Trigo, una oportunidad para la soberanía alimentaria boliviana

Transcripción

Trigo, una oportunidad para la soberanía alimentaria boliviana
www.ibce.org.bo
SA N TA C R U Z - B O L I V I A • 2 0 1 4 • A Ñ O 2 2 • Nº 219 • PUBLICACIÓN DEL INSTITUTO BOLIVIANO DE COMERCIO EXTERIOR
TRIGO, UNA OPORTUNIDAD
PARA LA SOBERANÍA
ALIMENTARIA BOLIVIANA
“En Santa Cruz hemos llegado a producir más de 190.000 toneladas
de grano de trigo en el año 2010, que representó el 75% de la
producción nacional y cubrió el 27% de la demanda nacional...”
ASOCIACIÓN DE PRODUCTORES
DE OLEAGINOSAS Y TRIGO
AGRADECIMIENTO:
El Consejo Editor de “Comercio Exterior” agradece la colaboración de
la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (ANAPO) y del Dr.
Hernán Zeballos Hurtado, Ph.D., Investigador en Economía, por su apoyo
para la edición de este número de “Comercio Exterior”
2
Nº 219 • Santa Cruz - Bolivia
Trigo, una oportunidad para la soberanía alimentaria boliviana
EDITORIAL
TRIGO, UNA OPORTUNIDAD PARA LA
SOBERANÍA ALIMENTARIA BOLIVIANA
Ing. José Luis Landivar Bowles
Presidente
INSTITUTO BOLIVIANO DE COMERCIO EXTERIOR - IBCE
El Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) y la Asociación de Productores
de Oleaginosas y Trigo (ANAPO), como coeditores de la presente edición, tienen
a bien presentar esta publicación, para abordar un tema muy importante desde
el punto de vista de nuestra soberanía alimentaria, tan anhelada no solo por
el Gobierno Nacional, sino también por el sector privado, los productores del
campo, los industriales y por la propia población.
Se trata del sector triguero boliviano, las oportunidades y desafíos que
implica, con grandes posibilidades de generar un círculo virtuoso de inversión,
producción y sustitución de importaciones, para con ello ahorrar más de
100 millones de dólares anuales y crear empleo digno y sostenible para los
bolivianos.
El futuro de la producción de trigo en Bolivia -sin pasar por alto la importancia
de la producción tradicional en los climas templados y fríos- está en el Oriente
boliviano, y forma parte de una lógica productiva que se da en nuestro país: la
rotación de cultivos con la soya.
En el caso específico del trigo, lo que se busca es que no falte el pan nuestro
de cada día en nuestra mesa y que esté al alcance de la población a un precio
razonable. Esta necesidad de “seguridad alimentaria” se la puede conseguir de
tres formas: 1) Importando el 100% de la demanda anual; 2) Produciendo en el
país el 100% de la demanda anual; 3) Produciendo un porcentaje del consumo
anual e importando el saldo -como viene sucediendo por décadas y continuamos
haciendo hoy, y lo seguiremos haciendo, a menos que los bolivianos decidamos
un cambio. La única opción que va más allá de la “seguridad alimentaria” y
avanza hacia la “soberanía alimentaria” es la segunda. Por tanto, debemos
preguntarnos: ¿por cuál de las 3 opciones optamos? ¿A dónde queremos llegar
como país? ¿Qué necesitamos hacer para alcanzar tal objetivo?.
Muchos gobiernos subvencionan la producción de alimentos por cuestión de
“interés nacional” y hasta por razones de “seguridad nacional”, ya que tener
alimentos de forma oportuna y accesible resulta algo básico para mantener
tranquila a la población. Si Bolivia subvenciona el precio del trigo y la harina
importada para tener un pan barato para ofrecer a los bolivianos, la pregunta
entonces es ¿Por qué no pensar en traducir ese dinero en incentivos para el
productor nacional? ¿Por qué no pensar en “precios de garantía” desde el Estado
mientras se mejora la productividad para hacer comercialmente atractivo este
cultivo en el país?.
Hemos gastado cerca de 1.000 millones de dólares en la importación de trigo y
harina de trigo durante los últimos 10 años, por un volumen de casi 3 millones
de toneladas que bien se pudieron producir en Bolivia. ¿Cuántas familias
habrían mejorado, de haberse quedado ese dinero aquí?.
Tierra, tenemos; experiencia productiva y ganas de producir mucho más,
también; tecnología y conocimiento, de igual manera; y, siendo que una gran
demanda de trigo por satisfacer es lo que nos espera, esto nos debería motivar
a hacer mejor las cosas de aquí en adelante: solo nos falta la voluntad de querer
ser mejores bolivianos, para de esta manera forjar esa Bolivia digna, productiva,
exportadora y soberana que todos queremos para nuestros hijos y los hijos de
nuestros hijos.
Staff
Directorio del Instituto Boliviano de
Comercio Exterior 2014
Ing. José Luis Landivar Bowles
Presidente
Lic. Antonio Rocha Gallardo
Vicepresidente
Ing. Ernesto Antelo López
Secretario
Ing. Marcos David Velásquez Arauz
Tesorero
“Comercio Exterior” Déposito Legal: Nº 8-3-77-06 • Derechos Reservados - Se autoriza su reproducción citando la fuente
Directores
Lic. Omar Spechar Jordán
Ing. Pablo Ignacio Mier Ostria
Lic. Alejandro Rea Queirolo
Ing. Víctor Hugo Gutiérrez Rojas
Ing. Carlos Franco Vacadolz
Ing. Ramiro Monje Calderón
Lic. Ricardo Reimers Ortiz
Lic. Raúl Obando Rivera
Lic. Freddy Suárez Antelo
Ing. Pablo Antelo Gil
Lic. Oswaldo Barriga Karlbaum
Consejo Editor:
Ing. José Luis Landivar Bowles
Presidente
Lic. Gary Antonio Rodríguez Álvarez, MSc.
Gerente General
Ing. Co. María Esther Peña Cuéllar, MSc.
Gerente Técnico
Lic. Mónica Jáuregui Antelo
Gerente de Promoción
Ing. Diana Sabillón Garay
Gerente de R S E
Control de Calidad:
Ing. Co. Steven Magariños Terrazas
Asistente de Promoción
Distribución:
Lic. Mónica Fuertes Ibañez
Consultora Externa
Oficina Central:
Santa Cruz - Bolivia
Av. La Salle Nº 3-G (Canal Isuto)
Teléfono Piloto: (591-3) 336 2230
Fax: (591-3) 332 4241 • Casilla: 3440
[email protected] • www.ibce.org.bo
Oficina de Enlace:
La Paz - Bolivia
Edif. 16 de Julio Piso 10 Of. 1010
Paseo “El Prado”
Teléfono: (591-2) 290 0424
Fax: (591-2) 290 0425 • Casilla: 4738
[email protected]
Diseño y Diagramación
Ups publicidad
Impresión:
Industrias Gráficas SIRENA
Cotasnet, proveedor oficial del Sitio Web del IBCE
3
Trigo, una oportunidad para la soberanía alimentaria boliviana
Nº 219 • Santa Cruz - Bolivia
Desarrollo del Sector Triguero en Bolivia:
Desafíos y Oportunidades
Producción y consumo de trigo
en Bolivia
1. Breve historia de la producción de trigo en Bolivia 1
Hernán Zeballos H., Ph.D. (*)
(*) Ph.D. Economía Agrícola, Universidad de
Wisconsin, M.Sc. Universidad de Wisconsin y de
la Universidad Federal de Visosa, M.G., Brasil.
Introducción
El presente trabajo se ha realizado a invitación del IBCE, con el objeto de servir de base
a un debate sobre una importante actividad económica, como es la disponibilidad
de trigo en la mesa de los bolivianos.
De hecho es uno de los alimentos de consumo diario del boliviano que ocupa el
segundo lugar como proveedor de carbohidratos, después de la papa, y por ello el
interés desde hacen varias décadas de tener políticas y acciones que contribuyan a
lograr una mayor autosuficiencia del mismo, dada la extensión de territorio de que
dispone el país para una producción agropecuaria diversificada.
Debo confesar que, por el poco tiempo que se me dio para la preparación de
este documento, básicamente he utilizado varios estudios y monografías hechas
en los últimos diez años y preferentemente los documentos oficiales que se han
producido recientemente como parte de la elaboración y puesta en marcha del
“Plan de Implementación del Programa Nacional del Trigo”, a cargo del Ministerio
de Desarrollo Rural y Tierras y el INIAF cabeza del Programa Nacional del Trigo y el
“Estudio de la harina de trigo” efectuado por parte de la Autoridad de Fiscalización
y Control Social de Empresas (AEMP) del 2012. Ello se complementó con visitas a
ambas instituciones para intercambiar ideas sobre el problema.
Las conclusiones recogen algunas sugerencias de política y recomendaciones
oficiales, así como las que emergen del análisis de la información que se presenta en
este documento y desde mi propia reflexión sobre los datos recogidos.
Como en otras oportunidades el IBCE, ha dado todo el apoyo logístico para este
trabajo, en coordinación con ANAPO, un actor principal en la tarea de contribuir a lo
que hoy se denomina lograr la Seguridad y Soberanía Alimentaria.
De manera particular, mi agradecimiento a la Lic. Rosario Quisbert M. de la Oficina
de Enlace del IBCE en La Paz, y a su secretaria la Srta. Anabel Lliuly, así como a María
de los Ángeles Jové, que como en la últimas ocasiones le ha puesto el toque de
elegancia a la presentación de este documento.
El informe del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA), hace
un interesante recuento histórico sobre el trigo en Bolivia, del cual se ha extraído
una parte.
“Bolivia ha consolidado una larga e histórica dependencia del trigo que viene de
otros países y derivó en la conformación de un sector desarticulado y ajeno a la
producción nacional”.
“En tanto que durante la primera época republicana y la colonia Bolivia había sido
capaz de autoabastecerse de trigo y harina, en la actualidad cuatro de cada cinco
panes que consumimos tiene su origen en el trigo que viene de afuera. Platt, citado
por Escobari L. 1987, sostiene que Bolivia nació con su demanda interna de cereales
y harina enteramente autoabastecida por una producción regional centrada en
Cochabamba y Chayanta”.
Sin embargo, entre los años 1870 y 1880 -a partir del segundo auge de la platauna nueva política de política de libre mercado incorporaba a Bolivia a la economía
mundial, a la vez como productor de minerales y mercado para productos
alimenticios importados. “Hasta ese momento, por ejemplo Cochabamba podía aún
competir con el mercado nacional. Según Jackson (1988) alrededor del 1870, el 70%
de la harina de trigo consumida en la ciudad de La Paz se producía en Cochabamba”.
La construcción de una red ferroviaria interna y su conexión con la Argentina
y los puertos del Pacífico. no solo que abarataba los costos de transporte para la
importación de productos alimenticios y de consumo, sino que la disponibilidad
de divisas por la exportación de minerales, las exenciones arancelarias o bajos
impuestos y la concentración de población en los centros mineros, presionarían al
Estado boliviano a una mayor dependencia alimentaria del exterior, especialmente
del trigo. (Dandler, 1984).
De esta manera ya en 1880 la harina chilena invadía el territorio boliviano. Tanto
Cochabamba, Tarija, el Norte Potosí y Chuquisaca, tradicionales productores de trigo
hallaron imposible competir con las importaciones chilenas. A principios del Siglo
XX, la importación no solamente venía de Chile, si no de Argentina, Brasil, Uruguay,
Estados Unidos y Alemania. (Escobari L. 1987).
Para 1904 el Gobierno ya estipulaba la excepción de pago de aranceles a la harina y
en 1954, Escobari L., citando a Arce - indica que, “la producción total de trigo del país
no alcanzaba ni para un mes de consumo nacional”.
“El volumen de molienda alcanzaba a 90% de trigo extranjero y 10% trigo nacional”.
1. Fuente: CIPCA. Herbas René. “El estado de situación del trigo en Bolivia y el contexto internacional” Septiembre 2008.
4
Nº 219 • Santa Cruz - Bolivia
Trigo, una oportunidad para la soberanía alimentaria boliviana
En los últimos 20 años, la historia es conocida, únicamente entre el 10% y el 30%
del trigo que se consume en Bolivia es de origen nacional, generándose en cambio
un dramático crecimiento de las importaciones de trigo, harina, el contrabando.
El avance principal más importante sin duda ha sido el de eliminar las donaciones
concentradas en el trigo y la harina, particularmente desde los Estados Unidos, lo que
permitió un nuevo enfoque hacia el logro de una mayor autonomía y autosuficiencia
en la producción de trigo.
desde los Ministerios de Agricultura, Industria y Comercio.
3. La determinación que el trigo de donación se monetice considerando el costo de
oportunidad del trigo importado.
Era evidente que detrás de este planteamiento se sostenía que la producción
agroindustrial y de carácter empresarial podían revertir la situación de dependencia
de trigo, dejando de lado el aporte de los pequeños productores en los Valles de
Bolivia”.
2. Producción de trigo 2001-2013
3. Zona oriental: Departamento de Santa Cruz
El año 2006 el Viceministro de Desarrollo Rural, Víctor Hugo Vázquez, declaró que
“el 2006 se importó 80% de trigo para el consumo interno; sin embargo, la gestión
pasada, este porcentaje bajó a 60%, porque se incrementó la producción. Las metas:
la producción de trigo aumentó de 20 a 43%, esta gestión se tiene previsto reducir
el porcentaje tal vez a 50% y para el 2014 por lo menos producir un 95% de la
producción de trigo y sólo el 5% de importación”, para ello el objetivo impulsar la
producción y la agroindustria”. Muy buenas intenciones por cierto 2.
El crecimiento proyectado de la producción de trigo en Santa Cruz ha estado
íntimamente ligado al incremento de la superficie de soya. “Al crecer el área sembrada
de la soya se estima que en el mismo horizonte de tiempo, el cultivo de trigo podría
llegar a incrementarse a 150.000 ha., con una producción de 250.000 t, volumen
cercano al 70% de la actual demanda nacional de este cereal” 4.
En lo que sigue se verá el comportamiento de la producción en la perspectiva del
periodo 2002 – 2011, para ver si este anuncio tiende a cumplirse 3.
A diferencia de otros países, la producción de trigo en Bolivia responde a dos
racionalidades económicas: Una ligada a la agricultura familiar en los Valles de Bolivia
y otra de una producción de carácter empresarial y de colonización, concentrada en
el Departamento de Santa Cruz.
Según el diagnóstico del Plan de Implementación del Programa Nacional del Trigo,
“En el área tradicional o andina, unas 100.000 familias se dedican al cultivo de trigo,
constituyéndose en uno de los principales cultivos que asegura la alimentación
del habitante rural. El pan y los fideos se constituyen en los alimentos de mayor
consumo en los hogares de bajos ingresos económicos. En el área rural, el trigo se
consume también como lagua, ch’aque, tostado, trigo mote, chicha y otros; razón
por la cual constituye uno de los cultivos de mayor importancia para la población.
La producción de trigo se comercializa principalmente en mercados locales y tiene
mecanismos de formación de diferentes precios al del trigo vendido para molinería”.
En ocasión del lanzamiento del Primer Plan Triguero Nacional en 1990, ANAPO
sostenía que con el apoyo de un programa de asistencia técnica y financiamiento,
en un lapso de 10 años se lograría revertir la situación de dependencia de las
importaciones de trigo en el país.
No fue así, ni las superficies de cultivo, ni los volúmenes de producción se
incrementaron en las proyecciones propuestas. ¿Cuál fue la evolución y tendencia
de la producción de trigo en estos dos espacios, en los últimos veinte años?
La fiebre de la producción de soya en el mundo, se conoce como la “sojización” y
es un fenómeno que se ha expandido desde la Argentina al oriente de Bolivia, el
Paraguay, el Sur del Brasil y Uruguay 5.
Según un estudio del MACA (2004), la modificación del clima, la presencia de
enfermedades y la adopción de cultivos alternativos, han generado un escenario
de incertidumbre sobre su verdadero potencial. La inestabilidad y los cambios
drásticos en las superficies de siembra, han hecho impredecible el futuro del trigo
en esta región.
Los datos específicos sobre destino de la producción se dan en los cuadros 4 y 5 y
el capítulo 6.
Las cifras de los últimos años muestran que después de un importante crecimiento
en la superficie de siembra entre 1990 y 1997, el área de cultivo de trigo se desplomó
hasta el 2004, para intentar nuevamente ampliar la superficie de siembra lo que se
aprecia claramente en el Cuadro 1 y Gráficos 1,2,3 y 4.
En cambio en Santa Cruz, 14.000 familias distribuidas entre colonizadores,
productores menonitas, japoneses, brasileños, rusos, entre los más importantes,
como parte de la ampliación de cultivos y las necesidades de rotación en el uso de
la tierra, se dedican al cultivo de trigo con una superficie promedio de algo más de
100.000 ha., en el último trienio. Según la Asociación de Productores de Oleaginosas
y Trigo (ANAPO), se estaban creando las condiciones macroeconómicas para hacer
viable la producción de trigo en Bolivia.
.El factor más determinante para este limitado crecimiento, es que no todas las
hectáreas que la soya deja durante el invierno son utilizadas por el trigo. Los actores
económicos toman sus decisiones en función de las condiciones climáticas (sobre
todo humedad) y los precios de cultivos alternativos al trigo, como ser el fréjol, el
girasol, el sorgo y el algodón…” 6.
A diferencia de los valles en Santa Cruz el 83% de la producción se destina al mercado,
9% al autoconsumo, 5% es para la transformación y 3% para semilla.
Asimismo, en los últimos años el cultivo de maiz se ha constituido en
una interesante alternativa de siembra de invierno, con superficies
que han llegado a las 90 mil hectáreas, con márgenes de rentabilidad
atractivos y con menor riesgo que el trigo.
De esta manera se refleja la orientación y prioridad del destino de la producción
de trigo en estos dos espacios geográficos. En los Valles principalmente para el
consumo directo o en forma de harina y en el oriente para el mercado destinado a
la producción de harina.
A partir de 1985, Santa Cruz emerge como un nuevo actor importante, asumiendo el
desafío de cubrir la demanda nacional de trigo. Las políticas agrícolas y comerciales
se orientaron a la liberalización del mercado de trigo, bajo las siguientes condiciones
(Según ANAPO, se estaban creando las condiciones macroeconómicas para hacer
viable la producción de trigo en Bolivia).
1. La liberalización de los mercados y/o su integración a los mercados internacionales.
2. El establecimiento de mecanismos de control y aprobación de las donaciones
A lo anterior hay que añadir noticias recientes sobre la introducción de la chia, un
producto con muchas propiedades nutritivas y medicinales que ha tenido gran
aceptación interna y se esta exportando al Brasil. Se trata de un cultivo de rotación
en invierno que ofrece mayor rentabilidad que el trigo.
En tanto que en la década de los noventa el trigo de invierno alcanzaba el 34% de
la superficie total, en la actualidad este porcentaje se ha reducido sustancialmente
lo que denota las tendencias y preferencias de cultivos por los productores de Santa
Cruz en la actualidad.
El informe de CIPCA concluye, de manera categórica: “Desde la perspectiva de la
seguridad y soberanía alimentaría para el país, si bien el trigo en Santa Cruz cuenta
con un horizonte de crecimiento importante, hasta ahora no ha sido relevante y
es imprevisible su proyección, por su orientación de exportación a donde apunta
prioritariamente la región”.
A lo anterior hay que añadir el problema de las condiciones naturales, el ecosistema
de Santa Cruz que, según estudios del Dr. Gonzalo Ávila de la Fundación Patiño
atenta contra los niveles de productividad del trigo en este Departamento, sobre el
cual se hace una síntesis por separado.
4. El trigo en los valles
Continuando con el informe de CIPCA “a diferencia del comportamiento del trigo en
Santa Cruz, las superficies de siembra en los valles de Bolivia refleja una tendencia
más o menos estable. Entre 1990 y el 2007 se han sembrado en promedio 80.000
hectáreas por año, con una producción entre 64.000 y 75.000 toneladas concentrado
en los Departamentos de Chuquisaca, Potosí, Cochabamba y Tarija 7.
2. Fuente: El DIARIO.
3. Informe CIPCA.
4. ANAPO 1995.
5. Fuente: ANAPO 2007 y Zeballos 2008, 2011, 2012.
6. MACA 2004.
7. MACA 2004.
6
Trigo, una oportunidad para la soberanía alimentaria boliviana
Nº 219 • Santa Cruz - Bolivia
Trigo en los Valles
Por razones de suelo y clima existen diferencias marcadas de rendimientos entre
parcelas en una misma unidad familiar, de una gestión a otra y de un espacio a otro.
Las familias productoras de trigo conviven con cambios drásticos en los volúmenes
de producción, los rendimientos así como en los ingresos generados, pese a la
existencia de un patrón de siembra más o menos definido en cada gestión agrícola
y cada unidad familiar.
La importancia del trigo radica en su contribución a la alimentación que garantiza la
persistencia de su producción. Por tanto al priorizarse el autoconsumo sobre su demanda
de mercado no existe un único patrón tecnológico de producción, ni uniformidad en la
selección de variedades, como tampoco en la lógica de la comercialización.
Entre las principales ventajas para el cultivo de trigo en los Valles está su fácil manejo
y amplia adaptabilidad. Todas las familias campesinas, con mayor o menor limitación
económica, cultivan trigo y acceden a su producción y consumo. La adaptabilidad del
trigo se manifiesta en capacidad de producir un amplio rango de condiciones climáticas,
espacios geográficos y características de suelos, con limitaciones en su fertilidad.
Este comportamiento de la producción se apreciará de mejor manera en los
gráficos siguientes.
Gráfico 1: Evolución Superficie Cultivada de Trigo en Bolivia
Gestiones 2002 - 2011• (expresado en ha)
250.000
Superficie ha
En la agricultura campesina de los Valles, a diferencia de Santa Cruz, la producción
de trigo cumple tres funciones complementarias: En la alimentación familiar, la
alimentación animal y en la generación de ingresos económicos.
Hasta antes de esta última escalada de precios, el trigo tenía poca o ninguna
rentabilidad. Precios bajos, programas de investigación limitados, tecnologías
alternativas inexistentes y ausencia de apoyo en la transformación y la comercialización,
han determinando una suerte de estancamiento y limitada valoración económica
del trigo. Situación que se pretende cambiar con el Programa Nacional del Trigo,
como se verá más adelante.
150.000
100.000
50.000
0
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
Fuente: Datos Cuadro 1. Elaboración propia.
Así como con el maíz y a través del tiempo el trigo ha logrado construir identidades
locales y regionales. Espacios como Cochabamba han sido reconocidos como el
Granero del Alto Perú o el municipio de Mojocoya como el granero de Chuquisaca.
El trigo, junto a otros cultivos, al constituirse en la base de la alimentación familiar, ha
logrado adaptar variedades y elaborar una multiplicidad de formas de consumo que
abarca desde el trigo pelado, las lawas, el pan, pito, etc 8.
Gráfico 2: Evolución de la Producción de Trigo en Bolivia
Gestiones 2002 - 2011• (expresado en t)
300000
y= 3194,8 x2 - 17990x + 138166
R2 = 0,9643
250.000
Producción t
Sin embargo, la realidad es que las zonas tradicionalmente trigueras, tienen los más
bajos niveles de materia orgánica en sus suelos y problemas severos de erosión
hídrica y eólica.
y= 2531,4 x2 - 17432x + 138727
R2 = 0,9117
200.000
200.000
150.000
100.000
50.00
0
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
Fuente: Datos Cuadro 1. Elaboración propia.
5. Ambas regiones: Producción, superficie, rendimientos
Los datos se muestran en el cuadro 1.
Gráfico 3: Evolución del Rendimiento de Trigo en Bolivia
Gestiones 2002 - 2011• (expresado en t/ha)
Cuadro 1. BOLIVIA: Producción, Rendimiento y Superficie
Cultivada de Trigo en Bolivia • 2002-2011
Superficie Cultivada
Occidente
Oriente
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
76.546
76.896
76.740
54.868
77.440
77.619
78.698
73.295
84.178
89.481
55.800
35.000
30.200
29.250
48.000
62.150
56.072
93.337
107.221
120.302
Rendimiento (t/ha)
Occidente Oriente
1,0
0,7
0,7
1,0
0,7
0,8
0,7
0,8
0,7
0,7
1,1
1,5
1,3
2,0
1,7
1,6
1,9
1,5
1,7
1,7
Producción (t)
Occidente
Oriente
76.546
54.633
54.448
54.868
56.512
58.455
57.640
57.037
62.443
67.011
61.000
53.600
39.460
57.563
81.933
101.260
103.889
141.289
179.170
204.055
1,4
Total
137.546
107.633
93.908
112.431
138.445
159.715
161.529
198.326
241.662
271.066
FUENTE: Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras (MDRYT)
8. Para mayor detalle sobre los costos de producción ver Herbas R. “El trigo en los valles de Bolivia. 2007.
y= 0,0008 x2 +0,042 + 0,9372
R2 = 0,4835
1,3
Rendimiento t/ha
Año
1,2
1,1
1
0.9
0,8
2002
2003
2004
2005
Fuente: Datos Cuadro 1. Elaboración propia.
2006
2007
2008
2009
2010
2011
8
Trigo, una oportunidad para la soberanía alimentaria boliviana
Nº 219 • Santa Cruz - Bolivia
• Pérdidas causadas por otros factores. Otra de las causadas son las pérdidas debidas
a fuertes vientos que en época de cosecha del mes de agosto alcanzan los 90 a 100
km/hora, ocasionando el desgrane del trigo, con pérdidas que pueden llegar al 50
por ciento del rendimiento.
300000
250.000
200.000
150.000
100.000
50.00
0
2002
2003
2004
2005
Superficie
2006
2007
2008
Superficie
Polinómica (Superficie)
2009
2010
2011
1,6
1,4
1,2
1
0,8
0,6
0,4
0,2
0
Rendimiento
Superficie y Producción
Gráfico 4: Producción, Superficie y Rendimiento de Trigo en Bolivia
Gestiones 2002 - 2011• (expresado en t y ha)
Superficie
Polinómica (Producción)
Fuente: Datos Cuadro 1. Elaboración propia.
Los coeficientes de correlación entre superficie y producción así como entre
rendimiento y producción arrojan los resultados siguientes:
0,968
0,636
Superficie - producción
Rendimiento - producción
Los datos y las gráficas anteriores muestran claramente que el aumento de la
producción de trigo en el país se encuentra directamente asociada al incremento en
la superficie cultivada. Los rendimientos, en promedio, muestran una ligera mejoría
entre los años años 2006 a 2011. Fácilmente se puede percibir que tanto la superficie
cultivada como la producción crecen sostenidamente a partir del 2008.
De acuerdo al recuento anterior, la producción de trigo nacional se obtiene en un 7475% en las zonas este y oeste de Santa Cruz, como cultivo de rotación de la soya y el
resto en los valles interandinos. Hay una notable diferencia en rendimientos, aunque
los rendimientos de Santa Cruz son apenas la mitad de los que se obtienen en EEUU
y Argentina los principales productores mundiales de este cereal.
El cuadro siguiente revela las diferencias de productividad entre las zonas productoras
de Bolivia y la de los principales países productores en el mundo.
Cuadro 2. Indicadores comparativos de producción, rendimientos y
costos de producción de trigo
País
Estados Unidos
Argentina
Chile
Bolivia (valles)
Bolivia (Santa Cruz)
Superficie
Promedio/Flia
ha
149,00
115,96
4,00
1,50
3,70
Producción
Promedio/Flia
t
387,4
270,03
18,00
1,50
4,30
Costo Prod.
Rendimiento
Costo Produc.
USD/ha
t/ha
USD/t
442,00
227,00
730,00
129,38
196,87
2,60
2,50
4,50
0,90
1,60
168,00
91,00
162,00
143,76
123,04
Fuente: Info CIPCA, con datos de ANAPO, APTC, Fundación Chile 2005
Estas diferencias en la productividad del trigo están determinadas principalmente
por la escala, el clima, los rendimientos y la tecnología de producción, factores
íntimamente relacionados con el sistema de producción predominante. En los
casos de Argentina y Estados Unidos la agricultura es de carácter empresarial
comparativamente a países como Bolivia en la región de los Valles, Ecuador, Perú e
incluso Chile, donde la producción de trigo sigue en manos de pequeñas unidades
familiares campesinas.
En el caso boliviano, según el Ministerio del sector los bajos rendimientos en la
producción del trigo están asociados a:
• Baja fertilidad, degradación y erosión de los suelos. En la zona occidental del país
se tiene la desertificación de las áreas aptas para la siembra del trigo, debido a la
escasez de las lluvias, los suelos endurecidos por la pérdida de materia orgánica y por
tanto con baja retención de humedad.
•Pérdidas causadas por enfermedades. Estas pueden ser la Piricularia; es un hongo
que ataca la espiga y los granos de la planta de trigo, los pone de tono blanco y
finalmente la mata. Roya de la Hoja (Puccinia Recóndita); es un hongo que se come
la hoja de la planta de trigo y finalmente la mata.
• Pérdidas causadas por efectos de la maleza. Las malezas tienen una alta posibilidad
de sobrevivir en medios adversos, debido a su alto grado de individualismo, su ciclo
de vida, su morfología y fisiología, que las hacen adecuadas para soportar aun las
situaciones más adversas, las malezas que ocasionan mayores efectos adversos sobre
la calidad del trigo son la Anoda cristata y la Avena fatua por lo difícil que resulta
separar totalmente ambos tipos de semilla del grano cosechado.
Si bien en el caso de Santa Cruz en los últimos cinco años se nota un importante
incremento de los rendimientos, y rendimientos entre 1,7 a 2,0 t/ha, todavía son
evidentes los cambios drásticos e imprevisibles en el comportamiento productivo
entre una campaña agrícola a otra, así como entre los diferentes sectores geográficos
donde se cultiva en el Departamento.
Similar situación se puede encontrar en los Valles, donde la productividad del trigo,
además de los señalados más arriba está en interdependencia con las épocas de
siembra, la calidad de los suelos y fundamentalmente la preparación anticipada de
los barbechos que garantizan la acumulación de suficiente humedad y por tanto la
seguridad de una buena producción.
Es importante advertir que la información estadística disponible, particularmente
para la región de los Valles, no es confiable. La información disponible en el INE,
así como en el Ministerio de Desarrollo Agropecuario -actualmente Ministerio de
Desarrollo Rural y Tierras-no refleja las diferencias en el comportamiento del trigo,
tanto entre variedades, regiones, y/o los contrastes entre una campaña y otra. Sin
embargo, en general se considera que el rendimiento promedio de trigo en los Valles
oscila entre 0,9 y 1 tonelada/ha.
En cuanto al destino de la producción, atendiendo a la lógica de producción y
distribución a que se ha hecho referencia anteriormente, hay marcadas diferencias
como se aprecia por los cuadros siguientes.
Cuadro 3. BOLIVIA: Distribución de la Producción Agrícola del Trigo.
Año agrícola 2007-2008. En porcentaje
Departamento
Chuquisaca
Cochabamba
Potosí
Tarija
Promedio
Consumo del
hogar
Animal
Reservado
para semilla
Para la
transformación
Pérdidas
Nacional
Ventas
exterior
Otros
21,91
32,50
34,58
18,88
29,72
5,87
0,23
2,12
6,69
3,70
8,67
16,01
12,51
3,92
10,28
9,65
16,20
25,48
11,80
15,76
36,54
30,17
23,59
39,90
32,56
0,00
0,10
0,00
0,00
0,03
3,06
2,34
1,03
0,19
1,66
Fuente: Estudio AEMP, basado en la Encuesta Nacional Agropecuaria, ENA 2008 – MDRyT- INE.
Para el caso de la producción en el Oriente boliviano la situación es muy diferente,
como se aprecia por el cuadro siguiente.
Cuadro 4. BOLIVIA: Distribución de la Producción Agrícola del Trigo.
Año agrícola 2007-2008. En porcentaje
Departamento
Santa Cruz
Consumo del
hogar
Animal
Reservado
para semilla
3,05
0,00
0,75
Para la
transformación
0,43
Pérdidas
Nacional
Ventas
exterior
Otros
4,89
90,88
0,00
Fuente: Estudio AEMP, basado en la Encuesta Nacional Agropecuaria, ENA 2008 – MDRyT- INE.
Dentro de los Departamentos involucrados en la producción de trigo, las regiones
más representativas de Bolivia son:
•
•
•
•
•
En Chuquisaca: Tarabuco, Villa Serrano, Zudáñez, Villa Tomina, Yamparáez e Incahuasi;
En Cochabamba: Independencia y Totora.
En Potosí: Betanzos, Puna y Caisabe.
En Tarija: San Lorenzo, Cercado Uriondo.
En Santa Cruz: Minero, Yapacaní, San Pedro, Cuatro Cañadas, San Carlos, Santa
Rosa, San Julián y Okinawa.
Las proyecciones del MDR y T., el 2012, en cuanto a producción se dan a continuación.
Cuadro 5. BOLIVIA: Proyección de la producción de trigo.
Años 2012 - 2020
Año
Producción
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
2020
289.679
316.697
343.715
370.732
397.750
424.768
451.786
478.804
505.821
Fuente: AEMP, Estudio de la harina de trigo, Con base en información proporcionada por el MDR y T.
10
Trigo, una oportunidad para la soberanía alimentaria boliviana
Nº 219 • Santa Cruz - Bolivia
Variedades
La producción de trigo el 2012 fue de 251.820 toneladas. Esta cifra representa el 39 %
de la producción necesaria para satisfacer la demanda estimada (650.000 toneladas)
para el mismo año. (Fuente: IBCE).
6. Variedades
El INIAF y el Programa Nacional de Trigo proveen los datos siguientes 9.
• En el sector privado, las asociaciones de productores coadyuvan con estos
programas tanto en la parte occidental como oriental del país. ANAPO, es el pivote
principal en Santa Cruz. Resulta de interés señalar que según informa la Asociación
de Proveedores de Insumos Agropecuarios de Santa Cruz, este departamento es
productor y exportador de semillas a otros países. El 2012 exportaron 1.279,25 tons
de maíz, 772,24 tons de sorgo, 195,38 tons de mijo a siete mercados internacionales,
existiendo un total de 190 empresas que se dedican a este negocio (EL DIARIO,
info Economía, Finanzas, septiembre 3, 2013.)
Sistema institucional de apoyo a la producción de trigo.
Según señala la introducción del documento sobre el Plan de Implementación del
Programa Nacional del Trigo: “El proceso de generación de tecnología en Bolivia
estuvo marcado por una falta de continuidad de acciones, en los 90´s, el Instituto
Boliviano de Tecnología Agropecuaria (IBTA), con financiamiento del Banco Mundial,
generó algunas variedades y contribuyó a la formación de recursos humanos. Entre
1998 a 2001, fue implementado un Programa de Investigación y Transferencia de
Tecnología para el Cultivo de Trigo (PROTRIGO), con apoyo financiero del Programa
PL-480-Título III, del Programa PASA, con financiamiento de la Unión Europea y la
contraparte de las Prefecturas de Cochabamba, Chuquisaca, Potosí y Tarija y trabajo
con dos componentes: 1) generación y difusión de tecnologías apropiadas para el
cultivo de trigo en la zona de los Llanos orientales y 2) generación y difusión de
tecnologías apropiadas para el cultivo de trigo en la zona de los Valles. A la finalización
de este programa no se dieron iniciativas nacionales para impulsar el rubro; sin
embargo, continuaron acciones puntuales.
A partir del 2002, PROINPA, respaldó y fue ejecutando acciones tanto en Cochabamba
como Chuquisaca y Potosí en temas referidos a la obtención de variedades y
producción de semilla principalmente. En esta misma línea, ANAPO y CIAT en Santa
Cruz fueron realizando acciones tendientes a fomentar la producción de trigo a
través de sus respectivos programas de investigación”.
El INIAF y el Programa Nacional de Semillas, son las dos instituciones que conforman
la columna vertebral del apoyo gubernamental, cuyas acciones y programas se
resumen a continuación.
El Programa Nacional del Trigo contempla 7 subproyectos: 1) Mejoramiento genético
para incremento de rendimiento y calidad; 2) Mejoramiento de trigos biofortificados
3) Mejoramiento para tolerancia a factores bióticos adversos; 4) Mejoramiento para
tolerancia a factores abióticos adversos; 5) Manejo agroeconómico con énfasis en el
suelo y agua (siembra directa y otros); 6) Multiplicación de semillas; 7) Implementación
de laboratorios de calidad.
Cabe destacar que el subproyecto producción de trigo biofortificado que apunta a
generar variedades con al menos 20% más la concentración de Hierro y Zinc en los
granos en relación a los trigos que actualmente se cultivan.
El conjunto de trabajos se realiza en la “Red Nacional de Ensayos” con las localizaciones
que se indican a continuación:
Dpto./REgión
Cochabamba
Santa Cruz
Chaco
Chuquisaca
Tarija
Potosí
Oruro
La Paz
Total
No. de
localidades
6
6
1
5
3
4
2
2
29
• Lo anterior estaría demostrando que una política nacional adecuadamente
orientada los productores cruceños pueden contribuir de una manera más
sustantiva al autoabastecimiento de productos agropecuarios, entre ellos el trigo.
Resulta interesante destacar los conceptos sobre los que trabaja el Programa
Nacional del Trigo, en los municipios, según el informe de Juan Pablo Álvarez Orías:
“TRIGO: Producir para la Seguridad o Soberanía Alimentaria en Chuquisaca” (2012),
al mismo tiempo se aprecia el conjunto de instituciones públicas, privadas y de
organizaciones de productores que participan en este programa, el cual se replica
en otros departamentos.
Los antecedentes que este documento proporciona y la filosofía de encarar este
programa en los departamentos son los siguientes:
“Surge un desafío para el Estado Boliviano y es el de incrementar la producción de
Trigo a partir de la promulgación de las leyes 144 y 338. El estado en sus diferentes
niveles de Gobierno central, departamental y municipal, esperándose un incremento
sustancial en las asignaciones presupuestarias destinadas al sector agropecuario.
El Comité Departamental de Trigo de Chuquisaca, a la cabeza de la Asociación de
Productores de Trigo, el CIOEC e instituciones de investigación como PROINPA,
la Facultad de Ciencias Agrarias, el CDC y la DDAI, del Gobierno Autónomo de
Chuquisaca, confluyen en una plataforma que trata de acercar posiciones y hacer
escuchar fundamentalmente la voz de los productores”.
Bajo esta diferenciación: “Seguridad Alimentaria y también los que producen para la
Soberanía, 8 municipios en Chuquisaca Norte, 8 en Centro y 4 en Cintis, haciendo un
total de 20; nótese que las cifras de los factores como superficie, volumen promedio
y volumen total diferencia claramente a cada grupo.”
Producir para la Seguridad Alimentaria está dirigida al autoconsumo, partiendo de
un concepto de equidad en tanto que que para la Soberanía Alimentaria (eficacia –
producción excedentaria) combina la posibilidad de producir excedentes dirigidos
al mercado.
Son 9 municipios cuya producción está orientada a la Seguridad Alimentaria, por los
siguientes motivos. “La superficie de cultivo total del municipio está considerada en
un rango de 100 a 500 hectáreas y el volumen total de producción del municipio no
pasa de 500 toneladas, siendo el promedio de producción entre las familias de 10 a
22 quintales. El destino de la producción, del total de la venta no pasa del 33% de la
producción total, como es el caso El Villar que es el porcentaje más alto y el menor
Azurduy con el 12,5%.”
En el caso de la región de Chuquisaca Centro que el porcentaje de venta oscila entre
el 12,5%, es el caso del Municipio de Azurduy y el 33,5% en el Municipio de El Villar.
El destino de la producción también muestra una columna que dice otros, que
básicamente se refiere a la “economía tradicional”, donde el intercambio, el trueque
y la venta en ferias comunales son las que captan la atención y preocupación de
los productores.
Fuente: Boletín Informativo del INIAF
9. INIAF, Programa Nacional de Trigo – Proyecto de Innovación y Servicios Agrícolas (PISA). Dirección Nacional de Semillas. Certificación y Fiscalización de Semillas 2012
“Foro: Desarrollo del Sector Triguero e
(La Paz, 27/11/2013, Hotel Rad
Extractos del Discurso de:
Demetrio Pérez Flores
Presidente de Asociacion Nacional de Productores de Oleajinosas y Trigo - ANAPO
(...)
Para lograr la Soberanía alimentaria del Trigo ANAPO: fortalecer la
Investigación, Asistencia técnica, Tecnología, Precios mínimos de
compra, Seguro agrícola, Financiamiento y Acopio de semillas
Es necesario contar con políticas públicas del Gobierno Nacional que
incentiven y fomenten la producción de trigo en el país. Como sector
triguero de Santa Cruz hemos propuesto al Gobierno Nacional un
Programa Integral de Fomento a la Producción de Trigo que contempla:
El incremento de la producción de trigo es un tema pendiente con el país,
pero debe ser un esfuerzo conjunto entre los productores, el Gobierno
Nacional y Departamental, solo de esta forma lograremos garantizar la
alimentación de los bolivianos con soberanía alimentaria.
1. Fortalecimiento de la investigación y asistencia técnica para el desarrollo
de tecnología que solucionen los principales problemas que inciden en
la productividad del trigo;
El trigo es un cultivo estratégico para nuestro sistema de producción
sustentable basado en la siembra directa y la rotación de cultivo en
invierno con soya de verano.
En Santa Cruz hemos llegado a producir más de 190.000 toneladas de
grano de trigo en el año 2010, fue una campaña excelente que representó
el 75% de la producción nacional y cubrió el 27% de la demanda nacional;
pero debido a problemas del clima y enfermedades presentadas en los
últimos años hemos reducido un 30% nuestra producción.
2. Precio mínimo de compra antes de la siembra para tener una mayor
certidumbre al momento de tomar la decisión del cultivo a producir;
3. Seguro agrícola para disminuir los riesgos de pérdidas por condiciones
climatológicas adversas;
4. Financiamiento con línea de crédito y tasa de fomento para la
producción de grano y;
5. Acopio de semilla certificada.
Los productores mantenemos el compromiso de aumentar la producción
del trigo y contribuir a la seguridad alimentaria de la población boliviana
en su conjunto.
Extractos del Discurso del:
Ing. José Luis Landivar Bowles
Presidente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior - IBCE
(...)
Nuestro agradecimiento institucional para ANAPO -en la persona de su
Presidente, Don Demetrio Perez Flores- por la co-organización de la
cuadragésima octava edición de esta institución de diálogo público que
tiene su sede permanente en esta hermosa ciudad de La Paz.
(...)
ANAPO e IBCE llevamos adelante este diálogo público para analizar
el “Desarrollo del Sector Triguero Boliviano” en la perspectiva de una
autosuficiencia futura, no exenta de grandes desafíos, es cierto, pero
también de enormes posibilidades para generar un círculo virtuoso de
inversión, producción y sustitución de importaciones, para con ello ahorrar
más de 100 millones de dólares anuales y crear mucho empleo digno y
sostenible para los bolivianos.
Como IBCE entendemos que la garantía del aprovisionamiento de
alimentos de un país necesariamente está bajo la responsabilidad de
los gobernantes, quienes pautan las reglas claras y previsibles de juego
a los agentes económicos. Por tanto, para generar aquel “círculo virtuoso”
que nos lleve a producir más trigo, precisamos de una Política de Estado
que sea fruto de un consenso entre los actores, los diferentes eslabones
que componen la cadena productiva del “trigo–harina–pan y fideo”,
que involucre no solo al Gobierno Central sino también a los Gobiernos
Departamentales y Municipales así como a los actores del sector privado,
ya que el desafío es para todos. Si queremos un país autosuficiente en trigo,
cada quien deberá producir lo mejor de sí: los unos, un buen ambiente
para la inversión y producción, garantizando para ello la seguridad jurídica;
los otros, produciendo ese grano que luego será harina y finalmente, el
pan nuestro de cada día.
El futuro de la producción de trigo en Bolivia -sin soslayar la importancia de
la producción tradicional en los climas templados y fríos- está en el Oriente
boliviano, y forma parte de una lógica productiva que se da en nuestro
país: la rotación de cultivos con la soya.
Por tanto, no es descabellado pensar en avanzar aún más en los modernos
sistemas de producción bien planificados con los que ya contamos de
forma extensiva para cadenas agroalimentarias tales como las oleaginosas,
maíz, sorgo, caña de azúcar, arroz, trigo, entre otras, haciéndolas
sostenibles en el tiempo, vale decir: “Económicamente viables”;
“Agronómicamente Sostenibles”, en armonía con el medio ambiente; y,
“Socialmente responsables”, para favorecer principalmente a la población
ya que consideramos que la mejor forma de lograr precios accesibles de
un producto es produciendo más y mejor de ese producto ¿Alguien se
podría oponer a esto?
(...)
Para el logro de la soberanía alimentaria a plenitud, se debe tomar en
cuenta también la libertad del mercado interno y externo. ¿Cómo se puede
motivar a un productor privándolo de lo más preciado que poseemos los
seres humanos: la libertad de decisión? ¿El decidir, a quién vendemos,
cuánto y a qué precio vendemos nuestra producción? El productor,
además, necesita el acceso a créditos con tasas de interés razonables y a
un seguro agrícola contra pérdidas por inclemencias climáticas.
En el caso específico del trigo, concretamente, ¿qué buscamos? ¡Que no
falte el pan nuestro de cada día en nuestra mesa y que esté al alcance
de la población a un precio razonable. Esta necesidad de “seguridad
alimentaria” se la puede conseguir de tres formas: 1) Importando el 100%
de la demanda anual; 2) Produciendo en el país el 100% de la demanda
anual; 3) Produciendo un porcentaje del consumo anual e importando
el saldo -como viene sucediendo por décadas y continuamos haciendo
hoy, y lo seguiremos haciendo, a menos que los bolivianos decidamos un
cambio. La única opción que va más allá de la “seguridad alimentaria” y
avanza hacia la “soberanía alimentaria” es la segunda. Por tanto, debemos
preguntarnos: ¿por cuál de las 3 opciones optamos? ¿A dónde queremos
llegar como país? ¿Qué necesitamos hacer para alcanzar tal objetivo?
(...)
Una reflexión adicional: Muchos gobiernos subvencionan la producción
de alimentos por cuestión de “interés nacional” y hasta por razones de
“seguridad nacional”, ya que tener alimentos de forma oportuna y accesible
resulta algo básico para mantener tranquila a la población. La pregunta
entonces es, si Bolivia subvenciona el precio del trigo y la harina importada
para tener un pan barato para ofrecer a los bolivianos, ¿por qué no pensar
en traducir ese dinero en incentivos para el productor nacional? ¿Por qué
no pensar en “precios de garantía” desde el Estado mientras se mejora la
productividad para hacer comercialmente atractivo este cultivo en el país?
¿No suena lógico premiar al productor nacional, para que las marraquetas
sean cien por ciento bolivianas y no como hoy, “medio gringas” o “medio
gauchas”, como alguien dijo?
Hemos gastado cerca de 1.000 millones de dólares en la importación de
trigo y harina de trigo durante los últimos 10 años, por un volumen de
casi 3 millones de toneladas que bien se pudieron producir en Bolivia.
¿Cuántas familias habrían mejorado, de haberse quedado ese dinero aquí?
Al principio de mi intervención dije que veníamos a dialogar, pero también
a soñar. Nuestro sueño en el IBCE es el de una Bolivia digna, productiva,
exportadora y soberana. Para lograr la dignidad y la soberanía, debemos
animarnos a producir más, mucho más. ¿Qué demanda el sector productivo
en general, y el agroproductivo en particular para ello? Principalmente,
tres cosas: Seguridad jurídica para la tierra y las inversiones en el agro;
mercados seguros -en lo interno con precios realistas, esto es, mercados
libres, abiertos- y, en lo externo, con la eliminación de las restricciones a
la exportación; y, políticas consensuadas de fomento. Para que haya una
buena cosecha, primero debe haber una buena siembra, y ¡las políticas
públicas también pueden sembrarse!
Tierra, tenemos; experiencia productiva y ganas de producir mucho más,
también; tecnología y conocimiento, de igual manera; y, siendo que
una gran demanda de trigo por satisfacer es lo que nos espera, esto nos
debería motivar a hacer mejor las cosas de aquí en adelante: solo nos falta
la voluntad de querer ser mejores bolivianos, para de esta manera forjar
esa Bolivia digna, productiva, exportadora y soberana que todos queremos
para nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos.
(...)
o en Bolivia: Desafíos y Oportunidades
adisson, Salón “Pérez de Holguín”)
Extractos del Discurso de:
Víctor Hugo Vásquez Mamani
Viceministro de Desarrollo Rural y Agropecuario, Ministerio de Desarrollo Rural y Tierra, Estado Plurinacional de Bolivia
Gobierno Nacional:
Política Nacional del Trigo hará participes a instituciones y
personalidades del rubro
Para concluir en un tiempo prudente la “Política Nacional del Trigo”, que
está elaborando el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras; vamos a enviar
el último borrador a cada una de las instituciones y personalidades de
mayor experiencia, para que puedan aportar de manera directa para que
ésta Política Nacional de Producción de Trigo sea racionalmente aplicable
en Bolivia.
Nuestra apuesta fundamental es al año 2025 y queremos que el pan
nuestro de cada día sea realmente nuestro, producido en nuestras tierras.
Efectivamente,
algunos
temas
hemos
estado
trabajando
coordinadamente el 2011, cuando hemos llegado aproximadamente al
43% de la producción nacional, después hemos bajado bastante y, esto
tiene que ver con varios factores.
Creemos que en esta política nacional tenemos que incorporar varios
factores como el tema de la tierra, partir – inclusive- del tema de la
propiedad de la tierra, conservar la tierra para no desertificarlas y el tema
de las semillas.
Si bien INIAF tiene reciente creación, hace tres o cuatro años, ya se va
liberar por lo menos dos o tres variedades de semillas que van a beneficiar
al sector tradicional, en este caso a los valles.
También, se está trabajando para los otros sectores y hemos tenido
reuniones con centros de investigación tanto privados y púbicos, se está
afinando el tema del sistema de riego que es fundamental y que hay que
trabajarlo de manera conjunta; además, el tema molinero, de asistencia
técnica y el seguro agrícola, sobre este último comentarles que en la zona
tradicional en esta gestión (2013) tenemos asegurada ya 30.000 hectáreas
de producción de trigo.
Para el sector no tradicional sus principales demandas son el tema de
semillas y el seguro agrícola que estamos generando, en este caso para el
sector potencial de producción de trigo que es Santa Cruz.
Santa Cruz es el mayor potencial, sin embargo, no hay que dejar de lado la
zona tradicional (los valles), hemos tenido algunas experiencias concretas
en la producción de semillas; por ejemplo, con la misma semilla con la que
están produciendo alrededor de una tonelada o menos hemos llegado a
producir por encima de las dos toneladas. Sé que se puede avanzar.
Quiero pedirles que trabajemos de manera conjunta: las puertas están
abiertas y no hay nada que inventar, sino que entre todos nosotros,
juntando nuestras experiencias, vamos a resolver el problema del trigo
hasta el 2025.
Extractos del discurso pronunciado Sr. Víctor Hugo Vásquez Mamani,
Viceministro de Desarrollo Rural y Agropecuario, en ocasión del Foro
“Desarrollo del Sector Triguero en Bolivia: Desafíos y Oportunidades”
realizado en la ciudad de La Paz, el miércoles 27 de noviembre de 2013.
Extractos del Discurso de:
Dr. Félix Marza
Coordinador Programa Nacional del Trigo
(...)
En el ámbito de la investigación INIAF se aboca a siete rubros estratégicos,
conducentes y en línea con la política nacional, y uno de ellos –justamentees el trigo. Las competencias del Instituto Nacional de Innovación
Agropecuaria y Forestal son estrictamente la parte de investigación,
asistencia técnica y semillas.
Primeramente, nos hemos puesto el objetivo de entender el Sistema,
que cuenta con actores que tienen diferentes competencias. Creo que la
sinergia al interior de este Sistema puede dar los resultados que estamos
buscando todos. Dentro del Sistema hay dos componentes; el primero, son
las “funciones de soporte” como la parte de semillas, la asistencia técnica, el
crédito, la tierra y el mercado. El segundo, las “funciones regulatorias” que
tiene que ver con las políticas y las regulaciones, los códigos de prácticas,
los valores e incluso el aspecto cultural.
(...)
Bajo este escenario, en el marco de su “Programa Nacional del Trigo”, INIAF
plantea como objetivo “Desarrollar tecnologías de producción en el cultivo
de trigo que contribuyan a alcanzar las metas sectoriales establecidas por
el Gobierno Nacional, orientada a mejorar las condiciones de los pequeños
y medianos productores en particular y contribuir a alcanzar la seguridad
alimentaria y el bienestar de la población boliviana en general”.
En esa línea, también hemos analizado la evolución histórica de la
producción nacional de trigo, en términos de grano y harina; y el escenario
es preocupante porque no hay una situación de una tendencia estadística
certera, lo cual obviamente marca un desafío. También, amerita un análisis
el hecho de que en los últimos años hemos estados importando más
harina y menos trigo, siendo que conocemos de la capacidad instalada de
nuestras molineras y, conocemos de las actividades que esto implica en las
zonas donde están establecidas.
Bajo ese escenario INIAF, en el marco del Proyecto de Innovación y
Servicios Agrícolas (PISA), ha hecho una revaluación del estado situacional
en las distintas áreas, tanto del trópico como el área tradicional e incluso
en áreas emergentes y, hemos encontrado un común denominador en el
campo técnico, por ejemplo: El hecho de que faltan variedades estables
con buen potencial de rendimiento; falta desarrollo de mecanismos de
tolerancia a factores bióticos y abióticos adversos, ya que es eminente
que estamos atravesando un escenario de cambio climático que marca
uno de los frentes más duros a enfrentar; tampoco hay recomendaciones
técnicas confiables en el manejo y; todo ello viene provocando nuestra
baja productividad.
(...)
En el plano regional hemos hecho un análisis de cuáles son las
potencialidades como país de cubrir nuestra demanda, es un estudio de
FONTAGRO a nivel regional y nos ubica en una situación muy interesante,
nos catalogan como un país que tiene el 100% de posibilidades de cubrir
su demanda de trigo por la disponibilidad de recursos naturales.
Con estos escenarios de análisis hemos estructurado una estrategia en
el corto mediano y largo plazo. En el corto plazo, el productor no espera
quiere las recomendaciones técnicas ¡ya! y la población quiere resultados
¡ya! El INIAF es una institución nueva no tiene fortalecidas sus capacidades
infraestructurales, laboratoriales y de recursos humanos; y definitivamente,
hay una situación que hay que enfrentar: el hecho de generar una
respuesta para el productor. Por ello, hemos visto por conveniente apelar a
un enfoque de alianzas, ya que no estamos partiendo de cero han existido
intervenciones anteriores, por ejemplo, el PROTRIGO, el ITA, instituciones
del sector privado, que vienen trabajando muchos años en este desafío de
generar tecnología, y creemos que abrazar esos productos viene siendo
algo estratégico en el corto plazo; así como, apelar a los avances que tienen
los INIAs de la región o los centros internacionales como el CIMMYT y el
INCARD en términos de material avanzado y de promocionar ese material.
(...)
Como Instituto tenemos definidas acciones que tienen que ver con un
objetivo histórico como es la productividad; al productor le entramos
por el rendimiento y el volumen de producción. El rendimiento es un
factor poligénico que sabemos que no es fácil de trabajar, viene por la
incidencia de múltiples factores y sabemos y estamos conscientes de que
hay algunos aspectos estructurales que tenemos que encarar, esto viene
siendo lo central.
(...)
El otro aspecto importantísimo dentro de los desafíos viene siendo los
factores adversos, hay situaciones de plagas y enfermedades que han
rebasado el umbral económico. En el caso de factores abióticos tenemos
similar situación de estreses de sequía, de salinidad, de acidez, que vamos
enfrentando como institución en términos de investigación.
(...)
El Programa Nacional del trigo es de una cobertura nacional.
Convencidos estamos que la diferencia lo hace Santa Cruz en términos
de volumen y superficie, convencidos -también- estamos que el desafío
es el área tradicional en temas como semilla, seguridad alimentaria y
cultura alimenticia.
(...)
En el plano del largo plazo estamos concentrados en reunir todos aquellos
cultivares con variabilidad genética que no hay en el escenario nacional
pero existe en el escenario internacional. La estructuración del programa
de mejoramiento integral sostenible está en marcha con nuestros primeros
cruzamientos para generar variabilidad, de los cuales podamos identificar
algunos segregantes promisorios. El objetivo central es hacer recurrente
este flujo para que el proceso de liberación varietal no sea una situación
esperada al año, o al otro año, sino sea cada año. ...
14
Nº 219 • Santa Cruz - Bolivia
Trigo, una oportunidad para la soberanía alimentaria boliviana
En el caso de lugares donde existe un fuerte componente cultural, se advierte el poco
interés por la producción excedentaria debido al poco interés por la acumulación,
o la creación de la riqueza. Sin embargo, numerosas intervenciones del Estado, las
Agencias de Cooperación, ONG’s y Fundaciones han tratado de motivar y promover
una cultura productiva dirigida a la creación de excedentes.
Cochabamba y Potosí. En el último tiempo, la cantidad de trigo nacional que procesa
la industria molinera nacional es insignificante. Datos de ADIM para los últimos
cinco años reconocen que el trigo nacional y que tiene su origen en Santa Cruz, ha
fluctuado entre 35.000 a 50.000 toneladas que en porcentaje representa únicamente
un 10 a 20%.
Puede concluirse que el enfoque centrado en el apoyo a la producción campesina de
la parte occidental del país, contribuirá poco o nada a resolver el problema nacional
de abastecimiento de trigo con producción propia.
En el occidente del país y durante los últimos años, el trigo que llega a la industria
molinera y tiene su origen en la producción campesina familiar, no supera las 10.000
toneladas/año y en porcentaje representa el 2% del volumen de procesamiento
anual (Con el argumento de calidad y limitados volúmenes de oferta de la producción
campesina, fueron utilizados por la industria molinera para pagar un menor precio
por el trigo nacional y por tanto desincentivando su producción en el país).
Como un aporte a este lineamiento de política se acaba de firmar un convenio con
la FAO, cuyas bases son:
“El Gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia ha elegido en el Marco de
Programación del País (MPP) firmado con FAO en enero de 2014 como una de
sus prioridades el incremento de la producción y productividad de los alimentos
estratégicos de la canasta básica de la población como una estrategia para la
seguridad alimentaria con soberanía del país.
Como grano o como harina, el trigo forma parte de la canasta básica de alimentos en
Bolivia, donde llega a representar la 2da fuente de las calorías consumidas per cápita
después de la papa. No obstante, el país sólo produce el 36% del trigo que consume,
debiendo importar y subsidiar el resto. El trigo y la harina de trigo son los únicos
alimentos respecto de los cuales Bolivia no tiene soberanía.
La FAO elaborará de forma coordinada con el MDRyT y el MDPyEP el presente
proyecto cuyo objetivo es dotar el país de una estrategia nacional para la producción
y transformación del trigo para la seguridad alimentaria y nutricional de su población.
El presente proyecto busca ayudar al Gobierno de Bolivia a elaborar una estrategia
de manejo del trigo incluyendo todos estos aspectos. Sus productos serán: a)
Diagnóstico de la producción y consumo de harinas de trigo; b) Recomendación
de tecnologías para producción primaria apropiadas a las zonas agroecológicas y las
categorías socio económicas (agricultura familiar comunitaria sostenible, medios y
grandes productos); d) Elaboración de una propuesta de oferta de bienes y servicios
públicos a los distintos productores en las diversas zonas agroecológicas productoras
de trigo del país, e) Definición de un sistema para entregar capacitación y asistencia
técnica a agricultores medianos y familiares; f ) Definición de estándares de calidad
de trigo y harina de trigo y técnicas de medición; g) Estudio sobre la capacidad actual
de molienda y capacidades de expansión, si fueran necesarias, para moler trigo
incremental y otros cereales; y h) Propuesta de estrategia nacional de producción e
transformación de trigo para la seguridad alimentaria con soberanía del país.
El proyecto estará presidido por un Comité Directivo compuesto por el Ministerio de
Desarrollo Rural y Tierras, el Ministerio de Planificación del Desarrollo, el Ministerio de
Desarrollo Productivo y Economía Plural, INIAF, ANAPO, y el Representante de la FAO”.
El proyecto durará 8 meses. Su costo a la FAO será de USD 160.000”
Para concluir habría que enfatizar en la necesidad de mantener un ordenamiento
institucional estable en el tiempo, así como la continuidad de las líneas directrices
trazadas para lograr el objetivo de lograr, en lo posible, autosuficiencia en la
producción de este importante cereal.
La filosofía de que existiría poco interés comercial de los pequeños productores
es muy débil, como lo demuestra la pujanza en la producción de quinua, como
una respuesta a los altos precios que ofrecen los mercados internacionales a este
producto, hasta hace poco desconocido en los mismos.
Lo mismo se puede afirmar con la coca, como lo demuestra la batalla por nuevas
zonas de cultivo que se observa en los últimos años y el desplazamiento en la zona
norte de La Paz de cultivos como frutales, arroz, café para destinar esas tierras al
cultivo de la “hoja sagrada”.
La naturaleza de esta relación encierra una larga trayectoria, sin señales mutuas
que alienten una necesaria articulación sectorial y que con el tiempo ha derivado
en su desarticulación definitiva y perdida de la capacidad de producción en la
región y el país.
Entre 1982 y 1983 cuando la crisis ya era evidente, una de las industrias molineras
reconocía que sus esfuerzos por adquirir trigo nacional había fracasado debido a
una “política errada de precios por el trigo y la harina, lo que había resultado que
se desaliente el cultivo” En 1984 se decía que más del 90% de sus necesidades de
consumo de trigo se importaba, y en los últimos años, solo el 3% se había abastecido
con trigo nacional. (Escobari L. 1987).
En la actualidad es indudable la crisis de la industria molinera nacional. La eliminación
de aranceles a la importación de trigo y harina, la participación del Estado en
la importación directa de harina, la compra de molinos propios por EMAPA y el
desconocimiento del Estado a la contribución de gran industria molinera privada del
país; definen la ruptura de un modelo de más de setenta años y el surgimiento de
nuevos actores como EMAPA, que a partir del 2007 plantean una nueva configuración
sectorial con un rol protagónico del Estado y el fortalecimiento del rol productivo de
la agricultura familiar campesina.
Actualmente las empresas molineras identificadas por el estudio realizado por la
AEMP son 13, (ver cuadro 6) de las cuales, 5 están localizadas en La Paz, 6 en Santa
Cruz, 1 en Potosí y otra empresa en Villazón. El Centro de Acopio San Pedro, se
constituye solamente en centro de acopio pero no así en una empresa de molienda.
Cuadro 6. BOLIVIA: Industrias Molineras del país, capacidad de
almacenaje – capacidad instalada, 2011
Empresa
Departamento
Compañía Molinera Boliviana S.A.
Molino Andino S.A.
Sociedad Industrial Mollinera S.A. SIMSA
Molino Torremolinos
Molino Aurora
Compañía Industrial Comercial Hnos. Vicente SRL.
Compañía Molinera Rio Grande* S.A.
Molinera del Oriente (modelo) S.A.
Industrias “Potosí” Ltda.
Coperativa Agropecuaria Integral Colonias
Okinawa Ltda. (Caico Ltda.)
Industria Molinera San Juan S.R.L.
Centro de Acopio San Pedro (EMAPA)
Complejo Industrial Cuatro Cañadas (EMAPA)
Total
Capacidad de
Almacenaje
(t)
Capacidad de
Capacidad
Instalada
Utilizada %
(t/mes)
La Paz
La Paz
La Paz
La Paz
La Paz
Santa Cruz
Santa Cruz
Santa Cruz
Potosí
5.870,00
28.000,00
18.000,00
8.000,00
8.000,00
53.409,00
7.332,00
21.600,00
3.000,00
19.192,00
6.480,00
7.800,00
1.920,00
2.400,00
6240,00
2.400,00
2.880,00
1.440,00
Santa Cruz
Villazon
Santa Cruz
Santa Cruz
200,00
SR
50.000,00
50.000,00
253.411
2.400,00
2.400,00
SR
1.152,00
56.674
26,33
16,00
0,03
78,70
60,00
58,80
25,00
58,80
16,70
SR
SR
SR
SR
33,70
FUENTE: Elaborado en base a información proporcionada por las empresas molineras. Estudio AEMP., 2012.
SR: No se posee esta información.
*Es la capacidad utilizada promedio.
7. Industria molinera del país, producción de harina 10
En 1931 se instalaba en Bolivia los dos primeros molinos industriales de la Compañía
Molinera Boliviana S.A., sin embargo, la prensa de aquella época criticaba su
establecimiento en Challapata, calificando de estar en los lugares distantes de las
zonas trigueras. “Dos molinos con capacidad para proveer de harina todo el país
-advertía la nota- pero, no usando el trigo boliviano, si no el extranjero” (Mendoza
1931, citado por Escobari 1987).
Después de 1991, con la liberalización de la economía y la Nueva Política Económica
que impulsó el cambio radical en el sistema de compra de trigo y la comercialización
de harina, la industria molinera apareció desprotegida y empujó paulatinamente al
cierre definitivo de más del 73% de molinos instalados en el país.
En la actualidad existe una alta concentración y polarización de la molienda de
trigo en Bolivia; Santa Cruz que concentra el 50% y La Paz el 43%, dejando un 7% a
10. Fuente: Info CIPCA, Capítulo 8.
El informe señala: “La capacidad utilizada promedio de las molineras, para el año
2011 alcanzó un 33,7% del total instalado, el restante 66,3% queda como capacidad
disponible ociosa.”
“Considerando que, la capacidad total de molienda mensual de las empresas es de
56.674 toneladas, se estima que, la capacidad de molienda anual de las empresas
molineras seria de 680.000 toneladas.”
“La capacidad total de almacenaje de los molinos es de aproximadamente 253.411
Toneladas estáticas, la rotación en el acopio de trigo y su posterior producción
permite programar esta capacidad durante todo el año para no tener problemas
de almacenamiento, siempre y cuando esta capacidad este distribuida entre los
productos que se estén contemplando de forma dentro de los que se acopiara para
lo que constituyen los productos manejados por EMAPA: como ser soya, sorgo, arroz
y no solamente trigo.”
16
Trigo, una oportunidad para la soberanía alimentaria boliviana
Nº 219 • Santa Cruz - Bolivia
Mercados Alternativos
del Trigo y Harina
8. La intermediación y los mercados alternativos de trigo y harina
9. Precios internacionales y el mercado nacional de trigo y harina 11
Al cierre prácticamente de toda la industria molinera en los Valles, paulatinamente
la producción de trigo ha sido canalizada a otros mercados Ya en 1983 la Industria
Molinera reconocía que “el grano producido en las zonas trigueras se utilizaba en la
fabricación de chicha y harina integral” (ADIM 1984).
El precio del trigo en Bolivia está determinado por su comportamiento en el mercado
mundial. Contrariamente a lo ocurrido en los últimos cincuenta años, después del
2005 los precios se han incrementado a un ritmo nunca antes visto.
Aproximadamente el 80% de la producción campesina desde los Valles se transfiere
a las industrias de la harina y el pan integral, el pelado, chicha, el trigo partido, el pito,
y otros subproductos., fundamentales en la alimentación de esta región.
Según el estudio de AGRODATA (2002) la harina de trigo producida por la industria
nacional junto a la importada, se utiliza de la siguiente forma: 72% para la panificación,
24% para producción de pastas alimenticias y el 4% para la industria de galletas,
pastelería y otros.
Según el estudio de la AEMP, la contribución actual de la producción nacional al
consumo anual del grano estaría resumida en el cuadro siguiente.
Consumo anual
de grano de
trigo (t)
Importación
de grano de
trigo (t)
2011
728.000
68.554
Producción nacional
Contribución
de grando de
Producción grano de
trigo (t)
trigo nacional (%)
271.066
37,23
Dependencia
(%)
62,77
Fuente: Estudio AEMP, elaborado en base a información proporcionada por la Aduana Nacional de Bolivia.
Los países de la anterior comunidad de países del Grupo Andino, actualmente CAN,
incluyendo Bolivia han tenido la misma secuencia de políticas en torno al trigo y
la harina de trigo. Para efectos de comparación a continuación, en el Cuadro 8, se
muestra la situación de compras internacionales de grano y harina de trigo.
Cuadro 8. CAN: IMPORTACIONES DE HARINA DE TRIGO Y TRIGO
PERIODO 2008 – 2012 • Volumen en t. Valor en miles de USD
País
2008
Volumen Valor
2009
Volumen Valor
COLOMBIA
Harina
2.736
1.479
1.692
Trigo
8.382
4.372
3.618
ECUADOR
Harina
33.589 17.906
3.959
Trigo
390.082 194.624 368.646
PERÚ
Harina
1.418
714
652
Trigo
246.763 111.676 203.403
1.028
1.203
3.154
110.286
321
59.889
2010
Volumen Valor
2011
Volumen Valor
1.027
15.279
6.535
2.012
1.202
27.275
201
104
484.569 145.498
3.650
460.795
792
301.417
840
237.675
416
77.397
740
9.642
106
0
1.824
184.002 419.443 156.187
426
88.931
450
0
264
0
Fuente: INE, elaboración IBCE
Resulta evidente que Colombia, es el único país de la región que no ha caído en
la “trigodicción”, ya que sus volúmenes de importación son considerablemente
inferiores en torno a sus aliados de la CAN. Una explicación de ello puede atribuirse
a que sigue siendo un consumidor tradicional de maíz, en forma de arepas. El Perú
claramente da prioridad a la importación de trigo, llegando casi a eliminar sus
importaciones de harina, una política que claramente Bolivia debería imitar.
Resulta evidente que Colombia, es el único país de la región que no ha caído en
la “trigodicción”, ya que sus volúmenes de importación son considerablemente
inferiores en torno a sus aliados de la CAN. Una explicación de ello puede atribuirse
a que sigue siendo un consumidor tradicional de maíz, en forma de arepas. El Perú
claramente da prioridad a la importación de trigo, llegando casi a eliminar sus
importaciones de harina, una política que claramente Bolivia debería imitar.
11. Estudio CIPCA, ya citado.
Fecha
25/09
02/10
16/10
23/10
Los datos más recientes, según el boletín
IBCE Cifras No. 264 de Octubre del 2013,
serían los siguientes:
Precio USD/t
246,37
252,07
250,41
257,85
Entre el año 2000 y 2006 una bolsa de 46 kg de trigo se pagaba al agricultor entre
7,3 y 9,4 dólares. Durante el 2007 este incrementó empezó ascender paulatinamente
y alcanzar los 11 dólares en Cochabamba y 9 dólares en Santa Cruz. Los primeros
seis meses del 2008 los impactos por la subida de los precios a nivel internacional
se hicieron visibles a nivel nacional sobrepasando los 24,36 dólares/quintal en trigo
y 38,58 dólares/quintal en la harina, para luego caer hasta los 33 dólares/quintal de
harina en septiembre del 2008.
La situación de los precios para los años más recientes se presenta en el
capítulo siguiente.
10. El consumo de trigo y harina
2012
Volumen Valor
127
0
Los últimos precios internacionales según se aprecia por los datos siguientes, revelan
que la tendencia de precios altos en los mercados internacionales persiste.
El último incremento en el precio del último periodo es atribuido al crecimiento de
la demanda de China.
Cuadro 7. BOLIVIA: Contribución de la producción nacional al
consumo anual de grano
Año
El precio internacional ha sufrido variaciones considerables entre el 2000-2005 la
cotización internacional se situó entre USD100-170/t, el 2006 subió a USD380/t.
El Plan de Implementación de Programa Nacional de Trigo - PIP PN-TRIGO, provee las
cifras que se muestran en el Cuadro 9 siguiente.
Cuadro 9. BOLIVIA: Producción nacional, importación de grano, importación
de harina y demanda nacional de trigo en el periodo 1991 – 2008
Año
Producción
Nacional (t)
(%)
Importación
Grano (t)
(%)
Importación
Harina (t)
(%)
Demanda
Nacional (t)
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
108.733
95.727
145.129
82.323
122.805
98.820
168.547
175.426
150.012
101.510
112.659
119.227
112.930
99.525
119.227
143.677
165.165
161.553
23,4
22,4
35,8
21,1
28,8
31,7
47,4
49,9
32,1
20,6
24,1
22,5
19,8
24,3
26,0
33,4
32,8
29,6
300.000
241.440
168.830
202.443
183.358
186.315
174.188
154.542
267.999
244.054
244.937
278.701
347.513
234.489
209.096
130.820
110.007
87.951
64,5
56,5
41,9
51,9
43,0
59,8
49,0
43,7
57,3
49,6
52,5
52,7
61,0
57,2
45,6
30,4
21,9
16,1
56.254
89.814
90.700
105.250
120.000
26.512
12.909
23.730
49.332
146.252
109.152
131.497
109.004
75.760
130.181
156.098
228.084
296.769
12,1
21,0
22,4
27,0
28,2
8,5
3,6
6,7
10,6
29,7
23,4
24,8
19,1
18,5
28,4
36,3
45,3
54,3
464.987
426.981
405.659
390.016
426.163
311.647
355.644
353.698
467.343
491.816
466.748
529.300
569.447
409.774
458.504
430.595
503.256
546.273
FUENTE: Programa Nacional del Trigo
18
Trigo, una oportunidad para la soberanía alimentaria boliviana
Nº 219 • Santa Cruz - Bolivia
El cuadro anterior estaría mostrando la demanda de trigo, en forma directa o por
las importaciones de harina en el periodo 2005-2008 estarían alrededor de las
500.000 toneladas.
Gráfico 4: BOLIVIA: Importaciones de trigo 2008-2013
(Volumen en t y valor en millones de dólares)
45
Los datos más recientes sobre importaciones de trigo y la tendencia de las
importaciones, donaciones y el contrabando de trigo y harina siguen a continuación.
40
11. Importaciones de trigo y harina 2000-2013
30
200.000
150.000
20
Cuadro 10. BOLIVIA: Importación de harina de trigo
Período 2000 - 2012 y avance al mes de septiembre del 2013
(Expresado en toneladas brutos y millones de dólares americanos)
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
250.000
35
25
Las cifras se muestran en el cuadro siguiente:
Año
300.000
Miles de
USD
Toneladas
31.000
36.000
27.000
16.000
15.000
26.000
34.000
69.000
118.000
105.000
76.000
78.000
91.000
28.000
148.417
168.734
131.518
73.441
76.799
130.118
157.261
230.044
235.203
302.749
205.050
192.316
224.727
57.872
Precio
USD/t
208,87
213,35
205,29
217,86
195,31
199,82
216,20
299,94
501,69
346,82
370,64
405,58
404,93
483,82
FUENTE: Instituto Nacional de Estadística - INE
ELABORACIÓN: Instituto Boliviano de Comercio Exterior - IBCE
(p): Datos preliminares
100.000
10
50.000
5
0
2000 2001 2002 2003 2004
2005 2006 2007 2008
Millones de USD
Fuente: Datos Cuadro 11.- Elaboración propia
2009
2010
2011 2012
(p)
Toneladas
2013
(p)
0
Puede apreciarse que las importaciones de trigo actuaron en descenso entre el 2000
al 2010, mostrando un ligero repunte los años de 2011 a 2013. Lo anterior refleja
claramente la preferencia por la importancia de harina de trigo en vez del grano.
Cuadro 12. BOLIVIA: Importaciones de harina de trigo 2011 – 2012
(Por origen)
2011
País
86.390,60
Uruguay
8.269
9,7
USA
1.016
1
95.675,60
33.910.3
Argentina
Tons
%
Valor Mil
USD
33.899,60
Participación
99,3
2012
Tons
98.710,40
%
Valor Mil Participación
USD
38.092,70
99,3
0,5
0,49
12.743
38,6
0,16
98.818,90
38.190,40
100
Otros
Total
100
Fuente: Datos INE, Elaboración IBCE .
Otros: Pequeñas importaciones Italia, Austria, Brasil, Chile, Francia y México
Cuadro 11. BOLIVIA: Importación de trigo en grano
Período 2000 - 2012 y avance al mes de septiembre del 2013
(Expresado en toneladas y millones de dólares americanos)
Año
Miles de
USD
Toneladas
Precio
USD/t
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
36.000
36.000
39.000
36.000
29.000
31.000
21.000
20.000
28.000
11.000
11.000
22.000
25.000
42.000
269.374
238.638
275.320
232.280
167.251
195.597
128.865
109.782
88.855
45.878
39.645
72.689
95.314
103.217
133,64
150,85
141,65
154,98
173,39
158,48
162,96
182,18
315,12
239,77
277,46
302,66
262,29
406,91
FUENTE: Instituto Nacional de Estadística - INE
ELABORACIÓN: Instituto Boliviano de Comercio Exterior - IBCE
(p): Datos preliminares
15
El precio promedio para las importaciones de harina de la Argentina el 2012 sería
de USD385,8/t frente al precio promedio de importaciones el 2008 que fue de
USD309,9/t.
Entre enero y mayo del 2013, se importaron de Argentina 31.741,3 t con un valor de
USD14.629.852 con un 99,3% de participación. Le siguió Uruguay con 165.511 t por
un valor de USD71.794. Las importaciones de EEUU fueron de 8.445 t con un valor
de USD24.097.
En el mercado interno la harina de Cochabamba se cotizó en USD22,37/qq el 2007
frente a USD38,58/qq el 2008.
La evolución de los precios de la harina en los mercados principales del país, se
muestra en el cuadro siguiente:
Cuadro 13. Historial de precios harina de trigo
Bs por 45 kg.
País
2010
Enero
Junio
Diciembre
2011
Enero
Junio
Diciembre
2012
Enero
Junio
Diciembre
2013
Enero
Junio
Noviembre
Santa Cruz
Media
La Paz
Media
El Alto
Media
Cochabamba
Media
170,63
165
189
173,1
176,25
192
s.d.
s.d.
194
180
187,56
198,9
189,17
198,75
201,25
197,21
200,19
218,8
190,13
192,19
217,88
201,75
202,94
214,43
200
200
200
215,38
200,19
218,8
217,88
204,75
212,38
210,69
205
225,42
200
265
307,5
214,2
270
338,75
213,5
265
337,5
225,42
315
357,5
Fuente: SIMA, Fundación Valles. Elaboración propia
Especificaciones: Variedad/ecotipo Harina 000
Precios: Bolsa 45 kgs., mercado mayorista.
20
Nº 219 • Santa Cruz - Bolivia
Trigo, una oportunidad para la soberanía alimentaria boliviana
Claramente en los mercados mayoristas internos el precio de la harina virtualmente
se duplica entre enero del 2010 y noviembre del 2013. Esto por supuesto que afecta
considerablemente la economía familiar, pero, al mismo tiempo abre la posibilidad
de interesar a más productores en la producción de trigo.
Así mismo, con frecuencia, la venta de alimentos para financiar proyectos de
desarrollo (monetización) también acaba resultando peligrosa y puede destruir los
precios agrícolas locales. La venta de la ayuda alimentaria también puede provocar
cambios en la dieta y las pautas de consumo. (FAO 2006).
Datos de precios de importación de trigo del IBCE indican que en el primer semestre
del 2008 se compró harina a un precio promedio de 309,90 dólares/tonelada cuando
en los diez años previos el precio promedio no ha superado los 236 dólares. De igual
manera, la importación de trigo en los últimos seis meses ha representado un valor
promedio de 280 dólares/tonelada, frente a los 149 dólares/tonelada de los diez años
previos (IBCE 2008).
En el caso de Bolivia las donaciones de alimentos sin lugar a dudas han contribuido
a la pérdida de la capacidad productiva y la dependencia.
Estos datos suponen que en Bolivia cuando menos se duplicará el valor de
importación de harina y el trigo, resultado sin lugar a dudas del impacto de la subida
de los precios del trigo a nivel internacional. Lo cual se confirma con los datos de las
cifras de importación del periodo 2008 – 2013.
Entre enero y mayo del 2013, se importaron de Argentina 31.741,3 t con un valor
de USD14.629.852 con un 99,3% de participación, lo cual arroja un precio promedio
de USD443/t. Le siguió Uruguay con 165.511 t por un valor de USD71.794. Las
importaciones de EEUU fueron de 8.445 t con un valor de USD24.097, lo cual da un
precio promedio de USD285,3/t.
Conviene revisar los antecedentes en cuanto a la harina de contrabando. Un informe
señala que “ha seguido un crecimiento sostenido en los últimos diez años y en su
desarrollo ha comprometido una diversidad de intereses y actores que involucra
desde autoridades gubernamentales, la aduana, “bagayeros”, transportistas y la
propia industria de la molienda”.
Según la ADIM (2006), el 81% de la harina argentina, ingresa por Villazón, 14%
por Yacuiba y 5% por Bermejo. De este total el 50% ingresa por la vía del TVF o
“bagallaje” y el resto como importación legal. (Nota aclaratoria: El TVF o Tráfico
Vecinal Fronterizo es un régimen que fue creado para beneficiar a los pobladores
ubicados a no más de 50 km. de la línea de frontera de ambos países. Así, cada
poblador residente en ese radio puede adquirir en el otro país mercaderías por un
importe máximo de 150 dólares.)
El contrabando de harina ha dado origen a la emergencia de un contingente de
aproximadamente 4.000 personas que se los llama paseros, bagayeros o bagalleros, que
son los encargados del transporte “lícito” de la harina desde territorio argentino a Bolivia.
Bolivia, Ecuador y Perú desde los 60 se convirtieron en “trigodictos”, como efecto de la
aplicación de la Ley Pública 480 de EEUU que facilitó el acceso y el consumo de este
cereal mediante política crediticia que facilitó su compra a precios bajos y con pago
a 40 años plazo, con una tasa de interés del 2% anual.
Como nos informa el estudio de CIPCA (“El estado de situación del Trigo en Bolivia
y el contexto internacional, René Herbas, septiembre 2008.) “se calcula que en los
países más ricos del mundo se suministra unos 350.000 millones de dólares a sus
productores, como subvención en la producción agropecuaria.
En la década previa al 2008 Bolivia ha internado trigo en una cantidad promedio de
220.609 toneladas/año por un valor de 33 millones de dólares CIF Aduana; 119.600
toneladas/año de harina por un valor CIF Aduana de 28,3 millones de dólares, valores
que no incluyen los costos de internación desde la frontera hasta el molino y el valor
final de venta en el molino.
En los años sesenta, Bolivia, Colombia, Perú y Ecuador, comenzaron a recibir grandes
cantidades de trigo proveniente de Estados Unidos a través del programa “Alianza
para el Progreso“, creado por J.F. Kennedy en 1961. (www. ecoportal.net).
En el contexto regional, Ecuador, pasó de ser autosuficiente a principio de 1960,
a comprar el 97% del trigo que consume (Salgado, 2002). En Colombia, en virtud
de las masivas importaciones impuestas desde Washington, se compran 1.200.000
toneladas anuales y la producción nacional cubre el 3% de la demanda total. Perú
importa 1.400.000 toneladas de trigo al año, la producción nacional es de 170.000
toneladas y menos del 10% va a la industria.
De manera más precisa un informe de la FAO en el 2006, cuyo título sugestivo
cuestionaba así ¿Permite la ayuda alimentaria conseguir la seguridad alimentaria?,
entre sus principales conclusiones afirmaba: que la ayuda alimentaria posee un
potencial efectivo - en el caso de que no se suministre de una forma adecuada y con
cuidado - para socavar la soberanía alimentaria.
Los mercados locales se ven gravemente afectados cuando se utiliza la ayuda
alimentaria como una forma indirecta de dumping de exportación. Los datos
-concluye el informe- muestran que grandes suministros de ayuda alimentaria
presionan a la baja y desestabilizan los precios en los países beneficiarios, amenazando
potencialmente los medios de subsistencia de los productores y comerciantes
locales y socavando la resistencia de los sistemas alimentarios locales.
Desde 1954, la “ayuda alimentaria” en Bolivia se hizo una realidad. Tal fue el caso de
Estados Unidos a través del denominado Acta de Asistencia en el cual las modalidades
de asistencia eran: El Título I que se implementa bajo un convenio de crédito (Venta
de trigo/harina de trigo a tasas de interés muy bajas y 30 años plazo) de Gobierno
a Gobierno, cuyos recursos son priorizados con el Ministerio de Agricultura como
los programas alternativos de la hoja de coca principalmente, apoyo a la balanza de
pagos y otros. El título II, canaliza alimentos a las poblaciones vulnerables en calidad
de donación y El título III que se inicia en 1978 y finaliza en 1994, canalizaba trigo y
harina, el cual era vendido en su integridad en el mercado nacional y cuyos fondos
eran utilizados por el Gobierno para apoyar diversos proyectos.
Desarrollo del Comercio Agrícola, más conocido como PL – 480 y las Naciones
Unidas a través del Programa Mundial de Alimentos (PMA), a partir de 1964, han sido
las instituciones responsables para su efectivización en el país. Si bien el PMA en los
últimos años ha modificado la modalidad de asistencia alimentaria y el 90% de los
alimentos que distribuye en la actualidad los compran dentro del país, en el pasado
los alimentos donados tenían su origen en los principales países exportadores de
trigo en el mundo (www.ops.org.bo).
Con el cierre del Título III en 1994, si bien la donación de alimentos se ha reducido, la
importancia del trigo y la harina conservan su preponderancia en la composición de
la ayuda alimentaria en la actualidad.
Toda esta situación se ha modificado en los últimos 6 años y los cambios que alteran
esta situación se tratan en la sección de políticas de este documento.
Si bien es indudable que las existencias mundiales de trigo han disminuido; que
países como Australia, el segundo exportador de trigo en el mundo, enfrentó por
muchos años una sequía que ha reducido sus cosechas de trigo en un 60%; que la
crisis climática del globo ya está aquí y está afectando la alimentación, que ahora
es política oficial en EEUU, Canadá y Europa convertir alimentos en combustible;
que la nueva inversión agrícola en todo el mundo está orientada hacia los cultivos
comerciales.
Según un informe de “The Economist” los gastos en la agricultura como parte de los
gastos públicos totales en los países en desarrollo cayó a la mitad entre 1980 y 2004.”
Los subsidios y dinero para investigación y desarrollo se han acabado, y el aumento
de la producción se ha paralizado.
La nueva inversión está siendo dirigida hacia palmas, soya y otras plantas productoras
de aceites y que el precio de los alimentos está vinculado al del petróleo afectando
el coste de la producción.
No es menos cierto que el dominio corporativo, la reducción de apoyo a los pequeños
productores y la liberalización de los mercados han empujado a la situación de crisis
presente en el trigo y otros alimentos.”
21
Trigo, una oportunidad para la soberanía alimentaria boliviana
Nº 219 • Santa Cruz - Bolivia
Un reciente informe del Concejo Internacional de Cereales (CIC), advierte que los
niveles de disponibilidad de trigo están recuperando sus stocks habituales y los
precios del trigo en el mercado internacional han empezando a bajar. Es decir en el
caso específico del trigo estamos frente a un fenómeno de evidente especulación
de precios y mercados”.
Retornando a los temas del país. Un año típico el 2011, el consumo de trigo estaba
dirigido a la industria molinera (harina para pan) en 72%, industria de pastas 24%,
galletas 3% otros usos 1,0% (Fuente: AGRODATA, 2002).
El consumo per cápita de trigo es estable, un promedio de 71,3 kg per cápita/año,
se incrementa con el crecimiento de la población. Las cifras de importación de
harina para los años recientes se han reproducido en el Cuadro 10, y las de trigo en
el Cuadro 11. Ambos reflejan la vulnerabilidad en cuanto a nuestro abastecimiento
de este importante cereal.
La provisión del pan de batalla (marraqueta) a un precio fijo de Bs. 0,40 por unidad,
significa un creciente subsidio cubierto por el Estado, que beneficia a productores
internacionales.
Al presente el abastecimiento nacional se encuentra complicado debido a que la
Argentina, su principal proveedor se ha visto obligada a prohibir las exportaciones a
Bolivia, para dar prioridad a su mercado interno. El efecto de prohibir exportaciones
agropecuarias o sujetarlas a restricciones, junto a problemas de orden climático han
contribuido a este resultado inesperado. El gran productor del pasado confronta
dificultades para proveer el “pan de cada día” a su población.
La situación anterior quedaría resumida en el siguiente gráfico:
Gráfico 5: Producción, importación y demanda nacional de trigo
1999-2011
700
600
tm x 1000
500
400
300
465
109
467
427
406
390
96
82
145
56
90
312
123
99
105 120
91
200
426
27
356 354
169 175
150
569
529
492
467
102
410
113
109
146
109
100
76
459 433
119
530
563
162 202
165
255
238
144
130
156
13
582
228
297
335
24
235
246
131 110
88
46
40
79
2002
2004
2006
2008
2009
2010
2011
2007
234 209
2005
279 348
2003
245
2001
1999
2000
1997
1998
1992
1996
268 244
1995
174 155
1994
241 170 202 183 186
1993
300
1991
100
0
Año
Importación Grano (t)
Importación Harina(t)
Ecología y problemas asociados
Un aspecto que no se considera en los diversos estudios sobre la producción de trigo
en el país es el factor ambiental.
El estudio POSICIÓN GEOGRÁFICA Y MACROREGIONES AGROPECUARIAS DE BOLIVIA
del Dr. Gonzalo Ávila Lara (Centro de Investigaciones de Pairumani, Fundación Simón
I. Patiño) enseña lo siguiente:
“Bolivia está situada en la franja entre el la línea del Ecuador y el trópico de Capricornio
entre los cerca a 9° y 23° de latitud Sur, esta ubicación tiene una enorme influencia
no solo por las temperaturas y los cambios estacionales, sino también por el largo
del día, como se sabe sobre la línea del Ecuador a 0° de latitud, el largo del día y de
la noche es de 12 horas todo el año, a medida que nos desplazamos al norte o al sur
las horas de luz en el verano se incrementan y en el invierno disminuyen de hecho
en las zonas polares en el verano la luz dura 24 horas y en el invierno no hay luz”. Las
temperaturas en Bolivia fluctúan en función de la altura y en menor proporción por
los grados de latitud, en el globo la principal causa de la variación térmica se da por
la variación en latitud.”
Prosigue: Un factor muy conocido es que las plantas sintetizan materia orgánica
convirtiendo la energía luminosa en energía química como efecto de la fotosíntesis,
por tanto es lógico que las plantas que viven en el verano con día largo, sinteticen
mayor cantidad de moléculas o sintetatos mientras más largo es el día, por este
motivo las especies anuales cultivadas, aún siendo originarias de la zona intertropical
del globo, presentan una mayor productividad en zonas con días largos en relación
a las zonas con día corto como los de la zona intertropical.
Saltando parte del texto señala: “Con un panorama tan desolador como el descrito
para la zona intertropical del planeta, nuestro lector se preguntará ¿qué posibilidad
de desarrollo tienen los países situados en esta zona?, especialmente si consideramos
que la agricultura hasta el Siglo XX ha sido la actividad primaria para crear el desarrollo
y principalmente para dar seguridad y soberanía alimentaria a su población”.
503
113
119
131
49
546
Existe por tanto un largo caminar, para resolver este aspecto tan importante en la
producción nacional de trigo.
Producción Nacional (t)
Demanda Nacional (t)
Fuente: Plan de Implementación del Programa Nacional del Trigo.
Prosigue: “Por otra parte es generalizada la creencia de que Bolivia tiene áreas
agrícolas de enormes dimensiones y que es posible ampliar la frontera agrícola con
el trasladando de contingentes humanos dispuestos a trabajar la tierra, en lugar de
mantener latifundios muy grandes que solo utilizan los suelos con ganadería bovina,
o el hecho de tener tierras fiscales con bosques naturales nos podría permitir una
colonización de estas tierras y mejorar rápidamente el nivel de vida de los agricultores.
La presente sistematización debería permitirnos conocer la potencialidad agrícola y
pecuaria del territorio nacional, antes de adoptar políticas que podrían conducirnos
a situaciones sociales y económicas muy críticas”.
En resumen, esta investigación estaría demostrando que, pese a todos los
esfuerzos que se hagan, hay limitaciones naturales que impiden a nuestra mayor
zona productora alcanzar rendimientos agrícolas similares al de otras latitudes y
principalmente la de los principales proveedores mundiales de este cereal, lo cual
atenta contra el propósito de lograr una mayor Seguridad y Soberanía Alimentaria.
12. Producción nacional de semillas
13. Algunas conclusiones
En relación a las actividades que desarrolla actualmente MDR y T, como parte
del Programa Nacional del Trigo, la producción de semillas básica, registradas y
certificadas para su distribución a los productores ocupan un lugar importante.
Pese a los esfuerzos de política nacional para avanzar hacia el autoabastecimiento de
trigo y harina los resultados son claramente insuficientes.
Los volúmenes de producción de semilla certificada en la gestión 2012 por cultivo y
variedad son significativos. Como se aprecia por el resumen siguiente:
Cuadro 14. Producción de semilla certificada en la gestión 2012
Catergoría T.M.
Trigo Variedades
21
Básica
Registrada
Certificada
19,16
392,26
5.743,75
Fiscalizada Certificada B
0
7,11
TOTAL
6.162,30
Fuente: Resumen Cuadro Volúmenes de producción de semilla certificada por cultivo y variedad a nivel
nacional. Informe Dirección Nacional de Semillas 2012.
Este es, desde luego, un importante componente del paquete tecnológico para
mejorar la productividad del cultivo en las distintas regiones, que es uno de los
puntos débiles en la tarea de querer lograr una mayor autosuficiencia en la provisión
de trigo. Pero, las cifras anteriores revelan que se produce internamente semilla
certificada apenas para unas 60.000 Has., esto es, un 25% de la superficie cultivada
con trigo en el país.
Hay razones técnicas, económicas y de política que explican este resultado.
En lo técnico se trata de un cultivo de pequeñas parcelas en la parte andina con
una superficie de media o tres cuartos de hectárea. por campesino y rendimientos
muy bajos, la mitad de lo que se obtiene en Santa Cruz, esto determina poco
interés económico frente a otros cultivos que generan más ingreso. Adicionalmente
el deterioro de los suelos, los riesgos de sequías y heladas atentan contra las
posibilidades de incrementar los rendimientos en esta región.
Una situación un tanto parecida se da en Santa Cruz, los otros cultivos de rotación
a la soya como son el maíz, sorgo, girasol y chia parecen ofrecer mayor rentabilidad
que el cultivo de trigo, lo que demuestra el reducido crecimiento de la superficie
dedicada al cultivo de trigo.
Los avances en la producción provienen del cultivo de invierno en Santa Cruz, como
rotación a la soya o el girasol, pero este cultivo está condicionado a la presencia
de lluvias cortas en el período seco, que facilitan la germinación. En esta región
los rendimientos son superiores a los 1.000 kgs. debido a semillas introducidas,
provenientes del trabajo del CIMMYT y las pruebas de adaptación que realiza el
CIAT y los productores locales de semilla, pero hay el condicionamiento climático
señalado.
22
Nº 219 • Santa Cruz - Bolivia
Sin embargo, deben tenerse en cuenta los factores medio ambientales que señala el
Dr. Ávila, por la ubicación geográfica de la región productora cruceña. Estos factores
son totalmente ajenos a la posibilidad de introducir modificaciones.
El segundo aspecto, el factor económico. Los precios del trigo en el mercado nacional
están sujetos a las variaciones de los precios de los mercados internacionales, los
cuales se han mostrado crecientes en los últimos años, por las razones que se
explican en este documento.
Frente a los problemas de producción y provisión de Argentina, la política nacional
y los productores sugieren complementar con medidas más audaces como: i)
ofrecer un precio subsidiado más alto, para mejorar la competitividad del cultivo,
mejor subsidiar la producción nacional que la extranjera, ii) fortalecer los servicios
de asistencia técnica regionales en Santa Cruz, desde la producción de semillas
mejoradas y técnicas de cultivo, hasta la posibilidad de introducir el riego para este
cultivo y los otros de la economía agrícola cruceña. ANAPO en su reciente versión XX
del Día Nacional del Trigo plantea estas líneas de política añadiendo la necesidad de
crédito y del seguro agrícola.
El tercer factor, las políticas nacionales. De un lado están las variables macroeconómicas:
políticas monetaria y fiscal que se adoptan de un modo independiente a las políticas
sectoriales, pero condicionan el funcionamiento de éstas.
El recuento del documento demuestra que no ha habido coherencia a lo largo de los
últimos 20 años. La aceptación de trigo o harina de donación, ha tenido considerable
impacto al reducir nuestras posibilidades de producción interna al no poder competir
con un precio bajo y subsidiado.
Esta situación persiste, por el afán de mantener el precio del pan de batalla a un precio
artificialmente bajo, y al no poder competir con las importaciones casi “instantáneas”
que se dan cuando hay falla en el aprovisionamiento interno. El subsidio a la harina y
el trigo son cada vez más crecientes, contribuyendo a complicar las finanzas fiscales.
De otra parte, la política nacional sobre el trigo tiene que manejarse desde el punto
de vista de atender el desarrollo del complejo agroproductivo, incluyendo el sector
de procesamiento, la tendencia a importar harina ha dejado una capacidad industrial
ociosa muy grande que, afecta al mismo tiempo, la generación de empleo.
Trigo, una oportunidad para la soberanía alimentaria boliviana
La vigencia del Programa Nacional del Trigo, que apunta a lograr un mayor
autoabastecimiento de trigo y sus diferentes componentes, son un excelente
indicador por aplicar una política coherente para conseguir este objetivo. Asimismo,
el reciente convenio con la FAO da algunas pautas de lo que se desea lograr con la
nueva política nacional del trigo.
La experiencia del pasado, nos muestra que el país parece padecer de un “síndrome
de Penélope”, nos gusta tejer y destejer, debido a lo cual nuestro avance resulta
insuficiente en el tiempo. Esperemos que la política vigente tenga la mayor
continuidad posible en el tiempo.
Referencias
• Autoridad de Fiscalización y Control Social de Empresas “Estudio de la harina de
trigo”, 2012.
• AGRODATA, Cadenas agroalimentarias 2002.
• CIPCA. Herbas René, “El estudio de la situación del trigo en Bolivia y el contexto
internacional” 2008.
• GOBIERNO – FAO. PROGRAMA DE COOPERACIÓN TÉCNICA, 2013.
• INPRODES S.R.L. Informe final “Estudio de identificación, mapeo y análisis de la
cadena productiva de trigo”. La Paz, 2004.
• Min AACC y Agropecuarios “Estudio de identificación y componentes cadena
trigo”.2004.
• Zeballos Hurtado, Hernán. 2006. “Agricultura y Desarrollo Sostenible”, Edit. PLURAL.
Sección 6.9 complejo trigo.
• Zeballos Hurtado, Hernán. 2011. Bolivia: Desarrollo del Sector Oleaginoso 19802010, revista IBCE No. 193. Sector oleaginoso: Aporte agroalimentario para Bolivia
y el mundo”, revista IBCE No. 207, octubre 2012.

Documentos relacionados