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JORNADAS SOBRE GASTRÓNOMOS ILUSTRES EN EL UMAI ORIGINAL COCINA CENTROEUROEPA EN EL REFUGIO ALPINO LAS GARNACHAS ECCE HOMO, A LA CONQUISTA DEL MUNDO Suplemento de gastronomía // Sábado, 6 de octubre de 2012 // Semana 135 // Heraldo de Aragón con MUCHO GUSTO UNA CARNE TIERNA, JUGOSA Y SALUDABLE QUE COMO MEJOR SE APRECIA ES SIMPLEMENTE ASADA AL HORNO, CON PATATAS PANADERA Cabrito ALMOZARA FOTOGRAFÍA 2 cMG Heraldo de Aragón Cabrito Otoño. Es una de las carnes más jugosas que se pueden asar en el horno y lo mejor es disfrutarla tal como es, sin demasiados mejunjes que enmascaren sus características: con solo un poco de sal, aceite de oliva, ajo y vino blanco. Con las partes menos nobles se pueden hacer otros platos. JOSÉ LUIS SOLANILLA UNA CARNE TIERNA Y MUY JUGOSA E l cabrito es una carne muy apreciada por los amantes de la buena gastronomía, con la que se elaboran platos verdaderamente exquisitos. En Zaragoza, y por extensión en todo Aragón, si hay un establecimiento en el que este producto se venera y se cocina como se merece, ese es La Bodega de Chema. Su tradicional cabrito asado al horno con patatas pochadas y servido en tarteras de barro ha hecho y sigue haciendo las delicias de los clientes que, desde el año 1972, se han sentado a las mesas de esta casa a disfrutar con esta especialidad. Para evitar confusiones y malentendidos, el chef del restaurante, Carlos Ceperuelo, recuerda que en este establecimiento se sirve siempre cabrito lechal, procedente de ejemplares caprinos (capa de pelo, que no tiene nada que ver con el cordero), y que han sido alimentados exclusivamente con leche materna durante unos cuarenta días, como mucho. Por ello, su carne tiene un sabor muy particular, con una textura muy tierna y jugosa. «Es menos grasa que la del cordero lechal (hijo de la oveja) y además es una grasa muy fácil de eliminar antes de cocinarla. Al ser pues un producto con pocas gra- sas saturadas, bajo en colesterol y en calorías, y por su estimable aporte en vitaminas, es una carne muy saludable. Como el sodio está más concentrado que en otras carnes, la del cabrito es la más sabrosa y por eso es tan rica cuando se cocina al horno, con todos sus jugos», comenta el chef. Los cabritos los compran directamente a un matadero de Ciudad Real, donde se sacrifican animales procedentes de todo el territorio nacional. Es una pieza difícil de conseguir porque gran parte de la leche caprina que se produce en España se destina a la elaboración de quesos, por lo que los cabritos se destetan pronto y pasan a alimentarse con piensos. «Nosotros solo utilizamos los que únicamente se han alimentado de leche. Son fáciles de distinguir porque el aspecto externo de la carne es amarillento y cuando ya han comido hierba es más rosáceo», señala el chef. Cada canal pesa entre 4,5 y 5 kilogramos. CÓMO DISTINGUIRLO DEL CORDERO. Otra cuestión espinosa para los profanos en la materia es distinguir la carne en canal de un cabrito de la de un cordero lechal. Si lleva la cabeza, la distinción es clara porque el cabrito lleva dos cuernos pequeños. Pero cuando Carlos Ceperuelo muestra el típico cabrito asado al horno que hacen en La Bodega de Chema. ALMOZARA vienen sin cabeza, como es el caso en este restaurante, hay que conocer algunos detalles, como que la carne de la pierna es más tersa y el rabo mucho más corto que el del cordero. Si la pieza en canal viene de origen sin rabo, es un signo que induce a la desconfianza. En cualquier caso, los profesionales de la cocina no tienen mayores problemas para distinguir el asado del cabrito del de cordero, simplemente por el olor que desprende al abrir el horno. El plato típico y más conocido de La Bodega de Chema es precisamente el cabrito asado al horno. Su elaboración es bien sencilla. Primero, se confitan unas patatas cortadas en panadera en una olla, totalmente cubiertas de aceite de oliva, y se cuecen a fuego lento durante unos cuarenta minutos. Se pone la pieza de cabrito en una bandeja al horno, previamente salado y aceitado, durante una hora y media a unos 150 grados centígados. Pasado ese tiempo, se refresca generosamente el cabrito con buen vino blanco y se tiene una hora más al horno. Al final, se emplata en una tartera de barro sobre un lecho de patatas, se añade un poco de jugo del propio cabrito y se pone la tartera otra vez a horno un poco más fuerte durante unos diez minutos para que quede bien crujiente la parte de la piel. Con las partes menos nobles del cabrito y con algunas piezas que llegan con exceso de peso, en La Bodega de Chema preparan otros platos muy suculentos que mantienen todas las cualidades organolépticas de esta rica carne. Por ejemplo, unas hamburguesas sabrosas y originales o el costillar o la pierna rellenos. Con el hígado del animal hacen paté y los riñones los sirven fritos con ajo. Con los sesos se pueden hacer buñuelos y cremas. Para asegurarse la opción de comer cabrito asado en La Bodega de Chema, lo mejor es reservar con antelación. Si no ha sido el caso y se ha agotado el asado, se puede optar por las costillas de cabrito frito con ajo. Además, aunque en este establecimiento no suelen elaborarlo guisado, el cabrito tiene las mismas prestaciones que el cordero lechal o el ternasco en la cazuela: se puede preparar un guiso a la jardinera, con verduras, o también a la cazadora, con hierbas aromáticas, ajo, vino blanco y vinagre. La carne de caprino es rica en hierro (encargado de transportar el oxígeno hasta las células) de buena absorción, el cual le confiere cierta tonalidad oscura. El zinc, que ejerce una importante acción antioxidante, también es otro mineral que destaca sobre el resto de las carnes (después de la pierna de cordero). Fósforo, potasio y magnesio están presentes en cantidades elevadas, aunque de forma similar a otras carnes. La de cabrito es, después de la de vacuno, la carne que más sodio concentra, lo que contribuye a su sabor, más marcado respecto al resto de carnes. cMG 3 Sábado 6 de octubre de 2012 Restaurante La Bodega de Chema. Receta de Carlos Ceperuelo. Ejemplares de cabrito en canal recién llegados a la cocina del restaurante. ALMOZARA FOTOGRAFÍA DE LOS PRIMEROS DOMESTICADOS La cabra, al igual que la oveja, pertenecen a la rama ‘ovicáprida’ de la familia de los rumiantes. La ‘capra hircus’ desciende de un habitante de las montañas y regiones semidesérticas de Asia central y probablemente fue el primer animal que se domesticó, después del perro, hace unos 11.000 años. Es el más resistente de los animales lecheros euroasiáticos y como casi cualquier tipo de vegetación, incluyendo monte bajo leñoso. Por ser omnívoro y por su abundante producción de leche de un sabor muy característico –la mayor de todos los animales lecheros en relación con su peso corporal– la han convertido en un versátil animal para leche y carne en las zonas agrícolas. Un plato que está presente en varios menús El restaurante La Bodega de Chema (Latassa, 34, teléfono 976 555 014) ofrece desde hace unos días a sus clientes un nuevo menú basado en el producto estrella de su cocina: el cabrito. Se sirve por 30 euros, precio final, incluido impuestos. Se abre con una degustación de aceites aragoneses y un aperitivo de bienvenida. A continuación, se sirve una ensalada templada de setas frescas con lechugas variadas y espuma de foie. El siguiente pase es un huevo pochado con zócalo de pisto con gamba y aceite trufado. Viene a continuación el plato más típico de cuantos se sirven en esta casa, el cabrito asado al horno con patatas al estilo tradicional, y se termina el ágape con el postre: un helado de vainilla con espuma de toffe y sirope de café. Se incluye el agua, el pan, el café y el vino, un Mesache tinto syrah-parraleta 2010, de Bodegas Pirineos (D. O. Somontano). La Bodega de Chema, que ha remodelado y ampliado sus instalaciones el pasado verano, ofrece además su habitual menú especial por 36 euros, con aperitivo, tres entrantes y un segundo plato a elegir entre cuatro alternativas: cabrito asado, o lubina, o cochinillo o carrillera de ternera, además de postre y bodega. Por las noches, se sirve también el menú maridado del cava, con platos muy atractivos, todo por 25 euros. El cabrito está también en el menú confeccionado especialmente para el día del Pilar, que se sirve por 45 euros, todo incluido. COSTILLAR DE CABRITO RELLENO DE BOLETUS Y FOIE Ingredientes para 4 personas: 1 costillar de cabrito 250 gramos de foie 250 gramos de boletus 2 patatas un puñadito de pan rallado pimentón de la Vera sal y pimienta Preparación: Deshuesar con cuidado el costillar del cabrito y limpiar bien los huesos, que reservaremos para utilizarlos posteriormente. 1 2 Mezclar muy bien en un bol el foie en crudo con los boletus picados en dados pequeños, con un puñadito de pan rallado y con una cucharada de tamaño de café de pimentón de la Vera. 3 4 Salpimentar el costillar por los dos lados y rellenar con la mezcla preparada anteriormente. Enrollar el costillar y bridar el conjunto con un cordel fino. Después, meterlo al horno sobre una cama de patatas, que previamente habremos pelado y cortado en panadera, a 165 grados centígrados durante unos 45 minutos, hasta que veamos que está bien cocido. 5 Enfriar el redondo, cortarlo en piezas del tamaño de una ración y clavar en la carne los huesos limpios para darle apariencia al plato. 6 Para emplatar, hay que disponer la patata en el fondo del plato, colocar después el medallón de cabrito encima y bañar generosamente con su jugo desde la parte superior. 7 Antes de sacar el plato a la mesa, se puede adornar con hierbas aromáticas algusto del comensal. Por ejempo, le van muy bien los aromas y los sabores del tomillo, el romero y el cebollino, aunque se pueden añadir las que queramos. Gracias a todos por vuestra acogida Todo el equipo que formamos parte de la plantilla de El Portal del Jamón queremos dar las gracias a nuestros clientes y amigos por la acogida que nos habéis dispensado tras la apertura de nuestro establecimiento, en la plaza San Pedro Nolasco, 1. Allí tenéis vuestra casa.