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1 PROGRAMA DE FORMACIÓN PARA DOCENTES EN INGENIERÍA VIII- Prácticas de asesorías pedagógicas vinculadas a: 3 Desarrollo profesional y formación de docentes universitarios Ponencia Pardo, Robert Universidad Adolfo Ibáñez, Santiago, Chile [email protected] La presente experiencia tiene lugar en la Escuela de Ingeniería de la Universidad Adolfo Ibáñez en Santiago de Chile. Esta es una universidad privada sin fines de lucro, nacida de la Escuela de Negocios de Valparaíso, que se constituye como universidad en 1988. Cuenta con más de ocho mil estudiantes de pregrado y de postgrado; posee tres sedes y desarrolla su labor en las áreas de Negocios, Artes Liberales y Humanidades, Ingenierías, Leyes, Ciencias Sociales y Diseño. La Facultad de Ingeniería y Ciencias funciona en Santiago y Viña del Mar, impartiendo seis carreras de Ingeniería Civil: Industrial, Obras Civiles, Informática, Energía y Medio Ambiente, Bioingeniería y Minería. En 2013 la Universidad se adjudica, a través del programa MECESUP, el financiamiento para un Plan de Mejoramiento Institucional (PMI) que permite plantear cambios y realizar innovación en diversas áreas del quehacer de la Universidad, incluyendo por cierto docencia. Las instituciones de Educación Superior y la docencia se encuentran bajo escrutinio crítico (Bok, 2006; Arum y Roksa 2011; Blaich y Wise, 2011). En Chile, entre otras razones, los resultados de la docencia preocupan por la retención de estudiantes e inequidad en Educación Superior (SIES, 2014; CICES, 2013). Como resultado, en los últimos 17 años se han creado al menos 27 centros o unidades de apoyo a la docencia universitaria a lo largo de todo el país, los que sin excepción se dedican al desarrollo, capacitación y asesoría docente (ECAD, 2012). La Educación en Ingeniería a nivel mundial plantea la necesidad imperiosa de cambio y documenta, al mismo tiempo, las dificultades de realizarlo (The Royal Academy of Engineering, 2012). Los cambios pueden tener efecto en áreas o asignaturas específicas, sin embargo se afirma que existe una creciente brecha entre la enseñanza de la ingeniería y la práctica de la misma en la industria (National Academy of Engineering, 2004). 1 2 La complejidad de los aprendizajes y el conocimiento de un ingeniero Las altas demandas de la ingeniería en sus diversas áreas de especialización establecen importantes demandas sobre la labor docente y a los procesos de enseñanza y aprendizaje. La formación en ingeniería implica una manera de mirar el mundo a través de hábitos mentales de complejo desarrollo (The Royal Academy of Engineering 2014). Entendemos por hábitos mentales (Cuoco et. al., 1996) aquellos modos característicos con los que un aprendiz piensa y actúa a medida que aprende una determinada disciplina, haciendo una diferencia progresiva respecto de lo que conoce o es capaz de hacer. La Real Academia de Ingeniería (The Royal Academy of Engineering 2014) identificó seis hábitos mentales que caracterizan a los ingenieros: Pensamiento sistémico, adaptación, búsqueda de problemas, solución creativa de problemas, visualización y mejoramiento. A los anteriores se agregan otros seis, denominados hábitos mentales de aprendizaje, que son de carácter más general, y que también dan forma a la manera como los estudiantes de ingeniería y los ingenieros profesionales desarrollan sus procesos. Estos hábitos son: consideración ética, curiosidad, apertura de mente, reflexión, colaboración, manejo de recursos y resiliencia. Otros autores, como Goldberg (2009) mencionan habilidades que la industria nota ausentes en los ingenieros: realizar preguntas, nominar y categorizar tecnologías y desafíos de diseño, modelar problemas de forma cualitativa, desagregar problemas de diseño, recolectar data, visualizar soluciones y generar ideas y, finalmente, comunicar soluciones en forma oral y escrita. La preocupación por la formación de los ingenieros también se ha visto reflejada en listados de habilidades o competencias generadas por la industria, como por ejemplo los Atributos Deseados de un Ingeniero de la Boeing (McMasters, 2005) o aquellas generadas por entidades acreditadoras como el Accreditation Board for Engineering and Technology (ABET) o el European Network for Accreditation of Engineering Education (ENAEE). Es probable que la gran mayoría de los docentes de ingeniería posean estas disposiciones para el aprendizaje (Carr, 2001), el problema es que no saben necesariamente cómo lograr que otros las desarrollen. Por otra parte, la formación de ingenieros en todo el mundo, en los últimos 70 años, se encuentra en una tensión entre dos polos. En palabras de Crawley: 2 3 En la Educación en Ingeniería, existe lo que parecería una tensión irreconciliable entre dos posiciones. Por un lado, existe la necesidad de transmitir el creciente cuerpo de conocimiento técnico que los estudiantes deben manejar. Por otro, existe un creciente reconocimiento que los ingenieros deben poseer una amplia gama de habilidades personales e interpersonales, junto con el conocimiento y las habilidades sobre la construcción de sistemas, procesos y productos requeridos para funcionar en reales equipos de ingeniería que crean productos y sistemas reales (Crawley et. al., 2014, p. 3). Tanto esta tensión como los desafíos que implica la complejidad de las habilidades a desarrollar, han llevado a la necesidad de fortalecer el rol docente y la Educación en Ingeniería. Esta necesidad queda de manifiesto en la frase del premio Nobel de Física Murray Gell-Mann: “We need to move from the sage on the stage to the guide on the side” (Necesitamos ir del sabio en el escenario al guía en el costado) (Vest, 2005). La necesidad de preparar a los docentes de ingeniería en educación y aprendizaje es un consenso documentado que se ha consolidado en las últimas dos décadas (Ambrose, 2005). Pese a ello la enseñanza tradicional universitaria, aquella centrada en el conocimiento conceptual, brindado por un especialista mediante una clase expositiva sigue siendo prevalente, pese a que no crea las condiciones para responder a los desafíos presentados (Fink, 2003; Blaich & Wise, 2011, citados en Fink, 2013). Nuestro camino En 2010 se crea en nuestra Universidad el Centro de Innovación y Aprendizaje con el objetivo de promover la implementación de una enseñanza centrada en el aprendizaje efectivo del alumno. A través de los años ha asesorado y capacitado a profesores en áreas específicas de la pedagogía, tales como planificación, diseño de las asignaturas, metodologías y evaluación. Además se han financiado pasantías para docentes de diversas Facultades en universidades extranjeras. El Centro de Innovación ofrece un Programa Integral de Capacitación Docente que consiste en cuatro cursos: Enseñanza centrada en el aprendizaje efectivo, ¿Cómo promover pensamiento crítico?, Evaluación y Buen profesor buen guión. En el caso de la Facultad de Ingeniería el 83% de los docentes tiempo completo han completado a la fecha este Programa. 3 4 Sin embargo se ha visto la necesidad de profundizar la formación en el área específica de STEM (Science, technology, engineering, mathematics) apuntando a los conocimientos y procesos específicos que se desarrollan en la Facultad de Ingeniería. La Facultad, en 2005, ya había dado sus primeros pasos al crear una línea de 10 Talleres. Propuesta innovadora en ese momento en la enseñanza de ingeniería en el país, que ponía el foco en el aprender haciendo mediante proyectos. Estos Talleres requirieron de innovación docente y metodológica, sin embargo la falta de procesos de registro, documentación y capacitación de los docentes encargados de los mismos determinó un desgaste en los resultados de la propuesta. Los docentes, en entrevistas, reconocían los Talleres como un espacio privilegiado para el desarrollo de habilidades transversales, sin embargo, en el tiempo, algunos habían perdido su esencia y eran desarrollados como una asignatura tradicional. Un primer antecedente para el desarrollo del Programa de Formación para los docentes de Ingeniería ha sido el proceso de revisitar la propuesta de los Talleres. Para esto se reunió a un grupo de cuatro académicos que han realizado los Talleres, más el Coordinador de Estrategias de Aprendizaje, dirigidos por el Director del Centro de Diseño en Ingeniería, quienes mediante la metodología de Design Thinking, trabajaron para definir una nueva estructura. Los Talleres fueron alineados de manera de crear cuatro experiencias anuales, más flexibles, en una perspectiva de aprendizaje distribuido, combinando clases en formato invertido (“flipeado”), trabajo en Web, trabajo independiente y de desarrollo de proyectos. El concepto es un Taller permanente, a lo largo de cuatro años en los que los estudiantes resuelven problemas, desarrollan habilidades y se enfrentan a los requerimientos que les plantearía una oficina de ingenieros o una consultora. Un segundo antecedente es una encuesta de nueve preguntas a través de la Web a los académicos de la Facultad sobre temas docentes. Esta encuesta proporcionó información relevante sobre los docentes y la docencia en la Facultad. Por ejemplo la gran mayoría de los docentes, un 75% declaró haber aprendido sobre docencia de modo autodidacta; las actividades más frecuentes llevadas a cabo por los alumnos en clase son resolver ejercicios, tomar apuntes y analizar junto al profesor contenido previamente estudiado. 4 5 Por otra parte, sobre los tres aspectos considerados como más importantes dentro del proceso de enseñanza, los docentes indicaron que son: hacer que los estudiantes participen en clases, seguido de hacer que los estudiantes practiquen o ejerciten y captar la atención de los mismos. Los tres instrumentos de evaluación más utilizados son las pruebas de desarrollo, los proyectos y los trabajos de investigación. Se les preguntó también por los tres principales desafíos que se les presentan como docentes. En primer lugar y en consonancia con otras respuestas, su principal preocupación es motivar a los estudiantes a aprender, en segundo lugar evaluar el aprendizaje de los estudiantes y en tercer lugar planificar la enseñanza. Un tercer antecedente fueron entrevistas (17 en total) realizadas a docentes de la Facultad. En apretado resumen podemos indicar que reflejaron visiones compartidas respecto de aspectos relevantes en el área metodológica: alta importancia de los Talleres; relación con universidades innovadoras (por ejemplo el Olin College of Engineering); importancia de la motivación y el desarrollo de habilidades sociales y transversales; la necesidad de contar con procesos de mejora continua y de mecanismos para transmitir a los docentes por hora el espíritu y esencia de procesos pedagógicos innovadores; la necesidad de realizar un mapeo curricular, de contenidos y habilidades para coordinar actividades entre las asignaturas; fortalecimiento de la función social de los Talleres. Un cuarto antecedente lo constituyen las iniciativas y proyectos que la Facultad de Ingeniería desarrolla. Aquí podemos mencionar el recientemente creado Centro de Diseño en Ingeniería, que en la línea de un “Maker Space” permite a los estudiantes trabajan con diferentes herramientas (CAD, Inventor, armado de dispositivos en 3D, impresoras 3D de diverso tipo, cortadora laser, arduinos, motores server y dispositivos bluetooth). Los pilotos pedagógicos, como la transformación de la asignatura de Programación de primer semestre a una clase invertida (Flipeada), con elementos lúdicos (Gamification) (Kapp, 2012) y trabajo entre pares (Mazur, 1997). En Matemática y la transformación de su Centro de Fortalecimiento Matemático, hacia una perspectiva más tutorial (psicosocial) aunque conservando el énfasis en el apoyo matemático; el uso de bancos de preguntas en línea (WIRIS) o las pruebas de diagnóstico. A esto se agrega Tecnologías de la Información con su proyecto de E-marking. Donde las pruebas de las distintas asignaturas son administradas en soporte papel, una vez respondidas y con un código QR son escaneadas a alta velocidad. Ya digitalizadas y en una 5 6 plataforma pueden ser corregidas por más de una persona, utilizando una rúbrica digital, cuyos criterios quedan asociados a cada una de las preguntas y actividades de la prueba. Ciencias y Estadísticas también desarrollaron en el último año diversas iniciativas en las áreas pedagógicas, metodológicas y didácticas. Se recoge además la inquietud transversal por mejorar las habilidades expresivas escritas de los estudiantes en géneros específicos y técnicos, como son informes de laboratorio, ensayos y presentaciones. Un quinto antecedente fue una encuesta a los docentes de la Universidad a través de la cual se determinó el nivel de uso de la plataforma LMS denominada WebCursos. En dicha encuesta los docentes fueron consultados respecto del uso en 3 líneas de trabajo: Uso para difusión de calificaciones, Uso para difusión de cuestionarios, Uso como foro. En total se recibieron respuestas de 559 docentes. Finalmente, las experiencias en el extranjero también han resultado relevantes para los docentes. Además de las pasantías y talleres en Olin College se programaron durante 2014 tres visitas con objetivos específicos: Al Tecnológico de Monterrey (para conocer su enfoque sobre la docencia en ingeniería), a la Universidad de Texas en Austin (para conocer el sistema de apoyo a los estudiantes de ingeniería de la Cockrell School of Engineering) y a la AACU (American Association of Colleges and Universities) STEM Conference para conocer problemáticas y propuestas sobre la enseñanza de STEM. Diplomado en aprendizaje activo en STEM En consideración a la complejidad de los procesos que un docente de ingeniería debe gestionar, y que de modo somero se han bosquejado previamente en este documento; la Facultad de Ingeniería decidió crear a partir de 2016 un Diplomado en Aprendizaje Activo en STEM. Esta propuesta intenta reconocer la complejidad multifactorial de la docencia en ingeniería e impactar en las actitudes, las concepciones, conocimiento y las habilidades de los docentes (Gibbs, 2004). El Diplomado se presenta como un programa semi-presencial, con trabajo en plataforma Moodle, con instancias de trabajo intensivo y seguimiento personalizado en procesos de implementación de cambios pedagógico-didácticos. El cálculo inicial considera un total de 100 horas mínimas de trabajo (48 hrs en línea – 12 semanas de 4 6 7 horas en un primer semestre- 18 horas en 3 días intensivos y 44 horas durante el segundo semestre) durante un año lectivo. Los resultados de aprendizaje propuestos son los siguientes: Diseñar un programa académico que por la precisión de sus resultados de aprendizaje, el nivel de descripción de las actividades de los estudiantes y la precisión en la descripción de la evaluación permita demostrar alineamiento constructivo tal como ha sido descrita por Biggs & So-kum Tang (1999). Diseñar procesos presenciales y virtuales, para resultados de aprendizaje específicos de STEM que consideren roles activos de los estudiantes en la construcción de sus conocimientos. Poner en acción procesos de aprendizaje presenciales y virtuales, dirigidos a resultados de aprendizaje específicos de STEM que impliquen desempeños de aprendizaje activos de los estudiantes ligados de forma explícita al desarrollo de habilidades y conocimientos relevantes en ingeniería. Vincular con precisión las habilidades y conocimientos más relevantes que la literatura actualizada establece para la formación de un ingeniero con procesos y condiciones de aprendizaje de los estudiantes. Desarrollar de modo presencial o a través de plataformas digitales actividades que por diseño incentiven la participación y disposición al trabajo y al aprendizaje de la mayoría de los estudiantes que participan de ellas. Respecto del diseño, una primera decisión fue la modalidad presencial o virtual. En la encuesta administrada a los docentes, la gran mayoría (36,7%) se inclinaron por Talleres Presenciales o Diplomado presencial (28, 5%), mientras que un 22, 4% indicó su preferencia por un Diplomado B-learning (semipresencial). Pese a esto optamos por esta modalidad por razones prácticas y pedagógicas. Las razones prácticas guardan relación con la demanda que la Universidad establece a los docentes en investigación y participación de postulaciones a fondos concursables, junto con la dedicación de muchos de ellos a iniciativas de emprendimientos que son bien consideradas como sello y característica de la universidad. Por ello se 7 8 consideró necesario flexibilizar los tiempos y enfrentar el desafío de integrar esta experiencia a su vida académica mediante el diseño del proceso. Las razones pedagógicas son posibilitar que a través de la experiencia híbrida, los académicos desarrollen las habilidades necesarias para organizar instancias de aprendizaje utilizando herramientas virtuales, ya sea estructuradas, como plataformas, o distribuidas, como servicios diversos que proporciona la Web. Junto con esto, la experiencia indica que una buena vía para flexibilizar los esquemas asociados a la enseñanza en un aula es experimentar como estudiante y docente los procesos de aprendizaje y enseñanza en entornos virtuales. El paso del aula a los entornos de aprendizaje se transita bien a través de espacios virtuales. Los académicos de la Facultad son “profesionales digitales”. Profesionales que para el logro de sus objetivos de trabajo (investigación) utilizan eficientemente la mediación de herramientas digitales. Sin embargo esto no se extiende necesariamente a la enseñanza, dado que las variaciones tienen más que ver con la amplitud de uso, la experiencia, la autoeficacia (self-efficacy) y la capacitación (Helsper y Enyon, 2009) Lo anterior está refrendado por el estudio general que se hizo sobre el uso de la plataforma institucional, donde se determinó que el 98% de los académicos de la Universidad la utilizan, pero solo un 9% muestra un uso avanzado como herramienta didáctica. El enfoque general del Diplomado es de estrategias no de metodologías. Se considera que los procesos de aprendizaje son altamente locales e influidos por el objeto a lograr, por tanto las estrategias de enseñanza las entendemos como “el conjunto de operaciones que realiza el profesor para organizar los factores y actividades que intervienen en el proceso de enseñanza y aprendizaje de un determinado contenido” (Furlan, 1979, p 66, citado en Lucarelli, 2009). El Diplomado además reconoce lo dinámico del conocimiento y el aprendizaje, que no es capturada por los procesos curriculares y de aseguramiento de la calidad tradicionales, básicamente porque no podemos definir de antemano todos los aprendizajes que nuestros docentes adquirirán en el Diplomado. Tal como afirma Engeström …la gente y las organizaciones están en todo momento aprendiendo algo que no es estable, ni siquiera definido o comprendido con antelación. En transformaciones importantes de nuestras vidas personales y prácticas 8 9 organizacionales debemos aprender nuevas formas de actividad que todavía no están allí. Son literalmente aprendidas a medida que son creadas, de esta manera, no existe un docente competente que pueda enseñarlas (Engeström, 2001, p.138). Un eje central está constituido por un énfasis en la reflexión sistemática y guiada como componente del aprendizaje profesional docente (aspecto crucial, como lo enfatiza el Doctor Paul Beedle, en comunicación personal, creador del Cambridge International Certificate and Diploma for Teachers and Trainers. Nuestro programa debe además considerar una “perspectiva liberal” de la enseñanza de STEM (AACU, 2011). En nuestra Universidad todas las carreras tienen un núcleo de 12 a 14 asignaturas de Artes Liberales. Este sello de la Universidad busca entregar una rigurosa formación intelectual, “en un mundo cada vez más difícil de aprehender, impredecible y velozmente cambiante [donde] la educación universitaria ya no puede consistir sólo en la transmisión de ciertos conocimientos profesionales específicos, los cuales tarde o temprano, serán olvidados o quedarán obsoletos” (Santa Cruz, 2010). En términos de estructura el Programa se ha articulado de la siguiente manera: Fase 1 A comienzo de semestre los docentes tienen una reunión presencial de 2 horas sobre el programa. Se establecen vínculos, a través de dinámicas, se crean grupos de 3 a 4 personas, conocen a sus tutores y se conoce el programa y modalidad de trabajo. Este es el puntapié inicial y entre abril y junio participarán de “Talleres Virtuales”. Entendidos como actividades semanales en línea, individuales y grupales que buscan: reflexión sobre la práctica actual; desarrollo de un marco conceptual común, sobre pedagogía, aprendizaje y docencia, donde articular las acciones y conocimientos presentes y futuros; desarrollo de conocimiento activo. Los docentes verán videos, leerán pequeños casos o resultados de investigaciones y realizarán actividades en el aula tipo proyecto (ej. qué recomendaciones le daría a un docente para mejorar la atención de los estudiantes en una clase de física de primer año o crear un manual de recomendaciones para ayudantes). Reflexionan por escrito completando “formularios digitales” que les dan estructura para escribir sobre sus desempeños en las áreas de conocimiento de contexto y estudiantes, docencia y evaluación, además de evaluación del plan de enseñanza. 9 10 Se han planteado seis temáticas para ser trabajadas en períodos de 15 días cada una. La presentación de cada temática será mediante videos, entrevistas y resultados de estudios, frente a los cuales cada uno de los grupos tendrá que desarrollar sus producciones. Algunas de las temáticas planteadas son: nuestros estudiantes, aprendizajes en STEM, aprendizaje colaborativo, evaluación para el aprendizaje, compromiso y motivación, gestión del aprendizaje en ambientes distribuidos, enfoque CDIO, acreditación ABET, Yo como docente. Cada una de estas temáticas abren múltiples temáticas de importancia para el trabajo docente, sin embargo planteamos mantener una perspectiva de profundización versus una de cobertura conceptual, aunque algunas pueden proporcionar más marcos conceptuales y otras tener una mirada más vivencial. Por ejemplo, en “yo como docente”, buscamos una mirada más vivencial, para fortalecer una identidad que se enfrenta a problemáticas nuevas: variedad y “clientelización” de estudiantes, mayor conciencia de sus derechos, menor tolerancia a expresiones o ciertos modos de comunicación, creciente presencia de estudiantes “no académicos” o con bajo nivel de habilidades académicas. Con el objetivo de monitorear el progreso de esta fase virtual del programa se realizará un seguimiento telefónico y presencial, con por lo menos una visita personal a los participantes al semestre por parte del Coordinador. Esperamos incorporar además las actividades de innovación que algunos de nuestros docentes realizan semestre a semestre, además de saludos o mini-reportajes que docentes visitantes en otras universidades puedan enviar. Es importante en este sentido trabajar desde distintos ámbitos la construcción de una identidad en los participantes del Diplomado. Fase 2 La fase 2 será presentada como una experiencia destinada a desafiar sus límites como docentes. Tendrán que aprender y enseñar distintos tipos de conocimientos y habilidades en diferentes ámbitos, a partir de los cuales, y siguiendo un modelo de Aprendizaje Experiencial (Kolb, 1984) daremos forma a conceptualizaciones y planteamientos. Al mismo tiempo, estas actividades sirven de experiencias globalizadoras y de profundización (Capstone) de lo ya trabajado en la fase 1. Los Talleres presenciales serán intensivos y tendrán una duración de tres días ½, los tres primeros de 9 a 12:30 (almuerzo en grupo) y de 14 a 17:30 (con 6 hrs efectivas de trabajo). Para esto serán llevados a espacios fuera de la universidad o tendrán que trabajar 10 11 en los espacios físicos de Talleres de los estudiantes. El cuarto día tendrán reuniones con tutores de manera de “sedimentar” a través de la conversación y la reflexión las experiencias de los tres primeros días y del semestre previo. Las propuestas para estos Talleres Presenciales van desde la construcción física de elementos para la enseñanza, la competencia en equipos para la mejor creación de un video o un PowerPoint didáctico, hasta el diseño e implementación de un taller de una mañana para docentes STEM de educación escolar. Todas las propuestas tienen que implicar un hacer, crear, puesta en juego de habilidades psicocorporales, trabajo en un Maker-Space o uso de Lego Serious Games, siguiendo la propuesta de CDIO (Concebir, diseñar, implementar, operar) (CDIO, 2015). Fase 3 En esta tercera fase los docentes participantes toman sus cursos del segundo semestre e introducen modificaciones, las que serán acompañadas por tutores y colegas. Se tiene como objetivo convocar a un número importante de participantes para observar, compartir y retroalimentar a sus colegas, en el entendido que este es un proceso lento, que requiere de construcción de confianzas previas. En la última reunión de la Fase 2, los docentes han planteado su proyecto para el semestre que viene. Posteriormente entregan un proyecto escrito que servirá para formalizar su propuesta. Las innovaciones podrían ser pedagógicas, didácticas o estar apoyadas o no por el uso de tecnología, siempre dirigidas a mejorar, ampliar o profundizar aprendizajes o aspectos relevantes de aprendizajes de sus estudiantes. Se propone el uso de un espacio Web compartido para el seguimiento de los proyectos, de manera de colaborar a su difusión y visión de aprendizaje compartido, de la misma manera que los integrantes de un centro de investigación exponen y comparten sus investigaciones. El proceso de un año culmina con la presentación de las experiencias que en opinión de los propios académicos representan de mejor manera los objetivos de avance de la docencia en la Facultad. Estas presentaciones se realizarán en el Seminario de Aprendizaje en Ingeniería que a partir de 2014 se realiza anualmente en la Facultad de Ingeniería. Nuestro programa busca impactar en las 5 áreas pedagógicas que distingue Bennett (2012): habilidades, tácticas, estrategias, conceptos, y organizadores. 11 12 Principalmente en estrategias, conceptos y organizadores, dado que el Centro de Innovación y Aprendizaje de la Universidad trabaja principalmente en el espacio de las habilidades y las tácticas. Teniendo presente que una innovación pedagógica, va a desarrollarse a través de niveles de adquisición y dominio (Hord, et. al., 2006). Este programa de aprendizaje profesional (Saroyan y Trigwell, 2015) busca poner el aprendizaje y la docencia en el centro de nuestro quehacer, en una Facultad, que aun siguiendo los parámetros tradicionales de la academia, ha podido mantener un ojo avizor sobre estos temas. Referencias AACU (2011). The Leap vision for learning. Outcomes, practices, impact and employers ´views. Washington: AACU. Ambrose, S. (2005). Preparing Engineering Faculty as Educators. 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