DPD (2005)
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DPD (2005)
DPD (2005) conjunción. 1. Palabra invariable que introduce diversos tipos de oraciones subordinadas (conjunción subordinante) o que une vocablos o secuencias sintácticamente equivalentes (conjunción coordinante). 2. conjunción adversativa. La que une palabras u oraciones cuyos sentidos se oponen parcial o totalmente. Son pero, mas y sino. 3. conjunción causal. La que introduce oraciones subordinadas causales (→ oración, 6). Las más representativas son porque y pues. 4. conjunción comparativa. La que introduce el segundo término de comparación en las construcciones u oraciones comparativas (→ oración, 7). Son que y como. 5. conjunción completiva. La que introduce oraciones subordinadas sustantivas (→ oración, 35). Son que (a veces, también como) y, en cierto tipo de oraciones interrogativas indirectas, si. 6. conjunción concesiva. La que introduce oraciones subordinadas concesivas (→ concesivo, 1). La más representativa es aunque. 7. conjunción condicional. La que introduce oraciones subordinadas condicionales (→ oración, 10). La más representativa es si. 8. conjunción consecutiva. a) La que une oraciones o enunciados entre los que se establece una relación de causa-deducción o causaconsecuencia, como conque, luego o la locución así que, llamadas también conjunciones ilativas: Pienso, LUEGO existo; Tengo mucho trabajo, ASÍ QUE este año no me voy de vacaciones. b) En las llamadas construcciones consecutivas intensivas, la que introduce la subordinada que expresa la consecuencia o el efecto de lo denotado en la principal a través de los intensificadores, tácitos o expresos, tan(to) o tal (o de los determinantes un o cada): Puso tanta sal en la ensalada QUE no había quien se la comiera; Canta QUE da 9. conjunción coordinante. → 1. 10. conjunción copulativa. La que une palabras, oraciones y otros grupos sintácticos estableciendo entre ellos relaciones de adición o de agregación. Son y, e, ni. 11. conjunción distributiva. La que se antepone a los diferentes miembros de una coordinación distributiva, que es aquella en la que se presenta una sucesión de alternativas o situaciones contrapuestas. Se construyen generalmente estas secuencias con adverbios usados correlativamente con valor de conjunciones, los cuales se anteponen a los diferentes términos que aparecen como opciones: bien..., bien...; ya..., ya...; ora..., ora... 12. conjunción disyuntiva. La que expresa al ternancia o elección entre palabras u oraciones. Son o, u. 13. conjunción final. La que introduce oraciones subordinadas finales (→ oración, 25). Las más representativas son las locuciones para que y a fin de que. 14. conjunción ilativa. → 8a. 15. conjunción subordinante. → 1. 4. locución conjuntiva. La que funciona como una conjunción: así que, por más que. DRAE (2001) cuando. (Del lat. quando). 1. conj. t. En el tiempo, en el punto, en la ocasión en que. Me compadecerás cuando sepas mis desventuras. Ven a buscarme cuando sean las diez. QUEÍSMO DPD (2005) QUEÍSMO. Es la supresión indebida de una preposición (generalmente de) delante de la conjunción que, cuando la preposición viene exigida por alguna palabra del enunciado. 1. No debe suprimirse la preposición en los casos siguientes: a) Con verbos pronominales que se construyen con un complemento de régimen: acordarse DE algo, alegrarse DE algo, arrepentirse DE algo, fijarse EN algo, olvidarse DE algo, preocuparse DE o POR algo, etc.: Me alegro DE QUE hayáis venido (no Me alegro QUE hayáis venido); Me olvidé DE QUE tenía que llamarte (no Me olvidé QUE tenía que llamarte); (…). Algunos de estos verbos, cuando se usan en forma no pronominal, se construyen sin preposición, pues, en ese caso, la oración subordinada ejerce de sujeto o de complemento directo: Me alegró QUE vinieras (no Me alegró DE QUE vinieras); Olvidé QUE tenía que ir al dentista (no Olvidé DE QUE tenía que ir al dentista) (→ DEQUEÍSMO, 1a y b). b) Con verbos no pronominales que se construyen con un complemento de régimen: convencer DE algo, insistir EN algo, tratar DE algo (en el sentido de ‘procurarlo, intentarlo’), etc.: Lo convencí DE QUE escribiera el artículo (no Lo convencí QUE escribiera el artículo); Insistió EN QUE nos quedáramos a cenar (no Insistió QUE nos quedáramos a cenar); Trato DE QUE estéis a gusto (no Trato QUE estéis a gusto). c) Con sustantivos que llevan complementos preposicionales: Iré con la condición DE QUE vayáis a recogerme (no Iré con la condición QUE vayáis a recogerme); Tengo ganas DE QUE llueva (no Tengo ganas QUE llueva); Ardo en deseos DE QUE vengas a verme (no Ardo en deseos QUE vengas a verme). d) Con adjetivos que llevan complementos preposicionales: Estamos seguros DE QUE acertaremos (no Estamos seguros QUE acertaremos); Estoy convencido DE QUE llegarás lejos (no Estoy convencido QUE llegarás lejos). e) En locuciones como a pesar DE QUE (no a pesar QUE), a fin DE QUE (no a fin QUE), a condición DE QUE (no a condición QUE), en caso DE QUE (no en caso QUE), etc. f) En la construcción hasta el punto DE QUE (no hasta el punto QUE). g) En las locuciones verbales caber, o haber, duda DE algo, caer en la cuenta DE algo, darse cuenta DE algo: No cabe duda DE QUE es un gran escritor (no No cabe duda QUE es un gran escritor); Pronto cayó en la cuenta DE QUE estaba solo (no Pronto cayó en la cuenta QUE estaba solo); Nos dimos cuenta DE QUE era tarde (no Nos dimos cuenta QUE era tarde). 2. Los verbos advertir, avisar, cuidar, dudar e informar en sus acepciones más comunes, pueden construirse de dos formas: advertir [algo] a alguien y advertir DE algo [a alguien]; avisar [algo] a alguien y avisar DE algo [a alguien]; cuidar [algo o a alguien] y cuidar DE algo o alguien; dudar [algo] y dudar DE algo; informar [algo] a alguien (en América) e informar DE algo [a alguien] (en España). Por tanto, con estos verbos, la presencia de la preposición de delante de la conjunción que no es obligatoria (→ advertir, avisar, cuidar(se), dudar, informar(se)). 5. dar + algunos sustantivos abstractos de sentimiento como pena, vergüenza, miedo, risa, rabia, etc. Todas estas expresiones suelen ir seguidas de un sustantivo o de una oración subordinada (con infinitivo o con un verbo en forma personal introducido por la conjunción que), que expresa lo que causa el sentimiento de pena, vergüenza, rabia, etc. Si se expresa por medio de una oración, la causa del sentimiento puede ir precedida o no de la preposición de; así, puede decirse igualmente Le da vergüenza que lo vean así o Le da vergüenza DE que lo vean así; Nos da rabia verte en ese estado o Nos da rabia DE verte en ese estado. Si se trata de un sustantivo, solo pena admite con naturalidad la preposición de: Me da pena tu hermano o Me da pena DE tu hermano. No obstante, en cualquiera de estos casos suele preferirse en la lengua culta la construcción sin de. DEQUEÍSMO. Es el uso indebido de la preposición de delante de la conjunción que cuando la preposición no viene exigida por ninguna palabra del enunciado. 1. Se incurre en dequeísmo en los siguientes casos: a) Cuando se antepone la preposición de a una oración subordinada sustantiva de sujeto. El sujeto de una oración nunca va precedido de preposición y, por tanto, son incorrectas oraciones como Me alegra DE QUE seáis felices (correcto: Me alegra QUE seáis felices); (…). Algunos de estos verbos, cuando se usan en forma pronominal (alegrarse, preocuparse, etc.), sí exigen un complemento precedido de la preposición de. En ese caso, el uso conjunto de la preposición y la conjunción es obligatorio: Me alegro DE QUE seáis felices, y no Me alegro QUE seáis felices; Me preocupo DE QUE no os falte nada, y no Me preocupo QUE no os falte nada (→ QUEÍSMO, 1a). b) Cuando se antepone la preposición de a una oración subordinada sustantiva de complemento directo. Esto ocurre, sobre todo, con verbos de «pensamiento» (pensar, opinar, creer, considerar, etc.), de «habla» (decir, comunicar, exponer, etc.), de «temor» (temer, etc.) y de «percepción» (ver, oír, etc.). El complemento directo nunca va precedido de la preposición de y, por tanto, son incorrectas oraciones como Pienso DE QUE conseguiremos ganar el campeonato (correcto: Pienso QUE conseguiremos ganar el campeonato); Me dijeron DE QUE se iban a cambiar de casa (correcto: Me dijeron QUE se iban a cambiar de casa); Temo DE QUE no llegues a tiempo (correcto: Temo QUE no llegues a tiempo); He oído DE QUE te casas (correcto: He oído QUE te casas). c) Cuando se antepone la preposición de a una oración subordinada que ejerce funciones de atributo en oraciones copulativas con el verbo ser. Este complemento, por lo general, no va precedido de preposición y, por tanto, son incorrectas oraciones como Mi intención es DE QUE participemos todos (correcto: Mi intención es QUE participemos todos). d) Cuando se inserta la preposición de en locuciones conjuntivas que no la llevan: a no ser DE QUE (correcto: a no ser QUE), a medida DE QUE (correcto: a medida QUE), una vez DE QUE (correcto: una vez QUE). 2. Los verbos advertir, avisar, cuidar, dudar e informar, en sus acepciones más comunes, pueden construirse de dos formas: advertir [algo] a alguien y advertir DE algo [a alguien]; avisar [algo] a alguien y avisar DE algo [a alguien]; cuidar [algo o a alguien] y cuidar DE algo o alguien; dudar [algo] y dudar DE algo; informar [algo] a alguien (en América) e informar DE algo [a alguien] (en España). Por tanto, con estos verbos, la presencia de la preposición de delante de la conjunción que no es obligatoria (→ advertir, avisar, cuidar(se), dudar, informar(se)). 3. Un procedimiento que puede servir en muchos de estos casos para determinar si debe emplearse la secuencia de «preposición + que», o simplemente que, es el de transformar el enunciado dudoso en interrogativo. Si la pregunta debe ir encabezada por la preposición, esta ha de mantenerse en la modalidad enunciativa. Si la pregunta no lleva preposición, tampoco ha de usarse esta en la modalidad enunciativa: ¿DE qué se preocupa? (Se preocupa DE que...); ¿Qué le preocupa? (Le preocupa que...); ¿DE qué está seguro? (Está seguro DE que...); ¿Qué opina? (Opina que...); ¿EN qué insistió el instructor? (Insistió EN que...); ¿Qué dudó o DE qué dudó el testigo? (Dudó que... o dudó DE que...); ¿Qué informó [Am.] o DE qué informó [Esp.] el comité? (Informó que... [Am.] o informó DE que... [Esp.]). y2 1. Conjunción copulativa. Toma la forma e ante palabras que empiezan por el sonido /i/: Eres único e irrepetible; Necesito aguja e hilo. Existen las siguientes excepciones: a) Cuando al sonido /i/ le sigue una vocal con la que forma diptongo: La mesa es de madera y hierro (no de madera e hierro). b) Cuando la conjunción se hace tónica y adquiere un valor adverbial en oraciones interrogativas: ¿Y Inés? [= ¿Dónde está Inés?]. 2. Hay palabras, como hiato o ion, que pueden articularse con hiato ([i áto], [i - ón]) o con diptongo ([yá - to], [yón]). De ahí que sea válido el uso de e (si se articulan con hiato) o de y (si se articulan con diptongo) delante de estas voces: diptongo e hiato o diptongo y hiato; moléculas e iones o moléculas y iones. 3. y/o. Hoy es frecuente el empleo conjunto de las conjunciones copulativa y disyuntiva separadas por una barra oblicua, calco del inglés and/or, (…). o 2 1. Conjunción coordinante que tiene expresa valor disyuntivo cuando alternativa entre dos opciones: ¿Prefieres ir al cine o al teatro? Otras veces expresa equivalencia (…). A menudo la disyuntiva que plantea esta conjunción no es excluyente, sino que expresa conjuntamente adición y alternativa: En este cajón puedes guardar carpetas o cuadernos (es decir, una u otra cosa, o ambas a la vez). En la mayoría de los casos resulta, pues, innecesario hacer explícitos ambos valores mediante la combinación y/o (→ y2, 3). 2. La conjunción o toma la forma u cuando precede a una palabra que comienza por el sonido /o/: No sé si la jarra es de latón u hojalata; Tendrá siete u ocho años. La misma transformación se da si la conjunción va entre números: Tendrá 7 u 8 años. 3. Por razones de claridad, ha sido hasta ahora tradición ortográfica escribir la o con tilde cuando iba colocada entre números, para distinguirla del cero: 3 ó 4, 10 ó 12. La escritura mecanográfica hace cada vez menos necesaria esta norma, pues la letra o y el cero son tipográficamente muy diferentes. No obstante, se recomienda seguir tildando la o en estos casos para evitar toda posible confusión. La o no debe tildarse si va entre un número y una palabra y, naturalmente, tampoco cuando va entre dos palabras: Había 2 ó más policías en la puerta (correcto: 2 o más); ¿Quieres té ó café? (correcto: té o café). sino. 1. Como sustantivo masculino, ‘fatalidad o destino’: «¿Qué extraño sino me encadenó a él?» (Gallegos Pasado [C. Rica 1993]). 2. Como conjunción adversativa, presenta los valores siguientes: (….) 3. No debe confundirse la conjunción adversativa sino antes descrita con si no, secuencia formada por la conjunción si (→ si) seguida del adverbio de negación no (→ no): «¿Y quién se lo dirá, si no lo hace usted?» (Mundo [Esp.] 20.2.95); «Tu actitud conmigo es bastante rara, si no insultante: me tratas como a un niño» (Donoso Elefantes [Chile 1995]); «No sé si no es mejor que fracase este encuentro» (Plaza Cerrazón [Ur. 1980]). El segundo elemento de la secuencia —la negación no— es tónico, frente a la atonicidad de la conjunción adversativa sino. que. Palabra átona, que debe escribirse sin tilde a diferencia del pronombre, adjetivo o adverbio interrogativo o exclamativo qué (→ qué). Puede ser pronombre relativo (→ 1) o conjunción (→ 2). 2. CONJUNCIÓN 2.1. Introduce oraciones subordinadas sustantivas en función de sujeto: «No le gusta QUE su mujer trabaje» (Hoy [Chile] 11-17.7.84); de complemento directo: «¡Yo no quiero QUE te vayas!» (Santiago Sueño [P. Rico 1996]); y de término de preposición, (….) 2.1.1. Cuando la oración sustantiva funciona como sujeto, puede ir opcionalmente precedida del artículo el: «EL QUE hubiera una escena de amor pudo ser mera casualidad» (GlzLeón Viejo [Ven. 1995]); «QUE el asesino hubiera usado un cuchillo era muy significativo» (Rojo Matar [Esp. 2002]). 2.1.2. Cuando la oración subordinada funciona como complemento directo de un verbo de «ruego» o «temor», se suprime a veces la conjunción que: «Le rogué me permitiera acompañarla hasta la entrada» (Cano Abismo [Col. 1991]); «Ya me temo no termine nunca [esta guerra]» (Umbral Leyenda [Esp. 1991]); sucede también, aunque más raramente, con verbos de «opinión»: «El comunicado [...] eriza el cabello y supongo habrá espantado al ministro Belloch» (Mundo [Esp.] 21.12.94). En todos estos casos, aunque no se censura la supresión de la conjunción, se considera preferible mantenerla: Le rogué QUE me permitiera, me temo QUE no termine, supongo QUE habrá espantado. 2.1.6. Delante de las oraciones interrogativas indirectas dependientes del verbo preguntar, es habitual en la lengua coloquial la presencia de un que, innecesario pero admisible, ante la conjunción si o el pronombre o adverbio interrogativo que introducen la subordinada: «Nos pregunta QUE si nos gusta la exposición» (…). Cuando se utiliza decir con el sentido de ‘preguntar’, es igualmente superfluo el uso de que cuando la interrogativa va introducida por la conjunción si: «Un día me dijo QUE si quería ir a la Liga del Cauca» (Tiempo [Col.] 11.11.96), de igual sentido que me dijo si quería ir... 2.2.1. El complemento de los adjetivos inferior, superior, posterior y anterior no va introducido por la conjunción que, sino por la preposición a: «Mi capacidad de resistencia ante el pasado es inferior A la tuya» (Moix Arpista [Esp. 2002]), y no QUE la tuya. 2.2.2. Cuando el segundo término de una comparación propia es una oración subordinada introducida a su vez por la conjunción que, es gramaticalmente impecable la emisión conjunta del que comparativo y el que introductor de la subordinada: «Parece más positivo que él exista QUE QUE no exista» (Cabrera Cine [Esp. 1999]). No obstante, para evitar la cacofonía, es habitual introducir entre ambas conjunciones un no expletivo (→ no, 3a): «Mejor es eso QUE NO QUE a uno lo ignoren» (Landero Juegos [Esp. 1989]). No debe sustituirse en estos casos el que comparativo por la preposición a: «Es mejor que te llamen guapo A QUE te tachen de feo» (Tiempo [Esp.] 28.5.90); este error se explica por el influjo de construcciones similares con preferir o ser preferible, cuyos complementos sí llevan la preposición a (→ preferir y preferible): 2.11. Es opcional su empleo detrás de ojalá: «Ojalá (QUE) esto termine pronto» (Montero Trenza [Cuba 1987]), aunque la lengua culta suele preferir la omisión de que. 2.13. Forma parte de numerosas locuciones conjuntivas: al punto que, a no ser que, antes (de) que (→ antes, 3), así que, comoquiera que (→ comoquiera, 2), con tal (de) que (→ tal, 2), dado que (→ dar(se), 4), de manera o modo que (→ manera, 4 y modo, 4), después (de) que (→ después, 2), dondequiera que (→ dondequiera, 1), en tanto que (→ tanto, 7), mientras que (→ mientras, 3), por más que (→ más, 1.18), puesto que, ya que, etc. 2.16. Es uso popular, que debe evitarse en el habla culta, la presencia superflua de que en oraciones ponderativas encabezadas por qué, cuánto o menudo: ¡Qué simpático QUE es tu amigo!; ¡Qué bien QUE canta este pájaro!; ¡Cuánto trabajo QUE tengo esta semana!; Menuda cara QUE tienes. porque. 1. Conjunción subordinante átona que tiene los siguientes valores: a) Se usa mayoritariamente como conjunción causal (…) b) También se emplea como conjunción final, seguida de un verbo en subjuntivo, con sentido equivalente a para que: «Hará lo que pueda porque su estancia en Suecia sea feliz» (Sampedro Congreso [Esp. 1952]). En este caso se admite también su escritura en dos palabras: «Hará lo posible por que se cure» (Marías Corazón [Esp. 1992]). 2. No debe confundirse la conjunción porque con las secuencias siguientes, en que aparece escrito por que en dos palabras: a) La combinación del pronombre relativo que precedido de la preposición por. Su identificación es fácil, ya que el relativo que admite la anteposición del artículo correspondiente (el, la, los, las) o puede sustituirse por otros relativos como el cual, la cual, los cuales, las cuales: «La verdadera razón por que [= por la que, por la cual] quieres quedarte es Miguel» (Allende Casa [Chile 1982]). b) La combinación de la preposición por exigida por un verbo, un sustantivo o un adjetivo, seguida de la conjunción subordinante que: «No había que preocuparse por que me volviera la destemplanza» (Mendicutti Palomo [Esp. 1991]); «Expresó su interés por que el decreto se lleve a cabo» (Abc [Esp.] 15.11.97); «Llegan incluso ansiosos por que nos lo creamos» (País [Esp.] 9.10.97). 3. Tampoco debe confundirse porque, conjunción átona que se escribe sin tilde, con porqué ni con por qué (→ porqué). porqué. 1. Sustantivo masculino que significa ‘causa o motivo’ (…). 2. No debe confundirse con por qué, combinación de la preposición por y el pronombre o adjetivo interrogativo o exclamativo qué: «¿Por qué me has hecho eso?» (GaMorales Lógica [Esp. 1990]); «Aún no sé por qué razón he venido» (Volpi Klingsor [Méx. 1999]); «—¡Que por qué! — exclamó» (RRosa Sebastián [Guat. 1994]). Es incorrecto anteponer en estos casos el artículo el: «Seguramente tú tienes una teoría para explicar el por qué ocurre eso» (Cambio 16 [Esp.] 17.9.90). Obsérvese que, en esta oración, por qué no es sustituible por motivo o razón: *para explicar el motivo ocurre eso; debió decirse para explicar por qué ocurre eso. si. 1. Conjunción que, como el resto de las palabras de esta categoría, es átona, por lo que se escribe sin tilde, a diferencia del adverbio, el sustantivo y el pronombre personal sí (→ sí). Presenta los siguientes valores: 1.1. Conjunción condicional. Introduce la oración subordinada condicional, llamada «prótasis», que es la que expresa la condición que debe cumplirse para que se verifique lo enunciado en la oración principal, que se denomina «apódosis». Normalmente, en los enunciados condicionales, la subordinada antecede a la principal: sí. 1. Adverbio de afirmación. (…). 2. Como sustantivo masculino, ‘permiso o conformidad’: «Estela habló con sus padres para que le consintieran los amores y consiguió de ellos el sí tan deseado» (Vergés Cenizas [R. Dom. 1980]). Su plural culto es síes (→ PLURAL, 1c): «Las escasas posturas negativas [...] se tornaron síes» (País [Esp.] 1.10.87). 3. Sí es también la forma tónica reflexiva de tercera persona, tanto del singular como del plural. 3.1. Su uso está sujeto a dos condiciones: a) Siempre ha de ir precedido de preposición (…). b) Por ser un pronombre personal tónico exclusivamente reflexivo (→ PRONOMBRES PERSONALES TÓNICOS, 3), (…). No es recomendable emplear el reflexivo sí en oraciones impersonales con referente inespecífico o genérico; en esos casos, lo normal y preferible es usar el indefinido uno (→ uno, 1.3); 3.3. No es recomendable el uso de la forma reflexiva sí para referirse a una primera o una segunda persona, tanto del singular como del plural: Podías haberme dicho que no dabas más de sí; «Solo la mona y yo nos hallábamos fuera de sí» (Vicent Balada [Esp. 1987]); debió decirse volví en mí, no dabas más de ti, nos hallábamos fuera de nosotros. No obstante, ha de tenerse en cuenta que el uso de estas locuciones no se da con normalidad en las personas de plural. conque. 1. Conjunción ilativa que se utiliza para enunciar una consecuencia natural de lo que acaba de decirse (…). 3. Se escribe siempre en una sola palabra, por lo que no debe confundirse con las secuencias siguientes: a) La preposición con seguida del relativo que: «Lo bien que les caen a los dos los flamantes trajes grises con que [= con los que, con los cuales] … b) La preposición con seguida de la conjunción que que encabeza las oraciones sustantivas subordinadas: «Con que nos pongamos de acuerdo en una sola cuestión es suficiente, compañeros». c) La preposición con seguida del pronombre interrogativo o exclamativo tónico qué: «¿Con qué entusiasmo o ganas podría yo hacerlo sabiendo que la Ibarguren está allí?» DUE María Moliner, Diccionario de uso del español (1998) 5. Adverbios interrogativoexclamativo-relativo conjuntivos Pero sí merecen mención especial los adverbios «como, cuando, cuanto, donde», cuya función es muy compleja (...). Y, por fin, si este antecedente se suprime, el adverbio queda como aglutinante de las dos oraciones, formando parte tanto de una como de otra, y haciendo oficio de «conjunción»: ‘Tiene cuanto quiere. Lo hago como lo haces tú’. DPD (2005) mientras. 1. Puede funcionar como adverbio de tiempo o como conjunción, expresando simultaneidad entre dos acciones. Como adverbio, es palabra tónica y se escribe aislada por comas del resto del enunciado: «Desarmaron los instrumentos y los secaron. Ronald, mientras, se acariciaba la mejilla con el reverso de los dedos» (Consiglio Bien [Arg. 2002]); idéntico sentido tiene la locución adverbial mientras tanto: «La señora, mientras tanto, permanecía impávida y con cara de pocos amigos» (López Gorila [Esp. 2001]). Como conjunción, en cambio, mientras es palabra átona y no se separa con coma del verbo que introduce: «Todo esto lo revive Andrés mientras mezcla colores y aceites» (…). Con valor temporal, no es recomendable en el habla culta posponer a mientras la conjunción que: «Mientras QUE estaba en el Cusco, pasó de todo en Lima» (Expreso [Perú] 4.6.97); (…). 3. mientras que. Locución conjuntiva que se usa para contraponer dos acciones simultáneas, con sentido equivalente a ‘en cambio’: «Muchos deplorarán esta revolución, mientras que otros la celebrarán»