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X NEGOCIOS
EL PAÍS, DOMINGO 25 DE FEBRERO DE 2007
EXTRA ENERGÍA / LAS NUCLEARES
Centrales nucleares en España
Centrales nucleares en Europa
Enero de 2007
Potencia Fecha operación Fecha actual Validez
en MW (1)
comercial
autorización hasta:
Central
1 José Cabrera
2 Santa María
150,1
13/08/1969
15/10/2002
2006
466
11/05/1971
05/07/1999
2009
977
01/09/1983
08/06/2000
2010
(Entre paréntesis,
las centrales en construcción)
de Garoña
3 Almaraz I
980
01/07/1984
08/06/2000
2010
5 Ascó I
1.032,5
10/12/1984
01/10/2001
2011
6 Ascó II
4 Almaraz II
1.027,2
31/03/1986
01/10/2001
2011
7 Cofrentes
1.092
11/03/1985
19/03/2001
2011
8 Trillo I
1.066
06/08/1988
14/07/2000
2010
1.087,14
08/03/1988
17/11/1999
2004
9 Vandellòs II
Ascó (I y II)
Suecia
TOTAL EN EL MUNDO: 435
Reino Unido
19
110 Asia
Zorita
2 África
7
Almaraz (I y II)
Rep.
Alemania Checa
17
6 Eslovaquia
5
127 América
Francia
59
Suiza
5
16,71
12,33
Fuel-gas
1
Bélgica
23,55
Hidráulica
1
Holanda
28,84
Cogeneración
Lituania
Vandellòs
Vandellós II
Cofrentes
Nuclear
Rusia
31 (5)
10
Trillo
Carbón
Otras renovables
Finlandia
4 (1)
Rauma
Garoña
Producción eléctrica en España en 2003 (%)
Ciclos combinados
Número de centrales
operativas por país
España
Rumania
Hungría
1 (1)
Eslovenia 4
1
8
Centrales nucleares
Bulgaria
2 (2)
196 Europa
6,72
Ucrania
15 (2)
6,08
5,70
EL PAÍS
Fuente: Foro Nuclear y Agencia Internacional de la Energía Atómica
El átomo retorna al primer plano
La energía nuclear vuelve al centro del debate. El alto precio de los combustibles fósiles y los acuerdos de Kioto
tienen la culpa. Finlandia ha abierto la primera planta en Europa en décadas. En España, de momento, la postura
oficial del Gobierno es abandonar el átomo a medida que finalice la vida útil de las centrales existentes.
MIGUEL ÁNGEL GARCÍA VEGA
L
a subida de los combustibles fósiles, la intranquilidad que transmite Rusia a
la hora de garantizar el suministro de gas a Europa y los efectos
dañinos que las emisiones de
CO2 tienen en la atmósfera justifican que se haya vuelto a hablar
de energía nuclear, después de
décadas en Europa en las que no
se ha autorizado la construcción
de más centrales nucleares. Una
tendencia que, por cierto, acaba
de romper Finlandia con su planta Olkiluoto 3. En este enconado
diálogo, las posiciones se dividen entre el sí y el no, pero algunas voces ya hablan de buscar
una tercera vía para el laberinto
nuclear.
Las posturas están claras desde hace tiempo. A la energía nuclear se le reprocha que no haya sido capaz de resolver el problema
de los residuos que genera, su alto
coste —crear una planta de 1.600
MW como la finlandesa cuesta
3.000 millones de euros y desmantelar otra como la española de José Cabrera, parada en abril de
2006, vale 117 millones— y “su
procedencia militar”, dicen en Izquierda Unida. Además, para muchos, no resulta una solución válida contra el cambio climático.
En el otro bando, los partidarios del átomo minimizan los problemas o los asumen como mal
menor y valoran la enorme fuerza
de sus soluciones: no emite CO2,
utiliza un combustible como el
uranio que, teóricamente —hay
discrepancias—, es abundante en
la naturaleza y los costes son reducidos, estables y predecibles.
Tanto las argumentaciones a
favor como en contra tienen mil
matizaciones. Los costes, dicen en
el sector, ya no son tan limitados
al tener que absorber los gastos
del desmantelamiento de las centrales ya agotadas, el control de
los residuos o la seguridad. Además, tampoco está claro cuánto
cuesta el kilovatio-hora nuclear.
Algunos, como el Foro Nuclear, lo-
Central nuclear de Ascó.
bby que defiende los intereses de
la industria, lo sitúan en 1,5 céntimos de euros. A un reputado experto estos cálculos no le salen y
estima que “ son el triple”.
La incógnita del uranio
Sea como fuere, otro interrogante es el de las reservas de uranio.
El sector maneja datos dispares.
Foro Nuclear las cifra en 4,7 millones de toneladas y analistas independientes hablan de tres millones. Por si fuera poco, el precio
del mineral se ha disparado en
los mercados internacionales durante los últimos meses.
A pesar de estos inconvenientes, Foro Nuclear se alinea con el
sí. Su planteamiento, explica su
presidente, Eduardo González,
es alargar la vida de las centrales
nucleares 20 años, con lo que su
JOSEP LLUIS SELLART
vida útil pasaría de los 40 años a
los 60 años. Un argumento similar mantiene Alfredo Pastor,
quien fuera secretario de Estado
de Economía con el PSOE: “La
energía nuclear es un mal necesario. Soy partidario de cubrir el déficit energético con lo nuclear”.
Ahora bien, frente al sí y al no
hay una tercera vía. Uno de sus
valedores es Valeriano Ruiz, catedrático de Termodinámica de
la Escuela de Ingenieros Industriales de Sevilla. “La mayor par-
Algunos expertos
sostienen que las
centrales son
“un mal necesario”
te de los comentaristas habituales se empeñan en mantener el
esquema del sistema energético
actual. Pretenden que con nuclear, renovables y, ¡cómo no!,
ahorro, y gestión de la demanda
se pueda resolver el problema.
Eso, los más progresistas; los
conservadores sólo le dan opción a la nuclear”, ironiza. Su modelo pasa por la hibridación, sacarle el mayor rendimiento a las
instalaciones integradas de generación y establecer un periodo
de transición del monopolio del
petróleo a un mundo energético
diversificado conforme con la
madurez tecnológica de cada
fuente de energía.
¿Y cuál es la postura del Gobierno? Joan Clos, ministro de Industria, Turismo y Comercio, ha
sido tajante: “No vamos a aumen-
tar la proporción de energía nuclear. Esto es lo que hay de momento, ya veremos lo que pasa en
unos años”. Se podría pensar que
la puerta no está cerrada sino entornada, más aún cuando se sabe
que incluso dentro del PSOE no
hay unanimidad. Por ahora, no
se cerrarán las nucleares que ya
están en funcionamiento puesto
que su aportación al sistema energético es importante (20%).
Un hecho que reconoce el propio Ministerio de Industria es
que no hay ningún impedimento
legal para que una eléctrica pueda solicitar una licencia para
construir una central nuclear. Entonces, ¿por qué rechazan un negocio de 3.000 millones de euros? “La industria está a la espera
de que haya estabilidad en el marco institucional y que no corra peligro su financiación”, afirma Javier Carrillo, profesor del Instituto de Empresa. La construcción
de una central nuclear lleva diez
años y hace falta asumir un fuerte endeudamiento. Ninguna eléctrica se arriesga a que el proyecto
falle a medio camino, sobre todo
por falta de consenso social. Según un informe de Eurostar, sólo
el 6% de los españoles estaría a favor de la energía nuclear. Y sin
ese acuerdo, las eléctricas mantienen prietas las filas. “Haremos
las centrales que planifique el Gobierno. La decisión no es nuestra”, afirman en Iberdrola.
Desde un punto de vista oficial, el Gobierno, cumpliendo
con su programa electoral, ha
propuesto el abandono del átomo. Las centrales nucleares se
irán cerrando a medida que finalice su vida útil. Pero la Administración siempre ha querido enviar un mensaje nítido: las decisiones energéticas se toman con
el objetivo de garantizar el suministro. Lo que está claro es que
en esta legislatura no habrá ninguna decisión concluyente. La
próxima planta que acaba su vida es la de Santa María de
Garoña (Burgos) y hasta 2009
no hay que decidir.
XII NEGOCIOS
EL PAÍS, DOMINGO 25 DE FEBRERO DE 2007
EXTRA ENERGÍA / LAS INTERCONEXIONES
Lindoso
Bemposta
Pocinho
MARÍA MARTÍNEZ ARROYO
B
ruselas lo tiene claro y el
Gobierno español también. La creación de una línea eléctrica de muy alta tensión
(MAT) entre España y Francia es
necesaria para sacar al fin a la península Ibérica de su aislamiento
energético y avanzar hacia una auténtica red europea de energía.
Por ello, en los últimos meses se
han puesto manos a la obra para
desbloquear una situación que está retrasando sine die el desarrollo
de un mercado energético único
en Europa.
España es uno de los países europeos con mayor vulnerabilidad
energética, ya que la dependencia
del exterior alcanza el 80%, frente
al 50% del resto. Además, respecto a la capacidad instalada, sólo
disponemos de un nivel de interconexión eléctrica del 3% —que se
utiliza en momentos punta de la
demanda—, cuando el estimado
por el Ministerio de Industria para asegurar el suministro y la calidad del sistema sería del 10%.
La creación de un corredor
eléctrico fronterizo entre España
y Francia duplicaría como mínimo la capacidad de interconexión
internacional de España. Sin embargo, son muchos los escollos
que superar para que la MAT entre ambos países vea por fin la luz.
Para empezar, los intereses
son distintos. Francia tiene un nivel de interconexión muy fuerte
con Bélgica, Italia, Suiza y Alemania, y tenerlo con España no le supone ninguna urgencia. A esto
hay que añadir la oposición de los
ecologistas, la de partidos como
ERC e ICV, y la baja aceptación
que tiene el futuro tendido eléctrico entre las poblaciones por las
que, en principio, va a pasar.
De momento, y tras rechazar el
La dependencia de
la electricidad exterior
alcanza el 80%, frente
al 50% de la UE
Pocinho
Falagueira
Elvas
Alqueva
Barrancos
Aldeadávila 220 kV
Aldeadávila 220 kV
Saucelle 220 kV
Cedillo 400 kV
Badajoz 66 kV
Brovales 400 kV
Encinasola 15 kV
P. Cruz 400 kV
27
1.999
Adiós al aislamiento energético. Tras
innumerables trabas, la línea de muy alta
tensión con Francia empieza a ver la luz.
753
353
162
905
114
897
1.053
194
0
151
1.059
102
0
0
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13
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En Kilovatios (kV)
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C
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ha
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32
kV
España se quiere
enchufar a Europa
Intercambios de energía eléctrica con España
Melloussa (Marruecos)
Saldo de los Intercambios físicos
En Gigavatios / hora (GWh)
FRANCIA
PORTUGAL
MARRUECOS
TOTAL
2002
8.834
-1.899
ANDORRA
-292
-1.315
5.329
2003
5.785
-2.794
-270
-1.457
1.264
2004
5.222
-6.419
-283
*-1.546
-3.027
2005
6.545
-6.829
-271
-788
-1.343
2006
4.520
-5.628
-223
-1.972
-3.303
Saldo positivo: Importador. Saldo negativo: Exportador
Fuente: REE
Gobierno francés un corredor a
través del Pirineo aragonés, la opción más probable es la interconexión por el este de los Pirineos.
De hecho, el 9 de febrero, el Consejo de Ministros aprobó la ejecución de las líneas eléctricas aéreas
entre Sentmenat y Bescanó, y entre Vic y Bescanó. De llevarse a cabo, este proyecto posibilitará el intercambio de 2.400 MV entre am-
EL PAÍS
bos países, y contribuirá a alimentar el tren de alta velocidad desde
Barcelona hasta Perpiñán.
En la actualidad, Cataluña es
una de las zonas más precarias de
España en lo que a alimentación
eléctrica se refiere. La MAT es indispensable para alimentar el subsistema Girona-Costa Brava, teniendo en cuenta que Girona es la
única provincia de España sin una
red de transporte de alta tensión.
La futura MAT llegará desde
Bescanó hasta Santa Llogaia en el
Alto Ampurdán, pero aún falta
por decidir el trazado desde esta
localidad hasta la frontera. Si todo
sigue su curso, la línea podría entrar en servicio en 2009.
El MAT lleva estancado décadas, entre otras razones porque no
había necesidad de tener un mercado energético interior de la energía en Europa, como ahora pretende Bruselas. Pero para que pueda
crearse dicho mercado es necesario que haya interconexiones entre los distintos Estados y que las
regulaciones de los sistemas energéticos sean similares.
“Pretender que los sistemas
sean idénticos es ingenuo, máxime cuando algunos están liberalizados y otros, como el portugués,
son mayoritariamente estatales.
Los sistemas son muy difíciles de
cambiar, pero deben ser lo más parecidos posible para que exista reciprocidad en el intercambio”, señala un experto del Ministerio de
Industria. Una de las medidas de
la Comisión Europea es la separación de la propiedad de las redes
de transmisión energéticas de las
actividades de producción. La
transposición de las directivas comunitarias ayudará a que los modelos se vayan aproximando.
La interconexión de España
con Portugal y Marruecos se encuentra más avanzada. En 2004
entraron en servicio dos líneas
con Portugal. Asimismo, se ha incrementado la capacidad de las
tres líneas que forman parte del
eje del Duero, y aumentado la capacidad de transporte del eje del
Tajo. Con Marruecos existen dos
interconexiones submarinas.
EL PAÍS, DOMINGO 25 DE FEBRERO DE 2007
NEGOCIOS XIII
EXTRA ENERGÍA / LA SUPERVISIÓN
El Centro de Control Eléctrico de Red Eléctrica de España, desde donde se supervisa el sistema. RICARDO GUTIÉRREZ
Los vigilantes de la luz
El control no puede relajarse un segundo. Sus equipos están
duplicados. 24 horas, todo el año, los técnicos de Red Eléctrica y
Enagás velan para que la electricidad y el gas lleguen a su destino.
CARMEN PÉREZ-LANZAC
C
lic. En algún punto de España, alguien presiona un
interruptor. Muy cerca de
allí, otra persona hace girar el grifo del agua caliente de su cocina.
Actos cotidianos en los que rara
vez pensamos porque casi nunca
fallan. La bombilla se enciende y
el agua empieza a manar humeante. Pero, ¿quién se encarga de que
la gigantesca malla energética
que recorre España funcione correctamente?
Es el lunes 12 de febrero por la
tarde y alguien pregunta: “¿Loli,
cuántos bares tenemos hoy?”. Loli no es una tendera ni el que pregunta un desesperado a la búsqueda de una taberna, sino Javier
González Juliá, director general
de Operación del sistema de Enagás, la empresa que gestiona el
gas que circula por el país, que se
interesa por la presión que hay en
ese momento en los gaseoductos.
“¡60!”, le responde con una sonrisa Loli Barela, responsable de la
central de control. “Mmm”, murmura Juliá.
Después de haber visto en infinidad de películas las salas plagadas de ordenadores de la NASA,
la central de control de Enagás decepciona un poco. Una pantalla
que ocupa una pared, ordenadores, técnicos que escuchan a Julieta Venegas en la radio y que no
apartan la vista de sus equipos...
“Éste es el corazón de Enagás”, explica Diego Vela, director de Operación de la empresa. El lugar desde donde se supervisa el mantenimiento del sistema —“es como un
ser vivo que crece y en el que hay
que insertar tubos, cortar, soldar...”, explica Vela—, se solucio-
nan imprevistos (como una fuga)
y desde donde se logra la difícil tarea de casar la demanda de gas
con su oferta.
El gas que llega a España (bien
por gaseoducto o en buque desde
Argelia, Libia, Nigeria...) debe parecerse lo más posible al que se
consume. Y para conseguir casar
ambas cifras, en Enagás se realizan previsiones mensuales, semanales y diariamente con los datos
que les proporcionan las empresas distribuidoras (Gas Natural,
Endesa, Iberdrola...). ¿Y cómo lo
llevan cuando no coinciden? Juliá levanta la vista: “Aquí decimos
que cuando sobra, nos duele la cabeza, y cuando falta, nos duelen
las tripas”.
Treinta y tres personas se turnan para controlar este complicado entramado las 24 horas todos
los días del año. Todos los equipos están duplicados y, por si algún día algo fallara o hubiera que
desalojar el edificio, hay una réplica idéntica a 20 kilómetros. No
podemos decir dónde está ni la
una ni la otra. Por si acaso.
Red Eléctrica de España también tiene una copia idéntica de
su centro de control eléctrico, que
recuerda al de Enagás, aunque es
más grande. El paso está vetado a
la periodista, que la contempla
desde una vidriera, como en una
enorme pecera. Sobre una pantalla brilla el quid de la cuestión: el
“Cuando sobra gas,
nos duele la cabeza,
y cuando falta, nos
duelen las tripas”
gráfico con la curva de la demanda eléctrica prevista y la del consumo real. El objetivo es el mismo:
que ambas casen a la perfección.
Y para conseguir no fallar se llevan a cabo unos complicados
cálculos con muchas variables:
meteorología, luminosidad, la demanda de años anteriores...
Un año de formación
Manejar esta madeja (33.000 kilómetros de líneas de alta tensión,
2.800 subestaciones, 40.000 medidas que se actualizan cada cuatro segundos) no es fácil, y Tomás
Domínguez, jefe del Departamento del Centro de Control Eléctrico
de Red Eléctrica, se enorgullece
de su escuela de formación, donde cada técnico pasa un año antes
de incorporarse al puesto.
Aquí también la gracia reside
en que nunca falle nada, así que el
anecdotario de Domínguez es breve. Sólo le arrancan una ligera
sonrisa dos fechas recientes: el 4
de noviembre, día del gran apagón que se originó en Alemania y
que dejó a oscuras a parte de España. La otra es el 1 de febrero, fecha de la protesta de cinco minutos por el calentamiento global.
Ese día, en Red Eléctrica todos siguieron con curiosidad la curva
amarilla, la de la demanda. Y hubo apuestas sobre qué pasaría. A
las 19.55 todos vieron la curva
caer un 2,5%. “No sabíamos qué
podía pasar. Yo procuré tener la
mayor reserva posible por si todo
el mundo decidía apagar la luz”,
explica Domínguez. “Ten en cuenta que esto es como una cuerda
que está tensada. De un lado tira
la demanda, del otro la generación. Y tan malo es que suelten
unos como que suelten los otros”.
XIV NEGOCIOS
EL PAÍS, DOMINGO 25 DE FEBRERO DE 2007
EXTRA ENERGÍA / EL FUTURO
Hacia un mundo sin petróleo
Fina labarralibredel'oronegro'.Laeradeuncrudobaratoyfácildeextraerterminaráenlaprimeramitaddeeste
siglo, según los expertos, porque la demanda de crudo superará la oferta posible. Ello a pesar de que las
compañías petroleras invierten casi 200.000 millones de euros al año para prolongar la vida de este recurso.
ANA TERUEL SORIA
L
a era del petróleo podría
acabarse antes de lo esperado. Los expertos son
cautos a la hora de poner una fecha de caducidad de este recurso, que supone aproximadamente el 40% del consumo energético mundial, pero avisan de que
entre 2010 y 2050 el crecimiento de la demanda de crudo podría superar el de la oferta disponible.
“Esto es más que una discusión de café entre académicos”,
advierte Mariano Marzo, catedrático de Recursos Energéticos en la Universidad de Barcelona. Las extracciones en el
mar del Norte habrían alcanzado ya su capacidad máxima de
producción, al igual que las de
México. A partir de 2015, la
Agencia Internacional de Energía (AIE) calcula que los países
productores no miembros de la
Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) llagarán a su pico de producción.
“En el mejor de los casos pasaremos a depender de Arabia Saudí, Irak e Irán”, explica Marzo.
En la zona de Oriente Próximo
se acumulan casi los dos tercios
de las reservas probadas (aquellas que se pueden extraer con
la capacidad tecnológica y el
precio actual).
Por su parte, la demanda de
crudo, impulsada por un gran
crecimiento de países como China e India y un ritmo sostenido
en los países de la OCDE, crecería en torno a un 45% de aquí a
2030, según las estimaciones
de la AIE. Otro dato que pronostica un auge de la demanda es
que cerca de un cuarto de la población mundial no tiene acceso
a la electricidad. Una posibilidad barata de obtener ese suministro en poblados remotos es
utilizar gasóleo, explica Emilio
Menéndez, doctor ingeniero de
Minas y profesor honorífico de
la Universidad Autónoma de
Madrid y la Universidad Politécnica de Madrid.
“Éste es un ritmo totalmente
insostenible”, opina Gal Luft,
director del Instituto para el
Análisis de la Seguridad Energética en Washington. “Debemos tomar conciencia cuanto
antes para preparar la transi-
Pozo petrolífero en Edmonton (Canadá). PAUL A. SOUDERS
ción energética. Cambiar de
energía en el transporte puede
durar hasta 30 años, y ese periodo será muy duro”, advierte este experto.
Parte de la dificultad para
evaluar las perspectivas de producción del petróleo reside en
la naturaleza misma del mineral. El hidrocarburo no se encuentra en bolsas en el subsuelo, sino que está impregnando
poros de la roca. “Haciendo una
metáfora con el café, no estamos hablando de recuperar el lí-
“Hay que preparar la
transición. El cambio
en el transporte puede
durar 30 años”
quido de un termo sino de absorberlo de un terrón de azúcar”, explica Marzo. Hoy en día
se calcula que las técnicas permiten extraer entre un 35% y
un 40% de este recurso en los
yacimientos convencionales. La
industria y los expertos esperan
que se pueda alcanzar una recuperación del 50% en los próximos años.
Las empresas petroleras y
los analistas del sector más optimistas destacan el impacto que
pueden tener los avances tecnológicos. Según datos de la AOP,
la asociación nacional de las petroleras, las compañías invirtieron más de 192.000 millones
de euros en investigación el año
pasado animadas por el alza del
crudo. “Hace tan sólo unos años
nadie pensaba que podríamos recuperar petróleo a 3.000 metros
bajo el océano”, señala Álvaro
Mazzarasa, director general de
la AOP.
Las esperanzas de la industria están puestas en las plataformas offshore (en alta mar) y en la
creciente parte de recuperación
del petróleo no convencional,
principalmente las arenas bituminosas de Canadá y el petróleo
sólido en los yacimientos de Venezuela. “Los analistas que predicen el cénit del petróleo en 2010
no suelen contabilizar este tipo
de petróleo”, explica Paul Isbell,
investigador de Economía y Comercio Internacional del Real
Instituto Elcano.
El problema es que la extracción de esta forma de petróleo
es más cara y difícil. Para convertir el material en un líquido
lo suficientemente ligero para
refinarlo se requiere un sistema
de calentamiento de agua en el
que el coste energético es considerable.
Los avances tecnológicos
también permiten el acceso a zonas más remotas, pero su geografía encarece el precio del crudo. “Se descubren nuevas zonas
a diario. El problema es que el
coste es cada vez mayor”, señala
Lawrence Eagles, de la Agencia
Internacional de la Energía. “La
cuestión que cabe preguntarse
es por cuánto tiempo se seguirá
produciendo petróleo”, añade.
Isbell, por su parte, concluye
que “aunque es difícil argumentar sobre el cénit del petróleo, sí
llegamos al fin del petróleo fácil de extraer y barato”. En cualquier caso, este analista del Instituto Elcano señala que “el contexto energético ha pasado un
punto de inflexión”.
La alternativa pasa por una combinación de recursos
Los expertos consultados están de
acuerdo en señalar que en la actualidad no existe una alternativa única al
petróleo como fuente de energía. La
mayoría apuesta por una combinación
de diferentes recursos. “Hay que buscar en todas las direcciones”, resume
Pierre Terzian, director de la revista
francesa Pétrostratégies.
Los analistas prevén que a corto plazo lo más factible será observar un crecimiento del consumo del gas natural. Pero éste tiene el mismo problema que el
petróleo y se calcula que en 2070 su pro-
ducción empiece a declinar. “Es una solución puente”, advierte Emilio Menéndez, doctor ingeniero de Minas y profesor honorífico de las universidades Autónoma y Politécnica de Madrid.
El retorno al carbón, del que se calcula que las reservas podrían alcanzar
los 300 años, es otra alternativa probable. Su gran problema es que es muy
contaminante: una unidad energética
expulsa 4,5 unidades de CO2 frente a
las 3,3 del petróleo y las 2,2 del gas natural. Una de las posibilidades está en
la captura del CO2: éste quedaría confi-
nado e inyectado en las rocas porosas
de los antiguos yacimientos de gas o de
petróleo o dispersados en aguas salinas.
Más allá de los combustibles fósiles,
los expertos tienen también la vista
puesta sobre la fusión nuclear. Al contrario que la fisión, que divide un núcleo atómico en dos, la fusión consiste
en la unión de dos núcleos en uno. Es
una energía inagotable y se puede producir a partir de átomos de helio, un gas
noble no contaminante. El gran problema es que todavía no es rentable energé-
ticamente: se emplea más energía en el
proceso que la obtenida. Se investigará
con el reactor termonuclear experimental de Cadarache, Francia, pero los analistas calculan que esta energía no podrá comercializarse antes de 2070.
Las energías renovables (la eólica,
la hidroeléctrica y la solar) son fuentes
que sin duda crecerán en el futuro. Representan el 12% del consumo mundial, el 6% del de la Unión Europea y el
7% del de España. Europa quiere aumentar su consumo hasta alcanzar un
20% en 2020.
EL PAÍS, DOMINGO 25 DE FEBRERO DE 2007
NEGOCIOS XV
EXTRA ENERGÍA / EL FUTURO
Al espacio a la captura
de la energía del Sol
Ni la nuclear ni los combustibles. La energía
solar, en todas sus vertientes, es la única
quepuedecubrirlademandamundialfutura
JAVIER SAMPEDRO
Con toda su fama, no muy buena
por lo demás, la energía nuclear
no alcanza a satisfacer ni el 7%
de las voraces necesidades energéticas de la población mundial.
Lo demás es energía solar, repartida así: un 40% como petróleo,
otro 46% como carbón y gas natural y el 7% restante como centrales hidroeléctricas.
Sí, han leído bien. Los combustibles fósiles fueron antes algas
unicelulares o bosques jurásicos
que usaron energía solar para sintetizar sus propios cuerpos, ahora llamados hidrocarburos. Y
también es el Sol quien evapora
el agua que forma las nubes que
nutren los ríos que recogen nuestras presas.
¿Qué ocurrirá cuando se acaben los combustibles fósiles? Seguiremos dependiendo del Sol,
pero esta vez “en tiempo real”. No
es que vaya a faltar energía en
bruto: la radiación solar que llega a la Tierra en 24 horas contiene mil veces la energía que consu-
me la población mundial un día
cualquiera. Lo que pasa es que la
mayor parte de esa energía no se
puede usar, porque es lo que caldea la biosfera y mantiene el ciclo
del agua. Pero la otra milésima
puede dar bastante de sí.
La actual tecnología fotovoltaica, por ejemplo, captura la energía solar con una eficacia similar
a la fotosíntesis y, en teoría, bastaría cubrir con placas solares el
1% de la superficie de cultivo
mundial para satisfacer la demanda energética del planeta.
O los molinos, que también se
mueven gracias al Sol. De hecho,
mantener los vientos y las corrientes oceánicas absorbe 40 veces
más energía solar que toda la vida vegetal terrestre y marina en
La demanda quedaría
cubierta si se cubriese
con placas solares
el 1% de los cultivos
LUIS F. SANZ
su conjunto. Según algunos cálculos, la energía eólica podría llegar
a satisfacer cinco veces la actual
demanda mundial. Por desgracia
harían falta seis turbinas por kilómetro cuadrado de superficie terrestre.
Es probable que la biotecnología tenga mucho que decir en la
energética del futuro. El genetista visionario Craig Venter ha catalogado ya miles de genes especializados en captar luz de distintas
longitudes de onda. Planea crear
una bacteria artificial que lleve
una ristra de ellos y pueda aprovechar un espectro muy amplio de
la luz. Ese engendro convertiría
en hidrógeno un 10% de la ener-
gía solar, y una superficie de
13.000 kilómetros cuadrados bastaría para alimentar todo el transporte de Estados Unidos.
Pero la energía que nos llega
del Sol es la que es: 10 petavatios
(10 a la 16 vatios). Eso es lo que
consume una civilización de tipo
I, según el palmarés de civilizaciones galácticas del físico Nikolai
Kardashev, que va de I a III. La
nuestra es de tipo 0,7 o por ahí.
Con 10 petavatios se puede desviar un huracán y construir la Atlántida, pero ¿quién se conformará con eso? La gente querrá también provocar el huracán y lanzarlo contra la Atlántida, y para eso
hacen falta más petavatios.
Si la energía solar no viene
aquí habrá que salir a buscarla.
Para empezar podría valer con un
buen enjambre de satélites con
sus velas solares extendidas que
mandara la energía a la Tierra en
forma de microondas. Pero ese enjambre deberá evolucionar hasta
su límite lógico —la esfera de Dyson, véase imagen— si hemos de
convertirnos en una civilización
de tipo II en la escala de Kardashev: una capaz de robar al Sol
100 yottavatios (10 a la 26 vatios).
Y también de consumirlos.
Eso marcará el fin de la crisis
energética: 100 yottavatios bastan para encender una nueva estrella.

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