Boletín Nº 112pub.pub - Fraternidades Laicales Dominicanas de

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Boletín Nº 112pub.pub - Fraternidades Laicales Dominicanas de
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DÍA 18 DE ENERO
TERCER DOMINGO
FIESTA DE COMPAÑEROS
La fraternidad de San
Pablo Apóstol de Palencia, el día 18 de enero
celebró la fiesta de compañeros, que consiste en
sortear por medio de un
número adjudicado a cada hermano, de emparejarles de dos en dos, para
que uno y otro oren y
pidan entre sí, hasta el
próximo enero del 2016.
Se repartieron dulces y
regalos como es tradición y costumbre. Pero
lo hermoso del día tan
señalado, fue el responder a la convocatoria que hizo la Hermana Presidenta, del kilo solidario.
Se reunieron 40 kilos de alimentos no perecederos, que podéis ver sobre la
mesa, y que se donaron al banco de alimentos de Palencia.
En las fotos, algunos/as de los hermanos asistentes que quisieron posar junto al Padre Asesor y a la hermana Presidenta.
Aprovechando estas líneas, la hermana Presidenta os agradece inmensamente a quienes habéis colaborado en este gesto humanitario y solidario,
ante las apremiantes necesidades de tanta gente necesitada, por lo que os da
las gracias, al tiempo que os anima a seguir en esta línea con frecuencia, y
a partir de ahora como primera misión apostólica de esta fraternidad, por lo
que de manera trimestral emprenderemos una acción solidaria.
BOLETÍN DE FORMACIÓN
DOMINICOS SEGLARES
(ORDEN DE PREDICADORES)
FRATERNIDAD DE SAN PABLO APÓSTOL
PALENCIA
FEBRERO—2015
Nº 112
RINCON ORANTE
En este mes de febrero del Año dedicado, por el Papa Francisco, a la Vida Consagrada, aquí desde “Rincón orante”, queremos compartir lo que el Santo Padre ha
dicho también a los Laicos con motivo de este Año de gracia.
“Con esta carta me dirijo, además de a las personas consagradas, a los laicos que
comparten con ellas ideales, espíritu y misión. Algunos Institutos religiosos tienen
una larga tradición en este sentido, otros tienen una experiencia más reciente. En
efecto, alrededor de cada familia religiosa, y también de las Sociedades de vida
apostólica y de los mismos Institutos seculares, existe una familia más grande, la
«familia carismática», que comprende varios Institutos que se reconocen en el
mismo carisma, y sobre todo cristianos laicos que se sienten llamados, precisamente en su condición laical, a participar en el mismo espíritu carismático.
También os animo a vosotros, fieles laicos, a vivir este Año de la Vida Consagrada como una gracia que os puede hacer más conscientes del don recibido. Celebradlo con toda la «familia» para crecer y responder a las llamadas del Espíritu en
la sociedad actual. En algunas ocasiones, cuando los consagrados de diversos Institutos se reúnan entre ellos este Año, procurad estar presentes también vosotros,
como expresión del único don de Dios, con el fin de conocer las experiencias de
otras familias carismáticas, de los otros grupos laicos y enriqueceros y ayudaros
recíprocamente.
El Año de la Vida Consagrada no sólo afecta a las
personas consagradas, sino a toda la Iglesia. Me
dirijo, pues, a todo el pueblo cristiano, para que
tome conciencia cada vez más del don de tantos
consagrados y consagradas, herederos de grandes
santos que han fraguado la historia del cristianismo. ¿Qué sería la Iglesia sin san Benito y san Basilio, san Agustín y san Bernardo, san Francisco y
santo Domingo, sin san Ignacio de Loyola y santa Teresa de Ávila, santa Ángela
Merici y san Vicente de Paúl? La lista sería casi infinita, hasta san Juan Bosco, la
beata Teresa de Calcuta. El beato Pablo VI decía: «Sin este signo concreto, la caridad que anima la Iglesia entera correría el riesgo de enfriarse, la paradoja salvífica
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del Evangelio de perder garra, la “sal” de la fe de disolverse en un mundo de secularización» (Evangelica testificatio, 3).
Invito por tanto a todas las comunidades cristianas a vivir este Año, ante todo dando gracias al Señor y haciendo memoria reconocida de los dones recibidos, y que
todavía recibimos, a través de la santidad de los fundadores y fundadoras, y de la
fidelidad de tantos consagrados al propio carisma. Invito a todos a unirse en torno a las personas consagradas, a alegrarse con ellas, a compartir sus dificultades, a
colaborar con ellas en la medida de lo posible, para la realización de su ministerio
y sus obras, que son también las de toda la Iglesia. Hacedles sentir el afecto y el
calor de todo el pueblo cristiano.
Bendigo al Señor por la feliz coincidencia del Año de la Vida Consagrada con el
Sínodo sobre la familia. Familia y vida consagrada son vocaciones portadoras de
riqueza y gracia para todos, ámbitos de humanización en la construcción de relaciones vitales, lugares de evangelización. Se pueden ayudar unos a otros.” (Papa
Francisco).
Monasterio Sancti Spiritus. TORO. Zamora
REFLEXIÓN PARA LOS ENFERMOS
Por la enfermedad a la eternidad
Es doctrina segura, amigos enfermos, que “si padecéis con El, también
con El viviréis... que si sufrís con el, con el reinareis” (II Tim. 2, 1112).
El sufrimiento que fue impuesto al hombre como castigo, lo ha transformado Dios, en medio certero para conseguir la vida eterna.
“Dios se complace en probar con la enfermedad y el dolor, a las predestinados para la vida eterna” (San Francisco de Sales).
“Si alguna cosa fuere mejor y más útil para la salvación de los hombres que el
padecer, Cristo lo hubiera declarado con su doctrina y con su ejemplo” (Kempis).
“La Providencia conduce al cielo, por el camino del sufrimiento, a una
multitud de personas que se perderían siguiendo otra dirección” (Alonso Rodríguez).
“Padecer en esta vida para descansar eternamente en la otra, es gran fortuna” (San Agustín).
trabajar por la conversión de los moros. Con este objeto, consiguió que santo
Tomás de Aquino escribiera su «Summa contra Gentes», y obtuvo que se enseñara el árabe y el hebreo en varios conventos de su orden. También fundó un convento en Túnez y otro en Murcia.
Durante un viaje a Mallorca, acompañando al Rey Jaime I. El soberano, que era
muy libre en asuntos de mujeres, había prometido enmendarse, pero no había
cumplido su promesa. En vista de ello, Raimundo le pidió licencia para partir a
Barcelona; el rey no sólo se la negó, sino que amenazó de muerte a quien se atreviera a sacar al santo de la isla. Lleno de confianza en Dios, Raimundo dijo a su
compañero: «Los reyes de la tierra pueden impedirnos la huida, pero el Rey del
cielo nos dará los medios para ello». Acto seguido se dirigió al mar, extendió su
túnica sobre las olas, ató un extremo de ella a un palo para que sirviera de vela y,
haciendo la señal de la cruz, montó sin temor en la barca improvisada, dejando a
su compañero temblando en la playa. La milagrosa barca hizo en seis horas el trayecto hasta Barcelona, que dista sesenta leguas de Mallorca. Las gentes que vieron llegar al santo en esa extraña embarcación, le recibieron con aclamaciones.
Sin inmutarse por ello, Raimundo recogió su túnica, que estaba perfectamente seca, se la echó sobre los hombros y se dirigió a su CONVENTO. Los reyes Alfonso de Castilla y Jaime de Aragón visitaron a san Raimundo durante su última enfermedad y recibieron su bendición. El santo entregó su alma a Dios el 6 de enero
de 1275, a los cien años de edad. Los dos reyes con sus familias asistieron a sus
funerales, y Dios honró su tumba con milagros.
Es el Santo Patrón de los Juristas, de los Canonistas, de los Abogados y de los colegios de Abogados.
DOMINGO DÍA 22 DE ENERO
MISA EN LA TRAPA
SALIDA A LAS 10 HORAS DE LA MAÑANA DESDE LA PLAZA DE LEÓN
PRECIO POR PERSONA 5€
Inscribirse hasta el día 18 tercer domingo o
llamar a los teléfono:
979-750471—676843904
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ocasiones, cuando los consagrados de varios institutos de la familia se reúnan entre si durante este año, intentad estar presente vosotros también como expresión del único don de
Dios, con el fin de
Conocer las experiencias de las demás ramas de la familia y de los demás grupos seglares
para conocernos y apoyarnos mutuamente.
Fray. Argimiro
Cid
—————————————————————————————————ACCION DE GRACIAS
Gracias Padre, porque nos has enseñado a querer a todos, buenos y malos. Porque
así es como tú haces salir el sol para todos.
Gracias porque nos enseñaste a luchar contra el mal, pero contra las personas aunque sean malas.
Gracias porque nos enseñas a perdonar y esperar con paciencia, porque también
GRANDES PERSONAJES DOMINICOS
FRAY. FRANCISCO COELLO DE PORTUGAL Y ACUÑA
Fr. Francisco nació en Jaén en 1926. Empezó sus estudios de arquitectura en la
Escuela Superior de Arquitectura de Barcelona y los terminó en la de Madrid en
1953. En 1954 comienza a trabajar para la Oficina de Regiones Devastadas, en
Córdoba; estando allí siente la vocación religiosa e ingresa en los Dominicos. Su
ingreso en la Orden de Predicadores fue su "segundo nacimiento".
Cuando en 1954 entra en el noviciado de los Dominicos en Palencia, es muy consciente de que esta decisión de hacerse dominico le supone abandonar su carrera de
arquitecto, recién concluida en 1953. Fue una casualidad, una circunstancia en la
que los creyentes vemos el dedo de Dios, la que llevó al joven dominico, estudiante
de Filosofía en las Caldas de Besaya y después de Teología en Salamanca (donde
obtuvo la licenciatura) a consagrarse de lleno a su vocación primera. En 1955, un
año después de su ingreso en la Orden, el Provincial Padre Aniceto Fernández, le
pide que se haga cargo del proyecto de un seminario menor y convento para los Dominicos en la Virgen del Camino, en León, en el que trabajará hasta 1961. Esta
obra lo consagró como arquitecto, y sigue siendo algo emblemático en el conjunto
de sus múltiples realizaciones. Una obra que renovaba por completo el panorama de
arquitectura religiosa del momento, y que suscitó una polémica nacional, singularmente la fachada del santuario.
Se fusionaban así «su vocación arquitectónica y la religiosa en el servicio a la
predicación, con la misión de construir obras de arte que hablen de Dios y espacios
dignos en los que resuene la Palabra que anuncia la presencia de Dios entre nosotros», como recordaba fray. Javier Carballo, Prior Provincial de la Provincia de España.
Tras esta primera obra será ordenado sacerdote en la capilla del convento de León
que él mismo construyó. Inmediatamente después comienza a ejercer su profesión
de arquitecto. En 1964 abre un estudio de arquitectura en el convento de Sto.
Domingo el Real (Madrid).
El P. Coello a lo largo de su larga vida realizó unos 300 proyectos. Su obra realizada tanto en tierras peninsulares como insulares, Asia África y América comprende santuarios, monasterios, iglesias, centros sociales, colegios mayores,
centros parroquiales, capillas, oratorios e incluso una catedral (TaipeiTaiwán); sus creaciones fueron siempre exigentes y cuidadosas, haciendo de la
arquitectura una actividad trascendente que desea llevar su eficacia y belleza al
corazón de los hombres.
En sus últimos años de vida llegaron los reconocimientos. En 1994 recibió la
Medalla de Honor de la Real Academia de Bellas Artes. En 2007 la Academia
de Doctores le asignó la medalla nº 59, adscrita a la sección de Arquitectura y Bellas Artes, en la que entró con una lección sobre "las fachadas dominicanas de
Castilla y León", y los Colegios de Arquitectos del Noroeste de España le dieron
en 2008 el Premio Arqano. En 2001 se publicaba un monográfico de su obra titulado Fray Coello de Portugal, dominico y arquitecto editada y publicada por la
Fundación Antonio Camuñas y la Provincia de España de los frailes dominicos.
El P. Coello es considerado uno de los nombres más significativos de la arquitectura religiosa contemporánea en España, porque renovó la arquitectura religiosa
tan profundamente significativa en todos los tiempos y en todas las culturas. Como afirmó fray. Javier Carballo.
El 16 de agosto de 2014 fallecía en Madrid, a los 87 años de edad
MAESTROS DE LA ORDEN DE PREDICADORES
SAN RAIMUNDO DE PEÑAFORT
TERCER MAESTRO DE LA ORDEN
Raimundo nace en 1175, en Santa Margarita y Monjós, comarca del Alto Penedés, cerca de Barcelona, hijo del señor del Castillo de Peñafort, y de su esposa
Sara. A los veinte años era ya profesor de filosofía en Barcelona, su enseñanza
era gratuita.
Hacia los treinta años, Raimundo fue a Bolonia a perfeccionarse en derecho civil
y canónico. Allí se doctoró y se entregó a la enseñanza con el mismo desinterés y
caridad que en su país.
En 1219, Berengario, obispo de Barcelona, nombró a Raimundo archidiácono y
«oficial» suyo. Por su celo, devoción y generosidad con los pobres, Raimundo era
un ejemplo para el clero. En 1222, a los cuarenta y siete años de edad, tomó el
hábito de Santo Domingo, ocho meses después de la muerte del santo fundador.
Ninguno de los jóvenes novicios se mostraba más humilde, obediente y fervoroso
que él. Raimundo rogó a sus superiores que le impusieran severas penitencias para expiar la complacencia con que había enseñado. Sus superiores le señalaron,
una pena, la de escribir una colección de casos de conciencia para uso de los confesores y moralistas. Tal fue el origen de la «Summa de casibus paenitentialibus»,
la primera obra del género.
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A la vida de retiro, Raimundo añadió las labores del apostolado, trabajando incesantemente en la predicación, la instrucción, las confesiones y la conversión de los
herejes, de los judíos y de los moros.
El papa Gregorio IX llamó a Raimundo a Roma, en 1230, y le confió varios cargos, entre otros, el de confesor penetenciario del Papa. En ese puesto Raimundo
impuso al Papa la penitencia de oír y despachar inmediatamente todas las peticiones de los pobres. El Papa ordenó al santo que reuniese todos los documentos dispersos de los papas y de los concilios que no se encontrasen ya en la colección que
Graciano había hecho en 1150. Raimundo empleó tres años en esta tarea, y el mismo Papa confirmó en 1234 sus cinco libros de «Decretales». Hasta la publicación
del primer Codex Juris Canonici (Código de Derecho Canónico), la compilación
de san Raimundo era considerada como la mejor colección de derecho canónico, y
los canonistas la usaban ordinariamente como texto de sus comentarios. En 1235,
el Papa nombró a san Raimundo Arzobispo de Tarragona. Las súplicas y lágrimas
del santo no consiguieron que el Papa le evitara este nombramiento, pero el Santo
contrajo una grave enfermedad, y el Papa consintió finalmente en librarle del cargo.
Para rehacerse de su enfermedad, san
Raimundo volvió a su tierra natal, donde
fue recibido con un gran gozo. En su
amado retiro de Barcelona, Raimundo se
entregó de nuevo a la contemplación, a la
predicación, y a oír confesiones. Tanto la
Santa Sede como el rey confiaron frecuentemente a Raimundo importantes
trabajos. En 1238, llegaron a Barcelona
los diputados del Capítulo General de la
orden de Santo Domingo, que había tenido lugar en Bolonia, para anunciar a Raimundo que había sido elegido Maestro de la Orden de Predicadores, como sucesor
de Jordán de Sajonia. Raimundo lloró y suplicó, pero al fin, tuvo que aceptar el
cargo por obediencia. Visitó a pie todas las casas de su orden, sin disminuir un
punto sus austeridades y sus prácticas religiosas. Inculcó a sus hijos el amor de la
regularidad, de la soledad, de los estudios y de los ministerios espirituales, e hizo
una clara síntesis de las constituciones de su orden, anotando los pasajes dudosos.
Tres capítulos generales aprobaron el nuevo código. En uno de dichos capítulos,
tenido en París en 1239, Raimundo obtuvo que se aprobara la medida de aceptar la
dimisión voluntaria de un Superior, cuando ésta se fundara en razones justas. Al
año siguiente, aprovechó esta medida en su favor, renunciando al cargo de Maestro de la Orden, que sólo había ejercido durante dos años. La razón que dio fue que
tenía ya sesenta y cinco años de edad. Pero la vida de san Raimundo debía durar
todavía treinta y cuatro años más. El santo los empleó en oponerse a la herejía y en
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“Por muchas tribulaciones, nos es preciso entrar en el reino de
Dios” (Act. 14, 22).
“Por la momentánea y ligera tribulación, nos prepara un peso eterno de
gloria incalculable” (II Cor. 4, 17).
Habéis sido destinados, enfermos, a “ver y gozar de Dios eternamente”. Y
vuestro momentáneo sufrir es la llave que está abriendo esa eternidad feliz. Por tanto, si la enfermedad os ayuda a salvaros: ¡Dichoso sufrimiento
que tanta gloria os va a proporcionar!
No olvidéis nunca en vuestras meditaciones que el camino del sufrimiento
no termina en el Calvario, sino en la gloria: “¿No era preciso que Cristo
soportase todos estos padecimientos para entrar en su gloria”? (Lc. 24,
26). “Per crucem ad lucem” (Por la cruz a la luz).
Oración Amigo Jesús: Tú pasaste por la cruz, y amaneciste a la luz gloriosa de tu resurrección. Tú tomaste “sobre ti” el sufrimiento, y has
hecho tu mayor obra: redimir el mundo. Tú eres mi sagrada cabeza. Sé
que la suerte de los miembros, es la suerte de tu cabeza. Mi sufrimiento
con amor, me llevará a la resurrección, al cielo. ¡Gracias, Jesús!.
P. Richar
MISAS QUE SE APLICAN POR LOS DOMINICOS SEGLARES VIVOS Y DIFUNTOS
DÍA 13 FEBRERO BEATO JORDAN DE SAJONIA —19,30 HORAS
DÍA 15 DE FEBRERO TERCER DOMINGO A LAS 19,30 HORAS
III HORIZONTES DEL AÑO DE LA VIDA CONSAGRADA
Con esta carta me dirijo a las personas consagradas y a los laicos que comparten ideales,
espíritu y misión.
Algunas Ordenes Religiosas cuentan con una antigua tradición desde sus orígenes de seglares; otros, con una experiencia más reciente. En efecto, alrededor de cada familia religiosa que incluye varios institutos que se reconocen en el mismo carisma, y sobre todo a
cristianos laicos que se sienten llamados precisamente en su condición de seglares, a participar de esa misma realidad carismática.
Os animo a vosotros también a los seglares dominicos, a vivir este año de la vida consagrada, como una gracia que puede hacernos más conscientes del don recibido. Celebradlo
con toda la “familia” para crecer y responder juntos a la llamada del Espíritu en la sociedad actual. En algunas

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