Como ser Asertiva Sexualmente
Transcripción
Como ser Asertiva Sexualmente
Como ser Asertiva Sexualmente Janet L. Wolfe, Ph. D. La Bella Durmiente cayo en su profundo sueño hasta que sus deseos fueron despertados y cumplidos por el beso de su príncipe; Rapunzel esperaba en su torre al príncipe que liberara su cuerpo de esa prisión. Cuando la mujer receptora y el hombre encandilador consiguen estar juntos, la esperanza es que ellos, de alguna manera, se mezclen, fluyan y exploten juntos. ¿Fluir juntos cómo? ¿A qué paso? ¿Para qué fin?. La frustración física y emocional padecida por millones de mujeres durante y después del acto sexual - que de hecho ni ellas saben de qué están frustradas- indica a las mujeres que deben ser más sabias para dejar de buscar a los hombres y a los expertos del sexo para encontrar las respuestas y empezar a hacerse cargo y a definir por ellas mismas su propia potencia y conducta sexual. La combinación del movimiento de liberación de la mujer y el movimiento del desarrollo humano ha producido un clima donde las mujeres se han hecho conscientes de que tienen mas derechos de los que previamente se les ha adscrito, en años recientes; el entrenamiento en asertividad - una técnica de terapia de conducta- ha dotado, de una forma excitante, a las mujeres para empezar a crear algunos de esos derechos de nueva articulación. A través de la lectura, de la práctica de nuevas formas de comunicación a través del rol-playing, y obligándose a sí mismas a hablar en situaciones donde previamente, sufriendo en silencio o desbarrando histéricamente, producía soluciones ineficaces, las mujeres han empezado a trasladar la ideología de la liberación hacia su actual cambio de conducta. Aplicado al área de la sexualidad, aprender a ser asertivas puede dotar de capacidad para definir y seguir los propios gustos sexuales en vez de prevalecer los puntos de vista normalizados; de superar el concepto de que los hombres son los actores sexuales y las mujeres los juguetes pasivos; y de aprender no solamente a dar placer a los demás, sino a sí mismas. La mujer sexualmente asertiva esta aprendiendo a expresar sus preferencias y derechos de forma directa, abierta, y sin violar los derechos de los demás. Distingue la conducta asertiva de la conducta agresiva (la conducta que ataca a los demás, para dominar, para humillar), de la conducta no asertiva o sumisa (que intenta negar los propios derechos, instituye la desesperanza, "mantiene la paz"). La mujer sexualmente asertiva controla su propio cuerpo; mantiene relaciones sexuales por sus propias razones; elige no explotar la forma de ser de los demás (incluyéndose especialmente a sí misma); puede experimentar y experimenta; disfruta de su propio cuerpo, además de los de otros; elige ser activa o pasiva; sabe como comunicarse; puede relacionarse a un nivel emocional o, si lo prefiere, en un fuerte nivel sexual/sensual; puede elegir no relacionarse; o dejar una relación que es demasiado costosa. Mensajes tempranos de socialización Por los mensajes tempranos que nos son dados sobre el sexo y la aserción, así como la diferencia de poder entre hombres y mujeres que todavía abunda en nuestra sociedad, sorprende que todavía haya mujeres capaces de sentirse bien sobre sí mismas, sus cuerpos y su sexualidad. Cuales son esos mensajes tempranos. El sexo es algo sucio - definitivamente no algo que pueda ser comentado por las mujeres. Nos lleva a creer que nuestros órganos (supuestamente nuestras vaginas) son apestosos, húmedos y oscuros. Nuestros reales órganos sexuales (nuestro clítoris - un hecho no enseñado en el curso de educación sexual en la ciudad de Nueva York hasta fechas recientes) son cosas de las que, si no descubrimos accidentalmente cuando somos niñas, estamos terriblemente temerosas, sin saber nunca para que se supone que una los tiene. Como resultado de ello, muchas chicas no empiezan a masturbarse hasta que no entran en la 20 o más años. Las mujeres no necesitan realmente el sexo como los hombres. Si lo haces, estáte segura de que él lo necesita primero. El sexo se deberá hacer a ti o a través de ti - más que para ti o contigo. Comenzando en la adolescencia, los muchachos "obtienen buenas sensaciones", "se anotan puntos" etc. Los chicos están acostumbrados a que a edad temprana consigan lo que quieren, obtengan rechazos y lo intenten de nuevo. La mayoría de las mujeres no obtienen ese tipo de entrenamiento; y cuando alcanzamos los 20 o los 30, cuando la práctica puede ser más asertiva, nosotras, a menudo, nos sentimos como torpes adolescentes en un principio. Si no nos parecemos a las mujeres de portada del Vogue, no conseguiremos un hombre. Si no tienes un hombre, eres solo una persona a medias. No... o sino te llamarán puta, mujer perdida, una mujer fácil. Hazlo... o te llamarán fanfarrona, frígida, una mujer poco liberada. Solamente las mujeres inmaduras necesitan estimulación clitoridiana; las mujeres sanas tienen orgasmos vaginales. Si eres una persona bonita, cariñosa, alguien querrá ir contigo y te comprenderá y cuidará de ti. En el papel de necesitadas indefensas, enterramos nuestras necesidades. Nuestros pensamientos se enfocan hacia lo que le hace a él sentirse bien, inteligente y satisfecho. Nuestra principal esperanza es que nosotras podemos gustar, podemos apreciar o tomar cuidado de alguien, La realidad es que nuestras necesidades y sentimientos se pierden. Siendo adoctrinadas con este tipo de programación femenina - diseñada para mantenernos limpias, puras y sometidas todavía de alguna manera, y todavía capaces de convertirnos en mujeres pasionalmente multiorgásmicas al llegar a la edad adulta- nos permite un llenar nuestras cabezas de serrín y poco más en el resto de nuestro cuerpo durante los encuentros sexuales. La expresión sexual y la asertividad son ambas conductas; y nuestras conductas están influenciadas por nuestro estado emocional. Si nos sentimos ansiosas, airadas o culpables, esas conductas se pueden descomponer. Mi observación me dice que hay cuatro grupos principales de emociones para la asertividad sexual. Grupos emocionales de asertividad Amor-abandono. "El amor en el hombre es una cosa aparte en la vida del hombre... ello es toda su existencia en una mujer", escribió Byron. Las mujeres tienden a preocuparse desmesuradamente sobre si son aceptadas, actúan de forma sumisa, después se deprimen por ser sumisas. Todavía las mujeres, a menudo, se deprimen más cuando se desvían de la conducta "femenina" apropiada, creyendo que están siendo masculinas, agresivas o castradoras. "Realmente no me siento bien haciendo el amor con Tim", manifestaba una mujer, "pero creo que si digo algo, puede pensar que me estoy iniciando o que soy sexualmente inadecuada. Tengo miedo de que nunca sea capaz de encontrar a alguien tan bueno como él si me rechaza". (La primera experiencia sexual de esta mujer le había conducido a temer que si no se acostaba con su novio, él se casaría con otra). Las mujeres tienden a derrochar una preciosa energía emocional manteniéndose en relaciones que no son satisfactorias sexual y emocionalmente por su miedo a ser rechazadas y permanecer solas. Aprendiendo a aceptarse a sí mismas como una persona valiosa - con o sin un hombre- y conseguir estar absortas vitalmente en otras metas, más que gastar la mayor parte de su tiempo resolviendo (la Mujer Total) cómo hacerse sexualmente subordinada a un hombre, requiere darse a sí misma algunos mensajes asertivos nuevos: "si soy rechazada o me llaman mujer castradora, es desagradable, pero no algo terrible. Merezco a alguien que me quiera y me trate bien, y puedo calmadamente mantenerme buscando a Mr. Right mientras me entrego a otras cosas agradables". Culpa. Incluso cuando las mujeres están en contacto con cosas que encuentran poco satisfactorias en una relación sexual, son reacias a comunicar sus sentimientos. Esto es debido en parte a la ansiedad por ser rechazadas, pero incluso más debido a su temor que si ellas manifiestan alguna crítica, puede ser terrible y pueden "herir" a otras personas. El creciente incremento de la impotencia en los hombres debido al movimiento de liberación de la mujer (ampliamente denunciado por el hombre y muy poco estudiado) desafortunadamente ha alimentado la idea de que es malo para la mujer poner su interés en primer lugar, ser asertiva y buscar diferentes tipos de estimulación, o ser sexualmente "egoísta" (es decir poniendo la atención en lo que produce placer a ella, mas bien que a su compañero). Si un hombre se siente inadecuado sexualmente o poco masculino debido a que una mujer es asertiva o le hace saber que no se encuentra satisfecha sexualmente, adquiere un problema de su ego. Nuestro problema es aprender a dejar de tomar responsabilidades emocionales sobre cualquiera excepto de nosotros mismos. Un buen mensaje de asertividad para darnos a nosotros mismos es: "Tengo derecho a expresar mis preferencias sexuales y emocionales y dar a conocer a mi compañero sexual cuando prefiero otro tipo de estimulación. Tengo derecho al orgasmo. Tengo derecho a no tener orgasmos, también". Derrotismo y miedo a fallar. "Me lleva mucho tiempo conseguir un orgasmo", se lamentaba Connie, "debe haber algo erróneo en mi". "Tengo miedo que si le cuento a Tom mis fantasías y las cosas que me acontecen, que le pueda parecer como algo estúpida, o estar confusa". "Creo que debería necesitar a mi amante tanto como él me necesita a mí". Mirar a uno críticamente, monitorizar el rendimiento sexual, preocuparse de si uno está haciendo demasiado o poco "ruido", o mantener el contador propio de orgasmos, son las maneras primordiales de inhibir el placer, de deprimirse uno mismo sobre su futuro sexual, y de crear finalmente profecías que se autocumplen. Algunos mensajes asertivos que pueden ayudar a contrarrestar la ansiedad son: "Mi actual disfunción sexual no determina mi valor como persona, no significa que deba permanecer con esos problemas para siempre. Tan pronto como pueda detener mi derrotismo, antes puedo empezar a concentrarme en suscitar sensaciones, y empezar a sentir y relacionarme con mi pareja, en lugar de con mi ombligo". Ira y hostilidad. Tanto o más como esas emociones pueden ser catárticas y justificadas en un momento determinado, realmente pueden provenir de otras clases de demandas. "¡Cómo puede él tratarme así! Es horroroso; No puedo seguir así", conducen a maldecir a los demás, airarles, o como un viejo castigo sustitutivo para impedir el sexo. Los resultados son casi siempre extremadamente pobres. La hostilidad y la ira tienden a generar incluso más ira, de acuerdo a las investigaciones psicológicas. Incluso conducen a recriminaciones y defensividad por parte de la otra persona, y cierra más que abre, las posibilidades de comunicación. Para reducir la ira se puede dar a uno mismo mensajes como: "No me gusta la pobre conducta de mi compañero, pero puedo soportarlo. Él no es un absoluto perdedor por comportarse miserablemente en ocasiones. Su negligencia o conducta brusca hacia mí, me resulta desagradable, pero ¿cómo puede hacerme esto, una persona indigna o sin valor? Aprender a ser asertivo significa hacer de forma directa y abierta, "autoafirmaciones" sobre tanto qué es lo que a ti no te gusta en forma de sugestiones constructivas sobre lo que si te gusta en su lugar. "Cuando vas a la cama, te quita el camisón, juega con cada teta durante 8 segundos, y después das sacudidas durante cinco minutos hasta que te viene, me siento frustrada. Me gustaría mucho si pudiéramos arreglárnoslas de alguna manera para tener suficiente tiempo para nosotros -digamos unos 15 minutos después de cenar- para intercambiar algunos sentimientos sobre los que estamos haciendo y sobre cada uno de nosotros. ¡También me gustaría mostrarle algunas saludables nuevas cosas que he aprendido sobre mi cuerpo y como puede ayudarme en la estimulación!". Despedir el diseño anticuado de sociedad y redefiniendo tu propia sexualidad Su próximo paso en el camino de la asertividad sexual esta relacionado con tomar contacto con su propia sexualidad. Muchas mujeres se bloquean al interesarse por cuestiones sexuales debido a que ellas nunca han aprendido mucho respecto a ellas mismas y lo que les gusta. Leer, y aprender cuestiones sobre la sexualidad femenina. Aprender que el auténtico órgano sexual no es la vagina, sino el clítoris: una pequeña maravilla, cuyo glande tiene más terminaciones nerviosas que el glande del pene. Aprender donde esta este maravillo juguete, y que tiene tres partes. Leer algunos excelentes libros escritos por mujeres que definen su propia sexualidad tales como El Informe Hite sobre Sexualidad Femenina, el libro de Lonnie Barbach Para ti misma, y el libro de Betty Dodson: Sexo para uno: El placer del amor hacia uno mismo. Hablar con otras mujeres. Sentarse durante varias horas con una amiga y discutir tu primera experiencia sexual o su introducción a la masturbación. Descubrir que no eres la única que ha tenido sentimientos sexuales hacia otras mujeres o que prefieres el cunilingus a casi cualquier otra actividad sexual y sentir que no tienes el derecho a preguntar por ello. Ser consciente del hecho de que las mujeres contra las que te estás midiendo (y por comparación te consideras con inadecuada sexualidad) también fingen el orgasmo tanto como para pensar que tienen una sexualidad inadecuada. Descubrir que tus experiencias sexuales y ansiedades son compartidas por otras que pueden ayudarte a librarte de algunos de tus viejos patrones de culpabilidad. Una participante en estos grupos, manifestaba: "Compartí mi experiencia con mi amiga y ella me reveló que su primera experiencia fue que fue víctima de su hermano adolescente y su amigo cuando tenía 11 años. Ella se dio cuenta que esto podría tener mucho que ver con sus problemas sexuales actuales. Yo nunca pensé que ella tenía algún problema sexual. Supongo que hay muchas de nosotras... y sus conocimientos que me hacen sentir mucho menos desesperanzada sobre mi misma." Reencontrarte con tu cuerpo (y tu misma). Una mujer no puede decir a su compañero que es lo que le gusta hasta que ella no sabe sobre sí misma y sus sentimientos y que merece conseguirlos. Tómate un largo baño perfumado y colócate en un lugar privado y confortable en el que te puedas relajar. Pon una agradable música y enciende unas velas; esas cosas que siempre has hecho por los demás pero raramente (si se ha hecho alguna vez) para ti misma. Empieza suavemente acariciándote tu cuerpo desnudo, y descubriendo las sensaciones a través de los dedos. Aprende la infinita variedad de sensaciones que puedes experimentar. Acaricia los pechos, tu cara, el lado interno de tus muslos. Placenteramente empieza a explorar la zona genital. Descubre que tus genitales son normales y funcionales - ¡no faltan partes, no tienes roto el clítoris!. Respecto a esta experiencia, una mujer dijo, riendo irónicamente: "Tenía dudas de encontrar mi clítoris. No estaba segura. Pregunté a mi marido y lo encontró rápidamente". Examinar tu cuerpo es una experiencia muy asertiva: estás tomando el control sobre ti misma y tu sexualidad. Pensar, antes de tener sexo con tu compañero ... - ¿Por qué hago lo que estoy haciendo? (¿para conseguir amor? ¿Orgasmo? ¿Amistad? ¿Paz y tranquilidad?) - ¿Cuales son mis derechos sexuales? ¿En qué medida dejo que sean violados? - ¿Para quien estoy teniendo un orgasmo? (¿Para mi amante? ¿Para mi compañero de cama? ¿Para mi ginecólogo?) - ¿Es un orgasmo algo que ocurre con mi cuerpo, o yo hago algo para crearlo? En lugar de preguntarte a ti misma la eterna cuestión, "¿Qué quiere mi compañero y que puedo hacer para complacerle?", pregúntate, "¿Qué quiero yo? ¿Qué es lo que más me gusta a mí?". Retrocediendo a tus dos últimos encuentros sexuales, intenta recordar cual fue el estilo y el desenlace, ¿quien la inició? ¿Quién la terminó? ¿Fue sexualmente satisfactoria? ¿Que te gustaría que fuera diferente?. Date cuenta que la pasividad y la dependencia no pueden ser superadas por una sociedad culpabilizadora o por los hombres, sino empezando a asumir responsabilidades por una misma, y siendo activa y participando asertivamente en tus experiencias sexuales. Áreas de Asertividad sexual La asertividad es una conducta que se aprende, una habilidad social. No se necesitan años de psicoanálisis para desarrollarla. Mientras el aprendizaje temprano, e incluso el abuso sexual infantil, puede habernos dejado con problemas en el despertar y funcionamiento sexual, podemos facultarnos y superar nuestros defectos. Pero esa reeducación necesita práctica. Las conductas precisas que necesitas cambiar, toma pequeños pasos cada vez. Es un camino que puedes empezar lentamente pero seguro para cambiar. Aunque muchas de las negativas reacciones extremas que las mujeres esperan de sus compañeros masculinos raramente suceden, es verdad que existen probables ciertas resistencias, y es importante estar preparadas para ellas. Algunos hombres piensan que las mujeres que asumen un papel activo en el sexo son "castradoras" o "agresivas". Tenga cuidado con tales individuos. Si estás casada con uno de ellos, puede ser una buena idea trabajar sobre tu asertividad sexual tanto como en la comunicación en general con el apoyo de un consejero. Otros hombres, al menos inicialmente, pueden sentir que su adecuación sexual esta siendo amenazada. Muchos después se dan cuenta que llegan a ser incluso mejores amantes (más sensuales, sensitivos) mientras se liberan de la necesidad de tener una perpetua erección. Iniciando el sexo y las relaciones. Al asertividad sexual comienza mucho antes de ir al dormitorio. Puedes incrementar la probabilidad de encontrar un compañero el cual le guste que seas capaz de estar deseosa de arriesgarte en iniciar una relación. Desecha el martirio de esperar a ser elegida y preséntate tu misma a alguien que parezca interesado en ti. Invita a ir a una fiesta a alguien que te gustaría volver a ver. Estar temerosa de verse como una perdedora o necesitada si uno se acerca a un hombre es una lastre del que nos podemos desembarazar solo si empezamos a tomar riesgos y recibir el correspondiente feedback. Siendo una quien elige en lugar de alguien que espera ser elegida es un gran paso para tomar control de nuestra vida. En una relación moderna, en vez de sentirse herida o sexualmente frustrada porque su compañero no se acerca a ti, haz tú el primer movimiento. Siempre es posible trabajar para encontrar interés en nuevas cosas para estimular a tu compañero. Intenta algo que nunca hayas hecho antes. Sorpréndele con un inesperado suave masaje de aceite en sus pecho, brazos, pies, genitales. Lame todo su cuerpo, de arriba a abajo. Intentando esta clase de comportamiento - especialmente en una relación de muchos años, donde la excitación sexual ha ido decayendo- puede ser un incentivo para él para trabajar en busca de nuevas formas de darte placer a ti. Inicia una conversación sobre la relación emocional o sexual en lugar de esperar de mal humor durante las próximas seis semanas a que él abra la boca. Un miembro del grupo rememoraba la primera experiencia en que espero a que la otra persona hiciera el primer movimiento. "Cuando jugábamos a los doctores, les dejaba que miraran y tocaran; pero yo nunca miraba o tocaba". Liberación significa desechar de nosotras mismas esa clase comportamientos tan arraigados de pasividad y roles femeninos dependientes. de Aprender a decir "no" al sexo. Un aspecto muy importante para ser sexualmente asertivo es darse a uno permiso para ser no-sexual cuando es lo que se desea. En lugar de racionalizar tu conducta ante un encuentro sexual, mejor directamente decir que no quieres realmente tenerlo, aprender a rehusar el sexo cuando uno no esta interesado en tenerlo con alguien. Si estas en una incipiente relación, aprende a decir que no cuando estas cansado o realmente no tienes humor sin sentirte culpable. Aprende a decir que no a actividades sexuales que encuentras incómodas físicamente (p. e. 15 minutos de felación; estar atada a la cama); o tener sexo sin usar condón con un compañero potencialmente insano. Practica para aprender a decir no a solicitantes por teléfono, vendedores de libros, y otras personas en tu vida; ello tenderá a generalizarse en el más difícil campo del amor-sexo. Favorece el retozo, los abrazos, la sensualidad y otras lindezas. Signos de alivio se suceden entre las mujeres en nuestros grupos cuando descubren que miles de mujeres prefieren, la mayoría de las veces, tener más retozos u otras formas de afectos de sus compañeros que 45 minutos de vigoroso coito y seis orgasmos. Todavía muchas mujeres sienten que una vez que ellas están en la cama y sin ropa, no tienen esa oportunidad. No pocas experiencias para perpetuar esta creencia es el mito "blueball" que alega que si no tienes un coito con un hombre que tiene una erección, puede éste desarrollar un muy penoso problema médico. ¿Nunca has oído hablar de estos y otros mitos? ¿Incluso sobre la masturbación? - otra enloquecedora doble moral. Favorecer la sensualidad, el afecto o los abrazos - como fines en sí mismos, mas que como algo que tiene que tender a..- no es patológico. Es correcto decir no ante una erección. Asumir la responsabilidad de tu propio orgasmo Nosotros cometemos el desafortunado error de asumir que nuestro compañero, si realmente quiere descubrirá lo que sexualmente nos agrada; como si fuera un rey Midas que todo lo que toca lo convierte en oro. Nadie nos da los orgasmos, como apunta Lonnei Barbach, y no es necesario que tu compañero sea el que inicie el camino para conducirnos hacia ellos. ¿Consigues el tipo de estimulación que quieres? ¿Preguntas para ello? ¿Te estimulas a ti misma, usas fantasías y otros afrodisíacos mentales para conseguir autoestimularte?. Los orgasmos no son necesariamente el objetivo último del sexo; no deberían existir para probarte a ti o a tu compañero. Un orgasmo no es el único criterio aceptable para una "exitosa" relación sexual. La gente puede perfectamente vivir saludable y feliz sin orgasmos - o para el caso, incluso sin tener actividad sexual con un compañero. Pero si genuinamente quieres mas y mejores orgasmos para tu propio placer, aquí van algunos buenos trucos: 1.- Aprende cuales son tus "disparadores", tomando tiempo para la estimulación propia y la masturbación. El excelente libro de Lonnie Barbach, Para ti mismo, es una magnifica guía si eres algo retraída en este aspecto. 2.- Acepta el hecho de que tu compañero no es un adivino. Comunica verbal y no verbalmente la clase de cosas que te gusta que hagan: "Mas por aquí" "¡Me gusta eso!" "¿Puedes acariciarme más de esta manera?". Desecha el mito del sexo espontáneo, y la superstición de que si hablas de sexo, no puedes disfrutarlo. No te permitas perder la estimulación por la protesta de tu compañero de necesitar demasiado "calentamiento". Si tienes cariño por una persona, no te sientas como si estas practicando un partido de fútbol o haciendo una campaña militar. Mary Ann nos cuenta que las cosas catastróficas que ella temía que pasaran si era asertiva con su amante, no ocurrieron. "Él estaba encantado de tenerme que explicar lo que le gustaba, en lugar de tener que intentar adivinarlo; y siempre conseguía estimularse con la conversación sexual - ello agrega mucho erotismo y libertad y mejora nuestra comunicación en otras áreas, también". Procura guiar la mano de tu compañero. Enséñale como te masturbas. Intenta nuevas posiciones, más que simplemente permitirte estar en ellas. (Estar en posición superior puede ser una buena situación para las mujeres, ya que los movimientos activos de cadera son más placenteros para producir una buena estimulación sexual que los de participación pasiva). 3.- No permitas que se te disparen los "botones" de la culpa. Aprende tus combinaciones de estimulación óptimas: manual/oral/ del pene/ o del vibrador que puedan ayudarte a conseguir el orgasmo, después ponlas en práctica. Si tu compañero normalmente prefiere el coito, y eres una de las aproximadamente 70% de mujeres que no alcanza nunca el climax a través del coito solo, no le permitas que te haga sentir culpable con "No entiendo que te pasa: mi ex-mujer siempre tenía orgasmos vaginales". Dale un curso sobre sexualidad femenina; no te disculpes por necesitar algo "inusual" como una estimulación clitoridiana. O, como el ex consejero de la Universidad de California, Leah Pott, señala: "Si quieres hacer conmigo música bonita, tienes que aprender mi canción". "No tiene mucho sentido,", escribe la psicóloga Lonnie Barbach, "justificar la necesidad de una estimulación directa en el órgano sexual femenino, el clítoris, como no se justifica la necesidad de estimulación directa del órgano sexual masculino, el pene, para alcanzar un orgasmo". El juego anticipatorio - lo cual para una gran cantidad de mujeres es de hecho el Acto Principal - es una palabra que haríamos bien en eliminar de nuestro lenguaje. Si algo se pudiera hacer para disfrutar del juego anticipatorio (o posterior), ¡eso es la estimulación vaginal o el coito! 4. - Dejar de ocultar el propio cuerpo por imperfecciones reales o imaginarias. Componer las sábanas diestramente para camuflar sus gordos muslos no sirve para desengañarse de la idea de que su amante te abandonará o te dejará cuando vea que no te pareces a Miss América. 5. - Elige gente con la que quieras relacionarte y también la manera en que quieres relacionarte. Escoge gente con la que puedas comunicarte, experimentar, que no te desprecie. 6.- Se paciente - especialmente contigo misma. Ser asertivo no significa conseguir resultados al instante. Vigila el sentenciador crítico de tu cabeza que te advierte: "Estoy yendo demasiado lejos; se debe estar cansando de mí. Me va a rechazar cuando se de cuenta de lo poco sexy que soy". "Estoy haciendo demasiado <ruido>". "Estoy haciendo demasiado poco <ruido>". "Le he dicho dos veces como me gustaría llevarme con él y todavía no se da por enterado; no me debe de querer". Cambie estos pensamientos por otros que pongan atención a las buenas sensaciones, debatiendo lo terrible de la posibilidad de ser rechazada, o en la idea de que el sexo tiene que ser un camino perfecto y para siempre. 7.- Recuerda devolver refuerzo positivo -eso también es asertividad. Compartir la responsabilidad del control de natalidad Las mujeres tienden a sumir toda la carga de la contracepción, olvidando que aunque llevar un condón puede no ser lo más idóneo, pasar una misma al baño a ponerse un diafragma, no es tampoco lo acordado. Aprendiendo sobre tu cuerpo leyendo referencias prácticas, no sexistas como Nuestros cuerpos, nuestras vidas, puedes sentirte más liberada para disfrutar sin miedo al embarazo. Si tu compañero pone obstáculos en compartir algunos de los inconvenientes y dice "Es como tomar una ducha con gabardina", respóndele, como aconseja el Dr. Sol Gordon, con "¡'Eh!, ¡ninguno de mis anteriores amantes tuvo ese problema!". Aprende otras maneras de tomar el control sobre tu salud y tu cuerpo; un paso importante en esta dirección es ser más asertiva con tu ginecólogo. Conclusión Ser más asertiva sexualmente no significa tener que ser más agresiva, en el estilo del macho masculino. No significa que las mujeres deban ser "bravas", "anotarse puntos", o ir solo en pos de su propio placer. Igualdad sexual en la cama refleja una voluntad y habilidad general para tener mutuo cariño, intimidad, relaciones honestas; para ser responsable de uno mismo, sin dejar de ser sensible a las necesidades de tu compañero. Ser asertivo y expresivo significa ser emocional, física e intelectualmente liberado y vital. El sexo puede ser una importante y placentera manera de expresar esa vitalidad. Janet L. Wolfe, Doctora en Filosofía es Directora Ejecutiva del Instituto de Terapia Racional Emotiva de Nueva York, donde realiza terapia individual y de parejas y también terapia grupal. Es autora de What to do when he has a headache; renewing desire and intimacy in your relationship (¿Qué hacer cuando él tiene dolor de cabeza?; renueve el deseo y la intimidad en su relación). (Penguin,1993).