origen-y-futuro-de-una-pasion

Transcripción

origen-y-futuro-de-una-pasion
PREMIO CONSEJO
LECTURA
NACIONAL
GENERO
:
DEL
LIBRO
Y
ENSAYO
TITULO DE LA OBRA :
ORIGEN Y FUTURO DE UNA PASION
(Fútbol,cultura y modernidad)
AUTOR : JAVIER RODRIGUEZ
LA
" Si habré visto fútbol, y del bueno...
Los
gambetié
y me gambetearon; los
derroté
y
me
derrotaron.
Sentí
grandes
alegrías
ante
magníficos
triunfos,
enaltecedores,
sintiendo amarguras, frente a
derrotas,
pero
aceptándolas
con
la
caballerosidad
del
atleta
que
felicita,
emocionado, al
triunfador..."
S.A.
1964)
Luis
Scapinachis
("Gambeteando frente
al gol".
Barreiro
y
Ramos
Montevideo,
INDICE
Pag.
PRESENTACION
4
I.- SOCIEDAD Y CULTURA EN EL CAMBIO DE SIGLO
1.- La sociedad oligárquica y su patrón cultural
2.- Las transformaciones sociales : los nuevos
actores
7
12
II.- ORGANIZACION Y APROPIACION
1.2.3.4.-
Los comienzos
La difusión y la apropiación
Las primeras organizaciones
La organización continental
17
22
33
41
III.- LA REPRESENTACION SOCIAL DE LOS CLUBES
1.- El carácter de los clubes
2.- Identificación y popularidad
44
49
IV.- COMPETENCIAS E HINCHAS
1.- Los torneos y competencias
59
2.- Hinchada y espectáculo
V.-
66
HACIA DONDE VA EL FUTBOL Y
HACIA DONDE VAMOS NOSOTROS?
1.2.-
Espectáculo v/s ritual?
La tele-visión del fútbol?
73
78
PRESENTACION
Algunos lo llaman "la última pasión del siglo", sumando
otro calificativo a una larga lista. Negocio, enajenación, juego,
entretención, expresión cultural. De todo se dice sobre el fútbol,
como si fuera posible reducirlo a alguna de sus características.
La propuesta de este texto es la contraria : ni una cosa, ni otra,
sino todas juntas, en una mezcla compleja y abigarrada como son
todas las expresiones de la vida humana.
El marco en que se sitúan estas páginas tiene un
componente especial. En este año se están celebrando en nuestro
país los primeros cien años de existencia del fútbol organizado.
Casi como expresión intencional de su contradictorio carácter, en
este año de celebración, el fútbol chileno ha vehiculizado sueños,
frustraciones, obsesiones y esperanzas dormidas, que subyacen en
el sentir colectivo tras la apariencia de liviandad, pragmatismo y
frivolidad en que supuestamente se ha ido diluyendo nuestra
cultura.
La intención de este ensayo es rastrear en ese
centenario origen ciertas claves interpretativas del proceso de
apropiación cultural que ha hecho del fútbol un fenómeno cultural
de relevancia, pero con la mirada puesta en el futuro, en las
perspectivas que se abren para la evolución denuestra convivencia
cultural y social.
5
Por otro lado, es obvio que el fenómeno en cuestión no
constituye una suerte de originalidad cultural nacional, sino que
la intuición que recorre el presente texto es que hay un conjunto
de factores comunes en el subcontinente sudamericano, que durante
el presente siglo lo han configurado como la expresión más
completa y acabada del fútbol mundial. En ninguna otra parte su
práctica ha llegado a tales cumbres de habilidad, virtuosismo y
talento y no por casualidad es que de esta región han surgido sus
más altos cultores.
En Sudamérica por el fútbol se ríe, se sufre, se
discute, se crean amistades y complicidades fugaces, se vive y a
veces también se muere. Un resultado, e incluso una incidencia en
el juego, puede influir y conmover (y de hecho así ha ocurrido) al
orgullo y el honor nacional, revivir viejas y antiguas querellas y
rivalidades. Pocas manifestaciones masivas tienen la carga
simbólica y ritual que se condensa en el fútbol.
Gramsci escribió alguna vez que conocerse a si mismo es
hacer el inventario de las huellas que la historia ha dejado en
nosotros. De allí que poner la mirada en los orígenes del fútbol
sudamericano no tiene el sentido de remover, con un sentido
arqueológico, hechos olvidados para alimentar nostalgias, sino que
encontrar pistas explicativas de lo que podemos llegar a ser, a
partir de lo que hemos sido. Esos rastros se encuentran
diseminados, ocultos, interpretados. De hecho, este trabajo se
inscribe en una línea investigativa que venimos siguiendo desde
hace algún tiempo (*).
Entregamos ahora una reflexión que implica un cierto
grado de síntesis de un trabajo acumulado fundamentalmente sobre
fuentes de la época y que pretende, sobre esa base, plantearse
algunas interrogantes sobre un presente convulsionado y en plena
transformación, que no tiene demasiado claro el sentido (y si es
que es humanamente válido) de su dinámica.
6
___________________________________
(*) Fruto de ella hemos publicado ya el libro CRONICA DE UN
ENCUENTRO : FUTBOL Y CULTURA POPULAR (1991) y los artículos,
"Fútbol,cultura y modernidad (reflexiones desde abajo)" (1992) y
"La razón de la sin razón (o porque nos duelen tanto los penales
perdidos)"(1993). Actualmente, está en pleno desarrollo una
investigación acerca de la relación entre
el origen del fútbol
chileno y el desarrollo de nuevas formas de sociabilidad popular a
comienzos del presente siglo.
SOCIEDAD Y CULTURA EN
EL CAMBIO DE SIGLO
7
1.- La sociedad oligárquica y su patrón cultural
En el origen del fútbol sudamericano es posible encontrar
un cierto patrón común: al principio, "cosa de gringos", luego,
juego y entretención de jóvenes aristócratas, para pasar en un
corto
tiempo
a
ser
apropiado
por
las
masas
populares,
extendiéndose de esta forma por el conjunto del cuerpo social,
hasta integrarse a la cotidianeidad colectiva.
El proceso de apropiación popular convirtió al juego en
una pasión. Lo transformó de una práctica recreativa en un
fenómeno social y cultural, donde simbólicamente se expresan
conflictos, esperanzas, frustraciones y sueños, individuales y
colectivos. Así, el fútbol pudo ser en nuestros países instancia
de asociación y reconocimiento ; expresión y espacio de
construción de identidades clasistas, regionales o nacionales;
lugar de encuentro para una estructura social en proceso de
heterogeneización y bruscas transformaciones, etc.
Desde entonces, quedó incorporado a nuestra sociabilidad
como un componente fundamental. Tanto en su dimensión ritual, como
en la posterior de espectáculo-mercancía, con la particularidad de
8
que, entre ambas, se estableció a lo largo del presente siglo una
especial relación de complementareidad. En esa articulación
específica es que encuentra explicación, por ejemplo, el
significado que tiene el ídolo futbolístico en el imaginario
popular.
Una de las hipótesis que queremos plantear en el presente
texto es que en el desarrollo que ha tenido el fútbol sudamericano
en el siglo de existencia que ya tiene, se han mantenido
subyacentes como mecanismos de base, ciertos factores que aparecen
desde sus orígenes, en tanto que producto de su relación con las
características estructurales de la evolución social, política,
económica y cultural de nuestras sociedades.
Dicho de otro modo, pareciera posible afirmar que el
fútbol sudamericano responde, en lo fundamental, a una lógica
histórica propia, antes que simplemente a una incrustación
exógena, implantada por la fuerza o por algún tipo de complejo
imitativo endémico, en especial de las elites.
La aparición del fútbol se inscribe en un proceso global
de transformación de los países sudamericanos ocurrido en las
últimas décadas del siglo XIX y que es expresión, a su vez, de la
irrupción, con una forma y contenidos específicos, del modo de
producción capitalista, con características y ritmos que ofrecen
importantes diferencias entre un país y otro.
Lo que es común en este período, en el conjunto de
América Latina, es el profundo convencimiento de las oligarquías
nacionales de haber construido un orden que necesariamente
conducía al progreso de estos países1. Más específicamente, se
trataba de la seguridad de haber logrado transformar
estas
naciones, de "bárbaros", en sociedades que sin negar su raíz
latina
en
general,
e
ibérica
en
particular,
tendían
a
desarrollarse "a la inglesa".
1 Ver CARMAGNANI, Marcello : ESTADO Y SOCIEDAD EN AMERICA
LATINA (1850-1930). Editorial Crítica, Barcelona, 1984.
9
El sueño liberal del siglo XIX expresado en el paradigma
sarmientino de "Civilización o barbarie", como la alternativa
histórica de construcción de las nuevas naciones, parecía haber
encontrado el camino de su realización. En lo social y cultural,
ello se expresaba en la búsqueda de nuevas formas de sociabilidad
caracterizadas por su vocación de inclusión en los parámetros
culturales universales, lo cual quería decir -en esos añosprimordialmente ingleses y luego, franceses y alemanes.
En
lo
estructural,
el
proyecto
de
modernización
oligárquica implicaba adecuar la estructura económica a las
exigencias de un mercado mundial, regido por el dominante capital
británico. La inserción de estos países en la economía y mercados
mundiales, suponía el incremento constante de las exportaciones y
la afluencia de empréstitos y capitales; el dominio del comercio
exterior y de la comercialización en general, por parte del
capital inglés y la subordinación al mismo de la producción
interna controlada por la oligarquía.
En
otras
palabras,
teniendo
como
base
las
particularidades nacionales, se comparte un modelo de desarrollo y
modernización, el cual colocaba al capital inglés en un rol clave
y decisivo en el funcionamiento de un equilibrio económico, que
habría luego de demostrarse como particularmente frágil, pero que
sostenía el poder político y social de las oligarquías nacionales.
Dicho poder además asume un carácter exclusivo y
excluyente. Ni el modelo económico, ni el tipo de Estado y
desarrollo político, reconocían a la gran mayoría de la población
otro papel que no fuera el de clases subalternas, brazos desde el
punto de vista económico y masas sin participación activa desde el
punto de vista político.
Se produce así un proceso de modernización capitalista
limitado y constreñido, por la preeminencia del capital comercial
y financiero, fundamentalmente británico ( el cual llega a
10
controlar el 60 % del comercio exterior latinoamericano). En casos
específicos, dicho control se expande al ámbito productivo, como
es el caso del salitre en Chile, donde van a parar casi la mitad
de las inversiones inglesas destinadas a la producción.
No es extraño que la presencia inglesa fuera, entonces,
fundamental, lo cual es especialmente manifiesto en lo social y
cultural. Mucho más allá de su importancia cuantitativa, que en
muchos casos es de poca monta, la influencia inglesa se marca por
el
especial
carácter
que
asume
el
proyecto
modernizador
oligárquico. Con o sin razón, culturalmente significaba la
presencia viva del mundo "civilizado" europeo y ello era
suficiente para constituir un motivo de emulación.
Una especial manifestación de esta "britanización", con
mayor fuerza en algunos países sudamericanos como Argentina,
Chile, Uruguay y Brasil, fue el desarrollo de nuevas formas de
sociabilidad, en el último tercio del siglo XIX. La aparición del
"club", de carácter oligárquico y espacio de discusión de
negocios, de tratativas y acuerdos políticos, de formalización de
alianzas matrimoniales,etc. es una expresión de ello. La difusión
de los "sports" como forma de juego y recreación es otra.
En ese marco, es posible entender lo afirmado por uno de
los propulsores del deporte y el fútbol en Chile, José A. Alfonso
(filántropo, jurista, ministro y dirigente deportivo), quien
señalaba al comenzar este siglo que "...Nuestros juegos nacionales
nada valen en comparación de los clásicos juegos ingleses, "football",
"cricket",etc.
Están
estos
últimos
admirablemente
dispuestos para que, mediante ellos, surjan lozanas en los jóvenes
no solamente condiciones de virilidad física, sino también
cualidades morales inapreciables"2.
2 ALFONSO, José A. : Prefacio a "FOOT BALL.Reglas del juego
fijadas por la Asociación de la Gran Bretaña y consejos para los
jugadores". Traducción de J.D.Sieveking. Editado por Hume y Cía.,
Imprenta Moderna, Santiago de Chile, 1901.
11
En un sentido más general, es posible afirmar que "...Si
cambiamos el mapa del continente por las fotografías de unas
cuantas ciudades latinoamericanas hacia 1900, podemos observar que
los tranvías llevan el nombre de una compañía inglesa, que los
nombres de los comercios más importantes son también ingleses y
que los quioscos, junto a los periódicos en español o en
portugués, se encuentra el periódico local en lengua inglesa"3.
Más aún, de Valparaíso, ciudad cuna del fútbol chileno,
se podía decir que "...Era una ciudad simpática, comercial y
deportiva, de un ambiente en cierto modo extranjero, sobre todo
británico. Se oía mucho inglés en las calles, muchos apellidos y
hasta muchos nombres eran ingleses", como recordaría después el
escritor chileno Joaquín Edwards Bello, que vivió la época, aunque
él mismo hacía notar que este pequeño mundo "supercivilizado" era
una especie de isla que flotaba sobre el mar multitudinario y
criollo del resto de la ciudad.
Con ello, queremos apuntar hacia el hecho de que el
proyecto
modernizador
contenía
en
sí
un
conjunto
de
contradicciones implícitas, que no provenían solamente del proceso
de europeización acelerado, sino también de la persistencia de los
mecanismos tradicionales de base, los cuales aseguraban los
ingresos, el poder político y el prestigio social de las
oligarquías, pero, a la vez, engendrarían las presiones y
conflictos propios de una estructura excluyente, plagada de
irritantes injusticias, carencias y demandas insatisfechas de las
grandes mayorías sociales.
Así,
la
vida
pública
de
la
oligarquía
asumía
características "representativas" -en el sentido que lo señala
Habermas para caracterizar la sociedad feudal o pre-moderna-, al
producirse una virtual monopolización por parte de un pequeño
sector del derecho a la vida pública, lo cual convertía sus
costumbres, gustos, modas,etc. en una suerte de vitrina y
3
CARMAGNANI, Marcello : Op.Cit. Pág. 115.
12
escenario.
2.- Las transformaciones sociales : los nuevos actores
El cambio de siglo significó para las sociedades
latinoamericanas un período donde se manifestaron un conjunto de
tensiones,
motivadas
por
el
impacto
transformador
de
la
modernización del capitalismo emergente. Las relaciones entre lo
nacional y lo universal; entre el campo y la ciudad; entre la
dimensión material y espiritual del progreso; entre el iluminismo
racionalista y las tradiciones; entre el intento por una cultura
propia y la inserción cosmopolita,etc., son expresiones de un
proceso que, en lo profundo, estaba planteando una crisis de
identidad y de participación política y social de las mayorías
excluidas.
El proyecto oligárquico había generado una serie de
dinámicas que estaban provocando profundas transformaciones
sociales. El mismo crecimiento económico había producido el
incremento de la burocracia estatal, la ampliación del aparato
militar, por la vía de su modernización y profesionalización, y,
sobre todo, la extensión de los servicios comerciales y
13
financieros. No son desdeñables tampoco las consecuencias de un
desarrollo industrial manufacturero en algunos países (como los
del Cono Sur, por ejemplo) y minero, en otros. Todo ello va a
generar el desarrollo acelerado y crecientemente diversificado de
los sectores medios y de significativos núcleos proletarios,
mineros y/o urbanos.
En lo cultural, a principios de siglo comienza a
delinearse un mercado informativo y cultural, a partir del
desarrollo de la empresa periodística, condición necesaria para la
aparición de la industria cultural que se verá robustecida con la
pronta llegada del cine y en los años 20 de la radio. Este proceso
va acompañado en algunos países de la región de un significativo,
aunque obviamente todavía insuficiente, crecimiento de un aparato
educacional, en el cual el Estado juega un rol preponderante.
En todos estos procesos se manifiesta la disparidad de
ritmos e intensidad entre los diversos países e incluso entre
regiones al interior de los mismos. En general, los países ya
mencionados tienden a ir a la vanguardia de muchos de estos
fenómenos y no es casual que ocurra algo similar en la evolución
del deporte, en general, y del fútbol, en particular.
Por otra parte, otro proceso común en que se manifiestan
las transformaciones aludidas es en el crecimiento de las ciudades
y la preponderancia que comienzan a tener ellas por sobre el
sector rural. Así, por ejemplo, Buenos Aires pasa de 178.000
habitantes en 1869, a 678.000 en 1895 y 1.576.000 en 1914; Sao
Paulo pasa de 40.000 habitantes en 1880 a 800.000 en 1920; Río de
Janeiro tenía 300.000 en 1880 y sobre un millón, cuarenta años
después; Santiago de Chile, por su lado, pasa de 130.000 en 1875 a
507.000 en 1920. Como es sabido, dicho proceso de crecimiento no
es sino el preludio de la acelerada urbanización que viven
nuestros países, a lo largo del presente siglo, y también es
conocido que dicho crecimiento no ha sido precisamente armónico y
equilibrado, sino por el contrario, a menudo tan caótico y
espontáneo que conllevaría graves problemas de marginalidad,
hacinamiento y miseria.
14
A ello contribuyeron de manera importante los procesos de
inmigración europea, particularmente en los países de la costa
atlántica. Producto de esto, entre otros factores, es que la
población de América Latina subió de 25 millones en 1870 a 62
millones en 1900. En el caso específico de Brasil, en el mismo
período, la población subió de 3 a 18 millones.
Por otro lado, entre 1880 y 1914 llegaron 6,5 millones de
emigrantes a Argentina; 4 millones a Brasil y 0,5 millones a
Uruguay, mientras que al resto de los países en conjunto sólo lo
hizo 1 millón. Como se sabe, ello provocó tales transformaciones
sociales y culturales en los países del Río de la Plata, que
habrían de alterar radicalmente su carácter y perfil. De allí que
ciertas manifestaciones culturales surgidas en el proceso de
mezcla e hibridación, tales como el fútbol y el tango, habrían de
constituirse en espacios privilegiados de construcción de
identidades colectivas.
En otros países los procesos inmigratorios son de
carácter
internos
y
generalmente
se
trata
de
grandes
desplazamientos desde zonas rurales a centros de producción
minera. Es el caso del salitre y, en menor medida, del carbón en
Chile, en los cuales se constituyen núcleos proletarios, desde los
cuales surgiría un movimiento sindical y político obrero que sería
factor fundamental en el desarrollo posterior de la sociedad
chilena.
El carácter del proyecto modernizador oligárquico provoca
que estos amplios sectores medios y populares emergentes no sólo
no reciban beneficios del crecimiento económico, sino que no
tengan espacio político y cultural alguno, que sea reconocido como
legítimo por la sociedad oficial. Hacia la primera década de este
siglo, la oligarquía dominante tuvo que hacer frente a las
contradicciones que el proceso de diversificación social en esas
condiciones había hecho surgir y que fueron conocidas en la época
como la "cuestión social".
15
Esta realidad provocó que la euforia autocomplaciente a
que se aludía en un comienzo, dejara paulatinamente paso a la
sensación de crisis y decadencia. La respuesta fundamental de la
oligarquía ante la presión social que se hacía sentir desde abajo
fue la represión, en lo cual las fuerzas armadas modernas y
profesionalizadas
según modelos prusianos (como en Chile) o
británicos (como en Argentina y Brasil), se constituyeron en la
herramienta principal.
Sin
embargo,
hubo
ciertos
sectores
oligárquicos,
minoritarios por cierto, que motivados por una particular lectura
social de la doctrina católica, y en otros, por un incipiente
nacionalismo, impulsaron la educación popular, la construcción de
viviendas y, en general, iniciativas de caridad y beneficencia
social, que también incorporarían al deporte, más allá de su
perfil puramente recreativo, como instrumento educacional.
Así,
para
este
sector
que
veía
con
justificada
preocupación el (su) futuro, la situación socio-cultural de las
masas populares, su marginalidad, los vicios y corrupciones del
sistema
político,etc.
será
denunciada
como
expresión
de
degradación de la moral colectiva y el desarrollo de formas de
sociabilidad que se sustentaran en otros valores, tales como la
sana competencia, el compañerismo, el desarrollo físico,etc.
propios del deporte y el fútbol, aparecen como mecanismos de
salvación y regeneración nacional.
Por su lado,los sectores medios y populares se van
abriendo espacios generando una red de organizaciones sociales,
culturales, sindicales, mutuales y...deportivas, que echan las
bases y muchas de las características centrales de la sociedad
civil, que iría en adelante marcando un nuevo tipo de relaciones
entre los individuos y el Estado. En la época de cambio de siglo,
el proceso se verificó fundamentalmente en términos de conflicto.
16
ORGANIZACION Y APROPIACION
17
1.- Los comienzos
La colonia británica en América del Sur se había ido
constituyendo a lo largo de todo el siglo XIX y casi desde el
momento mismo de la lucha por la Independencia. Estos inmigrantes
se van a concentrar fundamentalmente en la actividad comercial de
importaciones y exportaciones y, luego, en el naciente sector
financiero.
Si
bien
su
peso
cuantitativo
nunca
fue
extraordinariamente relevante, su importancia económica, social y
cultural fue decisiva. Representaba la presencia cotidiana de una
sociedad que constituía el punto más alto de civilización y
progreso, ante los ojos de la elite local.
Debido a su ubicación en la estructura económica de estos
países, tendía además a concentrarse en las zonas urbanas y como
en general ocurre con los emigrantes, mantenían por muchas razones
un grado importante de unidad y solidaridad colectiva. La
religión, las costumbres, el vestuario, los bailes y las
canciones, tradiciones y fiestas, el idioma distinto,etc.
18
constituía un conjunto cultural que se atesoraba. Más aún,
tratándose de individuos provenientes de la principal potencia
imperial del mundo en la época y cuya forma de vida era vista como
un modelo por las oligarquías nacionales. Por otro lado, los
ingleses establecieron no sólo relaciones económicas con la elite
criolla, sino que también, a través de alianzas matrimoniales
entraron a formar parte de ella, alterando en muchos casos el
tronco aristocrático de raíz hispánica o portuguesa. Sus
descendientes serían nuevos aristócratas orgullosos de su
filiación británica, lo cual incluso les crearía cierto aire de
superioridad ante sus iguales vinculados a las familias más
tradicionales.
Así, la colonia británica no sólo generaría un
particular estilo de vida que tendía a ser imitado, sino que
originó y mantuvo instituciones independientes y exclusivas :
escuelas, templos, sociedades, clubes, coros, orquestas e incluso
compañías de bomberos voluntarios. El "sport" habría de permitir
el surgimiento de algunos de esos espacios de encuentro.
De hecho, hacia mediados del siglo pasado, según los
fragmentarios registros que es posible encontrar, se comienzan a
practicar los primeros juegos deportivos, por parte de la colonia
británica. El cricket, la hípica y el paperchase fueron
difundiéndose por los distintos países y a ellos se sumaron
rápidamente los aristócratas más vinculados a aquella.
Es evidentemente difícil determinar con exactitud la
fecha y las circunstancias de los primeros partidos de fútbol. En
tanto que juego son parte de una cotidianeidad que no alcanza a
constituirse, en un principio, en un hecho social que atraiga la
atención general.
Muy pronto esas condiciones se produjeron,
justamente por el carácter "representativo" que tenía la vida
pública de la elite, en general, y de su rama inglesa, en
particular; de esta forma, es posible encontrar cierto registro de
la actividad, especialmente en la prensa, que comenzaba a dedicar
un espacio específico a la denominada "Vida Social", en la cual se
publicitaban diversos aspectos, incluso privados, de la vida
oligárquica : matrimonios, fiestas, defunciones, paseos y "vida al
19
aire libre", que era el ámbito donde se informaba del juego y la
recreación.
Gracias a ello podemos saber que, muy tempranamente,
hacia 1860, el fútbol comenzó a practicarse al interior de la
colonia británica de Buenos Aires, lo cual es especialmente
significativo si recordamos que en 1863, al fundarse la Asociación
Inglesa es cuando nace el fútbol moderno.
Así, el 9 de Mayo de 1867, el inglés Thomas Hogg preside
el nacimiento del Buenos Aires F.C., en una antigua mansión de la
calle Temple N 46 (actual calle Viamonte), el cual jugaría sus
primeros encuentros en ese mismo año en el Parque Palermo. Más
aún, en la edición del 27 de Junio del periódico bonaerense en
lengua inglesa, "The Standard", se avisaba que "...El sábado se
realizará un match de football en Palermo, solicitándose a todos
los que tengan interés en jugar que se provean de un gorro blanco
y otro rojo para distinguirlos durante el partido. Sobre el
terreno se efectuará una reunión para considerar y hacer conocer
las reglas del juego". Estos datos naturalmente son insuficientes,
ya que es imposible que existiera sólo un cuadro. Sin embargo, es
indicativo acerca del hecho de que la cuna del fútbol sudamericano
estuvo en el Río de la Plata. A ello contribuyeron decisivamente
dos profesores británicos que llegaron al país en 1880 : Isaac
Newell`s, que creó el Colegio Newell`s en la ciudad de Rosario, y
Alejandro Watson Hutton, que fundó el English High School, en
Buenos Aires.
Pasaría todavía algún tiempo antes que la práctica del
fútbol comenzara a popularizarse en otros países, incluso en
Brasil, Chile y Uruguay, los cuales junto a Argentina van a ser
los iniciadores y propulsores de su masificación y organización, a
nivel continental.
Así, por ejemplo. en Chile también había comenzado a
practicarse deportes. En 1860 es fundado el "Valparaíso Cricket
Club"; poco después, en 1865 se creó el "Club Gimnástico Alemán" y
en 1870, el "Valparaíso Paperchase Club". Hacia fines de esa
20
década se organizaron las primeras competencias atléticas y en
1880 comienza a practicarse el tenis, fundándose en 1885 el "Viña
del Mar Lawn Tennis Club". Toda esta actividad se congregaba en
Valparaíso, primer puerto del país y de la costa del Pacífico Sur
y, por entonces, capital económica del país, que concentraba un
importante núcleo de población inglesa. Este tipo de actividad
social merece colocarse en un plano similar al surgimiento de
otras formas de vida asociativa que se plasman en ese período y
que han sido más estudiadas, tales como las sociedades
mutualistas, las compañías de bomberos, sociedades literarias y
culturales, partidos políticos, etc.etc. que van configurando el
desarrollo de una sociedad civil multifacética y diversa.
Sólo en esos años 80 se registran los primeros partidos,
ya que se constata en 1882 la formación del equipo del colegio
británico MacKay and Sutherland, que educaba a los hijos de
ingleses y de aristócratas criollos en Valparaíso. Capitán de ese
equipo fue Andrés Gemmell, quien después sería de los dirigentes
fundadores de la primera organización futbolística del país. En
todo caso, en 1889 aparece el que es considerado el primer club
chileno : el Valparaíso F.C., fundado por David N.Scott. Este
cuadro participó en la creación de la primera asociación en 1895.
Fue campeón de Valparaíso en 1910 y 1911. Se disolvió en el marco
de la 1a. Guerra Mundial, al marcharse la mayoría de sus jugadores
a Europa a combatir por los Aliados y de los cuales -según
crónicas de la época- sólo habría regresado uno.
En esos mismos años la actividad futbolística aparece en
Santiago, la capital. Hacia 1884, jóvenes empleados y directores
de empresas comerciales inglesas jugaban habitualmente en el
principal paseo de la ciudad, el entonces Parque Cousiño (hoy
Parque O`Higgins). A ese lugar también llevaba a sus alumnos del
Santiago College, institución educacional fundada por miembros de
la Iglesia Metodista en 1880, el profesor de Caligrafía y Dibujo,
Mr.
Vincent,
quien
también
logró
de
la
dirección
del
establecimiento que incorporara el fútbol a su programa deportivo.
Algo similar realizaban otras instituciones educativas como el
Instituto Inglés, que entrenaba en la Avenida Portales, frente a
la Quinta Normal, provocando "las delicias del barrio", según
crónicas de la época.
21
Es decir, en la década de los 80 la práctica del fútbol
se había extendido al interior de la colonia británica y su
entorno cercano (empresas y colegios), en las dos principales
ciudades chilenas.
Por su parte, algo similar estaba ocurriendo en Uruguay.
En esos mismos años 80, William Poole, profesor del Colegio
Británico de Montevideo se dio a la tarea de difundir el fútbol
entre los estudiantes, que se congregaban los domingos en el
sector de Punta Carretas, entonces límite entre el Montevideo
puerto y el Montevideo balneario, a disputar animados encuentros,
por lo cual se les tildaría de "...gringos indecentes que se
exhiben en paños menores". El 6 de Junio de 1881 se habría jugado
el primer partido entre un equipo del "Montevideo Cricket" y otro
del "Montevideo Rowing", ganando los primeros 1-0. Días después,
el 29 del mismo mes, se efectuó la revancha con el mismo vencedor,
ahora por 2-0.
De estos encuentros surgiría el primer club uruguayo : el
Albion F.C., formado íntegramente por británicos y fundado por
Enrique C. Lichtenberger, hijo de alemanes.
Mientras tanto, el inicio en Brasil debió esperar todavía
algunos años. Más concretamente, tuvo que volver al paìs, Charles
Miller -hijo del Cónsul inglés en Sao Paulo- y que había sido
enviado a educarse en Inglaterra, en el Bannister Court School, de
Southampton, como era una práctica habitual entre los miembros de
la alta sociedad.
Miller, a quien se considera el "padre del fútbol
brasileño" se había aficionado al fútbol en Inglaterra, siendo
centrodelantero del seleccionado del condado de Hampshire. Volvió
a Brasil en 1894 y reunió a un grupo de ingleses, enpleados de la
Cía. de Gas, del London Bank y del Ferrocarril. En Sao Paulo ya
existía el Sao Paulo Athletic Club, que practicaba el cricket.
Miller consiguió que también se dedicara al fútbol, siendo
22
entonces el primer club brasileño.
Miller fue, a la vez, un
futbolista, tenista, jugador de cricket,
mencionado "Sao Paulo A.C." desde 1895
árbitro y, al mismo tiempo, Vice-Cónsul
Paulo.
deportista múltiple :
rugby,etc. Jugó por el
hasta 1910. Luego, fue
de Gran Bretaña en Sao
2.- La difusión y la apropiación
En los años 90 la proliferación de la actividad
futbolística adquiere un ritmo creciente y acelerado. Un factor
importante de ello lo constituyó el hecho que el fútbol se
practicara en parques y paseos públicos, motivando la curiosidad y
el interés, especialmente de jóvenes criollos provenientes de
sectores populares. De este modo se estaba marcando una
característica que no habría de abandonar al fútbol sudamericano y
que dice relación con el hecho de que constituye una instancia de
encuentro entre sectores sociales distintos, en condiciones de
cierta igualdad, que rompe -transitoriamente al menos- las
barreras entre ellos.
Era evidentemente lógico que surgiera la tentación de
imitar o competir con los "gringos". Según los hermanos Magariños,
historiadores del fútbol uruguayo, una de esas tardes de domingo,
23
un muchacho montevideano viendo jugar a los ingleses, habría
sentenciado : "Yo lo hago mejor que ellos; si me dejaran jugar lo
verían...". Lo dejaron y efectivamente jugaba mejor. Se llamaba
Juan Pena y más tarde sería astro internacional de Peñarol.
Un hecho similar se recordaba allá por 1912, en la
revista "Sport i Actualidades", de Santiago de Chile, sobre la
actitud de Juan Ramsay, hijo de inglés y pionero del fútbol
chileno quien "...se ponía en comunicación con los pocos
asistentes
(...)
les
hacía
participar
de
su
entusiasmo,
invitándolos a tomar parte en sus prácticas, i fomentaba la
organización de clubs". No ocurriría lo mismo con otros deportes
que durante muchos años se practicarían en espacios reservados,
exclusivos y excluyentes, lo cual dificultaría o derechamente
haría imposible su apropiación y difusión masivas.
La difusión y la apropiación son entonces procesos que
van de la mano y apuntan en la misma dirección y se ven
facilitados por las características de sociabilidad que la
actividad tenía naturalmente.
Más aún, en el caso chileno, ambos procesos se articulan
y se confunden en uno solo, al ser tomados el deporte y el fútbol
como elementos integrantes del desarrollo educacional. Se verán
así insertos, en tanto que instrumentos, en la "cruzada" de la
ilustración y educación popular. En este contexto, hay dos hechos
que destacan especialmente y que están directamente relacionados
con el crecimiento y popularización del fútbol. Por un lado, los
cambios en los métodos de enseñanza y que expresan la influencia
de la pedagogía alemana, que consideraba a la educación física
como parte fundamental de los programas educativos. Por otra
parte, la actividad del Estado en la construcción y fundación de
establecimientos de educación primaria y secundaria y,con ello, de
la formación de los maestros adecuados, bajo la dirección y
métodos de especialistas alemanes, contratados por el gobierno
para esa tarea. Debido a eso, se fue configurando un contingente
de maestros -fundamentalmente provenientes de sectores medios y
populares- que se repartirían por el territorio nacional siendo
24
motores impulsores y organizadores del deporte nacional.
Uno de ellos, por ejemplo, fue Joaquín Cabezas, al
decir del historiador Gonzalo Vial, "apóstol de los trabajos
manuales y la educación física". Profesor normalista, fue becado
por el Gobierno a Alemania en 1889. Escribió un libro sobre la
escuela sueca en Gimnasia, la cual incorporó desde 1897 a las
escuelas normales. También fue profesor de Gimnasia en el
Instituto Pedagógico. En 1903 fue elegido Presidente, al ser
creada la Asociación de Fútbol de Santiago (AFS). También fue
fundador del Instituto Superior de Educación Física y Manual, para
formar docentes en los dos ámbitos y participó en la organización
de los Primeros Juegos Olímpicos Nacionales en 1909, entre otras
múltiples actividades.
En todo caso, a comienzos de los 90 todavía la
difusión del fútbol se efectúa primordialmente al interior de
colonias extranjeras y sus círculos más cercanos. Así, en
Argentina ya existían una serie de clubes bien organizados, tales
como el Buenos Aires-Rosario Railways F.C., el English High School
F.C., el Quilmes Rovers, el Flores Athletic Club, y el más
importante, el Lomas Athletic Club. El lugar de vanguardia que
lleva Argentina en el desarrollo del fútbol se demuestra por el
hecho de que ya el 21 de Febrero de 1893 se produce la fundación
de la "Argentina Association Foot-Ball League", que organiza su
primer torneo en ese año y que tuvo como impulsor al ya mencionado
Alejandro Watson.
Mientras, en Uruguay aparecían también un grupo de
cuadros, todos provenientes de colonias extranjeras : el Deutscher
Fussball Club, el Uruguay Athletic, el Montevideo Athletic, el
Internacional,el Defensa, el Titán, etc.
Algo
un hito en el
jugarse los
seleccionados
similar ocurría en Chile, donde en 1893 se producirá
acelerado desarrollo de la práctica futbolística, al
primeros encuentros llamados "intercities", entre
de Santiago, capital política y administrativa, y
25
Valparaíso, primer puerto y efectiva capital económica. Se
inauguró así una tradición que perduraría por décadas hasta la
instauración
del
profesionalismo,
de
los
desafíos
interregionales, expresando las rivalidades que existían entre ellas.
Como forma de graficar el predominio "inglés", cabe consignar aquí
la formación de los equipos santiaguino y porteño, que jugaron su
primer encuentro en la capital, el 4 de Agosto y la revancha, en
el balneario de Viña del Mar, próximo al puerto, el 10 de
Septiembre:
"Valparaíso":
Webb;
McNoughton,
Reynolds;
Roberts,
Bailey, Crangle; Baldwin, Woodgate, D.Scott,Fleming,
Simpson.
"Santiago " : P.Scott; McColl, Coast; Madden, Rogers,
Anderson; Hood, Melrose, V.Scott, Jones y Allan.
Los resultados marcaron también la preponderancia de
Valparaíso que venció 7-2 y 5-0. Sin embargo, el desafío motivó la
formación de los primeros clubes organizados en Santiago. Así, al
año siguiente aparecerá el Santiago Athletic Club, integrado por
los siguientes jugadores : J.Spencer, Juan Ramsay, F.Anderson,
A.Fleming, J.Campbell, F.Marchant, W.Gray, G.Allan, J.Hood,
J.Reserden y W.Allan. A éste lo siguieron en 1895, el National
Athletic, el Atlético Alemán, el Santiago Rangers, el cual según
crónicas de la época "...jugaba en las mañanas y días festivos,
pues los domingos tenían que asistir a la Escuela Dominical
Inglesa" y especialmente el Atlético Unión, fundado en 1897 y
apodado el "Invencible".
Alma y motor de este último era un muchacho que, a la
sazón, no tenía aún 20 años y que llegaría a constituirse en tal
vez la principal figura del fútbol santiaguino,en lo que se
refiere a su impulso y organización durante al menos dos décadas :
Juan Ramsay, "...Tranquilo de temperamento, de gran entusiasmo i
deseoso de ver siempre que las instituciones llevaran una marcha
ascendente, sobre todo las obreras, ha puesto al servicio de esta
nobilísima idea todos sus conocimientos, siendo instructor,
árbitro i uno de los backs de juego más limpio i brillante que han
26
actuado en los fields"4
La reseña que la publicación citada hace de su
personalidad y aporte culmina con un juicio que sintetiza ciertas
características socio-culturales esenciales, que identifican el
fútbol de esta última década del siglo pasado, al anotar que
"...en toda ocasión ha demostrado ser un verdadero gentleman,
chileno de nacimiento i de corazón, pero inglés en todos los actos
de su gloriosa vida deportiva"5.Había nacido en 1879. Fundador de
varios clubes, además de los mencionados, también fue varias veces
dirigente de la AFS. Creó y dirigió la Asociación de Arbitros. Su
actividad no se limitó al fútbol, ya que fue uno de los fundadores
del "Club Ciclista Cóndor" y practicó el atletismo en salto alto y
100 metros planos. Murió en 1940.
Sin embargo, la misma proliferación de la actividad, su
práctica realizada en espacios públicos, el hecho de que comenzara
a ser registrada en los periódicos y, no menos importante, el
hecho de que sus cultores miembros de la colonia británica o la
aristocracia criolla se preocuparan por difundirla y hacerla
conocida, provocó que fuera imposible -y muchas veces no deseableque el fútbol se mantuviera circunscrito a círculos estrechos.
En esos mismos años 90 se produce el inicio del proceso
de apropiación y con ello de masificación. En corto tiempo, de
alrededor de una década, ese paso le cambiaría el carácter en
ciertos elementos constitutivos claves, como veremos. Por ahora,
cabe plantearse el tema de la apropiación cultural en términos
globales, como dinámica central de la relación de las culturas
latinoamericanas con el entorno moderno, en tanto que proceso
universal de la época.
4
Revista "Sport i Actualidades" N
5
Ibidem.
8, 16 Junio 1912.
27
En esta perspectiva, fenómenos culturales como el fútbol,
en nuestro caso, aparecen fundamentalmente como prácticas
complejas y multifacéticas. Lo mestizo y lo híbrido parecen ser lo
característico de dichos procesos6, tanto en sus formas como en
sus contenidos. Su comprensión más profunda se facilita a través
de la noción de apropiación que "...apunta a un proceso activo a
través del cual se convierten en "propios" o "apropiados"
elementos, ideas o estilos ajenos (...) la apropiación implica una
adaptación o transformación en base a un código distinto y
propio"7. Sigue señalando el autor que "...el enfoque de
apropiación cultural (...) es, por ende, un enfoque más perceptivo
o sensible a lo híbrido, a los acoplamientos, a las ambiguedades,
a los sincretismos y a los rasgos y matices que se van
configurando en el proceso de hacer propio lo ajeno"8.
Ahora bien, este enfoque requiere que los fenómenos
masivos sean abordados, a partir de su propia lógica interna. No
solamente analizarlos y reflexionar sobre ellos, sino desde ellos,
como condición de posibilidad para la aprehensión de toda su
complejidad. Es preciso, por ello, colocar el punto de mira en el
centro de las relaciones y contradicciones del fútbol como
práctica socio-cultural y, en tanto que tal, es un tramado de
grandezas y miserias, de manipulaciones mezquinas y emergencia de
lo trascendente.
Es por eso que "...serán las condiciones socio-culturales
las que, en definitiva, instituyan la legitimidad del proceso de
apropiación. A través de la contextualidad operan también los
nexos y las hegemonías socio-políticas que se hacen presentes en
cada momento histórico (...) a mediano y largo plazo el
Ver GARCIA CANCLINI, Nestor : CULTURAS
Estrategias para entrar y salir de la modernidad.
Grijalbo, México, 1990.
6
HIBRIDAS.
Editorial
7
Ver SUBERCASEAUX, Bernardo : HISTORIA, LITERATURA Y
SOCIEDAD. Ensayos de hermeneútica cultural.Ediciones Documentas,
Stgo. de Chile, 1991. Pp. 221 y sgtes.
8
Ibidem.
28
pensamiento y la acción apropiados tendrán siempre una vinculación
orgánica con el cuerpo social y cultural del continente, una
vinculación que, por supuesto, será distinta a la que tuvo en sus
orígenes europeos"9.
El paso de las manos suaves y cuidadas de la oligarquía
a las callosas y ásperas de las masas populares transformó el
objeto. No sólo en sus contornos, sino también sus contenidos
esenciales. Esta operación de "manoseo cultural" -que no se da por
supuesto sólo en el fútbol- se verifica en el contexto del
conjunto de relaciones y prácticas sociales marcadas por el sello
de la dominación, el conflicto,el consenso, la sumisión y la
rebeldía.
De modo que en esos mismos años 90 comienzan a aparecer
clubes formados por "criollos", algunos exclusivos de la
aristocracia, otros que se abren a otros sectores sociales
e,incluso, clubes de origen británico van siendo progresivamente
"nacionalizados".
En Chile, el primer caso importante lo constituye la
creación del Santiago Wanderers, en Valparaíso el 15 de Agosto de
1892, por un grupo de jóvenes chilenos y no aristócratas como lo
atestiguan los apellidos de sus primeros jugadores (Real, Avaria,
Hidalgo, González, Mujica, Alvarez, Acuña, Solar, Sánchez,etc.).Al
pasar de los años el S.Wanderers se fue convirtiendo no sólo en el
club de las masas porteñas, sino en una especie de símbolo de la
ciudad, lo cual lo llevaría a integrarse al profesionalismo donde
permanece vigente hasta hoy. Por su lado, en Santiago, aparecen
clubes criollos en el marco de los establecimientos educacionales,
tales como el Instituto Nacional F.C., en 1896 o el Atlético
Escuela Normal, en 1897, ambos patrocinados por el profesor Erasmo
Arellano, que impartía la asignatura de Gimnasia en ambos
establecimientos evidenciando el destacado papel de algunos
9
Ibidem.
29
maestros, o directamente ligados a la base social como el Chile
Obrero F.C., en 1897. Algo semejante estaba ocurriendo en otras
regiones del país, como es el caso del puerto de Coquimbo , donde
aparecen a fines de siglo el Coquimbo F.C., el Unión, el Obrero
F.C., el Nacional, el Thunder,
etc. Más hacia el norte, en la
región salitrera del desierto de Atacama, junto a los clubes de
origen inglés como el Iquique Wanderers o el Iquique Railways,
surgen clubes formados por obreros del salitre : el Alianza F.C.,
el Rosario de Huara F.C. y el Estrella de Chile.
En el caso uruguayo, el proceso apropiatorio tiene un
ejemplo muy destacado a propósito del Central Uruguay Railways
Cricket Club (CURCC), fundado el 28 de Noviembre de 1891, al
interior del Ferrocarril Central, empresa de propiedad inglesa,
por jóvenes empleados de esa nacionalidad, los cuales incorporaron
al club a obreros de la misma.
El CURCC se convertiría oficialmente en el Peñarol el 13
de Diciembre de 1913. Con respecto a su actual nombre, existen al
menos dos versiones, que más bien son matices que se refieren a un
núcleo común : una de ellas señala que la Maestranza de la empresa
ferroviaria funcionaba en terrenos de propiedad de un emigrante
italiano,llamado Pedro Corsa, procedente de la ciudad italiana de
Pignarol y por uso coloquial de la palabra habría derivado en la
denominación posterior; la otra versión, ligeramente distinta es
que el referido inmigrante se habría llamado Pedro Pignarolo, y de
igual forma el nombre actual del club vendría de aquello de "jugar
en el campo de Pignarolo, Piñarol,...Peñarol".
En todo caso, lo que aquí interesa destacar es que, poco
a poco, el club fue pasando a manos de los obreros del
Ferrocarril. Así, el equipo que ganara el título de campeón, en la
primera versión de la Liga uruguaya evidenciaba esa mezcla de
transición : Fabre; Ríos,Buchanan; Ward, Mazzuco, Jackson;
D.Davies, Acevedo, Lewis, Camacho, Lindemblat. Durante la primera
década de este siglo, el control criollo del club no sólo se
completó, sino que irradió en su popularidad desde la empresa
hacia la masa popular de Montevideo y el Uruguay todo, en un
30
proceso irreversible.
Lo notable es que el 14 de Mayo de 1899 se había creado
en casa del Dr. Ernesto Caprario, un club netamente uruguayo, a
partir de la fusión del "Montevideo F.C." y del "Uruguay Athletic
Club", al que llamaron Nacional F.C., justamente para remarcar esa
condición. Sin embargo, la procedencia social aristócratica de sus
integrantes impediría que se constituyera en el cuadro popular por
excelencia. De todas formas, aunque ligados a sectores sociales
distintos, y en alguna medida contrapuestos, Peñarol y Nacional
habrían de constituir con su rivalidad ya casi centenaria la
columna vertebral que articularía toda la historia posterior del
fútbol uruguayo.
En Argentina, el proceso sería encabezado por el Alumni
F.C., el cual surge en 1900 por el cambio de nombre del "English
High School", que ya incorporaba jugadores criollos, tales como
González, Laforja y Reyna. El Alumni dominaría casi exclusivamente
las competencias argentinas hasta su disolución en 1911, cuando ya
se habían fundado todos los llamados equipos "grandes" del fútbol
argentino hasta hoy, con su particular representación social y
barrial, que los ha caracterizado y que responde a las dinámicas
culturales
más
profundas
que
subyacen
a
la
conformación
contradictoria y compleja de la identidad nacional en la Argentina
moderna.
Por su lado, en Brasil si bien el proceso va a un ritmo
un poco más lento, va asumiendo características similares. En 1898
se fundó en Sao Paulo el club Asociación Atlética Mackenzie
College, en el establecimiento educacional del mismo nombre,
regentado por sacerdotes católicos de origen canadiense para la
formación de jóvenes aristócratas. Luego, el 19 de Agosto de 1899
se creó el Internacional, en la misma ciudad, cuyo nombre indicaba
precisamente que la nacionalidad de origen no constituía requisito
de ingreso. Justamente, el carácter multinacional del cuadro
motivó que el 7 de Septiembre, es decir pocos días después, el
alemán Hans Nobiling creara el Germania, como equipo exclusivo de
la colonia alemana de Sao Paulo. Como contrapartida, ese mismo año
se crea el criollo Club Atlético Paulistano.
31
Mientras tanto, al terminar el siglo, también Río de
Janeiro se incorpora al movimiento futbolístico. Si bien allí en
un principio predominó la práctica del cricket y el rugby, sólo en
1897 cuando se fundó el Río Cricket Sud comenzó a jugarse fútbol,
el cual rápidamente se hizo dominante y se expandió hacia otras
regiones como Río Grande do Sul, Sorocaba, Campinhas, Fortaleza,
Bahía, etc.
El 21 de Junio de 1902 se instituyó organizadamente el
Fluminense F.C. Ese mismo año nacía en el puerto de Santos el Club
Atlético Internacional y de éste surgió el Sport Club Americano.
En Porto Alegre aparecía el alemán Fuss Ball Club y el criollo
Gremio F.C. y en Bahía el Sports Club Bahiano.
En 1904 son fundados en Río de Janeiro el selecto
Botafogo, el Bangú, que se origina en una fábrica textil, de
propiedad de ingleses y el América.
Al terminar el siglo XIX la práctica del fútbol estaba
apareciendo también en otros países de la región, aunque en ellos
el ritmo de su desarrollo sería menos acelerado e intenso que en
Chile y los países del Atlántico. No es ajeno a ello la diferencia
que existía en los modos particulares de impacto de la
modernización y desarrollo capitalista. Sin embargo, en sus rasgos
principales el proceso fue análogo. Es el caso de Perú, donde el
fútbol comenzó a practicarse en la colonia británica del puerto de
El Callao y en el seno de clubes que se dedicaban a distintos
deportes, como el "Unión Cricket", el "Lima Cricket" y el "Club
Ciclista de Lima", fundado en 1897. En la primera década de este
siglo surgirán los clubes propiamente futbolísticos : en 1901
aparece uno de los más importantes, el Alianza F.C., de Lima y en
1902, el Atlético Chalaco, del Callao. Otros cuadros fueron el
José Gálvez, Sport Alianza, Jorge Chávez, Sport Inca y Sport
Progreso, del cual derivó el popular y posterior Sport Tabaco y de
éste, a su vez, el actual Sporting Cristal, en un comienzo ligado
a la industria cervecera. Otros equipos limeños importantes
32
fundados en esos años fueron el Deportivo Municipal y el Defensor
y, varios años más tarde, en 1925 el Universitario, creado en la
Universidad de San Marcos. Este último, como veremos, constituiría
uno de los polos de la principal rivalidad, junto al Alianza, que
se ha dado al interior del hinchismo peruano. Por su lado, en
Paraguay, ocurre un fenómeno similar al de Perú, destacando la
fundación del Olimpia F.C. en 1902.
El proceso apropiatorio no se reduce ni se agota en el
hecho reseñado de incorporarse al juego y generar formas de
organización y sociabilidad alrededor de él. Hay otro aspecto, tal
vez más profundo, ya que habría de significar una alteración del
contenido y sentido de la práctica futbolística y que lo relaciona
directa y estructuralmente con el carácter de pasión colectiva que
rápidamente asumirá aquella. Por ahora, nos limitaremos a dejarlo
esbozado, ya que lo retomaremos con mayor análisis en capítulos
sucesivos.
Nos referimos al hecho de que en el fútbol practicado por
sectores populares adquieren una importancia relevante dos
aspectos :
1.- la competencia, es decir, el juego comienza a cobrar
sentido en la búsqueda del triunfo, más que en el puro hecho de
practicarlo. No sólo será importante competir, sino también ganar.
2.- junto a lo anterior, la importancia de practicarlo
hábilmente, virtuosamente, buscando un lucimiento individual y
colectivo.
Dicho en términos futbolísticos se impuso allí aquello de
las "3 G" : ganar, golear y gustar. La intuición es que ello está
conectado en términos simbólicos con la construcción o refuerzo de
ciertas identidades, de reconocimiento y del logro de un espacio o
sitio en la sociedad. El triunfo o la derrota; el lucimiento o el
fracaso, vienen a ser elementos simbólicamente compensatorios o
confirmantes de subordinaciones , frustraciones o resentimientos,
33
sociales, locales o nacionales.
3.- Las primeras organizaciones
La aparición de las primeras ligas o asociaciones implicó
un salto cualitativo en la evolución del fútbol. La organización
significaba una condición de posibilidad para el desarrollo de
competencias regulares y para la representación regional o
nacional. La vida agitada y convulsionada que dicha organización
tuvo, en general, hasta la consolidación del profesionalismo,
expresó la búsqueda de un cierto perfil y de un sentido de
evolución.
Las pugnas y conflictos directivos tuvieron motivaciones
diversas en los diferentes países, pero en cualquier caso, la
lucha por lograr el control y la dirección de la actividad
futbolística estaba expresando la profundidad que alcanzaba su
inserción en el cuerpo social, así como el valor simbólico que
estaba adquiriendo en el imaginario colectivo.
34
Como señaláramos más atrás es en Argentina donde aparece
la primera organización, con la creación el 21 de Febrero de 1893
de
la
Argentine
Football
Association
League,
de
marcada
preponderancia inglesa y que agrupaba algunos clubes de la ciudad
de Buenos Aires. En 1902, la asociación argentina se afilió a la
Asociación Inglesa, en la búsqueda de una inserción internacional,
la cual se localizaría en la FIFA (que había sido fundada en 1904)
el año de 1912. Para ese entonces ya se había desatado el
conflicto fundamental que sacudiría y dividiría el fútbol
argentino hasta los años 30.
En la primera década del siglo XX, el crecimiento del
fútbol en ese país se había expresado en la regularidad y
creciente convocatoria de los campeonatos, el surgimiento de
innumerables clubes provenientes de todos los sectores, la
aparición del espectador e hincha masivos, los primeros encuentros
internacionales, etc., factores que llevan a la aparición de las
primeras manifestaciones de profesionalismo, todavía encubierto y
embrionario, bajo la forma de premios especiales, concesión de
empleos preferenciales u otras granjerías. Así, en 1912 se hizo
público el quiebre, debido a que algunos clubes estaban ofreciendo
premios en dinero a sus jugadores. Ello provocó la ruptura de la
asociación original, de la cual surgieron dos organismos : la
League Argentinian of Football y la Argentinian Association of
Football, las cuales volvieron a integrarse en una sola
institución en 1915.
Sin embargo, el quiebre no podía ocultarse. De hecho, el
fútbol argentino se había escindido entre una rama propiamente
amateur y otra profesional (o semi-profesional, más exactamente),
con el agregado de que ésta respondía a una tendencia creciente y
avasalladora, en la misma medida en que el espectáculo
futbolístico se hacía cada vez más masivo. De este modo, la pugna
soterrada o abierta se mantuvo, produciéndose una nueva separación
oficial que duraría desde 1919 hasta 1926, en que ambos sectores
mantuvieron organización y competencias separadas. Un aspecto
digno de resaltar es el hecho de que el sector que se iba
profesionalizando inexorablemente, no terminara de proclamar
abiertamente dicho carácter, cuestión que sólo ocurriría en 1931,
35
fecha que es considerada como la del inicio del fútbol
profesional. Desde el punto de vista organizativo, la unidad
definitiva se logró estableciendo un organismo supremo y rector de
ambas actividades, que conservaban su autonomía, cual es la actual
Asociación de Fútbol Argentino (AFA), fundada en 1934.
El caso uruguayo es prácticamente idéntico. El 23 de
Febrero de 1900 (según otras versiones sería el 30 de Marzo) se
creó la Uruguay Association Football League, integrada por sólo
cuatro instituciones : el CURCC (Peñarol), Albion F.C., Uruguay
Athletic y Deutscher Fussball Club, los cuales protagonizaron el
primer torneo. El proceso de popularización y masificación es muy
similar al vivido en Buenos Aires. Muy pronto, entonces,
comenzaron
a
desarrollarse
prácticas
encubiertas
de
profesionalismo. Cabe señalar ya sobre esto que, de manera análoga
a lo ocurrido en la propia Inglaterra, el profesionalismo
significará un estímulo fundamental para la democratización del
fútbol. Recibiendo algún tipo de retribución monetaria, era
posible que jóvenes provenientes de sectores populares se
dedicaran cada vez más tiempo al entrenamiento que, de otro modo,
debía efectuarse en horas robadas al descanso, después de
jornadas de trabajo agotadoras, cuestión que obviamente era muy
distinta en el caso de jóvenes aristocráticos.
Así, las crónicas de la época registran el caso de un
jugador de apellido Zanessi, del cuadro del "Dublin" de
Montevideo, el cual trabajaba como vendedor callejero ambulante,
obteniendo un modestísimo ingreso después de caminar todo el día
por las calles de la ciudad. De tal modo, que los días lunes su
trabajo se veía afectado por el desgaste que le significaban los
partidos del día anterior. Hasta que en una ocasión planteó su
petición : que se le dieran los dos pesos que obtenía los lunes en
el trabajo, por jugar los domingos, cuestión que le fue concedida,
ya que la amenaza era el retiro del fútbol. Esta anécdota, cuya
veracidad incluso no interesa mayormente, es ilustrativa de lo
planteado anteriormente. Será común también la época el que los
dirigentes de los clubes consiguieran empleos, como forma de
conquistar jugadores para sus clubes. Vale decir, el camino de la
profesionalización
se
estaba
abriendo
paso
en
forma
incontrarrestable.
36
Sin embargo, los partidarios de conservar el fútbol en
tanto que pura afición recreativa, en Uruguay ,como en otros
países, habrían de resistir largo tiempo en la disputa por el
control de la actividad.
Hacia 1920, en el caso uruguayo, las pugnas y el
conflicto ya era abierto entre un sector totalmente amateur y otro
que controlaba la "nacionalizada" Asociación Uruguaya de Fútbol,
que se afiliaría a la FIFA en 1923, que practicaba el
profesionalismo encubierto, el cual se haría oficial en 1930.
En Chile, en cambio, los conflictos directivos asumirían
características
un
tanto
distintas
y
surgirían
de
otras
rivalidades, por lo menos, hasta 1920. La primera línea de
conflictos se situó en una pugna sorda de alcances mucho mayores
entre Santiago y Valparaíso. Hacia 1920, el predominio santiaguino
se fue haciendo irreversible y terminaría por consolidarse en esa
década, a raíz de la crisis del modelo oligárquico. Sobre ella se
instalaba una segunda dinámica de conflictos que tendió a
definirse hacia 1910 y que decía relación con la lucha entre los
directivos "ingleses", fundamentalmente instalados en Valparaíso y
los "criollos" que habían tomado el control del fútbol en la
capital.
La organización había surgido en fecha temprano. De hecho
es la segunda en América del Sur. El 19 de Junio de 1894, en
reunión efectuada en la antigua Casa de Botes de Valparaíso, se
creó el llamado "Comitee of Sports". A ella asistieron el
Valparaíso F.C., el Chilean, National, MacKay and Sutherland y
Colegio San Luis. Luego, al año siguiente, en el Café "Pacífico"
del puerto, se reunió un grupo de dirigentes y jugadores
representativos de diversos clubes. El encuentro fue conducido por
R.W.Bailey, quien además fuera el primer importador de balones, y
en él se acordó la fundación de la primera asociación de clubes de
fútbol que existió en el país. Así nació la Foot-Ball Asociation
of Chile (FAC). Su primera directiva estuvo constituida por David
37
N.Scott,
como
Presidente;
Andrés
Gemmell,
secretario
y
Mr.Reid,como tesorero. Asimismo, se acordó que cada club debía
aportar una cuota anual de $ 5.Con respecto a los clubes integrantes, las versiones son
discrepantes. La dificultad en precisar los detalles de los hechos
obedece en gran parte a que los primeros libros de actas de la FAC
se extraviaron e incluso en 1910, el cronista solo podía
conjeturar sobre ellos, según un artículo aparecido en "El
Mercurio",de Santiago el 18 de Septiembre de ese año y en el cual
se intentaba hacer el primer recuento histórico de la actividad
deportiva en el país.
Al igual que su similar argentina, se afilió a la
Asociación Inglesa y luego, en 1912, a la FIFA. A pesar de su
origen regional, pretendió siempre ser el organismo rector del
naciente fútbol chileno. En los años siguientes fueron apareciendo
asociaciones locales en distintas ciudades del país. En Santiago,
es fundada en 1903 la Asociación de Fútbol de Santiago, que se
iría convirtiendo en la institución más poderosa y capaz de
discutir la supremacía de la FAC. Así y con variadas alternativas
de pugnas, quiebres, reconciliaciones e intentos de unidad siempre
fracasados, pasarían muchos años antes que pudiera legitimarse una
asociación nacional única y reconocida por todos. Ello sólo vino a
ocurrir en 1929 y por imposición gubernamental, con la creación de
la Federación de Fútbol de Chile, con sede en Santiago y
jurisdicción sobre todo el territorio. La ex-FAC, ahora convertida
en Liga Valparaíso pasaría a ser solamente un ente de carácter
regional.
Las formas no declaradas de profesionalismo parecen
también haberse dado desde los primeros años del siglo. Ello
explica lo aparecido en una revista especializada de la época
("Sport i Actualidades", Junio 1912), que señalaba : "...Queremos
el sport para los sportsman i no para los que medran a su costa
(...) Combatiremos la conquista de jugadores en el football y el
profesionalismo irritante...".Sin embargo, es en los años 20 en
que el tema se va convirtiendo en elemento de conflicto
importante. De hecho, el problema de la profesionalización de la
38
actividad futbolística está a la base del nacimiento del Colo-Colo
F.C., que llegaría a ser el club netamente popular del país. De
todas formas, la oficialización del fútbol profesional sólo se
produjo en 1933.
Este tipo de pugnas interregionales también se pueden
encontrar en Brasil. La primera organización surge en Sao Paulo,
con la creación el 19 de Diciembre de 1899 de la Liga Paulista de
Football, promovida e impulsada por un brasileño, Antonio Casimiro
da Costa, "Costinha". A ella le siguieron en 1905, la asociación
de Bahía y en 1906 la Liga Metropolitana de Fútbol, en Río de
Janeiro. Sin embargo, no fue posible una organización nacional
hasta 1914, con la creación de la Confederación Brasileña de
Deportes (CBD), la cual se afilió en 1917 a la FIFA. Antes de
ello, los cismas directivos fueron constantes, tanto en Río como
en Sao Paulo, teniendo como telón de fondo -al igual que en el Río
de la Plata- la irrupción subterránea del profesionalismo.
En el fútbol brasileño se va a presentar, además, otro
factor que será ,por lo demás, decisivo en su historia posterior y
que está asociado también al proceso de apropiación. Nos referimos
a la plena incorporación de jugadores negros a los equipos. Ello
no fue fácil, porque marcó la pérdida de control sobre el fútbol,
tanto de extranjeros como de aristócratas, así como felizmente
para la historia del fútbol sudamericano y mundial también cambió
el perfil y el carácter del fútbol brasileño. Se dice que fue el
club Sao Cristovao, de Río de Janeiro el primero que rompió la
"barrera del color", incorporando a su cuadro el half Epaminondas,
que habría sido el primer jugador negro que jugó en el campeonato
carioca.
El otro país que constituyó una organización regular y
nacional en los primeros años del siglo, fue Paraguay, cuya Liga
Paraguaya de Fútbol fue fundada en 1906, aunque se afilió a la
FIFA solamente en 1921.
Hay un segundo bloque de países, cuyo desarrollo
futbolístico fue más lento y que crearían algún tipo de
organización al menos dos décadas más tarde.
39
Así, el 23 de Agosto de 1922 se creó la Federación
Peruana de Fútbol, la cual se afilió a la FIFA dos años más tarde.
En Bolivia, la Federación nacional se vino a crear en 1926. Si
bien el fútbol se jugaba desde algunos años antes (de hecho en La
Paz existía una competencia desde 1914) en diversas ciudades del
país, sólo en el año indicado se logró una organización nacional,
que le permitiría afiliarse a la FIFA ese mismo año. Sin embargo,
la plena modernización de la actividad vino a conseguirse recién
después de 1950 al crearse el primer campeonato nacional de
carácter profesional. En todo caso, el proceso de origen y
apropiación bolivianos no había sido mayormente distinto. Los
primeros clubes habían surgidos en círculos británicos de las
grandes ciudades y relacionados con empresas mineras, de
ferrocarriles y de obras públicas. De allí surgieron algunos
clubes vigentes hasta hoy como el Always Ready, el Blooming y el
más famoso The Strongest.
La Federación Ecuatoriana de Fútbol fue fundada en 1925,
aunque el fútbol venía practicándose más o menos desde 1912. Se
afilió en 1926 a la FIFA y sólo desde 1957 logró arfticular un
campeonato nacional de carácter profesional. Incluso, el primer
estadio importante con cancha de césped se inauguró en Guayaquil,
a raíz de la Copa América de 1948. Se trataba del Estadio
Capdwell, de la Empresa Ecuatoriana de Electricidad, que tenía al
club Emelec. Resultó casi anecdótico el hecho de que para la Copa
América de 1945, efectuada en Santiago de Chile, el capitán
ecuatoriano, José Jiménez, señalaba que la principal dificultad
que tenían era, precisamente, que nunca habían jugado en una
cancha de césped.
En el caso de Colombia la situación adquirió ciertos
caracteres
particulares.
La
organización
original
fue
la
Asociación de Fútbol de Colombia, fundada en 1924, con sede en la
ciudad de Barranquilla y que se afilió a la FIFA en ese mismo año.
Durante décadas, el fútbol permaneció en el ámbito amateur y con
un bajo nivel de popularidad y masificación. De hecho, había otros
deportes como el box y el béisbol que lo superaban con largueza en
ello.. Hacia 1947 se desarrolló en ciertos empresarios e
40
inversionistas interés en montar el espectáculo futbolístico,
concebido como un gran negocio. Así, se fundó en Bogotá el club
Millonarios, que es el primer caso de una sociedad anónima
futbolística, estableciendo la existencia de dos tipos de
asociados : los socios accionistas de la empresa y los socios "de
número". Comenzó a organizar grandes espectáculos con cuadros
extranjeros de primer nivel, con lo cual ejerció el rol de modelo
que sería seguido rápidamente por otros. Al año siguiente, en 1948
se creó la llamada División Mayor (DIMAYOR) como rama profesional
de la Asociación Colombiana, la cual comenzó a funcionar con 12
clubes: Independiente Santa Fé, Universidad y Millonarios, de
Bogotá; Deportivo Cali y América, de Cali; Atlético Junior, de
Barranquilla; Deportivo Caldas y Once Deportivo, de Manizales;
Atlético Medellín e Independiente, de Medellín; Deportivo Pereyra
,de Pereyra y Atlético Bucaramanga,de la ciudad del mismo nombre.
El conflicto no tardó en llegar y en 1949 se produjo el
rompimiento entre la DIMAYOR y la asociación amateur, quedando la
primera desafiliada de la FIFA, lo cual le permitió incorporar
jugadores extranjeros sin pagar a los clubes dueños de los pases
internacionales. Así, mientras la parte amateur era la que
representaba al país en compromisos internacionales, los equipos
profesionales se llenaban de figuras de renombre mundial. Debieron
pasar muchos años antes de que se lograra la reunificación, ahora
bajo la égida del sector profesional.
41
4.- La organización continental
La culminación del proceso organizativo se produjo al
crearse la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL). A
iniciativa del dirigente uruguayo Héctor R. Gómez, los días 16-17
de Diciembre de 1916 se realizó en Montevideo la reunión de
fundación, a la cual asistieron representantes de Argentina,
Chile, Brasil y Uruguay. Ello ratificaba el nivel superior de
desarrollo y organización a que habían llegado dichas asociaciones
nacionales.
La relación entre ellas no era nueva. Como veremos en un
acápite específico, las competencias entre clubes o selecciones de
esos países habían sido relativamente frecuentes e incluso se
habían instituido trofeos estables para ser disputados, como por
ejemplo, la Copa Lipton, que enfrentaba anualmente a las
selecciones de Uruguay y Argentina.
42
En 1910, a raíz de celebrarse el Centenario de la Junta
de Mayo, primer y fundamental paso del proceso independentista en
Argentina, se había disputado en Buenos Aires un torneo con la
participación de Argentina, Uruguay y Chile. Esta cita habría de
repetirse con el agregado de la presencia de Brasil, en 1916 al
conmemorarse
ahora
el
Centenario
de
la
Declaración
de
Independencia de Argentina. Todo ello, junto con acrecentar los
contactos, fue creando las condiciones para dar el gran salto
organizativo.
La creación de la CONMEBOL permitió oficializar la
llamada Copa América (que en realidad es un campeonato
sudamericano), cuya primera versión oficial fue disputada en 1917
en Montevideo.La realización de nuevas versiones, en 1919 en Río
de Janeiro y 1920, en Viña del Mar (Chile), de alguna forma
contribuyeron a emparejar a estos dos últimos países con los del
Río de la Plata, en lo que se refiere a masificación y
consolidación del fútbol en tanto espectáculo.
Estos torneos crearon una gran expectativa y tuvieron una
gran convocatoria de público. En el caso brasileño, se inauguró
para el campeonato de 1919 el primer gran estadio, de propiedad
del club Fluminense y en el caso chileno, debido en gran parte a
la buena actuación de la selección local empatando por primera vez
con Argentina, es también la primera ocasión en que una
competencia futbolística concentra el interés y la atención
nacional, de la prensa y la opinión pública, a pesar de que en ese
año se vivieron acontecimientos políticos trascendentales, como
fueron los que rodearon a una de las elecciones presidenciales más
importantes de la historia política chilena.
El arraigo de la Confederación Sudamericana fue enorme.
Al grupo original se le unió Paraguay en 1921 y posteriormente
fueron ingresando el resto de los países sudamericanos. En 1926 se
afiliaron Perú y Bolivia. En 1930, Ecuador y muchos más tarde,
coincidiendo con el retardo general de su desarrollo futbolístico,
Colombia en 1940 y Venezuela, recién en 1952.
43
LA REPRESENTACION SOCIAL
DE LOS CLUBES
44
1.- El carácter de los clubes
Como hemos insinuado anteriormente, los clubes deportivos
nacen en los países sudamericanos en el marco más general del
surgimiento y desarrollo de la vida asociativa, propio de sectores
sociales emergentes. Las relaciones codificadas entre los
individuos están presentes incluso en el nivel más informal de los
hábitos o las maneras, en el hogar, el taller o la oficina, en la
calle y el espectáculo. La sociabilidad de lo cotidiano comienza a
ser extensa e infinitamente variada, sin por ello estar
45
necesariamente organizada.
La vida grupal desarrollada en torno al esparcimiento y
el juego ha coexistido con los aspectos institucionalizados y a
menudo las precedieron. Dicho de otro modo, se sigue "jugando a la
pelota" en terrenos baldíos, escuelas, playas,etc., sin estar
organizados.
Siempre se ha sostenido que la destreza, el virtuosismo,
la picardía y la capacidad de improvisación propia del futbolista
sudamericano tiene su origen, justamente, en la práctica libre del
fútbol como juego, teniendo como escenario la calle y el sitio
eriazo. Una de las desventajas de nuestra condición de pobreza y
subdesarrollo se convirtió durante décadas en una condición
favorable a la creatividad. Era esa "pichanga" o "picado" que
duraba horas interminables y que ganaba aquel que hacía "el último
gol", la que facultaba el desarrollo de habilidades físicas y
técnicas y sentido colectivo.
El deporte amateur ha seguido siendo básicamente un
juego, una diversión y una posibilidad de compartir socialmente.
En las barriadas urbanas y en los campos, los partidos dominicales
constituyen para miles una posibilidad de esparcimiento. Las
canchas de tierra son un lugar de encuentro y reconocimiento
comunitario, en donde el partido es una actividad que tiene
sentido mucho más allá de si misma. El club deportivo y la cancha
de fútbol muchas veces se han constituido en espacio de
articulación
de
la
organización
popular,
pero
ello
inseparablemente ligado al sentido propio de diversión y
entretención.
En los países sudamericanos, el fútbol amateur constituye
una organización que da vida a miles y miles de partidos
semanales, en los cuales participan millones de personas. En sus
niveles más altos participan equipos de empresas, instituciones,
industrias,etc. para las cuales el equipo de fútbol es parte
fundamental de sus relaciones laborales, así como instrumento de
fortalecimiento de su imagen social; para los trabajadores de
46
ellas, la actividad deportiva es parte de sus demandas
reivindicativas, a la cual las empresas deben aportar con apoyo y
recursos.
Bajo dicho estrato más organizado discurre el fútbol
informal. Es toda una estructura compuesta de diversos planos, en
cuya cúpula se encuentra el fútbol profesional y en la cual los
mismos sujetos pueden ocupar alternativamente muchos roles. Dicho
de otra forma, todo amante del fútbol ha sido espectador y
practicante. En ese sentido, el fútbol como espectáculo,entonces,
no se reduce solamente al ámbito profesional. La mayoría de los
que asisten a él, han sido o son también protagonistas en otros
niveles. El problema no es el desarrollo de la dimensión de
espectáculo que tiene el fútbol, sino si el sentido de éste se
complementa o articula con otros sentidos incluidos y ligados a la
dimensión ritualística y simbólica.
Lo anterior es producto de las características asumidas
por la etapa de gestación del fútbol como expresión masiva y
popular. Fue decisiva la apropiación popular de esta actividad. En
aquellos primeros años quedó sellada la faceta de expresión masiva
de cultura popular, de instancia de mediación simbólica. Un hecho
significativo e importante es que las clases altas, a pesar de la
masificación, no abandonaron su práctica, aunque no pudieran
mantener al fútbol como actividad exclusiva y elitaria como
ocurrió con otros deportes. En el caso del fútbol tuvieron que
compartirlo, entrar al terreno de las disputas y hegemonías.
Ahora
bien,
los
procesos
de
identificación
y
representación a través de los clubes no se redujo, obviamente, a
clases
o
sectores
socio-económicos;
también
operaron
en
agrupaciones sociales o culturales vinculadas por otro tipo de
lazos, lo cual es especialmente notorio en el caso de equipos
regionales que asumen ciertas identidades locales o, también en
algunos países, en los cuadros representativos de colonias
extranjeras.
47
Sin embargo, en sociedades tan polarizadas como las
latinoamericanas es común encontrar en el fútbol reproducida la
división entre pobres y ricos, lo cual no es reductible solamente
a la dimensión económica, sino que tiene un fundamental componente
cultural y que normalmente se expresa en una polaridad como la
señalada, que se sitúa en un plano superior a rivalidades
barriales, regionales o de otro tipo.
Al introducir la noción de representación social, es
obvio y necesario precisar que nos referimos fundamentalmente a
una cuestión cultural de alto contenido simbólico, superando
visiones mecanicistas o reduccionistas. En otras palabras, de
alguna forma, todos los equipos tienen o han tenido simpatizantes
o socios de distintos sectores sociales, pero también es innegable
que muchos de ellos y no casualmente los que han sido
históricamente más trascendentes tienden a responder a ciertos
espacios sociales y culturales, adquiriendo un sello distintivo.
Por otro lado, esta representatividad está inscrita en el
proceso de apropiación del fútbol. En ese sentido, ella también
constituye un proceso histórico en permanente evolución. La
captación del apoyo masivo no es una meta o un fin, es un proceso.
Vale
decir,
es
algo
que
se
debe
estar
permanentemente
conquistando. A través de la historia es posible observar cómo
muchos clubes pasan de tener pequeños grupos de seguidores a
hinchadas numerosas o viceversa. Muchos han vivido este proceso de
auge y caída, sin que ninguno de los dos constituya necesariamente
una situación terminal. Es cierto que muchos clubes han terminado
por desaparecer, mientras otros han ido emergiendo, pero es
curioso que los períodos de decadencia han sido normalmente largos
y lentos. El tiempo histórico de la popularidad futbolística ha
tenido un ritmo distinto al de las condiciones socio-económicas
que lo enmarcan, aunque,a la vez, no es plenamente independiente
de ellas.
Dicho factor ha estado cruzado y,en buena medida,
determinado
por
un
elemento
que
,como
lo
insinuáramos
anteriormente, es decisivo : el triunfo y el éxito. Todo equipo
arriesga permanentemente su popularidad y arrastre masivo en los
48
resultados
siempre.
que
obtiene.
No
hay
hinchada
que
resista
perder
Es necesario advertir que no es posible la ingenuidad de
suponer que los procesos de construcción de representatividad
social y cultural, constituyen fenómenos espontáneos y puros.
Justamente por su rápida y creciente masificación, el fútbol
despertó tempranamente la codicia de distintos poderes. Ello
introdujo muchas veces elementos distorsionadores. En ese sentido,
por ejemplo, desde la aparición de la prensa deportiva
especializada, la influencia de los medios para afianzar o
mantener popularidades de equipos, jugadores, entrenadores, etc.
aún artificialmente, no ha sido para nada desdeñable.
En todo caso, un factor clave que está a la base de las
representaciones de cualquier tipo es el hecho de que los clubes
deportivos -salvo el caso colombiano ya señalado- constituyen
organismos sociales análogos a otros de carácter sindical,
vecinal. escolar, cultural, etc. Es decir, se constituyeron como
asociaciones voluntarias surgidas de la base social y la vida
cotidiana de pequeños grupos y aunque con el tiempo se hayan ido
transformando en grandes instituciones profesionalizadas, que
mueven presupuestos milonarios y dueñas de importantes bienes, el
club sigue siendo "propiedad" de quien quiera integrarlo o
seguirlo. Más aún, es tradicional que su hinchada siempre
trascienda númericamente en mucho al número de sus socios
efectivos, es decir que pagan regularmente una cuota de
pertenencia, cuyo cumplimiento es obviamente voluntario. Como
señalara, hace pocos años, Peter Dragicevic, dirigente del ColoColo,
al inaugurar su estadio, "nadie puede pretender ser dueño
del club, justamente porque el club pertenece a todo el pueblo de
Chile".
En este plano, desde los inicios, todos los clubes han
seguido un patrón común : surgieron desde un grupo que se organiza
para practicar el fútbol y,en una primera etapa, se confunden sus
integrantes en los roles de jugador, dirigente o entrenador.
Justamente la competencia con otros es la condición para el paso a
una segunda etapa. Ya sea por los triunfos posibles, por demostrar
49
ciertas características especiales, como habilidad y virtuosismo o
derroche de amor propio y pujanza o la capacidad de asumir la
representación de cierto sentimiento colectivo, o por la
combinación de estos factores va generando a su alrededor círculos
cada vez más amplios de hinchas y seguidores. La masificación de
su convocatoria es lo que históricamente provocó el paso a la
etapa del profesionalismo en muchos casos.
Por otro lado, la aparición, el crecimiento, desarrollo
y eventual desaparición, fusión o decadencia de los clubes, es
parte de un proceso histórico que, a lo largo del presente siglo,
va estrechamente relacionado a las dinámicas de otras prácticas
sociales, de carácter político, de transformaciones en la
estructura docial, del desarrollo de la educación, etc., cobrando
especial relevancia en los últimos años, la relación con las
transformaciones económicas, debido al impacto del actual proyecto
modernizador que ha acentuado la significación de la dimensión de
espectáculo-mercancía que tiene el fútbol, sobre lo cual
volveremos en el capítulo final.
2.- Identificaciones y popularidad
Lo expresado en el acápite anterior es posible graficarlo
con ejemplos concretos. Sin pretender, ni de lejos, entregar una
reseña exhaustiva, es posible mencionar algunos casos que sirven
para demostrar algunas de las aseveraciones anteriores.
En primer lugar, haciéndose cargo de uno de los elementos
medulares de la constitución y desarrollo de los clubes, cabe
referirse al fenómeno de las rivalidades, el cual puede ser
entendido tanto como la actualización histórica de estructuras
50
simbólicas y rituales invariantes, presentes desde la constitución
de la sociedad humana10, como -desde una perspectiva más bien
sociológica- un tipo de conflicto que paradójicamente tiene por
función ayudar a la unidad, por tratarse de una lucha cuyo punto
de partida no es el desacuerdo, sino el acuerdo de los contrarios
por lograr una meta incompatible (sólo uno puede ganar) dentro de
reglas aceptadas. Es decir, el conflicto no es un medio para
resolver desacuerdos, sino es el fin en si mismo. Es la lucha por
la lucha misma y ello explicaría su poder unificador11.
En cualquier caso, las rivalidades afloran desde el
principio y,en especial, cuando aparecen las competencias y con
ellas se van manifestando los intentos de representación e
identificación. En general, tienden a constituir un tramado
complejo que articula rivalidades provenientes de distintos planos
y niveles.
En Argentina, una vez instituida la disputa anual por el
título de campeón en 1893, comenzaron a articularse distintos
tipos de rivalidades. Coincidiendo con el explosivo desarrollo de
Buenos Aires, en tanto que urbe cosmopolita, es que van surgiendo
las conocidas identidades barriales, las cuales conllevan en su
interior contenidos socio-económicos, culturales ,etc. Así, en un
comienzo, aparecen los clubes más o menos ligados a la colonia
británica. Su "nacionalización" fue el requisito de la sobrevida.
El primero importante de ellos fue el Alumni F.C. (continuador del
muy inglés "English High School), el famoso club de los hermanos
Brown, grupo constituido por 14 hermanos, de los cuales 7 fueron
futbolistas (Juan, Jorge, Tomás,Carlos, Alfredo,Ernesto y Eliseo).
El Alumni fue el rey indiscutido de la primera década del presente
siglo : entre 1901 y 1911 fue campeón 9 veces y fue la base de las
primeras selecciones argentinas.
10 Ver VERDU, Vicente : FUTBOL : MITOS, RITOS Y SIMBOLOS.
Alianza Editorial, Madrid, 1980.
Ver LEVER, Janet : LA LOCURA POR EL FUTBOL. Fondo de
Cultura Económica, México, 1985.
11
51
Sin embargo, durante el período de esplendor del club
fueron apareciendo prácticamente todos los grandes equipos
argentinos que, recorriendo todo el proceso reseñado, prolongan su
vigencia hasta la actualidad. El 3 de Junio de 1887 es creado en
la ciudad de La Plata, vecina a Buenos Aires y capital de la
provincia, el Gimnasia y Esgrima, del cual emergió producto de una
escisión su eterno rival, el Estudiantes de La Plata, el 4 de
Agosto de 1905.
Otro caso es el del "Banfield Athletic Club",
fundado en 1896 y que el 27 de Diciembre de 1904 se "nacionalizó",
pasando a ser el actual C.A.Banfield.
El 25 de Mayo de 1901 sería creado uno de los más
importantes : el Club Atlético River Plate, que nació a orillas
del Riachuelo, en la dársena sur, contigua al barrio de la Boca.
Sólo después el club se trasladaría y comenzaría a construir su
base social en los sectores más acomodados. Su eterno rival, el
Boca Juniors fue fundado el 3 de Abril de 1905.
En el barrio-ciudad de Avellaneda, casi simultáneamente
aparecieron los dos clubes representativos de la localidad :
Racing Club, el 25 de Marzo de 1903 y que ganaría seis torneos
sucesivos en la década siguiente, con lo cual se ganó el mote de
"Academia" y el Club Atlético Independiente, fundado el 4 de
Agosto de 1904. El Quilmes F.C., del barrio del mismo nombre,
apareció el 5 de Noviembre de 1897. El
Ferrocarril Oeste, del
barrio de Caballito lo hace el 28 de Julio de 1904 ; en ese mismo
año, se crea el Argentinos Juniors, en el barrio de La Paternal.
En 1908 se funda el San Lorenzo de Almagro, con el nombre de "Los
Forzosos de Almagro", y que tomó su actual nombre inspirado en su
impulsor y protector, el sacerdote salesiano Lorenzo Massa, de la
capilla de San Antonio, en el barrio de Boedo. También en ese año
aparecen el Huracán F.C., de Parque de los Patricios y el 1 de
Enero de 1910 se funda el Velez Sarsfield, en el barrio de
Liniers, bajo el nombre de "Argentinos de Velez Sarsfield" que
conservó hasta 1913.
Cada barrio fue generando sus clubes : Chacarita Juniors,
en Villa Crespo ; Nueva Chicago, en Mataderos; Sportivo Barracas,
52
en Barracas; Lanús F.C. en el barrio homónimo; igual es el caso
del Tigre F.C., etc. etc. De modo que se produce la competencia
entre los barrios y al interior de cada uno de ellos. En las otras
ciudades argentinas el fenómeno es similar. Sin embargo, cabe
destacar que las rivalidades interregionales se van desarrollando
posteriormente. La más antigua es la que surge entre los clubes
bonaerenses y los de la ciudad de Rosario, durante años cuna de un
particular estilo de juego, caracterizado por su técnica y
virtuosismo.
Allí, el 24 de Diciembre de 1889 aparece el Rosario
Central, con el nombre de "Central Argentine Railway", manteniendo
durante varios años la vinculación con el ferrocarril. El 4 de
Septiembre de 1905, ex-alumnos del Colegio Newell`s, ya mencionado
en acápites anteriores, formaron el Newell`s Olds Boys, con lo
cual se constituía la legendaria rivalidad rosarina entre
"canallas" y "leprosos".
Como es sabido, sin embargo la rivalidad superior que
está más allá de diferencias barriales o regionales es la de
River-Boca, que responde mucho más a criterios socio-económicos.
Ya habíamos adelantado algo con respecto a la rivalidad
Peñarol-Nacional, en Uruguay. A pesar del origen de ambos, uno de
iniciativa de empleados ingleses del ferrocarril y otro de jóvenes
criollos, fue decisiva la participación que en el Peñarol van
teniendo los obreros ferrocarrileros. De este modo, el eje
Peñarol-Nacional se va a articular fundamental a partir de lo
socio-económico. En todo caso, en las primeras décadas del siglo
la representación popular de Peñarol constituyó un proceso no
exento de complejidad. Así, en 1907 se creó el River Plate, que
fue una iniciativa genuinamente popular : suplementeros y
cargadores del puerto, el cual sin embargo no logró constituirse
en una alternativa para la popularidad que iba logrando Peñarol.
De igual manera, en esos años se fundan la mayor parte de los
clubes profesionales uruguayos actuales. El 15 de Agosto de 1902
apareció el
Wanderers, a partir del pionero Albion. En 1905 el
Central F.C.; en 1913 surge Defensor y en 1914, Rampla Juniors,
Liverpool y Bellavista, todos ellos de Montevideo. Ninguno de
53
ellos pudo amagar el lugar que los dos grandes han ocupado en la
cima del favoritismo del hincha uruguayo.
Coherente con la mayor complejidad que en todos los
planos presenta la sociedad brasileña, la popularidad masiva de
los clubes ha estado cruzada por una doble línea : por un lado, la
rivalidad Río-Sao Paulo y, por otro, al interior de los estados.
En este último plano, en general, ha predominado el criterio
socio-económico, siendo algunas de las principales, el duelo
Flamengo-Fluminense, en Río; Gremio-Internacional,en Porto Alegre;
Corinthians-Sao Paulo, en esta última ciudad, etc. En el fútbol
brasileño
encontramos,
entonces,
diversas
representaciones.
Aquellas que responden a criterios regionales, en cada estado
(como el
Atlético Mineiro, de Minas Gerais, por ejemplo); de
carácter social y racial (Vasco da Gama y Flamengo,en Río) e
incluso que responden a colonias extranjeras, como es el caso del
Palmeiras, de Sao Paulo, fundado por miembros de la colonia
italiana con el nombre de "Palestra Italia", el cual mantuvo hasta
1942, en que bajo presión del gobierno cambió de nombre, en el
contexto de la Segunda Guerra Mundial, ya que se le identificaba
popularmente con el fascismo italiano.
Esta mecánica de representaciones sociales o regionales
se reproduce en diversos países, con más o menos matices, y
generando el fenómeno de las rivalidades. En Perú, encontramos la
distinción clasista entre Universitario y Alianza, equipo del
barrio del Rímac, que mantuvo por muchos años la política de tener
sólo jugadores del lugar. Dicho barrio no sólo es un sector
modesto y populoso, sino que además tiene el componente racial :
la mayoría son negros o mulatos.
En cambio, en Ecuador encontramos que la rivalidad
futbolística fundamental se manifiesta entre Quito y Guayaquil,
entre la Sierra y el Trópico, entre el basamento cultural quechua
y negro.
Pareciera que a este respecto, Chile y su fútbol
constituyen un fenómeno distinto y particular. La polaridad en
términos de arrastre masivo se ha dado, principalmente, al
54
interior de los sectores populares, más que entre éstos y los
sectores altos o pudientes, o entre ciudades, regiones o barrios.
Ello no implica que esto último no haya existido, pero la historia
parece demostrar que el plano superior de rivalidad, es decir,
aquel que adquiere características y expresión nacional, se ha
dado en la pugna por conquistar el apoyo y el afecto de la masa
popular.
En un texto anterior12 hemos investigado en detalle estos
procesos en la evolución del fútbol chileno, en tanto expresión
cultural masiva. Aquí señaláremos algunos hitos y caracteres
fundamentales de ello. Al comenzar el siglo se produce un rápido
proceso de masificación y apropiación. Se fundan numerosos clubes
en diversas ciudades, la mayoría de los cuales es de efímera
existencia. En 1905 se registra en la prensa la existencia de al
menos 48 clubes en Santiago. El origen social de ellos es
extraordinariamente variado, siendo uno de los fundamentales los
establecimientos educacionales, junto con los centros laborales
y,luego, el barrio o lugar de residencia.
En cuanto a los primeros es posible mencionar, a modo de
ejemplo simplemente y en ningún caso de manera exhaustiva, a los
siguientes: Thunder (fundado en 1900)por alumnos de los Sagrados
Corazones (Padres Franceses); Instituto Pedagógico F.C. (1902);
Chilean Star (1903)por alumnos de la Escuela Olea; Scotland
F.C.(1903)por estudiantes del Liceo M.L.Amunátegui; Victoria
Rangers (1903)por alumnos del Liceo de Aplicación; Santiago F.C.
(1903)por estudiantes del Liceo Santiago (hoy Valentín Letelier);
London F.C. (1903)por alumnos de la Escuela de Artes y Oficios;
Loma Blanca F.C. (1904)también por estudiantes del Liceo
M.L.Amunátegui;
Liverpool
Wanderers
(1906)por
alumnos
del
Instituto de Humanidades Luis Campino; Colegio Alemán F.C. ;
Atlético
Internado
Barros
Arana;
Benjamín
Dávila
F.C.por
estudiantes de una escuela nocturna; Golden Star por alumnos del
Instituto Inglés; Maipú F.C. (1911) por estudiantes del Instituto
12 Ver SANTA CRUZ A.,Eduardo : CRONICA DE UN ENCUENTRO :
FUTBOL Y CULTURA POPULAR. Ediciones Instituto ARCOS, Stgo.de
Chile,1991.
55
Zambrano; Standard F.C. (1911)por alumnos del Colegio San Ignacio
(su primer Presidente fue el R.P. Fernando Vives, pionero del
social-cristianismo en nuestro país); Deportivo Carioca (1915),
por estudiantes del Instituto de Electrotecnia de la Universidad
Católica,etc. Ahora bien, dada la rigidez, en buena medida
excluyente, de la estructura social y de la educación, la
procedencia estudiantil se complementaba con la representación
clasista.
Por otro lado, en lo que se refiere a clubes formados por
obreros o empleados del sector servicios o estatal, la cantidad
también es importante: Chile-Argentina F.C. (1903); Gutenberg F.C.
(1903); Porvenir F.C. (1903); Arco Iris (1904); Chile Sportivo ;
Francisco Ferrer F.C. (1909); Centenario (1911); Victoria Royal
(1911); Zenteno Atlético (1906); Gimnástico Arturo Prat (1906);
Tucapel F.C. (1909); Carlos Walker F.C.; Topográfico F.C. (1911),
Zig Zag F.C. (1905), Barcelona F.C. (1905),etc.
Prácticamente ningún sector social deja de particpar en
el proceso. Como dijimos antes, la oligarquía aristocrática no se
margina; por el contrario, de su seno nacen clubes que serán
protagonistas fundamentales, tales como el Atlético Unión (1897);
el Santiago National (1900); Carlos Condell (1911); English F.C.
(1907), que es el último de los cuadros "británicos"; el Santiago
Badminton (1912); el Green Cross (1916), etc. Incluso existen
clubes provenientes de la Policía de Santiago, el Brigada Central
o de las Fuerzas Armadas, tales como el Artilleros de Costa F.C.,
alguna vez campeón de la Liga Valparaíso, el Escuela de Infantería
F.C., campeón de la Asociación San Bernardo, el Ferrocarrilero
F.C., del Regimiento Ferrocarril acantonado en la localidad de
Puente Alto, el Campaña F.C., del Regimiento de Artillería a
Caballo,etc.
Las colonias extranjeras también entregan su aporte a
este crisol multifacético, en el cual se estaba forjando el perfil
que iría adquiriendo el fútbol chileno; comienzan a veces
practicando otros deportes, como es el caso del Audax Italiano, en
su origen club de ciclismo o viven propios procesos de
56
diferenciación y unidad, como es el caso de la Unión Española,
proveniente de la fusión del "Ibérico Balompié" y el "Club
Ciclista Ibérico". A ellos hay que agregar el Club Deportivo
Palestino, para conformar una trilogía que tras una larga y
fructífera trayectoria permanecen plenamente vigentes. Más efímero
fue el Deutscher Turnverein, de la colonia alemana de Santiago.
Lo anterior, brevemente reseñado, se refiere solamente a
la capital del país.El proceso en las ciudades de provincias es
similar, con el agregado de que a las representaciones clasistas,
estudiantiles, de colonias, etc. se venía a sumar la capacidad de
portar una identidad local que se pone a prueba en la competencia
con otras regiones y, principalmente, en la rivalidad con la
capital.
Sin embargo, el proceso de constitución de una rivalidad
futbolística que se conformara como eje articulador de la
convocatoria masiva tardó en consolidarse. Todos los clubes
mencionados tuvieron momentos de crecimiento y auge, en algunos
casos muy efímeros; muchos de ellos no duraron mucho tiempo. En
otros casos se produce una especie de relevo, en que unos van
ocupando el lugar o papel de otros que decaen o desaparecen. Hasta
fines de los años 20 no está suficientemente decantado el proceso.
Más aún, la instauración oficial del profesionalismo en los 30
introducirá
nuevos
factores
que
alterarán
situaciones
y
representaciones relativamente consolidadas antes.
En las primeras dos décadas se fue asentando en la
simpatía y apoyo popular un club, cuyo origen estaba a fines del
siglo anterior en la fundación del mencionado "Atlético Escuela
Normal". Mudado su nombre a Magallanes, en 1904, se va
constituyendo en el cuadro más poderoso y popular de la capital.
Campeón en 1908, 1913, 1916, 1920 , 1921 y 1926 cimenta un gran
arraigo en la masa popular. Asimismo, en su interior se producirá
un hecho fundamental para la historia del fútbol chileno. En Abril
de 1925 se produce un quiebre interno que significará la expulsión
del club de un grupo de jóvenes jugadores, encabezados por los
hermanos Arellano, de profesión maestros de educación primaria,
los cuales fundaron el Colo-Colo F.C.
57
Una de las razones fundamentales de la "rebelión" de los
Arellano y su grupo era de la de profesionalizar el fútbol, en el
sentido de que dejara de ser el "juego de los domingos" y pasara a
ser un deporte organizado y un espectáculo. Así, es el primer
equipo que instaura el entrenamiento obligatorio; la existencia de
un entrenador y con ello la necesidad de introducir elementos
tácticos al juego,una correcta y uniformada presentación, etc.
Producto de ello, en ese año de 1925 gana todos los partidos que
juega y a los pocos meses la prensa lo llama "El Invencible".
Luego, vendrán dos hechos decisivos en este proceso de
identificación del club con el sentimiento popular.El primero es
una larga gira por el sur del país, jugando en numerosos pueblos y
ciudades. El segundo ocurre en 1927 cuando es el primer club
chileno que sale al extranjero, efectuando una gira por Ecuador,
Cuba, México y España, en la cual juega 33 partidos, ganando 22,
empatando 4 y perdiendo sólo 7. En ese viaje muere su capitán y
fundador, David Arellano, después de un partido en Valladolid.
El impacto emocional del hecho terminó de afianzarlo en
el sentimiento popular y creó las bases para asumir una cierta
representación de la nacionalidad. De allí, surgiría su frase de
batalla : "Colo-Colo es Chile".
El primer oponente de la popularidad de Colo-Colo fue su
club de origen : el Magallanes. Entre ambos se gesta una rivalidad
que duraría más de 30 años y que concluiría hacia 1960, por la
declinación del primero y que, significativamente, se traducía
anecdóticamente en el imaginario popular como la pugna entre el
padre y el hijo, el viejo y el joven. Con ello, todas las otras
rivalidades pasaron a segundo plano, incluso la que podría haber
opuesto a clubes de representaciones sociales contradictorias.
Incluso, cuando se produce el desdibujamiento de esta rivalidad
histórica, el lugar del Magallanes será asumido por otro club, el
Universidad de Chile, originado como expresión de la presencia de
la universidad estatal en la sociedad y que asume el desafío de
alterar su perfil para pasar a ser un club de convocatoria masiva
y popular, constituyendo en la actualidad, junto a Colo-Colo, el
eje de la principal rivalidad futbolística chilena.
58
COMPETENCIAS E HINCHAS
59
1.- Los torneos y competencias
La aparición de la competencia constituyó un salto
cualitativo. El hecho de enfrentarse y vencer, tras la gloria del
título de campeón, va a movilizar hinchas y simpatizantes de
manera masiva. Destacarse, obtener triunfos y títulos, asombrar
60
con un juego espectacular o emocionar con una hazaña deportiva,
serán formas de ir acumulando un capital de popularidad y afecto.
Por ello, tras constituirse algún tipo de organización,
surge la disputa de ligas o trofeos. Naturalmente, en esa época,
esas primeras competencias se estrechan en los límites de una
ciudad o región, pero tienden a instituirse confrontaciones
interregiuonales, de carácter puntual, tras un trofeo o premio
específico. Con dificultades, pero desde un principio, se busca
incluso la confrontación internacional. De todas formas, pasaría
todavía un buen tiempo antes de poder instituirse regularmente una
competencia nacional. No pocas veces las pugnas y conflictos por
el control directivo de la actividad conspiraron contra ello.
El primer campeonato que se jugó en Sudamérica fue en
Buenos Aires, organizado en 1893 por la naciente asociación
argentina. En él participaron sólo cinco equipos : "Lomas
A.C.","Buenos Aires-Rosario Railways F.C.","English High School",
"Quilmes Rovers" y "Flores A.C.". El campeón fue el Lomas A.C. y
continuaría siéndolo consecutivamente hasta 1898. En 1899 fue el
"Belgrano F.C." y en 1900 el "English High School". Como dijimos
antes, en 1901 comienza el reinado del "Alumni" que obtuvo 9 veces
el título de campeón entre ese año y 1911. Las otras dos veces el
campeón fue nuevamente el "Belgrano F.C.".
La pugna que se va configurando entre un sector que
defiende el carácter absolutamente amateur del fútbol y otro que
comienza
subrepticiamente
a
profesionalizarlo,
provoca
que
paulatinamente vayan conformándose dos tipos de competencias, lo
cual -como dijimos antes- se consagraría con la proclamación
oficial del profesionalismo en 1931.
En Uruguay, el primer torneo se jugó en 1900 y
participaron sólo 4 equipos: el" CURCC" (Peñarol), "Albion",
"Uruguay Athletic", y el "Deutscher Fussball Club". Campeón fue el
posterior Peñarol, con el siguiente equipo : Fabre; Ríos,
Buchanan; Ward, Mazzuco,Jackson; D.Davis,Acevedo, Lewis,Camacho,
Lindemblat. Peñarol repitió el título en 1901, pero en 1902 y 1903
61
el campeón
"Nacional".
fue
el
recién
incorporado
y
su
gran
rival,
el
En Brasil, correspondiendo al mayor nivel de desarrollo
que tenía, el primer torneo fue el paulistano, en 1902, en el cual
participaron cinco cuadros : "Sao Paulo A.C.", que fue el campeón,
"Paulistano F.C.", "Mackenzie", "Internacional" y "Germania". El
"Sao Paulo A.C." repetiría su triunfo en los campeonatos de 1903 y
1904. El goleador de ese primer torneo fue el pionero del fútbol
brasileño, Charles Miller, con 10 goles.
Por su lado, en Río de Janeiro, el primer campeonato se
jugó en 1906. El primer partido enfrentó al "Fluminense" con el
"Paysandú", ganando el primero 6-2. "Fluminense" fue campeón en
las cuatro primeras versiones del torneo carioca. El año anterior,
en 1905 se había disputado el primer campeonato en Bahía, que fue
ganado por el "Internacional Bahiano".
Junto a las competencias que comienzan a verificarse al
interior de los estados, cobran gran importancia especialmente las
confrontaciones entre Río y Sao Paulo. Los primeros partidos entre
ellos se efectuaron el 19 y 20 de Octubre de 1901, en el Velódromo
paulistano y terminaron empatados a 1 y a 2. En 1906 se
reglamentaron estos" clásicos" interestaduales y en ese año de
tres partidos disputados, Sao Paulo ganó dos (2-1 y 4-0) y los
cariocas, el restante (2-0).
En Chile, durante muchos años los torneos pertenecieron a
las distintas ligas o asociaciones de cada ciudad. En Santiago, el
más importante era el organizado por la Asociación de Fútbol
Santiago (AFS), llamada "Copa Unión", la cual se irá convirtiendo
paulatinamente en la principal competencia del país. Por ello,
durante ese tiempo tenían especial resonancia los llamados
"intercities", especialmente el que disputaban anualmente equipos
seleccionados de Santiago y Valparaíso. Durante las primeras dos
décadas este "clásico", preñado de rivalidades de distinto origen,
constituía el más importante partido del año y el que convocaba
62
concurrencias
espectadores.
mayores,
que
ya
llegaban
Otro tipo de confrontaciones
de carácter internacional, ya que en
condiciones para que el fútbol jugara
construcción de espacios simbólicos de
a
sumar
importantes
estos casos
su papel en
integración
miles
de
fueron aquellas
se creaban las
el desarrollo y
nacional.
El primer encuentro de este tipo se jugó el 15 de Agosto
de 1889, entre el "Lomas A.C.", de Buenos Aires y el "Albion
F.C.", de Montevideo, ganando los argentinos 3-0 . La revancha o
"return-match", como se decía entonces, se jugó en Buenos Aires y
nuevamente ganaron los argentinos, ahora por 2-1.
Luego, el 25 de Noviembre de 1893 viajó un grupo de
jugadores argentinos a Chile, a la ciudad de Valparaíso, donde se
enfrentaron a una selección local. La formación que presentaron
ambos cuadros demuestra el perfil "británico" que tenía nuestro
fútbol en aquellos tiempos originarios:
Valparaíso
: Webb; McLean y Symington;Crangle, Bailey y
Roberts;Baldwin, Fullerton, Scott, Fleming
y Gifford.
"Argentina" : Garred; Gifford y Batch; Wills, C.W.Thompson,
C.A.Thompson; H.Anderson, R.Anderson, Ger,
Bridger y Stakes.
Si bien el resultado fue empate, algunas fuentes señalan
un marcador de 1-1 y otras de 2-2.
Al comenzar el presente siglo ocurre en los países del
Atlántico un hecho que va a contribuir a acelerar no sólo la
masificación del fútbol, sino a ratificar el papel de éste como
vehículo de fortalecimiento de un orgullo nacional y de
reconocimiento internacional, cuestión que se hará permanente
después. Comienzan a llegar equipos europeos o de otras latitudes.
63
En 1904 visitó Argentina el "Southampton", equipo inglés
de segunda división, el cual venció al "Alumni" 3-1 y al
"Belgrano", 6-1. Pero después, en 1906 el "Alumni" le ganó 1-0 a
un equipo sudafricano ante 10 mil espectadores, entre los que se
contaba al Presidente de la República, José Figueroa Alcorta. La
victoria provocó tal entusiasmo, que los festejos esa noche
culminaron en una gran cena en el restaurante "Sportsman", en la
céntrica calle Florida. Este mismo equipo sudafricano siguió viaje
a Brasil, donde jugó en Sao Paulo, venciendo 6-0 en el primer
partido de este tipo jugado en canchas brasileñas.En 1909
visitaron
Buenos
Aires
los
equipos
ingleses
"Everton"
y
"Tottenham".
En 1908 se produjo la visita del "Corinthians" inglés a
Sao Paulo, provocando una gran repercusión que se materializó en
la fundación del club paulista del mismo nombre. Ese año llegó
también el "Torino" de Italia a canchas paulistanas.
En 1914, vino a Brasil el también inglés "Exeter City",
que ganó al "Fluminense" 3-0 y a la Selección Carioca, 5-3, pero
cayó vencido 2-0 ante una selección nacional.
Estos ejemplos, entre otros, manifestaban además las
diferencias que se iban marcando entre el fútbol de los países del
Atlántico y los del resto de los otros países sudamericanos.
Anotemos, al respecto, como botón de muestra solamente, que a
Chile el primer equipo europeo llegó recién en 1926, con la visita
del "Español", de Barcelona, encabezado por el "Divino" Zamora y
que cayó dos veces ante una selección de Santiago.
Por otro lado, en los países del Atlántico se va haciendo
común
la
disputa
de
trofeos
entre
equipos
seleccionados
nacionales. El primero importante es la llamada Copa Lipton, que
comienza a disputarse anualmente entre Argentina y Uruguay en
1902. Asimismo, en Julio de 1908, la selección argentina efectuó
una gira por Brasil, donde jugó siete partidos (tres en Sao Paulo,
64
tres en Río y uno en Santos), ganando 6 y empatando el restante. A
partir
de
1914,
el
fútbol
brasileño
logró
instituir
permanentemente un cuadro representativo nacional (a raíz de la
visita mencionada del inglés "Exeter City"), que comenzó ese año a
disputar la Copa Julio A.Roca, con Argentina. En esa primera
ocasión los brasileños obtuvieron un gran triunfo al vencer 1-0 en
la propia Buenos Aires. Los jugadores que consiguieron ese logro y
que son los primeros seleccionados brasileños fueron : Marcos;
Píndaro y Nery; Lagreca, Rubens y Rolando; Gómez, Bartolomeu,
Frienderich, Osmán y Formiga. También componían el equipo,
Pernambuco, Abelardo y Arnaldo.
El lugar preponderante que tenía el fútbol argentino se
manifestó, como señalamos antes, con ocasión de la celebración del
Centenario de la Junta de Mayo, en 1910. Para sumarse a los
festejos,
la
asociación
argentina
organizó
un
torneo
internacional, en el cual participaron seleccionados de Uruguay y
Chile, junto al cuadro local. El triunfo argentino fue rotundo :
ganó 5-1 a Chile y 4-0 a Uruguay, obteniendo el título de campeón
del primer antecedente histórico de la futura Copa América. Los
jugadores que componían ese cuadro que es considerado como el
primer campeón sudamericano fueron:
-Arquero : Carlos T.Wilson, del "San Isidro A.C."
-Backs
: Martin Murphy, del "Belgrano F.C." (había vivido
en Escocia y jugado por la Universidad de
Edimburgo)
Juan D.Brown, del "Alumni F.C."
Patricio Brown, capitán de la selección y del
"Alumni F.C."
J.B.Sheridan, del "Belgrano F.C."
Antonio Apraiz, del "Gimnasia y Esgrima"
- Halfs
: Ernesto Brown, del "Alumni F.C.". El público lo
apodaba "el pacífico".
Juan Goodfellow, del "San Isidro A.C."
R.S.Malbrán, del "San Isidro A.C."
- Fordwards:J.E.Lawrie, del "Alumni F.C."
Elías Fernández, del "River Plate"
Juan Gil, del "San Isidro A.C.". Además era
Secretario de la Asociación Argentina.
65
José Viale, del "Newell`s Olds Boys"
A.Capellini, del "Gimnasia y Esgrima"
Maximiliano Susan, de "Estudiantes de La Plata"
Por su parte, para el fútbol chileno la experiencia
constituía la primera posibilidad de conocer y enfrentarse a un
fútbol más avanzado. Aunque también perdió con Uruguay, 3-0,
obtuvo un empate 2-2, que fue muy celebrado, en un partido
amistoso frente al famoso "Alumni".
La experiencia motivó el interés del público chileno por
estas confrontaciones. Así, ahora para celebrar el Centenario de
la Junta Naional de Gobierno chilena, se invitó al equipo
argentino a dichos festejos, en Septiembre de ese mismo año de
1910. Se jugaron varios partidos y Argentina impuso su
superioridad ganándolos todos y por expresivos marcadores : 3-0 a
la Selección de Chile y 5-1 y 5-0 a combinados de Valparaíso.
En 1913 se repetía la visita argentina a Chile y
nuevamente se repetía el triunfo argentino, esta vez por 2-0. Sin
embargo, ese mismo año, la selección chilena efectuó una gira a
Brasil donde disputó cinco partidos entre Río y Sao Paulo, en la
cual ganó 2 partidos, empató 2 y perdió 2.
Todos estos antecedentes sirvieron de base para que
Argentina, en 1916, con ocasión ahora de celebrarse el Centenario
de la Declaración de Independencia, organizara un nuevo torneo
internacional, con la participación de Uruguay, Chile, Brasil y el
conjunto local. La sorpresa fue que el título fue para Uruguay,
que venció a Brasil 2-1 y a Chile 4-0, mientras Argentina vencía a
Chile 6-1, pero empataba 1-1 con Brasil y en la final los clásicos
rivales rioplatenses empataron 0-0. Chile, por su lado, obtenía un
valioso empate 1-1 con Brasil, lo cual venía a compensar sus otras
derrotas.
La consecuencia más importante de este último torneo fue
66
que creó las condiciones para que, pocos meses después,
fructificara la iniciativa de crear una organización continental,
como vimos, en la fundación de la Confederación Sudamericana de
Fútbol.
2.- Hinchada y espectáculo
El origen del hincha sudamericano está en esos primeros
curiosos que se acercaban a ver el juego que practicaban los
67
"gringos". A la curiosidad siguió tanto el deseo de imitación,
como el entusiasmo ante las alternativas de los partidos y la
mayor o menor habilidad de los practicantes.
El proceso de apropiación está ligado estrechamente, como
hemos visto, a la aparición de la competencia y ,a su vez, ésta
generó el surgimiento del hincha.
Desde su inicio, el fútbol se mostró como un deporte para
ser visto ; sin espectadores, su práctica pierde parte importante
de su sentido y esto es válido tanto para el fútbol profesional
como para el aficionado. En ese sentido, ya apuntamos más atrás
acerca de la doble dimensión que existe en todo hincha, ser
espectador de algo que, al menos alguna vez, se ha practicado,
permitiendo que aflore como síntesis la facultad de crítica. Más
aún, la repetición de la observación provoca el mismo resultado,
aunque no exista el precedente de la práctica propia y es el caso
específico de la incorporación paulatinamente creciente de la
mujer a los estadios y las canchas.
El jugador, protagonista del espectáculo se enfrenta al
juicio de "especialistas". Cada hincha conoce de tácticas y de lo
que es un buen nivel técnico en el manejo del balón. Desde los
comienzos, entre los hinchas se ha generado un cierto sentido
común, propio y específico de la actividad, el cual contiene una
compleja y multifacética gama de juicios y pre-juicios, de
valorizaciones y elementos de comparación, etc., el que se vio
permanentemente alimentado por la prensa especializada (la cual,
dicho sea de paso, también aparece al despuntar el siglo),
generándose entre hincha y periodista deportivo una dialéctica
constante.
Más aún, casi podría decirse que así como la prensa
elabora sentido común para los hinchas, a la vez, su éxito y
resonancia depende, en buena medida, de que se conecte y se adecue
al sentido común del hincha.
68
Esta característica de espectador-crítico como doble
faceta de una misma conducta es, sin embargo, un acto segundo. Lo
primero es la motivación, aquello que genera la afición. Dilucidar
algunos de sus componentes permite conocer con mayor profundidad
la dimensión de expresión cultural del fútbol, así como enfrentar,
en un sentido más restringido, una cuestión más actual y que
analizaremos en el capítulo final y que dice relación con el
carácter que está asumiendo el espectáculo futbolístico y el
impacto que su total mercantilización y del rol que la TV juega en
ella, puede provocar en el fenómeno del hinchismo.
Al decir de Verdu13,hay tres tipos de hinchas : el
espectador, que es aquel para el cual el partido sólo es una
alternativa más para ocupar el tiempo libre, ya que considera al
fútbol solamente como un espectáculo entre varias opciones. Su
afición termina cuando finaliza el partido. Tiende a interesarse
sólo en las "grandes ocasiones". Por lo tanto, hay muchos factores
que pueden alejarlo de los estadios.
El fanático (o "forofo" para los españoles) es el reverso
del anterior. El fútbol, más que un espectáculo es para él una
ceremonia, "el" acontecimiento de su semana. Vive una unidad
simbólica con el equipo de sus preferencias. Su asistencia a los
partidos es ritual, es un compromiso sagrado, ante el cual no hay
alternativa posible. En los tablones grita, canta y es solidario
"a muerte" con su equipo. Las derrotas son siempre culpa de otros
: árbitros, canchas malas, lluvia o viento, persecusiones, etc. El
fanático, entonces, no es crítico, sino devoto. Tiene una adhesión
casi religiosa.
Por último, el aficionado que está entre los dos extremos
anteriores. Tiene un equipo preferido, al cual da crédito y
confianza, pero no está cerrado. Mantiene cierta distancia y
objetividad que le permite algún grado de crítica hacia su propio
cuadro. Puede identificarse o simpatizar con equipos y jugadores
13
Op.Cit.
69
ajenos, si los reconoce como superiores.
Es evidente que la hinchada en Sudamérica contempla estos
tres tipos de hinchas. Podría afinarse el juicio y discernir que
en ciertos países hay preponderancia de unos sobre otros, pero, en
general ,podría afirmarse que los reune una característica : la
tendencia a optar e identificarse por un club determinado, lo cual
no significa, generalmente, que se pertenezca orgánicamente a él.
Lo que si significa es que en nuestros hinchas no abunda la
neutralidad. Todas las personas, sean o no socios de un club,
asistan o no a los estadios, si son interrogadas van a confesar
adhesión o simpatía por un equipo. Más aún, colocado en la
situación de espectador de un encuentro, aunque no participe el
cuadro de sus preferencias, va a volcar su apoyo por uno u otro.
La importancia de la competencia y la lucha por el triunfo, se
expresa en el hincha por la vía de sentir casi la obligación de
definirse, aunque sea por el tiempo efímero que dura un partido.
Si asistimos a un encuentro, aunque sea en una modesta
cancha de tierra de un barrio, no nos dará igual el resultado.
Muchas veces nos inclinaremos por el que se vea más débil o por el
que muestre una especial habilidad o derroche de amor propio y
pujanza.
Desde el comienzo ello ocurrió con las concurrencias cada
vez más numerosas que se apretujaban alrededor de la cancha,
cuando todavía no existían ni siquiera tribunas de madera
improvisadas.
El número de espectadores fue creciendo de tal manera que
muy rápidamente se cerraron los sitios donde había canchas, en
algunos casos se levantaron algunas aposentadurías y se comenzó a
cobrar una entrada. De esta forma, aunque fuera de manera
rudimentaria, el espectáculo futbolístico había comenzado. Así,
por ejemplo, ya hacia 1900 en Chile, muchos encuentros, en
especial los "intercities" congregaban públicos de dos mil o hasta
cinco mil personas y algunos partidos empezaban a publicitarse
especialmente en la prensa.
70
Como ejemplo de esto, una muestra : el 25 de Julio de
1905 apareció en la prensa santiaguina un aviso pagado que
señalaba :
"
HOY !
HOY !
GRAN FOOT-BALL MATCH
STGO.NATIONAL versus ATLETICO UNION
Club Hípico a las 2.30 P.M.
Entrada: 40 centavos; niños: 20 ctvs.;
señoras : gratis
"
Un par de años antes, en Agosto de 1903, el diario "El
Mercurio", de Santiago de Chile comentaba que : "...Como todos
saben, el foot-ball es un sport que ya se ha extendido en Santiago
tomando grandes proporciones, atrayendo una concurrencia enorme
(...) esta misma concurrencia deseando verlo en sus menores
detalles, se va avanzando dentro del campo de juego, a pesar de la
línea que marca sus contornos (...) Como ahora la concurrencia a
estas partidas es mui superior que la de otros años pedimos al
señor Prefecto de Policía que envíe los domingos en la tarde unos
seis guardianes".
La otra cuestión que va estrechamente ligada al
desarrollo del hinchismo es la aparición del ídolo, es decir de
ciertos jugadores que, por diversos motivos, concentran la
admiración y el cariño incondicional de la hinchada.
Viviendo el fútbol en tanto que ritual cargado de
simbolismos, que atañen a los factores estructurales más profundos
de la constitución de una cultura, es explicable que el ídolo sea
un ser especial, que puede ser visto como el adalid que defenderá
nuestro honor, nuestra historia y nuestro orgullo colectivo y/o
aquel que ha llegado donde todos quisiéramos estar. La
identificación con el ídolo por parte del hincha es tan profunda,
71
estimula estructuras colectivas e individuales tan decisivas que
va mucho más allá de cualquier consideración racional.
Sólo entendiendo el complejo proceso que ha puesto en
marcha
el
fútbol
sobre
un
imaginario
colectivo
que
va
construyéndose, a partir de una relación por lo menos difícil con
su entorno directo y lejano, intentando mantener o readecuar
identidades y sentimientos comunes, ante un mundo muchas veces
distante o amenazante, es que se logrará aprehender el rol y papel
del fútbol, los clubes y los ídolos en la cultura popular y masiva
latinoamericana.
Sólo así se puede entender el dolor, la impotencia y la
rabia de ver a Maradona recibiendo todo el peso del poder
transnacional del fútbol (más allá de lo que haga) o a Zamorano
tratado como empleado fácilmente reemplazable (aunque en algún
sentido lo sea). Probablemente en España les parezca extraño que
desde que Zamorano se incorporó al Real Madrid, todos los fines de
semana hay millones de chilenos viendo sus partidos por TV e
hinchando por el equipo "merengue", llegando incluso a interferir
estas transmisiones en los horarios de los encuentros locales.
Esa identificación del hincha con el ídolo aparece desde
el principio y para ello bastan los ejemplos siguientes:
en 1906 llegó a Sao Paulo, el alemán Hermann Friese, que había
sido campeón europeo de 100,200,400,800 y 1.500 metros planos,
como atleta y futbolista del "Hamburgo F.C.". Se enroló en el
"Germania" paulistano y se transformó en el primer ídolo del
fútbol brasileño. LLevó a su equipo al título de campeón y un
poeta popular le dedicó el siguiente poema :
"Este es el maestro caido en la tierra
que a los enemigos aterra
con sus chutes colosales
No le teme al viento ni al sol
cuando juega al fútbol
ni teme a los temporales
72
En el juego a que se dedica
en treinta se multiplica
por el campo se reparte
no descansa un momento
y se halla siempre, violento
como Dios...en todas partes "
En los años 10 surge en Uruguay una generación de
futbolistas particularmente brillante. Uno de ellos era José
Piendibene, el "Maestro" y otro, Isabelino Gradín, ambos de
Peñarol. Gradín era un jugador negro que además fue campeón
sudamericano de atletismo, en 200 y 400 metros planos, notable por
su extraordinaria velocidad. Un poeta peruano, Juan Parra del
Riego, le dedicó también un poema :
"Y en el ronco oleaje negro
que se quiere desbordar
saltan pechos,vuelan brazos y hasta el fin
todos se hacen coheteros
de una salva luminosa de sombreros
que se van hasta la Luna a gritarle allá
Gradín !
Gradín ! Gradín !
73
HACIA DONDE VA EL FUTBOL Y HACIA
DONDE VAMOS NOSOTROS?
74
1.-
Espectáculo versus ritual?
En las páginas anteriores hemos intentado mostrar cómo el
fútbol en nuestros países, desde sus orígenes, ha articulado una
dimensión socio-cultural con la otra faceta, la de espectáculomercancía, la que remite más bien a los contenidos de diversos
proyectos de inserción en la modernidad.
De alguna forma, durante un siglo dicha articulación ha
subsistido más bien de manera complementaria que contradictoria.
Enfrentados al profundo impacto que la modernización está
produciendo en las sociedades latinoamericanas, en el marco de las
actuales y particulares condiciones, parecieran existir nuevos
factores que tienden, al menos, una sombra de duda acerca del
destino de esa relación compleja y montada sobre un frágil
equilibrio.
Desde hace algunos años, el fútbol sudamericano ha tenido
que ir adecuándose a la nueva realidad de un fútbol mundial,
caracterizado por algunos como propio del capitalismo desarrollado
de consumo14, dirigido a alcanzar una polivalencia funcional que
garantice la práctica del "fútbol total". Su paradigma sería la
electrónica representada en la figura del ordenador : jugadores de
acción binaria, juego simple, test en el programa de preparación,
etc.
La expresión orgánica de este tipo de fútbol, que ya se
instaló hace años en Europa, es la empresa futbolística : la
transformación de los clubes en sociedades anónimas.
14
Ver VERDU, Vicente : Op.Cit.
75
El fútbol sudamericano, en tanto es parte de una economía
cuya herramienta central de modernización es la plena inclusión en
los mercados mundiales, está viviendo de manera contradictoria el
hecho de basarse en organismos sociales, propios de la sociedad
civil, que deben manejarse cada vez más con criterios propios de
la empresa, es decir, privilegiando la rentabilidad y el
beneficio, teniendo que adecuar sus presupuestos al nivel de
precios internacionales en el mercado futbolístico, etc.etc.
La propia conducción que le ha impuesto la FIFA al fútbol
mundial, privilegiando la plena mercantilización de la actividad,
entendida como uno de los más grandes negocios transnacionales,
está generando profundas transformaciones, cuyas consecuencias y
efectos son difíciles aún de visualizar en toda su profundidad,
dado que estamos al interior de un proceso en pleno desarrollo.
La incorporación a la modernidad es la tendencia
dominante en nuestros países y se manifiesta en cada ámbito de la
vida social, desde los procesos de modernización de la estructura
socio-económica, hasta la hegemonía de un modernismo cultural que
contiene una nueva formulación de las identidades colectivas.
La etapa actual de la modernidad, es sabido, se verifica
en un contexto cualitativamente distinto a proyectos anteriores,
en la medida en que la modernización se nos ofrece con una sola
dirección y contenidos posibles.
Se
abre
paso
así
un
proyecto
que
se
impone
avasalladoramente. Ante ello, casi es lógico, surgen las
tendencias de distinto signo que miran hacia atrás y creen que es
posible seguir aferrado a las raíces del pasado, como si la
realidad actual fuera un vendaval que, tarde o temprano, habrá de
pasar. Así, siguen existiendo hinchas que se alejan de las canchas
porque los jugadores "no sienten amor por la camiseta", como los
de antes, o dirigentes que califican de "mercenarios" a jugadores
que abandonan al club en la mitad de un torneo, para aceptar una
oferta de un equipo extranjero.
76
Lo que en estos casos no se quiere aceptar ni entender es
que
la
corriente
modernizadora
y
más
en
las
actuales
circunstancias, por su propia naturaleza -tener de base y motor un
mercado capitalista mundial siempre en expansión-, atraviesa y
derriba todas las fronteras y límites: de la geografía y de la
etnia; de la clase y la nacionalidad; de la religión y la
ideología15. Ese proceso de constante cambio e innovación, que
vuelve atrasado y obsoleto lo que recién ayer se construía, genera
también, y es fundamental no olvidarlo, un contexto de
crecimiento, éxitos y transformación. La modernidad siempre tiene
dos caras : la del progreso y la del horror.
De modo que la nostalgia y el aislamiento no parecen el
mejor camino. El asunto trasciende, pero involucra al fútbol. Cada
vez es más evidente que un proyecto de vida que emerge de la
articulación que el mercado ejerce sobre todas las prácticas
sociales, incluyendo las relacionadas con los más ìntimos
sentimientos, es incapaz de configurar un sentido que de
satisfacción y perspectivas al despliegue de las múltiples facetas
de la vida humana.
Una identidad individual y colectiva reducida a la faceta
de consumidor necesariamente debe empobrecer y empequeñecer la
vida, generando insatisfacciones, desesperanza y pérdida de
sentido.
Dicho en una frase, por más que el mercado se esfuerce en
convertirse en un espacio de realización y plenitud humana, sólo
nos puede hacer la vida más cómoda -lo cual no es poco-, pero no
logrará hacernos mejores ni más felices, ni darnos un sentido por
qué vivir.
15 Ver BERMAN, Marshall : TODO LO SOLIDO SE DESVANECE EN EL
AIRE.La experiencia de la modernidad. Editorial Siglo XXI,
México,1990.
77
La autocomplacencia, el utilitarismo y el pragmatismo
predominante en buena parte de la sociedad, transmiten la idea
implícita de que no hay nada tan importante que no se pueda
negociar o transar. Se pregona la validez de lenguajes
mediatizados y de ocultamiento de los conflictos.
La existencia de las "barras bravas" no es ajena a este
marco en que no "están de moda" ni los principios, ni la
consecuencia mínima. Es probable que muchos de esos jóvenes
prefieran un lenguaje claro, opiniones definidas, actitudes no
equívocas o ambiguas y en esa perspectiva es posible explicarse
también la búsqueda de espacios de expresión e identidad, de una
causa por qué jugársela; donde la vida conserva una cuota de
aventura y heroísmo, de entrega gratuita, sin cobrar y sin
negociación o intercambio de por medio.
En este marco, hay que agregar el impacto degradante
sobre la moral colectiva que significó la aplicación durante años
del concepto de que el fin justifica cualquier medio. De ese modo,
por algunos, se sigue validando la tortura y el crimen, como forma
de obtener información; el fraude y el engaño, como manera de
hacer buenos negocios; la mentira y la censura, como forma de
manipular la verdad, etc. etc.
La violencia de estas barras obedece a causas variadas
que se ubican en distintos planos, algunos de ellos claramente
extra futbolísticos. Todo lo anterior no pretende justificarla,
pero ayuda a entenderla. Por eso, es que son ángeles y demonios a
la vez. Víctimas y victimarios, expresando en su accionar algunas
de las contradicciones más crueles y brutales del contexto y
algunos de los procedimientos en que ha operado la modernización
de la sociedad chilena.
El fútbol no está precisamente ajeno a esta situación.
Por el contrario, en tanto una de las principales expresiones
culturales masivas condensa simbólicamente un referente de las
nuevas características que la modernización está imprimiendo a
78
nuestras sociedades.
En nuestro fútbol, la tendencia modernizadora está
generando tensiones que contienen conflictos, renovaciones y
cambios, que aún permanecen en gran medida latentes. No es posible
asegurar el curso exacto del proceso, pero si se puede afirmar que
su
desarrollo
va
a
producir
costos,
tradiciones
rotas,
sentimientos y lealtades aplastadas, junto a la posibilidad de
nuevos éxitos y triunfos a nivel internacional.
79
2.-
La tele-visión del fútbol?
En ese marco, el predominio cada vez más manifiesto de la
tendencia hacia la total mercantilización del fútbol encuentra un
instrumento central en la TV y en el acelerado desarrollo de las
tecnologías que le sirven de soporte. Como es sabido, la TV es un
gran espectáculo y todo lo transforma en espectáculo.
Este formato es fundamentalmente efecto y pirotecnia,
aunque lo principal es que plantea una relación determinada de
lectura, por parte del sujeto receptor, que se caracteriza por
exigir que éste le delegue la atención y todo protagonismo
posible. El formato espectáculo implica, entonces, una forma
parcial de relacionarse con la TV; es de hecho una forma
reduccionista.
Por otro lado, la TV significa una forma cualitativamente
distinta a la de la radio, por ejemplo, en lo que es el
tratamiento del hecho futbolístico. La radio permite mantener la
dualidad presencia/ausencia ; por esa vía crea en el auditor la
inquietud de la verdad que transmite. Dicho de otro modo, la radio
todavía mantiene en el hincha-auditor las vinculaciones afectivas,
la adhesión seudo-religiosa.
La realización televisiva, en cambio, por su propia
naturaleza, crea una nueva realidad, entregando siempre partes del
acontecimiento, impone sus propios códigos y condiciona los
procesos de decodificación. Al decir de Verdu, "...transmuta el
fútbol de estadio en fútbol de estudio".
La TV cambia nuestra mirada sobre las cosas,
que existen dos objetos en el mundo, los televisivos
televisivos.
Corrigiendo
una
de
sus
favoritas
autorreferentes, la televisión no es la ventana abierta
de manera
y los no
consignas
al mundo,
80
sino un particular texto (palabra y escena transformadas en
narración), visto por la ventana estrecha de la pantalla16. La
televisión transforma la realidad futbolística en un texto y lo
pone en el formato del espectáculo.
La TV genera una distancia en el televidente que
desacraliza
el
fútbol,
convirtiéndolo
en
una
producción
exclusivamente orientada hacia la entretención de consumo efímero,
análogo a cualquier otro de sus programas. Con ello, la TV se
convierte en una masiva productora de "espectadores": es ese el
sentido más profundo en que la transmisión de los partidos por TV
afecta y perjudica la asistencia a los estadios.
La modernización ha traido consigo el fenómeno de la
globalización de las comunicaciones, en el cual nuestras
sociedades se han visto inmersas, sin pausa ni transición. La TV
es el agente central del proceso : se ha expandido la oferta
televisiva hasta límites insospechados hasta hace pocos años.
Aumento de las estaciones de televisión abierta; desarrollo de la
TV Cable y codificada. Ciudades como Santiago que hace 10 años
tenían cuatro canales de libre recepción, hoy ya cuentan con una
cincuentena, entre aquella y la que se recibe por cable, y la
proyección a corto plazo es tener más de un centenar, con la
próxima instalación de la telemática interactiva.
Este crecimiento de la oferta televisiva tiene como uno
de sus productos culturales fundamentales, el espectáculo
futbolístico y ello ha significado no sólo recibir en cualquier
fin de semana encuentros de diversos países del mundo, sino que la
propia dirigencia del fútbol local vea en la televisación del
fútbol el instrumento básico para el financiamiento de la
actividad en los niveles que exige el mercado futbolístico
mundial.
16
Ver VILCHES, Lorenzo : MANIPULACION DE
TELEVISIVA. Ediciones Paidós, Barcelona, 1989.
LA
INFORMACION
81
Así, por ejemplo, en 1991 la empresa "Torneos y
Competencias" se adjudicó los derechos de transmisión de los
encuentros del campeonato argentino hasta el año 2000, por la vía
de la TV codificada, lo cual le significa a la Asociación de
Fútbol Argentino un ingreso de US$ 10 millones anuales. Por otro
lado, la misma empresa "compró" en 1993 el club "Argentinos
Juniors" y lo trasladó a la ciudad de Mendoza, en una operación de
marketing frustrada y recientemente cancelada. Ahora, el viejo
cuadro nacido en el barrio de La Paternal deambula tratando de
reubicarse en Buenos Aires, jugando en estadios arrendados.
En Chile, acaban de licitarse los partidos del fútbol
nacional para los próximos tres años, tanto para la televisión
abierta como codificada, lo cual le significará a la asociación
chilena ingresos por US$ 7,2 millones anuales.
Es sabido que la intromisión de la TV en el "negocio del
fútbol" implica que, junto a ella, se incorporan muchas otras
empresas tras una multitud de otros negocios posibles ( por qué no
también ilícitos, como es un secreto a voces, aunque nunca
probado?), que surgen al interior del espectáculo futbolístico. Es
conocido el caso de la empresa italiana "Parmalat" que se ha
constituido, por ahora, en sponsor de varios clubes sudamericanos
: Palmeiras,de Brasil; Peñarol, de Uruguay y Boca Juniors, de
Argentina . Es evidente, en todo caso, que su presencia no se está
limitando a un simple contrato publicitario.
A raíz de lo anterior, no se trata de asumir posturas
conservadoras que reivindiquen un pasado que, en tanto tal, sólo
es posible evocar, aunque muchas veces la nostalgia se haga
inevitable. Se trata simplemente de preguntarse hacia dónde va
nuestro fútbol. Su fuerza, su grandeza y su gloria, así como su
importancia como instrumento de mediación simbólica masiva y
popular se construyó sobre la base de una articulación
complementaria entre el espectáculo-mercancía y la ceremonia.
Será capaz la lógica de mercado -probadamente reduccionista- de
jugar un rol similar, de ocupar ese espacio por si sola ?
82
Hemos dicho que toda manifestación masiva genera la
codicia del poder. En Sudamérica hemos estado históricamente
acostumbrados a que ese interés manipulador viniera de los
gobiernos o los mecanismos de poder político y,de alguna forma, se
desarrollaron desde la sociedad civil, de sus organizaciones y
desde sus manifestaciones culturales como el fútbol, formas de
relacionarse conflictiva, negociada o consensualmente con aquel.
Actualmente, la codicia fundamental que tiene en su mira
el fútbol es otra. Sus mecanismos no son sólo distintos, sino que
sutiles y poco directos. Fundamentalmente, se articulan en
procesos de enmascaramiento y simulación que ofrecen crecimiento,
triunfos y grandeza. Ante ellos está planteado el desafío de saber
establecer un nuevo plano de relaciones y negociación que
salvaguarde aquello que constituye, tal vez, lo más importante que
ha tenido el fútbol sudamericano : ser una pasión. un sentimiento.
83
ANEXO BIBLIOGRAFICO
Bibliografía General
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DE
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3.-
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4.-
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11.- GARCES D.,Mario :
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ESTADO Y SOCIEDAD EN AMERICA LATINA
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TODO LO SOLIDO SE DESVANECE EN EL
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Edit.Siglo XXI, México,1990.
19.- GARCIA CANCLINI, N. :
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Edit. Grijalbo,México, 1990.
20.- VILCHES, Lorenzo
MANIPULACION
DE
LA
INFORMACION
TELEVISIVA.Edit.Paidós, Barcelona
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85
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1.-
MARIN
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SALVIAT , Julio
DE DAVID A CHAMACO.Medio siglo de
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2.-
MARIN
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:
LA ROJA DE TODOS(Selección Chilena
de Fútbol 1910-1985)
S/E, Stgo., 1986.
3.-
MARIN
, Edgardo
:
HISTORIA TOTAL DEL FUTBOL CHILENO
Editores y Consultores REI, Stgo.,
1995.
4.-
SAINZ
, Hugo
:
EL FUTBOL. Pasión de multitudes
Emp. Editora Zig Zag, Stgo.,1957.
5.-
DIARIO LA NACION
:
HISTORIA DEL FUTBOL CHILENO
Edición en fascículos
6.-
OSSA
:
LA HISTORIA DE COLO-COLO
S/E, Stgo., 1973.
7.-
BIBLIOTECA DEL
ALMANAQUE
:
EL FUTBOL
S/E, Stgo., 1974.
8.-
SANTA CRUZ,Eduardo
:
9.-
CUMSILLE
, Carlos
CRONICA DE UN ENCUENTRO. Fútbol y
Cultura Popular. Ediciones
Instituto ARCOS, Stgo., 1991.
10.- VINNAI
, Marco A.:
CLUB DEPORTIVO RANGERS
OLA Producciones, Stgo., 1983.
, Gerhard :
EL FUTBOL COMO IDEOLOGIA
86
Edit.Siglo XXI, B.Aires, 1974.
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12.- LEVER , Janet
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Fondo Cultura Económica, México,
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:
13.- ADAMOL (Seudónimo)
:
COLO-COLO. Alma de campeón
Editora Revista ERCILLA,Stgo.,1991.
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COLO-COLO : EL EQUIPO QUE HA SABIDO
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, Juan J. :
15.- MARTINEZ , Josafat :
(Seudónimo)
HISTORIA DEL FUTBOL CHILENO
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16.- MARTINEZ
ANUARIO SPORTIVO DE CHILE 1909
Centro Editorial de Sport, Stgo.,
1910.
, Guillermo:
17.- SIEVEKING , J.D.
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FOOT-BALL. Reglas del juego fijadas
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jugadores. Imprenta Moderna, Stgo.,
1901. Prefacio de José A. Alfonso
18.- SERRANO
:
AÑORANZAS DEL DEPORTE
Talleres Gráficos Gutenberg, Stgo.,
1942.
, Pancho
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B) REVISTAS :
1.-
" El Sport "
: Nos. 1-4; 6,7 y 8
2.-
" El Sport "
: Nos. 1-3
3.-
" Sport y Variedades": Nos. 1-18
4.-
" Campo y Sport "
5.-
" Sport y Actualidades": Nos. 1-113
6.-
" Deportes "
: Varios números (1915-1916) Santiago
7.-
" El Ring "
: Nos. 1-14
8.-
" El Eco Sportivo " : Nos. 1 y 2
9.-
" Deportes y Deportistas": Nos. 1-5 (1920-1921) Santiago
Suplemento Ilustrado "El Mercurio"
: Nos. 1-28
(1889)
(1895)
Santiago
Santiago
(1907-1908) Valparaíso
(1909-1910)
Santiago
(1912-1914) Santiago
(1917)
Santiago
(1917)
Santiago
10.- " Deportes "
: Nos. 1-27
(1922-1923)
Santiago
11.- " Los Sports "
: Nos. 1-418 (1923-1931)
Santiago
12.- " Match "
: Nos. 1-21
(1928-1929)
Santiago
13.- " Los Deportes "
: Nos. 1-40
(1929-1931) Punta Arenas
14.- " Estadio "
: Colección completa (1941-1982) Stgo.
15.- " Gol y Gol "
: Colección completa (1962-1967) Stgo.
88
C)
Diarios :
1) " El Mercurio ", Santiago
(1900-1932)
2) " El Ferrocarril ",Santiaggo ( 1890-1911)
3) " La Nación ", Santiago
( 1917-1932)
4) " El Diario Ilustrado ", Santiago (1903-1932)
5) " El Mercurio ", Valparaíso
(1890-1900)
D) Documentos :
1) Foot-Ball Asociation of Chile : Estatutos y Reglamentos
Imprenta Bailey, Vpso., 1910
2) Asociación de Fútbol de Chile : Estatutos y Reglamentos
Santiago, 1918.
3) Colo-Colo Fútbol Club : Estatutos
Santiago, 1929.
4) Club Social y Deportivo
: Estatutos y Reglamentos
Magallanes
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5) Club Deportes S.Morning
: Revista Homenaje 40
Santiago, 1943.
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: Nuestras bodas de oro
Santiago, 1947.
7) Club Dptvo.A.Fernández Vial: Revista Aurinegra 45
Concepción, 1948.
8) Club Deportes Everton
: Nuestros 50 años
Viña del Mar, 1959.
Aniversario
Aniversario
89
9) Club Deportivo Magallanes : Boletín Albiceleste 66
Aniversario
Santiago, 1963.

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