Pintura Vasca

Transcripción

Pintura Vasca
Imanol de Elorza
Un Pintor del País Vasco
por, Ricardo Torrijos
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las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra, por
cualquier medio o procedimiento
C 2006 Ricardo Torrijos Carmona
Nº Registro Propiedad Intelectual M-002525/2006
ISBN-10 84 611 0268-1 nº Registro 611 26949
31-03-06
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INDICE
I - Semblanza de un Artista
II- Introducción
III- La Obra de Imanol Elorza
IV - Colección Álvarez-Cabreja
V – Los Oleorelieves de Elorza
VI - Resumen y Comentarios
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I-SEMBLANZA DE UN ARTISTA
Mientras otros se desorbitan en paroxismos y en
demencias psicodélicas, el artista eibarrés Manuel Elorza,
se afana por pintar, como se debe pintar, con el alma
pletórica y con la humildad que preconiza Elliot, para
conseguir el milagro del Arte.
Nacido y hecho hombre en un ambiente dominado por la
técnica, Elorza siente la imperiosa necesidad de entregarse
a los demás con la luz de la esperanza, la creatividad del
lenguaje plástico.
En 1947, adolescente todavía, concurre a la Exposición de
Arte de Eibar obteniendo el primer premio, en la
modalidad de plumilla. A partir de entonces, con
envidiable afán de superación, no solamente crea trazos
magistrales, sino que se recrea vistiéndolos de
cromatismo.
Sus tres años de juvenil estancia en el ubérrimo Brasil, le
invitan a conocer técnicas modernas y a iniciarse en el
modelado. Imprime luminosidad a sus lienzos y esta
singularidad continúa patentizándose en todas sus
creaciones.
Transido de nostalgia, el autodidacta Manuel Elorza,
regresa a su añorado rincón natal y con tesón, pero sobre
todo con honestidad, se consagra ante el caballete.
En medio del casi de manchas infames y aberraciones e la
época que difunden “la muerte del Arte” anticipada por
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Hegel, el impresionista eibarrés –residente en San
Sebastián-, perpetúa en sus óleos, los angelus bidet, de la
geografía eúskera.
Cual laboriosa abeja creadora que intuye la proximidad del
túnel invernal, Elorza liba también con premura, de estas
blancas florerillas –nuestros caseríos-, salpiconadas sobre
verdes de mil matices, o se extasía ante la danza marinera
de unas frágiles chalupas… Porque es una verdad
inexorable y entristecedora, que el País Vasco está
cambiando de talante. Y antes de que sea tarde, Manuel
Elorza, pintor itinerante y silencioso, desea embriagar su
retina y volcar su corazón en el bien hacer plástico.
Euskal-Errian cuenta en este artista, con otro de sus
valiosos elementos, que ya ha encontrado el favor y el
fervor que indudablemente se merece.
Iñaki Linazasoro
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II - INTRODUCCION
1.) Cómo Conocí a Imanol Elorza
Antes de entrar en materia, quiero poner las cosas en su
sitio. Considero oportuno dar una explicación de cómo
entré en contacto, con el pintor eibarrés, cuyas andanzas
narro en estas páginas. Mi primera visita a Getaria no la
motivó mi interés por las artes plásticas, precisamente,
sino por otras inquietudes.
En el transcurso de mi vida, varias veces me han
confundido con otras personas. Sorpresivamente -casi
siempre-, quienes se equivocan me tratan en forma
exquisita, con mucha reverencia. Se comportan como si yo
fuese un personaje y les dejo actuar, pues me desagrada
contradecir a las personas. En otras palabras, me toman
por alguien de mayor nivel.
Pues bien; eso volvió a ocurrirme una noche en un
restaurante de la Calle Fuenterrabia, en San Sebastián. Se
acercó a mi mesa un caballero y me explicó que me había
estado observando, con atención, mientras cenaba. Tenía
la impresión –me dijo-de que yo era un amante de la
buena mesa y quería saludarme. Supuse que el buen señor
sería miembro de algún grupo de gastrónomos, tan
abundantes en el País Vasco y quería
mostrarme su
solidaridad. Me preguntó si conocía Getaria y le contesté
que no. “En ese caso –respondió-, debe Ud. ir a visitarla,
porque es el lugar donde mejor se come en la zona”. Le
manifesté que, lamentablemente, ya no disponía de
tiempo, pues al día siguiente, al final de la tarde, nos
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íbamos a Paris. “Le da a Ud. el tiempo –contestó el
servicial caballero-, pues Getaria se halla a sólo 30 kms.
de San Sebastián. Le di las gracias por su gesto
hospitalario y a la mañana siguiente tomé el autobús para
Getaria. Mi claro propósito era comprobar si la calidad de
su cocina, se correspondía con cuanto me había dicho y
recomendado mi misterioso informante. El viaje no tuvo
como objeto admirar pinturas y obras de arte, sino
recrearme con las delicias culinarias que allí se ofertaban.
Esa es la cruda verdad.
La parada del autobús está en la carretera a la entrada del
pueblo. De allí surgen dos calles paralelas, en cuesta
descendente. Ambas conducen al mismo destino, al
puerto. Tomamos la de la derecha y emprendimos la
marcha cuesta abajo. La distancia es muy corta y pronto
llegamos al muelle donde están amarrados los barcos de
pesca. Continuamos nuestro paseo, a lo largo del muelle y
en dirección al istmo donde finaliza. El muelle está
bordeado de restaurantes y asadores, como era cerca del
mediodía todavía no habían comenzado el servicio.
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En la gráfica aparece un trío de expertos asadores en
plena faena, durante una fiesta en Getaria. El
numeroso público espera degustar su delicioso
pescado asado a la parrilla.
Era temprano, sobre las doce del medio día y se nos
planteaba un dilema. Los restaurantes y asadores del
Puerto comenzaban el servicio, un poco más tarde y nos
apremiaba el tiempo. Debíamos regresar a San Sebastián
para tomar el tren a Paris. Decidimos acercarnos a la
carretera, a la parada del autobús y optamos por la calle
que no conocíamos. Subiendo y a mitad de camino,
encontramos un asador, en la acera de la derecha.
Expusimos al dueño nuestra premura y nuestra curiosidad
y gentilmente nos ofrecieron servirnos. Se imponía probar
la especialidad de la casa: el besugo asado. El propio
dueño se ocupó de prepararlo.
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En la calle tenía una parrilla de carbón, para asar sus
productos: los besugos y los chuletones. Me acerqué de
curioso a ver como actuaba el parrillero. Dispuso el
besugo sobre los hierros de la parrilla y de vez en cuando,
lo rociaba con un líquido lechoso que tenía en una botella.
No pude controlarme y le dije que nunca había visto asar
el besugo de esa forma.
Ante mi impertinente comentario, el asador, reaccionó
como un vasco. No le concedió importancia a mi salida de
tono. Se limitó a decirme lo siguiente, en forma muy
circunspecta. “El Señor –dijo-, prueba mi besugo y
después, el Señor opina cual le gusta más. El que el Señor
había comido antes, o este que estoy preparando para el
Señor”. Me quedé callado.
Él terminó su faena en la parilla. Se llevó el besugo a la
cocina, le quitó las espinas, le agregó unos ajos fritos y lo
sirvió. En verdad, jamás había probado bocado semejante.
¡Cuán distinto ese besugo a los de antes! Aquel día recibí
una lección de humildad y no la he olvidado nunca.
Hasta ese memorable momento, mi pobre experiencia en
materia de “Besugo Asado”era precaria. Sólo conocía la
modalidad de tratarlo, en una cazuela de barro refractario.
En Madrid, se encargaban de prepararlo unos expertos en
el tema de asados, en las tahonas. Usualmente, asaban
besugos, perniles de cerdo, lechones, corderos y piernas
de ternera Constituía un plato de rigor ciertos días del
año, en particular en las fiestas navideñas. Cuando tenía
diez años lo comí, una vez, en un Restaurante muy
famoso en Santander, llamado “Casa del Alcalde”. Se
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Todo el litoral del País Vasco, ofrece a los amantes de
la buena mesa una variedad de pescado de la más alta
calidad.
sentían muy orgullosos de su “Besugo Asado”. Ahora
bien; no podía comparase su calidad con el de Getaria.
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El dueño del restaurante me invitó a unas copas, después
del almuerzo. Viendo mi interés por su pueblo natal, habló
largo y tendido sobre su historia y costumbres. A su vez
me formuló varias preguntas. De dónde venía, por qué me
atraía el País Vasco y sobre mis quehaceres
En una síntesis contesté sus preguntas. Mi familia
procedía de Mendigorría y durante la Guerra Civil, estuve
en los Refugios Vascos en Francia. De ahí venía mi interés
por el País Vasco. Asimismo, le hablé en torno a mis
actividades. En ese momento, estaba promoviendo una
Muestra de Pintura Haitiana en Bilbao.
Al enterarse de mi afición por la pintura, me recomendó
visitar la Galería de Arte de Guetaria, donde funcionaba
una Escuela de Pintura. Consideró debía de ir a verla antes
de irme a San Sebastián. Seguí su consejo y allí me dirigí.
La Galería de Arte y Estudio está ubicada en una vieja
construcción medieval, en la calle Kataprona, 2. Casi
frente al Restaurante El Cano y haciendo esquina con el
puerto.
Me recibió el dueño de la Galería, el pintor eibarrés
Imanol Elorza. Me dispensó una hospitalidad muy
cónsona con las tradiciones vascas. Tuve oportunidad de
ver sus obras y fueron muy de mi agrado tanto su técnica,
como su estilo. Un enfoque impresionista, plasmado en
óleo con paleta, para darle relieve al cuadro.
Cuando conocí a Elorza me interesaba a fondo el tema de
la pintura. Estaba llevando a cabo una de las vivencias
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profesionales más interesantes de mi agitada vida.
Imanol Elorza me mostró algunas de sus obras,
durante mi visita a su Galería-Taller, en Getaria. La
Galería está ubicada en el sector del Puerto en una
casa medieval. Su fiel perro Toki posa tranquilo ante el
fotógrafo.
Experimentaba en el área de la “promoción del hombre”,
con óptimos resultados. Concretamente, promovían un
grupo de jóvenes pintores haitianos en Europa, dando a
conocer su obra. En la actualidad son consagrados
maestros de la pintura naïf, en los Estados Unidos y
Canadá. Su éxito me complace, porque la promoción del
hombre constituye el quehacer mas noble y elevado del
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espíritu humano Mantuve dicha actividad por espacio de
dos años, pasados los cuales, mis jóvenes pintores
pudieron actuar sin mi tutela.
Por supuesto, nuestra afinidad por las artes plásticas y el
carácter afable de Elorza, favoreció el desarrollo de
nuestra amistad. La cultivo desde 1976, hasta los noventa
visitaba Getaria, varias veces al año. Cuando iba, o volvía
de Paris allí me reunía con Imanol. Como somos personas
de costumbres, solíamos hacer siempre lo mismo. Ir a
comer a “El Cano”, unos de mis platos predilectos, el
marmitako. Recuerdo, perfectamente, a la patrona
actuando de Directora de Sala. Una mujer de carácter e
hiperactiva, cumplía muy bien su rol. Su marido no se
quedaba atrás, manejando la cocina.
Desde hace ya unos años, poco visito Getaria, pues mi
existencia ha transcurrido por otras áreas geográficas.
Unas latitudes totalmente diferentes. A comienzos de los
noventa, mis andanzas tuvieron como escenario
Escandinavia. Por “El Norte Primitivo, donde se ve del
hombre el postrer limite”, como decía Rudyand Kipling.
Mi interés por el Polo databa de tiempo atrás, de cuando
tenía unos siete años. En aquellas fechas, las expediciones
de Roald Admundson, Byrd y Novile, era la noticia del
día. Motivaron mi interés por conocer la zona boreal.
Unos cincuenta años depués (el 1991 y el 1992) pude
satisfacer ese infantil deseo de ir al Círculo Polar dos
veces. Los recorridos por Suecia, Finlandia y Rusia,
fueron por demás interesantes. Tuve oportunidad de
conocer los formidables trabajos de Aalvar Alto posiblemente el mejor arquitecto del Siglo XX-, asimismo
de ver las obras del Ermitage, en San Petersburgo y el
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Museo Pushkin.
A partir de 1997, me atacó el phatos del Sur. Mis pasos
me condujeron a las islas griegas, a Mónaco y al
Mediterráneo, ese fue mi campo de acción. Ahí profesé
mis cursos de “Cultura Helénica” y sobre dicho tema
versó mi obra escrita.
En resumen, desde 1990, poco voy al País Vasco Ahora,
sin embargo, me suceda tal como le ocurrió a “Arrakoa el
Sidrero”, quien tornó a Vasconia viejo y meditabundo,
llevando en su corazón un tormento profundo. Al parecer,
una vocecita, en mi recóndito ser, me empuja hacia mis
orígenes. No lo se y me preocupa. Escucho la llamada con
cierta prevención y no me atrevo a interpretarla.
Sinceramente, valió la
pena mi rápida visita a
Getaria, pues arrojó un
saldo,
por
demás
positivo. En primer
lugar, la impactante
lección vivencial, en
materia
de
cocina
vasca. Observando insitu la técnica utilizada
para asar los besugos.
En segundo lugar,
conocí
a
Imanol
Elorza.
En la gráfica
se
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muestra el edificio del “Restaurante El Cano” Enfrente se
halla ubicado el estudio donde Imanol Elorza dicta sus
clases y pinta sus obras. Este taller y escuela, tiene su
asiento en un viejo caserón de piedra impresionante, por
su arquitectura medieval.
De mi primera visita a Guetaria, a la fecha de hoy, han
transcurrido más de treinta años. Sin duda, constituye un
lapso muy largo tiempo. Sin embargo, aún mantengo vivo
mi interés, por tan simpática y acogedora villa. Como
asimismo, por seguir cultivando la amistad con el pintor
eibarrés. Producto de este interés ha sido el tomar dos
decisiones.
1ª) Dedicar como un homenaje al quehacer profesional de
Imanol de Elorza, estas modestas líneas.
2ª) Procurar visitar con mayor frecuencia el País Vasco,
para disfrutar de sus paisajes, de su cocina y del amable
trato con sus gentes.
La primera decisión, por fortuna, ya pude realizarla,
fácilmente y sin esfuerzo. Ahora bien; llevar al terreno de
los hechos la segunda me costará mayor trabajo y tengo
mis dudas de poder efectuarla. Dudo, por una simple
razón, ha cambiado radicalmente mi circunstancia. Ya no
es tan propicia como lo fuera en otro tiempo. Cuando
desplazarme de un lado, a otro, era para mi una tarea
factible y sencilla.. En la actualidad todo se me complica.
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III-LA OBRA DE IMANOL ELORZA
DIRECTOR DE LA ESCUELA DE PINTURA DE
GETARIA
1.) Perfil del Artista
Por espacio de cuarenta años, el artista eibarrés Imanol
Elorza, se ocupa del noble quehacer de enseñar las Bellas
Artes en el puerto de Getaria. En dicho lapso –en su taller
ubicado en la calle Kataprena,2-, a varias generaciones de
amantes de la pintura, imparte sus doctas lecciones.
Tienen de particular sus grupos de estudiantes su
composición. Lo integran niños, adolescentes y adultos.
Con ellos, paleta en mano, sale el maestro a recorrer la
campiña y la costa. Allí, los noveles artistas, captan, de
forma directa, el hermoso mensaje de la naturaleza.
Directamente lo copian, en sus cuadernos y caballetes,
bajo las expertas directrices de su maestro.
El quehacer de Imanol Elorza, no se limita a ejercer su
loable vocación de profesor. Durante su ya larga vida, su
activa paleta, ha producido centenares, quizás millares, de
cuadros. Su extensa y meritoria obra, se halla dispersa en
el mundo. Colgada en varios museos y Centros de Arte en
España. Asimismo, en colecciones particulares de
renombre. Unas, en el continente americano y otras, en
Europa.
Elorza, nació en Eibar en 1929 y se hizo hombre en un
ambiente totalmente dominado por la técnica. Su ciudad
natal siempre tuvo una clara vocación industrial. Eibar era
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El Pintor Imanol Elorza, dándole unos retoques a su
oleorelive titulado “La Fuente de Venus”. Entre otros
curiosos detalles, tiene iluminación y echa un chorro de
agua
conocida, mundialmente, por sus fábricas de armas, de
corte artesanal. En ese interesante medio, trabajó Elorza,
siendo muy joven. Su tarea consistía en dibujar con un
buril, el bajo relieve de las escopetas.
La destreza adquirida al inicio de su vida le ha sido de
enorme utilidad, en su actividad profesional. Basado en
dichos principios, él creo un estilo, muy personal, en las
artes plásticas, sus oleorelieves. Sin duda alguna, la
técnica en cuestión constituye una innovación en la
pintura. Para llegar a dominar la especialidad, le resultó de
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suma utilidad su formación profesional en las artes, en el
Brasil. En aquel país pasó tres años estudiando, in situ,
cuidadosamente, los trabajos de los indios brasileños. Los
realizaban en madera y luego los pintaban. Muy
provechosa le resulto la citada experiencia.
2.) Un Breve Comentario Sobre la Villa de Getaria
A su regreso del Brasil, Imanol Elorza, decide ubicarse en
Getaria, un pintoresco pueblo vasco, situado a 30
kilómetros de San Sebastián, al Oeste de Zarauz. Quizás
en su decisión pesaron ciertas razones. Su madre era de
Getaria y de niño, cuando vivían en Eibar, lo llevaba allí y
a Deba de vacaciones. Porque desde su infancia se sintió
fuertemente atraído por el mar y por sus gentes.
Getaria es una villa de muy vieja data. Los historiadores y
geógrafos griegos y romanos la mencionan, junto con
otras localidades del País Vasco. Dos autoridades en la
materia: Gaiztarro y Gorotisidi ubican a Menosca en la
actual Getaria. Confirman la presencia de las legiones
romanas en el área, los hallazgos arqueológicos –monedas
y trozos de cerámica-, realizados en el lugar.
Al parecer, la etimología de Getaria procede de las
palabras “quea” y “erriya”, cuya traducción sería “pueblo
del humo”. Refiriéndose a las señales de humo hechas
desde el Monte San Antón. Obedecían a dos finalidades
distintas. En principio, para prevenir la presencia de naves
enemigas y más tarde la de las ballenas.
Durante los siglos XIV y XV la caza de ballenas
constituyó el principal quehacer de la villa. En su escudo
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aparece este cetáceo, que por espacio de largo tiempo
representó su principal ingreso económico. Su bien ganada
fama de pueblo de marineros y de expertos navegantes,
data desde la Edad Media. También desde esa época su
vida ha sido tranquila
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La gráfica de la página anterior muestra un lienzo de
Imanol Elorza aparece la Parroquia de Getaria. Se trata de
una iglesia-fortaleza, solidamente construida en piedra.
Sus muros han sido capaces de resistir, durante varios
siglos, los duros embates del tiempo y las acometidas de
hostiles visitantes.
Las frecuentes incursiones de piratas de todas las latitudes,
les mantuvo en permanente zozobra, por espacio de varios
siglos. Por otro, su cercanía con Francia y las
características de su abrigado puerto tampoco la favoreció.
Porque en sus tierras y en sus aguas se libraron cruentas
batallas, con funestos resultados. Para colmo de
problemas, en 1597, un incendio acabó con la casi
totalidad de sus casas. Las duras pruebas vividas por las
gentes de Getaria, los hizo mas fuertes y perseverantes. De
todas ellas salieron triunfantes.
El puerto y el conjunto de casas del pueblo, inicialmente,
era una isla. En el siglo XV se comenzó a construir el
muelle de unión, entre la isla y tierra firme y el puerto,
para la flota pesquera y de altura. Las casas de madera
fueron sustituidas, paulatinamente, por viviendas de
piedra. Se edificaron residencias señoriales, semifortalezas (las casas-torre), porque las circunstancias así lo
reclamaban. Para hacerle frente a los incendios,
construyeron casas de mampostería y sillerías.
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El cuadro de Imanol Elorza muestra el “Catrapona”.
Este túnel es una obra medieval, todavía el público la
transita. Tiene una cripta-capilla. Al final de esta calle
tiene su estudio el pintor
En la actualidad Getaria es un destino turístico de primera
magnitud, en la provincia de Guipúzcoa. Los responsables
del Poder Local lo promueven en Internet, con folletos e
informaciones en los mass media, con muy buenos
resultados. El abanico de la oferta turística dispone de
varias alternativas.
Quizás uno de los mayores atractivos de la villa lo
constituye su oferta gastronómica: Personalmente la
considero una de las mejores de España. Cuenta con tres
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restaurantes del más alto nivel. Son “Elkano”, “Kaia” y
“Thalai-Pe”. Tiene once asadores, de verdadera categoría.
Son “Abeta”, “Augusto”, “Astillero”, “Azkue”, “BogaBoga”, “Iribar”, Itxas-etxe”, “Kai-pe”, “Mayflower”,
“Náutico” y “Fraile Buru”. Hay donde escoger.
Comensales del mundo entero acuden diariamente, en
particular de las costas de Inglaterra, Francia, Paises Bajos
y Escandinavia. Llegan en sus embarcaciones privadas a
disfrutar una restauración de alto bordo. Al tratarse de un
público conocedor del tema, podemos darnos cuenta -en
forma elocuente y objetiva- de la óptima calidad del
producto gastronómico de Getaria. Por supuesto, la
clientela de “tierra adentro”, de España y de Francia,
también está compuesta personas de buen gusto.
Sus vinos suponen otro atractivo, digno de tomarse en
cuenta. El txacoli de Getaria es una denominación de
origen, reconocida oficialmente. Según manifiestan los
conocedores del tema, es excelente. Ahora bien, como yo,
humildemente confieso que no lo soy, haré lo siguiente.
Limitarme a transmitir a los lectores, el docto criterio, de
los en verdad entendidos.
“El Getariako Txakolina –dicen los expertos-, es algo
más que un vino con una personalidad propia. Es el
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heredero de una cultura y de una tradición mantenida
durante siglos y elemento con voz propia en la vida y
costumbres del pueblo vasco”. Nueve bodegas se acogen a
la Denominación de Origen del Txacoli de Getaria.
3.) Getaria Residencia de un Pintor
Toda una serie de razones, de orden
estético y sentimental, movieron a Imanol
Elorza, en su elección de residenciarse en
Getaria. Porque pocas localidades en el
mundo encierran, en sus muros, tanta
belleza y tantos atractivos artísticos e
históricos. La villa semeja un museo, o el decorado de una
película de época. Sus dos calles arrancan de la carretera y
descienden, en pronunciada cuesta, hasta el borde del mar.
En Getaria, desde los primeros tiempos históricos,
funciona un abrigado muelle, donde fondea una flota
pesquera. En consecuencia, ha sido y es una villa de
pescadores y marineros. Entre las dos, antes citadas calles
y en la mitad de su trayecto, se halla emplazada una
iglesia. Su construcción en piedra es sólida y ha resistido
los prolongados embates de los siglos. Antaño tuvo una
doble misión, de carácter sagrado, la una y militar, la otra.
Servia para congregar a los fieles en su recinto, con la
finalidad de rezar sus oraciones y efectuar sus prácticas
religiosas. También se utilizaba el templo, como
inexpugnable fortaleza, para defender a la población de las
incursiones de los piratas. Pasaron los siglos y nada ha
cambiado en su fisonomía externa. Sin embargo, como si
cambiaron los tiempos, las misiones del templo variaron.
Dejó de funcionar como un bastión defensivo y se
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convirtió en una curiosidad turística.
El visitante puede admirar monumentos de vieja data. La
mencionada iglesia gótica de San Salvador (Siglo XIV) y
San Martín. La torre Aldabar, la casa Larrumbide. El
Ayuntamiento y las ermitas de San Prudencio y de San
Antón. Todas estas edificaciones se hallan en un
magnífico estado de conservación y son dignas de verse.
En Getaria se conjuga el paisaje del Mar Cantábrico, con
el de sus verdes lomas circundantes. ¡Cuán distinto son los
efectos del paisaje en el espíritu humano! Para algunas
personas, las montañas brumosas les deprimen y a otras,
por el contrario, las tranquiliza. En Getaria se encuentra
para todos los gustos. Todavía pueden contemplarse a los
rudos marineros -después de una dura faena en la mar-,
tomando el sol al soco de unos fardos. Asimismo observar,
a sus bravías mujeres, remendando las redes y al otro lado
de la carretera, allá arriba, en el monte, a los caseros
reuniendo sus vacas.
Constituye, pues, todo un espectáculo, descender por la
calle hasta el final. Pasar los linderos urbanos y llegar
hasta las últimas peñas. ¡Cuán fascinantes espectáculos se
ofrecen al observador! Contemplar las olas, del mar
embravecido, chocando contra las empinadas rocas que
allí les sirven de valla. Ver el faro, firme en su asiento,
desafiando la salvaje sinfonía de las olas y del viento. Es
por demás interesante el singular paisaje, por su capacidad
de hacer vibrar la fibra artística de cualquier espectador.
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La fotografía nos muestra el ratón. Asi le llaman en
Getaria, por su semejanza, al promontorio donde,
prácticamente, termina la villa. El Monte de San
Antón. En su cúspide está instalado un faro, para
orientar a los navegantes.
Pues bien; al efectuar un recorrido por la extensa obra del
pintor eibarrés, yo me pregunto: ¿Cuántos de los actuales
vecinos de la villa, cuantas de las casas de otros tiempos,
adosados al risco y aún en uso, han servido de tema a
Elorza? ¿Cuánto del quehacer diario de Getaria, ha sido
plasmado por su inquieta paleta? Llegó a una conclusión:
toda la actividad humana e histórica de esta interesante
localidad ha quedado registrada, para la posteridad en sus
lienzos.
4.) Unas Actividades Artísticas y de Maestro
Desde su retorno a sus lares natales, Imanol Elorza, se ha
mantenido en plena actividad. En el lapso comprendido
entre 1974 y 1977 realizó doce exposiciones individuales
en las siguientes entidades: En 1974, "Sala de la
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Delegación de Cultura", de San Sebastián. En 1975,
Cuadro de Imanol Elorza titulado “La Barandilla”. Se
ve la bahía de San Sebastián, parte de la playa de La
Concha, la isla de Santa Clara y los Montes Igeldo y
Urgull, a los lados.
“Galería Penélope", de Fuenterrabia; "Sala de Cultura de
la Caja de Ahorros Municipal", de Eibar; "Galería de Arte
Isalo", de Bilbao. En 1976, "Sala de la Caja de Ahorros
Provincial", de San Sebastián; "Sala del Ayuntamiento",
de Guetaria; "Sala de la Caja de Ahorros del Circulo
Católico", de Burgos. En 1977, "Galería de Arte Ingres",
de Madrid; "Museo de San Telmo", de San Sebastián;
"Sala de la Caja Laboral Popular", de Arechavaleta; "Sala
de Cultura de la Caja de Ahorros Municipal" de Vitoria.
En abril de 1980, en su ciudad natal de Eibar presenta una
serie de cuadros. Sirve de marco a su exposición la Sala de
la Cultura y patrocina el evento La Caja de Ahorros
Municipal de Donostia. Al año siguiente, en Azpeitia, en
la Sala de Exposiciones Casa Anchieta, presenta 40 obras
de diversos contenidos y estilos. Patrocina el acto la Caja
de Ahorros Provincial de Guipúzcoa.
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En Eibar, Imanol Elorza efectuó la exposición, con sus
alumnos. El grupo lo componían niños, adolescentes y
adultos. Un total de 35 personas de diversas edades. La
iniciativa del pintor eibarrés mereció una serie de
comentarios, muy positivos, por parte de los críticos de
Prensa. Uno de ellos se expresó de la siguiente forma:
"El aprendizaje del arte pictórico ha seguido muy distintos
caminos a lo largo y ancho de la Historia. Pero lo curioso
es lo siguiente. ·Esos caminos diversos, no se han
eliminado mutuamente, con el correr de los tiempos. El
establecimiento de las Academias o Escuelas de Bellas
Artes o, más recientemente, de Facultades universitarias
no han hecho desaparecer el taller del artista. Donde
acuden unos pocos y se forman definitivamente para el
arte. En los últimos tiempos, han proliferado en el mundo
estos centros de aprendizaje, como el de Imanol Elorza.
Precisamente con el nombre de talleres. Se trata de una
serie de experiencias muy sui-generis, donde se produce
un extraño fenómeno. Contrario a cuanto ocurre en el
proceso tradicional, no son los estudiantes quienes
acuden al artista, en busca de enseñanza. Son los artistas
quienes, individualmente o en grupo, bajan al pueblo para
iniciarle en el camino del arte..."
5.) Juan Sebastián El Cano
En la quietud de su taller en Getaria, diversos son los
trabajos de envergadura desarrollados por Elorza. Uno de
ellos, consistió en recoger un importante acontecimiento
del pasado de la villa. Le sirvió de inspiración para
realizar toda una serie de lienzos. Se trata de la gesta del
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ilustre guipuzcoano, Don Juan Sebastián Elcano. En varias
oportunidades, este tema lo llevó a sus lienzos y lo expuso
en diferentes Salas el País Vasco.
Portada del catálogo de la Exposición sobre Don Juan
Sebastián Elcano, presentada por Imanol Elorza, en el
Museo de San Telmo de San Sebastián. Presenta al
navegante en su lecho de muerte.
Al cumplirse en Agosto de 1976, el 450 aniversario de la
muerte de Elcano (1526-1976), Elorza decidió rendir un
homenaje a su memoria. Consistió en preparar doce
cuadros donde -sin palabras- se describen los detalles más
resaltantes de la proeza imperecedera del ilustre marino
guetariano. Comenzó por presentar la muestra en la Sala
de Exposiciones del Ayuntamiento de Getaria.
El contenido de sus obras no podía ser más elocuente.
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Versaban sobre los siguientes temas: "Contando la
aventura", "Barrio de Elcano", "Caserío Elcano-Goena",
"Salida de la Armada", "La muerte de Magallanes",
"Trueque de Mercancías", "Tormentas", "Dificultades al
retorno", "Llegada a Sevilla", "Elcano con el Rey Carlos
I", "Últimos recuerdos", "Sepultado en el Océano".
Al año siguiente, en el Museo de San Telmo de San
Sebastián, volvió a presentar la colección dedicada a la
hazaña del universal guipuzcoano. En esta oportunidad,
reforzó su exposición con temas vascos variados. El
público le ovaciono con sus aplausos y los comentaristas
de Prensa, le dedicaron, bastante espacio en sus columnas.
Cuando se leen los relatos históricos de la epopeya de
Elcano se llega a una triste conclusión, el esforzado
navegante no recibió un trato justo. Ni por parte del rey, ni
tampoco de sus funcionarios. Personalmente, no me
extraña porque los monarcas de todos los tiempos y de
todas las latitudes, suelen actuar así. No pagando, o
pagando muy mal a quienes han servido al país.
Repasemos los acontecimientos y veamos como actuaron
Carlos I y sus funcionarios.
La Expedición de Magallanes a la Especiería, donde iba
el capitán Don Juan Sebastián Elcano, partió de Sevilla el
10 de agosto de 1519. La componían cinco naves con unos
250 hombres. El viaje se prolongó por espacio de tres
años, menos catorce días. Regresaron el 8 de marzo de
1522 los sobrevivientes. El capitán Don Juan Sebastián
Elcano, con 17 hombres abordo de “La Victoria”. La carga
de especies, traída en el barco, compensó con creces todos
los gastos de la Expedición. Esta singular hazaña tuvo
30
varios logros. Descubrir las islas de los Ladrones y de San
Lázaro, demostrar la existencia de la Especiería y la
redondez de la tierra.
Carlos I le envió una carta a Don Juan Sebastián Elcano el
13 de septiembre de 1522, anunciándole su propósito de
recibirle. Le concedió un escudo de armas, que en su parte
inferior lleva el clavo, la canela y la nuez moscada. El 23
de enero de 1523 Carlos I emite una cédula real,
concediendo a Elcano la suma de 500 ducados de oro. El
13 de febrero de 1523 el rey le perdona el haber vendido
una nave a un extranjero. El 20 de mayo de 1525 el rey le
envía otra carta anunciándole que le va a recibir y ordena
se le paguen los 500 ducados prometidos. Al parecer
nunca se los pagaron. En su testamento, fechado el 26 de
julio de l526, se queja de la forma injusta como ha sido
tratado. No tiene ninguna justificación, pues el trajo una
mercancía valiosa. Ahora bien; los funcionarios de la Casa
de Contratación, buscaron la manera de no honrar los
compromisos contraídos, con el navegante. En los doce
cuadros de Elorza, dedicados a este tema, plasma los
principales sucesos del trascendente viaje.
6,) José María Iparraguirre el Bardo Popular del País
Vasco
En el año 1980, en noviembre, concluyo Imanol Elorza
una de sus obras mas queridas, el retrato de José Maria
Iparraguirre. La figura histórica del citado personaje
(1820-1881), constituye toda una leyenda. Sin duda
alguna, fue el bertsolari (bardo popular) de mayor
prestigio del Pais Vasco, durante el Siglo XIX. Por su
forma de expresar el arte, nos recuerda la metodología
31
utilizada por
los aedos de la Vieja Grecia. Homero
acompañaba sus narraciones heroicas (La Aliada y la
Odisea), a los acordes de una lira. Igual método empleaba
el bertsolari vasco y obtenía los mismos efectos. Con su
guitarra en mano recitaba sus zorzicos.
Iparraguirre puede considerarse como el típico vasco.
Durante toda su vida demostró ser un hombre de sólida
personalidad, hiperactivo, idealista, emprendedor y
aventurero. Puso de manifiesto sus inquietudes y no tuvo
miedo de arriesgar su vida defendiendo sus ideas. Le tocó
vivir una época violenta con una España sacudida por una
feroz Guerra Civil. Participó y como militaba en el bando
perdedor, le tocó emprender el duro camino del exilio.
Igual que nos ha sucedido a tanta gente. Pasó su destierro
en Francia, Suiza, Alemania e Hispanoamérica.
Después de largos años de exilio retornó a España. En un
café de Madrid estrenó su canción más conocida: “El
Gernikako Arbola”. Entre sus obras más famosas
merecen especial atención: “Agur Euskalerriari” (Adiós
Euskalerria), “Ume eder bat” (Un niño hermoso) y “Nere
Etorrera Lur Maitena” (Mi regreso a la tierra querida).
Aún resuenan, con nostalgia, en mis oídos los acordes de
estas melodías. Las escuche, por primera vez, durante la
Guerra Civil. Acompañados del txistu y de un acordeón,
las entonaban, con sentida pasión mis compañeros en los
Refugios del Gobierno de Euzkadi en Francia
32
El bertsolari, José María Iparraguirre -autor del
Gernikako Arbola-, acompañado con su guitarra,
evocaba las viejas tradiciones de Vasconia. Imanol
Elorza lo capta, con los símbolos del Pueblo Vasco.
33
Pues bien: veamos las declaraciones hechas a la Prensa, en
aquella oportunidad (1981), por Imanol Elorza: "Hace dos
años empecé a madurar la idea de dedicar un cuadro a
Iparraguirre. Porque en 1981 se conmemorará el primer
centenario de su muerte. Mucho tiempo llevo trabajando
en él. Comencé por profundizar en su vida. Después,
estudié sus ideas y su mentalidad vasca. Con estos
elementos de juicio, me puse, manos a la obra, a plasmar
en el lienzo al "bardo de Urretxu". Tras largos meses de
labor, ya el cuadro está terminado."
Para lograr su propósito, debió efectuar Elorza un
tremendo esfuerzo. Documentarse, a fondo en la biografía
de su personaje y en un sin fin de detalles de todos los
calibres. Por ejemplo: ¿Cómo eran sus manos? ¿Su
guitarra? Obtener esa información, requirió desplazarse a
Villareal de Urretxu, para conocer algunos datos, “Fui a
Guernica -manifestó Imanol Elorza-, pues allí se conserva,
en la casa de Juntas, algunas informaciones. La Diputación
del Señorío de Vizcaya me ha dado toda clase de
facilidades. Cuando la tuve en mis manos me emocioné.
Para darle la mayor autenticidad posible, reflejé en el
trabajo, hasta la ultima raspadura que encontré en la
guitarra." Como le profesa un profundo afecto a su obra,
no quiere desprenderse de ella, a ningún precio. Si está
dispuesto a cederla por un tiempo -gratuitamente- a la
cuidad natal del bardo, Urretxu.
Como el País Vasco está muy apegado a sus costumbres,
todavía la figura del bertsolari, tiene vigencia. En las
fiestas de los pueblos narra en verso los problemas de la
actualidad. La disciplina en cuestión exige un dominio a
34
fondo del euzkera, tarea no muy sencilla. Además, precisa
quien la practica, tener ciertas condiciones per se. Por
ejemplo la agilidad mental y la inteligencia verbal. Quien
carezca de estos dones, jamás será un bertsolari. Por
último debe de ser un auténtico poeta. En oportunidades se
enfrentan dos bardos y el público decide quien es el
vencedor. Javier de Aramburu dice al respecto:
“Improvisar sólo tiene sentido –en todos los órdenes de la
vida- si se hace con verso justo y rima adecuada”.
Comparto, por completo su criterio. La poesía, como otras
disciplinas tiene sus estrictas normas preceptivas y deben
observarse. Quienes no actúan así suele ser porque les
resulta imposible manejar las normas de la rima y porque
les faltan los dones, antes enunciados. En resumen, no es
bertsolari quien quiere, sino quien puede.
7.) El Homenaje a Pablo Picasso
Por espacio de dos años estuvo trabajando Imanol Elorza
en hacer una realidad, uno de sus proyectos de mayor
envergadura: el "Gure Herria". La preparación de estudios
y bocetos, consumió dos años, la realización de la obra,
diez meses. Se trata de un mural de grandes dimensiones
(Mide 2 x 8 metros). Su objeto consistió, en rendirle un
sencillo homenaje, a Pablo Picasso, con motivo de
celebrarse el centenario de su nacimiento. Le surgió la
idea unos años antes, cuando pintaba un retrato del genial
maestro.
35
En 1981 volvió a España el “Gernica” de Picasso.
Estuvo en custodia en el Museo de Arte Moderno de
Nueva York, desde el final de la Guerra Civil, en 1939.
Elorza le rindió un homenaje a Picasso, con motivo de
celebrarse su centenario
Según declaró a la Prensa Imanol Elorza: el propósito
fundamental consistía en lo siguiente: "Pintar un lienzo
capaz de hablar sobre los vascos, sobre su afán de superar
las adversidades, sobre su cultura y sus creencias". "La
obra no tiene nada que ver con el Guernica, pero si con el
cubismo de Picasso. Tras la concepción de este cuadro,
está un estudio profundo de Picasso, de Juan Gris y de
todo el cubismo en general". "Gure Herria es una obra
esencialmente vasca. Son los resultados de un profundo
análisis de las creencias y la personalidad de los hombres
que conviven en Vascota".
En septiembre de 1981, expuso Imanol Elorza su mural en
la galería "Erakus- Toki" de Getaria. Cuanto aparece en el
cuadro fue estudiado y elaborado con sumo cuidado. El
36
mural, dentro de un claro estilo cubista, tiene un cierto
enfoque expresionista. Elorza, al través de su obra,
presenta la Historia del Pais Vasco. Arranca desde el
lejano pasado, muestra el reciente ayer, y el presente
actual. Asimismo, da a entender -utilizando una visión
positiva- como podría ser el futuro provisor. Hace mucho
énfasis en el espíritu de superación del pueblo vasco.
Coincidió su exposición con el retorno del Guernica de
Picasso a España. Desde el final de la Guerra Civil, el
famoso cuadro había permanecido en custodia en el
Museo de Arte Moderno de Nueva York.
8.) El Teatro Como Tema de un Cuadro
En el transcurso de su carrera artística, Imanol Elorza
tomó como tema de sus cuadros los teatros. Posiblemente,
comenzó con el Teatro Victoria Eugenia, de San
Sebastián, entre los años sesenta y setenta. En aquellas
fechas practicaba el óleo aplicado con paleta. Plasmó en
un cuadro de mucho colorido, con la técnica impresionista,
la fachada del teatro. En la actualidad dicha obra forma
parte de la “Colección Alvarez-Cabrujas”, donde figura
con el número 6. En páginas posteriores la reproducimos.
Durante las décadas de los ochenta y los noventa se
mantuvo muy activo reproduciendo el interior de los
teatros. Se trataba de un trabajo muy minucioso en
detalles, donde utilizó, de lleno, su técnica de oleorelieve.
Tres coliseos acapararon su atención. El Gran Teatro
Liceo de Barcelona, El Teatro Victoria Eugenia de San
Sebastián y el Teatro Arriaga de Bilbao.
37
Interior del Teatro Gran Liceo de Barcelona. Muestra,
con minucioso detalle, el patio de butacas, los palcos y
galería. Tiene 600 puntos de luz y sonorizacón, donde
se reproducen grandes éxitos líricos del Liceo.
Dada la importancia del famoso coliseo barcelonés, bien
vale la pena el relatar algunos detalles de su interesante
historia. Comenzó su construcción el año 1844, el
proyecto tenía como meta un aforo ambicioso de cuatro
mil espectadores. Concluyeron las obras y el teatro se
inauguró en 1845. Pocos meses después un incendio lo
volvió a destruir en 1861. Por espacio de largos once años
se mantuvo cerrado. El 31 de enero de 1994 otro incendio,
de mayor intensidad, le causó grandes daños. Volvió a
reinaugurarse el 7 de octubre del 1996. Durante su larga
trayectoria han desfilado por su escenario los artistas más
calificados del mundo.
38
Una de los lugares donde mejor acogida ha tenido Imanol
Elorza, es Barcelona. De la ciudad condal guarda el mejor
de los recuerdos. Para el año 90 ya había expuesto en
Cataluña en seis oportunidades. El evento que mejores
recuerdos le trae a su memoria, es el realizado en el
“Colegio de Ingenieros Técnicos de Lleida”. Acudió un
público muy calificado y le plantearon interesantes
preguntas sobre su técnica de oleorelieve.
Su homenaje a la ciudad que tanto estima ha sido
dedicarles su obra, de gran envergadura, “El Gran Teatro
del Liceo de Barcelona”. Le llevó varios años concluirla,
por ser un cuadro de grandes dimensiones y lleno de
artificios. Elorza comenzó el cuadro en 1989 y lo terminó
en 1992, tanto las personalidades de Cataluña, como las
del País Vasco, le brindaron amplia colaboración.
La obra mide 2 metros de largo, por 1.5 de alto. Se le
incorporó fibra óptica, para los 500 puntos de luz que tenía
el teatro, coordinados para reflejar los cambios producidos
en la sala. En el escenario se ha representado el acto 3º de
la ópera Aída, de Verdi. Es un homenaje al maestro Don
José Mestres Cabanes. Otro detalle del cuadro consiste en
lo siguiente. En una hora y media, la sonorización recoge
los fragmentos musicales más famosos, interpretados en
ese fabuloso coliseo.
Cuando La Caja Guipuzcona de San Sebastián hizo la
presentación del cuadro, mereció palabras muy amables de
la audiencia catalana:”Cuadro que en este momento –era
1994- aumenta, si cabe, su valor testimonial y sentimental
39
debido al suceso de todos conocido”. Se refería al
devastador incendio en enero de ese año.
En junio de 1998 se ocupaba Imanol Elorza de preparar el
cuadro en oleorelieve del Teatro Victoria Eugenia de San
Sebastián. En esta oportunidad le llevó mucho tiempo
realizarlo. Porque no se trataba de plasmar la fachada, sino
de recoger todo su interior. El escenario, el patio de
butacas, los palcos, proscenios y galerías. En el centro del
El oleorelieve de Elorza muestra el interior del Teatro
Victoria Eugenia de San Sebastián. En el escenario
aparece la fachada del Teatro.
cuadro se puede apreciar, las vistas que se captan desde el
interior del teatro. Dispone de un juego de iluminación,
40
con 600 puntos de luz. Se incluye música y voces
sonorizadas, obtenidas dentro del propio teatro.
Imanol Elorza, suele realizar varias obras al mismo
tiempo. No creo sea una faena sencilla, porque las ideas
difícilmente vienen, pero con facilidad se dispersan. Sin
embargo, él maneja este modo de operar y le va bien.
Dándose el siguiente caso. Al mismo tiempo que pintaba
el Teatro Victoria Eugenia de San Sebastián, pintó el
Teatro Arriaga de Bilbao
9.) Los Monumentos Religiosos Tema de Inspiración de
los Pintores
En todos los rincones de Vasconia, vamos a encontrar
monumentos religiosos, de los más variados estilos y
condición. Desde la humilde ermita, hasta la majestuosa
catedral. En la página 32 mostramos un cuadro de la
ermita de Irache, pintado por Imanol Elorza.
El lugar está cargado de Historia. Entre otros
monumentos, allí se halla un famoso monasterio
benedictino. Exactamente, en el valle de Solana, en la
pendiente Norte del Montejurra. Se fundó durante el
periodo visigodo, funcionaba a principios del siglo X.
Sancho II de Navarra, cuando iba a combatir a los moros,
se detuvo, para ofrecerle a la Virgen cuanto conquistase a
los infieles. En la iglesia del monasterio, colocó Sancho el
Fuerte, las cadenas ganadas en la batalla de las Navas de
Tolosa. En el convento hubo una Universidad y en su
cátedra de Filosofía se dictó clases hasta 1833.
41
El País Vasco es prolifero en edificios religiosos. Se hallan
presentes en todos los
rincones de su geografía.
Hasta
en
los
más
apartados lugares, los
podemos
encontrar.
Catedrales,
iglesias,
basílicas,
ermitas,
santuarios,
parroquias,
conventos, monasterios,
seminarios. Al ser el
inventario
de
edificaciones tan extenso
-debido a los profundos
sentimientos religiosos de
los habitantes de la zona-,
están bien representados
los
diversos
estilos
arquitectónicos.
Románico,
gótico
y
barroco.
Al través del tiempo, se
ha dado la siguiente
constante. Los pintores siempre encontraron inspiración,
en el área religiosa. Si aplicamos el silogismo aristotélico,
llegamos a una conclusión lógica: Imanol Elorza, no
puede escapar a esa constante. Como tantos pintores de
todas las latitudes-, también utilizó el tema de los
monumentos religioso en sus cuadros. Porque en verdad,
el tema siempre se prestó para la pintura.
42
En este trabajo reproduzco cinco obras suyas dedicas a los
monumentos religiosos: La página 12, se ilustra con la
“Parroquia de Getaria”; en esta misma página, puede verse
la “Catedral del Buen Pastor”
La catedral del Buen Pastor, del más depurado estilo
gótico, se construyó a finales de Siglo XIX. Abrió sus
puertas a los fieles el año 1897, es el mayor templo de San
Sebastián. Está situada en el ensanche de Amara, en una
plaza muy amplia. Su torre de 75 metros de altura, es
visible desde toda la ciudad.
Dentro de su producción -en el área específica de
monumentos religiosos-, “La Catedral del Buen Pastor”,
es la obra de mayor envergadura. Se trata de un
oleorelieve de grandes dimensiones. Se expuso al público
en 1997, con motivo de cumplir el templo su primer siglo
de existencia.
En la “Colección Alvarez-Cabreja”, hay tres cuadros de
Imanol Elorza, dedicados a temas religiosos y el lector
puede apreciarlos. Se trata de : “La Ermita de Irache”
(Página 33), “La Parroquia de Artadi”(Página 35) y “La
Parroquia de Irura” (Página 44). En las citadas páginas
aparece la imagen de estos tres cuadros. Con los
correspondientes comentarios, sobre el significado de las
citadas iglesias.
Ignoro la cantidad de monumentos religiosos que haya
podido pintar Imanol Elorza, en el transcurso de su
brillante carrera. Ahora bien; con toda seguridad deben ser
muchos y han de pasar de los cinco aquí reseñados.
43
44
IV-LA COLECCIÓN ÁLVAREZ-CABREJA
Algunos críticos de arte, al mencionar a Imanol Elorza, le
llaman el pintor itinerante. Desde su regreso a Vasconia,
no ha dejado de recorrer, paso a paso, todos los rincones
del País Vasco y de estar en contacto permanente con sus
gentes. Ese trajín andariego le permitió recoger in situ los
testimonios mas relevantes -desde el punto de vista
histórico, cultural y folklórico-, de la región. Todos ellos
los llevó a sus lienzos y en la actualidad -como señalaba al
comienzo- se hallan dispersos en el mundo. Se trata de un
crecido número de obras, producidas en 40 años de duro
trabajo. Ilustro éstas páginas con unas fotografías de
algunos de los cuadros de Imanol Elorza. Forman parte de
la colección "Álvarez-Cabreja", en Santo Domingo. Se
trata de las siguientes obras.
Tienen la particularidad, estas veintidós obras, de
pertenecer a un período de la vida profesional de su autor.
Cuando él estaba encuadrado dentro de la ortodoxia del
impresionismo. Todas ellas han sido tratadas con la paleta.
Los rozos de óleo adosados al lienzo dan relieve al
contenido del cuadro.
CATÁLOGO DE LAS OBRAS DE IMANOL
ELORZA
COLECCIÓN ALVAREZ-CABREJA
1 ERMITA DE IRACHE – IRATXEKO BAS – ELIZA
66 X 51
2. PARROQUIA DE ARTADI – ARTADIKO
PORROKIA 66 X 51
45
3. CASERIO BLANCA – ENEA (FUENTERRABIA)
BLANCA ENEA BASERRIA
4, VISTA. DE SAN SEBASTIAN – DONOSTIAKO
IKUSPEGI 99 X 50
5, PUENTE DE ESTELLA – ESTELLAKO ZUBIA 99
X 50
6. TEATRO DE VICTORIA EUGENIA 99 X 50
7
PASADIZO DE FUENTERRABIA –
HONDARRABIKO BIDETXO 99 X 50
8. JARDINES DE FUENTERRABIA – LORATEGIAK
HONDARRABIA 55 X38
9.
CASERIO DE GOYURIA
(DURANGO)
GOIURIAKO BASERRIA 50 X 65
10 CASA DE USURBIL – USURBILKO ETXEA 50 X
65
11 PARROQUIA DE IRURA – IRURAKO PORROKIA
50 X 66
12 SAN JUAN 50 X 65
13 CASTILLO DE URGUL – URGULEKO GAZTELUA
50 X 65
14 EL FARO DE GETARIA – GETARIAKO ITSAS
ARGIA 50 X 65
15 SALIDA DEL PUERTO DE PASAJES. PASAIAKO
KAIETATIK 98 X 74
16 TUNEL DE LA CARRETERA DE GETARIA A
ZARAUZ 38 X 45
17 CASERIO EN LA BRUMA
18 PUENTE EN LA RÍA
19 JUGANDO CON LA VAQUILLA
20 CASERIO EN EL VALLE
21 PESCADORAS DE GETARIA REPARANDO LAS
REDES
22 EL AITONA Y EL MAR
46
Descripción de Las Obras
1."Ermita de Irache"
Número del catálogo: 1. La ermita se halla ubicada en
Estella. Al fondo del cuadro, recoge el autor, el legendario
Montejurra. El citado paraje ha constituido el lugar
sagrado de los partidarios del rey Don Carlos. Porque en la
época de las guerras civiles del siglo XIX, fue uno de los
principales focos de la resistencia carlista.
Parroquia de IRACHE
Durante largos años –y como ha ocurrido con frecuenciaEspaña estuvo sometida a continuas Guerra Civiles. En
aquella época los liberales, o isabelinos, se enfrentaron a
47
los tradicionalistas del rey Don Carlos, pretendiente al
trono. Las familias del País Vasco sufrieron la dolorosa
consecuencia de dividirse. Unos miembros pelearon en un
bando y otros en el contrario. En mi propia familia en
Mendigorria (Monte Rojo), mi abuelo fue capitán de
infantería en los ejércitos liberales, en la Tercera Guerra
Carlista. Mientras que sus suegros, Don Trifón de Albizu
y Doña Valentina Beasoaín de Paulorena se mantuvieron
fieles al pretendiente. Esa división familiar continuó hasta
nuestros días. Los Mañeru y los Pagola estuvieron en el
“Tercio de Montejurra”. Otros miembros del clan fuimos y
somos leales a la II República Española. Para mis
parientes y para mi la Guerra Civil concluyo y nos une el
afecto, por llevar la misma sangre. Aunque mi primo,
Silverio Pagola –que acaba de morir-, era un caballero
mutilado y yo solo “disfrute” del estatus de quienes
perdieron la guerra. Nunca peleamos por nuestras
posiciones políticas.
El fondo del cuadro aparece el Montejurra, escenario de
violentos choques entre las tropas liberales del Gobierno y
los guerrilleros carlistas. Por eso, desde aquella fecha se
convirtió en el centro de reunión de la Comunión
Tradicionalista. Allí iban sus partidarios a renovar su
lealtad a su rey y a cantar en tono solemne: “Por Dios, por
la Patria y el Rey”(Su himno de guerra). Así sucedió por
espacio de mucho tiempo. Anualmente concurrían los
carlistas con los siguientes objetivos: “Para todos juntos y
en unión”, consolidar sus fuerzas de cohesión, dinamizar
el grupo y tratar de mantener viva la idea de "La Santa
Tradición".
Ahora bien; no sólo ellos cantaron, en aquellos lados.
48
También lo hicieron, pero en tono jocoso, los soldados
isabelinos por allí apostados. Le cantaban, con aire de jota,
a las mujeres de Estella: "Carlistona mandilona - dónde
tienes el marido - En los altos de Estella - haciendo fuego
escondido."
Las contiendas civiles en España, por desgracia han sido
numerosas y sangrientas. Porque el vivir en discordia
constituye una constante en nuestro pueblo. Es un legado
de la Vieja Grecia, donde durante siglos, se mantuvieron
en un permanente conflicto armado las Ciudades-Estado.
Eufóricamente, Platón denominaba a tan calamitosa
situación, “querella entre hermanos”. Ahora bien; el
asunto visto a la española, difiere en algunos aspectos la
vida en campaña por nuestra manera de ser. El español, no
solo cultiva el sentido trágico de la vida como lo enuncia
don Miguel de Unamuno, sino también el buen humor. En
nuestras guerras civiles, siempre fue usual, en la línea de
fuego, los enfrentamientos de palabras, canciones y
poemas. Por lo general, tenían lugar por la noche y servían
para enardecer los ánimos y combatir el aburrimiento..
Recuerdo, perfectamente, la letra y también la música de
la copla, cantada por los soldados isabelinos, en el cerco
de Estella. Quedó grabada en mi memoria, aquella
memorable jota, por la siguiente razón. Siendo niño, un
anciano liberal y republicano –que sirvió a las órdenes mi
abuelo, en la III Guerra Carlista-, me la cantaba y me
narraba los detalles de la campaña. Escuchando sus
emotivos relatos aprendí de memoria aquellas lecciones
de Historia y jamás la olvide. Aunque han transcurrido
cerca de ochenta años. Las enseñanzas del Aitona
perduran en mi mente.
49
2. Parroquia de Artadi
En el cuadro de Imanol Elorza aparece la Parroquia de
Artadi
El pueblo se halla localizado en el municipio de Zumaya,
Partido Judicial de Azpeitia (Guipúzcoa). Tiene particular
interés, para el visitante este bello rincón del País Vasco.
El paisaje, saturado de frondosos árboles y verde
vegetación, sirve de cuadro a típicos
caseríos y
edificaciones.
Para Imanol Elorza, el pintor itinerante, no hay rincón de
su tierra que no la haya plasmado en sus lienzos. Ha sido
un estudiado del quehacer de los vascos al través del
tiempo. Minuciosamente recorrió el territorio –palmo a
palmo-, con el propósito de conocer todos los lugares
donde tuvieron lugar acontecimientos históricos
50
Ese incesante caminar le ha llevado a conocer los más
apartados y singulares parajes. Como sería el caso de los
yacimientos prehistóricos donde se hallan las pinturas
rupestre. Según el artista, este tipo de manifestación
plástica, le inspiró sus oleorelieves. Dichos contactos con
la realidad le han servido como motivos de sus cuadros.
No sólo se limitó a pintar caseríos, iglesias y viejas casas
medievales. También ha sido un pintor de escenas
marineras y de las manifestaciones industriales y de los
personajes históricos y populares del país.
3. Caserío de Blanca Enea, Fuenterrabia
El Caserío de Blanca Enea es uno de los mas
pintorescos de la región
En los campos de Fuenterrabia, como en el resto del País
Vasco, abundan los caseríos. Se trata de la típica vivienda
51
unifamiliar. Sus estilos varían según el gusto y las
posibilidades del propietario y la región. Ahora bien; la
casi totalidad, de estas típicas construcciones, mantienen
un principio: orientar su fachada principal hacia el Sur.
4."Vista de San Sebastián"
Número del catálogo: 4. Recoge, en el centro del cuadro,
un aspecto de la bahía, de la playa de la Concha,
protegida por la isla de Santa Clara. Los citados detalles
son captados desde la barandilla del paseo frente al mar.
El observador, capta los dos famosos montes custodiando
la ciudad, a ambos lados de la bahía: el Monte Igueldo, a
la izquierda y el Monte Urgull, a la derecha, con su red de
fortificaciones. En ese istmo, donde se une la tierra firme
con el rocoso montículo tiene su asiento el casco viejo de
la ciudad.
En tiempos muy pretéritos, con seguridad, dicha zona
sería la sede del Ágora y del quehacer público. Siguiendo
las pautas de nuestra Cultura Occidental, marcadas en la
Vieja Grecia. Como un recuerdo de aquellas cívicas
actividades –de la res-publica-, han quedado elocuentes
muestras. El Ayuntamiento, los Tribunales, el Teatro las
plazas públicas llenas de gente y cantidad de pequeños
restaurantes y tabernas. Aunque la mayoría son pequeños,
por lo limitado de su espacio físico, la calidad de su cocina
es excelente. Siempre se ven concurridos. En resumen,
transcurrieron mas de veinticinco siglos y las directrices
pautadas en Atenas, aún se ven funcionando en las
ciudades de nuestro Mundo Occidental.
52
En la obra de Imanol Elorza vemos la bahía de San
Sebastián, tomada desde la playa de La Concha. Al
fondo el Monte Urgull, con el Castillo de la Mota y el
Cementerio de los soldados de Lord Wellington
Desde la Antigüedad Clásica resaltó San Sebastián por su
paisaje. Los romanos la llamaban la Bella Easo, algunos
de los tratadistas latinos la mencionan en sus crónicas. A
comienzos del siglo XX, se convertía, durante los meses
de verano, en el punto de reunión de los VIP españoles de
la época. Por supuesto, los encabezaba el VIP de mas alto
nivel, Alfonso XIII y su bella esposa (Siempre tuve
espacial debilidad por esta dama. La recuerdo por su
simpatía y por su hermosura). A la real pareja les
acompañaba una pequeña elite de su Corte. Creo los
llamaban caballeros de capa y servicio y damas de la
reina. Aparte de los egregios personajes, venían pequeños
burgueses y modestos elementos del estrato inferior de la
clase media. En resumen, no cuantos querían, sino quienes
podían. Por supuesto, no eran muchos. Pero de todas
formas, la playa de la Concha se llenaba de “bañistas”. Así
los denominaban.
53
Dada la afluencia de veraneantes, resultaba difícil –y
abusivamente caro- encontrar habitaciones disponibles, en
temporada. Por eso, quienes querían disfrutar del
privilegio de veranear en San Sebastián, se veían
obligados a hacer algo muy desagradable y ser victimas de
un chantaje. “Bloquear” la habitación con suficiente
tiempo. Sin duda, darse el caché de veranear en la Bella
Easo, constituía “un lujo burgués”, como diría Lenin
(Quien disfrutaba mucho haciendo frases).
A las personas con menos recursos y a quienes no les caía
bien el mundanal ambiente de VIPS, optaban por otros
destinos. En Zarauz, pongo por caso, los “bañistas”
poseían otras características. No era la rancia aristocracia
de la sangre, precisamente, sino otra aristocracia mas
respetable, en mi concepto. La correspondiente al término
griego aristo: los mejores, los de mayor calidad humana,
los en verdad practicantes de las “Nobles Virtudes
Humana”. 1ª) La Búsqueda de la Sabiduría. 2ª) El Cultivo
de las Bellas Artes. 3ª) La Práctica del Ejercicio Físico.
Me estoy refiriendo, concretamente, a “Las Minorías
Selectas”. Su máximo exponente en nuestro país
veraneaba en una localidad de playa a veintitantos
kilómetros de San Sebastián. En Zarauz, el pueblo
colindante con Getaria.
A finales del XIX y comienzos de los XX, los baños de
mar estaban sujetos a estrictas reglas, como sucedía con
ciertas normas higiénicas. Todavía al principio de los años
30 –recuerdo perfectamente-, los baños o podían ser pares,
sino impares. Cuando tenía nueve años me salió una
erupción y el diagnóstico fue categórico. Había tomado
54
sólo cuatro baños de mar. Como se precisaban nueve, me
sumergieron en el líquido elemento, las cinco sesiones
restantes. La gente no se podía bañar después de comer -ni
en el mar, ni en el río, ni en la bañera- pues corría el riesgo
de morirse y al parecer, el consejo funcionaba. La cosa iba
aún más lejos, porque la prohibición incluía el afeitarse.
Según parece, esa maldición dejó de producir efectos años
mas tarde, afortunadamente.
Los “bañeros” se hallaban firmes en sus posiciones, en
playas y balnearios, para proteger a su rebaño. Las
encopetadas damas, con su pintoresco atuendo playero,
cogiditas de la mano se adentraban unos pasos en el mar.
Jugaban con las olas y –con el agua no mas allá de la
cintura- se sumergían brevemente en el agua. Al comienzo
de la noche cambiaba de personajes la playa, pues solían
concurrir otro tipo de damas. Sus niveles socioeconómicos eran mas humildes, pero los de pudor mas
altos. A las pobres mujeres les daba vergüenza que las
viesen bañándose. Aunque no dejaban visibles sus
cuerpos, pues venían cubiertas –de la cabeza a los piescon sabanas, sin dejar nada de su anatomía visible.
Durante los tres meses de la temporada veraniega, el
Teatro Victoria Eugenia se mantenía abierto ofreciendo
variados
espectáculos.
Los
artistas
trabajaban
intensamente, para satisfacer a los distinguidos
veraneantes. Igual sucedía en el Casino y en el Hotel. Las
mesas de juego se veían muy concurridas. Tanto en la
ruleta, como en los otros pasatiempos, se apostaban
cantidades muy altas. El Hotel mantenía su ocupación a
tope. Con la siguiente particularidad, disponía de
habitaciones para los señores y para la servidumbre que
55
les acompañaba.
Un detalle muy delicado, imposible de descuidar, o de
pasar por alto, era la Buena Mesa. Aquellos personajes
debían ser atendidos como correspondía a su alto rango y
estaban acostumbrados. En San Sebastián, durante la
temporada, las dos cocinas de más alto nivel gastronómico
eran la del Gran Hotel y la del Casino. Ambas estuvieron
comandadas -al mismo tiempo, hasta 1936- por un chef
vasco de nombre Luis. El citado Super Jefe de Cocina
dominaba la Alta Cocina Francesa. Además, entre otras
gracias, preparaba seiscientos platos diferentes de frutos
de mar. Posiblemente, era el más calificado del ramo en
España. No lo se con certeza pues, al comienzo de los
treinta, en el país no se llevaban esos records, como
actualmente se hace.
Todo el show palaciego duró hasta 1931, pues cuando
abdicó Alfonso XIII algunos de sus acompañantes
veraniegos optaron por irse de España. No estaban de
acuerdo con lo sucedido al “pobrecito” Alfonso (Que
ganaba al día/sus seis mil duritos de la patria mía) y se
marcharon con el Señor. A lo cual el genial Don Luis de
Tapia, en la “Libertad”, comentaba: “La nobleza empieza
a pasar la ralla/ Se va la nobleza / Sí, sí, que se vaya”.
Como la Historia de un pueblo, o de una ciudad, no se
acaba porque unos personajes desaparezcan de escena, la
Bella Easo ahí sigue pujante. Más llena de gente que
nunca. Ahora en vez de una minoría espuria, una masa de
veraneantes visita San Sebastián. Se trata de la “Mayoría
Medía”. Vienen a disfrutar su privilegiada playa, su
estupenda restauración y de sus interesantes festivales
56
culturales.
Afortunadamente, con el progreso se han ampliado los
lapsos de ocio y mayor número de personas se favorece
del tiempo libre disponible. Ambos conceptos constituyen
indicadores positivos, pues significan una mejora notoria.
Sobre todo en cuanto respecta a la justicia social, si los
comparamos con los tiempos pasados.
5."El puente de Estella"
Número del catálogo: 5. La ciudad de Estella/Lizarra, se
encuentra situada en las orillas del rió Ega, en Navarra. En
la Edad Media fue residencia de los Reyes de Navarra.
Asimismo, de los pretendientes carlistas. El puente sobre
el Ega se ha mantenido al través del tiempo y ha resistido
los embates de varias guerras.
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6."Teatro Vitoria Eugenia en San Sebastián"
Número del catálogo: 6. Construido a principios del siglo
XX, se inauguró solemnemente el 20 de julio de 1912, al
comenzar la temporada de verano. Dio realce a la
ceremonia, de poner en servicio el Teatro que lleva su
nombre, Dña. Vitoria Eugenia de Battemberg, reina de
España. Actuó de madrina del regio evento. Todos los
veranos, la egregia dama y su esposo, Don Alfonso XIII,
pasaban el mes de agosto en San Sebastián, para huir del
excesivo calor de Madrid. Con la pareja real se trasladaba
lo mas granado de la Corte.
El Teatro, el Casino y el Hotel, durante el período estival
se veían concurridos, con los encopetados cortesanos. Su
actividad crecía al máximo, corría el circulante y la
demanda inducida elevaba el costo de la vida de la
población. En el regio show, los donostiarras era meros
espectadores. No veían los toros desde la barrera, sino de
muy lejos. Creo que al ciudadano de a pie, maldita la
gracia le haría, ver el despilfarro y el boato de aquella
gente.
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En la actualidad el Teatro Victoria Eugenia está sometido
a un proceso de remodelación a fondo. Las autoridades
municipales quieren situarlo a la altura de los tiempos,
dotándolo de todos los adelantos tecnológicos. Se abrirá al
público en el 2007.
7. "Pasadizo de Fuenterrabia"
Número del catálogo: 7. Este cuadro
de grandes proporciones, tiene varias
peculiaridades. Una de ellas –sin
duda la de mayor importancia-,
consiste en haber figurado en los
catálogos de varias exposiciones.
Tuvieron lugar durante las décadas
8. “Jardines de Fuenterrabia”
Fuenterrabia es una ciudad fronteriza de conocida
tradición pesquera. Por hallarse justo en la demarcación
territorial de dos naciones, en el transcurso del tiempo,
cambió varias veces de soberanía. En oportunidades,
perteneció a Francia y en otras a España. Se unió al Reino
de Castilla en el año 1200.
59
El cuadro de Elorza muestra los frondosos Jardines de
Fuenterrabia
La ciudad se halla situada tan sólo 20 kms de San
Sebastián. Exactamente a la derecha de la desembocadura
del Bidasoa, en la margen derecha de la Ría Hondarribia.
Por eso el nombre de la ciudad, en vascuence, es
Hondarribia.
Llama la atención del visitante el colorido de sus calles y
jardines. La belleza de la policromia de las fachadas -muy
dentro de los conceptos de la arquitectura del País Vasco),
resulta impactante. Cada casa difiere de la del vecino, por
tener su sello particular, sus propios colores. En sus
balcones (que en verdad son galerías), exponen flores de
distintos matices. El detalle –de la diversidad- le imprime
dinamismo y le resta monotonía. En consecuencia,
constituye un auténtico espectáculo refrescante, el pasear
por las calles de tan pintoresco lugar.
60
Durante el verano sus playas, en la hermosa bahía de
Txingudo, se ven muy concurridas. Igual sucede con sus
restaurantes y asadores, montados a la orilla de la Ría.
Ofrecen sardinas de la mejor calidad y como su precio es
muy solidario, los asadores deben ser diligentes para poder
satisfacer la demanda de los bañistas y de los visitantes.
En la actualidad las principales fuentes de ingresos de la
ciudad, proceden, básicamente del sector primario. La
pesca y los cultivos de verduras y hortalizas. El sector de
los servicios, marca la tendencia de superarlos y situarse
a la cabeza,
El propio desenlace de su Historia, provee a Fuenterrabia
con unos activos turísticos de calidad. Me refiero a sus
diversos monumentos, La iglesia gótica de Nuestra Señora
de la Asunción, la puerta medieval de Santa María, el
santuario de Nuestra Señora de Guadalupe (Siglo XVI) y
el castillo de los Templarios y el de Carlos V
9. "El Caserío de Arrakoa el Sidrero"
Número 9 del catálogo. Se trata del Caserío Goyuria,
situado en la zona de Durango. Bien pudo haber sido el
escenario donde vino a retirarse el legendario personaje,
después de escuchar el llamado de la tierra. Arrakoa
constituye el arquetipo del vasco inquieto que, en todas las
épocas, ha recorrido el mundo.
Fernández Ardavín le dedica un poema, en tetramétrica, a
sus aventuras allende los mares y a su profunda nostalgia.
61
“En el fondo del valle, neblinoso y austero
se alza el caserío de Arrakoa el Sidrero
“Arrakoa es un vasco taciturno y severo
de muy pocas palabra, pero de mucho dinero
Salió jocundo en busca de aventuras a recorrer el mundo
Al tornar a Vasconia, viejo y meditabundo
trajo en su corazón un tormento profundo
Cuando el rumor de lluvias lejano llega
Discurre en el fondo de la bodega
Arrakoa, Itzaguirre y Artega
Atakoa fumando, sus aventuras narra
Pero Itzaguirre, que es un viejo vizcaitarra
echa un discurso, mientras apura una jarra
de una picante sidra que ellos llaman pitarra
es un discurso en un vascuence añejo
sobre las libertades y fueros del Concejo
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10. “Casa de Usurbil”
La zona se halla ubicada en el Norte de la provincia de
Guipúzcoa, al suroeste de Donostia. En pleno camino de
San Sebastián a Bilbao, el río Oria la atraviesa, dividiendo
al municipio, por la mitad. Aunque una parte del terreno es
pantanoso, abundan los pequeños cultivos.
11. “Parroquia de Irura”
La localidad de Irura se halla ubicada a unos 17 kms de
San Sebastián. Está situada sobre el Monte Uztarre y en la
orilla derecha del río Oria. Desde los inicios de los
tiempos históricos, ha sido muy transitada, por encontrarse
en una encrucijada de caminos.
De ahí su importancia estratégica, comercial y política. Se
63
halla próxima a dos ciudades importantes: Tolosa y
Villabona-Armasa. Su antigua parroquia, tenía como
función realizar los servicios del culto. Ahora bien; en
determinadas circunstancias se utilizaba para congregar a
los pobladores del pueblo, en actos públicos
12. “Un Rincón de Pasajes de San Juan”
Las fachadas de las casas del Pais
Vasco, muestran características
muy propias. Viene siendo algo
así como una especie de sello
diferenciador. Sin duda,
lucen
atractivas y llaman poderosamente
la atención del visitante los
recursos utilizados. Diversos
64
tonos de colores, en el frontis y en las vigas de maderas
que sustentas las paredes y los miradores. Cantidades de
macetas en los balcones con flores y plantas ornamentales,
haciendo juego con los colores de la fachada.
Definitivamente constituyen todo un vistoso espectáculo.
En el cuadro de Elorza, se aprecia una típica fachada.
El Castillo de Urgull”
El Castillo de Santa Cruz de la
Mota, se encuentra en la cumbre
del Monte Urgull. Este sistema de
fortificaciones se construyó en el
Siglo XI y por espacio de muchos
años constituyó un importante
baluarte defensivo. Dentro de su
recinto se halla el cementerio de
los ingleses. Allí reposan los restos
de los oficiales de Wellington muertos en el sector durante
la Guerra de la Independencia. Posiblemente cuando el
ejército del rey José se retiraba de España.
La razón de sepultar los cadáveres de los oficiales ingleses
en el recinto militar del Mote Urgull, en un cementerio
exclusivo para ellos, obedecía a una discriminación. Al
hecho de practicar el rito anglicano. La Iglesia Oficial de
España, no podía permitir dar sepultura a protestantes en
los cementerios del país. Aunque fuesen nuestros aliados y
pese haber dado su vida por la noble causa de la
Independencia.
65
Seguramente Wellington, famoso por su mal carácter y
por su arrogancia, debió tener algunas trifulcas con los
clérigos hispanos. Por aquellos lados operaban dos
conocidos trabucaires: el cura Manuel Ignacio Santa Cruz
y su colega el cura de Santa Clara. Estos dos siniestros
personajes han pasado a la Historia, por sus crueles
fechorías. Eran poco amistosos y violentos. Por supuesto,
capaces –según las coplas populares- de jugarse a “cara y
a cruz” lo que se terciara. En fin, paz a los restos de los
soldados británicos y también a los de los guerrilleros con
sotana.
En la actualidad el Castillo de Urgull ya no tiene ni
carácter defensivo, ni tampoco militar. Porque se ha
convertido en un pacifico parque público, lleno de pinos y
de una colorida vegetación. Ahora constituye un tranquilo
lugar de esparcimiento. Ahí va la población a saturar sus
pulmones de aire puro. Al mismo tiempo, recrea su
espíritu con el bello paisaje del mar y la policromía de la
naturaleza.
14. "El Faro de Getaria"
Número del catálogo: 14. Recoge el interesante
monumento, de tanta significación para la villa de Getaria.
Sus luces señalaban a los navegantes la segura entrada al
puerto. Ha sido “o-portus· en el mas amplio sentido de la
palabra, tal y como la interpretaban los marinos de la
Vieja Grecia. El faro de Guetaria funciona desde tiempo
inmemorial.
66
La paleta de Elorza, capta el Faro de Guetaria
15. “Salida del Puerto de Pasajes”
Se trata del principal puerto pesquero de Guipúzcoa. Se
halla a 10 kms. de San Sebastián, en una de las mejores
Rías del Cantábrico. Cuenta con varios monumentos y
edificaciones históricas. El Castillo de Santa Isabel, los
palacios de Platain, Villaviciosa y las iglesias de San Juan
67
(Gótica XVI) y San Pedro (XVII)
16. “Túnel de la Carretera Getaria-Zarauz”
Interesante
resulta
este
tramo carretero,
pegado al borde
del mar, que une
los dos pueblos.
El túnel es corto
y en cuestión de
unos minutos se
atraviesa.
68
V - Los Oleorelives de Elorza
Al comienzo de éstas páginas hice una mención somera,
sobre el concepto de los oleorelieves. La palabra en
cuestión la popularizó Imanol Elorza, pues él fue quien
creó dicha técnica. En su mente quedó la metodología de
los indígenas brasileros. Tallaban sus mascaras en madera
y luego las pintaban. Basado en esa idea, se lanzó a crear
un tipo de cuadro especial. Lo bautizo oleorelieve.
Para lograr la sensación tridimensional de la obra,
comienza por realizar su relieve en madera. La talla y le va
incorporando diversos materiales, como seria el caso del
acero inoxidable, aluminio, latón y otros. Así las
perspectivas correspondientes a los diferentes planos
logran una sensación óptica de profundidad más
acentuada. Las formas adquieren, de esa manera, vida
propia. Después, pinta al óleo el perfil de la silueta. Se
trata de la búsqueda de conseguir resaltar las luces y las
sombras. Su técnica puede considerarse, como una
innovación en la concepción de la pintura.
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70
VI - RESUMEN Y COMENTARIOS
1.) El Pais Vasco Francés
Por espacio de ocho años (1968-1976), fui un asiduo
visitante de los Bas Pyrinées (La región vasca de Francia).
Allí solía trasladarme desde Paris los fines de semana. La
zona de la Aquitania tiene para mi un particular encanto y
bellos recuerdos. Tanto San Juan de Luz, como Hendaya,
Bayona y Biarritz, poseen un atractivo singular. Durante el
periodo romántico puso de moda ese lugar de Aquitania,
una mujer extraordinaria, Doña Eugenia de Montijo.
Todavía, por aquellos lados, funciona uno de los mejores
restaurantes de Francia. “Le Prée d’Eugenie”, clasificado
dentro de la categoría de TQ (Traditions et Qualité). El
famoso restaurante, lleva su nombre en honor de la
hermosa madrileña, esposa de Napoleón III.
Mientras
duró
la
dictadura, no viajaba a
España, me contentaba
con algo muy simple.
Contemplar
Fuenterrabia, desde la
ribera del Bidasoa y
desde el pico de Larun
observar a Vera de
Bidasoa.
Resultaba
placentero vivir, a
plenitud, el ambiente
vasco, pues tenía toda
una
gama
de
interesantes atractivos.
71
Han pasado casi cuarenta años y aún recuerdo mis gratas
vivencia en la zona de Aquitania.
2.) Atractivos Turísticos y Gastronómicos de los
Pirineos Atlánticos
San Juan de Luz (En vascuence Donibane Tortzun),
básicamente, es un puerto pesquero, sardinas, anchoas y
atún son sus principales capturas. Al borde del mar
funcionaba un mercado informal. Ahí concurrían una serie
de artistas, del otro lado del Bidasoa, para exponer sus
obras y retratar a las turistas. El mercado en cuestión,
disponía de improvisados “servicios de restauración”. Su
objeto consistía en calmar la sed y el apetito al público,
por muy poco dinero. Nunca he podido olvidarlos, por la
justa relación de calidad-precio, que mantenían. No es
fácil reunir en un menú estos tres elementos: la sencillez,
una calidad exquisita y un buen precio. Uno de los menús
consistía en sardinas asadas, con un trozo de pan y una
botella de vino (Sólo costaba 10 francos). Las sardinas del
Golfo de Vizcaya constituyen un fabuloso bocado. Son
grandes, robustas y con una capa de grasa apreciable.
Asadas a la brasa y con su propia grasa, se tornan un
auténtico manjar de dioses.
En las cuatro ciudades mencionadas al comienzo, el
visitante encuentra monumentos y joyas arquitectónicas de
notable belleza, cargadas de Historia. Por su condición de
hallarse en la línea fronteriza, han vivido la violencia de
la guerra, en diversas oportunidades. Las ciudades en
cuestión también han sido el escenario de amistosas
reuniones internacionales y de la negociación de bodas
reales. En la isla de Los Faisanes, en medio del Bidasoa,
72
se han protagonizado una serie de eventos del citado tipo.
En aquellos verdes parajes el visitante lo pasa bien y se
lleva un buen recuerdo, cosa muy importante. Porque el
abanico de oferta es amplio y hay para todos los gustos. Se
puede disfrutar del arte, de los paisajes, del relax, de las
prácticas deportivas y muy en particular, de
la
gastronomía.
Como señalaba en párrafos anteriores, en la región se
encuentran restaurantes de la más alta categoría mundial
(Clasificados en TQ). Asimismo, humildes mesones,
típicos asadores y restauración a precios medios.
Predomina la Cocina Vasca, surtida con productos locales.
El jamón de Bayona, es muy bueno, en mi concepto dentro de la escala mundial-, puntea en segundo lugar. Le
sigue en calidad al ibérico.
Dentro del tema de la gastronomía vasca, de la región,
quiero destacar algo que me impacto. Muy cerca de San
Juan de Luz se halla la frontera. Unos autobuses urbanos
llevan a los turistas hasta la falda del Monte Larun. Un
tren de cremallera conduce a los viajeros a la cumbre, que
es territorio español. Del otro lado del Monte se encuentra
Vera de Bidasoa, el hogar de Don Pío Baroja, el genial
escritor vaso, cuyas novelas devoré en mi juventud. No
pude resistir la tentación, tomé el trencito y en cuestión de
unos minutos me encontraba en España, de donde había
salido hacía algunos años. Sentí una rara impresión.
Por cierto, nada de atractivo tenía el lugar, por el contrario
era una pequeña planicie pelada, sin vegetación. En ese
reducido trozo de terreno, en la cúspide del monte, sin
ningún orden urbanístico, habían construido una serie de
73
barracones. Me recordaban las instalaciones de zona
franca de las Antillas Holandesas. Albergaban unos
almacenes cargados de mercancía “típica”. Castañuelas,
abanicos, peinetas, mantillas y toda clase de implementos
españoles –Made in Hong Kong-, destinados a los turistas
franceses. Por supuesto, los artículos los vendían en
cantidad, pues eran muy baratos.
Larun solo funcionaba sábados, domingos y feriados. Se
llenaba de gente que iban a pasar el día, en territorio
español. Aprovechaban las facilidades del enclave: ningún
tipo de formalidades fronterizas, ni controles aduaneros.
Los visitantes paseaban en suelo español, compraban
recuerdos por poco dinero y degustaban la Cocina
Hispana. El programa no podía ser mas atractivo.
Entre otros, había un restaurante bastante amplio y bien
montado, donde se daba un buen servicio. Para no
romperse mucho la cabeza el dueño, ni complicar la
elección a los clientes con una carta extensa, la casa
ofrecía un sólo menú. Por cierto pantagruélico, pues sólo
un atleta digestivo, o un comensal navarro era capaz de
devorarlo. Entremeses Variados, Paella, Pollo a la Vasca,
Postre, Café y una botella de vino per cápita. La calidad
era excelente, la cantidad excesiva y el precio irrisorio.
Cobraban unos 10 francos. Pese a tratase de una comida
masiva y casi industrial, estaba muy bien lograda. Según
me contó el patrón –de quien por supuesto me hice amigohabía ido a Valencia, con su mujer, para aprender a
preparar la paella.
En mi última visita a Larun me vi un poco apurado.
Aquella vez –pudo ser la última-, todo empezó mal, desde
74
mi llegada a San Juan de Luz. Comenzaron por darme una
mala noticia: el autobús a Larun, no funcionaba por haber
concluido la temporada. El último circuló el día anterior.
¿Qué podía hace? Después de tomarme el trabajo de venir
desde Paris, no quise interrumpir el programa y
frustrarme. Encontré una solución muy fácil para llega a
mi destino. Le pedí a un taxis que me llevara hasta el tren
de cremallera. Ese si estaba en servicio. Más tarde ya yo
veria, como resolver el problema de regresar a la estación
de San Juan de Luz, para volver a Paris. Cuando terminé
la comilona, bajé en el trencito. En el terminal le pedí a
unos franceses que me hiciesen el favor de llevarme en su
automóvil a San Juan de Luz. Fueron muy gentiles y me
complacieron. Hasta ahí todo marchó perfectamente. Pero
al apoltronarme, en los confortables butacones del tren,
comenzó hacerme los efectos el vino y la tremenda
comida. No me sentí muy bien. Quienes iban conmigo –
como siempre sucede en estas situaciones-, se asustaron.
Pero aquí estoy para contarlo, afortunadamente.
Por supuesto, no sólo de buenos bocados vive el hombre,
también requiere el poder satisfacer sus necesidades del
espíritu. Si desea vivir su vida humana a plenitud y
escapar de las fuerzas absorbentes que lo hunden en lo
más profundo de la animalidad. En San Juan de Luz,
aparte de ofrecer un sin número de restaurante -donde se
come francamente bien-, también brinda al visitante
alimento para el espíritu.
Su Iglesia de San Juan Bautista (Siglo XVI), cuenta con
un valioso retablo, del siglo XVII, digno de verse. Entre
otras edificaciones históricas, está la casa de Luis XIV
construida en 1643 y la casa del Infante edificada en la
75
época de Luis XIII. En San Juan de Luz tuvo lugar la boda
de Luis XIV (El 9 de junio de 1660), con Maria Teresa de
Austria, hija del rey Felipe IV de España. Como
consecuencia del Tratado de Utrecht, en 1713, Francia
perdió Terranova. A San Juan de Luz le afectó a su
economía, pues sus principales ingresos se derivaban de la
pesca de la ballena y del bacalao. A sus astilleros debió
dársele otros fines.
Bayona (Iparralde, en vascuence), ubicada en la
confluencia de los ríos Nive y Adour es una ciudad muy
antigua y de sorprendente belleza. Los romanos la
llamaban Lapurdum. Entre todos sus monumentos, el más
impactante, desde el punto de vista artístico y
arquitectónico lo constituye la catedral de Santa María. Es
de estilo gótico, fue construida en el siglo XIII y las
agujas de sus altas torres, son visibles, desde lejos de la
ciudad. Por su situación en la frontera con España, Bayona
ha sido el escenario de sangrientas batallas y de históricas
reuniones.
En Bayona se llevaron a cabo algunos famosos convenios.
Catalina de Médicis y Enrique IX, negociaron con el
Duque de Alba en 1565. También en esa ciudad se efectuó
una deshonrosa reunión de triste recuerdo para los
españoles. Carlos IV y Fernando VII, se inclinaron de la
forma más cobarde y servil ante Napoleón Bonaparte.
Estos dos viles sujetos abdicaron del trono y se lo cedieron
a Napoleón. Dentro de la Historia de España, tanto el
padre, como el hijo, figuran como los reyes de la peor
calaña que tuvo la Patria Hispana (Aunque hubo muchos).
76
Diversidad de historias y comentarios se cuentan de
Bayona. Como una curiosidad -no confirmada por
completo-, se dice que allí se inventó un sangriento
instrumento. La bayoneta. ¿Quién fue su inventor? No
vale la pena, ni me interesa saberlo. Prefiero olvidar los
aspectos desagradables asociados a la simpática ciudad de
Bayona. Como son Carlos IV, Fernando VII y la bayoneta.
Más vale ensalzar sus monumentos y su jamón, porque es
el mejor de Francia
Cuando se sale de Irún y se entra en Francia, el primer
puesto fronterizo es Hendaya. Ubicada en la
desembocadura del Bidasoa, siempre ha sido una ciudad
con mucho tráfico de viajeros, en ambas direcciones.
Llegan turistas provenientes de las más diversas latitudes.
Pero quizás el mayor número de sus visitantes viene de
España. Casi la totalidad procede de las ciudades vecinas.
Unos van de paseo a pasar el día Ahora bien: una cifra
crecida arriba diariamente con otro propósito. Ir al
supermercado a efectuar sus compras. Posiblemente, con
la globalización y el Mercado Común, dicha cifra tiende a
descender. Porque en la actualidad en los supermercados
europeos los precios son similares en todas las ciudades.
Hendaya tiene sus encantos y con seguridad, los
conservará. Pasará el tiempo y otras generaciones, pero
sus restaurantes y lugares confortables conservarán su
clientela. Desde tiempo inmemorial su famoso balneario
tiene permanente demanda. Algo similar sucede con su
playa. Además, Hendaya dispone de sus fuentes de
ingresos propias, procedentes de su puerto pesquero.
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Como puesto fronterizo, en su demarcación, han tenido
lugar una serie de hechos históricos. En la Isla de los
Faisanes, en 1463, Luis XI tuvo un encuentro con Enrique
IV de Castilla. En1526 allí se dejó en libertad a Francisco
I, hecho prisionero en Pavía. Permaneció recluido un
tiempo en la Torre de los Lujanes en Madrid. Después fue
canjeado por sus dos hijos, en la Isla de los Faisanes. Los
dejó como garantía del convenio negociado, con los
españoles. Hasta donde yo se, el arrogante francés no
honró su compromiso con Carlos V. El Cristianísimo Rey
de Francia, continuó su alianza con el Gran Turco y sus
flotas combinadas asolando las costas españolas del
Mediterráneo..
En la Isla de los Faisanes, en 1615, hubo un intercambio
de infantas. Isabel, hermana de Luis XIII, quedó
comprometida con Felipe III. Años más tarde, el 1659 se
firmo la Paz de los Pirineos y el acuerdo de la boda entre
Luis XIV y Maria Teresa de Austria. A partir de 1856, la
isla paso a depender alternativamente, de los dos paises.
Desde 1901 alternan la soberanía, cada seis meses.
El 23 de octubre de 1940 se celebró en Hendaya el
histórico encuentro de dos dictadores. Adolfo Hitler y su
protegido Francisco Franco. El tema a tratar fue la
negociar la entrada de España en la II Guerra. Tengo
amplia información de los detalles de aquel suceso. No lo
comentaré aquí, porque no lo considero el lugar apropiado.
3.) En Torno a las Artes Plásticas en el País Vasco
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Muchos siglos antes de los tiempos históricos comenzó el
quehacer de los vascos, en las Artes Plásticas. Algunos de
los sitios prehistóricos del País, datan de 200.000 años, del
Paleolítico Inferior. En esos lugares el hombre autóctono
dejó una serie de vestigios, aún visibles en nuestros días.
En Vizcaya, Alava, Guipúzcoa y Navarra, todavía pueden
contemplarse los monumentos funerarios, construidos por
los vascos: dólmenes y cromlechs. La lista de dólmenes es
extensa, por citar algunos, mencionaré los de Arrizala,
Eguilaz, Valle de Kuoternigo, La Guardia, Elvillar,
Furangatea y Venta de Arrako. Posiblemente, el situado en
Sorginetxe sea el más espectacular.
Aparte de las citadas manifestaciones del Arte Megalítica,
se han descubierto pinturas rupestres, decorando el habitak
del primitivo habitante de la zona. Sin duda, se trata de un
hombre autóctono que siempre vivió allí. En otras
palabras, no llegó de ninguna parte y sobre ese terreno se
ha mantenido por espacio de siglos. Los autores de las
pinturas rupestres de Venta de Laperra, Arenaza,
Santimamiñe, Goikolau, Ekain, Altzerri, Alberdi, Isturitz y
Etxeberriko, son los primeros pintores vascos. En el
criterio de los expertos, las pinturas rupestres halladas en
Santimaniñe, son las más representativas.
En las paredes de sus cuevas plasmaban escenas
arrancadas de la vida cotidiana. Pintaban los animales
existentes en aquellos lados. Algunos ejemplares de la
fauna han desaparecido de la zona. Como sería el caso de
los bisontes, renos y grandes lagartos. Sin embargo otros,
como el oso pardo, los ciervos, las cabras monteses y los
caballos, todavía permanecen en la región.
79
Según manifiesta Imanol Elorza, las pinturas rupestres
han influido en su proyecto de los oleorelieves. Cuando
visitó las cuevas de Altamira, en Cantabria y Ekain, en el
País Vasco le impactaron las pinturas. Le llamó la
atención el relieve que adquirían las imágenes pintadas en
la piedra. Como tomaban volumen y otra dimensión. Ese
concepto, decidió incorporarlo a sus obras, para enriquecer
su contenido.
Conforme iban transcurriendo los siglos, los artistas
autóctonos adaptaban su estilo a la época. Viene siendo lo
usual en todas las culturas. El contacto con otras gentes
influía en ellos y en su obra La romanización, el período
visigótico y las corrientes de la Edad Media, han dejado su
impronta en la pintura vasca. Todo ese proceso evolutivo
puede apreciarse en la extensa obra expuesta en museos,
iglesias, conventos, catedrales, ermitas y palacios
diseminados en toda la geografía del País Vasco.
Las personas interesadas en el tema, amantes de las artes
plásticas, pueden satisfacer esta necesidad del espíritu, en
los Museos de Vitoria, San Sebastián, Bilbao y Pamplona.
Conservan verdaderas obras maestras y están muy bien
organizados. Conozco muy por encima el de Bilbao y el
de San Telmo en San Sebastián y más a fondo el de
Vitoria. En el de Pamplona, no estuve nunca.
De por sí, la ciudad de Vitoria posee unos valores
artísticos, fuera de los parámetros corrientes. La ciudad en
sí puede considerarse como un verdadero Museo, donde se
conserva un patrimonio artístico extraordinario. Caminar
por sus calles y sus plazas, constituye un paseo por la
Historia. Los siglos, las generaciones han ido pasando por
80
allí y dejando sus huellas imborrables. En dos
oportunidades Vitoria ganó el galardón de ser la ciudad
más bella de Europa. El Poder Local se ha encargado de
gestionar, inteligentemente, el urbanismo y el
embellecimiento de la ciudad. Asimismo, ha sabido
conservar sus valores eternos, propiciando el crecimiento
espiritual de sus conciudadanos.
En las décadas del setenta y del ochenta visité, con
frecuencia Vitoria. Varias veces entrevisté al Alcalde, Don
José Ángel Cuerda Montoya, quien me documentó sobre
diversos temas. Me habló en torno a la historia y al
desarrollo de la ciudad y e su gestión municipal. En
Venezuela y República Dominicana, publiqué una serie de
reportajes sobre Vitoria-Gateiz, con la información
recogida en el Poder Local.
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Como señalo en párrafos anteriores, el patrimonio artístico
de Vitoria es el que mejor conozco del País Vascos. La
ciudad tiene cuatro magníficos Museos, abiertos al público
y a los estudiosos del tema. En ellos se exponen una
extensa gama de obras de arte valiosas. Son el Museo de
Bellas Artes, el Museo de Armería, el Museo de
Arqueología de Alava y el Museo de la Heráldica Alavesa.
Cada uno se ocupa de manejar un área diferente del
quehacer artístico.
Museo Provincial de Bellas Artes de Vitoria
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De todos los Museos de Vitoria el de mayor importancia y
el más completo, es el de Bellas Artes. Se halla ubicado en
un edificio que en otro tiempo perteneció al Conde
Dávila. Con minuciosidad, ha organizado la exposición de
las obras, de forma y manera, de presentar conjuntos y no
dejar escapar ningún detalle. En otras palabras, ha
procedido como los grandes Museos del mundo. Cada una
de sus Salas presenta una temática completa. Haré un
breve recuento de las obras allí expuestas.
En la Colección de la Diócesis se presentan diferentes
obras de Arte Sacro. Los cuadros y esculturas
corresponden a diferentes estilos y períodos, desde el arte
medieval, hasta el barroco. Tiene tallas góticas, cuadros
del Renacimiento y de artistas flamencos. La Pintura
Hispana, está muy bien representada con obras del taller
del Greco, de José Ribera, el Españoleto y de Alonso
Cano, entre otros. En el área del Costumbrismo Vasco,
figuran obras de pintores alaveses, vizcaínos y
guipuzcoanos. Del vizcaíno Arteta se exhibe un cuadro
titulado “Pescadora en el puerto”. Me llamó la atención,
porque es un perfil caracterológico completo. El pintor
demuestra un conocimiento a fondo de la tipología
humana. La morfología somática de la pescadora,
corresponde al leptosoma, asimismo sus manos. En el
vestíbulo medio del rostro se aprecia su alto nivel de
emotividad y se corresponde con la delgadez de su cuerpo.
Interesante resulta el recorrido por el área dedicada al
costumbrismo regional, porque reúne la realidad cultural
de un pueblo. La Colección Escuela de Artes y Oficios,
recoge la obra del pintor Ignacio Diaz de Olano, quien
profesó su cátedra en esa Casa de Estudio. Durante la
segunda mitad del Siglo XIX, fue el maestro de insignes
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artistas. En otras Salas del Museo se exponen las pinturas
de Fernando de Amárica y los grupos que integran la
escuela vasca. En la Capilla Sextina se presentan obras
de autores contemporáneos famosos. Joan Miró y Pablo
Picasso, por citar algunos.
El Museo de Armería se halla frente al Museo de Bellas
Artes, lo donó a la ciudad Don Félix Alfaro Fournier.
Como su nombre señala, se ocupa de conservar
armamentos de todos los tipos y de todas las épocas. Sin
duda, el ser humano ha tenido permanentemente la mala
costumbre de ser agresivo y poco amistoso. No le bastaron
sus puños, sus dientes y sus pies, para agredir a sus
prójimos. Por eso, con el fin de potenciar su agresividad,
se valió, al través de su Historia, de los más variados
instrumentos.
En las vitrinas del Museo se expone una diversidad de
material, para agredirse los humanos. Muestra,
cronológicamente, las expresiones más arcaicas de los
armamentos.. Piedras de silex, talladas, rudamente, en el
paleolítico inferior y puntas de lanzas, mejor trabajadas,
del neolítico. Espadas de bronce, puñales de hierro y todo
género de implementos incisos cortantes. Las citadas
piezas datan de cuando el hombre comenzó a dominar la
técnica de trabajar los metales.
Según se van recorriendo las Salas del Museo el visitante
percibe los cambios históricos acaecidos en la región. La
presencia de otras gentes, aportando su tecnología en la
fabricación de armas y adoptando el material indígena.
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Los romanos en España sustituyeron su lanzas de Liguria,
por la espada ibérica, En resumen, en el Museo y
debidamente clasificado y en función del tiempo, se
exhibe al público, el utillaje bélico de romanos, visigodos
y caballeros medievales.
Allí también están presentes las primeras armas de fuego:
cañones, lombardas y mosquetes. Como recuerdo de la
Guerra de la Independencia, posee, el Museo, un extenso
surtido del equipo militar de los ejércitos napoleónicos.
Cuadros, croquis y una
maqueta muy amplia –con
soldaditos de plomo-, donde se explican el desarrollo de la
Batalla de Vitoria. El suceso tuvo lugar el 21 de junio de
1813 y fue inmortalizado con una sinfonía de Beethoven.
Por supuesto, no podían faltar muestras de armas de
lejanos paises. También conserva un recuerdo de
Wellington, dejado a su paso por Vitoria. No es un
artefacto bélico, sino la tetera y las tazas usadas por el
arrogante británico, para tomar su the de las cinco. Uso
todos los adjetivos peyorativos, cuando me refiero al
estirado personaje, pues
me resulta profundamente
antipático. Don Francisco de Goya no debió limitarse a
una simple amenaza, ni a escuchar los consejos de su
sobrino, Debió descargarle su pistola en los sesos del
aristócrata inglés, cuando le ofendió.
Porque eso hizo Wellington, no parar de ofender a España
y a los españoles, olvidándose de algo fundamental. Él
estaba en Portugal y con la sangre y el valor de los
españoles, pudo realizar su campaña y derrotar a las tropas
napoleónicas. Ahora bien; cuando las fuerzas aliadas
vencieron a Napoleón, se celebró un desfile militar en
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Paris donde participaron los protagonistas de la victoria.
Wellington no permitió la presencia de la representación
del ejército español. Por eso digo, que Don Francisco de
Goya –personaje a quien admiro como pintor y por sus
ideas progresistas-, debió enviar a los infiernos, al
petulante inglés.
,
Otro Museo de Vitoria es el de Arqueología de Alava,
donde se conserva un valioso material encontrado en la
zona. Sirve para documentar sobre el quehacer histórico
del hombre autóctono. En sus distintas Salas se ocupa de
los pobladores, de cada uno de los yacimientos
explorados. Asimismo, de los monumentos megalíticos,
de la cultura de las cuevas, de las invasiones
El dolmen de Arrizala
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indoeuropeas, de la romanización y de la Edad Media.
Lógicamente, también hace un estudio, pormenorizado, de
las actividades artísticas de los primeros pobladores de la
región. De sus pinturas rupestres, tallas y piezas de
cerámica. Sin duda, allí el estudioso puede enriquecer sus
conocimientos. Porque, en verdad, cuenta con un valioso
material arqueológico.
En las diversas vitrinas del Museo se exponen el material
arqueológico encontrado, en los yacimientos explorados.
Asimismo, proporciona una información amplia y bien
documentada, sobre cada tema tratado. La vitrina nº1
presenta los hallazgos recogidos en el Yacimiento de
Murba. Datan del Paleolítico medio. Otras recogen los
testimonios de los diferentes períodos, hasta llegar a la
Edad Media. Haciendo un énfasis especial en la
romanización. La vitrina 14 se ocupa del tema de las
pinturas rupestres. Dichas muestras de cultura, los
estudiosos, las sitúan al final del Bronce y la Edad del
Hierro. Las fotografías fueron tomadas en las cuevas de
Lazalday, Peña Rasgada y principalmente en la cueva de
Solacueva. Todas ellas en la provincia de Alava. Los
remotos artistas utilizan desde el estilo inspiración y
aliciente a los pintores de nuestro tiempo.
Quienes visiten la bella ciudad de Vitoria -si tiene
inquietudes artísticas-, podrán disfrutar con el espectáculo
de los tesoros expuestos en los Museos locales. Todos
ellos exponen obras admirables. Recorrer sus Salas
constituye un incentivo para el espíritu.
En la ciudad de Bilbao se encuentra uno de los Museos
más espectaculares y modernos del mundo, el
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Guggenhein. Fue inaugurado, con gran solemnidad, el 18
de octubre de 1997. La idea de erigir este extraordinario
Museo fue de la Fundación Solomon R. Guggenhein. Un
ente de bona fide dedicado a `promover el arte y los
Museos.
La citada Fundación la creó en Nueva York en 1937, el
industrial y filántropo Solomon Guggenheim. Amante de
las bellas artes y particular de la pintura de vanguardia.
Con el fin de promover esta corriente artística, puso en
servicio un Museo, en el centro de la ciudad de Nueva
York. Lo abrió con el nombre de la Fundación. Mas tarde
su sobrina, organizó en la ciudad de Venecia, con su
propia colección, otro Museo con el mismo nombre.
El ente promotor siguió creciendo y trasladó su Museo de
Nueva York, a un nuevo edificio en la 5ª Avenida y
posteriormente abrió otro en la misma ciudad (Sector de
Soho), Sus próximos pasos fueron Bilbao (1997), Berlín
(2001), el Guggenheim Las Vegas. Últimamente inauguró
“Las Vegas-Ermitage, asociado con el famoso Museo de
San Petersburgo. En la actualidad la Fundación maneja la
totalidad de los fondos artísticos de la Museos antes
mencionados.
Un trabajo de la envergadura del Guggenhim de Bilbao,
consume una cierta cantidad de recursos y de tiempo. Las
obras de construcción y puesta en servicio llevaron seis
años. El proyecto del edificio y su ejecución estuvo a
cargo del más calificado arquitecto del siglo XX, Frank
Gehry. En 1989, ganó el Premio Priztker, máximo
galardón mundial concedido a la creación arquitectónica.
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En 1992 se llegó a un acuerdo, para construir el Museo:
Tomaron parte la Fundación Solomo Guggenheim, la
Diputación de Vizcaya y el Gobierno Vasco. Este último
fue el principal financiero del proyecto. Tan importante
como la ejecución de la obra, es el conjunto
arquitectónico. Para construir el Museo se aprovecharon
las estructuras de los puentes de la Salve y de Deusto.
Semeja un barco varado en la ría, o una monumental flor
metálica. Llaman poderosamente la atención por dos
motivos muy originales. La estatua Poppy ubicada a la
entrada y la “Fuente de Fuego”, situada en la parte
posterior. Lanza llamas mezcladas con aguas de colores y
constituye todo un espectáculo. La estatua es una creación
de Jeff Koons y la fuente de Yves Klein.
Cuando se inauguró el Museo, en 1997, comenzó
exponiendo 250 obras. Unas fueron donadas por la
Fundación y las otras adquiridas. Esta cifra se va
incrementando con el paso de los años. La superficie
interior del Museo tiene 24 mil metros cuadrados,
divididos en tres plantas. Las obras más antiguas se
exhiben en el piso superior y las más recientes, en los dos
primeros pisos.
Sin duda, el conjunto arquitectónico, formado por
planchas cubiertas con escamas de titanio le dan una
fisonomía ultra moderna a la capital de Vizcaya. Al
parecer, el mantenimiento supone un esfuerzo
extraordinario, pero bien vale la pena. Ahora bien; en
cuestión de gustos y colores es difícil poner de acuerdo a
la gente. Algunas personas prefieren los lineamientos
clásicos, en materia arquitectónica y les choca los alardes
vanguardistas y abstractos. Algo similar les sucede con la
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pintura. Aunque algunas cosas, dentro de esta área
específica, me cuestan mucho trabajo entender –si es que
llego a entenderlas- me declaro agnóstico. Adopto una
posición respetuosa y me limito a tratar de informar
objetivamente.
Como señalo al comienzo de este capítulo, mi información
en materia de Museos del País Vasco es muy reducida. Se
limita a los Museos de la ciudad de Vitoria, pues los he
visitado en diversas oportunidades. Sí se que en Bilbao
funcionan Pinacotecas y Salas de Exposiciones, desde
hace muchos años. Tal sería el caso del Museo Vasco, del
Diocesano, del Reproducciones Artísticas y el taurino, por
mencionar algunos. Otros Museos en Vizcaya, serían el
Euskal Herria, en Gernica; el del Pescador, en Bermeo y el
Simón Bolívar, en Puebla de Bolívar.
Sobre la provincia de Guipúzcoa podría decir lo siguiente.
Mucho se ha hablado, últimamente del Museo “ChillidaLeku”. Está localizado en la localidad de Hernani, no lejos
de San Sebastián y es por demás interesante. Se inauguró
recientemente, el 16 de septiembre del 2000 y expone las
obras del escultor vasco Eduardo Chillida. El Museo se
halla instalado en la finca Zabalaga, propiedad del
escultor. Ocupa una extensión de 12 ha, de cuidados
parques y praderas.
En ese bello escenario natural se exponen, al aire libre, 40
esculturas de gran tamaño. En un caserío del siglo XVI,
totalmente restaurado, se exhibe un centenar de obras de
pequeño tamaño de Chillida. Se trata de grabados y
estampados en papel.
90
Chillida domina la técnica del estampado. Entre sus
trabajos más comentados por la Prensa, están las estampas
que preparó para el poemario de Jorge Guillén, titulado
“Más Allá”. Hizo un trabajo similar para una de las obras
del filosofo Martín Heidegger en 1959.
La intención del insigne escultor, es dejar a las
generaciones futuras una muestra, muy completa de su
obra. Para realzar su valor artístico, les un marco natural
apropiado de grandes dimensiones. Situado en un lugar
muy representativo del paisaje vasco. Allí colocó sus
obras, al aire libre, en la plena campiña y sin paredes que
las opriman, como un gesto de libertad.
San Sebastián cuenta con importantes Museos
especializados en distintas ramas del quehacer humano. El
de Ciencias, el Diocesano, el Naval y el Palacio del Mar,
por nombrar algunos. Las principales ciudades de
Guipúzcoa, también tienen sus Museos. En Irún, hay dos;
en Legazpiz, cuatro; en Zarauz, dos; en Alea, dos; en
Azpeitia, dos; en Beasain, uno. En la localidad de
Ormaiztegi, se encuentra un Museo con el nombre del
famoso general carlista, Zumalacarregi. Para concluir mi
pequeña lista mencionaré el Museo de Confitería, en
Tolosa y el Zuloaga en Zumeia. Está, dedicado al notable
pintor vasco.
Con relación al tema de los Museos del País Vasco, quiero
señalar lo siguiente. Tan sólo me limité a mencionar
algunos. Por supuesto, me quedé muy corto en la lista,
pues hay muchos más. Ahora bien; mi propósito no era
mostrar a los lectores un inventario completo, sino dar una
idea de la inquietud artística de la región. Dicha inquietud,
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constituye una constante, pues se mantiene presente, al
través del tiempo. Como bien lo demuestra, la abundancia
de obras dejadas a la posteridad, desde el inicio de los
tiempos históricos. Hoy podemos admirarlas en las
vitrinas y Salas de los Museos vascos.
Cada época ha producido sus pintores, en las cuatro
provincias vascongadas. Algunos de ellos, alcanzaron
fama internacional, dada la calidad de sus cuadros.
Preparar un resumen de la obra realizada por estos artistas
constituye una tarea larga. Además, muy compleja y se
precisaría mucho tiempo de poder llevarla a cabo. No me
corresponde a mí el realizarla, por las siguientes razones.
El objeto de este trabajo es muy simple y modesto. Se
reduce a cubrir solo tres aspectos. 1º) Relatar la biografía
de un pintor. 2º) Dar una breve información sobre su obra,
sin entrar en profundidades técnicas. 3º) Hacer un
comentario del interesante escenario donde ha
protagonizado su existencia y le ha consagrado su trabajo
artístico, el País Vasco. En resumen, me limité a efectuar
una tarea sencilla y dentro de mis posibilidades, a una
simple faena periodística. A un mero problema de
comunicación
92
PERFIL DEL AUTOR
El autor nació en Madrid en 1922. Es un apasionado
helenista y en su ya larga vida se desempeñó como
profesor y periodista. En el área de la docencia se inició en
el nivel más modesto, como
maestro de Educación Primaria,
en los Campos de Refugiados
Españoles en Francia y culminó
como profesor de Post-Grado, en
la Facultad de Medicina de la
Universidad
Central
de
Venezuela. En el área del
periodismo, también comenzó en
forma autodidacta. Posteriormente, fue Director de un
Semanario; ganó dos veces el Premio Nacional de
Periodismo YMCA; se graduó en la especialidad y fue
catedrático en la Escuela de Comunicación Social, de la
UCAB de Caracas.
Cursó su Educación Media en la Fundación Caldeiro
de Madrid. Realizó sus Estudios Superiores, después de
los 35 años, en el College des Sciences Sociales et
Economiques de Paris, donde se diplomó en tres
disciplinas: Relaciones Públicas e Información, Relaciones
en el Trabajo y Economía. Siguió programas formativos
de Gestión en la North West University; de “Enseñar a
Enseñar” en la AID; de Sociometría (Fue discípulo directo
del Dr. Jacob L. Moreno); de “Investigaciones en
Profundidad” (Fue ayudante del Dr. Ernest Dichter) y de
“Formación de Instructores de Gerencia por Objetivos”, en
la American Management, de Nueva York. En el campo
del pensamiento es un seguidor de las doctrinas del Dr.
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José Ortega y Gasset. A su estudio y difusión –en sus
cátedras y en su obra escrita- consagró gran parte de su
vida.
Es autor de los siguientes ensayos: “La Colonia
Tovar”, “Finlandia como Modelo”, “La Forja de la Cultura
de Occidente”, “Contenido y Significado del Ágora de
Atenas”, “Meditaciones Sobre Grecia”, “Niza como
Posibilidad”, “Meditaciones Sobre la Buena Mesa”,
“Andanzas de un Niño de Francia” “Imanol Elorza, un
Pintor del País Vasco”y “Unas Instituciones Madrileñas”.
Su material didáctico es muy extenso. Entre otras obras, es
el autor de: “Dinámica de las Relaciones Públicas”,
“Caracterología”, “Oratoria”, “Retórica”, “Relaciones
Públicas e Información” y “Enseñar a Enseñar Procesos de
la Industria Hotelera”.
Ha sido profesor de varias universidades: Central de
Venezuela, “Andrés Bello” de Caracas, y “Experimental
Simón Rodríguez” de Venezuela; “APEC” y “O&M”, de
República Dominicana. Dictó cursos y conferencias en:
Madrid, Washington, Atenas, El Pireo, Caracas, Santo
Domingo, San Juan de Puerto Rico y en el Mediterráneo
a bordo de las naves de “Royal Olympic Cruises”.
Asimismo, fue asesor de importantes empresas
multinacionales y centros oficiales.
Fue Director del Semanario Español, publicación al
servicio del Gobierno en el Exilio de la República
Española. Actuó como editor de “Venezuela & Caribe
Internacional”. Es miembro de la Asociación de
Corresponsales de Prensa Iberoamericana y actúa como
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corresponsal internacional de varios periódicos
dominicanos y de Corprensa, en Miami Florida.
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