«Made in Taiwan»

R E P O R TA J E ❙ M OTORCYCLE TA I WA N 2007
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«Made in Taiwan»
El «Taiwan International Motorcycle Industry Show» abrió sus puertas para enseñar al
mundo todo el poder de la industria taiwanesa, la tierra donde nada parece ser imposible.
TEXTO Y FOTOS: ROBERTO RUIZ
HASTA
Taiwán nos fuimos para asistir al «Motorcycle Taiwan 2007», o lo que es lo
mismo, al Salón de la Moto de Taiwán que se
celebraba por segundo año consecutivo. A pesar de los aviones, las infinitas horas de vuelo,
las escalas, el trastorno horario y todo lo que
implica viajar hasta la otra punta del planeta
pudimos ser testigos del potencial de una de
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las industrias más poderosas del mundo. No
hay más que pasear por las calles de su capital, Taipei, y asombrarse con los enjambres de
scooter que abarrotan sus calles, donde cada
semáforo es una parrilla de salida y cada acera
es un parking lleno a rebosar. Una ciudad enorme, donde las grandes avenidas con carísimas
tiendas de moda occidental contrastan con las
callejuelas de olores y comidas poco recomendables para nuestros estómagos. Justo al lado
de la Taipei 101, la segunda torre más alta del
mundo con sus 508 metros de altura, se celebró el «Taiwan International Motorcycle Industry
Show», un salón que poco tiene que ver con los
salones a los que estamos acostumbrados en
occidente. Bajo sus focos lo que cuenta no son
www.scootermania.es
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Suzuki Burgman 400
348,74 €Ř
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Yamaha X-Max 250
Honda Scoopy 125i
283,97 €Ř
253,33 €Ř
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1. Scooter, motos
y quads: un salón
con un poco de
todo.
¿NO HABREMOS IDO
DEMASIADO LEJOS?
2. Diseño y
preparaciones:
un mundo de
imaginación.
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tanto las motocicletas en sí, como podría ser un
gran despliegue de marcas, modelos y novedades, sino la capacidad de poder hacerlas como
sólo ellos saben. Cualquier visitante que entrara
por las puertas del salón con las manos en los
bolsillos podía salir con un scooter recién hecho con sólo pasar de stand en stand. De pasillo en pasillo podía conseguir todas las piezas,
componentes, herramientas y todo lo necesario
para crear una moto o un scooter desde la nada. Quizá el visitante particular preferirá ir a una
tienda y comprarse un scooter «entero», pero si
fueras fabricante imagina una factoría de sueños más completa que la industria taiwanesa.
De absolutamente todo y con la variedad suficiente como para encontrar lo que estés buscando. Desde chasis o la maquinaria necesaria
para su construcción hasta el más diminuto embellecedor y el último detalle decorativo. Espejos
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3. Pastillas de
freno: con tanta
variedad es difícil
decidirse.
4. Suzuki XZR
125: hay vida más
allá del Burgman.
5. Un Yamaha Cuxi
brillante: pegatinas
multicolor.
6. Hartfor Magic:
preparado para el
duro trabajo.
7. Las calles
de Taipei: cada
semáfoto es una
parrilla de salida.
8. Todo tipo de
piezas: manetas,
plásticos, discos...
9. Taipei 101: 508
metros de altura.
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*Precios de seguro a Terceros + Robo + Incendio + Asistencia KmCero, calculados para un
conductor de 30 años con 11 años de antigüedad de carné, residente en Barcelona o Madrid e
intermediado por Eurolloyd (D.G.S. J-1170)
10. Cuadros
«todo en uno»:
estanqueidad
demostrada en
peceras.
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1. Suzuki hizo su presentación por todo
alto: pero alguno no prestó mucha
atención a sus motos...
2. TGB tuvo una importante
representación en el Salón:
variedad de scooter y quads.
3. Además del salón visitamos
tiendas y talleres de la ciudad: el
tuning es una auténtica fiebre.
4. Cigüeñales, bielas, cilindros:
todo lo necesario para montar un
motor de arriba a abajo.
5. Hartford también apuesta por el
diseño: llamar la atención es lo que
cuenta.
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6. Toda una planta dedicada a nuevos
diseñadores: la imaginación no tiene
límites.
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retrovisores, plásticos y fibras, pegatinas, neumáticos, llantas, suspensiones, cuadros de instrumentos completos, luces, faros y pilotos, todo
el cableado necesario, manetas, patas laterales,
baterías, discos de frenos, pinzas, pastillas, centralitas y CDI, asientos, radiadores, manillares,
conmutadores, tijas, tornillería variada... Sin olvidar cilindros, embragues, cigüeñales, carburadores, filtros, escapes, kits de transmisión o
incluso motores de arranque. Una vez que hemos construido la moto a nuestro gusto y con
las herramientas que ofrecían algún que otro
stand del salón llega el momento del «tuning»,
una moda bastante arraigada en Taiwán y para la que no te faltarán imaginativos y exagerados accesorios.
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Pero además de expositores con las más
variadas piezas, muy útiles para quien acudió
a Taipei en busca de proveedores, también
pudimos contemplar modelos «reales» conocidos o no. Entre las marcas destacaron KTM,
Suzuki, el importador de MV Agusta y Bimota, el importador de Yamaha y Honda, Generic, Piaggio, TGB y Hartford o Unilli, que pudimos conocer por primera vez. Parecía un poco incomprensible no encontrar allí a KYMCO
o SYM, marcas autóctonas y que tienen tomadas las calles taiwanesas con infinidad de
modelos, pero a cuya ausencia no logramos
encontrar una explicación definitiva.
Un espacio reservado únicamente a diseñadores y creadores de formas y colores tam-
bién fue uno de los más llamativos del salón,
con motos y scooter de todo tipo y con auténticas y extravagantes obras de arte, un tuning
de gran aceptación en la isla de Formosa pero
que realmente costaba encontrar por las calles.
Porque eso sí, por las calles de Taipei se movían miles de scooter de pequeña cilindrada de
marcas nacionales, alguna japonesa e incluso
otras de nombres impronunciables para quienes no dominamos el chino... pero ni una «moto grande». En Taiwán las motos de gran cilindrada son un auténtico tesoro, muy preciado y
guardado con celo por sus adinerados dueños,
pues según pudimos saber los impuestos ascienden hasta la friolera cifra del 47 por ciento.
Una pasión que cuesta hacer realidad. Ï
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