PROPUESTASTRANSFORMACIONUASD
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PROPUESTAS PARA LA TRANSFORMACION DE LA UNIVERSIDAD AUTONOMA DE SANTO DOMINGO UASD Prof. Dr. José Antinoe Fiallo Billini Director del Colegio Universitario UASD Marzo/Abril 1990 UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SANTO DOMINGO Colegio Universitario 1 PROPUESTA PARA LA TRANSFORMACIÓN DE LA UASD 1. Un proyecto de renovación curricular es un proyecto educativo y político que parte de un diagnóstico de la sociedad y en nuestro caso, de la crisis crónica de la sociedad y la crisis específica de la Universidad. En relación a este aspecto es relevante señalar que sin proyecto histórico universitario, donde el currículo es una respuesta educativa y política, toda reforma es un fracaso que se puede preestablecer sin márgenes de equivocación. En primer lugar, si no hay propuesta o proyecto nacional y universitario, todo esfuerzo es inorgánico a fuerzas sociales y a la sociedad civil y no permite nutrir cultural y socialmente la Universidad, es decir, articulación territorial del currículo como fuerza cultural, es decir, el currículo como respuesta-sistema en el contexto del proyecto nacional como proyecto global, no fraccionado o parcial. 2. Por ello tienen especial actualidad o vigencia los “Planteamientos para la Reformulación del Currículo del Colegio Universitario” y la Resolución 89-82 del Consejo Universitario sobre esos planteamientos, ya que propone una totalidad respuesta de tipo epistemológica en un ciclo básico que permita armar metodológicamente al estudiante para el dominio de la totalidad social y natural. La visión sistemática de la sociedad, de la crisis, la Universidad con fuerza cultural territorial (sistema universitario) se continúa en el currículo del ciclo básico común capaz de dotar de un sistema metódico, teórico y operativo a cada estudiante para conocer la sociedad, la crisis, la Universidad y sus propias potencialidades. 3. No es el esquema de los viejos preparatorios universitarios por áreas segmentadas y que responden a viejos paradigmas epistemológicos del 2 conocimiento y el aprendizaje por compartimientos estancos de la ciencia que sostienen el viejo y el nuevo positivismo (incluyendo a Popper) y que no permiten concebir el currículo, además, como un acto global de gestión o administración. El currículo de ciclo básico común como primer estrato formativo permite a su vez organizar el currículo en ciclos superiores integrados que dotan de gran movilidad y facilidad en el manejo de los flujos poblacionales de las matrículas, sobre todo en una institución sin ningún tipo de racionalidad curricular y de gestión. Adoptar un esquema de viejos preparatorios fracturados (ciclos de carreras), acentuaría los niveles de feudalización de las facultades y se entronizaría de manera crónica, el “sálvese quien pueda” y por tanto una dinámica expansiva de autarquías de áreas (división institucional). Y por otro lado, las carreras hegemónicas tradicionales acentuarían (Contabilidad, Ingeniería Civil, Medicina, Derecho, más su control ahora Informática, etc.), mientras las demás carreras tradicionales o no, los departamentos de servicios se desplomarían definitivamente al calor de la lucha entre facultades por su supervivencia. 4. En efecto, la reforma curricular debe verse como una estrategia de complejidad que enfrente simultáneamente varias tareas, entre ellas el crecimiento de la matrícula de nuevo ingreso, la extensión de los programas para la población titulada (educación permanente y post-grado) y los programas populares (población no titulada, lo que supone un plan que es un proyecto universitario y nacional volviendo a un razonamiento inicial). El incremento de la población universitaria de la UASD está referida a esa estrategia o plan, no a la visión corta, estrecha y que expresa incapacidad o populismo, de más facilidades y menos nacionalidad, porque ese camino con créditos baratos ($35 a $75 categorías más bajas) podría replantear la 3 masificación pero en un contexto de pérdida de calidad, transformándola en otro elefante blanco más. Si el currículo del tercer nivel se articula estratificadamente por ciclo, si cada ciclo vincula las estructuras desde una relación de ingreso común, a una vinculación por áreas de titulación, por áreas de egresados para fortalecerlas y por áreas de especialización superior en un contexto de programas para población de sostén y vinculación social y popular, creando una disciplina del uso del tiempo (cuatrimestres), y de formación básica general en licenciaturas (cuatrimestres) la población de los programas formativos de la UASD en los tres planos planteados podría aumentar significativamente. 5. Pero para ello debe abandonarse el camino tradicional que hoy, todavía, se sostiene y se reproduce, no importan miles de talleres que se hagan y se rehagan, si todos encubren la vieja visión de pasar por la UASD no para hacerla un proyecto educativo para un proyecto popular, sino para agregar la condición de ex en un currículo o para hacer carrera (s) en el uso del poder haciendo culto a la autoridad y al orden en un contexto de decadencia, colapso institucional y segregación del pueblo dominicano. REDEFINICIÓN O REDISEÑO CURRICULAR 6. La universidad está obligada a redefinir su inserción curricular adoptando respuestas territoriales descentralizadas, sobre todo en la medida en que la crisis del capitalismo dominicano se agudiza y la condición de estudiante y docente se hace difícil de mantener por los costos crecientes de esas condiciones. Por ejemplo, la Sede Central de la UASD está obligada a descentralizarse territorialmente en por lo menos cuatro sub-sedes que permitan estimular los flujos de nuevo ingreso, para las carreras del tercer nivel, la educación 4 permanente y el post-grado y los programas para no titulados o tituladas como programas de Universidad Popular. Las cuatro Sub-Sedes Territoriales Urbanas de la ciudad de Santo Domingo serían: a) La Sede Unica Actual que concentraría los programas del tercer nivel para el área tradicional de la ciudad y los cursos de post-grado y parte de los de educación permanente. b) La Sede-Este para toda la zona oriental (desde Los Frailes y Mameyes hasta Cancino Adentro (El Vertedero y El Cachón de la Rubia). c) La Sede-Norte que podría lograr el flujo de toda la población al norte del Río Isabela desde el Polvorín hasta Villa Satélite y Guarícano, e incluso parte de los flujos de los barrios al sur del río (La Zurza, Los Manguitos, Simón Bolívar, etc.). d) La Sede-Oeste para toda la franja sur-norte desde el km. 12, pasando por Herrera, La Altagracia hasta todo el borde de la Autopista Duarte, hasta el Residencial Alameda. Ahora bien, para descentralizar la Sede Central y especializar los Centros Regionales, se necesita un diseño curricular con elementos de unificación que impidan o que ello se pueda realizar o que si se ejecuta no termine en un desastre o tollo curricular. La única garantía es una estrategia curricular por ciclos, por gradaciones, que permita efectivamente establecer sedes o sub-sedes homogéneas y que los estudiantes puedan moverse en el currículo con facilidad y el cuerpo docente ser asignado a los programas formativos con facilidad y de manera 5 permanente, teniendo en ambos casos en cuenta, la relación del sujeto o el recurso con el territorio. Pero, si se toma el camino anárquico del rediseño curricular a base de la autarquía de facultades y sus currículos jamás podrá desarrollarse la estrategia curricular como una estrategia en el espacio territorial, que es lo que permite la inserción efectiva en la Sociedad Civil. En el caso de los Centros Regionales ponemos el caso del CURE que requiere una redefinición en base a dos puntos: uno urbano con Sede en La Romana y otro rural (agropecuario) con sede en Higüey, de forma tal que se articulen las dos potencialidades socioculturales de la región, lo cual solo se podría alcanzar con una respuesta curricular integrada a partir de un ciclo básico común. En cuanto a las Subsedes de Santo Domingo se requiere un currículo urbano de respuesta múltiple, y por ejemplo la Subsede Oeste debe tener como referencia entre otras, los Parques Industriales de Herrera y Haina y por ende potencialidad de extenderse a Haina. O la Subsede Norte articulada al proyecto de “Ciudad Alternativa” como respuesta urbana integral, combinando esta potencialidad al Instituto Politécnico Santo Domingo (antiguo Artes y Oficios). 7. En ese contexto y con esta visión podría establecerse una redefinición de la universidad de manera imaginativa estableciendo 4 universidades en una: 7.1 La Universidad del Tercer Nivel, que es la que se dedica a la formación de profesionales al nivel de Licenciatura, es decir la universidad tradicional, la cual aplicando un plan sometido por nosotros para reclutar nuevos bachilleres, podría alcanzar en dos años una población de 45,000 estudiantes en los próximos semestres. Esos 45,000 6 estudiantes tomando 20 créditos por cuatrimestres a $6.00 mínimo los créditos significarían $54 millones de pesos anuales, y en caso de que se estabilice en 25,000 estudiantes ello significarían por lo menos $30 millones de pesos anuales en el Tercer Nivel. 7.2 La Universidad del Post-Grado y la Educación Permanente, donde se concentrarían todos los programas de este tipo, debidamente programados anualmente, lo que significa, por lo menos, una población anual de 10,000 profesionales que se reciclarían y perfeccionarían en cada año. Esta modalidad podría centrarse en Post-Grados y formas de educación permanente flexibles con una población anual de entre 4,000 y 7,000 estudiantes y en el caso de los Post-Grados de un año con un costo de $4,000, lo que significarían ingresos de entre $17 a $28 millones de pesos anuales. 7.3 La Universidad Popular, que administraría los programas de no titulados y tituladas referidos al desarrollo de proyectos culturales y socioeconómicos de las clases populares y que se pueden realizar conjuntamente con Organizaciones no Gubernamentales (ONGs), Organizaciones Populares, Medios de Comunicación (sobre todo proyectos radiofónicos con educación a distancia), lo que significaría en los dos primeros años una población que oscilaría entre 20,000 a 30,000 beneficiarios en los primeros programas. a) Los programas propios para las organizaciones sociales, no gubernamentales y populares, fundamentalmente de autodefensa y autogestión, que se aplicarían en el contexto curricular de las sub-sedes de la Sede Central y los Centros Regionales (programas directos a la Sociedad Civil). 7 b) Los programas propios en áreas contradictorias de la Sociedad Política, como por ejemplo los Ayuntamientos, quienes por su diversidad y necesidades podrían auspiciar programas conjunto a establecerse en varias modalidades, ya sea de entrenamientos de personal, gestión urbana, servicios sociales, etc. Podrían seleccionarse ayuntamientos cabezas regionales, como por ejemplo Barahona, La Romana, San Pedro de Macorís, San Francisco de Macorís, Santiago o Satélites como por ejemplo Haina. c) Los programas del tipo a) pueden adquirir dimensiones nuevas y articularse a programas insertos en emisoras como ABC, Radio Santa María, Radio Enriquillo y Radio Marién en un tipo nuevo de expansión territorial para población no titulada y que requiere de recursos de subsistencia y autogestión vale la pena volver a discutir la potencialidad de la radio universitaria como centro productor asociado, de programas formativos radiofónicos. d) Siguiendo esta línea de innovación en las respuestas necesitamos abordar las exigencias de modalidades nopresenciales de los programas formativos (a distancia) de forma tal de ampliar la cobertura a diversos tipos de potenciales beneficiarios (desde nuevo ingreso, educación permanente, tercera edad, programas populares), lo cual implica introducirse en la necesidad de producir material en gran escala para una franja importante, por su naturaleza social y cultural, de dominicanos, no solo material impreso sino además radiofónico y audiovisual. 8 El financiamiento de esta Universidad combinaría recurso de participación, de la universidad, instituciones asociadas y donaciones internacionales que podrían involucrar en los primeros dos o tres años cerca de $10 millones de pesos. 7.4 La Universidad de la Emigración, que ofrecería programas formativos y culturales a los dominicanos residentes, en Estados Unidos, Puerto Rico y Venezuela, comenzando por los residentes en territorio norteamericano y en acuerdos con las organizaciones de emigrados y las universidades norteamericanas, lo que significarían programas con cobertura de hasta 5,000 participantes los dos primeros años y con un impacto importante de autofinanciamiento. Los programas de esta Universidad tendrían una sustentación múltiple, desde universidades y colegios, organizaciones socioculturales de emigrados, organizaciones, etc., y calculando un promedio de US$500 por participante a la tasa actual serían RD$71,500,000, a partir de los 5,000 participantes iniciales en dos años. 8. Tomar el camino de esta estrategia es actuar con coherencia y sin vías tramposas de autoengaño, debiendo asumirse la coherencia en todo su radicalidad. Por ejemplo, no podemos hablar de troncos comunes de carreras de Ciencias Sociales y hay tres facultades con carreras de esa área (Ciencias Jurídicas y Políticas, Humanidades y Ciencias Económicas y Sociales). Tres facultades involucradas en Informática (Ciencias Económicas y Sociales e Ingeniería y Arquitectura). Tres facultades “ricas” con tres decanatos hegemónicos en usos de recursos (Ciencias Económicas y Sociales, Jurídicas y Políticas y Humanidades) sin presupuesto consolidado, armónico e integral. 9 Procede torcer el rumbo ahora, antes de que la campaña electoral, abierta o solapada que existe, pero sin principios, arrope de nuevo la UASD y tengamos ante nosotros otro período de tres años de deterioro y ruptura con la sociedad civil y el pueblo. Volvemos a repetir que necesitamos transformar no “amarrar votos” y compromisos. De lo contrario seguiremos el camino de los últimos años que es el que nos ha llevado a la hegemonía de la mediocridad, la politiquería y el conservadurismo académico y político. DR. JOSE ANTINOE FIALLO BILLINI Director del Colegio Universitario Marzo 1990 JAFB/lh. 10 CRISIS Y REDISEÑO CURRICULAR EN LA UASD (Segunda Versión con tras conclusiones) Por: José Antinoe Fiallo Billini 1. Un proyecto de renovación curricular es un proyecto educativo y político que parte de un diagnóstico de la sociedad y en nuestro caso, de la crisis crónica de la sociedad y la crisis específica de la universidad. En relación a este aspecto es relevante señalar que sin proyecto histórico universitario, donde el currículo es una respuesta educativa y política, toda reforma es un fracaso que se puede preestablecer sin márgenes de equivocación. En primer lugar, si no hay una propuesta o proyecto nacional universitario, todo esfuerzo es inorgánico a fuerzas sociales y a la sociedad civil, y no permite nutrir cultural y socialmente la universidad, es decir, articulación territorial del currículo como fuerza cultural, es decir el currículo como respuesta-sistema en el contexto del proyecto nacional como proyecto global, no fraccionado o parcial. 2. Por ello tienen especial actualidad o vigencia los “Planteamientos de la Reformulación del Currículo del Colegio Universitario” y la Resolución 89-82 del Consejo Universitario sobre esos planteamientos, ya que propone una totalidad respuesta de tipo epistemológico en un ciclo básico que permita armar metodológicamente al estudiante para el dominio de la totalidad social y natural. La visión sistemática de la sociedad, de la crisis, la universidad con fuerza cultural territorial (sistema universitario) se continúa en el currículo de ciclo básico común capaz de dotar de un sistema metódico, teórico y operativo a cada estudiante para conocer la sociedad, la crisis, la universidad y sus propias potencialidades. 11 3. No es el esquema de los viejos preparatorios universitarios por áreas segmentadas y que responden a obsoletos paradigmas epistemológicos del conocimiento y el aprendizaje por compartimientos estancos de la ciencia que sostienen el viejo y el nuevo positivismo (incluyendo a Popper) y que no permiten concebir el currículo, además, como un acto global de gestión o administración. El currículo del ciclo básico común como primer estrato formativo permite a su vez organizar el currículo en ciclos superiores integrados que dotan de gran movilidad y facilidad en el manejo de los flujos poblaciones de las matrículas, sobre todo en una institución sin ningún tipo de racionalidad curricular y de gestión. Adoptar un esquema de viejos preparatorios (ciclos carreras), acentuaría los niveles de feudalización de las facultades y se entronizaría de manera crónica, el “sálvese el que pueda” y por tanto una dinámica expansiva de autarquías de áreas (Contabilidad, Ingeniería Civil, Medicina, Derecho, etc.), mientras las demás carreras, tradicionales o no, y los departamentos de servicios se desplomarían definitivamente, el calor de la lucha entre facultades por su supervivencia. 4. En efecto, la reforma curricular debe verse como una estrategia de complejidad que enfrente simultáneamente varias tareas, entre ellas el crecimiento de la matrícula de nuevo ingreso, la extensión de los programas para población titulada (educación permanente y post-grado) y los programas populares (población no titulada), lo que supone un plan que es proyecto universitario y nacional volviendo a un razonamiento inicial. El incremento de la población universitaria de la UASD está referida a esa estrategia o plan, no a la visión corta, estrecha y que expresa incapacidad o populismo, de más facilidades y menos racionalidad, porque ese camino con créditos baratos ($35 a $75 pesos por categorías más bajas) no ha 12 incrementado la población, y, no lo hará el pretender eliminar un ciclo básico común. Si el currículo del tercer nivel se articula estratificadamente por ciclo, si cada ciclo vincula las estructuras desde una relación de ingreso común, a una relación por áreas de titulación, por áreas de egresados para fortalecerlas y por áreas de especialización superior en un contexto de programas para población de sostén y vinculación social y popular, creando una disciplina del uso del tiempo (cuatrimestres) y de formación básica general en licenciaturas (12 cuatrimestres), la población de los programas formativos de la UASD en los tres planos planteados podría aumentar significativamente. 5. Pero para ello debe abandonarse el camino tradicional que hoy, todavía, se sostiene y se reproduce, no importan miles de talleres que se hagan y se rehagan, si todos encubren la vieja visión de pasar por la UASD no para hacerla un proyecto educativo para un proyecto popular, sino para agregar la condición de ex en un currículo o para hacer carrera(s) en el uso del poder haciendo culto a la autoridad y al orden en un contexto de decadencia, colapso institucional y segregación del pueblo dominicano. REDEFINICIÓN O REDISEÑO CURRICULAR 6. La universidad está obligada a redefinir su inserción curricular adoptando respuestas territoriales descentralizadas, sobre todo en la medida en que la crisis del capitalismo dominicano se agudiza y la condición de estudiantes y docente se hace difícil de mantener por los costos crecientes de esas condiciones. Por ejemplo, la Sede Central de la UASD está obligada a descentralizarse territorialmente en por lo menos cuatro sub-sedes que permitan estimular los flujos de nuevo ingreso, para las carreras del tercer nivel, la educación 13 permanente y el post-grado y los programas para no titulados o tituladas programas de Universidad Popular. Las cuatro sedes territoriales urbanas de la ciudad de Santo Domingo serian: a) La Sede-Única Actual que concentraría los programas del tercer nivel para el área tradicional de la ciudad y los cursos de postgrado y parte de los de educación permanente. b) La Sede-Este para toda la zona oriental (desde Los Frailes y Mameyes hasta Cancino Adentro (El Vertedero) y el Cachón de la Rubia). c) La Sede-Norte que podría lograr el flujo de toda la población al norte del Río Isabela desde el Polvorín hasta Villa Satélite y Guaricano, e incluso parte de los flujos de los barrios al sur del Río (La Zurza, Los Manguitos, Simón Bolívar, Etc.). d) La Sede-Oeste para toda la franja sur- norte desde el Km. 12, pasando por Herrera, La Altagracia hasta todo el borde de la Autopista Duarte hasta Los Alcarrizos. Ahora bien, para descentralizar la Sede Central y especializar los Centros Regionales, se necesitan un diseño curricular con elementos de unificación que impidan o que ello se pueda realizar o que si se ejecuta no termine en un desastre o toyo curricular. La única garantía es una estrategia curricular por ciclos, por gradaciones, que permitan efectivamente establecer sedes o subsedes homogéneas y que los estudiantes puedan moverse en el currículo con facilidad y el cuerpo docente ser asignado a los programas formativos con facilidad y de manera 14 permanente, teniendo en ambos casos en cuenta, la relación del sujeto o el recurso con el territorio. Pero, si se toma el camino anárquico del rediseño curricular a base de la autarquía de facultades y sus currículos, jamás podrá desarrollarse la estrategia curricular como una estrategia en el espacio territorial, que es lo que permite la inserción efectiva en la Sociedad Civil. En el caso de los Centros Regionales ponemos el caso del CURE que requiere una redefinición en base a dos polos: uno urbano con sede en La Romana y otro rural (agropecuario) con sede en Higüey, de forma tal que se articulen las dos potencialidades socioculturales de la región, lo cual solo se podría alcanzar con una respuesta curricular integrada a partir de un ciclo básico común. En cuanto a las subsedes de Santo Domingo se requiere un currículo urbano de respuesta múltiple, y por ejemplo la Subsede Oeste debe tener como referencia entre otras, los parques industriales de Herrera y Haina y por ende potencialidad de extenderse a Haina. O la Subsede Norte proyecto de “Ciudad Alternativa” como respuesta articulada urbana al integral, combinando esta potencialidad al Instituto Politécnico Santo Domingo (antiguo Artes y Oficios). 7. En ese contexto y con esta visión podrían establecerse los programas de educación permanente y de Universidad Popular (para no titulados) en un amplio espectro. Por a) Los programas ejemplo: propios para las organizaciones sociales, no gubernamentales y populares, fundamentalmente de autodefensa y autogestión, que se aplicarían en el contexto curricular de las sub- 15 sedes de la Sede Central y los Regionales (programas directos a la Sociedad Civil). b) Los programas propios en áreas contradictorias de la Sociedad Política, como por ejemplo los Ayuntamientos, quienes por su diversidad y necesidades podrían auspiciar programas conjuntos a establecerse en varias modalidades, ya sea de entrenamientos de personal, gestión urbana, servicios sociales, etc. Podrían seleccionarse ayuntamientos cabezas regionales, como por ejemplo Barahona, La Romana, San Pedro de Macorís, San Francisco de Macorís, Santiago o “satélites” como por ejemplo Haina. c) Los programas de tipo a) pueden adquirir dimensiones nuevas y articularse a programas insertos en emisoras como ABC, Radio Santa María, Radio Enriquillo y Radio Marién en un tipo nuevo de expansión territorial para población no titulada y que quiere de recursos de subsistencia y autogestión, vale la pena volver a discutir la potencialidad de la Radio Universitaria como Centro Productor asociado de programas formativos radiofónicos. 8. Siguiendo esta línea de innovación en las respuestas necesitamos abordar la exigencias de modalidades no presenciales de los programas formativos (a distancia), de forma tal, de ampliar la cobertura de diversos tipos de potenciales beneficiarios (desde nuevo ingreso, educación permanente, tercera edad, programas populares), lo cual implica introducirse en la necesidad de producir material en gran escala para una franja importante, por su naturaleza social y cultural, no sólo material impreso sino, además, radiofónico y audiovisual. 16 9. La reforma curricular implica una transformación estructural de Facultades y Departamentos, en cuanto a integración de áreas y superación de la vieja división departamental por la integración en ciclos formativos. Por ejemplo, no es posible que Departamentos como Sociología, Economía, Historia y Antropología, por ejemplo estén en Facultades diferentes y que además, exista una Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas. O que un profesor que imparta una asignatura en un nivel de la carrera “X” no tenga ninguna vinculación efectiva con ella porque esté adscrito a una facultad que no administra la carrera. Entonces, la revisión curricular implica una transformación orgánica de la UASD. 10. Como podrán apreciar se trata de dar una respuesta curricular global, diversificada y audaz a las demandas sociales de las capas y clases populares en el espacio rural y urbano, por lo que la fase final del rediseño curricular será la más difícil y peligrosa porque se trata de momento de opciones, donde lo académico asume una forma política compleja pero con un cordón umbilical ineludible que solo puede resolverse con una mayor participación y un mayor protagonismo de la comunidad universitaria y las organizaciones populares. Para poder diseñar un currículo descentralizado en el territorio se requiere una gran movilización democrática de docentes, estudiantes y empleados con un doble eje básico, la población popular y el estudiantado como sujetos centrales de la estrategia curricular. Ello entra en franca contradicción con las exigencias de “democracia restringida” con hegemonía absoluta del profesorado, ya que un modelo 17 como ese, autoritario, no podría movilizar recursos humanos y fuerzas suficientes para renovar y rediseñar. Una Universidad y un currículo que parta de la visión de que el jefe es el profesor como depositario de la soberanía política (decisoria) e intelectual (creativa) es una Universidad que expresa fundamentalmente una esclerosis cultural y una potencialidad del fascismo de clase media y es un termómetro que anuncia los grandes conflictos de clase por resolver. Para rediseñar el currículo es necesario rediseñar la gestión de la universidad, abrir el universo de su soberanía de base, limitar o eliminar el poder clásico y faccioso de múltiple composición y dar presencia a la relación organización popular y creación cultural y académica. Transformar el sistema de gestión, el sistema político universitario implica: - Representación estudiantil de base, sin presencia de la burocracia dirigente, - Representación estudiantil de base, sin control de los aparatos tradicionales, - Representación de empleados de base, sin mediación hegemónica del aparato sindical vertical. Creándose con ello unas condiciones nuevas para el ejercicio de la soberanía de la comunidad, donde todo el universo participe al través de sus cuotas y porcentajes establecidos y ello incluye el 33% de los estudiantes. La visión maniquea quiere presentar la crisis de la UASD como generada por la cuota de representación estudiantil, y eso, obviamente no es cierto. El grueso de organismos está dominado por la categoría docente (profesores) y 18 si la universidad ha llegado donde está es por las sucesivas coaliciones sin principio que aupando autoridades (profesores) han ampliado la vía de “amarrar” para ganar una elección no para no transformar la UASD y por eso la mediocridad se ha enseñoreado en las estructuras del poder burocrático académico. Una de las exigencias de la reforma curricular es la honestidad de los juicios y análisis, o por lo menos, su objetividad y el camino del autoritarismo de clase, del intento de imponer el estamento profesoral conservador, como la nobleza y el clero sobre el tercer estado de la Revolución Francesa, es una forma de adelantar en la UASD la respuesta autocrática del balaguerismo: “o se paran o los paramos”, camino en el cual han avanzado algunas, más que el Dr. Balaguer al prohibir ilegalmente las manifestaciones internas en la UASD y al elevar a principio la soberanía absoluta del profesorado. Por ese camino no solo se escindirá sino que además no habrá reformas de ningún tipo, y ello, incluye la curricular, porque toda esta dinámica está relacionada, y quien suscribe tiene la autoridad moral suficiente para decirlo, porque mientras hemos sido Director de esta Unidad no hemos tolerado ni anarquía estudiantil ni anarquía profesoral o de empleados no importan los riesgos corridos. Abril 1990. 19