”.
Los japoneses fueron llevados a Guadalajara y a
la Ciudad de México, pero los alemanes e italianos, y
uno que otro extranjero confundido, fueron enviados al
“fuerte de San Carlos”, cerca de Perote, Veracruz, donde
se recluyen hasta 470 personas.
De 75 plantaciones de café que en 1942 había en
el Soconusco, se confiscaron 67, donde unas 54 eran de
alemanes, siendo todos los extranjeros sustituidos por
mexicanos. De los japoneses poco se sabe, pero en Tapachula se confiscaron tierras con hortalizas por el Boulevard Príncipe Akishino, propiedad del japonés Hilario
72
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
Imatzu y Clara Mendoza de Imatzu que nunca pudieron
recuperar, así como bienes que perdió Felipe Yamazaki,
al tratar de evitar su expropiación.
Al concluir la guerra, el 2 de septiembre de 1945,
casi todos fueron liberados. Muchos decidieron permanecer en México y algunos líderes del Partido Nacionalsocialista –Partido Nazi- que, tal vez eran peligrosos,
fueron enviados a los Estados Unidos.
Alemanes e
italianos en la
“estación
migratoria”
de Perote en
1942.
A pesar de que la espera en la “estación migratoria” no fue tan severa, porque el gobierno permitió que
organizaran su vida según sus gustos, donde se hacían
recitales, espectáculos teatrales, juegos de futbol, a los
extranjeros se les confiscaron negocios y bienes construidos a lo largo de años de trabajo. Cuando en 1946 el
presidente Miguel Alemán les devuelve sus propiedades deterioradas, no sólo las tienen que volver a comprar, sino que tienen que reconstruir sus bienes y su vida
con esfuerzo, e incluso, algunos miembros de la comunidad que fueron acusados falsamente de espías y apresados injustamente, fueron expuestos a la vergüenza, al
dolo y mala fe de la sociedad. Otros, como el japonés
Masao Imuro de 20 años de edad, se mantuvieron en las
Islas Marías más de seis años, como si se tratasen de
criminales de guerra. Imuro después se casa en 1950 y
vive en la Ciudad de México.
73
Abelardo de la Torre González
En 1947 se inicia la organización
institucional de la cafeticultura mexicana.
Presidente Miguel Alemán.
Presidente Adolfo López Mateos.
Pasados cinco años de la Segunda Guerra Mundial y para impulsar la cafeticultura mexicana con
recursos del Estado, el 17 de octubre de 1947, el presidente Miguel Alemán crea la Comisión Nacional del
Café; pero es hasta once años después, en diciembre de
1958 con el presidente Adolfo López Mateos, cuando la
institución amplía sus programas y servicios para llegar
a grandes y pequeños productores de tierras ejidales y
comunales, y es ahí cuando entra en escena el Instituto
Mexicano del Café –Inmecafé-, como organismo que no
sólo toma las funciones de la Comisión del Café, al
asesorar en el mejoramiento de las plantaciones y
producción del cafeto, sino también, se convierte en
instrumento financiero y fiscal de los cafeticultores, y
además, representante de México ante la Organización
Internacional del Café.
El funcionamiento del Inmecafé estaba divida en
tres sectores, según la producción cafetalera de México.
74
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
En el Segundo Sector estaban los estados de Chiapas,
Oaxaca y Tabasco, cuya jefatura se ubicaba en Tapachula, Chiapas, y su centro experimental era Rosario
Izapa en Tuxtla Chico.
Ligero panorama de la cafeticultura
a partir del año de 1960.
Por los años 1960’s, las variedades arábigas como
el bourbón, caturra, márago y mundo novo, abarcaban
casi tres cuartas partes de la producción mundial de
café; pero, entre más de 80 países que lo cultivaban, sólo
13 proporcionaban al mundo más del 80% del volumen,
donde los principales eran Brasil, Vietman, Colombia,
Indonesia, la India y México, manteniendo entre el
quinto y sexto lugar.
Recolectando café.
Casi toda la producción mexicana estaba
concentrada en cuatro estados: Chiapas, Veracruz,
Puebla y Oaxaca, que tenían el 94% del café y sólo el 6%
correspondía a las demás entidades federativas.
75
Abelardo de la Torre González
Chiapas como primer productor nacional tenía
sembradas 227 mil hectáreas con 75 mil productores
dedicados al cultivo y en el Soconusco se concentraba al
20% de cafeticultores con 15 mil personas en 77 mil has.,
donde la mayoría eran campesinos ejidatarios.
Durante décadas de los siglos XIX y XX, y como
mayor productor de café en el mundo, Brasil había
monopolizado su comercio y los precios del café se
movían a su voluntad, de modo que se hizo necesario
establecer una nueva política que diera oportunidad de
negocio a otras naciones como México, Colombia,
Guatemala, Perú, Indonesia.
Esto dio origen a que en septiembre de 1962, en
las Naciones Unidas en Nueva York, los países productores y consumidores firmaran un Convenio Internacional del Café, basado en que la “asignación de cuotas de
exportación por países, sería mediante acuerdos previos”, el
cual no sólo permitiría estabilizar los precios del café,
sino que daría un alto sentido social y equitativo a las
naciones productoras, como a los países consumidores.
Así, en 1963 se crea la Organización Internacional del Café –OIC- con 42 miembros productores que
coinciden ser los países en vías de desarrollo como
Brasil, Vietnam, México y Guatemala y, 25 países
importadores, donde se ubican las naciones desarrolladas, como Francia, Bélgica, EE.UU. y Alemania.
El mexicano Miguel Ángel Cordera Pastor fue
presidente de ese organismo dos veces. Una en 19631964 y otra por el período 1967-1968, teniendo la distinción de ser el primer presidente de la OIC.
Para el período 1963-1964, Miguel Ángel Cordera, Jr., director general del Inmecafé y representante de
México, al ser electo presidente, como una alternativa
76
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
más de solución a los desequilibrios de bienestar y
pobreza que sufrían los países productores, por la variación de precios del café, logra que sus miembros
aprueben que cada país productor realice un estudio
sobre la posibilidad de aplicar un “programa de
diversificación de cultivos en regiones cafetaleras”, con
la intención de que se abrieran las puertas a otras
siembras en las tierras dedicadas al café, que permitieran equilibrar los precios y ofrecieran mayor seguridad económica a los productores.
El Convenio Internacional del Café
firmado entre las naciones fue un éxito y
mientras
estuvo vigente, los productores
y consumidores lograron cierta estabilidad
en los precios del café;
pero después de veintiséis años, entre 1989 y
1991, los países consumidores como Estados Unidos, Alemania
y Bélgica optaron por
Café tostado.
no suscribirlo de nuevo; primero, porque se había generado una sobreoferta
del grano y provocado un mercado en paralelo con
productores asiáticos y africanos, y por otro, porque la
política económica neoliberal caminaba en el mundo,
defendiendo que el “libre mercado” era la mejor garantía
de equilibrio y más crecimiento económico en países.
Tal vez con el pretexto de falta de firma del
convenio, así como por el avance de la política neoliberal, pero, sobre todo, por alguna negociación en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte entre
77
Abelardo de la Torre González
Estados Unidos, Canadá y México, por instrucciones del
presidente Carlos Salinas de Gortari se desmantela el
Inmecafé y se liquida en abril de 1993.
Después, bajo un concepto privatizado se crea el
Consejo Mexicano del Café, A.C. que funciona hasta el
15 de diciembre de 2004 y, a partir del presidente
Vicente Fox, perdura la Asociación Mexicana de la
Cadena Productiva del Café, A.C., como organismo
privado que representa los intereses de sus asociados
ante autoridades y organismos internacionales. Se
encarga de promover la producción del café de México,
su procesamiento y comercialización a nivel local,
regional, estatal y nacional, así como de fomentar el
consumo del café mexicano a escala nacional y foránea.
Siendo su misión la de agrupar a los sectores que intervengan en los procesos agrícolas, agroindustriales e
industriales del café, desde el campo hasta la venta al
público consumidor nacional y extranjero.
Tres años después de liquidación del Inmecafé,
debido al reacomodo de la cafeticultura mundial, frente
al nuevo mercado internacional, por 1996-1997 el sector
cafetalero presenta una crisis económica reduciendo su
producción. En 1996, el cambio al sistema del “libre
mercado” hace que México baje su producción en 200 mil
sacos de café. De 5 millones 100 mil sacos pasa a 4
millones 900 mil en 1997; y aunque sube en 1999 a 6
millones de sacos, a partir de la cosecha 2007/08 se
estabiliza con 4.0 a 4.5 millones de sacos anuales.
Con el sistema de “libre mercado”, el peso de Brasil
con 40 o 45 millones de sacos anuales se hace sentir en el
mundo. La oportunidad de buenos precios en México
con 4.5 millones de sacos queda condicionada a que
Brasil tenga heladas y baje su producción, o Vietman
ofrezca mejores salarios que encarezcan el precio del
78
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
café. Sólo así se abrirían las posibilidades de la exportación del café mexicano con mejores precios.
En México ha habido dos fuertes crisis cafetaleras
con duración de once años. Una fue de 1988 a 1994 y de
la otra de 2000 a 2005, donde los precios fueron por
debajo de los costos de producción.
Para sorpresa, aún cuando la
población y el consumo del café ha
crecido en el mundo, la superficie
cultivada en México se ha reducido
en 142 mil hectáreas, poniendo en
riesgo la sobrevivencia de familias
que se dedican a
Productores de café.
este cultivo, sobre
todo, a campesinos que por las condiciones naturales del
café, viven en zonas rurales y marginadas, dependiendo
sus ingresos de la venta del grano, de modo que, cuando
los precios se desploman, se ven obligados a emigrar
como jornaleros, desatendiendo lo suyo y complicando
más la producción cafetalera.
Por la diversidad de regiones productoras de café
en el país, así como por el número de personas y las
diferentes clases económicas de los agricultores, pero,
fundamentalmente, por la participación de organizaciones que dan lugar a situaciones de conflicto social, a
presiones políticas y con frecuencia a negociaciones que,
en ocasiones, son ventajosas para unos, pero a la vez,
injustas para otros, la producción de café en México está
metida en un grave problema social.
79
Abelardo de la Torre González
Brasil acepta la diversificación
de cultivos en 1965 y es un éxito.
Como primer productor mundial de café, cada
año Brasil acumulaba excedentes de producción que
presionaban a la caída de precios en el mercado internacional. En los 14 años de 1930 a 1944 llegaron a tener
almacenados 78.3 millones de sacos, por lo que se vieron
en necesidad de incinerar o tirar al mar el exceso de
producción; pero aún así, durante los 20 años de 1945 a
1965 volvieron acumular un excedente de 65.3 millones
de sacos. En esta ocasión, aceptaron la sugerencia de la
Organización Internacional del Café y decidieron
reducir la superficie cafetalera de 4 millones a 2 millones
750 mil hectáreas, eliminando 1 millón 250 hectáreas de
cafetos viejos y áreas inapropiadas para el café, para
dedicarlas a cultivos como la soya, caña de azúcar,
algodón y pastos para producción de ganado.
Esta diversificación de cultivos reestructura la
economía de Brasil y en los próximos 15 años logra
abatir los enormes stocks de café que se había acumulado en tiempos de la Segunda Guerra Mundial y
posteriores, conociéndose como “El milagro brasileiro” .
Su éxito repercute en el mundo estabilizando los
precios del café que mejora la economía de los demás
países productores como México y al Soconusco; por lo
que este ejemplo sirve para estimular a las naciones a
buscar cultivos alternativos como una solución para
mantener los precios más estables y mejores. Así, México fomenta las investigaciones en el Inmecafé, de donde
nace el “mango ataulfo”.
80
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
Capítulo II.
Del mango ataulfo.
Se inician los estudios sobre los
cultivos perdurables y alternativos al café.
Desde 1955-1960, el ingeniero Héctor Cano Flores
como jefe de la Comisión Nacional del Café y luego
Inmecafé en los estados de Chiapas, Oaxaca y Tabasco,
donde el Soconusco era la zona más importante en la
producción de café, veía llegar a la región la siembra del
algodón como posible sustituto del café y, como agrónomo, al tener preferencia por los cultivos permanentes y
no anuales, porque hacen menos daño a la tierra y utilizan menos productos químicos, comienza a presionar a
los funcionarios de la Ciudad de México, para que
decidieran y se iniciara la investigación para encontrar
los cultivos perdurables y alternativos que pudieran
sustituir al café.
Con la recomendación de la Organización
Internacional del Café, el licenciado Miguel Ángel
Cordera logra en 1963 que la Secretaría de Hacienda le
asigne recursos al Inmecafé para el nuevo programa de
Diversificación de Cultivos y así, instruye para que en el
campo experimental de Rosario Izapa en Tuxtla Chico,
Chiapas, se inicie la investigación para encontrar los
cultivos alternativos entre el hule, aguacate, limón,
naranja agria, chicozapote, zacate forrajero como merkeron, gigante, guatemala, estrella africana y el pangola.
Así como comiencen líneas de investigación en otros
cultivos tropicales como el marañón, palma africana,
guanábana, árboles forestales y especies.
81
Abelardo de la Torre González
¿Por qué incluir el cultivo del mango
en la investigación?
Al recibir la autorización del proyecto de
Diversificación de Cultivos del Café, el ingeniero Cano
observa que no venía incluido el cultivo del manguero,
por lo que insiste al licenciado Cordera.
Por esos años, la fruta del mango sólo se
comercializaba en el Soconusco en mercados locales y en
algunos casos, con intermediarios se enviaba a la Ciudad
de México, pero en alguna ocasión que el Inmecafé
realiza una breve investigación de campo, se da cuenta
que en la región había gran cantidad de huertos caseros,
con sorprendentes árboles nacidos espontáneamente sin
la intervención de la mano del hombre, que no eran
cultivados de manera ordenada, ni conducidos con
alguna técnica agrícola, cuyos nombres se les había ido
designando de manera regional en función de su lugar
de origen, de su forma o de su sabor parecido a otras
frutas, como el mango criollo que después se llamó
ataulfo, manililla, de oro, de coche, amatillo, papaya,
piña, manzana, durazno, pico de loro, y muchos más. Se
supo que esta diversidad de frutos se debía a que
correspondían a la raza indú que es monosperma, y por
ello, fue de polinización cruzada en un elevado
porcentaje, lo cual, si el Inmecafé autorizaba la
ampliación de la investigación, daría oportunidad de
contar con una gama de germoplasmas, que pemitirían
seleccionar la mejor variedad.
Por otra parte, el clima tropical húmedo del
Soconusco era ideal para el cultivo del manguero,
compartiéndolo con algunas regiones de los estados de
Guerrero, Colima, Oaxaca, Sinaloa, Tabasco, Campeche, San Luis Potosí y principalmente, el estado de
82
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
Veracruz, quien dominaba el consumo del Distrito
Federal con la variedad del “mango manila”. Además, en
el mercado de exportación y nacional, el mango estaba
considerado como una de las cuatro frutas tropicales
más finas y exquisitas al paladar.
Todas estas reflexiones hacían resaltar las
ventajas naturales que la tierra del Soconusco ofrecía al
cultivo del mango.
El mango dentro del programa de
Diversificación de Cultivos.
A su llegaba a Tapachula, Miguel Angel Cordera Pastor,
director general del Inmecafé saluda a Héctor Cano Flores, en presencia de
Andrés Villaseñor Luque, subdirector general técnico del Inmecafé. 1965.
Convencido el licenciado Cordera de incluir al
mango en el programa de Diversificación de Cultivos,
83
Abelardo de la Torre González
en 1963 se inician los trabajos de recolección de frutos y
semillas –huesos- de las variedades regionales rústicas
del Soconusco, para aprovechar su desarrollo vigoroso
y resistente a plagas y enfermedades.
Como técnico
responsable de la investigación, el ingeniero Cano recomienda al personal
del Inmecafé y amigos, que recolecten
frutos de mango para conocer con detalle la calidad en la
zona y comparar los
nativos del Soconusco con las variedades de México y las
de exportación.
Campo experimental de Rosario Izapa,
en Tuxtla Chico, Chiapas.
Así, se importan de Florida, Estados Unidos,
varetas portayemas de las variedades más finas y
propias para exportar, como el hadden, kent, keitt,
irwin, zill y tommy-atkins, con la finalidad de conocer
su adaptación, desarrollo y producción en la zona y
cotejarlas con el comportamiento de las regionales.
Al comparar los mangos criollos entre sí, la
mayoría no alcanza a superar las características del
“mango manila” que era el fruto líder, pero destaca uno
con grandes cualidades de pulpa dulce, baja en fibra y
acidez, jugosa, mantecosa, aroma intenso, que puede
conservar su sabor incluso después de su madurez
cuando el hueso se ha vuelto gelatinoso. Cáscara
correosa, fruto pequeño, peso de unos 350 grs.,
resistente al manejo de postcosecha, y que se componía
del 69% de su peso en pulpa, el 19% de cáscara y el 8%
84
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
de hueso. Excelente color de presentación y larga vida
en anaquel, que permitiría su empaque y transportación
a mercados de exportación.
Así, en el solar de J. Ataulfo Morales Gordillo,
amable amigo de la familia nacido en Comitán, Chiapas,
y dueño de la ”Joyería y Relojería El Zafiro” en Tapachula,
Chiapas, quien era comerciante dedicado al negocio de
joyería, se encuentran unos ocho árboles de mango
donde sólo cinco con edad entre 15 y 20 años, nacidos
entre los años de 1943 y 1948, se detectan frutos interesantes para ser investigados.
Arboles originales “padre” del mango ataulfo en el estacionamiento de la
Fundación Produce Chiapas, A.C. 2013.
Este predio, J. Ataulfo Morales lo había adquirido
el 20 de julio de 1948 de Manuel Rodríguez Pérez, según
consta en la escritura pública No. 248, emitida por el Lic.
Jorge Elorza Flores y registrada con el número 187, libro
I, sección I de 1948, en el Registro Público de la Propiedad y de Comercio de Tapachula.
85
Abelardo de la Torre González
De 1943 a 1948 que son años en que el ingeniero
Cano registra como nacimiento de los árboles padres,
hubo muchos dueños del sitio, por lo que se desconoce
quién era el propietario al ocurrir la polinización. Antes
de 1943, era de Julio Rojas, quien al fallecer el 18 de
noviembre de 1943, hereda a María Luisa Santillán
viuda de Rojas. Pasado un año, el 25 de abril de 1945
vende a Terán y Compañía, S. de R.L. y C.V., representada por Nicanor Terán Ortiz, quien dos años después,
el 18 de agosto de 1947, enajena el bien a Domingo
Toledo. Pasados tres meses, el 22 de noviembre de 1947
lo adquiere Manuel Rodríguez Pérez y después de ocho
meses vende a Ataulfo Morales, el 20 de julio de 1948.
El ingeniero Cano conocía los frutos del sitio de
don Ataulfo, de modo que para la apreciación física del
Lic. Cordera y su autorización para multiplicar esta
selección, Cano insiste y envía a las oficinas del Inmecafé
en México, muestras de mangos separadas por cada uno
de los cinco árboles existentes.
Decidido el licenciado Cordera, da instrucciones
a que se rente por cinco años a J. Ataulfo Morales el
terreno urbano de 3,128.23 m2 ubicado en la 7ª Avenida
Norte No. 4, en Tapachula, Chiapas, pudiéndole pagar,
además, los frutos que cada año se produjeran.
Aún cuando por la reproducción de semillas era
posible producir plantas y obtener frutos aceptables de
mango, éstos no serían de la calidad que se logra con un
injerto, por lo que Cano se da a la tarea de investigar
cómo realizar una reproducción vegetativa a través de
injertos de varetas portayemas y lograr frutos como el
original; pero además, sabía que debía contar como
“patrón”, a otro árbol criollo fuerte adaptado a la región
y resistente a plagas y enfermedades, donde el tronco
pudiera soportar ramas frondosas para sostener más
86
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
frutos, y así, piensa en la necesidad de hacer un injerto
tomando como patrones otros mangos como el “de
coche” y “el amatillo”. Esta postura era novedosa, ya que,
aunque algunos agricultores podrían conocerla en ese
tiempo -1963-, no se realizaba en el Soconusco.
Mango
ataulfo del
Soconusco,
Chiapas.
Las semillas de mangos criollos no serían difíciles encontrar, sin embargo, Cano aprovecha su amistad con Jaime Urbina, conocido tapachulteco comerciante de frutas tropicales, quien dona algunos excedentes de mango “de coche” que desechaba por maduros
y que no le convenía enviar para su venta a la Central de
Abastos de la Ciudad de México.
En la Ciudad de México, Cano consulta y
compara entre sí las características genéticas de las
variedades de mangos registradas en libros, con las de
los mangos criollos del Soconusco; pero además, en la
87
Abelardo de la Torre González
primera oportunidad, visita el Jardín Botánico de Nueva
York, que es uno de los primeros parques de los Estados
Unidos de América, fundado en 1891 y situado en el
barrio del Bronx, y checa los registros de frutas.
Al no conocer los orígenes de la variedad del sitio
de don Ataulfo, selecciona los mejores frutos que, como
clones, tendrían mayores perspectivas para sus investígaciones y los define como IMC-M1, IMC-M2, IMC-M3,
IMC-M4 y IMC-M5, que querían decir “Instituto Mexicano del Café, Mango del árbol 1, 2, 3, 4 y 5”; aunque también,
escoge otro criollo que lo veía interesante que era del
istmo de Tehuantepec y que llamó “papaya”, así como el
hadden, kent, keitt, irwin, zill y tommy-atkins.
Cuantifica la producción de cada árbol del sitio,
las registra en protocolos y extrae las varetas portayema
para su propagación vegetativa, procurando escoger el
mejor clon. Ahí identifica el nombre del lugar y por
primera vez usa el nombre de “ataulfo” al registrarlos en
el protocolo como podría ser el IMC-M2 Ataulfo, que
indica el número del árbol y el lugar del predio.
Identificado el mejor árbol como IMC-M2, se
selecciona sus frutos, se les elimina las cáscaras con
cuidado para no afectar el embrión y se ponen a
germinar en semilleros, transplantando las plantas a
bolsas de polietileno negro, en donde se desarrolla el
vivero de patrones.
Dado que por primera vez se harían en la región
los injertos masivos, en el campo experimental de
Rosario Izapa en Tuxtla Chico y en Huixtla, Chiapas, se
capacita a un equipo de injertadores para la propagación vegetativa o asexual de las varetas portayemas,
mediante injerto de púa terminal o veener.
88
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
Transcurridos entre 6 y 8 meses de crecimiento y
desarrollo del patrón, se hacen injertos con las varetas
portayemas de mango importadas y criollas, y entre
ellas, estaba el ataulfo. Así, se inicia una producción de
treinta lotes de plantones, donde quince se utilizarían
para las huertas madres y fenológicas del campo de
Rosario Izapa, cinco se enviarían al rancho Turu de
Ciudad Valles, San Luis Potosí, y el resto, quedaría a
disposición de nuevos productores de mango.
Mientras crecían las plantas, para
que los posibles interesados pudieran conocer la nueva variedad y tuvieran
confianza de invertir
sus ahorros en sembrar, entre 1963 a
1965, de los frutos
cosechados en el
huerto de la 7ª Avenida Norte No. 4, en
Tapachula, el ingeniero Cano distribuía
como regalo una peGonzalo Armida Cárdenas de 81 años, en 2012.
En 1962 era técnico y auxiliar del
queña canasta como
jefe de campo en el Inmecafé.
“muestra de mangos” y
como referencia, utilizaba el nombre de ataulfo para ubicar el predio de
dónde salían las yemas y varetas, y así se comenzó a
generalizar el nombre que le pondría.
¿Cuál es el origen del mango ataulfo?
Pasados treinta años del inicio de la investigación de 1963, por 1993, el autor tuvo oportunidad de
89
Abelardo de la Torre González
platicar con detalle con Héctor Cano Flores y, sobre el
origen del mango ataulfo, le dijo algo parecido:
“La polinización, es el proceso cuando el polen de una
flor que lo produce, por el viento, el agua, o los insectos, se
desplaza a otra flor de su misma especie, y lo recibe; en donde,
este fenómeno tan simple, origina la formación de la semilla y
del fruto, y que, con el tiempo, este nuevo fruto le sirve a la
planta vegetal perpetuar su especie, al irse multiplicando poco
a poco…dando origen a nuevas semillas y árboles…”
Y sigue diciendo:
“…en la región del Soconusco, no sólo los árboles
padres del conocido “ataulfo” eran criollos o nacidos espontáneamente, sino que había como treinta variedades más, como
el de coche, amatillo, piña, pico de oro, amate, bola… de
manera que, en mi opinión –decía-, pudiera ser que cuando se
crea el Cosmos o miles de años después –no sé- es posible que
hayan existido o no estas variedades, o tal vez habían otras que
ahora no existen, pero lo que con seguridad sucedió, fue que
hubo una transferencia de polen de las flores de algunos
mangos que habían en ese entonces, que fecundaron los óvulos
de otras flores de otros mangos que hicieron nacer por los años
de 1943 a 1948, a cinco árboles que dieron los primeros frutos
de esta nueva variedad que conocemos como árboles padre del
“ataulfo”. Tal como ocurrió en el planeta con el café, con el
cacao, con el maíz…; así como sucedió con todos los primeros
árboles que conoce la humanidad,… de manera que, después
de comparar los registros genéticos existentes en México y
Nueva York, puedo asegurar que el mango “ataulfo” es un
mango mexicano nacido en Tapachula y que al año de 1963
que iniciamos los estudios tenían entre 15 y 20 años de edad.
Árboles nacidos espontáneamente sin que fueran sembrados
por el hombre, que crecieron en forma desordenada con
distancias diferentes entre ellos, pero con porte, tallos, hojas y
frutos similares…”.
90
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
¿Por qué se llama mango ataulfo?
En esa misma ocasión, sobre el nombre, dijo:
“…como al promover entre los agricultores la siembra
del mango IMC-M2 era un nombre muy técnico, comencé
hacer referencia al predio de don Ataulfo, de modo que así se
fue generalizando el nombre, y como en la India existía la
variedad de mango alfonso, entonces en el Soconusco también
se podría tener un mango ataulfo, que era un nombre corto,
sencillo, extraño y pegajoso…y así lo puse en los protocolos de
investigación”.
¿Quién era Héctor Cano Flores?
Ing. Héctor Cano
Flores,
nació el 1 de abril de
1929 y falleció el 13 de
febrero de 1996.
Héctor Cano Flores nació en Ciudad Victoria,
Tamaulipas, el 1 de abril de 1929. Llega a Tapachula por
91
Abelardo de la Torre González
1953 trabajando como agrónomo extensionista y luego
fue jefe de campo en el Campo Experimental de Cultivos
Tropicales de Rosario Izapa de la Comisión Nacional del
Café en Tuxtla Chico, Chiapas. Ingeniero agrónomo de
la Escuela Nacional de Agricultura –Chapingo- que
termina su carrera en 1952, pero además, cuenta con
especialidad en fitotecnia, que es la rama de la agronomía que se dedica al estudio de las plantas.
Hombre estudioso que asiste en 1959 y 1960 a dos
posgrados sobre café en Turrialba, Costa Rica, y por
1978 al Centro de Investigaciones de las Royas del Café
en Oeiras, Portugal. Experto en la cafeticultura mexicana
que, por su vocación, en tiempos libres se dedica a la
investigación de otros cultivos. Varias veces visitó los
centros de investigación del café en Brasil y Costa Rica.
Después de veinte años en Tapachula se traslada
en 1973 a la Ciudad de México como secretario técnico
del director general del Inmecafé, regresa a Chiapas
como delegado estatal y seis años después, en 1979 es
designado coordinador de Investigación y Experimentación de la Cafeticultura con sede en Jalapa, Veracruz,
y se retira con 26 años de servicios. De 1980 a 1983 es
coordinador en Chiapas de la Roya del Café en la
Secretaría de Agricultura, y hasta 1989, jefe de Sanidad
Vegetal en Tapachula, Chiapas.
Como distinción, en 1956 se crea en Minatitlán,
Ver. el “ejido Ing. Héctor Cano Flores” y en 1982, en
Tampico, Tamps., la sociedad Tampico de México, A.C.
le concede la “Jaiba de Oro”.
Se casa en Tapachula en 1955 con la chiapaneca
Zoila Flor de la Torre González y tiene cinco hijos:
Héctor, Zoila Flor, Olivia, Fernando y Claudia María.
Fallece el 13 de febrero de 1996 a los 66 años de edad.
92
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
Como de 1936 al 2000, el predio donde están
los árboles padres pasó por varias manos,
no es posible identificar quién era el dueño
cuando ocurre la polinización de las semillas.
El predio de la 7ª Avenida Norte No. 4 en
Tapachula, Chiapas, se encuentra registrado en el
Registro Público de la Propiedad y de Comercio, con el
número 187, libro I, sección I de 1948.
Su historia se inicia como finca rústica con 59
hectáreas y 62 centiáreas llamada “Ochlaud y Anexas”,
cuando el propietario era Enrique Tirado, agricultor que
vivía en Tapachula en la 1ª Calle Oriente No. 2, al
adquirirlo el 15 de agosto de 1936 del Dr. Clemente
Carreras, según escritura pública núm. 16.
Pasados seis años, el 22 de marzo de 1942, Enrique Tirado de 48 años de edad vende las 59 hectáreas a
Roberto Padilla Nervo de 43 años, comerciante y radicado en la Ciudad de México, según escritura pública
núm. 11 emitida por el Lic. Antonio Damiano.
Sin saber cómo se hace el traspaso en la Ciudad
de México y aceptando que en 1942 y 1943 se fraccionan
las 59 hectáreas, en 1943 que fallece Julio Rojas, su
esposa María Luisa Santillán viuda de Rojas, por cesión
testamentaria recibe un amplio terreno en Tapachula,
Chiapas, según escritura pública núm. 8819 emitida en
México, D.F. que inscribe el Registro Público de la
Propiedad de Tapachula el 18 de noviembre de 1943.
Sin embargo, María Luisa Santillán viuda de
Rojas de 36 años de edad, abogada, originaria de
Pachuca, Hidalgo, con domicilio en Hamburgo No. 270,
departamento 6, en México, D. F., y de paso por Tapachula, sólo conserva el bien poco más de un año al
93
Abelardo de la Torre González
venderlo el 10 de abril de 1945 a la sociedad mercantil,
Terán y Compañía, S. de R.L. y C.V., representada por
su gerente, Nicanor Terán Ortiz, contador, viviendo en
la 2ª Calle Oriente No. 4 de Tapachula, Chiapas, según
escritura pública núm. 62 del Lic. Roberto Vila G.
Después de dos años, el 6 de agosto de 1947, la
sociedad mercantil Terán y Compañía, S. de R.L. y C.V.
entra en liquidación y su liquidador, Nicanor Terán
Ortiz, de 58 años de edad, comerciante, nacido en
Ixtaltepec, Oaxaca, ubicado en la 2ª Calle Oriente No. 9
de Tapachula, Chiapas, después de fraccionar el terreno
que venía de la 1ª Calle Oriente No. 33 vende el lote de
la 7ª Avenida Norte s/n a Domingo Toledo de 57 años,
agricultor, nacido en Ixtepec, Oaxaca, y en tránsito por
la ciudad, según escritura pública núm. 38 de la
licenciada Laura Martínez Chanona.
Domingo Toledo como comerciante y de paso
por Tapachula lo conserva sólo tres meses y, el 17 de
noviembre de 1947, vende el predio de la 7ª Avenida
Norte s/n a Manuel Rodríguez Pérez, de 42 años de
edad, nacido en Jalapa, Veracruz, con domicilio en la 1ª
Oriente No. 2 de esta ciudad, según escritura pública
núm. 6 del Lic. Víctor M. Pimentel.
Sin trascurrir un año, Manuel Rodríguez Pérez
decide vender el solar a José Ataulfo Morales Gordillo
de 42 años de edad, casado, de oficio joyero, nacido en
Comitán, Chiapas, y con domicilio en la Avenida
Central No. 22 de esta ciudad, donde los vecinos colindantes de la 7ª Avenida Norte s/n eran Agustín Chong,
Manuel J. López como sucesión de Cristina Vda. de
Córdova y Salvador Zebadúa, Filadelfa y Carmelina
Arguello, Noé Farrera y Guadalupe Ramos Rubio. Así,
la compraventa se formaliza el 20 de julio de 1948, ante
la presencia del notario, Lic. Jorge Elorza Flores,
mediante la escritura pública núm. 248.
94
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
Al fallecer J. Ataulfo Morales, el predio es adjudicado a sus herederos: Jorge Ataulfo, Javier Rodolfo y
Rubén Enrique Morales Escobar el 22 de junio de 1982,
quienes después del 24 de mayo del año 2000 venden a
la Fundación Produce Chiapas, A.C. el sitio con 3,128.23
m2 de la 7ª Avenida Norte No. 4, donde el vecino, Carlos
Bracamontes Gris, también vende su inmueble de 504.90
m2 ubicado en la 7ª Avenida Norte No. 6, en Tapachula,
Chiapas, para hacer un total de 3,633.12 m2.
Clasificación científica de la variedad “ataulfo”.
Producción de mango ataulfo como injerto de mango criollo “de coche” y
vareta directa del árbol “padre” ataulfo.
Reino:
Filo:
Clase:
Orden:
Familia:
Plantae
Magnoliopsida
Magnoliophyta
Sapindales
Anacardiácea
95
Abelardo de la Torre González
Género:
Especie:
Nombre Binominal:
Variedad:
Mangifera
M. caesia
Mangifera caesia
Ataulfo
96
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
Capítulo III.
Del algodón.
Por 1965 el mango ataulfo
formaba parte de los cultivos que
sustituirían a la siembra del algodón.
Algodonero.
Aunque el algodón no es producto alimenticio, es
muy importante en la agricultura y para la economía de
unos 70 países en vías de desarrollo, por la cantidad de
mano de obra que utiliza en su cultivo, pero también,
porque varias naciones industrializadas con gran número de habitantes, como Rusia, China y los Estados Unidos lo necesitan para su industria textil, en la fabricación
de telas, así como para producir aceites y pastas.
A inicio de la década de los años 1960´s, al
Inmecafé no sólo le preocupaba la inestabilidad de
97
Abelardo de la Torre González
precios internacionales del café que finalmente perjudicaban al productor del Soconusco, sino también, notaba
que, como una alternativa del cafeto, garantizando
sendas y atractivas ganancias a los productores, estaba
creciendo en el Soconusco el cultivo del algodón, por lo
que en Tapachula, Mazatán y Suchiate estaban ejércitos
de trabajadores destronconando cientos de árboles en
las zonas bajas cercanas al mar, desapareciendo de un
día para otro decenas de hectáreas de selva.
Los técnicos del Inmecafé sabían que para
controlar a los insectos y enfermedades del algodón, se
utilizaba gran cantidad de productos químicos que
contaminarían el medio ambiente y que, a la vez, tarde
o temprano harían incosteable su cultivo, porque, al ser
el Soconusco carente de heladas como las del Norte del
país, que limpia sus plagas automáticamente, en esta
región sucedería lo contrario. Al tener tierras tan fértiles
resultaría difícil exterminar las plagas, porque cada año
algunos insectos se refugiarían en zonas arboladas y
pastizales, que luego les permitiría regresar, un año
después, a las nuevas siembras con inmunidad a los
plaguicidas.
El algodonero recorrió casi todas las tierras de
México. En 1983 se llegaron a tener sembradas unas 250
mil hectáreas, pero para 2010 se redujo a 120 mil has. y
sólo se mantiene en el Norte del país. Aunque su cultivo
se ha hecho en sitios adecuados en temperatura, humedad en el suelo y terrenos hasta 500 metros sobre el nivel
del mar, sólo se ha cultivado en ciertas regiones por unos
años, hasta que las plagas y las enfermedades lo alcanzan, y tiene que migrar a otras zonas, llegando al extremo, como en el Soconusco, que desapareció en 1986 y se
desplazó a Campeche.
El algodón llega a Tapachula por 1950 con los
primeros productores como Alfredo Cerdio Bado, Luis
98
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
Silva y el ingeniero Humberto Barbosa, quienes cultivan
unas 518 hectáreas en el ciclo 1952/53. En sólo 10 años,
para 1963 se tenían en producción 30,848 has. con 48,122
toneladas, y para 1977 se contaban con 35,227 has., pero
además, su siembra se había extendido a Frontera
Comalapa, La Trinitaria, Acala y Ocozocoautla, Chiapas, con otras 7,000 has.
El algodón trajo una revolución en la modernización del campo al usar maquinaria agrícola, control de
plagas y enfermedades con aviones en vuelo rasante,
tecnología avanzada de agricultores del Norte y con
fuertes inversiones de capital para iniciar las primeras
agroindustrias como las despepitadotas de algodón,
dejando atrás los terrenos con ganado, maíz y otros
cultivos de autoconsumo.
La primera planta despepitadora de algodón la
instala Hugo Oriza en Tapachula por 1952, la cual
trabajaba con una paca por hora.
Por 1955, Francisco
J. Marín se entera en
Puebla de la calidad del
cultivo de algodón de
Tapachula y decide conocer sus tierras. Llega en
1956 y con Bernardo Palomeque Cruz, agricultor
tapachulteco, se asocia con
la intención de venderle
una despepitadora de Río
Verde, S.L.P. No se entienden en la sociedad y por
crédito del español Campdera, adquiere de la AlgoDon Francisco J. Marín.
donera Exportadora Mexicana, S.A. esta maquinaria de Río Verde y crea Tapa99
Abelardo de la Torre González
chula Industrial, S.A. en el lugar conocido como “Las
Palomas”, en la carretera Tapachula-San Benito, en los
terrenos donde después se construye el primer centro
comercial de los tiempos modernos como Fábricas de
Francia y Aurrerá.
Después se ubican otras despepitadoras como la
de la familia Fernández y Mariano Reyero con Algodonera Tapachula –Altasa-, Banco de Comercio Exterior,
Banco Ejidal, Anderson & Clayton, Longoria, la Unión
de Crédito que formaban Francisco González Juaristi,
Alfredo Cerdio Bado y David Moisés, que después se
convierte en “El Dorado” de Francisco J. Marín; y casi al
final, Abenamar González construye la suya.
El éxito económico tapachulteco fue grande.
Hubo movimiento de empresas de fertilizantes,
insecticidas, automóviles, tractores, restaurantes y aquí
apareció el capitán Juan Márquez como primer piloto
fumigador y otros más como el capitán Oscar Lima y el
capitán Fernando Villaseñor.
Después de 35 años de auge, a partir del ciclo
1982/83 el cultivo del algodón comienza a decaer al bajar
la siembra a 18,751 has. y en sólo cuatro años, en 1986,
ningún agricultor chiapaneco sembraba, dejando en la
región graves problemas ecológicos por la contaminación en el uso de pesticidas y plaguicidas.
El algodón llegó a cultivarse preferentemente en
Tapachula, tal vez porque era el municipio que tenía la
mayor superficie disponible de tierras con 85,700
hectáreas, y luego le seguía Mazatán con 38,260 has. En
su mejor época de 1977, cuando se tenían sembradas
35,277 hectáreas, a Tapachula le correspondían 20,832
has. de cultivo, Mazatán 8,652 has., Suchiate 2,514 has.,
Frontera Hidalgo 2,253 has., Metapa 225 has. y Tuxtla
Chico 748.
100
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
El Soconusco dejó de cultivar algodón por los
altos costos de producción. En ocasiones, no sólo no
hubo ganancia, sino que ni siquiera se pudo recuperar la
inversión. Tal vez los precios de compra del algodón no
crecieron de modo suficiente para cubrir sus gastos,
porque en el mundo comenzaron a difundirse las telas
sintéticas como el poliester y, los gastos en insecticidas y
plaguicidas crecieron mucho al elevarse los precios por
la crisis petrolera mundial de esos años de 1980´s y
también, porque el cultivo en el Soconusco exigía mayor
número de fumigaciones para control de plagas.
En los años de 1975 a 1977 se tuvieron las
primeras pérdidas por hectárea; aunque para los años de
1978 a 1981 existieron pequeñas ganancias. Años después se comenzaron a tener variaciones entre ganancias
y pérdidas que condujeron a los agricultores a decidir en
no volver a sembrar algodón a partir de 1986 y al mismo
tiempo, porque el Estado mexicano promovía y subsidiaba la siembra de soya como un sustituto en la
agricultura.
Pacas de algodón.
Al paso de los años, el Inmecafé tenía razón. El 23
101
Abelardo de la Torre González
de abril de 2010, pasados 60 años del inicio de la siembra
en 1950, Ricardo Bello Mendoza de El Colegio de la
Frontera Sur, investigador con posgrado de la
Universidad de Manchester, Inglaterra, publica:
“…el uso indiscriminado de plaguicidas como DDT
en la década de las 80's por la fiebre algodonera, provocó que
en el Soconusco, el agroquímico aún se encuentre en el suelo,
aire e incluso en algunas especies de aves y peces…”.
102
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
Capítulo IV.
De la soya.
En 1975, la siembra de soya
sustituye parte del cultivo del algodón.
Cultivo de soya.
La soya es una leguminosa cuyo grano se utiliza
para hacer aceite y harina en la alimentación humana y
del ganado. En la década de los años de 1970’s que
ocurre un descenso en la producción de soya en los
Estados Unidos como primer productor mundial y la
fuerte demanda de la semilla, la soya alcanza un alto
precio en los mercados internacionales que motiva a
varios países a sembrarla y entre ellos, a México y a la
región del Soconusco, como única zona de Chiapas.
Así, en 1975 se inicia su plantación con 225
hectáreas y de ahí en adelante se tiene un ascenso que
diez años después que se retira en el Soconusco la
103
Abelardo de la Torre González
siembra de algodón -1986-, la soya había ocupado parte
de su lugar con una producción en 27,061 hectáreas.
Congruente con lo que pasaba a nivel nacional,
donde la superficie sembrada se redujo de 297,000
hectáreas a sólo 67,000 has. en el año de 2002, en el
Soconusco también se redujo su siembra de manera
sorprendente de 27,000 a unas 9,000 hectáreas.
Esto se debió a dos motivos. Uno, a la entrada en
1994 del Tratado de Libre Comercio con América del
Norte, al abrirse las puertas a la importación a México.
Para 1990 la importación de soya era apenas de 504,042
toneladas, pero con el TLC, para 1995 se registraron
importaciones cuatro veces más altas al llegar a
2,110,433 toneladas y para 2002 ya se importaban
4,362,507 ton., en contra de una insignificante producción mexicana de 86,500 toneladas. La otra razón es que
los precios de importación de Estados Unidos son bajos
porque la soya transgénica en ese país tiene altos rendimientos por hectárea, dejando poca posibilidad de
competir a los agricultores chiapanecos. Para el año de
2011 se estima que Chiapas produjo 18,663 toneladas
con 10,585 hectáreas sembradas, cuando veinte años
antes -1987- se llegaban a tener casi el doble de hectáreas
con 25,553 produciendo 54,431 toneladas.
La soya estuvo concentrada en el Soconusco en los
mismos seis municipios donde se tenía el cultivo del
algodón, pero no en los mismos sitios, ya que se sembró
donde se dificultaba el uso de maquinaria, por lo que
muchos terrenos de algodón comenzaron a ser usados
en frutales como el mango, plátano, o pastos.
Una comparación de la producción de algodón y
soya muestra que, mientras las siembras de algodón
bajan cada año, en el Soconusco se incrementa la soya,
por ser un producto agrícola alternativo.
104
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
Capítulo V.
Del plátano.
Alrededor de 1930 comienza en
Villa Comaltitlán, la primera etapa de
producción platanera del Soconusco.
Por su bajo precio, rico sabor, disponibilidad
todo el año, múltiples combinaciones de cocina y alto
valor nutritivo, el plátano es considerado como uno de
los cultivos más importantes en la agricultura, ocupando el primer lugar entre las frutas tropicales básicas de
la alimentación mexicana.
Por 1890, el inversionista inglés Oliver Herbert
Harrison, el mismo que en 1884 tenía a cargo la
deslindadora de tierras “Chiapas Land & Colonization
Company”, además de las fincas Laguna Carmen, Perú,
Guanajuato, Hidalgo y La Esmeralda, adquiere en Villa
Comaltitlán La Zacualpa del señor Fuente Villa y junto
con capital norteamericano de San Francisco, California, en 1900 funda Zacualpa Rubber Plantation que llegó
a ser una de las plantaciones huleras más grandes del
mundo con 7,700 hectáreas, estando administrada en
alguna época por Charles Lesher.
La plantación estuvo en producción durante más
de 15 años, pero en tiempos de la Revolución Mexicana,
las tropas de Agustín Castillo y Virgilio Culebro, como
parte del movimiento armado chiapaneco “mapachista”
que era simpatizante de Pancho Villa y lideraba Tiburcio
Fernández Ruíz, llegan a tomar la ranchería Los Patos
del norteamericano Alfred B. Lyon y se siembra la
105
Abelardo de la Torre González
violencia por Escuintla, de modo que llegado el año de
1917, los trabajadores de La Zacualpa comienzan a
desertar y es posible que por esa razón, la productora de
caucho venda sus acciones por 1920 y los nuevos
inversionistas la conviertan en bananera con una
mentalidad de comercializadora.
Por su éxito en Centroamérica, la norteamericana United Fruit Company hoy conocida como Chiquita
fundada en 1899, se constituye como la Compañía
Agrícola La Zacualpa, Sociedad Civil por Acciones, tal
vez no sólo para evitar la afectación de latifundios por la
recién creada Reforma Agraria de 1915, sino que, como
comercializadora, daba oportunidad de participar en el
negocio a pequeños productores, quienes les vendían su
fruta para llevarla a los Estados Unidos.
Por esos años de
1920, llega de Teapa, Tabasco, a Villa Comaltitlán, Quintín Ezequiel
Calcáneo Lazo, quien
comerciaba con pieles y
plumas que exportaba a
Europa y Estados Unidos, pero en 1923 adquiere la finca Guadalupe y
toma la iniciativa de traer
de Tabasco las primeras
cepas de plátano roatán –
guineo- y se convierte en
Quintín Calcáneo Lazo,
pionero del cultivo del plátano
uno de los pioneros locapor 1930.
les de su cultivo; por ello,
en su honor, el parque central de Villa Comaltitlán lleva
su nombre. Ahí se instala con su esposa Lucía Beltrán
Bastar con sus hijos: Eduardo, Consuelo, Quintín,
Gabriel, Jesús -Chito-, Rosario y José.
106
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
El gobierno del presidente Manuel Ávila Camacho de 1940-1946, no sólo apoya a la United Fruit, sino a
otras empresas extranjeras que manejaban el plátano
como Winberger Banana Co., Standar Fruit Co.,
Southern Banana Co. y más tarde United Brands, de
modo que el capital extranjero controlaba el negocio a
través de contratos con agricultores, quienes recibían
asistencia técnica y créditos, a cambio de garantizarles la
exclusividad de venderles su fruta, mediante una
comisión.
Las plantaneras
se extieenden a Huixtla,
Escuintla, Mapastepec y
Acapetahua, y el cultivo
aumentó de 710 hectáreas en 1930 a 5,000 en
1940, y se convirtieron en
el pilar de la economía.
Para 1948 el banano
alcanzaba su máximo
desarrollo con una producción anual cercana a
100,000 toneladas.
Plataneras en 1930 en Villa Comaltitlán.
En 1927 habían sembradas unas 66 mil cabezas de
plátano roatán, que en 1930 se convirtieron en 167 mil y
para 1948 se tenían 4 millones 700 mil cepas y de esta
manera, México era el productor de banano más importante del mundo y el exportador más relevante, logrando colocar el 25% del volumen comercializado en el
mercado mundial.
La Reforma Agraria que había iniciado en México
en 1915 y llegado a Chiapas en 1939, posiblemente
provocó cierta incertidumbre en los agricultores y
comercializadores que, junto al no haber tomado en
cuenta a los vientos devastadores, el hongo de las hojas
107
Abelardo de la Torre González
y el de la raíz conocida como enfermedad de “panamá”,
que originaron grandes pérdidas en la zona, el cultivo
del plátano fue de corta duración.
Roberto Parlange Valenzuela.
1966.
Sin embargo, algunos agricultores de la región siguieron con la fruta,
de modo que pasados unos
años se incorporaron Roberto Parlange Valenzuela,
Antonio Díaz Chacón, Juan
Álvarez Portilla y Antonio
Fernández Torres, quienes
se organizaron mejor y el
29 de junio de 1966, 52
productores conformaron
la Asociación Agrícola de
Productores de Plátano del
Soconusco.
Veinte años después, por 1970 se
inicia la moderna etapa de producción
platanera del Soconusco.
En los tiempos actuales, los principales productores de plátano son Uganda, Tanzania, India, Filipinas,
China y Ecuador, quienes satisfacen su mercado nacional; pero es Ecuador el mayor exportador de banano del
mundo y luego le sigue Costa Rica, Filipinas, Colombia
y Guatemala.
México siembra en el 2010 alrededor de 82 mil
hectáreas y aunque no es de los principales países
productores, goza de la ventaja de tener cerca al
importador número uno que son los Estados Unidos.
Produce plátano en diecinueve estados de la República,
pero sólo en tres de ellos se concentra más de la mitad
108
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
de la superficie cosechada -64%-. Chiapas tiene el 31%
del plátano nacional con unas 24 mil hectáreas. En
segundo lugar está Veracruz con el 19% y luego le sigue
Tabasco con el 14%. Después están Colima, Jalisco y
Michoacán, y el resto de estados.
Platanera.
La segunda etapa de auge del plátano en el
Soconusco ocurre entre 1975 y 1985, cuando compartiendo terrenos con la soya y como sustituto de la siembra del algodón, llegan al Soconusco nuevos empresarios, sobre todo de San Rafael y Martínez de la Torre,
Veracruz, invirtiendo grandes capitales y aplicando
técnicas modernas de fertilización, riego y nuevas variedades, y así, muchos agricultores que cultivaban el algodonero, hacen alianzas con los veracruzanos y pasan a
ser productores de plátano, quienes en la región encuentran un clima cálido que favorece al banano, libre de los
nortes de Veracruz y con una fruta de mejor calidad.
Avanzado el tiempo y llegado el momento, con
gran visión comercial los grandes productores instalan
bodegas en la Central de Abastos de la Ciudad de
México y en ciudades fronterizas con los Estados Unidos
como McAllen, San Diego y El Paso para vender con
109
Abelardo de la Torre González
marca propia su producto, propiciando un nuevo
impulso a la región del Soconusco. Todo esto, gracias a
su manera de organizarse y a la alta tecnificación de sus
campos, que dan lugar a que entre 1980 y 1985 se tenga
un acelerado crecimiento.
Por su parte, los medianos productores, vía
comisionistas venden su producto a comerciantes mayoristas, entregando su banano en bodegas o entrando al
mercado de subasta; y los pequeños productores o
ejidatarios, recurren al acopiador local, quién vende al
comisionista y éste al mayorista.
El monto de capital invertido, las cantidades de
dinero necesarias para el empaque, los elevados riesgos
de transporte y el acentuado carácter monopólico de los
nuevos empresarios para mantener el control de todas y
cada una de las etapas de producción y comercialización
del plátano, distingue a los grandes productores del
Soconusco quienes mantienen como proveedores a los
pequeños agricultores locales, centralizando en pocas
manos la venta del banano fuera del país, aunque ahora
mexicanas y antes de extranjeros.
Por los años de 1990 la producción platanera era
de unas 454 mil toneladas con 14,200 hectáreas sembradas y para 1996 se alcanzan cifras poco más del doble de
producción con 1 millón 160 mil toneladas.
Desafortunadamente, la llegada en 1998 al
Soconusco del huracán Mitch –Gilberto-, marca sus estragos y la producción baja a 572 mil toneladas, cuando en
1997 se tenían 680 mil tons. El Gilberto hace perder a los
productores el 20% de sus plátanos, aunque para el año
siguiente de 1999 reponen la producción a 659 mil tons.
y en 2001 tenían 707 mil tons. con 19,702 hectáreas.
110
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
Cinco años después del descalabro
económico de los plataneros, en octubre de
2005 llega el huracán
Stan y provoca de nuevo que el Soconusco
pierda más de 65% de la
superficie sembrada con
plátano.
Se afectan unas
5,844 hectáreas y sólo en
los municipios de Suchiate y Mazatán se
pierden 3,776 has. Esta
situación no sólo genera
una crisis que afecta a la
economía regional, sino
que impulsa a la migración a los Estados Unidos, tanto de la población del Soconusco como de miles de migrantes de Guatemala que
apoyaban las cosechas.
Puente derribado por el huracán Mitch
-Gilberto- . 1998.
La furia del Stan en el río Coatán.
2005
No había pasado ni dos años, cuando en mayo de
2007 la tormenta Bárbara entra a tierra por Puerto
Madero, Chiapas, con vientos máximos de 85 km/h.
Provoca fuertes lluvias con caídas de postes de luz,
anuncios y algunos techos de lámina, y devasta al menos
3,200 hectáreas de platanares en Suchiate, Tapachula,
Mazatán y Acapetahua, y en el Soconusco, Bárbara daña
5,500 hectáreas de cultivos de plátano, mango, papaya y
café.
111
Abelardo de la Torre González
Al ser arrasadas 2,400 hectáreas en Suchiate, la
producción bananera se presenta en crisis, lo cual fue
importante porque es el principal municipio productor
de este cultivo en el país y gran abastecedor de la Ciudad
de México.
Para 2010, el
92% de la producción
platanera mexicana se
destinaba al mercado
nacional y el 8% al
mercado de exportación, por lo que el
potencial de demanda
que tiene este producto
en los Estados Unidos
no ha sido totalmente
La tormenta Bárbara arrazó con plataneras
aprovechado, tal vez
y huertas de mango
por los precios elevados de México, aunque cada día se reduce más la brecha
contra los precios de exportación de Guatemala,
Colombia, Ecuador y Costa Rica.
Para 2012, después del maíz y del café, el plátano
es el producto que tiene la mayor importancia en la
economía de Chiapas y es superior a lo que genera la
caña de azúcar, el mango, el frijol y la palma africana,
aunque sólo se siembren unas 24 mil hectáreas.
112
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
Capítulo VI.
De los pioneros en la siembra
del mango ataulfo.
Entre 1963 a 1970, el cultivo del algodón en el
Soconusco estaba en pleno auge con más de 30,000
hectáreas sembradas y, con el mejoramiento del precio
del plátano y del café, era muy difícil para el Inmecafé
convencer a los agricultores que iniciaran la nueva
cultura del mango, a pesar de las ventajas que ofrecía,
como eran sus cualidades de adaptación y convivencia
en el trópico húmedo con elevado rango de lluvias, alta
humedad y temperaturas, y con la presencia de alta
incidencia de plagas y enfermedades; de manera que los
pioneros del “mango ataulfo del Soconusco, Chiapas”,
tenían razón. No era fácil decidir la siembra de un nuevo
cultivo que desconocían y que estaría en producción
para retornar su inversión después de ocho años,
cuando estuviera produciendo frutos.
La decisión no fue la simple aventura de unos
agricultores, al tomar semillas de cinco árboles que
casualmente encontraron en un solar en Tapachula y
poniendo en riesgo su patrimonio, dispusieron plantar
muchas hectáreas de una fruta que, hasta ese entonces,
era desconocida.
Los nuevos productores analizaron y observaron que el “mango ataulfo” había sido seleccionado entre
muchas variedades, y que después de siete años de
dedicación de los programas agrícolas y apoyo del
gobierno federal, a través del Instituto Mexicano del
113
Abelardo de la Torre González
Café se había injertado, propagado y crecido, para
mejorar la agricultura del Soconusco y beneficio de su
economía.
Por eso, el ingeniero Héctor Cano Flores en sus
apuntes inéditos, claramente escribe y agradece la
confianza a los primeros productores de mango como
Francisco González Juaristi, Luis Gómez Vega, Alfonso
Renovales Hernández y Antonio Fernández Torres que
hayan corrido riesgos por la inversión de su capital,
confiando en la seriedad de las instituciones del
gobierno de la República.
Francisco González Juaristi.
Francisco González Juaristi, el
primero en confiar en el
Inmecafé para la siembra del
mango ataulfo.
Los primeros 175 injertos de “mango ataulfo” se
entregaron el 30 de septiembre de 1965 a Francisco
González Juaristi, para abarcar unas 4 hectáreas de las
114
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
fincas Altamira y Casa de Palma del municipio de Mazatán, Chiapas.
Francisco González Juaristi era queretano hijo de
españoles que, invitado por Leopoldo Negrete de
Anderson & Clayton, había llegado a Tapachula para
sembrar algodón. Obtiene créditos y es presidente de la
Unión de Crédito que forma con otros algodoneros, con
quienes llega a tener su propia despepitadora por la
salida a la carretera a Huixtla y que después venden a
Francisco J. Marín, y se convierte en El Dorado.
Desafortunadamente, Juaristi no alcanza a sembrar los arbolitos, porque yendo a su rancho por
Mazatán, el 22 de enero de 1966 es asesinado junto con
esposa embarazada, Martha Grillasca Murillo de González, lográndose salvar sus cuatro pequeños hijos: Martha
Andrea, Alejandra, Gabriela y Fernán.
Luis Gómez Vega.
Luis Gómez Vega,
pionero en la siembra del
mango ataulfo del
Soconusco, a sus 91 años
de edad en enero de
2011.
115
Abelardo de la Torre González
A solicitud de Sergio Herrera Gómez, los
segundos 400 plantones de “mango ataulfo” que podrían
sembrarse en 6 hectáreas se entregan un año después, el
10 de noviembre de 1966, a su hermano, el C.P. Luis
Gómez Vega, quien las cultiva en la finca Las Caperuzas, fraccionamiento Buenavista del municipio de Tapachula, Chiapas. Las siembra a principio de las lluvias de
junio de 1967 y tiene la precaución de intercalar entre un
injerto de mango y otro, al aguacate hass, pensando que
así estaría más seguro el negocio con el experimento de
dos nuevos cultivos de la zona.
Años después, don Luis se queda sólo con el
mango ataulfo, ya que al estar Tapachula lejos de la
Ciudad de México, en esos tiempos era difícil
transportar aguacate para que llegara en buen estado.
Transcurrido casi un año, Luis Gómez incrementa su
huerto de Las Caperuzas y recibe 600 plantones el 31 de
octubre de 1967 y 500 injertos el 11 de enero de 1968;
mismo que trasplanta en la época de lluvia de junio de
1968 y así llega a tener unas 23 hectáreas sembradas.
Por el mes de enero de 2011 y a los 91 años de
edad, haciendo un esfuerzo a su memoria, amablemente me recibe don Luis en entrevista y con ciertas
dificultades, me explica que era un veracruzano que
había llegado a Tapachula como contador del organismo
del gobierno federal que controlaba la compra de granos
de maíz y frijol, conocido como Ceimsa y que después
se llamó Conasupo. Renuncia y, entre otras cosas, se
dedica a la agricultura. De sus 91 años de edad que en
2011 tenía, más de 50 años los ha vivido en Tapachula.
Está casado con María de la Luz Fernández de Gómez,
con quien tuvo cinco hijos: Luis, Ricardo, Guadalupe,
Andrés y Gabriela. Falleció a los 93 años el 4 de septiembre de 2013.
116
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
Alfonso Renovales Hernández.
El tercer agricultor que siembra el mango es
Alfonso Renovales Hernández. Conoce Tapachula por
1950 cuando tenía 17 años de edad, porque su familia se
asocia con el señor Mata, en un negocio de materiales de
construcción conocido como Distribuidora Panamericana, S.A. Alfonso formaba parte de una familia de
ocho hermanos nacidos en San Luis Potosí, S.L.P. pero,
por ser hijo de españoles, fue criado en España. Al
comprar la familia las acciones de Distribuidora Panamericana, S.A. viene a Tapachula su hermano Wenceslao, pero al fallecer en 1957, Alfonso se hace cargo del
negocio. Al paso del tiempo y al vender la empresa,
vuelve a la Ciudad de México y en 1962 regresa casado
con tres hijos y comienza a rentar tierras para sembrar
algodón, aunque él se consideraba empresario y no
agricultor. Alfonso Renovales era casado con Esther
Espejel de Renovales con quien tuvo tres hijos: Dulce,
Esther y Alfonso. Fallece el 10 de abril de 1995.
Alfonso Renovales Hernández,
pionero en la siembra del
mango ataulfo del Soconusco.
1994.
117
Abelardo de la Torre González
El 17 de abril de 1967 el Inmecafé le entrega a
Alfonso Renovales unas 1,300 plantas de mango con las
que podría sembrar unas 20 hectáreas. Lo hace en el
rancho El Carmen, municipio de Tapachula; pero también, dos años después, el 5 de julio de 1969 incrementa
su huerto con 300 injertos, teniendo en total unas 25
hectáreas.
Gracias a su esposa, Tercy Renovales, tuve acceso
a una detallada bitácora personal de Alfonso sobre el
rancho El Carmen, con el título de “Los frutales: mangos y
tamarindo” de mayo de 1967, ya que al mismo tiempo
siembra unas 20 hectáreas de tamarindo que trae de
Michoacán.
Su agenda la
inicia así:
En mayo de
1967: “…recibí el rancho
con las tierras preparadas y para esas fechas
yo tenía compradas en
Rosario, las plantas de
mango de 8 meses de
vida. Me las entregaron
injertadas de manila, en
bolsas de plástico. Estos
plantones fue necesario
regarlos durante dos
meses, para mantener su
desarrollo…”
Con esto, a
principio de junio marca los lugares donde
quedarían los arbolitos, midiendo las distancias de uno a otro
Carátula de la bitácora del rancho El Carmen
de Alfonso Renovales. 1967.
118
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
con un alambre. Prepara los hoyos, se dejan quince días
para oxigenar la tierra y, al comienzo de aguas, en julio
de 1967, da principio a la siembra, colocando sólo la
cantidad de plantas que podían sembrarse en 30 minutos y regando los hoyos con insecticidas y fungicidas.
Alfonso era algodonero y mezclaría sus tierras
con algodón y mango ataulfo. Entre una fila de mangos
y otra, deja una distancia de dieciséis metros, pero de
árbol a árbol sólo quedan diez metros.
Durante 1968 y 1969 se hacen limpias, riegos,
fertilizaciones, combate a las ratas, a otras plagas, pero a
pesar de eso, se pierden unos 300 árboles.
El 17 de marzo de 1970, casi tres años después de
haber recibido las primeras plantas, Alfonso nos dice en
su bitácora:
“…hoy vi el primer arbolito que tenía 10 mangos y
fue el #12-82”.
Para el 30 de mayo nos dice: “…hoy recogí el
primer mango de la plantación, únicamente uno, es de muy
buena forma, pero un poco chico, creo que será por lo
prematuro. No está picado y lo recogí en un tiempo malo para
el mercado, pues la producción quisiera fuera en el mes de
marzo…”
El mismo 17 de marzo de 1970 hace una reflexión
sobre la conveniencia de dejar de sembrar algodón en el
rancho El Carmen y nos dice:
“…pienso dejar de sembrar algodón en El Carmen, la
altura de los arbolitos no permiten que el avión penetre para
fumigar bien y si me arriesgo otro año puedo fracasar en el
control de plagas, quizá siembre ajonjolí…”
Después dice por el 30 de mayo de 1970:
“…posiblemente me decida a sembrar algodón en el ciclo
1970-1971…” y así lo hizo.
119
Abelardo de la Torre González
Antonio Fernández Torres.
La cuarta persona que se inicia en el cultivo del
mango ataulfo fue Antonio Fernández Torres. Nos dice
su hermano Javier que la familia viene de la Comarca
Lagunera en Torreón, Coahuila, cuando su padre, el
español José Fernández Madrazo decide buscar nuevos
caminos para sus trece hijos, porque el cultivo del
algodón en La Laguna se hacía incosteable por falta de
agua y la necesidad de profundizar en pozos. Atraído
por Chiapas llega a Acala y conoce sus sembradíos.
Regresa a México y en reunión con Felipe Vega Zermeño, como gerente de Bancomer en Tapachula, lo invita al
Soconusco. Así, en febrero de 1958 llegan el tío Ángel
Fernández Madrazo y Ángel Fernández Torres. Para
abril de 1959 se queda Ángel y llega su cuñado Mariano
Reyero, quienes se inician sembrando algodón en la
finca La Nueva. Un año después, por abril de 1959, a los
17 años de edad, viene Antonio Fernández Torres para
trabajar las tierras de “El Hato”.
Pasados seis meses, por septiembre de 1959 llega
a Tapachula su hermano Javier Fernández, quien ayuda
en la construcción del despepite de Algodonera
Tapachula, S.A. –Altasa- que estaría en el Km. 12 a
Puerto Madero, cerca del Puente Los Toros. Se echa
andar y un año después, en 1960 se dedica a sembrar
algodón en la finca El Vergel; pero es un fracaso.
Don José Fernández tenía grandes deseos de
tener árboles frutales en El Hato, así que, al parecer, para
darle gusto a su padre, Antonio Fernández lleva el
mango ataulfo a unas 8 hectáreas y el 19 de abril de 1967
recibe del Inmecafé 600 plantones, que son sembrados
en una fracción de la finca “El Hato” llamada San
Francisco Palo Blanco, también ubicada en el municipio
de Tapachula, Chiapas.
120
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
Antonio Fernández Torres.
Algodonero, platanero y
pionero del mango
ataulfo. 2007.
En 1966 es socio fundador de la Asociación
Agrícola de Productores de Plátano del Soconusco y por
1973, forma parte de los fundadores de la Asociación
Agrícola Local de Fruticultores del Soconusco, donde se
encontraban Luis Gómez Vega, Alfonso Revovales, Juan
Alvarez Portillo, Esperanza Mutillo Cisneros, Ramón y
Oscar Cerdio Bado, Julio Ramírez, Arsenio Sansores,
José Carmen Domínguez, Gregorio Ramos y Ana María
viuda de Vidal.
Por 1978, aprovechando que Antonio Fernández
tenía una bodega en La Merced en la Ciudad de México,
junto con Luis Gómez y Alfonso Renovales, completan
el primer camión de 8 toneladas con mango ataulfo; sin
embargo, para que lo conocieran, casi todo fue regalado
entre distribuidores. Al año siguiente, en 1979 comienzan a colocarlo y para 1982, alcanza un precio excelente.
Por esos años, Baldomero Bautista de la Central de
121
Abelardo de la Torre González
Abastos de La Merced, era uno de los primeros
compradores por adelantado que adquirían las cosechas
de mango ataulfo.
Antonio Fernández está casado con Silvia Ruíz
de Fernández con quien tiene tres hijos: Antonio, Luis
Enrique y Karina.
Otros comentarios en los apuntes personales
de Héctor Cano Flores.
Sin contar con fechas precisas, el ingeniero Cano
dice en sus apuntes: “…entre los primeros plantones que
entregué estaban Oscar del Pino del rancho El Tesoro en
Tapachula y Carlos Córdova López en el rancho Tulamina,
también de Tapachula, Chiapas”.
Así también cita que en 1968, el Inmecafé amplía
sus viveros de “mango ataulfo” enviando “…el trasplante
de 450 injertos para el señor Manuel Villa Atayde de la finca
Nututun del municipio de Palenque, Chiapas,…” y hace
mención que establece viveros en el centro experimental de Santa Anita de Teapa, Tabasco, y en el centro
experimental de El Blanquillo, en Cintalapa, Chiapas.
Nos dice Héctor: “El Inmecafé envía el 13 de marzo
de 1969, 678 plantones al señor Manuel Kishi de la Granja La
Paz en el municipio de Tlaquepaque, Jalisco. Tal vez esto dio
pauta a la propagación de la nueva variedad de “mango
ataulfo” en Michoacán, Nayarit, Colima, Jalisco y
Sinaloa.
Para 1969, el Inmecafé disponía de la máxima
cantidad de plantas injertadas de mango ataulfo, con las
siete mejores variedades:
3,001 de variedad Kent
3,430 de variedad Hadden
122
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
1,758 de variedad Keitt
365 de variedad Irwin
221 de variedad Zill
259 de variedad Tommy-Atkins
7,468 de variedad IMC-M2 “ataulfo”.
Para 1970, el programa de Diversificación
de Cultivos de la Organización Internacional
del Café, había logrado sus metas.
Mango alphonse.
Región de
Maharashtra, India.
Mango ataulfo.
Región del
Soconusco,
Chiapas, México.
123
Abelardo de la Torre González
En apego a lo autorizado en 1963 y pasados siete
años, en 1970 el Instituto Mexicano del Café había cumplido con el programa de Diversificación de Cultivos
aprobado por la Organización Internacional del Café,
por lo que entrega a la Comisión Nacional de Fruticultura de la Secretaría de Agricultura federal -Conafrut-,
los viveros, las huertas madres y fenológicas, así como
los experimentos e investigaciones en materia de
frutales que había realizado como observación.
En sus apuntes dice el ingeniero Cano:
“…en su inicio, Conafrut confunde esta nueva
variedad regional “ataulfo” con la variedad “alphonse”, que es
una selección que los franceses realizaron en sus colonias
africanas, dado que tienen cierto parecido en sus frutos, sin
embargo, otras características del mismo árbol las hace
diferentes”.
Y continúa diciendo:
“… estudios taxonómicos, citológicos y cromosómicos más profundos marcarían la diferencia entre las dos
variedades y se demostraría que esta nueva variedad “ataulfo”
pertenece a la gran gama de germoplasma que llegó a producir
la fértil región del Soconusco, en base a sus variedades
monoembriónicas que, por naturaleza, son de polinización
cruzada”.
124
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
Capítulo VII.
El gobierno de Chiapas dona el predio
de los árboles padre a la
Fundación Produce Chiapas, A.C.
En el año 2000 se hace la
donación a los productores.
Es innegable la importancia que tiene el mango
ataulfo en la agricultura nacional, primero, por ser la
única variedad de mango mexicano registrada y segúndo, porque el crecimiento de su cultivo ha mejorado la
economía de muchos agricultores, al pasar de cinco
árboles que se tenían en 1963, a unas 30,000 hectáreas
sembradas en el 2012 con unos 3 millones de árboles.
Sabemos que la ingeniería genética es la tecnología del control y transferencia del ADN de un
organismo a otro, que posibilita la creación de nuevas
especies, la corrección de defectos genéticos y la
fabricación de numerosos compuestos. Su avance en la
agricultura ha sido desde la Antigüedad y en tiempos
más modernos desde 1865, momento en que se ha permitido no sólo al acceso a las plantas, sino a la manipulación de genes a través de injertos y recientemente, sin
validar su aprobación, con el uso de experimentos en
plantas y vegetales transgénicos.
Ahora puede verse como el hombre ha ido
desentrañando poco a poco los misterios de la botánica
y comienza adquirir un poder que antes sólo era
concedido a la naturaleza.
125
Abelardo de la Torre González
Como sucede con los seres humanos, en las
plantas cultivadas como clones o variedades, después de
varios años de propagación vegetativa se observa un
decaimiento en la producción de sus frutos, debido a los
procesos de envejecimiento o senescencia. Al suceder
esto, desafortunadamente los seres humanos no podemos recurrir a nuestros padres para generar una nueva
vida igual a nosotros mismos, pero en las plantas, en
buena parte es posible hacerlo, si se tienen al alcance y
disponibles los árboles padres que dieron la primera
vida a cierta variedad, como sucede con el “mango ataulfo
del Soconusco, Chiapas”.
Pensando en este avance genético del futuro y
basándose en que las investigaciones agrícolas deben ser
permanentes en el mundo moderno y entre los agricultores del Soconusco, Librado de la Torre González, como
secretario de Agricultura y Ganadería del gobierno de
Chiapas y Martha Noemí Zapata Pérez, como presidenta ejecutiva de la Fundación Produce Chiapas, A.C.,
consideraron indispensable cuidar y “tener a la mano” de
los tapachultecos, los genes de los únicos cinco árboles
originales “padre” del mango ataulfo que existen en el
mundo.
Así, transcurridos casi 50 años de la siembra de
las primeras plantaciones y ante la importancia del
ataulfo en la economía de la zona, en el año 2000, el
secretario de la Torre y la doctora Zapata, convencen al
gobernador Roberto Albores Guillén para que el gobierno del Estado compre a los herederos de José Ataulfo
Morales Gordillo: Jorge Ataulfo, Javier Rodolfo y Rubén
Enrique Morales Escobar, el predio de 3,128.23 metros
cuadrados donde se encontraban los árboles “padre”
ubicado en la 7ª Avenida Norte No. 4, así como la casa
adjunta de 504.90 m2., propiedad de Carlos Bracamontes Gris, de la 7ª Avenida Norte No. 6, en Tapachula,
126
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
Chiapas, y que, para su conservación, se los done a la
Fundación Produce Chiapas, A.C., como representante
de los productores del “mango ataulfo del Soconusco,
Chiapas”.
Librado de la Torre
González,
secretario de Agricultura
y Ganadería.
2000.
Con la donación, el solar se ponía a disposición
de particulares, primero, para que cuidaran los cinco
árboles por toda la eternidad; luego, para que instalaran
sendos laboratorios de investigación agrícola sobre el
cultivo del “mango ataulfo” y se pueda conservar la calidad de su producción, a partir del momento en que
comenzara a ocurrir el envejecimiento en los huertos y;
finalmente, para que parte de las instalaciones se ocuparan como museo con la historia de la agricultura del
Soconusco, donde se incluyera el cacao, el café, el
algodón, el plátano, el mango, la palma africana, el rambután, el mangostán.
Se pensó, además, que estando en manos privadas, las decisiones serían más estables y permanentes, ante cualquier presión política de los gobiernos en
turno.
127
Abelardo de la Torre González
El acuerdo de coordinación firmado en Tuxtla
Gutiérrez, Chiapas, el 24 de mayo de 2000, es claro y
preciso en sus párrafos y algunos dicen lo que sigue:
c) Destinar el predio para la realización del proyecto denominado “mango ataulfo”, consistente en la construcción
del parque conmemorativo de este producto chiapaneco,
conservando y atendiendo adecuadamente los árboles
padres que se encuentran en este lugar;
d) El predio que se adquiera con sus correspondientes árboles de mango ataulfo, deberá conservarlo como patrimonio
histórico, que le de base a la tramitación del certificado de
origen, que propicien mejores oportunidades de
comercialización a nivel internacional.
Fundación Produce Chiapas, A.C. en Tapachula, Chiapas,
sede de los árboles “padre” del
mango ataulfo del Soconusco. 2012.
128
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
Capítulo VIII.
Del certificado de origen.
El 27 de agosto de 2003, el Instituto Mexicano
de la Propiedad Industrial autoriza el certificado
de origen del mango ataulfo del Soconusco.
Iniciados los trámites en el año 2000 y, al
cumplirse las condiciones y requisitos de solicitud
realizada por los productores de mango del Soconusco
a través del gobierno del Estado de Chiapas, el Instituto
Mexicano de la Propiedad Industrial emite la Declaratoria General de Protección de la Denominación de
Origen, que se hizo público en el “Diario Oficial de la
Federación” el 27 de agosto de 2003.
Así, el Estado mexicano adquiere para sí, la
propiedad de denominación de origen del “mango
ataulfo del Soconusco, Chiapas”, de modo que este nombre sólo puede ser utilizado bajo la autorización escrita
del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial,
siempre que la fruta sea producida en trece de los
municipios que conforman parte del Soconusco y son:
Suchiate, Frontera Hidalgo, Metapa, Tuxtla Chico, Tapachula, Mazatán, Huehuetán, Tuzantán, Huixtla, Villa
Comaltitlán, Escuintla, Acacoyagua y Acapetahua.
Se entiende por “Denominación de Origen”, al
territorio de un país, de una región o de una localidad,
que delimita que un producto es originario del mismo
lugar y cuya calidad o características se deben exclusiva
o esencialmente al medio geográfico ahí ubicado, tanto
129
Abelardo de la Torre González
por la naturaleza misma del ambiente como por los
factores humanos que intervienen.
Sin embargo, para darle reconocimiento y
validez en el mundo al certificado de “Denominación de
Origen” que emite cierta nación, el 31 de octubre de 1958
se reunieron representantes de varios países en Lisboa,
Portugal, y suscribieron un documento que llamaron:
“Arreglo de Lisboa relativo a la Protección de las Denominaciones de Origen y su Registro Internacional”, el cual
entró en vigor el 25 de septiembre de 1966 y está
administrado por la Oficina Internacional de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual.
El “Arreglo de Lisboa” está suscrito por países
como: Costa Rica, Nicaragua, Perú, Cuba, Haití, Congo,
Francia, Italia, Hungría, Israel, Portugal, México,
etcétera, quienes se comprometen a proteger en sus
territorios, las denominaciones de origen de los productos de otros países, reconocidas y protegidas como la
nación de origen y registradas en la Oficina Internacional de la Organización Mundial de la Propiedad
Intelectual.
El 30 de abril de 2004, la Organización
Mundial de la Propiedad Intelectual,
otorga el Registro No. 850 al
“mango ataulfo del Soconusco, Chiapas”.
Siguiendo las normas y procedimientos para el
registro ante la Organisation Mondale de la Propiété
Intellectuelle -OMPI- con sede en Ginebra, Suiza, el 30
de abril de 2004, el Instituto Mexicano de la Propiedad
Industrial adquiere el Registro No. 850 donde, para el
mundo, el Estado mexicano es el titular de la denominación de origen, pero podrá autorizar su uso a toda
persona física o moral que directamente se dedique a la
130
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
extracción, producción o elaboración del “mango ataulfo
del Soconusco, Chiapas” que cumpla con la norma oficial
que el país emita.
El 29 de octubre de 2012, se publica
la Norma Oficial Mexicana
NOM-188-SCFI-2012 del
“mango ataulfo del Soconusco, Chiapas”.
Pasados 6 años
y alrededor del 12 de
septiembre de 2010, la
Fundación
Produce
Chiapas, A.C. que presidía Marco Antonio
Machorro Rojas, contrata los servicios profesionales de José A.
Dardón
Hernández,
para que se encargara
de elaborar los documentos para crear el
Consejo Regulador de
la Calidad del Mango
Ataulfo del Soconusco,
Chiapas, y a la vez,
junto con los productores, coordinara el
anteproyecto de Norma Oficial Mexicana
que se presentaría a la
Secretaría de Economía federal.
Registro No. 850
del 30 de abril de 2004 de la
Organización Mundial de la Propiedad
Intelectual.
Los estudios llevan dos años de trabajo, donde se
escucharon opiniones de unas 17 instituciones, desde las
asociaciones locales de fruticultores del Soconusco y
131
Abelardo de la Torre González
productores de mango de Villa Comaltitlán, El Colegio
de la Frontera Sur, la Universidad Autónoma de Chiapas, la Secretaría del Campo del gobierno de Chiapas,
hasta el ministerio de Agricultura, Pecuaria y Abastecimiento de Brasil, Naturafrut-Bautista, S. P.R. de R.L. y
Rodeva, S.P.R. de R.L.
Entregado el proyecto a la Dirección de Normas
de la Secretaría de Economía, el 24 de mayo de 2012, el
Comité Consultivo Nacional de Normalización de Seguridad al Usuario, Información Comercial y Prácticas de
Comercio, aprueba la publicación del proyecto de
Norma Oficial Mexicana “mango ataulfo del Soconusco,
Chiapas”-Especificaciones y Métodos de Prueba-, con el
objeto de que los interesados presenten comentarios, y
así, el 28 de septiembre se reúnen nuevamente y aprueban por unanimidad la Norma Oficial Mexicana NOM188-SCFI-2012 que fue publicada en el Diario Oficial de
la Federación el 29 de octubre de 2012.
El 4 de diciembre de 2012 se crea en
Tapachula, Chiapas, el Consejo Regulador
de la Calidad del Mango Ataulfo del Soconusco
Chiapas, A.C.
Avanzando más en el proceso, con el propósito
fundamental de vigilar, verificar y certificar el cumplimiento de la Norma Oficial Mexicana emitida por el
gobierno federal que fija las especificaciones e indica los
métodos de prueba que debe cumplir el “mango ataulfo
del Soconusco, Chiapas”, así como con el deseo de los
productores de llevar a cabo permanentemente investigaciones sobre las características, el desarrollo y la
implantación de mejoras tecnológicas sobre materias
primas, procesos y productos relacionados con el mango
ataulfo, y fomentar las investigaciones técnicas, cientoficas y culturales del mismo, ya sea con sus propios
132
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
recursos o con la colaboración de instituciones públicas
y privadas, el 4 de diciembre de 2012 se reúnen varios
agricultores y crean una Asociación Civil que se encargue de estas funciones y de otras más, a la que llaman
Consejo Regulador de la Calidad del Mango Ataulfo del
Soconusco, A.C.
Así, esta Asociación Civil queda registrada con la escritura
pública número 16,285,
volumen número 309,
de la Notaría Pública
No. 45 del estado de
Chiapas, en donde los
asistentes fueron: Alfredo Cerdio Sánchez,
Eusebio Ortega Contreras, Norberto Galván
González,
Roberto
Fourzali Moisés, Didier
Enríquez Sandoval, Angélica López Citalán,
Rubén Benjamín Díaz
Díaz, Victórico Victorio
Villalobos, José Manuel
Acta constitutiva del
Angel Guzmán, José
Consejo Regulador de la Calidad del
Victorino García GutiéMango Ataulfo del Soconusco, A.C. 2012.
rrez, Pedro Leal Reyna,
Fernando Rodas Alonso, Gerardo Enrique Cabal
Arribillada, Alfonso Espino Ramírez, Armando Roberto
Rosales Niño, José Balderas Rosario, Amberto Bautista
Blanca y Mauricio Gerardo Cerda Ocaranza. Asimismo,
es designado como primer presidente de la asociación,
Alfredo Cerdio Sánchez.
133
Abelardo de la Torre González
El Soconusco es la única región con suelos
apropiados para contar con excelente
calidad del mango ataulfo.
La selección de suelos y la clasificación de calidad
de fruta del “mango ataulfo del Soconusco, Chiapas”, la
califica el Instituto Mexicano de Propiedad Industrial
después de sendas investigaciones, de modo que la
única región que reúne las condiciones agroecológicas
ideales para contar con alta productividad de los suelos
y excelente calidad para producir este mango se localiza
en la costa en el Océano Pacífico, al Sur del estado de
Chiapas, donde se tienen cuatro tipos de suelos que,
aunque puedan contar con cultivos de mango, es
recomendada su siembra sólo en tres de ellos que son los
suelos fluvisoles eútricos, luvisoles crómicos y andosol
mólico, pero no así en aquellos suelos que sean determinados como gleysoles eútricos, porque no sólo su topografía es plana y con drenaje lento, sino que, por estar
cercanos al mar, son terrenos pantanosos.
El capitán José
Luis Vázquez
Palacios en su
huerto de mango
en Mazatán,
Chiapas, con
Abelardo de la
Torre. 2012.
Los suelos conocidos como fluvisoles eútricos se
encuentran con un relieve plano en la llanura costera del
134
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
Soconusco y representan el 37% de la superficie de la
región. Sus tierras son de textura media con materiales
disgregados, profundos y ricos en arcillas. Tienen buena
fertilidad, buen drenaje y, PH ligeramente ácido.
Los suelos luvisoles crómicos están en un 10% del
territorio del Soconusco y son de textura media con
subsuelo rico en arcilla, fértiles y ácidos, con alta capacidad para retener nutrimentos, que permiten altos rendimientos en frutales. Estas se encuentran entre los 28 a
250 metros sobre el nivel del mar.
Huerto de mango ataulfo en Mazatán. 2012.
Los suelos de tipo andosol mólico están sólo en
un 5% del Soconusco y se localizan cerca del volcán del
Tacaná, en los municipios de Tuxtla Chico, Cacahoatán
y Unión Juárez, así como en parte de Metapa y Tapachula. Son de textura media, esponjosa o muy suelta, formados a partir de cenizas volcánicas, donde presentan
una capa superficial color negro o muy oscuro, rica en
materia orgánica y nutrimentos. Se encuentran desde los
10 metros sobre el nivel del mar en Metapa, hasta las
135
Abelardo de la Torre González
faldas del volcán de Tacaná en Unión Juárez, a 2,000
metros sobre nivel mar.
En el caso de los suelos gleysoles eútricos y
aunque se tienen huertos en producción, su siembra no
es recomendable. Desafortunadamente comprenden el
20% de la región del Soconusco y se tratan de tierras
donde su topografía es plana, con drenaje lento y por
estar cercanos al mar, son terrenos pantanosos.
136
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
Capítulo IX.
Panorama del mango.
Breve panorama del mango.
El mango es el
miembro más importante de la familia del
marañón y del pistachero, y es uno de los tres o
cuatro frutos tropicales
más finos y exquisitos en
el mundo.
La palabra mango viene de la lengua
indú tamil “mangay” que
por influencia del portugués, se convirtió en
“manga”. Se conoce desde los años 2000 antes de
Cristo y puede ser originario del Noroeste de la
India o, del Norte de
Burma en las laderas del
Himalaya o, posiblemente de Ceilán -hoy Sri
Lanka-.
Mango silvestre.
Los mangos silvestres eran frutos del tamaño de
una ciruela, extremadamente fibrosos y con fuerte sabor
a trementina, que los hacía desagradables al gusto; pero,
137
Abelardo de la Torre González
primero, por la polinización de las flores en la naturaleza
y luego con la participación de los injertos, se fueron
haciendo selecciones de especies y obteniendo nuevas
variedades tan gustosas que, las actuales, nada tienen
que ver con el fruto original del mango.
En la India se considera que el árbol de mango
tiene propiedades sagradas y mágicas, pues con su
madera se preparan pilas para quemar a los muertos o
los enamorados expresan sus deseos debajo de un árbol
de mango. En días especiales, las personas se lavan los
dientes con ramitas de hojas de mango. Como símbolo
de fertilidad y amor, los casamientos se realizan en
presencia de hojas de mango. En las zonas rurales se
anuncia el nacimiento de un hijo colocando ramitas de
hojas de mango en la puerta principal. Hasta la leyenda
dice que Buda encontró la inspiración y paz sentado
debajo de los árboles de un huerto de mango.
La primera referencia europea y occidental que
se hace del mango es la de un fraile llamado Jordano en
el año de 1328; pero es a fines del siglo XIV y principios
del XV cuando los españoles llevan la fruta de la India a
la isla de Luzón en Filipinas, quienes después introducen el cultivo a sus colonias de América, donde el mango
manila, conocido como “carabao” en Filipinas, llega a
Acapulco y Manzanillo en México con el comercio de la
Nao de China.
Al paso de los años y desde el pasado siglo XX,
México se ha convertido en uno de los primeros países
cultivadores de mango y, después de la India y China,
compite con Tailandia por el tercero o cuarto lugar en
producción mundial.
Sin embargo, México ocupa el primer lugar como
exportador de mango a los Estados Unidos, porque
aprovecha la costumbre de comerlo fresco que tienen los
138
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
inmigrantes asiáticos e hispanos en ese país. A México
se le consume el 63% de esta fruta, luego le sigue Brasil
con el 10% y Perú con otro 10%, donde Ecuador, Haití,
Guatemala, Nicaragua y resto de países suman el 17%.
Para la comercialización y exportación, además
de su sabor y presentación, el gran atractivo del ataulfo
es que es la variedad que tiene mayor tiempo de vida
útil en anaquel sin descomponerse, que lo hace superior
a otros. Del 100% de mango que manda México a
Estados Unidos con 223,239 toneladas, el 35% es de
tommy-atkins, y muy cercano con el 34% y 75,158
toneladas está el ataulfo, y el resto -31%- es de otras
variedades.
Aunque Chiapas también envía unas 6,751
toneladas de mango a Canadá y 54 toneladas a Europa,
el país más importante son los Estados Unidos. En 2012
mandó unas 26,084 toneladas, que fue el 35% del total
de ataulfo enviado por México. Nayarit, que está en
segundo lugar de producción, enviando 16,530 tons. y
representa el 22%. Le sigue Oaxaca con el 18%, Michoacán con el 16%, y juntos Sinaloa, Guerrero, Jalisco y
Campeche embarcaron el 9% del total.
Los principales productores de mango de
exportación en todas las variedades son Michoacán,
Sinaloa, Nayarit y Oaxaca que suman el 82% de lo
enviado a Estados Unidos. Chiapas contribuye con el
12% que son 26,381 tons., que representa más del doble
de lo que envía Jalisco y mucho más que Campeche y
Guerrero.
Chiapas produce unas 193 mil toneladas de fruto
de cuatro variedades: ataulfo, manililla, tommy, haden
y criollo, y ocupa el 3er. lugar nacional. Casi todo es
ataulfo, ya que su producción representa el 92% del total
con unas 178 mil toneladas y, el Soconusco y otros
139
Abelardo de la Torre González
municipios de Chiapas exportan a Estados Unidos
alrededor de 26,084 toneladas en 2012, y 298 tons. de
tommy-atkins y haden, y el resto con 131 mil tons. se va
al mercado nacional.
El Instituto Mexicano de Propiedad Industrial
sólo puede emitir el “certificado de origen” a la variedad
de “mango ataulfo del Soconusco, Chiapas”, si el fruto es
producido en alguno de los huertos ubicados en la costa
del Océano Pacífico, al Sur del estado de Chiapas, en la
parte del Soconusco que lo conforman 13 municipios:
Suchiate, Frontera Hidalgo, Metapa, Tuxtla Chico, Tapachula, Mazatán, Huehuetán, Tuzantán, Huixtla, Villa
Comaltitlán, Escuintla, Acacoyagua y Acapetahua, porque reúnen las condiciones agroecológicas ideales para
contar con alta productividad en suelos y excelente
calidad para producir la variedad del “mango ataulfo del
Soconusco, Chiapas.
En esta región manguera, en 2012 se tenían 2,365
huertos en 15,243 hectáreas; aunque en otros lugares de
Chiapas cuentan con la variedad ataulfo y también
exportan, como es Villaflores, Chiapa de Corzo, Acala,
Altamirano, La Concordia, Mapastepec, Pijijiapan,
Tonalá y Villa Corzo, donde se tienen 1,930 hectáreas en
454 huertos.
De los huertos de “mango ataulfo del Soconusco,
Chiapas” 41 están en Frontera Hidalgo en 433 hectáreas,
415 en Huehuetán en 1,971 has., Mazatán cuenta con 753
predios en 3,684 has., Metapa registra a 6 socios con 31
has., Suchiate tiene 106 afiliados en 1,236 hectáreas,
Tapachula reúne a 674 productores con 6,031 has., Tuxla Chico tiene 22 lugares con 130 has., Tuzantán inscribe
a 25 huertos con 49 has., Acacoyahua tiene a 37 agricultores con 298 hectáreas, Acapetahua inscribe a 62 productores en 404 has., Escuintla registra 51 sitios con 181
has., Huixtla tiene 49 huertos con 131 has., y Villa
140
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
Comaltitlán cuenta 124 predios con 112 has.
Al paso de los años, la decisión del Inmecafé de
contar con un cultivo alternativo como el mango y para
el Soconusco, no sólo ha sido un éxito regional, sino que
ha traspasado las fronteras de los estados de la
República y comienza a crecer en el ámbito internacional, de modo que hoy se cuentan con unas 40 mil
hectáreas sembradas en México y otros países, con unos
4 millones de árboles, cuando hace 50 años sólo habían
5 árboles.
La variedad tapachulteca y único mango mexicano registrado, además de Chiapas y difundido en
Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Nayarit, Colima, Jalisco,
Campeche y Sinaloa, se sabe que en Piura, al Norte de
Perú, también existen siembras. En Guazacapan, Santa
Rosa, en Guatemala, ha salido al mercado la producción
de unas 10 hectáreas de fruto, y en el cantón de Pedro
Carbo en la provincia de Guayas, Ecuador, Jéssica
Jiménez, productora de mango ataulfo y tommy atkins,
nos dice que:
“…en las dos primeras semanas de cosecha de 2012 se
comercializó en mayor proporción la fruta ataulfo porque su
florecimiento fue más rápido en relación a tommy atkins, que
es la de mayor demanda”.
El éxito es notorio y a pesar de ello, los
observadores neófitos del cultivo, como el autor, no
entendemos que pasa. Salvo que se traten de tierras no
adecuadas para la siembra del mango con suelos
gleysoles eútricos y puede justificar su demolición, si no
encuentran otra alternativa de negocio como una
agroindustria, salta a la vista una preocupación contradictoria.
“¿Cómo es posible que, sin aprovechar para industrializar el mango, por 2011 y 2012 en la región del Soconusco
141
Abelardo de la Torre González
se han demolido árboles de ataulfo y reducido hectáreas de
siembra, en otros estados como Nayarit que ocupa el segundo
lugar en producción de mango ataulfo, se han unido esfuerzos
entre productores, Fundación Produce, A.C. y la Universidad
de Chapingo, para realizar estudios de investigación, no sólo
para reducir costos de producción y mermas, sino para
sembrar más árboles de la variedad “ataulfo” en sus tierras?”
Mango ataulfo sobre un traje regional de chiapaneca. 2013.
Por ejemplo, se sabe que para el traslado de
frutas a los centros consumidores, en Nayarit han
determinado los mejores grados de refrigeración en
transportes y se han realizado estudios en plantaciones
para tener árboles con copas menos altas que hagan más
rentable la recolección de los productos. Pienso que,
aprovechando que los productores de mango ataulfo del
Soconusco disponen de los cinco árboles originales en el
mundo, es indispensable fomentar investigaciones con
expertos ingenieros agrónomos para mantener la calidad de los frutos en su cultivo y tal vez con nuevos
injertos de los árboles padre, se puedan replantar y
142
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
reponer los huertos viejos.
Tengo en la mano el documento inédito de
Héctor Cano Flores, que me ha servido de guía para dar
forma a este libro. Algunos textos completos de las
conclusiones son de él, sobre todo, las palabras técnicas,
al no ser de mi profesión.
En la época moderna, el mango ataulfo es lo que
el Soconusco ha dado a Chiapas, a México, a América y
al mundo.
143
Abelardo de la Torre González
144
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
Alguna bibliografía y documentos de referencia
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Productores de Mango 2010-2013. Presentación de
Informe de la Temporada de Mango 2012.
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de Chiapas. México. 1999. Conaculta-INAH-Gobierno
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del Socorro Ortíz Díaz. El Colegio de México. Abril de
2011
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Atlántica. Huemac Escalona Lüttig. Sevilla, marzo de
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El reparto de tierras y la política agraria en Chiapas
1914-1988. María Eugenia Reyes Ramos. UNAM. Instituto de Investigaciones Históricas.
Escritura Pública No. 16,285, Volumen No. 309 de la
Notaría No. 45 del Estado de Chiapas, del 4 de
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Anuario de Estudios Americanos. Sevilla, España. JulioDiciembre 2010.
148
De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo
ABELARDO DE LA TORRE GONZÁLEZ
Es chiapaneco. Estudió la primaria y
secundaria en el Colegio Miguel Hidalgo de
Tapachula, Chiapas. La preparatoria y la carrera de
actuario en la Ciudad de México, donde nueve años
fue catedrático en las carreras de licenciado en
economía, contador público y actuario de la UNAM.
Fue actuario independiente y funcionario
público. Experto en seguridad social.
Por el ISSSTE de México presentó ponencias
en congresos de actuarios en Bolivia, República
Dominicana, México, Filipinas y Panamá. Formando
parte de la representación de El Salvador estuvo en
Colombia.
Desde 2009 se retiró de su profesión y vive en
Chiapas. Su primer libro lo publicó en noviembre
de 2010 y se llama “Un paseo por la historia de
Chiapa de Corzo”, del cual ha vendido localmente
más de mil ejemplares.
Esta publicación sobre la historia del
Soconusco que se llama: “De los cafetales del
Soconusco a la historia del mango ataulfo” fue
presentada en Tapachula, Chiapas, el 28 de agosto
de 2013 y con su reedición a septiembre de 2014
lleva 750 ejemplares. Forma parte de una
colección de más de cuatro libros de la región que
de 2014 a 2016 irá dando a conocer para su
lectura.
Como parte de los festejos del 150 Aniversario
de la Batalla del 21 de octubre de 1863, el 19 de
octubre de 2013 publicó su tercer libro:
“Guatemala en la batalla del 21 de octubre, en
Chiapa de Corzo”.
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