`Canciones Para Matar a la Luna` (AUTO)BIOGRAFÍA `Canciones

Transcripción

`Canciones Para Matar a la Luna` (AUTO)BIOGRAFÍA `Canciones
LUNATICMAGAZINE
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DAVID
LITTLE
Viaje al Rock
Lunático
‘Canciones Para
Matar a la Luna’
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((AUTO)BIOGRAFÍA
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davidlittle.es
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DAVID LITTLE
VIAJE AL ROCK LUNÁTICO
A medio camino entre lorquiano y sabinero, David
Little es un músico de voz desgarrada y cálida que se
atreve a mirar al pasado musical sin dejar de sonar
actual. A viajar por el rock de los años 70 y el folk
rock progresivo. A utilizar pinceladas étnicas sin
dejar de ser auténtico.
En su debut reivindica un rock heterogéneo que
suena clásico y actual al mismo tiempo con unas
canciones interrelacionadas entre sí. El lado salvaje,
el conflicto sueño-realidad, el amor, el odio, la
nocturnidad, la ebriedad... Estos son los temas de
unas letras que en seguida el oyente hará suyas.
Este trabajo viene con el ADN de una escena cultural
malagueña en pleno crecimiento y ebullición, un
lugar donde conviven con naturalidad los códigos
anglosajones con los españoles. El propio David
Little, de sangre española y estadounidense, es
ejemplo de esa convivencia que se hace notar en
unas canciones pegadizas donde el rock convive con
referencias sutiles a la música de raíz.
CANCIONES PARA
MATAR A LA LUNA
Entre el folk rock setentero
y la poesía lunática
POR JOLLY ROGER
(EL TEMIBLE PIRATA)
Este disco nace con el corazón dividido entre
Norteamérica y España. ‘Canciones para matar a la
luna’ remite al rock de los años 70 y a sonidos con
sabor a blues, pero también al folk en su sentido
más amplio, al rock español e incluso a pinceladas
mediterráneas para aquellos que sepan escuchar.
Las letras son una de las grandes bazas de un
disco donde no solo importa el cómo, sino
también el qué. Porque aunque este no es un disco
conceptual, las canciones están interrelacionadas
entre sí en unos textos que, a su manera, beben
del simbolismo lorquiano y del canallismo
sabinero. El lado salvaje, el conflicto sueñorealidad, el amor, el odio, la nocturnidad, la
ebriedad. Estos son los temas de unas letras que
en seguida el oyente hará suyas.
Rock es la palabra, pero el rock que no se
conforma solo con ser rock. Estamos ante un
trabajo heterogéneo. Aquí hay espacio para el funk
rock en ‘Sin brújula / sin reloj’, el rock exóticomediterráneo de ‘El hombre que mató a la luna’ y
‘Mentiras’, para una nueva mirada independiente
en ‘Elevación’, el folk blues en ‘Sortilegio’, el swing
rock de ‘Bruja’, el country de ‘Debo de ser un
hombre realizado’, el folk rock progresivo en ‘A un
bala perdida’ y el rock urbano en ‘Loco’.
La grabación ha sido dirigida por el propio David
Little entre Málaga y Granada, con la colaboración
del productor musical Sergio Cascales (The
Smokers, Estrella Morente). Después de una
temporada en Madrid tocando en el circuito
acústico “entre cables que no funcionan y salas
que se quedan a oscuras”, David Little decide
regresar momentáneamente al sur para grabar
con músicos de su lugar de origen. Pero lo que él
creyó que iban a ser tres semanas terminó siendo
una aventura de ¡3 años!
Hubo tiempo para todo: para grabar maquetas en
un lugar idílico a orillas del río Genil, para grabar
las baterías en un rinconcito de Málaga donde
conviven música y teatro llamado la Caverna de
Calle Amores de Málaga, para ir con el estudio
a cuestas en un Seat Ibiza, para intentar llenar
a-todo-esto la nevera (porque tampoco es plan de
alimentarse del aire).
El disco está mezclado en Guadalajara (México) en
el nuevo estudio de Sergio Cascales. Por el camino
han aportado enormes granos de arena músicos
como el batería Antonio Carlos Miñán (Síndrome
de Xauen, Javier Ojeda), el bajista cubanomalagueño Yohany Suárez (Síndrome de Xauen,
Javier Ojeda), el violinista Darío José Pereira, el
bajista Fran Bujalance (The Wives), el guitarrista
Miguel Bau y el batería pamplonés Josu Erviti
(Txarrena).
MÚSICA
David Little (Voz + Guitarras)
Antonio Carlos Miñán (Batería)
Yohany Suárez (Bajo)
Miguel Bau (Guitarras)
Darío José Pereiro (Violín)
Josu Erviti (Batería)
Fran Bujalance (Batería)
Sara Dubois (Arreglos violín)
PRODUCCIÓN ARTÍSTICA
David Little
PRODUCCIÓN
David Little y Germán Pérez
GRABACIÓN
Sergio Cascales, Josu Erviti y
Davd Little
MEZCLA Y MASTERING
Sergio Cascales
2
0
1
5
‘Canciones Para Matar a la Luna’,
A partir del 4 de Mayo disponible en las
principales plataformas online.
ADELANTO EN YOUTUBE
La breve y apasionante
(auto)biografía de...
POR DAVID LITTLE
«A los 8 años mi profesora de piano me reveló una de
las grandes verdades del Universo: “Todo sabe mejor
con una botella de vodka por las mañanas”. Desde
entonces tuve claro que quería ser pianista»
En mi casa había un gran baúl lleno de discos
de vinilo que me encargué literalmente de
pinchar: Pink Floyd, Bob Dylan, Queen, Dire
Straits, Van Morrison, The Beatles, Creedence
Clearwater Revival, The Beach Boys, Miles
Davis, Muddy Watters, Mecano, Gary Moore,
Paco de Lucía, música clásica... un poco de
todo. Por aquel entonces practicaba con
un piano de juguete, de esos que tienen un
montón de sonidos y donde solo suenan
dos teclas a la vez. Para mí era la cosa más
maravillosa del mundo. Con él compuse mis
primeras piezas musicales. Yo decía que eran
sinfonías. A lo grande.
Mis primeras canciones llegaron cuando
cambié el piano de juguete por el de verdad y
por la guitarra eléctrica. Empecé a escuchar
música que no estaba en aquellos vinilos
ni en las coplas que mi abuela escuchaba a
todo volumen. AC/DC, Héroes del Silencio,
Extremoduro, The Doors, Santana, Triana,
Los Piratas, Platero y tú... Descubrí que podía
tocar la guitarra y cantar al mismo tiempo.
¡Una gran noticia! Me habían dicho que ser
músico era un pasaporte directo hacia el sexo.
Era mentira, claro.
Luego llegaron las jam sessions a la orilla
de la playa, los conciertos, los bares. La
Costa del Sol es un lugar de bohemia y rock
and roll, donde los códigos anglosajones se
entremezclan con la música de raíz. Su ADN es
heterogéneo. Todos somos un poco forasteros,
incluso aquellos que hemos crecido allí. Y eso
se refleja en la música que se hace en el sur. La
escena malagueña es un coctel agitado (que
no revuelto) de rock, funk, bulerías, jazz, soul
y pop.
En poco tiempo me tocó alternar mi carrera
musical con otra carrera, la de audiovisuales.
En la universidad me pasé la mayor parte
del tiempo jugando a las cartas y bebiendo
mucha cerveza... Si te digo la verdad, no me
acuerdo de casi nada. Lo que sí recuerdo es
el precio de mis primeras maquetas. Cada
CD costaba un tinto de verano o un gin tonic
(dependiendo de la noche). Con ese panorama
es normal que no me acuerde tampoco de
cómo le pusimos el nombre a mi primera
banda más o menos seria, V de Vodka.
Era una banda de rock que no se conformaba
solo con el rock. Ensayábamos en un local
donde los vecinos nos pinchaban las ruedas
de los coches para que nos calláramos.
Nuestro vecino cool era un homeless con una
pata de palo que traficaba con Dios sabe qué.
Entre conciertos, ensayos y grabaciones, se
forjaron las principales señas de identidad
de lo que ahora es este primer disco: rock,
folk, pop, blues, un toque exótico y letras en
español.
Después de dos años rodando por el circuito
malagueño decidí largarme a Madrid. El plan
era una mezcla entre estudiar música, lograr
sobrevivir con un trabajo precario y triunfar
como Los Chichos. Nada más llegar a la capital
me llamó el programador de la sala Clamores.
“Qué suerte”, pensé. Se había equivocado de
número. Seguro que él no se acuerda. Yo sí.
Realicé una gira por España... pero fue como
técnico de sonido en una compañía de
teatro. También logré trabajar en la industria
musical, pero desde el lado del marketing. Y
cómo no, algún concierto sí que hice en el
circuito acústico. Todo esto entre cables que
no funcionan y salas que se quedan a oscuras.
En 2012, cuando estaba a punto de mandarlo
a todo al carajo, tuve lo que los alcohólicos
llaman ‘un momento de claridad’. Tenía que
grabar mi primer disco y tenía que hacerlo
¡ya! Hice las maletas y volví al sur para grabar
esas canciones que tanto necesitaba tener
inmortalizadas.
Creí que iba a tenerlo todo grabado en 3
semanas. Al final ha sido una aventura de ¡3
años! con el estudio a cuestas. Pero 3 años
magníficos que me han llevado a grabar con
Sergio Cascales (The Smokers), Antonio
Carlos Miñán (Síndrome de Xauen), Yohany
Suárez (Javier Ojeda), Darío José Pereira, Fran
Bujalance (The Wives), Miguel Bau y Josu
Erviti (Txarrena).
DISCOS LUNÁTICOS
Sin ellos no hubiese sido posible

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