La vida recreativa en Santiago de Compostela: análisis del

Transcripción

La vida recreativa en Santiago de Compostela: análisis del
La vida recreativa en Santiago de Compostela:
análisis del estado de la situación
y propuestas para prevenir los factores
y las conductas de riesgo asociadas a la misma
Elisardo Becoña Iglesias
Universidad de Santiago de Compostela
Facultad de Psicología
Departamento de Psicología Clínica y Psicobiología
Junio de 2009
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Sin embargo, ¡qué hermoso sería poder meterse en
la maraña de sus vidas, no como se mete el historiador –
provisto de sus categorías científicas-, sino como el poeta,
atentos a lo humano, buscando el secreto de cada hombre
a lo largo de su existencia! El cuento de nunca acabar, sí,
una historia de tal modo concebida. Pero la vida es
también el cuento de nunca acabar, y Compostela, que hoy
miramos como arqueología, fue vida. Cada una de sus
piedras encierra en su talla el pálpito del hombre que la
hizo, el entremecimiento espiritual de quien la concibió.
Gonzalo Torrente Ballester,
Compostela y su angel.
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Agradecimientos
El presente estudio ha sido posible gracias a la colaboración y participación de
distintas personas a lo largo de la realización del mismo (años 2008 y 2009).
Primeramente tengo que agradecer a las personas que más directamente participaron
en la recogida de los datos de campo, trabajo observacional en distintos locales de
diversión y marcha como en el botellón, realización de entrevistas, búsqueda de
material técnico para el estudio y revisión de los contenidos del manuscrito, como son
Paula Couselo Fuentes, Teresa Vilas Vázquez, Carmela Martínez Vispo, Lucía B.
Lorenzo, Ana López Durán y Mª Carmen Lorenzo. Datos de gran relevancia e interés
para el estudio fueron proporcionados tanto por Pilar Bermejo, directora de la Unidad
Municipal de Atención al Drogodependiente (UMAD) como por Jorge Carballido
Salgado, Psicólogo y técnico preventivo de la UMAD. Igualmente la Concejalía de
Seguridade Cidadá, Protección Civil, Extinción de Incendios, Circulación Viaria e
Servizos y la Concejalía de Benestar Social, UMAD e Muller del Concello de Santiago
de Compostela aportaron datos de gran importancia para el estudio.
Muchas personas, relacionadas directa o indirectamente con la vida recreativa
de Santiago de Compostela, contestaron amablemente a las preguntas de nuestras
entrevistas (presidentes de distintas asociaciones ciudadanas, dueños de locales de
copas, camareros, padres, madres, profesores, directores de centros escolares, un
gran número de jóvenes de distintas edades que estaban en distintos contextos
recreativos, profesionales de los servicios de urgencias, responsables municipales,
etc.). Nadie rechazó nuestras entrevistas lo que agradecemos muy sinceramente. Con
su colaboración creemos que hemos logrado una visión amplia y de conjunto de cómo
es la vida recreativa en Santiago de Compostela. A todos ellos gracias. Las lagunas u
omisiones que se puedan apreciar en este informe son sólo responsabilidad del
redactor del mismo al cual no le ha quedado otro remedio que seleccionar solo una
parte de la gran cantidad de información obtenida de tan diversas y ricas fuentes a lo
largo de casi un año intensivo de trabajo.
Un agradecimiento especial es para la Concejalía de Benestar Social, UMAD e
Muller del Concello de Santiago de Compostela, representada por su concejala Mar
Martín. Ella auspició la realización de este estudio y la búsqueda de financiación para
el mismo. De modo semejante, merecen una mención especial los técnicos de la
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Unidade Municipal de Atención a las Drogodependencias (UMAD) del Concello de
Santiago de Compostela vinculados con los programas preventivos, que estuvieron
empeñados en que este estudio llegase a buen puerto.
Finalmente, la realización del presente estudio ha sido posible gracias a un
convenio entre el Concello de Santiago de Compostela y la Universidad de Santiago de
Compostela, junto a la financiación del mismo por parte de la Fundación Caixa Galicia.
Santiago de Compostela, 30 de junio de 2009
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INDICE
1. Introducción………………………………………………………………………………………….…9
2. Ocio, tiempo libre y diversión como fenómeno característico de la juventud actual……….…9
3. La ciudad de Santiago de Compostela: características, demografía y economía………..…...15
4. La vida recreativa en Santiago de Compostela. Introducción………………………………..….17
5. La vida recreativa en Santiago de Compostela. Zonas de marcha……………..………….....19
5.1. Zona vieja……………………………………………………………………………........20
5.1.1. Ambiente nocturno……………………………………………………….……..20
5.1.2. Ambiente diurno……………………………………………………….………23
5.2. Zona nueva……………………………………………………………………….……….24
5.2.1. Ambiente nocturno………………………………………………………..…...24
5.2.2. Ambiente diurno………………………………………………………….…….25
5.3. Parque de la Alameda…………………………………………………………..………...27
6. La vida recreativa en Santiago de Compostela: Estado de los locales y cumplimiento
de la normativa………………………………………………………….……………………….…....27
7. La vida recreativa en Santiago de Compostela: Los actores de la vida recreativa………..…31
7.1. Tipología de los actores de la vida recreativa…………………………………………..31
7.1.1. Los jóvenes de 14 a 17 años…..…………………………………….………31
7.1.2. Los jóvenes de 18 a 25 años……………………………………………..…33
7.1.3. Las personas de 25 a 40 años……………………………………………….34
7.1.4. Las personas de más de 40 años………………………………………..…34
7.1.5. Los turistas……………………………………………………………..…….35
7.2. Las fiestas como elemento de atracción turística y recreativa………………………36
7.3. Los empresarios y dueños de locales de ocio, tiempo libre y diversión……………36
7.4. Las personas que trabajan en los locales de ocio, tiempo libre y diversión....……37
7.5. Los actores pasivos………………………………………………………………….…37
7.6. Los actores preventivos……………………………………………………….…………38
8. La vida recreativa en Santiago de Compostela. Tipos de marcha……………………….……41
8.1. Ir de botellón……………………………………………………………………….………41
8.2. Ir de vinos y pubs…………………………………………………………….……………42
8.3. Ir a bailar………………………………………………………………………...…………42
8.4. Ir a buscar sexo y drogas…………………………………………………………………43
8.5. Y los que no salen………………………………………………………..………………..43
9. La vida recreativa en Santiago de Compostela. Algunos aspectos importantes en
torno a la marcha……………………………………………………………………………………….44
9.1. Transporte…………………………………………………………………………………..44
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9.2. Regalos……………………………………………………………………………….……44
9.3. La utilización de vasos de cristal o de plástico………………………………….………45
9.4. El dinero dedicado a la diversión…………………………………………………..…….45
9.5. Los estilos de música………………………………………………………………………46
9.6. ¿Qué se bebe?......................................................................................................46
9.7. ¿Cómo se viste cuando se sale?.............................................................................47
9.8. Otros.......................................................................................................................47
10. La vida recreativa en Santiago de Compostela: problemas más importantes que
acarrea la marcha…………………………………………………………………………………….50
10.1. Problemas graves de salud. La atención de las personas con problema
relacionados con el alcohol y/o las drogas en los Servicios de Urgencias……………50
10.1.1. La relevancia del problema…………………………………………………50
10.1.2. Cómo actúan en Santiago de Compostela los Servicios de
Urgencias…………………………………………………………………………….51
10.1.3. Visión de los profesionales de los Servicios de Urgencias sobre
esta problemática y el manejo de los pacientes……………………..…………..53
10.1.4. Conclusión…………………………………………………………….………55
10.2. Sexualidad de riesgo………………………………………………………………..……55
10.3. Violencia…………………………………………………………………………………57
11. La vida recreativa en Santiago de Compostela: Algunos ejemplos……………………………59
12. La vida recreativa en Santiago de Compostela. Un tipo especial de diversión:
el botellón……….…………………………………………………………………………………..…86
12.1. Los jóvenes y el botellón…………………………………………………………....…86
12.2. El contexto del botellón……………………………………………………..………..…..90
12.2.1. Entrevista con un grupo de jóvenes menores de edad que
participan en el botellón…………………………………………………………...90
12.2.2. Entrevista con un grupo de jóvenes mayores de edad que
participan en el botellón……………………………………………………….……92
12.3. Otros aspectos del botellón y cuestiones relacionadas………………………..…..93
13. La vida recreativa en Santiago de Compostela: Sus aspectos positivos y
negativos (diversión sana versus diversión con riesgos)……………………………………..…96
13.1. Vida recreativa y diversión. ¿Qué buscan los jóvenes en ella?............................96
13.2. Aspectos positivos de la diversión y de la marcha en
Santiago de Compostela…………………………………………………………………...100
13.3. ¿Tiene riesgos la diversión? ¿Qué riesgos conocemos? …………………………102
13.4. Aspectos negativos de la diversión…………………………………………………..104
14. ¿Por qué los jóvenes salen a divertirse y para qué salen a divertirse? Un modelo
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explicativo sobre la marcha y la diversión………………………………….………………….…109
14.1. Elementos antecedentes de salir de marcha………………………………………109
14.1.1. Predisposición socio-cultural………………………………………..……110
14.1.2. Predisposición biológica………………………………………………….…111
14.1.3. Predisposición psicológica: el aprendizaje, la personalidad
y la inteligencia……………………………………………………………………..…113
14.1.4. La predisposición biológica, psicológica y socio-cultural actuando
a un tiempo…..…………………………………………………………………..…115
14.2. Salgo de marcha………………………………………………………………….……121
14.2.1. Ambiente, aprendizaje, socialización y expectativas………………..…122
14.2.1.1. Ambiente……………………………………………………….…122
14.2.1.2. Aprendizaje……………………………………………………....125
14.2.1.3. Socialización…………………………………………….………126
14.2.1.4. Expectativas………………………………………………………134
14.2.2. La adolescencia como punto medio de un antes y un después……….136
14.2.3. Riesgo, control y autocontrol………………………………..……………137
14.2.3.1. Los conceptos de riesgo, control y autocontrol………………137
14.2.3.2. Impulsividad y autocontrol………………………………….……143
14.2.3.3. La percepción de control y las expectativas…………………147
14.2.3.4. Percepción del riesgo y consumo de drogas………………….148
14.2.3.5. De la juventud a la adultez: del riesgo al control……………151
14.2.3.6. Los jóvenes que salen de marcha y no consumen…………..155
15. Cómo prevenir los factores y las conductas de riesgo asociados a la vida recreativa
en Santiago de Compostela…………………………….………………..………………….……160
15.1. Nivel legislativo y de cumplimiento de normas………………………….....……161
15.2. Nivel educativo………………………………………………………………………….163
15.2.1. En la familia…………………………………………………………….……164
15.2.2. En la escuela……………………………………………………….………166
15.2.3. En las instituciones sociales………………………………………….……168
15.3. Nivel social, comunitario y de medios de comunicación de masas…...................169
15.4. Nivel preventivo……………………………………………………………….………171
15.4.1. En la escuela……………………………………………………..………..171
15.4.2. En la familia…………………………………………………………..……173
15.4.3. A nivel comunitario………………………………………………………...174
15.5. Nivel asistencial……………………………………………………………….………175
15.6. Acciones concretas a realizar………………………………………………….……175
15.6.1. Acciones informativas y educativas para los jóvenes, padres y
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población en general………………………………………………………………176
14.6.2. Acciones preventivas para los jóvenes y para los padres………….…176
15.6.3. Acciones encaminadas al cumplimiento de las normativas
existentes sobre el no consumo de alcohol, tabaco, cannabis, etc., en
los menores y/o mayores de edad…………………………….…………..……178
15.6.4. Acciones de potenciación del ocio y tiempo libre dirigido a
los jóvenes donde el objetivo sea la mejora de la calidad de vida y una
diversión sana sin alcohol, drogas ni conductas incívicas……………………179
15.6.5. Cribaje de grupos y personas en alto riesgo para realizar con
ellos acciones puntuales y específicas para sus conductas problema……..181
15.6.6. Conseguir la colaboración de la industria hostelera y del
tiempo libre…………………………………………………………………………182
16. Referencias bibliográficas…………………………..…………………………………………184
APENDICE. Conclusiones del Foro por el Civismo………………….…………………………195
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1. Introducción
La vida recreativa ha alcanzado una gran relevancia en las sociedades
desarrolladas. En España, éste fenómeno se ve favorecido por la climatología,
especialmente en primavera y verano, por el turismo y por nuestro sistema cultural de
diversión basado en estar al aire libre y consumir alcohol. En las páginas que siguen
analizaremos la vida recreativa en la ciudad de Santiago de Compostela, una ciudad
que ha sufrido una enorme transformación en las últimas décadas, con la mejora de
sus servicios, el enorme despegue del turismo, la concesión de Ciudad Patrimonio de
la Humanidad, y con una vitalidad nueva que se ve reflejada en su vida cotidiana, en
sus habitantes, en sus visitantes, en sus universitarios, y en todo lo que la envuelve.
Los objetivos del presente estudio se centran en la descripción de la vida
recreativa y de los principales aspectos relacionados con la misma. Nos centraremos
en sus actores, en cómo la ven distintos grupos sociales, las consecuencias que la
misma produce y qué aspectos son mejorables en dicha vida recreativa o cómo evitar
algunas de las consecuencias negativas que produce en sus participantes. Para lograr
todo ello utilizamos una metodología mixta, en donde se ha combinado la obtención de
datos observacionales, la realización de entrevistas en profundidad a un buen número
de personas relacionadas con la misma, recopilación de información de fuentes
diversas, aplicación de cuestionarios estructurados sobre cuestiones específicas, etc.
Todo ello nos permitirá tener una visión de conjunto sobre este fenómeno y poder
conocer un poco más el fenómeno de la vida recreativa y de la diversión que ha
cobrado tanta importancia en nuestra sociedad en pocos años.
2. Ocio, tiempo libre y diversión como fenómeno característico de la
juventud actual
Como es bien sabido, en los últimos años se ha producido en los jóvenes una
importante transformación de la diversión y de los hábitos de consumo asociados con
ella. La vida recreativa, el pasarlo bien, el salir de marcha, se ha convertido en un
nuevo fenómeno, más que por nuevo, ya que la gente se ha divertido siempre, por sus
nuevas características. Además, éste ha estado asociado sobre todo en sus inicios
hace unos años, al consumo de éxtasis, para pasarlo mejor y aguantar toda la noche, a
la baja percepción de riesgo de su consumo, al cambio de los horarios de diversión, al
surgimiento de los locales “afters” (que abren a altas horas de la madrugada y cierran a
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media mañana o al final de la misma), las rutas del bakalao, etc., todo lo cual ha
constituido un nuevo modo de divertirse que antes no existía y que es reciente en el
tiempo.
Si hoy tuviésemos que indicar las características definitorias de la juventud o de
ser joven una de ellas es la del ocio, tiempo libre y diversión. Este fenómeno que nos
puede parecer cotidiano y normal en estos tiempos no siempre ha sido así. Si echamos
una mirada al pasado más inmediato, como hace 25 ó 50 años, apreciamos que el ocio
y tiempo libre era apenas existente para la mayoría de las personas, y tampoco en los
jóvenes, aunque sí es cierto que la diversión formaba parte, y siempre lo ha formado,
de esa etapa de la vida, pero de un modo radicalmente distinto a como hoy lo
conocemos u observamos.
Por ejemplo, hace 50 años, una persona que viviese en España -años 50 del
siglo XX- tenía difícil poder dedicarse a la vida ociosa y menos poder disfrutar o tener el
tiempo libre que probablemente desearía tener. Las circunstancias sociales e históricas
de ese momento, como en la mayoría de los países europeos del entorno, aparte del
sistema dictatorial que se estaba viviendo, no permitían el estado de bienestar que
hemos alcanzado en las últimas décadas. En este contexto la diversión también se
resentía, si la vemos desde la perspectiva actual, aunque realmente se divertían, como
siempre se ha divertido el ser humano, porque la diversión tiene una parte esencial,
que es la valoración subjetiva de la misma. Es por esto que los jóvenes de esa época
creían que era el mejor modo posible, además tenían pocos elementos de
comparación con otros tipos de diversión y cuando comparaban esta diversión con
otras no tenían otros puntos de referencia muy distintos a lo que ellos hacían. Si
miramos hacia atrás, los paseos por las alamedas de los pueblos, el ir al cine, asistir a
las fiestas patronales y al baile, acudir al fútbol o a otros acontecimientos deportivos,
eran un modo de superar la rutina cotidiana y los problemas diarios a los que se había
que enfrentar. En ese momento el único acceso a sustancias psicoactivas era el
tabaco, sin filtro, y al alcohol, en forma de vino u otras bebidas como el coñac, el anís,
o el aguardiente, producidos en el propio país. Pero este acceso también estaba
limitado por la disponibilidad de dinero, por la clase social y predominantemente al sexo
masculino. La clara dominancia del varón, y la filosofía oficial impuesta de que la mujer
se debía a éste por encima de todo, con la segregación de la mujer de toda la vida
social, excepto la orientada a la familia y a la procreación de los hijos, impedía a éstas
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fumar cigarrillos o beber alcohol (conductas indecentes, pecaminosas, viciosas, etc.), al
menos en público, con las excepciones del anís o de los vinos quinados o
reconstituyentes, que debían beber con decoro dentro de las cuatro paredes de las
casas. Además, la religión, con su omnipresente poder social de aquel momento,
impedía cualquier intento de acercamiento de las mujeres a los hábitos de los varones,
de modo que así conservaban su pureza, tanto física como espiritual.
Hace 25 años los cambios ya son claros respecto a los 25 años previos y lo que
se hace ya es mucho más cercano a lo que ocurre en nuestros días. A mediados de los
años 70, y en los años sucesivos, se produce en España el final de la dictadura, el
comienzo de la democracia, la apertura externa, recoger los frutos del desarrollo
económico que se produce en España a partir de los años 60 y de los ingresos que
aportan los emigrantes, el boom demográfico y una clara idea de bienestar y progreso,
la liberación de la mujer y su incorporación al mercado laboral con sus ingresos
propios, el dominio sobre su cuerpo y sobre la concepción, el incremento considerable
de los estudiantes universitarios, el boom del turismo y la entrada de divisas y nuevas
ideas del extranjero, la música moderna, el pop, etc. La diversión cambia radicalmente.
Se sale más, hay más dinero, se quiere disfrutar de la vida y de algo muy preciado que
se ha ganado y que se desconocía: la libertad. La diversión y el modo de divertirse
cambia. Decae la diversión simbólica (los paseos de los chicos por un lado y las chicas
por otro), ciertos hábitos de ocio (ej., ir al cine), y se pasa a la diversión nocturna en
lugares específicos para ellos (boites, discotecas, salas de fiesta, locales nocturnos,
pubs, night clubs, con los distintos nombres que toman en esos años), con nuevos
cambios en el tipo de diversión, música y tipo de consumo. Los clásicos consumos de
tabaco y alcohol, de fabricación nacional, van poco a poco siendo sustituidos por los
cigarrillos rubios americanos, la incorporación paulatina de la mujer al consumo de
tabaco, el incremento del consumo de bebidas alcohólicas de alta graduación
importadas, el incremento del consumo de cerveza. También se producen los primeros
casos de problemas producidos por consumo de sustancias hasta ese momento
desconocidas, como ocurre en los años 70 del siglo XX con la heroína, u otras drogas
que tenían escasa presencia como el cannabis (previamente era la grifa traída de
Africa por los legionarios o soldados que participaban en el contingente de África) o la
cocaína, que van viendo incrementado su consumo.
En las últimas décadas se ha mejorado mucho en ciertos aspectos esenciales,
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como la libertad y el sistema democrático, pero se ha empeorado parcialmente en
otros, como es la diversión por la diversión, sin una finalidad clara, y el consumo de
sustancias, especialmente alcohol y drogas.
Nos interesa desde este momento aclarar que la diversión es positiva, siendo un
importante valor humano. La misma es consustancial al ser humano, ya que es un
elemento importante de socialización y de establecimiento de relaciones
interpersonales, afectivas y de calor humano. Pero cuando hay excesos puede
aparecer su parte negativa. Lo cierto es que actualmente el fenómeno de la diversión
se está generalizando en todos los países desarrollados, especialmente en los
occidentales, pudiéndose afirmar que la globalización también ha llegado a este
aspecto de la vida, como antes ha ocurrido con la vestimenta, con la música, con la
comida y con otras muchas cosas (Vázquez Varela y Becoña, 2007).
El salir de marcha, característico de los últimos 20 años, se ha convertido en
este tiempo en una nueva forma de diversión que ha transformado la noche, los
horarios, y a los mismos jóvenes, destacando el gran número de horas que le dedican,
y especialmente el asociar una parte de los que participan en ella, esta forma de
divertise con el consumo abusivo de alcohol (ej., botellón) o el consumo de drogas,
especialmente cannabis y cocaína, esta última para “aguantar” mejor la noche y
pasarlo bien. En todo caso nunca hay que olvidar que cuando hablamos de consumo
de drogas hay que conocer el dato epidemiológico real, en el sentido de que siempre
hay más personas jóvenes, si nos referimos a ellos, que no consumen drogas ilegales
que los que las consumen (Plan Nacional sobre Drogas, 2005; Xunta de Galicia, 2007).
Por suerte, el consumo se circunscribe habitualmente al fin de semana, aunque este
tipo de conductas incrementa la probabilidad de que un porcentaje tengan problemas
de consumo abusivo de drogas o de alcohol y que aparezcan pronto sus problemas
asociados, especialmente por el policonsumo recreativo. Estamos asistiendo en estos
últimos años a un cambio en los patrones de consumo de sustancias en los jóvenes,
asociados a esta nueva forma de divertirse, que además es un fenómeno que se está
produciendo en el resto de los países europeos (Calafat et al., 2001). Es una señal
mas de la creciente homogeneización y globalización a la que vamos no sólo en la
moda, estética, forma de vestir, sino también en el consumo de las distintas drogas.
Hoy la diversión cada vez está más asociada al consumo de drogas, sea éste
puntual, esporádico o frecuente, aunque un gran número de personas se divierten sin
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consumirlas y es posible desarrollar un adecuado control y autocontrol en la situación
de diversión, en la vida recreativa y en otros contextos de la vida. La difusión de las
drogas dentro de la diversión ha sido importante y con frecuencia se asocia una con la
otra, aunque no puede establecerse un total paralelismo. Este fenómeno se denomina
consumo de drogas recreativas (Calafat et al., 2000, 2001, 2004), por la gran difusión
de las mismas, asociadas específicamente a la diversión, un razonable coste
económico al que pueden hacer frente muchas personas, el buscar en ellas un modo
de potenciar la resistencia y el placer o como un modo de evadirse en el tiempo libre de
que se dispone. Todo ello implica en muchas ocasiones riesgos.
Éste es un fenómeno que se circunscribe de modo muy importante a la
adolescencia y primera juventud, declinando su relevancia en la vida adulta, así como
también lo hace paralelamente el consumo de sustancias y los problemas que puede
acarrear, sobretodo cuando la persona tiene que asumir sus responsabilidades de
adulto al tener un trabajo, formar una familia, tener hijos, etc. (Becoña, 2002).
Hay tres motivos fundamentales por los que tenemos y debemos prevenir el
consumo de drogas, especialmente tabaco, alcohol y cannabis, así como del resto de
las drogas ilegales, en niños, adolescentes y adultos jóvenes. El primero y más
evidente y conocido, es que si conseguimos que las personas no fumen cigarrillos o
cannabis, ni beban abusivamente alcohol, evitaremos que se conviertan en adictos o
abusadores en la adultez. El segundo motivo es que hoy sabemos que si esa persona
no consume evitaremos enfermedades físicas directamente relacionadas con dicho
consumo (cáncer de pulmón, cirrosis hepática, trastornos cardiovasculares, etc.) y
también reduciremos la probabilidad de que padezca trastornos mentales en su vida
adolescente y adulta, ya que en la actualidad sabemos que el consumo de drogas está
asociado con un gran número de trastornos mentales, como depresión, trastornos de
ansiedad, esquizofrenia, etc. (Becoña, 2003; Comisión Clínica, 2006; Regier et al.,
1990). Y, en tercer lugar, sabemos que el consumo de alcohol y tabaco facilita pasar a
consumir en muchos casos drogas ilegales, como el cannabis, la heroína, la cocaína,
etc. (Kandel y Jessor, 2002). Además, sabemos que: 1) hay factores que facilitan el
inicio y mantenimiento del consumo de sustancias en unas personas respecto a otras,
2) hay una progresión en el consumo de las drogas legales a las ilegales en una parte
significativa de los que consumen las primeras respecto a los que no las consumen, y
3) toda una serie de variables socio-culturales, biológicas y psicológicas modulan los
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factores de inicio y mantenimiento y la progresión o no en el consumo de unas a otras
sustancias. De los estudios realizados sobre esta cuestión (ver Becoña, 1999),
podemos concluir que: 1) existe una relación significativa entre el consumo de drogas
legales (alcohol y tabaco) y el posterior consumo de cannabis, y entre el consumo de
cannabis y el posterior consumo de cocaína y/o heroína; 2) aunque existe una
relación(estadística) no puede hablarse de causalidad; 3) existen otras variables
relacionadas con el consumo de cannabis, heroína o cocaína, que deben ser tenidas
en cuenta, porque pueden ser las que expliquen el inicial consumo de cannabis, su
mantenimiento y su progresión al consumo de cocaína o heroína y a otras conductas
asociadas con dicho consumo; 4) desde una perspectiva preventiva y de salud pública,
debemos intervenir sobre las variables que se relacionan con el consumo, tanto las
sustancias previas en la cadena de consumo (ej., alcohol, tabaco), como las variables
de tipo social (aceptación, disponibilidad), biológicas (predisposición) y psicológicas
(ej., rasgos de personalidad, aprendizaje); y, 5) la prevención debe, por tanto, centrarse
tanto en poner en marcha acciones para frenar el consumo de drogas como igualmente
en mejorar todas aquellas variables que se relacionan con el inicio, progresión y
mantenimiento del consumo de las distintas drogas centrándose en las variables del
individuo (ej., incrementar sus estrategias de afrontamiento) y del sistema social (ej.,
que tenga oportunidades), así como en otras conductas relacionadas con el consumo
de drogas (predisposición, conductas delictivas, baja autoestima, etc.).
Otro fenómeno nuevo que debemos señalar es que en los últimos años, muchas
personas se inician en el consumo de drogas en su adultez, después de los 18 años,
tanto cuando entran en la Universidad como cuando entran en el mercado laboral
(Becoña, 2002). Como un ejemplo, en las universidades españolas se encuentra
consistentemente que un tercio de los que fuman (desde el primer año hasta el último)
han comenzado a fumar en la Universidad, no antes de ingresar en la misma, y una
parte importante de ellos comienzan en la misma a abusar del alcohol y del cannabis.
El consumo de drogas no suele ir solo, sino acompañado de otras conductas
desviadas, antisociales o consideradas problemáticas socialmente (Calafat, Fernández,
Juan y Becoña, 2007). Detectar los adolescentes vulnerables a este tipo de problemas
es de gran relevancia tanto para ellos como para el resto de la sociedad. Esto también
nos debe dejar claro que la mejora en el bienestar social (ej., reducción de la tasa de
paro, aumento de las oportunidades, buenas escuelas para todos, etc.), biológico (ej.,
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facilidad de acceso a la sanidad, posibilidad de hacer chequeos periódicos, etc.) y
psicológico (ej., crianza adecuada con una buena interacción con la familia y un buen
nivel de afectividad; poder desarrollar sus capacidades y expresar sus opiniones,
preservar la salud mental, etc.) de las personas, puede ser una de las mejores formas
de hacer prevención del consumo de drogas.
Por suerte, hoy disponemos de suficientes conocimientos para hacer una
prevención de calidad y para detectar los factores de riesgo y de protección
relacionados con el consumo de drogas y con otras conductas problema.
3. La ciudad de Santiago de Compostela: características, demografía
y economía
Santiago de Compostela, capital de la Comunidad Autónoma de Galicia y en la
provincia de A Coruña, es una de las siete ciudades gallegas más pobladas, con
94.339 habitantes (INE, 2008). Ciudad emblemática del noroeste peninsular con un
bello y bien conservado casco antiguo medieval, siendo ciudad Patrimonio de la
Humanidad, ha adquirido gran relevancia en los últimos años, sobre todo por las
celebraciones del Año Santo (el último en el 2004 y el próximo en el año 2010), los
varios millones de peregrinos y turistas que llegan a la ciudad en cada Año Santo,
muchos de ellos a través de los distintos caminos a Santiago de Compostela. También
hay que destacar una importante actividad cultural, musical y artística. Aunque su
censo de población es reducido en relación a otras capitales del mundo, en Santiago
de Compostela hacen su vida diaria casi el doble de población, puesto que es una
ciudad universitaria y, del mismo modo, trabajan en ella personas censadas en las
localidades dormitorio de sus alrededores, como son Bertamiráns, Milladoiro, Brión,
Cacheiras, Sigüeiro… e incluso muchas personas viajan desde ciudades alejadas,
especialmente los funcionarios de la administración autonómica (Xunta de Galicia) que
vienen todos los días a trabajar a Santiago de Compostela.
En cuanto a comunicaciones, Santiago de Compostela está situada en el interior
de la provincia de A Coruña entre las áreas metropolitanas de A Coruña y Vigo (en la
provincia de Pontevedra), las cuales están unidas por las Autovía del Noroeste y
Autopista del Atlántico. Recientemente, se ha construído una nueva autopista de peaje
que llega hasta Ourense. Asimismo, el Aeropuerto de Lavacolla es también un factor
importante en lo que a comunicaciónes se refiere, con el mayor número de viajeros de
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toda la comunidad, debido a los vuelos de bajo coste que aumentaron la entrada y
salida de pasajeros, y por ser el aeropuerto más importante de Galicia. El ferrocarril de
Santiago de Compostela forma parte de la red ferroviaria gallega que cruza Galicia de
norte a sur y hacia el este (Ourense y Madrid), y conecta a la ciudad con el resto del
Estado. El tren se usa frecuentemente por los estudiantes para trasladarse desde sus
lugares de origen y también es utilizado por los peregrinos que han llegado caminando
a Santiago de Compostela. Igualmente, la Estación de Autobuses registra altos
movimientos de pasajeros, aunque menores, al contribuir al desplazamiento de
universitarios y turistas.
A día de hoy, los recursos económicos de la ciudad se basan en la
Administración Autonómica, el Hospital Clínico Universitario y el Hospital Provincial, la
Universidad de Santiago de Compostela, el turismo y los servicios. Tiene escasa
industria, concentrada en tres áreas, las cuales son el Polígono Industrial del Tambre,
el Polígono Costa Vella y el Polígono Novo Milladoiro, en el vecino municipio de Ames.
Además, existe en Santiago de Compostela un comercio tradicional basado en lo que
atañe a productos frescos en la conocida Praza de Abastos y los pequeños
establecimientos de tradición familiar, que se equilibran con dos grandes centros
comerciales, Área Central y El Corte Inglés (más nuevos proyectos que habrá en el
futuro, como el de Las Cancelas) y cadenas comerciales localizadas en el centro de la
capital.
En la ciudad de Santiago de Compostela trabajan varios miles de funcionarios
en la Administración Autonómica. La Universidad de Santiago de Compostela tiene
unos 3.000 empleados y hay unos 35.000 estudiantes entre sus facultades. El Hospital
Clínico Universitario tiene casi 5.000 empleos directos (médicos, enfermeras y otros
profesionales) y otros tantos indirectos. El turismo es una clara fuente de riqueza,
como lo demuestran sus más de 7.000 plazas hoteleras, según fuentes oficiales. A
nivel industrial hay empresas relevantes socialmente o por su tecnología (Finsa,
Televés), pero con escasos empleados. También destaca por número de personas el
ente público Radio Televisión de Galicia (radio y televisión públicas).
En los últimos años ha habido un gran boom en la construcción en la ciudad,
como ocurre en la zona residencial de Santa Marta y la zona norte de Santiago de
Compolstela con la previsión del emplazamiento de nuevas viviendas de protección
oficial. Esto tiene relevancia especial en esta ciudad, porque Santiago de Compostela
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ha perdido o se mantiene estancada año a año en el número de habitantes. Por el
contrario, los municipios limítrofes han ido incrementando el número de vecinos de
modo notorio. Por ejemplo, considerando los pobladores de Santiago de Compostela y
de su área de influencia (Ames, Brión, Boqueixón, Oroso, O Pino, Teo y Vedra), en
1986 había 134.552 habitantes. En 2003 esta cifra sube a 155.140. Esto significa que
el crecimiento poblacional se está produciendo en los municipios limítrofes. Esto está
fundamentalmente ocasionado por el alto coste de la vivienda en Compostela, una de
las más altas de Galicia. En el centro de la ciudad de Santiago de Compostela el coste
de un piso es de los más altos de España, llegando actualmente los más caros en el
centro a 6.000 € el metro cuadrado. Un coste que también se refleja en los alquileres,
por lo que los estudiantes se ven obligados a compartir piso. Esto ha llevado a que las
parejas de jóvenes que se quieren establecer por su cuenta no puedan hacerlo y se
vayan a vivir fuera de ella, a los municipios colindantes, donde los precios de la
vivienda son de la mitad a un tercio que en la ciudad. El alto precio de la vivienda
también ha frenado el mayor crecimiento de esta ciudad. Las distintas administraciones
en los últimos años han intentando solventar este tema, pese a la escasa disponibilidad
de suelo para construir, lo que ha mantenido y sigue manteniendo los precios muy
altos. Desde hace un par de años se ha puesto en marcha la previsión de la edificación
de varios miles de viviendas, en barrios de la urbe, fuera de la zona vieja y actual zona
nueva (zona de Santa Marta, Salgueiriños, Romaño, etc.). Esta solución, a pesar de
que incrementa la disponibilidad de viviendas, no disminuye significativamente su
precio. A nivel poblacional se ha producido un envejecimiento de sus residentes y un
rejuvenecimiento en los municipios adyacentes (por ej., el municipio limítrofe de Ames
tiene una de las mayores tasas de natalidad de Galicia). Sin embargo, lo que se ve en
la ciudad es que es eminentemente universitaria y de gente jóven, aunque los
universitarios no están empadronados en ella.
4. La vida recreativa en Santiago de Compostela. Introducción
El presente estudio versa sobre la vida recreativa en Santiago de Compostela y
más concretamente sobre el análisis del estado de la situación y propuestas para
prevenir los factores y las conductas de riesgo asociadas a la misma.
Los principales objetivos del presente estudio son dos:
1. Hacer un análisis detallado de la vida recreativa y de sus actores en la ciudad
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de Santiago de Compostela.
2. Proponer las medidas necesarias para evitar las situaciones y conductas de
riesgo de los usuarios de la noche.
Esto se hará a lo largo de tres fases. En la primera fase se utilizará el
instrumento para evaluar la vida recreativa noctura denominado KAReN, desarrollado y
probado por Irefrea (2007). Este instrumento permite en una primera fase hacer una
descripción etnográfica de la vida recreativa de la ciudad, de las áreas de diversión y
de los locales.
El KAReN es un instrumento de diagnóstico de los contextos recreativos
nocturnos y de sus actores (jóvenes, mayores, dueños de locales, policía, técnicos
preventivos), aunque centrado fundamentalmente en los jóvenes. Con él llegamos a
disponer de una visión global y también específica del contexto recreativo en aquellos
aspectos que son relevantes en la diversión de los jóvenes, como son los factores que
faclitan la diversión, los peligros existentes, las medidas preventivas de que se dispone,
etc.
Se evalúa la ciudad en su conjunto, las zonas de diversión y los locales. De este
modo tenemos, al final, una visión comprensiva de la situación y las necesidades
específicas para cada ciudad. Para ello se recoge información de varias fuentes, tanto
las disponibles, como otras que se obtienen mediante observación y entrevistas (de
tipo abierto, semisestructurada o estructurada), dependiendo de la información que se
precisa obtener en cada momento. Las personas entrevistadas van desde los propios
jóvenes a los dueños de los locales de diversión, miembros de asociaciones vecinales,
técnicos de prevención, padres, profesores, policía, etc. En todo ello interesa
especialmente lo relacionado con la salud (uso y abuso de alcohol y drogas, sexualidad
y toma de medidas de prevención, servicios de emergencia), seguridad, transporte,
estilo de vida de los jóvenes, música y tipos de diversión, dinero disponible para
divertirse, etc. Es importante también conocer si la ciudad es turística o si está centrada
una parte importante de su economía en la vida recreativa nocturna, si el peso relativo
de los jóvenes en la ciudad es o no importante (demografía, trabajo, actividades
educativas o culturales), cambios que se han producido en los últimos años por
inmigración o cambios económicos o demográficos, nivel cultural de la ciudad,
ubicación geográfica respecto a otras grandes urbes, número de locales de diversión
por 100.000 habitantes, tipo de estética, subculturas existentes, nivel de consumo de
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drogas por edades, etc.
En todo el proceso de recolección de datos se va combinando la información
cualitativa con la cuantitativa, la observacional con la obtenida mediante cuestionarios,
los datos macro con los micro. De este modo podemos llegar fácilmente a todos los
actores y tener una completa información sobre el estado de la situación. Esta será rica
y fiable debido a que ha sido obtenida de distintas fuentes.
En una segunda fase, con la información anterior, se elaborará un informe
combinando todos los datos recogidos junto a su comparación con otros datos
disponibles de otros estudios realizados en España, especialmente los realizados en
los últimos años, sobre el consumo de drogas y otras conductas de riesgo junto a los
factores de riesgo y de protección relacionados con las mismas (de tipo personal,
familiar, escolar y comunitario). De este modo podemos organizar tipologías de grupos
de riesgo y zonas de riesgo de la ciudad.
Y, en la tercera fase, con toda la información anterior disponible, se harán las
propuestas que se derivan de esa información disponible y de la literatura científica que
nos dice qué medidas son las más adecuadas para los distintos problemas que se han
detectado en el estudio.
Este instrumento, el KAReN, ha sido desarrollado y probado como hemos
indicado por Irefrea (2007), habiéndose aplicado el mismo en distintas ciudades
europeas (Calafat et al., 2007), para el estudio de la violencia en la vida nocturrna
(Anderson et al., 2007), cómo implementar ambientes nocturnos seguros (Morleo et al.,
2007), conocimiento y conductas de consumo de alcohol en jóvenes (Morleo et al.,
2007), etc. De ahí su utilidad y buen funcionamiento para el análisis del fenómeno de la
vida recreativa y de los elementos asociados.
5. La vida recreativa en Santiago de Compostela. Zonas de marcha
Santiago de Compostela está dividida a nivel de zonas de marcha en dos
claramente diferenciadas, la zona vieja y la zona nueva. Esta división se corresponde
bastante bien con la división de la ciudad, aunque no totalmente, ya que faltaría la zona
del rural, en donde no hay ninguna zona específica de marcha, aunque sí hay distintos
bares, restaurantes y otro tipo de establecimientos hosteleros, junto a una zona
adicional que es la Alameda, carballeira de Santa Susana y Campus Sur.
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5.1. Zona vieja
La zona vieja de Santiago de Compostela abarca todo el casco monumental.
Quizás la característica más destacada es que todo el casco monumental está
peatonalizado, lo que facilita andar cómodamente por el mismo y desplazarse de unos
sitios de diversión a otros, siendo fundamentalmente bares, pubs y pequeñas salas
donde hay una pequeña pista para bailar.
Dentro de la zona vieja, también conocida como zona antigua de Santiago de
Compostela, se distinguen dos ambientes en cuanto al horario de ocio y vida
recreativa: el nocturno y el diurno.
5.1.1. Ambiente nocturno. A pesar de que el casco antiguo de Santiago es uno de los
más concurridos de España, podemos encontrar calles cuya afluencia se ve
incrementada por la noche. Un ejemplo es la Algalia de Abaixo, poco frecuentada
durante el día, pero que, sin embargo, reúne un gran volumen de jóvenes en las horas
de marcha debido a la existencia de locales tales como Meia y Delicatessen, entre
otros.
Las zonas y calles que podemos considerar en el ambiente nocturno con entidad
propia son los siguientes:
- Fonte Sequelo (y alrededores). Es una de las áreas más visitadas. Los locales
allí ubicados son: Fonte Sequelo, O Fuco Lois, La Conga, Cum Laude, Kapital, Século
9, A Carrilana, Desván y Modus Vivendi. Muchos de ellos, son cafeterías por las tardes
y funcionan como locales de copas por las noches, ofreciendo una gran variedad de
bebidas. Por ejemplo, O Fuco Lois ofrece jarras de sangría, caipirinhas y mojitos entre
otros.
- Rúa do Franco. La Rúa do Franco ha sido siempre muy famosa por ser
considerada la zona tradicional de vinos en Santiago de Compostela. Generaciones de
universitarios todavía añoran los años en que se encontraba a todo el mundo en la rúa
do Franco. Aunque a los bares tradicionales se han unido restaurantes y
establecimientos para turistas, es todavía célebre la ruta Paris-Dakar. A día de hoy, los
universitarios quedan por las tardes para irse de vinos, aunque no tanto como hace
años.
- La Raíña. Esta calle continúa la de El Franco, bien conocida por los turistas y
por estar en ella muchos locales para beber vino, tapear y comer en un gran número de
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restaurantes. En la Raíña, de modo semejante a la calle del Franco se combinan
locales y bares tradicionales. En esta calle se asientan los locales Capitolio y Séptimo
cielo, y los bares San Yago, Coruña y Orense (que también se engloba en la lista de la
Rúa do Franco). Existen unas rutas más o menos fijas, de manera que a primera hora
es habitual frecuentar Capitolio para luego desplazarse hacia Meia, Leblón y Retablo,
al igual que quienes comienzan la noche en los bares antes mencionados continúan la
marcha en el Quintana. Estas dos rutas se distinguen, ya que la primera responde a un
perfil de jóvenes de 20 años en adelante, mientras que la segunda está compuesta por
personas más maduras, pasando la treintena.
- Avenida de Figueiroa y Ruela de Entrecercas. Estas calles están también al
lado del Franco, y enfrente de la Alameda de Santiago de Compostela. Por tanto, es la
zona más visitada por los turistas y por los propios santiagueses en muchas ocasiones
del día. La reciente apertura de un local de primera hora, el Garoa, en el año 2008, ha
incluido esta zona en una de las permanentes. Este local abre por la noche como local
de marcha y por la tarde como bar-cafetería. Tiene la peculiaridad de establecer una
edad a partir de la cual está permitida la entrada por la noche, los 25 años. Pero hay
también otras cafeterías en estas dos calles que siendo bares o restaurantes (ej.,
Marte, Tokio, Farggi, Alameda o Cestaños), aprovechan la marcha nocturna para
alargar el momento del cierre hasta pasada la una de la madrugada cuando llega el fin
de semana, por su céntrica ubicación y por ser un lugar de tránsito para muchas
personas jóvenes que salen a divertirse.
Cabe destacar que esta franja de calles –el Franco, Avenida de Figueroa y
Ruela de Entrecercas son bastante transitadas las noches de botellón, por su
proximidad con la Alameda y el punto clave, el Campillo (cuando allí se hacía botellón),
o el campus sur situado en una parte de la Alameda de Santiago de Compostela.
- Praza da Quintana. La Plaza da Quintana es una de las plazas emblemáticas
en Santiago de Compostela, dado que está en uno de los laterales de la Catedral de
Santiago de Compostela. En ella está El Quintana, frecuentado por gente con una
media de edad superior a los 30.
- Praza de Cervantes. Esta plaza está en la parte alta de la ciudad vieja. De día
es una plaza bulliciosa. Sin embargo, para muchas personas las connotaciones de la
Praza de Cervantes son negativas. Así, no es extraño encontrarse durante el día con
personas embriagadas o bajo los efectos de las drogas. En ella se reunen diariamente
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drogadictos y son claramente visibles por estar varios de ellos sentados en unos
soportales que hay allí, sus perros, sus litronas, sus gritos ocasionales, etc. Sin
embargo, tanto la propia plaza como sus aledaños (Rúa Travesa, San Bieito) están
plagados de locales: Agarimo (bar y pub), Albaroque, Casa das Crechas, Avante, Vía
Crucis y Pub Sant Yago. Muchas personas consideran estos locales como
“nacionalistas” ya que en ellos la gente suele hablar en gallego, se sirven bebidas
autóctonas como el licor café o la crema de orujo y el estilo musical también es
diferente.
- Casas Reais. En esta zona encontramos uno de los locales de ambiente de
Santiago, el Fórum. Muy famoso entre la juventud, es visitado tanto por personas
homosexuales como heterosexuales, quienes, tras su cierre, se dirigen normalmente a
otro local, Ruta, una discoteca. Otro de los locales allí ubicados es el Ultramarinos, que
ofrece diferentes actuaciones y se dirige a un público un poco más maduro.
- Rúa de Entremuros. El local más representativo de esta calle es el Tarasca,
que también se considera como un local de ambiente nacionalista.
- Virxe da Cerca. Los locales de la Virxe da Cerca son ya típicos en la noche
santiaguesa. El Momo, por ejemplo, ha permanecido abierto desde 1989 y, pese al
paso de los años, sigue siendo uno de los constantes de la marcha. Otros locales,
como el Nido o el Ambitus Vetter, son cafeterías de tarde que se convierten en pubs al
llegar la madrugada. Además recientemente ha abierto un nuevo local, el Sonar, donde
se pincha música de los años 80 y 90.
- Praza de Abastos. La Praza de Abastos es conocida por la animación de sus
mañanas ya que es uno de los mercados más activos y de mayor calidad de España.
La venta de productos frescos y su tradición la convierte en un área de tránsito
habitual. Por la noche varios locales son de gran importancia. Así, frente a la propia
Plaza de Abastos están locales como son La Radio y el Leblón.
El Leblón pertenece al mismo negocio que el Meia. Ambos componen un
itinerario, para visitar el Leblón a primera hora y después el Meia o a la inversa.
- Rúa Nova (de arriba). El Retablo es un pub que se hace llamar café concerto.
Es muy visitado, tanto por universitarios que acuden al final del botellón como por los
jóvenes que salen en el fin de semana. La localización de un 24 horas en sus
inmediaciones favorece que aquellos que acuden a él entren del mismo modo en el
Retablo. Allí cerca, en la Rua de Tras Salomé, también nos encontramos con el Carpe
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Diem, dirigido a un público de treinta años en adelante.
- Rúa do Castro. Esta es una calle pequeña, donde el único local es Pepa a
Loba, de ambiente nacionalista ya que en el ofrecen bebidas tales como licor café,
crema de orujo, etc.
- Praza de Mazarelos. En esta plaza y sus alrededores existe una gran cantidad
de bares y restaurantes frecuentados por estudiantes universitarios y turistas, algunos
de ellos, como A Novena Porta funciona también como bar de copas en las noches del
fin de semana.
5.1.2. Ambiente diurno. El ambiente diurno de la zona vieja está compuesto por
cafeterías de tarde y bares tradicionales de vinos, además de restaurantes dedicados
al turismo y la comida típica de la tierra. Éstas son algunas de las áreas más
significativas:
- Rúa do Vilar. La Liga, Casino o Paradiso son rincones de café que ofrecen un
ambiente familiar. Centros de reunión social para estudiantes y personas de mediana
edad, instalan terrazas cuando las condiciones meteorológicas lo permiten.
- Porta Faxeira. El cruce de calles en el que se ubica, a la entrada de la zona
vieja y de la Alameda, contribuye al gran movimiento en estas cafeterías y
restaurantes. Entre las cafeterías hallamos el Tokio, famoso por sus tapas; el Farggi o
el Marte. En cuanto a restaurantes, Alameda y Cestaños son reclamos importantes
para los turistas. Este enclave adquiere mayor relevancia con la llegada de la
primavera, pues el enorme espacio de que dispone se ve plagado de terrazas en las
que tomar algo mientras se disfruta del calor y el sol.
- Praza da Quintana. Aprovechando su privilegiada situación, junto a la Catedral,
en la Praza da Quintana encontramos cafeterías como el Literato o restaurantes
especializados como la Crepería. Los locales de esta plaza también aprovechan el
buen tiempo para desplegar sus terrazas.
- Rúa das Orfas. En esta calle se encuentra el único establecimiento de una
cadena de comidas de la zona vieja. Se trata de Pizza Móvil. Aquí es frecuente que se
celebren fiestas de cumpleaños o cenas de estudiantes, tanto de instituto, como de
universidad, turistas y familias.
- Rúa do Franco. La Rúa do Franco está plenamente volcada en el turismo
gastronómico con varias docenas de bares y restaurantes. Desde el París hasta el
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Dakar (de un bar al otro), pasando por el Azul, el Mesón o’42 o un restaurante de
comida italiana, la oferta culinaria se presenta a través de expositores con productos
frescos y crustáceos vivos en acuarios. A esto se unen los bares tradicionales donde
se toman los típicos vinos.
- Praza de Mazarelos: en esta plaza y sus alrededores existe una gran cantidad
de bares y restaurantes frecuentados por estudiantes universitarios y turistas. Por
ejemplo, el bar Candilejas es muy visitado por las tardes, sobretodo cuando el buen
tiempo acompaña, ya que ponen una terraza donde la gente puede disfrutar del
ambiente de la zona vieja. Allí al lado está el conocido restaurante Asesino, enfrente a
la iglesia de la Universidad.
5.2. Zona nueva
La zona nueva de Santiago de Compostela, al igual que la zona vieja, se divide
en los dos ambientes antes mencionados.
5.2.1. Ambiente nocturno. El ambiente nocturno de la zona nueva se compone de
locales de primera hora que son alternados por estudiantes principalmente menores,
recintos de última hora y cafeterías-restaurante para el desayuno. Las calles y locales
más relevantes se indican a continuación.
- Alfredo Brañas. El bulevar de Alfredo Brañas es conocido por la discoteca
Liberty, muy famosa entre los jóvenes y a la que acuden para rematar la noche. Aún
así, en esta calle también hay locales como D3; Anubis, de última hora, o el Don Juan,
orientado a un perfil de edad más maduro.
- República Argentina. Por esta calle y sus alrededores se extienden los locales
Bláster, Catedral, Gabanna, Pérez&Pérez, Vía 13, La Cantina o Café Rock. Son, en su
mayoría, locales que congregan el mayor número de jóvenes cuando éstos llegan del
Campillo y la zona vieja. La Cantina, sin embargo, sirve de local en el que empezar la
noche, con tablas de chupitos por 10€.
- Santiago de Chile. Los locales de Santiago de Chile son Trapitos y Joyas,
Yacaré y TNT. Trapitos y Joyas aprovecha el horario de tarde para actuar como una
cafetería y el de noche, como pub. Yacaré es un local de última hora muy frecuentado
y TNT un local en el que se pincha música heavy.
- Galerías. Aquí se engloban el Bogotá, Cova da Vella, Guayava o Tío Gilito. Es
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un área en la que se concentran menores en su mayoría para el consumo de alcohol a
bajo precio. El Guayava es un local de bailes latinos donde además se producen
peleas con cierta regularidad. El Raíces, por su parte, es una cafetería que abre
cuando la noche termina para servir desayunos.
- Rúa Nova de Abaixo. En las galerías de esta calle se sitúan el Berberecho,
Gasteiz y Acme, pero merecen ser nombrados asimismo el Zeppelín (que cerró a
princios del año 2009) o Central Perk, ya que permanecen abiertos a primera hora. El
Frankfurt, a la entrada de las galerías, vende bocadillos en horario nocturno.
- Rosalía de Castro. El principal local de esta calle es el Tocata. Cabe mencionar
la confitería Flor y Nata, ya que muchos jóvenes acuden a ella para comprar bollería al
final de la noche.
- Montero Ríos. Lembranza, Cibeles y Cervecería Internacional son cafeterías de
tarde que alargan el horario de cierre en las noches de marcha. Del mismo modo, el
Bingo Ciudad de Santiago está abierto durante algunas horas de la noche.
- Doutor Teixeiro. Podemos encontrar la discoteca Maycar, muy famosa y
concurrida hasta casi el alba, o el Reno, cervecería donde se celebran fiestas privadas.
- Rúa de Pérez Constanti. El local aquí asentado es Ruta, una discoteca que ha
ido cambiando de nombre y propietarios desde hace varias décadas (ej., se
denominaba Yohakin hace 20 años). Es un local de reunión para terminar la marcha,
donde se encuentran aquellos que llegan del botellón, de la zona vieja y de otros
locales de la zona nueva. Cuenta con dos pistas, pero es relevante la pista del piso de
abajo, por concentrarse en ella jóvenes que han consumido o consumen drogas.
5.2.2. Ambiente diurno. El ambiente diurno de la zona nueva se ve potenciado por las
compras. Los establecimientos de cadenas comerciales de ropa y otros servicios
contribuyen al ocio en cafeterías y cervecerías. Estos son algunos ejemplos.
- Senra. Los establecimientos más destacados son la cafetería Iacobus, que
forma parte de una red de cafeterías en Santiago y es reconocida por sus desayunos y
especialidades; la Tapería Senra, donde se sirven pinchos y comidas y Burger King,
sucursal de la cadena americana que registra una gran concurrencia en las horas
punta.
- Doutor Teixeiro. En primer lugar, hallamos la cafetería Maycar, unida
comercialmente a L’incontro. Maycar posee, a su vez, un hotel con el mismo nombre
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en esta calle. Miami es otra de las cafeterías con mayor renombre en Santiago, y Reno,
una cervecería con posibilidad de fiestas privadas, cumpleaños o despedidas de
soltero.
- Montero Ríos. En esta calle, la Cervecería Internacional acostumbra a ser
visitada por universitarios en su mayoría, mientras que Cibeles y Lembranza tienen un
público de edad dispar.
- Praza Roxa. Como en el caso de la Porta Faxeira, la Praza Roxa vive su
apogeo durante la etapa de calor y sol. Lemans o Capri colocan amplias terrazas que
suelen estar atestadas. En los alrededores de esta plaza se halla La Cava de St.
James, clásica cervecería decorada al estilo de las antiguas cervecerías alemanas en
la que se reúnen estudiantes de instituto y universitarios. En esa misma calle nos
encontramos con el Blanco y Negro Café donde además de desayunos y cafés por la
noche también nos sirven cócteles como daiquiri, mojito, cosmopolitan, etc. Cercano a
la Plaza de Vigo también nos encontramos con el Malandro, cafetería y cervecería muy
frecuentada tanto por universitarios como por gente de más edad, no sólo por el día
sino que también como local de tarde-noche.
- República Argentina. Las cafeterías más destacadas de esta calle son Farggi,
Sport, La Meca o Café Rock. Se trata de cafeterías especializadas en desayunos, por
lo que es durante la mañana el momento en que registran un mayor volumen de
afluencia.
- Alfredo Brañas. La excepcional situación de Caney, Exágono (cerró por
reformas) y Ferro las convierte en cafeterías y locales de tapas con altos precios y una
media de edad madura.
- Fernando lll ‘O Santo’ y Ramón Cabanillas. Estas dos calles, que siguen un
mismo trazado, concentran locales como La Taquilla o Vivace, cafeterías para gente
joven y universitarios.
- Frei Rosendo Salvado. Al igual que en las calles anteriores, en Frei Rosendo
Salvado la cervecería Gambrinus y el Bar Fusión son locales que aglutinan jóvenes
para tomar algo y conversar.
5.3. Parque de la Alameda
Mención especial precisa el parque de la Alameda, centro de fiestas tales como
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la Ascensión o el Apóstol. Ha adquirido mayor relevancia en los últimos años por la
celebración del botellón en la zona del Campillo, hasta finales de 2008, desplazándose
el mismo a la escalinata enfrente al campus sur y más recientemente al propio campus
sur. En estos últimos años en ella ha habido en ocasiones aglomeraciones de varios
miles de personas celebrando el botellón. Cabe destacar su cambio de localización
debido a las obras de restauración del Mirador, por lo que ya se habla de nuevos
sustitutos, como la Praza Roxa o la Praza da Quintana.
Al cerrarse el campillo, el botellón se ha desplazado a un antiguo parque en la
parte baja de la Alameda, que ha sido retirado por el peligro que suponían para los
pequeños las virutas de cristal junto a los columpios. Esto ha ocurrido hasta principios
de 2009 en donde se recuperó el parque, se valló y con ello se desplazó el botellón al
campus sur.
Se distinguen dos ambientes en este botellón, marcados por los días clave:
jueves y viernes. Los jueves encontraremos universitarios, mientras que los viernes,
escolares, estudiantes de bachillerato y algún que otro universitario. El inicio de las
obras para reponer este parque deja a los jóvenes sin este enclave para celebrar el
botellón. Además, en los últimos meses se ha restringido su uso vallando una parte
importante de la Alameda por la noche.
Con todo, la Alameda es un punto de recreo que durante el día, cuando hace
buen tiempo, anima a los jóvenes y mayores a disfrutar del sol en los jardines y permite
a los niños pequeños jugar después del colegio.
6. La vida recreativa en Santiago de Compostela: Estado de los
locales y cumplimiento de la normativa
Se han realizado entrevistas a los propietarios o responsables de 10 locales
nocturnos, aquellos más importantes según la valoración de los jóvenes. Se han
analizado varias cuestiones, como información básica sobre el local, acceso al local y
estrategias de control para garantizar la seguridad, personal y condiciones de
seguridad y de salud, cultura del local a nivel medioambiental, simbolismos y clientes,
acceso a bebidas alcohólicas, consumo de drogas, transporte de acceso al local, ruído
y acciones preventivas en el local. Junto a las entrevistas también se realizó una
observación directa de cada local en días distintos e igualmente se recogieron
informaciones de parte de los clientes habituales al mismo, tanto dentro del local como
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fuera del mismo.
Primeramente hay que indicar que la colaboración de los propietarios o
responsables de los locales fue excelente.
Los resultados nos indican que actualmente el número de locales de diversión
en Santiago de Compostela es muy variado: hay locales denominados populares o de
moda, otros para bailar, para escuchar música, de ambiente (ej., para gays, para
parejas, nacionalistas), mixtos (beber y bailar), etc. Las denominaciones más formales
suelen ser pubs o discotecas.
El acceso a los locales suele ser gratis en los pubs y de pago en las discotecas,
aunque en éstas suelen dejar entrar habitualmente gratis a las mujeres. En algún pub
hay días en que cobran entrada (ej., 5 euros el fin de semana, y más en ocasiones
especiales como fin de año o en ciertas fiestas), como estrategia para evitar problemas
de masificación. Aunque todos los locales tienen un aforo máximo, éste se supera en
algunas ocasiones en los pubs, aunque todos los propietarios de discotecas afirman
que en ellas esto nunca ocurre. Habitualmente no suele haber problemas de
masificación. Sin embargo en épocas muy concretas del año (fin de año, carnaval,
fiestas del apostol, etc.) suele haber mucha más gente, por lo que intentan controlar el
aforo con la venta de entradas. Además, suelen controlar el acceso al local mediante el
DNI para impedir tener problemas con los menores, especialmente cuando no conocen
a los clientes personalmente. Sin embargo, algunos locales no hacen controles, sobre
todo los orientados a los más jóvenes y menores de edad. Cada local suele tener
clientes habituales, dado que la ciudad es pequeña. En la mayoría de los locales no se
utilizan estrategias ni controles para impedir que las personas puedan entrar con
alcohol o con drogas, aunque en varios de ellos se impide la entrada a las personas
que están embriagadas. También en ocasiones controlan los bolsos grandes por si en
ellos se introduce alcohol. Con todo, muchos reconocen que no siempre tienen
profesionales en la entrada del local o los supervisores del local preparados para
enfrentarse a este tipo de incidencias.
En relación al personal del local, todos consideran que el número es suficiente,
que están adecuadamente identificados de cara a los clientes y suelen tener
experiencia en el gremio de la hostelería o de la noche. Suelen seleccionarlos en
función de su profesionalidad, presencia, simpatía, aspecto físico y don de gentes.
Aunque el personal de los locales suele tener formación mínima en primeros auxilios,
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contraincendios y en reducción de riesgos, esto no ocurre en todos los locales
consultados. Aunque la mayoría indica que el local está bien iluminado y que los
camareros y responsables conocen todo lo que ocurre en el interior del local, esto no
siempre es así, especialmente en los momentos de grandes aglomeraciones. Aunque
casi todos los responsables de los locales afirman que tienen control sobre los baños,
acceso a preservativos en el local, una buena ventilación para que haya aire limpio y la
temperatura sea confortable, en la práctica se comprueba que no siempre ocurre de
este modo, sino que varía en función del tipo de local, de su nivel y estilo y del número
de personas que admite.
A lo largo del tiempo, y dado que pasan muchas personas en una noche por un
local, muchas más en una semana, y un número enorme a lo largo del año, ocurren
muchas cosas en un local nocturno. Por ello, suelen indicar que en un mes de vida de
un local es habitual que se hayan perdido algún objeto en el local, que se haya
producido algún robo a clientes, que se le haya prohibido la entrada a alguien o que se
haya expulsado a alguna persona. En cambio, no suele haber accidentes, heridos,
insultos a miembros del staff del local ni incidentes mayores. De todos modos,
algunos de estos hechos pueden haber ocurrido en algún local de modo ocasional.
Con repecto a la indumentaria, en general no suele ser muy formal, sino que
cada persona se viste según su estilo y preferencias, aunque en fiestas concretas del
año (ej., la de fin de año) la gente se viste de manera especial. De todos modos,
cuando la gente sale de marcha suele arreglarse más, no sólo la vestimenta sino
también el maquillaje y el peinado. Las edades de las personas que van a los locales
varían desde 18 años a 30, mayoritariamente, pero también puede haber personas de
40 ó de 50 años, a diferencia de lo que ocurre en el botellón, en donde casi todos son
menores de edad y adolescentes. Unos salen a divertirse, otros a ligar o buscar sexo,
otros con amigos y amigas, siendo una marcha muy variada.
Por otro lado, en general los locales no tienen imágenes orientadas al atractivo
sexual (ej., gogós) y tampoco lo utilizan como marketing. Además no se suelen utilizar
los locales para mantener relaciones sexuales.
En relación al consumo de bebidas alcohólicas la mayoría de los locales que
hemos analizado, que son los preferidos por los jóvenes, no suelen utilizar estrategias
de happy hours ni de dos por uno, aunque cuando tienen pocos clientes en algún
momento del año sí lo utilizan algunos de ellos. Una parte importante de los locales
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está preparado para tener que beber alcohol de pie, con lo que se bebe mucho más.
Como ejemplo, en uno de los locales sólo hay 7 taburetes, por lo que conseguir
sentarse es muy difícil. Cuando los clientes están bebidos o embriagados, en la
mayoría de los casos no se les sirven más bebidas y en otros les piden a los
compañeros que lo lleven a casa, ya que quieren evitar tener problemas con ellos. En
alguna ocasión ha sido necesario sacar del local al cliente, para tomar el aire, e incluso
llamar al 061, aunque esto suele ser raro que ocurra
En casi todos los locales un botellín de agua cuesta la mitad o menos que una
botella de cerveza. Pero hay locales en los que cuesta lo mismo un botellín de agua
que una cerveza, con el objetivo de que se consuma alcohol.
Los responsables de la mayoría de los locales afirman que en ellos no se
consumen drogas y que no hay ni camellos en el local ni en los alrededores del mismo,
aunque en la práctica se comprueba que en ciertos locales se consumen drogas, que
se puede conseguir droga en los mismos o cerca de ellos, básicamente porque en el
local no son capaces de controlar esta cuestión. Los locales no quieren que se les
asocie al consumo de drogas y por ello en algunos de ellos si detectan a personas
consumiendo drogas los expulsan. Sin embargo, en la mayoría de los locales no tienen
ningún tipo de acción en marcha para detectar a personas consumiendo drogas dentro
de los locales y tampoco acciones preventivas específicas para prevenir dicho
consumo. También ocurre que algunas personas creen que en ciertos locales se
permite el consumo de drogas cuando luego realmente no lo autorizan.
En relación al transporte, Santiago de Compostela tiene pocos problemas en
relación con la marcha ya que la mayoría de las personas son de la propia ciudad y
pocos cogen el coche para desplazarse. Los pocos que vienen a la ciudad de marcha
en coche no tienen problemas en relación al aparcamiento, a usar taxis después de la
marcha o transporte público (ej., tren). En algunos locales el número de personas que
utilizan el coche es mayor, por cuestión de estatus. También suele coincidir con
personas con mayor nivel adquisitivo.
Sobre el ruído, todos afirman que tienen controles técnicos para el control del
ruido en el interior de los locales y que tienen estrategias para minimizarlo en el
exterior. Varios de ellos incluso tienen un nivel máximo de decibelios para no pasarse
de ellos (sobre 80/90 dicen unos; el permitido sin especificar otros). En la práctica, a
veces el nivel del ruido es mayor en algún local y el ruído en la calle no pueden
30
controlarlo. Unos locales tienen pocos problemas por estar en zonas donde vive poca
gente. En otros sí que hay más problemas porque están situados en zonas en donde
viven muchas personas y el ruído es evidente los días de marcha, especialmente en la
calle al entrar o salir los clientes.
Una cuestión pendiente en los locales de Santiago de Compostela, como en
otros lugares de España, es mejorar la calidad y utilizar más estrategias preventivas
con respecto al propio local, sus trabajadores y los propios clientes. Se aprecia que ni
en las propias asociaciones de hosteleros, ni la administración municipal, han puesto
en marcha acciones de tipo educativo y preventivo para reducir riesgos y daños y hacer
la marcha más segura y sana. Sólo cuando un propietario tiene varios locales, o
cuando entre varios de ellos tienen buenas relaciones, comparten información y
estrategias para hacer frente a los problemas comunes que tienen. Por ejemplo,
aunque en todos ellos hay extintores de incendios no en todos tienen detectores de
incendios. O los baños, donde en ocasiones son casi inaccesibles en la noche por lo
sucios que están. La calidad y la seguridad parecen como si fuese incompatible el uno
con el otro, cuando realmente hay que conseguir unir la diversión con la seguridad y la
salud.
7. La vida recreativa en Santiago de Compostela: Los actores de la
vida recreativa
7.1. Tipología de los actores de la vida recreativa
7.1.1. Los jóvenes de 14 a 17 años
Se trata de jóvenes que, al ser menores de edad, viven en Santiago de Compostela
con sus padres, por lo que carecen de ingresos propios. Salen con el dinero que
reciben de su paga, de sus padres o de familiares, lo que no suele ser mucho.
Participan básicamente en actividades de ocio y una parte de ellos en el botellón.
Exceptuando sus estudios, carecen de obligaciones. En este grupo se integran los
estudiantes de la ESO, que suelen tener edades entre los 12 y los 15 años, aunque
algunos de ellos la finalizan algunos años después si repiten curso. Suele ser poco
frecuente que salgan los más jóvenes, los de 12 y 13 años. A partir de los 14 años
unos pocos empiezan a salir, controladamente, aumentando las salidas, los permisos
31
para salir y el número de horas y días que salen conforme van aumentando en edad.
En Santiago de Compostela las personas de esta edad salen principalmente los
viernes. Se concentran en la zona nueva y en el botellón del Campillo y Alameda,
cuando estaba autorizado, y más recientemente en el campus universitario sur. No
suelen estar hasta muy tarde ya que muchos de ellos tienen controlada la hora de
regreso a sus casas. El resto de la semana tienen obligaciones escolares y en la
mayoría de casos es incompatible salir con dichas obligaciones. Aunque la gran
mayoría de chicos y chicas de esta edad salen los viernes, sólo una parte de ellos
participan en actividades que no podrían hacer por su edad, como beber alcohol,
comprarlo, participar en el botellón, llevar a cabo conductas de riesgo, etc.
Con 12 y 13 años salen muy pocos y muy controlados por sus padres. La mayoría
de las personas de estas edades suelen pasear por la ciudad, especialmente por la
zona vieja, pasarse cerca del botellón, y recogerse pronto, excepto en fechas
señaladas (ej., finalización del curso, fiestas de la Ascensión o del Apostol, Semana
Santa). En unos casos el fin de salir es lúdico, estar con los amigos, celebrar el fin del
curso o pasarlo bien en las atracciones de la Alameda, aunque una parte de estas
personas comienza ya a unir el salir con el consumo de alcohol, especialmente a
participar en el botellón.
Cuando tienen entre los 14 y los 15 años salen de marcha en ocasiones especiales,
como cenas y fiestas señaladas. Hay un grupo de jóvenes que comienzan a salir fuera
de Santiago de Compostela alrededor de los 16 años y suelen dirigirse a Ordes los
sábados. Son pocos pero es un fenómeno nuevo ya que Ordes se está convirtiendo en
un centro de diversión alternativo a Santiago de Compostela y donde la marcha es muy
importante, acudiendo personas de Ordes y comarca, parte de A Coruña y parte de
Sanitago de Compostela.
Conforme van teniendo más años, especialmente los más mayores, entre 16 y 18
años, empiezan a salir regularmente. En estos casos participan en la marcha
habitualmente durante los fines de semana o con una regularidad de dos veces al
mes, estando en parte reguladas las salidas por la época del año, por acontecimientos
festivos y por la climatología.
En este grupo de edad se producen un número importante de intoxicaciones o
comas etílicos. La inexperiencia, el no saber los límites de la bebida, el no saber lo que
consumen, está muchas veces en el origen de estos problemas. Es también la etapa
32
en la que muchos de los jóvenes comienzan a consumir drogas, en muchos casos
asociado a la vida nocturna y a la participación en el botellón.
7.1.2. Los jóvenes de 18 a 25 años
El grupo de jóvenes de 18 a 25 años está formado por universitarios y trabajadores.
Los primeros pertenecen a ayuntamientos diferentes al de Santiago de Compostela
en su mayoría, pero se han instalado en pisos de la ciudad o viven en residencias
universitarias. La mayoría depende económicamente de sus padres, aunque tienen
cierta autonomía, y pueden, a su vez, compaginar trabajo y estudios. Acostumbran a
salir los jueves ya que los viernes retornan a sus respectivos lugares de origen.
Además, algunos de ellos también aprovechan para salir los miércoles si no es época
de exámenes. Aquellos que se quedan en Santiago de Compostela se unen a la
marcha de los viernes y sábados. Este grupo, cuando sale, suele hacerlo toda la
noche. Por otro lado, tienen un mayor control sobre el consumo de alcohol y apenas
generan ingresos en urgencias a causa de intoxicaciones etílicas aunque pueden darse
algunos casos.
Tienen varias rutas cuando salen. La más significativa es el Campillo (cuando
podían utilizarlo), la Alameda o Zona del Campus, la zona vieja, la zona nueva y
desayuno en los locales de la zona nueva a primera hora de la mañana. En ocasiones
sustituyen el botellón del Campillo (antes), Alameda (antes) o Campus sur
(actualmente) por fiestas y botellones en pisos. El motivo principal para hacer una u
otra cosa es la comodidad y el mal tiempo, o el reciente vallado del Campillo y
Alameda.
Este grupo se diferencia de los más jóvenes y de otros grupos por sus cenas de
clase y fiestas relacionadas con la universidad, que suelen organizar varias veces en
el año. Existen también comportamientos especiales, como la celebración de una nota
o el fin de los exámenes yéndose de vinos por El Franco.
En una parte de este grupo de jóvenes es más probable el consumo de drogas
(cannabis especialmente, seguido de la cocaína y drogas de síntesis). De todos modos
la droga principal que consumen es alcohol en grandes dosis.
El segundo grupo de jóvenes de esta edad, de 18 a 25 años, está formado por
jóvenes que se han incorporado al mercado laboral. Estos suelen salir los sábados
dado que durante la semana trabajan. Así es habitual que trabajadores de zonas
33
próximas a Santiago de Compostela se acercan para salir en el fin de semana, así
como otros jóvenes de la ciudad que trabajan.
7.1.3. Las personas de 25 a 40 años
En el grupo de personas de 25 a 40 años hallamos a trabajadores con experiencia
en el mundo laboral que tienen la costumbre de salir los sábados. El trabajo les impide
salir otros días. Beben alcohol sin llegar a puntos extremos y consumen drogas en
menor medida (entre los 25 y 40 suele ser una conducta esporádica).
En este grupo se incluyen solteros, casados, separados y divorciados, que salen
con diferentes intenciones. Los casados salen con sus parejas o amigos a divertirse,
mientras que los solteros o separados, junto a divertirse tienen otro objetivo central:
ligar y buscar pareja. Son personas que se mantienen económicamente por sí mismos.
En ocasiones salen primero de vinos y luego van a tomar una copa; en otros toman
unos vinos, van a cenar y acaban tomando una copa; y otros salen directamente a
tomar una copa. Suelen recogerse a las 2, 3 ó 4 de la madrugada los que salen en
pareja o con amigos, mientras que el otro grupo suele hacerlo más tarde.
Es un grupo normalizado. Usan los locales que existen para divertirse, consumen
en distintos locales, combinan los bares con los restaurantes, los pubs y discotecas,
todo ello porque tienen un mayor poder adquisitivo. No utilizan, a diferencia de los más
jóvenes, el botellón como medida de ahorro. Además, como pueden costearse lo que
consumen, van a locales de ocio y diversión y prefieren bebidas más caras,
dependiendo de su poder adquisitivo. Hay un grupo, el de solteros y divorciados, que a
veces consideran que gastan más dinero del que debieran o que tienen que acudir a
distintos locales para cumplir sus objetivos: ligar, buscar pareja, etc.
7.1.4. Las personas de más de 40 años
Como es evidente, el grupo de personas de 40 o más años no entran en el rango
de diversión de los jóvenes. Este grupo no sale por las zonas típicas de los jóvenes y
cuentan con locales específicos orientados a ellos. Tienen en la mayoría de los casos
una buena estabilidad económica en comparación con los más jóvenes. No van al
botellón ni lo conocen en su contexto real, no se emborrachan cuando salen, aunque
puedan beber bastante alcohol a lo largo de la semana. Dado que Santiago de
Compostela es una ciudad pequeña, tanto estas personas como los otros grupos que
34
hemos descrito, pueden coincidir ocasionalmente en locales de la zona vieja y la zona
nueva que son para jóvenes, especialmente a horas de la tarde o primeras de la
noche.
Un grupo especial de estas personas es característico cuando se celebran en la
ciudad Jornadas o Congresos. En este caso nos podemos encontrar a una parte de los
asistentes a los mismos por la noche en los locales de las distintas zonas de la ciudad,
ya que, al venir de fuera, no conocen la coyuntura de la marcha y se orientan en la
búsqueda de locales de marcha por las guías o por el primer local que encuentran.
7.1.5. Los turistas
Dentro de los turistas nos encontramos con personas de todas las
nacionalidades, edades y condiciones. Cuando el turista llega a Santiago de
Compostela viene a buscar en esta histórica ciudad alguna de las múltiples cosas que
hay en ella: el sosiego, la paz, el descanso, la espiritualidad, la belleza, la cultura, la
marcha, el pasarlo bien, etc. Por ello, de entre los turistas hay un grupo que selecciona
la ciudad por sus encantos, entendiendo que uno de esos encantos es la marcha,
aunque son los menos. Esto se aprecia mejor en ciertos acontecimientos festivos que
son ya un referente en Santiago de Compostela, como las fiestas del Apostol, el mes
de Agosto por ser el mes vacacional, la propia Semana Santa, la Ascensión, etc. En
este caso, el turista se confunde con el resto de los ciudadanos de Santiago de
Compostela, con el resto de las personas que hacen su vida cotidiana y su
correspondiente diversión. Suelen preguntar donde divertirse, a personas de su edad
equivalente, o a estudiantes, en
los hoteles o pensiones,
o a personas que
encuentran por la calle o en los lugares donde comen. Como la oferta es amplia seguro
que quedan satisfechos. Una atracción típica para ellos es la tuna, que actúa todos los
días a partir de junio hasta septiembre en los soportales del ayuntamiento y en otros
días del año cuando hay afluencia turística. La ciudad es pequeña y en poco tiempo se
puede recorrer varios locales, encontrar diferentes ambientes y, lo más importante,
encontrar mucha gente en todos los sitios. Es una de las características de la ciudad:
es una ciudad viva, acogedora, vibrante, juvenil, con un encanto especial y mágico.
Lo cierto es que los turistas lo pasan bien en Santiago de Compostela, les gusta
la ciudad, disfrutan en ella y, por todo ello, suelen repetir. La diversión es un elemento
de la misma, aunque una diversión más centrada en los locales de diversión y no al
35
aire libre (botellón) como hacen muchos jóvenes.
7.2. Las fiestas como elemento de atracción turística y recreativa
Aunque para algunos jóvenes Santiago de Compostela equivale a fiesta todo el
año, realmente hay varias fiestas que marcan de modo importante el ritmo de la
ciudad, caracterizado porque en ellas hay una gran afluencia de personas y la marcha
y la diversión están presentes como una parte de las mismas. Nos referimos a las
fiestas del Apostol, a la Ascensión, a Semana Santa y a las fiestas relacionadas con el
inicio y fin del curso y cuatrimestres universitarios.
Las fiestas del Apostol, en el mes de julio, son las fiestas más importantes de
Santiago de Compostela. El día grande a nivel de personas en la ciudad es la noche
del 24 al 25 de julio, con los bien conocidos fuegos artificiales del Apostol. A lo largo de
toda esa semana Santiago de Compostela es una completa fiesta, donde muchos
miles de personas disfrutan de la ciudad.
La segunda fiesta en importancia del año es la Ascensión, en la segunda
quincena del mes de Mayo. Es la fiesta que marca el inicio del verano y hasta hace
poco la finalización del curso académico universitario a nivel de clases, antes de
empezar a preparar los exámenes. Son fiestas muy tradicionales, con un gran sentido
popular. Si hace buen tiempo la ciudad se inunda de personas de la ciudad y de sus
alrededores. A diferencia de las fiestas del Apostol son fiestas más propias de la
ciudad.
Otro grupo de fiestas que han cobrado una gran relevancia en los últimos años son
las fiestas universitarias, relacionadas con las primeras semanas de curso, con la
finalización del cuatrimestre o del curso, o con muchas otras celebraciones que van
apareciendo en el calendario o se van inventando sobre la marcha. Por tanto, destacan
las fiestas de la juventud universitaria de Santiago de Compostela, aunque en los
últimos años están centradas en el botellón y en los excesos de alcohol.
Lo cierto es que todas las fiestas que se celebran en Santiago de Compostela a lo
largo del año sirven de imán para que miles de personas inunden sus calles, sus
plazas, su alameda, su campus, para pasarlo bien, para divertirse, para disfrutar.
7.3. Los empresarios y dueños de locales de ocio, tiempo libre y diversión
Un colectivo importante en la vida recreativa son las personas que tienen
36
negocios en relación a la misma. Santiago de Compostela tiene un gran número de
locales relacionados con la hostelería, la diversión, la restauración y todo lo que rodea
a una ciudad turística, universitaria y de servicios.
Como suele ocurrir en otras ciudades españolas, una parte de los empresarios
de la vida recreativa quieren tener menos controles y más libertad. O, lo que es lo
mismo, quieren aumentar su capacidad de negocio. De ahí que siempre hay polémicas
en relación a la hora de cierre de locales, los niveles de ruído, la intromisión de
personas en el negocio en ciertos momentos del año (fiestas o celebraciones que se
consideran que no son legales), etc.
Ciertamente, en Santiago de Compostela, el negocio de la diversión es un
negocio importante. Hay un gran número de locales para una ciudad tan pequeña y los
mismos tienen un buen número de clientes una parte importante del año. Quizás el
cambio más importante de los últimos años está en que con el surgimiento del botellón
los empresarios han visto descender su negocio o ver que una parte de su negocio se
escapa por otras partes. Esto les ha obligado a ser más imaginativos, a ofrecer ofertas,
a mejorar sus servicios, etc., de modo semejante a lo que ha ocurrido en otras
ciudades españolas.
7.4. Las personas que trabajan en los locales de ocio, tiempo libre y diversión
Relacionado con lo anterior, un gran número de personas trabaja en el sector
servicios en Santiago de Compotela, una parte de ellos como empleados de los locales
de ocio y diversión, y otra parte trabajando en todo lo relacionado con la industria
turística (hoteles, bares, restaurantes, etc.). Este colectivo defiende la fiesta y la
diversión porque su empleo depende de ello. Son muchas personas y su valoración
suele ser semejante a la de sus jefes: habría que ser más tolerante a nivel de horarios,
con el tipo de servicio que se ofrece, y que hubiese menos controles hacia ellos.
Además también se ven sometidos a la presión de las inspecciones y controles, tanto
de tipo sanitario (restauración), como de normativas laborales, ruídos, etc.
7.5. Los actores pasivos
En la vida recreativa hay varios tipos de actores pasivos: los padres,
especialmente referidos a los menores de edad, los vecinos de las zonas en donde se
concentra la vida recreativa, así como los servicios de limpieza municipal.
37
La mayoría de los padres de los adolescentes no son conscientes de lo que
hacen sus hijos, ya que sus horarios son distintos o incompatibles. Cuando unos
duermen los otros salen. Además, como los padres también han sido jóvenes, piensan
que sus hijos se divierten del mismo modo en que lo hacían ellos. Pero hoy la diversión
es totalmente distinta a la de hace años o décadas. El alcohol se ha convertido en un
elemento muy importante, a diferencia de otras épocas, junto a un consumo excesivo
o compulsivo, añadiendo drogas a dicho consumo y otras conductas de riesgo. Por
suerte, estas conductas de riesgo sólo las llevan a cabo una parte de los jóvenes,
aunque la idea social es que todos lo hacen. La sorpresa surge cuando sus hijos tienen
problemas (cuando los llaman de urgencias o la propia policía, cuando hay un
accidente de tráfico, cuando llegan por la mañana a casa, cuando van mal en los
estudios…). En estos casos los padres quieren reaccionar cuando ya puede ser tarde
para enderezar el camino. El apoyo de los padres puede ser muy importante para
mejorar el funcionamiento de sus hijos o cambiar sus movimientos erráticos.
Los vecinos, especialmente aquellos cercanos a las zonas de marcha, pueden
sufrir, o sufren, las consecuencias de la marcha, como ruídos, basura, olor a orina,
acelerones, etc. A pesar de lo que pueda parecer, los vecinos se quejan pero la
marcha en Santiago de Compostela no ha llegado al nivel de intensidad y molestia de
otras ciudades de Galicia, como A Coruña o Vigo. Aún así, resulta molesta para una
parte de los vecinos de Santiago de Compostela. En los últimos meses se ha avanzado
bastante en este tema, trasladando el botellón de la zona vieja a la alameda, y de la
alameda al campus universitario sur. Pero aún así hay personas que se siguen viendo
afectadas.
Quien vive en toda su intensidad, tanto cualitativa como cuantitativa, la marcha
en Santiago de Compostela, como en cualquier ciudad, es el servicio de limpieza.
Cuando la marcha es muy intensa, cuando hay los macrobotellones, entonces los
trabajadores del servicio de limpieza se tienen que emplear a fondo. En ocasiones al
día siguiente todavía se pueden ver las consecuencias de la marcha en la basura
desparramada por el suelo donde lo han hecho.
7.6. Los actores preventivos
Otro elemento de la marcha en Santiago de Compostela son los elementos
preventivos de que se dispone en la ciudad para contrarrestar los efectos y
38
consecuencias negativas de la diversión. Éstos son la policía, tanto local como
nacional, el sistema sanitario que atiende los casos de urgencia, los técnicos
preventivos orientados a los jóvenes del municipio y, finalmente, la normativa municipal
que pone orden cuando es necesario en la vida recreativa nocturna, como hace en
otros aspectos de la vida municipal.
La policía tiene un claro papel preventivo para que se mantenga el equilibrio
entre derechos y obligaciones, entre diversión y descanso. De ahí que la policía local y
la policía nacional ponen o no en marcha dispositivos especiales dependiendo de las
aglomeraciones, de los acontecimientos, o en ocasiones puntuales cuando hay un
concierto, un macrobotellón, inicio del curso, etc. Su actuación es correcta, eficaz y
silenciosa. Cumplen con su labor y ello hace que en la ciudad haya pocos problemas.
Sin embargo, esto no coincide con la visión de muchos vecinos afectados por la
marcha, los ruídos y el olor a orina.
Lo anterior se ve complementado por la actuación del sistema sanitario cuando
es necesario. El 061 actúa en aquellas ocasiones en las que es preciso y cuando se
solicitan sus servicios por una intoxicación alcohólica, un coma etílico, una sobredosis,
un corte, un golpe, un accidente, u otros motivos sanitarios. En Santiago de
Compostela el 061 funciona de modo rápido y eficiente. Normalmente actúan
directamente o llevan a la persona al Servicio de Urgencias del Hospital Clínico
Universitario o al Servicio de Urgencia del PAC (Punto de Atención Continuada de
Atención Primaria), que se encuentra enfrente al Hospital Clínico Universitario. Los
profesionales sanitarios conocen los picos importantes de trabajo del año en relación a
la vida recreativa, y que coincide con los grandes acontecimientos en los que hay
muchas personas (ej., fiestas del Apóstol, fiestas de la Ascensión, fiesta de Fin de Año,
inicio del curso académico, final del curso académico, etc).
Un
tercer
elemento
preventivo
son
los
técnicos
preventivos
en
drogodependencias, en el caso específico de Santiago de Compostela, los técnicos de
la UMAD (Unidad Municipal de Atención al Drogodependiente). Éstos coordinan y
ponen en práctica todos los años en los centros escolares e institutos de Santiago de
Compostela distintos programas preventivos con el objetivo de informar, concienciar y
sensibilizar a los jóvenes sobre las consecuencias negativas de muchos
comportamientos, especialmente los relacionados con el consumo de drogas. Además
también pretenden detectar a aquellos jóvenes que ya tienen problemas con el alcohol,
39
el cannabis u otras drogas. En la tabla 10 del apartado 15.4.1
indicamos los
programas que actualmente están en marcha.
La visión de los técnicos preventivos en drogodependencias es importante
porque conocen de primera mano lo que ocurre. En Santiago de Compostela es la
UMAD (Unidad Municipal de Atención al Drogodependiente) quien coordina las
acciones preventivas del municipio y quien atiende los casos de abuso y dependencia
de drogas. Tiene en marcha varios programas preventivos y de detección de casos
como todo aquello relacionado con el tratamiento de la adicción a las distintas
sustancias psicoactivas (tabla 10). Sus técnicos indican que en los últimos años ha
mejorado la implantación de nuevos programas preventivos y de tratamiento,
incrementándose la difusión de los programas preventivos a todos los centros
escolares del municipio y mejorando sus actuaciones conforme sus profesionales han
ido poniendo en práctica los distintos programas. En relación a las demandas, en la
UMAD la demanda de tratamiento en adultos es similar ahora que la de hace unos
años. En cambio, han aumentado las demandas de tratamiento para jóvenes a partir
de la puesta en práctica de distintos programas orientados a los adolescentes en las
esferas preventivas, de detección de casos con problemas iniciales o ya los casos con
problemas de abuso y dependencia.
Los técnicos consideran que habría que avanzar en los próximos años por tres
caminos. El primero, mejorar lo que se hace por haber mostrado ser eficaz y porque
ayuda a detectar y solucionar los casos que se van presentando. El segundo, centrarse
más en el tema del alcohol y lograr un mayor control del mismo, debido a las
consecuencias negativas que su uso abusivo provoca en la ciudad, como en otras (ej.,
el botellón) y por ser el alcohol un elemento muy relacionado con el consumo de otras
drogas (cannabis, cocaína). Y, el tercero, ir hacia normativas que regulen la vida
nocturna, el consumo de alcohol y la vida cívica.
Claramente, podemos concluir que ellos ven, como otros actores de la vida
recreativa, dónde están los problemas. Uno de los centrales es el consumo excesivo
de alcohol, especialmente en el botellón, el consumo de cannabis y el de cocaína. Por
suerte, esto lo hacen pocos jóvenes y su labor se ve recompensada porque las
demandas se están estabilizando en los últimos años, lo que es un medio indirecto
para evaluar el trabajo preventivo realizado.
El cuarto elemento preventivo relacionado con la vida recreativa, y uno de los más
40
importantes, son las normas que ha elaborado el municipio de Santiago de Compostela
para regular la vida recreativa y controlar los aspectos negativos de la misma. En el
apéndice aparecen algunas de éstas.
8. La vida recreativa en Santiago de Compostela. Tipos de marcha
8.1. Ir de botellón
El botellón en Santiago tenía lugar hasta no hace mucho tiempo en la zona del
Campillo y en la parte baja del parque de la Alameda. Posteriormente, al vallar la
Alameda y cerrar el acceso por la noche, el botellón se desplazó a las escaleras
enfrente a las Residencias Universitarias del campus sur, y más tarde al vallar también
esta zona, se ha desplazado a la explanada de las residencias universitarias y al
campus sur. Algunos grupos también hacen botellón en la Praza da Quitana y Praza
Roxa, pero la policía suele estar muy pendiente y disolver estas agrupaciones. Las
fechas claves del botellón (cuando hay macrobotellones) son las fiestas de la
Ascensión y el Apóstol, así como aquellos periodos del año en que empieza el curso,
finaliza el cuatrimestre o las clases del curso universitario.
A lo largo de los años, los dos días principales para salir a hacer botellón han sido
los jueves y los viernes. Durante la noche del jueves la zona de botellón, antes en la
Alameda y ahora en el campus sur, se llena de universitarios, mientras que la del
viernes está plagada de estudiantes de instituto (ESO y Bachillerato). En el último año
ha aparecido también el nuevo fenómeno de que algunos jóvenes, especialmente
universitarios, también comienzan a salir el miércoles, aunque son una minoría.
El botellón se realiza desde las primeras horas de la noche, siendo el paso previo
para la marcha en la zona vieja y zona nueva, dependiendo de la edad de los jóvenes.
No hay grandes quejas a nivel vecinal por el ruido, ya que se encuentra alejado de las
viviendas, pero sí por los residuos y el mal olor que deja tras de sí el botellón.
El botellón se ve condicionado de modo importante, en Santiago de Compostela,
por la meteorología, ya que se celebra al aire libre. Cuando llueve o hace frío se
traslada a Galerías, o incluso portales, y es casi inexistente en el Campus. El botellón
se ha convertido, a su vez, en un ambiente de consumo de drogas (porros
básicamente, junto a cocaína), otro nuevo fenómeno que antes no existía.
Podemos decir, sin embargo, que el botellón fomenta las relaciones sociales entre
41
los participantes, es muy valorado por los jóvenes y lo defienden con múltiples
argumentos siendo uno de los más repetidos que en el botellón les sale más barato
beber. Además, indican que en él pueden conocer gente, estar con los amigos, ligar,
buscar pareja, etc.
8.2. Ir de vinos y pubs
En cuanto a ir de vinos, la práctica en Santiago de Compostela se reduce a la zona
de El Franco y la llevan a cabo los mayores de 40 años en general, aunque algunos
universitarios “van de vinos” cuando finalizan los exámenes o celebran algún
acontecimiento. Por ello, sigue siendo famosa en Santiago la ruta París-Dakar. El París
está en una esquina del Franco, concretamente en la calle Bautizados, y el Dakar al
final del Franco. La idea es ir de rondas de uno a otro bar, o hasta donde se aguante
ya que hay docenas de locales entre ambos puntos. En la práctica pocos hacen este
recorrido.
Son dos las zonas de pubs, que dividen también las dos zonas de marcha: la zona
vieja y la zona nueva. La zona vieja se compone de pubs que abren alrededor de
medianoche y cierran sobre las 4h. Están dispersos, ya que no hay una calle que los
concentre, y se han creado rutas fijas seguidas entre los distintos grupos de jóvenes.
En la zona nueva los pubs son de primera y última hora. Los locales de primera
hora son frecuentados por menores de edad ya que ofrecen alcohol a bajo precio, con
jarras y tablas de chupitos. Estos pubs están ubicados estratégicamente, dispuestos en
Galerías y en las calles Rúa Nova de Abaixo y República Arxentina. Los locales de
última hora se hallan separados, y reciben a los jóvenes que proceden de la zona vieja.
Los jóvenes acuden a ellos para reunirse y terminar la noche, no exclusivamente para
beber. A su cierre, muchos jóvenes acostumbran desayunar en grupo en cafeterías.
8.3. Ir a bailar
En la actualidad, salir a bailar no es uno de los motivos por el que los jóvenes
salen de marcha en Santiago; aunque es cierto que existen grupos de jóvenes para los
que sí es importante. En la ciudad hay dos locales de bailes latinos, el Guayaba (en la
zona nueva) y La Conga (en la zona vieja). Además existen otros locales en los que no
se suele escuchar la música comercial que se pincha en la mayoría, sino folk, reggae,
ska, etc.
42
Sin embargo, para las personas de más de 40 años que salen de marcha una
de sus motivaciones sí es salir a bailar, junto con buscar pareja o ligar. Éstas suelen
acudir a ciertos locales en los que la música y el ambiente se adaptan a su edad y
preferencias.
Por otro lado, aunque no sea un motivo para salir a divertirse, muchos jóvenes
bailan en los pubs y discotecas, quizás animados y desinhibidos por el consumo de
alcohol; aunque en algunos locales es prácticamente imposible debido a la
aglomeración de gente.
También existen varias discotecas en la ciudad, como Liberty, Ruta 66, Don
Juan, etc., orientadas a distintos tipos de público, ambientes y horarios.
8.4. Ir a buscar sexo y drogas
Existen ciertos locales en Santiago de Compostela, entre los que se incluyen
tanto pubs como discotecas, en los que nuestros informantes indican la existencia de
consumo habitual de sustancias ilegales. En otros locales el consumo de drogas no es
significativo, aunque en ocasiones, algunos jóvenes consumen sustancias,
mezclándolas así con el alcohol.
Muchas veces, esta combinación de drogas y alcohol lleva a prácticas sexuales
de riesgo, como el no usar preservativo. Aunque ésta no es una práctica habitual, a
veces algunos jóvenes llegan a mantener relaciones sexuales en los baños de los
locales y aunque en los mismos hay dispensadores de preservativos, no siempre los
utilizan, lo cual aumenta el riesgo de contagio de enfermedades de transmisión sexual
y de embarazos no deseados.
8.5. Y los que no salen
Son pocos los jóvenes que en Santiago de Compostela no salen a divertirse alguna
vez en el año. Entre los que no salen estarían aquellos estudiantes centrados casi
exclusivamente en los estudios, los que no les gusta estar con otras personas, los que
no les gusta el tipo de diversión actual, los que están castigados sin salir, o personas
que no pueden salir, como los matrimonios con hijos o personas mayores de 60 años.
Hay, a su vez, trabajadores que debido a que trabajan de noche tienen dificultades
para salir, pero sí lo hacen cuando les es factible. Otra cuestión distinta es la
frecuencia de las salidas: hay personas que salen sólo durante las fiestas, otros de vez
43
en cuando en el año y otros todos los fines de semana.
Cabe señalar que durante la época de exámenes los estudiantes dejan de salir o
salen poco o sólo unas horas. En esas épocas se aprecia que baja el ritmo de la
marcha.
Actualmente, a causa de la crisis, son notables las carencias económicas sobre
todo a final de mes, por lo que se reducen las posibilidades de salir para algunos
grupos. Esto se aprecia en las salidas y en los locales con menos gente.
9. La vida recreativa en Santiago de Compostela. Algunos aspectos
importantes en torno a la marcha
9.1. Transporte
Dado que Santiago de Compostela es una ciudad de tamaño reducido, las zonas
de marcha están muy localizadas (zona vieja y zona nueva) y no es necesario emplear
el coche para desplazarse. Sin embargo, podemos encontrar iniciativas como el
“Noitebus”, que traslada a personas de ayuntamientos limítrofes (Ames, Teo) hasta la
ciudad.
En lo que a salir fuera de Santiago de Compostela se refiere, existe un autobús
que pasa por el centro de la ciudad y conduce a los jóvenes hasta Ordes, con su
respectivo regreso a altas horas de la madrugada o a media mañana. Asimismo,
también hay personas que emplean su propio vehículo para ir a Ordes o a Santa
Comba, sobre todo los sábados. Esto también ocurre en el sentido contrario, es decir,
gente de esas zonas se desplazan a Santiago de Compostela. Debemos señalar que el
verano propicia que mucha gente que sigue residiendo en Santiago de Compostela en
vacaciones se anime a salir de marcha fuera de la ciudad, en zonas de playa
(Portonovo, Sanxenxo).
Existen, además, fechas en las que es más corriente trasladarse a Santiago de
Compostela para la marcha nocturna, como es el caso de las fiestas de la Ascensión o
El Apóstol, incrementando el volumen de tráfico debido al aumento de visitantes.
9.2. Regalos
La celebración de fiestas en las que se reparten regalos, como camisetas,
mochilas, bikinis, mecheros, bolígrafos, etc., es una de las formas de promocionar las
44
bebidas alcohólicas con la única condición de consumir una bebida determinada. Se
trata de fiestas en locales de la ciudad patrocinadas por marcas concretas, de manera
que sacan más beneficios o incrementan el consumo de su bebida. Algunas bebidas
no alcohólicas, como Fanta o Coca-Cola, también organizan fiestas con regalos, lo cual
aumenta a su vez el consumo de alcohol por la combinación de ambas bebidas.
Suele ser habitual que las casas comerciales de alcohol hagan regalos por
consumir su bebida. Por ejemplo el 20 de diciembre de 2008, en el pub Retablo había
una chica a la entrada del mismo que entregaba propaganda sobre el ron Barceló. Esta
consistía en un rasca para conseguir un regalo. Los que entraban al pub, pedían esa
bebida y rascaban el cartón. Así podían obtener uno de estos regalos: un puerto USB,
altavoces o camisetas. También en ese local, con la bebida regalaban un gorro de
Papá Noel. La mayoría de los clientes pedían ron Barceló y los que pedían ron sin
indicar la marca les daban también esta marca.
Ese mismo día, por distintas calles de la zona vieja, repartían vales de
descuento de un euro por cubata que les descontarían en las copas de distintos
locales.
9.3. La utilización de vasos de cristal o de plástico
No hay una gran problemática en Santiago de Compostela con la utilización de
los vasos debido a que ninguno de los locales de la ciudad permite salir del recinto con
vasos de cristal, de manera que los propios porteros reparten vasos de plástico para
verter el contenido de la copa en ellos.
En el caso del botellón se venden en supermercados y 24h vasos de tubo de
plástico, que son los más apropiados para estas circunstancias. Sin embargo, suele
haber problemas con los restos de cristales de las botellas que quedan tiradas tras el
botellón y que no siempre son eliminados por completo por el servicio de limpieza.
El tema de los cristales rotos bien sea procedente de vasos o de botellas
durante y después del botellón es un verdadero problema y supone un riesgo.
9.4. El dinero dedicado a la diversión
El gasto en diversión depende de diversos factores: la edad, si trabaja o no, el
momento del mes o el momento del año.
En lo referente a la edad, los menores son los que menos se preocupan a la
45
hora de gastar, ya que en su mayoría reciben una paga mensual por parte de
familiares, además de pagas extra para salir. Los universitarios tienen una mayor
preocupación porque reciben un dinero (beca, familia, trabajo) que deben administrar.
Los trabajadores no se preocupan en exceso ya que prefieren bebidas caras, y no
salen tan a menudo, por lo que su gasto en diversión no es tan regular.
El momento del mes se refiere a las dos quincenas en las que se divide. Por lo
general, se suele gastar más en la primera quincena, reduciendose el gasto
considerablemente a final de mes. Este hecho se ha intensificado con la crisis.
Podemos decir que dependiendo de la época del año en la que nos
encontremos habrá mayor o menor gasto en diversión. Un claro ejemplo es el
comienzo del curso académico, cuando los estudiantes llegan a Santiago de
Compostela, no tienen todavía exámenes, y aprovechan su tiempo libre para salir. En
Navidad el gasto se incrementa con las cenas de empresa y de clase (instituto y
universitarios). Por el contrario, a la vuelta de vacaciones, disminuye el gasto realizado
por los universitarios, que, a causa de los exámenes, no salen. Sin embargo, el gasto
de los trabajadores se mantiene hasta las vacaciones de verano, en las que se reduce
(muchos locales disminuyen el personal) debido a los desplazamientos a zonas de
veraneo. Los turistas no suplen la falta de jóvenes que se divierten el resto del año.
9.5. Los estilos de música
Santiago de Compostela es una ciudad que no se caracteriza por la diversidad
musical. La mayor parte de los locales pinchan la misma música, la cual podemos
considerar pop o comercial. Aunque hay excepciones, como los locales de salsa
Guayaba y La Conga y los locales que ponen música folk, Tarasca o Avante, donde se
pincha música ska y reggae. En cuanto a otros locales, encontramos peculiaridades,
como en el caso del Leblón, donde sólo se pincha música en inglés o el caso de Ruta,
en el que se pinchan diferentes estilos (indie y tecno) en las dos pistas.
La última moda de los locales de Santiago de Compostela es la instalación de
pantallas de plasma en las que se puede visualizar los videoclips de las canciones que
se están escuchando en el momento.
9.6. ¿Qué se bebe?
La preferencia de los jóvenes que salen de marcha a los pubs de la ciudad es la
46
mezcla de una bebida alcohólica de alta graduación y un refresco, lo que conocemos
como cubata. Entre las bebidas alcohólicas que se suelen consumir se encuentra el
ron, el vodka, la ginebra, whisky, tequila, etc. También los chupitos son una demanda
frecuente. El precio de los cubatas oscila entre los 4 y 5 €, aunque en algunos locales
se aplican descuentos en las primeras horas de la noche u ofertas 2x1. Además,
dependiendo del local, también podemos encontrar otras bebidas alcohólicas más
típicas de Galicia, como el licor café, el licor de hierbas o la crema de orujo.
Actualmente se ha incrementado el consumo de jarras de chupitos y de cerveza.
También se aprecia que todos los años hay un consumo orientado en función de los
Pasos de Ecuador que son patrocinados por marcas de alcohol concretas,
habitualmente ginebras, donde puede haber entradas bastante económicas (ej., 1-2 €)
y descuentos en las consumiciones.
9.7. ¿Cómo se viste cuando se sale?
Por lo general, los jóvenes que participan en la marcha de Santiago de
Compostela se preocupan de su indumentaria cuando salen, dependinedo del estilo
de cada persona, pero, en cualquier caso, se observan diferencias entre mujeres y
hombres. En el caso de las chicas, es frecuente que escojan la ropa en días previos a
una salida, y, suelen preferir los zapatos de tacón. Los chicos no se lo piensan tanto y
predominantemente eligen unos vaqueros. A medida que la edad aumenta, se observa
que los hombres se visten de manera más formal, mientras que las mujeres suelen
mantener su forma de vestir.
Como una síntesis del presente punto y del anterior, en la tabla 2 presentamos
de modo sintético las características de la marcha en función de los distintos
momentos del año, y de los grupos de edad en la ciudad de Santiago de Compostela
9.8. Otros
Son múltiples los aspectos que podríamos comentar sobre la vida recreativa en
Santiago de Compostela. Como síntesis, indicamos algunos de ellos que no se han
expuesto en puntos previos:
- Se aprecia en los últimos meses la subida del consumo de jarras de chupitos y
de cerveza. Salen más baratos.
-
Hay un patrocinio de marcas alcohólicas en todas las fiestas de Pasos de
47
Tabla 2. La marcha en Santiago de Compostela a lo largo del año en función de la
edad de sus participantes.
De 14 a 17 años
De 18 a 25 años
ENERO-ABRIL
Botellón en el
Campus
universtiario sur
(antes en El
Campillo).
ASCENSIÓN
APÓSTOL
Botellón en el
Campus
universtiario sur
(antes en El
Campillo). Los
días de la fiesta
o la víspera.
Acuden jóvenes
de otras
ciudades de
Galicia.
Botellón los
viernes y algun
sábado en el
Campus
universtiario sur
(antes en El
Campillo).
Botellón los
viernes y algun
sábado en el
Campus
universtiario sur
(antes en El
Campillo). Si
llueve lo hacen
en Galerias o
zonas
porticadas.
VERANO
INVIERNO
Octubre a
Diciembre
NAVIDAD
25 DE
DICIEMBRE
No hacen
botellón
FIN DE AÑO
No hacen
botellón
Cabe la
posibilidad de
que celebren la
noche de Fin de
Año en locales.
Es posible que
los mayores
salgan durante
esta noche.
NOCHE DE
REYES
De 25 a 40 años
Más de 40 años
Botellón.
Cenas.
Pasos de
Ecuador.
Algunas personas
salen de copas
ocasionalmente.
Algunas personas
salen de copas
ocasionalmente.
Botellón en en el
Campus
universtiario sur
(antes en El
Campillo). Los
días de la fiesta
o la víspera.
Acuden jóvenes
de otras
ciudades de
Galicia.
Pasear por las
calles.
Van a pubs y
discotecas.
Pasean por la
Alameda y las
atracciones gran
parte de la noche,
debido a que hay
orquestas.
Van a pubs y
discotecas.
Pasean por la
Alameda y las
atracciones gran
parte de la noche,
debido a que hay
orquestas.
Salen por la zona
vieja y zona nueva.
Van a pubs y
discotecas.
Salen por la zona
vieja y zona nueva.
Ocasionalmente
van a pubs y
discotecas.
Botellón en el
Campus
universtiario sur
(antes en El
Campillo) los
jueves.
Fiestas en pisos.
Cenas.
Terminan la
noche en los
pubs y
discotecas.
Salen a tomar
copas.
Salen por la zona
vieja y zona nueva.
Van a pubs y
discotecas.
Salen por la zona
vieja y zona nueva.
Ocasionalmente
van a pubs y
discotecas.
Salen a tomar
copas.
Salen a tomar
copas.
Salen a celebrar
Fin de Año.
Salen a celebrar
Fin de Año.
Cabe la posibilidad
de que salgan a
celebrar Fin de
Año.
Salen a celebrar
la Noche de
Reyes.
Salen a celebrar la
Noche de Reyes.
Es posible que
salgan durante esta
noche.
48
Ecuador, con entradas baratas (1-2 €) y descuentos para que así los jóvenes acudan a
ellos y puedan beber alcohol barato.
- Solidaridad y alcohol. Todo vale con el objetivo de que la gente consuma más
alcohol. En Santiago de Compostela en abril de 2009 se hizo una campaña en la que
participaron 30 locales en los cuales por cada consumición que se hicieses se le daban
0.20 euros para garantizar los servicios sanitarios en la Franja de Gaza, debido al
conflicto palestino-israelí, llamándole a dicha campaña “Noite solidaria”.
- De modo cíclico surgen probemas con las licencias de distintos locales.
También en relación a las fiestas de Navidad hay todos los años problemas por
denuncias de los locales en relación a los hoteles que organizan fiestas poniendo
música en ellos y haciendo bailes. Les denuncian porque no tienen licencia para ello.
- Todos los años el Concello cierra varios locales por diversos motivos: ruídos,
licencia inadecuada, etc. También suele ser frecuente que los dueños de los locales
cerrados rompan el precinto y de nuevo la policía vaya a clausurarlo de nuevo.
- En el último año ha habido cambios de propietarios de varios negocios relacionados
con la vida nocturna (pubs, discotecas); ha habido reformas en varios de ellos, o
todavía están en reformas; y, otros, han cerrado. Destacó en este año 2009 de modo
especial la noticia de que el veterano pub Don Juan se vendía por 1,1 millones de
euros.
- Hemos apreciado un nuevo fenómeno en personas que acuden de marcha a
Santiago de Compostela de municipios limítrofes: están de nuevo cogiendo fuerza las
verbenas populares de las aldeas. Realmente esto está ocurriendo porque en dichas
fiestas los jóvenes aprovechan para hacer botellón en ellas o al lado de las mismas
mientras escuchan la música de la orquesta. Ocurre en municipios y parroquias
limítrofes, no en Santiago de Compostela.
- Se aprecia un importante incumplimiento de la Ley antitabaco en los
establecimientos que tienen zona de fumadores y zona de no fumadores. Los clientes
incumplen directamente la norma cuando hay bastante gente, pocas veces les dicen
que no se puede fumar en el local, o bien los sistemas de ventilación son inadecuados
y el humo del tabaco se cuela de la zona de fumadores a la de no fumadores (ej.,
cuando hay dos pisos, o cuando la zona de fumadores está al comienzo del local). Se
han hecho algunas denuncias por parte de clientes pero la inspección sanitaria hasta
este momento ha sido poco eficaz en que se cumpla la norma.
49
10. La vida recreativa en Santiago de Compostela: problemas más
importantes que acarrea la marcha
10.1. Problemas graves de salud. La atención de las personas con problemas
relacionados con el alcohol y/o las drogas en los Servicios de Urgencias
10.1.1. La relevancia del problema
Un indicador importante de lo que ocurre con el consumo abusivo de alcohol y/o
drogas lo podemos obtener de los profesionales que trabajan en los servicios de
urgencias. Sabemos que en los últimos años ha habido un aumento de las demandas
en los Servicios de Urgencias tanto por parte de personas intoxicadas por el alcohol
como por los producidos por los problemas directos o indirectos del consumo de
drogas ilegales, especialmente por la cocaína (Galicia, Nogué, Sanjurgo y Miró, 2008) o
por el policonsumo de drogas (Pereiro, Bermejo y López, 2005). Aunque, por suerte,
son pocas las muertes que se producen por reacción aguda a drogas, o por sus
complicaciones, sí que en ocasiones la gravedad del caso es evidente (problemas
cardiovasculares, pérdida de conciencia, ataques de pánico, agresividad, etc.) y es un
fenómeno al que están hoy habituados los profesionales de los Servicios de Urgencias.
Además, las secuelas graves o la mortalidad por consumo excesivo de alcohol es más
evidente en aquellos casos en que las personas han tenido un accidente de tráfico por
intoxicación alcohólica (Rodríguez-Martos, Torralba, Escayola y Plaséncia, 2005) o por
el consumo de alcohol y otras drogas. Esto lo saben bien estos profesionales,
especialmente cuando coinciden estas variables: fin de semana, joven y altas horas de
la madrugada.
Para darnos una idea de la magnitud del problema, son bien representativas las
palabras en 2005 de la entonces Ministra de Sanidad, Doña. Elena Salgado, quien en
su comparecencia en la Comisión Mixta Congreso-Senado para el estudio del
problema de las drogas, afirmó lo siguiente: “también han aumentado en los últimos
años los ingresos hospitalarios por psicosis alcohólica, por síndrome de dependencia
del alcohol y por psicosis causadas por drogas. La Encuesta de Morbilidad Hospitalaria
muestra un incremento, entre 1993 y 2002, de los ingresos hospitalarios por psicosis
ocasionadas por consumo de drogas del 103%, dato preocupante aunque las cifras
absolutas no sean muy elevadas. En el caso de drogas distintas del alcohol, el
50
aumento de ingresos por psicosis alcanzó el 420%.”
10.1.2. Cómo actúan en Santiago de Compostela los Servicios de Urgencias
A continuación describimos cómo actúan los Servicios de Urgencias en Santiago
de Compostela en relación con los problemas por consumo excesivo de alcohol o por
consumo de drogas cuando se requiere su intervención, o por cualquier otra urgencia
relacionada con la marcha.
En la marcha nocturna, cuando un joven se encuentra mal (ej., se tambalea, ha
perdido la conciencia, vomita abundantemente, no les conoce, se ha quedado pálido
como el mármol, etc.), lo más habitual es que sus amigos llamen a los Servicios de
Urgencias, concretamente al 061. En otras ocasiones tienen que ser otras personas las
que los llamen por no ser ellos conscientes de la gravedad del problema. Una vez que
el 061 recibe la llamada una ambulancia se desplaza al lugar de la emergencia,
habitualmente en pocos minutos. En el lugar donde está la persona afectada un
médico analiza el caso de la persona que está en la situación de emergencia y ante el
estado que aprecia en ella suele tener tres posibilidades: a) resolver allí mismo la
emergencia, cuando ésta es leve o no es una emergencia, b) llevar a la persona al
Servicio de Urgencias del PAC (Punto de Atención Continuada) de Atención Primaria
cuando aprecian que el caso no es muy grave y puede remitir en un tiempo corto, o c)
llevar a la persona al Servicio de Urgencias del Complejo Hospitalario Universitario de
Santiago de Compostela (CHUS) cuando es un caso grave. Hacemos notar que en
Santiago de Compostela el Servicio de Urgencias del PAC está enfrente del Servicio de
Urgencias del CHUS.
El trabajo de los profesionales del 061 en estos casos no siempre es fácil. Uno
de ellos nos decía, refiriéndose a una intervención: “muchas veces se atiende al
paciente en lugares públicos de frecuente consumo (parques, descampados, bajo
puentes…), en los cuales nos encontramos rodeados de jeringuillas y agujas en el
suelo, al igual que podemos encontrarnos también con terceras personas que debido a
su estado y percepción de la realidad pueden mostrar comportamientos inadecuados o
agresivos con el equipo”.
Los casos que acuden al PAC de Atención Primaria no son los más graves ya
que no necesitan acudir al Servicio de Urgencias del CHUS. La información del estado
del paciente se obtiene del mismo o de sus acompañantes. Se le mantiene en
51
observación un tiempo y si se recupera se va a casa por su propio pie o una
ambulancia lo traslada a su domicilio. Si es menor de 16 años hay que avisar a sus
padres. A diferencia del Servicio de Urgencias del CHUS, en el PAC no realizan
analíticas para comprobar la sustancia ni el nivel de intoxicación.
En otros PACs de Atención Primaria de municipios limítrofes a Santiago la
agresividad de algunos intoxicados ha llevado en alguna ocasión a tener que avisar a la
Guardia Civil por no poder controlarlos. También en esos PACs limítrofes en ocasiones
tienen que llamar a la Guardia Civil para localizar a los padres porque el menor de
edad se niega a indicar donde vive. Además en éstos “a veces ya se organizan los
turnos programando un aumento de este tipo de demanda en determinadas situaciones
(fiestas, conciertos, concentraciones de jóvenes…)”. Como dice un profesional de un
PAC, muchas situaciones difíciles con estas personas se resuelven con “diálogo,
paciencia y medicación”.
Otro tipo de personas que acuden al PAC de Atención Primaria, tanto en
Santiago de Compostela, como en otras ciudades cercanas, son chicas en búsqueda
de la píldora del día después. Esta demanda suele ser más frecuente en el fin de
semana y el lunes. La excusa habitual que dan es que se les ha roto el preservativo.
Los casos que llegan al Servicio de Urgencias del CHUS son más graves, sobre
todo cuando los trae directamente la ambulancia del 061. En ocasiones son llevados a
Urgencias por sus compañeros y amigos o por la propia policía. En casos puntuales los
trae un familiar una vez que ha llegado el joven intoxicado a casa.
Lo primero que se hace en el Servicio de Urgencias del CHUS es el diagnóstico.
Allí se pueden hacer todo tipo de pruebas necesarias para el diagnóstico (ej., de
tóxicos), aunque depende del nivel de conciencia del individuo. Un problema relevante
para el profesional de urgencias es cuando el joven es traído inconsciente en
ambulancia, sin amigos ni acompañantes que puedan informar que ha tomado o por
qué ha llegado a este estado. En todos los casos, el objetivo es estabilizar al paciente
una vez que se tiene el diagnóstico o se sabe lo que le ocurre. En ocasiones se hace
un lavado gástrico, en otros se aplica la medicación correspondiente y en casos más
graves hay que dejarlo internado o remitirlo al psiquiatra de guardia.
La mayor demanda por este tipo de problema ocurre en los fines de semana,
vísperas de festivos, en navidades y en los meses de verano, siendo los afectados en
su mayoría, jóvenes y varones. Los que tienen más edad (y a veces con problemas de
52
dependencia del alcohol) hacen una demanda en los Servicios de Urgencias a lo largo
de todo el año, cualquier día de la semana.
10.1.3. Visión de los profesionales de los Servicios de Urgencias sobre esta
problemática y el manejo de los pacientes
La entrevista a varios profesionales de los Servicios de Urgencias, tanto de
Santiago de Compostela, como de otras ciudades limítrofes, indica que éstos ven que
existe un problema asociado con el consumo de alcohol y drogas, sobre todo en los
jóvenes. Ellos lo aprecian fundamentalmente en los accidentes de tráfico debidos al
consumo de alcohol (especialmente los del 061), así como por las intoxicaciones o
comas etílicos, por la agresividad que muestran algunos de los ingresados y por la
disminución del nivel de conciencia de algunos de los que ingresan, todo lo cual
dificulta el trabajo clínico y mismo el diagnóstico.
Hay consenso entre los profesionales consultados en que el mayor problema
para ellos es el consumo excesivo de alcohol. Éste explica la mayoría de los problemas
que atienden en la esfera de los problemas de alcohol y drogas. Luego le seguirían a
mayor distancia la cocaína y, en menor grado, los ansiolíticos y la heroína. Por ello,
insisten en que los problemas con el consumo de drogas son raros u ocasionales. En
algunas ocasiones la misma persona puede presentar una intoxicación de alcohol y
cocaína.
La mayoría de los casos que atienden ocurren en fin de semana y son, además,
los casos más graves de los atendidos de este tipo a lo largo de toda la semana.
También ocurren en épocas festivas. Los que tienen estos problemas suelen ser
menores de edad y universitarios, siendo la mayoría de los casos debidos a
intoxicación etílica y en menor grado por consumo de otras drogas (sobre todo
cocaína). También hay algunos casos por agresiones y caídas. Un nuevo fenómeno es
el incremento de las demandas en urgencias los lunes y martes por los efectos de la
resaca, fenómeno que no ocurría antes.
Los profesionales aprecian un incremento de las agresiones físicas y verbales
en los últimos años en los Servicios de Urgencias. También las descompensaciones de
pacientes psiquiátricos por el consumo excesivo de alcohol o drogas. Uno de los
médicos de urgencias comentaba “Si, suelen ser pacientes difíciles de tratar por la gran
agresividad y la poca colaboración que ofrecen, tanto para la recogida de la historia
53
clínica como para la realización de pruebas complementarias. Según el tipo de
consumo, antecedentes, …, generalmente se recurre a los sedantes y/o sujeción
mecánica”… “ya fuera del ámbito médico, con muchos de ellos se requiere personal de
seguridad por la agresividad que plantean durante la atención médica. En
determinadas ocasiones, y dependiendo de las consecuencias derivadas del consumo
(traumatismos craneoencefálicos severos, accidentes de tráfico graves…) puede ser
necesaria la intervención del ucista o del traumatólogo”.
La mayoría de las personas que atienden son jóvenes, concretamente, el grupo
predominante tendría de 17 a 35 años, con un pico entre los 18 y 24 años,
habitualmente varones. En ocasiones acuden chicos y chicas de menor edad aunque
son casos puntuales. De tener menos de 16 años es obligatorio avisar a los
responsables legales del menor de su situación antes de proceder a darle el alta.
A pesar de que Santiago de Compostela es una ciudad que atrae a muchos
turistas, los casos de personas de otros países que acuden a Urgencias por
intoxicación son anecdóticos. Esto es distinto a lo que ocurre en verano en otras
ciudades de Galicia en donde los servicios de urgencias atienden por intoxicaciones
tanto a personas de nuestro medio como a turistas (en muchos casos también
jóvenes).
Los profesionales de urgencias, junto a los efectos ya comentados, conocen
otros más como embarazos no deseados, sexualidad de riesgo (no usar preservativo,
enfermedades de transmisión sexual), daños físicos por peleas, lesiones, caídas,
accidentes de tráfico, etc.
Uno de los profesionales nos indica claramente cuál es la idea que muchos de
ellos tienen sobre cual podría ser la solución para este problema “ejerciendo mayor
control del consumo de tóxicos en los lugares públicos, garantizando puntos de
atención dispersos de primeros auxilios los días más conflictivos y consiguiendo una
mayor educación y conciencia social entre los jóvenes de los problemas derivados a
corto y a largo plazo del consumo”. Y otro insistía “creemos que la solución va más allá
de una actuación puntual del personal de urgencias. Es una cuestión educacional,
cultural, en la que deberían implicarse las familias y la sociedad en general, así como
los poderes públicos”.
54
10.1.4. Conclusión
Del estudio realizado en los servicios de urgencias en Santiago de Compostela
puede concluirse que los mismos son muy eficientes y hay una muy buena
coordinación y derivación entre el 061 y el Servicio de Urgencias del PAC de Atención
Primaria y el Servicio de Urgencias del CHUS. Los profesionales de los Servicios de
Urgencias se centran en su duro trabajo y no tienen tiempo de comunicar la dura
realidad de lo que les ocurre a ellos y a las personas afectadas que, en muchos casos,
nunca debieran tener que utilizar los Servicios de Urgencias debido a sus
comportamientos inadecuados. Por todo ello, es necesario que la sociedad se
conciencie de los graves problemas que tiene el consumo excesivo y abusivo del
alcohol y de modo especial los padres de los jóvenes, los propios jóvenes y los
responsables de gestionar la vida social. Un análisis detenido de todo lo expuesto
indica claramente que lo mejor ante este problema es poner en práctica medidas
legislativas, educativas, informativas y preventivas. Éstas no sólo son útiles sino que
ayudan a reducir costes y, aún más importante, a reducir secuelas importantes en los
individuos y a salvar vidas humanas.
10.2. Sexualidad de riesgo
En los últimos años, los valores acerca de la sexualidad han ido cambiando en
nuestro contexto sociocultural, de forma que actualmente los jóvenes se han
socializado a partir de valores más liberales que definen la sexualidad como una
experiencia placentera y saludable (INJUVE, 2005). Durante la adolescencia la
sexualidad adquiere una gran relevancia, ya que es el momento en el que una parte
importante de jóvenes inician las prácticas sexuales, siendo entre los 16 y los 20 años
cuando la mayoría de los jóvenes españoles comienzan a tener relaciones sexuales
(INE, 2004).
Por otro lado, el consumo de alcohol y otras drogas se ha convertido en un
fenómeno de gran prevalencia entre los adolescentes (Plan Nacional sobre Drogas,
2007), especialmente en el contexto recreativo nocturno.
Así, salir de marcha los fines de semana se relaciona en gran medida con el
consumo de drogas legales e ilegales y con mantener relaciones sexuales, tanto en
hombres como en mujeres (Calafat, Juan, Becoña, Mantecón y Ramón, 2009). De
hecho, el contexto recreativo nocturno integra como parte del mismo el consumo y
55
abuso del alcohol y otras drogas como el cannabis, la cocaína o el éxtasis junto con la
búsqueda y experimentación sexual.
De esta forma, los jóvenes van descubriendo el valor del consumo de sustancias, la
sexualidad y el salir de marcha, de modo que el “buscar sexo” se convierte en una
motivación importante para salir a divertirse los fines de semana. Varios estudios
muestran que en el contexto específico de los ambientes recreativos, las expectativas
de un posible encuentro sexual pueden derivar en un mayor consumo de drogas, ya
que muchos jóvenes valoran dichas sustancias por sus efectos facilitadores de logros
sexuales (Bellis et al., 2008).
El alcohol es la sustancia más empleada por nuestros jóvenes para alterar el
comportamiento sexual (Calafat, Juan, Becoña y Mantecón, 2009), incrementando así
la probabilidad de mantener relaciones sexuales de riesgo (relaciones sexuales más
precoces, varios compañeros sexuales, mayor probabilidad de contagio de
enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados), ya que favorece la
desinhibición y la pérdida de control. Esta cuestión resulta de gran relevancia en
nuestro medio debido al fenómeno del botellón, en el que los jóvenes ingieren grandes
cantidades de alcohol al tiempo que consumen otras drogas.
Otras sustancias como la cocaína, el cannabis o el éxtasis también son consumidas
por sus efectos relacionados con la sexualidad. Por ejemplo, en el estudio de Calafat et
al. (2009), la cocaína es la segunda sustancia, después del alcohol, más valorada por
sus efectos sobre la relación sexual, ya que se le atribuyen propiedades afrodisíacas
además de favorecer una relación prolongada. Sin embargo, las drogas recreativas
también afectan a la capacidad de tomar decisiones y, consecuentemente, su consumo
aumenta la probabilidad de llevar a cabo conductas sexuales de riesgo como no usar
preservativo.
Un estudio realizado en Santiago de Compostela, así como en otras ciudades
españolas, muestra que existe una relación entre salir de marcha, el consumo de
drogas y las conductas sexuales de riesgo. Los resultados obtenidos nos muestran que
el alcohol es la sustancia más consumida (90% en el último año), extendiéndose su
abuso (borracheras en el último mes) a un 80.5%. A su vez, el consumo de drogas
ilegales incluye el cannabis (65.9%), la cocaína (27.1%) y el éxtasis (13.4%). Además,
existen diferencias significativas por género en todas las sustancias, siendo las mujeres
quienes menos consumen. De la misma forma, una mayor implicación en salir a
56
divertirse correlaciona significativamente con dicho consumo de sustancias. Por tanto,
es en este grupo de jóvenes (los que están muy implicados con el salir de marcha y
que además consumen y abusan del alcohol y de otras sustancias y han mantenido
relaciones sexuales) donde se encuentra una mayor proporción de conductas sexuales
de riesgo, como no usar preservativo (sólo el 55% lo utilizó en la última relación
sexual), siendo las mujeres quienes menos lo han utilizado. Además, una gran mayoría
(76.6%) ha tenido relaciones bajo los efectos del alcohol, al menos en alguna ocasión,
y un 55.2% bajo los efectos de alguna droga ilegal. Por otro lado, son los varones
quienes tienen significativamente más relaciones bajo los efectos de estas sustancias.
Por último, debemos mencionar que los jóvenes son conscientes del riesgo que supone
mantener relaciones sexuales sin control, y que el consumo de drogas lo facilita, pero
dicha conciencia no se traduce luego en acciones preventivas, sobre todo en las
mujeres (Calafat et al., 2009). Otro estudio realizado también en Santiago de
Compostela muestra que lo que mejor explica el por qué se mantienen relaciones
sexuales o no es el número de borracheras, lo cual confirma el enorme peso que está
adquiriendo el consumo abusivo del alcohol en modular conductas tan importantes
como la sexualidad (Becoña, Juan, Calafat y Ros, 2008).
Por todo esto, y a la luz de diversos estudios, podemos concluir que es necesario
desarrollar guías informativas y preventivas no sólo acerca del consumo de drogas,
sino también, sobre las conductas sexuales de riesgo en el contexto recreativo
nocturno.
10.3. Violencia
El salir de marcha está frecuentemente asociado no sólo con el consumo y
abuso de sustancias legales, como el tabaco y el alcohol, e ilegales, como el cannabis,
la cocaína, o el éxtasis, sino que también se relaciona con otros comportamientos
conflictivos como las conductas sexuales de riesgo, de las que ya hemos hablado
anteriormente, o los actos vandálicos y violentos.
Aunque habitualmente la violencia juvenil tiene lugar en las escuelas, el hogar, o
en la calle en múltiples formas, como el acoso escolar, las agresiones sexuales o la
violencia entre bandas, en la actualidad una proporción importante ocurre en los
ambientes recreativos nocturnos. En el Reino Unido, por ejemplo, una quinta parte de
los actos violentos tienen lugar en las inmediaciones de un pub o un bar, y
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prácticamente la mitad de los incidentes violentos ocurren en las noches del fin de
semana (Schnitzer et al., en prensa).
La violencia juvenil ligada a los contextos recreativos nocturnos ha sido poco
estudiada, pero constituye un fenómeno preocupante y en expansión. Varios estudios
apuntan a la conexión existente entre el salir de marcha y el consumo y abuso del
alcohol y las drogas, especialmente la cocaína y las anfetaminas (Sommers, Baskin,
Bassin-Sommers, 2006; McDonald, Erickson, Wells, Hathaway y Pakula, 2008),
relacionado con las actitudes agresivas y las conductas violentas (Calafat et al., 2007).
Asimismo, se sabe que la concentración de bares o locales similares en una zona se
acompaña de una mayor violencia (Norström, 2000), así como de una mayor oferta de
de drogas ilegales y por tanto un mayor consumo de las mismas.
En el contexto español, y más concretamente en Santiago de Compostela, junto
con otras ciudades españolas, el estudio de Calafat, Blay, Juan, Becoña, Mantecón y
Ros (en prensa) muestra que la violencia está presente en los contextos recreativos
nocturnos españoles, hallazgo que va en la misma línea de lo obtenido en otros países
europeos. Los datos de este estudio fue realizado en un grupo que bebe de modo
importante en el botellón y que es asiduo del mismo. Así, de entre todos los
entrevistados, un 44.6% informa haberse emborrachado más de dos veces en el último
mes y sólo el 19.3% no lo ha hecho ninguna vez. De la misma forma, un 45.2% dice
haber consumido cannabis con frecuencia (más de una vez por semana), mientras que
el consumo frecuente de cocaína es del 9.1% y el ocasional de un 18%. La sustancia
menos consumida es el éxtasis, con un porcentaje del 2% para el consumo frecuente y
de un 11.4% para el consumo ocasional. Con respecto al policonsumo, un 10.9%
consume dos sustancias y un 5.6% cuatro o más. Normalmente este consumo está
relacionado con las conductas violentas o agresivas en el contexto recreativo nocturno.
Por tanto, insistimos, éste grupo equivale al más problemático o de riesgo de los que
participan en el botellón.
Encontramos que casi uno de cada cuatro de estos jóvenes se ha peleado y al
menos uno de cada diez ha sido víctima de agresiones durante los últimos 12 meses.
De la misma forma, el consumo abusivo del alcohol, así como el consumo de cocaína o
el policonsumo, junto con ser varón y salir frecuentemente de marcha, son variables
predictoras de peleas. Además, pelearse se relaciona también con ser más joven, más
concretamente, con una edad comprendida entre los 14 y los 18 años y con ser una
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persona con discusiones frecuentes relacionadas con el alcohol o las drogas. De
hecho, los resultados obtenidos en este estudio permiten la detección de un grupo de
jóvenes en riesgo, entre los que se incluirían aquellos que consumen de manera
abusiva alcohol y además tienen un historial de broncas y discusiones relacionadas
con el consumo de alcohol y drogas en distintos contextos.
También se menciona en dicho estudio que los varones, como era esperable
(Calafat et al., en prensa), participan significativamente más en peleas físicas cuando
salen de marcha y tienen un mayor número de problemas con la policía. Sin embargo,
estas diferencias no aparecen en otras conductas violentas como llevar armas, haber
sido amenazado o herido, participar en broncas o discusiones, o en el maltrato dentro
del ámbito de la pareja.
Otras variables investigadas por su posible relación con los comportamientos
violentos y agresivos son el ruido elevado, las aglomeraciones de gente y el beber de
pie.
Por tanto, de acuerdo a los datos obtenidos en este estudio, en este grupo
específico de personas (alto consumo de alcohol y drogas que participan en el botellón
y tienen otras conductas de riesgo) resulta prioritario retrasar la edad de incorporación
al consumo de alcohol y de otras sustancias, así como a los contextos recreativos y
tratar de evitar el policonsumo. Sin embargo, algunas prácticas actuales, como el
botellón, dificultan el control de una parte de los adolescentes menores de edad en el
acceso al alcohol.
Por todo lo expuesto, y aunque se desconoce su prevalencia en los contextos
recreativos nocturnos, debe ser prioritario para las autoridades competentes, el reducir
los problemas relacionados con el consumo de sustancias legales, sobretodo el
alcohol, e ilegales, y la violencia entre los jóvenes.
11. La vida recreativa en Santiago de Compostela: Algunos ejemplos
A continuación se indica, siguiendo el trabajo de campo realizado, algunos
ejemplos de la vida nocturna en Santiago de Compostela.
Jueves, 23 de octubre de 2008
Se pudo observar una gran aglomeración de universitarios dada la celebración
de cenas (Dolce Vita, Casa Manolo), pasos de ecuador y fiestas relacionadas con la
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universidad. Por ello, en locales como Leblón y Meia tuvieron lugar los pasos de
ecuador de Filología y Empresas; en Yacaré, de Derecho y en Gabanna, de Laborales.
Se presenciaron peleas y disturbios en puertas de algunos locales, como por
ejemplo en el Leblón, sobre las 3 de la madrugada y en Liberty, alrededor de las 4:30
h. La pelea más grave se produjo en la calle, más concretamente en la Plaza de
Cervantes, a las 3:40 h, y en la que fue necesaria la intervención de la policía.
La marcha nocturna se prolongó hasta las 6:30 h aproximadamente, ya que uno
de los locales que más tarde cierra, Liberty, además de Ruta, sobrepasaba
abundantemente su aforo. Así, parte del movimiento se desplazó al Galicia, cafetería y
restaurante, para desayunar, lo cual es una práctica habitual.
Uno de los factores que contribuyó a que el volumen de jóvenes no decayera,
fue que, a pesar del frío, no llovió en toda la noche. Asimismo, algunos
establecimientos, aprovechando la coyuntura, cobraron entrada aunque no fuese su
dinámica habitual; por ejemplo, Retablo.
Viernes, 24 de octubre de 2008
Fue notable la diferencia con respecto a la noche anterior, en lo que se refiere a
edad y a cantidad de jóvenes.
Muchos locales celebraron fiestas patrocinadas por marcas de bebidas
alcohólicas, como por ejemplo, el Leblón con Beefeater, y no alcohólicas, como en el
Meia con Fanta, en la que se combinaban gogós, confeti y regalos (el sábado,
Beefeater patrocinó la misma fiesta en Leblón y Fanta, en Retablo). Además de éstas,
se celebraron fiestas privadas, como en el Reno, con jóvenes de edades comprendidas
entre 15 y 17 años. La zona nueva, por el contrario, estaba vacía casi al completo a
primera hora, esto es: Guayaba, Galerías o Acme.
En el Campillo, donde la noche anterior se aglutinaba un gran volumen de
universitarios, en esta noche sólo se observaban algunos menores consumiendo
alcohol, y en menor número (sobre 200 personas).
La tendencia, llegadas altas horas de la madrugada, fue la misma. Al cierre de
locales en la zona vieja, los jóvenes se desplazaron a las discotecas de última hora,
como Bláster, Ruta, Maycar, Liberty y Yacaré. Debido al poco volumen de jóvenes, se
cobró entrada en Liberty tanto a chicos como a chicas (normalmente las chicas tienen
entrada gratuita). En los baños de uno de estos locales se pudo observar cómo
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menores de edad (aproximadamente 16 años) consumían porros.
Podemos concluir que en función del día la gente que sale de marcha es
diferente, ya que los jueves son los universitarios los que en un 90% llenan los locales
y el Campillo, mientras que los viernes, salen estudiantes en un 60%, la mayoría
menores de edad, y el 40% restante está formado por trabajadores y universitarios
residentes en Santiago. Además, a igual que el día anterior, el tiempo favoreció la
recreación nocturna, con bajas temperaturas, pero sin lluvias.
Viernes, 31 de octubre de 2008
Esta noche se caracterizó por el festejo de Halloween. Prácticamente todos los
locales se unieron a esta temática: Leblón, Meia, Retablo, Vía 13, Fonte Sequelo, La
Catedral, etc. Tanto la decoración de los locales, como el estilismo de su personal, y la
música (en gran parte de los locales sonó Thriller, de Michael Jackson) estuvieron
relacionados con esta noche mágica.
A causa de la meteorología, el volumen de jóvenes fue menor del que se
esperaba, ya que las lluvias vaciaron el Campillo y los botellones se desplazaron a
portales y a Galerías.
La diversidad de edades fue evidente, debido a que el sábado era festivo y
muchos trabajadores no tenían que acudir a sus empleos.
Jueves, 6 de noviembre de 2008, una fiesta de paso de Ecuador
El jueves 6 de noviembre se celebraron varias fiestas de Paso de Ecuador,
como suele hacerse en estos primeros meses de comienzo del curso. Son fiestas
organizadas por las distintas licenciaturas cuando los alumnos llegan al tercer curso.
Entonces crean una comisión y organizan fiestas y distintos eventos para recaudar
dinero para hacer un viaje que representa el paso del ecuador de su licenciatura, ya
que ya están en la mitad de la carrera. Nos centraremos en las del paso de Ecuador de
Derecho. Dentro de él se celebró la fiestas del semáforo, como en otros la fiesta
enamórate, y varios nombres más.
Junto a estas fiestas de paso de ecuador también se celebran fiestas y
reuniones de Erasmus o de personas de países concretos.
Cada una de estas fiestas tiene un tema, de modo que por ejemplo, en la fiesta
del beso se consigue una bebida si le das un beso a alguien (“un pico”) y conforme se
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avanza más en el atrevimiento el premio es mayor, en forma de bebida alcohólica (ej.,
un morreo = una botella de champán). Por tanto, podemos decir que en todas estas
fiestas el principal protagonista es el alcohol.
Sábado, 8 de noviembre de 2008
En esta fecha se celebró el concierto de Loquillo en la Sala Capitol. El aforo del
recinto estaba completo, con un público cuya media de edad rondaba los treinta años.
A pesar de que en el propio local se especificaba que era un espacio sin humos, por
medio de carteles y megafonía, los asistentes no sólo fumaron tabaco, sino que
también consumieron porros. A esto se suman las bebidas alcohólicas,
predominantemente cerveza, que fueron servidas. Al final del concierto se podían
apreciar los efectos del alcohol y las drogas en varias personas.
Debido al mal tiempo y la lluvia, la marcha se demoró hasta las 2 de la
madrugada, aproximadamente. Fue a partir de esta misma hora cuando locales como
Cum Laude y Fonte Sequelo se empezaron a llenar. De manera que, entrada la noche,
tanto en el Retablo como en el Leblón se aglomeraba un gran número de jóvenes.
Viernes, 14 de noviembre de 2008
Se pudo comprobar cómo el local Nemenzo estaba lleno desde las 12 hasta las
2 de la mañana. Igualmente, a las 2, el Meia se encontraba repleto y celebraba la
Fiesta Bacardi Limón. El Retablo no registró una concentración considerable de
concurrencia hasta las 2:30- 2:45 h. Por su parte, Liberty no aglutinaba a penas gente,
unas 10 o 20 personas hacia las 3:45 h y hasta las 5 de la mañana. A las 5 comenzó a
aumentar la presencia de jóvenes, pero no en exceso. Al cierre de este local, 6 de la
mañana, el gentío se desplazó a la cafetería Galicia para desayunar, que estuvo
atestada hasta las 7 y media.
Durante la noche el tiempo fue favorable, frío, pero sin lluvias. De todas formas,
no hubo tanta afluencia como el sábado anterior.
Jueves, 20 de noviembre de 2008
Típico jueves universitario. Esta noche se celebraban, entre otras, las fiestas
temáticas “Play Boy” en Cadarso y “Enamórate” en la Sala Capitol (Paso de Ecuador
de Derecho). La fiesta “Play Boy” empezó a las 12 de madrugada en la Residencia
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Cadarso y, a la media hora, ya se había dado por terminada la venta de entradas y sólo
estaba permitido el paso a aquellos con entrada anticipada. La fiesta incluía barra libre,
por lo que el consumo de alcohol (cubatas) fue continuo. La gran mayoría de los
asistentes fumó durante toda la fiesta, por lo que fue necesario abrir las ventanas en
más de una ocasión. Alrededor de la 1 y cuarto eran evidentes los efectos del alcohol y
las drogas (porros, maría) en algunos universitarios. Se pudo observar a varios jóvenes
en actitud afectivo-sexual, principalmente hacia las 2 y media, cuando dio comienzo al
concurso de baile. A las 3 concluyó la fiesta. Cabe destacar que, dado el consumo de
líquido ininterrumpido, un número considerable de universitarios orinaron en los
alrededores de Cadarso y La Residencia, pese a tener baños en el edificio.
De Cadarso se pasó a Ruta y Liberty. Ruta no llegó a llenarse, pero a las 4.30
se incrementó la presencia de jóvenes hasta su cierre. La mayoría de los presentes se
encontraban en la pista de abajo, donde la música es más dura y se siguió observando
a jóvenes en actitud afectivo-sexual. Pasadas las 6 y media de la mañana se
encendieron las luces para desalojar el recinto y la masa de gente se quedó durante
largo tiempo enfrente de la puerta de Ruta, dificultando el tráfico y colmando de basura
el entorno.
Sábado, 22 de noviembre de 2008
Esta noche se planteó con un botellón en un piso a primera hora. Se empezó a
beber sobre las 12 de la madrugada en el salón del piso. El consumo de alcohol fue
acompañado por el consumo de tabaco y, mientras se bebía, se mantuvieron diversas
conversaciones y se ambientó la velada con música característica de locales
nocturnos. A la 1 de la madrugada ya se notaron los efectos del alcohol y desde ese
momento las visitas al aseo fueron continuas, lo mismo que el consumo de alcohol,
que no se detuvo. Casi a las 3 de la mañana se abandonó el piso, en estado de
embriaguez por parte de todos los jóvenes, para dirigirse al Maycar. En el Maycar no
había apenas gente, hasta las 4 de la mañana, aproximadamente, y hasta las 5 h no se
abandonó el local.
Se presenciaron gritos en la calle durante la noche y un considerable número de
jóvenes por la calle. El tiempo fue bueno, con una temperatura no demasiado fría y sin
lluvias.
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11 y 12 de diciembre de 2009
Estos días, jueves y viernes, fueron días muy lluviosos y fríos. La lluvia arreció
día y noche y las temperaturas bajaron hasta los 6 grados. Además, comenzaron las
obras en el Campillo, lugar donde se celebraba hasta ese momento el botellón en
Santiago de Compostela. Estos dos hechos llevaron a que, por una parte, saliesen
menos jóvenes a hacer botellón y a divertirse por las malas condiciones climatológicas.
De los que salieron, y querían hacer botellón, se encontraron con que no podían
hacerlo en su lugar habitual. Esto produjo que muchos grupos de jóvenes anduviesen
despistados con sus bolsas llenas de botellas de alcohol por distintos puntos de la
ciudad, intentando buscar un sitio adecuado para hacer botellón que no encontraban.
Sí se reunieron distintos grupos de jóvenes en los soportales de las viviendas
conocidas como del Asilo (entre la calle Rosalía de Castro y Feáns) y en los soportales
frente al Parlamento de Galicia.
Este día, como otros, lo que también ocurre, es que al hacer muy mal tiempo, se
hacen fiestas y botellones en los pisos de estudiantes. Varias personas se reúnen en
un piso, y beben alcohol como si estuviesen fuera. No es lo mismo, pero es un buen
sucedaneo para ellos. Como decía la prensa diaria del sábado “la lluvia disuelve el
botellón”, ya que la lluvia a veces es más eficaz que la propia normativa municipal.
La fiesta de la noche de fin de año de 2008
Uno de los días más importantes del año para salir y divertirse es el día de fin de
año. Ese día podemos observar como salen un gran número de personas, desde los
jóvenes a los menos jóvenes. Además, en ese día, por sus características especiales,
una parte de las personas que salen lo hacen de modo distinto a como lo hacen otras
noches del año.
Algunos de los motivos que explicarían el que esa noche sea especial serían los
siguientes:
1) La idea de la mayoría de los jóvenes y de no tan jóvenes es despedir el año y
recibir el año nuevo del mejor modo posible. Se aprovecha ese día para seguir los
cánones sociales imperantes, como estar toda la noche de juerga, vestir de forma
especial (generalmente con un vestido elegante las chicas y con un traje los chicos),
estar con mucha gente, etc. Implica estrenar ropa nueva para la ocasión porque el día,
o más bien la noche, se lo merece.
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2) Un gran número de personas salen esa noche porque se considera una
noche especial. Además, este año fue muy buena climatológicamente, con una
agradable temperatura por la noche, después de varios días de lluvia y frío, por lo que
muchas personas estuvieron paseando por la noche viendo el ambiente y muchos más
divirtiéndose en los distintos locales.
3) Las familias prefieren que sus hijos estén en un lugar cerrado y ese día se
rascan los bolsillos para que puedan estar en un local adecuado, que puedan ir guapos
y que se lo pasen bien. Así también están más tranquilos ya que no están
desplazándose en coche de un sitio para otro toda la noche.
4) Algunas familias de la ciudad se han ido con sus hijos adolescentes a sus
lugares de origen (a su pueblo, con la familia, las fiestas navideñas, etc.). Esto origina
que entre los jóvenes haya cierto nivel de disgregación, con respecto a otras épocas
del año.
5) Es una época del año especial, donde lo que predomina son las vacaciones
escolares, o laborales en parte de los que trabajan, y esto lleva a que se rompa
temporalmente la vinculación tan fuerte, o tan cercana, que tienen con los compañeros
de curso, con sus colegas, o con los que se ven y salen habitualmente, cuando no hay
vacaciones. En este año 2008 han coincidido un gran número de festivos y días de
trabajo sueltos por el medio, por lo que se han hecho muchos puentes entre esos días.
Ejemplo, el 26 de diciembre fue viernes; el día 2 de enero viernes y el día 5 de enero,
víspera de reyes, lunes.
6) Se adecúan a los cánones sociales y comerciales del fin de año. En este día
es habitual que circule mucho el champán y las bebidas de alta graduación y
combinados. Además, la publicidad de los locales es importante. Esto encaja con la
idea de que pueden pasar toda la noche divirtiéndose y bebiendo, conocer gente nueva
o ir con conocidos. Además, si quieren beber, pueden hacerlo, especialmente en
aquellos sitios donde se les ofrece barra libre o varias consumiciones a un buen precio
(con respecto a los precios que hay en esa noche). Además, en este año 2008 los
locales han hecho buenas ofertas, especialmente en las rutas organizadas para tomar
varias copas en varios locales.
7) Algunos jóvenes prefieren, por la época del año en que se celebra esta fiesta,
Diciembre, estar en un lugar cerrado, por ser más cómodo y no tener que padecer las
inclemencias del frío ni de la lluvia, si es que estos elementos atmosféricos se
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presentan. Además en los locales cerrados hay música y se puede bailar y divertirse
todo lo que uno quiera, hasta la madrugada. Sin embargo, este fin de año, el tiempo
estuvo bueno y con una temperatura nocturna muy agradable, lo que llevó a que se
hiciese botellón en varios lugares de la ciudad, a diferencia de otros años, como
veremos más adelante.
8) Junto a todo esto, también este día el municipio organizó una fiesta en la
plaza de Platerías, para celebrar las campanadas de fin de año y comienzo del año
nuevo, con uvas y champán gratis. Esta celebración fue muy concurrida, como ya
había ocurrido en años anteriores. Comenzó a las 11 de la noche y finalizó a las 2,30
de la madrugada, quedando la plaza más o menos vacía hacia las 3 de la madrugada.
Se recibió el año nuevo en esa plaza de modo festivo, con buena música procedente
de una orquesta en un palco enorme (orquesta Nova Palma), en un ambiente familiar,
agradable, relajado y tranquilo y con buena temperatura ambiental. En estos actos
festivos organizados por el municipio participaron varios miles de ciudadanos y algunos
turistas que se divirtieron con los demás.
De modo más concreto, la organización de este día se puede dividir en varias
partes: los preparativos de la fiesta, la cena, la celebración del fin del año y comienzo
del siguiente, con las 12 uvas, la diversión en la noche del año nuevo, el final de la
marcha con chocolate con churros, la vuelta a casa y la resaca del día siguiente de los
que han bebido en exceso.
Los preparativos de la fiesta
Los preparativos de la fiesta de fin de año comienzan con varias semanas de
antelación. Hay dos elementos esenciales para ese día: cómo se va a ir vestido y a
dónde se va a ir. En otros casos hay un tercero: con quién se va a ir. Las tiendas de la
ciudad ofrecen, ya con un mes de antelación, en sus escaparates un gran número de
trajes para ese día, negros habitualmente, llamativos o elegantes. Las personas van
buscando la ropa que creen más adecuada en función de su poder adquisitivo. Por
ejemplo, un traje para una mujer puede oscilar desde los 30 euros, uno sencillo, hasta
los 600 euros, uno de marca. En el caso de los jóvenes, muchos llevan traje con
camisa y corbata, oscilando su coste entre 100 y 600 euros, dependiendo del tipo de
ropa que compren, marca y calidad. La mayoría suele estrenar traje, tanto hombres
como mujeres, pero también hay los que repiten. Además existe la superstición de que
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debemos estrenar algo esa noche y las mujeres deben llevar alguna prenda o un lazo
rojo.
El segundo aspecto es seleccionar el lugar a donde se va a ir esa noche. Este
año 2009 las personas se distribuyeron por distintos sitios, algunos en locales donde
cenaron y bailaron, especialmente las personas más mayores, y entre los jóvenes la
mayoría fue a beber las copas a varias rutas, discotecas, otros estuvieron primero en
Platerías antes de irse a algún local, y también otros hicieron botellón a lo largo de la
ciudad. La elección del lugar depende de modo importante de la cantidad de dinero
disponible y del grupo de amigos. La mayoría tuvieron que decidir a donde ir con
antelación a esa noche ya que los locales tienen aforo limitado y hay que sacar las
entradas con varios días de antelación. Como un ejemplo, en la prensa del dia 27 de
diciembre, viernes, se publicaba en uno de los periódicos, en su primera página, una
foto en color en la Plaza de la Quintana en donde había una fila inmensa de jóvenes
para sacar su entrada para ir a la fiesta de la Sala Capitol. También hay personas que
pagan ese mismo día su entrada si hay aforo en el local, aunque corren el riesgo de
quedarse fuera y no poder entrar.
La cena de fin de año
Ya en el día de fin de año la cena que se celebra puede ser en casa, en locales
sociales (ej., aeroclub), o en restaurantes, hoteles u otros en donde ya se une la cena y
la celebración. Es una cena importante pero no es tan familiar como la de nochebuena.
Se hace un poco más tarde de la hora habitual para poder tomar después las 12 uvas
a medianoche.
Las personas de Santiago de Compostela pueden elegir cuando seleccionan
hoteles o restaurantes tanto los del casco urbano como algunos especializados en
fiestas de fin de año que están en los municipios limítrofes de Teo y Ames, o incluso de
otros más alejados.
La celebración del fin del año y comienzo del siguiente con las 12 uvas. Las 12
de la noche es el momento cumbre de esta primera parte de la fiesta. A esa hora
sonará el reloj, que se verá normalmente por la televisión, y se comerán las 12 uvas
para simbolizar el final del año viejo y el comienzo del nuevo. Se brindará con cava,
sidra u otras bebidas y se pasará de un año a otro. Se felicitan todos y sigue la
diversión y la fiesta.
67
En este año, como en otros anteriores, en Santiago la despedida del año con las
12 uvas, se pudo hacer en casa, en locales de restauración o diversión y también en la
plaza de Platerías, como ya hemos comentado anteriormente. Se llegaron a distribuir
1.600 kits con uvas, gorros, confetis, etc. En ella había ese día permanentemente en la
plaza en torno a 2.000 personas, pasándolo bien, en un ambiente muy animado y
festivo. Por allí pasaron varios miles de personas mientras duró la fiesta ya que hubo
personas que estuvieron allí varias horas y otros que iban y venían. Destacó en esta
fiesta el gran número de turistas portugueses presentes, así como de turistas de otras
nacionalidades que salieron esa noche también a divertirse.
La diversión en la noche del año nuevo
Una vez que ha finalizado el año viejo, y el nuevo está naciendo, es hora de
planificar la diversión de esa noche. A continuación describimos como se organizan los
distintos grupos.
Los menores de edad quedan a partir de las 12 de la noche para encontrarse y
reunirse en distintos puntos de la ciudad con sus amigos. Los más jóvenes, entre 14 y
18 años, se reunían en lugares de la ciudad en los que suelen quedar: en la entrada de
la alameda, en ciertas calles donde hay bancos, delante de discotecas, en otros donde
estuvieron con sus padres cenando previamente (ej., clubs de socios), etc. Lo más
llamativo es que suelen ir muy elegantes esa noche. Una parte de ellos iban vestidos
de etiqueta: traje los chicos y vestidos de fiesta las chicas. Se aprecia que para
muchos de ellos era la primera vez que se ponían ese tipo de ropa y se encontraban
extraños en ella. Otros grupos de chicos y chicas, pero en menor grado que los
anteriores, vestían como siempre, y salieron también a divertirse. Otro grupo adicional
pasó la noche con sus padres en cenas en hoteles, salas de fiestas, discotecas, pubs o
restaurantes, que ese día celebraron una fiesta especial. Y, naturalmente, queda el
grupo de aquellos que se quedaron en casa por no tener con quien salir o por no
dejarles salir sus padres, especialmente los de menor edad.
A diferencia de otros días, el ambiente fue bueno durante toda la noche.
Después del encuentro de los grupos de jóvenes con sus amigos, en las primeras
horas del año nuevo, se fueron para locales cerrados, donde pasaron toda la noche.
Otros, anduvieron de bares, pubs y distintos locales de diversión toda la noche. Era
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curioso ver a la una de la mañana personas esperando a que abriesen alguno de estos
locales donde se celebraba la fiesta.
Este año hubo un importante control en la venta de entradas y en la propia
entrada a los locales. Varios locales sólo admitieron a personas mayores de 18 años.
En otros, los que admitían de 16 años, tenían que llevar firmada la autorización por
parte de sus padres. Algún local sólo admitía a los que tuviesen 25 o más años. Esto
se conocía ya con antelación, de ahí que varios grupos chicos/as de entre 15 y 16 años
no salieran esa noche, o bien sólo salieron a dar una vuelta sin entrar en estos locales,
o hicieron botellón en distintas plazas.
Las personas más mayores, que pasaron la noche en hoteles o discotecas en
las que se organizaban las fiestas, pasaron la noche bailando y tomando unas copas
hasta las primeras luces del alba, antes de tomarse el chocolate con churros e irse a la
cama.
Esta noche la movida fue, en general, tranquila, aunque un poco sucia por los
desperdicios que se acumularon a lo largo de las calles por haber tanta gente fuera. En
este sentido merece un comentario especial el tema del botellón que hubo esta noche,
un nuevo fenómeno ya que en los años anteriores en esa noche de fin de año no solía
haber botellón. Para darnos una idea de su dimensión, que no fue como cuando hay
botellones, en la zona vieja se podían ver a las 3 de la madrugada, 50 personas
haciendo botellón en la entrada de la rúa del Villar, precisamente enfrente a un local
que ese día abrió hasta casi la madrugada, 40 personas a la entrada de la Rúa Nova
de Arriba, y 20 en la plaza de Platerías. A su vez otras varias docenas de personas
estaban repartidas por otros puntos de la ciudad, en pequeños grupos, haciendo
botellón.
Curiosamente, en la Alameda, donde se celebraba hasta hace no mucho el
botellón, no hubo gente esa noche porque ahora no es posible hacerlo en ella, aunque
sí había algunas personas en los bancos del inicio, pero pocos. Como otros años, la
mayoría de los jóvenes decide divertirse ese día en otro sitio, pasárselo bien, no en sus
sitios habituales de botellón. Este es un fenómeno habitual año tras año. Como
ejemplo, un periódico local ponía como titular de una noticia, el dia 2, domingo del año
2005, “movida ejemplar para recibir el año nuevo”. En este año nuevo de 2009, el día
2 de enero, el mismo periódico comentaba “Hasta las tres en Platerías”. Lo cierto es
que la movida en la ciudad esta noche tan especial fue “movida” (por el movimiento y
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diversión) pero “tranquila” (sin incidentes, pocos ruidos, alegre, etc.). Es habitual que en
la noche de fin de año la movida sea tranquila, la más tranquila del año, según
muchos. Esto contrasta con la movida de otros muchos fines de semana del año,
especialmente cuando hay impotantes botellones.
El final de la marcha con chocolate con churros
La movida acabó a primeras horas de la mañana con el clásico chocolate con
churros, donde muchos locales abrieron a las 6 de la mañana para atender a sus
clientes. Es otra parte del negocio de esta noche, abren varias cafeterias a esa hora
para ofrecer a los noctámbulos un reparador chocolate con churros antes de irse a
casa a dormir. La mayoría de las personas que salen a divertirse esta noche se retiró
con las luces del alba. Otros continuaron la celebración hasta primeras horas de la
mañana del día 1, pero los menos e incluso a algunos aún se les veía de juerga al
mediodía del día 1.
La noche se consideró tranquila y sin grandes incidentes, aunque siempre suele
ser habitual que haya más de una urgencia médica, por incidentes relacionados con el
consumo excesivo de alcohol.
La vuelta a casa
Los que viven en Santiago de Compostela no tienen problemas para volver a
casa ya que suelen ir andado hasta ella o en taxi. Los que cogen el coche para irse a
sus casas son los menos. Otros se quedan a dormir en casa de amigos o amigas. No
suele haber un problema importante de desplazamiento.
La resaca del día siguiente
El día siguiente a la marcha, por la tarde cuando despiertan, suelen tener
resaca. Es un día de descanso después de los excesos de la noche.
Algunos datos de esa noche y otras anécdotas
-
Hubo locales que celebraron con antelación la noche de fin de año (ej., el
Retablo), orientada en este caso a los estudiantes, para que así estos
pudiesen celebrar el fin de año en Santiago, antes de irse a sus lugares de
origen. De este modo el local organizador celebra esta fiesta por duplicado.
70
-
La mayoría de las personas que han salido a divertirse en Santiago de
Compostela son personas que viven habitualmente en la ciudad (con lo que
el peso de los jóvenes es menor), personas de los alrededores y turistas.
-
Como suele ser habitual después de esa noche, se acumula una gran
cantidad de basura, la cual era ya apreciable a las 3 de la madrugada en
distintos puntos de la ciudad. A mediodía del día 1 estaba todo más o menos
limpio.
-
En ciertas calles, especialmente alrededor de la de Platerías, entre las 2 y 3
de la madrugada, era muy desagradable ver a personas jóvenes orinando
sobre las puertas, las fachadas, o incluso dentro de portales o tiendas,
muchos de ellos con unas copas de más. Ese día a partir de las primeras
horas después de la medianoche el olor a orina era evidente, penetrante y
muy desagradable en varias plazas y recovecos muy transitados de la zona
vieja.
-
Los precios para acudir a los locales fueron variados. Para cenar entre 50 y
100 euros por persona. En el caso de los hoteles el precio de la habitación
aparte. En las rutas organizadas por varios locales los precios oscilaba de 18
euros por tres copas (ej., la ruta del Leblón y Meia), hasta locales que
cobraban 18 euros por tres copas (Retablo) o 40 por barra libre (Café
Casino).
-
Algunos bares abrieron toda esa noche notándose una gran afluencia de
personas a los mismos, especialmente los de la zona nueva y zona vieja de
la ciudad, cerca de discotecas o lugares habituales de paso.
-
No fue una noche especialmente ruidosa, a pesar de haber en la calle varios
miles de personas divirtiéndose, lo cual contrasta con otras noches del año.
-
Algunas discotecas son claramente para personas mayores (ej., Araguaney),
mientras que otras para personas más jóvenes (ej., Retablo), aunque a
diferencia de otros días del año, se puede ver gente de distintas edades en
todos los locales.
-
El objetivo básico de esta noche es pasarlo bien, beber y estar con otras
personas.
-
Como es una noche muy larga se bebe mucho, y ya que se bebe a lo largo
de varias horas, el precio es importante. Por otro lado, el efecto del consumo
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de alcohol se nota menos que en otros días del año donde el patrón es más
bien de “beber concentrado”.
-
El consumo de drogas es semejante al de otros días en que las personas
salen a divertirse.
-
No se respeta en la mayoría de los locales la ley antitabaco y se fuma en
locales y zonas donde no está permitido fumar.
-
En algunas discotecas y pubs había aglomeraciones, sobretodo de gente
joven, para entrar a la 1 y a las 2 de la madrugada, horas en que abrían sus
puertas.
-
Este día, a diferencia de otros, se veían menos adolescentes por la calle por
los motivos ya indicados (no poder acceder a locales los menores, haber
menos adolescentes en Santiago, etc.), excepto a la salida de ciertos lugares
donde cenaron con sus padres (ej., Aeroclub en la calle General Pardiñas).
-
Se puede hablar en este final de año 2008 de la aparición de un nuevo
fenómeno en Santiago de Compostela: el botellón de fin de año.
La fiesta de Reyes
A diferencia de lo que ocurre la noche de fin de año, en la noche de reyes la
movida nocturna desciende de modo acusado. Es como si casi todas las personas que
salen de marcha estuviesen cansadas, tanto por la noche de fin de año de una semana
antes como por las muchas compras que hay que hacer en esos días tan peculiares.
De ahí que los días previos a la noche de reyes y esa misma noche sean días
tranquilos en donde se ven muy pocos jóvenes, o pocos en comparación con otras
ocasiones del año. Las personas de más edad también aprovechan estos días para
salir de compras, a tomar unos vinos, unas tapas, cenar fuera, pero se trasnocha
menos en estos días que en otras épocas del año.
La tranquilidad de enero y febrero
La marcha en enero y febrero fue muy tranquila en Santiago de Compostela. En
el año en que se hizo el trabajo de campo, 2009, dos hechos explican esta tranquilidad.
Por una parte los universitarios tienen los exámenes del primer cuatrimestre desde
finales de enero hasta casi finales de febrero, lo que les impide salir como quisieran y
se centran fundamentalmente en el estudio. El segundo hecho fue que en estos dos
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meses las condiciones atmosféricas fueron muy malas, con mucha lluvia, viento y mal
tiempo, lo cual impide salir todo lo que se desea o todo lo que saldrian si hiciese mejor
tiempo. Esto también ha influido en estos dos meses en los más jóvenes, los
estudiantes de Bachillerato y ESO que salieron muy poco. En varias semanas fue
imposible que pudiesen hacer botellón por el mal tiempo.
El retome de la marcha a finales de febrero con el entroido (Carnaval, 22 y 23 de
febrero)
El retome de la marcha se produce con el Entroido, que fue el 22 y 23 de febrero
(lunes y martes). En los días previos comienzan los preparativos, pero con un ritmo
más pausado, ya que este año el tiempo aguó la fiesta, o la enfrió mucho por estar el
tiempo todavía muy frío. Aún así se volvió de nuevo a poner en marcha el botellón y la
diversión habitual. En el caso del botellón, los jóvenes se encontraron con la sorpresa
de que pronto tendrían que abandonar el nuevo sitio donde tenía lugar el botellón (los
jardines en las escaleras de la alameda frente al campus, concretamente, al lado del
parque infantil), ya que en esos días en Concello decidió reponer el parque infantil que
meses atrás había eliminado y vallarlo. Medidas semejantes se están poniendo en
práctica en otras ciudades de Galicia como ocurre en Vigo y en A Coruña. Como
ejemplo, en Vigo un mes después el concello aprobaría una normativa específica para
el control del botellón.
El resto de la marcha, en la ciudad, y en los lugares de diversión, continuó como
el resto del año.
La marcha en marzo
La marcha en el mes de marzo vuelve a coger el tono normal de las buenas
épocas del año. Indicamos a continuación algunos ejemplos.
Miércoles 18 de marzo de 2009, con San Pepe o sin San Pepe
Esta noche se ha caracterizado por ser la víspera del día de San José, jornada
festiva para estudiantes y trabajadores. Se pudo comprobar cómo había un mayor
número de personas que en los fines de semana habituales, y cómo muchas de ellas
eran de fuera de la ciudad y estudiantes de instituto. Ese día en el botellón había unas
4.000 personas. Se notaba que la gente tenía ganas de fiesta y la fiesta de San José lo
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facilitaba.
Alrededor de las 00:45h, se visitó el Albaroque, visiblemente lleno de chicos
jóvenes. A la salida, se atravesó la Praza da Quintana y se pudo ver que en las
escaleras de la misma tenía lugar un botellón, aparte del importante botellón que se
estaba celebrando en las escaleras de la Alameda frente al campus. A la 01:00 el
Capitolio estaba también repleto, pero la media de edad era superior, hablamos
personas de más de 25 años. En el Meia, a las 02:30, la media de edad de los
presentes era aproximadamente de 30 años, llenando los dos pisos del local. A eso de
las 03:00 se apreció otro botellón en la Praza Roxa y se observó a menores bajo los
efectos del alcohol. Se llegó a Yacaré cuando éste todavía estaba vació, pero minutos
más tarde comenzó a llenarse de personas de todas las edades. A las 4:00, delante del
local La Catedral, se había instalado una cinta de precaución debido a la rotura de un
cristal de la frutería Entrenaranjos, en la calle República Argentina. No era la primera
vez que le rompían en cristal.
Ese día la policía local tuvo trabajo extra, ya que no sólo tuvo que intentar
disolver botellones esporádicos en distintos puntos de la zona vieja, sino que también
tuvo que acudir a varios pisos para desalojar a sus ocupantes ante la queja de los
vecinos. Una de las estrategias de los ocupantes de los pisos en los que están
haciendo fiesta y mucho ruído, y que se empieza a generalizar, es que cuando aparece
la policía local no abren la puerta. Con ello no pueden actuar en contra de ellos ni se
les puede sancionar.
Debemos destacar que en estos días se celebraron importantes botellones en
Vigo y A Coruña. En Vigo participaron 5.000 jóvenes en su campus universitario en la
celebración de San Pepe y otros 5.000 en el campus de Elviña en A Coruña para
celebrar también los informáticos su San Pepe.
En suma, ese día fue un día de mucha marcha en Santiago de Compostela,
marcha loca como decían algunos jóvenes, y que esta marcha fue semejante en
jóvenes universitarios de otros puntos de Galicia. De hecho, la prensa del día siguiente
recogía que fue uno de los días de más marcha de todo el año, especialmente por la
cantidad de jóvenes que participaron en la misma y por todo lo que podía observarse al
día siguiente: escaparates rotos, basura, olor a orina, etc.
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Jueves 26 de marzo de 2009
Se trata de un típico jueves universitario. A la 01:00 se quedó en un piso para
hacer botellón en el salón. Se consumieron distintas bebidas, entre las que se incluían
vodka, cerveza o ron y se mantuvo la televisión encendida para ver los late night.
Alrededor de las 02:00 h. los jóvenes se decidieron a poner música y a visionar videos
de YouTube, todo ello debido a la animación que iba en aumento. Se rompieron
algunas botellas, sin que se diesen daños personales, ya que muchos comenzaron a
cantar y a bailar. A las 04:30 el grupo se desplazó del piso al Ruta, ante las quejas en
forma de golpes de los vecinos. De camino al local, uno de los jóvenes se encontró
indispuesto, llegando a vomitar en la calle, pero, una vez en Ruta, continuó el consumo
de alcohol hasta su cierre.
La marcha en abril
La marcha en abril sigue un ritmo normal, mejor que en los meses previos, e
inferior a lo que ocurre con el comienzo de curso y en el verano. En este mes los
hechos más destacables fueron la mayor presión municipal sobre el cierre de locales,
el mayor control sobre el botellón y el mantenimiento del mismo a pesar de restringir
los lugares tradicionales de uso, y la semana santa con el periodo vacacional que ello
implica.
En relación al control del cierre de locales y al mayor control del botellón, en este
mes se apreciaba un mayor control policial por parte de la policía local y policía
nacional y una mayor adecuación a las normas aprobadas sobre ruídos, orinar en la
calle, cierre de locales, etc. Esto vino dado por la movida de las semanas anteriores
tanto en Santiago de Compostela como en otras ciudades gallegas, en donde se
apreció un claro incremento de la misma y de modo especial se vio en las
celebraciones de San Pepe en distintos puntos de Galicia. También se apreció en
estas semanas un mayor interés informativo por las noticias sobre la marcha, sus
consecuencias negativas (basura, ruídos, peleas, accidentes de tráfico, etc.), el
desarrollo de nuevas normativas municipales para controlar el botellón en distintas
ciudades, etc. Esto permitía ver en la prensa varias veces a la semana noticias sobre
esta temática, con personas a favor y en contra, pero apreciándose que es necesario
hacer algo en un sentido o en otro para atajar o paliar las consecuencias que acarrea la
marcha excesiva y los abusos a consecuencia del botellón. Otro hecho que tuvo un
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gran eco en los medios de comunicación fue la muerte en A Coruña de un policía
nacional de 54 años que chocó con un coche que se había saltado un semáforo, a las
2 de la madrugada, cuando estos iban al campus de Elviña por una denuncia por una
pelea en el botellón del campus. Otro policía nacional y el conductor del coche
resultaron heridos. También ese mismo día otros dos policías municipales tuvieron otro
accidente de tráfico a las 6 de la madrugada en la zona de marcha. En esos días la
prensa sacó sistemáticamente la noticia porque dicho policía nacional era muy
conocido y había sido uno de los fundadores del Grupo de Intervención Rápida. Esos
mismos días salió sistemáticamente en la prensa como muchos conductores fueron
presentados ante el juez por alcoholemia, la mayoría de las veces en controles en
zonas de marcha. Todo ello permitió mostrar más claramente que la marcha también
tiene consecuencias negativas y que en ocasiones esas consecuencias pueden llegar
a ser graves.
En relación al control policial destacó la presencia de la policía el jueves 2 de
abril. Este día la ciudad estaba casi tomada por la policía, ya que el número de coches
patrullando y policías a pie era muy apreciable. Ese día no se permitieron botellones en
la zona vieja, se multó más que otras veces por orinar en la calle, se actuó contra los
ruidos, y la mera presencia policial impidió los desmanes que algunos hacen en esos
días de marcha.
La marcha en cualquier ciudad, en el actual estado de la situación, se convierte
a veces en el juego del gato y del ratón. Como hemos comentado, el control policial de
ese dia fue muy importante, pero lo fue básicamente en la zona vieja y en la zona
nueva, no en la zona del campus. En esa zona este jueves se celebró uno de los
botellones más numerosos del año. El motivo era claro. Acababan las clases y
empezaban las vacaciones de semana santa. Entonces se celebro un botellón que
parecía la continuación del botellón de San Pepe. Realmente, este dia fue un hito en la
diversión en Santiago de Compostela en el año 2009, tanto por su importancia
numérica, el ruido y suciedad que acarreó, y las consecuencias posteriores que ello
tuvo en la toma de medidas para el control del botellón.
También el 4 de abril, sábado, se celebró la campaña “Noite solidaria”. La
misma consisitió en que aquellas personas que consumiesen una copa darían 0.20
euros del precio para un fondo con el objetivo de garantizar los servicios sanitarios en
la Franja de Gaza, debido al conflicto palestino-israelí, concretamente para servicios
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sanitarios básicos y salud materno-infantil. Estas son campañas en las que la mayoría
de las veces está detrás la industria del alcohol con el objetivo de que la gente
consuma más alcohol o de que los jóvenes vean que consumiendo alcohol colaboran
en campañas humanitarias y, por tanto, no están haciendo nada malo sino todo lo
contrario, “colaborando en una causa justa”. En Santiago de Compostela participaron
en la campaña 30 locales.
También destacó en este mes el cierre de varios locales por diversas
infracciones. El más importante ha sido el cierre de Ruta 66, una de las discotecas de
la ciudad, como en las semanas previas habían hecho con el bar de marcha Krooner.
También en este mes se produjeron varios incidentes por este motivo entre el Concello
y los dueños de varios locales que había precintado el Concello, con cierres, denuncias
judiciales, notas en la prensa, etc. Como un ejemplo, el domingo 19 de abril en un
periódico aparecía en su primera página, y como primera noticia la siguiente “Multan al
Concello por incumplir el horario de cierre de una verbena” y en letra más pequeña “La
sanción, de 90 euros, no se recurrió, y llega a Raxoi en plena campaña contra algunos
locales nocturnos”.
Ese mismo domingo día 19 de abril, otro periódico en página interiores titulaba
“La última movida anterior a la ley seca destrozó varios escaparates en la zona vieja”.
El motivo de esta noticia, y del malestar de algunos jóvenes y otros ciudadanos, como
de distintos grupos de presión, está motivado a que a mediados de este mes de abril
entró en vigor en Santiago de Compostela una nueva normativa municipal que prohíbe
a partir de ese momento vender alcohol entre las 22 horas y las 8 horas, prohibición
que va orientada a los locales de 24 horas y, más concretamente, a los jóvenes que
compran alcohol en esos locales para hacer botellón. Es un modo de intentar controlar
y reducir el botellón en Santiago de Compostela.
La marcha en la Semana Santa (abril de 2009)
La semana santa, del 6 al 12 de abril, fue una semana tranquila en lo que atañe
a la diversión, caracterizada en Santiago de Compostela, por haber muchos turistas,
salir muchas procesiones, y mantenerse el tiempo lo suficiente bien como para que
lloviese poco en esos días. La ciudad cambió los estudiantes por los turistas.
Los que quisieron seguir la marcha pudieron el día de jueves santo desplazarse
a Frades, un lugar cercano a Santiago de Compostela, en donde emulando a San
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Pepe y su macrobotellón, celebraron una nueva fiesta dedicada en este caso a Santa
Resaca.
Estos días fueron tranquilos. No hubo botellón, con la excepción de pequeños
grupos, los locales de marcha estuvieron llenos de gente, aunque no de universitarios,
y los turistas se dejaron caer por distintos sitios, aunque no siempre por los de
diversión.
Segunda quincena de abril: La movida pro-botellón
Como ya comentamos más atrás, a mediados de abril entró en vigor la nueva
normativa para el control del botellón, impidiendo comprar alcohol desde las 22 horas
hasta las 8 horas en las tiendas de 24 horas. Estas eran las tiendas que surtían de
alcohol a los jóvenes que participaban en el botellón, fuesen mayores o menores de
edad. A éstos les compraban el alcohol los más mayores y era todo un espectáculo ver
a docenas o cientos de jóvenes delante de las tiendas de 24 horas, especialmente la
de la cuesta de A Rapa da Folla.
Ante la entrada en vigor de esta norma el Concello reforzó la vigilancia. Los
jóvenes, ante un hecho como éste, saben que puede haber “marcha”. Por ello, en los
jueves y viernes de movida hubo más gente de lo normal. La mayoría paseaban por la
zona vieja con sus inconfundibles bolsas con las botellas, luego se iban para la
alameda, o intentaban hacer botellón en la zona vieja. En esos días hubo algunos
incidentes, como rotura de lunas, tuvieron que dispersar varios botellones en la zona
vieja, pero el botellón continuó, aunque con menor intensidad en el campus
universitario. Es decir, hubo mucha gente por la calle viendo lo que podía ocurrir, pero
menos botellón a nivel cuantiativo.
El jueves 16 de abril y viernes 17 de abril, como los posteriores jueves y viernes
de este mes de abril marcaron un hito en el botellón en Santiago de Compostela y un
cambio de rumbo debido a las consecuencias del mismo. Por una parte, los jóvenes no
podían comprar alcohol en las tiendas de 24 horas por la nueva normativa municipal.
Por otra parte, no podían acceder a sus lugares habituales de botellón. Los habían ido
desplazando, primero desde Santa Susana, luego desde la Alameda, luego desde las
escaleras de la alameda y el parque infantil enfrente al campus universitario. Ahora
sólo quedaba el campus universitario, más incómodo y un lugar nuevo para explorar, o
tendrían que buscar nuevos lugares pero ya fuera de Santiago de Compostela. La
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exploración de nuevos lugares abrigados cuando llueve les llevó a lo más fácil: a hacer
botellón en dos lugares poco propicios para hacerlo: en los soportales debajo de las
residencias universitarias del campus sur, el Colegio Mayor Fonseca y el Colegio Mayor
San Clemente, y delante del local del Centro Superior de Investigaciones Científicas,
enfrente a la Facultad de Química y al lado de la calle de Feáns. Consecuencia: el
botellón llega cuando no llueve hasta la Carballeira de San Lourenzo y por todo el
campus sur, así como en las canchas deportivas que hay allí cerca.
Esos días los residentes de las residencias universitarias no pegaron ojo, y los
trabajadores e investigadores del CSIC se llevaron la desagradable sorpresa al
incorporarse por la mañana al trabajo que la basura inundaba la entrada y aquello se
parecía más a un campo de batalla que un centro laboral (la basura no se la recogieron
porque consideran al centro como una propiedad privada y tiene que ser su dueño
quien la recoja). Consecuencia: fotos en la prensa con una enorme cantidad de basura
a la entrada del centro, quejas de estudiantes a las autoridades universitarias, quejas
vecinales de las zonas afectadas, trifulca política entre los grupos municipales, etc.,
etc. Como anécdota, alguno de esos días, y debido a la dirección del viento, personas
que viven en la Avenida de Barcelona, ya cerca del nuevo Hospital Clínico, despertaron
por la noche pensando que estaba pasando algo grave en Santiago de Compostela por
el enorme ruído que había a las 3 de la madrugada. Nada de eso. Al asomarse a la
ventana comprobaron que era el ruído del botellón que se estaba celebrando en el
campus sur. Y, aunque no era su intención, no les fue posible conciliar el sueño hasta
varias horas después.
Mayo: la lucha continúa, queremos hacer botellón
El mes de mayo ha sido un mes que continúa lo que ha ocurrido en el mes
previo. Dado que el 1 de mayo es la fiesta del trabajo, bien podíamos resumir lo que
pasó en este mes en relación a la prohibición de beber alcohol en distintos puntos de la
ciudad con lo que algún joven decía: la lucha continúa, queremos hacer botellón.
La prohibición de vender alcohol a partir de las 10 de la noche y no tener los
lugares habituales para hacer botellón, junto al surgimiento de un mejor tiempo
atmosférico, favorecen hacer botellón, salir más y reivindicar algunos jóvenes que
tienen derecho a hacer botellón donde quieran hacerlo. Esto produjo en el mes de
mayo un nuevo fenómeno: la vuelta a hacer botellón en la zona vieja. Como también
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está prohibido hacerlo en ella la policía tuvo que disolver casi todos los jueves distintos
botellones. Cuando es el caso las plazas que eligen para hacerlo son la Praza Roxa,
Algalia de Abaixo, Praza da Inmaculada, Rua do Vilar, Praza de Mazarelos y el Paseo
Central de la Alameda. Con frecuencia los jóvenes deambulan en grupos intentando
buscar un sitio cómodo donde hacer botellón, donde encontrarse con más colegas, y
donde poder volver a estar como en otros tiempos, tiempos que han pasado pero se
resisten a asumir. De ahí que desde las 10,30 y 11 de la noche hasta la 1 de la
madrugada la ciudad está muy animada y llena de jóvenes que deambulan de un sitio
a otro. Finalmente acaban en el campus sur o se van a casa o a un local.
En los botellones de estos días se apreciaba un mayor espíritu incívico: más
basura esparcida, botellas rotas, rotura de mobiliario como papeleras y bancos.
Igualmente, en este mes, como ya venían haciendo algunos en meses previos, algunos
empiezan a hacer botellón ya el miércoles, con lo que algunas semanas hay botellón el
miércoles, el jueves y el viernes.
También, como consecuencia de lo anterior, aumentaron las fiestas en los pisos.
Si no les dejan hacer botellón en la calle entonces lo hacen en casa. Esto acarrea
ruídos, molestias a los vecinos, e intervención policial cuando éstos les llaman.
El 1 de mayo participaron en el botellón 1.500 personas. Hubo 4 alcoholemias
positivas y la rotura de un escaparate de una tienda de ropa en la calle República el
Salvador.
Jueves, 14 de mayo de 2009, ¿el fin del botellón?
La noche del jueves 14 de mayo fue una noche húmeda pero agradable. Por la
mañana había llovido algo, pero el tiempo estaba ya casi primaveral. Ese día, como
otros de las semanas previas, ya estaba en vigor la nueva normativa que impide
comprar alcohol a partir de las 10 de la noche. Por ello, en este día los locales de 24
horas estaban vacíos, sin personas en sus puertas, a diferencia de lo que ocurría
semanas y meses antes. De igual modo, en este día había bastantes personas por la
calle pero no había botellón. El motivo estaba en que después de los incidentes de los
botellones en el campus universitario de las últimas semanas, el mayor control policial,
el mayor control del servicio de seguridad del campus de la propia Universidad, y de la
contención puesta en práctica desde la propia industria del alcohol, llevó a que en este
día no hubiera ni rastro de botellón en la ciudad. Sí que había como suele ser habitual
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varias personas despitadas con sus habituales bolsas, intentando buscar a otras
personas o sitios donde hacer
botellón, pero sin encontrarlas. También a esto
contribuye la altura del curso en el que nos encontramos, dado que estamos a
mediados de mayo, y los exámenes finales ya están cerca. En cambio, ese día hubo
varias cenas de estudiantes, aunque también menos abundantes que en otras épocas
del año. Se apreciaba, sin embargo, que había muchas personas por la calle,
paseando, charlando, ligando,… pero pocos bebiendo. Es como si el botellón hubiese
desaparecido.
Las fiestas de la ascensión. Diversión y botellón
La víspera de la Ascensión, el miércoles 20 de mayo, un importante botellón
La Ascensión es la fiesta de Santiago de Compostela que marca el inicio del
verano, la casi finalización de las clases y es un momento de ocio, tiempo libre y
descanso a punto de finalizar el curso académico para unos y, el inicio del cercano
periodo estival para otros. Son fiestas muy apreciadas y en las que hay mucha gente
en la calle participando.
La víspera de la ascensión 2009, como siempre miércoles, fue semejante a la
de otros años aunque con algunas peculiaridades por lo que venimos comentando más
atrás. Ese día por la tarde-noche había muchas personas. Especialmente por la noche
había mucha gente por la calle y en la animada fiesta en la alameda y Campus
universitario. Se diferenciaban en este día tres tipos de ambientes. El primero, el
tradicional, constituido por las personas más mayores (de 30 años en adelante) que
ocupaban toda la zona vieja. Por ejemplo, el Franco y la Raíña estaban repletos, con
gente abarrotando los locales y la calle. El ambiente era muy bueno dado que el tiempo
favorecía estar en los locales o en la calle con los amigos. El segundo grupo estaba
constituido por chicos y chicas jóvenes (entre 12 y 16 años fundamentalmente) que
aprovecharon el día de fiesta para salir, pasear por la zona vieja, por parte de la
alameda, ir a las atracciones, participar en el baile de la alameda y en menor grado en
las otras actividades que hubo en la escalinata de la alameda y en el Toural,
actuaciones orientadas a los más mayores (16 años en adelante). Y, el tercer grupo,
fue el del botellón. Lo hicieron en el sitio habitual a cuenta además de una actuación en
la explanada de las residencias. Fue un botellón muy importante. Entre las personas
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que estaban en el botellón y los que asistían al concierto había unas 10.000.
Aproximadamente la mitad hacían botellón. Al día siguiente había mucha basura
extendida por todo el campus universitario, delante de facultades como la de Química y
el CSIC. Hasta bien entrada la mañana del día 21 los servicios de limpieza no sacaron
la basura, lo cual fue muy molesto para muchas personas y hubo problemas en algún
coche por la rotura de cristales y las dificultades para aparcar en el campus debido a
las botellas y vasos de cristal y a las bolsas de basura. Ese día se retiraron 9 toneladas
de basura solo en el campus sur y en la alameda. El aspecto del campus sur era
realmente penoso: vasos y botellas rotas, cientos de bolsas de plástico, no se podía
pasar por algunos lugares por la acumulación de basura, coches que no podían
aparcar, etc. Eso llevó una vez más a que en varios medios informativos se hablase de
que fue un botellón histórico.
Como vemos, ese día hubo varios ambientes y pasó de todo aunque sin
incidentes de gravedad, pero los hubo. Por ejemplo, ya a las 11.15 de la noche una
ambulancia tuvo que entrar en el recinto de la alameda, hasta el mismo palco de la
orquesta para atender una intoxicación etílica de un chico de unos 14 ó 15 años que
sus amigos traían medio inconsciente. A lo largo de las siguientes horas las
ambulancias tuvieron que seguir entrando en diversas ocasiones en el propio recinto
de la alameda y por entre las tómbolas para atender otras intoxicaciones etílicas (ej,
otra a 2.30 subiendo hacia la parte alta de Santa Susana). Fue una noche de mucho
trabajo para los sanitarios y con un nuevo perfil: la fiesta y las ambulancias se unen en
una simbiosis que no asusta a nadie. La mayoría ya se imaginaban el motivo de acudir
la ambulancia y los de éstas, de modo muy profesional, atendieron rápido y con
eficiencia a las personas con esos problemas.
Ese día se notó mucho el consumo de alcohol. Hubo muchas alcoholemias a lo
largo de la noche. Aún así es probable que esa noche se bebiese menos alcohol que
otros años debido a la nueva normativa del botellón, entre la que se incluye la
prohibición de vender alcohol a partir de las 22 horas en los locales de 24 horas. Esto
se apreciaba en los locales de 24 horas cercanos a la alameda, en los cuales las
personas salían a las 11, 12 de la noche y 1 y 2 de la madrugada con botellas de
refrescos, pero sin alcohol. Igualmente, había aglomeraciones de jóvenes, menos
numerosas que en el año anterior, en la cuesta de Rapa da Folla, que estaban allí
despistados y sin saber que hacer ya que querían alcohol y no lo podían conseguir.
82
Esto facilita el que consuman menos, aunque las ganas de consumir no sean menores
como luego se apreciaba en el campus y en todas las botellas de alcohol vacías al día
siguiente.
Ese día la policía puso en marcha un dispositivo especial dado que se esperaba
que hubiese un gran número de personas en la calle. Se notaba un intenso patrullaje.
Tuvieron que disolver varios pequeños botellones por la zona vieja. Uno de los
mayores que se tuvo que disolver fue en la plaza de la Inmaculada. Igualmente, lo
tuvieron que hacer en otros menores o se disolvieron con su presencia. Este día hubo
una importante presencia policial, aunque discreta en sus actuaciones, en el campus
sur y un nivel de intervención mayor en la zona vieja. No hubo incidentes destacables
ni graves.
El importante botellón del campus duró hasta bien entrada la madrugada. Una
parte de los asistente al concierto que se hizo allí al lado, enfrente a las escalinatas de
la alameda, se trasladaron entre las 12 y la 1 de la madrugada a la zona vieja, tanto al
Toural donde había otra actuación como a otros puntos de la zona vieja. Otros
siguieron a partir de esa hora por la zona vieja o en distintos locales de la zona vieja y
de la zona nueva.
En la mañana siguiente eran claras las marcas de la noche anterior: la alameda
invadida de basura, el olor a orina por distintos puntos de la ciudad, los últimos
jóvenes, algunos embriagados, todavía deambulando por la ciudad a las 9, 10 y 11 de
la mañana. Estos no fueron al mercado de Amio, que era donde la fiesta continuaba el
jueves, festivo, en la feria caballar, ni a las atracciones de la alameda en donde
muchas familias fueron con sus hijos pequeños el día de la ascensión tanto por la
mañana como por la tarde o a pasear con ellos por la alameda. La noche es para unos
y el día para otros, en este caso dependiendo de la edad. Pero la música, la diversión,
el pasarlo bien inundaron éste y los siguientes días de fiesta todo Santiago de
Compostela. Las orquestas de la alameda, las charangas, las actuaciones de artistas
famosos tanto en escenarios abiertos (alameda, Toural) como cerrados (multiusos del
Sar), la misma banda municipal con sus conciertos por la mañana, y las exhibiciones
de baile, ayudaron a todo ello en estos días de fiesta.
También la noche del miércoles hubo una fiesta universitaria en las
inmediaciones del Auditorio de Galicia, en el campus norte, donde se apreciaba mucha
gente, aunque no tanta como en los sitios ya comentados, y también se notaba el
83
consumo de alcohol.
Jueves, sábado y domingo de la fiesta de la Ascensión
El jueves 21 de mayo de 2009 fue la fiesta de la Ascensión y festivo en Santiago
de Compostela. Para la marcha fue un día de descanso, tanto por ser festivo como por
la necesidad de recuperarse del día anterior. Ese día, por la noche, hubo actuaciones
en el campus sur y en la plaza del Toural.
El viernes y sábado, junto a actuaciones en el campus sur y en el Toural
también se celebró en el multiusos del Sar dos importantes actuaciones dentro del
festival Rock na Ascensión, en donde acudieron al mismo importantes grupos
nacionales de rock, aunque en este caso había que pagar por asistir al mismo a
diferencia de las otras actuaciones que siempre eran gratuitas. Finalmente, el domingo
finalizaron las fiestas con orquestas en la Alameda, corales en el Toural y otras
actividades culturales y recreativas para todo tipo de público celebradas a lo largo de
todo el día.
De modo semejante a lo que ocurrió el miércoles, el botellón fue importante en
el campus sur la noche del jueves, el viernes y el sábado, pero no tan importante como
el del miércoles. Al día siguiente de las actuaciones, por la mañana, el servicio de
limpieza tuvo que emplearse a fondo por la basura esparcida. No hubo incidentes
apreciables en estos días. A diferencia del miércoles, al haber más espectáculos
repartidos por toda la ciudad e ir minando el cansancio a muchos jóvenes, aunque el
número de asistentes a cada espectáculo era importante, no llegó a las
aglomeraciones del miércoles.
En estos días sí se apreciaba que algunas personas, tanto jóvenes, como
adultos, para atajar en su recorrido hacia el campus sur, se saltaban las vallas de
protección de la alameda. Esto es una fuente de peligro, por posibles caídas, al tiempo
que de vez en cuando la policía local vigilaba este tipo de conductas.
Otros aspectos que ya comentamos en relación al miércoles, pero que se dieron
en los días siguientes aunque con menos intensidad fueron las embriagueces, roturas
de cristales (vasos y botellas), pequeños accidentes, basura, orines etc. También otras
cuestiones de la sexualidad que comentamos en un punto aparte.
Además en estos días la fiesta no acabó para muchos después de finalizar los
espectáculos gratis y al aire libre, sino que continuó durante muchas más horas, en
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algunos casos hasta el día siguiente. Para ello pasearon por la zona vieja,
especialmente, fueron a distintos pubs, luego a discotecas, y así hasta la mañana
siguiente. En las primeras horas de la mañana se apreciaban todos estos días de fiesta
como personas a las 7, 8 y 9 de la mañana se recogían, se tambaleaban o aún tenían
ganas de prolongar el día. Claramente fueron días de mucha fiesta para algunos, pero
no para todos.
Junio: el descenso de la marcha.
Junio es el mes de exámenes para la mayoría de los jóvenes que salen el resto
del año de marcha. Los pequeños, los de la ESO, tienen exámenes finales; lo mismo
ocurre con los de Instituto y con los de la Universidad. Por ello, en el mes de junio
salen muy pocos jóvenes a divertirse, tanto en lo que atañe a hacer botellón como a
pubs, discotecas, etc. En el mes de junio de 2009 el tiempo atmosférico fue bueno.
Sólo los jueves y viernes había algún pequeño grupo (5, 10 ó 20 personas) haciendo
botellón en el campus sur o en los lugares habituales. Por la ciudad todos los jóvenes
andaban con sus carpetas y libros. Las calles estaban concurridas pero para buscar
biblioteca donde estudiar, pedir apuntes de última hora, ver a los amigos en sus casas,
pero poca diversión. Es el momento del estudio.
23 de junio: noche de San Juan
La noche de San Juan es una noche mágica en donde las hogueras ocupan un
lugar central en la noche. Es la fiesta del solsticio de verano. En el año 2009 se
celebró, como el resto de los años, en Santiago de Compostela de modo festivo en
varias de sus centenarias plazas. En ellas distintas hogueras animaron la noche
acompañada de sardinas, pan, vino y cerveza. A partir de las 11 de la noche se fueron
plantando las hogueras y las personas saltaban el fuego purificador. Muchos jóvenes
salieron para divertirse y pasarlo bien en esa noche, para celebrar esta fiesta. Algunos
universitarios para descansar unas horas de los exámenes. Había mucha gente mayor,
junto con los jóvenes. Ese día el ambiente era más tradicional y tranquilo.
Como no podía ser menos, también hubo botellón en el campus sur, pero solo
participaron 500 personas. En cambio en la ciudad había varios miles de personas
participando en la celebración pasándolo bien. En este caso la fiesta primaba al
alcohol, aunque también había jóvenes con sus grandes vasos de cerveza o sus
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bebidas de alcohol. Pero el ambiente y el comportamiento era muy distinto al de otras
ocasiones en donde los jóvenes salen solo a beber.
12. La vida recreativa en Santiago de Compostela. Un tipo especial de
diversión: el botellón
12.1. Los jóvenes y el botellón
El botellón se lleva haciendo desde hace años pero no con el sentido que hoy
tiene. Hace años, 10 por ejemplo, algunos jóvenes de la ciudad se reunían y llevaban
algo para beber (cervezas, algo de alcohol, refrescos) mientras se iban a hablar o a
estar en algún parque. Ello lo hacían de modo recatado y por la tarde o primeras horas
de la noche. La situación actual es totalmente distinta.
Dado que Santiago es una ciudad universitaria se mezclan los universitarios de
los distintos puntos de Galicia, que participan en la “movida”, junto a los propios
jóvenes de la ciudad que también están en la movida. Por ello, en Santiago de
Compostela, el botellón sería de los siguientes tipos:
a) El botellón de los jueves por la noche cuando salen los universitarios.
b) El botellón de los viernes y sábado, de los que salen a divertirse.
c) El botellón de los jóvenes de Santiago de Compostela, menores de edad, a lo
largo del año.
d) El macro-botellón de los jóvenes en las fiestas de Santiago de Compostela en
las fiestas del Apóstol en Julio en la Alameda de Santiago de Compostela.
Sí que debemos indicar que el fenómeno del botellón era inexistente en
Santiago de Compostela hasta hace escasos años. Se expande una vez que se
empieza a conocer por distintos puntos de España. Como jóvenes no pueden dejar de
imitar lo que ocurre en otros sitios o estar a la altura de ellos. Por ejemplo, los macrobotellones en las fiestas del Apóstol, que comentaremos, no tienen más de 10 años.
a) El botellón de los jueves por la noche cuando salen los universitarios
En Santiago de Compostela la movida es la más importante de Galicia desde
octubre hasta junio. De julio a agosto la movida se desplaza a las zonas costeras, y
septiembre es un mes de tránsito.
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Durante la noche los jóvenes salen y participan en la movida como en otras
ciudades españolas con las características bien conocidas: salen muy tarde, se
recogen por la mañana, el objetivo de muchos de ellos es emborracharse por
emborracharse, se producen desalojos de algunos pisos por parte de la policía por el
ruido, los orines son evidentes en la ciudad al día siguiente, etc.
El número de universitarios es muy amplio y se distribuyen para divertirse por
toda la ciudad. Una parte participaba en el botellón, que se celebraba hasta hace poco
en la Alameda de Santiago de Compostela, lugar emblemático de la ciudad, de una
gran belleza y bien cuidado, que tiene un gran número de bancos y escaleras que
facilitaba sentarse en unos y otros. Allí se reunían algunos cientos o miles de
universitarios y, en menor grado, personas no universitarias. También se reúnen en
otros puntos de la ciudad, especialmente en la zona vieja de la misma, para intentar
hacer botellón pero la policía local los disuelve. Actualmente los cientos o miles de
personas que hacen botellón se reúnen en el campus sur, al otro lado de la alameda.
Se hace notar que en algunas ocasiones la movida de Santiago de Compostela
es especial y vienen universitarios de A Coruña y Vigo también a ella.
En algunas ocasiones del año, coincidiendo con el comienzo de las vacaciones
escolares (ej., las de navidad, fin del cuatrimestre, semana santa, o puentes largos) la
ciudad entera vive un ambiente de botellón, habiendo miles y miles de jóvenes por toda
la ciudad con sus bolsas del supermercado con bebidas dentro de ellas, pasando luego
a su consumo en el campus sur.
También hay que indicar un nuevo fenómeno de los últimos meses de aquellas
personas que ya comienzan a hacer botellón el miércoles y que pueden estar varios
días haciendo botellón.
b) El botellón de los viernes y sábado, de los que salen a divertirse
La movida y el botellón en la noche de viernes y sábado en Santiago de
Compostela es semejante a la del jueves pero con un importante cambio: no participan
apenas universitarios. Estos duermen la mañana y/o tarde del viernes para recuperarse
de la marcha de la noche de juerga del jueves, y se van a continuación a sus casas el
viernes por la tarde o el sábado. En cambio los que salen el viernes y el sábado son
personas de la ciudad y del extrarradio que vienen a divertirse, fundamentalmente
alumnos de bachillerato y de los últimos cursos de la ESO, la mayoría menores de
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edad. En este caso, el botellón se celebraba hasta ahora en la Alameda de Santiago
de Compostela. Hasta hace dos años se hacía en una zona que compartían con los
menores de edad, que es el campillo, un lugar así denominado que está al lado de la
Iglesia de Santa Susana, en un altillo dentro del recinto de la alameda de Santiago de
Compostela. También lo hacían en años previos en otros lugares de la ciudad (ej.
soportales del Banco de España, en la plaza de las platerías, al lado de la Catedral de
Santiago de Compostela). La toma de medidas por parte del Concello ha llevado a
eliminar el botellón del Campillo y de todo el casco viejo. Hasta hace poco el lugar era
en las escalinatas y zona inferior de las mismas al final de la Alameda, frente al
campus universitario. Unas obras de acondicionamiento del parque infantil allí instalado
también han eliminado esta zona. Se hace actualmente en el campus sur.
c) El botellón de los jóvenes de Santiago de Compostela, menores de edad, a lo
largo del año
Una parte de los menores de edad de Santiago de Compostela, desde los 12
años en adelante, participan en el botellón con su panda, o grupo de amigos. Lo hacen,
dependiendo de la menor o mayor edad, los viernes, algunos días del año o
sistemáticamente. El lugar de reunión preferido está en torno a la Alameda, variando
su ubicación en estos dos últimos años: Campillo, escalinada de la Alameda, enfrente
a las escalinatas u otros sitios y actualmente en el campus sur.
Dadas las condiciones meteorológicas adversas de Santiago de Compostela en
el invierno, el botellón de zonas abiertas, en torno a la Alameda, se traslada a distintos
soportales, unos cerca de la Alameda, como unos amplios de una urbanización
cercana, en el lugar denominado “el antiguo asilo”, en los soportales del Banco de
España hace unos años, o más recientemente en los soportales de las casas “frente al
Parlamento de Galicia”, u otros. Esto se aplica para no sólo a este grupo de edad sino
también a los otros participantes del botellón. Los que tienen amigos mayores con piso,
pueden trasladar el botellón al piso. La algarada producida por el alcohol da lugar a
ruidos, problemas con los vecinos, e intervenciones policiales de advertencia o
desalojo de pisos todas las semanas. Estos botellones son disueltos por la policía local.
De ahí que cuando llueve hay pocas personas haciendo botellón, en pequeños grupos
de 3, 5 ó 10 personas.
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Como es bien sabido, llama la atención encontrar menores desde los 12 años.
En unas ocasiones engañan a los padres para acudir al mismo y en otras los padres
les dejan salir hasta altas horas. Conforme aumenta la edad de los mismos, salen más
y se implican más en los consumos de alcohol, al menos los que salen.
d) El macro-botellón de los jóvenes en las fiestas de Santiago de Compostela en
las fiestas del Apóstol en Julio
Cuando se aprecia en la ciudad la realidad del botellón tal como hoy la
conocemos es en las fiestas del Apóstol, fiestas que están en torno al 25 de julio,
aunque suelen durar 15 días. El día 24 de julio se celebra la tradicional quema de la
fachada mudéjar delante de la Catedral de Santiago de Compostela a la que acuden
docenas de miles de personas y la ciudad es un hervidero de gente, como no ocurre en
ningún otro día del año.
Los fuegos artificiales que finalizan en la quema simbólica de la fachada
comienzan en torno a las 23.30 horas y finalizan a las 00.00 horas, en la medianoche.
Hasta hace dos años, desde las últimas horas de la tarde los jóvenes iban tomando la
Alameda con sus bolsas de plástico y sus botellas de alcohol dentro. La ciudad está en
fiestas, y ese día es una fiesta especial, con docenas de miles de personas mayores y
niños, por toda la ciudad, es el día grande de las fiestas. Conforme la mayoría de las
personas iban abandonando los lugares públicos o el espacio de la alameda, donde
previamente habían contemplado los increíbles y bellos fuegos artificiales de la fiesta
del Apostol, en ella se celebraba un macro-botellón, en la Alameda, enfrente de ella o
en la zona de enfrente al campus universitario. En torno a la 1 ó 2 de la madrugada, el
incauto paseante por la Alameda, en un día de fiesta y celebración como era ese, se
encontraba con un macrobotellón que tenía que evitar, y en el que participaban varios
miles de jóvenes, unos de la ciudad y otros de fuera de ella que venían expresamente
para beber. Desde primeras horas de la noche (11 ó 12 de la noche) eran apreciables
a simple vista las personas embriagadas, botellas rotas, risas jocosas, algún joven
agresivo por los efectos del alcohol, el olor a cannabis en distintos grupos, no poder
pasar libremente por la alameda por los grandes corros de personas bebiendo allí
congregadas, etc. Era una de las imágenes más negativas que daba la ciudad tanto
para los turistas como para los propios vecinos de la ciudad. Esto hoy se ha
erradicado. La alameda se cierra y no se puede hacer botellón en la misma. Hay un
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espectáculo musical en el campus sur y allí se hace botellón, pero en menor grado del
que se hacía en los años anteriores.
Al día siguiente, a primera hora de la mañana, el espectáculo de suciedad es
impresionante, tanto hace dos años como ahora. A pesar de que la intensidad del
botellón y de lo que se bebe ha descendido en estos años, los servicios de limpieza
tienen que emplearse a fondo. Normalmente lo retiran en pocas horas y a las 10 u 11
de la mañana siguiente ya no queda ni rastro. Antes de esa hora hay cientos de
botellas de alcohol, de cristal, de todas las marcas tiradas por el suelo, bolsas de
plástico, basura, y más de una vomitona. Toneladas de basura. Precisamente, uno de
los lugares donde se ha erradicado tan bochornoso espectáculo ha sido delante de la
figura de la insigne escritora gallega Rosalía de Castro, que está en la alameda de
santiago, en el monumento que los emigrantes gallegos le erigieron a nuestra poetisa
universal.
En el resto de la ciudad, cada vez más año a año, se nota en ese día los efectos
del macrobotellón, especialmente por la suciedad, el olor a orina en muchos portales y
zonas bien conocidas de la ciudad, como es en la oficina de correos, al lado de la calle
del Franco y cerca de la Catedral, vomitonas al caminar, y mucha suciedad. Los
servicios de limpieza no trabajan este dia, o solo limpian lo más gordo del campus sur y
de otras partes de la ciudad. En el campus sur es apreciable la suciedad y los restos
del botellón durante buena parte del día 25 de julio.
Lo mismo vuelve a ocurrir el día 31 de julio que es cuando se finalizan las
fiestas. El macrobotellón no es tan importante como el anterior pero sus efectos se ven
claramente al día siguiente en la calle y donde lo han celebrado.
12.2. El contexto del botellón
12.2.1. Entrevista con un grupo de jóvenes menores de edad que participan en el
botellón
Las noches de los viernes, y alguna vez también de los sábados, en Santiago
de Compostela celebran el botellón una gran cantidad de jóvenes, la mayoría no
universitarios, sino pertenecientes a los últimos cursos de la ESO o de Bachillerato.
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El lugar escogido para reunirse con los amigos y consumir alcohol suele ser
en torno a la Alameda compostelana, en frente al Campus Sur universitario y por
donde suelen pasear y hacer deporte una gran cantidad de personas por el día.
El grupo de jóvenes entrevistados tenían una media de edad de 16-17 años y
todos ellos afirman participar frecuentemente en los botellones que se celebran en esa
zona. Según ellos suelen quedar en otro lugar para ir a comprar las bebidas y luego se
dirigen hacia dicha zona en torno a las 11-11:30 de la noche y de ahí en adelante. La
mayor parte de ellos dicen quedarse hasta las 3 o las 4.
Adquieren las bebidas alcohólicas en supermercados y en tiendas de 24
horas. Hoy ya no pueden hacerlo porque una nueva ordenanza municipal prohíbe
vender alcohol a partir de las 10 de la noche en todo tipo de tiendas de la ciudad.
Algunos de ellos reconocen que prefieren que vaya algún compañero del grupo o algún
familiar (primos o hermanos) mayores de edad “por si acaso”.
Estos menores de edad afirman gastarse una media de 3-5 euros en cada
botellón que celebran, y la media de consumo suele ser de unos 5 cubatas por noche.
Al preguntarles sobre el tipo de bebida que suelen consumir, destaca el
kalimotxo, la cerveza y el vodka (se trata de bebidas más baratas que el resto, y aquí
se aprecia una diferencia con respecto a los jóvenes mayores de edad). Son bebidas
con una alta graduación alcohólica, lo que permite mezclarse con Fanta, Kas, Cocacola, y otros refrescos en general.
Ninguno de ellos ha tenido que acudir nunca a los servicios médicos por una
excesiva ingesta de alcohol, pero sí reconocen haberlo pasado mal después de haber
celebrado algún botellón (se han mareado, han vomitado, la resaca al día siguiente ha
sido fuerte, etc…).
Afirman también que suelen consumir otras sustancias además del alcohol. La
más habitual es el tabaco, seguida de la marihuana y el hachís.
Cuando se les pregunta acerca del por qué del botellón, todos coinciden en
que es una manera de beber alcohol mucho más barata, algo en lo que también están
de acuerdo los mayores de edad. El por qué del consumo de alcohol lo achacan a la
necesidad de divertirse y de “escapar de los problemas impuestos por la sociedad”.
Ya por último, se les planteó el tema de los padres. Según este grupo de
jóvenes, todos sus progenitores saben que acuden al botellón cada viernes o sábado y
conocen que consumen bebidas alcohólicas. La mayoría de ellos afirman que o bien no
91
les dicen nada (“porque todos lo han hecho alguna vez”) o bien les aconsejan que
beban con moderación (“les parece bien mientras no me pase”).
Estos jóvenes en su descripción comentan que en una noche de viernes pueden
llegar a reunirse unas 2.000 personas dispuestas a participar en el botellón, aunque el
número puede bajar a solo 300 si llueve y hace frío. Es la climatología la que determina
el número de participantes en el botellón.
12.2.2. Entrevista con un grupo de jóvenes mayores de edad que participan en el
botellón
Durante el curso universitario la movida de los jueves es impresionante. Es en
estas noches cuando suelen celebrar sus botellones la gente mayor de edad, al menos
la que estudia en Santiago de Compostela durante la semana.
El grupo contactado está formado por jóvenes universitarios de entre 19 y 24
años, que suelen realizar estos botellones en compañía de sus amigos de facultad, de
piso o de residencia.
Suelen adquirir las bebidas en supermercados y en tiendas de 24 horas.
Según comentan pueden llegar a gastarse unos 3-4 euros en la compra de bebidas
alcohólicas, aunque la media de consumo es más elevada que en el caso de los
adolescentes (entre 3 y 8 cubatas, llegando incluso a afirmar que beben “hasta que se
acaba”).
Con respecto al tipo de bebida que prefieren, todos coinciden: ron, whisky,
licores de frutas, licor 43, etc…mezclados con refrescos o solos. Algunos afirman
acompañar el consumo de alcohol con tabaco (aun cuando no son fumadores
habituales), porros y en algún caso cocaína.
Para estos jóvenes el botellón se hace porque es mucho más barato y porque
es una forma de reunirse con gente (“para no quedarme sola”), otros dicen que lo
hacen para emborracharse o porque le animan. Es evidente, por tanto, la connotación
social que tiene el botellón.
También se les preguntó por la postura de sus padres ante el consumo de
bebidas alcohólicas. Curiosamente muchos de ellos no saben que sus hijos consumen
alcohol, mientras que a otros lo que les preocupa no es el consumo en sí, sino la
cantidad ingerida, así como el consumo de otras drogas como la marihuana. Ninguno
de ellos ha tenido que ser atendido por servicios médicos debido a un excesivo
92
consumo de alcohol, aunque todos reconocen haber experimentado los efectos
secundarios de una buena borrachera.
12.3. Otros aspectos del botellón y cuestiones relacionadas
Un botellón sin música
En Santiago de Compostela el botellón al aire libre se hace sin ningún tipo de
música. El mismo se hace para beber, estar con los amigos, emborracharse, ligar,
pasarlo bien, etc. Cada uno trae lo que puede o entre varios deciden comprar distintas
bebidas.
El ruido y la suciedad en Santiago de Compostela según los ciudadanos
Una queja frecuente de los ciudadanos son los ruidos y la suciedad que produce
el botellón. Esto lo analizamos en un punto aparte.
Los orines y la piedra de los monumentos históricos
Los orines en los días de botellón inundan toda la ciudad. En Santiago de
Compostela no hay urinarios públicos accesibles en las zonas de marcha. Ante el
consumo de alcohol (líquido) y las muchas horas de juerga, los jóvenes orinan en los
lugares que encuentran para aliviar sus necesidades. En la zona vieja de la ciudad esto
es un problema porque utilizan como urinarios improvisados algunos monumentos
históricos, lo que es un problema a medio plazo. La orina incide negativamente en la
piedra, aparte del desagradable olor que desprende. Esto es evidente en los
alrededores de la Catedral de Santiago de Compostela, e incluso en los alrededores de
la Corticela, la iglesia románica que cierra la Catedral de Santiago de Compostela,
encima de la Plaza de la Quintana. Este es un tema que requerirá una solución a corto
plazo para preservar los monumentos históricos del vandalismo.
Actualmente está en vigor una normativa específica que prohíbe orinar en la
calle y multa a los que lo hacen. De momento la misma no está mostrando ser muy
eficaz. En dos años han puesto 500 multas por orinar en la calle. Son bastantes pero
tendrán que incrementarse para evitar los efectos negativos e incívicos de este tipo de
conducta.
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El cierre de locales nocturnos por incumplimiento de normativa municipal
Ante las quejas de los vecinos por la movida nocturna, el municipio sólo puede
actuar donde tiene competencias. Y aquí actúa ante el exceso de ruido de los locales
nocturnos u otros incumplimientos. Pero no puede actuar de modo drástico ante el
botellón que hacen las personas en la calle por falta de normativa nacional o
autonómica para poder hacerlo. Lo han ido echando fuera de la ciudad para el campus
sur.
En el último año el municipio ha procedido al precintado de varios locales
nocturnos. También tiene un buen sistema de seguimiento de los ruidos de los locales
con adecuados aparatos para medir el ruido tanto dentro como fuera del local. Sin
embargo los medios de comunicación presentan la noticia de modo confuso, ya que
mezclan la movida nocturna con el botellón y el ruido de los locales, cuando son cosas
distintas en la mayoría de las ocasiones.
A su vez los hosteleros de Santiago acusan al “botellón salvaje”, en sus propias
palabras, como la causa de los ruidos nocturnos en Santiago de Compostela. Junto a
lo anterior, lo que parece es que el exceso de ruido, denunciado por vecinos
individuales y asociaciones de vecinos, es muy difícil de controlar.
Otra cuestión siempre polémica es el horario de cierre de locales. Aquí hay una
clara discrepancia entre las normativas municipales y los intereses de los comerciantes
de locales de ocio nocturno. Estos quieren cerrar siempre más tarde, y así lo
demandan continuamente. La policía local controla el cierre de los locales de modo
estricto.
Lo que si es apreciable en la noche es una presencia discreta, pero efectiva, en
la zona vieja de la ciudad y en la Alameda de la policía local. No interviene en el
botellón a menos que haya algún tipo de incidente pero sí impide que se haga botellón
en las calles y plazas de la ciudad.
Actos violentos y rotura de mobiliario urbano
A pesar de la enorme aglomeración de personas en los distintos botellones los
actos violentos son escasos; los casos esporádicos que hay están relacionados con
personas que han bebido mucho alcohol. En ocasiones se produce la rotura de
mobiliario urbano o la quema de alguna papelera. Esto suele ser ocasional. A veces
ocurren hechos que llaman mucho la atención por ser reiterados, como la ruptura de
94
lunas en una frutería en la calle República Argentina, varias veces en el año, y que
coincide que es una frutería que está enfrente al pub La Catedral.
Postura de las Asociaciones de Vecinos de la ciudad de Santiago de Compostela
ante el botellón
La ciudad de Santiago de Compostela suele dividirse popularmente en dos
zonas: la llamada “zona vieja”, que englobaría el casco histórico de la ciudad, y la “zona
nueva”, donde abundan los edificios de reciente construcción y los establecimientos
comerciales.
Para tener una idea más completa de la opinión que tienen las asociaciones de
vecinos del fenómeno del botellón, hemos escogido una asociación de cada una de
estas zonas. De modo sintético, coinciden en su visión del botellón: por un lado
reconocen que se trata de un grave problema de salud pública, en la medida en que
una gran parte de los jóvenes que actualmente participan en esta práctica acabarán
convirtiéndose en alcohólicos en un futuro no muy lejano y por otra parte, les
preocupan las molestias que genera dicha práctica. Así por ejemplo, destacan sobre
todo el elevado nivel de ruido que provoca la movida nocturna, así como los destrozos
que se producen en portales particulares (rotura de cristales, de plantas, orines,
abandono de botellas y vasos…).
La industria recreativa ante el botellón
La principal reacción de la industria recreativa ante el botellón es publicitarse
más, hacer fiestas especiales, y repartir entradas y otros reclamos a las personas que
deambulan por la ciudad para que vayan a sus bares. En muchos de ellos les ofrecen
copas baratas, 2 por 5 euros; descuentos de 1 euro por consumición antes de las 2 de
la madrugada, o atracciones y actuaciones en sus locales.
Sí que en varios locales tienen personal en la entrada para impedir que las
personas que acceden a los mismos entren con bebidas alcohólicas. Lo fundamentan
en distintos reglamentos y normas, entre los que también a veces incluyen que la
persona no puede entrar embriagada, bajo los efectos del consumo de
estupefacientes, con actitud violenta, etc.
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La preocupación municipal ante este tema
Desde el municipio de Santiago de Compostela, a través de sus distintas
concejalías con competencias en la materia, la preocupación por el botellón ha ido
creciendo en estos últimos años. Para atajarlo han ido poniendo en marcha distintas
medidas con distinto nivel de eficacia. Esto lo comentaremos en otro punto más
ampliamente. Sí destacan que el botellón no acarrea problemas de orden público.
Incluso han logrado desplazarlo desde la zona vieja hasta la Alameda en otro
momento, y actualmente lo han desplazado al campus sur. Esto ha producido un
descenso en su intensidad y duración. Además, dado que el centro histórico está muy
vigilado, los jóvenes no pueden hacer botellón en él. El municipio dispone de un
servicio de limpieza eficiente que se encarga de limpiar todo para que a primera hora
de la mañana esté todo el casco viejo limpio. El único punto en el que tienen que tener
una vigilancia especial es en la Plaza de Cervantes y en las plazas en torno a la
Catedral.
En relación a los menores de edad, si por algún motivo tiene que actuar la
policía local, especialmente cuando están embriagados, o si llegasen a tener un coma
etílico, se les atiende y se llama al 061 si es necesario. También se contacta con sus
padres para ponerles en conocimiento de lo que ocurre si son menores de edad. Por
suerte no suelen tener problemas graves porque son los propios jóvenes o sus amigos
los que piden ayuda si ocurre algo. También en ocasiones en las rondas detectan a
personas solas o que se ve que no se encuentran bien a altas horas de la madrugada.
En este caso actúan para ver que les ocurre y por si tienen que ayudarles. Aun así a
veces hay grandes sustos y más de uno tiene que pasar por el servicio de urgencias.
La normativa para regular el beber en la calle, y otros aspectos sobre el botellón,
la indicamos en los anexos.
13. La vida recreativa en Santiago de Compostela: Sus aspectos
positivos y negativos (diversión sana versus diversión con riesgos)
13.1. Vida recreativa y diversión. ¿Qué buscan los jóvenes en ella?
La vida recreativa en Santiago de Compostela tiene tanto aspectos positivos
como negativos. Antes de entrar en ellos vamos a contextualizar los aspectos positivos
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y negativos que tiene la diversión actualmente en los jóvenes. O, dicho de otro modo,
lo que es la diversión sana y lo que es la diversión con riesgos.
Hoy la diversión es una parte más de la vida normal de un jóven. Durante el fin
de semana, y algunos ya desde el jueves, van a dedicar uno o más días de la semana
a divertirse. La diversión ordenada es buena pero esto no siempre ocurre en los
lugares de diversión. Las características propias de la adolescencia y juventud, con la
necesidad de búsqueda de identidad, autonomía y afirmación lleva a cometer excesos.
El límite de los excesos es lo importante. Por ello hoy puede haber una diversión sana
o una diversión con riesgos y, entre una y otra, distintos niveles intermedios.
Para conocer mejor los tipos de diversión es útil que podamos contestar a tres
preguntas, como son :
- ¿Qué buscan los jóvenes en la diversión?
- ¿Qué encuentran?
- ¿Qué hacen?
Distintos estudios nos permiten conocer qué es lo que buscan realmente los
jóvenes cuando salen a divertirse. El estudio sobre “Salir de marcha y consumo de
drogas”, realizado en cinco ciudades españolas (Calafat et al., 2000) en jóvenes que
estaban en lugares de diversión analiza esta cuestión. Los resultados del estudio
indican que los tres principales motivos para salir de marcha son encontrarse con los
amigos (96.1%), escapar de la rutina (81.2%) y escuchar música (77.4%). Le siguen a
continuación bailar (55.5%), buscar sexo (39.1%), tomar drogas (29%) y buscar pareja
(25%). Como se aprecia, el motivo o motivos más importantes para salir de marcha, o
para salir a divertirse, son los de socialización (estar con los amigos), cambiar del
ambiente cotidiano de la semana (escapar de la rutina) y pasarlo bien a través de los
sentidos, como es la música (escuchar música). Los otros se pueden asociar a los
anteriores (bailar) o ser nuevos, como buscar sexo o pareja y tomar drogas. Nótese
que tomar drogas ocupa un lugar nada despreciable, pero no es el más importante.
Esto significa que para una parte de las personas que salen a divertirse consumir
drogas es un fin, pero que éstos son una pequeña parte del total, que sale por lo que la
mayoría de los jóvenes ha salido y seguirán saliendo a lo largo de la historia, para
socializarse, hacer amistades, buscar pareja, etc., aunque esto no está reñido con los
objetivos de algunos jóvenes como la búsqueda de placer y diversión.
¿Qué encuentran cuando salen a divertirse? Actualmente encuentran una
97
importante oferta para divertirse. Ésta se orienta básicamente a que acudan a lugares
cerrados (discotecas, bares o pubs) donde pueden escuchar música, bailar, ligar,
buscar sexo y consumir drogas, lo cual exige disponer de cierta cantidad de dinero.
Aunque las condiciones de vida han mejorado mucho respecto a épocas pasadas, una
diversión completa y extensa es cara. Pero, además, la diversión les viene dada, no la
pueden construir ellos a su media. De ahí que algunos opten por una diversión basada
en el alcohol, alcohol a un bajo precio. Nos referimos al botellón.
Hoy el negocio del ocio, el tiempo libre y la diversión se enmarca en un mismo
conjunto, ya que cada uno de esos elementos se interrelaciona con los otros. A ello hay
que añadir el que seamos un país eminentemente turístico y haya una clara venta
hacia el turismo en su más amplio sentido como es sol y playa, buena cocina y, como
no, buena fiesta, diversión o pasarlo bien. A ello se añade el fenómeno del
consumismo que ha cobrado una enorme fuerza en los últimos años junto al hecho
evidente de aumentar considerablemente el número de personas que viajan, que se
van de vacaciones o que toman unos días de descanso cuando pueden (vacaciones
estivales, de semana santa, navidades, y diversos puentes y fiestas a lo largo del año).
El joven vive todo este contexto y, como joven, ve en la diversión un modo idóneo de
pasarlo bien, divertirse, hacerse mayor, autoafirmarse y ser él mismo con sus amigos.
En la diversión el elemento mercantil es claro, ya que está unida a los amigos, a
la comida y a la bebida. Esto realizado en lugares cerrados o acotados, desde terrazas
de bares a bares, pubs, restaurantes, discotecas, etc., y también en los últimos años
en plazas y otros lugares donde hacen botellón, produce el primer problema en algunos
jóvenes que no pueden satisfacer completamente su deseo de diversión. De todos
modos, como la oferta es muy variada, pueden divertirse de distintas formas y a
precios diversos.
Otro elemento asociado a la diversión es el consumo de alcohol, de forma que la
diversión sin alcohol no se entiende. Se empieza con las cervezas, se sigue con el
vino, y se finaliza bebiendo licores de diversos tipos y con grados de alcohol diversos.
El ejercicio físico, la comida o el baile facilitan beber. Y, conforme va avanzando la
noche, se incrementa el consumo de alcohol y de otras sustancias, si es el caso. En los
locales nocturnos de diversión es fácil acceder a distintas drogas, especialmente al
cannabis, cocaína y drogas de síntesis. En la calle o en los lugares donde se hace
botellón, el acceso a las mismas es aún más fácil. Probarlas, primero, y luego quizás
98
consumirlas de modo más habitual es realizado hoy por un gran número de jóvenes
(Plan Nacional sobre Drogas, 2008, Xunta de Galicia, 2008). Aunque sabemos, como
ya hemos indicado, que el objetivo básico de salir no es tomar drogas, sino estar con
los amigos o con otras personas, escapar de la rutina o escuchar música, es también
evidente que las drogas, buscar sexo y buscar pareja están de por medio. De ahí que
el jóven se va a encontrar sistemáticamente con las drogas en su camino de la
diversión. Unos las rechazarán, otros las probarán, y otros se irán metiendo cada vez
más en su consumo.
Pero, ¿qué hacen realmente para divertirse? Hoy los jóvenes salen a divertirse
como lo han hecho los jóvenes de todos los tiempos, aunque de un modo algo distinto
a lo que conocíamos hasta no hace mucho. El cambio más importante, y que ha
producido toda una serie de cambios en cascada a partir del mismo, es el horario de
diversión. Clásicamente, hasta hace décadas, la diversión comenzaba por la tarde y se
finalizaba a la medianoche o poco después. Incluso las culturas imponían normas,
creencias y tabúes para que no se anduviese por la noche por caminos y lugares por
los riesgos inherentes que ello tenía, como el ser atacado por un animal, tener un
accidente y no poder ser socorrido, manteniendo así el equilibrio cultural entre el día y
la noche, etc. (Becoña, 1982). Con la aparición de la luz eléctrica se produce una gran
revolución en el mundo que afecta a todos los niveles de la vida, ampliándose el
concepto ancestral de la noche, ganando tiempo al día. En muchos pueblos la
instalación de la luz eléctrica en los caminos fue una revolución y muchas de las
acciones municipales tenían como elemento mejor valorado el “poner la luz eléctrica”.
En las ciudades el cambio fue evidente, y en la diversión también. Ahora es posible
aumentar el tiempo de diversión de modo notable. En nuestros días, hemos llegado al
extremo y parece que lo importante es “ganar la noche al día”. En estos años se ha
producido un cambio brusco en el modo de divertirse, de tal modo que lo habitual en
los jóvenes es comenzar la diversión después de la media noche y finalizarla al
amanecer. Esto conlleva cambios no sólo de organización de la diversión, sino de
organización social (ej., recogida de basuras, orden público, etc.). Pero también
produce cambios en los propios ritmos circadianos de los individuos, teniéndose el
organismo que adaptar a esa nueva situación (Smith et al., 2002). El alcohol produce la
sedación y bienestar que se puede desear, al que se le puede añadir cannabis; pero si
hay que resistir mucho las drogas de síntesis y la cocaína las podemos conseguir para
99
aguantar toda una noche (Calafat, 2007). Sino puede que no lo logremos, o que nos
cansemos y nos dé el sueño, o nos tengamos que ir de la fiesta antes de acabarla. De
ahí que los horarios se convierten en un elemento favorecedor del consumo de
sustancias.
Pero como la idea de todo joven es ser joven y saltarse aquello que le impide
hacer lo que quiere hacer, la diversión se convierte en una parte de sí, siendo esa parte
de la noche uno de sus lugares propios (Calafat et al., 2000). Este es otro de los
nuevos aspectos de la diversión que no había estado presente en el mundo de la
diversión en otras épocas. En el pasado, los jóvenes se divertían junto a los adultos, o
al menos controlados o supervisados por los adultos. En las últimas décadas esto ha
cambiado, como un elemento asociado a los cambios sociales que también se han
producido, al tiempo que la diversión se ha especializado. Hay lugares de diversión
para niños, para adolescentes menores de edad, para los jóvenes, los adultos, los
mayores e, incluso, para grupos específicos como los separados o divorciados, las
personas mayores, etc. También, ante un mundo tan rápido y cambiante, se ha ido
imponiendo la idea de que la diversión tiene que ser “aquí y ahora”. Cuando hablemos
más adelante de la impulsividad, como contrapuesta al autocontrol, lo entenderemos
un poco mejor.
13.2. Aspectos positivos de la diversión y de la marcha en Santiago de
Compostela
En función del análisis anterior, de la recogida de datos de campo a lo largo de
un año y de la realización de múltiples entrevistas a los distintos actores de la
diversión, podemos considerar que la diversión en Santiago de Compostela tiene los
siguientes aspectos positivos:
1. Una importante fuente de ingresos para los locales comerciales y para la
ciudad en su conjunto
Santiago de Compostela es una importante ciudad turística. El ocio, la diversión
y la hostelería constituyen importantes aspectos de los ingresos de muchas personas,
de muchas familias, de muchas empresas y negocios. A ello contribuye, además, el ser
una ciudad universitaria. Los jóvenes salen mucho más que las personas adultas, lo
que redunda en un mayor gasto en actividades de ocio, tiempo libre y diversión (en
100
bares, pubs, discotecas, restaurantes y supermercados y tiendas de 24 horas).
De modo directo o indirecto la hostelería se beneficia de que las personas
salgan y estén en la calle. Unos hacen más negocio que otros, dependiendo del
horario de apertura y cierre de los locales y del número de personas que haya a esas
horas (ej., no es lo mismo abrir hasta las 4 de la mañana todos los días, que abrir el
local a las 7 de la mañana). Esto explica que Santiago de Compostela tenga un gran
número de locales dedicados al ocio, a la restauración, a dispensar alcohol y a
divertirse, aparte de la amplia capacidad hotelera de que dispone.
2. Fuente de ingresos paras las arcas municipales en forma de impuestos que
pagan los locales de ocio y restauración
El municipio recauda una buena cantidad de impuestos por actividades de ocio y
restauración, entre las que se incluyen las de los locales de ocio nocturno. Al mismo
tiempo las regula, o procura hacerlo, para que haya un equilibrio entre la oferta y la
demanda, el ocio y el descanso (para evitar ruídos y broncas por la noche), y tiene que
mantener un adecuado equilibro entre el negocio, y reducir o evitar las posibles o
reales consecuencias que dicho negocio, cuando es excesivo o no regulado puede
producir.
3. Un importante elemento de socialización para los jóvenes
Sin duda alguna, como ya hemos visto, el objetivo de los jóvenes es estar juntos
y socializarse entre sí. La diversión va unida a estar juntos los jóvenes, como vienen
haciendo desde hace décadas. Al haber un gran número de jóvenes en la ciudad,
universitarios, de instituto, de la ESO, y de otros pueblos y ciudades que tienen a
Santiago de Compostela como su base, hace que con mucha frecuencia haya un gran
número de jóvenes en la ciudad, que se organicen más conciertos en ella, actividades
específicas para jóvenes (ej., promociones de marcas coches),
que haya más
botellones masivos, etc. Pero ello es también un símbolo más, y positivo, de
identificación de la ciudad y de incremento de su status. Para muchas personas
Santiago de Compostela es una ciudad de jóvenes, de universitarios, de personas que
lo pasan bien. El culto a lo joven es visto por parte de muchas personas como un valor
de gran importancia. De ahí que una parte de los adultos solo vean cosas positivas en
los jóvenes y en la diversión, ninguna negativa, porque tienen una idea idealizada de lo
101
que creen que ocurre (ya que comparan lo que creen que hacen los jóvenes actuales
con lo que ellos hacían cuando eran ellos jóvenes) sin saber realmente (ni observar) lo
que hacen realmente los jóvenes de hoy, o al menos una parte de los jóvenes de hoy,
que es muy distinto a lo que ellos vivieron décadas atrás.
4. Un elemento de atracción para grupos concretos de personas que acuden a
ella y donde también consideran la relevancia de la diversión
El turismo es una de las fuentes principales de ingresos de la ciudad de
Santiago de Compostela. Año a año, especialmente por la coincidencia de varios años
santos muy cercanos entre sí (año 1993, 1999, 2004 y el próximo 2010), la afluencia
de turistas va año a año en aumento. Los turistas, y visitantes, acuden a Santiago de
Compostela atraídos por los clásicos encantos de la ciudad (ciudad medieval, buenos
alojamientos, excelente comida, buen trato) pero también algunos de ellos empiezan a
valorar su poder de diversión y de ciudad abierta y tolerante con la diversión.
Aunque son pocos los turistas que vienen a Santiago de Compostela solo para
divertirse, si que se aprecia que ha aumentado en los últimos años el número de
jóvenes que acuden a Santiago de Compostela varias veces al año para divertirse,
especialmente en las macroconcentraciones de jóvenes, habitualmente relacionadas
con macrobotellones. De este modo, Santiago de Compostela se convierte en un polo
importante de atracción para beber, para divertirse, para poder disfrutar de los excesos.
También hay que considerar que el número de congresos y eventos culturales o
científicos ha aumentado en los últimos años en la ciudad. Los que vienen a los
mismos también valoran, y tienen en cuenta para decidir si venir o no, las actividades
de tipo social y de diversión que ofrece la ciudad en forma de locales de ocio y
esparcimiento y, naturalmente, de locales para poder divertirse en la noche. En este
caso suelen ser los locales, pubs habitualmente, de la zona vieja de la ciudad los que
son elegidos por los visitantes.
Todo lo anterior redunda en que la ciudad se hace cada vez más cosmopolita,
más abierta, más globalizada.
13.3. ¿Tiene riesgos la diversión? ¿Qué riesgos conocemos?
¿Qué riesgos pueden estar presentes en lo anterior? Hoy sabemos (Compas et
al., 1995; Wicks-Nelson e Israel, 1996) que existen cinco posibles trayectorias que
102
marcan la evolución a lo largo de los años, desde la primera parte a la última de la
adolescencia. La primera es la adaptación estable. En ella el adolescente tiene pocos
problemas de comportamiento, una autovalía satisfactoria y una baja exposición al
riesgo. La segunda, de desadaptación estable, el adolescente tiene adversidades
crónicas y poca protección; ej., cuando permanece su conducta agresiva y antisocial.
La tercera, de inversión de la desadaptación, hay un cambio importante en la vida que
da lugar a nuevas oportunidades y a conseguir de nuevo la adaptación, ej., un buen
trabajo puede proporcionar una buena oportunidad de cambio. La cuarta, rechazo de la
adaptación, en la que los cambios biológicos o ambientales producen dificultades; ej.,
el divorcio de los padres. Y, la quinta, la desadaptación temporal, puede reflejar una
búsqueda experimental de riesgo transitorio después del cual vuelve la adaptación (ej.,
lo que con frecuencia pasa con el consumo de drogas ilegales).
Lo anterior indica que es difícil predecir el curso evolutivo de un individuo. Y,
también que ello es una suerte en muchos casos porque también implica la posibilidad
de cambio por parte del individuo a lo largo del tiempo, aunque partamos de un
comienzo desadaptativo o de mal pronóstico. Con todo, lo cierto es que disponemos de
gran cantidad de información para poder hacer predicciones específicas que nos sirven
para guiar nuestras acciones preventivas por la senda correcta.
De todo lo anterior no debe quedar la idea de que la diversión es un problema
en sí. No, la diversión es la diversión, como la vida es la vida. La diversión puede ser
una diversión sana, o una diversión sin problemas, pero también puede ser una
diversión con riesgos. La mayoría de las personas llevan a cabo una diversión sana o
una diversión sin riesgos. Sin embargo, como cada vez son más los que salen a
divertirse, respecto a otras épocas históricas, aumentan cuantitativamente los
problemas asociados a la misma. De ahí que se asocia diversión con problemas, pero
lo más correcto sería hablar de la relación entre nuestro sistema social y los problemas
que produce, donde la diversión es sólo una parte del mismo, pero donde también hay
que incluir el sistema de producción, el consumismo, el estilo de vida, el modo de
establecer las relaciones interpersonales, los valores, etc. Sin embargo, es claro que se
aprecia, entre los que se divierten, que una parte de ellos tienen problemas, a veces
graves problemas. Por ejemplo, entre los que consumen drogas, algunos tendrán
efectos adversos como intoxicaciones etílicas, sobredosis, o incluso la muerte; podrán
hacerse dependientes de alguna sustancia y esos problemas iniciales asociados a la
103
diversión, o incluso a la juventud, pueden mantenerse en el tiempo; hacerse adictos a
la nicotina en ambientes cargados de humo, luego hacerse fumadores, y morir
prematuramente en la vida adulta por las enfermedades producidas por fumar
cigarrillos; hay muchos accidentes de tráfico que causan enfermedades crónicas
invalidantes y mortalidad; tener peleas que produzcan lesiones o incluso la muerte, etc.
Aunque el número de casos sea reducido, respecto al global de las personas que se
divierten, el efecto puntual, periodístico y social de cada “accidente” o “muerte” es muy
grande. Si, además, coincide que eso ocurre en una persona que es menor de edad, el
impacto mediático es enorme, ya que nuestro sistema diferencia por edades (mayoría,
minoría de edad) lo que una persona puede y no puede hacer en un determinado
momento. Se considera de gran relevancia la delimitación de la edad para hacer o no
hacer determinadas conductas. El límite de edad es un elemento de discusión más
política y social que científica por sus consecuencias (ej., los límites para poder
comprar y consumir alcohol en lugares públicos los jóvenes, varía en distintos países
desde los 16 a los 21 años de edad; en Galicia, a partir de los 16 años). Con todo, es
claro que nos corresponde no sólo comprender el fenómeno de la diversión y de los
jóvenes, sino que también tenemos la responsabilidad de evitar la morbi-mortalidad
asociada a aquellos problemas con los que se puedan enfrentar y que lleve a una parte
de ellos a fracasar no sólo en su proyecto vital, sino incluso a no poder seguir viviendo.
13.4. Aspectos negativos de la diversión
Son varios los aspectos negativos que acarrea en estos momentos la diversión
en Santiago de Compostela como indicamos a continuación.
1. Consumo abusivo de alcohol
El primer efecto negativo que se aprecia en la vida recreativa de Santiago de
Compostela, como en otras muchas ciudades gallegas y españolas, es el consumo
excesivo y abusivo de alcohol y de otras drogas, y las consecuencias negativas que se
derivan a partir de este consumo. Las personas embriagadas dan muy mala sensación,
al tiempo que una parte de ellas van a desarrollar en el futuro problemas de
dependencia del alcohol. Es sin duda alguna una de las asignaturas pendientes que
hay que afrontar por las consecuencias negativas que ello acarrea en los individuos y
en otras personas en forma de accidentes, fracaso escolar, dependencia del alcohol,
104
incremento de la probabilidad de consumir otras drogas, embarazos no deseados, etc.
Sabemos que este fenómeno está muy extendido en España (Calafat, 2007) y que
también es preocupante en muchos países europeos (Farke y Anderson, 2007). En
España, y en Galicia, tenemos adicionalmente añadido el problema de la dificultad de
legislar sobre esta materia (Rodríguez-Martos, 2003, 2007) por los enormes intereses
que subyacen y por las fuertes presiones de la industria del alcohol para que no se
legisle en el sentido preventivo y de reducción de la oferta.
2. Incivismo (vandalismo, orines, peleas)
Con frecuencia se aprecia, aunque esto lo hace solamente una parte minoritaria
de los jóvenes, actos incívicos relacionados con la vida noctura y más específicamente
con el botellón. Nos referimos a actos de vandalismo, en forma de ruídos, no respetar
el sueño de los vecinos, creer que la calle es suya, orinar y mismo defecar en la calle y
en algún portal, etc. En la misma línea, por las mañana el olor a orina es evidente en
algunas partes de la ciudad, especialmente en algunos portales, en varias esquinas, o
en lugares tan emblemáticos de la ciudad como ocurre en muchas esquinas en torno a
la Catedral (ej., los orines en los muros de la Capilla de la Corticela en plena Catedral,
una iglesia románica del siglo XII). Cara al mantenimiento del nivel de calidad de una
ciudad histórica como es Santiago de Compostela éste es un aspecto muy negativo y
que suele ser comentado por los turistas que ven en la mañana los efectos de la
resaca de la noche anterior. En ocasiones, aunque no es frecuente, se producen
peleas, en muchos casos asociadas al consumo abusivo de alcohol.
3. Riesgos y consecuencias para la salud
Una parte de los jóvenes, aquellos que llevan a cabo conductas abusivas de
alcohol y/ o drogas, están jugando peligrosamente con su salud. El consumo de alcohol
en grandes dosis, o de modo concentrado (beber muchas unidades de bebida en poco
tiempo), como hace una parte de los jóvenes actualmente, tiene efectos negativos para
la salud física y mental tanto a corto como a medio plazo en una parte de sus
consumidores (Cadaveira, 2009; Guardia, 2008). Ello produce un incremento de los
distintos riesgos asociados a dicho consumo de modo inmediato (menos reflejos,
riesgo de accidentes, de implicarse en peleas, de tener abuso o dependencia del
alcohol, conductas sexuales de riesgo, tener necesidad de gastar más dinero en
105
alcohol, incidencia en el rendimiento escolar, mayor riesgo de consumir otras drogas,
etc.) y otros más demorados (ej., incidencia en la esfera física como en el estómago,
hígado, enfermedades de transmisión sexual, mayor riesgo de depresión y suicidio,
etc.). Algunos estudios indican que dichos efectos pueden ser más duraderos y
negativos a largo plazo (Cadaveira, 2009). Por ello, todas las medidas que lleven a que
los jóvenes no se embriaguen significan prevenir riesgos a corto, medio y largo plazo
en los mismos. No olvidemos que el consumo de alcohol explica actualmente en
España cada año la muerte prematura de unas 8.400 personas, de las que 655
corresponden a Galicia (Fierro et al., 2008).
En la tabla 3 indicamos algunos signos indirectos que pueden ayudarnos a
detectar un problema por el abuso del alcohol, que también pueden están presentes en
el abuso de otras drogas. En la tabla 4 se muestran los niveles de alcoholemia y sus
efectos sobre la conducción, una de las consecuencias más negativas y trágicas que
acarrea el consumo excesivo de alcohol. Como allí puede verse, con pequeñas
cantidades de alcohol ya hay claros riesgos en relación con la conducción de
vehículos.
4. Quejas de los vecinos
Los vecinos que viven cerca de las zonas de diversión se quejan del ruído que
producen los jóvenes en las noches que salen de marcha. Por suerte, en Santiago de
Compostela, este no es un fenómeno muy extendido, pero sí que ocurre en ciertas
calles (ej., Avda. de A Coruña, Rapa da Folla, Montero Ríos, y distintas calles de la
zona vieja). Con frecuencia asociaciones vecinales han presentado quejas formales,
intentado que a nivel municipal se encuentren soluciones para sus problemas de ruídos
asociados a la marcha. Incluso ha habido grupos de vecinos que se han asociado y
han presentado denuncias por vía judicial contra el Ayuntamiento por los ruídos de la
marcha nocturna.
Aunque se ha avanzado de modo notable en la ciudad para el control del ruído,
del botellón y de las consecuencias negativas de la marcha, queda todavía mucho por
hacer en los próximos años ya que aún no hemos llegado al punto idóneo de equilibrio
entre derechos y obligaciones de los que salen a divertirse. Los vecinos tienen derecho
106
Tabla 3. Signos indirectos para detectar problemas de abuso de alcohol (también se
pueden dar en otros tipos de abuso de drogas o en otros trastornos)
- Descenso repentino o paulatino del rendimiento escolar o laboral. Absentismo escolar
(novillos).
- Cambio de carácter reciente importante. Actitud negativista, mayor irritabilidad o rebeldía.
- Cambio de amigos, eligiendo la compañía de los más problemáticos.
- Salir mucho los fines de semana, no regresando a casa hasta muy tarde.
- Necesidades económicas mayores.
- Resistencia a la disciplina en la escuela y en casa.
- Empeoramiento de las relaciones con profesores, padres, amigos...
- Descenso del interés por el futuro profesional o por los estudios.
- Actos de vandalismo, peleas más frecuentes, accidentes, traumatismos.
- Algunos problemas con la ley (tráfico, peleas...).
- Los compañeros comentan sobre las frecuentes embriagueces o los horarios prolongados
de salida.
- Aliento alcohólico al llegar a casa o signos de embriaguez.
- Los lunes son especialmente problemáticos para ir a clase o a trabajar.
Fuente: Becoña y Calafat (2006, pág. 91).
Tabla 4. Nivel de alcoholemia y sus efectos sobre la conducción.
Nivel de
Alcoholemia
Número de
Cervezas/Copas
0,15 gr/l
1 caña.
0.30 gr/l *
1 ó 2 consumidas
en poco tiempo.
0.50 gr/l**
2 ó 3 copas
consumidas en
poco tiempo.
Efectos en la
Conducción
Disminución de reflejos.
Reflejos disminuidos. Se aprecian
mal las distancias. Se subestima la
velocidad. Sensación de euforia.
Aumento del tiempo de respuesta.
Sensación de falso control, que
lleva a cometer imprudencias.
Embriaguez notoria.
Riesgo de
Accidente
Multiplicado por
1,2
DOBLE
TRIPLE
Multiplicado
por 16
* Tasa de alcohol en sangre que supera la mínima permitida por la ley en personas que se
acaban de sacar el carné de conducir y en conductores de autobuses.
** Tasa de alcohol en sangre que supera la mínima permitida por la ley para adultos.
1,5
Fuente: Becoña y Calafat (2006, pág. 100).
107
a dormir. Los jóvenes a divertirse dentro de las normas legales y de convivencia que
todos tenemos. El alcohol, una vez más, impide una marcha sana.
5. Mala imagen de la ciudad
En alguna ocasión la ciudad ha dado una mala imagen debido a los excesos de
la marcha nocturna. Esto se ha visto reflejado especialmente en la prensa diaria. Pero
también lo indican algunos de los turistas que ven por la mañana el estado en que
quedan las calles y parques después de noches de excesos, así como por lo que leen
en la propia prensa diaria en esas ocasiones, cuando están en la ciudad. Por suerte,
estos excesos, sólo ocurren algunos días puntuales del año en la que los jóvenes salen
a divertirse en fiestas muy señaladas. Nos referimos a lo que ocurre en el
macrobotellón de las fiestas de la Ascensión y del Apostol. El día 24 de julio, o el día
previo a la Ascensión, Santiago de Compostela es un hervidero. Hay miles y miles de
personas en la calle, en todos los lugares de la ciudad. En estos años previos tanto los
propios vecinos de Santiago de Compostela, como los visitantes de los alrededores,
como muchos peregrinos y turistas, pudieron comprobar en el reciento de la Alameda
un espectáculo realmente “bochornoso” en donde miles de jóvenes bebían y bebían y,
además, interferían con un día de fiesta para todos.
6. Costes para controlar los aspectos negativos de la movida
La movida y sus consecuencias negativas no salen gratis. Tienen su coste, tanto
económico, como personal y social. Nos referimos primeramente al coste económico
que acarrean las horas adicionales de trabajo de la policía local, los costes de ruptura
de mobiliario urbano, los costes sanitarios de los servicios de urgencias, etc. Pero
también están los costes para muchos vecinos en su salud física y psíquica (ej.,
problemas para dormir, menor rendimiento laboral al día siguiente, mayor estrés, etc.).
Un aspecto destacado de los costes relacionado con la movida nocturna es el
que tiene la recogida de basuras. Al tener que ampliar la recogida de basuras (en
cantidad de basura a recoger y lugares en donde está esparcida) esto tiene un coste
adicional para el municipio, como así ya tienen calculado en el pliego de condiciones
con la empresa de recogida de basuras. En este sentido hay que indicar que el servicio
de recogida de basuras de Santiago de Compostela es muy eficiente en relación con
108
los desperdicios que dejan los jóvenes en las grandes concentraciones relacionadas
con el botellón. Al día siguiente están recogidos todos los restos a primera hora de la
mañana. Pero, en algunos días señalados del año, el desborde, o la coincidencia de
festivos, hace que la basura no se pueda recoger hasta media mañana. En estos días
el espectáculo que se ve por la mañana (ej., en el campus sur o antes en la alameda),
puede perfectamente calificarse de “dantesco” por las toneladas de desperdicios
acumulados en esa noche de juerga (bolsas, botellas, cristales rotos, etc.).
14. ¿Por qué los jóvenes salen a divertirse y para qué salen a
divertirse? Un modelo explicativo sobre la marcha y la diversión
La vida recreativa constituye hoy un aspecto más de la vida de una persona en
la edad adolescente y adultez temprana. También es relevante en los adultos, pero no
con tanta intensidad como ocurre en los jóvenes, por falta de tiempo, necesidad de
cumplir otras necesidades y por la presión social a cambiar los valores de la diversión
por otros (ej., ir de vacaciones, comprar un buen coche, tener una casa propia, hacer
alarde de su estatus, etc.). En muchos jóvenes podemos afirmar que hoy en día para
una parte de ellos la vida recreativa es una parte fundamental de su estilo de vida.
Los jóvenes se divierten hoy de múltiples modos. La diversión va a estar
modulada por el lugar geográfico en donde vivan, con más o menos días de sol y
condiciones climatológicos (no es lo mismo divertirse en el norte que en el sur de
España por la pluviosidad), lo que obliga a divertirse más en la calle o más en lugares
cerrados, por la cantidad de dinero disponible para gastar en diversión, por la mayor o
menor libertad que le concedan los padres y con los amigos con los que salen.
Aunque la idea que tenemos es que los jóvenes salen todos de marcha y con
mucha frecuencia, esta no es la realidad. Los jovenes se divierten de muy distintas
maneras.
En las figuras 1, 2 y 3 indicamos esos elementos, para los elementos
antecedentes de salir de marcha y de la vida recreativa, de salir de marcha, y de los
problemas relacionados con el abuso de alcohol y/o drogas al salir de marcha.
14.1. Elementos antecedentes de salir de marcha
Sabemos que existen toda una serie de factores de predisposición que van a
109
facilitar una mayor o menor probabilidad de realizar o no ciertas conductas,
dependiendo del momento histórico en que vivamos y de las circuntancias socioambientales. En nuestro caso, éstos nos servirán para explicar por qué los jóvenes
salen o no a divertirse y qué esperan encontrar en esa diversión. Dichos factores los
agrupamos en tres bloques clásicos: factores de predisposición biológica, factores de
predisposición psicológica y factores de predisposición socio-cultural (ver Becoña,
2002).
14.1.1. Predisposición socio-cultural
El modelo socio-cultural de la diversión está bien establecido. Nuestros padres y
abuelos también se han divertido, por lo que se entiende que la diversión es una parte
más de nosotros, de nuestra vida, siendo la adolescencia el momento álgido de la
diversión.
Nuestro mundo actual se estructura en grupos sociales. Y, dentro de nuestro
grupo social, las creencias, expectativas y conductas se modulan por una historia
previa que ha llevado a la constitución de una cultura específica en la interrelación
mútua del hombre con su ambiente a lo largo del tiempo. Más aún, dentro del elemento
cultural se incluyen los sistemas de producción de ese sistema y vida social, de ocio,
etc. Por ello, todo lo relacionado con el comercio e intercambio de productos,
manufactura, venta, publicidad, etc., tiene aquí su sitio. También en qué utilizamos el
tiempo libre, con quién, etc. Claramente todo esto tiene una gran relevancia cara al
bienestar psicológico y social de los individuos. Y, cambiar creencias, actitudes, valores
y finalmente conductas en la esfera socio-cultural es sumamente difícil y lleva décadas,
cuando ello es posible, dado que hay que hacerlo mediante cambios legislativos,
cambios en los líderes de la comunidad, sin que creen reactancia en los afectados, en
la esfera económica y, finalmente, que los mismos sean aceptados por la población a
la que van dirigidos. Es una de las medidas más efectivas de prevención cuando se
puede llevar a la práctica pero al mismo tiempo de las más difíciles de implantar
realmente.
Elementos nuevos asociados a la clásica diversión, o a la diversión que hacían
nuestros padres y abuelos, son el consumo de alcohol y a veces de otras drogas, el
incremento de las relaciones sexuales y la disponibilidad de mayor cantidad de tiempo
para divertirse y dinero para hacerlo (Calafat et al., 2000). A su vez, a todo ello hay
110
que añadir, el valor de la juventud como nuevo elemento social caracterizado por un
nuevo nicho para el negocio.
Aquí sabemos que desde hace varios miles de años hasta hoy han sido varios
los factores que han acompañado el abuso de alcohol y drogas en varios lugares y
tiempos. Westermeyer (1996) nos presenta algunos ejemplos, tales como que el
comercio internacional se ha hecho fiable, rápido y económico, especialmente en las
últimas décadas. Estos vehículos comerciales se han realizado por tierra, agua, aire,
permitiendo un rápida transferencia a bajo coste de las sustancias psicoactivas, tanto
lícitas como ilícitas, de un area a otra del mundo. Como consecuencia de ello, y como
es bien sabido, una parte importante y sanedada de la economía de muchas regiones
del mundo depende de su comercio, como son ejemplo Brasil para el café, Carolina del
Norte y del Sur para el tabaco, Escocia en el Reino Unido y el estado de Kentucky en
Estados Unidos para el whisky, el triángulo del oro asiático con el opio, India con el té,
y más cercano a nosotros podemos hablar de Francia, Italia y España para el vino junto
a las regiones andinas para la cocaína y varios estados norteamericanos para el
cannabis.
En los últimos años, a través del comercio, las sociedades fueron expuestas a
sustancias previamente desconocidas para ellas. Al ser vulnerables, en esas
sociedades se han adoptado formas de uso de drogas que parecen inicialmente
seguras y deseables, pero que luego no lo son. Pero no sólo nuevas formas de drogas
se expanden a lo largo de todo el mundo, sino que también han ido surgieno nuevos
métodos para su administración, haciendo más fácil, rápida y segura su administración.
El alcohol en todo esto tiene un papel central.
14.1.2. Predisposición biológica
Como ya hemos indicado, en el ser humano hay una interacción continua entre
su predisposición biológica, su predisposición psicológica y su predisposición sociocultural. Estas tres van interaccionando entre sí desde el nacimiento hasta su muerte
en un ambiente social determinado. En ocasiones la biología va a ser muy importante,
en otras menos; en otros casos el medio social llega a determinar una parte de la
biología (ej., cuando hay carencia de alimentos es menor la supervivencia y el
crecimiento físico) y el desarrollo psicológico; de igual modo la concepción del mundo
(psicológica) puede condicionar la biología y el mundo social. De modo específico
111
sobre la predisposición biológica, hoy sabemos que la misma es muy importante para
algunos aspectos básicos de la vida del individuo, tanto la actual como la futura. Los
estudios genéticos nos han ayudado a comprender muchos de los cursos de acción de
los individuos, tanto a nivel de su longevidad, enfermedades, como personalidad e
incluso distintos comportamientos (ej., impulsividad, persistencia, estado de ánimo,
etc.).
En esta cuestión la etapa de la adolescencia es de una gran importancia. La
pubertad, el incremento del nivel de hormonas en el torrente sanguíneo, el mayor
desarrollo biológico de esos años, junto a la asunción de nuevos papeles y de un
creciente nivel madurativo, tiene una gran relevancia en relación a que los individuos
lleven o no a cabo unos u otros cursos de acción. Estos estarán modulados por la
cultura (familia, escuela, normas, valores, etc.) y por la personalidad del individuo,
adquiridos desde el nacimiento.
La predisposición o vulnerabilidad biológica ha sido ampliamente estudiada en el
campo del alcoholismo, y en menor grado en las otras drogas. Los estudios con
animales apoyan una vulnerabilidad genética, tanto para el alcohol como para las otras
drogas (Miller, 1997). Pero aun así, el ambiente sigue constituyendo el determinante
principal de exposición a las mismas. Y, en los seres humanos, de modo mucho más
importantes que en otras especies animales. Si está bien documentado que la
prevalencia de alcoholismo familiar entre alcohólicos varones es del 50%. Los jóvenes
alcohólicos suelen tener familiares también alcohólicos, con una edad temprana de
comienzo y una forma más severa de adicción. Además, los que tienen una historia
familiar de alcoholismo responden peor al tratamiento que cuando no tienen una
historia familiar de alcoholismo.
En los estudios genéticos se encuentra que los hijos de alcohólicos en adopción
tienen un mayor índice de alcoholismo que los hijos de no alcohólicos en adopción,
llegándose a apuntar una probabilidad de 3 a 4 veces mayor de ser los primeros
alcohólicos respecto a los segundos. Esta relación se ha encontrado en diversas
muestras de distintos países (Dinwiddie, 1997; Miller, 1997). A su vez, estudios
llevados a cabo en Finlandia y Suecia con muestras representativas y muy grandes,
encontraron que los problemas relacionados con la bebida eran mayores en gemelos
monocigóticos que en dicigóticos (Goodwin, 1985), como luego se confirmó en otros
países.
112
Otra cuestión relacionada con lo anterior es la comorbilidad que existe entre el
uso de sustancias y otros trastornos mentales y, a la inversa, en distintos trastornos
mentales el uso de sustancias psicoactivas. Un buen resumen de todo lo dicho hasta
aquí nos lo presenta Miller (1997) en una formula simplificada que viene a decir que la
adicción sería igual a la vulnerabilidad más la exposición. Los factores genéticos
contribuirían a la vulnerabilidad mientras que los factores ambientales a la exposición.
14.1.3. Predisposición psicológica: el aprendizaje, la personalidad y la
inteligencia
En nuestro esquema hablamos de tres tipos de predisposición: la socio-cultural,
la biológica y la psicológica. Aunque pueda parecer que cada una va separada de la
otra, por lo que llevamos visto hasta aquí ello no es así, sino que interaccionan unas
con otras a un tiempo y se influencian mútuamente en una persona concreta e
individual. La clave del ser humano está en su maduración biológica y en el aprendizaje
para ser autosuficiente en el medio social en el que ha nacido. Esto va ocurriendo
desde el nacimiento a través del desarrollo físico (ej., peso, altura, habilidades
motoras), desarrollo cognitivo (ej., adquisición de conceptos, memoria, lenguaje) y
personalidad y desarrollo social (ej., cambios en autoconcepto, identidad de género,
relaciones interpersonales).
Por tanto, desde la predisposición psicológica, o elementos psicológicos de la
persona que van a marcar sus acciones futuras, los tres elementos centrales que
podemos diferenciar respecto a la conducta que va a emitir esa persona son el
aprendizaje, la personalidad y la inteligencia. Sin aprendizaje no hay conducta y, en el
ser humano, no hay vida. La persona se moriría si no es capaz de poner en marcha
cualidades mínimas de aprendizaje del tipo más simple, las incondicionadas o
biológicamente dadas. A partir de ellas se va produciendo en función de la madurez
biológica del individuo los distintos procesos de aprendizaje en la esfera motórica,
lenguaje, memoria, habilidades, etc. Mediante el mismo se desarrolla la persona, su
personalidad, teniendo también gran relevancia la inteligencia, o capacidad o habilidad
de aprender de la experiencia, pensar en términos abstractos y funcionar
adecuadamente en su propio ambiente.
Para poder estimar lo poderoso que es el refuerzo que produce una droga hay
que saber con qué otros refuerzos compite esa droga, como pueden ser en los
113
humanos, aparte de la comida, el agua y el aire, el dinero, el matrimonio, la crianza de
los hijos, una buena profesión, etc. Desde la perspectiva de la economía conductual
(ej., Carroll, 1993), por ejemplo, si el consumo de cocaína se debe a no tener
alternativas adecuadas a la misma, buscarlas a través de reforzadores adecuados es
una buena alternativa terapéutica (Higgins, Bickel y Hughes, 1994). También pueden
aparecer refuerzos nuevos a lo largo del tiempo, o los refuerzos de un grupo social o
de una cultura cambiar con el tiempo, mudando unos por otros (ej., del honor y de la
honradez de otras épocas, como valor esencial, al dinero y estatus económico como
uno de los valores actuales más importantes).
Distintos estudios (ej., Falk, 1996) encuentran que el consumo de drogas no
depende siempre de sus propiedades farmacológicas, sino de sus propiedades
esperadas (expectativa). Hay una amplia línea investigadora sobre el efecto de las
expectativas, en donde a consumidores habituales o recreativos se les hace ver un
efecto de una sustancia, no necesariamente el farmacológico, y cuando se les da a
elegir consumir entre varias drogas, eligen la que se adecúa al efecto “esperado” más
que al efecto “farmacológico”. De ahí que los estímulos discriminativos son de gran
importancia aquí.
A su vez el genotipo y el ambiente influencian a la personalidad del sujeto y a su
conducta desde el nacimiento. Sin embargo, son tres variables que interaccionan entre
sí a lo largo de la vida. Aunque el componente genético es relativamente fijo, el
ambiente y la personalidad son variables, cambiables e incluso manipulables, dado que
tenemos cierta capacidad de elección de unos u otros ambientes (ej., si decidimos
cambiar de ciudad de residencia). Esta variabilidad es la que explica, por ejemplo, el
que haya diferencias de unos a otros hermanos e incluso entre hermanos gemelos. De
este modo se consigue que el componente genético tenga solo una importancia relativa
en el desarrollo de la persona, aunque tampoco hay que dejar de considerarla junto a
los otros dos componentes.
La personalidad puede definirse como “el modo característico y habitual en que
cada persona se comporta, siente y piensa” (Bermúdez, 1997, p. 13), o “los patrones
característicos y distintivos de pensamiento, emoción y conducta que definen un estilo
personal del individuo de interactuar con el ambiente físico y social” (Atkinson et al.,
1996), abarcando los comportamientos habituales del individuo, sus modos de ver la
realidad y sus emociones y motivaciones. Lo que se pretende con el conocimiento de la
114
personalidad es saber como es la persona y, a partir de ahí, poder interpretar y
predecir su conducta, dado que “la manera de ser de cada persona tiene mucho que
ver con la forma en que se comporta, piensa y siente” (Bermúez, 1997, p. 13). Pero la
personalidad está igualmente influenciada por la situación y por el resto de las
variables anteriores. Lo que se pretende a nivel operativo para conocer la personalidad
es evaluar lo que se han denominado “rasgos de personalidad”, los cuales son las
tendencias habituales de comportamiento de las personas que se pueden operativizar
a través de escalas psicométricas. Aunque se han propuesto un gran número de
rasgos de personalidad, recientemente se ha planteado la identificación de la
estructura básica de la personalidad mediante cinco rasgos básicos (Digman, 1990;
Sanz y Vera, 2009): neuroticismo, extraversión, apertura a la experiencia, amabilidad y
responsabilidad.
Como un ejemplo de lo anterior, Daugherty y Leukefeld (1998), aplicado al caso
del alcoholismo, consideran que los componentes psicológicos a considerar son de tres
tipos. El primero, los rasgos de personalidad, como los de búsqueda de sensaciones,
rebeldía, gregarismo e impulsividad, que se ha encontrado que influyen en la conducta
de beber. Por tanto, si la persona tiene este tipo de rasgos tiene una mayor
predisposición psicológica a beber, antes incluso de que haya probado este tipo de
sustancia. El segundo son las actitudes que tiene el individuo hacia el alcohol. Y, en
tercer lugar la psicopatología subyacente, en la que se incluye el trastorno de
personalidad antisocial, tan conocido en su relación con las distintas drogas y los
trastornos de conducta infantil, los cuales predicen un mayor consumo de alcohol en la
vida adulta.
Finalmente, debemos tener en cuenta la inteligencia. La inteligencia, o
capacidad de aprender de la experiencia, pensar en términos abstractos y funcionar
adecuadamente en su propio ambiente, es un elemento básico de la persona.
Mediante ella se va produciendo el aprendizaje y de modo mútuo, el aprendizaje
permite su desarrollo, al tiempo que ambos junto a los otros elementos interactuantes
(biología y cultura) conforman lo que es la persona.
14.1.4. La predisposición biológica, psicológica y socio-cultural actuando a un
tiempo
Todos los factores anteriores que hemos comentado dentro de la predisposición
115
psicológica, el aprendizaje, la personalidad y la inteligencia, hacen que una persona
sea única y distinta a las demás. Pero esto se consigue, a su vez, mediante la
interacción de los componentes biológicos con los psicológicos y los culturales en una
interacción mútua.
Aunque en nuestro modelo vamos indicando elementos separados, no hay que
olvidar que en la práctica suelen funcionar o actuar todos juntos o a un tiempo.
Concretamente, al referirnos a los elementos de predisposición, éstos, biológicos,
psicológicos y socio-culturales, actúan a un tiempo en el individuo. Este hecho no debe
dejarse de lado, porque también ayuda a explicar el por qué es tan compleja la
comprensión de un fenómeno que se da cotidianamente pero que apenas se deja
apresar por el gran número de variables que se relacionan con el mismo y muchas de
ellas a un mismo tiempo.
En el caso concreto de los niños y adolescentes, o personas jóvenes, tiene gran
relevancia los factores de riesgo y de protección que tienen los individuos en la esfera
personal, familiar, escolar, amigos y comunidad (ver Becoña, 2002). Estos facilitan en
los individuos unos u otros cursos de acción. Incluso estos factores de riesgo y de
protección van a modular de modo muy importante la edad en la que la persona
comenzará a salir de marcha (o le dejarán sus padres salir), cómo se divertirá, qué
hará, etc.
116
1. Elementos antecedentes de salir de marcha y de la vida recreativa
Factores de predisposición
Biológicos
Psicológicos
Socio-culturales
Ambiente
- Región/país
- Ciudad
- Calle/barrio
- Edificio
- Escuela
- Zona de
marcha
Aprendizaje
- Clásico
- Operante
- Vicario
Personalidad del
individuo
Factores de riesgo
(personales,
familiares, escolares,
amigos, comunitarios)
Socialización
- Familia
- Escuela
- Amigos
- Medios de
comunicación
Creencias, actitudes,
normas interiorizadas,
valores, intenciones
Etapa juvenil
Salir de marcha,
vida recreativa
117
Expectativas
- Ante sí mismo
- Ante los demás
- Ante el mundo y el
futuro
Conductas del
individuo
Factores de
protección
(personales,
familiares, escolares,
amigos, comunitarios)
2. Salir de marcha (1)
Salir de marcha, vida recreativa
Búsqueda de nuevas sensaciones,
descubrimiento del mundo, estar
con los amigos/as
Ligar, búsqueda
de sexo o pareja
Conocer nuevas
personas y amigos
Dinero disponible
Época del año
Tiempo atmosférico
Hora de salida de marcha
(después de cenar, de ver
la TV), tiempo
disponible
Salir de marcha como
conducta normativa
Tolerancia paterna
de las salidas
Tolerancia social del
consumo de alcohol en
bares y calle
- Género
- Consumo de alcohol
- Consumo de drogas
- Búsqueda de sexo
- Dinero disponible
- Gasto en salir
- Tiempo disponible
- Tiempo dedicado a salir
- Epoca del año
- Tener o no pareja
Botellón
-
Muchos jóvenes
Alcohol barato
Socialización
Contestatario
Ligar
Hablar
Emborracharse
Consumir drogas
Buscar sexo
Salir de
marcha en
bares, pubs y
discotecas
Fiesta en
piso
(con alcohol)
Factores de riesgo y
de protección
Expectativas
Refuerzo, gratificación,
placer
Incremento de la
probabilidad de volver a
realizar esa conducta
Consecuencias
La noche como
espacio propio juvenil
Publicidad sobre el
alcohol y los valores que
transmite (noche,
libertad, autonomía,
placer, sexualidad,
independencia, felicidad,
juventud, etc.)
Intereses de la
industria del alcohol
118
2. Salir de marcha (2)
Consecuencias
A corto plazo
Estado emocional
Habilidades de
afrontamiento
Nivel de
autocontrol
Percepción
del riesgo
Búsqueda de la identidad
y de la independencia
Consecuencias negativas
Borracheras
Peleas
Consumo de otras drogas
Accidentes
Gasto elevado de dinero
Fracaso escolar
Resaca
Problemas con los
amigos, familia y parejas
Consecuencias
positivas
Socialización
Estar con los amigos
Música
Pasarlo bien
Embriaguez con
amigos o pareja
Infravaloración de las
consecuencias
negativas y sentido de
inmunidad
A largo plazo
No sale de marcha o
sale pocas veces.
Rechaza los excesos.
Marcha normalizada,
sale de vez en cuando.
No hace excesos.
Marcha descontrolada, con
consumo de alcohol y/o drogas y
otras conductas problema
Asunción de los roles adultos (pareja, trabajo, responsabilidades)
Incremento en la
edad
Disminución del tiempo dedicado a
la marcha y a la diversión
119
3. Problemas relacionados con el abuso de alcohol y/o drogas al salir de marcha
Prueba de la sustancia (uso)
Efectos fisiológicos
Intoxicación
Tolerancia
Síndrome de abstinencia
Efectos psicológicos
Reforazamiento positivo
Reforzamiento negativo
Efectos a nivel cognitivo (expectativas,
incremento de la autoestima y del bienestar;
euforia; relajación)
Efectos sociales
En los amigos, familia, vecinos,
policía, etc.
Pertenencia a un grupo
Sentirse adulto
Saltar normas sociales imperantes
(rebeldía)
Consecuencias:
- positivas
- negativas
Tolerancia social del
consumo de drogas
Facilidad de acceso a la
sustancia y coste
Primacía de la vida recreativa, vida en la
calle y abandono de otras actividades
Interacción
con otras drogas
Continúa el consumo
Nuevos usos
Alternativas personales
y sociales al consumo
Estrategias de
afrontamiento; autocontrol
Se detiene el consumo
Consecuencias:
- positivas
- negativas
Abuso y dependencia
Efectos fisiológicos:
- Intoxicación
- Tolerancia
- Síndrome de
abstinencia
Efectos psicológicos:
- Reforzamiento positivo
- Reforzamiento negativo
- Efectos a nivel cognitivo
(expectativas, incremento de la
autoestima y del bienestar; euforia,
relajación)
Adicción consolidada
(drogadicción)
120
Efectos sociales:
amigos, familia,
vecinos, policía, etc.
14.2. Salgo de marcha
Las personas salen de marcha para pasarlo bien y estar con sus amigos.
También para descubrir el mundo, encontrar nuevas sensaciones, ligar, conocer gente,
etc. En el camino se van a encontrar, quieran o no, con el alcohol y las drogas.
Distintas sustancias psicoactivas están presentes en nuestro mundo social de
modo frecuente y así lo han estado en las pasadas décadas, e incluso durante siglos,
como es un claro ejemplo el de las drogas legales, el alcohol y el tabaco, en nuestro
medio. Pero el que estén presentes éstas y otras drogas no implica que desde su
nacimiento una persona vaya a tener un contacto directo con todas las drogas. Su
contacto y su conocimiento va a depender de la disponibilidad, si es el caso, en su
casa o en los lugares donde se relaciona con otros desde la infancia, del interés que
surja por ellas en un momento del tiempo, habitualmente en la adolescencia, y de si los
propios familiares le inducen a su consumo en un momento determinado del tiempo.
La fase evolutiva tiene mucha relación con el conocimiento y posterior prueba de
las distintas drogas. Por los datos de que disponemos, concretamente la encuesta
escolar realizada en 2006 por el Plan Nacional sobre Drogas (2008), entre los chicos y
chicas escolarizados en España con edades entre los 14 y los 18 años, sabemos que
la edad de inicio media para las distintas drogas está entre los 13 y los 16 años (tabla
5). Aún así, estos datos pueden ser engañosos porque estamos hablando de edades
medias. Nótese que si observamos la tabla 6, en la que aparecen los consumidores por
distintas edades, ya encontramos a los 14 años, por ejemplo, un 11.5% que ha
consumido cannabis en los últimos 12 meses. Con ello sabemos que hay una edad
media de inicio para este grupo de jóvenes de 14 a 18 años, pero que el conocimiento
de estas sustancias suele estar en estas edades o, más bien, ya en edades anteriores.
El conocimiento de las distintas drogas hoy procede tanto de la familia, como de
los medios de comunicación de masas, de sus compañeros, de sus profesores o de
otros adultos. El fenómeno de las drogas está tan generalizado que el conocimiento
sobre las mismas es amplio. Otra cuestión es cómo es ese tipo de conocimiento. Así,
mientras que la sociedad anatematiza las drogas ilegales, no presta tanta atención a
las drogas legales, a pesar de los accidentes de tráfico y muertes de jóvenes en la
carretera todos los fines de semana, la enorme mortalidad que produce fumar
cigarrillos, o la dependencia de psicofármacos que tienen
muchos ciudadanos,
llegando a ser indispensables para que funcionen adecuadamente en la vida cotidiana.
121
La adolescencia es el período por excelencia asociado al consumo de drogas, o
al inicio de su consumo. Y, en la adolescencia lo normal es la transgresión más que la
institucionalización (Funes, 1996). Ello se ve reflejado en los tipos de consumo, como
por ejemplo cuando se bebe alcohol en la calle más que en el bar. También en los
últimos años se ha incrementado de modo importante el uso de drogas como una
forma recreativa más, o una forma de aguantar mejor la diversión (Calafat et al., 1998).
Conforme la persona va avanzando en edad y en deseo de autonomía, el
conocimiento de las drogas no solo será pasivo, obtenido de otros, sino que pasará a
ser activo. Aunque ello está facilitado hoy en día por múltiples factores, como el hecho
de salir sin sus padres, con amigos, encontrar una gran facilitación para el consumo de
distintas drogas, especialmente las legales, favorece el que desee conocer más sobre
las mismas y sobre otras de las que escucha hablar o conoce su existencia. Y, dentro
de ese conocimiento, es normal que ocurra en muchos casos la prueba. Por ello, no
deben extrañar las cifras de consumo en edades de 14 a 18 años en las distintas
encuestas. Otra cuestión distinta es la persistencia en el consumo una vez que se ha
producido una prueba o varias pruebas.
14.2.1. Ambiente, aprendizaje, socialización y expectativas
14.2.1.1. Ambiente
El ambiente es el lugar físico en el que la persona vive e interacciona con los
demás. Incluye tanto el lugar físico donde reside y vive, como el lugar social, tal como
su edificio, barrio y ciudad. Claramente el ambiente se enmarca dentro de un medio
socio-cultural, aunque el individuo vivencia dicho ambiente como su mundo real.
El ambiente es de gran relevancia porque es el lugar físico en donde el individuo
lleva a cabo su vida cotidiana. La predisposición socio-cultural, biológica y psicológica
en un ambiente determinado va a permitir a lo largo del tiempo que una persona tenga
unas características propias que lo van a diferenciar de otras personas. La interacción
mútua del ambiente con el aprendizaje, el proceso de socialización y las expectativas,
va a ser importante en cada uno de los momentos de la vida del individuo. A su vez hay
que indicar que el ambiente es mudable como lo son igualmente la mayoría de las
otras variables que estamos considerando.
122
Tabla 5. Edad media de incio de las distintas sustancias en España en la Encuesta
sobre drogas a población escolar (14-18 años) del año 2006
Sustancia
Edad de
inicio
% de estudiantes que han
consumido en los últimos
30 días
% de estudiantes que
han consumido en los
últimos 12 meses
13.8
13.1
14.6
15.5
15.5
15.6
15.4
14.7
13.6
58.0
27.8
20.1
1.4
1.3
1.4
2.3
0.5
1.1
74.9
29.8
2.4
2.8
2.6
4.1
0.8
1.8
Alcohol
Tabaco
Cannabis
Extasis
Alucinógenos
Anfetaminas
Cocaína
Heroína
Sustancia volátiles
Fuente: Plan Nacional sobre Drogas (2008).
Tabla 6. Porcentaje de consumo de cannabis, éxtasis y cocaína en los últimos 12
meses, según la edad
14 años
15 años
16 años
17 años
18 años
Cannabis
11.5
25.2
33.9
40.7
44.9
Extasis
0.6
1.6
2.5
3.3
6.0
Cocaína
1.2
2.3
4.2
5.6
11.1
Sustancia
Fuente: Plan Nacional sobre Drogas (2008).
Tabla 7. Porcentaje de consumo de distintas sustancias por edades en Galicia
Sustancias
Tabaco (diario)
Alcohol (abusivo)
Cannabis
Cocaína
Extasis
12-18
19-24
25-39
27.3
3.2
21.4
3.6
0.9
47.4
5.6
20.8
6.3
2.4
40.8
5.3
13.9
4.8
1.4
Fuente: Xunta de Galicia sobre Drogas (2008).
123
El ambiente familiar es uno de los más relevantes para la evolución de la
persona. Se refiere al lugar de interacción entre la persona y los restantes miembros de
su familia. Tipos de ambientes determinan distintos comportamientos y son un
elemento esencial para el proceso de socialización. Otros ambientes, como el escolar,
referido al tipo de escuela a la que va, como el barrio, influyen en un modo u otro de
socializarse y en el modo de comportarse posteriormente.
Con posterioridad, conforme la persona llega habitualmente a la adultez, o al
final de la adolescencia, es posible seleccionar el ambiente en el que uno puede vivir.
Aquí, el ambiente puede ser de dos tipos: el dado o el seleccionado. Es ambiente dado
es el ambiente en el que la persona vive, el lugar donde ha nacido o a donde le han
llevado sus padres en un momento del tiempo y no se plantea el cambio a otro
ambiente o lugar. El ambiente seleccionado es aquel en el que la
persona
conscientemente decide cambiar su ambiente originario al ambiente actual, que él
conscientemente ha seleccionado. Este ambiente puede haber sido seleccionado por
la persona mediante un cambio de ambiente, o bien puede ser el actual, coincidiendo
con el que ha sido siempre el suyo de referencia, porque conociendo y habiendo vivido
en varios ambientes distintos a lo largo del tiempo, decide vivir en uno determinado, lo
que implica una toma de decisión sobre el lugar que él considera más idóneo para
realizarse, sea en la esfera laboral, individual, afectiva, social, delictiva, etc.
Hoy sabemos que el ambiente es una variable de gran relevancia y que
interacciona con el resto de las variables que van a permitir que la persona tenga más
o menos oportunidades en la vida.
En el caso concreto de la marcha, actualmente el ambiente de salir son plazas y
lugares públicos para una parte de los jóvenes que se van a dedicar a beber alcohol y
a charlar. Una parte de ellos acabará embriagado, por no saber o no poder controlar lo
que bebe. En función de si el tiempo atmosférico lo permite, si los padres le dejan salir,
del dinero disponible, y si tiene tiempo para hacerlo, saldrá a divertirse. La tolerancia
social ante este fenómeno es clara. Los jóvenes se han hecho con la noche. Los
adultos viven por el día y descansan por la noche. En el caso de los universitarios no
tienen controles paternos. Son ellos los que deciden que hacer. En estos casos
normalmente las personas pueden decidir salir para hacer botellón, ir de bares, pubs o
discotecas, o hacer una fiesta en el piso propio o de otros amigos con alcohol. O
combinar varios de estos tipos de diversión en una misma noche. Esta puede durar
124
varias horas, hasta las 4 de la madrugada, o hasta el día siguiente. Y puede hacerse
un día a la semana, dos, tres, ocasionalmente, todas las semanas, etc., dependiendo
de cada caso.
Relacionado con lo anterior, hoy sabemos que para muchos jóvenes la noche es
su espacio propio juvenil. Como dice Giró (2007) “los espacios físicos donde los
adolescentes desarrollan sus actividades de ocio y donde se decantan sus preferencias
son aquellos espacios donde no interfieron los mayores, los adultos: espacios en los
que van a ir encontrando sus cuotas de libertad e independencia y la manera de
establecer las relaciones sociales con sus iguales. Buscan su identidad y la encuentran
en espacios que escapan al control de los adultos. En este sentido, la casa, el hogar
familiar, se va a identificar con un ámbito de control, sujeto a normas y disciplina y van
a preferir desarrollar sus actividades de ocio fuera del hogar” (pág. 120).
14.2.1.2. Aprendizaje
Hemos hablado previamente del papel del aprendizaje como elemento esencial
de la predisposición psicológica. En este caso, el aprendizaje interacciona a un tiempo
con las otras variables ambientales y la socialización, lo que facilitará crear las
expectativas de un modo o de otro. Como decíamos, la interacción es continua y,
conforme la persona se desarrolla a lo largo de su vida, el proceso de aprendizaje es
fundamental para conformar a la persona como tal en interacción con el resto de las
variables. El aprendizaje, como la socialización, no finaliza nunca. El ambiente puede
mantenerse estable o ser cambiante, de igual modo que las expectativas.
En el caso del alcohol, un consumo inadecuado hace que la persona se
embriague, adquiera tolerancia hacia el alcohol, tenga problemas de control con el
mismo, pueda consumir otras drogas, etc. El refuerzo, la gratificación, el placer, hace
que la conducta, o la constelación estimular asociado al mismo, aumente la
probabilidad de volver a hacer esa conducta de modo inmediato o en un momento
posterior. De ahí la peligrosidad de las conductas abusivas relacionadas con el alcohol
o las drogas. Serán las consecuencias, positivas o negativas, las que mantendrán o no
esta conducta en el tiempo.
También hay que indicar que la publicidad del alcohol incide en los jóvenes, por
ir dirigida fundamentalmente a ellos, a aprender que el alcohol tiene cosas buenas
(aunque ello no sea necesariamente cierto) o que es una parte de ellos mismos. Aquí
125
están claros los intereses de la industria del alcohol (ver Bond et al., 2009; MontesSantiago et al., 2007; Rodríguez-Martos, 2007) cuyo objetivo es buscar nuevos clientes
sin importarle las consecuencias, como de igual modo ha hecho durante décadas la
industria del tabaco (Becoña, 2006; Salvador, 1996, 1998). Uno de los mensajes que
les han transmitido machaconamente es que la noche es suya, solo suya.
14.2.1.3. Socialización
Desde el nacimiento el medio influye en el desarrollo humano a través de dos
procesos: el de aprendizaje y el de socialización. La socialización es el proceso a
través del cual el individuo se convierte en miembro de un grupo social: la familia,
comunidad o tribu. Incluye el aprendizaje de actitudes, creencias, valores, roles y
expectativas de su grupo. Es lo que permite hacer a un individuo miembro de su
cultura. El proceso de socialización abarca toda la vida, aunque su mayor importancia
se produce en el período que va de la niñez a la adolescencia (Craig, 1996).
La socialización, también denominada internalización o desarrollo de la
conciencia puede definirse como “el proceso por el que una persona adquiere las
pautas de conducta, creencias, normas y motivos, que son valorados y aceptados por
su propio grupo cultural y por su familia” (Mussen, Conger y Kagan, 1974, p. 365). La
cultura en la que un niño nace y crece, determina tanto el contenido como los métodos
de socialización.
Hoy la socialización tiene lugar primero en la familia, que es el agente más
importante de socialización, luego en la escuela, seguido por sus compañeros y los
medios de comunicación. Después de la adolescencia también otras personas
contribuyen al proceso de socialización.
Mediante la socialización el individuo adquiere lo que se denomina “el
autoconcepto”, el cual a su vez permite a lo largo del tiempo servir como modo de filtro
e integración ante los impactos del ambiente (Craig, 1996).
El autoconcepto es esencial para el desarrollo de una personalidad integrada,
tener claros los roles, distinguir el yo real del yo ideal, etc. Los factores que influyen en
al autoconcepto del niño son (Craig, 1996): las percepciones de otros, como padres o
compañeros; la autoevaluación o análisis de los pros y contras personales, la imagen
personal, percepción de la salud y sentido del vigor; los valores sociales, expectativas y
nociones de lo ideal; y, las experiencias del yo en el mundo.
126
Wicks-Nelson e Israel (1996) creen necesario considerar como elementos
esenciales del desarrollo evolutivo, desde el nacimiento hasta la muerte, aunque con
distinto peso en función de cada etapa de la vida, que: 1) el desarrollo se refiere al
cambio que se produce a lo largo del ciclo vital; 2) hay un curso básico general y
normal común a todos los individuos normales en las primeras etapas del desarrollo de
los sistemas físico, cognitivo y socio-emocional, refinándose e intregrándose a lo largo
del tiempo; 3) existen distintas etapas o fases del desarrollo a lo largo de la vida
aunque no son fáciles de diferenciar claramente unas de otras; 4) el desarrollo avanza
de acuerdo a un esquema coherente en el sentido de que el desarrollo previo está
ligado al desarrollo posterior de un modo lógico y sistemático; 5) a lo largo del ciclo vital
los cambios producidos por el desarrollo pueden adoptar formas diversas; 6) aunque
los seres humanos son maleables, existen limitaciones al cambio; y, 7) el desarrollo es
el resultado de interacciones o transacciones entre variables biológicas, psicológicas y
socioculturales.
En el clásico libro de Berger y Luckmann (1968) sobre la construcción social de
la realidad aparece magistralmente descrito el proceso de socialización. El lenguaje y
la producción humana de signos nos son característicos, siendo precisamente éstos
dos elementos los que definen a un ser humano específico y a una cultura. Un
elemento importante de este proceso es la institucionalización. Mediante el proceso de
habituación se llega a la institucionalización, la cual implica historicidad y control.
Vienen de antes, del proceso histórico de esa cultura en sus múltiples interacciones a
lo largo del tiempo entre las personas, el ambiente, los fenómenos económicos, de
supervivencia, etc., de tal modo que anteceden al nacimiento de esa persona. De ahí
que afirmen que “el órden social no forma parte de la “naturaleza de las cosas” y no
puede derivar de las “leyes de la naturaleza”. Existe solamente como producto de la
actividad humana” (p. 73) y que “decir que un sector de la actividad humana se ha
institucionalizado ya es decir que ha sido sometido al control social” (p. 77). Por todo
ello “la sociedad es un producto humano. La sociedad es una realidad objetiva. El
hombre es un producto social” (p. 84). La tradición permite en muchos casos mantener
lo anterior. Pero, al tiempo, la propia realidad presente se encarga de mantener la
coherencia de la institucionalización o de ocurrir cambios, ya que hay una producción
continua de la realidad.
Los roles se encargan de mantener la institucionalización, al marcar el papel de
127
cada miembro de una sociedad y delimitarlos unos de otros. Esto influye en la
concreción de quién es o no especialista en ciertos temas, cómo se divide el trabajo, el
papel de los sexos, la cuestión religiosa, etc. El problema aparece cuando surge lo que
denominan “sub-universos de significado segregados socialmente”, los cuales trocean
la cultura, como ocurre con las castas en la India o las sociedades secretas. Su
funcionamiento los hace inacesibles a los profanos porque su sabiduría es sólo para
los iniciados, lo cual suele acarrear el surgimiento de problemas.
La legitimación explica el órden institucional. La legitimación tiene dos
elementos: uno cognitivo, otro normativo. El primero son los valores, el segundo el
conocimiento, precediendo el conocimiento a los valores en la legitimización de las
instituciones. Conforme se aumenta más en el nivel de legitimización, desde el simple
de así se hacen las cosas, al intermedio de esquemas pragmáticos relacionados con
acciones directas concretas, llegamos al nivel de legitimización de las instituciones
donde hay teorías explícitas sobre la misma. En este caso existe personal
especializado para transmitirla, véase ancianos del clan en una tribu o la escuela en
nuestra sociedad actual. Hay un elemento último de legitimación que son los universos
simbólicos, en el que “todos los sectores del orden institucional se integran, sin
embargo, en un marco de referencia general, que ahora constituye un universo en el
sentido literal de la palabra porque ya es posible concebir que toda la experiencia
humana se desarrolla dentro de aquel. El universo simbólico se concibe como la matriz
de todos los significados objetivados socialmente y subjetivamente reales; toda la
sociedad histórica y la biografía de un individuo se ven como hechos que ocurren
dentro de ese universo” (p. 125). De ahí que “al llegar a este nivel de legitimización la
integración reflexiva de los distintos procesos institucionales alcanza su realización
última. Se crea todo un mundo” (p. 126). Como un elemento adicional, los ritos de
pasaje permiten un adecuado ordenamiento de las diferentes fases de la biografía de
la persona. Es en la legitimización de la muerte el caso donde más claramente se ve el
peso del universo simbólico. También los universos simbólicos ordenan la historia y
ubican los acontecimientos colectivos de modo coherente en forma de memoria del
pasado, del presente y del futuro, facilitando vincularnos con el pasado y con el futuro,
consiguiéndose así una totalidad significativa.
La socialización primaria lo que pretende básicamente es internalizar la realidad.
El individuo nace, pero en función de cada sociedad va a internalizar uno u otro
128
sistema social. Dicha socialización se realiza mediante un aprendizaje cognitivo y con
una fuerte carga emocional. La identificación es un proceso aquí importante, junto al
aprendizaje de roles, su lugar en el mundo y ubicación social concreta. El lenguaje es
el elemento que facilita todo lo anterior. Así internaliza el mundo de sus padres. Con
ello adquiere su visión del mundo, que ocurre en la infancia, con un control total o casi
todal de la información y de la realidad. Las dudas pueden surgir a partir de la
adolescencia o en la vida adulta, no en la infancia. Luego continuará el proceso de
socialización la escuela y, en la actualidad, los medios de comunicación. Precisamente
la escuela permite unir lo tradicional con lo nuevo en la esfera del conocimiento. Otro
elemento esencial en el proceso de socialización es la división del trabajo. Mediante la
internalización de sus reglas, roles y realidad, la persona conoce el estatus que el
mismo proporciona dentro del universo simbólico de su sociedad. Esto lo conocemos
hoy bien por lo que se considera relevante y no relevante en un sistema social a nivel
profesional. Pero “como la socialización nunca se termina y los contenidos que la
misma internaliza enfrentran continuas amanazas a su realidad subjetiva, toda
sociedad viable debe desarrollar procedimientos de mantenimiento de la realidad para
salvaguardar cierto grado de simetría entre la realidad objetiva y la subjetiva” (Berger y
Luckmann, 1968, p. 185).
El desarrollo de un niño se produce a través de la interacción continua, directa y
recíproca de su familia, colegio y vecindario. En el colegio y vecindario su interacción
se realiza con adultos y, especialmente, con otros niños y compañeros, con los
denominados sus iguales. A continuación veremos esto más ampliamente.
La familia
En todas las sociedades se considera a la familia como el elemento más
importante de la socialización del niño (Maccoby, 1992). La misma tiene su mayor peso
en la infancia, que es cuando el niño es más dependiente y su maleabilidad es mayor.
En ocasiones la influencia de la familia se mantiene a lo largo de toda la vida. En esos
primeros años el niño va siendo modelado a través de refuerzos y castigos, siendo sus
padres los modelos más importantes. Además, los padres son los que eligen el lugar
donde viven o donde llevan viviendo desde hace generaciones sus antepasados por
haber nacido allí. Además, controlan el acceso de sus hijos a los bienes materiales,
ejercen control físico sobre ellos y tienen más conocimientos que sus hijos (Maccoby,
129
1992). De ahí que las pautas de crianza sean de gran relevancia para el desarrollo del
niño, primero, y luego del adolescente, lo que va a marcar el modo en que va a ser de
adulto.
La estructura familiar y el modo de crianza contribuyen de modo importante al
desarrollo del niño en el aprendizaje de lo que es el mundo y en su propio desarrollo.
Hoy sabemos que en sociedades desarrolladas, como la nuestra, las interacciones del
padre y de la madre con los hijos son diferentes. Es bien sabido como los padres se
ocupan menos de los hijos y los tratan de acuerdo con los estereotipos de género,
mientras que las madres se centran más en el cuidado de los hijos y tratan a los hijos e
hijas de un modo más similar (Wicks-Nelson e Israel, 1996). También hoy sabemos
que la influencia no es unidireccional de padres a hijos sino bidireccional: los hijos
influencian también el comportamiento de sus padres, como sus padres el de los hijos.
Se ha encontrado que distintos tipos de crianza de los padres influyen en la
conducta de los hijos. Dos variables son aquí esenciales: el control y la calidez paterna.
El control paterno se refiere a como son de restrictivos los padres; la calidez paterna al
grado de afecto y aprobación que tienen con sus hijos (Maccoby, 1984). Baumrid
(1980) describió tres tipos de estilo parental: autoritativos (o democráticos), autoritarios
y permisivos. Posteriormente, Maccoby y Martin (1983) describieron un cuarto tipo, los
indiferentes. En la descripción de Craig (1996) el estilo
parental autoritativo o
democrático ejerce mucho control y mucha calidez; el autoritario mucho control y poca
calidez; el permisivo poco control y mucha calidez y, el indiferente, poco control y poca
calidez.
El padre democrático acepta y alienta la progresiva autonomía de sus hijos.
Tiene una comunicación abierta con ellos y reglas flexibles. Sus hijos son los que
tienen el mejor ajuste, con más confianza personal, autocontrol y son socialmente
competentes. Tienen un mejor rendimiento escolar y elevada autoestima. El padre
autoritario establece normas con poca participación del niño. Sus órdenes esperan ser
obedecidas. La desviación de la norma tiene como consecuencia castigos bastante
severos, a menudo físicos. La comunicación es pobre, las reglas son inflexibles, la
independencia escasa. Por ello el niño tiende a ser retraído, temeroso, apocado,
irritable y con poca interacción social. Carece de espontaneidad y de locus de control
interno. Las niñas tienden a ser pasivas y dependientes en la adolescencia; los niños
se vuelven rebeldes y agresivos.
130
El padre permisivo impone pocas o ninguna restricción a sus hijos, por los que
muestran un amor incondicional. Son poco exigentes respecto a una conducta madura,
utilizan poco el castigo y permiten que el niño regule su propia conducta. Disponen de
una gran libertad y poca conducción. Los padres esperan que el niño tenga un
comportamiento maduro. No establecen límites a la conducta. Fomentan la
independencia y la individualidad. En unos casos los niños tienden a ser impulsivos,
agresivos, rebeldes, así como socialmente ineptos y sin ser capaces de asumir
responsabilidades. En otros casos pueden ser independientes, activos, sociables y
creativos, capaces de controlar la agresividad y con un alto grado de autoestima.
El padre indiferente es aquel donde no impone límites y tampoco proporciona
afecto. Se concentra en las tensiones de su propia vida y no le queda tiempo para sus
hijos. Si además los padres son hostiles entonces los niños tienden a mostrar muchos
impulsos destructivos y conducta delictiva.
El tipo de crianza en función del estilo paterno tiene una consecuencia directa
en el tipo de personalidad que va a desarrollar el niño. Así, los padres autoritarios
tienden a producir niños apartados y temerosos, con poca o ninguna independencia y
que son variables, apocados e irritables. En la adolescencia los varones pueden ser
rebeldes y agresivos y las chicas pasivas y dependientes. Los padres permisivos
tienden a producir niños autoindulgentes, impulsivos y socialmente ineptos, aunque en
otros pueden ser activos, sociables y creativos; en otros pueden ser rebeldes y
agresivos. Los hijos de los padres democráticos son los mejor adaptados, dado que
tienen confianza en sí mismos, tienen mayor control personal y son socialmente más
competentes. Finalmente, los hijos de los padres indiferentes son los que están en
peor situación y, si sus padres son negligentes, se sienten libres de dar rienda suelta a
sus impulsos más destructivos (Craig, 1996).
Los iguales
Todos los niños se relacionan desde la infancia con otros niños; en la
adolescencia unos adolescentes con otros; y, en la vida adulta fundamentalmente unos
adultos con otros. Este tipo de contactos contribuyen al desarrollo y al enriquecimiento
personal.
En los últimos años, con los grandes cambios que se han producido,
especialmente a nivel laboral, que lleva a que frecuentemente ambos padres trabajen
131
fuera de casa, los niños pasan cada vez más tiempo en la guardería cuando son
pequeños y luego en el vecindario con otros niños (iguales).
Las funciones que cumplen los iguales son múltiples. Wicks-Nelson e Israel
(1996) indican como los iguales “proporcionan oportunidades para el aprendizaje de
habilidades sociales, contribuyen a establecer valores sociales, sirven de norma con
los cuales los niños se juzgarán a sí mismos y dan o niegan apoyo emocional. Los
iguales refuerzan la conducta, sirven como modelo de comportamiento y se entablan
amistades u otras relaciones sociales” (p. 20-31). Los iguales, además, pueden o no
aceptar a un niño. En caso de rechazo ello se asocia con desobediencia, hiperactividad
y acciones destructivas. Por contra, el niño aceptado suele ser socialmente
competente, simpático, servicial y considerado. Esto está a su vez modulado por el
entorno social, por la interacción niño-progenitor y con las características de los padres.
Parece que las experiencias que tienen los niños en la interacción con sus padres es
de gran relevancia en determinar como éstos van a relacionarse con sus iguales
(Wicks-Nelson e Israel, 1996).
En la adolescencia los iguales tienen una gran importancia. En el tema de las
drogodependencias, hasta hace poco tiempo se consideraban esenciales. Sin
embargo, después de distintos estudios, como el de Kandel (1996) se debe considerar
que siguen siendo muy importantes, pero no determinantes, ya que también la familia
puede incidir directamente sobre los iguales o controlar el acceso a ellos.
Un grupo de amigos e iguales especiales que también hay que considerar son
los hermanos (Craig, 1996), cuando los tiene, los cuales afectan al desarrollo de la
personalidad infantil de un modo importante. Dunn (1993) ha indicado cinco posibles
tipos de relaciones entre hermanos: rivalidad, seguridad de apego, asociación,
confidencia y humor, y fantasías compartidas. Las relaciones del hermano, que van a
depender del propio desarrollo evolutivo del hermano, de su historia pasada y de su
interacción con la familia y el ambiente, son un elemento más que influye en la
socialización y en el desarrollo del niño y del adolescente. También la propia ubicación
del mismo en la casa, si en la misma habitación u otra, si es o no del mismo sexo,
estilo parental de educación, etc., son factores adicionales que interaccionan para un
tipo u otro de relaciones entre los hermanos. Lo que sí es cierto es que en muchos
casos, especialmente cuando se llevan pocos años, la interacción entre ellos es
directa, intensa y sostenida en el tiempo.
132
El colegio
El papel de la escuela ha cogido gran relevancia en los últimos años tanto como
transmisora de conocimientos como en su función socializadora. La escuela es,
además, uno de los lugares donde se transmiten los valores aceptados socialmente,
como es característico en nuestro medio la transmisión de valores democráticos y otros
asociados a los mismos. Además, cada escuela constituye por sí misma un sistema
social, con un edificio(s), una organización, horarios establecidos, normas de
funcionamiento, etc. De ahí que sea claro que la escuela ejerza tanto influencias
directas como indirectas sobre el rendimiento académico, el comportamiento social, el
comportamiento normativo, etc. (Sylva, 1994). El proceso de modelado es claro en el
contexto escolar tanto por parte de los profesores y dirección del centro como de sus
compañeros o iguales. Lograr los objetivos académicos, infundir valores positivos,
aumentar la autoestima, fomentar habilidades de trabajo, son algunos de los objetivos
que se pretenden conseguir.
La televisión e Internet
Actualmente en los países occidentales el número de horas que los niños pasan
delante del televisor es alto y cada vez dedican más tiempo a navegar por Internet. Hoy
podemos afirmar que tanto la televisión, de modo especial, e Internet de modo
creciente, son elementos del proceso de socialización en nuestra cultura.
Especialmente se aprecia su impacto en la conducta agresiva y violenta, cuando tiene
modelos entre su familia y amigos agresivos o con conductas antisociales. Igualmente,
los roles sociales del hombres y de la mujer suelen ser los tradicionales en los
programas de televisión que en que aparecen. Otro importante problema de los niños
que ven en exceso la televisión es que una parte de ellos sacan la idea de que el
mundo es un lugar cruel y amenazador. Realmente, las imágenes que se ven a diario
en la televisión, con un grado de realismo y sensacionalismo cada vez mayor, con la
retransmisión en directo de los hechos más inverosímiles a miles de kilómetros de
distancia del televisor, pueden fácilmente llevar a una persona a esta conclusión sino
tiene otros puntos de referencia bien asentados en su realidad cotidiana, que suelen
ser radicalmente diferentes a esa parte de la realidad “subjetiva” que nos muestra en
ocasiones la televisión. Lo cierto es que en 1993, la Academia Estadounidense de
133
Pediatría, recomendó que los niños menores de 5 años no vieron la televisión y los de
cinco a diez años lo hiciesen de modo limitado junto a un adulto para interpretarles los
mensajes (Craig, 1996). En el otro extremo, también es claro que la televisión tiene
efectos beneficiosos, especialmente cuando se seleccionan adecuadamente los
programas infantiles en los que se pueden aprender conductas prosociales, de
cooperación, amistad, etc., aparte de los programas educativos. En uno u otro caso, la
televisión nunca debe impedir hacer otras actividades que son necesarias para el
desarrollo del niño o del adolescente como estudiar, jugar, estar con los amigos, etc.
Un nuevo fenómeno es Internet. Los chicos y jóvenes dedican cada vez más
tiempo a Internet, tanto para hacer trabajos de la escuela, instituto o universidad, como
su uso para el ocio y tiempo libre (bajar música, ver páginas webs, jugar, etc.). Muchas
páginas de Internet van dirigidas especialmente a ellos. Mediante Internet se acelera el
proceso de globalización o mundialización (Vázquez-Varela y Becoña, 2007).
14.2.1.4. Expectativas
Las expectativas son definidas por Olson, Roese y Zanna (1996) como “las
creencias sobre un estado futuro de acontecimientos. Como tales, las expectativas
representan los mecanismos a través de los cuales las experiencias y el conocimiento
pasado son utilizados para predecir el futuro. Cada acción deliberada que hacemos se
basa en asunciones (expectativas) sobre cómo el mundo funciona/reacciona en
respuesta a nuestra acción. A causa de que las expectativas constituyen los bloques
fundamentales sobre los que se hacen las elecciones conductuales, la generación de
expectativas es una función básica no sólo de los cerebros humanos sino también de
los cerebros de muchos otros organismos” (p. 211). Por tanto, todas las expectativas
están derivadas de las creencias o, lo que es lo mismo, de nuestros conocimientos y
esquemas sobre el mundo. Las creencias proceden de tres fuentes (Olson et al.,
1996): de la experiencia directa con los objetos que subyace a una parte importante de
nuestro conocimiento; mediante la comunicación por parte de otras personas
(experiencia indirecta); y, de otras creencias. Las propiedades de las expectativas son
las
de
certidumbre,
accesibilidad,
explícitas
y relevantes,
estando
todas
interrelacionadas entre sí.
Las consecuencias de las expectativas son de suma importancia para el ser
humano. Las creencias percibidas sobre el futuro tienen importantes implicaciones
134
para los pensamientos, sentimientos y acciones de la persona. Como un ejemplo, las
expectativas lo que hacen es centrar y dirigir la atención hacia el objeto predicho,
buscando la consistencia y apartando la inconsistencia. Por ello, las expectativas guían
la interpretación de la información.
Es en la conducta donde se aprecia más el efecto de las expectativas. Éstas
guían una buena parte de aquella para maximizar los refuerzos y minimizar los
castigos. Son muchos los estudios que se han hecho donde se ha mostrado que las
personas creen de acuerdo a sus expectativas más que a los resultados de su
conducta. Sabemos también que tipos específicos de expectativas pueden tener un
gran impacto sobre el procesamiento de la información y sobre la conducta.
Por tanto, una expectativa es un elemento cognitivo de la persona que le permite
anticipar o esperar un evento particular. Ello le lleva a actuar en función de ese
resultado que desea esperar para conseguirlo. A nivel empírico ello puede evaluarse
mediante la evaluación cuantitativa y subjetiva
del resultado esperado de una
conducta probable, junto a la evaluación posterior de la ejecución o no de esa
conducta y el grado de esa ejecución.
Bandura (1977, 1986), partiendo del concepto de expectativa, ha propuesto un
mecanismo psicológico común: el de expectativas de eficacia o autoeficacia, que
diferencia de las expectativas de resultado. Por expectativa de resultado entiende “la
estimación, por parte de una persona, de que una determinada conducta producirá
unos ciertos resultados” y por expectativa de eficacia “la convicción de que uno puede
efectuar, con éxito, la conducta necesaria para producir esos resultados” (Bandura,
1977/1982, p. 102). Aunque inicialmente Bandura (1977) insistía en que era necesario
diferenciar un tipo de expectativa de otro, porque un individuo puede creer que un
cierto curso de acción va a producir unos ciertos resultados, pero dude de poder
realizar las acciones correspondientes, con posterioridad se ha centrado básicamente
en las expectativas de eficacia, llamándole autoeficacia (Bandura, 1986) y más
recientemente “autoeficacia percibida” (Bandura, 1995).
Las expectativas son, claramente, un elemento antecedente de la conducta,
adquirido en función del ambiente y del aprendizaje, estando íntimamente relacionadas
en los primeros años con el proceso de socialización. Hoy se considera que la
autoeficacia percibida es el núcleo central de las percepciones que tienen los
individuos sobre su capacidad de actuar. La autoeficacia percibida afecta a los propios
135
niveles de motivación y logro del individuo a través de su capacidad para afrontar los
cambios de la vida (Cervone y Scott, 1995). Para Bandura (1977, 1986) son cuatro los
tipos de experiencias que influyen en las percepciones de autoeficacia: la experiencia
directa con el ambiente; la experiencia vicaria; la persuasión verbal; y, los estados
afectivos y psicológicos que pueden proporcionar información acerca de la propia
eficacia.
14.2.2. La adolescencia como punto medio de un antes y un después
Actualmente, la adolescencia está caracterizada por su segregación por la edad
que tienen, al no ser ni niños ni adultos; tener una dependencia económica prolongada
de sus padres, a diferencia de lo que ocurría en otras épocas, no hace más que un par
de décadas; tener un espíritu contestatario ante las injusticias, las guerras, los
conflictos, las causas perdidas, etc., como elemento consustancial a la misma; su
papel de consumidores pasivos de medios de comunicación, como un fenómeno de
nuestro tiempo, y al que se dirigen de modo importante como consumidores actuales y
futuros (Craig, 1996). Quizás por ser la generación actual de jóvenes de muchos
países una generación en búsqueda de su identidad, en Estados Unidos se habla de
que la actual generación de adolescentes es la “generación X”, en contraposición a la
generación de adolescentes anteriores, algunos que son sus padres hoy, conocida
como la generación “baby boomers”, por el gran boom de la natalidad (baby es la
palabra inglesa para referirse a niño) de aquellos años repecto al hijo o dos hijos de
hoy, y a las grandes oportunidades laborales, educativas y sociales respecto a hoy.
Así, a diferencia de la generación de los “baby boomers”, los de la generación X no
pudieron encontrar trabajos decentes, otros se vieron obligados a continuar viviendo
con sus padres debido a la situación económica, ven el futuro con desolación, muchos
crecieron en familias con un solo padre por los divorcios introducidos unos años antes
cuando sus padres eran jóvenes, cuando pasan al mercado laboral ganan menos de lo
que esperaban, etc. (Craig, 1996).
Tomando como referencia a Compas et al. (1995), Wicks-Nelson e Israel (1996)
indican, basándose en los datos empíricos de que disponemos, la existencia de cinco
trayectorias que marcan la evolución a lo largo de los años, desde la primera parte a la
última de la adolescencia. La primera es la adaptación estable. En ella el adolescente
tiene pocos problemas de comportamiento, una autovalía satisfactoria y una baja
136
exposición al riesgo. La segunda, de desadaptación estable, el adolescente tiene
adversidades crónicas y poca protección; ej., cuando permanece su conducta agresiva
y antisocial. La tercera, de inversión de la desadaptación, hay un cambio importante en
la vida que da lugar a nuevas oportunidades y a conseguir de nuevo la adaptación, ej.,
un buen trabajo puede proporcionar una buena oportunidad de cambio. La cuarta,
rechazo de la adaptación, en la que los cambios biológicos o ambientales producen
dificultades; ej., el divorcio de los padres. Y, la quinta, la desadaptación temporal,
puede reflejar una búsqueda experimental de riesgo transitorio después del cual vuelve
la adaptación, ej., consumo de drogas ilegales.
Lo anterior indica que es difícil predecir el curso evolutivo de un individuo. Y,
también que ello es una suerte en muchos casos porque también implica la posibilidad
de cambio por parte del individuo a lo largo del tiempo, aunque partamos de un
comienzo desadaptativo o de mal pronóstico. Con todo, lo cierto es que disponemos de
gran cantidad de información para poder hacer predicciones específicas que nos sirven
para guiar nuestras acciones preventivas por la senda correcta.
14.2.3. Riesgo, control y autocontrol
Hay un elemento, o conjunto de elementos interrelacionados que son centrales
para poder entender adecuadamente la vida recreativa de los jóvenes en la actualidad.
Se relacionan con todo lo que llevamos visto hasta aquí y suelen ser una consecuencia
de todo lo anterior. Además, todos los jóvenes se van a encontrar con ellos. Nos
referimos al riesgo, al control y al autocontrol.
14.2.3.1. Los conceptos de riesgo, control y autocontrol
Cuando hablamos de niños y jóvenes, y más cuando hablamos de los
adolescentes, el riesgo va unido a esas edades. Son un elemento que la define.
También, aunque no siempre nos lo queremos creer, van unidas a las etapas
evolutivas de muchos adultos, como muestran estudios empíricos en la población
general (Quadrel, Fischfoff y Davis, 1993), o podemos ver claramente cuando los
medios de comunicación nos muestran conductas arriesgadas en adultos que les
llevan a la ruina económica, a cometer delitos, a hacer conductas que no parecen
justificadas por su estatus, etc. Dado que una parte de los adultos llevan a cabo
conductas en ese periodo de su vida distintos a los que ellos llevaban a cabo cuando
137
eran más jóvenes, y especialmente cuando eran adolescentes, en donde era habitual
cometer excesos (como conducir alocadamente, beber en exceso hasta
emborracharse, llevar a cabo conductas de claro riesgo, etc.), piensan que el riesgo es
característico de los jóvenes. Cuando se habla del consumo de drogas se une con
frecuencia el consumo de drogas a las conductas de riesgo.
Por ejemplo, tal y como dice el reciente Informe de la Juventud en España 2008:
“el primer problema de salud entre la juventud española son los accidentes de tráfico
que afectan principalmente a los varones, seguidos de otros accidentes y de los
suicidios. Muy por debajo de todos estos casos aparecen las enfermedades de origen
biológico que no están relacionadas con el comportamiento” (pag. 10) (Observatorio de
la Juventud, INJUVE, 2008)
Jessor (1991) define el riesgo como “cualquier conducta que puede
comprometer aquellos aspectos psicosociales del desarrollo exitoso del adolescente”
(pág. 599). Las conductas de riesgo que considera que atañen directamente a los
adolescentes son las conductas problema, las conductas relacionadas con la salud y la
conducta escolar. Dentro de cada una de ellas considera específicamente aquellas que
son más importantes dentro de cada apartado de tipos de conducta, como uso de
drogas, conducir embriagado, alimentación no saludable, falta de asistencia a la
escuela, etc.
Un concepto que con frecuencia se hace equivalente en jóvenes es el de
conducta de riesgo con el de estilo de vida. Algunos jóvenes tienen un patrón de
conducta en donde unos elementos y otros se solapan, como ocurre con los
buscadores de sensaciones, de tipo peligroso o arriesgado, los que no aceptan
ninguna norma social (antisociales) y cometen frecuentemente conductas de claro
riesgo para ellos y para otras personas. Al ser más viable en nuestra sociedad la
existencia de distintos tipos de personas, tribus o grupos sociales, lo anterior puede
aparecer más claro a los ojos de otros. Las tribus, especialmente si introducimos el
elemento consumo de drogas por medio, adquiere en este contexto un nuevo
significado. Además, históricamente, muchos movimientos contestatarios hicieron del
consumo de drogas un elemento más del estilo de vida (ej., los hippies y el consumo
de marihuana en los años 60 y 70). Tribus más actuales serían los okupas, los punkies,
los skins-heads, .... Esta contestación social va en muchos casos unidas al consumo
de drogas, especialmente la marihuana. Cuando hablamos de heroína ya tenemos un
138
Tabla 8. Algunos conceptos relacionados con el riesgo, control y autocontrol
El riesgo es “el elemento de la probabilidad de que algún daño pueda ocurrir”.
Una conducta de riesgo en la adolescencia es “cualquier conducta que puede comprometer aquellos
aspectos psicosociales del desarrollo exitoso del adolescente”.
Los componentes del riesgo son tres:
- Cognitivo: la percepción del riesgo.
- Actitudinal: la predisposición al riesgo.
- Comportamental: las conductas de riesgo.
Control:
- Es la antítesis del riesgo.
- Es el grado en que la persona percibe que existe una relación funcional entre sus acciones y los eventos
que siguen a tales acciones.
- La aplicación del control conscientemente por parte de la persona es el autocontrol.
Autocontrol:
- El concepto popular de autocontrol es el de voluntad o fuerza de voluntad.
- Una persona muestra autocontrol cuando por sí misma es capaz de cambiar la probabilidad de aparición
de un comportamiento basado en un proceso hedónico, a través de su “esfuerzo” y usando recursos
psicológicos propios.
- El concepto central en el autocontrol es el de gratificación o refuerzo. Hay dos tipos de gratificación o
refuerzo: el inmediato y el demoarado.
Tipos de autocontrol. Hay dos tipos de autocontrol: el decisional y el prolongado.
- En el autocontrol decisional la persona se enfrenta a una elección en la que se abandona la elección
apetecible o una huída de una situación aversiva en favor de una alternativa que tiene una utilidad mayor
(pero normalmente demorada). Tomada la decisión se acaba la secuencia conductual (ej., no ir a una fiesta
para quedarse estudiando.
- En el autocontrol prolongado el conflicto entre dos alternativas puede seguir durante un largo período de
tiempo. La respuesta deseada puede llevarse a cabo incluso cuando los pensamientos y emociones o
estados físicos aumentan la tentación de abandonar la situación en cualquier momento. El autocontrol
prolongado exige una serie continua de decisiones para mantener una conducta que en esencia no es
apetecible para conseguir alguna consecuencia lejana (ej., consumo de alcohol o drogas).
Impulsividad: es lo opuesto al autocontrol. En ambientes con incertidumbre, en aquellos en donde no
sabemos lo que puede ocurrir a continuación, sabemos que es más probable que aparezca la impulsividad
que el autocontrol para maximizar el beneficio total.
Fuente: Becoña (2002, pág. 356-357).
139
grupo más estigmatizado, como son los yonkies o los marginales.
Hay que apuntar que en ocasiones es importante realizar cierto tipo de riesgo.
Para poder realizar nuevas experiencias el riesgo puede ser necesario. Si este riesgo
es controlado, o está en unos niveles normales, la persona puede aprender nuevas
conductas, perfeccionar las que tiene o adquirir nuevas habilidades (ej., el niño que
aprende a andar en bicicleta y se cae varias veces antes de aprender). Conforme se
aprende el nivel del riesgo, una persona puede ir superando situaciones nuevas y a
veces difíciles. En la vida hay que ir tomando continuamente decisiones. Saber donde
están los límites del riesgo es importante porque en la práctica hay que tomar muchas
decisiones de las que no sabemos seguro el resultado, que son arriesgadas, y donde
sería desadaptativo no considerar un nivel de riesgo razonable. Además, es un
elemento unido a la supervivencia y a la selección natural. El sistema social, las
normas sociales y más concretamente el proceso de socialización, se encargaban
hasta hace poco de controlar todos estos elementos que en los últimos años se han
visto trastocados por el surgimiento de un nuevo problema (o producto), las drogas, el
cambio en las costumbres familiares y sociales (ej., el tipo de familia y control familiar)
y el surgimiento de la vida recreativa, unidos al ocio y tiempo libre.
Junto al consumo de alcohol y/o drogas otra conducta que se trata hoy unida al
riesgo, por las repercusiones personales y sociosanitarias que tiene, son los
embarazos no deseados y las madres adolescentes (Colomer y Grupo Prevlnfad,
2004). Este problema es nuevo, en una perspectiva histórica, porque al haberse
conseguido el control sobre los embarazos a través de los anticonceptivos, estar la vida
preparada para que la mujer, especialmente, retrase la concepción para poder
integrarse previamente en la vida laboral, tener pocos hijos por las condiciones
económicas y sociales actuales, los costes sanitarios y psicológicos para la futura
madre que va a tener un hijo no deseado, junto a otras de tipo social, hacen que esta
conducta hoy tenga un gran interés social, en ocasiones casi mayor que la que recibe
el consumo de drogas. Realmente, tanto el uso de drogas, la sexualidad precoz, como
cierto tipo de delincuencia de baja intensidad o saltar ciertas normas sociales, es un
modo que utilizan muchos jóvenes para mostrar que están en el mundo, que son
alguien, que se les debe considerar y que pueden hacerlo (Calafat et al., 2001).
Muchos otros jóvenes de generaciones anteriores han hecho lo mismo o algo muy
140
parecido a los actuales.
Unido al concepto de riesgo está su antítesis, el control. El control es el dominio
que la persona tiene sobre sus actos o sobre otras personas. Implica que la persona
tiene un control de su conducta o la de otras. Técnicamente, en el campo de la
psicología, el estudio del control, aplicado a la propia persona, se ha realizado bajo la
denominación del autocontrol aunque hay teorías específicas sobre el control (ej.,
Carver y Scheier, 1982). El estudio del control sobre otros se ha realizado desde
perspectivas sociológicas, políticas, históricas y psicológicas, entre las más
importantes. Respecto al autocontrol, como decía ya tempranamente Skinner, y que es
una adecuada definición sobre el mismo, “cuando un hombre se autocontrola, decide
realizar una acción determinada, piensa en la solución de un problema o se esfuerza
por aumentar el conocimiento de sí mismo, está emitiendo conducta. Se controla a sí
mismo exactamente igual que controlaría la conducta de cualquier otra persona,
mediante la manipulación de variables de las cuales la conducta es función” (Skinner,
1953/1969, pág. 24).
Para Labrador (2000) el concepto popular de voluntad o de fuerza de voluntad
es lo que nosotros entendemos por autocontrol, que lo define como “la capacidad de
una persona para controlar las consecuencias de sus conductas, más en concreto,
hace referencia a la disposición de conductas específicas, es decir, aquellas que
permiten modificar el medio, de manera que ésta facilita la aparición de las conductas
que se desean. Si para modificar una conducta una persona no dispone de ninguna
conducta que le permita modificar el medio para que controle esa conducta de otra
forma, diremos que no tiene autocontrol. Cuantas más conductas eficaces tenga para
modificar el medio en la dirección deseada, mayor será su autocontrol. En
consecuencia, el desarrollo del autocontrol es algo progresivo: la persona puede
aprender una conducta, luego otra y luego otras más, hasta que llegue a controlar
completamente la conducta que quiere modificar” (pág. 87). De modo semejante para
Capafóns (1986) “una persona muestra autocontrol cuando por sí mismo es capaz de
cambiar la probabilidad de aparición de un comportamiento basado en un proceso
hedónico, a través de su “esfuerzo” y usando recursos psicológicos propios” (pág. 39).
En el mundo actual hay un claro sentimiento de que tenemos un verdadero
autocontrol de nuestra conducta, aunque tengamos la duda permanente de que cada
vez tenemos menos control sobre nuestra vida, como cada vez ocurre más,
141
especialmente por la influencia de los medios de comunicación de masas, los sistemas
de fabricación, distribución y venta de productos, obligándonos a utilizar los que nos
ofrecen, no los que teóricamente podríamos elegir, etc.
En el campo del autocontrol un concepto central es el de la gratificación. Se
consideran dos tipos de gratificación o de refuerzo: la inmediata y la demorada.
Precisamente la propia definición de autocontrol indica que cuando se demora el
refuerzo se está ejerciendo autocontrol; cuando no se demora no. Por ello hay un
autocontrol decisional y un autocontrol prolongado. En el autocontrol decisional la
persona se enfrenta a una elección en la que se abandona la elección apetecible o una
huída de una situación aversiva en favor de una alternativa que tiene una utilidad
mayor (pero normalmente demorada). Tomada la decisión se acaba la secuencia
conductual (ej., no ir a una fiesta para quedarse estudiando). En cambio, en el
autocontrol prolongado el conflicto entre dos alternativas puede seguir durante un largo
período de tiempo. La respuesta deseada puede llevarse a cabo incluso cuando los
pensamientos y emociones o estados físicos aumentan la tentación de abandonar la
situación en cualquier momento. El autocontrol prolongado exige una serie continua de
decisiones para mantener una conducta que en esencia no es apetecible para
conseguir alguna consecuencia lejana (ej., consumo de alcohol o drogas).
Lo opuesto al autocontrol es la impulsividad (Logue, 1998). En ambientes con
incertidumbre, en aquellos en donde no sabemos lo que puede ocurrir a continuación,
sabemos que es más probable que aparezca la impulsividad que el autocontrol para
maximizar el beneficio total. Esto tiene una gran relevancia a nivel evolutivo y es un
elemento facilitador de la supervivencia. Pero, fuera de este sentido, como ocurre en
nuestro mundo actual, también puede ser un problema, como ocurre en la vida
recreativa y como se puede potenciar si la persona consume alcohol u otras drogas y
con ello pierde parte de su nivel de autocontrol, del que tiene habitualmente, para éstas
y para otras conductas (ej., el incremento de la realización de relaciones sexuales sin
tomar precauciones o mismo de éstas). Lo anterior es de gran relevancia. Nótese que
algunos autores (ej., Logue, 1998) llegan a indicar que probablemente la demora del
resultado de la recompensa haya facilitado la supervivencia a lo largo de la evolución
en distintas situaciones (ej., la comida cuando hay que racionarla por haber escasez de
ella). Esto hoy va cambiando por el consumo de las sustancias psicoativas que llevan a
modular el resto de otras conductas.
142
La impulsividad también puede ser necesaria en ocasiones para la
supervivencia. Además, es una parte de nuestro pasado hereditario. Es como si
hubiese una lucha permanente entre el autocontrol y la impulsividad. La selección
natural ha creado individuos que son aptos cuando saben cómo actuar en unas
situaciones impulsivamente (ej., ante un grave peligro) y cómo autocontrolarse en otras
(cuando la demora del refuerzo o de la gratificación es lo más importante). La
introducción de un elemento nuevo, el consumo de drogas de modo masivo en las
últimas décadas, hace que esta historia evolutiva y biológica de nuestra especie lleve a
una parte de sus miembros a perder más fácilmente el control que otros y con ello su
conducta se hace, actualmente, desadaptativa, problemática y llena de dificultades a
corto, medio y largo plazo, amenazando en ocasiones incluso su propia supervivencia
biológica, especialmente por el surgimiento de enfermedades que pueden ser crónicas
o mortales (Plan Nacional sobre Drogas, 2008; Xunta de Galicia, 2008). Ello ocurre
porque con el consumo de drogas el placer se produce a corto plazo ocurriendo los
daños para la salud a largo plazo. En este sentido el uso de drogas puede considerarse
como impulsividad, a la vez que esta impulsividad producida por el consumo de drogas
puede aumentar a su vez la impulsividad de otras conductas (Logue, 1995).
Las conductas de autocontrol son necesarias para el funcionamiento humano.
La resistencia a la tentación y la demora en la gratificación son dos de los elementos
más importantes del autocontrol y básicas para considerarnos como humanos
(Rosenbaum, 1993). Vienen a constituir una especie de inteligencia social que nos
hace ser más adaptativos al medio. El concepto de autorregulación se utiliza con
frecuencia para exponer conjuntamente estos dos conceptos, aplicados ya a la esfera
de lo humano y del manejo que éste hace de su conducta. El control percibido o la
percepción de control es importante para el proceso de la autorregulación. Unido a la
creencia de que uno puede controlar la acción que hace está la creencia de que uno
puede exitosamente ejecutarla. Esto es lo que se ha llamado expectativa de eficacia o
autoeficacia (Bandura (1997a).
14.2.3.2. Impulsividad y autocontrol
Son varias las asunciones de la teoría del autocontrol, que Karoly (1995) resume
en tres. La primera es que se asume que la conciencia tiene un papel funcional en la
adaptación humana. Por medio de la conciencia reflexiva de nuestras experiencias
143
internas y externas somos presumiblemente capaces de atravesar un continuo cambio
y a menudo desafiando los contextos de vida externos. El control automático y no
consciente es probable que tenga una importante función para la adaptación humana
junto con el control ejercido por las poderosas fuerzas ambientales. De este modo,
cuando se establece un papel adaptativo, a través de la guía externa, interna o de
ambas, se hará capaz del mantenimiento subsimbólico. La segunda es que, entre las
funciones importantes de la mentalidad consciente, está la selección del ambiente; la
habilidad para construir, modelar o simular los eventos actuales o los eventos
hipotéticos; y la comparación de los eventos sentidos para las representaciones
internas (simulaciones) de los estados futuros deseados (metas). De ahí que se utilice
la palabra volición, a la que se refieren como la capacidad de que de modo deliberado
y consciente poner en marcha el sistema motor para realizar la ejecución en línea con
objetivos múltiples, especialmente cuando hay varias metas en conflicto, están
asociados con refuerzos externos mínimos o tienen un valor diferencial a lo largo del
tiempo. Y, tercero, el significado de la acción autodirigida se cree que ocurre en un
contexto social (interpersonal), biológico y temporal. Y, se asume que hay que tener en
cuenta a todos estos elementos en cada momento y acción sin descartar a ninguno de
ellos. Con ello los niveles cognitivo, ambiental, temporal y biológico, son parte de una
etapa explicativa y el autocontrol no ocurre si no se considera todo ello a un tiempo. Al
tiempo, esto asume que una explicación basada exclusivamente en las contingencias
es insuficiente. La elección de los humanos es más compleja y se basa en parte
importante en los significados. Incluso el valor de cada refuerzo depende de la
interpretación que le de el individuo al mismo y a la validación social. También se
asume la continuidad de la conducta observable y de la encubierta, o no observable, lo
cual es de gran relevancia desde una perspectiva de aprendizaje y de procesos
semejantes a nivel observable y encubierto.
Una de las conceptualizaciones actuales más claras y útiles sobre el autocontrol
es la de Logue (1998). Parte de la asunción básica de que la impulsividad es lo
opuesto al autocontrol. A partir de esta afirmación, basada en la evidencia empírica,
elabora toda la teoría del autocontrol basada en los conocimientos que tenemos sobre
el mismo. Lo cierto es que en nuestra vida tenemos que tomar frecuentemente
decisiones que implican optar por algo inmediato o algo diferido. Cuando la persona
opta siempre o casi siempre por lo inmediato, aunque lo que más le apetece es lo
144
diferido, no está ejerciendo autocontrol, o puede que esté actuando impulsivamente. La
clave del autocontrol es la demora del refuerzo para la obtención de un resultado.
Normalmente se demora un refuerzo pequeño o de baja magnitud para logar en el
futuro un refuerzo importante de mayor magnitud. Un ejemplo típico ocurre en el
estudiante universitario que tiene que decidir no salir de marcha en una semana para
preparar un examen. No sale habitualmente porque sabe que si lo aprueba, y aprueba
además el resto de las asignaturas, le quedará libre el verano y a lo largo de él podrá
divertirse más, tener todo el tiempo para si y no estar preocupado por estudiar a
diferencia de si hubiese suspendido. Pero, además, si va aprobando año a año todas
las asignaturas podrá finalizar una carrera que le permitirá ganarse la vida y, si
además, estudia lo que le gusta, sentirse realizado en aquello que va a marcar su vida
futura a nivel laboral, económico y a otros niveles sociales. El autocontrol se basa en la
mayor o menor importancia que el refuerzo tiene para la persona, en el mayor o menor
tiempo de retraso del refuerzo y de los resultados positivos o negativos que se
obtengan (Logue, 1998).
Lo que sabemos es que, en un ambiente incierto, la persona es más probable
que actúe con impulsividad que con autocontrol; esto es, se sabe que es más probable
que ocurra la impulsividad que el autocontrol para maximizar los beneficios en conjunto
en un ambiente incierto. Y, esto ocurre tanto en los animales como en el hombre.
También se sugiere que esto puede ser fruto de la evolución, lo que explicaría la
propensión genética en unos casos a la impulsividad y en otros al autocontrol (Logue,
1998).
Para la explicación de muchas conductas, y de la existencia de escaso o nulo
autocontrol en las mismas, el peso de la cultura y del funcionamiento actual de nuestro
mundo es importante. Hoy, la mayoría de los eventos que ocurren en nuestro ambiente
son predecibles. Esto no ocurría en otras épocas de nuestra historia. Pero además, las
consecuencias de muchas conductas son específicas y ciertas o casi siempre ciertas.
Pero la elección de la respuesta correcta puede no ser adaptativa a corto plazo (ej., lo
que ocurre con la conducta de fumar, salir de marcha, beber alcohol hasta
emborracharse, etc.). Aquí se produce la discrepancia entre como la persona cree (que
es inmune a todo, que siempre será joven, que a él no le va a pasar nada) y el
ambiente actual (enfermedades por consumo de sustancias psicoactivas, accidentes
de tráfico, sida, embarazos no deseados, etc.). La persona piensa que ciertos eventos
145
son improbables o inexistentes; por ello se implica en conductas impulsivas, donde
busca una gratificación inmediata, y no ejerce autocontrol sobre su conducta. Lo
anterior no debe llevar a la conclusión de que el autocontrol siempre es bueno y la
impulsividad siempre es mala. Como elemento de nuestra evolución son buenos o
malos dependiendo de cada situación y en cada ambiente. Sin embargo, aplicado al
consumo abusivo de drogas, normalmente la impulsividad sería mala, aunque en otras
conductas, como una parte de nuestra herencia evolutiva, puede ser buena. Sin
embargo, en otros el autocontrol es más adaptativo, más adecuado y nos preserva
como especie de distintos peligros.
Para Logue (1998) los factores que afectan al autocontrol dependen de las
características de un resultado y de las características de la persona individual. Al
menos hay tres características de un resultado que afectan a si se puede o no ejercer
autocontrol: retraso del resultado, tamaño del resultado y contingencias del resultado.
Cuanto mayor es el retraso del resultado mayor es la probabilidad de que se desestime
ejercerlo. Además, en el retraso relativo percibido de los reforzadores puede afectar al
autocontrol. Es importante tener experiencias previas de retraso de los resultados para
habituarse a la frustración o a la aversión causada por ese retraso. Con ello se
incrementa posteriormente el autocontrol.
El autocontrol también depende del tamaño de los resultados disponibles. La
percepción de dicho tamaño es de gran relevancia. Pensar en términos de costebeneficios facilita elegir más adecuadamente qué hacer; el autocontrol se incrementa
cuando la persona incrementa su conocimiento de la existencia de un resultado
retrasado mayor; también la experiencia previa de los resultados positivos o negativos
obtenidos mediante el autocontrol influye en el incremento o no del tamaño relativo del
resultado que se espera mediante el autocontrol.
La relación entre respuestas y resultados se denomina contingencias del
resultado. Ciertas contingencias del resultado, y la presencia percibida de aquellas
contingencias, pueden ser utilizadas para incrementar el autocontrol. Una de estas
contingencias del resultado que puede afectar el autocontrol es si la persona tiene o no
la opción de cambiar su elección mientras espera por el mayor, pero más retrasado,
resultado. Los estudios de laboratorio indican que en este caso es más probable que
se de la impulsividad. Otro tipo de contingencia que afecta al autocontrol es una
contingencia de precompromiso. Cuando ésta existe es más probable que el individuo
146
realice el autocontrol y no la impulsividad (ej., cuando suena el despertador por la
mañana, que nosotros hemos programado la noche anterior antes de acostarnos para
que suene a esa hora, nos lleva a levantarnos, no a quedarnos en cama aunque
tengamos sueño). También el autocontrol puede verse afectado por el conocimiento de
los resultados que lleva cada una de las distintas respuestas posibles. Si la persona
sabe que demorando la respuesta obtiene un resultado, porque así le ha ocurrido en el
pasado, es más probable que la demore; si en el pasado no le ha ocurrido tal cosa es
menos probable que demore el resultado ahora. Igualmente, cuando la respuesta de
autocontrol y el resultado parece tenuo e incierto, es menos probable que la persona
aplique el autocontrol. En cambio, las autoafirmaciones parece que influencien las
percepciones del sujeto de las contingencias respuesta-resultado, sirviendo como una
especie de guía para ejercer el autocontrol.
Dentro de las características de la persona individual se sabe que el autocontrol
se incrementa con la edad: en niños es menor que en adultos. Se sugiere que hay dos
etapas. Una, que está en torno los 6 años, en la que el niño aprende a esperar por su
resultado más preferido. Otra, entre los 9 y los 12 años, en que aprende cuando debe
esperar por el resultado que prefiere y que no siempre tiene ventajas esperar por el
resultado que más prefiere. Junto a ello, conforme se avanza en edad, las personas
desarrollan habilidades o aprenden estrategias que les ayudan a disminuir o eliminar
los efectos de desestimar los resultados retrasados. Entre éstas se han indicado la
habilidad de discriminar intervalos de tiempo, habilidad intelectual, menor nivel de
actividad general, aprendizaje de estrategias generales que incrementan el autocontrol
(ej., distraerse, darse instrucciones), sexo (las chicas tienen más autocontrol que los
chicos) y cultura (unas culturas priman más el autocontrol que otras; el ejemplo típico
del autocontrol y la resistencia a la tentación en la religión judeo-cristiana).
14.2.3.3. La percepción de control y las expectativas
Uno de los elementos que van unidos a nuestra vida es lo que denominamos
percepción de control, o ese sentimiento que consideramos verificado, comprobable,
plausible y real, de que tenemos control, un verdadero control, sobre nuestra vida,
sobre nuestros actos, sobre lo que hacemos o que, al menos, de que en algunas
esferas de la vida tenemos el suficiente control como para ser libres, decidir lo que
queremos decidir y que no estamos bajo ningún tipo de control externo. Esto es,
147
pensamos que somos libres de elegir la carrera, la pareja, el trabajo, los amigos, y así
un amplio etcétera. Realmente, la percepción de control se estudia empíricamente más
bajo la denominación de expectativas, aspecto que ya hemos visto en un punto
anterior.
14.2.3.4. Percepción del riesgo y consumo de drogas
El elemento contrapuesto al control y al autocontrol es el riesgo. Y, unido a éste,
y como un fenómeno relativamente reciente, tenemos que hablar de la baja percepción
del riesgo ante la realización de conductas que sí tienen riesgo, son peligrosas o
pueden acarrear graves consecuencias a corto, medio o largo plazo. Algunas de ellas
son consumir drogas (ej., heroína, cocaína, cananbis, etc.), conducir ebrio, así como
mantener relaciones sexuales sin protección, conducir a alta velocidad, no utilizar
casco cuando se va en moto, realizar conductas peligrosas de tipo deportivo sin tomar
medidas adecuadas, etc.
Los tres elementos más importantes que consideramos asociados a la baja
percepción del riesgo en los jóvenes actuales son: 1) el ser personas jóvenes, llenas de
vitalidad y fuerza; 2) los medios de comunicación de masas con su machacón mensaje
de que el mundo es de los jóvenes, que éstos lo pueden conseguir todo y son casi
invencibles (e invisibles ante el mal) y los posibles males o problemas que puedan
surgir en su mundo circundante a ellos no les van a afectar, con excepciones
puntuales; y, 3) el surgimiento de la vida recreativa como un elemento más de
consumo, de negocio y que identifica las actividades realizadas en ellas con la
juventud, el vigor, la belleza, el bienestar, la satisfacción y el placer.
La juventud es un momento de máxima vitalidad. Es cuando la persona se
encuentra físicamente en su plenitud y psicológicamente en un estado de
descubrimiento del mundo y con la percepción de que puede ejercer control sobre el
mismo. Y esta percepción no es sólo subjetiva sino que comprueba en muchos casos
que es real. Es el momento de las ideas, de la utopía, de la autonomía y el de buscar
un lugar en el mundo. Se tiene la percepción de que se comienza a conocer el mundo,
el entorno y de que puede influir en él de modo efectivo. También se asume que se
tiene un completo control sobre lo que se hace y que los daños, si los hay, van a ser
mínimos o inexistentes o que no le van a afectar a él. Así, emborracharse, conducir a
alta velocidad, tomar drogas, realizar conductas de riesgo, se consideran normales
148
porque no le va a pasar nada al que la haga. La percepción del riesgo es baja en
muchas de estas conductas. El resultado real, por desgracia, es distinto, y el riesgo
está presente, y a veces de modo importante, en las anteriores conductas.
Junto a ello los medios de comunicación de masas lanzan un mensaje insistente
en que uno puede tener control y conseguir lo que desea del mundo circundante. Se
ofrecen múltiples posibilidades y bienes materiales (coches, motos, viajes, ropa,
música, diversión, etc.) y se cree que se puede acceder a las mismas sin ningún
problema, que están ahí al alcance de la mano, que todo se puede conseguir. La
realidad es bien distinta y la frustración da paso con frecuencia a la realidad de la
dificultad de acceder a esos bienes por el coste de los mismos y por la dificultad de
tener dinero para acceder a ellos. Si los padres tienen dinero y se lo proporcionan
pueden acceder a una parte de esas cosas o a todas. Los que no acceden se
comparan con los que acceden y se dan cuenta poco a poco conforme pasa el tiempo
de su situación. El acceder al mercado laboral, difícil hoy en relación a otras épocas, y
los sueldos precarios en muchos casos, permiten el acceso a algunos de esos medios
pero no a todos, al tiempo que disminuye el tiempo global de que se dispone, con la
excepción del fin de semana o períodos festivos o de vacaciones. Así se entra en la
cadena de la diversión de fin de semana.
Pero al tiempo los medios de comunicación transmiten la falsa idea de que los
jóvenes son casi invencibles (e invisibles ante el mal) y los posibles males o problemas
que puedan surgir en su mundo circundante a ellos no les van a afectar, con
excepciones puntuales. La idea de juventud que transmiten los medios de
comunicación, y especialmente la publicidad contenida en ellos, sostiene que la
juventud es la edad más preciada y que el referente de todo el sistema social debe
estar dirigido a ellos. Dado que los mayores consumos de lo que se publicita está
comprendido en las edades entre los 15 y los 30 años, a ellos va casi todo dirigido
(música, ropa, viajes, coches, perfumes, etc.). En cambio, no se publicitan viviendas,
que es a lo que luego las personas de más años van a tener que dedicar una parte
importante de su sueldo en pagar hipotecas y otros gastos. Esto también les hace ver
que están más libres que los niños y que los adultos, que pueden conseguir lo
inmediato (ej., una moto, un coche, un pantalón de marca), y que no tienen porque
esperar por las cosas (no tienen ni quieren demorar el refuerzo).
Y, en tercer lugar, hay que considerar el surgimiento de la vida recreativa como
149
un elemento más de consumo, de negocio y que identifica las actividades realizadas en
ella con la juventud, el vigor, la belleza, el bienestar, la satisfacción y el placer, como ya
venimos viendo en estas páginas.
Como un ejemplo de parte de lo anterior, Calafat et al. (2001) describen hasta
ocho actitudes ante el riesgo en los jóvenes cuando consumen drogas. Estas son las
de buscador del riesgo, fatalista, automedicación, proyección, hedonista, rebelde,
riesgo controlado y negación. Esto implica una amplia variedad y un complejo abanico
de posibilidades para explicar la conducta, una conducta que tiene sus riesgos.
Unido al tema drogas, desde hace unos años sabemos, mediante distintos
estudios realizados en toda la población, que la percepción del riesgo sobre una
sustancia es importante, dado que sobre aquellas en las que la gente tiene una mayor
percepción del riesgo tienen un menor consumo. Esta percepción del riesgo varía
claramente de unas a otras drogas, como son igualmente distintos los consumos en
función de una u otra droga.
Bachman, Johnston, O´Malley y Humphrey (1988) mostraron como el grado de
riesgo percibido por los jóvenes sobre las distintas drogas influía en su consumo de las
mismas; esto es, a mayor riesgo percibido sobre una droga menor consumo y a menor
riesgo mayor consumo. Este ha sido uno de los hallazgos más relevantes de los
últimos años que ha conducido a un cambio en los mensajes de los responsables de la
administración de distintos países sobre la prevención del uso de drogas. Mientras que
hace años se sostenía que transmitir mensajes a los adolescentes sería inefectivo
porque los rechazarían, actualmente distintos expertos (ej., Johnston, 1995) sostienen
lo contrario en función de los resultados obtenidos sobre la percepción del riesgo sobre
distintas sustancias.
Donde más se han realizado estudios sobre esta cuestión y donde aparece más
clara dicha relación es en el consumo de marihuana, en estudios realizados
fundamentalmente en Estados Unidos (Chatlos, 1996), aunque en España la relación
aparece de igual modo (Plan Nacional sobre Drogas, 2000, 2008). En ellos, se aprecia
una línea opuesta entre percepción del riesgo y consumo de la misma manteniéndose
la misma disponibilidad de la sustancia. Así, en Estados unidos, cuando la percepción
del riesgo de consumo de marihuana era baja a finales de los años 70, el consumo de
la misma era alto; hasta principios de los 90 la percepción del riesgo era alta y el
consumo bajo. A partir del año 1992 desciende la percepción del riesgo y se
150
incrementa el consumo. A partir del año 1998 se incrementa de nuevo la percepción de
riesgo y disminuye el consumo de cannabis.
Para el niño o adolescente que ve como a su alrededor las personas consumen
drogas legales sin ninguna coacción (el alcohol, especialmente, a pesar de estar
prohibido su consumo en menores de 16 años), que las ven anunciadas en los
periódicos, revistas e incluso televisión (alcohol, directamente), la primera idea que
extrae de ello es que su consumo no acarrea riesgos. De ahí que la percepción del
riesgo que tienen los adolescentes como el resto de la población sobre el tabaco y el
alcohol sea baja, a diferencia de las drogas ilegales. Y, cuando el adolescente escucha
mensajes, fundamentalmente sanitarios, abogando por un mayor control de las
mismas, no puede entender que se planteen dichos mensajes para unas sustancias y
no para otras o que se pretenda regular algo que, por otra parte, la hacienda pública es
una de las más beneficiadas a través de los impuestos, sin contar los puestos de
trabajo que están por medio en juego si realmente se llegase a un real control.
14.2.3.5. De la juventud a la adultez: del riesgo al control
La conducta de riesgo y la búsqueda de riesgos es un elemento visible y
característico de los jóvenes o, al menos, a una parte de ellos. Lo que es claro es que
si estas conductas se mantienen en el tiempo, y el riesgo no disminuye, se producirá
un incremento de los problemas que ese riesgo ocasiona y, correlativamente, un
incremento de la mortalidad, accidentabilidad y problemas asociados a dicho riesgo.
Además, dado que las conductas de riesgo van unidas entre sí (Jessor, 1998), como
ocurre con la violencia, delincuencia, consumo de alcohol drogas, conductas sexuales
precoces y otras de riesgo, un mantenimiento de las mismas a lo largo del tiempo
acarrearía importantes problemas a los individuos si persiste ese modo de
comportarse. Sin embargo, los datos de que disponemos actualmente, como veremos
a continuación, por suerte, no son exactamente los que podríamos pensar que
ocurriría con la lógica anterior de que las conductas de riesgo se mantienen en el
tiempo.
Sabemos que el consumo de drogas en la niñez y adolescencia, especialmente
alcohol, tabaco y marihuana o cannabis, lleva a que sea más probable que luego
tengan problemas de consumo en la vida adulta (Kandell y Logan, 1984). En el
momento actual tanto en las culturas anglosajonas, como es la norteamericana (Baer,
151
MacLean y Marlatt, 1998), como la nuestra (Calafat, Juan, Becoña et al., 2000; Plan
Nacional sobre Drogas, 2001), el consumo de sustancias psicoactivas es la norma en
los adolescentes. Este es un fenómeno nuevo en la perspectiva histórica y a tal
fenómeno nuevo hay que dar respuestas nuevas, una vez que lo hayamos conocido y
lleguemos a su comprensión. Por ello cada vez más se están realizando estudios en
esta línea o se están publicando estudios de seguimiento de un buen número de años
para poder comprender más adecuadamente este nuevo fenómeno. Lo que si
conocemos es que cierto grado de consumo, como una exploración normal del mundo,
es hoy lo habitual. Incluso algunos autores (ej., Baer et al., 1998) llegan a afirmar,
basándose en los datos de la investigación disponibles, que el uso ocasional de
sustancias puede ser un aspecto normal de la experimentación y rebeldía para la
formación de su identidad. Esto es especialmente cierto referido al consumo de
alcohol. Su consumo no es solo relevante para comprender el problema del consumo
de alcohol, sino también el del tabaco, cannabis y del resto de las drogas, junto a otro
tipo de conductas problema o de riesgo.
Son varios los estudios de que disponemos actualmente, en donde se analiza la
relación entre el consumo de drogas en la adolescencia y en la vida adulta y como
evoluciona este consumo de uno a otro momento. De los existentes nos vamos a
detener en el más relevante que, a su vez, es el más extenso y con la mayor muestra.
Es el estudio de la serie de “Monitoring the Future Project” dedicado específicamente a
analizar esta cuestión (Bachman, O´Malley, Schulenberg, Johnston, Bryant y Merline,
2002), que es una continuación y actualización de otro previo (Bachman, Wadsworth,
O´Malley, Johnston y Schulenberg, 1997). Este estudio es parte del proyecto
“Monitoring the Future”, proyecto que viene siendo financiado por el National Institute
on Drug Abuse (NIDA) norteamericano desde el año 1976 hasta el momento presente,
con una duración de más de 30 años. Desde sus inicios es realizado por el Institute of
Social Research de la Universidad de Michigan.
El estudio muestra claramente que la variable clave para explicar el mayor o
menor consumo de drogas es el salir a bares, pubs y otros locales; de ahí que a mayor
número de salidas por semana mayor consumo de drogas. Conforme estas personas
van aumentando en edad, aquellos que tienen hijos tienen un claro descenso en su
conducta de salir por semana, descendiendo en función de los distintos grupos entre
uno y tres días a la semana. Con ello, al mismo tiempo, también desciende el consumo
152
de las distintas drogas. Este descenso es mayor cuando se tienen un hijo que cuando
la persona se ha casado, que también descienden aunque menos que al tener hijos.
Esto lo explican por la necesidad de tener que disponer de más tiempo para cuidar a
sus hijos y, con ello, tienen menos tiempo para salir y estar con otras personas en
ambientes (ej., bares) donde lo habitual es el consumo de distintas sustancias.
Curiosamente, en los que se divorcian, se incrementa el número de salidas a bares y
lugares de diversión, siendo mayor la frecuencia de los varones que de las mujeres. Y,
si estas personas divorciadas se vuelven a casar, tienen de nuevo otro descenso en el
número de salidas y en su consumo en las distintas drogas
Por tanto, de este estudio (Bachman et al., 2002), como del estudio anterior
(Bachman et al., 1997), concluyen que las nuevas libertades de los primeros años de la
juventud producen un incremento en el consumo de drogas y que las nuevas
responsabilidades que tipicamente asumen en la adultez joven les lleva a un descenso
en el consumo de sustancias. En nuestro medio habría que añadir el comentario del
nuevo fenómeno que está surgiendo en los últimos años de que muchos jóvenes están
retrasando la edad de casarse y de marcharse de casa; también se está retrasando la
edad de tener hijos. Dado que casarse,o establecerse en pareja, de modo
independiente, así como tener hijos es un elemento protector del consumo de drogas,
esta puede ser una variables que habrá que estudiar más detenidamente, en relación
con el mayor o menor consumo de drogas, aunque en este momento no tenemos datos
sobre esta cuestión que nos permitan afirmar una cosa u otra.
Lo cierto es que, como afirman Baer et al. (1998), después de revisar varios de
los estudios longitudinales que se han realizado, donde han seguido a las personas
desde la adolescencia hasta el final de la misma o hasta su vida adulta, concluyen,
referido al consumo de alcohol, que éste va incrementándose en la adolescencia pero
a partir de los 20 años de edad declina no sólo el consumo de alcohol sino también el
consumo de sustancias, teniendo el pico del mayor consumo en la adolescencia y en la
adultez temprana. Las causas que se han aducido para este cambio se relacionan con
la asunción de los roles adultos, indicándose entre las más importantes el matrimonio,
el tener hijos y comenzar a trabajar. Esto facilitaría una moderación en el consumo de
alcohol. O, visto de otro modo, la menor disponibilidad de tiempo para beber y el mayor
control por parte del otro miembro de su pareja, de su familia más extensa y del mismo
sistema social y laboral. Pero tampoco debemos olvidarnos de que el mejor predictor
153
del uso de sustancias en la vida adulta sigue siendo el uso previo de sustancias en la
adolescencia. Esto sería debido a que en la adolescencia una parte de las personas
adquieren ciertos estilos de vida que no son abandonados por ellos en su vida adulta.
Como un ejemplo, en el estudio de Jessor et al. (1991), el mejor predictor de la
conducta problema en la adultez temprana, donde se incluía el uso de sustancias, era
la conducta problema durante la adolescencia. También suele indicarse en estos
estudios, o en el análisis actual de los realizados en los últimos 20 años, que el
consumo de drogas en los estudios es reducido. Ese grupo reducido de personas lleva
a que se obtenga con ellos diferencias significativas, siendo personas con un alto
consumo de drogas. Por ello la intensidad del consumo sería también de gran
relevancia en los estudios para poder afinar mejor las interpretaciones en los estudios
de seguimiento, aunque ello no siempre es fácil de lograr. En este sentido, el consumo
de alcohol es de gran relevancia, pero va a depender la relación que se obtendrá
posteriormente no sólo del consumo en la adolescencia sino del nivel de consumo y de
la peligrosidad del consumo en la misma adolescencia, o si la persona consigue beber
de un modo social o sólo bebe de un modo dependiente, si tiene modelos adultos, o en
su familia, de un consumo social de alcohol, etc. Con todo, y como afirman Baer et al.
(1998) no hay que olvidarse de que “el desarrollo de patrones adictivos de uso (en
cualquier momento de la vida) se considera que está multideterminado, abarcando
diferencias biológicas en relacción a las sustancias, temperamento y personalidad,
procesos psicológicos de tolerancia y expectativas sobre los efectos de las drogas y los
procesos sociales que implican modelado y reforzamiento” (p. 193).
Por tanto, es claro que una parte del consumo de sustancias que hacen los
adolescentes remite con el tiempo, incluso aunque dicho consumo esté asociado a
distintos problemas psicosociales. Los problemas que no remiten suelen estar
asociados con problemas de desarrollo temprano como conflicto familiar y conducta
desviada. Esto sugeriría que en estas personas hay un proceso de desarrollo diferente
a la gran mayoría de los adolescentes, especialmente a los que aún consumiendo
sustancias han tenido problemas moderados y que, incluso, consumiendo
esporádicamente en su vida adulta, e incluso en una ocasión puntual de modo
importante, no desarrollan problemas. Conocer estos aspectos más claramente es de
gran importancia, especialmente para el campo de la prevención de las
drogodependencias, para la detección precoz de las conductas problema y para el
154
rendimiento académico de los que ahora están en la fase de prueba e iniciación del
consumo de drogas. También para los adultos que llevan a cabo estas conductas. El
poder conocer tipos de personas con patrones distintos de consumo y tipos de
problemas producidos por los mismos, nos podría proporcionar un cuadro más exacto
de esta evolución desde las edades tempranas hasta la adultez, con todos los
aspectos de incorporación social con plenos derechos que tienen los adultos, en su
sentido social.
14.2.3.6. Los jóvenes que salen de marcha y no consumen
Los jóvenes que no consumen drogas o los consumidores muy moderados es uno
de los colectivos más numerosos entre los jóvenes que salen a divertirse por la noche.
Sin embargo, aunque forman parte del entramado de la diversión, están siendo
relegados al lado no visible de los estudios, como un colectivo sin interés. De hecho,
gran parte de los estudios que tratan de entender a los jóvenes en relación a la
diversión o al salir de marcha, ponen toda su atención en el grupo de consumidores de
alcohol y drogas, como si fueran los únicos que salen a divertirse. De esta forma los
consumidores se han convertido en el referente tanto desde el punto de vista de los
medios de comunicación como de los expertos, a pesar de que ese grupo es
insuficiente para explicar por sí solo todo lo que significa salir de marcha.
Los jóvenes que no consumen alcohol ni otras drogas existen, actúan y forman
parte de la realidad actual (Calafat et al., 2004). La falta de interés por ellos se debe en
gran parte a que son jóvenes que no necesitan consumir drogas para salir de noche a
pasar un buen rato con los amigos, bailar, escuchar música, conocer gente nueva, etc.
El hecho de que no adopten una actitud de riesgo los ha hecho prácticamente
invisibles para buena parte de los estudios centrados sobre los ambientes recreativos
nocturnos. Por otro lado, es cierto que los jóvenes que no consumen drogas forman un
colectivo que ha ido disminuyendo en número en el espacio recreativo y que el estilo
recreativo, que podríamos denominar “salir de marcha”, está adoptando el consumo de
alcohol y otras drogas como norma en los espacios de diversión nocturna, pero no por
ello significa que todos los participantes acepten ni cumplan dicha norma.
Este grupo que no consume drogas ilegales o que consume alcohol o tabaco muy
esporádicamente o de manera moderada es un colectivo considerablemente
numeroso, incluso saliendo “de marcha” a divertirse. Sin embargo, la idea que
155
prevalece y la percepción que se extiende en la sociedad es que participar en la
marcha implica consumir drogas. Cada vez son más los jóvenes que afirman que les
resulta difícil participar en actividades recreativas nocturnas como ir a discotecas, pubs,
fiestas o clubs a bailar, escuchar música y estar con los amigos sin consumir alcohol,
cannabis u otras drogas, de forma que estos consumos son percibidos como
elementos estructurales de la propia diversión. De hecho, la idea de que las drogas son
aliadas de la diversión y el placer se está extendiendo y arraigando en una parte de la
población joven y también adulta.
Por todo esto debemos contribuir a desarrollar nuevas estrategias preventivas que
también tengan en cuenta al colectivo de jóvenes que no consume, reconociendo la
evidencia de que consumir drogas recreativas es solo una de las formas de acercarse
a la diversión, en absoluto la única, y mucho menos la más saludable y efectiva.
Conocer cómo forman su identidad los jóvenes no consumidores es importante en la
actualidad, no se trata sólo de plantear las cosas en negativo (intentar conseguir que
los jóvenes no usen o abusen de las drogas), sino explorar la vertiente en positivo
(cómo hay jóvenes que construyen su identidad sin tener necesidad de recurrir a las
drogas).
Varios estudios y análisis han tratado de conocer a los jóvenes que salen de
marcha (su estilo de vida, sus valores, sus actitudes, su conducta de riesgo, etc.) fin de
semana tras fin de semana, para encontrarse con los amigos, divertirse y una parte de
ellos consumir drogas para lograr sus objetivos, pero estos estudios se han centrado
sobre todo en los jóvenes que consumen y, en especial, en los que llevan a cabo
conductas de riesgo.
Sin embargo, más recientemente han surgido algunos estudios que sí están
interesados por este colectivo, de forma que permiten hacer una comparación entre los
que consumen y los que no lo hacen, y a la vez dan protagonismo a los que no
consumen, convirtiéndolos en un colectivo visible que existe y convive con los
consumidores, compartiendo los mismos espacios e ideales similares cuando van a
pubs y discotecas: estar con los amigos, disfrutar de la música, bailar, ligar y tener
nuevas experiencias (ej., Calafat et al., 2004).
El interés por el colectivo de no consumidores de drogas, el conocimiento de sus
hábitos, inquietudes y dificultades, cómo afrontan el riesgo, lo que les gusta, a qué
aspiran, etc., puede ayudar a corregir un error que se está dando en la práctica, y que
156
como ya se ha mencionado, centra el interés normalmente en los consumidores -y
especialmente en los más problemáticos- lo que provoca que sean precisamente sus
valores e intereses los que están más presentes en el discurso social y son los que
acaban sirviendo para definir a toda la juventud. Este error tiene graves consecuencias,
pues todo el colectivo juvenil -incluso el que no participa de la escena recreativa- pasa
a ser visto y descrito con frecuencia como un todo homogéneo, lo cual es a todas luces
falso. Existen grandes diferencias entre el colectivo que participa poco o nada en las
actividades recreativas, que es un sector importante de la juventud, de los que sí
participan. Y, además, los que frecuentan el escenario recreativo tampoco son un
grupo homogéneo ni en sus consumos de drogas ni en sus intereses.
Divertirse, tal como lo entendemos hoy es, como tantas otras actividades, el
resultado de un proceso de construcción cultural muy vinculado a la expansión del
mercado y del consumo. El aumento del tiempo de ocio para grupos amplios de
población es el resultado de una larga conquista social, y también el desarrollo de un
amplio mercado de consumo, de forma que en la España del siglo XXI la cultura de lo
lúdico se ha convertido en uno de los pilares de la estructura social, en una plataforma
que reorganiza las relaciones colectivas, la vida de la ciudad, donde se crean nuevas
identidades individuales, formando parte de la lógica que crea las coordenadas espacio
temporales que dividen la vida cotidiana, y siendo uno de los ámbitos en los que más
prospera la economía. Pero la diversión y el placer pueden ser experiencias
gratificantes o perversas dependiendo de las condiciones en que se experimenten y de
lo que se esté dispuesto a consumir para lograr este ideal.
Potenciar estilos y espacios de diversión saludables para los jóvenes es un
deseo de futuro. Es decir, lograr que los jóvenes se diviertan sin necesidad de
consumir drogas y que los espacios de diversión sean diversos, variados, que ayuden
al desarrollo y al potencial creativo de los jóvenes. Son muchas y muy diferentes las
formas de buscar emociones, risas o aventuras a través de la dinámica social y
colectiva y en la interacción entre individuos. Los jóvenes que se divierten sin consumir
son ejemplo de que la posibilidad de alcanzar una vida recreativa libre de drogas
existe. Se puede aprender de ellos y poner a su disposición espacios recreativos
donde, además de divertirse, puedan completar su desarrollo personal y social.
En la publicación “La diversión sin drogas: utopía o realidad” (Calafat, Fernández, Juan,
Becoña y Gil, 2004) se exponen los datos correspondientes a un estudio centrado en
157
aquellos jóvenes que salen de marcha y no consumen o lo hacen de forma muy
moderada. Se han obtenido algunas características diferenciales entre los grupos de
consumo y no consumo, destacando que:
-
La probabilidad de ser consumidor es más alta entre los varones a cualquier
edad. Sin embargo, en las mujeres a medida que baja la edad aumenta su
participación en el consumo de drogas legales e ilegales.
-
En la Encuesta escolar de 2002 se observa una peor adaptación y rendimiento
escolar entre los consumidores.
-
El porcentaje de jóvenes de entre 15 y 28 años con alguna creencia y/o práctica
religiosa es mayor entre los que no consumen.
-
Los que no consumen refieren tener una buena salud física y una menor
probabilidad de malestar emocional.
-
Los adolescentes no consumidores perciben unas buenas relaciones familiares
con mayor probabilidad que los consumidores, y sus padres muestran una
actitud más desfavorable e intolerante hacia el consumo de tabaco, alcohol y
cannabis.
-
Tener amigos que consumen o no también es un aspecto importante, de
manera que aquellos que no consumen tienen en su mayoría una red de amigos
que no ha consumido en el último mes tabaco (73%) o alcohol (63%).
-
Los jóvenes no consumidores tienen una mayor probabilidad de realizar
actividades como leer revistas o libros, o participar en actividades deportivas,
artísticas o culturales durante los días laborales; mientras que aquellos que
consumen tienen una mayor probabilidad de estar con los amigos, ir a bares o
discotecas, escuchar música, jugar con el ordenador y los videojuegos.
-
La mayoría de los no consumidores también salen de marcha durante el fin de
semana, pero lo hacen con una menor frecuencia y diversificando más sus
actividades de diversión, es decir, no sólo salen a pubs y discotecas sino que
también asisten a conciertos, a actividades deportivas, culturales, van al cine o
al teatro, quedan con sus amigos en parques o plazas, etc.
-
Los jóvenes que consumen se implican con mayor frecuencia, en conductas
delictivas, violentas y en prácticas de riesgo (como conducir bajo los efectos del
alcohol, tener relaciones sexuales sin preservativo, etc.).
158
Por otro lado, la percepción de riesgo es fundamental en la elección del consumo.
De esta forma, los jóvenes no consumidores indican como motivo fundamental para no
fumar los efectos nocivos y desagradables del tabaco para la salud, así como las
molestias y desagrado que puede causar a otras personas. Con respecto al alcohol, los
motivos principales son los efectos perjudiciales y desagradables para la salud junto
con el funcionamiento social.
De esta forma, lo que distingue a los jóvenes que consumen de los que no lo hacen
no es tanto la gestión que realizan de su tiempo de ocio y sus recursos económicos
sino el significado que este ocio tiene para ellos. Así, para unos el consumo de alcohol
y drogas se convierte en parte de la diversión, constituyendo herramientas para la
socialización, mientras que los otros logran estos objetivos sin consumir. Asimismo, el
contexto donde se desarrolla buena parte de la vida recreativa nocturna, los locales,
bares, discotecas, etc., tiene un papel importante.
Como ya hemos mencionado, diversos estudios han afirmado que la diversión es un
ámbito importante para nuestros jóvenes, porque divertirse es algo necesario para
tener una vida saludable y satisfactoria, pero además porque mientras se divierten van
aprendiendo estrategias de comunicación y adquieren habilidades y capital social.
Además, el salir de marcha no es la única forma en la que los adolescentes y jóvenes
pueden pasar un rato agradable y divertido, sino que en la actualidad existen muchos
lugares de ocio como salas de juegos, campos de fútbol, asociaciones culturales que
ofertan cursos y actividades muy diferentes, etc.
La principal conclusión del estudio mencionado anteriormente es que los jóvenes
que no toman drogas salen de marcha, se divierten, experimentan placeres,
manteniendo la conciencia de sus actos, sabiendo lo que hacen y recordándolo al día
siguiente, son capaces de elaborar estrategias y juegos que les llevan a reír, a
desarrollar su imaginación y a descubrir sensaciones y placeres, aunque a veces
también se aburren, asumiendo que el desánimo y el aburrimiento también forma parte
de la vida. Sin embargo, el ser un no consumidor muchas veces es experimentado
como una desventaja ya que en el contexto recreativo el mensaje que reciben es que el
consumo de sustancias legales e ilegales es la mejor forma de lograr un estado de
fiesta, diversión y placer. De hecho, el consumo de dichas sustancias aparece reflejado
en los medios de comunicación como algo normativo entre los jóvenes, a pesar de ser
159
una conducta minoritaria entre nuestros adolescentes y jóvenes.
Es por esto que los jóvenes no consumidores también necesitan apoyo preventivo.
Es necesario favorecer el
desarrollo de entornos físicos en respuesta a las
necesidades de muchos jóvenes que demandan contextos donde la diversión pueda
conseguirse sin mezclarse con el uso de drogas.
15. Cómo prevenir los factores y las conductas de riesgo asociados
a la vida recreativa en Santiago de Compostela
Del análisis realizado aparece claro que la marcha, la diversión y salir ocupa un
lugar destacado en la ciudad de Santiago de Compostela. Es una marcha en la que
participa gran número de jóvenes que viven en la ciudad, sobre todo por los que
estudian en la Universidad, en los centros educativos de primaria y secundaria y por las
personas de los ayuntamientos limítrofes que vienen a Santiago a divertirse. Sin
embargo, podemos considerar la marcha en Santiago de Compostela como de
bastante tranquila en comparación con lo que ocurre en otras ciudades de Galicia y de
España. Aún así, no deja de tener consecuencias negativas para la ciudad, los
ciudadanos y los propios actores de la marcha. El mayor problema está en el botellón y
en las consecuencias que se derivan del mismo, como intoxicaciones etílicas, algún
coma, peleas, accidentes, conductas sexuales de riesgo (ej., mayor número de
conductas sexuales y sin protección), etc. Además, junto al consumo de alcohol están
presentes con frecuencia el consumo de cannabis y de cocaína.
Son varios los tipos de abordajes posibles para la prevención y el control de las
conductas de riesgo, especialmente las relacionadas con el consumo abusivo de
alcohol y otras drogas, como para sus conductas relacionadas. Los abordajes que
podemos considerar son: el legislativo y de cumplimiento de normas existentes; el
educativo; el comunitario; el preventivo, con los distintos tipos de prevención a nivel
escolar, familiar, social, comunitario y de medios de comunicación de masas; el
asistencial, para complementar los anteriores cuando es necesaria una intervención
especializada; y, el social, para hacer llegar a toda la sociedad la necesidad de
concienciarse ante este problema y, de ser necesario, hacer cambios para la solución
del mismo. A continuación analizamos cada uno de ellos aplicados a la realidad
analizada.
160
15.1. Nivel legislativo y de cumplimiento de normas
Las normas sirven para enmarcar acciones concretas y marcos de acción en los
que nos tenemos que mover. En el caso del alcohol y del tabaco disponemos de varias
normas y leyes referidas a la edad legal de consumo, venta de alcohol y tabaco a
menores, responsabilidades por conductas incívicas, etc. Estas normas son tanto de
tipo nacional como autonómico o local.
Aunque existe un amplio marco normativo para afrontar el problema del
consumo de alcohol y tabaco, tanto en adultos como en jóvenes y menores de edad,
su cumplimiento es laxo o no siempre se aplica todo el celo que es necesario para su
estricto cumplimiento, especialmente por los responsables de su venta y dispensción.
Esto viene dado porque son drogas legales y, además, en nuestro medio, tiene en
muchas ocasiones un importante componente cultural, social, familiar, de celebración,
etc. Es decir, que hay una gran tolerancia social ante las mismas y su consumo.
En el caso del tabaco, la reciente aprobación de la Ley de medidas sanitarias
frente al tabaquismo y reguladora de la venta, el suministro y la publicidad de los
productos del tabaco, que entró en vigor el 1 de enero de 2006, es un importante
avance para el control del tabaquismo tanto en los adultos como en los jóvenes, y a
que una parte importante de la Ley va dirigida a ellos. Es una buena ocasión para que
a dicha ley le siguiese otra para el control del consumo de alcohol y el control del
botellón en la calle, como ya así han desarrollado específicamente distintas
comunidades autónomas. En Galicia sigue siendo a día de hoy un tema pendiente.
En el caso concreto de Santiago de Compostela se dispone de la Ordenanza
municipal específica que regula la diversión y la convivencia, y que se denomina
precisamente “Ordenanza de convivencia, residuos y limpieza viaria de Santiago de
Compostela”. La misma es un buen instrumento regulador y amplía ordenanzas
previas. Es también una ordenanza avanzada para la regulación de los efectos
negativos de la diversión (ej., ruidos, orines, horarios, etc.). Los artículos más
importantes de esta Ordenanza pueden verse en la tabla 9.
Por todo ello, es necesario mantener el nivel de esfuerzo, y de ser posible
incrementarlo (delimitar competencias entre las distintas policias y establecer
protocolos de actuación; por ejemplo, si un establecimiento vende tabaco a menores,
en un centro educativos se fuma dentro del recinto escolar, ¿a quien le corresponde
161
Tabla 9. Artículos más importantes de la Ordenanza de convivencia, residuos y
limpieza viaria de Santiago de Compostela
Art 67. Consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública.
1.
Queda prohibido el consumo de bebidas en la vía pública cuando pueda alterar gravemente la
convivencia ciudadana. Para estos efectos, se produce alteración cuando concurran las siguientes
circunstancias:
a) Cuando por la morfología o la naturaleza del lugar público, el consumo pueda hacerse de forma
masiva por grupos de ciudadanos/as o invite a la aglomeración de estos.
b) Cuando como consecuencia de la acción del consumo se pueda deteriorar la tranquilidad del
entorno o provocar en él situaciones de insalubridad.
La prohibición a la que se refiere este apartado quedará sin efecto en los supuestos de que el
consumo de bebidas tenga lugar en establecimientos y en otros espacios reservados expresamente
para esa finalidad, como las terrazas, y cuando dicho consumo cuente con la oportuna autorización
que las autoridades competentes otorguen en casos puntuales.
2. Sin prejuicio de la responsabilidad civil subsidiaria de los padres o madres, tutores o tutoras,
cuidadores o cuidadoras por las acciones de los menores de edad que dependen de ellos, estos
también serán responsables directos y solidarios de las infracciones cometidas por ellos, siempre
que por su parte, conste culpa o negligencia, incluyendo la inobservancia.
3. Las bebidas vendidas en un establecimiento hostelero deberán ser consumidas en su interior,
excepto en los supuestos previstos en el párrafo primero de este artículo.
Art. 68. Régimen de sanciones.
La realización de las conductas descritas en los apartados primero y tercero del artículo anterior
será constitutiva de infracción leve y se sancionará con una multa de 100 a 750 euros, en función de las
molestias producidas y también del espacio donde se produzcan. Se considerará circunstancia agravante
el consumo en el entorno de edificios y conjuntos monumentales y de centros de salud.
Art. 69. Necesidades fisiológicas.
La regulación contenida en este capítulo se fundamenta en la protección de la salud pública y de la
salubridad, del derecho a gozar de un espacio público limpio y no degradado y en el respeto por las
pautas de convivencia ciudadana y civismo.
1. Se prohíbe satisfacer las necesidades fisiológicas en cualquiera de los espacios públicos.
2. Será circunstancia agravante la realización de la conducta descrita en el apartado anterior
cuando se lleve a cabo en espacios de concurrida afluencia de personas o frecuentado por
menores o cuando se haga en monumentos, edificios o espacios públicos catalogados o
protegidos.
Art. 70. Régimen de sanciones.
1. La conducta descrita en el apartado primero del artículo precedente será constitutiva de
infracción leve y se sancionará con una multa de 100 a 300 euros.
2. Constituirá infracción leve sancionada con una multa de 301 a 750 euros la conducta descrita en
el apartado 2 del artículo precedente.
Art. 91. Trabajos en beneficio de la comunidad.
En función de las circunstancias de cada caso, por medio de un procedimiento adicional de
ejecución, el infractor sancionado o su representante legal y el órgano sancionador pueden convenir de
mutuo acuerdo que, tanto las sanciones económicas, como la exigencia del importe de daños y pérdidas
causadas, sean sustituidas por trabajos en beneficio de la comunidad. Estos trabajos serán fijados
mediante resolución motivada, con expresión de su duración y condiciones.
Este procedimiento adicional de ejecución será especialmente aplicable a las acciones o
comisiones constitutivas de actos vandálicos tales como sustraer, incendiar, romper o pintar el mobiliario
o los equipamientos urbanos destinados a la gestión de residuos o a la limpieza viaria, a la realización de
pintadas o inscripciones en cualquier elemento o lugar no autorizado, así como a la realización de las
necesidades fisiológicas en la vía pública.
162
actuar? y ¿como actuar?), para el cumplimiento de las leyes y normas existentes sobre
el consumo de las drogas legales (alcohol y tabaco), dadas las graves consecuencias
que se están produciendo en los más jóvenes, así como por la necesidad de preservar
su salud. Pero también somos conscientes de que simplemente con poner en marcha
medidas de tipo legislativo, normativo o represivo, no se soluciona el problema. Son
medidas importantes pero tienen que ir acompañadas de otras medidas y acciones,
como las que se indican a continuación.
En el caso específico de las drogas ilegales, la normativa es clara pero el
cumplimiento, o hacer cumplir las leyes, en la vida recreativa está en una situación más
laxa. No está permitido el consumo de drogas ilegales en la vía pública o en público (el
autoconsumo privado de drogas es legal en España desde hace varias décadas; lo que
está penado es el tráfico de drogas) (ver Becoña y Martín, 2004). Pero en la práctica la
norma no siempre se cumple, como se aprecia especialmente para el cannabis y en
menor grado para la cocaína y las drogas de síntesis. Con frecuencia su cumplimiento
choca con los intereses económicos de la industria recreativa y de la diversión,
recaudación de impuestos e imagen social de la diversión.
15.2. Nivel educativo
El nivel educativo está en la base, de modo importante, de este problema. La
educación, entendida en el sentido más amplio, abarca en este caso a los padres, a la
escuela y al conjunto de las instituciones sociales. Estamos hablando de los jóvenes,
por una parte y, por otra, de sustancias de tipo legal e ilegal que son consumidas, de
un modo controlado o abusivo, por una parte importante de la población juvenil. Nótese
que una parte importante de jóvenes que participan en la marcha son menores de
edad, y son sus padres y tutores legales los que tienen que velar por su bienestar.
Estos deberían saber en todo momento lo que hacen sus hijos. Por el contrario,
muchas veces no saben lo que hacen a lo largo de esas largas noches de marcha. De
ahí que la solución a un problema como el actual atañe en la práctica a todos y el nivel
educativo es central.
La educación tiene que realizarse, por tanto, en los tres niveles anteriores, a los
padres, a la escuela y al conjunto de las instituciones sociales. En el familiar, a través
de la transmisión de valores adecuados sobre el desarrollo personal de los hijos, del
163
cuidado de su salud, de un comportamiento cívico adecuado, del respeto por sí mismo
y por los demás, etc. En este sentido hay que facilitar a los padres el que puedan hacer
esta función. Si no tienen suficiente información hay que facilitarles acceder a la misma
o que puedan solucionar los problemas que no saben como resolver ante las
conductas problemas, extrañas o incontroladas de sus hijos.
A nivel escolar la escuela transmite conocimientos, permite adquirir habilidades y
transmite valores y formas de comportarse. Pero también, la escuela es un reflejo de
nuestra sociedad y no podemos pedirle más de lo que la misma puede hacer. Por ello,
hay que facilitarles hacer su labor tanto en este tema como en otros mediante una
formación adecuada, proporcionarles materiales, reciclaje, etc. Junto a ello, los
programas preventivos en la escuela, a través de la transversalidad de la educación
para la salud, lo facilitan, aunque una buena educación debe ser integral y no quedar
meramente en un aspecto puntual, en una asignatura concreta o en el abordaje
superficial de un problema en un momento del tiempo.
A continuación analizamos lo anterior más detenidamente en el contexto de la
ciudad.
15.2.1. En la familia
En los últimos años la prevención familiar ha incrementado su relevancia al
conocerse cada vez más, por los factores de riesgo y protección, la importancia de la
misma en la etiología del consumo de drogas (Hawkins, Catalano y Miller, 1992;
Moncada, 1997) y de otras conductas problema (Ezpeleta, 2005). La familia constituye
un elemento esencial en la socialización del niño y del adolescente. Por ello una familia
estructurada facilita mejor los tránsitos y la adaptación a nuestra sociedad actual. Uno
de estos aspectos adaptativos es el no consumo de drogas o no pasar de un consumo
esporádico de ciertas drogas. Lo cierto es que en los últimos años se han producido
importantes cambios en la familia, y el consumo de drogas en ocasiones se relaciona
con dichos cambios (Ríos, Espina y Baratas, 1997). Varios factores de riesgo de tipo
familiar se asocian con el consumo de drogas; por contra, otros de protección como el
tipo de crianza favorecen el no consumo de drogas.
Otro hecho que ha facilitado el surgimiento de los programas preventivos
familiares ha sido que los programas preventivos escolares suelen tener un
componente dedicado a la familia. En los restantes casos es necesario incidir de modo
164
más intensivo en ella. Y, específicamente se han elaborado programas preventivos con
el único objetivo de centrarse en la familia (ej., García-Rodríguez, 2000). Lo que hacen
estos programas es fomentar habilidades educativas y de comunicación en el seno
familiar, incrementar el sentido de competencia de los padres y su capacidad para la
resolución de problemas y concienciarlos de la importancia que tienen como agentes
de salud para sus hijos.
El mayor problema que tienen los programas preventivos a nivel familiar es la
escasa participación de los padres. Y cuando participan, suele ser la madre la que
acude a las sesiones más que el padre. De modo similar, en las escuelas de padres,
creadas para ellos y orientadas específicamente para la prevención del consumo de
drogas, ocurre algo semejante: suelen acudir las madres y de las que acuden no
siempre son las que tienen hijos con mayores problemas de consumo de drogas o de
riesgo de consumirlas. En la práctica, las familias con mayor problemática tienen
menos tiempo para acudir a las sesiones de las escuelas de padres. Por ello, se
sugiere que se facilite a los padres el poder acudir (CSAP, 1997, Robertson et al.,
2003), o incluso que se les financie el acudir a dichos programas.
Una intervención importante es aquella orientada específicamente a familias
problemáticas donde los padres o los hijos consumen drogas o tienen un riesgo muy
alto de consumirlas (Díaz y Ferri, 2002). Facilitar el acceso de los mismos a dichos
programas o combinarlos con otras intervenciones de tipo comunitario facilita la
adherencia a los mismos.
En Santiago de Compostela, la Concejalia de Bienestar Social, desde la UMAD,
se ha puesto en marcha un programa específico para familias con niños y niñas (entre
6 y 12 años) escolarizados con problemas, tanto de consumo de drogas como de
conductas problema, denominado “En busca do tesouro da familia” y otro programa
orientado a familias con hijos e hijas adolescentes (entre 13 y 18 años) con problemas
de conducta, de experimentación o de consumo de drogas denominado “Enfrentando
os problemas”. Esto es debido a que la mayoría de las personas que tienen conductas
problema, como agresividad, violencia, fracaso escolar, desmotivación, etc., suelen
también consumir simultáneamente drogas de modo incipiente o ya consolidado (sobre
todo alcohol, cannabis y en menor grado cocaína).
165
15.2.2. En la escuela
En los últimos años ha cobrado gran relevancia, con la generalización de la
prevención, la prevención escolar. Ésta permite llegar a los jóvenes escolarizados, en
la edad de máximo riesgo para el consumo de las distintas drogas, facilitándose así de
modo importante realizar la prevención. Esto ha llevado a que muchas intervenciones
preventivas se realicen en exclusiva en la escuela y que es donde hay más programas
preventivos evaluados (Botvin, 1999). Esto en parte es debido a que al estar la mayoría
de los niños y niñas escolarizadas constituyen teóricamente “muestras cautivas”, por
tener acceso a todo el grupo diana que nos interesa. En la práctica esto no siempre es
así ya que la aplicación de un programa preventivo exige la correspondiente
autorización (administrativa, escolar, etc.) y el consentimiento de los participantes y de
sus padres. No olvidemos que una parte de los que más precisan intervenciones
preventivas para que no consuman drogas no asisten a la escuela o tienen fracaso
escolar, lo que les lleva a abandonar la misma antes de tiempo. Estos son elementos
negativos para los jóvenes o niños y son factores de riesgo para el consumo de drogas.
Uno de los objetivos de la prevención escolar del consumo de drogas es precisamente
éste. Es por esto que la prevención se realiza fundamentalmente en la escuela, pero
no necesariamente es suficiente para evitar el consumo de drogas ni el surgimiento de
otras conductas problema. Es importante implicar a toda la comunidad escolar,
constituída de alumnos, profesores y padres, lo cual como sabemos, no siempre es
fácil. De ahí que haya que redoblar los esfuerzos en este sentido por la importancia
que todos ellos tienen. En este sentido, desde la Concejalia de Benestar Social, la
Unidad de Atención a las Familas, se está realizando un programa preventivo del
absentismo escolar, denominado PRECONABES, con el objetivo general de realizar
acciones encamindas a la prevención y detección del absentismo escolar en sus fases
iniciales.
Lo que es claro es que son muchas las ventajas que tiene hacer la prevención
en la escuela (Alonso, Freijo y Freijo, 1996). En España la prevención escolar se hace
a través de la educación para la salud, de modo transversal, en distintas materias
escolares. En otros países hay una asignatura específica de educación para la salud,
drogodependencias, o similar, que sería aquí también lo más adecuado como hemos
insistido en otro lugar (Becoña, 2006). La actividad preventiva es realizada, en nuestro
país,
por el profesorado, habitualmente entrenado para ello, donde aplicarán
166
elementos preventivos en sus asignaturas o componentes de los programas
preventivos de drogas. También en ocasiones aplican los programas preventivos en las
clases de tutoría tal como se trabajan en España la mayoría de los programas
preventivos escolares. Sin embargo, a pesar de que hay muchos programas
preventivos que son eficaces, no todos los actualmente existentes lo son (ver Becoña,
2002, 2006). También pueden ser aplicados los programas por técnicos preventivos.
En este caso se liberan a los profesores, se cumplen mejor los objetivos del programa
y los aplicadores (técnicos preventivos) suelen tener una buena formación y
entrenamiento en el programa que aplican.
La prevención escolar debe conseguir que los jóvenes no consuman drogas o
retrasen la edad de inicio, detectar y prevenir otras conductas problema y ser capaces
de afrontar las distintas circunstancias de la vida que van surgiendo. Aplicada en la
escuela debe conseguir este objetivo en todos los alumnos pero puede haber distintos
grados de intensidad. Así, los programas universales son útiles para todos, pero sería
conveniente aplicar programas selectivos, o bien remitir a las personas con problemas
de drogas, o problemas de otro tipo (psicopatológicos, familiares, sociales, etc.), a los
servicios sociales, sanitarios, de drogodependencias o de salud mental, para paliar los
mismos o poder solventarlos. Por ello la escuela es importante pero no lo es todo en la
prevención. Exige también que los profesores tengan el suficiente apoyo técnico y
profesional para los problemas que se vayan encontrando con sus alumnos. Otros
aspectos también los tendrán que trabajar como cuestiones generales de la educación
de la salud (ej., hábitos de higiene, salud sexual, VIH, etc.), dependiendo de cada
grupo de edad.
En Santiago de Compostela desde la Concejalia de Benestar Social, y
específicamente desde la UMAD, se coordina la aplicación de toda una serie de
programas preventivos todos los años, en relación al consumo de drogas en los que
basan la prevención en el aprendizaje y práctica de las habilidades sociales y
competencias personales para dotar al individuo de capacidad suficiente para
desenvolverse como ciudadano sin tener que recurir al consumo de drogas. En la tabla
10 indicamos los mismos. Estos programas permiten llegar a una parte importante de
los niños y niñas, y adolescentes, escolarizados. Lo ideal es que la intensidad de estos
programas fuese mayor, y constituyesen una asignatura específica del curriculum
escolar, referida a Educación para la Salud. Hoy sabemos que lo importante en la
167
escuela y en la vida no es sólo aprender conocimientos sino también habilidades y
estrategias adecuadas para afrontar la realidad cotidiana, los problemas que nos
surgen, el manejo de las frustraciones, la presión del grupo de iguales, la publicidad, el
consumismo, etc.
15.2.3. En las instituciones sociales
Una sociedad es lo que quiere ser y el individuo es reflejo importante de donde
vive y de su ambiente más cercano. Esto se operativiza en las instituciones sociales, o
en aquellos elementos representativos y ejemplares del sistema social. Ellos tienen que
ser la norma y el ejemplo de lo que es dicho sistema social. De ahí que las distintas
instituciones sociales tengan un papel educativo claro. Entre las instituciones sociales
podemos considerar tanto el aspecto legislativo (parlamento, senado), el institucional
(gobierno central, gobierno autonómico, gobierno provincial, gobierno local, etc.) y el
judicial (administración de justicia, cárceles, juzgados, etc.), etc. A nivel local las
instituciones sociales abarcan tanto las del gobierno (ayuntamiento, administración del
estado, administración autonómica) como aquellas otras sociales de peso (ej.,
asociaciones, grupos organizados, partidos políticos, sindicatos, etc.). Todas ellas son
ejemplo y referente de lo que tiene que ser el buen funcionamiento social. De ellas
emanan conductas y acciones que se consideran deseables, por lo que debe haber
una adecuación entre las instituciones sociales y los individuos, ya que los individuos
de esa sociedad son los que, al final, forman las mismas. Actualmente, en lo que se
refiere al consumo de drogas, los problemas de los jóvenes, la marcha, el botellón, sus
expectativas, etc., no siempre se dispone de suficiente información en las instituciones
sociales sobre estos problemas, sus causas y como se pueden abordar efectivamente.
Estudios como el presente pueden ayudar a sensibilizar y a tomar medidas para el bien
común, como es claro al hablar de preservar la salud de los ciudadanos, como que no
se consuman drogas o que no las consuman abusivamente, preservar los derechos de
la infancia, cómo cumplir las leyes orientadas a preservar la salud, respetar las
normas, etc.
En este sentido hay que valorar muy positivamente los trabajos que realizó en la
ciudad, auspiciados por el Concello de Santiago de Compostela, el denominado “Foro
polo civismo”. En él estuvieron representados concejales municipales, representantes
de los partidos políticos, fuerzas de seguridad del estado, profesores, padres de
168
alumnos, alumnos, asociaciones de padres, asociaciones ciudadanas (de vecinos,
restauración, comercio, juveniles). La conclusión de los trabajos de dicho foro llevó a la
puesta en marcha de ciertas medidas como la de restringir la venta de alcohol en la
ciudad después de las 10 de la noche, en las tiendas de 24 horas, que era donde los
más jóvenes conseguían el alcohol para hacer el botellón. La puesta en práctica de
esta medida, a principios de 2009, refleja un menor consumo de alcohol, menores
ventas en dichos establecimientos y menor afluencia de jóvenes al botellón. Con ello,
aunque no se soluciona el problema del botellón, se permite reducir sus
consecuencias, al menos las del alcohol.
15.3. Nivel social, comunitario y de medios de comunicación de masas
Como hemos insistido, el campo de la diversión, de salir y de las conductas
problema asociadas, es un tema que va más allá del nivel individual o del nivel familiar
o escolar. Es una cuestión que abarca todo el sistema social. De ahí que ante los
problemas que surgen con la diversión haya que buscar soluciones sociales que
partiendo del nivel técnico vayan poco a poco siendo asumidas por el poder legislativo
y las ponga en marcha pero preparando a todos para su puesta en práctica con
convicción, firmeza y mostrando y convenciendo a algunos de que es necesario
hacerlo. Tenemos ejemplos previos que pueden ilustrarnos, como el hecho hoy bien
asumido de las miles de vidas que cada año salva el cinturón de seguridad, y la
dificultad que tuvo convencer a muchos conductores de la bondad de esta medida
cuando se puso en marcha hace años, aunque hoy todavía algunos la incumplen.
Es indudable que el consumo de alcohol está muy arraigado en nuestra
sociedad; en algunos casos su consumo va unido a creencias, hábitos o costumbres
que se han transmitido de generación en generación. Pero también otras se han
adaptado del nivel tradicional al mundo actual con un claro sentido mercantil por parte
de la industria alcoholera o de la hostelería, como nos encontramos en celebraciones
masivas (ej., bodas, bautizos, fiestas), donde el consumo de alcohol tiene unos
patrones de consumo modernos, que tienen poco que ver con el nivel tradicional. De
ahí la necesidad de hacer cambios en la línea de acciones de salud pública, en casos
como éstos, que nada tienen que ver con el sentido tradicional del consumo de alcohol.
El consumo de tabaco era hasta hace poco algo habitual y hasta bien visto. Con
la disponibilidad de información sobre las graves consecuencias que causa en la salud
169
la percepción del mismo ha ido cambiando poco a poco y en los próximos años el
cambio será aún mayor. A pesar de ello las empresas tabaqueras se han orientado a
los jóvenes para poder captarlos como nuevos adictos y en gran medida lo han
conseguido, especialmente en el caso de las mujeres (Becoña, 2006). Es de esperar
que la Ley de 2006 sobre el control del tabaco permita que avancemos en este tema.
En el caso del cannabis todo un movimiento organizado con claros intereses
económicos e ideológicos, conocidos como cultura pro-cannabis (Calafat et al., 2000),
están consiguiendo confundir a la población insistiendo en las hipotéticas bondades del
cannabis y callando las graves consecuencias que produce su consumo si éste se
generaliza (Grupo de Estudios sobre el Cannabis, 2004). Su unión a la vida recreativa
ha facilitado el que la población sea engañada, unas veces, y confundida en otras, con
sus teóricas bondades, como ocurrió históricamente de igual modo con el tabaco, y nos
encontraremos dentro de unos años lamentando sus consecuencias.
Algo semejante podemos decir de la cocaína y de las drogas de síntesis. Las
falsas creencias sobre las mismas han estado en la base de su consumo, junto a los
cambios en los horarios de diversión, que exigen aguantar muchas horas sin dormir, o
de estar de marcha, y en este caso la cocaína y las drogas de síntesis ayudan a
mantenerse despiertos y activos durante mucho tiempo. El problema surge cuando ese
consumo lleva a un abuso o a una dependencia. El problema de la cocaína es claro en
España, como en Galicia. Esto se ve reflejado en el enorme incremento de las
demandas de tratamiento de personas con problemas derivados de consumo de
cocaína en los centros asistenciales en los últimos años. Así, en Galicia, en las
Unidades de Atención al Drogodependiente se ha pasado de un 92.3% de pacientes
que demandaban tratamiento por heroína en 1996 a un 36% en dichos centros en
2003. Por el contrario, de una demanda de un 3.4% de cocainómanos en 1996 se ha
pasado a un 41.2% en 2003. Hoy la demanda es aún mayor. Dado que la demanda por
heroína se ha mantenido constante, o con un ligero descenso, ha sido enorme el
incremento de las demandas por tratamiento de cocaína en tan pocos años y en
número de personas que demandan tratamiento. Lo mismo está ocurriendo en toda la
geografía nacional.
Por ello es necesario un cambio en algunas costumbres sociales actuales. Hoy
ya podemos afirmar que dicho cambio social se ha estado dando y se sigue dando,
aunque de modo muy lento. El motivo de este cambio ha sido y son las negativas
170
consecuencias que tiene el consumo abusivo de alcohol, tabaco, cannabis, cocaína,
etc., en jóvenes. En el caso del alcohol debido a su consumo abusivo en forma de
botellón, por los problemas de consumo en edades en que legalmente no se puede
beber sino de claro perjuicio para su salud y crecimiento, borracheras, ruidos,
suciedad, etc., y por otras consecuencias que acarrean las formas abusivas de
consumo de alcohol, como accidentes de tráfico con resultado de invalidez y muerte,
accidentes y lesiones, problemas de rendimiento en la escuela, etc. En esta labor tiene
una gran relevancia los medios de comunicación de masas, los cuales tienen la
responsabilidad de informar de modo objetivo, denunciar los abusos de la publicidad
del alcohol, indicar los efectos negativos que está teniendo actualmente el consumo
abusivo de alcohol en los jóvenes e insistir en la búsqueda de soluciones para el
problema y en el seguimiento de las que se están poniendo en marcha.
15.4. Nivel preventivo
El nivel preventivo es muy importante en este tema. La prevención de las
conductas de riesgo, en donde insistimos que el consumo abusivo de alcohol es en
este momento el elemento modulador de toda la vida recreativa, y especialmente la
participación en el botellón, hace que haya que dedicar amplios esfuerzos a la
prevención del consumo de las distintas drogas, las legales, tabaco y alcohol
inicialmente y, conforme se incrementa la edad, del cannabis. Los programas que hoy
se utilizan en la escuela (ver Becoña, 2002, 2005, 2006, 2007), se orientan a la mejora
de las habilidades ante la vida, entrenando a los jóvenes para que adquieran
habilidades que les permitan afrontar más adecuadamente el mundo que les rodea.
15.4.1. En la escuela
Cuando se contacta con los profesores de los centros escolares se aprecia
que éstos tienen una idea bien formada del estado de cosas que ocurren entre los
jóvenes. Suelen tener suficiente información sobre las conductas adecuadas e
inadecuadas de sus alumnos tanto dentro como fuera del recinto escolar. Su labor
educativa les hace centrarse en distintos problemas que ven en la sociedad y que se
reflejan en sus propios alumnos. Puede afirmarse que los profesores de los centros
educativos tienen una visión real y objetiva de lo que está pasando con sus alumnos y
en la sociedad. Por ello, potenciar su labor, y conocer sus inquietudes es un aspecto
171
importante para mejorar no sólo nuestro sistema educativo sino también nuestro
sistema social.
Por ello, un objetivo fundamental será conseguir que los profesores puedan
acceder a información actualizada sobre los jóvenes, conocer cómo se divierten, su
consumo de alcohol y drogas, sus efectos y cómo prevenir efectivamente dichos
consumos. Por otra parte, deberían aprender a detectar otras conductas problema y
cómo ayudarles o derivarles a un especialista. Esta información debe complementarse
con otros aspectos relacionados con la educación en general. Por suerte, en Santiago
de Compostela, están en marcha en los distintos centros escolares distintos programas
preventivos coordinados desde la Unidad Municipal de Atención al Drogodependiente
(Concejalia de Bienestar Social. Presentamos en la tabla 10 todos los programas de
prevención que se implementan desde la UMAD.
Dado que para la mayoría de los profesores su principal fuente de obtención
de información sobre la diversión, el alcohol y las drogas, es a través de los medios de
comunicación, se deben hacer llegar a estos medios información sobre estos temas
que sea objetiva, realista y no de tipo tremendista, distorsionada o sensacionalista.
Tabla 10. Programas preventivos que se coordinaban desde la Unidad Municipal de
Atención al Drogodependiente (Concejalía de Bienestar Social de Santiago de
Compostela)
Curso
Título
EPO, ESO y Bachillerato
Educación para a saúde na escola
5º e 6º Primaria
Cinensino
6º Primaria
Entrenamiento en habilidades sociales
1º e 2º ESO
Cinensino
1º ESO
Programa de Habilidades para a vida “Bo rollo”
2º ESO
Programa de Habilidades para a vida “Bo rollo”
3º ESO
Programa de Habilidades para a vida “Bo rollo”
4º ESO
Taller de drogas “pasa algo non pasa nada”
Adolescentes
Programa de resolución de conflictos entre
con problemas
padres y madres de adolescentes
Totalidad del alumnado
Escuelas de madres y padres para la educación
172
La organización de cursos u otras actividades para obtener información o actualizar
la información de la que ya disponen sobre los distintos problemas con los que se
enfrentan sus alumnos puede serles de una gran utilidad. De igual modo, deberían
potenciarse los Departamentos de Orientación de los Centros escolares ya que los
mismos resultan muy eficaces para la detección de los problemas de los alumnos y
alumnas tempranamente. La UMAD, en este sentido,
tiene también programas
específicos de detección de niños y niñas con problemas de conducta y problemas de
drogas con el objetivo de poder intervenir tempranamente con ellos (ej., el Programa de
resolución de conflictos entre padres/madres e hijos adolescentes, Enfrentando os
problemas y En busca do tesouro das familias).
15.4.2. En la familia
La prevención no debería quedar meramente en la escuela, como
desafortunadamente ocurre en muchos casos. También tiene que llegar a la familia y a
todo el conjunto de la sociedad, especialmente a los que son más vulnerables y que,
por tanto, lo precisan más. Hoy la familia no siempre tiene solución a todo,
especialmente por el surgimiento de nuevos problemas como el consumo de drogas en
sus hijos, para los que no siempre puede tener solución o encontrar la solución más
adecuada. Facilitarle información, apoyo y entrenamiento en habilidades para el
manejo de sus hijos ante problemas como éste son abordajes que agradecen.
Aunque las madres suelen ser las encargadas de llevar el peso de la educación
de sus hijos, y la mayoría de ellas, junto a sus padres, educan a sus hijos en hábitos
saludables, en muchas ocasiones tienen una idea positiva o idealizada del
comportamiento de sus hijos. Creen que sus hijos nunca van a realizar conductas de
riesgo, o que no las hacen, cuando luego realmente si lo hacen. De todos modos
sabemos que estas conductas de riesgo las realizan, por suerte, sólo un porcentaje
reducido del total de los jóvenes. Que los padres conozcan mejor el comportamiento de
los jóvenes en la actualidad y de sus propios hijos puede ayudarles a comprender
mejor a sus hijos y a poder ayudarles si tienen problemas.
En Santiago de Compostela los padres tienen la posibilidad de acudir a distintos
dispositivos si tienen problemas con sus hijos. Desde la UMAD, tanto a nivel preventivo
como asistencial y desde los Servicios Sociales de la Concejalía de Bienestar Social
como ya hemos indicado, con sus programas preventivos para adolescentes con
173
problemas, como tratamientos si ya consumen sustancias, o los propios servicios
sociales, pueden dar respuesta a dicha problemática. Pero no siempre los padres
demandan dicha ayuda, ya que o bien no la conocen, o creen que por sí mismos
pueden manejar los problemas de sus hijos a pesar de que los mismos les desbordan,
a veces no son capaces de controlar adecuadamente la conducta de sus hijos o creen
que con el tiempo todo volverá a ser como antes. De ahí la relevancia de que se
conozca la existencia de dichos programas y de que pueden acudir los padres a los
mismos.
15.4.3. A nivel comunitario
El nivel preventivo a nivel comunitario es muy relevante, pero se trabaja
habitualmente menos este tipo de programas por sus dificultades. Sin embargo, en
Santiago de Compostela hay varios ejemplos muy representativos de intervenciones
comunitarias relacionadas con el bienestar de las personas en zonas donde hay un
mayor riesgo de marginalidad o por los grupos sociales que en ellas viven. Su objetivo
se orienta a que los jóvenes se integren adecuadamente a nivel escolar, laboral, se
eviten problemas personales, familiares y comunitarios.
Primeramente, está el proyecto de dinamización sociocomunitaria para el
Ayuntamiento de Santiago de Compostela. Este es una forma de acción pedagógica
dirigida fundamentalmente a la población juvenil del Término Municipal del
Ayuntamiento. Dicho proyecto va encaminado a la construcción de alternativas al ocio
tradicional que fomenta en muchos casos el consumo de drogas como vía de
integración en la comunidad. Su objetivo es prevenir el consumo de drogas a través del
diseño e implementación de actividades de ocio adecuadas al desarrollo evolutivo,
intereses y expectativas de los destinatarios a través de agentes educativos en medio
abierto a fin de valorar el contexto y diseñar acciones socioeducativas sobre el medio
de intervención, centradas en la población juvenil.
Un nuevo programa preventivo a nivel comunitario que se esta llevando a cabo
desde principios del 2009 es el de Educadores de rua, denominado técnicamente
"dinamización socio comunitaria". Este programa se está llevando a cabo con cuatro
educadores, dos en el barrio de Fontiñas (va en su segundo año de vida) y dos en el
barrio de Conxo (por primera vez en este año de 2009).
En la misma línea, a lo largo del presente año, los técnicos han realizado
174
reuniones de barrio en Fontiñas y en Conxo para los citados programas. En estas
reuniones participan entidades representativas de barrio (centros educativos,
asociaciones, asistentes sociales, Iglesia y otras entidades) en las que se exponen los
problemas existentes en los barrios y se buscan soluciones coordinadas. De todas las
reuniones se levanta acta. Es otra vía de intervención preventiva que tendrá que
incrementarse en los próximos años.
15.5. Nivel asistencial
Dados los claros problemas que el consumo abusivo de alcohol y de las distintas
drogas produce, y por el surgimiento de nuevos problemas (ej., el fracaso escolar, los
problemas de salud mental, la violencia, otros problemas comportamentales, etc.), en
muchos de estos casos va a ser necesario la coordinación con el nivel asistencial, sea
del sistema sanitario (ej., atención primaria, pediatría, salud mental, servicios de
urgencias, etc.), de la red de drogodependencias (UMAD), de las unidades de
alcoholismo y de conductas adictivas o de otros dispositivos relacionados
indirectamente con el nivel asistencial (ej., servicios sociales) por lo que se debe
potenciar. Una buena coordinación de todos los recursos facilita una rápida detección
de muchas personas con problemas y, lo que es más importante, pudiendo ayudarles
directamente o derivarlos al lugar adecuado para que le presten la ayuda más eficaz.
En este sentido la existencia en Santiago de Compostela de la Unidad Municipal
de Atención al Drogodependiente, UMAD, y un sistema amplio de recursos de
Servicios Sociales, facilita coordinar adecuadamente las acciones que hay que poner
en marcha.
15.6. Acciones concretas a realizar
Son varias las acciones concretas a realizar para conseguir lo anterior. Algunas
de ellas ya están en vigor a través de normativas municipales, de los recursos
preventivos y programas asistenciales o de los recursos sanitarios, de los serviciois
sociales o del sistema educativo. Otras implican reforzar lo ya existente junto a la
implementación de otras nuevas. Estas serían las siguientes:
175
15.6.1. Acciones informativas y educativas para los jóvenes, padres y población
en general
En función de los resultados obtenidos en este estudio en la ciudad de Santiago
de Compostela es claro que mejorar las acciones informativas y preventivas puede ser
de una gran utilidad, dirigiéndolas tanto a los jóvenes, como a los padres y a la
población en general. Aquí también debemos incluir a los profesores de los centros
docentes de primaria y secundaria, el medio universitario, y a los profesionales
implicados directa o indirectamente con las personas de estas edades. Esto puede
hacerse mediante la comunicación directa a través de prensa, radio y televisión, o bien
a través de la elaboración de folletos informativos, para jóvenes y padres, anuncios en
prensa, envío de notas a los medios de comunicación. Asimismo debemos incidir en la
Escuela, Institutos y Centros de FP y Universidad, disponiendo de información sobre
las consecuencias negativas de cierto tipo de conductas problema como son algunas
de las analizadas (botellón, incivismo, accidentes, actos violentos, orines, etc.). Se
debe proporcionar información objetiva sobre ello y sensibilizar a los jóvenes de que
todos vivimos en la misma ciudad, en el mismo planeta, y que el respeto mutuo es un
elemento esencial de la convivencia.
También, por lo que hoy sabemos, es de gran relevancia formar adecuadamente
a los mediadores sociales que se vinculan con los jóvenes, como educadores de calle,
dueños de locales de copas, personal de la hostelería, etc.
No hay que olvidar también que podemos utilizar de modo muy eficaz Internet y
páginas webs de tipo preventivo dirigidas a los jóvenes.
15.6.2. Acciones preventivas para los jóvenes y para los padres
La prevención escolar debe tener como guías para su acción:
- insistir en el no consumo y en los efectos negativos del mismo, con datos
objetivos, a pesar de que en muchos casos está ampliamente extendido el consumo
entre los adultos y jóvenes (ej., alcohol, tabaco, cannabis);
- que tengan clara la diferenciación entre el consumo social, normativo, donde la
persona tiene control del consumo, o autocontrol, como ocurre con el alcohol, del
consumo descontrolado, de la dependencia de las distintas drogas y de las graves
consecuencias que acarrea el consumo abusivo a nivel personal, familiar, físico y
social;
176
- que conozcan que el botellón no es una conducta normativa y que la
persistencia en su uso puede acarrear problemas con el alcohol (borracheras, pérdida
de control, accidentes de tráfico, comas etílicos, embarazos no deseados, mayor
riesgo de implicarse en peleas, etc.);
- que sepan que el consumo abusivo de alcohol va unido al consumo de tabaco,
cannabis y en muchos casos al de otras drogas;
- que adquieran habilidades para afrontar cualquier situación vital por ellos
mismos sin necesidad de tener que acudir a las drogas, al alcohol, o a los
psicofármacos;
- que vean las ventajas que tienen los estilos de vida saludables, como pueden
apreciar a través del deporte, vida al aire libre, asociacionismo, etc.;
- que conozcan que la diversión es una parte de su desarrollo vital, que divertirse
y estar con los amigos es algo bueno y saludable y que hay modos de hacerlo sin
necesidad de consumir drogas o realizar conductas incívicas, de riesgo o impulsivas;
- que conozcan cómo funciona la publicidad sobre el alcohol (directa) y el tabaco
(indirecta) y sepan hacerle frente a dichos efectos de modo crítico;
- que conozcan los intereses que subyacen a la venta y distribución de las
drogas ilegales (especialmente lo que subyace a la cultura procannabis);
- que todo ello se integre dentro de un programa preventivo a nivel escolar, y
que se complemente con otras acciones a nivel familiar y comunitario.
Una de las causas de esta problemática está en el cambio de valores que se ha
producido en la familia y en nuestra sociedad en general en las últimas décadas, junto
a la mejora de las condiciones económicas y al actual consumismo y la no menos
importante vida recreativa. Hoy nuestro sistema social es muy distinto al de hace varias
décadas. Hemos mejorado en muchos aspectos y empeorado en otros. El del consumo
de drogas, el del abuso de las tecnologías, y el del surgimiento de problemas
inexistentes hace años a nivel físico y mental debido a esos consumos abusivos, es
algo nuevo desde una perspectiva histórica. Por ello, es muy importante incidir en la
prevención familiar tanto por su relevancia como por la responsabilidad que los padres
tienen, como padres y a nivel legal, dado que estamos hablando de jóvenes que salen
a divertirse y que en muchas ocasiones tienen menos de 18 años. Por ello, junto a los
programas familiares de tipo preventivo que se pueden implantar desde la escuela, al
menos en el período de escolarización obligatoria de sus hijos, también se considera
177
relevante:
- elaborar y enviar sistemáticamente cartas, folletos y/o videos a la casa de los
padres por sistemas de distribución que hagan que los mismos les lleguen
efectivamente con información y habilidades para afrontar en sus hijos el problema del
inicio, consumo y abuso de alcohol, tabaco, cannabis y de otras drogas (ej., cocaína,
drogas de síntesis) así como prevenir su consumo y mejorar la comunicación y
relación con sus hijos, hacer frente a las peticiones y manipulaciones de éstos, reducir
el consumismo imperante, detectar y manejar los problemas de conducta, etc. Este tipo
de acciones debe mantenerse en el tiempo, por la relevancia actual y futura que tienen,
variando los contenidos para que sigan siendo atractivos conforme pasa el tiempo;
- llevar a cabo ciclos de conferencias para padres sobre la diversión, la marcha,
el botellón, el consumo de otras drogas, la adolescencia, el consumismo, los
problemas de conducta, el fracaso escolar, las adicciones comportamentales y su
responsabilidad como padres, realizados por profesionales expertos (que pueden ser
de la propia ciudad) y en lugares accesibles para los padres (ej., en una asociación
vecinal, en un centro cultural, etc.), con lo que se facilita que éstos acudan y que haya
su correspondiente información en los medios de comunicación de masas;
- seguir potenciando y ampliando las escuelas de padres, especialmente para
aquellos que tienen hijos con problemas, sean específicos sobre el consumo abusivo
de alcohol, cannabis, u otros problemas de relación o de conducta que les pueden
llevar a consumir sustancias con intensidad (abuso o dependencia) o a tener distintos
problemas comportamentales;
- envío de notas a la prensa desde los organismos coordinadores de las
acciones preventivas, asistenciales y sociales sensibilizando a los padres, y al resto de
la sociedad, de esta problemática y de su responsabilidad en el control de sus hijos
menores de edad y en la necesidad de que sus hijos tengan una educación integral y
un adecuado afecto para un desarrollo psico-afectivo normal.
15.6.3. Acciones encaminadas al cumplimiento de las normativas existentes
sobre el no consumo de alcohol, tabaco, cannabis, etc., en los menores y/o
mayores de edad
Acciones de tipo normativo y legal son importantes para poder consolidar todo lo
anterior, o incluso para poder ponerlas en práctica. Dado que en el momento actual
178
disponemos de suficientes normativas a nivel nacional, autonómico y local, lo más
relevante de este punto sería:
- dado que a nivel local hay suficientes normativas relacionadas con la vida
recreativa y nocturna, cierre de locales y diversión en general (especialmente de notar
es la reciente “Ordenanza de convivencia, residuos y limpieza viaria de Santiago de
Compostela”), ésta debe hacerse conocer a los ciudadanos de Santiago de
Compostela y a los que viven aquí y que sepan que la misma se aplica para mejorar la
salud pública y el bienestar de todos los ciudadanos, de forma que no sea vista como
algo represivo;
- llevar a cabo inspecciones y otras acciones realizadas por los responsables
locales; estas acciones deben mantenerse en el tiempo y coordinarlas con el resto de
acciones que estamos indicando; es útil hacer público varias veces al año el resultado
de dichas inspecciones;
- hacer cumplir las ordenanzas municipales sobre horarios, edad para el
consumo de alcohol y tabaco, espacios limitados para la venta de alcohol, sanciones
para los que venden alcohol a menores, control de la publicidad orientada a menores
colocada en vallas, marquesinas, control del acceso a menores a locales para
mayores de 18 años donde se dispensa alcohol, cumplimiento de la normativa por
parte de los locales de 24 horas, controlar que no se eche basura en la calle ni se orine
en ella, etc.
15.6.4. Acciones de potenciación del ocio y tiempo libre dirigido a los jóvenes
donde el objetivo sea la mejora de la calidad de vida y una diversión sana sin
alcohol ni drogas ni conductas incívicas
Sin duda alguna, las acciones anteriores quedarían cojas si no conocemos bien
un elemento que está, en parte, en la base de este nuevo problema: los lugares donde
los jóvenes van a divertirse, los lugares donde beben, en el botellón, en la calle, en los
soportales, en los lugares que consideran como suyos. Así, algunas plazas, parques,
calles, se han convertido para una parte de los jóvenes en su lugar de encuentro,
donde se divierten en su tiempo libre, donde pasan las largas horas de las noches del
fin de semana o de la semana (ej., los jueves). Unos lo hacen en el lugar del botellón,
otros en bares y discotecas, otros en pisos de amigos, otros fuera de la ciudad pero
con patrones semejantes a los citados.
179
Hoy tenemos que saber que la noche cada vez más se está convirtiendo en el
espacio social de los jóvenes; es decir, se está convirtiendo en su espacio social, un
espacio que les permite diferenciarse de los adultos. Por ello, se considera que un
modo que facilita el control y la solución de este problema es potenciar actividades
alternativas y/o proporcionarles lugares de encuentro. De ahí la conveniencia de
facilitarles lugares de ocio, tiempo libre y diversión para los jóvenes o potenciar los ya
existentes. Estas acciones deben orientarse a: a) Proporcionarles o facilitarles el uso
de locales o lugares de encuentro adecuados; y b) Facilitarles un mayor acceso a
actividades del siguiente tipo: culturales: bibliotecas, lectura, internet, teatro; deportivas:
pabellones, deportes; lúdicas: juegos, baile, música; y otras que puedan surgir.
Esto exige una política juvenil donde se facilite el acceso a locales por parte de
los jóvenes en aquellos lugares en donde no existen, se habiliten otros ya existentes y
se financien y potencien actividades culturales, deportivas y lúdicas orientadas
específicamente a los jóvenes. Esto significa en muchos casos la creación de
infraestructuras y lugares de encuentro donde los jóvenes sean los protagonistas. Es
por esto que los adultos precisamos conocer lo que quieren y lo que les gusta.
Por lo que sabemos, lo que hoy buscan básicamente los jóvenes es relacionarse
entre sí, con otros jóvenes, conocer personas del otro sexo, tener lugares donde
reunirse y donde conocer gente (Becoña y Calafat, 2006; Calafat et al., 2005). Por ello,
prefieren las concentraciones multitudinarias, como ocurre cuando beben en grupo.
Cuando hay un concierto la situación es la misma aunque centrada básicamente, y
para casi todos, en el baile, la diversión y el pasarlo bien, no en el consumo de alcohol
y de drogas (aunque una minoría lo siguen haciendo en estos actos porque
probablemente ya tienen problemas de dependencia a una o más drogas). Hoy
sabemos que el consumo de alcohol, incluso en el botellón, es complementario para
los jóvenes, aunque se incrementa el riesgo de consumo si el alcohol está presente,
como realmente siempre lo está en el botellón.
Lo relevante sería que tuviesen lugares de encuentro adecuados, libres de
alcohol y otras drogas, como así ya ocurre en asociaciones juveniles, locales de la
juventud, etc. En esta línea es importante potenciar las asociaciones de jóvenes con
objetivos saludables (ej., asociación dedicada a la escalada, al senderismo, a
actividades culturales, musicales, teatro, deporte, etc.). También es por ello importante
facilitarles el acceso a lugares donde puedan verse como campos deportivos,
180
polideportivos, bibliotecas, etc. También estudiar la posibilidad de facilitar y potenciar
actividades de ocio y tiempo libre en la noche, lo que se ha denominado ocio
alternativo. De todos modos hay que tener cuidado con este tipo de programas ya que
hoy sabemos que a nivel preventivo es poco eficaz y en muchos casos
contrapreventivo (Acero, Moreno, Moreno y Sánchez, 2002; Hermida y Secades, 2004);
esto es, ineficaz para prevenir el consumo de drogas si se diseña mal, como ya ha
ocurrido con frecuencia hasta ahora. De ahí la importancia de regular el horario de
cierre de locales y de todo tipo de diversión o evento. La idea central que se debe
transmitir es que hay un horario tope en la noche y de que ésta es básicamente para
dormir. Ante este planteamiento siempre habrá personas (y a veces también intereses)
que estarán en el lado opuesto de este planteamiento ya que prefieren que no haya
control, o al menos un menor control, como realmente ocurre en la noche.
15.6.5. Cribaje de grupos y personas en alto riesgo para realizar con ellos
acciones puntuales y específicas para sus conductas problema
Entre los jóvenes que salen de marcha y beben abusivamente, fuman,
consumen cannabis, cocaína, llevan a cabo conductas incívicas, orinan en la calle,
hacen mucho ruido, conducen a alta velocidad, etc., como entre los que ya han
adquirido una dependencia a alguna drogas (especialmente al alcohol, nicotina,
cannabis o cocaína), una intervención más especializada sería una buena alternativa
para ellos. De ahí que sea de gran relevancia su pronta detección y facilitarles o
convencerles de que acudan a un tratamiento. Aunque esto no es fácil, la utilización de
mediadores o entrenar a los jóvenes en detectar entre sus amigos este tipo de
personas puede ser relevante para evitar problemas de dependencia en su vida adulta.
Nótese que los jóvenes en Santiago de Compostela saben que hacer cuando
hay una emergencia. Llaman con el móvil al 061 para que éste solucione el problema.
El 061 funciona de modo muy eficaz en la ciudad y cuando es necesario acude en
pocos minutos para atender la demanda realizada. Si pueden solucionarlo
directamente (ej., un corte, una intoxicación) lo hacen, pero si no pueden hacerlo, lo
remiten al PAC de Atención Primaria o al Servicio de Urgencias del Hospital Clínico
dependiendo de la gravedad del caso (ej., coma etílico).
También a nivel laboral, e incluso escolar, se podrían hacer cribajes para
detectar a estas personas, tanto los que beben abusivamente el fin de semana como
181
los que ya están bebiendo de modo peligroso o arriesgado a diario, los que consumen
esporádicamente o con frecuencia cannabis, los que tontean con la cocaína cada vez
más frecuentemente, los que no van a la escuela o suspenden sin motivo aparente, los
que están todo el día enganchados al móvil, los que tienen otros problemas que les
llevan a consumir drogas, etc.
Su derivación a los distintos recursos sanitarios existentes, sean de atención
primaria, centros de drogodependencias, unidades de alcoholismo o servicios sociales,
facilitaría una intervención adecuada.
15.6.6. Conseguir la colaboración de la industria hostelera y del tiempo libre
Es indudable el peso y poder que actualmente tiene la industria hostelera y la
del tiempo libre, incluyendo bares, restaurantes, discotecas, pubs, etc., en la vida
nocturna y en la diversión. Esta industria tiene que cumplir toda una serie de normas y
al mismo tiempo procurar obtener el máximo beneficio en sus negocios. Por todo ello,
sería relevante llevar a cabo acciones que optimicen al máximo un programa de
acciones globales para reducir el consumo de alcohol y drogas y que la diversión sea
de calidad y al tiempo haya un equilibrio social entre la necesidad de divertirse y
conseguir que dicha diversión no tenga consecuencias negativas o que éstas sean
mínimas. Estas serían las siguientes:
- Educativas, para que la industria del ocio y de la restauración conozcan la
realidad de los problemas que causa la diversión y cuáles son los límites sanitarios y
sociales que pueden tolerarse. La formación de estos profesionales puede ser muy útil
tanto para la atención a sus clientes, los límites del consumo y de las normas en vigor,
así como para que puedan solicitar ayuda si alguno de ellos o sus empleados lo
precisa (Calafat et al., 2005).
- Llegar a acuerdos de colaboración con la industria hostelera, de distribución de
bebidas alcohólicas y propietarios de locales de copas de la ciudad, donde se vende
alcohol para que colaboren en que sus clientes hagan un consumo de alcohol
responsable y no vendan o sirvan alcohol a menores de edad. Esto puede hacerse a
través de convenios, cursos de formación, folletos, etc., con los mismos.
- Llegar a acuerdos de colaboración para que erradiquen de sus locales, de
existir, el tráfico de drogas, que tengan una normativa clara al respecto y un sistema
eficaz de control. Un protocolo de actuación acordado con ellos es importante para que
182
se cumpla a nivel de erradicación del consumo ilegal de drogas, cierre de locales,
normas higiénicas en el mismo, etc.
- Tener cuidado en no caer en la “pseudoprevención” que ofrecen los grandes
lobbies alcoholeros (ej., Fundación Alcohol y Sociedad), los cuales ofrecen teóricos
programas preventivos, gratis y financiados por ellos, y que es lo que técnicamente
denominamos “programas del lobo cuidando las ovejas” (ej., programas de conductor
alternativo o abstemio, pseudoprogramas escolares de tipo preventivo, etc.,) y cuyo
objetivo final es incrementar el consumo de alcohol (esto es, llevar a cabo acciones
contrapreventivas), como así se ha demostrado (Rodríguez Martos, 2003; 2007). Lo
mismo ha pretendido históricamente la industria del tabaco (ej., el pseudoprograma
preventivo que ofrecía gratuitamente Philips Morris).
Las multinacionales del alcohol insisten en la responsabilidad individual en las
personas que beben. Así, por una parte incitan al consumo, sabiendo que una parte del
mismo va a ser descontrolado y adictivo y, por otra, se lavan las manos sobre las
consecuencias negativas de dicho consumo. Esta es una estrategia bien estudiada por
parte de las multinacionales del alcohol como muestran sus documentos confidenciales
(ver Bond et al., 2009), igual que ha hecho hasta ahora la industria del tabaco. En esta
línea, cuando la industria reconoce que el alcohol puede producir problemas entonces
afirma que ello sólo le afecta a una pequeña minoría. Se callan que esa minoría es de
miles o de cientos de miles de personas, que en España produce la muerte prematura
de 8.500 personas cada año, que la morbilidad es enorme y que las consecuencias
físicas, mentales, personales, sanitarias y familiares afecta a miles de personas, todos
los días del año. Por ello, tenemos que conseguir una diversión sana, una diversión
segura en la que primen los intereses de los individuos, de los ciudadanos y los de la
salud por encima de los del negocio.
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Compostela: Xunta de Galicia, Consellería de Sanidade-Servizo Galego de
Saúde, Subdirección Xeral de Saúde Mental e Drogodependencias.
194
Apéndice: Conclusiones del Foro por el Civismo.
CONCLUSIÓNS DO GRUPO I: MOVIDA NOCTURNA E CONVIVENCIA
1.- O Concello de Santiago de Compostela, na súa actuación como Administración
Pública, dará exemplo de civismo e dedicarase activamente a promover a cidadanía responsable.
2.- O Concello de Santiago dará a coñecer o marco normativo, publicitando o que está prohibido na
cidade, garantindo que o texto das ordenanzas sexa coñecido por todos os veciños e veciñas e por todos
os que a visitan.
3.- Corresponsabilizar á cidadanía á hora de transmitir os valores éticos que fomenten o civismo.
4.- Informar de todos aqueles recursos e servizos públicos que o Concello pon en marcha para facilitar un
comportamento cívico. Neste senso, habilitarase un espazo na
páxina web municipal para que se poidan consultar tanto as conclusións, como as ordenanzas e demais
documentos relacionados cos temas de debate.
5.- Exercer a autoridade en cumprimento das Ordenanzas Municipais, especialmente en materia de ruído,
intensificando e axilizando os procesos de inspección de sancións.
6.- Colaborar coas demais administracións, con competencias nesta materia, co obxecto de loitar contra
o incumprimento da normativa vixente.
7.- Actuar de xeito transversal, garantindo que o vector civismo siga presente en grande parte da
actuación municipal, incidindo sobre todos aqueles factores sociais que poidan dexenerar en incivismo.
8.- Que o respecto e o diálogo caractericen a forma de actuar do Concello, sobre todo nas aparicións
públicas, para que resulte un modelo de convivencia.
9.- Recoñecer e difundir todas aquelas iniciativas cidadás dende o asociacionismo, organizando accións
voluntarias individuais que poidan devir nun modelo de civismo.
10.- Sensibilizar á cidadanía en xeral, e aos pais en particular, das consecuencias do elevado consumo
de alcohol e outras sustancias no ocio dos nosos mozos e mozas, e en especial en relación a presenza
dos menores de idade.
11.- O dereito a divertirse e o dereito a descansar pode ser compatible, de non ser así, non se podería
falar de compatibilización de ambos dereitos, senón que, sempre prevalecería o dereito ao descanso.
12.- Todas as modificacións que se produzan na Ordenanza de Convivencia, aprobada polo Concello, a
respecto dunha mellor adaptación ao explicitado no Foro serán debatidas polo plenario do mesmo.
CONCLUSIÓNS DO GRUPO II: PRÁCTICAS AMBIENTAIS SAUDÁBEIS
A utilización inadecuada dos espazos públicos xera problemas ambientais que afectan á colectividade
(ruído, sucidade...). O botellón é percibido como causa de problemas pero enténdese que é unha moda
de difícil eliminación, sobre todo por métodos directos. A cuestión de “botellón si ou botellón non” é
substituído por “botellón con ou sen educación”. Enténdese que é unha forma de socialización da xente
moza ( entre 15 e 23 anos), que se encontra a gusto por estar entre iguais, a maioría das veces en gran
grupo, e percibida como “autoxestión”.
Apúntase tamén que hoxe téndese a beber rápido para emborracharse (ás veces con consecuencias de
coma etílico) e que nas reunións para o botellón tamén circulan outras drogas. Por outra parte, tamén se
sinala que hai xente que non bebe no botellón, que os mozos e mozas que teñen outros intereses ou fan
outras actividades (deportes, música...) non fan ou non fan a miúdo botellón e que este, en xeral, vaise
deixando de facer a medida que se cumpren anos; dado que moitos/as dos usuarios do botellón son
menores, fálase da responsabilidade das familias e da tolerancia actual.
Conclúese que o fenómeno do botellón hai que abordalo a través dunha batería de accións tales como:
-Reactivar o sentido da responsabilidade dos pais e nais sobre os menores de idade.
-Promover a educación cívica; por exemplo, no depósito adecuado dos residuos
-Realizar campañas sobre o consumo de alcohol, que atinxan tamén aos pais/nais.
-Propiciar ou desenvolver actividades atractivas para a xente moza. Neste sentido desde a asociación de
hostalería nocturna apuntan que os locais poderían xogar un papel importante se se lles permitise realizar
actividades nas primeiras horas (música en directo, teatro alternativo, proxección de curtas...) nos días en
que máis se fai botellón, porque poderían atraer a potenciais usuarios/as e abaratar os prezos das
consumicións.
-Facer cumprir a normativa e dar difusión ás sancións impostas, xa que poden ejercer un efecto
disuasorio para ouriñar nos espazos públicos, para accións ruidosas en horario intempestivo, para o
abandono de residuos fóra dos equipamentos para eles,
etc.
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-Evitar as concentracións para o botellón en determinados sitios, particularmente en lugares “sensíbeis”
(a policía sabe facelo porque o botellón xa non se fai na cidade histórica nin na praza da Constitución).
-Ter en conta que o botellón é un fenómeno xuvenil que en parte responde á busca de identidade e de
autoafirmación como grupo, polo que falar negativamente do “botellón” non contribúe a que se perda
interese pola súa práctica.
CONCLUSIÓNS DO GRUPO III: EDUCACIÓN CÍVICA.
Consideramos que o botellón constitúe unha forma nova de socialización xuvenil, e supoñendo a
imposibilidade de impoñer* medidas represivas, centrámonos no difícil establecemento de normas para
un proceso social que destaca por ser antinormativo. Mais que de normas ocupámonos pois das formas
culturais asociadas e centrámonos nos efectos negativos do botellón e a necesidade de identificalos e
actuar sobre eles para reducilos.
A Comisión detecta ademais un problema social de organización do tempo de ocio, laboral, etc.
(descontrol, extensión, incompatibilidades) que excede claramente as nosas conclusións pero require un
toque de atención e un debate máis amplo ao respecto sobre os horarios que organizan a vida social e
produtiva.
Propostas a desenvolver cara os distintos axentes implicados, que deben ser entendidas e aplicadas
conxuntamente para poderen ser efectivas:
1) Mozos e mozas: Formas de información, necesidade de deseñar ferramentas e recursos para a
información sobre os efectos negativos e incívicos do botellón
Contémplanse diferentes posibilidades:
- Exposicións nos mesmos espazos onde se celebran.
- Maratón fotográfico realizado por mozos sobre o botellón e os seus restos e efectos.
- Sesións de traballo e debate nos centros educativos, na liña do xa realizado.
2) Adultos. Considérase fundamental a concienciación, implicación e responsabilización de pais/nais e
educadores da mocidade que participa neste acto social que é o botellón.
Compre deseñar tamén neste caso ferramentas e recursos para este colectivo. Destácase por exemplo a
necesidade dun inquérito sobre o botellón que sirva de chamada de atención e ademais recolla
información necesaria.
3) Locais. Atender á formación en termos de saúde pública coa implicación activa dos hostaleiros: educar
para beber, prestixiar os locais e recoñecer varios séculos de cultura tradicional (quizais de máis para a
xuventude?) en relación coa socialización nos locais públicos. Supón recoñecer e naturalizar as formas
tradicionais de consumo como alternativa.
Neste sentido varias propostas están xa formuladas por asociacións de hostalería:
- facilitar nos locais actuacións musicais e artísticas, en parte promovidas polos propios mozos e mozas.
- “happy hour” a prezos reducidos de bebidas sen alcohol nos locais
- promover bebidas alternativas ás alcohólicas: concurso de cócteles sen alcohol
4) Medio social e medios de comunicación. Promover a implicación dos medios sociais para elaborar
mensaxes sociais en relación con todo o anterior.
As propostas para colocar o asunto no debate público coa relevancia que merece, formúlanse a
continuación:
(Un exercicio de como desenvolver cada un dos puntos que neste caso faise a proposta da APSC)
1) Contactar cos directores e responsábeis dos medios de comunicación con sede en Santiago para
informar das pretensións deste Foro. Solicitarlles que remitan os nomes do xornalista ou xornalistas que
se dedicarían ao tema que nos ocupa para establecer unha referencia fixa en todas as comunicacións
que sexan necesarias. Tamén para recibir as súas achegas.
2) Crear un premio anual de xornalismo para o mellor traballo publicado en prensa, radio e televisión. As
informacións contribuirán a resaltar as consecuencias negativas do consumo descontrolado de alcohol. A
contía non será superior a 4.000 euros.
3) Presentar en rolda de prensa as conclusións do Foro.
4) O Gabinete de Prensa do Concello deberá poñer especial atención nas accións derivadas das
conclusións deste Foro e no asunto en si, para presentarllo da forma máis atractiva posíbel aos medio de
comunicación. Require un contacto fluído cos departamentos que organicen actividades relacionadas co
asunto e derivadas deste Foro, para ver que pode ser ofrecido aos medios.
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5) Os departamentos que organizan as actividades deben ter presente que un dos obxectivos é que
cheguen a coñecemento da sociedade a través dos medios de comunicación, o que redundará nunha
mellor resposta.
*Unha parte do grupo de traballo entende que si se poden aplicar as normas dispoñíbeis para evitar o
consumo de alcohol na rúa ou dificultar a súa venda con controis visíbeis para evitar a súa venda e
consumo por menores, como acción complementaria.
CONCLUSIÓNS DO GRUPO IV: HABITOS DE CONSUMO
Existen estudos, investigacións e informes que destacan a problemática xerada polo botellón e o
consumo abusivo de alcohol e outras drogas na saúde dos adolescentes e xuventude:
a. Urxencias 061 de Galicia: arredor do 11% das urxencias xestionadas no ano 2007 foron motivadas por
menores de 10-18 anos.
b. Botellón en Santiago (datos do Programa CREATIVE): Das 68 enquisas realizadas no curso escolar
2006-2007, realizadas na Alameda de Santa Susana, no horario do Botellón, amosase os seguintes
datos, a idade media foi dos enquisados é de 19,79. Destes o 42,6% refire consumir alcohois
fermentados, o 69,1% bebidas destiladas, o 39,7% consume tabaco e un 19,1 derivados do cannabis.
c. Botellón en Galicia (datos do Estudio sobre o consumo de drogas en Galicia 2006): un 47% dos
adolescentes e mozos/as galegos/as de 12-18 anos participaron algunha vez nun botellón. Un 30% dos
que participan en botellón responde a unha tipoloxía de bebedor abusivo
d. Informe da Comisión Clínica do Plan Nacional sobre Drogas: Las Encuestas Domiciliarias sobre Abuso
de Drogas en España (EDADES)1995-2005 realizadas por la Delegación del Gobierno para el Plan
Nacional sobre Drogas (DGPNSD), dirigidas a la población de 15 a 64 años, ponen de manifiesto que el
alcohol sigue siendo la sustancia psicoactiva con un consumo más extendido entre la población española.
De hecho, en 2005, un 93,7% de la población de 15-64 años lo había tomado alguna vez en la vida, un
76,7% en los últimos 12 meses, un 64,6% en los últimos 30 días, y un 14,9 diariamente en este mismo
último período. Por edad, la prevalencia de consumo en los últimos 12 meses era máxima entre los 15 y
los 24 años (80,0%), descendiendo ligeramente con la edad hasta los 55-64 años (68,6%).
O Grupo de traballo valorou estes datos e outros moi relevantes das diferentes políticas e estratexias
levadas a cabo no entorno da UE. Por iso, propón as seguintes
RECOMENDACIÓNS:
1. En ningún caso se pretende demonizar nin dar unha visión negativa da xuventude galega nin do
fenómeno do botellón. A finalidade das actuacións propostas enmárcanse na orientación preventiva de
redución de riscos para a saúde.
2. Debe aprobarse, no ámbito da Comunidade Autónoma, unha normativa sobre o consumo de alcohol e
outras drogas por parte dos menores. Neste sentido, o Anteproxecto de Lei integral en materia de
drogodependencias e outros trastornos adictivos, constitúe un bo punto de partida.
Dita iniciativa lexislativa, recolle importantes actuacións e programas en materia de prevención da
demanda do consumo de drogas.
Por outra banda, o fin último da regulación en materia de bebidas alcohólicas, non é outro que diminuír o
seu consumo abusivo e indebido, tratando de impedir o mesmo entre os menores de idade. Así, entre
outras medidas, prohibe a venda de todo tipo de bebidas alcohólicas aos menores de 18 anos e o seu
consumo en lugares públicos.
3. Considérase preciso realizar actividades de sensibilización dirixidas aos pais e nais de menores de 18
anos, facendo fincapé no consumo abusivo de alcohol e outras drogas, os horarios de saída dos fillos/as,
os límites e normas no ámbito familiar e o control no gasto en ocio nocturno. Todo iso co obxectivo de
informalos e responsabilizalos das condutas non saudables, sendo conscientes de que son os
responsábeis legais dos seus fillos menores.
4. Débense de potenciar, económica e tecnicamente, os programas e actividades preventivos que están
debidamente avalados pola comunidade científica, no ámbito educativo, familiar e xuvenil (neste caso, a
través das novas tecnoloxías). Neste sentido, o Concello ven realizando intervencións preventivas en
colaboración co Plan de Galicia sobre Drogas que deben ser difundidas e máis amplamente
desenvolvidas, contando coa achega económica de ambas administracións. Ao mesmo tempo, deben
evitarse actuacións puntuais ou de escasa eficacia preventiva.
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5. O Concello, co apoio da administración autonómica, promoverá unha campaña anual que teña como
meta o incremento na idade de inicio no consumo de alcohol e outras drogas por parte dos adolescentes.
Centrárase prioritariamente nos centros educativos e na etapa da ESO, tratando de facer partícipes a
educadores, alumnado e pais/nais. O programa da UMAD “Diálogo a tres voces” é un exemplo de boa
práctica para apoiar esta actuación.
6. Debe levarse a cabo tamén unha actuación formativa con mediadores xuvenís, prioritariamente con
voluntariado universitario, coa finalidade de chegar máis e mellor aos adolescentes e xuventude de forma
que sirvan de apoio aos programas preventivos para evitar conductas non saudables e, no seu caso,
promover formas de consumo de menos risco.
Así mesmo, para a posta en marcha destas recomendacións é necesario seguir contando coa
colaboración de todas as persoas e institucións implicadas no Foro.
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